Elda a través de la historia. Comunidad humana y territorio

ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Comunidad humana y territorio ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Comunidad humana y territorio Joaqun Samper Alczar 1995 Seccin de publicaciones del AYUNTAMIENTO DE ELDA UNIVERSIDAD DE ALICANTE Dibujo de portada MERCEDES HARO SAMPER Reproducciones fotogrficas Archivo de EMIDESA Coordinacin de la edicin EMIDESA Empresa Municipal de Informacin de Elda, S.A. Jardn de la Msica, s/n, 03600 ELDA Depsito legal: A-968 -1995 ISBN. 84-87962-04-01 O EMIDESA, 1995, de la presente edicin Fotocomposicin: Estudio DAC Impresin: Grficas Vidal Leuka Agradezco al Excmo. Ayuntamiento de Elda, y a la Concejala de Cultura, el haber hecho posible la publicacin de este libro. Por otra parte, quiero manifestar mi deuda de gratitud a cuantos me han ayudado en su realizacin. A don Alberto Navarro, que ha estado siempre dispuesto a resolver mis dudas. A don Antonio M. Poveda, Director del Museo Arqueolgico de Elda que ha seguido desde el principio el desarrollo de este trabajo, proporcionndome valiosas indicaciones y orientaciones. A don Fernando Matallana, Tcnico de la Biblioteca Municipal de Elda por su inteligente ayuda en tareas de documentacin y que tuvo la paciencia de leer el original aportndome importantes sugerencias. A don Jos V. Cabezuelo, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Alicante, por su aliento y empeo en que esta obra se concluyera. A Da Consuelo Poveda, responsable del Archivo Histrico Municipal de Elda, por las facilidades en el uso del Archivo. Y al Dr. D. Jos Miguel Santacreu, profesor titular de Historia Contempornea de la Universidad de Alicante, director de mi memoria de licenciatura y que me ense a entender la Historia. Todos ellos buenos amigos sin cuyo aliento esta obra no creo que fuera la misma. A mi mujer y a mi hija NDICE PRLOGO 15 1. INTRODUCCIN 19 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS 2.1. Neoltico y Calcoltico 33 2.2. Edad del Bronce 37 2.3. Bronce valenciano 38 2.3.1. El Pen del Trinitario 38 2.3.2. El Monastil. 39 2.3.3. El Pont de la Jaud. 39 2.4. El mundo ibrico 40 2.4. 1 . Localizacin geogrfica 41 2.4.2. El poblado de El Monastil 41 2.5. Romanizacin y cristianismo 46 2.6. El final del mundo antiguo y la sede episcopal 51 3. EL ORIGEN DE LA VILLA 3.1. Dominio musulmn 57 3.1.1. El Pacto de Tudmir 57 3.1.2. Asentamiento musulmn 58 3.1.3. La fortaleza almohade 59 3.2. Dominio cristiano 60 3.2.1. Conquista castellana del Reino de Murcia 61 3.2.1.1. Seoros castellanos sobre la villa de Elda 62 3.2.2. Soberana de Aragn sobre el Reino de Murcia (1296-1304) 63 3.2.3.1. La villa de Elda en la Sentencia Arbitral de Torrellas 65 3.2.3.2. El Seoro de Orihuela 65 3.2.3.3. La guerra de los dos Pedros en el Seoro de Orihuela 66 3.2.3.4. La Gobernacin General de Orihuela 69 3.3. Seoro nobiliario 70 3.3. 1 . La economa 74 3.3.2. Denlo grafa y sociedad 76 3.4. La expulsin de los moriscos 83 3.4. 1 . Consecuencias de la expulsin 85 3.4. 1 . 1 . El descenso de poblacin 85 3.4.1 .2. Las Cartas Pueblas 86 3.4.2. La Carta Puebla de Elda y la repoblacin 87 3.4.3. Empleos municipales. 9 9 3.4.4. Recursos municipales 95 3.5. Repercusiones de la prdida de los Fueros 96 3.5. 1 . La problemtica en Elda 98 3.5.2. Expansin demogrfica v econmica 10 9 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA 4.1 . La revolucin liberal 113 4.1 .1 . La abolicin del rgimen seorial 113 4.1 .2. La Desamortizacin 115 4. 1 .3. Evolucin del rgimen local 11 8 4.1 .4. La Milicia Nacional 121 4.2. Poblacin y economa eldense 123 4.2.1. La agricultura 124 4.2.2. Claves de la industrializacin 128 4.2.3. La industrializacin 129 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD 5. 1 . Inestabilidad poltica 137 5.2. Transformacin social y urbana 139 5.3. La Repblica en Elda 148 5.4. La industria y la banca en el primer tercio del siglo XX 157 5.5. El movimiento obrero 155 5.5. 1 . Anarquismo 157 5.5.2. Unin General de Trabajadores 161 5.5.3. Huelgas generales 16 7 5.6. La guerra civil 164 5.6.1 . Actividad industrial 165 5.6.2. Abastecimientos 167 5.6.3. Moneda local 169 5.6.4. El final de la guerra. La Posicin Yuste 170 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO 6. 1. La postguerra 177 6. 1 . 1 . La industria en la postguerra 180 6. 1 .2. E/ movimiento obrero 181 6.2. La poblacin 183 6.3. Desarrollo urbanstico 189 6.4. La Transicin poltica 192 6.4.1 . La sociedad civil 193 6.4.2. La crisis econmica 198 6.5. Comportamiento electoral y partidos polticos 709 7. EPLOGO 9 1 1 8. FUENTES 915 PRLOGO Con posterioridad a la publicacin de la Historia de Elda de A. Navarro Pastor (1981), los anlisis histricos sobre este municipio se han vivificado con la eclosin de toda suerte de estudios parciales y monogrficos. A ello ha contribuido la incorporacin a las tareas investigadoras de jvenes promociones de estudiosos que han aportado nuevos conocimientos sobre el pasado y el presente de Elda. Sus aportaciones han resultado especialmente valiosas porque estas jvenes promociones estn dotadas de un solvente bagaje formativo y de las tcnicas adecuadas para el anlisis histrico. A ello ha contribuido de forma destacada la presencia de la Universidad de Alicante donde la mayora ha estudiado. Numerosos profesores de esta Universidad dirigen y fomentan la investigacin histrica del espacio local entre sus alumnos. Otro elemento a destacar han sido las nuevas orientaciones didcticas de los centros de enseanza primaria y secundaria cuyos profesores se interesan por estudiar y explicar el entorno inmediato de sus alumnos. Los profesores de estos centros constituyen una avanzadilla valiossima para las investigaciones histricas del espacio local. Un tercer elemento ha sido la labor de los archiveros municipales que han rescatado y facilitado el acceso a la documentacin oficial del Ayuntamiento. En el libro que aqu se presenta, Joaqun Samper Alczar ha efectuado la tarea necesaria de recopilar y ordenar los conocimientos, las interpretaciones y las aportaciones dispersas sobre la historia de Elda acumuladas hasta 1994. Pero el trabajo de Samper no slo pretende efectuar esta recopilacin necesaria, es el resultado de la doble faceta del autor como docente y como investigador. Joaqun Samper forma parte del grupo de profesores 15 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA de enseanza primaria y secundaria interesados por el estudio del entorno inmediato de sus alumnos, y tambin pertenece a las jvenes promociones de estudiosos formados por la Universidad de Alicante. Su primera faceta lo impuls a elaborar un texto de consulta para sus alumnos y sus padres sobre la historia inmediata de su ciudad con el fin de utilizarla en las actividades docentes. La informacin seleccionada refleja perfectamente esta finalidad puesto que clarifica los orgenes y la configuracin de la ciudad, asmismo la divisin cronolgica contribuye a esclarecer las principales etapas de su devenir histrico. Su segunda faceta, la de investigador, lo lleva a efectuar un estado de la cuestin sistemtico que no elude los problemas, los vacos y las lneas de investigacin necesarias. Pese a que el objetivo del autor no era efectuar una investigacin con fuentes primarias sino un estado de la cuestin, en algunos momentos se ha visto obligado a aportar investigacin propia para llenar los vacos demasiado estridentes. Por supuesto no los ha llenado todos, no era su objetivo, pero s que los ha puesto sobre la mesa para solucionarlos. Junto a la condicin de necesaria, en la obra de Joaqun Samper hay que destacar tambin su originalidad conceptual. Los historiadores del siglo XIX generalmente empezaban sus libros con una definicin de la palabra Historia. Se sola citar su procedencia griega derivada de la palabra histor (instruido -yo examino, exploro-) y, desde este supuesto, se la haca equivaler a indagacin de los sucesos. Comnmente esta indagacin se limit a todo aquello que interesaba al hombre y en lo que participaba, pese a que su acepcin originaria se refera a toda clase de sucesos. Otra parte introductoria de aquellos libros eran las explicaciones sobre la divisin cronolgica de la Historia (Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contempornea), y sobre su extensin (Universal, General, Particular, Municipal). Estos conceptos han 16 PRLOGO marcado la forma de ver y estudiar la historia durante mucho tiempo. Los autores tradicionales clasificaran la Historia que nos presenta Joaqun Samper como una Historia Municipal que abarca las cuatro edades (la Edad Antigua, la Edad Media, la Edad Moderna y la Edad Contempornea). Los autores actuales prefieren utilizar el nuevo concepto de Historia del espacio local y liberarse de la clsica divisin por edades, por muy problemtico que ello resulte. Con ello pretenden acercarse al pasado del municipio que estudian mediante una divisin cronolgica propia de este espacio local y no con otra ajena que se ha impuesto por el uso de la costumbre y de las generalizaciones. La divisin de la Historia de Elda que hace Joaqun Samper responde ms al nuevo concepto que al viejo, aunque en ocasiones ello se hace difcil. Primero estudia los asentamientos humanos anteriores al origen de Elda. En segundo lugar analiza los orgenes de la villa. En tercer lugar trata sobre la ascensin de la burguesa. Despus se ocupa de la modernizacin de la ciudad. Por ltimo describe el proceso de urbanizacin y desarrollo de los ltimos aos. Esta divisin resulta muy sugerente para comprender la evolucin histrica de Elda, mucho ms que la clsica divisin por edades a la que hemos estado acostumbrados durante mucho tiempo en las Historias Municipales. Con estas palabras de presentacin no he pretendido sintetizar el contenido del libro ni valorar sus mritos. Esto ya lo hizo el Tribunal de la Universidad de Alicante, que juzg el primer original de la obra como memoria de licenciatura y le concedi las mximas calificaciones. Ahora lo podrn hacer los lectores. S que he querido llamar la atencin sobre el doble estmulo al que responde el libro (el estmulo del docente de primaria y secundaria y el del investigador con formacin universitaria), sobre su originalidad conceptual y sobre su condicin de necesaria. Para 17 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA terminar, por el padrinaje que me corresponde como director de la memoria de licenciatura, quiero felicitar al autor por la madurez intelectual que ha alcanzado, manifestar mi satisfaccin por ver la memoria impresa y agradecer al Excmo. Ayuntamiento de Elda el esfuerzo realizado para que los eldenses puedan leerla. J.M. Santacreu Soler Universidad de Alicante 5 de febrero de 1995 18 1. INTRODUCCIN Hoy est plenamente admitido que lo que consideramos como la antepasada remota de la actual ciudad de Elda fue el poblado ibero de El Monastil, cuyo topnimo para la poca prerromana se supone que podra ser //o. En poca imperial romana (siglo II) el documento conocido como Itinerario de Antonio, que es una especie de descripcin de rutas romanas con indicacin de ciudades y paradores, en el trayecto de la Va Augusta que va desde Valencia a Cartagena y entre Ad Turres y Aspis hace referencia a una desviacin ad Ello, es decir, hacia una poblacin cuyo topnimo podra ser Entroi y no Adello como se mantuvo durante algn tiempo. A falta de una documentacin ms precisa, las investigaciones actuales apuntan a que este lugar era el poblado de El Monastil. Durante los arios 610-675 de la poca visigtica existen referen cias de una sede episcopal elotana, gentilicio que durante mucho tiempo hizo creer errneamente a los eruditos locales en el topnimo Elota como nombre de la poblacin. En realidad el gentilicio se des compone en un topnimo ELO- y un afijo -TANA. El primero es claramente una reduccin fontica del latn Ello pronunciado El -lo. Documentos medievales pero de escasa fiabilidad por cuanto que contienen muchos errores de transcripcin, ofrecen las formas Eloe y Edelle (Annimo de Rvena, siglo IX) y Edelle (Geografa de Guido, s. XII); el primer documento es una versin del Itinerario a travs de copias de otras fuentes intermedias desaparecidas en parte o totalmente; el segundo documento est copiado a su vez de los dos anteriores, presentando algunas variaciones en el trazado. Las formas de/la y Dadlo las encontrarnos en las Dcadas de Escolano (1611), que en el libro sexto, captulo X, pgina 71, rela ciona la primera con los musulmanes y la hace derivar de la segunda. 19 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Ambas son recogidas por Lamberto Amat. El Manual Geogrfico de P. Orozco Snchez (1878) cita della como topnimo ibrico del que deriva la forma Daellos. Tanto Idella como Daellos (aunque sta con h intercalada) son dos de las formas toponmicas menos documentadas y con ms visos de ser incorrectas, aunque paradjicamente son las que ms popula res se han hecho a travs de los trabajos de difusin que en su da hicieron Juan Madrona y Alberto Navarro tomando estos datos de Lamber) Amat. Para el perodo musulmn no existe documentacin que aporte ningn indicio del topnimo del lugar eldense. La polmica sobre si la lyi(h) del Pacto de Tudmir era Elda est zanjada desde que el pro fesor Pocklington demostr que corresponde a la localidad murciana de Algezares. Sus investigaciones sealan que la denominacin rabe de Elo sera Illi(h) o Illu(h), adaptacin de su forma latina. Perfectamente documentadas estn ya las formas que adopta durante la poca medieval, Ella en castellano y Etla en cataln, que dando fijada desde el siglo XV la forma actual ELDA. El primer intento de escribir una historia de Elda se debe a LAM BERTO AMAT Y SEMPERE, quien redact dos volmenes con el ttulo Elda, su antigedad, su historia. Personas de estirpe regia que habitaron su alczar; edificios pblicos, sus obras; lo que fue antes esta poblacin y lo que es ahora; su huerta y producciones; industrias de sus vecinos, etc., dedicados a su amigo y prroco de la iglesia de Santa Ana don Gonzalo Sempere, en los que trat ... de consignar los antecedentes antiguos del amado pueblo en que naci mos y de la gloriosa Iglesia en que fuimos bautizados... con objeto de ... llenar el vaco que acerca del particular exista.... En 1875 termin de escribir esta obra de la que redact cuatro copias de forma autgrafa, y no parece que fuera su intencin el hacerla pblica, ya que incluso se neg a los requerimientos de amigos que se ofrecieron 20 1. INTRODUCCIN a sufragar a sus expensas los gastos de su publicacin. Su conoci miento qued restringido al mbito familiar y a un pequeo crculo de personas que se sirvieron de ella como base para sus escritos de divulgacin e investigacin. En 1983 el Convenio Cultural de la Universidad de Alicante con el Ayuntamiento de Elda hizo posible su publicacin en edicin facsmil. Ya en el siglo XX encontramos en la revista El Centenario, publicada en 1904 para conmemorar el tercer centenario de la lle gada de los Patronos a Elda, unos Apuntes Histricos en los que un autor annimo cuenta los hechos, entre histricos y fantsticos, que rodearon la llegada de las imgenes a Elda. En este mismo ario MIGUEL TATO Y AMAT public en forma de folletn en el sema nario eldense El Vinalap (sic) unas Notas histricas de Elda uti lizando Historias generales de Espaa y el manuscrito de Lamberto Amat. Tambin public en el n64 de la revista Idella (30 de abril de 1927) un artculo titulado Tres archivos interesantes, en el que habla de la existencia de tres archivos histricos con datos y noticias sobre el pasado eldense. Uno era propiedad del por entonces difun to maestro don Ramn Ayala y el autor sugiere que deba encon trarse en poder de su hijo Adolfo. Otro es el de don Lamberto Amat y Sempere y que guarda su hijo Cndido. Y el tercero era el de don Domingo Toms Vera, que tena acotados los Apuntes de don Lam berto y bastante documentacin indita, aunque reconoce no tener noticia de su paradero. En el nmero siguiente de la revista (7 de mayo de 1927) ANTO NIO GONZLEZ contesta al anterior en el artculo La historia de Elda!, quejndose del poco inters de los eldenses en escribir esa historia y modestamente apunta que l intentar la empresa de inves tigar el pasado eldense. En Elda Extraordinario de septiembre de 1932, B.y V. (sic) escribe en Algo sobre la historia de Elda que, enterado de que 21 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA D. Antonio Sempere tiene datos interesantes sobre nuestro pasado, fue a su casa donde encontr , , ran cantidad de material prehistrico y a preguntas suyas, Sempere le cont que haca cinco aos que haba empezado a buscar en la parte sur de Boln (El Trinitario), donde encontr grandes cantidades de material cermico y ltico. Asegura ba que all estuvo el primer pueblo de Elda perteneciente al perodo del Bronce o al Neoltico y que de all sus habitantes pasaron a El Monastil, donde fundaron el segundo pueblo que dej de existir con la invasin Goda. Sigue contando que la poblacin se desplaz al Derramador, donde fundaron el tercer pueblo tambin destruido por los Godos y por ltimo que el cuarto pueblo fue fundado en el lugar donde se encuentra el Castillo. En Albor n1 (septiembre 1933), el propio ANTONIO SEMPE RE publica el artculo Antecedentes remotos de Elda ilustrado con fotos de objetos de piedra, hierro y cermica. Cuenta que. movi do por quienes han escrito sobre Elda sin juicios ms o menos con cretos sobre el origen y desarrollo de nuestro pueblo, comenz a investigar el El Pen del Trinitario, donde sita un poblado neolti co cuyos pobladores lo abandonaron para fundar otro en El Monas ti!. Utilizando referencias del Itinerario de Antonino da como nombre de este segundo poblado ELO, que traduce como tierra del Sol. A tra vs de los restos encontrados deduce la presencia de iberos y griegos; dos sarcfagos cristianos le indican la presencia del cristianismo e incluso apunta algo sobre los visigodos, con la hiptesis de que stos, por necesidad de dominar el valle, se trasladaron a la colina del Cas tillo donde probablemente fundaron el actual pueblo de Elda, despus la gentil Dahellos o casa de regalo. En El Cronista n2 (1933) aparece un pintoresco artculo de ANTONIO GONZLEZ titulado Resumen histrico de Elda en el que el autor pretende remontar la antigedad de Elda nada menos que a la poca faranica: Uno de los nietos de Abraham se llam aloa. 77 1. INTRODUCCIN No intentaremos decir que este descendiente del patriarca bblico fue el jimdador de nuestro solar; pero no andara muy lejos la fecha en que los primeros pobladores del Valle de Elda se reunieron en las fal das de la Torreta, entre Santa Brbara y el Monastil, formando un pueblo. (...) Lo efectivamente histrico de Elda se encuentra en torno a otro montn de ruinas(...) Alrededor del Castillo gira Elda, desde los tiempos ms antiguos de Espaa. Ya los romanos la conocieron con el nombre de ELIA (de Elio Adriano). En El Cronista n4 (1935), JESS ANDRS SINOBAS, maes tro nacional, escribe Por el campo de la prehistoria eldense, lite raria descripcin en la que da por segura la existencia de pobladores en Elda desde el Neoltico, apuntando la hiptesis de poblamiento en el Paleoltico. Hace un llamamiento a las autoridades o a algn mece nas para que se haga realidad un proyecto de explorar el trmino municipal eldense. Hasta el ao 1950 no volvemos a encontrar temas relacionados con la historia local. Se publican en Dahellos, revista que vio la luz en septiembre de 1949 y acab en mayo de 1953 con el n15. En el n3 (marzo 1950), ALBERTO NAVARRO, cuyo nombre va inevita blemente unido a la investigacin histrica eldense durante ms de dos dcadas, escribe su primer artculo sobre temas locales con un anlisis de El manuscrito ELDA de D. Lamberto Amat que, a par tir de ahora y durante mucho tiempo, se convertir en una de las principales fuentes de informacin sobre la historia local. En el n5 (septiembre 1950), JUAN MADRONA, maestro nacio nal, escribe De los tiempos remotos, lrica versin con tintes fol kloristas de la evolucin lingstica de los nombres de Elda y cuyas teoras han tenido amplio eco hasta la actualidad. En el n 6 (septiembre 1950) publica ALBERTO NAVARRO una descripcin del castillo en Cmo fue nuestro Alczar y una narracin sobre El ataque de Bonet (sic), episodio recogido por 23 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Lamberto Amat y basado en el hecho de armas que tuvo lugar en las inmediaciones de Santa Brbara protagonizado por el coronel Pan talen Bon en 1844. En el n7 (enero 1951), ALBERTO NAVARRO escribe unos Apuntes para una historia del calzado eldense, para los que se apoya por primera vez en libros del Archivo Histrico. En el n8 (febrero 1951) encontramos a EDUARDO GRAS pidiendo que Escribamos la historia de nuestra industria desde los documentos que, segn dice, deben encontrarse en el Archivo. ALBERTO NAVARRO, animado por los recientes descubrimientos arqueolgicos realizados en Villena y que han llevado a la creacin de su Museo Arqueolgico, hace su primera incursin por la prehistoria eldense en su artculo Arqueologa eldense donde, citando los res tos encontrados en El Pen del Trinitario y en El Monastil y que se encontraban en poder de un grupo de aficionados, sugiere la creacin de un museo local. En el n9 (marzo 1951), ALBERTO NAVARRO rememora en Aquel viejo convento... el desaparecido convento franciscano de Nuestra Seora de los ngeles. En el n12 (septiembre 1951) cuenta la historia de la fbrica de zapatos de Silvestre Hernndez en Las primeras fbricas. En el n13 (mayo de 1952) glosa la figura de D. Juan Vidal Vera (Una vida al servicio de la cultura eldense), maestro nacional enamorado del pasado eldense que se dedic a estudiar el manuscri to de Lamberto Amat y a buscar restos antiguos en El Monastil, aun que desgraciadamente todo su trabajo desapareci. En 1956 aparece el semanario Valle de Elda, donde ALBERTO NAVARRO escribe ininterrumpidamente sobre todos los temas elden ses, siendo la enumeracin de todos sus trabajos tarea que excede el objeto de esta introduccin. 24 1. INTRODUCCIN En 1955 la Comisin Municipal de Fiestas del Ayuntamiento de Elda editaba un programa de las fiestas de septiembre con el nombre de Fiestas Mayores. En los nmeros correspondientes a septiembre de 1955 y septiembre de 1956 ALBERTO NAVARRO publica res pectivamente una breve historia de El Castillo de Elda y Sobre la reduccin de Ello-Elota-Elda. En 1957 la anterior revista se convierte en Alborada, donde este mismo autor sigue publicando casi en exclusiva temas de historia local hasta 1974: Una carta de Felipe III al conde de Elda sobre la expulsin de los moriscos (VII -1961), Una plaga de langosta sobre Elda y Petrel en 1756, Elda, solar de remotas culturas (VIII 1962), Elda en las guerras entre Castilla y Aragn (siglo XIV) (IX -1963), Notas sobre los Coloma y el Condado de Elda, Ttu lo de Conde de Elda, Petrer y Salinas en favor de Don Juan Coloma. 1577 (XVII -1971), Lamberto Amat y Sempere, un eldense ejem plar (XX -1974), El primer peridico eldense: El Bien General (n31-1985), El semanario IDELLA, cima periodstica de la Elda de anteguerra (n32-1985), Aspectos de Elda en 1937 a travs de NUEVO RUMBO (n33-1986),Testimonios eldenses sobre la lla mada Batalla de Bon en 1844 (n34-1987). A partir del ao 1976 se van incorporando a la revista nuevas fir mas relacionadas con la Universidad y con la investigacin histrica. E.A. LLOBREGAT CONESA: El origen romano de Elda (XXII 1976), El altar paleocristiano del Monastil (XXIII -1977), Un sar cfago cristiano primitivo en Elda (XVII -1981); J.M. BERNAB MAESTRE: Las bases de la industria del calzado en el valle del Vinalop (XXII -1976), Economa sumergida en la industria del calzado (n30-1984); J.A. RAMOS VIDAL: Aspectos demogr ficos de Elda (siglos XVI, XVII y XVIII) (XXIII -1977), La fuen te de riqueza de Elda en el siglo XVIII (XIV -1978), En torno a los moriscos del Alto y Medio Vinalop (siglos XVI y XVII) (XXV -1979), Introduccin a la demografa y tipologa social de la 25 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA comarca del Vinalop (siglo XVIII) (XXVI -1980), Aspectos de la agricultura del Alto y Medio Vinalop durante el siglo XVIII (XVII 1981), La epidemia de langosta de 1756 en la Comarca del Vinalo p y Alicante (XXVIII -1982), Introduccin al bandolerismo en la Comarca del Alto y Medio Vinalop (1823-1840) (XXIX -1983), Moriscos y cambio de idioma en Elda (siglo XVII) (n32-1985); J. VERA VILLAR y C. VIDAL DELTELL: Movimiento natural de la poblacin eldense. (Perodo 1930-1976) (XXIII -1977); B. MON TOYA ABAD: La recuperacin valenciana de Elda (XIV -I978), Elda: un islote lingstico en el Pas Valenciano (XXVIII -1982), Aproximacin a la historia sociolingstica de Elda (n34-1987); G. SNCHEZ RECIO: La repoblacin del seoro de Elda. 161 1 (XXV -1979), Elda en 1812. La eleccin del primer Ayuntamiento constitucional (XXVI -1980), El periodismo en Elda. 1914-1919 (n31-1985); J.R. VALERO ESCANDELL: Las transformaciones econmicas en la Elda del siglo XIX (XXVI -1980), Elda 1977 1979: Breve estudio electoral (XVII -1981), Elda, 1885-1918: Las ltimas epidemias (XXVIII -1982), El final de la II Repblica: LaPosicin Yuste (XXVIII -1982), Los zapateros eldenses: estu dio demogrfico (n30-1984), REBELIN!, la voz del socia lismo marxista en la Elda republicana (n31-1985), Las prdidas humanas (n33-1986), Algunos rasgos demogrficos de la Elda actual (n35-1988); M.C. RICO NAVARRO y J. MOLL TORRE GROSA: Reposicin del Ayuntamiento realista en la villa de Elda en 1823-1824 (XVII -1981); A.M. POVEDA NAVARRO: Frag mento de inscripcin hallado en Elda, Una terracota hallada en Elda (XXVIII -1982), Elda y la familia de los Corella (siglo XV) (XXIX -1983), Restos arqueolgicos de la aparicin de la escritura en Elda (n 30-1984), Contribucin a la economa de poca roma na en el Valle de Elda (Alicante). Las importaciones de terra sigilla ta (n31-1985), Demografa mudjar, cristiana y juda en Elda en la Baja Edad Media (ss.XIV-XV) (n32-1985); M.J.RUBIERA DE 26 1. INTRODUCCIN EPALZA: Elda en el Pacto de Tudmir: camino y fortaleza (XXIX 1983); M. DE EPALZA: Nombres de lugar rabes del Municipio de Elda (XXIX -1983); V. VERA ESTEVE: Banco de Elda: una his toria turbulenta (1933-1959) (XXIX -1983); F. MATALLANA HERVS: La reforma municipal de Campomanes en la Villa de Elda. Aspectos institucionales (n30-1984), Aproximacin a un catlogo de publicaciones peridicas eldenses (1886-1939) (n31 1985), El ario de los prodigios (n39-1994); M. RUZAFA GARCA: El mercado y la feria de Elda en el siglo XV (n30 1984); Aportacin documental a la historia de Elda en la baja Edad Media (n31-1985); M.L. DELGADO GARCA: Representacin de animales en la cermica de El Monastil (n 31-1985); J.M. DEL ESTAL: Papel de la reina Isabel de Portugal y Da Violante Manuel en el seoro manuelino de Elda y Novelda (n32-1985); S. FOR NER MUOZ: Las elecciones de 1933 en Elda: Ideologas y com portamiento electoral (n32-1985); F. MARTNEZ NAVARRO: Boceto de la vida en Elda durante la Guerra Civil (n33-1986); J.M. SANTACREU SOLER: La economa productiva de Elda durante la Guerra Civil (n33-1986); E. ALEMANY COLL: Papel moneda emitido por el Ayuntamiento de Elda (n33-1986); M. DEL C. REQUENA SAEZ: Masonera en Elda (1886-1937) (n34 1987); I. VICENTE SIRVENT: Economa prehistrica en Elda segn el registro arqueolgico (n34-1987); R. BELANDO CAR BONELL y J. CRESPO GINER: La gripe de 1918 y sus efectos demogrficos en la comarca del Medio Vinalop (n34-1987); G. PONCE HERRERO y V. VZQUEZ HERNNDEZ: Del clera al infarto: Evolucin de las causas de la muerte en Elda entre 1877 y 1981, y su afeccin por edad y sexo (n34-1987); VERA VILLAR, J.: Movimiento natural de la poblacin eldense. (Perodo 1930 1976) (XXIII -1977); CAPILLA BELLOT, J.: Retazos de la histo ria de un peridico pueblerino: IDELLA (n32-1985); BUSQUIER G.: REBELIN (Memorias) (n31-1985), POVEDA, C. El Cro 27 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA nista. Pascual Snchez, un trabajador de la cultura (n31-1985); SNCHEZ, M. S. ALBOR (1933-1935) (n31-1985); SALI NAS SALINAS, C.: PROA (n33-1986). En 1985 la Mayordoma de los Patronos saca a la luz Fiestas Mayores donde se siguen publicando, junto a colaboraciones litera rias, algunos artculos de investigacin histrica. A.M. POVEDA NAVARRO: Imgenes y religin de los iberos habitantes de Elda hace 2.000 aos (septiembre 1985), Copn litrgico del siglo XVIII (septiembre 1987); J. SAMPER ALCZAR: De Ilo a Elda: contribucin al estudio de los nombres de Elda (septiembre 1989), Estudio aproximativo a los estatutos y ordenaciones de Elda en el siglo XVIII y Sellos de los seores jurisdiccionales de Elda (sep tiembre 1990). La Sociedad Cultural El Serfico funda en 1987 la revista Ade llum, de la que solamente vieron la luz dos nmeros, los correspon dientes a 1987 y 1988. En este ltimo publica A.M. POVEDA NAVARRO su artculo La Sede Episcopal Visigoda de Elo (Elda, Alicante). En 1991 el Museo Arqueolgico Municipal de Elda publica Ale bus. Cuadernos de estudios histricos de Elda y Valles del Vinalop, con la intencin, segn su director ANTONIO M. POVEDA, (...) de intentar servir de difusora de toda investigacin cientfica genuina de las gentes y tierras del Vinalop, que desee o necesite ser expuesta en su propio medio. En el nmero 1 los artculos referentes al valle de Elda los firman F.F. TORDERA GUARINOS: Boles helensticos en relieve en el poblado de El Monastil; A. ESPINOSA RUIZ: El yacimiento ibrico de El Mirador de la Sierra del Caballo (Petrer, Ali cante): las cermicas; A.M. POVEDA NAVARRO: Transforma cin y romanizacin del hbitat ibrico contestano de las cuencas 28 1. INTRODUCCIN Alta y Media del Vinalop (provincia de Alicante). Del final de la Repblica al Alto Imperio. En el nmero 2-3, 1992/1993 publican B. CLOQUELL RODRIGO: Piezas dentarias ibricas del Vinalop Medio; F.F. TORDERA GUARINOS: La cermica griega de El Monastil, (Elda, Alicante); A.M. POVEDA NAVARRO: La estruc tura territorial en el Valle Medio del Vinalop durante los ss. V -VII; J. SAMPER ALCZAR: Variaciones en el seoro jurisdiccional de la villa de Elda despus de la guerra de Sucesin; T.V. PREZ MEDINA: Intervencionismo condal y estatal en la administracin de una villa seorial valenciana (Petrer, s. XVII); J. RICO GIM NEZ: Municipio e Inquisicin versus Ilustracin. (La postura de Sempere y Guarinos); E MATALLANA HERVS: El fondo Sem pere y Guarinos de la Real Academia de la Historia. La aportacin de aficionados eldenses a la bibliografa histrica local est representada por J. RODRIGUEZ CAMPILLO: Botn, algo sobre su historia antigua y contempornea (Alborada XXVII 1981), Aportaciones para la historia de los montes La Torreta Monastil(A/borada XXVIII -1982), Sector eldense con profusin de asentamientos arqueolgicos (Alborada XXIX -1983), Cmo era el abastecimiento de agua en el castillo de Elda (Fiestas Mayo res septiembre 1993); J.A. MART CEBRIN: La Terraza del Pan tano (Alborada XXVII- 1981), El Pen del Trinitario (Alborada XXVIII -1982), La edad del Bronce en El Monastil (Alborada XXIX -1983), La ermita de Las Caadas (Alborada 30-1984), La ermita del Chorrillo (Fiestas Mayores 1990), La ermita de Santa Brbara (Fiestas Mayores septiembre 1993). Durante los aos 50 un grupo de amigos aficionados a la arqueo loga haban reunido en el desvn de una casa de la antigua calle del Trinquete, en el barrio de San Antn, un pequeo museo con piezas recogidas sobre todo en El Monastil. Ya constituidos como Seccin de Arqueologa del Centro Excursionista Eldense centraron su activi 29 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA dad sobre el yacimiento de El Monastil donde consiguieron dejar al descubierto gran parte del poblado. Elaboraron informes con dibujos, croquis, planos, caractersticas. etc. Hicieron fotografas, restaura ron piezas, etc. y con todos los materiales montaron varias exposi ciones arqueolgicas, publicaron algunos escritos y con el asesora miento de Enrique Llobregat, director del Museo Arqueolgico Pro vincial de Alicante, confeccionaron la Carta Arqueolgica de Elda que fue publicada en 1972 en Archivo de Prehistoria Levantina y edi tada en 1973 como separata por el Ayuntamiento eldense. Estuvieron al frente de la Seccin en diferentes pocas ANTONIO MARTNEZ MENDIOLA, VICENTE SANZ VICEDO y JUAN RODRGUEZ CAMPILLO. Su coleccin fue la base del Museo Arqueolgico Municipal de Elda creado en 1983. Adems de los trabajos citados, que aparecen en revistas cient ficas y divulgativas, se han escrito varias obras singulares sobre his toria eldense: SNCHEZ RECIO, G.: Transcripcin e introduccin de la Carta de Poblacin del Seoro de Elda. (1611-1612). Elda 1979. En 1981 aparece la obra de ALBERTO NAVARRO PASTOR Historia de Elda en tres volmenes, aunque segn sus propias pala bras comenz a mecanografiarla en 1976 despus de haber comen zado la recogida de datos en 1950. El autor la califica de localista, de ser una historia para eldenses, justificando as la inclusin de nume rosos hechos y referencias de andar por casa. Tambin es conscien te de la falta de profundidad en determinados apartados debido a la urgencia en darle una forma definitiva despus de tantos arios. Con todo, es el primer material de referencia de que disponemos para una visin de conjunto. FILLOL MARTNEZ, V.: Elda hace cien aos. 1884. Elda 1985. POVEDA NAVARRO, A.M.: El poblado ibero -romano de El Monastil. Elda 1988. 30 1. INTRODUCCION CABEZUELO PLIEGO, J.V.: Documentos para la historia del valle de Elda. 1357-1370. Elda 1991. VALERO ESCANDELL, J.R., NAVARRO PASTOR, A., MARTNEZ NAVARRO, F., Y AMAT AMER, J.M.: Elda, 1832 1980. Industria del calzado y transformacin social. Elda 1992. 31 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS o La presencia de la Cultura del Bronce Valenciano en el valle de Elda est atestiguada en los asentamientos conocidos como El Pen del Trinitario (1), El Monastil (2) y el Pont de la Jaud (3). 2.1. Neoltico y Calcoltico Aunque sabemos que, de momento, el poblamiento en tierras valencianas comenz en el Paleoltico Medio (en torno al 40.000 a.C.), la prehistoria eldense comienza para nosotros con los vestigios humanos correspondientes al perodo Neoltico, del que reciente mente se ha encontrado al norte del Pantano un hacha de piedra y un fragmento de cuenco cermico, y en la zona de Camara unas intere santes pinturas rupestres . 1. Comunicacin oral que debo a Antonio M. Poveda, director del Museo Arqueolgico de Elda 33 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA En el III milenio a.C. se fechan los primeros objetos metlicos hallados en la provincia de Alicante. Curiosamente se observa un gran auge del utillaje ltico, cuya talla adquiere una extraordinaria calidad. Esta primera etapa de la Edad de los Metales es conocida como Eneoltico o Calcoltico, caracterizada por el uso indistinto de tiles de cobre (latn (lemas. griego khalkos) y de piedra (lithos). Sin embargo, lo que define este perodo son profundas transformaciones socioeconmicas, como la generalizacin del hbitat al aire libre y la introduccin de nuevos tipos de enterramientos. Se generaliza el hbitat al aire libre, pero mientras que en otras reas se presenta en forma de poblados fortificados o levantados en lugares de difcil acceso, en el rea valenciana (Alicante, Elda) lo normal son poblados establecidos en llanos y sin defensas naturales, compuestos por caba as circulares u ovales construidas sobre zcalos de piedra y cubier tas con cpulas de caas y ramas. A este perodo corresponden los enterramientos mltiples en grandes tumbas que se conocen como sepulcros megalticos. Pero tambin el rea valenciana presenta en esto caractersticas propias: no hay construcciones megalticas y se utiliza la cueva como lugar de enterramientos colectivos. La cermi ca es de peor calidad que la del Neoltico, prcticamente sin decora cin, predominando las formas semiesfricas y presentando como elementos sustentorios unas protuberancias llamadas mamelones, o las asas de lengeta horizontales. Ya hemos dicho que la industria ltica presenta un extraordinario desarrollo y calidad, destacando las puntas de flecha y las grandes lminas de slex usadas corno cuchi llos, as como la utilizacin de trozos de slex como dientes de hoces. El cobre, cuya paulatina introduccin da nombre al perodo, es ms bien escaso, presentndose generalmente en forma de punzones de seccin cuadrada. El Calcoltico en nuestras tierras es fundamental mente agrcola, aunque no se abandonan otras actividades como la recoleccin de frutos o la caza. El desarrollo agrcola necesit tierras para su explotacin, lo que oblig al abandono de las cuevas como 34 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS La Casa Color, paraje que da nombre al yacimiento situado en el sur de la Torreta, donde se han encontrado restos datados entre los aos 2500-2000 a.C. lugar de habitacin y su traslado al llano. Son conocidos los cultivos de trigo, cebada, centeno, habas, mijo, lentejas y otras leguminosas. Tambin hay testimonios del aprovechamiento del esparto para la fabricacin de cestas, calzado, cuerdas, esteras, etc. La preparacin del terreno para el cultivo se haca desbrozando los rastrojos y mato rrales por el sencillo procedimiento de quemarlos. El terreno se pre paraba con azuelas de piedra y la siembra se efectuaba colocando el grano en agujeros hechos en el suelo con un palo. Para la recoleccin se servan de hachas de piedra y la molienda se realizaba en molinos de piedra barquiformes. Todas las caractersticas descritas se encuentran en el asenta miento calcolftico eldense de La Casa Color, paraje que da nombre al yacimiento situado en el sur de la Torreta, donde se han encontra do restos datados entre los aos 2500-2000 a.C. Consiste este yaci miento en una pequea cueva funeraria con un enterramiento mlti ple de tres individuos y su ajuar funerario compuesto de dos hachas de piedra pulimentada, algunos fragmentos de cermica hecha a mano, varias puntas de fl echa de slex, un punzn de hueso y dos de cobre. 35 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA El asentamiento representativo en tierras eldenses de esta etapa es el conocido como La Terraza del Pantano. Entre el 2000 y el 1800 a.C. se producen en el rea valenciana unas transformaciones culturales acompaadas por el progresivo abandono del llano como hbitat y la sustitucin del enterramiento mltiple por el individual. Hay un aumento del nmero de objetos metlicos, no slo punzones sino adems objetos de adorno y pua les cuyo tipo caracterstico es el llamado de lengeta. Tambin se inicia la metalurgia de la plata. Este perodo es conocido como Hori zonte campaniforme de transicin, en el que si bien es rara la cer mica propiamente campaniforme, s existe la de tipo semiesfrico con decoracin campaniforme. El asentamiento representativo en tierras eldenses de esta etapa es el conocido como La Terraza del Pantano, situado en el paraje deno minado El Pantano, en la margen derecha del ro Vinalop y al pie de una loma que dista unos 50 metros de la presa. El lugar es abrigado y por entonces deba proporcionar abundante caza y pesca. En el yacimiento conocido como La Cueva del Hacha se encontraron res tos de un enterramiento con tres crneos, dos hachas de piedra negra pulimentada, fragmentos de cermica con decoracin campanifor 36 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS me, microlitos de slex y dos punzones de cobre. Tambin de este momento se han recogido cermicas semejantes en El Monastil. 