Don Miguel Amat Maestre (Pascual Verdú) y los orígenes literarios de Azorín

1 2 DON MIGUEL AMAT MAESTRE (PASCUAL VERD) y los orgenes literarios de AZORIN 3 4 SALVADOR PAVIA PAVIA DON MIGUEL AMAT MAESTRE (PASCUAL VERD) y los orgenes literarios de AZORIN CAJA DE CREDITO DE PETREL, S. COOP. LTDA. Editado con motivo del 25 Aniversario 1.959 - 1.984 OBRAS SOCIALES 5 Autor: SALVADOR PAVIA PAVIA Edita: CAJA DE CREDITO DE PETREL, Sdad. Coop. Ltda. I.S.B.M. 84-398-7605-X Depsito Legal: A-699-1.986 Imprime: GRAFICAS TORTOSA - La Huerta, 116 - PETRER (Al icante) A Hiplito que logr interesar a Juan. A Juan, que lo hizo posible. A Enrique, mi amigo. Gracias a los tres. Y a t, la nica, por todo. 8 Sinceramente creo que con la aparicin de este l ibro los petrelenses estamos de enhorabuena. Tenamos confianza de que algn da alguien sacara del olvido a nues tro ilustre personaje Don Miguel Amat y Maestre. Pues si Don Miguel naci en Valencia, la verdad es que la mayor parte de su vida se desa rrol l en Petrel y siempre se consider como un fervoroso y apasiona do petrelense. Y as lo tuvieron cuantos le conocieron y trataron hasta sus postreros das. Mis abuelos y mis padres me contaban de la sabidura, del talento de aquel hombre; de sus ancdotas con los pleitos que ganaba; de su bri llante oratoria; de su extraordinaria personal idad; de sus l ibros; de sus poesas. Y luego... de sus tormentos y su locura, que en el ocaso de su vida paseaba por el pueblo... Me qued siempre la nostalgia de co nocer ms de cerca su completa biografa con la esperanza, ya lo he mos dicho, de que alguien resucitara su recuerdo. Con gran satisfac cin veo, por fin, colmados aquel los deseos de juventud soadora de encontrar personajes nuestros, destacados, como el que busca un pa rentesco i lustre o l inajudo para enorgul lecerse. Soaba yo, y algunos amigos conmigo, con el deseo de ver tambin un Petrel de verdes jar dines con exhuberantes flores, en aquel la desolada aridez, con escul turas de ilustres personajes y, entre ellos, la de nuestro paisano Don Miguel Amat y Maestre, hombre entero de una pieza. Nuestro amigo Don Salvador Pava, profesor de Literatura, que ha vivi do con nosotros durante algunos aos y a quien debemos gratitud por su colaboracin en el Aula de Cultura de la Unin de Festejos, ha rea l izado el primer mi lagro. Ha dado vida a la obra de Don Miguel y con ella lustre a nuestro pueblo mostrndonos a la vez una faceta poco conocida: sus relaciones de parentesco y epistolarias con el que sera ms tarde uno de los maestros de la l iteratura espaola, Azorn. Azorn, que por razones maternales tan ligado estuvo siempre con nues tro pueblo y al que nunca dej de recordar. Gracias, pues, amigo Salvador, por esta tan elevada contribucin al acervo cultural de nuestro pueblo. Hiplito Navarro Villaplana 9 10 PROLOGO Quizs este prlogo resulte un tanto inslito. Porque si, obl igadamente, he de refe rirme a la labor del autor del l ibro, no puedo sustraerme a la tentacin, disculpable, a mi parecer, por razones de parentesco, para hablar tambin del biografiado. Pido, por el lo, disculpas al Sr. Pava y al posible lector -si hay quien me lea- por si esta introduccin, algo apartada de los cnones tradicionales, resulta, en cierto modo, alterada en relacin a los mtodos establecidos. Siempre la aparicin de un nuevo l ibro conlleva una nota de curiosidad. Porque to do l ibro es una experiencia, es portador de un mensaje que el autor, individualmen te, trata de expl icar a la comunidad. En este caso concreto, mi admirado amigo el profesor don Salvador Pava, ha reali zado un esplndido trabajo que viene a romper la losa del olvido bajo la cual, por tanto tiempo, han permanecido la vida y la obra de un petrelense insigne: las de don Miguel Amat y Maestre. Para dar cima a su cometido, Pava ha buceado en museos, ha compulsado regis tros, ha comprobado documentos, ha consultado hemerotecas, ha removido archi vos... Y el resultado de sus inquietudes y de tantas horas de trabajo, aparte de sus conocimientos literarios, es lo que ofrece al lector. Lector que ha de ver redoblada su curiosidad por cuanto se trata, por una parte, de un nuevo l ibro y, por otra, por que su contexto se refiere, exclusivamente, a un ilustre petrelense del siglo pasado que influy decisivamente en uno de los ms grandes escritores espaoles: Azorn. En real idad, pocos sern conocedores, a no ser por referencias fami l iares, entre los que yo me encuentro, de la vida y de la obra de don Miguel Amat. Tan slo los que conozcan la obra de Azorn y hayan ledo su novela denominada Antonio Azorn, en la que el autor transcribe una sucinta biografa que de s mismo hace Amat, po drn identificarle con el personaje que aparece bajo el nombre supuesto de Pas cual Verd. Ahora, de la mano del profesor Pava, podemos adentrarnos en la vida y obra de don Miguel y recorrer su singladura vital, ahondando en sus ideas, en sus proyec tos, en sus real izaciones y en sus... fracasos. Ese hombre que a los 21 aos se licenci en Derecho, se doctor al ao siguiente, fue vicepresidente de la Diputacin de Al icante, vicepresidente de la asociacin va lencianista de Lo Rat Penat, Secretario General de la Academia de Legislacin y Jurisprudencia de Valencia, presidente de la seccin de Derecho de la Juventud Catlica de Madrid. Abogado de oratoria fcil y bril lante que informaba ante el Con sejo de Estado y, como letrado, intervena en el Tribunal Supremo. Poeta laureado en mltiples certmenes. Rapsoda excepcional. Autor de innumerables artculos en la prensa nacional y de varios l ibros de mrito. El que mantuvo una sonada contro versia con el que fue ministro de Hacienda, Navarro y Reverter, sobre la despobla cin de los montes y la manera de combatirla. El que intervino en el Ateneo de Ma drid en un ciclo de conferencias, con alcances polmicos, sobre la literatura cris tiana y la no confesional... Todo eso fue don Miguel Amat. Nada ms que eso. El profesor Pava nos da a conocer los momentos estelares de don Miguel. Pero tam bin nos informa de sus desal ientos y sus fracasos. Don Miguel era un hombre henchido de inquietudes, al que Pava nos presenta co mo poseedor de convicciones catlicas viscerales. Un hombre bueno, sincero, hon rado, humi lde, quizs un tanto excesivamente tmido y dueo de una excesiva 11 humi ldad. Un cristiano entero, siempre propicio a tender su mano al desvalido. Don Miguel que, como abogado bri l lantsimo, cosech xitos indiscutibles en el foro, recogi desagradables fracasos que amargaron, lgicamente, su existencia. Deseaba ser diputado nacional y no lo consigui. Entonces, el caciquismo, del brazo del opor tunismo, marcaban los rumbos de las trayectorias polticas. Y don Miguel, hombre sin recovecos, de una bondad congnita, poco tena que hacer en el estadio tortuo so de la poltica. Ciertamente, no serva para eso. El estuvo siempre donde crea que deba de estar, no donde le convena. Tampoco su obra l iteraria alcanz el xito por l apetecido. Quizs pudo perjudicar la ese intenso hl ito espiritual que se desprende de la misma. Sobre todo su poe sa, encerrada, casi por entero, en un esti lo mstico que, al parecer, no encajaba en aquel la poca de profundas convulsiones sociales y cambios polticos de indu dable trascendencia. Don Miguel , tal vez, no quiso -o no pudo- asumir esa notoria verdad de que la poesa es un vuelo espiritual slo apto para selectas minoras. De ah, su decepcin. Pero esas contrariedades que, por humanas, son corrientes no constituyeron toda la causa de su derrumbamiento fsico y espiritual. Don Salvador Pava nos lo cuenta. El clera morbo que asol Valencia, en donde resida Amat, se l lev por delante a su hermano Pepe, mayor que l y abogado de vala, atac a sus padres y a l mis mo. Fue su locura, al paso de los aos, una consecuencia de aquel la enfermedad Aunque ciertos crticos azorinianos que, de pasada, -algunos con evidentes errores estudian la vida de don Miguel , apuntan esa posibil idad, el lo constituye una inte rrogante de difci l aclaracin. Las desgracias fami l iares