Fuentes para el estudio de la Historia de Elda. Modernidad e ilustración (1517-1809)

FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Modernidad e Ilustracin. (1517-1809) Joaqun Samper Alczar 2002 Seccin de publicaciones del AYUNTAMIENTO DE ELDA UNIVERSIDAD DE ALICANTE Excelentsimo Ayuntamiento de Elda () Joaqun Samper Alczar EDITA: Excelentsimo Ayuntamiento de Elda DEPSITO LEGAL: A-485 -2002 ISBN. : 84-87962-18-1 TRATAMIENTO DE IMGENES: Juan Manuel Sez Daz DISEO PORTADA: Camilo Valor Esteve PRODUCCIN GRFICA: AZORN SERVICIOS GRFICOS INTEGRALES - ELDA AGRADECIMIENTOS Aunque la labor de escribir un libro sea eminente mente solitaria, personal e intransferible, siempre viene precedida por una fase de documentacin, orientacin e incluso iluminacin, en la que entran en juego factores y personas que van aportando piezas a lo que finalmente ser el gran mosaico del libro concluido. En mi caso, es esta fase en la que, como en ocasiones anteriores, he recurrido, usado, e incluso abusado, de mis amigos: Antonio M. Poveda, Jos V. Cabezuelo, Mario Martnez, Fernando Matallana, Consuelo Poveda, Juan A. Mart, Juan Manuel Sez Diaz, y Camilo Valor, sin cuya colaboracin y amistad este libro no habra sido posible... o al menos tal y como ha sido alumbrado. Finalmente, mi reconocimiento a la Concejala de Cultura del Excelentsimo Ayuntamiento de Elda por haber hecho posible la materializacin de este libro. Ya Inma, por estar a mi lado. A mis padres, Rafael e Irene, porque ellos son mis races. NDICE PRLOGO INTRODUCCIN 15 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES 16 1. FERNANDO COLN 16 2. RAFAEL MARTN DE VICIANA 19 3. GASPAR ESCOLANO 22 4. FRANCISCO DIAGO 26 5. FRANCISCO MARTNEZ PATERNA 30 6. RODRIGO MNDEZ SILVA 31 7. ONOFRE ESQUERDO 31 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES 39 8. TOMS LPEZ (1762-1788) 44 9 -JUAN FRANCISCO PEYRON ( 1 772 -1 773) 45 io. HENRY SWINBURNE (1775-1776) 4 6 H. BERNARDO ESPINALT (1784) 48 I2JOSEPH TOWNSEND (1786-87) 51 13. ANTONIO JOS CAVANILLES (1795-1797) 52 14. JOS MONTESINOS (1791-1816) 59 14.1. Autores recogidos por Montesinos 67 14.1.1. El Padre Abendario 67 14.1.2. El Padre Juan Santos 68 14.1.3. Luis Moreni 68 15. ALEXANDRE LABORDE 69 16. RELATIONES AD LIMINA 72 III. CONCLUSIONES 79 17. TOPONIMIA 79 18. DEMOGRAFA 82 19. ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD 89 19. I. Pleito de insaculacin 99 20. AGRICULTURA Y GANADERA 103 21. ENSEANZA 116 21.1. Escuela de Primeras Letras 120 21.2. Escuela de Latinidad 128 21.3. Escuela de Nias 133 21.4. Sobre la escolarizacin 1 35 21.5. Conclusiones 137 22. RELIGIOSIDAD POPULAR 139 22.1. El panten sagrado eldense 143 22.2. San Antonio 152 22.3. El espacio sagrado 157 22.4. Antropnimos eldenses 168 22.5. Conclusin 172 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. 175 V. BIBLIOGRAFA 189 PRLO GO Joaqun Samper pertenece a ese grupo de personas inquietas y vidas de conocimientos que, tras cursar una carrera en los arios juveniles y situarse con posterioridad en el ejercicio de una profesin la enseanza, en este caso- sienten la imperiosa necesidad de ampliar sus estudios a nivel de especializacin. Yo tuve el placer de conocerle y tenerle como alumno en uno de los cursos nocturnos de la Licenciatura de Historia, integrado por personas de idnticas inclinaciones y que, lejos de acomodarse en la placentera rutina laboral, intentaron, con xito, ganar horas a los das para satisfacer una curiosidad sin lmites y digna de todo encomio. No ocultar, por tanto, que guardo un grato recuerdo de aquel y otros cursos similares a pesar de los esfuerzos que supona abordar un horario apretado, pechar con un programa excesivo y regresar a casa no siempre a la hora adecuada para afrontar con dedicacin los compromisos de la vida familiar. Un pro blema que, en el caso del alumnado, se agravaba cuando se vean obligados a devorar casi un centenar de kilmetros diarios. Encontrarse a cambio con una audiencia interesada y participativa, movida en su mayor parte por puro altruis mo de saber ms fue, siempre, un placer compensatorio que no puedo, ni debo, borrar de la memoria. El caso de Joaqun Samper, dentro de este contexto, resulta un tanto especial, ya que, una vez finalizada la II FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA licenciatura, continu perseverando en el mvil que le haba conducido a la Universidad: su vocacin por la Historia. Una vocacin que ha venido plasmando en una serie de interesantes trabajos relativos a su entorno ms inmediato: el pasado de Elda durante distintos periodos de la Edad Moderna y Contempornea. Investigaciones sobre los aspectos educativos y culturales de la localidad, otros destinados a tratar el tema del antiguo rgimen seorial, de las devociones populares, o dedicados al rescate de las fuentes bibliogrficas, son una clara muestra de su generosa dedicacin a la historia de Elda. El libro que el lector tiene entre sus manos es otro claro testimonio de su continuidad en tales menesteres, una prueba ms de su constancia y, creo, tambin, del afecto que profesa a su ciudad. Se trata de un interesante trabajo con doble objeto: insistir en la recopilacin de las fuentes bibliogrficas y realizar una serie de aportaciones novedosas sobre determinada informacin que ofrecen las mismas. Tareas, por tanto, que desvirtan un ttulo que, a mi modo de ver, peca de modestia. En torno a la necesidad de recoger y publicar en un mismo volumen las fuentes bibliogrficas de un rea de terminada, no hace falta insistir en demasa. Baste recordar que stas constituyen el obligado punto de referencia sobre el que ha de construirse la Historia, mxime cuando los documentos manuscritos de primera mano escasean o faltan en su totalidad. La paciente tarea de hallarlos y exponerlos con pulcritud, tal y como ha hecho Joaqun Samper, es ya una labor meritoria que debemos agradecer al investigador, toda vez que las pone ante los ojos de sus contemporneos facilitando su consulta. A partir de ahora, por lo tanto, no tendremos que realizar una incmoda labor de bsqueda para saber cuanto los cronistas, los 12 PRLOGO viajeros e intelectuales, los prelados de la dicesis, vieron y observaron sobre Elda en los tiempos modernos para dejar, con posterioridad, su testimonio escrito. No obstante lo encomiable de esta labor, todos sabemos los inconvenientes que a veces deparan las fuentes de estas caractersticas. Las crnicas, las relaciones de viajes, los informes por mucho que procedan de autoridades eclesisticas- suelen ser una tarea personal mediatizada, en ocasiones, por mltiples intereses que empaan la veracidad de las noticias vertidas en ellas. Deseos de adu lacin, de promocin, falta de competencia, o simplemen te, el recurso a los tpicos sin verificar su realidad defecto bastante comn en los viajeros- distorsionan los datos y sucesos haciendo necesaria una labor de crtica y contraste que prevenga al consultante y al lector. Este ltimo trabajo no siempre puede realizarse a plena satisfaccin por tratarse de piezas bibliogrficas que surgen como nicos testimonios de una realidad desapa recida, pero conviene, no obstante, poner de manifiesto esa voluntad esclarecedora mediante otros mtodos que expresen el deseo de aproximarse a la informacin con las mximas garantas de objetividad. En este aspecto Joaqun Samper ha utilizado los recursos ms al alcance de su mano con gran honestidad: tratando de situar los textos en su momento histrico y elaborando la crtica de aquellos asuntos del documento con noticias procedentes de otras fuentes. Los objetivos del libro no concluyen, sin embargo, en este estudio comparativo tal y como adelantbamos y Joaqun Samper nos ofrece unas curiosas conclusiones de ms de un centenar de pginas en las que buena parte de la Historia de Elda en la Epoca Moderna es analizada a partir de las fuentes ya mencionadas y de los trabajos de 13 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA investigacin ms recientes. Desde los problemas topon micos hasta la evolucin demogrfica, pasando por la estructura social, los recursos econmicos, la enseanza y la vida espiritual, son tratados de manera clara y amena, dando lugar a una obra de consulta que habremos de tener muy en cuenta para seguir avanzando en investigaciones posteriores. No me resta sino felicitar sinceramente al autor y a cuantos han tenido la sensibilidad de editar este libro que debe ser un precedente y un estmulo para continuar sacando a la luz otros trabajos que nos desvelen el pasado de Elda. Mario Martnez Gomis Universidad de Alicante, Mayo 2002 14 I. INTRODUCCIN Las fuentes histricas documentales y literarias objeto de este estudio se inscriben en el marco temporal que llamamos Modernidad y que, referido a Elda, comprende un perodo de tiempo durante el cual estuvieron vigentes unas estructuras sociales y econmicas muy estables: el seoro y las relaciones entre el seor y los vasallos, que condicionaron una forma de convivencia y de produccin basada en la dependencia personal y colectiva. Descripciones, Crnicas, Anales, libros de viajes, Compendios... forman un variopinto conjunto de fuentes donde diversos autores dejaron constancia de su conoci miento, directo o indirecto, de las tierras eldenses, y con los cuales podemos hacer dos grupos: anteriores y perte necientes a la Ilustracin, ambos claramente identificables por sus planteamientos y objetivos perfectamente diferen ciados. Por una parte se trataba de localizar y sistematizar la informacin, ya que su dispersin o difcil acceso haca complicada su utilizacin ; y por otra, se intenta acometer un anlisis crtico, cotejando datos y poniendo de mani fiesto influencias y plagios. Esa labor de bsqueda y estudio nos ha puesto sobre la pista de temas interesantes a cuya profundizacin no hemos podido resistirnos. El resultado ha sido la obtencin de alguna nueva pincelada sobre la vida eldense en la poca preindustrial. 5 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 1. FERNANDO COLN: Descripcin) Cosmografa de Espaa. Escrita entre 1517 y 1523, la Sociedad Geogrfica de Madrid la edit en tres tomos con el ttulo: Itinerario de Fernando Coln. Vol. 1(1910), vol. 11 (1908), vol. III (1915). Edicin facsmil Sevilla, 1988. DESCRIPCIN Y COSMOGRAFA DE ESPAA POR FERNANDO COLN MANUSCRITO DE LA BIBLIOTECA COLOMBINA TOMO I EDICIN MICSIMIL DE LA SOCIEDAD GEOGRAFICA IMPRENTA DEL PATRoNATO DE HURFANOS DE ADMINISTRACIN MIL17:4R. MADRID 1910 PADILLA LIBROS SEVILLA I 9 8 8 En los albores de la Modernidad algunas mentes ya intuan la gestacin de una realidad poltica que se empezaba a fraguar bajo el reinado de Carlos I y que se encaminaba con pasos vacilantes hacia un nuevo concepto de Estado Moderno que, bajo un prisma humanista, necesitaba ser percibido como un todo susceptible de ser medido, contado y calculado. En esta direccin se enmarca la obra de Fer nando Coln (1486-1539), segundo hijo bastardo y prin 16 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES cipal bigrafo de Cristbal Coln, cuyos corresponsales, debidamente autorizados, recorrieron los reinos peninsu lares en busca de referencias que Coln recogi, analiz, orden e incorpor en un intento de describir la realidad circundante sobre la que se deseaba gobernar. Pero Coln escribe en una poca convulsa: son los aos de las revueltas sociales (Comunidades y Germanas), de conflicto religioso (Lutero) y de problemas con los piratas berberiscos por el Mediterrneo, importantes circunstancias cuya concurren cia explicara el por qu se le retir la licencia para seguir escribiendo, pues los datos que recoga y sistematizaba podan ser una valiosa informacin para posibles enemigos. 6381 (...) party de Sax para elda que ay una legua la media legua primera es llana e de vyas e por entre syerras e algunos pynares e la otra media legua es de travieso 6382 de una serrezuela de subyda e baxada. Elda es un lugar de doscientos cinquenta vecinos e esta entre unas syerras y es lugar que tiene de tres partes las dos de moros y es en el Reyno de Valencia e tyene fortalea buena e esta metydo como en una 6383 Rambla y sobre una pea e tyene Razonable Valle de huertas y es de Mosen Solano e esta a una legua del moxon de Castylla e fasta petrel ay media legua llana de una valle de huertas e vyas. 6384 e fasta Salynas ay dos leguas de valles llanos e por entre syerras e de montes de pinares e fasta monovar ay una legua llana e por entre syerras de valles llanos e de huertas e vias e fasta la mola ay una legua de valle llano e por entre syerras e montes Hasta 1801 la legua era una medida de longitud variable ; poda ser corta, media o larga segn el perfil del terreno y el estado del camino. Equivale aproximada mente a 5,5 kilmetros en Alicante ya unos 6 kilmetros en Valencia. 17 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA baxos e altos de atochares e fasta novelda ay dos 6385 leguas de barrancos e por entre syerras e montes de atochares e Romerales. Elda e fasta Azpe ay dos leguas e media e van por Novelda e fasta Monfarte ay dos leguas e van por novelda. 6386 e fasta Villena ay tres leguas e van por Sax e fasta Sax ay una legua la primera media es de subyda e abaxada de una serrezuela e lo otro de tierra doblada e de vyrias e fasta elche ay quatro leguas e van por novelda e por Azpe. 6387 e fasta trevyllen ay quatro leguas e van por Novelda e por Azpe e fasta Albatera ay cinco leguas e van por novelda e por trevyllen. Como vemos, es una informacin mayoritariamente dedicada a las distancias entre pueblos limtrofes, con indicaciones sobre orografa, vegetacin (pinos, atocha y romero), algo de agricultura (huertas y via), aunque tambin ofrece algunos pequeos apuntes de la villa, como la existencia del castillo y nmero de vecinos, entre los que destacan (...) las dos (partes) de moros. Contiene evi dentes errores toponmicos, debidos sin duda a la trans cripcin de los informes que le llegaban. Un dato curioso es la mencin al seoro, que atribuye a un tal mosen Solano, dato un tanto extrao, pues la villa de Elda, junto con Petrer y Salinas, perteneca a la familia Coloma desde que, el 4 de septiembre de 1513, se hizo efectivo el contrato de compra a la casa condal de los Corella. 18 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES 2. RAFAEL MAR - TN DE VI C IANA: Cr nica de la nclita) coronada ciudad de Valencia) de su Tyno. Segunda Parte. Valencia, 1563. Editada por la So ciedad Valenciana de Biblifilos. Valencia 1881. Edicin facsmil, Valen cia, 1980, pp. 109-113. Rafael Martn de Viciana (1502-1581--) escribi su Crnica entre los aos 1517 y 1566. Compuesta originaria mente por cuatro partes, la primera se perdi de bido a que la Real Au diencia de Valencia, ante las quejas de algunos nobles valencianos, orden suspender la impresin del segundo volumen. El motivo era el tratamiento que se les daba en la Crnica, donde algunas familas ocupaban ms lneas que otras en el texto o simplemente ocupaban un lugar que no consideraban apropiado. Detalles de protocolo que basta ron para que muchos ejemplares fueran quemados. La segunda parte, impresa en Valencia en 1564, es un tratado genealgico o nobiliario cuyos datos estn sacados de documentos. En el Prologo del auctor , Viciana manifiesta que: zegundapartc. tEltbzo fundo beta bzonyca belatndta colonato dudad be Bakens p u tu rernoxoptladepat jearo [in teliffenewmderrodo l 11114rOrnorrii0iDon todo. leo* Ouquebc LandivelBarques Daombabsuadqualfoncareddu todas laifegettlai bou a militare. Dela ciudad e rtynwpol Micro:oder tineeKrds. dero. elimine% con manda ala Ilmas3nrpaildoti, Ee bt ae le.Zruo. Con pitkofcciReld fr om onnmailapdlnirt parteodtaLluonla, Portada del segundo libro de la Crnica de Viciana. Y assi, todos los linages militares se vern y sabran de donde proceden ; que sucesos han tenido en honras y matrimonios y mesclas de linages ; que ttulos de seoros y varonias poseen y de que calidad y cantidad son ; que armas traen y el blason dellas. Existen cuatro impresiones, cada una de ellas con 19 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA variaciones sobre las dems. La tercera es considerada como la ms completa, por lo que fue elegida por la Sociedad Valenciana de Biblifilos para su edicin. 2 En la cuarta impresin se detect la manipulacin efectuada por Onofre Esquerdo (1635-1699): Tambin debe notarse que en el captulo manuscrito de esta familia, la letra de Onofre Esquerdo que a la vista hemos tenido- en lugar de decir que la tercera hija de Francisco Vives cas con Juan Visquer de Xvea, pone Esquerdo, as cas con Juan Esquerdo de Xvea, que fue de los que vinieron a la conquista con el rei Don Jaime y quedaron heredados por sus muchos sevicios en Benisa Lo cual descubre el prurito de este buen varn por querer dar a su familia el esplendor que no tena, propasndose a viciar este captulo, como lo hizo igual mente en una de las Trovas de Mosn Febrer, poniendo su apellido en lugar del de Visquer. 3 La tercera parte, impresa tambin en Valencia en 1564, est dedicada a las ciudades y villas, llamadas reales, que pertenecan a la Corona. Es en el Prologo del auctor de la chronyca donde Viciana nos explica su concepto de la historia: Qu memoria tuvieramos de los grandes hechos en Espaa acontescidos, de la poblacin de ella, de los notables suscessos de los illustres varones y de sus excelentes azaas si ella faltara denmedio Todo lo pasado fuera un sueo, que despertados del, no lo sabriamos contar. Y desta manera los passados serian privados de su loor y fama, e los que hoy somos no tendriamos retratos a quien ymitar. La cuarta parte, impresa en Barcelona en 1566, relata los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Germana. 2 TORRES, J. M. : Advertencia al lector, prlogo a la segunda parte de la Crnica de Valencia editada por la Sociedad Valenciana de Biblifilos de Valencia, 1881, p. XXV, col. 2. 3 lb(clem, p. XXIV, col. 1. 20 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES Seoro Don Joan de Coloma (...) Es seor de la Varonia de Elda, que son tres pueblos, Elda, Petrer, y Salinas,(...) Poblacin (. ..) con setecientas casas de vassallos:(...) Castillos (...) con dos Castillos fuertes y hermosos, en que hay muy principales aposentos. Aprovechamientos Es Varona de honor, y de grandes aprovechamientos, porque ay buenas huertas, y fuentes de buenas aguas: y en los montes ay buenos pastos para ganados: y mucha caa, y pinos donceles muy crescidos para madera. En esta Varonia se coge pan, vino, azeyte, seda, miel, cera y grana en abundancia: frutas muchas de diversos generos, y muy buenas. En el rio junto al Castillo de Elda, ay una graciosa casa bien labrada y para recreacin, donde manan y nascen muchas fuentes que todas dan en una Alverga, en que ay muchos peces: que cierto es una de las deleytosas pieas del reyno. Poco mas baxo de esta casa ay una huerta con millares de arboles donzeles, que dan frutas muy excellentes, y de estraas especies. Feria En Elda se haze feria en el mes de Deziembre, que es de las principales del reyno. Iglesias y Convento La Yglesia principal de Elda es so titulo de sancta Anna madre de nuestra Seora. Ay otra Yglesia so titulo de santa Catherina, que solia ser mezquita en tiempo de los Agarenos. Labra se agora de nuevo un Monasterio con convento de frayles de sant Francisco, por orden de fray Sebastian Aleman primer fundador y Guardian que comen90 el dicho Monasterio el dia de sant Bartholome Apostol, ao de mil quinientos y sessenta y uno. () 21 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Lmites Los terminos de esta Varonia tienen seys leguas de longitud, y tres leguas de latitud: y por vezinos encontorno tienen los terminos de Biar, Castalla, Alicante, Novelda, Monnover, en el reyno de Valencia: y por la parte de Castilla los terminos de Yecla, Villena, Sax y Blanco. 3. GASPAR ESCOLA.NO: Dcadas de la Historia de la Insigney Coronada Ciudad) Reyno de Valencia. Valencia, 1611. Edicin de Perales () en Terraza, Aliena y Compaa. Valencia 1878. Gaspar Escolano (1560-1619). Licenciado en Teologa por la Universidad de Valencia, fue cura prroco de la iglesia de San Esteban de Valencia desde 1597 hasta su muerte. Nombrado predicador de la ciudad y Cronista Real, form parte, en 1608 como secretario, de la junta de telogos que trat sobre la conveniencia de expulsar a los moriscos. Las Dcadas son eminentemente una crnica subordi nada a los grandes hechos histricos de reyes y nobles. Como dice en el Prefacio: Solo escribo lo que he llegado a ver en sus fuentes originales, con extraordinario estudio, y no sacado de archivos del Reino, donde slo se guardan registros de pleitos, sino del Archivo Real de Valencia donde estn los servicios y heroicos hechos de nuestros antepasados. Pero a pesar de ser cronista de reyes e historiador de hechos de armas, tambin aporta cierta informacin para la historia civil. Sobre la sede Elotarva Todos (los obispos de Elche/Mei) se hallan firmados en los dichos Concilios (de Toledo en el siglo VII) muchos dellos con nombres de obispos Ilicitanos, algunos con el de Elicitanos 22 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES o Elotanos, y otros juntamente con el de Elotanos y Elicitanos (...) si bien en el dcimo quinto que anda impreso, no dice Elotano sino Dotano, y en el sptimo de la impresin de Garca de Loaisa, no dice Elothano sino Erotano. Pero indudablemente mal, como parece por las firmas de los dos obispos Ubinibal y Maurila, que como Emila se sotaescribieron con los dos ttulos a la par, de Elicitanos y Alotanos. La razn de firmarse por este estilo, era cumplir con las dos formas de hablar, con que en aquellos tiempos llamaban al obispo de Elche, los doctos Elicitano, y el vulgo de los godos Elotano, derivndolo entram bos de la palabra Elice Vecindario y toponimia Elda es villa de las principales del reino, poblada de setecientas casas de cristianos viejos y moriscos ; si hacemos un cuerpo della y de una aldea llamada Petrer. Los moros conquistadores de Espaa la llamaron Idella, de la palabra Dadlo, que en su lengua significa casa de regalo por el mucho que tiene esta villa en su asiento y campo con las aguas que la riegan, por donde abunda de frutos y frutas, y goza de muchos puestos de suma amenidad. Los cristianos antiguos, corrompido el vocablo, la llamaron Ella y nosotros Elda. Seoro En el ario mil cuatrocientos cuarenta y nueve era seor della y de Aspe, Petrer y Salinas, don Gimen Perez de Corella, conde de Cocentaina, (...) Concesin papal de los diezmos del condado (...) y por los grandes servicios que haba hecho al rey don Alfonso en la conquista de Npoles, y al Papa Nicolao quinto en las guerras de Italia, hallndose el rey en Castilnnovo a cinco de Febrero de dicho ario, le hizo merced de las dcimas y primicias de dichos pueblos, por el privilegio que los reyes, sus antepasados, tenan de hacer dellas a su libertad en las tierras que conquistasen de infieles. 23 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Compromiso de ereccin de la iglesia Y despus, el dicho Papa Nicolao, en doce de Mayo mil cuatrocientos cincuenta y uno, aprob la donacin del rey en la ciudad de Puzol, con que edificase dos Iglesias en dichos pueblos y las dotase, y pagase cada ario setenta libras de renta al obispo y Cabildo de Cartagena, de cuya dicesis eran, como parece por las escrituras que se guardan en el Archivo de Valencia, en el libro intitulado Gratiarum Valentiae primun. Castillo Tiene Elda un Alczar fuerte, que sirve de Palacio al seor ; (...) Condado (. ..) y dile ttulo de condado el rey don Felipe segundo, por los buenos servicios del primer conde don Juan Coloma, hechos en el virreinato que tuvo de Cerdea, el cual descenda del Secretario Coloma que sirvi al rey don Fernando el Catlico, y compr aquella villa con sus aldeas y fund el mayorazgo. Estos caballeros Colomas traen su origen de una casa principal de Francia, de donde se insistieron en Aragn, y de Aragn en el reino de Valencia. (. . .) Extensin y lmites Tiene Elda seis leguas de longitud en sus trminos y tres de latitud. Prtelos con Biar, Castalla, Monvar y Alicante, pueblos del reino de Valencia ; y con Villena, Yecla, Sax y Blanco, del de Castilla. Dems de Petrer tiene otra aldea que llaman las Salinas, con cosa de treinta casas asentadas a la falda de la sierra del Cid Ruy Daz. El nombre de Salinas se le dio una laguna de una legua de largo y media de ancho de cuyas aguas se saca mucha y muy blanca sal. Al lado le viene el lugar de Novelda, que como parte del estado de los Mazas le posee don Francisco de Rocamora por haber casado con una seora de aquel linaje. Referencias botnicas En el libro IV, cap. III, p. 371, col. 1-2 En que se refieren granos, licores, tinturas, minas, fl ores, frutas) frutos, que con tanta variedad 24 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES y belleza se hallan en el Reino de Valencia, y hablando de las uvas pasas afirma que En fineza y bondad se aventajan las de Elda, (..) Para la relacin de especies vegetales del reino, Escolano se apoya en varios autores, espe cialmente El diligentsimo Alemn Carolo Clusio , 4 cuya obra conoce y de la que en su captulo 51 extrae la siguiente observacin: Una incognita, que es el Alison de Galeno, certifica que la vi en el cementerio de los moriscos de Elda Charles de lEseluse Este cementerio morisco se ubicaba hacia el suroeste de la villa, en la periferia, al que se acceda por la llamada Puerta del Angel, trmino cristiano que aluda al rabe al-Mlik o Angel de la Muerte y con que se denominaba el lugar de enterramiento. La toponimia actual ha perpe tuado el lugar con el nombre de Partida del Melic. Se pueden apreciar algunos errores cuando se refiere a los lmites, debido a que utiliza el condado y no la villa como referencia. Tambin confunde la sierra de Camara con la del Cid y relega a Petrer a la categora de aldea de Elda. 4 Carolus Clusius es el nombre latinizado, segn la moda renacentista, de Charles de FEscluse (1526-1609), botnico fl amenco que viaj por Espaa entre 1563 64 reuniendo materiales con los que elabor su Rariorum Alicuot Stirpium per Hispanias Observatorum Historia, editada en Amberes por Cristophoro Plautinum en 1576 y que fue considerada la obra ms importante del siglo XVI acerca de la fl ora peninsular. 25 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Es la primera fuente en la que encontramos el desa rrollo toponmico de Elda a partir de Idella, Dadlo y su interpretacin como casa de regalo, pero repite los mismos datos que Viciana en nmero de casas y extensin. 4. FRANCISCO DIAGO: Anales del Rlyno de Valencia. Tomo primero, que corre desde su poblacin despues del Diluvio, hasta la muerte del Rly don Jgyme el Conquistador. Valencia, 1613. Edicin facsmil, Valencia 1981. ANALES DEL REYNO DE VALENCIA. TC O FUME/LO, Q2,rE CORRE DESDE SV POBLACION defpntlel baila bmwens &Me, deo Canallader. COMPFESTOS POEL JDSE AUE S 2 4( O FT(.,1 Iloceirnolnea. DIRIGIDOS Al. SACRO SVPREMO Conrsio de Ang,m, CON LICENCIA, Impreffo, en Valencia.. caa &Pedro Pautio Mcy, luxo aSan Marin be pc Francisco Diago (1562-1615) perteneca a la orden de los Predicadores y fue nombrado por el rey Felipe III su cronista general en los reinos de la Corona de Aragn. Su obra ms importante son los Anales del Rlyno de Valencia, de los que slo pudo publicar el tomo I que contiene los libros I al VII y que corre desde su poblacin despues del Diluvio, hasta la muerte del Rly don Jgyme el Conquistador, pues su muerte le impidi concluir una segunda parte de la que ya tena recogidos muchos datos. Parece evidente que el P. Diago 26 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES tena sus diferencias histricas con Escolano, al que em mienda la plana en lo que a metodologa se refiere cuando tiene a gala el haber consultado personalmente los archivos del Reino, de los cabildos catedralicios, de ciudades y pueblos que son muchos, y de maravillosa importancia, por mas que diga cierto moderno que no se hallan en ellos sino solo registros de pleytos. Que si lo dixo, la causa fue no ayer ydo a verles por el Reyno ; porque si fuera, lo contrario huviera dicho sin dificultad ninguna. Esta crtica la matiza de modo contundente al advertir que: Anales hago, y no libro de familias. Contiene gran cantidad de datos referidos a los con cilios visigodos a los que acudan los obispos del Reino, con lo que nos encontramos ante una relacin de nombres de titulares de la sede elotana siempre asimilada a Ilici. Tambin es la primera fuente moderna en la que encon tramos la denominacin Adello, aunque tampoco relacionada con Elda. Toponimia Libro I, cap. VI, p. II, col. 4: (...) a la anti g ua poblacin de Adello, a q uien responde Castralla Libro II, cap. XX, p.56, col.i: que yo creo della es que responde a la poblacin de Adello, que Antonino Pio, picando la buelta de Mediodia, asiente catorze leguas ms all del Xucar, y seys antes de Aspe Libro IV, cap. VI, p. 143, col. 2: (...) Elice, que aora es Elche en la misma costa de la Contes tania: porque pues algunos de sus Obispos de tiempo de Godeos, se dieron titulo de Elotanos (...), no es improbable que ella no tuviese solo el nombre de Elici, o Ilice, sino tambien el de Eloto 27 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Con esta cita entra en una larga disertacin a propsito de la sede Elotana que comienza en el Concilio de Gundemaro, al que acudieron cuatro obispos del reino de Valencia segn recoge en el Libro V, cap. X, p. 210, col. 1: Marino de la ciudad de Valencia, Porcario de Segorbe (...), Vincencio de Bigastro y Senabil Elotano, que lo era de Elche Al igual que Escolano, no tiene ninguna duda de que la sede Elotana corresponde a ll ici, pero discrepa de ste en lo referente a la atribucin de dos gentilicios distintos para el mismo topnimo. En la p. 220, col. 2-3 del Libro V, captulo XVI en que (...) tratase porque el de Elche se dio titulo de Elotano algunas vezes, est de acuerdo con un moderno, alusin despectiva a Escolano, que (.. .) piensa que en esto no hay mas misterio que dar a la Iglesia de Elche los dos nombres que a la sazon tenia de Elicitana y Elotana, ambos derivados de la palabra Elice, que era el de Elche: el uno de Elicitana por los doctos, y el otro de Elotana por el vulgo de los Godos. Pero yo, aunque cuadro con l en que los dos nombres convinieron a la Iglesia de Elche, no puedo persudirme que ambos se derivasen de la palabra Elice, sino solo el de Elicitana. (.. .) Y creerse puede, que los Godos, que tanto alteraron el nombre de Espaa, alteraron bastante mente este apellido de Elche, dandosele de Elatano, y despues de Elotano, por darsele de Elatifero (. ..) que quiere decir productora de racimos de datiles (.. .) Por esso Sanabil se content con llamarse en la congregacin de tiempo de Gun demaro, Obispo de la Iglesia Elotana, pareciendole que con esto significaba que lo era de la de Elche, cuyo era el apellido de productivo de razimos de datiles y Leandro para quitar confusion, se quiso llamar en este primer Concilio de tiempo del Rey Ervigio, Obispo de la Iglesia Ilicitana Elotana. Con toda esta erudicin deja claro su conocimiento de las actas conciliares, pero en absoluto conoce la poltica 28 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES de ereccin de sedes episcopales y su relacin con la ocupacin de la Contestania por parte de los bizantinos. 5 Donde ya encontramos referencias a Elda es en el Libro VII, cap. LVII, p. 372, coL2,3 y 4, en el cual relata los seoros de Elda: Pertenecio despues Elda a este Reyno en tiempo del Rey don jayme el segundo: y su hijo el Rey don Alonso la dio al Infante don Fernando, hijo suyo y de la Reyna doa Leonor, el ario de mil y trezientos y veynte y nueve, en que le hizo Marques de Tortosa en Cathalua, seor de Albarrazin en Aragon, y de Orihuela, y Alicante, y de otros Castillos vezinos suyos en este Reyno. Y el Rey Don Pedro el quarto hizo merced della en el ario de mil y trezientos y sesenta y seys, a Don Beltran de Claqui, con Novelda juntamente, guando le dio en Aragon los castillos de Borja y Magallon con titulo de Conde. Y el ario siguiente hizo donacion della con la Mola a Don Ugo de Calviley, Cavallero Ingles, que la tuvo hasta que se la compro el mismo Rey con Aspe, y la concedio a su muger la Reyna Doa Sibilia en el ario de mil y trezientos y ochenta y tres. Y sabese que tambien la possey con Aspe, Petrez, y Salinas la familia de Corella: y que a la postre dio en manos de la ilustre de Coloma, comprandola ella con sus Aldeas. En ellas merecio ser erigida en Condado, posseyendola don Juan Coloma, padre del Conde don Luys Coloma, de don Alonso Coloma Obispo de Barcelona y despues de Carthagena ; de cuya mano recebi yo en Barcelona mil mercedes ; de don Francisco Coloma General de la carrera y galeras de Indias, y de Don Carlos Coloma Maesse de Campo de Flandes, Castell del Castillo de Perpian, y Virrey de Mallorca: de los quales, y de sus claros predecessores se hablar con gusto en estos Anales a su tiempo. Desgraciadamente no fue as ya que, como hemos dicho ms arriba, la muerte le impidi completar su obra. 5 Para mayor informacin sobre el tema de la sede episcopal elotana vase la amplia bibliografa de POVEDA NAVARRO, A. M. 29 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 5. FRANCISCO MARTNEZ PATERNA*: Historia de la Ciudad de Orihuelay de sus pueblos oritanos ; tratase de su obispado, gobernacin) byla general ; de los montes, de los rosy fuentesy islas, de los promontorios, senosy puertos que tiene esta provincia. Orihuela, 1632. Este texto manuscrito est recogido por Juan Bautista Vilar en su obra: Orihuela, una ciudad valenciana en la Espaa moderna. Vol. III, Murcia, 1981. El fragmento que a conti nuacin reproducimos se encuentra en las pginas 871 y 872. Se trata de la visin que se tena de Elda, entre otras poblaciones, desde la capital de la Gobernacin, a travs de la ptica de este erudito, presbtero y telogo, natural de Orihuela. De los condes de Concentaina era antes el valle de Elda con Petrel y Salinas, y entraron en l los cavalleros Coloma, condes de esta villa llamados Prez Coloma Calvillo, descendientes de Aragn. Es este valle muy fecundo de trigo, cevada, vino y aceite, y abundante en fruta, la ms sabrosa del reino de Valencia. Tiene una fuente de aguas dulces, y muy salutferas, con mucha abundancia de huyas de todas suertes, de las quales hazen pasa, la mejor de Espaa. Tiene la Governacin de Orihuela su jurisdiccin hasta los trminos de Elda, que confina por Salinas con Yecla y Jumilla, y por Petrel con Castalla, que es jurisdiccin de Jtiva, y por Elda parte mojones con la villa de Sax, Reino de Castilla y fundacin de romanos, como lo manifiesta una piedra que se hall el ario 1612 de Publio Castor, romano. Es esta tierra salutfera porque tiene un clima bueno, aires puros y secos y le llamavan los moros de Espaa a esta tierra el corazn de este Reino y el Sr. Emperador Carlos V preguntando qual era la tierra ms sana de la Provincia de Valencia dijeron a S. M. que era Segorbe y Elda. Paran los trminos de Elda en la jurisdiccin de la Governacin de Orihuela y su Baylia General. Mas su Obispado en lo spiritual. * Este autor ha sido aadido al libro cuando ste se encontraba ya en imprenta, por lo que no ha sido posible utilizar los datos que aporta en el anlisis de las fuentes. 30 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES 6. RODRIGO MNDEZ SILVA: Poblacin General de Espaa. Sus trofeos, blasonesy conquistas heroicas, descripciones agrada bles... Flores cogidas en el estimable jardn de la preciosa antigedad... Madrid, primera edicin 1645 ; segunda edicin 1675, cap. 68, fol. 218, col. 2. Mndez Silva (1607-1670) haba nacido en Portugal cuando este reino formaba parte de la Corona espaola y espaoliz su apellido Mendes. Ejerci el cargo de Cronista de Felipe IV. Cerca de Alicante, en sitio ameno, alegre y delicioso, se descubre la villa de Elda, con fuerte Alczar, Palacio de su dueo, fertil de pan, vino, frutas, hortalizas, ganados, cazas y pesca. Habtanla 600 vecinos, una Parroquia y un Conbento de Frayles Franciscos. Su origen no consta, ms que entrando los Moros en Espaa la poblaron y dixeron Idella, derivado de la palabra Dadlo interpretada La casa de Regalo. Despus conquistada de Christianos, la nombraron Ella, corrupto Elda. De tan breve resea, en su mayor parte tomada de otras fuentes no citadas, resulta curiosa la referencia que hace sobre la pesca como actividad econmica destacable en la Elda del Seiscientos, mxime cuando es el nico autor conocido que la menciona. La interpretacin topo nmica est copiada de Escolano. 7. ONOFRE ESQUERDO: Trovas de Mossen Jaime Febrer, que tratan de los conquistadores de Valencia. Edicin de Joaqun Mara Bover, Valencia 1848. Onofre Esquerdo (1635-1699) merece un trato espe cial, tanto por su obra como por las circunstancias que la rodean. Durante algn tiempo se consideraron las Trovas de Mossen Jaime Febrer como una obra autntica escrita en 1276. Fueron muchos los que las utilizaron como una fuente de primera mano, incluso en el siglo XX, aunque 31 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA ya en el XIX se alzaron algunas voces crticas que dudaban de su autenticidad e incluso manifestaban abiertamente el fraude. 6 El motivo es el mismo que le llev a manipular la 4a impresin de la 2a parte de la Crnica de Viciana. 7 En 1686 una copia manuscrita se encontraba en poder de Esquerdo, que la est utilizando para componer, en prosa, una relacin de familias nobles del reino y ciudad de Valencia. Este manuscrito es el que da origen a las diferentes copias impresas existentes. El libro de las Trobas carece de fundamento que asegure la veracidad de su ttulo o portada. El manuscrito ms antiguo que nos queda la impugna ; el silencio profundo de los antiguos la aniquila ; el trastorno introducido por los copiantes le quita crdito; las voces y escritos modernos no pueden sostenerla. 8 Los datos que podran interesar para la historia eldense son las relacionadas con las familias Corella y Coloma, tratadas respectivamente en las trovas 181 y 176. En la trova 42 est el origen de una de las desinfor maciones ms grandes en lo referente al primer seor jurisdiccional de Elda, Bernardo Amat, dato que se con sider autntico durante mucho tiempo, siendo varios los eruditos locales, e incluso historiadores, que se apoyaron en esta fuente. 6 RIBELLES, B. Observaciones histrico -crticas a las trolas intituladas de Mosen jayme Febrer. Valencia 18(D4 y TORRES, J. M. : Advertencia al lector, prlogo a la segunda parte de la Crnica de Valencia de Viciana, editada por la Sociedad de Biblifilos de Valencia, 1881. 7 Vid nota 3. 8 RIBELLES, B. : Op. cit.. p. 36. 