El nombre de la sierra del Cid y su relación con los Coloma
La sierra del Cid conforma una imagen icónica para los municipios del valle gracias a su emblemática cumbre horizontal. Aunque la creencia popular hace pensar que su nombre proviene del Cid Campeador, el investigador sobre historia local e ilustrador Miguel Ángel Guill, al sumergirse en la época de los Coloma, ha realizado un estudio que demostraría que el origen del nombre de esta sierra proviene de Juan Coloma, primer conde de Elda.
Según la leyenda popular, su nombre se le atribuye al momento en el que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, a lomos de Babieca, desde la Sierra del Caballo picó espuelas a su caballo y este surcó los cielos del valle, varios kilómetros, dejando su huella impresa, indica Guill, lo que ya se tenía por cierto en 1618, según dejó escrito el fray Jaime Bleda.
El estudio de Guill ha desarrollado una nueva versión del origen del topónimo “Cid”, que tiene su origen en la palabra árabe “Sidi”, que significa “señor”. Guill explica que ya el nombre del Cid aparece “en el primer mapa del Reino de Valencia, el llamado mapa de Ortelius, aunque con una errata pues en el mapa impreso pone ‘sierra del Cal’”, obra del trabajo de campo del matemático y geógrafo valenciano Jerónimo Muñoz hacia 1568.
En el siglo XVI Martín de Viciana ya recogía que el conde mandaba cazar en el Cid, “el dato es muy revelador pues nos indica que Juan Coloma, primer conde de Elda, tenía una casa o pabellón de caza en la sierra del Cid, algo también documentado cuando a finales de ese siglo su hijo Antonio Coloma, II conde, ordenó fuese arreglada: ‘… que se adobe la casa de la sierra del Cid’. De hecho, sabemos que Juan Coloma, I conde de Elda, tenía un ‘criado de caza’ y un cazador para practicar este deporte de la nobleza en la época.
A finales del siglo XVI, entre 1598 y 1604, la villa de Petrer elevó unas peticiones al conde de Elda, según el historiador local, que entre otras cosas le pedía que instaurara una veda ante los daños que causaban los cazadores en los sembrados. Esa sierra era en el siglo XVI para uso exclusivo del conde, reservándose el derecho de cazar, imponer vedas o dejar cazar a otros.
Así, Guill tiene claro que “esto explica el nombre de la sierra, si tenemos en cuenta que en el condado la lengua real de la población, que no oficial, hasta 1609 era el árabe, y en el árabe dialectal señor se dice: سيد “sīdi”. Por lo que la sierra del señor vendría a ser la sierra del Señor o Cid”.
Tras las ausencia del segundo conde, Antonio Coloma y Saa por sus servicios militares a principios del siglo XVII “esta montaña fue abandonada como lugar de caza exclusiva”, indica Guill, quien explica que el conde dio licencia para que el ganado tanto de Petrer como de Elda pudiera pacer, “algo que, por otra parte, conllevará en el futuro muchos conflictos entre ambos municipios” señala.
Tras la expulsión morisca y la repoblación cristiana los nuevos habitantes asumieron el nombre de origen árabe de la montaña, pero olvidando su significado y buscando su origen en míticas o románticas gestas del legendario héroe castellano.