fueron numerosas: dos veces cas y enviud, tuvo un hi jo no demasiado agradecido a los desvelos paternos, el abandono de aquellos en los que ms haba confiado... Todo eso determin decisivamente sus aos de madurez. Don Salvador Pava profundiza tambin en el contacto que existi entre don Miguel y Azorn y cuyo contacto naci por razones de parentesco, por cuanto que doa Lui sa Maestre Rico, su segunda esposa, era ta de la madre de Azorn. Su comunica cin epistolar fue abundante, y el darla a conocer en este l ibro desvela mltiples interrogantes de la obra azoriniana. Don Miguel senta un cario entraable por Azorn. No s que decirte, que vengas o que no vengas. Creo que te dar mucho sentimiento verme, pero te quiero tanto y tanto... Si vienes, ven pronto, le dice, por carta, don Miguel, ya gravemente enfer mo, a su sobrino. Y qu era don Miguel para Azorn quien l lamaba maestro a aqul Pudo influir, en cierto modo, al menos emocionalmente, don Miguel en la obra azoriniana To dos sabemos que Azorn, en sus primeros escritos, se mostraba contrario a la pro piedad, al matrimonio, a la Iglesia, al Estado, a la sociedad... Tal vez el fracaso del to, que l tan directamente vivi y al que consideraba como un bel lo ejemplar de esos hombres fuerza, que cantan, que ren, que se apasionan,... que lanzan largos telegramas entusiastas por mnimas fel icitaciones, que son buenos, que son senci l los, que son grandes, pudo impulsarle a esos asomos de rebelda, posteriormente corregidos. Don Miguel , en sus ltimos tiempos, ya derrumbado fsica y moralmente, escribe a Azorn, clamando por su paraso perdido: Mi vida ha fracasado; poda haber sido algo y no he sido nada. Por qu Por qu. 12 Don Miguel pudo haber sido ms, mucho ms de lo que fue, si los designios divinos le hubieran sido ms propicios y el amor humano, en lugar de ser tan slo una bella frase, fuese, como l quera, una gozosa real idad. Dice don Salvador Pava: Sale as a la luz una vida apasionada y apasionante a la que, si la suerte le hubiera sido un poco ms favorable, hubiera sido una de las ms fecundas del siglo XIX. Y yo creo que la opinin del profesor Pava merece, por su trabajo, una merecida e indiscutible credibi l idad. El prlogo, que es lo accidental, con escasa o ninguna calidad l iteraria, finaliza. Po co importa. Aqu lo que importa, lo verdaderamente importante, es el estudio reali zado por el profesor Pava. Porque Pava ha escrito un libro apasionante y apasio nado. Apasionante por cuanto as era el personaje biografiado. Y apasionado por que Pava se apasiona fci lmente -y fel izmente- por las cosas de nuestro pueblo y ha volcado en su trabajo unas dosis elevadas de tiempo, de tesn, de talento y, por supuesto, de pasin. Es de justicia proclamarlo. Creo que Petrel le es ya deudor al Sr. Pava de un perenne agradecimiento. Y yo, por razones de consanguinidad con mi to abuelo don Miguel Amat y Maestre, con redoblado motivo. Mas como soy poco partidario de la l isonja y un enamorado de la austera sinceridad, traduzco mi reconocimiento en estas pocas palabras: Gra cias, profesor Pava. Muchas gracias, mi amigo, con toda la capacidad valorativa de este ltimo vocablo. E. Amat 13 14 Don Miguel Amat en su poca de diputado, Alicante 1.872. 15 16 Entonces Azorn, que sabe que los msculos son los primeros en morir y que cuando ha muerto el corazn y han muerto los pulmones todava los sentidos perciben en aterradora inmovilidad; entonces Azorn se ha inclinado sobre Verd y ha pronunciado con voz lenta y sonora: - !Maestro, maestro; si me oyes an, yo te deseo la paz!... Y Azorn aade: !Ha vuelto al alma eterna de las cosas! (Antonio Azorn) 17 18 INTRODUCCION Julio de 1.859. En el paraninfo de la Universidad de Valencia un joven que aca ba de cumplir 21 arios est hablando a la concurrencia de profesores y alumnos. Es el encargado, por su brillante curriculum, de pronunciar el discurso de inves tidura de los nuevos licenciados en Derecho. Sin embargo, su vocacin no es el foro sino la literatura, y a pesar de que contina su doctorado y prepara oposicio nes a una relatora en la Audiencia de Valencia, su mayor triunfo lo consigue ese mismo ao de 1.859 cuando su nombre se alinea junto al de los poetas vencedo res en los primeros Juegos Florales de Valencia. Miguel Amat y Maestre parece haber encontrado su objetivo. Tan slo un ario despus un golpe del destino, un roce del clera morbo que azota la ciudad levantina, dar por tierra con ese esplendoroso futuro. Converti do en sombra de s, slo con el parntesis de trece arios escasos de relativa nor malidad -los que transcurren entre 1.870 y 1.883-, el resto de su vida fue una lu cha constante por emerger de la locura, por sobrevivir contra un cruel sino que por dos veces le har enviudar, que acabar con un rico patrimonio, que le hun dir en la desesperacin y en la ms absoluta inconsciencia hasta terminar con su vida apenas cumplidos los 59 aos. Miguel Amat es, s, la historia de un fracaso, pero es tambin la lucha de un hombre contra la adversidad, el ansia porque su nombre atraviese las fronteras de la muerte y permanezca en la memoria de las gentes, porque no de otro modo puede evaluarse la historia de un hombre que, anclado por la enfermedad, hizo profesin de fe en unos valores religiosos polticos y esttico -literarios no vendi bles ya en 1.890 y quiso seguir adelante con ellos an a pesar de sus padecimien tos y de su evidente naufragio. Y en medio de ese dolor, escribi cientos de art culos periodsticos, public varios folletos y libros de poesa y de asuntos poltico filosficos, dirigi una revista pedaggica y dej preparados para imprimir ms de ocho libros que, por desamor del hijo y abandono del ilustre sobrino -J. Mart nez Ruiz, Azorn- quedaron perdidos para siempre. De entrada hay que decir que no estamos ante una importante obra potica o ensaystica, tal vez slo de valor mediano. Su poesa es hoy irremediablemente vieja, ya lo era en su tiempo, y de ah la escasa difusin que tuvo. La obra de Amat est a la altura de la de los mltiples poetas retricos de la Restauracin, llevados ms por preocupaciones ticas o polticas que por la llama potica; sin duda no es inferior a la de los poetas alicantinos reunidos en torno a Vila Blanco: Nicasio C. Jover, Calvo, Vassallo, los hermanos Snchez Palacio, Loma Corradi..., pero stos supieron entrar en la sociedad de autobombos mutuos, lo cual les per miti, al menos, recibir prebendas y honores, estar a la altura de las circunstan cias, dicho en el peor sentido de la frase, es decir, supieron ir adaptndose a los vaivenes del convulso perodo de 1.869 a 1.890, supieron ir cambiando los hbitos morales que les estorbaban para mantener una situacin de privilegio po ltico o literario. Esto es lo que me atrajo de don Miguel. Esto y la atormentada y apasionada correspondencia con el joven Martnez Ruiz, ese centenar y medio de cartas a travs de las cuales no slo aparece el atroz proceso de la descomposicin total 19 de un hombre en la locura, sino tambin el cario emocional que profesaba a su sobrino, a ese joven escritor en ciernes a quien no duda en ayudar, como mejor sabe, para facilitarle un rpido triunfo. Estoy convencido de que Martnez Ruiz no respondi con magnanimidad a la noble entrega de su to. Este le abri las puertas de su revista educativa; merced a don Miguel, Martnez Ruiz empez a colaborar en peridicos de Alicante como La Monarqua o El Alicantino; le di cartas de recomendacin que le abrieron campo en Valencia; recibi la mayor parte del archivo y biblioteca de Amat. .. Luego, muy prontamente, el sobrino aventaj con astucia y desparpajo al to an clado en la enfermedad y en preceptos morales que, compartidos al principio por M. Ruiz, pronto ste huy de ellos ante el temor de repetir el fracaso de su to. La huda hacia adelante, el deseo de asombrar, de conseguir la fama haciendo exactamente lo contrario de lo predicado por Amat, fue la consecuencia inmedia ta tras el hundimiento en la locura y la muerte de don Miguel. Fue despus, cuando pas el salpullido de anarquismo, de anticlericalismo, de