El eldense Daniel Azorín gana el premio de investigación José María Soler con un estudio sobre el yacimiento El Monastil

El yacimiento El Monastil todavía esconde gran parte de la historia antigua de Elda, prueba de ello es el reciente estudio del eldense Daniel Azorín La ocupación prehistórica en el yacimiento El Monastil de Elda, recientemente galardonado en la modalidad Científica y Humanística y de Arqueología de los Premios de Investigación José María Soler de Villena.

Este eldense estudió Humanidades e hizo las prácticas en el parque Arqueológico La Alcudia de Elche. Participó en una excavación y este trabajo le apasionó, así que cursó un máster de arqueología cuyo trabajo de fin de carrera es el estudio premiado. Tenía claro que sería sobre la prehistoria del yacimiento eldense a propuesta del director del Museo Arqueológico, Antonio Poveda. Su labor consistió en analizar los materiales prehistóricos y situarlos en el tiempo.

Ha estudiado los materiales recuperados desde las excavaciones en 1984 como siles y cerámicas. A través de varias técnicas ha contextualizado el poblado de aquel entonces tanto de forma cultural como física.

Así ha situado la fecha de la primera ocupación en torno a los años 2.400 y 2.300 a C. Esta población se mantuvo hasta aproximadamente el 1.900 a C., cuando se marchó por causas que se desconocen. Ha situado la segunda ocupación en la parte más alta entre los años 1.500 y 1.300 a C., que duró en torno a 500 años, hasta el 1.000 a C., cuando volvió a abandonarse. El estudio concluye en el año 550 a C., con la llegada de los iberos.

Azorín hizo este proyecto pensando en el premio villenense, pues “Soler tenía reconocimiento internacional en el mundo de la prehistoria, tuve que pulirlo para adaptarme a lo que querían tras presentarlo como trabajo de final de máster. Ha sido mucho trabajo, pero es un orgullo el recibir este reconocimiento; me cuesta asimilar que mi nombre estará junto al resto de ganadores, nunca había ganado ningún eldense un trabajo sobre la ciudad, y es una doble satisfacción”.  

Gracias a este proyecto, que le ha llevado cuatro años, el nombre de Daniel Azorín, de 35 años, pasará a la historia, pues quien estudie El Monastil, tendrá que revisar su estudio, algo que le produce un gran orgullo.  Si bien le apena que “en Elda no se ponga en valor esta joya, no somos conscientes de la importancia que tiene, habría que darle más visibilidad, pues, aunque se empieza a poner en valor, todavía queda mucho por hacer, tenemos que quererlo mucho más”.

Este eldense concluye destacando que “la hemeroteca de Valle de Elda ha sido fundamental, tenía lagunas sobre algunas excavaciones y he podido saberlas gracias a los ejemplares publicados”.

En octubre pronunciará en su ciudad natal una conferencia para explicar los resultados de este análisis detallado de la prehistoria de Elda.