Fuego y agua

Quiero agradecer pblicamente la ayuda y colaboracin prestada al Dr. Antonio Porpetta, excelente poeta y amigo que me anim para que mis poemas vieran la luz, as como por su desinteresado apoyo a la presentacin de este libro. Tambin quiero, como no, agradecer su entusiasmo a mi amigo Jos Luis Bazn Lpez, escritor e investigador que me revis las galeradas. Agradezco las ilustraciones de mi libro a los Licenciados en Bellas Artes y amigos: D. Ramn Candelas Orgils y D. Miguel Angel Esteve Jernimo. As mismo quiero expresar mi gratitud a D. Miguel Barcala Vizcaino y Da. Mara Rosario Moreno Martnez, que realizaron las lecturas de mis poemas en el acto de presentacin en la Casa de Cultura, de Elda. AGRADECIMIENTOS I.S.B.N. 84-605-4697-7 Depsito Legal: A-87-1996 Segunda Edicin AZORN, Servicios Grficos Integrales MANUEL SERRANO GONZALEZ Fuego y agua (poemario) Manuel Serrano Gonzlez 6LMINA N. 1 7 Viejo escptico que me agradas qu quieres explicarme con tu torpe filosofaTu cara est seca... posibles secanos de la vida. El Viejo (Para Jos Verdin memorian). 8 Tu aspecto bonachn... tus manos expresivas exhalan vahos de experiencias. Tus palabras hilachas de palabras me caen bien. Qu dices del camino Qu dices de la vida Posibles cuitas de otros tiempos.Ahora te has parado la cuesta es de polvo... esperas mi contento, esperas las sonrisas que has esperado siempre. 9 Tu corazn suena a palpitar de nio... Qu has visto en el tiempo Posibles decepciones en hilera... Odias la vida y la amas. Qu paradoja!Tus facciones demuestran un sbito contento. Tal vez porque encontraste un regazo donde verter tu ternura...Tal vez porque te hago gracia con este atuendo blanco. 10 Por qu te hacen gracias las guerras Por qu te hicieron escptico Es lo divino lo que crees O son los momentos Eres feliz me alegro! Tu momento es mi momento. Tu saludo es mi contento tus hilachas de momentos de vida, de tormentos y placeres me caen bien. Qu dices de la vida posibles amores tuyos posibles ilusiones apagadas... con el pisar duro del tiempo. 11 Qu quieres transmitirme tu sapiencia tu alegra o tus nostalgias.Viejo escptico Me caes bien! me has ganado, tu sonrisa es mi poema. Tus manos escriben sobre el viento. Y yo mirndote pienso: Tu camino es mi camino. 12LMINA N. 2 13 Mi encina admirada vuelvo de nuevo a encontrarte, bajo el sol trrido de mi tierra ardiente. La Encina (A mi amigo Adriano Gmez) 14 Mi encina lacerada de saltamontes y orugas. Me devuelves a mi tierra, escapndome de la mscara. Verde-gris manchado de flores amarillas en su lea rida. Sutil desierto de reseca voluptuosidad. A pesar del azote ardiente de los brotes encarnizados, braceando al aire con silencio de cerncalo. 15 Ayer el viento del norte te empujaba a la cima. Me encontraba perdido en la alegra de la tierra. En su esperanza, la encina me recuerda un placer destrudo.La encina besa mis manos con sus hojas muertas. 16 Con su fidelidad me encuentro a m mismo.La encina me devuelve a mis ancestros tus ramas bordan un festn, de nubes blancas. Recordndome a nveos visillos de mantillas albidas de mi Andaluca, de nostalgias infinitas. 17 La encina torcida se acurruca el cuclillo da su tintineo la trtola arrulla y duerme a su pequeo... la chicharra chirra como un leo! Tarde (Para Rosa) 18 Viento loco que limpias la estela del tiempo las perezosas nubes de su sitio... que traes descontentos que suenas a destete que hueles a tormenta que trinas en los llanos que das el aroma de apriscos... Robas vahdos de mortales y acaricias suave a los lirios. Lirios de dulce y femenina cadera! de serpentino dudar de culebra viva. De ballet de blanco y estelas... 19 Olmo fresco que hueles a agua dnde est tu duendeTus sombras ganan a la noche tu vibrar a las cuerdas de la lira tu msica a pjaros tu vaco a lleno... tus lgrimas a roco. Olmo fresco (Para Felisa) 20 Tu aroma a nctar tu verde a dulces juncos tus hojas a esbozos dnde est tu msica En las blancas carnes de tu musa. En los sedosos hilos de su untuoso tacto. En las briznas de tus melenas sueltas... Viento y olmo, olmo y viento. 