anti todo; cuando lleg, como l mismo dice, el momento de mirar hacia atrs y cerner en el cendal de la memoria los recuerdos del alma, fue entonces cuando brot la figura de don Miguel y las cartas atormentadas que le enviaba a Mon var o a Valencia. Entonces, el ya famoso periodista, subraya pginas enteras de las cartas de su to y las transcribe directamente, sin apenas variar una coma o una palabra, a las pginas de la novela Antonio Azorn, a la figura de Pascual Verd, o las enlaza con los recuerdos de otro antepasado en la novela La Volun tad, o en el novelista Gregorio Pino de Cavilar y contar... y en la atmsfera que envuelve Las confesiones de un pequeo filsofo y, en definitiva, en mu chas de las pginas de la ingente obra de Azorn se percibe la inquietante presen cia del to poeta que muri loco. Hay pocos libros en los que se trate, aunque sea de pasada, la figura de Amat. Podemos aceptar que ni el Ensayo biogrfico bibliogrfico de escritores de Ali cante y provincia de Rico Garca y Montero Prez (Alicante, 1.888) ni Alicanti nos ilustres, el libro que Jos Mariano Milego y Antonio Gald publicaron en Alicante en 1.907, ni el Diccionario abreviado de personajes alicantinos de Jos Calatayud Baya (Alicante 1.972) incluyan ni una sola lnea sobre Amat por el he cho de que ste hubiera nacido en Valencia. Pero es que tambin los estudiosos azorinistas, desde Gmez de la Serna (Azorn, 1.942) a Inman Fox en su edicin de Antonio Azorn en 1.970, pasando por Jos Alfonso, Garca Mercadal, Cruz Rueda, Rioprez o Valverde, tratan muy de pasada y con errores de bulto la figu ra del desgraciado poeta de Petrel. Tal vez el nico libro que ms directamente y con ms acierto, a pesar de claras lagunas, escribe de don Miguel es el de J. Rico Verd en su tesina Un Azorn desconocido (Alicante, 1.973) . De ah que en la elaboracin de este trabajo haya basado mi investigacin en los archivos de la Universidad de Valencia, de las Parroquias de las poblaciones 20 en donde vivi don Miguel, en las bibliotecas de las entidades donde colabor o intervino asdua o accidentalmente: Diputacin Provincial de Alicante, Ateneo de Madrid, Lo Rat Penat, Juventud Catlica. . , y, por supuesto, consultando una amplia hemeroteca donde se recogen noticias y escritos de Amat desde 1.859 a 1.896: diarios, peridicos y revistas, especialmente de Alicante, Valencia y Madrid. Con todo ello he podido recubrir lagunas, matizar afirmaciones y contrastar da tos equivocados que el mismo don Miguel proporciona en sus cartas y en su ma nuscrito titulado Mi biografa, documentos stos ltimos que suponen el eje que he seguido en la composicin de mi trabajo, tal como deseaba el poeta en sus re petidas splicas para que su sobrino Martnez Ruiz hiciera un libro con su biogra fa. Sin duda quedan tambin ahora, a pesar del esfuerzo realizado, lagunas sin rellenar y datos que habr que contrastar, pero confo en que ste libro sirva pa ra, adems de acercarnos a un poeta ni mejor ni peor que la mayor parte de los poetas de la Restauracin, dar luz a determinados aspectos de la obra azoriniana que todava estn poco estudiados. Por eso divido mi libro en dos grandes apartados: la vida del poeta Miguel Amat y una pequea seleccin de su obra, necesaria en quien como l tiene dispersa en los peridicos una gran parte de su produccin y en libros de muy dificil loca lizacin, y una segunda parte en la que pongo en relacin los inicios literarios del futuro Azorn con aquel a quien llam maestro, las colaboraciones literarias del joven Martnez Ruiz en la revista de su to y las cartas que ste envi a lo largo de tres aos al aprendiz de escritor. Ese estremecedor testimonio del abati miento de un hombre es decisivo y esclarecedor para comprender mejor las rai ces literarias del escritor de Monvar. Por ello, es un deber de gratitud mencio nar aqu a la Casa -Museo Azorn y a su director, quien me di toda clase de facilidades para transcribir y publicar las cartas de don Miguel. 21 22 CAPITULO 1 VIDA Y OBRA DE DON MIGUEL AMAT 23 Don Miguel Amat Maestre naci en Valencia el 10 de Julio de 1.837. As consta en uno de los documentos presentados por don Miguel en 1.859 para obtener su licenciatura de abogado por la Universidad de Valencia. Tal documento, firmado por el presbtero encargado del archivo de la Parroquia de El Salvador de la ciu dad levantina, es una copia del libro de bautismos del ao 1.837, del folio n. 22. Por ella sabemos que el mismo da 10 de Julio fue bautizado solemnemente Miguel Mara del Consuelo, Cristbal, Po, hijo legtimo de don Miguel Jernimo Amat Peir y doa Mara de los Dolores Maestre Prez. El nio, segundo hijo del matrimonio, haba nacido a las seis de la maana de ese da. tripajildh.),,, calb vcao 21,e,Z Ir37 ~04 JeAszse.~4#1. L/1 1: 7 4.e..S. ~47.4,47.. didLt... 1 / 1 4.4s 4_4~5:1 41 77;~ Le madL 47,04,,, o-7 /a l 111 41114 , ~os.; _ 1 4,/, bik~r- fr f, e p 4l4 :14Z, o.(3/ gte.. 9. 1 aViad 09). 17:12k p.e.1,44.,. p~ /042 , 14te elfrwrs,J~ Gop , 41141,44,4-7 olve;Vje.. Itabro;., tutigio 11,1; g , ediL LL i i f ;inzo. e id pu 4r.,,51:inwff .rj 1 ~-..t. ei t G4A1119g., 10.111jA , C1 39 - ( Libro de Bautismos de la Iglesia de San Salvador, de Valencia. 24 Sus padres, naturales y casados en Petrel, vivan en Valencia desde haca 10 aos, puesto que el padre, descendiente de ricos hacendados de Petrel, haba aban donado muy joven el hogar familiar para, junto con otro hermano, Santiago, se guir los estudios de Derecho. Don Miguel Jernimo, nacido hacia 1.804, dej sus propiedades en arrendamiento y vendi otras a algunos de sus cuatro hermanos que quedaron en Petrel. El abri un despacho jurdico en Valencia, despacho que luego dirigi su primognito, Jos, nacido en Valencia en 1.828 y muerto en 1.860 como consecuencia de la epidemia de peste que devast la ciudad. Sin embargo, el tercer y ltimo de sus hijos, Enrique, comenz estudios en la academia de arti llera de Segovia, pero aquejado por una enfermedad no lleg a terminarlos y re gres a Petrel, donde llev una vida de rico labrador, intervino activamente en poltica, siendo concejal en varias ocasiones e incluso ocupando la alcalda en 1.872. Muri en 1.916. D. Miguel Gernimo Amat Peir, padre de don Miguel Amat. Fotografa de un cuadro perteneciente a la familia de D. Enrique Amat. D. Jos Amat Maestre, hermano mayor de don Miguel. Fotografa de un cuadro perteneciente ala familia de D. Enrique Amat. No tenemos otro documento que testifique la fecha de nacimiento de don Mi guel. El archivo de la iglesia de El Salvador pas a la de Santa Mnica cuando aquella dej de ser Parroquia a principios de siglo, pero la mayor parte de los do cumentos del archivo de Santa Mnica fueron destruidos por el fuego en los das aciagos de la guerra civil. No obstante, en varios de los censos y listas electorales realizados por el Ayuntamiento de Petrel en la dcada de 1.880-1.890, aparecen datos del poeta. En la lista de electores de 1.890, pertenecientes al Colegio del Santsimo Cristo, se dice que naci en Valencia el 4 de Febrero de 1.838, pero sigue la confusin al afirmar que lleva viviendo en Petrel desde 26 arios antes, 25 es decir, desde 1.863-64, lo cual est en contradiccin con los datos, fuera de toda duda, que nos proporciona el mismo Amat. En otros censos o listas de arios ante riores o posteriores se le da como nacido en 1.837, 1.838 e incluso 1.839. Cuando nace don Miguel, Espaa est sufriendo el gran cambio que supone la sustitucin del aparato del poder poltico de tipo feudal, la monarqua absoluta, por otro de corte liberal y burgus, el sistema parlamentario. Contribuye a este pro fundo cambio social, entre otras cosas, la supresin de los gremios, la abolicin del diezmo y la transformacin de la propiedad feudal de la tierra en propiedad pri vada a travs de las leyes de desvinculacin de mayorazgos y desamortizacin de los bienes de manos muertas, es decir, la desamortizacin eclesistica. Y to do ello, en medio de una confusin poltica y legislativa agravada en el Reino de Valencia por el hostigamiento de las tropas carlistas al mando de