32 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES BERNARDO AMAT TROBA 42 Lo ausell ab set caps del present escut Sobre camp de or, de Bernat Amat Es insignia antiga, per noble tengut, Desque Catalunya Martel fonch vengut Ab gent de Alemanya, eixercit format Contra el sarrahins, guanyant Barcelona: Hon fundasen casa los de este llinatge. Bernat ab dos fills al moro arrincona. Estant sobre Elda ; el Rey galardona Al pare als fills, dntlos lo homenatge De Elx de Elda, tot son paratge. La antigua insigna de Bernat Amat es el pjaro con siete cabezas sobre campo de oro que se observa en el presente escudo. Lleg a Catalua acompaando a Martel con gentes de Alemania y form un ejrcito contra los sarracenos conquistando Barcelona donde fundaron casa los de este linaje. Estando en campaa contra los sarracenos en tierras de Elda, el rey premi a Bernat y a sus hijos con el feudo de Elche y Elda con todos sus territorios. PEDRO COLOMA TROBA 176 En vostron servici teniu un frances, Que os servix de patge, a qui no li asoma Lo pel en la barba. Porta en son payes Banda de or en blau, posada al traves. Ab dos colomets (Pierres de Coloma Lhe ohuit nomenar) e en la rededor Sobre camp de argent, los huit taus de blau Per sa mare afitg. Digne es del honor, Que de vos ell reb, per sanch e valor, Que t, e demostra, que son Ilustre trau, Puix que a vostron pare sabeu que li plau. 42, . $76 33 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA En vuestro servicio hay un francs que os sirve de paje llamado Pierre de Coloma, a quien an no le asoma el pelo de la barba. Lleva en su escudo una banda de oro en diagonal sobre azul con dos palomas y a su alrededor, sobre campo de plata, ocho Taus 9 azules aportadas por el linaje de su madre. Es digno del honor de recibe de vos, por sangre y valor que tiene y demuestra por su ilustre herida, puesto que a vuestro padre le es grato. XIMEN CORELLA TROBA181 En Ximen Corella, Senyor de Corella, (De qui pren lo agnom) en Navarra gotja De rich-hom lo ttol: va seguir la huella Del Rey vostron pare; e lo escut resella Tres barres de roig sobre el or el! posa Ab una campana en lo camp daurat, Que es la insignia antiga de D.Barba Torta, Son tercer abuelo. Del Rey estimat Fonch en la conquista, e estigu premiat No sois en Valencia, mes en llochs del horta Estimaulo molt, perque s que importa. J BS Escudo de Ximn Prez de Corella segn las Trovas. Escudo de los Roig de Corella. H de la Provincia de Alicante. Tomo III Don Ximen de Corella, seor de Corella, goza en Navarra del ttulo de rico -hombre; sigui la huella de vuestro padre el rey y el escudo presenta tres barras en rojo sobre oro y una campana en campo dorado, que es la antigua insignia de don Barba Torta, su tercer abuelo.l Apreciado por el rey, le acompa en la conquista y fue premiado, no slo en Valencia, sino en lugares de la huerta. 9 Est generalmente aceptado que son ocho las Taus que orlan el escudo de armas de los Coloma; pero Martn de Viciana cita y dibuja nueve Taus, mientras que nosotros, personalmente, hemos encontrado en la documentacin del Archivo Histrico sellos seoriales con doce. SAMPER ALCAZAR, J. : Sellos de los seores jurisdiccionales de Elda. Fiestas Mgores, n 4, s. p. Elda, 1987. 50 El escudo es el original de la familia Corella antes de entrar al servicio del rey Alfonso el Magnnimo en tierras de Npoles. 34 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES Actualmente est fuera de toda duda el fraude de las Trovas como fuente de primera mano de los tiempos de la conquista. Pero contienen datos autnticos sobre los linajes, evidentemente tomados por Esquerdo tanto de Viciana como de Escolano. Otra cosa es la atribucin de determi nados servicios al rey y las recompensas que ste concedi al tal Amat, apellido que se encuentra en Escolano, Libro VI, cap. VII, p. 22, col. 2: De los pueblos, que salido el rey don Jaime de Elche, se le fueron rindiendo, hasta la toma de Murcia ; con la descripcin de los del distrito de Orihuela y relacin de los caballeros que se quedaron poblados en ella donde se lee que De Valencia, Mallorca, Tortosa, Reus y Lrida, bajaron (entre otros) Amat Sobre el linaje de los Coloma, Viciana, en la Segunda Parte de la Crnica, p. Ho, col.i, cuenta que El origen y successo de la familia de Coloma (segn en escripturas de auctores aprovados hallamos) fue que procede de Francia ; porque ario de mil dozientos y ochenta y uno, Pedro de Coloma, Cavallero Francs vino de Francia muy bien acompaado y aderelado (...) y buelto de la jornada assent su casa en Cathalua ; y Escolano, al hablar de la familia Coloma en el Libro VI, cap. X, p.32, col. 2: Cuando el rey don Pedro el tercero de Aragn se volvi a Francia de verse con el rey Felipe, el ario mil doscientos ochenta y uno, se le aficion tanto un caballero francs llamado Pierres de Coloma (...) se vino a servirle Tambin los Corella son ampliamente tratados por Escolano en el Libro VI, cap. VII, p. 22, col. 2: De los pueblos, que salido el rey don Jaime de Elche, se le fueron rindiendo, hasta la toma de Murcia ; con la descripcin de los del distrito de Orihuela, SEGURA HERRERO, G. y POVEDAPOVEDA, C.: Apuntes para la historia familiar de los titulares del condado de Elda (1513-1999), en Catlogo del Archivo Condal de Elda (I). Elda, 1999, pp. 35-85 35 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA relacin de los caballeros que se quedaron poblados en ella, relata que: (...) acudieron a servirle en la conquista de Orihuela y Murcia cinco insignes capitanes que se ignoran sus propios nombres, pues no los de sus esclarecidos linajes (...) Corella; y en el captulo XLX, pp. 586-590 del mismo Libro, que se refiere a la antigua villa de Cocentainay del linagey caballeros sealados del apellido Corella, escribe: El linage de los Corella es de los ricos hombres de Navarra, y tomaron el apellido de la villa de Corella, en los confines de Aragn. Un memorial que he visto los hace descendientes de aquel gran caballero don Barbatuerta En lo que no hay duda es en atribuirle la autora del manuscrito Nobiliario Valenciano 12 , obra que acab, al parecer, hacia 1686, aunque con el ttulo de Antiguas Memorias, breve _y sumaria investigacin) discurso de la nobleza de los linajes de la Ciudad y Rgno de Valencia,y los escudos de armas. En el captulo VII, p. 97, dedicado a la Casa Coloma, hallamos una descripcin y dibujo del escudo de armas de los Coloma y una somera referencia a la Barona de Elda, que Contiene la Barona de Elda slo tres lugares, que son: Elda, Petrel y Salinas, con ms de setecientas casas de vasallos, sin muchos castillos y masadas en el trmino, que es dilatado, frtil y abundante de hermosas fuentes, frondosos montes, apacibles valles y amenos prados, y rico de todo gnero de frutas, pan, vino, aceite, seda, miel, cera y granos en abundan cia. Su latitud y longitud contiene nueve leguas ; esto es, seis de largo y tres de ancho. En el lugar de Salinas hay una laguna que tiene de largo ms de una legua, y media de ancho ; de donde en el verano se saca muy buena y blanca sal que sirve para todos los lugares de la comarca. Compr este estado Don Juan de Coloma 2 Publicado por el Ateneo Mercantil de Valencia en 1963, con prlogo, trans cripcin y notas de JOS MARTNEZ ORTIZ. El captulo al que nos referimos comprende la pginas 97-113. 36 I. CRNICAS Y OTRAS FUENTES Obsrvese el distinto nmero de taus que orlan el escudo de la casa Coloma segn diversos autores e incluso en los sellos oficiales. Escudo de armas del conde de Elda segn Viciana Sello seorial (AME) Detalle Armas de Coloma/Calvillo segn el Nobiliario Valenciano de Esquerdo. Sell seoridl ( ) Detalle 37 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Si el siglo XVIII ofrece unas fuentes de primera mano, son sin duda los relatos de los viajeros de la Ilustracin, a los que, sin embargo, hay que utilizar con precaucin porque muchas veces contienen juicios apriorsticos in fl uenciados por relatos anteriores que no ofrecen, preci samente, una imagen positiva de Espaa. Sus descripciones, cuando son autnticas, van escrupulosamente unidas a la constancia de la realidad econmica de las tierras que atraviesan. Sus relatos no encierran ninguna pretensin esttica ; contemplan el paisaje como materia de cultivo. Nota imprescindible es la dedicada a registrar con rigor estadstico el nmero de vecinos, de parroquias, de ermitas, las rentas, las clases de cultivos, etc. y en esto son una fuente estimable de informacin.. . siempre y cuando seamos capaces de distinguir entre quienes constatan directamente lo que observan y quienes se limitan a copiar. Los libros de viajes han sido fuente importante para el conocimiento del pasado, aunque los datos que propor cionan han de ser cuidadosamente evaluados, por cuanto que el testimonio de los viajeros es evidentemente subjetivo segn las simpatas, antipatas, prejuicios, o incluso el tipo de informacin que intenten transmitir, ya que un libro de viajes puede ser literario, imaginario, cientfico, eco nmico, artstico, etc. La literatura viajera es caracterstica del siglo XVIII y 39 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA est en ntima relacin con el ansia por conocer, por lo que no es de extraar el extraordinario xito que alcanz entre la sociedad de su poca. Es una obviedad a estas alturas decir que en el siglo XVIII viajar era casi un com ponente esencial en la educacin. Para Las Luces es impor tante socialmente ; y esta importancia se proyecta sobre la educacin desde Rousseau, que propone el viaje para conocer tierras y gentes, para ilustrarse, para educarse como individuo al servicio de una colectividad, de ah la utilidad para el historiador, ya que en su afn por anotar todo lo que ven, recogen con minuciosidad gran cantidad de datos que pasan desapercibidos a otros ojos menos atentos a todo aquello que no redundara a mayor gloria de la Iglesia o de los seores. Pero el modelo ilustrado tambin proyecta su sentido utilitario en el viaje: viajar para conocer y aprender de otros pases lo que de til pueda aprovecharse para el propio pas. De ah la gran variedad de temas que abarcan: viajes para conocer adelantos cientficos y tecnolgicos ; viajes para conocer las costumbres y los modos de vida ; viajes para conocer el arte de un pas, su geografa, economa, fl ora, fauna, etc. El viajero ilustrado proporciona una enorme cantidad de datos sobre temas muy variados. Sus observaciones van precedidas de un esquema previo y sistemtico encaminado a responder a una serie de cuestiones relativas a la realidad que observa. La utilidad depende casi siempre de la inten cin con que se plane el viaje, quin lo financi, etc. Los viajeros y Espaa Los libros de viajes sirvieron para propagar entre los europeos del Setecientos las visiones e interpretaciones que tenan de Espaa los viajeros que los narraron, y entre ellos encontramos viajes fingidos, autnticos, peyorativos o simpatizantes, salpicados de trivialidades y tpicos. 40 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Los viajes ms serios comienzan a mediados del siglo, cuando especialistas en distintas materias viajan a Espaa para conocer su arte, cultura, economa, sociedad, sistema poltico, etc., mezclando sus observaciones con otras sobre el paisaje y sus gentes. Son viajes marcados por un sentido utilitarista en los que el viajero toma nota de todo cuanto ve para aportar algo a su propio pas, es decir, quiere ser til a la sociedad, a su sociedad. En este sentido el viaje por Espaa apenas aporta nada a un viajero ingls, el viajero por antonomasia, porque hay que decir que, en honor a la verdad, para un ilustrado que viajaba para aprender, la Espaa de la poca bien poco poda ofrecer desde el punto de vista de la innovacin tcnica, de avances en la agricultura, de modernizacin, en resumen, que slo encuentra atraso, mal gobierno, supersticiones, excesiva religiosidad, mala planificacin econmica, etc., una serie de tpicos que contribuyeron a crear una imagen de Espaa llena de estereotipos que, sin embargo, fueron los alicientes que atrajeron a los viajeros romnticos de la centuria siguiente. A la mala opinin que se tena de Espaa por Europa contribuyeron en gran medida muchos libros de viajes franceses ; unos falsos, como los de la condesa dAulnoy (1691) ; Jean-Baptiste Boyer, marqus de Argens (1734) ; Antoine-Frainois Frvost dExiles (1738) ; Charles-Pierre Coste dArnobat (1756) ; Joseph Delaporte (1772) ; otros autnticos, como los de Jean de Vayrac (1717) ; Jean -Batiste Labat (1730) ; Charles-Frderic de Merveilleux (1738) ; tienne de Silhouette (1779) ; Joseph-Marie-Jrme Fleuriot, marqus de Langle (1794) ; pero todos ellos llenos de tpicos, trivialidades y clara antipata ; 13 y los escritos de 13 BATLLORI MUNN, M. : Presencia de Espaa en la Europa del siglo XVIII. La presencia espaola en las capas de cultura media: los libros de viajes, en La poca de la il ustracin, el Estado) la Cultura 0759-1808 Tomo XXXI: Historia de Espaa de Menndez Pidal, Madrid, 1988, 41 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Montesquieu y de Voltaire. El primero le echa en cara el exterminio de indios en Amrica, la prdida del comercio en beneficio de ingleses y holandeses, el sometimiento al clero y a la Inquisicin y la carencia de una filosofa ilustrada y moderna. Ms influencia tuvo Voltaire, quien destaca el terror reinante en Espaa desde la muerte de Carlos V y el vaco que representaron los reinados siguientes. Estos juicios influyeron poderosamente en los escritos de dAlembert sobre Espaa, pero an ms en Masson de Monvilliers, que en 1784 escribi su artculo Espagne en el que recoga cuantos prejuicios sobre Espaa se tenan en la Europa culta e ilustrada. Masson se preguntaba: Qu debemos a Espaa. Desde dos, cuatro, seis siglos, qu ha hecho Espaa por Europa. El artculo fue contestado por Cavanilles que se encontraba en Pars como preceptor de los hijos del duque del Infantado. La Espaa del XVIII, con su historia, cultura y tradiciones, era difcilmente comprendida por los ilustrados europeos. Y esta actitud, junto con las psimas condiciones de los caminos, posadas, medios de locomocin, etc. , mantuvo a Espaa fuera del Grand Travel ilustrado que se centraba, fundamentalmente en Italia, los Pases Bajos y algunas zonas de Europa central. Quizs por esto los personajes que recorrieron nuestros caminos estn considerados, salvo excepciones, de segunda fila o, en el mejor de los casos, carentes de la preparacin acadmica o cientfica que posean quienes recorrieron el Grand Tour. Pese a esto, son numerosos los que visitan nuestra pennsula. 4 Mientras los viajes europeos estn guiados por un afn didctico, son de financiacin privada y su objetivo es convertirse en libro de divulgacin, los espaoles se [4 La relacin es extensa y puede accederse a ella a travs de los autores que se citan en la bibliografa. 42 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES enmarcan dentro de un plan ilustrado auspiciado por una monarqua que pretenda de esta forma conocer ms a fondo la realidad de un pas de cara a aplicar una serie de reformas encaminadas a su modernizacin. En su mayora estos viajes se realizan con el patrocinio o encargo de la Corona, con objeto de estudiar la estructura econmica del pas y evaluar sus resultados de cara a posibles reformas que favorecieran los rendimientos. Bernardo Ward, en su Proyecto Econmico escrito en 1762, planteaba que para disfrutar de las ventajas de Espaa y remediar sus atrasos, lo primero es conocerlos, por lo tanto la visita al reino deba ser la premisa para acometer cualquier reforma. Por aquellos arios ya se haba publicado una serie de obras de similares caractersticas: Introduccin a la historia naturaly a la geografa fsica de Espaa (1775) de Guillermo Bowles ; Historia de la Islas Canarias (1777-83) de Jos Viera ; Ensayo ... de las producciones marinas de la costa de Galicia (1784) de Xos Andrs Com ide ; Viaje por el interior de la isla de Mallorca (1785) de Jeroni Berard ; Descripciones de las islas Pithiusasy Baleares (1787) de Jos Vargas Ponce ; Historia de la economa poltica de Aragn (1789) de Ignacio de Asso ; Descripcin econmica del Ryno de Galicia (I804) de J. Lucas Labrada. Sobre el reino de Valencia se podan encontrar referencias en el Correo General de Espaa (1769 71) de F.M. Nipho y la Descripcin del Reino de Valencia por Corregimientos (1783) de J. Joaqun Castell. Un caso especial es Jos Montesinos, ms sedentario, pero no menos curioso, cuyas observaciones y comentarios de primera mano recogido en su Compendio se decantan hacia aspectos ms espirituales y pseudoeruditos que materiales y utilitarios, y que permiten completar la visin panormica de la Elda del XVIII desde la ptica de sus visitantes. 43 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Montesinos no es ni un viajero ni un ilustrado, sino un gramtico en una poca en que tal actividad no gozaba de gran prestigio. Sus pretensiones de erudito le llevan a redactar una monumental obra en veinte volmenes donde coexisten interesantes datos descriptivos, parroquiales y biogrficos, con una gran cantidad de relleno, erudicin vaca y apologa localista no exenta de adulaciones, aunque til para el conocimiento de numerosas localidades de la dicesis de Orihuela en el siglo XVIII. En su obra se pueden rastear ciertas influencias de los viajes clsicos, ingleses de la segunda mitad del siglo, como su aficin por describir restos y objetos arqueolgicos, algunas veces inventados por l en su afn de adornar su relato. Los compendios histricos son prcticamente refritos, en algunos casos con nfulas de originalidad, donde en contramos hechos comprobados y algunas invenciones y exageraciones de sus autores. Su destino ms frecuente sola ser la biblioteca de algn centro docente, eclesistico o de algn noble que pudiera pagar un trabajo frecuente mente compuesto de varios volmenes profusamente ilustrados, ya que los costes de imprenta, unidos a la poca difusin que se prevea hacan prohibitiva su publicacin. 8. TOMS LPEZ DE VARGAS MACHUCA: Relaciones geogrficas, topogrficas e histricas del Reino de Valencia. Recogidas por Vicente Castaeda y Alcover, Madrid, 1919, vol. I, pp. 99-100. Las lneas subsiguientes las tomo prestadas de mi buen amigo Juan Antonio Mart Cebrin, que fue el primero en dar a conocer este personaje al pblico eldense. 15 Toms Lpez de Vargas Machuca (1731-1802) Estudi 5 MART CEBRIN. J.A.Elda en la obra de Vicente Castaeda y Alcoyer: Relaciones geogrficas, topogrficas e histricas del Reino de Valencia, hechas en el siglo XVIII a ruego de Don Tom cts Lpez. Revista Fiestas Mayores , Elda, 999, pp. 60-61 44 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES en Pars grabado y cartografa. Entre 1762 y 1788 realiz los mapas del Reino de Valencia, con tal precisin y meti culosidad que fueron utilizados en la guerra contra las tropas napolenicas y hasta la segunda mitad del siglo XIX. Es un gegrafo de gabinete que recab, recopil y estudi la documentacin que le enviaban sus colaboradores, especialmente eclesisticos de los pueblos y villas de las gobernaciones valencianas. Para ello confeccion una especie de cuestionario con quince preguntas que sus corresponsales deban responder detalladamente, remi tiendo un mapa o plano del territorio de la poblacin. Dos leguas de Novelda, en medio del camino que lleva de Murcia y Alicante a Valencia, est la villa de Elda, del conde de Pufioenrostro, con 810 vecinos. Tiene su asiento en el llano ; beben sus naturales y riegan de fuentes y de las aguas sobrantes de Sax; sus huertas son muchas y frtiles, producen trigo, maz, seda, frutas y hortalizas. En los secanos se coge mucho trigo y otros granos, gran cantidad de azeite, ans, vino, higos y almendras ; cgese tambin porcin de pasa mui especial. En este pueblo hay un molino o fbrica de papel, y adems del clero secular, un convento de Franciscanos arto numeroso. En su trmino, hacia la parte de Novelda, hay una fuente tan salada, que de ella hacen sal ; para impedirlo, y que nadie se lleve agua, tiene el Rey un hombre que assiste all de continuo. Entre la relacin de productos agrcolas incluye la especial calidad de la pasa que, como veremos ms adelante, es un producto destacable en la economa eldense. . JUAN FRANCISCO PEYRO N : Nuevo viaje en Espaa, hecho en 1772) 1773, en el que se trata de las costumbres, del carcter, de los monumentos antiguos) modernos, del comercio, del teatro, de la legislacin de los tribunales particulares a ese reino) de la Inquisicin, con nuevos detalles sobre su estado actualy sobre un procedimiento recientey famoso. Primera edicin en Ginebra, 1782 y segunda en Londres, 45 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 1789. Recogido por Garca Mercadal. J. : Viajes de extranjeros por Espaa) Portugal, Madrid, 1962, vol. III, p. 756. Vuelvo el camino que haba dejado para dar una idea de esta costa. Despus de Villena se llega a Sax, lindo pueblo construido por los moros, situado a orillas de un ro pequeo, al pie de una colina muy elevada y en forma de obelisco, en la punta de la cual estn los restos de un viejo castillo ; se encuentra a continuacin Elda, ciudad bastante grande y bien construida, cuyos alrededores estn regados y bien cultivados La sucinta descripcin, en la que no muestra ninguna curiosidad por el nombre del ro, as como la parquedad de datos aportados, delatan el escaso inters del autor francs, provenzal nacido en Aix en 1748, por esta parte de su viaje, donde no encontr resto alguno de esos mo numentos romanos y rabes tan buscados por los viajeros de sus poca. IO. HENRY SWINBURNE: Travels through Spain in the years 1775 and 1776 in which several monuments of Roman and Morish architecture are illustrated y accurate drazongs taken on the spot. Editado en Londres en 1779. Naci en Bristol (Inglaterra) en julio de 1743. Durante una estancia en Francia con su esposa, sir Thomas Gasco yne, otro viajero ingls, le invit a acompaarle durante un largo viaje por Espaa. El recorrido comenz por La Junquera, bordearon el Mediterrneo hasta Andaluca, que recorrieron de este a oeste, cruzaron La Mancha en direccin a Madrid, desde donde marcharon hacia Burgos y la frontera del Bidasoa. Es uno de los recorridos ms completos del siglo XVIII y, segn sus propias palabras, se propona relatar sus observaciones sobre (. ..) el suelo, los cultivos, la forma de gobierno, el comercio y las costumbres de este reino (...) el estudio de las antigedades, especialmente las moras... .. 46 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Con respecto a este libro, Townsend deca que muchos soldados de Napolen llevaban un ejemplar en sus mochilas durante la invasin de Espaa. Carta XIV 8 de diciembre de 1775 camino de Alicante: Jams haba visto una zona tan llena de torres en ruinas como estos aledaos de Valencia y Castilla ; no hay un pueblo sin su torren colocado en algn precipicio casi inaccesible y ninguno tan singular como el castillo de Sax. Aqu las colinas estn rotas, el paisaje es inhspito ; pero cerca de Elda la llanura mejora para nuestro bien. Pasamos por una serie de estanques y cuevas donde los habitantes de esa ciudad guardan sus provi siones de hielo para su consumo en verano. Como haba una delgada capa de hielo en la superficie del agua, estaban muy ocupados llevndosela con la mayor celeridad por si un repen tino deshielo la hiciera desaparecer. Un dato muy curioso que no encontramos en ninguna otra fuente: los pozos de hielo o nieve. El consumo de nieve se encontraba muy extendido entre la poblacin de la Edad Moderna, y se utilizaba para sorbetes, para refrescar el agua, como conservante de alimentos y con fines medi cinales. La amplia demanda de nieve y la popularizacin de su consumo, hizo que determinados lugares llegaran a desarrollar una prspera industria heladera, como Ibi y Jijona. En torno a ella se desarroll una intensa actividad de recogida, aprovisionamiento, transporte y abastos muy importante en toda la provincia de Alicante. Los pozos de nieve eldenses no eran de la misma tipologa que los clsicos neveros de montaa ; eran ms modestos y su funcin era la de servir, bien a la distribucin de la poblacin, bien para uso privado. Su uso era el almacenamiento de nieve y hielo, indistintamente. Actual mente tenemos conocimiento de El Pozo de la Zanja del Hielo (en la finca Lacy), El Pozo Franceso (tambin Fran MALLOL FERRNDIZ, ,J. : Alicante)) el comercio de la nieve en la Edad Moderna. Alicante, 1989. 47 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA cesco, de La Jaud o del Francs) ; dos pozos en la partida de El Chorrillo, uno de ellos dando nombre a un barranco: el de el Barranco de la Nieve ; el de Anchureta o Pozo de la Horteta ; el de San Antn, en el barrio de Calu, llamado tambin Poza Alfaguara ; el Pozo del Duque en la partida de la Jaud y el Pozo del Lacy. 17 BERNARDO ESPINALT Y GARCA: Atlante Espaol o Descripcin General Geogrfica, Cronolgica e Histrica de Espaa por Reinos) Provincias: de sus Ciudades, Villasy Lugares ms famosos, etc. Tomo VIII. Descripcin del Reino de Valencia. Parte I. Madrid, 1784, pp. 282-284. Era miembro de la Sociedad Econmica de Amigos del Pas de Madrid y su Atlante es una de las primeras obras enciclopdicas que aborda, con carcter global y divulgativo, la labor de dejar constancia de cuantos datos geogrficos e histricos se conocan sobre Espaa. En 1804 public la Gua General de Postas con un mapa de todas las rutas de correos. Con anterioridad los nicos mapas que se podan encontrar fueron los que publicaba Toms Lpez (1730-1802) y que, reunidos todos ellos, constituyeron el Atlas Geogrfico de Espaa. Son varias las fuentes en las que se apoya Espinalt, principalmente Rodrigo Mendes Silva -tambin citado por Montesinos-, Jenaro Estrada, Pere Antoni Beuter, Jernimo Zurita, Martn de Viciana, Escolano, Diago, Ponz, etc., a los que cita a pie de pgina. Y es muy posible que conociera, aunque no cita, las obras de F.M. Nipho y de J. Joaqun Castell. Es muy minucioso en determinados detalles, como la utilizacin de coordenadas para dar la situacin geogrfica de la villa, pero esta minuciosidad no 17 MART CEBRIN, J. A.: Pozos de nieve en el trmino de Elda. Fiestas Mayores n 13. Elda, 1996. 48 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Ectaty, pa 3. lo 55 ot* SI AS 9s erkiacion U.r SePidc.c. _ctrzobTod _Epecrgal Clicdca O 111 )0 0 95Vocou Siorechni. SO LOTO., (lo,h2c 55 -4 -4 joloo4Fl .ibtacvo 1LAP A REY 1.70 DE VALENCYA. Par 2.B 24 44 4, 44.7..52422415 y berci4. OCial Como 1-mand raa Canz,y falo de zez.ncro La A! soccdoci ego , vz 10 1_ ItE ISTO Covillen tr os dailluter moUr OILISS 7,Q= oz000do cha bao C Icoorius CACZCOZ.,.~Bor ernla E1/.e -~r Lila% o .14 5 54 35 So .23 .311 , 51 45 Mapa del Reino de Valencia segn Bernardo Espinalt se corresponde a la hora de describir. En cuanto a las ilustraciones, adjunta un mapa del reino de Valencia con bastantes errores tipogrficos, no sabemos si achacables a la imprenta o al autor, y una lmina en la que representa un hombre y una mujer con el traje tpico ; el hombre con la azada de labrador y la mujer con capullos de seda. En segundo plano se ve una casa de labor oriolana donde se aprecia el trabajo de devanar la seda y como fondo el mar. Evidentemente el autor quera representar lo ms caracte rstico del reino. Rodeando la lmina los escudos de las ciudades y villas de las que trata en el texto, numeradas 49 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA para su identificacin, aunque este detalle se le olvid. Deducimos que el escudo de Elda es el numerado con el 21, por la total similitud con el que nos presenta Montesinos en su Compendio. ATL A.N TE ESPAOL DE SCRIPCION GENERAL DE TODO EL REINO DE ESPAA TOMO 8 REINO DE VALENCIA Estampa 2 del Atlante Espaol El escudo 21 es la reproduccin ms antig-a encontrada del Escudo de Elda. Por supuesto, ningn ilustrado se preocupaba por hacer literatura ni se detena en lo que no fuera puro utilitarismo. An as, se echa de menos alguna referencia al pantano y a las aguas de riego. La relacin que ofrece de productos agrcolas se reduce a olivos, almendros, moreras, vias, trigo, cebada ; encontramos la primera y nica referencia al ganado, pero no hace ninguna mencin a los aspectos industriales, molinos, fbricas, etc. Situacin A una legua de la raya del Reyno de Murcia y a seis al Norte de la ciudad de Orihuela est en sitio alegre y ameno la villa de Elda, a los diez y seis grados y dos minutos de longitud y treinta y ocho grados y treinta y siete minutos de latitud. 50 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Vecindario e instituciones religiosas Tiene novecientos vecinos en una iglesia parroquial con un cura prroco y algunos beneficiados ; un convento de franciscos observantes llamado de los ngeles fundado el ario 1560 ; un hospital y algunas hermitas . Estado de su agricultura Su trmino est todo plantado de olivos, almendros, moreras y vias, y es tal la aplicacin de sus naturales, que si favorecen las lluvias da una quantiosa cosecha de trigo, cebada, aceyte, mucho vino y seda de superior calidad y otros frutos ; en sus montes hay cra de ganado lanar y cabro ; mucha caza mayor y menor y hierbas medicinales. Toponimia Los moros la poblaron llamndola Idella, que significa casa de regalo ; el rey don Jaime se la quit, y poblndola de chistianos las pusieron stos el nombre de Ella, que corrupto ha quedado en Elda. Seoro Es cabeza del condado de su nombre, merced que hizo el rey don Felipe II a don Juan Coloma, descendiente de don Juan de Coloma, secretario de Estado y Guerra que fue del rey don Fernando V, que la compr con sus aldeas y la hizo mayorazgo: 8 Hoy posee este estado el conde de Puonrostro, que es seor temporal de esta villa en la que tiene un fuerte alczar o palacio. i2. JOSEPH TOWNSEND: Viaje por Espaa en la poca de Carlos III (1786-1787). Madrid, 1988. La primera edicin de la obra original en ingls: A journy through Spain in theyears 1786 and 1787 ; with particular attention lo the agriculture, manufactures, commerce, population, laxes and revenue of that countu, 3 vols., fue publicada en Londres en 1791. 18 Hay nota a pie de pgina: (a) Escolano, lib. 6. cap. lo). 51 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Es uno de los pocos hombres con formacin cientfica que viajaron por la Pennsula. Nacido en 1739 proceda de una familia de comerciantes londinenses. Curs estudios en Cambridge y Edimburgo y fue ordenado sacerdote en 1763. Su obra es la ms adecuada para conocer los adelantos materiales y las perspectivas de progreso que ofreca la Espaa de los ltimos arios de Carlos III. Entre sus escuetas observaciones sobre Elda destaca la referencia al uso de mulas y asnos en las faenas agrcolas, referencia que se enmarca en el debate de la poca entre tratadistas ingleses y franceses sobre las ventajas del caballo sobre el buey y que lleva a todos los viajeros forneos a sealar cul es el animal de tiro empleado en las regiones espaolas por la que pasan. Volveremos sobre este tema cuando tratemos la ganadera. Tampoco deja de llamarle la atencin el paraje de Las Salinetas. Dej Alicante el 6 de junio (...) Despus de haber comido (en Montfort) hicimos todava cinco leguas para alcanzar Villena. El camino pasa casi siempre por un terreno rido e inculto, que son desiertos slo convenientes a las fnebres cruces que all se encuentran. Observ en un barranco un pequeo torrente que corra sobre un lecho de selenita cuyos bordes se hallaban cubiertos de sal marina. Despus de haber pasado las montaas, entramos en el frtil valle de Elda, donde la via, las almendras, los higos, las aceitunas, el trigo candeal, el maz, la cebada y la lucerna cubren la vasta extensin que a los ojos se presenta. Labran esas vias con dos mulas, pero en los campos no se sirven ms que de un solo burro 13. ANTONIO JOS CAVANILLES: Observaciones sobre la Historia Natural, Geografa, Agricultura, Poblacin) Frutos del Rgno de Valencia. Dos volmenes, Madrid, 1795-1797. Edi cin facsmil publicada por Albatros Ediciones, Valencia, 1981. La segunda edicin fue publicada por el Consejo Superior de Investigaciones Cientficas, Zaragoza, 1958. 52 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Antonio Jos Cavanilles Palop (Valencia, 1745 Madrid, 1804). Estudi en las universidades de Valencia y Ganda. Fue Oidor en Valencia y Regente en Oviedo. En 1776 trabaj como educador de los hijos del duque del Infantado en Pars, donde escribi unas Observaciones sobre el artculo Espagne de la Nouvelle Engclopdie, y donde ampli sus conocimientos cientficos, especialmente los de Ciencias Naturales y Botnica, tema ste sobre el que escribi una monografa muy alabada por la Real Academia de Pars. PILINC11,00 M P A DI. REY. SE ALENLI & Mapa del Reino de Valencia segn Cavanilles. En la primavera de 1791 comienza a recorrer Espaa por orden del rey Carlos IV que le haba encargado clasificar y estudiar su flora. Cavanilles empez por el reino de Valencia, y no slo estudi los aspectos relacionados con 53 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA la Botnica sino que realiz una minuciosa descripcin fsica, econmica y demogrfica. Es la fuente ms fiable y la que mayor cantidad de datos suministra. La masa de informacin que aporta es fundamental para el conoci miento del reino de Valencia en el siglo XVIII. Por supuesto conoca a Escolano, al Conde de Lumia res, a Mayans, cuya autoridad reconoce y cuyas obras cita cuando as viene al caso. A pesar de todo Cavanilles no copia nada de anteriores autores y no parte de ninguna idea preconcebida. No anota nada que no haya visto por s mismo o que no proceda de una fuente que l considera fiable, como es el caso del nmero de vecinos que toma del Censo del Floridab1anca. 19 Sus observaciones naturalistas estn impregnadas por el signo de lo til. No se entretiene en detalles toponmicos, histricos ni seoriales ; describe con gran minuciosidad todo lo que considera interesante. Da opiniones y hace observaciones valiossimas. No slo enumera las producciones, sino que tambin valora la rentabilidad. Lo que deba ser un tratado de botnica se convierte en una obra de carcter casi enciclpedico con aportaciones agrarias, demogrficas, econmicas, lingsticas, etc. En las Observaciones hay una visin etnogrfica que trasciende a lo meramente geogrfico: el hbitat, los artefactos, la lengua, las relaciones hombre -naturaleza. Es la primera fuente que habla de las industrias, o preindustrias, como la relacionada con el esparto, observa el imaginativo arte facto de los martinetes, el aprovechamiento del agua para uso industrial en los molinos, la construccin del pantano. .. Tambin es el primero en detenerse en aspectos humanos y sociales, observando las diferencias con la vecina Petrer, tanto lo relacionado con el idioma como la rivalidad entre sus habitantes. 19 CASTELL TRAVER, J.E. : El Pas Valenciano en el Censo de Floridablunca (1789). Valencia. 1978, p. 4.55 54 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES La parte que transcribimos se encuentra en el volumen II, pp. 258-260 de la edicin facsmil. Diferencias entre Elda y Petrel Indicados los confines de los reynos de Murcia y Valencia, volvamos a Petrel para seguir la descripcin de los dems pueblos principiando por Elda, que le cae al sudoeste. Con distar slo media legua estos pueblos, si se examinan y comparan sus moradores, parecern nacidos en climas muy diversos, segn las diferencias en el idioma, trages e inclinaciones. Lejos de estimarse como buenos vecinos, casi se aborrecen y detestan: los de Petrel, oriundos de la antigua hoya de donde vinieron a reemplazar a los moriscos expulsos, creen que los de Elda tienen otra alcurnia y, conforme a esta preocupacin infundada, prorrumpen en expresiones ajenas a la buena amistad ; (...) Idioma (...) los de Elda corresponden con otras, satisfaciendo en cierto modo a su resentimiento, bien que con ms moderacin ; hablan en castellano sin eleccin de voces, sin pureza ; los de Petrel, en valenciano tan cerrado como en los pueblos descritos en este ltimo libro. (En Monforte): hablan un mal castellano como los de Aspe y Elda, por la inmediacin a pueblos donde solo se usa el valenciano ; idioma general en todas las poblaciones de este libro (cuarto), si exceptuamos la huerta de Orihuela, y las citadas villas de Elda, Aspe y Monforte (II, 267) Agricultura y aguas de riego A los olivares de Petrel siguen las huertas de Elda, que com ponen 20.000 tahllas de riego, ricas generalmente por su valor intrnseco, y mucho ms por el esmero con que se cultivan. Hace muy vistoso aquel recinto el contraste de los cerros ridos de la comarca con la multitud y variedad de rboles, sembrados y hortalizas. Las aguas son tan abundantes, que algunos, logrndolas de sobra an en el esto, suelen vender las suficientes 55 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA para regar un jornal de tierra por diez o doce reales, precio vil respecto del que tienen en la huerta de Alicante. Nacen en las fuentes del Chopo junto al convento de las Virtudes en trmino de Villena, y se conducen por la acequia del Conde hasta la rambla de Saix (sic) o ro Vinalap (sic). Los de Saix toman las necesarias para regar sus huertas, y las restantes siguen por dicha rambla hasta el pantano de Elda, del que hacen parte ; de donde salen en gran copia por un estrecho canal, y despus, repartidas en otros ms estrechos, cruzan y fertilizan aquel jardn fresco y ameno que, sin riego, sera un terreno poco feraz y acaso abandonado ; porque en varias partes se descubre el mismo orden y sucesin de capas gredosas, areniscas y de cantos que hemos observado en otros trminos. Vense all hermosas vias y algarrobos cultivados con inteligen cia, cuyos frutos se aseguran con riegos, podas y labores ; las moreras, frutales y hortalizas vegetan con lozana y corresponden a los afanes de aquellos hombres infatigables: Vecindario Su principal esmero es en las tierras que alcanzan agua ; mas no descuidan las restantes del trmino, que tiene apenas una hora de dimetro, corto a la verdad para los 1.000 vecinos de la villa. Industria del esparto Por tanto, se ocupan muchos en las fbricas de aguardiente, xabn, lienzo, papel y teja, y en mayor nmero, sin compara cin, en las del esparto. Con la permisin concedida en arios pasados a ciertos individuos para extraer del reyno el esparto en rama, recibi Elda un terrible golpe: ganaban sus vecinos cada semana 500 pesos y desde entonces apenas les dexa 60 el esparto manufacturado. Sin duda ocultaron al Gobierno las grandes utilidades que el esparto dexa, y que a l slo deben 2 En la pg. 264, hablando de Novelda aclara: (...) Vara mucho el valor de la huerta en estas tierras. Segn me informaron la tahulla de huerta vale en Petrel 500 pesos, en Monvar y Aspe 400, en Elda 200 y en Novelda roo (..) 56 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES su prosperidad muchos pueblos del reyno. Los de Elda lo reducan a felpudos, y as manufacturado se extraa. Era preciso majarle de antemano, y como esta operacin ocupaba muchos brazos robustos que podan servir a la agricultura, Josef Juan y Anaya imagin hacerla por medio de un martinete, sirvindose del agua para el movimiento, y de un nio para poner y revolver sobre una plancha de hierro los manojos de esparto que reciban los repetidos golpes de un fuerte mazo. Con tal industria, un solo muchacho haca al da tanto como cinco hombres. Quedan an en Elda dos de estas mquinas, en que se majan 10.000 arrobas de esparto. Molinos y fbricas Hay adems un molino de papel blanco, donde se hacen 10.000 resmas ; dos de estraza ; siete fbricas de aguardiente, que algunos arios han producido 4.000 arrobas; una de xabn, otra de teja, y varios telares de lienzo. Produccin de la huerta A estas ganancias y utilidades se aaden las de la agricultura, reguladas en 30.000 arrobas de aceyte, 3.000 de higos, 4.000 de frutas, 6.000 de hortalizas, 50.000 cntaros 22 de vino, sin contar la pasa, que suele valer 5.000 pesos, y otro tanto la uva fresca ; 500 libras 23 de seda, 1.400 cahces de trigo, 1.200 de maz, 650 de cebada, 70 de almendra, 80 entre avena y habas, 1.000 arrobas de barrilla, 80 de ans, y unas 400 de lana. Observaciones generales Hllase Elda en una altura respecto a sus huertas; sus calles antiguas son estrechas, las modernas bastante anchas y alineadas ; sus aguas y alimentos, excelentes, y el ayre que se respira, muy saludable. 