21 Feliz pareja en un prado hmedo. Hueles a fresno hueles a ilusin nueva, en barranco seco a otoo sin hojas, a trino sin jilgueros y a sueos. Tu seto de melancola (Para Maite Echalar) 22 Tus sombras estn tristes qu tintinean Sus noches perdidas entre nubarrones. Tus alas se encabritan verdea su pelo y suben... Acaso quieres robar las nubes Que entristece a tu estrella, Acaso son tus celos Trmulo olmo estate quieto! Tu estrella te sigue iluminando te espera, te sonre espera el dulce amanecer de mayo... 23 Para en tu seto de melodas revolcarse contigo... en el lecho de espuma de tu cascada, lavarte con mimo y beber el dulce gozo de tu regajo...Ten paciencia Espera! Aguarda sobrio tu momento iluminado. Piensa que un momento vale una vida. Si el momento es tu estrella Estate quedo! 24LMINA N. 3 25 Anhelo de aroma (Para Marisol) Hoy quiero hacerte un poema... Que huela a amapolas rojas... Que suene a canto de ruiseor...Que tenga el resplandor de cal seca... 26 La tarde levanta sus cortinas... de lgubre tiniebla... Tintinea la rama cuelga el pjaro rojo, amarillo y azul... Las briznas apagan sus ojos y las hojas cierran el esbozo de sus limbos sobre sus cuerdas de verde-clorofila... 27 La lona est reseca... el ambiente clido y amargo. La escoba no se acuerda de t... Y el agua se ha secado en el botijo. Quiero verte a travs de los velos... Quiero mirarte sin recato y no consigo sino nuevos derrubios de mis ideas... 28 Ests y no te tengo Qu difcil! No te veo y te presiento Qu seguro! Anhelos el aroma de tus labios y la tenue caricia de tus cabellos. Quiero hundirme en el cristalino de tus ojos para perderme en lo recndito de tu cuerpo Cuerpo y alma! monasterio excelso... De tu ser de ti misma de mi cuerpo... Quiero hundirme en tu regazo... No lo entiendo! 29 Siento deseos de nio abandonado y seguro estoy de que no tengo alma acuada sin desaliento... Quiero verte plasmada en el verde de esa copa... Pendn del desafuero (Para Carmen) 30 Que teje en armonioso acento... El cielo de mi techo hmedo de hojas de troncos... de encinas y amapolas.Quiero verte plasmada en el recuerdo que es la ausencia... Con fuerza, garra y hermosura. Quiero verte aqu, con tus caricias... templando las cuerdas de mi alma, tersa... 31 Quiero oir el cantar de tus canciones de pjaro lastimero... Quiero tenerte, besarte con ensueo poseerte plenamente, en suma...Descubrir la cripta de tu pensamiento, coger tu alma y tu cuerpo... y sostenerlos! Quiero oler tu aroma femenino y crneo... Tocar tus vestiduras, desnudarte... Ansiarte y desearte. 32 Quiero, quiero y quiero! Sentir el placer amar en grado sumo... entregarme pleno.Rendir sin condicin el estandarte que lleva el pendn del desafuero. 34LMINA N. 4 35 Tantas cosas han pasado... que son pocas. Recuerdos vacos... nostalgias; claras y fuertes.Sitios sin lugar, sombras sin rboles... Vacos. Sueos soados (Para mi amigo Ernesto Ortiz Arteaga,abogado y fotgrafo) 36 Encajes sin brillo lcidos y blancos...Honesta luz clara. Ideas negras ptridas. Claros amaneceres llenos... Azules turbios y secos... Noches sin das necios... Pasos sin huellas secos... 37 Rincn sin polvo huero... Son ramas rotas cadas... De sueos soados hechos... de ilusiones tardas vacas y vanas... De sed repleta, ahogada... De tiempo sin hechos rotos... Quejido en el aire y quieto. 39 Lirios, Estandartes, Margaritas... Adelfas, Tagarninas, Carquesas... Jaras, sagarzos, encinas, paletosas, alcornoques, macuas, berros juncos, mestrantos, poleos... tomillos, romeros, almoraduz, mejoranas. Todas las flores sin mcula. Todas confluyen a un mar de amarillo-dorado: La zapatera. O verde oliendo a ladano, Cartucho, Rocalero. Y el Hoyo del Lentiscal. Bajo de la Casa Blanca. El da de las flores (Para mi amigo Gonzalo Martn Consuegra) 40 Mayo derrite riberas... la del Buitron, la del Villar. Del charco agostado slo quedan los de: Las mozas. El de las juntas. De la nutria. Las Adelfas:Que se sonrojan por los besos del barranco en sus caderas. Estn frescas y blandas Despegajosas en fin... 41 Por ello los Trabucos del subdesarrollado juguetero. Son fciles de acuar Lo mismo las flautas pastoriles con olor a medievo. Algn chiquillo realiza arcos-azules con flechas a lo cupido. Y sueos. De Robin de los bosques. Algn noviajo se pierde de los envites de la carabina o de la familia. Y deja que la sombra acaricie sus pasiones contenidas. 