Irene Navarro: "Las mujeres de Petrer hemos conseguido un nuevo éxito"
Petrer abrió ayer un nuevo capítulo de su historia con la investidura de Irene Navarro, a sus 35 años, como la primera alcaldesa de la localidad. Ahora tiene por delante dos años en los que desea continuar con el proyecto del equipo de gobierno formado por el Partido Socialista, Izquierda Unida y Compromís, “porque está enfocado en mejorar la vida de los petrerenses”.
Su primer mes al frente del Ayuntamiento será el más complicado, tendrá que compaginar su cargo como alcaldesa con el de concejala de Fiestas, Mercado, Comercio, Servicios Generales y Cementerio hasta que a finales de mes María Salud Sánchez sustituya al exalcalde Alfonso Lacasa y se incorpore al equipo de gobierno. La nueva edil la relevará al frente de todas estas áreas salvo Fiestas, pues Navarro ha decidido mantenerla porque “la he interiorizado, me encanta cada una de nuestras fiestas, creo que tienen una vinculación con la tradición y con nuestra cultura, no puedes conocer a las gentes de una localidad si no conoces sus fiestas”.
Afirma sentirse nerviosa por asumir este nuevo reto pero a la vez cierta tranquilidad puesto que “tengo un gran equipo detrás, no me refiero solo a los concejales, este Ayuntamiento cuenta con un gran funcionariado con el que es muy fácil trabajar, sinceramente creo que son los mejores técnicos con los que podríamos trabajar. El político marca la línea y ellos lo ejecutan con rapidez y diligencia”.
Navarro lidera un equipo de gobierno conformado por tres fuerzas políticas y explica que “hemos conseguido cumplir muchos objetivos en la mitad de legislatura, seguiremos esa línea de trabajo, que está funcionando”. Añade que “Alfonso siempre será mi padre político, seguiré su camino, pero yo soy yo, y creo que en mi gestión quedará patente un toque femenino”.
Ser alcaldesa para Irene es “una doble responsabilidad, no solo por asumir el cargo sino por ser mujer. Esta sociedad ha avanzado mucho en pero en la igualdad creo que todavía se nos exige más a las mujeres solo por el hecho de serlo”. A Irene le enorgullece poder ser un ejemplo de que “las mujeres podemos ser capaces de conseguir lo que nos propongamos. Ayer las mujeres de Petrer conseguimos un nuevo éxito”. Irene Navarro estudió Óptica y Optometría en Alicante, y con tan solo 21 años se marchó a vivir a Málaga buscando un futuro laboral, lejos de su familia, donde trabajó durante 5 años como óptica. Cuando daba por hecho que allí echaría raíces decidió volver al municipio donde reside desde hace casi 10 años.
Respecto al acercamiento que ha existido en los dos últimos años entre los municipios de Elda y Petrer, Navarro asegura que trabajará para que continúen existiendo estos lazos pues "es ilógico que no lo hagan cuando parece que no existe límite entre ambas localidades, hay vecinos que entran por su casa de Petrer desde Elda y viceversa. Si Elda nos pide ayuda, le tenderemos la mano, y estoy segura de que también ocurrirá al contrario. También trataremos de unirnos para potenciar nuestros puntos fuertes".
Sin duda lo que más le marcó en su vida fue su embarazo gemelar, y hace tres años dio a luz a dos pequeñas que hoy son el centro de su mundo: “Cuando tengo un mal día y llego a casa se me pasa todo cuando me dan un abrazo o un beso. Creo que yo necesito más a mis hijas que ellas a mí”.Por ello, tiene claro que uno de sus objetivos será el conciliar la vida familiar y política: “Asistiré a todo lo que sea necesario por protocolo, por supuesto, pero cuando me necesite mi familia, también estaré con ellas”. Durante el pleno de investidura celebrado ayer dio las gracias a su familia y especialmente a su marido y a sus hijas por su apoyo. Además les ha planteado a sus compañeros que “a los actos donde sea posible iré con mi familia, por supuesto mis hijas se quedarán en un segundo plano, saben estar en su lugar a pesar de tener solo tres años, creo que es la forma de normalizar y aunar ambas vidas”.
Un bisabuelo alcaldePara la familia materna de Irene su nombramiento tiene un significado especial porque de alguna forma cierran una página de su historia. Su bisabuelo, Fernando Almazán, fue alcalde en 1936 de Sabiote, un pequeño municipio de Jaén. Solo lo fue durante tres meses, 90 días que “supusieron muchos años de sufrimiento para mi familia y muchos años de cárcel para mi bisabuelo”. Fernando viajó a Petrer para conocerla cuando ella apenas contaba con un mes de edad, y fue durante esta visita cuando falleció repentinamente. Para Irene, con su nombramiento como alcaldesa, se cierra un ciclo de su historia, pues está segura de que “como defensor de los derechos de las personas que era, allá donde esté estará orgulloso de que su biznieta sea la primera mujer alcaldesa de esta localidad”.