El talento innato del tenista eldense Álvaro Verdú le permite cumplir su sueño de estudiar en Estados Unidos
Álvaro Verdú es un joven eldense que a sus 19 años está viviendo el sueño de su vida, estudiar la carrera de Finanzas en Estados Unidos. Ha sido gracias a su esfuerzo, determinación y talento en el mundo del tenis lo que le ha permitido recibir una beca que cubre el 95 por ciento de sus estudios en la prestigiosa Marquette University, en Milwaukee, Wisconsin.
A los nueve años se introdujo en el mundo del tenis y se dio cuenta de que realmente se le daba bien, su talento innato le permitió con tan solo 10 años comenzar a ganar torneos, hasta conseguir a los 12 años convertirse en el primer eldense en representar a España en el Torneo Mundial. Además, su equipo se convirtió en el primer club español en ganar este torneo en la categoría sub-12. Con 14 años estudió en Benidorm en el centro de alto rendimiento de la ciudad, lo que le permitió madurar personal y deportivamente, y a los 15 años pasó a la Escuela Equelite Juan Carlos Ferrero de Villena, pero se dio cuenta de que esa no era la vida que quería, pues aunque ganaba, no disfrutaba compitiendo tanto como esperaba, por ello decidió dejar la alta competición y enfocó su esfuerzo en conseguir una plaza en alguna prestigiosa universidad de Estados Unidos. Tras un largo proceso de selección escogió la Marquette University, donde estudia desde agosto de 2015 un doble grado de Finanzas.
Verdú asegura sentirse ilusionado y contento pues "puedo continuar compitiendo a un alto nivel y a la vez formarme y graduarme en una universidad muy exigente académicamente hablando”. A pesar de su juventud tiene algo muy claro, y es que desea conseguir un trabajo en Estados Unidos y hacer su vida allí, pues siempre se ha sentido atraído por el estilo de vida estadounidense.
Este joven explica que aunque el día a día es algo duro no lo cambiaría por nada, cada mañana se levanta antes de las siete de la mañana, compagina tres o cuatro horas de clase con entrenamientos que continúa por la tarde. En Estados Unidos “los deportes se consideran un arte en las universidades, hay tiempo suficiente para la vida social, educativa y deportiva, está todo muy bien organizado. A pesar de tener menos tiempo para estudiar, los deportistas tenemos un trato especial, tenemos bibliotecas privadas en las que podemos pedir clases de refuerzo, por ejemplo”.
Sobre el idioma explica que ya conocía el inglés, y que, aunque es cierto que las primeras semanas se le hacía algo duro, pues no habla español con ningún compañero, rápidamente se fue adaptando y ya habla y entiende perfectamente el idioma.
Durante la temporada Verdú juega 15 partidos, lo que le ha permitido viajar a California, Texas, o Michigan, entre otros Estados. En el torneo final su universidad quedó en segundo lugar, por lo que no pudieron ir a la competición universitaria nacional y terminó de competir en el mes de abril. Fue nominado a Mejor Jugador Novato y a Mejor Jugador de su Conferencia (liga), quedando en segundo lugar en ambas categorías. Así puso todo su esfuerzo en los exámenes finales, que pasó con éxito a finales de mayo.
Allí vive en una residencia, donde pasará al menos los dos primeros años de carrera, después podrá decidir si desea vivir fuera de dicha residencia o no. Si bien, apenas sale del campus, pues “allí tenemos todo lo que necesitamos, boleras, restaurantes… es como una ciudad”.
Álvaro admite que lo más duro no es el clima, a pesar de que a veces en Milwaukee el termómetro baja hasta los 19 grados bajo cero, sino la comida: "Lo que dicen es cierto, la comida allí es peor, es la única pega. Por suerte yo suelo ir a restaurantes italianos donde sirven pasta o pizzas o a aquellos en los que sirven comidas más normales".
Ahora disfrutará de unas merecidas vacaciones en Elda hasta mediados del mes de agosto, cuando volverá a viajar a Estados Unidos para continuar su carrera.