Los Críticos 94

Tertulia Los Crticos LOS CRITICOS 94 Tertulia Los Crticos LOS CRITICOS 94 MANUEL SERRANO GONZALEZ Y COLABORADORES 5 Tertulia Los Crticos Edita: Manuel Serrano Gonzlez Imprime: Grficas Azorn Textos de: Manuel Serrano Gonzlez Andrs Lloret Mart Juan Luis Bazn Lpez Ramn Candelas Orgils ..los Miguel Ban Alonso Alberto Navarro Pastor Juan Antonio Mart Cebrin Ricardo Moreno Mira Miguel Barcala Vizcano Jos Luis V. Ferris Jos Ferrndiz Lozano Enrique Cerdn Tato Juan Marhuenda Soler Rafael Hernndez Prez Tertulia Los Crticos Artculos de Prensa Imgenes: Manuel Serrano Gonzlez Joaqun Laguna Blasco Ernesto Ortiz Arteaga Salvador Aguado Herrero Javier Garca Albert O MANUEL SERRANO GONZALEZ ISBN. 84-605-1021-2 Depsito Legal: A-822-1994 7 Tertulia Los Crticos 8 Tertulia Los Crticos 1.- HISTORIA DE LA TERTULIA DE LOS CRTICOS DE ELDA. En 1985 se haba disuelto la Sociedad Cultural El Serfico de Elda. Cre ada en 1976 para fomentar la cultura local y como principal atractivo y reclamo era el concurso de poesa a nivel nacional, regional y local. Se celebraba cada ao, de cuya convocatoria la sociedad se responsabilizara y financiaba el Exc mo. Ayuntamiento. En su fase final fueron responsables de la misma Manuel Serrano, Jos Luis Bazn y Enrique Selva, adems de juntas directivas nom bradas efecto. Tambin se poda ofrecer como sntesis de su funcionamiento, el haber publicado dos nmeros de la revista Adellum que dejamos de publicar por fal ta de fondos econmicos, amn de una reunin semanal con carcter cultural llamados los jueves del Serfico que celebrbamos en la cafetera Los Cis nes, caf que tambin acabara cerrando. En esta tesitura llegamos al 1985. Pensbamos que Elda estaba hurfana de ambiente cultural y pese al fracaso anterior quisimos seguir en la brecha de incentivar nuevas movidas culturales, aprovechando que concedieron a Jos Antonio Panero, el premio nacional de cuentos por un libro Danko el caballo que conoca a las estrellas, nos reunimos con l, en el restaurante Ramn de Monvar: Jos Luis, Manolo Serrano, Pepe Llorns, Jos Joaqun e Ismael Molt. Ese mismo da quedaba constituida la tertulia literaria LOS CRTICOS, tomando como sede la tasca gallega de Avda. Chap, y acordando no tener estatutos, ni reglas salvo la convocatoria sin toque previo de campana cada sbado del ao, excepto el mes de agosto, de 1:30 a 15 de la tarde de cada semana. Despus se fueron agregando nuevos miembros: Ramn Candelas, Miguel Gonzlez, Alejandro Magurno, Paco Crespo, Jos Quiones, Joaqun Jimnez, Patrocinio Navarro, Joaqun Planelles, Salvador Palazn, Pachi Lope rena, entre los socios ordinarios, y se nombraron socios extraordinarios a: Jos Antonio Panero, lan Gibson, Andrs Lloret, Alberto Navarro, Enrique Cerdn Tato, Pepe Ferrndiz, Pedro Maestre, y Jos Luis V. Ferris. Nuestro slogan y lema fue y es: Crtica non errat. Los nombramientos de socios se hacan en las comidas anuales fin de curso. Por Navidad se suele hacer una comida de Hermandad. Todas las actividades se hacen a escote por asistente sin IVA. El tema de cada semana es un repaso crtico a las noticias locales, provinciales, regionales, nacionales o internacionales. As como una presentacin de los trabajos originales para publicar de los socios de la tertulia trabajos en prosa, verso, dibujos, pinturas, fotografas, planificacin de viajes y excursiones domingueras, repaso de la actividad cultural de cada semana, temas variados de cine, televisin, teatro, libros y arte. En general todos temas 9 Tertulia Los Crticos ampliamente debatidos y comentados fundamentalmente del mundo de la cul tura. A veces se leen los originales, se critican y comentan. Ratos de largos dilogos, debates respetuosos y convivencia sana entre amigos todos con una similar sensibilidad a los temas de las ciencias, las letras o las artes. Con el sano afn de ampliar y criticar los conocimientos culturales y aportar soluciones dentro de las limitaciones que impone una tertulia de ami gos, para plasmarlas en programas concretos hacia Elda o Alicante en particu lar y de la sociedad en general . Fruto de los socios ordinarios y extraordinarios han sido un gran nmero de libros, artculos, presencia en revistas fundamentalmente: Revista Fiestas Mayores, Alborada, Revista de las Fiestas de Moros y Cristianos, Valle de Elda, Diario Informacin, Diario La Verdad, Revista de Fiestas de Petrel, Vivir en Elda, As como amplia presencia de los socios en radio y televisin, donde desarro llaron los programas culturales Calle Nueva, La Imagen de Elda, Ecologa 2000, y Cultural Club de Campo. Se realizaron homenajes a la persona y obra de Andrs Lloret, Cerdn Tato, Pepe Ferrndiz, Jos Luis V. Ferris y Pedro Maestre. Se edit un libro de honor donde firmaron numerosos invitados a las actos de la Tertulia. As como varias publicaciones en prensa como colectivo Los Crticos. A la Tertulia puede asistir cualquier persona que lo desee siempre que no se discutan temas polticos, ideolgicos o religiosos, y se respete el abanico variopinto de todos los contertulios, cuyo motivo esencial es el vnculo de una desinteresada amistad, una convivencia ejemplar y el amor demostrado por la cultura en cualquiera de sus facetas. En esta publicacin quieren dar a conocer todas las actividades realiza das hasta la fecha presente. Con posterioridad a la Tasca Gallega se reunieron los en el Bar Apolo, cafetera Golden y en la actualidad en la cafetera Costa Blanca (Avda. de Chap). Las comidas anuales normalmente se celebraron en Restaurante Ramn y ltimamente en el restaurante La Pedrera de Monvar. Este colectivo mantiene relaciones con otras tertulias afines como la Ter tulia Arniches (Alicante), Tertulia Amigos de Azorn (Monvar), Tertulia Caf Mar fil (Elche), as como con Mosaico (Elda), Club Emilio Castelar (Elda), Amigos de la Fotografa (Elda). Esta historia intenta ser una sntesis de las actividades y la filosofa que inspira a la tertulia desde su inicio hasta la fecha, como testimonio fidedigno de nuestra actividad en el contexto de la actual sociedad eldense. Para conoci miento de su desarrollo actual y como base de estudio si algn curioso investi gador quisiera datos de su funcionamiento y trabajos en el futuro. 10 11 LMINA N. 2 1 EL TNEL DESDE EL PANTANO Foto: Ernesto Ortiz Arteaga Tertulia Los Crticos 2.- INTRODUCCIN. RAMAS Y TEJAS Los pjaros se renen en las ramas de los rboles y pan y pan animosos para decirse sus cosas, por airear sus pareceres sobre lo que ven y oyen mien tras el sol los acompaa. Ellos pan y revolotean y no se cansan. Qu se dicen los pjaros cuando estiran el cuello y se amenazan abriendo el pico Por la for ma de piar, de su mirar reidor se podra pensar que los pjaros critican esto y aquello, que se despluman por aclarar y arreglar sus asuntos, y tambin podra ser que pan y pan porque observan y no llegan a comprender el ir y venir por las calles de unas figuras que parece que no saben donde van, o del mareo que dan esos chiquillos que juegan debajo de los rboles y gritan y pan sin descanso. Y tambin sucede que en este lugar con su nombre de pueblo, rebulle un grupo de esas figuras que andan por las calles y que tienen sus nidos debajo de las tejas, y que ahora las podemos ver en su apartado sitio, llegadas all sin aviso de campana. Las figuras de ese grupo tienen una presencia animada, y una y otra de esas figuras al encontrarse se dan la mano, hablan y sonren, y en ese sitio elegido se sientan en las sillas y remojan el paladar con un vinillo sabroso, y cuando ya ha transcurrido un rato de ese encuentro hablan y pan en vivo acento, y aletean sus brazos, y es que ahora, y en concierto ya estn criticando estn cumpliendo con su normal funcin de criticar. Y en ese su natural comportamiento de sacar a relucir los males de cada da que los suce sos y los modos del vivir presentan por aqu y por all, ser por lo que esas figuras de Crticos y para ofrecer remedio a esos males se critican y se enfren tan entre s con el pico abierto y la palabra encendida. Y tambin se puede aadir, que esas figuras, ese Grupo de Crticos, tie nen la buena costumbre de criticar sus propias ilusiones, sus estmulos, su compromiso de abrir la ventana por donde puedan entrar la luz y el aire capri chosos de los duendes del arte. Y porqu se ha podido or su hablar, su piar, se conoce que esas figuras, ese Grupo de Crticos, critica buscando as fortale cer su alma invisible ms que se opaco cuerpo, y que ser al menos por eso y cuando los Crticos lo quieran que volvern a criticar de todo y de nada bajo el acogedor enramado de unas tejas. ANDRS LLORET MART ELDA 16-5-1989 PRIMAVERA 13 Tertulia Los Crticos 14 Tertulia Los Crticos 3.- FICHAS DE EXCURSIONES Lugar: Trinitario. Asistentes: Pepe Llorns, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Da esplndido, buenas fotos, pinchazo del tanque. Lugar: Sierra de Salinas. Asistentes: Carlos, Esposa, Rogelio, Pachi, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Tortilla de la esposa de Carlos. Madroos. Romero se fue con Pachi. Volvimos a Pinoso a mucha velocidad. Carlos lo nota. Lugar: Sierra de Mariola. Asistentes: Ramn, Pepe, Romero, Miguel Manolo y Jos Luis. Observaciones: En el chalet de Ramn. Foto de Manolo a Jos Luis de primer plano, famoso bocadillo de anchoas. En la cumbre hace mucho fro. Miguel se siente indispuesto. Lugar: Sierra de la Rambla. Asistentes: Mart, Hernndez, Llorns, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Curva muy empinada. Bellotero. Firmo mi libro a Mart. Anda mos poco. Nos confundimos de camino. Muchas pisadas de Jabal. Lugar: Sierra de la Rambla. Asistentes: Ramn, Pepe, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Nscalos, Jos Luis coge el primero de su vida. Almuerzo en la cumbre. Hoguera para salchichas y morcillas. Lugar: Estribaciones de Camara. Asistentes: Juan, Manolo, Romero, Carlos y Jos Luis. Observaciones: Tortilla de patatas. Orqudea silvestre. Planta vial. Pinos llenos de bolsas. Lugar: Rincn Bello. Asistentes: Manolo, Rogelio, Romero, Carlos, Esposa y Jos Luis. Observaciones: Buena foto de Manolo en el puente. Tema valenciano, Manolo, Romero y Jos Luis hicieron su maratn particular. 15 Tertulia Los Crticos Lugar: Rincn Bello. Asistentes: Juan Antonio, Manolo, Romero y Jos Luis. Observaciones: Primer da despus del verano, cansancio en Romero y Manolo (El boticario estaba casi recin operado). Entre los consuegros, Quin llega antes (Segn el boticario). Lugar: Algayat. Asistentes: Manolo, Romero y Jos Luis. Observaciones: Nos subimos hasta la cima. Buen almuerzo en el restaurante de carretera. Camarero o camarera Lugar: Peas de Marn. Asistentes: Mart, Manolo, Romero y Jos Luis. Observaciones: Cara de mono. Fsiles. Pat de Romero. Lugar: Monteagudo. Asistentes: Manolo, Romero y Jos Luis. Observaciones: No subimos hasta la cumbre. El boticario no se llev vino. Recogimos Ajedrea. Lugar: Sierra del Caballo. Asistentes: Manolo y Jos Luis. Observaciones: Almuerzo debajo de una de las peas de Crdenas. A las ocho y media estbamos iniciando el ascenso. Vimos las obras casi terminadas de Continente. Lugar: El Despeador. Asistentes: Juan Antonio, Mart, Juan Antonio Martnez, Jos Luis (carnicero), Juan, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Polmica historia despus de almorzar. Nos invita en el Molino de la Reja Pedro, el panadero. Lugar: Maigm. Asistentes: Alejandro, su hijo, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Botos de Alejandro. Da de elecciones. Buen conejo al ajillo. Comemos Manolo y yo en la pizzera. 16 Tertulia Los Crticos Lugar. Cid. Asistentes: Manolo y Jos Luis. Observaciones: Almuerzo rpido por temor a la lluvia. Volvimos por los Chapa rrales. Conoc el Madroo. Lugar: Cid. Asistentes: Pepe Llorens, Mart, Hernndez, Manolo y Jos Luis. Observaciones: En la subida Pepe se quiere quedar, pero aguanta. Recuerdo a Jos Joaqun cuando vemos la Residencia. Pepe sin almuerzo (le comen la tortilla por la noche). Lugar: Monte Boln. Asistentes: Jos Antonio Mart, Jos Antonio Martnez, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Romero se queda a descansar. Juan Antonio sube muy depri sa. Romero almorzando se cae de la silla. Mart con lumbago. Juan Antonio insiste en juntarnos un domingo con las mujeres. Lugar: Carche. Asistentes: Juan Antonio, Manolo, Romero, Palazn y Jos Luis. Observaciones: Subimos en el tanque de Manolo, como de costumbre. Vimos el vrtice geodsico. Gachamiga en la casica de Pala zn. Lugar: Estribaciones Sierra de la Pila. Asistentes: Mart, Hernndez, Pedro Gras, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Infarto. Parajes muy bonitos. Nieve en una sierra lejana En la Fuente de la Higuera buen almuerzo. Lugar: Chalet de Manolo. (Varias veces) Asistentes: Todos los crticos, Jimnez, Hermano de Pepe Quiones, Papero y Cuado. Observaciones: Fenomenales almuerzos, y comidas. Fotos de rigor. Manolo, incomparable anfitrin. Migas. Lugar: Contador de Cat. Asistentes: Carlos, Seora, Pachi, Miguel, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Manolo deja su gorra a Miguel. Da lluvioso. Nos gua Manolo, como siempre, por la maleza. Almorzamos pegados al chalet de madera. 17 Tertulia Los Crticos Lugar: Ermita de San Esteban (Onteniente). Asistentes: Miguel, Ramn, Romero, Manolo, Pepe y Jos Luis. Observaciones: Por encima de las nubes, fogata en el soportal de la ermita, En Onteniente a la feria. Visita a la familia de Pepe. Lugar: El Rebolledo. Asistentes: Pachi, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Vivienda del noble vasco. Casa de prostitucin. Recorrido por la rambla, mientras el vasco se cambiaba. Quera potenciar aquello. Nos invita a almorzar. Enorme eucalipto. Lugar: Villa Marcos. Asistentes: Manolo y Jos Luis. Observaciones: Convencimos al guarda para poder entrar. Fotos. Chalet de Manolo. Lugar: Ermita de San Esteban (Onteniente). Asistentes: Pepe Quiones, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Da esplndido. Buen almuerzo. Temas televisivos. Lugar: Chalet de Juan Antonio. Asistentes: Llorns, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Casa de Luis (el Zahor). Finca de Juan. Pavos. (Aceite y vina gre del boticario). Lugar: Cantal del Moro (varias veces). Asistentes: Llorens, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: En todas ocasiones la famosa Ruda. Almuerzo en Rabosa. Lugar: Sierra de la Pila. Asistentes: Dos matrimonios (Carlos y su esposa, y otra colombiana con su marido), Juan Antonio, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Buscando planta y flores (haba pocas). Esplndido almuerzo. Llegamos tarde, como de costumbre (ramos muchos). 18 Tertulia Los Crticos Lugar: Pantano de Petrel. Asistentes: Llorns, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: En el pantano haca fro. Desayuno en el Molino de la Reja. Tra tamos el tema de la llevada al huerto de Jos Luis. Lugar: Chalet de Manolo (San Juan). Asistentes: Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Muy buen paseo por la playa. Puig Campana con Bigote (Manolo). Fotos a los surcos de la playa. Almuerzo tarde. Vaya arroz a banda! chapeau. Manolo siesta en la cama. Romero, en una postura genial, ronca a ritmo de villancico. 12 years en casa de Manolo. Lugar: Ermita de Cat (Valle del Calafate y Pea de Foradada). Asistentes: Mart, Hernndez, Romero, Manolo y Jos Luis. Observaciones: Da lluvioso. Gomas escorpiones. Buen paseo. Bonito paisaje. Encinas centenarias. Caf en el Molino de la Reja. Lugar: Encebras. Asistentes: Jos Antonio Mart, Pepe Hernndez, Jos J. Romero, Manolo Serrano y Jos Luis. Observaciones: Da muy lluvioso. Afortunadamente Mart tiene la llave de casa de sus padres (Encebras). Tertulia sobre Egipto y su civiliza cin. Cascabel del Babilonio. Esplndido almuerzo. Llegada de los padres de Juan Antonio. Tertulia sobre Elda, la pera, etc. Fachada de la iglesia. Caf en el Culebrn. Juan Antonio Mart nos regala una foto del Mono de Marn. 19 Tertulia Los Crticos 20 21 LMINA N. 9 2 PAVOS DEL ACEITIVINAGRE de Joaqun Laguna Tertulia Los Crticos 4.- MEMORIA DE ACTIVIDADES DE LA TERTULIA LOS CRTICOS. ELDA -1990 1.- Reuniones semanales, en Tasca Gallega. 2.- Reuniones semanales, en cafetera Costa Blanca. 3.- Reuniones semanales, en cafetera Golden. 4.- Excursin a S. Esteban (Onteniente). 5.- Comida de hermandad en chalet de Manolo (Campello). 6.- Excursin a Ermitas de Biar. 7.- Excursin a la Fuente la Higuera, Sierra de la Pila, y Ermitas de Pinoso y Rodriguillo. 8.- Presentacin libro: Monografas de plantas de Alicante. Aperitivo y Cena posterior en Ramn. 9.- Conferencia de Ramn. Un Greco en Elda CAM. 10.- Pregn de Jos Luis para las Abanderadas Infantiles. 11.- Presentacin del cuento de Ramn: El amor del tren. 12.- Presentacin del cuento de Manolo: Yo he visto naufragar al Pantano. 13.- Asistencia a Petrel a la conferencia de Emilio Romero. 14.- Comida con Enrique Cerdn Tato, en Pedreo. Conferencia en Institu to, y encerrona en la Pea Valencianista. 15.- Presentacin disco grupo Momento. Casa de Cultura. 16.- Conferencias de Ramn (aulas). 17.- Conferencias de Jos Luis. 18.- Conferencias de Manolo (aulas). 19.- Pregn de Manolo para la Hermandad de la Santa -Vera Cruz del Romerito de Zalamea. Con Miguel y Pepe Quiones. 20.- Comida en Pedreo con Pepe Ferrndiz, tras conferencia. 21.- Comida en Pedreo con Jos Luis, tras conferencia. 22.- Aperitivo con Miguel ngel Lozano e invitados tras acto a Azorn. 23.- Asistencia al homenaje Profesor Ejemplar. 24.- Asistencia al recital de Porpeta. 25.- Homenaje a Ferris y Pedro Maestre, comida de Hermandad. 26.- Nombramiento nuevos crticos: Chimo Planelles, Pachi Loperena, Joaqun Jimnez, Patrocinio Navarro, Jorge Quiones. 27.- Asistencia acto traslado restos de Azorn a Monvar. 28.- Comida en la Guarrama de Petrel invitados por Pedro Amat. 29.- Cena invitados por Chimo Planelles. 30.- Carta a la Prensa en defensa de Enrique Cerdn Tato. 23 Tertulia Los Crticos 24 Tertulia Los Crticos 5.- ARTCULOS DE PRENSA. A continuacin se resean los artculos publicados por la prensa local y provincial que ataen a los Crticos. **ARTCULO DE REDACCIN. PUBLICADO EN EL VALLE DE ELDA. 17-3-1989 Ttulo: HOMENAJE A ANDRS LLORET MART POR LA TERTULIA LOS CRTICOS. En un cntrico restaurante de nuestra ciudad tuvo lugar el pasado sba do, da 11, un simptico y emotivo acto con el cual la Tertulia Literaria Los Cr ticos renda un homenaje al poeta Andrs Lloret Mart, en admiracin a su obra literaria y testimonio de aprecio a su persona. En el transcurso de la comida fueron sucedindose las intervenciones de los numerosos socios de la tertulia, en forma de versos alusivos al homenajea do, presentacin de dibujos o graffitti igualmente alusivos o intervenciones orales -en prosa-, todas ellas rindiendo homenaje al buen hacer potico del autor de Rama de laurel. Manuel Serrano Gonzlez, escritor y entusiasta miembro de la tertulia, le entreg en nombre de la tertulia un artstico pergamino como testimonio del homenaje, y del afecto de los presentes, en el cual se le nombraba socio de honor de la Tertulia, pronunciando unas palabras encomisticas al poeta -con incrustacin de versos de Pessoa-. Finalmente, Lloret, muy complacido y emo cionado por el homenaje, dedic a los presente el poema Con agua del boti jo, que reproducimos a continuacin para satisfaccin de nuestros lectores. (Ver poema en apartado ocho). En torno a Andrs Lloret se reunieron los contertulios Manuel Serrano, Salvador Pava, Ramn Candelas, Jos Luis Bazn, Joaqun Planel les, Jos Joaqun Romero, Pepe Llorens, Miguel Gonzlez, Agustn Planelles, Joaqun Laguna, Patrocinio Navarro, Pepe Candelas, Rafael Maestre, Alejandro Magur no, Jos Antonio Panero, Oscar Ortega, Jos Angel Burgos e invitados y fami liares. -El artculo se acompaa de una foto de Manolo Serrano entregando el pergamino a Andrs Lloret. **ARTCULO DE PACO CRESPO. PUBLICADO EN EL VALLE DE ELDA. 27-5-1989. Ttulo: ALMUERZO -CONVIVENCIA CON ENTREGA DE NOMBRAMIENTOS. El sbado de la pasada semana los componentes de la Tertulia eldense Los Crticos, reuni en el restaurante Ramn a una treintena de amigos para Ile 25 Tertulia Los Crticos var a cabo la entrega de los ttulos de socios honorarios a las siguientes perso nalidades: Enrique Cerdn Tato, escritor; Jos Ferrndiz Lozano, escritor; Alberto Navarro Pastor, investigador; Salvador Snchez Arnaldos, alcalde de Novelda. Los nombramientos lo fueron con artsticos pergaminos. Asimismo los recibieron en su calidad de socios ordinarios, es decir, nue vos, Miguel Gonzlez Aguado, representante de calzado; Ramn Candelas Orgils, mdico y pintor; y Alejandro Magurno, modelista. Finalizado el gape, los asistentes, despus de intervenir con breves alo cuciones, dentro de un ambiente distendido y festivo, firmaron en el Libro de Oro, que la Tertulia ha iniciado con unas palabras del poeta local Andrs Lloret, ledas en un principio. Entre los asistentes, aparte de los homenajeados citados al principio, figu raron los miembros de la tertulia, Manolo Serrano Gonzlez, Jos Luis Bazn Lpez, Jos Llorens Villar, Santos Rull, Joaqun Planelles, Jos Antonio Panero, Agustn Planelles, Jos Joaqun Romero Amat y otros muchos cuyos nombres no recordamos, y Rodrigo Molla, concejal de Petrel . Intervino en la presentacin del acto Manuel Serrano para dar paso a la intervencin de Enrique Cerdn Tato, ambos fueron los que cosecharon los pri meros aplausos, que se repitieron al finalizar las intervenciones de todos y cada uno de los comensales. Para el que esto escribe constituy motivo de satisfaccin el reencuentro con Enrique Cerdn, con el que convivi intensamente, desarrollando la activi dad de redactor, compartida en el diario Primera Pgina, ya desaparecido. Resumiendo, un acto simptico, lleno con un amplio margen de conviven cia y camaradera, que tanto caracteriza la actividad de Los Crticos. **ARTCULO DE PACO CRESPO. PUBLICADO EN LA PGINA 14 DEL VALLE DE ELDA. NUM. 1686. 29-9-1989. Ttulo: AS SON LOS CRTICOS DE LA TERTULIA Se trata de un minimizado grupo de personas, unidas por el tributo que rinden a la amistad, de la buena, diferenciados solamente por sus edades, que varan sensiblemente muy poco, que, de entrada, no comulgan con los chan chullos, ni con el transfuguismo, ni con otras lindezas que tanto se estilan en algunos sectores de la vida actual . Al hablar de censo, puedo asegurar que no aspiran a ser muchos, aun que el nmero no les importa: son, en los momentos actuales, ms de ocho y 26 Tertulia Los Crticos menos de quince, es decir, que los que ms cuenta es la calidad y no la canti dad. Lo que les permite, si se presenta la ocasin cantarles las verdades del barquero al mismsimo lucero del alba. Y, para un mayor entendimiento de su forma de ser y entender, nada se presta a la confusin, por aquello de que saben hacer bueno lo de al pan, pan y al vino, vino. . . A ese grupo de amigos, donde no existe la discriminacin por ideas, cre dos ni religiones, se vive en un ambiente distendido, imperando el humor y las buenas costumbres de todos y cada uno de sus componentes, que dejan hablar y son escuchados, como mandan los cnones de la tica y de la buena crianza, algo de lo que falta, y mucho, en la sociedad en la que nos desenvol vemos, y en la que, por el contrario, son bastantes, por desgracia, los que se revuelcan, buscando primicias y prebendas a costa de dejarse en el camino todas las cosas buenas, que los crticos tienen por costumbre inveterada enarbolar como santo y sea. Aunque de ms edad, y por ser el ltimo que me he enrolado en el grupo, me considero el benjamn de la tertulia de los crticos, mientras no se diga lo contrario. .. **ARTCULO DE ANTONIO SEMPERE. PUBLICADO EN LA VERDAD. 24-5-1990. Ttulo: LOS CRTICOS HOMENAJEAN A PEDRO MAESTRE GUARINOS. SER NOMBRADO SOCIO DE HONOR DE LA TERTULIA. La Tertulia Los Crticos de Elda llevar a cabo el sbado la comida anual en el transcurso de la cual se efectan las distinciones de socios de honor. En la presente edicin, por la parte local, el homenajeado ser Pedro Maestre Guarinos, jefe de zona de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante, en cuyo cargo ha sido en reiteradas ocasiones mecenas de pintores al potenciar las exposiciones de Elda. El nombramiento de socio de honor forneo recaer en el poeta alicantino Jos Luis V. Ferris, premio Adonais. En las ediciones anteriores fueron homenajeados Enrique Cerdn Tato y Jos Ferrndiz Lozano, en 1989 y Andrs Lloret e lan Gibson, en 1988. INCORPORACIONES Junto a los socios de honor, tambin tiene lugar en este acto la entrada oficial ala tertulia de Los Crticos de aquellas nuevas incorporaciones que se producen a lo largo del ao. La Tertulia Los Crticos agrupa a diversos intelectuales eldenses del mun do de las artes y las letras, como Manuel Serrano, autor de la reciente Mono grafa de las plantas de Alicante, entre otras obras, y Jos Luis Bazn, autor del libro Historia del Colegio Padre Manjn. 27 Tertulia Los Crticos Los miembros de la tertulia Los Crticos se renen todos los sbados del ao, a las dos de la tarde, y en nmero irregular, como indica el nombre del grupo, para pasar revista a todos los temas de la semana, tanto a nivel local como los de ndole ms general, con un talante crtico, no exento de irona y buen humor. -Se acompaa en el artculo un primer plano de Pedro Maestre. **ARTCULO DE ANTONIO SEMPERE. PUBLICADO EN LA VERDAD. 30-5-1990. Ttulo: LA TERTULIA DE LOS CRTICOS INICIA NUEVA ETAPA AL AMPLIAR A SUS SOCIOS. PEDRO MAESTRE Y JOS LUIS V. FERRIS, NOMBRADOS SOCIOS DE HONOR. La tertulia de Los Crticos homenaje a Pedro Maestre, jefe de zona de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante, como eldense, y a Jos Luis Ferris, poeta alicantino, como invitado forneo, en el transcurso de la comida anual que con motivo del final de curso se celebra por estas fechas. A Pedro Maestre, segn manifestaron los portavoces de la tertulia, se le nombr socio de honor por la dilatada labor en pro de la cultura eldense en todas sus expresiones, musical, literaria y artstica. Por su parte, a Jos Luis Ferris, se le destac como socio de honor por su contribucin a la poesa con tempornea alicantina. MIEMBROS En la actualidad, componen la tertulia de Los Crticos, que se renen a debatir la actualidad local y general todos los sbados a la una y media de la tarde, Jos Luis Bazn, Manuel Serrano, Alejandro Magurno, Jos Quiones, Miguel Gonzlez, Jos Joaqun Romero, Ramn Candela y Jos Llorens, el ni co ausente en la comida. Despus de la misma tuvo lugar el nombramiento de nuevos socios ordi narios, que se incorporan a partir de ahora a esta tertulia, y entre los que figu ran Patxi Loperena, Jorge Quiones, Francisco Snchez, Joaqun Jimnez y Patrocinio Navarro. INVITADOS A la comida, que se celebr en un restaurante de Monvar, asisti el alcalde de dicha ciudad, as como la prctica totalidad de miembros de la tertu lia, algunos cargos pblicos eldenses, como el presidente y vicepresidente de la Junta Central de Comparsas, Jenaro Vera Navarro y Juan Martnez Calvo, representantes de casi todos los medios de informacin, y algunos familiares del homenajeado, como Emilio Maestre, antiguo profesor de la academia Vera. 28 Tertulia Los Crticos Tanto Los miembros de la tertulia como los invitados hicieron uso de la palabra una vez finalizada la comida, participando el grupo Momentos de Petrel , con un recital de canciones, como colofn al acto. -El artculo se acompaa de una fotografa en la que Pedro Maestre apa rece de pie ofreciendo unas palabras de agradecimiento. 