42 Las adelfas se enrojecen o se enrosecen El regajo, el agua las adelfas y una hoja de Camonita hbilmente cortada. Transforman en etrea llama, transparente y ntida. En Fuente de burbujas y blancos. Al lquido elemento. Las chasquitas observan desde arriba. Las Picachas recin salidas del huevo polcromo blanco y marrn a lunares, vestidos de trajes de gitanas. Cantan y se desgaitan pidiendo condumio... con sus picos de tringulos equilteros. 43 Las encinas ofrecen lo mejor de sus tallos. Sus sombras ennegrecidas por los centenarios tiempos. Cada encina una familia las ms numerosas hacinadas como una barcina de paja como las casas baratas del barrio de la guita. Las ms cortas tocan a cinco metros cuadrados de alfombra de frones negros, bordados de blanco por los argenteos rayos. 44 Se oye una voz masculina y ronca Nios dejad los trabucos vamos a comer. Los huevos duros, las tortillas, el gazpacho el morcn y el chorizo. Aparecen al unsono. 46LMINA N. 5 47 Entre el Villar y la noble y leal Villa. Hay un valle verde y un pilar. Dicen que fue de D. Manuel Lancha. Hay un regajo que no es de nadie. Y lo guarda el viento. En Mayo la Zapatera de hace tiempo era un San Blas. La zapatera (Para mis primos: Lourdes y Carlos Lancha). 48 Sus encinas ptreas obscuras y roqueras abran sus flores y sus copas a cientos de familias para en sus sombras-luces de vida placentera de coplas por cantar y guitarras de poetas. Junto en los charcos. chicos. Se ven entre las cinagas del limo verde. Un To y un sobrino. juegan a coger pececillos o son galpagos Los alevines-plateados y rpidos como cascadas saltan entre un pao blanco, tupida red. Luego al fondo de la fiambrera y de fondo, al fondo del pozo. De un brocal y una casa blanca. 49 La emocin del nio crispa de alguna lgrima-alegra el corazn del hombre. Los mimbres y la mimbrera sonren en rosa-carne sus ramas en la cumbre. Casi se dira dan la mano al cielo de mayo.El pilar en lontananza no parar de arrojar generosidad lquida por su manantial sin sanguijuelas. Un caballo sin espuelas. Relincha sus crines. El cloro an no exista. Qu bendicin di chelo! 50 Por el callejn de pitas de la huerta Santiago los candelabros verdes de las piteras... Oyen los ecos casi apagados por el da y el cansancio: Cuando vengo del campo vengo sairosa... vengo coloradita como una Rosa... Un toln-toln. Un tiln-tiln de una torre alta, esbelta y roja. Saludan al personal desde el paseo Redondo. 51 La Zorrera llora porque alguien se fue, se fue a los cielos sin despedirse... Ay si el alcornoque y la era no se durmieran en la vigilia! Los pinos de la zorrera (A mi to Domingoin memorian 52 La Zorrera llora desde hace tiempo, impasible, impvida tristona y lnguida... solitaria en fin. Desde el Membrillo se oyen suspiros, son suspiros del tiempo. De los destinos... La Zorrera llora, llora la cerca el huertecillo, y las encinas. Lloran de soledad eterna... 53 Los higos del huerto ya son otros. No estn alegres igual que antes... Son menos dulces Por qu ser La higuera tal vez... tan dbil y quebradiza tan frgil y lechosa tan sensible en fin. Se contagi de tristeza. Y en confn donde se confunden, las copas en encinas... Se asoman los pinos del montecillo. A ver la escena. 54 El verde brillante de sus agujas se transforma al instante en derretida resina... Lgrimas de hojas.Ya no rebotan ya no se lucen... por el vaivn del aire de marea. Las jaras, los brezos y los mortios, notan desde abajo como se mojan, por las lgrimas de pinos. 55 El jardn en otoo est muy triste alguien se ha ido. La lluvia escapa de su suelo. Las hojas cierran el paraguas de los almendros. Los tarajes se han tintado de amarillo y tierra. La golondrina se ha ido. De su alambre. La tristeza abigarra de gris obscuro el celeste-cielo... Otoo 56 En lontananza para los Rubios... Se oyen zumbidos. Gemidos y lloros. Atormentados das de tristeza... Era en Octubre... 57 En el hogar la chimenea. Que sola y triste... sin nadie que avive su fuego. Sin nadie que espabile de naranja sus llamas y su fuego. El fogn se ahoga de humo no dormido, sino atormentado y perezoso. Invierno 58 Por las ventanas de la era y del pocillo. Slo trozos de cielos negro-obscuros. Cunta tristeza! Hasta las rejas verdes. Se han tintado de negruras. 