Dos décadas sin “el Tope”
Francisco Rico Carpio “el Tope” falleció el martes 6 de abril de 2004 pero su sepelio se efectuó el Jueves Santo día 8, por lo que hoy se cumplen 20 años de su óbito. En 1946 se erigió en el jugador número 12 del Deportivo arengando al resto de aficionados a animar al Eldense desde un rincón muy especial en el desaparecido campo de deportes El Parque, “la Lobera”.
El Tope, en su afán por arropar al conjunto azulgrana, llegó a fletar dos trenes especiales y decenas de autobuses para apoyar al Deportivo, lo que supuso desplazar a tres mil aficionados a Valencia para contemplar un encuentro de Liga contra el Levante Unión Deportiva.
Entre sus actividades profesionales, el Tope trabajó en las fábricas de Pedro Bellod y Enrique Obrador, entre otras. Vendió periódicos y revistas por las calles de Elda. Regentó un bar en La Melva, luego un kiosco de prensa y, junto a José Sedano Serna, fundó el San Crispín en 1944.
El Tope recibió varios homenajes, aunque su mayor alegría le llegó el 13 de mayo de 1994 cuando fue nombrado presidente honorífico del club azulgrana estando al frente del Deportivo Manuel Guill Gran, y dos días después recibió un pergamino de reconocimiento a su labor animando siempre al Eldense con su clásico grito: “¡Si o no, si o no, turrrra, turrrua, ra, ra, ra, Deportivo, Deportivo y nadie más !”.
El día de su sepelio, antes de ser inhumado en el nuevo cementerio Virgen de los Dolores, sus restos mortales dieron la vuelta al terreno de juego del antiguo Pepico Amat, en el interior del coche fúnebre, mientras que por la megafonía del estadio sonó el himno del CD Eldense de 1956.
Tras ser aprobado en un pleno del Ayuntamiento de Elda, a propuesta de los vecinos, el sábado 6 de septiembre de 2009 se descubrió la placa que da su nombre a la placeta del centro social del barrio Virgen de la Salud.
El Tope vivió con intensidad los dos primeros ascensos del Deportivo a Segunda División (1956 y 1962) pero no pudo llegar a ver el retorno del Eldense a la serie de plata, aunque justo es recordarle con cariño cuando se han cumplido dos décadas de su fallecimiento.