Una vida entre libros
El eldense Antonio López es a sus 58 años uno de los pocos afortunados que puede decir que ha hecho de su afición su trabajo, pues desde hace 26 años años vive rodeado de cómics y libros. Su incansable pasión por la literatura y su perseverancia le han llevado a luchar contracorriente y ofrecer a los amantes de la literatura como él, miles de historias con las que soñar despierto. Su aventura comenzó hace más de 30 años cuando cayó en sus manos un tebeo de Conan el Bárbaro, le gustó tanto que decidió comprar más ejemplares hasta que se hizo con la colección completa. En ese momento descubrió un mundo nuevo, algo con lo que disfrutaba y que convirtió en su trabajo, aunque hasta entonces nunca había creído que fuera posible dedicarse a su gran pasión. Junto a su esposa, María Salud Ferrer montó la librería Excalibur, demostrando que no todo en Elda es el calzado, sino que de la literatura también se puede vivir, a pesar de que las estadísticas digan que en España cierran dos librerías cada día.
Así Elda cuenta con la librería Excalibur, especializada en cómics y coleccionismo y dirigida por la familia López-Ferrer desde hace más de 26 años, ubicada en la calle Dahellos. Antonio lo tiene claro: “Si creé este negocio es porque un buen día hace ya muchos años empecé a leer tebeos y me gustaron tanto que me entraron las ganas de tener la colección entera; esto me llevó a conocer gente y adentrarme en un mundo nuevo". Poco después cerraron la fábrica en la que trabajaba, en ese momento se vio “en la calle" con dos hijos de cinco y siete años, y se preguntó: "¿Qué hago? Y lo tuve claro. Haría de mi afición mi forma de vida. Por supuesto mi mujer es aficionada a la literatura y me apoyó”. Antonio bromea asegurando que "a veces al ver las locuras que hago se enfada un poco, pero siente las obras tan suyas como mías en cuanto las ve, doy gracias por ello".
Ahora esta familia, con el apoyo de sus hijos, Víctor y María Salud, se ha adentrado en una nueva aventura: la apertura a principios de año de Excalibur II, en la calle Dos de Mayo, tienda dedicada exclusivamente a la compra-venta de libros de segunda mano. Según explica López: “La librería Excalibur II es única en una ciudad como Elda, pues la gente solo puede encontrarlas en capitales, como Valencia o Alicante".
Antonio López apostó por vivir de su pasión e incluso ampliar su negocio, aunque admite que hoy no es el mejor momento para el sector editorial: “El boom de lo audiovisual y lo digital ha llegado pisando fuerte y relega lo impreso, si bien hay que admitir que los tebeos siguen teniendo su tirón" y añade con pena que “por desgracia las grandes superficies se han dado cuenta y han comenzado a comercializarlos, no nos dejan vivir”.
De hecho, confiesa que hace unos meses vivieron un momento difícil cuando “oímos por la radio la noticia sobre una librería especializada en género negro de Barcelona que cerró porque su dueño no podía seguir adelante”, recuerda Antonio, quien admite que “se nos cayó el mundo encima, pero hablamos con mi hija y simplemente nos dijo: 'Pues menos competencia'. Nos animó mucho su fuerza, nos recordó que debemos seguir luchando por este negocio tan bonito, pues que es lo que de verdad nos apasiona".
Todo comenzó con los cómics, luego llegó la venta de libros tanto nuevos como de segunda mano, y ahora cuentan con multitud de artículos de coleccionismo. Actualmente disponen de un fondo de cerca de 20.000 libros, que también venden a través de Internet en el portal Todo Colección. López añade que cuentan con publicaciones de Elda, pues “trabajamos mucho el tema local y hemos conseguido un buen fondo de publicaciones locales antiguas como Alborada o la Revista de Moros y Cristianos de décadas atrás".
La principal afición de Antonio es el coleccionismo ya que constituye una aventura similar a encontrar un tesoro, de hecho, visita muchas vivendas y dedica numerosas horas a analizar sus libros para dar con un ejemplar interesante. Primero empezó con tebeos antiguos, algo que lleva haciendo la mayor parte de su vida, especialmente los que se realizaron entre las décadas de los 50 y 60 como El Capitán Trueno o El guerrero del antifaz: “Coleccionar tebeos te lleva a buscar, intercambiar... en mi negocio ocurre algo similar, llega mucha gente ofreciéndome librerías y hay que bucear entre las obras para encontrar rarezas y ejemplares de valor”.
Antonio y María Salud son una pareja enamorada de la lectura, una pasión que han transmitido en casa, como corrobora su hija: “Hemos crecido rodeados de libros, es parte de nuestra vida y esperamos que lo siga siendo siempre”. En este sentido, Antonio recuerda que cuando sus hijos eran pequeños "nos acompañaban a la feria del libro que se realizaba en Elda y los pobres se quedaban dormidos acurrucados entre los volúmenes mientras yo continuaba trabajando en la caseta”. Ahora parece que vuelven a revivir su historia porque la tercera generación de la familia López-Ferrer, sus nietos, juegan entre las estanterías y libros como lo hacían sus hijos cuando eran pequeños. Todo apunta a que la tradición familiar continuará durante mucho tiempo.