ABCD Elda

Aa Alborada No puedo evitarlo: Cada 6 de septiembre, tanto si estoy en mi casa de Madrid como por esos mundos de Dios, me invade la melancola y una sucesin de clidas imgenes se agolpa en mi memoria. Y as, como en una nebulosa ensoacin, veo las riadas de gente que van desembocando a la Plaza del Ayuntamiento, con un extenso rumor de emocin y alegra contenidas. Y veo tambin la llegada del pregonero, o pregonera (ya siempre eldenses desde que as lo propuse en mi Pregn de 1995) en compaa de las autoridades locales. Y se iluminan los balcones de la Casa Consistorial. Y escucho las palabras del Pregn, plenas de encendido eldensismo, finalizadas con los vivas a Elda y a sus Patronos, y respondidas con entusiasmo por la multitud. Y la banda de msica. Y los estampidos de la traca. Y su ascensin por la torre de la iglesia hasta convertirse en la gran palmera, la inmensa y amparadora palmera, como una madre luminosa que nos acogiera en su clido regazo Alborada de mi pueblo, alba, albor, amanecida. No es slo la ceremonia del comienzo de las Fiestas: es, sobre todo, una reafirmacin de nuestro carcter, una radiante manifestacin de lo que Elda tiene en sus ms profundas races: su viva, vibrante, jubilosa mediterraneidad. Antonio Porpetta Romn Bb Boln Cierra por el Sur el horizonte de Elda y es, desde los albores de mundo, testigo mudo de avatares geolgicos, histricos y sociales. Ubicado en el centro del corredor, antao baado por un Vinalop ms generoso, sus laderas conservan fosilizadas huellas del anterior lecho marino y en sus cuevas, de gastada roca caliza, dejaron huella los primitivos pobladores. Dio sostn a la espartera, influencia primera de una industria zapatera que hoy es sea de identidad, y ofreci sus mnimas canteras de donde extraer los barrones para las aceras de la urbe. Entre sus pliegues, atesora topnimos ensoadores, como el Pen de Trinitario, La Pat, Pen de Rafa, el Barranco del Capuchino y ms, en un territorio para montaeros y escaladores cuya cima es bicfala. En la ms rocosa, se pierde la historia de la cruz que la remata junto a leyendas de moriscos y tesoros enterrados. La otra cspide, ms alta y suave, alcanza los 656 metros, sirviendo de base para el salto en parapente y luz candente, cual mgico sueo en la vspera de Reyes, en irrenunciable serpiente de fuego, tan original y nuestra. Boln es el montesico de Elda, del recordado Rafa Hernndez y el mejor mirador del Valle. Juan Manuel Maestre Carbonell Cc Castelar En Elda, Castelar da nombre a los principales jardines y a un bello teatro. Emilio Castelar, presidente de la I Repblica Espaola, fue un personaje que enorgullece a los eldenses de cualquier ideologa o condicin. En realidad, naci en Cdiz en 1832 y muri en San Pedro del Pinatar en 1899, pero en Elda pas su infancia, siempre conserv el contacto con la ciudad y a ella le dedic sus Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, donde evoca su niez mientras describe costumbres, tradiciones y caractersticas de la entonces villa. Castelar, republicano unitario, creyente y conservador, fue polifactico: como poltico, ejerci de diputado en numerosas legislaturas, desempe los cargos de ministro y presidente del Congreso e incluso condicion gobiernos durante la Restauracin. Adems, fue historiador prolijo, catedrtico universitario desde muy joven, escritor de influencia romntica tarda y, sobre todo, el ms reconocido de los oradores espaoles, recordado por el discurso a favor de la libertad religiosa, ejemplo de tolerancia. Por eso, cada ao, los periodistas parlamentarios conceden el premio Castelar al mejor orador de nuestros polticos. Jos Ramn Valero Escandell Dd Don Juan Tenorio o dos tubos un real El de los dos tubos un real, cagaldero de nacimiento. Personaje principal de la obra escrita por don Emilio Rico Albert en 1919. Parodia del Tenorio de Zorrilla, con cuyo texto guarda un notable paralelismo, creada con el nico objetivo de hacer rer, divertir al pblico y siempre con fines benficos. Se representa tradicionalmente el 28 de diciembre, da de los Santos Inocentes, fecha elegida por el autor para que personas y