21 La arroba equivale a unos 10 kilos aproximadamente. de esparto. 22 El cntaro es una medida de capacidad de lquidos equivalente a unos II litros y medio. 23 La libra equivale 0,355 kg. 57 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Descripcin del entorno Caminando desde la villa hacia el noroeste o sudoeste, se halla un suelo ms alto y ondeado. Hacia Monvar o sudoeste se encuentran cerritos y profundas arroyadas de yeso, cuyos colores son roxo, amarillo o blanquecino, sobre los quales brillan infinitos fragmentos del mismo yeso cristalizado en hojuelas. Observaciones botnicas Por all crecen con abundancia la xara escamosa, el anabasis con hojas de taray, la sansola articulada, la herniaria fruticosa, el tomillo cabezudo, las esttices furfurcea, cordata y limonium ; el esparto, y otras muchsimas plantas. En la parte del noroeste es menos freqente el yeso y sus cristales, y ms activa la agricultura. Fuentes En la misma parte, no lejos de la villa, est la copiosa fuente, llamada de Alfaguar y Encantada, cuyas aguas brotan en un pequeo recinto, cercado de paredes mal construidas y medio desmoronadas, desde donde siguen hacia el sur por una mina muy capaz hasta el molino papelero. Pantano Ms all de la fuente hacia el norte empiezan cerros sucesiva mente ms altos hasta el monte de la Torreta y el pantano que dista una hora de Elda. En la garganta estrecha y cauce de la rambla, que yace entre dos cerros, levantaron un muralln de 56 palmos de altura y de 40 de grueso en la parte superior donde queda una larga terraza, igual a la distancia entre los cerros que le sirven de apoyo. Es obra slida, toda de sillares de a media vara, bien unidos y capaz de contener las aguas. Como las ms que all acuden son de manantiales perennes casi suficientes para fertilizar las huertas, no fue necesario dar 24 LAMBERTO AMAT dice que eran 48 palmos. Elda. Su antigedad, su historia... Ed. fascimil, vol. II. Elda, 1983, p. 237. 58 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES mucha extensin a la balsa para acopiar las de lluvias ; y por eso, cuando stas se verifican despus de llenar el depsito, rebosan por encima de la terraza y caen en cascada al fondo del barranco. Este derrame podra con el tiempo desquiciar la unin del paredn con los cerros ; para evitar ste y otros daos levantaron sobre la terraza dos paredes de quatro pies de altura, formando con ellas un canal mucho ms ancho hacia el norte por donde vienen las aguas, que siguen sin tocar los cerros y se precipitan. Reflexiones sobre la fbrica No creo acertada esta ltima parte de la obra, porque los repetidos golpes de la aguas, que en gran cantidad caen de 56 palmos de altura, deben excavar la raz y cimientos del muralln, como de hecho se verifica en el profundo hoyo que se ve en frente de la puerta, lo qual ir disminuyendo la fuerza del pantano. Adems las aguas que al caer lamen y humedecen la superficie meridional del muro, la alteran y desmoronan por la alternativa de la humedad y calores ; ya se ven en los sillares profundos surcos, y no pocos maltratados por esta causa. Para remediar y precaver semejantes daos convendra destruir las paredes o canal sobrepuesto a la terraza, y con sus materiales u otros ms slidos levantar el muralln ocho pies ms, dexando a la derecha un boquete de quatro varas excavado en el monte y continuar en declive este canal abrindole a pico en aquella falda hasta conducir las aguas sobrantes al fonde de la rambla. Convendra tambin rellenar y macizar el hoyo excavado, reparar el muro y asegurar por todos modos la obra entera. Utilizacin de sus aguas Las aguas que por all pasan, despus de fecundar los campos de Saix y Elda, se aumentan con varios manantiales, fertilizan las huertas de Novelda y siguen hacia el pantano de Elche. 4. JOS MONTESINOS PREZ: Compendio Histrico Oriolano, 20 vols. manuscritos. Orihuela 1791-1816. Vol. X, captulo II, con 1795 como fecha de comienzo, En el que 59 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA se refieren las excelenciasy fundacin de la muy Nobley Fidelsima Villa de Elda, su Parroquial, Iglesia, Hermitas e Iltres. hijos suyos. Existe una trascripcin realizada por Jos A. Ortega Cams y editada por la fundacin Paurides Gonzlez Vidal, Elda, 1997. Naci en Orihuela en 1745, donde se inici en los estudios de Latinidad. Su peripecia estudiantil, narrada por l mismo en forma autobiogrfica, contiene evidentes contradicciones y exageraciones en un intento de sobreva lorar su currculo personal. Despus de un periplo de estudios diversos en Orihuela, Valencia y Ganda, en cuya Universidad consigui graduarse en Artes, alcanz la ctedra de Rudimentos de Gramtica que sac a concurso el Ayuntamiento de Orihuela, lo que le permiti ocupar vivienda y cobrar un sueldo municipal. Se jubil a la edad de cuarenta y ocho arios, tras veintisis de ejercicio, dedi cndose a completar su Compendio Histrico de Orihuela, obra para la que le debieron servir mucho los datos obtenidos en las visitas a los pueblos que efectuaba como examinador de latn comisionado por la Universidad. Copia textualmente algunos prrafos de Escolano, al que incluye entre los autores que mencionan a Elda en sus obras ; sin embargo no hace lo mismo con Espinalt, a pesar de que varios apartados estn literalmente calcados del Atlante, los referidos a situacin y coordenadas, fundacin del convento, estado de la agricultura y el apartado de toponimia, al que aade algunos detalles. Sin embargo no parece que conociera la obra de Cavanilles, al menos mientras compona el volumen que comentamos. No habla del apartado industrial ni de las aguas de riego, pero a travs de uno de los autores que recoge, Juan Santos, cita los molinos y batanes. De Espinalt toma la situacin, vecindario e institu ciones religiosas ; el estado de la agricultura es copia textual, incluso en las omisiones ; el apartado de toponimia es 6o II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES tambin copia con algn aadido de palabrera, as como lo referente al seoro, hasta la nota a pie de pgina que ste recoge de Escolano ; aade la composicin del Ayun tamiento. Los datos que aporta sobre la enseanza son originales, aunque escasos, quizs debido a la naturaleza de las relaciones de Montesinos con la villa. La fundacin de la villa es una pura invencin. Ms interesante es la aportacin al urbanismo con los datos proporcionados sobre las fuentes pblicas de abastecimiento de agua y los apartados dedicados al convento de Na Sa de los Angeles, a la iglesia de Santa Ana y las ermitas, por la gran cantidad de informacin de primera mano relacionada con las fundaciones y completa descripcin. Debido a la extensin de la obra de Montesinos, me limito a tomar aquellas partes que tienen relacin con lo que estamos tratando de los otros autores. An as, y para evitar perder al lector en extensos prrafos de contenido erudito -teolgico, me he permitido desbrozar todo aquello que se aparta de lo que estamos considerando materia comparativa con los otros autores. Situacin A una legua de la raya del Reyno de Murcia y a seis al Norte de la ciudad de Orihuela, su capital, est en sitio alegre, feraz y ameno est la muy noble y muy fiel villa de Elda, a los 16 grados y dos minutos de longitud y 38 grados y 37 minutos de latitud. Estado de la agricultura Su trmino est todo plantado de olivos, almendros, moreras, higueras y vias, y es tal la aplicacin de sus naturales que si favorecen las lluvias da una cuantiosa cosecha de trigo, cebada, aceyte, mucho maiz y seda de superior calidad y otros frutos. En sui montes hay cra de ganado lanar y cabro ; mucha caza mayor y menor y hiervas medicinales. 61 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Toponimia Los moros la poblaron despus que obstinadamente la rin dieron y destruyeron con su poder llamndola Idella, que significa casa de regalo ; el Rey de Aragn, D. Jaime I se la quit en 26 de julio del ario 1265 y poblndola de cristianos la pusieron el nombre de Ella que corrupto por la variedad de lenguas ha quedado en Elda. Fundacin No tiene duda que la fundaron muchos arios antes de la venida de Christo al mundo los griegos Foscenses y Marcelianos ; y la poseyeron sucesivamente los Gentiles, Cartaginenses, Romanos, Godos, Moros y Christianos. Seoro Es cabeza del condado de su nombre merced que hizo el Rey D. Felipe II de Austria a D. Juan de Coloma, descendiente de otro D. Juan de Coloma que fue Secretario de Estado y Guerra del Catholico Rey D. Fernando II de Aragn y V de Castilla que la compr con sus aldeas, que eran Petrel y Salinas y la hizo mayorazgo, como dice Escolano, libro VI, captulo X. Edificios principales (...) sumptuosas Casas Consistoriales, Palacio de los Sres. Condes que es el antiguo Castillo ; Psito general de granos para el socorro de los labradores ; muchas huertas ; fuerte crcel ; (. .) Vecindario e instituciones religiosas Tiene sobre mil vecinos en una Iglesia Parroquial con un Cura Prroco, con Vicario y algunos Beneficiados: un convento de Franciscanos Observantes, llamado de los ngeles, fundado en el ario de 1560 por el revdo. P. Fray Sebastin Alemn, natural de Orihuela a instancias y expensas de los muy Ilustres seores condes de Elda ; un Hospital y algunas Hermitas. El titular de la parroquia es la Sra. Santa Ana ; y tiene coro vivo ; extramuros el referido Combento (...) 62 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Fuentes Todos sus vecinos se abastecen de quatro bellas pblicas fuentes, construidas a expensas de los Propios y caudales de la villa, baxo estos ttulos: La primera est junto a la Iglesia Parroquial, y por eso la llaman de la Iglesia ; tiene tres abun dantes caos de bronce. La segunda est en la Plaza Mayor de los comestibles, y por eso se llama de la Plaza, y es de mucho consumo, de primorosa construccin y tiene quatro copiosos caos de bronce. La tercera est cercana a la Hermita de San Antonio Abad, por lo que es conocida por la Fuente de San Antn ; tiene slo un cao de bronce con el que se abastece todo el recinto. La quarta est junto al pblico Hospital de la villa ; es aseada y su construccin moderna ; tiene tres abundantes caos de bronce; aunque sus principios son antiqusimos, por lo que se deterior mucho su obra ya a mediados del siglo XVIII (...) Ayuntamiento La Casa de Ayuntamiento, o de lasfuntas Consistoriales, es magnfica, fuerte y de hermosa vista ; toda de can tera, cuyas salas descansan sobre fuertes arcos ; y una espaciosa Lonja. Se construy a expensas de sus caudales y Propios en el ario 1383 por Real Orden del Sr. D. Pedro IV de Aragn, el Ceremo nioso ; siendo pontfice Ur bano VI (. . .) Esta villa se compone su Gobierno, Justicia y Ayuntamiento de los siguientes empleos a sa ber: Un alcalde Mayor de Letras (que pone el seor gP 9 .511,, b korg rd,, Escudo de Elda segn Montesinos 63 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA conde de la villa) (. ..) ; de otro Alcalde Ordinario, quatro Regidores, dos Diputados, Sndico Procurador General, Sn dico Personero, Secretario, Alcalde de la Hermandad y Alguacil Mayor. Enseanza Dos Maestros de Enseanza pblica, uno de Primeras Letras y otro de Gramtica con dotacin de 20 pesos por la villa cada ario (...) Castillo (...) fue sumptuoso y hermoso, pero al presente, por el poco cuidado, est algo destruido, desde que los Sres. Condes dexaron de habitar en dicho Palacio, que est clamando por su reedificacin, y es lstima dexar perder una Obra tan solida, y fuerte ; en la que nacieron Iltes. Personages en Santidad, Letras, y armas, como se referirn ms adelante. Iglesia de Santa Ana 25 Esta Ilte. Parroquial Iglesia de la fidelsima Villa de Elda, baxo la Imbocacin de Sra. Sta. Ana, es antiquisma (. ..), aunque la mayor parte es moderna, por haberse reedificado de las muchas ruinas que padeca. En el sumptuoso Altar Mayor, que es de bella arquitectura, y delicado gusto, se halla colocada como Titular, y Patrona la Gloriosa Sra. Sta. Ana, dignsima Madre de Maria Santssima, a cuyo venerable Rostro se tiene por tradiccin constante que no han llegado, ni llegan las moscas ; Dicho Altar tiene tres Cuerpos con varios curiosos, y vistosos Intercolumnios, sumptuoso Sagrario, en el que est colocado en costoso rico viril el Eucarstico Smo. Sacramento ; tiene dos Lampones de plata que arden continuamte a espensas de los Caudales de su Fbrica (...) 25 Tanto esta descripcin de la iglesia, como la de las capillas de su interior y la del convento, son las primeras de que disponemos y anteceden en un siglo a las que conocemos de Lamberto Amat. Dado que la descripcin completa puede consultarse en MONTESINOS PREZ, J. Op. cit., me limito a dar los datos que estn en consonancia con el resto de este trabajo. 64 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Convento Extramuros de la Villa de Elda sobre un mediano Monte, todo circuido de rboles, a corta distancia, se halla el muy exemplar combento de Religiosos Franciscos Observantes de la Provincia de Valencia, con la advocacion de Nra. Sra. de los ngeles ; lo fundaron los Excelmos. Sres. Condes de Elda, los primeros que hubo en esta Villa, que fueron Dn. Juan Coloma, y Da. Isabel de Sa, consortes, en una antiqusima Hermita del Glorioso Mrtir San Sebastin en el ario de 1560 (...) Se fund y estableci con la precisa obligacin de mantener 19 Religiosos (...) El Excelmo. Sr. Dn Franco. Xavier de Arias en el ario 1755 aadi tres Religiosos ms a su costa ; aunque su Comunidad asciende a ms individuos. Ermitas en Elda y su trmino I. Hermita de Sta. Catalina Mrtir y San Antonio Abad. En una de las principales calles de esta Villa de Elda, se halla de tiempo inmemorial (pues fue la Mezquita de los Moros) una aseada primorosa Hermita, titulada de Sta. Cathalina Mrtir ; y de Sn. Antonio Abad (...) a quien se le tiene mucha Devocin, en su da 17 de Enero se celebra lucida Fiesta con Misa y Sermn a cargo del Revdo Clero de la Parroquial que va a dicha Hermita con Cruz alta ; adems hay prorrate, y grande concurso de gentes (...) 2. Hermita de la Pursima Concepcin. Esta hermosa, capaz, y aseada Hermita, dedicada a la Pursima Concepcin de Mara Sma. es de tiempo immemorial, est en una de las principales Calles de la Villa, con una buena Fuente de agua dulce con tres Caos de bronce, es muy preciosa y antigua (...) 3. Hermita de Nra. Sra. del Rosario. Esta Hermita, que es propiamente Oratorio publico dedicado a Mara Sma. del Rosario, lo establecio y fund en el Castillo del magnfico Palacio de los Sres. Condes de Elda, que est en el centro de la Villa, el Iltmo. Sr. Dn. Alonso de Coloma, su hijo, Obispo de las Stas. Iglesias de Barcelona y Cartagena (...) 4. Hermita del Prncipe Sn. Miguel. Josef Meseguer de Garca, 65 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Maestro Cerero y Confitero, muy rico y acaudalado, natural de la Ciud. de Orihuela,(...) se retir a la Villa de Elda, donde extramuros, cerca del Combento de los Padres Franciscanos, fund con su dinero la mediana aseada Hermita del Principe Sn. Miguel en el de 1713 (...) La Hermita est sobre un Monte que domina toda la huerta (...) 5. Hermita de Nra. Sra. de los Dolores. Extramuros de la Villa, poco ms de un quarto de legua, en el partido llamado de las Cariadas, se halla la mediana Hermita, rural sin dotacin, titulada de Nra. Sra. de los Dolores (...) se fund en el de 1716. 6. Hermita del Salvador. Esta mediana Hermita, titulada del Salvador, es rural, sin dotacin, se fund en el de 1721 en el partido llamado el Chorrillo a espensas de sus Vecinos los labradores, a un quarto de legua de la Villa (. . .) 7. Hermita de Santa Brbara. Esta aseada Hermita de la Gloriosa Virgen y Mrtir Santa Brbara, est extramuros de Elda, cerca de media legua en el partido, llamado el Marquesado de Noguera, se fund con las debidas licencias en el de 1649 (...) 8. Hermita de Sn. Blas Obispo. Ala entrada de la Villa, junto a sus muros, donde al presente est la Cruz de piedra, resplan deci desde el ario 1683 que se fund la aseada hermita del Glorioso Sn. Blas Obispo y Mrtir, con Torre, campana y hermitario(...) ; en su da propio 3 de Febrero (...) haba pan bendito y porrate general de comestibles con asistencia de inumerables gentes. La hermita se deterior mucho, y consi derndola indecente, el Iltmo. Sr. Dn. Josef Tormo de Juli, Obispo de Orihuela, enemigo declarado de bulletas en las Hermitas, la mand demoler en 18 de Mayo de 1776 (...) 9. Hermita de Nra. Sra. de la Salud. Junto al Camino principal de Elda, acia Poniente, como a una media legua, haba desde el ario 1653 una mediana, aseada hermita rural, consagrada a la devotsima imagen de Mara Santsima de la Piedad en lo antiguo, y despus desde el ario 1678 que fue el de la serensima general peste, llamada de Salud (...) Toda su Obra se deterior en gran manera por goteras y por poco cuidado que se tena, 66 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES por lo que considerandola intil, e indecente el Iltmo. Sr. Dn. Josef Flores Ossorio, dignsimo Obispo de esta Dicesis por su Decreto de 23 de Agosto de 1773 mand demolerla y llevar el Lienzo que era hermoso y de buena pintura a la Parroquial Iglesia. Hermita de Sta. Eulalia Martir. Muy cerca del traydor Sitio llamado las Salinetas de Elda, a bastante distancia de la Villa, sobre un mediano Montecito, circuido de pinos silvestres contiguo al Camino Real, se hallaba desde el ario 1698 (...) Esta Hermita por estar en el campo en parage muy solitario y traydor, (como llevamos dicho mas arriba) par en asilo y abrigo de ladrones Salteadores de Caminos, desde donde salian a robar y matar a las gentes ; por lo que indignado y lleno de Zelo, el Iltmo. Sr. Dn. Juan Elas Gmez de Tern, dignsismo Obispo de esta Dicesis, por su Decreto de 31 de Octubre de 1739 y a sus expensas, por que no se retardare, la mand demoler. 14.1. Autores recogidos por Montesinos que citan a Elda Al margen de la documentacin de primera mano que pudo utilizar, Montesinos se apoya en dos tipos de fuentes: los que cita y los que no. En el primer grupo, y como apoyo para la parte histrica, se encuentran Escolano, Mndez Silva, Luis Moreny y los padres Abendario, Santos y Esplugues, este ltimo utilizado como autoridad para comentar supuestas antigedades halladas en Elda ; y en el segundo caso est Espinalt, cuya obra le sirve de soporte documental y de la que copia textualmente prrafos enteros. A los dos primeros ya hemos hecho referencia ms arriba y en Esplugues no se encuentra ninguna aportacin de inters. 14.1.1. El Padre Abendario El Sapientsimo Padre Abendario, jesuita, en su Historia General de los Pueblos de Espaa, libro IX, captulo 31, fol. 2019, hablando de Elda dice que Elda era antes poblacin 67 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA de 600 casas, esto en tiempo que la dominaron los Moros ; hoy es hermosa Villa con ms de 900 vecinos (. . .) situada a las riberas del memorable Ro Setabis, como refieren Ptolomeo y Estrabn (...) goza un placentero, ameno y delicioso sitio; el palacio de los condes es el fuerte y sumptuoso Castillo (...) Se coge en su trmino azeytes, pasas, higos, miel, trigo, panizo, alguna seda y sebada. El Padre Juan Santos El P. Juan Santos, en sus Discursos Histricos del Reyno de Valencia, Libro V, cap. 13, folio 955, nmero 19, columna 18, se explica en estos trminos: Elda, villa cerca de Alicante a 23 leguas de Valencia, 9 de Orihuela y a media de la raya de Castilla. No consta ciertamente su origen aunque es probable que su fundacin es muy antigua ; lo cierto es que la poblaron los moros llamndola della derivado de la palabra Dadlo que significa regalo. Conquistada la llamaron Ella y corrupto ya Elda. Est en un llano con no muy buena situacin ; sus calles, las ms de ellas costerosas ; ella es algo triste por su aspecto, (. ..) produce vino, trigo, frutas y hortalizas. Se hace mucha pasa especial; el agua que se bebe baxa de Petrel y se reparte en varias fuente(...) Su huerta se riega con agua que viene de los Saladares de Villena ; hay molinos harineros, batanes de paos y bayetas, estameas y molinos de papel blanco (...) Tiene Elda 800 vecinos, un convento de Franciscos Observantes titulado de la Virgen de los ngeles que antes fue hermita de S. Sebas tin. Fundole D. Juan Coloma en el ario 1560. Luis Moreni S que resulta interesante la referencia que hace a: el sabio Luis Moreni, en su clebre Diccionario, letra E, folio 885, libro III de la impresin de Pars hecha en 1753, hablando de esta villa dice ass: Elda, pequea ciudad (debe decir villa) del Reyno de Valencia, en Espaa, situada sobre un pequeo promontorio, al Nordeste de Alicante y al Norte de Murcia. Tiene ttulo de condado ; y en el ario 1708 Felipe V, rey de Espaa, se la dio al duque de Atri, del Reyno de Npoles, 68 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES porque el poseedor que la tena antes se haba declarado por el Archiduque (Carlos de Austria) El inters de esta cita radica en que es la nica fuente documental que recoge el dato del cambio de seoro del condado de Elda al duque de Atri como consecuencia de las confiscaciones hechas por Felipe V a los nobles que se pasaron al bando austracista en la guerra de Sucesin entre los que se encontraba don Francisco Coloma, conde de Elda. 15. ALEXANDRE LOUIS JOSEPH DE LABORDE: Itineraire descrtptif de lEspagne. Pars, 1809. Traduccin libre de Fray Jaime Villanueva y Astengo con el ttulo: Itinerario descriptivo de las provincias de Espaa. Valencia, 1816. Hijo de un marqus borbnico nacido en Jaca que lleg a ser un riqusimo financiero. Vino a Espaa en 1800 acompaando a Luciano Bonaparte, y con el apoyo de ste y de Godoy logr formar una sociedad de gente de letras y de artistas que colaboraron con l. (. ..), los cuatro tomos del Itinraire aparecieron todos juntos en 1808. Se ha conjeturado, con slido fundamento que este Itinerario hubo de acelerarse con miras a la proyectada invasin de Espaa por Napolen Bona parte, y de hecho sirvi de til gua a los ejrcitos franceses de ocupacin y a los colaboradores del rey Jos I en la reestructu racin de la monarqua. En realidad, constituye el viaje ms completo y amplio, dentro del estilo de los realizados y publi cados en el Setecientos, entre todos los divulgados en los reinados de los dos Carlos de Borbn. 26 Por lo que se refiere a la informacin que proporciona sobre Elda, podemos observar que copia la toponimia de 26 BATLLORI MUNN, M. Prlogo. Presencia de Espaa en la Europa del siglo XVIII. La presencia espaola en las capas de cultura media: los libros de viajes . en La poca de la Ilustracin. el Estado) la Cultura (1759-1808). Tomo XXXI: Historia de E.spaiia de Menndez Pidal. Madrid, 1988, p. XXIV. 69 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA tketuno de flatl ) 0 t: att mrc,71/1e, 744,4v &Paz 5.4. 4avika : 4 0/si41, , 440 Ir , TwaolacciiemEilba ....45.,zr4 414 29urra. xclon un -1504 turin0 Yorx .rzyz,r,d Portada del Itinerario Descriptivo - Edicin 1826 Escolano, los datos econmicos de Cavanilles y contiene errores de localizacin. Como dato interesante y original destaca la mencin del puente sobre la rambla ; la descripcin de los cultivos es producto de sus observaciones y corrobora los datos de los anteriores autores ; comete el error de situar la villa al pie de la sierra de Camara ; cambia Casa de placer por Casa de regalo ; no proporciona cifra de vecinos, sino de almas ; la mencin a la iglesia y al convento se parece mucho a la de Espinalt, aunque la adjetivacin de la posada y de la situacin del convento, as como la anterior referencia a las calles, hacen pensar en una corta estancia en la villa ; los datos econmicos los copia de Cavanilles, y el apartado de obser vaciones estratgicas tiene todas las trazas de un informe militar, pero contiene errores de localizacin: confunde Camara con La Torreta-Monastil, el cruce del ro por cuatro veces, la subida spera, el cruce de valles, etc. 70 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Entrada a Elda por El Reventn Luego se entra en la montaa llamada de las Salinetas ; paso peligroso que dura como unos tres cuartos de hora, donde la soledad aumenta los riesgos que hay en sus gargantas. Toda la montaa es de tierra rojiza de fondo de mrmol ; pero est cultivada hasta la mitad de su elevacin. La salida de este paso ofrece la deliciosa vista de un ameno valle, donde multitud de rboles y de campos cubiertos de verdura, y los lugares que se descubren contrastan admirable mente con la desnudez y sequedad de las montaas que la rodean. Entrase en l por un buen puente de piedra de sillera para pasar una rambla considerable. A cierta distancia se divisa a la derecha el lugar de Petrel. Principales frutos Todo recrea aqu el nimo del viajero, que no se cansa de admirar la diligencia del cultivo en los campos, las vias, las huertas y los cercados, y la multitud de moreras, olivos, grana dos, almendros, albaricoques, y otros rboles frutales. As se llega a Elda a poco ms de media hora de travesa. Situacin y toponimia Elda, Villa con ttulo de Condado, est situada en la orilla izquierda del ro de su nombre, casi al pie de la montaa o sierra de Camara. Fue poblada por los moros con el nombre de Idella ; esto es, Casa de Placer. Sus calles son estrechas, pero largas y bien alineadas. Vecindario, iglesia y convento La poblacin es de unas 3.500 almas, y tiene una buena posada. Hay una iglesia parroquial y un convento de Francis canos, situado agradablemente extramuros. Economa Esta Villa tiene un pequeo pantano para el riego de su territorio: en l se cogen muchas arrobas de pasas: hay un molino de papel y dos de estraza, siete fbricas de aguardiente, FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA una de jabn, otra de tejas, dos mquinas para majar esparto, con el cual hacen ruedos felpudos, y algunos telares de lienzos ordinarios. Observaciones estratgicas A la salida de Elda, costeada la Montaa de Camara durante quince minutos se pasa el ro cuatro veces a corta distancia ; lo cual hace este paso peligroso, y aun imposible en tiempos de grandes lluvias, en que viene a ser un torrente impetuoso ; sguese una subida spera y pedregosa por la ladera de la montaa ; despus de la cual se cruzan dos valles, plantados de vias y olivos ; el ltimo de los cuales pertenece al Reino de Murcia, que por una prolongacin extraa se interna en el de Valencia. Luego se deja ver a corta distancia, sobre la izquierda el lugar de Sax. 16. RELATIONES AD LIMINA 27 A modo de resumen, las relationes ad limina son los informes que los obispos presentaban a Roma desde finales del siglo XVI sobre el estado de sus respectivas dicesis con motivo de la visita ad limina, visita obligada cada cuatro o cinco arios a Roma para informar al papado sobre el estado material y espiritual de sus dicesis y venerar las tumbas de Pedro y Pablo, conservadas, segn la tradicin, en sus respectivas baslicas. De ah el nombre de visita ad limina Apostolorum Petri et Pauli. Aunque se tiene constancia de que se efectuaban desde el siglo IV, la obligatoriedad de la visita se instituy durante el pontificado de Sixto V (1585-1590). Se trata de una fuente eclesistica de carcter diocesano de dudosa rigurosidad, ya que, una tras otra, son copias casi literales o con escasas variantes de relaciones prece dentes. En muchas ocasiones, contingencias como epide 27 CRCEL ORT, M. M. Relaciones sobre el estado de las dicesis valencianas. Generalitat Valenciana, Consellera de Cultura, Educaci i Ciencia. 3 vols. Valencia, 1989. Para la dicesis de Orihuela vid. volumen 1. 72 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES mias, guerras, ausencia del prelado de su dicesis, enfer medad, edad avanzada, etc. hacen imposible la visita pas toral, por lo que el secretario hace una copia del informe anterior sin modificar apenas nada, especialmente el recuento de poblacin que debera hacer en cada lugar con motivo de la visita del obispo. Adems, estos datos no son los ms importantes para Roma, por lo que el redondeo es una constante que hace suponer en una mera estimacin. De las trece relaciones que incluimos para el marco tem poral de este estudio, ni una sola fue presentada personal mente por el obispo de Orihuela, que mand a un repre sentante escusndose por no presentarse personalmente a cumplir con la visita. Relaciones sobre el estado de la dicesis de Orihuela enviadas por el obispo: Ao 1601, Ide octubre. Jos Esteve Juan: De opidis neophytorum et de decimis quas ipsi ecclesiis non persolvunt sed dominis temporalibus: (.. .) Horus opidorum nomina haec sunt: ... Elda quadrigentas et quinquaginta. 28 Ario 1672, 15 de septiembre. Jos Verg: De villa de Elda, eius porochiali, conventu, eremitoriis: Alia extat villa quae Elda dicitur fere trescentos vicinos habens et unicam ecclesiam parochialem, in qua per propium et perpe tuum rectorem et eius vicarium per ordinarium ad nutum amovibilem impositum et imponendum sacramenta fidlibus administrantur et sacra peraguntur et sunt in ea duo beneficia simplicia pertenues redditus habentia et ad ius patronatus laicalis spectantia tresque confraternitates, una scilicet Sanc tissimi Eucharistiae Sacramenti, alia Sanctissimi Nominis Iesu, tertia denique Beatae Virginis Mariae de Rosario et in dicta villa est quoddam hospitalem ad pauperes transeuntes suble vandos et infirmos curandos et tria eremitoria, unum scilicet 28 CRCEL ORT, M. M. Op. cit. , vol. I, pp. 341-342. 73 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Sancti Antonii et Sanctae Catharinae Martiris, aliud Sancti Blasii et tertium Sanctae Barnarae, in quibus certis diebus res sacra celebratur sed minime sacramentum Eucharistiae reser vatur. Denique est conventus religiosorum ordinis sancti Francisci de observantia in quo fere viginti monachi degunt. Ario 1675, 27 de julio. Jos Verg: De villa de Elda, eius parochiali, conventu et eremitoriis: Alia extat villa quae Elda dicitur fere trescentos vicinos habens et unicam ecclesiam parochialem, in qua per propium et perpe tuum rectorem et eius vicarium per ordinarium ad eius nutum amovilem impositum, sacramentum fidelibus admiistratur et sacra peraguntur et sun ipsa ecclesia duo beneficia simplicia pertenues redditus habentia ad iusque patronatus laicorum pertinentia tresque confraternitates, scilicet Sanctissimi Eucha ristiae Sacramenti, Sanctissimi Nominis Iesu, et Beatae Virginis Mariae de Rosario estque intra muros dictae villae quoddam hospitale ad pauperes transeuntes sublevandos et infirmos curandos et tria eremitoria, prima sub invocatione Sancti Blasii episcopi, secunda Sancti Antonii et tertia Sanctae Barbarae, in quibus certis diebus res sacra celebratur sed minime Sacra mentum Eucharistiae reservatur. Denique est conventus reli giosorum ordinis sancti Francisci de observantia in quo fere viginti monachi degunt. 3 Ario 1689, 13 de agosto. Antonio Snchez de Castellar: De villa de Elda: Alia extat villa quae Elda dicitur pluscuam trescentos vicinos continens, in qua una est ecclesia paroquialis in aeque per rectorem perpetuum et vicarium temporalem sacramenta fidelibus administrantur. Sunt in ea tres confra ternitates, alia Sanctissimi Sacramenti, Sanctissimi Nominis lesu alia et Beatae Virginis Mariae de Rossario altera, extat denique conventus religiossorum sancti Francisci de observantia in quo sexdecim aut viginti religiossi erunt. 31 29 ibdem, PP. 433 434. 30 Ibdem. pp. 44 8 449. 31 Ibdem, p. 472. 74 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES Ao 1693, 13 de noviembre. Antonio Snchez de Castellar: De villa de Elda: Alia villa quadringetorum viciniorum Elda dicta in hac dioecesi existit, in qua unica parrochialis est cun suo rectore perpepuo et vicario temporali. Sunt in ea tres confraternitates, alia Sanctissimi Sacramenti, Sanctissimi Nominis Iesu alia et Sanctissimae Virginis de Rossario alia. Est denique conventus religiosorum sancti Francisci de obser vantia in quo fere religiosi erunt. 32 Ao 1697, 7 de septiembre. Antonio Snchez de Castellar: De villa de Elda: Praeterea extat alia villa Elda vocata, plusquam quadrigenta vicinia complectens, unica est ibi parrochiali quae per rectorem et vicarium in aeque manent tres confraternitates, alia Sanctissimi Eucharistiae Sacramenti, de Rosario altera et tertia Sanctissimi Nominis Iesu. Est denique conventus sancti Francisci de observantia in quo fere viginti religiosi sunt. 33 Ao 1705, 5 de septiembre. Jos de la Torre: De villa de Elda: Alia villa quadringentorum vicinorum Elda dicta hac in diocesi existit, in qua unica paroquialis cum suo rectore perpetuo et vicario temporali, sunt in ea tres numero sodalitates alia Santissimi Sacramente, Nominis Sanctissimi Iesu altera aliaque Beatae Virginis Mariae de Rosario. Denique conventus sancti Francisci de observantia est in quo fere viginti religiosi degunt. 34 Ao 1731, 2 de diciembre. Jos Flores Osorio: Elda: Elda etiam ecclesiam parochialem habet et unicum rectorem cum vicario et eodem modo providetur rectoria, incolarum numerus quingentorum et nom procul a villa extat monasterium fratrum sancti Francisci observantium. Rectori centum librae monetae valentinae solvuntur ad congruam. 35 Ao 1741, 23 diciembre. Juan Elas Gmez de Tern: 32 Ibdem, p. 483. lb(dem, p. 497. 34 Ibdem, p 505. 35 Ibdem, p. 518. 75 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Elda: Elda etiam unicam parochialem habet unicumque rec torem cum vicario eodemque modo, quo antecedens, provi detur rectoria, cuius crongrua centum librarum a domino loci solvitur eiusque parochianorum numerus quingentarum circiter computatur. Pro eius autem fabrica solum habet tenues quatuor hortorum redditus et quindecim libras, quas solvit ipsius villae dominus. In eaden ergo inveniuntur quatuor confraternitates laicirum, sex capellae publicae separatae et parvum hospitale cui solvit praedictus dominus centum et sexaginta librarum pensionem et nom procul a villa monasterium fratrum sancti Francisci regularis observantiae. Ario 1749, 5 de noviembre. Juan Elas Gmez de Tern: Elda: In villa quae dicitur de Elda extruitur magnifica Dominae Nostrae sub Salutis honore basilica et cuius fornicibus testudo iam deducatur licet. 37 Ario 1753, 2 de noviembre. Juan Elas Gmez de Tern: Elda: Quae eutem in villa de Elda extruebatur basilica Dominae Nostrae sub invocatione Salutis iam tandem perfecta est. Altare quoque maius speciosso decoratum ornatu architectonice facto cellaque reconditiori ediuncta. 38 Ao 1763, 13 de enero. Pedro de Albornoz: Elda: Paroecialis ecclesia villae de Elda sub titulan i Sanctae Annae paro chum habet proprium eiusque vicesgerentem seu vicarium sed chori residentiam nom nullos ecclesiasticos adimplentes, quique ipsiusmet ecclesiae distributiones ac proventus lucrantur. Valor illuis, incluso centum pro rectore a domino loci impertito, et quinquennio est 336 libras II solidos 6, fabrica yero solum habet tenues redditus quatuor hortorum et quindecim libras quas solvit praedictus villae 36 Ibdem, pp. 535-536. 37 Ibdem, p. 564. 38 Ibdem, p. 569. 76 II. VIAJEROS Y LIBROS DE VIAJES dominus. Extat in eadem villa conventus religiosorum ordinis sancti Francisci regularis observantiae. 39 Vicinitas uniuscuiusque loci huius dioecesis Oriolensis: (...) Elda quingentos (vicinos habet). Ario 1789, 30 de noviembre. Jos Tormo: Elda: Parrochialis de Elda sub invocatione Sanctae Anae parrochum habet proprium, qui cum portione certa cuntum librarum et adventicia ex administratione sacramentorum et iuribus parrochialibus quingentas libras pro dotacione com ponit. Quando curam pastoralem accepi, penes dictum parro chum et eius unicum vicegerentem sola quinquaginta librarum dotatione contentum tota parrochialis cura pendebat. Eius templum antiquum et angustum erat valde atque numero aliquo residentiarum carebat. De quibus omnibus per me certior factus eius dominus temporalis ac cunctorum fructm decimalium unicus perceptor obligationem contrari ad usque duscentas libras augere dotationem primi vicarii et aliam similem pro alio segundo de novo erigendo, edificandi quoque novam ecclesiam intra novem anorum spatium et ad ipsam conservandam, alias ducentas libras annuatim et in perpetuum contribuendi. quod clerum yero seu numerum residentiarum portiones quoque aliquas auxit, quibus cum ac alliis quas ipsi parrochiani obtulerunt, certus numerus sacerdotorum pro ecclesiae servitio, sicut in antedictis ecclesiis stabilitus fuit. Et quamvis dominus temporalis provisionem praefatorum sepe tentavit, nihil tamen super hoc in eius favorem innovatum est cum semper per Regium Patronatum et dignitatem episcopalem suis respective temporibus sint provisa. Prope et extra terminus dictae villae est quidam conventus Sancti Francisci, qui ab antiguo expensis ipsius domini tem poralis obligatione ad hoc stipulata sustinetur, unde absque 39 Ibdem, pp. 593-594. 4 Ibdem, p. 537. 77 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA suae paupertatis religiosae periudicio alimenti certis tales religiosi fruunt. 4 De todo ello podemos extraer algunos datos poblacionales, con las reservas que ya hemos manifestado ms arriba ; y algunos elementos religiosos que someteremos a crtica: Un templo parroquial calificado como baslica en honor a Nuestra Seora de la Salud (1749, 1753) y como iglesia bajo la advocacin de Santa Ana (1763, 1789) ; tres capillas (confraternitates): Santsimo Sacramento, Santsimo Nom bre de Jess, Virgen del Rosario que aumentan a quatuor confraternidades laicirum, sex capellae publicae separatae en 1741, pero sin nombres ; tres ermitas (eremitoria) en 1672 y 1675: San Antonio Abad y Santa Catalina Mrtir, San Blas y Santa Brbara ; un convento de la orden de San Francisco con casi veinte monjes y un hospital de pobres. 41 Ibdem, p. 622. 78 III. CONCLUSIONES Las informaciones obtenidas de estas fuentes nos permiten completar algunos huecos en varios captulos de la historia eldense y observar cul fue el origen de ciertos tpicos, e incluso errores, que se perpetuaron en el tiempo hasta llegar a ser utilizados muy recientemente. 