2.2. Edad del Bronce Entre 1800-700 a.C. (II milenio) se desarrolla una fase cultural conocida como Edad del Bronce cuyo representante ms cualificado es la llamada Cultura de El Argar, desarrollada en el Sureste espaol entre la provincia de Granada y el sur de la provincia de Alicante. Paralelamente se desarrolla otra cultura en un rea geogrfica coinci dente con la Comunidad Valenciana y que recibe el nombre de Bron ce Valenciano, cuya carencia de yacimientos metalferos la hace depender de la anterior. Las influencias argricas le llegan a travs de asentamientos en la Vega Baja y el valle del Vinalop, por donde se establecen las relaciones de intercambio y que adems debieron influir en el abandono del llano iniciado durante el Horizonte Campaniforme de Transicin. Caractersticas generales de este perodo son el desa rrollo de la metalurgia del bronce, un hbitat al aire libre en poblados situados en lugares elevados y de difcil acceso y los enterramientos individuales. El hbitat se sita en poblados de altura, con fcil defen sa y casi siempre con murallas. El cambio de hbitat con respecto al perodo anterior parece ser que vino dado por la bsqueda y dominio de yacimientos metalferos, lo que estructur unas sociedades ms belicosas. Se generaliza el enterramiento individual o como mximo de tres individuos. Pero mientras que en El Argar los cadveres se inhuman en grandes urnas en forma de caja (cistas) y en el interior del poblado, en el Bronce Valenciano se sitan en el exterior aprove chando las grietas o covachas de los cerros prximos. En el Bronce Valenciano el utillaje metlico es poco importante en comparacin con el argrico, sin duda debido a la ausencia de minas en la zona. Los poblados alicantinos son los que ms objetos presentan debido a sus contactos a travs del Segura y del Vinalop. 37 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Son caractersticos los puales de remache y los punzones de seccin cuadrada. Aunque la industria ltica est en franca regresin en can tidad y calidad tcnica es precisamente un objeto de slex, el diente de hoz, el ms representativo (fsil director) del Bronce Valenciano. Su proliferacin va ligada al desarrollo cerealstico, del que informan la abundancia de tiles como los molinos barquiformes, los morteros. las hachas y azuelas y dems objetos relacionados con la actividad agrcola. La cermica es en general de mala calidad, hecha a mano, de tonos negro -grises o castaos, con superficies poco cuidadas, for mas globulares con o sin cuello y, a veces, con elementos sustentorios sencillos, como mamelones o asas verticales en el borde del cuello. La decoracin excisa y de boquique (punto y raya) se presenta en la fase final (Bronce Tardo, 1300-1000 a.C.). La abundancia y mejora de las herramientas y tiles relacionados con la agricultura informan de un gran desarrollo agrcola, principal mente cerealista. La cabaa ganadera presenta las mismas especies que en el Calcoltico, encontrndose tambin como parte del consumo humano el jabal y el ciervo. Las actividades textiles estn constatadas por las pesas de telar hechas con barro cocido. Adems se usa con pro fusin el esparto para el cordaje, la cestera, el calzado y la ropa. 2.3. Bronce valenciano La presencia de la Cultura del Bronce Valenciano en el valle de Elda est atestiguada en los asentamientos conocidos como El Pen del Trinitario, El Monastil y el Pont de la Jaud. 2.3.1. El Pen del Trinitario Es un peasco denominado as por Antonio Sempere en los aos treinta, porque deca que visto desde un ngulo determinado le recor daba la figura de un monje. 38 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS Se encuentra situado en la cara sur del monte Boln, tiene unos cincuenta metros de altura por unos noventa de extensin, est pro tegido en su cara norte por el propio Boln y totalmente descubierto por Levante y Poniente. En su cima hay una notable cantidad de cuevas y refugios naturales as como una especie de terraza de unos 25 metros cuadrados aproximadamente, para llegar a la cual hay que cruzar por una cornisa bastantes peligrosa, por lo que el lugar ofrece una buena defensa en caso de agresin exterior. En l se ha encon trado una gran cantidad de material cermico y tres enterramientos. Uno corresponde a un nio con su ajuar formado por un vaso calici forme de cermica, un mazo de piedra pulimentada, varias conchas marinas y un punzn de hueso decorado. Otro es un enterramiento mltiple en paquete, es decir, envuelto en tejido. Corresponde a dos mujeres con su ajuar: dos collares de conchas, dos anillos de bronce, restos de tejido, caracoles, las vrtebras de un pez y frutos secos. El tercer enterramiento es el de un nio pequeo que descansa sobre una estera de esparto y que fue cubierto con un lienzo y ramitas. Hay tam bin algunos frutos secos. 2.3.2. El Monastil Est situado en el extremo oriental de la sierra de La Torreta. Es un paraje rodeado por tres de sus lados por el meandro del ro Vinalop. En la cumbre se encuentran los restos de un poblado ibrico del que se hablar en su momento. Procedentes de la poca del Bronce Valencia no hay pocos restos: trozos de cermica, objetos de adorno, dientes de hoz de slex, puntas de flecha y molinos de piedra barquiformes. 2.3.3. El Pont de la Jaud Es un cerro alargado situado en la margen izquierda del ro Vina lop, entre el trmino municipal de Monvar y el de Elda. La ladera 39 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA noroeste es muy pendiente, escarpada y de difcil acceso. La ladera opuesta presenta una subida ms fcil. En la cima existen tres crestas escalonadas separadas por pequeos collados en los que se situaba el poblado que se extenda tambin por la ladera sureste. Como proce dentes de la poca del Bronce se pueden citar los restos de una posi ble muralla de piedra y barro as como muros de viviendas. Se han encontrado varios cuencos cermicos, cinco dientes de hoz, diversos tiles de slex y molinos barquiformes, algunos objetos de adorno como cuentas de collar de piedra verde y un fragmento de punzn de bronce. 2.4. El mundo ibrico Las fuentes griegas utilizan el nombre de iberos para designar a los habitantes de la zona mediterrnea comprendida entre Catalua y Murcia. En algunas ocasiones se utiliz para designar a todos los pobladores de la Pennsula que, por extensin, fue denominada IBE RIA. En contra de lo que se crea hace algn tiempo los iberos no eran ningn pueblo invasor establecido en la Pennsula. Eran las mismas gentes que habitaban en la Edad del Bronce, y que gracias a contac tos con culturas forneas ms desarrolladas prosperaron y llegaron a crear algo nuevo y autctono. A partir del siglo V a.C. se pueden con siderar constituidos los elementos bsicos de su cultura: utilizacin del hierro para la fabricacin del utillaje agrcola y del armamento, cermica ms perfecta gracias al uso del tomo y con una rica deco racin, ritos funerarios basados en la incineracin, creacin y uso de un sistema de escritura, introduccin de la moneda, proliferacin de los intercambios comerciales, uso de la escultura y pintura, etc. El mundo ibrico dur solamente cinco siglos, recibiendo la influencia de fenicios, griegos, cartagineses y romanos. La llegada de estos ltimos en el 218 a.C. no alter su forma de vida hasta finales del perodo republicano en que se produjeron cambios sensibles que ini 40 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS ciaron el proceso de romanizacin, es decir, la prdida de la propia identidad en beneficio de la aceptacin de los valores del mundo romano. 2.4.1. Localizacin geogrfica El pueblo ibero se extenda por todo el litoral mediterrneo: Cata lua, una franja de Aragn, toda la Comunidad Valenciana, la regin de Murcia, las provincias de Albacete y oriente de Andaluca. Estaba formado por una serie de unidades tribales o pueblos cuyos lmites territoriales no son exactos. Por lo que respecta a la Comunidad Valenciana la ocupaban los siguientes pueblos: ILERCAVONES: desde el Ebro hasta Sagunto. EDETANOS: desde Sagunto hasta el Jcar. CONTESTANOS: desde el Jcar hasta el Segura. MASTIANOS: desde el Segura hasta los alrededores de Cartagena. El poblado ibrico de El Monastil, cuyo posible topnimo pudie ra haber sido //o, perteneca a la CONTESTANIA. 2.4.2. El poblado de El Monastil Esta comunidad ibrica se desarroll a partir del sustrato huma no de la Edad del Bronce en El Monastil. Su situacin elevada, con el ro rodendola por tres de sus lados, de difcil acceso y fcil defensa, sigue la tnica general de los poblados ibricos, cuyo hbitat adopta la norma de la poca del Bronce, es decir, las anteriormente descritas ms el dominio de un territorio circundante o una va de comunica cin, en este caso el ro Vinalop. La ladera norte es muy escarpada mientras que la sur es ms suave y accesible, por lo que estaba pro tegida por una muralla. Las viviendas estn adaptadas a la estructu ra del terreno y alineadas unas con otras. Las del norte son ms 41 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA El Monas ti!. Su situacin elevada, con el ro rodendola por tres de sus lados, de difcil acceso y fcil defensa, sigue la tnica general de los poblados ibricos, cuyo hbitat adopta la norma de la poca del Bronce pequeas que las del este. Oscilan entre los 6 y los 30 metros cua drados y clculos aproximados dan un nmero en torno a 170 habi tantes para la parte alta. Con el posterior aumento de poblacin el hbitat se ampli a la llanura que se extiende por su falda sur. La economa segua siendo fundamentalmente agrcola, aunque con relacin a la de la poca del Bronce el cambio cualitativo fue enorme. Se modificaron los sistemas de cultivo, se introdujeron nue vas especies, se roturaron nuevas tierras y se incorporaron algunas novedades tcnicas, todo ello procedente del Mediterrneo Orien tal. El motor del cambio fue el hierro, cuyo uso generalizado posibi lit la fabricacin de nuevas herramientas (arado con reja de hierro) que aumentaron la productividad del suelo, creando excedentes que permitieron la dedicacin a otras actividades como la artesana. La perfeccin alcanzada en la metalurgia del hierro viene demostrada por la pervivencia hasta nuestros das de herramientas agrcolas exacta mente iguales a las usadas por los iberos. A juzgar por la poca canti dad de restos de hierro encontrados, de escorias de fundicin y de pequeos crisoles, la actividad metalrgica debi de ser pequea en El Monastil. Se han encontrado algunas espadas, cuchillos, lanzas y 42 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS tiles de uso cotidiano. El cultivo bsico segua siendo el cereal pani ficable, trigo y cebada, aunque tambin se utilizaba la bellota para el suministro de harina. Se cultivaban ajos, cebollas, habas, vid, higuera y palmera datilera. La textil era una actividad importante en El Monas til a juzgar por la multitud de fusayolas que indican la existencia de varios telares. Como materia prima de uso corriente contaban con la lana y como material de calidad el lino. El esparto se trabaj con pro fusin gracias a la abundancia de esta planta que se extenda por una amplia zona que llegaba hasta Cartagena. Se utilizaba para la fabrica cin de cestas, cuerdas, calzado, etc. La ganadera era un complemen to de la agricultura. Los bueyes eran utilizados para tiro y arrastre en las labores agrcolas. Los rebaos formados por ovejas, cabras y cerdos proporcionaban carne, lana, leche, queso, etc. La caza era una actividad importante en la sociedad ibrica, practicada tanto como complemen to alimenticio como sustitutivo de la guerra. El caballo era tenido como animal privilegiado. Se usaba como montura en la caza y en la guerra, y era objeto de representacin en cermicas y monedas. Animales cuya existencia est documentada tanto por los restos encontrados como por las fuentes escritas eran el jabal, la liebre y el conejo, cuya abun dancia hizo que los fenicios denominaran a nuestras costas I-SHEP HAN-IM (costa de los conejos), de donde proviene el nombre de HIS PANIA dado por los romanos. La cermica constituye una de las mani festaciones mejor conocidas del arte ibrico, en especial la decorada. Alcanza una gran perfeccin tanto tcnica como artstica, presentando una gran diversidad de formas y tamaos, aunque con el tiempo tiende a la reduccin. Atendiendo a la calidad de los objetos podemos distin guir en la cermica ibrica dos categoras: la dedicada al uso cotidiano llamada de cocina, como platos, cuencos, grandes vasijas destinadas al transporte, etc. y otra de carcter ornamental, de excepcional calidad en su factura y en su decoracin. Esta ltima puede ser clasificada en cuatro grandes grupos segn sus estilos decorativos: - Estilo GEO MTRICO. Se presenta a partir del siglo V a.C. hasta final de la 43 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Exste una peculiaridad en la cermica de El Monastil: la utilizacin de elementos antropomrficos y fauna de pequeo tamao que no se da en ningn otro lugar. poca. Su temtica general son las bandas o lneas paralelas horizon tales y crculos concntricos. - Estilo FLORAL o de representaciones vegetales. Se presenta a partir del siglo III a.C. Combina la temtica anterior con motivos vegetales, como guirnaldas, zarcillos, hojas, etc. - Estilo NARRATIVO tambin llamado Oliva-Liria. Datado entre el 200 y el 75 a.C. Sus temas ornamentales son escenas de caza, guerra, fiestas, etc, con participacin de la figura humana. Estilo SIMBLICO o Elche-Archena, cuyas representaciones se relacio nan con un mundo irreal y fantstico. Son caractersticas las guilas con alas explayadas, carniceros y series horizontales de SSSS. Este estilo es contemporneo del anterior pero continu hasta el cambio de Era. Tanto en el poblado como en sus laderas se han encontrado con siderables cantidades de cermica con diversa decoracin, desde grandes nforas hasta platos, desde el estilo geomtrico hasta el sim blico. La ms interesante es la decorada clasificable dentro del esti lo simblico. Pero existe una peculiaridad en la cermica de El Monastil: la utilizacin de elementos antropomrficos y fauna de pequeo tamao que no se da en ningn otro lugar, lo que ha hecho pensar a la arqueloga sueca Solveig Nordstrn en un taller alfarero 44 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS donde trabajaba un personaje singular que introdujo su propio estilo. Lo llama El Maestro de El Monastil y lo sita cronolgicamente entre la segunda mitad del siglo I a.C. y la segunda del siglo I d.C. Tanto los excedentes agrcolas como la metalurgia y la cermica eran objeto de un intenso comercio, ratificado por la importante cir culacin de monedas ibricas, griegas, pnicas y romanas, proce dentes de varias cecas y halladas en El Monastil, que atestiguan un importante contacto comercial con ciudades mediterrneas. La lengua ibrica es todava un misterio. Se conocen los sonidos de sus signos, por lo que pueden leerse las inscripciones, pero su traduccin, excepto algunas palabras, resulta hoy imposible. El sis tema de escritura ibrica es mixto, en parte silbico y en parte alfa btico. Se utilizaba tanto como escritura artstica como comercial, es decir, para llevar contabilidades, elaborar contratos, etc. El Monastil ofrece pocas evidencias de su uso: algunas inscripciones en bronce y cermica relacionadas con algn sistema de medidas. En virtud del proceso de romanizacin llevado a cabo a partir de la llegada de los romanos en el 218 a.C., la lengua ibrica fue entrando en un proceso de sustitucin por el latn que condujo a su total desaparicin. El rito funerario ibrico no se puede considerar como enterra miento ya que practicaban la incineracin. Como esquema general se llevaba a cabo en un lugar denominado en latn ustrinum, donde el cadver era quemado provisto de su mejor vestuario. Las cenizas eran introducidas en una urna junto con su ajuar y luego se enterraba en un agujero hecho en el suelo no lejos de enterramientos anteriores. Todava no se ha hallado la necrpolis ibrica de El Monastil, pero el hallazgo de los restos de tres monumentos funerarios importantes: dos relieves, una voluta perteneciente a la plataforma de una colum na, y sobre todo, una sirena ibrica de estilo griego, hacen pensar en la existencia de una importante necrpolis. A juzgar por su intensa produccin cermica propia, alta circu lacin monetaria, intenso comercio y excelente situacin estratgica, 45 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA El hallazgo de los restos de tres monumentos funerarios importantes: dos relieves, una voluta perteneciente a la plataforma de una columna, y sobre todo, una sirena ibrica de estilo griego, hacen pensar en la existencia de una importante necrpolis. debi tratarse de una ciudad importante que realiz algunos asenta mientos satlites en lugares estratgicos para el aprovechamiento econmico y el control de la ruta del Vinalop. Son los de El Sambo, Camara y El Mirador, este ltimo con vestigios nicamente de los siglos IV y III a.C. 2.5. Romanizacin y cristianismo Tras conquistar Hispania en el ario 197 a.C., Roma la dividi en dos provincias, la Ulterior, ms alejada de Roma y la Citerior, ms cercana y a la que perteneca la Contestania, con el valle del Vina lop y el poblado ibrico de El Monastil. Con Augusto se llev a cabo una nueva divisin: Ulterior Baetica, Ulterior Lusitania y Citerior Tarraconensis, a su vez subdivididas en beneficio de la efi cacia jurdica en conventos jurdicos o distritos judiciales. La provincia Tarraconensis fue dividida en siete conventos, a uno de los cuales, Carthaginensis con sede en Carthago Nova (tambin lla mada Carthago Spartaria) perteneca la ciudad ibero -romana de Elo. Con Diocleciano, a finales del catico siglo III, se produjo una 46 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS nueva reestructuracin, por la que Hispania pas a ser una dicesis dependiente de la Prefectura de las Galias con sede en Lyon y que aglutinaba a siete provincias, a una de las cuales, Carthaginensis, perteneci la ciudad de Elo hasta las invasiones germnicas del siglo V. En poca de Augusto la Contestania ya estaba romanizada. Jue gan un importante papel en este proceso la Va Augusta y el camino fluvial que sigue el curso del Vinalop, vas de comunicacin que ser van para enlazar tres focos de irradiacin cultural: - Dianium (Denia) en la costa norte. - //ici (Alcudia de Elche) con su Portus Ilicitanus (Santa Pola) y Lucentum (Tossal de Manises de Alicante) en la costa este. - Carthago Spartaria (Cartagena), centro de una importante zona minera y comercial en el sur. En el valle de Elda coexistan poblados en altura como El Monas til, Camara, el Sambo y Castellarets, con algunos asentamientos en el llano como la Casa Color y las Agualejas, cuyo emplazamiento obedeca a una razn de explotacin agrcola y de facilidad de comu nicacin a travs del ro. El contacto entre iberos y romanos provoc en los primeros la imitacin de la forma de vivir, modos y costumbres de los segundos, al mismo tiempo que la lengua ibrica fue retroce diendo en beneficio del latn. La ciudad de Elo fue prontamente romanizada, alcanzando una cierta relevancia. Su poca de mximo esplendor corresponde a fmales del siglo 1 -principios del siglo II d.C., perodo durante el cual desarro ll una intensa actividad comercial con Italia y sur de Francia. Duran te esta poca la poblacin ocupaba tambin la pequea planicie exis tente en la ladera sur, donde se desarrollaron labores artesanales o industriales como los telares, fundiciones, alfares, etc. que no tenan cabida en el limitado espacio fsico de la parte alta de la ciudad. Los alfares producan grandes cantidades de objetos de cermica corriente, 47 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA En el siglo IV se produjo una reactivacin en la vida econmica y el valle recupero su actividad comercial establecindose relaciones con el sur de Francia y el norte de frica, zonas de las que procede la cermica de Terra Sigillata clara de esta poca tanto para uso cotidiano en los hogares como para servir de contene dores a la produccin de vino, cereales, aceite, etc., de las villae. Otra importante actividad artesana fue la manipulacin del esparto, planta muy abundante en toda la zona y que daba nombre a un terri torio conocido como Campus Spartarius cuyo ncleo poblacional ms importante era la ciudad de Carthago Spartaria (Cartagena), gran consumidora de capazos y cuerdas para su industria minera y para los barcos. Entre el 27 a.C. y el 37 d.C. (pocas de Augusto y Tiberio), la ciudad de Elo presentaba un alto nivel econmico y comercial que fue decayendo paulatinamente a partir del 41 d.C. (poca de Claudio) hasta la primera mitad del siglo III, durante el cual, y como consecuencia de la profunda crisis que afect al Impe rio, la poblacin se repleg dentro de las murallas o emigr a las villae. El comercio se paraliz y la economa se redujo a niveles de subsistencia. En el siglo IV se produjo una reactivacin en la vida econmica y el valle recuper su actividad comercial establecindo se relaciones con el sur de Francia y el norte de frica, zonas de las que procede la cermica de Terra Sigillata clara de esta poca. 48 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS El otro tipo de asentamiento lo constituyen las villae, ncleos rurales de explotacin agropecuaria situados en las mrgenes del ro, cuyo establecimiento fue patrocinado por los romanos desde el siglo I d.C. obedeciendo a su poltica de aprovechamiento de recursos y cuya existencia nos habla de una zona agrcola importante. Estas villae del territorio de Elo prolongan su actividad hasta el siglo V d.C., correspondiendo su mayor o menor grado de esplendor con el de Elo. Eran fincas perfectamente acondicionadas, llegando en momentos de intensa actividad econmica, como en el siglo IV d.C., a disponer de elementos suntuarios tales como pavimentos decorados con mosaicos, objetos de cristal y de lujo, a disfrutar de termas e incluso haba alguna que contaba con mausoleo propio. En torno a la casa los esclavos y colonos se encargaban de trabajar la tierra cuyos productos eran la base de la riqueza de los amos. La explotacin era de base ganadera y agricultura de secano pero con importantes zonas de regado. La produccin agrcola se centraba en la tpica triloga mediterrnea: cereales, vid y olivo. Estn localizadas en Arco Sem pere, Agualejas, sur de El Monastil, Puente y La Casa Color. Las relaciones comerciales se canalizaban a travs de la ciudad de Elo, que reciba los productos de las villae, les suministraba los objetos manufacturados y adems serva de enlace con el Portus Ilicitanus a travs de la ruta fl uvial que segua el curso del Vinalop. La intensa actividad comercial desarrollada por Elo y las villae de su rea de influencia queda reflejada por el uso de vajillas de terra sigillata. Esta cermica romana fabricada en varias partes del Impe rio constitua la vajilla de lujo de las familias ricas o de buena posi cin, pues eran las nicas que podan permitirse el importar un pro ducto tan caro. Este tipo de cermica se ha encontrado con gran pro fusin tanto en El Monastil (Elo) como en las villae, procedente de Italia, sur de Francia, Espaa y norte de frica y datada en diferentes siglos, lo que indica la perdurabilidad del comercio entre el valle y el Imperio. 49 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA El cristianismo debi formar una comunidad cuya existencia est probada por los restos arqueolgicos con simbologa cristiana como el fragmento de la tapa de un sarcfago de mrmol. En el siglo IV el valle de Elda se hallaba plenamente habitado tanto en altura como en llanura. La facilidad para las comunicaciones y la intensa actividad del territorio permiti la introduccin del cris tianismo, que debi formar una comunidad cuya existencia est pro bada por los restos arqueolgicos con simbologa cristiana encontra dos en la ciudad y en las villae, como son las lucernas, cermicas y vasijas de mesa, todo ello con decoracin cristiana, el fragmento de la tapa de un sarcfago de mrmol con escenas del ciclo de Jons y lo que podra ser una rstica capilla rural o martyrium. La pujanza eco nmica del lugar est demostrada tanto por la cantidad y procedencia de materiales importados como por la existencia de alguna fortuna de consideracin, como la de quien se pudo permitir el lujo de adquirir y trasladar un sarcfago de mrmol con relieves desde la misma Roma. Todo ello permiti la creacin de una comunidad cristiana lo suficientemente estructurada y organizada como para contar con un templo dedicado al culto y que posteriormente podra haber llegado a convertirse en una baslica visigoda. An as, el cristianismo no lleg a calar en la masa rural hispana, ya que incluso a fines del siglo VII los concilios seguan amenazan 50 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS do con severas penas a los que diesen culto a los dolos, refirindose siempre a gentes del campo, lo que es indicio para pensar que el fenmeno cristiano no pas de los lmites de las ciudades o algunas pequeas comunidades en torno a algn rico hispanorromano. 2.6. El final del mundo antiguo y la sede episcopal El asentamiento visigodo en Hispania, concretamente en la pro vincia Tarraconense, se hizo en virtud de un pacto (foedus) en el ao 418 entre el Imperio y un grupo de visigodos que actuaban con base en Toulouse (Galia). El Imperio cubra as dos objetivos: reducir las invasiones de los otros pueblos germnicos y alentar el estableci miento de poblacin aliada en la Pennsula. Establecidos definitivamente en Hispania, la ciudad iberorroma na de Elo pas a depender de los visigodos en el siglo VI, momento en el que la poblacin abandona el recinto urbano de altura, que qued restringido a la baslica, y pasa a ocupar la parte baja al pie del monte. A lo largo del siglo las vi/loe del llano tambin se fueron despoblando en beneficio de la ciudad, donde la poblacin se con centr hasta el siglo VIII. Esta potenciacin de Elo responda a la importancia que tena la ciudad dentro del sistema militar visigodo que le asign una funcin defensiva en la lnea fronteriza con los bizantinos. Dependan de ella una serie de puestos avanzados, como El Sambo y Els Castellarets visibles desde El Monastil y que con trolaban respectivamente el acceso directo a Elo desde las posiciones bizantinas de //ici (Alcudia de Elche) a lo largo del Vinalop y desde Lucentuni (Alicante) a travs de Agost. La ciudad de Elo ejerca su influencia sobre un territorio en el que permanecan algunos peque os ncleos rurales en el llano situados en torno a las Agualejas, Puente, Arco Sempere y Casa Color, cuya economa se basaba en la explotacin agropecuaria y de autoconsumo. 51 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La presencia en El Monastil de objetos de medida oficiales, lla mados ponderales, que solan guardarse en el interior del templo principal de una poblacin, demuestra la presencia de una organiza cin administrativa local representante del Estado para controlar el comercio existente y asegurarse el cobro de impuestos. La impor tancia econmica, la situacin geoestratgica y la existencia de una comunidad cristiana bastante estructurada y organizada pudieron ser los motivos por los que Toledo aconsej la creacin en Elo de una sede episcopal en momentos en los que necesitaba consolidarse en la zona del sureste. Modernas investigaciones apuntan a que dicha sede se encontraba en El Monastil. Los obispos eran necesarios dentro de la estructura poltica de la monarqua visigtica para su proyecto de centralizacin y reorgani zacin del Estado as como para legitimar su derecho al trono. El con cilio del ario 589 les otorgaba atribuciones de vigilancia y control sobre las autoridades civiles y con jurisdiccin sobre un territorium, demarcacin inferior a la provincia y centrado en un ncleo urbano sede de un obispado. Adems de su labor religiosa ejercan como defensor civitatis, representantes del pueblo ante el rey y como tales actuaban en los concilios donde se establecan las normas y cdigos legales destinados a informar de los derechos y deberes del pueblo. Al caer parte del territorio en manos bizantinas, quedaron en su poder un nmero importante de sedes episcopales, entre ellas la de //ici y la metropolitana de Cartago Nova. La monarqua visigoda traslad la capitalidad de la Iglesia de Cartago Nova a Toledo, lo que equivala a reafirmar sus derechos sobre todo el territorio y a consi derar por tanto la presencia bizantina como ilegtima. As que los visigodos encabezados por Leovigildo, en su progresivo avance hacia territorios bizantinos, trataron de colocar sus dominios bajo la juris diccin de la sede toledana, por lo que, para sustituir a los obispados que se encontraban en poder bizantino y administrar sus territorios, Toledo cre las sedes de Begastrum y Elo, con lo que complet el 52 2. LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS nmero de obispos bajo su jurisdiccin. La de Elo fue creada hacia el ario 590/600. En el Snodo de Gundemaro del ario 610, convocado precisa mente para reafirmar la poltica antibizantina, el ltimo en fi rmar las actas como obispo ms moderno fue Sanable, de la sede elotana. Desde el 631 en que los bizantinos abandonaron //ici, las sedes ilici tana y elotana coexistieron independientemente hasta que en el VII concilio, en el ario 646, el obispo Ubnibal asume la titularidad de las dos sedes firmando las actas como tal. En el XI concilio del ario 675 el nuevo titular de ambas sedes es Leandro, cuya firma es la que aparece en las actas. Desde ese ario toda referencia a la sede elotana desaparece para siempre. 53 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA BIBLIOGRAFA DEL CAPTULO 2 - AMAT Y SEMPERE, L.: Elda. Su antigedad, su historia.... Ed. fascimil, Elda, 1983. - CARTA ARQUEOLGICA DE ELDA. Seccin de Arqueolo ga del Centro Excursionista Eldense. Separata de Archivo de Prehis toria levantina -XIII-1972. Centro Excursionista Eldense, 1973. - CLOQUELL RODRIGO, B.: Piezas dentarias ibricas del Vinalop Medio. Alebus n2-3, Elda, 1992/93. - DELGADO GARCA, ML.: Representacin de animales en la cermica de El Monastil. Alborada 31, Elda, 1985. - ESPINOSA RUIZ, A.: El yacimiento ibrico de El Mirador de la Sierra del Caballo (Petrer, Alicante): las cermicas. Alebu.s. n1, Elda, 1991. - FLETCHER VALLS, D.: Els lbers. Valencia, 1981. - GARCA Y BELLIDO, A.: Espaa y los espaoles hace dos mil aos, segn la geografa de Strabon. Madrid, 1980. - HERNNDEZ PREZ, M. S.: La Cueva de la Casa Color; un yacimiento indito en el valle medio del Vinalop. (A.U.A.). Lucentum1,5, Alicante, 1982. La metalurgia prehistrica en el valle medio del ro Vinalop (Alicante) (A.U.A.). Lucentum 11,17, Ali cante, 1983. - LLOBREGAT CONESA, E.A.: El origen romano de Elda y El altar paleocristiano de El Monastil. Alborada XXIII, Elda, 1977. 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La estructura territorial en el Valle Medio del Vinalop durante los ss. V -VII. Alebus n2-3, 178 195, Elda, 1993. - RUBIERA DE EPALZA, M.J.: Villena en las calzadas romana y rabe. Alcoy, 1985. - TORDERA GUARINOS, F.F.: Boles helensticos en relieve en el poblado de El Monastil. Alebus n1, 9-33, Elda, 1991. La cer mica griega de El Monastil, (Elda, Alicante). Alebus n2-3, 97-119. Elda, 1993. - UROZ SAEZ, J.: Economa y sociedad en la Contestania Ib rica. (I.E.A.), Alicante, 1981. La poca Ibrica, en H de la pro vincia de Alicante Tu , Murcia, 1985. - VICENTE SIRVENT, I.: Economa prehistrica en Elda segn el registro arqueolgico. Alborada n32, Elda, 1987. - VIGIL, M.: Edad Antigua. Madrid, 1979. 55 3. EL ORIGEN DE LA VILLA 3.1. Dominio musulmn Los musulmanes llegaron a la Pennsula Ibrica en el ario 711. Hasta ese momento el mundo romano permaneca a travs de los pueblos que surgieron en Europa a raz de las invasiones, ya que los germanos, como brbaros romanizados, no queran destruir el impe rio sino asentarse en l. La ruptura se produjo durante el siglo VBI, en que la invasin musulmana dividi el mundo hispanorromano en dos partes: la cristiana y la musulmana. Los musulmanes practican tes en territorio cristiano fueron los llamados mudjares, que a raz de la rendicin de Granada fueron obligados a bautizarse siendo desde entonces conocidos con el nombre de moriscos. 3.1.1. El Pacto de Tudmir Con la invasin musulmana, las ciudades hispanorromanas y visigodas fueron cayendo en su poder con mayor o menor oposi cin. Tudmir o Teodomiro era un noble visigodo con posesiones en tierras de //ici y Oriola, responsable de su administracin y defensa cuando Abd-Al-Aziz (Abdelaziz) lleg al territorio de Oriola. El visi godo se entreg bajo un PACTO firmado en abril del 713 por el que reconoca a Abdelaziz como emir de Al-Andalus y quedaba obligado al pago de un impuesto de capitacin como vasallo cristiano. A cam bio fue confirmado en el gobierno de una provincia o CORA forma da por siete ciudades con sus territorios sobre las que ejerca su auto ridad en nombre del Califa de Damasco. Esta cora de Tudmir, como fue conocida, mantuvo su autonoma hasta principios del siglo IX en que Abd-Al-Rahman la incorpor a Crdoba. Se encontraba situada entre las provincias de Murcia y Alicante y el sur de la de Albacete, 57 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA con el valle de Elda ocupando las tierras de la frontera noreste. Si bien durante algn tiempo se asoci el nombre de una de las siete ciu dades firmantes del Pacto con el de Elda, actualmente est fuera de duda que no lo fue, aunque el ncleo habitado qued incluido en la Cora. 3.1 .2. Asentamiento musulmn Cuando los berberes se rebelaron contra los rabes en el Norte de frica, el califa de Damasco orden la movilizacin de tropas sirias que, una vez en Al-Andalus, terminaron con el conflicto, sin doles permitido el asentamiento en distintos territorios, incluida la Cora de Tudmir. Ahora bien, parece que el valle medio del Vinalop fue una excepcin, ya que la presencia de berberes en el altiplano manchego aconsej la creacin de una tierra de nadie entre ambas comunidades, ocupada por la poblacin hispanovisigoda convertida al Islam (los llamados mulades) y que perdur entre los siglos IX y XI. El valle de Elda pas a formar parte de una lnea fronteriza de for tificaciones que comunicaba Villena con Alicante, siendo El Monas til un punto de enlace. Sabernos que la dinmica de unidad -dispersin -reunificacin que afect a las fronteras taifales tambin afect a las comunidades huma nas del valle medio del Vinalop, que oscilaron entre la pertenencia a las Taifas de Denia y de Murcia hasta su definitiva ubicacin en esta ltima. Durante las llamadas Primeras Taifas (1009-1092) se consta ta la presencia de monedas acuadas en una ceca Aluta que durante algn tiempo fue identificada corno Dota, nombre a su vez interpre tado errneamente como Elda. Hasta el siglo XII no disponemos de fuentes que proporcionen datos referentes a las comunidades del valle; es en ese momento cuando los almohades, en el curso de su retirada de la campaa de Huete en 1 172, levantaron una primitiva fortaleza sobre el cerro que domina el ro y se asentaron en lo que 58 3. EL ORIGEN DE LA VILLA sera ms tarde el casco urbano de Elda: antigua calle La Tripa, Plaza de La Constitucin, fi nal de la calle Dos de Mayo, creando un nuevo ncleo que ser el aglutinante de los dispersos asentamientos rurales (alqueras) localizados en las antiguas villae romanas. 3.1.3. La fortaleza almohade A consecuencia de su derrota militar en la batalla de Huete y ante el peligro cristiano, los almohades fortificaron la frontera del Vinalop con la creacin de nuevas fortalezas con un carcter ms defensivo que de vigilancia, por lo que fueron construidas a ms baja altura y ms prximas entre s. La fortaleza eldense controlaba la ruta del Vinalop a travs del valle y tena el doble objeto de ser vir de fortaleza militar y de proteccin a la poblacin en caso de peligro. Fue el elemento en torno al cual se estructur la comunidad musulmana o aljama, que era la clula fundamental de su organiza _ cin sociopoltica y que tena como base geogrfica el territorio y sus alqueras. El mantenimiento de las tropas de la fortaleza corra por cuenta del poder central y su alcaide era el representante del poder y el encargado de recaudar los tributos. Lo que ms tarde sera la villa de Elda no fue ms que uno de los varios asentamientos musulmanes a lo largo del ro, pero la presencia de la fortaleza le confiri una preponderancia sobre los dems. Posi blemente la futura villa fuese al principio el mismo castillo con su arrabal, lo que explica la denominacin de castrum et villam o la de castiello et villa con que aparece en documentos medievales con cernientes a Ella. Con el paso del tiempo fue el elemento que condi cion el crecimiento urbano de la villa. Se levanta sobre el cerro que se encuentra en la orilla izquierda del Vinalop ocupando la cima y parte de las laderas. Fue evolucio nando desde el siglo XII conforme iba cambiando de propietarios, superponindose edificaciones de distintas pocas y funcionalidad. 59 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA As, la conversin de fortaleza defensiva en residencia temporal de la reina Violante y de los condes de Cocentaina exigi el reacondicio namiento de recinto militar en palaciego, carcter que adquiri defi nitivamente al convertirse en casa solariega de la familia Coloma. A la muralla exterior se le adosaron las estancias interiores situadas en torno a un gran patio de armas, en cuyo centro se encuentra la gran cisterna para el abastecimiento de agua. Las dependencias domsti cas se encuentran en los semistanos y las habitaciones y salones en las plantas superiores. El conjunto de habitaciones seoriales estn en la fachada sur con vistas a la villa. La conversin de fortaleza defensiva en residencia temporal de la reina Vio/ante y de los condes de Cocentaina exigi el reacondicionamiento de recinto militar en palaciego, carcter que adquiri definitivamente al convertirse en casa solariega de la familia Coloma. (Maqueta idealizada) 3.2. Dominio cristiano La sociedad hispanocristiana durante el medievo evoluciona a partir de tres elementos dinmicos: Reconquista: Proceso consistente en la ocupacin ms o menos violenta de territorios habitados por musulmanes. Repoblacin: Es la ocupacin de tierras mediante el estableci miento de colonos que tratarn de dar vida al territorio y establecern, 60 3. EL ORIGEN DE LA VILLA no slo una continuidad, sino un crecimiento social, econmico, cul tural, etc... Seoro: Es ante todo un extenso dominio territorial y jurisdic cional sobre el que un seor ejerce su poder. Si es el propio rey, el seoro es de realengo; si es un noble, el seoro es solariego; y si es un eclesistico, el seoro es de abadengo. Econmicamente consti tua una unidad de produccin agraria. A partir del siglo XII coexis ten el seoro territorial, por el que el seor y dueo de la tierra la entregaba a los pobladores para que la trabajasen a cambio de unos pagos, con el seoro jurisdiccional, por el que el seor tena derecho a impartir justicia y ejecutarla, as como a ejercer el mando civil y militar de la comunidad. 