Ramn Cabre ra. Las acciones de ste, de Forcadell y de otros lderes carlistas mantuvieron la insurgencia en las tres provincias levantinas, incluso tras el convenio de Vergara, que, aunque no fue reconocido por Cabrera, pona fin a la guerra. Amat fue testi go en su niez de esa etapa convulsa que parece finalizar en 1.844, tras la cada de Espartero un ario antes, y el nuevo orden constitucional establecido en 1.845. Por los datos del Libro Padrn de 1.842, del Ayuntamiento de Petrel, sabemos que la familia dej Valencia a finales de 1.841 y que estuvo en el pueblo alicanti no hasta 1.846, aunque es probable que no fuera de una manera contnua. En Petrel vivieron las jornadas trgicas del levantamiento y posterior ejecucin de Pantalen Bon. A travs de las anotaciones de los distintos documentos del Ayuntamiento co nocemos el progresivo aumento del patrimonio familiar. Don Miguel Jernimo Amat posee en 1.848 cuatro casas, un horno de pan y un nmero muy elevado de hectreas de tierra de regado y de secano plantadas con viedo, olivares y almendros. Es el segundo de los contribuyentes de la poblacin. En 1.847 de nuevo la familia vive en Valencia. Petrel ha visto descender su po blacin por las contnuas y extremadas sequas que se venan produciendo desde varios arios antes. Es significativa la instancia que la Corporacin Municipal en va al gobernador quejndose de lo mucho que Petrel paga de impuestos por la contribucin de consumos. Se dice en ella que en 1.845 el pueblo tena 645 veci nos, pero hoy, en 1.851 tiene 532 vecinos, les decir, cabezas de familia, en reali dad la poblacin, segn consta en el Padrn, es de 2.165 habitantes). La sequa ha promovido el decaimiento de la mano de riqueza y, por consecuencia, la baja de consumo en las especies afectadas, pues la generalidad se alimenta con legum bres, verduras y otras sustancias. As, pues, en 1.847, cuando de nuevo se reaviva el carlismo y nuevas partidas levantiscas asolan las comarcas valencianas, la familia se encuentra otra vez resi diendo en la calle San Narciso de la capital. Miguel Amat comienza sus estudios: en total, como consta en un certificado de la Universidad de Valencia: cinco arios de segunda enseanza, un ario de am pliacin para Jurisprudencia, cuatro arios de esta facultad y uno de la facultad de Derecho, seccin de Leyes; mereciendo la censura de Mediano en el primero y segundo de Segunda Enseanza: la de Sobresaliente en el de tercero y la de Bueno 26 en el cuarto, quinto y ario de ampliacin; la de Notablemente aprovechado en el primero, segundo y tercero de Jurisprudencia, y la de Sobresaliente en los dems. Es conveniente recordar que la situacin cultural en la que se desenvuelve el joven Amat es altamente deficiente. Concretamente en Valencia la reduccin de las comunidades religiosas en 1.836 haba supuesto la dispersin de las bibliote cas, archivos y obras de arte. Mucho de este tesoro cultural se vendi a particula res o qued perdido para siempre. El recin creado Museo de Bellas Artes y la /-1.114 / Z1;1 1 :;;;;Iplwonit LiThS , ( / G/;.. 2 ,.. /iCZCaL/.. 1(ek. 4.-- 41. ,.4/ g.,. Jel r / /*h._ 44 - 1 , ;1 Certificado de Estudios Universitarios. Archivo de la Universidad de Valencia. 27 ne/Mf. ;.:. 4 (./.( .72V; // ) biblioteca universitaria recogieron parte de ese patrimonio. En otro punto, la ley de Instruccin Pblica de 1.845 sujet a un mismo patrn a todas las universida des de Espaa; la enseanza primaria, hasta entonces competencia de la Iglesia, pasaba ahora a serlo del municipio y la secundaria dependa de la Diputacin Pro vincial, y aunque doce aos despus se suprimi dicha ley en favor de la llamada ley Moyano, la Universidad de Valencia qued reducida a las facultades de De recho y de Medicina. Los estudios medios y universitarios de don Miguel sufrie ron los cambios continuos programados por los distintos ministerios. Por otro lado, no hay que olvidar tampoco que las ideas romnticas se difun dieron en Valencia a travs del Diario Mercantil desde 1.833, y que desde 1.840 hubo varias publicaciones que extendieron la lnea historicista y catlica del ro manticismo en los trminos que seguan el italiano Manzoni y Walter Scott, pero pocos eran los lectores de Heine, Byron o Vctor Hugo. Los jvenes universita rios, compaeros de Amat en la facultad de Derecho, se reunan en la Academia de San Carlos y en la sociedad juvenil La Estrella. En la Academia ley Querol sus primeros poemas, en la Estrella recitaban sus composiciones Teodoro Llo rente, Cirilo Amors, Jacinto Labaila... y Miguel Amat. Es decir, toda la nueva generacin que constituir la renaixenca valenciana, muchos de ellos futuros componentes de Lo Rat Penat y casi todos antiguos alumnos de las Escuelas Pas, donde haban recibido el influjo del P. Arolas y su cenculo literario, sin olvidar el de los patriarcas Manuel Prez y Vicente Boix. Ya en las Escuelas Pas coincidieron Toms Vilarroya, Llorente, Amat, Pizcue ta, Ferrer Bign... pero slo Llorente y Querol eran plenamente conscientes de 28 que estaba naciendo un movimiento nuevo que poco tena que deber al romanticismo. Ese grupo solo estaba necesitado de una voz autorizada que pudiera orientar las distintas direcciones que empezaban a darse entre sus componentes. La atrac cin hacia la poesa verncula se haba manifestado ya en algunos de ellos, influi dos por el renacimiento cataln, especialmente por los poemas de Vctor Balaguer. e // -401J /.. 7 411- . p./.7:~~-0 . 2 t -e 4 ...o 4 st Ye, : .41-z-- ~4 4 4.4 . 0 1 4 , .2 4rce-r . ...4t e, r . 119 , ,.. ~1: 2 ,s1 /1 44 Certificado de haber realizado prcticas jurdicas en el despacho de su hermano Jos. Archivo de la Universidad de Valencia. 29 En 1.858 llegaban a Valencia dos grandes personalidades: Eduardo Prez Pujol, catedrtico de cdigos espaoles y verdadero introductor del krausismo en la uni versidad valenciana, y el erudito mallorqun Mariano Aguil Fuster, figura clave en la renaixenca, para hacerse cargo de la biblioteca de la Universidad. Pronto entr en contacto con los estudiantes de Derecho, especialmente con el curso en el que destacaban tres jvenes que eran ya ms que una promesa: Querol, Llo rente y Amat. De Mariano Aguil parti la idea de celebrar unos Juegos Florales a imitacin de los que se haban llevado a cabo en Barcelona ese mismo ario. - tz#;!/ , . dofo A lf~Ye Z-/ lerZovi;vju.,2) mr,s(~) Doom_ Alldn.../di , .,. .. ao.... , Z /242,4Z .~. ,...,r , (/ja 2 (ZetVid4 49, id ,/,2,_ ,b. , ,,4., -ney) 42, /a . /1r...1./.1, ,i / 1---4 JA a,,,,,,,..; d. ,..,.:),.. ....;,.,.4 t(d, ~u hit-/ iz/j.i/u :24 1 /1 4- .: . .X, - .~, 4. 1.fio-,71:). 9 t.o.tm t e., 0...,44.1.ki,./...): 4/en4 :;,../_ . ..w.Ai.u-.0 4 , Xdr,...../X1 d, 17 4 ,1 41 j :i Ta j 1) z& usi-a) Lig ,er-i Pir f ,34 1 ,. / .2..ek. 7 cbit./.044.24:74! d lyRid ,w, p.../.:.,.., , ..e; .~......a - / ../etv4 - 4 . Im4k.u7.4,-4,41 1 4,,,,, I n / 1mi4 h, y 4 ./.../.,_ . 6 Pd-~---- - lti a.) pt. Ptito 2c.oa.V0a. i l i k mur t C 44 , --- / -- -. ---- I9 Certificado de las pruebas de la licenciatura en Derecho Civil y Cannico. Archivo de la Universidad de Valencia. 