circunstancias aludidas en cada representacin se lo tomen como una inocentada, dado el carcter crtico en clave de humor que encierra la obra en torno a la vida local y nacional que nos afecta a los eldenses. Desde su estreno ha faltado a la cita en tres periodos: guerra civil, cansancio por la edad de los actores en el ao 1961, reanudndose en 1972, y el parntesis por remodelacin del Teatro Castelar. Todos los personajes estn interpretados por hombres, lo que imprime ms comicidad si cabe. Incorpora nmeros musicales y se remata con un sorprendente fin de fiesta a cargo de todo el elenco. El texto est plagado de palabras tpicas del lxico cagaldero tales como: argrunsar, arrempujar, escupi, andorga, astropisiar, gobanilla, sisquiera, etc. Comisin del Tenorio Ee Esquina del guardia De vez en cuando nos aparecen en nuestra memoria algunos lugares que ya desaparecieron hace muchos aos. Uno de ellos fue la famosa Esquina del Guardia que inici su andadura el 12 de noviembre de 1931, cuando el Ayuntamiento vio la necesidad de poner a un guardia municipal al final de la calle Casto Pelez (en la actualidad Jardines) con la calle Maura, por una razn muy lgica: exista mucho trfico rodado, e incluso haban observado la excesiva velocidad de algunos automviles, que podan atropellar a esas personas que transitaban diariamente por este lugar. El 11 de febrero de 1975 desapareci la carretera general, y esta famosa Esquina . Estoy convencido que muchos eldenses, al pasar por este lugar, nos acordamos de aquellos guardias municipales, vestidos de blanco, con el casco y debajo de una sombrilla en pleno verano, dirigiendo a muchos vehculos que pasaban frecuentemente, sin olvidarnos de aquellos camiones que tenan mucha dificultad para girar, porque incluso hemos visto en aquellos momentos las rozaduras en alguna esquina. Este lugar ser recordado durante cierto tiempo por algunas generaciones de eldenses, e incluso por aquellas personas de otras poblaciones de la comarca que usaban diariamente este vial. Jos Luis Bazn Lpez Ff Ficia Slo dos hitos de la historia de la Elda del siglo XX han tenido trascendencia en la historia de Espaa. Uno de ellos, el establecimiento del ltimo gobierno de la II Repblica, en febrero de 1939; el otro, la Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines. Nacida como muestra local de calzado en 1959 y declarada de mbito nacional en 1960, alcanz el rango de feria internacional en 1962. La FICIA surgi en la principal zona zapatera espaola del momento que, ya antes de 1936, haba arrebatado la capitalidad zapatera a Barcelona. Naci gracias a la iniciativa de emprendedores como Roque Calpena, scar Santos o Jos Rodrguez Espinosa, que supieron encontrar en las autoridades polticas municipales el ap oyo necesario para convertir una idea en una realidad y una necesidad en una oportunidad; desde el momento de su nacimiento encontr amplia respuesta en un tejido industrial vido de obtener materias primas, al tiempo que anhelante de la apertura de fronteras para la venta de sus competitivas producciones. Siguiendo el modelo de la Feria de Muestras de Valencia, Barcelona o Bilbao, la FICIA se constituy en escaparate de Elda, de la industria del calzado espaol y, en gran medida, de la Espaa en vas de desarrollo al mundo occidental. Gabriel Segura Herrero Gg Antonio Gades Antonio Esteve Rdenas naci en Elda en 1936. Criado en Madrid, su infancia no fue fcil. Desde nio trabaj en muchas cosas, hasta que de manera casual fue descubierto por Pilar Lpez, su gran maestra. Adopt el nombre de Antonio Gades en honor a las bailarinas gaditanas. Haba nacido una estrella del baile y del flamenco. Admirado por los grandes, Rudolf Nureyev, Alicia Alonso... Trabaj con ellos como coregrafo. Junto a Cristina Hoyos pase por el mundo sus maravillosos espectculos, que definan su buen hacer y su honestidad en el baile. Cuando Gades bailaba, impactaba. Era pura sangre, puro sentimiento rodeado de una belleza sublime. Su otra gran pasin era el mar. Ya enfermo, viaj a Cuba en su velero. Aquel sera su viaje de despedida. Antonio Gades fue un hombre libre y fiel a s