Loli Soler: “Sigamos luchando por nuestras tradiciones y la conservación de nuestro patrimonio. Hagámoslo por Elda”
La eldense Loli Soler inició anoche las Fiestas Mayores con un pregón que derrochaba amor por Elda y su patrimonio y una gran gratitud, que dirigió a todos los eldenses, nacidos o no en Elda. No solo puso en valor las Fiestas Mayores sino el patrimonio cultural, histórico y deportivo de la ciudad. Animó a los eldenses a transmitir este legado a las nuevas generaciones y pidió que “sigamos avanzando, luchando por el mantenimiento de nuestras tradiciones y la conservación de nuestro patrimonio. Hagámoslo por Elda”. Como arqueóloga y eldense mostró su amor por su “Idella natal”.
La pregonera definió las Fiestas Mayores como “sinónimo de tradición, de devoción, de encuentro y de convivencia. Siempre bajo el amparo de nuestros excelsos santos patronos”. Pero también recalcó que “son tradición y son cambio; aún manteniendo una firme base espiritual y de fe, han ido evolucionando con Elda, adaptándose a los tiempos. Progreso y tradición no son conceptos antagónicos, al contrario, son necesarios y complementarios”.
Con emoción recordó cómo su padre y su abuelo se encargaban de disparar la Alborada hace años desde el Castillo. Precisamente recordó que fueron sus propietarios, los Coloma, quienes trajeron las imágenes de los Santos Patronos a Elda, según la leyenda, en 1604.
Soler dio las gracias a múltiples personas y colectivos: a Rubén Alfaro por escogerla pregonera, a quienes trabajan en la Cofradía de los Santos Patronos con Ramón González al frente, a la propia Elda por todo lo que le ha dado a sus fiestas, a la música, especialmente a la AMCE Santa Cecilia, a la Comisión de la Traca y los Globos, a los artistas que diseñan la camiseta de la traca y las portadas de la revista Fiestas Mayores, a Teresa Bellod por su trabajo en la revista, a los costaleros y al Coro Santos Patronos que cumple 25 años con su directora Mari Carmen Segura.
La arqueóloga recordó el rico patrimonio de la ciudad: el Monastil, el Castillo, Bolón, las villas romanas que se extienden a lo largo del Vinalopó, los molinos, la ermita de San Antón, la iglesia de Santa Ana, el Teatro Castelar, el Casino Eldense o el propio centro histórico, entre otros lugares.
Pidió que se hiciera hincapié en “la divulgación, en la educación de nuestros niños y jóvenes. Démosles la llave de Elda que abre las puertas al conocimiento” para que se pueda continuar protegiendo sus raíces, en un guiño al programa de divulgación de la historia y patrimonio de Elda con ese nombre, que lleva a cabo el Ayuntamiento en colaboración con los institutos que lo solicitan.
Demostró la importancia de valorar el pasado y la labor de quienes la preceden, “y lucharon por la cultura en Elda como Lamberto Amat, el maestro Juan Vidal, Antonio Sempere, Alberto Navarro, Antonio Martínez Mendiola, Juan Rodríguez Campillo y los miembros de la Sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense, y otros tantos”. Aseguró que su labor fue esencial para la historia local.
Tampoco olvidó el reciente ascenso del CD Eldense y el Elda Prestigio, entidades a las que felicitó y animó a la afición a seguir arropándolos.
No dejó pasar la oportunidad de recordar y homenajear al primer pregonero de las Fiestas Mayores, Antonio Porpetta, quien falleció hace unos meses.
Soler tuvo a bien incluir al periódico Valle de Elda en su pregón y aseguró que este es un medio “fiel a los eldenses, informándonos de los actos y homenajeando a los santos patronos con sus especiales de fiestas. ¡Qué gran labor cultural hace! Porque sus gestores se preocupan por dar a conocer nuestra historia, nuestras costumbres y tradiciones, las más lejanas y las más recientes”. Y además, recordó cómo su abuelo Arocha era el encargado de repartirlo hace años.
Soler fue presentada por el arqueólogo eldense Juan Carlos Márquez, quien quiso resaltar su gran trayectoria en el estudio y defensa del patrimonio local.
Tras un caluroso aplauso, firmó en el Libro de Honor del Ayuntamiento y encendió la traca desde el Ayuntamiento que encendió la palmera de la parroquia Santa Ana, iglesia que cientos de eldenses abarrotaron para hacerse con un poco del espliego, que este año volvió a depositarse en el suelo del templo, para continuar con la tradición.
La noche acabó con una imponente alborada de más de 10 minutos de duración junto a los Jardines del Vinalopó.