59 El cuclillo hudo canta en la cerca de la zajurda.Y en la encina del jardn. Le responde un chamarn Cuclillo de abril qu me queda por vivir La Primavera 60 La cerca y el risco le responden con silencio... Las jaras y los sarguarzos bambolean sus tallos flexibles y abren sus blanquecinos ptalos al viento. El viento les responde con suspiros... 61 Los veranos son sedientos de angustias, de aguas y momentos. Se notan ms las ausencias... Se precisan ms las presencias. El Verano 62 El calor nos trae de nuevo los recuerdos el sudor, la carretera, el agua, la angustia... las idas y venidas para espantar el tiempo El calor, la calor el pozo y el aliento...La tristeza es ahora en la Zorrera ms sofocante. Nadie apaga su sed. La Zorrera llora porque su aguador se nos fue en un Octubre triste. 63 Dicen los tericos que la foto tiene el duende de poder transformar en un instante congelado el tiempo, transformado en un momento, y resuelto por el clic-clac del disparador. Pues bien he aqu mi versin de los hechos: Calle la Plaza, vena aorta zalamea testigo de siglos de la villa hermosa. La Escuela de Da. Francisca (A mi primo Eduardo) 64 Un da cualquiera paso un trago amargo. Las losetas de cemento contemplan tranquila su fusilamiento. Atrs queda el hospital de sangre de la Hermandad de la Santa Vera Cruz. La escuela de doa Francisca para los modernos. El prtico ptreo en Renacimiento autntico Qu pena!El carterpilar demoledor hizo el resto de la cruel operacin. No qued piedra sobre piedra como en la Biblia. Las baldosas de la Plaza llorando de rabia. 65 El personal jilando y mirando como siempre. Descripcin del estrado. A la izquierda en gris. Balcones y rejas del Ayuntamiento que en el 27. Cornejo Carvajal pagara a la villa. Por haberte puesto la cuna cunera-cascabelera. Fue en el 27 como los poetas. 66 Esquina de la crcel aguantando el envite solaz de piedras derramadas. Ser que lloran al desprenderse Qu les duele este triste sino El reloj de una torre sin cigeas marca la una menos veinticinco. El tejado de Jos Mara Lancha (ganadero ilustre). Y las pias de cobre de la terraza. 67 Contemplan majestticas e impasibles el numerito de saln. Al fondo la calle hacia la Iglesia engulle el quiosco de Basilio. Y lo mete en la otra esquinaA la derecha un banco an dormido y una farmacia esperan su crecimiento, encementado. Luego la Casa Ta Alegra donde los pirulis y martillos del subdesarrollo hicieron las delicias acarameladas de mi infancia con un soporte de junco seco de la ribera del Villar. 68 La esquina del futboln que hicieran famoso a Carlos, el to de Manolo. Y esquina-dosel donde cada feria se colgaba un cartel gigante con las corridas y el to del Empastre (la charlot). Luego la casa de Agustn el practicante y pariente mo. Antes fue casino del Progreso, por poco tiempo. 69 Y a la sombra el mirador y la casa exotrica de D. Ramn Somalo. Su hijo Antonio estrella futbolstica del Talero C.F. y del Zalamea. Testigos un pblico indolente y curioso. Una mascota clsica un sombrero calas.Y la cultura local mirando para otro sitio. Y representada en la ocasin por estas dos prestigiosas maestras. Que huyen de la quema, mientras los chiquillos ajenos al drama ven en el acto un juego o una fiesta. 70 Aquel da la calle la Plaza que entonces se llamaba Generalsimo Franco. Llor tanto... que las lgrimas se colaron en la calle San Vicente. Por el paseo Redondo. El personal como suele suceder...Y como los cables elctricos. No se enter de tan sentido evento. Donde se muri un trozo de la vieja dama llamada Zalamea. 71 En un da gris de un otoo insulso te has ido... Qu pena! Ha muerto El Abuelo (A Jos Prez Polo,in memorian) LMINA N. 6 72 Ahora que llega el amanecer esplendoroso. Ahora que tu esperanza se materializa y crece. Ahora que la semilla se transforma en pmpanos y stos en preciados frutos. Qu pena!Te acuerdas de ayer... Cuando vendas loteras para Navidad. Cuando nos mareabas a todos con la idea y hechos: De que el abuelo te necesita. Tus gafas oscuras y tu bigote claro. Se han grabado en nuestra memoria... y retina para siempre. Tu testimonio de hombre comprometido y de bien, ah queda. 