El eldense Damián Varea presenta esta noche en el Teatro Castelar su "Cuento de Navidad"
El actor y director eldense Damián Varea vuelve a pisar las tablas del Teatro Castelar para poner en escena su propia adaptación del Clásico de Dickens Cuento de Navidad, que también dirige él mismo. El odioso avaro Mister Scrooge será el protagonista de la conocida obra, con quien al final los niños quieren hacerse fotos. A sus 40 años es un miembro activo de Carasses Teatro y de Imperio Teatro. Cuento de Navidad es una función producida por la Compañía alicantina La Clave Theater Scenic.
Hoy pone en escena el famoso cuento de Charles Dickens. ¿El mensaje es válido actualmente?
Por supuesto. Precisamente es eso lo que hace que las obras se conviertan en clásicos. Este cuento ha sido traducido a todos los idiomas y llevado en incontables ocasiones a todas las disciplinas artísticas desde 1943. Cuento de Navidad seguirá dando la vuelta al mundo hasta el final de los tiempos porque nos habla de la vida y de la muerte, de la temporalidad efímera, de la ofuscación y la imperfección humana. Pero también nos habla de la capacidad de cambio y transformación. En definitiva, de los sentimientos más primitivos del ser humano desde que el hombre es hombre.
¿En qué época se ambienta la obra?
Estamos en una vieja oficina de Londres en el siglo XIX. Hemos querido ser fieles a los estereotipos más conocidos de Cuento de Navidad en la estética de los personajes, en la ambientación propiamente dicha y sobre todo en el lenguaje que, aunque adaptado, mantiene gran parte de los diálogos escritos por el autor en la versión original del cuento.
¿Cuántos personajes tiene?
Nuestro Cuento de Navidad se resuelve con ocho personajes interpretados por una actriz y tres actores. El Señor Scrooge lo interpreta un magistral Francisco Escribano, actor alicantino de 70 años con un gran bagaje en cine, teatro y televisión. Me consta que se siente interpretando a Scrooge como pez en el agua. Deleita al público en cada función sufriendo una transformación espectacular. Por su parte, Mamen García interpreta a la señora que viene a recaudar limosna para la orfandad. También encarna a los espectros del Pasado y del Futuro. Fele Pastor es Martín, el escribiente del Señor Scrooge. Él es quien sufre de primera mano la tiranía y los malos humores del viejo en la oficina. También encarna el Espíritu de las Navidades Presentes.
Por otro lado, queda el sobrino de Scrooge y su antiguo socio ya fallecido, Jacobo Marley, el primer espectro que se le aparece anunciándole que será visitado por los tres espíritus. Ambos personajes los interpreto yo.
¿Es una obra para niños?
Nuestro montaje nació para un público familiar. Así fue concebido y así lo representamos. Es cierto que tanto el pasado año como este hemos recibido propuestas para representarlo para coles e institutos. Claro, el abanico escolar es muy amplio, así que cuando representamos sólo para niños nos adecuamos a las edades y necesidades que el propio público nos demanda. Cuando interpretamos para los más pequeños digamos que los fantasmas más que a espectros se asemejan a personajes caricaturescos y divertidos. Pero hasta los más "chiquititos", a pesar de la literalidad del texto de Dickens acaban por captar la esencia de la función.
¿Cree que existen muchos Mr. Scrooge en la actualidad?
Nosotros en ningún momento hemos querido aleccionar ni adoctrinar. Nada más lejos de nuestra intención. Pero es un hecho que el propio acto teatral es mágico y sobre esto podríamos estar hablando durante horas. Cada espectador es receptor de unas emociones que el teatro despierta en él. Te contaré que nuestra experiencia con el público es sorprendente. Al final de la representación abandonamos cada sala por el patio de butacas y esperamos al público a la salida para despedirle. Todos los pequeños quieren hacerse fotos, besar y abrazar a los personajes, especialmente al viejo Scrooge. Los niños captan el espíritu de la función al vuelo y salen encantadísimos y contagiados por las bondades despertadas en el protagonista.
Pero sin duda, somos los adultos quienes nos sentimos de verdad identificados con el protagonista. Los padres, abuelos y tíos que vienen a vernos con sus pequeños sacan desde su condición de adultos otras lecturas más evolucionadas. Y es cierto que donde aquí se habla del egoísmo más visceral de Scrooge, de su egocentrismo, de su avaricia, de su hermetismo social, el espectador puede encontrar semejanzas por ejemplo con las prisas, en las que, en estos tiempos, acostumbramos a sumergirnos y que hacen que no prestemos atención a cosas verdaderamente importantes y que creemos eternas.
¿Es la primera vez que la representa?
Nuestra aventura con Cuento de Navidad empezó el año pasado. Estrenamos en el Gran Teatro Circo de Orihuela y después estuvimos representando todas las tardes durante el periodo navideño en el Teatro Arniches de Alicante. Este año nuestro Cuento de Navidad vuelve más evolucionado. Empezamos a trabajar para hacer algunos cambios que considerábamos interesantes y hemos acabado por construir de nuevo todos los audiovisuales, banda sonora, efectos especiales, vestuario, así como numerosos cambios en la dirección de escena. Así que, podría decirse que volvemos con la misma propuesta, pero al tiempo, es una propuesta totalmente diferente.
El pasado domingo estuvimos en el Auditorio de Novelda y durante esta semana hemos representado todas las mañanas para coles e institutos. Hoy estaremos en el Teatro Castelar de Elda y el sábado 30 despedimos nuestro Cuento de Navidad hasta el año que viene en el Auditorio de La Nucia.
¿Qué crítica ha cosechado?
La acogida ha sido maravillosa, tanto para publico familiar como para el público exclusivamente infantil. Nos encontramos con el inconveniente de que sólo es programable en el periodo navideño, con lo que nos limitamos a la representación de la misma exclusivamente durante la segunda quincena de diciembre. Por otra parte juega a nuestro favor que son fechas propicias para organizar actividades con las que disfrutar en familia y el teatro, por suerte, siempre ha sido, es y será una de las mejores opciones.
¿Cómo llegó al mundo de la actuación?
Mi vocación siempre fue más literaria que interpretativa. Llegué en 2002 al taller de Teatro de la Concejalía de Cultura de Elda, que por aquel entonces dirigía Clarisa Leal, con la intención de divertirme y de sacar ideas para construir personajes literarios. Gracias a Clarisa y a mis compañeros de entonces acabé enganchadísimo al teatro.
A los pocos meses Carasses necesitaba un actor para interpretar a Alcésimo en la adaptación de Antonio Santos del clásico de Plauto “El amor de la deseada Cásina”. Por mediación de Charo Moreno tuve la oportunidad de emprender esta aventura con Carasses y me quedé con ellos para siempre. Aquí, con mi maestro y con mis compañeros he aprendido y emprendido todo lo que sé y soy en el Teatro.