3.2.1. Conquista castellana del Reino de Murcia El 28 de septiembre de 1238, y tras cinco meses de sitio, el rey musulmn de Valencia, Zayyan, firma la rendicin y entrega de la ciudad al rey aragons Jaime I que hizo su entrada formal el da 9 de octubre de 1238 (diada). En el reino musulmn de Murcia, su rey Muhamad ben Hud se encuentra sometido a la presin que por el sur ejercen los ejrcitos musulmanes granadinos, a las pretensiones de Jaime I por el este y a los castellanos por el norte, por lo que decide acogerse a la proteccin del rey castellano Fernando III y convertir se en su vasallo y feudatario con el fin de conservar la corona. El vasallaje se acord mediante la fi rma del Pacto de Alcaraz en marzo de 1243, y en mayo del mismo ao hizo su entrada en Murcia el infante don Alfonso (luego Alfonso X el Sabio) en representacin de su padre el rey. La expansin de la Corona de Castilla hacia tierras del sureste estaba justificada por los sucesivos tratados firmados con Aragn referentes a los territorios musulmanes que ambos reinos podan con quistar. 61 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA El planteamiento aparece claro desde el Tratado de Tudilln firmado por Alfonso VII de Castilla y por Ramn Berenguer IV de Aragn en 1 15 1 ; en l se reparten previamente los territorios musul manes que a cada uno le corresponder incorporar a sus dominios. Castilla deja clara su supremaca peninsular y su poco inters hacia la fachada levantina que dejaba para Aragn. Pero los xitos aragoneses en el Levante espaol inquietaron a Castilla, que a su vez sinti la necesidad de asegurarse una salida al Mediterrneo por el reino musulmn de Murcia. En el ao 1 179 los reyes Alfonso VIII de Cas tilla y Alfonso II de Aragn firman el Tratado de Cazola, por el que se recorta la expansin aragonesa en Levante y se traza una imprecisa lnea fronteriza desde Biar hasta Calpe que Aragn no debe sobre pasar. El reino taifa de Murcia, con los valles de Elda y Novelda, qued para Castilla. En virtud de este Tratado, cuando en 1243 se produce el acto de vasallaje murciano al infante don Alfonso Aragn no tiene nada que oponer. A pesar de los Tratados anteriores y dada la imprecisin de la frontera, los dos reinos cristianos entraban en conflicto frecuente mente apoderndose de villas y castillos que en teora le correspon dan al otro. Con el fin de delimitar con claridad la frontera acordada en Cazola, el rey de Aragn Jaime I y el infante de Castilla don Alfonso se renen en Almizra (Campo de Mirra) el 26 de marzo de 1244 y firman un nuevo Tratado precisando la lnea fronteriza: Almizra, Biar, Castalla, Jijona, Relleu y Barranc dAigues (Villajo yosa), que qued como frontera sur de los territorios aragoneses, mientras que las tierras al sur de la lnea, con el reino de Murcia y la villa de Ella, quedaron para Castilla. 3.2. 1 .1 . Seoros castellanos sobre la villa de Elda Como recompensa a los nobles, eclesisticos y rdenes Milita res que le haban ayudado, y con el fin de asegurarse el manteni 67 3. EL ORIGEN DE LA VILLA miento de las tierras conquistadas, el rey Fernando III efectu dona ciones de tierras (donados), y entre ellas, el 15 de abril de 1244 don la villa y castillo de Ella al noble Guillermo el Alemn, quien muri sin descendencia ese mismo ao, negociando sus parientes el traspaso de la villa ala Orden de Santiago de la que era Gran Maes tre don Pelayo Prez Correa. La Orden mantuvo el_seoro sobre Ella hasta 1256, en que el rey Alfonso X cambi sus villas de Aledo _ y s lotana por las de Ella, Callosa y Catral para donarlas a su herma no el infant e don Manuel Como parte de lo que fue el seoro de - Elche. Este seoro, concedido en donado al infante don Manuel, al j e lTmportante del territorio conquistado por Castilla. Don Manuel no llev a cabo ningn vaciamiento de poblacin musul mana en sus nuevas tierras del reino de Murcia porque era funda mental que no quedara paralizada la actividad econmica. Hubo, eso s, un ncleo pequeo de castelbms ei ias villa xla es, ya que lo que se implant fue la estructura administrativa, eclesistica y civil a semejanza de la castellana, con la creacin de unos cuadros rectores y un gobierno urbano basado en el municipio y concejo con cristianos al frente de los pueblos importantes (Elche). Don. Manuel muri en _1284 dejando el seoro de Elda y Novelda a su hija doa Violante. 3.2.2. Soberana de Aragn sobre el Reino de Murcia (1296-1304) La muerte de Alfonso X (1284) plante un problema sucesorio entre su segundo hijo Sancho IV y su nieto don Alfonso de la Cerda, hijo de su primognito Fernando, muerto en 1275. Don Alfonso fue proclamado en Jaca rey de Castilla en 1286 con el apoyo del rey de Aragn Alfonso III, al que en 1289 hizo donacin del reino de Murcia como agradecimiento. A la muerte de Alfonso III (1291) ocup el reino aragons su hermano Jaime II a quien 63 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA don Alfonso de la Cerda confirm la donacin de Murcia, lo que fue aprovechado por el de Aragn para proclamarse rey de Murcia y reclamar las tierras y castillos. Los pleitos continuaron con el siguiente rey de Castilla Fernando IV, hasta que la situacin se consolid definitivamente con la Sentencia Arbitral de Torrellas y el Acuerdo de Elche. Jaime II dot al nuevo territorio de un texto legal enmarcado en el contexto de los Furs de Valencia y que fue promulgado el 25 de octubre de 1297. La villa de Etla pas a per tenecer a la Corona de Aragn, aunque doa Vidlante sigui con servando el seoro y sus rentas despus de reconocer a don Jaime _ _ - - II como rey y seor de Murcia. El pleito entre Castilla y Aragn por el reino de Murcia se resol vi el 8 de agosto de 1304, cuando reunido en Torrellas, en la ladera del Moncayo, un tribunal formado por el infante don Juan como representante de Castilla, el obispo de Zaragoza como representante de Aragn y don Dions rey de Portugal como rbitro y presidente, lleg al acuerdo de partir el reino de Murcia en dos mitades a uno y otro lado del bajo Segura: la parte sur para Castilla y la parte norte hasta Orihuela, para Aragn. La Sentencia Arbitral de Torrellas fue perfeccionada con el posterior Acuerdo de Elche el 19 de mayo de 1305. El nuevo territorio desgajado al reino de Murcia qued adscrito al reino de Valencia con la denominacin de reino de Valencia ultra Sexonam o de Xexona entll, o ms comnmente Procuracin Gene ral de Orihuela, territorio administrativamente dependiente de Valen cia a cuyo frente fue colocado un Procurador nombrado por el rey con cometidos primordialmente de carcter judicial, encargado de defender el territorio y de mantener el orden pblico. Para los asun tos de ndole econmico -fiscal dependa del Bayle General. Le fue concedido un Fuero propio, realmente una extensin de los de Valen cia con ligeras variaciones tendentes a salvaguardar peculiaridades locales. 64 3. EL ORIGEN DE LA VILLA 3.2.3.1. La villa de Elda en la Sentencia Arbitral de Torrellas De acuerdo con la sentencia de Torrellas la villa de Etla qued en propiedad de la Corona de Aragn, pero como el seoro correspon da a doa Violante, el rey castellano la tuvo que compensar por las prdidas de las rentas de Elda y Novelda ofrecindole a cambio otras posesiones equivalentes. Mientras tanto Jaime II se impacientaba por la demora en la transferencia y amenaz con tomar los castillos por las armas. Finalmente, en mayo de 1305, Juan Garca de Loaysa, seor de Petrer y alcaide de los castillos de Elda y Novelda al servi cio de doa Violante, fue sustituido por el aragons Pere de Monta gut. Jaime II don el seoro de Elda_Novelda y Aspe a su esposa la reina Blanca de Aragn que lo retuvo hasta el ario 1312. A pesar de tan corto seoro intervino directamente en los asuntos de la villa, destinando ciertas cantidades de dinero para reparacin del castillo y ordenando al alcaide del mismo, Pere de Montagut, que tuviese en l los suficientes soldados, armas, vveres y aparatos de guerra necesa rios para su conservacin. A su muerte volvi el seoro a poder del rey. 3.2.3.2. El Seoro de Orihuela En 1329 Alfonso IV el Benigno, hijo y sucesor de Jaime II, se casaba en segundas nupcias con Leonor, hermana de Alfonso XI de Castilla. Al ario siguiente naci el infante don Fernando y, a instancias de la reina, el rey cre para l, entre otros, el importante seoro de Orihuela, formado por los lugares y villas de Tortosa, Albarracn, Orihuela, Callosa de Segura, Guardamar, Monforte, Elda, Novelda y Aspe, siendo nombrada doa Leonor tutora del infante hasta su mayo ra de edad. Esta donacin fue declarada injusta e ilegal por el heredero don Pedro, por considerar que perjudicaba al reino y, a la muerte de su padre y convertido en el rey Pedro IV (1336) el Ceremonioso, las 65 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA reclam para la Corona. Doa Leonor escap a Castilla donde consi gui la mediacin de su hermano el rey y, aunque en un principio el de Aragn se neg a reconocer la validez de las posesiones de don Fer nando, en 1338 acept el dictamen de un tribunal que, reunido en Daroca, acord para Elda y otros lugares un rgimen mixto por el que doa Leonor, como tutora del infante, tomaba las rentas e impues tos de los lugares y el rey don Pedro la jurisdiccin del territorio y el mandato directo sobre los castillos. 3.2.3.3. La guerra de los dos Pedros en el Seoro de Orihuela Con la subida al trono de Castilla de Pedro I el Cruel (1350) se reavivaron las hostilidades con Aragn por la posesin de las tie rras del sur de Alicante. El infante don Fernando, seor de Orihuela, contando con el apoyo del rey castellano, puso en rehenes los casti llos y villas que tena en el reino de Valencia y cuya jurisdiccin perteneca al rey de Aragn, lo que fue considerado por ste como traicin. Joan Ximenis de Perencisa, baile general del territorio, qued al frente de la frontera con base en Elda. Desde aqu se esta bleci un permanente sistema de comunicacin con Orihuela por medio de hogueras de noche y humaradas de da y con puestos de observacin en las sierras de Callosa y Crevillente a fin de que estu viesen preparados para una posible entrada aragonesa por el valle del Vinalop. Despus de la toma de Alicante por Castilla el 8 de septiembre de 1356, se plane la invasin del reino de Valencia por la frontera de Xtiva, para lo cual el 27 de septiembre se desplaz el infante hasta Orihuela con un importante nmero de hombres a caballo; su plan era partir hacia Elda con toda la hueste y desde all penetrar en tierras valencianas. En Elda tuvo noticia de los preparativos del enemigo, por lo que pidi a Orihuela ms refuerzos. Pas a Biar con nimo de 66 3. EL ORIGEN DE LA VILLA La va de acceso desde Sax no era fcil ya que haba que superar el puerto de La Torreta conocido en la poca como la sierra del Portixol o de la For9a dElda, por lo que slo quedaba la penetracin a travs de Monvar. tomar su castillo pero el fracaso fue estrepitoso, teniendo que volver a Elda desde donde regres a Orihuela. Mientras tanto los aragoneses recuperaron Alicante el 30 de octubre. Tras el xito en la toma de la plaza aragonesa de Jumilla en mayo de 1357, volvi el infante a Elda para intentar desde aqu una nueva incursin en tierras valen cianas. Con este fin pidi refuerzos a Orihuela: 20 hombres de a caballo, 200 ballestas y 60 cahices de cebada para los caballos. Pero la tregua acordada entre los dos monarcas impidi la realizacin de la empresa. El valle de Elda aparece hasta la tregua de _1357 como un lugar estratgico de primer orden; es un fortn cerrado al norte por El 67 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Monastil y al sur por El Sambo y vigilado por los castillos de Elda. Petrer y La Mola. La va de acceso desde Sax no era fcil ya que haba que superar el puerto de La Torreta conocido en la poca como la sierra del Portixo/ o de la Folya dElda, por lo que slo quedaba la penetracin a travs de Monvar. La tregua no fue ms que un parntesis en la guerra porque no se haba cumplido su principal objetivo, la recuperacin por Castilla de las tierras alicantinas del infante don Fernando. El acercamiento entre ambos monarcas condujo a que Pedro el Ceremonioso reconociera el seoro del infante y le nombrara procu rador general a cambio del juramento de fidelidad. Durante este tiem po se llevaron a cabo mejoras en las defensas de las plazas fuertes de la frontera, entre ellas el castillo de Elda regido por el caballero Beren guer Togores. Desde aqu se controlaba el castillo de Petrer seoro de Garca Jofre de Loaysa, quien dos aos ms tarde, y renunciando a la fidelidad debida al rey castellano, se present ante el infante don Fer nando, le prest juramento y entreg la plaza a la Corona aragonesa, con lo que qued estabilizado el estratgico valle del Vinalop. La paz de Murviedro en 1363 benefici absolutamente a Castilla pero perjudic los intereses del infante don Fernando, quien se neg a aceptar el tratado y decidi salir de la Corona con sus huestes. Esto supona un enorme perjuicio para el rey de Aragn por lo que decidi la muerte del infante, hecho que sucedi el 16 de julio en Castelln. Sus tierras volvieron al realengo, siendo reconocido como seor por todos los alcaides de los castillos que haban sido del infante. Una ofensiva castellana hizo caer todo el territorio en manos de Pedro 1. La mayora de las villas y lugares del valle de Elda se entregaron al enemigo, unas por revuelta de sus habitantes sarracenos como en Elda, donde mataron al alcaide y a la guarnicin; otras por entrega sin ms de sus habitantes como en Aspe; o como Petrer, que fue entre gado por su alcaide Garca lvarez. La Mola, sin embargo, hubo de ser tomada por las armas. 68 3. EL ORIGEN DE LA VILLA A finales de 1365. la ofensiva en tierras castellanas de los mer cenarios galos conocidos como las Compaas Blancas tuvo corno resultado la huda de Pedro I y la coronacin de su hermanastro Enri que de Trastmara como nuevo rey de Castilla, con lo que la guerra para Castilla se convirti en civil. Pedro I orden a todas sus tropas dispersas por tierras aragonesas y valencianas que se reunieran en torno a l, lo que signific el desamparo de estas plazas. A lo largo del verano de 1366, todos los lugares del valle de Elda fueron pasan do al seoro y jurisdiccin del rey de Aragn. Como forma de pago a las Compaas Blancas, en enero de 1366 Pedro IV concedi a su capitn, el caballero Bertrand Duguesclin, algunas villas en Aragn y los valles de Elda y Novelda en Valencia. En marzo de 1367 Dulzuesclin lleg a un acuerdo con el rey para devolverle sus posesiones del Vinalop, con lo que el valle volvi otra vez al realengo. Pedro V concedi a la aljama eldense una serie de privilegios y exenciones de carcter econmico para reactivar su economa. Pero en agosto el monarca concedi a otro de los capitanes mer cenarios, Hugo de Calviley, el castillo y lugar de Elda y La Mola junto con sus derechos, rentas y censos. Posteriormente volvi a manos del rey quien la entreg a su espo sa doa Sibilia de Forti, bajo cuyo seoro se firm la Concordia con las aljamas por la que se regulaba las relaciones entre seores y vasa llos y se establecan las rentas que aquella deba percibir. Se llevaron a cabo importantes obras de refuerzo y mejora en la fortaleza convir tindola en Alczar Real. En 1387 el rey Juan I, hijo y sucesor de Pedro IV, entreg la villa como dote a su esposa doa Violante de Bar. 3.2.3.4. La Gobernacin General de Orihuela A partir de la incorporacin del seoro de Orihuela al territorio de la Procuracin General, el rey Pedro IV cre una circunscripcin 69 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA administrativa nueva. la Gobernacin General de Orihuela, otor gndole el grado mximo de autonoma respecto al reino de Valencia, elevndola a un rango de gobierno independiente y paralelo al de Valencia y supeditadas ambas por separado al Gobierno de la Coro na. El mando de la Gobernacin estaba encomendado a un Portant veus del Gobernador General, cargo desempeado por altos cargos de la nobleza que solan delegar en Llochtinents con sedes en Orihuela, Elche y Alicante. Sus funciones eran las mismas que las de los anti guos Procuradores. Igualmente las funciones econmico -fiscales y relativas a los asuntos moriscos estaban encomendadas al Bavle General, tambin de nombramiento real. La sede de la Gobernacin pas posteriormente a Alicante por Cdula del rey Felipe IV con fecha de 3 de septiembre de 1642 en funcin de su importancia comercial y a su mayor poblacin. 3.3. Seoro nobiliario A partir del siglo XV se produjo un afianzamiento de la noble za seorial valenciana, a la que la llamada jurisdiccin alfonsina haba aumentado sus privilegios mediante la compra de derechos de la Corona, lo que permiti la formacin de amplios seoros. Ejem plo de ello fue la familia de los Corella, condes de Cocentaina y seores de Elda, Petrer y Salinas, cuyo primer representante, Ximn Prez de Corella, fue gobernador general del Reino de Valen cia entre 1416 y 1429, virrey de la ciudad entre 1429 y 1434, y virrey vitalicio desde 1446, capitn general de la Armada, seor de los lugares de Elda y Aspe desde 1424 y primer conde de Cocentai na desde 1448. Intervino activamente en los acontecimientos de su tiempo acompaando a su rey y seor Alfonso V de Aragn en sus campaas de Crcega, Marsella y Npoles, donde desempe un papel muy importante. Fue asimismo enviado especial y embajador en Castilla y ante el Papa Calixto III. En 1424 compr con la auto 70 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Los Corella dejaron su impronta en las obras de mejora y decoracin, ya que fue acondicionado con todo tipo de materiales de construccin, entre los que destacan los manises y alfardones de cermica azul sobre fondo blanco rizacin del rey los lugares y castillos de Elda y Aspe a doa Vio lante de Bar, viuda de Juan II de Aragn, por 43.000 fl orines de oro de Aragn, equivalentes a 23.650 libras, moneda de Barcelona. La adquisicin inclua tierras, aguas, monopolios y la jurisdiccin suprema. Estos territorios lindaban con Novelda y Monvar, parte del seoro de Pere Maga de Lizana con quien Ximn Prez entr en conflicto con motivo de los lmites territoriales, teniendo que que intervenir el propio rey en el asunto para fijarlos donde se encuen tran actualmente. En 1431 adquiri el seoro de Petrer a D. Pere de Rocafull por 121.000 sueldos, moneda de Valencia. Ximn Prez alcanz tal confianza del rey Alfonso V que ste le encarg la edu cacin del infante Fernando. Familia de gran prestigio en la Corona de Aragn, en cuya pol tica desempearon importantes cometidos, los Corella fueron favo recidos por la monarqua aragonesa con ciertas ventajas en sus seoros. As, Alfonso V otorg en 1449 a Ximn Prez la nada frecuente concesin a perpetuidad de los diezmos y primicias que sus siervos pagaban a la Iglesia y que por privilegio papal perciba la Corona. Los reyes Alfonso V, Juan II y Fernando el Catlico 71 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA concedieron a los Corella y a sus servidores y vasallos el privilegio de quedar exentos de la jurisdiccin de los gobernadores de la Gobernacin de Orihuela en materias civiles y criminales, as como la facultad de establecer sisas o imposiciones sobre los alimentos bsicos en sus seoros. Con los Corella el valle de Elda entr de lleno en la estructura seorial; el seoro privado permiti la creacin de un tejido urbano y social distinto con el establecimiento de concejo y crcel, a la vez que se reactiv la economa al participar de modo ms directo en los circuitos comerciales de carcter regional con las concesiones de la feria y el mercado. La importancia que los Corella dieron a Elda est atestiguada por su estancia en el castillo, lugar intensamente habitado estos aos y donde los condes dejaron su impronta en las obras de mejora y decoracin, ya que fue acondicionado con todo tipo de materiales de construccin, entre los que destacan los manises y alfardones de cermica azul sobre fondo blanco trados desde Manises y objetos domsticos de lujo como vajillas de loza dorada de Manises y de Paterna, vasijas azules decoradas, etc. Ximn Prez de Corella muri el 17 de octubre de 1457 y fue enterrado en la catedral de Npoles. Sus descendientes, Juan Ruiz de Corella y Llanzol de Roman, segundo conde de Cocentaina y Juan Ruiz de Corella y Moncada, tercer conde de Cocentaina, mantuvieron por privilegio real los mismos privilegios, franquicias, facultades y prerrogativas en sus seoros. El tercer conde no tuvo descendencia y cuando muri en 1519 ya haba vendido el seoro de Elda a la familia Coloma. Con la entronizacin de la dinasta Trastmara en la Corona de Aragn tras el compromiso de Caspe (1412) se inicia un proceso de penetracin de la nobleza castellana en el reino de Valencia, una de cuyas manifestaciones fue la adquisicin de seoros. Elda y Petrer fueron compradas por Juan Prez Calvillo de Coloma a 72 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Juan Ruiz de Corella mediante escritura fechada en Alcal de Henares el 28 de noviembre de 1497. De su matrimonio con Mara de Cardona naci don Juan de Coloma y Cardona, virrey de Cer dea entre 1570 y 1576 y a quien el rey Felipe II concedi en 1577 el ttulo de conde de Elda, Petrer y lugar de Salinas. Enmarcado en el proceso de renovacin de la alta nobleza en el Reino de Valencia y para conferir mayor estabilidad a su patri monio nobiliario, don Juan de Coloma cre para su hijo Antonio el vnculo de mayorazgo en 1581. Don Antonio de Coloma y Saa, segundo conde de Elda, fue tambin virrey de Cerdea hasta 1604. A su muerte sus sucesores abandonaron Elda para instalarse en Valencia y posteriormente en la Corte. La jurisdiccin del conda do de Elda ser ejercida por los condes a travs de procuradores; as, desde 1697 los nombramientos para cargos municipales, tanto para Elda como para Petrer, iban firmados, bien por el hermano del conde, Josep Coloma marqus de Noguera, oidor de la Real Audiencia y en 1702 regente del Consejo de Aragn, bien por su to Carlos Coloma, tambin oidor del mismo Consejo y residentes ambos en Valencia. nicamente tenemos constancia fehaciente de la intervencin directa del conde en la firma del documento por el que quedan delimitados los trminos municipales de Elda y Petrer. Esta separacin se llev a cabo el 12 de diciembre de 1703. El lmite oeste de Petrer qued situado a dos kilmetros de su casco urbano y rozando el de Elda. Se adjudic tambin a Petrer la zona oeste del camino de las Pedreras, el Arenal de la Morch/lAmorx, el Barranquet, la Huerta, el Poblet y el campo de Santa Brbara, quedando el trmino de Petrer con un extensin de 104,2 km 2 y el de Elda con 44,6 km 2 , aunque al formar parte del mismo seoro se estableci La Mancomunidad General de Pastos, Leas y Aguas con el fin de que ambas villas pudieran aprovechar los recursos mutuos sin distincin entre una y otra. 73 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA 3.3.1. La economa En tierras eldenses, como en el resto de las tierras alicantinas y valencianas, la agricultura era la principal fuente de riqueza. A partir de la conquista cristiana y coincidiendo con los perodos de paz, se inicia una etapa de prosperidad en la que tuvieron mucho que ver los nuevos mtodos de irrigacin y laboreo. La huerta eldense era un conjunto de pequeas huertas regadas por la poca agua del Vinalop. En realidad era un secano regado dedicado preferentemente al cul tivo de cereales, que junto con la vid y el olivo forman la triloga mediterrnea. Completaban el panorama agrcola los cultivos de legumbres y hortalizas as como frutales entre los que destacaban los almendros y las higueras. Para el mantenimiento de los cultivos era necesario garantizar el suministro de agua, asunto en el que intervinieron los seores juris diccionales de la villa. En 1392, y siendo seora de Elda la reina Violante de Bar, el rey Juan I de Aragn cedi a la villa el libre uso de las aguas no utilizadas (escurrimbres) de Villena y las proceden tes de la Fuente del Chopo o de las Virtudes. En 1480 Fernando el Otros puntos de abastecimiento eran los nacimientos de Caprala y el manantial de Santa Brbara, cuyas aguas se hacan llegar a la huerta y a la poblacin a travs de una serie de acueductos de piedra. 74 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Catlico concedi el derecho a las aguas de dicha fuente a Elche, pero no lleg a hacerse efectivo, ya que en 1493 el concejo de Ville na las don a Elda. Por la concordia de 1512 Sax ceda a Elda la aguas de la Torre del Emperador a cambio de las del Chopo y las sobrantes de Villena, aunque este acuerdo no fue muy duradero. En 1535 la Fuente del Chopo fue adquirida a Villena por el concejo eldense a cambio de un censo anual de 80 libras. Para el transporte del agua se construy una acequia que recibi el nombre de Acequia del Conde. La venta fue aprobada por Carlos I en 1536. En 1656 se consigui que Villena cediese las aguas sobrantes de Caudete y las de su propia huerta, cesin aprobada por Felipe IV en 1658. Para su conduccin hasta Elda se procedi a la construccin de una serie de presas a lo largo del ro y a la realizacin de acequias para la canali zacin de las aguas tradas desde Sax y Villena hasta el cauce del ro. Otros puntos de abastecimiento eran los nacimientos de Caprala y el manantial de Santa Brbara, cuyas aguas se hacan llegar a la huerta y a la poblacin a travs de una serie de acueductos de piedra que garantizaban no slo el agua de riego, sino tambin la destinada al consumo y a los baos pblicos y lavaderos. La existencia de unas rutas comerciales aprovechables, el impul so seorial dado a las actividades comerciales y la influencia de la poderosa familia de los Corella fueron las causas de la concesin a la villa del privilegio de celebrar feria y del mercado. La ruta Valencia-Jtiva-Cocentaina-Valle de Elda -Alicante Orihuela -Murcia era bsica en el reino de Valencia durante el siglo XV como parte de la antigua Va Augusta, ahora Camino Real. Por eso en el ao 1426 Ximn Prez de Corella consigui del rey Alfon so V el privilegio de celebrar un mercado semanal los viernes, da festivo de los musulmanes, y en 1466, a peticin de Juan Ruiz de Corella, el rey Juan II otorg el privilegio de celebrar una feria anual el 10 de octubre de cada ario y cuyo mbito era el Valle de Elda. En ella se vendan objetos cuyo consumo era ms dilatado en el tiempo, 75 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA como tiles, herramientas, vestidos, terciopelo, seda, lana, hilo, algo dn, tiles de labranza y de otros oficios, etc. Todas estas actividades comerciales se desarrollaban en la Plaza del ngel, lugar en que tambin se localizaba la celebracin de los actos de administracin de justicia y jurisdiccionales, destacando los pleitos sobre las aguas del riego de la huerta. En 1518 un decreto de la reina Juana de Castilla expedido a favor de Juan de Coloma traslad ja fecha de celebracin de la feria a los das del 1 al 13 de diciembre. La economa del valle estaba fundamentalmente dedicada a la agricultura de secano: avena, trigo, centeno, cebada. En la Crnica de Martn de Viciana escrita hacia 1564 se cita el seoro de Elda en razn de sus buenos huertos que rendan trigo, vino, aceite, seda y frutas. Durante el siglo XVII predomin el cultivo de vid, olivo y cereales panificables, trigo y cebada. Un lugar destacable lo ocupaba el viedo, destinado principalmente a la produccin de pasas y en menor medida a la de vino. Los rboles de mayor aprovechamiento eran el olivo y la higuera. El almendro y el algarrobo fueron intro ducidos a fi nales del siglo. 3.3.2. Demografa y sociedad Los datos demogrficos de la poca son muy imprecisos. Por clculos aproximados basados en la tributacin de la poblacin de Elda a la Corona sabemos de la existencia de tres comunidades que habitaban la villa: cristianos, judos y mudjares. Ano Habitantes Ao Habitantes 1315 1200 . 1366 351 1350 870 1500 910 1355 830 1510 968 FUENTE: A. M. Poveda Navarro 76 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Causas de los descensos poblaciones hay que buscarlas en las pestes que aparecieron en 1348 con sus secuelas de hambre y emi gracin y los aos en que el territorio fue escenario de la guerra de los Dos Pedros. No hay que olvidar que la villa de Elda estaba en la frontera y era donde se senta con ms fuerza los avatares de la gue rra, la inseguridad, las cabalgadas en busca de provisiones, las levas, etc. Los primeros pobladores cristianos y castellanos llegaron con don Manuel en la segunda mitad del siglo XIII. La comunidad cris tiana (universitas) era pequea, unos 30 hogares, familias o casats, que representan una cifra aproximada en torno a 135 individuos. No se instalaron entre la poblacin musulmana que ocupaba la villa, sino que lo hicieron cerca de la pequea iglesia que con el tiempo se convirti en la ermita de San Antn; tampoco se mezclaron ni social ni lingsticamente con los musulmanes, y de sus asuntos judiciales y religiosos se encargaban las autoridades cristianas de Elche. La sublevacin de los mudjares del territorio murciano en el ario 1264 precis la intervencin del rey Jaime I en ayuda de su yerno Alfonso X que se encontraba guerreando lejos de su reino. La pacifi cacin fue rpida, ya que en otoo de ese mismo ario estaba recibien do la rendicin del castillo de Villena. Desde all, camino de Petrer, acamp a las afueras de la villa de Ella, donde recibi a los represen tantes de la aljama que le suplicaron perdn. Solucionado el conflic to, Ella y las dems villas murcianas volvieron al dominio castellano en virtud de lo pactado en Almizra. A raz de esta intervencin se acrecent la presencia cristiana en el valle con el asentamiento de algunas familias valencianas. A mediados del siglo XIV se produce una disminucin poblacional de la que en parte es responsable la peste negra de 1348, pero sobre todo la guerra de los Dos Pedros, que provoc la huda de gran parte de los pobladores musulmanes del valle de Elda, zona fronteriza y altamente peligrosa por las constantes 77 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA entradas de las tropas castellanas. Finalizada la contienda, en junio de 1367 el rey Pedro IV concedi permiso a los musulmanes huidos de Elda para volver a sus casas, ya que tanto deba ser su inters en repo blar la zona que concedi a los moradores eldenses la exencin por dos arios del pago de impuestos y por cinco de las cantidades a pagar por las tierras libres; les liberaba del pago de los derechos seoriales de ese ario y les confirmaba todos los privilegios, concesiones, gracias, etc. otorgados por sus predecesores. Con la llegada de los Corella como seores de Elda en 1424 se increment el nmero de cristianos con la instalacin de nuevas familias valencianas y aragonesas. Para la atencin de sus necesidades espirituales contaba la comu nidad cristiana con una primera iglesia ubicada en la actual ermita de San Antn, pero la creciente presencia cristiana aument estas nece sidades. A cambio de la cesin de los diezmos eclesisticos a los seores de Elda en tiempos de Ximn Prez de Corella se haba pac tado la construccin y mantenimiento de una iglesia, pero en 1528 an no se haba llevado a efecto. En esta fecha una orden del empe rador Carlos mandaba sustituir las mezquitas musulmanas por igle sias catlicas y, en cumplimiento de la misma, la mezquita de Elda se transform en la iglesia de Santa Ana. En 1562, y a peticin de los condes, la orden franciscana se estableci en la ermita de San Sebas tin, en cuyos terrenos se procedi a la fundacin del convento de Nuestra Seora de ngeles, construido a expensas de los condes y cuya futura atencin y mantenimiento dejaron establecida por dis posiciones testamentarias. Tambin existan otras ermitas, como la anexa al hospital de beneficencia que mand fundar en 1584 doa Beatriz de Corella, esposa del conde don Antonio Coloma, y las de San Blas, San Miguel, Santa Brbara, El Chorrillo, Los Dolores y Las Caadas. No sabemos con exactitud el establecimiento de poblacin juda en Elda, pero su presencia en la pennsula ibrica es anterior a la 78 3. EL ORIGEN DE LA VILLA musulmana. Durante siglos, el estrecho contacto entre las tres comu nidades haba llevado a una tolerancia mutua entre las tres religiones, pero los celos econmicos acabaron con la seguridad de la minora juda. Estaban polticamente separados del resto de la poblacin y pagaban sus impuestos directamente a la corona. Su dedicacin a las actividades comerciales se deba a la propia marginacin dentro de la sociedad, por lo que su presencia era ms numerosa en las ciu dades que en el campo. A raz de la ola de asesinatos, destruccin de aljamas y bautismos forzosos que se desat a partir de 1391, muchos de ellos se trasladaron a zonas rurales donde su relacin con los cris tianos fue ms pacfica. La legislacin antisemtica comenz a prin cipios del siglo XV y culmin con la orden de expulsin dictada por los Reyes Catlicos en 1492. Entre los siglos XIV -XV la poblacin juda de Elda apenas pasa ba de tres o cuatro familias, unas quince o veinte personas, dedicadas al comercio, prstamo de dinero, arrendamientos y artesana del cuero. En tierras valencianas el mudjar es el musulmn que vive en territorio cristiano desde la conquista de Jaime I, aunque la docu mentacin de la poca los denomina con el trmino moro, sarra o sarraceno. Con la conquista cristiana la poblacin mudjar no fue desplazada de sus tierras porque eran necesarios como mano de obra de las tierras donadas por el rey a los nobles. Se regan por sus tradi cionales leyes, la pina y la xara y por los Fueros de Valencia, y en un principio les fue respetada su lengua y su religin, para lo que conta ban con sus propios lugares de culto, de los que conocemos con exac titud la existencia de uno, la mezquita mayor, y que como su nombre indica hace suponer que habra alguna ms, pero a partir del siglo XIV, debido a las presiones sociales y religiosas, los monarcas ara goneses dictaron medidas restrictivas contra los mudjares valencia nos. Les fueron prohibidas las manifestaciones externas de su culto, 79 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA fueron obligados a llevar turbante como prenda distintiva y se les restringi la libertad de movimientos, debiendo llevar para viajar un salvoconducto expedido por el Bayle General. Esta limitacin obe deca en realidad a motivos econmicos, en previsin de una salida que dejara los campos sin mano de obra. En las tierras de seoro, como era el valle de Elda, el mudjar estaba vinculado a su seor por lazos de vasallaje y trabajaban la tierra en unas condiciones de arrien do que supona la mitad o los dos tercios de la cosecha para el seor. En general eran tratados con indiferencia o desprecio, pero al ir aumentando el nmero de pobladores cristianos, la terica tolerancia fue cambiando hacia el recelo y el odio. Entre cristianos y musulma nes se estableci una rivalidad a todos los niveles cuyo punto culmi nante de tensin fue el asalto a la morera eldense en 1428. La mayora musulmana de Etla contaba para su gobierno con unos cargos establecidos por la Corona para las aljamas. Al frente de la misma se encontraba el alam, que velaba por el cumplimiento de las leyes, la recaudacin de los tributos y el reparto de las casas. Era elegido por la comunidad y confirmado por el seor de la villa, al que juraba fi delidad. El zalmedina entenda de cuestiones judiciales meno res y el clavario administraba los fondos de la comunidad. El alcad era un cargo de superior categora que tena jurisdiccin sobre varias alj amas de la comarca. Era el representante de la justicia y sentencia ba los litigios. El alcaide era el representante del seor en la villa. Mientras que la poblacin morisca de Castilla estaba sometida a una gran presin para que abandonara su identidad cultural, los moriscos de la corona de Aragn apenas fueron molestados hasta los bautismos masivos y forzosos producidos en el marco de la Ger mana valenciana (1519-22). El posterior decreto de Carlos Ten 1525 ordenaba la conversin de todos los mudjares valencianos y a partir de 1526 la religin musulmana desaparece oficialmente del reino de Valencia, pasando los mudjares a denominarse moriscos. Aunque oficialmente eran considerados cristianos, seguan siendo una comu 80 3. EL ORIGEN DE LA VILLA nidad discriminada. Vivan generalmente separados de los cristia nos viejos, bien en pequeas aldeas en torno a un ncleo cristiano, bien en moreras dentro de las poblaciones cristianas, donde conser varon sus costumbres, su vestimenta y sobre todo su lengua -alga raba-, que se convirti en el elemento de identificacin religiosa y en el rasgo caracterstico de la resistencia morisca a la asimilacin. La legislacin intentaba privarlos de todos los rasgos de su identidad cul tural alegando que las costumbres moriscas obstaculizaban su inte gracin en la fe cristiana. Siguieron mayoritariamente fieles al Islam y continuaron practicando su religin de forma oculta, cumpliendo con los preceptos cristianos como simples obligaciones sociales. Los poblados moriscos se encontraban en tierras de seoro sujetos a la jurisdiccin de sus seores. Uno de los grandes seores de moriscos de la Gobernacin de Orihuela era el conde de Elda, en cuyas villas de Elda y Petrer exista una altsima concentracin de ellos. El morisco estaba sometido a un rgimen de explotacin de tierra llamado enfiteusis, por el que posea el dominio til, es decir, el derecho a sacar provecho de la tierra a cambio de una retribucin anual al seor que posea el dominio directo. El sistema de enfiteu sis le reconoca el derecho de vender, transmitir o fragmentar la pro piedad, pero en estos casos deba comunicar sus intenciones al seor que tena preferencia para adquirirla (derecho de fadiga). Si el com prador era otra persona el enfiteuta estaba obligado a pagarle cierta cantidad a su seor (ittismo). Adems el morisco soportaba otras car gas, como la imposibilidad de abandonar sus tierras, la entrega de parte de sus cosechas, el pago por uso obligatorio de ciertos derechos usufructados por el seor (regalas) como el horno, el molino, etc. Por lo dems el seor, consciente del valioso papel que los moriscos representaban para l, les permita cierto grado de autonoma en sus 2. El trmino algaraba se aplica a las variantes dialectales del rabe entre los musulmanes de la pennsula ibrica despus de la reconquista y se opone al trmino aljama aplicado a la lengua romance castellana o valenciana. 