73 Tu esperanza para la Tercera Edad. Pronto abrir sus puertas. Los que te conocemos y queremos proseguimos con tu antorcha. T, viejo amigo, cristiano viejo. Has dejado huellas En Elda y en nosotros. Ms profundas que queras y que quizs... Quin lo sabe! Ni te propusiste. Ni lo imaginaste. 74 Desde el cielo donde ests sin duda. Qu pena! Mndales un fax de polvorones, a los abuelos.Ya no a la Torreta, como antes... sino al antiguo hospital que a tantos nios vi nacer. Y ahora nace una nia llamada Hermosa... Como t queras. 76LMINA N. 7 77 La encina, los encinares... Las riberas, los regajos las adelfas rosas todos resbalan al mar.Al mar, los mares de jaras los resinosos jarales de blancas flores los dorados saguarzales. Poema al Mar Despus de la tempestadlleg la calma. (dixit) Elda, Febrero 1994 (Para Emma) 78 Los espinosos riscales con pinchosos abulagares las blancas gamonitas de los eriales. Todas las aguas sin mcula. Todas resbalan al mar.Al mar las estrellas de niveo roco los luceros del alba los besos inacabados de amaneceres lluviosos... 80LMINA N. 8 81 Un verde jardn un pao verde aterciopelado. Bordado de violeta por los lirios.Me gusta contemplarlo vestido de comunin por las margaritas las jaras y los jaramagos... Poema a Cobache (Para mis padres) 82 Me quiero imaginar su valle cubierto de nostalgia blanca. Como yo lo he visto blanco sin mcula atormentado de tanta blancura... Por las margaritas las jaras y los jaramagos. Como una irremediable sbana de melancola mi casa de la infancia una visin de almendros imposibles una irremediable sbana de melancola! 83LMINA N. 9 85 Un espeso y glido febrero apareci la rubia albion, entre pinceles y lienzos.Envuelta en obscuros tules y ennegrecido suter, tan romntica como la luz misma. A la musa de la pintura (Para Jaky Gosset,mi amiga inglesa) 86 Descendi dulce de un cuadro sepia entre nieblas y gorgojeos entre dulces notas de melodas refrescantes, entre cnticos ldicos y celeste cielo. En un carruaje plumoso salido de una estancia azul de la casa de los espritus...La esperanza inund de luz blanca la sombra estancia violeta-azul. 87 Mientras una tenue cortina naranja tapaba de besos confundidos, el divn... regado de caf en una tarde de lluvia y tintineo.La porcelana azul-marino llor lgrimas de emocin en tan sentido y emotivo evento. 89 De seguido (Para Maite) He regresado a tu luz.Ya sin herida de trigo cratcula de tu pecho ya no me detiene... el sueo de desamparo voy como cual nave violeta-azul... 90 o rocindome ignoro hasta qu puerto el corazn y la pasin toma sus aoranzas, porque mi tierra cruz tu valle hasta el suspiro del agua... con el perfume tenue de tu aire. La vida es corta dice el adagio pero el presagio miente... Un solo beso engaa pues rompe el metal y el rubio rostro renace otra vez. 91 Y es larga la vida como el pilago del mar cautivo.Y se libera silente desde la sangre tuya... Como si fueran tuyas todas las luces del cielo y todos los colores tuyos. Tcame, mrame... 92 As siempre hasta los atardeceres negro-obscuros infinitos.Donde las nostalgias truncadas viajan juntas. 94LMINA N. 10 95 Pintura - Pintora (Para mi amigo el pintor y mdico Ramn Candelas) En este instante ahora mismo ya, ahora... Me descalzara el corazn me desnudara el alma me arrancara el corazn. 96 Y con los pies desnudos y limpios correra descubriendo las cortinas negras de la noche. Gritando tu nombre. Musa-pintura-pintora... Y con el eco devuelto del vaco jadeante de las nubes de la noche decoradas con puntillas vibrantes de luceros de piscis. Me hara una capa de frondes griegos con que cubrirnos juntos... 97 En este momento congelando el tiempo en nveos copos de algodn y nacar abrira mi boca hasta lograr el dimetro del universo... Y de una sola vez engullira todo l... sin esperar la aurora.Sin ms tiempos que el da y la noche. Sin ms prejuicios que el aroma de la rosa y la amapola. 98 Y gritara fuerte muy fuerte hasta romper mis larngeas cuerdas... Y mi grito y gemido sera un reclamo onrico y sincero. De tu cuerpo femenino... Y tu carne rosado-ruborosa de mujer rendida y entregada. 99 Poemas de soledad y tristeza (Para mis hijos) El amor y la tristeza invaden hasta las limpias vueltas de todas mis prendas interiores calzoncillos, camisas y pauelos.Como resultado digo tantas cosas como en fin presiento. 