Las fiestas de Elda

ALBERTO NAVARRO PASTOR LAS FIESTAS DE ELDA Alberto Navarro Pastor Diseo portada: Autor Maquetacin portada: Estudios DAC. Petrer Fotografas: Cruces, Carlson, Berenguer, Basilio, Penalva, Rafa y otros que no ha sido posible identificar. ISBN.: 84-607-5481-2 Depsito Legal: A-766-2002 Maquetacin e Impresin: SUCH SERRA S.A.L. Avda. Alcalde Lorenzo Carbonell - Alicante ALBERTO NAVARRO PASTOR LAS FIESTAS DE ELDA ELDA 2002 Dedico este libro de fiestas eldenses a mi hijo Eduardo, entusiasta y activo festero de las de Moros y Cristianos de Elda NDICE DE CAPTULOS Pg. A modo de prembulo 13 1. Primero de ao 19 2. Los Reyes Magos, la fiesta de la ilusin (6 de enero) 21 3. Hasta San Antn, fiestas son (17 de enero) 31 4. La Candelaria (2 de febrero) 45 5. Una fiesta olvidada: San Blas (3 de febrero) 47 6. El Carnaval (El reinado de Momo en tono menor) 49 7. 19 de marzo: San Jos 61 8. El Beato Nicols. El santo que reclamaba el Serfico 65 9. Semana Santa (abril) 69 10. La Pascua de monas 93 11. La fiesta del Buen Pastor (Procesin del Rebaito) 107 12. Primero de Mayo, altibajos de la Fiesta obrera 111 13. Una reliquia histrica desaparecida: La Virgen del Ppulo 121 14. Santa Rita o la bendicin de las rosas (22 de mayo) 125 15. San Pascual Bailn 127 16. Corpus, Gigantes y Cabezudos (Primeros das de junio) 133 17. El gran espectculo: Moros y Cristianos 147 18. La fiesta del Sagrado Corazn (Mediados de junio) 197 19. 24 de junio: Hogueras de San Juan 201 20. Fallas: la fiesta del fuego 209 21. La Virgen del Carmen (16 de julio) 243 22. San Jaime y Santana, la fiesta olvidada (25-26 julio) 249 23. El Jubileo de la Porcincula en Elda (2 agosto) 255 9 24. Fiesta de San Roque (16 de agosto) 259 25. Septiembre: Fiestas Mayores de Elda 261 26. San Francisco de Asis, la fiesta del Hospital Provincial (Antiguo Convento de Franciscanos) (4 de octubre) 329 27. La Virgen del Rosario (7 de octubre) 331 28. 9 Octubre: Dia de la Comunidad Valenciana 335 29. La Virgen del Pilar (12 de octubre) 339 30. San Crispin. Vicisitudes de la fiesta de los zapateros (25 de octubre) 345 31. Festividad de Cristo Rey. (Ultimo domingo de octubre) 359 32. El Dia de Todos los Santos (1 de noviembre) 361 33. Santa Cecilia, La Fiesta de la Musica. (22 noviembre) 367 34. La Feria de Diciembre: ilusin infantil 371 35. Da de la Constitucin (6 de diciembre) 381 36. La Pursima, fiesta de la Inmaculada Concepcin (8 dicbre.) 383 37. El Aguinaldo de la Virgen (25 diciembre) 389 38. De Nochebuena a Ario Nuevo, pasando por Navidad, Inocentes y Nochevieja (24-31 diciembre) 395 39. Las fiestas del perodo 1939-1975 413 10 NDICE ALFABTICO POR FIESTAS Pg. Aguinaldo de la Virgen 389 Beato Nicols 65 Buen Pastor (El Rebaito) 107 Candelaria 45 Carnaval 49 Comunidad Valenciana, Dia de la 335 Constitucin, Dia de la 381 Corpus 133 Cristo Rey 359 Fallas 209 Feria de Diciembre 371 Gigantes y Cabezudos 133 Inmaculada La 383 Inocentes, Dia de los 395 Moros y Cristianos 147 Navidad 395 Nochebuena 395 Nochevieja y Ario Nuevo 395 Pascua de monas 93 Perodo 1939-1975 413 Primero de ario 19 Primero de Mayo 111 Porcincula, La 255 Purisima, La 383 11 Reyes Magos 21 Sagrado Corazn de Jess 197 San Antn 31 San Blas 47 San Crispin 345 San Francisco de Ass 329 San Jaime y Santana 249 San Jos 61 San Juan 201 San Pascual Bailn 127 San Pedro, fallas de 209 San Roque 259 Santa Cecilia 367 Santa Rita 125 Semana Santa 69 Septiembre (Fiestas Mayores) 261 Todos los Santos 361 Virgen del Carmen 243 Virgen del Pilar 339 Virgen del Ppulo 121 Virgen del Rosario 331 12 A MODO DE PREMBULO Elda, pueblo, tiene, como todo hombre que trabaja con tesn, una inclinacin innata a la fiesta y al divertimiento... Elda se divierte porque trabaja y trabaja porque se divierte... Eloy Cataln: Elda festiva Sem. Horizonte, Elda. 6 -IX -1932. En general y como ley no escrita pero observada por todos los pueblos, las fiestas son consustanciales y complementarias con el trabajo. El trabajo es nece sario, y el hombre difcilmente puede sustraerse a l, tanto por imperativo bblico del ganars el pan con el sudor de tu frente como porque con el esfuerzo fsico o intelectual, aplicado a actividades lucrativas, se puede alcanzar un mejor sta tus social y econmico, con el que. entre otras cosas, es posible celebrar las fies tas con mayor fastuosidad y boato. En Elda ya es tradicional esta dicotoma de fiestas -trabajo, y son numero sos los testimonios y opiniones impresos sobre ello, entre las cuales he escogido las publicadas por el poeta eldense Eloy Cataln, que figuran en la cabecera de este proemio, resaltando la laboriosidad de sus gentes, hombres y mujeres, todos ocupados en la misma clase de trabajo, el de la produccin de calzado. Y esta opinin sobre la condicin trabajadora del eldense ms se remonta a los tiempos en que el trabajador --el zapatero en cualquiera de sus modalidades productoras-- no planteaba la exigencia de trabajar menos y ganar ms, como es lo acostumbrado en estos tiempos en todos los oficios y profesiones, sino que tra bajaba con exceso, robando horas al descanso y agotando su salud en el destajo. en la tarea cortada en la fbrica y realizada en su propio domicilio, a veces con la ayuda de casi toda la familia, para poder terminar ms pronto su faena y entregar en la fbrica para que le cortaran ms y aumentar sus ingresos a costa de su agotador esfuerzo. Y es en las fiestas donde el trabajador encuentra su descanso y su diversin. especialmente en las que le facilitan su participacin o en las que le distraen con 13 La dulzaina y el tamboril, elementos bsicos y tradicionales de las fiestas de otros tiempos, fotografiados por Francisco Esteban en la Plaza de Arriba. las msicas, los bailes, los disparos de las tracas, los desfiles, las procesiones, los nmeros bomba y las opparas comilonas con la familia o con los amigos en las Pascuas, de franca y alegre expansin campestre bien acompaada de las cestas repletas de manjares. O en los Moros y Cristianos en los que, ataviado como un bizarro guerrero cristiano o un amenazador e imponente moro, olvida todas sus fatigas para vivir el ambiente heroico y emocionante de una fingida Reconquista a base de trabucazos ensordecedores. O en los Carnavales en los que vestido de mil caprichosas maneras, baila, salta, juega y canta, desprendindose con gozo de 14 inhibiciones y complejos, envuelto en el anonimato que le ofrece la mscara o el disfraz... Pero las fiestas no son permanentes ni inmutables: en la rueda de incesante giro del ciclo anual hay unas que se van desvaneciendo hasta desaparecer; otras que nacen pujantes y esplendorosas y se mantienen, se afirman y se engrandecen; otras que permanecen ario tras ao, aunque cambien de forma de celebracin y manifestaciones; algunas impuestas por los cambios polticos y que permanecen vigentes mientras subsiste el sistema que las implant y hasta que es sustitudo por otro que al hacer desaparecer del calendario las anteriores fiestas, impone las suyas, sujetas igualmente a tal temporalidad circunstancial. Pero todas ellas, tradicionales, religiosas, populares. histricas, patriticas, extrapoladas de costumbres forneas, polticas o de cualquier ndole que sean, todas ellas son el descanso de los que trabajan, todas dejan algo en la vida de quie nes las disfrutan, muchas constituyen hitos imborrables en la memoria de quienes las vivieron y marcan una fecha, un modo de celebrarlas, una participacin y unas caractersticas que el paso del tiempo cambia, transformndola profundamente y haciendo nacer la nostalgia y la evocacin en las personas a las que ya el paso de los aos se les hace pesado, con la exclamacin tan repetidamente escuchada de Aquellas s que eran fiestas!. Y es porque con sus ojos ya cansados miran las fiestas de hoy con el recuerdo y la aoranza del ayer, cuando en la pujanza de su juventud apuraba alegremente cada ocasin y cada momento de ls fiesta. Por este motivo he acometido esta obra, sin pretensiones literarias, sin donaire en el narrar, del que carezco; sin mas deseo que dejar constancia para los eldenses, de hoy y de maana, de lo que fueron las fiestas de nuestro pueblo y lo que son, recogiendo unas extinguidas, otras que gozan de plena pujanza, algunas en decadencia, pero todas representativas de unas pocas y costumbres de nues tro pueblo, que han quedado marcadas con el transcurrir del calendario, y que con sus ancdotas, sus alegras, sus emociones, disfrutadas a veces slo en la infancia y que imprimen su sello durante toda una vida, son una manifestacin clara de las costumbres y peculiaridades eldenses. En este trabajo he credo mejor, en los casos en que ello me ha sido posi ble, reproducir que interpretar, ofreciendo a los lectores versiones personales variadas, publicadas por contemporneos en peridicos de diversas pocas y que difcilmente podran ser encontradas por los lectores interesados. Con este conjunto en el que se mezclan mis recuerdos y vivencias persona les con los testimonios literarios y grficos de otros, las crnicas periodsticas, los programas, las versiones orales y los recuerdos ajenos que me ha sido posible recoger, he intentado mostrar el calendario festero eldense con sus peculiaridades, con las manifestaciones propias de un pueblo, a las que no se puede acusar seria mente de ser festejos en serie, fabricados a troquel (1), sino que son producto 15 de la voluntad de los eldenses, en respetuoso y gozoso cumplimiento de sus sagra das tradiciones en unos casos o de festivo acomodar a nuestros hbitos de modos festeros de otras localidades. Porque sta es otra singularidad del eldense en cuanto a su talante festivo: la de la asimilacin entusiasta y generosa de fiestas de las que no haba tradicin alguna autctona --o la haba muy lejana y olvidada-- y al prender el fuego de la idea encuentra la ms calurosa acogida, incorporndolas seguidamente a su rueda anual de fiestas y engrandecindola hasta igualar o superar, en ocasiones, a aque llas de las que tomaron modelo y ejemplo para su instauracin. Muestra de ello son las fiestas de Moros y Cristianos, creadas en el ltimo tercio del siglo XIX por rencillas entre el director de la Banda de Msica de Elda y los rectores de las fiestas de Sax, segn cuentan crnicas cuya exactitud no es posible comprobar (2), extinguidas y vueltas a nacer despus de ms de medio siglo y que hoy pueden parangonarse con las mejores; las Fallas, tradicin valenciana trasplantada a Elda por iniciativas aisladas, y tan firmemente asentada hoy que reviste gran popularidad y animacin en sus actos y en la categora de sus monu mentos falleros; las de los Carnavales, nunca realizadas en Elda con la brillantez y organizacin de otras poblaciones cuyos desfiles son famosos, pero siempre man tenindose vigentes, tanto que hasta se disfrazan las gentes en fechas no adecuadas para ello, como es en la Nochebuena, en la Nochevieja y en las retretas de San Antn y Moros y Cristianos; la Semana Santa, sin nombrada alguna durante muchos aos por la escasez y poca espectacularidad de pasos y cofradas, y hoy con un empuje y superacin extraordinarios.., con estos ejemplos se ha llegado a decir, tal vez sin demasiada exageracin, que Elda no celebra los sanfermines (o cual quier otra famosa fiesta) porque a nadie se le ha ocurrido proponerlo. Y an podramos aadir, para reafirmar todava ms el carcter festivo del eldense, una singularidad que ya llam la atencin del cronista de El Graduador alicantino en 1877, cuando escribi que los eldenses celebraban con gran entu siasmo sus propias y numerosas fiestas, ...sin que por eso gran nmero de sus siempre alegres vecinos dejen de concurrir a las que se celebran en Sax, Monovar y Petrel y al porrate de San Pascual (3), atinada observacin que complet Eloy Cataln, casi medio siglo despus, al resaltar que los eldenses no tenan bastante con sus fiestas populares y acudan en masa a ...la fiesta de San Bonifacio de Petrel, cuando la carretera es un hormiguero humano que sube o baja portando los blancos pauelos rebosantes del clsico torrao; la animadsima romera de San Pas cual, en MonfOrte del Cid, adonde el pueblo en masa se desplaza en toda clase de carros y automviles para regresar a la hora del atarde cer con los coches engalanados con flores y banderolas y las bocas resecas de tantos gritos y canciones a coro... (4) 16 En la actualidad, la amplitud de horizontes que ha abierto el uso popular del automvil y las tentadoras ofertas de las Agencias de viajes organizados a cualquier parte de Espaa o del mundo, ha hecho disminuir mucho esa afluencia a fiestas ajenas e incluso ha visto incrementarse el ya crecido nmero de quienes aprovechan las fechas festivas --en especial cuando se combinan con los clsicos puentes -- para viajar a otros lugares, utilizando ms a su gusto los das de fiesta. Antes de dar fin a estas lneas de presentacin, quiero sealar tambin que en algunos captulos dedicados a fiestas que se vienen celebrando actual mente, en la parte referente al perodo comprendido entre los arios sesenta y nuestros dias, he omitido muchos detalles para no hacer excesivamente extenso este trabajo, y tambin por el hecho de que el lector interesado en ampliar su conocimiento sobre cualquier fiesta de este perodo, puede fcilmente obtener una amplia informacion en las hemerotecas de Alicante y de Elda, donde se con servan los peridicos de la poca, especialmente los diarios provinciales que publican pginas especiales dedicadas a Elda y cuyos corresponsales no han dejado de incluir detalles sobre estos actos festivos, al igual que los semanarios locales. La memoria de los hombres muere con los hombres, y solo les sobreviven aquellas impresiones y testimonios que han sido transmitidos de forma oral, escrita o grfica. Y as ahora desconocemos qu caractersticas tena la procesin del Rosario, el Carnaval, las Pascuas y cualquier otra fiesta en los siglos anteriores al nuestro, y aun muchas de las celebradas todava en nuestros das, han ido desa pareciendo o decayendo por los cambios de las costumbres, lo que hace cada vez ms necesario recopilar cuantas noticias se tengan de todas ellas a fin de evitar su total olvido y consiguiente desconocimiento histrico. Ya he indicado anteriormenta la parquedad del bagaje literario de este trabajo y ello se hace ms evidente si mencionamos su ilustre antecedente, el muy conocido y admirado artculo de Emilio Castelar Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, al que he acudido con satisfaccin en varios captulos de este libro, reproduciendo partes de dicho artculo. La inspiracin de Castelar, su fcil y brillante expresin, las magnficas imgenes y sugerencias que sabe trans mitir, la emocin que emana de cada una de las pginas del escrito, hace que ste y aquel solo puedan compararse en un punto: en el deseo de dejar constancia de cmo eran y como son las fiestas de Elda y del entusiassmo y entrega con que las viven los eldenses, como descanso alegre de su laboriosidad y como expre sin multicolor, fantstica y devota, o marchosa y ostentadora, de su espritu rotundamente festivo en simbiosis indisoluble con su afn de trabajo tenaz e inteligente. 17 NOTAS 1. De austeridad espartana, en el sacrificio laborioso hasta el punto de haber hecho del trabajo su mayor timbre de gloria; bulliciosa, alegre, cascabelera en sus expansiones fes tivas, discurra su vida en este ltimo aspecto haata hace dos arios apaciblemente, con sus carnavales decadentes, sus campestres y cantarinas Pascuas abrileas, sus septembrinas fiestas cvico -religiosas en honor de sus excelsos patronos --un tanto anquilosa das excepto en lo religioso-- y las Navidades casi limitadas a descanso de cuerpo y esp ritu; era una poblacin ms entre las innumerables de Espaa, con esos ancestrales fes tejos en serie, fabricados a troquel... (Ofrecimiento .- Revista Moros y Cristianos. Elda, ao 1947). 2. Elda (Corresponsal).- El Graduador. nm. 489, Alicante, 23 de enero de 1877. 3. Idem. id. 4. Eloy Cataln: Elda festivo .- Horizonte, Elda, septiembre 1931. 18 1 * PRIMERO DE AO El calendario anual comienza con fiesta, con el signo rojo de las festivida des y con el prestigio de ser la primera de todas y la que abre una nueva incgnita de 365 dias, para cuyo curso se hacen y se cruzan los ms felices augurios de salud, paz y prosperidad. En Elda, como en todas partes, es fiesta. Pero la maana carece de relieve, porque las energas de sus gentes bullangueras se han gastado hasta el lmite en la alegre Nochevieja, con cena y cotilln en algn restaurante y con la espera, entre bailes y champaa, de las doce campanadas estelares, que marcan el final de un ario y el comienzo de otro nuevo. Son muchas las familias que este momento lo viven en los hogares, ante la pantalla de su televisor, en el que la Puerta del Sol madrilea estalla de jolgorio y rebosa de gentes alegres y ruidosas, con los doce granos de blanca uva preparados para intentar la hazaa de comerlos al ritmo de las campanadas. Con la ltima, las felicitaciones, los deseos de dicha en el nuevo ario, los brindis con copas donde burbujea el dorado y espumoso cava, y al final, unos que se refugian en su tran quilidad hogarea para esperar las primeras luces del da inicial del ao y otros que, sin temor a la generalmente glida temperatura, salen a recorrer las calles principales de la poblacin, repletas de un pblico bullicioso y jaranero, que canta, baila o pasea hasta el amanecer, en que el cuerpo ya no aguanta la inacostum brada y larga velada. Por este motivo, la maana del Primero de Ao es silenciosa y tranquila. Por las calles apenas si se ve algn transente; la ciudad duerme toda va la resaca de la Nochevieja y slo comienza a recuperar un ritmo retardado de vida al medioda, continuando el contacto con los amigos, con las familias, con los novios o novias, para reunirse todos los familiares nuevamente ante una bien sur tida mesa y cumplir el tradicional rito de la comida de Ario Nuevo, ltimo festn de las fiestas Navideas. Ms tarde, se aprovechar lo que queda de fiesta acudiendo a un cine, dis coteca o caf, a una reunin familiar o de amigos, efectuando un corto desplaza miento a la capital de la provincia o realizando cuaquier actividad que les haga agotar placenteramente las horas del primer da del ario, tras el cual les espera el primer dia de trabajo o de obligaciones. 19 O sea, casi como cualquier domingo de los cincuenta y dos que van a venir, uno tras otro, hasta que se vuelva a producir nuevamente la fantstica y bulliciosa conjuncin de la Nochevieja y del Ario Nuevo. 20 F. 1,T,1 DE LAS 3. O. A. s. RIEfilTE ItIVERTUD15 ELDA Ceta D.10ge104n, al ignal que loe aftee ~ni.* la colo. bread. do la tradioi anal Cabalgata de boye., oon .1 500 50 0400.0. 4. llover la. nido. mi. pobre. do loe bogar. eld ..... la aleen. y *I reouerd dol pa.o de lo. ..... (1150. %el II, queda eblr tel en e.. Delegacin una evo oripoin pro-Cabelgate do Reyes pera el mejor 0.91 ....o de la alee.. be inviten*. 7.1 ,0 eso tiempo lo rogar.. Vd. ao digno nen. el bol.. ...atable al pie ocon nue cantidad relacionad. can en ex toacide econaniae, lo .41 Da d ...... goetoeament Por .ea n.do. ooe feb . do. e ma *oto tau orle tizno *ovo este que propalo.. Por Dios. gepage y ea ...... Elda y blaiestor e do leal 1940 DELEGACION LOCAL DEL FRENTE DE JUVENTUDES CABALGATA DE REYES 1951 CompreeMendo lett deficientes orcunstamots por oue atraviesan las Entidades 0 0001, 0. Ya meradas aemabnente pm .1 1,0,100 que 50 1.. Int recabado pare la Carnea. 40 0.00 dad,. hal... Delegacin forjarlo el dolmen, ab... de km 0 A1A. , .. , , .. 1 2 11 . Reyes para el prximo alle 1051 Pero. no .riamnik lalta Imperdonable tonna le Trarktonn Crslianik el no celebrar, por mucn. inconveniente que surten. eme delta 10 1. girraugado abolengo bisparde A La considerad.. pues de los arrime, dorsal. examint s el caso. pues del volumen 4.1 de las cano/ladea sur/cripta depende el que mimare. altos Pueden o no gol. ante Is visuk de Ms Reyes Mag. de Oriente que en luciMi k Ca.igata I. traigan el obsequio que unto a11.1101110g51 estas lechas, y ele que tionblrn los sinos necesitados puedan rteibir el ansiado regalo. Este Delegaci....roda coreo teclea Ine otos de la orgealmeion de la Cabalgata. mi duda en meterla realizar en esta ocabon. os.. , Ist pl..,0 0.1 05070. pues Llena plena confinara en la gallarda generosidad y degenere.. desprendimiento de este menellIto pueblo tan capan de quedar, cuando quiere, 4k altura que le corresponde. Ast pu., ruega a uszed que. consgleran. be razone+ enteriorrnente ex.tnies. se sirva rellenar el adjunto Releen, suscribiendo la candil04 que. cs5 arreglo eus pobbilidades buen deseo estime convente... y cuyo BoletIn leen reutundo el ergutente dla por coreara. , de este Frente de juventuMb. eatim.d Y Pablo...o, que el Frente de Juventudes la agrad.e ea nombre propio y ele tad. los nieta. de Elde. P000100. Espelta su Revoluelem baclonal.Sindicalista Elda, Diciembre de 1160. p. DELEGADO LOCAL Sr. D. P 1 ta . .1 7 d C1(-Let.L-41..22212----powdjk 9,1 1 Jr.......sar../ ELDA 1950 2 * LOS REYES MAGOS, LA FIESTA DE LA ILUSIN (6 de Enero) La fiesta de la Epifana, popularmente llamada de los Reyes Magos, debi celebrarse en la Cristiandad desde los primeros tiempos, pero su faceta de festivi dad popular infantil, destinada a obsequiar a los nios con unos juguetes como premio por haber sido buenos, debi instaurarse ms recientemente, tal vez con un impulso inicial mercantilista, al igual que en su origen son los actuales Da de los Enamorados, Da de la Madre, Da del Padre, etc., como un estmulo para la compra de regalos y, en el caso de los Reyes, en forma de juguetes para los nios. La tradicin imperante en Espaa no es universal, pues en los paises del Norte el encargado de llevar regalos a los nios es San Nicols, (o Santa Klaus) que con su trineo arrastrado por giles ciervos o renos a travs de los cielos, trae sus bolsas 21 bien hinchadas, llenas de juguetes para los nios nrdicos, holandeses, americanos y otros que festejan de este modo lo que para nosotros es el da de Reyes. En Elda se ira introduciendo lentamente la costumbre de regalar juguetes a los nios en este da en que los Reyes de Oriente trajeron oro, incienso y mirra al Nio Jess, pero, fuera como fuera, era una prctica general en generaciones anteriores a nosotros, por lo menos desde el pasado siglo. En aquellas pocas pasadas, el comercio existente para una villa de unos cuatro mil vecinos era escaso, y aunque el progresivo incremento de la fabricacin de calzado haba dado un gran impulso a la venta de muchos artculos, no creemos que este fuera el caso de la juguetera, por lo que debemos pensar que los vecinos esperaban a que llegase la tradicional Feria anual, que se instalaba en la Plaza de Abajo en la primera quincena de diciembre con centro en el dia ocho, festividad de la Pursima, por lo que popularmente era llamada la feria de la Pursima. En esta Feria --de la que me ocupar en su fecha, pues era una verdadera y muy esperada fiesta para los eldenses de todas las clases sociales y edades-- haba de todo lo que entonces se poda esperar, y en muy importante parte la juguetera. Ante los ojos ilusionados y anhelantes de los pequeos se desplegaban los caballi tos de cartn, las pistolas y escopetas de pistn, --los populares mistos de trueno - los carritos de madera arrastrados por caballitos; las muecas, cada vez ms per feccionadas desde las modestas de trapo de nuestras bisabuelas; las pelotas y balo nes, los sables, los tragabolas, parchis, domins, y en fin, todo el mundo maravilloso del juguete en todo su esplendor y seduccin para las enfebrecidas mentes de los nios. Ms tarde se abrieron bazares en la poblacin, pero la ilusin de la feria no decay hasta los tiempos presentes en que la tirana del anuncio televisivo de juguetes, con su poderoso impacto sobre los pequeos, y la proliferacin de baza res bien surtidos y secciones de juguetes en los grandes almacenes, ha reducido mucho el papel que la Feria representaba en el abastecimiento de la poblacin. Pero durante muchos aos, la Feria de diciembre fue el nico lugar donde comprar los juguetes, escondindolos los paps de la penetrante e inquieta vista de los nios, nerviosos ante la inminencia de la llegada de los Reyes Magos, jugue tes que cuando llegara la noche del 5 de enero seran depositados, sigilosamente, en la chimenea baja que entonces haba en casi todas las casas del pueblo, y pos teriormente en los lugares visibles para su encuentro por los nios, que dorman con un ojo cerrado y el otro abierto para no perderse la esperada llegada de los Reyes y lo que les traian. Cuando se acercaba esa noche de la vspera de Reyes, se haca acostarse pronto a los nios, dicindoles que si veian a los Reyes stos les dejaran carbn en lugar de regalos. Y as se acostaban muy pronto, despus de haber dejado los zapatitos --o las alpargatas, segn la poca y disponibilidades de la familia-- junto a las cenizas del hogar en la citada chimenea baja, donde brillaban an las ascuas 22 Los Reyes Magos saludando a los nios eldenses en la Cabalgata. 23 encendidas, o al pie de los balcones, por si los Reyes llegaban por este lugar. Junto al calzado ponan unas cestitas con caramelos para los pajes o, ms comnmente, un poco de paja para los camellos, que se pensaba que tendran hambre despus de tan largo viaje desde Oriente. En las casas que no tenan cocina baja y eran pocas las viviendas que carecan de ella en tiempos en que se cocinaba generalmente con lea o carbn y el nico calor de la casa se consegua por el fuego de los sarmientos en el hogar o por el brasero de la mesa camilla, los nios ponan los zapatos en el balcn, en la creencia de que si no tenan chimenea por donde entrar preferiran los Reyes llegar por los balcones, con las largas escaleras que llevaban sus acompaantes. La maana siguiente, dia 6 y festividad de los Reyes Magos, se iniciaba en cada casa de la poblacin el espectculo casi idntico del alborozo de los nios, mezcla de sorpresa y alegra, al encontrar junto a sus zapatitos los juguetes anhe lados, o lamentablemente, la decepcin de quienes encontraban que lo recibido de los Reyes no responda a sus esperanzas. Despus vena el gozo ufano de pasear los juguetes recin estrenados por las calles de la poblacin y en las plazas ms concurridas (Castelar, Sagasta, o del Ayuntamiento segn las pocas) puestos de mil alfileres, con las ropas de domingo, haciendo alarde de los juguetes para dar envidia a otros chicos menos afortunados, o para sufrirla si los juguetes del otro nio o nia eran ms bonitos o les gustaban ms que los suyos. Tambin las nias solan asistir a la Misa para los pequeos portando sus muecas y otros regalos recibidos. Tal era la forma regular de celebrar la festividad de Reyes durante muchos arios, a la cual nicamente se le ha introducido la vistosa y espectacular Cabalgata de Reyes, que sigue celebrndose actualmente con mayor o menor boato y alarde en sus componentes segn la mayor o menor generosidad en la aportacin eco nmica disponible, y que permanecer entre nosotros mientras se contine respe tando y satisfaciendo la ilusin infantil por contemplar con ojos asombrados y en vivo a las augustas personas de los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, que vienen desde tan lejos con su brillante comitiva cargada de juguetes para repartirlos entre los nios. Segn las noticias que hemos podido obtener, la ms antigua Cabalgata de Reyes en Espaa es la que se celebra en Alcoy desde 1885, con muchos arios de anticipacin a la que realiza Sevilla, y siguiendo la pauta de aquella se ha venido extendiendo por numerosas poblaciones deseosas de que la tradicional fiesta, que es la que mayor caudal de ilusin despierta en los pequeos, se desarrolle con espectacularidad y fastuosidad, convirtindola en un recuerdo entraable e imbo rrable en las mentes infantiles. 24 Uno de los ms lejanos antecedentes de que en Elda se hiciera algo distinto al cuadro costumbrista que hemos diseado toscamente, lo encontramos en una afirmacin del veterano periodista eldense Vicente Valero de que la primera vez que los Indios de Elda hicieron su Cabalgata de Reyes fue en 1922. Otras dos notas podemos aportar, una de ellas sumida en un largo artculo sobre las peripe cias de dichos Indios --una tribu formada por jvenes de la buena sociedad eldense y con grandes ganas de divertirse a costa de los dems--, que hubo en Elda por aquellos aos anteriores a los treinta, y la otra entre la densa prosa ofi cial de los libros de actas de las sesiones municipales. La primera la situamos por los arios veinte, aunque el autor del artculo, Jover Gonzlez de la Horteta, manifiesta haberla presenciado en su niez. Habiendo nacido ste en 1909, su perodo de niez se nos alarga como mximo hasta los primeros arios de los veinte, fecha en que no est documentada la exis tencia de la citada tribu india, o por lo menos no hemos hallado vestigio alguno de su existencia en estos aos. La cita deca de esta manera: ...No todo fueron bromas pesadas, sin embargo. Hay que hacer notar en justicia, que tambin tuvieron detalles de amor al pr jimo y de desinters para dar das de jolgorio a sus convecinos. En cuanto a los primeros, cito como ms importante uno que presenci en mi niez. Una vspera de Reyes entr por la ciudad, por la carretera de Alicante, el Rey de los Indios. montado en un brioso caballo blanco, al frente de grandes carros, conteniendo juguetes para todos los nios eldenses. Aquel dia se convirti en Reyes Magos toda la tribu y a buen seguro que no sera grano de ans lo que gastaran en la cabal gata... (I ) La segunda cita, de la que desconocemos totalmente si lleg a celebrarse o no, es la siguiente: ...tres de los miembros de la redaccin del semanario eldense Heraldo deportivo, junto con directivos del Club Deportivo Eldense, hicieron al Ayuntamiento una peticin, el 23 de diciembre de 1933, solicitando la cooperacin econmica del Ayuntamiento para ofrecer a los nios pobres de esta localidad un juguete el Dia de los Reyes Magos, para cuyo efecto se realizara una Cabalgata en la vs pera de dicho da. (2) Debemos considerar estas iniciativas como actividades aisladas, sin conti nuidad ni afianzamiento alguno en la realidad ciudadana y as lo da a entender Eloy Cataln en su Elega del pueblo prdigo, al evocar unas realidades de antao, divorciadas totalmente de las escenas que vea a su alrededor: ...en los dias de enero busco sus viejos callejones... aguar dando percibir el rumor de la fiesta de la sobremesa humilde... con la ilusin de encontrar el ronroneo de la vieja zambomba de Beln, 25 acompaando al cantar de las voces infantiles que esperan a los Reyes Magos que estn ya detrs de la Torreta. Y veo con un poco de desi lusin y amargura que ya no estn encendidas las viejas cocinas de nuestros abuelos, que la zambomba de los pastores se ha escondido en esas jaulas cerradas que son los elctricos aparatos de radio; y que los nios, en vez de esperar cantando o durmiendo a los Reyes Magos tra dicionales, los buscan jubilosos tras los escaparates de las tiendas de juguetes, llenas de luz hasta las primeras horas del amanecer.. (3) La frase subrayada detrs de la Torreta deba aludir a una tonadilla popular, cuya letra exacta desconozco pero que era algo parecido a Ya vienen los Reyes, desde la Torreta; ya vienen los Reyes por el Arenal... En la astracanesca obra de Emilio Rico El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real se hace una variacin de esta cancioncilla, adaptando su letra para servir de final a la obra y cuya letra deca: Ya vienen los Reyes, madre, por las Agualejas; el primero va delante tirando lentejas. Todos van a ver al Nio que naci en Beln, Y esto ha terminado mu requetebien... Como consecuencia de la extraordinaria reactivacin que experimentaron las fiestas tradicionales y religiosas despus de finalizar la guerra civil, tras el tre mendo vaco de tres aos de lucha, la fiesta de los Reyes Magos adquir tambin una nueva dimensin e incorpor a su celebracin, por primera vez como acto ofi cial y pblico, una Cabalgata de Reyes. La Delegacin Local del Frente de Juven tudes tom a su cargo la organizacin de esta fiesta popular y, segn los usos de la poca, solicit donativos a los industriales y comerciantes de la localidad, con los cuales sufragar los gastos de la Cabalgata y el coste de los juguetes que seran repartidos en el local de Auxilio Social a los nios necesitados. No he encontrado documentacin acreditativa de haberse celebrado esta Cabalgata en el primer ao de la posguerra, o sea en enero de 1940, pero la lec tura de la circular dirigida a las empresas en diciembre de 1941 creo deja bien claro que tambin en diciembre de 1939 y de 1940 se organizaron las Cabalgatas de 1940 y 1941. La circular mencionada dice as: Esta Delegacin, al igual que en aos anteriores, organiza la cele bracin de la tradicional Cabalgata de Reyes con el nico objeto de llevar a los nios ms pobres de los hogares eldenses la alegra y el recuerdo del paso de los Reyes Magos, y a tal fi n queda abierta una suscripcin Pro Cabalgata de Reyes para el mayor esplendor de la misma... (4) 26 Hubiera sido interesante conseguir una descripcin de cmo fue la pri mera Cabalgata en enero de 1940, con las privaciones y limitaciones propias de nuestra posguerra y de la guerra en Europa, que tambin contribua a hacer ms difcil el abastecimiento de artculos de cualquier clase a la poblacin, pero si no podemos saber el desarrollo de esta primera cabalgata s podemos hacerlo de la que deb ser la tercera, la celebrada en los das 5 y 6 de enero de 1942, gracias a la detallada crnica escrita por el corresponsal en Elda del diario Informacin de Alicante, Vicente Valero Bellot, que por su inters transcribo literalmente: ...Al atardecer del da 5... la Cabalgata sali del Parque de Deportes a las 7 de la tarde. Iba precedida por la simblica estrella; a continuacin la Banda de Cornetas y Tambores del E de J., acompa ada por la Banda de Falange; seguidamente un nutrido grupo de pas tores y pastoras acompaaban a la Virgen y a San Jos entonando ale gres villancicos, y tras ellos, a pie y a caballo, los heraldos anunciaban la proximidad de los Magos, que aparecan montados sobre hermosos caballos y rodeados de numerosos pajes y servidores. Cerraba la comitiva una Centuria de Cadetes del E dei. con antorchas. La Cabal gata recorri las principales calles de la ciudad, disolvindose a las nueve y media de la noche en el local de Falange. Y amaneci el da 6 de enero y con l las ilusiones de los pequeos se hacen realidad a la vista de los anhelados juguetes. Nue vamente se organiza la Cabalgata, que parte del Parque de Deportes y se dirige hacia el templo parroquial para adorar al Nio y ofrecerle ricos presentes. Acto seguido se organiz el desfile por las calles de la ciudad hasta llegar a la del Generalisimo (hoy Nueva) donde estaba instalada la tribuna, desde la cual las autoridades civiles, militares y eclesisticas presenciaban el desfile. Terminado ste, sus Majestades se dirigieron al comedor de Auxilio Social y Hogar Infantil donde se llev a cabo el reparto de juguetes de que eran portadores los Reyes Magos, con destino a los nios acogidos en ambas organizaciones; reparto que se efectu en presencia de las autoridades... (5). Y as continu celebrndose la ya tradicional Cabalgata de Reyes, unas veces muy lucida y del agrado de los espectadores y otras con escasos atractivos y novedades respecto al ario anterior, siempre en consonancia con los donativos recibidos. En alguna ocasin estuvo a punto de no celebrarse, pero la decisin de mantener una fiesta ya tradicional y tan del agrado de los nios eldenses se impuso, como comprobamos en la circular de la Delegacin Local del Frente de Juventudes de diciembre de 1950, solicitando el anual donativo al comercio e industria, que reproducimos a continuacin: CABALGATA DE REY ES 1951 .- Comprendiendo las deficientes circunstancias que atraviesan las entidades locales, ya gra vadas anualmente por el donativo que se les ha recabado para la 27 Campaa de Navidad, se haba esta Comisin forjado el doloroso propsito de no organizar Cabalgata de Reyes para el prximo ao 1951. Pero no sera una falta imperdonable contra la tradicin cris tiana el no celebrar, por muchos inconvenientes que surjan, esta sim ptica fi esta de tan arraigado abolengo hispnico A la consideracin pues, de los seores donantes exponemos el caso, pues del volumen total de las cantidades suscritas depende el que nuestros nios puedan o no gozar ante la vista de los Reyes, que en lucida y arrogante Cabalgata les traigan el obsequio que tanto anhelan al llegar estas fechas v de que tambin los nios necesitados puedan recibir el ansiado regalo... (6) As, para disfrute y asombro de la chiquillera sigui la fiesta de Reyes con su Cabalgata, sus pajes y los vehculos cargados de paquetes conteniendo el tesoro de ilusin para los nios que eran los juguetes, hasta 1959, ao en que por des nimo de los organizadores, dificultades econmicas por escasa colaboracin o por ambas cosas unidas, no se realiz la Cabalgata, aunque s hubo juguetes para los nios, saludando los Reyes desde el balcn del Ayuntamiento. En esta misma plaza se instal un mercadillo de juguetes que tuvo gran aceptacin y en el que los padres rezagados pudieron cumplir su obligacin de delegados de los Reyes en sus respectivos hogares. Los nuevos aires de prosperidad y tal vez las nfulas de gran ciudad que se respiraba en Elda en los aos del boom zapatero, haca que la forma de celebrar la Cabalgata fuera criticada por modesta y de escasa espectacularidad. Quiz movida por estos comentarios, la Organizacin Juvenil --nuevo nombre del anti guo Frente de Juventudes-- que tena a su cargo la organizacin de esta Cabalgata, puso todo su empeo en renovarla totalmente, presentando un desfile que causara el asombro de los nios y la satisfaccin de los padres. As se solicit y se obtuvo satisfactoriamente, la colaboracin de las Juntas Centrales de Moros y Cristianos y de Fallas, participando activamente y con adecuados y vistosos ropajes numero sos miembros de comparsas y comisiones falleras; de la sociedad Moto Club, que con sus vehculos dieron escolta a las carrozas de los Reyes; del Grupo Arts tico dirigido por don Emilio Rico Albert, que interpret brillantemente los perso najes y escenas del Beln viviente ante el que los Reyes Magos hicieron el acto de adoracin; el Centro Excursionista Eldense, cuyos montaeros tuvieron a su cargo la gran hoguera encendida en lo alto de Boln simbolizando la estrella de Beln, as como la caravana de antorchss que form una hilera de luces descendiendo desde lo alto del monte como si fuera la mismsima caravana de los Reyes Magos que llegaba desde Oriente, y finalmente, la emisora Radio Elda, que cuid de la animacin musical y megafona. Con todo este material humano y tcnico y este entusiasmo de todos no es de extraar que el xito fuera grandioso y los nios gozaran maravillados con los Reyes, en sus carrozas fastuosas y la tan nutrida y deslumbrante comi tiva. 28 Como testimonio escrito de lo que signific esta renovada Cabalgata repro ducimos a continuacin el comentario publicado en el semanario local Valle de Elda, resaltando el esfuerzo realizado y el brillante resultado obtenido: ...La tradicional Cabalgata de Reyes ha experimentado este ao un pro fundo cambio en toda su estructura que la ha convertido en un espectculo sorprendente y vistoso que despert gran anima cin en la ciudad y ech a la calle a todo el pueblo desde el momento en que en el punto ms alto de Botn apareci la estrella simblica. Una gran hoguera, encendida entre los peascos, fue la seal para que se formara la impresionante comitiva que provista de antorchas fi re descendiendo desde lo alto del monte hasta la ciudad. La visin de la lnea cambiante de luces que brillaban en la oscuridad consti tuy un curioso espectculo, que produjo gran expectacin en la calle y que fue seguido desde distintos puntos de la poblacin por una gran masa de espectadores. Cuando la comitiva lleg a la ciudad se form la Cabalgata de los Reyes Magos acompaada de pastoras y pastores, palafreneros, heraldos y squito provisto de antorchas. La regia comi tiva recorri las calles de la ciudad entre la expectacin de la chiqui llera y mayores, acudiendo al Ayuntamiento donde fueron recibirlos por las autoridades, despus de lo cual siguieron al Hospital Munici pal, en el que visitaron a los enfermos y ancianos all acogidos, ofre cindoles obsequios, as como a las Hermanas que tienen a su cargo el benfico establecimiento. Seguidamente la Cabalgata se desplaz hasta el ensanche ante el Mercado de Abastos, donde se haba insta lado un Beln viviente, ante el que se hizo la adoracin y ofrecimiento de presentes, mostrando un espectculo de gran categora plstica al inmenso gento que se agolp en el lugar Finalmente, se efectu en los locales de la Seccin Femenina la entrega de juguetes a . familias pobres, repartindose ms de seiscientos juguetes para alegra de los pequeos. (7) Este loable empeo en que la Cabalgata de Reyes tuviera un gran relieve y magnificencia, comparable en cierta medida con el fastuoso despliegue de las fies tas de Moros y Cristianos, marc la pauta para las celebraciones que les han seguido y as contina hacindose en la actualidad, con lgicas fluctuaciones de unos aos a otros en cuanto a nmero, brillantez y variedad de la participacin y actos, pero siempre destinando el mayor esfuerzo econmico a las grandes cajas conteniendo los juguetes que se reparten entre los nios, destinatarios principales de todo cuanto se hace, es y representa la festividad de los Reyes Magos. Los profundos cambios polticos producidos en Espaa en los aos setenta, y la extincin de los organismos dependientes del antiguo y desaparecido Movi miento Nacional, entre ellos la Organizacin Juvenil, originaron que en 1979, ya con la alcalda de Elda ocupada por Roberto Garca Blanes, representante del PSOE, se solicitara de la Junta Central de Moros y Cristianos que se ocupara de 29 la organizacin de la Cabalgata de Reyes, lo que hicieron en los aos 1979 a 1981 con igual brillantez que las anteriores. En 1982 fue la Concejala de Fiestas la encargada de organizar la celebra cin de la Cabalgata de Reyes con la introduccin en aquella de elementos de mayor variedad en los desfiles, situacin que no cambi hasta 1999, en que nue vamente se volvi a pedir a las Juntas Centrales de Moros y Cristianos y Fallas, as como a la Federacin de Asociaciones de Vecinos (FAVE) la citada organizacin, encargndose cada una de ellas de la ordenacin del squito, espectculos y ani maciones correspondiente a cada uno de los Reyes Magos, y la Concejala de Fies tas de la coordinacin general y patrocinio, con la siempre abnegada y eficaz cola boracin de los montaeros del Centro Excursionista Eldense ascendiendo a la cumbre de Boln para encender la emblemtica hoguera de los Reyes y descen diendo despus, ya en plena noche, formando en la negrura del monte una impre sionante procesin de antorchas sealando con las luces la llegada de la Cabalgata de los Reyes. En esta modalidad, con la plena colaboracin y apoyo del Ayuntamiento, y la entusiasta presencia y actividad de las entidades indicadas --Junta Central de Moros, Junta Central Fallera y F.A.V.E.,-- se ha mantenido esta hermosa y secular tradicin que tanta ilusin despierta en los nios y en la que los padres compar ten esta ilusin de sus pequeos, al igual que ellos lo hicieron ya muchos aos atrs, en los dorados aos de su infancia. NOTAS: 1. Jover Gonzlez de la Horteta: Indios y chamorros.- Sem. Valle de Elda, nm. 889, 6 -IX -1973. 2. Sesin Municipal del 28 -XII -1933. Actas. (Cita en Alberto Navarro: Historia de Elda, vol 11. 233. 3. Eloy Cataln: Elega del pueblo prdigo.- Albor, nm. 2. Elda, septiembre 1934. 4. Delegacin Local del Frente de Juventudes: Circular de diciembre 1941. 5. Vicente Valero Bellot: El paso de los Reyes Magos.- Diario Informacin. Alicante, 14 enero 1942. 6. Delegacin Local del Frente de Juventudes. Circular de diciembre 1950. Cabalgata de Reyes 1951 7. Semanario Valle de Elda, nm. 229. 14-01-1961. 30 Pendn de San Antn del siglo XIX. 3 * HASTA SAN ANTN, FIESTAS SON (17 de Enero) El annimo corresponsal de El Graduador al que varias veces nos refe riremos en este trabajo, resaltaba en sus escritos all por 1877 la arraigada idio sincrasia festiva de las gentes de Elda, manifestando que bien se conoce que los hijos de tan dichosa poblacin son aficionados al jolgorio y a la broma (1) lo que creo estar bien demostrado en los diferentes captulos de este ensayo, sin que esto debilite en modo alguno el concepto que tenemos de sus condiciones, tambin innatas, de laboriosidad e iniciativa comercial e industrial. As se explica el hecho de que apenas finalizado el dilatado perodo festero de las Navidades, Ario Nuevo y Reyes, aborden con el mayor entusiasmo y alegra las fiestas de San Antn, con numerosos actos en los que la poblacin participa activa e intensamente y que slo transcurridos unos pocos das despus de termi 31 nada esta fiesta se vuelquen con igual entusiasmo (en aquellos tiempos) en el comienzo del Carnaval, entonces celebrado con gran animacin como veremos ms adelante. La devocin de Elda a San Antn est considerada como antiqusima. El vicesecretario del Obispado, don Fernando Br ya apunt esta antigedad al escribir: Desde el siglo XI data la devocin de esta singular ciudad a San Antonio Abad, que perdura en nuestros das. A principios del siglo XIII se restaur la antigua ermita... (2) Tambin el autor del Compendio de antigedades oriolanas, Josef Mon tesinos, afirma a finales del siglo XVIII la antigedad de este culto en Elda al escribir: En una de las principales calles de esta Villa de Elda se halla desde tiempo inmemorial (pues fi te la Mezquita de los Moros) una aseada primorosa Hermita titulada de Sta, Cathalina Mrtir y de Sn. Antonio Abad. Es bastante capaz, con su bello Retablo en cuyo cen tro se veneran los expresados Patronos Titulares. La imagen del Santo Abad Antonio, es muy hermosa, a quien se le tiene mucha devocin, en su da 17 de enero se celebra lucida Fiesta con misa y Sermn, a cargo del Revdo. Clero de la Parroq. que va a la dha. Hermita con Cruz alta, adems hay porrate y grande concurso de gentes... (3) El porrate a que se refiere Montesinos parece que era un tradicional y antiqusimo mercado de puestos en los que se vendan, sobre todo, dtiles y frutos secos (4) Igualmente manifiesta esta condicin secular de la fiesta el citado corres ponsal en Elda de El Graduador de Alicante, al exponer que ...sin dejar de rea lizarse (la fiesta) tradicional, tal como viene hacindose desde siglos... Sin que sea posible fundamentar esta firme creencia ms que en la tradicin secular, tenemos que considerar, mientras no se demuestre lo contrario, que la fiesta de San Antonio Abad es la de mayor antigedad de las que actualmente siguen celebrndose en Elda, y podemos aadir que an antes de la introduccin en su calendario de las fiestas de Moros y Cristianos, era la ms popular de las que celebraba Elda, aunque tal vez no con participacin tan masiva a todos los nive les como las que han registrado siempre las Pascuas llamadas de monas. El insigne Emilio Castelar, eldense de corazn, escribi en 1879 el precioso artculo Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, que todo buen eldense debiera conocer y guardar en su biblioteca o en su hogar, y al que repetidamente tendremos que volver por constitur un magnfico caleidoscopio de las fiestas que 32 en la infancia y mocedad en Elda del gran demcrata se celebraban y que l guar daba en su corazn y su prodigiosa memoria a pesar de su largo alejamiento fsico de nuestra poblacin. As rememoraba Castelar sus vivencias de la popular fiesta de San Antn: Si el tamboril y la dulzaina salan por las calles, no resonaban como aquel tamboril y dulzaina de mi aldea que en la fiesta de San Antn congregaban todo el pueblo en torno de las hogueras y hacan bailar las parejas a su comps moruno con gravedad que no exclua la ligereza ni la gracia... (5). La misma buclica estampa que evoca Castelar nos es mostrada arios ms tarde, con mayor lujo de detalles, por el ya aludido corresponsal de El Gradua dor, cuya identidad no he podido fijar, pero que presumo sera el historiador Lamberto Amat, que fue corresponsal en aquella poca de peridicos alicantinos y madrileos, entre estos ltimos El ltigo, y cuyo estilo llano, claro y ameno nos recuerda el de sus escritos que conocemos. Me han asegurado que el festejo de este Santo es tradicional, habindose realizado siempre sencilla y agradablemente en el inme diato da festivo, con las populares carreras de hombres, de mucha chos y de caballos, que distinta y seguidamente tenan lugar por la tarde; despus de ellas, la cucaa, la larga y ondulante cucaa de que pende un ave, que difcilmente se puede coger, y una moneda de plata pegada al reverso de una sartn, que arrancan los nios con los dien tes, siendo el premio de cada carrera y de la cucaa un grande y her moso pollo al afortunado que lo gana; terminando la tarde con la gra ciosa dan zeta (sic) del pas, que impulsada por los agudos sonidos de la alegre y antiqusima dulzaina bailan las hermosas, que por cierto abundan en este pueblo, la cual se repite por la noche, concluido de cenar, rodando sobre la piramidal, confortable y tambin tradicional hoguera, fi nalizando la funcin a las doce de la noche. Ella (la fi esta) era por dems ligera, agradable y econmica, toda vez que el gasto se reduce a media docena de pollos y dos o tres duros con que se retribua su trabajo al dulzainero; la gente no se dis traa de sus cotidianas ocupaciones y se diverta echando una cana al aire, con los espectculos de las carreras y dems trabajosas suertes y con la danza, ocupando en todo la tarde y parte de la noche... (6) Es de sealar en esta interesante crnica la pervivencia en 1877 de las dan zas tradicionales del pas, la graciosa danzeta del pas que cita el corresponsal, y que se bailaba en torno a la tradicional hoguera, vestidas las mozas probable mente con los zagalejos de vivos colores y los pauelos cruzados sobre el pecho y anudados detrs de que nos hablaba el mismo corresponsal de El Graduador y que he dejado transcrito en el captulo dedicado al Carnaval en Elda. Respecto al traje popular femenino que hemos referido, aadiremos que segn Mara 33 z4e1 Cucaas de San Antn. (Foto PENALVA-1956) Josefa Anaya Anaya recuerda de su infancia, (aproximadamente en los arios veinte o treinta del mil novecien tos) llevaban las chicas grandes ramos de flores de amor mo (alhe les) en la cabeza y el pecho y manto nes de Manila (7). Esta costumbre de las danzas haba decaido o desaparecido antes de 1913, ya que en la crnica periodstica de las fiestas de dicho ario, de la que me ocupo seguidamente, no se hace mencin de ellas, habiendo sido susti tuidas por un baile popular en el Tea tro Castelar. Tambin en los arios anteriores a 1913, del que tenemos referencia directa, debi debilitarse la animacin de esta popular fiesta, pues en la extensa crnica que El Diablo Lpiz, annimo corresponsal de El Peridico para Todos de Alicante, dedica a esta festividad de San Antn. se dice que las fiestas del citado ario 1913 haban tenido una esplendidez desconocida desde hace muchos arios. La relacin de actos celebrados que detalla puntualmente no parecen tener mucho ms relieve y espectacu laridad que los que antes hemos rese ado, pero probablemente muchos de dichos actos habran dejado de reali zarse en los arios anteriores o se cele braran en tono apagado, dndose en este ario una curiosa circunstancia que podra explicar la esplendidez a que se refiere El Diablo ,como es la pre sencia en Elda del clsico indiano, que recin llegado desde la Argentina a su pueblo, curtido el cuerpo por la vida y los bolsillos repletos de dinero, 34 Reconstruccin de la Ermita de San Antn desaparecida. (El prroco de Santa Ana. D. Jos M.a Amat, la consider acertada y ajustada a como era la ermita.) toma para s la tarea de revitalizar las fiestas, con gastos a su cargo, mostrndose rumboso y desprendido. As, Arturo Sempere, que tal era el nombre de este eldense triunfador en las Amricas, se hace presidente de la Mayordoma, desfila en la procesin en lugar de honor, tras el Santo, invita a su domicilio a autorida des y personas vivas a un esplndido lunch y, en fin, muestra su generosisad y riqueza de forma tal que, segn el citado corresponsal, el pblico que abarrotaba las calles al paso de la procesin miraba y alababa con entusiasmo al popular don Arturo . Sera interesante reproducir literalmente la crnica de El Diablo Lpiz, pero su extensin me obliga a condensar y resumir su contenido, limitndolo al desarrollo de los actos propios de la fiesta, que fueron los siguientes: ...El sbado por la noche... ...hice mi entrada en la placeta de San Antn, encontrndola artsticamente engalanada de ramaje y alumbrada a la veneciana. ...A medida que la hora avanzaba hacase imposible el transitar por entre aquella masa de carne humana que se apretujaba y pisoteaba con la avidez propias del que desea presenciar los festejos. Lleg la hora de trasladar el Santo desde el altar provisional que en una casa particular se alz por estar derribada la ermita en que se venera (8), echronse al vuelo las campanas, disparse una larga traca y dos piezas de fuegos de artificio; la Banda de Santa Cecilia 35 lanz al espacio las notas de bonitos pasodobles que se aplaudan con entusiasmo y parti la comitiva tras del Santo, que la componian D. Arturo Sempere, otros seores y autoridades. Recorri las calles de ritual, siempre tocando la banda que dirige el maestro Gorg y a inter valos la dulzaina y el tamboril. Cuando lleg a la plaza conocida por la del Hospital, disparse otra pieza de fuego artificial y dos a la lle gada frente a la iglesia parroquial de Santa Ana. El domingo por la maana se celebr la fi esta religiosa de la conduccin del Santo a la ermita en procesin, como tambin misa a toda orquesta, en la que predic don Baldomero Alonso. ...Por la tarde concurrimos al barrio de Santa Brbara en donde tenan que celebrarse lss carreras. Tambin se vio en extremo concurrido, predominando el ele mento joven, vindose algunas castizas eldenses luciendo el clsico man tn de Manila. Rein mucha alegra, buen humor, vida en fi n... (9). El cronista detalla los caballos ganadores de la carreras con sus jinetes y propietarios, indicando que los premios eran de 100 pesetas para el primero, un pollo al segundo y 25 pesetas el tercero. Hubo tambien carreras largas a pie, cuyo primer premio, de 5 pesetas y un pollo, lo gan Jos Bernab Orgils, conocido por Pepico el Sebo, siendo los vencedores en la carrera ciclista los jvenes Manuel Amat, Antonio Cataln y Jess Gil Ponce (10) Retomamos el hilo de su crnica para resear los restantes actos del domingo de San Antn, con la propia prosa de El Diablo Lpiz: ...Despus, en la Plaza de la Constitucin, hubo cucaas que tambin estuvieron muy animadas. Y por ltimo, en la calle Nueva, hubo carreras de sacos, que fueron la nota cmica de la tarde... ...Por la noche, despus de encenderse la clsica hoguera en la Plaza de la Constitucin, disparse un bonito castillo de fuegos artifi ciales frente al Teatro Castelar.. Y a las diez, cuando ya no quedaban ms festejos que hacer, se abrieron las puertas del Castelar, en el que se rindi culto a Terpscore... (11) Con su caracterstico gracejo en el versificar, Maximiliano Garca Soriano, fcilmente reconocible a pesar de su seudnimo El Romancero, con el cual fir maba sus colaboraciones rimadas en los peridicos reformistas de Elda El Ada lid y El Reformista, nos dej una estampa del modo popular de celebrar la fiesta de San Antn en 1915, que por su inters para el conocimiento de lo que era esta fiesta en aquel tiempo, adems de por su peculiar gracia, y lo difcil de su acceso a ella por el gran pblico, creemos interesante incluirla en estas pginas, como lo hacemos a continuacin: De las fi estas, la ms tpica aqu es la de San Antn; la ms popular de todas, 36 la que tiene ms color por cuya ,fiesta se pone todo el pueblo en conmocin, en cuanto suena en la vspera la campana con ardor (y que en casa de Carlicos, colocan en un balcn entre ramajes de pino que resalta en el verdor). Ante la ermita del Santo --que hoy de ruinas es montn - se congrega el pueblo todo, si no rebosando amor, gozoso va a acompaarle en la alegre procesin; procesin que es muy alegre, muy alegre, si seor, con sus voces, con sus risas. con tanta aglomeracin... con el Santo que lo mueven desde babor a estribor, cual si la danza de apaches bailara el santo varn. Si hoy domingo hace buen da y brilla fulgente el sol la carretera de Ocaa ser esta tarde un primor sobre todo por las chicas que le dan animacin con sus dislocan tes cuerpos y sus miradas de amor que hacen ms mal que un mortero de esos del cuarenta y dos. A presenciar las carreras van todos con ilusin; y de carreras no tienen ms que el nombre.., digo yo, pues ya va siendo muy raro que corra un jamelgo o dos, Y se les llama carreras, carreras de San Antn!. (12) 37 Tambin con gracia y soltura, pero con mayor detalle y amenidad nos describe la fiesta de San Antn de los arios veinte ese estupendo cronista de la vida cotidiana de Elda en los tiempos de su niez que fue Jover Gonzlez de la Horteta, o sea Jos Jover Gonzlez. Es un rico anecdotario con protagonistas reales de nuestro pueblo, mencionados por su nombre real o por su apodo o sobrenombre como entonces, y como en todos los pueblos pequeos, se acostumbraba a hacer, transmitindose el correspon diente apodo durante generaciones. Valle de Elda asiduamente, y las revistas anuales Alborada , Moros y Cristianos y Fiestas Mayo res, espordicamente, son las cuatro publicaciones en las que Jover ha dejado sus artculos llenos de situacio Programa anunciador de las fiestas de San nes hilarantes, ancdotas casi inveros- Antn, en enero. miles, personajes estrambticos y refe rencias mltiples a hitos de nuestro pueblo que la mayora de los eldenses descono can. Entre dichos jocosos trabajos literarios, el titulado La fiesta de San Antn es al que voy a referirme y cuya lectura recomiendo a los lectores interesados en cono cer las incidencias de esta fiesta por los arios indicados y a la vez pasar un buen rato con las ocurrencias, ancdotas y sucedidos contenidos en el artculo. Grandes Fiestas Cvico -Religiosas que la Ciudad de Elda celebrar en honor de 1 1 1 1 1 1 1 1 1 San Antonio Abad en los das 17, 18 y 19 de Enero de 1969 en la Parroquia de Santa Ana En dicho trabajo el seor de la Horteta relata, entre otros muchos, dos curiosos aspectos de la fiesta, uno de ellos como acto tradicional y oficial, estu viera o no inscrito en el programa, y el otro extraoficial y espontneo, a cargo de las amas de casa de los barrios del casco antiguo, natural reducto de las fiestas sanantonianas El primero era lo que podramos denominar entr de los carros de lea , que eran dos, llenos de sarmientos, uno de los cuales descargaba frente a la ermita de San Antn y el otro en la Plaza de Abajo, frente al Ayuntamiento. La llegada de los carros, con la mayordoma en pleno al frente, era esperada con expectacin por la chiquillera ante el solar en que estuvo la demolida ermita del Santo, ame nizando la espera la incansable dulzaina y el tambor. Como nota pintoresca, seala Jover que la Mayordoma tena que estar muy espabilada guardando los montones de lea pues en cuanto se descuidaban desaparecan, como por ensalmo, gavillas de sarmientos, que se iban bien por las escalericas de la calle de 38 los Clrigos o por la calle de la Tripa. La explicacin de estas desapariciones es que entonces se cocinaba con lea en casi todos los hogares eldenses, no utilizn dose para ello el carbn. ni la electricidad, ni el petrleo, ni mucho menos el butano, que no lleg hasta muchos aos ms tarde a estos lares. Con los costali cos de sarmientos las amas de casa del barrio tenan ayuda suplementaria para su economa hogarea durante unos dias. La siguiente estampa la denomina el humorista escritor el ataque a los res coldos, cuyo pico relato es como sigue: Ya era bien entrada la noche, los chiquillos nos habamos reti rado a nuestras casas y las calles se haban quedado solitarias. Las hogueras, otrora rugientes y estallantes de luz, estaban apagadas, pero... quedaban los rescoldos. Entonces, aparecan en las puertas de las casas las mujeres del barrio con un brasero vaco en las manos de cada una, y al grito de A por los rescoldos, que estamos en invierno! arremetan contra las murientes hogueras y en un santia mn no quedaban ms que las manchas negras en el suelo (13) Es de suponer que la fiesta de San Antn continuara celebrndose algunos aos ms en la forma tradicional con alguna variacin en cuanto a mayor o menor animacin popular, nmero de actos o solemnidad, hasta llegar a los tiempos de furibundo anticlericalismo de la Repblica declarada el 14 de abril de 1931, basn donos para sto en el testimonio del popular Maximiliano Garca Soriano, que en una ojeada nostlgica a las fiestas de Elda publicada en septiembre de 1933, decia de la fiesta del Santo de la Tebaida: ...la alegre y populachera --la de San Antonio Abad-- con su pro cesin, sus bailes, hogueras y adems la carrera, en que las chicas lucan con garbo y sal los mantones de Manila, se extingui no se hace yal... (14) La reanudacin de la vida cotidiana en la poblacin, tras el traumtico parntesis de la guerra civil, trajo consigo la recuperacin de las fiestas ms tradi cionales, y entre ellas la tan popular, y con tan hondas races en el pueblo eldense, de la que se haca desde inmemorial en honor de San Antonio Abad, formndose desde enero de 1940 programas cuyo esquema segua fielmente los actos bsicos de los aos anteriores a la guerra, aunque ni las carreras de caballos ni las de a pie consiguieron afianzarse en la nueva fiesta. Despus de hacerse algn ao en el tra dicional lugar de la cuesta de Santa Brbara, hasta el hoy desaparecido Hospital, se celebraron otros aos en el camino entre el puente de la Estacin y el de Mon var, hoy Avenida de Novo Hamburgo, y tambin desde la farola hasta la Ciudad Vergel a lo largo de la Avenida Reina Victoria, en la que no habia edificada casa alguna, excepto algn chalet al principio de la misma. La cucaa se realizaba en la Plaza del Ayuntamiento, con los clsicos nme ros del pollo colgando cabeza abajo de una cuerda, formndose pirmides humanas 39 para conseguir alcanzarlo, y la sartn con la moneda pegada en la parte ennegrecida por el hollin, que tiznaba el rostro de los chiquillos que participaban en el juego. Tanto las carreras como las cucaas parecan ser cosas del pasado, festejos propios de un pueblo que haba quedado atrs y poco a poco desaparecieron, sin que voz alguna reclamara su reposicin. Sin embargo, la fiesta propiamente dicha en honor de San Antonio Abad, el popular San Antn, iba a dar un extraordinario giro que afianzara su populari dad entre el pueblo de Elda y proporcionara a sus actos una animacin y una bri llantez y resonancia como estamos seguros nunca haba alcanzado en sus varios siglos de culto en nuestra poblacin. Al llegar aqu he de salir al paso de los lectores que, conocedores de los hechos de su pueblo y por consiguiente del desarrollo de sus fiestas tradicionales, hayan echado en falta una parte importante y brillante de las fiestas de San Antn en pasadas pocas, achacando tal vez esta omisin a desconocimiento de dichos festivos hechos. Me refiero a las fiestas de Moros y Cristianos que hoy, y desde 1947, se celebran en la ltima semana de mayo o en la primera de junio y que durante algn tiempo, en el siglo XIX, fue parte destacada de la fiesta de San Antn, como tambin lo fue de enero de 1944 a 1946. Sin embargo, y no s si acertadamente, he preferido reservar esta vincula cin de la fiesta de Moros y Cristianos con la de San Antn al captulo en que hago amplia crnica de aquella conmemoracin histrica, por considerar estas pocas en que la fiesta moruna se celebr en enero como una especie de prehistoria de la fiesta, pero sin dejar de formar parte de la misma. Por consiguiente creo oportuno sealar aqu la presencia de la comparsera moro-cristianesca en San Antn solamente de pasada, dejando explicacion ms detallada para las fiestas de primavera. La celebracin de las fiestas de Moros y Cristianos a la vez que la de San Antn parece que arranca desde los tiempos de la infancia de Castelar, que en su repetidamente citado artculo de Las fiestas de mi pueblo dedica unas pginas magnficas y emotivas a esta conmemoracin de los hechos de la Reconquista. Probablemente desaparecidas en fecha ignorada, volvieron a ser restaura das en 1864, llegando hasta 1888 o tal vez algn ao ms. De los actos de 1877 reproduciremos ms adelante la crnica que public en El Graduador su corresponsal en Elda, con curiossimos detalles de su celebracin e incidencias. Es en la fiesta de San Antn de enero de 1943 cuando un grupo de entu siastas de la fiesta, vestidos con uniformes de diferentes comparsas, alquilados u 40 Salida de San Antn de su ermita, escoltado por comparsas de Moros y Cristianos. (Foto CARLSON) obtenidos prestados en los pueblos vecinos, se incorporaron espontneamente a la fiesta, celebrando una guerrilla que fue precursora de todas cuantas hasta hoy las han seguido (15) Por el entusiasmo de sus iniciadores y la incorporacin de un buen puado de eldenses, se formaron rpidamente varias comparsas; las cinco de la fama: Cris tianos, Estudiantes, y Contrabandistas por el Bando Cristiano y Moros Realistas y Marroques por el de la Media Luna. La bendicin de sus banderas tuvo lugar el 17 de septiembre de 1944 en el recin inaugurado templo de Santa Ana, y la primera salida oficial fue en las fiestas de San Antn de 1944, fundiendo sus actos de guerri llas, embajadas y desfiles con los tradicionales de San Antn, a cuya imagen daban 41 escolta de honor las comparsas, disparando los arcabuces en su honor al ser entrado en la iglesia de Santa Ana, al seguir el Santo sin tener ermita. Esta celebracin con junta de las fiestas de Moros y Cristianos y San Antn slo dur hasta el siguiente ario 1946, ltima vez que las primeras se celebraron en enero. Buscando una mayor estabilidad climatolgica, una grata temperatura para el bienestar de los espectado res y mayor lucimiento de los actos, sobre todo de los desfiles, la fiesta de Moros y Cristianos fue atrasada a los ltimos dias de Mayo o primeros de junio y aunque la medida fue muy discutida entonces, --y criticada por pueblos vecinos que al final hicieron lo mismo o algo parecido--, el tiempo demostr lo acertado de la misma. Desde entonces la fiesta de San Antn ha quedado consolidada como el Medio Ao de la Fiesta, pues sin perder sus valores y manifestaciones tradicio nales propias, incluye en su programacin varios actos de la fiesta, como la retreta, la ofrenda de flores de abanderadas y capitanes, la escolta en la procesin, el des file de escuadras seleccionadas por cada comparsa y otros de gran vistosidad. Tambin San Antn ha visto levantarse de nuevo, en 1950, su Capilla y Ermita, cerca del lugar donde estuvo durante muchos siglos y una nueva imagen, en sustitucin de la desaparecida, preside desde 1944 sus actos. En la actualidad, la fiesta de San Antn es una de las grandes del ario fes tero eldense, junto a las de Semana Santa, Pascua de Resurreccin, Moros y Cris tianos, Fallas, Septiembre y Navidad y Ario Nuevo, y las profundas races de su tra dicin cristiana y la savia nueva que le ha infundido el patronazgo del Santo sobre las de Moros y Cristianos de Elda creemos le garantiza muchos arios de perma nencia y devocin en el alma del pueblo eldense. NOTAS: 1. Corresponsal de El Graduador n. 489. Alicante, 23 de enero de 1877. 2. Pasado y presente de Elda (artculo indito). 3. Josef Montesinos: Compendio de antigedades oriolanas (manuscrito). Tomo XV, cap. 11: Elda, folio 702. 4. Fiestas y tradiciones alicantinas pueblo a pueblo- Editorial Mediterrneo (La Ver dad).- Murcia, 1997.- Pg. 407. 5. Emilio Castelar: Las fiestas de mi Pueblo- La Ilustracin Espaola y Americana. Madrid 1879. 6. El Graduador, nm. citado en nota 1. 7. Lo que yo recuerdo de las fiestas de mi pueblo, por Una eldense (Maria Josefa Anaya Anaya).- Valle de Elda, 1.296.5 de septiembre 1981. 8. Esta casa era la del conocido tio Carlicos, guardador de la imagen del Santo hasta que en junio de 1926 fue sta llevada a la capilla del Cementerio Viejo. (Vase: Jover de la Horteta: La fiesta de San Anton en Moros y Cristianos 1976 y Maximiliano Gar ca Soriano: ldella. nm. 19, 12 junio 1926).. 42 9. Elda en fiestas por El Diablo Lpiz .- El Peridico para Todos , Alicante, 24 enero 1913. 10. El artculo de Jover Gonzlez de la Horteta citado en la nota 8 nos da a conocer el reco rrido de las carreras a caballo y a pie en aquel tiempo, que era en la Cuesta de Santa Barbara, comenzando en la puerta del antiguo Cementerio Viejo (Cruz de los Cados) y terminando en la portada de la venta de Santa Barbara, donde despus se levant el antiguo Hospital Municipal. 11. Elda en Fiestas (Nota 9) 12. Semanario El Adalid, Romance de la semana por El Romancero, num. 31.- Elda, 17 de enero de 1915. 13. Jover Gonzlez de ls Horteta: La fiesta de San Antn, - Rey. Moros y Cristianos, Elda, 1976. 14. Maximiliano Garca Soriano: Las fiestas (prosa rimada).- Revista Albor, nm. 1. Elda, septiembre 1933. 15. Cmo naci la fiesta. La heroica salida de enero de 1944. por Alberto Navarro. Revista Moros y Cristianos, Elda, 1969. (Nota: Error en el ttulo. Esta heroica salida fue en enero de 1943). 43 4 * LA CANDELARIA (2 de Febrero) Desde tiempo inmemorial se acostumbraba a celebrar en Elda esta fiesta religiosa, dedicada a la Purificacin de Nuestra Seora, cuyos principales prota gonistas eran los nios, con sus velitas de variados colores. La fiesta de la Candelaria estaba dedicada principalmente a bendecir los cirios que despus se usaran en los actos litrgicos propios de cada Parroquia y, adems, para bendecir igualmente las velas que los fieles llevaban al acto, para ser usadas en sus devociones particulares. Pero principalmente, quienes celebraban la fiesta con mayor concurrencia y entusiasmo eran los nios de las escuelas, para los cuales este dia era festivo, con la nica obligacin de estar presentes en el colegio a la hora fijada para, formados de dos en dos y con sus profesores acompaando a las jubilosas y vocingleras filas, dirigirse a la parroquia que les correspondiera, para el acto de bendicin de las velitas, que les eran entregadas a cada uno de los escolares. Estas velitas eran del gadas, menudas y de vivos colores, predominando el rojo y el azul. Despus de la Misa se efectuaba la bendicin de las velitas encendidas y ello constituia un sim ptico espectculo por la abundancia de nios y nias, cada uno con su velita encendida y los ojos fijos en el altar ante el cual el sacerdote pronunciaba la ben dicin. Tenemos una crnica de Vicente Valero, emitida por Radio Elche en febrero de 1954, en la cual, despus de dar cuenta de la bendicin de las tradicio nales velitas de la Candelaria, repartidas previamente entre los nios y nias asis tentes. escribe que se haca tambin la ofrenda de unas palomas, que ms tarde seran rifadas entre los escolares ms humildes. Como signo de la importancia que en aquellos aos se conceda a esta simptica fiesta debemos sealar que a ella asistan las autoridades locales y jerarquas del Movimiento. (1). Antiguamente era una tradicin muy popular y extendida entre el pueblo eldense la de guardar las velitas bendecidas en el domicilio de cada uno, encen dindolas cuando se produca una fuerte tormenta para impetrar la proteccin de la Virgen de la Candelaria. 45 No acabamos de encontrar la relacin existente entre esta festividad, tan sencilla e ingenua, con las que celebraban los antiguos romanos con el nombre de Lupercales, como escribe nuestro admirado Castelar en el tantas veces citado art culo Las fiestas de mi pueblo: ...las fi estas de la Candelaria, dedicadas a bendecir los cirios, corresponden a las antiguas fi estas lupercales... (2) Las fiestas romanas llamadas Lupercales, estaban dedicadas al dios Luper cus, tambien llamado Pan o Fauno, protector de los pastores y consistan en el sacrificio de animales, como cabras y perros, tocando el sacrificador con el cuchi llo todavia ensangrentado en la frente de los jvenes. Estos, que era costumbre que deban reir fuertemente durante la ceremonia, salan a la calle con vestidos ligeros y con unas tiras de cuero daban pequeos azotes a cuantas mujeres halla ban al paso acudiendo stas de buena gana, especialmente las casadas estriles, por tener fama de que estos azotes producan fertilidad. La nica relacin que encontramos en estas dos fiestas es que la celebrada en la antigua Roma pareca tener un oscuro origen y significado en la purificacin de los que participaban en ellas, y la Iglesia Catlica celebra en ese dia la fiesta de la Candelaria y la Purificacin de Nuestra Seora, cosas que al parecer son de sig nificado totalmente distinto, aunque ostenten igual nombre. Los jvenes ligeramente vestidos Lo disfrazados) azotando levemente a quienes encuentran al paso nos recuerdan ms a las mscaras que con el espol sador en ristre salan en los Carnavales por las calles eldenses, al igual que en el vecino Petrer lo efectan de parecida manera las tradicionales carasses que se celebran los cuatro domingos de octubre de cada ario. En los tiempos actuales, la fiesta de la Candelaria se celebra nicamente en su aspecto litrgico, con bendicin de los cirios, y sin participacin generalizada de los colegiales como se haca anteriormente, concurriendo al acto de la bendicin los nios que por deseo propio quieren hacerlo o los pequeos que son llevados por sus padres o familiares a bendecir sus pequeas y coloreadas velitas. NOTAS: 1. Vicente Valoro: Crnicas para Radio Elche. 2 de febrero de 1954. 2. Emilio Castelar: Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo Madrid, 1879. 46 5 UNA FIESTA OLVIDADA. SAN BLAS (3 de Febrero) Ni los ms ancianos de la localidad podran recordar hoy que en Elda se hubiera celebrado alguna vez, y durante muchos aos, una fiesta en honor de San Blas, Obispo y Mrtir, con gran animacin popular, y bien surtido porrate, o sea puestos de dulces, frutos secos y otros gneros de alimentos y bebidas para animar mejor a los participantes en la fiesta. Hoy, para los eldenses, San Blas es solamente el nombre de una calle, muy cerca de la antigua Cruz, y una referencia a las fiestas de Sax, en las que la nume rosa colonia sajea en Elda se vuelca para participar en sus famosas y antiguas fiestas de Moros y Cristianos, a las que tambin acuden numerosos vecinos de Elda para admirar las honras que los sajeos hacen a su Patrn San Blas. El motivo por el que nadie puede recordar estas fiestas en Elda es porque dejaron de celebrarse casi a finales del siglo XVIII sin que quedara de ellas ms noticia escrita que la sucinta referencia que de la misma se hace en el Compen dio de Antigedades ya varias veces citado, escrito por el oriolano Jos Montesi nos a finales del XVIII y principios del XIX, y cuyo conocimiento no ha llegado a nosotros hasta casi finalizar el siglo XX actual.(1) En su detallada relacin de las ermitas entonces existentes en Elda, Mon tesinos cita una que debi hallarse cerca de donde hasta hace arios estuvo la lla mada Fuente de los Burros. All existi una cruz de trmino, de piedra, que todava, aun despus de haber desaparecido, daba nombre al paraje, denominn dosele comnmente como de la Cruz de San Blas, en el punto aproximado donde hoy confluyen a la Avenida de Chap las calles de Padre Manjn y Virgen de los Desamparados, y se inicia la de La Cruz, esta ltima calle as llamada en recuerdo de aquel desaparecido monumento. Esta ermita se fund en 1683 para rendir culto a San Blas, Obispo y Mrtir, bajo el Patronato de los Condes de Elda, a cuyas expensas se celebraba la fiesta el da 3 de febrero, fiesta que era tenida como una de las principales de la villa, por lo que los religiosos del Convento de Franciscanos deban participar en los actos celebrados en honor a San Blas, segn la concordia establecida con los Condes, al 47 igual que deban hacerlo en la fiesta de Nuestra Seora del Rosarioel 7 de octu bre, y en otras funciones religiosas que se establecan en dicha Concordia. (2). La Ermita de San Blas permaneci en uso menos de un siglo, pues por el abandono en que se encontraba a mediados del siglo XVIII, la mand demoler el obispo de Orihuela, en 1776. Reproduzco seguidamente lo escrito por Montesinos, para que el lector conozca esta referencia en los mismos trminos en que la hemos hallado y por el arcaico y singular estilo literario usado por el cronista oriolano: IIERMITA DE SN BLAS OBISPO,- A la entrada de la Villa, Junto a sus muros; donde al presente est la Cruz de piedra, resplandeci desde el ao 1683 (/.se fund la aseada lermita del Glorioso Sn. Blas Obispo y Mrtir, con Torre, campana y hermitao, En su da propio 3 de Febrero acuda a ella el Revdo. Clero de la Parroquia con Cruz, a celebrar Misa cantada y Sermn con Vsperas; todo a expensas del Excmo. Sr. Conde, cuyo era el Patronato, haba pan bendito, y porrate general de coniestibks con asistencia de innunterables gentes. La Herntita se deterior mucho y considerndola indecente, el Iltmo. Sr. D. Josef Tormo de fuli, Obispo de Orihuela, enemigo declarado de bullems en las Hermitas; la mand den oler en 16 de mayo de 1776. Y aunq. se ha pensado en su ree dificacin no se ha podido verificar por varias dificultades que se movie ron. La expresada Fiesta de Vsperas, Misa y Sermn se celebra en la Parroq. a expensas del SE Conde, donde se edific Capilla al Santo Obispo. Por obligacin y concordia baxa la Serfica Comunidad del Combento a asistir a toda la Funcin, cuyo Sermn corre a su Cuidado. (2) La frase del escrito que alude a que el Obispo era enemigo declarado de bulletas en las hermitas... parece dar a entender que a pesar de estar sta ya dete riorada y tal vez sin uso como ermita de San Blas, an continuara acudiendo la gente el 3 de febrero como desde muchos aos atrs habia hecho, y para evitar esta alegre reunin, esta bulleta o bullicio, fuera demolida totalmente. Este, como tantos otros, es un pequeo misterio que probablemente nunca se conseguir esclarecer. NOTAS 1. Jos Montesinos y Prez.- Las excelencias y fundacin de la muy noble y fidelsima villa de Elda,su parroquial iglesia, ermitas e ilustres hijos suyos, con otras cosas.- Tomo XV, cap. 11, pg. 708. 2. Id. id. pg. 692. 48 CASA DE LA JUVENTUD - ELDA Viernes, 15 de Febrero A las 23 h. Organiza: CASA DE LA JUVENTUD Patrocina: EXCMO. AYUNTAMIENTO (Concejala Juventud) En los ltimos aos se observa un intento de revitalizar las fiestas de carnaval. (Cartel de 1991) 6 * EL REINADO DE MOMO EN TONO MENOR (El Carnaval) La fiesta del Carnaval, seguida con mayor o menor apasionamiento o inte rs en casi todo el mundo, tiene unos lugares donde se ha impuesto como la ms fastuosa, multitudinaria y atractiva, como son Rio de Janeiro, Niza, Colonia y muchas otras ciudades, ofreciendo un pintoresco, abigarrado y policromo mues trario de carrozas, iluminaciones, vestidos, adornos, desfiles, diversiones, comici dad y originalidad que muy justamente atraen a gentes de numerosos paises para disfrutar con la belleza y atracciones de la fiesta. No ocurre lo mismo en nuestra ciudad, donde generalmente pasa casi desa percibida, sin reflejo alguno en la calle, y nicamente se registran algunos inten tos en discotecas y otros centros de diversin de ofrecer sesiones especiales car navalescas, que no tienen apenas relieve fuera de estos locales. 49 Quiz, como en tantas otras ocasiones, alguien estuviera tentado de achacar esta indiferencia actual a los muchos aos en que estuvo legalmente prohibida su celebracin, desde 1939 hasta los primeros arios de los setenta, pero los testimonios de diversos arios anteriores nos demuestran los grandes altibajos que tuvo su cele bracin, unas veces con jubilosa y bullanguera manifestacin en las vas pblicas de la poblacin, sobre todo en la calle Nueva, y otras con presencia nicamente en los bailes organizados por sociedades como el Casino Eldense y salas de espectculos como el Teatro Castelar y el Coliseo Espaa, no faltando ao en que su celebracin fue criticada por producirse algun hecho desvergonzado o inmoral. La ms antigua cita escrita que poseemos sobre el Carnaval en Elda la encontramos en el artculo Recuerdos de Elda o Las Fiestas de mi pueblo, de Castelar, al que ya he acudido en varias ocasiones y volver a acudir en este tra bajo, tanto por lo lejano de sus recuerdos de infancia como por la precisin, pul critud y preciosista estilo literario con que fueron redactados. Los curiosos deta lles que contiene este fragmento y el donaire con que est expresado merece sobradamente la transcripcin literal del mismo, para satisfaccin de los lectores: ...No acertara a decir lo que era un carnaval en aquellos tiem pos de gozo, en que buscbamos para las comparsas y sus disfraces los arreos de nuestros antepasados, los tricornios mugrientos que haban corrido la tuna, las casacas moradas que habian asistido al recibi miento de la reina Mara Luisa, las chupas de raso bordadas con guir naldillas de rositas. Los enormes relojes competidores de los que sona ban en las torres, los guardapis de tis, las pelucas empolvadas, los mil objetos en que hoy comerciara un anticuario y que nosotros ade rezbamos de pintoresca manera, sin otro consejo que el de nuestra desordenada fantasa ni otro fi n que el de divertirnos todos vindonos los unos a los otros por las calles en una broma continua... (1) De parecida forma debi celebrarse la mayora de los aos de este agitado siglo XIX, pues unos treinta y tantos arios ms tarde de la fecha en que calcula mos pudo referirse Castelar al evocar sus recuerdos de infancia y mocedad en Elda, en 1877, hallamos otro testimonio directo de las caractersticas de los carna vales eldenses, relatados por el corresponsal en Elda de El Graduador, diario alicantino, que aunque pensamos que podra ser el escritor Lamberto Amat, no tenemos ms base para esta creencia que la sobriedad de su estilo y lo ponderado de las expresiones, muy en la lnea de sus escritos firmados, as como por las cola boraciones que sobre aspectos de inters eldense, como la disputa con Elche por las aguas del pantano de Elda, publicaba frecuentemente en dicho diario. Esta crnica de los Carnavales de 1877 en Elda dice as: ...apenas acababan las fiestas de San Antn con sus carreras, moros y cristianos y dems que te particip en 18 de enero, el domingo, 21 del mismo, la divina Terpscore calzada de sus borce 50 gues y con la careta en la mano, acompaada de la indispensable dulzaina y su tabalet, se hizo duea de los amigos y las amigas de la broma y el jaleo; esa msica, reminiscencia de los rabes que en lejano tiempo dominaron el pas, toc su diana por toda la pobla cin; pase sus calles al medioda, a las dos de la tarde, se situ en la plaza principal, atrajo a ella a la gente de humor de ambos sexos, la mayor parte disfrazada, unos con antifaz, otros sin l, entre estos la mayor parte de las hermosas que, luciendo sus lindos trajes de zaga lejos de lana de fuertes colores y caprichosos bordados, pauelos de manda y de crespn de diferentes dibujos, graciosamente atados detrs, con cuellos de cisne y cabezas de ngeles, y se principi la danza, durando hasta el anochecer, que se suspendi para despus de descansar y tomar el necesario alimento, continuarla desde las 8 hasta las 10 de la noche. As se ha realizado la funcin todos los dems das festivos que han mediado hasta el martes de carnaval por la noche, quedando muy agradecida la diosa que la ha presidido por el entusiasta culto que le han tributado sus muchos adoradores. (2) Es interesante resaltar en esta amena crnica la intervencin de la dulzaina y el tamboril en los pasacalles y danzas, sin mencin alguna a la Banda de msica entonces existente, lo que da a las danzas un carcter tpico, de bailes del pas, muy en consonancia con los atavos de las mozas, con los zagalejos o faldas sueltas de lana de fuertes colores y caprichosos bordados y los pauelos o mantones de manila o de crespn atados detrs. Tambin es de destacar el escenario de los actos del Carnaval, que era en la plaza principal. o sea la de Abajo o del Ayuntamiento, centro cvico entonces de los actos ms importantes para la poblacin, fueran festivos, polticos o religiosos. Parece que en aquel tiempo se observaba fielmente la tradicin en cuanto a los das de celebracin, pues iniciada la fiesta el 21 de enero, segua igual los siguientes domingos, 28 de enero, 4 de febrero y 11 de febrero, inicindose el tiempo de saco y ceniza ---en frase del corresponsal de El Graduador en Elda-- el mircoles de Cuaresma. Ms adelante se iniciaba el festejo el domingo anterior al Mircoles de Ceniza, celebrndose la fiesta de carnaval los das domingo, lunes y martes. La crnica que hemos reproducido produce una grata impresin de pueblo sano, dedicndose durante unas horas al jolgorio y el baile, olvidando con las bro mas de las mscaras y los giros y pasos de las danzas el laborioso trajinar de los quehaceres diarios. No se produca en estos favorables trminos el redactor del semanario eldense El Vinalap, de 1903, por sus comentarios al Carnaval celebrado en Elda en dicho ario, expresndose en un tono francamente desaprobador, pues sus comentarios no podan ser ms negativos: 51 El Carnaval ha pasado poco ms que desapercibido, alegrn donos nosotros de que esta fiesta vaya en decadencia, porque en los tiempos presentes ya no tiene razn de ser. (3) Y en la gacetilla publicada en el siguiente nmero del semanario conti nuaba en el mismo tono: Termin por completo el Carnaval, sin haber registrado ms accidentes que algunos palos y tiros sin consecuencias funestas. En los bailes populares, Plaza Saga,sta, Mahons y en la ver bena de Petrel, se han divertido los pollos y los que no son pollos de lo lindo, derrochando dinero que convertido en pan hubiera servido para algo El redactor que en 1913 firmaba sus colaboraciones en el diario alicantino El Peridico para Todos como corresponsal en Elda con el sobrenombre de El Diablo Lpiz. pareca en principio no compartir esta desfavorable impresin de estas fiestas, pues comparando los Carnavales de dicho ao con las de un impre ciso antao , evocaba estas con frases como las siguientes: Esta fi esta que nos legaron nuestros antepasados, era, en sus juveniles aos, la fi esta de la alegra y los regocijos populares... lo que antao era una fiesta respetada por todos y en la que el disfraz era un medio de lucimiento... (5) Pero no, porque El Diablo Lpiz arremeta seguidamente contra la forma de celebrarse el Carnaval en nuestro pueblo en dicho ao de 1913, en una extensa crnica de la que slo extraeremos sus prrafos ms importantes, que nos dan una idea sobre la forma en que entonces se realizaban las fiestas, que en opinin de El Diablo Lpiz eran de un libertinaje escandaloso, opinin sobre la que no tenemos otras fuentes de informacin para poder comparar si estaba acertado en sus crticas: Lo que antao era una fiesta respetada por todos y en la que el disfraz era un medio de lucimiento, hogao es la de un libertinaje escandaloso, en que las mscaras, familiarizadas con el pblico, dan un espectculo de inmoralidad indigno. Hoy, el cubrirse el rostro con el antifaz, en la creencia quiz de que a la mscara le est permitido faltar abiertamente a la moralidad, se entrega a esparcimientos que ruborizaran a nuestros antepasados, si alzaran sus cabezas desde las tumbas en que yacen. Y por lo mismo el espectador se cree en el per fecto derecho de poder dar un espectculo vergonzoso. Qu adulte racin de las aejas costumbres! (6) A continuacin El Diablo Lpiz pasa a dar a conocer a sus lectores los carnavales que se celebraban entonces en Elda, manifestando que el primer da de carnaval, domingo, la fiesta result deslucida, pues la calle Nueva, en la que desde 52 tiempo ha se reunan las gentes para festejar el antruejo con sus disfraces y su jol gorio, se vio desierta totalmente, Esto deba ocurrir como consecuencia de la incle mencia del tiempo, probablemente lluvia, pero el corresponsal de El Peridico para Todos contina su crnica diciendo: En las tardes del lunes y del martes, gracias a la benignidad del tiempo, que fue grandiosa, la calle Nueva antes mencionada se vio totalmente concurrida por numeroso pblico. En disfraces nada de particular, salvo que rayaban en el niavor de los ridculos. Lo nico digno de mencin es la extraordinaria animacin que en ambos (las rein en la calle Nueva y sus alrededores... (7) Y para remachar el deplorable concepto que le mereca la conducta de los devotos cultivadores de la farsa carnavalesca termina su condenacin con esta otra parrafada: Corroborando lo expuesto debo decir que fue escandaloso lo que en los dos ltimos das de Carnaval ocurri, siendo sensible ello, pues el espectculo de inmoralidad (lado es indigno de una sociedad culta como la actual debiera ser Pero desgraciadamente no es as. (8) Sin embargo, los acentos condenatorios del corresponsal desaparecen en el resto de la crnica y su expresin se hace amable y melosa al relatar los bailes cele brados en estos das de Carnaval en el Casino Eldense y en el Crculo Republi cano, con expresiones de elogio para los organizadores, la selecta concurrencia, las orquestas y el comportamiento de los concurrentes a dichos bailes. As en el del Casino Eldense destaca la alegra y el buen humor no reido con la delicadeza que en sociedades de tal categora debe guardarse.... as como resalta, sobre todo: ...graciosas y risueas, las simpticas eldenses que coquetona mente ataviadas hacan del saln de baile un jardn do se cran oloro sas y codiciadas flores Estas veladas duraban hasta las dos de la madrugada, pero el tercer da, un esplndido mecenas obsequi con cincuenta pesetas a la orquesta, magnfica mente dirigida por don Francisco Santos, para que siguiera tocando hasta que se rindiese el pblico de tanto bailar, cosa que ocurri hacia las tres y media de la madrugada. Parecidos elogios hace El Diablo Lpiz del baile en el Crculo Republi cano, cuyo local result insuficiente para acoger al numeroso pblico que bail mucho y de lo lindo, quedando muy gratamente impresionado el corresponsal con las caras bonitas que vio all parecindole que no eran mujeres sino nge les. Tan bonitas y graciosas eran!. 53 El arrobamiento de El Diablo se extiende a la orquesta de guitarras y bandurrias que amenizaron este ltimo baile, formada probablemente por aficio nados del pueblo, que seguramente por no formar agrupacin estable, no tena nombre, pero que el referido corresponsal, llevado por su entusiasmo, la bautiz con el nombre de El arte. Esta gran animacin de gentes y profusin de disfraces que refleja El Dia blo Lpiz en su crnica, fue la que inspir al poeta eldense Eloy Cataln estas frases en la melanclica mirada hacia el ayer contenida en su artculo Elega del pueblo prdigo publicado en 1934: ... Y busco las tardes maravillosas y fantasmales de las viejas Carnestolendas; la vieja calle Nueva llena de tipos raros encubiertos bajo disfraces de mil colores; el to del al higu! tras el que corra mos todos los nios del pueblo sin asustarnos de su grotesca carota de cartn. (9) Con otro salto en el tiempo llegamos a los arios marcados por la dictadura del general Primo de Rivera, en los cuales las calles eldenses, y en especial la Nueva, haban perdido ya para siempre, la animacin y bullicioso desorden que le daba la concurrencia de mscaras y disfraces, aunque continuaba con menor par ticipacin la exhibicin de stos, no siendo ya las versallescas y ochocentistas pelu cas, casacas y tricornios que evocaba Castelar, sino las ropas de los abuelos o padres desechadas por intiles, con el clsico y habitual intercambio de sexos en el vestir, colocndose ellas viejos pantalones y chaquetas de hombre, y ellos sayas, batas, zapatos de tacn, pauelos, pendientes y dems prendas y adornos femeni les, recargando siempre la nota en el relleno con que imitaban exagerada y gro tescamente el busto femenino. El uso de los espolsaores , aquellos zorros, de anchas tiras de forros o tela recia que se unan a un mango corto para quitar el polvo sacudindolo (y hago esta aclaracin para quienes no han conocido este adminculo casero, y mucho menos su nombre eldense de espolsaor) segua utilizndose por las mscaras, hacindoles parecer semejantes a las carasses de Petrer. Un recuerdo de estas fiestas, con curiosos detalles como el mismo del espolsaor , nos dej el popular vate Maximiliano Garca Soriano en versos que reproduzco en su totalidad, tanto por su condicin de testimonio de la manera que se hacan los carnavales en Elda en su poca, como por la soltura y humor ence rrados en sus cuartetas, como se comprueba por su lectura: BOSQUEJOS Antao la animacin era en la calle tres das, 54 se interceptaban las vas con tanta aglomeracin. Las gentes eran capaces de decirse en sus contiendas las frases ms estupendas, las palabras ms procaces. Llevaban slo un disfraz damas, sirvientas, seoras, empuando espolsadoras que asestaban en la faz. Y aqu y all, enardecidas pasaban toda la tarde, y despus de tanto alarde se iban a casa rendidas. Hogao la animacin, no se conoce en las calles, ni en los ms mnimos detalles se ve una demostracin. Al Teatro Castelar la gente va en revoltijo y con ansia y regocijo baila y trisca sin cesar. Reina Momo en estas noches, con Baco, Sileno y Priapo, y valsan a todo trapo como Faunos y Fantoches, Tres noches a cual ms grata pasan en el Castelar, y suean al terminar con el baile de Piata. GRACIANO SORIA (10) El semanario Idella dedic algunos espacios a comentar las fiestas de Car naval de los aos 1926 y 1927, y por estas pequeas crnicas vemos que la fiesta de aquellos arios ya haba desaparecido de las calles y se hallaba limitada a loa bailes de Carnaval que se celebraban en el Casino Eldense y el Teatro Castelar, aquel para la clase media -alta, y ste para todos, en especial la medio -baja, con todas las salvedades que quieran hacerse a esta clasificacin, ya que en Elda, entonces y ahora, la diferenciacin de clases era muy imprecisa, aunque el mayor peso en la balanza lo arrojaba casi siempre el nivel econmico en que se estaba situado. En 1926 se resaltaba que los bailes del Carnaval no nos han trado masca ritas que nos hicieran mantener el enigma de unos ojos bellos tras el antifaz... , pero s primorosos y atrayentes disfraces con que las bellezas eldenses y foras teras animaron el baile en la primera noche, o sea el domingo. (11) 55 El siguiente ao 1927, el comentarista de Idella haca observar que aun que no haban superado en animacin a los de aos anteriores, la gente haba dis frutado en grande y precisaba en su crnica lo que haban sido aquellas jornadas carnavalescas: ..Tanto en el Casino como en el Castelar; los bailes celebra dos han revestido su tradicional brillantez, y la alegra cascabelera de estos das ha tenido marco donde exteriorizarse. Corno en aos anteriores no ha habido abundancia de disfraces y aunque entre las pocas mscaras que hemos visto han sido ms las que han pecado de zaparrastrosas, diremos en honor a la verdad que tambin ha hecho su aparicin en estos das algn que otro disfraz de buen gusto, De comparsera, nicamente la indiada que termin como el rosario de la aurora. Maana noche, domingo de Piata, esperarnos que los bailes del Casino y Castelar han de verse tambin muy animados (12) La alusin a la indiada obedece a la existencia en aquellos aos de un grupo --una tribu se autodenominaban-- de muchachos de buena posicin y mejor humor, cuya caracterstica era, aparte de pasrselo bien con sus ocurren cias de todo gnero, gastar bromas pesadas a cuantos podan, realizando algunas chuscadas en las que supieron tomarle el pelo no slo a los naturales de la pobla cin, ya escarmentads de anteriores indiadas, sino a forasteros, atrados por el anuncio de lo que se iba a hacer, en lances curiosos que han pasado de padres a hijos y cuya relacin no cabe en este trabajo, limitado al calendario festivo de los eldenses. El artculo de Jos Jover Gonzlez, conocido como Jover Gonzlez de la Horteta, titulado Indios y chamorros (13) relata varios de estos astraca nescos montajes e incluye una nota que podra referirse a lo que en Idella se dice de la indiada. El artculo de Jover seala la formacin de dos bandas riva les, la de los indios y la de los Chamorros, aunque de esta ltima apenas ha trascendido noticia alguna de barrabasadas destacadas como las de sus rivales. Y as relata el seor de la Horteta una de las faenas de la indiada a los cha morros: ...el potaje que se arm en el baile del Casino Eldense por no dejar entrar (los Indios) a alguno de estos. Con tal motivo hubo una zambra de aqu te espero, Amadeo. Al . final los Chamorros se fueron a bailar al Teatro Castelar y todos contentos... (14) En la cita no se menciona que esto ocurriera en el Carnaval pero la escri tora local Maria Josefa Anaya Anaya, que era una nia en aquellos arios, me mani fest que s ocurri en Carnaval, pues el pblico llevaba disfraces y a ella le ate rroriz ver a los indios con sus grandes penachos de plumas asomndose a los ven tanales del saln, haciendo feroces muecas y amenazadores gestos, por lo que fue ron expulsados durante un ario del Casino. 56 En su artculo Carnavales entreverados. Me conoces, mascarita, el escritor de costumbres populares eldenses Jover Gonzlez de la Horteta nos dej unas pinceladas de estas populares fiestas vividas por l mismo en su infancia y mocedad, que por su pintoresquismo y acertado reflejo de las peculiaridades de su poca vamos a mencionar muy resumidamente: Siendo an un chiquillo --sera por 1919 o 1920-- y siguiendo la costumbre de muchos eldenses de disfrazarse en el Carnaval con lo que pudieran encontrar para llamar la atencin, al pequeo Joseco le dio por disfrazarse de El Tanque Humano, personaje de una terrorfica pelcula de episodios que por aquel tiempo tena gran fama y popularidad en los cines. Con cartn, papel de embalar y alam bres se hizo un disfraz de tanque humano, o sea como un guerrero medieval con armadura, pero buscando el aspecto terrorifico adecuado al personaje. Entonces viva en la calle de las Virtudes, cerca del Arco del Castillo, y una vez terminado su disfraz, sali para dar el golpe hacia la plaza de Arriba, calle del Castillo abajo, imitando los movimientos mecnicos del protagonista. Pero no lleg a la plaza, pues los chiquillos, que eran ms revoltosos y sueltos que los de ahora, en cuanto vieron el tanque no le dejaron papel sobre el cuerpo, arrancndolos todos y haciendo una hoguera con ellos junto a la pescadera que ocupaba el cen tro de dicha plaza, entre el jolgorio de los vecinos y del mismo Joseco. Ya mozo, acercndose a 1930, aprovech su condicin de actor de la com paa de comedias y zarzuelas de Antonio Cremades, para conseguir un traje de barberillo del Lavapis con antifaz, o sea el clsico atuendo goyesco , con el que apareci en los bailes que se hacan en el Casino, en el Coliseo y en la Plaza de Sagasta, dando el golpe por lo elegante y bien hecho de su disfraz, comparado con lo habitual de aquella poca. En estos bailes compiti en la curiosidad del pblico con otro popular personaje eldense que se disfraz de vaquero del Oeste, pero hacindose l mismo con papel de embalar y alambre un enorme sombrero tejano, de 80 cms. de dimetro, que llam la atencin y fue la burla de todos y todas las presentes, que dndole golpecitos y tirones al sombrero lo dejaron en pocos instantes hecho una calamidad. Asi, de esta forma sencilla y alegre, se diver tan nuestros antecesores hace siete u ocho dcadas, segn la versin de Jover Gonzlez de la Horteta. (15) La celebracin de la fiesta conserv esta peculiaridad de limitarse a los bai les en el Casino y el Castelar, con una animacin que haca decir a Eloy Cataln en el semanario Horizonte, aludiendo a los carnavales de 1931: ...el forastero..., empezara a sorprenderse en los das de Car naval viendo la pasin del baile extendida entre todos con furor de epidemia, el derroche de esos papelitos de alegres colores que se vuel can en los salones con un alborozo de fantasa... (16) Sin embargo y a pesar de esta aceptacin popular del Carnaval en cuanto a sus bailes, que no a su caracterstico y tradicional rito del disfraz y la careta, no fal 57 taban voces que se alzaban en contra de la misma fiesta, como la de la poetisa y colaboradora de Idella Carmen Paya, que en su artculo La agona del Carna val escriba: Carnaval! Fiesta pueril, grotesca, diablica. Cuando morir definitivamente el Carnaval Cuando, para no resucitar jams, se enterrar esta locura del antruejo (17) Pero poco despus lleg la guerra, trgico perodo en el cual hubiera sido un escarnio celebrar una fiesta de alegra cuando tantos hogares lloraban la pr dida de seres queridos y Espaa sufra privaciones, bombardeos y dolorosas tra gedias individuales y colectivas. El fin de la guerra trajo la prohibicin del Carna val como respondiendo a las invectivas de Carmen Paya, y slo muchos aos des pus, ya en los primeros aos de la dcada de los setenta comenzaron, tmida mente, a hacerse bailes en el Casino Eldense, en los que alguna vez aparecia algn disfraz aunque sin mscara. El levantamiento de la prohibicin para el Carnaval signific para algunas poblaciones la resurreccin de un espectculo fastuoso con desfiles brillantes en los que las bellezas disfrazadas con ricos atuendos se agolpaban y coronaban arts ticas carrozas, desfilando otras al estilo de las escolas de samba cariocas, entre una lluvia de confetti y serpentina y ante un pblico maravillado por el fantstico y multitudinario espectculo. Pero en Elda sigui el Carnaval con su atona de tanto tiempo y nicamente el impulso que en estos ltimos aos se le ha querido dar a nivel infantil y juvenil, organizando desfiles de disfraces en los que intervenan los nios de las escuelas, con la colaboracin de las Asociaciones de Padres, sirvi para mantener y dar realce y animacin a una fiesta que durante muchos aos estuvo suprimida. En la actualidad, ya entrados en el 2.000. la accin conjunta de las conceja las de la Juventud y de Fiestas y la Asociacin de Pubs y Discotecas, ha conse guido que en la noche del carnavalesco domingo ltimo de febrero se realice una Cabalgata con nios y mayores disfrazados, cuatro carrozas con Bandas de Msica amenizando el acto, y un gran can lanzador de infinidad de confettis sobre los participantes, situado en la calle de Antonino Vera, centro habitual de la movida juvenil y festera. Con ello se ha logrado resucitar, de algn modo, una fiesta tan discutida y combatida como sta del Carnaval. NOTAS: 1. Emilio Castelar: Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo,- Madrid, La Ilus tracin Espaola y Americana 1879. 