29 Tertulia Los Crticos 30 Tertulia Los Crticos 6.- INVITADOS QUE FIRMARON EN EL LIBRO DE HONOR DE LA TERTULIA. * ALBERTO NAVARRO PASTOR ENRIQUE CERDN TATO JOS FERRNDIZ LOZANO * LUIS FERNANDO PIC * GODOFREDO FOLGADO * JOAQUN PLANELLES AGUSTN PLAN ELLES * LUCAS SORIANO * SANTOS RULL * LUIS MAESTRE * RODRIGO MILLA SALVADOR AGUILAR * JESS GARCA ROBERTO VALER * JOS LUIS MARTNF7 LZARO * MARA DEL CARMEN RICO * PATROCINIO NAVARRO * JOS ANTONIO PANERO * MIGUEL BARCALA * PEDRO MAESTRE * FRANCISCO GRACIA CREMADES * MANUEL MARTNEZ LLED * FRANCISCO ESTEBAN * ELISA ANTN * LOLITA MARTNF7 * PEPA (DE LIBRERA EIDOS) * MARI CARMEN ORGILS AURELIA AMAT JUAN MARTNEZ CALVO * JENARO VERA * EMILIO MAESTRE * MARA JESS PORTA * M. AMAT * MARA ANTONIO MORENO * FRANCISCO JOS MARA BAN * CARLSON (FOTGRAFO) ANTONIO BAOS * ADRIANO GMEZ RUIZ * JULIO LVAREZ GARCA * MARA NGELES VAO * JOS LUIS FERRIS * ANTONIO PORPETTA * JOAQUN JIMNF7 LPF7 * ANTONIO SEMPERE 31 Tertulia Los Crticos 32 4 4:5 1 1114 2 .1i.r.-1 33 LMINA N. 2 3 PAVO REAL de Joaqun Laguna Tertulia Los Crticos 7.- PUBLICACIONES COLECTIVAS INFORMACIN. ELDA, 16 DE JUNIO 1990. A ENRIQUE CERDN TATO Querido Enrique: Por los peridicos La Tertulia Los Crticos, de la que t formas parte como Socio Honorario, nos hemos enterado en Elda, que fuiste brutalmente agredido por unos desconocidos facinerosos en Alicante. Como quiera que t eres uno de nuestros miembros y muy querido por cierto, queremos manifestarte: Que estamos contigo en la indignacin y reprobacin de tales actos van dlicos. -Que si quieren atacar tus postulados, que lo hagan con la pluma, si saben, que es de dudar, pues ha de imponerse la fuerza de la razn y no la razn de la fuerza. Que sentimos profundamente tus heridas y tus lesiones como propias, pues conocamos, los que te seguimos de cerca, tu vulnerable estado fsico. Que mientras te tengan involuntariamente sin poder usar la pluma, miles de plumas crticas de Alicante, de Espaa y del mundo, escribirn por ti. -En fin querido Enrique, dice Cervantes, como sabes, por cierto nada sospechoso de nada, salvo de ser el ms grande entre los grandes. La razn de la sin razn, anda ms al socaire de los vientos, y las gentes, que la razn de la razn. -Cudate mucho, para que pronto podamos ver tus columnas tan sabro sas, tan profundas, de tanta calidad literaria y tremendamente humanas. Un fuerte abrazo. Fdo. TERTULIA LOS CRTICOS. ELDA. DIARIO INFORMACIN. ELDA A 28 DE OCTUBRE DE 1990. VISITA A ELDA Y PETREL REPORTAJE DE TRES PGINAS CON FOTOGRAFAS A COLOR. Los pies de pgina rezan: Panormica de Elda con el monte Camara al fondo. Dice la leyenda popular que esta ciudad naci de un romance secreto entre Camara y Boln. Vista parcial del parque denominado Jardn de la Msica, de estilo arbigo andaluz. 35 Tertulia Los Crticos * El Trinitario uno de los primeros asentamientos en Elda. * El pantano antiguo de Petrel, hoy lleno de sedimentos. * La pat del caballo es una roca con dos profundas hendiduras en la misma. *8 arenal de Petrel es un ecosistema desrtico interesante por su suelo areno so y silceo. * La sierra del Caballo, con las lomas de crdenas en la parte superior. Fotografas de Manolo Serrano. A estos dos pueblos que son uno en su estructura urbanstica ya que sus calles se entremezclan en sus lmites urbanos y municipales, dijo Antonio Jos Cavanilles clebre botnico de nuestra ilustracin, que eran gentes bien dife rentes (final del XVI I I) pues mientras los de Petrel hablaban en valenciano los de Elda lo hacan en castellano y mutuamente se insultaban y llevaban mal. Los datos que da eran en su poca de 500 habitantes para Petrel y los de Elda 1000 habitantes. De los de Petrel dice que sus habitantes procedan de la Hoya de Castalla. Sea as o no, hoy la realidad es bien distinta. Petrel y Elda se con funden arquitectnicamente y dudo que ni sus alcaldes sepan qu cosas corresponden a su jurisdiccin an dentro de sus propias demarcaciones terri toriales. Esto ha hecho que exista un ncleo nuevo llamado de la Frontera que es barrio tericamente de residentes en Petrel , pero que conviven y trabajan en Elda lo cual hace que la Frontera sea nexo de unin de ambas comunidades y culturas, los castellanoparlantes de Elda y los valencianoparlantes de la conti gua Petrel . Gracias al tiempo, al trabajo y a la pretendida integracin en Europa los chauvinismos poco a poco van cediendo, aunque con dificultad, a los nue vos tiempos. Vamos a estudiar, separadamente, ambos conjuntos urbanos de este ncleo de casi 100.000 habitantes sin duda hoy cabeza de comarca del Vinalo p Medio. A pesar de que sus orgenes son muy antiguos los Adellum, Adello, Ello, ldella, Dahello y 22 topnimos ms segn qu clsico y qu fuente se utilice, tiene genricamente una construccin casi actual en su gran mayora, poda mos decir del periodo 50-60 del desarroll ismo y los planes de desarrollo, basa do en una gran poblacin inmigrada fruto de la constante y el incremento y auge de la industrializacin del sector calzado y la venida de los americanos a nuestra economa a comprar o a participar en sus empresas. Por ello desde el Reventn viniendo de Alicante nuestra Elda se observa cmo un apndice de Manhattan con altos edificios como un barrio perifrico de una gran ciudad. Su lema local y por el que nos sentimos complacidos es Elda, Paris, Lon dres. Si bien este slogan viene y est probado de que en 1902, dos eldenses 36 Tertulia Los Crticos se elevan sus muestrarios de zapato fino de seora a la exposicin de Pars y despus a la de Londres en sendas maletas y resultan primeros premios. De aqu a su regreso se imprime el slogan que lan Gibson recientemente dijo que desde ahora sera Elda, Pars, Londres y Dubln. LA ELDA URBANA Tenemos que darnos un paseo en los meses de marzo o septiembre para ver la Feria Internacional del Calzado y Afines (FICIA) si no por lo menos ver el recinto si estn en marcha visitar en ese palacio ferial la feria del coche de oca sin, Firalacant, Modatecc, la Feria de la construccin, etc. Si uno es curiosn y le gustan las tecnologas avanzadas hay que ir a visi tar el INESCOP, sin duda el centro de investigacin ms avanzado de toda la comunidad, se podrn ver su laboratorio de materias primas pionero en el sec tor en Espaa, su excelente biblioteca monogrfica, su escuela de diseo y moda, sus ordenadores que disean zapatos con paleta sinfn de formas y colores. Despus nos iremos a la plaza Castelar donde se puede visitar el monu mento a Castelar, ilustre tribuno que vivi en Elda, si bien nace en Cdiz y alter na su estancia en Elda con Sax para despus saltar a Madrid. En los aledaos a la plaza est el soberbio y monumental mercado muni cipal, construido por el primer ayuntamiento democrtico, al que jocosamente le han llamado monumento al comerciante desconocido y expropiado. Pero que sin duda es de inters digno de contemplarse por su dimensin y su estilo. En la parte posterior del mercado se halla el parque de la Concordia. Gas tronmicamente y por estar en esta zona existe una panadera -bollera -pastele ra, llamada Flor de Lis en la calle Juan Carlos I. Que tiene todo lo delicado y excelencias de un paladar exquisito y exigente, en panes de infinitud de gustos y estilos, bollera, pastas, dulces, cocas y pastelera, dulcera y repostera de alta escuela, no en balde su titular ha merecido numerosos y honrosos prime ros premios por su arte en certmenes nacionales e internacionales. Sus monas de Pascua decoradas son de antologa. Dentro de este tema pero en la calle Nueva y si es verano la poca de visita hay que probar los blancos y negros de pura artesana del bar Negresco. Y si es Navidad las almendras y nueces rellenas a mano de la dulcera de Santa Ana prxima a la iglesia. MODA Si es aficionado al buen vestir y como est en el centro, calle Juan Carlos I, hay cuatro establecimientos de moda que todo es de temporada made in Lon 37 Tertulia Los Crticos dres o Pars, estos son Vidal, Galery, Goslvez y Beth Laurel, Lo ltimo en moda masculina y femenina, as como todos los complementos. Hemos de visitar el Jardn de la Msica, antiguo chalet de los Porta, don de existe un edificio modernista, unos jardines barroco -andalucista y unas fuen tes arbigo -espaola -granadina que hacen un lugar tranquilo y sosegado. El jardn tiene una hermosa pinada ajardinada y son de destacar como singulares varios pitosporo que cuando pasa su floracin ensean un corazn rojo -carmn precioso en sus entraas de sus mltiples frutos dehiscentes. Digno de men cin la cermica estilo cartuja. All en las maanas soleadas de los domingos al abrigo del templete -palomar hoy transformado en cafetera cmoda se renen y citan los filatlicos locales y de la comarca para realizar sus cambios y tran sacciones. Los otros dos edificios son propiedad municipal y sin inters arquitectnico. EL MUSEO KURHAPIES A pesar de ser un museo privado de esta industria y estar ubicado en sus instalaciones si se desea y cursa peticin de visita se puede y debe ver. Ha sido y es muy visitado por nacionales y extranjeros y fue inaugurado por su Majestad el Rey don Juan Carlos y su Majestad la Reina doa Sofa. Su dueo y conservador el seor Navarro Busquier y su hija Sara Navarro, han dado una dimensin extraordinaria al recinto, as como un desguace de toda la historia desde la artesanal a industrial digna de mencin y honor. CENTRO EXCURSIONISTA No en balde a este club se puede decir pertenece todo el pueblo, pues su nivel de socios es altsimo. Goza de la fama justa que l se ha ganado. Es un club privado pero totalmente popular. Se debe visitar como instalaciones modlicas y casi como un museo vivo del deporte en Elda. En la actualidad, es tan extenso que de sus programas y expansin se van a editar libros en coedi cin con el Instituto Gil-Albert de autores locales. HISTORIA Los monumentos histricos de Elda no son abundantes pero hay que ver los inicios y primitivos poblamientos existentes, as en Boln, prximo al campo de tiro est el Trinitario que es un ingente castillo ptreo inexpugnable que estuvo habitado en la prehistoria, como tantas otras cuevas y abrigos de ese monte. tan familiar para Elda. Otro ncleo importante excavado y catalogado y publicado por la seccin 38 Tertulia Los Crticos de arqueologa del C.E. es el poblado del Monastil y la Torreta hoy muy deterio rada. Lo extrado se halla en el museo de la Casa de la Cultura de Elda, digno de verse y que en su da regal el C.E. al municipio. Al borde del Vinalop se puede ver el palacio -casti llo semiderruido de Elda, detrs del Ayuntamiento actual pero que hoy est bastante destrudo y en va de replanteamiento como plan parcial que respete el estilo local, colores, portadas, balconadas y sobre todo techumbre y alturas. Existen unas normas municipales que quieren reconducir el tema de los edificios y barrios antiguos, para que no desaparezca lo poco que queda dentro del patrimonio arquitect nico -artstico local . Muy curiosa y l lena de leyenda es la Casa Colora a las faldas de la Torreta. El poblado del Monastil. Aunque de nueva planta, se debe ver la iglesia parroquial de Santa Ana, con las imgenes de los patronos de Elda, el Cristo del Buen Suceso y la Vir gen de la Salud. LA VISITA NATURALISTA Son de obligado rigor y visitar por los aficionados al campo, naturaleza, montaismo, excursionismo, estudiosos de la botnica, ecologa o simplemen te degustadores de vistas y paisajes los siguientes lugares y sitios: Monte de Camara, toda su flora y fauna est catalogada como la del Valle. Tambin la sierra y laguna de Salinas, el valle de Sax, los pueblos: Monvar, Elda, Novelda y Petrel y un sinfn de fsiles y cosas curiosas. Las vistas impresionantes. Se dice por Elda que sta naci del romance, secreto, clandestino y oculto si no para qu mantuvieron hace siglos un monte l lamado Boln, que suena a macho, o sus consecuencias, con una montaa llamada Cmara, que pari, valga el verbo, entre los juncos lorquianos del ro Vinalop, localizables an entre el puente de la estacin y el barrio de Calu Tambin se ha de visitar las lomas de Marn con sus broncas cresterias de calizas cretcicas del terciario. Se debe viajar al pantano de Elda, obra preciosa de estilo casi neoclsico, hoy en desuso pero en buen estado. Se construy la presa y durante aos al i ment con sus leches cristalinas los cultivos de la primitiva huerta de Elda que ya nos dice Lamberto Amat en su obra Historia de Elda lo frtil y rica que fue re en su poca. Y Cavanilles nos describe un martinete que ide un eldense de la poca para poner suave el esparto antes de transformarlo en materia prima para suelas, trojes, aperos de labranza, esteras, esterones, capazos, capa chos, serones, cinchas, jaquinas y dems tiles domsticos de agricultura o ganadera. 39 Tertulia Los Crticos Hoy lo mejor del pantano de Elda es la comunidad o bosquete que ocupa todo el antiguo lecho del pantano. FOLKLORE Las fiestas locales de Elda se unen hoy a las fiestas de Moros y Cristianos de la primera semana de junio de cada ao siendo impresionantes sus desfiles, coloristas y vistosos con ms de 6.000 festeros desfilando hombres y mujeres, as como numerosas bandas de msica que les dan contenido musical. Las marchas moras ms populares son la de los Musulmanes y el Chocolatero. Un pblico local y forneo asiste expectante a las seis horas que duran los des files completos con el paso de las huestes moras y el bando cristiano. Las fiestas septembrinas en honor a los patronos Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso, son dignas de citar y mencionar, son las llamadas fies tas mayores, si bien a nuestro juicio hoy han sido desbordadas por las de Moros y Cristianos. Otras fiestas locales hoy casi a extinguir son las monas de Pascua con visitas y excursiones obligadas al Santo Negro, Arenal y Ta Gervasia que prc ticamente han desaparecido, ya no se hacen las mencionadas excursiones y visitas casi de romera a estos tres lugares, reunindose amigos o familiares a tomar monas, almuerzos, aperitivos y comidas en casas de campos y chals, que tanto han proliferado en todo el valle. La gastronoma local no es abundante, son de destacar: los hervidos, las pelotas, gazpachos manchegos, gachamigas, rollos, cocas y monas. respecto a la gastronoma fornea, existen adems cuatro restaurantes chinos y tres de comida italiana. EXCURSIN A PETREL Se puede acceder desde Elda introducindonos por varias calles conti guas en el espacio, o bien si se viene de Alicante desde la autova Alicante Madrid. Otra va de penetracin es por la antigua carretera de Petrel que par tiendo del Reventn circunda a Elda. En este bello pueblo son dignos de visitarse y admirarse los siguientes lugares y monumentos. El barrio viejo, situado entre el castillo, la ermita y la iglesia de San Bartolome, de calles estrechas, torcidas y algunas de pronuncia dos desniveles como la calle de la Virgen, callejn del Castillo y la calle Mayor. Casas de poco altura y techumbre de tejas. Son tpicas y conocidas del barrio antiguo las plazas de Dalt y Baix. El Castillo de Petrel, hoy correctamente restaurado, es de origen musul mn, domina el barrio de la Foia y el pueblo. 40 Tertulia Los Crticos La Iglesia parroquial de San Bartolome fue reformada en 1783, est en la plaza de Baix, justo frente al edificio del Ayuntamiento, de nueva planta y estilo correcto para el entorno urbanstico donde se sita. La iglesia parroquial fue proyectada por el arquitecto Francisco Snchez, durante el reinado de Carlos II I . En la fachada de la puerta principal tiene un escudo esculpido en piedra con una corona. Posee dos torres gemelas, entre ambas est la imagen de San Bartolome. Dentro del templo se halla en el altar mayor la Patrona de Petrel que es la Virgen del Remedio. Son dignas de visitar las ermitas de Cat, situada en la sierra de Petrel y las ermitas del Santsimo Cristo y de San Bonifacio que estn en la salida del pueblo. La de San Bonifacio es muy popular y querida, situada en la ladera del Monte Calvario, en una cima fue construida en 1634. Dentro de ella est la imagen del San Bonifacio que es el patrono de Petrel. Existe en la rambla de Pusa restos de un antiguo acueducto rabe del que hoy an se pueden observar tres de sus arcadas ojivales. En Petrel existe adems una zona nueva con grandes avenidas como son: calle Gabriel Pay; avenida de Elda; Explanada y avenida de Madrid. En la biblioteca municipal existe un pequeo museo de cermica local digno de visitar. Tambin son dignos de visitar las tascas y pubs muy en auge actualmente, las ms famosas y visitadas por la juventud de toda la comarca o movida juvenil son: Cambalache, Jamaica, Metropol, Tascamana y Tasca Tonel. Con mucho pblico y buen ambiente. Otro punto a visitar si es da ordinario en Petrel es su cooperativa de vinos donde podremos comprar unas botellas de excelentes caldos. Para naturalistas, montaeros y excursionistas se ofrecen excursiones muy buenas en Petrel. As, recorrido por la sierra del Caballo, con un recorrido a pie de cuatro horas llegando a coronar las lomas de Crdenas en la cima y bajando por la senda marcada por el C.E. de Petrel . Otras interesantes son a los Rasos de Cat, al Alto del To Peret, a Caprala y Avayol, a la sierra del Fraile o Frare, a la Forad, a los Castellarets, y sobre todo a la sierra del Cid que merece comentario aparte y de cuyo sistema ya hicimos un estudio en profun didad, tanto de la catalogacin de la vegetacin, como de la flora y de la fauna. Digno de excursin y visita es el arenal de l Almorch curiossimo y origi nal ecosistema arenoso y desrtico estudiado a fondo y con muy riguroso mtodo por el gelogo Aurnheimer. La sierra del Cid digna de visitarse en Toyota o Land Rover o a pie por las varias sendas e itinerarios. Su punto ms alto es el alto de la Silla del Cid con un vrtice geodsico de 1.127 metros. Es una sierra trapezoidal tpica muy 41 Tertulia Los Crticos agreste que est prcticamente deshabitada en su interior, en cambio en sus faldas existen y cobijan gran cantidad de casas de campo de recreo y chalets. Los cultivos que existen en esta parte de Petrel suelen ser de vias, almendros, olivos y algarrobos, principalmente, en un sistema de abancalamiento. Menos frecuentes aunque si lo fueron antiguamente, los cultivos de higueras y algarro bos. El esparto que era muy abundante en sus montes e importante para la industria de esteras y alpargatas hoy ha disminuido notablemente, si bien lo hemos localizado en los calveros de la parte alta. El suelo calizo y seco es del Cretcico Superior e Inferior, son dignas de mencin sus innumerables cuevas, como la cueva de la Pea del Sol, as como el barranco del Cid, Casa de la Almadraba, Chorrico, Fuentes del Bicho (con agua potable), Los Chaparrales, Pinito del aire, la Casa de Ferrosa, el Collado de Benisa, las Salinetas, Casa del Forc, Casa del Rincn Bello, Casa Garrincho hoy refugio del CEE de Petrel, Chabola del Forestal, Casa de Marn, Casa de Villaplana, Aljibe del Bicho, Cue va de Perico. En la vegetacin y fl ora hemos establecido seis niveles diferenciados para la Sistemtica. Para ascender hay que partir de la gasolinera de Petrel al borde de la autova Alicante -Madrid. Seguir por camino asfaltado hasta la Caseta del Forestal y subir por la senda de la derecha o izquierda segn se desee, marca das por el CEE de Petrel. Si se toma la de la derecha se bajar por el Repetidor a la Loma Bad. Si se toma el itinerario y senda de la izquierda que se inicia en la tercera curva frente a un viejo algarrobo se subir a la Silla del Cid y tras culminarla se desciende por detrs y por el camino abierto que faldea la umbra de pinos de la sierra, que es la ms hmeda y frondosa. Otra posibilidad que damos al excursionista es circundar toda la sierra en vehculo. Partiendo del cruce de la Monfortina en Novelda, tomamos la carrete ra de Novelda hacia Agost desde donde ya se pueden observar la solana de la sierra del Cid y los cultivos de uva de mesa de su faldas, los llamados campos del Cid (trmino de Monforte) y las Mamas del Cid. Una vez introducidos en el casco urbano de Agost hay que salir en direccin a los Palomarets, urbaniza cin ms que discutida y a nuestro juicio antiecolgica y desafortunada, desde ella existe una carretera provincial de la Diputacin hasta Petrel, que est asfal tada. Hay dos cosas curiosas en esta parte de la sierra dignas de contemplar. Por un lado, las Mamas del Cid que son dos pequeos montes casi gemelos muy prximos y puntiagudos. La curiosidad es que en sus proximidades se rodaron los exteriores del filme norteamericano Los siete magnficos. En l sala frecuentemente la sierra del Cid hacindonosla pasar por paisajes mejica nos. ;Cosas del cine! Fue dirigida en su da por Burt Kennedy e interpretada por 42 Tertulia Los Crticos el mtico Yul Brynner (ya fallecido) y Julin Mateos. La segunda curiosidad es que pueden contemplar los numerosos puen tes y tneles abandonados de lo que fue el proyecto de la va del ferrocarril Alcoy-Castalla-Novelda, que deba pasar por la Solana del Cid para unirse a la va Madrid -Alicante. Iniciado durante la dictadura de Primo de Rivera, el proyec to se paraliz parece que para siempre jams. La carretera y viaje se contina por el paraje de la Pea del Rincn Bello, con casa antigua casi derruida y agua. En la Casa del Cosis tambin hay fuentes. Se prosigue para ya en trmi no de Petrel salir por la Rambla de Pusa y Molino de la Loca donde arribamos al barrio de la Foia, ya en el pueblo. Contrasta la aridez de la Solana de la Sierra con la frondosidad de los bosques de las umbras, as como los agresjes de los fachones desafiantes de las calizas blancas cretcicas de las cumbres. Todo un deleite. Como conclusin no se recomienda encender nada de fuego en el bos que, ni matorral de toda la sierra, ni matar, arrancar o destruir ninguna especie ya sea animal o vegetal. Tampoco se debe arrojar al medio ambiente botellas, latas ni ningn despojo o desperdicio, traerlo en mochila o bolsa de plstico a casa. El disfrute y consiguiente conocimiento de nuestro medio ambiente natu ral, en este caso privilegiado, pasa por amarlo y consecuentemente respetarlo. **La Tertulia Los Crticos est compuesta por Manuel Serrano, Jos Luis Bazn, Ramn Candelas, Jose Joaqun Romero, Jos Llorns, Miguel Gonzlez, Alejandro Magurno, Jos Quiones, Patrocinio Navarro, Joaqun Jimnez, Joaqun Planelles y Pachi Loperena. VALLE DE ELDA. TTULO: QUE SE VAYA LA FERIA NOS PARECE MAL. Histricamente, en la reciente inmediatez, es decir, dcada 50/60 despe gue industrial de Elda, 60/70 gran tirn y apertura de mercados y exportacin, 70/80 consolidacin de todo el proceso. Y ahora, cuando se habla del Man del 1992, que no se sabe muy cierto lo que nos va a deparar, la FICIA se va a esfumar de nuestros pagos. Hemos visto cmo pueblos, sin reyes ni coronas, reivindican derechos histricos. Nosotros, La Tertulia los Crticos, reivindicamos los derechos hist ricos para Elda como iniciadora de certmenes, primero en el Casino Eldense 1922, luego en el Colegio Padre Manjn y finalmente en el palacio de ferias de avenida de Chap. Y pensamos que los argumentos de polticos, empresarios, e incluso de la bellea del foc de Alicante son inconsistentes: 1) Se dice y alega que Elda no tiene infraestructura hotelera. Si vamos al anlisis detenido de ese dato slo Benidorm o San Juan disponen de plazas hoteleras suficientes, que por otra parte no son tantas. 43 Tertulia Los Crticos 2) Que en cualquier pas europeo y zonas feriales New York, Pars, Lon dres, Miln, Dusseldorf, Madrid o Barcelona, se tarda en llegar de los hoteles al palacio ferial a veces hasta una hora, mientras que hoy, con la nueva autova, se tarda de Elda hasta Alicante 12 minutos en un buen coche. 3) Que Elda, intramuros, es decir, a nivel de Alicante, es conocida como zapatera y laboriosa, pero extramuros, en el resto de Espaa y en el extranjero se la conoce por dos cosas: la Ficia y los certmenes de pera. Parece que hay una intencionalidad de mano oculta que pretende que no se la conozca por nada. 4) Nos parece extrao que en este tema el Ayuntamiento de Elda no haya protestado, sino que se sienta comparsa y como contento al ritmo como van los acontecimientos. 5) Lo mismo, que la Asociacin de Fabricantes del Valle del Vinalop Medio no haya dicho esta boca es ma. Por todas estas reflexiones como eldenses, como contribuyentes y como ciudadanos de -a -pie nos preguntamos y los trasmitimos a la opinin pblica: Qu va a pasar con el Mausoleo o sea, con el palacio ferial existente y remozado en el ala que fue el INESCOP Qu destino se piensa dar por quien proceda Por qu se piensa en crear un nuevo palacio ferial bien en Alicante, bien en La Goteta, el Puerto, los Saladares, Campello, Muchamiel, El Mamut, Benidorm o San Juan, si existe uno construido en Elda O es que no se sabe que el coste de un edificio pblico es sumamente caro y que tendremos que pagarlo entre todos los ciudadanos de -a -pie Qu va a pasar con los trabajadores actuales de FICIA, muchos de ellos jvenes y con una experiencia y un bagaje importantisimo en los temas de pro mocin, mercados, comercializacin y organizacin de certmenes Esperamos que como simples ciudadanos de Elda, que muchas de estas preguntas sean contestadas y que, detrs de la operacin de los hombres de la COEPA, Ayuntamientos de Elche y de Alicante, Diputacin o de la Cmara de Industria, Comercio y Navegacin, tengan las claves y las ideas muy claras del por qu se ha desmontado la feria de Elda. Cosa que a nosotros, los que vivimos entre Boln, Camara y el Alebus (Vinalop), lgicamente, no nos hace ninguna gracia. Ni lo vemos justificado ni racional. * La Tertulia los Crticos de Elda. La Tertulia Los Crticos est integrada por las siguientes personas: Manuel Serrano Gonzlez, Jos Luis Bazn Lpez, Jos Llorns Villar, Jos Joaqun Romero Amat, Ramn Candelas Orgils, Salvador Pava, Alejandro Magurno, Miguel Gonzlez Aguado. 