30 Miguel Amat ha terminado la carrera con unas brillantasimas notas que le augu ran un futuro esplndido. Entre 1.847 y 1.852 curs los cinco arios de segunda enseanza en las Escuelas Pas, recibiendo el Grado de Bachiller en Filosofa el 19 de Junio de ese ario. Ya por estas fechas asiste, como as se expone en un certi ficado aadido a su expediente, al despacho jurdico de su hermano Jos, que es quien firma y avala, como responsable de la formacin prctica en las cuestio nes del foro, a don Miguel. El 28 de Junio de 1.858 obtena el ttulo de Bachiller en Derecho, y el 3 de Julio del ario siguiente, teniendo como padrino al catedrti co don Jacinto Rosell, todos los estudiantes que haban superado unos das antes el llamado examen de Grado, reciben el ttulo de Licenciados. Don Miguel fue el encargado de pronunciar el discurso de gracias y prestar los juramentos ante el decano en nombre de sus compaeros. D. Miguel Amat Maestre, en su poca de estudiante de Derecho en Valencia. Fotografa de un cuadro perteneciente ala familia de D. Enrique Amat. Don Miguel inicia inmediatamente los estudios de Doctorado como alumno libre en la Universidad de Madrid, derecho que tena todo aquel que hubiera obtenido una media de sobresaliente a lo largo de la carrera. Amat se doctor en Derecho Civil y Cannico en 1.860, cuando ya desarrollaba la labor de secretario general de la Academia de Legislacin y Jurisprudencia de Valencia. Tambin, por lo que afirma en el escrito titulado Mi biografa, parece que realiz oposiciones para la relatora de la Audiencia valenciana, consiguiendo el segundo puesto, pero l mis mo afirma que sus inclinaciones iban ms dirigidas hacia la literatura que al foro. Don Miguel dice en su Breve resea Histrica del actual renacimiento litera rio lemosn en Valencia, publicado en 1.892 como apndice de su libro Rimas, 31 que comenz haciendo poesas en valenciano y que las tena preparadas para pu blicar cuando le sobrevino el primer ataque de su enfermedad a finales de 1.860. Tales poemas y otros muchos ms, dice, se le extraviaron entonces, y muy pocos pudo recuperar y otros volver a escribir apoyndose en su memoria. Ninguno de los siete poemas conservados, escritos en un valenciano muy castellanizado y con un palmario desconocimiento lxico -ortogrfico del idioma, son anteriores a 1.870, y hablaremos en su momento de ellos. As pues, de aquellas otras composiciones juveniles en valenciano, anteriores a 1.859, no ha quedado ningn testimonio. S parecen ser de esa poca los dos poemas A Delia, su primer amor, de la que nada conocemos excepto la tpica descripcin que hace Amat de su belleza: elegante, tez blanca, negros cabellos, labios rojos, ojos que alumbran ms que el sol... Es, pues, el amor idealizado de la adolescencia, probablemente sin co rrespondencia ni aun conocimiento por parte de la diosa amada: . . .si ella algn da aqu en mi corazn leer pudiera, oh! cual la adoro yo me adorara, cual me inflamo, inflamada en el fuego de amor se abrasara. Es en esos poemas donde ms se aprecia la tcnica de imitacin, la influencia de unas lecturas propias del cenculo del P. Arolas en las Escuelas Pas: Viste, Delia, del sol la suave lumbre en las serenas horas de la tarde. . . Viste las verdes faldas de los montes bordar con perlas la naciente aurora... Viste en la noche hermosa y solitaria subir tranquila la callada luna por entre blancas nubes. . . y de luceros mil que el cielo pintan los trmulos destellos Pues ms, Delia adorada, que la dulzura que extasa en ellos me place contemplar tus ojos bellos. A pesar de estos encendidos elogios a Delia, es probable que este amor fuese una ilusin bastante pasajera, porque pronto comenzaran los poemas dedicados a Carmen Broqus, la que sera su primera esposa. Al menos uno de ellos est escrito, dice en una nota al margen, cuando tena 20 arios. Tambin est fechado el poema Al Centenar de Ganda, composicin que en vi al certamen potico que la ciudad celebr en 1.858 con ocasin del tercer cen tenario de San Francisco de Borja. Por lo tanto, Amat no era un desconocido en el mundillo literario valenciano 32 cuando a instancias de Mariano Aguil, el Liceo organiz un concurso potico para conmemorar el cuarto centenario de la muerte de Ausias March. No era la primera vez que se intentaba en Valencia la restauracin de las Justas Poticas medievales propias del reino de Aragn. Ya en 1.838 se celebr un so lemnsimo certamen en recuerdo del 600 aniversario de la conquista de la ciudad por Jaime I, y en 1.855 se llev a cabo otro enftico concurso en honor de San Vicente Ferrer. Todo ello era fruto de las nuevas corrientes romnticas que im pulsaban a entidades tales como las Escuelas Pas, la Academia de Apolo, la So ciedad Econmica de Amigos del Pas, el Liceo..., aunque, concretamente, los Jue gos celebrados en 1.859 eran una clara imitacin de los festejados en Barcelona el primer domingo de Mayo de ese mismo ario, cuando el Ayuntamiento de la ciudad acept la sugerencia de los componentes de la Academia de Bones Lle tres para que se reanudara la tradicin creada en 1.393 por Juan I. Mariano Aguil sostena estrechas relaciones con aquellos poetas y eruditos catalanes entre los que se encontraban Vctor Balaguer, Manuel Mil Fontanals, Joaqun Rubio Ors, Jos Luis Pons Gallarza... No era, pues, de extraar que Aguil intentara repetir la experiencia. En No viembre se celebraron los primeros Juegos Florales Valencianos, en los que el mismo Aguil actu como mantenedor. Don Miguel gan la Flor de Oro y Plata a la mejor composicin en castellano sobre tema histrico, mientras que sus con discpulos Teodoro Llorente y Vicente W. Querol, juntamente con el cataln Vic tor Balaguer y Fernando Len Vera obtenan los otros premios. Pero los Juegos no se volvieron a repetir hasta que Lo Rat Penat los instituy de una manera defi nitiva a partir de 1.879. La composicin de Amat, Oda a la conquista de Valencia, es un largo poema de casi 200 versos en los que narra la batalla de don Jaime por la posesin de la ciu dad. El poema muestra oficio y una lectura intensa de los clsicos, especialmente de Herrera y de Francisco de Rioja. Concretamente, de este ltimo, al que en un poema llama el gran Rioja, a quien tanto quiero, sigo y admiro habr una in fluencia constante y honda en sus poemas filosfico -religiosos de los ltimos arios. La Oda responde claramente a lo prescrito en las bases del certamen. Es, por un lado, una exaltacin de la ciudad: Ved a Valencia: cual visin divina coronada de fl ores se levanta del Turia junto a la onda cristalina. De empaar el azul de tu albo cielo tuerce el ave, medrosa, el vago vuelo; y el mar rizado, que a besar su planta humilde rueda sus mviles alas, un himno eterno a tus grandezas canta, reina de las ciudades espaolas. Y, por otra parte, es un retrato idealizado del rey conquistador, al que hace con tinuador de las glorias de Pelayo y del Cid: 33 Y habr quien logre resistir su empuje No, que es Jaime el seero de su gloria, y el monstruo del Islam airado ruge y se humilla a su paso, mientras que l sigue su triunfal carrera, como el sol cruza por el alta esfera del oriente al ocaso. Poema de palabras grandilocuentes, de ritmo rpido, de rica adjetivacin, pare ca confirmar el camino literario escogido por el autor. Sin duda, el tener como compaeros premiados a quienes seran los lderes de la renaixenca valora do blemente el xito conseguido. Tambin hay que destacar el inicio de una labor ensaystica que luego, desgra ciadamente, deriv a otros terrenos. Me refiero a su trabajo El tiempo es la me jor prueba de la justicia, lema con el que optaba en los mismos Juegos Florales al premio para la mejor memoria histrico -filosfica sobre la expulsin de los mo riscos y sus consecuencias. No lo consigui, segn dice, por la cruda exposicin que hizo de los desmanes de los Austrias. No se conserva el trabajo, puesto que MON MIGUEL GERNIMO AUL, M.O DU ILI3TIIC01.19 11!1.1 IP DO 1111{1,101. ihnticeim .1..0. oil... de 10.0411111 do berirwebr Met kry. of V BONI MIEN BINtig8 LANCEjjgAMI! Idttl It II id frie* Jell fam L, %mune Ha... Tm. Prov. vv brumo v. tambin ste fue uno de los documentos perdidos por Martnez Ruiz cuando pre paraba un libro sobre su to. Las referencias de este estudio sobre los moriscos son las que nos da el propio Amat en su biografa, donde afirma que la Casa de Austria inaugur un sistema de intolerancia contrario a las doctrinas de paz y 34 caridad y verdadera libertad proclamadas por Jesucristo. Frente a las medidas de rigor y dureza adoptadas por Felipe III, Amat aboga por el sistema de conci liacin inaugurado por D. Jaime el Conquistador. Por sus datos, podemos esta blecer una lnea en su trabajo que comenzara con la exposicin de una situacin idlica en tiempos de D. Jaime; una parte central donde expresara la poltica equi vocada de los Austrias en la instruccin de los moriscos; una tercera parte donde presentara con toda crudeza hechos y datos de la expulsin y, finalmente, un listado de consecuencias negativas para la economa y la sociedad