2. El Graduador, Alicante, Nm. 510, 18 febrero 1877. 58 3. El Vinalap, nm. 12.- Elda, 1 marzo 1903. 4. Id. id., nm.13, 8 marzo 1903. 5. El Peridico para Todos, Alicante, 11 febrero 1913, Artic. El Carnaval en Elda, El Diablo en accin. 6. Id. id. 7. Id. id, 8. Id. id. 9. Eloy Cataln: Elega del pueblo prdigo. Albor, n. 2. Elda, septiembre 1934. 10. Maximiliano Garca Soriano: Bosquejos,. Idella. n. 2, Elda 13 febrero 1926. 11. Idella, nm. 3. Elda, 20 febrero 1926 Ecos de sociedad. 12. Idella, nm. 56. Elda, 5 marzo 1927. El Carnaval de este ario 13. Jover Gonzlez de la Horteta: Indios y Chamorros, Valle de Elda, n. 889.- 6 sep tiembre 1973. 14. Id. id. 15. id. id.- Carnavales entreverados.- Me conoces, mascarita.- Valle de Elda, nms. 1850-51, 12 y 19 de febrero de 1993. 16. Eloy Cataln: Elda festivo.- Horizonte, Elda. 6 septiembre 1931. 17. Carmen Pay: La agona del Carnaval, Idella, nm. 97, Elda, 12 marzo 1927. 59 7 * SAN JOS (19 de Marzo) No tenemos antecedente alguno respecto a que esta festividad, tan popular y hogarea en la regin levantina, tuviera alguna celebracin especial en Elda, fuera del mbito litrgico, hasta el ao 1953, en que el gremio sindical de la Madera tom a su cargo la realizacin de unos actos para conmemorar a su Patrono, siguiendo las directrices que la Organizacin Sindical entonces vigente imparti de restablecer o impulsar las fiestas gremiales. Hasta dicha fecha, la festividad tena una celebracin exclusivamente fami liar, una fiesta de los Pepes y las Pepitas, nombres tan abundantes en Elda que apenas habra alguna casa en la que no se contara algn Jos o Jos Mara o alguna Josefa, Josefina, Mara Jos, Pepita o cualquiera de las variaciones con que el pueblo seala a quienes ostentan este cristiansimo nombre del patriarca San Jos, esposo de la Virgen Mara. Era costumbre en las casas en las que haba uno o ms componentes de la familia con este patronmico y tenan una economa suficientemente holgada para ello, disponer abundantes y esplndidas bandejas con pastas, rollicos, toas y buuelos, junto con ans dulce u otros licores apropiados. Ms recientemente, estas clsicas vituallas fueron sustituidas por los tacos de jamn, queso, papas, gambas, etc. con cerveza, aperitivos o vino para regarlas. Con todo ello se agasajaba a los amigos y parientes que acudan de visita para felicitar el da a los Pepes y Pepitas, que as pasaban el da de su santo con la mayor satisfaccin, tanto ms grande cuanto mayor era el nmero de amigos y familiares que haban acudido a felicitarles. Esta tradicin familiar fue decayendo notablemente al empuje de las nue vas costumbres, y hoy puede decirse que no tiene el carcter generalizado que tena hace algunos aos, sino que es ms bien espordica y reducida a un crculo escogido de amigos y familiares, reunidos en una comida, merienda o cena por alguno de los Pepes que quieren conservar los antiguos usos a una manera ms moderna. El primer ao que conocemos de actividad gremial fue el 1953, en el que se recibi una imagen de San Jos, donada por Jos Sirera Esteve, industrial de cal 61 DELEGACION COMARCAL db. DE SINDICATOS DE ELDA 2 ro9rama de loa Actos organizados en honor de 3 an gose Adesano Del jo de Abril al a. de Mayo de rg6o Fiestas de SAN JOS, organizadas por el Gremio de la Madera. (19 de Marzo de 1954). Fiesta del PRIMERO DE MAYO de 1960, dedicada a San Jos Artesano. Solemnes Festejos que el GREMIO de la MADERA de la Ciudad de Elda dedica a su Palrono San Jos en la Iglesia Parroquia! de San AguslIn del 18 al 19 de Marzo 1954 62 zado (1), que el 19 de marzo de dicho ao fue llevada en procesin desde la igle sia de la Inmaculada (entonces todava llamada de San Agustn), por las calles de la Fraternidad y el Progreso en torno a dicha parroquia. Hubo solemne misa en honor del Santo y tanto sta como la procesin estuvieron muy concurridas de fie les, participando en la ltima numerosos carpinteros ataviados con el clsico delantal del oficio y, sobre todo, empresarios y obreros de las fbricas de hormas y tacones de madera, muy importantes en la poblacin. El siguiente ario de 1954, la festividad tuvo su centro en el templete de la plaza de Castelar, entonces llamada del Sagrado Corazn de Jess. El programa confeccionado no mencionaba acto alguno que no fuera el religioso, cuyo desarro llo era el siguiente: A las once de la maana del da 19 salan desde el Ayuntamiento las autoridades locales, Jerarquas del Movimiento e invitados, precedidos por la Banda de Msica, hasta la parroquia de San Agustn para asistir a la bendicin de la bandera de Accin Catlica y a la solemne Misa que oficiara el Sr. D. Jos Bas cuana Llopis, vicario general del Obispado, en el citado templete de la plaza de Castelar, dirigiendo la palabra a los presentes el M.I.Sr. D. Enrique Soriano Antn, Cannigo lectoral de la SI Catedral y profesor del Seminario de Orihuela. Seguidamente se form la procesin con asistencia de las citadas autorida des, jerarquas e invitados y fieles, que recorri las calles de Moscard, Reyes Catlicos, Martnez Anido, Victoria, don Quijote y Donoso Corts, finalizando en la parroquia y disparndose una traca en el momento de entrar la imagen de San Jos en el templo. (2) En 1955, la comisin organizadora de la fiesta encarg a un imaginero mur ciano otra imagen de San Jos, que fue muy del agrado de quienes la admiraron, siendo solemnemente bendecida en la iglesia de la Inmaculada, el da 19 de marzo, y llevada en concurrida procesin por las calles de costumbre. (3) En 1957, el Papa Po XII proclam la fiesta universal de San Jos Artesano, que se celebrara el Primero de Mayo, lo que la Organizacin Sindical de Espaa acogi favorablemente, decidiendo trasladar a ella todas las fiestas gremiales que entonces se celebraban. El motivo de la decisin papal pareca estar inspirada en cristianizar la Fiesta del Trabajo, que entonces era utilizada por los sindicatos obreros para manifestaciones o actos reivindicativos y en algunas ocasiones y pa ses bajo consignas revolucionarias. En Elda se determin que tanto la fiesta de San Crispn en el 25 de octu bre, que ya haba conseguido afianzarse en las costumbres del pueblo, como la de San Jos del 19 de marzo, patronos respectivamente de los zapateros la primera, y de los carpinteros, hormeros, taconeros y en general de los trabajadores de la madera la segunda, dejaran de celebrarse en sus fechas propias y fueran traslada das al Primero de Mayo. 63 Desde sus primeros arios y hasta 1976 este da festivo del Trabajo estuvo bajo el patrocinio de San Jos Artesano o de San Jos Obrero, advocacin que se empleaba indistintamente. La fusin de las dos fiestas gremiales de San Jos y de San Crispn quiso hacerse tan completa que en 1959 se form la procesin llevando en andas las imgenes del carpintero San Jos y de los Santos Zapateros, siendo estos ltimos trasladados finalmente en romera a su ermita de la Torreta. Con la celebracin del Primero de Mayo, la fiesta de San Jos del 19 de marzo, ya un da ms de la jornada laboral, volvi a refugiarse en su ambiente familiar y privado de Joss y Pepitas, con la nica innovacin de continuar con la costumbre de desplazarse gran nmero de eldenses a Valencia para admirar las famossimas fallas de San Jos, desplazamiento facilitado por ser el dia 19 de marzo festivo en casi toda la regin valenciana. La Iglesia sigui inmutable a estas variaciones ajenas a su contenido espiri tual, honrando al Santo con los Siete domingos de San Jos y celebrando a la vez el 19 de marzo como el Da del Seminario, con postulacin en todas las parroquias con destino a este centro formativo y sus predicaciones y oraciones para el creci miento de las vocaciones sacerdotales. En la calle, los comercios comenzaron a estimular las compras de regalos, declarando por su omnmoda autoridad el da 19 de marzo como el Da del Padre. NOTAS: 1. Vicente Valero Bellot: Crnicas de Elda para Radio Elche. 18 y 21 de marzo de 1953. 2. Id. id. - Crnicas 18 y 20 marzo 1954. 3. Id. id. - Crnicas 18 y 21 marzo 1955 64 8 * EL BEATO NICOLS, EL SANTO QUE RECLAMABA EL SERFICO (5 de Abril) Vamos a ocuparnos ahora de una conmemoracin festiva religiosa con par ticipacin popular de la que realmente apenas si sabemos nada y nos valemos ms bien de conjeturas que de documentacin para referirnos a ella, pero que no que remos dejar de consignarla en esta relacin de fiestas eldenses, por las posibilida des que hay de que realmente tuviera consistencia histrica, por una parte, y por la relacin que guarda con elementos tan entraablemente eldenses como los ver sos del Serfico y el desaparecido convento de Nuestra Seora de los ngeles de los Padres Franciscanos, como veremos en las lneas que siguen. Tenemos que agradecer nuevamente a Lamberto Amat, cuya labor de investigador y escritor de los asuntos histricos eldenses tantos hechos e informa ciones ha salvado para nosotros, una detallada descripcin del interior de la igle sia del Convento, sus altares y las imgenes que en ellos haba, y as leemos que ...hay en ella buenos y bastante bien adornados altares con imgenes de talla la mayor parte y todos con retablos al leo de buen gusto, distinguindose ms las principales de ambas capillas en esta tuas y lienzos, el de Nuestra Seora de los ngeles con San Francisco en la primitiva, y del Beato Nicols Factor en la nueva. (1) Estas capillas primitiva y nueva eran, segn el mismo historiador, la pri mera la que fue construda en el siglo XVI al mismo tiempo que el convento, y la segunda la que a finales del XVIII o principios del XIX coste el eldense Antonio Ganga, natural y vecino de esta villa, to de Francisco Ganga el Serfico y per sonaje pintoresco, algunas de cuyas singulares ocurrencias relat el ya indicado seor Amat en su resea biogrfica de El Serfico, includa por el alicantino Manuel Rico Garca en su copioso Ensayo Biobibliogrfico. (2) Esta imagen del Beato Nicols, cuyo da en el Santoral cristiano es el 5 de abril, es la que reclamaba el Serfico cuando, segn Vicedo (3), se estaba cele brando la procesin del Beato y el bohemio vate pidi se detuviera sta, pronun ciando estos versos: 65 AL BEATO NICOLS. Beato que resplandeces en el cielo, segn creo; ya ves que no te poseo y sabes me perteneces. D a todos una y mil veces, (con todo tu podero) que te coste mi to y que disuelto el convento deca en su testanlento que pasaras a poder mo... El mismo librito de Vicedo da a entender que poco consigui el Serfico con su peticin, ya que dice seguidamente que encontrndose otra vez en proce sin el Beato Nicols, el Serfico le dijo: Sigue tu ruta, Beato, no te pares un momento que no tendr ya el convento otro Santo ms barato. Hemos descrito con tanto detalle este incidente rimado del Serfico, para dejar bien sentadas las frases de Emilio Vicedo Sacado en procesin el Beato Nicols en Elda... y Encontrndose otra vez en procesin el Beato Nicols..., que expresan clara y rotundamente que en Elda se celebraba una procesin en honor del Beato Nicols y que, si el Serfico la vio pasar dos veces, sera proba blemente en aos distintos. Lo que tambin nos da a entender que las procesiones se celebraban anual y pblicamente, por lo menos en un perodo entre los aos 1850 y 1870, perodo ms fecundo de Francisco Ganga. Hay una pregunta que el lector bien informado podra hacer, como sera la de Cmo poda hacerse una procesin si el convento haba sido clausurado en 1835, expulsando a los frailes de Espaa. e incautndose el Estado tanto del edifi cio como de sus dependencias. La respuesta a esta pregunta es que la capilla de Nuestra Seora de los ngeles continu prestando su servicio espiritual como ayuda de parroquia, dedicada a los habitantes de las barriadas inmediatas al Con vento y a los de los caseros de la Sirmat y el Monastil, por acuerdo del Obispado y el Gobierno en 1842. (4) Existe una aparente contradiccin entre la existencia de esta pequea igle sia en funcionamiento bastantes aos despus de la exclaustracin y la descripcin literaria que del deplorable estado de ella hace el eminente Emilio Castelar, evo cando los aos de su infancia en su aorado valle y de la romera que se celebraba en aquellos aos hasta el convento para ganar el jubileo de la Porcincula en la fiesta de Nuestra Seora de los ngeles, el dos de agosto (5) pero este abandono 66 y mal estado de la capilla podra haberse producido entre 1835 y 1847, fecha sta ltima en que Castelar inicia sus estudios que le alejaran de Elda, primero en Ali cante y despus en Madrid, y siendo tambin posible que al recuperar la Iglesia la citada capilla para el culto en 1842, como hemos dicho, pasaran algunos aos sin que estuviera nuevamente arreglada y en disposicin de recibir a los fieles y cele brar en ella las Misas y otro actos litrgicos. La villa de Elda haba celebrado con alegra y exaltacin la beatificacin de este santo varn que por sus virtudes y fama de milagroso reciba culto en la capi lla dedicada a l en el Convento de Franciscanos, la anterior a la nueva, aseada, sumptuosa y magnfica segn Montesinos, que se le dedic en 1788, dos aos des pus de haber Po VI concedido esta beatificacin en el 10 de septiembre de 1786. El Convento celebr unas solemnes fiestas con motivo de la beatificacin de Nicols Factor, con tres das 20, 21 y 22 de septiembre del mismo ario 1786 - dedicados a honrar y ensalzar a ste, con variados actos y Sermones a cargo de elocuentes Predicadores. El ltimo de estos das, por la tarde, se celebr Procesin General, ...con mucha solemnidad y acompaamiento por las calles principales de la villa, que estaban muy adornadas y curiosamente enramadas... Toda la fachada del Convento se distingui en el adorno de su prtico, ventanas y miradores, con variedad de damascos, sedas, tapices, espejos y buenas pinturas... y no faltaron en toda esta villa de Elda casas bien iluminadas y com puestas que hacan demostracin de su fina voluntad, cuyas iluminaciones dura ron por tres noches. Los adornos, Retablo y hermosura de la Capilla del Beato Nicols Factor los hicieron por su devocin Antonio Ganga y Juana Vicent, con sortes, .., tos del Serfico y Patronos de esta Capilla, en la que fueron sepulta dos en 1788, segn la lpida que figura dibujada en el citado Compendio .(6) NOTAS: 1. Lamberto Amat: Elda, 1873-75. tomo I, pgs. 29-30 2. Manuel Rico Garca: Ensayo bio-bibliogrfico de escritores de Alicante y su provin cia. 1888. vol. 1,346 y ss. 3. Poesas del Serfico.- Novelda, 1902, pgs. 76-77. 4. L. Amat, ob. cit. vol. 1. pg. 36. 5. Emilio Castelar: Viaje a Italia. Madrid, 1883. pgs. 105-108. (Vase tambin el cap tulo de la presente obra El jubileo de la Porcincula. (24 agosto). 6. Josef Montesinos.- Compendio de Antigedades Oriolanas.- Tomo XV, Cap. 11, fol 697 y 701. 67 9 * SEMANA SANTA (Abril) Ha transcurrido el largo perodo de la Cuaresma y el pueblo cristiano se dispone a la gran celebracin de la Pascua, iniciada con el Domingo de Ramos jubiloso, en el que Cristo es recibido con el flamear de palmas, con el clamor de los Hosanna! y la emocionada bienvenida del Bendito quien viene en nom bre del Seor!. Despus llegarn las luctuosas jornadas, dominadas por el color morado del dolor, del Jueves y Viernes Santo, conmemoracin el primero de la ltima Cena, con las palabras de despedida de Jess a sus discpulos y en el segundo el recogi miento y meditacin por la muerte de Cristo, En estos das los solemnes ritos de la Iglesia revisten un especial acento de tristeza, y los actos evocadores de aquellos sucesos ocurridos dos mil aos atrs se realizan con la participacin emocionada de los fieles: el lavatorio, la Hora Santa, el Magnificat, Va Crucis, Adoracin de la Cruz, las Siete Palabras, vigilia del Sbado Santo, da de luto y esperanza en la Resurreccin tras el sacrificio y la muerte y, por fin, la Gloria del Cristo resucitado. Parte consustancial de estas solemnidades, en los paises catlicos, son las manifestaciones externas, las procesiones, que en muchas poblaciones espaolas revisten una suntuosidad extremada, con pasos que son verdaderas obras de arte de la imaginera religiosa, en las que brilla el genio de los Montas, Salzillo, Berruguete y otros tambin de gran fama, y las imgenes son acompaadas por bien nutridas cofradas de nazarenos, rivales en magnificencia, nmero y fervor religioso con otras poblaciones de igual esplendidez y suntuosidad en la celebra cin de estas manifestaciones cristianas. Establecida esta doble celebracin de la Semana Santa, creo obligado apuntar que al intentar esbozar lo que han sido en aos anteriores y lo que son en la actualidad estas fiestas en Elda he de hacer especial detenimiento en su mani festacin externa, las procesiones, por su ms notable presencia en la vida pblica eldense, su mayor resonancia en las calles y la gran participacin popular en ellas, sea en las filas de fieles, en el seno de las cofradas o penitentes e incluso en la gran 69 : Eizufflumeirmair2~ aweesear=zazarzugge 1 Programa Ofteial 1 1 1 1 1 1 111.111~11111113:1111111111CIIIIIIMIZISEMENNUMMIC3i1SOLIOSIE dita Semana Santal lamia do Cofradas diermandados cio /957 Programa oficial de la Semana Santa. 1957 1 masa de vecinos que se agolpan en las aceras para contemplar el paso de las imgenes y la comitiva que las acom paa. Desde los primeros tiempos de la instauracin de la iglesia de Santa Ana, en el siglo XVI, debi de cele brarse la Semana Santa con la liturgia y ritos de aquel tiempo, ya que esta cele bracin ha formado siempre parte de las funciones del ritual catlico. Pero igual que esto es evidente, no es tan sencillo el intentar conocer cuando se iniciaron, refirindonos a Elda, las pro cesiones, y en este aspecto solamente podemos basarnos en conjeturas. Cuando Castelar evoca las fies tas de su pueblo no menciona en nin gn momento procesin alguna y slo los lejanos y graves acentos del canto gregoriano y la soledad angustiosa del altar desierto en el Viernes Santo le vienen a la memoria: ... Yo recuerdo siempre un Mir coles Santo en la Baslica de Roma. Bajo sus grandiosos arcos buscaba una emocin religiosa, oyendo las cadencias de Pallestrina o de Allegri y slo pude encontrarla en el punto en que salmodiaban los sacerdotes el canto llano, oido tantas veces en la iglesia de mi valle de Elda. Dios mo! Como guardo grabado en mi memoria cada una de aquellas festividades, que constituan todo el esparcimiento y el recreo de una existencia compartida entre la religin y la naturaleza! Parceme que oigo los trenas de Jeremas, cuyos acentos me daban el escalofro de lo sublime, y que veo el santuario solitario, el ara des nuda, el velo del templo rasgado, las lmparas extinctas en el luctuoso Viernes Santo... (1) Un pueblo sencillo, humilde y trabajador como era Elda en el siglo pasado, de cuyos hogares sala un alto nmero de vocaciones sacerdotales; cuya religiosi dad se pona de manifiesto en la devocin que senta por sus Santos Patronos la 70 Nuestro Padre Jess Nazareno (Foto BASILIO-1969). Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, y en el fervor con que participaba en los cultos que celebraba la iglesia de Santa Ana, nica en la poblacin, es casi increible que no rememorara la Pasin y Muerte de Jesucristo formando proce sionalmente, tras la figura exnge de Jess crucificado, por las oscuras y estrechas calles de la Elda antigua. No hablamos de cofradas, sino de fieles, que formando en la procesin con sus velas o hachones encendidos, hacan manifestacin pblica de fe y religiosidad, 71 I 1 1 2 :111 7 # 1: 15 .5 7: 7* 12 D. 111.= -1 Cofrada e imagen de Nuestro Padre Jess Nazareno (Foto CARLSON. 1996) acompaando con silencio y recogimiento a las imgenes o pasos que rememora ban los momentos de la Pasin de Cristo. En su artculo Historia de la Semana Santa eldense , (2), Vicente Valero manifiesta la imposibilidad de fijar las fechas del inicio de estas procesiones, aun que las supone con ms de doscientos arios de antigedad, lo que dara aproxi madamente el ltimo tercio del siglo XVIII, lo que no estimamos correcto, puesto que las procesiones ya se realizaban en el orbe cristiano desde los primeros tiem pos del Cristianismo, experimentando un mayor auge en la Edad Media, por lo que considero que estas procesiones de Semana Santa, como la del Corpus y otras ordinarias de gran arraigo debieron iniciarse en Elda en cuanto la iglesia de Santa Ana comenz a regir la vida espiritual de la comunidad cristiana de Elda, en el siglo XVI. Tenemos constancia de que en 1648, cuando la peste asolaba esta regin, en Elda se promovieron rogativas y procesiones, obteniendo la curacin de los con tagiados, por cuyo motivo se dio a la Virgen venida de Cerdea pocos arios antes, el ttulo de la Salud. Tambien en 1704, cuando se celebr con gran brillantez el primer centenario de la venida de los Santos Patronos, en la tarde del 10, ultimo dia del Ternario de fiestas hubo Procesin General y se cant el Te Deum. (3) 72 Santo Sepulcro. Cofrada y paso. El indicado artculo de Vicente Valero expresa que entre 1920 y 1936 la pri mera procesin que se haca era la de las Palmas, que saliendo de la iglesia de Santa Ana recorra las calles de Juan Vida!, plazas de Topete y Constitucin, Iglesia y la parroquia. En la tarde del Mircoles Santo se realizaba el traslado de Nuestro Padre Jess Nazareno desde el domicilio de su propietario en la casa nmero 16, ya desa parecida, de la calle de Maura, al templo de Santa Ana en popular romera acom paada de una numerosa chiquillera que haca sonar sus matracas durante el tra yecto. Su itinerario era las calles Maura, Alfonso XIII, para discurrir, con grandes dificultades por su estrechez, por las de Coln e Iglesia al templo parroquial. (4) En dicha poca y continuando con lo relatado en la Historia de la Semana Santa de Valero Bellot, la procesin del Jueves Santo estaba presidida por las imgenes del Nazareno, la Vernica, una bella imagen de Jess Crucificado que exista en la sacrista y Nuestra Seora de la Soledad. (5) El Viernes Santo ...abra la procesin la Cruz, con los atributos de la Crucifi xin, el Nazareno, el Santo Sepulcro con la imagen de Jess yacente y la Dolorosa. (6) En la procesin que cerraba la Semana Santa, la de la Pascua de Resurrec cin, popularmente denominada del encuentro, figuraba el Santsimo Sacra 73 Cofrada del Santo Sepulcro. 1991. (Foto ERNES) mento que bajo palio sala de la parro quia por la calle de Juan Vidal a la plaza de Topete, donde se celebraba el tradi cional encuentro con su Madre, cuya imagen haba salido momentos despus, cantando el clero en ese instante el Regina Coeli o aleluyas, continuando por las calles Pursima, General San jurjo (hoy Francisco Laliga), Antonio Maura, Alfonso XIII y Mdico Beltrn a la parroquia. (7) Concretamente del ario 1929 poseemos un nuevo testimonio de cmo se realizaba la Semana Santa en Elda en aquella lejana fecha, publicado en el Boletin Informativo del Cofrade (8) y del que tomamos los siguientes prrafos: ...los itinerarios se hacan enton ces pasando por las calles: Antonio Maura, Alfonso XIII (hoy Nueva), Mdico Beltrn, Plaza Sagasta, Ruiz de Alda, Pablo Guarinos, San Francisco, Linares, Plazas Topete y Cons titucin hasta la iglesia. Estandartes. La procesin de Pascua sala de Santa Ana por la calle Juan Vidal, se diriga a Plaza Topete, donde se produca el Encuentro, con tinuando por las calles Pursima, Independencia, Maura, Alfonso XIII y Mdico Beltrn hasta llegar a Santa Ana. (Para que este ltimo itinerario fuera correcto habra que sustituir Inde pendencia por Prim (hoy Francisco Laliga), nica forma de llegar desde Purisima hasta Maura). Las cofradas e imgenes eran las siguientes: ...cofrada y paso de Jess Nazareno, propiedad de los hijos de D.Plcido Amat; cofrada y paso del Santsimo Cristo, propiedad del industrial D. Jos J.Ban; cofrada de la Virgen de los Dolores y paso Mater Dolorosa, propiedad de doa Dolores Guarinos de Alonso, y los pasos de Santa Mara Magdalena, Santa Mujer Ver nica, Santo Sepulcro, Inmaculada Concepcin y Santsimo Sacra mento... 74 Real e Ilustre Archicofrada de Jess de Meclinaceii Parroquia de la Inmaculada Concepcin ELDA 1959 Nuestro Padre Jess de Medinaceli en procesin. Todas estas imgenes a excepcin del Nazareno, que por ser de propiedad par ticular no se encontraba dentro de la iglesia, fueron quemadas o destruidas en 1936. Esta venerada imagen de Jess Nazareno, nica superviviente de la trage dia, fue traida a Elda por el ao 1715, en las circunstancias que se indican en el manuscrito de Lamberto Amat, en el que se lee: ...Al comenzar el siglo XVIII los habitantes de Elda, casi en su totalidad, se decidieron bravamente (en la guerra de Sucesin) por el primer rey de Borbn, que domin en Espaa por haberle favorecido con la victoria el Dios de los Ejrcitos. Una tradicin excepcional cuenta que todos los habitantes de la calle de la Tripa eran adictos al Archiduque de Austria, que tambin pretenda la Corona; se explica dicha excepcin porque mi sexto abuelo materno, Toms Sempere y Amat, hombre de bastante posicin que viva en la referida calle, haba abrazado la causa del ltimo, y sus convecinos le siguieron, por lo que aquel, vencida su bandera, emigr a Roma con su pariente el marqus de Sanz, del mismo partido, que tambien resida en esta villa; y, dicho sea de paso, a su regreso, despus de algunos aos, mi abuelo se trajo de la capital del Catolicismo la hermosa escultura de Nuestro Padre Jess Nazareno, a la cual desde entonces se le rinde ferviente culto en el oratorio de mi actual casa de habitacin... (9) 75 Imagen de la Virgen de la Soledad (Foto CRUCES ERNES). La Virgen de la Soledad en procesin. En primer lugar don Jos M. Amat Martnez cura de Santa Ana. (Foto PENALVA). 76 La Cofrada del Perdn, con la Virgen de la Piedad. Respecto a la participacin de cofradas, el autor del repetidamente citado trabajo, Vicente Valero, nos indica lo siguiente: En el ao 1933 comenzaron a constituirse algunas cofradas correspondientes a los pasos citados y en 1934 se inici una centuria de romanos, que si bien no fue muy numerosa, unas 12 personas, se increment hasta casi medio centenar en 1935 y 1936. (10) Durante los primeros aos de la Repblica de 1931, en que las manifesta ciones externas religiosas estaban prohibidas (11) debieron interrumpirse los tras 77 Procesin de la Santa Mujer Vernica. lados procesionales, por cuanto una persona tan versada en las costumbres elden ses como Maximiliano Garca Soriano, poda escribir en su repaso en prosa rimada a las fiestas eldenses de 1933 estas nostlgicas frases: ...La de la Semana Santa, con su nota popular, en que a cien tos los chiquillos con matraca iban detrs del Nazareno tocando hasta el templo parroquial... esa tambin se ha extinguido, ni el recuerdo queda ya...! (12). Sin embargo, el fuerte sentido tradicional espaol manteniendo sus anti guas costumbres tan entraablemente sentidas, dej en la prctica sin efecto las instrucciones restrictivas. Tras el dramtico parntesis de la guerra, la vida de los pueblos se fue nor malizando y volviendo paulatinamente a las antiguas costumbres, entre ellas las de las prcticas religiosas tradicionales. Arrasada hasta los cimientos la antigua y hermosa iglesia de Santa Ana, se establece la parroquia de forma provisional en el local junto al Coliseo Espaa en el que despus se instal el Cinema Alczar, ambos hoy desaparecidos. All se 78 SEMANA ELDA 1988 1 1 1 MAZAREN PIEDAD ERMANDAD 111. 0111ADIAS Semana Santa 1988- Cartel, en el que figuran los emblemas de las seis Cofradas existentes en aquel ao. celebraron los actos litrgicos de la Semana Santa de 1939 y las restantes hasta que pudo utilizarse el nuevo templo, inaugurado en 1944. El 28 de marzo de 1942, se poda leer en el diario Informacin de Alicante esta nota: Por iniciativa del cura prroco de Santa Ana y con el fin de dar el mayor esplendor posi ble a las fiestas de Semana Santa, se han organizado diferentes Cofradas de la Pasin y Muerte de Nuestro Seor Jesucristo. Y seguidamente, bajo el titulo COFRADIA DEL CRISTO CRUCIFICADO, conti nuaba as: Esta noche en el Centro de la Juventud de Accin Catlica se celebrar Junta Extraordinaria para dar a conocer proyectos y las oportu nas rdenes para las prximas fiestas de Semana Santa. Con estas iniciativas se dio impulso a la creacin de varias Cofradas con el propsito de dar mayor esplen dor y lucimiento a las fiestas de la Semana Santa.(13) Inmediatamente se constituy la Cofrada de Nuestro Padre Jess Naza reno y esto --escribe Vicente Valero-- anim a un numeroso grupo de eldenses a constituir ms. Con poca diferencia de tiempo le sigui la del Santo Sepulcro, como se lea en la crnica de Vicente Valero de 27 junio de 1942: Con gran entusiasmo ha sido acogida la constitucin de la Cofrada del Santo Sepulcro, que tiene el propsito de que nuestra Semana Santa recupere el esplendor y la brillantez que nuestra ciudad por su importancia y catolicismo merece. Y un ario despus, en abril de 1943, de daba cuenta de la adquisicin de la imagen: ADQUISICIN DE UNA IMAGEN DEL SEPULCRO.- El pasado domingo, despus de la ltima Misa y en la sacristia de la parroquia, bajo la presidencia del Sr. Cura se reunieron los hermanos 79 Cristo del Buen Amor. (Cofrada del Calvario). Foto (CRUCES ERNES) de la Cofrada del Santo Sepulcro dando cuenta el Hermano Mayor don Francisco Vera Santos, de la adquisicin del Sepulcro e imagen del Cristo yacente que este ao saldr en procesin por primera vez, y que segn las caractersticas es de un gran valor artstico -religioso. (14). Las procesiones celebradas en 1948 contaron con una nueva Cofrada, la de la Santa Mujer Vernica, cuya imagen fue costeada y regalada por los industriales eldenses don Francisco Casriez Casanova y don Pedro Garca Amat, alcanzando inmediatamente esta nueva Cofrada la cifra de 200 Cofrades. (15) 80 Cofrada de la Santa Cena con el Paso del Cristo de la Paz (Foto CARLSON, 1996). Para dicha imagen realiz el pintor Gabriel Poveda el rostro del Cristo en el lienzo; el buen dibujante de Idella, Oscar Porta Carbonell, dise el modelo de vestido de la Vernica y el bordado del estandarte fue efectuado por Doa Paquita Juan. (16) Las fiestas celebradas en 1948 fueron ms brillantes y concurridas que las anteriores por la incorporacin de esta nueva Cofrada. Es de estas fiestas de las que por primera vez disponemos de una resea de los actos a celebrar, que por haber transcurrido ya ms de medio siglo y situar de forma fidedigna el curso de la celebracin de estas solemnes fiestas voy a reproducir tal como se public en el Boletn de Accin Catlica Peregrinacin. (17) DE LA PARROQUIA, ACTOS Y PROCESIONES DE LA SEMANA SANTA. DOMINGO DE RAMOS: 9,30 maana. Bendicin y Proce sin de las Palmas. A continuacin, Solemne Misa cantada con Passio. A las 7 de la tarde: Procesin traslado de la Santa Mujer Vernica desde el Templo a la capilla de las Hermanas Carmelitas. Las Cofra des lucirn la clsica mantilla espaola. 81 1998. Procesin de las Palmas. Domingo de Ramos. (Foto CRUCES-ERNES) MIERCOLES SANTO: 8 noche: Procesin -traslado de Ntro. Padre Jesus Nazareno desde su domicilio de la calle Antonio Maura a la Parroquia. Los Cofrades estrenarn las nuevas tnicas. JUEVES SANTO: 9 maana: Misa Solemne y Comunin General para el cumplimiento Pascual. Se cantar la de Angelis. A las 12 de la maana, Oficio del Mandato. Ceremonial del Lavatorio de los pies. A las 5 de la tarde, Maitines, Oficio de Tinieblas y Miserere a tres voces. A las 7 tarde, Procesin de Ntro. Padre Jess Nazareno y de su Stma. Madre, y Encuentro con la Santa Mujer Vernica en la plaza de la R.NS. habiendo salido esta imagen de la Capilla de las HH. Carmelitas. A las 10,30 de la noche, Solemne Hora Santa. A con tinuacin Procesin del Silencio con el Cristo del Buen Suceso, con asistencia de todas las Cofradas de Hombres y Autoridades. VIERNES SANTO: A las 9 maana, Oficio y Misa Pro Santi fi catorum. A las 3 de la tarde, Sermn de las Siete Palabras por el Revdo. Padre Segarra, S.J. A las 8 noche, Procesin del Santo Entierro, 82 Cofrada de Ntro. Padre Jess Nazareno y de la Virgen de la Soledad. Autoridades y Bandas de Msica. SBADO SANTO: 8 maana, Oficios propios del Da. Gloria, Sanctus y Agnus de la Misa de Po X. DOMINGO DE RESURRECCIN; A las 8 de la maana, Procesin del encuentro en la Plaza de Jos Antonio. (Hoy de la Cons titucin). Otras novedades destacadas de esta Semana Santa de 1948, reveladoras del resurgimiento de la festividad de la Pasin, son las que encontramos en otro tra bajito del citado Boletn de la Accin Catlica de Elda y que nos habla del ...estreno del hermoso manto de la Soledad, los magnficos estandartes de la Her mandad de Caballeros del Santo Sepulcro, las regias tnicas de la Cofrada de Ntro. Padre Jess Nazareno y la bonita talla de la Santa Mujer Vernica, acompa ada sta por bellsimas seoritas de nuestro pueblo, ataviadas con preciosas man tillas de blonda al estilo espaol. (18) Tambin se resaltaba en el mismo artculo, el gesto de los consortes D. Enrique Pay Testor y D a Soledad Juan Busquier, quienes desprendidamente han costeado el manto de la Santsima Virgen (de la Soledad), obra del afamado artista alicantino D.Toms Valcrcel... A las Cofradas ya constituidas se les uni desde 1953 la del Perdn, fun dada el 11 de abril de 1952, Viernes Santo, que en la tarde del Jueves Santo llevaba en procesin la nueva imagen de Jess de Medinaceli desde la iglesia de La Inma culada a la de Santa Ana. Arios ms tarde, en 1958, esta Cofrada adquiri y estren el magnfico paso, de gran calidad artstica, del Descendimiento con la imagen de la Virgen de las Angustias con el Hijo muerto en su regazo. La imagen de Jess de Medinaceli fue conducida en 1957 por la Archicofrada de Esclavas de Jess de Medinaceli, crendose posteriormente la Cofrada de esta venerada ima gen, separadamente de la del Perdn. Por el ario 1958 era muy parecido el programa de actos litrgicos y proce sionales al que hemos reseado correspondiente a diez arios antes, con la nica variacin de celebrarse en el Martes Santo el traslado de la imagen de Jess de Medinaceli desde la Inmaculada a Santa Ana y dos horas ms tarde el desfile pro cesional de la Cofrada del Perdn con su recin estrenado paso de la Virgen de las Angustias con el Hijo muerto. (19) El Mircoles Santo se efectuaba una sola procesin, la de la Santa Mujer Vernica, trasladada devotamente por su Cofrada, con los colores azul y blanco, desde la Capilla de las Hermanas Carmelitas en la plaza de las Monjas, unindose con la Hermandad de Nuestro Padre Jess Nazareno que trasladaba a su imagen 83 titular desde su casa -oratorio de la calle Maura, y formando ambas una sola comi tiva hasta la Iglesia de Santa Ana, Los actos del Jueves y Viernes Santo eran iguales en ambos periodos, con la salvedad de que las cuatro Cofradas y Hermandades existentes en 1948 --Naza reno, Vernica, Santo Sepulcro y Virgen de la Soledad-- se haban ampliado a seis con las ya indicadas de Jess Medinaceli y del Perdn. Nota curiosa de la primera de estas dos cofradas era que ostentaba la denominacin de Real e Ilustre Archicofrada de Nuestro Padre Jess de Medi naceli, (ttulos que podemos leer en un programita de 1959), aunque tras una poca de inactividad de dicha Cofrada fue reconstituida en 1987 ya con su nom bre actual de Cofrada de N.P. Jess de Medinaceli. El motivo de ostentar estas denominaciones honorficas era que esta Archicofrada se haba fundado en Elda como extensin, prolongacin o dependencia de la existente en Madrid, que s goza de estos privilegios, por lo que al cesar esta relacin ces igualmente el uso de dichos ttulos. En 1958 ya haca dos arios que haba desaparecido la secular tradicin del Sbado de Gloria, con el jubiloso repiqueteo de campanas a las 10 de la maana, aullido de sirenas de las fbricas, roturas de botijos en talleres y fbricas y algara ba general de matracas, petardos y cohetes, como expresin de la alegra popular por la Resurreccin de Cristo. En dicho ario, como se haca desde 1956, el Sbado Santo era da de recogimiento y meditacin, celebrndose a las 11 de la noche una Solemne Vigilia Pascual, con bendicin y procesin del Cirio de la Pascua, pregn litrgico, bendicin del agua bautismal y renovacin de las promesas del bautismo, Letanas y Solemne Misa de Gloria y Resurreccin. La Semana Santa finalizaba el Domingo de Resurreccin con la procesin del Encuentro, saliendo de la iglesia de Santa Ana el Santsimo Sacramento bajo palio, y de la Inmaculada la imagen de la Santsima Virgen, efectundose el Encuentro en el ensanche ante el Mercado de Abastos, disparndose cohetes, sol tndose cientos de palomas al aire e interpretando las Bandas de msica el himno nacional.(20) Generalmente y en todas las pocas, este acto con el que se cierra la Semana Santa, coincide con el rito de la Pascua de Resurreccin, en la que es cos tumbre popular la excursin a los parajes tradicionales para dar buena cuenta de las populares monas de Pascua y las suculentas viandas que suelen acompaar a las monas y toas tradicionales, fiesta animadsima en otros tiempos, que sola durar tres das con el aadido del Dia del atn, como vemos en el captulo correspondiente a dicha fiesta. 84 Procesin del Encuentro en distintos aos. Arriba la Inmaculada con el Santsimo bajo palio. Abajo, en 1990, N.P. Jess Nazareno y la Vernica (Foto CRUCES-ERNES). 85 Con muy escasas variaciones, y las que se producan solamente referidas a la mayor o menor participacin de fieles en los actos de Semana Santa y de Cofra des en las procesiones, por cansancio, decaimiento o por cualquier otro motivo, fueron transcurriendo los aos hasta 1972. En marzo de 1973 se constituy el Consejo Pastoral de Santa Ana, abor dndose el tema de la posible supresin de determinadas procesiones de Semana Santa, debido a que la renovacin a fondo que est experimentando la Iglesia ha permitido afrontar con la mayor sinceridad la continuidad de la celebracin de actos externos cuya conveniencia no es totalmente absoluta, por determinadas cir cunstancias (21) En la siguiente reunin del Consejo, el cura arcipreste de Santa Ana, don Jos Mara Garca Bernab, dio cuenta del resultado positivo de sus gestiones con los dirigentes de las Cofradas existentes, acordndose suprimir aquellas que pese al mejor deseo de sus componentes se ven desasistidas de fieles y no presen tan el verdadero espritu de estas fechas (22) En consecuencia quedaron supri midas la procesin conocida por la del Perdn, que en la noche del Martes Santo se diriga desde la iglesia de la Inmaculada hasta la de Santa Ana; la de Nuestro Padre Jess Nazareno, y la de la Vernica, del Colegio de las Hermanas Carmeli tas, en la noche del Mircoles Santo. Subsistan la del Santo Entierro el Viernes Santo, con los pasos de Cristo Yacente y Nuestra Seora de la Soledad, y la solemne Procesin del Silencio, en la madrugada del Jueves Santo, con la imagen del Santsimo Cristo del Buen Suceso, acompaado, como es tradicional, por hom bres solos. Aunque esta drstica supresin de procesiones en Semana Santa estaba ins pirada en normas de la Iglesia que buscaban mayor autenticidad en la profesin de la fe cristiana y en sus actos y ritos, no fue muy bien acogida por muchos fieles, catlicos llanos, y cofrades o participantes, de fe sencilla y tradicional en dichos actos. Muchas fueron las voces que se levantaron en contra de esta medida, que suprima tajantemente, entre otras, una tradicin tan antigua y popular como la del traslado del Nazareno, entre el devoto silencio de los penitentes y el incesante y spero sonar de las matracas de la chiquillera que, a su modo, honraban tam bin la imagen que estaba con los eldenses desde haca ms de doscientos aos.(23) Uno de los comentarios de las fiestas de este ario, con las nuevas reformas en cuanto a procesiones, fue el publicado en Valle de Elda, y uno de cuyos prrafos deca as: ...las procesiones han quedado reducidas a tres, la del Silencio, el Santo Entierro y la del Encuentro. Se han suprimido procesiones de tanta importancia y tradicin como la del Perdn o la del traslado del Nazareno. Tambin se ha suprimido la participacin de capuchinos y 86 por lo tanto no han salido las Cofradas del Perdn, del Nazareno, de la Vernica, del Santo Sepulcro, etc. De esta forma, las imgenes que han fi gurado en las procesiones han sido solamente el Cristo del Buen Suceso el Jueves Santo, el Santo Sepulcro y la Dolorosa en Viernes Santo y la de la Inmaculada en el Encuentro... (24). El tono crtico del autor de este comentario se pona claramente de manifiesto al indicar que quienes haban dispuesto las supresiones se haban arriesgado mucho al hablar creyendo hacerlo en nombre del pueblo de Elda (25). En realidad, las procesiones al nuevo estilo resultaron, al parecer de muchos, bastante desangeladas en su aspecto que podramos llamar de espect culo, dejando siempre a salvo, con todo respeto, la sincera religiosidsd de sus par ticipantes. Y de esta forma continuaron unos quince arios, hasta 1987, en cuyo ao se replante nuevamente, ahora por iniciativa de jvenes catlicos, la renovacion de la tradicional Semana Santa, volviendo a los modos y formas que fueron suprimi das en 1973 y que, si en Elda consiguieron casi hacer desaparecer la presencia de pasos y sus cofradas, no ocurri lo mismo en otras poblaciones cuya Semana Santa era algo ms que una manifestacin externa de la conmemoracin de la Pasin y Muerte de Nuestro Seor. En octubre de 1987 se reuni un numeroso grupo de jvenes con el Cura Arcipreste de Santa Ana, don Enrique Garrigs Miguel, y antiguos componentes de las Cofradias desaparecidas, llegndose al acuerdo de reorganizar stas, for mando nuevas directivas y constituyendo una Junta Mayor o Hermandad de Cofradas que coordinara sus actividades, con la ilusin puesta en que las siguien tes fiestas tuvieran mayor solemnidad y esplendor con la presencia de los antiguos y tradicionales pasos e imgenes y de los capuchinos con sus vestas, capas y capu chas con los colores e insignias propios de cada una de ellas. (26). Esta Junta Mayor estuvo primeramente presidida por D. Enrique Garrigs, seguido de Ramn Gonzlez Amat y tras ste, desde diciembre de 1995 por Juan Carlos Pastor Peidr, quien, reelegido en 1999, contina en la actualidad. Con este impulso renovador, ya desde 1988 se puso de manifiesto el pro fundo cambio experimentado en la Semana Santa eldense, con la recuperacin del Martes y Mircoles Santo, celebrndose el primer da la procesin -traslado de las imgenes del Nazareno y la Vernica, tal como se haca hasta 1972, (con la nica variacin en cuanto a la imagen del Nazareno, que ahora ya no era recogida en su casa -oratorio de la calle de Maura, sino en su nuevo domicilio en la calle Donoso Corts, 32, en el barrio de la Fraternidad). 87 En el Mircoles Santo se volvi a hacer el desfile procesional de las Cofra das de Medinaceli y del Perdn con traslado de sus imgenes desde la Inmacu lada a Santa Ana. El resto de las procesiones se efectuaron de igual manera que el ario anterior, pero con la mayor suntuosidad que le conferan la presencia de los majestuosos pasos e imgenes nuevamente incorporadas a la procesin general con sus muy numerosas y espectaculares Cofradas y Hermandades. Las Cofradas que volvieron a incorporarse a la nueva Semana Santa fue ron las seis ya tradicionales: Nazareno, Santo Sepulcro, Soledad, Vernica, Perdn y Medinaceli. Uno de los actos instaurados por la nueva Junta de Cofradas, nunca reali zado hasta entonces en Elda, fue el de celebrar por primera vez en su historia el Pregn de la Semana Santa, que se tuvo el honor de que fuera pronunciado, el Viernes de Dolores de 1998, en la iglesia de Santa Ana, por el obispo de Orihuela don Victorio Oliver. Tambin se introdujo otro acto nuevo, vistoso y emocionante, como fue el de la investidura de nuevos Cofrades, con solemne ceremonia de imposicin de la insignia de sus respectivas Cofradas, realizada en el templo al que perteneca cada una de ellas. La restauracin de la Semana Santa como se encontraba antes de la reforma de 1973 fue muy bien acogida por el pueblo eldense, que concurri en mayor nmero que nunca a los diversos actos religiosos, tanto dentro de los templos como en las pro cesiones celebradas, persistiendo este espritu de superacin en el mayor esplendor de las procesiones de Semana Santa cuando redactamos estas lneas. Otra novedad introducida por la Hermandad fue la publicacin de un Bole tin informativo de aparicin peridica, dedicado a las actividades de la Semana Santa eldense y de sus Cofradas, as como al desarrollo histrico de aquella y de stas, la cual es la primera publicacin peridica en Elda dedicada exclusivamente a la Semana Santa, ya que anteriormente, en 1997, public la Cofrada de la Santa Mujer Vernica una revista especial, con motivo del Cincuentenario de la consti tucin de la Cofrada en 1947. Como fruto de este recuperado entusiasmo, en 1989 fueron tres nuevas Cofradas las que se constituyeron: la del Calvario, con la imagen del Cristo del Buen Amor, (27), la de Manolas (con mantilla blanca las correspondientes a la igle sia de Santa Ana y negra las de la Inmaculada, aunque esta Cofrada se disolvi en 1999, pasando a integrarse en la de Ntra.Sra. de la Soledad), y, en 1990, la de la Santa Cena, con una hermosa imagen del Cristo de la Paz, que figur por primera vez en las procesiones de 1994, formando parte de un ambicioso e ilusionado pro yecto de consecucin del paso de Jesucristo y los doce apstoles en la ltima Cena. 88 La Cofrada del Santo Sepulcro tambin enriqueci su presencia en la Semana Santa con la presentacin de una imagen de San Juan, como parte del nuevo paso San Juan y las Tres Maras , que se ir realizando paulatinamente hasta su finalizacin. La Cofrada de N.P. Jess Nazareno se vio realzada por la concesin del ttulo de Real e Ilustre Cofrada al aceptar la Casa Real Espaola, por escrito de 25 de noviembre de 1991, los ttulos de Hermano Honorario por don Juan Carlos 1, y de Camarera Honoraria por Doa Sofa. (28) Como complemento a este captulo se incluye una relacin de las caracte rsticas del atuendo propio de cada Cofrada, con expresin de los emblemas y colores del mismo, as como su imagen o paso, cosa que estimo interesante por los cambios e incluso desapariciones que el paso del tiempo efecta en los elementos propios de una poca histrica cualquiera. NOTAS: 1. Emilio Castelar: Las fiestas de mi pueblo,- Almanaque de La Ilustracin Espaola y Americana para 1879. 2. Vicente Valero Bellot,: Historia de la Semana Santa eldense ,- Diario Informacin, Alicante, 26-3-1989. 3. J. Montesinos: Compendio de antigedades oriolanas.- T. XV, cap 11, fol 626. 4. V. Valen): Historia... (Nota 2) 5. V. Valero: Idem. id. 6. Idem. id. 7. Idem. id. 8. Historia de Nuestra Semana Santa, Boletn informativo del Cofrade. n. 2, pg. 11. 9. Lamberto Amat: Elda , 2 parte, cap. IX, pg. 355-6 del manuscrito.- Tambin: Rodolfo Guarinos Amat; El Nazareno, ese viejo corazn eldense .- Alborada, Elda, 1963. 10. V. Valero: Historia... (Nota 2). 11. El artculo 27 de la Constitucin dejaba a la decisin de las autoridades municipales la autorizacin o no de las manifestaciones externas de la Iglesia. 12. Maximiliano Garca Soriano: Las fiestas (prosa rimada).- Albor, nm. 1.- Elda, sep tiembre 1933. 13. Diario Informacin.- Alicante, 20 marzo 1942. 14. V. Valero (Corresponsal): Adquisicin de una imagen del Santo Sepulcro.- Infor macin .- Alicante, 18 abril 1943. 15. Notas locales.- Peregrinacin.- Boletn de Accin Catlica de Elda.- Nm. Marzo 1948. 16. Historia de la Cofrada de la Santa Mujer Vernica.- Boletn Informativo del Cofrade, n m. 6, pg.12. 17. De la Parroquia. Actos y procesiones de la Semana Santa Peregrinacin, nm. I, Elda, Marzo de 1948. 89 18. De la Ciudad .- Peregrinacin, n. 2.- Elda abril 1948. 19. Programas de mano diversos, de estos aos. 20. Alberto Navarro: Las fiestas de Semana Santa de hace 25 aos, - Valle de Elda, n. 1.374, 30 marzo 1983. 21. Las procesiones de Semana Santa.- Valle de Elda, nm. 862,3 marzo 1973. 22. La reunin del Consejo Pastoral de la iglesia de Santa Ana- Valle de Elda, n. 1.593, de 23 Octubre 1987. 23. A. Navarro Pastor: Las matracas del Nazareno.- Valle de Elda, n. 2.145.- 1 abril 1999. 24. R.G.A.- La nueva Semana Santa que hemos vivido.- Valle de Elda. n. 870, de 28 abril 1973. 25. Idem.id. 26. Vicente Valero: ,Resurgen las Cofradas de Semana Santa.- Valle de Elda, n. 1.593, de 23 octubre 1987. 27. Cofrada del Santo Calvario -Boletn Informativo del Cofrade, n. 7. Elda. Enero 2001 28. Historia de la Real e Ilustre Cofrada de Nuestro Padre Jess Nazareno.- Boletin Informativo del Cofrade, n. 5. Elda, febrero 2000. 4 41/ ..-Y COFRADA DE NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD ----/- Fundacin: 1946. + / I . Imagen: Nuestra Seora de la Soledad. Vesta negra, capucha blanca; capa negra. REAL E ILUSTRE COFRADIA DE N. P. JESUS NAZARENO Fundacin: 1929, 1933-34 Imagen: Nuestro Padre Jess Nazareno (1715) Vesta y capuz: morado; cordones amarillos, capa negra. HERMANDAD DEL SANTO SEPULCRO, Fundacin: 1933-34 Refundacin: 1942. imagen: Cristo yacente en su urna. Tnica y capucha negra; capa blanca. COFRADA DE LA SANTA MUJER VERNICA Fundacin: 1948. Imagen: Santa Mujer Vernica, Colores: Tnica azul y capa blanca. 90 COFRADA DEL PERDN Fundacin: 1956. Imagen: Virgen de la Soledad con su Hijo muerto. Tnica y capucha roja; capa blanca con vistas negras. COFRADIA NUESTRO PADRE JESUS DE MEDINACELI Fundacin: 1989. Imagen: Cristo de Medinaceli. Tnica y capuz morado; capa blanca. COFRADIA DEL CALVARIO Fundacin: 1989. Imagen: Cristo del Buen Amor. Tnica, gris; Capucha gris perla; Capa y fajn granate. COFRADA DE LA SANTA CENA Fundacin: 1990/91. Imagen: Cristo de la Paz. Tnica blanca y roja, Capuz y capa, blancos. (Dibujos de los emblemas: Alberto Navarro Romero) 91 El Arenal, lugar tradicional de comerse la mona en las Pascuas de Resurreccin. 10 * LA PASCUA DE MONAS Para el lenguaje culto, las fechas jubilosas que vienen a continuacin de la Semana Santa, en cuanto los Aleluya! y las campanas llenan los espacios anun ciando la resurreccin de Jesucristo, son las Pascuas de Resurreccin o Pascua Florida. Para nosotros, los eldenses, estas Pascuas son -o eran- las Pascuas de monas . Sobre su simbologa puramente religiosa, aparte de los misterios sobre naturales que encierra la propia resurreccin, sobre las reflexiones en torno a la vida sobrenatural emergiendo a una luz brillante despus del trnsito por las som bras de la muerte, sobre todo este mstico contenido de la gloriosa efemrides no nos vamos a introducir; para el eldense lo que cuenta es la mona , con toda la parafernalia ldica y gastronmica que lleva consigo. Hoy, en nuestros tiempos en que el materialismo econmico impone su frrea decisin sobre casi todos los actos de nuestra vida, motivaciones econmi 93 cas han conseguido que la fiesta monera que hoy todava se celebra no sea ni som bra de lo que antao fuera, y ello nos obliga a pensar que dentro de unos aos ni siquiera se conserve el remedo de Pascua que en la actualidad celebramos y que poco tiene que ver con la antigua forma de celebrarla, en la que todos los dias de la semana parecan poco para las ganas de expansin, bullicio y consumicin de las tpicas viandas de estos das, que tenan los eldenses grandes y pequeos. Ya el comienzo de la fiesta era como una sbita eclosin de alegra popu lar, exteriorizada de forma ruidosa y regocijada a las diez de la maana del enton ces llamado Sbado de Gloria, momento exacto en el que, segn la tradicin de la Iglesia hasta el Concilio Vaticano II en que fue modificada, ocurra el sobrenatu ral hecho de la Resurreccin del Seor. Al primer son del volteo de campanas que desde las torres de Santa Ana anunciaban el extraordinario acontecimiento, todas las sirenas de las fbricas de la poblacion -que eran muchas y potentes, pues eran las encargadas de avisar a sus obreros el momento de la entrada en las fbricas con toques diferenciados y con toda la fuerza de sus pulmones mecnicos-- comenzaban a lanzar al aire sus aullidos, y los obreros y obreras salan alegres a la calle con botijos y cntaros que haban reservado para esta ocasin despus del intenso uso para refrescar sus gar gantas, estampndolos fuertemente en el zcalo de las fachadas de las fbricas, tirando petardos, haciendo rodar matracas, y en fin, armando el mayor escndalo posible ante la mirada jubilosa de los transentes, muchos de los cuales, especial mente los de corta edad tambin colaboraban al estruendo con sus matracas o con tambores improvisados con latas. Ya este espontneo y popular acto era el comienzo de la fiesta, aunque sta no se empezara realmente hasta la maana del domingo, al formarse la alegre caravana que andando, un paso detrs de otro, o corriendo y saltando, cubra la distancia entre el pueblo y el Arenal. Hace tiempo que ha desaparecido este acto multitudinario y alegre. Las nuevas normas emanadas del Concilio Vaticano II han fijado, tal vez buscando una mayor exactitud cronolgica que quiz no era necesaria para el pueblo cristiano llano, las doce de la noche para el momento de la Resurreccin, acto que ya slo se celebra en el interior de las iglesias, sin la espontnea, ruidosa y sencilla mani festacin popular de alegra por el milagroso acontecimiento. La bsqueda realizada en la prensa eldense y provincial, y en fuentes que pudieran arrojar alguna luz sobre la antigedad de esta fiesta no han dado nin gn resultado, aunque por tradicin transmitida de padres a hijos podemos con siderar que esta fiesta tena este tono popular y bullanguero desde hace much simos aos, sin poder precisar desde cuando. Puede que variase algo la forma de celebrarla, pero como nada sabemos, tenemos que arrancar este relato desde los 94 aos casi inmediatos al comienzo del siglo, en los que ya existen testimonios publicados. El primero de estos testimonios, aunque publicado en 1981, se refiere a la evocacin de sus aos de infancia hecha por la autora, que deben ser por los aos veinte, en el que ya sienta el orden cronolgico de la fiesta monera: ...el primer da al Arenal, el segundo al Santo Negro y el ter cero a la ta Gervasia. Todos estos lugares llenos de gente de todas eda des, pues los mayores salan a ver el personal y volver a casa a meren dar. Al regreso era un espectculo alegre, todos cantando y jugando al corro por las calles, con una alegra sana y comedida, nada de borra cheras y de rias... (1) Sobre este calendario topogrfico de la fiesta, que establece como tradi cional el ir a comerse la mona el primer da, domingo, al Arenal, y los sucesivos al Santo Negro y a la Ta Gervasia, hay una discrepancia que podra o no ser sig nificativa pero que creo conveniente sealar, para que el interesado en este tema haga las averiguaciones que estime oportunas. La discrepancia est en que en los ms antiguos testimonios directos sobre la fiesta (me refiero a los que no son fruto del recuerdo, que puede tergi versar fechas y lugares sin que el que recuerda se d cuenta, sino a los efectuados en el mismo tiempo en el que se describen) publicados por el semanario eldense Idella en 1926 y 1927, no hacen referencia alguna al Arenal, coincidiendo en fijar para los tres das el Santo Negro, la Ta Gervasia y el Pantano. Veamos estos dos testimonios periodsticos: SEMANA DE PASCUA,- Siguiendo la tradicin, las Pascuas se han celebrado en Elda muy alegremente. El Santo Negro, la Ta Ger vasia y el Pantano han sido estos dias teatro de diversin honesta de las gentes que han rendido culto a las clsicas monas. Pasado maana, lunes, ltimo da se echar el resto como vulgarmente se dice. El deli cioso paraje de la Jaud promete verse muy animado, si el tiempo acom paa como en los das que han transcurrido y tal vez queden ganas como no de hacer otro da extraordinario de pan y atn. (2) El segundo abunda en lugares moneros de la poca, pero adolece de no nombrar el paraje de las Gervasias que era el tpico de la concurrencia en Pascuas. excepto en el caso de que el lugar que cita como Casa de los Vasos sea el mismo que el llamado de la tia Gervasia: Domingo, lunes y martes, 95 la gente va a todas partes. Unos van al Santo Negro (de lo cual mucho me alegro) pues al no volver con zancos llegan, por el polvo, blancos. Al Pantano, a la Torreta al Sapo, a donde les pera. Otros van con lentos pasos a la Casa de los Vasos (hoy del seor Zaragoza), donde la gente retoza y baila y se despepita, empina la bota y grita. A Santa Brbara ya muy escasa gente va pues aquello est tan alto que no quieren dar el salto, (que es la gente comodona hasta en eso de la mona). A la Jaud, bella floresta la gente va con la cesta; y all en su libre albedro, se va triscando hasta el ro y se explaya sonriente junto a su escasa corriente... (3) Como se ve, ni en la primera, de 1926, ni en la segunda, de 1927, se men ciona el Arenal. Pepito Tafalera (seudnimo de Maxiiliano Garcia Soriano), que firma los versos reproducidos, indica que A Santa Barbara ya, muy escasa gente va... y ello da a entender que si los eldenses no iban a comerse la mona a los fres cos parajes de Santa Brbara, porque estaba lejos, menos se decidiran a ir al Are nal, que est bastante mas lejano. El ms antiguo testimonio de ser el Arenal una de las estaciones del camino de las monas lo hallamos en una simptica colaboracin de una nia de nueve aos en el periodiquito infantil Pensamiento escolar, publicado en 1933 y que paso a reproducir ntegramente por el ingenuo encanto de su forma narrativa y el infantil entusiasmo de su autora ante la fiesta, as como por la descripcin de la vestimenta que usaban las nias y muchachas con ocasin de dicha fiesta: LAS PASCUAS:Tengo nurchas ganas que vengan las Pascuas porque me divierto mucho con la bata de monas, con el delantalito tan gracioso y con las alpargatitas tan bonitas. El da primero de Pascuas va todo el personal al Arenal a tirarse volteretas y a disfrutar mucho, y los dems das al Santo Negro y a la casa de la ta Gervasia y te llevas la 96 mona con un huevo y te reunes con el pap y la mam y le ese/atas el huevo en la frente, o con las amigas tambin disfrutas mucho y cuando vienes, a tocar el acorden, a bailar y a cantar corriendo, Quiero que vengan las Pascuas pronto para disfrutar con mis amigas como he dicho antes y para saltar y correr- Trinidad Martnez (9 aos) (4) Si tuviramos que emitir una opinin sobre si el Arenal ha sido desde muy antiguo escenario del primer dia de fiesta, y sobre la base de estos testimonios escritos, tendramos que pensar que los eldenses en monas solamente empezaron a tomar el arenoso montculo petrerense para su expansin en Pascuas a partir de 1928 o 1929. Sin embargo ya es evidente que en los aos treinta los das de Pascua se distribuan regularmente, haciendo la peregrinacin con las cestas repletas de viandas y bebidas el primer da, domingo, al Arenal, el lunes al Santo Negro, el martes a la Ta Gervasia y an haba quienes -muchos-, acudan en la tarde del mircoles al Pantano a comerse el atn, Este dicho de comerse el atn parece provenir de que en este cuarto da de Pascuas ya no quedaba nada de las cuan tiosas toas, monas, embutidos y dems comestibles preparados para las Pascuas. El domingo siguiente, con toas y monas recin sacadas del horno, aunque en menor cantidad, haba nueva jornada monera, repartindose la gente en luga res como el Chorrillo, la Jaud, el Chopo y en las casitas de campo diseminadas en las feraces huertas de Elda y Petrer. Y como final de fiesta, el lunes de San Vicente: No se rinden, ciertamente, los morteros v glotones: la mona de San Vicente esperan con ilusiones! y en el lunes venidero salen de nuevo a la huerta, y es el campo un hormiguero y el pueblo una cosa muerta... (5) El lunes de San Vicente tena un encanto especial, tal vez por ser el que cerraba los maravillosos das tan plenamente disfrutados, especialmente por los nios y los jvenes. Sobre todo para estos, que cultivaban un rito especial, entre risas y burlas exigido por las muchachas y entre burlas y risas cumplido por los jvenes. Se trataba del tributo no escrito que deban pagar los chicos, aportando la esplndida y oppara merienda, en compensacin justa a que en los das ante riores haban sido las chicas las que haban suministrado las cuantiosas viandas en las repletas y adornadas cestas. Slo los que han vivido y gozado, con los ojos y las ilusiones de la juventud, aquellas fiestas, pueden rememorar lo que eran aquellos das de alegra, de can 97 ciones y animacin general, tan distintos en todos los aspectos de lo que hoy se hace en las mismas fechas. Ya la tarde del Viernes Santo, mientras los tambores destemplados acom paaban con su lgubre son a las filas de penitentes y de participantes en la pro cesin de Cristo en la Cruz, por las calles de la poblacin se esparca, extendin dose por todas partes, el dulzn y agradable aroma de las toas y monas recin cocidas. Las mujeres las haban amasado y aderezado en sus hogares, y una vez hinchadas por la levadura las haban llevado al horno extendidas en anchas tablas y ahora las devolvan a su casa hinchadas y doradas, con el huevo colocado en lo alto de la mona, sujeto por una cruz de azucarada masa. En esta costumbre del huevo --que por su sola presencia converta la toa en mona haba tambin sus variantes, desde el ama de casa que haca una gran mona con dos o tres huevos en su centro hasta la que haca una pequeita, con el huevo ms pequeo que poda encontrar, incluso los de paloma, para el ms pequeo de la casa, que aunque no la comera por ser an beb, servira para diversin cariosa de sus padres, abuelos y dems familiares. El destino final del huevo --antes de ser comido-- era ser estrellado --o esclatado en voz popular eldense-- en la frente del pap o del amigo o amiga de ms confianza. Ya estaban las toas y monas en las casas y las artistas autoras de tales monumentos gastronmicos se pavoneaban, orondas, si las viandas les haban salido hinchadas y llenas, mientras que aquellas que por medir mal la mezcla de harina, huevos, aceite, agua, azcar y limn rallado (que son los ingredientes clsicos de la masa a la que a veces se le aada patata hervida para hacerla ms esponjosa) les salan aplastadas, no podan con su malhumor y disgusto. A las primeras, el orgullo de la obra bien hecha y los elogios de quienes las encontraban gustosas y en su punto, les compensaba de las horas de afanoso trabajo con la masa, del repetido heir de la misma hasta conseguir su adecuada consistencia, de la colocacin de las piezas en estancias abrigadas, para estar toda una noche a la sola luz de unas mariposas con su temblorosa llamita flotando sobre el aceite y dems tareas de su elaboracin. Para las segundas no haba con suelo, y su berrinche durara mientras durasen las fiestas. Despus, al terminar el trabajo en fbricas y talleres, que en aquellos tiempos era a las seis o siete de la tarde del sbado, --y a veces se trabajaba la maana del domingo, aunque nunca en Pascuas-- se formaban los corrillos juve niles, se hacan los planes para las salidas a los lugares tradicionales, de lo que llevaran cada uno o una, y de las mil cosas que las ilusionadas y jvenes mentes ingenian para pasarlo bien, y lo mismo hacan las familias para disfrutar en las tardes moneras y que la chiquillera se divirtiera con los juegos y las merien das. 98 El Arenal es un fenmeno geolgico cuyo origen no parece haber sido sufi cientemente aclarado, aunque ltimamente se han publicado excelentes estudios por competentes gelogos. (6) En Elda se ha tenido la costumbre de denominar Arenal de Elda al situado en el paraje de La Almorch, al que habitualmente acudan en masa los eldenses en las Pascuas a pasar la tarde, lo que actualmente ya no se puede hacer por haber restringido el Ayuntamiento de Petrer el acceso a dicho paraje en un intento de salvarlo de la destruccin, como le ocurri al otro, llamado de Pruna por los petrerenses, que actualmente ha desaparecido por la masiva utilizacin industrial de su arena, que en poco tiempo ha hecho desaparecer una estampa agradable en el paisaje, conseguida por muchos siglos de acumulacin de arenas traidas probablemente por corrientes de aire. A pesar del nombre que se da en Elda al Arenal de la Almorch, los dos arenales se encuentran en trmino petrerense, pero siempre ha sido este el prefe rido de los excursionistas y sobre todo de los que acudian en masa a l en el dia primero de las Pascuas. En este da era costumbre montar el campamento lo ms pronto posible, cogiendo sitio la familia en cualquier lugar al pie del monte, donde quedaban las personas mayores, mientras los nios y jvenes suban hacia lo alto y desde all se dejaban caer regolando (rodando quiere decir) hasta la base del monte, mientras quedaba arena. Otros bajaban dando saltos y zancadas, con frecuentes cadas que provocaban las risas y el jolgorio de los dems. As, subiendo y bajando unos, comiendo, bebiendo y charlando otros, todos pasaban el da estupenda mente hasta que la cada de la tarde daba el aviso de que haba que regresar, unos a lo largo de la carretera general, otros cruzando el Vinalop sobre piedras al pie del Monastil y otros ms por diversas sendas y pasando junto al acueducto de la cercana Santa Brbara. Era nota curiosa y muy comentada la presencia de los madrileos, es decir, la caravana de vehculos que desde las playas de Alicante volvan hacia Madrid en la tarde del domingo, porque a la maana siguiente tenan que estar en su puesto de trabajo. Se saba que era frecuente entre ellos comentar con no disi mulada envidia la suerte de los levantinos, que el lunes volveran a estar de fiesta y el martes tambin, mientras que para ellos las Vacaciones de Semana Santa haban terminado ya. Tal vez de estas comparaciones naciera aquello del Levante feliz Lo cierto es que los eldenses s que eran felices en estos das, pues despus de la ajetreada jornada del Arenal, terminada a altas horas de la noche con bailes y reuniones, llegaba el da del Santo Negro. Solo conociendo lo pelado y pedregoso de la mayor parte de nuestro trmino y la escasa vegetacin en espacios libres, puede comprenderse que se escogiera para 99 la jira del segundo dia de Pascua un lugar tan desamparado como el Santo Negro. Consista en una pequea llanura que se elevaba suavemente hasta formar una altura de no gran extensin en la cual haba unos pocos, pero altos, pinos, y desde donde, realmente, se contemplaba una hermosa vista de todo el circo de montaas que forman el valle, El paraje estaba situado a la izquierda de la carretera de Sax por la Torreta, muy cerca de donde hoy se levantan el Hospital General de la Segu ridad Social y el Colegio del Santo Negro y adems existen en l varias industrias de forjados de hormign, escayolas y otras relacionadas con la construccin. El rito era el mismo, en esencia, pues consista en comerse la mona con todo lo que esto encierra en cuanto a otras suculentas viandas, jolgorio, bulla y ale gria. Como aqu no haba arena donde subir, rodar o saltar, se corra, se hacan corros, se saltaba a comba, se bailaba y, como fin principal, se pasaba una jornada gratamente y tambin a la caida de la tarde se iniciaba el retorno al pueblo, donde segua la fiesta en las calles y en las casas, con msica, bailes y diversin general. El tercer da, la rosa de los puntos cardinales apuntaba al Oeste, mientras que el primero y el segundo haban indicado al Noreste y Norte respectivamente. La casa de la Ta Gervasia (o las Gervasias segn otros) era el lugar elegido para la fiesta campestre y la consabida comilona. Consista en un pramo en la solana de Boln, junto a una cantera de la famosa piedra blanca de este monte. Ni un rbol para protegerse del sol, slo tierra calcinada sembrada de piedra y algunos huertos que formando terrazas suban hacia el empinado Trinitario, pero tambin con una hermosa vista de la frtil vega extendindose entre las montaas y el Vinalop, corto en caudal. Pero esto no importaba a los moneros , que hacan el camino alegremente por la carretera de Monvar, abandonndola al poco y por senderos de cabras cru zar la va frrea por el punto exacto del llamado por los arquelogos Cerro de las Sepulturas, por las que se encontraron hace arios. Por all se llegaba a una gran casa, tal vez la que dio nombre al paraje, donde poda comprarse vino y no recor damos si algn conejo para freirlo con tomate en el mismo paraje. Pasada esta casa ya todo el terreno era para el disfrute de los excursionistas, con igual remate de jornada que los das anteriores. Estos tres dias y lugares eran los tradicionales, pero antes de seguir ade lante quisiera exponer la teora de que este ltimo paraje poda haber recibido en algn tiempo el nombre de Casa de los vasos, solamente tomando como base el que en la relacin de lugares contenida en las Idelladas que ya he copiado ante riormente (7) no figura la ta Gervasia y s la mencionada casa, de la que dice: Otros van con lentos pasos a la casa de los vasos (hoy del seor Zaragoza) 100 donde la gente retoza, y baila y se despepita empina la bota y grita... Nadie de los que he preguntado ha sabido darme razn de dicha casa de los vasos, y para que ella tuviera el popular ambiente monero que Pepito Tafa lera describe deba ser un lugar muy concurrido, lo que slo nos explicamos iden tificndolo con el de la Tia Gervasia, pues los dems lugares posibles se van citando en las Idelladas mencionadas. Tampoco en el amplio repertorio de top nimos y casas campestres que Jover Gonzlez de la Horteta fue mostrando en sus escritos en Valle de Elda figura en ningn momento dicha casa de los vasos y s varias veces la de la tia Gervasia como lugar de peregrinacin monera. Tres das no eran bastante para colmar las ganas de disfrute de los eldenses, y el mircoles --eso s, despus de la jornada laboral, algo recortada por la tarde - eran muchos los que le daban motivo al boticario de Elda (as era tambin conocido el popular don Maxi) para escribir en sus versos de Idella en 1926: ...Tres das de comilona y por si fue poco an se comieron otra mona, la llamada del atn... (8) La alusin al atn puede llamar a engao a los que hoy conocen este pes cado como un manjar caro, pero entonces era bastante popular entre las clases modestas, en su variedad llamada atn de zorra (que se sacaba de la ijada de este pez) que se venda en todas las tiendas de ultramarinos y en el mercado, en salazn, y se consuma en abundancia, sirviendo para la merienda, acompaado de pan sin ms, e incluso en estos das de fiesta, con la toa. El lugar escogido para este cuarto da de Pascua o da del atn parece que era el pantano, que, como todos en Elda saben, es el paraje entre el puente de hierro del ferrocarril y la presa, espacio con amplias zonas de arena y fina tierra, pobladas del aromtico taray y junto a la escasa corriente del ro, que era un agra dable campo de accin para merendolas, juegos y bromas. Normalmente, el acceso al Pantano lo hacan los ms atrevidos atravesando el tnel inmediato, provistos de caas para ir golpeando las paredes en la oscuridad y saber donde estaban situados los huecos a lo largo de ambos muros para refugiarse en ellos en el caso de que algn tren hiciera una sbita e inesperada irrupcin en el tnel. Despus de este Dia del Atn la consigna era esperar al lunes de San Vicente, da en el que se repeta el peregrinar de los eldenses con las cestas nuevamente lle nas, pero esta vez a diversos lugares del valle, entre los que eran los ms solicitados y concurridos los de La Jaud, junto al rio, el Chopo o el Chorrillo, el Pantano y en 101 las numerosas casas de campo repartidas por la huerta, con lo cual daba fin el popu lar y pintoresco espectculo de la Pascua de Monas hasta el siguiente ario. + :. A lo largo de este captulo hemos ido refirindonos en varias ocasiones y de pasada a dos aspectos de la fiesta que en tiempos pasados --no muy lejanos ciertamente-- tuvieron gran importancia y eran una muestra ms de la especial personalidad de la fiesta en Elda, con caractersticas singulares que no se produ can en otras poblaciones. Me refiero al atavo de los jvenes, especialmente de las chicas, y al importante captulo de la gastronomia monera. En cuanto a la primera, son varios los testimonios escritos que he recogido y, como en tantas otras ocasiones, prefiero reproducirlos literalmente antes que presentar una versin propia que no sera ms que una repeticin de los mismos, tal vez matizada por la evocacin personal de quien esto escribe, pero sin que des virte o mejore el relato de lo que se escribi sobre el tema en diversos tiempos. Tres piezas son las principales del atavo propio para monas que llevaban las chicas eldenses: la bata de percal, de fondo blanco o de color claro, con muchas fl ores estampadas o con graciosos dibujos; el delantalito blanco con bordados, y las alparga tas impolutas con cintas de colores. Veamos como las describen sus contemporneos: En estas fi estas de Pascuas tambin era una gran ilusin el hacerse los delantales a ver quien los sacaba ms bonitos, y en las tardes de monas, las chicas con sus delantales y los chicos con sus gorras, y todos con alpargatas y pauelos al cuello iban con sus cestas de merienda... (9) Tardes de mona! Corros, alegra... la vida que re en esas mocitas sencillas y bonitas, tpicamente ataviadas con los bordaditos pauelos de seda, con sus caprichosos delantales, con sus alpargatitas menudas y dibujadas... (10) ...las fl amantes alpargatitas de color de nuestras amigas se sal picaron de barro... (11) ...me divierto mucho con la bata de monas, con el delantalito tan gracioso y con las alpargatitas tan bonitas... (12) Qu hombre de Elda no guarda en el rincn ms amable de su memoria el recuerdo de una bata de percal, que sobre unos hom bros nbiles fue bandern de enganche de juveniles emociones en una bendita tarde de monas... (13) Con estas sencillas prendas de las chicas eldenses y la gracia de su juventud, las fiestas pascuales eran prdigas en formalizacin de noviazgos, muchos de los 102 cuales finalizaban felizmente en el matrimonio. Y esta alegra por vestir las tradi cionales prendas de tanta luminosidad, albura y color era un distintivo comn a todas las chicas eldenses, por lo que los inspirados versos que el poeta y profesor Juan Madrona dedic a La bata de monas son un vivo reflejo del ambiente de entonces y de la ilusin al vestirla de las chicas eldenses que, ataviadas con ella se sentan como tan acertadamente expresa Madrona en sus versos: ...tiene el percal esas tardes ms orgullo que la seda. Que moneando en las locas y ardientes lardes numeras con su bata florecida, su juventud y su cesta, no envidia una chica eldense a la ms alta princesa. (14) Y junto a la poesa, la realidad. Junto a la batita de percal salpicada de flo res, las viandas que se amontonaban en las adornadas cestas recin estrenadas. El recital gastronmico tpico de la fiesta monera que, a pesar de la sencillez y modestia de sus componentes, propio de la clase trabajadora que era a la que per teneca la mayoria de la poblacin eldense, era para sta el ms suculento men que pudiera preparar el mas afamado cordn bleu del universo. Un Baltasar del Alczar hubiera disfrutado tambin describiendo los com ponentes de este rico men con la misma jocunda gula con que hizo los de su famosa Cena. Ah es nada, las hinchadas y morenas toas y monas, con las gruesas y rosa das longanizas secadas al aire, las negras morcillas de cebolla asomando el blanco del tocino y tambin apretadas por el tiempo que han estado en la camera de fina tela metlica recibiendo el aire fro y seco. Las habas tiernas, recin cogidas; las suntuosas fritadas de conejo con tomate y pimientos rojos o verdes, o de habas con cebollita tierna picada y alcaciles y trozos de conejo, las jugosas naranjas para pos tre y los rollicos de vino o de ans para cerrar el gape con su sabor dulce y casero. Todo ello, realmente, era un banquete digno de un Heliogbalo. Con esta descripcin de la gastronoma propia de la fiesta monera coincide casi en todo la detallada resea que Mara Josefa Anaya hace de lo que represen taba la preparacin de las meriendas de Pascuas segn los recuerdos de su niez, expresndolos como sigue: ...En mi casa, mi hermana Lola era la encargada de hacerlas (las toas y monas) pues tena el orgullo de hacerlas riqusimas y dejaba el gran lebrillo lleno de la masa, tapado con manteles blancos 103 y una manta pequea para darle calor, a ms de una luz de aceite (mariposa) toda la noche para que hinchase bien, y en verdad que salan unas toas riquisimas, no como las de ahora. ..iban con sus cestas de merienda, compuesta de tortilla de patatas, de habas, de conejo frito con tomate y alcachofas, de habas fri tas con cebollita tierna, de morcillas de cebolla secas y longaniza tam bin seca, para comerlas con toas y las buenas naranjas y el buen vino y el mejor pan de aquel que pareca bizcocho.... (15) Como ancdota relacionada con la gastronoma monera, expondremos un sucedido en el que, segn se dijo entonces, se pretendi para hacer las toas el empleo de un componente que difcilmente las hubiera hecho ms comestibles: el cemento. Ocurria que en una fbrica de calzado situada por el camino de la estacin se haba producido una huelga de los obreros por causa que desconocemos, acercn dose lss fiestas de Semana Santa y Pascuas sin llegarse a un arreglo entre el patrono y los obreros. Uno de los intermediarios exhortaba al fabricante para que cediera, para que sus obreros pudieran comerse las monas con tranquilidad. El patrono, airado por la situacin, exclam, segn se cuenta: Que se las coman de cemento! Y cuando en la tarde bullanguera del lunes de Pascua regresaban los moneros de dar buena cuenta de sus meriendas en el Santo Negro, y entre ellos varios obreros de la fbrica, hicieron un corro al llegar ante sta, cantando a coro una improvisada letra con una conocida tonadilla: Venimos del Santo Negro; nos hemos como la mona, y no han sido de cemento, que han sido de huevo y toa... Y el fabricante --siempre que el hecho fuera cierto--, dentro de su vivienda anexa a la fbrica, tragando quina con la burla de sus obreros. Ya han quedado atrs estas fiestas. Hoy son apenas una caricatura de lo que fueron. El dia grande del Arenal, antao preludio de ms dias de esparcimiento y da de plenitud por s mismo, hoy es el nico dia de fiesta y las gentes ya no acu den al tradicional lugar, prohibido por las autoridades petrerenses, aunque antes de esta prohibicin ya era apenas visitado en este da. Ahora se reparten por casas de campo de Elda o Petrer o corren raudos en sus coches hacia las playas cerca nas, los lugares de diversin o los viajes organizados. El Santo Negro y las Gerva sias son lugares ya olvidados en este aspecto, como el Pantano. la Jaud, el Chopo y dems parajes de la antigua geografa monera. Las jvenes ya no ostentan orgullosas su bata de percal fl oreada y las albas alpargatitas. Ahora llevan vaqueros, zamarras deshilachadas, bastos zapatones 104 deportivos y apenas si se distinguen de los muchachos, unos y otros sobre sus motos de escape libre. Hoy la cesta de la merienda sera, no solo anacrnica, sino irrisoria, en este tiempo del cubata, del bocata, la litrona y las pipas. Por eso dejamos el hoy anodino y trivial para que lo aoren y ensalcen nuestros descendientes si as lo desean, y echamos una ltima mirada a la fiesta de Pascua de antes, tan entraablemente recordada y de tan hermosas peculiari dades eldenses, de la cual dijo un annimo escritor en un semanario local estas hermosas palabras que condensan y cierran nuestro captulo: !Monas en Elda! Tardes de juventud que luego, cuando el tiempo revista de plata las cabezas, sern oro de recuerdos.... (16) NOTAS: 1. Mara Josefa Anaya, (Una eldense): Lo que yo recuerdo de las fiestas de mi pueblo. Valle de Elda, n. 1295,5 septiembre 1981. 2. Semana de Pascua.- Semanario Idella, n. 10, Elda, 10 de abril de 1926. 3. Pepito Tafalera (seud. de Maximiliano Garca Soriano).- Idelladas Idella , n. 62, 16 abril 1927. 4. Las Pascuas, por Trinidad Martnez.- El Pensamiento escolar, nm. 4, Elda, 25 de marzo de 1933. 5. Graciano Soria (seud. de Maximiliano Garca Soriano) Bosquejos.- Idella, n. 10,- Elda, 10 abril de 1926. 6. Auernheimer Arguiano, C. y otros: Arenal de Petrel, informe geolgico y ecolgico (Graf. Tortosa, Petrel, 1983).- Cuenca Pay, Artemio: Sobre el origen y la edad de los Arenales .- Rey. Alborada, Elda, 1976. 7. Pepito Tafalera , Idelladas, (Nota 3) 8. Graciano Soria: Bosquejos (nota 5) 9. Mara Josefa Anaya: Lo que yo recuerdo de las fiestas de mi pueblo (nota 1). 10. Fiestas populares: La mona. Artculo sin firma, posiblemente de Manuel de la Morena, director.- Semanario Horizonte. Extraordinario.- Elda, septiembre 1931. 11. Despus de las monas. La Pascua termin con agua. -Semanario Idella, Nm. 11. Elda, 17 abril 1926. 12. Las Pascuas. (nota 4). 13 La bata de monas (poesa de Juan Madrona Ibez).-Rey.Dahellos, nm. 3.- Elda, marzo 1950. 14. Id. id. (Nota 13). 15. Mara Josefa Anaya: Lo que yo recuerdo... (Nota 1) 16. Fiestas populares: La mona (Nota 10). 105 11* LA FIESTA DEL BUEN PASTOR (PROCESIN DEL REBAITO) (Cuarto domingo despus de Pascua de Resurreccin) En 1994 se dio la noticia de que una vecina de Elda, Adela Prez Albert, haba encontrado entre las cosas de su antiguo oficio de aparadora una pelcula de escasos minutos de duracin pero que tena la peculiaridad de haber sido rodada tomando a Elda y a varios de sus aspectos tradicionales como motivo. De esta pelcula, donada a la Concejala de Cultura, se realiz un video profusamente dis tribuido junto con la revista Alborada (1) con una introduccin explicativa de cmo se localiz y la reproduccin de la pelicula, en bastante mal estado, pero an visible. En ella se vean fragmentos de la distraccin eldense del final de los arios veinte de acudir los domingos por la tarde a ver pasar el tren a la Estacin: momentos del paseo de las jvenes por el jardn del Casino Eldense y escenas en una casa de campo, el mercado de las plazas de Arriba y Abajo y otras vistas de la ciudad y sus gentes, entre ellas una procesin de nias con vestido de comunin, con seoritas intentando que las dos filas fueran algo bien formadas, un sacerdote y un pequeo trono en el que haba una pequea imagen con dos o tres corderos, casi inapreciable en la pelcula, entre cuatro columnitas coronadas por un tejadito, todo ello muy confuso por el mal estado del celuloide. El ttulo que acompaaba a esta parte de la pelcula era La procesin del rebaito , y sto --ms que las mismas imgenes-- hizo recordar a muchos y muchas eldenses la simptica proce sin que en su niez o juventud, ya haca casi o ms de sesenta aos, haban visto desfilar o haban participado en ella, con sus blancos atavos de comunin. Un artculo publicado por Enrique Chinchilla en Valle de Elda (2) moti vado por este documental eldense, aport alguna luz sobre este olvidado episodio de las costumbres de nuestro pueblo, situando su salida en un antiguo lagar en la calle de San Roque, frente a la escuela de las Monjas, perteneciente a la casa nmero 30 de la calle de Prim (hoy Laliga), y dando su recorrido procesional, que era por la calle de San Roque hacia arriba, doblando por la de Jos Amat Sem pere y calle de los Giles para buscar la puerta mayor de la iglesia. 107 Dos vistas de la Procesin del Rebaito (1928). Arriba: Los nios de Comunin. Abajo el resto de la procesin con el Buen Pastor y sus borreguitos, en andas. 108 Esta procesin, segn el citado artculo, se celebraba el cuarto domingo despus del de Resurreccin y correspondia a la festividad del Buen Pastor, La imagen que presida la procesin estaba descrita de esta manera: ...De unas andas emerga una especie de palio guarnecido con profusin de verde vegetal, adornado generosamente con racimos col gantes de rojas cerezas y posiblemente otros frutos, no s si naturales o de cera (que de esta sustancia era a la sazn la imitacin de ellos) y en el centro del palio un Nio Jess, quiz ataviado de pastor, ya que al parecer la procesin se celebraba el cuarto domingo siguiente al de Resurreccin y con motivo de la festividad del Buen Pastor. Segura mente la fi gura del Nio Jess ira acompaada de algn minsculo rebaito de ovejas, imposible de recordar con exactitud, hace tanto tiempo. (3) Otra nota caracterstica, aunque no afirmada en el artculo por basarse en lejano recuerdo de la infancia, era que en la procesin tal vez participaban infan tiles pastorcitos y pastorcitas, pero en la filmacin solamente se pueden ver nias (tal vez tambin nios) en traje de comunin, pero no los citados pastorcitos y pas torcitas, lo cual no quiere decir que no estuvieran presentes tras de las filas de pri mocomulgantes, ya lejos del objetivo. La feliz memoria de mi buen amigo Vicente Valero, corresponsal durante muchsimos arios de emisoras de radio y prensa diaria, me ha facilitado algunos otros datos respecto a esta desaparecida procesin infantil, como la circunstancia de que se celebraba habitualmente durante los arios anteriores a la guerra, desco nocindose cuando fue su origen en Elda, y que finalizada la contienda y recons truda la vida religiosa en la poblacin, el cura don Toms Rocamora, prroco de Elda desde junio de 1940 (sucediendo a don Vicente Juan Ferrando, fallecido en este mes) hasta agosto de 1941 en que le sucedi don Jos Mara Amat Martnez, reconstituy en este periodo de su curato la fiesta del Buen Pastor con la proce sin de nios y nias acompaando a una pequea imagen del Nio Jesus y ento nando el cntico tradicional de la fiesta, que comenzaba con los versos De la Tierra a los Cielos se eleve con idntico afn nuestra voz, y en la paz de este mundo proclame honor y gloria al Nio Pastor... En cuanto al recorrido, el recuerdo de Vicente Valero no coincide con el de Chinchilla, tal vez por haber experimentado ste una variacin en el mismo, pues Valero recuerda que la procesin sala de la iglesia de Santa Ana y haca el reco rrido antiguo de la procesin de Septiembre (calle Linares, Plazas de Arriba y Abajo y por la calle de la iglesia hacia sta). 109 Parece que esta festividad no dur mucho despus de su reconstitucin, debido a la escasa o nula huella que ha dejado en quienes en su niez debieron participar en esta segunda poca de ella. NOTAS: 1. Revista Alborada, nm. 38,- Otoo -Invierno 1993.- Artculo Elda, la pelcula de los aos 20. Imgenes inditas grabadas en 1928, por Ramn Navarro Cremades. 2. Enrique Chinchilla Amat: La lejana procesin del rebaito.- Valle de Elda. nm. 1893, de 7-1-1994. 3. E. Chinchilla: Artculo citado. 110 12 * PRIMERO DE MAYO, ALTIBAJOS DE LA FIESTA OBRERA A pesar de que la mayor parte de la poblacin eldense pertenece de forma indudable a la clase trabajadora en su especialidad industrial, la fiesta obrera del Primero de Mayo, creada para la manifestacin pblica de las reivindicaciones de clase y la denuncia de las condiciones de trabajo consideradas por los sindicatos como injustas, nunca ha tenido gran arraigo en Elda. Desconocida en sus primeras pocas, con ligera presencia en la calle en otras, prohibida durante muchos aos, tolerada o festiva oficial en otros, de tumul tuosa manifestacin y algarada en ocasiones, mixtificada a veces y realizada en nuestros dias en numerosas ocasiones con desunin y distanciamiento entre los sindicatos obreros, no por ello ha dejado de ser una fecha de clara significacin trabajadora, celebrada cuando las circunstancias polticas lo hacan posible y anhelada por sus partidarios cuando se encontraba prohibida. No hemos hallado referencia alguna a esta fecha como da de los obreros en Elda hasta 1920, en que se efectu lo que en un semanario local, de signo republicano radical, denomin como un mitin grandioso (1). Antes de esta fecha nicamente conozco ejemplares de un peridico publicado en las sema nas anterior y posterior al primero de mayo de 1915 y en ninguno de ellos se hace la menor alusin a que esta fecha tuviera significado alguno en los medios obreros. (2). En 1920 tuvo lugar en Elda el grandioso mitin a que nos hemos referido, del que desconocemos lugar de celebracin, partidos o sindicatos convocantes o participantes, aunque s que se acord elevar al Ayuntamiento eldense un pliego con la peticin de los obreros de que se procediera a el inmediato abaratamiento de las subsistencias, al cumplimiento del contrato por parte de Luz Elda, el aba ratamiento de las viviendas y la persecucin de los juegos prohibidos (3). Supo nemos que adems de estas peticiones al Ayuntamiento, denominadas bases de mejoras en el orden local, se plantearan otras en el orden social, econmico y laboral, dirigidas a otras instancias, y aunque el contenido de la peticin era una 111 Manifestacin Obrera 1. de Mayo 1989. (Foto CARLSON) evidente necesidad para el pueblo trabajador, agobiado por los bajos salarios y el desproporcionado coste de las subsistencias, alquileres y luz elctrica, la prioridad de la reunin deba ser manifiestamente de reivindicacin de mejoras en las con diciones del trabajo y de su retribucin. Por no corresponder a sus competencias o por falta de sensibilidad poltica, la peticin de los trabajadores en el primero de Mayo de 1920 fue prcticamente ignorada, lo que motiv una crtica enrgica a la indiferencia municipal ante los problemas de los obreros, manifestndose en ella que ...se ira a manifestaciones de protesta si fueran necesarias. (4) El perodo de la dictadura, en el que el gobierno dej a la Unin General de Trabajadores desarrollar sus tareas, fue un periodo de permisividad respecto al primero de Mayo, y en Elda tambin se celebr como en todas partes utilizando el da festivo (5) para participar en actos sociales si haba alguno de su sindicato o para dedicarlo a sus diversiones particulares. El comentario del poeta Eloy Cataln en Idella sobre cmo se celebraba en Elda y en 1926 este da, parece pecar de excesivo pesimismo y crtica, no estando en condiciones hoy, ms de setenta aos despus de la publicacin de dicho artculo, de saber si estaba o no justificada, total o en parte, la desoladora crtica que Cataln haca de la Fiesta de Los Trabajadores: 112 ...Qu hacen los trabajadores en este da Algunos, ilumina dos por la luz de la verdadera idea, pasean las calles levantando unas banderas donde est escrita su le; otros, cegados por esa misma luz que no han sabido comprender, profieren gritos estentreos, que desentonan de su natural pacfico; los otros solo ven en esta santa fiesta del trabajo un pretexto psra no trabajar; son amigos del vino, de la juerga, de las meriendas en el campo, entre risas violentas y cancio nes imbciles...(6) Parece ser que en estos ltimos aos eran ms los que empleaban la fiesta en distraerse, marchndose a los campos a merendar o al Pantano, lugar que siem pre ha tenido gran concurrencia de eldenses, fuera en la Pascua para comerse el atn, en el verano para baarse en la pileta o presa y en el Primero de Mayo, como nos dice el mismo Eloy Cataln tres aos despus, en 1931: ...en las excursiones del primero de Mayo al pantano pinto resco lleno de verdor.. (7) Para la excursin al Pantano, con la cesta bien llena de comestibles y bebi das, s que haba concurrencia, pero para realizar los actos propios del carcter rei vindicativo de la fiesta parece que no, basndonos en el comentario de El Tira pi sobre un acto en la Casa del Pueblo de Petrer, los das 30 de abril y primero de mayo de 1928, en el que se pronunciaron conferencias relacionadas con la sig nificacin del dia y se dieron conciertos musicales por la Enarmnica, dirigida por el maestro Martnez, y La Unin por el maestro Alemany. En las mismas fechas, el peridico eldense no recoge acto alguno organizado por la Casa del Pue blo de Elda. indicio claro de que no hubo acto pblico alguno en esa jornada del Primero de Mayo de 1928.(8) Las convulsiones sociales del perodo de la Repblica fueron campo abo nado para que las fechas del primero de Mayo fueran ms crispadas y con mayor exigencia en la reclamacin de derechos y mejoras para las clases trabajadoras, reclamaciones que a veces eran apoyadas con el estampido de alguna bomba, aun que dicho sea en honor de la verdad que en Elda seran ms bien petardos que bombas, no causndose dao alguno a personas ni a cosas, excepto alguna que otra ventana chamuscada en el domicilio de algn fabricante sealado. En el perodo de guerra cambi todo esto y las conmemoraciones del Pri mero de Mayo --que creo que s las hubo, aunque no he encontrado referencia alguna en los peridicos Rebelin ni Nuevo Rumbo, socialista el primero y anarquista el segundo, (9)-- se lanzaron consignas relacionadas con la guerra y con la unidad de los partidos para ganarla, desechando las consignas de reivindicacio nes laborales que estaban fuera de lugar en una industria totalmente colectivizada o incautada por los Sindicatos Obreros, como ocurra en Elda con la S.I.C.E.P. en el calzado y con otras de diferentes sectores de la produccin. 113 Despus de la guerra, un velo de silencio cae sobre la festividad del Primero de Mayo, da que es considerado como una jornada de lucha de clases, sectaria y revolucionaria, y por consiguiente eliminada del calendario por los nuevos gober nantes de Espaa. En los captulos dedicados en este trabajo a las fiestas gremiales de San Jos y San Crispn me he referido --o me referir respecto al segundo-- al impulso que la Organizacin Sindical o C.N.S. quiso dar a las fiestas de los trabajadores, exhortando a cada gremio a que organizara su propia festividad bajo la advoca cin del patrono celestial preconizado para cada una de ellas, por ejemplo San Jos para el gremio de la madera (muy importante en Elda, ms por las fbricas de hormas y tacones que por la carpintera), y San Crispn para los zapateros. Entre ambas estaba prcticamente incluido el censo laboral eldense al completo. Estas fiestas gremiales eran, indudablemente, un sustitutivo de la del pri mero de Mayo a efectos polticos y sociales, y tuvieron desigual aceptacin y desa rrollo, como se ve en el captulo dedicado a cada una de ellas. Pero en 1957, el Papa Po XI, ante 150.000 obreros italianos a los que diri gi la palabra en la plaza de San Pedro, instituy la fiesta cristiana del Trabajo, bajo la advocacin de San Jos Artesano, en la misma fecha del Primero de Mayo, merced a cuya disposicin los obreros catlicos pudieran celebrar el dia que desde antiguo monopolizaban los sindicatos laicos para sus manifestaciones reivindica tivas, dentro de sus propios sindicatos y grupos de inspiracin catlica. (10) En Espaa se acept inmediatamente la iniciativa papal y se instituy la festi vidad de San Jos Artesano en el dia primero de Mayo, absorbiendo todas las fiestas gremiales que hasta entonces se hacan a lo largo del ao y fundindolas en una sola. Por consiguiente las nuevas directrices de la Delegacin Comarcal de Sin dicatos, cumpliendo instrucciones de la superioridad, fueron organizar para el inmediato da 1 de mayo de 1958 unos actos en honor de San Jos Obrero, advo cacin que en 1959 se cambi por San Jos Artesano. Los actos fueron sencillos y ms bien oficiales, consistiendo en un acto sindical en el cine Rex, presidido por el alcalde y Jefe Local del Movimiento, Joaqun Campos Fernndez, y abierto por el delegado comarcal sindical, Jos Amat. Este acto tuvo lugar en la tarde del 30 de abril, y al da siguiente se ofici Misa ante el altar de la Virgen de la Salud, can tndose al final una salve y siendo resaltada por el cronista la asistencia, adems de las antedichas autoridades de numerosos empresarios y productores . (11) El siguiente ario 1959, ya con una dotacin econmica ms crecida, merced a los recibos presentados a los empresarios para sufragar estos gastos, pudieron organizarse unos actos de mayor resonancia popular, consiguiendo una gran fiesta donde empresas y obreros confraternizaron con alegra cristiana, y en la cual se haban reagrupado todas las fiestas patronales (12) 114 Entre los aos que los actos del primero de Mayo fueron organizados por la Delegacin Comarcal de Sindicatos hemos de destacar el de 1959, en que no slo hubo variedad e inters en las diversas partes de la fiesta, sino que en los actos religiosos tuvieron efectiva presencia las imgenes de los patronos gremia les San Jos y San Crispn, que el ario anterior haban quedado un tanto olvidados con el cambio de orientacin dado a esta festividad. Como constancia de lo extraordinario del programa confeccionado, cuya importancia no llegaron a alcanzar ninguno de los arios sucesivos, voy a reprodu cir aqu la relacin de estos actos, que fueron muy bien acogidos por el pueblo eldense: PROGRAMA DE LOS ACTOS ORGANIZADOS EN HONOR DE SAN JOS ARTESANO: Viernes, Primero de Mayo, Al amanecer, volteo de campanas, morteretes, Diana y Pasacalles por las Bandas de Msica, Dulzaina y Tamboril. A las 10 de la maana: Solemne Misa cantada en honor de San Jos Artesano en la Parroquia de la Inmaculada. Al finalizar, proce sin con la imagen de San Jos, en representacin de todos los Santos Patronos de todos los gremios, a la que se invit a todos los producto res, empresas y pblico en general. A las 11,30 gran prueba ciclista I Trofeo San Jos Artesano. A las 12, solemne Misa cantada en Santa Ana, Seguidamente pasacalles por las Bandas Santa Cecilia de Elda, Unin Musical de Petrer y Dulzaina y Tamboril. A las 2, monumentales tracas entre ambos templos parroquiales. A las 4 de la tarde, desde Santa Ana se trasladarn en procesin las imgenes de San Crispn y San Crispiniano a la ermita de San Antn. A continuacin, traca y Romera popular para trasladar dichas imgenes a su ermita. En dicha romera las imgenes sern acompa adas por motoristas del Moto Club y participantes en la formidable prueba de motocross que se iniciar a la llegada de las imgenes a su ermita. En la explanada de la ermita, a continuacin, cucaas, distribu yndose premios, y elevacin de globos aerostticos. (13) El programa era muy completo, con atracciones para todos los gustos, y recordamos que tuvo una gran participacin popular, especialmente en los actos de la tarde, con la romera de los Santos zapateros, el moto cross --entonces una novedad en Elda-- y el disfrute del gento en el paraje campestre de lo que ahora es el parque de San Crispn. Tras este espectacular comienzo, la fiesta entr en un tono apagado y mediocre a pesar de los actos organizados en los siguientes aos. 115 En 1960 slo hubo, como actos destacados, un concierto de la Agrupacin Coral de Torrevieja, y la prueba ciclista, con misa conmemorativa, pero sin parti cipacin de imgenes patronales, procesiones ni romeras. En los arios siguientes slo hubo la acostumbrada prueba ciclista, partidos de ftbol amistoso (1961), concierto en el Castelar por la Santa Cecilia (1963 y 1964) y cabalgata de motos, participantes en la I Gymkhana Trofeo San Jos Arte sano para scooter Vespa y Lambretta (1965). Y con esto se finaliz una de las varias etapas del Primero de Mayo eldense, pues en 1966 se suprimieron las celebraciones en los pueblos, organizndose una gran Fiesta provincial en Orito, para acudir a la cual la Delegacin Sindical de Elda facilit autobuses para todos los que quisieran pasar el da en la fiesta pro vincial, repleta de atrayentes y populares actos folklricos, deportivos, artsticos, etc. Esta modalidad de celebrar el 1 de mayo en Orito se fue repitiendo anual mente hasta 1975, ario histrico por el fallecimiento del general Franco, inicio de la monarqua del rey don Juan Carlos y transicin hacia la democracia, transfor mando o suprimiendo gradual e imparablemente todas las estructuras del antiguo rgimen, y entre ellas, la forma de celebrar la Fiesta del Trabajo, que dejara de ser una iniciativa oficial para pasar a manos de sus legtimos protagonistas: los traba jadores, organizados libremente en Sindicatos. En 1976 an se celebr el Primero de Mayo, ahora nuevamente en Elda, con organizacin del Sindicato oficial y la Obra Sindical Educacin y Descanso, con partido de ftbol amistoso, entre equipos de la localidad, recitales musicales de las Rondallas del Centro Excursionista Eldense y de Cocentaina, teatro, por el grupo Teatral Tala, de Alicante y un festival deportivo con tablas de gimnasia rtmica a cargo de alumnas del Taller Escuela Sindical de Formacin Profesio nal.