mismo. Podramos decir que su grandeza resida en su arte y en su persona. Su baile tena la emotividad propia de los genios. Fue un artista nico, un mito del siglo XX, desde Elda, para el mundo. Andrea Moreno Gonzlez Hh Hospital Creado en el barrio conocido como del convento, a principios del siglo pasado, el antiguo hospital se encomend a la congregacin de las Hermanas Carmelitas de Orihuela. Colectas, festivales e innumerables donaciones formaron un establecimiento capaz de atender el torno, la Gota de Leche, los ancianos y las necesidades sanitarias bsicas. Su custodia en la Guerra Civil ha permitido que Elda cuente actualmente con algunas de las piezas de arte religioso anteriores a la contienda. En cuanto a tradiciones, en las alegres Pascuas de Monas, el hospital era testigo del incesante paso por su puerta, de cuadrillas y familias, en busca de cumplir todos ellos con la tradicin ancestral. Tambin las Fallas le dieron protagonismo al crearse una comisin a propuesta de la superiora de la congregacin, para integrar el barrio en la ciudad. Del viejo hospital de la Cuesta de Santa Brbara tan solo quedaran las majestuosas palmeras, plantadas dcadas antes en el pequeo jardn de la Gota de Leche. Hoy, ni siquiera aquellas perduran, vctimas de una plaga asoladora que se ha encargado de borrar los ltimos restos de la institucin. Pero esa, ya es otra historia. Juan Vera Gil Ii Idella Los moros conquistadores de Espaa la llamaron Idella, de la palabra Dadlo, que en su lengua significa cosa de regalo por el mucho que tiene esta villa en su asiento y campo con las aguas que le riegan, por donde abunda de frutos y frutas, y goza de muchos puestos de suma amenidad. (Escolano, Dcadas, 1611). ltimamente la historiografa ha dictaminado que, de momento, no existe testimonio original del topnimo Idella. La evolucin correcta hasta la escritura Elda en el siglo XV sera: Ilo, Ad Ello, Illa, Ella, Etla. Por tanto, la cita que, por error de lectura o transcripcin, habra inspirando a artistas, historiadores y articulistas hasta el ltimo tercio del siglo XX, y dado identidad a un singular peridico en los aos de la repblica, a una gasolinera y su bar-restaurante, a varias empresas industriales, etc., ha pasado a ser una ficcin legendaria, con cierta amargura para los nostlgicos. Pero si Escolano fue fiel en la descripcin, y en esto le dan la razn los significados de otros topnimos rabes del valle (las Agualejas, la Jaud, la Alfaguara), entonces Idella habra sido sin duda el nombre del paraso terrenal, la entelequia que insufla el carcter a los eldenses. Y es cuando cobra pleno sentido el sentimiento de las voces lanzadas al cielo cada jueves de Moros y Cristianos: Idella es el frenes de una pasin. Clemente Javier Juan Gonzlez Jj Jaud Partida rural eldense situado a unos 3 kilmetros al sur de la poblacin. Est formada por un pequeo casero que todava puede apreciarse y un grupo de casas de campo diseminadas, antao dedicadas a actividades agropecuarias y actualmente destinadas mayormente como segundas residencias. Su n o mb re p rovien e d e la p a la b ra ra b e a l- Y a u d (a l- _ Au d ) , cu yo s ign if ica d o es abundancia de agua. Esta partida rural se encuentra atravesada por el rio Vinalop, la rambla de Bateig, que nace en la sierra de El Cid, y pequeos barrancos que descienden de los cercanos montes. Pascual Madoz ya cita la Jaud en 1845 con nueve casas de labor diseminadas, con terreno llano que produce vinos y frutas. Sus verduras y hortalizas eran fa m o s a s . A d e m s d e l a g u a d e l r o, co nta b a co n a l g u n o s m a n a nt i a l e s , d e a h l a procedencia de su nombre. Tena molinos junto al ro, varios pozos de nieve, bodega y una p e q u e a e r m i ta . E n l a s e g u n d a m i ta d d e l p a s a d o s i g l o X X f u e d e s p o b l n d o s e paulatinamente y sus moradores se desplazaron a trabajar en las fbricas de calzado eldenses. Entre sus casas de labranza destacaramos la Finca Lacy, la Casa de la Parada, Pollinsa, y el Choto, y en sus cercanas se encuentra el puente del Sambo, obra de ingeniera del ferrocarril del siglo