espaolas. Lo evidente es que, fuera por los motivos que aduce don Miguel, -la crudeza en la exposicin- fuera por otros, el jurado, faltando a las condiciones del certa men, entreg la Pluma de Oro a una composicin potica. Pues bien, todo este futuro prometedor se rompe bruscamente en el verano de 1.860 cuando la familia sufre los estragos de la epidemia de clera que se extiende por la capital levantina. Como consecuencia de ella muere su hermano Jos, quien a los 32 arios era una importante figura de la abogaca valenciana, y a l le queda definitivamente como secuela una enfermedad de tipo nervioso cuyas crisis, ms o menos frecuentes, le sumirn al final de su vida en una inconsciencia absoluta. La familia se traslada a Petrel y en 1.864, con un intervalo de tres meses, muere su madre el 20 de Julio y su padre el da 3 de Noviembre. Ser su hermano Enri que, con 21 aos, quien lleve ahora la direccin de la hacienda paterna, mientras que sus contnuos viajes a Madrid y Valencia para ser atendido por los mejores mdicos no dan resultado inmediato. A partir de 1.866 algo empieza a cambiar en su espritu. Se siente animado para desarrollar su labor de abogado y abre un despacho en Petrel. Colabora en algunas revistas y peridicos de la comarca y, especialmente, en Las Provincias de Valencia, que desde ese ario dirige su ami go y condiscpulo Teodoro Llorente. En una de sus frecuentes visitas a la ciudad se casa con Carmen Broqus Laplace, la novia cantada ya en poemas de 1.860. No conocemos de Carmen apenas nada; en los poemas de Amat en los que hace referencia a su mujer no hace de ella, aunque sea tpica, una descripcin al estilo de la que hace de Delia; s, en cambio, parecen apuntar enigmticos sntomas de infelicidad: Oh! que nunca tender las negras alas a la duda cruel en torno vea. . ., que es terrible dudar; mas ay! perdona. Yo nunca dudar que prometiste, con el candor de un nio, guardar este cario cuando, temblando, mi pasin oste; lejos, duda, de m: Carmen me adora. . . Tres poemas, uno tras su muerte, y unas fras palabras en su escrito autobio grfico: habindose enlazado con una seorita de altas prendas, natural como l de Valencia, dolorosas enfermedades de dicha seora y por fin su muerte..., es todo el recuerdo que Amat deja de su primera mujer. Aunque el poema escrito tras la muerte de Carmen, ocurrida el 27 de Julio de 1.869, sea uno de los ms emocio 35 nantes, sencillos y sinceros de Amat. En l recuerda la corona de flores de novia, un mechn de su cabello y el ramo de azucenas que llevaba Carmen el da de su boda: . . .Hoy que triste y lejos de ella, doliente el alma, no aspiro su dulcsimo suspiro ni contemplo su faz bella.. . Qu gratos recuerdos son los que por mi mente giran cuando mis ojos os miran, porque al veros, prendas de amor, su imagen brota en mi mente. Yo os guardar eternamente corona, rizos y flores. De su matrimonio con Carmen naci su nico hijo, Miguel, a finales de 1.867. Para entonces, Amat escriba con frecuencia artculos en la prensa valenciana. Entre todos ellos, quiz el ms famoso fue el titulado Causas de la despoblacin de los montes de Espaa. Sus fatales consecuencias para la agricultura y salubri dad y seguridad pblicas. Sus remedios. Es un escrito prcticamente de encargo que le hace Llorente, quien desde Las Provincias estaba llevando a cabo una campaa para el fomento de la agricultura en general y del arbolado en particular. Amat, que propona una absoluta desamortizacin de la propiedad forestal, fue rebatido por el ingeniero y poltico valenciano Juan Navarro Reverter (1.844-1.924) que luego sera ministro de Hacienda y presidente del Consejo en el gobierno de Cnovas (1.895). En este caso, la polmica pblica fue favorable a Amat. Los artculos, en general, de don Miguel muestran a un furibundo polemista en temas econmicos, histricos o filosficos, pero acentuando especialmente su visin profundamente cristiana de la existencia, de tal modo que es curioso ver en ellos ideas avanzadas y revolucionarias en lo socio -econmico en extraa mes colanza con una inquebrantable fe en ideales religiosos y filosficos ciertamente trasnochados. Y es que la sociedad espaola que se abocaba dramticamente al turbulento perodo que comienza con la revolucin de Septiembre de 1.868 y termina con la Restauracin, ya no era un buen receptor de las ideas de Amat. Espaa es en tonces asilo del positivismo francs, del fracaso de un romanticismo idealista y totalmente anacrnico tras los sucesos de 1.848 en el pas vecino; hechos que, necesariamente, tras el hundimiento de las ilusiones y utopas, deban de produ cir el viraje hacia lo concreto, hacia la realidad. De ah el avance impresionante de las ciencias de la naturaleza, el estudio del hombre en su aspecto puramente fsico, el auge del evolucionismo, el consecuente materialismo... , conceptos to dos ellos que, aunque tardamente incorporados en la sociedad espaola, arrum ban los valores vigentes en la mitad del siglo. Desconozco todos los pormenores de Amat desde los primeros momentos de la revolucin septembrina hasta los primeros das de 1.871. Probablemente vivi casi todo el proceso en Valencia, pues si bien en Petrel naci su hijo, la enferme dad de su mujer le hizo trasladar la casa a la ciudad, donde Luisa fue enterrada en el verano de 1.869, regresando Don Miguel a Petrel poco despus. Las elecciones constituyentes de Enero de 1.869 dividieron el arco parlamenta rio en cuatro grandes sectores: los diputados tradicionalistas e isabelinos dirigidos 36 por Cnovas; los diputados unionistas que tenan como lder a Ros Rosas; una mayora centrista cuyos lderes eran Prim, Sagasta, Olzaga y Ruiz Zorrilla y a la izquierda los republicanos federales dirigidos por Figueras y Castelar. Amat, que ha vivido agazapado en la sombra los momentos de la insurreccin y que fue testigo en Valencia de la explosin de jbilo ante la noticia de la derrota gubernamental en Alcolea, regresa a Alicante a tiempo de ver encumbrados en puestos polticos importantes a antiguos compaeros y amigos de la familia. Su inclinacin hacia la poltica activa est motivada especialmente, como dice en un poema, por su amistad con el Barn de Mayals, don Alejandro Harmsen Garca (1.840-1.898), diplomtico y mecenas de los escritores de Alicante y, l mismo, poeta y prosista que public varias obras: D. Jaime el Conquistador, Historia de mis hijos, Cien pginas en verso. . . Fue cnsul en Alemania, Dinamarca y Blgica; diputado provincial y senador. De l parti la presentacin de don Mi guel como candidato a la Diputacin alicantina. Las elecciones se llevaron a cabo en los primeros das de Febrero de 1.871, un mes despus de que D. Amadeo de Saboya, duque de Aosta, fuera elegido rey, como solucin al proyecto poltico salido de las cortes constituyentes de 1.869. Pero asesinado el general Prim pocos das antes de la llegada de Amadeo a Ma drid, su breve reinado (2 de Febrero de 1.871-11 de Febrero de 1.873) acab con la proclamacin de la repblica. Como posibles electos por la zona de Elda estn los nombres de Francisco de Paula Rico Rico y de Miguel Amat. El desarrollo de las elecciones en Petrel fue el siguiente: hubo dos mesas electorales, una en el Saln del Ayuntamiento y otra en la escuela de nios, y las votaciones se efectuaron los das 2, 3, 4 y 5 de Febre ro. En la mesa del Ayuntamiento, de los 301 votos emitidos, don Miguel obtuvo 143 frente a los 158 del Sr. Rico. En el Colegio de primera enseanza, cuya Mesa presida, sorprendentemente, Amat, este consigui 145 sufragios frente a los 115 del otro candidato. En total, pues, don Miguel obtuvo en Petrel 288 votos mien tras que el Sr. Rico consigui 275. El 21 de Febrero toma posesin como vocal de la Comisin Permanente de la Diputacin alicantina. Una de sus primeras actividades la encontramos reflejada en el diario El Cons titucional del 1 de Noviembre de 1.871 cuando, con ocasin de la terrible epide mia de viruela que afect a Elda en el otoo de ese ao, encabez con 2.000 rea les una colecta provincial para socorrer a los afectados. Aunque en su biografa exagera