81 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA asuntos propios, como el gobierno de sus aljamas que ejercan a tra vs del a/am. Otra actividad sobresaliente fue la de los alarifes, o maestros de albailera, que crearon una interesante red de construc ciones destinadas al riego y abastecimiento de agua. Adems sabe mos que tambin desempeaban otros oficios, como arrieros, alpar gateros, carniceros, etc., e incluso los haba que complementaban su economa domstica dedicndose a la caza del lobo, animal por el que los concejos de la comarca pagaban recompensas. La situacin de los moriscos valencianos comenz a cambiar para mal a consecuen cia de la sublevacin y posterior represin de los moriscos de las Alpujarras. Algunos fugitivos se refugiaron en Valencia provocando la preocupacin de las autoridades. La postura intransigente del obis po Juan de Ribera y el acoso de los piratas berberiscos a las costas valencianas oblig a un nuevo planteamiento de la cuestin morisca, llegando a proponerse la expulsin en el ao 1582. Durante el siglo XVI la villa de Elda segua siendo de mayora musulmana. Su estructura socioeconmica segua siendo medieval y sus rasgos culturales no haban sido alterados por la presencia cris tiana. Desde las conversiones forzosas hasta la expulsin la evolucin de la poblacin eldense fue aproximadamente la siguiente: Ao Moriscos Cristianos Total 1510 968 200 1.168 1565 1.155 300 1.445 1570 1.255 382 1.637 1595 1.840 410 2.250 1608 1.720 480 2.200 FUENTE: A. M. Poveda Navarro 82 3. EL ORIGEN DE LA VILLA El casco urbano de la villa, situado a los pies del castillo, pre sentaba una planta ortogonal y careca de murallas, aunque la funcin defensiva era ejercida por un muro continuo formado por las partes traseras de las casas que se construan unidas unas a otras. La fiso noma responda a la tpica musulmana: calles sinuosas y estrechas salpicadas de plazuelas y callejones sin salida, barios pblicos, lava dero, etc. Los accesos a la villa eran cuatro: por el oeste se abra la va de comunicacin con las tierras de Murcia, era el Portal del ngel o deis orts y que conduca a las afueras donde se encontraba el cemen terio. Al este y siguiendo en lnea recta, otra puerta prxima a la mezquita mayor e iglesia de Santa Ana, la puerta de las heras. Una tercera puerta se ubicaba al suroeste del castillo y permita un fcil acceso a su interior y al centro de la villa donde se encontraba la plaza mayor, la Plaza del ngel (actualmente de la Constitucin), donde se localizaba el concejo, la crcel y la lonja, y donde se cele braban los actos de administracin de justicia. La puerta sur estaba situada en el inicio de la calle Coln y desde ella parta el camino de Alicante, Elche y la costa. Para el acceso directo de la villa al interior del castillo contaba con una puerta al norte en la llamada calle del Castillo. 3.4. La expulsin de los moriscos El 4 de agosto de 1609 se inici para la poblacin morisca el episodio ms dramtico de su existencia. Esta comunidad, arraigada en sus tierras desde siglos y cuyo nico delito era el de profesar una fe distinta de la mayora, fue vctima de la intolerancia e incapacidad de una clase dominante para resolver un problema de convivencia. El Consejo de Estado, bajo la influencia del duque de Lerma, valido de Felipe III, aconsej la expulsin de los moriscos espaoles y el rey acept la opinin. En esta decisin jugaron un papel importante una 83 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA serie de factores que se conjugaron para hacer imposible una convi vencia pacfica: * RELIGIOSO. Desde la rebelin que tuvo lugar en 1567. y cuyo escenario principal fueron las Alpu jarras granadinas, se pretendi llevar a cabo una conversin en masa. En 1601 el arzobispo de Valen cia, Juan de Ribera, peda su expulsin por herejes pertinaces y trai dores a la Corona Real. Desde este punto de vista la expulsin repre sent el reconocimiento del fracaso al problema de la asimilacin de una cultura. * POLTICO. El estamento militar consideraba un peligro la existencia de comunidades moriscas en las comarcas costeras, tenidas como las fronteras ms vulnerables a una supuesta invasin proce dente del norte de frica en ayuda de sus hermanos de religin en la Pennsula. Los recelos aumentaron conforme lo hacan las incursio nes de los piratas berberiscos sobre las costas levantinas. * SOCIAL. Las clases medias urbanas y el campesinado cristia no no haban olvidado que los moriscos se negaron a unirse a ellos contra los nobles en la rebelin de las Germanas valencianas y actua ron como fuerza al servicio de los seores para la represin del movi miento agermanado. Por otra parte, los moriscos eran considerados como una comunidad extraa, no asimilada, que molestaba y sobre la que se vertan toda clase de odios y frustaciones. * ECONMICO. Las crisis econmicas de 1596 y 1607 haban afectado a las economas de la nobleza al quedar devaluado el valor de los pagos de sus vasallos que disfrutaban el dominio til de las tie rras. As pues, a pesar de la proteccin y defensa que siempre les haban dispensado, vieron como mal menor la expulsin de sus vasa 84 3. EL ORIGEN DE LA VILLA lb s moriscos ya que esto les permitira actualizar sus rentas con nue vos colonos. El 11 de septiembre de 1609, el conde de Elda recibi una carta del rey en la que le comunicaba los motivos por los que haba deci dido la expulsin, advirtindole que sera compensado por las prdi das econmicas que se derivasen de tal medida. La orden de expul sin en el reino de Valencia se dio por Crida el 22 de septiembre fir mada por el virrey de Valencia, marqus de Caracena. En dicha orden se exceptuaban los menores de 4 aos y un 6% de la poblacin con el fin de no dejar desamparados los campos de cultivo. El 6 de enero de 1610 se anul la excepcin. A principios de octubre de 1609 salieron hacia Alicante los moriscos de Elda y Petrer, que junto con los del resto de la comarca fueron embarcados haca las costas de Berbera. 3.4.1. Consecuencias de la expulsin A grandes rasgos podemos decir que las consecuencias ms inmediatas ocasionadas por la expulsin fueron: a) El descenso brutal de la poblacin con el consiguiente colap so econmico. b) La repoblacin llevada a cabo con la publicacin de las Cartas de Poblacin o Cartas Pueblas. 3.4.1.1. El descenso de poblacin De todo el Reino saldran unos 130.000/117.000 moriscos (segn autores), lo que representaba un tercio de la poblacin activa valen ciana. De 453 pueblos de moriscos existentes en el Reino, 205 no estaban repoblados todava en 1638, lo que indica que, en contra de lo que se pens durante algn tiempo, los moriscos no ocupaban las mejores tierras de cultivo. La villa de Elda contaba con una poblacin 85 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA de unos 2.200 habitantes de los que salieron expulsados alrededor de 1.760, lo que representaba aproximadamente un 82,3% del total. Los moriscos expulsados de Petrer representaban el 97% de su pobla cin. Todo el valle sufri un enorme descenso poblacional quedando la poblacin de Elda reducida a unos 480 cristianos. Los moriscos eldenses tuvieron mejor suerte que la mayora de sus correligionarios de otros lugares. Junto con los de Petrer fueron acompaados por el conde de Elda, don Antonio Coloma, hasta dejar los sin contratiempos en los trminos de Mostaganem y Tremecn, al amparo de la autoridad turca y fuera del alcance de los jinetes nma das que recorran las costas norteafricanas despojando y maltratando a los recin llegados desde la Pennsula. En el libro ms antiguo de bautismos del Archivo Parroquial de la iglesia de Santa Ana de Elda, que corresponde al perodo 1572 1599, encontramos apellidos como Andreu, Paseig, Salabert, Seller, Tareig, Alfoqu, Varon, Milich, etc., que nos indican un origen morisco y que ya no aparecen en el siguiente libro correspondiente al perodo 1681-1700. En conjunto la expulsin represent un drama humano y un desastre econmico de la que la villa tard bastante tiempo en recu perarse, y aunque asest un duro golpe a la economa nobiliaria, a largo plazo permiti asentar el seoro sobre bases econmicas ms slidas gracias a las condiciones pactadas con los nuevos pobladores a travs de las Cartas Pueblas. 3.4.1.2. Las Cartas Pueblas Las Cartas de Poblacin o Cartas Pueblas son unos documentos publicados por los dueos de los seoros afectados por la expul sin de los moriscos con el fi n de atraer a nuevos pobladores. En ellas se establecen los repartos de tierras, las cargas econmicas que los colonos deben soportar en beneficio de los seores, el gobierno y 86 3. EL ORIGEN DE LA VILLA administracin de las villas y en general las relaciones de produccin y administracin que regularn la vida campesina hasta el siglo XIX. En la Carta Puebla se establece que el conde (y luego sus descendientes) tiene el gobierno y la administracin como titular que es de la jurisdiccin, y la ejerce personalmente o a travs de su representante el Procurador General y Bayle del condado y de los magistrados elegidos y nombrados por l. 3.4.2. La Carta Puebla de Elda y la repoblacin Fue publicada en valenciano el 11 de noviembre de 1611 y corre gida y completada el 21 de octubre de 1612 por el entonces conde de Elda don Antonio Coloma. En ellas se establecen las siguientes con diciones: a) Relaciones entre el conde y los vasallos: 1.- El conde es el titular de la jurisdiccin y del dominio de la tie rra, tanto del directo como del til. Este ltimo lo cede al vasallo a cambio del juramento de fidelidad y del pago de unas rentas. 87 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA 2.- El conde hace a su gusto el reparto de la tierra con su parte de agua. 3.- El conde se reserva el monopolio (regalas) de los molinos (Arriba y Abajo), los derechos de almazara, dos hornos (Nuevo y de Enmedio). la taberna, la panadera, el mesn, la carnicera, el arren damiento del salitre, las boticas, la feria y la escribana, lo que le supondr una importante fuente de ingresos. Con los aos aparecern algunas almazaras y hornos de particulares, pero ante la prohibicin de usarlos otros que no fueran sus dueos, stos terminaron arren dndolos al conde. 4.- La tienda la entrega a la comunidad para su explotacin a cambio de 100 libras anuales. 5.- El aprovechamiento de montes y pastos del condado en comn para los vecinos de Elda y Petrer. b) Los vasallos se comprometen a satisfacer las siguientes cargas: 1.- Un censo anual perpetuo o renta fija en metlico (pecho) pro porcional al valor de las tierras y casas que les corresponda. 2.- El diezmo, que supona la octava parte de los frutos y la dci ma de las cras de ganado nacidas cada ao. 3.- La sptima parte de todo el grano que deba ser molido en los molinos del conde. 4.- El pago del transporte del agua que proceda de la fuente de Nuestra Seora de las Virtudes de Villena. Inclua la limpieza de la acequia dos veces al ao. 5.- La prohibicin de vender o hipotecar casas y tierras sin per miso del seor. 6.- Asmismo tienen la obligacin de residir en la villa bajo pena de perder los bienes recibidos. Con estas dos ltimas imposiciones se pretenda dar mayor esta bilidad a la repoblacin y evitar la tentacin del negocio fcil que supondra la venta del dominio til adquirido de forma gratuita. 88 3. EL ORIGEN DE LA VILLA El diezmo era un tributo a la Iglesia que por concesin papal cobraba el rey. Ya sabemos que la percepcin de este impuesto fue concedido al conde de Cocentaina en 1449 cuando era seor de Elda. Pero la ratificacin papal requiri la condicin de ciertas pres taciones a la Iglesia, como fundar al menos tres iglesias y dotarlas de 50 libras anuales y de lo necesario para su mantenimiento y abonar a perpetuidad 70 libras anuales al obispo y cabildo de Cartagena (dicesis a la que perteneca por entonces el seoro). Las diferencias surgidas en torno a este tema se solventaron por medio de la Con cordia de 1494 entre el conde y el obispo por la que acordaron que el Cabildo recibira 300 libras anuales y el conde se encargara del mantenimiento de un rector y del pago de las reparaciones en la iglesia. Los pleitos continuaron con el nuevo obispado de Orihuela cuando el aumento de las tierras cultivadas y de la produccin agra ria elev el valor de la renta decimal y la subida de precios devalu el poder adquisitivo de las dotaciones en metlico acordadas, mien tras que la mayor poblacin acrecent las necesidades pastorales. Estos problemas fueron resueltos por otra Concordia en 1769 acor dada para actualizar los pactos. El diezmo gravaba todos los pro ductos de la agricultura y la ganadera y se cobraba sobre el total de la cosecha. Al final del Antiguo Rgimen estaban sujetos a este tri buto el trigo, la cebada, la avena, el centeno, el panizo, el aceite, el piuelo, el vino, el aguardiente, la almendra, la pasa, las habas, el ans, el comino, el camo, la cebolla, el ajo, el cordero, la oveja y la lana. Los tres conceptos por los que el seor reciba la casi totalidad de sus ingresos eran los pechos, los diezmos y las regalas. El sistema recaudatorio consista en el arrendamiento de los derechos dominica les y seoriales mediante subasta al mejor postor, as se aseguraba el seor la percepcin de su dinero y quedaba a salvo de contingencias derivadas de malas cosechas o plagas. En 1618 el conde perciba de Elda 776 libras en concepto de diezmos, 1.320 libras por las regalas, 89 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA 1.700 libras por los pechos y 70 libras por el arrendamiento del huer to. Se establecen las siguientes penas por el incumplimiento de lo acordado: . Por no pagar el censo o por deudas al seor sern encarcelados y sus bienes vendidos. . Por abandono o mal laboreo de las tierras y alteracin de la convivencia y buen orden de la villa podrn ser privados de sus haciendas. Los nuevos pobladores estaban tambien sometidos al luismo o laudemio y a la fadiga de los moriscos. Como resultado de esta repoblacin las tierras de Elda quedaron clasificadas en dos categoras: a) Tierras de natural o de pecho viejo, las que posean los cris tianos viejos anteriores a la expulsin y por las que slo pagaban el diezmo. b) Tierras de poblacin o de pecho nuevo, las asignadas a los nuevos pobladores. Soportaban todas las cargas antes descritas. En resumen, el seor se apropiaba de un tercio de la renta agr cola y con estas condiciones se sentaron las bases de los futuros plei tos que se entablaron entre los vasallos y el conde y que se prolon garon hasta el siglo siguiente, ya que al introducirse nuevos cultivos y ampliarse la superficie cultivada, el seor pretender alterar a su favor lo dispuesto en la Carta Puebla. No conocemos el ritmo de entrada de los nuevos pobladores, pero el recuento de matrimonios en los aos inmediatamente ante riores y posteriores a la expulsin nos acerca al vaciamiento pobla cional de los primeros aos. 90 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Ao Matrimonios Ao Matrimonios 1601 21 1611 17 1602 21 1612 10 1603 13 1613 3 1604 34 1614 4 1605 15 1615 8 1606 33 1616 10 1607 43 1617 15 1608 21 1618 6 1609 12 1619 8 1610 12 1620 7 FUENTE: Archivo Parroquial de la iglesia de Santa Ana El nmero de nacimientos descendi considerablemente hasta mediados de siglo para alcanzar la cifra anterior a la expulsin a finales del siglo. Las sucesivas epidemias que asolaban el reino, como las de los aos 1648 y 1677-78, no parece que tuvieron graves efectos en la villa de Elda a juzgar por el ritmo de los nacimientos que no demuestran ningn descenso significativo. En la sociedad del Antiguo Rgimen se observa muy bien la relacin poblacin -subsistencias debido a la estrecha vinculacin existente entre las fl uctuaciones de la poblacin y la de la agricultu ra. Malas cosechas y carestas alimentarias influan negativamente en la evolucin demogrfica. As, el ario 1632 es el de ms bajo nme ro de nacimientos y coincide con la grave crisis agrcola que sufri todo el Reino. Otras catstrofes, como la peste de 1647-52 que pro voc una grave crisis demogrfica en todo el Reino de Valencia, no tuvieron ninguna incidencia en Elda. 91 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Decenios - Nacimientos Ao Vecinos Habitantes 1609 120 480 1580-1589 70 1612 138 552 1590-1599 80,5 1600-1609 86,1 1615 170 680 1610-1619 35,7 1618 196 784 1620-1629 33,4 1628 155 620 1630-1639 33,4 1636 163 650 1640-1649 36,8 1646 170 680 1650-1659 46,1 1660-1669 49,8 1653 203 812 1670-1679 64,1 1661 228 916 1680-1689 73,3 1663 243 972 1690-1699 88,1 FUENTE: Archivo Municipal de Elda FUENTE: Archivo de la iglesia de Santa Ana Respecto a la procedencia de los nuevos pobladores es muy difcil poder determinar sus lugares de origen. En algunos casos los libros de bautismo y matrimonios nos ayudan, ya que espordicamente hacen referencia a su lugar de procedencia. Por ellos podemos saber que durante los primeros aos (hasta 1638) algunos venan de Fuente la Higuera (1), Ayora (2), Salinas (2), Petrer (5), Agost (2), Alicante (5), Novelda (3), Monvar (6), Onil (9), Alcoy (1), Muchamiel (2), Aspe (2), Orihuela (2), Valencia (2), Monforte (1), Elche (1), Villa Real (4), Ville na (11), Yecla (2), Sax (2), Mallorca (3), Ibiza (1), Mula (1), Albate ra (1), Jumilla (1), Caudete (1), Abanilla (3), Villarrobledo (1) 3.4.3. Empleos municipales En la Carta Puebla se establece que el conde (y luego sus des cendientes) tiene el gobierno y la administracin como titular que es 3. Archivo parroquial de la iglesia de Santa Ana de Elda, Libros de Bautismo 92 3. EL ORIGEN DE LA VILLA e( insta ca a Uda Elat _ _ _ Un Mustacaf, encargado de los mercados y del control de los pesos y las medidas pblicas. de la jurisdiccin, y la ejerce personalmente o a travs de su repre sentante el Procurador General y Bayle del condado y de los magis trados elegidos y nombrados por l. El poder jurisdiccional le facul ta para administrar justicia e imponer castigos, controlar la adminis tracin del territorio y nombrar magistrados municipales. Dichos magistrados son los siguientes: . Un Justicia Mayor, cargo de mayor autoridad y cuya funcin consista en administrar justicia en las causas que le eran competen tes. . Cuatro Jurados, que representaban el rgano decisorio del municipio; dictaban la normativa a seguir mediante cridas (Bandos), a travs de las cuales regulaban diversas cuestiones de la vida local. . Un Mustagaf, encargado de los mercados y del control de los pesos y las medidas pblicas. . Un Sobrecequier, repartidor de las aguas del riego. . Un Clavario, administrador de la hacienda municipal. . Los anteriores magistrados se completaban con 24 Consejeros elegidos por los jurados y dems magistrados el da de Pentecosts. 93 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Libro -registro de las propiedades y riqueza de los vecinos (Giradora) para sacar las cuentas de lo que deban tributar al seor. tic pp . ,CIZS 1 3 c P9%.1a .tertiittio , -g, dc diell..i Veruit41 0 p - . re, a. vut cOp;6 11ie:u SiEloAkdd 0 i el Al $iLivItiOS,Io C3 ,41 , ittar v o, Fi 1 21,P4..s 9 10.1 ES e ,! e x v S; ki dicoGlos - t z-1, ../Gab vid urti , jodediehlk z La duracin de todas las magistraturas, excepto la del procurador, era por un ao. Esta regulacin para la provisin de cargos u oficios municipales en la villa de Elda fue complementada y concretada el 28 de mayo de 1702 por unos estatutos otorgados por don Carlos Coloma, Arcedia no Mayor de la ciudad de Xtiva y procurador general del conde don Francisco Coloma, donde se establecan los impedimentos lega les para ser propuestos, los que incapacitaban para ejercer los oficios, el salario que deban percibir y otros cargos nuevos que eran: 94 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Sndico, cuyo principal cometido el de cuidar de la observancia de los Estatutos y supervisar el cobro de las rentas de la villa, estan do adems facultado para elevar instancias a las autoridades supe riores. Almotacn, o anterior Mustacaf. Escribano de sala y Contador, que deba llevar el Libro de los Acuerdos del Consejo, las cuentas del Clavario y de los Jurados, los repartos y derramas, dar fe de los acuerdos y llevar un libro -registro de las propiedades y riqueza de los vecinos (Giradora) para sacar las cuentas de lo que deban tributar al seor. Alcaide del pantano, que deba atender a la vigilancia del pan tano y controlar el agua concedida para los riegos. 3.4.4. Recursos municipales Los recursos municipales se obtenan de los impuestos directos sobre los productos que entraban en la villa (treta o sisa) y de derra mas o repartos entre los vecinos cuando eran necesarios fondos extra ordinarios. El municipio contaba adems con unos bienes del comn, pastos de aprovechamiento conjunto entre los vecinos de Elda y Petrer. La base econmica de la villa era la agricultura tpica del Antiguo Rgimen, es decir, sujeta a las condiciones climticas y a las cats trofes naturales, sustentada sobre una estructura de la propiedad cali ficada como rgimen seorial y con la enfiteusis como rgimen de explotacin. Se completaba con los establecimientos comerciales propiedad del conde y arrendados para su explotacin. La rudimen taria industria se reduca a varios molinos de plvora, trigo y tabaco, adems de una industria de salitre. El secular problema del agua para el riego no se arregl con las concesiones y ventas de pozos y fuentes de Villena. Las continuas interferencias de los agricultores sajeos, por cuyas tierras pasaba la 95 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA acequia que conduca el agua, tenan que resolverse mediante pleitos. Este estado de cosas hizo plantearse a los eldenses la construccin de un pantano que recogiera toda el agua que llegaba por el Vinalop y que se perda sin poder ser utilizada. En 1684 estaba la villa embar cada en una serie de pleitos con su seor, el conde don Juan Andrs Coloma, que pretenda cobrar el pecho adems del diezmo a los pro pietarios de tierras de natural. El 24 de enero se firm una Concordia entre la villa y el conde en virtud de la cual el seor renunciaba a cobrar los pechos, se le pagaba el diezmo y la villa se comprometa a construir el pantano a sus expensas. La obra se termin en 1698. Segn Cavanilles tena 56 palmos de altura y 40 de grueso, aunque la extensin de la balsa era insuficiente para retener las aguas proce dentes de las fuentes y manantiales ms las acumuladas por lluvias y avenidas, as que stas desbordaban el muro y erosionaban su base, hasta que en octubre de 1793 la excesiva presin del agua acumula da revent el muro. Se repar en 1843, pero la falta de dinero paraliz la obras al ao siguiente. La reparacin y obra fue adjudicada por contrato. La planta es recta, igual que el paramento de aguas abajo. Su altura es de 6,5 metros y su espesor de 2 metros. La capacidad de embalse es de 120.000 m 1 , y se le aadieron dos torres con com puertas metlicas como aliviaderos. Se termin definitivamente en 1890. 3.5. Repercusiones de la prdida de los Fueros En un principio la guerra de Sucesin fue un conflicto interna cional derivado de la falta de sucesin directa al trono espaol a la muerte de Carlos II. La pennsula no fue escenario de acciones bli cas hasta el verano de 1705 cuando la guerra, ahora con el aadido de CIVIL, se introdujo en Espaa con el levantamiento de Valencia y Catalua a favor del pretendiente austriaco, el archiduque Carlos. 96 3. EL ORIGEN DE LA VILLA Si la victoria borbnica en Almansa el 25 de abril de 1707 abri el camino de la recuperacin del reino de Valencia, la cada de la capital fue el punto de partida para las reformas consideradas nece sarias por la administracin, cuyo punto culminante fueron los Decre tos de Nueva Planta de junio y julio de 1707 por los que quedaron abolidos los Fueros de Valencia. La nueva divisin del reino de Valencia en corregimientos era vital para un mejor control del territorio y en especial para los gobier nos municipales. Desaparecieron las instituciones forales, siendo sustituidas por un sistema administrativo estructurado a imagen y semejanza del castellano en el que el vrtice lo ocupaba el Capitn General y presidente de la Audiencia como mxima autoridad mili tar y judicial. En un primer momento la Nueva Planta valenciana intent asen tarse en el equilibrio de tres poderes: el militar (Capitn General), el gubernativo -judicial (la Chancillera) y el financiero (Intendente). Pero los conflictos de competencias entre la Chancillera y el Capitn General motiv la reduccin de la Chancillera en Audiencia con competencias ms limitadas. Se pas as a un sistema jerarquizado con amplias competencias del Capitn General que presida el Real Acuerdo (formado por la Audiencia y el propio Capitn General). Por lo que respecta al gobierno municipal en esencia la estructu ra qued prcticamente como estaba. Hubo un cambio de denomi nacin: el Consell pas a llamarse Ayuntamiento; el Justicia, Alcal de y los Jurados, Regidores. A partir de este momento el nombra miento de todos los cargos se har primeros de enero y la confirma cin quedar como competencia de la Audiencia. Los cambios ms notorios fueron las abolicin de la terica fuente de poder municipal: el Consell General y la desaparicin del sistema de insaculacin como forma usual para la provisin de cargos vigente en muchas ciudades importantes. 97 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Se reorganiz tambin el sistema hacendstico y fiscal, a cuya cabeza figur un nuevo funcionario. el Intendente. Se introdujo en los reinos de la Corona de Aragn un tributo de carcter general en equi valencia a las rentas castellanas que recibi el nombre de Equivalente y otros diversos, corno las alcabalas, el papel sellado, el tabaco, la sal. etc. 3.5.1. La problemtica en Elda En el Reino de Valencia no hubo una respuesta unitaria ante el conflicto sucesorio. En su desarrollo interno se pone de manifiesto sobre todo el carcter de una sociedad profundamente dividida, no slo estamental, sino territorialmente. Por tanto la adscripcin de las comarcas y poblaciones del Reino a los dos bandos present matices de consideracin. As tenemos reivindicaciones antiseoriales, mani festaciones de lucha social en el campo y en ncleos urbanos, inte reses econmicos contrapuestos, divergencias en el seno de los sec tores privilegiados y no privilegiados, propaganda poltico -religiosa, rivalidades comarcales, fidelidades locales, etc. Tambin es difcil encontrar en las amenazas contra los Fueros la principal causa para explicar el rpido reconocimiento del archiduque por parte de algu nas poblaciones valencianas, puesto que la cuestin foral no se con vertira en un factor decisivo hasta que se decret su abolicin en 1707. Esta variada casustica nos revela la poca intensidad de un sentimiento no ya nacional, sino incluso provincial, por no hablar de devociones seoriales, y que el marco de lealtades difcilmente iba ms all del mbito comarcal donde se desarrollaba la vida y las relaciones. En este sentido, la lealtad borbnica eldense estuvo ms cerca de sus intereses econmicos ligados a la actividad comercial con una Castilla unida secularmente a la costa alicantina por la ruta natural del corredor del Vinalop. As, no es de extraar la formacin de una 98 3. EL ORIGEN DE LA VILLA especie de confederacin defensiva entre Elda, Sax, Castalla, Biar, Onil, Ibi, Tibi, Petrer, Monvar y Baeres, poblaciones ubicadas en el mismo mbito comarcal y comercial, a las que se sumaron Villena, Alcoy, Onteniente, Jijona y Cocentaina. La villa colabor en el conflicto creando una fuerza de cien infantes y treinta y cinco de a caballo que particip en varios hechos de armas en Elche y Fuente la Higuera, estuvo de guarnicin en Villena y Baeres y tom parte en la batalla de Almansa. Tambin tom parte en la liberacin del castillo de Alicante que estaba en manos inglesas mientras la ciudad permaneca bajo la amenaza de la armada britnica. Como poblacin situada en territorio enemigo se vio en la necesidad de fortificarse tapiando las entradas y dejando portales para el paso. A pesar de todo las tropas del archiduque al mando del coronel Nebot y del brigadier Georges la ocuparon en julio de 1706, permaneciendo en ella hasta el 5 de octubre en que fue ron desalojadas por el ejrcito borbnico que, en su avance hacia Alicante, haba recuperado Villena y lo hara con Novelda. En febre ro de 1707 volvi a caer en poder de los ingleses, mandados esta vez por el propio seor de Elda don Francisco Coloma, que la ocu paron hasta el 16 de abril, poco antes de la batalla de Almansa. D. Francisco Coloma, quinto conde de Elda, aparece en la rela cin de diez Grandes y cuarenta y tres Ttulos que se pasaron al par tido austracista. Su familia tena una larga tradicin de lealtad a la casa de Austria, ahora representada por el archiduque, y cuando en junio de 1706 tom partido por l pas a formar parte de su Junta de Gobierno con mando de tropas. Fue castigado por Felipe V junto con los dems nobles austracistas con la confiscacin de sus bienes y la prdida de todos sus derechos seoriales. Ahora bien, el castigo del conde por su defeccin no fue extensi vo a su familia, ya que la Corona atendi a sus necesidades con sumas sacadas del total de las confiscaciones. A la condesa de Elda se le otog una renta vitalicia de 2.750 libras. Por otra parte la relacin 99 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Entre 1727-29 el seoro de Elda lo ostent don Francisco de Leyva y Coloma, hijo del anterior conde y de la condesa de Baos. entre la villa de Elda y la casa Coloma no se interrumpi en los aos siguientes. Hasta 1725, fecha de la devolucin del condado a su titu lar, la villa felicitaba todas las Navidades a la condesa envindole a su domicilio en Valencia diversas cantidades de turrn, uvas pasas y algn que otro donativo en metlico cuyos importes eran puntual mente anotados en las cuentas del Clavario. Para administrar el seoro del conde fue nombrado adminis trador Don Domingo de Acquaviva y Aragn, duque de Atri, quien asumi no slo la percepcin de 9.000 pesos o 135.000 reales en concepto de renta sino tambin la jurisdiccin del condado, dere cho que ejerci a travs de representantes o procuradores que ele gan a los vecinos encargados de desempear los oficios munici pales. El 7 de septiembre de 1707 la Chancillera de Valencia notifica ba el Decreto Real por el que entraban en vigor las leyes castellanas, aunque prorrogaba la permanencia de los empleos forales. Asimismo se inclua la obligatoriedad de usar el papel sellado y el uso de lengua castellana en todos los documentos oficiales bajo pena de nulidad. A partir de esta fecha no encontramos ya nada escrito en valenciano, pero lo que no podemos asegurar es si hasta ese momento se usaba el castellano o el valenciano como lengua de relacin entre los eldenses, porque si bien los documentos del Consell estn redactados en valen 100 3. EL ORIGEN DE LA VILLA N. - , Zr.f .1 N. - El condado pas a la familia Puoenrostro hasta 1785, ala condesa de Elda y marquesa de Villana hasta 1799, y al conde de Cervelln hasta el S. XIX. ciano, la correspondencia entre la villa y el conde a finales del XVII est en castellano. A este respecto podemos indicar que ya en el siglo XVII se haba iniciado un proceso de evolucin cultural en el Reino de Valencia caracterizado por el abandono del valenciano en favor del castellano. A partir de 1766, y enmarcado en las reformas llevadas a cabo por el ministro Campomanes, fueron creados dos nuevos cargos ele gidos por el comn de los vecinos: dos Diputados del Comn con competencia en materia de abastos, educacin y sanidad y con poder para denunciar la mala administracin de justicia y las irregularida des en la recaudacin de los impuestos y un Sndico Personero del Comn, cuya funcin consista en defender los intereses del comn de los vecinos ante el Ayuntamiento cuando las decisiones del cabil do perjudicaran al comn. Con la ocupacin militar del territorio y el ejrcito en plena acti vidad contra las tropas aliadas, la vida municipal se vio totalmente intervenida por las autoridades militares que controlaban las fun ciones judiciales a travs de gobernadores. Esta interferencia de lo militar en la vida civil, no ya a nivel municipal sino en todo el reino, ser una constante a lo largo de toda la centuria y ser el origen del progresivo protagonismo que cobrar la institucin militar en el futuro. 101 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Cuando en abril de 1725 fueron amnistiados por el rey los nobles castigados, el conde don Francisco Coloma volvi a tornar posesin de sus estados y derechos seoriales. El 25 de abril su primo y repre sentante don Jaime Castellv tom posesin del condado de Elda y procedi a nombrar un nuevo Ayuntamiento. Al trmino de la guerra la economa municipal qued en malas condiciones. Se solicit la ayuda de la Corona a travs de dos Memo riales al rey exponiendo la situacin y recordando los servicios pres tados a su causa. La respuesta lleg en forma de Cdulas y Decretos por los que se otorg a Elda el ttulo de FIDELSIMA y el honor de colocar la Flor de Lis en su escudo como memoria a su lealtad al rey; se le concedi a la villa una moratoria de dos aos para pagar sus deudas y a los vecinos de Elda y de su aldea Salinas se les concedi permiso para usar armas y tenerlas en sus casas; asmismo se le con firmaron todos los privilegios antiguos que antes hubiese usado. Entre 1727-29 el seoro de Elda lo ostent don Francisco de Leyva y Coloma, hijo del anterior conde y de la condesa de Baos. Al morir sin descendencia, el condado pas a la familia Puoenrostro hasta 1785. Desde esta fecha la titularidad pasa a la condesa de Elda y marquesa de Villena hasta 1799, fecha en la que el condado pas al conde de Cervelln y de Elda. 3.5.2. Expansin econmica y demogrfica Durante el siglo XVIII todo el Reino de Valencia experiment un notable aumento en su poblacin y en sus actividades econmicas. Las sucesivas coyunturas desfavorables, como la guerra, las plagas de langosta, las epidemias de viruela y tercianas, las crisis de produccin de trigo, las sequas, heladas y pedriscos, no consiguieron frenar el 102 3. EL ORIGEN DE LA VILLA crecimiento demogrfico que, segn parece, lleg a doblar la pobla cin a final del siglo. Ao Vecinos Habitantes 1702 441 1.764 1705 458 1.832 1710 334 1.337 1718 416 1.539 1725 454 1.816 1730 616 2.280 1740 718 2.657 1745 726 2.686 1760 765 2.830 1767 838 3.101 1787 1.009 3.734 1790 1.058 3.915 1800 1.078 3.988 FUENTE: Archivo Municipal de Elda Este gran crecimiento se debi fundamentalmente a los inmi grantes atrados por la roturacin de nuevas tierras y en parte a la recuperacin de la natalidad. Algunos aos el nmero de nacimien tos sufri varios altibajos debidos a ciertas coyunturas desfavorables, como fueron los fuertes incrementos del precio del trigo en 1723, 1758, 1766y 1779; la mala cosecha de cereales de 1757; la epidemia de viruelas de 1730 y la de tercianas de 1785; las malas condiciones climatolgicas de los arios 1786 y 1788 que arruinaron vias y sem brados provocando otra enorme elevacin de los precios del trigo, etc. Sin embargo el exiguo trmino municipal eldense, constreido en el valle, no ofreci tierras suficientes para las labores agrcolas que la poblacin demandaba, lo que motiv la desviacin de mano 103 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA de obra hacia otras actividades como el transporte, el comercio y la artesana. La agricultura eldense experiment pocas variaciones en cuanto a la variedad de los cultivos, estando supeditada a un clima subrido con pocas y torrenciales precipitaciones concentradas en el otoo. Adems, el poco caudal del Vinalop no permita el cultivo de exten sas reas de regado a pesar de que el pantano pali algo el problema. La desecacin de la laguna de Villena motiv que Elda perdiese las aguas procedentes de Villena, por lo que el funcionamiento del pan tano se hizo acuciante aunque modific algunos aspectos de los rie gos tradicionales. En 1858 se aprobaron las Ordenanzas del Riego de la Villa de Elda, segn las cuales las aguas del riego eran propiedad de varios particulares que la vendan por horas, azumbres o medios azumbres, correspondiendo un azumbre a un octavo de hora. El entra mado del aprovechamiento del agua contemplaba la existencia de propietarios (cabeceras), usufructuarios (pasioneros), aguas comu nes que se sacaban a pblica subasta y el intervencionismo del Ayun tamiento a travs del alcalde que presida la Junta de Aguas y contro laba las ventas, las traslaciones de dominio, las herencias y todo el sis tema econmico -administrativo. Los cultivos eldenses se repartan entre los de regado: cereales, maz, ans, algarrobos, frutas y hortali zas destinados fundamentalmente al consumo particular, y los culti vos tradicionales: el olivo, la tierra blanca, la vid y otros (higuera, almendro, la tierra blanca con olivos, etc.). Hacia 1716 la extensin de los cultivos eldenses era de 1.563 tahllas de tierra cultivable (1 tahlla=1.138 m.) repartidas de la siguiente forma: 56 dedicadas al olivo; 820 de tierra blanca que era la dedicada al cultivo de cereales y productos agrcolas; 532 de vid y 155 dedicadas a otros cultivos: almendros, higueras, etc. Se consuman 2.512 azumbres de agua. Desde la segunda mitad del siglo ir aumentando la superficie dedi cada al cultivo gracias a nuevas roturaciones de tierras que respon dan al inters del Gobierno en estas materias. Las nuevas explota 104 3. EL ORIGEN DE LA VILLA ciones estaban sometidas al mismo rgimen de tenencia y las mismas condiciones que las establecidas en la Carta Puebla, aunque gran parte de los nuevos establecimientos quedaron exentos del pago de los censos en metlico. Estas nuevas roturaciones se localizan en las cercanas de las ramblas. Dentro del secano tenan gran importancia las llamadas plantas industriales: barrilla y esparto. La barrilla era la materia prima para la fabricacin de la sosa o carbonato sdico que se obtena por com bustin de la planta. Con ella se fabricaba jabn y aunque Elda no destacaba por esta industria, muy importante en otras zonas de la provincia, contaba sin embargo con una fbrica de este producto. Mayor importancia tena la manipulacin del esparto, planta que previamente majada serva para la confeccin de cuerdas, felpudos, alpargatas, etc. Esta industria, sin duda importante en la Elda del siglo XVIII, contaba con dos mquinas de majar que aprovechaban el agua del ro como fuerza motriz y proporcionaba unos ingresos com plementarios a familias humildes. El apartado industrial se comple taba con siete fbricas de aguardiente, una de tela, varios telares de lienzo, un molino de papel blanco y dos de papel de estraza. Econmicamente dos hechos incidieron positivamente en el desa rrollo de Elda: el puerto de Alicante, que en 1778 es el nico de todo el Reino de Valencia autorizado para comerciar con Amrica, y la creacin en 1785 del Consulado de Mar y Tierra en Alicante. Ambos supondrn un notable incentivo para los productos de exportacin: aguardiente, vino, aceite, ans, higos, pasas, barrilla, licores, etc. 105 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA BIBLIOGRAFA DEL CAPTULO 3 - ALBEROLA ROM, A.: Organizacin poltico -administrati va durante al poca moderna. H de la provincia de Alicante. T. IV. Murcia, 1985. - AMAT Y SEMPERE, L. Elda. Su antigedad, su historia.... Ed. fascimil. Elda, 1983 - ANES, G.: El Antiguo Rgimen: los Borbones. Madrid, 1980. - AZUAR RUIZ,R.: Castellologa Medieval Alicantina. Alican te, 1981. Una interpretacin del Hisn musulmn en el mbito rural. R.I.E.A., 1982; Panorama de la arqueologa medieval de los valles del alto y medio del Vinalop, en Lucentum nm. II. Alican te, 1983. - BARCEL VERD, J.: La Guerra de Sucesin en Sax. Valen cia, 1968. - BELANDO CARBONELL, R.: Estudio demogrfico de Moli var (Siglos XVI -XX). Alicante, 1982; Realengo y seoro en el Alto y Medio Vinalop. 