La reconstrucción del antemural del castillo finalizará en abril pero las visitas tendrán que esperar unos meses
El castillo de Elda ya dejar entrever el aspecto que debe tener para ser la joya patrimonial de la ciudad, aunque todavía necesita una elevada inversión. Los trabajos para recuperar el antemural y la torre T-10 , que estuvieron paralizadas durante dos años, avanzan a buen ritmo, algo que se ve a simple vista, pues el primero ya es claramente visible desde los alrededores.
El edil de Patrimonio Arqueológico, Amado Navalón, ha explicado que está “moderadamente satisfecho” puesto que es consciente de que esta obra tendría que haber concluido a finales de 2016 o a principios de 2017 pero se paralizó a la espera de los estudios geotécnicos. Lamenta que si todo hubiese salido según lo previsto a día de hoy ya se podrían estar realizando las ansiadas visitas guiadas al alcázar, que con sus 6.000 metros cuadrados es el segundo castillo más grande de la provincia. Ahora tendrán que esperar.
Está previsto que estas obras, que tienen un presupuesto de unos 500.000 euros de la Generalitat Valenciana, finalicen a mediados de abril. La actuación que se está llevando a cabo consiste en la creación de unos cimientos de 15 metros a través de un micropilotaje, la rehabilitación del antemural y la consolidación de la torre t10, una de las mejor conservadas del castillo.
El arqueólogo municipal, Juan Carlos Márquez, ha indicado que ahora solo resta realizar el acabado exterior y rematar la parte superior del antemural, que tiene dos cuerpos distintos: en la parte inferior se ha imitado un talud de piedras sin tratar y en la parte superior se está colocando sillería, imitando la imagen que esta imponente construcción tuvo en el siglo XV.
La intención del Ayuntamiento es que una vez concluya esta actuación, hacer una inversión de unos 400.000 euros con el objetivo de realizar la limpieza y asentamiento de la parte interior del castillo, restaurar la barbacana y el arco de acceso que se derrumbó en 2017 tras unas intensas lluvias. Este, indica Navalón, es el paso previo para que se puedan volver a realizar visitas guiadas, por ello confía en que el nuevo equipo de gobierno continúe con esta labor que considera esencial y de justicia pues “este es un punto estratégico y se ha de poner en valor cuanto antes”.
Navalón ha realizado un símil: “El objetivo a corto plazo sería sacarlo de la UVI y ponerlo en cuidados especiales, ni siquiera en planta”. Márquez añade que “por esto es tan esencial el Plan Director que irá a pleno este mes, se trata del DNI del castillo. Este documento –que tiene unas mil páginas- va a marcar el futuro técnico del alcálzar, que permitirá solicitar más ayudas, incluso europeas”. Este planifica la secuencia de intervenciones –incluido el coste y la duración de cada actuación- que se han de hacer para poder recuperar esta parte tan esencial del patrimonio local. De forma paralela se ha de potenciar la recuperación del casco antiguo con actuaciones municipales e impulsar nuevas construcciones para dotar de luz y vida a la zona, ha señalado Navalón.
Aunque el concejal de Patrimonio no se aventura a dar fechas, confía en que en un plazo de ocho años el castillo pueda tener una imagen digna “y deje de ser un lugar abandonado y en ruinas y ya sea un activo para la ciudad, y es que requiere una inversión más pequeña de lo que parece”. Márquez concluye: “La inversión que se haga siempre será pequeña comparada con los beneficios que generará”.