44 Tertulia Los Crticos DIARIO LA VERDAD. DIARIO INFORMACIN. DIARIO HOY. 17 DE SEPTIEMBRE 1993. TTULO: A UN POETA LLAMADO ANDRS Manuel Serrano Gonzlez y cinco firmas ms. No quisimos antes, y no queremos ahora, dejar pasar el tiempo sin coger la pluma, una vez ms, para contarte/cantarte nuestra alegra. T que tantas veces nos has dicho escribir hoy, para qu, para quin, t que en tus poemas dices, estn mudos los acentos/ estn los sendas borradas. . ./. Lejos quedan ya las horas horribles de tu historia, en el batalln de las Ardenas y de los Campos de Segam y Tahuima, y que ahora nos dicen que tie nes por amigo un canario, al que le dedicas poemas desde tus balcones enga lanados, ahora que ests atado al duro banco que dira otro poeta, por un hilo blanco de poliestireno -nodriza, que en los aos dejan en ti huellas de su paso. Queremos decirte Andrs, viejo amigo, que si tienen tus estrofas y tus versos en un sitio as como su sentido. En estos tus amigos de ayer y de ahora, que tus cuentos de los enfados, nio perdido, danza del fuego, !as naci la rosa. .. y tantos otros poemas de tu Rama de Laurel, no cayeron en saco roto y hoy te leen, y estudian, en nuestros institutos y universidades, y que t, viejo bonachn/humanidad andante/ y sin lmites, que tantos buenos ratos nos diste en Monte Majo, El Serfico o nuestra tertulia de Los Crticos e incluso en tu patio, nos han dejado en Elda ms huellas que quisiste, que te propusistes y por supuesto que te imaginastes. En fin, Andrs, queremos y creemos, como siempre, que aunque a ti las medallas, ni los cuentos, no te impresionan, ni te han impresionado nunca, que tu norte y gua siempre fueron la sencil lez, la honestidad, la libertad, que por eso sientes la esa admiracin por los pjaros y el viento. Que sepas hoy que este grupo de crticos -amigos al que un da nos dedi caste el poema Con el agua del botijo, te quieren decir, desde la proximidad que da el corazn, la cultura y la amistad, y adherirse al homenaje que te ha tri butado el Ayuntamiento de Elda, concedindote el escudo de oro de la ciudad, para cuyo honor tienes, a nuestro juicio, mritos demostrados ms que sufi cientes, por tu ejemplar vida como hombre y por tus versos reglados como poeta. Tus amigos, de la Tertulia Los Crticos. 45 Tertulia Los Crticos 46 Tertulia Los Crticos 8.- PUBLICACIONES INDIVIDUALES. 8.1.- EL CUENTO DE LA BURBUJA A la Tertulia Los Crticos Cuando Octubre entorda los cielos de Mariola y los grises dominan a los azules, cuando el otoo tinta de tristeza a los campos y por ello los rboles se desnudan de pena, nac Yo. Y nac no entre sedas, linos y paales de Onteniente, que nac desnuda como los hijos de la mar que dira el bueno de Machado. Nac en Mariola en la fuente de la Burbuja o del Brul, al lado de Baeres, desde mi cuna, se vea un castillo que dicen sirvi para las guerras. Yo nac entre juncos, aneas, algn ranunculo, algn rano juguetn y canti dad de agua. Porque seoras y seores yo nac Burbuja gordota y oronda, que tintineaba entre la suave caricia del gorgojeo y goteo del cauce, que era mi casa, sin ms estreos que algn ruiseor despistado o alguna bisbita jugueto na que bajaba desde arriba, lo que los hombres llamaban cielo, para verme, mirarme y remirarme en mis adentros, que poco haba que ensear, porque, aunque despus me bautizaran como burbuja -almirante -caracola y cosas peo res, yo era simple y llanamente aire por dentro y tensioactividad inica por fuera Vaya palabrotal. Pues bien nac en tierras de Baeres, donde dicen otrora, se cas un importante escritor llamado Pepe Ferrandiz. Pero vayamos a ID nuestro, es decir a lo mo, que es el ro. Por unos barbos carrozones, me enter que donde haba nacido era un ro y que a ste los hombres le llamaban Alebus, es decir Veloz, que naca en unas fuentes, que creo despus los rabes le llamaron Alfahuara o Alfaguara o sea Manantial . A mi plin! que yo soy una burbuja y no entro en cuestiones semnticas. Un buen da se me ocurri pensar que despus de Mariola y la Sierra de las Virtudes de Villena, deban de haber ms cosas y otros mundos. Y ni corta ni perezosa, me levant bien temprano, esper a que el alba amaneciera, al primer tintineo de mi despertador, que fue el goteo del roco ca do desde una hoja de adelfa, cog camino abajo, es decir ro abajo. sin ms maletas que el agua y sin despedidas, ni besos para no emocionar a mis her manas y parientes las burbujas del cauce. A donde ir A qu destinos A qu punto final Para qu el viaje. Creo que Miguel el del Clavel , que luego sera mi amigo, seguro que tam bin tena esas cuitas y esas dudas hamlianas (por lo de Shakespeare). 47 Tertulia Los Crticos Cog la primera corriente, me sub a ella y Ea! a volar con el culo al aire, es decir puesta a remojar en las aguas del Alebus o Vinalop y ro abajo pagalero empez mi deleite, v a lo lejos, siempre a lo lejos! las enormes vis tas de los valles de la Caada, Campos de Mirra y Benejama. Baj, bogu, cant y mir. Benejama me son familiar a mojama y mojada que era mi sino. Pas por Biar, desde un recodo del ro, donde aparqu, arremetida por la fuerza de su corriente, entre un saliente y una roca estorbona donde me tuve que parar. En este semforo sin color, pude ver a lo lejos sierra Tallada donde venan otrora los Crticos a criticar y comer, porque andar, ni golpe. Vi varias ermitas que pienso contar a Ramn el Artista que creo vive en Elda, cruc el Salero de Villena que no tiene sal, ni maldita gracia y si muchas manzanas. Pulul por Santa Eulalia y Sax. Por fin! me encontr entre un bosque de tarais precioso y una presa de piedra, que a m se me antojo un obstculo ani mal. porqu los hombres queran detenerme a m Pobre burbuja yo, o al Alebus. Pens que los hombres eran tan burros con sus cosas, ponindole obst culos a la naturaleza, fronteras al viento y a nosotras las burbujas viajeras y peregrinas. Despus me enter que a esto tan feo, le decan pantanos, que servan adems de para criar ranos, ranas, sapos, guribitis y peces, para regar los valles con sus aguas Qu cosas tan raras inventan los humanos!. Pero fue en el pantano de Elda (que supe se llamaba el lugar) donde sufr la aventura ms impresionante y a la vez ms hermosa que me hizo vibrar, que jams imaginara y su recuerdo escribir este inmundo libreto. Y es que estando mirando a su agujero obscuro y sucio de donde sali corriendo una negra culebra, que pitaba como una descosida, subida entre dos hierros paralelos camino de Madrid. Creo que a esto los hombres le llaman tren, tan frreo como feo. Pues bien, cuando yo estaba en el ro a la altura de la casa de Tarzn, que creo fue un humano bonachn y bohemio, surgi mi ines perada aventura que me costara la vida y acaba ahogndome. Y es que como dije, yo buscaba llegar a Guardamar, el Hondo o Agua marga, es decir, ver y descubrir el Mediterrneo. Pero de repente la Torreta se . nubl, el Cid se obscureci, empez el goteo y con l , un temporal que dur tres das me vapule a placer, transformndome de Burbuja -bailarina. Y es que aquello no era un baile, era un infierno, entre el agua que caa el que bajaba y el que suba, me refiero al nivel, tuve una convulsin, que me ro yo de la de los pases del Este. Casi se me rompe mi caparazn de cristal, sub y baj mi l veces en el tobogn de los rpidos de las torrenteras, me dieron en la cabeza, 48 Tertulia Los Crticos nariz y mis partes hmedas los trozos de palos, arenas, caas, traviesas y has ta vas de ferrocarril fue fatal!. O la tormenta como una apisonadora machacona, durante tres das y tres noches, garraspear entre el Cid y Camara, naufragu en el pantano y v como el pantano naufragaba entre el Monastil y la Torreta. Me pareci que haba llegado mi fin. Y el fin del cuento. Andaba esta burbuja -piloto disfrazada de almirante -caracola, cuando Glups! se la trag el ladrn del pantano (que no el caco) entre el lquido ele mento y la espuma y desapareci. Sin llegar a ver, ni las Fuentes del Canto ni Elda ni Petrel. Pobrecillal. The end = Colorn colorado, este cuento se ha acabado. P.D. La encontraron y enterraron unas hormigas, poniendo en su tumba aqu yace una burbuja viajera y aventurera que se ahog en una tormenta por meterse donde no deba Toma castaal. Se ve que las hormigas como viven en la tierra, no conocan las delicias venturas y desventuras del ro = Alebus = Vinalop. Tan precioso!. FDO MANUEL SERRANO GONZLEZ 49 Tertulia Los Crticos 50 51 LMINA N. 2 4 IGLESIA DE SANTA ANA de Javier Garca Tertulia Los Crticos 8.2.- EL CELA QUE NO EXISTI Camilo Jos Cela se puso delante del ordenador por ensima vez. Esta vez s, esta vez lo har, se volvi a repetir machaconamente el hombre que nunca haba sido capaz de escribir una novela. Pens que consumara el deseo, que no poda fallar otra vez, que lo conseguira, que empezara a escribir de forma bestial, a borbotones, sin paliativos. Unira las palabras de forma flu da, brillante, coherente; vocablos que siempre diran algo, algo de lo mucho que llevaba su alma, ese interior que era como un gran archivo de aventuras, esas aventuras que siempre, hasta ese preciso momento, se perdan cada vez que salan de su castillo interior. Se enga a s mismo y volvi a repetirse que esta vez no, que esta vez no se esfumaran al contacto con el viciado aire de su santuario, y que la novela que tena en la cabeza llegara por fin a una blanca hoja de papel, a un editor, a una imprenta cualquiera, a un libro con tapas y a una presentacin. Pero volvi a fracasar. El traumtico resultado creativo que obtuvo Camilo J. Cela esa negra noche fue el de otras negras tardes, el de siempre, el cotidia no, el de toda la vida desde que su ta -abuela le dijera aquello que marcara su nula existencia. Si de verdad quieres a tu madre le escribirs una novela. Fra se letal que le volvieron a repetir aos despus, para que su desgracia fuera eterna, su esposa y sus amigos. Su debacle haba empezado, sin embargo muchos antes de la sentencia, justo el da que su madre, que Dios la tenga en su gloria, tuvo la ingeniosa idea de, apellidndose Cela, ponerle de nombre Camilo Jos. Qu faena me hicistes vieja pensara muchos aos despus, sin rencor pero con una profunda depresin, mientras el presente, el futuro y la mirada se le escapaban, de forma violenta entre las teclas de su inservible ordenador. Camilo Jos Cela haba sido siempre un buen hijo, mejor sobrino y des pus un buen marido, pero nunca un escritor de novelas, circunstancia sta que le acab robando su existencia. En su intento por hacer lo que su ta -abue la, mujer y amigos queran que hiciera, Camilo J. Cela no paraba de estrujar y estrujar su ordenador interior con indudable rapidez. Este estrujamiento conti nuo no lograba disimular la sensacin de impotencia que se asentaba en su lnguida mirada cuando las yemas de sus dedos contactaban con el glido teclado de su ordenador exterior. En ese mar de dudas, todos sus mundos no eran suficientes para rescatarlo de ese blanco perpetuo en el que pareca ubi cado cada vez que pretenda escribir algo. Estaba condenado de antemano a que sus los lingsticos y aventureros nunca pudieran superar, ni sus sueos ni su fantasa inundante y vaca al mis mo tiempo. Sus pensamientos siempre iban ms all de su capacidad para 53 Tertulia Los Crticos darles forma. Fue su eterno problema, ir continuamente detrs de s mismo. Tena 18 aos cuando su incombustible y puetera ta -abuela le dijo lo de la novela y, Camilo J. Cela empez definitivamente a no ser l. Camilo va a escribir una novela a su madre, repeta aquella a todo el que quisiera escu charla. Su mujer le abort el matrimonio en el mismo instante en el que le atac por su lado ms vulnerable, el sentimental: Por qu no nos escribes una novela a tu hija y a m. El fruto fue siempre el mismo, el de la frustracin ms inmensa. Sentado frente a frente a lo que ya para entonces era un artilugio satnico, Camilo J. Cela quedaba reducido a polvo. En su mente todo cuadraba, fuera de ella todo se converta en nada. Intentaba mantener aquello que se mova a travs de sus poros pero no poda. Fuera de las impresionantes fronteras de su imaginacin, sta se dilua de forma inesperada y cruel. Muy pronto se percat que nunca sera el que todos deseaban que fuera, un escritor de novelas que haca honor al nombre que llevaba, y tambin que nunca haba tenido tiempo de meditar quin pensaba verdaderamente ser, fcilmente un infeliz pero dichoso hombre de a pie que en sus ratos de ocio se dedicaba a ser creador de novelas. Entendi que le haban dado un papel en este drama y que slo le quedaba una solucin: interpretarlo con profesionali dad. Se sinti preso de una historia que no era la suya, vctima inconfesa y mrtir de un melodrama en el que l nunca haba querido destacar y en una vida que no quera pero deba seguir. Dej de ser buen sobrino, mejor esposo y buen amigo. Empez a odiar a su ta -abuela. Ya es hora de odiar a alguien, se dijo delante del espejo del cuarto de bao. Mientras su mujer e hija le abandonaron a su suerte alegando que nunca escribi la novela que ellas mismas se haban prometido. Nos has engaado, coincidieron ambas en el diagnstico, ante un asustado Camilo J. Cela que nunca haba dicho ni mu para pronunciar la palabra novela. Jams quiso explicar a sus mujeres que la novela exista pero slo en su cabeza. Se dijo para sus adentros, con vlido fundamento, que sera peor, mucho peor, el remedio que la enfermedad. Su mente estaba repleta de odiseas vanas e intiles, ancladas en su cabeza cohabitaban historias de todo tipo: reales y fantsticas, de amor y de celos; de guerra y de paz; de vida y de muerte, de madres y de padres, de esposas y amantes, deportivas y taurinas. Historias que nicamente estaban en su mente, en ese gran archivo por ttil que llevaba siempre acuestas, en esa librera de uso exclusivo en el que l lo era todo, historias que tenan sentido, tenan vida propia ms all del tiempo y del espacio. En su rol particular, ya en aquel entonces, haba sitio para historias siem 54 Tertulia Los Crticos pre tristes como la de una mujer gorda que muri de hambre; el hombre que se suicid con un liguero porque se senta desamparado al no poder calcular con cierta exactitud el nmero de mujeres que haba en el planeta; la pareja que quiso ir a Cuba, por el Atlntico, haciendo autostop; el hombre que le puso un final trgico a la pelcula El Guardaespaldas; y Aladino que se qued toda su vida sin amor por perder la lmpara. En otras estanteras de su mente circula ban argumentos como el de esa pareja en la que l quera ser Bibi Andersen y ella Pedro Almodvar, -ambos murieron en la sala de operaciones- y esa otra en la que, con evidentes signos autobiogrficos se narraban las amargas tribu laciones de un pobre hombre que ni saba, ni sabra jams, escribir novelas. Se despidi de este mundo setenta aos despus de que su madre le pusiera Camilo J. y su padre Cela. Como era de esperar su fue sin haber publi cado ni una solo lnea, aunque sta fuera firmada por Camilo J. Cela. Se fue con la esperanza de que al menos en su tumba se grabara su nombre. Se fue despus de asesinar a su ta -abuela, quemando sus fotos con todos los libros del otro Camilo J. Cela que pudo comprar con un corto presupuesto. Muri en definitiva, sin conocer que lo haca despus de tropezar con una edi cin cara e ilustrada de la Familia de Pascual Duarte y, caer rodando por unas escaleras de una vieja casa rural en la que pasaba las ltimas vacaciones de su vida. FDO JOS LUIS BAZN LPEZ 55 Tertulia Los Crticos 8.3.- LA ALQUIMIA La palabra Alquimia viene del rabe Al-kimiya = Qumica en general. El arte sagrado o arte hermtica tom el nombre de ALQUIMIA entre los rabes, los cuales aprendieron dicho arte de los neoplatnicos de Alejandra y de los nestorianos y stos a su vez de los conocimientos primitivos de medicina antigua faranica de los Sacerdotes -mdicos egipcios, algunos como IMHO TEP o ISIS, fueron posteriormente ascendidos tras su muerte a categora de dioses, IMHOTEP a dios de la Medicina e ISIS, a diosa de la Magia. Esta medi cina tena ingredientes centroafricanos provenientes del campo de la magia simptica y otros ingredientes tales como minerales, como es el caso de los polvos obtenidos raspando las columnas petreas calizas del templo de la diosa ISIS en la isla de PHILEA o FILE, prximo a ASUAN. Donde no podan entrar ms que la nobleza egipcia y los Sacerdotes. Pero el pueblo entraba clandesti namente por la noche y raspaba las columnas, como hoy se puede ver y com probar. Y a ese polvo le concedan el valor de panacea contra todos los males. El templo de ISIS se supone se levant donde sta reina del primitivo Egipto, hall la cabeza de su marido OSIRIS, al cual haba decapitado su her mano TEP para usurparle el trono. La Alquimia intentaba trasmutar cualquier metal en oro o inventar una panacea para curar todos los males, la piedra FILOSOFAL. El ms famoso Alquimista fue DJAFFA-AL-SOPH I llamado YEBER o GEBER, vivi en el siglo VIII y naci en KOUFA, describi: el hierro, cobre, mer curio, arsnico, azufre, alcohol, sublimado, corrosivo, precipitado rojo y cido ntrico. RASIS tambin nos habla algo de Alquimia. Obtuvo el aceite de vitriolo. Los boticarios y mdicos rabes -espaoles siguieron algunos, sus obras y experimentos. Llamndose a las personas que la practicaron Alquimistas. Posteriormente a la conquista de Granada y con la Cristianizacin de Espaa. La ciencia rabe sufre una regresin ms por motivos religiosos que cientficos y algunos alquimistas, boticarios y mdicos fueron eliminados. Pero sus saberes y sus obras pasaron al siglo XV y siguientes. Muchas de esas obras estn an hoy sin traducir del rabe en la biblioteca del Escorial. 56 Tertulia Los Crticos SMBOLOS DE LA ALQUIMIA ACERO, HIERRO O MARTE = AIRE= AGUA= V AGUA CALIENTE = cyJ AGUA FUERTE = AGUA REGIA = ALAMBIQUE = 30.09D .5C ALVAYALDE = ALUMBRE COMN ALUMBRE DE PLUMA = ALCAMFCR = AMALGAMAR= a C . ANTIMONIO = 6 AO = AQUARIO = ARIES= ARINA DE LADRILLOS = ARENA= ARSNICO = AZAFRN DE HIERRO = A o AZAFRN DE VENUS = q t % 0 Ce 57 Tertulia Los Crticos 58 O ACEITE= O O AZUFRE COMN = AZUFRE VIVO = AZUFRE NEGRO = 1 AZUFRE DE LOS FILSOFOS = BAO= BAO DE MARA = -7 3I BAO DE VAPOR = - a BORAX = CAL = C O CAL VIVA= C+ -) CALCINAR= ,5 CAPRICORNIO = CANGREJO = 2 CAPSU MORTANUM = CARDENILLO= ED CEMENTAR= Zy CENIZAS= L -- + - CERA = CINABRIO = COAGULAR = COBRE O VENUS = ii COBRE QUEMADO = cv 0-0UD Tertulia Los Crticos CRISOL= CRISTAL= Q CUERNO DE CIERVO = C C. DESTILAR= 3 DA= DIGERIR= 8 ENLODAR= IV ESPRITU = LSLI e5p. ESPRITU DE VINO = ESCORPIN (signo) = W p 1-e-1 X ESTRATO SOBRE ESTRATO = 5ss FILTRAR = FLORES DE ANTIMONIO = FLORES DE COBRE = FUEGO= A GMINIS (signo) = I I GOMA ARBIGA = HORA = JABN= LATN = LEO (signo) = LIBRA (signo celestial) = LIMADURAS DE ACERO = 59 Tertulia Los Crticos 60 LITARGIRIO = LODO= N MARGARITA = MES = fi ok MERCURIO O AZOGUE = MERCURIO SUBLIMADO = MERCURIO PRECIPITADO = MINIO = NITRO O SALITRE = NOCHE= ORINA = ORO O SOL = o OROPIMENTE =CE) PIEDRA IMN= PISCIS (signo) = X PLOMO O SATURNO = el POLVOS= PRECIPITAR = PURIFICAR= PUTREFACER = QUINTA ESENCIA = REJALGAR = x RETORTA = 6 Tertulia Los Crticos SAGITARIO = SAL ALKALI = L 7 i SAL AMONACO = -X- SAL COMN = e SAL GEMA = 4{ SOSA O BARRILLA = SUBLIMAR= _n__ TALCO = X TRTARO = 1 3 TAURO = e cs), ) i c TIERRA= VIDRIO= Q C VINAGRE= X VINAGRE DESTILADO .= r VINO BLANCO = 1 ) / VINO TINTO = VIRGO (signo) = i n VITRIOLO = VITRIOLO BLANCO = VITRIOLO AZUL = VITRIOLO RUBIO = i FDO. MANUEL SERRANO GONZLEZ Doctor en Farmacia 61 Tertulia Los Crticos 62 63 LMINA N. 2 5 CALLE LA PURSIMA de Javier Garca Tertulia Los Crticos 8.4.- AMAPOLA DEL CAMINO Como todos los das Atiliano Gonzlez, de profesin cabrero, retena su rebao al lado de la va del tren en espera de que pasara el Gran Expreso. Le gustaba ver, al clarear el alba, deslizarse ante sus ojos aquella gigantesca ser piente de hierro con sus vagones todava iluminados. Desde su juventud asista al cotidiano espectculo sentado en la valla y con el dorso apoyado en el alto poste que, con dos maderos en aspa, sealaba el paso a nivel sin barrera. Antao liaba parsimoniosamente un pitillo de picadura, el tren se anuncia ba con un largo silbido y al poco Atiliano se vea envuelto en una nube de vapor; ahora se limitaba a extraer el cigarrillo de su envoltura, el tren avisaba con un bronco bocinazo e inmediatamente lo sumerga en un vaho de gasoil; pero la diversin era siempre la misma: el tren con su carga de potencia, de enigma, de fantasa -como destello fugaz de otros mundos, de otras vidas pasaba ante sus ojos. No obstante, esta vez ocurri algo ms. Por una ventanilla vio caer un gran bulto que, un poco ms lejos, rod por el pequeo terrapln. Corri hacia el lugar y lo que vio le hizo exclama atnito: Santos de la Piedra! Y sinti cmo se le erizaba todo el cuerpo. Ante l se encontraba una mujer completamente desnuda. Una mujer muy joven. El cuerpo, de una blancura nunca vista, y el rostro ms bello que recordar, le produjeron la impresin de que se hallaba ante una virgen. Tal fue el momentneo encanto que, por un instante, pens llevrsela a su casa, pero inmediatamente se dio cuenta de que los ojos de la hermosa estaban opacos, no vean ni veran jams. Estaba muerta. Santos de la Piedra! -musit de nuevo y, abandonando su rebao, sali corriendo. Con la primavera las amapolas florecen entre los trigales de los campos y entre las estriles hierbas de las cunetas de las carreteras. Su fino tallo sostiene la roja corola que se bambolea ante la ms ligera brisa; a los cuatro o cinco das los ptalos se marchitan y caen a tierra. A la salida de la ciudad, tambin en los arcenes, junto a la Papaver rohe as surgen otras flores de carne. Media docena de muchachas, apenas des pertada su adolescencia, se ofrecen al conductor. Pasean, fuman y beben la sempiterna cocacola o cerveza. Slo de tarde en tarde algn automvil para y se establece un intercambio de ofertas y demandas; unas veces ellas suben y otras, no habiendo acuerdo, los coches siguen. La mayora des estas jvenes no resaltan ni por su belleza ni por su figura. Sorprendidas a mitad del desarrollo son desgarbadas, delgadas y angulosas; la tez con espinillas y granos propios de la edad y con notables ojeras del poco 65 Tertulia Los Crticos descanso. La vida de estas putillas, tan irregular, trabajosa y falta de higiene las hace propensas a la enfermedad y gente maliciosa haba dado en llamar a aquel trozo de carretera entre dos curvas, El Saln del Sida. Dulcenombre Lpez dej de ser virgen con dolor pero sin violencia. No se sinti deshonrada sino agradecida a su primo Javier, que con mimos y caricias le llev a una situacin extraa en la que slo pudo exhalar un dulce quejido. A partir de entonces nunca se sinti turbada ni culpable por hacer el amor. Un da un joven dej como olvidada encima de la mesita de noche cierta cantidad y Dulcenombre entr sin saberlo en el oficio ms antiguo, segn le dijeron lue go. Cuando Dulcenombre apareci en el Saln fue objeto de miradas hos cas. Resaltaba por su figura y belleza fuera de lugar y no daba la impresin de ser una ramera. Era de regular estatura, que ella real izaba con un mediano tacn, que adems la ayudaba a mantener la espalda recta y erguido el busto. Su minifalda o ceido pantaln dejaban ver unas bien formadas piernas. Nadie podra decir de que color eran sus ojos, porque era indefinible y porque invaria blemente la mirada del observador era atrada por su boca, grande y llena de dientes, como sola decir Javier; blancos, brillantes y siempre al descubierto al abrir de una continua sonrisa. Adems, sus labios ofrecan un mohn de no s qu tibias promesas. No siempre Dulcenombre paseaba la carretera, pues otras veces prefe ra la estacin del ferrocarril . El bullicio de los andenes y cantinas, el trasiego continuo de gentes, la afluencia de forasteros, los ruidos, los gritos, las despe didas, los besos. . . ;Ay, los besos! . Todo le resultaba divertido y siempre la lle gada o salida de un tren eran como una fiesta renovada. Muchas veces se embarcaba en alguno de ellos, bien porque surga la ocasin de terminar una aventura amorosa en el coche-cama o porque saba que en el tren las posibili dades de relacin eran inmensas. Severiano Aguirre volva del coche restaurante cuando se cruz con ella. En ese momento el tren, que sala de agujas, hizo un traqueteo brusco que lan z al uno contra el otro. Como para darse paso haban quedado frente a frente, las cimas del pecho de Dulcenombre fueron a aplastarse contra el torso de Severiano. Acostumbrada a no llevar sostn el contacto fue estremecedor y not la descarga que haba sacudido hasta la ltima fibra de Severiano. Ella se dio a la fuga. Un poco ms adelante, todava azorado, entr en su departamen to. Severiano cerr con viveza la puerta, como intentando que no se oyeran los acelerados latidos que golpeaban su pecho y sus sienes. desde un princi pio, entrevi que no sera capaz de resistir el influjo y maleficio de aquel contac to fugaz pero, sin duda, embrujado. Estaba perplejo, su vida haba sido siempre lo que se dice una vida tran 66 Tertulia Los Crticos quila. tena negocios prsperos, amaba a su mujer y sus hijos y era amable, corts y generoso. Era respetado entre sus amistades, en el Casino, en el Cr culo... y cumpla regularmente sus deberes religiosos. En definitiva, estaba con siderado como un hombre de bien y, por supuesto, nunca haba pasado por su mente la ms remota posibilidad de ser infiel a Silvia, su esposa. Pero ahora, confundido, not que en su interior se produca un vuelco total. Se frot los ojos y la frente en un intento de apartar y olvidar aquella ima gen de tentacin. Una sensacin de angustia y un copioso sudor eran el testi monio de su lucha interior. Notaba abrirse un abismo entre su vida, sus nor mas, y este impulso, este deseo, recin nacido. Despus de una aparente eter nidad, entreabri la puerta y asom tmidamente la cabeza con la esperanza de que aquella criatura turbadora no estuviese all. Dulcenombre permaneca en el mismo sitio, mirando la negrura exterior y el desplazamiento fugaz de alguna luz ante la ventanilla. Saba que l estaba tocado y en la espera fum un par de cigarrillos al arrullo del tren. Cuando ya acababa el segundo y el ceo empezaba a fruncirsele con cierto desencanto se abri la puerta del departamento y asom la cabeza de Severiano que, tras un titubeo y una fugaz mueca de abatimiento, realiz un pequeo gesto inequvo co. Corri hacia l con la ms dulce de sus sonrisas, enseando hasta el ltimo de sus esplndidos dientes. El doctor Gimnez ley los ltimos prrafos del informe. Luego de plegar lo cuidadosamente, se levant y se dirigi hacia el amplio ventanal. Durante unos minutos, mientras limpiaba maquinalmente sus gafas y ordenaba sus pensamientos, miraba con sus ojos de miope la ciudad extendida ante l y cmo, ms all, en el arrabal, un tren luchaba por subir la acusada pendiente llamada de los Corrales, que preceda a la estacin y que formaba parte de la fisionoma de la ciudad. -Mire, dijo con voz suave pero suficientemente clara, usted padece el Sn drome de Inmunodeficiencia Adquirida. Al principio Severiano no entendi bien, pero luego, cuando el doctor fue explicando, se hundi definitivamente en el silln. Tena el SIDA!. La Peste del Siglo XX. Pero, aqulla no era una enfermedad de hemoflicos, drogadictos y homosexuales. -S, dijo el mdico, hasta ahora se entenda as pero -aadi, como que riendo ofrecer una salida airosa a su cliente- cada vez son ms frecuentes los contagios heterosexuales, profesionales y en algunas otras circunstancias. Luego se extendi en un amplio discurso sobre los portadores, las vas de contagio, los cuidados, etc. Pero Severiano ya no le escuchaba. Enajenado y ciego, abandonaba la consulta. 