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Es la oligarqua, grupo poltico dominante que, a travs del partido moderado, ir construyendo un Estado en el que no fueran posibles los cambios que pusieran en peligro sus propiedades y sus privilegios. Frente a ellos la burguesa industrial y la intelectualidad estarn representadas por el partido progresista, del que se desgajarn los demcratas y los republicanos. El 23 de mayo de 1808 se produjo en Valencia el levantamiento popular al recibirse la noticia de la abdicaciones de Bayona. Inmediatamente se constituy una Junta Suprema que inclua a las autoridades valencianas y a representantes de los distintos grupos sociales. Los acontecimientos de Valencia repercutieron en otras ciudades y villas del Reino. En la provincia de Alicante el orden se mantuvo con gran precariedad. En un principio las autoridades, junto con representantes del clero, nobleza y clases acomodadas, formaron Juntas que asumieron el gobierno local, pero ya a partir ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA del 10 de julio quedaron nicamente las de las ciudades cabeza de partido (Alicante, Alcoy, Orihuela, Denia y Jijona), mientras que en los dems municipios fueron creados los Cuerpos de Vecinos Honrados y Urbanos del Reyno de Valencia para controlar la situacin social y evitar motines. Las Juntas estaban sometidas a la Junta Suprema del Reino de Valencia, que ante el avance francs se instal en Alicante (caso nico, junto con Cdiz, de ciudad nunca ocupada por los franceses de toda Espaa) y all dej paso a una Comisin de Gobierno del Reino de Valencia de la que formaban parte liberales tan destacados como Canga Argelles. Alicante pas a ser as cabeza del Reino de Valencia y en ella se instalaron las primeras instituciones del rgimen constitucional: una Diputacin Provincial dirigida por un Jefe Poltico y un Ayuntamiento formado por regidores elegidos, pero todo ello entendido como rganos del Gobierno nacional. En Orihuela, el pueblo oblig al Ayuntamiento a declarar la guerra el 24 de mayo y Alicante lo hizo el 28. Atendiendo a la quinta decretada por la Junta de Gobierno del Reino de Valencia el mismo mes de mayo, la villa de Elda aport inmediatamente 144 hombres, a los que se sumaron los movilizados en arios posteriores entre los hombres tiles comprendidos entre los 16 y los 40 arios. En junio se recibi una circular de Orihuela advirtiendo a la poblacin que deba hacer uso de cuantos medios dispusiera para hacer frente a las tropas francesas que, se supona, podran bajar desde Cuenca. La situacin durante estos primeros meses fue bastante catica; individuos armados actuaban por su cuenta en misiones de vigilancia por los caminos, acciones que algunas veces desembocaron en autnticos atropellos para los viajeros. A este respecto fueron advertidos varios individuos eldenses de una circular de Orihuela que mandaba a los alcaldes reprimir estas acciones. Posteriormente, y para atender al orden pblico, el 9 de octubre se recibi en Elda el Reglamento para la formacin de 112 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA compaas de vecinos honrados en el Reyno de Valencia, que defiendan sus pueblos y que mantengan la quietud. El reino de Valencia deba formar 21 batallones a los que la Gobernacin de Orihuela deba contribuir con dos batallones de quinientos hombres cada uno, a los que Elda deba aportar cincuenta y cuatro voluntarios 4 . Aunque el desarrollo de la guerra no se dej sentir por estas timas, al encontrase en una situacin privilegiada para el trnsito de tropas debi hacer frente a cuantas peticiones de suministros le eran formuladas. Ya al trmino de la guerra, en 1812, los franceses en retirada ocuparon la villa y confiscaron importantes cantidades de dinero y vveres. 4.1 . La revolucin liberal Las primeras conquistas del liberalismo fueron la abolicin de los seoros y la desamortizacin eclesistica, de las que salieron beneficiados la burguesa ciudadana, la pequea nobleza de origen antiguo, rentista o enfiteuta y los propietarios y arrendatarios ms acomodados de los pueblos. 4.1 .1 . La abolicin del rgimen seorial El programa legislativo de la abolicin del rgimen seorial se inici con el decreto del 6 de agosto de 1811 de las Cortes de Cdiz. se vio frenado por el restablecimiento del absolutismo fernandino y sali definitivamente adelante durante el reinado de Isabel II, bajo la regencia de Mara Cristina con el decreto del 30 de mayo de 1836 que restableci la supresin de mayorazgos y vinculaciones, y con la ley del 26 de agosto de 1837 que confirm la supresin de los seoros jurisdiccionales y la conversin en propiedad particular de los territoriales, lo que determin la 4. A.M.E. Veredas 1806 a 1910. 113 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA derrota y la prdida patrimonial de los grandes seores. Este resultado, que caracteriza el fin del rgimen feudal en el reino de Valencia, contrasta con las consecuencias que la misma legislacin tuvo en Andaluca, en Castilla o en Extremadura. regiones donde la aristocracia seorial se convirti en una alta clase de propietarios latifundistas. La razn de la diferencia se encuentra en la presencia y actuacin en tierras valencianas de una pequea nobleza que s convirti en propiedad particular sus seoros y que fue la gran beneficiada de la operacin antiseorial junto con los ricos enfiteutas de los pueblos y los burgueses rentistas de la ciudad cuya fuerza y riqueza se consolidaron gracias a la Desamortizacin. El programa liberal, por lo que se refiere a Elda, contempla la supresin del mayorazgo, la abolicin de los seoros jurisdiccionales, la desaparicin del diezmo y la incorporacin del seoro a la Corona en 1841. Al abolirse la jurisdiccin seorial, corno se estableca la abolicin de las prestaciones, dejaron de pagarse los pechos y se establecieron nuevas normas liberalizadoras para el cumplimiento del pago del diezmo de cereal al seor. Con la restauracin absolutista de 1814 se inici un pleito ante la Audiencia por el pago de los censos dispuesto en Real Cdula que ordenaba le fuera reintegrada al seor la percepcin de sus rentas. El pleito se prolong hasta el Trienio Liberal en que, al amparo de la nueva legislacin abolicionista, la villa emprendi una serie de acciones contra los derechos seoriales que dur los tres aos. En concepto de pechos el conde estaba percibiendo en esta poca una cantidad media de 1.724 libras anuales. Si tenemos en cuenta que en 1618 la cantidad era de 1 .700 libras veremos que este captulo haba quedado devaluado. Mayor perjuicio que la prdida de los censos ocasion la desaparicin de las regalas, captulo que proporcionaba al conde 114 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA 3.119 libras anuales. Pero el golpe ms duro a la economa seorial vino dado por el Real Decreto de 29 de julio de 1837 que declaraba suprimida la contribucin de diezmos y primicias, apartado que representaba la mayor parte del presupuesto de ingresos y que de forma ms espectacular haba aumentado desde 1618: unas 8.441 libras anuales, cantidad de la que haba que deducir el mantenimiento de la iglesia, convento, clero; la parte correspondiente al impuesto llamado el Noveno Real y otros gastos a cargos del conde. El resto de los ingresos seoriales perdidos por la legislacin abolicionista fueron los derechos de luismo y el arrendamiento del huerto, por los que perciba unas 170 libras, los pechos y diezmos de Petrer que ascendan a unas 3.330 libras y los de Salinas a unas 2.628 libras, lo que completaba el montante total de las rentas del condado. Por otra parte, la resistencia antiseorial no se limitaba slo a los anteriores pleitos por el reconocimiento y pago de las prestaciones derivadas del dominio directo de la tierra, sino que, al igual que otras muchas villas y lugares de seoro, Elda haba iniciado en 1815 un pleito de tanteo o de reversin a la Corona ante el Supremo Consejo de Castilla. En 1841 el Tribunal Supremo dict sentencia favorable y la villa qued exenta de pagar los pechos, pasando el Alczar a ser propiedad del Estado. Al conde le quedaron 37,5 tahllas de tierras de cultivo, tres almazaras, un lagar, cuatro hornos y tres molinos, propiedades sobre las que tena dominio directo y que tuvo que arrendar para conseguir algn beneficio, siendo vendidas en pblica subasta en 1880. 4.1.2. La Desamortizacin En el Antiguo Rgimen era norma que los estamentos (nobleza, clero, municipios) dispusieran de bienes que no podan enajenar ni 115 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA vender, sino que deban ser transmitidos con objeto de servir de base econmica permanente. La nobleza por ejemplo, tena vinculados sus bienes de tal forma que un noble no poda repartir sus tierras entre sus hijos ni venderlas a plebeyos, sino que deba transmitirlas ntegras a su primognito (mayorazgo). As se garantizaba que las grandes casas nobiliarias seran siempre fuertes econmicamente. Por su parte la Iglesia era propietaria de una masa considerable de bienes que servan de base econmica al clero (manos muertas). Los municipios igualmente tenan tierras y propiedades: pastos de aprovechamiento comn por los vecinos, tierras baldas, etc., de propiedad municipal (propios). En el caso de los nobles la Desamortizacin consisti en desvincular sus tierras mediante la oportunas medidas legislativas hacindolas aptas para ser vendidas, enajenadas o repartidas; y en el caso de la Iglesia y los municipios consisti en la incautacin por el Estado, mediante compensacin (nacionalizacin), de sus bienes races, bienes que luego fueron vendidos en pblica subasta. Desde el punto de vista econmico supona la posibilidad de poner en cultivo unas tierras poco productivas y desde el punto de vista poltico permita crear una clase de nuevos propietarios especialmente interesados en el mantenimiento de un rgimen a cuya suerte iba unida la de su propia fortuna personal. Si la Desamortizacin llevada a cabo por Mendizbal (1836-1837) convirti las fincas rsticas y urbanas de la Iglesia en fuente de renta y beneficio para sus ricos compradores, la de Madoz (1855), al poner en venta gran parte de tien as comunales de los pueblos, rompi el precario equilibrio de unas economas familiares de subsistencia y oblig a muchos campesinos a integrarse por la fuerza en el mercado capitalista. En la comarca del Medio Vinalop se haban dado muy poco los asentamientos de instituciones del clero regular. En Elda concretamente slo exista el convento de Nuestra Seora de Los 1 16 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA La desamortizacin afect al convento de los P.P. Franciscanos que posteriormente se convirti en el Hospital Provincial. ngeles de los P.P. Franciscanos cuya propiedad era muy reducida, 7,5 tahllas y fue su comprador un tal Pedro Garca que pag por la finca 31.960 reales. Los bienes del clero secular ascendan a 176 tahllas repartidas en varias fincas de regado que le proporcionaban una nada despreciable renta de 16.000 reales. En virtud de la desamortizacin de Espartero (1841) fueron declarados bienes nacionales, puestos a la venta y adquiridos por veintitrs compradores. Los bienes rsticos del Hospital de Beneficencia se limitaban a 1,5 tahllas de huerta tasadas en 6.000 reales y vendida en 6.502 reales a Jos Ortega, vecino de Alicante. Tambin salieron a la venta los bienes urbanos del Estado, limitados en Elda al Alczar Real que haba pasado a ser propiedad estatal a raz de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo en 1841. Sali a subasta en 1848 siendo comprado por Juan Rico y Amat por 121.000 reales. Los bienes de Propios con que contaba el Ayuntamiento eldense eran siete montes, Barrancada, Marn, Lobera, Camara, Boln, Bateig y Torreta con una extensin aproximada de 1.393,7 Ha., varias parcelas de tierras de secano con 117 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA olivos o inculta tasada en 7.262 reales, la Casa -tienda, la Casa escuela, la carnicera y parte del reparto de agua. 4.1.3. Evolucin del rgimen local El modelo de rgimen local liberal espaol se inspir en el francs y se caracteriza por su centralismo, aunque matizado por la aspiracin de articular la representacin popular de los intereses locales con el control del centro. De ah la creacin del Jefe Poltico, agente directo del Gobierno en las provincias y nombrado por ste, presidente de la Diputacin y del Ayuntamiento de la capital provincial. Ya las Cortes de Cdiz abordaron la empresa de una divisin administrativa basada en la provincia, pero sta no fue una realidad hasta el decreto de 30 de noviembre de 1833 siendo ministro de Fomento Javier de Burgos. El rgimen local establecido en 1810-13 y reformado despus en sentido descentralizador en 1823 pas a formar parte esencial del programa del liberalismo progresista. Como tal desempe un papel destacado en su lucha con el moderantismo hasta 1844. La amplia representacin popular de sus instituciones electivas y la independencia de que gozaban hacan de l un arma poderosa en manos del progresismo. Alcanzado el poder definitivamente por los moderados, el rgimen local de origen gaditano ser sustituido por la centralizacin extrema que caracterizara desde entonces, salvo en breves intervalos, al liberalismo espaol. El decreto de las Cortes de Cdiz de 6 de agosto de 1811 sobre la abolicin de los seoros jurisdiccionales se recibi en Elda el 6 de noviembre procedente de Orihuela y se public en la Plaza Mayor el da siguiente. Tal como se estableca, ces inmediatamente el procurador general del seor. De conformidad con el artculo 314 de la Constitucin y con Instruccin fijada por 5. A.M.E. 242/32 118 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA el decreto de 23 de mayo, el 20 de septiembre procedi el vecindario a la eleccin de electores que el da 27, con arreglo al citado artculo y 7 0 del Reglamento e Instruccin, eligieron y nombraron el primer Ayuntamiento constitucional de Elda. El procedimiento consista en el sufragio universal indirecto y en 2 grado por el que se elega primero a una junta electoral que luego nombraba a los miembros del Ayuntamiento. La Constitucin de 1812 liquid la figura del alcalde mayor, pero restaurada la monarqua absoluta por Fernando VII, un decreto de julio de 1814 disolva los Ayuntamientos constitucionales, mandaba reponer los realistas y recobraba al alcalde mayor. En cumplimiento de la Real Cdula que mandaba disolver los Ayuntamientos constitucionales, el 14 de agosto de 1814 fueron repuestos en sus cargos los miembros que ocupaban el Ayuntamiento en 1808. Para 1815 estos miembros propusieron una terna para que la Real Audiencia nombrase a los titulares. Durante el parntesis liberal y constitucional que supuso el Trienio 1820-1823 en que se recuper lo establecido jurdicamente en la poca de Cdiz sabernos que volvieron a actuar los Ayuntamientos constitucionales, pero su actividad no nos es conocida ya que en el Archivo Municipal de Elda no existe documentacin de este perodo. Durante la restauracin absolutista (1823-33) el Ayuntamiento de Elda estaba formado por los siguientes cargos todos ellos nombrados por el Rey: un alcalde ordinario, cuatro regidores, un sndico procurador general, un diputado, un sndico personero, un alcalde de la Hermandad, un alguacil mayor y cuatro alcaldes de barrio. A partir de la muerte de Fernando VII los Ayuntamientos sern definitivamente constitucionales con la variaciones impuestas por las diversas Constituciones del siglo. 119 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Segn la Constitucin de 1837, inspirada en la de 1812, contaban los Ayuntamientos con poderes para gobernar sobre la polica local, para organizar la Milicia Nacional, para decidir sobre aprovechamientos, mercados, caminos, obras pblicas, enseanza, crceles, cementerios, sanidad, etc. En definitiva, los ciudadanos ejercan por primera vez en la historia cuantos poderes pertenecan antes a los seores. La villa de Elda se encontraba en la escala de 500 a 1.000 vecinos, por lo que le corresponda elegir nueve electores, quienes a su vez votaban para nombrar al alcalde, a seis regidores y a un sndico. Los alcaldes constitucionales ejercan un extraordinario poder, por otra parte apetecido por la burguesa agraria moderada que en 1840 implant una Ley de Ayuntamientos dirigida a mermar este poder en beneficio del Gobierno. Aunque se mantuvo la eleccin popular, la nueva ley estipulaba que el Gobierno quedaba facultado para designar alcaldes de entre los concejales electos en las capitales de provincia y los Jefes Polticos de cada provincia a los alcaldes de los pueblos de ms de 500 vecinos. La nueva Ley de Ayuntamientos, sancionada en Barcelona el 14 de julio de 1840, incluy a la villa de Elda en la escala de 500 a 1 .000 vecinos, ya que contaba con 876, por lo que le correspondan 372 electores que elegan a 11 concejales entre los que saldran un alcalde, un teniente de alcalde, ocho regidores y un sndico. La oposicin a esta Ley por parte los progresistas ocasion una serie de levantamientos, manifestaciones y desrdenes que motivaron la abdicacin de Mara Cristina y el nombramiento del general Espartero como regente . Sin embargo esta Ley, aunque con ligeras modificaciones, ser la utilizada durante los perodos de gobierno moderado. As, segn la Constitucin de 1845, la Ley de Ayuntamientos de 8 de enero de 6. A.M.E. Elecciones de Ayuntamientos desde 1835 a 1840. 7. A.M.E. Elecciones de Ayuntamientos aos 1841 a 7866. 120 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA 1845 dispona que la Corona designara alcaldes y tenientes de alcalde, no slo en las capitales, sino tambin en las cabezas de partido con poblacin superior a 2.000 vecinos y el Gobernador Civil a los restantes miembros. Los concejales elegidos por votacin popular eran slo la mitad ms uno y el resto los designaba la Corona. Durante el Bienio Progresista (1854-56) se restablecieron las normas del Trienio Liberal (decreto de 7 de agosto de 1854). La Ley de Ayuntamientos promulgada el 5 de julio de 1856 no lleg a aplicarse por la cada de Espartero 8 . Las Cortes salidas de la Revolucin de 1868 establecieron otra Ley de Ayuntamientos el 20 de agosto de 1870 por la que los concejales eran elegidos en su totalidad por los residentes mayores de 25 arios en cada poblacin y los concejales a su vez designaban al alcalde. Durante todo el perodo en la villa de Elda se elegan 14 concejales 9 . Esta misma Ley es la que servir de referencia durante la Restauracin, si bien con algunas reformas en sentido centralizador por la Ley de 16 de diciembre de 1876. 4.1.4. La Milicia Nacional Un elemento esencial en el sistema poltico junto con los Ayuntamientos y acerca de cuya organizacin se enfrentaron moderados y progresistas fue el del orden pblico. Los progresistas confiaron estas funciones a los alcaldes, que utilizaron un cuerpo de ciudadanos armados, la Milicia Nacional. La Constitucin de 1812 determin la creacin de un cuerpo de Milicias Nacionales cuya finalidad era la de defender la Constitucin, mantener el orden pblico y defender los hogares y trminos de los pueblos. Durante el Trienio Liberal constituy el 8. A.M.E. Elecciones de Ayuntamientos aos 1868 a 1871 9. A.M.E. Elecciones de Ayuntamientos aos 1872 a 1876 121 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA brazo armado de la burguesa contra el absolutismo. Fue disuelta durante la restauracin fernandina, crendose los Voluntarios Realistas como imagen en negativo de la Milicia con el cometido de vigilar a los enemigos del Rgimen. Reorganizada en octubre de 1833 con el nombre de Milicia Urbana y reglamentada en marzo de 1835 como institucin civil dependiente del Ministerio del Interior, alistaba a todos los contribuyentes mayores de 18 aos con un determinado nivel de renta. Desarroll una intensa actividad contra las partidas carlistas, en especial en aquellas zonas a las que el Ejrcito no poda llegar, bien por la falta de efectivos, bien por estar ocupados en operaciones de mayor envergadura. Fue definitivamente disuelta por Real Decreto de 15 de agosto de 1856 y sus funciones encomendadas a la Guardia Civil, institucin permanente que haba sido fundada el 13 de mayo de 1844 por el gobierno moderado como un instrumento al servicio del centralismo, ya que le quitaba a los Ayuntamientos progresistas el control del orden pblico al ponerla a la rdenes de los gobernadores civiles. La Milicia Urbana de Elda se form el 9 de enero de 1834 con 174 milicianos encuadrados en dos compaas, cada una de ellas con los siguientes mandos: un capitn, un teniente, dos subtenientes, un sargento 1, tres sargentos 2, cuatro cabos 1, cuatro cabos 2 y un cabo furriel. La tropa elega a los oficiales por un perodo de dos aos, los sargentos y cabos eran designados por el capitn y el comandante era elegido por los oficiales . Entre los arios 1835-37 su nmero haba ascendido a ms de 400 hombres ya que se le haba agregado la Milicia de Petrer, formndose un Batalln con 5 compaas comandadas por el alcalde de Elda Jos Amat y Amat que particip en varios hechos de armas contra partidas carlistas que haban penetrado en la provincia al mando 10. A.M.E. Formacin de la Milicia Nacional y elecciones de oficiales desde 1834 a 1841. 122 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA del coronel Domingo Forcadell . El da 5 de febrero de 1844 particip en la llamada Batalla de Bon, hecho de armas desarrollado por los campos circundantes a Santa Brbara entre las tropas gubernamentales mandadas por el comandante general de Murcia, don Juan Antonio Pardo y las mandadas por el coronel Pantalen Bon que haba encabezado una sublevacin liberal contra el gobierno moderado de Gonzlez Bravo a causa de la promulgacin de la restrictiva Ley de Ayuntamientos de 1840. 4.2. Poblacin y economa eldense Ao Habitantes Ao Habitantes 1800 3.988 1860 4.085 1817 3.286 1871 4.180 1835 3.696 1877 4.337 1843 3.846 1885 4.487 1856 4.154 1897 4.945 FUENTE: A.M.E. Durante el siglo XIX el crecimiento demogrfico eldense va a pasar por un cierto estancamiento. Una vez que el trmino municipal agot sus posibilidades de expansin ces el impulso migrador, pues en zonas de secano como el valle de Elda las posibilidades agrcolas dependan de la extensin de los cultivos. El siglo se inici con una terrible oleada de hambre provocada por la escasez de grano; los arios de la guerra de la Independencia y la posterior prdida del imperio americano hundieron los precios agrcolas y paralizaron la actividad exportadora, las crisis de subsistencias de la postguerra y las epidemias de fiebre ai.. .:::a en 1804 y 1811-1812 fueron causas lo suficientemente importantes 11. A.M.E. Cabildos 1834 a 1840. 123 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA como para hacer descender la poblacin, ya que en circunstancias como stas es frecuente el cambio de residencia en busca de mejores condiciones de vida. El crecimiento poblacional en la primera mitad del siglo fue, por tanto, moderado. Entre 1860-77 se desarrolla otro largo perodo de crisis de subsistencias, pero durante las dos siguientes dcadas el crecimiento fue algo mayor debido a la coyuntura favorable de la expansin del cultivo de la vid. La enfermedad epidmica tpica del siglo XIX fue el clera morbo, causa de una considerable mortalidad entre la poblacin. La del ario 1885 provoc 324 muertos en Elda. A partir de 1887 la actividad zapatera trajo consigo un considerable aumento demogrfico. En general la poblacin eldense se dedicaba a la agricultura. En 1817, de un censo de unos 1.038 vecinos, haba 459 propietarios y 451 jornaleros. Entre los 112 arrendatarios existentes, un buen nmero simultaneaba el cultivo de sus tierras con otras. Las actividades del sector secundario estaban dirigidas fundamentalmente al abastecimiento de materias de primera necesidad, entre ellas cuatro pozos de nieve, a la elaboracin de productos agrcolas y a la fabricacin de herramientas. Relacionadas con la artesana estaban las actividades del molino de papel, el taller de platera y la fbrica de jabn. Dentro del sector servicios destacan los cincuenta y siete arrieros, de los que ms de mitad se dedicaban con exclusividad a este oficio. Los profesionales liberales que ejercan eran tres escribanos, cuatro abogados, un boticario, un perito y un mdico. El comercio se localizaba preferentemente en la calle Nueva, las Dueas y en las dos Plazas. 4.2.1. La agricultura Si durante la primera mitad del siglo la economa eldense dependi casi exclusivamente de una agricultura que, en lneas generales, permaneci hundida en una depresin cuyo inicio est 124 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA Los terrenos de la Finca Lacy constituyeron una de las mayores explotaciones agrcolas eldenses. en la guerra de la Independencia, a partir de la segunda mitad experiment una notable mejora a juzgar por la extensin de los cultivos. Con todo, estaba escasamente desarrollada y expuesta a los desastres meteorolgicos, se basaba fundamentalmente en los cultivos mediterrneos: cereal, vid y olivo, con algo de hortalizas y frutales en pequeas parcelas con disponibilidad de agua. El riego dependa de las escasas e irregulares lluvias y del agua que llegaba de Villena y de Sax, lo que en no pocos casos ocasionaba frecuentes pleitos. Al margen de las ya de por s difciles condiciones naturales que tena que soportar la agricultura eldense, otros desastres se abatieron sobre su huerta durante este siglo. Uno fue motivado por la desecacin de la laguna de Villena en 1824 llevada a cabo por los colonos establecidos en las tierras que antes haban sido la laguna. Para lavarla de los restos de contaminacin desviaron el agua de riego que, cargada de residuos, sigui su camino hacia Elda. Las aguas contaminadas se mezclaron con las aguas que iban camino de la huerta eldense causando graves daos y provocando la emigracin de muchos braceros. El otro ocurri el 20 de 125 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA septiembre de 1867, cuando 30.000 quintales de sal procedentes de una fbrica de Villena que haba cerrado fueron depositados junto a la acequia de riego. Las lluvias de ese otoo arrastraron la sal hasta depositarla sobre los campos eldenses con resultado catastrfico. Hacia 1832 la superficie cultivada ascenda a 4.413 tahllas, repartidas entre 363 de olivo, 1.593 de tierra blanca, 2.361 de vid y 96 de otros cultivos, totalizando 5.194 azumbres de agua. Es decir, en relacin con el siglo anterior se haba experimentado un considerable aumento sobre todo en la extensin de la vid, lo que nos habla de una importante actividad exportadora de la tierra blanca y en menor cuanta del olivo, disminuyendo en cambio la dedicada a otros cultivos. En 1860 la superficie cultivada haba aumentado a 16.923 tahllas, de las que ms de la mitad estaban dedicadas al secano, en su mayor parte localizadas al Norte y al Oeste del trmino municipal, con cultivos de trigo, cebada, vid, olivo, almendro y frutales; el regado se circunscriba a la Jaud, el Derramador, en torno al casco urbano y hacia el Sur a lo largo del ro. Para el ltimo tercio del siglo la mejor descripcin de la agricultura eldense es la que nos ha dejado Lamberto Amat y Sempere que, como terrateniente y agricultor que era, tena amplios conocimientos de esta materia. Segn su testimonio la huerta eldense no haba mejorado en nada con respecto a tiempos anteriores, debido entre otras cosas a la sobreexplotacin a que estaba siendo sometida y a los mltiples problemas de abastecimiento de agua para los campos, lo que oblig a la sustitucin de los cultivos de huerta por almendros y olivos, al trigo por la cebada, y a la cada vez mayor generalizacin del barbecho. La vid, que durante mucho tiempo fue el principal cultivo, fue cediendo terreno al olivo y al almendro. Segn este autor se dedicaban en Elda unas 8.000 tahllas de tierra al regado 126 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA y unas 11.000 al secano, utilizndose para este ltimo hasta las laderas, vertientes y barrancos de los montes circundantes. Su principal produccin era la cebada, cuyo cultivo ocupaba una extensin de 2.500 tahllas, seguida del trigo con unas 500, alternando su cultivo con cerca de 1.200 tahllas dedicadas al ans, habas y hortalizas, que si bien eran cultivos poco rentables permitan al suelo recuperarse para una nueva cosecha de cereales. A la alfalfa se dedicaban unas 300 tahllas, dedicndose parte de la cosecha al consumo de caballeras y parte a su venta fuera de la villa. Otros cultivos como el maz, los ajos, chirivas, patatas, cardos, nabos, coles y lechugas eran de poca consideracin a causa de la mala calidad del agua de riego. El olivar eldense tena una gran importancia, ya que se le dedicaban unas 2.000 tahllas que contaban con dieciseis mil olivos, de los que se obtena un aceite de gran calidad, casi todo salido de la variedad comuna o manzanilla, la ms extendida del valle y que era objeto de exportacin. Se cultivaba tambin, aunque en pequeas cantidades dedicadas al consumo directo, las variedades sevillana, cornezuelo o cornicabra y grosal. Del cultivo del almendro dice Lamberto Amat en 1873 que cuarenta y cinco aos atrs no se vea ninguno en Elda, pero en su tiempo se contabilizaban unos treinta mil que producan las variedades mollar alficosenca, albade, pestaa fina, blanqueta, cscara amarga, comuna planeta, comuna ordinaria y faenereta. Del cultivo de la uva nos dice el mismo autor que su estado era deplorable, en parte debido al oidium y en parte al exceso de plantaciones que se hicieron desde el siglo XVII y que terminaron agotando la tierra. Se dedicaban a este cultivo unas 2.700 tahllas, cuya produccin era en gran parte destinada a su conversin en aguardiente o alcohol. Entre las variedades de uva destinadas a la elaboracin de vino estaba la planta mula, gallata y montalvn para el tinto; la meseguera, jan, mors y esclafacherris para el blanco; y como uva de mesa, clotel ingor y moscatel. De 127 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA los frutales dice que abundaban extraordinariamente, cultivndose prcticamente todas las especies conocidas en el pas, entre las que destaca las peretas, las peras, las manzanas y los albaricoques, productos que eran objeto de exportacin. Otras especies citadas son las ciruelas, las granadas, los membrillos y los azufifos (jnjoles). 4.2.2. Claves de la industrializacin El panorama agrcola eldense no parece que fuera tan negro como para provocar su abandono y sustitucin por la industria. En el proceso industrializador influyeron otros factores, como la gran diferenciacin socioeconmica y demogrfica que exista en la sociedad eldense, en la que predominaba la poblacin joven y con escassimos medios y por consiguiente supona una gran reserva de mano de obra barata que emigraba temporalmente durante la campaa de la siega en busca de trabajo. Tambin una circunstancia natural favoreci el surgimiento de la actividad industrial: la ubicacin geogrfica de la villa en la parte central del valle del Vinalop, enlace natural de la Meseta con el Mediterrneo, permiti que muchos pequeos agricultores eldenses encontraran en la arriera una actividad econmica que les permiti compensar sus escasos recursos aprovechando sus animales de labor en la doble tarea agrcola y de transporte. Tampoco escaseaban los comerciantes que se desplazaban a otras localidades cargados de felpudos, cestera, cordelera, aguardiente y, en algunos casos, zapatos, lo que permiti el suficiente conocimiento del mercado regional como para que los primeros zapateros dieran a conocer sus productos fuera del valle. Estos factores permitieron que, poco a poco, el campesino fuera desarraigndose de la tierra y adquiriendo una mentalidad 128 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA comercial que le llevara a cambiar de profesin siempre que la inversin fuera pequea. La llegada del ferrocarril a Elda al inaugurarse el tramo Almasa-Alicante de la lnea frrea Madrid -Alicante en 1858 supuso un duro golpe para la ardera, pero permiti una mejor y ms barata comunicacin y la ampliacin del mercado para los productos de la naciente actividad industrial. 4.2.3. La industrializacin Pero antes de que el calzado se convirtiera en la principal industria eldense ya exista una tradicin industrial basada en la manipulacin y transformacin del esparto o atocha desde el siglo anterior. La importancia de esta industria era tal que su rentabilidad era comparable a la de la via o el olivo; hasta 1876 existan en Elda diez molinos que aprovechaban la fuerza del agua del ro para majar el esparto con el que se confeccionaban felpudos, esteras, cofines (ruedas para las prensas de vino y aceite) y conlelillo (aqu llamado filete) destinado a la cordelera y a la exportacin. A esta actividad se dedicaban jornaleros durante las pocas de poco trabajo, y mujeres y nios que conseguan una ayuda suplementaria a los ingresos familiares. La venta a particulares de los montes comunales productores de esparto en 1860, unida a la escasez de la planta motivada por el esquilmo, hizo que esta industria entrara en decadencia. Adems los salarios no eran muy altos, as que poco le cost a una industria del calzado en pleno desarrollo atraer a unos trabajadores acostumbrados al trabajo manual. La actividad de estos molinos, as corno la de los de harina, tabaco, papel y plvora situados todos junto al ro, cesaron la noche del 18 de septiembre de 1884 cuando se produjo la mayor riada que jams se haba visto en la comarca. Causada por las fuertes lluvias, arras no slo los molinos, sino cuantos puentes, 129 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La fabricacin de calzado en Elda arranca a mediados del siglo XIX, momento en que la iniciativa privada de un pequeo nmero de zapateros que se lanz a la conquista de mercados exteriores consolid la artesana zapatera corno actividad econmica. GRAN FABRICA DE CALZADO RAFAEL ROMERO Tea carnuza.: ELDA (ALICANTE) ssz.. c) s es Esta mea gozadas gnu reputuidin a, todu provincias de Variada y extra:re por au ele,rancia y buena emadruccin ea todas clanes de calzado, tanto en las clases fi lma cosidas de primera como ea ha dem dual de batalla, en laa cualee solo es em , pie materiales da primera y conleocidn enterada, tomo azi lo cien* radicado. la fabrica, comtruida capeare manee en edilicio men niego ea Evpana no su cine, uniendo en ella todo, bu adelantas modernos que basta el Jis ae co nocen para la mejor perloccidn en la al:cuida del mimo. Kim casa dispone tambin de numeroso y caten dido penonal, pudieado emir con la mayor pronti tud cuanta io,Wido se le bagan por importantit que luan, dedicando fi la contruccian del calzado de nades cuantas olas huta e/ da as moceen: 101ernINOveDAI.ZAT1bRlds-A edificios y rboles encontr a su paso, dejando inutilizadas alrededor de 2.000 tahllas de cultivo. La fabricacin de calzado en Elda, como industria propiamente dicha, arranca a mediados del siglo XIX, momento en que la iniciativa privada de un pequeo nmero de zapateros que se lanz a la conquista de mercados exteriores consolid la artesana zapatera como actividad econmica. El trabajo se realizaba de forma artesanal en las propias viviendas de los zapateros, trabajando un largo perodo de tiempo y vendiendo despus, ellos mismos, el calzado fabricado. Pero en poco tiempo la demanda del calzado fabricado en Elda se fue haciendo mayor, por lo que se necesitaron mayores espacios, as que se habilitaron locales que recibieron el nombre de talleres de calzado cuyos dueos se encargaban personalmente de salir a vender sus productos fuera de Elda, en mercados que ya empezaban a conocer el nuevo producto eldense incluso por anuncios que aparecan en la prensa. Gracias a su conocimiento de los mercados, se dirigan a los grandes centros comerciales de la comarca o comarcas vecinas y obtenan algunos 130 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA En los aos noventa aparecieron las primeras fbricas de zapatos consideradas como tales, es decir, grandes locales separados de las viviendas de sus propietarios y destinados a la actividad productora. beneficios de la venta de sus productos. No necesitaban gran capital para esta empresa; disponan de algn dinero, en su mayora de procedencia agrcola y tambin prestado por comerciantes acomodados. La expansin agrcola de la segunda mitad del siglo XIX, sobre todo el cultivo del viedo, produjo un incremento de los ingresos de los campesinos y creci la capacidad de los mercados comarcales. En un principio el mercado era comarcal o regional, pero permiti que creciera el nmero de artesanos dedicados a esta actividad. La mayor parte de los fabricantes procedan del pequeo artesanado y del pequeo campesinado que conseguan de esta manera unos mayores ingresos. La nueva profesin no debi resultar tan atrayente como para que los propietarios agrcolas abandonasen sus actividades, ni tan siquiera para merecer su atencin, pues Lamberto Amat no la cita entre las actividades industriales de Elda, pero sus modestos beneficios econmicos comenzaron a ser atractivos a un nmero cada vez mayor de jornaleros. 131 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La escasa mecanizacin de la naciente industria obligaba a la utilizacin de numerosa mano de obra; talleres y zapateros a domicilio empleaban a nios de familias con pocos recursos econmicos y a adultos procedentes del campo, pero las necesidades de la industria aumentaron y comenzaron a llegar inmigrantes de pueblos de la comarca. Una aportacin destacada fue la llegada de expertos zapateros mahoneses contratados por el industrial Rafael Romero con el propsito de mejorar la calidad de sus productos. Desde los ochenta el calzado es ya la principal actividad industrial de la villa; en los aos noventa aparecieron las primeras fbricas de zapatos consideradas como tales, es decir, grandes locales separados de las viviendas de sus propietarios y destinados a la actividad productora, la de Silvestre Hernndez en 1895, la de Rafael Romero en 1896 y la de los hermanos Ventura, Gabriel, Jenaro y Trinidad Vera, que junto con su cuado Rafael Juan formaron la firma Vera Hermanos y Juan. A la sombra de la fabricacin de calzado fueron surgiendo pequeos negocios con el fin de abastecer a las fbricas de algunos productos que necesitaban. As, a partir de 1870 aparece la primera empresa de servicios auxiliares, la fbrica de hormas Isidro Aguado e Hijo, a la que seguir en 1897 la de Constantino Ban, En 1866 se establecieron las primeras Tiendas de curtidos: la de Luis Castell y la de Jos Pay Amat; y a finales de siglo, Francisco Santos inaugur su fbrica de cajas de cartn para zapatos. La nueva actividad industrial comenz a imprimir rasgos urbanos a la villa, ya que el trabajo se desarrollaba al margen del campo; la mayor concentracin de quienes se dedicaban a la nueva profesin se daba dentro del ncleo urbano, en los alrededores de la plaza de Arriba, donde se encontraban los talleres caseros. La aparicin de las fbricas, con el consiguiente aumento del tamao 132 4. LA ASCENSIN DE LA BURGUESA de los locales, favoreci la expansin hacia la periferia donde la disponibilidad de terreno era mayor. La ubicacin de las primeras grandes fbricas de localiza en las actuales calles Maura, Jardines, Nueva, Ortega y Gasset, Dahellos, Chap, Pemn, Hilarin Eslava y Ramn Gorg. 133 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA BIBLIOGRAFA DEL CAPTULO 4 - AMAT Y SEMPERE. L.: Elda. Su( antigedad, su historia... . Ed. fascimil. Elda, 1983. - ARTOLA, M.: La burguesa revolucionaria (1808-1874). Madrid, 1974; Partidos y programas polticos. 1808-1936. Madrid, 1977. - BELANDO CARBONELL, R. : Estudio demogrfico de Monvar (Siglos XVI -XX). Alicante, 1982; Realengo y ,woro en el Alto y Medio Vinalop. Alicante, 1990. - BERNAB MAESTRE, J.M.: La industria del calzado en el valle del Vinalop. Valencia, 1976; Las bases de la industria del calzado en el valle del Vinalop. Alborada nXXII, Elda, 1976. - CONEJERO MARTNEZ, V.: Formas de cesin de la tierra en la agricultura tradicional alicantina, en Studia Historica, Alicante, 1985. - DE CASTRO, C.: La Revolucin Liberal y los municipios espaoles. 