Cuando las yemas revientan

J. ZARAGOZA -E. AMAT - F. MOLLA - G . GARCIA ROMEU Cuando las Yemas Revientan Florilegio Poético por Jesús Zaragoza Giner .. ····’º0º’··• ... ·••· ... ó ó ::•:: ::- :: A más de las de su coleccionador, este Florilegio contiene poesías de Enrique Amat, Francisco Mollá y Gabriel García Romeu. ? ’{ .. •· ·· .. ··· ··•: 000•·· .... Petrel - Año 1967 Depósito Legal: A. 28.-1967 73998 - Tip . Moderna , Generalísimo, 7 - Elda 1967 D ED I CATO RIA Con ánimo encogido de «enfermizos catadores-,, de la poesía -como podría decir de nosotros nuestro admirado José María Pemán-, sacamos a luz CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN estimulados por los espoleas de D. Santiago García Bernabéu, petrolanco cíen por cíen, 1J gracias al mecenazgo de la Junta Rectora de la Cooperativa Agrícola 1J Caja de Crédito que él preside. CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN es un Florilegio Poético, que hemos perge11ado con las esencias religiosas de Petrel, con su folklore, con sus tradiciones popula res 1J con cuanto de hermoso hemos contemplado bajo el cielo turquesa de esta Villa, que es una caricia de Dios. Justo es, que pongamos, como proemio de este Florilegio, la siguiente dedicatoria: A LA COOPERATIVA AGRICOLA Y CAJA DE CREDITO QUE PRESIDE D. SANTIAGO GARCIA BERNABEU, Y A LA VILLA DE PETREL, EN GENERAL. Nosotros hubiéramos querido que todas 1J cada una de las yemas de este Florilegio hubieran irradiado, al abrirse a la vida de la poesía, lampos de luz. Lograrlo nos ha sido imposible, porque ese alumbramiento está pidiendo, a voces, un catador de paladar más bien dispuesto. Aceptad, sin embargo, las prímícías literarias que os ofrecemos con CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN Que sí las cuerdas del arpa que hemos tenido que tañer, están destempladas, van prendidos en ellas afectos puros del corazón. 1,esús Zaragoaa A guisa· de prólogo Quehacer de las fábricas y los talleres. Afanoso bregar de los negocios. Ir y venir de multitudinarias diversiones. Actividad cotidiana, febril, excesiva, innecesaria a veces ... Dejemos, por un instante, que se detenga todo. Cerremos los receptores de la televisión y de la radio. Aislémonos de ese trepidante motor de explosión, capaz de enloquecernos. Que cesen las estridencias. Y escuchemos ... Es la voz de los poetas. De los poetas petrelenses que cantan. ¿Quiénes son? No vamos a presentarlos. Bastará un breve enun ciado: El Sr. Cura Párroco de San Bartolomé, D. Jesús Zaragoza: sueños y realizaciones que se entremezclan y confunden; Enrique Amat y Francisco Mollá: triunfo de la vocación autodidacta en el entrañable paisanaje; D. Gabriel García Roméu: destacado valor de un movimien to literario que se va abriendo camino. Cantan al valle que pisamos, y al monte por donde siempre vemos que se levanta el sol; al castillo dorado, página de nuestra historia, monumento de arte, fuente de pensamientos y emociones sin fin; al fervor religioso que, en torno a las imágenes del Santísimo Cristo de la Sangre, de la Virgen del Remedio y de San Bonifacio, nos une en plegarias y rezos; a las fiestas radiantes, prodigiosas, con que la primavera a todos arrebata, llenándonos de gozo, de orgullo y de ilusión; al cementerio nuevo-hogar de nuestros padres-que el dolor nos endulza y convierte en alegre, en feliz esperanza; a princ1p1os comunes que, hermanados, nos impelen a mayores conquistas de s CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN • justicia y de paz; al secreto recinto que contiene el tesoro sagrado de profundas nostalgias ... Cantan, de modo principal, a lo nuestro. Cantan a Petrel. Nadie vea, en este dominante localismo, estrechez de visión, falta de vuelo. Que la piedra de toque de lo que en realidad somos, no se halla en las cosas abstractas y distantes, sino en las inmediatas y concretas. Este cantar llego hoy hasta nosotros a través de un pequeño altavoz, que es el presente libro: CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN. Lo ha hecho posible una institución-COOPERATIVA AGRICOLA Y CAJA DE CREDITO-, medio siglo dedicada a proteger y mejorar la vida económica y social del pueblo. Ahora se permite este lujo. Es, después de tantas cosechas, buenas y malas, pero siempre ganadas con noble y voluntarioso esfuerzo, como un ramillete de flores que, por los sentidos, quiere que llegue a las almas. Que en las almas luzcan las flores y resuene el cantar de los poetas. Que impere la belleza, que es amor. Y amor que-nos lo dice el Dante-mueve el sol y las otras estrellas. 2)Drt1tet1 ~DIHáH 6 P O E M A S RELIGIOSOS La Ermita del Cristo De Jesús Zaragoza Gíner Ermita del Cristo, ¡qué bien se respira en esta atalaya, balcón de Petrel!. . Las brumas ardientes del mar de la vida son auras suaves en esta colina, pues llevan efluvios de idílico edén. Aquí, cabe el Cristo de nuestros amores, las almas, bañadas de fúlgida luz, olvidan quejumbres, otorgan perdones, al célico influjo del néctar que corre del cuerpo de Cristo clavado en la Cruz. Lo dice el cortejo que, todos los años, recorre la Villa del Buen Cristo en pos. ¡Qué filas ingentes de niños y ancianos, siguiendo las huellas, con celo empeñados en santas consignas del Hijo de Dios! Cual viejos pastores de viejas majadas sumisas al mando del flel ramadán, yo he visto, joyantes, las frentes tostadas vencerse obedientes, rendidas, postradas, a Cristo Bendito, del pueblo al Guardián. Yo he visto a la pía mujer petrelense, el pecho anhelante, descalza, doliente, 7 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 8 subir a la ermita de Cristo, en Petrel, rimando ternezas, con faz siempre alegre, no obstante las gotas de sangre que hienden el suelo que pisan desnudos sus pies. En tardes de Julio románticas, bellas, el cielo en celajes de ingrávido tul, yo escucho del pueblo las lánguidas quejas, que imploran del Cristo perdón y salud. Yo tengo prendidas muy dentro del alma, cual rítmicas notas de suave sabor, las notas del himno que aquí se le canta, en hondos suspiros, a su Redentor. Y el quedo susurro de labios que claman del Cristo Bendito su «grasia y favor». Y aquellos exvotos. Y aquellas miradas que al Cristo dirigen fundidas las almas, tan hondo calaron en mi corazón, que, vate bisoño, compuse yo, raudas, aquestas estrofas transidas de amor. ¡Oh Cristo Bendito del Monte Calvario! Pues eres Tú fuente de paz y de bien, por eso yo dije que en este altozano, en esta atalaya, balcón de Petrel, las brisas que orean al pueblo cristiano, son brisas que llevan efluvios de edén. P O E M A S RELIGIOSOS Somos algo en , comun ... De Jesús Zaragoza Giner Esperas impacientes, aguardos encendidos, son la seña genial del petrolanco, no bien Julio radiante da principio. ¿A qué tantas esperas? ¿Por qué tantos aguardos encendidos? ¿A qué tal impaciencia incontenida? ¡Es que anhelan que baje su Buen Cristo! Me lo rima, insistente, el vibrante tañer del cimbalillo, el de la blanca ermita, colgada, cual los nidos, en la enhiesta atalaya petrolanca, lejos, muy lejos, del falaz bullicio. Me lo anuncia, chillona, la dulzaina vertiendo gayos ritmos, al paso del gigante y cabezudo, arrumacos de grandes y de chicos. Me lo cuentan estruendos de carcasas, que al estallar en el sagrado Altico -un nuevo Sinaí-, van preludiando que desciende Cristo, 9 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 10 a morar con su pueblo, a escuchar sus gemidos, a bendecir sus casas, sus haciendas y el trabajo febril de los sus hijos ... ... Y moró, con nosotros, endulzando el agraz de nuestro siglo, hermanando quereres contrapuestos, cortándonos malezas del camino ... , para hacernos suave la jornada, mientras lleguen los goces prometidos. ¡Oh Bajada del Cristo de la Sangre! ¡Cuán raudo tu pasar, cuán breve has sido! Yo forjeme ilusiones desmedidas cuando vime seguido de grandes multitudes que aclamaban, entre Hosannas, a Cristo. Soñaba con tenerle, entre nosotros, al que en nombre de Dios era venido. ¡Quería yo, cual Pedro, el lauro del Tabor, sin competirlo!. .. Mas al verlo alejarse repasando de su ermita al camino, díjele yo con suplicantes dejos: ¡Quédate con nosotros, Santo Cristo! ... ¿Qué no ves que la noche ya se acerca? ¿No ves Tú que, tunante, el enemigo P O E M A S RELIGIOSOS sembrará la cizaña, por doquiera, y agostará, sin Tí, nuestro buen trigo? ¡Ea, pues: queda con nosotros ya! ¡No te marches, Bien mío! ¡Compartiremos nuestro pan escaso! ¡Libarás también Tú de nuestro vino!. .. Y el Cristo de la Sangre, el guardián avizor de nuestro Altico, con voz entrecortada por el llanto, susurrome al oído: De por siempre estaré YO con mi pueblo, ternezas prodigando ... , a lo divino. Mas no se olvide, nunca ya se borre -lo tengo estatuidoque vosotros en MI; YO, con mi Iglesia, somos algo en común: EL CUERPO MISTICO. ’¾f~= o o - -~-- 11 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 12 ;Qué bien • ,, v1v1r aqu, .... De Jesús Zaragoza Gíner Tengo el alma, Señor, tan lacerada por la brega reñida en mi sendero, que sangrando he llegado a tu morada, que de paz es refugio y es venero. ¡Oh si alzara mi tienda en esta altura que preside del valle su hermosura! .. ¡Qué bien vivir aquí, siempre a tu lado, junto al árbol frondoso de la vida, cabe el trono que amor te ha levantado, lejos de la fugaz y fementida gloria vana del mundo desquiciado!. .. ¡Qué bien vivir aquí, siempre a tu vera!. .. ¡Aquí sin desamor, sin pesadumbre, no aspirara jamás la podredumbre que yo aspiro en el mundo por doquiera! ¡Cuánto gozo, Señor, me deparara declinar mi cabeza en tu regazo, fundirme yo contigo en un abrazo y posar yo mis labios en tu cara!. .. No debiera pedirte ya más dones, tras los muchos que obtuve en mi sendero. P O E M A S RELIGIOSOS Mas al verte clavado en el madero sangrando por mi amor a borbotones, ofrendar yo quisiera, reverente, con dejo enamorado, esta plegaria: ¡Que me dejes trepar, cual pasionaria, enredado a tu Cruz eternamente! 13 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Que pues quiero besarte, Tú me beses De Jesús Zaragoza Gíner Era tarde de Julio reluciente ... Desgranando de laudes su rosario, desfilaba el cortejo lentamente, camino de la Ermita del Calvario. ¡Cuántos hombres y niños y mujeres repasaban de Cristo los senderos!. .. ¡Arrebata el fervor de misereres, que le cantan al Cristo los romeros!. . . Y en el concierto de fervores tantos -clamante fuerza de un amor profundo-, vate bisoño del Petrel fecundo, ¿no he de rimar a Cristo mis quebrantos? Lejos de mí tamaña desventura. Y pues, mendigo, tu favor imploro, quiero impetrar, cargado de tristura, aquellos dones, cuya ausencia lloro. Mas no puedo pedirte cosas bellas, fuente Tú de mi pobre poesía: ya le has dado a mi loca fantasía P O E M A S R ELIGIOSOS el fulgor de las nítidas estrellas que cual rico presente de topacios, Tú me ofrendas, Gran Dios dé los espacios. Ni te pido Señor, cadencias suaves . Si me has dado los trinos de las aves, el rumor de la brisa en la enramada, la canción del regajo en la cañada y del chivo gentil tantos balidos, ya otros ritmos no anhelan mis oídos . Rogar sólo quisieran mis decires, al sufrir por tu amor tantos reveses, que pues quiero mirarte, Tú me mires; que pues quiero besarte, Tú me beses. ~ii 11~ ; .. ····· •. I S CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 16 Añoranzas De Jesús Zaragoza Gíner Pastor de las almas, Santísimo Cristo, ¡qué gozo tan grande cautiva mi pecho subiendo a tu Ermita de Julio al umbral! Apenas los sones del fiel cimbalillo preludian las fiestas de tu pastoreo, con franca alegría me pongo a cantar . Mas debo decirte: yo tengo añoranzas del místico aroma que en tiempos pasados, felice, imprimía a tus fiestas mi grey. ¡Qué plácido embrujo el de aquellas jornadas que aquí, sobre el cielo de tu Monte Santo, rendía, piadosa, la dulce Petrel! Prendidas quedaron, de mi alma por dentro, las coplas vibrantes, de un ritmo castizo, que hendieron los cielos un alba feliz: ¡aquellas endechas que, en alas del viento, hablaban de amores del pecho salidos, y en férvidas notas rimé yo por Tí!. .. En cálidas fiestas de Julio solemnes, me aflige la ausencia de viejos devotos P O E M A S RELIGIOSOS que otrora en tu Ermita ponían su albur, con ver a sus nietos jugar a esconderse por entre las crenchas de luz de tus ojos, por entre tus brazos clavados en cruz. Aún yo memoro, Señor de los cielos, premiosos afanes de recios patriarcas que el curso alindaban de tu procesión con tierna enramada de mirto, de espliego, de olientes adelfas de tus sierras pardas, cual tibio ofertorio del campo a tu amor. A veces, las noches de tus novendiales. ¡cuán grato nos era subir tu Calvario gentil, recoleto, por verte pasar!. .. Pasabas nimbado de luces radiantes, abriendo el camino del Buen Santiago, dejando una estela de plata y cristaL Traías contigo cortejo de brisas aladas, suaves, cual una zalema del cielo a los cuerpos después del trajín. Pasabas rasgando las auras divinas con danza sublime de lluvia de estrellas, rompiendo los pechos en laudes por Tí. .. ... Y pues has pasado por nuestros senderos al grito de ¡hosanna! del lar petrelense, ¿por qué, cuando pasas ahora en redor, no tienes ya mirto ni adelfas ni espliego? 17 .e U ANO. O LAS Y E MAS REVIENTAN 18 ¿Por qué ya tu atajo tu aprisco no advie rte? ¿Por qué nuestra lengua ya muda quedó? .. . Santísimo Cristo, Pastor de las almas, ¡qué gozo tan grande me embarga el sentido, subiendo a tu Ermita de Julio al umbral! Mas debo decirte: yo tengo añoranzas del místico aroma de tiempos que han sido. ¡Yo quiero que vuelva tu fiesta a brillar! •· •·... · ··· .. . .. ·-.. ··. . ... ’r, ~ i ~ l :····: · l.•·:·/ i .. · : cg : 0 •• · :... • • . :! •• •• • ·. .. ·.. ··. • . .. -P O E M A S R E L I G I O S - Q: - S Noc hebuena en cam pana (1) De Jesús Zaragoza Gíner Esta noche, Nochebuena que se celebra en campaña, tiene sabor de pastores que la v iven en majadas. No es la Nochebuena aquella, que allá por las tierras gayas de Alicante y de Valencia celebraban con tonadas los mozuelos y mozuelas que, sin cautela, rimaban los sentires y querencias de la vieja casta hidalga; ni la Nochebuena alegre, de bellotas y castañas, de pandereta y zambomba, que al amor de la fogata conmemoraba, gozosa, en tropel la chiquillada. Aquellas Noches de antaño, en que el amor nos juntaba en torno del altar, cuna (1) Poema rimado el año 1938, en plena guerra civil, cuando su autor luchaba, como soldado de la España Roja, en el Frente de Extremadura. 19 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 20 que de cielo ha remembranzas, huyeron del suelo hispano, con aquellas luminarias que enrojecieron los cielos y que crisparon las almas, al ver convertida en pira la vieja creencia hispana. Esta Nochebuena nuestra celebrada aquí, en campaña, no es la Nochebuena humilde, la de monjiles tonadas; ni la Noche bulliciosa que mujerzuelas villanas mancillaron, con sus artes, las costumbres .de la raza . Es la Noche semejante a la que en Belén vibraba: Noche de castos ensueños, sin atuendos ni majas, sin los cantos armoniosos que en los templos resonaban, cuando eran piedras de Cristo nuestras catedrales pardas . Es la Noche silenciosa, con cautela celebrada P O E M A S RELIGIOSOS en una casucha humilde, que de una pobre es morada. En un rincón apartado de la memorada casa, se erige un altar y cuna, y con pastoriles trazas, unos soldados bisoños incienso y mirra regalan al Dios-Niño que, esta Noche, oro no tuvo, que es gala de potentados señores, y aquesta juventud gaya, que hoy expande aquí su fe, no ha otras riquezas que el alma, que, forjada en los dolores de persecución insana, ha de ser bronce, pues lleva de su esencia la coraza . Y, por eso, no dan oro; sus conciencias todos lavan y de sus pechos de bronce, cual si fuera una cascada, van desgranando unas notas, que de su fe son la gama . .. Son las notas que Francisco en la China musitara, y las que tantos atletas de la Religión Cristiana il · CU.ANDO LAS Y E MAS 2Z ; antes morir consintieron, que arrancarlas de sus almas. Y, por eso, porque ofrendan lo que tienen, que es su alma, esta Nochebuena nuestra, celebrada aquí, en campaña, tiene sabor de pastores que la viven en majadas. •: .. :::::::::::::,:.:··· .... •:._ :::::::::::::.::::~:··· .... • : .. :::::::::::::.:::::;•·· .. , REVIENTAN P O E M A S RELIGIOSOS Camposanto alegre De Jesús Zaragoza Giner ¡Qué alegre Camposanto el que inspira mi canto! .. El espliego, el romero y el tomillo ofrendando fragancias campesinas; los trinos del jilguero y del pardillo; la canción de sus fuentes cristalinas; la brisa, tan suave y placentera, que modula salmodias virgi _nales de eterna primavera; el festón de alhelíes y rosales ocultando las losas funerarias; el ritmo acompasado de plegarias que trascienden a coros edeniales ... , ¡todo sosiega la adversión y espanto al solar de la muerte: el Camposanto! Hasta el foso común -que bien pudiera, de la implacable muerte y su guadaña, infundir el pavor de la quimeratiene alfombras de césped que la empaña. Entre tanta belleza, reunida en recinto sagrado, que venero, 23 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 24 ¡con cuánta placidez aquí yo espero el momento cabal de la partida! ... Que no espanta morir de aquesta suerte, sin la angustia de espectros fantasmales, sin macabras visiones de la muerte, sin horribles despojos de mortales ... Cuando advierto en aqueste cementerio tantos brotes de vida por doquiera, la muerte para mí ya no es misterio; ni la tumba, final de mi carrera; es clarín, es postrer recordatorio de ser el Camposanto dormitorio. Lo proclaman los nardos y claveles, reventando sus yemas lujuriantes; los renuevos de lirios, tan joyantes; los retoños de sauces y laureles; el florar de magnolias y rosales; el abrirse a la vida la azucena, la albahaca, el geranio y hierbabuena, el jazmín y las lilas ideales ... ¡Todo advierte que un día se durmieron y del polvo de tierra resurgieron! ¡Alegre Camposanto! Quien forjara de tí vergel de encanto, darnos no pudo ya más puro anhelo: ¡Ya podemos dormir mirando al cielo! P O E M A S RELIGIOSOS Por esos ·- Señor ... De Enrique Amat Por los niños, Señor, por esos niños, de risueños semblantes infantiles, que son nuestra esperanza, por gentiles promesas de ternuras y cariños . Por los niños, Señor, por esos seres que llevan el candor en las pupilas y, en sus ojos serenos, las tranquilas luces de deslumbrantes rosicleres. Por los niños, por esas criaturas que viven en un mar de fantasía, en un mundo feliz de poesía, y en un vergel de nítidas alburas. Por esa infancia, de pureza henchida, que duerme en nuestro pecho, sin temores, y se asoma, curiosa, a los albores de lJ.na aurora esplendente y presentida. Por esos diminutos querubines, donde el armiño y el clavel se funden y en cuya tersa carne se confunden los pétalos de rosa y los jazmínez. Por la risa, Señor, por esa risa que en sus labios purpúreos florece 25 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 26, con el candor, que en ellos resplandece, hecho llanto, hecho paz y hecho sonrisa. Por la inocencia que en su frente brilla, por sus besos que embriagan de dulzura, por ellos que no saben de amargura humana, ni que el hombre es pura arcilla. Por los niños, Señor, que hay en la tierra Tú, que a tu mano todo lo sometes, acaba con los trágicos jinetes del hambre, de la peste y de la guerra . ,/::~i:~~~~··¡ ······:000,·· .... .... ,o0o, .... .. .. (~~::l?;::t ..... P O E M A S RELIGIOSOS Soledad (A Cristo crucificado) De Enrique Amat Clavado estás ahí, blanco lucero, clavado en una cruz y escarnecido, con tu pálido cuerpo ya vencido, la herida abierta en el costado austero. La gente, que se va por el sendero que baja del Calvario, ha enmudecido y, al ver tu cuerpo roto y malherido, alguien siente un dolor hondo y sincero. Tus palabras precisas se olvidaron, porque falsos apóstoles mintieron; tus amigos ¡qué sólo te dejaron y con cuánta presteza se perdieron! .. Amor divino, de bondad venero, ¡qué sólo estás, clavado en el madero!... 