17. TOPONIMIA La primera fuente histrica de que disponemos para el estudio toponmico de Elda es el Itinerario de Antonino. Este documento del siglo II, en el trayecto de la Va Augusta que va desde Valencia a Cartagena y entre Ad Turresy Aspis, hace referencia a una desviacin ad Ello, es decir, hacia una poblacin cuyo topnimo podra ser Ellum. Una inco rrecta lectura posterior llev a la forma Adello que se mantuvo durante algn tiempo. Las actas conciliares del siglo VII son otra fuente de informacin en las que encontramos diversas formas toponmicas referidas todas a la sede episcopal elotana, cuya ubicacin es la ms polmica de las existentes en el reino de Valencia. Entre los siglos XVI y XVIII, otros autores como Beuter, de Morales y Mayans tambin se ocuparon de este tema llegando a la conclusin de que, en sus diversas variantes, tal sede era asimiliable a la ilicitana. De la informacin proporcionada por Escolano y 79 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Diago sacamos diversas vesiones del gentilicio: Dotana, Erothana, Alotana, Elatana, correspondientes a supuestos to pnimos DO, ERO, ALO, ELA, EIO, ninguno de ellos relacionable con algn ncleo urbano conocido en tierras valencianas durante la poca altomedieval, por lo que es fcilmente deducible la deficiente lectura e interpretacin de la escritura cursiva del siglo VII. Ambos desarrollan amplios captulos en los que despliegan una amplia erudi cin sobre las sedes episcopales visigodas, pero sin llegar a vislumbrar que la sede Elotana y, por tanto, el topnimo Elo corresponde a Elda, y desarrollan una argumentacin que les lleva a asignar el topnimo a Elche. Ningn otro autor tocar este tema hasta la investigacin moderna del siglo XX. Este gentilicio tambin proporcion un mal interpretado topnimo Elota, cuando en realidad el genti licio est formado por el topnimo ELO - y el afijo -TANA. El Annimo de Rvena (siglo IX) y la Geografa de Guido (siglo XII) son fuentes medievales basadas a su vez en otras copias intermedias del Itinerario desaparecidas en parte o totalmente y que presentan muchos errores de transcripcin. Ambas contienen las formas Eloe y Edelle que tambin pasaron a formar parte de la lista de topnimos que durante algn tiempo fueron atribuidos a Elda. Tambin son Escolano y Diago los que nos proponen nuevos topnimos: Escolano : Los moros conquistadores de Espaa la llamaron Idella, de la palabra Dadlo, que en su lenguaje significa casa de regalo (...) Los cristianos antiguos, corrompido el vocablo, la llamaron Ella y nosotros, Elda Diago: la antigua poblacin de Adello, a quien corresponde Castralla y Lo que yo creo della (Castralla) es -que responde a la poblacin 80 III. CONCLUSIONES de Adello que Antonino Pio, picando la buelta de Medioda, asiente catorze leguas ms all del Xcar y seys antes de Aspe. As pues, Diago es la primera fuente en la que encon tramos la denominacin Adello basada en el Itinerario de Antonino, aunque no la asigna a Elda, sino a Cast ralla. Todos los dems autores se limitan a copiar a Escolano, como Espinalt, para quien Los moros la poblaron llamndola Idella, que significa casa de regalo ; el rey don Jaime se la quit, y poblndola de chistianos las pusieron stos el nombre de Ella, que corrupto ha quedado en Elda ; Montesinos: Los moros (...) llamndola Idella, que significa casa de regalo ; Mndez Silva: (...) ms que entrando los Moros en Espaa la poblaron y dixeron Idella, derivado de la palabra Dadlo interpretada La casa de Regalo (...) Despus conquistada de Christianos, la nombraron Ella, corrupto Elda ; Juan Santos: (.. .) lo cierto es que la poblaron los moros llamndola Idella derivado de la palabra Dadlo que significa regalo. Conquistada la llamaron Ella y corrupto ya Elda. Laborde tambin cita Idella y casa de regalo, y la atribuye a poca musulmana. Semejante pobreza de fuentes ha bastado para que, a lo largo de los arios, estas formas toponmicas fueran consideradas autnticas. Tanto Idella como Dahellos (sta con h intercalada), son las dos formas toponmicas que ms populares se han hecho entre los eldenses, pues aunque paradjicamente son las menos documentadas y las que ms visos tienen de ser incorrectas, son las ms repetidas. La erudicin local de la primera mitad del siglo XX asign 81 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA la primera forma a la poca romana y la segunda a la musulmana. El perodo musulmn se nos presenta tan escaso de fuentes como el ibrico. No existe documentacin que aporte ningn indicio sobre el topnimo del lugar eldense, quizs debido a su escasa importancia, pues no hay que olvidar que la primitiva fortaleza no se construy sino en fechas prximas a 1172 y que el ncleo de poblacin no sera ms que alguno de los pequeos asentamientos a lo largo del ro. Sin embargo, durante algn tiempo se sostuvo la teora de que la fyi(h) del Pacto de Tudmir (713) se identificaba con Elda, teora totalmente desmontada por el profesor Pocklington, de la universidad de Murcia, que localiz la polmica sptima ciudad en la localidad murciana de Algezares y cuya destruccin dio origen a la fundacin de la capital del Segura. Sus investigaciones sealan que la denominacin rabe de Elo sera fi li(h) o fi lu(h), adaptacin de su forma latina. Donde s encontramos coincidencia con los autores que estamos tratando es para la poca medieval, donde estn perfectamente documentadas las formas Ella, Ecla y Etla en castellano y en cataln. i8. DEMOGRAFA Uno de los problemas que presentan los recuentos de poblacin o censos oficiales como fuentes para un estudio demogrfico en poca pre-estadstica es su carcter fiscal e impositivo, por lo que son habituales las exenciones y ocultaciones. Son ms fiables los de carcter municipal, los repartos o derramas que se hacan entre los vecinos para atender a los gastos municipales, ya que se conoca la totalidad del vecindario, aunque tambin presentan el inconveniente de los fraudes y el parcial conocimiento que tenemos de las normas que regan su confeccin. Por eso aparecen diferencias en los recuentos segn el motivo 82 III. CONCLUSIONES del mismo. Hay un amplio margen de duda, por lo que nos movemos en el terreno de la aproximacin. Cuando se trata de contabilizar casas tropezamos con que no es posible saber el nmero de personas por casa, ya que cada una puede estar formada por una o a varias familias, cuyo concepto a efectos estadsticos era el de cabeza de familia o vecino. El concepto de vecino lo encontramos en el Padrn de Vecinos del ario 1871, donde se especifica que son los cabezas de casa, uno por vivienda, independientemente de que sea hombre o mujer, soltero, casado o viudo ; mientras que el resto de habitantes de vivienda son calificados de domiciliados. Otro problema es la conversin de vecinos en habi tantes, es decir, el coeficiente multiplicador que vara segn autores, pocas y carcter del recuento. Por ejemplo, el citado Padrn cuantifica la poblacin eldense en 1.034 vecinos y 3.146 domiciliados, lo que hace un total de 4.180 almas. Esto nos da un coeficiente multiplicador 4. Hechas estas aclaraciones podemos pasar a comentar los datos proporcionados por nuestras fuentes, diferen ciando las etapas anterior y posterior a la expulsin de los moriscos. BUSTELO GARCA DEL REAL, F.: La trasformacin de vecinos en habi tantes. El problema del coeficiente, en Estudios Geogrficos n 130. Madrid, 1973, pp.154-164; y BELANDO CARBONELL, R.: Estudio demografico de Monvar (siglos XVI -XX). Alicante, 1980, pp. 13-16. 83 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA AO FUENTE HABITANTES VECINOS 1510* Censo de 1510 206 1517 Coln 250 1597* Bula del Papa Clemente VIII 440 164.5 Mndez Silva 600 1762 Toms Lpez 810 1767* Reparto del Equivalente 838 1784 Espinalt 900 1787* Censo de Floridablanca 3-734 1793 Cavanilles 1 .000 1793* Declaracin de la villa para el reemplazo 800 1794* Desde Valencia para los Vecinos Honrados 8o8 1795 Montesinos 1.000 1806* Desde el Ayuntamiento para el reemplazo 867 1806* Desde Orihuela para el reemplazo 927 1808 Laborde 3.500 1817* Reparto de la Contribucin 3.488 (Las fechas con asterisco corresponden a recuentos hechos perso nalmente o a cifras oficiales y que sirven como referencia) Sobre la fiabilidad de las cifras aportadas por las visitas ad limina ya hemos manifestado nuestras reservas. De todos modos las hemos extrado de su contexto con el fin de presentar el cuadro completo de las cifras aportadas por nuestras fuentes y poder establecer comparaciones entre ellas. AO DE LA RELACIN N. DE VECINOS 1601 450 1672 300 1684 400 1705 400 1731 500 1 74 1 500 1763 500 84 III . CONCLUSIONES Como fuentes anteriores a la expulsin disponemos del Censo de 1510 43 (Viles e lochs del Bral Militar), confeccionado con motivo de la celebracin de Cortes en Monzn y por tanto con una finalidad fiscal, que proporciona la cifra de 206 casas ; y de la Bula papal de 1597 en la que leemos: El lugar de Elda se compone de 360 casas de nuevamente convertidos ; y 80 casas de christianos viejos q. todas hacen el nmero de 440. 44 En fechas intermedias tenemos la informacin de Coln en 1517: doscientos cinquenta vecinos e esta entre unas syerras y es lugar que tiene de tres partes las dos de moros; de Viciana en 1563: Elda, Petrer, y Salinas, con setecientas casas de vassallos ; de Escolano en 1611, aunque anteriores a la expulsin: Elda es villa de las principales del reino, poblada de setecientas casas de cristianos viejos y moriscos ; si hacemos un cuerpo della y de una aldea llamada Petrer y de la visita ad limina de 160i que nos proporciona 450 vecinos. Si utilizamos el coeficiente 4,7 para los 206 casas de 1510, que es el ms aceptado para este perodo, obtenemos 968 habitantes, y si utilizamos el 4 para los 250 vecinos de 1517 nos encontramos con 1.000, cantidades lo sufi cientemente semejantes para que podamos fiarnos de ellas. 43 GARCA CRCEL, R. El Censo de 151() y la poblacin valenciana de la primera mitad del s. XVI, en Cuadernos de Geografa n 18. Valencia, 1976, pp. 49-66 ; POVEDA NAVARRO, A. M. Urbanismo) demograp medieval en Elda. Elda, 1994, pp. 91-93. 4-4 Esta bula fue expedida por el Papa a instancias de Felipe II para la instruccin de los moriscos de la dicesis de Orihuela, y en ella se hace referencia al estado de las villas y lugares de la dicesis. Vid. MONTESINOS PREZ, J. Op. cit. , p. 59 85 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA En los arios inmediatos a la expulsin la Bula de 1597 ofrece 440 casas y el recuento sobre el estado de la dicesis en 1601 asciende a 450, cifras lo suficientemente parejas para ser consideras fiables. Adems, Lapeyre propone 231 casas de moriscos en 1572; 200 casas de moriscos y 85 de cristianos en 1602. Con el anterior coeficiente obtenemos entre 2.068 y 2.091 habitantes, con lo que la villa habra duplicado su vecindario en casi un siglo. El nmero de bautizos efectuados entre 1602-1609, nicos arios en los que consta la diferenciacin entre moriscos y cristianos, asciende a 667, es decir, 83 bautizos al ao de promedio, de los cuales el 89.12% corresponde a moriscos y el 10.88% a cristianos: 16 Mndez Silva (1645) es el autor que proporciona una cifra en una fecha inmediatamente posterior a la expulsin: Habtanla 600 vecinos, mientras que la Relacin de la visita 1672 ofrece 300 vecinos. Nuestros propios recuentos en el Archivo Municipal de Elda y en el de la iglesia de Santa Ana nos dan cifras ms cercanas a la de la Relacin, por lo que creemos que Mndez Silva exagera mucho. La recuperacin demogrfica de Elda se hizo a un ritmo muy lento y los 600 vecinos no se alcanzarn hasta 1730. Durante el siglo XVIII el Reino de Valencia experi ment un notable aumento en su poblacin y en sus actividades econmicas. Tanto los recuentos como los censos y vecindarios consultados, as como los datos de los libros de bautismos parecen indicar claramente la tendencia hacia un aumento demogrfico. La poblacin eldense duplic su nmero de vecinos, debido en gran parte a la 45 Citado por SNCHEZ RECIO, G. La repoblacin del seoro de Elda. 1611, en Alborada n XXV, Elda, 1979, s.p. 46 Archivo Parroguial de Elda: Libro de Bautismos de 1596 a 1640. 47 SAM PER ALCZAR, J. : Elda a travs de la historia. Comunidad humana), territorio. Elda, 1995, pp. 92 y 103. 86 III. CONCLUSIONES recuperacin de la natalidad, y en parte a los inmigrantes atrados por la roturacin de nuevas tierras. La poblacin pas por ciertas coyunturas desfavorables, como fueron los fuertes incrementos del precio del trigo en 1723, 1758, 1766 y 1779 ; la plaga de langostas de 1756 ; la mala cosecha de cereales de 1757 ; la epidemia de viruelas de 1730, la de tercianas de 1785, las malas condiciones climatolgicas de los arios 1786 y 1788 que arruinaron vias y sembrados provocando otra enorme elevacin de los precios del trigo, etc., y a comienzos del XIX hay que destacar la gravsimas crisis de subsistencias de los primeros aos, pero las medias decenales demuestran que el ritmo de nacimiento fue, aunque con algn altibajo, constante y en aumento a lo largo del siglo. En ntima relacin con las crisis demogrficas del Antiguo Rgimen estaba el precio de los cereales de sub sistencia, especialmente el trigo, as que es interesante observar, aunque sea a grandes rasgos, las fluctuaciones de los precios a lo largo del XVIII en nuestras tierras: Hasta 1734 el precio del cahizis se mantiene entre los 68 reales de promedio ; entre 1735 y 1758 sube a los 84 reales ; entre 1759 y 1788 el promedio se dispara a 120 reales ; entre esta fecha y la invasin napolenica el promedio haba alcanzado los 190 reales por cahiz, destacando los 210 de 1793, los 250 de 1801 y 1803, y los 320 de 1804. Estos considera bles aumentos trajeron consigo bsqueda de trigo en otras comarcas, motines y alborotos en muchos casos relacionados con actitudes marcadamente antiseoriales, incautacin de cargamentos de grano procedentes de Castilla y emigra cin, lo que ayuda a entender el lento crecimiento de la poblacin a pesar del constante e ininterrumpido aumento 48 El cahiz es una medida de capacidad de ridos equivalente a unos 200 litros aproximadamente. RAMOS VIDAL, JA. : Aspectos demogrficos de Elda (siglos XVI, XVII y XVIII), en Alborada XXIII. Elda, 1977. 87 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA del nmero de nacimientos a lo largo de la centuria. Ayudaron a paliar en algo el efecto centrfugo medidas econmicante interesantes para la actividad exportadora, como el hecho de que se concediera permiso al puerto de Alicante como nico del reino de Valencia para comerciar con Amrica y la creacin, tambin en Alicante, del Con sulado de Mar y Tierra en 1785. En fecha comprendida entre 1762 y 1784, Toms Lpez haba cifrado la villa de Elda en ochocientos diez vecinos, cifra que Espinalt (1784) hace aumentar a nove cientos. El Censo de Floridablanca (1787) es el documento ms fiable ya que se confeccion atendiendo a un criterio exclusivamente demogrfico que obedeca al inters de la administracin ilustrada de Carlos III de elaborar un recuento de la poblacin espaola que permitiera evaluar los progresos de su obra modernizadora. De esta manera se inst a las autoridades municipales a que no efectuaran ninguna inscripcin nominal, solicitando datos sobre sexo, edad, estado civil y profesin. La cifra de 3.734 habitantes nos va a servir de referencia para contrastar los dems recuentos, ya que aplicando el coeficiente 3,7 obtenemos una cifra redonda de 1.000 vecinos, cantidad utilizada por Cavanilles (cuyos datos son de 1792 aunque se publicaran en 1797): (...) mas no descuidan las restantes del trmino, que tiene apenas una hora de dimetro, corto a la verdad para los 1.000 vecinos de la villa Montesinos tambin cifra para 1795 (. . .) sobre mil vecinos y Laborde afirma que, en 1808 (...) la poblacin es de unas 3.500 almas 88 III. CONCLUSIONES Es decir, todos ofrecen una aproximacin que estara en consonancia con una informacin proporcionada grosso modo, pero que es bastante similar entre ellas. Son canti dades bastante coincidentes y que hacen pensar en que conoceran el Censo de Floridablanca. Nuestros propios recuentos hechos en el Archivo Municipal de Elda nos ofrecen los siguientes datos: 1767: Reparto del Equivalente: 838 vecinos ; 1793: Declaracin de la villa para el reemplazo: 800 vecinos ; 1794: Desde Valencia para los Vecinos Honrados: 808 vecinos ; 1806: Desde el Ayuntamiento para el reemplazo: 927 vecinos ; 1817: Reparto de la Contribucin: 3.488 habitantes. Esta ltima cifra, dividada por el coeficiente 3,7 nos permite una aproximacin a 942 vecinos. Las cifras para el reemplazo suministradas por Elda y por Valencia nos proporcionan el distinto criterio a la hora de los recuentos, en los que, lgicamente, la villa trata de ocultar efectivos humanos. En todos los casos, no hay que olvidar que los recuentos son estimativos y que ignoramos el peso demogrfico de las unidades exentas de contribucin, como nobles, ecle sisticos, criados, pobres de solemnidad y vagabundos. 19. ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD Los 3.734 habitantes con que contaba la villa eldense segn el Censo de Floridablanca de 1787, formaban una pequea comunidad eminentemente agrcola con la si guiente distribucin por actividades: ciento noventa y un (191) labradores, es decir, propietarios de tierras ; cuatro cientos cuarenta y siete (447) jornaleros ; sesenta y siete (67) artesanos ; cuatro (4) fabricantes de papel ; un (1) mdico ; noventa y cuatro (94) criados ; tres (3) abogados ; 89 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA tres (3) escribanos ; tres (3) boticarios ; veintitrs (23) comerciantes ; un (i) cura ; cuatro (4) beneficiados (de cura) ; dos (2) tenientes de cura ; dos (2) sacristanes ; dos (2) aclitos (monaguillos) ; ocho (8) ordenados ; seis (6) empleados con sueldo del rey ; ciento nueve (109) con fuero militar ; un (1) dependiente de la Inquisicin ; vein tisiete (27) estudiantes ; un (1) sndico de religioso ; un (I) dependiente de Cruzada ; datos que nos permiten obtener una clasificacin aproximada de los sectores econmicos. El sector primario, es decir, las actividades agrcolas estn representadas por labradores y jornaleros y supone el 63,8% ; en el secundario incluimos artesanos y fabricantes y a l se dedica el 7,1%, mientras que el resto de las activi dades, que difcilmente podramos denominar sector servicios, representa el 29,1% de la poblacin ocupada. Siempre con carcter estimativo, por supuesto con las debidas precauciones y teniendo en cuenta que los criados tambin tendran como actividad prioritaria la agricultura, ya que normalmente eran jornaleros fijos que vivan en casa de sus amos. La misma precaucin habra que tomar con los que estn sujetos a fuero militar, una gran parte de los cuales son jvenes incorporados al servicio de armas. La pequea nobleza de la villa est representada por D. Joaqun Linares y Sempere, ciudadano honrado de inmemorial que disfruta de rentas y mayorazgo ; y por D. Agustn Vidal, ciudadano honrado y doctor en De recho. 51 Junto a ellos, el grupo social de mayor importancia en la villa era el de los labradores propietarios de tierras, entre los que el seor sola encontrar al administrador de sus propiedades y regalas, y que, junto con campesinos y jornaleros, componan la mayora de la poblacin eldense. 5 Archivo Municipal de Elda (en adelante AME.): Quintas 1784, 95)99. fols. 44 , y 45; MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. , p. 31. AME. : Quintas 1784., 95 ) 99, fnls. 44 y 45. 90 III. CONCLUSIONES Estos dos ltimos grupos subsistan gracias a su trabajo como arrendatarios y asalariados ; y dada su triple condicin de sbditos del rey, vasallos del seor y vecinos del muni cipio, deban satisfacer los tributos estatales, los derechos seoriales y las derramas o repartos para hacer frente a los gastos municipales. El Concejo, Justicia y Regimiento de la villa estaba formado por el alcalde ordinario, cuatro regidores, el sndico procurador general, el alcalde de la hermandad y el alguacil mayor, oficios a los que se acceda a travs de la propuesta hecha por los cargos salientes y la posterior confirmacin seorial. Completan la nmina municipal el secretario, que autoriza los acuerdos, da fe de los mismos y redacta los documentos oficiales ; y el mayordomo de propios, que se encarga de la contabilidad de los mismos. El inters demostrado por mantener estos cargos, o incluso con hacerse con ellos cuando por cualquier motivo se produca una vacante, demuestra la importancia que tenan para las lites locales, por cuanto era una forma de asegurarse tanto el control municipal a travs de los fondos de propios, los psitos de grano, el reparto de sal y nieve, la recaudacin, los abastecimientos, la imposicin de tasas, las subastas para el arriendo de tiendas pblicas, etc. . 52 Los abusos en este sentido fueron una de las causas por las que en 1766, y coincidiendo con una grave crisis de subsisten cias, se sita la creacin de nuevos capitulares: diputados y sndico personero del comn. Estos cargos, elegidos por el vecindario, tenan voz y voto en los cabildos sobre todo lo referente a los abastos, 53 y su creacin obedeci a un 52 DE CASTRO, C. : La Revolucin Liberal) los municipios espaoles. Madrid. Madrid, 1979, pp. 48-56. 53 DE CASTRO, C. : Op. cit. , pp. 41-48; MATALLANA HERVS, F. : La reforma municipal de Campomanes en la villa de Elda. Aspectos institucionales, en Alborada, n 30. Elda, 1984, pp. 25-38; RUBIO FERNNDEZ, M. D. Elecciones en el Antiguo Rgimen. Alicante, 1989, pp. 45 53; IRLES VICENTE, M. C. El rgimen municipal valenciana en el siglo XVIII. Estudio institucional. Alicante, 1995. pp. 208-225. 91 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA intento de la administracin central de controlar ms de cerca a las oligarquas locales. En una villa de seoro como Elda, la manera de conseguir que el control no saliese de un crculo de inte reses, estaba asegurada por la forma de acceder a los oficios municipales: los cargos salientes proponan al conde los candidatos para sucederles, aunque esta frmula estaba tamizada por la eleccin que deba efectuar el seor y por ciertas condiciones legales tendentes a impedir el acceso a los cargos a familiares de los cesantes. Ya en 1719, don Francisco Mara Spnola, gobernador y capitn general del reino de Valencia, dispona que no fueran propuestos (...) para empleos de oficios de concejo (,) parientes en los grados prevenidos por derecho. 55 grados que un decreto del Real Acuerdo de Valencia con fecha 3 de octubre de 1748 concret en padres, hijos, hermanos, primos hermanos, suegros, cuados o concuados 56 ; pero las constantes denuncias de su concul cacin demuestran hasta qu punto estaba arraigada esta prctica. El dominio que estas familias ejercen sobre el gobierno municipal, evidentemente derivado de su posicin econ mica como grandes propietarios o parientes, permanece al margen de las variaciones polticas del reino, incluido el traumtico cambio de dinasta tras una sangrienta guerra civil ; y la trama familiar y de intereses es tan fuerte que lograr mantenerse a pesar de los intentos de la condesa que, en su propsito de romper la estructura de poder, consigui del Consejo de Castilla el procedimiento de insaculacin para la renovacin de los oficios municipales en 1790. 54 GUILLAMN LVAREZ, F. J.: Las reformas de la administracin local durante el reinado de Carlos III. Madrid, 1980, p. 362. 55 A.M.E.: Process 1686, s. f. 56 A.M.E.: Mano de Cabildos )752-1761, f. 180. 92 III. CONCLUSIONES La existencia de una oligarqua local es un hecho observable con slo echar un vistazo sobre la frecuencia con que determinadas familias ocupan los cargos munici pales durante un periodo de tiempo que abarca unos arios antes y unos arios despus del cambio legal que supuso la Nueva Planta de 1707. VECES QUE OCUPAN CARGOS FAMILIA 1690 - MARZO 1708 MARZO 1708 -JUNIO 1725 TOTAL Aguado 3 3 Arnat 7 15 22 Bernab 13 II 24 Burguerio 2 2 Candell 5 2 7 Castell 3 3 Cerdn 3 5 8 Crespo 9 3 12 Chico 4 2 6 Garca 1 I 2 Grau 3 2 5 Guarinos 14 II 25 Juan 20 9 29 Navarro 5 I Pay 1 i Rives 1 1 Rico 6 6 Ruiz 2 2 Sempere 6 8 14 Tordera 2 2 Vera 1 2 3 Vidal 3 4 7 Fuente: A.M.E., Cuentas Generales. Lib. 45, fols. 1-2 y Clavaras desde 1705 hasta 1725. Elaboracin propia. Algunos de estos apellidos pertenecen a familias que, como Sempere, Guarinos, Arnat, Vera y Aguado, ya en contramos entre los veintinueve establiments de nuevos 93 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA pobladores en 1612. 57 En 1771 vuelven a aparecer Sempere, Guarinos, Amat, Vera y el vnculo de Linares como pro pietarios de tierras en las mejores partidas de E1da. 58 El dominio que estas familias ejercen sobre el gobierno municipal, evidentemente derivado de su posicin econ mica como grandes propietarios, permanece al margen de las variaciones polticas del reino, incluido el traumtico cambio de dinasta tras una sangrienta guerra civil. No tenemos ms que observar cuatro momentos significativos y comparar los componentes del organismo poltico mu nicipal: ltimo Consell foral (sep. 1707 - marzo 1708): Amat, Crespo, Bernab, Guarinos, Vera. Primer Ayuntamiento borbnico nombrado durante la ocupacin militar (1709): Bernab, Juan, Amat, Pay, Guarinos. Primer Ayuntamiento nombrado por el poder civil (I710): Bernab, Chico, Cerdn, Grau, Amat. Ayuntamiento nombrado por el conde tras su resti tucin como titular del condado (1725): Juan, Vidal, Vidal, Bernab, Juan. Vemos como se repiten Bernab (4 veces), Amat (3), Juan (2), Guarinos (2), familias que encontramos en el cuadro superior ocupando regiduras 24, 22, 29, y 25 veces respectivamente, y que, junto con Sempere y Crespo, tienen prcticamente monopolizado el Ayuntamiento. Eso sin contar las relaciones familiares que deban existir entre estos y los dems ; como ejemplo, tenemos a Gabriel Amat de Cerdn, Juan Garca de Cerdn, Pascual Bernab de Amat, Antonio Juan de Vidal, nombres que nos indican 57 BELANDO CARBONELL, R. Realengo y seoro en el Medioy Alto Vinalop. Alicante, 1990, p. 84. 58 Ibdem, p. 88. 94 III. CONCLUSIONES el grado de parentesco existente entre miembros de la corporacin. A modo de hiptesis, se puede apuntar que, dado el escaso nmero de vecinos de la villa por estas fechas, entre 441y 462, los mismos apellidos perteneciesen a la misma familia en mayor o menos grado de proximidad. A lo largo del siglo estos apellidos se encuentran relacio nados entre s constituyendo un verdadero entramado familiar: Bernab y Guarinos, Bernab y Amat, Amat y Guarinos, Arnat y Sempere, Arnat y Maestre, Amat y Rico, Amat y Amat, Amat y Roque, Amat y Juan, Sempere y Juan, Sempere y Amat, Guarinos y Amat, Guarinos y Bernab, Guarinos y Sempere, Juan y Juan, Juan y Tormo, Juan y Maestre, Juan y Rico, Juan y Maestre, Linares y Sempere, Rico y Amat, Maestre y Guarinos. Como conclusin podramos decir que esta pequea oligarqua rural pudo formarse gracias a las especiales caractersticas de la enfiteusis valenciana, rgimen contrac tual que se origin con la Carta Puebla y que, al permitir que el dominio til de la tierra pasase de padres a hijos, termin consolidando una clase de pequeos terratenientes u oligarqua local que controlaba la principal fuente de riqueza, el agua, a travs del sistema de cabeceras, y el poder municipal gracias al sistema de ternas propuestas por ellos mismos al conde y que les permita la perpetuacin en los cargos, bien personalmente, bien a travs de amigos o familiares. 59 Cmo fueron las relaciones entre esta oligarqua y 59 La propuesta sufri varias modificaciones a travs del tiempo. En la Carta Puebla se establece que para el oficio de Justicia se presenten seis individuos y para Jurados doce, esto es, tres por cada uno de los cuatro. Vid. cap. 111 de la Carta de Poblacin del Seoro de Elda. 1611-1612. Transcripcin e introduccin de G. SNCHEZ RECIO. Elda, 1979. En los Estatutos de 1702 se establece que sean cinco individuos los que se presenten para los oficios de justicia, almotacn y sobrecequiero, y que sean cuatro los que lo hagan para jurados. Vid SAMPER ALCAZAR, J. : Estudio aproximativo a los Estatutos y Ordenaciones de Elda en el siglo XVIII. Fiestas- Mayores, n 7. Elda, 1993. 95 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA el seor en la poca que nos ocupa Con la nueva organi zacin borbnica los seores haban dejado de tener significacin poltica ; administran sus territorios y ejercen una jurisdiccin intermedia entre el rey y los vasallos, bien personalmente, bien por medio de representantes nom brados y pagados por l: alcaldes mayores, procuradores y colectores de los derechos dominicales. En cuanto al gobierno municipal, el seor sigue disfrutando del derecho de eleccin de los cargos propuestos por los salientes. Es fcil deducir que quienes constituyen el poder fctico del municipio son los representantes del seor y quienes representan al vecindario, siendo de lo ms lgico que se produjeran situaciones de conflicto entre ambas partes. Ya en el siglo XVII numerosas cuestiones entre villa y seor tuvieron que ser resueltas mediante sentencia dictada por los tribunales. Se trata fundamentalmente de pleitos conocidos como proceso de la seora directa y proceso de los diezmos, o de tierras de natural, rela cionados con los derechos sobre la tierra, cobro de censos, percepcin de diezmos, etc., y que se resolvieron con la Concordia de 1684 firmada por el conde de Elda y el representante de la villa, en la cual ambas partes renuncia ban a seguir pleiteando, el seor ceda en gran parte de sus pretensiones y la villa se comprometa a construir una pantano a sus expensas. 6 Bien entrado el siglo XVIII, las tensas relaciones se enmarcan en la coyuntura desfavorable de los momentos en que mayor era el precio del trigo y se corresponden con una actitud antiseorial generalizada. La raz de los pleitos hay que buscarla en la poca aceptacin que entre los vasallos tenan los monopolios seoriales, sobre todo los hornos, molinos y almazaras, es decir, aquellos rela 6 NAVARRO PASTOR, A. Historia de Elda. Elda, 1981, vol. I, pp. 204-205; BELANDO CARBONELL, R. Op. cit. pp. 53-60 ; SEGURA HERRERO, G. y POVEDA POVEDA, C.: Catlogo del Archivo Condal de Elda (1). Elda, 1999, p. 59. 96 III. CONCLUSIONES cionados con los aspectos econmicos ms importantes. La frmula habitual que tena el seor de hacer efec tivas sus rentas era a travs del arriendo a particulares de sus derechos seoriales. Esta prctica se efectuaba mediante subasta y se adjudicaba al mejor postor, a quien se le entregaba la correspondiente escritura en la que se haca constar la cuanta y la duracin del arriendo. A cambio, el arrendatario se comprometa a hacer efectivos al seor los pagos acordados en dos plazos anuales, a pagar las cantidades destinadas al subsidio, los diezmos y el cuatro por ciento (impuestos), los salarios de los empleados seoriales, las cantidades destinadas al hospital, convento y clero de la iglesia. Tambin se comprometa a no pedir rebaja en el precio del arriendo si por cualquier circuns tancia se produjese escasez de cosecha. A este respecto hay constancia de quejas de los cose cheros de aceite sobre el funcionamiento de las almazaras seoriales, monopolio del conde, en el sentido de que haba que apretar ms la aceituna con el fin de conseguir ms aceite. Quizs por esto comenzaron a utilizarse alma zaras particulares. En 1773 se entabl un pleito en la Audiencia cuya sentencia concedi a los vecinos la franquicia de tener almazara, pero con la condicin de que slo se usara para usos propios. Otro tanto pas con los hornos de cocer pan. Con todo, al serles prohibido utilizar las instalaciones con fines de lucro, sus propietarios termina ron vendindolas al conde En septiembre de 1786 el marqus de Villena, marido de la condesa de Elda, interpuso un pleito a los cultivadores de camo de Elda. 62 Este cultivo serva para confeccionar alpargatas, capazos, cuerdas, cofines, objetos de uso per sonal y de trabajo, y era la materia prima de los telares de BELANDO CARBONELL, R. : Op. cit., pp. 4.6-50. 62 A.M.E. Mano de Cabildo., 1781-90, fols. 178-180. 97 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA lienzo. Los labradores se negaron a entregar al colector de los derechos dominicales la parte correspondiente de la cosecha alegando que lo necesitaban para uso personal. Tambin el marqus peda que la particin se hiciera en los mismos campos de cultivo y no en la casa de los cose cheros, como estos pretendan y que ocasionaba ocultacio nes en perjuicio del seor. La sentencia de la Audiencia fue favorable al marqus. Pero el pleito de calado ms profundo fue el que enfrent a la villa con la condesa de Elda por el control municipal. Su gnesis y desarrollo nos ha permitido ob servar de cerca los mtodos utilizados por el alcalde mayor para servir a los intereses de su seora, que no fueron otros que la concesin de la insaculacin para proveer los oficios municipales y romper as el sistema de propuesta, con el consiguiente reforzamiento del poder seorial. Debido a la dispersin territorial de sus estados, el seor suele delegar sus funciones en el alcalde mayor, figura procedente de la administracin castellana e im plantada en las tierras de la Corona de Aragn como consecuencia de la aplicacin de los Decretos de Nueva Planta. Este funcionario era un letrado al servicio de la administracin y el cargo representaba un peldao ms en la carrera burocrtica. Sus funciones eran fundamental mente el control de las corporaciones locales, el manteni miento del orden y velar por los intereses seoriales, an cuando tuviesen que emplear mtodos poco ortodoxos. El objetivo ltimo era la sujecin del territorio al orden y a la autoridad legtima, y a este respecto hay que decir que el respaldo de las autoridades superiores, Audiencia y Consejo de Castilla, al corregidor y a los alcaldes mayores era norma cuando se enfrentaban a los regidores, pues 63 CIMNEZ LPEZ, E. Militares en Valencia (1707-1808). Alicante, 199o, pp. 159 -189 ; IRLES VICENTE, M. C. : Op. cit. pp. 126 -131 ; RUBIO FERNNDEZ, M. D. : Op. cit. pp. 27-31 ; DE CASTRO, C. Op. cit. pp. 34 - 44. 98 III. CONCLUSIONES desautorizar cualquier tipo de autoridad iba contra los presupuestos de jerarqua que informaban la estructura de poder en el estado borbnico. En el origen del problema eldense estaba el cambio de titularidad en el seoro del condado: Juan Bautista Centurin y Velasco, X conde de Elda, muri el u) de diciembre de 1785 despus de haber ostentado la titularidad del condado nicamente durante dos arios. Le sucedi su hermana Mara Luisa Centurin y Velasco, XI condesa de Elda. La nueva seora, marquesa consorte de Villena, y sobre todo su marido, un noble castellano, no estaban acostumbrados al tipo de relaciones que tenan los vasallos eldenses con sus seores. Se trataba de dejar bien asentado el poder seorial. El instrumento ser el alcalde mayor, don Gernimo Sirvent y Vicua 65 , cuyas acciones se enca minaron a provocar el proceso que desemboc en la insaculacin. 66 19.1. Pleito de insaculacin Los primeros roces comenzaron en febrero de 1787, cuando en un acto religioso, el alcalde mayor cedi su sitio en la iglesia de Santa Ana al procurador de la marquesa, Manuel Sempere y Guarinos, y luego intent desplazar del suyo al alcalde ordinario. Este hecho, aparentemente 64 SEGURA HERRERO, G. y POVEDA POVEDA, C. Op. cit., pp. 76-77. 65 Gernimo Sirvent y Vicua fue nombrado alcalde mayor del condado de Elda el I I de marzo de 1785 por un perodo de tres arios con un salario de 300 libras/ao. La marquesa de Villena le prorrog el mandato hasta el 26 de junio de 1791. A.M.E.: Mano de Cabildos1781-90, f. 147-147v. y fols. 146-156. Acabado su mandato en Elda fue nombrado alcalde mayor de Cartagena y culmin su carrera como corregidor de Onteniente en 1804. Vid. GIMNEZ LOPEZ, E. : Op. cit. p. 152. 66 SAMPER ALCZAR, J. : El reforzamiento del poder seorial a travs de la insaculacin. Elda 1786-1790. En prensa. 67 Este documento se encuentra en AME. : caja 242, leg 35, fols. 29-68 ; y ya que la copia conservada no tiene ttulo la llamar Pleito de insaculacin. 99 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA balad, debi ser la gota que colm un vaso lleno de malas relaciones, ya que el alcalde ordinario llev el caso ante la Audiencia al considerar que tal hecho era un desaire y menoscababa su jurisdiccin. La Audiencia se pronunci a travs de un Decreto que ordenaba al alcalde mayor respetar la costumbre de que el sitio de presidencia corres ponda al alcalde ordinario de la villa. 69 Tanto el alcalde mayor como el Ayuntamiento en pleno fueron informados del Decreto y se acord incluirlo en la Mano de Cabildos para que en lo sucesivo, fuera quien fuese el alcalde mayor, lo tuviera presente. 7 A partir de este momento se desencadena una serie de roces y enfrentamientos entre los representantes de la marquesa de Villena, a la sazn seora jurisdiccional de Elda, y parte de la pequea oligarqua local, que ponen al descubierto la pugna por controlar la gestin municipal. El asunto se centr en el derecho del Ayuntamiento saliente a proponer las ternas de entre las que la condesa elegira los cargos entrantes. A pesar de varias sentencias favorables a las posturas municipales por parte de la Au diencia de Valencia, los enfrentamientos derivaron en la divisin del pueblo e incluso se produjeron incidentes de orden pblico, lo que motiv la intervencin de instancias superiores, y el gobernador militar y poltico de Orihuela orden suspender las propuestas hasta que llegara la reso lucin del Supremo Consejo de Castilla. El fallo del alto tribunal fue la disposicin del procedimiento de insacu lacin para proveer los cargos municipales. 7 68 A.M.E.: Catlogo Condal, doc. 144. Este Manuel es el hermano mayor de Juan Sempere y Guarinos, a la sazn secretario del marqus de Villena entre 1780 y 1787. Es muy probable que esta relacin familiar fuese la que le vali el puesto de administrador de la marquesa, quien le otorg escritura de poder para actuar como procurador general el II de diciembre de 1785. 6 A ME Mano de Cabildos 1781-90, f. 204-209. 70 Ibdem, fols. 210-211. 71 Este documento se encuentra en A.M.E.: caja 242, leg 35, sols. 29-68. 100 III. CONCLUSIONES El procedimiento se llev a cabo, aunque no faltaron los correspondientes incidentes, altercados, alegaciones e impugnaciones, como la que presentaron los diputados y sndico del comn contra el funcionario encargado del proceso, al que acusaron de imparcialidad, abuso de poder, amenazas al escribano del Ayuntamiento, prohibicin al personero de asistir a los actos, utilizacin de los servicios del escribano de Petrer en detrimento del de Elda 72 ; de no haber insaculado a personas ms aptas, de haber impe dido la actuacin del sndico en el momento de la insacu lacin bajo multa de doscientas libras, as como de negarle la certificacin correspondiente a sus reclamaciones 73 ; de no permitirle hablar bajo multa de cincuenta libras ni de dirigirse a l en ningn trmino bajo amenaza de prenderle ; de mandar insacular en la bolsa de alcalde a partidarios de la marquesa, algunos sin ninguna aptitud para el cargo, otros procesados por causa criminal, otros administradores de Rentas Reales, como el administrador de Correos, el interventor, el administrador de la Real Lotera y Estancos de Municiones, otros a sueldo del seor jurisdiccional, como el apoderado general, y la mayora deudores del Psito ; de insacular en la misma bolsa a ocho sujetos de una misma familia: padre, dos hijos, dos yernos, hermano y dos consuegros; de haber dejado fuera a las mejores y ms principales personas de la villa ; del poco tiempo empleado en valorar los mritos de los candidatos y de que slo se tuvieron en cuenta los informes de los funcionarios, 72 Haba actuado como tal Vicente Tortosa y Poveda, escribano del juzgado de la villa de Petrer y vecino de la misma. El escribano de Elda era Josef Amat y Rico, nombrado por el conde de Puoenrostro escribano de nmero, Ayuntamiento y juzgados de Elda, en Madrid 12 de septiembre 1780. A.M.E.: Mano de Cabildos 1771-1780, f. 245v.