(14) El siguiente Primero de Mayo signific una prueba de fuerza entre los poderes pblicos y los sindicatos obreros todava no legalizados, aunque ya cons tituidos y con presencia pblica. Estos anunciaron para dicho da la realizacin de una manifestacin, que no fue autorizada. Unas 200 o 300 personas con algunas pancartas se fueron congregando hasta formar la manifestacin iniciada en la Avenida de Chap, discurriendo por la calle Padre Manjn y Zorrilla, probable mente para concentrarse ante la Casa Sindical, cuya propiedad recababan para s tanto la C.N.T. como U.G.T. y CC.00. Al llegar a las inmediaciones de la plaza de Sagasta, entonces Mrtires de la R.N.S., la fuerza pblica alli estacionada conmin a los manifestantes a disolverse, puesto que no haba sido autorizada legalmente. Al resistirse algunos de los manifestantes a acatar la orden, se produjo una carga de la policia antidisturbios con las consiguientes carreras, finalizando de esta forma la manifestacin del Primero de Mayo de 1977. (15) 116 Al contrario que esta agitada celebracin, la festividad que sigui a la ante rior fue totalmente normal, con plena participacin obrera y pancartas procla mando frases y consignas alusivas a la lucha sindical por leyes laborales ms justas. La concentracin se realiz a las 12 de la maana en la plaza de Castelar, reunindose unas dos mil personas, cifra que al llegar al Estadio Municipal, donde iba a celebrarse el acto, se haba incrementado hasta tres o cuatro mil manifes tantes. El recorrido por las calles de la ciudad no tuvo incidencia alguna, estando la manifestacion presidida por una gran pancarta con la leyenda: 1 de Mayo. Los trabajadores en lucha por la unidad y contra la injusticia. Esta pancarta era lle vada por los lderes de los sindicatos UGT, CC.00. USO y CNT, y adems de stas eran portadas unas treinta o cuarenta ms de las centrales sindicales y parti dos de izquierdas, corendose los slogans polticos habituales en estos actos. En el mitin del Estadio hubo intervenciones de los lderes o representantes de las centrales convocantes y de algunos partidos representados, entre ellos, como nota curiosa, del Partido Carlista, que desaparecera prontamente del esce nario poltico eldense. El acto finaliz con la interpretacin por el pblico asis tente de la Internacional. Por la tarde, y siguiendo la costumbre establecida ltimamente, fueron muchas las familias que se desplazaron a los alrededores de la ermita de San Cris pn para la merienda campestre, estando muy concurrido el lugar a pesar de lo desapacible del da. (16) Las rivalidades entre organizaciones sindicales y la pugna establecida entre ellas por conseguir quedarse con la Casa Sindical como parte del patrimonio per dido en 1939, hizo que poco a poco, las manifestaciones del Primero de Mayo fue ran realizadas por separado por parte de cada uno de los Sindicatos, acentundose esta falta de unidad y colaboracin hasta el punto de adoptarse el sistema de fl e tar autobuses para asistir a las manifestaciones convocadas por los sindicatos pro vinciales en Alicante o en el lugar escogido por stas, que alguna vez fue en el pin toresco paraje de Orito, como lo hizo la Organizacin Sindical durante los arios 1966 a 1975. La informacin de los actos del Primero de Mayo de 1989 en Elda publi cada por los diarios Informacin y La Verdad, presentan el aspecto real de la fiesta, coincidente con lo que he expuesto respecto a la celebracin de los ltimos arios, por lo que reproduzco a continuacin las partes ms significativas como colofn a este breve historial del Primero de Mayo eldense. Segn Informacin: Los actos reivindicativos se iniciaron a las diez de la maana con la manifestacin convocada por Comisiones Obreras. Este sindi 117 cato concentr frente a las puertas del Ayuntamiento a unas doscien tas personas, que marcharon entre gritos contra la economa sumer gida y la crisis en el sector calzado hacia la Avenida de Chap, donde les esperaban dos autobuses para trasladar a los manifestantes a la concentracin que se realiz en la capital de la provincia. (17) La Verdad aada este comentario a lo antecedente: ...aunque en un principio estaba previsto que el recorrido aca bara en la plaza de Castelar, el hecho de que los convocantes de la manifestacin de la CNT hubieran previsto la salida en esta misma plaza, hizo alterar el recorrido para evitar coincidencias. ...Por su parte, a la llamada de los anarcosindicalistas de la CNT apenas respondieron medio centenar de personas, que a los gritos de insumisin y lucha contra el paro obrero se dirigieron O los antiguos locales de este Sindicato para acudir a un mitin en el que participaron los principales lderes de esta agrupacin en la comarca. (18) Tambin el diario La Verdad recoge la actividad en dicho da realizada por el sindicato socialista UGT, coincidente con la efectuada por Comisiones Obreras: ...los ugetistas fueron los madrugadores de la jornada. Desde las nueve de la maana, una caravana de automviles recorri varios pueblos de la comarca invitando a los ciudadanos a la manifestacin de Alicante. Sax, Monvar, Villena, Pinos() y Petrel fueron las escalas del recorrido. Sobre las diez y media, cuatro autocares partan del recinto ferial con destino a dicha manifestacin. (19) Como se comprueba, la respuesta a estos llamamientos era verdadera mente limitada, unas cuatrocientas cincuenta personas entre los tres sindicatos participantes, incluyendo afiliados venidos de otras localidades. Por esto, el pueblo de Elda hubiera estado prcticamente ajeno a esta jornada festiva si no hubiera sido por la decisin del Ayuntamiento de conmemorar la fiesta de 1989 con diver sos actos en el Parque de San Crispn, a cuyo llamamiento respondi un gran nmero de eldenses, calculados en ms de dos mil. Estas actividades organizadas por el Ayuntamiento fueron muy variadas, desde el concurso de gachamigas, hasta el Trofeo San Crispn de petanca, con par ticipacin de los cinco clubs de la ciudad, exhibicin de automodelismo, concursos de parchis y domin, de dibujo al aire libre, de pesca y lanzamiento al bote y muchos otros ms que hicieron las delicias de los presentes, en especial de los nios. El alcalde y varios concejales participaron en los actos que, gracias a estas actividades tuvieron el carcter de fiesta popular, distinta a las crispadas reivindi caciones de las manifestaciones poltico -sindicales de otras ocasiones. 118 Con escasas variaciones continu celebrndose este da Primero de Mayo, como podemos ver en los actos organizados en 1999 ya con un nuevo nombre, la Fiesta del Trabajador, pero con el mismo significado irrenunciable de reivindicar los derechos de la clase obrera. Los actos para esta jornada fueron tambin sufragados por el Ayunta miento a travs de su Comisin de Fiestas, previo convenio con los sindicatos CC.00 y U.G.T, que fueron los organizadores del programa de actos. En este ario, la jornada se inici en la maana del citado dia. con una manifestacin conjunta de ambas organizaciones con un lema comn: Por la Paz y los derechos sociales, saliendo desde la puerta principal del Mercado Central y dirigindose hacia la plaza del Ayuntamiento, ante cuya puerta se ley un manifiesto suscrito por ambas centrales sindicales, reivindicando la semana de 35 horas, la puesta en vigor de la ley de previsin de riesgos laborales, la convergencia con Europa y la reforma de la ley de trabajo temporal. Finalizada la manifestacin, el programa previsto continu en el Parque de San Crispin durante el resto del da, donde se celebraron actos deportivos, juegos populares y comidas cocinadas en el mismo Parque, desarrollndose la jornada de convivencia en un ambiente de fraternidad y armona entre los obreros eldenses y de muchas poblaciones cercanas que se asociaron a este Da, al que se le dio carcter comarcal, como una muestra ms de la unin y armona existente entre los trabajadores de los pueblos de la comarca.(20) As se conmemor esta Fiesta del Trabajo en Elda en 1999, y as esperamos contine celebrndose para recreo y disfrute de los trabajadores y sus familias, sin olvidar el principal objetivo del Da, como es proclamar sus derechos y reivindi car las mejoras necesarias para la realizacin de su imprescindible papel en la sociedad. NOTAS: 1. La lucha, n. 2. Elda, 23 mayo 1920. No lo olvidamos. La voluntad popular objeto de menosprecio por las autoridades. 2. El Reformista, nmeros 7 y 8, de 2 y 9 de mayo 1915. 3. La lucha nmero y artculo citado y Sesiones municipales en el nmero 1, de 16 de mayo 1920. 4. La lucha, (Nota 1). 5. Idella Sesin del Pleno de 11 de mayo.- Nm. 14. Elda, 8 mayo 1926. 6. Eloy Cataln.- Idella, n. 13. Elda, 1 mayo 1926. 7. Eloy Cataln: Elda festivo, Semanario Horizonte. Nmero extraordinario de sep tiembre 1931. 8. El Tirapi.- Desde Petrel.- Nm. 3, Elda, 5 mayo 1928. 119 9. Peridicos de Elda, socialista el uno y anarquista el otro. 10. La fiesta cristiana de San Jos Obrero.- Semanario Valle de Elda, nm. 36.- 4 de mayo de 1957. 1 1 . Valle de Elda, nm. 88,3 de mayo de 1958. 12. Valle de Elda, nmero 139, de 25 abril 1959. 13. Idem. id. 14. Valle de Elda nms. 1027 y 1028 de 1 y 8 mayo 1976. 15. Valle de Elda, nm. 1079, de 7 mayo 1977. 16. Amplios comentarios en Informacin, La Verdad y Valle de Elda nm. 1130,6 mayo 1978. 17. Diario Informacin .Alicante. 2 de mayo de 1989: San Crispn, centro de los actos del Primero de Mayo. Poca asistencia a las manifestaciones. 18. Diario La Verdad, Alicante, 2 de mayo 1989: Reivindicacin y fiesta del Primero de Mayo. 19. Id. id. 20. Valle de Elda, nm. 2149,30 abril 1999. 120 13* UNA RELIQUIA HISTRICA DESAPARECIDA: LA VIRGEN DEL PPULO (2 domingo de Mayo) Durante algunos arios de la segunda mitad del pasado siglo XIX se cele braba en Elda una fiesta intimista, aunque profundamente devota y que a pesar de no tener carcter popular mantena vigente la relacin del moderno pueblo de Elda, ya iniciando una incipiente industrializacin, con los tiempos en que el cas tillo o alczar de los Coloma mantena su sombra, ora protectora, ora gravosa para la economa de los labriegos, sobre la poblacin. Esta fiesta era la dedicada a la Virgen del Ppulo, a la que se renda culto el segundo domingo de Mayo, en su altar situado junto a la pila bautismal de la antigua iglesia de Santa Ana. El origen de esta fiesta es tambin bastante curioso. Vendido el antiguo palacio en 1839 en pblica subasta por el Estado, quienes lo adquirieron aprove 121 charon los materiales que le convinieron y dejaron el resto del edificio para que por su propiodeterioro se fuera demoliendo piedra a piedra, corno as ocurri. Junto al prtico del derruido alczar haba, empotrada en el muro de silla res, una imagen vaciada en piedra, representando una figura de la Virgen a la que desde antiguo se la denominaba, ignoramos por qu motivo, la Virgen del Ppulo, o sea del pueblo, la que segn la nota contenida en un Libro de Visita (1) del Archivo Parroquial, era tenida por los antiguos en mucha veneracin y segn Lamberto Amat, quien la alcanz a ver antes de su deterioro ...el cincel us de toda su habilidad en la elegante y exquisita forma que di al precioso busto de cuerpo entero de la Santsima Virgen, admiracin de todos y especialmente de los inteligentes en el bello arte de la escultura... (2) Pero ni la veneracin de unos ni la admiracin de otros era suficiente para evitar el lento y continuo deterioro de la imagen, expuesta a las inclemencias del tiempo y, lo que era peor, a las pedradas de los chiquillos que usaban el alczar para sus juegos, chiquillos tan irrespetuosos y destructivos en aquellos tiempos en mayor proporcin que en los actuales. Hallndose la figura en aquel lastimoso estado, en el ao 1854, hubo una seora que tuvo una inspiracin segn el annimo escritor del Libro de Visita citado, para que la bajaran de donde estaba, y al efecto pidi el compe tente permiso de los dueos de dicho edificio y se la llev a su casa. Esta seora fue doa Josefa Quesada, esposa de don Jos Amat (3), padres del sacerdote don Felipe Amat, a quien el Serfico dedic aquella dcima: Mil gracias le doy al Cielo... al ser visitado por aquel en su lecho de enfermo, y aquella otra de Venid, cristianos, de prisa... El matrimonio Amat Quesada hizo restaurar la histrica piedra y le dio lugar de honor en su casa, calle del Vall, nmero 11, despus Mdico Beltrn y hoy de Ortega y Gasset. Despus de su restauracin y dorado, la imagen fue tras ladada a la iglesia de Santa Ana el segundo domingo de mayo del ao siguiente 1855 con una hermosa procesin del Clero y fieles, msica y volteo de campa nas... (4), siendo colocada en el altar de San Blas dentro de modesta pero boni ta urna (5), haciendo construir los consortes Amat-Quesada una magnfica reja labrada que, segn costumbre de la poca, cerraba el paso a dicho altar. (6). El tan repetido escrito del Libro de Visitas dice para terminar que desde esta poca viene hacindose esta fiesta, y tambin Lamberto Amat, dieciocho arios despus de la mencionada procesin, escribe (7) que ...hoy mismo se le tri buta fervoroso culto en la iglesia parroquial de esta villa. 122 De los testimonios expuestos parece desprenderse que slo se celebr pro cesin en el momento de su traslado en 1855 desde la casa de la calle del Vall hasta la iglesia, y que la fiesta que se continu haciendo anualmente se limitaba a los ofi cios en su honor celebrados el segundo domingo de Mayo, sin ms manifestacin pblica que la funcin religiosa. Ms tarde llegaron tiempos difciles y la imagen fue golpeada y destrozada por el fanatismo antirreligioso. Recuperada en 1939 (8) estaba tan destrozada que era imposible su restauracin, desapareciendo totalmente el nico vestigio que quedaba de los tesoros artsticos que antao encerraba el palacio de los Condes de Elda, que unas y otras generaciones de eldenses hemos permitido se convierta en ruinas. Recientemente, en el semanario Valle de Elda (9), se public, en forma de sugerencia, un breve comentario evocando esta antigua imagen y apuntando la conveniencia de que, en la reconstruccin que actualmente se est haciendo del castillo de Elda, sera un detalle interesante y emotivo que en la clave de la puer ta principal, entre los dos cubos y tal como estaba antes de ser quitada de all, se volviera a colocar una nueva Virgen del Ppulo, labrada en piedra, en reproduc cin de la antao existente, labor que podra realizar, basndose en los documen tos grficos que existen y con toda correccin, el Taller Escuela de Cantera que ha realizado otros trabajos, como el del len de la plaza de Castelar. El hacerlo as significara, a la vez que dotar al reconstrudo castillo del ele mento histrico -artstico de una imagen que durante siglos alberg en sus muros, recuperar la antigua tradicin religiosa de la Virgen del Ppulo de Elda. NOTAS 1. Parte histrica de la Virgen del Ppulo que se conserva en la Parroquia de Elda. Archivo Parroquial de Santa Ana. (Nota en la ltima hoja de un Libro de Visita) 2. Lamberto Amat y Sempere: Elda, t. I, pgs. 18-19. 3. Rodolfo Guarinos Amat: La Virgen del pueblo. (Revista Alborada, Elda, septiem bre 1956. 4. Parte histrica... (Nota 1) 5. Lamberto Amat.- Ob. cit. 6. Rodolfo Guarinos, art. cit. 7. oh. cit. 8. Rodolfo Guarinos: art. cit. 9. Argos: Apuntes de la Ciudad.- La Virgen del Ppulo de nuevo en el castillo de Elda.- Valle de Elda, n. 2266.- 2 -XI -2001. 123 SANCTA RITA RECUERDO de la Fiesta de Salita ll til Y BENDICIN DE LAS ROSAS celebrada en la Parroquia de Santa Ana Elda, 22 de Mayo de 1943 Fiesta de SANTA RITA y BENDICIN DE LAS ROSAS. (Estampa recuerdo 1943). 14* SANTA RITA O LA BENDICIN DE LAS ROSAS (22 de Mayo) Aunque ntima, recogida toda ella en un sencillo acto ante el altar de la igle sia de Santa Ana, la fiesta de Santa Rita es una hermosa ceremonia que tiene lugar anualmente, el 22 de mayo, mes de las fl ores. En un momento de la Misa que se est celebrando, una o varias seoras presentan al oficiante ramos de rosas, a los que el sacerdote otorga su bendicin, siendo seguidamente distribuidas entre los fieles. Estos se las llevan a sus casas, colocndolas en un bcaro o fl orero en lugar destacado de su hogar, y cuando las flores van marchitndose y desprendindose 125 sus ptalos, ponen algunos de stos entre las hojas de un devocionario, como per fumado recuerdo del da de Santa Rita o fiesta de la bendicin de las rosas. Por otra parte, Santa Rita est declarada Patrona de los empleados y fun cionarios municipales (no conocemos el motivo de este patronazgo, aunque se dice que por ser conocida como la abogada de los imposibles es la ms apro piada para intervenir en la complicada tramitacin de los expedientes municipa les) y estos la celebran con una Misa en el templo de Santa Ana en memoria de los funcionarios y empleados fallecidos y con una comida de hermandad a la que asisten todos los que no tienen servicio as como el alcalde y concejales y nume rosos invitados. 126 15* SAN PASCUAL BAILN (17 de Mayo) Desde muy antiguo existe en el viejo casco urbano eldense una recoleta plaza que ha llevado, desde tiempo inmemorial y posiblemente desde su cons truccin, el nombre de San Pascual, existiendo hasta no hace mucho un retablo cermico con la figura del Santo de Orito, (arrodillado y recibiendo la luz divina del mstico Cliz), que daba nombre a la plaza (o placeta, como se la denominaba por sus reducidas dimensiones). Hoy ya no existe prcticamente tal plaza, demolidas sus antiguas vivien das para dar lugar a una calle de enlace entre la de la Independencia, a espal das del Ayuntamiento, y la del Dos de Mayo, aunque se ha dado el mismo nom bre de Plaza de San Pascual al ensanche que ha quedado a espaldas del Juz gado, dejando reducida a apenas unos metros la antigua calle de don Juan Vidal. Debido a la antigua costumbre que exista entre los vecinos de hacer alguna clase de fiesta siempre que haba razonable pretexto para ello, y an ms cuando a quien era dirigida la fiesta era algn Santo, es posible que en esta placeta de San Pascual, como se haca en la de San Antn, se celebrara antiguamente alguna clase de actos festeros, como iluminaciones especiales y bailes por la noche, a la luz de estas luminarias, va que por el mes en que se celebraba la fiesta, a mediados de mayo, no era tan necesaria la hoguera como s lo era en las fiestas de San Antn en el mes de enero. La romera que se realizaba desde numerosos pueblos de esta zona de la provincia con destino a Orito, cerca de Monforte del Cid, en cuyo convento tom el Santo los hbitos en 1637, para visitar dicho edificio as como la gruta en la que estuvo recogido San Pascual Bailn, es la ms importante de la provincia y muy popular entre las gentes de estos pueblos, desplazndose en el da de San Pascual familias enteras con carros siempre adornados con flores, guirnaldas y otros ador nos, entre cuyos pueblos tenemos que incluir a Elda por constar que se haca as en 1877, tomando como fundamento de esta afirmacin el comentario que leemos en el diario alicantino El Graduador, reflejando la aficin festera de los elden ses, y que deca: 127 Placeta de San Pascual, hoy desaparecida, con la hornacina del Santo. (Mayo de 1967) ...sin que por eso, gran nmero de sus siempre alegres vecinos dejen de concurrir a las (fiestas) que se celebran en Sax, Monvar, Petrel y al porrate de San Pascual. (1) Despues de esta cita carecemos de noticia alguna hasta 1903, en cuyo ario se apunta una posible continuidad en la celebracin de esta fiesta de San Pascual, al celebrarse bailes en la cercana y ms amplia plaza de la Constitucin, como leemos en el semanario local El Vinalap de febrero de este ario al informar de que... El domingo debi quedar muy satisfecho San Pascual; toda la noche se le dedic. De 9 a 10 los bailes populares en la plaza de la Constitucin estuvieron concurridsimos... (2) La fecha de esta noticia --febrero-- nos hace pensar en que tal vez El Vina lap cit a San Pascual como muy satisfecho por la fiesta con baile, por lo de Bailn , ya que la fiesta de este Santo se celebra, como sabemos, en mayo. A mediados de los arios veinte segua plenamente viva esta costumbre de participar las familias eldenses en la romera a San Pascual, como vemos por la pintoresca resea que Mara Josefa Anaya hace de la presencia de su familia en 128 esta popular fiesta, con subida a la cueva incluida, en su artculo San Pascual Bai ln, un santo popular en la comarca.(3) Y despus no hallamos ms informacin hasta el ao 1931, en el que Eloy Cataln nos recuerda en su comentario festivo la permanencia de esta fiesta de tan singulares caractersticas: ..la animadsima romera de San Pascual en ~forte del Cid, a donde el pueblo (eldense) en masa se desplaza en toda clase de carros y automviles, para regresar a la hora del atardecer con los coches engalanados con flores y banderolas y las voces roncas de tan tos gritos y canciones a coro... (4) En la placeta de San Pascual de Elda se celebraba tambin, en 1953 y aos anteriores, una fiesta popular dedicada al Santo, y de que sto se hizo en varias ocasiones lo confirma la crnica que reproducimos a continuacin, emitida en Radio Elche, en 1953: Maana se celebra la festividad de San Pascual Ralln y con tal motivo los vecinos de la plaza que lleva su nombre han organizado diversos actos en su honor y una magnfica verbena que tendr lugar la noche del domingo. Reina una animacin extraordinaria entre los vecinos del lugar, ya que esta fiesta se reanuda en el presente ao despus de varios de inactividad, habindose instalado un alumbrado extraordi nario con arreglo de la plaza con gallardetes. Con motivo de esta festividad y coincidiendo en dia de domingo, como en aos anteriores, una cantidad extraordinaria de eldenses se desplazar en romera a Orito, en Mon forte del Cid. para visitar la gruta donde se venera la imagen de San Pascual, tan visitada y querida en toda nuestra provincia. (5) Y como colofn y remate de estos festejos en honor a San Pascual, el mismo cronista, Valero, informaba de los actos que se haban celebrado el domingo, dia del Santo, de esta forma: Con extraordinaria animacin se celebraron los festejos que en honor de San Pascual &aln organizaron los vecinos del barrio de su plaza, a los que asistieron en gran cantidad los eldenses. La verbena del sbado fue magnfica, en la que se dispararon infinidad de cohetes y una gran traca. El domingo, a las 7 de la maana, recorri las calles de la ciu dad la banda de cornetas y tambores La Eldense. A las 11 se ofici una misa en el templo de Santa Ana, bendicindose una pequea imagen de San Pascual, que fue llevada hasta la plaza de su nombre. Los vecinos de este barrio han quedado muy satisfechos de estos actos celebrados y se 129 aprecia un mayor entusiasmo para mejorar los del ao venidero, que sin duda habrn de superarse porque nimos para ello no faltan. Como era de esperar, el domingo, miles de eldenses se traslada ron en autobuses, camiones, bicicletas, motos y hasta en el tpico carro tradicional de esta romera, a Orito, para venerar la imagen de San Pascual Bailn, existente en la capilla levantada en la montaa. Parece que la afluencia de romeros ha sido verdaderamente extraordinaria, teniendo en cuenta que ha coincidido la festividad en domingo. (6) A pesar de la animacin existente en el Barrio de San Pascual, no hemos hallado noticia de una continuidad de esta fiesta, aunque ello no significa que no se hiciera por lo menos algunos arios ms. S se realizaba con todo entusiasmo y participacin popular la romera a Orito, puesto que nos consta que por los aos cincuenta y sesenta todava pasaban los carros que volvan de Orito por la calle de Jardines, plena de gento porque se haba convertido en la calle del paseo de la juventud de la ciudad, y a la que se le llamaba calle de los cines, por existir en la misma los tan importantes de Castelar, Cervantes y Coliseo y un poco ms abajo, en la calle de Maura, el Ideal, tambin de mucho pblico en aquel tiempo. Era un curioso espectculo el ver regresar al anochecer los carros engala nados y cuyos ocupantes haban pasado todo el da en la llanura de Orito, jugando, ascendiendo a la cueva, comiendo y disfrutando, volviendo cansados, pero satisfe chos, a Elda, Petrel, Sax, Villena y otros pueblos, cantando a voz en grito cancio nes y saludando a los paseantes de la calle. Desaparecida la placeta, y transformadas las costumbres en cuanto a la romera por la abundancia de automviles particulares, la fiesta de San Pascual Bailn desapareci de Elda aunque no dej de participarse en la romera de los pueblos a Orito, pero sin la animacin y afluencia de pblico de otros tiempos. Al instituirse en los aos noventa en una extensa zona del Oeste de Elda una nueva Parroquia, con el nombre de San Pascual Bailn, la quinta de Elda, habindose colocado la primera piedra de la nueva iglesia, es posible que la casi desaparecida fiesta en honor del santo de la cueva de Orito logre nueva anima cin en nuestro pueblo, como cabeza de una zona pblica que pronto estar den samente poblada. NOTAS: 1. Diario El Graduador, Alicante,- n. 489, 23 de enero de 1877. 2. El Vinalap. Elda.- n. 10, 15 de febrero de 1903. 3. Mara Josefa Anaya.- San Pascual Bailn, un Santo popular en la comarca .- Valle de Elda, nm. 2.256, 19 -VII -2001. 130 4. Eloy Cataln Cant: Elda festivo.- Horizonte,Elda.- Nm. extraordinario. 6 de sep tiembre de 1931. 5. Vicente Valero.- Crnica para Radio Elche.- 16 mayo 1953. 6. V. Valer. Crnica para Radio Elche.- 19 mayo 1953. 131 esnmnynx Corpus Christi 1940 IICICK115015 Solemnes Festejos durante los das 21, 22 y 23 de Mayo l olk.amanumanatmonsomtnrumnmrrosm.,:unr,,,,untnn, 16* CORPUS: GIGANTES Y CABEZUDOS (Primeros das de Junio) Qu eldense que ya peine canas no guarda entre sus recuerdos y aoran zas ms entraables de su infancia los momentos en que, confundido entre una multitud de otros chiquillos, aguardaba en la plaza de Abajo, frente a lo que enton ces se llamaba Lonja, a la izquierda de la puerta principal del Ayuntamiento, la salida de los gigantes y cabezudos Era un momento emocionante para la chiquillera. Ya mucho antes haban preparado el acontecimiento los incansables sones de la dulzaina y el tamboril, martilleando insistentemente las notas de su reducido repertorio. Al aparecer los gigantones y los enanos con sus gruesas cabezotas, el gritero se haca clamoroso, y cuando la cancioncilla clsica del acompaamiento marcaba el punto preciso, el 133 El grupo de Gigantes y Cabezudos de las Fiestas del Corpus de Mayo de 1929. grito del J! salido de todas las gargantas infantiles se haca estruendoso y se repeta incontables veces en el recorrido de la comparsera por las principales calles de la poblacin, siempre seguida de los chiquillos jubilosos. A veces, en esqui nas o lugares estratgicos donde algn vecino rumboso obsequiaba a los portado res con vino y mesclao o pastas, bailaba la comparsera la danza clsica con sus giros y evoluciones un tanto solemnes, todo dirigido por el Perlasia , que ostenta ba el cargo de alcalde de los gigantes en algn tiempo, o quien, segn las po cas, ejerca este cargo. El prolfico escritor de temas eldenses Jover Gonzlez de la Horteta nos dej una curiosa estampa de este alcalde y de su vestimenta, as como de otro popular personaje, tambin muy importante en la comparsa, con esta pintoresca pincelada de las fiestas del Corpus que vio en sus aos mozos: ...Este eldero (el Mosn) era muy conocido por su estatura y fuerza y era el encargado de llevar al Pap de los Gigantes en las fi es tas del Corpus y otras. Y es bueno citar un sucedido en una de esas fiestas en Elda. A los que conducan los Gigantes y tambin a los Cabezudos siempre fue costumbre el agasajo, bien de casas o bares por donde pasaban o bien facilitndoles desde el principio el suminis tro apropiado. El caso es que el da que cito estaba el Mosn dndole unos bailes al Pap tan movidos que incluso le esportill la cabeza en un balcn con una de sus vueltas 134 Los gigantes y cabezudos de los aos cuarenta El general que mandaba aquella tropa de conductores de los Gigantes y Cabezudos, era por entonces un eldense no menos cono cido que Mosn. Se trataba del singular Perlasia, investido con una capa de pao pardo y bordados, y un sombrero con adornos, acom paado por una vara alta con la que pareca un peregrino de los que van a Santiago de Compostela. (1) La tradicin secular de los gigantones y cabezudos en la vspera del Corpus eldense se ha mantenido ao tras ario, excepto en alguno en que la desidia de alguien ha ocasionado que los gigantes y cabezudos estuvieran impresentables por deterio rados, o en poca de graves situaciones en que los pueblos no estaban para fiestas. Ya el repetidamente nombrado Castelar, al evocar las fiestas de su pue blo dedicaba sus emocionadas frases a recordar las vivencias de esta fiesta en su lejana infancia de esta forma: ...Parceme que oigo las marchas de nuestra msica popular, que veo las danzas de nuestros gigantones monstruosos, que asisto al espectculo de vestir a los nios de ngeles, con sus coronas de rosas y sus alitas de talco... (2) Por si alguien albergara alguna duda de la presencia de los gigantes en la fiestas del Corpus del pasado siglo en nuestra poblacin, traemos aqu el curioso 135 Gigantes y Cabezudos. Los Reyes Catlicos y la India (Foto CARLSONN). testimonio en verso del popular personaje El Serfico que, con motivo de can tar su primera misa en las fiestas del Corpus de 1854 el sacerdote don Manuel Ferrando Prez, de Elda, improvis esta dcima: Apenas vi tremolando una bandera en la torre, dije Serfico, corre, que canta misa Ferrando. Me dirig cojeando 136 Los Gigantes y Cabezudos de 1993. entre gigantes y enanos al templo de los cristianos y all v que don Manuel tena al Dios de Israel entre sus msticas manos (3) Sin embargo, en la crnica del corresponsal en Elda de El Graduador de Alicante, en la que pasa rpida mirada a las fiestas que se celebraban en 1877 en nuestra poblacin, no menciona a los gigantes y enanos, aludiendo solamente al aspecto religioso del Corpus, mencionando que se celebraban ...en junio, las del Corpus Christi, muy solemnes, con su octa vario... (4) El lector puede escoger, a falta de ms exacta informacin, de la que care cemos, entre pensar que en aquellos arios habase interrumpido la costumbre tra dicional del acompaamiento de enanos y gigantes, o simplemente, que el corres ponsal de El Graduador haba omitido tal presencia por considerarla accesoria y sin importancia en cuanto a la festividad del Corpus Christi, solemne y majes tuosa en sus actos eclesisticos, su procesin suntuosa con el Cuerpo de Cristo en su resplandeciente custodia y sta en las manos del sacerdote bajo palio, desfilan do solemnemente entre las largas hileras de fieles. 137 La presencia constante de esta comparsa de gigantes y cabezudos, causando gran impresin sobre la ingenua mentalidad infantil, ha sido estmulo para las plu mas de periodistas y literatos de nuestra ciudad a lo largo de los aos, y en peri dicos y revistas publicadas en diversos perodos en Elda ha quedado constancia de curiosos detalles de su celebracin, como los que copiamos a continuacin. Unos breves comentarios en el semanario eldense El Vinalap, en sus nmeros correspondientes al Corpus de 1903 aportan interesantes pormenores de lo que se haca en aquel lejano tiempo, al publicar en la seccin Noticias estos prrafos: Como de costumbre, el mircoles salieron los gigantes ale grando a los nios. En la visita al Manicomio, los locos se volvieron ms locos que de ordinario. Se lesionaron dos gigantes. El nuevo tiene cara de Luis(). (5) Tambin en este mismo nmero se utilizaba el tema de los gigantes para la seccin Refranes disfrazados, que publicaba el semanario y que probablemen te lo entenderan los lectores habituales del peridico de Miguel Tato, por lo sin sentido que parece su texto: Los gigantes han lucido sus galas. Hasta los duelos alegran con sus fi ligranas. Y es que con tanto jolgorio y bailoteo, animan. Pobres andadores! Bien han ganado el pan. Ellos son los paganos. Pero cobran y se divierten, y del mal, el menos. La solucin del Refrn, si es que la haba, se daria en el nmero 29 o 30, que no hemos llegado a ver. En el siguiente nmero, de El Vinalap, se escriba: Por la tarde, a las cinco, salieron los gigantes despus de haber estado tres das en la crcel y haberse orillado... (6) Lo de los tres das en la crcel se explica, porque despus de dar su pasaca lles el mircoles, vspera del Corpus, se guardaban hasta el domingo siguiente en el lugar acostumbrado, que en aquel tiempo sera la crcel o depsito de deteni dos, situado junto al Ayuntamiento, que, como casi siempre, estara vaco. Muchos arios ms tarde, en 1926, el periodista que se ocultaba bajo el seu dnimo Maese Juan escriba este comentario en Idella: SABATINA.- LA NEGRA: Ya estn ah los gigantes y cabe zudos. El mircoles, en las horas de la tarde invadir enorme chiquille ra la ciudad y con su impertrrito Je... J! corear al charamitero. 138 EN HONOR AL SANT(SIMO Corpus eh -t. -jab DURANTE LOS DIAS 7, 8 Y 15 DE JUNIO 1950 Programa de fiestas del CORPUS, del ario 1950 en el que figuran los elementos tradicionales de la fiesta popular: la dulzaina y el tamboril y los Gigantes y Cabezudos. Los gigantes y cabezudos bailoteando y castaeteando reinarn por unas horas. Han sido nuestra distraccin en nuestros aos de nios. El alcalde (7), un alcalde inamovible, dirige la fiesta. Al final... ...si el andamiaje oculto entre los faldones del pap, de la mam, del chino o de la china pudieran hablar qu de cosas que nos bamos a enterar! No nos hemos olvidado de los pobres viejos, del negro y de la negra. No nos podremos olvidar nosotros y seguramente en la actualidad muchos tampoco los olvidarn. Propondramos que se res tauraran. Haran muy bien y estaran muy a tono. Aunque la estamos viendo constantemente, nos alegraramos: verla como la veamos en aquellos tiempos, muy pizpireta, muy aderezada con sus adornos de colorines y su bouquet de fl ores en las manos... (8) Tambin el semanario Idella hace posible que conozcamos el progra ma que observaban en 1926 para la celebracin de esta festividad, muy semejan te al de hoy, pero con todo el inters de una crnica periodstica aparecida hace casi ochenta aos como es sta: 139 LA FIESTA DEL CORPUS.- Con tiempo esplndido se han celebrado en nuestra ciudad las fi estas del Corpus. Como es tradicio nal, el mircoles animaron las calles los gigantes y cabezudos, rodea dos de un enjambre de chiquillos, lo que constituy la nica nota saliente del da. Por la noche, la Banda Santa Cecilia dio un pasacalles por toda la poblacin. El da del jueves comenz con una alegre diana amenizada por la misma Banda de Msica. A las nueve hubo Misa cantada en nuestra iglesia parroquial, ocupando la sagrada ctedra el coadjutor don Ricardo Maestre Okina, que estuvo elocuentsimo, y a las once concierto en la rotonda del Casino. La procesin del Corpus estuvo muy concurrida de fi eles y realzada con la presencia de buen nmero de muchachas bonitas --orgullo nuestro-- que en da tan sea lado lucieron sus mejores galas. Termin la fiesta con una velada musical a las 11, en la plaza de la Constitucin. (9) Sin embargo, las crnicas que el mismo semanario dedic el siguiente ario 1927 a las fiestas del Corpus no pudieron dar fe de la brillantez de los actos, porque aquel jueves no fue uno de los tres del ario que relucen ms que el sol ya que el chaparrn que cay oblig a suspender los actos, teniendo el voz pblica, o sea el pregonero, con su tambor, que salir a la calle a vocear que la fiesta quedaba aplaza da para el prximo domingo. No obstante, en un claro entre nube y nube, los gigan tes y enanos, con la charamita y el tamboril, salieron a la calle, dando gusto a los chi quillos para seguirlos y ensordecer al pblico con su Je...! coreado mil veces. En ese mismo ario, el popular Maximiliano Garca Soriano brind otra estampa del Corpus que supo, en pocas palabras, compendiar lo que significaba entonces aquel preludio, tan querido, de la fiesta del Corpus que eran los Gigantes y Cabezudos:. Es la vspera del Corpus por la tarde. De la Lonja van saliendo los Gigantes... El tabal y la dulzaina van delante... los chiquillos, saltan, gritan, anhelantes, y van hasta boca noche por las calles, satisfechos, ardorosos, incansables diciendo a comps y a tono el Je! unnimes. Se estremecen los mayores al mirarles, 140 , t osik,, - 4 0044. .9144fr ,14414 4 1k4444 , 44 11 41.i 1 10 4 Gigantes y Cabezudos. Corpus 1990. (Fotos ERNES). 141 recordando escenas gratas inlborrables, como suspiros de gloria, aleteos celestiales, compendiados por los besos de las madres... (10) Los agitados tiempos de la Repblica de 1931 a 1936 no fueron muy favorables para la celebracin de estas fiestas, como ocurri a tantas otras de inspiracin religio sa, que fueron desapareciendo de la vida cotidiana de nuestra poblacin, como en la mayor parte de Espaa. As el mismo Maximiliano Garca Soriano, en su repaso en prosa rimada a la decadencia de las fiestas en Elda publicado en 1933, deca: ...la del Corpus, tan vistosa, tan alegre y peculiar, con sus gigan tes y enanos, bailando por la cuidad, con el Je, t! que gritaban los muchachos a la par, es otra que ha fenecido y que ya no volver... (1 I ) El popular Pepito Tafalera, hombre bueno que tan desdichado fin tuvo tres aos ms tarde de escribir esta glosa, no estaba acertado en su vaticinio, expresa do con sentimiento, de que la fiesta del Corpus no volvera a verse por las calles de Elda, con la misma animacin popular y el esplendor y fervor religioso como l la recordaba. Vinieron tiempos difciles, pero despus se recuperaron las tradiciones per didas, y entre ellas, de forma pujante y multitudinaria por el calor popular con que era acogida, la de celebrar, adems de la solemne procesin y ceremonias litrgi cas del Corpus, la popular cabalgata --o pasacalles-- de los Gigantes y Cabezudos. Retorn --escriba Jos Miguel Ban en 1948-- otro pap, respe table cabeza de familia, ms serio y de ms talla can, si cabe, que el de entonces; con l, completando el cuadro familiar, regres su tierna esposa y tambin los dos espigados retoos, con cierto aire de nios precoces... (12) No deba ser muy duradera la vida til de los gigantones, pues a lo largo de nuestra pesquisa en busca de antecedentes y detalles de la fiesta nos hemos encon trado con notables variaciones en la representacin de los gigantes, as corno tam bin en los cabezudos. Es de destacar en este aspecto, que la costumbre general era denominarlos simplemente como gigantes y cabezudos sin definir el gnero y caractersticas que stos pudieran tener, ya que es conocido que los artesanos productores de estas figuras grotescas introducan grandes variaciones en sus per sonajes para hacerlos ms chocantes a la chiquillera. No conocemos totalmente qu muecos eran en cada caso o poca los que pasearon por las calles eldenses, pero s sabemos que en 1926 la comparsa de gigantes estaba formada por las clsicas figuras del pap y la mam, acompaados 142 del Chino y de la China, y que antes que stos haban figurado dos gigantes en forma de negro y negra, sta ltima tan bien construda y adornada, que an despus de desaparecer era recordada cariosamente por Maese Juan en 1926 (13) y seguramente por la chiquillera que la haba seguido y cantado el na, ni na ni na...J! , tras sus amplios y revoloteantes faldones. Ya hemos visto que en las primeras fiestas del Corpus realizadas en la pos guerra, concretamente en 1940, las figuras que reanudaron la antigua tradicin fueron el pap, la mam y los retoos, probablemente nio y nia, con ata vos adecuados, que creemos recordar que en alguna ocasin fue con el clsico traje de marinero en el nio. Despus siguieron las variaciones y recordamos otra comparsa en la que el pap y la mam eran acompaados por el chino y la china, mientras que entre las cabezotas de cartn haba una con orejas de burro y una muy larga len gua saliendo de la boca entreabierta. Una de las ilustraciones que acompaan a este captulo nos muestra a tres de los cuatro gigantes, figurando dos de ellos un rey y una reina, tal vez queriendo representar a los Reyes Catlicos, por la forma de las coronas que ostentan y el escudo que el rey lleva en su pecho. Detrs de ellos la tercera figura tiene toda la apariencia de una india, siendo probablemen te el cuarto personaje el compaero de sta, un indio. + + + La minuciosidad en el relato que es caracterstica de las crnicas que duran te muchos aos realiz Vicente Valero Bellot para los medios de comunicacin de que era corresponsal, nos permite conocer cmo se desarrollaba esta festividad en el ya lejano ao 1951, especialmente en su aspecto religioso, fundamental en esta fiesta, aunque por el pintoresquismo de su acompaamiento de gigantes y cabe zudos nos hayamos ocupado con mayor extensin de estos: Brillantemente --escribe Valero-- se celebr en nuestra ciudad la festividad del Ssmo. Corpus, de arraigada tradicin. Las compar sas de Gigantes y Cabezudos hicieron la delicia de grandes y peque os recorriendo constantemente nuestras calles. El templo parroquial se vio repleto de fi eles en la solemne Misa Mayor durante la cual ocup la sagrada ctedra el Revdo. Padre Jess Mara Pl, superior del convento de los Dominicos de Alicante. Brillantsima fue la pro cesin de Jess Sacramentado a la que asistieron las autoridades y jerarquas locales, siendo portadores los nios y nias de primera comunin de gran cantidad de fl ores que arrojaban al paso de la Hostia Consagrada. No faltaron las tradicionales tracas y conciertos, festejos estos muy simpticos, a los que asisti gran cantidad de elden ses (14) En la noche de ayer sali del templo parroquial la solemne procesin de Octava del Corpus Christi que recorri triunfalmente las 143 calles de nuestra poblacin. Fue llevada la custodia bajo palio por el Sr. Cura Prroco y al acto asistieron nuestras autoridades y jerarquas del Movimiento, asi como un considerable nmero de fieles y la Banda de Msica de FET y de las JONS. Al paso de Jess Sacramentado el pue blo que se congreg durante todo el recorrido hinc sus rodillas en tie rra con el mayor respeto y veneracin. A su llegada a la parroquia, el Sr. Cura imparti la bendicin con el Santsimo a todos los asistentes, siendo seguidamente reservado. (15) En la crnica precedente se menciona uno de los ms simpticos compo nentes de la procesin del Corpus, ya aludido por Castelar, como es la presencia de los nios y nias que han tomado su primera comunin, con las galas que vis tieron en aquel para ellos y ellas inolvidable da, portando bandejitas con ptalos de fl ores con los que ms tarde alfombrarn el paso del Santsimo. Todava en nuestros dias se puede ver a nios y nias ataviados como los recordaba Castelar, vestidos de ngel, con sus coronas de fl ores y sus alitas de talco, y este numeroso grupo de nios primocomulgantes es una de las agrada bles escenas que esta festividad nos depara a lo largo de los arios. ..:. .:. 4 . A primeros de septiembre del citado ario 1951 lleg a la casa del Cura de Santa Ana, don Jos Mara Amat Martnez, una gran caja con la inscripcin Para la Iglesia Parroquial de Santa Ana. Elda, caja que al ser abierta se vio contena una preciosa y artstica custodia de un metro de alto, de plata sobredorada y arts ticos adornos esculpidos en ella, todo lo cual daba a la obra de orfebrera un valor incalculable. Este sorprendente donativo lleg a Elda, procedente de Madrid, el 4 de septiembre, y la preciosa custodia fue expuesta en la casa rectora de la calle de Coln esquina a San Roque, siendo muy visitada de fieles. En la festividad del Corpus de 1952 fue sacada en procesin la magnfica cus todia regalada, junto con unas artsticas andas tambin recibidas annimamente, con otra obra de arte religioso, un valioso tabernculo de cerca de tres metros de altura. Posteriormente se lleg a saber que el generoso regalo haba sido donacin de los vecinos de esta ciudad don Flix Tabarnero y esposa, quienes con este pre cioso obsequio dieron mayor brillantez a la solemne procesin del Corpus eldense. .:. 4 . 4. Muy de tarde en tarde haba que realizar el cambio de las figuras de gigantes y enanos, por el natural deterioro de las mismas, ms ocasionado por su estancia de un ario olvidadas en almacenes que por el uso que se hace de ellas los dos dias de la fiesta. Tal vez por este motivo faltaron en los arios 1969 y 1970, no disfrutando los chiquillos de la presencia de estos entraables personajes, aunque s volvieron en 1971, pero fue una permanencia corta, pues dejaron de salir en 1977. 144 No obstante, parece que de vez en cuando reaparecan estos gigantones en las fiestas del Corpus, ya que leemos en Valle de Elda t, en 1996, este comentario: ...Realmente no han desaparecido totalmente: son como el Guadiana, que unas veces aparece y otras desaparece, sin que los padres que esperan su aparicin para mostrrselos a los nios se ente ren de la causa de que unos aos estn y otros aos no, como en el pre sente ha ocurrido. (16) Hasta veinte arios despus, en 1997, no se recuper con normalidad esta tra dicional y popular presencia de los gigantes y cabezudos en las fiestas solemnes del Corpus eldense. Esta consolidacin de la reactivacin de la comparsera de gigantes y cabe zudos fue lograda por la accin conjunta de la Junta Mayor de Cofradas, presidi da por Juan Carlos Pastor Peidr, y la Concejala de Fiestas desempeada por Domingo Orgils, que acordaron establecer esta colaboracin, por lo que en mayo de 1997 (17) volvieron a desfilar por las calles eldenses, con su clsico son de la dulzaina y el tamboril, y desde entonces no se ha interrumpido esta antigua fiesta eldense asociada al Corpus. Hoy, ya en el mtico ario 2000,1a festividad del Corpus Christi contina sien do tradicionalmente celebrada en nuestra ciudad, con todas las peculiaridades que he dejado relacionadas en estas lneas, pero con una importante modificacin, la de no ser ya uno de los tres jueves que relucan ms que el sol, segn el dicho popular, por no celebrarse ya en jueves sino en domingo, por la reestructuracin de fiestas religiosas para acomodarlas a las normas adoptadas en el calendario ofi cial laboral instaurado en 1990. Esperemos que nunca se deje desaparecer esta tradicin que tanto gusta a los nios y que tan gratos recuerdos despierta en los paps cuando llevan a sus pequeos a ver los gigantes, al igual que sus padres hicieron con ellos, en una larga cadena a travs de generaciones de eldenses que slo en pocas ocasiones ha sido rota y que hacemos votos porque no lo vuelva a ser. NOTAS: 1. Jover Gonzlez de la Horteta: Pinceladas elderas con fondo de las fiestas mayores. Valle de Elda. n. 1.827, 4-Sept.-1992. 2. Emilio Castelar; Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, Madrid, 1879. 3. Poesas de El Serfico. Novelda, 1902. pg. 23. 4. El Graduador, Alicante, 23 enero 1877. 5. El Vinalap, n. 27,- Elda, 14 -junio -1903. 145 6. El Vinalap n. 28.- Elda, 21 -junio -1903. 7. Se refiere al alcalde de fiesta, un personaje que estaba encargado de la buena mar cha de la comparsera de gigantes y enanos. Llevaba una capa encarnada, traje de alde ano con chaleco corto, faja, pantaln de media pierna, medias blancas o sin ellas, alpar gatas de tiras negras y una larga vara en la mano, con borlas, smbolo de su autoridad. Iba siempre delante de los gigantes y enanos y personificaba la autoridad delegada a la que stos deban someterse. 8. Maese Juan: Sabatina: la negra .- Sem. !della , n. 17,29-V-1926. 9. La Fiesta del Corpus,- !della . nm. 17. 10. Maximiliano Garca Soriano: Rpida Idella , nm. 70, 11 -VI -1927. 11. Maximiliano Garca Soriano: Las fiestas (prosa rimada).- Albor, nm. 1.- Elda, sep tiembre 1933. 12. Jos Miguel Ban: Lo que no se olvida,- Peregrinacin, nm. 4,- 26 -VI -1948. 13. Maese Juan; ob. cit. (Nota 5) 14. Vicente Valero: La festividad del Corpus .- Diario Informacin, Alicante, 26 -junio 1951. 15. Vicente Valero: Ayer se celebr la octava del Corpus.- Diario Informacin, Ali cante, 1 junio 1951. 16. A. Navarro Pastor: El Corpus sin gigantes.- Sem. Valle de Elda, nm. 2011,14 -VI 1996. 17. El Corpus recupera despus de 20 arios los desfiles con Gigantes y Cabezudos. La Junta Mayor de Cofradas y la Concejala de Fiestas recuperan esta tradicin.- Art culo de Joaqun Romero en La Verdad, 22 mayo 1997. 146 Bandera del Bando Moro con la fecha I883 bordada. 17 EL GRAN ESPECTCULO: MOROS Y CRISTIANOS Con el ltimo trabucazo que en la noche de la fiesta de San Antn, algn da despus del 17 de enero de cada ao, seala el final de la Media Fiesta de los Moros y Cristianos, comienza en Elda la cuenta atrs para el montaje del mayor espectculo del mundo eldense: la conmemoracin alegre, fastuosa, mul titudinaria y asombrosa para quienes cada ao vienen a admirarla, del triunfo final de las huestes cristianas sobre las de la Media Luna, all hace unos siete siglos. Aun hay que esperar unos cuatro largos y fros meses hasta que en la ltima semana de mayo o primera de junio surca el espacio el primer chupi nazo de la Retreta, jubiloso y bullanguero comienzo de la fiesta, un tanto 147 tamdw gat~ea IGOk 04 cM4ta elaciace d4 gicla cdebtah. om, Armena2Vomao,a , o Terminadas lcvc errr,.eeleeelc In CASA AYUNTAMIENTO 1. 1.111ll ICN tituridatic, (Seller, 511111urae. lerarquias SI Moyi. acolo, Emulsin de Fiesta,: e lavilailas que acompaadees de las Comparsas can sus respective.. IlilCienC cc eleelgir.rrr al TEMPLO IIAIIIIOQUIAI, para trasladar a su enhlgere morada In lenagote ele SAN AS. ONIO ABAD. recorriendo las,enllee c.lund,re y slohnue el recorrido se elle. pararn InlInld..d COliELES VOL1 1 1DORES y lees Einapsreas ce. eeeeeeeldce y gran fe, vole bario, usa IIC 5otu1ad:1111es y tad... doma A I.CABUCES. A la ealida del Sonia del Templa Parro. quid y ola llegada u In Plana de San Anio se dispararan colosales Tracas Blancas y en dicha plaza u In utaratIll del S , errlee so quemar lee Tradicional Hoguera 1 Dl) 24 Lunes .; Al amenr0rreuer0 el die interior, volteo general ele campanas, saleeeu ele nililleria y Diana por la Dulzaina. A 1.9 de lo iionlana Autoridades, snuixiail de Ergios y III% merwionittIDN entilludee dende la Casa Ayuntamiento so dirigirn u la casa IIC EL. TIO EARLICOS dm...tara .lepo. ella. el SANTO para en solemne PIIOCE. SION, con el CLERO y CRUZ ALZADA CC IrlaIrion al Templo Parrnquial, record.. do las calles siguientes, Independencia, General San) urja, GE.UERALISIMO FRAN CO Mola, .Qdelpo de Llano el TEMPLO PA IMOQUIA L, donde se cantar oren So lent. Misa honor a S ( a% Anticol.i xlzs Cli lid OGP_AMA Da 23 Jadeo ; Al anumecer de este di., palomea SAL. VAS DF. ARTILLERIA y voltso general d. Lampanas darn a conocer .1 vechader/o el principio deasta tradicional fiesta. Se uldernecte el Dulminero don ErancIsco Snchee recorrer lae calles de le pm. blocin tocando 1 ANA. A tos diez de la 1114011111 por la carretera de Novelda bario su ENTRADA las dls. tintas Computa: de kat y Zrisilaan acompaados cedamos de ellas, icor ano RANDA, DE MUSILA para dirigir. a la Casa Ayuntamiento para hacer [acin z las Autoridad... Segnidarneula estilarn por las prinelpalea callm del Ciudad. A las 12 Volteo general de campanas y Pasacalle par el Dulzalnero, por toda la poblaelbn. A los tres deis tarde y re, carrete. de Petrel se celebrarn las Tradicionales Carreras de Caballos y F I edettlreS C l Ials pr il e n n d , , o a ss e d u o s . : , o u r b r r e . d , o , r o e g e . ,1 i ens , de Primera carrera de CABALLOS al vencedor 50 PFSIXTAII Segunda id. de Id. sil vencedor 25 PFSF.TAS Tercera id. ele Id. al vencedor 25 PES1.TAS copando la Sagrada Ctedra el ...Se r.du Licenciado D. Vicente Hernndez Cura Prroco de Prtrel la entrada al Saeto, CLI les Parroquia se rfisparara urea bonita TRACA BLANCA A las 12 de la manada Volteo do Campanas, salsas de Artillera y pasacalle por la dulzaina A las 4 de les tarde y en le Plaza de. Jos Antonio se celebrarn Ira TIPICAS CUCAAS con la tradicional Cuerda del Pollo A loe 7 se quemara La segunda, Hoguera en honor al SANTO. A 1.9 de la noche y en 12 mencionada Plaza de los Antonio se celebrarn les TIPICA/ DANZA! siendo este actre ameniza/lo por la CUL. ZAINA, invitando a lodos los andares y se oritas acudan acate unto con el Clsico Malitbn do ilIanila otorgndose premies e lax mejoras ntavia das. Tern:M.10 este acto y como final IIC fi estas se disparar un bonito y grandioso [astillo de fuedas obra del famoso pirotcnico ~ler MON TESINOS. Elda 20 de Enero ele 4944. LA COMISION 148 Precursores de la fiesta, con variada indumentaria, reconocindose a Pedro Amat Perico el Sajeo (1); Rafael Navarro (2); Julin Maestre (3); Jos Vera (4); Antonio Juan Navarro (5); Rafael Tortosa, padre (6); Juan Olcina (7); Francisco Garca (8); Caridad Tortosa (9); Jorge de Juan Gutirrez (10) y Armando Amat (11). Publicada en Revista Moros y Cristianos 1969. suplantada aquella ltimamente por las llamadas entradicas, traslado al habla eldero de las entraetas que se hacen en algunos otros pueblos de la geografa moro-cristianesca. Pero estos cuatro meses no estn vacos, sino por el contrario estn plenos de actos y hechos festeros que mantienen vivo el ambiente de esta peculiar fiesta que tan profundamente se ha asentado en la entraa de los y las eldenses: as se producen continuamente actos como presentacin de nuevas abanderadas y capi tanes, exposiciones grficas o conmemorativas, cenas de hermandad, entrega de distinciones a personas destacadas de cada comparsa o incluso de cada escuadra, conciertos festeros promovidos unos por la Junta Central y otros por Comparsas o escuadras, pregn de fiestas a cargo de alguna importante o destacada persona lidad con proclamacin y exaltacin de los capitanes y abanderadas del ario, osten tacin de nuevos trajes festeros, reuniones en cuartelillos, representacin de sai netes o juguetes teatrales de tema festero, preparacin de los nuevos y sorpren dentes nmeros para la retreta y los desfiles y, en fin, los mil y un detalles que se amontonan en la organizacin y puesta a punto de una comparsa, que an no ha terminado de disponerse todo y ya el reloj anuncia la hora de empezar el Gran Desfile. 149 Grupo de chicas ataviadas con trajes de Marinos y Estudiantes reconocindose entre las primeras a Manolita Ortn, Judith Ors y Angelita Periataro, y entre las segundas a Ventura Gonzlez Vera, Guillermina Esteve y Mara Julia Daz. (Foto Vicente Berenguer, 18-1-1944). Pero no siempre la vida eldense ha estado tan llena de este espritu com parsista como ocurre en la actualidad, aunque no ha estado totalmente ausente de la fiesta en los arios en que no se han celebrado en Elda festejos de esta clase. La tradicin y entusiasmo con que las celebran poblaciones limtrofes como Petrer y Sax, o cercanas como Villena, Biar, las de la Hoya de Castalla y otras, origin el que muchos eldenses de adopcin, originarios de estas poblaciones, continuaran enfundndose el traje de moro o el de cristiano y vivieran en sus pueblos con apa sionado fervor su antigua tradicin, arrastrando en muchas ocasiones a eldenses a participar en las mismas. Y si queremos entrar en el resbaladizo terreno de las hiptesis, aceptando que las fiestas que con tan brillantes frases detalla el insigne orador Emilio Cas telar en sus Recuerdos de Elda, o las fiestas de mi pueblo se celebraban real mente en Elda por los arios de 1845, algunos aos antes o algunos despus, ten dramos que contar con estas dos primeras pocas de una fiesta que no es adve nediza ni improvisada en Elda, sino que cuenta con unos antecedentes histricos antiguos y respetables. Si buscamos el origen de estas fiestas en Elda y aun conociendo las dudas que puede suscitar la aplicacin a nuestro pueblo de los recuerdos infantiles del 150 gran tribuno, no podemos silenciar las pginas que Castelar titul como Recuer dos de Elda o las fiestas de mi pueblo (1). Los trozos que dedica Castelar a esta fiesta, basados en los recuerdos de su lejana infancia, constituyen un texto de antologa, con riqueza de inspiradas im genes, que ha sido reproducido en muchas ocasiones en la prensa peridica eldense, pese a lo cual considero absolutamente conveniente que figure ntegro en este estudio sobre las fiestas eldenses por la informacin que contiene y la belleza y emocin de su expresin literaria. Castelar escribe: ... Y no digo nada de los moros y cristianos. La ilusin era completa. El tabernero de la esquina, el mojigato de la vecindad, el cristiano viejo sin un abuelo que oliera a hereje, el sacristn de amn, parecanos Muza o Tarik, grandes sultanes de serrallo, incapaces de probar el torrezno y de respirar el vino as que vestan los pantalones bombachos de tela amarilla, las fajas multicolores, las chaquetas bor dadas de lentejuelas, las babuchas de tunecino tafilete. Una vez disfra zados de esta suerte, ni advertamos bajo el disfraz su propia condi cin, ni advertidos la creamos, pues en la fuerza creadora de nuestra fantasa estaba el fi ngir, moros hechos y derechos, recin venidos de la Mauritania, conquistadores de Espaa, a los cristianos viejos que, por devocin del Santo de la festividad, participaban con ardor infantil de aquella mojiganga. Los nuestros solan vestir, no como los caballeros de la Vega, cuyas estatuas vemos bajo las bvedas de la catedral de Toledo, sino como petimetres del ltimo siglo; que mis paisanos, como los pintores del Renacimiento, reparan poco en cualquier anacro nismo. Nada de brocado, de malla, de cota, de capacete: al revs, cal zn corto, zapato con argnteas hebillas, medias de seda, casacn anti guo, sombrero apuntado, distinguan a los catlicos de los mahometa nos. Pero en lo que ambos ejrcitos se confundan, era en el estruendo que armaban por cuarenta y ocho horas seguidas cerrando el uno contra el otro con mortal coraje. Dirase que estbamos en plena bata lla, y no en sencillas fi estas: tal sonaban los arcabuces, las descargas, los caonazos, las bombas, las tracas, los morteretes, los petardos, las mil explosiones de la plvora. El castillo de cartn pintado parecanos real y efectiva fortaleza, en cuyos muros los enemigos de nuestra reli gin opriman y vejaban a la patria. El embajador cristiano, que iba caballero en su alazn, precedido de heraldos y pajes, acompaado de pomposa comitiva, en requerimiento y demanda de la fortaleza, lle vaba consigo nuestros votos, como si de real y no fingida embajada se tratara. El da primero de la fi esta, en que los moros ganaban la batalla, nos bamos tristes a casa, como si volviramos del mismo Guadalete y 151 Ventura Gonzlez Vera, de estudiante, en el primer desfile de comparsistas improvisados en la fiesta de San Antn de 1944. (Foto tomada en 18-1-44 por Vicente Berenguer). nos encontrramos la iglesia profanada por los ulemas, y ocupado el lugar por los guerreros, reducidos nosotros a las mazmorras y seala das las mujeres al serrallo. Ms al da siguiente cuando entre el humo rojizo de la plvora, el relampagueo de los fogonazos y de los tiros, el estruendo de las descargas y la guerra universal de los combatientes, trepaban los nuestros por las escalas y combatan cuerpo a cuerpo en las almenas arrojando moros muertos por los adarves y persistiendo hasta poner la bandera espaola en la ms alta cima, el Te Deum que 152 estallaba en nuestro pecho poda confundirse, por lo religioso y lo sin cero, con el Te Deum inmortal de las Navas de Tolosa... (2) Las vacilaciones en la aceptacin firme y absoluta de que estos Recuerdos de Elda se refieran a unas fiestas de Moros y Cristianos celebradas en nuestro pueblo en la infancia de Castelar se deben principalmente a lo afirmado por Lam berto Amat, doce aos mayor que Castelar, de que nunca antes de entonces --1863 o 1864 --haba habido en Elda esta fiesta. Por Bernardo Herrero Ochoa (3) se expuso la posibilidad de que estas fies tas. que tan grabadas estaban en la memoria de Castelar, pudieran ser las que cele braba Sax por aquellos aos en honor de San Blas, a cuya poblacin era llevado semanalmente el nio Castelar por su tio Francisco Ripoll (Quico), en la tartana que portaba sus telas y dems artculos de su comercio para su venta en el mer cado de dicha poblacin, fiestas muy animadas, de resonancias histricas que impresionaran al pequeo Emilio. Sin embargo sto chocara con la fidelidad en la evocacin de su niez en Elda que campea en todos sus Recuerdos de Elda. Pero el hecho efectivo es que, por hoy, carecemos de cualquier otro testimonio de la existencia de estas fiestas en Elda, por los aos alrededor de 1840 ms que estas hermosas pginas literarias del gran tribuno. S tenernos, por el contrario, un testimonio irrefutable publicado el 23 de enero de 1877 por el corresponsal en Elda del diario alicantino El Graduador, quien manifiesta rotundamente que la fecha inicial de celebracin de estas fiestas en Elda hay que acercarla ms a nuestros tiempos hasta situarla aproximada mente en 1863 o 1864. Tras hacer una detallada crnica del desarrollo de estas fiestas de moros y cristianos en honor de San Antn, el citado cronista, que identificamos con Lam berto Amat y Sempere por sus otras muy numerosas colaboraciones en el citado diario, se refiere al inicio de las mismas con este prrafo: Bien es verdad que dicen muchos de Elda que sto nunca ha tenido lugar en la misma villa ni tiene fundado origen, porque en ella no hubo combate alguno con los moros, puesto que stos huyeron al aproximarse los valientes soldados del invicto rey D. Jaime el Con quistada; capitaneados por el denodado caballero don Bernardo Anuit; v que bien mirado dicho origen no es muy loable porque lo tuvo en una cuestin de disgusto de cierto maestro de msica con algunas personas de Sax hace trece o catorce aos, y aquel, para que los de Elda no fueran a igual funcin que en el otro pueblo se celebra con verdadero fi mdamento histrico, invent y estableci la de aqu. Pero sea de esto lo que se quiera, que no nos toca averiguarlo, lo efec tivo es que se practica con mucho lucimiento. (4) La fecha de publicacin de este artculo: 23 de enero de 1877, y la cita de hacer trece o catorce aos que el maestro de msica de Elda las invent, (5) nos da la de 1863 o 1864 para esta iniciacin de la fiesta en Elda. 153 Ya he indicado en diversos trabajos (6) mi convencimiento de que era Lam berto Amat el corresponsal en Elda de dicho diario, y siendo as que este histo riador local naci en 1820 es indudable que hubiera sido testigo, aunque fuera como espectador, de unas fiestas de Moros y Cristianos que se habran celebrado por el ao 1838, cuando l contaba 18 aos y ya era un curioso observador de la vida de su pueblo natal. Sobre este perodo de fiestas iniciado en 1863/64 y que se prolong hasta una fecha indeterminada en la dcada de los ochenta del siglo XIX en que se extinguieron, carecemos de ms documentacin que la aportada por El Gradua dor, por lo que sera muy interesante una ms detallada investigacin en prensa y documentacin de la poca. Segn hemos ledo en esta crnica de El Graduador, la instauracin de esta fiesta fue impulsada por el director de la Banda de Msica de Elda, que en dichos aos era Juan Bautista Garca Botella, natural de Alcoy, y por este motivo buen conocedor y tal vez participante en las famosas y centenarias fiestas que en aquella poblacin se celebran en honor de San Jorge. La causa del disgusto podra estar en la no contratacin de la banda de msica de Elda en las fiestas de San Blas. en Sax, con enfado entre el director de la Banda eldense y la Unin de Festejos de San Blas, pero realmente no tenemos mas noticia sobre el caso que lo publicado en El Graduador en 1877. Reproducimos a continuacin parte de esta crnica por los detalles que ofrece sobre el desarrollo de estas fiestas, muy minucioso y por el cual se comprende ya la animacin y brillantez que se haba logrado dar a aquellas fiestas del siglo pasado: Vistosas comparsas de moros y cristianos --escribe-- figu rando entre estas las de catalanes, aragoneses, romanos y marinos, con brillantes y vistosos trajes apropiados a la poca que representan; los jefes, abanderados y pajecillos montados en briosos y muy bien enjaezados caballos y dos numerosas msicas, hacen su entrada a las diez de la maana del primer da en la poblacin; por la tarde simu lan en el alto de San Miguel la funcin de guerra en que quedan ven cedores los moros; al anochecer y acompaando al reverente clero, trasladan al Santo desde su ermita a la iglesia; al siguiente da asisten a la misa y panegrico de San Antn, concluido la devuelven a dicha ermita; a seguida paseo militar por las calles principales; en la tarde se repite el lance guerrero en que la definitiva victoria corona a las huestes cristianas; y al ltimo da la misa de gracia, a la que concu rren todos con sus uniformes y msicas; terminada, eligen capitanes, portaestandartes, embajadores, etc., para el ao inmediato y despus pasean hasta el medio dia, si no todo l, siempre alegres y bulliciosos. 154 Comparsa de Cristianos de los primeros aos de la fiesta. (1944) Sabido es que en tres das, particularmente los dos primeros, el lujo, el lucimiento, la grandeza de los festeros consiste en quien de ellos ha hecho ms fuertes disparos de arcabuz, y dicho se est que han tenido constantemente atronada a la poblacin, como en continuo movimiento las paredes, rotos no pocos cristales de puertas y ventanas, los odos del prjimo doloridos y muchsimas personas del sexo bello en perpetua excitacin nerviosa. Pero nada, sus componentes, las comparsas, tan llenos de satis faccin, muy animados y alegres, no solo por el elegante y brillant simo papel que representan, sino que tambin porque sus capitanes les han obsequiado prdigamente con las agradables pastas de distintos dulces y con los deliciosos y variados licores que aqu se confeccio nan, y porque al fi n y al cabo, se han gastado algunos miles de reales de sus propios bolsillos y nada deben a nadie... (7) El testimonio que acabo de transcribir nos facilita interesantes detalles sobre aquellas fiestas, uno de los cuales es la composicin de los bandos moro y cristiano que participaban en la incruenta guerra. El bando moro parece no tena mas que una comparsa, con iguales o parecidos atuendos todos sus componentes. En cambio el bando cristiano se divide en comparsas, escuadras o filas, formadas por catalanes, aragoneses, romanos, marinos y tal vez alguna ms, especialmente la de cristianos propiamente dichos, ataviados como los Tercios de Flandes o como 155 Comparsa de Contrabandistas. (1944). 156 Comparsa de Estudiantes (1944). guerreros de la Conquista. Apuntamos sto porque en la crnica se dice que entre stas (las comparsas de moros y cristianos) figuraban las mencionadas, lo que supone que podran haber algunas otras adems de aquellas. Tal vez por la supuesta influencia alcoyana en su instauracin, debemos acusar de poca originalidad a los antiguos festeros eldenses, pues estas denomina ciones estn tomadas de las fiestas de la poblacin del Serpis, con la nica varia cin de llamar stos tomasines a los cristianos de chambergo y casaca, y soma tenes a los que aqui se llamaban catalanes; los dems, igual, incluidos los mari nos. Tambin se podra suponer que se pidieran a los alcoyanos prestados trajes para la primera salida de Elda en la fiesta, aunque el habla castellana de los elden ses impusiera llamar escuadras a lo que alli son filaes. En aquella poca haba en Sax, motivo supuesto de la creacin de nuestras fiestas, las comparsas de estudiantes, cristianos viejos (con frac y tricornio), gari baldinos (no con las caractersticas blusas rojas de las legiones de Garibaldi, sino con casaca bordada, bicornio y calzn corto) y los romanos y marinos, segn Ber nardo Herrero Ochoa. (8) A comienzos de las actuales fiestas de Elda recog una versin oral sobre las antiguas comparsas, expresada por un anciano que por su edad poda haberlas vivido, versin que se public en la revista Dahellos (9) 157 Moros Realista (1944). En esta versin se apuntaba la existencia de comparsas de Estudiantes, Cristianos al estilo mosquetero, garibaldinos, ataviados con frac y bicornio, y hsa res. No me fue posible confirmar la veracidad de esta relacin basada en el recuerdo, recogindola solamente como un elemento ms en la general confusin y falta de documentacin sobre las fiestas eldenses del pasado siglo. Esta misma persona nos inform tambin --y publicamos en el mismo art culo en Dahellos -- de que en Elda se conservaba en activo la tradicin de sol tar por las calles al cerdito de San Antn (o ms popularmente llamado gorri nico de San Antn ), con un cascabel al cuello, y que era alimentado y engordado por los vecinos de las casas en las que entraba, siendo rifado en el da de San Anto nio Abad por la Mayordoma a beneficio de la fiesta en honor del Santo, Continuando con versiones orales a base de recuerdos --y lo que es peor, de recuerdos de otros recuerdos-- considero interesante recoger dos notas introduci das por Jover Gonzlez de la Horteta en unos de sus trabajos, en el primero de los cuales se deca: ...Buceando en los recuerdos de los ms viejos del lugar, he entresacado estos datos; los ms concretos son que, todava en el ao 1879, uno de los embajadores de la Fiesta fue don Isidro Aguado, 158 abuelo del actual fabricante de hormas, don Isidro Aguado Casez. Otro detalle: en la Fiesta del citado ao sali de Rodela una hermana mayor de don Enrique Gonzlez, propietario que fue de la sucrera y pastelera de la Plaza de Abajo (10). En otro de sus artculos, el seor de la Horteta, como le gustaba autode nominarse, nos relata otra antaona estampa de la presencia de la fiesta de Moros y Cristianos (aunque modesta) en los actos del 17 de enero en honor de San Antn en el pasado siglo: ...Pero resulta --escribe Jover-- que al volver a la Plaza de San Antn (...) la cosa haba cambiado, al parecer peligrosamente. En aquel momento habia gran muchedumbre de personas alrededor de la fuente de la plaza, y en el centro del rolde haba seis o siete hombres con escopetas, en actitud amenazadora... (11) Jover relata las conjeturas que se forjaban los curiosos ante aquella inslita presencia, achacndola a formarse un somatn, iniciar un pronunciamiento, o hacer la revolucin social, opinin esta ltima que fue rechazada por otros, diciendo que aquellos hombres armados eran los ms principales del pueblo. Al entonces pequeo Joseco, el mismo que escriba sto muchos arios ms tarde, que se hallaba all, le preguntaron: !Oye, gafarrn, qu te parece la fi esta. Qu fi esta, to Casimiro Pues la fiesta de San Antn, pues parece que este ario han formado una comparsa para hacer ruido y que no sean slo los de Petrel los que hacen ruido con los trabucos por San Bonifacio. ...Y en aquel preciso momento sali el to Carlicos de su casa, que estaba en el centro de la plaza, al frente de sus hijos, y dirigindose al batalln de escopeteros les dijo que ya podan comenzar la fi esta. Al mismo tiempo l y sus hijos le decan a la gente que se reti rara, pues iba a empezar el alardo. Y efectivamente, ponindose de tres en fondo y mirando a la ermita, cargaron sus escopetas con sendos cartuchos (sin perdigones, claro) y al grito de Elda por San Antn! empezaron a disparar sal vas los seis o siete que formaban aquel ejrcito... (12) De las fiestas de moros y cristianos de esta primera poca solamente se han conseguido encontrar los escasos vestigios que relaciono a continuacin: Una bandera del bando moro con la inscripcin 1883 bordada entre las empuaduras de dos alfanjes cruzados sobre tela granate y que podra ser la ltima fecha de celebracin de las fiestas. Segn la antigua poseedora de esta reli quia, la seora de Tordera, que don dicha ensea al Museo de la Junta Central, 159 Comparsa de Moros Marroques. (1944) donde se conserva, esta bandera fue enarbolada por ltima vez por su padre, don Germn Gras Galiano, pero tal vez dicha fecha fuera la de la fundacin de la com parsa, al igual que hoy se hace figurar en las banderas de cada comparsa., Un dibujo de esta bandera realizado por el autor de estas lneas fue publi cado en el artculo Dos banderas y una fecha (13), con la particularidad de figu rar en el mismo el ario 1888, cuando en la bandera original se lee, sin duda alguna, 1883, desconociendo ya con tanto tiempo transcurrido si la que yo vi y dibuj tena realmente esta fecha o me pareci ver un 88 en los croquis a lpiz que hice de la misma. cuando en realidad era un 83 en el bordado, bastante deteriorado por el tiempo. La otra ensea, por su forma de pendn sostenido por una barrita dorada horizontal, debi servir ms como muestra de devocin al santo, utilizndose en las procesiones del 17 de enero, que como bandera de alguna comparsa, Es de raso blanco ricamente bordado con la imagen de San Antn en el centro y una cinta con la leyenda Viva San Antonio, no figurando en ella fecha alguna. El poseedor de este pendn, don Rafael Laliga Casanova, manifestaba haber sido ostentado por ltima vez por su padre, don Rafael Laliga Gorgues, Capitn de los Cristianos y hermano del desventurado poeta Francisco Laliga, autor de la embajada del Cristiano que hoy se pronuncia en el acto solemne de las 160 Embajadas. Finalmente, el nico documento fotogrfico que conocemos de perso najes de la fiesta del pasado siglo, fue publicado por primera vez en 1967, ilustrando el artculo Una joya de nuestra literatura local: La embajada del cristiano del poeta eldense Francisco Laliga , (14). La foto presenta a un seor, identificado como don Pedro Garca Navarro, capitn del Bando Moro de 1873, ataviado con la chaquetilla bordada, ancha faja y amplio pantaln, probablemente rojo, por lo oscuro que se ve en la reproduccin, que llega un poco ms abajo de las rodillas, con medias claras, babuchas y un gorro con borla parecido a un fez blando. Es lamentable que no se haya conservado --y si no es as se encuentra en paradero desconocido-- documentacin escrita alguna, programas o libros de actas de esta poca, como conservan otros pueblos que celebran estas fiestas y que les permite el conocimiento exacto del origen y desarrollo de estas antiguas fies tas en sus poblaciones respectivas. LA EMBAJADA.- En la crnica de El Graduador a que hemos hecho referencia se menciona el acto formal de La Embajada , sin emplear esta pala bra, al resear el simulacro en el Alto de San Miguel de la funcin de guerra , pero queda implcita la realizacin de tal acto al indicar que en el ltimo da, tras de la misa de gracias eligen capitanes, portaestandartes, embajadores, etc..... Aparte de esto la Embajada es un acto tan consustancial con la fiesta y con el pico origen de sta que no se comprendera una fiesta de Moros y Cristianos sin este acto, que se celebra en todas las poblaciones festeras. Durante algn tiempo se extendi la creencia de que el poeta, historiador y periodista eldense Juan Rico y Amat era el autor de la embajada ms clebre de todas, por ser su texto el que se declama en Alcoy desde el pasado siglo, adoptado por casi todos los pueblos festeros.E1 origen de la noticia proceda del mismo Alcoy (15) y lo avalaba su estancia en aquella ciudad como jefe poltico, (equiva lente al gobernador civil hasta la supresin de este cargo) a mediados del pasado siglo y a su brillante estro potico, en el que no faltaban composiciones de tema rabe -espaol, cuyas coincidencias en conceptos poticos con la embajada resalt al reproducir su poesa El sueo de la Mora (16), No obstante, la noticia no result cierta, por mucho que nos defraudara a los eldenses, por haberse hallado en Alcoy un librito reproduciendo estas embajadas, impreso en 1838 en dicha localidad por los talleres de Francisco Cabrera, reputado como el ms antiguo impresor alcoyano. (17). Aunque se desconoce el autor de estas embajadas, es muy improbable que fuera Juan Rico y Amat, pues en este ario de la impresin tena 17 arios y su estan cia en Alcoy como jefe poltico del distrito fue solamente de 1847 a 1849 (18), por lo que ya haban transcurrido unos diez aos desde la impresin de las embajadas que se le atribuyen. Adems de esto, en 1838 no tena Juan Rico categora litera ria que trascendiera de los mbitos familiares, pues hasta 1842 no public en Madrid su primer libro de poemas. 161 Comparsa de Piratas (1946). Si la tradicional Embajada no puede ser atribuida a un eldense, no por ello carecemos de un valioso texto literario, de mayor altura potica incluso, dedicado a esta simulada accin guerrera, Este es original del excelso poeta eldense Fran cisco Laliga Gorgues, y se titula La bandera de la Cruz. Episodio histrico dra mtico. Conquista de Elda por el Conquistador. Probablemente lo creara el poeta con destino a las fiestas que Elda celebraba entonces, ya que aunque no lleva fecha fue escrito entre 1882 y 1884, dentro de la coleccin de romances La historia y la lira (19), y perodo en que se celebraban estas fiestas en Elda A pesar de sus brillantes imgenes y vibrante estilo, no tenemos noticia alguna de que llegara a declamarse en las fiestas del pasado siglo, tal vez por ser nicamente la del Cristiano y posiblemente no llegar a escribirse la complemen taria embajada del Moro al Cristiano. Al restaurarse en 1945 las fiestas de Moros y Cristianos en Elda, se adop taron para el acto de las Embajadas los textos populares que se usaban en las poblaciones vecinas, el mismo o parecido que el de Alcoy, cambiando algunas de sus partes con escasa fortuna, puesto que se mencionaba a la Reina Isabel la Cat lica como la conquistadora de Elda. La publicacin del texto de la Embajada de Laliga y algunos comentarios periodsticos sobre su calidad y eldensismo incitaron a la Junta Central de Comparsas presidida entonces por Jos Blanes Peinado a uti 162 Comparsa de Navarros. (Foto CARLSON). (1946) 163 lizarla para el parlamento del Cristiano, conservando la tradicional y popular arenga del Moro tal como se vena haciendo.(20) . Segn hemos apuntado antes, se cree que la fecha final de esta etapa fes tera fue por los arios ochenta del pasado siglo XIX, dato que poseemos por una versin oral a ms de sesenta arios de distancia cuando se me comunic, y por ello no rotundamente fiable. La versin que me facilit una anciana, ya fallecida, era que celebrndose el desfile en el que se estaban tirando los acostumbrados trabu cazos, al pasar este desfile por cerca del Ayuntamiento, desde un balcn o ventana se produjo un disparo que hiri, aunque no de gravedad, a uno de los capitanes o embajadores. El disparo haba salido del trabuco o escopeta de un anciano sacer dote que tena perturbadas sus facultades mentales, tal vez lgicamente irritado por el estruendo. Segn esta seora, en el siguiente ario ya no se hicieron estas fiestas. Este dudoso suceso fue comentado en un artculo de la revista Moros y Cristianos, en versin difcilmente creble por hacer figurar en ella como emba jador a Francisco Laliga, probablemente el excelso poeta y autor de la Embajada Cristiana que ahora se declama, siendo as que por esos arios estaba inmerso en el estudio desordenado de diferentes carreras universitarias y ya las nieblas de la locura comenzaban a perturbar su cerebro, por lo que no lo vemos de ninguna manera en el papel de embajador cristiano. (21) Mientras no dispongamos de otros datos hemos de aceptar estas fechas entre 1863/64, para su comienzo, y los ochenta y tantos para su finalizacin, como las de la primera poca de la fiesta de Moros y Cristianos en Elda. Habra de pasar ms de medio siglo para que nuevamente las calles de Elda retumbaran con los estampidos de los arcabuces, las guerrillas y asalto al castillo. LA RESURRECCIN DE LA FIESTA. -Durante todos estos arios, los eldenses se olvidaron totalmente de estas fiestas tan animadas y vistosas que sus antecesores haban disfrutado, e incluso se borr de la memoria colectiva el haberse celebrado alguna vez, perdindose todo rastro de ella. Realmente no fue ron fciles ni pacficos los tiempos entre una y otra fiesta, por diversas dificulta des: crisis laborales, guerras de Ultramar y de Marruecos, agitacin poltica, cam bio de rgimen y guerra civil y sus secuelas, pero igual fueron para los dems pue blos vecinos como Petrel, Sax, Villena y muchos otros en los que prevaleci el espritu festero y continuaron celebrndolas durante todos estos arios. Ya hemos indicado que muchos de los vecinos de Elda, originarios de poblaciones tradicionalmente entusiastas de la fiesta de Moros y Cristianos, daban satisfaccin a su aoranza regresando a sus pueblos de origen en los das grandes de las fiestas y vistiendo el uniforme de la comparsa a la que siempre haban per 164 tenecido, disparando el recio trabuco y reviviendo, con la mayor complacencia, los hbitos festeros que con su traslado a Elda dejaron atrs. Petrel, Sax, Villena, Biar, Onil, Castalla y algunos otros pueblos cercanos a Elda eran los ncleos principales donde los festeros afincados en nuestra pobla cin volvan para dar rienda suelta a su ilusin festera, Y de ah es de donde salt la chispa que, al caer sobre la materia fcilmente inflamable del espritu festivo de los eldenses, unido a sus reconocidas y probadas dotes de iniciativa para empren der y tenacidad para perseverar, provoc el gran estallido anual de sus fantsticas e inigualables fiestas de Moros y Cristianos. . . .. El retorno de la fiesta de Moros y Cristianos a Elda fue ocasionado por un hecho totalmente espontneo e improvisado, consistente en la participacin de algunos jvenes (y algunos mayores) en los actos en honor de San Antn que cele braba Elda tradicionalmente en enero de cada ao, saliendo en grupo por la calle ataviados arbitrariamente con trajes de comparsistas totalmente heterogneos, conseguidos como cada uno de los improvisados comparsistas pudo, en poblacio nes celebradoras de la fiesta. Sin embargo, la fecha en que tuvo lugar esta histrica salida no est defini tivamente determinada, pues existen publicados testimonios contradictorios. Tam poco se ha conseguido fijar sin lugar a duda cmo y donde surgi la idea de ves tirse con trajes de moros y cristianos y salir con ellos a la calle, participando extra oficialmente en la fiesta de San Antn. Con motivo de cumplirse los veinte aos de la reaparicin de las compar sas en las calles eldenses, el semanario Valle de Elda (22) public entrevistas realizadas a directivos de las cinco comparsas fundadoras, o sea las de Cristianos, Estudiantes, Contrabandistas, Moros Realistas y Moros Marroques. Las respuestas recibidas sobre cmo y cuando se origin la fiesta no arro jaban mucha luz, pues tres de los cinco no lo recordaban bien, a pesar de haber transcurrido slo veinte aos. Las respuestas de los dos restantes, el veterano fun dador de la Comparsa de Cristianos Vicente Busquier Verd, y el de los Estu diantes, Juan Mira Monz, merecen ser reproducidas literalmente, aun cuando en mi criterio no estn acertadas en la fecha que dan de inicio: En 1945 --respondi Vicente Busquier-- salieron por vez primera las Comparsas de Moros y Cristianos en Elda, pero un ao antes, en la fi esta de San Antn de 1944, fuimos varias unos diecisiete, los que salimos a la calle vestidos con trajes que nos prestaron en Petrel, Alcoy, Villena y otros pueblos unos de moras otros de estudiantes etc. Al ao siguiente ya se for maron las comparsas Todo ello provino de la iniciativa de Julin Maestre (e.p.d.), acompaado de un seor de Sax y de Juanito Olcina el del Hotel. 165 Juanito Mira, como familiarmente le llamaban todos, respondi a la misma pregunta: Creo que naci en una de las tertulias del Casino. El primer ao (o sea en enero de 1944) nos dejaron algunos trajes y cada cual sali como quiso, de forma que pareca un carnaval. Varios de noso tros conseguimos en Petrel unos trajes de estudiantes y de ah naci nuestra comparsa el siguiente ao. De la destacada intervencin en el origen de la fiesta que tuvo Julin Maes tre que apunta Vicente Busquier, hace tambin mencin Vicente Vicent Vidal, uno de los fundadores de la comparsa de Contrabandistas al decir: Creo que la idea de reorganizar las fi estas fue del fallecido Julin Maestre. Nosotros hemos alquilado muchos aos las caballe ras en su casa y hemos odo decir que en la tertulia que aquel tena en su casa haba nacido la fi esta. Esta consideracin de Julin Maestre Maestre como iniciador de las fiestas es reiterada en la nota necrolgica que la Comparsa de Cristianos a la que perte neca le dedic en la revista de fiestas de 1948. Uno de sus prrafos deca: Era uno de los ms entusiastas componentes de la Comparsa de Cristianos e iniciador de la restauracin de las fi estas en esta nueva poca de esplendor.. (23) Sobre la informacin recogida en la citada entrevista publiqu en la revista de fiestas de 1969 un artculo (24) sobre el origen de las fiestas, en el que se inser taba una interesante fotografa, que reproducimos en este captulo, en la que figu raba un abigarrado grupo de personas, vistiendo los que estaban en las primeras filas los atuendos festeros propios de diversas poblaciones cercanas, como ya hemos dicho antes. En este histrico documento, podan identificarse a Julin Maestre, ves tido de Estudiante, Rafael Navarro, de Marino;Pedro Amat (Perico el Sajeo), de garibaldino; Jos Vera, de Moro; Antonio Juan Navarro, con fez; Juan Olcina, de Cristiano; Caridad Tortosa, de Marinera; Jorge de Juan Gutirrez, de Estudiante; Rafael Tortosa, de Moro; Francisco Garca, deCristiano, y Armando Amat, de Moro. Igual importancia histrica para este perodo inicial de la fiesta de Elda tiene el otro documento grfico que tambin reproducimos y en el que se ve a un grupo de jvenes con los trajes de Estudiantes, marineras y cristiana, fotografa tomada por Vicente Berenguer el 18 de enero de 1944 (o 1943). Con el traje de cristiana figura Ventura Gonzlez Vera; de estudiante estn Guillermina Esteve, Mara Julia Amat y dos nios no identificados; y de Marineras, Manolita Ortn, Angelita Peataro y Judith Galiana Orts, esta ltima violinista ms tarde de la Orquesta Sinfnica de Tele visin Espaola. 166 + + + Vicente Valero Bellot, cronista en prensa y radio de todas las actividades eldenses y autor de infinidad de artculos en prensa sobre temas locales, apunt una fecha distinta para esta iniciacin de la fiesta, atrasndola un ario y fijando en enero de 1943 (25) la primera salida de personas vestidas con trajes de comparsistas. En este trabajo, Valero describe una nota anecdtica sobre el citado comienzo, que por su inters y gracia recojo a continuacin, ahorrando a los lec tores la busca de este artculo en hemerotecas o archivos: Por qu no os disfrazais de moros y cristianos Esta frase, que puede ser histrica, fue pronunciada en uno de los primeros das del mes de enero de 1943 por Amparo Amat Aguado, esposa de Jos Amat Prez, muy conocido en Elda por Pepe el Sajeo , en una de las reuniones previas a la fi esta de San Antn, que celebr en su domicilio, sito en la Avenida de Chap, la Mayordoma del Santo ana coreta, que por entonces se encargaba de la celebracin de tan popu lares y antiguos festejos.... Y lleg 1943 y con el primer mes la reunin preparatoria de la fi esta en casa de Jos Amat Prez y la histrica frase con que inicia mos este modesto trabajo que no tiene ms fi nalidad que rendir un homenaje de gratitud a aquellos hombres y jvenes que disfrazn dose con trajes prestados en Sax, Petrer, Onil y otras poblaciones iban a divertirse ese da sin pensar, ni remotamente, que Elda es un pueblo de tradiciones y que aquella carnavalada disculpadme el adjetivo iba a ser la iniciacin de unas fi estas que en el transcurso de los aos iban a dejar constancia de lo que puede la voluntad y la cons tancia de un pueblo que quiere reverdecer viejas glorias... El autor de este interesante trabajo no aporta dato alguno que corrobore la fecha dada de 1943, que supongo sera facilitada de memoria por alguna de las personas citadas. Sin embargo creo debe considerarse como real esta fecha de la primera salida carnavalesca del grupo de personas mencionadas, vestida (o disfrazada) cada una con el traje que pudo conseguir en los pueblos cercanos. y que el veneno festero se impusiera entre los organizadores y muchos ms de com paeros, amigos o adheridos, ya que est confirmado por documento irrefutable, que en la siguiente fiesta de San Antn, en enero de 1944, hubo ya presencia for mal de las Comparsas constitudas, que en el domingo, 23 de enero de 1944, a las diez de la maana... ...por la carretera de Novelda, harn su ENTRADA las distin tas COMPARSAS DE MOROS Y CRISTIANOS. acompaada cada una de ellas por una BANDA DE MUSICA, para dirigirse a la Casa 167 Comparsa de Moros Musulmanes (1947) Ayuntamiento para hacer su presentacin a las Autoridades. Seguida mente desfilarn por las principales calles de la ciudad. Este testimonio se encuentra en el programa de los GRANDES Y SOLEMNES FESTEJOS QUE LA CIUDAD DE ELDA CELEBRAR EN HONOR DEL GLORIOSO SAN ANTONIO ABAD DURANTE LOS DIAS 23 Y 24 DE ENERO DE 1944 , impreso por Belda, yen el que continan las men ciones a las comparsas recin constitudas de la siguiente forma, detallando los actos del 23 de enero: ...desde la Casa Ayuntamiento saldrn las Autoridades Civiles, Militares, Jerarquas del Movimiento, Comisin de Fiestas e invitados, que acompaados de las Comparsas con sus respectivas msicas se dirigirn al templo parroquial para trasladar a su antigua morada la imagen de San Antonio Abad, recorriendo las calles de costumbre y durante el recorrido se dispararn infinidad de cohetes voladores y las Comparsas, con emocin y gran fervor harn uso de sus formidables y estruendosos ARCABUCES. 168 Ya, como es sabido, en enero de 1945, festividad de San Antn, la Comisin de Fiestas de Moros y Cristianos public su primer programa, (con la magnfica portada de Juan Mira con el arrogante moro saludando con su alfanje a la Cruz), dedicado a las Grandes Fiestas de Moros y Cristianos, coincidiendo con las de San Antn y en honor del Santo anacoreta. Descrita ya la inicial salida de las comparsas de aquel enero de 1944, vamos ahora a recoger el siguiente testimonio de la presencia de estas comparsas en la vida eldense, contenida en el programa de las fiestas de septiembre de 1944 (26) en cuyo Solemne Novenario y actos para el domingo 17 de septiembre figura lo que sigue: A las 10 de la maana se reunirn en la Puerta Principal de nuestro Templo Parroquial, todas las Comparsas de Moros y Cristianos organizadas hasta la fecha para celebrar las fi estas de San Antonio Abad; estas, acompaadas de sus respectivos Capitanes, Abanderados y Madrinas, con el fi n de proceder a su bendicin y promesa de banderas. Una vez realizados estos actos, los Capitanes y Abanderados acompaados de sus comparsas, darn la vuelta al recinto de la igle sia, disparando sus Arcabuces y a los acordes del Himno Nacional jugarn las Banderas los respectivos Abanderados. A continuacin las comparsas, precedidas de los referidos capitanes, asistirn a la Santa Misa rezada, durante la cual una de las Bandas de Msica de la ciudad interpretar composiciones religiosas, fi nalizando tan solemne acto depositando las Banderas en el sitio que indique la Autoridad eclesistica. Las comparsas que participaron en estos solemnes actos, que sin contradic cin alguna podran ser denominados fundacionales de la fiesta, fueron las de Cristianos, Contrabandistas, y Estudiantes por el bando Cristiano y las de Moros Realistas y Moros Marroques por el de la Media Luna. En la nota precedente, referida a la bendicin de las banderas hay una men cin a los Abanderados que hace ssuponer que en este primer aario no haba Abanderadas sinop que eran hombres los que portaban las banderas y las hacan jugar, lo qque se cambi en el siguiente ario, enero de 1945, en el que cada com parsa tuvo su Abanderada, figura graciosa y gentil a la que los poetas locales dedi caron sus ms encendidos y lricos piropos, y las que tuvieron el honor y orgullo de ostentar las cinco primeras banderas de la fiesta, hoy probablemente conser vadas como reliquias histricas de aquellos momentos iniciales. En la revista de fiestas de 1946 podemos ver las fotografas de las jvenes que ostentaron este brillante cometido en el primer desfile de enero de 1945 (27) y que aunque no figura en la plana a ellas dedicada ni el nombre de la Abande rada ni el de la comparsa a la que pertenece, hemos podido establecer que los nombres de las primeras Abanderadas eldenses fueron los siguientes: 169 Comparsa de Zingaros. (Foto CARLSON) Comparsa de Zingaros. (1947) 170 CRISTIANOS: Lolita Vidal. CONTRABANDISTAS: Elisa Antn Martnez. ESTUDIANTES: Conchita Goslvez. MOROS REALISTAS: Paquita Pay (28) MOROS MARROQUES: Paquita Juan Daz. En cuanto a los primeros Capitanes en 1945 tenemos la referencia publi cada en la Revista Oficial de 1969 (29), conmemorativa de las Bodas de Plata 1944-1969, y en la que se relacionan los capitanes de cada comparsa por orden cro nolgico, segn la cual esta Capitana habra estado ejercida en 1945 por los siguientes comparsistas: CRISTIANOS: Julin Maestre Maestre. CONTRABANDISTAS: Enrique Chiquillo. ESTUDIANTES: Miguel Bellot Galiano. MOROS REALISTAS: Octavio Moreno. MOROS MARROQUIES: Jos Vera Milln. Tambin aqu cabe la duda de si realmente fueron stos los capitanes del primer ario, duda producida por la fotografia publicada en la revista oficial de 1946 en la que aparece la Abanderada de los Estudiantes, seorita Conchita Goslvez, con la bandera, y junto a ella Luis Amat Maestre, ostentando sobre su pecho la banda de capitn. Para el conocimiento de la historia de la fiesta de Elda es interesante saber cmo y cuando se crearon las primeras comparsas, que son su base y mani festacin pblica. En la anteriormente indicada entrevista publicada en Valle de Elda en 1965 (30) cinco destacadas personas, representante cada una de ellas de una de las cinco primeras comparsas, contestaron a la pregunta de quie nes haban fundado la comparsa aportando informacin sobre el cmo se fund, aunque el origen comn a todas ellas era el entusiasmo provocado por la salida de enero de 1943 con los trajes y dems elementos caractersticos de las comparsas. Por la comparsa de Cristianos, Vicente Busquier Verd inform que quie nes haban formado la comparsa haban sido Juanito Olcina, propietario del Hotel Juanito, los industriales zapateros Pablo Maestre y Rafael Tortosa, Rosalino Tordera, entonces transportista y despus estanquero en la calle de San Jos y Jardines, y l mismo, a cuyo grupo se uni inmediatamente un puado de comparsistas. La caracterstica de la Comparsa de Cristianos, de tener muy pocos componentes, pero muy unidos y con un gran entusiasmo festero, era realzada en sus recuerdos por el seor Busquier. Juan Mira Monz, gran animador e impulsor de la fiesta desde su Comparsa de Estudiantes, daba a entender que esta Comparsa haba nacido en una de las tertulias 171 del Casino Eldense. En realidad la respuesta pareca referirse a la creacin de la fiesta, pero este punto estaba bien claro que su lugar de nacimiento primero fue en la casa de Jos Amat Prez y Amparo Amat Aguado, como hemos dejado escrito antes. Contaba Juanito Mira que varios de nosotros conseguimos en Petrer unos trajes de Estudiantes y as naci nuestra comparsa al siguiente ao Los fundadores de la citada Comparsa de Estudiantes fueron Pepn Ten dero (Luis Juan Alba), los hermanos Ramn y Rafael Navarro, Antonio Juan Navarro y el mismo Juan Mira Monz, consiguiendo en poco tiempo atraer a un buen nmero de comparsistas, en su mayora jvenes, atrados por la alegra y desenfado de que haca gala la Comparsa en los desfiles. Vicente Vicent Vidal, uno de los fundadores de la Comparsa de Contra bandistas, recordaba en el grupo de fundadores a Martn Bel, Manolico el Car nicero, Manuel Lpez Sirvent, Juan Maestre, Pepito el Platanero y otros, a los que yo aadira a Juan Espaol Vidal, por constarme estuvo entre los primeros. Vicent recordaba el origen de su comparsa de esta manera: Varios amigos tenamos un equipo de ftbol --llamado Olm pico-- y de este equipo sali la Comparsa, sustituyendo las camisetas deportivas por los trajes que tuvimos que alquilar en Villena. Por cierto que durante tres aos fuimos a desfilar a las fiestas villeneras, que esta ban muy decadas. Nosotros contribuimos a levantar aquellas... Por el Bando Moro, las dos comparsas fundadoras fueron, como hemos dicho las de Realistas y Marroques. La primera parece que fue creada por iniciativa del gran festero hasta su fallecimiento Octavio Moreno Gonzlez, que reuni al grupo inicial formado por Jos Amat Juan, Jos Vilar Royal, Francisco Cerd, Rafael Sil vestre Marn y algn otro que no recordaba ste ltimo, que fue quien facilit la informacin. Octavio Moreno fue uno de los cabos ms destacados de la poca, y llevaba una graciosa mona sobre el hombro para asombro de la chiquillera. (31) En cuanto a la Comparsa de Moros Marroques, tuvo sus fundadores en Pedro Daz Burruezo, (uno de los grandes personajes de la fiesta, a quien se dedic un pasodoble que aun hoy se interpreta en los desfiles de esta nutrida comparsa), Jos Vera Mllln, Manuel Tamayo, Julin Maestre (que no creernos fuera Julin Maestre Maestre por formar este entre los fundadores y componen tes de la Comparsa de Cristianos) y Jos Mara Juan Arenas, gran impulsor de la comparsa, miembro de la Junta Central y varias veces Capitn de los Marroques. El entusiasmo general que despert la primera fiesta de Moros y Cristianos de la nueva poca en Elda, a pesar de celebrarse en un mes tan inadecuado para su mayor lucimiento como era enero, se contagi inmediatamente a muchos otros 172 grupos de fervorosos admiradores de la fiesta, que inmediatamente se pusieron activamente a organizar otras comparsas para dar mayor realce y vistosidad a esta. As el 1 de febrero de 1945, apenas extinguidos los ecos del tronar de los arca buzazos, se constituy oficialmente la Comparsa de Piratas, y seguidamente la de los Navarros, participando ya las escuadras de las dos en los actos de enero de 1946, ele vando a siete el nmero de comparsas e incrementando todas ellas el nmero de sus comparsistas con la incorporacin de nuevos apasionsdos de la fiesta. Con ello se dio un rotundo rechazo a quienes, en Elda y en pueblos comar canos cultivadores de la fiesta desde haca muchos aos, vaticinaban un pronto fracaso del empeo festero eldense, aludiendo a razones de falta de tradicin, espritu inquieto, inestable y falto de perseverancia del eldense, y otras razo nes tan fundadas como las expuestas, adems de citar sentenciosamente aquello de arrancs de caballo y pars de somera. Lo cierto es que el entusiasmo y per severancia de los comparsistas eldenses, con la brillantez y espectacularidad que han sabido darle a la fiesta, dej pronto en ridculo a sus detractores. La comparsa de Piratas fue fundada por un grupo de amigos formado por Manuel Esteve Puche, Jos Vidal Girona, Vicente Valero Bellot, Pedro Maestre Guarinos, Jos Miguel Ban Alonso y Antonio Gonzlvez Aguado, que inmedia tamente recibieron la adhesin de un numeroso grupo de aspirantes a vestir el atuendo clsicamente cinematogrfico de los piratas, con chambergo negro de ala levantada sobre la frente, blusa color oro viejo brillante con la calavera y las tibias sobre el pecho, pantaln abombado negro, as como las recias botas de media caa con vuelta en las que tambin figuraba la calavera al igual que en el sombrero. Manuel Esteve Puche fue su primer capitn, y su hija Guillermina Esteve la primera que port la bandera negra piratesca sobre su piafante corcel. Encuadrada al principio en el Bando Cristiano, fue desterrada al Bando Moro para compensar la diferencia de nmero de comparsas de uno y otro bando, volviendo definitivamente a las huestes cristianas, en las que rivaliza en luci miento, bizarra en el desfile y originalidad en sus escuadras masculinas y femeni nas con las dems comparsas. Al igual que sta, la Comparsa de los Navarros realiz su primera salida en 1946, presentando un atuendo inspirado en el que llevaban los guerreros de la Reconquista, con naturales variaciones, y el aditamento de ostentar sobre el pecho el escudo con las cadenas de Navarra y cubrirse con la clsica boina roja con una gran borla, generalmente amarilla o dorada. Segn recordaba uno de sus veteranos fundadores, Juan Monz Santos (32), la creacin de esta Comparsa tuvo su origen en dos equipos de ftbol loca les, denominados Terror C.F. y Gasolina, llamado ste as por estar com 173 Comparsa de Marinos. Saludando a la Tribuna (1955-59). puesto exclusivamente por chferes, taxistas de la localidad o mecnicos del auto mvil, que contagiados por el nuevo espritu festero que se haba adueado de Elda se reunieron en el ario 1945 para constituir la Comparsa. La amistad con Miguel Cams Lpez (uno de los ms entusiastas festeros, componente de la Comparsa de los Marroques, que por haber residido en Alcoy era admirador de las grandes fiestas que esta ciudad dedica a San Jorge en el mes de abril) sirvi a los fundadores de esta comparsa para desplazarse a la ciudad del Ser pis, donde se les mostraron diversos uniformes y ttulos de las escuadras o filaes de aquella localidad, escogiendo los eldenses el ttulo y uniforme de los Navarros. Los primeros trajes se confeccionaron en la popular bodega o casa de Tra gatoros , situada en el Campico , por cerca de lo que hoy se conoce por La Cachimba, casi frente al Instituto Azorin. Se pidieron cien boinas rojas, que pronto fueron insuficientes para las peticiones de ingreso en la nueva comparsa. En septiembre de 1945 se procedi a la bendicin de la bandera --blanca con el escudo de Navarra en el centro-- de la que fue madrina la seorita Pilar Collado. En la fiesta de 1946 hizo su presentacin la nueva comparsa, recibiendo muchos aplausos en los desfiles, especialmente calurosos para su abanderada, la 174 seorita Carmen Vida! (33), que hizo brillantemente los honores de su cargo, bien secundada por el capitn, que fue Francisco Poveda (34). Tambin destacaba en sus filas la figura de su cabo, el popular Nata , con sus desplantes y su incom bustible puro en la boca. Los Navarros cumplieron con gallarda su papel dentro de las fiestas durante cerca de veinte arios, pero fue una de las primeras vctimas de las pocas bajas que a lo largo de su historia ha tenido la fi esta, disminuyendo gradualmente el nmero de sus comparsistas hasta el punto de no participar en la fiesta del ario 1959. El entu siasmo festero ye! amor por la Comparsa que con tanta ilusin y esfuerzo haban for mado, hizo que los fundadores de la comparsa se reagruparan, captaran nuevos ele mentos y se incorporaran de nuevo al brillante cortejo de la fiesta de Moros y Cris tianos eldense, lo que hicieron el siguiente ario de 1960. Pero el desnimo ya se haba infiltrado en las filas navarras y despus de otra ausencia en 1963, volvi en 1964 a desfilar por las calles de Elda en un esfuerzo de voluntad y cario a lo que haba sig nificado la comparsa. El ario 1965 ya faltaron los Navarros a la cita de la primavera, pasando a formar parte de la melanclica lista de Comparsas desaparecidas. Los ltimos componentes, unos ocho, ya no volvieron a formar parte de otras comparsas, tal vez como demostracin de fidelidad a la que haban fundado y sostenido con dignidad y entusiasmo durante unos diecisiete arios. Los nombres de los fundadores de la Comparsa de los Navarros fueron los hermanos Jos y Antonio Rico Prats (de los que el primero, ms conocido por Nata como hemos sealado, se hizo popular en los desfiles por su actuacin al frente de su comparsa); Francisco Bellot Galiano, ms conocido como Frasco, del equipo de la Gasolina , que fue el primer presidente; Juan Monz Santos, tesorero desde el principio hasta el final; Germn Gras, Santos Vilar, el Royal , Emiliano Casez, Luis Galiano, Vitorio Gil, Francisco Aguado, Rodolfo Martnez (deportivamente conocido por Gaona , jugador del C.D. Eldense), Plcido Gon zlez y algunos otros. Recin terminadas las fiestas de 1946 , y caliente todava el ambiente por la fastuosidad y animacin de los actos festeros, un conocido comerciante de Elda, Camilo Valor Estevan, nacido en Villena y por consiguiente con el veneno de la fiesta bien metido en la sangre. reuni en el Casino Eldense a un grupo de amigos, para crear una nueva comparsa, llamada Moros Musulmanes. El grupo inicial estuvo constituido, junto con aquel, por Jos Amat Sanchis, Manuel Conejero Prez, Antonio Belmar Navarro, Froiln Gran, Jos Lzaro Ruiz, Rafael Garca Gmez, Jos Hernndez Albert, Jos Ortin, Emilio Vida!, Antonio Soriano Sez, Jos Aracil, Roque Calpena Gimnez y otros. 