XIX. La partida limitaba con los trminos municipales de Monvar y Novelda. Juan Antonio Mart Cebrian Kk Hablar de Elda, de los hombres que hicieron grande nuestro pueblo y consiguieron traspasar fronteras y reflejarse en el mundo, es hablar de una generacin que fue mucho ms lejos de lo que nunca pudieron imaginar, y que crearon empresas para formar parte de la historia. Una de ellas nace en la antigua piscina de El Lido. All una sencilla familia puso los cimientos de una fbrica ejemplar cuya perfecta organizacin y proyeccin fue reconocida muy pronto por un sector importante de nuestro pas. Siempre fue un barco navegando con rumbo firme hacia puertos seguros, con una tripulacin que pona el alma en la travesa, un puente de mando pendiente de cualquier necesidad, y un capitn que nunca solt el timn y cuid de sus hombres cuando las tormentas arremetan en alta mar . Esta empresa y marca innovadora, avanzada a su tiempo, emblemtica, prspera y feliz, fue la de un hombre que mir siempre a su alrededor, nunca hacia s mismo, cuya bondad y entrega hicieron este viaje nico e inolvidable para los que tuvieron el privilegio de compartirlo. Su creador, Juan Navarro, fue un hombre cuya honestidad, generosidad, fuerza y carisma merecen por derecho propio formar parte de una historia que pasa, pero sus obras permanecen. En la memoria de Elda, tal y como l quera, quedarn para siempre, con letras de oro y laurel, los nombres de todos los que hicieron posible la familia Kur-hapies. Con K. Sara Navarro Snchez Kurhapies Ll Lamberto Amat y Sempere Padre de seis hijos y el mayor de los terratenientes de su poca, es considerado como el pionero de los historiadores eldenses porque fue el primero que se plante la necesidad de una recopilacin documental y la redaccin de una historia de conjunto de su pueblo, basada en testimonios fehacientes. Para llevarla a cabo se sirvi tanto de apuntes de inters local que se haban transmitido en el seno de su familia, como de los archivos municipal y parroquial. Adems de atender sus fincas y obtener productos de extraordinaria calidad con los que fue galardonado en certmenes expositivos, D. Lamberto (1820-1893), prohombre del eldensismo y reconocido patricio, se erigi en consumado experto del sector agrcola, en el mximo especialista del sistema de riego de la huerta y en profundo conocedor de la cuenca del Vinalop. Denunci el estado de abandono del castillo, ensalzando, por el contrario, el grado de magnificencia que haba alcanzado la parroquia de Santa Ana. De posiciones firmemente enraizadas en el terruo, no supo ver la importancia de la creciente industria del calzado. Colabor de forma asidua en la prensa y sali a defender los intereses eldenses cuando fue necesario. Fernando Matallana Hervs m M Moros y Cristianos En el siglo XIX hay antecedentes de nuestra Fiesta en un librito sobre Elda de D. Emilio Castelar donde el autor habla de unos moros y cristianos del ao 1840, y en 1867, en una crnica, el historiador Lamberto Amat narra una Fiesta ms configurada con cinco comparsas. En 1944 se restaura la Fiesta con la ayuda de pueblos vecinos (Petrer, Sax, Villena), invadiendo las calles en lo que se recuerda como La salida heroica. Actualmente la Fiesta se celebra el primer fin de semana de junio, de jueves a lunes, y est conformada por nueve comparsas: Cristianos, Contrabandistas, Estudiantes, Piratas, Zngaros, Marroques, Realistas, Musulmanes y Huestes del Cad. La triloga festera eldense est configurada por tres tipos de actos: ldicos (desfiles, retreta), histricos (alardos y embajadas) y religiosos (procesin, traslados, misa) y se celebra en honor de San Antn. Los cargos ms relevantes de la Fiesta son el capitn y la abanderada de cada una de las comparsas y sus respectivos infantiles y, adems, hay un embajador cristiano y otro moro. Jos Blanes Peinado Nn Negresco Cada ciudad tiene un caf emblemtico que debera ser protegido y conservado como lugar de memoria que guarda el espritu de pocas pasadas, las ilusiones de futuro de todo un pueblo, el recuerdo de noches de celebraciones, de campeonatos de ajedrez, de lectura de diarios, de