en demasa su labor en la Diputacin, cuyo peso -dice- llevaba casi todo yo solo, tomando parte en las discusiones en que se trata ba de los intereses de la provincia o del Estado o del individuo, redactando las exposi ciones que se dirigan al Cuerpo colegislador o a los ministros, y contestando a los pe ridicos que criticaban los acuerdos de la Diputacin o de la Comisin Provincial, lo cierto es que su labor no fue excesivamente relevante. Despus de haber ledo todas las actas de las sesiones celebradas desde 1.871 a 1.876 he comprobado que falt con relativa frecuencia, que, efectivamente, se opuso a una cuenta de gastos de 17.000 duros, ocasionada como consecuencia de la visita de los reyes Amadeo y Victoria a Alicante en Marzo de 1.871, (sesin del 3 de Abril) pero sin el drama tismo con el que lo expresa: Mis compaeros estaban todos pagados. Yo me opuse, 37 y cuando el presidente dijo a votar, dije: ustedes votarn lo que quieran, pero yo me marcho a casa, tomo mi pluma y digo al pblico lo que debo decir. Resultado, que la cuenta qued reducida a ms de la mitad. La Comisin aprob una cuenta de gas tos por valor de 433.676 reales. Tambin se opuso, y mucho ms levemente, al ferrocarril Alicante-Alcoy, pero su presuncin es enfermiza al escribir lo siguiente: Todos estaban pagados. A m nadie se acerc, pero el expediente nunca se despachaba. Maisonnave lo tom como una ofensa personal y me desafi a mi, que como don Diego, el de Flor de un da, mataba a las golondrinas con bala y era digno rival en la esgrima de mi maestro valenciano don Fran cisco Vives, pero mis creencias religiosas no me permitan batirme, y le hice considerar que l tena una buena esposa y dos nios como dos ngeles, y yo un pobre nio que quedara sin padre ni madre si la suerte me era contraria. Es evidente que estos recuerdos son desproporcionados con la realidad, porque nada de esto sugieren las actas, como tampoco su negativa a la construccin del hospital provincial de Orihuela en los trminos en que se expresa: Me llam el gobernador dicindome que el ministro deseaba complacer a sus amigos de Orihuela. Me habl San tonja y don Toms Capdepn, me escribi don Andrs Rebagliato, gran cacique moderado y grande amigo de mi padre, brindn dome con pasar 15 das en su casa. A todos contest: mi conciencia me lo impide. Vino la discusin en la Diputacin. Habl, se empat en primera vez, volv a hablar, volvi a votarse, tuve mayora. No se concedi el hospital a Orihuela. An siendo exagerados estos recuerdos, es indudable que reflejan un carcter insobornable y poco dado a componendas. Lo sorprendente, y que l oculta en su biografa, es que las actas de la diputacin notifican que el 2 de Agosto de 1.872 fue suspendido de su cargo juntamente con los diputados que en la sesin del 30 de Junio de ese ao se opusieron a un pucherazo en las elecciones municipa les de Denia. Tal oposicin no gust al gobernador Eladio Lezama y ste mand la sustitucin de todos los diputados de la Comisin Permanente. Pero lo curioso es que en la sesin del 30 de Junio no estuvo presente don Miguel; de ah su re clamacin confirmando la ausencia: Don Miguel Amat y don Antonio Cortina, acatando y cumpliendo las expre sadas disposiciones deben consignar, sin embargo, que ellos no estaban en di cha sesin y no tienen por ello responsabilidad del acto, y protestan por su sus pensin y remplazo por otros seores diputados. (Acta de 3-8-72). Pero no vali la protesta. Amat fue destitudo de su cargo de secretario de la Comisin Permanente y todos ellos sustitudos por los diputados Alejandro Gra cia, Camilo Guibert, Juan Masples, Jos A. Morn y Bernardino Sendra. Por ello, no tuvo ninguna participacin poltica en los sucesos cantonales de Julio del 73; y cuando cay la repblica, vctima de las radicalizaciones obreras, 38 del federalismo impaciente e intransigente de la burguesa y del asedio blico de los carlistas, don Miguel volvi de nuevo a la Diputacin, donde ya aparece su firma en el acta del 26 de Marzo de 1.874, como vocal de la Comisin Permanen te, y posteriormente como presidente, justo en los conflictivos das del derrum bamiento poltico y del pronunciamiento de Martnez Campos en Sagunto y la proclamacin como rey de Alfonso XII. Un da despus del pronunciamiento militar, la situacin en Alicante es bastan te confusa. El comunicado del Gobierno Civil, el mircoles 30 de Diciembre, ha bla de una inicua defeccin en una pequea parte del ejrcito del Centro, viendo en todo ello una accin carlista contra la actuacin del gobierno y que por ello, sigue la nota, no tendr ningn aliento por parte del pueblo. Sin embargo, al da siguiente los Boletines Extraordinarios aclaman a don Alfonso de Borbn como rey de Espaa. Es esclarecedora el acta de la sesin celebrada por la Comisin Permanente, que preside Amat, a media maana del da 31: El Sr. Amat hizo presente que la sesin que se iba a celebrar slo tena por objeto hacer constar la actitud de la Comisin en vista de los aconteci mientos que han tenido lugar y que han cambiado la situacin poltica de la nacin. En su concepto, y teniendo en cuenta que la competencia y las atribu ciones de la Corporacin provincial se limitan exclusivamente a ejercer las funciones econmico -administrativas que la ley le confiere, y que sea cual fuere la apreciacin particular de cada individuo de la Comisin sobre el nuevo es tado de cosas que han creado los ltimos sucesos, por una parte, colectiva mente no se puede formar la Comisin por encontrarse dos de sus vocales ausen tes y, por otra parte, que ignorndose el alcance del movimiento que ha trans formado la situacin poltica del pas, los que han sido y son verdaderos mo nrquicos no pueden oponerse a continuar en sus puestos, dejando abando nada la administracin de la provincia, hasta que los hechos fi jen la actitud de cada uno segn las convicciones adquiridas y los compromisos contrados; crea por tanto el presidente, Sr. Amat, que lo que aconsejaba la prudencia y exiga el deber era presentarse al gobernador militar que ha asumido las facultades del gobernador civil y manifestarle que, sin perjuicio de que la Co misin, cuando lleguen los individuos que se encuentren ausentes, resolver en definitiva, individual y colectivamente, segn las inspiraciones de su con ciencia y dignidad lo que debe hacer en vista de los hechos que creen los lti mos acontecimientos, y se aprecie por ellos la significacin del nuevo gobier no. Por todo ello, presentaba su dimisin si es que se la consideraba como un obstculo para la poltica que se acababa de inaugurar. El Sr. Bellido y el Sr. Terol manifestaron su conformidad con lo expresado por el Sr. Amat, y sin ms cuestiones. .. Firman el acta los citados anteriormente y Carmelo Calvo, como secretario, dejan do constancia de que los diputados ausentes eran Leopoldo Laussat y Jos Maseres. En la sesin del 7 de Enero de 1.875 cesan todos los diputados nombrados y son sustitudos por otros. Sin embargo, por R.O. del 10 de Junio vuelven a rein 39 corporarse a sus puestos los anteriormente sustitudos. Amat volvi a ser presi dente de la Comisin durante el ltimo trimestre del 75 y el primero del 76, cele bradas ya las elecciones generales de ese ario, donde de nuevo el caciquismo ma nipul, al servicio del proyecto poltico de Cnovas, todas las listas electorales. El 19 de Julio firma por ltima vez como diputado antes de que se le conceda un mes de licencia, pero el 12 de Septiembre aparece su puesto vacante por re nuncia de don Miguel. Ya entonces haba decidido su traslado a Madrid, conven cido de que haba llegado el momento de su triunfo definitivo en la poltica y en la literatura, obteniendo un escao en el Congreso y publicando su obra en la capital de la nacin. De su paso por la Diputacin alicantina, uno de los momentos estelares lo mar ca la visita de los reyes Amadeo y Mara Victoria a la ciudad. Amat figura entre los que salieron de Alicante para recibir al rey en La Encina, ya que don Amadeo lleg en tren el da 4 de Marzo de 1.871, mientras que su esposa y sus dos hijos llegaron en barco a la