Una intensa partida de ajedrez pone en jaque al Teatro Castelar con "Reikiavik"
El Teatro Castelar acogió ayer la representación de Reikiavik, una obra interpretada por César Sarachu, Elena Rayos y Daniel Albaladejo y dirigida por Juan Mayorga que consiguió atrapar al público con la reconstrucción del duelo de Reikiavik en 1972, un campeonato del mundo de ajedrez que se disputó en plena Guerra Fría entre el hasta aquel momento invicto soviético Boris Spasski y el estadounidense Bobby Fischer. Una batalla más dentro de una gran guerra.
Bailén y Waterloo, dos desconocidos recrean esta apasionante historia para un muchacho que pasa por el parque con el fin de conseguir un heredero, alguien que sienta el ajedrez como ellos y que se convierta en un gran jugador. Gracias a su intensa actuación consiguieron atrapar al público con los giros de guión, las presiones que ejercían sobre el contrincante... todo ello hizo que los cerca de 150 espectadores se sumergieran en la obra. Reikiavik es una obra para los amantes de este deporte de pareja, pero también para los amantes del buen teatro.
Con una brillante interpretación Albaladejo y Sarachu no solo representaron la partida entre Boris y Bobby sino a todos los que movieron piezas en aquel tablero político con el fin de ganar una batalla que no solo era de ajedrez, pues en ella los rusos y norteamericanos se jugaban algo más. Lo que parece una obra sobre ajedrez se convierte en una representación sobre el comunismo, el capitalismo, el juego teatral y sobre hombres que viven las vidas de otros.
La representación de Reikiavik forma parte de la celebración del 75 Aniversario del Club de Ajedrez Ruy López.