tertulias literarias, de penas de amor, de primeras citas Son cafs a la antigua, decorados al gusto de antao: muebles de madera oscura de inspiracin vienesa, veladores de mrmol, espejos que duplican la realidad, percheros donde colgar no slo abrigos sino tambin sombreros de caballero. Uno tras otro, todos esos maravillosos cafs han ido cayendo, abatidos por un absurdo concepto de modernidad que nos deja con el plstico y los colores chillones, con las prisas y los camareros eventuales, con ambientes sin alma que cambian cada dos o tres aos para no quedarse atrs y no aburrir a la clientela. Elda tena el Negresco, un nombre atrevido -el del mejor hotel de Niza-, que traa recuerdos de la Belle poque; un lugar que daba clase al pueblo, en plena calle Nueva, junto al Casino; un caf donde uno poda llevar orgullosamente a los amigos que venan por primera vez y hacerlos sentirse como en el Suizo, de Granada, el Dindurra, de Gijn, el Lauria, de Valencia, todos ahora ya desaparecidos. Slo nos queda su nombre, su recuerdo, y varias enes para este alfabeto: N de Negresco, N de nostalgia, N de nunca ms. Elia Barcel Estevan Las Caadas Las Caadas es una extensa partida rural eldense que se sita al oeste de nuestro trmino municipal. En el siglo XVII ya aparece documentacin donde es mencionada. Su topnimo es debido a la existencia de numerosas caadas y veredas para el paso del ganado, entre ellas la ms importante es la Vereda de Los Serranos, va real trashumante que atraviesa Elda de norte a sur. El cultivo mayoritario siempre fue el de secano, aunque en su parte baja se regaban algunas tahllas hasta el ao 1939, gracias a la Acequia de Boln. Tambin existieron algunos manantiales particulares que abastecan pequeos huertos para uso propio. La vid fue la principal actividad agrcola en los siglos XIX y XX, de dichas pocas quedan los restos de las bodegas de las casas rurales de Caadas Altas, Plausides, El Chocolate, El Tite, Los Sotas, El To Amador y Las Julianas. Esta ltima tambin posea una almazara y todas las mencionadas dispusieron de era de trillar cereal. En la actualidad solamente se encuentran productivos algunos bancales de oliveras y almendros, ya que la via y el cereal han desaparecido totalmente, a excepcin de algunas hectreas cultivadas de avena. En esta partida tambin existe una pequea ermita del siglo XVIII, la cual contribuye al encanto y sosiego que reina en este paraje. Emilio Gisbert Prez Oo Ollica Es un plato muy tradicional de Elda y de su comarca. Se viene haciendo desde muchas generaciones atrs, pasando de padres a hijos y de hijos a nietos. De la ollica, podemos decir que es muy tpico comerlo en los meses de fro, siendo este un plato muy completo, ganndose con todos los honores estar incluido en nuestra preciada dieta mediterrnea. Intentar describir en estas lneas la esencia de la receta, pudindose elaborar de distintas maneras segn las tradiciones de cada casa. Entre sus ingredientes se cuentan legumbres, como las lentejas y las alubias; verduras, como las pencas, las acelgas y la calabaza; tubrculos, como el nabo, el boniato y la patata; cereales, como el arroz y el trigo (a esta ltima se la conoce como ollica de trigo). Por otro lado tambin se elabora la ollica de cerdo, que incluye entre sus ingredientes costillar de cerdo. Es una labor muy importante de los padres y, en otros casos, de los abuelos, transmitir esta cultura gastronmica a los hijos o nietos para que no se pierdan jams de nuestras mesas estos platos riqusimos y saludables, y que dicen tanto de la historia de nuestra ciudad. M Carmen Azorn Ricote Pp Pantano Pasar un da de Pascua en el Pantano, el mircoles, siempre fue costumbre en Elda casi desde que las aguas del ro vieron su curso cortado en el siglo XVII para facilitar el riego de sus campos y paliar las peridicas sequas sufridas en nuestro valle en ms de una ocasin. Al amparo de su presa y del agua all retenida se gener un paisaje donde el taray y otras hierbas acompaaban el atn de las meriendas y los juegos que las familias disfrutaban despus de una gratificante caminata los mircoles de Pascua cuando stos