175 La cuota inicial era de diez pesetas semanales, que resultaba algo crecida en aquellos tiempos en que una entrada al cine costaba dos pesetas.(35) Camilo Valor no pudo ver la primera salida de la comparsa, pues falleci en 1946, sucedindole como presidente Jos Amat Sanchis. Debido a los intensos fros que hubo en enero de 1946, que deslucieron mucho los desfiles y actos al aire libre de la fiesta, se haba tomado la decisin de trasladar su celebracin a una estacin ms templada. fijndose la primavera como nueva fecha para los Moros y Cristianos, con fechas movibles segn el calen dario fijara para la festividad del Corpus, estableciendo como norma general el ltimo domingo de Mayo o el primer domingo de Junio. De esta forma, la memorable salida de la nueva Comparsa coincidi con la primera celebracin de las fiestas de primavera, en 1947, y as pudieron lucirse ms las galas de las comparsas, los policromos atavos, las gasas ornadas de lentejuelas con que se cubran las hures, las ricas capas bordadas de oro y, en esta ocasin inau gural y ya para siempre, el brillante raso de los amplios calzones amarillo -oro de los Musulmanes, en contraste con el azul de los Realistas y el rojo de los Marroques. Nota curiosa de esta Comparsa es que en sus desfiles del primer ario osten taban un pequeo delantal de cuero y una mochila, al estilo de algunas escuadras de Villena, adorno que fue desestimado al siguiente ario 1948, adoptndose defi nitivamente el mismo uniforme que ahora lleva. En esta primera presencia en la fiesta de la nueva Comparsa ostent el ttulo de abanderada la gentil seorita Luca Vera, con Froiln Gran como capitn. Desde sus comienzos, la Comparsa de Musulmanes se capt las simpatas y admiracin del pblico por el crecido nmero de sus componentes, la majestuosi dad de su desfilar, la brillantez de su atavo, la nota agresiva de sus escuadras de negros, al frente de los cuales Juanito Guill Bernabeu se convirti en un smbolo y ejemplo para otras escuadras negras, por sus feroces saltos y muecas, los capri chosos adornos, armas y objetos que ostentaba, especialmente una gran serpiente boa con la que amenazaba a los espectadores, variando todos los aos en un alarde de imaginacin y creatividad, y el empeo y voluntad de sorprender al pblico, en aterrorizar e ilusionar al mismo tiempo a los nios y en dar con todo ello a la fiesta una variedad y originalidad no vista hasta entonces (36). Tambin merece especial mencin la aportacin de esta comparsa al impor tante captulo de la msica festera con la creacin de su propia marcha de desfile, la marcha mora titulada Elda Musulmana , ms popularmente conocida por Los Musulmanes, cuya inspirada msica fue compuesta por el polifactico eldense Francisco Chico Cantos, conocido en el mundo del espectculo como Francis y extraordinario compositor y msico, cuyas excelentes facultades como 176 Comparsa de Caballeros del Cid en los desfiles. (1973) ventrlocuo, excntrico, caricato y msico, con utilizacin de minsculos instru mentos fabricados por l mismo, fueron aplaudidas en teatros de Buenos Aires y otras capitales sudamericanas, en Portugal y Francia. Los majestuosos, cadenciosos, compases de esta Marcha la hacen, sin duda, la ms popular entre todas las composiciones musicales creadas en Elda, tanto con destino a la fiesta de Moros como para cualquier otra finalidad, y son repetidos incesantemente, entre los aplausos del pblico,en los dos magnficos desfiles o entradas de la Comparsa de los Musulmanes celebradas en las fiestas. El entusiasmo festero en Elda iba creciendo explosivamente, especialmente entre la juventud, que continuamente incrementaba las filas de las ocho compar sas existentes, con especial predileccin por aquellas comparsas con mayor movi miento, como las de los Estudiantes y los Piratas. Las Comparsas del Bando moro, que por sus mismas caractersticas eran ms solemnes y majestuosas, reciban ms adhesiones entre las personas mayores, sin dejar por eso de ostentar un gran nmero de jvenes y nios en sus filas. Un grupo de amigos, entusiastas de la fiesta y deseosos de introducir un nuevo elemento de diferenciacin en la misma, crearon una nueva comparsa, ori 177 ginal y nica hasta entonces, incorporndose a la variopinta multitud de Compar sas existentes entre las poblaciones que celebran esta fiesta, la nueva y bullan guera presencia de los Zngaros, ataviados con un teatral atuendo inspirado en los tziganes de las operetas vienesas. Los recin llegados se hicieron inmediatamente un destacado lugar entre las dems comparsas, pues su misma peculiaridad facilitaba los movimientos vivos y alegres, las danzas airosas de sus muchachas, luciendo la falda de mil colores, las altas botas rojas con cascabeles y cintas, la blanca blusa bordada de flores, el tocado floral en sus cabezas y el sonar incansable de las panderetas en sus manos. Una de sus caractersticas ms celebradas --y combatidas por los puristas de la fiesta-- era la que se llamaba el mogolln, o sea una masa de comparsistas zngaros. hombres y mujeres muy jvenes, menos jvenes y casi nios y nias, dis curriendo agrupados sin orden alguno, cada uno de ellos bailando o saltando a su aire, formando un bullicioso conjunto bien coreado por los sones de Pepito Cho colatero o cualquier otro de los pasodobles de mayor animacin que pudieran interpretar las bandas de msica que les acompaaban. Los fundadores y sostenedores de esta original comparsa fueron Jenaro Vera Navarro --aos ms tarde presidente de la Junta Central durante una larga etapa y gran impulsor del engrandecimiento de la fiesta--, Antonio Tamayo Maes tre, Manuel Maestre Hernndez, Antonio Porta Vera --alcalde de Elda durante una larga y fructfera poca --Julio Vera Rodrguez, Vicente Arellano Mora, Julio Beneit Navarro, Joaqun Vera Maestre, Jos Gonzlez Maestre, Jos Peataro Sanchiz, Vicente Martnez Maestre, Luis Juan Alba y tal vez algn otro. Resultara injusto dejar de incluir en esta relacin de entusiastas componen tes de la Comparsa de Zingaros a Jose Antonio Sirvent Mullor, que aunque solo tuvo Elda por residencia durante algunos aos, supo incorporarse a esta Comparsa de forma tan completa. entregndose a ella de manera tan apasionada que durante muchos aos, y an hoy mismo, es uno de los ms firmes puntales de la fiesta y Cro nista Oficial de la Junta Central, habiendo sido mantenedor en repetidas ocasiones de los actos de presentacin de Capitanes y Abanderadas, tanto de mayores como de infantiles, en los actos solemnes de su comparsa, as como en la entrega de las Z de oro con que los Zingaros recompensan a los ms esforzados y meritorios cola boradores o miembros de la Comparsa. Sirvent Mullor ha tenido a su cargo muchos aos la revista de fiestas editada por la Junta Central, en la que ha dejado numero sas y admirables muestras de su prosa y su poesa: realiza el Boletn Festero casi enteramente y, en fin, quien gusta llamarse en sus escritos Zngaro Mullor se ha ganado a pulso un puesto bien destacado tanto en su Comparsa como en la Fiesta. Angelita Peataro fue la primera abanderada zngara y su esplndida presen cia al frente de la Comparsa fue descrita adecuadamente con la frase bellsima abanderada que derroch simpata y caramelos a manos llenas (37). mientras que 178 el primer capitn, Luis Bernabeu, hizo prodigios y agujetas sobre el caballo, emple ndose en estos elogios el sentido del humor tan caracterstico de esta Comparsa. Desde entonces, y sin inmutarse por las diatribas que hacen algunos hacia su aparente desorganizacin y el famoso mogolln la vistosidad y animacin de sus componentes y la policroma de su vestuario, esta Comparsa de Zngaros ha ido incrementando sus efectivos y la calidad de su presencia hasta ser una de las ms numerosas y ms atractivas de la fiesta, hasta el punto de crearse Comparsas de Zngaros con el modelo de la de Elda en diferentes poblaciones festeras. Durante los aos 1948 a 1954 el nmero de Comparsas se mantuvo sin variacin, compuesto el Bando Cristiano por las de Cristianos, Estudiantes, Con trabandistas, Navarros y Zngaros, y las del Bando Moro por las de Moros Marro ques, Moros Realistas, Piratas y Moros Musulmanes, con un total de nueve. Pero en mayo de 1955 hizo irrupcin una nueva tropa festera: la Comparsa de Marinos, que con su clsico atuendo exactamente igual a la del mismo nombre en Petrer y otras localidades festeras, introdujo una nueva nota diferencial en los grandes Desfiles o Entradas, que fue muy apreciada por el pblico y los restantes comparsistas. Su primera abanderada fue Luisa Snchez Banegas, acompandola como Capitn Luis Snchez Jover. El paso de esta Comparsa por la fiesta eldense fue breve, slo cinco aos estuvo presente, los comprendidos entre 1955, ao de su aparicin, y 1959, ltimo en que desfilaron por las calles de Elda con sus trajes blancos o blanquiazules y los remos o anclas con que se adornaban. La desaparicin de esta Comparsa marinera en 1959 y la de los Navarros en 1964 dej la fiesta un tanto mermada, coincidiendo con un fuerte bache de des nimo en los rganos y personas responsables de la fiesta, del que son evidencia las pesimistas respuestas de los presidentes de las primeras cinco comparsas a la pre gunta que les formul Valle de Elda (38) sobre su opinin respecto al presente y futuro de la fiesta. Vicente Vicent, por los Contrabandistas, no les vea ...un por venir fecundo ni una existencia larga y como motivo para este pesimismo apun taba a que la gente joven no coopera durante el ao, acordndose de la fiesta dos semanas antes de la Retreta. En igual sentido se expresaba Rafael Silvestre por los Moros Realistas: ...pocos se someten al sacrificio de todo un ario. Por eso apa rece durante el ao muy decada y en quince das se hace todo. De esta forma puede durar muchos aos, si no mejorando s estancada. Juanito Mira, por los Estudiantes, achacaba tambin el bajo nivel festero existente a la apata de los jvenes, y manifestaba que mientras no lo compren 179 dieran as ...creo que no se podr volver a dar a la fiesta el esplendor y la reso nancia que tuvo hace aos. La mala poca que atraves la fiesta durante la dcada de los sesenta poco ms o menos, se manifestaba tambin en el problema que tenan cada ao algunas comparsas para presentar Abanderada, problema exclusivamente de carcter eco nmico, pues en Elda no se aceptaba de buen grado la costumbre de otros pueblos de que tanto el Capitn como la Abanderada tuvieran que afrontar un fuerte gasto en ostentacin y agasajos, muchas veces muy superior a lo que la economa familiar permita. As se acord la frmula, mantenida durante muchos arios y que creemos est vigente todava en las comparsas con mayores problemas econmi cos, de que fuera la Comparsa quien corriera con los gastos propios de los cargos de Abanderada y Capitn, ocupando estos puestos componentes de las Compar sas sin contraer obligacin econmica alguna. Afortunadamente, el entusiasmo y bien hacer de los comparsistas y sus diri gentes haba conseguido reanimar la fiesta y ya cuando se celebraban las de 1970 reciban el aplauso entusiasta del pblico y los elogiosos comentarios de la prensa y espectadores por la suntuosidad de los desfiles, crecida participacion en los actos y buena organizacin en todas las manifestaciones festeras. Entre los actos que obtenan ms calurosos elogios se encontraba el Desfile de Carrozas y Batalla de serpentinas que se celebraba en la noche del lunes y que entre la alegra del pblico, comparsistas y las jvenes ocupantes de las carrozas, enzarzados todos en intensa contienda de serpentinas y confetti, ponan un bro che de oro a la Fiesta. La grave enfermedad del presidente de la Junta Central de entonces, Anto nio Tamayo Maestre, apartado del ejercicio de este cargo por este motivo, y cuyo fallecimiento se produjo el 26 de mayo de 1971, pocos dias antes del inicio de las fi es tas de dicho ario, oblig a una renovacin en la Junta Central, de cuya presidencia se hizo cargo Jenaro Vera Navarro, uno de los fundadores de la Comparsa de Zngaros. Jenaro Vera, bien arropado por un equipo de hombres bien dispuesto a tra bajar por el engrandecimiento de la fiesta, puso en ejecucion una serie de iniciati vas que, y esto est generalmente reconocido, dieron un gran impulso a las festi vidades eldenses. La mejora en la organizacin de comparsas, escuadras y progra mas de actos fue evidente desde las primeras celebraciones bajo su presidencia. Pero no solo se dedic el nuevo presidente a revigorizar las estructuras festeras clsicas, sino que introdujo un elemento nuevo, el Humor, con mayscula, que confiri un nuevo aspecto al ambiente que rodeaba a la fiesta propiamente dicha. As se cre una Semana del Humor, con charlas y conferencias de destaca dos humoristas, exposicin o Feria del Libro de Humor, Concurso Nacional de Dibujos de Humor, etc. y se estableci una provechosa relacin con humoristas y 180 escritores de primera categora, como Evaristo Acevedo, Antonio Mingote, Sera fn , y Jorge Llopis entre los primeros, algunos de los cuales participaron como pregoneros en los festivales de presentacin y proclamacin de Abanderadas y Capitanes, acto ste de gran brillantez y colorido, cuya celebracin se haba ini ciado el 17 de septiembre de 1969. La colaboracin del humorista y dibujante Serafn con la fiesta fue tan estrecha que desde el ao 1972 hasta el 1985 las portadas de las revistas oficiales lucieron curiosos, ingeniosos y artsticos dibujos de Serafn, as como varios car teles de la misma poca. El anagrama caracterstico y oficial de la Junta Central, - -el cristiano y el moro a caballo de bota y zapato respectivamente, fl anqueando el escudo de Elda-- est sacado del dibujo de este artista que figur en la portada de la revista de 1972. Estas cordiales relaciones con figuras bien integradas en el mundo artstico y literario de Madrid, favoreci el que a Elda vinieran personalidades de la cate gora de Antonio Gala, Francisco Garca Pavn, Juan Antonio Vallejo Njera, Emilio Romero, Arturo Rgel, Fernando Vizcano Casas, Concepcin Quero, el poeta eldense afincado en Madrid, Antonio Porpetta, y otros, que dieron brillan tez y categora a los festivales de proclamacin de las Abanderadas y capitanes que se celebraron en aquellos arios. Otra importante innovacin introducida por la nueva Junta Central fue la incorporacin a su Semana del Humor de la representacin de la jocosa parodia original de Emilio Rico Albert El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real con un cuadro escnico formado por miembros de las comparsas, obte niendo resonantes xitos cada vez que fue puesto en escena. Al principio, como ya hemos escrito, formaba parte de la Semana del Humor, celebrndose en fecha variable, pero dentro de sta. Pero posteriormente, al dejar de celebrarse la Semana, aunque se continuaron los Concursos de Dibujos de Humor, se tras lad a su fecha tradicional, que era la del 28 de diciembre, Dia de los Santos Ino centes, y por ello fecha apropiada para que dentro de la representacin se monta ran nmeros sorpresa para la hilaridad de los espectadores. Es digno de sealar que en los primeros arios que los Moros y Cristianos se hicieron cargo de la escenificacin de este astracanesco Tenorio, su autor, don Emi lio Rico Albert, dirigi y actu personalmente en algunas de estas representaciones hasta que la enfermedad que acab con su vida en 1977 le impidi seguir hacindolo. 4. .. . Como signo del nuevo empuje dado a la fiesta, en 1973 irrumpi una nueva comparsa, la denominada Caballeros del Cid, cuyo uniforme recordaba al cl sico de los guerreros de la Reconquista y en cierto modo al usado por la desapa recida Comparsa de Navarros, pero con el capacete o casco del Medievo en lugar de la boina roja de aquellos. 181 Escuadra de la Comparsa Huestes del Cad. (1977) Los fundadores de esta nueva Comparsa fueron Jos Mara Reig Jover, Jos Pomares Botella, Antonio Mallebrera. Amparo Brotons Navarro, Pedro Mar tnez Tobar, Amparo Prats Toms, Vicente Reig Jover y Mara Jos Reig Latorre. La primera Abanderada que tuvo la Comparsa fue Mara Concepcin Reig Lato rre y el primer Capitn Pedro Martinez Tortosa. La nueva Comparsa particip por primera vez en las fiestas de Junio de 1973 y caus excelente impresin, aunque el nmero de sus componentes era escaso en comparacin con las grandes comparsas con cientos de escuadristas en sus filas. El entusiasmo festero que les animaba no fue suficiente para vencer las dificultades ocasionadas por la insuficiencia de sus efectivos y tras ocho arios de presencia en la fiesta, con los cuales ya haban conseguido ganarse un lucido puesto entre las Comparsas eldenses, tuvo que abandonar, rindiendo su bandera ante las dificultades, y dejando de participar en las fiestas de 1981. El impresionante auge experimentado por la fiesta de Moros y Cristianos de Elda superaba las esperanzas ms optimistas de sus acrrimos partidarios y ello trascenda de la creciente actividad festera a todo lo largo del ao, con brillantes y animados actos de homenajes, concursos, o certmenes organizados por la Junta Central o por las Comparsas realizando sus propias iniciativas. La institucionali 182 zacin de la Media Fiesta, celebrndola en las fechas tradicionales de enero en honor de San Antonio Abad, serva como una especie de ensayo general para las comparsas en representacin de las cuales participaban y desfilaban las mejores escuadras de cada una de ellas. Con todo sto, el entusiasmo y la actividad festera se mantena todo el ao, y al llegar los das de la fiesta grande, en Mayo o en Junio, todo estaba bien pre parado para que una vez ms se produjera el maravilloso espectculo de que los miles de comparsistas, hombres, mujeres y nios, ataviados con fantsticos y mul ticolores trajes, causaran el asombro de los espectadores con el lujo de sus unifor mes y brillantez, gallarda y originalidad de sus desfiles inigualables. En esta deslumbrante espectacularidad, en cuya consecucin rivalizaban con noble ardor y empeo todas las comparsas, tuvo un especial relieve la com parsa ltimamente incorporada a la fiesta, la denominada Huestes del Cad, que desde su primera aparicin, en junio de 1977, se ha convertido en una de las ms admiradas entre las que componen y realizan las fiestas de Elda. Las circunstancias en que se fund esta nueva Comparsa han sido relatadas por uno de sus fundadores, Jos Mara Amat Amer, en la revista conmemorativa de sus diez aos de existencia, editada por la Comparsa en 1986.(39) Segn Amat Amer, el origen de la nueva Comparsa estuvo en la conjuncin de diversos factores, de los cuales el ms importante fue el perodo de desbor dado entusiasmo por el que pasaban las fiestas, alcanzando en aquellos aos las ms altas cotas de participacin... En marzo de 1976 se dieron los primeros pasos para la constitucin de esta nueva comparsa, que deba pertenecer al bando Moro, en el que se evidenciaba desequilibrio con el Bando cristiano en cuanto al nmero de comparsas. Los primeros integrantes de la nueva comparsa procedan de otras diversas agrupaciones, siendo buena parte de ellos de la de Moros Marroques, uno de cuyos miembros, Antonio Barcel Marco, se convirti en uno de los ms entusias tas impulsores de la nueva comparsa, que cont entre sus miembros al entonces alcalde Francisco Sogorb Gmez. El da 9 de octubre de 1976 la Junta Central de Comparsas dio el placet a la incorporacin de la nueva asociacin festera, constituyndose entonces una junta directiva en la que estaban todos los que haban hecho salir de la nada a las Huestes del Cad y que eran los siguientes: Presidente: Antonio Barcel Marco. Vicepresidente, Jos Mara Maestre Navarro. 183 Secretario, Jos Valera Maestre. Tesorero, Jos Mara Mar Mellado, Relaciones pblicas, Manuel Mira Cande]. Contador, Manuel Guerrero Hernndez, Vocales, Norberto Navarro Garca, Jos Mara Amat Amer, Francisco Sogorb Gmez, Enrique Planelles Gonzlez, Luis Cremades Pez, Pascual Orgi ls Juan, Jorge Bellod Lpez, y Francisco Justamante. El uniforme adoptado por la comparsa consista en pantalones bombachos verdes hasta el tobillo, camisa blanca, faja negra, chaleco rojo oscuro y capa sepia, con el turbante en blanco, verde y negro. En su primer desfile, con muchas escuadras, filas de negros, carrozas y tres bandas de msica las de Sax, Petrer y Caudete caus una gratsima impresin, que se ha ido acrecentando a lo largo de los sucesivos aos, con participacin cada vez ms numerosa de comparsistas y especial exhibicin de elegancia y riqueza de vestuario en sus escuadras femeninas, tan deslumbrantes y espectaculares como las mejores de las que forman con las dems comparsas. Esta nutrida y brillante presencia de la mujer en la fiesta eldense ha sido repetidamente elogiada por visi tantes de otras poblaciones, hasta el punto de haberse denominado literariamente a nuestra fiesta como de Moras y Cristianas, justo elogio al derroche de belleza y gracia que hacen las mujeres en la fiesta eldense, en contraste con otras pobla ciones de larga historia festera en las que hasta muy recientemente an se cues tionaba o prohiba la participacin de la mujer en las comparsas. Como hemos hecho con todas las dems comparsas, dejaremos constancia de que en la primera actuacin de las Huestes del Caden la fiesta, en los lti mos das de mayo de 1977, enarbol orgullosamente la bandera Rosi Hernndez Rico, y fue capitn de las Huestes Pedro Francisco Crdenas Falc. Coincidiendo con el propsito de sus fundadores de que la presencia de las Huestes del Cad en la fiesta tuviera mayor trascendencia que la de su participa cin en la misma, se organizaron por su iniciativa los concursos de pintura de Mini cuadros, que en sus aos de celebracin cuenta con nombres prestigiosos entre sus ganadores y participantes, y el de Marchas Moras que ha producido interesantes composiciones de este gnero, aunque no ha proporcionado a las Huestes una marcha propia, identificativa de la comparsa, como la de Musulmanes es para esta comparsa, cosa que tal vez no se hayan propuesto los organizadores del concurso. En pginas anteriores ha quedado constancia del modo en que se celebra ban las fiestas del pasado siglo, que se desarrollaban en dos das y medio, siendo los ms lucidos los dos primeros y dedicando la maana del tercero a celebrar la 184 La Mahoma, en el castillo de las Embajadas El nuevo castillo de las Embajadas, inaugurado en 1999. (Foto CRUCES-ERNES) 185 Misa de gracias por la victoria cristiana, con eleccin de capitanes, portaestandar tes y embajadores para el ario siguiente. En nuestra poca, los actos principales de esta fiesta en todas las poblacio nes que las celebran son prcticamente los mismos, aunque despus cada una de stas introduzca en ellos determinadas variantes segn las peculiaridades de cada pueblo. Como es sabido, estos actos que constituyen el esquema bsico de la fiesta son la Entrada Mora, las Guerrillas, Embajada del Moro y conquista del castillo por el bando de la Media Luna. Al otro da, la Entrada Cristiana, igual guerrilla o alardo, embajada y conquista del castillo por los guerreros de la Cruz, En la mayora finalizan las fiestas con procesin en honor del Santo a quien se dedican las fiestas y Misa de accin de gracias. Sobre este tradicional desarrollo, cada pue blo ha introducido las modificaciones que ha considerado que daban mayor varie dad, inters y realce a la fiesta. En Elda fueron introducidas algunas innovaciones a esta pauta, aunque varias de estas fueron suprimidas al poco de iniciarse, que dando otras incorporadas definitivamente a la fiesta. Entre las desaparecidas fi guraba un nmero fuera de programa, que se produ ca al conquistar los cristianos el castillo, dando fuego al gran puro que fumaba un gigantesco monigote de cartn representando a Mahoma, plantado en la fortaleza. El fuego haca estallar la cabeza del monigote, por los petardos y fuegos artificiales colo cados en su interior.E1 cuerpo del monigote era llevado despus, en procesin burlesca, por las calles eldenses.La significacin de este acto, que menospreciaba al profeta del Islam, aconsej su eliminacin, con lo que la fi esta no perdi nada de su atractivo. (40) Otro nmero de fiesta que al principio fue aceptado con satisfaccin por todos fue el de la batalla de fl ores, confetti y serpentina, con desfile de numerosas carrozas y gran animacin general. Sin embargo tuvo que ser suprimido por haberlo convertido la chiquillera y mozalbetes incontrolados en un espectculo desorganizado y lamentable. Como ejemplo de la evolucin de las fiestas eldenses, voy a reproducir - sintetizando lo ms posible-- los programas de actos de 1945, o sea el inicial; el de 1969, que fue el de las Bodas de Plata, y el de 1994, cuando se cumplieron y cele braron las Bodas de Oro . Las fiestas de 1945 se celebraron del 20 al 22 de enero, participando las cinco comparsas: Cristianos. Contrabandistas, Estudiantes, Moros Marroques y Moros Realistas. El programa era el siguiente: Al amanecer, salvas, volteo de campanas y recorrido de la dulzaina y el tamboril por la calle. A las dos y media de la tarde se concentraban las comparsas en la Cruz de los Caidos para iniciar el desfile a las tres de la tarde hacia la iglesia de Santa Ana, 186 por las calles General Aranda (hoy Pedrito Rico) para el traslado del Santo por San Francisco, Mola, (hoy O. y Gasset), Generalsimo, (Nueva), Sanjurjo (Francisco Laliga), Independencia y placeta de San Antn. Despus de encendida la tradicio nal hoguera, desde la Plaza del Ayuntamiento, brillante Retreta con participa cin de todas las comparsas con sus correspondientes Bandas de Msica y farola. El dia 21, a las 10 de la maana, Extraordinaria Entrada abriendo marcha los Cristianos y recorriendo el itinerario Carretera de Alicante, Chap, Maura, Nueva, Mola, San Francisco y plaza de Jos Antonio (Ayuntamiento). A las 3 de la tarde Simulacro de Guerrilla desde Chap, por Maura, Generalsimo, Mola y Aranda, hasta esta calle donde estaba instalado el Castillo. Seguidamente Embajada del Moro y simulacro de asalto al castillo. A las 7,30 procesin de San Antonio Abad con todas las comparsas. El tercer da, 22, a las 10 de la maana, Triunfal Entrada con las compar sas moras al frente, por el mismo itinerario del dia anterior, finalizando en la plaza del Ayuntamiento desde donde se dirigiran al templo parroquial para asistir a la Santa Misa en honor a San Antonio Abad. A las 3 de la tarde, Guerrilla y Embajada del Cristiano al Moro que terminaba con la rendicin de stos y entrada del bando Cristiano en la fortaleza. La fiesta terminaba, despus de las tradicionales Danzas en honor a San Antn, con un Castillo de Fuegos Artificiales. En cuanto a las de 1969, Bodas de plata de la fiesta, se celebraron los dias 30 y 31 de mayo y 1 y 2 de junio, de viernes a lunes, habindose aadido un da ms al programa. Al medioda del viernes comenzaban los cohetes y morteretes y, fuera de programa, los trabucazos de los festeros impacientes. A las 9 de la noche se realizaba la Entrada de las Bandas de Msica y la Retreta , con disparo de fuegos artificiales desde Santa Ana, seguido de un cas tillo a cargo de afamado pirotcnico. El sbado, a las 10, se realizaba el traslado del Santo desde su ermita a la igle sia de Santa Ana, despus Misa cantada y Ofrenda de fl ores a la Virgen de la Salud. A las 7 de la tarde, Entrada Mora, por las calles de Chap, Maura, Nueva, Mola y Dahellos, finalizando en Jose Mara Pemn. El domingo, a las 9,45 de la maana, Segunda Entrada abriendo marcha los Moros Marroques y cerrando los Cristianos. A las 8 de la noche, solemne pro 187 cesin de San Antn por las calles de Giles, Mola, Dahellos, Pemn, Cervantes, Jardines, Maura, Nueva, Mola e Iglesia. El lunes, da 2, a las 11. Misa en sufragio de los comparsistas fallecidos, con asistencia de todas las comparsas, y seguidamente traslado del Santo a su Ermita, acompaado de disparos de arcabucera. Por la tarde, a las 5, se celebraba la Guerrilla por las calles Padre Manjn, Virgen Desamparados, Juan de Austria, Avenida Alfonso XIII hasta el Estadio Municipal, donde estaba instalado el Castillo. El acto de las embajadas se produ ca sucesivamente, primero la embajada mora, con rendicin de los cristianos y ocupacin de la plaza, y seguidamente la embajada Cristiana con victoria final de los guerreros de la Cruz. Acto final de la fiesta era el fastuoso desfile de carrozas y animada Bata lla de confetti y serpentina por el circuito formado por la Avenida de Chap y calles Maura, Nueva, Mola y Jardines. El ario 1994, en el que se celebraron las Bodas de Oro de la fiesta, tuvo especial brillantez, con un programa de actos de gran espectacularidad en cuyo desarrollo no slo las cinco comparsas fundadoras, que cumplan sus cincuenta arios, sino todas las dems incorporadas posteriormente a la fiesta, rivalizaron en impresionar al pblico con la magnificencia de sus desfiles y demostracio nes. Excepcionalmente las fiestas de este ao dieron comienzo el 16 de junio, jueves, habindose celebrado las del Corpus el domingo, dia 5. En dicho da, a las 8,30 de la tarde, tuvo lugar la Entrada de las nueve Ban das de Msica, concentrndose en la plaza del Zapatero desde donde marcharon ejecutando alegres pasacalles hasta la Plaza de la Constitucin, ante el Ayunta miento, interpretndose por todas las bandas el pasodoble Idella del maestro Villar, generalmente aceptado como himno de las fiestas. A las 12 de la noche comenz la gran retreta con participacin de todas las comparsas por Juan Carlos I, plaza Sagasta, Jardines, Dahellos, Pemn, Antonino Vera, Padre Manjn y Avenida Chap. A las 2 de la madrugada se dispar un castillo de fuegos artificiales desde los jardines del Vinalop. El viernes, 17, a las 8 de la maana, disparo de cohetes, y a las 11 las com parsas, con sus abanderadas, capitanes y bandas de msica, se dirigieron por las calles Dahellos, Nueva, Coln, plaza Constitucin, Espoz y Mina y Clrigos a la ermita de San Antn. 188 A las 12, la Comparsa de Contrabandistas, sacar la imagen de San Antn de su ermita para su traslado en procesin a la iglesia de Santa Ana, por San Antn, Independencia, Francisco Miga. Nueva, Ortega y Gasset y San Francisco. A las 7 de la tarde, desde la plaza de Castelar, desfile Infantil, por el mismo itinerario que la retreta. Sbado, 18, a las 8, disparo de cohetera. A las 10,30 comienzo del alardo y guerrilla que iniciar el Bando Cristiano, seguido por el Moro por las calles Pemn, Antonino Vera, Padre Manjn, Chap. Maura, Nueva, Coln y plaza de la Constitucin donde se encuentra instalado el castillo. A las 12 del medioda Embajada del Moro al Cristiano, y a continuacin batalla de arcabucera y asalto de la fortaleza por las huestes Moras. A las 6 de la tarde, desde la plaza de Castelar se iniciar la Entrada Cris tiana, que recorrer el mismo itinerario que la Retreta, desfilando en primer lugar las cinco comparsas cristianas, seguidas de las cuatro moras. Domingo, 19. A las 8 de la maana, Gran Diana por todas las comparsas, con sus bandas de msica, por el siguiente recorrido: Constitucin, Coln, Nueva, Maura, Chap, Manjn. Antonino Vera, Pemn, Dahellos. Jardines, Sagasta y Juan Carlos I, finalizando delante del Mercado Central. A las 11, desde la plaza de Castelar, Desfile Ofrenda por Juan Carlos I, Sagasta, Jardines, Ortega y Gasset, Nueva, Coln e Iglesia hasta el templo de Santa Ana. Ya en el citado templo se efectuar la Ofrenda floral a la Virgen de la Salud. Patrona de la ciudad, por las comparsas y, a continuacin, Santa Misa cantada en honor de San Antn, con la participacin del Coro de la Mayordoma de San Blas, de Sax. Finalizada la Misa, disparo de una estruendosa masclet. A las 6 de la tarde, por el mismo itinerario que la Entrada Cristiana, majes tuosa Entrada Mora, desfilando en primer lugar las comparsas moras y tras ellas las cristianas. Lunes, 20, a las 8, disparo de cohetes. A las 10,30 el Bando moro inicia su guerrilla disparando sus arcabuces, seguido por el bando cristiano por el mismo itinerario del sbado, iniciado en Pemn y terminando en la plaza de la Constitu cin, donde tendr lugar la Embajada Cristiana, seguida de la batalla de arcabu cera y conquista del castillo por el Bando Cristiano. A las 8,30 de la tarde saldr de la iglesia de Santa Ana la procesin -traslado de la imagen de San Antn por las calles San Francisco, Pedrito Rico, Antonino 189 El barco de la Comparsa de PIRATAS (Foto CARLSON) Vera, Pemn, Dahellos, Ortega y Gasset, Nueva, Coln y Plaza de la Constitucin, finalizando aqu la procesin e inicindose el traslado hacia la ermita de San Antn donde quedar depositado el Santo, dando fin as a las fiestas del Ario del Cincuentenario. Las circunstancias de la primera fiesta -1945-, desarrolladas en enero, y enlazadas con las tradicionales fiestas de San Antn, con su hoguera, danzas del pas ,cucaas y dems actos propios de esta centenaria fiesta, no pueden ser com paradas con las dos siguientes, con 25 arios de distancia entre ellas. En estas lti mas s se aprecian diferencias, primero en los das de celebracin que pasan de 190 cuatro a cinco, y despus en el abandono de las calles tradicionales, como Nueva, Maura, Mola, etc. para los grandes desfiles, sustitudas por otras ms modernas, largas y anchas que permiten mayor lucimiento y la instalacin de las tribunas y filas de asientos sin excesivas molestias para la poblacin. El castillo tambin ha pasado desde el cruce de Pedrito Rico con Cid de 1945 y Estadio Municipal de Deportes de 1969, a un asentamiento ms digno e importante como es la propia plaza de la Constitucin, frente al Ayuntamiento. Y en cuanto a la participacin, si el nmero de comparsas es el ya estabilizado de nueve --cinco de cristianos y cuatro de moros-- el nmero de comparsistas en las mismas se ha incrementado grandemente, habiendo sido preciso hacer separadamente un vistoso desfile infantil para que el gran desfile de las comparsas no fuera interminable y durase ms horas de las de posible resistencia del pblico. El obligado colofn con el que terminaba la relacin de actos en el pro grama con la frase ...finalizando con este acto las fiestas del presente ario. no era exactamente cierto, puesto que la fiesta --ya no oficial-- segua por las calles, con grupos de comparsistas aislados y mezclados de unas y otras comparsas desfilando a su antojo, portando tambores y algn que otro instrumento ms o menos musi cal con el que hacer ruido hasta casi el amanecer del da siguiente, Tambin los cuartelillos, inseparables ya de los festeros con sus ventajas y sus inconvenientes, seguan en la plenitud de la juerga y el gritero musical. Y an haba ms, otro nmero fuera de programa y absolutamente repu diado. no solo por la Junta Central sino por todos los comparsistas menos por los jvenes inventores de la insensata toma del castillo de Petrel. Reunindose numerosos jvenes en discotecas, a las puertas de stas o en los pubs o bares, iniciaban la marcha sobre Petrel animndose con gritos, cn ticos y otros ruidos, hasta tropezar en la Avenida de Madrid con la fuerza pblica, apostada all para evitar las alteraciones previsibles del rden pblico, ya que en el trmino petrerense tambin haba gentes dispuestas a recibir la invasin y rechazarla con medios contundentes. Afortunadamente, la intervencin de las policas local y nacional evit en las ocasiones en que fue necesario que la cosa fuera a ms, aun a costa de algn coscorrn, carreras y alguna noche en el calabozo para los ms exaltados. Era ste un nmero de fiesta espreo y de consecuencias potencialmente peligrosas que enturbi la alegra y orden del final de las fiestas eldenses hasta que la cada vez mas severa intervencin de la fuerza pblica y la misma insensatez del empeo hizo desistir a los levantiscos inventores y seguidores de la intempestiva toma de Petrel. Este episodio comenzara por mediados de los ochenta, pues en 1989 ya se escriba en la prensa que se produca desde haca algunos aos. En 1990, una habitual columna de Coplero en Valle de Elda se encabezaba con el pareado 191 Bastonazos a granel - en la torna de Petrel (41), yen 1991, este mismo semana rio daba cuenta de la intervencin de Andres Moreno Amat, embajador moro muchos aos, que al amontonarse la muchachada para la toma de Petrel, se diri gi a ellos desde lo alto de un coche aparcado, recriminando su actitud y consi guiendo que la multitud desistiera de su propsito. (42). El siguiente ao las incitaciones de algunos pertinaces cayeron en el vaco y as acab el lamentable episodio de la toma de Petrel. PRESIDENTES Y EMBAJADORES.- A lo largo de las pginas que en este trabajo hemos dedicado a la Fiesta de Moros y Cristianos se han ido anotando los nombres de las personas que ms han destacado por su amor y entusiasmo hacia ella y sus elevados mritos contraidos por su contribucin al engrandeci miento y prestigio de la fiesta desde los diferentes puestos que sta ofrece, sea corno fundadores de comparsas, como directivos, como entusiastas colaboradores e incluso como destacados exponentes del annimo festero de fila por su desta cada actuacin al frente de alguna de ellas. Necesariamente, el nmero de nombres que figuran en estas pginas es reducido, dado el amplsimo censo de los comparsistas relevantes, pero ello es necesario para no convertir este trabajo en un extenssimo nomenclator festero, y ms teniendo la posibilidad los interesados de encontrar ms amplias referencias nominales en las excelentes revistas que la Junta Central edita todos los aos en exaltacin de las fiestas y de quienes las organizan y celebran. Pero entre este copioso aluvin de nombres festeros hay unos cuantos que hasta ahora no han aparecido y que tienen suficiente mrito para ser destacados por su importante papel en la Fiesta, y stos son los presidentes de la Junta Cen tral de Comparsas, responsables, junto con su equipo de colaboradores, de que cada ao sean las fiestas un xito, as corno los Embajadores Moro y Cristiano, que tienen a su cargo la tarea de llenar los aires con las vibrantes estrofas de sus emba jadas, poniendo todo su bien hacer declamatorio en las imprecaciones, en los des denes hacia el contrario y en la pica arenga a los suyos exhortndoles a empuar las armas y lanzarse al combate por el triunfo de su Bando. La nmina de los primeros se inicia en 1945 con el nombre de Rafael Tor tosa Domenech, que firmaba el programita de fiestas, junto con el alcalde y el cura prroco, en nombre de la Comisin, como lo hizo igualmente en 1946, Manuel Tamayo. A ste siguen, ya como Presidentes de la Junta Central, Jos Vera Milln (1947-48), Juan Mira Monz (1949), Julio Beneit Navarro (1950-51), Rafael Garca Gmez (1952), Pedro Prez Juan (1953), Pedro Daz Burruezo (1954), Manuel Esteve Puche (1955-56), Miguel Cams Lpez (1957-59), Roque Calpena Gimnez (1960), Miguel Conejero Prez (1961), nuevamente Miguel Cams Lpez (1962 63), Jos Mara Sirvent Martnez (1964), Antonio Tamayo Maestre (1965-1970), 192 Jenaro Vera Navarro (1971-1990) (El ms largo perodo de presidencia, truncada por grave enfermedad, todo lo cual le vali ser nombrado merecidamente Presi dente de Honor); Juan Martnez Calvo (1991-94) y Jos Blanes Peinado (1995 hasta la actualidad). Desde 1991 se acord que el mandato presidencial durase tres arios, al finalizar los cuales se celebraran elecciones para elegir (o reelegir) por votacon de los comparsistas al nuevo presidente, de entre los candidatos al cargo. Uno de los mayores aciertos de la Junta Central desde que se cre fue el de acometer sin dilacin la construccin de una nueva ermita en honor a San Antn, para subsanar la carencia de esta capilla propia para el Santo anacoreta, llevado de all para ac desde la demolicin por ruinosa de la antigua ermita situada en la plaza de su nombre, efectuada dicha demolicin en la segunda dcada del pasado siglo XX. La imagen pas a la capilla del antiguo cementerio de la carretera de Petrer y al ser tambin demolida sta, a la iglesia de Santa Ana, siendo destruda junto con las dems imgenes y el mismo templo durante la guerra civil. El presidente Julio Beneit Navarro tuvo la satisfaccin de efectuar la inau guracin de esta ermita de nueva planta, edificada en slo cuatro meses sobre terrenos cedidos altrustamente por doa Prxedes Beltrn Olcina, y cuyo tras paso de la propiedad de los terrenos de esta seora a la Junta Central, y de sta, junto con la de la nueva ermita, a la Iglesia, fue efectuado en una solemne cere monia de bendicin e inauguracin de la misma, celebrada por el prroco de Santa Ana, don Jos Mara Amat Martnez, junto con el alcalde, Jos Martnez Gonzlez, y el presidente de la Junta, seor Beneit Navarro, el domingo 28 de mayo de 1950, por la noche, ante unas seis mil personas v las comparsas unifor madas participando en el acto y disparando sus arcabuces a la entrada del Santo en su ermita.. Desde entonces, la ermita, decorada artsticamente, ha sido el centro reli gioso de la fiesta de Moros y Cristianos de Elda, tanto en las grandes fechas de junio como en las de la Media Fiesta, celebrada siempre en el da de la festividad de su Santo Patrono San Antn. Desde 1991. la Junta Central tiene como sede, por cesin municipal, un excelente y amplio edificio llamado El alminar, un nombre muy adecuado a sus funciones, con el cual ya era conocido el edificio antes de este nuevo destino.(43) En cuanto a los Embajadores, no son muchos los hombres --la Fiesta no conoce Embajadoras-- que han llevado a cabo esta prestigiosa tarea, pues no son muchos quienes poseen las adecuadas condiciones escnicas para la representa cin de este episodio. Comenzando por quienes se iniciaron en la primera actuacin de enero de 1945, fueron Jess Navarro Helln, por el Bando Cristiano. y Francisco Helln 193 Almodvar por el Moro. El primero continu ejerciendo este cargo hasta 1953, volviendo a desempearlo en 1958, con un total de 10 arios de embajador.Quince arios, de 1945 a 1957 y 1959-60 lo desempe el seor Helln Almodvar, pero estas dilatadas actuaciones fueron superadas, --en aos de ejercicio-- por Francisco Ortega Ibez (el popular Paquito Ortega) por el Bando Cristiano, actuando ste desde 1961 hasta 1979,0 sea 19 aos, y por Anto nio Femenia Agust por el Bando Moro desde 1959 hasta 1978, con veinte aos de declamar el Alah te guarde, cristiano...! Tambin fueron embajadores Cristianos Jos Verd Prez (1954-55), Jos Albert Graci (1956), Juan Deltell Jover, de 1979 a 1988, y Carlos Amo Sirvent (desde 1989 y contina en el ao 2000). Por el Bando Moro lo fueron, adems de los citados, Isabelo de Toledo en 1958, Miguel Barcala Vizcano, desde 1980 a 1989; Andrs Moreno Amat de 1990 a 1994 y finalmente Jorge Bellod Lpez desde el 1996 hasta el ario actual 2000. Y con esta mencin damos fin al dilatado captulo dedicado a la fiesta de Moros y Cristianos en Elda, cuya extensin creo justificada, tanto por su largo his torial en los siglos XIX y XX aunque con interrupciones, como por ser la segunda fiesta de Elda despus de las patronales de septiembre, pero tal vez la primera - como hemos dicho ms arriba --atendiendo a la masiva participscin popular a todos los niveles y la intensa actividad con que anima la vida local durante todo el ario, en un perodo henchido de vistosos actos realizados de primavera a primavera. NOTAS: 1. Almanaque de La Ilustracin Espaola y Americana, para 1880.- Madrid 1879. 2. Id. id. 3. Bernardo Herrero Ochoa.- Castelar, su infancia y su ltimo ario de vida,- Madrid, 1914, 4. Diario El Graduador. Crnica del corresponsal de Elda. Alicante, 23 de enero de 1877. 5. Juan Bautista Garca Botella, natural de Alcoy, director de la Banda de Msica de Elda de 1852 a 1879, 6. Las fiestas de Moros y Cristianos que Elda celebraba en el siglo pasado ; Revista Moros y Cristianos, Elda, 1969.- Elda, 1877, Fiesta de Moros y Cristianos, Sema nario Valle de Elda, n. 196,28-7-60. 7. Diario El Graduador. Alicante, 23-1-1877. 8. B. Herrero Ochoa.- Historia de Sax.- La villa de Sax. Estudio histrico acerca de la misma y Nuevas Embajadas.- Sax, 1964.-pg. 144. 9. Moros y Cristianos de antao,. Dahellos, n. 4.- Junio, 1960. 10. Jover Gonzlez de la Horteta: La fiesta de San Antn, Rey. Moros y Cristianos. Elda, 1976. 194 11. Jover Gonzlez de la Horteta: Retazos mostrencos.- Valle de Elda, n. 1721.- 1-6 1990. 12. Id. id. 13. Dos banderas y una fecha.- Valle de Elda, n. 93,7 Junio 1958. 14. Una joya de la literatura eldense. La Embajada del Cristiano, del poeta eldense Fran cisco Laliga.-Revista Moros y Cristianos, Elda 1967. 15. Lo que se ignora de nuestras fiestas (Artculo sin firma en la revista Alcoy. Fiestas de San Jorge, 1953). 16. El sueo de la Mora, en Rico y Amat y la Embajada de Moros y Cristianos, por Alberto Navarro.- Rey. Moros y Cristianos. Elda, 1956. 17. Juan Rico y Amat y las Embajadas alcoyanas, por Salvador Domenech Llorens.-Rev. Moros y Cristianos, Elda, 1980. 18. Lamben Amat y Sempere.- Biografa de Juan Rico y Amat en Elda . Tomo II, pg. 403 y ss. (Edicin facsimil. Elda, 1983) 19. Manuscrito original de la coleccin Francisco Laliga. Vida y obra, t. VIII, pg. 21, recopi lada por Alberto Navarro.- (Publicada esta Embajada en Moros y Cristianos, Elda 1967). 20. Embajadas de Moros y Cristianos ; Junta Central de Comparsas. Elda, 1996. 21. !Ah, del Moro! , por Vicente Coronel,- Rey. Moros y Cristianos 1949. 22. 1945-65. Veinte aos de Moros y Cristianos.- Valle de Elda, n. 458,5 junio 1965. 23. Dolorosa e irreparable prdida, por la Comparsa de Cristianos.- Rey. Moros y Cris tianos, Elda, 1948 . 24. Alberto Navarro: Cmo naci la fiesta. La heroica salida de enero de 1944.- Rey. Moros y Cristianos, Elda, 1969.(Aunquese indica 1944, corresponde a la salida de enero de 1943) 25. Vicente Valero Bellot.- Hombres y nombres olvidados.- Rey. Moros y Cristianos Elda, 1982. 26. Ao 1944. Grandes fiestas en la ciudad de Elda en honor de sus Excelsos Patronos Ssmo. Cristo del Buen Suceso y Ssma. Virgen de la Salud durante los das 6 al 20 de sep tiembre de 1944 27. En dicha revista figura la fotografa de las cinco abanderadas de 1945, con sus trajes fes teros correspondientes, pero sin nombres, y en la revista oficial de 1969 se dan los nom bres de las abanderadas de los 25 aos de fiesta, aunque sin orden cronolgico. 28. Aunque este nombre no figura en la relacin de abanderadas de la Comparsa de Rea listas, publicada en la citada revista oficial de 1969, s lo est en la editada por la com parsa con motivo del 50 aniversario 1944-1994. 29. Elda. Moros y Cristianos. Bodas de Plata, 1944-1969. 30. 1945-1965. Veinte aos de Moros y Cristianos.- Valle de Elda, n. 458, 5 -junio -1965. 31. Antonio Juan Muoz: La Comparsa de Moros Realistas, la ms negrera.- Revista Comparsa Moros Realistas, 1995. 32. Quiero hacer constar mi agradecimiento a este veterano festero, muchos arios apartado de las fiestas cuando le hice estas preguntas, y ya fallecido, por su atencin al facilitarme estos datos de la desaparecida Comparsa, datos que nunca haban sido publicados ante riormente. 33. En la revista de Fiestas 1947 se indica como abanderada a Paquita Coloma, pero la foto grafa de la abanderada de los Navarros en 1947, publicada en la revista oficial de 1948 da la evidencia de haber sido Carmen Vidal. 34. As se cita en la revista de 1947, aunque en otra relacin se indica a Jos Mart. 195 35. Tradicional fiesta de Moros y Cristianos. Comparsa de Moros Musulmanes. Bodas de Plata 1947-1972 ,- Artculo Los pioneros. 36. Juan Deltell Jover y Elisa Antn Martnez: Elda: Historia de los Moros y Cristianos. Alicante. Informacin, 1994, pgs.102 y 103. 37. Revista Moros y Cristianos. Elda, 1973. La comparsa de Zngaros cumple 25 aos, por El ms viejo de la tribu. 38. 1945-65. Veinte aos de Moros y Cristianos, Valle de Elda, n. 458, 5 junio 1965. 39. 1976-1986. 10 0 aniversario de Huestes del Cad. Elda, Artculo Haciendo historia, por Jos M. Amat Amer. 40. Vase: La cabeza de Mahoma, por M. N. A. - Valle de Elda, n. 614, 2 -VI -68, y Mahoma en la revista Comparsa de Moros Musulmanes. Bodas de Plata 1947-72. 41. Coplas del Valle,- Valle de Elda, nm. 1722.- 8 -VI -1990. 42. Afortunadamente no hubo este ario toma de Petrel.- Valle de Elda, nm. 1771,. 14 -VI -1991. 43. Juan Deltell y Elisa Antn; Ob. cit. pg. 149. 196 :. / : : *: SOLEMNES CULTOS QUE LA ASOCIALION del APOSTOIADO de la ORACION DEDICA AL SACRATISIMO GOIT[ZI1 leS Durante el mes de Junio, en la Parroquia de Santa Ana, de Elda AO 1962 Se suplica una limosna para la Fiesta *. . Portada del programita anunciador de la fiesta del Corazn de Jess de Junio de 1962. 18* LA FIESTA DEL SAGRADO CORAZN (Mediados de Junio) En una fecha variable dentro del mes de junio, se celebraba en Elda la fes tividad del Sagrado Corazn de Jess con acento primordialmente religioso, ya que todos los actos, a excepcin de la solemne procesin pblica por las calles de la ciudad, que tena lugar hace ya bastante tiempo, transcurran dentro del templo de Santa Ana, con gran participacin de fieles. Es de suponer que esta fiesta sera celebrada anualmente por la Iglesia desde la constitucin de la misma en Elda, pero de ello no tenemos constancia alguna y slo de una fundacin piadosa instituyendo una fiesta anual del Sagrado Corazn, por disposicin testamentaria efectuada en 27 de octubre de 1884 por el sacerdote eldense don Manuel Ferrando Amat y sus hermanas doa Isabel y doa Dolores, que ordenaban a sus albaceas 197 dispusiesen de sus bienes el capital necesario para comprar papel del Estado e ingresarlo en el Acervo Po Diocesano y con sus rentas celebrar una fiesta anual en honor a los Sagrados Corazones de Jess y Mara consistente en Misa cantada y sermn y si sobrase algo para una Misa rezada... (1) La carencia de fuentes documentales nos impide saber en qu forma se desa rrollaba esta fiesta, pero s conocemos que unos treinta aos despus, en 1915, se cele braba una procesin, seguramente como culminacin o parte de los actos litrgicos en la forma como en los ltimos aos se ha venido celebrando y que ms adelante detallaremos. La referencia a esta procesin est contenida en unos versos firmados por un casi annimo Romancero en un peridico local (2) y que comienzan as: ROMANCES DE LA SEMANA El domingo por la tarde y en solemne procesin por nuestras cntricas calles a una imagen se sac; una escultura bien hecha del Sagrado Corazn. De seguro que no aciertas, qtteridsinto lector, lo que el domingo pasado llamara ms la atencin. Las andas del Santo Sigue. La sagrada imagen No. Los acordes de la banda El ligero chaparrn por cuya causa la gente pronto se disemin... Los sencillos octoslabos precedentes dan testimonio de que en 1915 se celebraba procesin portando la imagen (escultura bien hecha, segn El roman cero) del Sagrado Corazn, acompaada por la Banda de Msica, lo que equi vale a confirmar la celebracin, del resto de los actos que habitualmente acompa aba a esta fiesta. En 1929 tambin tenemos noticia de cmo se celebraba esta fiesta por la nota publicada en el semanario della que copiamos seguidamente: La Asociacin del Sagrado Corazn de Jess ha organizado el tradicional triduo para los das 7,8 y 9 del corriente, que se celebra rn en la iglesia parroquial. Durante los tres das ocupar la ctedra D.Antonio Hidalgo Mateo, Cannigo Chantre de la catedral de Tara zona, y el da 9, domingo por la tarde, se sacar en procesin a la ima gen, siendo anwnizada por la Banda Santa Cecilia.(3) 198 Es indudable que seguira celebrndose la fiesta por lo menos hasta 1930, ya que las alteraciones antirreligiosas que hubo en toda la nacin desde 1931 coar taron fuertemente las manifestaciones religiosas externas, situacin incrementada drsticamente en los arios de guerra. En 1939, con la exaltacin de los valores de la Iglesia gravitando fuerte mente en la vida pblica, se produjo la restauracin de la fiesta del Sagrado Cora zn, con mayor participacin de fieles que nunca a los actos programados. Supo niendo que estos eran los mismos que en 1948, de cuyo ario poseemos el programa anunciador de dichos actos, su desarrollo sera el siguiente: El da declarado como festividad del Sagrado Corazn de Jess se iniciaba con una Misa de Comunin General interpretndose escogidos motetes. Al da siguiente daba comienzo el solemne Novenario y todas las tardes a las 7,30 haba Exposicin de S.D.M., Estacin, Santo Rosario, Ejercicio de la Novena, Bendicin y Reserva, terminando con el Himno del Sagrado Corazn. Los jueves y domin gos, a las 7,30 de la tarde, Hora Santa, con exposicin de S.D.M., trisagio y a con tinuacin las meditaciones propias de la Hora, terminando con la bendicin de Jess Sacramentado. El ltimo da de la Novena sala a las 9 de la noche la procesin con la ima gen del Sagrado Corazn, recorriendo las calles de costumbre, que eran las mis mas que en las Fiestas Mayores. (4) La Asociacin del Apostolado de la Oracin, organizadora de la fiesta, haca un llamamiento a los vecinos de las calles por donde pasaba la procesin, para que engalanaran sus balcones con banderas y colgaduras con el emblema del Sagrado Corazn, cosa que se haca profusamente, dando un gran aspecto festivo a las calles. As sigui celebrndose durante muchos aos, siendo apenas la nica varia cin su fecha, ya que unas veces era en los primeros das, otros a finales de mes y algunos por enmedio, pero siempre dentro del mes de junio, excepto en 1962 en que el ltimo dia del Novenario cay en el da primero de julio, verificndose la procesin en este mismo da. La festividad de 1962, celebrada del 19 al 27 de junio, tuvo una variacin respecto a las anteriores muy significativa en cuanto a su trascendencia fuera de los mbitos del templo. El desfile procesional que cerraba los actos dej de reali zarse por las calles de costumbre convirtindose en claustral, sto es, solamente se desarroll dentro de los muros de la iglesia de Santa Ana. Unos cuantos arios despus, en fechas que no podemos fijar, dej de cele brarse esta festividad del Sagrado Corazn de Jess con acto alguno, ni siquiera en la liturgia habitual de la iglesia de Santa Ana, y cuando el ario 1986 se inaugur 199 el Museo de la arciprestal iglesia de Santa Ana, la imagen del Sagrado Corazn que tantos aos haba presidido la tradicional procesin y los actos devotos orga nizados en su honor, pas a formar parte de dicho Museo. Como curiosidad nicamente, sin concederle mayor importancia, resulta interesante constatar el hecho de que en 1939, con el cambio de nombres impuesto a la mayora de calles de la poblacin, la plaza de Castelar pas a deno minarse del Sagrado Corazn de Jess, nombre que conserv oficialmemte --pues a nivel popular siempre continu siendo la plaza de Castelar-- hasta 1975 en que se le restituy su nombre natural, el del eminente tribuno cuya figura en bronce preside el jardn, pasando a designar con el ttulo de Plaza del Sagrado Corazn a la entonces conocida como Plaza de la R.N.S. (Revolucin Nacional Sindicalista). NOTAS: 1. Notas sobre Fundaciones piadosas de la Parroquia de Santa Ana de Elda. 2. Semanario El reformista. nm. 14.- Elda, 20 -VI -1915. 3. Semanario Idella, n. 167, del sbado 1 de junio de 1929. 4. Esta escultura de 1915 y 1929 sera indudablemente destruida durante la guerra, adqui rindose otra posteriormente para las celebraciones hasta 1952, ao en el que una maravillosa imagen del Sagrado Corazn de Jess, de aproximadamente 1,80 metros de altura -- fue remitida annimamente al Cura de Santa Ana, don Jos Mara Amat Mar tnez, el 10 de marzo de 1952, segn crnica de Vicente Valero en Radio Elche , emi tida en dicho da. 200 19 * 24 DE JUNIO HOGUERAS DE SAN JUAN La costumbre de encender hogueras en la noche de San Juan no es priva tiva de ningn pueblo determinado sino que, aunque su iniciacin y su significado se esconde en la noche de los tiempos, se tienen testimonios histricos y literarios de la celebracin de dicha fiesta en numerosos paises. Como en tantos otros lugares, y sin que sea posible precisar fecha alguna, en Elda existi --y se ha conservado entre nosotros de forma popular, sin pro grama ni institucionalizacin alguna, sino con afioracin espontnea-- la costum bre de encender hogueras en la noche de San Juan, aportando los vecinos enseres o materiales construidos principalmente en madera, cartn, fibras y otros compo nentes de fcil combustin, en torno a cuyo fuego se reunan los vecinos y, en oca siones y tiempos, se bailaban las danzas del pas o competan los jvenes saltando gilmente sobre las llamas. En este terreno, y refirindonos a nuestra poblacin, como siempre que tenemos que ahondar en el pasado para intentar hallar el origen de nuestras cos tumbres seculares, tropezamos con la casi absoluta carencia de testimonios escri tos, y solamente podemos basarnos en las mnimas alusiones que podemos encon trar en algn que otro peridico de finales del pasado siglo o primeros de ste, como ocurre cuando intentamos determinar cmo se realizaban en Elda estas populares fiestas. Y en este caso la investigacion fracasa, pues carecemos de dato alguno anterior al ario 1929, en el que por levantar los vecinos de la calle del Trin quete un modesto monumento con figuras a modo de falla valenciana u hoguera alicantina, comenzaron poco a poco las hogueras de San Juan a hacerse un hueco en el denso calendario festivo local. Los peridicos locales anteriores a la citada fecha de 1949 no mencionan las hogueras de la noche de San Juan -excepto las tradicionales de San Antn-- y solamente se refieren a la costumbre eldense de correr las brevas en la noche de San Juan. El publicista alicantino Vicente Fillol, en su obra Elda hace cien arios. 1884, hace alusin a la tradicin sanjuanera en Elda exponindola en la breve forma siguiente: 201 Luego vendra el solsticio de verano, en la noche de San Juan, como accin de gracias por la crecida cosecha. Por la noche el pueblo se llenaba de hogueras y la gente bailaba y se diverta alrededor de ellas. (1) Creo que no est basada esta referencia en testimonios escritos sino en la tradicin oral recogida de su familia eldense, igual a la que existe en casi todos los hogares de familias con antiguas raices en el valle. nicamente basndonos en esta tradicin oral de una manifestacin popular de culto al fuego en la noche de San Juan, cuyas raices se pierden en el tiempo y continan en nuestros das, escrib para la publicacin alicantina As (2) el artculo titulado Costumbres y tradiciones en la noche de San Juan eldense, en el que despus de hacer constar el carcter no oficial de esta fiesta popular y su no identificacin con las fiestas del fuego de las fallas valencianas en San Jos, las hogueras alicantinas en San Juan o las que cele braba Elda en San Pedro, expona diversos aspectos de esta costumbre popular. Las hogueras de San Juan en Elda, anteriores a las llamadas fallas, eran simples, elementales, como tal vez se hacan en los oscuros arios medievales. Eran primitivas fogatas alimentadas por montones de lea, hojarasca, maderos, muebles de desecho y cuanto material combustible heterogneo aportaban los vecinos, tachonando la oscuridad de la noche sanjuanera con los puntos luminosos de las hogueras encendidas en diferentes lugares del pueblo, Los vecinos formaban corros alrededor de la hoguera, viendo alborozados como se levantaban las llamas deshacindose en minadas de chispas que juguete aban sobre las lenguas de fuego. Como en la tambin tradicional hoguera de San Antn, puede que se pro dujera en torno o junto a la hoguera la danza popular, con los arcaicos pasos de baile aprendidos de los mayores y al son de cualquier instrumento de cuerda o viento: la guitarra, bandurria o incluso la clsica chirima, la charamita de los eldenses. Tampoco faltaria el atrevimiento de los jvenes al cruzar en rpido salto el fuego de las hogueras con las llamas menos altas. As se celebraban las fiestas de San Juan en Elda y as se seguan cele brando hasta no hace mucho, aunque en forma desorganizada y espontnea y generalmente no en la poblacin, demasiado pobladas sus calles de vehculos, sino en las numerosas casas de campo diseminadas en su trmino, haciendo brotar en la noche de San Juan el rojo resplandor de la hoguera con que los moradores del valle reconstruyen el perdido eslabn que los enlaza con la ancestral costumbre de los fuegos de la mtica noche de San Juan. .. . 1 . . De este hbito de hacer surgir el fuego como elemento ldico en una fecha determinada, se pas insensiblemente a una fiesta en Elda que estaba cla ramente influda por la tradicin levantina de las fallas valencianas o las hogue 202 ras alicantinas, y con las cuales difcilmente los puristas encontraran diferencia alguna. Parece que la primera pretensin fallera, la de levantar un modesto monu mento con figuras que despus sera entregado a las llamas en la noche sanjuanera, comenz en Elda en 1929. --un ao despus del inicio en Alicante de las Hogueras de San Juan-- pero de ello haremos referencia en el siguiente captulo, ms cen trad() en el tema de las fallas eldenses, y necesario por su mayor extensin, debida al fuerte arraigo que esta fiesta ha adquirido en determinados barrios de la ciudad. Ahora slo nos referimos a lo que podramos denominar prehistoria de las fallas eldenses, aludiendo a las que se plantaron en los aos treinta, que se quemaban en la noche de San Juan o de San Pedro y que poco a poco volvieron, casi quince aos ms tarde, de forma espontnea y sin organizacin festera alguna hasta la consti tucin de la Junta Central Fallera, en 1959, que desde entonces ha llevado el timn de la fiesta entonces situada bajo el patrocinio de San Pedro Apstol. Pero hubo un perodo inicial, entre 1949 y 1952, en que estas fallas se cele braron coincidiendo con las de Alicante y realizndose el acto festero ms espec tacular, o sea la quema de los monumentos, en la noche de San Juan. El trnsito desde la hoguera elemental, alimentada con un montn de inser vibles cachivaches, maderos y lea amontonados para tal fin hasta la construccin con mayor o menor arte y gracia, generalmente con poca, por lo precario de los materiales utilizados, de una especie de falla con monigotes de papel de estraza apretado y encolado formando el mueco al que se le ponan ropas viejas para darle alguna forma humana, fue lento y sin continuidad en el tiempo, excepto en el barrio del Trinquete, entonces llamado del General Saliquet. en el que en 1949, por primera vez desde 1936, se plant una modesta falla, la primera de esta nueva poca. No era gran cosa, pero al ao siguiente se le uni otra en la calle de San Blas, tambien que mada el 24 de junio y construida por jvenes menores de 18 aos. Este inters por las fallas haca que el corresponsal en Elda de Radio Elche encabezara su crnica con la pregunta: Resurgir en Elda el espritu artstico de sus vecinos (3) En 1950 y los dos aos siguientes hubo tambin fallas, con la quema en la noche de San Juan para seguir la tradicional costumbre de nuestra regin en la festividad de San Juan (4), como saludaba el redactor de Informacin , Monje, en su columna Ayer en... de 1 de julio de 1952, (4) excitando el entusiasmo de los eldenses hacia esta fiesta, y dando cuenta de que a la ya tradicional del Trin quete (o Gral. Saliquet) se le haba unido otra en General Monasterio (hoy Pablo Iglesias). Pero en 1953 ya queriendo darle mayor importancia al creciente movi miento fallero promovido en diferentes barrios eldenses y para evitar la coinci dencia de la quema de las fallas eldenses con el momento culminante de las Hogueras alicantinas en la noche de San Juan, se retom el antiguo patronazgo 203 de San Pedro, el 29 de junio, como se haba hecho desde 1934 a 1936, (5) conti nuando as hasta que un nuevo golpe de timn de sus dirigentes las llev hasta septiembre, amparndose en las subvenciones municipales para fiestas, y pocos arios despus a sustituir al Santo Apstol por los patronos de los zapateros, San Crispn y San Crispiniano, como patronos de la fiesta del fuego. Hasta no hace muchos arios exista una curiosa costumbre entre los jvenes eldenses, ms especialmente entre las jvenes por aquello de tener sus ms ntimas y queridas ilusiones en conocer su futuro matrimonial, siempre soado entre nubes de color rosado. Esta costumbre era ms propia de los tiempos en que las noches eran largas y la falta de atracciones fuera de las casas unida a la carencia de los medios hogareos de esparcimiento de que hoy se dispone --radio, televisin, tocadiscos, etc. -haca que los jvenes y personas mayores efectuaran reuniones sociales en las que se merendaba o cenaba, se contaban chistes, se planteaban adivinanzas o pasatiem pos, se recitaban poesas, se charlaba y quienes tenian habilidades artsticas interpre taban msica o cantaban y todos se lo pasaban muy bien y contentos, naciendo muchas veces de estas reuniones noviazgos que regularmente acababan en la vicara. En estas reuniones, as como en otras ms modestas pero no menos diver tidas, debi practicarse al llegar la noche de San Juan, desde siempre rodeada de un hlito sobrenatural y mgico, una costumbre o juego que todava no hace muchos arios an exista en Elda en esta noche, aunque actualmente creo que ha desaparecido totalmente Esta costumbre a que me refiero consista en el juego a que se dedicaban grupos de jovencitas o de muchachos y muchachas, reunidos en la casa de algunos de ellos o, ms generalmente, de ellas. Se recortaban varios papelitos, en cada uno de los cuales se escriba el nom bre del joven preferido --si eran muchachas las que realizaban el encantamiento - o el de todos los presentes si el grupo estaba formado por chicos y chicas.Despus de doblados varias veces se arrojaban los papelitos a un barreo lleno de agua, los que eran extraidos al azar por los participantes entre risas y chicoleos, fluctuando entre el escepticismo, la ilusin y la creencia en el infujo de lo sobrenatural. El nombre que apareca en el papelito extraido al azar era el que le estaba destinado a la jovencita que le haba tocado en suerte. En el caso de grupo, se saca ban dos papelitos de dos colores distintos y el emparejamiento de nombres era motivo de bromas y coqueteos, y no era rara la ocasin en que una u otra forma del juego se haca esplendorosa realidad a los sones solemnes de la marcha nupcial. Un testimonio de este ingenuo ritual, que nos ha sido confirmado oral mente por personas de mucha edad, es el comentario de Maese Juan en el sema nario Idella de 1926, en el que se deca: 204 La noche de San Juan. Noche de leyenda. Esta noche, la juven tud lee su porvenir en unos papelitos extrados al azar de un barreo. Cada cruzamiento de nombres es recibido con grandes explosiones de risas. Ha habido veces que los papelitos han llevado a los titulares hasta las gradas del altar... (6) Tambin esta costumbre la reflej en el ya citado articulo Costumbres y tradiciones de la noche de San Juan (7) y en la que, adems, aportaba otra tradi cin tambin recogida por transmisin oral de personas de avanzada edad. Esta otra prctica tena la misma finalidad de conocer el nombre del caballero azul que llevara al altar a la joven que as consultaba a los pode res ocultos. Tambin en la noche milagrera de San Juan, la doncella colocaba debajo de su cama un alcacil o cabezuela de la alcachofa, y al acostarse pensaba intensamente en los muchachos que le gustaban, y sobre todo en el que llenaba sus ilusiones y preferencias. Si al despertarse por la maana el alcacil tena sus hojas abiertas, el augurio era favorable a sus esperanzas y poda albergar la ilu sin de que su romance terminara en boda. Pero si las hojas permanecan cerra das el vaticinio era negativo y debera perder toda esperanza de casamiento con el elegido. No es de creer que las actuales costumbres, mucho ms libres, desenvueltas y desinhibidas que existen en el trato de la juventud de hoy, permitan el aflora miento de estas ingenuas e inofensivas prcticas, que consideramos por ello total mente desaparecidas, por lo menos en nuestra poblacin. Como tambin lo est la pintoresca, desenfadada y festiva costumbre que nuestros mayores denominaban a correr las brevas y que tuvo gran auge hasta no hace muchos arios, celebrndose tambin en la tan sealada noche de San Juan. Grupos bulliciosos de jvenes, sin ms coordinacin entre ellos que la de cumplir por encima de todo la no escrita consigna de ir a correr las brevas, se diseminaban por las extensas huertas del valle, recorriendo las higueras y despo jndolas del sabroso fruto, no importndoles mucho su grado de sazn, pues como deca Maese Juan (8) ...las brevas estn verdes, pero hay quien las considera maduras..., y Graciano Soria en sus Idelladas ...: ...y aunque estn verdes, ni una pomposa dejan.... (9) Tenemos un testimonio literario de 1903, escrito por Luis Coronel Rico, de la familia Coronel, de Elda, hermano del que fue alcalde, Joaqun, y l mismo Administrador principal de Correos y conservador del edificio postal de la Caste llana, de Madrid, escrito que reproducimos en la parte que nos interesa por los detalles pintorescos que ofrece sobre esta costumbre tpica eldense, hoy desapa recida: 205 ...A CORRER LAS BREVAS! ...a las tres de la madrugada iba doa Rosaura en compaa de su mrtir esposo e hijos, camino de La Pat, a correr las brevas, como decirnos en nuestro pueblo a lo que sencillamente podra decirse saborear la fruta al pie del rbol, que dijo un poeta, pero... oh, dolor!, !oh, decepcin!... al llegar a la finca de str propiedad hallaron las higueras. s, pero desprovistas del sabroso fruto, porque los que al grito de a correrlas...! salen con sus guitarras, acordeones y dems instru mentos ms o menos msicos a molestar durante la noche al pacfico vecino, se haban adelantado, y la buena familia, sin gustar una breva, regres al pueblo con las caras lacias, tristonas... (10) El cronista de unos viejos tiempos de Elda ya desaparecidos, Jover Gonz lez de la Horteta, tambin nos dej unos retazos de sus agradables recuerdos de la noche de San Juan --que reproducimos a continuacin-- con su obligado y gus toso nmero de correr las brevas, pero situndolo en el antiguamente muy visi tado paraje del Pocico Alonso, entre Boln y Camara: ... Al trmino de este pramo y va en las estribaciones de la Sierra de Camara nos encontramos a la derecha con el Pocico Alonso. Cuantos gratos recuerdos acuden a mi mente al conjuro de este nom bre! Cuantas generaciones de eldenses fueron hacia all en la noche de San Juan para comer el chocolate a la amanecida y tomar el agua de su humilde manantial! Durante varias generaciones, como se ha dicho, fue como un rito acudir a tal lugar y correr las brevas en esa noche, Por supuesto que las brevas, en tales fechas, casi siempre estn verdes, pero ocurra una cosa muy curiosa en esa noche. Los eldenses iniciaban la romera hasta el Pocico Alonso a la salida de cines y teatros, o muy temprano, casi de noche mn. Por lo tanto, los primeros que encontraban una higuera se dedicaban a palpar el fruto en la oscuridad para encontrar algunos comestibles. Naturalmente, los lti mos que pasaban, ya encontraban las brevas maduras de tanto apre tn. (1 I ) Otra alusin a este ritual sanjuanero lo hallamos en el artculo del mismo escritor El camino de Toscana por el Collado de la Pata situando tambin el epi centro de este correr las brevas en el mencionado paraje del Pocico Alonso .(12) : Aunque la costumbre vena de muy antiguo, siempre haba quienes no estaba conformes con ella, y estos eran naturalmente los dueos de las higueras, que a veces se apostaban en sus huertos con la escopeta cargada con cartuchos de sal o perdigones, pero aunque a veces impedan la incursin en esta noche, no evi taban la indeseada visita en otra noche cualquiera. Sin embargo, la mayora se 206 contentaban con que no les estropeasen el rbol, pues la cosecha era tan prdiga que haba para todos y la noche de San Juan conceda una especie de inmunidad a los que seguan esta antigua tradicin que tambin, como tantas otras cosas, se ha perdido en Elda. Por los aos cincuenta haba cambiado grandemente la forma de celebrar la festividad de San Juan en nuestra poblacin. El recin estrenado verano y la proliferacin del automvil al alcance de numerosas familias invitaba a viajes y excursiones, encaminadas principalmente a la cercana Alicante para participar del dia grande de sus famosas Hogueras y a las ya invitadoras playas del Postiguet, Santa Pola y Guardamar, que eran las preferidas por los eldenses en aquellas fechas. Otras familias marchaban a los pintorescos lugares campestres y montae ros de Rincn Bello, Caprala, el Cid, la Jaud, el Chorrillo, el Pantano y otros, donde pasaban el da agradablemente, y en muchas ocasiones efectuaban una acampada improvisada al aire libre con el hermoso y limpio cielo de la noche san juanera como techo, Entre una y otra forma de pasar el da, el resultado era que la poblacin se quedaba casi desierta, con slo la animacin que desde el ao 1949 comenzaban a darle las modestas fallas de las que nos hemos ocupado al principio de este cap tulo. En el aspecto gastronmico, tan escaso en viandas o platos tpicamente nuestros, destacaba el clsico rollo de San Juan, que al igual que el tradicional roscn en la mesa de Reyes, presida los postres de las suculentas comidas cam pestres u hogareas en esta peculiar y llena de atractivos festividad de San Juan, Uno y otro aspecto de la fiesta en aquel tiempo lo vemos confirmado en la crnica de Vicente Valer para Radio Elche, en 1950, en la que destaca que ...Elda, tan bulliciosa siempre, queda casi totalmente desierta; sus hijos y habitantes buscan con deseo de alegre esparcimiento el campo, monte o playa donde pasar un cortsimo veraneo, de sola mente 24 horas.. Bellsimos rincones tenemos no muy lejanos de nues tra poblacin, donde se dan cita familias y familias que constituyen una poblacin en pequeo.., acampada al aire libre, sin ms techo que el claro y hermoso cielo de estas noches estivales... Una tradicin que ha decado y casi perdido es la del clsico rollo de San Juan, que, como la mona de Pascua, era imprescindible en esta fiesta. (13) Actualmente y desde hace algunos aos, esta fiesta no se celebra en Elda por ser dia laboral, determinado as en la regulacin de fiestas para evitar la exce 207 siva presencia de stas en el calendario laboral, con el consiguiente descenso de la productividad en el trabajo. Y, como en muchas otras, del entusiasmo con que en aos pasados se celebraba la fiesta y de los curiosos y tradicionales actos e inci dencias de la misma, ya no va quedando entre nosotros ms que un vago recuerdo que, lentamente, con el pasar de los arios, se va extinguiendo. NOTAS: 1. Vicente Fillol: Elda, hace cien aos, 1884. pg.107. 2. As, revista sindical. Alicante, junio de 1959. 3. Vicente Valero: Informacin, 26 junio 1950. 4. Monje: Ayer en... .- Informacin, Alicante, 1 de julio 1952. 5. Vicente Valero: Crnica en Radio Elche, 30 Junio 1953, sobre la quema el 29 de junio de las Fallas de Elda. 6. Maese Juan: Sabatina; A correr las brevas.- Idella, nm. 20.- 19 junio 1926. 7. Alberto Navarro: Costumbres y tradiciones en la noche de San Juan eldense .- (Nota 2). 8. Maese Juan. Sabatina, etc, 9. Maximiliano Garca Soriano Graciano Soria: Idelladas, prosa rimada, della, n. 73,2 julio 1927. 10. Luis Coronel Rico: De buen humor, Semanario El Vinalap, num. 32.- Elda, 19 julio 1903. 11. Jover Gonzlez de la Horteta: El camino del Marn.- Valle de Elda, n. 927. 1 junio 1974. 12. Jover Gonzlez de la Horteta: El camino de Toscana por el collado de la Pat ,- Valle de Elda, nm 1,898, 11 febrero 1994. 13. Vicente Valero: Crnicas para Radio Elche, 23 junio 1950. 208 Falla plantada en 1929 en Elda en el cruce Juan Rico -Dos de Mayo. (Dibujo de Juan Ferris Monllor en su artculo San Juan de 1929) 20* FALLAS (La fiesta del fuego en Elda) El mes de junio, en su expresin festiva, est acaparado totalmente, cuando escribimos estas lneas, por esa explosin de color, msicas, luces, esplendor y ale gra que son los Moros y Cristianos de Elda, aunque a veces sea en los das fina les de Mayo cuando por exigencia del calendario u otras contingencias imprevis tas se celebra esta popular fiesta. Ahora, ya en el mtico ario 2.000, ocurre as ciertamente, pero hasta no hace muchos arios esta presencia estaba compartida con otra fiesta de gran arraigo popular, como es la de las Fallas de San Juan o San Pedro, de carcter totalmente distinto, pues mientras una de ellas, la de Moros y Cristianos, llenaba las calles de alegria, msica, arte y bizarra en los ostentosos desfiles de los dias primeros del 209 mes, la otra, la de Fallas, converta a Elda en los ltimos dias del mismo mes en un fastuoso escenario en el que el fuego era el dios, que consumira vorazmente, en unos momentos, el trabajo y la ilusin acumulada durante todo un ao. Pero en sus comienzos, en una fecha que hoy es ya casi imposible de fijar con absoluta seguridad, como despus veremos, la fiesta del fuego de la que ms tarde surgieron las Fallas, tena lugar en junio, generalmente en la noche de San Juan, continuando una antiqusima costumbre cuyo origen se desco noce. En Elda, como en muchos otros pueblos repartidos por el mundo, era cos tumbre encender hogueras al llegar el solsticio de verano, como los romanos en la fiesta del Sol y como se cree efectuaban otros pueblos paganos de la antigedad. La costumbre era la de reunir en un montn maderos, muebles o enseres ya fuera de uso, listones y todo cuanto de material combustible se pudiera hallar, y prenderle fuego a todo en la calle, lo mismo que hacan otros vecinos. Las hogue ras. multiplicadas en otros puntos de la poblacin, daban a la noche de San Juan un alegre aspecto, entre la diversin del vecindario, para el cual aquello era una fiesta, sin ms rito ni liturgia que la elemental de ver las rojas llamas levantarse hacia lo alto entre miradas de chispas, como si al consumir en cenizas aquellos materiales de desecho desaparecieran tambin todos los males, desdichas y mise rias que aquejaban la dura y sencilla existencia de los vecinos. De cmo este puro y simple culto al fuego pas a convertirse en el complejo ceremonial fallero actual, con sus monumentos realizados por artistas del cartn y el pincel, sus bellezas falleras evocadoras de las antiguas sacerdotisas guardianas del Fuego, sus desfiles, sus problemas y todo el complicado mundo de las Fallas, vamos a ocuparnos seguidamente. Como deca de los espaoles don Carlos Coloma, hijo y hermano de Con des de Elda, nacido en Alicante y posiblemente criado durante su infancia en el alczar de los Condes en Elda: ...que no haban tenido tanto cuidado de escribir sus hazaas como de hacerlas (1), algo parecido podra decirse de los primeros falleros, que si bien se dedicaron con entusiasmo a formar estructuras de madera y cartn, con cierto arte y mucho ingenio, para entregarlas a las llamas, bien poco cuidado tuvieron de que quienes siguieran sus pasos pudieran conocer cuando y cmo lo haban hecho. As la fecha de comienzo de las fallas eldenses queda envuelta en la confu sin, y aunque se conservan datos referentes a las de 1935 y 1936, basados en tes timonios y documentos fiables, no eliminan ciertamente la posibilidad de que en los inmediatos aos anteriores pudiera haber algo que pudiera ser considerado como una especie de prehistoria fallera eldense. 210 Falla de la Plaza de Arriba (Entonces Alcal Zamora). 1936 Sin embargo no es posible aceptar la fecha de 1930 que apunt Jos Fer nndez Gonzlez, entusiasta fallero ya fallecido, en su artculo Recuerdos de antao (2), pues los datos que aporta parecen referirse a las ya citadas fechas de 1935 y 1936, segn se desprende del prrafo copiado a continuacin: Corra el ao 1930... En el mes de junio de aquel mismo ao aparece otra gama artstica, otra manifestacin de este pueblo soador y trabajador: una Falla, que representaba la fbrica de cal zados de don Manuel Maestre con una stira alusiva al momento, teniendo tanto xito dicha manifestacin artstica que al ao 211 siguiente aparecieron dos ms, una en la calle Trinquete y otra en la calle del Dos de Mayo y que de no ser por el Movimiento Nacio nal de 1936, hoy en Elda dichas manifestaciones artsticas seran tan numerosas... Es evidente la confusin de la falla mencionada, que representa la fbrica de calzado, con la de la Plaza de Arriba, plantada en 1936 y la del Trinquete y Dos de Mayo con las del Barrio del Progreso y calle Dos de Mayo de dicho ario 1936, ya que Trinquete no plant falla hasta el ario 1949. Mayor fundamento tiene lo apuntado por Ferriz Pay y Oscar Romn en su trabajo Nuestra historia (3) cuando escriben: Los primeros datos con los que contamos datan del ao 1933 cuando unos vecinos de las calles de Juan Rico y Pablo Guarinos (hoy Pedrito Rico), siguiendo la histrica tradicin de hacer hogueras en la noche de San Juan, confeccionan unas fi guras con parecidos rasgos a vecinos destacados de Elda, y fue tal la acogida que tuvo esta impro visacin que al ao siguiente se form una comisin a fi n de conseguir una falla que superase a la del ao anterior. La mecha del entusiasmo prende con ms fuerza y en 1935 consiguen una falla con unas crti cas muy aplaudidas y perfectas figuras. 1936 trajo el nacimiento de las fallas de San Pedro y bajo el marco festero de Elda se plantaron 3 monumentos en los siguientes distritos: Plaza de Arriba, Barrio Pro greso y Juan Rico. Sin embargo, an tenemos que retrasar ms la fecha de las primeras fallas en Elda, pues un reciente hallazgo, realizado cuando repasaba las pginas de de lla para el captulo sobre este semanario en mi libro La Prensa peridica en Elda, 1866-1992, (4) me mostr esta gacetilla reveladora, publicada en el numero 171 de este peridico eldense del ario 1929: Con motivo de la tradicional noche del solsticio de verano, no faltaron las hogueras en nuestras tpicas calles, que las hubo en canti dad y calidad, muchas de ellas duraron hasta altas horas de la noche. Hubo alguna falla que otra, llamando la atencin las quemadas en el barrio de la Fraternidad y en la esquina de Mara de los Platos. Tampoco falt el imprescindible chocolate y las excursiones a correr las brevas .(4) Gracias a la gran serie de artculos sobre antiguas costumbres, tipos, calles y parajes eldenses que nos dej el fallecido Jover Gonzlez de la Horteta, -- cro nista de Elda en clave de humor, como le llambamos--, en el semanario Valle de Elda y algunas otras publicaciones, podemos identificar esa esquina de Mara de los Platos en la que se plant una de las fallas de 1929, situndola en las Cua tro Esquinas, al comienzo de la calle hoy de Pedrito Rico, as como la costumbre 212 Falla de la Plaza de Arriba -San Pedro 1936. 213 a que alude Idella de a correr las brevas, cuyas incidencias podemos leer en el artculo El camino del Marn de dicho semanario.(5) Esta fecha de 1929, pero en esta ocasin acudiendo a la memoria, no siem pre aliada con la exactitud en el dato, la confirma Juan Ferris Monllor en su art culo Aoranzas -IV. San Juan de 1929 publicado en Valle de Elda, en su nmero 1.827, de 4 de Septiembre de 1992, al escribir: ...en el ao 29, en la calle don Juan Rico, confluencia con la calle Dos de Mayo, frente a la casa de Pedro Valera, se plant una falla por obra y gracia de Juan Antonio Miralles, con el apoyo incondicio nal de todos los vecinos de la calle... Esta falla, siguiendo el hilo del citado artculo: ...la dedicaron a la escasez del agua en los hogares y a la dili gencia del cobrador Alfredo el del agua, puntual e inflexible a la hora de cobrar ...en el centro estaba la fuente de la plaza de la Pros peridad, rodeada de gentes con sus cntaros, calderos y botijos, haciendo cola ante el hilo de agua que caa de sus dos grifos... Acompaa a este artculo de Ferris Monllor el dibujo de dicha falla, que reproducimos en estas pginas, como informacin grfica de la que pudo ser una de las primeras fallas eldenses, pues recordemos que en el artculo de Idella se mencionan dos, una en la esquina de Mara los Platos (las Cuatro Esquinas), y la otra en la Fraternidad, (probable error por Prosperidad) plantadas sin lugar a dudas en 1929, pues la cabecera del citado nmero de Idella es fehaciente sobre sto, por ser del 29 de junio 1929 y relatar la fiesta de fallas como ya realizada, en tiempo pasado, y por lo tanto en la noche de San Juan, Nada me es posible aadir o rectificar respecto a las fallas que Ferriz y Romn manifiestan haberse plantado en 1933 y 1934, pero s puedo hacerlo de las de 1935, por haberlas visto y recordar, aunque vagamente, alguna de sus caractersticas. Los monigotes, de bulto y tamao natural, estaban bien confeccionados, posiblemente por algn profesional fallero, y sus temas eran varios, de ndole local, entre ellos el de las efusiones de parejas en el jardn de Castelar, con las acostumbradas alusiones chabacanas y exhibicin realista de frutos simbolizando la clase de estas efusiones. Lamentablemente algunas fallas que se plantan hoy cultivan el mismo grosero humor como nica gracia que parece estar a su alcance para utilizar en sus monumentos. El siguiente ao, 1936, fue el ario grande de las fallas eldenses de antegue rra , pues el entusiasmo haba cundido y la pequea Elda que entonces tena unos 18.000 habitantes iba a plantar nada menos que tres fallas: una en Dos de Mayo 214 esquina a Juan Rico, muy cerca del cruce Pablo Guarinos-Juan Rico. - zona histrica donde parece ser que naci la fiesta en Elda--, otra en la plaza de Arriba, entonces llamada de Alcal Zamora, v la ltima en el barrio del Progreso, en el cruce de las calles de don Quijote con Manuel Maestre (despus General Dvila y hoy recupe rado su anterior nombre). Comenzando por la de la Plaza de Arriba, esta falla mostraba las cua tro fachadas de una fbrica de calzado muy bien presentada, coronada por un zapato de caballero encima del escudo de Elda y la leyenda Fallas 1936, y ofreca varios muecos bien realizados y de tamao natural. Se representaba en unos de ellos a las aparadoras que acudan a la fbrica con un pollo para regalrselo a la maestra y conseguir que les cortara ms faena, o sea que les diera muchas partidas para aparar en la mquina, generalmente Singer, que tenan en su casa. Otra estampa que fue muy celebrada era la de los zapateros que, montados en bicicletas y llevando detrs la clsica cesta de mimbre con la comida para toda la jor nada, venan a bandadas desde Mono var, Pinos, Petrel y Sax. Las bicicletas, como los trajes de los muecos y las cestas eran reales, lo que daba mayor autenticidad a la falla. La primera lnea de los versos que aludan a esta estampa era Nues tros vecinos con bicicletas... y se conti nuaba probablemente con otra finali zado en pesetas y es la nica leyenda que se puede ver en la fotografa que ha quedado de esta falla, realmente hist rica. que es tambin el nico testimonio de las intenciones satricas de esta falla. GRANDES FESTEJOS en honor le Santa Falla, almo le lo Insientio Durante los ellas que dure el regocijo del vesindarlo de la Piase de arriba, se estar selebrando artos, u atase fes tejos, todos dentro deja ms estrIrta moral y dems menudenslas que pal caso se requieren. Pa qe el pblico se percate del orden de los mensionados festejos y no pierda ripio, daremos los detalles de los ms prenslpales y el horario de las horas que poco ms u menos amPrensInlardtn. Ola 28. - Al escomenear el albor de ente venturoso da para los vesInos deis Plasa, un repique general de Matraca anunsia r el prenetplo de la rebolica y arto aegulo, antes que dn loa tren Cuantos, la Panera Mayor se asomar al balcn, en camisa y se espolear un pedo que durar quase rninutoe, y esta ser la serial del primer regosno general. A las dice de la manan., o un poco antes, saldrn las Fallerae Mayores de donde salcuentren. con don los squitos que pal caso tendrn preparaos y mantas en un Mohno se dernirn a la laja a esperar a la Msica de MlerdaOrIne que llegar ro abajo. Despus de darles a los msicos la bienvenida y una torta se pronder a hacer la entrada triunfal en la poblasin por el siguiente ilnerario, Calle deis Cal/amena. calle la Vaina, Pinos Castelar, Suda Vergel, La Predrera, Le Matra, calle del Quijote, El Toril a caer la Piase. SI la Comisin ornaras que los msico* ealcuentran descansaos, les tornarn a dar un consten pa que se pueda rematar a la una dala madrug o mucho ante,. Seguidamente se disparar una monumental traca de minios de trueno, por el afamado Pirotcnico Serlio Capota, quien a la vista del pblico y como fi nal de fiesta se tragar un cohete ensendrodeeels paras. DIA 29. - Antes que arnanesca el alba estarn Idos los vealnos 001 compra, ea mu.5 lo Plan.. y un ,O1111300, alapuceios emprensiplar los festejos del da. Como primer nmero, ento narn a grito peino el eigiente coronen mdalca de Marfa dele O. San Pedro de la i, no nos abandones en estos momentos de tanta Marin. No seas Morral y percUra siempre que siga la Posta su marcha trunfal. Que no digan, no. que en la Plana arriba han hecho una Falla que a nadie gust Preprate t si fuera esto as; te quedas sin roo, por bruto y camueso San Pedro de la 1 Este coro lo repetirn los cantantes hasta que tiren la Maco capo, la boca. A las ocho en punto dar comlenao una carrera a lacn Ca, de mujeres en porreta y adornas con taray, no estando permiti do que la presemien los menores de quime anos, por mr de la moral. La salida se dar a la hora en punto y ser en dies etapas a saber: Plasa de arriba, San, CrevIllente, San Sebastian, Punta, Mis Laya, El ChInori, Villarrobledo y por la eequiesica siete anos a parar a la Piase. Entre 105 colosos premios donados por las familias ms pu dientes del contorno y que cagn endislos se darn a lea que menos corran, feguren los eiguientee: Lin albaricoque, un aal monete vivo. un Sulmarino, sele chulalnes, una Mquina de cor tar suela, Un Trombn, dos Contrafuertes y un Plolo. A las nueve en punto no habr n. A las ches casi es posible que tampoco hayga n, pero se percurar que salga la charamita y d un pasa -calle por toa la Plena hasta que se le agarroten los pulgares al del tambor. Como se calcula que la dunsaina estar chlulando hasta las doce dala noche, en ene momento, que ser el de ms emolin de toda lo fi esta, en sena/de despedida a la Palla as guardar medie hora de silensio y durante este tiempo calarn llorando las Pallaran Mayores y idos los chiquillos que quieran tomar parte en el espertculo. Arto seguo y pa que la luminaria manque con ms moldea, en coger ala estatua del munovero y se le restregar un ala en el alee, aplicandole desiguida el misto pe que premipie /a poleosia del Instando, con lo que en rematar la testo. Esta que lo en, E La Comisin AO 1938. atallial11111111111111111111111alallillaill1011111111a1111111111111141111111111111111:1111111111111 215 Tambin se presentaba en la falla un mueco que hizo mucha gracia por el acierto en la crtica. Representaba, con el dedo ndice envuelto en un grueso vendaje, la plaga de accidentados que sufran las fbricas en las frecuentes pocas de falta de pedidos. En cuanto se vean llegar los das de paro y el consiguiente aviso de no volver a la fbrica hasta nueva orden, los accidentes se multiplicaban, con noto ria y significada predileccin de cuchillas, martillos, agujas o prensas por los dedos ndice o pulgar, produciendo en stos un pequeo corte o hinchazn por trauma tismo, con el que se consegua la baja laboral, y si los toques milagrosos que se daban a las heridas para evitar su curacin eran acertados, esta baja se prolongaba hasta que llegaban los ansiados pedidos, tiempo durante el cual el accidentado o accidentada no haba dejado de cobrar semanalmente la baja por incapacidad. Era una picaresca sta muy extendida en aquel tiempo y por ello caus gran regocijo entre el pblico. Otra de las caractersticas excepcionales que registra esta Falla de la Plaza de Arriba es la de haber impreso el primer programa fallero que se conoce en Elda, titulado Grandes festejos en honor de Santa Falla, abog de los insiendos, salido del estrambtico numen del popular don Emilio Rico y de las prensas de la Imprenta Moderna, fciles de reconocer por su tipografa aunque carece de pie de imprenta. El texto est a la altura de las mejores escenas de su Don Juan Teno rio o Dos Tubos Un Real y se reproduce junto a estas pginas para que quien quiera recrearse con el quirrgico y desternillante humor del seor Rico pueda hacerlo, ya que probablemente es ejemplar nico, facilitado por don Manuel Mar tnez Cuenca, antiguo comerciante de la plaza de Arriba, donde se levant esta falla. Al pie de su texto figura la fecha Ao 1936 por lo que, mientras no se encuentre otro anterior, es el primer impreso explicativo --a su especial manera - de una falla plantada en Elda. La Falla de Dos de Mayo -Juan Rico, aunque muy bien hecha, no gust tanto por su tema poltico y agresivo, especialmente a quienes no compartan la tesis que dominaba en ella. Un catafalco, sobre el que haba un trono con las figu ras de Manuel Azaa y la Repblica, sentados en l y flanqueados por los leones del Congreso contemplando la escena en la que Alejandro Lerroux,de rodillas, iba a ser conducido a la guillotina, ante una figura erguida que ostentaba una bandera tricolor francesa. tal vez representando la Revolucin. No olvidemos que se estaba a veinte dias apenas del 18 de julio de 1936 y que desde las elecciones de febrero del mismo ario la situacin poltica en Espaa era de guerra no declarada entre los grandes bloques que despus se enfrentaran en el campo de batalla. Finalmente, y volviendo al sano humor que agradaba a todo el pueblo, lle gamos a la falla del cruce de las calles Don Quijote y Manuel Maestre, de menor calidad artstica que las anteriores, pero con gracia y acierto en la crtica. For mando un prisma triangular presentaba las fachadas de los tres cines entonces existentes en Elda: el Castelar, el Cervantes y el Coliseo. En cada fachada, un car tel redactado con irona criticaba la calidad de las pelculas presentadas y las con 216 Falla de Juan Rico -Dos de Mayo (1936). diciones de los locales. En lo alto de cada esquina, se vea una cabeza humana ensartada en un descomunal clavo --que era el mote que se daba a las malas pelculas en aquel tiempo-- representando dichas cabezas a los popularmente conocidos como Marinico , Sells y Paco el Rojo, empresarios de los locales cinematogrficos criticados en la falla. Ante las taquillas, sumisamente. hacan cola unos borregos. simbolizando el aguante del pblico eldense, que llenaba con entusiasmo los cines a pesar de los clavos. En las tres caras del zcalo se veian las populares figuras creadas por Walt Disney, los ya entonces famosos Pato Donald, Mickey Mouse y Minnie, y otros no menos famosos muecos de dibujos animados como Betty Boop, Popeye, etc. De esta falla es de la nica que conocemos quienes fueron sus principales autores, aunque el equipo realizador fue bastante amplio. La iniciativa artstica del polifactico Ramn Coronel Gorg, hijo de la famosa diva Milagritos y nieto por consiguiente del laureado maestro don Ramn, fue el motor principal de creacin de esta falla, y en su casa, situada en el nmero 51 o 53 de la calle de Manuel Maes tre, estuvo el cuartel general de los falleros y donde se pintaron y fabricaron todos los muecos, figuras y partes de la falla, contando con la plena y valiosa cola 217 boracin, sobre todo pictrica, de Felipe Navarro Pastor, estupendo dibujante, fallecido en Madrid muchos aos despus. Esta falla -ignoro si las otras tambin-- tuvo su Belleza Fallera y Corte de Honor, con sus bandas como distintivos al igual que se hace hoy. La mala calidad de la fotografa que acompaa estas pginas no permite identificar quienes fueron estas seoritas, antecesoras de todas las bellezas falleras eldenses que despus ha habido. Durante todo el da de San Pedro, las fallas fueron muy visitadas por los eldenses y forasteros, que gozaron con las stiras, versos y aleluyas tanto como con la contemplacin de los magnficos muecos, as como en las animadas verbenas que se organizaron alrededor de los tres monumentos falleros. El entusiasmo fallero del pueblo eldense recibi el espaldarazo oficial que significaba que el Ayuntamiento constituyera un jurado, formado por los conceja les Maximiliano Garca Soriano, Luis Nieto Garca y Miguel Martnez Debs, para otorgar tres premios a las fallas eldenses. Estos premios haban sido otorgados por el eldense Angel Vera Coronel, gobernador civil de Zaragoza, segn el acta de la sesin municipal del 25 de junio de 1936, que dice: El Gobernador civil de Zaragoza, D. Angel Vera Coronel dice que enterado de que el 29 del actual se celebrarn en sta fiestas lane ras, concede tres premios de 250, 150 y 100 pesetas respectivamente a las clasificadas en los tres primeros lugares. (6) El Ayuntamiento agradeci el gesto y nombr jurados a los seores conce jales mencionados, estipulando que estos premios quedaran constitudos en fondo de reserva para incrementar la fiesta en aos sucesivos (7). Los premios fueron concedidos por este orden: Primero a la falla de la plaza Alcal Zamora; segundo, a la del Barrio del Progreso. y tercero a la del barrio de la Prosperidad. (8) Hemos tratado un tanto prolijamente este perodo de las fallas eldenses considerando que fueron el hito culminante de las mismas, presentes en la mente de todos cuantos unos aos despus pusieron toda su ilusin y esperanza para conseguir que de nuevo Elda viviera la fiesta del fuego con la misma altura arts tica y participacin popular por lo menos que se hizo en 1936. Pero como es sabido, apenas veinte dias ms tarde que las llamas consu mieran los tres monumentos falleros eldenses, una llamarada ms trgica y de terribles consecuencias estall en toda Espaa, permaneciendo encendida y devo 218 1936. Falla del Progreso, con las Falleras y Miss Elda. rando monumentos de verdad y gentes que ya no eran los muecos de cartn, sino personas que sufrieron el dolor y la muerte durante casi tres largos aos. UN PERIODO INTERMEDIO. LAS FIESTAS DE SAN JUAN. La historia de las fallas eldenses no es, como la mayora de las crnicas pare cen querer demostrar, un hilo que va desarrollndose linealmente en el tiempo, a veces brillante y jubiloso y en otras oscuro y apagado. La historia de esta fiesta la 219 van forjando los falleros a saltos, apareciendo ahora aqu y al ario siguiente all, manteniendo un baluarte fallero durante varios arios consecutivos y desapare ciendo ya definitivamente, apareciendo otras en otro lugar. As iremos asistiendo a lo largo de este captulo a la aparicin y desaparicin de comisiones falleras, en permanente y confusa variacin, que configuran a esta fiesta como inestable, sujeta su existencia anual a la reunin de voluntades de un grupo de vecinos que la levantan a trancas y barrancas, casi contra la voluntad de sus convecinos, que niegan o regatean su necesaria colaboracin econmica, y con agobiantes problemas que slo los falleros conocen y padecen. No es infre cuente el abandono por cansancio, y si no hay otros entusiastas que recojan el tes tigo, la falla desaparece. Hoy, varios distritos falleros han alcanzando una estabilidad y arraigo en su barrio que hacen impensable su desaparicin, pero en los arios que he denomi nado como periodo intermedio, solamente el entusiassmo y tenacidad de los falle ros del Trinquete contagiaban su ilusin a otros grupos que, con escasos medios de todas clases, realizaban su anhelo de ver arder unos monigotes de artesana en la noche de San Juan. Porque este perodo, que va desde 1949 hasta 1952, est bajo el patrocinio de San Juan Bautista, celebrndose la fiesta el 24 de junio. La fecha de 1949 que he dado como inicial de este perodo est suficiente mente documentada (9) para que la aceptemos con toda conviccin, no solo por la falla del barrio del Trinquete, cuya comisin figura en todos los trabajos de carcter histrico publicados sobre este tema, sino tambin por la falla de la calle de San Blas, plantada modestamente en 1949 y que tambien se plant en 1950 con mayor ambicin, aunque desapareci seguidamente. (10) Ya hemos escrito en el captulo dedicado a las fiestas de San Juan la cos tumbre popular eldense --y de muchas otras poblaciones-- de encender hogueras an la noche de San Juan, entregando a las llamas cuantos enseres inservibles tenan en casa, junto con listones, maderas y otros materiales de fcil combustin, y viviendo el momento como un acto festivo que les satisface y les atrae. De ah a adornar la hoguera con monigotes elementales, tal vez representando a conocidos vecinos a los que se haca arder en efigie por no poder darles parecido castigo en vivo, haba muy poco trecho. El trecho que con tanta brillantez recorrieron los valencianos, alicantinos y cuantos les han seguido en el fascinante y engorroso quehacer de crear fallas. As la hoguera que se quemaba anualmente en la calle entonces llamada de General Saliquet, y que pas a convertirse en Falla del Trinquete. Nos lo cuenta uno de los que vivieron esta poca, que firma su interesante captulo Diez arios de fallas con la inicial M. y cuyo nombre no hemos podido averiguar: 220 No por ser obra nuestra, sino por ser ya un logro completo del que justamente puede envanecerse todo el pueblo de Elda, nos halaga el orgullo de haber acertado cuando en aquella lejana fecha de 1949 lanzamos al viento de junio la primera semilla de esta dorada cose cha de arte, de gracia y de alegra que son ya las fallas eldenses. (...) Todos lo recordis. Un grupo de vecinos del Trinquete pintarrajearon aquel ao unos papeles y confeccionaron unos muecos de trapo que riendo simular una falla.... (11) El orgullo que los diez arios de constancia y permanencia fallera les pro duce a sus creadores, se manifiesta tambin en el Saluda que dicha Comisin Falla Plaza R.N.S. 1957. Foto BASILIO. 