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El agotamiento del rgimen del bipartidismo monopolista hizo aflorar las veleidades intervencionistas del Ejrcito, la burguesa intentar ahora hegemonizar polticamente la situacin del pas y el proletariado se convertir en irreversible fuerza ascendente. La Dictadura fue la nica solucin que encontr el sistema a una situacin de atasco poltico y social que la va parlamentaria no fue capaz de resolver. En Elda la importancia econmica de la agricultura haba cedido protagonismo a la industria y el gobierno municipal fue acaparado por los nuevos representantes del poder econmico dominante: los industriales zapateros. Durante estos aos la poltica local se caracteriz por la corta duracin de las corporaciones locales. Esta inestable situacin municipal impidi 137 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Especial significacin tiene la fecha del 24 de agosto de 1904 en que el rey Alfonso XIII concedi a Elda el ttulo de CIUDAD. la realizacin de muchas mejoras en Elda quedndose en meros proyectos. El Ayuntamiento eldense estuvo presidido por los representantes locales de los partidos dinsticos, liberal y conservador. Especial significacin tiene la fecha del 24 de agosto de 1904 en la que el rey Alfonso XIII concedi a Elda el ttulo de CIUDAD. La mediacin del entonces presidente del Consejo de Ministros Antonio Maura, fue resaltada por el alcalde conservador maurista Jos Joaqun Gonzlez Pay, que propuso al pleno del Ayuntamiento, y se acept por unanimidad, el nombramiento de Hijo Adoptivo de Elda para el presidente y cambiar el nombre de la calle de Esperanza (antigua del Mesn) por el de Antonio Maura. Entre los motivos para esta distincin se apuntan el caluroso recibimiento que le dispensaron las autoridades locales a su paso por la estacin eldense procedente de Alicante, ciudad donde se haban producidos algunos disturbios y agresiones a la 138 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD comitiva presidencial, y el notorio auge industrial y demogrfico que ya se vislumbraba en la villa de Elda. Al margen de los dos partidos oficiales una nueva formacin poltica hace su aparicin en Elda a partir de 1914. El partido reformista fundado en 1913 y que cont en Elda con dos publicaciones El Adalid y El Reformista, desde donde intent influir en la formacin de una conciencia polftica al margen de los dos partidos dinsticos. Militantes de esta ideologa consiguieron alguna significacin pblica al ganar una concejala en el Ayuntamiento de 1915 y en la directiva del Casino Eldense. Las juventudes del partido liberal contaban con un rgano de difusin, El Liberal de Elda, desde donde mantenan sus posiciones de grupo mayoritario y contrarrestaban las ideas reformistas. Durante la Dictadura, los Ayuntamientos que sustituyeron a las corporaciones cesadas fueron elegidos por las llamadas Juntas de Asociados formadas por los mayores contribuyentes. El 2 de octubre de 1923 se celebr en el Ayuntamiento una sesin extraordinaria para constituir el nuevo consistorio. Reunidos bajo la presidencia del comandante del puesto de la Guardia Civil, fue ledo el Real Decreto del Directorio Militar por el que cesaban en sus funciones los concejales que automticamente fueron reemplazados por los vocales asociados a la Junta Militar, eligiendo como alcalde a Enrique Vera Gras que permaneci en el cargo hasta que el delegado del Gobierno nombr al nuevo alcalde, el teniente coronel retirado Francisco Lpez Prez fallecido en 1927. Le sucedi hasta 1930 Francisco Alonso Rico. 5.2. Transformacin social y urbana Desde principios de siglo, cuando los viedos franceses se recuperaron y la filoxera invadi a los espaoles, empezaron a 139 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA producirse unos grandes movimientos migratorios en todo el Vinalop Medio en busca de otras zonas donde seguir con la actividad agrcola o bien en busca de pueblos en vas de industrializacin. Por este motivo, entre 1910 y 1930 Elda va a absorber mucha mano de obra de los pueblos de la comarca, producindose un crecimiento acelerado del que los dos factores desencadenantes fueron el crecimiento natural y la inmigracin. Evolucin de la poblacin eldense Ao Habitantes Ao Habitantes 1900 6.131 1930 13.445 1910 8.028 1935 18.030 1920 8.078 1940 20.050 FUENTE: I.N.E. Algunos brotes epidmicos, como la viruela de 1901 y la gripe de 1918, ocasionaron prdidas humanas relativamente importantes, aunque no pudieron frenar el espectacular aumento de la poblacin eldense, ms llamativo cuando es comparado con la evolucin demogrfica de los pueblos agrcolas de su entorno, que se debe fundamentalmente al auge industrial de la ciudad. Al crecimiento natural hay que aadir los inmigrantes procedentes de pueblos vecinos, los de Murcia, La Mancha, sobre todo de Almansa, y el grupo procedente de Mahn que constituy un valioso aporte de mano de obra cualificada. Los aos de la Dictadura de Primo de Rivera y de la Segunda Repblica constituyeron una autntica poca dorada para la industria del calzado de Elda, que se convirti en el principal centro de atraccin demogrfica de toda la provincia de Alicante. El nmero de habitantes de la ciudad pas de los 8.078 del ao 140 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD 1920 a 13.445 en 1930 y a 18.030 en el ario 1935. Ese extraordinario incremento demogrfico era producto de una fuerte inmigracin campesina procedente en su mayor parte de las zonas limtrofes, atrada por la gran demanda de fuerzas de trabajo para una industria que se convirti en punto de destino para las oleadas migratorias que nutrieron el censo eldense, de tal manera que en 1935 (ltimo recuento anterior a la guerra civil), los inmigrantes contabilizados en Elda ascendan a 9.662, es decir, representaban la mitad de la poblacin. El ndice de crecimiento durante el perodo 1900-1940 fue de 327%. Es a partir del comienzo de este siglo cuando se produce el autntico punto de inflexin en el proceso de desarrollo de la ciudad. La paulatina industrializacin en torno a la industria del calzado desde finales de siglo y el consecuente y espectacular crecimiento demogrfico experimentado (sin parangn en ningn otro ncleo de la comarca) terminar rompiendo la estructura socioeconmica basada en la agricultura y la sustituir por otra basada en una nueva dialctica industrial -proletario. Con el abandono del casco antiguo en torno al castillo comienza el verdadero urbanismo ciudadano. En la nueva estructura ciudadana se incrustarn las fbricas como parte significativa de un entramado urbano que tendr como caracterstica descollante un crecimiento fulminante y anrquico a partir de los arios veinte. En la fisonoma urbana de principios del siglo se podan distiguir dos zonas, una alta en torno al castillo y otra baja cuyo callejero tena sus puntos de confluencia en la plaza del Ayuntamiento (de Abajo) y de Topete (de Arriba). Una caracterstica de las calles de la zona alta era su denominacin, alusiva a algn rasgo significativo, como la Pistola, el horno de San Antonio, la Palmera, Pilares, la Balsa, etc. En la zona baja se encontraban la de las Dueas (Coln), donde se ubicaba 141 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Entre 1910 y 1930 Elda va a absorber mucha mano de obra de los pueblos de la comarca, producindose un crecimiento acelerado del que los dos factores desencadenantes fueron el crecimiento natural y la inmigracin. mayoritariamente el comercio; la de San Roque y la ms moderna, la calle Nueva. Este enorme crecimiento demogrfico favoreci el gran auge de las actividades dedicadas a la construccin de viviendas y el desarrollo urbanstico de la ciudad. El grave problema de la vivienda encontr solucin en la construccin de casas por parte de la iniciativa privada en la primera mitad de siglo y por parte de la intervencin estatal de la segunda mitad. Hasta la guerra civil, el desarrollo urbanstico se desarroll ordenadamente en forma de barriadas. El capital privado procedente de la agricultura o de fuera de Elda se vio atrado por la industria de calzado en la que vea una esplndida ocasin de invertir dinero, tanto en la industria como en la construccin de viviendas para los obreros. As se constituy en 1898 la Sociedad de Casas Baratas La Prosperidad, que inici 142 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD las obras al ao siguiente. En 1902 la sociedad Romero y Tudela construy viviendas en los alrededores de lo que sera la plaza Sagasta. El mismo ao el alicantino Sebastin Cid, levant veinte casas formando una calle a la que posteriormente se le dio su nombre. Tambin en este ario decidi el Ayuntamiento la creacin de la calle Jardines a partir de la alineacin de fbricas y casas que se iban levantando a espaldas de la calle Nueva. En 1904, y como muestra de la nueva clase social surgida al calor de la industria, se inaugura el Casino Eldense y el teatro Castelar. Destinadas a una poblacin obrera, en 1916 se cre la Sociedad de Casas Baratas El Progreso y en 1922 la Sociedad La Fraternidad, cuyas viviendas fueron calificadas como ms modestas que las anteriores. En 1926, y como alternativa burguesa a las barriadas populares, se form la Sociedad de Casas de Lujo Cuidad Vergel, pero fue despus de la guerra cuando empez a levantar los chalets programados. Los arios veinte fue una etapa en la que, con la euforia de la industrializacin, todos los proyectos eran posibles. La ciudad comenz a cambiar radicalmente; los edificios pblicos se multiplican: nuevo matadero, reforma de la Casa Consistorial, nuevo puente sobre el ro camino de la estacin, reforma de la estacin de ferrocarril, la Gota de Leche (anexo al Hospital donde reciban atencin mdica y alimentacin gratuita los nios necesitados), dispensario de la Cruz Roja, primera piedra de las Escuelas Graduadas, etc. Se procedi al adoquinado de algunas calles as como a la mejora del alumbrado pblico. La gran avalancha de inmigrantes hizo crecer desmesura damente la poblacin escolar. El trabajo infantil era algo normal entre las clases trabajadoras, ya que constitua una ayuda a la economa familiar al mismo tiempo que se pona al nio en disposicin de aprender el oficio, pero no por eso se desatendi su educacin. En 1907 existan slo dos escuelas pblicas, una de 143 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La escuela racionalista tuvo gran arraigo en Elda, corno en otras poblaciones de fuerte implantacion anarquista, y en ella se educaba a los nios en un ambiente totalmente al margen de la enseanza oficial. - - !VIVA LA ESCUELA MODERNA! nios y otra de nias, que con muchas apreturas podan dar cabida a unos 300 alumnos. Se calcula que la poblacin escolar eldense ascenda a unos 1.000 nios. El Ayuntamiento alquil locales para habilitarlos como escuelas, las Hermanas Carmelitas mantenan una escuela y algunos fabricantes sostenan por su cuenta una escuela nocturna para los hijos de sus obreros; ante la penuria de medios y el olvido oficial en el campo de la educacin, los obreros hicieron frente al problema por su cuenta, y a veces con alguna ayuda por parte de la pequea burguesa republicana. El modelo elegido fue la escuela racionalista organizada por Ferrer Guardia en Barcelona a travs de la Escuela Moderna. Los centros obreros crearon sus propias escuelas, cuyo funcionamiento sufri las irregularidades propias del mismo movimiento obrero: cierres, 144 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD detenciones de maestros, etc. Esta escuela racionalista tuvo gran arraigo en Elda, como en otras poblaciones de fuerte implantacin anarquista, y en ella se educaba a los nios en un ambiente totalmente al margen de la enseanza oficial y que inclua propuestas tan interesantes como la permeabilidad a los avances cientficos de la pedagoga contempornea, entre los que se encontraba el mtodo Montessori del que los maestros anarquistas fueron pioneros. Maestros eldenses como Fortunato Barthe, Jos Alberola y Eusebio Carb tuvieron un reconocido prestigio en el debate educativo y en la defensa de la enseanza en libertad. Personalidad destacada fue Antonia Maymn, maestra en Elda, librepensadora anarquista, escritora y pionera del movimiento naturista, de la educacin sexual y de la igualdad de enseanza entre nios y nias. Durante la Segunda Repblica se acometi un amplio programa de construcciones escolares, como las Escuelas Graduadas, grupo construido en terrenos de El Progreso, un grupo escolar en La Fraternidad y una escuela en el barrio de la estacin de Monvar. En el terreno del ocio nacieron los primeros clubs de ftbol, surgieron locales de baile y el cine se convirti en el entretenimiento preferido de los eldenses. Al Saln Arte Moderno, primer cine que funcionaba de forma estable en Elda desde 1908, se unieron el Teatro Castelar, el Teatro Cervantes y el Coliseo Espaa, que tambin programaban espectculos teatrales y musicales. Entre lo ms notable de la actividad ciudadana durante la Repblica destacan los actos llevados a cabo en 1932 en conmemoracin del Centenario del nacimiento de Emilio Castelar. El 16 enero, y con asistencia del Presidente de la Repblica Niceto Alcal Zamora, se procedi a la colocacin de la primera piedra del 145 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La sociedad eldense era plenamente consciente de los cambios que estaba experimentando la ciudad y la sociedad, y su reflejo cultural fue la proliferacin de revistas y peridicos que surgen en estos momentos. monumento a Castelar en los terrenos cedidos por la sociedad El Progreso, monumento que fue inaugurado el 7 de septiembre, fecha de su nacimiento y de las Fiestas Mayores. Tambin se inaugur el jardn que lleva su nombre y el edificio de las Escuelas Graduadas Emilio Castelar (luego Padre Manjn). Los actos fueron presididos por Fernando Valera, director general de Agricultura, en representacin del Gobierno y por Miguel de Unamuno que sera el mantenedor del Certamen Literario conmemorativo. Las nuevas relaciones establecidas en el terreno de la produccin produjeron un vuelco en la estructura social eldense. Los propietarios agrcolas fueron desplazados de la cspide de sociedad por la nueva burguesa industrial zapatera, dinmica, emprendedora y duea de los resortes econmicos y sociales y artfice, en gran medida, de la transformacin ciudadana, a cuya sombra prosper una clase media de comerciantes, artesanos, empleados, etc. La industrializacin provoc un enorme incremento del proletariado industrial con un alto grado de sensibilizacin poltica. 146 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD La sociedad eldense era plenamente consciente de los cambios que estaba experimentando la ciudad y la sociedad, y su reflejo cultural fue la proliferacin de revistas y peridicos que surgen en estos momentos: El Vinalop (sic.), El Pantano, El Centenario, El Tijeretazo, Heraldo de Elda, Amanecer, La Lucha, El Tirapi, Elda Grfico, La Voz del Pueblo, Horizonte, Avance, El Ltigo, etc., casi todos de corta existencia. Desaparecidos durante la Dictadura los peridicos que estaban al servicio de las distintas ideologas, surge como independiente el semanario Idella, aunque tanto su director, Jos Capilla, como sus redactores eran simpatizantes republicanos. Suya fue la iniciativa de colocar una placa de bronce con la efigie de Castelar en la fachada de la casa donde transcurri su infancia. Este semanario, el de mayor importancia y longevidad que cuantos existieron antes de la guerra, gozaba de un reconocido prestigio por su calidad literaria. Publicado entre 1926 y 1930, su contenido era fundamentalmente literario, cultural y artstico, contando con la colaboracin de firmas tan prestigiosas como las de Azorn, Gabriel Mir, Rafael Altamira y Marcelino Domingo. Los ideales republicanos encontraron un vehculo de difusin cultural en Albor, publicacin anual cuyo primer nmero sali a la calle en 1933. A travs de ella se manifestaban las inquietudes literarias de sus redactores y colaboradores, muchos de ellos pertenecientes a la ltima poca de della, como su director Jos Capilla, Azorn, Maximiliano Garca Soriano, Rafael Altamira, Marcelino Domingo, Fernando Valera, etc. De cariz ms combativo se mostraban La Bandera Radical y La Lucha. Si Albor representaba a una poblacin burguesa, liberal y alejada de extremismos, su contempornea El Cronista, tambin anual, iba dirigida a elementos ms populares y contaba entre sus 147 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA colaboradores con los principales lderes obreros locales. Su primera aparicin coincidi con los actos celebrados en honor a Castelar en septiembre de 1932 y su objetivo era, corno su nombre indica, hacer la crnica de cuantos hechos de importancia acontecieran en la poblacin. Los ideales cratas tuvieron sus medios de difusin en Proa Nuevo Rumbo. La primera fue la publicacin anarquista con ms influencia a nivel local y comarcal. Comenz su andadura en 1931 y se dej de publicar al inicio de la guerra civil, tornando el relevo Nuevo Rumbo en 1937, de carcter ms radical y combativo y que sirvi para contrarrestar el monopolio informativo que ostentaba Rebelin!. El ideario socialista contaba tambin con su propia publicacin, Rebelin!, surgida entre 1931-32 y que lleg a ser el semanario socialista ms ledo en toda la provincia y, junto con Proa, era el de mayor expectacin popular. Se dej de publicar al trmino de la guerra civil. A travs de este semanario se puede seguir la trayectoria ideolgica de la juventud socialista eldense, desde su primera etapa donde todo era idealismo; la amarga experiencia que supuso la revolucin de Asturias y la consiguiente radicalizacin en la sociedad, hasta la ltima fase correspondiente a la guerra durante la cual el semanario contribuy a mantener la moral desde posiciones ms combativas. 5.3. La Repblica en Elda El 14 de abril de 1931 se proclam la Segunda Repblica. Pero la derrota en la urnas de la Monarqua no supuso el abandono de Espaa del bloque dominante. Las fuerzas que haban sostenido a la monarqua simplemente no supieron reaccionar. Desde el punto de vista econmico, la Repblica no solamente tendra que luchar contra los problemas econmicos internos, sino 148 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD que el hundimiento de la bolsa de Nueva York en noviembre de 1929 precipit el sistema capitalista a una terrible crisis. Ideolgicamente. fenmenos exteriores iban a condicionar la experiencia republicana contribuyendo a la formacin de dos bloques irreconciliables. Por un lado la revolucin rusa de 1917, que llen de Admiracin los corazones de los proletarios espaoles y de espanto a las clases reaccionarias; por otra parte, el fenmeno fascista en Italia y el nazismo alemn que sirvieron de inspiracin a las derechas. La propia burguesa no contaba con suficiente fuerza para llevar a buen trmino su revolucin; los partidos republicanos carecan del suficiente arraigo y estaban poco desarrollados. La izquierda estaba desunida y no logr imponer sus criterios en todos los momentos decisivos. La nada homognea izquierda espaola albergaba desde catlicos y moderados hasta el extremismo anarquista, estos, fuera del marco republicano. La derecha, superado el primer momento de estupor, se uni contra la Repblica en su deseo de defender unos intereses concretos que el reformismo republicano pona en peligro. Estructuralmente la Repblica supuso una quiebra del poder oligrquico edificado a lo largo del siglo XIX y consolidado en el primer tercio del XX. Funcionaron las libertades, se sentaron las bases de un sistema de partidos, se inici la descentralizacin, se reformaron los aparatos del Estado ms anquilosados, se iniciaron profundas reformas de estructura para romper el poder de la oligarqua, como la reforma agraria. Pero no se consigui estabilizar el sistema. La reaccin de las clases dominantes precipit al pas a la inestabilidad primero y a la guerra civil despus. Las fuerzas populares no tuvieron ni la direccin ni la organizacin suficientes para impedirlo, para estabilizar la democracia y avanzar. Si en pocas anteriores las clases dominantes recuperaron su hegemona mediante simples 149 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA pronunciamientos, en 1936 tuvieron que recurrir a una guerra de tres aos. a una represin masiva e implacable y a la instauracin de una seversima dictadura militar que llev a un grado hasta entonces nunca alcanzado el autoritarismo, el centralismo, la concentracin de poderes y la marginacin violenta de las clases populares. En trminos estrictos el rgimen republicano sobrevivi hasta 1939, ao en que el general Franco termin por abatirlo en el campo de batalla. La gran admiracin sentida por la burguesa y las clases medias eldenses hacia la figura y obra de Castelar desde el siglo XIX fue un factor determinante en la adopcin del republicanismo como ideologa dominante entre este sector social eldense. El proletariado industrial contribuy al soporte electoral republicano, bien encuadrado directamente en dicha ideologa, bien indirectamente bajo la influencia del anarcosindicalismo que colabor con sus votos al triunfo de la Repblica en 1931 . No es de extraar que la poblacin se decantara mayoritariamente por la Repblica en la elecciones de abril. El 1 de marzo de 1931 se convoc sesin extraordinaria del Ayuntamiento eldense para dar cumplimiento de la orden del ministerio de la Gobernacin referente al sealamiento del nmero total de concejales que, con arreglo a una escala regulada en la Ley Municipal de 1877, podan ser elegidos en las prximas elecciones del da 12 de abril. Segn el padrn de 1929 Elda contaba con una poblacin de 1 1.780 habitantes de hecho y de 11 .842 habitantes de derecho, por lo que se le asignaron 18 concejales. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 , la coalicin republicano socialista -radical, con un total de 9.069 votos, consigui 15 concejalas. El 15 de abril qued constituido el primer Ayuntamiento republicano con el nombramiento como alcalde del 150 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD candidato ms votado, Emrito Maestre Prez, que sum 845 votos. Esta corporacin representaba los intereses de los industriales del calzado, autntica fuerza econmica local, frente a los candidatos monrquicos representantes de la antigua oligarqua terrateniente. Las primeras disposiciones tomadas afectaron al cambio de nomenclatura de las calles y a la desaparicin de cuanto recordara a la monarqua, como retratos, banderas, etc. Pero el bloque republicano no era homogneo; en l estaban integrados republicanos que representaban intereses bien distintos, ya que junto con fabricantes de calzado y propietarios de industrias auxiliares se encontraban profesionales liberales y obreros. Pronto las rivalidades de los diferentes grupos coaligados se hicieron patentes: dimisin de alcaldes, de concejales y retirada de la minora socialista. Durante el gobierno de la derecha el Ayuntamiento en pleno fue destitudo en octubre de 1934 por el gobernador civil y fue repuesto tras la victoria electoral del Frente Popular en febrero de 1936. Los resultados de las elecciones a Cortes Constituyentes de este mismo ario tambin son expresivos de la fuerza del republicanismo eldense en estos momentos. El candidato ms votado fue el republicano independiente Carlos Espl Rizo con un 80,8% del total de los votantes, siguindole los candidatos del Partido Radical Socialista en coalicin con el PSOE que alcanzaron el 60%; el Partido Republicano Radical obtuvo un 33%, quedando los representantes derechistas en tomo al 17%. En el mes de mayo se origin un brote de anticlericalismo durante el cual fueron incendiados numerosos conventos e iglesias en toda la provincia. El da 11 se produjo en Elda el asalto e incendio de la iglesia de Santa Ana. Paralelamente se desat una ola de huelgas y actos de violencia, como los llevados a cabo contra el ex -alcalde Francisco Alonso y el prroco Luis Abad. La 151 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA gravedad de la situacin oblig a que se decretara el estado de sitio en la ciudad. 5.4. La industria y la banca en el primer tercio del siglo XX. A principios del siglo la produccin zapatera eldense iba destinada a ofrecer un calzado de batalla para las clases menos pudientes. A partir de 1910 comienzan a instalarse las primeras mquinas de cosido y acabado que acabarn sustituyendo parte del trabajo de los zapateros de silla. La Primera Guerra Mundial incidi favorablemente en la industria zapatera que adquiri un gran desarrollo a consecuencia de contratos con ingleses y especialmente con el ejrcito francs. Este aumento de la demanda trajo consigo el inicio de la mecanizacin de la industria, pero no fue todo lo beneficiosa que a simple vista puede parecer, ya que la cancelacin de algunos pedidos por parte de Francia motiv el cierre de alguna empresa y el despido de numerosos obreros. El fin de la contienda signific la prdida de los mercados extranjeros, aunque a cambio se ampli el mercado interior y aumentaron los pedidos por parte del ejrcito espaol. A partir de los arios 20 el valor de la produccin zapatera eldense ascenda a unos 40 millones de pesetas. En 1926 ya se contabilizaban en Elda cincuenta y tres fbricas de calzado, dos de preparacin de calzado, dos de hormas y cuatro de cajas de cartn. A pesar de ser abundante el nmero de pequeas fabricas y talleres de tipo familiar, durante los aos veinte se afianz en la industria del calzado una estructura laboral caracterizada por la concentracin de los trabajadores en grandes unidades productivas, calculndose que de las ms de setenta fbricas que existan en 1934 las que contaban con ms de cincuenta obreros ocupaban el 75% del empleo. El nmero de trabajadores era de unos 11.000, de 152 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD los cuales unos 3.000 se desplazaban desde los pueblos limtrofes y el resto proceda de Elda. Las cifras no corresponden del todo a altas obreras ya que exista una cierta ocultacin para evitar en lo posible el pago de impuestos. El grado de mecanizacin era bastante elevado, aunque gran parte de la maquinaria era alquilada a la sociedad annima United Shoe Machinery Company a cambio de una cantidad de dinero por cada 1.000 revoluciones. El buen momento industrial se traduce en la tendencia a crear grandes fbricas: la de Rodolfo Guarinos Vera con 545 trabajadores y una produccin de 263.000 pares, la de Pedro Bellod Pay con 287 trabajadores y 110.000 pares, etc. Durante la Repblica la industria sigui creciendo en consonancia con el aumento demogrfico, en el que un factor muy influyente segua siendo la inmigracin atrada por la abundancia de oportunidades para el trabajo. Aparecieron en Elda algunos intentos de cooperativismo como modo de produccin de calzado, por ejemplo La Perdiz, S.A., que en vsperas de la guerra civil comenzaron a ser contemplados como una alternativa a la crisis que padeca el sector. Se generaliz el uso de maquinaria en todas las fbricas y la exportacin, que se haba multiplicado por treinta entre 1924 y 1931, volvi a descender debido a la contraccin de los mercados internacionales desde la crisis del 29. El sistema utilizado para realizar las ventas se bas en los viajantes, que se desplazaban con sus muestrarios a otras localidades para conseguir y visitar clientes. El enorme desarrollo experimentado por la industria zapatera influy positivamente sobre otros sectores econmicos. As, la necesidad de maquinaria para la fabricacin de calzado potenci, desde comienzos de los aos treinta, una importante actividad de tipo metalrgico que serva para atender en buena parte las necesidades tcnicas de la industria. Paralelamente aparecieron tambin firmas comerciales y almacenistas de las materias primas 153 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA En 1934 tres grandes bancos nacionales haban abierto sucursal: Banco Espaol de Crdito, Banco Hispano Americano y Banco Popular de los Previsores del Porvenir (luego Banco Popular Espaol). necesarias para la fabricacin. Tampoco faltaron los instrumentos financieros necesarios para mantener y potenciar ese desarrollo industrial y econmico. En estrecha relacin con el auge de la actividad fabril y el desarrollo de una burguesa de tipo industrial tuvo lugar un crecimiento bancario que vino a satisfacer las exigencias derivadas de la financiacin de ese desarrollo. As observamos como en 1927 no exista en Elda ningn establecimiento bancario, mientras que en 1934 tres grandes bancos nacionales haban abierto sucursal: Banco Espaol de Crdito, Banco Hispano Americano y Banco Popular de los Previsores del Porvenir (luego Banco Popular Espaol). Junto a la gran expansin de las sucursales de los grandes bancos espaoles, en 1933 se lleva a cabo en Elda la realizacin ms notable para dotar a la industria de un medio autctono de financiacin. Se trata de la constitucin del Banco de Elda que, con un capital inicial de tres millones de pesetas, estaba destinado a facilitar apoyo financiero a la industria local, especialmente en pocas de crisis durante las cuales la banca nacional restringa sus crditos. A comienzos de los aos 50 se vendi el paquete 154 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD En 1933 se lleva a cabo la constitucin del Banco de Elda mayoritario de acciones a la Banca Ubeda, y en 1955, con la implantacin del Plan de Estabilizacin Econmica y la apertura de la economa espaola al exterior, el Banco de Elda fue vendido al Banco Central. 5.5. El movimiento obrero El desarrollo industrial de Elda haba contribudo a la formacin de un abundante proletariado que le llev a la cabeza del movimiento obrero de la comarca. El primer conflicto social en Elda se remonta a la huelga de 1899 en protesta por los bajos 155 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA salarios en comparacin con los percibidos por zapateros de Madrid. Barcelona y Mahn. A comienzos del siglo XX no encontramos todava un movimiento obrero organizado como tal, aunque funcionaban organizaciones de socorros mutuos como El Bien General, la primera de todas que se form en 1885 y que contaba con un peridico propio, El Bien General, tambin el pionero de la prensa eldense y desde donde se propagaba la instruccin entre sus asociados divulgando temas de inters general; adems trataba algunos asuntos locales, insertaba anuncios e incluso haca crtica de espectculos. Entre otras organizaciones se contaban La Protectora del Obrero, La Emancipacin, La Caridad, etc., que eran capaces de plantear reivindicaciones sociales y conflictos laborales como los motivados por los recortes salariales en 1903 y 1906. Esta nueva situacin, derivada del cambio en las relaciones de produccin, aconsej a las clases dirigentes solicitar de la autoridad gubernativa el establecimiento permanente de un puesto de la Guardia Civil. La neutralidad espaola durante los aos de la primera guerra mundial produjeron grandes cambios econmicos y sociales. Propici grandes negocios cuyos beneficios estaban ms relacionados con el alza de los precios que con el aumento de la produccin. La industrializacin se aceler y con ella vino un crecimiento de la actividad sindical. La diferencia precios -salarios y el aumento de los precios de algunos productos alimenticios provocaron el incremento huelgstico relacionado con los salarios. La consolidacin del movimiento anarquista dio una gran fuerza a las reivindicaciones obreras. Es de resear en 1914 la huelga general del sector motivada por la demanda de revisin de ciertas normas tradicionales, como el trabajo a destajo y la peticin de que los fabricantes facilitaran el hilo que necesitaban las aparadoras a domicilio. En 1915 las aparadoras fueron a la huelga en demanda de la unificacin de salarios en todas la fbricas y del 156 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD reconocimiento de su Sociedad Obrera. Los conflictos durante los aos de guerra tenan carcter econmico, aunque aumentaban los que incluan entre sus reivindicaciones la reduccin de jornada a ocho horas, cosa que se consigui tras la gran huelga del otoo de 1919 seguida en Elda por unos 4.000 obreros que paralizaron la vida ciudadana. En enero de 1918 se produjeron manifestaciones de protesta contra la caresta de alimentos, en 1919 los obreros palantearon varias huelgas en protesta por cierres patronales, etc. Durante la Dictadura el movimiento huelgustico registr poca intensidad, la CNT fue declarada ilegal y la UGT no adopt una postura beligerante contra el Gobierno. La conflictividad comenz a aumentar a partir del ario 1927, siendo 1929 el ario en que se produjeron ms huelga.s en el sector calzado. A partir de 1930 la conflictividad laboral cobr un nuevo vigor con la vuelta de la legalidad de CNT, destacando la huelga que este ario siguieron unos 8.000 obreros que paralizaron las fbricas y talleres de Elda y Petrer. En el ario 1931, el despido de 70 trabajadores de la fbrica de Guarinos Vera provoc una huelga que afect a 443 obreros. En mayo, 149 obreros de Calzados Gonzlez declararon la huelga para conseguir el reconocimiento de su sindicato, etc. En general el ario 1931 registr un aumento de la conflictividad relacionada en muchos casos con motivos extraeconmicos, como cuestiones de reglamentos de delegados, etc. 5.5.1. El anarquismo Aunque gran parte de los obreros eran partidarios de las ideas ms progresistas de la burguesa, especialmente del republicanismo, hacia finales de siglo hace acto de presencia en Elda la que ser la ideologa ms arraigada entre los zapateros del primer tercio del siglo XX: el anarquismo. Por entonces slo haba conseguido una fuerte implantacin en Alcoy, mientras que en Elda 157 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA su presencia se limitaba a un pequeo grupo aislado que daba seales de actividad colaborando con los republicanos en las protestas contra la ley de represin del terrorismo y las torturas a correligionarios catalanes. Las especiales condiciones del desarrollo industrial, con una industria pequea y una difusa conciencia poltica por parte del proletario recin salido del medio rural, hicieron que el anarquismo encontrara un gran eco. El apoliticismo anarquista llegaba muy directamente a una clase obrera joven y sin cultura poltica alguna que se mova por reivindicaciones concretas de carcter social y utilizaba la huelga como el principal instrumento de lucha contra la burguesa. Existan en Elda a principios del siglo varios grupos anarquistas, entre los que destacaban Los Invencibles y Un tren en marcha, que se manifestaron lanzando proclamas contra la guerra de Marruecos y con motivo de la Semana Trgica y trataban de influir en las sociedades obreras todava sin definicin ideolgica utilizando las oportunidades que les ofreca la prensa republicana. La creacin de la CNT en 1910 dio un notable impulso a la expansin del anarquismo y, aunque fue declarada ilegal por el gobierno Canalejas, desde entonces constituy la fuerza obrera ms importante hasta 1923 siendo un factor decisivo en la crisis revolucionaria de 1917 y en el movimiento huelgustico entre 1919-1920. Durante la guerra mundial el movimiento libertario opt por la neutralidad, postura que culmin en la convocatoria en El Ferrol de un Congreso de la Paz al que se adhirieron varias sociedades alicantinas, entre ellas las de Elda, que organizaron frecuentes actos de protesta contra la caresta de alimentos. La actividad anarquista eldense se desarrollaba con dificultades, pero desde su sociedad La Racional lograron organizar sindicalmente a un grupo de zapateros, desde la que se intent influir en la orientacin del movimiento obrero de otras localidades como Petrer, Sax, Monvar o Villena, donde era ms 158 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD cr4. i -ed /44. 4 3.1. e. od.;,.. 4.4 --, 7 0k ( -e/ ,__ 44. ef. 4. ... , ere e..4. dC.r, /47 ...Ad 0.1,--4,1-r.cefc.,_ , //, ;:n 4. 0-( 4 L -e - dia, dag e, 4. k: 4 1 ` ; tad. 7,, , . , ex, Documento de clausura de la sociedad anarquista La Racional, con motivo de la huelga de 1919. intensa la presencia socialista. Desde entonces se organizaron mtines de propaganda a favor de los presos polfticos, contra la caresta de los productos de primera necesidad, contra las crisis de trabajo. Con ocasin de la huelga de agosto de 1917 fueron detenidos varios significados militantes de Elda, Alicante, Sax y Elche. La lucha por su amnista uni momentneamente a socialistas y anarquistas. En 1919, ario de mximo esplendor de la organizacin anarco-sindicalista, su Sindicato nico de Ramo de la Piel contaba con 3.350 afiliados, siendo la tercera poblacin alicantina y la quinta del Pas Valenciano en nmero de afiliados. Su importancia era tal que el Congreso Provincial Obrero acord 159 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA que residiera en Elda el Comit Central de la Federacin Provincial. La represin llevada a cabo por las autoridades provinciales despus de la gran huelga de otoo de 1919 no fue violenta pero s constante: fuerte vigilancia, procesos por tenencia de armas y explosivos. etc. A partir de 1920 la represin se vuelve sistemtica. La prensa burguesa contribuye difundiendo rumores sobre atentados y alarma a la poblacin identificando sindicalismo con terrorismo. La actividad libertaria experimenta un cierto retroceso. Apenas podan reunirse ni cobrar sus cuotas, los encarcelamientos se hicieron frecuentes, etc. Durante 1922 se asiste a un pequeo renacimiento de la organizacin, pero con la llegada de la Dictadura en 1923 el hostigamiento a que fue sometida origin un profundo estado de desorganizacin, disolvindose todos los sindicatos que formaban la Confederacin en 1924. En abril de 1931 se organiz de nuevo, aunque su hegemona no fue tan clara como antes ya que su espacio sindical haba sido ocupado por la UGT. Durante la Repblica no solamente no recuper los niveles de implantacin anteriores a 1923, sino que, por el contrario y como consecuencia de una profunda crisis interna, conoci una disminucin espectacular: si en 1931 tena 1 .050 afiliados, en 1936 haba descendido a 200 afiliados. Su postura ante la Repblica fue de enfrentamiento desde el primer momento, llevando a cabo una campaa de insurrecciones contra todo lo que consideraba al servicio de la burguesa dominante, incluyendo al PSOE y a la UGT. Replicaron con violencia a las medidas dictadas por el Gobierno, como la Ley de Defensa de la Repblica y la Ley de Orden Pblico; en las elecciones de 1933 emprendieron una intensa campaa por la abstencin y consiguieron en 60% del electorado eldense. En febrero de 1934 se crea la Alianza Obrera de Elda, respondiendo a la tendencia general de unin del movimiento obrero durante el gobierno de la derecha. Ante los acontecimientos de octubre en Asturias estall en 160 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD la provincia de Alicante el movimiento revolucionario. Se generaron importantes disturbios en numerosos puntos de la provincia, localizndose las actividades violentas en Alicante, Alcoy. Elda. Villajoyosa, etc. Desde el Gobierno Civil se arbitraron una serie de medidas coercitivas y se procedi a disolver los Ayuntamiento de estas ciudades dominadas por la izquierda, siendo detenidos sus alcaldes y concejales. 