todava eran festivos. Aunque se volvi a construir en el siglo XIX, no fue la nica construccin hidrulica realizada en torno al ro Vinalop en nuestro valle, pero s es una de las construcciones ms significativas y monumentales. No slo por lo arquitectnico, sino tambin por lo sociolgico, al ser la primera obra sufragada por la Villa y no por los seores feudales de los que dependa, y por lo ecolgico, al ser un lugar privilegiado para el crecimiento de plantas y animales muy especiales de esa zona. Difcilmente podremos volver a baarnos en sus ag uas, pero todava sigue siendo un paraje especial al que ir a almorzar y observar la fauna y flora que all sobrevive. Emilio Maestre Vera Qq Calle del Marqus La calle Mndez Nez, conocida como la calle del Marqus, se ha convertido en una callecita con encanto repleta de cuartelillos. El primero en instalarse fue El Claustro. Tras ste, los lirilis, el farolico, los bellos y las bestias, el corrillo, ala-barra, zaidines, los tbanos, el parque, el corral y el minarete, que yo tenga constancia. El 7 de junio de 2002 se represent por primera vez La Embaj, que en no ms de media hora cuenta lo sucedido durante el ao de forma cmica. La iniciativa surgi en la Comparsa de Estudiantes y la Comparsa de Moros Marroques se sum a la idea. Empieza con el anuncio de un Heraldo de la venida de un Moro, con la pretensin de conquistar el castillo y el pueblo de Elda. Unas limpiadoras se preguntan por los responsables municipales, que no estn, teniendo el Escribano que lidiar con el Moro y convencerlo de que hay otras cosas mucho ms rentables que hacer, y de que lo mejor es hacerlas juntos, terminando con un mensaje de ensalzamiento de lo eldense y de unin con todos los espectadores. Se representa el viernes de Moros en la calle del Marqus, este estr echo callejn que si quieres cruzarlo durante las fiestas de Moros tardars un buen rato, pues seguro que conoces a ms de uno y te tomars alguna que otra cervecica. Pedro Civera Coloma Rr Rico y Amat Hoy lleva su nombre un colegio de Elda. En su corta vida, Juan Rico y Amat (1821- 1870) fue capaz de escribir una obra extensa y muy variada: poesa, teatro, ensayo, periodismo poltico... Reconocido aunque tambin denostado entre sus contemporneos, su figura se va engrandeciendo con el paso de los aos. Monrquico y conservador, se code en Madrid con la lite poltica e intelectual de la que pronto se desencant, dirigiendo sus dardos ms mordaces a los progresistas. Censurado y perseguido, muri de un colapso cardiaco en plena madurez creativa. Su brillante poema La desesperacin (atribuido a Espronceda durante aos) aglutina los tpicos del Romanticismo con una naturalidad y una viveza asombrosas. Las ltimas reediciones de su Diccionario de los polticos, el retorno de sus comedias teatrales (Rafael Maestre revisaba toda su obra dramtica cuando muri, en 1 999) y su presencia constante en antologas de textos satricos y humorsticos del siglo XIX, nos devuelven a un creador con ingenio, fina irona, sarcasmo y sagacidad. Un estilista elegante y descarnado a partes iguales. Y que, al perfilar los rasgos caricaturescos de su agitada poca, se movi como nadie entre las arenas movedizas de la stira poltica, la poesa burlesca o la comedia bufa, para uso y disfrute de las generaciones venideras. Rafael Carceln Hernndez Ss San Antn Cuentan que naci en Egipto en el siglo III d.C. Que comparti todo lo que tena con los ms pobres y se march al desierto como santo anacoreta, querido y respetado por todos. Tras su muerte, a la edad de 105 aos, su culto se extendi al norte y al sur, al este y al oeste convirtindose en patrn de campos y animales. Es en el siglo XV cuando la familia noble de los Corella trae hasta la villa de Elda la primera imagen del santo, situndola en la capilla del castillo, ocupando tiempo despus, su lugar en la ermita. Desde entonces hasta hoy Elda est unida a la imagen de este vejete humilde con sus barbas y pelo cano, unida a San Antonio Abad a travs de esa hoguera que ilumina la noche eldense cada 17 de enero, unida por el replique de esa campana que nos anuncia que la Fiesta ha llegado, unida