27 CUANDO 28 LAS Y E MAS REVIENTAN Senor ... De F. Mollá Montesinos Señor, te he conocido en la quietud del campo; en la más ignorada florecilla del páramo; en la dulce fontana, en los giros del pájaro, en los ojos del niño, en el brillo del astro, en el mar, en el sol, en el aire, en el árbol, en la nube, en la luz, en el cielo estrellado ... Todo en mi corazón por Tí se ha hecho claro. ¡Vienes, Señor, a mí por todo lo creado! P O E M A S RELIGIOSOS San Francisco de Asís De F. Mollá Montesinos Se dice que Francisco, en la montaña, hacía, solitario, penitencia. ¡Tan sólo una cabrita, en su inocencia llegaba cada noche a su cabaña! Así la «hermana cabra» compartía con el Santo el refugio protector: ¡mansamente las plantas le lamía siempre que él adoraba al creador! Muy antes de la aurora, los ojos de la cabra reflejaban un tierno rosicler y, en esa hora, los ojos de Francisco se elevaban. Se cuenta que, canora, un ave amenizaba, desde el risco, las dulces oraciones de Francisco, y el monte de armonía se poblaba; la piedad contagiaba en derredor; el lobo se humillaba; de la tierra un mensaje se elevaba ... ¡El cielo derramaba paz, amor!. .. ’ºººº’ 29 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 30 Penétrame, Señor De F. Mollá Montesinos Penétrame, Señor, sentirme quiero inundado de Luz y de Armonía. Transforma Tú mi noche en claro día, y la sed de mi espíritu, en venero . Penétrame, Señor ... Todo lo espero de tu amor, hecho gracia y poesía, derramado cual Sol de fuerza pía por tantos seres de tu mundo entero. Penétrame de modo que mi ser suba siempre hacia Tí, como la gota del agua que evapora la calor . .. Como gota, Señor, quiero ascender hacia el azul de esa región ignota, sumiéndome en océanos de AMOR . .. .:···· .. . t.: · ..... : ·-.. : P O E M A S RELIGIOSOS Es mi barca, Señor ... Es mi barca, Señor, la frágil alma mía que cruza por el mar de la tristeza, pues no puede llegar, y bien lo ansía, a tu reino de amor y de pureza. Es mi barca, Señor, la barca de mi vida que sin el rumbo firme de tu mano, navega con la fe casi perdida y a la deriva está en el mundo vano. Es mi barca, Señor, que busca tu belleza y quiere recalar en tu bahía; mi barca, que se mueve sin destreza y presiente su bárbara agonía. Es mi barca, Señor, que otrora prometía gobernar con indómita entereza; mi barca, sin el sol de tu armonía, que no puede virar con ligereza. Es mi barca, Señor, mi barca, ya vencida, De Enrique Amat 31 CUANDO LAS Y E MAS RE VI E ·N TAN 32 por humanos y rudos temporales, que alza su grito porque ya te pida tu gobierno en los recios vendavales . Es mi barca, Señor. Su larga singladura ansía coronarla con presteza; mi barca, que se muestra ya insegura y se pierde por falta de firmeza. Es mi barca, Señor, mi alma, sin ventura, mi pobre barca, vieja y carcomida, que se hunde, sín remedio, en fosca hondura, si no das firme fe a mi torpe vida. ·•::::::.• .. : ,. . ... · ... ··· ·•::::•• .. ::::::::::::··••::~::: .. ··· ....... ~:.:::::.:,•··· ·•·,::::::::;: .. P O E M A S RELIGIOSOS Sin Tí, Señor ... De F. Mollá Montesinos Sin Tí, Señor, la vida es un desierto más vasto de lo que la mente alcanza; un túnel, sin salida a la esperanza; un caminar, muriendo hacia lo muerto. Es contigo, jovial alumbramiento, aurora sin nublado en lontananza; serena orografía de bonanza, y entusiasmo de amor: ¡deslumbramiento! Un día te cerré yo, vanidoso, · la puerta enmohecida de mi casa, y fue mi casa un antro tenebroso. Pero abriendo mis puertas, dije: ¡pasa! Y, al pasar, me alumbraste, esplendoroso, con la luz inmortal que ahora me abrasa . . ········º0º:·...... . ’}··· .. y.. ·····,o00,...- 33 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN ;Tanto a mostes a los hombre! ... 34 De F. Mollá Montesinos (Pues amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su Hijo unigénito, a flr:i de que todos los que creen en El no perezcan, sino que vivan vida eterna. San Juan: 111, 16). Tanto amastes a los hombres -criaturas sumidas en pecados y desvelosque dejando la gloria de los cielos, descendiste a curar sus desventuras . Pero ¡cuántas, Señor, tus amarguras, al ver en nuestros ojos tantos velos, al ver en nuestras almas tantos hielos pagando en gelidez las tus ternuras! Tu sangre por nosotros fue vertida, de muerte rescatándonos a vida. Tu espíritu nos diste en Pan y Luz .. . Mas ¿cómo a tanto bien no nos rendimos y al fuego de tu Amor no nos fundimos, para estar siempre en Tí, Cristo Jesús? P ó E M A s RELIGtó s ó s Ven a mi lado, Señor ... De Enrique Amat No te vayas, Señor, ven a mi lado y queda, para siempre, aquí, conmigo, porque si muchas veces fuí contigo, otras muchas de Tí me he separado. Estarás, con razón, Señor, airado. Mas ¿no ves que, en el fondo, soy tu amigo y me hallo triste, pues que no consigo huir de mi amistad con el pecado? Haz que aleje de mi la violencia; que viva como auténtico cristiano; que busque mi solaz, sin exigencia; que aparte de mi ser todo lo vano ... Lavando Tú, piadoso, mi conciencia, ¡qué dulce caminar siempre a tu lado!. .. ·· ....... •····º’:•)•:•:io ............ .. .......... ,,o::,),:•::o·······• .... 35 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 36 Gracias te doy, Señor (Renunciación) De F. Mollá Montesinos Gracias te doy, Señor, por mi pobreza . Ella templó mi ~spíritu en tu fuego; me conquistó la paz; me dió sosiego, más allá de la vida y la tristeza. ¡Bendita mi pobreza! ¡Qué riqueza los caudales de amor que, pobre, entrego!. .. ¡Ya no soy -cual el rico- triste ciego, pues que hallé, siendo pobre, la Belleza! Gracias te doy, Señor, por la armonía silenciosa que en mi alma despertaste, mostrándome Tú el bien de mi dolor. ¡Perdóname, Señor, esta alegría de pisar las espinas que dejaste en tu ruta de Amor, de puro Amor!. .. .. ····’ººº’·• .... }::;/:::::{ P O E M A S RELIGIOSOS Himno a la Virgen del Remedio De Jesús Zaragoza Giner Remedio inefable, querida Madona del lar petrelense, remanso de edén: acoge benigna, pues eres Patrona, las notas del himno, que el pueblo te entona con férvido anhelo de paz y de bien. Yo sé que eres playa que amansa pasiones; descanso seguro, tras nuestro bregar; amor indulgente que otorga perdones; apóstol que enseña divinas lecciones, y Madre que besa, para castigar. Yo sé que tus ojos irradian destellos que bañan mis noches en fúlgida luz; que cuando me miran, me miro yo en ellos, asaz descargado de lúgubres duelos y un tanto aliviada mi grávida cruz. Pues miren, oh Madre, tus ojos benditos al fiel que te invoca con dejo filial; también al que expía, con cárcel, delitos, y a cuantos hoy vagan de España proscritos, quizás sojuzgados del genio del mal. Que Tú si nos miras, cual miran tus ojos -¡lum breras de cielo, destellos de amor!-, al vernos mirados por Tí sin enojos, harás de tu pueblo jardín, sin abrojos: ¡ Petrel será entonces un beso de Dios! 37 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 38 Ofrenda De Enrique Amat Al Dios que reina en las alturas quiero elevar mi plegaria conmovida, proclamando doquier mi fe sentida en el Rey a quien amo y al que espero. Al Sumo Creador, que en el sendero de la existencia iluminó mi vida, ofrendo mi oración pura, rendida, más blanca que la luz de alto lucero. ¡Oh, Señor, que gobiernas en el mundo el cauce de los ríos, las estrellas, el monte, la llanura, el mar profundo, los hombres, y las aves y los peces! ... Tú que creaste tantas cosas bellas, ¿qué oración, qué plegaria no mereces? ’’:::l::’’’’ ,•V•, . ...... .. :·%· · ... P O E M A S RELIGIOSOS Ruego De F. Mollá Montesinos ¡Señor! .. Tú que formaste la pradera con am apolas rojas riendo al sol; Tú que hiciste el cristal del arroyuelo, todo serenidad, e hiciste la mirada diáfana del niño; Tú que hiciste la voz del ruiseñor, envuelta en blanca luna y cielo místico, y encendiste el amor en los espíritus, como enciendes el sol que es luz de vida, enciende la falena de mi pecho, para ver y sentir tanta hermosura, y poder reintegrarme enteramente a Tí, en adoración ... ¡:¡~ o:?.~k~?::o o’··--·00·· · .. ... o ’/5:J~?.’ 39 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN 40 El manto de la Virgen (Plegaria) De Jesús Zaragoza Gíner Yo quisiera, Madre amada del Remedio, que las notas de mi canto reflejaran todo el hondo manantial de los quereres que se agitan, que rebullen en las almas de los hijos de este pueblo, que es mariano , que en tí ha puesto sus más firmes esperanzas y que plugo a Dios que fuera grey sujeta a mi cayada. Yo quisiera que las musas del Olimpo afluyeran en tropel a mi garganta, y ellas fueran quienes digan los afectos, los cariños que mis pobres versos cantan, y con hálitos de pecho enamorado, y con brisas de arrayanes perfumadas, nos rimaran los sentires que tú inspiras, Matriarca. ¡Cuántas cosas nos dirían, de seguro, esas musas que aquí tienen su morada, en el célico sitial que, hace tres siglos, la piedad de tus devotos levantara! ... P O E M A S RELIGI O Sü S Nos dirían que ese trono que ofrendaron los abuelos, la progenie de esta raza, lleva perlas de sudores y de amor es remembranza. Nos dirían, Madre amada del Remedio, que tú afirmas los cimientos de las casas; que tú pones en los cuerpos, flagelados por el frío del dolor, sol de bonanzas; que las manos, Madre mía, que acarician, y los ruegos de los pechos, cuando claman, hacia tí convergen siempre y en tí encuentran paz las almas. Nos dirían que a los trojes y algorines, y a las flores que festonan las masadas, y a la brega que es canción en los talleres, y a las pinas nemorosas sierras pardas, y a los rubios labrantíos da los valles, y a los hatos que trashuman sus cañadas ... , el tempero que sazona, Madre mía, tú les mandas. Este fuera, Madre amada del Remedio, el rosario de recuerdos y de laudas que las musas del sitial, do tú dominas, con el roce de sus alas nos cantaran. Mas decirnos no podrían, de seg uro, 41 CUANDO LA s Y E MAS REVíENTAN por ·ser prez que no penetran sus miradas, el raudal de sacrificios que te ofrendan hoy las almas. Devastado en un momento de locura, que inspiraron de Belial rojas mesnadas, nuevo manto te regalan los devotos de la Villa que te aclama Matriarca . ¿Sabes, Madre, lo que a cambio de esta ofrenda yo te pido con salmodia de plegaria? ¡Que ese manto sea escudo de sus cuerpos y sus almas! P O E M A S R E L .I G I O S O S Cuando bajan a San Bonifacio ... De Enrique Amat El pueblo, que a tus pies vive y trabaja, ensancha, alegre, el pecho generoso, al oír tanto viva clamoroso que a tu imagen saluda cuando baja. Expresión de una fe -que no relaja este tiempo brutal y presurosoes ese amor constante y ardoroso, que lejos de morir, cobra ventaja. Todas esas Comparsas numerosas, todo el himno triunfal de abanderadas serían rosas muertas, deshojadas, pálida imagen de fugaces cosas, si tu amor no tuviese aprisionadas esas almas que gritan jubilosas. 43 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Amargos frutos De Enrique Amat Vive el hombre aferrado a la riqueza, al poder mundanal, a la avaricia, haciendo arma brutal de su codicia, mofándose, soez, de la pobreza. Rechaza la moral, que es fortaleza; levanta falso trono a · la impudicia: aplaude la maldad y la injusticia, despreciando el honor y la entereza. ¿Y temblamos, después, ante la guerra? ¿De los males airados nos sentimos y ante el dolor mostramos extrañeza? ... Fruto de la impiedad sobre la tierra es el caos moral, pues que vivimos olvidados de Dios y su grandeza. P O E M A S RELIGIOSOS A los pies del Redentor De Enrique Amat María Magdalena, pecadora, los pies de Cristo besa, arrepentida, porque un rayo de luz la tiene herida: el de fe que no tuvo, y tiene ahora. El Rabí mira a la mujer que llora, que de acerbo dolor se halla transida, y pone luz en la cabeza hundida de la que sufre y su perdón implora. En el silencio mustio y apretado, sólo un lamento de mujer suspira. Jesús, entonces, a la triste mira y, hecho paz, de bondad transfigurado, de su divino amor tañe la lira y un mundo de perdón ha derramado. i ·· ··:: ~j?t·.·~· 9 K?) (}}l 9 · ····•.···· ··· .. ,o0o, .. .. ·· ·· .. CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Al postrarme a tus pies De F. Mollá Montesinos Al postrarme a tus pies -al Infinito-, deposita esta vida, que le has dado, mi ardiente corazón, atormentado, hecho panal, de gran dolor contrito . Mi espíritu anhelante deposito -por entrever tu albura- deslumbrado. Todo mi ser, vencido, enamorado, quiere volver a Tí, Cristo Bendito . Ir a Tí, como el agua pura al cielo -el agua que fue sucia por el suelo por el beso atrayente de la luz. Porque Tú me has llamado, oh casto lirio; porque Tú me has salvado en el martirio, al morir por los hombres en la Cruz. ,••~ ·•. ··:~·· ~)~ P O E M A S RELIGIOSOS Sentirte De F. Mollá Montesinos Es tanta tu grandeza que sentirte es quedar sin palabra, es adorarte, es saberse pasado parte a parte por dardo sin nombre, es bendecirte: conquistar lucidez para servirte; gozar la dicha sin igual de amarte; en Tí sentirnos y se ntirte parte de nuestra sed de amor, y compartirte . Sentirte es no sentir más el quebronto, es secar fuentes del humano llanto, trocar por alegrías el dolor ... Es encontrar, al fin, la grácil suerte de triunfar de la vida y de la muerte por una eterna beatitud de Amor . 47 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 48 ----------- Retorno amoroso De F. Mollá Montesinos ¡Ah cuánto tiempo el corazón Te llama, Ternura de los Tiempos, y el quebranto de mis largos caminos hoy es llanto de gozo del alma se derrama!. .. Inmensidad de luz el alma inflama. Inmensidad de Amor, Tu nombre santo. Cobíjame, Señor, bajo Tu manto. Quiero fundirme en tu divina llama. Por los largos caminos de la vida, ¡cuántas veces el alma Te buscaba, sin norte, errante y en amor perdida! ... ¡Cuántas veces, Señor, busqué Tu encuentro, hasta que oí Tu voz, que me llamaba, desde dentro del alma, desde adentro! ... l? O E M A S RELICI OS OS ·Precs a la Verge del Remei De Jesús Zaragoza Giner Amb desig incontenible, entre rialles d’amor, lo Petrel il-lustre, insigne, baix d’un cel blau, ciar com vidre, despavila hui gojós. El toe suprem de la «Bomba», preludi de festa gran; el bronco morter que eixorda; lo cant festíu de la ronda, als xiquetes festejant; la crida rebullidera; la dol;aina, el tamboret, la füa de bagatel-la ... , tot a sos modes hui prega a la Verge del Remei. Y en lo concert entranyable, ofrenat per cadascú, ¿no cantaré jo mos laudes a la tendra i santa Verge, que del dol; Petrel es llum? Per a;o, Verge bonica, rosa en esclat de Petrel, 49 CUANDO LAS Y E MAS est trobador de goig brinca, oferinMe la carisia de sos precs en un pomell. ¡Fixa ta vista, Vergeta, sobre Petrel hui festíu! ... REVIENTAN ¿No veus tothom que s’apresta, desde Caprala a l’Horteta, per o buscar ton calíu? Acalíua-nos alhora, en lo llar del teu regac;, besotejant-nos jogosa, canc;onejant la salmodio, que tú, Verge, sabs cantar. Y quand d’aquesta manera, amb enllac; fort i jocund, Petrel il-lu ·stre s’enfebra, oferint-te so volenc;a, com d’espigol el perfúm, mostra’t així, com lo que eres: musa del nostre Parnás, aura, bes, numen celeste, More del llar petrelense, del Remei Verge ideal. P O E M A S RELIGIOSOS ;Oh la s fiestas de mayo petrelenses!. .. De Jesús Zaragoza Giner Ya vuelven a Petrel sus gayas fiestas, ba jo el a rco triunfal del mes de Mayo. E n l a vid a afanosa de esta Villa, de sus bregas las fiestas son descanso; explosión de contento en las mozuelas que tachonan las calles con su encanto; embriaguez de festivos mozalbetes, que b arrutan amor rejas rondando; vibración de piedad en las conciencias, hacia el que es forjador de su pasado ... ¡Oh las fiestas de Mayo petrelenses! Se consagran a tí, San Bonifacio, con in mensos retozos de aleluyas que ri man, a su modo, los aplausos, las campanas, las _ tracas voladoras, las comparsas de «Moros y Cristianos» y el efluvio de flores que nos llega de los huertos y montes, perfumado. Al nombrarte Patrono de sus fiestas, ¡qué bien hizo el Petrel antepasado!. .. El pueblo precisaba de un emblema, de una cifra expresiva de los bravos que colmaron de hazañas nuestra Historia, 51 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 52 y ese emblema, en tu vida fulgurando, fue la enseña que el pueblo flameara, para asombro de propios y de extraños. En las crenchas de luz de sus victorias reverberan, cual nítidos topacios, tu tesón y tu santa rebeldía; tu valor invencible ante el tirano: ese temple de acero que forjara la epopeya de Pétrola esforzado, al humillar, con pasmo de otros pueblos, cien pendones hostiles al cristiano. Y por eso levantan entre flores, las comparsas altares a su Santo, y es el pecho de cada petrelense, de joyante fervor, un santuario. P O E M A S RELIGIOSOS Sí, pero no me pidas eso ... De Jesús Zaragoza Gíner Pídeme, bien a la vera de tu fiesta, Bonifacio, que en el tul de nuestro espacio, yo tremole tu bandera. ~ Mas si poniendo embeleso en los caducos pendones, he de olvidar yo tus dones, tú jamas me pidas eso. Pídeme que, con mesura, yo desvaine sutilezas; que flagele cien torpezas que a tus fiestas dan tristura. Mas si, con ello, el regreso de follones malandrines han de sufrir tus confines, tú jamas me pidas eso. Pídeme que yo, señero, recorra toda la tierra pregonando, por doquiera, de tus gracias el venero. Pídeme el albur postrero del que penden nuestras vidas. Pídeme las avenidas del pecho que quiera honrarte; pero que deje de amarte, ¡eso tú jamás me pidas! S l CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 54 La Ermita de San Bonifacio De Enrique Amat La Ermita es blanca y graciosa, por un cerro coronada, donde brilla una mirada angustiada y candorosa. Es la Ermita recoleta, como dormida en la calma, donde se guarda la palma de un martirio que me inquieta. Ella a orar humilde invita y, en su silencio profundo, me creo fuera del mundo, cuando me encuentro en la Ermita. {{}}:i (~1 :~) .. :·%·· ...... ··%·· ... P O E M A S RELIGIOSOS Mi fe en San Bonifacio Yo tengo mi fe callada en el Mártir Bonifacio, el que a mí llegó despacio por una senda ignorada. Tengo una fe remansada con sabores de dulzura, hecha de paz y ternura y con llantos amasada. Fe que mi vida sustenta, en las horas de amargura; honda fe, que me asegura; la eternidad que en mi alienta. :: ~: ◊ ◊ .... ~ ~91?~ f )-~· . .-::-:..