67 Tertulia Los Crticos Ahora, pasado algn tiempo, Severiano se dejaba mecer por el tren mien tras, a la escasa luz del anochecer, vea pasar los postes de telgrafos en cuyos hilos, de trecho en trecho, se posaban grupos de golondrinas y vence jos. Las hileras de vides se abran y cerraban ante sus ojos como un gigantesco abanico, pero Severiano no vea ms all de sus pensamientos y recuerdos. Apenas haba pasado un ao desde el fatal diagnstico y no era sombra de s mismo. Su derrumbe fsico fue acelerado y el moral haba corrido parejo. Adelgazaba a pasos agigantados y todo tipo de infeccin haca presa de l; su piel era spera y seca, sus uas quebradizas; su tez griscea y manchada, su cabello escaso, ralo e incoloro; sus ojos desvados, con profundas ojeras; sus labios resecos y agrietados; y todo l exhalaba un olor peculiar pese a un esmerado aseo. Pero, lo que ms ensombreca su pensamiento era el abando no en que se encontraba. A poco de saberse el diagnstico, y no fue posible mantenerlo mucho tiempo en secreto, sinti la repulsa, cuando no el desprecio, de todos. El apar tamiento familiar y social haba sido completo. Silvia exigi, de entrada, la sepa racin y consigui la custodia de los hijos impidiendo cualquier acercamiento. Los amigos fueron poco a poco dejando de visitarle. El, por sus constantes recadas, sus internamientos para ser tratado y la debi l idad que arrastraba, incluso en los periodos de cierta mejora, dej de regir sus negocios y los gerentes y encargados excusaban su presencia. Ya iba para largo que dej de frecuentar el Casino, el Crculo. . . No se atreva ni a ir a la Iglesia. Quiz por todo ello, como una rebelda a esta situacin, das atrs, recin estrenada la nueva Primavera, cuando volvieron a brotar las amapolas del camino en el Saln de la carretera y volvi a verla, quiso desesperadamente estar con ella. Ella, que era la causa de sus desdichas, no podra negarle un momento - un ltimo momento - de intimidad, de placer. Al acercarse el tren a la estacin la vio. En ella la enfermedad no pareca haber realizado grandes estragos. Cuando el tren par, la observ acercndo se al coche cama. Dulcenombre, ya en el pasillo, desenroll la pequea nota: Te espero en el Gran Expreso - deca - entra en el departamento siete y esprame desnuda en la litera baja. Acostumbrada a tantas rarezas de su clientela, cumpli fiel mente el mandato de la esquela. An no haba acabado de introducirse entre las sbanas cuando l sali del aseo al tiempo que apagaba la luz. un olor extrao, apenas disimulado con los perfumes aadidos, la envolvi y cuando el hombre se introdujo junto a ella el hedor se hizo insoportable. El cuerpo que se peg junto al suyo era esquel tico, a la vez ardiente y fro, causaba un escalofriante sensacin y su contacto, al tiempo hmedo y seco, sugera el de un reptil . 68 Tertulia Los Crticos Dulcenombre notaba que se acercaba su boca, anhelante y ftida y reali zando un gran esfuerzo le dio un empujn que lo alej momentneamente. Cuando consigui encender la luz, l ya se levantaba del suelo y lo vio como una espectral y cadavrica aparicin que, con ojos enfebrecidos de deseo, le acercaba de nuevo su fruncida boca. Horrorizada y sin nimo para reaccionar, se sinti inmersa en una ola de asco y se hundi en una noche sin lmites. Cuando Severiano lleg a tocar con sus labios los de ella los not ya fros. Vio un profundo gesto de aversin en su boca y que sus ojos iban perdiendo el brillo. El cuerpo, fe resultaba abandonado e inerte. Espantado comprob que estaba muerta. Aument su confusin, not que las fuerzas que haba derrochado en los ltimos momentos lo abandonaban por momentos y se sinti desfallecer. Reali zando un esfuerzo sobrehumano consigui bajar la ventanilla. Amaneca, el aire fresco pareci darle un poco ms de fuerza y como pudo acerc el cuerpo de la joven y lo arroj al vaco. Severiano not que el pecho se le inundaba, que algo le iba atenazando y no le permita utilizar el aire que a duras penas consegua entrar en l. Quiso acercarse al timbre para llamar al mozo, pero antes de lograrlo cay pesada mente al suelo. Fuera del protocolo de la entrega del Informe Forense, el juez y el mdico se haban sentado amistosamente en la salita, que era como un apndice del despacho. En ella se refugiaba el magistrado para reflexionar y equilibrar sus sentencias. Haba escuchado con atencin los comentarios del Mdico Forense y extraado pregunt: - Y. . . dices que no hay seales de violencia. - Ninguna. Es claro que no era una chica virgen, pero no exsten signos ni restos de acoso sexual. No es que el cuerpo no presente laceraciones y desga rros, pero no son signos de lucha sino a causa de la cada; no se aprecian hematomas ni hemorragias, lo que nos indica que el cuerpo ya estaba muerto al rodar por el terrapln. La muerte se produjo indudablemente por un fallo car daco, pero no hemos conseguido saber la causa. No existe el ms pequeo indicio de enfermedad, era una muchacha completamente sana. El rostro pre senta una gran serenidad y solamente parece advertirse un rictus extrao. Si no fuera inverosmil, dira que ha muerto de asco. Ambos quedaron callados. La tarde, mientras oscureca, iba entrando tambin en silencio. Tras un momento, la calma fue rota por el bronco bocina zo de un tren que, a lo lejos, se pona en movimiento. Silvia miraba cmo el antiguo mercancas iniciaba la larga y pesada pen diente. estuvo largo tiempo observando la tenacidad de la mquina que iba, 69 Tertulia Los Crticos poco a poco, doblegando la cuesta. Se senta cansada. Acercndose a la mesa de trabajo de su marido, cogi un cigarrillo y volvi nuevamente a la ven tana. Despleg, una vez ms, la carta recin llegada y ley: -Lamento el trgico fin de su marido, pero le ruego que no se atormente inculpndose, son cosas de la vida. Usted es realmente portadora del virus VHL, pero no es fcil que despus del plazo transcurrido se desarrolle la enfer medad. Eso s, usted ser siempre portadora y puede contagiar a otros como ya pas con su pobre esposo.. . Su boca fue perdiendo el gesto preocupado y hasta se dibuj una triste sonrisa mientras volva a mirar a travs de los cristales. Dirigi de nuevo sus ojos a lo lejos, pero el tren.. . ya no estaba all. Como todos aquellos que tantas veces contemplaron juntos, haba desaparecido. No obstante, saba que maa na, pasado y todos los das. .. nuevos trenes subiran tenaz e incansablemente por la empinada cuesta de los Corrales precursora de la estacin. FDO RAMN CANDELAS ORGILS 70 Tertulia Los Crticos 8.5.- LA TRIACA MAGNA La Triaca Magna o Theriaca Magna fue un medicamento compuesto que goz antiguamente de mucha fama y fue usado como remedio o panacea uni versal , su denominacin vena del griego theriakos = relativo a las fieras. Era un medicamento muy complejo, que vari algo segn las pocas y las culturas pero siempre dentro de una cierta uniformidad. Estaba formado por ms de 65 componentes. Para su preparacin se realizaba un da concreto de cada ao e iba acompaada de un cierto rito y ceremonial . A este medicamento se le atribuan numerosas virtudes y se le atribuyeron varias acciones. Segn una antigua farmacopea de principios del siglo XVI (1.511) estaba integrada su frmula por: 3x1viij. (*) _ 3vj TROCISCOS DE SCILLITICORUM TROCISCOS DE VIBORAS PIPERIS LONGI SUCCI PAPAVERIS HEDYCHROI MAGMATIS ROSARUM RUBRARUM IRIDIS ILLIRICAE SCCI GLYCYRRHIZAE SEMIS BUMIADIS DULCIS SCORDIJCRETICI OPOBALFAMI CINNAMOMI AGARICI MIRRHAE ELECTIFSIMAE COSTI VEL ZEDOARIAE (*) Ver tabla de pesos de la p 74 71 Tertulia Los Crticos / afi. 3iiij. CROCI CAFSIAE LIGNEAE AROMATICAE NARDI INDICAE SUMITATUM SCHENANTHI THURIS PIPERIS ALBI PIPERIS NIGRI DICTAMNI PRAFIJ RHAPONTICI STHECADIS PETROFELINI CALAMINTHAE THEREBINTHINAE ZINGIBERIS RADICUM PENTAPHYLI POLIJ IVAE ARTRITICAE STYRACIS MEI AMOMI NARDI GALLICAE RUBRICAE LEMNIAE PHU PONTICI SEN FOLI MALABATHRI CALCITIDIS TOFTAE RADICIS GENTIANAE ANIFI SUCCI HYPOCIFTIDIS CARPOBALFAMI GUMMI ARABICI SEMINIS FENICULI 72 Tertulia Los Crticos 3iiij. 3ij. CARDAMOMI SEFELIS ACACIAE THLAFPIS HYPERICI AM Ml SAGAPENI CASTOREI ARISTOLOCHIAE TENUIS SEM INIS DAUCI AFPHALTI OPOPONACIS CENTAUREI GALBANI VINI FALERNI MELLIS ATTICINEL OPTIM I VIRTUDES: Es buena la Triaca para las enfermedades contagiosas, pes tes, fiebres malignas, viruelas, mordeduras de animales venenosos, en los venenos coagulantes como el de Cicuta, Napelo y semejantes. Es admirable en Colica ventosa, en la Perlesia, Alferecia, Apoplegia, Letar go, enfermedades histricas y dems accidentes provenientes de humores cra sos y vapidos. hace todos estos efectos despus de haberle acabado de hacer la fermentacin. LA DOSIS: La dosis de la Triaca era desde un escrpulo hasta un dracma en vino o en cualquier otro lquido apropiado, o en pldoras o bolos. MTODO PARA PREPARAR LOS TROCISTOS DE VIBORAS PARA LA TRIACA MAGNA: Se recogan las vboras ms gordas, en primavera o el otoo, se les cortaban las cabezas y las colas, se despellejaban y se les sacaban las entraas, separando los corazones e hgados, se ponan sobre hilos colgadas al aire y en la sombra hasta que se secaban. Cuando estaban secas se pulverizaban y los polvos se hacan masa unindole a Mucilago de Alquitira, hecho con vino blanco generoso, despus se dividir en pedazos, con los que se forman los TROCISTOS, secndoles a la 73 Tertulia Los Crticos sombra, una vez secos se untan por fuera con Balsamo, los Trociscos as pre parados se envuelven en papel blanco y se podrn usar, en el momento de fabricar la Triaca. MEDIDAS DE PESO EN ALICANTE (SIGLO XV) Felipe II restableci el sistema ponderal romano que perdura hasta 1.905 que se incluye el sistema mtrico decimal . El grano empleado para pesar era el de trigo. Las Unidades eran y su equivalencia con el sistema mtrico decimal en GRAMOS, las siguientes: S.M.D. LA LIBRA fi 12 ONZAS= 46655G. LA ONZA 3 - 8 DRACMAS= 3885G. LA DRACMA D 3 ESCRPULOS = 385 G. EL ESCRPULO 3 24 GRANOS = 1295 G. EL BOLO 04 12 GRANOS= 0650G. LA SILICUA d4.1 4 GRANOS= 0215G. EL GRANO 0 /(3/ 1 GRANO = 0055 G. EL AUREO A 1 DRACMA Y MEDIO = 480G. UN PGIL = Todo lo que se poda coger con los tres dedos: pulgar, ndi ce y corazn. PDO. MANUEL SERRANO GONZLEZ Doctor en Farmacia 74 75 LMINA N. 2 9 PLAZA DE ARRIBA O DE TOPETE de S. Aguado Tertulia Los Crticos 8.6.- UNA NUBE LLEGA A LO LEJOS... Estoy sentado en la terraza de un tico. Frente a m una pequea mesa y sobre ella un libro cerrado que, posiblemente, nunca termine de leer. Una brisa fresca se deja sentir, al filo mismo de la tarde que muere. El crepsculo comienza a iniciarse y por ello, el sol de Agosto, rojizo y pasional, dorado y agobiante, va hundindose dulcemente en el horizonte. La perspectiva de la Ciudad desde la terraza es impresionantemente her mosa. Los blancos edificios enormes y altos parece que pretendan araar con su cspides nuevas, el crespn violeta que envuelve la tarde que fenece. En el fondo permanecen, solemnes y mudos, los montes del Cid y Bateig tan familia res en el valle. De verdad que me sobrecoge la tarde que agoniza. Nada hay en el cielo, sino su misma inmensidad, su acostumbrada grandeza. Sin embargo, me fijo mejor y all, por la derecha, va llegando, tristemente perdida, una blanca nube. Recuerdo que, desde nio, me han gustado mucho las nubes. Siempre he admirado la majestuosidad con que se deslizan por el ancho camino del cielo. Solamente el viento las ayuda en su marcha. No tienen prisa y, nadie, limita sus ansias de caminos largos. La nube perdida est sobre m y me fascina su impoluta blancura, su pompa virginial y algodonosa. Quin fuera nube! Un raro xtasis me invade. Mis pensamientos, o mis sueos quizs se van haciendo, poco a poco, tremendamente extraos. Habra podido yo haber nacido nube Posiblemente hubiera sido mi mejor destino. Me habra podido evadir de esta sociedad que me sobrecoge y angustia. habra sido definitivamente libre, sin condicionamiento ni trabas. Por otro lado cunta felicidad hubiera repartido! Porque las nubes son para la vida una esperanza importantsima. Con qu satisfaccin dara sombra fresca al labrador sudoroso y cansado que trabaja unos campos, que tantas veces nada le dan. Con qu alegra marchara haciendo caminos, sin lmites ni fronteras, empujada por los cierzos transparentes del Otoo o por las virginales brisas de la Primavera. Puede tambin, en todo hay que pensar, que algn da pudiera horrorizada que me arrastrase, veloz, un vendaval , pues desde arriba, de lo alto, tambin deben verse las profundas miserias del mundo. En tal caso me pondra muy triste y es ms... hasta llorara, pero mi llanto -privilegio de ser nube- a nadie acongojara. Las lgrimas de las nubes son esperadas, con gozo, por todos. Cuntas rogativas se hacen en la tierra para que lloremos las nubes! Me duele pensar que, para dar felicidad, habra de convertirme en una nube llorona. Qu extrao me parece todo esto! Llorar para hacer felices a los 77 Tertulia Los Crticos dems. En nuestra Vida terrena, cuando existe el dolor viene el llanto y todo es angustia congoja, nadie sonre. Qu mundo ms distinto el de las nubes! Aqu abajo al hombre, la sociedad la estrecha ms y ms el camino, son ms angostos cada da los lmites en que se puede mover. Es el rey de la crea cin, pero un rey fatalmente encadenado. Resulta muy dura y trabajosa la andadura humana, sin embargo, la nube, qu horizontes ms amplios!, qu caminos azules recorre tan llevaderos. ..! Adems, da sombra, crea vida con su fresca lluvia y adorna con su blanca pompa, los paisajes. De haber podido ele gir vida, me hubiera gustado muchsimo ser nube. La brisa fresca se ha vuelto fra y su glida caricia me ha hecho despertar de mi sopor, de mi ensueo. La piudad, oscurecida por la noche, luce ya sus luminarias amarillas y en el cielo, quiebran su luz millares de estrellas misterio sas. Frente a m, silenciosa, est la pequea mesa y, sobre ella, un libro cerra do que, posiblemente, nunca termine de leer. FDO. JOSE M. BAN 78 Tertulia Los Crticos 8.7.- EL SUEO DE LOS ALMENDROS Cuadro de la biografa incompleta de -Andrs caminante- (inedita). Los sueos forman parte de la vida de los seres, y quin sabe, si tambin de las cosas y de los rboles. Cuando el fro del invierno empieza a buscar nuevos campos en los que poder extender su vuelo, apretar sus dientes, cuando en el espacio de nuestra Tierra todo empezaba a hablar bajo la claridad de un sol tibio, maanero, y Andrs andaba por el camino que sube desde Elda a Petrel, atento al paisaje que descubran sus ojos, y acompaado del trinar de los pjaros que son due os del campo abierto, en una pausa de ese concierto, escuch la voz de un labriego que trajinaba en un bancal escarbando la tierra apretada sobre las cepas de los rboles, que deca con tono de admiracin: -Ahora estn soan do los almendros-. Era esa hora en la que todo se engalana para saludar a la primavera que empieza a ensear su buena cara, de un nuevo vivir a estrenar. Y era en esa armona que ofreca la inmensa Naturaleza, de agradable temperatura, cuando en las ramas de los almendros se empezaban a abrir para ofrecerse a la luz del sol, los enjambres de florecillas con sus recin nacidos colores violeta, azulado, blanco, con los que cada nuevo ao adornan los campo y animan a vivir a los seres humanos y a los pjaros. De tan feliz sorpresa, sera bueno que en su caminar, Andrs, adems de gozarse con tan hermoso bordado de la Naturaleza, pudiera entender el men saje que los enjambres de florecillas balbucean al comps de la brisa, que pudiera traducir lo que sobre el sueo de los almendros conocen los pjaros, porque los pjaros saben mucho, y todo lo observan desde las ramas de los rboles, desde los matojos de los ribazos, y desde el aire. Sera de agradecer que de esas hermosas y sencillas pginas, Andrs que en su caminar quiere aprender algo cada da, pudiera sacar provecho aa dido a lo que hace un rato escuch de labios de aquel labriego contemplador cuando deca: Ahora estn soando los almendros. Y qu ocurrencia en aquella escogida hora! Paso a paso, Andrs sigue en su caminar con el deseo de poder contem plar con ms relieve, la corona montaraz de El Cid aguerrido, y con expresiva frente de meditacin, sigue dndole vueltas a lo que quiere decir la voz secreta de las florecillas de los almendros, al mismo tiempo que se recrea en la con templacin de sus colores, y se entretiene en observar la aparicin de los bro tes en las ramas que pronto cuajarn en frutos sabrosos de leche limpia. Entre todo ese concierto de vida, el sol extiende su podero repartiendo 79 Tertulia Los Crticos luz, siempre seguro en su rodar. Se oye venir de lejos el rumor acorde de los pobladores de Elda y de Petrel que se afanan en el laboreo de todo aquello que precisa de alio y ajuste en la obra que llevan entre manos, lo mismo que tam bin hacen los almendros, las fuentes de agua y los pjaros. Por todo este suceder, Andrs en su caminar, aprende que la existencia de las grandes y pequeas criaturas y cosas, de todo lo que su mirada descubre y su mente puede relacionar, que la vida est compuesta de imgenes y de sentimientos, que la vida es realidad y es sueo, segn le va enseando la aventura de su caminar, de lo que le dice cada paisaje que contempla. Y en ese concierto de luz y bellas estampas, es tambin cuando la voz cantarina de la campana de una Iglesia lejana invita a dar -las gracias por el disfrute de esta hora envuelta con la caricia de la brisa y del sueo de los almendros que traen el anuncio de una nueva primavera. FDO. ANDRS LLORET MART 80 Tertulia Los Crticos 8.8.- EL CENTRO CULTURAL ELDENSE, UN FECUNDO IMPULSO CULTURAL EN LOS AOS SESENTA. En los momentos actuales, afortunadamente, Elda disfruta de una activi dad cultural muy intensa, con exposiciones artsticas o divulgativas, charlas, conferencias o coloquios frecuentes, en cuyos actos participan prestigiosas figuras locales, provinciales o nacionales, concursos o certmenes de variada ndole y manifestaciones pblicas de gran animacin y categora. Y, por el con trario, se encuentra muy extendida la creencia de que en pocas anteriores a la presente no haba habido actividad alguna a este respecto. No hubo, cierta mente, sta proliferacin de actos de hoy, favorecida por una muy numerosa existencia de centros organizadores, subvencionados para la realizacin de ellas, ni existan locales apropiados. Cuantas iniciativas conocemos tuvieron un carcter particular, movidas por personas con inquietudes y dispuestas a crear un mbito abierto donde debatir cuestiones y cambiar impresiones sobre temas culturales en los que se hallaban interesados. As nacieron y desarrollaron una intensa actividad ms o menos larga en los primeros aos de los sesenta, agrupaciones como el Cine Club Elda, Club de Idiomas, Centro Excursionista Eldense, (del que, no lo olvidemos, sali el Museo Arqueolgico hoy municipal, por esfuerzo personal de unos entusiastas aficionados), Radio Elda y el Aula de Cultura de la Caja entonces llamada del sureste, a todos los cuales debemos agregar, en lugar relevante y destacado, el Centro Cultural Eldense, que desarroll una gran actividad entre 1960 y 1964, y a cuya labor queremos rendir un pstumo homenaje con estas lneas. Su germen, rastreando en el tiempo, podramos hallarlo en tres artculos publicados en Valle de Elda, los dos primeros en el nmero 30 (23-111-57) y el tercero en el 32 (6-4-57). Los primeros eran La luz, original de Violeta, y Por qu no, de Carola Gonzlvez. El tercero, de nuestro inolvidable amigo Paco Molla, era una calurosa acogida a la peticin que se contena en los primeros, y que, recogiendo el interrogante de Violeta Donde estn la Msica, la Poesa, la Pintura, y la estocada a fondo que Carola daba al problema, los saludaba con estas frases: Carola Gonzlvez, que arranca de una misma angustia, siente el dinamismo de la creacin; el optimismo de la accin. Aboga por la unidad de voluntades de los fervorosos de la belleza, de los oficiantes del Arte. Propone una Agrupacin de los Amigos del Arte, en cualquiera de sus manifestaciones. . . Molla exaltaba con la poesa de su prosa los valores del arte, de la cultura, de la literatura, y finalizaba ...Hagamos que no se pierdan en el estanque de la indiferencia y el marasmo, esas dos claras voces eldenses. Ellas nos hablan de algo estupendo 81 Tertulia Los Crticos y eterno: del espritu. Como respondiendo sin prisa a estas incitaciones, o por la propia dinmi ca de la inquietud cultural que alentaba en muchas personas de nuestra ciu dad, en mayo o junio de 1960 comenz sus actividades un llamado Grupo Cul tural Eldense, del cual la primera noticia que se difundi fue la conferencia dada por el pintor Gabriel Poveda sobre Velzquez y su obra, en el Aula de Cultura del Sureste, y que se presentaba como la VII sesin, celebrndose el 14 o el 21 de julio de dicho ao. El semanario eldense citado recoga en su nmero del 20 de agosto, por primera vez bajo el ttulo de Centro Cultural Eldense la sesin del mismo mes, con la audicin de la obra shakesperiana El mercader de Venecia, intervinien do en la presentacin y en el coloquio posterior, Manuel Romn, Juan Mart, Joaqun Planelles, Jos Alba, Juan Cabrera y otros. Por la relacin de miembros del Centro que intervienen en las sesiones podemos fijar algunos nombres de los que pusieron en marcha esta asocia cin, entre los que debemos recoger, adems de los ya citados,a Carlos Pastor Poveda, Jos Estruch, Del Ro, Carolina Gonzlvez, Diego Iguez Martnez, Antonio Vera Blasco, Carlos Gonzlez Gordillo, Alonso Gonzlez Coello, Ramn Candelas, Cndido Amat, Francisco Esteban, y Francisco Tetilla, relacin que es muy posible que debiera incluir algn otro nombre que por no figurar en las crnicas desconozco. Es digna de destacar la intensa, efectiva y brillante participacin del inolvi dable director musical Jos Estruch, que puso de manifiesto sus profundos conocimientos en esta materia, as como en otras relacionadas con el arte en general, en programas dirigidos por l, como Falla y su msica, con la audi cin del Retablo de Maese Pedro; Anton Dvorak y el Nuevo Mundo, El romanticismo en la msica (con una jovencsima Mari Carmen Segura ilustran do al piano la conferencia), Msica sinfnica de hoy, La Opera con audicin de fragmentos de Aida, Norma y Boris Godunov, y muchas otras ms, seguidas con gran inters por un numeroso pblico que haca insuficientes las butacas del Aula de Cultura, la Casa Sindical o el Casino Eldense, lugares habi tuales de celebracin de estos actos. A lo largo de los ms de cuatro aos de existencia del Centro, se aborda ron por socios del mismo o personalidades invitadas una gran diversidad de temas del ms alto inters, tratadas en una forma amena, coloquial, que haca gratas todas estas sesiones. Entre las muy interesantes que se celebraron podemos registrar las siguientes: La civilizacin rabe en Espaa, por Ramn Candelas y Cndido Amat; En torno al Quijote por Manuel Romn; El Antiguo Egipto, por Alba, Romn, del Ro, Mart, Candelas e Iiguez; Grecia antigua y su arte por Vera Blasco, Del Ro y Romn; Curiosidades de la vida animal por 82 Tertulia Los Crticos lguez, Carlos Pastor, A. Vera, Mart y Alfonso Rosas; Energa atmica por R. Candelas; La Filatelia por Luis Miguel Ibez y Estruch; La caricatura, por Francisco Esteban; El laboratorio de la vida por Juan Rico Castillo; Ilusionis mo por Francisco Tetilla, con juegos de magia y prestidigitacin por l mismo; Astronutica por Salvador Barcel Fuster, y muchos otros. Y entre las personas de fuera de Elda que pronunciaron charlas o confe rencias podemos citar al alicantino Juan Mateo Box, sobre el tema La mujer a travs de los tiempos, los monoveros Jos Alfonso e Isidro Vidal sobre La generacin del 98 y El mundo de los pintores respectivamente; el Dr.D. Luis Rivera, director del Hospital Provincial; Antonio Snchez Ario, gua de safaris en Kenya que vers sobre Caza mayor en safari; Manuel Fuentes Robert, economista; Doctora Pertejo Sesea, y muchos otros nombres de relieve. La actividad del Centro no se limit a estas conferencias, que se efectua ban semanalmente, sino que promovi otros actos como la Semana de Arte Sacro durante la Semana Santa de 1961, con intervenciones de don Antonio Poveda Maci, cura entonces de la Inmaculada, el Dr.D. Diego Cuenca Ruiz, el Rvdo. Antonio Hernndez Guardiola y otros. Tambin realiz durante largo tiempo un espacio semanal en la emisora Radio Elda, titulado Horizonte (La hora del C.C.E.) que estuvo bajo la direc cin de Diego Iiguez, siempre activo y entusiasta, abordando temas de vivo inters, como el celebrado con motivo del Da de la Poesa, en abril de 1964, en el que intervinieron en animado debate y recitando poesas propias y de clebres poetas, nada menos que Carolina Gonzlvez, Paco Molla y Juan Madrona. Con bastante frecuencia apareci en el seminario local antes citado una seccin bajo el ttulo de Coloquio, en la que miembros del Centro difundieron temas diversos, entre los que destacaron los que sobre astronoma, astronuti ca y ciencia espacial escribi Salvador Barcel, a cuyos temas era tan apasio nadamente aficionado. El Centro estableci excelentes relaciones con otras sociedades eldenses que tambin promovan actividades de orden cultural, como el Centro Excur sionista Eldense, con el que celebr una sesin conjunta, realizando miembros de ambos centros una charla sobre Espeleologa, con asistencia y participa cin en el coloquio de numerosos socios de los dos entidades, con sus presi dentes incluidos. De esta satisfactoria experiencia de colaboracin surgi la ini ciativa, expresada en artculos en el semanario local, de conseguir una gran Sociedad Cultural con la unificacin de todas las agrupaciones existentes en Elda, con el fin de potenciar sus respectivas actividades, idea que no lleg a cuajar por el tradicional individualismo existente entre nosotros. Tambin estableci vnculos con el Crculo de Bellas Artes, de Novelda, 83 Tertulia Los Crticos realizando sesiones conjuntas en aquella y esta ciudad, con la intervencin del noveldense Enrique Serrano Fuertes y del noveldense-eldense Francisco Este ban, desarrollando ste el tema La Caricatura en la primera de las sesiones celebradas. Finalmente sealaremos el concurso de dibujos para tarjetas de Navidad que promovi en 1961, con la nota curiosa de que en los primeros premios de las distintas categoras figuran los nombres, hoy tan acreditados en el arte pic trico, de Teresa Poveda Luna Teresany, Juan Guill Martnez y Alberto Ibez Juanes. En su no larga existencia, el Centro Cultural tuvo varias directivas. Caroli na Gonzlvez ostent la primera presidencia durante el periodo de iniciacin y rodaje; Carlos Pastor Poveda fue presidente entre 9-60 y 5-62, siguindole Carlos Gonzlez Gordillo hasta diciembre de 1962 en que se constituy nueva Junta directiva bajo la presidencia de Juan Mart Poveda, que permaneci has ta la extincin de la sociedad. Junto a ellos, unos formando parte de la directiva y otros colaborando activamente, fueron muchos los que pusieron todo su afn e ilusin al servicio del Centro y dieron a ste un vigor y popularidad extraordi naria. En Navidades de 1964, el seminario local haca una encuesta a los presi dentes de los Centros y Clubs Eldenses con la pregunta: Qu espera de 1964, a lo que el del Centro Cultural, Juan Mart, contest: Si un solo deseo pudiera verse cumplido, pedira sencillamente que en nuestra Junta siguiese habiendo ese espritu de trabajo, de sacrificio, dira ms, de abnegacin, que hoy existe. satisface y emociona ver la compenetracin y el deseo de colabora cin de este grupo de hombres a quienes el Centro ha unido con lazos de amistad entraable. Ha hecho suyo el adagio que dice Si quieres que tu surco en la vida se derecho, ata tu arado de una estrella. Lamentablemente, y a pesar de los buenos deseos de sus componentes, el Centro se extingui, sin adioses, en una fecha incierta que posiblemente habra que fijar a finales de abril de 1964, sin que desde entonces, en los treinta aos transcurridos, ninguna otra sociedad haya recogida el testigo que, proba blemente por cansancio, tuvo que dejar caer. FDO. ALBERTO NAVARRO PASTOR 84 85 LMINA N. 2 7 A. JOS CAVANILLES - Botnico de Manuel Serrano Tertulia Los Crticos 8.9.