100 Trato de hacer memoria de todo lo vivido... y olvidarme de todo lo vivido y ponerme a vivir segn la costumbre nos exige... vivo verdaderamente mis tiempos sombros y cmo remediarlo que es lo grave!Reflexiono desde tiempo sobre estas ansias contenidas que desde hace un tiempo me persiguen intentando dar salida a la rabia, intentando encontrar algn camino y poner a sabiendas mi granito de arena frente a tanta miseria y tanta mierda. 101 Pensando en todo esto me acuerdo de las flores... no deja de ser tristeza ver ahora los campos baldos. Y ver slo humo en la belleza de antes. O reparar ms tarde en que no es posible encerrarse en s mismo. Despus de algn tiempo ahora me ocupo de mis cosas pensar en el maana leer algunos libros hablar con mis amigos, pensar que es mejor morirse que embriagarme con sangre de los otros. 102 Y tambin, cmo no iba a ser ensear a vivir a mis hijos. Decirles que sus brazos son mis brazos y posiblemente los brazos de sus hijos.Vuelvo a mirar por mi ventana las cosas que me quedan que son pocas y recuerdo en mi vida en los objetos de mi casa, en viejas cosas idas que en un da me fueron dadas. 103 Despus me quedo solo. Releo y veo las crnicas diarias de la prensa. Y ante tanta injusticia tan patente decido acostarme amigos compaeros. Y procuro en la distancia de la noche. Acordarme en mi memoria de todo mi existir junto a vosotros. 104LMINA N. 11 105 Cuando la luz hermoseaba en diciembre. Los Espejitos* de Palanco eran como ncares de plata. Los verderones se acurrucaban en los peruetanos. Buscando el calor de su lea seca. La Nochevieja de los cabestros 106 En el regajo blanco que va a Buitrn por su ribera. Tintinean en el fondo los bueyes blancos. Son los cabestros... Tal vez perdidos O encontrados Besuquean el agua... glida llama de diciembres serranos. Mientras cencerros como campanas Truenan los riscos y las encinas. stas mientras se mecen en su cielo... Regalan al ganado negras-bellotas-avellanedas. 107 Los Espejitos son de cristal la mina en frente... Y en la solana se oye un trotar. Es el escarceo del cabalgar de ese jinete Luis del Villar... que va pisando con rapidez. Los malos pasos desde el pilar.Desde el Vaquillo hasta el Pozuelo. Buscando dos nios perdidos. Dos lentos bueyes de fcil acomodo. Que se le despistaron en aquel recodo. 108 Tal vez porque entre riscos, corrales y toros. Los Espejitos le deslumbraron de cualquier modo. Y all se fueron a comer las uvas... La luna llena se mece. En tan hmedos espejos. Cuando en diciembre. La luz hermoseaba en el regajo. *ESPEJITOS= Suerte y regajo prximo a la Mina de Palanco, perteneci a Monjn Gordo la finca de mi abuelo Eduardo. 110LMINA N. 12 111 Te fuiste Andrs sin despedidas... A hurtadillas como viviste siempre. Tan exquisito como siempre fuiste... Como viniste... con lo puesto. Andrs que ests en los cielos (Para mi amigo Andrs Lloretin memorian) 112 Has dejado en Elda y en nosotros ms huellas que quisiste. Dando ejemplo a este mundo empozoado que an quedan como siempre ha sido romnticos que luchen contra los molinos y los vientos. Has iluminado con tu luz ese universo tibio que ahora nos invade... 113 Te acuerdas de Gonzalo al que le decas por su libro TAURO es lstima que yo no pueda subir a la sptima grada cerca del cielo. de ese mundo que encandila. Te acuerdas cuando nos contabas tus hudas del destino en los amaneceres de Yecla, de Madrid, de Le Mans que suena a coches, de Burdeos, de Pars y an de Afra, all en Marruecos...Para encontrarte en fin en Elda paseando con Noelia por sus calles. Saboreando de tiempo en tiempo... De los ratos dispersos entre tus poemas, la charla y los amigos. 114 Fue entre los gritos de una cafetera la de Santana, ya hace largo tiempo donde me turb el brillo de tu area. Hablamos de Juan Ramn, de Machado y de Goethe. Luego nuestras tertulias se esparcieron a tu patio y a tu casa. Y a otros amigos se ampliaron viniste despus a Los Cisnes al Serfico y a mi rebotica. Tu ngel entrado en aos. Tus palabras siempre fueron blsamo entregados a tus Abeles de palo santo y a tus Caines canijos. Te hicimos homenajes en la tasca gallega en los medios y en la radio. 