-. / De Enrique Amat 55 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 56 · Mi mundo . SOIS Vos ... Al mirar vuestros gráciles encantos, me dejáis entrever el alto cielo De Enrique Amat y de amaros se enciende en mí un anhelo que borra mis humanos desencantos. Vos me movéis a pensamientos santos, a despreciar el barro de este suelo y a tender hacia lo alto el raudo vuelo en demanda de un Reino sin quebrantos. Qué gloria cuando fijo en Vos mis ojos, y os miro, y me miráis con dulce empeño, con mirada serena y celestial ... Entonces ya no hay mundo ni hay abrojos: mi mundo sois Vos, reina de mi ensueño, con tu blanca pureza de cristal. P O E M A S RELICI Os OS Mi plegaria a la Virgen De F. Mollá Montesinos No soy digno de mirarte con estos ojos de tierra, pues todos los soles, ¡todos!, en tu rostro reverberan. No soy digno de adorarte, de los cielos clara Reina: soy cual gusano perdido en los hoyos de la tierra ... Pero levanto mis ojos a las mansiones sidéreas. ¡Ten piedad por tanta audacia, por tanto amor, Madre excelsa!... o o f o i ’h 9 b ’•’O ...... •OO l ,¡:¡,_ o ~ ···- ·º ,¡b. ..... -00 97 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Navidad de 1965, Felicitando a unos niños De F. Mollá Montesinos Tal noche como esta noche, en un portal de Belén, de una doncella -María nacía el Dios de Israel. Siendo Rey del Universo, vino a un pesebre a nacer, sin más abrigo que paja -que recogió San José del establo-; por compaña, la de la mula y el buey y el burrito que trajera a la Virgen a Belén, al tiempo que, en las montañas, los pastorcitos también vieron en la noche oscura una estrella aparecer. Y bajaron a adorarle. En zurronitos de piel, le llevaron queso fresco, blanca nata, leche y miel. Y tocaron jaramillos, 58 P O E M A S R ELIGIOSOS chirimías y rabel. Y el Niñito se dormía en brazos de San José. Y, guiados por la estrella, vinieron Reyes también: Reyes Magos d el Oriente, que le adora ron por Rey de Reyes, dándole oro, incienso y mirra ... Después se v olvieron al desierto, fel ices de tanto bien ... El Niñito que nacie ra para el Amor, en Belén, viva siempre en nuestro pecho ¡y jamás se salga de él! 59 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN -------------------60 Bonifacio: La fiesta eres Tú De Jesús Zaragoza Gíner ¡Oh Santo glorioso! ¿Te placen las fiestas que aquí te consagra este pueblo fabril? ¿Serán de tu agrado las cien trapatiestas de músicas, truenos y enseñas enhiestas que al viento flamea la tropa gentil? Yo sé que, pagano, te andabas sin freno buscando en holgorios idílica paz; que en tus mocedades no fuiste tu bueno, pues, loco, libaste del vicio el veneno, con rara insolencia y astucia procaz. Mas luego ¡qué cambio se atisba en tu vida!. .. Tan pronto la informa del Cielo la luz, tu mórbida andanza falaz, fementida, se trueca muy presto de Cristo en trasluz. Y así, yo en tí admiro la fe prepotente, obsequio que el alma tributa al Señor; y el hálito tierno, suave y caliente, del pecho que fía, sumiso y silente, en santas promesas del Dios-Redentor. A mí me confunde, me humilla, me leva, el celo sublime de tu caridad: aquella privanza de Amor que te lleva, P O E M A S RELIGIOSOS doquiera el pecado miserias encueva, a caza de adeptos, de Cristo heredad. Y aquellos deliquios de tu alma extasiada en santas consignas, de haz añas en pos Aquellos arrestos blandiendo tu espada, sin miedo a la muerte, la frente elevada, son signos de atleta que pugna por Dios. Por eso pregunto: ¿Te placen las fiestas que aquí te consagra este pueblo fabril? ¿Serán de tu agrado las cien trapatiestas de músicas, truenos y enseñas enhiestas que al viento flamea la tropa gentil? ... No sé yo qué diga. Si tú, redivivo, formaras comparsa; no fueras altivo; la fiesta del pueblo sellaras con fe, con la fe que antaño forjaba su activo el pueblo creyente llamado Petré. ¿Del Bando Cristiano comparsa tú fueras? ... ¿Serías tú Moro? ... No puedo dudar : serías festero viviente, de ve ras, festero que pugna las sacras maneras que dan contenido a estas fiestas sin par; festero que goza ondeando banderas; festero que reza, cuando hay que rezar. Y al fin, vindicada por tí nuestra gesta al prístino origen cristiano, viril, 61 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 62 cabría decirte: ¿Te gusta la fiesta que aquí te consagra la tropa gentil? .. ... Y un eco se escucha vagando en los cielos -recuerdo sagrado de nuestros abuelos, mandato constante de suave tabúque al roce en las almas henchidas de celos, parece que expresa febriles anhelos: ¡Te gusta la fiesta!. . . ¡La fiesta eres tú! .. •··· f····· rl,, .. ,·······’’’’·· ... •··:.::: .. •······=· ·==;:::-.. ~· .. ·· P O E M A S RELIGIOSOS Renunciamiento (A la Virgen del Remedio) A tus pies vengo, Señora, a postrarme, emocionado, pues .quiero estar a tu lado, día a día y hora a hora. Te ofrendé en mi juventud hondas y humildes plegarias. ¡Y qué claras luminarias encendió en mí tu virtud!... Hoy regreso de ambiciones, de miserias y de luchas, de ideas torpes, de muchas y funestas tentaciones. Hastío siento del mundo, de pasiones, de riquezas, de honores y de bellezas y de placer nauseabundo ... Nada deseo, Señora. Quiero estar junto a tu estrado, en éxtasis arrobado, día a día y hora a hora. De Enrique Amat 63 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 64 Cuando mira .mas la mar Cuando miramos la mar, al calcularle sus piélagos viajando en la profunda variedad de sus misterios, De F. Mollá Montesinos el alma -que es quien comprende el sentido de lo inmensoábrese toda al Amor infinito del Dios Nuestro. Cuando e ·n las noches, pobladas de estrellas, el pensamiento se adentra en las lejanías luminosas del silencio, el alma -que es quien comprende el sentido de lo inmensoábrese toda a la Gracia amorosa del Dios Nuestro. Cuando en los ojos de un niño -lo más semejante al cielo advertimos su inocencia, su claro mirar angélico, entendemos que el Amor es el plan del Dios Eterno ... Y el alma, que así lo entiende, hacia el Padre eleva el vuelo ... P O E M A S RELIGIOSOS A la Patrona de mi Pueblo De Enrique Amat Nítidos soles brillo te prestaron y_ en tu dulce mirada se durmieron; brillantes ortos para Tí se abrieron y ocasos para Tí se arrebolaron. Luceros a tus ojos se asomaron y en tus claras pupilas se perdieron; límpidas albas para Tí nacieron y en tus suaves mejillas se quedaron. En el marco, sin par, de tu hermosura florecen la pureza que enamora; una estela de cálida ternura; fulgor de estrellas y brillar de aurora ... ¡Que por algo te cupo la ventura de ser Madre de Dios, Reina y Señora! 65 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 66 Las Piedras De F. Mollá Montesinos Todas las piedras del mundo son de inquietante silencio; entrañan todas las cosas depositarias del tiempo, toda la vida en su carne, toda la luz en su adentro, las caracolas del aire, la bronca voz del océano, el latido de la fuerza en sus reservas de fuego y la historia de los hombres, ya en la entraña, ya en el eco. ¡Todas las piedras del mundo son de inquietante silencio!... ¿Y aquellas de Palestina recargadas de misterios, grabadas en los vibrátiles pentágramas de sus centros? ... ¡Son voz de un Niño, tiernísima -Verbo de todos los tiempos como palmera de luz en la Rosa de los Vientos; dolor que matiza Amor toda la sangre vertiendo, P O E M A S RELIGIOSOS deshaciéndose en ternura, eternizando muriendo!.. ¿Y las piedras de Belén? ... ¡Cuánta ternura de besos! ... ¡Qué humildad la del pesebre para el Rey del Universo! ... ¿Y las piedras de montañas, do Jesús diera, a los vientos, la enseñanza de los siglos y alimento a los hambrientos? ... Piedras de Getsemaní entre olivares del Huerto, ¿guardais de Nuestro Señor las caricias de su peso? ¿Y esotras, las del Calvario que besaron el Madero; las que goteó la Gracia de la sangre del Dios Nuestro? ¿Y la piedra del sepulcro, cuando Cristo estaba muerto? ¡Debió ser pluma, no piedra, pues que en gozo saltó al viento! ... ¡Piedras, herméticas piedras! ... ¡Qué misterios no llevais en las entrañas, en vuestros hondos silencios!. .. 67 CUANDO L A S Y E MAS REVIENTAN 68 Postrado ante tu Imagen De Enrique Amat Ante tu imagen, otra vez postrado, está Petrel, auténtico y creyente, inclinando ante tí la honrada frente y abriéndote su pecho esperanzado. Es el pueblo sencillo y confiado que, en su Fiesta Mayor, llega silente a proclamar, Patrón, su fe valiente, y el tributo _ que rinde a su pasado. Es el rancio Petrel que en tí confía; el pueblo franco, abierto y generoso que te eligiera por seguro guía, en un día lejano y venturoso, y que hoy al mundo impío desafía, porque tiene tu brazo poderoso. P O E M A S RELIGIOSOS Ya es la h o ro ... (A la Virgen del Remedio) De Enrique Amat Hora es ya de elevar el pensamiento y, con rosas, lavar los corazones; de engalanar las almas con los dones de un amor de entrañable sentimiento. Hora es ya de pone r la proa al viento de una auténtica fe, sin concesiones . Es hora de olvidar incomprensiones y buscar un humano entendimiento; de dar a nuestra barca el conveniente rumbo cara el futuro, no al pasado, y adoptar la actitud, noble y valiente, del que reza a tus pies arrodillado. Hora es de retornar a Vos, Señora: que del vivir cristiano ya es la hora . 69 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 70 Fuente del tiempo ... De F. Mollá Montesinos Fuente del tiempo y de la vida fuente. Manantial, torrentera y mar de vida. Imperio de la luz. Alma encendida y abrasada de Amor omnipotente. ¡Qué júbilo sentirme en la corriente de fuerza universal incontenida; sentirte en la agudeza amanecida de Eterno Sol y acontecer consciente!. .. ¡Señor! Mira la frágil criatura, -vibrátil criatura enamorada, desde su tosca planta, de la altura-. Somos tus hijos, en viviente Amor, falenas que sacaste de la nada. ¡Y aún nos levantas hacia Tí, Señor!. .. .• •·····º’:•:• ,:~:o········ P O E M A S RELIGIOSOS El Ramo de la Virgen del Remedio De Jesús Zaragoza Gíner Con toda la castiza filigrana de la industria feraz que el pueblo tiene. Con el arpegio claro en que la vida de brega y de solaz aquí sucede. Con los tiernos suspiros que se escapan del pecho del creyente. Con las rancias querencias de sus castas mujeres. Con chasquido de besos que -ruego omnipotente-engastan cada día nuestros niños en la imagen celeste. Con toda la ternura que rezuma el alma petrelense ... Con tales flores de sin par belleza, a su morena Virgen fabricole Petrel un ramillete. 71 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 72 Evocación Bíblica De F. Mollá Montesinos El Niño duerme en la cuna. Parece botón de almendro, nimbado en palor de luna. Más frágil que rododendro, ¡y todo el poder aúna! La Virgen lava pañales con el agua del aljibe y, mientras lava, percibe los cánticos celestiales que el Niño Jesús recibe. Somnolientos dromedarios beben sombra en la palmera; otros, pasan solitarios por erial y calvarios de la rojiza pradera. ¡Oh poesía saudosa del bíblico Nazaret! Mientras el Niño reposa, la Virgen lava, y José labra madera olorosa. El Niño duerme. Su cara es miel de cielo y es luz, que a ninguna se compara. ¡Qué inocencia!.. ¿Quién pensara la tragedia de la Cruz? P O E M A S RELIGIOSOS Súplica a la Virgen del Remedio De Enrique Amat Tú, madre celestial, que desde lo alto contemplas a tus pies la fe dormida y que ves a tu grey, casi dormida, víctima de Luzbel y de su asalto; que auyentas el temor y el sobresalto y eres el bálsamo de humana herida; Tú, refugio de toda alma afligida, detén del pecador su mortal asalto. Tú, Patrona, tú, Virgen, que serenas el turbulento mar de las pasiones; Tú, Madre de Jesús Crucificado, que haces don de tu gracia, a manos llenas, renueva las añejas devociones y haz que viva Petrel siempre a tu lado. 73 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 74 Canción de Cuna El niño en la cuna sonríe inocente. Un rayo de luna le besa la frente. De F. Mollá Montesinos La madre le canta con trémula voz: «La Virgen María, la Madre Dios, cultiva en el cielo, con santo primor, un huerto de estrellas, de luna y de sol, que está siempre alegre, que está siempre en flor. ¿No sabes sus frutos a quién ha de dar? Si duermes, un ángel te lo contará. ¡Ea, ea, ea! ... Que el cielo te vea, mi niño pequeño, en alas del sueño, subir y subir. ¡Ea, ea, ea!. .. El niño es muy bueno y ahora , sereno, se entrega a dormir. «La Virgen se viste con su delantal, blanquito de luna y azul como el mar. Después, sonriente, va al pie de un rosal; con hilos de estrellas se pone a bordar. De nieve es su frente; de plata, el dedal. ¿Qué borda la Virgen? ¿Qué quiere bordar? Si duermes, un ángel te lo contará. !Ea, ea, ea!... Que el cielo te vea, mi niño pequeño, en alas del sueño, P O E M A S RELIGIOSOS subir y subir. ¡Ea, ea, ea! ... El niño es muy bueno y ahora, sereno, se entrega a dormir. « Vestida de blanco y azul -rosa-te-, la Virgen amasa rollitos de miel. Un lirio es su cara; su boca, un clavel; sus rizos, los rayos del amanecer; y un cielo, sus ojos, remanso del Bien. jRollitos de gloria! ... ¿A quién los dará? Si duermes, un ángel te lo contará. ¡Ea, ea, ea!. .. Que el cielo te vea, mi niño pequeño, en alas del sueño, subir y subir. ¡Ea, ea, ea!. .. El niño es muy bueno y ahora, sereno, se entrega a dormir. « Se cubre con manto de rico claror, bordado de es trellas, de luna y de sol. La gloria del cielo le da su fulgor. Su gracia resalta delante de Dios, y todo es en ella ternura y amor. ¿A quién, con su manto, feliz cubrirá? Si duermes, un ángel te lo contará » ... El niño en la cuna durmiese inocente. El rayo de luna se fue lentamente .. . 75 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 76 Lo , m,o De F. Mollá Montesinos Es mío el sol, pleno, hermoso, que vigoriza mi cuerpo, que me envuelve en gracia cósmica, como un fruto verdadero. Mío, el azul blando y riente de las estrellas, del viento, de mi sangre, de mi vida, de la carne de mis versos. Mía, la sal de mis lágrimas, y el pan -que me llega trémulo de oro, fatiga y dulzura, por ley de mi propio esfuerzo. Mía, el agua de mi boca; mía, la cal de mis huesos; y las llagas de mis plantas; y el barro de mis deseos. Mío, el peso de mi cruz; mío el instante supremo de dejar lo que no es mío -que prestado me lo dieron para probarme en el mundo y proseguir el sendero. P O E M A S RELIGIOSOS Cuánta miseri cordia, Señor De F. Mollá Montesinos ¡Vivir siempre en la sombra era tan triste!. .. El alma se tiznaba y se atería. ¡Cuán lejos de mi noche amanecía! Mas Tú piadosamente a mí veniste. Aurora sin medida .amaneciste. Tu luz me penetró serena y pía. ¡Oh día sin confín, sin tiempo! ¡Oh día que alumbraste mi espíritu y le abriste!. .. ... Contaste tu rebaño. Faltaba una oveja en la ternura de tu aprisco. Y saliste por sendas y sin luna con dolor de perderla; con Amor de encontrarla abismada sobre el risco. ¡Cuánta misericordia en Tí, Señor! .... •·::.--:::.:::::::: ~’’-- ·’·’’ ¡’’. .: .~·· • • •· ::::.:::·/··::: .. -··· 77 CUANDO 78 LAS Y E MAS REVIENTAN Elogio del campo Esa fuentecilla oscura, cubierta por el ramaje, en escondido paraje, que eterna canción murmura. Ese canto de ternura que va entonando esta fuente, siempre igual, serenamente, mientras, vena cristalina, musical y cantarina, se desliza mansamente. Ese pino corpulento que al huracán desafía; ese titán que porfía con la lluvia y con el viento; el árbol, de azul sediento, que con graciosa rudeza pone un signo de belleza, de serena majestad, y un tesoro de humildad esconde en su fortaleza. Ese limpio azul del cielo, que de puro azul nos hiere; ese añil, que nunca muere; el ave que cruza en vuelo; el inocente arroyuelo; la nube de gris color; esta peña; aquel alcor; el ondulante sembrado, De Enrique Amat P O E M A S RELIGIOSOS y hasta aquel lejano prado que tiene un almendro en flor. Ese tímido jilguero que, con graciosa armonía, derrama su melodía sobre el paisaje severo. Ese torcido sendero, que a lo lejos se divisa. Esa cumbre brava y lisa. Ese bosquecillo umbroso y un rebaño numeroso, de actitud blanda y sumisa. Profunda quietud silente; soledad que me enamora; gracia de tu ave canora; música de la tu fuente; sinceridad que no miente; imagen del campo; lanza de un anhelo que me alcanza; manantial de poesía; fontana de mi alegría y luminosa esperanza ... Mañana de rosicleres, encendidos arreboles, días de dorados soles y suaves atardeceres ... Campo abierto, amigo, que eres norte que guía mi intento de fundirme ya en tu aliento, en una actitud austera ... ¡Porque también a tu vera más cerca de Dios me siento! 79 CUANDO 80 LAS YEMAS REVIENTAN El Pan De F. Mollá Montesinos ¡Oh ruta ele voluntades -en vía-crucis del alma- ( ’El pan es sentimiento’) (F. F. Alborz) que muestras al sol la trémula floración de tu esmeralda!... Eres canción de presencia; verde júbilo de cañas; sustancia de pensamiento; bíblica fuente de gracia; grito de sangre y de espíritu; voz de luz idealizada; ascensión de la materia a la altura de las lágrimas ... ¡Pan! ... Sacrificio de vidas, por ser nota y ser palabra; sinfonía de la norma; sustanciación de la Gracia ... El grano deja de ser y, no siendo en sí ya nada, es entonces, en el Toda, pensamiento, vida y alma. La simiente, como Cristo, perece sacrificada P O E M A S RELIGIOSOS por nosotros, y a nosotros viene en pan y en Hostia sacra. El es la carné divina que en carne nuestra se encarna. Es dolor, es sacrificio en rutas de la Esperanza ... ¡Oh pan, canción del trabajo, evaporación de lágrimas, levadura del progreso, mensaje de Amor y Gracia! 8 1 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 82 Me basta con . . mirar tus o¡os (A la Virgen del Remedio) Te miré, temeroso y suplicante; pero al verme mirado con ternura, disipó tu mirada la tristura De Enrique Amat que a mi pecho abatía aquel instante. Ya después he mirado tu semblante, siempre abierto, cual mar de la ventura, y mi barca, en alegre singladura, por él ha navegado tan boyante. Ya no me importa la grandeza humana. Los títulos mundanos no me admiran. Aun la torpe ansiedad, tengo por vana, de los que en busca del caudal deliran. ¡Me basta con mirar, cada mañana, esos plácidos ojos que me miran! P O E M A S RELIGIOSOS Te hubiera besado ... De Jesús Zaragoza Gíner Yo te ví esta mañana, oh churumbel gitano. Tu madre, mujeruca de pelos desgreñados, tras de calmar tu hambrina su mórbido pechazo, te colgó a sus caderas, cual si fueras un fardo, porque los churumbeles los hijos de gitanas, no tienen coche-cuna, cual otros niños hanlo. ¡Oh mi niño feucho! .. . ¡Oh churumbel gitano! .. . ¡Cuántas liendres tenían tus cabellos castaños! ¡Cuánta mugre afloraban tus pobretes harapos! ¡Qué flacuchos y enclenques tus piernas y tus brazos! ¡Cuánta baba hedionda destilaban tus labios! ... Pues así, gitanillo , yo te hubiera besa do : ¡que también son iglesia los hijos de gitanos! 83 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Cuando advienen a este mundo, 84 ¿qué verán las almas? De F. Mollá Montesinos Al llegar a las puertas del Infierno -ha proclamado el Dante- ven las almas un aviso, el fatídico letrero: «¡Ah, vosotras, perded toda esperanza! Y, llenas de tristezas infinitas, penetran las cuitadas en la noche sempiterna de todas las desdichas, cruzando con Carón el Aqueronte. Cuando advienen las almas a la vida, al destierro lacrimal de los humanos, ¿qué será lo que ven ¡las pobrecillas!, pues que aquí todas llegan sollozando? ... •: . ....... i::~+t ..... P O E M A S RELIGIOSOS Alma (A F. F. Alborz) De F. Mollá Montesinos Como flor de increíble pureza que naciera en un campo de brezos destinada a aromar los espinos que te juren desdichas de infierno, vas inerme y sublime en la Vida, que te vuelve en dolor cada beso y que paga el amor de tu índole de luz y saudade, en pozos de odio profundos y tétricos ... Como azul riachuelo que sueña refrescar los manzanos del huerto para ser en la boca del hombre el sustento y su caro venero, y lo arrojan a estepas ingratas, su frescor y humedad maldiciendo, vas inerme y sublime en la Vida, derramando en la tierra el amor y sufriendo en silencio ... Como grano de trigo que aspira -entregado, al martirio, su cuerpo, de la muela insensible que ignora a ser hostia ’ sagrada en el templo, y se pierde en la arena qu emante de un letal y sombrío desierto, vas inerme y sublime en la Vida, Hipsipi ia que sigue una luz de inefab les destellos ... Como larva en la hoja oscilante, que fraguara en silencio su empe ño S5 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 86 de esplender en un prisma de luces unas alas que lleven al cielo, tras pasar, infeliz, las premuras del más lóbrego y gélido invierno, vas inerme y sublime en la Vida, mas serás mariposa de luz en jardines de ensueño ... Como el arpa divina que anula el dolor con sus dulces acentos, y se ve abandonada en el polvo, matizando el silencio su ensueño, vas inerme y sublime en la Vida -¡alma cara que nimba el misterio!