- LA VILLA DE ELDA EN LOS VIAJEROS DE LA ILUSTRACIN. A modo de introduccin, podemos decir que, con el triunfo del bando Borbnico en la Guerra de Sucesin Espaola y con la implantacin de su modelo absolutista y centralista va a comenzar paulatinamente la entrada de Nuestro Pas en el llamado SIGLO DE LAS LUCES, aunque ser durante el rei nado de Fernando VI cuando verdaderamente se hablar de la ILUSTRACIN, ya a mediados del Siglo XVIII. La Ilustracin supuso una poca de grandes reformas y progresos que afect a todos los aspectos de la vida nacional, tanto social como econmicos. La vida cultural y artstica originar una transicin entre el Barroco y el Neoclasi cismo, con la incorporacin de elementos Preromnticos ya casi a finales de ese Siglo. De los grandes avances de la Ilustracin, el viajar va a ser una experien cia literaria y sociolgica, tal como cita Gaspar Gmez de la Sarna. La influen cia viene lgicamente importada de Francia. Juan Jacobo Rousseau da la rece ta del viaje ilustrado (El hombre del Siglo XVIII viaja para conocer al hombre; no slo para conocer tierras y pases). As lo plasma en una de sus obras ms geniales: el Emilio. Por consiguiente, se viaja para ilustrarse, para estudiar los sistemas polticos y poder as aprovecharse de sus enseanzas en sus propios pases. Estos viajes son planificados minuciosamente hasta en los ltimos deta lles. Se precisan los sistemas a seguir, los mtodos de trabajo, los recorridos idneos, los tiles de viaje. Tambin se procuran cartas de presentacin para las autoridades de las ciudades que se van a visitar. Rousseau recomienda que esos viajes se realicen tambin fuera de las grandes ciudades, visitando peque os pueblos apartados, donde pueda encontrarse al hombre en mayor proxi midad con el estado de naturaleza. Citando nuevamente al escritor Gmez de la Serna, nos comenta que, los viajes de los Ilustrados pueden ser de variadas formas, todas ellas dependien tes de las motivaciones de cada viajero. As los clasifica en: A) VIAJES ECONMICOS: Estn dedicados principalmente a estudiar las estructuras econmicas del pas. Podemos citar a Bernardo Ward, Guillermo Bevles, y sobre todo a Jovellanos, quin visita Asturias para ver el estado de sus caminos. B) VIAJES CIENTFICOS NATURALISTAS: Son itinerarios para estudiar la flora, la fauna, los minerales, etc. Son notables los viajes botnicos de Cavani Iles por el Reino de Valencia y del Padre Sarmiento por Galicia. C) VIAJES ARTSTICOS: Principalmente para inventariar el Patrimonio Artstico despus de la expulsin de los Jesuitas en 1767 por Carlos II I . Desta 87 Tertulia Los Crticos can Antonio Ponz (con su monumental obra Viaje de Espaa, en 20 tomos, de 1772 a 1794), Vargas Ponce, Isidoro Bozarte y Jos Ortz, este ltimo ya a ini cios del S.XIX. D) VIAJES HISTRICOS Y ARQUEOLGICOS: Para estudiar las viejas y olvidadas culturas y explorar sus monumentos. Sealaremos al Marqus de Valdeflores, Francisco Prez Bayer y Jaime de Villanueva. E) VIAJES LITERARIO SOCIOLGICOS: Estos ilustrados, muy influencia dos por el citado Rousseau visitan los campos y aldeas y conviven con la gen te. Son los ms curiosos. Citaremos al Padre Florez, (quien en 1781 realiza un viaje a LA ALCARRIA.) Tambin a Jovellanos (con sus famosos Diarios), Toms de Iriarte, Leandro Fernndez de Moratn, Nicols de la Cruz y Bernardo M. Calzada. Una vez conocidos los principales Viajeros de la Ilustracin y sus mtodos de trabajo estamos en condiciones de saber si nuestra Poblacin aparece refle jada en sus libros de viajes. La Villa de Elda, aunque econmicamente no fuera muy importante (tena algo menos de 2.000 habitantes a inicios del S. XVIII), si era importante geogr ficamente ya que se encontraba situada en el Camino Real de Madrid a Alican te, Elche y Orihuela. Los orgenes de este paso son bien antiguos. Ya aparece citada en el Siglo III D.J.C. en el Itinerario Romano de Antonino como Mansin AD ELLO en la Va Augusta. Los viajeros rabes tambin la visitan (el poeta IBN-HAZUM) en su Obra QASID ALFAYA). Su posicin geogrfica durante los siglos XVI al XVIII la hacen muy importante como parada de postas y diligencias (distaba 7 horas de Alicante, 9 de Orihuela, unas 25 de Valencia y casi 15 das de Madrid!). Adems ofreca un refugio seguro contra el bandolerismo que sola infestar la zona. Los carruajes que procedan de Alicante en direccin a Madrid y Valencia penetraban en nuestra Villa por el Petrel de San Blas o Portal del Hostal (posi blemente llamado tambin Portal Mayor), entrando en la Calle del Mesn (hoy calle Antonio Maura), donde exista un hostal. Aqu los viajeros podan comer, asearse y estirar las piernas. Tambin se poda pernoctar. Los carruajes cam biaban las caballeras y reparaban los posibles daos en la herrera. Posterior mente el viaje segua su curso por la citada calle hasta girar por la Calle Nueva (que entonces se llamaba igual que hoy) y se terca por la Calle de la Vall (Hoy Ortega y Gasset) para salir de la poblacin por el Portal de Vall, que se podra localizar a espaldas de la Iglesia de Santa Ana. Una vez atravesado este ltimo portal el Camino Real segua pasando cerca del Convento de Nuestra Seora de Los Angeles en direccin a Santa Brbara y de all hacia Villena. Pascual Madoz, en su Diccionario Geogrfico Estadstico Histrico de 1846 corrobora lo anterior al citar a Elda: 88 Tertulia Los Crticos Pero el principal (camino) es la carretera de Orihuela y Alicante que unindose en Elche, pasa por dentro de la Villa que describimos en direc cin de Almansa y de Madrid (...) Hay 3 correos semanales de Madrid y Castilla, y otros 3 de Alicante, Andaluca, Valencia y Aragn. Cuando corren las diligencias de Alicante a Almansa pasan por Elda, donde se detienen a comer. La llegada del ferrocarril a Elda en 1858 fue prcticamente el fin de las dili gencias. Los viajeros de aquella poca prefieren ya utilizar el caballo de hierro. Corran nuevos tiempos. A continuacin, vamos a centrarnos en algunos de aquellos viajeros ilus trados que nos visitaron hace doscientos aos y que plasmaron sus impresio nes en sus libros de viajes. El 6 de Junio de 1787 pasa por Elda, camino de Valencia, el mdico y reverendo britnico JOSEPH TOWNSEND, quin recorre el Pas en una aventu ra llena de riesgos y fatigas que reflejar en su obra Viaje por Espaa en la poca de Carlos III. Townsend es un gran observador polifactico que se inte resa tanto por la flora y la fauna como por la geologa y el arte. Lamentable mente pasa por nuestra Poblacin sin detenerse apenas. Incluimos aqu sus observaciones de aquella maana de primavera: Despus de comer continuamos nuestro viaje durante cinco leguas mas hasta llegar a Villena. El camino discurra principalmente por un terreno rido e inculto, encajado entre yermas y desiertas montaas de yeso, en las que slo podran crecer cruces conmemorativas. En un barranco observ un pequeo arroyo que flua sobre un lecho de selenita y tena los bordes cubiertos de sal marina. Despus de atravesar las montaas entramos en el frtil Valle de Elda, completamente cubierto de vides, almendros, higueras, olivos, trigo, maiz, cebada y alfalfa. En los viedos araban con dos mulas, mientras que en los campos lo hacan con un solo burro. A la izquierda del camino, entre Elda y Villena se encuentra Sax (.. .) Observemos que, para el viajero ingls no pasan desapercibidos el manantial de Salinetas ni la riqueza agrcola de Nuestro Valle. No tenemos noticias de que otro de los grandes viajeros de la Ilustracin, Don Antonio Ponz pasara por aqu en su recorrido por el Reino de Valencia en 1789 para catalogar los bienes artsticos de los Jesuitas expulsados por Car los 111, ya que como el mismo comenta en su obra Viaje de Espaa al hacer referencia a Alicante y sus Pueblos, cita textualmente: Respecto de que es por ahora diversa mi ruta, dejremos esta relacin 89 Tertulia Los Crticos para alguna otra vez que se proporcione el andar por aquellos pases con algn espacio. Basta decir ahora que no ceden en poblacin, abundancia y amenidad a los que hasta ahora se han referido a este Reino (...) Tres aos ms tarde, en 1793 visita Elda y su valle el botnico valenciano Don Antonio Jose Cavanilles Palop, comisionado por Carlos IV para recorrer Espaa y examinar los vegetales que en ella crecan. Cavanilles es probablemente el viajero de la Ilustracin ms observador y documentado que visita esta zona. Su obra Observaciones sobre el Reyno de Valencia ha sido ampliamente estudiada, por lo que aqu comentaremos lo ms importante de su visita. Habla en primer lugar sobre la riqueza de la agricultura de este Valle (la componen 20.000 tahullas de riego esmeradamente cultivados), dando una relacin de medidas de produccin de aceite, vino, hortalizas, etc., todo ello gracias a Las aguas tan abundantes. Destaca una cita muy curiosa sobre el monopolio del esparto manufactu rado por nuestros antepasados que incluimos por la similitud que puede tener con los tiempos actuales y que nos demuestra que no hay nada nuevo bajo el Sol: Con el permiso concedido en aos pasados a ciertos individuos para extraer del Reyno el esparto en rama, recibi Elda un terrible golpe: gana ban sus vecinos cada semana 500 pesos, y desde entonces, apenas les deja 60 el esparto manufacturado. Sin duda ocultaron al Gobierno las grandes utilidades que el esparto deja, y que a l solo deben su prosperi dad muchos pueblos del Reyno. Los de Elda lo reducan a felpudos, y, as manufacturado se extra. Era preciso majarle de antemano, y como esta operacin ocupaba muchos brazos robustos que podan servir para la agricultura. Jose Juan y Anaya imagin hacerlo por medio de un martine te, sirvindose del agua para el movimiento, y de un nio para poner y revolver sobre una plancha de hierro los manojos de esparto, que reciban los repetidos golpes de un fuerte mazo. Con tal industria, un solo mucha cho hacia el da tanto como cinco hombres. Quedan an en Elda dos de estas mquinas, en que se majan unas 10.000 arrobas de esparto. Como otras fuentes de economa, Cavanilles cita la existencia de un moli no de papel blanco, dos de papel de estraza, una fbrica de jabn, otra de teja, siete fbricas de aguardiante y varios telares de lienza. El informe de este ilus trado valenciano es tan completo que, cincuenta aos ms tarde, en 1846 Pas cual Madoz se servir de l en su Diccionario Geogrfico. 90 Tertulia Los Crticos Para concluir, citaremos otro visitante curioso que viene a Elda a princi pios de 1808. Se trata del viajero francs ALEXANDRO LABORDE, quin des cribe esta zona en su obra Itinerario descriptivo de las Provincias de Espaa. En realidad Laborde es un espa que visita Espaa para facilitar a sus paisanos la conquista del Pas que ya era inminente. Es un viajero detallista pero un tan to precipitado, cometiendo algunos errores, como llamar al Ro Vinalop Ro de Elda en sus mapas o afirmar que Jorge Juan naci en Elche. Como su des cripcin sobre Elda curiosa y corta, la vamos a incluir textualmente: Luego se entra en la montaa llamada de salinetas; pase peligroso que dura como unos tres cuartos de hora, donde la soledad aumenta los ries gos que hay en sus gargantas. Toda esta montaa es de tierra rojiza de fondo de mrmol,. pero est cultivada hasta la mitad de su elevacin. La salida de este paso ofrece la deliciosa vista de un ameno valle, donde la multitud de rboles y de campos cubiertos de verdura, y los lugares que se descubren contrastan admirablemente con la desnudez y sequedad de las montaas que le rodean. Entrase en l por un buen puente de piedra de sillen para pasar una rambla considerable. A cierta distancia se divisa a la derecha el lugar de Petrel. Todo recrea aqu el nimo del viajero, que no se cansa de admirar la diligencia del cultivo en los campos, las vias, las huertas y los cercados, y la multitud de moreras, olivos, granados, almendros, albaricoques, y otros rboles frutales. As se llega a Elda a poco ms de media hora de travesa. Elda, villa con ttulo de condado, est situada en la orilla izquierda del ro de su nombre, casi al pie de la montaa o sierra de Camara. Fue poblada por los moros con el nombre de ldella; esto es, Casa de placer. Sus calles son estrechas, pero largas y bien alineadas; la poblacin es de unas 3500 almas, y tiene una buena posada. Hay una iglesia parroquial y un conven to de franciscanos, situado agradablemente extramuros. Esta villa tiene un pequeo pantano para el riego de su territorio: en l se cogen muchas arrobas de pasas: hay un molino de papel y dos del de estraza, siete fbricas de aguardiente, una de jabn, otra de tejas, dos mquinas para majar esparto, con el cual hacen ruedos felpudos, y algunos telares de lienzos ordinarios. A la salida de Elda, cesteada la montaa de Camara durante quince minu tos, se pasa el ro cuatro veces a cortas distancias; lo cual hace este paso peligroso y aun imposible en tiempo de grandes lluvias, en que viene a ser un torrente impetuoso; sigue una subida spera y pedregosa por la ladera de la montaa; despus de la cual se cruzan dos valles, plantados de 91 Tertulia Los Crticos vias y olivos; el ltimo de los cuales pertenece al Reino de Murcia, que por una prolongacin extraa se interna en el de Valencia. Luego se deja ver a corta distancia, sobre la izquierda, el lugar de Sax (..) Con la visita de Laborde finalmente este estudio sobre los Viajeros de la Ilustracin que, en sus viajes, pasaron por la entonces Villa de Elda. No nos ha sido posible localizar referencias en otros viajeros. Indudablemente debe haber las. Nuestra poblacin ser muy visitada posteriormente, ya en el siglo XIX por los Viajeros del Romanticismo. FDO. JUAN ANTONIO MART CEBRIN Elda, Abril de 1994 BIBLIOGRAFA: * Gmez de la Serna, Gaspar LOS VIAJEROS DE LA ILUSTRACIN. Alianza Edito rial . Madrid, 1974 *Madoz e Ibez, Pascual : DICCIONARIO GEOGRFICO -ESTADSTICO HISTRICO DE ALICANTE, CASTELLN Y VALENCIA. Edicin facsmil 1846. Institu cin Alfonso el Magnnimo. Valencia 1982 * Navarro Pastor, Alberto: HISTORIA DE ELDA. Tomos I y 11 Publicaciones de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante. Alicante 1981 *Townsend Joseph: VIAJE POR ESPAA EN LA POCA DE CARLOS I I I (1786 1787). Ediciones Turner. Madrid, 1988 Cavanilles Palop, Antonio Jose: OBSERVACIONES SOBRE LA HISTORIA NATU RAL, GEOGRAFA, AGRICULTURA, POBLACIN Y FRUTOS DEL REYNO DE VALEN CIA. (Edicin Facsmil 1795) Albatros Ediciones. Valencia, 1985. Ponz, Antonio: VIAJE DE ESPAA (Tomos 1 -IV, TRATA DE CASTILLA LA NUEVA Y REINO DE VALENCIA). Adunar, Madrid. 1988. Laborde, Alexandre: ITINERARIO DESCRIPTIVO DE LAS PROVINCIAS DE ESPAA (Edicin facsmil 1816). Libreras Pars -Valencia. Valencia. 1980. 92 E6 _ *4 -1 h ig i ffi ll ifi ll#4100 1 1 1 # 1 0.0 1 P ;;:::::: 11 /5011011Witeffillabli; illINIII111011111101i1111101MORMIP11111111pfibbl imismonwitokommiammigniiilsii 111 1011111111101olialli te 11111111110111111111F 111 1 1111111111111 , Nimbo 11111 .... , , , 101111 11 1 1010 IlitiiikeilM212 i William) ni, I . 1011 7 1. - -- 27. ____ 2-- -..N..-,_ ,X . .,..., -: _ .1 ,tr,T . Lt sc ,, ,r .. nrip ill11114 n 11, it 0/1110, ..1111111111 . 1M.Y. 90 ..klffl , .. hi , ,e. omilvoulnimmemi nnumiumin! 111,111minivionpouidiniliblyillpel_2 1 1 , _1 . _ __------=- I .0 - ii LMINA N. 2 8 CALLE RAMN Y CAJAL de S. Aguado Tertulia Los Crticos 8.10.- ESTN RIENDO LAS ESTRELLAS ...dej esta tierra tan pequea, emprend el vuelo hacia las estrellas. Hlderlin. Bajo los designios de Gminis orculo de paralelas miradas tu cuerpo de astro ha circuncidado mi carne, Bienaventurados los puros, los de corazn, porque ellos anidarn entre los dioses!. Manolo, estn riendo las estrellas, (sin fi ltros) sus risas y yo no se que decirles, qu les dir, yo no s que decirles y es que mi sangre trota de vesnica alacridad como lo hace el toro negro, libre, sobre los verdes pastos o ricos de su savia fertil. Manolo, se han entrelazado; (libres de palabras) la palabra y mi alma, indivisibles, y yo no se como separarles, quiero: no quiero aunque mi eco de lira me crucifique entre los acantilados o los cuerpos. Manolo, me estoy durmiendo, la vida es un dulce sueo, me estoy durmiendo y ya no se despertar, hacia dnde conducirn los cauces de Morfeo. Bajo las constelaciones o ros de leche virgen resbalando sobre la noche: mirar de frente, horizontes paralelos, caminar juntos entre el deseo y su marcar de res. A Emaus. . . Emaus. FDO RICARDO MORENO MIRA 95 Tertulia Los Crticos 8.11.- CON AGUA DEL BOTIJO -Todo est hecho-. As dijo el Sumo Hacedor un da y porque hormign no haba Adn fue hecho de barro y as empez el cotarro, pues no todo fue bien hecho aunque fue todo bien dicho, y es por eso que a este mundo le falta un tornillo fijo. Y otra vez el Hacedor desde su Gran Trono, dijo: -Todo est hecho. Perdn...! an falta que rompa Adn a medianoche un botijo-. Y fue Adn y lo rompi Y Eva tuvo el primer hijo. Y ya con aquel patrn se obtuvo un modelo fijo de Abeles de palo santo y de Caines canijos. Y otro da el Hacedor, paternal a Adn bendijo. Y para que lo cumpliera al mismo tiempo le dijo: -Con el sudor de tu frente ganars pan y cobijo. Y repoblars el mundo saliendo de este escondrijo-. Adn levant la mano, pidi la palabra y dijo: 96 Tertulia Los Crticos Lo de ganar pan y techo es trabajo flojo o fi jo... Tendr prima cada da... Comer toa de mijo...-. No empecemos... No empecemos... el Hacedor contradijo. Y no olvides que a este mundo la falta un tornillo fijo y da bandazos de cola lo mismo que un lagartijo-. Con tantas complicaciones sin prefijos, con sufijos y porque a Adn no le gusta que le den agua de/grifo y estar siempre sediento, por eso..., volver quisiera a su antiguo paraso, y all.., olvidar. .., olvidar.. ., la confusin, el redijo de/dije..., dijiste..., l dijo... donde el ANDAR..., el SABER..., no precisen de acertijos. Y aunque todo siga igual. Y lo dicho no est hecho. Y aunque est ya todo dicho, es un bendecir que ahora, los sedientos que sed tienen aqu podamos brindar en amistad.. ., sin tapijos con vino tinto de Yecla o con agua del botijo. FDO. ANDRS LLORET En el homenaje que el grupo LOS CRTICOS le hicieron a Andrs, el 11 de marzo de 1989. Publicado en la Revista Fiestas Mayores, Septiembre 1991. 97 Tertulia Los Crticos 8.12.- QUE NO SE DIGA Con buen andar.. ., camina...! Que no se diga que le falta corazn a la Vida, que la Verdad hace dao y que cura la Mentira. Que no se diga que la Fuerza vence siempre a la fuerte Razn viva, que la Virtud est rota y que el Amor no brilla. Que no se diga que todas las palabras estn dichas... FDO. ANDRS LLORET 98 Tertulia Los Crticos 8.13.- ESOS SECRETOS En secreto los pinceles de la aurora le van poniendo colores a las flores. Cuando la brisa reparte sus mensajes, las flores. .., para que el amor las mire forman parejas y ramos y echan al aire. .., a volar...! a sus locas mariposas por los jardines del pueblo, por lo alto de las torres! Porque han sido elegidas a coro por los colores para guardar los secretos, -esos secretos..., rojos y azules de los amores. .., a las flores. . ., que no las marchite el aire ni aquello.. ., que no tiene nombre. ..! FDO ANDRS LLORET 99 Tertulia Los Crticos 8.14.- CRITICA Y BEBE UN TRAGO Los Crticos han venido. los Crticos han llegado. Amigos de Don Quijote, caballeros sin caballo, y vencedores de follones a los que favor os piden dalles favor. . ., ayudallos. Hablan los Crticos, hablan por los codos, con las manos, surtidores de elocuencia no pueden estar callados, hablan de todo y de nada, de lo divino y lo humano, a los que criticar no saben dalles saber..., ensealos. Crticos que sois fontana con chorro de doble cao, a los que sedientos os piden agua clara o vino claro y por dentro y por fuera son crticos de secano s con un trago se salvan dalles. . ., dalles un trago. Crticos que sois molinos, molineros avispados que a un lado ponis la paja y al otro ponis el grano, a los que no tienen lengua critican y estn callados no les deis grano ni paja dalles que hablar, critica/los. 100 Tertulia Los Crticos Vosotros que sois el Norte de lo Concreto y lo Abstracto, arquitectos y peones que edificis sin descanso obras y buenas razones, a los que os piden cobijo no les deis razones caras dalles remedios baratos. A la cima de la Lgica los Crticos habis llegado y a los que la luz no llega, tienen fundidos los faros y les faltan claridades para verlo todo claro, a los que luz necesitan por favor. ..!, iluminallos. Con la Aurora sois Atlantes. De noche sois gatos pardos y sin aviso de campana Los Crticos os agrupis en el Templo del Saber a criticar cada sbado, a dalle esplendor al lema: Critica y bebe un trago. FDO ANDRS LLORET Al GRUPO LOS CRTICOS para corresponder en lo que puedo al acto de amistad que me hicieron el 11 de marzo de 1989. 101 Tertulia Los Crticos 8.15.- PERFIL DE LOS DESEOS. Queran ser nubes blancas los escondidos deseos y viajar de Norte a Sur y ganarle el trote al viento con el trote de un caballo de negro y brillantina pelo. Gritan los deseos, gritan en inofensivo juego para premiar la inocencia de los amores primeros, y quieren de un paraso ser ngeles justicieros y a la engaosa serpiente vencerle el dulzn veneno. Gritan los deseos y quieren coger lunas y luceros con la mano, y saber si los caminos del cielo son los caminos de rosas que aparecen en lo sueos. Quin podra mejorar la alegra de esos sueos En las ramas de los rboles, en los palomares nuevos la msica canta y vuela al comps de los deseos de las imgenes vivas que danzan en los espejos 102 Tertulia Los Crticos de las fuentes hechiceras para celebrar la fiesta del vuelo de los deseos. La sonrisa en los balcones y un velero en el puerto. las manos sobre las manos y en alto los pensamientos por los campos de alegra y por los mares abiertos. FDO. ANDRS LLORET 103 Tertulia Los Crticos 104 105 LMINA N. 2 6 CALLE DE LA IGLESIA de S. Aguado Tertulia Los Crticos 8.16.