221 Falleras en desfile. Foto ERNES Festera, presidida por Manuel Guill Pastor y con el entusiasta e incansable Lam berto Puchol como presidente festero, estampa en el programa de 1959: Con el gozo de haber llegado al dcimo ao de nuestras exhi biciones de arte Pilero, presentamos nuestra obra de 1959. (12) No estuvo sola en 1949 la falla del Trinquete, como ya he escrito ms arriba, sino que, en el mismo plano de modestia, le acompa otra falla situada en la calle de San Blas, realizada por jvenes menores de 18 arios, y que es aludida expresa 222 Exaltacin de Faikra Mayor. Foto CARLSON. mente en la crnica de Vicente Valero para Radio Elche emitida el 26 de junio de 1950 y que dice as: ...en estos das de San Juan se han plantado en nuestra poblacin algunas fallas de poca importancia, desde luego, tanto en el orden artstico como en el econmico... Fuimos atentamente invitados por la comisin de la falla de San Blas, realizada toda ella por jvenes meno res de 18 aos, pero llenos de gran entusiasmo; se han superado en el pre sente ao a las que plantaron el ao pasado; han tenido su belleza de distrito y no les ha faltado, en sustitucin de la banda de msica, la dul zaina y el tamboril, as como una traca al fi nal de/festejo. (13) De esta falla de San Blas no vuelve a saberse nada, no plantando falla en 1951, ario en que solamente lo hicieron la del Trinquete y una nueva en el Barrio de la Fraternidad. Por su escasa presencia de slo dos arios de este perodo inter medio tan poco estudiado, la falla de San Blas no figura en la relacin hecha en Nuestra historia, (14) Las dos fallas plantadas en 1951 ya fueron parecindose cada vez ms a unas verdaderas fallas, aunque todava eran muy modestas artsticamente. De mi artculo indito Las Fallas de 1951 (15), con dibujos de las dos plantadas y 223 reproduccin de sus temas y algunas de sus leyendas, extraigo algunas caracters ticas de estas fallas, interesantes por la poca en que se plantaron. Destaco en el mismo artculo que adems de las citadas de Trinquete y Fraternidad en otros lugares surgieron monigotes con ms aspecto de espanta pjaros que de ninots , sin suficiente relieve para justificar una mencin indi vidual. La Fraternidad acometi el tema de la vivienda, presentando en una cara un pequeo habitculo que serva de trabajador para el zapatero de silla, de cocina y de retrete; el dormitorio era otro cuchitril en el que sobre una cama se vean por un lado cuatro cabezas y tres pares de pies, y por el lado opuesto las cabezas correspondientes a los tres pares de pies y los cuatro pares de pies que faltaban, todo al estilo de las sardinas de bota prensadas. Una de las cartelas decia: De casas hay escasez y se paga semanal. De una se hacen tres y se vive en un corral. La del Trinquete presentaba diversos aspectos, como el de los inspectores de Hacienda visitando a los pequeos industriales como panaderas, y los cazado res que cazaban en los establecimientos de venta de conejos. Como remate, un caballo acompaado de jugadores del Eldense, con escritos de indignacin hacia quienes haban llevado al club al descenso. Quiero aqu rectificar el error cometido en mi Historia de las Fallas de San Pedro, publicada en 1959 (16), de dar como existente en 1951 la falla de San Blas, cuando solo hubo las dos que he reseado, como demuestra el artculo de Dahellos. Con lgica insistencia en mantener vivo el espritu fallero ya se alzaban voces, complacindose en resaltar ..que en los alrededores de las fallas, durante toda la noche sanjuanera hubo un incesante hervidero de alborozadas sonrisas constantemente renovadas. (17) y preguntndose, all en 1951: Arraigar en Elda la bella costumbre de las fallas Acaso no; porque la proximidad de la capital oscurece de antemano nues tro posible brillo fallero. Pero si tenemos en cuenta que por las inco modidades inevitables cada ao son menos las personas de la loca lidad que se desplazan a Alicante y si auscultamos los deseos del 224 o ,o1111 , 1111 illlIllls 1111111tI 11 1 1 Restas Falls[as en locar [le San Pedro en el Barrio de las Escuelas Graguailas C V& ID MI N ID 3ffl 2E -1 MEI 9~ a fli Sbado a las 12 noche, Plant de la Falla Domingo, da 28 G las 10 de la mariana, Pasacalle por la Orquestine las 12, Concierto las 8 de la noche, Gran Verbena -Vermut las II de la noche, Colosal VERBEN/i Lunes, da 29 a la. 10 de la maana, risita de la Comisin a la Falla del Trin quete acompaada de la Orquesta las 12 de la maana, Gran Concierto Vermut las 8 de la noche, Colosal Baile las 11, Magnfica Verbena a las 12 de la noche, Disparo de una Monumental Traca de 1 000 metros recorriendo lados las calles del Sarrio y al Hl -1J de la misma cREMA DE FALLA al final de los Festejos se elevar un bonito GLOBO obra de Querernott Navarro LA COMISION 1 1,11111D 11111(1111 Romance Explicativo de la Falla PRIMERA PARTE Padres que tengais valor. mucha calma y dos pesetas, arrejuntar a los chicos y desirle a la Parienta, que saprepare el vistido ms yamadvo que tenga y arrejuntaros tos juntos y sus venia a la fiesta de las layas de San Pedro que siempre por estas fechas es la BARRIA que estamos tos los Aos Se selebra. Ames de n, os atercas el rOmanse que ,5s ensea a saber lo que rmrlis con todas las menddensiss que ala Faya lan ponlo. por una msera perra. SEGUNDA PARTE Una ves que estela delante de la fachada primera, vereis una SERREVIA de serrar goma y tiradera y da ser muebles y camas y tacones y maletas. Su dueo, el Sr. SERILO, est que rrabia y patea por que la hieras motrls apenas si treneJuersa pa mover..., un alboroto u cosa que le pareces, Pa resolver la cuestin y devitar que fayesca el negosio, ha desido lo que a la vista sapresia. Al motor de des caballos, que ahora es de BURRA y media ralganchan una TORTUGA que sea viuda o soltera y entonses, el to Nicasio sagarra a darle ala rueda. y entre los tres, va que chota cortando er tabln la sierre, ahora correis los ojos Y verriS la otra essena que falta p`al complemento de lo de la lus eletrica. Es tan fuerte el resplandor que saspols.a la INTERFETA, que para ver el resitto la sea Maria Visenta cuando llega el cobrador, sale con la Candileja por que si oo, ni su Agilelo de tal tesibo sentera. TERSERA PARTE Cuando lryais visto bien tirais pa la roano drecha Programa de Fallas de San Pedro 1953. y as os vais percatando de los tira cuadros que qui dan y a ca uno le vais dando ias crtIcas que merescan segun vuestros eritenderes pa creticar Cosas destas. Y como final del cuadro u sase de la Fiesta le mercais a los elliquiyOS de cacahus, Siseo perras y ala Parienta le dais un verm con soda fresca que le refresque ta ndorga y se ponga mu risueha; y bosotros,7vacire,sitos, os gastais las dos pesetas dando gusto a vuestro r ueipo con un lcn o una .Isenta, aeomoioriao de una gsruM , , dos aut. toas y una ,Ilnieja y cantan lo el MATARILE con la tortilla contenta, os volt/ ris para casita dando remate a la juerga, a pedirle al Oe los TRUENOS que os conserve la pelleja pa golger ala in que s a disfrutar (Jesta FESTA Elda, Junio 1953 225 pueblo, no ser ilgico asegurar en nuestra ciudad una prxima etapa esplndida para esta hermosa fiesta de la gracia, del arte y del folklore alicantino. (18) Y en el mismo artculo se incitaba a los vecinos del Progreso a chafarles la guitarra a los de la Fraternidad, levantando un hermoso monumento en el ensan che entre el jardn de Castelar y el Mercado de Abastos. Sana rivalidad en el terreno festivo, artstico y folklrico entre los barrios Fraternidad y Progreso que slo se inici el ao 1958 en que se cre la Falla de Martnez Anido y Adyacentes, presidida por el industrial Liberto Santos Nogue rn, permaneciendo activa dicha Falla hasta el ario 1961. (19) El ario 1952 fue el ltimo del ciclo sanjuanero, plantndose nicamente dos fallas, la ya tradicional del Trinquete y una de nueva creacin en el cruce de las calles Monasterio (hoy Pablo Iglesias) con Ramon Gorg, faltando este ario la de la Fraternidad. La del Trinquete caus sensacin porque nunca se haba visto otra falla igual, en ninguna de las poblaciones falleras, salvo evidencia en contrario. Ins talada toda la falla sobre una plataforma giratoria, poda ser vista toda ella sin que el espectador se moviera de su sitio, con el consiguiente mareo para el pblico. M recordaba as esta curiosa innovacin: ...Recordaremos por ltimo la novedad introducida en nuestra falla del ario 1945 (20). Fue algo que nadie ha imitado todava. Fue nuestro monumento giratorio. Porque nuestra falla estaba inquieta: quera ms actividad, ms dedicacin a esta fi esta de arte y alegra. Y ella misma giraba y giraba con femenina vanidad, mostrndose a sus visitantes poseda de un deseo de movimiento, de ritmos, de audacias y de complacencias. (21) Sea por su excesiva originalidad o porque no se consider conveniente repetir la novedad, el sistema giratorio no volvi a instalarse en falla alguna, observndose en lo sucesivo los esquemas tradicionales. En cuanto a la falla de General Monasterio --que los vecinos llamaban barrio de las Escuelas Graduadas ya tena pretensiones justificadas de monu mentalidad, constituyendo un interesante conjunto artstico en el que se criticaba la coquetera femenina, tema muy del agrado de los falleros y por ello tratado repetidamente en sus monumentos. Con los ltimos rescoldos del fuego de la noche de San Juan que devor las dos fallas de 1952 se plante la conveniencia de hacer desaparecer la coincidencia en el dia de San Juan con las Hogueras alicantinas, cuya justa fama de grandiosi dad restaba pblico al acto crucial de las fiestas: la quema de los monumentos 226 Un ninot indultado: El zapatero. 1968 (Foto CARLSON) falleros en medio del gran regocijo popular con su acompaamiento de tracas, cohetera, masclets y dems fuegos artificiales, verbenas y alegra general. En las lneas anteriores del presente captulo hemos estudiado dos per odos de la fiesta fallera, el comprendido entre 1933 (por poner un ario anterior a 1934, en el que la existencia de las fallas de Elda est documentada) y 1936, bajo el patrocinio de San Pedro, y el de 1949 a 1952 que fueron fiestas sanjua neras por celebrarse la quema de los monumentos el 24 de junio, noche de San Juan. Ahora vamos a tratar de una tercera etapa, situada entre 1953 y 1958, que se caracteriza por la lenta espiral de crecimiento hasta alcanzar su mayora de edad con la constitucin de la Junta Central Fallera, que organizar ya de forma oficial las fiestas de junio de 1959, con lo que se iniciar una nueva etapa, la cuarta. Hemos dejado el ario 1952 con las comisiones de Falla de Trinquete y Monasterio manteniendo valientemente el fuego sagrado, nunca mejor aplicado el dicho. As permanecern en 1953, pero ambas, cada una por su parte o por acuerdo de sus falleros, efectuarn la quema de sus monumentos en la noche del 29 de junio, festividad de San Pedro, reanudando el hilo de su historia, cortada vio lentamente en 1936. 227 Despus del impreso de 1936, de la Falla R.N.S. al que nos hemos referido ms arriba, el ms antiguo impreso fallero de Elda que conocernos es la hoja volante tipografiada por la Imprenta Belda y titulada Fiestas Falleras en honor de San Pedro en el Barrio de las Escuelas Graduadas, fechado en junio de 1953, y que junto al Orden de los festejos inclua un Romance explicativo de la falla en versos sin firma, aunque llevan la marca, original o imitada, de las produccio nes quirrgicas de don Emilio Rico, el autor del Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real y en el que describe de forma chusca y desenfadada los temas de la falla. (22) Este impreso es testimonio fidedigno de que las fiestas de 1953 se realizaron en honor de San Pedro, corno lo es igualmente la crnica de Vicente Valer Bellot emitida por Radio Elche, en junio de este ao, un fragmento de la cual dice as: Durante los das 28 y 29 estos barrios se han hallado muy ani mados por las noches, ya que en cada uno de ellos han actuado sen das orquestas, en animadas verbenas que atrajeron mucho pblico; en la noche de ayer, festividad de San Pedro Apstol, fueron quemadas las referidas fallas, ante la presencia de numerossimo pblico... (23) En 1954 continuaron las dos mismas fallas --Monasterio y Trinquete-- cele brando sus fiestas, sin ms variacin que los temas tratados en ellas, y lo mismo hicieron en el siguiente ao 1955, pero con una simptica compaa, la de una fallita infantil, plantada en la Plaza de la R.N.S. (la plaza de Arriba de siempre). Estaba realizada con cajas redondas de madera, de las que contienen sardinas de bota, simbolizando que por la escasez de viviendas los eldenses vivan apretados como sardinas. Esta falla cost diecisiete pesetas! y ninguno de los nios que form la comisin contaba ms de doce aos. (24) La falla del Trinquete comentaba con gracia aspectos de la problemtica local, y refirindose a la incesante inmigracin de personas procedentes de la Mancha y Murcia deca: Si se dejan los arados para coger los calzados preprate, eldense amigo, a sembrar y cuidar trigo... La invasin de los marcianos es cosa que ha de venir pC() la de los manchegos ya la tenemos aqu. (25) La de Monasterio, --que fue el ltimo ao que plant-- estaba en su acos tumbrada lnea de una falla bien hecha, sin grandes pretensiones, pero con acer tadas crticas y graciosas figuras. 228 En este ao de 1955 creemos hubo por primera vez monigotes indultados: por Monasterio una arrogante seorita que simbolizaba al Deportivo Eldense, de tamao natural, y en la del Trinquete una pareja de recin casados con todas sus galas nupciales. de unos 25 o 30 centmetros de altura. Al ser sta la ltima falla que plant el distrito de Monasterio, el alarde piro tcnico que cerr la quema del monumento, escribiendo con letras de fuego en la noche un Viva San Pedro! nos parece como si hubiera sido el canto del cisne, el adis de la falla que durante unos aos fue, con la del Trinquete, la mantenedora de la tradicin fallera eldense en medio de la apata o desinters general. El hueco dejado por la falla de General Monasterio en el siguiente ao 1956 fue dignamente ocupado por la erigida en la plaza de la R.N.S., ya no infan til, sino obra de un profesional, el laureado artista valenciano Manuel Gimnez Monfort, que present su obra bajo el lema Lo que el viento se llev. Tambien public esta falla un folleto, --creemos que el primero en la biblio grafa fallera eldense-- relacionando los actos de la fiesta, el Saluda de la Comi sin y un curioso Cmo naci la Falla en versos de lvarez, aunque no se inclua lo fundamental en estos libretos, que era la explicacin de la falla. La del Trinquete sigui en su lnea habitual de gracia y agudeza en el trata miento de los temas, manteniendo el buen nivel general alcanzado. Y. como premio a la tenacidad entusiasta de estas comisiones, de las dos fallas de 1956 se pas a cinco en el ao siguiente, al plantar falla por primera vez la calle General Aranda y Adyacentes, que durante varios aos sera la tenaz rival de la de la plaza R.N.S.; la calle Gabriel Mir y la de la carretera de Petrer. La de Gabriel Mir tena una larga tradicin fallera pero sin pretensiones artsticas, quemando algunos monigotes por diversin. En cambio la de la carre tera de Petrer era la primera (y nica) vez que plant falla, sin que sepamos exac tamente su emplazamiento. En este ao de 1957 ya se concedieron unos premios, que fueron los siguientes: Premio Especial: Plaza R.N.S.; Primero: General Aranda, y segundo, Trinquete. (26) Del ambiente fallero que ya se respiraba en Elda es una muestra el origen de la falla del Hospital cuya comisin se constituy en 1957, haciendo su aparicin pblica en el siguiente ao. El repetidamente mencionsdo Vicente Valer nos lo cuenta de esta manera: ...Esta falla tiene dos novedades, una de ellas muy curiosa: la de haber sido su iniciadora la Revda. Madre de las Hermanas Carme 229 litas que rigen el Hospital Municipal y la de haber sido nombrado pre sidente de honor nuestro estimado paisano y amigo Pedrito Rico. A la Revda. Madre del Hospital, que tiene a aquel barrio (...) como cosa propia (..) no le pasa desapercibido que por su separacin del casco urbano est abandonado en cuestin de fiestas y pens que por la gran densidad de moradores bien podra seguirse la iniciativa de otros barrios eldenses, con la plant de una falla, y as lo propuso a los vecinos ms allegados al Hospital... (27) Y el entusiasmo por constituirse en comisin no fue privativo del Barrio del Hospital, sino que se contagi a otros como Gran Avenida, Martnez Anido, Fra ternidad -Cruz de los Cados, Medinaceli y Avenida de Madrid, comisiones que junto a las del anterior ario, R.N.S., Aranda y Trinquete (pues abandonaron Gabriel Mir y Carretera de Petrer) formaron las nueve fallas que se plantaron en junio de 1958, y que dieron el espaldarazo definitivo a la fiesta del fuego en Elda. El entusiasta periodista Vicente Valero, que escriba una seccin titulada Noticiario Fallero en el semanario Valle de Elda, mantena una insistente campaa en pro de la creacin de una Junta Central Fallera, que tomara a su cargo la direccin de las fiestas, organizando conjuntamente los actos y dndoles una representatividad cualificada para mayor prestigio de las fallas eldenses. As, la porfa y tenacidad del citado periodista tuvieron su recompensa, para bien de la fiesta, cuando en septiembre de 1958 se pudo poner en primera pgina del mencionado semanario el titular SE HA CONSTITUIDO LA JUNTA CEN TRAL FALLERA (28), ostentando su presidencia Juan Mira Monz, una figura muy popular en la ciudad por su actividad en la fiesta de Moros y Cristianos, for mando parte de la Comparsa de Estudiantes, y como artista del pincel y el lpiz, de los cuales salieron varias portadas y carteles de la fiesta moruna. Desconocemos si este primer presidente lleg a ejercer su cargo en junio de 1959, porque no hemos hallado dato alguno, pero s fue oficial y pblica la actividad de la Junta Central y, en especial, la de su secretario general, Francisco Crespo Gar ca, que era, a la vez, presidente de la falla General Martnez Anido y adyacentes. Con esta constitucin de la Junta Central en 1958, en ejercicio en las fiestas de 1959, qued cerrada otra etapa de las fiestas de San Pedro, tan interesante como las que la haban precedido. . .:. . Las fiestas celebradas en 1959 son, por todo lo expuesto anteriormente, las que marcan una ruta en el caminar fallero, seguida disciplinadamente por todas cuantas despus se realizaron. La existencia de una Junta Central Fallera dio una autoridad representativa a las fallas de la que hasta entonces carecan y organiz una serie de actos conjuntos y unificados, con iniciativas tendentes a promocionar 230 y engrandecer la fiesta, lo que se tradujo en un fortalecimiento de la misma, visi ble desde entonces. Por primera vez se design una Reina de las Fallas, recayendo el nombra miento en la seorita Elenita Alvarez Gmez, que fue presentada y proclamada, as como su Corte de Honor, en un acto celebrado en el Teatro Castelar y que tuvo un extraordinario relieve, encontrndose presentes el gobernador civil, don Miguel Moscard Guzmn; el alcalde recin nombrado, Antonio Porta Vera; el jefe nacional del Sindicato del Espectculo, seor Ballesteros; el productor cine matogrfico Nazario Belmar, eldense; los artistas de cine Jos Nieto, Antonio Casal, Manolo Morn, Pepe Isbert, Angel Tur y otros. El presidente de la Junta Central de Hogueras de Alicante y reputado pintor Gastn Castell hizo la presentacin de la Reina Fallera y pronunci un elocuente discurso sobre la historia de las Hogueras de San Juan alicantinas y resaltando el entusiasmo con el que Elda se incorporaba a la fiesta. El acto constituy un magn fico espectculo, con el que se inici la etapa de grandeza y consolidacin de la fiesta. La euforia fallera haba prendido en muchos ms barrios eldenses y as, mientras se mantenan firmes las comisiones en activo en 1958, tres nuevos distri tos se unieron a la fiesta, los de la Tafalera, Estacin y Luis Batlls, con lo cual el nmero de comisiones alcanzaba en 1959 la cifra de doce. Sin embargo no es este ario el que puede ostentar el titulo de mayor nmero de fallas plantadas, sino el de 1961, que plant once. Esta aparente con tradiccin se aclara prontamente en el sentido de que las once de 1961 estaban todas dentro del trmino de Elda mientras que dos de las doce de 1959 estaban en trmino de Petrer, en la frontera misma. No obedece a chauvinismo el hacer esta distincin, puesto que en el mismo ario 1959 las dos comisiones llamadas de la Avenida de Madrid y de Medinaceli (popularmente conocido entre ellos por el Barrio del Olvido, por ser una barriada situada con sus calles en prolongacin de las calles eldenses Jordana, Martnez Anido, Moscard y Don Quijote del barrio eldense del Progreso pero en trmino de Petrer por la famosa acequia, y todava inexistente la Avenida de Madrid) a las que Petrer no conceda apenas atencin, dieron la espant, no tomando parte en los actos falleros programados, como hasta entonces haban hecho. (29) En 1960 se adopt la costumbre de estrechar lazos de amistad con otras poblaciones donde se celebraba la Fiesta del Fuego, asistiendo a los festejos de San Pedro la Reina del Fuego, de Alicante, y representantes de varias comisiones falleras valencianas. 231 Igualmente apareci en este ao la figura del presidente de la Junta Cen tral, cargo desempeado por eleccin entre los distritos falleros, recayendo el nombramiento generalmente en persona de probado entusiasmo por la fiesta. La relacin de presidentes reune un puado de nombres de personas que trabajaron en pro del engrandecimiento de la fiesta y que por ello merecen ser recordados por los ciudadanos. Estos presidentes fueron los siguientes: Juan Mira Monz, presidente de la Comisin Organizadora de la Junta Central en 1958. Fernando Alvarez Gmez, probablemente presidente en funciones en 1959 y efectivo en 1960. Carmelo Perez Mira, 1961 y 1962. Francisco Crespo Garca, 1963 y 1970. Manuel Guill Pastor, 1964. Manuel Ruzafa Azorn, 1965. Eloy Pastor Gonzlvez. 1966, 1967, 1968, 1969, 1975, 1976 y 1977. Rodrigo Caldern Bosch, presidente de Comisin Gestora en 1971. Manuel Gimnez Busquier, 1972, Federico Guardiola Tormo, 1973 y 1974. Aquilino Prez Val, 1978, Rafael Soriano Navarro, desde 1979 hasta 1992. Fernando Herrero Valero (Comisin Gestora, 1993). Fernando Alvarez Sempere, desde 1994 hasta 1999. Jos Luis Contreras Daz, desde 2000. Junto a estas personas, que adems de su transitoria presidencia de la Junta Central fueron presidentes o directivos de comisiones de distintas fallas, prestando todo su esfuerzo y su entusiasmo a las fiestas, hubo y hay otros falle ros que, sin ejercer ms cargos que cualquiera de los muchos que sin relieve externo alguno forman una comisin fallera, destacaron por su intensa labor y por su constante impulso para levantar nimos, avivar entusiasmos por la fiesta fallera y tener una constante y laboriosa actividad en el interior de sus comisio nes ao tras ao. Entre otros, hemos de recordar a Lamberto Pucho] Aguado, alma de la Falla del Trinquete en sus tiempos iniciales y posteriores; Jos Fernndez Gonz lez, ya fallecido, conocido popularmente por Tebeo por el nombre del Bar de su propiedad, creador de la Falla General Aranda y presidente varios aos de la misma; Vicente Ferrndiz Busquier, de la Falla Fraternidad; Jos Corb Mart, de la Falla de la Estacin y muchos otros ms. 232 Otro ndice de estabilidad y continuidad fallera fue la creacin, en 1960, de la revista oficial, que en principio llev el ttulo de El Fallero y el subttulo de Fallas de San Pedro, Junta Central Fallera. Elda, Junio de 1960, aunque se sim plific en 1963, titulndose Fallas de San Pedro. Elda y ms tarde, en 1969, Fallas, Elda. (30), La revista alent el espritu festero dando cabida a artculos literarios de exaltacin de las fiestas, versos, retratos de las bellezas, damas y comisiones y reproduccin de los bocetos de las fallas con su temtica, constituyendo una fiel crnica del desarrollo de la fiesta desde 1960. Solamente en dos ocasiones dej de aparecer la revista, primero en el ao 1971 (31), casi sin tiempo para organizar los actos del 29 de junio siguiente y sin posibilidad de publicarla. El otro ao sin revista, 1974, tuvo unos motivos ms lamentables. En una visita oficial que realizaban a las fallas de Valencia los representantes de una comi sin fallera eldense, invitados por otra de aquella ciudad, y encontrndose la emba jada fallera de Elda en un bar de Valencia, se produjo una explosin, causada por haberse prendido fuego un paquete o montn de cohetes que llevaba algn fallero valenciano. Seis falleras eldenses sufrieron quemaduras de diversa gravedad, por las que tuvieron que permanecer hospitalizadas durante algn tiempo. (32) El suceso tuvo graves consecuencias econmicas para la Junta Central, pre sidida entonces por Federico Guardiola Tormo, que tuvo que hacer frente a todos los gastos derivados del suceso, ya que la promesa de las autoridades falleras y municipales valencianas de hacerse cargo de estos gastos parece que no fue cum plida. Por ello, la Junta elimin gastos --entre ellos la revista-- para cuidar e indem nizar a las accidentadas y organizar unas fiestas falleras como le fuera posible, por el escaso presupuesto resultante. No fue esta la nica vez que las Fallas de Elda tuvieron graves accidentes por el uso de cohetes, tracas y petardos, ya que en 1969, cuando un grupo de falle ros de la Comisin del Barrio Jos Antonio, que iban el domingo de San Pedro disparando los cohetes de la diana maanera en un jeep, tuvieron la desgracia de que al disparar uno de estos cohetes diera en la parte baja de un balcn, vol viendo al coche y haciendo estallar toda la carga de cohetes que llevaban. Todos los ocupantes salieron proyectados por la explosin, recibiendo diversas heridas o quemaduras aunque por fortuna ninguna de ellas de gravedad. (33) LA PROCLAMACIN Y EXALTACIN DE LAS FALLERAS MAYO RES.- Otra consecuencia de la creacin de la Junta Central fue la celebracin en 1958, por primera vez, del acto de presentacin de la Reina de las Fallas de Elda, equivalente a la actual Fallera Mayor, y su Corte de Honor, acto al que nos hemos referido ms arriba, celebrado en el Teatro Castelar de nuestra ciudad el 6 de marzo de dicho ao, en un ambiente distinguido y brillante, acto que desde dicho momento qued institucionalizado, celebrndose todos los arios, con alguna varia 233 cin de unos a otros, como el cambio de la misma denominacin del ttulo de Reina de las Fallas por el de Fallera Mayor y la ampliacin del acto a la presenta cin de la Fallera Mayor Infantil, as como variando el lugar de celebracin, y constituyendo el ms brillante y espectacular prlogo a la fiesta, a la vez que la mayor ilusin para cualquier joven fallera por verse alguna vez como principal estrella de tan deslumbrante acontecimiento. LOS LIBRETOS DE FALLAS: Ya me he ocupado en pginas anteriores del aspecto bibliogrfico de la fiesta fallera, representado por la revista anual publicada por la Junta Central desde 1960, a la cual hay que aadir el conjunto de libretos, folletos o programas impresos publicados separadamente por varias fallas, antes y despus de la aparicin de la citada revista. Esta costumbre de publicar una hoja o libreto explicando a los vecinos o a quienes interesara, el contenido crtico del conjunto fallero arranca con los 11i brets de falla valencianos, conteniendo la relaci y explicaci de cada falla, seguida por los alicantinos en sus hogueras y despus por varias fallas eldenses, al igual que otras poblaciones levantinas que tambin celebran la fiesta fallera. Ya se ha hecho mencin anteriormente de la existencia del que considera mos primer impreso fallero eldense, en 1936 y correspondiente a la Falla de la plaza de Arriba, y tambin del que consideramos el segundo cronolgicamente, (mientras no se encuentre algn impreso anterior) realizado por la falla del Barrio de las Escuelas Graduadas, levantada en el cruce de General Monasterio, hoy Pablo Iglesias, con Ramn Gorg en el ario 1953, conteniendo el orden de los fes tejos y un romance explicativo de la falla. En 1956 reinicia su andadura la falla de la plaza R.N.S., y edita su Pro grama de festejos, un librito en octavo, conteniendo entre otros trabajos el muy interesante titulado Como naci nuestra falla, en cuartetas de Alvarez. En el siguiente ario 1957 fueron las fallas R.N.S., Trinquete y Aranda, las que produjeron sus libretos, adoptando diversos formatos, elevndose el nmero de libretos a seis en los arios 1958 y 1959 y decayendo en los siguientes, coinci diendo con la aparicin de la revista oficial de la Junta Central que ya contena la informacin de cada falla. En total, los libretos y programas editados que he podido reunir en mi archivo y entre los que probablemente falte alguno que no he llegado a localizar, son los que corresponden a las siguientes comisiones: Escuelas Graduadas (Monasterio): 1953. (uno) Arriba (o R.N.S.): 1936, 1956 a 1961, 1963, 1964 y 1968. (diez) Trinquete: 1957 a 1959, 1963 y 1964. (cinco) General Aranda: De 1957 a 1964. (ocho) 234 Gran Avenida: 1958 a 1960. (tres) General Martnez Anido: De 1958 a 1961. (cuatro) Fraternidad: 1957. (uno). Hospital: 1961. (uno) Estacin: 1962. (uno) Jos Antonio: 1964. (uno) Avenida de Madrid (Petrer), 1959. (uno) El contenido de cada librito es interesante, por la detallada explicacin que hace de cada uno de los monumentos a que corresponden, acompaada de versos alusivos a la falla, bellezas y orden de festejos, constituyendo este conjunto de impresos de los arios cincuenta y sesenta unos valiosos testimonios para el estudio de esta faceta festiva de la historia de Elda y unos raros ejemplares bibliogrficos locales, cada vez ms difciles de localizar. A estos libretos se les uni desde 1998 la revista El Fallero , lujosamente editada por la resucitada falla de la Gran Avenida. reincorporada a la fiesta con gran empuje y entusiasmo el citado ario. LOS LTIMOS CAMBIOS: En la mitad de la dcada de los setenta pare ca que la fiesta fallera haba adquirido estabilidad y estructura definitiva tras los muchos arios consecutivos de celebracin. Pero la fiesta de San Pedro, antes de San Juan, pareca estar condenada a una profunda transformacin, tal como la que se produjo en 1977, ario en que por primera vez desde haca veintisiete arios no hubo fallas en la noche de San Pedro. (Recordemos que desde 1949 hasta 1952, las fallas se quemaban en la noche de San Juan.) El motivo fue el de la adopcin de un calendario laboral que introduca grandes modificaciones en el un tanto anrquico calendario de fiestas religiosas, nacionales y locales. Entre otras innovaciones, la festividad de San Pedro y San Pablo qued suprimida, siendo incluso excluda de la relacin de fiestas de pre cepto establecidas por la Iglesia. La Junta Central Fallera vise ante la disyuntiva de celebrar la fiesta en el fin de semana inmediato al 29 de junio, por seguir la tradicin, o desaparecer. Tam bin haba una tercera opcin, la de celebrarla en otras fechas sin vinculacin alguna con San Pedro, y esto es lo que se decidi. De acuerdo con la Comisin Municipal de Fiestas, se determin celebrar la fiesta fallera al finalizar las Fiestas Mayores de septiembre, con lo que stas adqui ran mayor contenido festivo al alargarse hasta el siguiente fin de semana, y los falleros vean fortalecidas sus Fallas, al estar amparadas, con subvencin econ mica includa, por la Comisin Municipal de Fiestas. 235 El primer San Pedro sin Fallas disgust a muchos eldenses, dudosos de que la solucin aceptada fuera beneficiosa para la fiesta fallera o por si de resultar negativa esta experiencia habra que buscar otra solucin. (34) No obstante, con mayor o menor aceptacin, la fiesta se consolid en sep tiembre y esta circunstancia contribuy en gran manera a extender la accin y pre sencia de las Fiestas Mayores en toda la ciudad, ya que el principal defecto que a las fiestas Patronales se achacaba era el de estar centralizadas, o sea que sus actos, los adornos de las calles, los fuegos artificiales, las iluminaciones extraordinarias, pasacalles musicales, conciertos, procesiones y dems actos festivos septembrinos tenan lugar en el centro del casco urbano, quedando la periferia en las mismas condiciones que si no fueran las Fiestas Mayores de Elda. Por el contrario, desde que las Fallas se trasladaron a septiembre, los barrios falleros consiguieron un gran protagonismo, atrayendo a un gran nmero de visi tantes a sus verbenas, desfiles, tracas y, sobre todo, a la quema de sus monumentos. Un barrio en especial, el de la Huerta Nueva, contribuy eficazmente a esta atraccin descentralizada al realizar originales y vistosos adornos de sus calles adyacentes a la llamada del Ro Vinalop, en la que se planta su Falla. Otra circunstancia que se ha acentuado tambin desde 1978, ario en que quedaron solamente cinco fallas, al faltar a la cita anual las de Hospital y Reina Victoria, quedando solamente las de Huerta Nueva, Estacin, San Francisco de Sales, Fraternidad y Huerto, es su excentricidad, su alejamiento del centro, como refugindose en las zonas perifricas de la ciudad. Esto se comprueba porque fijando como punto cero del casco urbano eldense la plaza de Sagasta, la falla ms cercana, la del Trinquete, est a unos 350 metros; la del Huerto a 500; las de la Fra ternidad y Calu a unos 600; Jos Antonio y Estacin a 700; San Francisco de Sales a 850, y la ms alejada, la Huerta Nueva, a 1 kilmetro y 100 metros aproximada mente. Es evidente que as se consigue que los barrios eldenses tengan su propia fiesta para recreo y regocijo de sus vecinos y para recibir la visita de los morado res de los restantes barrios eldenses. LAS FALLAS DE SAN CRISPIN: Hemos mencionado la palabra cam bios al referirnos al sbito paso del mes de junio al mes de septiembre, que rom pa todas las antiguas tradiciones, pero los cambios no acabaron aqui. Al abandonar la fecha del 29 de junio, la Fiesta fallera se qued descol gada del patronazgo del Santo Apstol, cuyo nombre ya no apareca en la revista oficial desde septiembre de 1977, primera del cambio de fechas. Tal vez fuera coadyuvante a este divorcio entre las Fallas y San Pedro el lamentable hecho ocu rrido en septiembre de 1976, cuando al entrar la imagen del Santo Apstol a la iglesia de Santa Ana, al finalizar la procesin del Santo, la imagen tuviera la des gracia de caerse, rompindose contra el suelo y quedando intil para su uso. 236 Un veterano fallero, Vicente Ferrndiz Busquier, expres en sencillos ver sos el sentimiento de los falleros por la desvinculacin con el Santo Apostol y el hecho que hemos referido al escribir: II San Pedro, pobre San Pedro, no te celebramos Fallas; como fi esta de guardar te borraron del programa. Los Falleros te recuerdan con el dolor de su alma y aunque fuimos los culpables de romper tu imagen santa por muchos aos que pasen Patrono sers de Fallas. (35) Desde este ario, las fiestas falleras se celebraron a continuacin de las de septiembre, con la nica nota de carcter religioso del acto de la Ofrenda de Flo res que se realizaba por todas las falleras ante la imagen de la Virgen de la Salud, Patrona de Elda. En 1985, el domingo 15 de septiembre, este acto se celebr de una forma inusual, al efectuarse la ofrenda de las fl ores por las falleras ante la Puerta Mayor del templo, donde se haba colocado un gran lienzo en el que estaba pintada la Virgen de la Salud, a cuyos lados se haban colocado unas jardineras para que se fueran depositando en ellas los ramos de fl ores de este emotivo homenaje a la Patrona de la ciudad. Desconocemos si este acto se celebr en la misma forma en otros arios o volvi a celebrarse en el interior del templo ante el altar de la Virgen. Pero esta situacin no se prolongara mucho tiempo y la Junta Central Fallera, considerando tambin la falta de animacin popular de la fiesta de San Crispin, patrono de los Zapateros, cuya romera a su ermita en la Torreta haca cerca de treinta aos que no se celebraba, realiz gestiones con los prrocos de Santa Ana y San Jos Obrero, as como con el Club de Veteranos del San Crispin, antiguo equipo de ftbol cuyos supervivientes eran los custodios morales de la fiesta de los Santos Zapateros. Y del acuerdo de todos sali la determinacin de poner la fiesta de Fallas bajo el patronazgo de los Santos Crispn y Crispiniano, pre sidiendo stos las procesiones y actos religiosos falleros de septiembre y realzar la Junta Central, con todo el apoyo de sus comisiones y participacin de falleros y falleras, la fiesta del 25 de octubre, restableciendo la popular romera a la Torreta. As, en 1989 tuvo lugar, el 10 de septiembre, el traslado de los Santos en romera desde la ermita hasta la Inmaculada, donde permanecieron hasta el da 17, da grande de la quema de los monumentos, en que se celebr la procesin en honor de San Crispn y San Crispiniano, finalizada la cual se procedi al traslado de los Santos a la Parroquia de San Jos Obrero. 237 Desde esta ltima iglesia es de donde saldra la romera de los Veteranos del San Crispn el 25 de octubre, hasta la ermita, para el siguiente ario repetirse las mismas ceremonias de traslado procesional por las Fallas en septiembre y por los Veteranos en octubre, en un doble homenaje anual a los patronos de los Zapateros. En esta sucinta relacin histrica de la fiesta eldense de Fallas se ha aludido en varias ocasiones a las cordiales relaciones existentes entre stas y las valencia nas, as como con las Hogueras alicantinas, manifestadas en los frecuentes inter cambios de visitas de representaciones de unas a otras, especialmente en los actos de mayor trascendencia, como pregones o festivales de proclamacin y exaltacin de falleras mayores, Bellezas o Reinas del Fuego. Y es en alguna de estas oca siones de confraternidad entre fiestas comunes cuando se ha encontrado en las delegaciones alicantinas un ligero matiz de incomprensin por el hecho de lla marse Fallas en lugar de denominarse Hogueras como en la capital alicantina, cuando Elda est, por todos los conceptos, ms vinculada con Alicante que con Valencia. La explicacin de este hecho podramos hallarla en el comentario publi cado por Idella en 1929 al dar cuenta de haberse encendido fuegos en Elda en la noche de San Juan, comentario al que hemos hecho referencia pginas atrs, y que deca: ...Con motivo de la tradicional noche del solsticio de verano, no faltaron las hogueras en nuestras tpicas calles, que las hubo en cantidad y calidad, muchas de ellas duraron hasta altas horas de la noche. Hubo alguna falla que otra, llamando la atencin las quema das en el barrio de la Fraternidad y en la esquina de Mara de los Pla tos... El comentarista de Idella hace una clara disticin entre hogueras y fallas, y cuando dice hogueras se refiere a la tradicional, formada por un montn de lea y otras materias combustibles, dando el nombre de fallas a las que adems tie nen monigotes (o sea ninots) representando a figuras humanas, probablemente conocidas en el barrio, con carteles alusivos a alguna caracterstica peculiar de las mismas, resaltada por la intencin crtica de los autores de la falla. Y desde este punto de vista, la denominacin de Fallas es la que corres ponde a lo que se ha hecho en Elda en las fiestas de San Juan, San Pedro y San Crispn, respetando el criterio que tenga cada poblacin a llamar a sus fiestas como desee, La dilatada --y bastante complicada-- historia de las Fallas eldenses, sus inci dencias y cambios, las personas que han ejercido cargos o han destacado en este 238 empeo, la pequea historia de cada una de las comisiones, con sus xitos y sus fraca sos, y dems aspectos de la fiesta, nos han llevado un espacio excesivo, no para trans cribir la verdadera y detallada historia de las Fallas de Elda, sino para el limitado espa cio que permite esta visin general de las fiestas que se han celebrado en Elda. Pero no quiero terminar este captulo sin dedicar unas lneas al cmo se hacan estas fiestas, aunque la abundante documentacin contenida en la prensa de la poca puede dar la mas amplia informacin al interesado en sus particulari dades. En esencia, la fiesta tiene tres momentos culminantes: el primero, el de plantar la falla, cosa que antes de que se encargaran de su realizacin y montaje artistas falleros con su personal especiallzado, lo hacan los mismos falleros en la noche del primer da de fiesta, entre cohetes, salvas, bebida abundante y cosas para picar y el bullicio general del barrio, que no quera perderse este impor tante momento en el cual se poda ver en qu quedaban sus afanes y desembolsos de todo un ario. Otro momento, el culminante de la fiesta, era la quema de la falla en el ltimo da, a partir de las doce de la noche y en el orden fijado por el premio obte nido, tambin entre baile, tracas, cohetes, elevacin de globos y general alegra, unida al sentimiento porque todo ha terminado hasta el ario venidero. Entre ambos momentos, se suceden las tracas, pasacalles, verbenas, conciertos, visitas a las otras fallas con despliegue de bellezas, damas de honor y falleras, ataviadas con el traje regional valenciano en los primeros arios y con el de novia alicantina creado por el gran foguerer Toms Valcrcel, especie de servidumbre a las dos grandes capitales falleras, en lugar de haber buscado en las races del antiguo traje popular femenino eldense de fiesta. Con la creacin de la Junta Central Fallera, a los actos propios de cada dis trito se unieron los actos conjuntos, como el Desfile del ninot , en el que cada comisin portaba el monigote indultado, por sus cualidades de gracia o perfeccin artstica; el desfile general hacia la iglesia de Santa Ana, misa en honor del Santo patrono de las Fallas de Elda, cualquiera que lo sea en el momento de la celebra cin, y seguidamente procesin del Santo, finalizando con la Ofrenda de Flores de las falleras a la imagen de la Virgen de la Salud, Patrona de Elda, Otro desfile general era el que se producia despus de recoger los premios otorgados por el Ayuntamiento, ostentando el bandern acreditativo del premio conseguido, aunque algunas de las fallas lo portaban sin ostentacin del mismo, como muestra de descontento por el fallo del jurado. Cuando escribimos estas ltimas lineas sobre las Fallas, a finales del ario 2000, esta fiesta est firmemente consolidada como la tercera fiesta eldense, pre 239 cedida por las Fiestas Mayores de septiembre y las multitudinarias y deslumbran tes de Moros y Cristianos, que ya desbordan sus posibilidades de expansin y par ticipacin. El nmero y fortaleza de sus Comisiones ha aumentado y en estos arios lti mos del siglo XX se han plantado simultneamente diez fallas, las de Trinquete, Huerto, Fraternidad, Estacin, Jose Antonio -Las Trescientas, San Francisco de Sales, Huerta Nueva y Caliu, a las que muy recientemente se han agregado la reconsti tuda de la Gran Avenida y la nueva de Zona Centro, cuyo primer presidente de sta ltima ha sido el anterior presidente de la Junta Fallera, Fernando Alvarez Sempere. Slidamente asentada sobre la base del entusiasmo fallero de unos barrios que encuentran en esta fiesta su verdadera e insustituible expresin ldica, las Fallas de Elda parecen tener asegurada una larga vida, como se la deseamos valo rando la importancia de su peculiarsima y tradicional presencia en el conjunto de las fiestas eldenses. NOTAS: 1. Carlos Coloma: Guerra de los Paises Bajos. Barcelona, Imp. V. e H. de J. Subirana. 1884. pg. 200. 2. Jos Fernndez Gonzlez: Recuerdos de antao, Rey. Fallas de San Pedro. Elda, junio 1962. 3. Jos M. Frriz Pay y Oscar Romn Hernndez: Nuestra historia,. Rey. Fallas. Elda, septiembre 1981. 4. Idella, nm. 171, de 29 junio 1929, 5. Joyer Gonzlez de la Horteta: El camino del Marn, Sem. Valle de Elda, nm. 927, 1 -Junio -1974. 6. Libro de actas del Ayuntamiento de Elda, de 11-6-36 a 15-12-37. Acta 25 de junio de 1936. 7. id. id. 8. id. id. Acta 9 julio 1936. 9. La nica excepcin que conozco es precisamente en mi Historia de Elda, tomo II, pg. 239. Por error se indica 1947. 10. Vicente Valero: Crnicas para Radio Elche, 26 junio 1950. 11 Libreto Falla del Trinquete, Elda, junio 1959. 12. Id. id. 13. Vicente Valero: Crnicas para Radio Elche 26-6-1950. 14. J.M. Frriz y O. Romn: Artculo citado. (Nota 3) 15. Trabajo indito en mi Album de Elda, tomo V, reproducido en parte en mi artculo: Historia de las Fallas de San Pedro,- Valle de Elda, n. 148.- 27 junio 1959. 16. Artculo citado en nota 15. 240 17. Juan Madrona Ibez: ...Y hubo Fallas en Elda.- Rey. Dahellos, n. 1 1.- Junio -julio 1951, 18. Id. id. 19. Libretos de la falla Martnez Anido y adyacentes de 1958 a 1961. (Archivo del autor) 20. Error en el libreto de falla del Trinquete de 1959. Artculo Diez aos de falla. Se indica 1945 por 1952, que es la fecha correcta. 21. Diez aos de falla, por M. Libreto de la falla Trinquete 1959. (En el artculo Tris teza fallera de Lamberto Puchol (Valle de Elda. n. 252.- 24 -VI -1961) se dice que el autor de la idea de la falla giratoria fue Pascual lborra). 22. Hoja impresa por Imprenta Belda.- 31 por 21,5 cms.- 1953. 23. Vicente Valen): Crnicas para Radio Elche, 30 de junio 1953. 24. Vicente Valero: Una falla, 17 pesetas.- Semanario Marcador Alicante, 25 julio 1955. 25. A.Navarro Pastor: Historia de las Fallas de San Pedro.(Nota 15) 26. Sem. Valle de Elda, nm. 45.- 6 julio 1957. 27. Vicente Valen): Noticiario tallero. Valle de Elda, nm. 52.- 24 agosto 1957. 28. Se constituy la Junta Central Fallera.- Valle de Elda, nm. 149. de 4 de julio 1959. 29. Apuntes de la ciudad. Cenizas de fallas.- Valle de Elda, nm. 149.- 4 julio 1959. 30. Vase captulo sobre La revista de Fallas en mi libro Prensa peridica en Elda. 1866 1992, pgs 179-182. 31 . Semanario Valle de Elda, nm. 767,8 mayo 1981 . 32. Id. id.. nm. 918, de 30 marzo 1974. 33. Valle de Elda, nm. 671, de 5 de julio 1969. 34. San Pedro sin Fallas. Artculo en Valle de Elda, nmero 1086, de 25 junio 1977. 35. Vicente Ferrndiz Busquier: Chispas falleras, en Revista Fallas Elda, septiembre 1977. 241 21 * LA VIRGEN DEL CARMEN (16 de Julio) En nuestros das y casi insensiblemente, ha desaparecido de la vida pblica eldense y de sus costumbres, la festividad que se celebraba el 16 de julio de cada ao, honrando con diversas manifestaciones religiosas y cvicas a la Virgen del Carmen, de especial significado y fervor en las varias instalaciones que la Comu nidad de Hermanas Carmelitas ha tenido en Elda. Creemos que esta festividad debi de iniciarse o adquirir mayor importan cia y lucimiento en la ciudad a partir de la instalacin de dicha Comunidad en esta poblacin, en 1901, para establecer un Colegio de nias en la calle Maura, pasando despus, en 1908, a peticin del Ayuntamiento de Elda, al recin construdo Hos pital Municipal para cuidar de los enfermos all acogidos, para lo cual haban reci bido la autorizacin del Obispo de la dicesis en 27 de febrero de dicho ao (1) Este Hospital estaba situado en la cuesta de Santa Brbara, donde hoy se levanta la Residencia de Ancianos, habindose desechado el local del antiguo Hospital de la calle de San Roque por insuficiente. Tras una restauracin para el fin a que se destinaba, el antiguo Hospital pas a ser el nuevo Colegio de Nias de las Hermanas Carmelitas, por lo que la plaza de enfrente de dicho edificio, que era llamada del Hospital, pas a a ser popularmente conocida como plaza de las Monjas, en el cruce de las calles de San Roque, Maura y la ahora llamada de Francisco Laliga, antes Prim y despus San jurjo. Junto al antiguo Hospital haba existido all desde tiempo inmemorial una ermita bajo la advocacin de la Pursima Concepcin, cuya capilla fue incorpo rada, al desaparecer dicha ermita, al Hospital, conservndose la obra de esta capi lla en el mismo edificio durante su utilizacin por las Monjas como Colegio hasta que stas construyeron un grande y hermoso edificio en la zona situada junto a la Ciudad Vergel, cuya primera piedra se coloc el 30 de mayo de 1963. No hemos podido averiguar en qu forma se celebraba la fiesta antes de 1942, pero de este ao s tenemos un importante testimonio, debido al relieve que 243 adquiri la fecha por la donacin de una imagen de la Santsima Virgen del Carmen por parte del Ayuntamiento, con destino a la capilla del Hospital. Con este motivo se organizaron una serie de festejos que se hicieron coin cidir con la festividad del 18 de julio, entonces conmemorativa del Alza miento Nacional, que a la vez era Fiesta de Exaltacin del Trabajo, susti tuyendo a la del Primero de Mayo, suprimida por las nuevas autoridades. No slo resulta interesante la transcripcin literal de la crnica que el corresponsal del diario Informa cin de Alicante Vicente Valero Bellot, realiz del desarrollo de esta festividad, para conocer el grado de entusiasmo en su celebracin, sino tambin como testimonio del ceremo nial poltico -social que las autoridades impriman en aquel tiempo a esta celebracin: Solemne Novenario en honor de la Santsima Virgen del Carmen 8-10 da Jallo do 19166 Colmillo Hermanan Carmelitas ELDA Festividad de la Virgen del Carmen. Coincidiendo con la fecha del 18 de julio --escribe Mero - conmemoracin del Alzamiento Nacional y , fiesta de la Exaltacin del Trabajo, se confeccion un programa de actos en honor de la Ssma. Virgen del Carmen que resultaron brillantsimos. El din 18, a las ocho y media de la tarde, en la plaza de Jos Antonio, ante la fachada del Exento. Ayuntanziento tuvo lugar la ben dicin de la imagen. Terminada la bendicin y Salve, el jefe local de Propaganda, con breves y emocionadas palabras, hizo la ofrenda de la imagen a la Comunidad de Hermanas Carmelitas. Formse seguidamente la solenme procesin de! traslado de Ntra. Seora al templo parroquia!, asistiendo autoridades y jerarquas y numerossimo pblico. El (ha 19, a las ocho v media de la maana, celebrse la solemne Misa de Comunin General. Terminada sta se impuso el Santo Escapulario a todos los asistentes. A las ocho de la tarde tuvieron lugar solemtisimos oficios en honor de la Santsima Virgen del Carmen, con sermn a cargo del Podre Piquer. Acto seguido se form la procesin para trasladar a la Virgen a la Capilla del Hospital Municipal. Presidieron sta las auto ridades y jerarquas, asistiendo ms de dos mil personas. Tambin la 244 Progreama ao 1966. entonces los Santsimos Falange tuvo su representacin con una Centuria del Frente de Juventudes y Banda de cornetas y tambores. Por la tarde y ante la capilla del Hospital se celebr un concierto por la Banda Instructiva Musical de FET y de las JONS, disparndose como fi nal de fiestas una magnfica traca. Para cerrar con broche de oro estos solemnes actos en honor de la Vir gen del Carmen se celebr solemne Nove nario en la Capilla del Hospital.(2) La festividad de la Virgen del Carmen sigui celebrndose con pare cidas ceremonias a las que acabamos de transcribir, centrndose ms en su aspecto devoto, de actos realizados en la recoleta capilla de las Hermanas Carmelitas de la calle de San Roque, y como nica manifestacin externa la procesin presidida por la imagen de la Virgen del Carmen, recorriendo el cogollo de la antigua poblacin por casi el mismo itinerario que realizaban Patronos de Elda en las grandes fiestas de septiembre. Dos programitas de mano, uno de 1955 y otro de 1966, nos dan testimonio de la forma de celebracin de esta festividad en dichos arios, siempre con una gran concurrencia de fieles a todos los actos. El programa de 1955 estaba as redactado: Solemne Novenario que en honor de la Santsima Virgen del Carmen celebrar su ilustre Cofrada durante los das 8 al 16 de julio de 1955 en la Capilla del Colegio de las Hermanas Carmelitas: Orden de los Cultos: Todos los das del Novenario, a las 8 de la maana, Misa de Comunin, con meditacin y cnticos, finalizando con el Himno a la Santsima Virgen del Carmen. A las 8 de la tarde, Santo Rosario, Plegaria, Ejercicios de la Novena, Alegras y Sermn. Salve e Himno. Ocupar la Sagrada Cte dra todos los das del Novenario el Revdo. Padre Generoso. Capu chino residente en Orihuela. Da 16, sbado.- Festividad de la Virgen del Carmen. A las 8 de la maana. Misa Rezada de Comunin general. 245 SOLEMME LZOVEMARIV que en honor a la. Sallisimd Iiign 1E1 kis celebrar su Ilustre Cofrada durante los das 8 al 16 de Julio 1955, en la Capilla del Colegio de las Hermamas Carmelitas. Programa ario 1955. A las 9,30, Solemne Misa can tada por las intenciones de la Ilustre Cofrada y Comunidad de las RR. HH. Carmelitas, interpretndose por la Capi lla de la Cofrada la de don C Jos de Benito a dos voces, ocupando la Sagrada Ctedra el antedicho orador sagrado. Al momento de la elevacin se disparar una potente traca. A las 8 de la tarde, ltimo da de la Novena, con los ejercicios del da anterior. Dia 17, domingo. A las 7,30 de la tarde, Santo Rosario, Sabatina a la Stma.Virgen, Salve e Himno, Finali zando el ejercicio saldr en Solemne Procesin nuestra Venerada y Excelsa Madre la Ssma. Virgen del Carmen, pre sidida por las autoridades locales y junta directiva de la Cofrada, con asistencia de la Banda Instructiva Musical Santa Cecilia, y que recorrer el siguiente itinerario: Calle Maura, General simo, Gral. Mola, Iglesia, Pursima y Gral. Sanjurjo hasta la Capilla. A la salida y entrada de la Procesin sern disparadas potentes tracas, fi nalizando estos piadosos cultos con el canto por todos los asistentes de la Salve gregoriana e Himno a la Virgen (3). Diez arios despus. el programa de mano que anunciaba los actos de esta fiesta repeta casi en su totalidad, aunque con mayor brevedad, los actos de 1955, incluyendo la Triunfal procesin de la Santsima Virgen del Carmen, (4) La procesin de la Virgen del Carmen, acto popular que reuna a gran nmero de fieles y que recorra las calles eldenses engalanadas en ventanas y bal cones con banderas, cobertores y lienzos con las insignias del Carmelo, entre un numeroso y respetuoso gento, desaparece en 1969 o 1970. Los actos del Novenario siguen celebrndose con parecido ceremonial, como indica el orden de los cultos de 1976 que ahora estn constitudos por el Santo Rosario, a las 8 de la tarde, ejercicios del Novenario, celebracin de la Euca rista y Proclamacin de la Palabra, y el da 16, festividad de la Virgen del Carmen, Misa a las ocho de la maana y ocho de la tarde. 246 En 1986 --no sabemos cuando se hizo el cambio-- la celebracin de los actos se hace en la capilla del Colegio Santa Teresa de las HH. Carmelitas, en la Ciu dad Vergel, y an consisten en el tradicional Novenario. Dificultades para la celebracin de estos actos con la solemnidad tradicional hacen que en 1987 sea solamente un Triduo el que se celebre, los das 14, 15 y 16. Y despus, la Fiesta de la Santsima Virgen del Carmen desaparece de la vida pblica eldense, quedando reservada a la piadosa conmemoracin que en su Capilla hacen las Hermanas Carmelitas, junto con los numerossimos fieles, espe cialmente seoras y alumnas del Colegio que participan en estos cultos, ahora casi privados. NOTAS: 1. Alberto Navarro Pastor: Historia de Elda , tomo 11, 42. 2. Vicente Valero Bellot: Grandes fiestas en honor de la Virgen del Carmen. Diario Informacin, Alicante, 23 -VII -1942. 3. Programa de mano, por Tip. Torregrosa. Elda, 4 pgs. de 15 x 11 cms. 4. Solemne novenario en honor de la Santsima Virgen del Carmen. 8-16 de julio 1966. Hoja 22,5 x 12,5 cms. sin pie de imprenta. 247 Santa Ana. 22* SAN JAIME Y SANTANA, LA FIESTA OLVIDADA (25-26 de Julio) En el aspecto en que estamos tratando esta faceta de la vida eldense, la de las fiestas populares, el cambio experimentado entre la poca anterior a 1936 y los arios posteriores hasta los presentes es considerable. Fechas que antao eran espe radas con ansiedad e ilusin, paladeando anticipadamente los gozosos momentos que se iban a vivir, ahora pasan totalmente desapercibidas, sin despertar eco alguno la enunciacin del santo, santa, conmemoracin o caractersticas especia les que daban nombre y vida a la fiesta. En esta situacin se encuentra hoy la antao famosa y popularsima fiesta dual, ya que, para el pueblo, decir San Jaime y Santa Ana (haciendo contraccin 249 en este ultimo nombre y convirtindolo en Santana) era decir dos das juntos de fiesta, por ser el primero fiesta nacional como Patrn de Espaa y el segundo fiesta local por ser Santa Ana cabecera de altar y titular de la primera iglesia eldense y de la iglesia mayor actual. La circunstancia de que esta doble festividad caa en los ltimos das de julio, en pleno y ardiente verano, contribua a que se esperase su llegada, se recibiera a gusto y se disfrutara plenamente. El nacimiento de esta festividad debi ser all por el siglo XVI, cuando en 1528 se cre la iglesia parroquial recibiendo inmediatamente el nombre de la santa madre de la Virgen.(1) Entonces no existan las imgenes de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, llegadas en 1604, por lo que es presumible que la fiesta mayor del pueblo fuera el da de Santa Ana. Solamente tenemos un testimonio fehaciente de cmo se celebr la fiesta en un ario determinado: el de 1644, y ello por la circunstancia de hallarse presen tes en la fiesta los Condes de Elda, don Juan Andrs Coloma Prez Calvillo y su esposa doa Isabel Francisca Pujades y Borja, a quienes el Ayuntamiento de la villa agasaj con la mayor esplendidez que le fue posible. Entre los festejos con que se celebr el dia de Santa Ana figur una corrida de toros, que sin duda debi de celebrarse en la plaza de Arriba, con sus bocacalles del Castillo, de la Iglesia, de Juan Vidal, y callejn entre las dos plazas, cortadas con carros o maderos, y la del Toril, como su mismo nombre indica, utzada para servir de corral del ganado a lidiar y portal por donde salan los toros a la improvisada plaza. En aquellos tiempos, mitad del siglo XVII, todava el toreo era diversin de seores, montados en caballos y armados con lanza o garrocha para dar muerte a la res, y solo fue arios ms tarde cuando se introdujo el toreo a pie y la presencia de profesionales. Es por ello que podemos suponer que los toros del da de Santa Ana de este ario de 1644 y las sis dotsenes de garrochas que se pagaron para dicha fiesta, fueran lidiados y utilizadas respectivamente por los caballeros del acompaamiento del Conde y tal vez por el mismo Conde de Elda, que en aquel ario contaba solamente 23 aos.(2) Los asientos de pagos hechos por el clavario Acacio Navarro, jurado de la villa (3), por los gastos hechos con dicho motivo son los siguientes: tem dos lliures de carn y un cap de macho que donaren los jurats de almoyna (limosna) lo da de la i. Sta.Anna... tem de fer los torils y taulats del Srs. Condes y de la vila per als bous ques corre guessen en dita festa de la G a Sta. Anna... Item a Martn Carrin per sis dotsenes de garrochas per als toros de dita festa... 250 Ittem a Anthoni Gmez, confiten per los dolsos y confituras que prengueren pera el refresch dona dita vila al S. Conde y para dita vila... Ittem de un canter de v para el refresch de dita festa... Nos quedamos sin saber, a pesar de haber buscado en arios anteriores y pos teriores a este libro de Clavarias (o cuentas) de 1644, si sta celebracin del da de Santa Ana con corrida de toros incluida --aparte de los actos solemnes que celebrara la iglesia parroquial para honrar a su patrona-- era una costumbre rea lizada todos los arios o si fue un festejo extraordinario debido a la presencia en la villa de los Condes. Estos tenan su residencia habitual en Valencia desde diez arios antes, pero parece que en este tiempo pasaban los veranos o parte de ellos en su castillo palacio de Elda, que entonces estaba en toda su plenitud arquitec tnica y de suntuosa decoracin y mobiliario interior. Nada sabemos de cmo se celebraba esta fiesta de Santa Ana despus de esta pintoresca nota del siglo XVII y tenemos que llegar hasta 1915 para encontrar una nueva referencia a la misma, encontrndola ya mostrando una situacin que sera su regular caracterstica hasta su reciente desaparicin, es decir, la de tomar las dos fiestas consecutivas para aprovecharlas disfrutando de una estancia en las cercanas playas de Alicante, Santa Pola, La Marina o Guardamar, como las ms frecuentadas por los eldenses en los tiempos ante riores a la popularizacin del automvil, o en los pintorescos parajes de campo y montes cercanos a la poblacin o en las casas de campo los que disponan de ellas. As nos lo escribe El romancero en el semanario El Reformista, refi rindose a las fiestas de 1915: Como es costumbre estos das se va la gente a Alicante y Santiago y Santa Ana lo celebran con baarse en aquellos balnearios de dulce y grato oleaje. Y vuelven al pueblo, vuelven, ajados, maltrechos, glciles, renovando su trabajo con ms ahinco que antes. (4) La cita que hace a los balnearios el vate que utilizaba el seudnimo El Romancero, tras el cual creemos se oculta el popular Maximiliano Garca Soriano, se refiere a aquellos famosos balnearios de la playa alicantina del Posti guet, La Alianza y La Alhambra, muy frecuentados por las familias eldenses. ( 5 ) 251 En parecidos trminos se refera a esta fiesta el poeta Eloy Cataln en su tra bajo en prosa Elda festivo, publicado quince aos despus del anterior, en 1931: San Jaime y Santa Ana, toros en Alicante; los cantos de sirena de las playas mediterrneas con su fleco de espuma; noches de ronda y de excursiones indiscretas, para correr las brevas, para vivir un da tranquilo y feliz en el campo, con la paella o los gazpachos humean tes sobre tres piedras calcinadas... (6) Esta forma popular de vivir la doble fiesta continu siendo muchos aos la nica manifestacin visible de San Jaime y Santana. Haba eldenses que varios das antes se desplazaban a las playas mencionadas, especialmente a las de Santa Pola, a tomar sitio, llevando variados y elementales materiales --listones, tablas, lonas, sacos, mantas, etc.-- y montaban una especie de tienda de campaa en la que se albergara, dormira, y se cambiara de ropa la familia y le hara las veces de hogar durante los dos das festivos. Lo mismo se haca en populares zonas campestres, como el Chorrillo, el Pantano, la Jaud, el Arenal, Caprala, Rincn Bello, el Chorrico de la Almadraba, Cat, etc. para coger sitio, habiendo lugares especialmente preferidos, como los espaciosos ojos del acueducto cercano al Chorrillo, entre Elda y Sax, a donde acu dan a tomar posesin varios dias antes de las fiestas, antes de que se adelantaran otras familias, haciendo guardia siempre alguien para que no se lo quitaran. La motorizacin de la vida espaola, con el Seiscientos o el dos caba llos al alcance de muchas familias de nivel medio, dio un gran impulso a estas escapadas hacia la playa, el monte u otros atractivos lugares, y as se deca en 1957 que en San Jaime y Santa Ana, Elda se qued vaca (7), acentundose este cali ficativo en los aos siguientes en que, con motivo de esta fiesta, se escriba: SEMANA DE DESBANDADA .- La prxima semana, con un da festivo por medio, el 18 de julio, y la perspectiva de dos das de fiesta en la semana inmediata --San Jaime y Santa Ana-- es tradi cionalmente una ocasin que aprovechan con mucho gusto los eldenses para salir disparados hacia playas, casas de campo, mon taa, etc... (8). En la poca en que las vacaciones laborales no eran fijadas por acuerdo de la patronal y Sindicatos, como ahora, sino por cada centro laboral, por entendi miento entre el empresario y los trabajadores atendiendo a las necesidades de ser vir los pedidos, estas fiestas eran aprovechadas ...para conceder las vacaciones anuales en fbricas y talleres, y el xodo de eldenses se hace masivo en estos das, hasta el punto de que la ciudad se queda prcticamente sola, con sus calles asombradas por estos desusados silencio y sosiego... (9). 252 Cuando, ms adelante, con la reanudacin de las actividades sindicales obreras se establecieron las vacaciones anuales de treinta das, con fechas fijadas por convenio entre las partes, que comprendan cuatro semanas, casi todas ellas en agosto (aunque en algunas se iniciaban en la ltima de julio, las fechas del 25 y del 26 dejaron de ser festivas y pasaron a ser unas ms en el calendario. La fecha del 25 de julio, fiesta nacional por ser el Santo Patrono de Espaa, qued sujeta a las variaciones que introdujeran cada Comunidad Autonmica, por lo que en la Valenciana prcticamente desapareci, sustituida por algunas otras festividades creadas por esta Comunidad. Al igual que la evolucin de las costumbres ha dejado prcticamente sin resonancia ni inters popular las antao popularsimas Pascuas de Monas, tam bin los tan esperados dias de San Jaime y Santana han pasado a formar parte de este lbum de los recuerdos en el que tantas tradiciones, costumbres y usos eldenses han sido encerrados, condenados al silencio y al olvido. NOTAS: 1. Aunque en el documento fundacional se le da el nombre de Santa Catalina Mrtir, Lamberto Amat demuestra que siempre fue llamada de la Gloriosa Santa Ana (Elda... Tomo 1,47-48) 2. Gabriel Segura y Consuelo Poveda: Archivo Condal (I), pg. 56. 3. Clavarias, 1612. (Pagos del ario 1644) (Archivo Municipal de Elda). 4.. Romance de la semana ; Semanario El Reformista, nm. 19. Elda, 25 julio 1915. 5. Los barios, por Rodolfo Guarinos Amat.- Valle de Elda, nm. 2211.- 6-Sept.-2000. 6. Eloy Cataln: Elda festivo.- Sem. Horizonte. Elda, extraordinario de septbre. 1931. 7. Semanario Valle de Elda, n. 48,27 julio 1957. 8. Sem. Valle de Elda. n. 307, 14 julio 1962. 9. San Jaime y Santa Ana, Sem. Valle de Elda, n. 308,21 julio 1962. 253 Antiguo Convento de Padres Franciscanos despus Hospital de Distrito, donde se celebrabn las Fiestas de la Porcincula del Beato Nicols y de San Francisco en el Hospital. 23* EL JUBILEO DE LA PORCINCULA EN ELDA (2 de Agosto) Al hacer la relacin de la fiesta del Beato Nicols, que se celebraba el 2 de abril (o el festivo inmediato si en aquellos tiempos se tena esta costumbre para las fiestas menores) haca referencia a una posible contradiccin entre la realidad de una iglesia en pleno funcionamiento despus de la expulsin de los frailes fran ciscanos de su convento de Elda y el estado de abandono en que segn Castelar se encontraba dicha iglesia en su infancia, descrito con su maravilloso y florido estilo en las pginas de su Viaje a Italia. Como veremos ms adelante, Castelar evoca la iglesia del convento, en los aos de su infancia, de la siguiente lamentosa manera: ...las campanas haban sido arrancadas a las altas torres, siem pre silenciosas; el culto, interrumpido de los altares casi desnudos... 255 Sin embargo, tal vez este desolado aspecto lleg a ofrecerlo entre los aos 1835, una vez expulsados los frailes, y el 1842 en que se permiti que la iglesia del convento volviera a prestar su servicio religioso como ayuda de parroquia. Llegado a Elda en 1836 o 1837, Castelar, con cuatro o cinco arios de edad, permaneci en la entonces villa hasta terminados sus estudios de bachillerato en Alicante, o sea hasta los diecisis aos en 1848, cuando march a Madrid para cur sar sus estudios universitarios. Quiere esto decir que el desolado aspecto de la iglesia, tal vez abandonada y descuidada hasta 1842, fue la estampa que tan viva mente se grab en su espritu infantil, hacindosela recordar muchos arios des pus, al visItar el mstico valle de Ass, donde encontr la poesa del corazn que, para l, slo se hallaba en el valle querido donde transcurri su infancia. Visitando esta iglesia --como en todas las regidas por la Orden de Francis canos-- al llegar el 2 de agosto, festividad de Nuestra Seora de los Angeles, se poda ganar el jubileo de ls Porcincula, as llamado por la primera iglesia que fund San Francisco de Ass. En Elda tena lugar esta fiesta popular, con animada romera desde la poblacin, --bastante alejada entonces del Convento-- hasta la pequea iglesia de ste, orando al llegar all ante las imgenes de la Virgen de los Angeles y San Francisco, y ganando de esta forma el jubileo franciscano. Su ori gen en nuestra poblacin habra que buscarlo en los arios posteriores al 1562 en que fue fundado el convento y se vendra realizando hasta mediados del siglo XIX, tal vez hasta que el antiguo edificio fue convertido en Hospital de Distrito, desapareciendo de la iglesia su antigua vinculacin con la Orden, aunque continu funcionando como ayuda de parroquia. . ... . No me ha sido posible encontrar referencia o documento alguno sobre este jubileo del dos de agosto, sobre la especie de peregrinacin mstica que nos relata Castelar con su brillante y emotivo estilo. En la imposibilidad, por consi guiente, de aadir o ampliar en ningn aspecto lo evocado por el insigne tribuno, considero que el lector agradecer el que ceda mi lugar a ste, sustituyendo lo poco expresivo y elegante de mi prosa por la sencilla emocin y sugestivas im genes literarias contenidas en la pgina de Castelar a la que ya hemos hecho refe rencia y que a la letra dice as: ...En mi infancia, cuando nos acercbamos al dos de agosto (...) celebrbase una ceremonia religiosa, una especie de jubileo que nunca olvidar. El convento de nuestro valle estaba a la sazn desierto. La revolucin haba expulsado a los frailes. Los fuertes secu lares cipreses de su prtico se perdan y secaban. Las fl ores de su antes cultivado jardn se sustituian por legumbres y heno. Las tablas de sus ventanas, medio cadas, menebanse tristemente a impulsos del viento. Las piedras de sus paredes y muros, medio sacadas de quicio, amena zaban a una completa ruina. Las campanas haban sido arrancadas a 256 las altas torres, siempre silenciosas; el culto interrumpido de los altares casi desnudos, y las puertas del santuario cerrndose como si iteran las puertas de un sepulcro. (...) Solamente en el dos de agosto las puertas se abran, los pavi mentos se regaban; componanse los altares como para una fiesta, las velas brillaban sobre el ara, tras las flores, y en la capilla mayor, una tosca, pero mstica escultura en madera que representaba a San Fran cisco recibiendo de Cristo aparecido en los aires los estigmas de las cinco llagas, juntaba en el templo a los creyentes, despertaba la fe y la esperanza, atraia las oraciones del fondo de las almas a la inmensidad de los cielos como atraen los rayos del sol a las alturas los vapores de las bajas aguas y las bajas tierras. Nosotros, los muchachos de la familia salamos acompaados de nuestras madres y de nuestras tas a ganar el jubileo con aquella piedad meridional tan risuea, tan extensiva y tan humana que da al cumplimiento de los deberes religiosos y a las ceremonias del culto catlico aspecto de fiesta. Desde el pueblo al convento se dilata extensa campia, verda dero jardn (...) Nuestros ojos no se entristecan, no se nublaban hasta que llegbamos delante del cementerio donde descansaba nuestra abuela y una tierna nia de la fmilia y descubramos las cabezas y murmurbamos algunas oraciones... Luego seguamos en la peregrinacin, llegbamos al serfico monasterio, cercano al campo santo y rezbamos con todo recogimiento las oraciones de rbrica prescriptas por los ritos; a cuantos anhelan ganar el jubileo de la Porcincula en el da de la Virgen de los ngeles. ( I) Si Castelar no hubiera visitado el pas del arte y no hubiera plasmado en tan hermosas pginas las profundas impresiones que la belleza, la historia y el arte de aquella Italia que entonces buscaba afanosamente y con dolor su Unidad patria, detenindose en el humilde y maravilloso valle de Ass, nada nos hubiera quedado a los eldenses de la antigua, sencilla y hermosa peregrinacin anual a la iglesia del convento, salvada del olvido por esta esplndida y apacible descripcin castelarina de un gran recuerdo de su infancia en su valle soado. NOTAS: 1. Emilio Castelar: Recuerdos de Italia.- M.- 1883-84.- Vol II, pgs. 105-108. 257 24* FIESTA DE SAN ROQUE (16 de Agosto) Solamente hemos hallado una nota referente a la celebracin de una fiesta en honor de este Santo en tiempos pasados, y a pesar de nuestro inters en ampliar esta nota no hemos conseguido encontrar ninguna otra referencia escrita ni oral que la ampliara. La nota a que nos referimos forma parte del artculo Nostalgia , de la poe tisa Carolina Gonzlvez, publicado en la revista eldense Alborada en septiem bre de 1960, y cuyo texto es el siguiente: Nos deca un viejo eldense que antao, en la procesin de San Roque, los feligreses llevaban en vez de cirios, bastones de aquellos recios, nudosos y de color dorado. Imaginamos las blusas negras de los hombres, las blancas alpargatas, el grave continente y la seriedad del rostro curtido por el sol, y el alborozo de las campanas resonando entre la seca detonacin de los petardos y los cohetes, pjaros de fuego dejando la huella roja de su paso por el aire... No hemos encontrado cita alguna en el manuscrito Elda , de Lamberto Amat, de que en el antiguo templo de Santa Ana, del que describe minuciosa mente sus capillas, altares, imgenes y dems elementos que contena el mismo, hubiera algn altar dedicado a San Roque, y nicamente podemos tener por segu ra la existencia de la antigua calle de este nombre, larga y estrecha, probablemen te tan antigua como la iglesia misma, cuyos moradores pudieran celebrar alguna fiesta en honor del Santo Confesor que daba nombre a su calle, al igual que en algun tiempo lo hacan los de la plaza de San Pascual al suyo. El 16 de agosto es la fecha que tiene dedicada San Roque en el santoral cristiano, una fecha de pleno verano en la que podra resultar muy gratificante y fresco para los vecinos celebrar una fiesta en algn lugar adecuado de dicha calle, con adornos, luminarias, msica y baile, despus de haber dedicado la sencilla pro cesin tras la imagen de este Santo, de cuya imagen y fiesta no nos dicen nada los testimonios orales o escritos de nuestro pueblo, nada ms que esta nota escondi da en un articulo de Alborada , tal vez un siglo ms tarde.. 259 r0911141111t , DE FIESTAS CVICO -RELIGIOSAS CIENCIAS s ; I y Ir E LA FIDELNINIA VILLA Di 1-1 1 ,L,DA vIr4M Y EN Sr REPRESENTACIN 1 1 1 ) c -D OZS VI) LA MAYORDOMIA ELECTA Y EL E. I. AYUN- 125 TAEIENTO DEDICAN SU EXCELSA ! In l t1 14 111114 .. Lo. DiAS , y 8 Septiembre 1892. 3 g O8} o .C5 Programa de las fiestas de 1892, dedicadas a la Virgen de la Salud. 25* SEPTIEMBRE: LAS FIESTAS MAYORES DE ELDA Mas entre todas las fiestas, ninguna ciertamente como la fi esta consagrada a la Virgen el da de su Natividad, el 8 de septiembre... As escriba el gran tribuno Emilio Castelar en 1879 (1) en su gozosa y melanclica evocacin de las fiestas que se celebraban en Elda, su pueblo, en los por l tan aorados arios de su infancia. Si cuando escribimos estas lneas, ya en el ario 2.000, puede decirse que la espectacularidad, la mutitudinaria participacin activa de miles de eldenses, mayores y pequeos, hombres y mujeres, en la fiesta de Moros y Cristianos, ha 261 superado en este aspecto a las fiestas de septiembre, no podemos decir lo mismo en otro aspecto tan importante como es el de la tradicin secular, el de la espiri tualidad, el de la devocin a los celestiales patronos de la ciudad y el del gozo ntimo, entraable, con el que estas fiestas son esperadas y acogidas, confirmando las palabras de Castelar de que entre todas, ninguna ciertamente como la fiesta consagrada a la Virgen en el da de su Natividad, el 8 de septiembre Las Fiestas Mayores de Elda, que as son las que se celebran en septiembre en honor de los Santsimos Patronos, cuentan ya con ms de tres siglos, y ya est prximo el IV Centenario, en 2004, que probablemente ser tan extraordinario como los anteriores, que quedaron grabados indeleblemente en los fastos de nues tro pueblo. El paso de los arios en tan dilatado plazo de tiempo ha introducido impor tantes variaciones en la forma y manifestaciones de su celebracin material aun que no en su contenido espiritual y religioso, prcticamente inmodificado excepto en la mayor suntuosidad en las ceremonias litrgicas. Como todos los eldenses saben, el origen de estas fiestas se encuentra en la piadosa leyenda de la Venida de las imgenes, hecho acaecido en el ario 1604 y generalmente admitido desde entonces, aunque no conozcamos documentacin de la poca que d fe de ello.(2) Segn la pa tradicin como inici el prroco de Santa Ana don Gonzalo Sempere y Juan su relato de La Venida de las imgenes (3), en 1604, ...D. Luis Antonio Coloma, Conde de esta villa, nacido en la misma y bautizado en la parro quia de Santa Ana, habiendo finalizado su misin como Virrey en la isla de Cer dea se dispona a regresar a su patria, siendo en ese momento cuando se inicia la leyenda de la Venida. Para los lectores que lo desconozcan creo ser interesante presentar esta leyenda con las mismas palabras que lo hizo el buen prroco de Santa Ana, de las que se desprende el ingenuo aroma de una fe y tradicin hondamente sentida, muy alejada del escepticismo propio de los tiempos actuales. El relato de D. Gon zalo Sempere, sigue as: ...estando sus familiares disponiendo los equipajes para con ducirlos al puerto, se presentaron en aquel Palacio dos gallardos jve nes con traje de peregrinos y suplicaron al Excmo. Sr. Conde que, noti ciosos de su inmediato viaje para las costas de Alicante, si no tena inconveniente se dignase admitir en el mismo buque que le conduca, dos cajones que deban dirigirse a dicho puerto; accedi gustoso Su Excelencia y seal la hora en que haba de verificarse el embarque; se despidieron los jvenes muy agradecidos y sin dilacin condujeron su encargo; llegada la hora de darse a la vela no se dejaron ver los jve 262 La carabela anterior a la San Eduardo. 1900/... nes peregrinos y no bastaron diligencias para saber de ellos. El viaje fue felicsimo en medio de las aguas, y se hacan mil conjeturas sobre los peregrinos y su encargo; llegados al puerto de Alicante, al extraer del buque los cajones, se not que en la tapa haba un rtulo que deca Para Elda y visto esto por el Excmo. Sr. Conde, considerndose el ms interesado como seor territorial de la villa, se juzg con derecho a abrir aquellos cajones y Oh, cielos! cual sera su sorpresa y alegra al ver que el uno contena una devotsima imagen de Cristo crucificado y el otro una hermosa imagen deMara Santsima con el Nio Jess al brazo. No hay entendimiento humano que pueda comprender, ni len gua que pueda expresar lo que pasara en el interior de su Excelencia; en el momento se hara participantes a todos sus familiares de su extra ordinaria satisfaccin y dara aviso a las autoridades de esta villa, quie nes al recibir tan fausta nueva, como enagenados, no sabran el modo de hacerlo entender al pueblo; slo los que presenciaron aquellos pri meros momentos de entusiasmo podran darnos una ligera idea de lo que pas en esta villa al considerarse enriquecidos con tan gran tesoro. Sin perder momento, el Cura y el Clero, unidos Alcalde, Ayuntamiento y dems personas distinguidas, deliberan y deciden el modo como deban conducirse y recibirse tan preciadas joyas. Designado el da, el pueblo entusiasmado se dedica sin descanso a disponer los obsequios 263 y homenajes que deban rendir a tan elevados huspedes, y llegado el momento, engalanadas las calles, disputndose todos quien hara ms, se agrupan las gentes a la entrada de la villa; el estampido de la plvora y el vuelo de las campanas anuncian su llegada y el Cura, el Clero. autoridades y Municipio se disputan quien ser el primero que ha de besar aquellos sagrados rostros; todos satisfacen sus deseos derra mando copiosas lgrimas y prorrumpiendo en incesantes vivas y acla maciones, forman una lucida y devota procesin conduciendo las san tas imgenes a la Iglesia y las colocan inmediatas al altar mayor para que all reciban de sus nuevos hijos sus cordiales afectos y seales de amor y confianza, reconocindoles ya como sus patronos que la divina providencia as lo haba dispuesto, para que por su mediacin consi guiesen el remedio de todas sus necesidades. Esta fue la primera vez que en Elda se celebraron fiestas en honor de sus Santsimos Patronos, en la reconstruccin ideal y literaria efectuada por el prroco de Santa Ana, don Gonzalo Sempere y Juan, de la que podra decirse que si tal vez no fue exactamente as, bien pudo serio. En el Compendio de Montesinos tambin hallamos una referencia a la llegada de las imgenes, con algunas variaciones, de la cual recogemos nicamente este breve prrafo: En la colocacin de estas Soberanas imgenes en la Parroquia, que se hizo por el mes de septiembre de 1604, tanto esta Iglesia como toda la villa hicieron grandes demostraciones de jbilo, destinando para ello el da 8 de los enunciados, y en l cant la Misa el Licenciado Dn. Bartholom Casimiro Ayala, Beneficiado de su Parroquial y tuvo el Panegrico D. Juan Bautista Snchez, Beneficiado de la misma; esto es lo nico que sabemos que se practic aquel entonces. (4) Es indudable que a partir de la llegada de las imgenes adquirira especial solemnidad la fiesta del da 8 de septiembre, da de la Natividad de la Virgen Mara, pues aunque antes de dicha fecha se celebrara como en todos los pueblos de la cat lica Espaa, con la presencia del Regalo del Cielo, como devotamente se desig naba a las imgenes, revestira mayor brillantez y calor popular esta festividad. En 1648 la venerada imagen de la Virgen fue designada con el ttulo de Vir gen de la Salud, en agradecimiento a haberse librado Elda de la epidemia de peste que afliga a poblaciones cercanas, y estampas con su imagen y la nueva advoca cin se imprimieron en los salvoconductos que se daba a los viajeros para transi tar por las zonas contagiadas. (5) Por este tiempo, parece que las fiestas en honor de Santa Ana, patrona de la iglesia del pueblo, eran ms importantes que la de la Virgen, pues en los libros 264 de Clavarias del Ayuntamiento de dicha poca se encuentran ms gastos diver sos destinados a la primera fiesta. Sin embargo, el hecho de que en estos tiempos se fijase el dia 8 de septiembre para actos a los que se quera rodear de gran solemnidad y concurrencia popular demuestra que, ms pronto o ms tarde, la fiesta de la Virgen se impuso como fiesta mayor del pueblo. Como aportacin a lo apuntado en el prrafo anterior es la celebracin, el 8 de septiembre de 1673, del acto de colocacin y bendicin de una campana, con el nombre de Mara de la Concepcin, en la ermita del antiguo Hospital, en lo que despus fue Capilla del Colegio de las Monjas, en la placeta de su nombre. Lam berto Amat (6) escribe que este acto fue hecho con grande solemnidad y asis tencia del Gobernador del Condado, Alcaide del Castillo, Alcalde y Jurados de la poblacin, personas distinguidas y numeroso concurso, segn consta en el libro de bautismos de aquel ario. Respecto a las fiestas que celebr la villa con motivo del I Centenario, en 1704, tenemos que recurrir nuevamente al oriolano Montesinos que en su Compendio relata sucintamente lo realizado en aquel ario de graves dificulta des, en el que hay que tener en cuenta, adems de la guerra que ensangrentaba las tierras de Espaa, la circunstancia en Elda de la divisin existente entre el Conde de la villa, que segua el partido del Archiduque de Austria y a quien al parecer seguan todos los vecinos de la calle de la Tripa, mientras que los res tantes habitantes de la poblacin, con el alcalde y jurados, estaban a favor del Rey don Felipe V. Josef Montesinos escribe: ...11egado que fue el ao 1704, que haca el Ciento de la enun ciada Colocacin, desde luego (no obstante que arda la Espaa en Guerras por la sucessin al Regio Trono) determinaron el Rvdo. Clero e Iltre, Ayuntamiento celebrar las Fiestas Centenarias, para lo cual die ron las ms serias providencias, y asignados los das para ellas en el da primero del Ternario que fue el 8 de septiembre, cant la Misa D. Jorge Aliaga y predic sabiamente el Sr.Dr. D. Bonifacio Montoya, Cannigo Prebendado de la S Iglesia de Orihuela. En el segundo da del Ternario, 9 de los mismos, cant la misa D. Mariano Vera de Lorente, y fue elocuente Orador D. Pascual Martnez Tarancn, Bene ficiado de la Parroquial de Santiago de Orihuela. En el tercero dia del Ternario, 10 de los consabidos, cant la Misa el Dr. D. Joaqun Rico de Garca y preconiz las Glorias del Ssmo. Christo del Buen Suceso y de Mara Ssma.de la Salud, D. Ambrosio Marquina de la Cema, Cura de la Colegiata Insigne de Sn. Nicols de Alicante, en su tarde huyo Procesin General y se cant el Te Deum. (7) 265 Fiestas del III Centenario 1904. Carroza del Comercio. III Centenario. Carroza de la revista El Centenario. 266 Por este tiempo ya exista una mayordoma de la Virgen, encargada de alle gar fondos y organizar la celebracin de la fiesta en su honor, pues aunque Lam berto Amat (8) y Luis Sempere Amat (9) dan el ao de 1796 como el de la funda cin de la Mayordoma de los Santos Patronos, basndose en los Estatutos publi cados en este ario, en los aos 1708 y 1709 pueden leerse asientos de gastos del Cla vario del Concejo de Elda (10) indicando el gasto hecho por la villa en pagar la festa de la Marc de Deu de la Salut por no haber mayordomos este ao evidencia incuestionable de que el no haber mayordomos para la fiesta de la Virgen era una circunstancia anmala e inslita, producida por los tiempos de guerra que corran. En los libros de Clavarias de principios de este siglo encontramos algu nos asientos de gastos realizados por el Concejo con motivo de la fiesta de la Vir gen, asientos que por reflejar algunos actos de los que deban componer el pro grama de fiestas voy a reproducir seguidamente, como ya hice en el captulo Fies tas de septiembre en honor de Nuestra Seora en mi Historia de Elda, tomo I, pgs. 270-271. 1703.- En 8 de settembre al Dr. D. Francs Guarinos Ecnomo por una Dobla feu dir la vila a Nra.Sra. de la Salud ab Dicanos y per la cera es crema. Ittem. dit dia a Alonso Santiago y dos homens que baxaren los banchs de la vila para las Comedias de la festa de Nra. Sra. de la Salud y de tornarlos a la sala. 1707,. ...al P. Letor fray Joseph Montesinos de la orden de nra. sra. de la merced que predic en este da el sermn de la fiesta de nra. sra. de la Salud por no haver mayordomos... Ittem dho dia por el gasto de quarenta y seis libras de plvora se gastaron en disparar los morteretes y se dio a una compaa de soldados dispararon en dha. fiesta. 1709.- Memorial del gasto de nra. sra. de la Salud que hizo la villa en este ario por falta de mayordomos: Primo pa limosna del sermn y gasto de comida del predicador y traerle de Alicante que era P. lector Bernab, Prior del Convento de San Agustn de Alicante.- Por haver asistido la Comunidad de religiosos del Con vento de esta villa el dia de la fiesta a vsperas y procesin... ; ...Al Dr. Francisco Guarinos vicario por el gasto de la cera en vspera y da de la fiesta... ...Al dr. Bartolome Juan p. treinta y ocho libras plvora se dispararon en dha. fiesta...:...a Joseph Vera por disparar la artillera...;...al Sacristn por haver bolteado las campanas... De estas escuetas notas de gastos se desprende que las fiestas de aquel perodo de guerra civil se celebraban en dos das nicamente, con la excepcin 267 1904. La Carroza del Comercio. 268 que indica Montesinos de haberse celebrado un Ternario en 1704, probablemente debdo a lo excepcional de la fiesta del I Centenario. La vspera y el da de la fiesta, o sea los das 7 y 8 de septiembre, haba mor teretes, volteo de campanas, disparos de artillera, misas, procesin, sermn de algn acreditado predicador e incluso representacin de comedias, que aunque se citan solamente en 1703, es posible fuera un nmero de fiesta habitual de cada ao y tambin que estas comedias fueran una loa o representacin de la lle gada de las imgenes a Elda, como se hizo en las fiestas centenarias de 1804. Pocos aos despus, finalizada la desastrosa guerra de Sucesin, tuvo lugar el 27 de junio de 1714 el acto solemne de elegir un titulo para el Santsimo Cristo que excitase ms a la devocin, resultando la designacin de Cristo del Buen Suceso, por extraccin de la papeleta con este nombre, primero entre cien advo caciones y despus entre las tres extraidas en primer lugar. Posiblemente desde entonces se ampli a un da ms la fiesta, celebrndose las vsperas, el da de la Virgen y el da del Santo Cristo, como ya se haba hecho en las fiestas del I Centenario. Durante todo el siglo XVIII continuaron celebrndose las fiestas en home naje a los ya Patronos de la villa, as declarados aunque desconocemos cuando se decidi este patronazgo o si fue aceptado por tradicional costumbre, sin declara cin expresa de la Iglesia. Tambin se continu la prctica de reservar para el da de la Virgen la rea lizacin de actos sealados, inauguraciones, estrenos de prendas u objetos relacio nados con la iglesia, las imgenes o la fiesta, y dems importantes acontecimien tos que tenan lugar en la tranquila vida de la villa. As en las fiestas de septiembre de 1751 qued terminada la puerta de la Virgen, tambin conocida como Puerta de los Dolores, situada en la fachada sur de la antigua iglesia, bella portada de estilo renacentista en la que figuraba una imagen en piedra de la Virgen de la Salud junto con otros elementos arquitect nicos de perfecta realizacin. (11) Igualmente se escogieron las fechas emotivas de septiembre --el 7 en esta ocasin-- para la solemne colocacin de la imagen de la Virgen de la Salud en su nueva y majestuosa capilla, construda con aportaciones de todo el pueblo de Elda y terminada en 1755. (12) En las procesiones de septiembre de 1797 se estrenaron los estandartes que reproducan las imgenes del Ssmo., Cristo y de la Ssma. Virgen, costeados por la Mayordoma de la Virgen en 1796, que en este ao se constituy y formaliz sus estatutos.(13) 269 Esta Mayordoma estaba formada por cuatro personas de reconocido pres tigio en la poblacin, ms un eclesistico, cuya misin era la de procurar mantener el fervoroso culto a las imgenes, exaltacin y honor de stas y allegar recursos para la celebracin de las fiestas de septiembre en homenaje a los Ssmos. Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud. Como ya hemos dicho anteriormente, aunque en 1796 se constituy for malmente esta Mayordoma o Cofrada, ya existan los mayordomos encargados de la obtencin de limosnas y donativos para sufragar los gastos de las fiestas, como vemos en las menciones del Clavario de 1707 y 1709 de pagar la villa --o sea su Ayuntamiento-- los gastos de la fiesta por no haver este ao mayordomos, por causa, probablemente, de la guerra de Sucesin. Sobre la actuacin de esta Mayordoma nos ha dejado Lamberto Amat una minuciosa descripcin en la que se incluye adems la celebracin del llamado Aguinaldo a la Virgen y el detalle puntual de las fiestas en su poca. El seor Amat fech su libro en 1873, pero su descripcin de esta fiesta puede comprender muchos aos antes de esta fecha-- por lo que a pesar de su relativamente larga extensin considero que ser del inters de los lectores su reproduccin literal: Al referirse a la actuacin de los miembros de la Mayordoma, Lamberto Amat escribe: ...con creciente y constante entusiasmo se dedican a recoger las limosnas que tan a gusto dan los labradores en frutos de las eras, en los cubos y almazaras, en pan cocido en los hornos y en dinero los domingos, produciendo todo un regular capital, aumentado con el aguinaldo que se pide por la mayordoma el primer da de Navidad, a la cual acompaa el Ayuntamiento, el Clero y las personas ms nota bles de la poblacin, con su Banda de Msica, y consistiendo todo lo que se recoge en toas, dulces, embutidos de cerdo, frutas y flores muy bien conservadas al efecto y otras frioleras de gusto; se rematan por la tarde en pblico, a cuyo acto concurren muchas personas, que se inte resan en pujar los precios, hacindoles valer doble, triple y a veces ms las cosas, siendo de notar que las toas y lo dems de comer se repar ten en el acto entre los pobres, que atraidos por la costumbre, siempre asisten al remate; por tales medios se consigue una buena colecta que se invierte en las solemnsimas fi mciones de iglesia y en las pblicas que se celebran en los das 7, 8 y 9 de septiembre de cada ao.Com prendidos los das 8 y 9, tiene lugar un religioso octavario; en el pri mero hace la fiesta el Ayuntamiento a nombre del pueblo; en el segundo el Revdo. Clero y en los seis siguientes otros tantos particula res cuyo derecho solicitan y se adquieren por durante su vida pero que sus familiares continan despus, de modo que an son todas de las que obtuvieron esta gracia al establecerse la Mayordoma. En el pri 270 1904. La carroza de la Industria de zapateros desfilando en la calle Nueva en las grandes fiestas del Centenario (Septiembre de 1904). (Foto Archivo A.N.) 271 La Carabela San Eduardo en las Fiestas del Centenario (1904). 272 mer da se hace la suntuosa y magnfica procesin de la Virgen que en ningn pueblo tiene igual, por la considerable asistencia de indivi duos, todos con luces que costean por s; el orden y compostura en que van, el adorno de verde y colgaduras de las calles, las paradas con sus vistosos altares, los solemnes y armoniosos villancicos que se cantan a toda orquesta y sobre todo la profusa y esplendente iluminacin de toda la iglesia al entrar la Virgen en ella, que compite con las de mayor gusto qur tienen lugar en las capitales. El da segundo se verifica la procesin del Stmo. Cristo en todo igual a la del anterior, si bien ms respetuosa y reverente, como corresponde al estado de agona que representa la imagen. En ambos das, Misa mayor y panegricos dichos por oradores clebres, solemnes horas cannicas y novena; en los dems das tambin Misa Mayor, panegrico y novena y en el ultimo, despus de Misa mayor, un fnebre aniversario, con pltica alusiva al objeto, por las nimas de todos los difuntos cofrades... (14) De la eficacia de esta Mayordoma en la funcin encomendada da muestra el hecho, resaltado por el citado escritor, de que desde su funda cin ...por graves y fuertes que hayan sido las vicisitudes de los tiempos,. jams en ningn ao han dejado de celebrarse con la misma pompa y apa rato tan dignas funciones No creemos andar muy descaminados al establecer una relacin entre la constitucin oficial de esta Mayordoma para organizar mejor las fiestas septembrinas y el hecho de que ocho aos despus de dicha fun dacin se celebrara el segundo centenario de la venida de las santsimas imgenes. Sea esto acertado o no, lo que s es real es que las fiestas que se celebraron en septiembre de 1804, ao del II Centenario, fueron extraor dinarias, y para que ello fuera as se haba encargado a personas notables de la localidad proyectos de actos para que estas fiestas fueran ms luci das y espectaculares, De los tres proyectos recibidos se escogi el ideado por el mdico don Roque Amat, que no pudo ver realizado pues falleci antes de las fiestas. La revista El Centenario (15), publicada cien aos despus con motivo de las grandes fiestas del III Centenario. insert las Memorias del Rvdo. D, Juan Toms Sempere, vicario que era en 1804 de la iglesia de Santa Ana, de la cual era cura don Antonio Vidal, en las que se hace un relato detallado de lo que fueron estas fiestas, documento de vivo inters por ser testimonio personal de uno de los protagonistas de esta memorable fecha. Recojo de estas Memorias del Dr, Juan Tomas Sempere los frag mentos ms expresivos de lo que fueron dichas fiestas, en la imposibilidad de recogerlo ntegro, con el fin de no hacer excesivamente larga esta refe rencia a las fiestas mayores en aquella solemne ocasin del II Centenario. 273 Despus de hacer detallada relacin de las personas que componan el Ayuntamiento de la villa, del Clero y de los miembros de la Comisin organizadora del Centenario, escribe: Determinadas por todos las fiestas del Centenario, salieron ambos cuerpos, eclesistico y secular, con otras personas visibles, por todo el pueblo, acompaados de la imagen de la Virgen de la Salud en .su rico guin,con la msica de la villa de Elche, a ver qu ofrecan sus moradores. Corrido todo el pueblo y vistas sus ofertas, que todos se anUnaron demasiado, pasaron a proyectar las ,fiestas que se iban a hacer, para esto se nombraron tres sujetos (sic) que lo fueron el Dr. Roque Amat, mdico; el De D. Agustn Vidal, abogado, y D..losef Ferrando, para que cada uno de por s formara un plan sobre lo que se deba hacer, y el que ,form el Dr. Roque fue el que mereci mejor aprecio, y ste nutri de all a pocos das... Para este fin se efectu una intensa ornamentacin del templo, constru yendo un nuevo plpito, as como un trono dorado, se estuc el altar del Sto.Cristo y se concert con un florero de Valencia la ornamentacin de la iglesia. ...Da 7 de septiembre por la tarde (..) sali el clero de esta igle sia parroquial y se encamin a la calle de la Posada, en donde se haba formado o construdo al cabo de ella un magnfico altar en el que se haban depositado aquella niaana las dos peregrinas imgenes de la Santsima Virgen de la Salud y del Santsimo Cristo del Buen Suceso y estaban con una cortina de damasco que las cubra; y luego que lleg el clero al sitio donde ya estaba la ilustre villa y Comunidad de Padres Franciscanos, se represent una loa narrando en ella lo que pas desde que sali el seor Conde Colonia de Cerdea hasta que lleg a esta villa de Elda; hizo la persona del Conde don Francisco de Paula Bernab; la del Secretario, Francisco Vera y Lpez; la del mayordonio, Vicente Rodrguez y los dos peregrinos Pedro Navarro (vulgo Samba) y Pedro Len Vidal, escribano. Lo ejecutaron a la mayor perfeccin. Descubiertas ya las imgenes se fOrm la procesin por la misma calle Nueva (hoy Esperanza), plazuela del Hospital, calle de San Roque arriba por la Trinidad hasta entrar en la iglesia con muchos vtores de las gentes; para este acto las calles estaban ricamente adornadas con sabina entretejida, muchos cobertores, cuadros, lminas y otros ador nos del mayor gusto. Se principiaron las vsperas con la mayor solemnidad, que para esto haba dos orquestas de msica completas, la de la villa de Elche y la de la villa de ,Sax. En esta noche principi la iluminacin por lo exterior de la iglesia y todo el pueblo, con el castillo y convento, con el mayor orden y primor; a las nueve de la noche subieron las gentes al plano del convento en donde se hacan los fuegos; hubo una cuerda 274 GOidcnEMORFIC ION del 11,1 Centenario de la bentininin Virgen de la Si111111, 1,1EC VC11 , 11111 en la Villa de Iii/ds, e/ da 1 nettliendire de 190 , 1 c~samtrizlr del III Centenario.] nantillmo d edal biten MI..a* tiento eelebre en la Villa de Elda el die 9 de Septiembre de ME Estampas emitidas con motivo del III Centenario de la Venida de los Patronos (1604-1904). Revista Fiestas Mayores 1985. que cost setenta pesos y la hizo un hijo de Elda, vecino de Beniel, lla mado Joaqun Jorge; se luci mucho. Dia 8, al amanecer principi el volteo y el repique de campanas, con artilleria de morteretes; a las ocho y media se principi la Misa con la mayor solemnidad, con golpe de msica, manifestando todos su habilidad con discretas arias, todas dirigidas a la Virgen y Santsimo Cristo (...) Por la tarde se principiaron las vsperas a las cinco y se con cluyeron con la salve cantada a las siete; a esta hora se form la pro cesin que se compona de muchsimos y los ms iban con su hacha y muchos de corto; fue mucha la iluminacin. Todas las calles muy adornadas y compuestas las fronteras de las casas (...)En esta proce sin hubo cinco paradas, que eran los altares que se encontraron en su vuelta. Se concluy la funcin a las nueve con muchos vtores y con cluda la cena, subieron las gentes al plano del convento a ver el casti llo de fuegos que hizo uno de Elche, que lo dispar con mucho acierto y lucimiento... Da 9. Se hizo la misma funcin que ayer. En este da el orador fue el P Larache, este fue el orador sobresaliente. En la tarde se hizo la procesin del Santsimo Cristo con la misma pompa que se hizo 275 La Calle Nueva, principal escenario de las fiestas, engalanada con taray, banderas, farolillos y guirnaldas. La escena parece ser, por el atavo de las personas que aparecen en la foto y el uniforme de los msicos, por los arios veinte, tal vez entre 1925 y 1929. 