115 Tu rama de laurel como si fuera olivo se tradujo en mansedumbre y amistad desleida a raudales en el pozo del afecto que fue tu alma...De poltica no queras ya ni hablar, era burda y te daba asco. Cuantas veces dijiste esto mismo: al idealismo le han fusilado en este tiempo. Los oportunistas y trepadores han escalado las fronteras del oro y del incienso... 116 T, viejo amigo impresionaste a propios y extraos. Ignoraste el dolor de la vida misma con tu tierna palabra de contenido filosfico y dulce.Amigo de tus amigos corazn de sndalo inmaculado... Alguien te dijo una vez tu sencillez atemperada... penetra suavemente en el alma del hombre llano. 117 T que dijiste a Panero, tras conocer el parto y los dolores de la yegua Laila queras tener como todo nio tiene... un potrillo con una estrella en la frente... Ahora estoy seguro ya le tienes ah arriba. Que montars a Yanko... sers amigo de Pegaso y rociars tu pluma con las estrellas, que San Pedro te regala cada tarde... Y en cada maana y cada alba dedicars tus poemas aterciopelados a los luceros matutinos y a tus estrellas de ncares rotundos. 118 Te imagino con Gonzalo vagando entre las vas de tu Yecla escapando eternamente de ti mismo. Hoy escapado y huido de ti mismo...Aqu hay en Elda un grupo de amigos que te recuerdan. Con tu boina negra... Y tu paso tembln en cada esquina. Y el permanente rasgar en tu cabeza, mesndote tenuemente tus nveos cabellos. 119 Mientras que regamos tu rama de laurel para que crezca maana con agua de esperanzas.Huyendo de nosotros que es la vida... Huyendo de la vida que es lo nuestro. 121 El da descubre la sutileza negra de la noche y quita el manto blanco con que el sol destapa a la maana. Visita a una ciudad entre brumas (Para mis amigos Los Crticos: Jos Luis, Jos Joaqun, Pepe y Ramn) 122 El barco se mece en una cuna verde oscura de abedules. Y lo penetra dulce un Rhin inmenso y plano, desde Kln a Basilea. En las copas nada se oye, slo los susurros que tierna y dulcemente el aire mece. El murdago besa en la oreja a la alameda. En la ribera ya una garza gil vuela de Estonia al Senegal, y para en la distancia, para ver el ro desde Estrasburgo. 123 Reza el cartel albinegro trescientos cincuenta kilmetros. Casi a lo largo lo que la baera del ro y su soto cubre el brillo y reflejo desde los Alpes a Amsterdam.Un impermeable hdrico con que la naturaleza tapa, este pilago de mar cautivo, entre la selva Negra la Alsacia y la Lorena. 124 Que se rompe a curvas en suelo Palatino. Es un hilo argnteo y largo que se tinta de dorado en Wrn por las lgrimas de Orus, convertida en joyas al borde mismoDel camino a Maguncia. Por un traidor Nibelungo, y Spira se transforma en difana realidad donde la luz se cambia en susurro de la noche. 125 Por un toque mgico de la bruja Loreley. Ahora ya el ro se ha dormido y vela su descanso un pescador-poeta que tira del curso con su caa. Desde un faralln verde transformado en quilla ptrea que remansa en la ribera. Las barcazas llaman con su canto a una imposible sirena germnica rubia-albin que vino nadando desde el mar del Norte. 126 Y a la que el poeta busca intilmente metida entre sbanas por la noche. Las ptreas riberas marrn y negra pintan una lnea recta que corta el agua.E impide que el agua se bese con rboles a hurtadillas. El seto del Rhin transforma la luz en sombra ayudado por el manto de las copas. 127 Un viejo olmo talado por el viento nos muestra ahora sus otrora ptreos brazos, minados por el tiempo y la humedad. Resistindose fuerte asido a la ribera a su triste destino de ruina, cubierto de mantillo y envuelto en lquenes para su traslado postrero al nicho de una oscura chimenea.El viento dibuja fondos argnteos en el cauce del ro, sobre el agua. 128 La melancola ya envuelve en brumas a la boya verde-alba y la besa entre hmedas caricias. Los alisos gigantes conforman un teln de fondo entre el firmamento y el cauce. El agua sigue nadando buscando el mar, sin ruidos ni espavientos. 129 Olmos, olivos, abedules, sauces y chopos aplauden en la orilla con sus hojas el paso de la nave rojo y gualda.Ya el silencio ha dormido a la maana. Km. 346 del Rhin. Camino de Estrasburgo. 