-, acuñando armonía recóndita, embebida en la luz que se deja entrever de lo Inmenso ... Cual deslumbra en la noche enigmática, emergente y sereno, el lucero que rutila en las calmas remotas armonías de luz y misterio, así vas en la vida del hombre, anulando lo fosco del piélago, y aunque nubes extrañas te eclipsen, ¡seguirás derramando la luz por las rutas del cielo!... ¡Perla inmersa, en abismos ingentes, que brillar a la luz es tu anhelo! ¡Llama blanca en la noche insondable, pululante en el piélago negro por hallar el resquicio que lleve a fundirte en los soles inmensos! ¡Eres chispa salida de Dios, que regresas a Dios a través del espacio y del tiempo! ... ·· ·:······:-·· ............ P O E M A S RELIGIOSOS ; Qué injustos somo s co ntigo! (A la Virgen del Remedio) Tú que presides, Señora, los petrolancos destinos; tú que derramas amor y nos ofreces tu auxilio; tú que eres la dulce Madre del creyente y del impío; tú que nos brindas, clemente, rumbo exacto en el camino; tú que le tiendes tus manos, tan blancas, al desvalido; tú que eres luz y eres mar, eres fuente y eres río, eres sol y eres estrella , eres nardo y eres lirio ... , ¡tú llorando nuestras culpas, sufriendo nuestro desvío! ... · A cambio de tu bondad la rancia fe hemos perdido. Para pagar tu ternura, te hurtamos nuestro cariño. En pago de tus amores ¡cuánto humano desatino! En vez de adorarte, Madre, cavamos fosas de olvido. Tú nos llamas, cada día, y nosotros .. . no te oímos. ¡Qué injustos somos, Señora! ¡Qué ingratos somos contigo! De Enrique Amat 87 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN 88 14 de Mayo De Enrique Amat Las Comparsas te rinden su bandera y te prestan, Patrón, su vasallaje. Aquí, a tus pies, están, en homenaje a tu martirio y a tu fe cimera. El amor del festero y la festero te aclama como Rey de este paraje. El pueblo fiel, de espléndido linaje, quiere el Jordán de tu virtud austera . Para Vos ha creado esta floresta. Tú eres Señor de bellas tradiciones y dueño de Petrel y de su espacio. Que no hay mejor blasón para la Fiesta que ser la esclava y esperar los dones del Mártir y Patrón San Bonifacio . P O E M A S RELIGIOSOS Entrega total De F. Mollá Montesinos Señor, cuanto me diste, yo te entrego, no sé si por las penas depurado. Porque penas, Señor, también me has dado; mas si Tú me las das, son mi sosiego. Señor, escucha mi amoroso ruego: perdona mi torpeza y mi pecado; por la herida que mana de tu lado, dame, Señor, de tu divino fuego. Todo lo que me diste , ya te doy. Y además de yo darme cuanto soy, doite amor y dolor de mi experiencia. Sobre todo el amor -Tú lo infundiste-. Faro feliz de mi existencia triste, ¡acéptame, Señor, por tu clemencia! ... ········ ·· ·· ··•, . ···· ··· ······ ·• .. •····· 89 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Ofrenda de Petrel a su patrona 90 De Jesús Zaragoza Gíner Nuevo trono de flores y querubes, sobre ingrávidas nubes, te ha ofrendado Petrel, aquestos días, como signo expresivo del agrado con que acepta tu qu ieto matriarcado y el dominio gentil con que Tú guías . Tómalo, pues, Señora. Mis ovejas, porque cesen tus quejas, anhelan, impacientes, el venero del amor maternal de tu mirada, que trueca en alborada la triste y larga noche del sendero. En las fiestas de Octubre yo lo he visto. Cual las turb as a Cristo, te aclamaba, gentil, gente sencilla. ¡Gargantas de artesanos penitentes, con plegarias fervientes, rasgaban los espacios de la Villa! Transido de dolor, yo ví en las casas la artesa, sin hogazas; los cuerpos, por el paro flagelados, y en cortejo filial los corazones baladas de oraciones desgranar a tu efigie, esperanzados. Y a la madre que llora al hijo ausente, y al hombre, en la pendiente P O E M A S RELIGIOSOS de la vida, cargado de tristezas ... , a Petrel, afligida por intrigas, unirse, cual hormigas, musitando, acuciosa, sus t~rnezas. Mira a Petrel, oh Madre soberana, No hay balcón ni ventana de la Villa -cuajada de tapices que, a tu paso, no tengan amadores que, anhelen los fulgores de la mirada con que Tú bendices. Mira a Petrel, Señora del Remedio. ¿No me dices que el medio de alcanzar, infalible, mil venturas, es ponerte del hombre intercesora? El pueblo que te adora, Mediatriz te proclama en sus tristuras. Y al llevarte, triunfal, por nuestras calles, por los huertos y valles, un hervor religioso levantando, mira a Petrel, hormiguero de creyentes, que inclina ya su frente. ¡Míralo bien, Señora! !Está rezando!. .. 91 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 92 A la patrona de Petrel (Oración) De Enrique Amat Haz que brote en el seco pedregal -que es el mundo moderno y descreído un torrente de amor, hoy escondido en la entraña de duro roquedal. Haz, Señora, que el ansia material . -pobre blasón del mundo pervertido conviértase en un canto conmovido por tu blanca pureza de cristal. Haz que todos adoren tu hermosura; mueve Tú al hombre, de placer sediento, a que busque la luz de la verdad, y que el mundo, frenando su locura, eleve su marchito pensamiento al reino de la fe y la caridad. P O E M A S RELIGIOSOS ;Madre mía! De Enrique Amat Pretender, en las líneas de un soneto, cantar exactamente tus bondades, sería vanidad de vanidades, tomando lo irreal por lo concreto. Desvelar para el mundo ya el secreto de glosar tus excelsas cualidades, no es posible; que ahondar en tus verdades escapa el marco del estilo escueto. Tanto tu alba pureza se merece, que desborda la humana fantasía; la mi pluma, en suspenso, empequeñece. ¿Que puede revelar mi poesía? Pues que de todo mérito carece, es humilde al decirte: ¡MADRE MÍA!. .. 93 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 94 El • camino de la vida De F. Mollá Montesinos Según tu voluntad, tengo un camino. Comprenderlo, Señor, es mi contento; y seguirlo, este gran deslumbramiento que me inmerge y me absorbe en lo divino. ¡Oh júbilo inmortal!... Ver mi destino, entender que mi vida fue tu aliento; que mi ser es de luz, porque te siento en el vuelo sin nombre de mi sino; que sentirte, Señor, es encontrarte, ver la clara misión de mi venida ... Y al pensar que sufriste por amarme, bendigo mis trabajos y dolor, sabiendo que la gloria de esta vida es fundirse a la llamada de TU AMOR . . • ···· ’o0o, ..... . Poemas Profanos 97 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN P O E M A S PROFANOS Petrel De Jesús Zaragoza Gíner Al pie de atalaya mora, cabe «El Cid» y «Chaparrales», muestra su encanto, a raudales, una ninfa que enamora. Es del alfar bella aurora; de Ceres, amante fiel, y un ponderado joyel de la industria zapatera . ¿Quién decir menos pudiera de la Villa de Petrel? 99 CUANDO 100 LAS Y E MAS REVIENTAN Cara a la luna De Gabriel García Romeu Ponte de cara a la luna y, en la noche, noche clara, no ocultes tu rostro nunca al brillo que luce al alba. Mírala fija, muy fija, y verás que sus fulgores sobre tus retinas clavan montañas de luz rojiza, como manto de damasco entre castillos de plata. Mira, en noche despejada, cómo en el campo sombrío brillan de azul los plantíos mirando a la luna clara. Mira el árbol y la flor y los montes y praderas cómo lloran de tristeza, con lágrimas del rocío, avanzada la mañana, por no ver la luz que luce cuando está luciendo el alba ... Mira a la luna y, entonces, verás el hada vestida p o E M A S PROFANOS con galas de purpurina, casaca de postillón y fusta de vara mágica, llevando bridas de oro, cabalgadura de plata, caminando, caminando, hacia la luna encantada. Mírala como quien mira a la luz que da su cara; con los rayos de la luna que se crucen tus pestañas y, muy cerca de tus ojos, verás pasar las cascadas de oro y plata , plata y oro, que brotan al dulce encuentro de la luna y tu mirada. Ponte de cara a la luna y, en la noche, noche clara, no ocultes tu rostro nunca al brillo que luce al alba . .. • ··· .. •..... ·.· . .. •· · ., _’ ··-... ·,·.: ,, .. . f _/ ’! ·.· . ..: ::: ··=::-.: . .••. •.• ···= ·· 10 1 CUANDO IOZ LAS Y E MAS REVIENTAN Mi tierra Esta ilustre y noble villa tiene humilde y breve Historia, en sus muros encerrada: una tradición sencilla, una limpia ejecutoria y una hidalguía probada . Es un pueblecito austero, por un cerro dominado; tiene un valle bien pequeño; un cielo añil, un otero, un alto monte encrespado y un rincón para el ensueño. Mi tierruca está esquilmada; es de bien difícil traza; es ardiente, seca y dura; por altos riscos celada; es agreste, montaraza y no exenta de bravura. Este modesto paraje, donde un olmo se levanta, que coloso me parece, y en medio del gris paisaje una humilde canción canta y un noble perfil ofrece, es mi tierra, sí, la mía, la que tiene bien guardados De Enrique Amat P O E M A S PR OFANOS los huesos de mis mayores; la do ví la luz un día; la de mis tiempos dorados; la de mis años mejores ... Si triste, para mi es bella; si pobre, fértil la creo, y de generosa entraña; y aunque humilde toda ella, más hermosa no la veo por los rumbos de mi España. Vivan otros en vergeles, en suelos prometedores . Déjenme a mí la ventura de los modestos laureles, de los ásperos colores de mi tierra ardiente y dura. ~’ •,,: .. .••’j oQ) , : ©rt ~~)l ... ~, ~~’(iJ rtey) .: ’. @1:1 g ... •·· .... ··· · ··’3 103 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 104 El monte ’’silla del Cid’’ (A D. Santiago García Bernabeu) De F. Mollá Montesinos Se levanta a los cielos, como un grito de un ingente dolor petrificado, entre brumas azules proyectado, cual si fuera a escalar el Infinito. El sol en cataratas se derrama sobre su hombro de siglos apretados; y en su entraña, habitada por los Hados, el misterio dormita en una llama. Sus laderas perfuman. La su cumbre sereniza el confín en un vislumbre azul de cielo, tierra parda y mar ... Y, en su sima de piedra torturada, gime el agua, en abismos sepultada, añorando los cielos ’reflejar. p O E M A S PROFANO s ;Qué novia tan guapa! ... De Jesús Zaragoza Giner ¡Qué guapa es mi novia!. .. Su imagen esbelta se ofrece nimbada de lampos de luz. Los silfos le dieron perfume de adelfas; los pródigos cielos, un Cid por peineta; por blonda mantilla, su límpido azul. ¡Qué novia tan guapa la novia que tengo! ... Asceta ferviente, de noble blasón, yo tengo una novia -¡cuán raro portento! que alzó, a sus expensas, la mole de un templo al signo del Cristo, del Dios-Redentor. Gentil campesina que pone en las aguas anhelos de Ceres con mimo sin par, yo tengo una novia que, en cada masada, se quiebra de amores abriendo fontanas, haciendo del yermo vergel edenial. Esteta fecunda, nidal de artesanos que montan industrias con férvido ardor, mi novia es la novia -¡canción del trabajo! que rima en el cuero, que canta en el barro su mágico anhelo de un mundo mejor. ¡Qué guapa la novia que el estro me inspira!. .. ... ¿Qué como se llama tan lindo joyel? Las musas que velan por sotos y villas, al verla creyente, fabril, campesina, llamáronla, entonces, LA NOBLE PETREL. 105 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 106 La siembra De F. Mollá Montesinos Bajo el naciente Sol, tras los cansinos bueyes que andan arando mansamente, echando van al surco la simiente, alegres, los sencillos campesinos. Sus sueños son remotos y divinos: ya ven la rubia mies; ven el presente del cielo; la cosecha providente, miel de ternura y paz en sus destinos. Mas yo que sé de amargas odiseas, lanzo al aire mis sueños increíbles, mis ansias de Infinito, mis ideas: como soy sembrador de inmarcesibles simientes, no tendré rubias preseas. ¡Ay ... seré cosechero de imposibles!. .. P O E M A S PROFANO s Tú que miras tanto el cielo ... De F. Mollá Montesinos Tú que miras tanto el cielo me envuelves en tu mirada. Tú que amasas el pan rubio -esa lágrima celeste-, me envuelves en tu mirada. Tú que cantas en el tiempo -voz de madre, voz de hermana, voz de esposa en los senderos-, me envuelves en tu mirada. Tú que desatas los sueños por los caminos del alba, por los vértigos azules, inocentes de distancias ... Tú que lloraste en mi hoguera y la fundiste en tu llama y en la borrasca del tiempo me devolviste la infancia ... Tú que encantas los caminos con mansedumbre de gracia, con bondad de trigo mártir, con ternura de parábola ... ... Tú que miras tanto el cielo me envuelves en tu mirada; parece que el cielo todo me vas metiendo en el alma. ¡Vibración de eternidad en la tierna llamarada de las fugaces estrellas de tu pupila enigmática! 107 CUANDO 108 LAS Y E MAS REVIENTAN Celos De Gabriel García Romeu Yo quiero verte muy sola perdida entre las montañas; saber que no habrá caricias, para tu carne rosada; que no habrá voces ni cantos ni vocablos ni miradas, que no salgan de la brisa, del sol, del cielo, del agua ... No importa que estés desnuda tras de aquellas peñas altas; ni que te cubran de sombras, con sus cuerpos, las majadas, pues sé que comerán hierbas las bestias, ensimismadas, · sin alterarse su sangre, tan cerca tu bella estampa. Quiero que estés siempre lejos, muy lejos de raza humana, donde el asfalto no sienta el roce de tus pisadas; donde no lleguen suspiros que puedan romperte el alma; donde lo mío sea mío, aunque se escape entre matas ... Yo quiero verte muy sola, perdida entre las montañas. p o E M A S PROFANO s ;Qué hondo te siento! De Enrique Amat Abrí mis ojos, por la vez primera, y tu luz deslumbrante hícela mía. En H está el hontanar de mi alegría y el marco de mi alegre primavera. En tu humilde rincón, tan levantino, nací, y en tu regazo me crié, y a tu sombra fraterna yo crucé de mi existencia todo su camino. Esas calles antiguas, agarenas, de traza caprichosa y retorcida, son tu imagen, de siempre tan querida, que me ató con sus gráciles cadenas. Aquí tengo yo dichas desgranadas, querencias juveniles, gratos sueños, imágenes queridas ... , mil ensueños y muchas ilusiones soterradas. Aquí fueron mis épocas mejores; aquí mi risa franca y bulliciosa, y la vida ofreciendo deliciosa senda, que yo corría sin temores. Aquí, la antigua y entrañable casa, santuario y hogar de mis mayores; 109 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 110 aquí, el nido feliz de mis amores y -perdido- el pasado que me abrasa. ¡Oh montañas, oh luz, oh caro suelo, que sabeis de mis tiempos juveniles, que habeis visto mis claros veinte abriles y mi alta frente levantada al cielo! ... Hoy desciendo la senda de la vida, blanca mi sien, marchito el corazón; mas, como antes, me alegra la canción de tu vieja campana conocida. Huyó mi juventud -ello es bien cierto dejándome el dolor de desengaños; mas si marcharon mis mejores años, me quedas tú, Petrel, en campo abierto. Me abruma la nostalgia que en mí llevo; mas tu castillo que, impasible, asoma, arriba, en lo más alto de la loma, me trae resonancias del Medioevo. Perdí también mi juvenil vehemencia; pero si miro tu antañona ermita, siente mi alma una paz, dulce, infinita, que me habla de perdón y de clemencia. Pues de tu embrujo vivo prisionero, anhelo aquí yacer, junto a tu vera; de la muerte pasar la larga espera, y en tu honda entraña descansar yo quiero. p o E M A s p R o Y si por un azar infortunado, lejos de tí, sin verte, yo muriern, F A si en el mundo hay un alma que me quiera, que me traigan a dormir junto a tu lado . Pues si en vida, Petrel, fuiste fanal, que marcó exacto rumbo a mi destino, quiero alzarme en tu suelo peregrino, el día del Juicio Universal. Petrel, ¡ay, mi Petrel, que hondo te siento! Te llevo en mi alma; siempre estás conmigo y con harta verdad, yo te lo digo, que vives en mi sangre y en mi aliento. Por eso, mi Petrel, ¡qué hondo te siento! N o s 111 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN El castillo de Petrel me tiene loco 112 De Jesús Zaragoza Giner Castillo legendario que declinas roído y solitario: antes de que tus muros carcomidos retazos desdibujen de tu gloria, he querido rimar, a tu memoria, el recuerdo letal de mis gemidos. ¿Qué nos queda del fuerte que murara de la Roma imperial el señorío? ¿Do pervive el ingente poderío de tus torres, que el moro levantara? ¿Qué subsiste de aquella fortaleza, conquistada por Jaime con fiereza? ... ¡Qué subsiste! ... Unos lienzos rajados, a do esconden los pájaros sus nidos . Unos pocos tugurios denegridos, donde encuevan tristuras los cuitados. ¡Las torres que otro tiempo altivas fueron, en la rampa del fuerte fenecieron!... Yo que culto tributo a tu memoria, oh Castillo rocoso, me he dormido al susurro delicioso proveniente del curso de tu historia, y he soñado raudales de armonía, que alumbraba mi pobre poesía. He soñado: si un día resurgieras con el grácil perfil de torreones, de poternas, palenques y salones, p O E M A S PROFANOS barbacanas, rastrillos y troneras, ¡qué gentil, cuán rendido vasallaje yo le diera a tu Torre de Homenaje! He soñado -trayendo a la memoria el evo legendarioque era tu torre altiva relicario de la Noble Petrel de rancia historia, y el guardián que vigila en las alturas tu prístino fulgor de tres culturas. Combates de aguerridos luchadores ... Hazañas fantasmales de dioses paganales ... Leyendas de inspirados trovadores, de cautivas cristianas, de muslimes, huríes y sultanas ... Todo aquesto, Castillo yo he soñado, al veros, entre escoria, sepultado. Y tras del sueño, díjeme a seguida: si castillos renacen por doquier, ¿no podría Petrel un día ver el suyo resurgir lleno de vida? .. . •· .... :·· ..... ··.... . / ... ::::::::.=.=.·.·.•.· .•. ·_:.·.· .. · .· . . ·.· .••.••. ··· .. : :: ::·: ·:~::::: ... / 11 3 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN La amada y la . amnesia 114 De Gabriel García Romeu Cuando había sol, era :sombra que a tí te cobijaba. Cuando había luna , un castillo de naipes te caía sobre tus trenzas doradas. Oíase el murmullo de la mar, de las olas encrespadas, de los campos con rastrojos y de los montes con peñas, luz de aristas azuladas. Era entonces, era entonces ... Pero ¿qué ya no te acuerdas? ¿Olvidaste ya e l camino, aquella senda limón que te indiqué en la pinada? ¡Qué poca memoria tienes! ¡Si por tus labios pasara todo el rojo que en mi sangre ardía aquella mañana!... Yo te miré, te miraba . Tu me miraste, mirando por ver si viera, al fijarme, que tus ojos se entornaban. Te ví bien. Fue tan de día que, con el sol, parecía que era la luna tu cara . A tí te alumbró _su luz; a mí, la que yo besaba ... ¡Qué poca memoria ti enes! A tí se te olvida todo . Tú no te acuerdas de nada . P O E M A S PROFANOS A. un po eta De F. Mollá Montesinos Tu huerto cuidarás. Es ley. Procura que no t e quede ni un rincón baldío. Extirp a del renuevo el atavío inútil que flo rece con premura. De las plagas del tiempo libra y cura tus canteros en flor. Evita el frío. Así tendrás su plenitud de estío con pomas de oro y ruiseñor de altura. Abónalo consciente. Y cuando fulvia, en bendición veas caer la lluvia sobre su espalda, cual sidéreo tul, cobíjate en su fro nda transparente . ¡Qué te e ncuen tre la noche, dulcemente durmiendo confundido en el azul. ~? =ºlo:?