- DE ESTE QUE LO ES, DON JUAN Mi gran pasin, el teatro. Verlo, pero sobre todo hacerlo, representarlo. Pisar las tablas, sentir la agradable embriaguez de la metamorfosis de encarnar personajes que difcilmente podran ser interpretados fuera de un escenario. Discutible tal aseveracin, porque las dimensiones de la representacin se salen en otros aspectos, a menudo del propio escenario. Los nios, por ejemplo, en sus juegos preferidos que van desde los ya anticuados indios y americanos o policas y ladrones o a sentirse hroes como Kung Fu, Batman, Indiana Jones, sin olvidarnos de las historias fan tsticas que se montan en torno a las muecas y los artilugios de una tal Seorita Pepis. En suma, los personajes de moda que despiertan en las men tes infantiles la emulacin de sus gestas. Todo ello no son ms que puras representaciones, donde los nios inventan sus dilogos tratando de imitar gestos y voces. Qu es sino el que cuenta un chiste a la concurrencia mas que un actor que representa situaciones y emite dilogos y expresiones. Y as podramos seguir haciendo mil y una consideraciones. Pero no es por supuesto ese tipo de representaciones a las que me voy a referir. Me gusta el que est bajo el halo ancestral de la divinidad que en la poca helenstica y romana era musa de la comedia llamada Tala. Que nadie me pregunte cmo surge la vocacin al teatro porque no lo s. Ignoro si existe una regla fija, ni si se nace para ello. Mi aficin a hacer teatro, la chispa, surgi tempranamente, porque a los siete u ocho aos, en un local que serva de garaje donde por las noches se cerraba un automvil, junto con mi pandilla montamos un teatrillo de guiol , donde confeccionbamos los deco rados e inventbamos las historias tpicas alusivas al rapto, la bruja maldita o la calavera ladrona con las marionetas al uso incluida la justiciera estaca, que entretena y de que manera, a los que eran todava ms pequeos que noso tros. Aquellos aos primeros de adolescencia, la idea de poder llegar a tener un magnetofn era para mi como un anhelo permanente, pues imaginaba la cantidad de cosas que podra grabar en aquel mgico aparato. Aquella ilusin se hizo por fin realidad y una empresa catalana fabricante de adhesivos que lo usaba de dictfono, se lo vendi a mi padre, de segunda mano. Con aquel Ingra modelo 54, grab en solitario innumerables fragmentos de textos teatrales que encontr en la biblioteca de casa. La mayora, de las editoriales Siglo XX y Cisne, que marcaban el precio de cincuenta cntimos 107 Tertulia Los Crticos libreto, ediciones como La Farsa y Teatro Selecto entre otras, publicadas entre los aos veinte y cuarenta. As pude grabar escenas, fragmentos, fingien do voces e interpretando varios personajes. Y de paso, haciendo mis primeros ensayos radiofnicos, con programaciones que me inventaba donde no podan faltar informativos, musicales, radio -novelas e incluso publicidad, que copiaba de los anuncios de la poca. Consegu una vez ms involucrar a mis amigos y llegamos a grabar, entre otras, Una noche en el castillo, que escrib inspirado o en base al texto de un tebeo. Interpretacin, montaje musical y efectos sonoros quedaron bastante aceptables, pero que nadie, salvo nosotros mis mos y algn que otro familiar, escuchara jams. Fue sin embargo, mi encuen tro con el teatro radiofnico, que por diversos azares con base de empeo, se consolid de una manera formal, cuando con casi diecisiete aos entr a for mar parte del cuadro de actores de radio popular de Elda, la voz de Elda y Petrel de manera totalmente amateur. All en un programa llamado Radio -tea tro, con coloquio posterior a su emisin y en directo interpretamos La herida luminosa de Jos Maria de Segarra, La sangre de dios, Llama un inspector de J.B. Pristley, El baile de Edgar Neville y otras a modo de series radiofni cas. As termin por descubrir la radio por dentro y del texto teatral pas a cola borar en otros programas musicales e informativos de aquella desaparecida e inolvidable Radio Elda. Lejos estaba de imaginar que aquella apasionante afi cin se convertira bastantes aos ms tarde, en profesin. No voy a detenerme en detalles y ancdotas, que son ciertamente abun dantes por no alargar mucho la narracin. Por razones de mis ocupaciones profesionales de entonces, tuve que cambiar de residencia temporalmente a tierras catalanas, concretamente a un pueblo industrial muy cercano a Barcelo na: Mollet del Valls, donde exista una emisora parroquia!, en la que transcurri dos varios meses, los suficientes para hacer amigos y conectar con la idiosin crasia del lugar, entr a colaborar tambin en los espacios de teatro radiofni co, y tuve la oportunidad de conocer y compartir reparto en varias obras con el entonces incipiente y hoy extraordinario actor profesional Jose Mara Pou, que estaba haciendo sus pinitos en el mundillo teatral y en la emisora de su pueblo, y que pocos aos despus aprovechando que cumpla el servicio militar en Madrid, consigui introducirse en el campo profesional, en un estudio de doblaje y como extraordinario actor, Varias obras representadas permanecen en mi recuerdo de aquel entonces en tierras catalanas: El zoo de cristal de Tenesse Williams y Don Juan Tenorio de Jos Zorrilla. Recuerdos tan frescos en mi memoria, que todava retengo casi ntegramente los textos. El parntesis en la vida que supone el servicio militar, de cuyo perodo no 108 Tertulia Los Crticos obstante tambin resultan experiencias ms o menos variopintas, me sirvi para hacer mis pinitos, en las horas que poda, como escritor de obrillas pre suntamente representables, unas de carcter cmico, otras crticas y alguna ms con pretensiones moralizantes. Recuerdo incluso los ttulos: Atraco casi perfecto, El homenaje, La mscara del alma y otras que quedaron inacaba das y que nunca salieron de la carpeta donde guardaba las cuartillas. Pero en Elda exista algo muy especial. Una tradicin, una representacin teatral, cada veintiocho de Diciembre, da de los Santos Inocentes. La Metro Gol Mager Lindon de Nuyor, presentaba a Loretta Yunquina y Lorenso Por queiro en los papeles centrales del drama anfibio (u sease en dos idiomas) de la Pelcula Viva, folklor-musical, bailable y algo azarzuelado que spellidaba: El Seor Don Juan Tenorio o dos tubos un real, original de Emilio Rico Albert, conocido popular y cariosamente por Emilio Lechuga. Yo era un forofo del Tenorio eldense y no me perda representacin por que como todos los que asistan, me lo pasaba bomba. Recuerdo aquellos tenorios con su propio autor, Emilio Rico, en el papel de Don Juan. Jenaro Vera haca de Sea Ins. El Legas lo encarnaba Jos Muoz El sastre. Pascualico Tartana representaba una socarrona Brgida. Sandalio Requena era el Comendador. Roberto Sirvent el Pirra con su voz profunda daba vida al Don Diengo. El Chutti estaba a cargo de un conocido barman eldense, Vicente Maas. . . El Butarelli lo interpretaba Juanito Mira, si bien un ao el papel fue para Jos Antonio Gonzlez que era locutor de aquella antigua Radio Elda de la Inmaculada. Recuerdo tambin a Cndido Amat El Pincha haciendo El Sipal. Un elenco inolvidable de aquellos aos cuando yo era un entusiasta espectador, hasta que probablemente por razones de edad o can sancio dejaron de representarla a mediados de los sesenta. Despus de varios aos de silencio tenoriero, a finales del setenta y uno, alguien conocedor de mis aficiones teatrales debi sugerir mi nombre al grupo que intentaba rehacerse para reanudar la tradicin, y me llamaron para hacer una prueba en casa de Don Francisco Candelas, persona ligada al teatro aficio nado local cuya experiencia y buen hacer como actor le acreditaban como un director idneo. El ya haba participado muchos aos atrs en la representacin del tenorio. Al l me encontr con Jenaro Vera, Jorge Bellod, Antonio Juan Levadura, Juan Sanchiz, Salvador Lzaro Minuto, Jos Muoz Sastre, Sandalio Requena y Cndido Muoz Pincha, los apuntadores Romualdo Gua Ilard, Enrique Guill y Antonio Miguel Lucas, y los traspuntes Pedro Requena Pepi y Antonio Avils; y Juan Deltell en las tareas de presentacin. 109 Tertulia Los Crticos Sera posible relanzar de nuevo el Tenorio eldense... El empeo fue grande. Recuerdo a Candelas, en su casa, ensendonos a decir el papel. Yo tena encomendado el de El Legas, y recuerdo que me deca: Usted lo har. Usted lo har. .. pero reptalo. As comenc a formar parte del grupo de teatro de la Junta Central de Comparsas, con quien con aquel infatigable Antonio Juan Romero ya desapa recido, Juan Sanchiz y otros, pusimos en escena otras obras de cariz cmico como: El casado casi quiere, Anacleto se divorcia, Qu listo es Calixto!, La locura de Don Juan, que tuvieron un gran xito. As pues, el relanzamiento del Tenorio fue posible. La prueba de fuego realizada en Abril del setenta y dos con motivo de la Semana del humor orga nizada por la Junta Central de Comparsas, tuvo tan buena acogida por parte del pblico que se pas a su fecha tradicional de Inocentes, reinicindose as la cita y el reencuentro con la tradicin. Durante esta etapa, concretamente en el ao setenta y cinco lleg para mi un encuentro que, como aficionado al teatro me impacto. Fue realmente una apasionante experiencia. Rafael Maestre, director del grupo Coturno me llam y me dio el papel de Odoacro en la obra de Friedrich Drrenmat ROMULO EL MAGNFICO. Obra con la que recorrimos buena parte de escenarios de muchos pueblos de la Comunidad Valenciana, incluida Valencia, en la Facultad de Filosofa y Letras, y Cartagena, con crticas bastante favorables. Lo enrique cedor fue conocer y practicar otro concepto del teatro, con un Rafael Maestre sabedor como muy pocos del arte escnico en todas sus vertientes: sonido, iluminacin, textos, como su versin de la falsa comedia en dos partes de Drrenmat Rmulo el Magnfico. Aprend mucho durante ese periodo, estuvi mos incluso a punto de poner en escena una obra de Juan Rico y Amat, una comedia en verso llamada Costumbres Polticas, pero finalmente no fue posi ble. No puedo pasar por alto que con Coturno pude conocer y entablar una buena amistad con un monstruo sagrado del teatro nacional , el actor ya desaparecido Jos Mara Rodero, persona de una gran humanidad, afable y Rodero fue espectador de excepcin de algunos ensayos del Rmulo. Un gran profesional que le gustaba concentrase horas antes de la representa cin en el camerino. Otra experiencia no menos apasionante fue cuando en el ao setenta y nueve, la Junta Central de Comparsas me propuso ser y acept, Embajador Moro de las fiestas eldenses, cargo que desempe durante once aos. era 110 Tertulia Los Crticos compaginar fiesta y personaje, procurando siempre estar en las mejores condi ciones fsicas para interpretar con dignidad el papel. Vivencias realmente cauti vadoras. En mi memoria surge esta cita: porque aunque sea a pedazos, has de caer en los brazos de este que lo es, Don Juan. .. Es el final de una carta. Una frase que nunca Don Juan ha pronunciado de palabra. La lee la tierna, dulce y emocionada Sea Ins del alma ma a quien Don Juan seduce con delicadas lindezas como: alma de mi alma, pipiola de mi vida, bola roosa escondida en el fondo de un bal.. .. Y cmo podra estar todo esto ausente en mi recuerdo despus de casi veinte aos de representaciones; tradicin que se rompi cuando el Teatro Castelar se qued mudo, sordo y a oscuras. Recuerdos imborrables y ancdotas que puede que algn da los detalle. Fuerza es reivindicar con tenaz exigencia la pronta rehabilitacin y reaper tura del Teatro Castelar, sencillamente porque el pueblo lo necesita. Un da so que me encontraba sentado en una butaca en el Castelar. Estaba solo, totalmente a oscuras. El ambiente casi fantasmagrico era estre mecedor. Sbitamente, el escenario se ilumin, se alz el teln, el recinto se lle n de pblico, y en el proscenio muy cerca de las candilejas un personaje de capa y espada deca con voz altanera: Cuan gritan esos malditos... y la sonri sa se hizo y se mostr la farndula con sus stiras, dramas, comedias, farsas y dems gneros teatrales. El pblico aplauda feliz... Claro est que era tan solo un sueo. Todo se andar, espero. FDO MIGUEL BARCALA VIZCANO Abril 1994. 111 Tertulia Los Crticos 112 113 LMINA N. 2 10 CALLE GENERAL SOLCHAGA de S. Aguado Tertulia Los Crticos 8.17.- FEBRERO O EL ENCANTO FATAL DE LAS VIOLETAS Por Jos Luis V. Ferris Don Luciano Pascual de No y Bobadilla, natural de Campolongo, provin cia de la Corua, casado y con tres hijas, de cincuenta y ocho aos de edad, notario de profesin y filatlico en horas de asueto, era un hombre ntegro de los que ya no quedan. Se peinaba a la antigua (hacia atrs y brillantina), gasta ba bigote de gobernador civil (recortado y nostlgico) y corbatas oscuras con acento de seriedad y nudo impecable. Don Luciano Pascual de No y Bobadilla era catlico hasta la mdula, suscriptor de El Alczar y entendido en toros. Tena un perro viejo que paseaba los domingos, despus de misa, una mujer delgada y prudente que lea a Corn Tellado y lloraba en las bodas, y tres hijas que eran un dechado de recato y pulcritud. Su generosidad no tena lmites. Atenda a los indigentes con la limosna de su buena voluntad -siempre pens que el dinero corrompa la llaneza de sus almas- y les gratificaba con una dosis de nimo y una palmadita de cario en la espalda. Don Luciano Pascual de No y Bobadilla era un hombre de los que ya no quedan y un orgullo para Campolongo. Su semblante inmutable, la sobriedad de su gesto, su honda mirada y se vestir oscuro le daban ese aire de vaguedad y misterio, de respeto y lejana que pocos podan lucir. Sim embargo, lleg Febrero. Las nias seguan en Londres puliendo ese acento britnico que les abrira las puertas de una felicidad bien remunerada, y doa Angustias, intachable esposa, permaneca en la capital atendiendo a una madre enferma que reclamaba su porcin de cario. Don Luciano Pascual de No y Bobadilla, por primera vez en su vida, esta ba solo. La casa, un palacete rural que siempre le pareci pequeo para sus ansias desmedidas, le vena ahora demasiado grande. Oa con estremecimien to el eco de sus pasos resonando en las estancias. Oa su propia respiracin cuando, de noche, intentaba conciliar el sueo y senta en su piel el fro de la soledad. Tuvo miedo y ni siquiera Caudillo, su perro de compaa, le poda sal var de un vaco despiedado y gris. Sobre todo aquella noche en que el sueo se le negaba y desde la calle suban las voces desordenadas y alegres de una fiesta que incluso haba olvidado. Era Carnaval en Campolongo y todo el pue blo desfilaba embriagado de jbilo. Don Luciano corri discretamente los visillos y contempl, sin reconocer a 115 Tertulia Los Crticos nadie, decenas de rostro annimos que poblaban el paseo, todo un escndalo de formas y colores que a primera vista le pareci chabacano y vulgar. Ech la vista su juventud, a la poca en Santiago, aquel olor cerrado de la biblioteca, las cartas de su padre y el miedo, de nuevo el miedo. Un sudor fro le recorri la espalda. Se le humedecieron las sienes, las muecas, la frente, el cuello. .. Crey que estaba enfermo. Volvi a escuchar su respiracin, el comps acelerado de sus propios latidos mezclados con los rumores de afuera, ese maldito carnaval que le saba a reproche y a tiempo perdido. Encendi la luz del dormitorio, pens en su esposa, en las nias. Se palp el corazn, galopante y furioso, y corri hacia el armario. Escarb agitado entre los vestidos de su mujer. Destri los cajones de la ropa ntima, abri los joyeros, las puertas del tocador, acarici con ternura las pelucas de doa Angustias y se mir al espejo. Luego, como un rito, desliz el carmn por sus labios, se ajunt las medias, se puso el conjunto azul marengo con las puntas bordadas, la peluca rubio -platino, los zapatos de tacn y el lunar sobre el pmulo. Se corrigi el rimmel, la sombra de ojos y la marcada espesura de sus cejas. Luego se bes despacio, se contempl largamente con una sonrisa de orgullo y de piedad, baj la vista y escribi sobre un papel timbrado: Ha llega do mi hora. La felicidad me espera. Firm con el nombre de Mnica y sonri como nunca. Poco despus recre la mirada por las cosas de siempre, se des hizo de la nostalgia, cogi el bolso de piel y baj a la calle. Aquel Febrero de carnaval y miedo tuvo el encanto de las violetas. 116 Tertulia Los Crticos 8.18.- LA QUERIA, SABEDLO Por Jos Luis V. Ferris Al principio estaba inmvil, firme, aguntandose la respiracin y colgando la mirada sobre un punto perdido de la clase. No entenda la razn de aquel castigo, la endiablada manera con que haba sido zarandeado y el chaparrn de despropsitos que tuvo que soportar, uno tras otro, de su boca, de aquellos labios que hasta hoy le parecan los ms hermosos y lejanos del mundo y que, sin duda, desde aquel instante, haban perdido el infinito brillo del encanto. A Fidel, el nio de sexto que tena los ojos de almbar y pecas hasta el cogote, le pareca toda un declaracin de guerra la actitud a todas luces incomprensible de Elisa, su maestra favorita, la mujer que le ense el enigma de las races cuadradas y le propuso viajar por los mares remotos de sus atlas de mil colores. Porque aquella maana lleg nerviosa, es cierto; dej caer sus papeles sobre la mesa con un gesto rotundo y abri el libro por el tema diez como si all estuviera la explicacin de su enojo. Al momento, la clase se llenara de teoremas extraos y slo su voz, aguda y enrgica, impondra el dominio sobre aquel silencio extrao que pesaba ms que nunca y que nadie, absoluta mente nadie, osara profanar. Hasta que Fidel no pudo ms, hasta que el muchacho de los ojos redondos y pecas infinitas, sudoroso y tmido, no pudo con sus ganas y salt casi como un resorte, con la urgencia de la necesidad, a la mesa de Elisa con aquello de que por favor seorita que no puedo, que me he estado aguantando todo el rato por no incordiar pero, mire, vas al servcio, slo un minuto... : y ella, lenta al principio, cargndose de ira como quien hincha un globo que no se colma nunca, abriendo la mirada de par en par e incorpo rndose, incontrolada y roja, sobre la mesa, hasta romper en un torrente de improperios sobre Fidel, agitndolo y a rastras para llevarlo a su sitio, pero de pie, eso s, sin moverte del bando y de pie, firme como un palo, hasta que aca be la clase y ya veremos. . . Y all estaba l, con la mirada colgada no s dnde y pensando en ella, tratando de encontrar la clave del suceso, dando vueltas a aquel maldito acto de condena que le dola hasta el ridculo y le converta en el blanco de miradas desalmadas y risitas en voz muy baja. Y no entendi, y dej de observar el infi nito y, sin parpadear, apunt con sus ojos de francotirador hacia la maestra que le haba partido en mil pedazos el sueo de sus noches sin ella. Se relaj los msculos sin perder la posicin, vertical, feliz acaso, y comenz a pergear su venganza, sin prisas, dejando que Pitgoras se adueara de lo dems, que las hipotenusas treparan por la pizarra y el aire fuera un tringulo intil e inson 117 Tertulia Los Crticos dable. Quiz despus las cosas cambiaran del todo, quizs se complicaran sin necesidad, le podra costar el curso..., pero daba lo mismo, ya estaba decidido, nada poda ser ms grave que su derrota, injusta, absurda, ms amargo que la evidencia de su castigo en medio de los otros.. . Cogi aire, desvi su mirada hacia el nen del cielo desconchado de la clase, pens en algo fugaz como los besos. . . y se orin, os lo juro. Se orin encima con toda la fuerza de su calma, con el afn y el convencimiento todo, como quien se juega en ello la vida y agota hasta el lmite el jugo total de sus entraas. Se sacudi la desazn camal abajo y dej fluir durante unos minutos, unas horas acaso, durante un pedazo respetable de eternidad, la respuesta contenida a tanto desdn, la hmeda venganza y el alivio de ser, sin duda alguna, el centro indiscutible del mundo por mritos propios, premeditadamente, sin ella. 118 Tertulia Los Crticos 8.19.- AZORN, PRECURSOR DEL NUEVO PERIODISMO Por Jos Ferrndiz Lozano Azorn, el hombre de letras, fue por encima de todo un periodista. Ms de un centenar de sus 140 libros publicados son recopilaciones de artculos de prensa, algunos de sus ms destacados ttulos -Los pueblos, La ruta de don Quijote, literaria de Espaa nacieron en los peridicos y su oficio no fue otro que el periodismo, la nica dedicacin que le report ingresos. Pero adems de esto, Azorn fue en el periodismo espaol algo ms que una firma habitual. Azorn fue un precursor de la modernidad, un antecedente de primeros de siglo de muchos usos que hoy estn muy extendidos entre los periodistas. Al dia siguiente de su muerte el 2 de Marzo de 1967 Luis Calvo dejaba escrita en las pginas de ABC una curiosa premonicin que entonces pudo sonar a elogio fnebre y que ahora, a finales de siglo, recupera actualidad: el periodismo moderno es, en gran parte, hechura de Azorn, y su magisterio, for mal e intelectual, y su poderosa originalidad merecern algn da el minucioso de los eruditos e historiadores de la Prensa espaola del siglo XXI. Azorn, autor de unos 5.550 artculos, segn la cuenta del especialista norteamericano lnman Fox, protagoniz importantes novedades periodsticas que, a menudo, han pasado desapercibidas por estudiosos demasiados litera turizados que no han conseguido descubrir, ni por tanto reivindicar, el papel jugado por Jos Marttenz Ruz en el periodismo. Para empezar, Azorn fue un precursor de algunos usos muy extendidos n la actualidad. Fue un escritor que entendi, desde muy joven, que los dere chos de autor de sus libros no iban a darle para vivir y acert a refugiarse en las pginas de los peridicos, donde hall su verdadero y nico oficio. Yo no comenz a ganar dinero de una manera estable y regular hasta que entr de redactor de ABC, reconoca en su madurez, en una entrevista concedida al diario madrileo Informaciones en 1952. Antes haba estado en El Globo, donde una temporada hizo de redactor -jefe Baroja. Tambin haba sido colaborador en El Imparcial y pertenecido a la redaccin del diario Espa a. . . Todo esto era eventual. En cambio, el sueldo de Prensa Espaola ya fue cosa segura, aadia en esta misma entrevista, aunque siete aos despus, en 1959, se contradijo y manifest que el primer sueldo seguro y de suficiente lo gan en el diario Espaa. , en cuyas pginas haba escrito en 1904, una ao despus de incorporarse a ABC. Hoy por hoy, son muchsimos los escritores que podran suscribir confe 119 Tertulia Los Crticos siones anlogas, escritores en tesituras parecidas que han logrado profesionali zarse en las letras gracias a sus colaboraciones peridodsticas. Azorn fue, en este sentido, un claro antecedente. Fue tambin un adelanto en otra prctica muy actual: la de publicar, en muchos casos, el mismo artculo, a veces con leves modificaciones, en varios peridicos, anticipndose a los columnistas de agencias que ven reproducidas sus colaboraciones en numerosas cabeceras. Pero donde Azorn adquiere una trascendencia inequvoca en la historia del periodismo es en sus innovaciones tcnicas y en su aventurado considerar le, aunque casi nadie haya reparado en ello, como un precursor europeo, de primeros de siglo de lo que, luego, se ha conocido como nuevo periodismo, corriente que hicieron suya un grupo de periodistas norteamericanos en los aos sesenta que no leyeron, jams a Azorn. Es curioso comprobar cmo casi todos los elementos que definene a estos nuevos periodistas estadounidenses de los sesenta, estn ya en sus crnicas y entrevistas de 1905, sobre todo en sus colaboraciones en El Impar cial y en ABC. Las crnicas que envi desde Francia y Gran Bretaa en el viaje de Alfonso XIII a estos paises, que Azorn cubri como corresponsal de ABC, son la mejor prueba. Azorn se incorpor a ABC, procedente de El Imparcial, en su primer nmero como diario de Madrid. En los veinte mil ejemplares de aquel primer nmero diario, del uno de junio de 1905, apareca una de sus crnicas, enviada desde Pars, de la que se ha dicho es la primera que transmiti por telgrafo un periodista espaol desde el extranjero. Azorn hizo historia con aquella ancdo ta y con todo su viaje como enviado especial. En realidad, en 1905 era costoso para un peridico sostener correspon sales propios en el extranjero. El inters de los lectores por los asuntos interna cionales estaba, en cambio, en alza. Las necesidades pudieron subsanarlas las agencias. Una de ellas, la fran cesa Hayas, teji todo un imperio informativo en parte de Europa en el ltimo cuarto del siglo XIX. Lleg a suscribir un acuerdo de intercambio de informacio nes con otras agencias poderosas, como la alemana Wolf o la inglesa Reuter, por el que se distribuan, adems, sus reas de influencia. Las Hayas tuvo su clientela en los pases latinos -Italia, Portugal, Espaa y, ms tarde, en Suda mrica. En Espaa se ali con la agencia Fabra, fundada en 1865, que pas a ser una sucursal de la francesa en 1870. Hayas emita sus despachos desde Pars a la agencia Fabra, que los transmita a sus peridicos abonados en Espaa. Fabra, por su parte, enviaba 120 Tertulia Los Crticos informacin de Espaa a Hayas, que desde Francia la transmitia a sus clientes europeos, con lo que noticias que del extranjero tenan los lectores espaoles estaban condicionadas por la agencia francesa, que sola proteger y favorecer, naturalmente, los intereses de sus pas. De ah que haya de concederle una gran importancia a la decisin de ABC de enviar dos corresponsales propios a Pars, medida que permita al peridico ser dueo y seor de una informacin de inters internacional, al no tener que encomendarse a despachos forneso, en la que iba a estar implica do el rey de Espaa. Azorn, a sus treinta y dos aos, fue uno de aquellos dos corresponsales y con ello protagoniz un paso decisivo en el periodismo espa ol que luegos seguiran otros medios. TCNICAS INFORMATIVAS Pero 1905 marca otros puntos culminantes en la biografa periodstica de Azorn. Con antelacin a incorporarse a ABC, el escritor pone en revisin muchas tcnicas informativas desde El Imparcial, al conciliar informacin y literatura con admirable facilidad en sus reportajes recogidos bajo el ttulo de La Andaluca trgica y en su entrevista al poltico Romero Robledo, en la que vulnera todos los cnones al uso de la pregunta y respuesta, aadiendo otros alios y reparando en los gestos del poltico, algo que no acepta Romero Robledo, entonces presidente del Congreso, al verse en evidencia por detalles que supona no deba contar nunca un periodista. En un telegrama al presiden te del Consejo de Ministros, Romero Robledo desminti a Azorn, que no tard en defenderse: lo contado en mi artculo es rigurosamente exacto. De aquel incidente, interesa, sobre todo, la explicacin que realiz Azorn de su entrevista en un breve prrafo que podra parecer un pequeo manifies to: no se puede comprender, en efecto, dados la antigua norma y patrn de la intervi poltica, que un cronista visite a un poltico ilustre, le oiga hablar, le vea moverse, observe su casa, los muebles, la indumentaria, los amigos que le rodean, y crea firmemente, rotundamente, que todo esto tienen ms importan cia y le ha de interesar ms al pblico que unas declaraciones abstractas, secas, convencionales, preparadas, en que no hay vida, ni gestos, ni esponta neidad, ni ingenuidades. Estas manifestaciones y las crnicas del viaje regio de Alfonso XI I I, en las que tambin combina los datos informativos con recursos tpicamente literarios que no era costumbre utilizar en la redaccin de noticias, son los que convier ten a Azorn en precursor del Nuevo Peridismo de los sesenta. 121 Tertulia Los Crticos NUEVO PERIODISMO Tom Wolfe, uno de aquellos nuevos periodistas estadounidenses, estu di el fenmeno en los aos setenta. El mismo reconoca que haba descubier to esta nueva forma de entender el periodismo en 1962, al leer a algunos cole gas que realizaban reportajes que podan leerse como un relato. El Nuevo Periodismo vena a ser, pues, en su opinin, una sntesis de literatura e informa cin. Justo lo que ya haba probado, con excelentes resultados, Azorn seis dcadas antes. De hecho, Tom Wolfe, que deca que le ha tocado al Nuevo Periodismo llevar esta extraa cuestin de la crnica a primer plano, aada que lo que ms le haba interesado era descubrir que se podan escribir artculos muy fieles a la realidad empleando tcnicas propias de la novela y el cuento. Era el des cubrimiento de que un artculo, en periodismo, se poda recurrir a cualquier arti ficio literario, desde los tradicionales dialoguismos del ensayo hasta el monlo go interior, y emplear muchos gneros diferentes simultneamente. Wolfe deca que en el Nuevo Periodismo la unidad fundamental de trabajo no es ya el dato, la pieza de informacin, sino la escena. La identificacin de todo este credo con las experiencias azorinianas de los primeros aos del siglo es prodi giosa. Por sorprendente que parezca, cuando Azorn describe, en sus crnicas enviadas desde Pars a ABC, una funcin del Teatro de la pera y recrea bri llantemente la escena, al mismo tiempo que informa de un acto, est anuncia do y experimentando las mismas tcnicas que asumi el Nuevo Periodismo. Cuando describe el atentado al rey Alfonso XII I , las escenas de pavor e incerti dumbre que se generan a su alrededor y pasa a asumir un protagonismo poco comn entre los periodistas de su poca est, en realidad, regalando a sus lec tores dos cosas fundamentales: una noticia y una pieza literaria. PRECURSOR DE LA MODERNIDAD En aquellos trabajos de 1905, Azorn se presenta, posiblemente sin sos pecharlo, como un precursor de la modernidad en una especialidad que fue algo ms que una salida literaria a sus prosas; que fue su profesin, en la que introdujo, tambin, como en el resto de su literatura, una nueva esttica. *Artculo publicado en ABC el 20 de Noviembre de 1993. 