5.5.2. Unin General de Trabajadores (UGT) Aprovechando las dificultades con que cont el anarcosindicalismo eldense para su funcionamiento durante la Dictadura, el socialismo comenz a adquirir una cierta influencia. La agrupacin socialista eldense contaba en 1927 con 60 afiliados y la Juventud Socialista con 17 militantes. Pero sus progresos ms notables se hicieron en el campo sindical. El sindicato socialista, que haba renunciado a cualquier tipo de enfrentamientos con el rgimen, comenz a organizar una infraestructura bastante importante en el campo sindical. Durante la Dictadura, y aprovechando la represin de los anarquistas, lograron crear en Elda la Federacin Obrera de la Industria del Calzado en el ario 1927. Su implantacin fue suficiente para restar protagonismo a la CNT cuando sta volvi a la legalidad, ya que la UGT haba afianzado su organizacin con una implantacin ms diversificada en las distintas ramas y sectores de produccin llegando a los 969 afiliados en 1934. El enfrentamiento entre ambas organizaciones en Elda revisti tintes sangrientos cuando el 6 de abril de 1932 la Juventud Socialista anunci un mitin. La CNT haba decidido que en Elda no se celebrara ningn acto de tipo poltico y consider el mitin una provocacin, as que antes de comenzar el acto los anarquistas 161 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA derribaron la puerta del local donde se iba a celebrar, entablndose una batalla campal con el resultado de numerosos heridos. 5.5.3. Huelgas generales Las huelgas generales se enmarcan dentro de la actividad de los grupos anarquistas, aunque algunas fueron convocadas conjuntamente con UGT, como las de 1916 y 1917 para protestar por el precio de los alimentos y materias de primera necesidad, objetivos prioritarios del movimiento huelgustico durante 1917 1919. La huelga general que estall en agosto de 1917 es una de las tres vertientes de la llamada crisis de 1917 que afect a Espaa en su conjunto. Los hechos enlazan con la huelga general de veinticuatro horas convocada en diciembre de 1916 para protestar por la situacin econmica deteriorada con motivo de la guerra mundial y la caresta de subsistencias. La unidad de accin de UGT y CNT fue contestada por el Gobierno con detenciones, clausuras de Casas del Pueblo y suspendiendo garantas constitucionales. Tras una serie de acciones de protesta durante el otoo se llev a cabo la huelga el lunes 18 con un xito completo en toda la provincia, tanto en las grandes como en las pequeas poblaciones. En Petrer slo trabajaron tres obreros y en Elda, donde socialistas y sindicalistas actuaron unidos, el paro fue total. Durante los primeros meses de 1917 el Gobierno no haba dado an ningn paso para resolver el problema, por los que los sindicatos decidieron continuar con las campaas de protesta y convocar una huelga general indefinida. La respuesta gubernamental fue la detencin de lderes sindicales, clausura de centros obreros, suspensin de garantas constitucionales y censura de prensa. La huelga fue convocada para el da 13 de agosto por un comit conjunto de UGT y CNT. En Alicante se decret la ley marcial, desde Villena y Elda se interrumpieron las comunicaciones 162 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD ferroviarias con Madrid. Desde el da 15 comienzan a llegar a Alicante detenidos de toda la provincia. El 17 se reanud la actividad laboral y el 18 se da por terminada la huelga, aunque la situacin no se normaliz hasta el 20, fecha en la que comenzaron los juicios militares. En Elda la huelga se desarroll con especial virulencia. El da 13 se paralizaron todas las fbricas y los comercios. Grupos de obreros levantaron las vas del ferrocarril pero no consiguieron impedir la llegada de fuerzas del Regimiento de la Princesa procedentes de Alicante que restablecieron la normalidad. Los detenidos fueron conducidos a Alicante, donde permanecieron en prisin hasta que fueron amnistiados en mayo de 1918. Hay que decir que, en general, Elda fue la poblacin alicantina donde con mayor intensidad se manifest la actividad revolucionaria. Desde la implantacin de la Repblica la CNT manifest su enfrentamiento con el nuevo rgimen, siendo la instigadora de la mayora de los movimientos revolucionarios acompaados de actos de violencia y que generalmente terminaban en enfrentamientos con las fuerzas de orden pblico. En las postrimeras del rgimen monrquico hay que destacar las huelgas generales convocadas para los das 10 y 11 de diciembre de 1930 en solidaridad con los obreros valencianos, y la del da 15 convocada como aportacin obrera a la sublevacin republicana de Jaca que mantuvo paralizada durante cuatro das a toda la poblacin. Con motivo del triunfo de la CEDA en las elecciones de 1933, la CNT organiz un amplio movimiento revolucionario para el 8 de diciembre que en Elda, como siempre, tuvo amplio eco registrndose explosiones, interrupcin de comunicaciones y enfrentamientos armados con la Guardia Civil, teniendo que volver a intervenir el ejrcito para restablecer el orden. El triunfo de las derechas en Espaa coincidi con la subida al poder de Hitler en Alemania, hecho que despert en la clase obrera el temor hacia la 163 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA implantacin del fascismo en Espaa. En una reunin celebrada en Elda el 25 de febrero de 1934 por el pleno de la Federacin Provincial de Juventud Socialistas se adopt la resolucin favorable a la insurreccin revolucionaria, pidiendo al partido socialista que se llevase a cabo lo antes posible. Los movimientos revolucionarios de octubre fueron una repeticin de los llevados a cabo en 1933 aunque sin la combatividad de aquellos. El ao 1935 fue tranquilo debido a los procesos de acercamiento entre sectores obreros que condujeron al triunfo del Frente Popular en las elecciones de 1936. 5.6. La guerra civil El fracaso de la sublevacin militar de Alicante se debi a la nula coordinacin existente entre los sublevados y a la rpida intervencin del Gobierno Civil y la oficialidad republicana que hicieron posible la organizacin de los sindicatos y grupos militares leales. Desde los primeros momentos el movimiento obrero se hizo con el control del poder, tanto a nivel provincial como municipal, creando comits revolucionarios que sustituyeron a los Ayuntamientos y asumieron funciones tanto polticas como econmicas, encargndose de la gestin del abastecimiento, de la organizacin econmica colectivizada, de las funciones de orden pblico, etc. Esta etapa revolucionaria dur hasta que en septiembre Largo Caballero se encarg de formar gobierno, siendo aceptado por las masas obreras que fueron devolviendo paulatinamente el protagonismo poltico a los partidos del Frente Popular. Los primeros das en Elda se caracterizaron por la confusin, por la virtual desaparicin de la autoridad del Gobierno de la Repblica y por el control de la poblacin por parte de CNT y UGT que movilizaron y armaron a sus militantes estableciendo controles en las carreteras de acceso a la poblacin. En este contexto se 164 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD produjeron episodios violentos, como el asalto a la sede de los locales de la Derecha Regional Agraria, la casa rectoral y las viviendas de algunos importantes industriales zapateros. El fanatismo anticlerical se manifest con el incendio de la iglesia de Santa Ana. La actividad de grupos incontrolados condujo adems al asesinato de un cabo y tres nmeros de la Guardia Civil, as como a los tristemente famosos paseos en los que se mezclaban la venganza personal con las represalias polticas. Es de destacar que no predomin la represin entre los empresarios; algunos salieron de Elda con salvoconductos facilitados por el Ayuntamiento, otros se trasladaron a poblaciones vecinas y otros siguieron residiendo en Elda, trabajando en sus empresas e incluso representndolas en el consejo del SICEP. Ante la dimisin de los miembros del Ayuntamiento se constituy el 26 de agosto el Consejo Municipal Antifascista, cuya composicin estuvo mayoritariamente formada por las organizaciones sindicales, ya que tanto UGT como CNT contaban con cinco consejeros cada una, mientras que los partidos Izquierda Republicana (IR) y PSOE tenan dos y el Partido Comunista uno. 5.6.1 . Actividad industrial Tambin la actividad industrial estuvo dirigida por los sindicatos obreros. Al estallar la guerra la situacin econmica era grave. La industria del calzado soportaba una larga huelga de siete semanas y aunque fue desconvocada con motivo de la sublevacin el paro continu durante los meses de julio y agosto; los pequeos industriales declararon la suspensin de pagos y slo cuatro de las noventa fbricas existentes entre Elda y Petrer estaban en disposicin de continuar trabajando. Entre ellas se encontraban las grandes fbricas de Rodolfo Guarinos, Jos Martnez y Pedro Bellod, cuyos gerentes las abandonaron ante el temor a las 165 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA represalias de las centrales sindicales. Ante esta situacin, los trabajadores afiliados a UGT y CNT las incautaron para ponerlas en marcha y optaron por fabricar calzado para el ejrcito. Con estas grandes fbricas, otras dos ms pequeas y el taller de la Escuela de Artes y Oficios que dedicaron a la confeccin de abrigos, monos y camisas para el ejrcito, se form en mayo de 1937 Industrias de la Piel Socializadas de Elda que emple a unos 2.000 trabajadores. Por su parte el Comit Antifascista local, con objeto de resolver los problemas de financiacin, abastecimiento de materias primas y comercializacin, constituy el 18 de agosto de 1936 el Sindicato de la Industria del Calzado de Elda y Petrel (SICEP) que se encarg de la comercializacin del calzado del valle por toda la Espaa republicana. Estaba presidido por un consejo de administracin compuesto por seis obreros y seis patronos, aunque estos ltimos fueron sustituidos por otros tantos obreros a principios de 1937. Pero la guerra dur ms de lo previsto y las mercancas se acumulaban sin salida, con lo que la industria eldense se vio abocada a una crisis. Paralelamente a las actividades controladas por el SICEP, y en virtud del decreto de 2 de agosto de 1936 por el que la Comisin de Incautaciones de Industrias deba hacerse cargo de aquellas empresas cuyos propietarios las hubiesen abandonado, se procedi a la incautacin de varias fbricas que fueron colectivizadas y regidas por comits elegidos por la asamblea de trabajadores. Igual que las principales industrias del Pas Valenciano, la industria eldense adapt sus recursos productivos en funcin de la demanda del mercado blico. A mediados de 1938 la industria de armamentos en la provincia de Alicante superaba al resto de la actividad industrial. Cuando en abril de 1938 la actividad blica lleg al Mediterrneo amenazando Castelln y Valencia, las autoridades republicanas decidieron el traslado de parte de la industria de armamentos y suministros a zonas alejadas del conflicto, 166 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD Murcia y Alicante. Tanto la industria del calzado, que tena como principal cliente al ejrcito, como los talleres metalrgicos de Elda pasaron a trabajar en la produccin de guerra. As, la Cooperativa Metalrgica UGT formada por cuatro talleres cooperativizados por sus propietarios y la IMS CNT trabajaron mediante los encargos de la Subsecretara de Armamento. El Comit Comarcal del Partido Comunista con sede en Elda, donde la industria del calzado padeca las consecuencias de una crisis estacional de mercado, propuso a Elda y Petrer como candidatas para acoger industrias evacuadas. La propuesta se acept y durante la segunda mitad de 1938 se trasladaron a estas poblaciones las fbricas nmero 11 y nmero 22 de la Subsecretara de Armamentos, donde trabajaran entre 1.000 y 2.000 personas. Tambin los pequeos talleres metalrgicos que se dedicaban a asistir a la industria zapatera transformaron su produccin para adaptarla al esfuerzo de guerra: blindajes, escopetas, espoletas, bombas, etc. 5.6.2. Abastecimientos La poblacin contaba con una produccin agraria muy escasa pero el suministro de alimentos procedente de la Direccin General de Abastos permita que la situacin fuese bastante llevadera hasta 1938. El Ayuntamiento haba dictado medidas para evitar el paro entre los agricultores y solicit obras para la modernizacin del pantano. El Ministerio de Obras Pblicas autoriz la construccin de uno nuevo, aunque nunca llegaron a iniciarse las obras. Este ltimo ao de guerra fue terrible; la llegada de refugiados, que en en nmero aproximado a los 2.500 procedan de zonas castigadas por la guerra, aument no slo el problema alimenticio, sino los relativos a sanidad y vivienda. Para atender a los numerosos heridos de guerra que llegaban del frente hubo que habilitar algunos edificios para hacer funciones de hospitales, como el 167 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Casino, el chalet de Porta, etc. Los alimentos empezaron a escasear, los precios se elevaron y los suministros que enviaba la Direccin Provincial de Abastos eran insuficientes. Al problema de los abastecimientos vino a sumarse la crisis monetaria y ante la prdida de poder adquisitivo del dinero, en agosto de 1938 el Consejo Municipal tom la decisin de emplear zapatos como moneda de trueque a cambio de productos agrcolas y petrleo a cambio de pescado. En estas condiciones muchos eldenses se trasladaban a pueblos vecinos donde procedan a cambiar sus objetos de valor por alimentos. Estos desplazamientos no estaban exentos de riesgos, pues adems de los posibles asaltos y robos haba que esperar la incautacin por parte de las autoridades si eran sorprendidos en algn control, ya que el Consejo Municipal haba prohibido expresamente el trueque entre particulares. Adems, no siempre era posible encontrar suministros fuera de la poblacin, por ejemplo, el Consejo Municipal de Monvar haba establecido cartillas de racionamiento no slo para evitar acaparamientos, sino para impedir que los vecinos de Elda acudiesen a sus comercios. 168 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD hl MINO KINICTA EL L mjirm l i oLP 1 11157iiti j - usen 5.6.3. Moneda local En Elda, y a pesar de la prohibicin gubernamental, el Consejo Municipal decidi poner en circulacin la cantidad de 100.000 pesetas en billetes de 1 peseta, 50 y 25 cntimos. Una de las consecuencias econmicas de la guerra fue la desaparicin de las monedas de plata, en parte debido a que el Gobierno retiraba todas las que recoga para destinarlas a los pagos al exterior y en parte debido a una desconfianza en el futuro que condujo a parte de los ciudadanos a acaparar metales preciosos y monedas a pesar de los decretos que expresamente prohiban y castigaban este acaparamiento. A partir de 1937 los problemas monetarios se empezaron a detectar en la provincia de Alicante. La falta de moneda fraccionaria ocasion perjuicios considerables en la vida cotidiana por falta de calderilla para las devoluciones de los cambios en las compras. Ante la pasividad estatal para enfrentarse a la crisis monetaria, los Ayuntamientos y Consejos Municipales procedieron a emitir su propia moneda con circulacin limitada a sus propias jurisdicciones. Al principio, en Elda y otros lugares de la provincia fueron los propios comerciantes lo que crearon sus propios vales representando valores de moneda fraccionaria que al dorso llevaban la firma del establecimiento, pero que no tenan 169 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA ningn valor en otros. En febrero de 1937 fueron prohibidos por el Gobierno Civil. Pero en Elda, y a pesar de la prohibicin gubernamental, el Consejo Municipal decidi poner en circulacin la cantidad de 100.000 pesetas en billetes de 1 peseta, 50 y 25 cntimos. El respaldo de esta emisin se hizo con el dinero canjeado por los bonos y que se ingres en la Depositara del Consejo, constituyendo un fondo especial que en ningn momento podra ser gastado, ya que adems de actuar de garante, serva para cambiarlo por la moneda municipal cuando as lo desearan los poseedores de los bonos, adems se abrieron libros contables para establecer una intervencin y control sobre las monedas emitidas. Con el fin de prevenir las falsificaciones se busc un cmulo de detalles tales como papeles especiales, tintas de colores, firmas, custodia de las planchas, etc. que dificultasen la reproduccin. Los billetes de 50 cntimos representaban el castillo y la fbrica de hormas de Isidro Aguado, en los de 1 peseta apareca el puente de la estacin; ambas ilustraciones eran originales de Felipe Navarro Pastor. El billete de 25 cntimos estaba decorado con un dibujo de Gabriel Poveda Rico y representaba una figura femenina desnuda sobre un caballo llevado de la brida por un trabajador que portaba una rueda en la otra mano, alegora de Elda y de la industria. Fueron impresos por la Tipografa Moderna de Elda y circularon entre mayo de 1937 y enero de 1938 en que un decreto del Ministerio de Hacienda prohibi su emisin y circulacin, aunque en octubre todava funcionaban vales moneda de las industrias de guerra. 5.6.4. El final de la guerra. La Posicin Yuste Desde noviembre de 1936 Valencia era la sede del Gobierno de la Repblica, pero tras la cada de Catalua en manos de las tropas franquistas a finales de enero de 1939 se convirti en una ciudad en pie de guerra y amenazada donde eran cada vez mayores los 170 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD El 25 de febrero de 1939 el Gobierno republicano presidido por Juan Negrn se instal secretamente en la finca denominada El Poblet, que recibi el nombre clave de Posicin Yuste problemas de abastecimiento y transporte, las actividades productivas se desarrollaban con grandes dificultades, escaseaban las materias primas, se producan sabotajes, etc. El 25 de febrero de 1939 el Gobierno republicano presidido por Juan Negrn se instal secretamente en las proximidades de Elda, zona que reuna condiciones de seguridad y lealtad, estratgicamente situada a pocos kilmetros de Alicante y cercana al pequeo aerdromo militar de El Ma, en la jurisdiccin de Monvar y territorio de retaguardia donde funcionaba una importante industria blica. La residencia del Presidente del Gobierno se fij en la finca denominada El Poblet, situada en trmino municipal de Petrer y que recibi el nombre clave de Posicin Yuste. Las dependencias de la subsecretara del Ejrcito de Tierra fueron instaladas en las Escuelas Graduadas, dos chalets de la Ciudad Vergel fueron habilitados para el Servicio de Informacin Militar (SIM) y la sede del Comit Central del Partido Comunista se instal en una finca situada detrs de la actual gasolinera Idella con el nombre clave de Posicin Dakar. Aqu acudieron ministros como lvarez del Vayo, Uribe, Gonzlez Pea; militares como Hidalgo de Cisneros, 171 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Lster, Cordn, Matallana, Miaja, Casado, etc.; dirigentes comunistas como Dolores Ibrruri, Tagea, Checa; intelectuales como Rafael Alberti, etc. Por espacio de diez das (del 25 de febrero al 6 de marzo) el llamado Gobierno de Elda intent convencer a los generales de que era conveniente prolongar la resistencia ante las evidentes muestras de que la guerra europea estaba en avanzado estado de incubacin, lo que podra suponer la salvacin de la Repblica. Pero la opinin de Negrn slo era compartida por los comunistas; un grupo de mandos militares encabezados por el coronel Casado no pensaba de igual forma y prepar la sublevacin contra un Gobierno que desde El Poblet tuvo que hacer frente a los ltimos acontecimientos de la guerra: la dimisin de Azaa como Presidente de la Repblica y el reconocimiento del Gobierno de Franco por parte de Inglaterra y Francia el 27 de febrero, la sublevacin de la fl ota en Cartagena contra la Repblica, el ltimo Consejo de Ministros en territorio espaol el 5 de marzo y la sublevacin del coronel Casado. Por la noche, Radio Madrid emiti un manifiesto del coronel Casado, jefe del ejrcito del Centro y defensor de Madrid, en el que anunciaba la formacin del Consejo Nacional de Defensa y destitua al Gobierno. Tras una histrica conversacin telefnica entre Casado y Negrn en la que el primero le comunicaba al Presidente la sublevacin de la Junta contra su Gobierno, y en vista de la falta de apoyo internacional, el Consejo de Ministros decidi la salida de Espaa, cosa que se llev a cabo al medioda del 6 de marzo desde el aerdromo de El Ma. La guerra termin para Elda el 29 de marzo de 1939 cuando fue izada en el Ayuntamiento la bandera roja y gualda y una fuerza militar franquista con tropas italianas de la divisin Littorio hizo su entrada a bordo de camiones. 172 5. LA MODERNIZACIN DE LA CIUDAD BIBLIOGRAFA DEL CAPTULO 5 - ALBORADA n33, especial sobre la guerra civil. Coordinado por Jos R. Valero Escandell. Elda, 1986. - ALEMANY COLL, E.: Papel moneda emitido por el Ayuntamiento de Elda. Alborada n33, Elda, 1986. - ASOCIACIN CULTURAL ALZINA: La enseanza racionalista en Alicante. Los antecedentes. La formacin del mito Ferrer y el debate de los aos veinte, en El anarquismo en Alicante, 1868-1945. 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En Elda fueron procesadas 161 personas: 156 por consejos de guerra y 5 por el tribunal de Responsabilidades Polticas; treinta y ocho lo fueron por adhesin a la rebelin, de ellos once condenados a muerte, entre otros el presidente del Consejo Municipal hasta 1938, Manuel Bellot Orgils y los participantes en el asalto al cuartel y en la muerte de guardias civiles; noventa y cuatro lo fueron por auxilio a la rebelin y condenados a penas de prisin, y ciento cincuenta y seis por excitacin a la rebelin, de los que siete fueron a prisin. Tambin cayeron vctimas de la represin los eldenses ngel Vera Coronel, fusilado siendo Gobernador Civil de Zaragoza en 1936 y Luis Arrez Martnez, miembro relevante del PSOE, Gobernador Civil de Mlaga y Almera durante la guerra civil y fusilado en Alicante en 1941. De los procesados por el tribunal de Responsabilidades Polticas veintitrs fueron indultados entre 1958 y 1960 y noventa y dos causas fueron sobresedas. En el primer captulo los motivos de 177 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA responsabilidad comprendan actuar de forma decidida a favor de la Repblica, desempear cargos polticos durante el gobierno del Frente Popular, ejercer responsabilidades en la poltica municipal y en el Ejrcito. En el segundo captulo lo eran cooperar con la Repblica, ser miliciano, pertenecer al ejrcito republicano, militante de algn partido de izquierdas y afiliado a algn sindicato. Dentro del tercer captulo estaban comprendidos quienes hubieran participado en actividades de propaganda revolucionaria o manifestaciones de crtica al Movimiento Nacional. Las penas abarcaban la inhabilitacin, extraamiento, confinamiento, destierro, sanciones econmicas, crcel y pena de muerte. La ley fue modificada en 1942 y gran parte de las causas fueron sobresedas. De los veinte eldenses condenados a muerte, nueve se conmutaron y once se ejecutaron. Los consejos de guerra se celebraron en el colegio Emilio Castelar (luego Padre Manjn); el cine Cervantes y una fbrica de calzado fueron habilitados como crceles de hombres y mujeres respectivamente. El rgimen salido de la guerra se caracteriza por el poder absoluto de Franco y se sustentaba en los pilares bsicos del moderantismo tradicional del siglo XIX: Ejrcito, Iglesia y oligarqua, teidos de un pseudopopulismo aportado por Falange Espaola. Su estructura legislativa giraba en torno a las Leyes Fundamentales, leyes que respondan a la adaptabilidad del Rgimen a los cambios del contexto internacional. La vida municipal se organiz segn las normas del nuevo Estado. Entre abril de 1939 y noviembre de 1948 el Ayuntamiento lo constituan un alcalde, tres tenientes de alcalde y nueve gestores, todos ellos pertenecientes a Falange Espaola y nombrados por el gobernador civil. Durante estos primeros arios ocuparon la alcalda Francisco Vera Santos (21-4-39 al 8-11-39), Mariano Segura Martnez (8-11-39 al 25-6-40), Marcelino Ortn Ban (25-6-40 al 178 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO 13-8-40), Jos Mara Batlls Juan (13-8-40 al 10-11-42) y Jos Martnez Gonzlez (28-1-43 al 6-2-48). La vida poltica estuvo marcada por la presencia de la Falange, cuyas jerarquas locales y provinciales no slo copaban los cargos ms importantes, sino que protagonizaban todos los actos pblicos de la vida ciudadana. En noviembre de 1948 se celebraron las primeras elecciones municipales, que fueron una ms de las piezas introducidas por el franquismo en el juego para dar una imagen aceptable del Rgimen ante las naciones democrticas. La decisin de convocarlas coincidi con el trmino de la guerra mundial y fueron presentadas como un primer paso que conducira hacia una progresiva apertura poltica. El sistema ideado por el Rgimen consista en la eleccin de candidatos presentados por los llamados tercios: el familiar, el sindical y el corporativo, este ltimo llamado popularmente tercio del Gobernador Civil, por ser este quien propona a los candidatos, y votaba el resto de concejales. La renovacin se haca por mitades y cada tres arios. El desarrollo se controlaba desde el Gobierno Civil, que contaba con delegados que informaban de la idoneidad de los presentados. Las Juntas Municipales del Censo estaban presididas por el Jefe Local de Movimiento, casi siempre el alcalde, y as se aseguraban la lealtad absoluta. Aunque el ambiente general era de apata, el alto ndice de participacin estaba garantizado, ya que a las amenazas y coacciones se sumaba una instruccin de aumentar proporcionalmente los votos emitidos en caso de una abstencin significativa. En Elda se elegan quince concejales entre los que el alcalde nombraba a cinco tenientes de alcalde y l mismo era nombrado por el gobernador civil de la provincia. Estas elecciones apenas despertaban el inters ciudadano. El sistema funcion hasta noviembre de 1973 en que se celebraron las ltimas elecciones municipales del Rgimen, y presidieron el Ayuntamiento Jos Martnez Gonzlez (6-2-49 al 14 179 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA 1-56), Vicente Esteve Prez (14-1-56 al 15-5-56), Joaqun Campos Fernndez (15-5-56 al 19-9-58), Pedro Gras Vera (19-9-58 al 6-3 59) y Antonio Porta Vera (6-3-59 al 1-2-76). Al margen de estas elecciones, el pueblo fue llamado a las urnas en dos ocasiones, para ratificar por referndum las leyes de Sucesin a la Jefatura del Estado en julio de 1947 y la Ley Orgnica del Estado en diciembre de 1966. Al ser considerados ambos plebiscitos como un deseo de mostrar una pretendida apertura poltica, se necesitaba un alto ndice de participacin, cosa que se resolvi con una serie de medidas como la obligatoriedad del voto, sanciones econmicas a quienes se abstuviesen, exclusin de condenados judicialmente (lo que inclua a los represaliados polticos). La falta de garantas en el escrutinio se daba al no contrastarse el nmero de votos emitidos con el censo de votantes y con la inclusin de votos transentes, que podan votar en toda Espaa con la sola presentacin de D.N.I. Adems se contaba con la manipulacin de la prensa, la propaganda unilateral, el clima de amenaza y coaccin, la ignorancia de lo que se votaba, etc. El mayor rechazo en la provincia de Alicante se produjo en las localidades ms populosas e industrializadas, 7,09% en Alicante, 15,15% en Alcoy, 5,59% en Elda, 4,47% en Petrer. 6.1.1. La industria en la postguerra El censo de poblacin de 1940 destaca que el 72,7% de la poblacin eldense se dedicaba a la industria, en su mayora de calzado. Sin embargo tambin cita el crecimiento experimentado por las actividades agrarias que ocupaban a algo ms de un millar de personas, cifra propia de la Elda del siglo XIX. Este dato se enmarca dentro del retroceso industrial padecido como consecuencia de la guerra civil y sus secuelas: poco trabajo y escasez de materias primas, lo que oblig a muchos trabajadores a 180 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO volver a sus antiguas ocupaciones agrcolas para poder subsistir. Diez aos ms tarde la recuperacin industrial era notoria: slo quedaban 426 trabajadores agrcolas, pero la cifra de obreros industriales era inferior a la etapa de preguerra, prueba del estancamiento econmico. La estructura industrial basada en las grandes fbricas dej paso a las pequeas empresas con elevadsimos porcentajes de trabajo clandestino que de esta forma intentaban escapar de una legislacin agobiante en materia de impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social e inflexibilidad de plantillas. Pero a pesar de dificultades tales como la escasez de materias primas y la falta de energa elctrica, la produccin zapatera no encontr graves problemas para la comercializacin; aunque la exportacin haba desaparecido casi por completo, los principales puntos de destino eran las capitales de provincia, a donde se dirigan preferentemente los viajantes con sus muestrarios. La estabilidad en el empleo, uno de los puntos clave de la legislacin franquista en materia laboral, tuvo su contrapartida en la percepcin de unos salarios bajsimos, lo que junto con la escasez de productos de primera necesidad motiv la pervivencia del hambre y las privaciones para los obreros durante gran parte de la postguerra. 6.1.2. El movimiento obrero Con el final de la guerra los derechos de huelga y manifestacin haban quedado fuera de la ley. Qued anulada toda reivindicacin obrera que pudiese ser motivo de conflicto. La represin poltica alcanz mayoritariamente a los afiliados a las centrales sindicales y a los partidos de izquierda; desarticul totalmente la infraestructura de los sindicatos de clase y de los partidos democrticos sometiendo a frreo control toda 181 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA reivindicacin al margen de los sindicatos verticales. Las conmemoraciones oficiales, tales como la del 18 de julio, deban ser celebradas obligatoriamente con toda solemnidad; la no asistencia a los desfiles y a la misa de campaa poda acarrear fuertes sanciones y la no percepcin de la paga extraordinaria. Los arios 40 fueron arios de silencio, represin y trabajo. La guerra haba eliminado a las dos centrales sindicales ms poderosas: CNT y UGT. Su patrimonio fue confiscado y sus dirigentes huidos, prisioneros o condenados. El Rgimen puso a disposicin de los patronos el instrumento adecuado para eliminar cualquier tipo de movimiento social o poltico que cuestionara su posicin, la Organizacin Sindical Espaola (0.S.E.), que fue concebida como un aparato al servicio del Estado, encargado de mantener el funcionamiento de la estructura productiva mediante el encuadramiento de todos los factores de la economa en Sindicatos verticales ordenados bajo la direccin del Estado. El empresariado cop los cargos sindicales asegurndose el control de las relaciones con los trabajadores a travs de una legislacin favorable que les permita la clasificacin de los trabajadores por categoras, las horas extraordinarias, las vacaciones y el rgimen discipliario. En la industria zapatera se produjeron actuaciones empresariales en el sentido de recuperacin de horas perdidas por das festivos, despidos y salarios no acordes con la categora profesional. La productividad descendi como respuesta de los trabajadores a las duras condiciones de trabajo. Durante los primeros arios de la postguerra se lleg en Elda a cotas elevadas de utilizacin de trabajo infantil clandestino y a domicilio, precariedad en el empleo y descuido en la formacin profesional, pues si bien es cierto que funcionaba una Escuela Taller de Formacin Profesional en la rama de Piel que deba atender a toda la comarca, la media no superaba los 120 alumnos. 182 6, URBANIZACIN Y DESARROLLO Pese a todo, el movimiento obrero surgi a lo largo del perodo manifestando una actividad que no llegaba al conocimiento del pblico gracias a la frrea censura de prensa. Los obreros que sintonizaban con una Iglesia preocupada por la cuestin social se agrupaban en grupos catlicos dependientes de Accin Catlica, por donde empezaron a canalizarse las primeras crticas y protestas sociales. El primer grupo que surgi fue la HOAC (Hermandad Obrera de Accin Catlica) en 1946, a la que seguir la JOC (Juventud Obrera Catlica). A partir del Plan de Estabilizacin del ario 1959 comienzan a surgir algunos conflictos laborales. La Ley de Convenios Colectivos dio al obrero un instrumento de lucha, ya que permiti la negociacin con los empresarios en torno a reivindicaciones econmicas, sociales y hasta polticas. Con ellos aumentaron considerablemente las luchas de clases y la posibilidad de organizacin de los trabajadores. Fue la fase donde aparecieron Comisiones Obreras, nacidas en el Norte y donde mayor era la concentracin obrera (siderurgia y minas) y la conflictividad laboral. El 1960 algunos militantes de la JOC fundaron la USO (Unin Sindical Obrera), definida como sindicato de clase, autnomo y democrtico. Entre 1956-66 muchos militantes de la HOAC y de la JOC se pasaron a Comisiones Obreras y a USO buscando unas posturas ms radicales que las que defendan los sindicatos catlicos. Desde los arios 60 la rplica al Rgimen vino dada a travs de las distintas formas de movimiento obrero y de la Universidad, cuyas nuevas generaciones haban irrumpido como corriente de oposicin a mediados de los arios 50. 6.2. La poblacin La segunda mitad del siglo XX contempla un considerable aumento de la poblacin eldense. 183 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Evolucin de la poblacin Ao Habitantes -Ao Habitantes 1950 20.699 1987 56.189 1955 23.699 1988 56.756 1960 28.751 1989 57.039 1965 32.810 1990 57.515 1970 41.511 1991 54.350 1975 48.250 1992 54.809 1980 53.117 1993 55.280 1985 55.784 1994 55.563 1986 55.994 1995 55.569 FUENTE: I.N.E Las razones de este crecimiento hay que buscarlas en la elevacin del nmero de nacimientos, consecuencia de una coyuntura econ mica favorable, y en un saldo migratorio que continuaba siendo posi tivo, es decir, que el nmero de inmigrantes era superior al de emi grantes. Hasta el ario 1960 haban entrado en Elda 10.702 emigrantes; entre 1960 y 1970, 8.055; entre 1971 y 1980, 6.059. Es decir, que la inmigracin aporta el 50% del total de la poblacin eldense. Pero desde 1987 la tendencia se invierte y el saldo migratorio resulta defi citario hasta alcanzar el mximo en 1995. El ritmo de crecimiento rpido se quiebra a partir de 1980. A la crisis de 1973, cuyos efectos repercutieron en la inmigracin, se unen otros factores, como son la incorporacin de la mujer al mundo laboral o la disminucin del nmero de nacimientos. La mayor pobla cin se registra en 1990; durante el ario siguiente se experimenta por primera vez un descenso sensible para iniciarse un tmido aumento hasta 1995, ario en que la poblacin aumenta nicamente en seis personas con relacin al anterior. 184 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO Como conclusin se podra resumir que desde mediados del siglo hasta 1980 el crecimiento demogrfico es intenso y continuado; el ritmo se modera hasta con una tendencia a la estabilidad hasta 1990 y, despus de un pequeo retroceso, se estabiliza hasta la actuali dad. Un tipo de movimiento migratorio tpico de la actividad zapatera en Elda es el llamado pendular, cuya caracterstica es la del regreso a la poblacin de origen al trmino de la jornada laboral. Esta migracin pendular tiene sus bases en las localidades de Novelda, Sax, Monvar y Petrer, cuyos datos, segn Alejandro Garca Ferrer que los ha estudiado para el ario 1986 son los siguientes: - Novelda. La industria zapatera de Elda atrae al 17% de un total del 17,2% de los trabajadores que se desplazan a Elda. - Sax. Un tercio de la poblacin obrera trabaja en el calzado de Elda y un 20 % en otras actividades. - Monvar. Casi un tercio de los que trabajan fuera del municipio lo hacen en la industria de calzado de Elda mientras que un 10% lo hacen en otras actividades. - Petrer. Desplaza a Elda el 90% de su migracin pendular: 86% de los trabajadores, de los cuales el 64% lo hace en el calzado. El peso especfico de Elda en la comarca ha ido en aumento desde principios de siglo. Mientras que en 1900 era la quinta poblacin de la comarca en nmero de habitantes, en 1930 ya era la primera. Adems su influencia comercial, poltica y hasta de servicios se pone de manifiesto con la creacin del Juzgado de Primera Instancia que absorbi a los antiguos de Monvar y Novelda, la Residencia Comarcal de la Seguridad Social y la sede de la Mancomunidad del Valle del Vinalop. Para ilustrar la estructura de la poblacin eldense es interesante observar algunos indicadores socieconmicos. 