por el sonido de una dulzaina y un tamboril, por una danza, por cucaas, unida por Moros que disfrutan junto a Cristianos porque, desde entonces hasta hoy, Elda siente que junto a San Antn la vida es una Fiesta que inunda cada calle, cada plaza, una Fiesta que llega al corazn de cada eldense. Y es que desde que en 1941 llegara a nuestra ciudad la actual imagen del santo, obra del escultor Po Mollar, cada vez que su figura asoma por la puerta de la ermita, Moros y Cristianos cantan a una sola voz aquello de y entonces el mundo entero sabe que han llegado las Fiestas Que viva Elda y San Antn!. Jos Javier Santa Hernndez Tt Torreta Al or Torreta, yo que soy de Elda, pienso en una sierra, una torre, un antiguo Instituto de Formacin Profesional, situado en el barrio que lleva el mismo nombre o en el actual Instituto de Enseanza Secundaria, algo ms alejado ya. La sierra de La Torreta, con una altura media de 550 metros, delimita el casco urbano de Elda por el norte, siendo una frontera natural con Sax. Se dispone de este a oeste, donde hace un giro hacia el sur, finalizando en la Rambla de La Melva. Su extremo oriental queda constreido por el ro Vinalop, que la circunda en un gran meandro. Aqu, se sita el poblado de El Monastil, hito histrico-arqueolgico de la ciudad. Otros yacimientos se encuentran en esta sierra, entre ellos la Atalaya de La Torreta. Torre medieval del siglo XIV, que Sibila de Forci mand construir para servir de aduana y vigilancia entre los reinos de Castilla (Sax) y Aragn (Elda). Declarada Bien de Inters Cultural en 2005, su recuperacin y restauracin fue impulsada por la comparsa Huestes del Cad. Y aunque una contradiccin parezca, hay que hacer caso del dicho de origen valenciano No parar en torreta (cuyo significado es no estarse quieto ni un momento) para visitar La Torreta y disfrutar de su riqueza patrimonial, tanto natural, como arqueolgica. M Dolores Soler Garca Uu Tnel An hoy en da se puede escuchar en nuestra ciudad el dicho popular ms viejo que el tnel, y es que con sus 160 aos de antigedad no es de extraar este adjetivo. Esta obra de ingeniera, que para muchos de nosotros pasa desapercibida actualmente, fue construida entre 1856 y 1857 con el objetivo de salvar el obstculo que supona la sierra de la Torreta, convirtindose -y sigue siendo- en el nico tnel existente en la lnea de ferrocarril de Madrid a Alicante. Con sus 484 metros de longitud, fue en su momento el ms largo de Espaa. La llegada del camino de hierro trajo consigo personas, mercancas e ideas que aceleraron el desarrollo industrial de nuestra localidad. Tambin se convirti en lugar de paso y de ancdotas de familias y cuadrillas camino del Pantano los das de calor intenso en busca de un bao refrescante o el primer mircoles de Pascua para comer el atn. Toms Palau Escarabajal Vv Vinalop El nombre Vinalop nos causa una sonrisa porque le viene grande a nuestro querido hilo de agua y es ms largo que el propio cauce. Pero si echamos una mirada a su historia, queda claro que tenemos mucho que agradecerle. El ro Vinalop ha hecho posible que nuestro valle est habitado desde la Prehistoria, dando paso a un rico intercambio y mezcla de culturas. Por el ro nos lleg el agua necesaria para cultivar la tierra, pero tambin estuvimos a merced de la naturaleza por su estiaje y vendidos a las intenciones de los pueblos de ms arriba del cauce que envenenaron nuestros campos cuando nos enviaron toneladas de sal que inutilizaron la huerta eldense. Paradjicamente, esta desgracia se convertira en un acicate para que Elda diera el salto de ciudad agrcola a industrial cuando tuvimos que buscar alternativas a la agricultura y encontramos una salida en el esparto para tejer suelas. El ro, con sus fluctuaciones, es una metfora de Elda: una ciudad fuerte a la que no se le ha regalado nada y que lucha por salir a flote en cada crisis econmica. Quiz por ello somos de contrastes, de trabajar en las fbricas de calzado en jornadas extenuantes, pero de divertirnos y volcarnos con las fiestas. Quiz por ello, Elda es acogedora y abierta a las personas que ha ido trayendo el ro de la