~ 115 CUANDO LAS Y E M AS RE VIENTAN 11() Pórtico sagrado (A Teixeira de Pascoaes) De F. Mollá Montesinos Para entrar en el templo de tu verso dejaré mis sandalias a 1 . a puerta; avanzaré después, con planta incierta, gozoso de sentir tu culto inmerso. El ara de tu númen, tan diverso, la eufonía estelar, suma y concierta, y el cáliz de tu ser, en ala abierta asciende a la oración del Universo. Oh sacro sacerdote de armonía: dame el ázimo pan de Poesía y el litúrgico vino de tu rito. Anhelo comulgar con lo inefable, en tanto que tu verbo imponderable desgrana la canción de lo infinito ... P O E M A S PROFANOS A . . un v1e¡o pino Por un estrecho camino, muchas veces he llegado para sentarme a tu lado, oh viejo y amado pino. A tus pies, vi el conocido, el delicioso paisaje que, en un mudo vasallaje, está a tus plantas rendido. Oí a tu lado la fuente que canciones murmuraba, mientras su linfa bajaba, entre sauces, transparente. Escuché yo, embelesado, de tu ramaje, el murmullo; de la tórtola, el arrullo, y la esquila del ganado. Y he visto la luna clara la cañada plateando, de blanca luz matizando los surcos de la senara. Sobre su tronco apoyado, he visto nacer el día; De Enrique Amat 117 CUANDO ll8 LAS Y E MA S y también , cuando moría tras de un cielo arrebolado. El palio de tu ramaje, REVIENTAN por la noche, me ha cubierto; y entre soñando y despierto diome el aura su mensaje. Te debo, sí, muchas horas de inocentes alegrías; ahí pasé claros días, estrellas miré y auroras. ¡Cuánta vanidad humana junto a tí he recordado! ¡Cuántas horas he pasado viendo tu copa galana! Como no hay en mí doblez, oh pino fuerte y gallardo, quiero el cariño que guardo, ofrecértelo otra vez. Me preocupa tu destino. Por ello, aunque fatigado, he de cruzar el collado y recorrer el camino, cara al viento matutino. Y por cuanto tú me has dado, he de volver a tu lado, mi viejo y amado pino. p o E M A S P R O F A N o s Madre De Jesús Zaragoza Giner Ningún vocablo conozco, de nuestro hispano lenguaje, que atesore más riquezas, que aqueste vocablo: MADRE. ¿Cual otro hallarse podría, en el habla de Cervantes, que excite más emociones; que más lindezas derrame; que llene nuestra memoria de recuerdos más afables, y que encienda en nuestros pechos los inmort ales arranques que enaltecen a los hombres al heroísmo llevándoles, ’ cual derrama, llena y prende el tierno vocablo: MADRE? Palabra que enjendra el gozo, poder encierra tan grande, que estremece de ternura a los hombres más salvajes, y hasta los vuelos detiene de los mismísimos ángeles. MADRE es saludo y es beso· de las almas , al hallarse a las puertas de este mundo . 119 CUANDO 120 LAS Y E MAS Cielo dice la voz MADRE. MADRE es llanto de los hijos, en su regazo escudándose; es amor, sin interés; es fuerza, sin desmayarse; es constancia, sin rival; es sacrificio, sin laude ... Ella intercede y alcanza, de la rigidez del padre, la gracia que no alcanzaron los hijos importunantes. Ella es apóstol y enseña REVIENTAN -aun antes de que ellos hablen con sus ojos, con sus gestos, con su mímico lenguaje, las virtudes que atesora, heredadas de sus padres. Ella castiga con besos, con apretujas muy grandes, la torpeza balbuciente de sus hijos al hablarle, y es quien cura, con cariños, las del alma enfermedades . Extinción de malquerencias; descanso de los bregares; playa de arena que amansa pasiones bravas, letales; y paz y gozo ... y olvido : ¡todo aquesto dice MADRE! P O E M A S PROFANOS Cada cual de nosotros es ... De F. Mollá Montesinos Cada cual de nosotros es un punto centrado en un lugar del Universo. Cada cual de nosotros es un verso del grandioso poema del conjunto. La vida es un cantar a contrapunto, formando la armonía lo diverso. Y diverso es el ser, llevando inmerso, su Yo particular al Todo, adjunto. Nacer es estrenarse en alborada, en la luz asombrada de su empeño, en la luz permanente y encantada. Y vivir es andar -no importa el ceño-. Ignorada canción, siempre ignorada: una canción para llamar al sueño. 121 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 122 Doble deseo (A tí, única) Cuando vaya a morir -oh momento, momento y me vaya a esparcir De F . Mollá Montesinos en los brazos azules del viento .. . Cuando tenga conciencia de que voy a dejar de ser cruz, y quizás recobrar la inocencia inicial de la Luz ... Cuando llegue el supremo momento de dos mundos mirar a la vez, aun dejando en el uno un lamento y en el otro empezando a ascender. .. Cuando vaya a saber el misterio de la Vida o la Muerte, y de luz o de sombra su imperio desentrañe, quisiera tenerte a mi lado tremante, embebida en mi doble deseo final: despedir en tus ojos la vida; y en los míos, mostrarte, de huída, la ruta inefable de un mundo ideal. P O E M A S PROFANOS Estrellas fugaces De F. Mollá Montesinos Fuimos en la noche como estrellas fugaces que alumbran un momento y vuelven a apagarse . .. ·· ···· ······· ··· ·· ······ ... •... ....... :_::::. ·· c{t~) ·• .. •· ({}}::, .•· . ..... •· ········ ·•·· ......... . 123 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 12 1 En silencio De Gabriel García Romeu Si te vienes conmigo a la orilla del río, a sentarte entre juncos y entre tamarindos; si se están tus ojos, mirando a los míos, tan quietos como el agua del lago tranquilo, te diré lo que siento, te diré lo que ansío, te diré lo que quiero decir sin testigos . Si en los ratos dulces en que nuestro idilio se pase las horas jug cndo contigo, yo viera en el fondo brillante del cristal vacío las sombras de adelfas, de sauces, de lirios, te diré lo que siento, te diré lo que ansío, te diré lo que quiero . decir sin testigos. Y si al llorar las almas al sol vespertino, cuando se crucen ráudos en vuelo magnífico los pájaros negros del amor divino, tú, a solas, lloras conmigo, te diré lo qúe siento, te diré lo que ansío, te diré lo que quiero deór sin testigos. p o E M A S PROFANO s Campo am,90 1 vida entera ... De Enrique Amat Quiero el beso del aura mañanera que amorosa, acaricia mis sentidos, sedante de mis nervios aturdidos por esta vida atropellada y huera. Del pino quiero la canción ligera, el eterno murmullo conocido, que sumerja mi espíritu vencido en regiones de paz suave y entera. Ver el agua , que brinca en torrentera, y el sencillo regato rumoroso, cinta mansa corriendo en bosque umbroso, con su alegre canción cascabelera . Ver la nieve en la cima y la ladera, a la tierra de blanco disfrazando, aquellos sus colores contrastando: azul de cielo con blancura austera. Quiero mirar la luna verbenera, las sombras de la noche agigantando, y escuchar los insectos que, cantando, preludian a la aurora mañanera. Quiero ver la eclosión en primavera , cuando estallan, gozosas , cien mil flores : 125 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 126 blanca flor del tomillo en los alcores; rubia flor la gentil manzanillera ... Contem piar el rebaño en la pradera, escuchar una esquila en la montaña y el eco que retumba, y que me engaña, gritando por la estéril paramera. Caminar por la ruda rastrojera, levantarme a la luz de los luceros, sumergirme en arroyos placenteros y sentir la calor de roja hoguera ... Serena majestad ¡quién os tuviera! Nieve, flor, rumoroso regatillo, árbol, aura, inocente corderillo, luna, viento y esquila placentera . Campo fiel, c a mpo amigo, vida entera . ¡Cuánto añoro tu vista y tu p resencia! ¡Qué feliz, si mi pálida existencia en tu marco de ensueño transcurriera!. .. ·· ... . ·· :ii¼::°: ¡•· · ·· ... . ·· _ .. ·· ·-. p o E M A S PROFANO s ’’El rollo de San Juan’’ De Jesús Zaragoza Gíner El señuelo, el talismán que más pirra y más emperra a las mozas de esta tierra, es el «Rollo de San Juan». ¿Qué misterio advertirán, en lo del «Rollo», las mozas? Ellas tan sólo y las chozas, los caminos y praderas saben del «Rollo, las veras, de sus goces ... y sus cosas. Y pues las mozas tan sólo saben del «Rollo» las migas, ellas, amigos y amigas, nos expliquen lo del «Rollo». Aquí -nos dicen- no hay dolo. ¿Escenario? Las praderas. Las muchachas casaderas son personajes del juego. Los muchachos ... entran luego por caminos y veredas. Es de rito, al empezar, disponer de palangana; verter, en ella, de aleona hojas secas, al azar, y luego ... soñar, soñar. Si la aleona reverdece, y a las cu ita das parece 127 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 128 que cobra nuevo color, es seguro que hay señor que por ellas se atontece. Otro rito impresionante es verter clara de huevo en algún puchero nuevo. Será el novio navegante apuesto, rico, galante, si la clara, al fin, se esponja; mas si la clara, cual lonja de jamón larga, se achica, es de cierto que la chica tiene destino de monja. Nuevas tretas hoy florecen: las del cedazo y tijeras; alpargatas volanderas; alcachofas que verdecen, y las del vello que mecen y, picaronas, depilan, preguntando al par que tiran: -¿Pares o nones, precioso?-. Mas ¿quién acierta al acoso de unos ojos que encandilan? Si el chico responde: -¡nones!...-, prodigando mil achares ella al punto dice: ¡pares!-. ¿Pares cuenta a trompicones? Ella le responde: ¡nones!...-. Y así se vuelve a empezar hasta que, locos de atar ante tanta confusión, p o E M A S P R O F A N se les queda el corazón a punto de reventar. -Explíquenos, narrador, lo del «Rollo », por favor: ¿que hacen del «Rollo » del cesto? -Creo que «Rollo » no dan; lo del «Rollo » es un p retexto de la noche de San Juan. o s 12 9 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN l30 El amor redime (A Don Jesús Zaragoza Giner) De F. Mollá Montesinos María Magdalena: tus cabellos los sacros pies secaron de Jesús. Desde entonces, nimbáronse de luz; jamás los hubo iguales o tan bellos . ¡Quién pudiera captar de alguno de ellos la gracia que alcanzó al pie de la Cruz! ¡Cuánto fango limpiara, cuánto pus, con sólo que rozara sus destellos!. .. «María de Magdala: tus pecados, porque has amado mucho, están borrados» -habló entonces el Verbo del Señor-. El Amor la elevó -el Amor divino-. En el mundo no existe otro camino, para poder salvarnos, que el AMOR. P O E M A S PROFANOS Lamentos De F. Mollá Montesinos Como el agua quejumbrosa que, en las simas de la sierra, llora por no ver la luz peregrina de la estrella; como el viento fugitivo que en el roquedal se estrella, y su aflicción misteriosa sobre los riscos expresa, así la lira, enterrada en el fondo de la celda, llora el dolor de su noche sobre un silencio de piedra ... 131 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 132 Madre España De Enrique Amat El raudo vuelo de la mente mía cruza el azul de un c laro pensamiento, que anhela devolverte, en noble intento, el laurel que a tu frente se ceñía. El númen de mi ardiente fantasía desea que confundas, como en Tr ente, a los que al mundo empujan al violento y pavoroso mar de la herejía. Quiero que tus hispánicos leones proclamen, ante el mundo estremecido, que si has dado de Historia mil lecciones y de cien pueblos su matrona has sido, aun existe moral en tus razones para salvar al orbe enloquecido. ,... ~::::.~: ..... ... .... •··· P O E M A S PROFANOS En silencio Cae la sombra con calma, huye la tarde indolente y un sutil cierzo inclemente corta los pliegues del alma. Un lucero se adivina, centellean, a lo lejos, de una estrella los reflejos, hay en la cumbre neblina y un ave lanza su grito que mi silencio profana, mientras la noche serrana nace allá en el inflnito . . ······ ·º,:.::-• ...... o::,, ,; .;:o ....... .... . o ··· ····· De Enrique Amat 133 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN 134 Desesperación De Gabriel García Romeu Todo es en mí dolor y amargura: no como, no bebo, no duermo, no canto ... Y cuando abro mis ojos, por curar mi espanto, siempre veo la imagen de mi sepultura . No oigo más ruido que el de las pisadas de un caballo negro en la tarde fría. Ya veo las paredes cubiertas de yedra y una cruz en medio de un montón de piedra, sobre los residuos de la estampa mía . Ya veo la tierra, húmeda y suelta, caer en mi frente. Ya veo lo’s gusanos, por entre mis pies. Ya veo, por mis ojos, meterse, incipiente, la raíz aburrida de un alto ciprés. Los tétricos sones de oscuras campanas abrieron la música, que ya empiezo a oir, y, entre los compases de orquestas de huesos, tendré que dormir. Yo pensé que el alma abandona el cuerpo, cuando la muerte comienza a acechar; no se va mi alma, y yo ya estoy muerto : el hedor de mi c arne podrida me lo hace notar . p o E M A S PROFANOS Imagen de España De Jesús Zaragoza Gíner ¡Oh qué niña tan bonita ví en el prado esta mañana!. .. La pequeña -dos suspiros hechos carne nacarada juguetona iba cortando rojas amapolas gayas, que prendía, soñadora, entre sus trenzas doradas. Chiquilla más trascendente nunca pude imaginarla . Es figura que alimenta el recuerdo de mi Patria: ¡que España también, cual niña, juega soñando en mañana! En las rojas amapolas _ que la chiquilla cortaba, adivino yo el coraje de la hirviente sangre hispana. Y, al prenderlas en los bucles de su cabeza dorada, me parece ver la gloria que el destino nos aguarda. ¡Oh chiquilla juguetona! ¡Oh tus bucles rojigualdas de amapolas de sembrados entre tus trenzas doradas! ... ¡Nunca marches de mi vera, que contigo va mi Patria! 13 5 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 136 Esos versos que afloran ... De F. Mollá Montesinos Esos versos que afloran en la tarde y vuelven a las fuentes misteriosas por temer los silbidos de la calle, son pájaros que vuelan a los bosques en busca del venero que les calme su sed, y han de tornar, por descubrir oscuros ballesteros en el aire; o, como savia que el invierno largo soñó salir a luz en flor fragante, y al trepar por la torre del pensil, se encontró con desgracia irreparable. Esos ver~os que afloran en la tarde, son hijos que se vuelven sin nacer; o nacen para vida miserable. p o E M A S PROFANOS Eres m, madre De F. Mollá Montesinos Porque me diste espíritu del tuyo; porque me diste sangre de tu sangre; porque me diste leche de tu pecho, eres mi madre. Porque me diste vida de tu vida -gastándola en esfuerzos por criarme-; porque besos y lágrimas reías, eres mi madre. Porque me arrancaste de tu grito -de tu grito más hondo y entrañable mostrándome a la Aurora milagrosa, eres mi madre. Porque envuelto en la llama de tu espíritu empecé entre las zarzas a guiarme -saudade de los cielos en tus manos-, eres mi madre. Madre mía, ¡qué mundo más hermoso lograste con tu amor mostrarme! Ya aunque te alejes, no te alejas: Dios ha querido en mi espíritu guardarte. 137 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 138 Paracaidistas De Gabriel García Romeu Somos los infantes que, a la voz de mando, lo mismo en la lucha que en tiempos de paz, partimos unidos, alegres, cantando, a saltar a valles, a montes o al mar. Cruzamos los aires en blanca bandada, cerradas las lonas, abiertas después, dejando a los vientos de la España amada, señalar el sitio para nuestros pies. El trágico choque con el duro suelo, que es de nuestra patria la firme bandera, nos llama cual beso venido del cielo, aun siendo la muerte un abrazo con ella. Desde los espacios botamos a tierra, cual obús cargado con todo el valor del hombre sin alas que, en tiempos de guerra, vuela como un ángel, con vista de halcón. Y juntos seguimos hasta el objetivo, que alcanzamos siempre con el pundonor de los que sabemos que, muertos o vivos, se llega a la gloria salvando el honor. Y sin más defensa que el paracaídas -que es peso en el aire-, si falla el tirón, cedemos gustosos nuestras propias vidas, sirvie _ndo a la Patria, camino de Dios. p O E M A S P R O F A N o s Paisaje natal Ermitas, montes, castillo, plaza, torres, manantial. .. ¡qué paisaje tan sencillo el de mi pueblo natal! Dos palmeras elevadas, dos torres fuertes y airosas, dos ermitas enclavadas en dos cumbres montañosas. Alto castillo roquero -mitad árabe y romano que es centinela c imero de mi pueblo soberano. Monte del Cid, orgulloso de su fama y de su historia: ¡mi viejo paraje umbroso de inolvidable memoria! Plaza espaciosa y perfecta, de geométr ica traza: enfrente, la torre erecta al Armamento se abraza. Vega en la que forman coro las aves de mi Señor, De Enrique Amat 139 CUANDO 140 LAS YEMAS donde es arpegio sonoro el trino del ruiseñor. Una fuente cristalina, un cielo azul, ideal, un vuelo de golondrina y una canción de cristal ... REVIENTAN ¡Qué dentro llevo del alma esta visión primorosa: blanca ermita, monte y palma, fuentecilla rumorosa, torres altivas en calma, castillo y vega frondosa! ... Ermitas, montes, castillo, plaza, torres, manantial ... ¡qué paisaje tan sencillo el de mi pueblo natal. P O E M A S PROFANOS Domingo de Pascua De Enrique Amat De fiesta se ha vestido la mañana con galas que han prendido en los balcones . Hay un ritmo de música y canciones, y alegre suena la gentil campana. Muestra una flor su palidez temprana. Un grupo de infantiles corazones entreabre su abanico de ilusiones, y el tropel de sus risas se desgrana. En la hora serena matutina hay un plácido vuelo de candores y, mientras una calle, angosta y pina, se sumerge en un mar de resplandores, juega un rayo de luz en una esquina y se encienden de sol unos alcores . ..... ... ::é::~:~,/?