-246. Fue nombrado escribano real y notario pblico del reino de Valencia por el rey Carlos III, con nombramiento otorgado en San Lorenzo el Real a 4 de noviembre 1786. A.M.E.: Mano de Cabildos 1781-90, f. 9ov.-191. El 31 de agosto de 1787, contando con 34 aos de edad, solicita de la Audiencia de Valencia el nombramiento de notario del Reino. Ibdem, f. 218. Elegido secretario del Ayuntamiento en 1812 despus de que la Constitucin aboliese los seoros. Se jubil el 16 de agosto de 1826 con una pensin de 500 reales de velln al ao que le asign el Ayuntamiento. A.M.E.: Mano de Cabildos 1820-1830, f. 78 73 Cosa a la que tena derecho por la Instruccin de 26 de junio de 1766 que delimitaba sus competencias (Novsima Recopilacin. Ley II, ttulo XVIII, libro VII). IOI FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA de sus parientes y de sus amigos. Por ltimo, los reclamantes acusan al comisionado y a sus seguidores de alardear pblicamente de conseguir el permiso real para cobrar los derechos de la comisin de los fondos de propios y arbitrios municipales, estando dichos fondos destinados por Reales Ordenes al pago de los acreedores de la villa. El alcalde mayor de Orihuela, D. Antonio Maci de Areny 74 , abogado de los Reales Consejos, regidor perpetuo de la villa de Talar en el principado de Catalua, teniente de corregidor y alcalde mayor por Su Majestad de la ciudad de Orihuela, juez subdelegado de los Psitos de la misma y su partido, y comisionado por el Real y Supremo Consejo de Castilla para formar insaculacin en esta dicha villa de Elda (...) teniendo presente los informes del ayuntamiento, como las deposiciones de los hombres proyectos de esta villa a consulta de personas imparciales y timoratas, como igualmente el hasiento de haciendas de cada uno, procedi a elegir a treinta y dos vecinos, a los que destin a la bolsa de alcaldes ordinarios ; a cincuenta y tres para la segunda bolsa de regidores mayores y sndicos ; a cuarenta y nueve para la tercera bolsa de regidores segundos, terceros y cuartos ; y por ltimo, a treinta para la cuarta bolsa de alcaldes de la hermandad y alguaciles mayores. El procedimento fue el siguiente: los nombres de todos ellos fueron escritos en tarjetas de pergamino, numeradas, dobladas e introducidas en terhuelos de madera que a su vez se colocaron en las bolsas respectivas. Todo el conjunto fue introducido en un arca que, cerrada con tres llaves, se mand guardar en el Ayuntamiento. Una llave se entreg al alcalde ordinario, otra al regidor decano y la tercera al sndico procurador general. 71 Ibdem, f. 4.1y- 4.2y. Este personaje muri en 1791 siendo alcalde mayor de Orihuela. Vid. GIMNEZ LOPEZ. E. Op. mt. p.185. 102 III. CONCLUSIONES La extraccin la efectu un nio en pupilar hedad, Antonio Moreno, de cinco aos, quien, despus de con testar correctamente a las preguntas que se le hicieron de la doctrina christiana y de revolver bien el contenido de los sacos, extrajo de cada bolsa las tarjetas correspondientes a los cargos municipales. 2 o . AGRICULTURA Y GANADERA Agricultura Todas las fuentes estudiadas coinciden por lo general en la variedad de cultivos, si bien es evidente la diferente atencin que le dedican a este apartado los autores ilustrados o anteriores. El primero de ellos, Coln, se limita a sealar la existencia de huertas e vyrias (. ..) atochares e Romerales, Viciana especifica un poco ms: (...) pan, vino, azeyte, seda, miel y grana (...) frutas muchas de diversos generos ; y Escolano se muestra sumamente escueto, su aportacin a la agricultura eldense se limita a la indicacin de que (...) abunda de frutos y frutas, y goza de muchos puestos de suma amenidad Esta parquedad es perfectamente lgica y coherente con la finalidad perseguida en sus obras: destacar la im portancia de las familias nobles, sus hazaas, blasones y seoros. Cualquier otro dato es un mero adorno en el relato. Contrastando con los anteriores, Toms Lpez aporta 75 Los estudios ms exhaustivos sobre la agricultura eldense los encontrar el lector en las obras de AMAT Y SEMPERE, L. (1983) ; SNCHEZ RECIO, G. (1983 y1986) ; y BELANDO CARBONELL, R. (1990) que se citan en la bibliografa. 103 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA algn dato sobre la forma de riego y enumera productos, diferenciando entre secano y regado ; Espinalt recoge en sus lneas olivos, almendros, moreras y vias ; y entre la produccin, siempre a expensas de la lluvia, el trigo, la cebada, el aceite, mucho vino y seda de superior calidad ; cita la cra de ganado lanar y cabro en los montes, as como mucha caza mayor y menor y hierbas medicinales ; y Montesinos copia textualmente a Espinalt. El ms explcito es Cavanilles: (... .) las huertas de Elda, que componen 20.000 tahllas de riego, (. ..) la multitud y variedad de rboles, sembrados y hortalizas. (...) hermosas vias y algarrobos ; moreras, frutales y hortalizas ; aceyte, higos, frutas, hortalizas, vino, pasa, uva fresca ; seda, trigo, maz, cebada, almendra, avena y habas, barrilla, ans, lana. Como buen ilustrado, Cavanilles se interesa mucho por los cultivos ms avanzados, es decir, el arbolado y los regados. Es de destacar la atencin que le merece el algarrobo, no slo en Elda, sino en otros lugares del reino, relacionado con el alimento del ganado. Entre nuestras fuentes extranjeras, Peyron y Swinburne no entran en detalles, mientras que Townsend enumera (. . .) la via, las almendras, los higos, las aceitunas, el trigo candeal, el maz, la cebada y la lucerna y Laborde seala como cultivos importantes (...) las vias, las huertas, los cercados y la multitud de moreras, olivos, granados, almendros, albaricoques y otros rboles frutales. El viedo ocupa un lugar muy destacado. Desde el siglo XVI la cosecha de uva se destinaba a la produccin de pasas a partir de la uva valens, proceso vinculado a la tradicin musulmana que prohiba el consumo de vino y producto muy rentable que era objeto de exportacin. Su cultivo tena un indudable inters a juzgar por los pechos 104 III. CONCLUSIONES y diezmos que en su concepto se pagaban al seor 76 y que en el ario 1618, por ejemplo, ascendan a 243 libras sobre un total de 776 libras que representaban el total de los diezmos. Escolano alaba su calidad, el P. Avendaos la cita entre la produccin de la huerta, Cavanilles cuantifica su produccin en cinco mil pesos y Laborde destaca este producto como parte importante de la economa eldense, por lo que resulta extraa la aseveracin de Lamberto Amat en el sentido de que a principios del siglo XVII apenas exista vid en Elda. 77 Adems, durante los primeros aos del XVIII tenemos constancia de su importancia dentro de las producciones eldenses en unos apuntes del clavario que anotaba el dinero destinado a pagar ciertas cantidades de pasas que se mandaban como regalo de Navidad a la condesa madre que resida en Valencia. 78 Jernimo Mnzer, viajero alemn que visit estas tierras a finales del siglo XV, nos ha dejado un testimonio interesante sobre el proceso de la pasa: Las pasas se elaboran del siguiente modo: En agosto, cuando las uvas estn maduras, preparan los moros una especie de leja con ceniza de sarmientos y otros pequeos arbustos que dejan reposar en la vasija durante ocho das, al cabo de las cuales hierven el lquido en una gran caldera y con un colador o cucharn de hierro perforado meten en ella los racimos, con el fin de que todas las materias de la uva sean consumidas por la ebullicin ; sacan luego los racimos, los tienden sobre juncos, dejndolos secar al sol por espacio de ocho das y, finalmente, los colocan en vasijas o seras de esparto y quedan ya dispuestos para la venta. Esta clase de uva se produce en varios sitios de Valencia y Alicante, pero la de esta ltima regin es la que goza de mayor fama. 79 76 BELANDO CARBONELL, R. : Op. cit., p. 61. 77 AMAT Y SEMPERE, L. Op. cit. , vol. II, p. 31. 78 SAMPER ALCZAR, J. Variaciones en el seoro de Elda despus de la guerra de Sucesin, en Alebus 2/3. Elda, 1992-93, p. 224 I05 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Conforme avanza el siglo comienza a destinarse el viedo a la produccin de vino y aguardiente debido a su alta rentabilidad, hasta que en el XIX ya se produce casi en exclusiva quedando la pasa como algo meramente resi dual. Del vino eldense del siglo XVIII podramos decir que, por la proximidad y parentesco con el de Monvar, era rico en azcar y alto en graduacin, y que una gran parte se destinaba al mercado francs donde serva para dar cuerpo a sus caldos. En cuanto a los cultivos arbolados, el olivar y el higueral estn documentados por nuestras fuentes del siglo XVII. El olivo no alcanz su mxima extensin e importancia hasta el siglo XIX, y aunque la produccin calculada por Cavanilles en el XVIII es bastante considerable, la plantacin no sola exceder las necesidades familiares, ya que el consumo de aceitunas se destinaba a la cocina, ya fueran comidas crudas o guisadas ; el aceite serva como combusti ble, pues con l se impregnaba la mecha de algodn retor cido de los candiles ; tambin se utilizaba como ungento curativo y como lubricante de carruajes y aperos de labranza. Algo parecido se puede decir del almendro, cuyo fruto se utilizaba en pastelera y fabricacin del turrn desde tiempos de los moriscos ; y del algarrobo, del que se obtena una excelente alimentacin para las caballeras y, en tiempos de malas cosechas, un apao para matar el hambre. La morera es uno de los rboles citados por casi todos los autores. Su cultivo se conoce desde los moriscos y estaba muy extendido por todo el reino de Valencia, ya que era la base de la importante industria sedera valenciana. Los frutales citados con ms reiteracin por los autores 79 MNZER, J. Viaje por Espana_y Portugal en los aos 1494)1495. En GARCA MERCADAL,1 Viajes de extranjeros por Espaa) Portugal, vol. I. Madrid, 1952, p. 315. o6 III. CONCLUSIONES que estamos estudiando son las higueras y albaricoqueros, ambos tpicos del secano. El clculo de la extensin de tierras dedicadas a cultivos presenta mltiples y complejos problemas. De manera elemental baste con decir que simplemente no se encuentra cuantificada. As que hay que recurrir a fuentes indirectas para ofrecer, al menos, una aproximacin. Los trabajos del profesor Snchez Recio sobre el particular nos per miten, a modo de sntesis y con carcter meramente divul gativo, calcular que la extensin de tierra cultivada en Elda durante la primera mitad del siglo XVIII ascenda a unas 1.563 tahllas (1 tahlla = 1.138 m) repartidas aproxima damente de la siguiente forma: 56 dedicadas al olivo ; 820 de tierra blanca que era la dedicada al cultivo de cereales ; 532 de vid y 155 dedicadas a otros cultivos: almendros, higueras, etc. Se consuman 2.512 azumbres de agua (8 azumbres equivalen a una hora). Desde la segunda mitad del siglo fue aumentando la superficie dedicada al cultivo gracias a nuevas roturaciones de tierras. Estas nuevas explotaciones estaban sometidas al mismo rgimen de tenencia y a las mismas condiciones que las establecidas en la Carta Puebla, aunque gran parte de los nuevos establecimientos quedaron exentos del pago de los censos en metlico. A lo largo de la centuria se producen veinte nuevos asentamientos que ocupan una extensin de 148 jornales = 592 tahllas = 67,4 Ha, la mayora de tierra blanca de secano. La profesora Belando Carbonell las localiza en las partidas de Petiosa, Cariadas, Torreta, Salinetas, Marn, Camara y Derramador. 81 A finales del siglo la superficie cultivada (sometida a 8 SNCHEZ RECIO, G. La estructura agraria y la tenencia de la tierra en el seoro de Elda, en Anales de la Universidad de Alicante. Historia Contempornea, n1. Alicante 1983, pp. 9-55. BELANDO CARBONELL, R. Op. cit., p. 72. 107 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA seoro) ascenda a 4.413 tahllas, de las que 363 eran de olivo, 1.593 de tierra blanca, 2.361 de vid y 96 de otros cultivos, totalizando 5.194 azumbres de agua. El total de las tierras cultivadas de la villa era de unas 5.500 tahllas. Sorprendentemente Cavanilles le asigna a Elda 20.000 tahllas de riego, cantidad excesiva que no encontramos en ningn estudio serio y riguroso que sobre este aspecto se haya hecho recientemente. Es ms, partiendo de los libros de cuentas de los arrendatarios del condado en los que se detalla minuciosamente la produccin agrcola eldense, la profesora Belando llega a la conclusin de que los datos que aporta Cavanilles son incompletos. 82 El apartado industrial comienza con Toms Lpez, que se hace eco de una protoindustria papelera ; es significativamente descrito por Cavanilles, quien al margen de la enumeracin de las tradicionales industrias artesanales de jabn, lienzo, papel, etc. , dedica un amplio apartado a la manipulacin del esparto, describiendo elogiosamente el artilugio inventado por un eldense para majar la planta aprovechando la corriente del ro. El esparto o atocha, nombre que emplea Coln, era muy abundante en nuestros montes, y constitua la materia prima para la elaboracin de cordajes, capazos, esteras, cofines, etc. todo ello al servicio del trabajo agrcola y domstico. De esta actividad, as como de los molinos y las fbricas de aguardiente, tambin se hace eco Laborde. Respecto a los molinos, parece ser que, aunque emi nentemente harineros, tambin eran utilizados para la fabricacin de papel de estraza. Y con ciertas modificacio nes, como el aadido de un martinete, eran aprovechados para majar esparto. Actualmente se encuentran localizados los conocidos como de Arriba, de Abajo, del Canto, de Bugalda, de Caballero, etc. Este ltimo estuvo en funcio 82 Ibdem, p. 95. Io8 III. CONCLUSIONES namiento hasta los arios 1940-45, en que se proceda a moler grano, tanto oficial y clandestino. 83 La fbrica de tejas se encontraba en la rambla y partida de La Tejera, donde han sido ltimamente localizados los hornos por miembros del colectivo Mosaico. Otro cultivo industrial destacado por Cavanilles es la barrilla. De ella se obtiene el carbonato sdico, la sosa, necesaria para la fabricacin del jabn. Esta industria, junto con el vino, era la ms rentable dedicada a la expor tacin y entr en decadencia con el nuevo siglo cuando fue sustituida por la produccin qumica de la sosa. Tambin es Cavanilles quien dedica un amplio discurso al pantano, al aprovechamiento de sus aguas y a su fbrica, a la que dedica un interesante apartado crtico. Sus previ siones sobre la solidez de la obra y la mala calidad de su construccin se cumplieron en octubre de 1793 cuando se produjo el reventn del muro del pantano A modo de sntesis podemos resumir que donde la mayora de nuestras fuentes se muestran coincidentes es en lo que respecta a la vid, con las variantes de vino y pasa, el cereal, el olivo, los frutales y la morera o la produccin de seda ; alguna generalizacin sobre la huerta y productos hortofrutcolas; breves referencias al ganado menor ; una observacin sobre hierbas medicinales y una curiosidad: la pesca en el ro. La excepcin es Cavanilles, por la amplitud de sus datos y la meticulosidad en los detalles. Montesinos se limita a copiar textualmente a Espinalt. Ganadera En tierras valencianas la ganadera era un complemento de la economa agrcola. Podemos hablar de dos tipos de ganadera, la menor y la mayor. 83 Esta informacin la debo a Juan Marhuenda Soler, amigo personal y presidente de Mosaico: Asociacin para la Defensa del Patrimonio Histrico Eldense. 109 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Al primer tipo pertenece las cabras y las ovejas, destinadas al consumo humano y a la obtencin de pro ductos derivados: carne, leche, lana. El vacuno escaseaba debido a la ausencia de pastos. Ya en la Carta Puebla de 1611 se haca referencia a esta ganadera al establecer la comunidad de pastos para la cabaa de Elda y de Petrer y que fue la causante de frecuentes pleitos entre ambas villas. Adems, de su existencia dependen la regala seorial del piln de la carnicera, el arrendamiento del abasteci miento de carne a la villa y el impuesto municipal llamado sisa de la carne. Es muy poco lo que podemos sacar de nuestros autores sobre esta faceta econmica. Viciana slo indica que hay buenos pastos para ganado, Espinalt y Montesinos dicen que en sus montes hay cra de ganado lanar y cabro. Cavanilles cita la produccin de lana, lo que da a entender la existencia de una pequea cabaa lanar sin apenas importancia. Townsend refiere que en los viedos araban con dos mulas, mientras que en los campos lo hacan con un solo burro. Como ya se expuso ms arriba, la razn de esta obser vacin se encuentra en la polmica existente entre ingleses y franceses sobre las ventajas e inconvenientes del arado con caballo o con buey. Es lgico que Townsend, cuyo libro iba a ser destinado al pblico ingls, hiciera referencia a este detalle. Tambin Peyron toma partido cuando expone sus conclusiones sobre la agricultura espaola: Una de las primeras reformas en que sera necesario pensar por el bien de la agricultura en Espaa, debera ser el prohibir el uso demasiado generalizado de las mulas 84 GARCA MERCADAL, J: Viajes de extranjeros por E.spaa] Portugal. Edicin facsmil en 6 vols. Consejera de Educacin y Cultura de la Junta de Castilla y Len, 1999, vol. 5, p. 428. o III. CONCLUSIONES Producto de cruce entre yegua y asno, la mula era el animal ms utilizado para viajar y para el trabajo del campo. Su nmero haba aumentado tanto durante el siglo XVII que se lleg a pensar que era la causa de la disminicin del ganado La utilizacin de asnos y mulas est relacionada con las labores del campo. En cambio el caballo goza de una alta consideracin social. En este sentido hay que contem plar la cantidad de garaones 85 y yeguas existentes en Elda, lo que dada la menor extensin de tierras cultivables del trmino hace suponer una dedicacin a la reproduccin con destino a poblaciones vecinas. 86 El nmero de caballos en Espaa haba descendido desde la guerra de Sucesin, lo que motiv una norma dictada por el rey Felipe V en 1733 por la que se concedan ciertos privilegios a los criadores de yeguas. 87 Sobre la ganadera mayor, o caballeras, tenemos la referencia a los cultivos de alfalfa y algarrobos que, junto con la avena y la cebada, le servan de alimento. La escasez de datos sobre ganadera mayor o caballar que ofrecen los testimonios que estamos describiendo se completa con una fuente impositiva recogida por Agustn Nieto Fernndez 88 con cuyos datos he elaborado un cuadro comparativo con las otras dos poblaciones del valle. 85 En este caso se trata de asnos sementales. 86 Sobre la ganadera en las tierras del valle del Vinalop, vid. PREZ MEDINA, TOMS V. : La tierra) la comunidad rural de Petrer en el siglo XVII. Petrer, 1995, pp. 98-102. 87 Novsima Recopilacin, Ley V, libro VII, ttulo XXIV. Nota tomada de GUERRERO, A. C. Viajeros britnicos en la Espaa del siglo XVIII. Madrid, 1990, p. 177. 88 Nieto Fernndez, A.: Orihuela en sus documentos. Tomo II. Economa) sociedad. Siglos XIV XIX. . Agricultura, Ganadera, Industria) Comercio. Captulo VIII: Ganadera en Orihuela y su Gobernacin en el siglo XVIII. Cuadros estadsticos. Murcia 1988, pp. 165, 167 y168. III FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 1780 ELDA 1781 1782 1780 PETRER 1781 1782 MONVAR 1780 1781 1782 Yeguas 18 22 20 2 2 1 3 2 3 Potras 1 1 1 4 Caballos padres 1 Caballos domados 16 ro II 2 4 3 32 32 35 Mulas 14 25 28 40 54 46 430 477 497 Mulos 8 14 53 52 36 264 245 215 Muletos 8 Garaones 1 1 1 No debe extraar la gran cantidad de animales de tiro existentes en Monvar, puesto que contaba con una gran extensin de tierras cultivab1es 89 dentro de su trmino municipal, que llegaba ms all de Pinoso, adentrndose en lo que hoy es la provincia de Murcia. Durante la guerra de Sucesin fueron frecuentes los trnsitos de tropas por la villa de Elda, destacando por la importancia de los personajes al mando, los efectuados por el general Mahony, el caballero DAsfelt y el coman dante militar de Valencia, don Francisco Caetano, cuyas estancias generaron unos gastos en comidas que contenan gallinas, pollos, pavos, perdices, cerdos y sus correpon dientes derivados. 90 Pero es que, adems, en febrero de 1733 pas por Elda camino de Alicante el prncipe de Campoflorido, gobernador y capitn general de Valencia con su squito y familia. La villa tuvo que atender al personaje. En julio hizo el viaje de vuelta y en el mes de mayo pas por la villa en marqus de Casasola, heredero de la villa, a dar vuelta a sus Estados. En todos los casos se ocasion un gasto fue anotado en el libro de cuentas, con una minuciosidad que 89 CAVANILLES PALOP, A. J.: Op. cit. vol. II, p. 262. 90 A.M.E. : Clavaras 1705-1710, s.f. 112 III. CONCLUSIONES nos permite deducir el coste de varios productos: 91 Pan abizcochado para el prncipe: lo sueldos 52 panes para los criados a 4 dineros = 17 sueldos y 4 dineros 6 gallinas a 7 sueldos y 6 dineros /gallina = 15 sueldos 6 pollos a2 s. y 6 d /pollo = 15 s. 2 libras de azcar a 4 s./libra = 8 s. 6 melones = 4 s. 9 libras de uva a 4 d. = 3 s. 4 velas = 8 s. pimienta, clavo, canela y azafrn = 3 s. 3 libras de queso a 2 s. 6 d. = 7 s. 6 d. 2 libras de aceite para alumbrar = 3 s. libra de harina = 6 d. Una carga de lea para calentar = 2 s. 6 d. I 1/2 docena de huevos a 4 d./el par = 3 s. carnero de 18 libras, a 35 d./libra = 2 libras, 12 s. 6 d. 9 libras de carne y costillas de macho a 2 s. 3 d. /libra = il. 3 d. 5 varas de longanizas a 4 s. cada vara = ilibra 2 libras de manteca de cerdo para guisar, a 7 s. la libra = 14 s. 3 libras de tocino para guisar a 6 s. = 18 s. 2 libras de pernil a 6 s. = 12 s. 2 libras de garbanzos para los pucheros a 8 d. = 1 1. 4 d. 2 libras de morcillas a 4 s. cada una = 8 s. I arroba de carbn para guisar =1 s. 6 d. 7 medias de vino a 1 s. = 7 s. 1 4 cuarta de aguardiente = I s. 6 d. libra de ans = 2 s. 6 d. 1/2 . libra de chocolate a 12 s./libra = 6 s Ms otros gastos para las caballeras 20 libras, jo sueldos y 2 dineros. Con un poco de entretenimiento podemos elaborar una lista de precios: 6 melones = 4 sueldos libra de uva = 4 dineros libra de peras = 6 dineros 1 pan =4 dineros libra de azcar = 4 sueldos libra de chocolate = 12 sueldos 91 AME. : Clavaras. Aos 1733J) 1734, fols. 30, 60-61 y 44-45 y. H3 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA arroba de hielo = lo sueldos 1 gallina = 7 sueldos y 6 dineros pollo = 2 sueldos, 6 dineros 1 libra de carnero = 35 dineros (2 sueldos, 11 dineros.) libra de costillas = 2 sueldos, 3 dineros vara de longanizas = 4 sueldos libra de manteca de cerdo para guisar = 7 sueldos 1 libra de tocino para guisar = 6 sueldos libra de jamn = 6 sueldos 12 huevos = 2 sueldos (24 dineros) libra de morcillas = 4 sueldos perdiz = 2 sueldos 12 libras de pajel = 12 reales = i libra, 15 sueldos libra de queso = 2 sueldos, 6 dineros 2 libras de aceite para alumbrar = 3 sueldos libra de harina = 6 dineros libra de garbanzos = 8 dineros arroba de carbn =I sueldo, 6 dineros Una carga de lea = 2 sueldos, 6 dineros 1 velas = 2 sueldos media de vino caro = I sueldo cntaro de vino barato = 5 sueldos 1 2 cuarta de aguardiente = 1 sueldos, 6 dineros 1 / 2 libra de ans = 2 sueldos, 6 dineros (Elaboracin propia) 114 III. CONCLUSIONES Con estos datos es fcil elaborar un presupuesto sencillo de comida. A modo de ejemplo hemos calculado que dos personas necesitan para comer diariamente unos 15 sueldos, lo que no estara al alcance de cualquier asalariado o campesino. Evidentemente se trata de un gasto extraordinario, pero nos permite echar un vistazo sobre el coste de algunos productos alimenticios. Los platos ms comunes en la mesa del campesino eldense del Setecientos tenan como base los cereales y eran las migas, gachamigas y gazpachos, en cuya elaboracin entraba, como ahora, la harina, el agua, la sal y el aceite. Pero aunque los productos elaborados del trigo fuesen la base de la alimentacin, no hay que olvidar los diferentes productos hortofrutcolas que servan para el autoabastecimiento de la poblacin rural, ya que la insu ficiencia de la huerta eldense no permita excedentes para la exportacin. A juzgar por los suministros de la Casa Tienda, se consuma abadejo, arenque, carne de cerdo y cordero, alubias, garbanzos, lentejas, habas, aves de corral, huevos, leche y sus derivados. En las pocas de escasez se echaba mano de las algarrobas y en los das de abundancia se podra encontrar en las mesas eldense una comida caracterstica de las tierras alicantinas del interior: me refiero al putxero amb tarongetes 93 , guiso que con el tiempo dara lugar a las actuales fasiuras. 92 Las monedas utilizadas en Elda durante este perodo son las del reino de Valencia: libras, sueldos y dineros, cuya primera equivalencia con el real castellano la obtenemos de AMAT Y SEM PERE, L. Op. cit., vol. I, p. 130, donde dice que los estandartes de los Patronos, a finales del siglo XVIII costaron 300 libras, o sea, 4.500 reales ; la relacin de submltiplos de la libra podemos obtenerlas con un sencillo clculo matmtico a partir de la propia lista de precios y de CASEY, J. El reino de Valencia en el siglo XVII. Madrid, 1983, p. XII. Con ello obtenemos: 1 peso = 1 libra = 15 reales ; t libra = 20 sueldos : 1 sueldo = 12 dineros. 93 CALLAR. F. : Notas sobre la alimentacin y la culinaria alicantina en el siglo XVIII, en Canelobre n 29/30. Alicante, invierno.1995. 5 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 21. ENSEANZA Casi todos los historiadores coinciden en que el siglo XVI signific, tanto para Europa como para Espaa, una revolucin en el campo educativo. El siglo XVI es una poca de esplendor econmico y social que domina en todo el mundo y que coincide con una ideologa (la rena centista) fomentadora del redescubrimiento de la cultura clsica, lo que desemboca en una combinacin de los servicios de armas y de letras. Es el ideal del caballero culto. Las lites se sienten fuertes y poderosas y desean propagar este ideal culto a las otras clases sociales. Este desarrollo educativo se centra entre los arios 1500-1630, fecha esta ltima que seala el punto de inflexin a partir de la cual se inicia una cierta decadencia general en todos los estudios. En el siglo XVII se invierten los trminos. Una gran dejadez en los aspectos educativos va a acompaar a un periodo de crisis econmica y social. Por otra parte, las ideas renacentistas a favor de la educacin caen en el olvido durante el Barroco, donde escritores y arbitristas coinciden en sealar a la educacin como una de las causas del estancamiento de pas, ya que disminua el nmero de manos tiles para los trabajos del campo y de los talleres al tiempo que acrecentaba el censo de otras actividades menos productivas, sobre todo las eclesisticas. Incluso la nobleza, cuyas rentas se ven amenazadas por la crisis del siglo, se suma a esta crtica al quejarse de que el acceso masivo del pueblo a la cultura amenazaba los privilegios de clase de la nobleza y el equilibrio de la sociedad esta mental. No era la enseanza un aspecto que despertara un especial inters entre los eruditos del siglo XVII a no ser que trataran de las clases nobiliarias, a las que el sistema educativo preparaba para lo que se llamaba el buen gobierno del pueblo. No es de extraar pues el silencio de las fuentes 116 III. CONCLUSIONES documentales primarias, mxime en el caso de un pequeo pueblo como Elda, en que slo de forma espordica ofrecen algunas pistas con las que componer un cuadro en el que predominan las sombras sobre las luces. En el Setecientos, y ya con la dinasta borbnica plenamente asentada en Espaa, se produce un crecimiento econmico y demogrfico acompaado por el impulso de las ideas ilustradas, con lo que la educacin va a experi mentar un nuevo auge. El Estado est interesado en la alfabetizacin porque as contribua a mejorar las actividades intelectuales y productivas que redundaban en el beneficio econmico del pas. Se buscaba una revolucin mental y tecnolgica capaz de sacar a Espaa del atraso secular, pero este deseo iba acompaado de un inmovilismo estamental: no se buscaba la posibilidad de ascenso en la jerarqua social, slo la mejora en su propio estamento. Tambin la Iglesia se vio inmersa en las reformas que le llevaron a formar parte del auge de la enseanza primaria. Se ponen en marcha los Seminarios para la preparacin de sacerdotes, no slo teolgicamente, sino que se les dota de una formacin humanstica, en artes, latn, griego y cnones. Muchos sacerdotes preparados o estudiantes de seminario sin ordenar (porcionistas), pasarn al campo de la docencia y muchos abrirn escuelas de primeras letras. Con la Ilustracin la educacin alcanza un papel protagonista. Instruirse es el leiv motiv de los viajeros y uno de los campos donde los gobiernos ensayarn nuevas teoras, al mismo tiempo que se converta en la base sobre la que descansaban muchos planteamientos reformistas. Los planes de estudio sern objeto de grandes debates y los mtodos educativos, as como el mismo concepto de educacin, fueron sometidos a revisin partiendo de las propuestas roussonianas contenidas en el Emilio. La felicidad de los ilustrados se concibe como algo FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA alcanzable en este mundo a travs del progreso econmico y cientfico y la educacin aparece como uno de los medios tiles para conseguir esta felicidad. Jovellanos considera la instruccin nacional como la primera y ms abundante fuente de la pblica felicidad 91 Pero el panorama educativo espaol era desolador a todos los niveles. La Universidad era impermeable a la renovacin, los centros educativos de grado medio estaban controlados por los refractarios a las reformas y la enseanza primaria contaba con centros que, o bien eran insuficientes o bien se encontraban en un deplorable estado de aban dono, penuria econmica e indigencia intelectual. El gobierno se desentenda de la enseanza primaria ; eran los municipios quienes la controlaban y, en algunos casos, subvencionaban. La Iglesia hizo algo ms: en algunas iglesias y conventos los sacristanes y los frailes enseaban primeras letras a las clases econmicamente dbiles. Unicamente los que disponan de medios econmicos contrataban educadores privados para sus hijos. Tampoco se exiga titulacin para ejercer de maestro. As que el impulso haba que darlo desde la Corona, siendo ejemplos las Reales Provisiones de 1771 y 1780 y la Real Orden de 1806, que entendan de la seleccin y nombramiento de los docentes de primeras letras y el contenido de los textos escolares. La enseanza estaba muy controlada por el Estado y por la Iglesia para evitar desviaciones de la ortodoxia imperante ; de ah la abundante normativa, criterios de seleccin de enseantes y control sobre las traducciones de la Biblia y textos que servan de base. Por otra parte abundaban los casos de intrusismo y de leccionistas, cuyo control ms eficaz vena de las autoridades municipales y 94 10VELLANOS. G.M. de: Bases para la formacin de un Plan General de Instruccin Pblica. Obras, Madrid, 1845, vol. II, p. 38. 118 III. CONCLUSIONES de los maestros autorizados, que ya en 1666 haban conse guido agremiarse en la Hermandad de San Casiano. Durante el reinado de Carlos IV fueron notables los intentos de Godoy en el campo de la renovacin pedaggica. La idea perseguida de regenerar al pueblo con ayuda de las leyes tuvo su campo de experimentacin en el Instituto Real Pestalozziano, creado en Madrid en 1806 para hijos de nobles y militares a fin de comprobar la bondad del mtodo de enseanza postulado por Pestalozzi. Este mtodo haba sido el elegido por una comisin designada por Godoy de entre otros empleados en Europa. Pero pese a los esfuerzos del ministro, los planes de enseanza se reducan al arte de leer, escribir e iniciacin a la aritmtica. As que la enseanza primaria sigui siendo una asignatura pendiente del Gobierno durante todo el siglo y parte del siguiente, ya que hasta adelantado el siglo XIX, y a pesar de las reformas liberales de las Cortes de Cdiz, se continuaba sin ninguna reforma. A pesar de todo este protagonismo, no fue un tema especialmente abordado por quienes viajaban y describan la realidad espaola ; de todas las fuentes que estamos utilizando nicamente Montesinos le presta algo de aten cin, y an as se muestra muy parco. Es especialmente significativo el poco inters que muestra, porque siendo un profesional de la enseanza era de esperar por su parte un mayor aporte de datos y detalles, como podran haber sido algunas referencias a los planes de estudio, libros de texto, algn pequeo discurso sobre la educacin en su poca, etc. Afortunadamente contamos con una fuente documen tal de primera mano que nos va a servir de base para esbozar un panorama de la enseanza en Elda durante gran parte de la Ilustracin. Se trata de las respuestas del Ayuntamiento a un cuestionario que remite la Intendencia General del 119 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Reino de Valencia por orden de Godoy en el verano de 1807 a todos los municipios para conocer el estado en que se encuentra la enseanza pblica. 95 Su objetivo se encuen tra planteado en la introduccin: Habindose propuesto el Serensimo Seor Generalsimo Prncipe Almirante con su infatigable celo por el bien del Estado dar a la Espaa un nuevo mtodo de Enseanza Pblica, puesto que pende de la buena instruccin la felicidad de una Monarqua ; necesita tener un conocimiento muy particular de las Escuela y Colegios de los Pueblos de este Reyno de ambos sexos, el modo de subsistencia, y las Instrucciones con que se gobiernan, con otros datos que son indispensables guando se trata de mejorar o establecer un sistema de tanta importan cia(...) 21.1. Escuela de Primeras Letras La historiografa eldense es extremadamente pobre respecto a la enseanza en los siglos XVII y XVIII. Los nicos datos que nos aporta son, para una fecha no deter minada del siglo XVII, que la villa mantena a un maestro de escuela, que adems ejerca de organista de la iglesia ; y a un maestro de Gramtica. Ya a comienzos del siglo XVIII, concretamente en el ario 1702, el municipio sostena una escuela pblica para nios (Casa -Escuela) en la Plaza del ngel y contaba con un mestre de Escola, Marcelo Lpez, que adems era organista relongier ; y un maestro de Gramtica, que era el notario de la villa Juan Mateo Grau. 97 Esta doble faceta de organista y maestro de primeras letras se prolonga a lo largo del siglo, durante el cual, el Ayuntamiento paga: 95 A.M.E.: Mano de Cabildos 1801a 11310 , fols. 207-209. 96 NAVARRO PASTOR, A: Op. cit., p. 203. 97 MATEOS CARRETERO, P.: La enseanza en Alicante en el siglo XVIII. Alicante, 1967 y NAVARRO PASTOR, A.: Op. cit., vol. I, p. 218. 120 III. CONCLUSIONES (...) a Mosen Luis Antonio Juan Pbro., vecino de esta villa de Elda la cantidad de setenta y cinco libras, moneda de este Reyno, por su salario de un ario de organista y Maestro de Escuela de Nios de Primeras Letras 98 En 1769, y con objeto de tratar la financiacin de las obras de ampliacin de la iglesia de Santa Ana y el mante nimiento econmico de culto y clero, el conde de Elda y el obispo de Orihuela firmaron una concordia 99 en la que el conde se comprometa a dotar a la iglesia de organista, que aunque deba de ser tambin maestro de escuela, mientras que su salario sera pagado entre el conde y el Ayuntamiento: (...) el empleo de organista lo pagaba antes la villa de sus Propios, y que en el da no lo executa por haverle excluido esta partida la Contadura de Propios del reyno, queda al cuidado de Su Excelencia entenderse con dicha su villa y proveer a la Parroquia de organista con la obligacin de Maestro de Primeras Letras, satisfaciendo la mitad del salario en que se ajuste para aliviar a los vecinos y concurrir por su parte a la mayor decencia de los Oficios Divinos.100 La separacin de ambos empleos se hizo efectiva en otra concordia firmada en mayo de 1771, en la que, entre otras puntualizaciones, se dispone: (...) que por lo que respecta al organista, no obstante lo convenido en la ya referida concordia, por haverse tenido por ms conveniente el que este oficio corra separado del de Maestro de primeras letras Las escuelas de primeras letras se desarrollan a partir 98 A.M.E. : Clavaras. Arios 1733)1734, fols. 67 y 46. (Cada ario tiene su foliacin respectiva). 99 MONTESINOS PREZ, J.: Op. cit., pp. 65-73. loo Ibdem, p. 69. lo Ibdem, p. 88. 121 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA del siglo XVI en las pequeas ciudades y villas, donde surgen con la finalidad de abaratar la enseanza, controlar la calidad y llenar el vaco educativo. Se impartan en tres tipos de escuelas: privadas, eclesisticas y municipales ; siendo de este ltimo tipo la de Elda, pues aunque en el siglo XVII la enseanza se imparti en el convento, una de cuyas dependencias (...) sirvi para escuela de primeras letras y latinidad que gratuitamente enseaban los Padres ,102 ya en el XVIII Elda dispona de c..) tres Escuelas destinadas a la instruccin pblica: Una de Primeras Letras, otra de Latinidad para Gramticos y otra titulada Costura para las nias; con separacin 5 (...) dos Maestros de Enseanza pblica, que son uno de Primeras Letras y otro de Gramtica, con dotacin de 20 pesos (por la Villa) cada uno Tanto el salario del maestro como el mantenimiento de la escuela iban con cargo a los bienes de propios muni cipales. Un informe elaborado por los diputados del comn y los sndicos general y personero en 1783 sobre el deplo rable estado de la casa escuela de nios motiv la apertura de un expediente municipal con informes de maestros de obras y presupuestos para llevar a cabo su reforma.m 5 En alguna fecha comprendida entre 1771, en que la tarea de ensear se independiza del organista, y 1786, fecha desde la que tenemos documentado que el magisterio de primeras letras recae en frailes observantes del convento 12 AMAT Y SEMPERE, L.: Op. cit., vol. I, p. 31. 503 A.M.E.: Mano de Cabildos 180i a 1810 , respuesta a la la pregunta, fol. 209. I MONTESINOS PREZ, J.: Op. cit., p. 3. 105 A.M.E. : Caja 82, leg. 29: Instancia puesta por los Diputados) Sndicos Gral. Y Personero de la villa de Elda, sobre el reparo) composicin de ciertas casas propias del Comn de la misma. 122 III. CONCLUSIONES de Nuestra Seora de los Angelesi 06 , es cuando se establece el convenio educativo entre Ayuntamiento y comunidad religiosa: (...) los Maestros de primeras letras y de Latinidad o Gramtica son religiosos menores de la observancia de S. Francisco de Ass del convento titulado de Nuestra Seora de los ngeles, situado extramuros de esta Villa que por sola la dotacin de los 451 rs vn 26 mrs del de primeras letras que se dan a dicho convento y por las limosnas que el Seoro hace al mesmo se ocupan dos religiosos en dichas Escuelas y enseanza. 