185 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA RELACIONADOS CON LA AGRICULTURA Superficie agrcola (Segn rgimen de propiedad) Distribucin de la tierra (Segn usos) Propiedad 92.8% Herbceos 367 Has. Arrendamiento 5.2% Leosos 737 Has. Aparcera 1.0% Berbechos 537 Has. Otros 1.0% Superficie forestal Monte leoso 2.234 Has. Otras superficies Erial y espartizal 186 Has. Improductivas 27 Has. No agrcola 364 Has. FUENTE: Informe PREVASA, 1987 RELACIONADOS CON LA INDUSTRIA Fbricas e industrias De calzado 422 De madera y similares 19 De materiales de construccin 14 De muebles 18 De metal 32 De textil -piel 38 De productos qumicos 12 De plstico 25 De caucho 13 De papel 12 Agrarias y de alimentacin 59 De construccin 239 De curtidos y acabado de pieles 8 Artes grficas 26 Construccin de maquinaria diversa 20 Almacenes de curtidos 48 FUENTE: Censo de actividades 1994. Ayuntamiento de Elda 186 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO RELACIONADOS CON LOS SERVICIOS Prstamo y ahorro Comercio Bancos y C.de Ahorro 38 Mayoritario 296 Aseguradoras 5 Minoritario 847 Servicios Financieros 14 Sanidad Locales sanitarios 8 Parque de vehculos (Enero de 1995) Farmacias 18 Automviles 21.411 Enseanza Autobuses 6 Centros escolares 53 Camiones 2.012 Tractores 30 Ocio Remolques 466 Locales recreativos 45 Ciclomotores 6.045 Otros Motocicletas 2.139 Profesionales liberales 446 FUENTE: Censo de actividades 1994. Ayuntamiento de Elda Estructura Sectorial Agricultura Industria 60.3% Construccin Servicios FUENTE: Censo de actividades 1994. Ayuntamiento de Elda Nivel de Insfrucin (1994) 5.3% 33.3% No saben leer ni escribir o no tienen estudios* 20.434 = 36.77% Con estudios primarios, graduado escolar o F.P.1 30.498 = 54.89% Con estudios de F.P. 2 o B.U.P. 3.105 = 5.58% Con titulaciones de grado medio 913 = 1.64% Con titulaciones superiores 613 = 1.10% * En este grupo se encuentra la poblacin infantil, y por tanto es un factor de correccin atener en cuenta. Aproximadamente representa un 4.5%. FUENTE: Pirmide de poblacin 1994. Ayuntamiento de Elda 187 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Un apartado interesante en el estudio de la poblacin eldense es el que nos ofrece el estado de la poblacin activa y en paro en Elda. Las cifras son las ofrecidas por la oficina del INEM de Alicante y recogen el paro registrado en una comarca que comprende las local idades de Elda, Chinorlet, Monvar y Pinos. :Ao Parados en la comarca Parados en Elda* 1986 14.805 11.909 1987 16.529 13.293 1988 18.976 15.264 1989 16.268 13.086 1990 12.568 10.109 *(Estas cifras estn sacadas por clculo sobre la media ponderada (80,44%) que en los aos1991, 1992, 1993 y 1994 representa Elda en el cmputo total de la comarca) A partir de 1991 ya es posible dar el nmero de parados por poblaciones separadas. En el caso de Elda tenernos los siguientes datos: Ao Parados en la comarca Parados en Elda 1991 11.317 9.005 1992 11.604 9.385 1993 9.382 7.642 1994 7.831 6.257 Todas estas cifras son meramente estimativas, ya que representan a los inscritos en las oficinas del INEM que registran tanto parados permanentes como temporales. Hay que tener en cuenta las altas y bajas debidas a factores corno la emigracin, las 188 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO A partir de los aos 50 se origina lo que en trminos urbansticos se conoce como el ensanche, es decir, el crecimiento a partir del casco urbano buscando nuevas zonas de expansin. temporadas de trabajo, los momentos de bonanza econmica, la devaluacin de la peseta, etc. 6.3. Desarrollo urbanstico El rpido crecimiento urbano, consecuencia de la gran demanda de viviendas originada por un considerable aumento de poblacin y la escasez de suelo urbanizable, culmin con la gran proliferacin de edificios altos que caracterizan la construccin durante los aos 60 y 70, lo que junto al todava elevado nmero de calles estrechas y la escasez de espacios verdes y ajardinados y zonas de expansin, dibujan el tpico paisaje urbano eldense de carcter altamente anrquico y en la mayora de los casos inspirado por una excesiva especulacin del suelo. Esta falta de planificacin urbanstica se resolvi con la aprobacin en 1985 del Plan General de Ordenacin Urbana (PGOU). A partir de los aos 50 se origina lo que en trminos urbansticos se conoce como el ensanche, es decir, el crecimiento a partir del casco urbano buscando nuevas zonas de expansin. As, 189 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA la zona de La Fraternidad se ensancha con el grupo Virgen de la Cabeza y Luis Batlls, resultado del intervencionismo estatal a travs de organismos como el Instituto Nacional de la Vivienda y la Obra Sindical del Hogar. La Nueva Fraternidad es una continuacin de la trama del barrio de La Fraternidad. Las Trescientas, en su origen barrio Jos Antonio, se debe al patronato Provincial de la Vivienda. En el ao 1958, la Cooperativa San Francisco de Sales construy un gran barrio frente a la Ciudad Vergel. El Polgono Almafr fue realizado por el Instituto Nacional de la Vivienda en 1977. El desarrollo en direccin sur se lleva a cabo sobre el trazado de la carretera de Alicante. El gran ensanche de la ciudad se desarroll entre ambas zonas, quedando la calle Jardines como lnea divisoria de los barrios nuevos y el casco antiguo. Entre los aos 50 y 60 el gran rea de expansin se sita entra la Gran Avenida y la avenida Reina Victoria. Adems, la iniciativa estatal lleva a cabo la realizacin de los barrios citados ms arriba. Tambin se construyeron los barrios de Molinos de Flix, Virgen de la Salud y Huerta Nueva, con lo que la ciudad super el obstculo que supona el ro para su expansin hacia el norte. En los aos 70 se produce un ensanche generalizado que por el este alcanza los lmites de Petrer y da origen al barrio de La Frontera. Los aos 80 contemplan el xodo hacia los extrarradios: la Ciudad Jardn en la ladera sur de la Torreta, partidas de la Jaud, Puente Nuevo, Negret, Lumbos, etc., donde se instalan las segundas viviendas. El PGOU prev las anteriores partidas como nueva zona de expansin urbana. La trama urbana se va modificando con la demolicin de antiguas fbricas situadas en el interior del casco urbano. Se abren calles ms amplias y avenidas como la Gran Avenida, la de Novo Hamburgo, la de la Reina Victoria, etc. Dentro del Plan Especial de Mejoras Urbanas, programa de actuacin en el casco histrico, 190 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO Dentro del Plan Especial de Mejoras Urbanas, programa de actuacin en el casco histrico, cabe sealar como un importante hito la construccin de la Plaza Mayor porticada cabe sealar como un importante hito la construccin de la Plaza Mayor porticada, que combina la creacin de un espacio pblico con un entorno residencial y comercial. El PGOU contempla el traslado de las fbricas al Polgono Industrial Campo Alto, proyecto del Ayuntamiento para ubicar en el futuro a la industria eldense en un lugar ms apropiado y descongestionar as el casco urbano de actividades poco acordes con el entorno ciudadano. Actualmente se encuentran instaladas 116 empresas de diversa ndole, aunque predominan las dedicadas a la fabricacin de calzado e industrias auxiliares. Otros puntos donde se concentran actividades fabriles son los barrios de la Huerta Nueva y La Torreta, este ltimo surgido en la Zona de Urgente Reindustrializacin (ZUR) planificada a finales de los ochenta. Una lnea de actuacin muy interesante del PGOU es la integracin del ro en el entorno ciudadano a travs de Plan Especial de Reforma Interior (PERI) del Vinalop que contempla la creacin de un Parque Urbano que dotar a la ciudad de una gran zona verde. 191 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La construccin de centros escolares ha sido ininterrumpida hasta nuestros das, acorde con el crecimiento de la poblacin. Adems de los colegios pblicos, esta etapa contempla la puesta en funcionamiento de los grandes centros concertados, HH. Carmelitas y Sagrada Familia, la instalacin de cuatro centros de Enseanzas Medias: dos de F.P. y dos de BUP, a los que se uni la Sagrada Familia en 1988, la Escuela de Graduados Sociales, el centro asociado de la UNED, etc. 6.4. La Transicin poltica Cuando el da 22 de noviembre de 1975 don Juan Carlos de Borbn jur ante las Cortes, Espaa se convirti en la monarqua de las Leyes Fundamentales. Haba que desmontar las instituciones y los modos anteriores para abrir las puertas a la democracia. Surgieron los primeros problemas cuando las fuerzas polticas representativas del Rgimen anterior pretendieron el mantenimiento de las instituciones, mientras que las fuerzas de la oposicin exigan el desmantelamiento de las mismas y la creacin de un Gobierno provisional con la misin de convocar Cortes Constituyentes. El rey opt por la reforma partiendo de las leyes franquistas. Se abri entonces lo que se denomina transicin a la democracia, proceso comprendido entre la disolucin del rgimen autoritario y la creacin de un marco constitucional, hecho que se produjo al aprobarse por referendum la Constitucin en diciembre de 1978, con lo que la monarqua pas a ser parlamentaria. El desmantelamiento del rgimen comienza con la disolucin de las Cortes franquistas al ser aprobada la Ley para la Reforma Poltica por referndum el 15 de diciembre de 1976, tras lo cual se produjo la legalizacin de todos los partidos polticos y la celebracin de elecciones generales en junio de 1977. La importancia de estas elecciones se puso de manifiesto cuando el da 21 se autodisolvi 192 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO el ltimo Gobierno republicano en el exilio reconociendo el restablecimiento de la soberana popular. En palabras del rey don Juan Carlos en la apertura de las Cortes: La democracia ha comenzado. Se abra un perodo constituyente que culmin con el referndum y promulgacin de la Constitucin en diciembre de 1978 y la convocatoria de nuevas elecciones en marzo de las que saldran las primeras Cortes constitucionales cuyas sesiones fueron inauguradas por el rey el 10 de mayo de 1979. Pero los elementos de una democracia, esto es, soberana popular, reconocimiento de partidos polticos y el libre acceso de los mismos a los medios de comunicacin y elecciones libres, no bastaron para considerar cerrado el proceso de consolidacin democrtica que se vio amenazado por parte del estamento militar en febrero de 1981. Esta amenaza no ces hasta el triunfo del PSOE en octubre de 1982 que, entre otras cosas, demostr el buen funcionamiento de los mecanismos institucionales que prevean la pacfica alternancia en el poder. 6.4.1. La sociedad civil A finales de 1975 Espaa era una nacin que polticamente navegaba entre las Leyes Fundamentales del Movimiento, que todava regulaban las instituciones del Estado, y la exigencia de cambios por parte de la sociedad. Los sindicatos, todava clandestinos, movilizaban a obreros y estudiantes que reclamaban el desmantelamiento del sindicalismo vertical y la democratizacin de la Universidad. La oposicin, interna y externa, peda amnista para los presos polticos, el regreso de los exiliados, libertades democrticas y estatutos de autonoma. El Gobierno presidido por Arias Navarro no marcaba lneas claras de futuro, no pona plazos para la democracia. Hablaba de apertura, de acomodacin de las instituciones al desarrollo del pas, de reconocimiento institucional 193 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA de las regiones. Se iniciaron algunos contactos entre el Gobierno y los partidos polticos sin legalizar. Se dice NO al Partido Comunista, mientras que a los dems se les pone como condicin el adaptarse al proyecto de evolucin, no de cambio. Los ciudadanos reclamaban su derecho a ser escuchados, y a falta de representantes elegidos democrticamente dejaban or su voz en la calle, en las manifestaciones, en las asambleas. El Consejo de Ministros fij los ltimos das de enero de 1976 para que cesaran de sus cargos un gran nmero de alcaldes. No obstante, podan aspirar a continuar sometindose al procedimiento establecido por la Ley de Bases de Rgimen Local, o sea, presentndose como candidatos a la eleccin que deban efectuar los concejales en ejercicio previo cumplimiento de una de las siguientes condiciones: a) Ser o haber sido alcalde o concejal del Ayuntamiento de su vecindad. b) Ser propuesto por vecinos incluidos en el censo electoral en nmero no inferior a 1.000 o al 5% del censo. c) Ser propuesto por cuatro consejeros del Movimiento o concejales del mismo Ayuntamiento o dos procuradores en Cortes representantes de la provincia. Para ser elegido alcalde har falta el voto de 2/3 partes del nmero de concejales, repitindose la votacin si en la primera ningn candidato obtuviese esa mayora. En este caso entraran slo los dos candidatos con mayor nmero de votos recibidos, siendo proclamado quien obtuviera la mayora simple. De acuerdo con las anteriores condiciones, y con la renuncia de Antonio Porta, se presentaron como candidatos Francisco Sogorb Gmez, Juan Navarro Busquier y Eloy Pastor Gonzlez. Despus de la primera vuelta qued fuera Eloy Pastor y en la segunda Francisco Sogorb obtuvo nueve votos por seis de Juan Navarro, 194 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO De acuerdo con las anteriores condiciones y con la renuncia de Antonio Porta se presentaron como candidatos Francisco Sogorb Gmez, Juan Navarro Bus quier y Eloy Pastor Gonzlez siendo proclamado alcalde Francisco Sogorb que tom posesin el 1 de febrero de 1976. siendo proclamado alcalde Francisco Sogorb que tom posesin el 1 de febrero de 1976. El impulso econmico de Elda, su intenso crecimiento demogrfico y paralelamente su intenso desarrollo urbanstico, haban incubado una serie de problemas de ndole social que surgirn con fuerza arrolladora en los momentos iniciales del proceso de desmantelamiento del rgimen franquista. Los vecinos del barrio de la Tafalera haban creado en 1972 la primera Asociacin de Vecinos de la provincia de Alicante y una de las pioneras de todo el Estado, cuyos objetivos, recogidos en sus Estatutos, abarcaban entre otros la promocin educativa, cultural y deportiva de sus asociados, y hacer llegar a las autoridades municipales y provinciales las necesidades y problemas de su barrio. A la muerte de Franco otros barrios van a seguir su ejemplo y a travs de contactos entre s van a tomar conciencia de los problemas comunes. Surgi la voluntad de resolverlos y a este efecto se cre la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos vinculada a la Coordinadora Estatal. Sus acciones se encaminaron a adoptar una postura crtica y beligerante frente a la situacin, 195 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA tanto poltica como en lo referente a los tres grandes problemas eldenses: el urbanismo, la sanidad y la educacin. Gracias a su esfuerzo pudieron ser aprobadas las Normas Subsidiarias elaboradas por el Ayuntamiento para subsanar el grave problema de la especulacin del suelo y que contaban con la oposicin de un amplio grupo de intereses econmicos. Sus movilizaciones y presiones consiguieron la puesta en marcha del Servicio Especial de Urgencias y la aprobacin de construccin de lo que sera la Residencia Comarcal de la Seguridad Social. Por ltimo, la accin de las Asociaciones en el terreno de la educacin se vio recompensada. El Ministerio aprob un plan de construcciones escolares que contemplaba la puesta en funcionamiento de seis centros de E.G.B., un Instituto de B.U.P. y dos centros destinados a prvulos y que vino a paliar las graves deficiencias en al campo de la escolarizacin. Durante la primera semana de febrero del 76 ya se venan produciendo algunas pequeas manifestaciones con motivo de la negociacin del convenio zapatero. A ellas se unieron las organizadas por diversos grupos obreros aglutinados en el FOU (Frente Obrero Unido) pidiendo la disolucin del sindicato vertical franquista. En vista de los acontecimientos, y en contra de la opinin del alcalde Francisco Sogorb, el gobernador mand a las fuerzas antidisturbios con orden de impedir las manifestaciones. Se efectuaron algunas cargas muy violentas. Por la noche, y en un enfrentamiento entre la polica y algunos jvenes que les tiraron piedras, result muerto de un tiro el joven eldense Tefilo del Valle y detenidos otros dos. El alcalde march a Madrid donde se entrevist con el ministro de Gobernacin Manuel Fraga quien. lamentando lo ocurrido, orden la salida de los antidisturbios. quedando el orden pblico a cargo de la Guardia Civil. Unos das ms tarde se recibi la orden de puesta en libertad de los dos detenidos. 196 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO El IVIovimiento Asambleario surge en un momento crtico caracterizado por la inestabilidad poltica de la transicin, por el momento de adaptacin y consolidacin del sindicalismo y por la amenaza cercana de la crisis econmica de 1973. Tras la muerte de Franco el movimiento obrero va a renacer de sus cenizas. Aparecen los sindicatos histricos UGT y CNT junto con los nuevos CCOO y USO, siendo este ltimo el que ms influencia tena entre la clase obrera eldense por ser el ms desligado de los planteamientos polticos afines a los partidos socialista y comunista defendidos por UGT y CCOO. Lleg a contar con ms de 6.000 afiliados. Con motivo de la negociacin del convenio del calzado de 1976 el FOU, junto con las ilegales USO, CCOO y UGT formaron una Coordinadora de Fuerzas Sindicales (CUS) que se encarg de convocar reuniones en las empresas para elegir representantes que negociaran el convenio de 1977. La UGT se separ alegando que no poda participar en convenios provinciales. En mayo tuvo lugar la primera asamblea en la que se elabor la plataforma reivindicativa. El Movimiento Asambleario surge en un momento crtico caracterizado por la inestabilidad poltica de la transicin, por el 197 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA momento de adaptacin y consolidacin del sindicalismo y por la amenaza cercana de la crisis econmica de 1973. Su gestacin no es del todo clara pero se enmarca dentro de la dinmica de lucha contra el franquismo y llegado su momento eclosion con fuerza arrolladora. Su salida a escena se produjo con motivo de las negociaciones del convenio del calzado del ao 1977 entre los representantes de los trabajadores y de la patronal FICE. El Movimiento pretenda negociar el convenio al margen del sindicato vertical pero prescindiendo de los nuevos sindicatos democrticos. Las negociaciones se rompieron por motivos econmicos y porque FICE no reconoci la representatividad del Movimiento Asambleario alegando que la UGT no estaba presente. Se entr en una espiral de huelgas y manifestaciones que se prolongaron entre el 24 de agosto y el 6 de septiembre, acabando con un LAUDO de obligado cumplimiento dictado por el Gobierno que obligaba a trabajadores y empresarios. Se haba entrado en una va muerta en la que ninguna de las partes fue capaz de encontrar salidas concentradas. Por otra parte, la polmica interna, la falta de decisiones unnimes, la proximidad de la feria de septiembre y la necesidad del salario predispusieron a ambas partes a la aceptacin del laudo. 6.4.2. La crisis econmica Segn Bernab Maestre, en la historia reciente de la industria del calzado pueden distinguirse varias fases que de forma condensada resumimos en tres: recesin y cambio (1958-60), expansin y crecimiento (1961-72), y crisis y estancamiento (1973 82). En la fase de recesin y cambio coexisten rasgos de continuismo artesanal con tmidos intentos de modernizacin. El mercado se reduce al nacional y la produccin se encuentra 198 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO nivelada por el consumo. El pequeo taller, con plantillas entre 6 y 50 trabajadores, predomina sobre la gran fbrica de ms de 50 obreros que pasa a representar el 10% del empleo. La dcada fue de estancamiento tecnolgico; la produccin es eminentemente artesanal y semimanual con escasa modernizacin en el utillaje y baja cualificacin de la mano de obra. Al final de la fase la industria se moderniz y prepar para la fase siguiente. La fase de expansin y crecimiento que se inicia con los 60 viene enmarcada en el cambio experimentado por la poltica econmica del rgimen. Se pasa de una economa autrquica cerrada sobre s misma a una polftica econmica de estabilizacin que supuso una apertura y liberalizacin del sistema econmico. Los iniciales recelos ante un aumento de mecanizacin se fueron disipando a medida que los resultados positivos se fueron haciendo palpables. El pequeo taller artesano va dejando paso a las medianas empresas mecanizadas con una media de 16 trabajadores. La cifra de empleos en la industria y afines a final de la dcada es de 7.436. La produccin aument paulatinamente y a ritmo constante como consecuencia directa del aumento de la demanda al abrirse los mercados internacionales, Estados Unidos principalmente. Los comienzos de los arios 70 contemplan la irrupcin de capital extranjero que, para asegurarse la produccin, compra parte de las fbricas. Para ayudar a la modernizacin y promocin de la industria se crearon diversas instituciones de carcter econmico: la FICIA, el CEPEX, el INESCOP y la Agrupacin de Fabricantes de Calzado. La Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines tuvo su origen en la Exposicin de la Industria del Calzado organizada por la Comisin Municipal de Fiestas y que, con carcter no comercial, se celebr durante las Fiestas de septiembre de 1959 en el colegio Padre Manjn. Al ao siguiente se constituy el Patronato de la Feria del Calzado para promover la creacin de una 199 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA La Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines tuvo su origen en la Exposicin de la Industria del Calzado organizada por la Comisin Municipal de Fiestas y que, con carcter no comercial, se celebro durante las Fiestas de septiembre de 1959 en el colegio Padre Manjn. Feria Nacional y, concedido el permiso correspondiente del Ministerio de Comercio, se celebr la I Feria Monogrfica de Muestras de Calzado e Industrias Afines en septiembre de 1960. Tena un doble objetivo, por una lado reunir y concentrar la oferta de calzado en certmenes anuales con vistas a su promocin, comercializacin y venta, y por otro difundir las nuevas tecnologas de produccin dirigidas a la modernizacin. En 1961 se le concede el carcter internacional y nace FICIA, que en 1964 inaugura su nuevo emplazamiento en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. Integrados los certmenes feriales en la Institucin Ferial Alicantina (IFA) a partir de 1988, se trasladan a Torrellano en 1991. El Centro Promotor de Exportaciones fue creado por la FICIA en 1967 a partir de una Agrupacin de Exportadores Expositores de la Ficia que se haban unido para canalizar la corriente exportadora. Fue concebido como un instrumento de promocin y asesoramiento para introducir los productos eldenses en mercados exteriores. 200 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO En 1961 se le concede el carcter internacional y nace FICIA, que en 1964 inaugura su nuevo emplazamiento en terrenos cedidos por el Ayuntamiento. El Instituto Espaol de Calzado y Conexas tambin fue obra de la FICIA en 1971 con el fin de fomentar la calidad y la investigacin en el campo del calzado a travs del asesoramiento a las empresas. La Agrupacin de Fabricantes de Calzado se constituy en 1965 como respuesta a la necesidad de unidad por parte de los industriales. La fase de crisis y estancamiento viene marcada por la subida espectacular del precio del petrleo en 1973. A partir de 1977 comienza el hundimiento del sector. Concurren en l una serie de factores como los fuertes incrementos salariales, la competencia de pases asiticos e iberoamericanos, la disminucin del consumo interior, la contraccin del mercado norteamericano y el encarecimiento de las materias primas que ocasionar una prdida paulatina de mercados. Las consecuencias sern la reduccin en el tamao y mecanizacin de las empresas, los cierres de fbricas, el paro obrero, el aumento del clandestinaje y el trabajo a domicilio. Dos son los problemas ms importantes de la industria zapatera y causa de la crisis econmica eldense. Uno es el llamado 201 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA monocultivo industrial, ya que la totalidad de la industria eldense est orientada hacia la produccin de un solo artculo en torno al que gira la vida de la ciudad. La innegable ventaja que supone la especializacin en lo referente a la calidad de un producto lleva consigo el grave riesgo de una dedicacin exclusiva que no prepara a la industria para afrontar situaciones de crisis. El otro problema es el de la economa sumergida, forma de supervivencia durante los momentos de recesin y crisis econmica en que las empresas no pueden mantenerse en las mismas condiciones que durante los momentos de esplendor. Ante la contraccin de los mercados, los gravosos costos sociales y la competencia de otros pases, las empresas cierran y se inicia el proceso de sumersin y clandestinaje como nica va de supervivencia. 6.5. Comportamiento electoral y partidos polticos El 6 de diciembre de 1978, al votar favorablemente la Constitucin, el pueblo de Elda se manifest claramente en favor de un sistema de libertades ofrecido por un rgimen de democracia parlamentaria. Con un censo de 35.037 votantes de los que ejercieron su derecho 24.520, votaron a favor 22.876, en contra 902, nulos 88 y en blanco 654. La normalizacin de la vida poltica municipal comenz con las elecciones municipales celebradas el 3 de abril de 1979, las primeras democrticas desde 1931. El resultado fue el siguiente: Elecciones Municipales del 3 de abril de 1979 PSOE 8.273 votos 10 concejales UCD 6.054 votos 8 concejales PCE 4.441 votos 5 concejales CP 1.807 votos 2 concejales 202 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO En votacin entre los concejales electos celebrada el 19 de abril, el candidato del PSOE, Roberto Garca Blanes, consigui 15 votos siendo proclamado alcalde. Las segundas elecciones se celebraron el 8 de mayo de 1983. El 23 de mayo se constituy la corporacin con Roberto Garca Blanes como alcalde con abrumadora mayora absoluta. Elecciones Municipales del 8 de mayo de 1983 PSOE 17.118 votos 17 concejales AP 6.526 votos 6 concejales PCE 1.888 votos 1 concejal CIE 1.385 votos 1 concejal Tambin en las elecciones del 10 de junio de 1987, aunque sin mayora absoluta, triunf el PSOE, repitiendo alcalda Roberto Garca Blanes. Elecciones Municipales del 10 de junio de 1987 PSOE 12.072 votos 12 concejales AP 6.871 votos 6 concejales CDS 5.527 votos 5 concejales IU 2.038 votos 2 concejales 2 03 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Tampoco en las elecciones del 26 de mayo de 1991 alcanz el PSOE la mayora absoluta, pero Roberto Garca Blanes repiti por cuarta vez al frente de la alcalda. Eletckines Municipiles, del 26 de rnayo de 1991 - PSOE 11.319 votos 11 concejales PP 6.884 votos 6 concejales CDS 6.199 votos 6 concejales IU 2.140 votos 2 concejales Las ltimas municipales celebradas hasta la fecha fueron las del 28 de mayo de 1995. Por primera vez el PP se alz con la victoria electoral, aunque no logr alcanzar la mayora absoluta. Elecciones Municipales del 28 de mayo de 1995 PP 14.343 votos 12 concejales PSOE 9.976 votos 9 concejales IU 4.498 votos 4 concejales En la Sesin Plenaria del da 17 de junio de 1995, los concejales de cada formacin optaron por votar a sus propios candidatos des cartando, en un principio, un acuerdo entre PSOE y IU. De esta forma result elegido por mayora simple el candidato de la lista ms votada, Camilo Valor Gmez, del PP. Por lo que respecta a la respuesta de los eldenses en todas las con vocatorias electorales se puede estudiar a travs de los resultados. El promedio de participacin en elecciones generales es de 77,04% y en elecciones municipales de 70,10%. Claramente se observa una menor participacin en las municipales, lo que demuestra el menor inters de los eldenses por la polftica municipal a pesar de que la cercana de intereses debera propiciar una mayor participacin. Sin embargo despierta ms 204 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO pasin la poltica nacional, o quizs el atractivo de los lderes, fenmeno sospechosamente cercano al caudillismo. Participacin electoral Fecha Censo Votantes - % Votantes G-77 30.454 26.018 85.43 G-79 35.097 21.529 61.34 M-79 35.097 24.951 71.09 G-82 36.398 31.460 86.43 M-83 37.523 27.167 71.52 G-86 39.731 30.069 75.68 M-87 39.588 27.087 64.41 G-89 41.207 29.325 71.09 M-91 42.058 27.295 64.89 G-93 41.478 34.099 82.21 M-95 42.378 30.610 72.23 Reparto del voto por partidos N) Fecha - PSOE - PP UCD CDS IU G-77 46.37 2.52 27.96 9.42 G-79 43.02 5.87 30.52 13.67 M-79 38.42 8.39 28.12 20.48 G-82 60.90 25.34 5.28 3.38 4.05 M-83 63.78 24.32 6.74 G-86 50.52 25.47 10.26 4.78 M-87 44.60 23.20 20.40 7.60 G-89 43.04 26.48 10.68 9.41 M-91 41.50 25.20 22.70 7.80 G-93 37.12 43.97 2.60 12.02 M-95 33.60 46.90 3.30 14.70 205 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Votos totales por partido Fecha PSOE PP UCD CD S * IU G-77 12.065 656 7.276 2.451 G-79 10.736 1.466 7.616 3.411 M-79 8.273 1.807 6.054 4.411 G-82 18.271 7.705 1.605 1.027 1.231 M-83 17.118 6.527 1.808 G-86 15.792 7.661 3.085 1.402 M-87 12.074 6.271 5.527 2.038 G-89 12.622 7.766 3.131 2.747 M-91 11.319 6.884 6.199 2.140 G-93 12.588 14.910 883 4.076 M-95 9.976 14.343 1.015 4.448 El PSOE alcanz su mayor % de votos en M-83 (63,78), consi guiendo 17 concejales de los 25 del consistorio eldense, aunque este porcentaje no se corresponde con su mayor nmero de votos que fue de 18.271 en G-82. En general presenta unos porcentajes altos. Hasta el 79 va descendiendo coincidiendo con una lnea ascendente del PCE que en este ario alcanza su mximo. Curiosamente la siguiente convocatoria, G-82, va a dar el mnimo del PCE. M-83 marca el mximo del PSOE que con 17 concejales sobre 25 se alza con la mayora absoluta en el Ayuntamiento eldense. Posiblemente sea debido al paraguas de la gran victoria de G-82, fecha en que el PSOE alcanza el segundo mximo, en este caso a costa de los cen tristas del CDS y de UCD que participan como dos partidos separa dos por primera y nica vez. A partir de G-86 comienza un descenso ininterrumpido que le conduce a perder ante el PP en las generales del 93 y, sobre todo, en las municipales del 95, en las que el PSOE, por primera vez, pierde la alcalda. 206 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO Los comienzos en la aventura democrtica del futuro Partido Popular (PP) son desesperanzadores. Presenta unos porcentajes baj simos, no alcanzando en G-77 el 5% mnimo para que en el Parla mento o en Ayuntamientos consiguiesen representacin. En su pri mera comparecencia a las urnas con las siglas AP representaba a la derecha franquista, aunque no en su faceta ms dura e intransigente. En un pueblo industrial y recin salido de unos episodios turbulentos como fueron las huelgas del calzado, el Movimiento Asambleario y los disturbios callejeros con muerto incluido, poco tenan que hacer. La cabeza visible de AP era el mismo responsable del Ministerio de Gobernacin durante los acontecimientos citados. Solamente a partir de su posicionamiento a favor de la democracia despus del 23F/81 consigue elevar espectacularmente su grado de aceptacin por los eldenses, situndose en una cota media del 24% hasta las elecciones G-93, para dispararse hasta el 44,5% de promedio en las , dos ltimas en que consigui derrotar al PSOE, alcanzando el gobierno munici pal en 1995. En las tres primeras elecciones la Unin de Centro Democrtico (UCD) consigi unos aceptables resultados, aunque claramente por debajo del PSOE. A partir de G-82, cuando ya Surez abandona el protagonismo del partido, sus votantes se reparten entre el PSOE y AP. El Centro Democrtico y Social (CDS) se defiende mejor en la municipales, donde sita su cota ms alta en torno al 20%, dupli cando su mejor ndice de la generales. El CDS, heredero de la idea de centro de UCD, no consigue hacerse con un espacio electoral claro. nicamente en las convocatorias electorales municipales consiguen superar el 20%. Destaca el 22,7% conseguido en M-91 cuando a escala nacional su resultado puede ser calificado de desastroso, pero ya en G-93 esta formacin se hunde clamorosamente y en M-95 no alcanza representacin municipal. 207 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA En las tres elecciones de la dcada de los setenta Izquierda Unida (IU) consigue un aumento significativo porcentual, si bien partiendo de unos niveles bajsimos (9,42%) sorprendentes en una poblacin industrial de tradicin izquierdista. Su mejor momento coincidi con unas elecciones municipales, las primeras democrticas M-79 y las de menor porcentaje total de votos de todas las elecciones (61,34%), cuando como Partido Comunista de Espaa (PCE) consigui un 20,48% que nunca volver ni siquiera a rozar, su mayor nmero de votos (4.411) y su mayor nmero de concejales (5). Pasado este per odo de esplendor sus porcentajes se sitan por debajo del 10% hasta G-93, convocatoria que marca un aumento del doble de electores que se ver ratificado en M-95, cuando las urnas le proporcionan cuatro concejales. 208 6. URBANIZACIN Y DESARROLLO BIBLIOGRAFA DEL CAPTULO 6 - AMORS RUZAFA, F.: El desarrollo del urbanismo en Elda. Indito, 1988. - BERNAB MAESTRE, J.M.: La industria del calzado en el Valle del Vinalop. Departamento de Geografa, Universidad de Valencia, 1976; Historia reciente de la industria del calzado. Vivir en Elda, 1 al 15-10-1983; Economa sumergida en la industria del calzado. Alborada n 30, Elda, 1984. - GARCIA FERRER, A.: Movimiento pendulares alrededor de la ciudad de Elda. Estudi.s sobre la poblaci del Pas Valenci. VII, Valencia, 1988. - MORENO FONSERET, R.: Burguesa y nacionalsindicalismo. Control obrero, beneficio econmico y poder poltico en la Organi zacin Sindical alicantina (1939-1952), en A.U.A. Historia Contem pornea n 8-9, 1991-1992. - MORENO FONSERET, R. Y SEVILLANO CALERO, F.: La legitimacin del franquismo: los plebiscitos de 1947 y 1966 en la provincia de Alicante, en A. U.A. Historia Contempornea n 8 9, 1991-92. - NAVARRO PASTOR, A. : Historia de Elda Tomo III. C.A.P.A. Alicante, 1981. - PONCE HERRERO, G. y VZQUEZ HERNNDEZ, V.: Del clera al infarto: Evolucin de las causas de la muerte en Elda entre 1877 y 1981 , y su afeccin por edad y sexo. Alborada n34, Elda, 1987. - SNCHEZ RECIO, G.: Las responsabilidades polticas de la postguerra espaola. El partido judicial de Monvar Alicante, 1984. - VALERO ESCANDELL, J.R.: Elda 1977-1979: Breve estudio electoral. Alborada nXVIL Elda, 1981; Los zapateros eldenses: estudio demogrfico. Alborada n30, Elda, 1984; 209 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA Algunos rasgos demogrficos de la Elda actual. Alborada n35, Elda, 1988. - VALERO ESCANDELL, J.R., NAVARRO PASTOR, A., MARTNEZ NAVARRO, F. y AMAT AMER, J.M.: Elda, 1832 1980. Industria del calzado y transformacin social. Elda, 1992. 210 7. EPLOGO Elda se configura en el tiempo como comunidad humana en torno a dos puntos de referencia, El Monastil y el Castillo, y un elemento natural, el ro Vinalop. El Monastil era uno ms entre los primeros asentamientos huma nos que existan en la zona, pero por sus favorables condiciones estratgicas a la entrada del valle, dominndolo desde la altura, va a constituirse en el principal ncleo habitado y a permitir la actividad humana de forma ininterrumpida durante unos cuatro mil arios. Hasta el siglo VIII la ciudad de Elo fue importante y su actividad floreciente; los antiguos asentamientos hispanorromanos del llano se fueron despoblando en favor de Elo que ejerca su influencia sobre los ncleos rurales pequeos. Pero a partir de estos momentos las cir cunstancias imponen otra forma de convivencia. Primero de forma diseminada a lo largo del ro y ms tarde en torno al Castillo. La vida en El Monastil desaparecer. En el siglo VIII la presencia de una nueva forma cultural, polti ca y religiosa cambia las estructuras sociales favoreciendo la atomi zacin poblacional. Nuevos asentamientos dispersos ocuparn el valle a lo largo del ro, hasta que una nueva coyuntura poltica en el siglo XII favorecer su concentracin en torno a la fortaleza que desde el centro del valle ejerce las funciones de control y protec cin ms fcilmente que desde la anterior ubicacin en El Monastil. Por lo tanto es un condicionamiento geopoltico el que posibili ta la ereccin de la fortaleza. sta va a beneficiar al ncleo ms cer cano y consecuentemente ms protegido que se convertir en polo de 211 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA atraccin poblacional adquiriendo con ello una preponderancia sobre las dems aljamas. En esta caracterstica el paralelismo con la ciudad iberorromana de Elo es evidente. Hay una clara continuidad y relacin con El Monastil. No hay corte poblacional. Ambos enclaves son puntos de referencia para una poblacin que no hace ms que bascular desde el extremo al centro del valle en un proceso de adaptacin a unas mejo res condiciones para la supervivencia. Pero no todo sern ventajas. El Castillo se va a convertir en el smbolo del poder feudal y sern las relaciones entre el seor y los vasallos las que marquen la peripecia vital de los habitantes de la villa. En torno al Castillo la comunidad se ir desarrollando y echan do nuevas races, pero a la sombra del smbolo de un poder seorial que ejerca sus prerrogativas imponiendo sus condiciones y regulan do la vida de la comunidad, ya fuera musulmana o cristiana. La abolicin del rgimen seorial en el siglo XIX marcar la decadencia del Castillo y se impondr otro cambio en la poblacin. La ruina fsica del Castillo coincidir con una nueva mentalidad, la burguesa, que inspirar el desarrollo urbano, primero cerca del Cas tillo, pero poco a poco se ir alejando cada vez ms hasta terminar dndole la espalda y haciendo casi invisible su silueta desde gran parte de la ciudad. La nueva situacin har que el pueblo comience a ser dueo de sus propios destinos. Al principio de forma titubeante, pero poco a poco de forma ms decidida. El cambio de actividad econmica (de agricultura a industria) va a suponer el nacimiento de unas nuevas clases sociales, el industrial y el proletariado industrial, que cam biarn la fisonoma de la ciudad e imprimirn un carcter nuevo, 212 7. EPLOGO fijando unos rasgos caractersticos que perduran hasta hoy como son la vocacin industrial y el urbanismo anrquico, junto con una men talidad cosmopolita y abierta. Esta ltima caracterstica tiene mucho que ver con el ro Vinalop, elemento natural responsable en gran medida de la importancia econmica de ambos puntos. Por un lado como va de comunicacin natural entre la Meseta y la costa medi terrnea a lo largo de siglos permiti el trnsito de culturas, influen cias, mercancas y personas que indudablemente dejaron su huella en los habitantes del valle y favoreci su desarrollo. Por otro lado, su pobreza hdrica no fue capaz de cubrir las necesidades vitales de la poblacin en un momento dado favoreciendo el cambio de una acti vidad agrcola insuficiente a otra industrial que no dependa para nada de sus aguas. Pero es precisamente esta precariedad la que va a favorecer el cambio radical en la actividad econmica. A partir del comienzo del siglo XX se produce el autntico punto de inflexin en el proceso de desarrollo de la ciudad. La paulatina industrializacin en torno a la actividad zapatera desde finales de siglo y el consecuente y especta cular crecimiento demogrfico experimentado (sin parangn en nin gn otro ncleo de la comarca) terminar rompiendo la estructura socioeconmica basada en la agricultura y la sustituir por otra basa da en una nueva dialctica industrial -proletario. Con el abandono del casco antiguo en torno al castillo comienza el moderno urbanismo ciudadano. En la nueva estructura ciudadana se incrustarn las fbricas como parte significativa de un entramado urbano que tendr como caracterstica descollante un crecimiento fulminante y anrquico a partir de los arios veinte. Desde principios del siglo XX Elda comienza a adquirir los rasgos que le son caracte rsticos y que se desarrollarn al calor del auge industrial del tercer cuarto del siglo. Por esta razn en la estructura interna de este libro 213 ELDA A TRAVS DE LA HISTORIA existe una cierta descompensacin favorable a la poca contempor nea. La importancia de los cambios experimentados y la necesidad de explicar sus causas son las culpables de ello. En consecuencia Elda es el resultado de todo el proceso descrito, en el que los elementos ms recientes basados en la industrializacin son los que configuran los rasgos actuales, pero las anteriores etapas, los asentamientos prehistricos de la Edad del Bronce, el poblado de El Monastil, las villae hispanorromanas, las alqueras y aljama musulmanas, la villa et castiello, son momentos que conducen a la Elda que actualmente conocemos, y que constituyen nuestra herencia cultural a la que no queremos ni podemos renunciar. 214 8. FUENTES - ARCHIVO MUNICIPAL DE ELDA: Cuentas Generales, Clavaras, Veredas, Elecciones de Ayuntamientos, Elecciones a Oficiales de la Milicia Nacional, Padrones, Procesos. - Colecciones de perodicos y revistas eldenses: El Centenario, El Vinalap (sic), Idella, Elda Extraordinario, Albor, El Cronista, Dahellos, Valle de Elda, Fiestas Mayores, Vivir en Elda, Alborada. - ARCHIVO PARROQUIAL DE LA IGLESIA DE SANTA ANA DE ELDA: Libros de Bautismos y Libros de Matrimonios. - INSTITUTO NACIONAL DE EMPLEO. - INSTITUTO NACIONAL DE ESTADSTICA. - OFICINA DEL CENSO DEL AYUNTAMIENTO DE ELDA. 215

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