vida. Susana Esteve Maci Xx Rex Nombre de uno de los cines que tenamos en Elda en una poca de apogeo en cuanto a nmero de salas cinematogrficas se refiere, pues llegamos a contar hasta 16 cines en funcionamiento. El Cine Rex situado en la calle Cervantes, del que todava se conserva su fachada y letrero e incluso restos de carteles de las ltimas pelculas que se proyectaron antes de su cierre, comenz sus actividades en el ao 1953 bajo la tutela de Accin Catlica, que durante un tiempo sirvi de cita para los escolares, que acudan previo sorteo de localidades que se realizaba en los propios colegios, a ver pelculas de Aventuras, del Gordo y el Flaco, de Jaimito, del Oeste y otras de cariz religioso, as como obras de teatro de grupos infan tiles que divertan a nios y padres. Fue en 1956 cuando se convirti en sala comercial hasta su cierre definitivo a finales de la d ca d a d e l o s o c h e nta . E n s u e s c e n a r i o, e s p o r d i ca m e nte s i r v i ta m b i n p a ra conferencias, cine club con tertulias y otros eventos. Los cines de Elda cuando el boom de salas en la dcada de los 60 a 80 eran: Teatro Castelar, Cervantes, Coliseo Espaa, Ideal, Plaza de toros, Gloria, Cant, Rex, Roxi, Aguado, Lis, Cervantes, Alczar, Capri, Goya, y Ro. Miguel Barcala Vizcano Yy Yacimiento arqueolgico El Monastil Antes de que Elda existiera, existi El Monastil. Desde la Prehistoria hasta los inicios de la Edad Media, El Monastil condensa tres mil aos de historia por los que desfilan comunidades del Bronce, fenicios, griegos, iberos, cartagineses, romanos, bizantinos, visigodos y musulmanes. Durante siglos, este estratgico asentamiento alto y fortificado fue lo ms parecido a una ciudad para los antiguos habitantes de nuestro valle y de su entorno. Situado en la sierra de la Torreta, controlando la gran curva del ro Vinalop, El Monastil se conoci por diferentes nombres, origen de la Elda actual: Ad Ello, tal vez la debatida y enigmtica Elo... Lugar de frontera, de mezcla e intercambios culturales, este Bien de Inters Cultural y joya del patrimonio local conserva un rico legado arqueolgico formado por testimonios de nuestra historia ms lejana: las viviendas y calles del poblado, la iglesia paleocristiana, la alfarera romana, la muralla, la sirena ibrica, el Maestro de El Monastil El yacimiento, que oculta todava mucho por descubrir y recuperar, materializa las ms profundas races de la experiencia colectiva de nuestros antecesores en el Valle de Elda. Visitarlo nos permite viajar al pasado, reconocernos en el presente y fortalecer las seas de identidad eldense. Juan Carlos Mrquez Villora Zz Zapato Es paradjico que el patrono de las fiestas de moros y cristianos de Elda, la ciudad que se conoce y que vive de la manufactura del calzado, se represente descalzo. Imagen a la que siguen multitud de pasos festeros y devotos del santo. Pasos realizados por los zapatos de la fiesta: las botas cruzadas de los guerreros medievales de los cristianos; las hebillas de los estudiantes que otrora fueron signo de distincin social; las polainas de los contrabandistas, aquellos romnticos que galopaban por los montes; las botas de caa alta con vuelta de los piratas con las tibias y la calavera; los cascabeles que adornan y acompasan las botas rojas de los zngaros errantes. Y las comparsas moras tambin acompaan a este icono cristiano: el arco tmido del copete del zapato azul de los moros realistas; las babuchas apuntadas al cielo de color amarillo del desierto marroqu; igualmente los musulmanes valientes con la media luna; y el calzado de color teja de las huestes, representantes del valor y la ecuanimidad del cad. Estando San Antn en el desierto, en torno a l desfilaron las diferentes formas de la tent acin. A nuestro santo lo conocemos inmerso en la lectura, acompaado de su fiel marranico y ajeno a todo lo que le circunda. Imaginemos que levantara la mirada... Acaso no caera en la tentacin de disfrutar de nuestros bienes ms preciados: nuestros zapatos y nuestras fiestas de moros y cristianos. Juan Carlos Martnez Caabate

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