276 ayer con la de la Virgen. Concluida la cena, en el mismo sitio hubo otra cuerda de fuego por el mismo maestro cohetero que ayer; fue tanz bin muy aplaudida por la diferencia de cohetes subidores... Dio 10. Hubo la misma funcin de la iglesia, sin procesin. El orador fue el P Luis Zerezo, agustino; nada tengo que decir de su talento; lo hizo bien. Dio 11: Fue la funcin fnebre por las almas de todos los difun tos y, principalmente, de los mayordomos. Fue el orador el P Lector Arnau. morador en Valencia, en el convento de San Juan de Ribera, descalzo; dijo sobre el asunto cuanto se puede desear, y se concluye ron en esta semana las funciones de la iglesia. En el da 10. por la noche, fue el ltimo castillo de fuego. Lo hizo el referido Jorge y en este ech el resto de su habilidad, pues dio el mayor gusto. Su precio, otros setenta pesos. Despus siguieron las fiestas profanas de toros y comedias. Hemos de lamentar que el vicario cronista de estas fiestas centenarias con siderase de poco inters las llamadas fiestas profanas de toros y comedias, dedi cando amplio espacio a las funciones religiosas y solamente dos lneas a estas otras. Hubiera sido muy interesante conocer dnde y cmo se corran los toros, si en la plaza de Arriba, utilizando la calle del Toril como la salida del toro, y con las boca calles tapadas por maderos, sobre los cuales se instalara el palco o estrado para autoridades e invitados y las gradas o lo que sirviera para que el pueblo viera las corridas, o simplemente se referan a los toros con los cuernos embolados y sujetos por una larga cuerda recorriendo las calles, haciendo correr delante de ellos a los ms atrevidos mozos de la villa, como se hizo algunos aos por 1940 o 50. Tambin respecto a las comedias hubiera sido muy curioso saber el lugar en el que se hacan y si eran compaias de comediantes o aficionados del pueblo, como ya hemos visto que en otras pocas se hacan en los soportales del Ayunta miento o en escenarios improvisados. El poco inters que Juan Toms Sempere concedi a esta parte profana (hoy diramos cvica) de las fiestas hace que este interesante aspecto de las mismas se quede en el desconocimiento ms absoluto en cuanto a su forma de celebracin. Este reparo que hacemos a la crnica no obsta para que la consideremos una importante pieza testimonial de cmo era nuestro pueblo a principios del siglo XIX, pues su texto ofrece nombres de calles, datos, conceptos y expresiones que al lector de la ltima dcada del siglo XX o primera del XXI, segn se estime este punto,. casi doscientos aos despus, le costar comprender. Refirindonos en primer lugar a las calles, explicar que la llamada calle de la Posada (que tam bin se llamaba anteriormente del Mesn) reciba este nombre por estar all ins talada la posada donde descansaban los viajeros y trajinantes, haciendo el cambio de caballos o mulos si era necesario, situada aproximadamente donde se encon 277 traba el Cine Ideal, en aquel tiempo lugar por donde transcurra la carretera gene ral de Alicante a Madrid. El cabo de ella, donde se construy el altar en el que fueron colocadas las imgenes para ser posteriormente descubiertas, deba ser la esquina actualmente conocida como esquina del guardia, donde confluyen hoy las calles de Jardines, Maura, Chap y Paquito Vera, entonces en pleno campo. En el itinerario que recorrieron procesionalmente las imgenes se escribe calle Nueva (hoy Esperanza), plazuela del Hospital, calle San Roque arriba por la de la Trinidad hasta entrar en la iglesia .Una interpretacin actual sera: calle Antonio Maura hasta la placeta del Hospital, San Roque, Jos Amat Sempere, tor ciendo a la izquierda por la de los Giles hasta la iglesia. La loa que se menciona se represent en el altar situado al cabo de la calle de la Posada y consista en una escenificacin en verso de las incidencias de la Venida de las imgenes desde Cerdea a Elda, y es lamentable que su texto no se haya conservado, pues sera curioso e interesante haber efectuado una reposicin de la misma durante lss fiestas mayores y especialmente en las que ya estn comen zndose a preparar para la gran celebracin del Cuarto Centenario, en el ario 2004. En la procesin formada por muchsimos se dice que los ms iban con su hacha y muchos de corto. Es natural que al leer hacha algunos hayan pen sado, asombrados, en la herramienta utilizada por el leador, aunque los ms la relacionarn con el hachn que todava hoy designa las luces o antorchas por tadas en comitivas, o como en este caso un cirio o veln grueso y grande. Y en cuanto a ir vestido de corto hay que recordar que en aquella poca el traje de las personas distinguidas consista en levita o casaca abierta, chaleco de raso o floreado, calzn corto, o sea cortado por bajo de la rodilla, y medias altas, hasta unirse con el calzn. A ir as vestido se le denominaba ir de corto. Ms adelante se escribe que En esta procesin hubo cinco paradas que eran los altares que se encontraron en su camino Hoy ya no existen las paradas, pues ya don Antonio Porpeta Clrigo, mdico y pulcro escritor, lament la desaparicin de aquellas en su artculo Ex Elda , publicado en 1950 (16) sobre las diferencias entre las fiestas de entonces y las que tenan lugar en un antes perdido en el tiempo. ...He estado pacientemente esperando que llegara la parada, que sonara la traca y que se cantara el villancico... Y nada. Ahora mismo, asmese Vd., la imagen est en la otra esquina de aqu arriba y como si tal cosa! No hay tampoco villancico. --Le advierto a Vd. que ya se suprimieron hace algunos aos, por que se vio que desordenaban la procesin y costaba luego mucho orde narla de nuevo. Al llegar la parada, los hombres se metan en las casas de 278 El Ayuntamiento y su plaza engalanadas en las Fiestas de Septiembre de 1928 1929. (Foto cedida por Esperanza Alonso). los conocidos a descansar y luego haba que empezar de nuevo a arreglar las fi las. El acto resultaba muy pesado y la entrada muy tarde... Efectivamente, las paradas eran una tradicin eldense profundamente arraigada. que consista en la fijacin de unos lugares del recorrido de la proce sin, profusamente adornados con elementos alegricos, al llegar a los cuales se interrumpa el caminar de la imagen y sus acompaantes, disparndose una traca y cantndose --o interpretndose por la orquesta-- unos cantos de exaltacin a la Virgen y al Cristo, aqu llamados popular y tradicionalmente villancicos, y donde tambin haban sillas o sillones para que los sacerdotes ms ancianos pudieran descansar de la marcha. Ya hemos ledo que en 1804 haba cinco paradas, que deban ser la primera en el recodo de la calle del maestro Juan Vidal, donde se instalara la imprenta fundada por ste; la segunda en la plaza del Ayuntamiento; la tercera en la esquina de la Pursima con la despus llamada de Prim, hoy rotulada de Francisco Laliga; la cuarta en la plazuela de las Monjas (o del Hospital), y la quinta en la calle de San Roque, esquina a Jos Amat Sempere, ya que tal debia ser el recorrido de aquella procesin del II Centenario. He seguido en los programas de la fiesta desde 1900 las menciones a las paradas encontrando que, por ejemplo, en 1906 se deca: cantndose en las paradas por la orquesta hermosos villancicos. En 1913 se cambiaba solamente el adjetivo hermosos por alegres y en 1914 quedaba en la escueta mencin un tndose alegres villancicos. En el programa de 1925 se escriba cantndose a toda orquesta los tradi cionales villancicos, mientras que en 1927, ltimo ario en que se hicieron las 279 paradas como tradicionalmente se vena haciendo, decase: ...cantndose en los sitios de costumbre tradicionales villancicos, Pero en 1928, con Francisco Alonso Rico como alcalde, las fiestas de sep tiembre recibieron profundas modificaciones, con muchos nmeros nuevos, con ms suntuosas celebraciones, ms repetidas tracas y espectaculares castillos de fuegos artificiales. Y entre los cambios, se introdujo el de reducir las tradicionales paradas a nicamente dos, como describe el programa de fiestas de este ao: A la llegada de la imagen al cruce de Maura con Alfonso XIII y en la plaza del Ayuntamiento se cantarn solemnes y tradicionales himnos a Nuestra Patrona a toda orquesta. As se sigui haciendo en 1929 y 1930, pero en el siguiente ao 1931, con el ambiente enrarecido por la campaa en contra de las manifestaciones religiosas, y el asalto sufrido por el templo de Santa Ana, con destruccin de numerosas obras de arte en l contenidas, la procesin de la Virgen y del Cristo no realizaron ni siquiera estas dos ltimas, continuando igual hasta septiembre de 1935, ltimas fiestas celebradas hasta 1939 en que se recuper esta antigua tradicin. La reanudacin de la normalidad en las funciones religiosas y recuperacin de sus manifestaciones pblicas tradicionales, origin que en las fiestas de sep tiembre de 1939 se volvieran a hacer las dos paradas establecidas en 1928, man tenindose hasta 1941 y dejndose de celebrar las del siguiente ao 1942, posible mente por los motivos apuntados por don Antonio Porpeta en su Ex -Elda. DOS TESTIGOS DE LAS FIESTAS DEL SIGLO XIX Adems de la crnica del vicario Juan Toms Sempere que he reproducido ms arriba, relativa a los actos del II Centenario, (y de la muy extensa y detallada escrita por Montesinos en su Compendio, con muchos y minuciosos detalles en la relacin de actos, iluminaciones y adornos en los edificios del castillo, Convento y casas notables, y que no hemos reproducido por su extensin, pero que los inte resados pueden hallar en la edicin de este Compendio hecha por la Fundacin Paurides Gonzlez en 1977, pgs. 625 a 640) podemos conocer algo ms del ambiente y actos que conformaban las fiestas septembrinas del pasado siglo XIX por dos nuevos testimonios, el uno altamente literario y emocionado, original del gran poltico Emilio Castelar y referido a las fiestas en general que l conoci, sin sujecin a ao determinado, y el otro producido por un periodista alicantino que vio y coment en el peridico de su direccin las celebradas en 1883. Por su evi dente inters para los eldenses las reproduzco a continuacin: Mas entre todas las fiestas, ninguna ciertamente como la fi esta consagrada a la Virgen el dia de su Natividad, el 8 de septiembre, --escri 280 bi Castelar-- (...) Nada ms natural que aquellos sencillos campesinos consagren un da de regocijo a la Virgen Madre por cuya intercesin creen haberse preservado de los pedriscos y haber podido llegar en paz al da de la cosecha. Cuentan la aproximacin de esta festividad con los dedos. Guardan para ella todo lo mejor que tienen: el vestido ms rico y el ms sabroso alimento. Abren de par en par las puertas a sus hus pedes, que llegan a henchir la casa. No recuerdo ninguna hora tan ale gre como la hora conocida por ellos con el nombre tan pintoresco de albada (sic, por alborada), la media noche en que suena el primer minuto de la vspera. Las campanas todas repican al vuelo, los cohetes serpentean por los aires; la poblacin entera se regocija; las msicas sue nan, mezcladas con los vivas de entusiasmo y los alardes de alegra. Y no he visto procesin como aquella al anochecer, con las calles enra madas de salvia y espliego; las casas ceidas de follaje; las ventanas adornadas de colgaduras; los nios vestidos de ngeles o de santos; las jvenes, envueltas en sus mantillas blancas, despidiendo de las manos fl ores y anises; las velas y los hachones dilatndose en dos largas hile ras, como sartas de astros y movindose como enjambres de aerolitos; la bella efigie, vestida de brocado, reluciente de pedrera, con los rayos de su corona mstica en las sienes, con sus coros de querubines a sus pies, reflejando las luminarias en las facetas de sus piedras preciosas, sonriendo con el amor divino, conducida entre nubes de incienso, acor des de dulces melodas y susurros de msticas y suavsimas oraciones. El segundo testimonio directo es el artculo publicado en el diario alican tino El Eco de la Provincia, firmado por su director, el periodista Antonio Mar tnez Torrejn, invitado a dichas fiestas por el alcalde de Elda. don Miguel Amat Tordera. La crnica, en tonos elogiosos en general, encierra algunas notas carac tersticas que creo de inters incluir en este captulo, y su texto, con escasas omi siones por la brevedad, es como sigue: (17) Los dias 6, 7, 8 y 9 del actual mes celebran fiestas sus morado res en obsequio de sus Patronos la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. No son las fiestas ligeras y de pura diversin; los hijos de Elda demuestran aun en ellas su ilustracin nunca bien ponderada; su afn es buscar oradores sagrados de reconocido mrito que difundan con su elocuente palabra las sublimes verdades del Evangelio (...) En las procesiones del primero y segundo da intil es decir acudi el pue blo en masa a dar una prueba del entusiasmo que en sus corazones sien ten por sus Patronos. El amor que el pueblo de Elda tiene a su Patrona es inmenso. Uno de los honores ms envidiados es sin duda alguna lle var las andas de la Virgen de la Salud, heredndose a veces de padres a hijos tal privilegio. Gloribase hablando conmigo un da una persona respetable a la que aprecio muchsimo, de haber llevado veintiocho aos seguidos las andas, no siendo bastante a hacerle desistir en este deseo ni 281 an el clera que hace aos caus tantas vctimas (18) pues vino expre samente para ello a la poblacin el da que se sac la imagen. Otra prueba es el magnfico regalo que los seores de Vall (sic, por Del Val) (19) han hecho a la Virgen de la Salud estas fi estas. Con siste en un manto azul bordado en oro pero con tal riqueza y maestra que es sin disputa uno de los mejores que posey imagen de la Virgen, siendo una verdadera obra de arte. Solo as se comprende el lujo de mantos que la Virgen de la Salud tiene y la magnificencia con que se hacen las fi estas; siendo todo cuanto se gasta fruto de la limosna que cinco seoritas cada semana piden durante el ao para la Virgen; limosna a la que nadie se niega y da con tanto ms gusto cuanto que el objeto a que se destina y la belleza de las cuestoras son un aliciente para darla. Muchas y variadas son las iluminaciones que he visto, pero como la de la iglesia de Elda en el momento de entrar la Virgen y el Cristo absolutamente ninguna. Penden de sus galeras graciosas guir naldas de luces uniendo unas y otros cabos de ellas, preciosos temple tes de los que se desprenden hilos cuajados de luces; el centro de la bveda lo forma un crculo de coronas y el fondo del altar tres capri chosos dibujos de luces sobre los cuales se destaca el nombre de Mara. El aspecto de tanta luz es sorprendente; no parece sino que el cielo, al escuchar los vivas de entusiasmo que el pueblo repite, entre los acordes del rgano y el volteo de campanas, participa tambin de su alegra y abriendo sus puertas derrama sobre sus cabezas una lluvia de deslumbradores brillantes. Por la noche del segundo da celebrse un baile en la Casa Ayuntamiento, que galantemente haba cedido el ilustre alcalde don Miguel Amat... El director de El Eco de la Provincia, cuyo artculo hemos reproducido, destaca con admiracin la suntuosidad, arte y riqueza de los mantos que ostenta la imagen de la Virgen de la Salud en las procesiones y en realidad esta es una de las maneras de ms delicado gusto con que los eldenses manifiestan su devocin por su Patrona la Virgen de la Salud, reservando siempre la gran fecha de la fiesta de su Natividad para el estreno de los nuevos mantos. As sabemos ocurri en 1850, cuando el cura de Santa Ana, don Gonzalo Sempere y Juan, preocupado porque la preciosa imagen de Nuestra Augusta Patrona y Seora, la Virgen de la Salud, slo tena un manto antiguo, que en su tiempo debi ser muy bueno y ahora estaba deslucido... (20) y aprovechando, segn nos relata Lamberto Amat, que a principios del ario 1850 haba cado en Elda un premio de lotera de 16.000 duros, estimul a unos y a otros para que se hiciera un nuevo y ms rico manto para la Virgen, que por falta de tiempo para que pudiera estrenarse el 8 de septiembre, se hizo otro ms sencillo, de alama doble con ramos de oro; Pero aunque de gran apariencia, este manto no llenaba las aspiraciones de don Gonzalo, por lo que dos arios despus, y tras de numerosas gestiones y trabajo, consigui un nuevo manto 282 de alama de plata bordada con oro de realce, con el que logr que el da de su fiesta, la Virgen de la Salud luciera el magnfico manto que todos admiraron en su trono y en la procesin el 8 de septiembre de 1852. (21) Otro manto tambin de rica confeccin estren la Virgen en las fiestas de septiembre de 1885, de alama de oro, con dibujo de plata de realce, regalo del cura don Gonzalo a la Virgen, de sus propios fondos y como testimonio de la pro funda devocin que le profesa. (22) Pero el ms famoso manto de los ostentados por la imagen de la Virgen de la Salud fue el que en 1883 recibi como regalo de un hijo de Elda, pertene ciente a una distinguida familia y alejado de su pueblo por obligaciones profe sionales. Ya en la crnica de El Eco de la Provincia reproducida ms arriba se men ciona ...un manto azul bordado en oro, pero con tal riqueza y maestra que es sin dis puta uno de los mejores que posey imagen de la Virgen. Las circunstancas en que se produjo esta valiosa donacin quedaron recogidas en un interesante artculo del sacerdote don Francisco Maestre Prez, inspirado poeta eldense, titulado El manto azul, y publicado en la revista El Centenario (23). En l se evocan las impresio nes recibidas por el autor, entonces nio todava, en los grandiosos momentos de su recepcin en el pueblo y su exposicin al pblico entre la admiracin de todos. Se narra en el artculo que entre 1880 y 1882 hubo en Filipinas una terrible epidemia colrica que seg muchas vidas y que el director de la Fbrica de Tabacos de Manila, el eldense Rafael del Val, primo hermano de Castelar, exhort a sus empleados a que se encomendaran a la Virgen de la Salud, patrona de Elda, implorando su proteccin para salvarse del terrible y mortal contagio. Es tradicin que aunque en Manila hubo gran mortandad, ninguno de los empleados ni sus familiares fueron vctimas de la epidemia, por lo que como testimonio de su gratitud dejaron un da de su haber para ofrecer a la Virgen un obsequio en memoria del milagroso hecho. Rafael del Val, con una preciosa tela azul que la hermana de Castelar, Concha, haba regalado a su esposa doa Justa Escobar, hizo confeccionar un magnfico manto recamado en oro y preciosa pedrera verdadera joya que realza sobremanera la hermosura de la celestial Reina y que causa la admiracin de cuantos la ven .(24) Este episodio sirvi de inspiracion al malogrado poeta eldense Francisco Laliga Gorgues para un poema cuyo ttulo no he logrado conocer, por faltar las pri meras hojas del manuscrito que conservo, pero que considero podra haberse titulado Proteccin de la Virgen de la Salud a los hijos de Elda (aunque estoy seguro de que Laliga hubiera encontrado ms hermosas e inspiradas palabras para este ttulo). La parte que en este poema se dedica a El manto azul la publiqu en el semanario Valle de Elda (25) y de l reproduzco solamente el final, que expresa la admiracin del pueblo de Elda al recibir tan magnfica ofrenda a su Virgen: 283 Os Os En la torre dobla alegre la canipana; ya en los atrios de la iglesia el pueblo se desparrama; el grato olor de las bvedas parece que al suelo baja confUndido con el rgano y al corazn todo halaga. Es que a los pies de la imagen que all tan lejos le salva, deposita conw ofrenda el hijo que tanto la ama un manto cuajado de oro que ricas piedras esmaltan conque dobla sus encantos la virginal desposada en el da en que la fe cultos de amor le consagra... El hecho de reservar para los das grandes de septiembre la exhibicin y estreno de mantos, ternos, joyas u otras prendas, adornos u objetos para el mayor esplendor de la imagen de la Virgen y la ms brillante presencia de la del Cristo del Buen Suceso, continu tradicionalmente, y en este mismo siglo XIX consta la adquisicin de un magnfico palio bordado, como muestra de gratitud por haber quedado Elda sin padecer la epidemia de clera que en 1854 caus muchas vctimas en poblaciones cercanas. Fue estrenado en la pro cesin de 1855, y en el siguiente ao de 1856 se estrenaron las valiosas y arts ticas andas adquiridas para portar en procesin la imagen del Cristo del Buen Suceso. (26) LAS FIESTAS DE SEPTIEMBRE EN NOVIEMBRE. Las fiestas en honor de los Ssmos. Patronos celebradas en 1884 tuvieron una inslita caracterstica, que creemos no ha ocurrido en ninguna otra ocasin, como fue la de celebrarse no en sus fechas tradicionales, sino dos meses despus, en el mes de noviembre. El motivo de ello fue bien penoso, pues estuvo obligado por la circunstancia de estar toda la comarca bajo la amenaza del clera, y la Junta de Sanidad orden el 2 de septiembre establecer un cordn sanitario en Elda para precaver la propagacin de la epidemia. Bajo esta amenaza era imposible pensar en celebrar las fiestas que estaban preparadas para los dias 7, 8 y 9, y para las cua les se esperaba con ilusin la visita del gran tribuno Castelar, junto con su her mana Concha, ambos eldenses de corazn ya que no de nacimiento, por los muchos aos transcurridos en la entonces villa. (27) 284 El diario alicantino El Graduador comentaba esta posible visita en los siguientes trminos: ...segn noticias particulares de nuestro corresponsal, estn comprometidas la mayor parte de las casas principales de Elda para recibir cordialmente y con la amabilidad acostumbrada a muchas . familias de diversas partes de Espaa y especialmente de Alicante, contndose entre los forasteros prximos a llegar, nuestro querido amigo, don Emilio Castelar y su distinguida hermana, con algunas personas ms de su familia. Parece que los jvenes de esta villa pensaban celebrar una velada literaria, en honor al eminente orador nacional, por haber pasado sus primeros aos en Elda, pero no se sabe con certeza si lograrn su intento. El saln de sesiones de la Casa Ayuntamiento sera el destinado para celebrar la fiesta literaria musical (28) La suspensin de las fiestas y la amenaza de contagio colrico que oblig a esta suspensin hicieron imposible la realizacin de esta nobilsima idea. El Ayuntamiento --indudablemente de acuerdo con el Clero parroquial de Santa Ana-- acord el 19 de octubre de dicho ao que las fiestas patronales se celebraran los das 14, 15 y 16 de noviembre (29), sin que tengamos noticia sobre la manera en que se llevaron a cabo, manteniendo en todo los actos que figuraban en el programa oficial para las fechas tradicionales, o varindolas por las especia les circunstancias de su celebracin en noviembre. TRES PROGRAMAS DE FIESTAS DEL SIGLO XIX. En la actualidad no es fcil encontrar programas de fiestas de septiembre de los que se publicaban en el siglo XIX, ni siquiera otros ms recientes como los editados desde 1900 hasta 1935. Por esto creo interesante dedicar unas lneas a los tres nicos programas de fiestas que he conseguido hallar del citado siglo, corres pondientes a los arios 1866, 1883 y 1892. Sus caractersticas tipogrficas son muy dispares, consistiendo el primero en una sola hoja impresa en Alicante por la Vda. de J.J. Carratal, de 50 por 36 cms. encuadrado el texto en una artstica orla y encabezndolo un bonito grabado de la Virgen de la Salud. El correspondiente a 1883 es una doble hoja de 31,5 por 21,5 cms. impresa probablemente en papel de color por la Impr. de Costa y Mira, posiblemente tam bin de Alicante. Finalmente el que anunciaba las grandes fiestas de 1892 es un cuadernito de 19 por 12.5 cms. de 8 pgs. y cubiertas en papel azul. En la portada de este pro 285 Aspectos de las fiestas de septiembre: La traca, por los aos veinte. 286 grama, tipogrficamente recargada, figura una orla y en ella, dentro de cartuchos, las palabras Ciencia, Industria , Comercio, Agricultura y Propiedad, cuyo significado nos descubre la contraportada, al detallar los seores componen tes de la Mayordoma electa de Nuestra Seora de la Salud para 1891-92, que eran cinco personas, y cada una de ellas representaba a una de las disciplinas, profesio nes o actividades antes mencionadas. El programa de los Festivos obsequios de Reconocimiento que ofrece en un solemne Octavario la Fidelsima Villa de Elda a su Patrona la Virgen de la Salud en 1866 hace mencin exclusivamente de los cultos religiosos, que salvo la variacin en los nombres y ttulos de los predicadores es esencialmente igual que en los dos otros programas. Comienza la relacin de actos expresando que ...a las doce de la noche que media entre el dia 6 y 7 de septiembre, el volteo general de campanas y otras mani festaciones de alegra anuncian la proximidad de aquel en que los hijos de Elda manifiestan a su amada Madre la ms cordial devocin y gratitud; lo mismo se repite al toque del alba y al medioda del 7. En la tarde del 7, solemnes Vsperas a toda orquesta y Salve, seguidas del Santo Rosario y Novena, y lo mismo en todos los dias de la Octava. El da 8 por la maana, Solemne Misa ofrecida por el M.I. Ayuntamiento en nombre de esta Fidelsima Villa y por la tarde solemne y muy lucida proce sin, a cuya entrada se admirar una vistosa iluminacin. La solemnidad del da 9 era ofrecida por la Mayordoma que con el mayor celo y entusiasmo recoge durante el ario las limosnas . Fue orador sagrado el sacerdote eldense Dr. D. Indalecio Ferrando, Cannigo Magistral de la S.I. Catedral de Orihuela y secretario de Cmara del Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de esta dicesis. Por la tarde se hizo la procesin del Santsimo Cristo del Buen Suceso. Del 10 al 17 tuvo lugar el octavario con el que se cerraron las fiestas, supo niendo que adems de estos actos religiosos se haran otras diversiones pblicas como se describen en los arios mencionados de 1883 y 1892. As deba ocurrir, y de ello da confirmacin la introduccin que la Mayor doma de 1883 estamp en el programa de fiestas de dicho ario, anunciando que La Mayordoma de 1883, deseosa de sostener la justa nombrada de las festivi dades que desde inmemorial obsequia esta villa a su Santsima Patrona la Virgen de la Salud, no ha escaseado medio alguno por su parte para el mayor esplendor de las del ario actual... 287 As a los tradicionales cultos religiosos ya descritos en el programa de 1866 se aadan otros actos de diversin pblica, como los que extractamos a conti nuacin: A las doce de la noche del da 6 haba el vuelo general de campanas, con multitud de cohetes voladores, armoniosos acordes de la Banda de esta villa; salida de varios globos aerostticos y el disparo en la Plaza de la Constitucin de una bonita fachada alegrica de fuegos artificiales. El da 7,1a Msica y la Mayordoma recorreran el itinerario de la procesin, con las calles vistosamente engalanadas e iluminadas por los vecinos. La torre y la fachada de la iglesia se iluminarn tambin a la veneciana. A las 10 de la noche se celebr una gran serenata en el sitio de costumbre, disparndose una vez terminada un castillo de fuegos artificiales, obra de un afi cionado del pueblo de Petrel. El da 8, festividad de la Virgen, se celebraba la tradicional procesin, que recorra las calles de Iglesia, Constancia, Prim, Esperanza, Nueva, Vall, San Fran cisco, Linares. Topete, Constitucin e Iglesia, admirndose una vistossima ilumi nacin de ms de ocho mil luces de cera, arreglada por don Francisco Coronel, habiendo preparado este seor en el presente ario nuevas combinaciones de luces que llamarn la atencin por su excelente gusto y especial novedad. A las diez de la noche habra nueva serenata --o sea concierto por la Banda de Msica --y castillo de fuegos artificiales. Y finalmente el dia nueve tena lugar la procesin del Santsimo con igual vistosidad, recorrido e iluminacin a la entrada de la imagen en la iglesia que en el da anterior. Las notas finales advertan que en las noches de los das 8 y 9, antes del castillo de fuegos artificiales, saldrn dos globos aerostticos de grandes dimen siones, construdos por el inteligente aficionado de sta Villa, don Francisco Santo. Tambin informaban de que la imagen de Nuestra Seora tendr en el presente ao un precioso manto regalo de un devoto de esta poblacin, refirin dose al manto azul regalado por don Rafael del Val y esposa. Igualmente se comu nicaba que en los descansos o paradas se levantarn magnficos altares segn costumbre, cantndose por la orquesta un motete en cada uno de ellos. Nueve aos ms tarde, en 1892, las fiestas haban adquirido an ms espec tacularidad en el aspecto de festejos cvicos y mayor brillantez en los religiosos, lo 288 que se manifestaba claramente en el programa confeccionado, aun dejando a un lado la exuberancia y fantasia desplegada en la denominacin o descripcin de algunos actos. Para transmitir al lector con toda fidelidad estas entusiasmadas expresiones contenidas en el programa, voy a reproducir aqu buena parte de su texto, pues creo lo merece por ser, al menos en la intencin de los organizadores, una de las mejores fiestas entre las celebradas en aquel tiempo. La Alborada, que todava no haba recibido este nombre en los programas, comenzaba con el vuelo general de campanas. Dos ruidosos disparos de artillera, elevadores de infinidad de luces de multitud de colores, y a sus ecos, la artillera, que respon der secundadora, desde el elevado y viejo alczar de nuestra anti gua nobleza y el prorrumpir de los acordes de la nusica, pondrn sin duda en movimiento a los hijos de este pueblo. Una gran salva de cohetes dirn al espacio la prxima ascensin de multitud de globos aerostticos. Aparecer, supuesta con luces artificiales y compuesta por el maestro Vida! (30) la Gran catedral de Filadelfia y su entrada, finalizando el acto en esta plaza con una preciosa y gran ilumina cin belga. El digno industrial de esta plaza, don Rafael Romero Utrilles, costea de su peculio particular la Bonita pantomima gue rrera, tambin del seor Vida!, donde capitulan y no se entienden los dos bandos combatientes, concluyendo con un empeado BOM BARDEO. Segua despus lo que se denominaba manifestacin ,que era el desfile de autoridades, Mayordoma, banda de msica y numeroso pblico por las calles acostumbradas de la procesin, alargndose hasta el casco antiguo, pues por la calle de Linares, despus de haber recorrido las tradicionales de Prim, Nueva, Vall y las acostumbradas, se iba hasta la plaza de San Pascual, Moreras, Virtudes, Pis tola, Independencia y Horno de San Antonio, finalizando en la plaza de la Cons titucin. El programa inclua esta descripcin: La Banda de Msica que dirige don Marcelino Z. Gutirrez, ejecutar durante el recorrido varios bonitos pasodobles; de trecho en trecho se elevarn muchos globitos areos, cohetes silbadores y ser pre cedida la comitiva por un gran nmero de nios con faroles de mano infantiles. El da 7 recoga las tradicionales salvas de artillera, pasacalles de la msica y, como novedad, de dos a cuatro de la tarde se correr un novillo embolado festejo 289 que se repetira todas las tardes del 10 al 16. Por la tarde, despus de la Solemne Salve, ms disparos de artillera y gran farolada a la veneciana en las torres de la iglesia... La fiesta de este da terminaba con una gran velada musical en la calle de la Esperanza (hoy Maura) y a continuacin castillo de fuegos artificiales. El da de la Virgen y despus de las atronadoras salvas y el jubiloso volteo de campanas, a las siete de la maana, se enramarn las calles del trnsito de las procesiones con caas. tarays,etc. En la Gran Misa a toda orquesta con asistencia del Ayuntamiento de Elda ocupar la sagrada ctedra el reputado panegirista, sabio doctor en Teologa y Cannigo de la Colegiata de Alicante, hijo de esta villa de Elda, don Agustn Cavero Casez. Por la tarde, despus de las Vsperas y Salve, se formara la gran procesin, y al salir del templo la imagen de la Virgen, entre los solemnes sones de la Mar cha Real, los estampidos de la traca y disparos de artillera, otro de can arro jar al espacio mil retratos de la Virgen. En el trayecto de la procesin, por las mismas calles que en 1883, ...se arro jarn a la Virgen desde los balcones infinidad de dedicatorias y se cantarn cinco villancicos... La Entrada de la Virgen en la iglesia era destacada como uno de los actos de lucimiento y que merece una especial atencin, sealando que ...habr encendidas sobre 12.000 luces de cera, combinadas por el anciano y distinguido artista D. Francisco Coronel, y durante la ascensin de la Virgen al Trono, la msica dejar oir sus finsimos acordes. Como el da anterior, a las once de la noche habra velada musical y castillo. El da 9, dedicado al Patrono de Elda, Ssmo. Cristo del Buen Suceso, comenzaba con la Solemne Misa, y por la tarde, en el Ayuntamiento, la Mayordo ma ofreca un lunch a la Corporacin,Banda de Msica y a los seores oficiales y jefes del Ejrcito que en la procesin han de conducir el guin. Al igual que el da anterior, al salir la imagen del Santsimo Cristo de la igle sia, se arrojaran mil retratos del mismo por medio de un disparo de can. Tam bin durante el recorrido de la procesin se arrojaran ...desde los balcones del vecindario infinidad de versos y escritos en prosa dedicados al Santsimo. En las paradas o descanso de la procesin se ejecutaran los tradicionales villancicos por la orquesta, A la entrada de la imagen, el templo mostrara la misma vistosa ilu 290 minacin del da anterior y el rgano interpretara una de las ms bonitas piezas de su repertorio con las Voces humanas. Las fiestas finalizaban con un castillo de Fuegos Artificiales y la ascensin del grandsimo Globo Gambetta del conocido artista don Narciso Rico. Como se ha podido comprobar, el programa confeccionado por la Mayor doma de 1892 tena alicientes y novedades suficientes para que el pueblo de Elda y los numerosos forasteros que acudan en estos das de Fiestas Mayores eldenses quedaran complacidos por los vistosos actos programados. Los nombres de los componentes de esta Comisin, merecedores de que no se vean totalmente oscurecidos por el paso del tiempo, son los siguientes, con la representacin ostentada en dicha Mayordoma: D. Rafael Amat y Linares, Pbro., (Ciencias) D. Joaqun Vera Amat, (Industria) D. Rafael Amat Rico, (Propiedad). D. Rafael Tordera y Garca, (Agricultura) y D. Manuel Pay Pertusa, por el Comercio. DE LA FIESTA DE LA VIRGEN A LAS FIESTAS EN HONOR DE LOS SSMOS. PATRONOS DE ELDA. Aunque la recepcin de las imgenes traidas de Cerdea en 1604 ocasion en el pueblo eldense una gran expectacin y fervor religioso, volcado en las dos figuras del Ssmo. Cristo Crucificado y la Ssma. Virgen, parece que la tradicin mariana tan arraigada en la catlica Espaa se impuso, y las fiestas que desde entonces se cele braron en Elda en homenaje a las imgenes fueron fijadas en el da 8 de septiembre de cada ao, da de la Natividad de la Virgen, dedicando el da siguiente a honrar al Cristo del Buen Suceso. Probablemente, desde el mismo momento de su llegada, debi ser reconocida y proclamada la Virgen --que hasta 1648 no recibira el nom bre de la Salud-- como Patrona de Elda, pues as se la menciona en los nicos pro gramas de fiestas septembrinas que conocemos del siglo XIX, aos 1866, 1883 y 1892, y 1900 a 1902 del XX, con la nica excepcin de que en el correspondiente al ao 1866, al resear los actos del da 9 de septiembre se dice: ...En la tarde se har una devota procesin al Ssmo. Cristo del Buen Suceso, Patrn de esta villa, con la misma solemnidad que el da anterior. 291 En ninguno de los programas anteriores se dice nada de este patronazgo, y s en todos ellos se expresa claramente que las fiestas son en honor de la Virgen de la Salud, Patrona de Elda, como comprobamos por estas citas: Festivos obsequios de reconocimiento que ofrece en solemne clavario la Fidelsima Villa de Elda a su Patrona la Virgen de la Salud. Ao 1866. Solemnes festejos que la Fidelsima Villa de Elda y en su nom bre la Mayordoma del ao actual dedica a su Patrona la Santsima Virgen de la Salud. Ao 1883. Programa de las fiestas cvico religiosas que la Fidelsima Villa de Elda y en su representacin la Mayordoma electa y el M. 1. Ayuntamiento dedican a su Excelsa Patrona la Virgen de la Salud en los dias 6, 7 y 8 de septiembre 1892 En igual o parecida forma se expresa la Mayordoma en los aos 1900, 1901 y 1902, manifestando que las fiestas de septiembre las ofrece Elda en honor de la Virgen de la Salud. No hemos podido ver el programa correspondiente a 1903, pero es posi ble que llevara igual o parecida dedicatoria, lo que no ocurre con el publicado en el 1904, gran ao del III Centenario, en cuya portada se declara rotunda mente: Villa de Elda. Programa de los festejos que en el ao actual y durante los das del 6 al 20 de septiembre celebrar esta poblacin en honor a sus Excelsos Patronos el Ssmo. Cristo del Buen Suceso y Ntra. Seora la Virgen de la Salud, con motivo del Tercer Centenario de la venida de ambas imgenes a esta villa. Y desde dicho glorioso ao conmemorativo, a partir de septiembre de 1904, las hasta entonces llamadas Fiestas de la Virgen fueron en adelante Fiestas en Honor de los excelsos Patronos de Elda, Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud. LAS MAGNFICAS FIESTAS DEL III CENTENARIO. Al alborear el nuevo siglo, Elda haba dado un paso de gigante en su afn de sacudirse las viejas estructuras econmicas que durante siglos la haban man tenido sujeta a los imprevistos resultados del cultivo de la tierra y a los beneficios de una arcaica industria limitada al aprovechamiento de la corriente del Vinalop como fuerza motriz de molinos harineros, fbricas de aguardiente, martinetes y otras industrias tan elementales como stas. 292 Pero el tesn con que los eldenses se aferraban a una pequea industria manufacturera, la fabricacin de calzado, cuyos primeros realizadores se iniciaron en modesta escala entre 1830 y 1850, hizo que cada vez fueran ms los que se dedi caran a ella, trascendiendo del negocio casero para montar, primero talleres y des pus fbricas, con las que atrajeron a la poblacin a gentes de otros lugares que en gran nmero trasladaban a Elda su residencia definitiva. 293 El aumento vertiginoso de la poblacin, que en pocos aos pas de 4.000 habitantes a 6.000; la importancia de sus fbricas, cada vez de mayor produccin, y el bienestar econmico que ello trajo a la poblacin, se tradujo en un rpido creci miento en todos los sentidos y una bsqueda de mejoras en todos los aspectos. As se cre una nueva barriada, la llamada de la Prosperidad, y la construccin de viviendas aument el casco urbano hacia el sur y el este; se inaugur un nuevo cementerio en 1903; se levant el soberbio edificio del Teatro Castelar; se fund el Casino Eldense, centro de reunin de la nueva clase creada por los beneficios de la fabricacin de calzado, se instal la luz elctrica, y la poblacin, hasta entonces villa, mereci el honor de ser declarada ciudad por concesin real en agosto de 1904. En este ambiente general de auge y prosperidad no es de extraar la calu rosa acogida que recibi el llamamiento del Cannigo D. Agustn Cavero Cas ez, preclaro hijo de Elda, hecho el 20 de septiembre de 1903, al finalizar el Nove nario de las fiestas, exhortando a los gremios industrial y comercial, a la propiedad y a todas las fuerzas vivas de la poblacin, a que unieran sus esfuerzos para con seguir que las fiestas del siguiente ao fueran las ms brillantes y suntuosas que nunca se hubieran hecho en Elda (31), por concurrir en ellas la especial circuns tancia de celebrarse los trescientos aos de la llegada a Elda de las preciosas im genes de sus Patronos celestiales. La llamada a los eldenses del Cannigo Cavero tuvo una entusiasta aco gida, e inmediatamente se form una Mayordoma extraordinaria cuya presiden cia fue ofrecida al mismo Sr. Cavero y en la cual estaban representados los secto res industrial, comercial y eclesistico, junto con personas relevantes de la pobla cin (32) Una de las iniciativas para dar mayor difusin a la labor de la Mayordoma y estimular la participacin de los eldenses en colaborar a la mayor brillantez para las fiestas del III Centenario fue la publicacin de una revista mensual cuyo pri mer nmero apareci con fecha de septiembre de 1903, ostentando el ttulo de El Centenario, y cuya coleccin de doce nmeros se conserva hoy como un tesoro literario de la historia y tradiciones eldenses, siendo muy pocas las colecciones ori ginales que existen. Recientemente, la Cofrada de los Santos Patronos que anualmente, en sep tiembre, publica la revista titulada Fiestas Mayores, tuvo el acierto de efectuar una reimpresin de aquellos cuadernos de El Centenario, ofreciendo junto con la citada revista un nmero de aquella publicacin, hasta completar los doce nmeros publicados. Las fiestas del III Centenario han hecho correr mucha tinta y ocupara un extenssimo espacio en esta obra si nos detuviramos en ella con la exten sin que merece, No vamos a hacerlo, pero s es necesario dejar la debida cons 294 tancia de lo que fueron dichas fiestas, aunque sea en forma breve, por su con dicin de extraordinarias, recomendando a los interesados la lectura de los tra bajos a ella dedicados (33) y en especial la Crnica de las mismas, realizada por la redaccin de El Centenario y contenida en el ltimo nmero de dicha revista. (34). La Mayordoma extraordinaria realiz una excelente labor, pues las fiestas revistieron una gran espectacularidad y animacin, con una programacin exte nuante para quienes no quisieron perderse ninguno de los numerosos actos que la conformaban. Incluso los das 6, 7 y 10, que generalmente servan para dar algn aadido festivo a los das grandes de la Virgen y del Cristo, verdaderos das de fiesta en la poblacin, se vieron llenos de actos de gran atraccin para el pblico, pues en los tres tuvo intervencin el desfile de la Cabalgata histrica, con sus carrozas, su acompaamiento y, en el del da 10, con una multitudinaria Batalla de Confetti y Serpentinas que cerr las fiestas con broche de oro, popularidad, luci miento y alegra. Comencemos por decir que la Mayordoma consigui la presencia de cua tro bandas de msica de categora: la Primitiva, de Alcoy; la Corporacin musi cal de Muchamiel ; la del Regimiento de la Princesa, de guarnicin en Alicante, y la laureada Banda de Elda dirigida por don Ramon Gorg. Adems de estas agru paciones intervinieron tambin los famosos dulzaineros de Tales (Castelln), los que efectuaron un concierto desde el balcn principal del Ayuntamiento los das 7, 8 y 9, por la tarde, actuacin que fue elogiada en la Crnica de El Centenario con estas palabras: ...No se habla con hiprbole al decir que hacan de ese ingrato instrumento morisco todo cuanto es posible hacer. Jams se vio ejecu cin ms pasmosa. Las cuatro Bandas, adems de participar en los desfiles, pasacalles, retretas, procesiones, Salves y otros actos, realizaron veladas musicales en la noche del da 7, actuando la Banda de la Princesa en la plaza de la Constitucin, la de Elda en la de Topete; la de Alcoy en la de Sagasta y la de Muchamiel en la calle Maura frente a la Nueva. Un grato aliciente ms de estas fiestas fue la presencia en los actos pblicos, cabalgata y desfiles, del Batalln Infantil Nuestra Seora de la Salud, organizado por el entusiasta eldense, don Eduardo Pastor Juan, cuya contribucin al mayor lucimiento de la fiesta no fue slo este Batalln, sino tambin la construccin pro pia y donacin al pueblo de la carabela San Eduardo, nave simblica que desfi laba delante de la procesin de Septiembre, tripulada por numerosos nios vestidos de marineros. Tambin el seor Pastor escribi varias poesas dedicadas a los Patro nos, que fueron impresas en octavillas y repartidas a quienes contemplaban el des 295 file de la Cabalgata Histrica, lanzadas, junto con otras muchas de otros autores, desde las carrozas de dicha Cabalgata y desde los balcones del recorrido de sta. Desde las primeras horas de la maana del da 6, las calles eldenses del iti nerario de la procesin y desfiles aparecan engalanadas en la forma que tan po ticamente describe el autor de la ya mencionada Crnica : ... Y apareci la poblacin fabril transformada en un vergel primoroso... Sus plazas, calles y avenidas ataviadas con el ropaje de su vega exuberante, realzando su vista las hermosas y variadas fl ores de su pensil fl orido, saturado el ambiente con embriagadores y delicados perfumes... Artesonndose artsticamente con ricas colgaduras de des lumbrantes colores, con emblemas sugestivos, escudos, enserias, arcos de triunfo... Al igual que en 1804 --y probablemente en el mismo lugar, al final de la calle de Maura-- haban sido trasladadas las dos celestiales imgenes en comitiva silenciosa casi entre sombras, depositndolas en un improvisado altar y cubrin dolas, para despus representar simblicamente ante l la llegada de las imgenes a la poblacin, procedentes de Cerdea. Ante este altar se celebr una Misa de Campaa, oficiada por el M.I. Dr. Cavero Casez. Por la tarde y desde el lugar conocido como Cruz de San Blas, situado apro ximadamente en la confluencia de la calle de la Cruz con la Avenida de Chap, se inici la magnfica Cabalgata Histrica, idea propuesta por el director del sema nario El Vinalap , Miguel Tato y Amat, y entusisticamente acogida y llevada a feliz trmino por la Comisin del Centenario. Abran el desfile los Gigantes y Cabezudos tradicionales de las fiestas del Cor pus, seguidos por heraldos a caballo y por la carroza presentada por la Industria del Calzado que ostentaba motivos relacionados con ella. Presida la carroza la nica torre de la iglesia parroquial de Santa Ana, artsticamente reproducida, y la ocupaba un grupo de bellas seoritas eldenses representando a las aparadoras, junto con dos jovencitos con el clsico delantal de zapatero y las herramientas propias del oficio. Tras esta carroza vena la Banda La Primitiva de Alcoy, heraldo repre sentando al Dios Mercurio, heraldos a caballo y despues la carroza representativa del Comercio, costeada por el gremio local de comerciantes y construda en Valen cia. El smbolo de los comerciantes, el dios mitolgico Mercurio, dominaba el con junto, sentado sobre un trono y guiando con dos cintas a modo de bridas a dos blancos cisnes en vuelo. A sus pies, otro grupo de seoritas, vestidas de blanco, y dndole escolta, filas de soldados vestidos a la manera de los Tercios de Flandes, con chambergo y picas, tal vez evocando las huestes guerreras que en los Paises Bajos y el Milanesado capitaneaba don Carlos Coloma, hijo y hermano de Con des de Elda. 296 Segua a esta alegora del Comercio una comparsa de arcabuceros, los dul zaineros de Tales y, tras ellos la lujosa carroza presentada por la redaccin de la revista El Centenario en nombre de la Mayordoma. Sobre un alto sitial, mostrbanse sentados quienes representaban ser el Conde de Elda y su distinguida esposa, vistosamente ataviados con ricos ropajes de la poca. A sus pies, otro nutrido grupo de seoritas tambin elegantemente vestidas, acompandoles, para mejor completar la representacin, el secretario de los Condes y el Mayordomo. La Cabalgata no finalizaba con la tercera carroza. An se ofreca a la admi racin del pblico otra carroza artsticamente adornada, llevando las dos cajas con la inscripcin Para Elda, con dos jvenes vestidos de peregrinos y ocho marine ros.Segua otro nutrido grupo de marineros, con trajes de poca, y la carabela San Eduardo, con ms marineros a bordo. La Banda de Msica de Elda --que todava no tena ms nombre que ste - acompaaba con sus sones a esta parte de la Cabalgata, y cerraba el desfile el Bata lln Infantil, marcialmente formado, seguido de la Banda de Msica de Muchamiel. Al llegar las carrozas ante el Ayuntamiento fueron detenindose en la plaza, donde se celebr el acto simblico del saludo de las autoridades a los que representaban ser los Condes de Elda, efectuando ste un breve discurso --a modo de la loa de 1804-- narrando todo lo sucedido desde la recepcin de las cajas en Cerdea hasta su llegada a Elda, con cuyo acto se dio fin a la Cabalgata Histrica. Cuando al poco de iniciar su marcha haba llegado sta al altar donde se encontraban depositadas las imgenes. se haba efectuado el acto de entrega de dichas imgenes por parte del Conde a las autoridades civiles y eclesisticas de Elda, de cuya ceremonia levant acta el notario don Jos Mara Pujalte. Para el traslado procesional de las imgenes al templo de Santa Ana se organiz una brillante comitiva en la que figuraba el Clero, Corporacin Munici pal, Mayordoma, las cuatro bandas de msica, Batalln Infantil y numeroso pblico. La Congregacin de Hijas de Mara hizo entrega a la Virgen de un obse quio de gran valor, como recuerdo de la histrica fecha: un corazn de oro rode ado de una corona de esmeraldas y rubes, conteniendo en su interior las nombres de todas las asociadas. El doctor Cavero coloc el corazn a la imagen y tras un breve discurso recit una hermosa poesa del sacerdote -poeta don Francisco Maestre Prez, alusiva al acto de las Hijas de Mara entregando su corazn a la Virgen de la Salud. 297 Formada la procesin se detuvo ante el altar de la calle de la Esperanza, frente a la calle Nueva, para escuchar el Himno de bienvenida, con msica del maestro Gorg y letra de Maximiliano Garca Soriano, interviniendo en l la diva Milagritos Gorg y un numeroso grupo de seoritas y seoras, caballeros y nios. Un segundo himno, original de don Francisco Santos, fue interpretado en otro altar levantado en el itinerario de la procesin. El acto de la entrada de las imgenes en el templo, rememorando la pri mera vez que fueron entronizadas en Elda, fue verdaderamente emocionante para quienes lo vivieron. La tradicional Alborada con la que se cerraron los actos del da 6 super en todos los aspectos lo realizado en aos anteriores y constituy un motivo ms de exaltacin emocionada para la poblacin. El da 7 present una serie de actos que proporcion nuevos momentos de alegra y distraccin al gento que tan intensamente viva las fiestas del III Cente nario. Por la maana hubo nuevo desfile de las carrozas de la Cabalgata Histrica, junto con las bandas de msica, arrojndose desde dichas carrozas al pblico infi nidad de flores, programas, abanicos alusivos, y hojas volantes conteniendo versos dedicados a los Santsimos Patronos y a las fiestas. Despus de la solemne Misa hubo actos diversos, como la recepcin y des file de la Banda del Regimiento con su seccin de Cornetas y Tambores; cuca as en la calle de la Esperanza, concierto por los dulzaineros de Tales desde el balcn del Ayuntamiento, bailes populares y concurso de mantones de Manila en la plaza de Sagasta, entrega de limosnas a los pobres. Gran retreta por el Batalln Infantil y las cuatro Bandas por las principales calles de la poblacin; velada musical en los lugares antes indicados a cargo de las cuatro Bandas, y como cierre de los actos del da, el Castillo de Fuegos Artificiales en el barrio de la Prosperidad. Y lleg el da que los eldenses dedican a honrar a la Virgen de la Salud, su adorada Patrona, A la solemne Misa en honor de la Virgen asisti el Obispo de la dicesis, Dr. D. Juan Maura Gelabert, revestido de medio pontifical, bajo de un riqusimo dosel. Celebr el santo sacrificio el M.I. Provisor y Vicario General del Obispado, D, Agustn Cavero. Finalizado este solemne acto, las Bandas de Msica recorrieron las calles tocando alegres pasodobles y marchas, y por la tarde continuaron las cucaas, carreras, msicas. actuacin de los dulzaineros y otros actos para la diversin del vecindario. La procesin de la Virgen fue una grandsima manifestacin de devocin popular, participando gran nmero de fieles que emplearon cuatro horas en reco rrer el corto itinerario procesional. 298 Tras del guin con la imagen de la Virgen vena el barco, la carabela aleg rica con su dotacin de pequeos marineros. Despus los peregrinos portando las simblicas cajas; el estandarte de la Virgen llevado por Jefes y Oficiales del Ejr cito, hijos de Elda, y seguidamente la Mayordoma y el Clero, dando escolta a la imagen de la Virgen, portada por seis de sus ms fervorosos devotos --aquellos de los que en 1883 se deca se traspasaban de padres a hijos el orgullo y la misin de llevar a la Virgen en procesin sobre sus hombros. La emocin del cronista de El Centenario al describir la entrada de la imagen en el templo, adornada con 7.000 luces compuestas por D.Vicente Coro nel Rico, se desborda en admiracin y encomisticos adjetivos, terminando con este elocuente prrafo expresivo de su deslumbramiento por el momento vivido: ...Por el inmenso azul ascendan lentos... rpidos, mil aerosta tos multicolores.., se cruzaban en su vertiginosa carrera luminosos voladores.., extendindose por los aires el sonido estriduloso de los bronces de la iglesia... Las aclamaciones se sucedan... los incesantes vtores formaban un eco rtmico, y en este singular acto, tan grandioso, tan encantador y sublime, en que las palabras no expresan nada y el corazn se eleva a impulso del sentimiento y nuestra imaginacin se remonta a regiones ideales, pareci inspirado por ignoto poder nues tro sabio prelado al pronunciar en medio de su impresin gratsima, el epifonema que lo resume todo: Jams he visto cosa que se le parezca! Un nuevo castillo de fuegos artificiales finaliz los actos de esta grandiosa jornada. El da 9, festividad del Santsimo Cristo del Buen Suceso, tuvo los acos tumbrados actos religiosos de la Misa cantada por la maana, con actuacin de la Banda de Muchamiel y la orquesta del maestro Gorg. La oracin sagrada fue pronunciada por el Dr. Cavero Casez. La procesin del Santsimo tuvo la misma solemnidad y concurrencia que la de la Patrona, luciendo la iglesia la misma extraordinaria iluminacin que el da anterior. Los pasacalles de las msicas, las exhibiciones del Batalln Infantil, las vela das musicales y el variado y modernista Castillo de Fuegos Artificiales, fueron el complemento de diversin popular en este da. El da 10, generalmente limitado a ser el primer da del Novenario, present iguales atractivos que los das anteriores, pues despus de la Solemne Misa can tada, de 4 a 6 de la tarde, tuvo lugar en las calles Maura y Nueva una Gran Bata 299 ha de Confetti y Serpentinas, en la que tomaron parte las tres carrozas de la Cabal gata Histrica, las dos de los gremios de Industria y Comercio y la de la redaccin del Centenario, sta con las mismas personas que representaban a los Condes de Elda. y todas ellas con seoritas elegantemente ataviadas de blanco. Segn el cro nista de El Centenario, el ambiente de expectacin era tan grande que ...las calles, atestadas de forasteros, nos daban a entender que en Elda iba a realizarse algn espectculo grandioso y extraordinario (...). Los balcones estaban convertidos en tribunas que ocupaba inmenso gento, en el que se destacaban respetables personalidades que en unin de los dems, tomaban parte en la reida batalla... Despus de este bullicioso acto popular, hubo el tradicional acto de la ele vacin de un Colosal globo aerosttico, original de don Manuel Martnez Lacasta, seguido de un Castillo de Fuegos Artificiales, calificado de variado y humorstico, del que ignoramos el por qu del segundo calificativo. Aunque con este acto dieron fin los grandes festejos de estos memorables cinco das, no por ello terminaron los motivos para la mayor devocin religiosa y atraccin popular en los das del Novenario, mantenindose las calles con sus ador nos de fiesta y luciendo por las noches bonitas iluminaciones a la veneciana, con las fachadas del Ayuntamiento e Iglesia profusamente iluminadas, disparndose castillos los das 17, 18 y 19; con funciones teatrales en el recin inaugurado Teatro Castelar (35) y la grandiosa procesin del domingo da 18 en accin de gracias a los Santos Patronos de Elda, que estrenaba con orgullo su ttulo de Ciudad. (36) Con la perspectiva de los arios transcurridos. --casi un siglo --y a la vista de la profusin de actos, y magnificencia, suntuosidad y novedad de los mismos, con siguiendo hacer vibrar y participar masivamente en ellos al pueblo al que estaban destinados, pensamos que la Mayordoma extraordinaria de 1903-04 les puso el listn muy alto a quienes, dentro de unos pocos arios (solamente cuatro cuando escribimos esto) asuman la responsabilidad de organizar los actos del IV Cente nario, para los cuales, ya hoy, se estn alzando voces y publicando escritos con el propsito de que las grandes fiestas del IV Centenario en el ario 2004 no tengan nada que envidiar, y si es posible las superen, a las magnficas e inolvidables que celebr el pueblo de Elda en 1904.(37) . .:. . En el cuarto de siglo que transcurri entre el ario 1905, siguiente al del III Centenario, y 1930, las fiestas de septiembre continuaron celebrndose mante niendo su esquema bsico de procesiones, salves, misas solemnes, tracas, fuegos artificiales, globos, castillos, verbenas, msicas, conciertos, etc. al que en algunos arios se le aadan otros festejos, mejorndose los tradicionales pero manteniendo una lnea de superacin ascendente, en especial en los arios 1922-1923 y 1928-29, en las que fue alcalde don Francisco Alonso Rico, cuyo entusiasmo por mejorar 300 las fiestas mereci el que aquellas fueran recordadas por quienes las vivieron como las ms animadas y brillantes de las de su poca. La mejor y ms fidedigna fuente para conocer el desarrollo de las fiestas mayores de Elda sera la coleccin de programas anunciadores de las mismas, edi tados por las correspondientes Mayordomas, pero desgraciadamente no se conoce ninguna coleccin completa. Gracias al inters y amor a nuestras tradiciones de uno de mis familiares, tio segundo mo por parte de mi madre, llamado Francisco Martnez Romero, que fue recogiendo los programas que le fue posible conseguir, desde el ario 1900 hasta su fallecimiento, y a su hermano Vicente, que conocedor de mi profundo inters por estos inapreciables documentos tuvo el afectuoso gesto de regalrmelos, se ha podido conservar esta coleccin, encuadernada y formando parte de mi biblioteca, que puede considerarse nica, pues solo faltan en ella los programas de los arios 1901, 1903, 1905, 1907 y 1915 para tener reunidos todos los publicados desde 1900 inclusive, figurando tambin en la coleccin los de 1866, 1883 y 1892 del pasado siglo. Con esta rica coleccin como fuente, pudo realizar Ernesto Garca Llobre gat su interesante trabajo Viaje emocional a travs de los programas de fiestas (38), de gran inters para el conocimiento de estas fiestas. En el repaso que va a seguir sobre aspectos ms significativos de las fiestas entre 1905 y 1935 no aludiremos a los actos religiosos que tradicionalmente son los mismos todos los arios, aunque adquieran de una a otra celebracin mayor brillan tez por la intervencin de acreditadas agrupaciones musicales, voces en las Salves, Villancicos, himnos a los Patronos, etc. y de la calidad y prestigio de los oradores sagrados que tienen a su cargo las predicaciones en tan sealados das. Digamos de paso que la presencia e intervencin del ilustre hijo de Elda, D. Agustn Cavero Casez, Cannigo de la catedral de Orihuela, Provisor y Vicario General de la dicesis, como orador sagrado en el da de la Virgen o en el Novenario, fue pronto compartida por otro notable sacerdote eldense, don Jos Coronel Rico, que en los programas es sucesivamente anunciado desde Cura propio de Dolores (1908) hasta Cannigo de la catedral de Segorbe, Predicador de Su Majestad y Profesor de Elo cuencia Sagrada en el Seminario de Segorbe en 1916, solo ocho arios despus. Uno de los actos ms tpicos y tradicionales de nuestras fiestas es la eleva cin de un enorme globo, denominado en la barroca dialctica de los programas como gigantesco globo aerosttico , majestuoso , colosal Montgolfier , etc., cuya altura se especifica algunos aos, siendo de 15, 19 y hasta de 25 metros de alto, equivalente a un edificio de ocho plantas, en 1923. El artfice de estos colosales aerostatos fue, hasta su fallecimiento, don Manuel Martnez Lacasta, que dedicaba a ello casi todo el ario, cortando y pegando papelitos de colores y afrontando el temido momento de la verdad, o 301 sea el de la preparacin para la ascensin, en el ensanche ante la fachada del Tea tro Castelar y su elevacin a los cielos. Curiosas circunstancias y ancdotas de esta operacin de elevar el globo, pocas veces exenta de incidencias, y de la costumbre popular de seguir la trayec toria del globo hasta ver donde haba caido (y de paso aliviar de su redondo fruto algunos melonares de la huerta) los relat Jover Gonzlez de la Horteta en humorsticos sucedidos eldenses titulados Manolico, corta que me pierdes! (39) y !Vamos a seguir el globo!. (40) El papel de la msica en las diversiones humanas est tan absolutamente extendido e inseparable que no se comprenderan unas fiestas de cualquier clase que fueran sin este acompaamiento. En su forma rudimentaria del rtmico gol pear de un tronco en las tribus primitivas o en el armonioso y vibrante pasodoble cuyos airosos sones arrastran tras de s al pueblo al paso de la Banda de Msica, sta es, puede decirse, el alma de toda fiesta. As se comprende el entusiasmo con que se acoga en nuestro pueblo, en sus fiestas mayores, el acto del programa conocido como entrada de las msicas, acto al que concurran las autoridades, comisin y numerossimo pblico, que aplauda calurosamente la marcial entrada de los msicos uniformados, bandera al aire con sus cintas y corbatines y el alegre pasodoble vibrando en la calle. Puede decirse que las Bandas de Msica ms importantes en la regin valenciana, tan abundante en Bandas de gran prestigio musical, han contribudo en unos u otros arios a dar mayor animacin a las fiestas septembrinas de Elda. Es imposible mencionarlas todas, por su elevado nmero, y solamente sealaremos la repetidamente laureada La Primitiva de Liria, la Banda Municipal de Valencia, y por su cercana a nosotros y repetidas actuaciones, las de Villena, Elche, Sax y Petrer. La mayora de ellas dieron grandes o pequeos conciertos --los conciertos vermouth como calificaban en los programas a los que se celebraban en horas del medioda--, adems de los pasacalles, que en aquellos tiempos en que la Banda de Msica de Elda, dirigida por el maestro Gorg constitua un orgullo para todo el pueblo, se entablaba una noble pugna musical en la que los apasionados seguido res de sta se enzarzaban en enconadas discusiones sobre los mritos de las unas o las otras. Y si esto ocurra as cuando la comparacin se efectuaba entre la Banda de Msica de Elda y cualquier otra, la discusin adquira tintes acalorados y fal taba poco para llegar a las manos cuando se producan escisiones en el campo musical eldense, como la que hubo en 1907, ario en que la laureada Banda de Msica de Elda se dividi en dos. una, que tom el nombre de Santa Cecilia, dirigida por don Ramn Gorg, y otra, llamada La Filarmnica, dirigida por 302 don Natalio Garrido. Los forofos de una u otra las motejaron como realis tas a la primera y peseteros a la segunda, incrementndose las disputas sobre la supremaca musical de una u otra cuando ambas intervenan en las fiestas sep tembrinas. En diversas ocasiones fueron Bandas militares las que animaron las fiestas, como la del Regimiento de La Princesa, de Alicante, con su seccin de cornetas y tambores; la de Ingenieros, de Madrid, y otras, que siempre llamaban la atencin por su uniformidad, la marcialidad en los desfiles y la indudable calidad de sus intervenciones. Otra nota interesante de este perodo es la progresivamente mayor presen cia de actos deportivos en los programas, cuya primera inclusin en los actos sep tembrinos parece que fue en 1909, con el Gran Concurso Ciclista, celebrado el dia 7 en las calles de Maura, Jardines, Vall y Nueva. Distinguidas seoritas de la localidad bordaron primorosos trabajos en hermosas cintas para este festival, que fue amenizado por la banda de Msica dirigida por el maestro Gorg. Tras la presentacin de los ciclistas a la tribuna presidencial, los concursantes realizaron dos ejercicios, adjudicndose seguida mente las cintas a los ms diestros y efectundose a continuacin una carrera de lentitud, obteniendo un artstico objeto quien llegara el ltimo a la tribuna pre sidencial. La siguiente y ltima prueba fue la carrera de velocidad por el circuito indicado. Hasta cinco arios despus no se realiz otra prueba, ya que hasta 1914 no se menciona acto alguno de esta clase. En dicho ao, recin iniciada la trgica Gue rra Europea, se hizo el da 6 un concurso ciclista parecido o igual al de 1909, y el da 7 Carreras de velocidad en bicicleta con un circuito ms largo, ya que com prenda las calles Nueva, Vall, Pierrad, Cid, Jardines y Maura. En ella slo podian participar ciclistas locales y estaba amenizada por la Banda de Msica del Hospi cio de Alicante, dirigida por el maestro C. Garca Bosque.(41) En 1920 no son bicicletas las que corren velozmente por las calles eldenses, sino motos con sidecar, en la carrera que se organiza, sin que sepamos el itinera rio, nmero de participantes ni nada ms que el anuncio de la prueba motorista. El llamado deporte rey tard bastante en incorporarse a las fiestas, y cuando lo hizo, en 1912, fue de forma bastante modesta. Los equipos Calatrava, de Petrer, y Victoria, de Elda, se enfrentaron en un gran partido de foot-ball en la plaza de Sagasta, entonces un solar. Algn otro encuentro se hizo en los sola res entre el Progreso y la Fraternidad, no mencionando ms que el disputado por los dos equipos del Crculo de Bellas Artes, de Alicante, en 1922, pasando ya en el ario siguiente a disputarse en el recin inaugurado Parque de Atracciones, no mencionando los equipos. 303 En las sucesivas fiestas se organizan como nmeros de programa otros partidos de foot-ball --siempre amenizados por bandas de Msica, como los anteriores-- en los que consta la participacin del Hrcules de Alicante, Albacete y los equipos eldenses, enconados rivales durante algn tiempo, Club Deportivo Eldense y Elda C.F. Otros actos deportivos en fiestas, muy espaciados realmente, fueron los Concursos de Tiro en los solares del Progreso (1920) y en la Torreta (1927); la Gran Fiesta Colombfila en la plaza de la Prosperidad, amenizada por la banda de Liria, en 1927, y los Grandes Partidos de Pelota, cerrando los extremos de las calles donde se disputaban, como el celebrado en 1924 en la calle de Maura, con participacin de afamados profesionales de Castalla, Ayelo y Elda. Las fiestas de 1922 contaron con un acto en el programa que despert gran expectacin, no solo en Elda sino tambin en las poblaciones cercanas, de las cua les se desplaz mucho pblico, congregndose en los solares de la Sociedad el Pro greso, donde, segn el programa, el 10 de septiembre a las ocho y media de la maana, ocurrira lo que se denominaba como Gran Festival Areo, con la lle gada de un aeroplano de las lneas Latecoere, pilotado por el intrpido aviador don Luis Delrien , que aterrizara en dichos solares, estando previsto que a las cinco y media de la tarde el aviador ejecutar atrevidos ejercicios con el aero plano, saliendo seguidamente para Alicante. Por causas que desconocemos, este extraordinario nmero no se cumpli, quedando defraudados y chasqueados los numerosos espectadores que vinieron a ver el aeroplano desde varias poblaciones de la comarca, como cuenta con su gracejo caracterstico Jover Gonzlez de la Horteta. (42) En este repaso a vuela pluma de los actos ms caractersticos de nuestras fi es tas, nos vamos a ocupar ahora de los nmeros fundamentales e imprescindibles en toda fiesta, como son los castillos de fuegos artificiales, cuya importancia es tan grande para los vecinos que muchos valoran el nivel alcanzado por las fiestas, califi cndolas de mejor o peor que las de otros aos, segn los llamados castillicos hayan resultado espectaculares y estruendosos en su realizacin o apagados, como se dice de los que no consiguen despertar el entusiasmo de quienes los contemplan. En las fiestas de septiembre son tradicionales los fuegos artificiales de la Alborada , y uno, dos o hasta tres ms (segn las posibilidades econmicas de la Mayordoma actuante), en diferentes noches entre los das 7 al 10, y por lo que podemos leer en los programas de fiestas, algunos de estos castillicos debieron ser verdaderamente espectaculares. La descripcin que los autores de estos castillos hacen del contenido de los mismos es realmente fantstica y nos gustara poder reproducir algunas de estas descripciones completas para recreo de los lectores. Pero ello ocupara excesivo 304 espacio y por sto solamente copiar. como botn de muestra, algunos de los ttu los que el artista pirotcnico daba a sus fuegos areos o a sus fachadas cente lleantes de carcasas, bengalas y chispas multicolores. Ya al describir las fiestas de 1892 en este captulo hice mencin de los extra ordinarios fuegos artificiales disparados y entre ellos, el de la Bonita pantomima guerrera, escenificacin a base de fuegos, de una pugna semejante a la que reali zan los Moros y Cristianos en su Embajada y Guerrilla, con sorprendentes efec tos de luz, truenos y carcasas, acto repetido en 1909. Sorprende en estos programas la fl orida y altisonante relacin de nombres que reciban los diversos juegos de pirotecnia, reveladores de la fantasa e imagi nacin de que hacan gala los artistas del fuego al realizar sus obras maestras sobre el lienzo de la oscura noche. Como muestra de esta inspiracin, veamos algunos de estos ttulos: 1919: Ruedas aeroplnicas - Ademn mgico - Traca tricoblica producida por cien caonazos - Ensueo de un mago - La girndula chinesca - Delicias del verano - Volcn de torbellinos... 1920: Caja infernal - Sorprendente y bonito combate de fuegos artificiales entre dos potentes fortalezas que, a los sonidos de trompas y cornetas, se deslizar dicho simulacro de guerra. - Amapolas entre azulejos, capricho rabe - Erupcin del Vesubio - Venus - Cmo ha sido eso (sorpresa) - Tres esferas giratorias sobrepuestas y de diverso color, transformndose en un rbol del Paraso - Entrada de un bonito telfono con descargas detonantes transformndose en arcos voltaicos encarnados y grandiosos focos elctricos oscilantes... Y para terminar esta eclosin de fantasa pirotcnica, la Gran apoteosis final con la que termin el Castillo de Fuegos del dia de la Virgen de 1920: Magnfico retablo de colosales dimensiones en el que aparecer la imagen de la Virgen Santsima de la Salud, para ser coronada por dos ngeles, que de rodi llas a los pies de ella, le rendirn el homenaje de nuestro amor. Bomba fragorosa final!! . Estos verdaderamente espectaculares fuegos de 1920 fueron creados y dis parados por el pirotcnico de Orihuela Joaqun Cnovas. Entre los numerosos pirotcnicos alicantinos y valencianos que dieron magnificencia y atraccin con sus creaciones, castillos, tracas y dems alardes de fuegos areos, hemos de mencionar al afamado maestro de esta localidad, don Silvestre Maestre Gonzlez, que durante muchos arios tuvo a su cargo los fuegos de la fiesta septembrina, consignndose su nombre como autor de los mismos en los arios 1902, 1904, 1906 y desde 1909 hasta 1914, ario en el que dispar los casti 305 lbs de los das 7 y 9, ignorando si fueron stos los ltimos que realiz, por carecer del programa o crnica de las fiestas de 1919, ya que fue este ario en el que falle ci, el 19 de noviembre, a los 73 arios de edad. El escritor eldense Jos Jover Gonzlez (Jover Gonzlez de la Horteta ) al que denominamos Cronista de Elda en clave de humor, en un artculo, (43) nos dej en uno de sus humorsticos trabajos un retazo biogrfico de este pirotc nico eldense (44) del que, entre otras cosas, dijo que tena el taller junto al torren del castillo de Elda y que alguna que otra vez se le fue la mano en las mezclas explosivas y el estallido de la plvora caus gran alarma entre los vecinos y un enorme susto a los palomistas que suban al castillo para ver evolucionar a sus palomos y pichones. Otra ancdota curiosa contenida en el citado artculo de Gonzlez de la Horteta es la que dice que cuando se le amontonaba el trabajo de confeccin de fuegos, para poder cumplir con los encargos, adquira colecciones de fuegos a piro tcnicos valencianos y, relata el escritor: ...Esa fue su terrible equivocacin! Resulta que las gentes eldenses saban esto y cuando un castillo sala mal decan: Machuca, gandul!. Cuando por el contrario la coleccin de fuegos era un dechado de perfeccin, decan: Machuca, eso no es tuyo; es del abuelo de la 011era!. Aclaremos que Machuca, o To Machuca (porque aqu se le pona el to enseguida junto al moteo nombre a muchas personas mayores) era el apodo con que popularmente era conocido Silvestre Maestre Gonzlez. Estas ancdotas, muy numerosas en la Elda de aquellos tiempos y sobre todo en las fiestas y sus gentes, es lo que se encuentra a faltar en las fiestas actua les, ms ricas, ms variadas, ms suntuosas, pero sin el sello popular que le daban las gentes del pueblo, mucho ms pequeo y ms modesto, pero ms guardador de las tradiciones eldenses, ms encariado con las cosas propias de su pueblo, al que hace algunos arios el mdico -escritor don Antonio Porpeta Clrigo llam Ex Elda (45), por su abandono de antiguas costumbres y adopcin de otras ms superficiales y comunes a otras muchas poblaciones. En cuanto a las tracas, tambin eran elemento inseparable de las fiestas septembrinas. Las haba de todas clases: tracas blancas, tracas sorpresa, traca tri coblica producida por cien caonazos, de todo lujo con dos tracas paralelas tri codetonantes , y muchas otras denominaciones que el ingenio o la guasa de los pirotcnicos atribua a sus cordadas de petardos, truenos y luminarias. Pero la traca no era solo la sucesin de truenos y cohetes, sino que en Elda haba una tradicin popular, conocida como seguir la traca o correr la traca, 306 que consista en correr las calles donde se estaba disparando, precediendo con la menor distancia posible al estallido de los petardos. Otros no se contentaban con ir delante de la traca, sino que su diversin ideal era ir bajo de ella,en el mismo cogollo del estruendo y de las chispas de fuego cayendo sobre ellos desde lo alto. Como este aluvin de chispas acabara quemando las ropas de los que corran bajo de la traca, el recurso era vestirse con ropas viejas, chaquetas desechadas, y sombreros o gorras inservibles, adems del clsico paraguas desvencijado, con la tela separada del varillaje, que reciba la mayor parte de la lluvia de fuego hasta que slo quedaban de l el mango, el eje y las varillas. En este caso, haba quienes ya tenan previstos otros paraguas para hacer el recambio y seguir con su diver sin, mientras que los dems seguan corriendo debajo de los truenos ya sin la pro teccin del paraguas. Era sta una especie de fiesta de San Fermn a lo eldense, corriendo delante, enmedio o detrs del chispero , como en Pamplona se corre delante, detrs o enmedio de los toros bravos, y, probablemente, los eldenses seguidores de tracas obtendran parecidas gozosas sensaciones de peligro que aquellos. (46) En los mediados del ao 2000 en que escribimos sto ya hace tiempo que dejaron de tirarse tracas en las fiestas septembrinas. La tradicional traca del medioda de los das 8 y 9 de septiembre se man tuvo en toda su animacin popular hasta las fiestas de 1983, en las que se anunci, en el programa oficial, el disparo, los das 8 y 9, a la 1 de la tarde, de sendas tracas de 1.000 metros de longitud. Pero el siguiente ario 1984 fueron suprimidas por la nueva Concejala de Fiestas, no reapareciendo de nuevo hasta 1995, en el efmero perodo de gobierno municipal presidido por Camilo Valor, con Adela Pedrosa como Concejala de Fiestas, en el que los das 8 y 9, a las13,30 horas, se recuper este tradicional y popular nmero de fiestas, recorriendo la estruendosa traca las calles Coln, Nueva, Ortega y Gasset, Jardines, Juan Carlos I y finalizando en las puertas del Mercado Central. En las siguientes fiestas de 1996, con el cambio de color del gobierno muni cipal, nuevamente del PSOE por una mocin de censura, fueron de nuevo supri midas las tracas, como si stas tuvieran significacin o color poltico alguno. La campaa que desde hace aos sostiene la Escuadra Los Sirokos , de las fiestas de Moros y Cristianos, entusiastas impulsores de que se vuelva a celebrar esta antigua y popular costumbre de la fiesta septembrina eldense, ha caido hasta ahora en oidos sordos.(47) GRAN VARIEDAD EN LOS ACTOS DE FIESTAS. 307 A medida que van pasando los arios y la poblacin adquiere mayor impor tancia industrial y comercial, con el considerable aumento de poblacin conse cuente a aquella, las fiestas de septiembre incrementaban sus actos e introducan nuevos alicientes para los das de las Fiestas Mayores. As se realizaron animadas Batallas de confetti y serpentinas en 1922 por el circuito Nueva, Jardines, Maura y Vall; igual batalla de confetti y serpentina en 1923 y adems Bolas de nieve, naturalmente simuladas, en el Parque de Atrac ciones, amenizadas por dos Bandas de Msica. Y finalmente, en 1927, en las calles Alfonso XIII y Maura, lucindose artsticas carrozas del Ayuntamiento, Asocia cin de Fabricantes de Calzado, Sociedad Aguas del Canto, Sociedades de Caza dores, Colombfila y muchos artsticos coches. Al igual que ocurri con la Cabalgata Histrica del III Centenario, estas incruentas Batallas debieron revestir gran alegra, concurrencia y animacin, siendo de lamentar que no nos haya llegado documento grfico alguno que mos trara las carrozas, los adornos de calles y el ambiente en que se desarrollaron. Otros actos de elevada categora fueron las Fiestas de la Poesa, celebra das en 1920 y 1930, perodos ambos correspondientes a los mandatos como alcalde de don Joaqun Coronel Rico. Los dos acontecimientos literarios fueron celebra dos en el Teatro Castelar, actuando de mantenedor en el primero el M.I. Dr. D. Agustn Cavero Casez, y en el segundo el eximio charlista Federico Garca San chiz, constituyendo un magnfico espectculo de gran belleza plstica en el esce nario artsticamente adornado. Importantes trabajos e inspiradas poesas, origina les de autores locales o forneos, fueron ledas desde el escenario, y muchas de ellas publicadas en la prensa de la poca. Concurso de calzado y de modelos en 1922 y 1928; corridas de toros o novi lladas; fiestas benficas como las de la Flor, de la belleza y el perfume, del man tn de Manila y otras; el festival de Hermandad con Almansa y Villena, efectun dose en l el Homenaje a Chap en 1928; desfiles de exploradores y bendicin de la bandera de este grupo escultista juvenil en 1927; colocacin de primeras piedras de edificios como La Gota de Leche, el Hospital Municipal y las Escuelas Gra duadas; conmemoraciones como la celebrada en 1928 del IV Centenario de la conversin de la mezquita de Elda en iglesia de Santa Ana; inauguraciones como las del nuevo Palacio Municipal en 1923, la Plaza de Sagasta en 1922; el Depsito de Aguas del Alto de San Miguel en 1924; lpidas dando el nombre de Alfonso XIII a la calle Nueva en 1917, colocacin de la lpida sealando la casa en la que vivi Castelar en su infancia (1926)... estos y otros actos extraordinarios e importantes para la ciudad han ido jalonando las fiestas septembrinas durante muchos arios, reafirmando ls consideracin general de ser stas las fechas ms sealadas del ao para cualquier acontecimiento importante en la vida eldense. 308 Las faisuras simbolo gastronmico de las Fiestas de la Virgen. LAS FASIURAS, REINAS GASTRONMICAS DEL DIA DE LA VIRGEN. No queremos continuar este repaso a las costumbres eldenses durante las fiestas grandes de septiembre sin detenernos en un aspecto de lss mismas, aparen temente banal, pero que constituye uno de los grandes bastiones donde se atrin cheraba una tradicin de muchos arios, consistente en que en la mesa del da de la Virgen haba de cumplirse al acto tradicional de servir el suculento y abundante cocido, bien avituallado de carnes, morcillas, tocino, garbanzos y patatas, junto con las redondas y sabrosas fasiuras, tambin llamadas en Elda pelotas o relleno. Las fasiuras , como se dice en Elda --o faseguras (48) que dicen en Monvar y otros lugares de la comarca-- son un aditamento al cocido que las amas de casa gustan de hacer, amasando cortezas de pan mojado junto con ralladura de pan, sangre lquida, generalmente de pollo; carne picada de cerdo, ternera o de ambas clases; huevo batido, piones, tocino blanco picado, corteza de limn rallada, pimienta, perejil y sal, todo bien mezclado y haciendo gruesas bolas o pelotas que se hierven junto con el cocido, absorbiendo stas el apetitoso caldo de gallina en que se cuece todo, o por separado del cocido, tomando caldo de ste para la coccin, Finalmente, el relleno es servido en plato aparte, con las fasiu ras humeantes y olorosas, haciendo las delicias de la familia reunida en torno a la bien provista mesa, junto con los invitados al gape. 309 Esta apetitosa vianda, que el escritor monovero Jos Alfonso, tan dado a la chanza en sus artculos, defini como la guardia de honor del cocido festero, ha sido repetidamente elogiada por los panegiristas de la buena mesa en la tradicin eldense, y cuenta con un encomistico soneto del boticario de Elda Maximiliano Garca Soriano (49), que no se recataba en presumir de su gran apetito, titulado Vamos a comer fasiuras y que comenzaba: Hay que imitar a Joaquinico el sastre, en estas grandes fi estas y apreturas, comiendo veinticuatro fasiuras, echando asi al estmago el gran lastre... Sin embargo, y a pesar del general aplauso y entusiasmo por este gustoso plato, no hemos hallado ningn poema que, a la manera de Baltasar del Alczar, ensalzara las virtudes gastronmicas del relleno eldense. Y decimos, con Jos Alfonso, que urge el poema que haga justicia a las fasiuras y las remache a la posteridad (50), por que realmente la fasiura es complemento indispensable en la fiesta de la Virgen, como lo son las tracas, las msicas, las Salves y demas actos de la fiesta. El men propio de las fiestas se completaba con las pastas que, como recuerda Mara Josefa Anaya (51) ...se hacan en las casas y consistan en rollicos de aguardiente, torticas de aceite, almendrados, suspiros..., con los cuales se acompaaban las tazas de caf o chocolate, o las copitas de ans o licor dulce en las largas y gratas meriendas antes de acudir a la Salve y a las procesiones. FIESTAS PARALELAS DE 1931 A 1935 El advenimiento de la Repblica en abril de 1931, con el consiguiente pre dominio de los representantes de este signo poltico en el Ayuntamiento eldense, origin que el anticlericalismo que manifestaban estos partidos en sus campaas y propaganda adquiriera carcter oficial . De esta manera, y por voluntad del Ayuntamiento, las fiestas de Septiem bre dejaron de llamarse cvico -religiosas para denominarse populares la parte que organizaba el Ayuntamiento, y religiosas las que conservaban toda la anti gua tradicin de cultos a los Santsimos Patronos dr Elda, organizadas y realiza das por la Mayordoma. Las nuevas autoridades haban dispuesto que las manifestaciones externas del culto, principalmente procesiones, slo podran celebrarse con la autorizacin de las autoridades locales. El alcalde, Vicente Gil Navarro, autoriz las tradicio nales procesiones de la Virgen y del Cristo manifestando que a la Repblica se la serva mejor con espritu tolerante, actitud que siguieron los sucesivos alcaldes 310 Aquilino Ban Sez en 1932, Joaqun Vera Prez (1933-34) y Juan Lorenzo Car pena en 1935. La Comisin organizadora de las fiestas populares consider conveniente explicar su actuacin con un Prtico del programa de fiestas de 1931, tal vez redactado por el escritor Jos Capilla, manifestando: ... Y al pensar en la melanclica tristeza que habra de apode rarse de nosotros con la supresin de las fi estas septembrinas, nos deci dimos a organizarlas modestamente con festejos sencillos, intercalando algn nmero que redundara en prestigio de nuestra pujante industria, y sin relegar al olvido a los que sufren, a los que estn en penuria... Por su parte, los organizadores de los actos religiosos expusieron tambin al pueblo eldense la nueva situacin con estas frases: ...Pero no pudiendo disponer ahora de la subvencin oficial por circunstancias de todos notorias, el culto tradicional padecera eclipse, si la piedad de los catlicos hijos de Elda y su ardiente devo cin a sus Santsimos Patronos no renovara la antigua costumbre y prctica de allegar fondos con que atender a los cuantiosos dispendios de las fi estas religiosas... (52) Adems de los actos festivos acostumbrados, ya indicados ms arriba, los programas de fiestas de estos arios nos ofrecen algunos nmeros de fiesta des tacados, como el gran Concurso de natacin en el recin inaugurado Balneario Lido (1931) y Concurso de Patronaje de Calzado en el mismo ario. En la primera Alborada de la Repblica se sustituy la Marcha Real que interpretaban las Bandas a las 12 de la noche del da 6, por el Himno a Elda ori ginal de don Francisco Santos, interpretado por la Banda de msica local, acto que se repiti en 1933 con la ejecucin de dicho Himno por la Banda y el Orfen Sinfnico Eldense, con 120 voces. El ao 1932 tuvo una significacin especial, por coincidir con el centenario del nacimiento del hijo adoptivo de Elda, el egregio don Emilio Castelar, nacido el 7 de septiembre de 1832. El Ayuntamiento organiz importantes actos como el de inauguracin del Monumento a Castelar, celebracin de un brillante Certamen Literario en el Teatro Castelar, cuyo mantenedor fue don Miguel de Unamuno, y en el que adems del discurso de ste, glosando el texto Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo, de Castelar, y la lectura de trabajos y poesas premiados, se interpret por la Banda de Msica y Orfen Sinfnico Eldense el Poema Lrico con msica de Enrique Almiana y letra de Maximiliano Garca Soriano, en cuyo texto figuraba aquella estrofa que en sus tiempos se hizo famosa: 311 Elda, moruna sultana, que ambicionara Boabdil; que se viste y se engalana con fl ores de su pensil... (53) La inauguracin de las Escuelas Nacionales, hoy Colegio Padre Manjn, fue otro de los acontecimientos de estas fiestas castelarinas de 1932. Las fiestas de 1933 contaron con la inauguracin y entrega de la Casa Cuar tel de la Guardia Civil (da 7) y con el plato sabroso para la aficin futbolstica local, muy numerosa y entusiasta en aquella poca, de los encuentros en el Parque de Atracciones entre el Eldense, recin proclamado Campen Regional Amater (sic), y el Murcia, de Segunda Divisin, el dia 7, y contra el Hrcules C.F., Cam pen Regional 1932-33, el da 8. En este ario de 1933 hay que registrar el grave suceso ocurrido al estallar la bomba final de una traca disparada en la Plaza del Ayuntamiento con tal violen cia que caus doce heridos, uno de ellos grave. (54) El siguiente ao 1934 tuvo como nota destacada su Gran Baile de Gala en el Coliseo Espaa, con un Concurso de Vestidos de noche y la eleccion de Miss Elda, acto que creo fue la primera vez que se celebr en esta ciudad. El ltimo ario de normalidad, 1935. actuaron dos Bandas musicales de Elda, por la escisin ocurrida en la Santa Cecilia, formndose sta en torno al nuevo director D.Jos Estruch, y constituyendo los msicos separados de la anterior una nueva Banda, llamada la Sociedad Instructiva Musical, bajo la direccion de don Enrique Almiana, Las dos Bandas participaron en los conciertos y actos de fiesta de este ario, rivalizando y compitiendo entre la enconada polmica de sus respec tivos seguidores. El ltimo acto destacable de este ao fue la Velada Literaria -Musical con la actuacin del Orfen Sinfnico Eldense y de la diva de pera Carmencita Ban Alonso, tambin eldense, actuando como mantenedora la periodista madrilea Concha Pea, a la cual se le dedic una calle de la ciudad. En cuanto a los actos religiosos, tal vez estimulada la numerosa poblacin catlica eldense por las dificultades, registraron mayor concurrencia de fieles, sobre todo en las procesiones de la Virgen de la Salud y del Santsimo Cristo, mantenindose la tradicin de hacer ms brillante la entrada de las imgenes al templo con la iluminacin de nada menos que once mil velitas de cera, 11.000 lucecitas brillando a la vez en el hermoso interior de la antigua iglesia, que era la ltima vez que serva de majestuoso escenario a las tradicionales fiestas de septiembre, demolida dos arios despus hasta dejar slo un inmenso solar. 312 Las nuevas imgenes de los Santos Patronos llegan a Elda - 6 septiembre 1940. (Foto Berenguer). Pocos meses despus, las que desde los programitas de la iglesia se pregona ban como nunca interrumpidas fiestas patronales, desaparecieron durante tres aos de la vida eldense. trgicamente sacudida por la guerra civil de 1936 a 1939. LAS FIESTAS DE SEPTIEMBRE TRAS LA GUERRA CIVIL. En 1939, con la terminacin del conflicto, se produce un general propsito de recuperar las tradiciones populares amorosamente cultivadas durante siglos, y en especial, como exponente mximo de la religiosidad del pueblo eldense, la recuperacin dc sus grandes Fiestas Mayores en honor de sus Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, cuyas imgenes fueron destruidas en 1936. No eran slo las imgenes las que haban desaparecido; tambin el majes tuoso templo donde tenan lugar las funciones litrgicas en honor de los Patronos, la antigua y hermosa iglesia de Santa Ana con todas las obras de arte contenidas en su interior, haba sido arrasada hasta sus cimientos. Pero la fe y el trabajo de Elda superaron estas ausencias, improvisando un nuevo templo en el interior del Cine Alczar, junto al Coliseo Espaa, ambos desaparecidos hoy, que sirvi de escenario a los actos religiosos y en especial a los de las Fiestas, recuper una antigua imagen de la Santsima Virgen de la Salud, 313 que por estar en la capilla de las Hermanas Carmelitas en el Hospital no fue des truida, (54) y consigui de la capital de la Dicesis una imagen de Cristo Crucifi cado que presidi la procesin del 9 de septiembre de 1939. (56) Las circunstancias que rodeaban aquel septiembre del final de la guerra no eran totalmente propicias para que el pueblo participase en las fiestas con la ilu sin y entusiasmo con que siempre lo haba hecho. Muchas familias eldenses lle vaban todava luto por las vctimas de uno y otro bando cadas en la guerra y muchas otras tenan familiares encarcelados hasta la celebracin de su juicio, de imprevisible resultado hasta que se conociera la sentencia. Por si ello no fuera bas tante y aunque el conflicto nos quedaba algo lejos, apenas haca unos das que Alemania habia invadido Polonia en una tempestad de fuego y muerte y el mundo entero iniciaba la marcha hacia la catstrofe que durara cerca de seis arios. A pesar de todo, las fiestas tuvieron un gran lucimiento, en especial los actos correspondientes a la tradicin recobrada, como los realizados en honor de los Patronos, las procesiones con gran participacin de fieles, las Salves con los ins pirados villancicos del maestro Gorg, nunca olvidados, los Novenarios, el piadoso acto por los Cofrades Difuntos y los restantes actos de carcter religioso. No menos emocionante fue la Alborada, con el gran castillo disparado desde el solar de la desaparecida iglesia, con profusin de leyendas patriticas y religiosas formadas por carcasas, ruedas y fuegos de variados colores; el tradi cional globo, vuelto a construir pacientemente por el artfice aldense don Manuel Martnez Lacasta; las tracas y la actuacin de las dos Bandas de Msica locales --una de ellas con el uniforme azul y negro de la Falange --y otros actos populares. Los actos pblicos, oficiales, desfiles, procesiones y Misas de Campaa, revestan un aspecto totalmente distinto al tradicional, con la presencia unifor mada de las Fuerzas Militares de Ocupacin y las formaciones de Milicias de Falange, Seccin Femenina y Organizaciones Juveniles. Tambin eran muchas ms que en las ltimas fiestas las calles y casas engalanadas con el tradicional taray o el baladre, acompaado de banderas nacionales o del Movimiento --la roja y negra de Falange y la blanca con la cruz de San Andrs del Tradicionalismo-- cobertores y otras telas propias para ador nar balcones y ventanas, especialmente en las calles por donde pasaran las pro cesiones. En cuanto a stas, adems de las circunstancias ya referidas de numeros sima concurrencia y brillantez, hay que sealar la de 1939, que fue la nica que no estuvo presidida por las propias imgenes de los Patronos de Elda, ya que no fueron reconstrudas hasta las siguientes fiestas de 1940. Fueron utilizadas, para los cultos y procesiones, como hemos indicado anteriormente, la pequea ima 314 Solemne procesin con las imgenes de la Santsima Virgen de la Salud y el Santisimo Cristo del Buen Suceso celebrada el 19 de septiembre de 1954 con motivo del 350 aniversario de la llegada de los Patronos. (FOTOS BASILIO) 315 gen de la Virgen de la Salud de la Capilla de las Hermanas Carmelitas, regalada a stas a principios de siglo por la Junta de Damas del Hospital con destino a este edificio, segn informacin oral ofrecida por la Maestra Nacional, doa Antonia Martnez Maestre, ya fallecida (57), y la figura del Cristo en la Cruz, trada de Orihuela por don Joaqun Vera. (58) En esta procesin recuperadora de las antiguas tradiciones eldenses vol vieron a hacerse las dos paradas, con canto de los clsicos villancicos; una de ellas en la plaza del Ayuntamiento, y la otra en el cruce de la calle Nueva con Maura, donde se haba levantado un magnfico altar dando frente a la primera de estas calles. Tambin al llegar la procesin con la imagen al ancho solar donde antes se levantaba la iglesia de Santa Ana se efectu otra parada, cantndose una Gran Salve por la orquesta del maestro D. Francisco Santos, entre la emocin de los presentes en dicho memorable acto. Finalmente, y prosiguiendo el acostumbrado rito de reservar para las Fies tas Mayores las solemnes inauguraciones y la colocacin de las primeras pie dras, el da 7 se inaugur con toda pompa el Stadium Imperio, un campo de ft bol que tambin fue utilizado para demostraciones atlticas, situado excesiva mente lejos de la poblacin para su tiempo, en la carretera hacia Alicante, entre lo que hoy son el Colegio de la Sagrada Familia y el Club de Campo. El partido inau gural fue jugado entre el Hrcules de Alicante y el recin reconstituido Club Deportivo Eldense. El da 10 se procedi a la colocacin de la primera piedra del nuevo templo de Santa Ana, en el mismo lugar que ocup el antiguo hasta 1937 y de la tambin primera piedra del Monumento Cruz de los Caidos, en el solar del antiguo cemen terio eldense de la carretera de Petrel. La primera piedra de la iglesia hubo de ser vuelta a colocar ms hacia el centro del futuro edificio, pues el lugar donde se coloc en primer lugar estaba en la lnea que ocupara la puerta principal, ya que se haba ensanchado el espacio ante la iglesia respecto a donde anteriormente estaba la puerta mayor. Hasta septiembre de 1944, en que la iglesia provisional es clausurada y los Santos Patronos vuelven a ser entronizados en el recin terminado templo recons truido de Santa Ana, no pueden considerarse totalmente normales las fiestas sep tembrinas, aunque en todos los aspectos hayan ido adquiriendo mayor brillantez y animacin por la cada vez mayor espectacularidad de sus actos. Las fiestas de 1940 constituyen un nuevo hito en las efemrides tradicio nales eldenses al producirse en ellas la llegada a Elda de las imgenes recons truidas de sus Santos Patronos, acto memorable que en 1990, al cumplirse los 316 cincuenta aos del acontecimiento, fue conmemorado con la mayor brillantez y solemnidad. Desde el primer momento de la reconstitucin de la actividad religiosa nor mal en Elda se haba constituido, a la vez que la Comisin Pro Reconstruccin de la Iglesia de Santa Ana, presidida por el seor cura prroco, que entonces era don Vicente Juan Ferrando, natural de Elda (59), la Comisin Pro Restauracin de los Patronos, cuya presidencia fue encomendada a don Jos Coronel Rico, cannigo de la catedral de Segorbe, tambin hijo de Elda, Las gestiones fueron llevadas con gran actividad y asi pudo conseguirse reanudar la interrumpida tradicin y realizar el acto simblico, al igual que se celebr en 1804 y 1904, de la colocacin recatada de las imgenes en un magn fico altar situado en la entrada de la poblacin, en el antiguo paraje de la Cruz de San Blas, aproximadamente en el cruce de las calles Chap, Padre Manjn y Cruz. El programa de las fiestas de este ao anunciaba gozosamente este aconte cimiento en la forma que sigue: SEIS DE SEPTIEMBRE DE 1940.- El amanecer de este da tiene para los moradores de esta ciudad una emocin indescriptible: perliones de incienso y mirra, tair de campanas, sonar de trompetas, batir de tambores v veintin caonazos, anuncian que en la Cruz de San Blas y en suntuoso altar, como por arte de encantamiento, han aparecido las preciosas imgenes de nuestros Celestiales Patronos la SANTSIMA VIRGEN DE LA SALUD Y EL SANTSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO, nunca con ms propiedad llamada de este modo... A las 7,30 de esta maana, en solemne acto presidido por el Ilmo. Sr. Obispo de Badajoz y con asistencia de autoridades, Clero y pblico, se procedi a la bendicin de las imgenes y seguidamente a una solemne Misa de Campaa ofi ciada por dicho Prelado. Por la tarde y ante el mismo altar en la Cruz de San Blas, el Dr. D. Jos Coronel Rico, Cannigo de la catedral de Segorbe y presidente de la Comisin de Reconstruccin de Nuestros Patronos, hizo la ofrenda de las nuevas imgenes al pueblo de Elda, recibiendo esta ofrenda el cura encargado de esta parroquia, don Toms Rocamora. Seguidamente se constituy la procesin de la Solemne Entrada trasla dando las imgenes hasta el templo provisional donde quedaron depositadas. 317 Al llegar la procesin al gran solar donde antes se alzaba el templo parro quial, se interpret el Himno de Bienvenida que compuso don Rann Gorg, con letra de Maximiliano Garca Soriano, y que haba sido anteriormente inter pretado en las grandes fiestas del Centenario de 1904. Parecida ceremonia se realiz arios despus, en 1942, al llegar las imgenes en procesin a las obras de reedificacin de la iglesia, siendo colocadas en el lugar que ocupara la nave central y cuyos muros alcanzaban ya los dos metros de altura (60), cantndose all los villancicos originales de don Francisco Santos. En cuanto a actos populares o cvicos, las fiestas de septiembre registran la reinauguracin del Parque de Atracciones, abandonado ya el Stadium Imperio, de efmera existencia, celebrndose el partido del Eldense contra el Alicante F.C., de Primera Divisin y al da siguiente contra el C.D. Alcoyano.Ya el ario anterior, 1940,e1 Parque haba servido de escenario a magnas demostraciones atlticas que se repitieron en este 1941,a cargo de las Organizaciones Juveniles, y de Gim nasia Ritmica a cargo de los flechas de dicha organizacin. Otro interesante acto, revelador de lo arraigado que estaba en Elda el tema de las manifestaciones zapateras, fue la Exposicin de Calzados de Artesana y Dibujo de Modelos, celebrada en el Casino Eldense. 1944 es otro ario cuya efemrides est grabada de forma imborrable en los fastos de nuestro pueblo.En l quedaba cerrada -fsicamente- la herida causada a nuestra historia y a nuestra tradicin en 1937 con la demolicin y arrasamiento de nuestro antiguo templo parroquial, fundado en 1528 y enriquecido artsticamente por la fe y la devocin de numerosas generaciones de eldenses a lo largo de cua tro siglos. En las fiestas de este ario tuvo lugar la inauguracin, bendicin y apertura al culto del nuevo templo, construdo en el corto espacio de cuatro arios. La persona a la cual en mayor medida cabe el honor de haber hecho posible la realizacin de este templo, en cuanto a la inagotable tenacidad en la recoleccin de fondos y consecucin de ayudas oficiales o particulares, en el estmulo a unos y al bondadoso pero apremiante requerimiento a otros, el Revdo. D. Jos Mara Amat Martnez, Cura prroco de Santa Ana desde 1941, en suma, redact --o inspir su redaccin-- una pequea crnica de los acontecimientos del dia 6 de septiembre de 1944 (61) que por su calidad de testimonio personal y su valor histrico para nues tro pueblo voy a reproducir a continuacin: El da 5 de septiembre de 1944 y a las cinco de la tarde se efec tu privadamente el traslado del Santsimo Sacramento desde la anti gua iglesia provisional (Coliseo) al nuevo Templo Parroquial, y a las 318 once de la noche, el de las imgenes de nuestros Santos Patronos el Cristo del Buen Suceso y Nuestra Seora la Virgen de la Salud. Este acto se celebr con toda solemnidad, organizndose una suntuosa procesin a la que asistieron el Excelentsimo Ayuntamiento, Jerarquas del Movimiento, Autoridades civiles y militares, invitados y el pueblo en masa lleno de entusiasmo, entre vtores y aclamaciones, acompaados de las tres Bandas de msica que actuaron en las tradi cionales fiestas de aquel ao. Durante el recorrido el pblico renda su homenaje de fervor y devocin al paso de las imgenes. A las doce en punto y al empezar la tradicional Alborada, entraban en el grandioso Templo Parroquial las imgenes de nuestros Santos Patronos; estaba completamente lleno de fieles, vidos todos de manifestar su regocijo y satisfaccin al ver cumplidos sus deseos; el Sr. Cura D. Jos Mara Amat dirigi la palabra, lleno de emocin, dando la bienvenida a nuestras joyas queridas y felicitando a todos los feli greses por la ayuda y cooperado, prestada a la realizacin de nuestra grande obra: TEMPLO PARROQUIAL DE SANTA ANA DE ELDA. AO 1944. Al da siguiente, 7, a las 9 de la maana, fue bendecido el nuevo templo por el Ilmo. Sr. Obispo de Len, don Luis Almarcha Hernndez, y terminado el cere monial fue inaugurado el templo con una solemne Misa Cantada oficiada por el citado prelado. Este histrico acontecimiento domin el desarrollo de las fiestas de este ao, pero en ellas hubo una circunstancia a la que ya hemos aludido en el captulo dedi cado a los Moros y Cristianos, como fue el acto, probablemente el primero oficial y pblico desde enero de 1944 celebrado por las recin constituidas Comparsas de Moros y Cristianos. El dia 17 de septiembre, dentro del Novenario, tuvo lugar en la puerta prin cipal del Templo la reunin de las cinco Comparsas constitudas para las fiestas de San Antn con sus respectivos Capitanes, Abanderadas y Madrinas, con el fin de proceder a la Bendicin y promesa de banderas: Una vez realizados estos actos --deca el programa de fiestas de septiembre de 1944-- los capitanes y Abanderadas, acompaados de sus Comparsas, darn la vuelta al recinto de la iglesia, disparando sus arcabuces y a los acordes del Himno Nacional jugarn las bande ras los respectivos Abanderados (sic). Terminaba este acto casi fundacional con la asistencia de las Comparsas a la Misa, finalizada la cual eran depositadas las banderas en la iglesia, hasta la lle gada de las fiestas de San Antn del siguiente ao, en que seran enarboladas jubi losamente en desfiles y actos, enmedio de los arcabuzazos y msicas de la nueva 319 Entrada al Pabelln de los Festivales de Opera. Un aspecto del interior del Pabelln de Festivales durante una representacin. (Festivales de pera 1973. Pabelln montado en la Plaza de Castelar). 