131 1) Ya la nieve blanca de la ola-espuma se derrite desleda por el agua.2) Una nube azul-alada atraviesa el cielo repleta de azulones a la deriva. Gregueras (Para mi amigo Javier Soler, farmacutico y excelente pintor, in memorian) 132 3) Ascendimos del fondo del ro elevados por un ascensor esclusa de hormign encementado. 4) Un bosque sin hombreras nos saluda con su fronde verde-alineado en la orilla. 5) Una garza de cuello almidonado nos vigila desde su atalaya de cuello de jirafa. 6) El azuln se desliza en el espejo verde y derrite riberas con su estela en uve. 133 7) El semforo en rojo con que la esclusa guia al barco para que penetre en su fondo de cisterna. 8) El Rhin pinta en su cristal un pop-art de ondas sinuosas. 9) La garza dibuja con su pico en la corriente un grafiti blanco de destellos amarillos. 10) Mais oui, mais non qui est ce, quilia le fleuve blue desu de les arbres de la riviere. Mais oui, mais non que coazos de gabachos. 134 11) La Selva Negra y los Vosgos nos miran y curiosean quin lo sabe Y remiran al panormico donde se deslizan pijamas y calzoncillos. Mais oui, mais non.12) Un violeta-azul alado rompe el Rhin en dos mitades y enfila al cielo de Maguncia. 13) He regresado a tu luz, cratcula de mi pecho y de mis entraas. 135 14) Ya se detiene el aire en el lecho hmedo entre los Vosgos y la Selva Negra. 15) Se hizo un Rosario de ro con estas cuentas: Colonia, Maguncia, Spira, Wrn, Heidelberg, Estrasburgo y Basilea, que inicia sus letanas en Alicante. Heidelberg (Alemania) NDICES 1) El Viejo ....................................................................... 7 2) La Encina .................................................................... 13 3) Tarde ........................................................................... 17 4) Olmo Fresco ............................................................... 19 5) Tu Seto de Melancola ................................................ 21 6) Anhelo de Aroma ........................................................ 25 7) Pendn del Desafuero ................................................ 29 8) Sueos Soados .......................................................... 35 9) El da de las Flores .................................................... 39 10) La Zapatera ................................................................ 47 11) Los Pinos de la Zorrera ............................................. 51 12) La Escuela de Da. Francisca ................................... 63 13) Ha Muerto el Abuelo .................................................. 71 14) Poema al Mar ............................................................. 77 15) Poema a Cobache ....................................................... 81 16) A la Musa de la Pintura ............................................. 85 17) De Seguido .................................................................. 89 18) Pintura - Pintora ........................................................ 95 19) Poemas de Soledad y Tristeza .................................... 99 20) La Nochevieja de los Cabestros ................................. 105 21) Andrs que ests en los Cielos ................................... 111 22) Visita a una Ciudad entre Brumas ............................. 121 23) Gregueras .................................................................. 131 Pgina SUMARIO 1 Autor: M. Serrano ...................................................... 6 2 Autor: R. Candelas ..................................................... 12 3 Autor: M. Esteve ......................................................... 24 4 Autor: M. Esteve ......................................................... 34 5 Autor: M. Serrano ...................................................... 46 6 Autor: R. Candelas ..................................................... 71 7 Autor: M. Esteve ......................................................... 76 8 Autor: M. Serrano ...................................................... 80 9 Autor: M. Serrano ...................................................... 83 10 Autor: M. Serrano ...................................................... 94 11 Autor: M. Serrano ...................................................... 104 12 Autor: R. Candelas ..................................................... 110 NDICE DE LMINAS N. Pgina

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