7 El acuerdo contemplaba el procedimiento para desig nar al maestro, y pasaba por la eleccin municipal y el refrendo de la autoridad conventual: En la Sala Capitular de la villa de Elda (...) congregados en ella como lo han de costumbre los Sres. Bajo firmados a consecuencia de la deliberacin del da quince del corriente sobre la eleccin del Maestro de primeras letras de unnime conformidad acordaron elegir, como elegan por tal maestro al P. Fray Domingo Guardiola religioso franciscano morador en el convento de San Felipe a cuyo efecto por el Sndico Procurador general se le pasa por escrito el correspondiente oficio al P. Guardin del convento extramuros de esta villa dndole a entender dicha eleccin para que lo remita al Superior que corresponda para su aprobacin.108 Fray Domingo Guardiola no acept el puesto y el Ayuntamiento decidi (...) elegir y nombrar por tal Maestro de unnime conformidad al P. Fray Gaspar Verenguer, religioso observante de la villa de Mogente, y al intento de que le conste y obtenga del superior correspondiente prelado la debida licencia para exercerlai 9 107 A.M.E.: Mano de Cabildos 1801 a 1810, respuesta a la 2a pregunta, fol. 207. I8 Ibdem, fol. 126. 109 Ibdem, fol. 127v. 123 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA La cuanta econmica con la que estaba dotado el puesto de maestro vara con el tiempo, desde las 52 libras que cobra como maestro -organista en algn momento de finales del XVII, las Ioo como maestro -organista -relojero a principios del siglo XVIIII), las 75 como maestro y organista durante el primer tercio del Setecientos y los 20 pesos que cita Montesinos, hasta que se regul por ley la partida econmica que cada Ayuntamiento deba asignar al maestro : 2 Solamente se hallan dedicados de los Propios de esta Villa 45irs vn 26 mrs 3 de renta annual para el Maestro de primeras letras, aprobada por el Real Consejo de Castilla en el Regla mento se le estableci en 30 de Agosto de 1765 al nm 4 de la dotacin fija y annual para las cargas y gastos de este Pueblo. No se reconocen otras rentas destinadas a dichos fines hasta el da ms que las referidas (...) 1 La cortedad del salario es un hecho que se evidencia con la peripecia de Fray Domingo Verd, responsable de estas labores en 1807, cuando El nmero de Maestros es: en la de primeras letras, uno llamado el P. Fray Domingo Verd con 180 Nios de enseanza actualmente.a Los aos inmediatamente posteriores trajeron malos vientos para los religiosos que, en muchos casos, se vieron obligados a exclaustrarse con lo que ello conllevaba de II Vid. NAVARRO PASTOR, A. Op. cit. , p. 218. III setenta y cinco libras que pago a Mosen Luis Juan de Tordera Pbro. Por su salario de este ario de organista y maestro de escuela. AME. : Clavaras de los aos 1729 1726, s.f. I A ttulo comparativo sabemos que el sueldo de un maestro de Primeras Letras en Alicante era de 752 reales y 32 maravedes. Vid. ESTEVE GONZLEZ, M. A. : La enseanza en Alicante durante el siglo XIX. Alicante, 1991, p. 31. 113 Esta cantidad equivale a 30 libras o pesos. A.M.E. : Mano de Cabildos 1801 a 18 lo, respuesta a la 2a pregunta, fol. 207. 5 lkdem, respuesta a la 5a pregunta, fol. 207. 324 III. CONCLUSIONES desamparo personal. 6 Fray Domingo no fue una excepcin y en 1812 solicit al Ayuntamiento el puesto de maestro, exponiendo: (...) que por espacio de dieciocho aos est sirviendo a esta villa en el Magisterio de los nios de Primeras Letras, con el desempeo que es notorio, y con la dotacin de treinta libras anuales ; el suplicante, como estaba en su convento (...) poda servir con la referida dotacin. Al presente se encuentra expatriado del dicho convento y con la obligacin de mantener a una hermana religiosa ; y como dicha renta no sea suficiente para sus precisos alimentos y obligaciones (...) hace presente que si tienen a bien sealarle la correspondiente dotacin para su subsistencia continuar con su Magisterio 17 Es evidente que el Ayuntamiento era consciente de que (...) treinta libras que no son bastantes para mantenerse con ellas un maestro que carezca de otro auxilio (...), por lo que acordaron (...) admitir por maestro de primeras letras de esta villa al reverendo Padre Fray Domingo Verd (...) con la dotacin de doscientas libras anuales que se satisfarn mensualmente con anticipacin de un mes para sus precisos alimentos (...) Para no tener que vulnerar la cantidad asignada por ley, el cabildo propone mantener Las treinta libras de Propios (...); Quarenta y quatro libras del arriendo de las tierras del Pantano ; y las restantes ciento veintiseis libras cargando un dinero en cada libra de carnes que se consuman en la Casa Carnicera de esta villa ; 6 Con la guerra de la independencia y el posterior gobierno de Jos I, las rdenes religiosas fueron objeto de varias medidas reformistas, como el decreto napolenico de 4 de diciembre de 1808 sobre reduccin de conventos ; el decreto de Jos I en abril de 1809 para subvencionar a los religiosos que se exclaustraran o el decreto de agosto de 1809 para la supresin de las rdenes regulares. 07 A.M.E.: Mano de Cabildos 1811 a 1819, fol. 40. 125 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA aadiendo que, en caso de las partidas relacionadas no dieran para cubrir la cantidad acordada, (.. .) se cargar otro dinero en libra de nieve de la que se consuma en la misma. 8 Cuando en febrero de 1813 Fray Domingo Verd reingresa en el convento, se le rebaja la cantidad a percibir a 70 libras, aparte las 30 asignadas a la comunidad religiosa, pero con la condicin de que si se expatriara otra vez el Ayuntamiento le abonara las 200 libras anteriores. 9 En mayo de 1814 Fray Domingo, que viene alegando desde algn tiempo constantes achaques que le impiden el normal desarrollo de su funcin docente, presenta su dimisin que es aceptada con el agradecimiento de la corporacin: 20 Este mismo mes, Fray Joaqun Rdenas, observante fran ciscano que ha tenido noticias de la jubilacin del anterior, solicita el magisterio de primeras letras de esta villa y es aceptado. 2 En 1817 el magisterio de primeras letras pasa a cargo de la parroquia, concretamente al subdicono de la iglesia de Santa Ana Manuel Guarinos 122 , nombrado por el Ayuntamiento el 29 de diciembre. En cuanto a horario y metodologa, los nios eldenses Entran por verano a las siete de la maana y a las tres de la tarde y por el invierno a las ocho y a las dos teniendo tres horas de enseanza por maana y tarde. El mtodo de la enseanza es el de D. Torcuato Torio de la Riva y adems de Doctrina Cristiana del Padre Vives diariamente (.. .) 123 8 Ibdem, fol. 49. 119 Ibdem, fol. 73 2 Ibdem, fol. 93. 121 Ibdem, fol. 96. 122 Archivo Parroquia de la iglesia de Santa Ana de Elda: Libro de Visitas 1876. Presentacin del Maestro de primeras Letras y Maestras de Labor , fol. 320v. 123 AME. : Mano de Cabildos 180i a 18w, respuesta a la 4 pregunta, fol. 207v. 126 III. CONCLUSIONES Desde el punto de vista didctico el punto X de la Provisin de 1771 estableca como libros de texto para escolares el Catecismo Histrico de Fleury 24 , el Compendio Histrico de la Religin de Pintn 25 , un compendio de Historia de la Nacin elegido por los corregidores de las cabezas de Partidos y un catecismo sealado por el ordinario de la dicesis. El programa educativo eldense estaba un poco mermado en relacin con el oficial, ya que las materias impartidas se limitaban a rudimentos de lectura, escritura y clculo de las cuatros reglas segn el mtodo de don Torcuato Torio de la Riva 126 , obligatorio en todas las escuelas del reino por orden del Consejo de Castilla de 23 de septiembre de 1802 ; y la doctrina cristiana del Padre Vives, catecismo sealado por el ordinario para toda la dicesis. 127 Sobre la metodologa empleada sabemos que (...) los jueves salen en procesin los nios autorizados por el maestro por las calles explicando la Doctrina Cristiana con , bastante aprovechamiento 128 prctica relacionada con la costumbre de celebrar cert menes o concursos pblicos como parte de la demostracin de los conocimientos adquiridos por los nios, y de los que son un ejemplo los establecidos en las normas de la efmera Academia Magistral de Alicante. 29 24 El Catecismo del abate jansenista francs Fleury haba sustituido al del P. Ripalda al oficializarse el triunfo de la moral rigorista sobre el laxismo jesutico en la Polmica que termin con la expulsin de la Compaa de Jess. 125 PINTN, J.: Compendio histrico de la Religin desde la creacin del mundo hasta el estado presente de la Iglesia compuesto por... Pamplona, 1 7 8 4. 126 TORCUATO TORIO DE LA RIVA: Arte de escribir por reglas) con muestras, segn la doctrina de los mejores autores antiguos) modernos, extranjeros) nacionales, acompaado de unos principios de Aritmtica, Gramtica) Ortograp Castellana, Urbanidad) varios sistemas para la formacin) enseanza de tos principales caracteres que se usan en Europa. Madrid, 1798. 127 LARROSA MARTNEZ, F.: Poltica educativa en Alicante en el siglo XVIII. Alicante, 1 993 , 1: 99 28 A.M.E.: Mano de Cabildos s8oi a 1810, respuesta a la 4a pregunta, fol. 207y. 129 LARROSA MARTNEZ, F.: Op. cit., p. 35. 127 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA 21.2. Escuela de Latinidad o de Gramtica La enseanza de unos estudios de Latinidad o Gra mtica en Elda est documentada para el siglo XVII y principios del XVIII por las mismas fuentes que las del maestro -organista. La existente en Elda no era propiamente una escuela, sino unos estudios preparatorios, unos rudi mentos que permitan continuar los estudios en otros centros ms capacitados, como el Seminario de Orihuela, a aquellos nios cuyos padres disponan de cierta holgura econmica y pretendan para sus hijos un porvenir distinto al de la agricultura, bien por cierto prurito personal, bien por no poder repartir el patrimonio familiar entre varios hijos. De todos modos no eran muchos: de treinta y tres estudiantes que siguen estudios de Latinidad, son cuatro o cinco los que salen al ario perfectamente instruidos para poder dedicarse a cualquier estado de Letras o Armas. 3 Este tipo de estudios no est financiado de forma oficial por el Ayuntamiento: (...) ninguna dotacin tiene el de Gramtica o Latinidad, 31 pero deba de ser consciente de su utilidad cuando encuen tra la forma de mantenerlo a travs del concepto de limosna: Se paga a Antonio Snchez, vecino de esta villa en nombre de Sndico Apostlico del convento de Ntra. Sra. de los ngeles veinticinco libras, moneda de este Reyno, por la limosna acostumbrada a dar por todo el ario de asistir un religioso de dicho convento a leer Gramtica en esta villa 32 Al menos durante algn tiempo, las clases de Gramtica se impartan en la ermita de San Antn: 130 A.M.E.: Mano de Cabildos 180i a 1810, respuesta a la 5a pregunta, fol. 207. 131 A.M.E.: Mano de Cabildos i801 a 1810, respuesta a la 2a pregunta, fol. 207 132 A.M.E.: Clavaras. Aos 17333 1734, fols. 100 y 44. 128 III. CONCLUSIONES Por el presente Miguel Rico Clavario y mayordomo de propios de esta Villa de y pague a Pablo Guarinos Sndico Apostlico del Convento de Nuestra Seora de los ngeles de esta villa la cantidad de ocho libras moneda de este Reyno, las quales son por el salario que annualmente esta Villa da al Rvdo. P. F. Antonio Tordera por el socorro de sus necesidades y por el trabajo de baxar desde el Convento a la Hermita del Seor San Antonio Abad a leer Gramtica 33 En realidad esta escuela de Latinidad se trataba de una iniciacin al conocimiento del latn utilizando, como texto base la Gramtica de Nebrija, obligatorio desde 1598 por orden del Consejo de Castilla, y complementado con el estudio de las obras clsicas de autores grecolatinos, doctrina cristiana y algo de retrica y filosofa. Los mtodos eran los mismos que en las escuelas de primeras letras pero aplicados con mayor rigor. Elio Antonio de Nebrija 133 A.M.E.: Clavaras 1750-51, fol. 42. 129 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA La proliferacin de estas escuelas, con el consiguiente abandono de actividades productivas, hizo que Felipe IV promulgara en 1623 una Real Orden por la que limitaba estas escuelas a ciudades que tuvieran corregidor ; un siglo ms tarde, en 1747, una Real Orden de Fernando VI limit estas escuelas a lugares con ms de 300 vecinos y una Real Cdula de 23 de junio de 1765 impuso como texto obliga torio para las escuelas de primeras letras la Gramtica de la Real Academia de la Lengua en un intento de potenciar el estudio de la lengua castellana. Sobre los estudios de Latinidad, el Real Decreto de 19 de enero de 1770 estableca que el objetivo de la enseanza de Latinidad era servir de fundamento para la erudicin y la ciencia. La misma contingencia de la exclaustracin que motiv a fray Domingo Verd solicitar la plaza de maestro de primeras letras, se repiti con la de Gramtica o Latinidad, puesto para el que solicitaron plaza dos religiosos ; en noviembre de 1812, Fr. Barttholome Casaez Religioso Descalzo de la Regular y ms estrecha observancia de N. P. S. Francisco, Lector de Theologa natural de esta villa de Elda con el mayor respeto expone: Habiendo llegado a noticia del recurrente el abandono total que das hace se observa en el estudio de la Latinidad de esta villa, al parecer por haverse expatriado la mayor parte de Religiosos de la observancia de N. P. San Francisco del Convento de Ntra. Sra. de los ngeles extramuros de esta villa, sin haber merecido V.S. el menor aviso de dicho abandono por el Padre que lo regentaba y haverse hecho pblico por la libertad en que se advierte la juventud cursante en dicha enseanza de Latinidad. Avista pues de lo mencionado, y sin tener ni llevarle otro objeto al exponente que la educacin y doctrina de la juventud en la aplicacin de dicha facultad, se promete el suplicante, con la ayuda divina, el desempear la Ctedra o curso de Latinidad ; siempre que merezca de la bondad de V.S. su nombramiento o eleccin bajo las reglas o condiciones que 130 III. CONCLUSIONES serva y desempeaba el anterior maestro ; por lo que: Suplica a V.S. se sirva a vista de lo expuesto y previstos los informes del caso, sobre la suficiencia o insuficiencia del suplicante para su desempeo, nombrarle por tal Maestro de Latinidad de esta villa de Elda que desempear mediante la Divina providencia con el acierto que exige semejante caso ; favor que espera alcanzar de la bondad de V.S. 34 Unos das ms tarde Fray Antonio Amat, observante morador del convento de Santa Mara de Jess extramuros de Valencia, natural de esta villa de Elda, pobre de solemnidad, con el debido respeto a V.SS. hace presente: Que encontrandose esta villa sin Maestro de Gramtica para la enseanza de esta, se ofrece el suplicante a exercer este Ministerio, sufriendo un riguroso examen por las personas que V. SS. determinen antes de conferirle dicho Magisterio y cerciorados de su idoneidad: A V. SS. Rendidamente suplica se sirvan por un afecto de su bondad conferirle el dicho Magisterio 5 No tard mucho tiempo el Ayuntamiento en cubrir la vacante, ya que al da siguiente de recibirse la segunda solicitud se aprob por mayora de votos a Fray Antonio 36 que ejerci por espacio de cinco arios, al trmino de los cuales fue sustituido por Fray Joaqun Juan, religioso descalzo y Lector Telogo. Estos estudios se regan por las siguientes reglas: 138 Entran los estudiantes a las mesmas horas que la anterior teniendo de estudio tres horas por maana y tarde. La enseanza es el arte Escolapio, construccin de selectas profanas, cartas 134 A.M.E. : Mano de Cabildos 180i a 1810 , fol. 50. 135 A.M.E. : Mano de Cabildos 1811 a 1819, fol. 51 136 A.M.E. : Mano de Cabildos 1811 a 1819, s. f. 137 Ibdem, fol. 1 44. 138 A.M.E. : Mano de Cabildos 1801 a 1810, respuesta a la 4a pregunta, fol. 207v. 131 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA selectas de S. Gernimo, S. Po Quinto, Breviario, Himnos y dos das en la semana prosodia y medir versos. Los sbados la Educacin correspondiente y Doctrina Cristiana. El horario era el mismo que para la escuela de primeras letras y La enseanza ese! arte Escolapio. Se refiere a lo que en otros autores se cita como Arte de Antonio de Nebrija, con la explicacin y notas del padre Agustn de San Juan Bautista, religioso escolapio 39 , reducidas a compendio por el padre Pedro de Santa Mara Magdalena, tambin esco lapio. El trmino Arte se encuentra en las propias palabras de Nebrija, en el captulo primero de su libro primero, Los que bolvieron de griego en latn este nombre gramtica llamaron la arte de letras (...) 141 El Arte de Nebrija, resumido a principios del siglo XVII por el padre Luis de la Cerda, ser la base de los conocimientos gramaticales posteriores. Este texto fue el propuesto para la enseanza de la Gramtica en el seminario de Orihuela fundado por el obispo Gmez de Tern 43 y, por tanto, seguido en todas las escuelas de la dicesis. La construccin de selectas profanas debe referirse al uso de Epstolas y Oraciones selectas de ciertos clsicos, como Cicern, Horacio, Ovidio, Marcial, etc., usados en todas las escuelas del reino. Las cartas selectas de san /39 MARTNEZ LARROSA, F.: Op. cit., p. Ex). /40 Las Escuelas Pas fueron fundadas por Jos de Calasanz a finales del siglo XVI con el fin de proporcionar enseanza a los hijos de familias pobres. Su implantacin en la enseanza de primeras letras recibi un impulso con la expulsin de los jesuitas en 1767. 141 NEBRIJA, A.: Gramtica de la lengua castellana. Salamanca, 1492, ed. facsimil, Valencia, 1992. 142 NEBRIJA, A.: Gramtica castellana. Ed. Crtica de P. GALINDO y L. ORTIZ MUOZ, 2 vols., Madrid, 1946. 143 MARTNEZ GOMIS, M.: La Universidad de Orihuela. 1610-1807. Alicante, 1987, vol. II, p.132. 132 III. CONCLUSIONES Jernimo y san Po V son tambin Epstolas. La educacin correspondiente se refiere a las reglas de cortesa y urbanidad. ste es el bagaje cultural con el que los nios eldenses salan de las aulas, unos para incorporarse al mundo laboral y otros, muy pocos, para continuar estudios fuera de Elda, como el caso de Sempere y Guarinos, quien a los io arios ingresa en el Seminario de Orihuela para estudiar Gram tica propiamente dicha despus de las primeras letras y los rudimentos de la Gramtica impartida por los religiosos del convento. /44 Tambin tenemos constancia de un problema de intrusismo a travs de una carta que Fray Jos Vidal enva al Ayuntamiento en marzo de 1828. Este religioso vena desempeando el magisterio de Latinidad con permiso de su Provincial y denuncia que se ha enterado que un tal Juan Arnat y Amat ha abierto un aula pblica de Latinidad donde acuden algunos estudiantes maana y tarde. Les recuerda que el Cabildo le prohibi ejercer la enseanza de Gramtica por no tener ttulo de haber superado el examen correspondiente y suplica que, en cumplimiento de las rdenes que exigen estar en posesin de dicho ttulo, manden cerrar el aula o de lo contrario se quejar a donde corresponda . 145 21.3. Escuela de nias o de costura La enseanza femenina estaba al cuidado de dos maestras nombradas por el seor de la villa. Conocemos a cuatro de ellas que atendan a setenta nias: Josefa Marhuenda, con ttulo de Maestra de Primeras Letras de Nias expedido por 144 RICO JIMNEZ, J.: De la Ilustracin al Liberalismo (El pensamiento de Semperey Cuarinos). Alicante 1997, pp. 31-42. 145 A.M.E.: Mano de Cabildos 1820-30, fol.167. 133 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA la Excma. Sra. Marquesa de Villena Condesa de Elda (...) con fecha Madrid dieciseis de septiembre de mil setecientos noventa y uno 46 Ana Mara Ramn,i 47 Ana Mara Riera, cuya vacante se tuvo que proponer al procurador del conde en 1810: (...) para que el pueblo no padeciese perjuicio en la enseanza pblica y que correspondiendo el nombramiento de Maestras al Excmo Sr. Conde de Cervelln Dueo territorial de esta villa no pudiendo en el dia hacerle este por la interceptacin de comunicacin de los enemigos pareca muy conforme se pasase el correspondiente oficio al Procurador Gral. Dtor. D. Silvestre Verd y Brotons que actualmente se encontraba en esta villa, para que se sirviese nombrar otra maestra de ciencia y providad que a satisfaccin del pblico pudiese desempear tan honroso cargo y Josefa Vera y Arnat, desde junio de 1817. 149 Tambin la financiacin corre al cargo del seor jurisdiccional de la villa, que (...) satisface anualmente por va de limosna y pura liberalidad (. ..) a las dos Maestras 823 rs vn 22 mrs.i 5 o La educacin de las nias, considerada un pilar fundamental para mantener las buenas costumbres de los sbditos, tambin se regul en 1771. Su objetivo era sim plemente instruirlas en los rudimentos de la doctrina cristiana y labores propias de su sexo. Por la maana luego que estn juntas la nias, la oracin de S. Luis de Gonzaga, 5 luego toman la labor y por ambas 146 A.M.E.: Mano de Cabildos1791 a 1799 , fols. 161-161v. ; 147 A.M.E. Mano de Cabildos 1801 a 18/0, respuesta a la 5a pregunta, fol. 207. 148 Ibdem, fol. 269-270v. 149 Archivo Parroquial de la iglesia de Santa Ana de Elda: Libro de Visitas 1816. Presentacin del Maestro de primeras Letras y Maestras de Labor, fol. 321. 550 A.M.E.: Mano de Cabildos 1801 a 1810, respuesta a la 2a pregunta, fol. 207. 134 III. CONCLUSIONES Maestras reunidas avan a cada nia en la hacienda que hacer. A las 9 las oraciones de la Doctrina Cristiana diciendo una nia delante y repitiendo las dems sin dejar la labor ; a las m una parte de rosario a Mara Santsima sin dejar la labor ; concluida sta se les lee un punto de meditacin y leido se les hace guardar silencio por un rato para que mediten ; al concluir el Bendito y una salve ; por la tarde semejante distribucin de horas a la de la maana aadiendo los dolores de S. Jos y los de la Virgen . 32 21.4. Sobre la escolarizacin El nmero de Maestros es: en la de primeras letras, uno llamado el P. Fray Domingo Verd con 180 Nios de enseanza actualmente. En la de Latinidad otro ll amado el P. Fray Joaqun Verd con 33 estudiantes. Y en la Costura se ocupan dos Maestras llamadas Josefa Maruhenda y Ana Mara Ramn con 70 Nias de enseanza. Y salen anualmente 12 Nios instrudos de la de primeras letras para continuar los unos los estudios y los otros se dedican a la labranza ; y de la de Gramtica salen al ario perfectamente instruidos 4 5 estudiantes para cualquier estado de Letras o Armas. 33 Estas son las nicas cifras de que disponemos en todo el periodo estudiado; ni las fuentes documentales del archivo, ni mucho menos las fuentes bibliogrficas nos 151 Oh Luis santo, adornado de anglicas costumbres: yo, indigno devoto vuestro, os encomiendo especialmente la castidad de mi alma y cuerpo y os pido que por vuestra pureza anglica os dignis encomendarme al cordero inmaculado, Cristo Jess, y a su pursima Madre, Virgen de vrgenes, guardndome de todo pecado. No permitis que yo manche mi alma con la menor impureza ; antes bien, cuando me viereis en la tentacin o peligro de pecar, alejad de mi corazn todos los pensamientos y afectos inmundos, y despertad en m la memoria de la eternidad y de Jess crucificado. Imprimid altamente en mi corazn un profundo sentimiento de temor santo de Dios, y abrasadme en su divino amor, para que, siendo imitador vuestro en la tierra, merezca gozar de Dios en vuestra compaa en el cielo. Amn. De VILARIO, R. Y GOL DRAZ , G.: Misal completo. Bilbao, 1348, p. 35. 152 A.M.E.: Mano de Cabildos 1801 a 181o, respuesta a la 4a pregunta, fol. 207v. 153 Ibdem, respuesta a la 5a pregunta, fol. 207. 135 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA proporcionan la ms mnima pista aparte de stas. Somos conscientes de que corresponden a un solo ario, por lo que es imposible establecer una cuantificacin temporal, pero nos atrevemos a intentar una cierta aproximacin a partir del cruce con los datos elaborados por Castell Traver del Censo de Floridablanca. Extrapolando de forma burda la poblacin de nios comprendidos entre 0-7 arios en 1787, que era de 331 varones y 319 hembras, nos dara un 64% de nios escolarizados y un 22% de nias. A partir de esta edad ya hay que contar con la incorporacin al mundo laboral de la casi totalidad del alumnado. Por supuesto que existen excepciones: los que pasaban al Seminario, a alguna orden religiosa o a la Universidad de Orihuela. Sobre este ltimo caso disponemos de los datos facilitados por Juan Bautista Vilar : /54 En 1755 Antonio Martnez cursa ier. curso de Medicina. En 1757 Francisco Quesada cursa ler. curso de Filosofa, y Gernimo Candel y Gabriel .Amat estn en 2 de Filosofa. En 1758 Gernimo Candel y Gabriel Arnat cursan 3 0 de Filosofa. En 1761 Bartolom Juan est matriculado en I de Leyes y Cnones. En 1785 Andrs Linares est en I de Leyes y Joaqun Juez en I de Cnones. Por otra fuentei 55 sabemos que en 1795 Pedro Tordera y Luis Maestre cursaban estudios de Teologa en la Univer sidad de Orihuela ; Francisco Maestre y Amat y Juan Rico y Gras cursaban estudios de tica y Silvestre Verd opositaba 154 VILAR, J. B.: Orihuela, una ciudad valenciana en la Espaa moderna. Murcia, 1981, vol. III pp. 936-950. 155 A.M.E.: Quintas aosi794, 95y99, s. f. En carta del Rector de la Universidad de Orihuela al Ayuntamiento solicitando la presencia de los anteriores para no ser incluidos en la orden de alistamiento general. 136 III. CONCLUSIONES a la ctedra de Instituciones Civiles de la misma Universi dad. Son datos espordicos y sin continuidad, pero permi ten teorizar sobre la poca vocacin intelectual de los padres eldenses 21.5. Conclusiones Las resultas de dichas Escuelas en esta Villa hasta el da han sido muy utilosas al pblico por los varios sujetos que se halla colocados en el Estado Eclesistico, as secular como regular, y otros siguiendo las Armas, y la Nias dedicadas a la virtud por sus honestas prendas y conducta procedente de la educacin y enseanza que han tenido ; sin haberse descubierto vicio alguno en los que han pasado, y ocupndose en los estudios. La instruccin pblica de dichos establecimientos en dicha villa es muy precisa y necesaria, a motivo de que es poblacin de continuo trnsito para todas las Capitales y Puertos de Espaa, y que se hace como indispensable la obligacin de buscar rentas para dichos Establecimientos y educacin popular, por el general trato con los transeuntes de todas clases que desean cerciorarse de muchos puntos econmicos de Estado y producciones. Y se espera de la bondad del M.I.S. Intendente General del Exrcito y presente Reyno lo eleve a la alta pene tracin de S.A.S. para que, enterado de los propuestos extremos por un rasgo de su generosidad y amor al Estado, proporcione algunas rentas a dichas Escuelas para las causas anteriormente manifestadas. Dios guarde a V. muchos arios. Quera el Ayuntamiento eldense conseguir de las autoridades ms fondos para enseanza o simplemente utilizaban una frmula de compromiso Lo cierto es que es consciente de la estratgica situacin de la villa, paso obligado de varios caminos entre la meseta, Valencia y la costa. Tambin est claro que hay un indicio del paso de 137 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA viajeros ilustrados y curiosos que andaban buscando res puestas sobre asuntos econmicos y producciones. La enseanza es una tarea irrenunciable de la Iglesia casi siempre ejercida por eclesisticos o religiosos y cen tralizada en el convento, pero financiada con fondos pblicos. Educacin y formacin cristiana eran dos con ceptos indisolublemnente unidos, cuya enseanza estaba encomendada a la Iglesia que as ejerca su labor de control sobre las conciencias formndolas en el respeto a los valores tradicionales. La inspeccin se efectuaba a travs de las visitas pastorales realizadas por un Visitador que recuerda a los maestros y maestras (.. .) el mayor esmero y ciudado en el cumplimiento de su deber e instruccin de los Nios, principalmente en la Doctrina Cristinana y buenas costumbres(. )151: Por el informe municipal podemos deducir algunos aspectos dignos de destacar. En primer lugar constatamos la importancia que, tambin en una pequea villa rural, se le daba a los estudios conducentes a alcanzar los estados eclesistico y militar, aspiracin tpicamente espaola desde el Medievo ; el pobre concepto que se tiene de la educacin femenina ; la plena conciencia de la estratgica situacin de la villa en la red de comunicaciones entre la Meseta y la costa ; la difcil situacin econmica de la villa para financiar la educacin ; y las referencias a algn que otro viajero ilustrado que haba pasado por Elda. Con todo esto, podemos esbozar un pequeo mapa escolar en el que reconocemos una enseanza pblica impartida por religiosos y subvencionada con fondos de propios del Ayuntamiento, que era quien asignaba las plazas. El modelo es el propio del siglo XVIII espaol (y :56 Archivo Parroquial de la iglesia de Santa Ana de Elda: Libro de Visitas 1816. Presentacin del Maestro de primeras Letras y Maestras de Labor , fol. 321 y 321v. 138 III. CONCLUSIONES de todo el Antiguo Rgimen) en el que toda la enseanza giraba en torno a la religin. Elda presenta, a pequea escala, el reflejo de lo existente en Orihuela y Alicante ; la primera, antigua capital de la Gobernacin y sede univer sitaria ; y la segunda, sin llegar a la categora de Orihuela, ambas con predominio dominico y jesuita. La enseanza eldense est en manos de los franciscanos, orden que no contaba con tradicin docente, pero cuya condicin de religiosos era suficiente o llevaba implcitas las condiciones para ejercer la docencia a un nivel elemental, como era, en lneas generales, el requerido para una juventud que, en su inmensa mayora, estaba destinada a las labores del campo. Apartada de las grandes ciudades como Alicante y Orihuela, por ejemplo, donde se vive con intensidad el ambiente ilustrado del que la educacin es parte impor tante, en la pequea villa de Elda apenas se experimentan cambios estructurales a lo largo de todo el perodo estu diado. 22. RELIGIOSIDAD POPULAR Es indudable que la expulsin de los moriscos y la subsiguiente repoblacin supusieron un punto de inflexin en la historia moderna de Elda. Desde el punto de visto religioso no fue una excepcin, ya que los nuevos pobla dores, cristianos viejos, independientemente de su lugar de procedencia, trajeron consigo su propia espiritualidad que, unida al sustrato existente, configur la cultura religiosa eldense. En toda cultura agraria, la experiencia vital est con dicionada por los cambios en la naturaleza, especialmente los representados por los solsticios (diciembre y junio) y los equinoccios (marzo y septiembre), durante los cuales los campos aparentemente mueren, resucitan, se llenan de vida y ofrecen sus frutos, y stos son los hitos que la 139 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Iglesia cristianiz superponindoles las festividades de Navidad, San Juan Bautista, Pascua, Natividad de la Virgen, etc. El tiempo agrario se mide por los astros y las estaciones, y las fiestas constituyen intervalos rituales que lo fracciona. El ario agrcola comienza en invierno, cuando San Antn bendice los animales domsticos y se preparan los campos ; a partir de este momento la cosecha se pone a salvo de pedriscos, sequas y plagas invocando la proteccin divina y desplegando un variado repertorio de rogativas, impre caciones, rituales y conjuros. Por fin, cuando termina la recoleccin, vienen las fiestas patronales que se celebran como culminacin del ciclo productivo y en accin de gracias por las bondades recibidas. Estas fiestas sern tanto ms fastuosas cuanto mejor haya ido la cosecha. El ciclo se cierra con las festividades de Todos los Santos y de Difuntos. Al margen de todas estas celebraciones agrario religiosas, el calendario civil eldense tambin contiene otras fechas importantes que comparten esa ambivalencia, como la toma de posesin de los oficios municipales forales: Justicia, Jurados, Mustalaf y Sobrecequier, que juran sus cargos respectivamente el da de Pentecosts, el de Navidad, el de Pascua del Espritu Santo y el de San Migue1 ; 37 o el pago de arrendamientos y contratos, que se haca por San Juan y por Todos los Santos. 58 157 SNCEZ RECIO, G.: La repoblacin del seoro de Elda. 1611. Alborada N XXV, Elda, 1979; SAMPER ALCZAR, J,: Estudio aproximativo a los Estatutos y Ordenaciones de Elda en el siglo XVIII. Fiestas Mgores, Elda, 5990. 158 NAVARRO PASTOR, A.: Historia de Elda. Elda, 1981, vol. I, pp. 599-203. 140 III. CONCLUSIONES Fin de los trabajos agrcolas 1 y 2 de noviembre Todos los Santos Fiesta de difuntos Coinciden cene! fi n del ciclo agravo 29 de septiembre San Miguel. Acaba la vendimia lid. enero Sa n Antn Se bendice eles animales , Cuaresma, tiempo de ayuno. Se agota la anterior cosecha y no se sabe como ser la pxima 15 de agosto Asuncin dala Virgen Celebra la recogida dala cosecha Pascua. Celebra la resurreccin de Cristo y la resurreccin de la vida con la primavera 24 de junio San Juan. Comienza el verano Comienzan las tareas agricolas Las comunidades campesinas mantenan un sincretis mo religioso entre formas paganas y cristianas que se manifiesta sobre todo en la devocin a los santos, autnticos puntos de referencia en la vida rural a juzgar por su presencia en el refranero. Por San Antn (17 de enero), gallinita pon. Hasta San Antn Pascuas son, y si las quiere alargar hasta la Virgen de la Paz (25 de enero). En llegando San Blas (3 de febrero), pon pan y vino en la alforja, que da no faltar. Por San Blas, el besugo atrs. Por San Blas, cigeas vers; y si no las vieres, ario de nieves. San Blas bendito, que se ahoga este angelito. San Marcos (25 de abril), los chicos descalzos. La Cruz (1 de mayo), la via reluz. Por San Matas (14 de mayo) se igualan las noches y los das. Hasta la Ascensin (27 de mayo), no te quites el ropn ; y despus, quita y pon. Por San Juan (24 de junio), los das comienzan a acortar. 141 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Lluvia en San Juan, quita vino y no da pan. Agua por San Juan, quita vino y no da pan. Por San Pedro (29 de junio), cada pastor con su rebariuelo. Por la Virgen (15 de agosto) de agosto pintan la uvas, y por la de septiembre ya estn maduras. San Mateo (21 de septiembre), la vendimia arreo. El que quiera coger miel, que cate por San Miguel (29 de septiembre); el que quiera coger cera, que cate por las Candelas. Por San Lucas (18 de octubre), bien saben las uvas. Por San Simn y San Judas (28 de octubre), dulces son las uvas. Por los Santos (I de noviembre), la nieve en los campos. Por los Santos, siembra trigo y siembra cardo. Por Todos los Santos, los trigos sembrados y todos los frutos en casa encerrados. Por San Andrs (3 de noviembre), el mosto, vino es. Por San Andrs, el vino nuevo viejo es. Por agosto, ni es vino ni es mosto ; por San Andrs, vino es. Por San Andrs, la nieve en los pies. Por San Martn (3 de noviembre) deja el cerdo de gruir. A travs de este culto, naturalista si se quiere, los fieles buscaban un intercambio simblico con el ser divino, un quid pro quo: a cambio de ofrendas, oraciones, etc., se esperaba el favor, la curacin, el novio, etc. Desde este punto de vista el culto cumple una funcin primordial ya que pone al devoto en relacin con lo cotidiano, con lo concreto, con la tierra, con las races. Es un sentimiento religioso utilitario en el que subyace el recuerdo incons ciente y colectivo reflejo de una concepcin primigenia de la relacin del hombre con lo numinoso. Las devociones permiten personalizar estos nexos a travs del intercesor, llmese santo o virgen, an a riesgo de convertirlo en el destinatario de sus esperanzas. 142 III. CONCLUSIONES 22.1. El panten sagrado eldense Segn la informacin que proporcionan Lamberto Arnati 59 y Montesinosi 6 , las devociones eldenses se loca lizan en la iglesia, en el convento y en las ermitas. Pero adems, existen unas devociones callejeras repre sentadas por los retablos ce rmicos,I 6 aunque de estos ltimos no quedan ms que dos del perodo que estamos estudiando: un Cristo del Val y una Santsima Trinidad. 159 AMAT Y SEMPERE, L.: Elda. Su antigedad, su historia... Edicin facsmil, vol. I, Elda, 1983. i60 MONTSINOS PREZ, J.: Las excelencias) fi indacin de la muy nobley fi delsima villa de Elda, su parroquial iglesia, ermitas e ilustres hijos sigas, con otras cosas. Edicin y transcripcin de ORTEGA CAIVIUS, J.A. Elda, 1997. 161 SAMPER ALCZAR, J.: Paneles cermicos devocionales eldenses: reliquias de un patrimonio artstico, en Fiestas Mayores, Elda, 1997, pp. 4 6 49. 143 CAPILLAS EN LA IGLESIA Santsimo Sacramento Pursima Concepcin Virgen del Rosario Virgen de la Salud Virgen de los Dolores V. de la Esperanza Nombre de Jess Cristo del Buen Suceso San Jos San Joaqun San Miguel ERMITAS S. Antn y Sta. Catalina Pursima Concepcin V. de los Dolores V. de la Salud El Salvador San Rafael Almas del Purgatorio Stos. Cosme y Damin San Cristbal Sto. Toms de Villanueva San Vicente Ferrer San Pascual San Feo, de Paula San Antonio de Padua Santa Apolonia San Blas Santa Brbara San Blas Sta. Eulalia S. Miguel CAPILLAS EN EL CONVENTO Ntra. Sra. de los ngeles Pursima Concepcin V. de la Encarnacin V. de los Desamparados S. Diego de Alcal S. Pedro S. Benito S. Antonio de Palermo S. Buenaventura de Padua S. Francisco de Ass Sta. Rosa de Viterbo Beato Nicols Factor RETABLOS CERMICOS Stma. Trinidad Cristo del Val Con todo el conjunto se puede obtener un clasificacin: DIOS Santsimo Sacramento Santsima Trinidad SANTOS CRISTOS Del Val Del Buen Suceso El Salvador Nombre de Jess San Antn San Blas San Jos Stos. Cosme y Damin San Cristbal Sto. Toms San Vicente Ferrer San Joaqun San Pascual San Sebastin San Diego San Pedro S. Benito de Palermo S. Buenaventura S. Antonio de Padua San Francisco SANTAS VRGENES ALMAS Del Rosario De los Dolores De la Salud De la Encarnacin De la Pursima Concepcin De los desamparados Del Ppulo De la esperanza De los Angeles NGELES BEATOS Sta. Catalina Sta. Ana Sta. Brbara Sta. Eulalia Sta. Rosa de Viterbo Sta. Apolonia San Miguel San Rafael Del Purgatorio Nicols Factor 111. CONCLUSIONES Frente a la abrumadora mayora de santos y vrgenes, Dios Padre, la ms alta jerarqua del panten divino, est pobremente representado ; es un concepto demasiado abstracto para la mentalidad campesina que prefiere aco gerse a lo conocido. Con todo, su celebracin es una de las ms importantes en todo el orbe catlico: El Corpus Christi, que representa la afirmacin religiosa por defini cin. Es una fiesta urbana trasplantada al mundo rural en virtud de su oficialidad, pero no arraigada en la tradicin agraria del pueblo. Es la fiesta oficial donde la jerarqua, ciudadana y clerical, es la principal protagonista, y donde todo el muestrario de seres extraos, mticos, gigantes, cabezudos, etc., son alegoras con un significado del triunfo de Jess Sacramentado sobre todo el orbe conocido. Resulta significativo, al menos por el contraste con la prolija descripcin de las Fiestas Patronales y la cantidad de pginas que le dedican a los Patronos, el silencio de Montesinos y la parquedad de Lamberto Arnat al describir esta festividad: siendo notable la funcin de Yglesia con sermn, la reverente y concurridsima procesin y la iluminacin tan profusa y variada como la del da de la Virgen al regresar aquella a la Yglesia. A todos los actos preceden cuatro Gigantes y ocho enanos bailando siempre al son de la dulzaina, y esto sucede de inmemorial 162 En cambio, el concepto tutelar de Madre tiene un componente psicolgico importante para el subconsciente colectivo, y esto se ve reflejado en la cantidad de advoca ciones marianas. En Elda, el lugar privilegiado dentro de la religiosidad popular est ocupado por una Virgen. Es de sobra conocido que tanto su imagen como la del Cristo fueron impuestas, por el seor feudal, a una comunidad formada por una mayora de moriscos deficientemente cristianizados y por una exigua minora de cristianos viejos, 162 AMAT Y SEMPERE, L. : Op. cit. pp. 118-119. 