320 fiesta, que pronto habra de convertirse en la segunda de la poblacin (tal vez la primera atendiendo nicamente a la masiva participacin popular en su organiza cin, preparacin y celebracin). La vinculacin de ambas fiestas an continu en el siguiente ario 1945, en el que como un nmero destacado de las fiestas septembrinas figur, en el da 10, un Desfile de Moros y Cristianos desde la Avenida de Chap hasta la iglesia, por las calles de Maura, Nueva, Mola y San Francisco, con asistencia de todas las Com parsas a una Misa, despus de la cual, segn el programa de las fiestas: Se celebrar en la explanada del Templo Parroquial el juego de Banderas por los respectivos abanderados (sic) procediendo acto seguido a la proclamacin de los nuevos capitanes, los que disparando al alardo, se dirigirn seguidos de sus respectivas Comparsas a la pla ceta de San Antn. Tras estos arios de intensa recuperacin de los aspectos fundamentales de las fiestas septembrinas, se entra en un largo perodo de normalidad en el que las fiestas se deslizan en una dorada habitualidad, destacando en algunos arios la pre sentacin de actos ms sealados y de aceptacin pblica mayoritaria y cayendo en algunos otros en un tono ms apagado, segn la iniciativa y el acierto de las Comisiones de Fiestas correspondientes. Pocas variaciones importantes podemos sealar en este perodo de las fies tas, cuyos lmites podramos fijar entre los arios 1945 y 1978, pero aun siendo esca sas son lo suficientemente interesantes para que nos refiramos a ellas de manera sucinta. Hasta 1951, el recorrido de las dos solemnes procesiones de la Ssma. Virgen y el Ssmo. Cristo era denominado en los programas de fiestas como por el itine rario de costumbre, sin una explicacin de cual era este anterior recorrido. Sin embargo, sabemos ciertamente que tal itinerario era el siguiente: Salida de la iglesia hacia la calle Maestro Juan Vidal, plaza de Arriba, Plaza del Ayunta miento, calles Pursima, General Sanjurjo, Maura, Nueva, Mola, San Francisco e Iglesia. El nuevo itinerario abandonaba las antiguas y estrechas calles de Juan Vidal, las dos plazas, Pursima y Sanjurjo --antao calles seoriales donde tenan su morada notables personalidades de la vida local-- y recorra las siguientes: San Francisco, General Aranda (hoy Pedrito Rico), Cid, Queipo de Llano (Jardines), Maura, Generalisimo (Nueva), Mola (Ortega y Gasset) y Giles.(62) 321 Los Santsimos Patronos de Elda, en procesin (Foto CRUCES-ERNES) 322 El hecho de que en este ao saliera por primera vez en la procesin un nuevo barco, de mayor envergadura, tamao y prestancia, podra haber sido el motivo de este cambio, aunque la mayor anchura de las nuevas calles elegidas pareca dar mayor vistosidad a las procesiones. El nuevo barco, llamado San Antonio, vena a sustituir a un barco impro visado, ms pequeo que el destrudo en 1936, que se construy en la carpintera de Antonio Martnez, sita en la calle Jos Amat Sempere, muy cerca de la puerta del despacho parroquial. Este nuevo barco fue obsequio de un eldense, Antonio Gonzlez Pastor, resi dente en Zaragoza y nieto del constructor del San Eduardo de 1904, Eduardo Pastor Juan. Estaba muy bien ornamentado, como un galen de la poca, con el escudo de Elda tallado y las armas de los Coloma en las velas. Desgraciadamente sus mstiles, proporcionados a las dimensiones de la nave, eran muy altos para los tendidos elctricos cuyos cables atravesaban las calles y tuvieron que ser desmo chados, quedando desproporcionada la arboladura con el volumen del casco de la nave. Prescindiendo de la causa que oblig a suprimir las calles del tradicional iti nerario, fue lamentable que no se hallara -o se buscara- la manera de conciliar la modernidad con la tradicin, utilizando las calles ms anchas y principales para el mayor lucimiento de las procesiones, pero conservando el paso por las calles estre chas y antaonas que durante ms de tres siglos haban visto pasar en procesin a sus venerados patronos y cuyos vecinos correspondan a este honor rivalizando en el adorno de sus fachadas y embelleciendo sus balcones y ventanas con banderas y cobertores. En septiembre de 1954 se conmemor el 350 aniversario de la llegada de los Patronos y con este motivo se celebraron actos especiales y como coronacin de los mismos, hubo solemne procesin en la que por primera vez desde 1940, (con la extraordinaria excepcin de la noche del 5 de septiembre de 1944, ya sealada) salieron juntas procesionalmente las imgenes de la Virgen de la Salud y del Cristo del Buen Suceso, entre un mar de gentes enfervorizadas. Seis aos despus, en 1960, falt uno de los nmeros tradicionales y tpicos de las fiestas eldenses: la elevacin de un grandioso globo, nmero que haba cau sado la expectacin de pequeos y grandes desde finales del pasado siglo y que durante muchsimos aos haba sido obra personal del inteligente artfice don Manuel Martinez Lacasta, al que slo la llegada de la muerte, el 13 de agosto de 1959, a la edad de ochenta y dos aos, pudo apartar de su puesto de creador de los grandes globos de las fiestas. 323 En septiembre siguiente, recin fallecido en 1959 el seor Martnez, s hubo globo, a las 12 de la noche del da 8, anunciado en el programa como obra ps tuma del malogrado Manuel Martnez Lacasta (63). Algn otro ao se intent renovar el tradicional acto de elevacin del globo, pero ni estaba Martnez Lacasta para hacerlo, ni haba otro como l, el popularmente llamado en sus ltimos aos el viejecico de los globos (64) Un importante acontecimiento que tuvo su inicio en las fiestas de septiem bre, como un acto ms de la fiesta, fue la Feria Internacional del Calzado, primero, en 1959, como 1 Certamen Exposicin de la Industria del Calzado, que inme diatamente se convirti en Feria Nacional del Calzado, consiguiendo el entor chado de la internacionalidad en 1962, siempre en septiembre en estos aos ini ciales. En los primeros arios de su celebracin en el Grupo Escolar Padre Man jn, fue un brillantsimo elemento ms de las fiestas de septiembre, cuya Comi sin Municipal, presidida por el concejal Roque Calpena Gimnez. fue gran impulsora de la Feria, junto con el alcalde de Elda en aquel tiempo Antonio Porta Vera. Exigencias de tipo comercial, buscando una mayor efectividad en su misin primordial de promocin del calzado nacional, hicieron que se desligara de las fechas septembrinas, adquiriendo una entidad propia sin relacin alguna con las Fiestas Mayores que fueron sus entusiastas comienzos. Y finalmente, en este repaso a importantes actos vinculados con las fiestas de Septiembre, no podemos olvidar los extraordinarios Festivales de pera, nacidos por iniciativa del presidente de la Comisin Municipal de Fiestas, Jos Amat Jover, contando con el decidido apoyo del Ayuntamiento presidido por Antonio Porta y por el que le sigui con la alcalda de Francisco Sogorb Gmez. Estos festivales pusieron el nombre de Elda en todos los crculos interna cionales de la operstica, y consiguieron que los actos de las Fiestas Mayores de varios aos fueran realzados por la presencia de figuras tan internacionales y admiradas como Monserrat Caball, Plcido Domingo, Jos Carreras, Vicente Sar dinero, Pedro Lavirgen, Juan Pons, Beniamino Prior, Maddalena Bonifacio, Fio renza Cosotto, Jos Mara Prez Busquier, yo Vinco y muchas otras figuras de gran prestigio en el mundo de la pera. Una magnfica presentacin y una organizacin a cargo del Gran Teatro del Liceo, cuyo gerente don Juan Antonio Pamas se mostr como un gran amigo de Elda, permitieron que nuestras fiestas de septiembre fueran visitadas por apasio nados de la pera de diferentes partes del mundo para contemplar obras como Norma, Aida, Tosca, Carmen, Rigoletto, Luca, La Traviata, La Boheme (un verdadero acontecimiento operstico con Monserrat Caball y Pl cido Domingo en los papeles estelares), Madama Butterfly, Mann, etc.. con 324 la gran orquesta del Liceo dirigida por el eldense Gerardo Prez Busquier, unos coros de la categora de los del Liceo y de la Coral Crevillentina y una esceno grafa dirigida por los tcnicos del gran teatro de las Ramblas. La gran categora musical de estos Festivales de pera dieron a las fiestas de Elda durante varios aos un elevado prestigio, cuya permanencia no se quiso o no se pudo garantizar, desapareciendo del calendario festero eldense en 1979. Recientemente, la Asociacin de Opera y Conciertos ADOC, presidida por quien fue el alma de aquellos Festivales de pera, Jos Amat Jover, realiz una campaa de representaciones opersticas en la ciudad, a veces coincidiendo con las fiestas septembrinas, que consiguieron una revitalizacin de la aficin musical de Elda, pero sin llegar a alcanzar la resonancia internacional que se consigui en los aos sesenta y setenta. Desde entonces, las fiestas Mayores de Elda han continuado celebrndose con gran brillantez y general satisfaccin, complementando la variedad y atractivo de sus actos cvicos con el esplendor, suntuosidad y fervor de las manifestaciones religiosas, unos y otras con mayor concurrencia de pblico cada ao. El advenimiento de un nuevo Ayuntamiento, constitudo en 1979 con mayora de representantes del Partido Socialista, signific al poco tiempo una separacin efectiva de los dos aspectos de la fiesta, asumiendo la Comisin Muni cipal de Fiestas nicamente la organizacin de los actos festivos llamados cvicos y limitndose a conceder una subvencin econmica a la Mayordoma de los San tos Patronos para ayuda en la realizacion de los actos religiosos, de los cuales se ha encargado esta Mayordoma desde entonces con el mayor acierto y efectividad. Una inslita circunstancia se produjo desde entonces, la de quedar vaco en las grandes procesiones de los das 8 y 9 de septiembre, el lugar que tradicional y secularmente ocupaba la Corporacin Municipal, como legtima representacin del pueblo eldense, situacin anmala resuelta al asumir la alcalda de Elda el tambin miembro del PSOE, Juan Pascual Azorn Soriano, que restableci esta costumbre tradicional de que el Alcalde ocupara la representacion del pueblo de Elda en las grandes procesiones que el pueblo eldense ofreca anualmente a sus Patronos celestiales. Otra consecuencia de esta desvinculacin municipal con la tradicin religiosa de las fiestas de septiembre fue que la revista Alborada, que desde su fundacin en 1955 haba servido como un lbum literario y artstico de exaltacin de los valo res de la tradicin, la historia y la cultura de nuestro pueblo, fue convertida por la Comisin Municipal de Fiestas, desde 1984, en una revista cultural y literaria, con el mismo ttulo de Alborada, tan festero y septembrino, pero totalmente ausente en su contenido del espritu de la fiesta en cualquiera de sus manifestaciones. 325 La Mayordoma de los Patronos --o Cofrada, que tambin recibe este nom bre-- con el decidido propsito de mantener un portavoz cultural de exaltacin de los valores tradicionales eldenses, cre una nueva revista, a la que nicamente el ttulo Fiestas Mayores diferenciaba de la antigua Alborada, y que sigue su normal desarrollo de aparicin anual en las fechas previas a las Fiestas de Sep tiembre y figurando en su cuadro de colaboradores habituales la gran mayoria de las firmas que participaban en la anterior revista de fiestas. Y con todo esto, asumiendo las modificaciones y novedades que el paso del tiempo y los cambios de la sociedad van imponiendo, la tradicin eldense de hon rar a sus Santsimos Patronos. celebrando unas grandes fiestas en su honor, sigue viva y pujante, continuando fortalecindose septiembre tras septiembre, en medio de la devocin y veneracin populares por las Santas Imgenes y de la sana ale gra y jbilo por los magnficos y atractivos actos que con tal motivo se ofrecen a la poblacin eldense. NOTAS: 1. Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo .- Almanaque de La Ilustracin Espa ola y Americana . Madrid, 1879. 2. ...en los muchos aos que he tenido a mi cargo el archivo parroquial, habindome dedicado ms de una vez con este objeto a registrar los libros y papeles, nada he encon trado y lo mismo me ha asegurado mi predilecto amigo D. Lamberto Amat y Sempere, quien tiene tan registrado el Archivo Municipal que bien puede asegurarse no habr documento alguno del que no pueda dar razn, .- Gonzalo Sempere y Juan: Noticia interesante para los hijos de la Fidelsima Villa de Elda, pg, 5.- Orihuela, 1876. 3. G. Sempere y Juan.- ob.cit. pgs. 6-8. 4. J. Montesinos: Compendio de antigedades oriolanas. Vol. XV, cap. 11, ELDA, pg 625. 5. G. Sempere y Juan, ob. cit. pg. 9. 6. Elda, su antigedad, su historia..., t. I, pg. 41-42. 7. J. Montesinos.- Compendio..., pag. 625-6. 8. L. Amat y Sempere: Elda 1-114. 9. Luis Maestre Amat.- La Cofrada de Ntra. Sra. de la Salud. (1798-1893).- Revista Fiestas Mayores, n. 1,1984. 10. Archivo Municipal de Elda. Clavarias 1705-1712. 11. Lamberto Amat, ob. cit. 1-78 y 1-81. 12. Ibid. id.- 1-137. Tambien nota en Clavarias 1747, folio 170 v. - A.M.E. 13. Lamberto Amat, ob. cit, 1-114. 14. L.Amat. Ob. cit. pgs. 114-117. 15. Las fiestas del Centenario de 1804, descritas y relatadas por el Vicario y Dr.D. Juan Toms Sempere.- El Centenario, Elda, 1903-04, pags. 224 y ss. 16. Dahellos .- Elda, septiembre 1950. 326 17. Un recuerdo, por D. Antonio Martnez Torrejn.- El Eco de la Provincia.- Alicante. septiembre de 1883. 18. Se refiere al de 1855, cuya mxima mortalidad fue en agosto. 19. Rafael del Val y Ripoll, eldense, director de la fbrica de Tabacos de Manila. 20. Lamberto Amat, ob. cit. 1-169. 21. Ibid. id. 1-79. 22. Ibid. id. 1-201. 23. Nmero 12.- Agosto 1904, pg. 238. 24. Francisco Maestre Prez.- El manto azul.(nota 20) 25. Versos de Francisco Laliga en honor de la Ssma. Virgen de la Salud, por A.N.- Valle de Elda, nm.1044, 4-Sept.-1976, 26. Lamberto Amat, oh. cit. pgs. 186 y 188. 27. Vicente Fillol.- Elda hace cien aos. 1884.- Pgs. 59,61 y 113. 28. Id. id. - Ob. cit., pgs. 117-118. 29. id. id. - pg. 61. 30. No debe confundirse con el maestro Juan Vidal Vera; este otro maestro Vidal era de la Pirotcnica Vidal Hermanos, de 011era. 31. Baldomero Alonso: Mi primer trabajo.- El Centenario, 1903.- pg. 15. 32. Las personas que formaron esta Mayordoma fueron las siguientes: Dr.D. Agustn Cavero, presidente general. D. Jos Luis Maestre, pbro., D. Baldomero Alonso, pbro., D. Jos Luis Maestre Sempere, D. Roque Amat, D. Francisco Botella, D. Francisco Beltrn, D. Liberato Maestre, D. Luis Castell, D. Jos Pay, D. Jos Amat Garca, D. Buenaventura Garca, D. Juan Sempere Bernab, D. Lorenzo Juan, D. Plcido Amat, D. Rigoberto Maestre, D. Joa qun Amat, D.Vicente Juan, D. Constantino Prez, D. Rafael Tordera, D. Joaquin Maestre, D. Jos Beltrn, D. Vicente Maestre, D. Joaquin Coronel, D. Manuel Vera, D. Juan A. Maes tre, D. Domingo Amat, D. Jos M. Vidal, D.Roque Gonzlez. D. Juan Vidal, D. Pedro Amat, D. Felix Amat, D. Ramn Gorg y D. Dionisio Martnez.- El Centenario, 1904, pg. 258. 33. Ernesto Garca Llobregat: 75 aniversario del III Centenario.- Rey. Alborada, Elda, 1979. y: Rodolfo Guarinos Amat: El Centenario de 1904. Unas fiestas extraordina rias.- Rey. Alborada, Elda, 1962. 34. Crnica de los festejos celebrados en esta ciudad... .- El Centenario. pg. 257 v ss. 35. Se inaugur el 11 de septiembre con la zarzuela de R. Chapi El milagro de la Virgen, por la Compaa de Pablo Gorg. 36. Concedido por Real Orden el 24 de agosto de 1904. 37. Ante el IV Centenario de la Venida de los Patronos. Invitacin- Valle de Elda, n. 2211, 6-Sept.-2000. 38. Rey. Alborada, Elda, 1973, 39. Sem. Valle de Elda, n. 941,6 de septiembre 1974. 40. Ibid.id. 41. A. Navarro Pastor: Los festivales ciclistas de las fiestas de septiembre de primeros de siglo.- Fiestas Mayores, 1994. 42. Para conocer el ambiente de expectacin que rode este gran chasco, puede leerse el trabajo humorstico de Jover Gonzlez de la Horteta titulado Que viene el aero plano (Valle de Elda, n. 889 - 6 -IX. -1973.) 43. Alberto Navarro: El Tuerto Serafn, un personaje polmico a pesar suyo. (Recurso de alzada para un seudo litigio literario) Sem, Valle de Elda. n. 1700.- 5-1-1990. 44. Los castillicos del to Machuca.- Sem. Valle de Elda, n. 1044.4 sept. 1976. 327 45. Rey. Dahellos, Elda, septbre. 1950. 46. Sobre esta curiosa costumbre eldense puede verse el divertido artculo de Jover Gon zlez de la Horteta titulado Vamos a correr la traca,- Sem. Valle de Elda, nm. 927, de 1 junio 1974. 47. Un ario ms sin traca, por la Asociacin Escuadra Los Sirokos.- Valle de Elda. nm. 2212, 15-Sept.-2000. 48. Jos Alfonso: Las sabrosas faseguras.- Sem. Valle de Elda, n. 367, de 6-Sept.-1963. 49. En la rey. Elda Extraordinario, Elda, sept. 1932. 50. Jos Alfonso: art. cit. en nota 47. 51. Mara Josefa Anaya Anaya.- Lo que yo recuerdo de las fiestas de mi pueblo.- Sem. Valle de Elda, n. 1295.- 5 septbre. 1981. 52. Programa de fiestas religiosas de septbre. de 1931. 53. Elda Extraordinario (6-Sept.-1932) Texto del Poema Lrico 54. Diario de Alicante, 9-Sept.-1933. 55. Las HH. Carmelitas del Hospital no fueron molestadas durante toda la guerra, por el reconocimiento pblico que se les tena por su abnegacin en el cuidado de los enfer mos.- Vease tambin Alborada, sept. 1974. Noticia n. 1. 56. Esta imagen fue traida de una iglesia de Orihuela, con la natural autorizacin del obis pado, por el eldense don Joaqun Vera, segn informacin verbal de mi buen amigo Vicente Valero Bellot. 57. Noticia num. 1 - Rey. Alborada, Elda, 1974. 58. Vase nota 56. 59. D. Vicente Juan Ferrando no pudo ver cumplidos estos nobilsimos deseos, pues falle ci el 23 de junio de 1940. 60. Album histrico de la reconstruccin del templo parroquial de Santa Ana de la ciudad de Elda, Elda, 1954.- Hoja n. 9. 61. Idem. id. Estampas XIX y XX. 62. Programa de fiestas de septiembre de 1952. 63. Programa de fiestas de septiembre de 1959. 64. El viejecico de los globos, por Juan Madrona Ibez.- Valle de Elda ,n. 2, 8-IX 1956.- Vase tambin In memoriam por Vicente Valero Bellot.- Valle de Elda num. 158, 5 -IX -1959 (con foto de D. Manuel Martnez Lacasta). 328 26* SAN FRANCISCO DE ASIS, LA FIESTA DEL HOSPITAL PROVINCIAL (ANTIGUO CONVENTO DE PP. FRANCISCANOS) (4 de Octubre) La conmemoracin de San Francisco de Ass, el 4 de octubre, no tiene en Elda carcter ni relieve alguno de festividad, quedando limitada a la celebracin particular de los muchos Franciscos que lo tienen como patronmico a efectos de su onomstica, aunque esta costumbre de celebrar el Santo de cada persona va decayendo cada vez ms en la sociedad actual. Pero hubo un tiempo en que, aunque desprovista igualmente del carcter de fiesta local, popular u oficial, s se conmemoraba en un importante centro pblico de nuestra poblacin, como era el Hospital Provincial de Distrito, en el edificio que hasta 1835 fue Convento de Franciscanos de Nuestra Seora de los Angeles, y dedicado a su nueva funcin desde 1862 hasta 1892 en que fue conver tido en Manicomio Provincial. Aunque esta fiesta estaba circunscrita a la institu cin hospitalaria citada, creo interesante hacer mencin especial de ella como una de las manifestaciones festivas existentes en Elda durante algn tiempo. De esta fiesta franciscana solamente conocemos una crnica periodstica de la celebracin hecha en 1883, pero esta no puede ser considerada como un hecho aislado, pues dicha crnica confirma su existencia durante varios arios al indicar que ...como ningn ario se ha celebrado tan solemnemente en el actual la fiesta de San Francisco en el Hospital de la vecina poblacin de Elda. (1) La conmemoracin, segn esta crnica, estaba limitada a una funcin reli giosa, celebrada en la capilla del Hospital, a la que concurri en dicho ario de 1883 la Corporacin municipal con su alcalde, don Miguel Amat, a la cabeza, junto con el director del establecimiento, don Jos Luis Maestre; el secretario, Domingo Toms Vera Maestre, reputado poeta y periodista, y el capelln del Hospital, don Jernimo Vera. El panegrico del Santo lo hizo el sacerdote don Jenaro Candela, natural de Aspe, quien pronunci una pltica sobre las palabras del Seor a San Francisco: Ve y repara mi Iglesia, tal vez en velada alusin al estado de la capilla del Hos 329 pital. en lgico deterioro por su abandono desde la exclaustracin de 1835, estado sobre el que Castelar escribi con frases como stas: ...el culto interrumpido en sus altares casi desnudos... y ...el dorado que se descascarillaba en las columnas, alguna sombra de los abandonados Santos parecida a sobrenaturales fantasmas. (2) El corresponsal de El Eco de la Provincia, diario de Alicante, destaca la numerosa concurrencia, y es presumible que tras la ceremonia religiosa se ofre ciera una comida especial a los enfermos y un lunch, refresco o banquete para las autoridades e invitados. Aunque el Hospital Provincial permaneci en este destino treinta arios, y despus otros cuarenta como Manicomio Provincial (desde 1892 hasta 1939 en que se clausur) desconocemos si esta festividad tuvo alguna continuidad o reso nancia mayor que la estrictamente limitada a las dependencias del Hospital. NOTAS: 1. El Eco de la Provincia, Alicante, 9 Octubre 1883. La Fiesta de San Francisco en la provincia. 2. Emilio Castelar: Recuerdos de Italia, 2a parte, pg. 106, edicin de La Ilustracin Espaola y Americana, Madrid, 1884. 330 27 * LA VIRGEN DEL ROSARIO (7 de Octubre) Hoy no se celebra aquella festividad que antao revisti en Elda cierta solemnidad, desconocindose en qu epoca y circunstancias ces su celebracin, aunque s sabemos que en 1877 continuaba siendo una de las principales del calen dario festivo eldense. Esta certeza nos la proporciona el corresponsal en Elda del diario alican tino El Graduador, al resaltar dicha festividad en su crnica de fecha 18 de enero de dicho ario 1877, (1) en el somero repaso que hace a las fiestas religiosas y populares que tenan lugar en Elda a lo largo del ao, El comentario est ini ciado con este laudatorio prrafo: Complcenos sobremanera que los pueblos se diviertan y solacen honradamente y bien, como suele decirse, y que Elda lo hace a las mil maravillas no hay que dudarlo... Y despus de aludir a las grandes fiestas en honor a San Antn, escribe: En Mayo tiene la de la Virgen del Rosario, con msica y por lo regular con fuegos artificiales... Esta fijacin concreta de la fecha de celebracin de la fiesta no deja de plantearnos dudas, ya que en el Santoral cristiano la fiesta de Nuestra Seora del Rosario tiene lugar el 7 de octubre, pero encontramos sumamente dudosa una equivocacin de la fecha de celebracin por parte del corresponsal de El Gra duador, que deba ser buen conocedor de las fiestas y costumbres eldenses, como lo demuestra en otras partes de esta crnica y en otras que aparecen en el mismo diario. No obstante nos inclinamos ms a aceptar la fecha fijada por el Santoral para esta fiesta, por ser, adems, la que se indica en el manuscrito de Montesinos ya citado, que manifiesta que en el siglo XVIII era una de las ms principales de la villa, junto con la de San Blas, en el 3 de febrero, a las cuales deban concurrir los religiosos del Convento de Nra. Sra. de los ngeles, por con cordia establecida en la fundacin del Convento por los Condes de Elda. 331 La devocin a la Virgen del Rosario exista en Elda desde muy antiguo, arrancando al parecer desde el siglo XIII con la llegada y asentamiento en el valle de familias cristianas, en cuyo siglo se cree se efectu la restauracin de la ermita consagrada a San Antn, colocndose a uno y otro lado de la imagen del Santo de la Tebaida las figuras de la Virgen del Buen Parto y de la Virgen del Rosario. (3) Mucho ms tarde, cuando en el siglo XVI se estableci la iglesia parroquial de Santa Ana, se levant tambin un altar para la Virgen del Rosario, altar que en 1609 se convirti en capilla por la devocin y munificencia de los Abades y Bel tranes, naturales de Elda y en aquel tiempo Cannigos de la catedral de Sevilla, y cuya familia ocupaba importantes cargos en la administracin y la Iglesia a fina les del siglo XVI. (4) Lamberto Amat (5) escribe que estos Abades y Beltranes fundaron la cape llana del Rosario, dotndola el 11 de abril de 1600 por escritura ante el notario de Elda Cosme Alzamora, y reproduce este prrafo de dicha escritura: ...considerant que a nostres propies desp eses havem fet e cons truhit en la Iglesia parroquial de la Bienaventurada Santa Ana de la present villa de Elda una Capella y Retaule sots invocaci de Nostra Seora del Roser en la qual estan instituidas las Confradas de Nostra Sra. del Roser, Santisim nom de Jess... Entre las pinturas que decoraban esta Capilla del Rosario haba un artstico retablo pintado por el clebre artista valenciano Cristobal Llorens en 1592 (6). Todo este magnfico conjunto, incluido el valioso retablo, desapareci con el asalto e incendio de la iglesia en 1936 y posterior arrasamiento de la misma. Segn la citada crnica de El Graduador, la fiesta del Rosario tena msica y por lo regular fuegos artificiales. Es indudable que se formara tam bin una procesin presidida por la imagen, que recorrera las principales calles de la poblacin y cuyo recorrido seria probablemente el de las calles Pursima, Prim, Nueva (o la de San Roque segn la poca), Vall y los Giles o San Francisco hasta la iglesia. .1. . .. En mi artculo La ermita de San Antn, publicado en la revista Dahe llos (7) hice una referencia a la fiesta de Nuestra Seora del Rosario que, por los casi 50 aos transcurridos desde que escrib dicho artculo no he podido hallar la fuente que me la proporcion ni la relacin con la antigua ermita del Santo ana coreta, motivo de dicho artculo. Mis indagaciones con personas ms familiariza das con las antiguas prcticas religiosas en Elda no me dieron explicacin alguna sobre la veracidad o no de dicha nota, relativa a Elda, por lo que me he decidido a copiarla en esta obra, por la posibilidad de que efectivamente se hiciera as durante algn tiempo durante la fiesta de Nuestra Seora del Rosario en Elda. 332 Mi creencia es que este dato pudo facilitrmelo el cura propio de Santa Ana, don Jos Mara Amat Martnez, pues para este artculo de la desaparecida ermita de San Antn. en aquel tiempo ya totalmente demolida, me proporcion don Jos Mara detalles sobre las caractersticas de esta ermita antes de su demo licin y lugar exacto donde estaba situada, informacin que me permiti realizar un dibujo de la misma, publicado junto con dicho artculo y que reproduzco en las pginas relativas a la fiesta de San Antn, y que mostrado el original al seor Cura me manifest era bastante fiel al aspecto que ofreca la antigua ermita. En el curso de estas conversaciones sobre la ermita, tal vez pudo extenderse a otros temas de la antigua Elda, como pudo ser el de la procesin de la Virgen del Rosario, vinculado su culto a esta ermita en algunas pocas como ya he indicado, relatndome don Jos Mara esta curiosa estampa de la estrella de cristal y la visita a los enfermos, circunstancias ambas que estoy seguro de no habrmelas inventado, ni trasladado a Elda la que tal vez se hiciera en otra poblacin. Sea como fuere. aqu reproduzco esta referencia a la Virgen del Rosario que se encuentra en el articulo indicado: ...Durante muchos arios sigui la ermita su lento caminar hacia su ocaso y sirvi de marco a mil y mil estampas bellas y cando rosas que el tiempo se ha llevado para no volver nunca ms, entre ellas la procesin del Rosario los domingos por la tarde, con la monumen tal estrella de cristal que caminaba al frente. tal vez en simbolismo del lucero vespertino, y serpenteaba por las calles detenindose en las casas donde haba enfermos para darles el consuelo de su presencia.., era una de estas estampas que desaparecieron para siempre en esta Elda vuelta de espaldas a sus tradiciones ms puras. La ermita desa pareci fi nalmente... En mis notas figura que esta estrella tena doce puntas, iluminada por la llama de una gruesa vela en su interior y que sala todos los domingos del ao, excepto los de climatologa adversa, detenindose ante las casas donde haba algun enfermo, al recibir de los familiares alguna limosna, asomando la imagen a la puerta o ventana donde se hallaba el enfermo y cantndose una salve ante el umbral. De esta antigua devocin hoy no queda ni el recuerdo. Al construir el nuevo templo de Santa Ana sobre el solar del anterior no se destin espacio alguno al antiguamente venerado altar de Nuestra Seora del Rosario, y tampoco sabemos exista en ninguna de las restantes iglesias parroquiales que despus se han levantado en Elda. Con ello, la fiesta del Rosario, que celebraban en mayo (o en octubre) nues tros antepasados, ha pasado a formar parte del cuantioso acervo de tradiciones eldenses desaparecidas y olvidadas. 333 NOTAS: 1. El Graduador. Num. 489.- Alicante, 23 enero 1877. 2. Josef Montesinos: Compendio..., t. XV, cap. 11, pg. 692. 3. Lamberto Amat: Elda, Parte 1,42. 4. Id. id.- Ob. cit. 1-49. 5. id. id.- ob, cit. 1-50. 6. Barn de Alcalal: Diccionario biogrfico de artistas valencianos. 1897. 7. Dahellos. Elda, nm. 13. Mayo de 1952. 334 28 * 9 DE OCTUBRE: DIA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA La ms reciente incorporacin a este ciclo festivo anual es la fiesta de la Comunidad Valenciana en la fecha del 9 de octubre, hoy fiesta oficial en las tres provincias de la Comunidad. La aprobacin en 1982 del Eatatuto de Autonoma de la Comunidad marc el comienzo de la celebracin de este da, que hasta entonces solamente celebra ban los partidos polticos autonomistas por iniciativa de sus dirigentes. A esto deba referirse la nota publicada en el Boletn Municipal Vivir en Elda , en 1983, sobre la fecha del 9 de octubre, escribiendo: ...se celebra, como ya viene ocurriendo desde hace algunos aos el Da de la Comunidad Valenciana. Mientras se decide si este da va a ser declarado festivo en el mbito de nuestra ciudad... (1). Por ser domingo el citado 9 de octubre en dicho ario se organizaron unos modestos actos consistentes en la Despert a son de dulzaina y tamboril, sesin de teatro infantil en la plaza de Castelar a las 12 del medioda y una verbena pbli ca por la noche en la misma plaza. El siguiente ario, 1984, ya fue festivo a todos efectos en las tres provincias comunitarias, pero los actos organizados por el Ayuntamiento para dar animacin popular a la jornada fueron casi los mismos que el ario anterior, con el pasacalles maanero de la dulzaina y tamboril, la actuacin de un grupo de. teatro por las calles por la maana, y a las 12, en el Auditorio del Jardn de Castelar, un concier to musical, que en esta ocasin estuvo interpretado por la Banda Unin Musical Maestro Gilabert , de Aspe. Como acto de difusin del Estatuto de Autonoma de la Comunidad, el dia anterior se haba procedido al reparto entre los alumnos de EGB de todos los Colegios pblicos de la ciudad de ejemplares del folleto Hablemos del Estatuto en edicin bilinge. (2) 335 En el siguiente 9 de octubre, ya en 1985, se mantuvo este esquema de actos, aunque adems de los acostumbrados Diana y pasacalles se mont uns exposicin de artesana en la plaza de Sagasta, organizada por la Casa de la Juventud con objetos realizados en los cursillos efectuados en dicha Casa. Una representacin de tteres en la plaza de Castelar y una exhibicin de danzas folklrcas del grupo Berca de Algemes dieron final a esta fiesta. En los sucesivos arios, el Da de la Comunidad ha seguido igual tnica que en los que hemos descrito someramente. Como todas -o casi todas- las fiestas que se crean por decreto, el Da de la Comunidad Valenciana no despierta apenas inters en muchas de las poblaciones de la misma, especialmente en las alicantinas, bastante alejadas del valencianismo, por lo general, y en lo que Elda no es una excepcin. En nuestra poblacin, exceptuando las fiestas falleras que representan una manifestacin genuinamente valenciana en sus desfiles, sus msicas, sus trajes y actos, y los grupos polticos que ostentan en sus siglas la P.V. del Pas Valenciano, el valencianismo queda muy lejos en todos los aspectos, tanto en lo autonmico como en el cultural. La condicin de castellano -parlante que posee Elda, que choca frontal mente con la pretensin valencianista de ir imponiendo sistemticamente esta lengua en todos los aspectos de la vida cotidiana y pblica, provoca suspicacias y rechazo hacia las manifestaciones de la Generalidad, que se extiende incluso a la fiesta del 9 de octubre y que por ello no tienen apenas resonancia ni calor popu lar. Como ocurre en otras fiestas del ario, religiosas, polticas, nacionales o loca les, los vecinos de Elda aprovechan el da festivo para excursiones, viajes cortos, estancias en casas de campo o en el descanso hogareo, y ello sucede tambin en esta fecha, de cuya celebracin en 1986 contaba el semanario Valle de Elda que ...la ciudad ofreca ese da casi, casi, el aspecto de la poca de vacaciones... (3) Claro que a esto contribua en gran parte el que al establecerse esta fiesta del 9 de octubre, a tres das de la festividad de la Virgen del Pilar, de mbito nacio nal, se haba creado el clsico puente del Pilar, el cual, cuando el calendario se mostraba favorable, era aprovechado por miles de eldenses para realizar mini-via jes de cuatro o cinco das, incluso al extranjero, con lo que tanto una fiesta como la otra reunan escaso pblico para participar en los pocos actos conmemorativos organizados. 336 NOTAS: 1. Vivir en Elda, n. 42,1-15 octubre 1983, pg, 2. 2. Vivir en Elda nm. 63, 1-15 octubre 1984. 3 Valle de Elda, n. 1544, 17-Oct.-1986: Elda celebr el Da de la Comunidad Valen ciana. 337 29* DOCE DE OCTUBRE (Da de fiestas variadas) Desde un tiempo que no hemos conseguido fijar viene celebrndose este da como festividad de la Virgen del Pilar, y slo desde 1915 fue declarado ofi cialmente corno Da de la Raza, en conmemoracin de la histrica fecha en que la expedicin de Coln avist por primera vez las tierras de Amrica, abriendo al mundo de su tiempo un vasto continente hasta entonces descono cido. En Elda, como deba ocurrr en toda Espaa, el principal gasto de la fiesta se haca en festejar a las numerosas Pilar que haba en la poblacin, siendo ste un nombre muy utilizado para las nias en el acto del bautismo. Dadas las costumbres que en los aos de nuestros abuelos y anteriores haba de dar serenatas al anoche cer, por grupos de muchachos con guitarras, bandurrias y otros instrumentos de cuerda, a las jvenes que celebraban su onomstico en fechas sealadas --Pepitas. Juanitas, Carmen, Remedios, Salud, Pilar, etc.-- no es aventurado suponer que en dicho da seran muchas las jotas y serenatas que se cantaran al pie de los balco nes de las Pilares eldenses. En las escuelas se conmemoraba el Da de la Raza con un acto dedicado a la significacin de la fecha, explicando los maestros la magnitud histrica del des cubrimiento y cristianizacin de Amrica y algunas veces con lecturas de poesas o trabajos literarios sobre este acontecimiento por parte de los alumnos o alum nas ms destacados. Despus de la guerra civil se le vari el nombre a la fiesta, denominn dola como Da de la Hispanidad, nombre que se adopt para exaltar lo hisp nico, diferencindolo del Latinoamericanismo acuado por quienes queran hacer de la empresa espaola del Descubrimiento una actuacin comn, ine xistente, de italianos y franceses, sobre todo de los primeros, por la supuesta nacionalidad de Coln. La fiesta de la Hispanidad fue objeto de idntico tra tamiento escolar y periodstico que haba tenido la de la Raza, con un mayor nfasis en los acentos patriticos de la espaolidad como lgica consonancia con la ilusin de Imperio que entonces se viva en las esferas polticas domi nantes en Espaa. 339 A DES HESTAS que en honor de la antsima Virgen de --- --- rek,,. 0 00 0 . ) Pilar ) Patrona de Espaa y del BENEMERITO CUERPO DE LA GUARDIA CIVIL se celebrarn, con motivo de la donacin por el pueblo de Elda, de una ima g en de su Patrona al Puesto de esta Ciudad, durante los das 11 y 12 Octubre 1 9 5 2 ( ._...,....0 0libilidglub......00iumq, La tradicional fiesta de la VIRGEN DEL PILAR tuvo en 1952 esta especial solemnidad relieve que se expresa en el programa aqu reproducido. Y A los aspectos religioso -familiar que conllevaba la fecha del 12 de octubre, como Da de la Virgen del Pilar y poltico -histrico como Da de la Hispanidad, se le agreg despus otro, al escogerse dicha advocacin de la Virgen del Pilar como Patrona del Benemrito Cuerpo de la Guardia Civil, en fecha para m indetermi nada. En este Da, la Guardia Civil del Puesto de Elda celebraba unos sencillos actos cuyo esquema bsico era el de la Misa en la iglesia de Santa Ana, en honor de su Patrona y en homenaje a los Guardias Civiles fallecidos, con asistencia de los mandos, fuerza li bre de servicio, autoridades, personalidades de la vida local e invitados, segui da de un vino de honor servido en el cuartel, en el curso del cual se pronunciaban alo cuciones y discursos de tonos patriticos y de elogios a la misin de este Cuerpo. 340 En ocasiones, a estos actos se les aada el disparo de tracas por los alrede dores del Cuartel y competiciones deportivas entre equipos de la fuerza local y otros colectivos. Especial solemnidad tuvo esta fiesta de la Patrona de la Guardia Civil en los arios 1952 y 1953, en el primero de los cuales, recogiendo una iniciativa del Jefe Local de FET y de las JONS, Manuel Esteve Puche, expresada en el vino de honor con que se obsequi al Cuerpo en 1951, se regal a la Guardia Civil una imagen de su Patrona, costeada por suscripcin popular. Por este motivo fueron dos los das de fiesta, procedindose en el segundo, domingo y da de la Patrona, a la misa solemne con bendicin de la imagen, en la que actu la Capilla del Misterio de Elche. Terminada la Gran Salve se form la procesin del traslado de la imagen desde la iglesia de Santa Ana hasta la Casa Cuartel, con toda solemnidad y asistencia de autoridades, fuerza del Puesto con uniforme de gala y numerosos fieles y pblico. Tras una gran traca a la entrada de la imagen en el lugar destinado a ella en la Casa Cuartel, se cant una Salve Regina por la Capilla ilicitana del Misten y despus tuvo lugar el Vino de honor a las fuerzas de la Guardia Civil, a quienes haban colaborado en este homenaje, y a autoridades e invitados al acto. Por la tarde hubo encuentro de ftbol entre el Almansa y la U.D.Elda, finalizando el Da del Pilar con un festival -verbena en el patio del Cuartel con cucaas. tracas, globos y fuegos artificiales. El ao siguiente, 1953, tuvo la nota relevante de la bendicin y entrega de un precioso manto para la imagen de la Virgen del Pilar donada el ario anterior a la Guardia Civil de Elda, con lo que el programita impreso para esta festividad pudo hablar de Grandes fiestas que en honor de la Santsima Virgen del Pilar, Patrona de Espaa y del Benemrito Cuerpo de la Guardia Civil, se celebrarn en nuestra ciudad durante los das 11 y 12 de octubre de 1953,(l) Al igual que el ario anterior, hubo partido de ftbol, esta vez entre equipos de la Guardia Civil y de la Guardia de Franco, disputndose un trofeo, y pasaca lles de la I. M. Santa Cecilia por las calles de la poblacin. El da 12, tras los morteretes, tracas y pasacalles, las autoridades, Guardia Civil, jerarquas del Movimiento, Comisin Pro -Homenaje al Puesto de la G.C., e invitados, asistieron a la solemne Misa, en la cual se efectu la Bendicin del Manto, regalado por el vecindario. Finalizada la salve, cantada por la Coral Ilicitana, se traslad procesionalmente la imagen de la Virgen del Pilar, con su nuevo manto, a la Casa Cuartel por las calles de Los Giles, Mola, Generalsimo, Maura, Ramiro de Maeztu, Lamberto Amat y Casa Cuartel, o sea por las actuales Giles, Ortega y Gasset, Nueva, Maura, Paquito Vera y Lamberto Amat. Al medioda hubo un gran concierto de Coro y Banda en el Teatro Castelar por la Coral Ilicitana y la Santa Cecilia, cuya ltima interpretacin, por coro y 341 banda, fue el Himno a Valencia del Maestro Serrano, hoy himno oficial de la Comunidad Valenciana. El Vino Espaol en homenaje a las fuerzas y el festival artstico en el patio del cuartel con cucaas, globos y fuegos artificiales cerr los actos festeros, en los que particip numeroso pblico. Estas fueron las ms destacadas celebraciones de la Virgen del Pilar. En los siguientes arios los actos fueron ms sencillos, prcticamente limitados a la Misa en honor de la Virgen del Pilar en el templo de Santa Ana. el Vino de Honor a la fuerza, autoridades e invitados, y a veces, actos deportivos o recreativos con esca sa proyeccin fuera de su mbito. Arios despus, con la intensificacin de los atentados mortales contra la Guardia Civil por parte de las organizaciones terroristas ETA y Grapo, la conmemoracin de la Patrona del Benemrito Instituto adquiri un carcter ms recogido en sus manifestaciones. Otros actos de homenaje a la Virgen del Pilar en el dia de su fiesta eran organizados por la Rama de Mujeres de Accin Catlica, cuya Patrona era dicha advocacin, siendo esta fiesta estrictamente religiosa, con celebracin de solemne Acto Eucarstico con trisagio y sermn, finalizando con Bendicin del Santisimo, Salve e Himno de la Virgen del Pilar. (2) .:. .:. . Hoy, la fiesta de la Virgen del Pilar tiene distintos acentos a los que some ramente hemos expuesto. La reorganizacin de funciones en la Guardia Civil ha infludo mucho en la presencia de la misma en la ciudad, conservndose en la Casa Cuartel una pre sencia casi simblica, y los actos de mayor relieve que pueda realizar en honor de su patrona sern en los acuartelamientos principales, entre los cuales ya no se cuenta Elda. Parece que han existido gestiones por parte del Ayuntamiento elden se para la cesin a la ciudad del edificio que durante tantos arios ha albergado a esta benemrita institucin y que fue construido por suscripcin popular para este destino.(3) No obstante, ningn Doce de Octubre ha faltado la Misa en el templo de Santa Ana en honor de la Santa Patrona del Cuerpo, con asistencia de mandos y nmeros de la Guardia Civil francos de servicio y la celebracin de un acto con Vino de Honor a autoridades e ivitados en las dependencias de este Cuartel. En cuanto a la fiesta de la Hispanidad del 12 de octubre, ha variado su denominacion oficial al ser proclamada como Fiesta Nacional de Espaa, aunque esta superior categora no va acompaada -en Elda- de actos oficiales. 342 La instauracin del 9 de Octubre como Dia de la Comunidad valenciana ha dado ltimamente un nuevo matiz a la fiesta, aspecto que antes tena solamente cuando el dia 12 caja en viernes o lunes, producindose el llamado puente , por el alargamiento del fin de semana, debido a aadirse a ste, antes o despus, el dia festivo. As al ocurrir la sucesin de los das festivos o con solo dos das de interva lo entre ellos, cuando estos son en jueves el primero o en lunes el segundo, se pro duce el puente de cuatro das, aprovechado por miles de eldenses -al igual que por millones de espaoles-- para desplazarse a los ms diversos lugares, incluso del extranjero, utilizando las rpidas lneas areas, organizando placenteras excur siones, con cuya prctica se configura el carcter actual de la Fiesta del Pilar en su cudruple faceta, la Fiesta Nacional de Espaa, la Patrona de la Guardia Civil, la destacada festividad religiosa y una magnfica ocasin para cultivar el ocio, el viaje o la excursin en su ya famoso puente del Pilar, tan beneficioso para el espritu y para las Agencias de Viajes. NOTAS: 1. Programas arios 1952 y 1953.- 2 hojas en 4, impr. por Tip. Torregrosa. Elda. 2. Vicente Valero Bellot: Crnicas de Radio Elche, octubre de 1952 y 1953. 3. A. Navarro Pastor: Historia de Elda , t. III, pgs. 236, 237. 343 Romera de los Santos Crispn y Crispiniano, organizada por los Veteranos de San Crispn C.F. en 25 de Octubre de 1998 (Foto CARLSON). 30* SAN CRISPN Vicisitudes de la fiesta de los Zapateros. (25 de Octubre) No se conoce antecedente alguno, anterior a 1950, de que la Elda zapatera, cuya principal riqueza y la casi total dedicacin laboral de sus habitantes era la fabri cacin del calzado, celebrara, de cualquier forma que fuera, la festividad de los San tos Crispn y Crispiniano, nombrados patronos de los artesanos zapateros por haberse dedicado a este oficio para ganarse el sustento mientras predicaban el cris tianismo en la localidad francesa de Soissons, lugar de su martirio en el ao 285 o 287. La nica manifestacin en Elda relacionada con el Santo, anterior a la fecha indicada, la hallamos en la colocacin de un grabado con la imagen de San Cris pn en la portada del programita anunciador de los festejos que celebraron los 345 .. San Crispn, 1971. vecinos de la calle de Castelar (antes Duque de la Victoria y hoy de San Roque) en septiembre de 1927 con motivo de la apertura y urbanizacin de la prolonga cin de dicha calle hacia la entonces calle -carretera de Monvar. El Santo --sin su hermano Crispiniano-- figura de pie, con las herramientas y enseres del oficio, en un bonito grabado en acero, y desconozco el motivo de ocupar la portada de dicho librito pues los festejos anunciados no tenan relacin alguna con el calzado. En 1950, por iniciativa del Sindicato Provincial de la Piel, se quiso dar un fuerte impulso al movimiento gremial, fomentando la celebracin de actos cvicos y religiosos en honor de los Santos patronos de cada oficio, rescatando una insti 346 tucin gremial que tuvo un fuerte arraigo durante las Edades Media y Moderna. Desde fecha inmemorial, los artesanos dedicados al arte y oficio del calzado tenan como patrono a San Crispn y por este motivo se invit a las poblaciones de la provincia con ms fuerte implantacin zapatera como Elche, Elda, Petrel, Monvar y Villena a que constituyeran comisiones organizadoras de actos a cele brar en la fecha del 25 de octubre de cada ao, festividad de los Santos Zapateros. Estas poblaciones acogieron con verdadero entusiasmo la instauracin de esta festividad, con mayor inters si cabe por parte del elemento obrero, puesto que el da de San Crispn era declarado festivo abonable sin posterior recuperacin. Elche fue la adelantada en la celebracin de esta nueva fiesta, pues en el mismo ao 1950 procedi a la bendicin y colocacin de la primera piedra de una ermita dedicada al Santo, celebrando una animada romera con procesin presi dida por una imagen del Santo zapatero. En Elda se celebr en el mismo ario una misa en honor de los Santos Patro nos del Ramo de la Piel, organizada por el Sindicato Local de este Ramo o activi dad, con asistencia de autoridades, jerarquas del Movimiento y Sindicato, adems de numerosos fieles y representaciones de empresas. La Banda Instructiva Musi cal de FET y de las JONS interpret escogidas obras (1). Inmediatamente se organiz la recogida de donativos para la realizacin de las imgenes, encargadas al imaginero valenciano Vicente Rodilla (2), que las entreg a tiempo para que fueran bendecidas y presidieran los solemnes y muti tudinarios actos celebrados en el siguiente ao 1951, primeros realizados en Elda en honor de San Crispn, salvo que aparezca informacin fidedigna que atestige lo contrario. Nota curiosa de este grupo escultrico realizado por el imaginero Rodilla es que, en lugar de figurar slo San Crispn, como ocurre en Elche, Villena y otras poblaciones, aqu estn representados los dos hermanos, Santos Crispn y Crispi niano, mrtires, declarados patronos de los zapateros, aunque generalmente se menciona slo a San Crispn, tal vez por abreviar. Una ancdota sobre esta particularidad de estar representado tambin San Crispiniano, es el jocoso comentario que se haca entre los zapateros eldenses de que el motivo de estar los dos hermanos en la escultura era que San Crispn se haba negado a ir a la Torreta, lugar despoblado donde estaba previsto construr la ermita, si no iba acompaado, debido a lo solitario y aislado de aquel paraje, en el que entonces apenas haba, aparte del grupo de viviendas de una planta llama das las casas de cemento (por estar construdas con bloques de este material) alguna que otra casita de campo, generalmente ocupada slo durante el verano. 347 Tambin hubo sus dudas antes de decidir el emplazamiento de la futura ermita de San Crispn, especulndose entre este paraje y el de Bateig, cerca de La Jaud y la Pea del Sol. Finalmente se escogi aquel, aceptando la oferta de terreno adecuado rea lizada por el Ayuntamiento de Elda. La ubicacin en la Torreta fue un acierto, porque aquel paraje. una extensa llanura improductiva, con una pendiente no muy pronunciada, protegida de los vientos del Norte por la larga meseta de La Torreta y el Monastil, permita ir cre ando en torno a la ermita un Parque con arboleda, como muchos aos despus se ha conseguido hacer realidad, constituyendo hoy el Parque de San Crispn uno de los pulmones de la poblacin y el lugar de distraccin y esparcimiento para las familias eldenses, que pueden utilizarlo para excursiones, comidas campestres e incluso para baarse en verano, en las piscinas municipales all construdas con toda clase de comodidades, as como para hacer ejercicio fsico en las instalacio nes y para hacer footing y paseos gimnsticos. As, ganando un lugar hasta entonces inhspito y abandonado para el recreo de los eldenses, se evit al mismo tiempo destrozar los amenos parajes de La Jaud, ya entonces embellecidos por numerosa arboleda y frescos remansos de sombra y vegetacin, donde las familias eldenses disfrutaban gratos momentos de esparcimiento, especialmente en los das encantadores de las Pascuas de Resu rreccin o fiesta de monas. La primera comisin encargada de poner en accin esta fiesta estuvo constituda por Manuel Ochoa Ugeda, jefe de la Seccin Econmica (empresa rios) del Sindicato Local de la Piel, como presidente: Marcelo Marcos Marcos, secretario de la Seccin Social (trabajadores), como secretario; Vicente Esteve Prez, vocal de la Seccin Econmica, tesorero; y como vocales, Pedro Garca Amat, jefe de dicho Sindicato; Manuel Ruzafa Azorn, jefe de la comisin pro vincial; Arqumedes Cantos Ruano, jefe de la Seccin Social Local, y Ramiro de Careaga y Elegido. vocal de la Seccin Social. De la actividad que desempea ron y el entusiasmo que pusieron en su misin da una buena idea el que en el inmediato ario de 1951 pudieron celebrarse unos actos ya de gran trascendencia y participacin popular, entre los que destacaron la bendicin de las imgenes de San Crispn y San Crispiniano, la colocacin de la primera piedra de la futura ermita, en La Torreta, y la primera procesin en honor de los Santos Patronos. La invitacin al pueblo eldense para sumarse a la fiesta, que figuraba en el modesto programa de actos confeccionado, deca as: Empresarios y productores de la Industria del Calzado de esta ciudad han plasmado en realidad los vivsimos anhelos que ha tiempo 348 Los Veteranos del San Crispn, Llevando en romera a sus Santos Patronos (Foto CARLSON. 24 de Octubre de 1999). sentan de adquirir, para la pblica veneracin de todos los eldenses, las imgenes de San Crispn y San Crispiniano, nobles romanos del siglo III declarados patronos de los Zapateros, y con tan laudable motivo se disponen a celebrar por vez primera extraordinarios feste jos en su honor, demostrando con ello que a pesar de las corrientes neo -paganas de nuestros tiempos, la industriosa ciudad de Elda en su rama del calzado, siente amor y devocin a los ideales religioso -socia les que encarnan con toda su pureza en sus venerados patronos los hermanos San Crispn y San Crispiniano. El Sindicato local de la Piel, que representa a empresarios y pro ductores, invita a todo el pueblo en general para que se sumen y asistan a los actos cvico religiosos que se celebrarn el da 25 del corriente mes. (3). Creo interesante reproducir el Orden de los festejos contenido en este primer programa de actos, modestamente presentado en una doble hojita de 16 por 11 cms. y cuyo texto ntegro es el siguiente: Da 25: Al amanecer, volteo general de campanas y disparo de potentes morteretes. A las nueve, pasacalle por las dos bandas de msica de la localidad, recorriendo las principales calles de la poblacin. 349 A las diez y media, desde la casa Ayuntamiento y precedidos por la banda de msica Instructiva Musical, autoridades locales, jerarquas del Movimiento. Comisin organizadora e invitados, se dirigirn al templo parroquia] para asistir a la Solemne Bendicin del grupo escultrico de San Crispn y San Crispiniano, obra del escultor valenciano don Vicente Rodilla, celebrndose a continuacin la Santa Misa cantada por la capilla de nuestra parroquia, en honor al Santo Patrn de la Industria de la Piel. A esta misma hora se concentrarn en la plaza de Jos Antonio todos los empresarios y productores para poder asistir a la Santa Misa. A las doce, disparo de morteretes y volteo general de campanas. A la una se disparar una monumental traca, obra del afamado pirotcnico don Daniel Torregrosa, que partiendo de la calle Queipo de Llano, Martnez Anido y plaza del Sagrado Corazn de Jess finalizar en el barrio de la Fraternidad. A las cuatro, las autoridades, Jerarquas. Comisin organizadora e invitados se dirigirn a los terrenos adquiridos por el Excmo. Ayuntamiento en las inme diaciones de La Torreta para el emplazamiento de la Ermita de San Crispn, donde tendr lugar la colocacin de la primera piedra. A las seis, Solemne Procesin en la que se llevar triunfalmente la imagen de San Crispn, con asistencia de las autoridades, Jerarquas del Movimiento, Comisin Organizadora y las dos bandas de msica de la localidad, A la salida y entrada de la procesin se dispararn potentes tracas. A las nueve de la noche y como final de festejos se disparar una colosal traca de lujo con profusin de palmeras y cohetes, que recorrer toda la calle del Generalsimo. Elda, octubre de 1951.- La Comisin. VI B1,E1 Alcalde, Jos Martnez Gon zlez. V 0 S, el Cura Prroco, Jos M. Amat Martnez. He considerado interesante la reproduccin literal de este primer pro grama por reflejar, en primer lugar, la tnica en que, con pocas variaciones, iba a desarrollarse esta fiesta en aos sucesivos, y tambin porque a pesar de su relativa cercana en el tiempo a nosotros, es muy posible que el mismo programa inicial sea difcil o imposible de encontrar para el interesado, ni siquiera en transcripcin literal en el nico diario provincia] existente entonces. La acogida que esta recin instaurada fiesta tuvo en el elemento zapatero eldense fue muy favorable, como se evidenci en su importante participacin en 350 los actos, a pesar de ser stos de carcter casi principalmente religiosos, siempre a contrapelo del ideario poltico de izquierdas subyacente o manifestado positiva mente por los obreros eldenses. No haba imposicin alguna para la participacin, y para comprender lo numerosa de sta podramos recurrir a dos razones que pue den no convencer a algunos pero que considero que eran significativas, como eran, en primer lugar, la condicin netamente zapatera de la fiesta, cosa que en aquella poca, todava no marcada por la moderna tecnologa, fabricacin en cadena y mgicas mquinas sustitutivas de la mano, de la imaginacin y del esfuerzo del obrero, era una fuerte llamada a la intima conexin entre el oficio manual y el hombre que lo llevaba a cabo. Era sta una condicin, la del hombre -zapatero, orgulloso de su oficio y de su maestra en el mismo, que creo que si no ha desapa recido totalmente se encuentra en franca decadencia en nuestros das. En segundo lugar, y no desdeable, se encuentra el que este nuevo da de fiesta viniera bendecido por la mgica clusula laboral de abonable sin poste rior recuperacin, lo que significaba que las horas empleadas en la fiesta y todo el resto del da no eran recuperables, o sea que no se podan restituir trabajn dolas en jornadas sucesivas, sino que eran abonadas por la empresa y disfrutadas por el obrero. Sea por uno u otro motivo, lo cierto es que el elemento zapatero -y obrero en general- particip activamente en la fiesta, sobre todo en el ao posterior, 1952, y en los siguientes seis aos. La fiesta de 1952 tiene tambin su nota caracterstica, que la convierte en el punto culminante de la misma, antes y despus, pues en el 25 de octubre de este ao se procedi a la inauguracin y bendicin de la recin construida ermita de San Crispn, la blanca paloma como se la llam literariamente (4) al contrastar su fulgente blancura con el pardo grisceo de su entorno casi despoblado de vege tacin. El acto ms emotivo fue el que se organiz en la maana del da 25, en la que se celebr la procesin con las imgenes de los Santos zapateros, iniciada desde la recin creada iglesia de San Agustn --despus llamada de La Inmacu lada-- donde se hallaba el grupo escultrico, con el acompaamiento de Jerar quas Sindicales Nacionales y Provinciales, Comisin de Fiesta, Invitados y Ban das de Msica, que recorri las calles de Donoso Corts, Martnez Anido, Gene ral Mola y Legionario hasta el Matadero Municipal de entonces, desde donde la procesin se convirti en una alegre, bulliciosa y multitudinaria romera que tras lad las imgenes a hombros de veteranos zapateros, llevando puesto el clsico delantal del zapatero de silla, con mil manchas de los diversos tintes y elementos usados en su oficio. La estampa era asombrosa y emocionante, con aquella multi tud de hombres, mujeres y nios recorriendo alegres y desenfadadamente el largo itinerario hasta el emplazamiento de la Ermita en La Torreta, con !vivas! a los san tos, canciones desordenadas y tragos de buen tinto de la tierra. 351 En algunas de las romeras de los siguientes aos se produjo gran concu rrencia de gente; tal vez en alguna hubiera ms gento y mayor animacin, aun que lo dudo, pues como aquella primera romera, aquel primer traslado de los Santos a hombros de los zapateros eldenses, no creo hubiera ninguna otra que reuniera tanta animacin, tanto fervor, tan sincera y entusiasta participacin, mezclados los obreros con las autoridades, empresarios y resto de los morado res de la ciudad. A los eldenses, que celebraban animadamente sus das de monas en para jes tan inhspitos y desprovistos de vegetacin como en el cercano Santo Negro o en el da de la Ta Gervasia, en las canteras sitas en la solana de Boln, frente a la soberbia panormica del valle presidido por la mole rocosa del Cid, no les poda desagradar el tambin desierto paraje de la Torreta, sin un rbol y lleno de peque as piedras, con la sola vegetacin de romero, jaras, cantueso y tomillo. All, des pus de reorganizada la procesin a la llegada de las imgenes y su colocacin en el altar de su ermita, se desarrollaba la fiesta popular, con cucaas, carreras de sacos y pedestres y otras diversiones, en las que participaban alegremente los chi quillos y muchos mayores, reunindose despus, sentados sobre piedras o en el suelo, en torno a los suculentos manjares elaborados por las amas de casa all mismo, en hogueras improvisadas, o traidos de casa en henchidas cestas, regndolo todo con el fuerte vino de La Jaud y las Barrancadas (o Barrancs, para los anti guos eldenses). Y as, despus de unas horas del ms sencillo disfrute, las gentes volvan tambin en romera, sta ms desordenada y pausada, a sus casas --o a continuar la fiesta-- dejando a los Santos Zapateros en su ermita de la Torreta, en aquel paraje para el que se aspiraba a que ...pasados unos arios, con la ayuda de Dios y el esfuerzo de los hombres, entre pinares frondosos, se ha de convertir en el pin toresco escenario de la romera anual que Elda dedicar a su San Crispn, el Santo Zapatero, el santo nuestro, el santo eldense. (5) Pero el destino de la fiesta en honor de los Santos zapateros pareca estar ligado a los vaivenes y altibajos de la industria de la que estos eran patronos. En 1957 sobrevino la trgica riada de Valencia, con numerosos muertos y prdidas materiales, con cuyo motivo se desencaden en toda Espaa un movi miento de solidaridad, rivalizando todos en generosidad para paliar en lo posible los daos sufridos por la capital y zonas inundadas. Por ocurrir la riada en el mes de octubre, pocos das antes de de celebrarse la fiesta de San Crispn, se acord entregar como ayuda a Valencia el presupuesto de gastos de la fiesta bajo el lema: Ofrezcamos a nuestros Santos Patronos este ario una fiesta de sacrificio y huma nidad.... Cada obrero entreg el salario de dicho da, y el empresario deba dedi car como mnimo el 50 por 100 del importe de la aportacin hecha por el conjunto de los trabajadores de su empresa. (6) 352 El 25 de octubre del siguiente ao 1958, fue el ltimo que las fiestas de San Crispn se celebraron con la animacin y entusiasmo popular en la romera y dems actos como tracas, cucaas, etc. as como con la solemnidad de los actos religiosos. t t En mayo de 1957, el Papa Po XII haba instituido la Fiesta Cristiana de San Jos Obrero, que se celebrara el Primero de Mayo, anuncindolo as en la Plaza de San Pedro ante 150.000 obreros italianos. Siguiendo esta iniciativa de la ms alta autoridad de la Iglesia catlica, las Delegaciones de Sindicatos tomaron a su cargo la organizacin de esta fiesta, que siempre haba sido obrera y reivindica tiva, con un signo clasista y poltico a la vez. No sabemos de donde parti la idea de cambiar el apelativo de Jess Obrero por el de Jess Artesano, de mayor ampli tud al comprender otros oficios no desempeados por obreros manuales ni mec nicos. Con la instauracin oficial de esta fiesta y el sentir de la autoridad supe rior... ...reagrupando todas las fiestas patronales en sta sola... (7) la festividad de San Crispin recibi un golpe de muerte del que no se recuper en muchos aos, como despus veremos. As en los actos del Primero de Mayo de 1957, en Elda se incluyeron los que venan celebrndose el 25 de octubre en honor de San Crispn, incluida la proce sin con los Santos hasta la ermita de San Antn, desde donde se celebr la ya tra dicional romera hacia la Torreta, con la novedad de que participaron en la misma los motoristas del Moto Club desfilando con sus mquinas y los participantes en la prueba de moto -cross que tendra lugar al llegar las imgenes a su ermita, fina lizando con las acostumbradas carreras, cucaas, y dems diversiones. De esta forma, el 25 de octubre siguiente, la amplia explanada de la Torreta qued solitaria. El nico acto que se celebr fue un partido de ftbol en el Parque entre el equipo Veteranos del C.F. San Crispn y el C.D.Europa , disputndose una copa otorgada por el Sindicato Local de la Piel. Pero la conciencia zapatera de Elda no estaba conforme con esta mixtifica cin de su Santo Patrono, y as en el siguiente ao 1959, las imgenes de los san tos zapateros estuvieron ausentes de la fiesta del primero de Mayo --como lo estu vieron en lo sucesivo-- y en el mismo da 25 de octubre se celebr una Misa en la ermita, oficiada por el cura de San Jos Obrero, don David Prez Ferrndiz, y asis tiendo el primer teniente de alcalde, Vicente Martnez Pons, en representacin de la primera autoridad; jefe provincial de Sindicatos; teniente jefe de Lnea de la Guardia Civil; Comisario de Polica, etc. En el vino de honor que se sirvi segui damente ante la ermita se hicieron votos por la prosperidad de la industria bajo el patrocinio de los Santos festejados y se manifestaron los fervientes deseos de que el ao prximo esta fiesta vuelva a ser una romera, que sirva para dar ocasin de esparcimiento a los eldenses.(8) 353 Pero estos propsitos fueron vanos y la Comisin (o Cofrada) se vio obli gada a anunciar el siguiente ario que no habindose podido resolver las dificul tades presentadas para celebrar esta festividad de los santos patronos en su da... invitaban al pueblo a asistir a la Misa que se celebrara el domingo 29 de octubre en la ermita de los santos zapateros en la Torreta. El anhelo de conseguir recupe rar la festividad se reflejaba en las ltimas lneas del comunicado de la Comisin: Esta Comisin, no obstante, recogiendo el sentir del Gremio y en particular el de sus productores de la Piel, espera conseguir en un futuro celebrar la festividad de los santos patronos en su da corres pondiente y con una gran fi esta en la que participe unida nuestra gran familia zapatera (9) Slo en la festividad de 1963 se realiz un serio intento de recuperar la ani macin y entusiasmo popular perdido, al anunciar para los das 26 y 27, sbado y domingo respectivamente, una serie de actos que recordaban a los de los grandes das sancrispinianos. Traslado en romera en la tarde del sbado de los Santos desde su ermita de la Torreta hasta la iglesia de Santa Ana, acompaada por la Banda de msica y estallido de tracas. El domingo, despus del volteo de campanas y el pasacalle de los dulzaine ros, habra misa en honor de los santos y despus en el Teatro Castelar, un con cierto por la Banda Santa Cecilia, bajo la direccin de don Jos Estruch. A las 12,30 se organizaba nuevamente la procesin que a partir de determinado lugar se convertira en romera hasta la ermita de La Torreta, donde se dispararan tracas y se realizara por los romeros sus acostumbradas diversiones y comidas. Parece que aunque hubo bastante asistencia a los actos, sta estuvo bastante alejada de la mutitudinaria presencia de los primeros arios. Con este nuevo intento, la fiesta de San Crispn entr en una fase de apata cada vez mayor. Slo los Veteranos del C.F. San Crispn tienen siempre presente la fecha para honrar a sus socios fallecidos, (entre ellos el antiguo maestro don Jos Sedano Serna, fundador del club durante su etapa de profesor del Taller Escuela Sindical del Calzado), ponen unas fl ores a los Santos Zapateros, juegan un partido amistoso de veteranos a beneficio de alguna entidad caritativa y se reu nen finalmente en una cena de hermandad. Dos comentarios publicados en el semanario Valle de Elda pueden ilus trar el ambiente deprimido que rodeaba a esta fiesta por los arios sesenta. Bajo el ttulo La ermita del silencio se escriba: Ya no suenan en sus paredes los gritos jubilosos de los obre ros, las aclamaciones del pblico, los atronadores disparos de tracas y cohetera, el murmullo del gento agolpado para el dia de San Cris 354 pn, para la romera popular que llevaba a los Santos hasta la iglesia de Santa Ana, para decirle su misa, la misa por todos los zapateros fallecidos, la misa por el eterno descanso de los que pusieron el basa mento de esta columna industrial eldense, slida y maciza, cuyo capi tel parece que se pierde en las alturas de un prometedor futuro (10). Esto se escriba en 1965, y tres aos despus se volva sobre el tema, en tono francamente pesimista: Se celebr --en tono menor y casi desapercibida-- la festividad de San Crispn en nuestra ciudad. El Ayuntamiento hizo lo que pudo: se celebr la procesin y fue ofrecido al pblico asistente --no precisamente numeroso-- un vino espaol en su versin ms castiza, acompaando al tinto de cacahuetes y torraos... ...estos actos se hallan tan faltos de calor y pblico, la verdad es que dan pena ms que otra cosa. (1 I ) Aclaremos que la procesin mencionada se haca solamente alrededor de la ermita de los Santos en la Torreta. No haba pblico ni animacin para ms. Esta forma de celebrar la fiesta en tono menor ya indicado sigui varios aos, con la colaboracin de los Veteranos de San Crispn y Ayuntamiento, siendo este reemplazado en 1970 por la Delegacin Municipal de Aguas en su calidad de custodia de la ermita de San Crispn por hallarse sta enclavada en la zona de los depsitos de agua de La Torreta y de esta forma apagada sigui cele brndose la festividad de los Santos Zapateros que un da lejano, hace casi cin cuenta aos naci con gran impetu, despertando gran ilusin y fervor en el pue blo eldense, pues todos, unos ms y otros menos, nos sentimos parte, relacionados y en cierta manera dependientes, de la industria del calzado de la que son Patro nos San Crispn y San Crispiniano. No debo cerrar esta resea de lo que fueron y son las fiestas de San Crispn en Elda sin registrar el nuevo impulso que en el ao 1989, en que redact este captulo, se le haba dado. La fiesta de las Fallas, que se haba celebrado bajo el patronazgo de San Pedro, despus pasado a San Juan en el 24 de junio, volviendo nuevamente a San Pedro, en el 29 de dicho mes, desde 1953, decidi aos ms tarde abandonar el tra dicional mes de junio en que siempre se haban realizado, situndose en el mes de septiembre, como colofn a las fiestas mayores de la ciudad, En 1989, la Junta Central Fallera acord poner las fiestas bajo el patro nazgo de San Crispn y San Crispiniano, llevando a las imgenes en lucida proce sin, acompaadas por representantes de cada distrito fallero con sus Bellezas, Damas de Honor, estandartes y falleros, desde la iglesia de La Inmaculada, donde 355 estaban guardadas, hasta la de San Jos Obrero, donde quedaron provisional mente depositadas. El 25 de octubre del mismo ao fue nuevamente fiesta para los Santos zapateros, pues tuvo lugar otra vez la tradicional romera ahora acompaada de falleros y falleras en gran cantidad, a cuya comitiva se uni mucho pblico. La imagen fue sacada de la parroquia de la Estacin a hombros de Veteranos del San Crispin y trasladada en bulliciosa romera con msicas, canciones y vtores hasta su ermita, que haba sido remozada por los citados Veteranos en colabo racion con la Junta Central hasta darle nuevamente su aspecto de lugar de culto, pequea y sencilla, pero con toda la dignidad que las imgenes que alberga merecen. Despus de la solemne entrada de los Santos en su ermita, entre disparos de tracas y suelta de palomas, quedaron San Crispn y Crispiniano en su antigua morada hasta el siguiente ario 1990 en que se le rindieron nuevamente los dobles cultos establecidos, en el mes de septiembre por las fallas y en octubre por los Veteranos del San Crispn. (12) El gento, repartido por el Parque de San Crispn, termin agradablemente la jornada, reunindose en comidas campestres, participando en los actos y con cursos, y disfrutando de una jornada distrada y grata, con lo que la romera de San Crispn recuper una animacin y participacin popular que desde haca muchos arios no tena, lo que permite esperar que alcance su antigua importancia, como una de las fiestas tradicionales de mayor aceptacin entre las que se celebran en nuestra poblacin. NOTAS: 1. Vicente Valero Bellot: Crnicas emitidas por Radio Elche, 27 octubre 1950. 2. Solemnes festejos que en honor de San Crispn se celebrarn en esta ciudad el da 25 de octubre. Elda, 1951 . 3. Id. id. 4. Paloma de la Torreta, por A. (Programa de festejos en honor de San Crispn y San Crispiniano. Elda, 1956). 5. 25 de octubre de 1952, por Eduardo Gras Sempere. (Programa de los solemnes fes tejos que en honor de San Crispn se celebrarn D.m. en esta ciudad los das 24 y 25 de octubre. Elda, 1952). 6. Empresarios y productores afectos a este Sindicato, (Circular del Sindicato Local de la Piel. Octubre 1957). 7. La fiesta del Primero de Mayo,- Valle de Elda, n. 139,25 abril 1959, pag. 7, 8. Festividad de los Patronos de la industria del calzado,- Valle de Elda, n. 218, 29 octubre 1960. 9. Comisin Fiestas San Crispn.- Valle de Elda, n. 270,28 octubre 1961, pg. 10. 356 10. La ermita del silencio, Valle de Elda, n. 478,23 octubre 1965. 11. Se celebr --en tono menor y casi desapercibida-- la fiesta de San Crispn en nuestra ciudad.- Valle de Elda, n. 636,2 noviembre 1968. 12. Crnicas de prensa. La Verdad: Dos mil personas participaron en la romera de San Crispn (11-9-89) y Fiesta grande en San Crispn con la vuelta de los Patronos (23 10-89).- Informacin: Centenares de romeros acompaaron ayer a los Patronos de las Fallas (23-10-89), y Valle de Elda- Un gran nmero de eldenses acompa a las imgenes hasta su ermita. (1,690 27-10-89). 357 ICLEVIKE toovtwAato QUE EL H01101150 III LA 0111110H DE LA CIUDAD DE ELDA DEDICA A eristo Wey EN LA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA ANA DEL 18 AL 26 DE OCTUBRE AO 1952 : 31* FESTIVIDAD DE CRISTO REY (Ultimo domingo de Octubre) Dentro del calendario de festividades religiosas, sin apenas proyeccin en la calle, se encuentra la festividad de Cristo Rey. que tiene lugar en fecha variable, pero culminando los actos siempre en el ltimo domingo de octubre. nicamente hemos hallado una breve nota periodstica sobre esta fiesta reli giosa, correspondiente a 1926, publicada en el semanario Idella, siempre atento a recoger el pulso de la ciudad en todas sus manifestaciones. La nota dice as: El pasado domingo se celebr con toda solemnidad la fiesta de la realeza de Cristo. La mayora de las casas engalanaron sus bal cones. (1) 359 Carecemos de otras noticias sobre la forma de celebrarse esta fiesta antes de los arios cuarenta, posteriores a la guerra civil, ni cundo se inici en nuestra entonces nica parroquia, pero s de su celebracin ininterrumpida, desde 1948, coincidiendo el orden de actuaciones en todos los programas conservados y siendo prcticamente los mismos que hoy se celebran en las parroquias eldenses. El guin de actos establecido para los arios 1948, 1950, 1952, 1953 y 1955 --que son de los que poseo programa de la citada fiesta-- recogen los siguientes, casi todos ellos celebrados, como se ha dicho antes, en el interior del templo de Santa Ana. Se realizaban durante nueve das, el ltimo de los cuales corresponda al domingo ltimo de octubre, ofreciendo los actos de este Novenario el Apostolado de la Oracin. Por la maana tena lugar la Santa Misa ante el altar del Sagrado Corazn, y por la tarde, Exposicin de S.D.M., Estacin, Santo Rosario, Plegaria, Ejercicio de la Novena, Himno a Cristo Rey, Bendicin y Reserva, todo ello durante los das del Novenario. El ltimo da, domingo, se celebraba el Rosario de la Aurora, a las 6 de la maana, por las calles de la parroquia, y a continuacin Misa de Comunin General. Y por la tarde, despus del ejercicio de la Novena, Sermn, finalizando el Novenario con la procesin claustral --o sea en el interior del templo-- con el Santsimo Sacramento. En estos das, a invitacin de la organizacin parroquial de estos actos, las personas devotas engalanaban los balcones de sus casas con colgaduras o bande ras blancas o nacionales con estampas en ellas representando a Cristo Rey o al Sagrado Corazn de Jess, aunque, como hemos indicado, la procesin no sala a la calle. NOTAS: 1. Notas locales.- Semanario Idella, nm. 39.6 de noviembre de 1926. 2. Fuentes utilizadas para este captulo: Programas de los aos citados de la Fiesta de Cristo Rey, y crnicas para Radio Elche y Diario Informacin de Alicante, de Vicente Valero. (varios aos). 360 32* EL DIA DE TODOS LOS SANTOS EN RECUERDO A LOS QUE SE FUERON Aunque en el calendario cristiano est dedicado el da primero de Noviem bre a la festividad de Todos los Santos, y el da siguiente, 2, a la Conmemoracin de los Fieles Difuntos, desde tiempo inmemorial, se viene celebrando el da uno, siempre festivo, con actos piadosos en las iglesias y cementerios, y la tradicional visita a los camposantos por parte de familiares y amigos de los que all reposan, as como por la gran mayora de habitantes de cada poblacin. Elda viene cumpliendo, como todos los pueblos catlicos, esta tradicional devocin, rindiendo este tributo a los muertos, antes en el desaparecido cemente rio situado entre la carretera general y el camino de Petrel, cementerio estable cido en 1813 para terminar con los enterramientos en la iglesia, y desde 1903 en el actual cementerio de la calle de Santa Brbara. Sin embargo no tenemos testimo nio alguno que nos ilustre sobre las caractersticas que pudiera tener esta conme moracin, tal vez distintas en alguna forma de las que celebramos en la actualidad. Hace poco ms de setenta arios s que se realizaba casi igual que hoy, como da fe el comentario que se reproduce seguidamente, referido a la festividad de Todos Los Santos de 1927 en nuestra ciudad: ...se celebr con extraordinaria animacin la tradicional festi vidad del Dia de Todos los Santos.. Durante l vise muy concurrido el cementerio por numeroso pblico, que realizaba la triste visita anual... Por la tarde se acentuaba la aglomeracin de pblico que rememor pretritos pesares con el recuerdo de la prdida de seres queridos. El camino del cementerio ofreca un vistoso conjunto de colorido por la profusin de fl ores y luces. Por la noche, como no hay regla sin excepcin hubo quien no sali de casa y dedic la velada a la conmemoracin de sus muertos rezando rosarios y piadosas ora ciones. (1) El mismo comentario recoga a continuacin un lamentable contraste de indiferencia, que se daba entonces y que tambin se puede observar en tiempos ms cercanos a los actuales, como se contena en el ltimo prrafo de la crnica: 361 ...Mientras taan lgubremente las campanas, se oan las notas sonoras y marciales del alegre cornetn del bullicioso baile, con trastando la alegra y la tristeza. As como una mueca despectiva que la Vida dirige a la Muerte. (2) Una piadosa costumbre hoy desaparecida era la celebracin del Rosario de Difuntos, que antiguamente se realizaba desde la iglesia de Santa Ana hasta el cementerio, rezando responsos los sacerdotes ante las tumbas de los fallecidos cuyos familiares as lo haban solicitado y seguidamente otro responso general por cuantos en dicho camposanto descansaban. Esta costumbre, que acentuaba el carcter piadoso de la conmemoracin, fue restaurada en 1939, y a las tradicionales caractersticas del Rosario se aadi la de hacer un alto al llegar ante el monumento Cruz de los Cados para rezar un solemne responso por aquellos que dicha Cruz evocaba. (3) Creemos, sin estar seguros de ello por lo vago e impreciso de las referencias orales recogidas, que este responso se rezaba igualmente en los arios anteriores a los treinta, haciendo igual alto y rezo cuando la comitiva procesional del Rosario de Difuntos llegaba al mismo lugar, donde entonces an se alzaban las tapias del antiguo cementerio clausurado y la capilla del mismo, en la que an se celebraban cultos con la antigua imagen de San Antn como cabecera de altar desde 1926. (4) Pero no hace muchos arios tambin desapareci esta tradicional costumbre, al parecer por comentarios desfavorables a la presencia de sacerdotes y rezos en el cementerio por parte de personas o grupos contrarios a estas prcticas religio sas en lugares pblicos. Desde entonces, los Oficios de Difuntos y responsos se realizan con el ceremonial y solemnidad tradicional de la Iglesia en el interior de los templos eldenses. En la actualidad, y como en la mayora de las poblaciones, la Conmemora cin de los Difuntos se realiza visitando el pblico el Primero de Noviembre el cementerio, que se encuentra profusamente adornado con las fl ores que el da anterior han sido colocadas en artsticos recipientes en cada uno de los panteones, sepulcros o nichos del Camposanto. Gran parte de la poblacin forma un rosario humano subiendo por la cuesta de Santa Brbara hasta el cementerio y reto mando el mismo itinerario para el regreso. Al llegar a las puertas del cementerio, el visitante se encuentra con la severa advertencia que el Serfico escribi para ser colocada en la puerta del antiguo cementerio en el que l mismo recibi sepultura: Vendris hasta aqui, mortales, dejando ese mundo run 362 1813. Entre la carretera de Madrid y el camino de Petrel. Los tres cementerios de ELDA 1902. Santo Cristo del Buen Suceso (antigua carretera de Madrid) 1996. La Virgen de los Dolores (Campo Alto). 363 y aqu encontraris el fi n de los bienes y los males... (5) Y an parece fl otar en los aires, entre los cipreses, el eco de las palabras pronunciadas por el cannigo eldense don Agustn Cavero Casriez en el acto de bendicin e inauguracin del nuevo cementerio, el 4 de enero de 1903, y que fue ron recogidas por el sacerdote poeta don Francisco Maestre Prez en su poesa En la bendicin del cementerio de mi pueblo (6) ...que todos los que all estbamos vivos tenamos all que volver muertos...! El vivo olor de los crisantemos, las lilas, las rosas, las gardenias y otras fl o res, embalsamando el ambiente con sus suaves aromas, no convierte en alegre la fiesta, La costumbre de colocar las fotografas de los fallecidos en las lpidas de sus tumbas o nichos hace que el paseante se sienta como observado por tantos y tantos rostros de los que ya no existen, entre los que de vez en cuando encuentra sorprendido la imagen de alguna persona conocida a la que an supona viva, y cuya muerte, que se muestra sbitamente en esta visita, acongoja y hace pensar en lo transitorio y efmero de nuestra vida. Desde 1996 ya no es slo el cementerio antiguo, al que se quiere ahora lla mar de Santa Brbara --y que segn nuestras noticias, bien fundadas, se llam en sus inicios del Ssmo. Cristo del Buen Suceso (7)--, el que alberga el ltimo des canso de los eldenses, pues desde el 8 de noviembre de dicho ario, en el que se efectu la inauguracin del nuevo cementerio Virgen de los Dolores, situado en la partida de las Cariadas, junto al Polgono Campo Alto, son muchas tambin las familias que acuden a este nuevo camposanto para rendir culto a sus difuntos con la ofrenda de fl ores y oraciones, aunque por la gran distancia que lo separa de la poblacin este desplazamiento se hace generalmente en vehculo. Las sombras del atardecer, tras las que galopa la noche, dejan nuevamente vacas las calles de los camposantos, entregadas de nuevo a sus eternos y silencio sos moradores. Antes, hace ya bastante tiempo, que podra fijarse en cerca de medio siglo, haba la costumbre secular de que al llegar las doce de la noche del da primero de noviembre, y hasta las primeras horas del dia 2, doblaban las campanas tocando a difuntos cada quince minutos durante toda la noche, hasta las seis de la maana en que se oficiaba la Misa del Alba en el templo de Santa Ana. Este ritual, cuyo eco se perda en la noche de los siglos, tal vez iniciado con la construccin de la torre campanario de la antigua iglesia de Santa Ana, nica que tuvo hasta su demolicin en 1937, haba creado una costumbre, muy popular y enraizada en la vieja Elda, conocida con el pintoresco nombre de la limosnica del quijal. (8) 364 Consista sta en que el campanero de la iglesia, --que iba a pasar toda la noche de las nimas en lo alto de la torre, padeciendo el fro invernal acentuado por la altura y las aberturas a los cuatro puntos cardinales por las cuales asoma ban las campanas en su voltear, sala a recorrer las casas del vecindario solici tando de los vecinos la limosnica del quijal. Los vecinos no se mostraban remisos con quien iba a estar toda la noche con la sola compaa de las campanas, arrancando a sus lenguas de bronce el lgu bre taido del toque de difuntos. As, unos un pan; otros, embutido; otros frutas, algunos unos reales y hasta una peseta, los vecinos daban su contribucin para que en aquellas largas y soli tarias horas, combatiendo el fro con el calor de un modesto brasero, hubiera alguna satisfaccin para el campanero, por los obsequios y donativos recibidos. La costumbre se extingui, y la implantacin del toque de campanas por sistema electrnico ha hecho desaparecer la figura humana del campanero, oficio que en otros tiempos desempe un importante papel en la vida del pueblo, en muchos casos guiada por el toque de las campanas de Santa Ana, unas veces ale gre y jubiloso, otras solemne y ceremonioso y otras triste, fnebre y lastimero como en los toques de Difuntos. Dia de Todos los Santos y Noche de las nimas Benditas. NOTAS: 1. La Fiesta de Todos los Santos.- Semanario Idella, n. 90.- Elda, 5 novbre. 1927. 2. Id. id. 3. Vicente Valer Bellot: Crnicas para Radio Elche. Das 31 de octubre de 1950 y 31 octubre 1953. 4. Alberto Navarro Pastor.- Historia de Elda, II, 115. 5. Lpidas de mrmol con dcimas de El Serfico colocadas en 1952 a ambos lados de la puerta del cementerio de Santa Brbara, por iniciativa del concejal de Cultura, Maxi miliano Aguado Bernab. 6. Francisco Maestre Prez.- Algo de mi poco de poeta (album indito), pag. 117. Poe sa reproducida por A.Navarro en Prosa y verso del cementerio de Elda en el Dia de Todos los Santos.- Valle de Elda, n. 166.- 31 de octubre de 1959. 7. As es llamado: cementerio del Sto. Cristo del Buen Suceso en el testamento de mi abuelo Eduardo Pastor Juan, de fecha 17 de junio de 1912. Recientemente se ha encon trado un folleto con las bases de utilizacin de dicho cementerio del Santo Cristo del Buen Suceso, impreso en 1902 en Such Serra, de Alicante, y con la diligencia de con formidad del alcalde presidente del Ayuntamiento de Elda en aquella poca, lo que le da carcter oficial a dicho nombre, hoy olvidado y sustitudo por denominaciones capricho sas, como de Santa Brbara, el antiguo, de la carretera de Madrid, etc. Dicho 365 folleto se encuentra en el archivo de mi buen amigo Luis Maestre Amat y hasta la fecha no ha sido publicado su contenido.. 8. Sobre esta costumbre vase tambin: Alberto Navarro: Estampas eldenses: La limos nica del quijal ,- (Valle de Elda, n. 114, de 1 -XI -1958), y Vicente Valero Bellot: Un personaje: Manolico el campanero (Valle de Elda, n. 1310, 19 -XII -1981) y Costum bres eldenses desaparecidas: la limosnica del quijal, (Valle de Elda, n. 1.548, de 14 XI -1986). 366 33* SANTA CECILIA. LA FIESTA DE LA MSICA (22 de Noviembre) Fiestas y msica son, desde los ms remotos tiempos, conceptos ntima mente unidos. En todas las fiestas, de mayor o menor importancia, que se relacio nan en este trabajo, tiene su presencia casi permanente la msica. La charamita, como aqu llamamos popularmente a la morisca chirima --o la dolsaina de los valencianos-- junto con su constante acompaante el tamboril, es inseparable en fiestas como las de los Gigantes y Cabezudos del Corpus, hogueras de San Antn y algunas otras de arraigo popular; los villancicos con los cuales voces infantiles celebraban la Nochebuena frente a los pesebres o belenes, as como en torno a las bien provistas mesas pobladas de golosinas y junto al calor del hogar, antes for mado por recios troncos y secos sarmientos chisporroteando entre las llamas; los marchosos pasodobles y solemnes marchas moras con que los Moros y Cristianos acompaan su bullanguero o cadencioso paso; las lamentosas saetas con las cua les los devotos cantan a las imgenes en los impresionantes desfiles de Semana Santa; la alegre marcha de las Bandas de Msica de otras poblaciones que acom paan con sus vibrantes sones los desfiles de los falleros y falleras, y, por no decir ms, la gran presencia de Bandas, orquestas, grupos modernos, cantantes, coros y orfeones que en las grandes fiestas patronales de septiembre, son parte impor tante de los programas, junto con las representaciones de zarzuela y las inolvida bles y grandiosas veladas de pera, lamentablemente desaparecidas y que se quie ren recuperar en un esfuerzo digno de todo elogio de la Asociacin ADOC. En todas las fiestas, repito, la msica y los msicos desempean un papel importante, a veces preponderante, pero, sin embargo, siendo su papel tan tras cendente, siempre son ellos los acompaantes y animadores de la fiesta, no los principales personajes de la misma. Slo en una ocasin al ao son ellos, los msicos y su msica, los protago nistas de la pelcula, los verdaderos V.I.P., y esta nica ocasin es en la fiesta de Santa Cecilia. Hoy, los medios electrnicos y mecnicos de reproduccin musical y los conciertos en vivo que se producen en salas de concierto y teatros han hecho 367 tan presente la msica en sus diversas modalidades en la vida cotidiana, que este arte forma parte habitual de la vida diaria y, por consiguiente. el escuchar un buen concierto o un animado pasacalles ya no es la excepcional ocasin, largamente esperada, que nuestros abuelos celebraban y gozaban intensa mente. Hace aos, apenas comenzaban a escucharse en la calle los airosos compa ses de un pasodoble, los chiquillos salan corriendo a agolparse en torno a la Banda, unindose al gran nmero de vecinos que realizaban de buena gana el gozoso rito festivo de seguir a los msicos. Porque Elda, como la gran mayora de los pueblos levantinos, tiene una arraigada tradicin en lo concerniente a Bandas de Msica, iniciada formalmente en 1852 con la formacion de la primera Banda de Musica y desarrollada con nota bles incidencias y fases de auge y decadencia en estos largos aos, cuyo relato cae fuera del objetivo de este trabajo. Pero es suficiente con sealar esta doble cir cunstancia de clamoroso fervor musical, enraizado en la entraa popular princi palmente, para darnos cuenta de que en la fiesta de Santa Cecilia, patrona de la Msica, participa con entusiasmo gran parte de la poblacin, sobre todo en el acto ms importante y destacado de la fiesta, como es el concierto que la Banda ofrece en honor de su Santa Patrona y en homenaje a todos sus socios colaboradores, benefactores, miembros, simpatizantes y pueblo en general. Este concierto se ha celebrado generalmente en el Teatro Castelar, esco gindose para el mismo un programa compuesto por obras de gran calidad, pro grama que director y msicos han estado ensayando largo tiempo, con la ilusin de dar la mayor satisfaccin a sus seguidores en el Da de su Patrona. A veces, en las pocas de horas bajas de la Sociedad Musical Santa Cecilia --nombre adop tado en 1907 para distinguirse de otra Banda constituida por separacin de msi cos, llamada La Filarmnica de las que ha tenido varias en su brillante y acci dentada historia casi centenaria, el programa interpretado ha sido un reflejo expresivo del mal momento de la Banda, dada la escasa altura musical de las obras escogidas, que daban a entender que con el material de que se dispona en aque llos momentos --material humano o instrumental-- no se poda hacer ms, Pero en general, los conciertos de Santa Cecilia han alcanzado gran categora artstica, interpretndose importantes obras de los compositores ms eminentes y consa grados. Alguna vez, creo que en muy rara ocasin, se ha invitado a otra agrupacin musical para celebrar el concierto, por incapacidad transitoria para llevarlo a cabo por parte de la Banda de Elda o para mejor realzar el acontecimiento. As el 10 de diciembre de 1961 la agrupacin que ofreci el concierto en homenaje a Santa Cecilia fue la Banda de Villanueva de Castelln, dirigida por el titular de la Santa Cecilia de Elda, don Jos Estruch Mart, quien precisamente haba iniciado su vida profesional en aquella agrupacin musical de su villa natal. 368 Traslado procesional de la imagen de Santa Cecilia, en las fiestas en su honor en 1994. (Foto CRUCES) La festividad tena un esquema clsico, pocas veces variado. Se iniciaba con un alegre pasacalles a las ocho o las nueve de la maana, recorriendo las princi pales calles de la poblacin y finalizando en la iglesia de Santa Ana, donde a las diez o las once, segn los arios, se oficiaba una solemne Misa en honor a Santa Cecilia, amenizada con la interpretacin por la Banda de alguna obra adecuada a la solemnidad del acto. Terminada la ceremonia, continuaba el pasacalle hasta el Teatro Castelar donde tena lugar el gran concierto, ante un pblico entusiasmado y fervoroso, que aplauda largamente las intervenciones de los solistas y la ejecucin de cada obra. Generalmente, el aforo del Castelar resultaba insuficiente para albergar a tanto pblico entusiasta de la Banda. La fecha de celebracin resultaba muy diversa. Aunque la festividad de Santa Cecilia es el 22 de noviembre en el calendario, en pocas ocasiones se ha celebrado en la misma fecha, a veces ni siquiera en el domingo inmediatamente 369 siguiente. As en los arios de los que poseemos datos vemos que en 1988 se realiz el 27 de noviembre; en 1957 el 1 de diciembre; el 10 de diciembre en 1961, el 16 de dicho mes en 1956; el 22 en 1985 y el 27 tambien de diciembre, en 1955. Hubo algn ao en que por circunstancias interiores adversas no lleg a celebrarse. En cuanto al comienzo de dicha festividad no he podido hallar referencia alguna que permita citar una fecha o una poca, siendo la fecha ms lejana de celebracin que consta en mi archivo la de 1946, que se realiz el dia 8 de diciem bre, festividad de la Pursima Concepcin. Ignoramos la fecha en que se recibi una imagen de la Santa, actualmente conservada en la iglesia de Santa Ana, pero en aos recientes presidi la Misa que se celebraba en este da y en ocasin de su restauracin fue objeto de traslado en romera pblica muy concurrida, por diversas calles de la poblacin, hecho que consideramos nico hasta entonces y de lo que da fe el programita anunciador de la fiesta el 27 de diciembre de 1988, comunicando la recogida en el domicilio del restaurador, calle de Pablo Iglesias (antes general Monasterio) de la imagen de la Santa Patrona y su traslado en romera hasta el templo parroquial de Santa Ana, donde seguidamente, a las 7,30 de la tarde, se ofici una Misa rezada en honor de la Santa. Recientemente se ha instituido este traslado -romera desde el templo de Santa Ana hasta la sede social, donde preside los actos de la fiesta, hasta el final de stos, volviendo a ser llevada la imagen en procesin -romera hasta la iglesia de Santa Ana, en cuyo templo se celebra la Solemne Misa en su honor y queda nuevamente depositada en su altar hasta el siguiente ao. Otro nmero de gran emocin introducido en los ltimos aos en el tradi cional ceremonial de esta festividad fue el de la incorporacin de los nuevos msi cos, generalmente chicos y chicas jvenes formados en la Academia de Educan dos, los cuales una vez superados sus estudios, pasaban a formar parte de la Banda, incorporando savia nueva y garantizando la continuidad y calidad de la agrupa cin. El acto consista en acudir la Banda completa, con su bandera y director al frente, tocando animados pasacalles hasta el domicilio de cada uno de los nuevos miembros, donde se le daba la bienvenida y se le daba entrada seguidamente en su puesto en la banda, haciendo sucesivamente lo mismo con cada uno de los nue vos componentes de la agrupacin musical. Como se ve, la fiesta de los msicos, la festividad de Santa Cecilia, tena y tiene fuertes lazos y vnculos con el pueblo eldense, que participaba espontnea y multitudinariamente en los actos celebrados en homenaje a la Santa Patrona, cuya festividad, por el auge actual de la Sociedad musical, tiene asegurada su perma nencia y popularidad en nuestra poblacin y en su calendario festivo. 370 34* LA FERIA DE DICIEMBRE Ilusin infantil Por los aos ochenta y noventa, apenas entrado diciembre, el gran ensan che de calles asfaltadas con solares en su interior que son parte del Polgono de la Almafr, comenzaban a poblarse de enormes camiones de los cuales se iban des cargando las piezas del gran puzzle que en pocos das convertira aquel lugar en un enorme Parque de Atracciones, con sus toboganes, sus ruedas gigantes, coche citos de choque, caballitos de verbena, tio-vivos, tmbolas y dems elementos de distraccin para grandes y pequeos. Esto ocurre un par de veces al ario en Elda, pero cuando este Parque se ins tala en diciembre, pasa a convertirse en la Feria, la tradicional Feria que esta poblacin viene celebrando desde hace ms de medio milenio. Y no es exagera cin, pues la concesin de una Feria anual a nuestra poblacin fue hecha en 1466, hace, en el ario en que se escriben estas lneas, quinientos treinta y cuatro. Segn el historiador eldense Lamberto Amat, y confirmado por la documentacin con tenida en el Archivo Condal de Elda (1) la Feria fue otorgada por el rey don Juan II de Aragn, por rescripto fechado en la villa castellonense de San Mateo el 22 de marzo de 1466, debiendo celebrarse el da primero de octubre. La viuda de don Felipe el Hermoso, Doa Juana de Castilla, revalid el privilegio por decreto dado en Zaragoza el 30 de julio de 1518, trasladando su fecha de celebracin del 1 al 13 de diciembre, efectuando esta revalidacin, segn el citado Amat, en memoria de los servicios prestados por don Juan Coloma, abuelo del Conde de Elda, como secretario de los Reyes Catlicos (2) Carecemos de informacin que nos permita conocer cmo eran aquellas Ferias del siglo XV y siguientes, pero es de todo punto natural pensar que los pro ductos que en ella se expenderan seran los necesarios para una estructura social agraria como era la de estas comarcas, con una ganadera menor y abundante uso de caballeras para transporte y traccin, todo lo cual necesitaba un utillaje propio, al que habra que unir el preciso para el hogar, las personas y la vida del pueblo. El indicado historiador eldense nos ofrece una descripcin de los artculos que traan los feriantes, bastante distintos a los que en el siglo actual constituan y constituyen el principal negocio ferial. 371 ...se expenden en ella ropas y paolera de pao, terciopelo, seda, lana, hilo, algodn, cordelera y otros tiles de labranza y oficios, as como correas para aparejos de caballeras y carros; no se hacen transacciones y negocios en gran escala, pero como concurren de todos los pueblos circundantes a surtirse, la venta al por menor es bas tante considerable... (3) En muy parecidos trminos describe el corresponsal del diario alicantino El Graduador lo que fue la Feria de Elda en diciembre de 1876 (4), y creo interesante reproducir parte de su crnica, como fidedigno testimonio de su poca, por las novedades que aporta respecto a la anterior y por las coinciden cias de apreciacin y estilo que abonan mi creencia de que el annimo corres ponsal de El Graduador en aquella poca y Lamberto Amat eran la misma persona: La Feria, que se compone de tiendas de ropas de todas clases, desde las de algodn a las de lana y seda, que se expenden al por menor y alguna que otra transaccin al por mayor; de algunas ricas plateras y muy buenas paradas de ferretera, con una que otra de cal zado, de exquisitos turrones de Jijona y otros dulces, artculos de labranza y cascajos de garbanzo torrado (5), nueces, castaas, pio nes, bellotas, etc. en el presente ao y a pesar de lo benigna que ha sido la temperatura, ha estado plida y helada; pero de ese fro impercepti ble que sale del vaco de los bolsillos... Esta penuria econmica en la poblacin, motivada por la adversa climato loga que en dicho ao perjudic las cosechas, hizo que los comerciantes princi pales, que otros aos acudan con sus ricas y bien surtidas tiendas... no vinieran en ste, y slo la concurrencia de los labradores y vecinos de las poblaciones cer canas como Monvar, Novelda, Petrel y Sax, que no disponan de una Feria de estas caractersticas, proporcionaba algn beneficio a los comerciantes que s haban traido sus mercancas a la Feria. En esta poca en que el corresponsal de El Graduador fecha su cr nica, se acostumbraba, durante las ferias, a ofrecer al pblico funciones de tea tro de aficionados, a las que concurra mucho pblico, en un teatro que deba ser improvisado, tal vez el creado por D. Lorenzo Juan Poveda, que durante los aos de 1886 y 1887 dio una serie de funciones teatrales, aunque por la poca asistencia del pblico en determinadas funciones tuvo que ser cerrado por su propietario (6) y ya no hubo ningn otro hasta 1904 en que se inaugur el Tea tro Castelar. En las funciones a que se refiere el corresponsal de El Graduador, parti cipaban jvenes de la localidad, siendo interesante reproducir la referencia que hace el corresponsal a la actuacin de uno de estos jvenes artistas: 372 No puedo en justicia particularizarme con ninguno de esos aprovechados jvenes, pues todos merecen los calurosos aplausos que el pblico les tribut, pero todos ellos me agradecern, seguro estoy de ello, que en vis de noble estmulo distinga al joven de diez y seis aos Laliga, que acaso no haya visto una funcin siquiera en los teatros de la capital y en dos meses que representa en sta ha hecho adelantos que justamente llaman la atencin y dan una idea de las poticas ins piraciones que bullen en su cabeza, de las que ya ha manifestado alguna feliz muestra en sentidos versos... (7) Este joven Laliga, quien poco ms tarde se mostrara como un magnfico poeta, autor de los laureados poemas Al Arte, Paz en la aldea, Oda a la msica y tantos y tantos otros, y que en plena juventud sufri el trgico castigo de la locura, era Francisco Laliga Gorgues, que poco tiempo ms tarde, a la edad de 25 aos, se sumira en la negra noche de la enajenacin mental, trgico destino que seguro no intuira en ningn momento de sus triunfales actuaciones de la Feria de 1876. He indicado, al comienzo de este captulo, que la Feria de diciembre se ins tala hoy en el Polgono Almafr, y as ocurra en efecto, antes de que se conside rase conveniente su traslado, en contra de la opinin de los feriantes, a la zona donde se inicia la Avenida de Ronda, ocupando parte de esta y la zona canalizada del Vinalop, junto al puente del Centro Excursionista. Pero para llegar a estos lugares la Feria de diciembre, llamada tambin de los caballitos, ha ido reco rriendo una serie de emplazamientos cada ao distintos o poco menos, desde que en el ao 1967 (8) abandon para siempre su lugar tradicional desde el siglo XV, su emplazamiento en las plazas de Arriba y Abajo, o sea en la del Ayuntamiento y en la inmediata a sta. El primer lugar donde se instal la Feria desde su expulsin de su tradi cional sitio de celebracin fue en la Avenida Reina Victoria, comenzando desde la plaza de La farola y extendindose a lo largo de dicha Avenida hasta donde lle gaban los puestos o paradas. La medida fue criticada por la ruptura con la tra dicin y porque dicha Avenida sostena una circulacin de vehculos abundante y rpida, con molestias y peligros para los nios que acudan como moscas a la Feria y a sus atracciones, tambin instaladas en el mismo lugar. No me ha sido posible situar todos los sucesivos emplazamientos, debido principalmente a que durante el tiempo que permaneci en las plazas, en sus lti mos arios, las atracciones propiamente dichas, que no tenan cabida en las dos pla zas ni en las cercanas por la estrechez de sus calles, eran instaladas en otros luga res distintos, y por ello, basndonos nicamente en la memoria, no es posible con cretar si junto con los toboganes, tio-vivos, cochecitos de choque y dems, iba unido el tradicional tinglado de turrn, juguetes, plateras, bisuteras y los mil y un artculos contenidos en la Feria. 