122 Tertulia Los Crticos 8.20.- ACOTACIONES AL IDEARIO POLTICO DE ANTONIO MACHADO Por Enrique Cerdn Tato La lectura morosa e indagante de la obra machadiana nos transfiere, sin apelaciones convencionales, sin recursos tendenciosos, el gradual compromiso del poeta -con licencia de J.P. Sartre- ponderado por la misma cambiante reali dad histrica de Espaa. En este orden de cosas, Aurora de Albornoz afirma que tanto su trayectoria vital -la trayectoria vital de don Antonio- como el anli sis de los textos correlativos mostraran de manera axiomtica la evolucin ide olgica y poltica del autor de Alvargonzlez que desde un republicanismo burgus hereditario (sic) habra de llegar -caminando lentamente, primero; a rit mo acelerado, ms tarde- a una posicin socialista. Y aqu puntualiza: Digo posicin socialista. No me refiero a partidos, ya que Machado -lo manifest en varias ocasiones- no perteneci a ninguno. Con objeto de virtualizar el compromiso sustanciado, entendemos que la noadscripcin expresa a deter minadas formaciones polticas -y la validez y alcance de nuestra tesis est sometida hoy a todo tipo de tensiones- en modo alguno inhabilita, ni tampoco menoscaba, para el ejercicio democrtico. La propuesta de Aurora de Albornoz se nos antoja, pues, oportuna sobre certera y esclarecedora, mayormente en tiempos centrifugadores de timideces y asepsias. [tem ms, por cuanto nada conculca y an introduce un elemento de juicio en la criptografa literaria apto para resolver claves e iluminar opacas galeras. Por supuesto, no pretendemos aqu tan exhaustivo, profundo y suge rente estudio, sino slo el planteamiento y referencia de unos hechos concre tos, de unas circunstancias -orteguiana y objetivamente contempladas- que, sin duda, conformaron -radical izando- las actividades intelectual , artstica y humana de don Antonio. Porque -y salimos as al paso de ciertas peregrinas y dciles singladuras oficiosas- motivar actuaciones y escritos al amparo de una patologa senil , pro picia una imputacin poco solvente y de muy escasa fiabilidad: la de una irres ponsable, por moribunda e inconsciente, actitud. Actitud que, por otra parte, y en criterio de quienes tales conclusiones exhiben, vulnera sacralizadas intimida des y la pureza que, como valor cultural institucionalizado, administra los pres supuestos de una potica de elite. Dos testimonio acreditados -u son numerosos los que podramos relacio nar, aun sumariamente- avalan la consecuencia -y la coherencia- de Antonio machado, aun, verdad es, vapuleado, como tantos y tantos compatriotas, por la incivil contienda y las trgicas vicisitudes asentadas en el registro de su sen sibilidad. El primero de los aludidos testimonios se refiere a las fluctuaciones de 123 Tertulia Los Crticos su patrimonio lrico: No veo en estos ejemplos -Ricardo Gulln ha citado previamente Espa a en paz y el chirriante comienzo del soneto La primavera-, alejados en el tiempo, la menor eficacia potica, y creo que el estro de Machado no poda encontrar en tales pretextos oportunidad de manifestarse con su peculiar manera de expresin. Pero sera injusto aludir a decadencia cuando en la elega a Garca Lorca (1937) consigue uno de sus poemas ms plsticos e impresio nantes, y cuando, como digo, los descensos no estn centrados en una parte de la obra, al principio o al final, sino dispersos -en su ocasionalidad verdadera mente rara- en distintos espacios de ella. En cualquier caso, los poemas de juventud no debern ser considerados tcnicamente inferiores a los de madu rez, ni al contrario. Las -a nuestro juicio- acertadas observaciones crticas fulminan esa hip tesis deleznable de un Machado a quien la enfermedad, el prematuro senium, haba disminuido de su integridad intelectual como en sus recurso y disponibili dades creacionales, en tanto en cuanto distribuyen los posibles descensos cualitativos a lo largo de su andadura potica, disipando as una imagen dete riorada, til, sin embargo, y a lo que parece, a cuantos, sirvindose de ella, buscan desacreditar los compromisos ideolgicos y sociopolticos de don Antonio, infructuosamente, en base a una supuesta falta de fluidez en el desa rrollo paralelo de ideas y actos en los ltimos tiempos de su vida. En este mismo sentido esclarecedor se pronuncia Juan Gil Albert, cuando recuerda sus visitas a Villa Amparo, residencia del poeta y catedrtico durante su estancia en la Valencia capitalizadora por aquellos aos, de las actividades polticas, administrativas y culturales de la Repblica: All est l, con toda su luz, pero misteriosamente imaginado, sin asidero posible. Hacia l, nos volvi mos, sin embargo, para que presidiera con su colaboracin, cada nmero mensual de Hora de Espaa; y as ocurri desde el primer nmero al ltimo. Y creo que se cumplio con ello un azar de los que confieren, a la vida espiritual de un pueblo, contenido significante, es decir, iniquidad propia; y que, en este caso, hizo con nosotros, los jvenes, en momento tan crtico como aqul en que nos encontramos siendo espaoles, tuviramos a nuestro alcance a un hombre viejo ya -y hasta un tanto olvidado- que durante su vida haba prestado atencin, en su deambular por los andurriales patrios, a unos aconteceres que si hacan resonar en l las cuerdas silenciosas de la poesa no restaban pulsa cin a los registros del ciudadano, no por ms ocultos menos vibratorios, y cuyas ondas suban incluso, en ocasiones, a la superficie clsica de sus versos, con un dejo de stira o con el abolengo de una amargura no carente de indig nacin. 124 Tertulia Los Crticos Tanto la exgesis de la obra como la evocacin del hombre nos facilitan informacin acerca de los embates que sufri Antonio Machado -y quin no durante los trgicos aos de guerra y aun anteriormente, en el agitado perodo del llamado bienio negro. Abatido, conmocionado -llevando a Espaa tan adentro y tan prieta como siempre la llev l- supo, no obstante, mantener enhiesta su lealtad, con lucidez y fervor, hacia un rgimen con el que se identifi c libre y conscientemente: Aquellas horas, Dios mo -exclamar recordando la efemrides-, tejidas todas ellas con el ms puro lino de la esperanza, cuando unos pocos republicanos izamos la bandera tricolor en el ayuntamiento de Segovia. Poeta de lo popular, bien arraigado en la tierra o en las tierras espa olas, Machado elige -y se eleccin constituye un acta de compromiso- aquello que barrunt ms en consonancia con sus afinidades de hombre atento al pul so de la historia. Subyace en esta eleccin el viejo republicanismo heredado por por va familiar, as como su escolaridad en la Institucin libre de Ensean za, adems de otras experiencias quizs asimiladas de forma imperceptible, pero que habran de madurar -junto con el substrato ideolgico original- en la media del desarrollo de los conflictivos acontecimientos propios e internaciona les, en un proceso que concluira, finalmente, en la participacin activa y sin ambages, cuando la posibilidad real de la guerra adquiri peso especfico. A lo largo del citado proceso no se produjeron rupturas -acaso, vacilaciones e iner cias reflexivas-, sino que, de acuerdo con sus previas actitudes sociales, don Antonio alcanzar, no tanto como poltico y s como intelectual que investiga el entorno y la naturaleza de su tiempo, definidas posturas irrevocables. Cate gricamente se afianza en ellas a travs de Juan de Mairena, su irnico alter ego que tantas y tantas lecciones -al modo y uso socrtico- habra de dictar desde la ctedra del libro o del peridico. Y as escribe: La poltica, seores, es una actividad importantsima. . . Yo no os aconsejar nunca el apoliticismo, sino, en ltimo trmino, el desdeo de la politica mala que hacen trepadores y cuca ( listas, sin otro propsito que el de obtener ganancia y colocar parientes. Voso tros debis de hacer poltica, aunque otra cosa os digan los que pretendan hacerla sin vosotros y, naturalmente, contra vosotros. Absentismo, nepotismo, oportunismo. . . Tumores, en fin, consuetudinarios en nuestro corpus social, y no tanto por presumibles y alentadas incompatibili dades cvicas, cuanto por rentables maniobras de una corruptela contra la que paladinamente iba a avituallarse don Antonio de luz y area taquigrafa. La nueva miel labramos con los dolores viejos. La vesta blanca y pura pacientemente hacemos. 125 Tertulia Los Crticos Laborioso y colmenero, el poeta obra la miel y teje la vesta que habran de dar, por ltimo, en amargura y mortaja. Pero todo l es ya -con la rbrica de su agnico xodo- una gran revelacin en la palabra asumida como acto y en el acto equidistante -interina y prudente geometra ideolgica- de banderas y abdicaciones. A la hora, pues, de la exgesis, el compromiso devendr presen cia actora, aunque de tono mesurado, en la crnica de aquellos aos. Si como afirma el profesor Allison Peers, la nota caracterstica y genrica de la poesa machadiana es su alerta mirada hacia el futuro, en tiempos precipitados en el excipiente de la virulencia y la zozobra, el presente protagoniza y urge una acti va participacin en la problemtica espaola. Para salvar la nueva Epifana hay que acudir, ya es hora, con el hacha y el fuego al nuevo da. Puntualmente acudi don Antonio. Y su palabra habra de inflamarse y de afiliarse en la defensa de un maana diferente y estratificado todava en la ajena y hospitalaria tierra de Colliure. Se le fue el aliento al poeta, que jams la voz conciliadora y vigilante de este mismo maana tan suyo, es decir, tan de todos. El nonato Pedro de Ziga, heternimo consaguneo de los inefables Abel Martn y Juan de Mairena, se program, en sus orgenes, con supuestas aptitu des hegelianans, pero muy al da. A la reflexin pstuma de sus apcrifos pre decesores iba l a incorporar toda una propedutica que posibilitara el acceso -u el debate- a la joven lrica de la dcada de los veinte. Don Antonio, precavido y cauto, dispuso el lanzamiento de un nuevo satlite -bien instrumentado capaz de investigar la naturaleza y el alcance de los, por entonces, ms recien tes movimientos poticos. Pero, por lo que fuere, no funcionaron los mecanis mos y don Antonio se priv as de la prtesis literaria. Que se sepa, Pedro de Ziga nunca ingres en el escalafn de los complementarios machadianos. Por otra nmina no menos cuantiosa y cualificada -aunque quiz, s, algo ms diluida y discutible- posibilita el conocimiento de los factores determinan tes de la evolucin ideolgica de don Antonio. Es una nmina de nombres pro pios -Jorge Manrique, Gngora, Rubn Daro, Bcquer, Carnot, Kant. . .- y de hechos -desastre de Cuba y Filipinas, guerra europea, revolucin rusa, huelgas generales, ll Repblica espaola, alzamiento militar, defensa de Madrid. . .- que de alguna manera configuraron lo contenidos culturales y polticos de los com portamientos de Antonio Machado. Cmo no advertir, por ejemplo, en la ausencia de preocupacin religio sa, que apunta el citado profesor Peers, la influencia educativa de la Institucin libre de Enseanza Don Francisco Giner de los Ros se inscribe tambin, sin 126 Tertulia Los Crticos duda, en ese rol de suplementarios que objetivamente habra de transferir - una tica, una epistemologa, una metafsica- a los posteriores complementos instaurados a ttulo de ampliacin de sus caudales intelectuales, por el escritor. Cuando don Antonio Machado Nez se traslada a Madrid -en 1883- para hacerse cargo de su ctedra en la Unviersidad Central, toda la familia marcha con l. Sus nietos Manuel y Antonio, que cuentan nueve y ocho aos, respecti vamente, de edad, ingresan de inmediato en la Institucin, donde cursarn estudios bajo el rigor cientfico y la metodologa integral de Francisco Giner y Manolo Cosso. De all iban a pertrecharse con todas las armas culturales pro pias de la pequea burguesa -de las minorias selectas- liberal y racionalista: republicanismo frente a conservadurismo monrquico; laicismo y anticlericanis mo frente a tomismo. En cualquier caso, Krausistas e institucionistas critican al viejo orden ideolgico de la Espaa tradicional y patrocinan una marcha hacia el pueblo, porque, como afirma el historiador Emilio G. Nadal fue un relevo de minoras. Otra elite, la burguesa (laica y liberal), sustituye a la tradicional en la posesin de los resortes del pensamiento nacional, en tanto el hispanista Pie rre Vilar califica el fenmeno de hecho aislado y extrasocial. Antonio Machado, sin embargo, realizara en la prctica lo que, en princi pio, no dejaba de ser un programa terico: sin abdicar de su condicin, sin demagogia ni populismo, en el transcurso de los tiempos y movido por toda una serie de acontecimientos histricos, ira entrandose en el pueblo. Si su maestro don Francisco exclamara: El da que Espaa est a la altura de su paisaje! , el singular cantor de los campos castellanos iba -aos ms tarde- a testimoniar en prosa reflexiva y coloquial o con una fluidez perodstica nada desdeable la grandeza y la dignidad del paisaje humano espaol. Pero todo ello corresponde a una ulterior etapa del proceso que habra de operarse a lo largo de muy diversas vicisitudes y experiencias, siempre en rela cin con el amplio y variopinto contexto nacional y europeo. Por lo pronto nos encontramos ante un don Antonio que confiesa sus ms remotos orgenes ideolgicos, as como su incuestionable actitud de com promiso frente a los dramticos acontecimientos que conmovan al pas: Estudi -declara en 1936- en la Institucin Libre de Enseanza y tuve por maestros a Giner de los Ros, Cosso y Salmern, teniendo como condiscpulo a Besteiro. No es difcil , por tanto, deducir que mi formacin haba de ser liberal y republicana, que por otra parte haba de coincidir con la historia poltica de mis antepasados, ya que mi padre y mi abuelo eran republicanos fervorosos. Y, finalmente, concluye: De ser un espectador de la poltica, he pasado bruscamente a ser un actor apasionado. 127 Tertulia Los Crticos De aquel perodo de su vida juvenil guardar siempre un recuerdo devoto para don Francisco, a quien le dedicar, desde Baeza y a raz de la muerte del ilustre catedrtico y maestro, un emocionado elogio: Su corazn repose bajo una encina casta, en tierra de tomillos, donde juegan mariposas doradas. . . All el maestro un da soaba un nuevo florecer de Espaa. He aqu, pues, un rasgo tipificador de aquella elite intelectual avanzada, reflejo de unas clases burguesas industriales en abierta discrepancia -intereses econmicos contrapuestos de por medio- con la oligarqua representativa de unas estructuras rurales, caciquiles y eclesisticas. Otros seran la crtica social, la formulacin de una esttica a partir de la tica, la rebelda contra los princi pios vigentes, etc. Notas, en suma, muy divulgadas por la exgesis histrico literaria y que han venido utilizndose sistemticamente, con objeto de apuntar un traumtico noventayochismo de fabulacin azoriniana- y conservadora, en consecuencia-, y del que Machado, de acuerdo con la tesis de Tun de Lara, se libera por la fe en otra Espaa nueva (el sueo transferido por Giner de los Ros) y porque estima que la causa patritica se identifica con lo popular (la auspiciada ida hacia el pueblo deja en l de ser una entelequia). LA GUERRA NOS DEVUELVE LOS PODRES Y LAS PESTES. Toda la problemtica social espaola se ahonda y clarifica con el cataliza dor de la Gran Guerra. El Gobierno Dato declara la neutralida de nuestro pas, pero la configuracin define posiciones ideolgicas y polticas, en tanto propicia la especulacin desorbitada y el subsiguiente desarrollo de ciertos sectores de la produccin -carbn, siderurgia, papel, navieras-. Se agudizan las diferencias entre beneficios y rentas salariales, y las organizaciones adquieren un bien con quistado protagonismo en el vidrioso panorama de aquellos aos. Es entonce cuando don Antonio, por primera vez, al parecer, firma un documento poltico. Se trata de un manifiesto de adhesin a las naciones alia das y lo suscriben adems, entre otros: Amrico Castro, Cosso, Maran, Menndez Pidal, Ortega y Gasset, Fernando de los Ros, Unamuno, Araquis tain, Azaa, Azorn, Ramiro de Maeztu, Prez Galds, Prez de Ayala, Valle Incln. .. La aliadofilia de Machado se decanta -siempre de tono prudente y paci 128 Tertulia Los Crticos fista, alejada, por igual, del lerrouxismo belicoso y del exaltado carlismo germa nfilo de Vzquez de Mella por cuanto identifica la causa de las potencias alia das con la defensa de la democracia y del progreso incluso de las clases popu lares, muy en la lnea del dictamen aprobado, por mayora, en el X Congreso del Partido Socialista Obrero Espaol (octubre de 1915), en el que contraria mente Graca Quejido, Verdes Montenegro y otros espigaron la tesis de un conflicto armado ms entre pases capitalistas. De la postura de don Antonio frente a los acontecimientos europeos y a las implicaciones de stos en el desarrollo de nuestra vida social y cultural nos informa, no slo sus textos en prosa y los poemas de tal poca, sino la corres pondencia mantenida con don Miguel Unamuno, de la que traemos algunos fragmentos esclarecedores: Esta guerra me parece tan trgica y terrible como falta de nobleza y de belleza ideal. Despus de ella tendremos que rectificar algo ms que con ceptos; sentimientos que nos parecan santos y que son, en realidad, cri minales, inhumanos. Yo empiezo a dudar de la santidad del patriotismo (Baeza, 31 de diciembre de 1914). Yo tambin, en el fondo, acaso sea francfilo. Mi antipata a Francia se ha moderado mucho con eso que usted llama estallido de barbarie de las derechas, y adems fui siempre [falta algo] por la Francia reaccionaria y, sobre todo, farsante, rancia que, triunfadora, nos haba de agobiar con la divinidad de Racine, cosa ms lamentable que la guerra misma. La otra Francia es de mi familia y aun de mi casa, es la de mi padre y de mi abue lo y de mi bisabuelo; que todos pasaron la frontera y amaron la Francia de la libertad y el laicismo. La Francia religiosa del affaire y de la separacin de Roma, en nuestros das. Y esa ser la que triunfe, si triunfa, de Alemania. La otra, vestida de pavo real, hubiera sido hace aos barrida del mapa por el empuje teutni co. Lstima que tan noble espritu como Azorn se deje engatusar por esos agentes de Laction francaise (Baeza, 16 de enero de 1915). . . .A veces, sin embargo, pienso si lo que llamamos falta de voluntad, no ser una voluntad que quiera otra cosa distinta a la que nosotros quere mos. Algo as como si nadsemos contra la coriente. Pienso esto como consuelo a la tristeza de ver qu poco ascendiente alcanza sobre las mul titudes el esfuerzo de algunas nobles y fuertes voluntades. Lo cierto es que no se ve inquietud por ninguna parte. Y coincide nuestra mxima apata con la terrible guerra. Si, al menos, tuviramos el valor de nosotros mismos, de oponer un alma desdeosa -aunque parezca grotesco- a esos pueblos que hoy guerrean y preparar una guerra nuestra. .. Pero esto 129 Tertulia Los Crticos es una quimera. Si carecemos de una voluntad creadora de una finalidad, en qu basar nuestro orgullo Eso de que nos dejen en paz no puede ser nunca, ciertamente, un ideal, ni menos una realidad (Baeza, 21 de marzo de 1915). De este mismo epistolario citamos igualmente algunos otros prrafos sig nificativos -y casi actuales- en los que se cuestionan diversos aspectos de nuestra sociedad. Tenan intencin de escribirle -la carta data quiz de 1913- cuando le su soberbia composicin sobre el Cristo de Palencia, que encierra tanta belleza y tanta verdad como sta del xodo del campo. En esta tierra - una de las ms frtiles de Espana- el hombre del campo emigra con las manos libres a buscarse el pan en condiciones trgicas, en Amrica y en frica. Se habla de poltica -todo el mundo es conservador- y se discute con pasin cuando la Audiencia de Jan viene a celebrar algn juicio por jura dos. Una poblacin rural encanallada por la Iglesia y completamente hue ra. Por lo dems, el hombre del campo trabaja y sufre resignado o emigra en condiciones tan lamentables que equivalen al suicidio. Aparte de esa vileza -escribe a Unamuno en 1922- que usted seala con tan profundo tino, hay una desorientacin grande y una falta de visin cla ra del problema poltica entre los que ms se precian de comprensivos y aun, tal vez, no faltan hombres de buena voluntad descaminados y des caminantes. Yo tengo buenos amigos, personas dignas de aprecio por muchos conceptos, entre los llamados reformistas. in embargo, que como polticos han hecho una labor negativa, porque son los saboteurs ms o menos conscientes de una revolucin inexcusable. Otra carta, por ltimo, fechada en Segovia, en enero de 1929, cuando an el rector de Salamanca permaneca en el exilio, describe as el conformis mo de ciertos sectores pblicos: De poltica, acaso sepa usted desde ah, ms que nosotros, los que vivi mos en Espaa. Aqu, en apariencia al menos, no pasa nada. Y lo ms triste es que no hay inquietud ni rebelda contra el estado actual de cosas. Las gentes parecen satisfechas de haber nacido. Nadie piensa en el maana. Para muchos una cada en cuatro pies tiene el grave peligro de encontrar demasiado cmodo la postura. Pero a todos estos comentarios y reflexiones epistolares, a todos los tra bajos literarios y periodsticos referidos tanto a problemas internos como inter nacionales, don Antonio acompaa la accin. Da a da su compromiso con la 130 Tertulia Los Crticos causa republicana se hace ms pragmtico y adquiere un mayor peso especfi co. LA BREVEDAD DEL CAMINO EN NADA AMENGUA LA INJUSTICIA El poeta medita sobre las coplas manriqueas que Ehremburg ha recitado en lengua de Tolstoi. La fugacidad de ese trnsito que es la vida ya no le parece, como en otras ocasiones, argumento vlido para sancionar desigual dades. Tal vez debi de antojrsele que al propio y venerado maestro don Jor ge tampoco habran de cumplirle cabalmente, a la luz de los nuevos tiempos, sus filosficas estrofas. La injusticia, en definitiva, lo es y cuanto tienda a lenifi caria, en base a su menor cuanta temporal, constituye una nueva fraudulenta injusticia, una llamada de los poderosos a la resignacin recomendada de los oprimidos. Pablo Iglesias provoca, con sus palabras encendidas, las lcidas con clusiones, que, muchos aos ms tarde, expondr don Antonio desde el mira dor de la guerra. Pero, en mayo de 1918, participa en una manifestacin de solidaridad y pro amnista para los presos encarcelados por razones sociales y polticas, a raz de los sucesos de agosto del ao anterior, cuando, tras la huel ga de los ferroviarios de Valencia, el movimiento, primero reivindicativo, luego ya insurreccional, se extendi prcticamente por todo el pas. Si en sus recuerdos del lder socialista, Antonio Machado insina una aproximacin a las ideologas populares, no resulta menos cierto que, como l mismo explcita, se le escapan an las formulaciones marxistas. En su discurso a las Juventudes Socialistas Unificadas, con motivo del 1 de mayo de 1937, se define clara y honestamente en este sentido: Mi pensamiento no ha seguido la ruta que desciende de Hegel a Carlos Marx. Tal vez porque soy demasiado romntico, por el influjo, acaso, de una educacin demasiado romntica, por el influjo, acaso, de una educa cin demasiado idealista, me falta simpata por la idea central del marxis mo: ni que el factor econmico, cuya enorme importancia no desconoz co, sea el ms esencial de la vida humana y el gran motor de la historia. Ausente en l los fundamentos de la economa poltica, sin una valoracin adecuada de las leyes del modo capitalista de produccin, Machado, con su honesta y sincera actitud consuetudinaria, reduce a su asunto de simple afecti vidad la aceptacin o el del materialismo histrico, y se atribuye generosamente la posible falta invocando una formacin sin soportes cientficos, subjetiva e idealista. La metafsica desplaz a la dialctica. Habra aqu que rastrear las convicciones ticas de don Antonio, porque, sin duda, nos facilitaran el cdigo 131 Tertulia Los Crticos capaz de revelarnos su interpretacin neokantiana del socialismo, en el sentido de transformarlo en una doctrina moral , de acuerdo con los enunciados del fil sofo de Konigsberg y especialmente con las contradicciones de las relaciones sociales en base al perfeccionamiento gradual de la humanidad. No obstante, Antonio Machado, con un amplio criterio de tolerancia y soli daridad -ejercicio de autntico democristiano-, cooper decididamente con las fuerzas del socialismo cientfico, por cuanto suponen una manera de conviven cia humana, basada en el trabajo, en la igualdad de los medios concedidos a todos para realizarlo, y en la abolicin de los privilegios de clase. Palabras que implican una verdadera declaracin de principios. Con todo, la revolucin de Octubre conmovi profundamente al poeta espaol. Slo que, fiel a su esquema de valores, la examin a travs de la pti ca mesinica de un Dostoyewski , a quien apela para enaltecer las virtudes inhe rentes al pueblo ruso, inscritas en el marco de la eslavofilia y de una mstica del sufrimiento. Pero estas consideraciones no le impiden elogiar a Lenin y aun a Stalin, ni convenir en la oportunidad de la instrumentalizacin del marxismo, por parte de los dirigentes soviticos. Y aun cuando manifiesta su extraeza por la fenomenaloga revolucionaria, en tanto el alma rusa no tiene, en el fondo y a la larga, demasiada simpata por el dogma central del marxismo -el factor econ mico antes aludido-, que es una fe materialista, concluye, en sus reflexiones sobre la Rusia actual, que es marxista, pero es mucho ms que marxismo. Por eso el marxismo que ha traspasado todas las fronteras y est al alcance de todos los pueblos, es una Rusia en donde parece hablar a nuestro corazn. Obviamente, don Antonio observa un cierto eclecticismo y trata de conci liar y, an mejor, de acomodar el sistema de concepciones filosficas, econ micas y politicosociales de Carlos Marx a un humanismo limitado a or su pro pia raigambre burguesa. Como les sucedi a los socialistas utpicos. Machado desconoce tambin las leyes objetivas de la historia y se obstina en repechar contradicciones e injusticias ms por la va del voluntarismo y de las argumen taciones morales que de acuerdo con los mtodos dialcticos, entendidos tan to como doctrina ontolgica cuanto como gnoseologa del pensamiento y la cognicin. REFLEXIONES DE MAIRENA SOBRE LA COMUNA ASTURIANA. En el decurso del tiempo, la toma de posiciones de Antonio Machado se decanta y configura con mayor nitidez. No slo medita a lo largo de sus escri tos, sino que participa en actos concretos de indudable tendencia izquierdista. Y lo hace siempre -ya est dicho- con mesura y equilibrio, como si en ello fuera aquel gran respeto que profes a su pueblo y a sus tierras. Se suceden, pues, 132 Tertulia Los Crticos las manifestaciones de carcter poltico que, conforme al proceso de los hechos histricos, sern ms abundantes, ms difanas, ms comprometidas. En la anteriormente citada correspondencia con don Miguel de Unamuno hay una carta, de 1922, en la que se puede leer: Aqu hemos organizado una Liga provincial de los Derechos del Hombre y asistiremos a la sesin de la Junta Nacional para escuchar su mensaje. Cuatro anos ms tarde firmar el Llama miento de Alianza Republicana e iniciar un gil programa de actividades populares. Por ltimo, el 14 de abril de 1931, don Antonio, a la sazn catedrti co del instituto de Segovia -desde 1919-, izar, emocionado, la bandera tricolor en el ayuntamiento de dicha ciudad. La realeza -en frase de Snchez Guerra haba cedido a la realidad, y la Repblica vena a restituir aspiraciones y espe ranzas a un sector mayoritario del pueblo espaol. Para Antonio Machado se cierra un captulo no ya detentado a ttulo de heredad, sino asumido en un laborioso y responsable proceso de maduracin. Juan de Mairena nace al regazo del Diario de Madrid y con la reaccin manipulando los resortes de la joven Repblica. Lerroux pasa el testigo a los cedistas, y prosigue la carrera hacia el descrdito y la corrupcin. El recin alter ego machadiano escribe: En Espaa -no lo olvidemos- la accin poltica de tendencia progresiva suele ser dbil porque carece de originalidad; es puro mimetismo que no pasa de simple excitante de la reaccin. Se dira que slo el resorte reac cionario funciona en nuestra mquina social con alguna precisin y ener ga. Los polticos que pretenden gobernar hacia el porvenir deben tener en cuenta la reaccin a fondo que sigue en Espaa a todo avance de superficie. Para el apcrifo maestro los movimientos revolucionarios de Catalua y Asturias medulan una amplia reflexin poltica, tamizada por el estilo entre irni co y esotrico que lo caracteriza. Parapetado tras su novsimo sosias, don Antonio escruta la efmera realidad de aquella comuna asturiana que, muy pronto, y pese a la heroica defensa de los mineros, habra de venirse abajo. Es excesivo el empuje del ejrcito y de las fuerzas marroques de Lpez Ochoa. Luego, el siguiente episodio subterrneo ya denuncia la represin. Pero si en sus artculos periodsticos apenas se explicitan los sangrientos sucesos, Anto nio Machado, estremecido, los contabiliza y asimila, para mejor esclarecimiento de un ideario, da a da, ms firme y radical. El fingimiento literario condiciona cautelas y servidumbres. Y as, dificilmente aquella criatura, docta en retrica y en artilugios para el canto, y por paradoja meditada muerta en 1909, mucho antes de nacer, podra testimoniar los caonazos de Batet o la gesta de Mie res, si no en sutiles alusiones y en veladas referencias. 