14.5 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA con la clara intencin de incorporar a la recin construida iglesia los dos mximos smbolos de la religin oficial. Estamos a finales del siglo XVI y el problema morisco se encontraba en un momento crucial de su desarrollo ; mientras muchas voces clamaban por la expulsin como solucin definitiva, el recin coronado rey Felipe III dicta una serie de instrucciones a Juan de Ribera, Patriarca de Valencia, para proceder a la correcta evangelizacin de los moriscos. 163 En este contexto histrico hay que situar la llegada a Elda de la imgenes. En la relacin Virgen -Elda se produce un proceso de apropiacin del smbolo sagrado por el pueblo, en el que podemos observar varias fases: la primera, en la que ambas imgenes son utilizadas como vehculo de evangeli zacin entre la poblacin morisca, comienza con el episodio de la llegada, al que la tradicin popular adorn con la narracin fantstico -piadosa de los misteriosos peregrinos que entregaron las dos cajas con el conocido Para Elda .r 6 Este elemento confiere la inequvoca vinculacin de las imgenes al territorio . 166 La segunda fase se desarrolla en plena repoblacin y coincide con la peste de 1648 de la que la poblacin eldense sali bastante bien parada. Esta circunstancia favorable fue atribuida a la mediacin de la Mare de Deu que, consecuen temente, pas a ser invocada como de la Salud. Con la imposicin del nombre concreto y diferenciador, se afianza 163 DOMNGUEZ ORTIZ, A. y VINCENT, B.: Historia de los moriscos. Vida) tragedia de una minora. Madrid, 1985, pp. 164-167. 164 VELASCO, H.M.: La apropiacin de los smbolos sagrados. Historias y leyendas de imgenes y santuarios: (siglos XV -XVII), en Revista de Antropologa Social n25, Madrid, Universidad Complutense, 1996, pp. 83-114. 165 MONTESINOS PREZ, J.: Op. cit. pp. 20-21 ; AMAT Y SEMPERE,L.: Op. cit. pp. no -m. 166 Sobre distintas formas de adscripcin de imgenes a lugares concretos de la Comunidad Valenciana vase ARIO VILLARROYA, A.: Op.cit. pp. 79-96. 146 III. CONCLUSIONES el proceso de apropiacin de la Virgen, smbolo universal de la Iglesia catlica, por el pueblo de Elda, que ir estre chando sus vnculos de relacin con ella hasta situarla en el lugar ms preeminente dentro del panten sagrado: el patronazgo. Una vez elevada a esta categora, la Virgen de la Salud se hace omnipresente en todos los acontecimientos o circunstancias que sobrepasan la capacidad de control del pueblo: epidemias, plagas, sequas, guerras, etc., episodios en los que se solicita su intercesin y de los que se obtiene una lectura de relacin excluyente, pues ante determinados hechos de carcter general y enfermedades epidmicas, se obtiene un beneficio particular y exclusivo para sus devotos. En esto se diferencia la Patrona de los santos, que slo valen para una necesidad concreta ; y aunque se les dota de virtudes teraputicas, como a los santos especializados San Joaqun o San Roque, cuando acten como protectores, ser la Virgen quien presida las procesiones y a quien se le agradecer su intercesin si las plegarias y el ritual tienen xito. En el caso del Cristo, la apropiacin del smbolo universal tambin pasa por asignarle un nombre concreto : 167 tras varios arios de permanecer prcticamente de incgnito, en 1714, el rector de la parroquia pens que deba tener un ttulo, y para ello se design a un nio de cuatro arios que extrajo el nombre de entre los cien que se haban introducido en una vasija. Pero tratndose de una imagen tan importante como la de un Santo Patrn, haba que aadir el elemento sobrenatural, y, de esta forma, la extraccin varias veces seguidas 68 de la invocacin Cristo 167 MONTESINOS PREZ, J.: Op. cit. pp. 22-23, AM.AT Y SEMPERE,L.: Op. cit. pp. 113-114 y SEMPERE Y JUAN, G.: Noticia interesante para los hijos de Elda Orihuela, 1876, p. Io, citado por NAVARRO PASTOR, A.: Op. cit., pp. 244-245. 168 MONTESINOS, p.23, dice que fueron tres, mientras que AMAT, p.113, dice que fueron dos. 147 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA del Buen Suceso fue calificada de prodigio 69 y se reco noci en la eleccin la disposicin Divina . 17 A travs del nombre, los eldenses convierten un sm bolo universal en su Cristo particular, capaz de excitar ms la devocin popular y a travs del cual recibe el acercamiento y la devocin popular.i 7 I Su papel, dentro del juego de las devociones, es de mero acompaante de la Virgen en las procesiones y rogativas, y no se conoce ninguna ocasin en que se resalte su protagonismo en solitario. La apropiacin del smbolo se refuerza con la atribu cin de un patrimonio de cuya custodia y mantenimiento se encarga un grupo social organizado en Mayordoma. Excitada y aumentada cada vez ms la entusiasta devocin de estos vecinos a las sagradas imgenes en vista de los extraordi narios beneficios y segura proteccin que por su mediacin conseguan siempre del cielo, con objeto de fomentar ms, si caba, las justas demostraciones de su gratitud, por aclamacin general de los mismas vecinos y con la direccin del Reverendo Clero e Iltre. Ayuntamiento, se fund en el ario 1796 una respetable Mayordoma 72 , Gracias al patronazgo, la Virgen de la Salud, y en menor medida el Cristo del Buen Suceso, se convierten en elemento de cohesin social entre una poblacin de variada procedencia y en la seria de identidad de todo el pueblo. A finales del XVIII, y refirindose a las comarcas alicantinas, observaba Townsenc1 173 que: Es muy feliz el pueblo al tener, en todos los accidentes a que 169 AMAT Y SEMPERE, L.: Op. cit. pp. 113-114. 170 SEMPERE Y JUAN, G.: Op. cit. 171 Ibdem. 172 AMAT Y SEMPERE, L.: Op. cit. pII4. 148 III. CONCLUSIONES la naturaleza humana est sometida, otra fuente de esperanza que el saber de sus mdicos, esperanza que no falta jams en el momento de su angustia. Por ejemplo, San Antonio Abad preserva del fuego a los que le rezan y San Antonio de Padua los libra del agua ; Santa Brbara es el refugio de las personas tmidas en los tiempos de tempestades y de guerras ; San Blas cura las enfermedades de la garganta (...) De este modo, en todas las enfermedades, en todas las aflicciones, pueden dirigir sus oraciones a algn santo que est particularmente encargado de aliviar a los desgraciados. La devocin a los santos, como recurso para atender necesidades concretas, responde a una atvica y ancestral tendencia a la personificacin de las divinidades protectoras. El campesino de este perodo est tan atado a su terruo y a sus tradiciones como lo estaba desde tiempos inmemo riales. Su fe es eminentemente prctica y poco afianzada en la especulacin teolgica. Dice Huizingal 74 que los santos, con sus figuras bien conocidas, tienen algo del carcter tranquilizador de un agente de polica, es decir, que su presencia serva para calmar muchos temores e inspirar confianza ; de ah la enorme proliferacin de santos y santas que, junto con las advocaciones marianas, forman el conjunto del panten cristiano, y por supuesto, el eldense. Entre la gran diversidad de advocaciones y patronazgos eldenses, los que gozaban de mayor predicamento eran los relacionados con la actividad primordial del campesino: la agricultura. As tenemos a Santa Brbara como protectora de tormentas y pedriscos, a San Antn cmo el patrn de 73 En GARCA MERCADAL, J.: Viajes de extranjeros por Espaa) Portugal vol. III, pp. 1352-1623. En la edicin facsmil de la Consejera de Educacin y Cultura de la Junta de Castilla y Len, 6 vols.,1999. El fragmento citado se encuentra en el vol. VI, p. 267. 174 HUIZINGA, J. El otoo de la Edad Media, Madrid, 1930, 13a reimpresin, Madrid, 1996, p. 239. 14,9 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA los animales y protector de las cosechas ; y a San Vicente Ferrer, que tena encomendada la proteccin sobre las aguas. Como santos considerados teraputicos tenemos a San Blas, encargado de los males de garganta ; a Santa Apolonia, invocada contra el dolor de muelas ; a San Roque, universalmente considerado como protector contra la peste y a quien en Elda se le une San Joaqun: . `estando ambos votados por la villa contra la peste . I75 Algunos santos ejercan funciones ms terrenales: es el caso del popular San Antonio de Padua, casamentero y buscador de objetos perdidos. Santa Apolonia. Fresco Capilla Font delAvell. Siglo XVIII. Cat (Castelln) 175 NAVARRO PASTOR, A.: Op. cit. p. 284. Esta costumbre de elegir un Santo protector no es excepcional; parece ser que era una prctica comn desde el siglo XVII, segn vemos en la villa de Muro que elige por sorteo a San Jos como protector contra la langosta, mientras que Benicarl y Utiel votan a San Gregorio. Vid. ARIO VILLARROYA, A.: Festes, rituals i creences. Valencia, 1988, pp. 288, 311y 314. 150 III. CONCLUSIONES Y por supuesto todo lo relacionado con la muerte tiene su correspondiente referente sagrado, comenzando con la figura de San Jos, a quien se invoca a la hora del trnsito como ayuda para tener una buena muerte ; la relacin con el ms all se prolongaba con el culto a las Almas del Purgatorio, un culto que relaciona a los vivos con los muertos y que tiene su punto culminante en la celebracin del da de Todos los Santos y el de Difuntos. Su celebracin en noviembre coincide con el fin del ciclo agrario. En un plano paralelo se encuentra la devocin a Santa Rosa de Viterbo que se veneraba en el convento, culto relacionado con el terror ante la descomposicin de los cuerpos. Frente a la simplicidad de la relacin con todos estos seres divinos, tenemos la variada gama de rituales desplegada ante la temida plaga de langosta 76 , circunstancia que nos permite observar el poder apotocraico atribuido al agua, a las cruces y a las reliquias. El simple anuncio de la llegada de la plaga bastaba para recurrir al conjuro que realizaba un religioso franciscano, al que segua la colocacin de cruces bendecidas en los portales cardinales de la villa (San Antn, San Blas, San Francisco y El Angel) y el repique de campanas ; si la plaga era persistente se recurra a la celebracin de misas en honor a San Ponciano, de proce siones en las que se llevaba a la Virgen hasta la ermita de San Blas y (. ..) un mes de rogativas a Ntra. Seora de la Salud, Santo Cristo del Buen Suceso y San Francisco, estando Ntra. Seora en la hermita (sic) de San Blas 77 Si todo eso fallaba se proceda a rociar las tierras con agua :76 NAVARRO PASTOR, A. : Op. cit. pp.198-199 y 245-248; RAMOS VIDAL, J. A. : La epidemia de langosta de 1756 en la comarca del Vinalop y Alicante en Alborada n XXVIII, Elda, 1982, s.f. ; ARIO VILLARROYA, A. : Op. pp. 310-317. 77 A.M.E. , Clavaras de los aos 1756-1757, fol. 22. 151 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA pasada por la cabeza de San Gregorio, reliquia que era paseada por los campos como recurso extremo y que constitua un macabro espectculo que se pudo ver por estas tierras con motivo de la plaga de 1756: Se pagan 4 libras por el ospedaje (sic) de los sacerdotes que acompaaban a la reliquia de la cabeza de San Gregorio para bendecir el agua de los conjuros contra la langosta 79 El culto a los santos es, por tanto, instrumental, dirigido fundamentalmente a la obtencin de un beneficio personal o econmico. La incertidumbre de una buena cosecha, la amenaza del hambre, las deudas, las enferme dades, la impotencia ante estas calamidades, ... hacen que el campesino recurra a la intermediacin de los seres sagrados como mximo recurso. 22.2. SAN ANTONIO Que San Antonio, o San Antn, es un santo popular en Elda es una verdad incontrovertible: ermita, horno, calle, barrio, puerta,... y adems patrn de las fiestas de Moros y Cristianos. Que es popular en todo el Pas Valen ciano lo demuestra el elevado nmero de pueblos que celebran su fiesta y la gran cantidad de bibliografa que existe dedicada a l. 8 Pocos santos llevan tanta carga simblica asociada a su figura como San Antonio Abad, aunque actualmente haya quedado como el simptico protector de los animales domsticos ; es el caso de la Tau sobre el hbito y el bculo, el cerdo, la hoguera y el libro. No es ste el lugar idneo 178 CARO BAROJA, J. La estacin del amor. Fiestas populares de mayo a San Jos. Ma drid,1979, p. wo. /79 A.M.E. : Clavaras de los aos 1756-1757, fol. 22v. /80 Para una exhaustiva bibliografa sobre San Antn consltese la ofrecida por ARIO VILLARROYA, A. : Op. cit. ; MONFERRER i MONFORT, A. Sant Antoni. Sant valencia. Valencia, 1993 ; y CALLEJO, J. : Fiestas sagradas. Madrid 1999. 152 III. CONCLUSIONES para especular sobre el oscuro y esotrico significado que puedan tener, o algunos han querido darle, pero el per sonaje real poco tiene que ver con las protecciones que se le atribuyen. Dada la gran popularidad de que goza por estos pagos, no podemos dejar pasar la oportunidad de comentar la equivocada iconografa que forma parte de la imagen del San Antn eldense. Es evidente que el autor de la talla no fue correctamente asesorado o careca del conocimiento necesario. Lo primero que llama la atencin es la vistosa cruz de cuatro brazos sobre el hbito blanco que adorna al santo. El hbito debera ser negro y la cruz, una Tau, 81 smbolo que ya encontramos en el Viejo Testamento, donde podemos leer: Y djole el Seor: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusaln, y seala con la tau las frentes de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella Matad al anciano, al jovencito y a la doncella, y a los nios, y a las mujeres hasta que no quede nadie ; pero no matis a ninguno en quien viereis la tau 183 Al margen de estos textos veterotestamentarios, es en Egipto donde hay que buscar la relacin de la Tau, o crux commissa, con el cristianismo, concretamente en los monasterios del desierto fundados por los seguidores de San Antonio y San Pablo Ermitao, donde se trat de conciliar los temas de la antigua religin faranica con el cristianismo, para lo cual, adems de ver en Isis un smbolo de Mara y en Horus el de Cristo, el jeroglfico ank, smbolo de la vida eterna, se convierte en eficaz sustituto de la cruz. SAMPER ALCZAR, J. : Una mirada distinta sobre San Antn, en Moros Cristianos, Elda, 2001. 182 EZEQUIEL, 9,4. 183 EZEQUIEL, 12,8. 153 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Toda esta iconografa, formando parte del arte copto, se propag por Oriente y ms tarde por el Occidente latino donde el smbolo se conoca como cruz de San Antonio 81 La tradicin de celebrar con hogueras los dos solsticios, el estival y el invernal, se remonta en toda Europa a fechas anteriores al cristianismo. La relacionada con San Antonio es un rito precristiano perpetuado a travs del fuego que se encenda en Navidad, permaneca ardiendo durante doce das (uno por cada mes del ario) al trmino de los cuales, las cenizas resultantes se esparcan por los campos para impetrar la fertilidad de la tierra y la salud del ganado. Hay que tener en cuenta que hasta el siglo IV (entre los arios 354 y 360, siendo Papa Liberio) la Navidad se cele braba el da 6 de enero 185 , de manera que el duodcimo 184 Como smbolo sagrado oriental, la cruz se representa bsicamente de tres formas: la cruz ansata o anksata, de tres brazos con un asa en la parte superior, utilizada en las primitivas comunidades cristianas egipcias y derivada del ank, smbolo del dios Osiris y representacin de la vida ; la cruz commissa, patibulada, o Tau, de tres brazos ; y la cruz immissa o capitata, donde la iconografa representa a Cristo crucificado y que presenta las variantes griega, con los cuatro brazos iguales ; latina , con el brazo inferior ms alargado ; decussata, en forma de aspa o de San Andrs ; y capitata invertida, o de San Pedro. 185 El nacimiento de Cristo no era celebrado en los primeros tiempos del cristia nismo porque los evangelios no dicen nada al respecto. Fueron las Iglesias orientales las primeras que lo hicieron, situando el acontecimiento el da 6 de enero, costumbre que se extendi hasta el siglo IV. Pero la Iglesia occidental, que no reconoca la fecha anterior, decidi celebrarlo el 25 de diciembre, fecha en la que el calendario juliano haba computado el solsticio de invierno, donde Roma celebraba el Natalis Solis Invicti y las principales religiones -Drecristianas situaban el nacimiento de sus jvenes dioses solares: Osiris, -Iorus, Atis, Mitra, .. ., que de esta forma transferan una caracterstica ms a la figura de Jess. Vid. BLZQUEZ, J.M. , MARTINEZ-PINNA, J. y MONTERO, S. : Historia de las religiones antiguas. Oriente, Greciay Roma. Madrid, 1993 ; y FRAZER, J.C.: La Rama Dorada. Magia Religin. Madrid, 1979. 154 III. CONCLUSIONES da coincida con el 17, esto es, la fecha en la que la Iglesia coloc la festividad de San Antonio, porque este santo, al igual que los dems santos y otros smbolos cristianos, fue sencillamente trasplantado all donde haca falta cristianizar un culto agrario tan universal. Despus fue fcil introducir su devocin porque ya estaba de forma subconsciente en todas las comunidades agrarias. Adems, el dicho popular: hasta San Antn Pascuas son, prolonga, de forma in consciente, la Navidad, o su significacin representada por ciertos ritos, hasta el 17 de enero. Pero hay otro fuego asociado al patronazgo de nuestro protagonista: el Fuego de San Antn o mal de los ardientes enfermedad que, junto con la lepra y el escorbuto, era una de las peores plagas en la Europa altomedieval. Al ser considerada como enviada por el demonio y anticipo del fuego del infierno, era lgico que se recurriera a un santo como protector, y nadie mejor que quien haba sido capaz de resistir y vencer las tentaciones del demonio: San Antonio, cuyas reliquias se encontraban en la abada de Saint-Antoine-1 Abbaye, donde los hospi talarios de su orden utilizaban ungentos a base de grasa de cerdo y alimentos sin centeno como parte del tratamiento para aliviar a los enfermos. 87 El culto al santo anacoreta llega a Valencia por dos 86 Esta enfermedad, conocida como ergotismo, est provocada por el cido lisrgico contenido en el hongo clavicepspurpurea o cornezuelo del centeno, y se presenta bajo dos formas: el ergotismo gangrenoso, cuyos primeros sntomas se manifiestan con grandes picores en la punta de los dedos de pies y manos, debido a las propiedades vasoconstrictoras del hongo ; en una segunda fase se van gangrenando las extremidades. Paralelamente se presenta la segunda modalidad: el ergotismo convulsivo, caracterizado por perturbaciones mentales de gran intensidad, convulsiones nerviosas, sntomas epilpticos, alucinaciones, visiones, etc. ; lo que en lenguaje moderno se conoce como el viaje de cido lisrgico. Vid. WASSON, HOFMAN y RUCK: El camino a Eleusis. Una solucin al enigma de los misterios, Madrid, 1994 ; BACHS, A. : El pan alucinante, en Historia y Vida, n 279, pp. 4.0-42, ESCOHOTADO, A.: Historia de las drogas 1. Madrid, 1998, pp. 160-164 ; y ARIO, A. : San Antonio Abad, en Calendario de fiestas de invierno de la Comunidad Valenciana, Valencia, 2000, pp. 141-169. 1 5 5 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA vas: una por Navarra, donde el smbolo del santo la Tau se hace muy conocido y donde son muchas las casas nobles, los Corella por ejemplo, que la adoptan para su escudo de armas. La otra va es la que llega a Catalua a travs de Carcasona, de donde es originaria la casa Coloma, cuyo escudo nobiliario tambin est orlado por varias Taus azules. No es de extraar que su culto sea el ms antiguo en Elda, como lo es en casi todo el territorio del sur de Valencia, donde sera introducido bien por los nuevos colonos catalano-aragoneses, bien por los propios seores, que como en el caso de los de Elda muestran signos in equvocos de su relacin con San Antn. Despus de este excursus sobre San Antn, casi obligado dada su gran popularidad entre los eldenses, volvemos a nuestro devocionario: Qu tienen en comn San Antonio con Santa Catalina mrtir Ambos son egipcios (Catalina de Alejandra), ambos son contemporneos (siglos III IV), y ambos responden a un sistema devocional que propone un orden en la formacin del culto popular en Espaa: mrtires, ermitaos o anacoretas, Mara, Cristo y santos epidmicos. A este sistema se ajustan las tres devociones ms antiguas de Elda: Santa Catalina y San Blas, mrtires ; San Antonio, anacoreta. El da de San Antonio abre el ciclo productivo agrario con la bendicin de animales, y en el de Santa Catalina, 29 de abril, cuando ya se han acabado las tareas de siembras, se invoca la proteccin de la futura cosecha. 187 La Orden de los Antonianos fue autorizada por el Papa Honorio III y sometidos a la regla de San Agustn por el Papa Bonifacio VIII, quien dio a sus miembros la calidad de cannigos regulares. Con la Tau como distintivo sobre el hbito negro, se extendieron por toda Europa dedicndose al cuidado de enfermos. Estaban exentos de tributos y peajes y gozaban del derecho a la cuestacin y del privilegio de criar cerdos en terrenos comunales. Estos animales, marcados con la Tau y con una campanilla al cuello para ser reconocidos, pasaron a formar parte de la iconografa medieval del santo. 188 CHRISTIAN, W. De los Santos a Mara. Citado por ARIO VILLARROYA, A. Op. cit. p. 77. 156 III. CONCLUSIONES Adems de las hogueras de San Antn, los ritos rela cionados con el fuego tambin se prolongan con las velas de la Candelaria (2 de febrero) y San Blas (3 de febrero), festividades dispuestas a mitad de camino entre el solsticio de invierno (Navidad) y el equinoccio de primavera (Pascua de Resurreccin), ambas fechas claramente relacionadas con el ciclo agrcola. Por lo que respecta a Elda, llama la atencin la disposicin geogrfica de las ermitas de San Antn y de San Blas, ambas en las dos entradas al pueblo. Simple casualidad o estudiada premeditacin En ellas tena lugar, con asistencia de numeroso pblico, y al margen de los actos litrgicos, el reparto de pan bendito y la celebracin de porrate 89 22.3. El espacio sagrado Desde el punto de vista meramente geogrfico los lugares de culto presentan una disposicin espacial que permite distribuirlos en tres mbitos: la periferia, el interior y el exterior. En muchos casos su situacin est condicionada por la funcin atribuida al ser sagrado, como ocurre con Santa Brbara, cuya ermita se encuentra en un lugar elevado al tener encomendada la proteccin contra tronadas y pedriscos ; o el caso de San Roque, encargado de una cuestin tan tpicamente urbana como la peste, que debe tener su lugar de culto en el interior, en retablo y capilla, hoy desaparecidos pero perpetuados a travs de una calle que recuerda su pasada devocin. 189 Aunque el diccionario de Covarrubias (i6) castellaniza el trmino como porrate y le atribuye el sentido de prorrateo o reparto del gasto de la comida y festejo, el trmino valenciano es porrat, que define a una pequea feria que se celebraba en todo el territorio valenciano asociado a las festividades de San Antn, San Blas, San Vicente, Santa Ana, San Roque, etc., junto a los Santuarios donde se venera la imagen del Santo. En ella se vendan productos como pasas, orejones, ciruelas secas, piones, peladillas, avellanas, castaas pilongas y, sobre todo, el TORRAT, garbanzo tostado de donde parece ser que viene el nombre. El garbanzo es originario del Norte de Africa y la costumbre de consumirlo tostado en celebraciones viene de poca morisca. Vid. Gran Enciclopedia de la Regin Valenciana, vol. 9, p. 3. 157 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA La periferia est representada por los portales de San Francisco, San Antn, San Blas y del Angel, que permitan el acceso al interior y que al encomendarse a seres divinos quedaban imbuidos de un cierto sentido protector. Dos de ellos, adems, se ubican junto a sendas ermitas, San Antn y San Blas, que as ven reforzado su carcter sagrado. En el caso de la de San Blas, esta sacralidad trascendi a su propia desaparicin, perpetundose hasta nuestros das a travs de la Cruz que se erigi en su lugar y que dio nombre al posterior barrio circundante. El interior del pueblo presenta algunos puntos de devocin particular representados por los retablos o paneles cermicos citados ms arriba, por las ermitas interiores de la Pursima Concepcin y del Hospital, por el oratorio de la Virgen del Rosario en el castillo y por el propio callejero: CALLES PLAZAS PORTALES Horno de San Antn San Antn San Francisco Horno de Santa Ana San Pascual San Antn La Pursima Virgen del Rosario Del ngel La Trinidad Del Val San Antn San Roque Santa Catalina San Francisco En el espacio interior, el centro neurlgico y eje que articula la devocin de todo el pueblo es la iglesia de Santa Ana, el tercer edificio importante del pueblo junto al castillo, que representa el poder seorial, y al Ayuntamien to, que representa el poder civil. Es el lugar donde se celebran los actos ms significativos en la vida de los habitantes: bautizos, comuniones, confirmaciones, bodas 158 III. CONCLUSIONES y funerales ; donde se dan cita el pueblo y las autoridades para las celebraciones litrgicas, acontecimientos en los que rige un protocolo tan celosamente respetado que la mnima alteracin era argumento legal en cualquier p1eit0 190 ; donde reposan los antepasados y donde se en cuentran representadas la mayora de advocaciones. Como es suficientemente conocido, 9 el templo se construy sobre la mezquita mayor y se puso bajo la advo cacin de Santa Catalina: Die VI mensis decembris anno Dm. MDXXVIII (...) lo molt espectable don Juan Francisco Prez Coloma Calvillo, Senyor de les villes de Elda, Petrer y Salines (.. .) obtemperant lo manament de ses majestats e per servei de Ntre. Senyor Deu apres que los moros que solen ser en la present vila dElda se foren convertits e tornats crestians feu forman y benehir la mezquita major de la present vila de Elda en una esglesia sota invocacio de la bona venturada Santa Catalina la martir (...) , 192 titularidad que se mantuvo hasta algn momento entre 1532 y 1534, en que fue sustituida por Santa Anal 93 , pasando Santa Catalina al segundo templo eldense: La Yglesia principal de Elda es so titulo de santa Anna madre de nuestra Seora. Ay otra Yglesia so titulo de sancta Catherina, que solia ser mezquita en tiempo de los Agarenos. 91 19 SAMPER ALCZAR, J.: El reforzamiento del poder seorial a travs de la insaculacin. Elda 1786-1790. En prensa. I9/ La bibliografa que se ocupa de este tema es lo suficientemente amplia y conocida como para no insistir ms sobre ello. Basta consultar las obras ya citadas de LAMBERTO AMAT y ALBERTO NAVARRO, adems de POVEDA NAVARRO, A. Urbanismoy demografa medieval en Elda. Elda, 1995 ; SEGURA HERRERO, G. : El proyecto de Ventura Rodrguez para la antigua iglesia de Santa Ana Fiestas Mayores, n 14, pp. 88-92. Elda, 1997 y SEGURA HERRERO, G. y NAVARRO SANCHEZ, L. : Rquiem por nuestra antigua iglesia de Santa Ana (1528-1936) Alborada, n 41, pp. 20-24. 192 Escritura del establecimiento de la iglesia de Elda, en AMAT Y SEMPERE, L. Op. cit. pp. 221-225. 93 Ibdem, pp. 225-226. 159 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Puede que esta permuta de santas titulares tuviese como motivo el que Santa Ana era por entonces la Patrona de la villa, y, como tal, era lgico que se le dedicara el templo de ms importancia: La tradicin constante de que la actual ermita de San Antonio Abad fue en remotos tiempos la iglesia de los cristianos, apoyada en que en el nico altar que siempre tuvo hasta el ario 1837, que fue sustituido por otro, figuraba, pintada en tabla y en lugar preferente, la imagen de Nuestra Seora Santa Ana, con las de San Joaqun y la Virgen Nia, habiendo sido siempre la primera Patrona de esta villa. 95 Sin embargo, como veremos ms adelante, este cambio no se refleja en la pila bautismal, donde el nombre Catalina sigue siendo ms utilizado que Ana durante toda la poca morisca. Al igual que toda iglesia que se precie, la de Elda deba poseer las correspondientes reliquias de santos ; pero como el pueblo no tena la fortuna de disponer de tumba alguna de mrtir, santo o anacoreta propio, le fueron enviadas desde Roma con el correspondiente certificado de auten ticidad ; y as, encontramos que en el inventario practicado con motivo de la visita del obispo Balaguer en 1607: (...) se troba una reliquia de un bras de St. Senon dins de un bras de fusta sobre dorat ab sa peana tamb dorauda y ab la m encamada (...) Item se trobaren dos papers dins una copeta en lo hu dels quals y habia una reliquia de St. Bonifacio hu dels deumil martyrs segons constaba per lo sobre escrit y ab bulla de dites reliquies expedida en Roma en 13 de Setembre del any 1570 y una altra de St. Marcel tamb comprs en la mateixa bulla 196 194 VICIANA, M. DE: Crnica de la nclita_y coronada ciudad de Valenciay de su ryno. Segunda Parte. Valencia, 1563. Edicin facsmil, Valencia, 1980, p. un. La segunda iglesia es la ermita de San Antn, cotitular con Santa Catalina del que est considerado como el lugar de culto cristiano ms antiguo de Elda. 195 AMAT Y SEMPERE, L.: Op. cit. vol. I, p. 45. 596 Ibdem, pp. 55-56. i6o III. CONCLUSIONES Es en la iglesia donde se encuentran las devociones cuya imposicin podramos decir que es de carcter oficial (San Jos, la Concepcin), las regncolas (San Jos, San Vicente Ferrer y la Virgen de los Desamparados), las de carcter privado (Virgen del Rosario, Santos Cosme y Damin) y, sobre todo, donde se encuen tran los Santos Patronos, aquellos a cuya intercesin se recurre en casos de males y desgracias co lectivos. La Virgen del Rosario Por lo que sabemos, la capilla ms antigua de la iglesia era la dedicada a la Virgen del Rosario, cuya fundacin se debe a la familia Abad, que a finales del XVI fundaron un Beneficio baxo la invocacin de Ntra. Sra. del Rosario, fundado por el Licenciado D. Gernimo Abad, Presbtero, y D. Josef Abad, Primos Hermanos, llevados de su cordial devocin a Mara Santsima, por escritura de II de Abril de 1600; 197 escritura en la que se lee: (...) considerant que a nostres propies despeses havem fet e construit en la Iglesia Parroquial de la benaventurada Santa Anna, de la present villa de Elda una capella y Retaule sots invocatio de Nostra Seora del Roseri 98 En 1604 llegaron las imgenes de los que se conver tiran en los Santos Patronos: el Cristo y la Virgen, llamada al principio Mare de Deu y citada en algn documento como Nuestra Seora de la Concepcin: /97 MONTESINOS PREZ, J.: Op. cit. p. 63. 198 AIVIAT Y SEMPERE, L.: Op. cit. pp. 43-50. 161 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA (.. .) lo altar de Ntra. Sra. de la Concepcio que est en la mateixa part del altar mayor, a la part de la epistola, lo qual troba molt b adereat y dins la dita paret una imatge de la Ntra. Sra. de la Concepcio de bulto vestida de un habit de tafet blanch y un scapulari de tafet blanch ab una corona de argent 199 A pesar de que desde 164.8 la Virgen de la Salud era la Patrona de la villa y se encontraba ubicada en su corres pondiente capilla, las Relationes cid limina 2 nos informan que, en 1672, y en la iglesia de Santa Ana, slo existan (...) tresque confaternitates, una scilicet Sanctissimi Eucha ristiae Sacramenti, alia Sanctissimi Nominis Iesu, tertia denique Beatae Virginis Mariae de Rosario (...), prueba evidente del peculiar carcter de esta fuente, cuya informacin hay que tratar con ciertas precauciones. 99 Visita pastoral efectuada por el obispo Andrs Balaguer en 1607. Citado por AMAT Y SEMPERE, L. : Op. czt. p.54. 20 CRCEL ORT, M. M. Relaciones sobre el estado de las dicesis valencianas. Generalitat Valenciana, Consellera de Cultura, Educaci i Cincia. 3 vols. Valencia, 1989. Para la dicesis de Orihuela vid. volumen I. En este caso, p. 4,33-434. A modo de resumen, las relationes ad limina son los informes que los obispos presentaban a Roma desde finales del siglo XVI sobre el estado de sus respectivas dicesis con motivo de la visita ad limina, visita obligada cada cuatro o cinco arios a Roma para informar al papado sobre el estado material y espiritual de sus dicesis y venerar las tumbas de Pedro y Pablo, conservadas, segn la tradicin, en sus respectivas baslicas. De ah el nombre de visita ad limina Apostolorum Petoi et Pauli. Aunque se tiene constancia de que se efectuaban desde el siglo IV, la obligatoriedad de la visita se instituy durante el pontificado de Sixto V (1585-1590). Se trata de una fuente eclesistica de carcter diocesano de dudosa rigurosidad, ya que, una tras otra, son copias casi literales o con escasas variantes de relaciones precedentes. En muchas ocasiones, contingencias como epidemias, guerras, ausencia del prelado de su dicesis, enfermedad, edad avanzada, etc. hacen imposible la visita pastoral, por lo que el secretario hace una copia del informe anterior sin modificar apenas nada, especialmente el recuento de poblacin que debera hacer en cada lugar con motivo de la visita del obispo. Adems, estos datos no son los ms importantes para Roma, por lo que el redondeo es una constante que hace suponer en una mera estimacin. De las trece relaciones que incluimos para el marco temporal de este estudio, ni una sola fue presentada personalmente por el obispo de Orihuela, que mand a un representante escusndose por no presentarse personalmente a cumplir con la visita. 162 III. CONCLUSIONES Las imgenes sacras del convento obedeceran obvia mente al mbito de la comunidad franciscana, de donde pasaran a la devocin del pueblo. El espacio sagrado exterior est constituido por el convento y las ermitas. Dejando al margen el convento, cuyo estudio particularizado merece un tratamiento espe cial, las ermitas son los lugares donde se debe hallar la verdadera raz de la devocin popular y en los cuales se manifiesta todo un subconsciente primitivo que escapa de las normas de la Iglesia oficial, aunque en el caso de Elda, su rpida transformacin de pueblo rural a urbano con el consiguiente aumento poblacional fue la causa de su prdida cultural y material. La generalizacin del cristianismo en tierras eldenses se produjo en los arios posteriores a la expulsin de los moriscos, pues si bien stos eran oficialmente cristianos, por origen, tradicin y cultura, seguan siendo musulmanes. Ser necesaria la llegada de cristianos viejos para que se produzca el florecimiento de las ermitas rurales, que aportarn, en un primer momento, un lugar de culto a la poblacin campesina recin instalada, en muchos casos de forma dispersa, y que, con mucha probabilidad, habra trado sus propias devociones de sus lugares de origen ; en un plano ms profundo, la cercana de ser divino repre sentaba una carga importante de confianza para quienes pasaban la mayor parte del tiempo alejados del ncleo urbano. La falta de confrontacin armada entre musulmanes y cristianos durante la poca en que en otras tierras se llevaba a cabo la conquista y ocupacin, hizo innecesaria la presencia de santos militares asociados a la conquista, como San Jorge, San Miguel o Santiago. La existencia de una imagen de San Miguel en la iglesia no deba pasar de ser meramente testimonial, mientras que la ermita dedicada 163 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA al mismo santo 201 es de fundacin tarda (1713) y se debe a una devocin privada. Por el contrario, las condiciones de vaco y repoblacin por cristianos nuevos configuraron un santoral fundamentalmente agrario que protega contra los tradicionales males de una sociedad cristiana agraria en formacin: pestes, epidemias, sequas, plagas, etc. La ermita ms antigua de la que tenemos noticias era la de San Sebastin, aunque lo nico que sabemos de ella es que sirvi de base para la fundacin del convento franciscano en una fecha sobre la que las fuentes no se ponen de acuerdo: Labra se agora de nuevo un Monasterio con convento de frayles de sant Francisco, por orden de fray Sebastian Aleman primer fundador y Guardian que comerwo el dicho Monasterio el dia de sant Bartholome Apostol, ario de mil quinientos y sessenta y uno. (. . .) en una antiqusima Hermita del Glorioso Mrtir San Sebastin en el ario de 1560 203 ( .) los cuales el da 24 de Agosto de 1562 tomaron posesin de una ermita con el ttulo de San Sebastin eregida sobre un montecillo cercano a la villa 204 Ya dijimos ms arriba 205 que en 1672 la villa de Elda contaba con (...) tria eremitoria, unum scilicet Sancti Antonii et Sancte Catharinae Martiris, aliud Sancti Blasii et tertium Sanctae Barbarae (..), con lo que esta fuente proporciona la fecha ms alta sobre la existencia de las dos primeras ermitas ; sin embargo, no 201 MONTESINOS PREZ, J. : O. cit. pp. lio-lio. 202 VICIANA, M. DE: Op. cit., p. 109. 203 MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. p. 93. 204 AMAT Y SEMPERE, Op. cit. vol. I, pp. 23-24. 205 CRCEL ORT, M.M. : Op. cit. 164 III. CONCLUSIONES sirve para la de Santa Brbara, pues, como veremos ms adelante, hay otra fuente que nos proporciona una fecha ms tarda. Por lo que respecta a la de San Antonio, la otra Yglesia citada por Viciana ms arriba, tanto Montesinos 2 como Lamberto Amat 207 son totalmente inconcretos, apuntando nicamente que se conoce de tiempo inmemorial, y que en otros tiempos fue Mez q uita de los Moros. Sobre la ermita de San Blas, Montesinos 208 afirma que resplandeci desde el ario 1683 (...); en su da propio, 3 de Febrero, acuda el reverendo clero de la parroquia con cruz, a celebrar misa cantada y sermn con vsperas (...) haba pan bendito y porrate general de comestibles con asistencia de inumerables gentes. Quizs fuera esta popularidad lo que motiv los recelos del obispo C..) el Iltmo. Sr. Dn. Josef Tormo de Juli, Obispo de Orihuela, enemigo declarado de bulletas en las Hermitas, la mand demoler en 18 de Mayo de 1776 . 209 Qu bulletas tenan lugar en la ermita Sin duda nada del otro mundo ; tal vez bailes, cantos y juegos tradicionales de los que ya no queda ningn rastro, pero es tentador imaginar lo que veran en ellos los rigoristas ojos del obispo que, como buen ilustrado, era enemigo declarado de manifestaciones religiosas que consideraba de carcter supersticioso. Cul poda ser el origen, las races de 206 MONTESINOS PREZ, j.: O. cit. pp. 107-116. 207 AMAT Y SEMPERE, L.: Op. cit. p. 42. 208 MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. pp. 113. 209 Ibdem, p. 113. 