-::i .. ./ 141 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 142 La fiesta se levanta De Jesús Zaragoza Gíner La «Fiesta de Cristianos y de Moros » se levanta cual faro que ilumina las virtudes, bellezas y tesoros de esta Pétrola extraña y peregrina. Su alborada moruna; sus batallas triunfales; el correr de la pólvora importuna; los del moro desfiles edeniales; la gentil labradora que remoza las del pueblo querencias perfumadas; las castizas tonadas de la grey que retoza; las costumbres sencillas, singulares ... , todo refleja la expansión artista del pueblo que labró su reconquista por virtud del Patrono de sus lares. Expresión consagrada de la gesta que al Islam expelió del suelo hispano, se levanta la «festa», cual templo sobrehumano, perdurando los ecos armoniosos del prístino Petrel : el ingente plantel de Planelles gloriosos: las hazañas de Juan, el de la Gariza, que por Jaime, apodado El Justiciero, en premio a sus servicios en la liza, p o E M A S P R O F A N fue de esta Villa su Señor Primero; los de Pedro Carrella, privado de una reina: la Violante; y Alcaraz, capitán que nos destella gran bravura pugnando en Alicante. ¡Y cómo el aura con sus alas besa los ecos perfumados de Onofre cuando reza!. .. ¡Y cómo fulgen, del poder dechados, los Rico y los Algarra!. .. ¡Y cuántos Gómez y Beltranes de oro expanden ciencia rara en púlpitos y foro!. .. La fiesta se levanta. ¡Atrás, profano, atrás!. .. es una enseña santa: ¡De los viejos abuelos al compás! o s 14 3 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 144 Invitación al canto De F. Mollá Montesinos Es hora de cantar, oh nuevos bardos, todos a coro en comunión fraterna. Que se oigan nuestras almas enlazadas por toda la cintura de la tierra. No importa la raza ni el color: la estrofa universal fluya serena de todos nuestros pechos. Nuestros brazos meridianos de amor al vacuo extiendan. De paz, nuestra mirada, en la que transparente el alma buena; nuestras palabras, palomas en lo azul volando sean. Abiertas nuestras manos, abiertas como el día en su pureza, España ha comprendido y pide con amor se le comp renda . Cantemos. Nuestra voz humana alcemos al viento, al mar, al sol y a las estrellas. El Orbe saturemos del alma clara, de esta alma que por Dios se hizo nuestra. A través de los mares y los vientos, bajo el palio del cielo, en la presencia de Dios, juremos todos seguir en nuestras sendas la Gran Senda. Desterremos los mitos sanguinarios; destruyomos las trabas, las barreras, p O E M A S PROFANOS -------- -------- y al himno del Trabajo y del Amor, unámonos los seres de la tierra. Que Aquél que vino al mundo a dar ejemplo, y murió perdonando la ceguera, y a través de los siglos nos ha visto como Caín y Abel, por fin nos vea, por la escala del tiempo y por el prisma armónico del bosque de la Idea, discurrir como hermanos, por la Luz, prendiendo corazón e inteligencia. Cantemos el Gran Himno de la Paz al viento, al mar, al sol y a las estrellas: el efluvio de Amor invada toda la Rosa de los Vientos de la tierra. Formemos, corazón con corazón, alrededor del mundo una cadena: las de hierro y de oprobio saltarán derretidas al fuego de la nuestra. Pongamos la luz del alma en nuestra voz. La Historia, ante el futuro, nos contempla. Si el Mensaje nos llega, se derrame por toda la cintura de la Tierra. Es hora de cantar, oh nuevos bardos, con virgínea voz de la Nueva Era. Que el Progreso se incline hacia el Amor : ¡es la misión de Santos y Poetas! ****** 145 CUANDO 146 LAS Y E MAS REVIENTAN Tarde gns Sola está. Sola, mirando, de pie, tras el ventanal. La lluvia, sobre el cristal, triste canción va cantando. Todo es gris, como su vida. Todo es gris en el momento: la tarde, la lluvia, el vierito, 1 a I uz, de gris hoy vestida ... Soñado amor que no alcanza, belleza que se marchita, muerta ya, no resucita aquella azul esperanza ... Sola está. Sola, mirando, mirando sin mirar nada, ausente y ensimismada, sin saber que está llorando. Mientras, los finos puñales de una gris lluvia invernal golpean sobre el cristal de los altos ventanales De Enrique Amat P O E M A S PROFANO s Promesa imposible De Gabriel García Romeu Haré lo que tú me pidas: lo utópico, lo irreal, lo ficticio, lo ideal, lo imposible, lo que digas. Si quieres volverte ninfa, vagar por montes y ríos, vivir tu vida en los bosques y dormir bajo los pinos, seré fauno, seré gnomo, seré bucólico errante, para que miren tus ojos a donde miran los mios . Si quieres que se produzca en mi vida tal mudanza que me vuelva misogino, haré lo que se te ocurra, seré así, si me lo mandas. Y si ver en mí quisi’eras el doble de un Estilita, aislado sobre piedras, azotado por el cierzo, en jirón mi carne viva ... , me sumiré en el desierto de tu febril inconsciencia, y mi impul so volitivo seguirá siempre el camino de la luz de tu existencia. Haré lo que tú me pidas, lo imposible, lo que digas. 147 • CUANDO LAS E MAS REVIENTAN 148 Reina por tres días (A Moría del Carmen Zaragoza) De Jesús Zaragoza Giner ¿No recuerdas, chiquilla?. Muñequita , ¿recuerdas? Era día de «Misa de la Gracia ». Tu ansiedad, manifiesta, porque los «Moros Nuevos aclamárante «Reina », asomaba a tus ojos, oh muñequita inquieta; la mostraba el temblor de bisbiseos que agolpaban la sangre de tus venas, y era lampo de luz, con que escrutabas, en un beso de amor, nuestra anuencia. Y los días del Mártir Bonifacio llegaron, entre crenchas de los de Mayo a tardeceres dulces. Petre l, firme solar de hazañas ép icas , abría el escenario de sus calles -el templo de la Fiestaal regio fausto de sus siglos de oro, al renombre inmortal de sus esencias. Tú que anhelabas horizontes nuevos y emociones inéditas; que querías sentir las avenidas del corazón que tiende a la belleza, has venido al Petrel de tus amores, consagrada gentil portabandera ; p o E M A S P• R O F A N O S háste visto de moras cortejada, como núbil princesa; has deslumbrado al moro -«al de barbas espesas». con tu porte moruno, con el ludir de las basoras sedas, con el fulgor radiante de tocados, de gumias, de preseas ... , y has escuchado aplausos, cual un himno triunfal de realeza. ¡Oh, qué dulce recuerdo el de tus mayas fiestas!... ¡Oh, qué raudal de poesía hallara mejor estro de poeta!. .. Mas ¿qué tienes, chiquilla, que en tu faz la congoja deja brechas? Yo bien sé lo que tienes, oh muñequita inquieta: que, cual la flor de almendro, tu gloria helose presta. Y es que es fugaz, efímero reinado el de «Reina por tres días de Fiesta ». 149 ,, CUANDO LAS Y E MAS REVIEN TAN 150 Si yo no fuera eterno (A Juan Ramón) De F. Mollá Montesinos Si yo no tuera eterno, no’tendrío este amor de sumirme en el silencio , este afán de encontrarme en sus caminos preguntando quién soy ante el misterio; no sería atraído ni llevado por las rutas sin fin- que van adentro; no oiría la voz entre la niebla separando verdades de los sueños. Si yo no fuera eterno, no andaría con los ojos clavados en el cielo, ajeno a las punzadas del camino, enamorado loco de un lucero ... De lo muerte no hablaría jamás-es como un viento de fuerza ensombrecida y mis terioso, derrotado mil veces en el tiempo-. Si yo no fuero et erno, ¡qué vacío, qué honduras en la nada d el silencio! Sería el ’nunca más’ que puso Poe en el negro graznido de su cuervo. Pero hay mucho que andar y que sufrir, que aprender en lo Roso de los Vientos: encontrar nuestra entrada, y encender la lámpara que Dios nos puso dentro. Si yo no fuera eterno, no estaría vibrant e de ascensiones y progreso; no sería verdad lo Gran Verdad, ni el armonioso Pion del Universo. (Ni tú ni yo seríamos -¡y somos!una estrofa de amor del Himno Eterno). P O E M A S P R O F A N o s ---------------- - Parto dob le De Gabriel García Romeu Sonaron campanas suaves, que el viento llevaba en su seno mullido. Las damas y pajes dejaron su sueño tranquilo y, de todas las puertas, el gozne metálico se oyó en el castillo. Las musas -doctos peritos forzaron mentalidades buscando, entre letras de etéreas gramáticas, las combinaciones, por lograr vocab los de salut aciones para las beldades que se oían nacer y, en rostros egregios d e perfil romano, dos gotas de agua dijero n: ¡Princesas! Y quedó formado un delicado jardín de belleza de claveles rojos y cielo castaño. Una golondrida posó en las almenas, por ver más de cerca los cuartos contiguos. Y por una ventana entreabierta del más alto piso, la luz de un rayo de sol brilló como nunca en dos rostros divinos. Las princesas, envueltas en tules bordados de gemas, co n lazos azules ! al aire arrogante, perfume su til femenino, 151 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 152 abrieron los ojos, miraron al cielo, y allí, en las campiñas de espigas doradas, y allí, en las montañas con crestas de acero, se oyeron rumores de cánticos dulces para dos coronas de vida dotadas. Y las dos princesas de beldad prístina, alabastro abajo, alabastro arriba, mezclaron su bronce de estatuas magníficas con las nubes blancas del naciente día. Dos notas distintas salieron en armónico ar.pegio hacia lo infinito. Y allá en las alturas, recogió este canto un ángel con flecha a la espalda cruzada, desnudo y de rolliza panza. P O E M A S PROFANOS ---------------- Mañana, Señor, manana ... (A mi hija, en la víspera de ser Abanderada) ¡Qué larga espera soñando con llegar a Abanderada! ¡Cuántas, cuántas primaveras en una espera tan larga. Mas ahí tienes tu día, ese gran día que ansiabas. Yo sé que lo estas pensando, -¿Mañana? .. . Señor, ¿mañana? ¿Es verdad tan ta belleza dormida dentro del alma? ¿Es verdad, y no es un sueño, aquella ilusión tan blanca? ... ¡Ya es gozosa realidad aquel sueño que soñabas! Mañana serás caricia , nube, rosa, brisa, llama, garbo, ritmo, orto, risa , canto, Reina, gozo, alba ... La vida estará en tus ojos; en tu frente, una esmeralda, y asomará entre tus labios una sonrisa de nácar . Mañana, si Dios lo quiere , besará tu frente un hada. Mañana, Señor, ¡qué día! ... ¡Qué día, Señor, mañana. De Enrique Amat .1 53 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Cuando esos ojos no miren 154 (A mi esposa) Cuando esos ojos no miren -envueltos en luces claras ni me envíen su mensaje de ternura enamorada, muerta estará mi alegría en una tumba lejana; y habrase hundido mi bien en una gris lontananza. Cuando esos ojos no miren -esos ojos que hoy me hablan y me ríen y me besan, al nacer cada mañana-, ya no habrá dentro de mí luces de nítidas albas, y sólo tendré las brumas de una pálida nostalgia. Cuando esos ojos no miren, ni sean mar de mi barca, ni aliento para mi vida, ni poema para mi alma, y yo no pueda mirarme al fondo de su mirada, los lobos de la tristeza devorarán mi bonanza. Y nada seré en el mundo cuando esos ojos, que hoy cantan un risueño madrigal y una canción de esperanza, se hayan hundido en la sombra, y tampoco sean nada. De Enrique Amat p o E M A S PROFANO$ la rubia chica del barrio De Jesús Zaragoza Giner Yo no sé qué es lo que tiene la rubia chica del barrio, que no se ve cortejada, cual lo fuera siempre antaño . ¿Cómo perd er ha podido un sitial tan bien g anado por su gracia y su donaire, por sus bellos ojos glaucos, por la seda de liciosa de sus cabellos dorados y por su po rte y conjunto, tan juncal y sobrehumano? Luego lo he sabido todo. La rubia chica del barrio; la que, por núbil princesa, siempre escuchara a su paso, cual ma rch a triun fal, un himno de admiraciones y aplausos, hoy la he visto paliduch a, tendida en pobre camastro, cual si fuera una pilt rafa, sin vigor su cuerpo flácido, mudo y tris te su s emblante, tristes y mudos sus l abios. ¿Quién mancilló su belleza? ¿Quién quebrar pudo el encanto de aquel su cuerpo juncal? ¿Quién cegó sus ojos glaucos? 155 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 156 ¿Quién abatió las turgencias de su pecho inrriaculado? ... Su madre-la pobre mártir que a jirones, a pedazos va desgranando su vida-, anegada por el llanto, home dicho: -«aquesta niña es la brecha del nefasto egoismo, sin entrañas, que abrieron malos cristianos en las almas y en los cuerpos de los hijos del trabajo; es el desecho que queda cuando se esquilma el salario, y hasta decirse podría al mundo de hoy, pagano, que su norma anticristiana de a fuerza bregar de látigo, es norma que clama al cielo venganza ... ¡No hay que dudarlo!...» . ... Y ella, que muérese a chorros, la rubia chica del barrio, con dejo de bisbiseos, ya sin luz sus ojos glaucos, mientras su vida se apaga en el humilde camastro, intermitente musita: «Esta cruz que me han cargado, la ofrendo, Señor, gozosa, por el mundo del trabajo». P O E M A S PROFANOS El progreso De F. Mollá Montesinos El progreso no cesa de avanzar en lo técnico. Mas ¿no avanza en espíritu? No es real el progreso. Es igual que si a un pájaro, en su espacio de vuelo, un ala le fallara: del alcázar del viento -que es su mundo armonioso se vendría a los suelos. Si trabajas la Ciencia, oye el grito de adentro, no te olvides que «Amar» no es solamente verbo: es la Eterna Verdad; es el gran mandamiento. Progreso sin espíritu, no es real el progreso. 157 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 158 El árbol sagrado (A mi anciano padre) De F. Mollá Montesinos Con mimo de padre, mi padre cultiva un huerto sencillo, de frutos sabrosos, do crece el almendro, la poma, la oliva, granadas bermejas, racimos jugosos ... Mi padre lo abona, lo cava, lo riega, injerta arbolitos con cálido amor ... Del alba a la noche al huerto se entrega, y encanta su vida tan bella labor. A veces, al paso, percibo que él habla con tanta ternura, que me hace llorar: con un arbolito monólogo entabla, y el árbol parece querer contestar. Si alguno le dice:-¡Qué huerto más bello! Esta maravilla ¿es obra de usted?-, llamea en su ojos de orgullo un destello: -De Dios con ayuda yo lo levanté. Invita al momento probar la dulzura de todos los frutos del lindo rincón. La clase y origen pausado murmura, poniendo en la historia su gran corazón. Mas llega un instante que guarda silencio, al lado de un árbol de gran majestad. p O E M A S P R O F A N Ninguno lo nota; mas ¡ay! yo evidencio el drama que turba su serenidad. Ninguno lo nota: se ignora la historia que guarda aquel árbol de trém ulo albor; la suave saudade, la dulce memoria que al alma del viejo le colma de amor. Yo sé que mi padre lo cuida, mimoso; igual que a otros hijos le da su querer. A veces, lo encuentro a su vera, lloroso, y el árbol parece creer comprender. ¿Qué guarda aquel árbol que tanto entristece y llena a mi padre de extraña emoción? ¿Qué ignoto misterio su vida extremece? ¿Qué arcanos se ocultan en su corazón? Muy pocos lo saben. Muy pocos comprenden el hondo lenguaje que suele emplear. Acaso las aves del cielo lo entienden, pues guardan silencio al verlo llorar ... Yo sé que mi hermano-pedazo de su alma -, aquel que en la guerra desapareció, al viejo ayudaba las tardes en calma, y algún arbolito del huerto plantó. Es «tote m» sagrado el árbol hermoso que un día mi hermano plantara al azar. o s 159 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN 160 Mi padre lo cuida, lo riega mimoso. El árbol a veces se trueca en altar. Sus hojas y flores son ojos que miran. Sus frutos son lágrimas del hijo que fué. Y así, si sus ramas al aura suspiran, el viejo lo oye, el viejo lo ve ... Por eso, las noches de luna argentada, si canta en el árbol algún ruiseñor, el alma del viejo se queda extasiada, y yo me pregunto: - ¿Qué escucha el Señor? ... El tiempo se duerme en mundos ignotos ... El árbol es alma que busca emerger. El viejo lo sabe y eleva sus votos, y asiste con lágrimas a su florecer ... ... Mi padre lo riega con agua del cielo, con lágrimas vivas, honrado sudor . La lengua que emplea el viejo en su anhelo, la entiende tan sólo quien muera de amor. ~ ...... · ~ ~Kf~ .. •.’V’’.• ..... :: ...... :.,,.•·~·· ~(4li 9 ~ ,•···• .. p o E M A S P R O F A N o s Romance para una madre Cuando yo te miro, madre, ¡qué pena tan honda siento! ¡Te miro tan acabada! ... ¡Tan vieja, madre, te veo! ... Antaño, tan valerosa, sin medida en el esfuerzo; otrora, tan diligente, y tan pulcra en el aseo, y tan joven y gallarda, que causabas embeleso ... A la verdad: yo te miro y apenas si lo comprendo. Ahora, siempre sentada, con ese aire tan quieto, con tu carita fruncida, con tus ojos, tan pequeños, siempre mirando indecisos, mirando siempre a lo lejos, nostálgicos, resignados, abrumados de recuerdos . .. ¿Dónde están tus energías? ¿Do marcharon .tus arrestos? Tu radiante juventud ¡qué lejos queda, qué lejos!. .. Te veo casi extinguida, s in ánimos ni deseos, De Enrique Amat 161 CUANDO 162 LAS Y E MAS REVIENTAN . con la tu boca apretada, con tus labios tan resecos ... Mi dulce madre, ¡tan santa!, la que comíame a _ besos; la que cuidábame, pía; la que velaba mis sueños; la que lloraba mis d años con lagrimitas de fuego; la que en la bre ga diaria mostraba temple de acero ... , es ya nada, es ya sombra, y si su mano yo aprieto, me muerde un escalofrío que me quiebra hasta el aliento, y si la beso en la frente, en el profundo silencio una llama de tristez a viene a quem arme en el pechó. ¡Te veo ta n vi eja , m adre , que apenas si lo co mprendo! ¡Oh madre, luz de mis ojos, manantial de mis recue rdos!, yo quisiera, con mi vida, pagarte cuanto te debo. Yo quisiera, santa madre, mi ternura y mi consuelo, verte siempre, cual te viera; y bien me sé que no puedo. Cuando yo te miro , madre, ¡q _ué pena más honda siento! ¡Qué dolor hay en mi v ida, cuando tan vieja te veo! P O E M A S PROFANOS Corona de Alicante (Desde Petrel) De Gabriel García Romeu Aquí está el monte celoso de la cordillera brava rompiendo los campos llanos, que comienzan desde el agua. Mojón de las crestas altas, secas en todo el trazado, con sólo excepción de un tramo de verde pino en montaña. Cordillera eternizada desde el principio a su fin: aquí, el Cid con Azorín; allá, Miró con su Aitana. 163 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN , Joi ;Arre, caballo! ... He aplaudido las fiestas que memoran las gestas De Jesús Zaragoza Críner del cristiano Petrel contra el muslime: la entrada mayestática de moros de bombachos basoros, espléndida, sublime; la del Bando Cristiano, emblema evocador de la entereza, con que España, este pueblo soberano, rebatiera del moro la fiereza. Sin embargo de estar apostillada con el ¡ARRE,CABALLO!, de estribillo, yo he gozado, las tardes de embajada, del Ample el latiguillo, con que rasga, impertérrito, el papel, en que, osado, el amir almoravide al cristiano le pide que le rinda Petrel. Tras saltar en pedazos -entre estallos de fuertes cohetazos la horrible cabezota de Mahoma, que el castillo corona, yo he gozado al clamor de las campanas, que pregonan, ufanas, con el bronco arcabuz, p O E M A S P R O la cristiana proeza de arbolar, en la mora fortaleza, la enseña veneranda de la Cruz ... Todo aquesto yo he gozado, F A N de la de «Moroi Fiesta» enamorado. Y por eso, cuajada de emociones, con el «¡ARRE, CABALLO!», hoy te ofrendo, joyante «Mora Fiesta», las caricias de férvidas canciones, cual te ofrenda perfumes la floresta. o s 165 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Como el martirio del agua 166 (A Enrique Amat) De F. Mollá Montesinos Yo sé el misterio que encierra el martirio de las aguas. ¡Cuántos eternos caminos, en las tinieblas heladas, soñando salir a luz; ser ternura de fontana; dejar de ser tinta negra; ser ya miel y oración diáfana; acaso ascender al sol, tras su beso enamorada; ser sonata quizás; ser en el azul nube blanca, frescor riente de lluvia, y amapola y trigo y lágrimas! ... Yo sé su martirio, hermano, pues que otro igual sufre mi alma . •... •···º’:•::,:,::o .....