Alberto Miralles: “Al ver como mi padre pudo escuchar por primera vez gracias a un implante coclear, supe que quería estudiar ingeniería Biomédica”
El eldense Alberto Miralles Abete tiene 22 años, estudió Educación Primaria en el colegio Padre Manjón, y la ESO en la Sagrada Familia hasta segundo de Bachiller. Después cursó Ingeniería Biomédica en la Universidad Carlos III de Madrid. En julio de 2019 recibió una beca de Postgrado de la Fundación Mutua Madrileña, beca que seguirá hasta que finalice su máster en 2021.
¿La Fundación Mutua Madrileña le concedió una beca por ser un alumno brillante?
Es una beca que la Fundación concede a hijos de mutualistas, en mi caso mi madre tiene desde siempre un seguro en la Mutua Madrileña, por mérito académico.
¿Qué le llevó a elegir la especialidad de Diseño de material instrumental médico avanzado?
Mi interés en el campo de la ingeniería aplicada a la salud nació hace más de once años, día en el que mi padre pudo escuchar por primera vez gracias a un implante coclear. Desde entonces siempre he soñado con poder desarrollar dispositivos biomédicos para ayudar a personas con discapacidades. Por esta razón, decidí estudiar Ingeniería Biomédica.
¿Por qué ha elegido Holanda para realizar sus estudios de posgrado?
Tras cuatro años de carrera, me encantó la idea de poder especializarme para desarrollar y mejorar dispositivos biomédicos en alguna de las mejores universidades del mundo dentro de este campo, motivo por el que elegí la especialización de Dispositivos Biomédicos y Bioelectrónica dentro del Máster en Ingeniería Biomédica de la prestigiosa Delft University of Technology (TU Delft), en los Países Bajos. Esta universidad cuenta con numerosos laboratorios de investigación centrados en dispositivos biomédicos y está ubicada en el puesto 17 de 500 universidades de todo el mundo en la categoría de «Ingeniería y Tecnología» en el World University Rankings. El segundo año del Máster consiste en prácticas y elaboración de una tesis, las cuales se pueden hacer en otro país.
¿Siempre le ha gustado la ciencia y la ingeniería?
Desde que era un niño me ha encantado la ciencia y la ingeniería. Aún me acuerdo de preguntar a mi abuelo cómo funcionaban incontables cosas. A este interés le añadiría el contacto que siempre he tenido con las ciencias de la salud: mi padre es farmacéutico y tiene un laboratorio de análisis clínicos y cuando era pequeño quería dedicarme a lo mismo que él. Sin embargo, el día que mi padre pudo empezar a escuchar gracias a un implante coclear, lo tuve claro. La mirada de un padre al escuchar por primera vez la voz de su hijo o la mirada de una persona con movilidad reducida al poder caminar por primera vez gracias a un dispositivo inventado con tu trabajo no tiene ningún precio. Por ello, desde aquel día, he tenido claro que me encantaría diseñar instrumentación médica avanzada para ayudar a que las personas con discapacidades puedan tener una vida más fácil.
¿Dónde le gustaría trabajar en el futuro?
La verdad no lo sé. Siempre me ha encantado vivir en España. Desafortunadamente, diversos motivos han hecho que muchos jóvenes tengamos que salir del país a trabajar o estudiar. Personalmente, he tenido buenas experiencias en el extranjero: durante mi grado he estudiado en Australia, Estados Unidos y actualmente estoy muy feliz en los Países Bajos. Esto no quita que me encantaría poder volver algún día a trabajar en España. Lo que pasa es que el auge actualmente de la Ingeniería Biomédica está en países como Estados Unidos, Países Bajos, Bélgica o Alemania y es donde más probabilidades de trabajo veo.
¿Qué proyección tiene su preparación para ayudar a las personas con discapacidades físicas?
Todavía falta mucho por mejorar dentro de la Ingeniaría Biomédica ya que es un campo muy nuevo. Confío en poder seguir aportando con mi educación a mejorar la vida de la gente. Para mí, sería un sueño que mi padre pudiese escuchar todavía mejor con un implante coclear pensado y diseñado de su mano, pues nadie mejor que él o una persona con discapacidad auditiva sabe qué mejoras o cambios necesita. De esta forma, se lograría llegar a dispositivos biomédicos personalizados que sean completamente útiles para las personas con discapacidad.
¿Cómo es su vida en Holanda?
Vivo en Delft, una pequeña ciudad universitaria que está cerca de Rotterdam. Me encanta el ambiente de la cuidad porque todo el mundo va en bicicleta a trabajar y a estudiar y es una cuidad muy tranquila. Además, hay muchos recursos para hacer ejercicio y actividades sociales, que permiten descansar un poco del estudio. Lo que menos me gusta es la lluvia y que no hace tanto sol como en España. Además, hay muchos recursos y facilidades a los cuales como estudiante tengo acceso, además las relaciones con los profesores son cordiales y respetuosas.
¿Cuál fue su primera experiencia internacional en relación a sus estudios?
Siempre he querido viajar y estudiar en todo el mundo. Después de dos años estudiando en la Universidad Carlos III de Madrid, pasé seis meses como estudiante de intercambio en una de las universidades más conocidas de Australia: The University of New South Wales, en Sidney, donde viví mi primera experiencia académica internacional y fue muy enriquecedora.
¿También ha estudiado en Estados Unidos?
Mi siguiente desafío fue como estudiante de intercambio en Purdue University, en Estados Unidos, donde también estuve trabajando en un laboratorio de investigación enfocado en el desarrollo de dispositivos biomédicos multifuncionales flexibles con aplicaciones avanzadas, donde además conocí a mi novia, ingeniera biomédica también.