165 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA semejantes manifestaciones en la ermita de San Blas Se indignaba el obispo por el jolgorio en s o porque haba observado algo ms Es posible que la celebracin hiciese aflorar algn tipo de religiosidad popular no demasiado ortodoxa. Las diferentes fechas que ofrecen las fuentes (1672 segn las Relationes... , 1683 segn Montesinos), no repre sentan ninguna discrepancia, pues el verbo utilizado por Montesinos: resplandeci, nos hace conjeturar que su datacin no se refiere necesariamente a la de su fundacin. Ambas ermitas forman parte de lo que hemos deno minado espacio perifrico ; el resto pertenece a la categora de rurales y conforma el espacio sagrado exterior. Siguiendo a Montesinos sabemos que Santa Brbara est extramuros de Elda, cerca de media legua en partido llamado el Marquesado de Noguera, se fund con las debidas licencias en el de 1648 (...) en su propio da, 4 de Diciembre, a las siete de la maana va a ella el reverendo Clero de la Parroquia a celebrar su Fiesta con Misa cantada y Sermn ; comen con sus Mayordomos los Sres. Ecclesiaticos y a la tarde, celebradas las Vsperas, se vuelven a la Villa Esta comida de hermandad tiene su correlacin con el extrao banquete y gastronmico festejo observado por Mundina 2 en la fiesta de Santa Brbara en Aranyel (Castelln) al que se le da un carcter penitencial. La de Nuestra Seora de la Piedad, conocida con esta advocacin desde 1653, pero (...) desde el ario 1678, que fue el de la Serissima general peste, llamada de la Salud, por los muchos e inumerables Milagros que obr a favor de quantos llenos de de fe la implo 210 Ibdem, pp.112-113. 211 MUNDINA MILALLAVE, B. Historia, Geografa)) estadisticas de la provincia de Castelln, Castelln, 1887, p. 70, citado por ARIO VILLARROYA, A. : Op. cit. p. 321. 166 III. CONCLUSIONES raron, visitaron y se acogieron baxo su proteccin y amparo 21 2 Parece lgico pensar que este cambio de titularidad no fue afortunado, pues a partir de esa fecha comenz su abandono y deterioro hasta que el obispo Flores la mand derruir en 1773 ; evidentemente no pudo resistir la com petencia sanadora de la patrona con la misma advocacin. Igual suerte corri la ermita de Santa Eulalia ( 1 6 9 8) 21 3 situada Muy cerca del traydor sitio llamado las Salinetas de Elda y demolida por orden del obispo Gmez de Tern en 1739 por estar en el campo en parage muy solitario y traydor, par en asilo y abrigo de ladrones salteadores de caminos, desde donde salian a robar y matar a las gentes Aunque Montesinos nos dice que era visitada por mucha gente, no contamos con ninguna referencia sobre qu tipo de culto o devocin tena la ermita, pero su ubicacin en un terreno cuya principal caracterstica es el manantial de agua salada y sulfdrica proporciona una pista para la reflexin: posiblemente el lugar ya era visitado con anterioridad ; en toda la Comunidad Valenciana existe un buen nmero de devociones relacionadas con las fuentes y las aguas medicinales. 24 Las partidas rurales de Las Caadas y de El Chorrillo contaban respectivamente con las ermitas de fundacin ms tarda: la de los Dolores 215 (1716) y San Salvador (1721), 21 b la primera de las cuales existe an. Evidentemente cubran las necesidades espirituales de unos fieles que vivan bastante alejados del centro oficial. 212 MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. p. 11 4 , 213 Ibdem, p.115-116. 211 ARIO VILLARROLLA, A. Op. cit. pp. 205-218. 215 MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. pp. 111-112. 216 Ibdem, p.I12. 167 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Al igual que pas con las devociones de la iglesia, tambin las ermitas sufrieron variaciones a lo largo de estos dos siglos. En el siglo XVI hay una sola ermita, en el XVII existen tres o cuatro, en el XVIII han aumentado a once, mientras que en el XIX nicamente quedan cinco. 217 Sin duda, es un fenmeno relacionado con la cada vez ms intensa vida urbana, pues, aunque la actividad eldense sigue siendo eminentemente rural, cuando Lamberto Amat escribe su relacin de ermitas el siglo XIX est bastante avanzado 22.4. Antropnimos eldenses Podra pensarse que una manifestacin de la devocin o proteccin que se esperaba de un determinado santo consistira en la imposicin de su nombre a los nios cuando se les bautizaba ; ahora bien, una vez efectuada una bsqueda y recuento en los libros de bautismo observamos que esta suposicin no es vlida en el caso eldense. NOMBRES DE VARONES NOMBRE 1572-1609 1610-1616 1620-1635 1685-1700 1705-1735 1755-1765 1765-1797 Juan 34,5 22 22,4 16,6 13,5 5 , 7 5,8 Pedro 13 3 4,7 10,7 6,3 4,5 3,9 Martn 15 5,3 2,3 Gins 5 5,2 1 0,4. Alonso 4 1 1 1,2 R.R.M.M.* 10 7,3 3 , 5 1 2,7 0,8 Jos 2 16,8 9 , 4 16 10,8 18,8 24 Francisco 2,5 11,6 16,5 12,5 16,7 10,5 II Vicente - 4,7 9 5 5,1 5,2 Antonio 8,2 5,3 6,3 11,5 12,3 Joaqun - 1,2 2 , 7 12,4 16,2 Fuente: Libros de Bautismos de la Iglesia Parroquial de Santa Ana, Elda. Elabo racin propia. (*). En esta fila se encuentran los bautizados con alguno de los nombres de los tres Reyes Magos. 217 AMAT Y SEMPERE, L. : Op. cit. pp. 4 2 43 168 III. CONCLUSIONES La primera columna corresponde a la poca morisca ; las dos siguientes a la repoblacin. Entre 1635 y 1685 no hay series bautismales. Son nombres claramente moriscos Juan, Martn, Pedro, Gins, Alonso y los que corresponden a los tres Reyes Magos. De estos ltimos, alguno aparece de forma espordica en aos posteriores ; Martn, Gins y Alonso desaparecen ; pero Juan se mantiene a lo largo de todo el perodo estudiado, aunque en claro descenso. Hay un evidente paralelismo entre el elevado nmero de Juan y la casa Coloma, pues entre los ocho seores de Elda pertenecientes a esta familia (1513-1729), cinco llevan por nombre Juan: el I y II seor y el I, III y IV conde. Es el que goza de mayor aceptacin hasta la centuria del Setecientos, en que comienza a perder presencia. Jos y Francisco son los nombres que, estando pobre mente representados en poca morisca, experimentan un impulso con la repoblacin ; el primero, en franca progre sin, se convertir en el ms usado por los eldenses del siglo XVIII ; el segundo domina, junto con Juan, los arios centrales del periodo estudiado ; curiosamente, el auge de Francisco coincide con el seoro de los V y VI condes, tambin del mismo nombre. Vicente es un nombre que entra con fuerza en los primeros momentos repobladores, aunque su poca inci dencia posterior nos induce a pensar en el poco arraigo que tuvieron en estas tierras los santos regncolas hom nimos San Vicente Mrtir y San Vicente Ferrer. Antonio y~ son los antropnimos que con ms frecuencia estn presentes en la pila bautismal eldense en la segunda mitad del XVIII. El primero es de clara implan tacin repobladora ; el segundo es de aparicin ms tarda. A travs de los libros de Bautismos de la iglesia de 169 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Santa Ana observamos que a partir de 1623 comienza la costumbre de imponer a los nios ms de un nombre. A partir de 1681 se generaliza el empleo de tres nombres de pila y encontramos a Antonio repitindose con una fre cuencia del 38% hasta 1700. Entre 1701-1718 la frecuencia aumenta hasta el punto de representar el 60% de los bautizados, Lo sorprendente ocurre en 1755 cuando, entre alguno de los tres nombres impuestos a los nefitos, aparece Joaqun con una frecuencia del 93%. Hasta final de siglo ambos nombres sern una constante en las pilas bautismales eldenses con un ndice en torno al 50%. Mientras que en el caso de Antonio la devocin est bastante clara, en el de Joaqun hay que reconocer que no hemos encontrado ninguna justificacin de peso. En primer lugar el momento de su aparicin no se corresponde con el de Ana ni con el de Mara, como a primera vista podra parecer por razones obvias, pero es evidente que su sbita aparicin en la pila bautismal debe obedecer a una razn muy poderosa, aunque no hemos hallado nin guna constancia documental, ni tenemos referencia oral satisfactoria, por lo que de momento, no es posible ofrecer ninguna explicacin fundamentada. La ms plausible nos remite a la eleccin del santo como abogado de la peste junto con San Roque. La referencias a este santo las encontramos en Montesi nos: 2 8 Frontero al Altar Mayor hay una Capilla mediana con su retablo dedicado al Patriarca San Joaqun, y en Amat : (...) en lienzo al leo de la escuela sevillana 219 218 MONTESINOS PREZ, J. : Op. cit. p. so. 219 AMAT Y SEMPERE, L. op. cit. pp. 57-58. 170 III. CONCLUSIONES El 9 de Junio del mismo ario 5i fue puesto el ngel, o sea, la fama, sobre la indicada portada ; y el 4 de Diciembre siguiente lo fueron tambin las estatuas de San Joaqun y Santa Ana Otro dato destacable es la ausencia de nombres aso ciados a santos venerados en Elda, como Blas, Roque, Miguel o Brbara, lo que nos lleva a pensar en la poca relacin que existe entre el panten sagrado y la pila bautismal. NOMBRES DE MUJERES NOMBRE 1572-1609 1610-1616 1620-1635 1685-1700 1705-1735 1755-1765 1765-1797 A ngela 21 3,2 5 3 , 3 3 , 5 3, 6 3,5 Leonor 16 3,2 5 Beatriz 4 6,6 1,2 2 Juana 5 8,8 5 10,6 3 , 9 2,1 1,3 Isabel 14,5 21 11,4 12,5 II 7 6,7 Catalina 1 4,5 8,8 6,3 6 8,3 5,7 2,1 Ana 8 21 29 12 1 2 , 7 9 , 3 4 , 9 Mara 6 4,4 5 o,6 3 3,5 15 Josefa 2 i. 2,5 14,6 11,4 8,6 10,6 Vicenta 2,2 6,3 4,6 3,5 5,7 4,9 Antonia 1 7,3 11,4. 10,8 13,4. Francisca 3,2 5 2 5,2 10,1 7,6 Joaquina - - - 5,7 6,7 Fuente: Libros de Bautismos de la Iglesia Parroquial de Santa Ana, Elda. Elaboracin propia. Entre las mujeres, ngela, Leonor, Isabel y Catalina son los nombres que con mayor frecuencia se repiten en poca morisca ; pero mientras que el primero experimenta un descenso significativo hasta quedar como algo residual y el segundo desaparece totalmente en la primera mitad del Seiscientos, los dos ltimos perduran entre las mujeres eldenses, particularmente Isabel, que consolida su presencia con un alto ndice de aceptacin durante todo el perodo. 220 Ibdem, p. 80. 171 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA El punto de inflexin de Angela coincide con el momento del despegue de Ana, nombre de la primera patrona de la villa, pero que se ve superado por el de Catalina en la preferencia de los eldenses moriscos a la hora de imponer un nombre a sus hijas. Ser con las primeras oleadas de cristianos viejos cuando se invierta la tendencia y Ana se convierta en el ms utilizado. Josefa, Vicenta, Antonia y Francisca siguen una ten dencia pareja a sus homnimos masculinos, y tienen el siglo XVIII como poca de mxima presencia. Despus de haber permanecido casi indito durante todo el perodo estudiado, Mara irrumpe con notoria frecuencia en el ltimo tramo. 22.5. Conclusin En resumen, la devocin popular durante el perodo que estamos estudiando est ntimamente ligada a las nece sidades del campesino: salud y buenas cosechas. Cuando pierde el control de los elementos o sobrevienen circuns tancias desfavorables, ste recurre a intermediarios divinos, ya que Dios es algo superior e incomprensible que ni siquiera tiene una personalidad con la que identificarlo y, adems, es el origen de todo, tanto de lo bueno como de lo malo. Plagas, sequas y dems calamidades son manifestaciones de la Divina Providencia que demuestra de ese modo su clera o enfado por algo que el hombre no alcanza a comprender y que hay que aplacar por medio de sus intermediarios. En la poca preindustrial, ms que una fe interiorizada y vivida, es un conjunto de prcticas encaminadas a propiciar el fin ltimo: una buena cosecha que garantice la supervivencia de la familia y aleje el fantasma del hambre, de las deudas, de la dispersin de la unidad familiar. La jerarqua de los seres sagrados se establece en funcin de su relacin con los hombres: como titulares de iglesia, como patronos del pueblo y otros para necesi 172 III. CONCLUSIONES dades concretas ; algunos mantienen su patronazgo sobre calles, colectivos o familias ; en resumen, las devociones que permanecen son aquellas en las que el pueblo deposita sus esperanzas ms concretas. Otras se pierden porque no se perpetan sus ritos, o por la proscripcin de la jerarqua, como es el caso de las ermitas de Nuestra Seora de la Salud, la de Santa Eulalia y la de San Blas, que fueron derruidas por orden episcopal. Aunque la de San Blas es extraa, dado el protagonismo que tena en los casos de desastres, como ya vimos ms arriba, y la popularidad que gozaba entre el pueblo. En definitiva, las devociones populares permanecen en la medida en que el pueblo es capaz de encontrar unas formas o ritos que garanticen su arraigo, aunque sea a 173 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA costa de perder su primitivo significado. Cuando a finales del siglo XIX una nueva mentalidad y forma de vida, la industrial, comience a abrirse camino en Elda, se ir perdiendo el significado agrario de los ritos festivos. Santa Brbara, Santa Catalina, San Francisco, San Gregorio, etc. , perdern su importancia como intermediarios y desaparecern. Las ermitas y los retablos callejeros quedarn vacos de contenido ; de las primeras apenas quedan actual mente algunos restos y los segundos son especies en vas de extincin. Tambin las Fiestas Patronales pierden su carcter de accin de gracias, pero permanecen como manifestacin devota de todo el pueblo en su conjunto, como fiesta de afirmacin del carcter local. Pero la transmutacin ms espectacular es la experi mentada por el culto a San Antn que, reconvertido en el Patrn de los Moros y Cristianos, se asegura una larga permanencia en el panten sagrado eldense. Esta asociacin de viejos cultos con nuevas manifesta ciones, no ya religiosas, sino simplemente ldicas, es tambin el modo por el que, a punto de terminar el siglo )0C, se incorporan al devocionario folclrico -religioso los Santos Crispn y Crispiniano que, aunque asociados al gremio zapatero, se han convertido en Patronos de las Fallas ; y ya en el colmo del sincretismo y mestizaje cultural, estamos siendo testigos del extrao maridaje entre festivi dades y celebraciones tan tpicamente hispanocatlicas como los Reyes Magos y Todos los Santos, con los forneos Pap Nel, Santa Claus y Halloween, lo que nos est indicando hacia donde se encamina la nueva y globalizada religiosidad popular del siglo XXI. 174 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. Documento 1. El conde de Elda, don Juan Andrs Coloma, escribe en marzo de 1691, solicitando a la villa de Elda ayuda econmica. Haunque los empeos de mi casa son tales que podreis tener alguna noticia de ellos, no la que me precisa a buscar forma de su desempeo; Y aunque he discurrido variadamente, no encuentro arbitrio ninguno que no sea acosta de tan largas expensas que pueda quedar sin la duda de entrar en mayores obligaciones, si no es la de valerme de vuestra buena ley, que afianzada est con el crdito que esta Villa tiene en todo el Reyno, pueda sacarme del haogo en que me hallo ; Y has os le propongo, que dando con la esperanza cierta de que os e de dever mi total alivio. El caso es que segn arbitrio, en poca diferencia necesito, para lo que llevo dicho, de ocho mil ducados ; esta cantidad ha sensso por m, como particular, no la he de encontrar, aunque ponga de cara inalienable quales quiera vienes, pues oy todos quieren cargas sobre comunidades que Vosotros seais los tomadores deste dinero, y que yo os haga todos los resgoardos de que se necesitare para Vuestra mayor seguridad, pues mi nimo no es de que esta Villa quede dete riorada en lo que monta a vuestro dinero. Este estado, como vosotros saveis, se compone de Regalas, Diezmos y pechos; Yo hos consignar mil libras en cada ario para la subvensin de la anual pensin, poniendoos de cara enagenable, a lo que elejieredes par el cobro desta cantidad anual, lo restante del 175 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA estado para su cumplimiento y firmando los autos mis dos Hijos, el Conde de Anna y Dn. Francisco como mis inmediatos respective sucesores, poniendo en ellos todas las clausulas de Vuestra mayor seguridad. Esto es en suma, y no dudo de Vuestro afecto, el qual yo no le discurro que me hareis este gusto, mis Hijos y yo le tendremos presente para quantas ocasiones se os ofrecieren de Vuestro consuelo, espero tenerle de vosotros y el que os Guarde Dios muchos arios deste Castillo de mi Villa de Elda, a 30 de Marzo de 1691. A.M.E. : Libro de Consejos de los aos 1686-1704. Lib. 29, fols. 77 77v. Documento 2. Escribe don Carlos Coloma, to del conde don Francisco, notificando a la villa de Elda la mala situacin econmica de su sobrino que vive en Madrid, y pide un adelanto de las rentas. Cuando escrib a la Villa remitiendo los Captulos decretados, dije que escrivira al correo siguiente sobre una materia que no pude hacerlo entonces, aora con pocas palabras la explicar y con mucha confianza de su buen logro, tiniendo tan conocido el afecto y fineza que siempre ha puesto tan apreciable comu nidad en atender a mi sobrino y a todos nosotros, y ass la reduzco a que los aogos del Conde, como persona que bive en la Corte, son aquellos que a casi todos sucede ; necesita de que la Villa disponga, que las mil libras que deve Joseph Mart y las que ha de pagar al tiempo del remate del trigo, pues antes no era posible con los malos arios que ha tenido, y a vista de la cosecha, que esta cantidad sirva para mi sobrino, y respeto de que los 50 escudos de responocin se pagan tan puntual mente, biene a ser a estarnos como nos estavamos el ario pasado sin recrecer el empeo, la Villa de Enguera hizo lo mismo a principios del inbierno, y ser mui posible que asta que mi sobrino, o consiga algo acia empleo equivalente a su grado, o tenga el ltimo desengao, haga esta misma representacin por mi medio a entrambas villas, para que con las 1.000 de 176 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. essa y las de Enguera, pueda permanecer en Madrid un ario y a lo ms dos ; y ass ha de dever el Conde y todos nosotros el que tan honrrados vasallos no le dejen benir por pobre mendigo a sus estados, sino por desengaado de todo punto ; dije que en dos palabras lo expressara, pero he gastado muchas ms con el deseo de ocurrir a la pura de la verdad, ya lo que la villa ha obrado siempre me persuado a que podr avisar a mi sobrino de lo que nuebamente tendr un testimonio ms para todo su agradecimiento, y yo en los lmites del mio, empiezo a dar muchas gracias y a desear que guarde Dios a V. mercedes dilatados arios. Valencia }Junio 8 de 1702. A.M.E. : Libro de Consejos de los aos 1686-1704. Lib. 29, fols. 170-17ov. Documento 3. Don Carlos Coloma aprovecha una carta sobre nombramiento de consejeros para reclamar dinero con destino a su sobrino el conde. En vista de la carta que la Villa me escrivi y ley (le) una y otra vez, no se me ofrece que decir sobre su contenido por aora, sino es el que se me remita la lista de Consejeros que imbi firmada y que se haga otra en la misma conformidad que la primera, y acia esto no ay que hablar ya palabra, porque se dar una providencia mui como es menester para esta negocio ; y respecto de que todava no se puede tener consejo por falta de Consejeros, y que express lo de las mil libras que mi sobrino devera a la Villa la atencin y fineza de que no se quitasen, para tambin asignificar que sera ms contingente el denecesitar el Conde de las mil que a Navidad caern, y que se poda en el Consejo marear que resolviessen el que queden a la disposicin de mi sobrino las dos mil libras, por si los empeos que Madrid acarrea precisaren a Su Excelencia a valerse de uno y otro en sus plazos, y cuando en las mil libras, tan buenos vasallos no pondrn la menor duda guando la seguridad no la trahe, y las pensiones se pagarn religiosa y puntualmente de un rrasgo confo saldr la resolucin, que 177 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA es todo lo que se me ofrece por aora, y deseo guarde Ntro. Sr. a V. mercedes dilatados. Valencia y Junio 29 de 1702. A.M.E. : Libro de Consejos de los aos 1686-1704. Lib. 29, fols. 171-171v. Documento 4. Insiste don Carlos Coloma en el dinero que la villa debe enviar al conde para los gastos de su estancia en la Corte. La lista de Consejeros para el presente ario y parte del que biene, la he aprovado como su contextura lo muestra y, aunque no he dejado de tener alguna modificacin en lo que hice antes, por carecer de aquel estilo y observancia de Captulos que a favor de la Villa estava, pudiera averlo llevado adelante con aquellas salvedades que dejaren yndemne el derecho de la Villa, y el ayer cedido no es mala prueba de la voluntad que me deven y, juntndose a esto el que en s no fue bien hecho, resolv lo que se experimenta, y yo en la dependencia de mi sobrino, no slo por lo que mira a Su Excelencia que es lo principal, sino por estar yo tan empeado y ser quien lleva este negociado, puedo prometer que en estando publicados los Consejeros, en el Consejo General que se ha de tener, se me avise de ayer hecho la gracia al Conde de las mil libras que tanto tiempo ha cayeron, y las que cahern a las Navidades, para que se suspendan los dos quitamientos, y con este efecto el Conde tenga forma de respirar en Madrid y yo de contribuir con mi agradecimiento a V. mercedes que guarde Ntro. Sr. m.a. Valencia y Julio 6 de 1702. A.M.E.: Libro de Consejos de los aos 1686-1704. Lib. 29, fol. 172 Documento 5. El conde de Elda, don Francisco Coloma, procede a delimitar los trminos municipales de Elda y Petrer. Nos, el Exmo. Seor Don Francisco Coloma Pugiades Alpont 178 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. y Borga, Conde, Conde de Elda y de Anna y de las villas de Petrel, Salinas, Enguera, Pedreguer, Relleu, Piles, Palmer, Rafelsiman y Matosses en el Reyno de Valencia, y de los lugares de Maln, Maloncillo y Albeta en el de Aragn, Alcayde de Castillo y fortaleza de la Ciudad de Alicante, hallndonos al presente en esta nuestra villa de Elda ; por quanto a nuestra noticia han llegado las muchas questiones y debates que volun tariamente se mueven y ay entre las dichas villas de Elda y Petrel, sobre la divissin de las Jurisdicciones que deven tener los Justicias, en que asta aora no a havido norma cierta que por instrumento conste, sino tradiciones impuestas que han hecho desvanecer a los unos y a los otros, pudiendo nazer de ellas algunos disturbios entre dichas villas que perturben la paz y quietud que devemos desear ; y siendo como es arbitraria en nos esta facultad, y con el zelo de atajar inconvenientes y de consolar a entrambas villas, hemos resuelto dividir las Jurisdicciones de dichos Justicias en la forma siguiente: Que se tome la lnea desde la mojonera de Saix al molino de plvora que era de Alonso Navarro ; de all lnea recta a la casica de Blas Olzina, quedando las tierras de ste a la parte de Elda, y la de los vezinos de Petrel a la jurisdiccin de aquella villa ; y de all lnea recta por el alto de los cerros, que estn a la parte de Tramontana del Pantano lnea recta al colmenar de mossn Gaspar Rico, quedando desde dicha mojonera todo el ro a la jurisdiccin de Elda; y del dicho colmenar se tire la lnea por la cequia del Agua de arriba asta las canales que llaman del Agua ruin, baxo la Orteta ; y de all, a la parada del Convento por las ruinas cequia abaxo asta el camino de Petrel, junto al olivar que era de Juan Prez, tirando la lnea cequia abaxo asta la parada de el aljibe; y de all, siguiendo la cequia asta la xarrera ; y de all, senda abaxo asta el carril de Alicante y olivar de Gabriel Amat, sirviendo dicho carril de lindero asta la mojonera de Novelda = En la qual divissin de Jurisdicciones no se entienda tenerla ninguno de dichos Justicias en el Marquesado de Noguera, porque sta slo es del Seor, y en su lugar la tiene su procurador general, como en las dichas dos villas la tenemos y en nuestro nombre, nuestro Bayle y 179 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Procurador General ; ni tampoco el quitar la facultad que han tenido siempre los vezinos de entrambas comunidades de apasentar sus ganados y cavalgaduras por comn, ni el hazer lea, ni el sacar atocha para el servicio de us vezinos, conforme se expressa en la Concordia que se hizo entre dichas villas en el Convento de nuestra Seora de los ngeles, de nuestra villa de Elda, de orden de nuestro hermano el Marqus de Noguera como procurador General nuestro ; y mandamos la referida divissin de Jurisdicciones y dems que se expressa en este nuestro precepto, se observe y guarde de aqu en adelante inviolablemente, toda rplica cessante en pena de cien libras de moneda executadora de bienes propios, al que lo contrario hiziere, aplicadas a nuestras arcas dems de nuestra ira e indignacin. Y ass mesmo mandamos a los Escrivanos de dichas villas, notifiquen a los Justicias, y Jurados, y Sndico, este nuestro mandato continuando al pie el auto, para que lo tengan entendido, y se cossa aquel inmediatamente en la Mano de Concejos, que ass es nuestra voluntad. Dado en nuestra villa de Elda a doze de Diziembre de Mil setecientos y tres (Firma del conde) Die XXI Mensis Decembris anno MDCCI1I. Per m Vicent Salazar, notan i y Escriva, lo sobredit mandato fonch informat y notificat a Pau Guarinos, ciutada Justicia ; a Diego Guarinos, Isidro Crespo, Vicent Cerd y Pere Bernabeu, Jurats; y a Pasqual Bernab, Sndich de la present vila de Elda, els qual, habientlo oit y entes, dixeren y respongueran que lo obliexen de lo que fas fe. (Firma del notario) A.M.E. : Libro de Consejos de los drios 1686-1704. Lib. 29, fols. 179-180 Documento 6. Carta de don Francisco Caetano y Aragn, Intendente General de los Ejrcitos y Comandante militar de Valencia, a don Pedro Ronquillo, comandante militar de Alicante, para que comunique al comandante 18o IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. del castillo de Montesa que no se entrometa en la jurisdic cin del condado de Elda. Muy seor mo. Habiendo Su Magestad, Dios le guarde, hecho merced a mi primo el Duque de Atri de nueve mil pesos cada ario, y que para que esto tenga su devido efecto, despach Real Cdula Su Magestad a favor de Casimiro Mart, Ciudadano Procurador General del Duque de Attri, en que le nombra Administrador General de los Estados de Ana y Elda, confi riendole todos los poderes ass para la administracin y cobranza de las rentas y frutos que producen dichos Estados, como para exercer toda aquella jurisdiccin cumplida que tuvieron los Condes de Ana y Elda, de tal forma como si fuera el mismo Conde, haciendo nombramientos de Governadores, Alcaldes, Regidores y dems oficiales que deven concurrir para el buen govierno de dichos estados, y porque no obstante esta Real Cdula, que se le ha hecho notoria a D. Guillermo Omara, Comandante del Castillo de Montesa, se entromete ste en dichos estados, castigando y multando a algunos de sus mora dores contra la expresa voluntad del Rey, con el motivo de que sera Governador en lo militar de aquellos lugares y otros, siendo esta jurisdiccin en casos muy limitados ; por lo que encargo a V.S. se sirva prevenirle al dicho Comandante no contine en semejantes operaciones, pues stas ni son del servicio del Rey, ni en beneficio de mi Primo el Duque. Tambin me a hecho saber el administrador General, que los del lugar de Petrel le havan avisado de que estavan sujetos al nuevo govierno de D. Pedro Corb, por incluir a este lugar en la hoya de Castalla, no obstante no est anexo a aquella, y aunque lo estuviera, siendo de los estados de Elda deve estar privativamente sujeto al administrador General, y no a otra persona alguna por lo que llevo dicho ; lo que participar V.S. a D. Pedro Corb, haciendole saber lo que Yo me intereso en ello con mi Primo el Duque. Dios guarde a Vs. muchos arios como puede. Valencia y Agosto 29 de 1709. A.M.E. : Process 1668. Lib. 21, leg. 22, s.f. 181 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Documento 7. Copia de la Real Cdula por la que se nombra a Casimiro Mart administrador general de los Estados de Elda y Ana. Don Phelipe, por la Gracia de Dios etc. Por quanto haviedose hecho merced por nuestra Real persona al Duque de Atri de nueve mil pesos de renta al ario, desde principio del passado de 1708 en los bienes confiscados de Valencia, y representndose al presente que su Procurador no poda cobrar de los Estados de Elda en que se hava consignado, por hallarse Don Estevan Rovira administrndoles con facultad nuestra, se ha resuelto por nuestra Real persona que a Casimiro Mart, como a Podatario de dicho Duque, se le den los despachos conbenientes para administrar los expresados Estados con las mismas facul tades que tenan en ellos los Condes de Elda. Y para que tenga efecto la resolucin mencionada, visto por los de nuestro Consejo y el decreto de nuestra Real persona del cometido, se acord dar esta nuestra Carta. Por la qual queremos y es nuestra Voluntad que Casimiro Mart, como Podatario del dicho Duque de Atri, pueda administrar los Estados de Elda con las mismas facultades y circunstancias que tenan en ellos los dichos Condes, percibiendo y cobrando dichas rentas, sin que se le impida por el dicho Don Estevan Rovira ni otra persona, a los quales mandamos no se lo embarassen en manera alguna penas de la nuestra magestad, y de treinta mil maraveds para la nuestra Cmara, sla qual dicha pena mandamos a qualquier Escrivano que fuere requerido con esta nuestra Carta, lo notifique y dello d testimonio. Dada en la villa de Madrid a diez das del mes de Junio de 1709 arios. Para que Casimiro Mart, como Podatario del Duque de Atri, administre los Estados de Elda con las facultades y circunstancias que se refieren en la conformidad que se manda. A.M.E. : Procesos 1685. Lib. 29, leg.24, s.f. Documento 8. Nombramiento de los que han de ejercer la Justicia y Regimiento de la villa de Elda para el ario 1710, efectuado por el Administrador Real Casimiro Mart. 182 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. Casimir Mart, Ciudadano de la Ciudad de Valencia, vezino en nombre de Real Administrador que soy nombrado por el Rey Nuestro Seor, que Dios guarde, de todos los Estados de Elda y Ana, segn consta por su Real Cdula firmada por los seores del Sacro, Supremo, y Real Consejo de Castilla, sellada con su Real sello, y refrendada por su secretario, su Data en Madrid a doze das del mes de Julio ms cerca passado del presente y corriente ario. Por quanto en dicho nombre me toca y pertenece nombrar en la Villa de Elda Alcalde, Regidores, Escrivano de Ayuntamiento y dems oficiales y Ministros de Justicia, para que en ella, sus trminos y Jurisdiccin la administren. Y haviendo para este efecto visto la proposicin de personas duplicadas, que para dichos oficios me haze y remite la Justicia y Regimiento de dicha Villa, tengo por bien nombrar y elegir para el ario Mil Setecientos y Diez a las personas que declaro en los oficios siguientes: Por Alcalde Ordinario: a Thoms Bernab Por Regidor Primero, con ttulo de Amotacn: a Andrs Chico Por Regidor Segundo: a Vicente Cerdn Por Regidor Tercero: a Juan Matheo Grau Por Regidor Quarto: a Juan Amat Por Procurador General: a Pedro Bernab Por Alguacil Mayor: a Vicente Vera Por Alcalde de la Hermandad: a Juan de Vera de Pedro Por Ecrivano del Ayuntamiento: a Vicente Salazar Y en esta conformidad cuando a los susodichos y a cada uno de ellos acepten los oficios en que aqu van nombrados ; y a todos los vezinos y moradores de la dicha Villa, que los reciban y estimen, y ayan y tengan por tales Ministros de Justicia y que les guarden y hagan guardar todas las honrras y preheminencias que les son concedidas y deben ser guardadas por razn de los dichos oficios y que cumplan lo que como tales les ordenaren y mandaren, haziendo primero y ante todas cosas los referidos 183 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA oficiales y dems Ministros aqu nombrados, el juramento que conforme a derecho estn obligados en manos de Don Mathas Amat, Governador actual de la dicha Villa de Elda, (de quien recibirn las Varas de Justicia) de quien bien, fiel, y diligente mente usarn y exercern los dichos sus oficios, haziendo en todo lo que ms convenga al servicio de Dios y del Rey Nuestro Seor. Dado en Enguera a Diez Das del mes de Diziembre de Mil setecientos y nueve aos. A.M.E. : Libro de Acuerdos de los aos 1710-174.8. Fols. 2 y 2v. Documento 9. Copia de la Resolucin por la que quedan extinguidas las mercedes, pensiones, anualidades, etc. , concedidas por Felipe V a sus fieles al trmino de la guerra de Sucesin. Si aviendo sido Dios servido de mover los nimos de todos los Reyes y Prncipes de Europa, para establecer la Paz General en toda ella, a fin de que por este medio se promueva y logre la tranquilidad y bien universal tan deseado y conveniente, no se convirtiesse este sumo beneficio en el alivio y felicidad que con tanta ansia y continuas fatigas he procurado siempre lleguen a experimentar todos los Pueblos y vassallos de estos mis Reynos, en recompensa de los servicios, amor y fidelidad con que en el dilatado curso de la Guerra han contribuido constante y loablemente, para ocurrir a sus urgencias y defensa de la Patria ; sera malograr la suspirada ocasin, que la Divina Providencia se ha servido dispensarme, para solicitar con su asistencia e incessantes aplicaciones, se difundan y establezcan en mis Dominios todos los frutos que son consiguientes al inmenso beneficio de la Paz. Y siendo una de las cosas ms gravosas a mi Real Hazienda las pensiones, que en fuera de los acaeci mientos de la Guerra se asignaron a diversos individuos, que aviendo abandonado sus Patrias y haziendas por mi servicio, transfirieron su domicilio y esperanlas a mis Dominios, haziendose acreedores a mi Real gratitud, como por el Artculo nono del Tratatado de Paz estipulado con el Emperador se ha convenido, que a todos los sbditos de una y otra parte les sea lcito volver a la entera possesin y goze de todos sus bienes, 184. IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. derechos, Privilegios y Dignidades, para gozarlas tan libremente como antes de la Guerra, por cuya providencia tienen el arbitrio de restituirse a sus Patrias: He resuelto, por estas considera ciones, y atendiendo al principalsimo fin del alivio de mis Pueblos y desahogo de la Real Hazienda, cessen y queden estinguidas desde principio del presente ario, todas las pensio nes, gratificaciones annuales, o sueldos de empleos en que no concurre la actualidad del exercicio, de qualquiera calidad que sean, concedidas a qualesquiera personas (tengan la assignacin y excepciones que tuvieren) sin embargo de los motivos que assistieron para la concesin de este gnero de mercedes, respecto de tener el recurso de poder passar a sus Patrias a gozar de los bienes y Dignidades que renunciaron, y adquirir los dems a que tengan derecho. Y porque es natural se susciten algunas pretensiones y controversias sobre no averse assignado el todo o parte de algunas de las pensiones concedidas ; es mi voluntad que no se admitan semejantes instancias, pues slo deven los interessados en ellas lo que corresponda hasta fin del ario prximo passado de las cantidades que les fueron situadas, sin tener derecho a pedir lo que no se les pudo situar por la falta de medios que caus la urgente necesidad de la Guerra o qualquiera otro accidente. Tendrse entendido en el Consejo, y se darn las rdenes convenientes, para su puntual cumplimiento y observancia en la parte que le tocare. En Madrid a dos de Enero de mil setecientos y veinte y seis. Documento Io. Relacin de ciudadanos eldenses insaculados para los diferentes cargos municipales a partir del pleito de 1790. Primera bolsa (alcaldes): Amat y Amat, Rafael ; Amat y Amat, Toms ; Amat y Juan, Joseph ; Amat y Juan, Gabriel ; Amat y Sanz, Joseph ; Amat y Sanz, Juan ; Amat y Sempere, Toms ; Amat de Roque, Juan ; Coluch, Carlos ; Ferrando y Sempere, Joseph ; Guarinos y Amat, Cristbal ; Guarinos y Bernab, Cristbal ; Juan y 185 FUENTES PARA EL ESTUDIO DE LA HISTORIA DE ELDA Guarinos, Bartolome; Juan y Maestre, Antonio ; Juan y Rico, Antonio ; Juan y Rico, Vicente ; Juan y Tormo, Miguel ; Linares, Joaqun ; Maestre y Cerdn, Luis ; Maestre y Guarinos, Crist bal ; Navarro y Candel, Joaqun ; Prez de Francisco, Antonio ; Rico y Cerdn, Francisco ; Rico y Vidal, Francisco ; Sempere y Amat, Gernimo ; Sempere y Amat, Nicols ; Sempere y Guarinos, Manuel; Sempere y Juan, Joseph ; Sempere y Juan, Joaqun ; Vidal, Agustn ; Vidal, Antonio ; Vidal y Juan, Boni facio. Segunda bolsa (regidores mayores y sndicos): Amat de Pedro, Pedro ; Amat de Vicente, Pedro ; Amat y Garca, Gabriel ; Amat y Garca, Manuel ; Amat y Maestre, Juan ; Amat y Rico, Gabriel ; Amat y Sanz, Pedro ; Amat y Sempere, Andrs ; Amat y Sempere, Gabriel ; Amat y Sempere, Juan ; Amat y Sempere, Pedro Pascual ; Amat, Gabriel ; Amors, Luis ; Bernab de Antonio, Juan ; Bernab y Arnat, Pascual ; Bernab, Carlos ; Bernab, Francisco de Paula ; Bernab, Geronimo ; Bernab, Mathas ; Candel, Juan ; Coluch, Francisco Agustn ; Ferrandis, Damin ; Garca y Amat, Francisco ; Garca y Juan, Juan ; Grau, Francisco; Guarinos y Maestre, Joseph ; Guarinos y Sempere, Francisco ; Guarinos, Ignacio ; Guarinos, Pablo ; Guarinos, Vicente ; Juan y Amat, Vicente ; Juan y Garca, Antonio ; Juan y Rico, Joaqun ; Juan y Sarri, Pedro ; Juan y Sempere, Joseph ; Juan y Tormo, Antonio ; Juan y Vidal, Miguel ; Juan, Pedro Pascual ; Linares, Joseph ; Maci, Francisco ; Maestre y Guarinos, Luis ; Prez de Gaspar, Antonio ; Rico y Amat, Pedro ; Rico, Juan ; Amat, Joaqun ; Sempere y Amat, Francisco; Sempere y Amat, Manuel ; Sempere y Candel, Miguel Francisco ; Sempere y Navarro, Juan Toms ; Tordera y Candel, Joseph ; Tormo, Vicente; Vidal y Juan, Francisco. Tercera bolsa (Regidores 20, 3 0 y 4)0 : Amat de Pedro menor, Pedro ; Amat de Vicente, Gabriel ; Amat mayor, Juan ngel ; Amat menor, Juan ngel ; Amat y Bernab, Antonio ; Amat y Cerdn, Joseph ; Amat y Gonzlez, Joseph ; 186 IV. SELECCIN DE DOCUMENTOS DEL A.M.E. Amat y Juan, Antonio ; Amat y Juan, Miguel ; Amat y Juan, Pedro ; Amat y Maestre, Roque ; Amat y Sanz de Gabriel, Joseph ; Amat y Vidal, Rafael ; Amors, Matas ; Anaya mayor, Joseph ; Anaya y Gras, Joseph ; Bernab de Pascual, Juan ; Bernab y Amat, Joaqun ; Bernab y Juan, Pedro ; Bernab y Juan, Vicente ; Crespo de Fulgencio, Francisco ; Ferrando y Candel, Joseph ; Galn, Francisco ; Ganga Alonso, Antonio ; Garca de Antonio, Juan ; Garca y Juan, Francisco ; Garca y Juan, Joaqun; Guarinos de Vidal, Cristbal ; Guarinos y Rico, Pedro ; Linares, Juan ; Linares, Pedro ; Maci, Gabriel ; Maestre y Candel, Juan ; Maestre y Candel, Luis ; Navarro y Bernab, Joseph ; Prez y Tordera, Antonio; Prez, Gaspar ; Rico de Antonio, Pedro ; Rico y Aguado, Francisco ; Sempere y Amat, Juan ; Toms Prez y Sempere, Juan; Toms y Arenas, Juan ; Tordera y Amat, Joseph ; Tordera, Miguel ; Tormo, Gernimo ; Vera mayor, Gernimo ; Vera y Tormo, Francisco ; Vidal de Linares, Bonifacio ; Vidal, Toms. Cuarta bolsa (Alguaciles mayores y alcaldes de la hermandad): Joseph Prez y Reig ; Francisco Prez y Guarinos ; Diego Bernab menor ; Luis Bernab ; Pedro Navarro y Riera ; Pedro Juan de Gabriel ; Pedro Vidal ; Pedro Vera y Tormo ; Pedro Amat y Sempere ; Miguel Bernab y Vidal; Gabriel Garca de Antonio ; Salvador Guarinos ; Antonio Ripoll mayor ; Antonio Juan de Arnors ; Javier Garca ; Carlos Gras ; Ignacio Bernab y Vidal ; Pedro Rico de Pedro ; Pedro Navarro y Bernab ; Bartolome Vidal ; Gernimo Vera y Vera ; Joseph Vera y Rico ; Joaqun Tormo ; Matas Garca ; Francisco Bernab y Juan ; Salvador Guarino menor ; Isidro Amat y Sempere ; Pedro Vera y Guari nos ; Pedro Amat y Gonzlez ; Gabriel Sempere y Juan. 187 V. BIBLIOGRAFA Alberola Rom, A.: Autoridad real y poder real. Re fl exiones en torno al desarrollo del procedimiento insa culatorio en los municipios valencianos durante la poca foral moderna, en Pedralbes 12 (1992), pp. 9-38. 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