••• ···•:000,··/·· .... ,000,... P O E M A S PROFANO S ;Tierra mía! ... ¡Qué humilde es la tierra mía! ¡Cuán pobre, su trazo austero! Mas ¡qué rico, su venero de generosa hidalguía! La huella gris de mi paso marcada está en su camino. Ella vió mi orto: adivino que también verá mi ocaso. Fué mi cuna y mi regazo. Ella y yo bien lo sabemos: un día nos fundiremos en un amoroso abrazo. Cielo azul de mi alegría; monte gris de mi bonanza; remanso de mi esperanza ... : ¡eso eres tú, tierra mía! ........... .. De Enrique Amat 167 CUANDO 168 LAS Y E MAS REVIENTAN Velázquez De Gabriel García Romeu Espíritus que nos hablan - por su causa -en rostros tersos. Divinos aires mezclados con el color de universo. Cielo, tierra, cuerpo y alma, fundidos en el aspecto del realismo asombroso que dió su pincel al lienzo. Reyes buscaron su fama, para mantenerse eternos. Los pontífices romanos le hicieron pintor de Pedro. •Tomó de la humana gama los que sus ojos quisieron. Inmortales hizo a todos los que escogió en su recreo. Hortelanos, viejos, damos, borrachos, bufones, lelos, enanos, perros, caballos ... , ¡ninguno de ellos ha muerto! ¿Cual fué el misterio de Silva? ¿Cual fué su hermoso secreto? ¿Cómo pasó, de sus ojos a la tela, el mundo abierto? Milagros hay en la trama de lo divino. El misterio -a mi ver- está en que Dios le prestó su mano a Diego. P O E M A S PROFANOS Bodas de P’lata de la Compa rsa de Estudiantes (Año 1955) De Jesús Zaragoza Gíner La Comparsa de Estudiantes · cinco lustros cumple hogaño. ¡Cinco lustros! ... ¡Quién dijera que los Colau, los Luciano, los Brotóns y Chimo, el de Ana, pasando por los Navarro, formar pudieran conjunto tan esplendente y bizarro, tan jovial y bullanguero, tan letífko y tan gayo, cuando su existencia toda hirsuta está de impagados!. .. Sin embargo, tal Comparsa cinco lustros cumple hogaño. Y al cumplir sus cinco lustros, de donaires empapados, Bodas de Plata celebra con los «Moros y Cristianos ». ¡Qué evento tan placentero revivir aquel «te amo », que sellara vuestras nupcias con los festejos de Mayo! ¡Cómo la sangre rebulle rememorando tal fasto!... La princesa núbil era aquella «Festa de Mayo », 16 9 CUANDO 170 LAS Y E MAS que Petrel, rancia, engendrara con un hálito sagrado; vuestra Comparsa incipiente, el galán apuesto y majo; las nupcias lugar tuvieron, cabe al Santo Bonifacio, una tarde perfumada de tomillos y amarantos. El momento fué solemne. Vuestra novia, sol de Mayo, anhelo de cien rivales, hada gentil del Parnaso, ocupaba una carroza, toda hirsuta de recamos. Cortejábanla «Rodelas» y «Vestales» de Damasco, flameando sus guiones ... Al son nupcial del alarde, con que, roncos, los festeros atronaban los espacios, entró, triunfal, en el Templo del glorioso Bonifacio, vuestra novia suspirada -ese regalo sagrado-, cual la esposa prometida a conjunto tan gallardo ... ... De las Bodas que celebran los Estudiantes hogaño, ¿sabes, lector, qué ha nacido? La agudeza y el encanto: ¡el retoño más gentil de los «Moros y Cristianos»! REVIENTAN P O E M A S PROFANOS Poemas del Valle (A Doroteo Román) De F. Mollá Montesinos 1. - Abriéndose el día. Se va abriendo el día, como una gran flor. Pétalos de aurora anuncian el sol. Júbilo radioso gana el corazón. El mundo lo invade la gracia de Dios ... ¡La vida! ¡La vida! ¡Asombro y dolor! ... Se va abriendo el día, como una gran flor. 11. - Tarde (Desde la cumbre del Cid) Todo el valle se ha dormido, en el lecho del paisaje, arrullado de silencios ... ¡Oh cuán místico este valle! Los pinares sueñan hondos, plenos del sol de la tarde, sumergidos en misterios dulces y azules del aire ... Cuán distante de la lucha, del dinero y de la sangre ... _ 171 CUANDO . 172 LAS Y E MAS De las presiones del hombre, cuán distante. ¡Cómo es grato sumergirse en ese mundo; sumarse a la ternura infinita; ser conci encia en lo inefable!. .. 111. -Noche (Desde la huerta) Se asoma la lun a al valle, desde la Peña del Sol. El silencio se bl anquea. Fluye un cándido palor ... Todo duerme en lo impoluto, como saudade del sol. Sólo se oye en el mundo el latir del corazón . REVIENTAN P O E M A S P R O F A N o s Desengaño Ya la niña, ensimismada, mirando está todo el día. Se pierde en la lejanía el azul de su mirada. En la tarde y la mañana sus ojos está clavando allá a lo lejos , mirando, de pie, tras de la ventana, su soledad desgranando en una espera que es vana. Siempre mirando el camino que, juguetón, serpentea y un pardo cerro rodea. Siempre, con aire cansino, su mirada azul otea interrogando al destino. La niña triste ¿qué mira? La pobre niña ¿qué espera? ¿Por qué llora y desespera, y por las noches delira, no tiene ya primavera y, con frecuencia, suspira? Porque un día él, ¡ay!, se fué. Por la senda, sí, le vió . La niña bien claro oyó, cuando él dijo; -¡Volveré!- De Enrique Amat 1 73 CUANDO 174 LAS Y E MAS Y aunque el sol se le nubló, dijo ella: -¡Esperaré!Mas nunca jamás volvió el zalamero galán. De otro amor sintió el imán y en sus brazos se quedó . ¡Ay, esperanza! ¡Ay, afán REVIENTAN de un amor que él traicionó! ... Por eso, desengañada, la niña en silencio llora, y se pierde, a toda hora, el azul de su mirada. r~:4ii) :::::-:: ~--· ......... , P O E M A S PROFANOS Consérvame, Señor, mi duro brazo (En la infancia de mi hijo) De Enrique Amat Mi brazo -desbordante de energía y del vigor que tu poder le ha dado es escudo, Señor, a cuyo lado crece el hijo que Tú me diste un día. Mi brazo, poderoso hoy, a porfía se mueve, diligente y esforzado, en lucha abierta por el pan honrado, si más difícil, de mayor valía. ¿Qué fuera de mi infante sin el lazo que anuda mi cariño con su vida? ¿Qué de su tierna carne desvalida que por el mundo va con embarazo? Por él y por mi fe no desmentida, consérvame, Señor, mi duro brazo. 175 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN A las ’Rodelas’ de la fiesta 170 de II M oros y Cristianos’ Ya llaman a fiesta comparsas de «Moros », « Marinos », «Flamencos », de música al son; _ y los «Estudiantes », y «Chusma » chispero, y los «Labradores », roncos de emoción. Los «Marinos » pasan, los remos batiendo; y los «Labradores », luciendo el calzón. El espacio rasgan los castizos tones que lavan quejumbres y ace rcan a Dios. La fiesta subliman cuadros ideales : hay Chicos-Guzmanes; hay nie tos de Agar . Mas la no ta tierna, al par que cas tiza, son las «Rodelit as» qu ienes nos la dan . Ellas , desfilando con blandir de espadas De Jesús Zaragoza Giner p O E M A S PROFANO y a la lucha instando al propio adalid, al mundo publican : en aquesta tie rra, hasta en las «Rodelas » vive siempre un Cid. Conchita Maestre y Encarna l’fovarro del Bando Cristiano las «Rodelas » son. Y Paca y Manola -de este mismo Bando a la Fiesta donan los brillos del sol. Mas yo no sabía por qué, del contento, en Lola Planelles se asoma el trasluz: es «Rodela » mora; su aljama, abatida, despojo es sangriento al pie de la Cruz ... Luego lo he sabido: perdieron sus huestes morunos castillos; ganaron, en cambio, de Cristo la luz . s 177, CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 178 Vos que fuistéis ... (Mirando el Castillo) De Enrique Amat Vos que vistéis el blanco caserío crecer a vuestras plantas humillado; que fuistéis su guardián más esforzado, bajo la sombra de mi Cid bravío. Vos, un día, clarín de de~afío, fiero titán de muros rodeado, Señor del valle verde y sombreado y dueño de un gallardo poderío, hoy mostrais vuestros lienzos descarnados; . vuestros ojos, deformes y vacíos; los recios torreones, derribados ... ¿Nadie os devolverá pasados bríos? ¡Señor de los destinos ignorados, aun quedan para Vos días sombríos! P O E M A S PROFANOS -------- ------ Petrel, mi honrada cuna De Enrique Amat Aunque humilde, me has dado honrada cuna. Junto a tí transcurrió mi primavera. Eres tú la visión más lisonjera y el ingente caudal de mi destino. No habrá -yo te lo juro- fuerza alguna que pueda separarme de tu vera, pues tú me diste la ilus ión primera: oro, de tu sol; plata, de tu luna. Estás tan abrazado a mi destino. que nunca olvidará la mente mía tu perfil conocido y luminoso. Quiero correr aquí todo el ca mino . Quiero que tu cip rés y tierra, un día, cubran mi carne y celen mi reposo. ::::❖:::: ... :❖: ... 179 CUANDO LAS YEMAS REVIENTAN 180 Nocturno en la montaña De un misterioso roquedo sale el gemido del buho. El viento murmura ledo, canta con la fuente a dúo. La luna sobre el pinar derrama ternura blanca. La nostalgia de un cantar unas lágrimas me arranca. De F. Mollá Montesinos Pienso en la vida, en los míos, en la noche y el camino .. . Señor -siento escalofríos¿cual será nuestro destino? :.::_-:.{~:-::::-= :-::~~::•: p o E M A S PROFAN OS Si dice a zarpar mi barca ... De F. Mollá Montesinos Si dice a zarpar mi barca hacia el mar sin horizontes. a mí no me d igais nada; que por mucho que navegue por las tenebrosas aguas, t endrá bauprés de saudades y timón en rumbo al alba. Si la v eis partir silente hacia brumas ignoradas , pens ad que seré en lo fosco la más humilde luciérnaga alumbrándome la ruta de esperanzas ... No saqueis blancos pañuelos de despe dida y de lágrimas; que ll evo, sobre la proa, ilusión, rielando el agua , y dos canc iones profundas en el sueño de las anclas. Arriba, besando alis ios, albo v elamen y jarci as, y un a brújula vibrátil hacia la estrella del alba, en el centro de la nave ... Si dice a zarpar mi barca hacia el mar sin horizontes , a mí no me digais nada. 181 CUANDO LAS Y E MAS REVI EN TAN Un reajuste de salarios 182 De Jesús Zaragoza Gíner Cuenta s iete moco suel os la mujer de Bonifacio, amén del suegro, la suegra y un perro de angora blan co . Malviven en un tugurio de Miguel, el de Lotario, a quien, por tanto rezar, se le pelaron los labios. El tugurio en que malvive la familia Bonifacio, puede describirse así: un pasillo, dos armarios, dos alcobas interiores y la pieza de allegados, donde comen y do enredan los suegros y los muchachos. ¿Dormir? .. . Duerme la famila, en tres angostos camastros, por turno de algunas horas que, de acuerdo, prefijaron. ¡A mí partióseme el pecho tal escena contemplando!. .. Mas, con todo, no es gran cosa lo de vivir hacinados; lo más g rave llega luego; la tragedia surge el sábado, cuando, quieras que no quieras, el pobrete Bonifacio o E M A s p R o tiene que soltar la «mosca», sin guardarse ni un ochavo . Su media naranja entonces -o limón, de los más agrios runrunea , cual un rito, su consabido rosario: Veinte duros, al casero; doce duros, a «Potorro»; a peluquerías, treinta; a panadero, otro tanto; para patatas y aceite, lo menos veinte durazos ... Total: que ya no me alcanza tu paguita de los sábados, para la «tele» y nevera , adquiridas de fiado, ni para lo de las rifas de la Manoli y de Paco. Dime, pues, marido mío: ¿cómo salir del atasco? Y el marido, quejumbroso, el pobrete Bonifacio -que con sólo buena tranca, a tiempo, haber empleado, no pasara la vergüenza de verse ahora en atascos dijo a su media naranja: F A N -Pues que Boni es un gran santo, no tenemos más remedio, que el de pedir el milagro de afanar, todos los meses, un reajuste de salarios. o s 183 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN Bien merece la pena ... 184 ¡Subid a lo alto del monte, que bien merece la penal Vereis a un viejo pastor, al que el rebaño rodea. Deteneos un momento en la candorosa escena. Mirad a un manso cordero cómo, obediente, se acerca, y cómo lame la mano del pastor, y cómo besa sus rodillas, dócilmente, una sumisa cordera. Ved al perro poderoso reclinando su cabeza, y haciendo como que duerme, vigila, vigila, vela ... Contemplad la tierra parda que está oliendo a sementera. Oid cantos de gañán empeñado en su tarea. Ved el sol cómo deslumbra, deslumbrante de pureza. Extasiaos junto al pino que su verde copa eleva, y mirad los tiernos tallos que un viento sutil cimbrea. Dilatad vuestros pulmones De Enríque Amat P O E M A S PROFANOS con la brisa que allí orea. Recread vuestra mirada contemplando tal belleza. Tonificad vuestros nervios con esa quietud, tan quieta, y deleitaos bebiendo toda la gracia serena que baña montes y valles, cañadas y parameas ... ¡Allí sí que está la paz! ¡Sobra ya la frase huera!. .. Decidme, pues, si por eso, por ver la graciosa escena de algunos corderos blancos que se van por la vereda; por sumergir vuestras almas dentro de tanta belleza como hay en la adusta cumbre, en la ondulada pradera, en el centenario pino, en el tallo que cimbrea, en la canción del gañán, en el perro que olfatea, en el profundo silencio, en la brisa mañanera, en el son de unas esquilas que allá, a lo lejos, resuena, y en los surcos que se abren en la generosa tierra, no será subir al monte una muy grata tarea. ¡Subid del monte a la cumbre, que bien merece la pena!. •. 185 CUANDO LAS Y E MAS REVIENTAN 186 Excursión De F. Mollá Montesinos 1. - La brisa matinal besó mi frente al salir del poblado, y en la brisa había efluvio, pluma, verso, risa y aliento divinal delicuescente. Florecía el almendro. Por Oriente la luz se columpiaba en la cornisa de la Silla del Cid . Llamando a Misa, tañía una campana tiernamente. Ascendí a lo más alto. El horizonte en brazos de la bruma se dormía. Los valles eran juegos de arrebol. Un misterio flotaba por el monte. La gracia sideral se derritía en cascadas olímpicas de sol. 11.- La distancia -cristal- se tornasola en la testa del orto iridiscente. En el viento se oculta una vehemente acústica sutil de caracola. El alma se satura -ola tras oladel alma del paisaje. Hay un ambiente para morir de azul; pero se siente que el flémito del tiempo se interpola. Descendemos al llano. Nos invade -en crescendo cromático del piano la sombra de la vida abierta en cruz . Cual lágr ima radiante de saudade, asciende el alma con fervor arcano del fondo del dolor hacia la luz. P ó E M A s P R ó FA N b S 187 188 Epílogo Como Epílogo de nuestro humilde FLORILEGIO, y con el ánimo de acrecer el acervo histórico de los estudiosos de Petrel, transcribimos cuatro documentos que se custodian en el Archivo de la Iglesia Parro quial de San Barto lomé, Apóstol. E l primero de estos documentos, que lleva por título: MEMORIA RELATIVA A CIERTAS ANTIG0EDADES DE ESTA VILLA, fué escrito por algún clérigo adscrito a la mencionada Iglesia, posiblemente el año l .700 . Los otros tres, denominados: ACTAS CORRESPONDIENTES A LA FESTIVIDAD D E MOROS Y CRISTIANOS, EN HONOR DE SAN BONI FACIO, MAR TIR, son de los años mil ochocientos setenta y cuatro. mil ochocientos setenta y c inco y mil ochocientos setenta y seis. /. -Memori a relativa a ciertas antigüedades de esta villa. 1.- «Entre las demás Villas de la Gobernación de Orihuela, a siete leguas de distancia, está situada la Villa de Petrel, cuya población será de unos tresc ientos y cincuenta vecinos . Goza esta Villa de un cielo saludable, aires puros, aguas sutiles, alimentos sólidos, y produce frutos de particular agrado para el gusto. Está colocada en una emi nencia a quien sirve de corona su castillo, que en algún tiempo fué respetable, y ao ra conserva en sus ruinas los monumentos de su antigüedad . Villa y Castillo dominan todo el valle de Elda, y constan do este de más de seis leguas de circuito, se presenta a la puerta de esta Villa una de las vistas más agradables, en la diferencia de plantas, olivos, almendros, igueras de que está poblado , que juntas con porción de viñas, y t ierras para trigo, cevada, y demás semillas forman una 189 confución ermosa en la variedad de colores que ofrecen ia naturaleza, e industria. 2 .-«EI término de esta Villa por la mayor parte es montuoso, y quebrado, de Levante a Poniente tendrá como dos leguas y media , de Norte a mediodía solas dos. Son sus confines por Levante con término de la villa de Castalia, caminando assia el Mediodía está la montaña de Maismó de Tibi, desde donde se dice descubriese la Ciudad de Valencia que dista diez y ocho leguas, y en verdad es portentosa su altura. Siguen los confines con término general de la Ciudad de Alicante, y particular de la Universidad de Agost, al mediodía con el de la Universidad de Monforte finalisando con el de la Villa de No velda, y tirando una línea de Poniente a Norte unida al término de Elda llega asta el de la de Sax, Reyno de Murcia. 3.-«A no aver procurado los abitadores de esta Villa todos los arbitrios para su manutención, nunca pudiera este término fructificar lo suficiente para ello. Doscientas taullas de regadío son regularmente la finca de la cosecha de granos en esta Villa, pues aunque ai mucha porción de tierra de secano, es por la maior parte débil, y espuesta frecuentemente a la falta de lluvias, y a los yelos, perjuicios que padece en este término por lo común la agricultura. De modo que aun siendo cosecha abundante mil caíces o poco más de trigo, y otro corto número de zevada, y adaxa o paniso, son el fruto de las fatigas del labrador, pero aun en esto manifiesta su anelo, pues en las más elevadas vertientes de los montes a donde para recoger las mieses no puede subir cavallería alguna, se ven bancales cortos que con el beneficio de la azada suelen dar en proporcionada cosecha a su dueño el premio de sus sudores. 4.-«Doscientas taullas de olivares y doscientas de viñas suplen de algún modo la falta de granos, tanto más que en los secanos se ads vierte tan aprovechada la tierra que aun entre piedras se hallan olivo y almendros. Puede desirse que el estar tan plantado el término mantiene a esta Villa. La cosecha de aseite es regularmente de dos a dos años, y si es completa el año lleno compensa con abundancia la falta del atecedente. El aseite por lo general es presioso, ya por ser 190 oliva del cuquillo, ya por el cuidado que ponen los cosecheros en evitar que se caliente, o pudra la oliva, o contraiga cualquier otro vicio de los que hacen el aseite del mar sabor. 5.-«La almendra se divide en tres clases: común, alvale o pestaña, y fina, aunque todos los años esta cosecha suele perderse con facilidad por los fríos, por ser su flor de poca resistencia, bien que siempre se conserva en algunos parajes por la causa que diré al número siguien te. Así también ta l cua l cosecha de igos que o en espesie se venden, o consumen, o con la mezcla de almendras y correspondientes especias se acen panes que en todas partes son estimables, ni faltan algunas frutas sabrosas, en especial nueces, melocotones, ubas selectas, en las que prevalese el valensí de Petrel. 6.-«EI clima de este término es vario, y lo causa las muchas mon tañas que en sí contiene, estas forman en distintos parajes ya ríos por donde pasa acanalado el aire, ya enduras cerradas con estrecha salida para el agua de las vertientes, en donde el sol calienta la tierra, y con dificultad ventila el aire, y ya la misma altura del terreno, de modo que lo inmediato a la población, a la partida de Catí que distará dos leguas, se retardan más de un més las cosechas. 7.-«La antigüedad de esta Villa en toda su extensión no se encuen tra aquí testimonio para provarla, ni tampoco quien le diese el título de tal, y aunque de esto se hallará alguna noticia en los archivos del Exmo. Sr . Duque de Santi Estevan, del Coleg io Dominicos de Orihuela, y Catedral de Murcia, según se me ha asegurado, no faltan motivos para fundar su ansianidad. Aun se manifiestan en pie algunos lienzos de muralla de tapia de argamatas , con que se conoce que en otro tiempo fue villa cerrada, aunque algo más inmediata entonces al castillo; este aun en ruinas denota fué fortaleza insigne, y capaz de asegurar un buen número de gente, y con efecto se refugiaron a él todos los vecinos en las guerras de este Reyno en el principio de este siglo. Una paret de argamasa con el pie de cantería de más de cincuenta palmos de elevación, y ocho de ancha por lo más alto, con torreón en medio y acaso también en las esquinas, aunque sóló el de el medio existe, sirve aun de fortaleza a una plaza espaciosa que se 1 9 1 manifiesta a la entrada del castillo. Sigue un ancho foso con puente lebadizo, puerta forrada de yerro, con troneras de piedra encima, estrechos los callejones inmediatos con sus pequeños fortines, y en lo interior, obra todo de argamasa, y cantería, abitación suficiente para cualquier Gran Señor con considerable familia. Y aunque queda poco en pie, bien se conose haver sido de cuatro altos el edificio. Entre otras estatuas antiguas que en él havía se ve una de medio relieve vestida de túnica señida con correa o síngulo, cabeza d escubierta y poblada de cabello largo y estendido . Los papeles más antiguos que por aquí se encuentran nombran Villa a Petrel. El año 1.422 pasó la Villa de Petrel con lo de Aspe, y otros, o la Coso de Corello, o Duque de Santi Estevon . En tiempo de moros se advierte por muchos años uno mixta jurisd ición de Christionos y Arobes. En la conquisto del Rey Don Jayme se hace mención de este Castillo. En lo general expulsión de los moriscos solieron de esto Villa más de trescientas familias, con lo que quedó desierta en un todo, por lo que le fué presiso a Don Antonio Coloma, Señor entonces de ella, para cumplir con las órdenes del Señor Don Phelipe Tersero de eterna memoria, traer nuevos poblado res. Estos vinieron de la Huerta Alicante, Xixona, Castalia, Onil y Biar, en número de cien familias, todos christianos viejos, por lo mismo se dividieron las asiendas o tierras de cultivo en quatro clases, dando a cada familia por suertes además de una casa, una Huerta, que son dos taullas, un olivar, una viña y una porción o suerte de secan o. 8.