133 Tertulia Los Crticos Un ao despus, en el mes de junio de 1953, se celebra en Pars el Con greso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. En las declara ciones del prematuramente desaparecido novelista Andrs Carranque de Ros al Heraldo de Madrid, se citan como invitados espaoles a Valle -Incln, Manuel Azaa, Juan Ramn Jimnez, Antonio Machado, Luis Araquistain, Alvarez del Vayo, Garca Lorca, Ramn J. Sender y el propio Carranque de Ros. Se trata de un asamblea de inequvoco y relevante matiz izquierdista, y cuyo denomina dor comn de las diversas y enjundiosas intervenciones de los delegados (Gide, Aragn, Ma Waldo Franck, etc) se resuelve en una constante crtica -a veces explcitamente manifestada y siempre implcita en todos los discursos de lo que el actual sistema capitalista, como cultura, entendida en su ms amplio sentido, nos ha legado. All se cuestion una varia y compleja proble mtica: desde el paro obrero hasta el papel del escritor en la sociedad, sin omi tir, por supuesto, el anlisis riguroso del los regmenes fascistas. Don Antonio no asisti, no pudo asistir, pero consta su decidida adhesin al mencionado congreso. En los agitados meses que siguieron al pronunciamiento militar y a las subsiguientes luchas fraticidas se sustancia el manifiesto de la unin Universal por la Paz, que tambin avala con su rbrica Antonio Machado, en nombre del comit espaol, junto con Julio Alvarez del yayo, Angel Ossorio, el doctor Her nando y Manuel Azaa. Por aquellas mismas fechas se publica -primero en Ayuda y poco des pus en El Liberal, de Murcia- El crimen fue en Granada. La muerte brutal y gratuita de Garca Lorca -ejecucin fra, segn la tesis de lan Gibson o asesina to incontrolado de acuerdo con las sugerencias de Vila Sanjun, polos ahora de una vidriosa polmica- produjo en don Antonio un agudo dolor que habra luego mudarse - elegaco y definitivo- en versos irrepetibles: Se /e vio, caminando entre fusiles, pero una calle larga, salir a/ campo fro, an con estrellas, de la madrugada. Mataron a Federico cuando la luz asomaba. El pelotn de verdugos no os mirarle la cara. Todos cerraron los ojos, rezaron: ni Dios te salva! 134 Tertulia Los Crticos Muerto cay Federico -sangre en la frente y plomo en las entraas ...Que fue en Granada el crimen sabed- pobre Granada!- en su Granada... DEL XODO, EL EXILIO Y LA MUERTE Dificilmente se avino Antonio Machado a abandonar -ya para siempre como intuy- aquel rompeolas de todas las Espaas que era el Madrid bom bardeado de otoo y de metralla. La Alianza de intelectuales encomend su eva cuacin a Rafael Alberti y Len Felipe; el Quinto Regimiento trasladara al poeta y su familia hasta Valencia. Haba comenzado un xodo sin posible retorno. Alberti nos ha dejado un vivo testimonio de aquella escena: Quiz se encuentre escrito en algn lado. Pero de su sencilla despedida no he podido perder -ni perder ya nunca- el instante aquel en que don Antonio, con una sinceridad que nos hizo a todos brotar las lgrimas, diri gindose a Lster y a Modesto, ofreci sus brazos -ya que sus piernas enfermas no podan- para la defensa de Madrid. Poco ms tarde, desde su huertecillo de Valencia escriba el poeta, insistiendo una vez ms en su creencia ciega en el pueblo de Espaa: En Espaa lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a m me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los seoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre. En esta misma semblanza, Rafael Alberti recuerda cmo, aos antes, Antonio Machado accedi a colaborar en la revista Octubre -fundada por el mismo Alberti y su mujer- la primera espaola que dio la alerta en el campo de la cultura. Machado escribi un breve ensayo titulado Sobre una lrica comu nista que pudiera venir de Rusia, donde, al margen de cualquier consideracin cualitativa, afirma: Para triunfar del solus ipse (una fe metafsica como otra cualquiera, y precisamente la propia de la sociedad individualista, que vive hoy con el escudo al brazo enfrente de la Rusia sovitica) ser necesaria una fe comunista -no nos asusten las palabras- que puede engendrarse en el seno de una fraternidad laboriosa. Algunos meses despus, ya instalado en Rocafort, don Antonio trabaja abrumadoramente. Son frecuentes sus articulos en Madrid, Cuaderno J. revista Hora de Espaa, en cuyo nmero VII I (Agosto 1937) se recoge la intervencin 135 Tertulia Los Crticos de Machado, en el II Congreso Internacional de Escritores, titulada Sobre la defensa y difusin de la cultura. El congreso fue inaugurado por el doctor Negrn y clausurado por Martnez Barrio, y en l intervinieron, entre otros, Tris tn Tzara, Anna Seghers, Juan Marinello, Ilya Ehremburg, Freedor Keliyn, Mal com Comley... En este mismo ao publica don Antonio su ltimo libro La guerra, que contiene textos en prosa y poemas ya aparecidos igualmente en diversas revis tas. Ao inflamado de combatividad lrica, alumbrar adems, Viento del pue blo, Espaa en el corazn y Espaa, aparta de mi este cliz, de Miguel Hernn dez, Pablo Neruda y Csar Vallejo, respectivamente. Pero el xodo arrastra al poeta y lo deposita en Barcelona. es la penlti ma etapa de un periplo trgico y doloroso. Antonio Machado es ya un militante activo y no cesa, pese a las condiciones precarias en que vive, en su trabajo de escritor, de comentarista poltico atento a las coyunturas nacionales y extranje ras. En La Vanguardia aparecen puntualmente sus crnicas bajo el epgrafe genrico: Desde el mirador de la guerra. De nuevo llega la hora de partir. Es el exilio. Yo no deba salir de Espaa -dice Antonio a su hermano-. Sera mejor que me quedara a morir en una cuneta. Una madrugada concluye su artculo de homenaje al general Rojo y dispone la marcha. El almanaque deshoja una fecha: 22 de enero de 1939, Cinco das ms tarde cruza la frontera por Cerbre. Le acompaan, con su familia, Carlos Riba, Navarro Toms, los hermanos Xirau, el doctor Tras, Cor pus Barga. . . En Colliure -a horcajadas entre Oxford y Mosc- se cierra el definitivo captulo. No volver jams a Espaa ni vivo ni muerto mientras siga el actual estado de cosas. Y all permanece prestado en tierra ajena y piadosa, fiel a un ideario poltico, limitado siempre a aceptar como legtimo solamente el gobierno que representa la voluntad libre del pueblo, de ese pueblo que es el lado de Espaa y junto al que hay que ponerse si algn da tuvierais que tomar parte en una lucha de clases. *Publicado en Cuadernos Hispanoamericanos. Madrid, octubre -diciem bre, 1975, enero 1976. Num. 304-307. 136 1141 11 11111111 137 LMINA N. 2 11 REPLA CETA DEL CASTILLO de S. Aguado Tertulia Los Crticos 8.21.- FINCA LACY: LA GRAN DESCONOCIDA Por Juan Marhuenda Soler y Rafael Hernndez Prez. A orillas del Vinalop, en su margen derecha y en el centro de una exten sa llanura que bien puede denominarse como el lecho del valle, donde quiz siempre se ha desarrollado la vida agrcola y huertana que hizo famosa su fertili dad en toda la comarca desde tiempos inmemoriales, y a la que tanta referen cia hacen los historiadores locales, se halla la finca conocida como la Casa de Lacy. Enclavada en la partida de la Jaud, todava se reconoce el pasado esplendor, inconfundible por su bella silueta, en la que destaca en un extremo, su torre campanario, y toda ella flanqueada por unas bellas y esbeltas palmeras que parecen fundirse con los rayos del sol. Una visita en la actualidad a la Finca Lacy pudiera hacernos dudar de que aquello fue un autntico vergel. Olivos, vinas, almendros, toda clase de frutales y, a sus pies, entre rbol y rbol, cubriendo la extensin con todos los matices imaginables del verde: trigo, cebada, avena, alfalfa, legumbres -que tenan por reina las mejores habas de la zona-, tomates, melones.. , en fin, la mxima riqueza que cualquier tierra frtil pudiera soar. Hasta en la primavera, esa tie rra, todava infecunda, te regalaba la vista con mares de rabanizas blancas, amarillas o moradas que asemejaban desde la distancia fantsticas plantacio nes coloreadas por mgicos pinceles. HISTORIA DE LA FINCA Y SU DESCRIPCIN La caracterstica de los restos de los frescos hallados, la composicin de los ladrillos de adobe que forman la zanja para conservar el hielo, unos grafitis en las que aparecen, entre otras, la fecha de 1796, y otros elementos arquitec tnicos, presuponen que los orgenes de la hacienda se remontan, como mni mo al siglo XVII, dato este que podra confirmarse con la referencia a los libros de la antiguas contaduras, que aparece en las escrituras y testamento, del que parte la investigacin. De los documentos hallados hasta el momento en el Registro de la Pro piedad de Elda, cuya extensin y detalle nos habla de la importancia de la finca, de sus rentas y propietarios, y de los vecinos colindantes y transmisiones o herencias, se desprende que tras el fallecimiento en 1856 de D. Pascual Reig y Martnez, de procedencia oriolana, propietario de la finca denominada de La Jaut (sic), y levantado su testamento por el notario Pedro Turn, los herederos de la hacienda pasan a ser sus cuatro sobrinas Pilar, Margarita, Teresa y Manuela Reig y Gonzlez de Villaventn. 139 Tertulia Los Crticos En ese momento, aparece en esta historia quien posteriormente dara nombre a la hacienda, sera su propietario y, con el tiempo, llegara a ser el Marqus de Lacy. D. Salvador de Lacy y Pascual de Bonanza, que as se lla maba, accedi a la propiedad al estar casado con Manuela Reig, una de las sobrinas, heredera parcial de la hacienda. Interesado en adquirir y refundir todas las partes de la propiedad, Lacy, tras heredar, a travs de su mujer, la parte de su cuada Teresa, fallecida el 15 de julio de 1875 sin otorgar testamento, compra la parte de su otra cuada, Margarita, as como pequeas parcelas a numerosos propietarios colindantes y, finalmente, la parte de su ltima cuada Pilar, ya fallecida y sin descendencia, con un complicadsimo testamento en el que instua como heredera a su alma, lo que oblig a Salvador de Lacy a tratar directamente con la curia de Orihuela. Manuela, la esposa de Lacy, fallece el 6 de octubre de 1878, con lo cual , fraguada ya la refundicin, queda como nico propietario del latifundio, cosa que sucede en 1889, por escritura levantada al efecto. Para afrontar todas estas compras, Lacy tuvo que pedir un prstamo hipotecario de 22.000 ptas al 5,5 de inters, concedido directamente por el Gobernador del Banco Hipoteca rio de Espaa, D.Juan de la Concha Castaeda, ex -ministro de la Corona y senador del Reino. Lacy estuvo representado en la escritura por su sobrino, D. Manuel Reig y Lacy, comandante de caballera residente en Madrid. La deslin dada hacienda fue justipreciada en 125.000 ptas. Por aquel entonces, Lacy ya tena el ttulo pontificio de Marqus de Lacy, caballero de la Orden de San Juan de Jerusaln, que, con carcter hereditario, le fue concedido por el Papa Len XII I en 1883. Nacido el 24 de abril de 1828, cinco aos despus de enviudar de Manuela, cuando contaba con 50 aos, contrajo segundas nupcias con Mara de la Concepcin Zafra y Torres. De ah que, casi con toda seguridad, el nombre con el que aparece referenciada la fin ca el algunas ocasiones, La Concepcin, se deba al nombre de su segunda mujer. Tras la refundicin de 1889 la descripcin de la hacienda queda reflejada como una colonia agrcola de 223 tahullas de tierra plantada de via, olivar, almendros y rboles frutales, con 19 horas y 6 azumbres de agua de la del rie go de la huerta de Elda. Dividida en dos trozos, en el primero, mucho mayor, de 210 tahullas y medio, se hallan enclavados varios edificios: uno denominado casa principal, marcado con el nmero 22 de polica (placa sta robada mien tras se elaboraba este trabajo) y compuesto de piso abajo, un alto y torre con varias dependencias y almazara. Mide 34,8 metros de frontera por 25,8 de fon do. Dentro de la hacienda, figuraban otras casas de habitacin que formaban una unidad, marcada con los nmeros 19, 201 y 21 de polica y que, en con 140 Tertulia Los Crticos junto medan 3419 metros de frontera por 26,3 metros de fondo, compuesta de piso bajo, un alto y torre con bodegas, cubos, lagar, alambique, corral y habitacin para el colono, ermita y otras anexidades. Y otra casa marcada con el nmero 24 de polica, de un solo piso y sta no subterrneo de 815 metros de frontera por 15,8 metros de fondo. Adems una zanja para el depsito del hielo de medidas 71 x 16 5 . Alrededor de la zanja existan balsas para retener el hielo. Era una finca que tena derechos para regar de la rambla (se supone que era del ro Vinalop). A travs de todas su historia, la finca aparece en los documentos oficiales con las denominaciones de La Jaut, La Hacienda de Reig, La Concep cin, o La casa del Pino. Paradjicamente, el conocimiento popular siempre la ha nombrado como Finca Lacy, que dicho con el particular seseo de los eldenses sonaba algo as como El assi. Del seguimiento documental se deduce una mala administracin de la hacienda por el Marqus de Lacy, lo que le obliga a solicitar tres prstamos de garanta hipotecaria en 1897, 1899 y 1901 causa presumible de que la propie dad cambiara de manos en 1903 en favor de Da. Antonia Navarro Mira, cono cida popularmente por La Pinocha, propietaria de la Casa Modernista de Novelda, entre otras mltiples haciendas repartidas por toda la provincia. La propiedad es comprada por el precio de 72 . 500 ptas . , cantidad que inclua, adems de la Finca Lacy, otras dos fincas ms que posea el Marqus en la provincia. Da. Antonia estuvo representada en el acto de la compra por su yerno, D. Antonio Gmez Tortosa, abogado y vecino de Novelda, quien, a partir de 1920 junto a su esposa, Da. Carmen Navarro Navarro, pasaran a ser duenos por donacin en vida de la legtima duea. En ese momento, ya figuran en el documento legal de la donacin con el tratamiento de Condes de Gmez Tortosa. La situacin legal de la finca permanece estable hasta 1929, fecha en que es donada nuevamente por los Condes de Gmez-Tortosa a su hija, Da. Luisa Gmez-Tortosa Navarro. Cuando accede a la propiedad de la finca, esta mujer cuenta 35 aos, se encuentra soltera, situacin que perdurara hasta su muerte hace tan slo algunos aos. De los testimonios orales conseguidos, se sabe que Da. Luisa, a pesar de residir en Madrid, visitaba frecuentemente la finca, acompaada por su aya y algunas jvenes de Novelda, por los meses de sep tiembre u octubre, interesndose directamente por la marcha de la hacienda. Da. Luisa mantendra ya la propiedad de la finca hasta el ao 1972 en que la aporta, junto a otras dos fincas ms, como capital a la Sociedad Mer cantil La Jaud S.A. , empresa que se encargara de vender la finca en su totali dad al Ayuntamiento en el ao 1986 para la creacin de un polgono industrial , 141 Tertulia Los Crticos proyecto actualmente en desarrollo, que dio lugar al desmantelamiento de la estructura agrcola, con el arranque de ms de 6.000 olivos y al deterioro y desaparicin de los rasgos arquitectnicos de la casona, cuyos elementos de valor han sido esquilmados por desaprensivos, como consecuencia del aban dono. La conservacin y restauracin en lo posible de lo que an queda en pie es, en ltimo extremo, la finalidad de este trabajo de investigacin y de las acciones paralelas emprendidas por el Grupo Mosaico para evitar su desapari cin, lo que parece asegurado tras el compromiso pblico del Ayuntamiento de paralizar su derribo y asumir la consolidacin, arreglo y utilizacin de la casa, en una rotonda digna, dentro del futuro polgono industrial, como homenaje a una Elda del pasado. LA VIDA COTIDIANA EN LA FINCA LACY Los Ponsoda: Una familia, una finca, un destino y una aoranza. Desde los tiempos del Marqus de Lacy y luego ya hasta casi los aos 80, el mantenimiento de la Finca Lacy est ligado a la familia de los Ponsoda, como caseros, cuidadores y administradores de la propiedad. Esta relacin se remonta a finales del siglo pasado con Jos Ponsoda, El To Pepe de Sella, y luego se prolongara a travs de hijos y nietos. Una memoria viva, testigo y protagonista durante ms de 60 aos de la vida cotidiana, dura -y puede que solitaria- all en la lejana finca de Lacy, es sin duda Cndida Ponsoda Giner, hija menor de aquel hombre venido de Sella, en la montana alicantina, tras una ta que estuvo en Monvar y que, instalado en principio de aparcero, lleg a administrar otros arrendamientos en nombre, primero del Marqus de Lacy, al que renda cuentas peridicamente, y luego a la familia Gmez-Tortosa Navarro. Cndida, con ms de 80 aos, arropada por hijos, nietos y sobrinos, comienza a hablar, agolpndose los recuerdos en su mente: Yo nac all en el Assit (sic). Aquello era un vergel , no haba un trozo de tierra que no estuviera cultivado. Vivamos toda la familia en casas distintas, no nos faltaba de nada. Vendamos vino, aceite, frutas y hortalizas. Por all estaban el To Toms Mala c, de Monvar, el To Rules, Salvador Molina, el To Pascual . . . LA CASA De la casa, claro que me acuerdo, era muy seorial, con una cocina baja preciosa y muchas habitaciones. Un gran patio que tena un naranjo amargo, de la casa de arriba, la de los seores, que estaba cerrada mucho tiempo, me 142 Tertulia Los Crticos acuerdo que tena piso de madera y otras habitaciones con manises blancos de flores y otros adornos azules. Haban tambin unos mdulos forrados con falditas para sentarse y tambin unos sillones o divanes en forma de S para dos personas que, sentados, se miraban. En el descansi llo, de la escalera que suba a la torre, haba un pasillito que se comunicaba con el saln, estaba acristalado y causaba mucho respeto pues all rezaban, no sabra decir a qu santo o santa. Todava emocionada, sin embargo en su rostro afloran unas carcajadas para anadir: Llegu a conocer al marqus una vez que mi padre nos llev a mis hermanas Eleuteria, Isabel y a m -mi otra hermana Carmen no vino- a Ali cante. Era un hombre pequeo, viejecito, con la barba larga y blanca. Creo que viva con su hija casada en la Casa Carbonell, por San Nicols. Comenz a dar le palmaditas a mi padre y le deca: Ay Pepe, ay Pepe. Fue la nica vez que 1 en mi casa se contaban muchas historias y ancdotas. Mi cuado, Carlos Valls, casado con Eleuteria, contaba que de nio se cruz un da con el Marqus sin decirle nada. Entonces le agarr de la oreja dicindole: T no sabes que cuan do se pasa por mi lado se dice Buenos das tenga el seor Marqus. Al sol tarlo, Carlos empez a tirarle piedras con su honda y el Marqus tuvo que suplicarle que no le tirara ms. Tres das estuvo Carlos escondido en un pajar. An as, cuando sali, se llev una paliza . En otra ocasin en que mi padre fue a visitar al Marqus, el criado le pregunt: A quin debo anunciar. Y mi padre le dijo Al to Pepe de Lssit. ... Tras una espera, apareci el Marqus con sus familiares y amigos y ponindole la mano en el hombro a mi padre, les dijo a todos: Os presento al hombre que me ha heredado el ttulo. Y es que mi padre empez siendo el to Pepe de Sella y acab siendo el to Pepe de Lassit. Cndida apenas recuerda haber visto los restos de un tiovivo que era de obra, segn le contaba su padre. Se hallaba saliendo de la casa hacia aba jo, siguiendo un camino con olmos que se estrechaba y desembocaba en una prgola o caseta de madera que era utilizada como comedor de verano, muy cerca de la zanja que haba para el hielo. Qu tiempos! Mi padre siempre lleva ba una marrajita del mejor vino a la iglesia de Santa Ana.. . Y cuando se mola el aceite, esto era un trasiego de personal . Y la muela de la almazara, que todava est, decan que estaba desgastada y trajeron una de la cantera de Bateig. A los dos aos estaba deshecha y tuvimos que volver a poner la primitiva. * Publicado en la revista Alborada. Num.38. 143 Tertulia Los Crticos 144 LMINA N. 2 12.- Comentario Deseosos de comprobar por nosotros mismos que la tan comentada foto de Elda de 1858 careca del ms mnimo trucaje, subimos, el grupo de mis amigos Los Crticos y un servidor, al punto donde la perspectiva nos indicaba que era en el que, con mayor probabilidad, se situ en su da el fotgrafo Jacques Laurent. Tuvimos la humorada de hacerlo tambin con cmara de placas, pao negro para cubrir la cabeza del fotgrafo durante el enfoque, y toda la parafernalia que el sistema conlleva. El resultado est a la vista. Ni hubo, ni hay truco alguno. La forma ms grfica es mostrar las dos copias juntas, como aqu hacemos. El perfil de la Sierra del Cabal lo y las dos lneas verticales que cruzan sobre ambos monumentos lo demuestran ERNESTO ORTIZ ARTEAGA 146 147 Tertulia Los Crticos INDICE 149 Tertulia Los Crticos 150 Tertulia Los Crticos Pgina 1.- HISTORIA DE LA TERTULIA DE LOS CRTICOS DE ELDA 9 2.- INTRODUCCIN 13 RAMAS Y TEJAS 3.- FICHAS DE EXCURSIONES 15 4.- MEMORIA DE ACTIVIDADES DE LA TERTULIA LOS CRTICOS. ELDA - 1990 23 5.- ARTCULOS DE PRENSA 25 HOMENAJE A ANDRS LLORET MART - VALLE DE ELDA - 17-3-1989 25 ALMUERZO -CONVIVENCIA CON ENTREGA DE NOMBRAMIENTOS - VALLE DE ELDA - 27-5-1989 25 AS SON LOS CRTICOS DE LA TERTULIA - VALLE DE ELDA - 29-9-1989 26 LOS CRTICOS HOMENAJEAN A PEDRO MAESTRE GUARINOS LA VERDAD - 24-5-1990 27 LA TERTULIA DE LOS CRTICOS INICIA NUEVA ETAPA AL AMPLIAR A SUS SOCIOS - LA VERDAD - 30-5-1990 28 6.- INVITADOS QUE FIRMARON EN EL LIBRO DE HONOR DE LA TERTULIA 31 7.- PUBLICACIONES COLECTIVAS 35 A ENRIQUE CERDN TATO - INFORMACIN - 16-6-1990 35 VISITA A ELDA Y PETREL - INFORMACIN - 28-10-1990 35 QUE SE VAYA LA FERIA NOS PARECE MAL - VALLE DE ELDA 43 A UN POETA LLAMADO ANDRS LA VERDAD. INFORMACIN, HOY - 17-9-1993 45 8.- PUBLICACIONES INDIVIDUALES 47 8.1.- EL CUENTO DE LA BURBUJA 47 8.2.- EL CELA QUE NO EXISTI 53 8.3.- LA ALQUIMIA 56 8.4.- AMAPOLA DEL CAMINO 65 151 Tertulia Los Crticos 8.5.- LA TRIACA MAGNA 71 8.6.- UNA NUBE LLEGA A LO LEJOS. 77 8.7.- EL SUEO DE LOS ALMENDROS 79 8.8.- EL CENTRO CULTURAL ELDENSE, UN FECUNDO IMPULSO CULTURAL EN LOS AOS SESENTA 81 8.9.- LA VILLA DE ELDA EN LOS VIAJEROS DE LA ILUSTRACIN 87 8.10.- ESTN RIENDO LAS ESTRELLAS 95 8.11. -CON AGUA DEL BOTIJO 96 8.12.- QUE NO SE DIGA 98 8.13.- ESOS SECRETOS 99 8.14.- CRITICA Y BEBE UN TRAGO 100 8.15. -PERFIL DE LOS DESEOS 102 8.16. -DE ESTE QUE LO ES, DON JUAN 107 8.17.- FEBRERO O EL ENCANTO FATAL DE LAS VIOLETAS 115 8.18.- LA QUERA, SABEDLO 117 8.19.- AZORN, PRECURSOR DEL NUEVO PERIODISMO 119 8.20.- ACOTACIONES AL IDERIO POLTICO DE ANTONIO MACHADO 123 8.21. -FINCA LACY: LA GRAN DESCONOCIDA 139 152 Tertulia Los Crticos INDICE LAMINAS 153 Tertulia Los Crticos 154 Tertulia Los Crticos Pgina LAMINA 1 - EL TNEL 11 LAMINA 2 - PAVOS 21 LAMINA 3 - PAVO REAL 33 LAMINA 4 - IGLESIA DE SANTA ANA 51 LAMINA 5 - CALLE LA PURSIMA 63 LAMINA 6 - CALLE LA IGLESIA 75 LAMINA 7 - A. JOS CAVANILLES 85 LAMINA 8 - CALLE RAMN Y CAJAL 93 LAMINA 9 - PLAZA DE ARRIBA 105 LAMINA 10 - CALLE GENERAL SOLCHAGA 113 LAMINA 11 - REPLACETA DEL CASTILLO 137 LAMINA 12 - LA FOTO DE ELDA DE 1858 Y LA ACTUAL 146 - 147 155

Los Críticos 94

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