373 Sea de una u otra forma. recordarnos como emplazamientos, adems del ya mencionado de la Farola. el del solar a espaldas del Centro de Salud (o Ambula torio) Padre Manjn, frente a la calle de Pars: tambin la calle hoy Antonino Vera, entonces General Varela, entre Juan Carlos I y Petrer, y el solar donde des pus se levant la Lonja de Frutas y Verduras, hoy absorbida por el edificio del Mercado Central, frente a la Cruz de los Cados o Parque de la Concordia. Por estos solares del Progreso estuvo algunos aos hasta que la continuada edificacin de las manzanas de este barrio cubri todo el espacio previsto. Ms tarde ocup un nuevo descampado cerca de donde actualmente est el edificio de la Cruz Roja, zona en la que por estar situada varios aos sucesivos an existen algunos establecimientos denominados Los Caballitos, porque a la vez que la tradicional Feria se instalaba siempre el conjunto de atracciones as lla mado popularmente. Y ya desde aqu, cuando la incesante edificacin en los solares no dejaba lugar suficiente para estas instalaciones, fueron desplazadas a los ensanches del Polgono Almafr, con vas urbanizadas y con buena iluminacin, donde estuvie ron hasta su ltimo traslado ,--por ahora--, al comienzo de la Avenida de Ronda, cerca del Puente del Centro Excursionista Eldense. En el semanario Valle de Elda, su colaborador Coplero se preguntaba en 1989; La Feria vino otro ao y en la Altnafra se instal; Antao estuvo en las Plazas, llegar a estar en Boldo (9) Poco le falta para ello, pues, como hemos dicho, actualmente se encuentra muy cerca de las estribaciones de este monte, en la Avenida de Ronda y Jardines del Vinalop. Las grandes mudanzas experimentadas en el presente siglo en todos los aspectos y, en el caso que nos ocupa, en las costumbres y el desarrollo del comer cio, han introducido notables diferencias entre las Ferias de unas y otras pocas, mucho ms notables en los ltimos sesenta aos que en los varios siglos anterio res. Estas diferencias se acusan ms fuertemente en los aspectos de la oferta ferial, en la acogida que sta recibe, en las atracciones populares que acompaan a su celebracin y en su propio montaje. Empezando por este ltimo, y remontndonos cuando menos a hace unos cincuenta aos, cuando an se instalaba en las dos plazas, era ste un espectculo gozosamente esperado por la chiquillera, y puede decirse que constitua como el 374 prlogo de la fera la llegada de carros y pequeos camiones portando montones de tablas que descargaban en las plazas de Arriba y Abajo. Esto ocurra en las vs peras de la Pursima y desde que se amontonaban las tablas en el suelo hasta que los carpinteros del Ayuntamiento, o los dueos de los tenderetes las ensamblaban y formaban los puestos, para los chiquillos era una fiesta y un jolgorio, corriendo por los montones de tablas, saltando de unos a otros, columpindose, persiguin dose y, en fin, disfrutando de lo lindo mientras quedaban tablas en cualquiera de las plazas. All por 1929, el popular vate Maximiliano Garca Soriano reflej esta bulliciosa estampa en estos sencillos y expresivos versos: Ya estn contentos los mil chiquillos que en nuestra Feria soando estn, y corren, saltan corno los grillos, por las maderas, con loco afn... Cuanto estropicio...! qu algaraba...! qu gritero ms infernal...! Tras ellos, tieso, se pasa el da, con cara fosca el Municipal. (10) Hoy, y ya desde hace mucho tiempo, no se puede contemplar esta curiosa escena de la juerga infantil sobre los tablones amontonados, pues cada feriante transporta en su vehculo todo cuanto necesita para montar su caseta en el lugar designado y en un santiamn queda levantado el tenderete y lleno de los artculos para la venta. Otra de las diferencias apreciables, y no la menos importante, es la de la uti lidad real de la feria para los eldenses de hoy. Desde su creacin, en 1466 como hemos dicho, la Feria fue un importante centro comercial para los pobladores de Elda, moriscos en gran mayora y los de los pueblos vecinos ya mencionados, que carecan de este centro de transaccin comercial y del que dependeran en muchos casos para su equipamiento, sus necesidades como labradores, arrieros, industria les o artesanos. Con cada vez menor importancia en este aspecto, por la liberacin de trabas para el comercio y progresivo incremento de ste en todas las poblacio nes, la Feria fue siendo relegada a una costumbre tradicional, en la que ya no se buscaba lo necesario, sino lo accesorio, lo suntuario e incluso lo superfluo, todo ello rodeado de un ambiente de fiesta en la que los eldenses de todas las edades se complacan. En general, desde los aos en que comenz a establecerse de forma inci piente una industria manufacturera de calzado, la vida del eldense era modesta, trabajando muchas horas para conseguir alcanzar un mediano nivel econmico, que, sin embargo, era superior al normal de las poblaciones cercanas. Por ello poda escribir el tantas veces mencionado Jover Gonzlez de la Horteta, ponde 375 rando lo que significaba la Feria para los eldenses de la segunda quincena del siglo y primera de los aos veinte, que ...entonces no haba ms juguetes ni ms turrn que cuando vena la Feria. No como en la actualidad, que le dan turrn a los nios hasta para merendar todos los das... ( I I ) Sin embargo, algo deba ir mal en la Feria para que un alcalde tan entusiasta de las tradiciones eldenses como Francisco Alonso Rico intentara suprimir defini tivamente esta Feria como se expresa en el contenido del acuerdo municipal de 15 de octubre de 1922: ...a propuesta de la presidencia y en vista de la escassima importancia que hoy tiene la Feria tradicional y mercados semanales que se celebran en esta ciudad, se supriman para lo sucesivo y que se remita certificacin de este acuerdo a la Delegacin de Hacienda de la provincia. (12) A pesar de esta decisin municipal, ni la Feria ni los mercados semanales o mercadillos --que se celebraban los martes-- dejaron de hallarse presentes en sus fechas previstas, a pesar de la incomodidad y molestias que una y otros produci ran a los vecinos de las dos plazas, tal vez causantes de la drstica medida del ayuntamiento del seor Alonso Rico. Es indudable que el peso de la tradicin se impuso una vez ms y que la ilu sin de los pequeos ante el mundo de regalos y juguetes que vean en la feria una vez al ao, la satisfaccin de los padres al contemplar la alegra de los nios. la inveterada costumbre, gozosamente cumplida, de feriar los novios a las novias y el animado paseo que se formaba de seis a nueve de la noche por las calles entol dadas que formaban las casetas feriales prevaleci sobre cualquier otra conside racin, y buena prueba de ello fue la continuidad de la Feria y de los mercados semanales en el mismo lugar de costumbre. Con mayor o menor beneficio, los feriantes siempre hacan negocio, y ste les compensaba de las molestias de su instalacin. Y como esto agradaba a los eldenses. as podan recogerse en pocas tan dispares como 1927, 1931 y 1948, comentarios tan coincidentes sobre la vigencia de la Feria y su clida aceptacin popular como los que se reproducen seguidamente: Maximiliano Garca Soriano, en 1927, comentaba en prosa rimada: La Feria est en su apogeo, ya lo veo! y hasta las diez de la noche, hace la gente un derroche de... paseo dulce y grato, y as resulta barato el recreo hasta que se abraza a Morfeo... (13) 376 Y en el ario 1931, primera Feria de la Repblica, describa as el ambiente ferial el poeta Eloy Cataln: ...la semana castiza de la Feria; los barracones de maderas forrados de grises lonas, los paseos en la calle Mayor o de Enmedio, el turrn, los columpios, la rifa... Y superficialmente, las barracas de los juguetes, llenas de luz y color, formando calles amplias, en las que los obreros eldenses pasean felices murmurando insinuaciones en el oido de estas obreras tan jvenes, tan laboriosas y tan bonitas... (14) Y finalmente, en 1948, la impresin de Juan Ibero: ...un ir y venir, un pasear de gentes sin rumbo por entre las grandes paradas de juguetes y chucheras... Un comercio en traje de fi esta... (15) De lo que se extrae la consecuencia de que aunque la Feria ya no estuviera en sus mejores tiempos desde el punto de vista comercial, su arraigo en la vida eldense era tan vivo e intenso que no podran comprenderse unas vsperas de Navidad sin la presencia multicolor de aquella Feria tan entraablemente querida por los eldenses. Concluyendo con esta referencia a las diferencias experimentadas por la Feria de Diciembre en estos ltimos arios, nos referiremos ahora a las atracciones que, aun no siendo consustanciales con la Feria, le han estado tan ntimamente ligadas que han pasado a ser como una misma cosa, en una simbiosis que creemos beneficia el mantenimiento de ambas, como ocurra hasta hace poco en su empla zamiento de la Almafr, bien concurrido por un pblico atrado por una de las dos Ferias --la tradicional de diciembre y la de los caballitos --, y como ocurre ahora en su discutido emplazamiento de la Avenida de Ronda y Jardines del Vinalop. En la Feria de 1876 no menciona el activo corresponsal en Elda de El Gra duador presencia alguna de atracciones de ninguna clase, excepto las propias de los puestos de venta y las funciones de teatro de aficionados realizadas al mismo tiempo que la Feria. Jover Gonzlez de la Horteta (16) apunta la existencia en la Feria, cuando se celebraba en las plazas de Arriba y Abajo, de unas pocas atracciones, mencio nando expresamente las barcas, los caballitos del carrusel La Yeclana movido por una mula y una o dos paradas de tiro al blanco. Muchos de los lec tores seguramente no se acordarn de las barcas, pues pocas deben quedar, si queda alguna, desplazadas por armatostes ms vertiginosos como los toboganes, latigazos, platillos volantes y otros raudos mecanismos de giro rpido, ms del gusto de la chiquilleria y el mocero actual. Porque las barcas eran un colum piarse pausado, en unas barcas con dos o cuatro asientos enfrentados, sujetas por 377 dos hierros a un eje, describiendo un corto segmento de circunferencia que casi nunca, por audaz que fuera el navegante, llegaba a cubrir la mitad de la cir cunferencia. Pero el auge de los puestos propios de Parque de Atracciones desbord las posibilidades de las plazas y se les busc otro espacio ms amplio donde colocar sus cada vez mayores y ms complicadas instalaciones giratorias, oscilantes, vola doras. de choque o de las mil manifestaciones de la velocidad, el vrtigo y la sen sacin de peligro. Y as, unas veces cada Feria en un sitio y otras, ltimamente todas, las dos en un mismo lugar de emplazamiento, la Feria de Atracciones ha crecido y cre cido, mientras la de juguetes, turrn y baratijas se mantiene casi con la misma estructura que hace cincuenta, sesenta o ms arios. Despus de lo escrito, ya slo queda describir someramente lo que era en s la Feria de diciembre en los aos de su mayor prestigio e importancia, o sea, cuando estaba instalada en las plazas del Ayuntamiento y Arriba. En la de Abajo, las casetas adoptaban una ordenacin tradicional e inva riable a lo largo de los aos: un bloque de casetas paralelo a la fachada del Aytm tamiemto, con paradas a las dos caras, una fila mirando a dicha fachada y la otra a la calle interior. Otros dos bloques perpendiculares a este primero formaban una gran T, con el brazo superior paralelo a la fachada municipal y el vertical en per pendicular a sta. Esta T era la parte ms noble del conjunto, ya que formaba las calles llamadas Mayor la paralela y de Enmedio la perpendicular. Las cuatro calles restantes eran las que daban frente a las cuatro fachadas de la plaza. La calle Mayor era la ms importante y all se colocaban los estableci mientos de ms prestigio y de ms cara y suntuosa mercadera, como joyeras y relojeras, que hacan buenas ventas por la tradicional costumbre de que los novios feriaran a las novias comprndoles alguna pulsera, broche, sortija u otra bonita chuchera si el bolsillo no daba para ms. Tambin parece que se coloca ban en esta calle establecimientos de mantas zamoranas, gorras, chaquetones y otras prendas de vestir o de abrigo, no faltando especies de bazares en los que junto a juguetes y baratijas se presentaban infinidad de navajitas albaceteas de todos los tamaos. A estas dos calles, la Mayor y la de Enmedio, se trasladaba en estos das de Feria el popular paseo de la tarde, que entonces era tradicional hacerlo en la calle Nueva hasta que pas a la calle Jardines, o de los cines, llamada as porque all estaban los tres cines mas importantes y populares de la poblacin: el Castelar. Cer vantes y Coliseo. Tomamos de Jover Gonzlez de la Horteta, como testigo presen cial y cronista de aquellos tiempos, la descripcin de lo que era aquel paseo ferial: 378 Algunas y algunos lectores que me lean recordarn con nostal gia, los paseos entre las seis y las nueve de la noche en esta calle central, mientras duraba la Feria. All se juntaba lo ms fl orido de nuestro mujero, acompaado por los pollos peras de entonces, y entre vuel tas y vueltas de los veinte metros que podan tener los paseos, cuntos idilios empezaran, siguiendo el noviazgo y terminando en boda (17) El resto de las paradas (voz catalana usada en Elda para nombrar los puestos de venta o casetas de la Feria) estaban dedicadas principalmente a jugue tes, aunque tambin haba muchas que ofrecan elementos domsticos de todas clases, sobre todo de hierro, como sartenes, trbedes, cacerolas. tenazas para el car bn, o de esparto como baleos, soplillos, esteras, etc. Parece mentira que con las casetas hechas de madera y lona y con tanto juguete de cartn y madera, y tanta tela y otro material de fcil combustin que all se amontonaba, no se produjeran incendios, ya que en el interior de casi todas las casetas haban braseros o estufas de carbn para protegerse los feriantes del fro de diciembre. Sin embargo slo ha quedado constancia del producido en la maana del 15 de diciembre de 1946, que se inici en las paradas que daban frente al comercio de tejidos popularmente conocido como La Chiqueta , frente a la entonces angosta calle de Coln. Parece que fue producido por un cortocircuito en la instalacin elctrica un tanto improvisada con que se daba luz a las casetas. Lo cierto es que inmediata mente se propag el fuego y las llamas se levantaron hasta lamer los balcones del referido establecimiento de tejidos, amenazando extenderse a todos los dems puestos, abarrotados de mercancas fcilmente inflamables. Afortunadamente, el fuego pudo ser sofocado y slo afect a la mitad aproximadaente de las casetas del bloque situado frente a la calle de Coln. El domingo siguiente, en un gesto de generosidad en el que particip mayo ritariamente el pueblo eldense, una comitiva formada por las autoridades civiles, eclesisticas y del Movimiento (como se deca entonces) y precedida por la Banda de Msica, a la que acompaaban muchsimas personas y un montn de jvenes con capazos, recorri las calles eldenses recogiendo donativos voluntarios para ayudar a los perjudicados por el incendio. Por la tarde hubo un partido de ftbol en el Parque de Atracciones entre el Deportivo Eldense y el Villena F.C. --de cuya localidad eran la mayor parte de los afectados--, tambin a beneficio de los dam nificados por el incendio. (18) Siguiendo con la somera descripcin de la Feria diremos que en oposicin a la regularidad y simetra de los puestos de la plaza de Abajo, en la de Arriba los puestos se montaban donde y como se podan, pues la pescadera que haba en el centro y los dos grandes tilos de uno de sus lados impedan establecer un esquema regular. As que algo desordenadas, aqu se montaban las casetas de los turrone 379 ros jijonencos, de los frutos secos con los tradicionales torraos y tramusos, entre otros ricos manjares para los chiquillos. Tambin se colocaban, como hemos dicho, algunas atracciones frente a la calle del Castillo, limitadas a las barcas, un to vivo (o caballitos), algunas de tiro al blanco y no recordamos si haba alguna de otra clase. Lo malo de esta instala cin es que estaba al aire libre, sin la proteccin de entoldados como en la otra plaza y si llova se formaba enseguida un gran barrizal que estropeaba la gracia del paseo, a pesar de que en aquel tiempo el pueblo eldense estaba acostumbrado, muy a su pesar, al barro y charcos en las calles en cuanto se iniciaban las lluvias. As, poco ms o menos, era este mundo de maravillas encerrado en la Feria de Diciembre, que todos los arios, por unos u otros motivos, era esperada con ilusin por grandes y pequeos y que cuando haba pasado dejaba un regusto y un recuerdo grato que haca que se aguardara, con agrado mezclado con nostalgia, la repeticin de los felices momentos vividos en los das de la Feria de la Pursima. NOTAS: 1. Lamberto Amat: Elda, Parte II, pg. 369. 2. id. id. Ob. cit. 3. id. id. Ob. cit. 4. El Graduador, nm. 473, Alicante, 4 de enero de 1877. (Crnica de su corresponsal en Elda, de 27 de diciembre de 1876) 5. Su nombre popular en Elda es el de torraos. 6. Alberto Navarro: El Teatro Castelar. Sntesis histrica.- Elda, 1999.- Pgs.12-13. 7. El Graduador, notas 3 y 4. 8. Una feria en el exilio.- Valle de Elda, n. 588, 2-Dic.-1967. 9. Coplero: Coplas del valle .- Valle de Elda, n. 1.697, 15-12-1989. 10. Graciano Soria (seud.): Tiquis -miquis.- Idella, n. 181, de 7 diciembre 1926. 11. Jover Gonzlez de la Horteta: La Feria de mi pueblo.- Valle de Elda, nms. 953 y 955,- 30-11 y 14-12-1974, y La Feria de mi pueblo, ochenta aos despus.- Valle de Elda, nums. 2014/17,4/25-7-96. 12. Libro de actas del Ayuntamiento de Elda, 15-12-1922. (A.M.E.) 13. Pepito Tafalera .(seud.): Idelladas .- Idella, n. 95, 10-12-1927. 14. Eloy Cataln: Elda festiva.- Semanario Horizonte, Elda, extraordinario de sep tiembre de 1932. 15. Juan Ibero (seud.): La antigedad de la Feria de nuestro pueblo .- Rey. Peregrina cin, nm. 10.- Dic. 1948. 16. Jover Gonzlez de la Horteta: Artculos citados. 17. Id. id. 18. Alberto Navarro Pastor: Historia de Elda t.III, pg. 42. 380 35* DA DE LA CONSTITUCIN (6 de Diciembre) El 6 de diciembre de 1978 fue convocado el pueblo espaol para participar en el Referndum que deba aprobar o rechazar la nueva Constitucin aprobada por las Cortes Espaolas el da 31 de octubre del mismo ario. Elda dio un rotundo s al nuevo Cdigo de derechos y deberes de los espa oles, aprobndolo por 22.876 votos afirmativos, 902 negativos, 694 en blanco y 88 nulos, habiendo participado en el Referndum el 70 por cien del censo electoral. La fecha en que se celebr esta consulta pblica, el 6 de diciembre, fue pro clamada como fiesta nacional con el nombre de Dia de la Constitucin , siendo festivo a todos los efectos: oficiales, laborales, escolares, etc. A partir del siguiente ario 1979 fueron realizndose en Elda diversos actos para conmemorar esta importante fecha, variando el programa de unos arios a otros y consistiendo por lo general en un acto oficial, que en 1984 fue iniciado por la subida de la bandera constitucional en el mstil situado en el balcn principal del edificio municipal, revista a los efectivos uniformados de la Polica Municipal y sus elementos mecnicos, recepcin en el saln de actos del Ayuntamiento, con discurso del alcalde, Roberto Garca Blanes, alusivo a la significacin de la fecha, seguido de un vino de honor a autoridades e invitados. Como actos populares destacaban los organizados en el Parque de San Crispn, con obsequio de un refrigerio a todos los asistentes, consistente en bebi das y el clsico mesclao eldense ( torraos , tramusos , cacahuetes, etc.) En este pintoresco y ameno lugar se celebraban concursos infantiles, lanza miento de globos, tracas, concurso de gachamigas y otras actividades con las cua les se lo pasaban muy a gusto los numerosos asistentes al acto. Otras actividades relacionadas con el Da eran los concursos escolares de redaccin sobre el tema constitucional, cuyos premios consistan en viajes organiza dos a Madrid para visitar el Congreso de los Diputados y el Palacio del Senado, ade ms de otros lugares ms atractivos para los nios y nias ganadores del concurso. 381 A partir de 1986 se estableci que la celebracin oficial del Da Constitu cional se realizara cada ario en una de las poblaciones de la provincia, corres pondiendo a Elda en 1989, con presencia del presidente de la Diputacin, alcaldes de la mayora de pueblos alicantinos y autoridades diversas. No obstante, tanto el Ayuntamiento como las Asociaciones de Vecinos con tinuaron programando diversos actos populares, la mayora de ellos dirigidos hacia la infancia y la juventud, manteniendo as el carcter festivo de la jornada. Por otra parte, la proximidad de las fechas del 6 y el 8 de diciembre, festivi dades de la Constitucin la primera y de la Inmaculada Concepcin la segunda, crearon uno de esos puentes tan apreciados por los funcionarios pblicos, el de la Pursima, aprovechado con gran satisfaccin por los miles de personas que gustan de los viajes y excursiones de varios das, sobre todo a los parajes monta osos seoreados por la nieve. En 1999, el Ayuntamiento eldense conmemor este da con un Pleno Extra ordinario, con intervenciones de los representantes de los grupos polticos sobre la Carta Magna constitucional y celebrndose una marcha popular por la ciudad de varios kilmetros, iniciada en la Plaza del Ayuntamiento y finalizando en los Jardines del Vinalop, despus de haber atravesado la mayora de las calles de la ciudad, con obsequios para los participantes. Cuando escribimos estas lneas la festividad del Da de la Constitucin est limitada a la organizacin de un cross ciclista que discurre por gran parte de las calles de la poblacin, con obsequios para los participantes ms destacados, regis trndose una gran concurrencia de ciclistas de todas las edades, ya que la prueba no es competitiva. 382 36 * EL DIA DE LA PURSIMA, FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIN (8 de Diciembre) La fiesta de la Inmaculada Concepcin creemos que es una de las ms anti guas de Elda, junto a las de San Antn y las dedicadas a la Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso. Y fundamentamos esta creencia en la calificacin de inmemorial que hace el cronista oriolano Montesinos en su descripcin de la antigua ermita de la Pursima Concepcin que se hallaba situada en lo que hoy conocemos como Colegio de las Monjas o antiguo Hospital, pues ste, que se construy en el siglo XVII en cumplimiento de la ltima voluntad de la Condesa de Elda doa Beatriz de Corella, esposa de don Antonio Coloma, fue erigido junto a la ermita de la Pursima Concepcin (1) La descripcin que hace Mon tesinos de esta ermita es como sigue: Esta hermosa, capaz y aseada Hermita, dedicada a la Pur sima Concepcin de Mara Ssma. es de tiempo inmemorial; est situada en una de las principales calles de la Villa, con una buena Fuente de agua dulce con tres Caos de bronce, es muy preciosa y antigua, tiene grande aseado Retablo, Sacrista y torre mediana con campana, hermitao y todo lo necesario. Se celebra en ella diaria mente. el incruento Sacrificio de la Misa, y en muchos das del ao (por Devocin de los ,fieles), muchas cantadas y rezadas, junto a ella se halla de tiempo inmemorial el Santo y piadoso Hospital. La campana de esta ermita --tal vez una nueva mejorando la anterior - fue bautizada con gran solemnidad el 8 de septiembre de 1673 recibiendo el nombre de Mara de la Concepcin, con asistencia de representantes del Conde, Clero, autoridades, y personalidades, muestra inequvoca de la impor tancia que tena esta devocin a la Inmaculada Concepcin, a la cual induda blemente se le rendiran cultos festivos especiales en su da, el 8 de diciembre de cada ario. En la antigua iglesia de Santa Ana, destruida en 1937, exista un antiguo altar, con una imagen de la Pursima que se veneraba en dicho altar, que debi ser construdo en el ltimo tercio del siglo XVIII, cuando se realizaron importantes 383 obras de transformacin y ampliacin del edificio, que hasta entonces casi tena las mismas estructuras que la mezquita suprimida en 1528. En el detalle de las obras de mejora interior de la citada iglesia, realizadas por la mitad del pasado siglo, que describe el historiador Lamberto Amat en su obra Elda, no indica que se construyera entonces dicho altar y se adquiriera la imagen, sino que el mismo fue mejorado para darle mayor suntuosidad. El prrafo que se refiere a esto y en el que se hace constar que esta imagen era sacada en procesin, es el siguiente, que reproducimos por su evidente inters para el presente trabajo: Arreglado el crucero con los cuatro altares colaterales, el de la Pursima, del que era Patrono el Sr. Conde de Cervelln, estaba incom pleto por no tener lienzo de la Virgen para cubrir el nicho, y adems la estatua no tena manto, y cuando sala en procesin haba que ponerle uno de la Virgen de la Salud; expuso estas necesidades el Sr Cura al Excmo. Patrono suplicndole atendiera a ellas; ms tardndose la con testacin, tuvieron conocimiento de ello algunas seoras de este pueblo y espontneamente salieron a hacer una cuestacin para atender a objeto tan loable; recogieron 617 reales y 98 cntimos; se compr el manto de raso azul, se bord por algunas seoritas, dirigidas princi palmente por la llamada Dolores Anua y Quesada, y se compusieron la corona y la cabellera de la Pursima. Entretanto contest el Sr. Conde remitiendo 600 reales, con lo cpte se renov la imagen, se pinta ron las andas en lo que se invirtieron 468 y se pint el lienzo de la Vir gen en Valencia por 420; siendo el gasto de todo 1.378,48, (2). Estas mejoras del altar y la imagen de la Pursima debieron ejecutarse entre 1848 y 1849, siendo cura prroco don Gonzalo Sempere y Juan. Del texto repro ducido se extrae tambin la constancia de que el tamao de la imagen de la Inma culada era probablenente el natural, similar al de la imagen de la Virgen de la Salud, ya que cuando era sacada en procesin se le colocaba el manto de sta. Destruida la imagen en 1936, despus de la guerra fue adquirida una nueva imagen que recibi el culto de los fieles en su altar en el nuevo templo de Santa Ana. Antes de que se pusiera en servicio el templo reconstruido, se celebraron cultos y actos religiosos en el Dia de la Pursima en el templo instalado en el Cinema Alczar, junto al Coliseo Espaa, ambos desaparecidos. Estos actos, en 1941, consistieron en los tradicionales Novenarios, Misa solemne y procesin por las calles de la ciudad, con autoridades civiles y militares, miles de fieles y la Banda de Msica. (3) Una vez instaurado el altar de la Pursima en el nuevo templo de Santa Ana, y hasta 1954 en que fue inaugurada la nueva Parroquia de la Inmaculada 384 Concepcin, los cultos en honor de la Pursima fueron celebrados en su forma habitual en la iglesia de Santa Ana, pero desde dicha inauguracin de la nueva parroquia, el 8 de diciembre fue festejado principal mente en la Inmaculada, hacindose solemne novenario en cada una de las dos parroquias en fechas sucesi vas, del 30 de noviembre al 8 de diciembre en Santa Ana y del 9 al 17 de diciembre en la Inmaculada. Estos actos en honor de la Pursima estaban siempre organizados por la Congregacin de Hijas de Mara de cada parroquia, con el visto bueno del prroco correspondiente. Algunos aos se formaron dos procesiones, una de ellas con la imagen existente en el templo de Santa Ana el domingo inmediato anterior al da 8, y otra con la ima gen que guarda la iglesia de La Inmaculada como cabeza de parro quia el dia de su festividad. Esta pro cesin acostumbraba a recorrer las calles en torno a la iglesia, discu rriendo generalmente por Don Qui jote, Vzquez de Mella, Juan Carlos I, Reyes Catlicos y nuevamente por don Quijote a la iglesia, mientras que la que sala de Santa Ana reco rra el tradicional itinerario de las que en aquella poca se hacan en las grandes solemnidades de septiembre. DE LA CONGREGACION DE HIJAS DE MARIA. DE ELDA Actualmente la festividad de la Inmaculada es celebrada por su iglesia, comenzando el dia 7, vspera de la festividad, con la Vigilia de la Inmaculada a las 9 de la noche, finalizando con la celebracin de la Eucarista. Al da siguiente, a las 11 de la maana, tras la Misa cantada por el Coro Parroquial de Mayores, se forma la procesin con la venerada imagen de la Inma culada, que transcurrir por el recorrido de costumbre, dentro de los lmites parro quiales, celebrndose nuevamente la Eucarista a la entrada de dicha procesin al templo. 385 Hay otros motivos, adems de los de carcter religioso que hemos descrito someramente, para que el Da de la Pursima tuviera un relieve especial dentro de las festividades eldenses y esto era que en estos das se celebraba tambin la feria anual que constitua un elemento de diversin para mayores, jvenes y pequeos, los primeros de los cuales cumplan gustosamente la tradicin de feriar a espo sas, novias, hijos, nietos y cualquier otro miembro de la familia por el que se sin tiera especial predileccin. Aunque la Feria se celebraba hace aos del 1 al 13 de diciembre, la fecha de mayor animacin y ventas era la del festivo da ocho, justi ficando as su nombre popular de Feria de la Pursima. Otro punto de inters en dicho da, hoy bastante en desuso por el cambio de costumbres sociales, era el del onomstico de las numerosas Concepciones, Conchas, Conchitas e Inmaculadas que siempre ha habido y hay en nuestro pue blo, lo que daba lugar, en algn tiempo, a serenatas ante la casa de la seora o seorita cuyo onomstico era, por parte de jvenes con bandurrias, laudes y gui tarras, y a los bien provistos convites a los amigos que iban a los domicilios de las Conchas y Conchitas para expresarles su felicitacin. En estos ltimos aos, con la introduccin de nuevas tcnicas de venta en el comercio, se instauraron Das como el del Padre, de la Madre, de los Enamo rados, etc. con los cuales se incentivaba la costumbre de hacer regalos a las perso nas queridas en esos das sealados, encauzando dicha costumbre hacia un obje tivo bien definido con lo cual se lograba un fuerte incremento de las ventas en un da determinado. Asi el 8 de diciembre, da de la Madre Inmaculada de Dios, fue proclamado Da de la Madre, y as fue objeto de intensas propagandas de est mulo comercial durante muchos aos, especialmente en los cincuenta y sesenta. Posteriormente, en fecha que desconocemos se fij para este Da el primer domingo de mayo, mes tradicionalmente dedicado a la Virgen, siguiendo posible mente objetivos de ms ptimo rendimiento comercial y as se sigue celebrando en la actualidad. Tambin las costumbres modernas han infludo en un distinto enfoque de la fiesta del 8 de diciembre, al celebrarse dos das festivos a todos efectos con un solo da de intervalo, lo que hoy se denomina puente, y al que ya me he referido al tratar de la Fiesta del 6 de diciembre, Dia de la Constitucin Espaola, espa cio de tres das --ampliable a cuatro o cinco segn marque el calendario-- y que es aprovechado por numerosas familias para desplazarse a otros parajes y ciudades, e incluso, gracias a los rpidos desplazamientos facilitados por las agencias de via jes, hasta a paises extranjeros. 386 fi l l 1 .., ..... , . 4. i ., , lj ,. fin (diaria Pursima Sin pecado cocebida l ( .1 o tpenaro que a su l ila drc inmaculada consagra la Congregacin de Hijas de Mara en la Iglesia Parroquia! de Santa Ana de esta Ciudad desde el 30 de Noviembre al 8 de Diciembre ( t1110 J950 (31.enine ::: Programa de la fiesta de la Inmaculada Concepcin (8 de diciembre 1950). NOTAS: 1. Josef Montesinos: Compendio de Antigedades dotarlas. tomo XV, cap. 1 1, pgs. 702-703. 2. Lamberto Amat: Elda,. 1873-75.- Edicin facsmil, 1983. Tomo 1, pg. 167. 3. Diario Informacin, Alicante,- 10 diciembre 1941. Crnica del corresponsal de Elda. 387 37* EL AGUINALDO DE LA VIRGEN (25 de Dicembre) Al trazar el bosquejo descriptivo de las fiestas en honor de los Santsimos Patronos de Elda, que tienen lugar anualmente en septiembre, me he referido a la tradicional y secular costumbre denominada El aguinaldo a la Virgen y al sub siguiente Remate o subasta de los artculos y obsequios recogidos entre el vecindario con el fin de ayudar a sufragar, entre todos, los gastos de las fiestas a celebrar (1). Pero era tan curiosa y simptica esta costumbre, hoy ya desaparecida, que se celebraba en el primer dia de Navidad (2), que voy a recoger a continuacin, con mayor extensin, las peculiaridades de la misma, ya que muchos de los lecto res de estas pginas no la habrn contemplado nunca y tal vez ni siquiera han tenido noticias de que haya existido alguna vez. Y para aquellos que an asistie ron a un intento de su restauracin en los arios 1940 y 1941, tambin creo les resul tar interesante por hacerles rememorar gratos recuerdos, tal vez olvidados por el tiempo transcurrido. El sacerdote y poeta eldense don Francisco Maestre Prez public en la revista El Centenario, uno de sus emotivos Cuadros vivos al que titul El remate de la Virgen , que creo conveniente reproducir aqu casi en su totalidad, por constituir un testimonio directo y una descripcin del acontecimiento expresado en forma sencilla y amena, --caractersticas stas que esmaltan y avaloran la prosa y la poesa del buen sacerdote-- que sera absurdo pretender sustituir por unos comen tarios de quien, como el que esto escribe, no conoci personalmente aquella popu lar tradicin eldense en los arios anteriores a 1936, lo que redundara en perjuicio de la autenticidad y vivacidad del testimonio. Veamos, pues, la descripcin que hizo don Francisco Maestre de la popular tradicin del Remate de la Virgen: (3) ...Es el da 25 de diciembre... El da de los aguinaldos, el da grande, el da del nacimiento del Hombre -Dios, hijo de la Madre Virgen. Lucida comitiva, formada por el Clero, la Mayordoma, el Ayuntamiento y gran parte del pueblo, precedida por la Banda de Msica uniformada, parte a las diez de la maana de la Casa Consis torial. 389 Multitud de rapaces, de dos en dos, rompen la marcha lle vando cogidas por las asas hondas espuertas. Y andando, lentamente, la msica va ejecutando alegres baila bles y entretenidos y armoniosos juguetes, un guardia municipal, de tiempo en tiempo, se para y grita con la natural rusticidad de su len guaje: !Arguinaldo a la Virgen! Ya las puertas de las casas por cuyas calles discurre la comitiva, asoman sus curiosos moradores, teniendo preparado el arguilondo. Y all van a recogerlo, cruzando rpidamente de una a otra acera, los rapaces que llevan cogidas por las asas hondas espuertas y jvenes apuestos que reciben magnficas bandejas en sus manos enguantadas. Quien lo da en dinero, quien en especie, quien en un objeto de arte. Y dinero y bandejas primorosamente adornadas conteniendo frescas y riqusimas frutas y preciosos ramilletes de flores naturales, y botellas de licor, y paquetes de cigarros puros, y pastas, y cajas de sor presa y ramos de granadas o relucientes y encarnados pimientos y gruesos melones y descomunales sandas... forman el aguinaldo que los hijos de Elda dan a nuestra Patrona. El mejor racimo de la parra que sombreo el patio de la casa del rico, como el mejor y ms sazonado fruto que el pobre aparcero recoge de sus alquiladas tierras, son cuidadosamente conservados hasta ese dia. As y recogiendo todas estas cosas, se da la vuelta al pueblo, acabando a la hora del medioda la primera parte de esta popular cos tumbre. Luego, a las dos de la tarde, se reanuda empezando en la Plaza la pblica subasta de todo lo recogido. Los invitados previamente a ella ocupan el cuadro de asientos de antemano dispuestos: gran nmero de postores y curiosos invaden la plaza; los balcones de las casas vecinas a manera de grandes canas tillas de flores, aparecen cuajadas de jvenes hermosas que lucen ricos y vistosos atavos. La Banda de Msica deja oir sus armnicos com pases, y en medio de todo este bello conjunto se escucha una voz que gritando dice: Cuanto daremos. Y todas las miradas convergen al punto de donde ha salido la voz; y tras una breve pausa, se sigue oyendo: Una peseta... Dos... Dos pesetas... Nueve reales... Nueve rea les... Nueve... Diez... Diez reales.. Diez reales a la una... A las dos!... Diez reales..! No hay quien d ms! A las tres, diez reales! Lo subastado ha sido un pan de pasta dulce que el subastador regala a un pobre que a su lado se encuentra mirndole con avaros ojos, y el cual, rebosando alegra, marcha a su casa a compartirlo con su mujer y sus hijos. Es que en aquel les lleva el aguinaldo. Que sta es la bella y plausible costumbre de los subastadores: regalar muchas de las cosas subastadas a los pobres que les rodean. 390 Aleatle Pted/iCiPA/de Cid &Cd441.U.17,fAl141 ilywntamem,ta de /ida eUta dalnaCa de la mUlna, R0e. Jiz. Ya4, 1 y despu de felicitarle e las presentes Navidades, le suplican una limosna para el Aguinaldo a la Virgen destinado a la reconstruccin del Templo. Aconsejando las circunstancias actuales la supresin del tradicional Aguinaldo y consiguiente Remate, la Junta crey oportuno sustituirlos por un obsequio entre sus limosneros de una Mquina de es cribir Hispano Olivetti nueva y una Bicicleta para seorita, del que le adjuntan J 1 7 papeletas. 7a144 )aldne2 yel44 ja cAmd Maybulwz agradecen a Vd. su desprendimiento. Elda, Diciembre de 1944. Saluda del Alcalde de Elda y prroco de Santa Ana solicitando una limosna para el Aguinaldo de la Virgen. 391 Y la msica sigue amenizando aquel acto hermoso y el algua cil gritando Cuanto daremos y los postores pujando... y los pobres siendo obsequiados y llevndose a sus casas efectos del argui lando de la Virgen, y la Virgen misma gozando desde el cielo al ver aunados por ella y para ella, a todos sus hijos, rivalizando en testimo niar con su largueza el grande amor que le tienen y el entusiasmo que sienten por honrarla con solemnsimas fiestas, a cuyo fi n se destina el importe total de todo lo subastado y recogido. Bendita sea esta aeja costumbre, bendito este bello cuadro al que todos dan el nombre de El remate de la Virgen. As se haca en 1903, cuando se escribi esta hermosa pgina de la litera tura local, y as debi continuar algunos arios ms, pero no muchos, porque en 1933 Maximiliano Garca Soriano tena que escribir, en su nostlgico recuerdo a las fiestas idas --l, tan eldense aunque fuera yeclano de nacimiento, que tan inten samente vivi las costumbres populares y las tradiciones eldenses, y escribi sobre ellas jugosos y breves versos--: ...Desapareci el Remate. tan eldense y singular, la fi esta por excelencia, que es hoy recuerdo no ms... (4) No creemos que esta desaparicin del Remate de la Virgen, aunque cons tatado en 1933, fuera como consecuencia de la llegada de la Repblica, con su declarado anticlericalismo, imperante igualmente en los primeros ayuntamientos republicanos eldenses, sino que como se deca en el artculo sin firma El agui naldo de la Virgen (5), en el que se describe cmo eran estos Aguinaldo y Remate en 1940 y 1941, era una costumbre propia de tiempos en que Elda era ms pequea y por ello tanto ms unida a las tradiciones transmitidas de genera cin en generacin; una Elda muy distinta a la poblacin fuertemente industriali zada, con amplias y modernas barriadas, habitadas en su mayor parte por trabaja dores llegados de poblaciones y regiones lejanas y que aunque en una generacin se convertan en eldenses tan legtimos como los de rancia raigambre, no podan tener un cario y un respeto a unas costumbres y unas tradiciones que no eran las suyas. Por este motivo y estas circunstancias sociolgicas no creemos que el Aguinaldo de la Virgen se mantuviera muchos arios despus de que el cura Maestre Perez lo describiera de forma tan real. En el infructuoso intento de restauracin de antiguas costumbres popula res eldenses que despus de finalizada la guerra civil se llev a cabo --creemos que slo en 1940 y 1941, tal vez tambin en 1939-- se organiz nuevamente la recogida de El aguinaldo ala Virgen. Muchachos y muchachas, cada pareja con un capazo cogido por sus asas, recorran las calles, como haban hecho sus abuelos y abuelas, recogiendo lo que cada vecino quena dar, que no poda ser mucho en aquellos aos de privaciones por las secuelas de nuestra guerra y la imposibilidad de importar alimentos por las dificultades del conflicto que ensangrentaba a Europa, 392 El acto del Remate o subasta se haca en el Teatro Castelar, con el esce nario, palcos y plateas profusamente engalanados con banderas, colgaduras, fl ores y otros adornos. En el escenario se hallaban las autoridades y Mayordoma de Fiestas en una mesa a un lado, y al otro lado, sobre otra larga mesa, se mostraban las viandas y obsequios que se iban a rematar. Por los laterales, poco o nada visibles, los nece sitados que recibiran los artculos alimenticios para, por mediacin de la Virgen de la Salud tener en su hogar una mesa algo ms apetitosa y provista en los das de Navidad. Tras la invitacin del subastador, se cruzaban las pujas por los artculos ofertados, saltando entre estas ofertas algunas encaminadas a poner en evidencia ante el pblico a personas de calidad, pujando, por ejemplo, cuando se haba adju dicado una toa o algo parecido, para que algn importante fabricante o perso naje notable de la ciudad se la comiera alli mismo. La puja adquira un nivel de fuertes cantidades, el uno por que se la comiera y el otro por no hacerlo, con lo cual se lograba con creces el objeto del Remate al incrementarse fuertemente las cantidades ofertadas. Tambin se hacan parecidas pujas con las cajas sorpresa que igual podan contener un bonito obsequio que una raspa de sardina, una patata o cual quer otro artculo sin valor, puesto all para broma. En este caso las pujas y force jeos a base de subir las apuestas eran para que el personaje abriera o no la caja, con el posible chasco si el contenido era de burla o de poco gusto. La expectacin y anhelo con que las gentes necesitadas esperaban a ver su aguinaldo en alimentos para sus hijos era patente en la alegra con que reciban los artculos pujados. Antonio Porpeta Romn, excelente escritor an antes de ser el laureado poeta Antonio Porpetta, describi estos instantes, recogiendo un emocionante aspecto del mismo: Una bandeja de pastas surtidas ha sido pujada en cincuenta pesetas, despus de enconada controversia. Ordena el triunfador que sea entregada a una mujer famlica que lleva un nio en brazos. Antes de que la madre cogiera la bandeja, ya el nio haba extendido la mano abierta como una estrella y apresando un rollico lo devoraba con delicia. En muchos rostros haba risas y lgrimas a la vez... (6). No puedo precisar si en los arios 1942 y 1943 se realiz este acto, pero s que en 1944 ya no se celebr, de lo que da f el B. L. M. que el alcalde D. Jos Mar tnez Gonzlez y el Cura Prroco de Santa Ana, D.Jos Mara Amat Martnez, dirigieron a industriales, comerciantes y personas de profesiones liberales, supli 393 cndoles una limosna para el Aguinaldo de la Virgen, por aconsejar las circuns tancias actuales la supresin de dicho aguinaldo y consiguiente Remate , susti tuyndolo por un sorteo del que remitan una cantidad de papeletas, variable segn la importancia econmica del destinatario (7). El B.L.M. estaba fechado en diciembre de 1944. Y ya no se volvi a celebrar ms esta tpica costumbre eldense, pasando, como otras tantas, a ser relegada al bal de los recuerdos y de las tradiciones ca das en el olvido, NOTAS: 1. Captulos Las fiestas Mayores de Elda. Septiembre y Navidad en esta misma obra. 2. As se haca siempre, segn los testimonios de Lamberto Amat y Francisco Maestre en los textos reproducidos en esta obra, pero en la restauracin del Aguinaldo y Remate, celebrada en 1940 y 1941 se realiz este acto en el segundo da de Navidad, segn el artculo citado en la nota 5 de este captulo. 3. Revista El Centenario. Elda, 1903. Diciembre. 4. Maximiliano Garca Soriano: Las fiestas (prosa rimada).- Rey. Albor, nm. 1. Elda, septiembre 1933. 5. Semanario Valle de Elda. Nm. 382,21 de diciembre de 1963. 6. Antonio Porpeta Romn: Visin lrica de Elda.- Revista Alborada. Elda, septiem bre 1956. 7. Grabado incluido en este captulo. 394 , . /5 . 10 1 , 1 . 4111111 5 11 11 114.1 . 0Ilv ! 4, 1, 11 11 1 114flirlb +.1 1 11141 i 11 114 1011 -, 1,7..g *114 -7 , .. f .s + fi, uf. j , !, 1 #1111P (1. 4r. 411 ik I Ir v , 1 ( iii , II , - -11 ry fil f -,4 0; - .4 I, .. ,.1.- t 1 Ilk 1 4 , . -...-_ Uno de los tradicionales Belenes que se instalaban en los hogares eldenses en las Fiestas de Navidad. 38* DE NOCHEBUENA A AO NUEVO, PASANDO POR LA NAVIDAD, INOCENTES Y NOCHEVIEJA El tiempo de Navidad lo constituye, como es bien sabido, un perodo de dias en los que la Cristiandad celebra el nacimiento del Nio Dios, inicindose con la Nochebuena y finalizando con la Adoracin de los Reyes Magos al Nio Jess. Cada pas da a estos das unas caractersticas propias, dentro del espritu religioso de las normas que fijan las Iglesias respectivas, tampoco unnimes en los actos en conmemoracin de estas faustas fechas. Y dentro de estas variaciones que le dan personalidad a las fiestas de una a otra poblacin, an del mismo pas, se cuentan tambin las modificaciones que el transcurso del tiempo introduce en los hbitos pblicos, constituyendo todo ello un interesante mosaico de las costumbres tradicionales de cada pueblo. 395 Elda, como tantas otras poblaciones, es un vivo ejemplo de estas mutacio nes en sus fiestas tradicionales, como en estas pginas se ha podido comprobar, y por ello considero importante recoger en este trabajo la forma en que nuestros antecesores celebraban las fiestas navideas y cmo se realizan en la actualidad, con unos usos, costumbres y caractersticas que probablemente el paso del tiempo haga tambin desaparecer o modificar profundamente. Algo hay, no obstante, que el tiempo no ha cambiado, aunque s, lamenta blemente, su escenario. Nos referimos a la Misa del Gallo que se celebra en la noche del 24 de diciembre en todas las iglesias cristianas, vspera de la Navidad, y que no ha experimentado en su celebracin cambio alguno. Lo que s ha cambiado, en Elda, es el lugar donde se realizaba, que hasta 1935 fue bajo las magnficas arca das de nuestro antiguo templo parroquial, ornadas de abundantes obras de arte y junto a las suntuosas capillas donde se guardaban como joyas preciosas las imge nes de los Santos Patronos de Elda, llegados a principios del siglo XVII y rodeadas de los altares, capillas, imgenes, tallas, esculturas, pinturas, cuadros y dems obras artsticas con que la esplendidez y religiosidad de generaciones de fieles enrique ci a la antigua iglesia a lo largo de los siglos desde 1528 en que se fund. Desaparecido aquel templo con todos sus tesoros, hoy la Misa del Gallo cuenta con otro grandioso escenario como es la nueva iglesia de Santa Ana, levan tada toda ella de nueva planta... pero no es aquella inolvidable iglesia de nuestros mayores. No ha variado la gran asamblea de fieles a dicha celebracin litrgica, des pus de terminada la copiosa cena de Nochebuena que antes como ahora cele braban las familias, reunidos todos sus componentes ante la bien provista mesa y con las llamas del hogar iluminando y dando calor a todos los rincones de la estan cia, en la que no faltaba el Beln navideo. La fiesta de Navidad, realmente, daba comienzo en la maana del dia 24, con la presencia en las calles de bandadas de nios y nias vestidos de pastores y pasto ras algunos y con ropas viejas de sus mayores otros y otras, usando chaquetas, faldas, sombreros y dems prendas que por lo general les venian grandes, dndoles un gra cioso aspecto. Iban por parejas, llevando capazos o cestos para recoger el agui naldo que les daban los vecinos, mientras los pequeos cantaban villancicos acom paados por los clsicos instrumentos usados en estas fechas, como panderetas, zam bombas, matracas, castauelas y otros, a los cuales no se les peda mayor musicalidad que la de hacer ruido. El vecindario corresponda con mayor o menor generosidad con los pequeos, llenando sus capazos con cascaruja (castaas, nueces, bellotas, almendras y otros frutos secos), pastas, rollicos de ans o de vino, alguna toa, o frus leras parecidas, asi como con moneditas de cobre o de plata de escaso valor. Lo ms entraable del da, y que con mayor fuerza se grababa en las men tes de los nios era el ambiente de las hogares con la preparacin y disfrute de la 396 La escena de la apuesta del Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real, a finales de los arios cincuenta. (Foto CARLSON) cena de Nochebuena. En algn lugar destacado del comedor se haba instalado el tradicional Beln, compuesto simplemente por las figuras del Nio, la Virgen, San Jos y el buey y la mula en el pesebre, o con la gran panormica de un amplio pai saje con el castillo de Herodes al fondo, el ro de papel de plata o espejo donde lavaban la ropa las mujeres, el redil en el que los pastores reciban la visita del ngel anunciador del milagro de la Navidad, las mil figuras diversas de labriegos, casitas modestas, molinos, puentecillos, arbolitos, corderos, gallinas y, a lo lejos, los Reyes Magos guiados por la estrella prodigiosa, figuritas stas ltimas que cada maana eran adelantadas acercndolas hacia el pesebre donde realizaran su ofrenda de oro, incienso y mirra en el da de Reyes. Y todo ello rodeando la cueva establo donde se hallaba la Sagrada Familia. Para los nios, aquellos eran los momentos ms hermosos de las Navidades y que con mayor emocin recordaran arios ms tarde cuando en su propio hogar reuniran a sus pequeos hijos en torno al mismo Beln ante el cual ellos se exta siaban en su ya lejana infancia. Contribua a hacer ms acogedor, ms grato y misterioso el ambiente, el danzante fuego devorando los troncos de olivo o de carrasca y los delgados sar mientos en el amplio hogar desde el cual irradiaba el calor a toda la estancia, 397 Una de las costumbres que ms satisfaccin produca a la familia era la pre paracin del llamado turrn de rosas, consistente en granos de panizo separados de su mazorca y expuestos al fuego que como consecuencia del fuerte calor se abran, formando como una pequea rosa blanca, y estallando con un fuerte ruido al tiempo que saltaban en el aire. A veces se ponan puaditos de granos cerca de las brasas para gozar del espectculo de los saltos y estallidos formndose las rosas blancas, y otras veces, cuando se quera utilizarlas para el turrn, se ponan los gra nos en una sartn bien tapada. Acercada al fuego con los granos dentro, pronto se producan los estallidos de los granos al abrirse, como una fuerte traca que provo caba la algazara de la chiquillera y la satisfaccin de los mayores al contemplar el espectculo, que prosegua hasta que todas haban estallado dentro de la sartn, movida rpidamente en el aire para que no se quemasen los granos y saltasen ms, Despus, unas se ponan en un plato en la mesa para irlas comiendo a la vez que la cena y con otras se haca el popular y familiar turrn de rosas, cuyo pro cedimiento explic Mara Josefa Anaya en un interesante artculo (1) cuyo conte nido es como sigue: ...Despus se pona al fuego un gran perol de barro con arrope (del que se haba hecho en las casas con mosto de uvas) y cuando her va se echaban las rosas y almendras.., luego se volcaba en una tabla humedecida y se aplastaba con un rodillo o maza del mortero y al enfriarse se cortaba en trozos, que comamos como el ms rico de todos los manjares... La cena, en la generalidad de los hogares eldenses, no revesta gran aparato, no tenan --salvo excepciones-- el pavo tradicional como principal protagonista de los manjares de gran prestigio que hoy son habituales en mesas incluso modestas. Eran platos sencillos, suculentos y alimenticios, a los que daban escolta la casca ruja , el vino, el vino dulce o el ans para los dulces, las pastas caseras, los clsicos rollicos de ans o vino y, como seores de la cena, los turrones, entre los que des tacaban los dos clsicos, tradicional y popularmente conocidos como el blando y el duro o sea respectivamente los denominados de Jijona y de Alicante, com prados en las paradas que los turroneros jijonencos levantaban en la Feria, en el mercado de la Plaza de Arriba, o en las confiteras de la localidad. En cuanto a las bebidas, en los hogares a que nos estamos refiriendo, eran las acostumbradas para la cena, o sea el vino comn y el agua o la gaseosa embo tellada, refresco anterior a la despus tan extendida Casera. Slo para acompa ar a los dulces se sacaba la mistela o el ans, a los que arios ms tarde, ya con la elevacin del nivel de vida por los arios sesenta, se aadi la botella de sidra o incluso el champn de las cavas catalanas. No obstante lo dicho ms arriba, tambin haba familias, bastantes, de eco noma media, que gozaban del tradicional pavo de Navidad, pero no para la cena 398 Ario 1950. Representacin del Tenorio, con el rol de Jos Rico Prats en D. Ins, y Emilio Rico en Don Juan. (Foto CARLSON) El Seor DON JUAN TENORIO o DOS TUBOS UN REAL Humor eldense en la Fiesta de los Santos Inocentes. Don Emilio Rico Albert (1890-1977), autor de la paroda. Escena de la apuesta en la representacin de 1989. (Foto ERNES) 399 de Nochebuena sino para la comida del dia siguiente, 25, que era la comida ms importante en cuanto a cantidad y calidad de las citadas, considerada como un fes tn del cual era goloso remate las pastas, los turrones, los aljfares, mantecados y dems prodigios de la confitera junto con las bebidas antes referidas. Algunas semanas antes de las Navidades venan a Elda los paveros, que recorran las calles llevando delante de s la manada de pavos y anunciando con un sonsonete especial su presencia. Bastantes eran las familias que adquiran un pavo para la Navidad, sea a estos vendedores ambulantes o en el mercado de las plazas de Abajo y de Arriba --y desde 1945 en el Mercado de Abastos-- donde tambin se ofrecan estas apetitosas aves. En el tiempo que mediaba hasta la Navidad, el pavo era un husped bien alimentado, incluso cebado, hasta que le llegaba la hora de su sacrificio, reali zado generalmente por las amas de casa, sirviendo su gustosa carne no solo como manjar principal de la mesa del da de Navidad, acompaando al bien pro visto cocido y a las fasiuras o pelotas de relleno, sino para varios dias ms de las fiestas. Una vez concluida la cena de Nochebuena, bien amenizada por el canto de los populares y tradicionales villancicos por parte de nios y mayores, con el acompaamiento de los instrumentos musicales navideos ya menciona dos, los mayores finalizaban el da concurriendo a la tradicional Misa del Gallo en la iglesia de Santa Ana, con las amplias naves del templo abarrotadas de fie les. Lamentablemente, tambin en estas fiestas de tan profundo sentido humano, familiar y piadoso, se escuchaban las voces disonantes de aquellos que convertan la fiesta en excusa para borracheras, pendencias y alborotos en las calles, lo que ya en 1969 provocaba comentarios en la prensa como ste: Es triste, pero cada ao ms, la Nochebuena de nuestras ciu dades encuentra mejor acomodo periodstico en la crnica de sucesos que en la de efemrides gozosas como por su hondo contenido divino y humano merece. La Nochebuena, que es la fi esta familiar por exce lencia (...) tiene una prolongacin --una sobremesa-- que hace escar nio del significado de la noche, como esa costumbre de ir grupos reco rriendo las calles escandalizando, entonando canciones a menudo groseras y zafias y, cuando ms, vulgares tonadillas, gritando a ms y mejor, voceando a los otros paseantes y todo hasta bien entrada la maana del da siguiente. Y no solo es el escndalo callejero, sino las gracias de que hacen alarde los gamberros como daar de diversas maneras los coches aparcados, romper el telfono pblico de los taxis, sacar papeleras de su emplazamiento y hacer otros mil alardes de inci vismo... (2) 400 Y este lamentable colofn de la Nochebuena no era cosa del tiempo moderno, porque ya en su Recuerdo de las fiestas, escrito por Mara Josefa Anaya se aluda a sto al recordar que los nios no asistan a la Misa del Gallo (3) ...ya que deca mi padre que haba personas que esa noche se emborrachaban y no se deba salir de casa. Al da siguiente, da de Navidad, tena lugar la celebracin de una antigua costumbre eldense conocida como El aguinaldo de la Virgen, seguida de El Remate, que por sus caractersticas y la extensin del trabajo dedicado a descri birla, he preferido constituirla en captulo aparte precediendo al presente. Un rpido vistazo a algunos de los aspectos peculiares de esta festividad nos lleva a recordar que la tradicin de los belenes, a los que ya me he referido en su sentido hogareo, tena una manifestacin pblica muy importante en los aos cincuenta al setenta del presente siglo XX, aunque sin llegar en su espectaculari dad a poder compararse con los tan famosos de Tirisiti en Alcoy y de Parra en Novelda. Las Hermanas Carmelitas solan montar un Beln de gran extensin, nmero de figuras y pintorescos y curiosos detalles ornamentales, en los edificios donde prestaban su benfco servicio asistencial y docente, esto es, en el Hospital Municipal de la cuesta de Santa Brbara, ya desaparecido, y en el popularmente conocido Colegio de las Monjas, en la placeta del mismo nombre, tambin desa parecido en su funcin colegial aunque subsiste el edificio, ambos muy visitados y elogiados todos los aos. Desde mediados de los sesenta, las Monjas Carmelitas crearon un hermoso y amplio Colegio de Segunda Enseanza junto a la Ciudad Vergel, y es de supo ner que habrn continuado en el mismo la costumbre de instalar un hermoso Beln en las fiestas navideas. En casas particulares tambin se construan artsticos belenes, algunos de los cuales ocupaban una habitacin completa de una casa del barrio del Progreso, con cerca de 16 metros cuadrados, con sus ros, molinos con movimiento de aspas, cas tillo de Herodes, casas de pastores, rebaos, comitiva de los Reyes Magos siguiendo a la estrella, pesebre con la Sagrada Familia y multitud de figuritas de barro pin tado dndole ambiente, todo ello muy iluminado en los lugares adecuados, recor dando como uno de los ms extensos y de buen gusto el instalado por la familia Viern ocupando una habitacin completa de su casa del Progreso, sita en la calle del 18 de julio, hoy Prncipe de Asturias, casi esquina a la de Juan Carlos I. La Concejala de Fiestas convocaba por dichos aos un concurso de Naci mientos al que concurran numerosas familias, rivalizando en la realizacin del 401 ms bonito pesebre navideo, y los que era posible visitar, convirtindose esta Visita a los belenes en casi un nmero tradicional de las fiestas. Tambin durante algunos aos se coloc en el ensanche ante el Mercado Central un Beln monumental, en el que en Navidad y Reyes se representaban en vivo escenas del Nacimiento, como la Adoracin de los pastores y la llegada de los Reyes Magos al Portal. A partir de las Navidades de 1939 se iniciaron las Campaas de Navidad, en las que organizaciones caritativas parroquiales o asistenciales realizaban colec tas pblicas para hacer llegar a familias necesitadas lotes de alimentos para estos das, entre los que se incluan el tpico turrn y pastas para que pudieran partici par de alguna manera en el ambiente de alegra general de los das navideos. Auxilio Social y Accin Catlica en los primeros aos, y Caritas ms tarde tuvie ron a su cargo esta generosa accin en beneficio de los ms humildes de nuestro pueblo. En los inviernos de 1941 y 1942, trgicos inviernos durante los cuales miles de espaoles enrolados en la Divisin Azul se helaban en las estepas nevadas de Rusia, esta Campaa de Navidad se destin a enviar prendas de abrigo y alimen tos, tabaco, licores, turrones y otros artculos a los divisionarios, entre ellos bas tantes eldenses, pero no por ello dej de atenderse a las familias necesitadas de la poblacin a las que se les entregaron los habituales lotes de alimentos. Hoy, prcticamente ha desaparecido la costumbre del Aguinaldo, que exceptuando el crculo familiar ya apenas ni se solicita ni se entrega. Pero hace aos era una verdadera nube de tarjetas navideas solicitando el aguinaldo con unos versos que generalmente revelaban la escasa o nula capacidad versificadora de quienes los pergeaban. As, el cartero, el barrendero, el basurero, el vigilante nocturno (o sereno) y algunos otros presentaban sus tarjetas esperando la ddiva ms o menos generosa para tener su paga extraordinaria de Navidad, pues entonces no estaba incluido este ingreso extraordinario navideo entre los habe res que se perciban, como ocurre hoy. Recurrimos nuevamente, para dar mayor exactitud a lo que aqu se apunta, y de paso hacer llegar al lector de los aos dos mil algunas de las innumerables coplas o romances que el popular versificador Maximiliano Garca Soriano dej por centenares en los peridicos y revistas eldenses de su poca, a copiar parte de un Romance de la Semana que con la firma El Romancero public en 1914 en El Adalid, sobre el tema del aguinaldo, no reproducindolo ntegro por su extensin: En Elda en ese sentido progresamos... progresanios... que aqu relativamente 402 nos piden a todo trapo en Bares, en el Casino, en el Caf, en los Teatros, en los Cines, en la Plaza, en La Granja, a donde vamos, y no nos queda el recurso que en Madrid da resultado que es encerrarse en casita y no abrir por ms porrazos que aticen los pedigeos en la puerta, piso o cuarto. En Elda ay...! no se puede evadir ningn sablazo, lo mismo que ests en casa, en la fbrica, en el campo, en la Redaccin o yendo en el coche de Sandalia en el tren, dentro del tnel, y an habindole pasado... an marchando en automvil o ascendiendo en aeroplano y no nos piden la Biblia por no tenerla en las manos. que en el pedir somos frailes sin poder ya remediarlo. La lista de pedigeos, transcribo aqu de este ao, si alguno no figurase, mi olvido es involuntario. que me perdone la falta porque yo... le he perdonado. Camareros del Casino, Cafs y Bares (son tantos! los Carteros, los Serenos, y los Mozos ferroviarios, los Repartidores nuestros que tambin se han contagiado, Peluqueros, Peinadoras, Sepulturero, Monago, Campanero, Planchadoras, los de Luz -Elda (empleados) Lavandera, Betunero, Gaspar el ciego, Ordinarios, tambin los Municipales, Dependientes y Criados, 403 el Panadero, el Cabrero, los que conducen los carros de transporte, los sobrinos, primos, parientes, ahijados. Nios que mandan sus Padres, sin vergenzas, postulando... y por si fuera esto poco, el bru...sco aguador Fenano, ya ha hecho tarjetas con versos fi rmndose Don Fernando. (4) En este aspecto es curioso recordar una costumbre que hubo por los arios cincuenta, cuando debido al incremento del nmero de vehculos y por consi guiente de la circulacin, as como por el peligro que representaba la curva en ngulo cerrado que formaba el final de la calle de Jardines con el inicio de la Ave nida de Chap, entonces carretera general de Alicante a Madrid, se determin poner un guardia urbano permanente, con su uniforme azul oscuro y el casco blanco para mayor visibilidad. Realmente eran muy frecuentes los choques en aquel punto, as como los atascos en el mismo lugar por los autobuses y grandes camiones que necesaria mente deban circular en las dos direcciones por tan estrecho y anguloso sitio. Aguinaldo de Navidad a los Guardias Urbanos.1971 (Calle Mdico Beltrn con Jardines) Foto CARLSON. 404 La esquina tom desde entonces el nombre de la esquina del guardia, y en las Navidades se vea llena de los obsequios que conductores de vehculos deja ban al guardia de puesto, en forma de botellas de champn o de sidra, coac, y otras bebidas, turrones, embutidos, dulces y otros artculos que, amontonados tras el satisfecho guardia, formaban un vistoso conjunto de vituallas que despus sera repartido entre los miembros de la Guardia Municipal. Esta costumbre desapareci al producirse la desviacin de la carretera e implantarse el servicio de semforos, lo que hizo intil la presencia del guardia, pero mientras dur, la estampa del guardia urbano, rodeado de los regalos de Navidad, fue un grato espectculo ms en las fiestas eldenses. Como nota de que no siempre se contemplaron estas fiestas con el espritu de alegra por la significacin religiosa de la misma y por su feliz celebracin en el hogar familiar, queremos recoger una alusin pesimista a la fiesta, introducida por el versificador Maximiiano Garca Soriano, dentro de su repaso rimado a las fies tas presentes y pasadas de su poca, cuando se public este trabajo en 1933, y que deca as: Se ha ido tambin transformando la fi esta de Navidad; no se hacen turronadas ni hay cocinas amplias ya; desapareci el Remate tan eldense y singular, la fiesta por excelencia que es hoy recuerdo no ms... (5) Tal vez aquellos tiempos registraron unas dificultades extremadas para la exteriorizacin de las tradiciones religiosas y entre ellas la de Navidad, pero no creemos que en la intimidad de los hogares dejara de celebrarse, con ms o menos intensidad y calor, la tradicional cena de Nochebuena y conmemoracin de la Navidad, con la natural excepcin del perodo de las Navidades de 1936 a 1938 en que los trgicos acontecimientos que se vivieron en Espaa interrumpieron dra mticamente la continuacin de las antiguas costumbres y tradiciones. Como en este trabajo hemos intentado recoger las fiestas que se celebraban en aos pasados en nuestra ciudad e igualmente las que hoy permanecen, dando cuenta de la forma que actualmente adoptan las mismas, como crnica de mi tiempo, considero interesante resaltar algunas de las variaciones que la fiesta de Navidad ha introducido ltimamente, que si bien no varan grandemente la manera tradicional de su celebracin s introducen elementos nuevos propios de los tiempos que corren. Nos referiremos en primer lugar a la implantacin progresiva y hoy ya defi nitiva del rbol de Navidad en los hogares eldenses, influenciados por las imge nes del cine americano y la televisin en los que tanto el abeto del Norte como el Pap Nol de las grandes barbas blancas y el traje rojo con vueltas de armio son los protagonistas dominantes de la Navidad. 405 Apenas hace cuarenta arios de la fecha en la que escribimos estas lneas, que la presencia de rboles de Navidad en los hogares eldenses era comentada como una novedad en las pginas del semanario local Valle de Elda , con este comentario que tenda a justificar su instauracin, no favorablemente aceptada por muchas familias: Las familias se reunieron en torno a los belenes -- unos senci llos, otros complicados y fastuosos-- as como junto al caracterstico rbol de Navidad, que cada vez se introduce ms en nuestras costum bres navideas, sin que pueda mantenerse seriamente la antigua tesis de su falta de catolicidad, pues si bien su origen es nrdico no tiene representacin ni significacin alguna contraria a la fe catlica. Por otra parte, su decoratividad es innegable y hace muy buen efecto junto a la sencilla y rstica escena del Beln... (6) Efectivamente, la pugna entre el Beln y el rbol de Navidad la gan el sen tido comn, con la colocacin de los dos elementos navideos en los hogares eldenses, con la tambin progresiva introduccin de la costumbre de hacerse rega los de Navidad entre los miembros de la familia, bajo el verde follaje del rbol profusamente engalanado con espejeantes bolas. caprichosos adornos y las velitas encendidas que tan admirable efecto hacen en el hogar. La gastronoma navidea tambin ha experimentado una gran variedad. con la introduccin de elementos culinarios que antes solo figuraban en las mesas de familias opulentas y ahora, con la popularizacin de los congelados, precocina dos y del amplsimo surtido de supermercados e hipermercados, pueden adqui rirse fcilmente, para lo que es una importante ayuda la percepcin de la ya insti tuida e irrenunciable paga extraordinaria de Navidad. As el pavo, las piernas de cordero, la langosta, langostinos, mariscos y pesca dos selectos son ya parte integrante de las cenas de Nochebuena y comidas de Navi dad, junto con la ya tradicional e inexcusable presencia de los famosos turrones, confites y las bebidas diversas entre las que es absolutamente indispensable el bur bujeante champn o la ms modesta, pero tambin muy apreciada, sidra espumosa. Las calles reciben mayor ambiente navideo con la instalacin del alum brado extraordinario en las vas principales, con adornos luminosos alegricos a la fecha, a los que se unen los motivos navideos que los comercios introducen en sus escaparates y fachadas, contribuyendo as a la ms amplia generalizacin del ambiente navideo. Una iniciativa de la red comercial del centro, inaugurada el ya pasado ario 1989, llenaba las calles principales de los entraables sonidos de los villancicos, pero la insistencia en los mismos, la repeticin machacona y el volu men dado a los altavoces levantaron ms protestas que aplausos, por lo que esta iniciativa tuvo que suavizarse mucho, sin dejar por ello de escucharse la musica tradicional navidea en cada establecimiento, como fondo musical agradable al 406 ambiente general. Junto a estos intentos de dar mayor ambiente navideo a las calles cntricas, promovidas por los comerciantes, como hemos indicado, se not en 1990 por primera vez con tal profusin, la presencia de numerosos Paps Nol, con su tradicional atavo, el vestido rojo bordeado de armio, el gorro rojo con borla blanca, las botas altas de nieve y las barbas blancas y el saco al hombro, lleno de paquetes simbolizando los regalos de Navidad que trae para los nios. Hasta hace poco, solamente se haba visto algn que otro Pap Nol viviente, ante las puertas de algunas jugueteras para atraer la atencin de nios y padres, al igual que las vsperas de Reyes se colocaban grandes Reyes de cartn a la puerta de los establecimientos, como buzn para que los nios depositaran sus cartas a los Magos. Esta llegada de muchos Pap Nol a las calles eldenses hace parecer a estas, salvando las distancias, las calles cntricas de ciudades norteamericanas que hemos visto en tantas pelculas de antes y de ahora, con numerosos Paps Nol por las calles, con gesto bondadoso y la alegre campanilla sonando intermitente mente. Por lo ocurrido con otras innovaciones, se podra asegurar que lo que aquel ao fue una novedad, quedar definitivamente incorporado a nuestras costumbres navideas. Las Navidades de 1990 han visto tambin afianzarse la novedad de salir dis frazados en Nochebuena, despus de cenar, a pasear por las calles y entrar y salir en lugares de diversin, luciendo trajes alquilados representando los ms dispares --o disparatados-- personajes caractersticos de la fauna humana y zoolgica, al igual que se hace en Carnaval. Esta inslita incorporacin del disfraz a la fiesta navidea fue resaltada a cuatro columnas por el diario La Verdad (7) con estos titulares, sealando en el texto que sto se haca desde haca unos cuatro o cinco aos, o sea desde 1985 o 1986: La costumbre de disfrazarse tras la cena de Navi dad, una nueva tradicin en la ciudad.- El 99 por ciento de alquileres de trajes en la provincia en estas fechas se producen en Elda y Petrer. Esta costumbre ha ido decayendo en los ltimos aos, pudindola dar como extinguida en los aos finales del siglo XX. Hasta ahora se realizaba de forma indi vidual o de grupos de amigos, pero dada la gran aficin existente en esta poblacin a las fiestas, no nos habra extraado que sto fuera a ms y se hubiera convertido al final en una especie de Carnaval navideo con gran participacin popular. Otra costumbre navidea que ltimamente se ha introducido en nuestra poblacin, al mismo tiempo que en toda Espaa, es la de enviar tarjetas de felici tacin y buenos deseos de felicidad y prosperidad, la popularmente denominada Christmas como se la conoce en los paises anglosajones que fueron sus inicia dores, La extensin de esta costumbre ha creado verdaderas pequeas obras de 407 arte, que ocupan destacado lugar en los Museos de Artes Grficas, y en las que se recogen los usos y costumbres de la sociedad humana. En Elda no solo se realiza el intercambio de las clsicas tarjetas, decoradas con motivos navideos y artsticos, sino que anualmente se celebraba un concurso de dibujos de tarjetas de Navidad, dirigido a los escolares, en el que participaban cientos de nios y nias, acentuando en ellos el espritu de la Navidad y la pre sencia en l de estas bonitas estampas que tanta ilusin producen. EL DIA DE LOS INOCENTES Y EL SEOR DON JUAN TENORIO. Aunque el da 28 de diciembre no es da festivo por s mismo, s es un da sealado en el que era costumbre gastar sencillas e ingenuas bromas como la de pedir una pequea cantidad de dinero para una tambin pequea necesidad inme diata y al recibir el prstamo prorrumpir entre risas con un descarado Que te lo devuelvan los Santos Inocentes! Cosas parecidas se hacan durante todo el da y algunos escarmentados andaban tan recelosos de ser vctimas de alguna de estas bromas que no hacan caso a nada que pudiera ser motivo para embromados. Una pintoresca sociedad --banda se le podria decir ms bien, ms cono cida como Los Indios-- que hubo en Elda por los aos veinte rayando en el treinta, realiz algunas inocentadas que fueron el regocijo v la comidilla de todo el pueblo y motivo de cabreo para los chasqueados e incautos que cayeron en la trampa. Una de estas inocentadas fue el anuncio de que se iba a realizar la hazaa de atravesar el pasadizo subterrneo que, segn tradicin una el castillo de Elda con una casa de la calle Nueva, proeza que iban a realizar algunos miembros de la indiada, precisamente en el da 28 de diciembre. Fueron muchos los curiosos que acudieron al antiguo alczar para asistir al emocionante momento en que los arriesgados expedicionarios se introduciran en el subterrneo y tambin muchos los que se agolparon poco despus en la calle Nueva, enfrente de la en aquel tiempo angosta calle Coln, para comprobar que aque llos valientes haban conseguido alcanzar el triunfo o haban perecido en el intento. Con gran emocin vieron salir del stano de la casa a los que haban entrado por el castillo. llenos de polvo y telaraas, con evidentes signos de haber afrontado situaciones peligrosas. 408 Lo que no saban los espectadores era que apenas entrados los expedicio narios en la cueva que se supona era la entrada del pasadizo, se haban escon dido, y en cuanto se qued el castillo sin testigos salieron corriendo para llegar a la citada casa de la calle Nueva (se dice que era la que despus fue almacn de cur tidos de la Viuda de Rosas), entrando probablemente por alguna puerta trasera, ya que la casa tena a sus espaldas los huertos y jardines de la gran manzana entre las calles de Jardines, Nueva, Maura y el jardin del Casino, cercado. El chasco para los que creyeron a pies juntillas en la proeza fue tre mendo. siendo vctimas de las burlas y bromas de los indios cuando desvelaron su treta. Igualmente fue muy sonada la inocentada que dieron los componentes de la tribu al anunciar una funcin en el Teatro Castelar titulada Las agonas de un cabo, a cuya representacin acudi numeroso pblico que esperaba de la fama de los organizadores motivos para pasar un rato divertido. Al levantarse el teln apareci la escena solamente con una mesa sobre la cual arda una vela puesta en una palmatoria. El pblico, suponiendo se tratara de una pausa para iniciar la accin, esper pacientemente a ver en qu quedaba aquello, pero pasaron los minutos, y los cuartos de hora, y los nimos comenzaron a encresparse al ver como se iba consumiendo la vela lentamente y pensando que los autores de la broma estaran tras los decorados rindose de ellos. No nos dice la versin oral cmo acab la cosa, pero s que hubo un escn dalo tremendo mientras la vela, el cabo de vela, iba agonizando lentamente. haciendo honor al ttulo del espectculo. Parece que cuando ya se hubieron reido bastante del pblico salieron los autores del desaguisado a explicar la broma y a anunciar que inmediatamente comenzara de verdad la representacin de la obra, lo que se llev a cabo sin novedad. Desconocemos la fecha en que se celebr esta inocentada, pero la activi dad de los Indios fue por los arios veinte, ya bien cerca de los treinta. Entonces estaba en pleno xito la astracanada cmico burlesca titulada El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real, parodia del Tenorio de Zorrilla, creada por el polifactico Emilio Rico Albert, quien dijo haberla representado por primera vez el 28 de diciembre de 1919, con la curiosa e inslita particularidad de haberse levantado el teln sin que estuviera totalmente escrita la obra, por lo que el autor tuvo que estar escribindola en un camerino y entregando las cuartillas al traspunte a medida que las iba terminando. (8) Realmente no tena gran importancia, pues en esta obra la improvisacin y las morcillas eran cosa ms que frecuente entre los actores. 409 El Seor Don Juan Tenorio no solo era una parodia del de Zorrilla, sino que constitua una farsa astracanesca en la cual todo estaba permitido, con el uso contnuo de eldensismos, de deformaciones caricaturescas del lenguaje, de introducciones de un valenciano incorrecto que se usaba en los pueblos vecinos, y adems la incorporacin de numerosos cantables de disparatada letra, usando la msica de populares zarzuelas o de canciones en boga. (9) Con estos ingredientes, la inocentada iniciada por Emilio Rico y sus com paeros, y que tan divertidos ratos ha hecho pasar a varias generaciones de elden ses, se ha incorporado tan estrechamente a la vida local que los pocos aos en que no ha podido celebrarse o que no se ha escenificado en la noche de Inocentes ha parecido que le faltaba algo al pueblo eldense. Despus de la muerte de Emilio Rico, en 1977, la representacin continu celebrndose, con el grupo de teatro de la Junta Central de Comparsas de Moros y Cristianos y la eficaz labor de su presidente, Jenaro Vera Navarro, continuador de la tarea realizada por su amigo Emilio Rico y autor a su vez de los nuevos can tables, con crticas y alusiones a la actualidad local o nacional. Otra faceta curiosa de este Da de los Inocentes era la costumbre de publicar noticias falsas en la prensa, buscando el tema que mayor impresin fuera a causar en el lector, al que no se sacara de la sorpresa hasta el da o la semana siguiente en que se aclarara la inocentada dada por el diario o semanario. Esto no era costumbre exclusiva eldense, naturalmente, sino tradicional en la prensa espaola y la de muchos paises extranjeros. Pero en Elda, hace bas tante tiempo que se haca, especialmente desde los aos cincuenta en que apa reci el semanario Valle de Elda y comenzaron a publicarse pginas especia les para Elda en los diarios provinciales Informacin y La Verdad, ambos de Alicante. Son muchas las bromas publicadas por estos peridicos en el dia de Inocen tes, pero las tres que recordamos que tuvieron mayor resonancia fueron las dos que public Valle de Elda (que por ser semanario slo haca estas bromas cuando su da de aparicin coincida con el 28 de diciembre) y uno de los citados diarios. Los del primero fueron el aterrizaje de un ovni en el Reventn, con fotografa includa, lo que en aquella poca de obsesin por los platillos volan tes caus gran impacto y fueron bastantes los que se desplazaron a dicho lugar a ver lo que haba de verdad en aquello, as como el noticin de que el pasadizo del castillo haba sido por fin descubierto y explorado. (10) Otra de las inocentada de mayor relieve que recordamos fue la publicada en el Boletn Municipal Vivir, de que se haban descubierto documentos de los siglos XV y XVI que demostraban que el castillo de Petrel era propiedad de Elda, 410 lo que dada la hipersensibilidad de los petrerenses hacia los temas relacionados con Elda, caus gran irritacin entre nuestros vecinos hasta que se aclar la broma. LA BULLICIOSA ALEGRA DE LA NOCHEVIEJA Y EL AO NUEVO. El ltimo da del ao, San Silvestre, no tiene carcter festivo y en aparien cia es un da normal, con los establecimientos comerciales abiertos y las industrias trabajando a su ritmo normal. Es al llegar la noche cuando comienza la animada despedida al ao que se va y el bullicioso recibimiento al Nuevo Ario, reunidos en algn restaurante o sala de fiestas para la cena de fin de ario, con cotilln incluido, baile, champaa, rega los sorpresa, msica, y cuantos elementos se pueden poner en juego para hacer ms agradables las horas hasta el momento esperado de las doce campanadas, que han de ser acompaadas con otros tantos granos de uva especialmente dispuestos para ello. Otros se recogen en el ambiente ms hogareo de la propia casa, con la familia en pleno ante una extraordinaria cena, a esperar ante la televisin que en la Puerta del Sol suenen las doce campanadas y baje la tradicional bola. Ultimamente, desde la construccin del conjunto urbanstico llamado Plaza Mayor, son numerossimos los eldenses que se dan cita en dicho lugar para tomar las uvas al son de las campanadas que da el gran reloj de dicha Plaza y seguir la noche con las atracciones musicales que all se ofrecen para este fin o acudiendo a los numerosos establecimientos con espectculos especiales para este sealado momento. Despus, ya en el primer da del nuevo ao, sigue la fiesta hasta bien entrada la madrugada, recorriendo las calles y siendo muchos los grupos que vis ten elegantemente, con traje de etiqueta ellos y con vestido de noche ellas. Al da siguiente, festivo, entre los intercambios de deseos de felicidad y prosperidad en el Nuevo Ario, comienza a rodar de nuevo el crculo mgico de las fiestas de Elda, brillantes en unos casos, recogidas y piadosas en otros, grandiosas en el septiem bre mariano, bullangueras en el junio moruno, estruendosas en la consagracin del fuego devorando personajes de cartn, desmadradas, escondidas y, en resumen, merecida compensacin todas ellas para el eldense, que sabe trabajar sin mirar el reloj y que a pesar de su plena entrega al espritu de las fiestas ha sabido ganar para su pueblo el bien merecido calificativo de la industriosa con que la defi niera el gran maestro Azorin. 411 NOTAS: 1. Mara Josefa Anaya Anaya: Lo que yo recuerdo de las fiestas de mi pueblo,- Valle de Elda nm. 1295.- 5-9-1981. 2. Una lamentable forma de entender la Nochebuena.- (Corresponsal).- Diario Infor macin, Alicante.- 28-12-1969. 3. M. Josefa Anaya: Artic. cit. 4. Romance de la semana, por El Romancero (Max. G. Soriano).- Semanario El Adalid, nm. 28.- Elda,27 diciembre 1914. 5. Maximiliano Garca Soriano: Las fiestas. (Prosa rimada).- Albor, nm. 1.- Elda, septbre. 1933. 6. La Navidad pas (Apuntes de la Ciudad).- Valle de Elda, nm. 175.- 1-1-1960. 7. M.J.G: Diario La Verdad.- Alicante, 24 diciembre 1990. 8. Vicente Valero Bellot: Nacimiento, vida y pocas del Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real.- Valle de Elda, nm. 179.- 30-1-1960. 9. Alberto Navarro Pastor: El Seor Don Juan Tenorio o Dos Tubos Un Real. Un gra cioso espectculo que ha divertido muchas noches de Inocentes.- Valle de Elda, nm. 382.21-12-1963. 10. Un gran platillo volante toma tierra en las afueras de Elda! Dos testigos presenciales nos hablan del formidable artefacto y de sus extraos tripulantes extraterrestres.. Valle de Elda, n. 70,28-12-1957 y El misterio del castillo aclarado. Se ha descubierto la entrada del pasadizo secreto.- Valle de Elda. n. 383.- 28-12-1963. 39* LAS FIESTAS DEL PERIODO 1939-1975 Desde el 1 de abril de 1939 en que toda Espaa qued sujeta a las normas del nuevo rgimen instaurado y presidido por el general Franco, entr en vigor en la hasta entonces zona republicana el calendario de fiestas vigente en la llamada zona nacional, en las que se recuperaban las tradicionales fiestas religiosas y se imponan las creadas por el nuevo rgimen, dejando sin efecto las establecidas por la Rep blica, como la del 14 de abril, la del primero de Mayo y alguna otra de igual signo poltico. De las festividades religiosas, que en esencia eran las mismas que se venan celebrando tradicionalmente por el pueblo espaol, nos hemos venido ocupando ya en estas pginas, y en cuanto a las inspiradas por fechas destacadas de la con tienda o por momentos claves del partido nico que constitua el llamado Movi miento, debemos destacar en este trabajo nicamente la del 18 de julio, o Fiesta de Exaltacin del Trabajo, por sus especiales caractersticas, y la del Dia de la Unificacin, como constancia de la forma que adoptaban estas conmemoraciones oficiales del Partido durante los primeros arios de la poca franquista, ya que poco a poco dejaron de celebrarse. Otras festividades que tambin tuvieron vigencia en Elda, aunque su cele bracin siempre estuvo limitada a las actividades de Falange Espaola dentro de su propio mbito, fueron las siguientes: Primero de abril o Dia de la Victoria , con la que se conmemoraba el triunfo sobre el ejrcito republicano y el final de la guerra. Primero de Octubre o Da del Caudillo, celebrando el aniversario de la fecha de 1936 en que la Junta de Defensa de Burgos invisti al general Franco como Caudillo de Espaa, otorgndole los poderes absolutos para terminar la guerra y encauzar la paz. El Da de la Fe, que se celebraba el 29 de octubre, tambin llamado Da de los Caidos , en cuya fecha se depositaban coronas de laurel en la Cruz de los Caidos despus de celebrar una Misa en su memoria en la iglesia de Santa Ana. Se dio el nombre de 29 de octubre a una de las calles de Elda, a la que arios des pus, simplemente con quitarle el 2 , qued cambiada en la que conmemora el Dia de la Comunidad Valenciana, o sea el 9 de octubre. 413 El 20 de noviembre o Da del Dolor, conmemorando el aniversario del fusilamiento en Alicante del fundador de Falange Jos Antonio Primo de Rivera, con Misas en el templo de Santa Ana. En los primeros arios despus de finalizada la guerra, la fecha del 18 de julio fue celebrada con desfiles de las organizaciones de Falange, Milicias, Seccin Femenina y Frente de Juventudes, con participacin de todos los obreros y traba jadores de la ciudad, encuadrados por empresas con sus jefes al frente, y formando un grupo con una pancarta indicando el nombre de la empresa o razn social de cada centro. (1) Por la crnica correspondiente a esta fiesta, publicada en el diario Infor macin de Alicante por su corresponsal Vicente Valero (2) nos es posible cono cer el desarrollo de estos actos en 1942, que con escasas variaciones sera similar a las realizadas en los aos anteriores y posteriores. Segn esta crnica, que no reproducimos ntegra por su extensin, el da anterior al 18 fueron bendecidas las banderas rojinegras de los sindicatos vertica les constitudos, que al da siguiente deban figurar en el desfile. En la maana del da 18 todas las empresas locales fueron concentrndose en el Parque de Atracciones, con sus pancartas y banderas, calculndose en unas 15.000 personas las congregadas. Desde el Parque, todos los all reunidos se diri gieron hacia las calles Maura y Nueva, situndose en el lugar destinado a cada empresa para asistir a la solemne Misa en sufragio de los Cados, ante el altar montado en la fachada de la calle Maura, frente a la Nueva, a cuyos lados ocupa ban lugar preferente el alcalde y el Jefe Local, jerarquas, autoridades y persona lidades relevantes. El centro de la calle estaba ocupado por las Milicias, Seccin Femenina y Frente de Juventudes, con las dos bandas de msica locales. Finalizada la Misa y pronunciados los discursos de exaltacin del signifi cado de la fecha del 18 de julio, por parte del Delegado Local de la Central Nacio nal Sindicalista y del Jefe Local, se inici la marcha de los miles de productores (segn la terminologa de entonces) hacia la explanada en la que se encontraba en construccion la Cruz de los Caidos, donde una joven de la Seccin Femenina y otra de la C.N.S. en representacin de los trabajadores, colocaron una corona de laurel ante la cruz, mientras las Bandas de Msica interpretaban el Cara al Sol, himno de la Falange. Terminado este acto se constituy la tribuna de autoridades en la calle Nueva, ya rotulada del Generalsimo, ante la cual desfilaron las organizaciones falangistas mencionadas, Bandas de Msica y las empresas locales, marchando los productores en filas de seis, agrupados por ramas de produccin y empresas, y lle nando la calle con sus miles de componentes. 414 Finalizado el desfile, las empresas realizaban un acto de confraternidad laboral, en forma de una suculenta comida, generalmente una gran paella adere zada con abundante carne de pollo y conejo y otras viandas. Muchas empresas con amplios locales de fabricacin realizaban esta comida en su propio local, pero otras, aprovechando el tiempo caluroso propio de la fecha, se trasladaban a casas de campo o a lugares campestres como el Chorrillo, el Pantano, la Jaud y otros de los que habitualmente eran utilizados por los eldenses para estas expansiones campestres Generalmente se olvidaban en este da, ante las largas mesas bien provistas de manjares y abundante bebida, los roces o diferencias que podan existir --como sera normal-- en algunos centros de trabajo, y por este espritu de confraternidad entre trabajadores y empresarios se consegua que este acto transcurriera con un gran ambiente de cordialidad y alegra. Aos despus, la comida de hermandad fue sustituda por una paga extra ordinaria, y tambin los desfiles de trabajadores fueron suprimidos, organizndose las demostraciones deportivas en capitales de provincia que finalmente se con cretaron en la multitudinaria Fiesta del Trabajo en el Estadio madrileo de Cha martn, con participacin de las organizaciones deportivas de Educacin y Des canso de toda Espaa y ante un pblico llegado de todas las provincias de la Nacin. Ya en este tiempo, la festividad del 18 de julio haba recibido la denomi nacin de Fiesta de Exaltacin del Trabajo. En los aos cincuenta la festividad consista en la celebracin de una Misa rezada en el templo de Santa Ana finalizada la cual se constitua una comitiva que se trasladaba al monumento Cruz de los Caidos donde se efectuaba la ofrenda de una corona de laurel pronuncindose discursos alusivos a la histrica fecha. Algu nos aos se incluan en estos actos inauguraciones diversas, como en 1951, en que se efectu la bendicin e inauguracin oficial de los nuevos locales de la Seccin Femenina y Auxilio Social, ste en la plaza de Arriba, y el Dispensario Mdico de la Obra Sindical 18 de julio, en la calle de Jos Amat Sempere, esquina a Los Giles. Durante algunos aos, la conmemoracin continu con la misma norma de celebracin de una Misa especial y alguna inauguracin de obras o servicios pbli cos, como en 1970, en cuya fecha fue inaugurado con toda solemnidad el sistema de radiotelfono del que estaran dotados todos los coches patrulla de la Polica Municipal, por medio de la antena instalada en el tejado del edificio del Ayunta miento, Tambin se inaugur el Colegio Nacional El Serfico en el paraje de La Torreta; el Colegio Cardenal Cisneros junto al de Padre Manjn y la termi nacin oficial del barrio de la Fraternidad, al ser dotada la zona que hoy se conoce como Nueva Fraternidad (entre Gran Avenida, Reina Victoria, Avenida de las Acacias y Avenida de Madrid), con nueva iluminacin, aceras y pavimentado de la calzada.(3) 415 Esta intensa actividad inaugural puede decirse que fue el canto del cisne de esta fecha, ya reducida a un acto meramente oficial desde haca arios y casi desa percibido en la vida pblica, por la introduccin en los hbitos laborales de la ciu dad de una norma que haba de transformar grandemente la forma de disfrutar del verano. La norma a que nos referimos es la de las vacaciones laborales, institudas como un derecho del trabajador con paga extraordinaria incluida, que all en los arios 1967 y 1968 comenzaron a disfrutarse de forma general. fijando para ellas los empresarios y trabajadores unas fechas que cubran generalmente la segunda quincena de julio y la primera de agosto. El escoger estas fechas no era un gesto caprichoso, sino que obedeca a adaptarse a la costumbre eldense de aprovechar la proximidad de las fiestas del 18 de julio y las del 25 y 26 --conocidas en Elda por San Jaime y Santana, apo copando esta ltima por Santa Ana, titular de la iglesia matriz de Elda, entonces nica en la poblacin.-- para organizar excursiones a las playas cercanas, especial mente al Postiguet, Santa Pola, La Marina o Guardamar, montando en ellas una especie de tiendas de campaa improvisadas con los medios a su alcance, en las que se estableca un hogar temporal durante los das de vacaciones. Tambin el Pantano, el Chorrillo, el Arenal, Caprala, Rincn Bello y otros lugares amenos del contorno eran escogidos para estas primitivas vacaciones, con elementos bastante rudimentarios para sus habitculos pero que colmaban la satisfaccin de las fami lias. As, en el semanario Valle de Elda de julio de 1968 (4), ya se comentaba la Desbandada general, y en el nmero anterior dejaba constancia de que en dicho ario ...por vez primera, parece que todas las industrias de calzado, y otras muchas que se han unido al acuerdo, han tomado la determinacin de conceder simultneamente las vacaciones retribudas a sus empleados a partir de hoy sbado (5) Las preguntas que se haca el semanario sobre si estas vacaciones generali zadas cambiaran el aspecto de las calles y si el contingente de los que fueran a dis frutarlas en playas, montaa, campos y otras poblaciones sera tan grande como para que se notase su ausencia en Elda, quedaban contestadas en sus mismas pgi nas con el comentario antes mencionado en sus Apuntes de la ciudad titulado Desbandada general, repetido como un leit motiv del perodo veraniego de julio y agosto en los sucesivos arios. Si esta celebracin de las vacaciones se hizo de forma general y con fechas establecidas oficialmente desde 1968, no quiere decir que hasta entonces no existiera el disfrute de vacaciones en julio. El mencionado semanario Valle de Elda tambin dejaba constancia en sus pginas, en julio del citado ao (5) de que: 416 En los ltimos aos, de una manera espontnea, eran muchas las empresas, sobre todo las del ramo de la piel, que concedan vaca ciones retribudas a su personal aprovechando las semanas de plena cancula en que caen las festividades del 18 de julio, y de San Jaime y Santa Ana. La extensin de esta costumbre de abandonar la ciudad en estos das dej a la festividad oficial del 18 de julio sin resonancia alguna en la vida real de la ciu dad, paralizada por el cierre de empresas por vacaciones, seguida por los comer cios y otros establecimientos y actividades. Las inauguraciones que se realizaron en los arios posteriores a esta fecha de 1968, se hicieron casi en familia, por lo que pronto se reservaron estas ceremonias inaugurales a las que se quera dar mayor relieve pblico y ambiente popular para otras fechas ms destacadas, como las de las fiestas septembrinas. Prueba de sto es el titular del semanario local, en julio de 1970, que deca: Exodo veraniego: Elda se qued casi sin gente. (7) El Da de la Unificacin, conmemoraba la fecha del 19 de abril de 1937, en la que se decret la unificacin de los movimientos falangista y requet, que cons tituan la base ideolgica del nuevo rgimen, para acabar con las disensiones y rivalidades que producan dificultades tanto en el mbito militar como en el del ordenamiento poltico del nuevo Estado. En 1939 se rotul como calle del 17 de abril a la antes llamada de la Unin, en el barrio de la Prosperidad, tal vez por la semejanza de este nombre con el de la Unificacin, incurriendo en el error de dar como 17 lo que ocurri el 19, ya que la fecha del 17 de abril no tiene significado alguno ni en Elda ni en Espaa, no siendo tampoco ninguna fecha relacionada con la fundacin de la barriada. En Elda se efectuaron actos organizados por la Jefatura Local del Movi miento, con motivo del Dia de la Unificacin, de los cuales slo tenemos las referencias correspondientes a algunos aos. En 1945, por no ser festivo el da, se celebr el da 22 de abril, hacindolo coincidir con la Fiesta del Libro, por lo que los actos tuvieron un doble sentido de Acto literario y de Afirmacin falan gista, teniendo lugar en el saln de actos del Colegio Padre Manjn. Los actos comenzaron a las diez de la maana con la concentracin ante el Ayuntamiento de las Autoridades, Jerarquas y afiliados al Movimiento, cuya asis tencia era obligatoria sin distincin de categora alguna, debiendo concurrir debi damente uniformados (8), para dirigirse al Monumento Cruz de los Cados y depositar una corona de laurel en su memoria, leyndose el Decreto de Unifica 417 cin y cantndose los himnos del Movimiento. Despus todos se dirigieron al tem plo de Santa Ana para celebrar una solemne Misa en peticin al Todopoderoso que ayude a todos los espaoles al mantenimiento de la Unidad como base de nuestra fortaleza en nuestra histrica y universal misin (9), a la cual asistieron tambin todos los escolares de la poblacin con sus maestros al frente. Seguidamente se celebr el acto ya indicado en el saln de actos de las Escuelas Graduadas, con recitacin de poesas sobre temas del libro o de la Patria por parte de varios nios, y charlas de algunos de los maestros y mandos del Movi miento sobre dichos temas, finalizando el acto con entrega de libros a los escola res, donados por el Ayuntamiento con motivo de la citada Fiesta del Libro. Posteriormente, la festividad qued limitada a la Misa de accin de gracias, seguida de la ofrenda de coronas ante la Cruz de los Cados, con lectura del Decreto de Unificacin. En 1951 estos actos bsicos tuvieron mayor relieve al sumrsele la inaugu racin del Hogar del Camarada (10), sito en el mismo local que hoy ocupa la Casa del Pueblo de la Unin General de Trabajadores UGT de Elda. Precisamente en estos locales del Hogar del Camarada, en los cuales se ins tal tambin la Jefatura Local del Movimiento hasta la desaparicin de sta, tuvie ron lugar los sucesivos actos del Da de la Unificacin, dndose lectura al corres pondiente Decreto y a la leccin poltica sobre el tema, en reunin celebrada des pus de haber asistido a la Misa conmemorativa y a la ofrenda de la corona de lau rel a las que ya hemos hecho referencia. A partir de los arios 1955 o 56 dej de tenerse constancia de esta conme moracin, al igual que de varias otras que se venan celebrando ya casi sin reper cusin pblica, y despus, con los cambios que se produjeron en la vida nacional tras la muerte de Franco, la restauracin de la monarqua en la persona de don Juan Carlos I, junto con el establecimiento del rgimen democrtico, todas estas fechas desaparecieron del calendario festivo nacional y, por consiguiente, del ciclo de fiestas vigentes en Elda. 418 NOTAS: 1. Esta pancarta tena que confeccionarse exactamente de un metro de ancho por 50 cen tmetros de alto, pintada con los colores nacionales, debiendo llevar arriba la mencin Sindicato Nacional de la Piel (o de la Rama industrial a que perteneciera la empresa), en el centro la palabra Empresa fl anqueada por los emblemas de la Falange y de la CNS. En el tercer espacio el nombre de la empresa y debajo Elda. (Circular del Sin dicato Local de la Piel con motivo de la Fiesta de la Exaltacin del Trabajo, de fecha 9 de julio de 1942) 2. Diario Informacin.- Alicante, 23 julio 1942. (Corresponsal) 3. Valle de Elda: Se conmemor brillantemente el 18 de julio, Fueron inauguradas dis tintas obras y servicios.- n. 726, 25 julio 1970. 4. Valle de Elda, n. 621,20 julio 1968. La desbandada general, en Apuntes de la Ciu dad. 5. Valle de Elda, n. 620,13 julio 1968, Operacin vacaciones. 6. Id. id. 7. Valle de Elda, n. 726, 23 julio 1970. 8. Hoja circular de Falange Espaola Tradicionalista y de las JONS. Jefatura Local del Movimiento. Elda, de abril de 1945: Guin de los actos a celebrar el dia 22 de abril de 1945, conmemoracin del 19 de abril de 1937 Da de la Unificacin. 9. Idem. id. 10. Hoja impresa en 4 0 , de la Jefatura Local del Movimiento, anunciando la inauguracin del Hogar del Camarada en el Dia de la Unificacin y la instalacin en el Hogar de dicha Jefatura. Abril 1951. 419

Las fiestas de Elda

Más documentos

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Bibliografía de Elda

Álbum de EldaTomo IV

Las bandas de música en Elda (1852-1995)

Historia de EldaTomo III

Vida y versos de El Seráfico

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