-«EI escudo de Armas de esta villa es un castillo con tres torres, de cuya concesión no hay instrumento en este archivo, solo sí en el prinsipio de este siglo se aumentó por privilegio del Señor Don Phelipe Quinto de eterna memoria, con un brazo, y una espada al lado, y una bandera a otro lado, y dos dragones por orla, sin que se pueda ase gurar si la corona que en él se manifiesta tiene sola esta antigüedad, o prosede de haver sido en algunos tiempos villa sujeta inmediata mente a la corona. Por papeles que existen en el archivo de Aspe se comprueba. 9.-«En 14 de Diciembre de 1.705 esta Villa, como una de las de la unión de Castalia, firmó un acto público ante Salvador Rico, Escrivano, en que se obligaban sus vecinos a sacrificar vidas y Hacienda por su 192 monarca el Sr. D . Phelipe Quinto, con efecto se formó una compan1a de cien hombres mantenida por los vezinos, y Governada por el Ca pitán D. Pedro Corbí, quien no solo procuró defender las mencionadas villas para dicho Augusto Monarca, si .que trabajó en atraer a otras, y asistir a aquellas comi siones que se le encargaron por Real Orden. De estos servicios practicados por todo el tiempo de la Guerra procedió el ver premiada esta Villa, y las unidas, con el testimonio: l.º De darse por bien servida la Majestad. 2.º El referido distintivo en el escudo de Armas. 3. 0 Título de Muy Nobles, Fieles Leales vasallos. 4. 0 Permiso de llevar armas ofensivas y defensivas en todos los dominios. 5.° Franqueza por diez años de contribuciones Reales, y también la parte que podría tocar a las Villas unidas en la extraordinaria contribución de cincuen ta mil Doblones, que devió pagar todo el Reyno, sosegadas las Guerras. 6. 0 Libertad para embarcar en Alicante los frutos, sin más derechos, que los que contribuien los vecinos de esta Ciudad. 7. 0 Apli cación de diez mil Ducados de los bienes confiscados de la ciudad de San Felipe. Bien que e! privilegio de Franqueza para todos los frutos de esta Villa en todos los Puertos, Aduanas, puentes ia estova también concedido en las cortes de Valencia en 20 de Abril de 1.434, y confir mado en 1 de Marzo de 1.441. 10.-«Esta Villa al presente está comprendida en el condado de Elda. Es su Señor temporal el Excmo. Señor Conde de Pinonrostro; en otros tiempos estuvo unida con la de Aspe como un solo señorío, y en más antigüos se comprueba aver sido del Patronato Real. Aunque no corre Rio alguno en este término, las vertientes de los montes forman una Rambla, que pasa a orillas de la Villa, por la que se suelen en las lluvias dirigir algunas Aguas a tierras de secano, y las sobrantes desaguando en el Rio de Elda, tienen su término en el pantano de Elche. Por la misma Rambla, se dirigen las aguas que sirven para el riego de las doscientas taullas de Huerta que posee esta Villa; estas se componen de algunas cortas Fuentes, y en especial de las que en esta tierra llaman Minas, que son unas excavaciones subterráneas, hechas de estudio, que manifiestan considerable Antigüedad, i de cuio prin cipio no hay memoria alguna. Serán dose años que se descubrieron por casualidad dos Minas nuevas inmediatas a las antecedentes a unos 193 treinta palmos en lo interior de la tierra, en que se encontraron candiles de metal, sin duda para trabajar esta excavación. Se mani fiestan algunos conductos antiguos por donde antes se dirigían estas aguas. Junto a este terreno, que distará como una media legua de esta Villa, se manifiestan cimientos de casas, y calles de una antigua Población. 11.-«0tra fuente copiosa nace en este término, a un cuarto de legua de distancia de la que S::l abastece para bever la Villa de Elda. Está contigua a una Casa fuerte que es el título del Marquesado de Noguera. Hay tradición haver sido esta Casa de recreación de los obispos de Cartagena antes de erigirse el de Orihuela, y comprenderse en él esta Villa. Hay también una fuente de bastante copia, y perma nente, cuia agua que es salada hace congelada una sal muy buena, y muy blanca, pero está sin uso, y se guarda por un dependiente de Salinas. Otras fuentes pequeñas hai, cuia agua es muy sabrosa. ligera y saludable , pero entre todas, que en verdad son mui buenas, la de Almadrava, se ha experimentado repetidas vezes por muchos, y por propia experiencia puedo asegurar tiene qualidad de diurética, dispierta el apetito y pone los humores en el equilibrio necesario en especial para los Ypocondriacos. Entre todas las sierras de este término la mas nombrada, y de considerable altura es la Montaña del Zid. Tiene este nombre por haver tradición que Rui Diaz de Vivar se rehizo a ella con su exercito, y dexó en la montaña su renombre. En su cima se advierten ruinas y cimientos de algunas Casas, y pesebres, que no pudieron ser de labradores, por ser pinar mui viejo, y por lo mismo coto reservado para la marina Rea 1, y no baver tierras de cultivo sino a su falda . 12 .-«Por las ruinas que aun permanecen se sabe haver havido un Horno de Vidrio, y por algunas escrituras antiguas consta huvo también Molinos de Pólvora, y de Tabaco. Al presente ninguno existe, solo se pueden contar como fábric as alguna porción de telares en que se tegen lienzos, y estameñas con que se abastecen en gran parte los vezinos de esta Villa, y aunque la Lana que en las sargas se consume es fruto del país producido por algunos pocos ganados que en él se alimentan, el cáñamo se trae de fuera. En este Pueblo hai solo una Parroquia, cuio titular es S. Bartolomé Apóstol, en ella hay fundado un clero para 194 la solemnidad de los ofkios Divinos, y por ser la Fábrica pequeña se está actualmente edificando un nuevo templo al mismo Santo Apóstol. Este edificio ocupa con su puerta principal y dos torres a los lados un lienzo de los cuatro que forman una hermosa Plaza en cuio medio está cita una alta Fuente que además de abastecer la Villa, derrama por conducto subterráneo en las aguas del riego. A un muy corto paseo de esta Villa, dirigiendose por un camino espacioso en donde se a edificado nuevamente el viacrucis, y en una pequeña eminencia está colocada una Ermita muy capaz en la que se venera la Cabeza de San Bonifacio Mártir, y a poca distancia otra Ermita dedicada a Jesucristo crucificado, con la invocación del Calvario del que toma nombre la Montaña» .. 11.-Actas correspondientes a la festividad de Moros y Cristianos, en honor de San Bonifacio, Mártir. Acta n.º 1.-Reunidos en la hermita de San Bonifacio de esta Villa, el día quince de Mayo de mil ochocientos setenta y cuatro, terminada la misa que en acción de gracia se ha celebrado a dicho Santo, por haberse verificado la fiesta sin haber tenido que lamentar desgracia alguna de consideración, los Señores D. Ramón Maestre, Alcalde, Don Enrique Amat, Teniente 1. 0 , D. Juan Soria, Teniente 2. 0 , los capitanes y alféreces de Moros y Cristianos y muchos de los indivíduos que han cooperado a solemnizar la fiesta, se procedió al nombramiento de los capitanes y Alféreces que debían funcionar en la fiesta del año próxi. mo de 1.875. «Seguidamente se presentaron voluntarios para capitanes de Moros con el cargo y obligación de eligir Alférez, Juan Brotons y Payá y Andrés Poveda Rico, y hechadas suertes entre ambos salió para desem peñar dicho cargo el Andrés Poveda y Rico, quedando para ocupar el cargo de suplente de éste Francisco Guillón y Valls, que se prestó voluntaria mente. «Acto seguido compareció Melchor García y Maestre presentándose voluntariamente para desempeñar el cargo de capitán de Cristianos con la misma obligación que el anterior de elegir Alférez, y no habién dose presentado otro con iguales garantías, queda designado para desempeñar el mencionado cargo, y para suplente del mismo Marino 195 Rico y Payá, que igualmente se ofreció voluntariamente quedando por lo mismo constituída la fiesta para el año 1.875 con las personas siguientes . «Capitán de Moros con la obligación de elegir Alférez: Andrés Poveda y Rico. Suplente del mismo: Francisco Guillén y Valls. «Capitán de Cristianos con la misma obligación: Melchor García y Maestre . Suplente del mismo: Mariano Rico y Payá. «Y para que conste se extiende la presente que firman con el Sr. Alcalde los Seres. presentes que han tenido .a bien, de que yo el Secretario del Ayuntamiento, certifico .-En rique Am at.-Mariano Pérez.-Hay un sello, en el que se lee: Alcaldía constitucional. Villa de Petrel».Acta n.º 2.- «Reunidos en la hermita de San Bonifacio mártir, de esta Villa de Petrel, el día quince de Mayo de mil ochocientos setenta y cinco, terminada la misa que en acción de gracias se ha celebrado a dicho Santo por haberse verificado la fiesta sin haber tenido que lamentar desgracia alguna, los Sres . D . Enrique Amat Maestre, Alcalde, D. Luis Cabero Ballestrer, Teniente 1. 0 , D. Gabriel Pérez López, Regidor Síndico, los capitanes y alféreces de moros y Cristianos y muchos de los indivíduos que han cooperado a solemnizar la fiesta, se procedió al- nombramiento de los Capitanes y Alféreces que deben funcionar en la fiesta del año próximo de 1.876, bajo las condiciones siguientes. lª.-Cada capitán y alférez, tanto de moros como de Cristianos, traerán y costearán por su cuenta una música, pagando los demás gastos de dobla, sermón y procesión, por mitad. «2.º-No podrán eximirse del compromiso ningún funcionario de llevar a efecto la fiesta, a no ser por el fallecimiento de padres, mu geres, hermanos o hijos, ocurrido dentro de los tres meses anteriores a la fiesta. «Conformes todos los presentes con d ichas condiciones, se presen taron como voluntarios para llevar a efecto la fiesta en dicho año 1.976, las personas siguientes: «Para capitán de C ristianos: Juan Navarro Poveda.-Para suplente de Ydem: Páscual Vidal Torregrosa.-Para alférez de Ydem: Basilio Maestre Galiano.-Para suplente de Ydem: José Navarro Payá.-Para 196 capitán de moros: Pablo Monteslnos Amat.-Para suplente de Ydem: Juan Antonio Maestre Poveda.-Para alférez de Ydem: Yginio Verdú Méñes.-Para suplente de Ydem: Antonio Brotons Amat. «Y para que conste se extiende la presente que firman los Sres. presentes que saben, de que yo el Secretario del Ayuntamiento certi fko .-Enrique Amat.-Luis Cavero .-Mariano Pérez.-Hay un sello que dice: Alcaldía Constitucional.-Villa de Petrel. Acta n. 0 3 .-«Reunidos en la hermita de San Bonifacio de la Villa de Petrel, día quince de Mayo de mil ochocientos setenta y seis, ter minada la misa que en acción de gracias se ha celebrado a dicho Santo por haberse verificado la fiesta sin haber ocurrido desgracia alguna, los Sres . D. Enrique Amat, Alcalde, D. Luis (overo, Teniente l.º, D. José García, D. Bonifacio Bernabeu y D. Joaquín Reig, Regidores, los capitanes y alféreces de Moros y Cristianos y muchos de los indi víduos que han cooperado a solemnizar la fiesta, se procedió al nombramiento de los capitanes y alféreces que deben funcionar en la fiesta del año próximo de mil ochocientos setenta y siete, bajo las condiciones siguientes: «1.ª-Cada capitán y alférez, tanto de Moros como de Cristianos, traerán y costearán por su cuenta una música, pagando los demás gastos de dobla, sermón y procesión por mitad. «2.ª-No podrán eximirse del compromiso ningún funcionario de llevar a efecto la fiesta, a no ser por el fallecimiento de padres, mu geres, hermanos o hijos, ocurrido dentro de los tres meses anteriores a la fiesta. «Conformes todos los presentes con dicha función, se presentaron como voluntarios para llevar a efecto la fiesta en dicho año 1.876 las personas siguientes: «Para Capitán de Moros: Bernando García López.-Para suplente: Antonio Maestre Payá.-Para alférez de Ydem: Juan José García Na varro.-Para suplente de Ydem: Juan Antonio Maestre Poveda. «En este estado no presentándose persona alguna para desempeñar los cargos de capitán y alférez de Cristianos, e invitados los Sres. Alcalde y Concejales, se presentaron las tres comparsas de cristianos que han funcionado en la presente fiesta manifestando que llevarán 197 a efecto la fiesta del pr6x1mo año nombrando para el’lo una iunta directiva, la que se encargará de proporcionar los recursos para dicho fln, y en vista se presentaron como voluntarios para Capitán de Cris tianos: Francisco García Maestre. - Para suplente: José Máñez Martínez. Para alférez: Juan Navarro Poveda.-Para suplente: Pascual Vidal Torregrosa. «Y para que conste se extiende la presente diligencia, debiendo hacer constar: «l .º .-Que cada comparsa nombradas, Catalana y Vizcaína, abo narán cincuenta pesetas para ayuda de la fiesta de Cristianos. «2. 0.-La comparsa Garibaldina abonará cinco pesetas por cada indivíduo que la componga, advirtiendo que si dichos indivíduos no llegan al número de diez, abonarán de todos modos cincuenta pesetas, firmando con el Sr. Alcalde los concurrentes que saben de que certiflco.-Enrique Amat.-Luis Cavero.-Mariano Pérez.-» . • 198 • Indice general de materias Primera parte (Poemas Religiosos) DEDICATORIA Jesús Zaragoza . A GUISA DE PROLOGO Doroteo Román . LA ERMITA DEL CRISTO Jesús Zaragoza SOMOS ALGO EN COMUN Jesús Zarago za. . ¡QUE BIEN VIVIR AQUI! Jesús Zaragoza QUE PUES QUIERO BESARTE, TU ME BESES Jesús Zaragoza AÑORANZAS Jesús Zaragoza NOCHE BUENA EN CAMPAÑA Jesús Zaragoza CAMPOSANTO ALEGRE Jesús Zaragoza POR ESOS NIÑOS, SEÑOR ... Enrique Amat SOLEDAD (A Cristo crucificado) Enrique Amat SEÑOR ... F . Mollá Montesinos SAN FRANCISCO DE ASIS F. Mollá Montesinos PENETRAME, SEÑOR F. Mollá Montesinos ES MI BARCA, SEÑOR Enrique Amat 3 5 7 9 12 14 16 19 23 25 27 28 29 30 · 31 SIN TI, SEÑOR ... F. Mollá Montesinos ¡TANTO AMASTE A LOS HOMBRES! ... P. Mollá Montesinos VEN A MI LADO, SEÑOR ... Enrique Ama! GRACIAS TE DOY, SEÑOR (Renunciación) F. Mollá Montesinos HIMNO A LA VIRGEN DEL REMEDIO Jesús Zaragoza OFRENDA Enrique Ama! RUEGO F. Mollá Montesinos EL MANTO DE LA VIRGEN (Plegaria) Jesús Zaragoza CUANDO BAJAN A SAN BONIFACIO ... Enrique Ama! AMARGOS FRUTOS Enrique Ama! A LOS PIES DEL REDENTOR Enrique Ama! AL POSTRARME A TUS PIES F. Mollá Montesinos SENTIRTE F. Mollá Montesinos RETORNO AMOROSO F . Mollá Monte sinos PRECS A LA VERGE DEL REMEI Jesús Zara goza ¡OH L AS FIEST AS DE MAYO PETRELENSES! Jesús Zaragoz a SI , PERO NO ME PIDAS ESO .. . Jesús Zaragoza LA ERMITA DE SAN BONIFACIO Enrique Ama! 33 34 35 36 37 38 39 40 43 44 45 46 47 48 49 51 53 54 MI FE EN SAN BONIFACIO Enrique Amat MI MUNDO SOIS VOS ... Enrique Amat MI PLEGARIA A LA VIRGEN F . Mollá Montesinos NAVIDAD DE 1965, FELICITANDO A UNOS NIÑOS F . Mollá Montesinos BONIFACIO, LA FIESTA ERES TU Jesús Zaragoza RENUNCIAMIENTO (A la Virgen del Remedio) Enrique Amat CUANDO MIRAMOS LA MAR F . Mollá Montesinos A LA PATRONA DE MI PUEBLO Enrique Amat LAS PIEDRAS F . Mollá Montesinos POSTRADO ANTE TU IMAGEN Enrique Amat Y A ES LA HORA . .. Enrique Amat FUENTE DEL TIEMPO .. . F. Mollá Montesinos EL RAMO DE LA VIRGEN DEL REMEDIO Jesús Zaragoza EVOCACION BIBLICA F . Mollá Montesinos SUPLICA A LA VIRGEN DEL REMEDIO Enrique Amat CANCION DE CUNA F. Mollá Montesinos LO MIO F . Mollá Montesinos CUANTA MISERICORDIA, SEÑOR F . Mollá Montesino s 55 56 57 58 60 63 64 65 66 68 69 70 71 72 73 74 76 77 ELOGIO DEL CAMPO ... Enrique Amat EL PAN F. Mollá Montesinos ME BASTA CON MIRAR TUS OJOS (A la Virgen del Remedio) Enrique Amat TE HUBIERA BESADO ... Jesús Zaragoza CUANDO ADVIENEN A ESTE MUNDO. ¿QUE VERAN LAS ALMAS, F. Mollá Montesinos ALMA (A F . Albors) F. Mollá Montesinos ¡QUE INJUSTOS SOMOS CONTIGO! (A la Virgen del Remedio) Enrique Amat 14 DE MAYO Enrique Amat ENTREGA TOTAL F. Mollá Montesinos OFRENDA DE PETREL A SU PATRONA Jesús Zaragoza A LA PATRONA DE PETREL (Oración) Enrique Amat ¡MADRE MIA! Enrique Amat EL CAMINO DE LA VIDA F. Mollá Montesinos 78 80 82 83 84 85 87 88 89 90 92 93 94 Segunda parte (Poemas Profanos) PETREL Jesús Zaragoza CARA A LA LUNA Gabriel García Romeu MI TIERRA Enrique Amat EL MONTE «SILLA DEL CID» (A D. Santiago García Bernabeu) F. Mollá Montesinos ¡QUE NOVIA TAN GUAPA!. .. Jesús Zaragoza LA SIEMBRA F. Mollá Montesinos TU QUE MIRAS TANTO EL CIELO F. Mollá Montesinos CELOS Gabriel García Romeu . ¡QUE HONDO TE SIENTO! Enrique Amat EL CASTILLO DE PETREL ME TIENE LOCO Jesús Zaragoza LA AMADA Y LA AMNESIA Gabriel García Romeu . A UN POETA F. Mollá Montesinos PORTICO SAGRADO (A Teixeira de Pascoaes) F. Mollá Montesinos A UN VIEJO PINO Enrique Amat MADRE Jesús Zaragoza CADA CUAL DE NOSOTROS ES .. . F. Mollá Montesinos DOBLE DESEO (A tí, única) F. Mollá Montesinos ESTRELLAS FUGACES F. Mollá Montesinos 99 100 102 104 105 106 107 108 109 112 114 115 116 117 119 121 122 123 Páginas EN SlLENéIO Gabriel García Romeu 124 CAMPO AMIGO, VIDA ENTERA ... Enrique Amat 125 •EL ROLLO DE SAN JUAN • Jesús Zaragoza 127 EL AMOR REDIME (A D . Jesús Zaragoza) F. Mollá Montesinos 130 LAMENTOS F. Mollá Montesinos 131 MADRE ESPAÑA Enrique Amat 132 EN SILENCIO Enrique Amat 133 DESESPERACION Gabriel García Romeu . 134 IMAGEN DE ESPAÑA Jesús Zaragoza 135 ESOS VERSOS QUE AFLORAN .. . F. Mollá Montesinos 136 ERES MI MADRE F . Mollá Montesinos 137 PARACAIDISTAS Gabriel García Romeu . 138 PAISAJE NATAL Enrique Amat 139 DOMINGO DE PASCUA Enrique Amat 141 LA FIESTA SE LEVANTA Jesús Zaragoza 142 INVITACION AL CANTO F . Mollá Montesinos 144 TARDE GRIS Enrique Amat 146 PROMESA IMPOSIBLE Gabriel García Romeu . 147 REINA POR TRES DIAS (A María del Carmen Zaragoza) Jesús Zaragoza SI YO NO FUERA ETERNO (A Juan Ramón) F. Mollá Montesinos PARTO DOBLE 148 150 Gabriel García Romeu . 151 MAÑANA. SEÑOR, MAÑANA . .. (A mi hija, en la víspera de ser Abanderada) Enrique Amat 153 CUANDO ESOS OJOS NO MIREN (A mi esposa) Enrique Amat LA RUBIA CHICA DEL BARRIO Jesús Zarag oza EL PROGRESO F. Mollá Montesinos EL ARBOL SAGRADO (A mi anciano padre) F. Mollá Montesinos ROMANCE PARA UNA MADRE Enrique Amat CORONA DE ALICANTE (Desde Petrel) Gabriel García Romeu . ¡ARRE CABALLO!. .. Jesús Zaragoza COMO EL MARTIRIO DEL AGUA (A Enrique Ama!) F. Mollá Montesinos ¡TIERRA MIA!. .. Enrique Amat VELAZQUEZ Gabriel García Romeu . BODAS DE PLATA DE LA COMPARSA DE ESTUDIANTES (l.955) Jesús Zaragoza POEMAS DEL VALLE (A Doroteo Román) F . Mollá Montesinos DESENGAÑO 154 155 157 158 161 163 164 166 167 168 169 171 Enrique Ama! 173 CONSERV AME, SEÑOR, MI DURO BRAZO (En la infancía de mi hijo) Enrique Amat 175 A LAS «RODELAS• DE LA FIESTA DE •MOROS Y CRISTIANOS• Jesús Zaragoza VOS QUE FUISTEIS ... (Mirando el Castillo) Enrique Amat PETREL . MI HONRADA CUNA Enrique Amat NOCTURNO EN LA MONTAÑA F . Mollá Montesinos SI DICE A ZARPAR MI BARCA ... F. Mollá Montesinos UN REAJUSTE DE SALARIOS Jesús Zaragoza BIEN MERECE LA PENA ... Enrique Amat EXCURSION F . Mollá Montesinos EPILOGO MEMORIA RELATIVA A CIERTAS ANT IGÜEDADES DE ESIA VILLA ACTAS CORRESPONDIENTES A LA FESTIVIDAD DE MOROS CRISTIANOS, EN HONOR DE SAN BONIFACIO, MARTIR . Página s 176 178 1 79 180 18 1 182 184 186 1 89 189 y 195

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