drsena de Alicante en la maana del da 17. Sigo ahora la crnica que de dicho viaje hizo D. Jos Pastor de la Roca, quien al contar los actos de la cena en honor de los monarcas dice que don Miguel Amat, abogado de reputacin y diputado provincial por Elda, modesto y tmido hasta lo sumo, entrega al seor Duque de Tetun para que lo presente a S.S.M.M., no atrevindose a hacerlo por s mismo, unos versos dedicados a la reina e impresos en una gran vitela con preciosos relieves primorosamente ejecutados que revela un indisputable mrito artstico. He aqu estos versos: Como nuncio de paz y de consuelo, Seora, un noble pueblo aqu os espera, pisad tranquila por la vez primera la nueva patria que os concede el cielo. Que del fondo del alma se alza un canto y ese canto es el himno del poeta, voz de esperanza, inspiracin secreta, que el pecho inunda de entusiasmo santo. Y esa es la voz del porvenir, Seora, que a Espaa dice tras larga pena: sois, de virtudes y de encanto llena, de un nuevo da la brillante aurora. Pero una vez ms la ingratitud se ceb en este hombre, pues tras la marcha de los reyes, estos enviaron desde Madrid honores y condecoraciones para casi todos los diputados. Uno de los pocos que no consigui una mencin fue don Mi guel. Quiz lo impidiera aquella oposicin a la cuenta de gastos de la que hice referencia anteriormente. Por otra parte, esos cinco aos en Alicante fueron el perodo ms feliz de su vida. Llev al mismo tiempo su bufete de abogado en Petrel y en Alicante y, cuando se traslad a la calle de Altamira, el xito de su despacho le hizo buscar la colabo 40 racin de otros dos grandes abogados. Uno de ellos fue don Jos Maestre Vera, de Elda, que ms tarde fue presidente de la Diputacin de Alicante y luego gober nador civil de Vizcaya. A l le dedic M. Ruiz uno de sus primeros folletos, Lite ratura, (Valencia, 1.896). Fue tambin el momento en que se introdujo en los cenculos literarios de la capital, teniendo como padrino a don Alejandro Harmsen Garca, Barn de Ma yals. En las veladas literarias llevadas a cabo los lunes en la casa del Barn, en la calle Castaos, y en las que tenan lugar cada viernes en la casa del poeta ciego Juan Vila Blanco, llamado el Milton alicantino, se dio a conocer como hbil ver sificador de temas religiosos y laudatorios. Este perodo de la literatura alicantina, que tan bien ha estudiado don Vicente Ramos, se caracteriza por los diversos grupos que, apoyados por un mecenas, se renen en casa de ste al estilo de las veladas poltico -literarias del siglo XVIII. Proliferaron en la poca romntica y fruto de ellas fue la creacin del Liceo Arts tico y Literario de Alicante el 8 de Agosto de 1.839, donde encontramos el ger men de todas las tertulias que se desarrollaron hasta finales del siglo. All estaban ALIJE II LITERARIO. PCI31.1Cit IOS DIAS 8, ts, 23 Y ULTIMO 110 CADA MES. DIRECT /Ii. 1 1.,,n rol, II. Enr11,1r. , I , 1 1,1,41 ,. y , .. , , , o.. ro. I/ Kivototio. , 11,,,, lI .,, Sro, Don. Froinclca I Co , II, 11, ,, . , . SI. 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Na ,, ro II,dri,o. II l rio ,, 4 ,,, r1,/, I/ 0,1rrso 1,o,, ,I. I Ir, ,., ,,,, 1101,11,. I, zi, /I 1 , 11, , ,,,. JI. I dnp.I , P., .,.,I 11 1,, , ., 11 n t 11, 1,1, Ir, Ir Anlono dr, PI. II, SI 1 , Moils I 1,, , ,, I ti . ,,, I/ I, , 1 , ..1 de, , pj, ,. , II m,,, , ,, i. A,,. .t.Ltn. I i.b . lb,nt .11. ,roy, O, Antonio. 1 1 , 1.1 d , 1.1 II. Ir .. , V 1,,, , .. II I , 111111. 1 1 1.1 , n A. de, 1 II .1, y II , ,,,,, Ir ,1 ILde Dio, , I. y 1.II,n,, D JuM.I. Iarrerw , v Iionz,11*, I/ NIntiant, I, tII. II II,1,0 I I u, t 1 ituswr , , Ir J ,v,rr .1, 0111,1Pd, II. 1,. oro 0 er, luo, 0 JowinInJon,.. 1,1n.. y 00rr,v1t, II 111 , 0. II 1(1. 1 y Arnat, I.). ilion IIlipater y 1.11,1,1a, D. Jon. Ao 1.. Alicante, 28 de Febrero de 1863. N.. 7.. SUMARIO. Jo. , : 1, 11 .1111111 1 111 , 111/ . 11,11. 1,,,r O. Mt.,,o,d .111,t m PrImsrrt, 1, 11 .11` . SI ro ,,,,, ;, , r D. lran,,, , o ellwologteo, por ll , 111., . y ron r mima. toso, uno rubia vmdminana. pot D. M, A. y Id HISTORIA DE DOS rowl uston OFETHES 16140.IlS3111. iSI:GT.:N...% I 1 en aniarpii limito que inundaba sus Irlo nanornimitc fi fICMI5 y descoloridas. Es decir TI, IIIML nia, ser de un hombre: y esto tan puntualmente I/O pie 011 110(111 1 1 o1001itas del Tornasol aquella no che, rrque lanillire era el Tia habla escrito no se qu III1Vola.,o Caeata, drama que tenla en el regazo, y al bOroc do aquella soada historia, oprimido de imairinitrios males por gusto del autor, iban consagradas Ins lagrimas de la sen sible lectora, lor lo demas, ninirtin hombre ha bla dado Dolorcitos hostil entiaices motito de pes:ohm tino,. porque A hal , 11.111101 t.V5 pie halda tenido li,ta i o edad ipie contaba incluir en aquel auiner aingan galou del tiempo co lII, Iba A hl maestral, o todos t cintiseis halda dado calabazas, al ano por mit Portada de un ejemplar de una importante publicacin alicantina donde, ya en 1.863, aparece el nombre de don Miguel entre una prestigiosa lista de habituales colaboradores. 41 Juan Vila Blanco, Nicasio Camilo Jover, Luis Campos Domenech y un largo etc tera que, pasados los arios, ya en 1.874, encontraremos de nuevo reunidos en una casa de la calle Los Angeles, morada de Vila Blanco, que ya ciego, es el alma ma ter de un fecundo renacer literario. A este grupo primitivo se aaden Loma Co rradi, Harmsen, Carmelo Calvo, los hermanos Carlos y Ricardo Snchez Palacio, el ilicitano Luis Gonzaga Llorente de las Casas y su hermano Miguel, etc., etc. Todos ellos, fieles asduos a las veladas anuales que a partir de 1.879, ausente en Madrid Miguel Amat, se realizaron en la acomodada mansin del comerciante y mecenas Jos Antonio Snchez Manzanera. De los poemas de Amat hechos en esa poca, uno de los ms conocidos es el titulado Oda a la Pursima, que el mismo poeta ley en el altar mayor de la igle sia de Santa Mara el da 8 de Diciembre de 1.872. Amat fue puliendo y alargando la composicin en arios sucesivos. Conserva mos de ella tres versiones distintas, la ms larga en el libro de Rimas con el ttulo Canto a la Virgen Mara con motivo de su augusta natividad, en el que, en nota a pie de pgina, dice que la Mayordoma de la Santsima Virgen del Reme dio, patrona del catlico pueblo de Petrel le pidi que reuniese en una sola composicin cuantos pensamientos relativos a la Madre de Dios tiene esparcidos en sus Odas a la Virgen, premiados en pblicos certmenes, para repartirla el da de la fiesta, 7 de Oc tubre, y accediendo el Sr. Amat a tan honrosa solicitud ha escrito el adjunto canto que tenemos la satisfaccin de publicar. Las otras dos versiones, tambin distintas en tre s, estn, una, la ms breve, en el mismo libro de Rimas con el ttulo A la Santsima Virgen en el augusto misterio de la Pursima e Inmaculada Concepcin, que es tal como la incluye Rafael Viravens Pastor en su folleto resea de la sesin del 8 de Diciembre de 1.872, y la otra es la versin que presenta el nmero 9 de La Educacin Catlica (8 -XII -1.892) y el segundo de los llamados Folletos Catlicos, publicado tambin a finales de 1.892. En cualquiera de las versiones es una larga composicin de casi 300 versos heptaslabos y endecaslabos aconsonantados que representan el ms claro prototipo de la poesa religiosa de Amat: estrofas grandilocuentes y prosaicas, excesivas exclamaciones y oraciones exhortativas, manifestacin de un cono cimiento bblico y teolgico del que alardea contnuamente, afn pedaggico.. . Amat repite los esquemas narrativos de sus largos poemas: invocacin inicial a Dios para que le inspire, desarrollo del tema en una exposicin cronolgica, y ruego o invocacin final. Tal es el guin que sigue en la Oda a la conquista de Valencia, en el Romance de don Jaime el Conquistador y con este Canto a la Pursima. Aquellas las olvid, de sta ltima se tuvo como el singular cantor de la Virgen, elogiado, al decir del mismo Amat en sus apuntes biogrficos, por Monseor Rampolla, Secretario de Estado del Papa Len XIII, con estas palabras: Yo no dudo que llegar el da, si no ha llegado ya, en que pueda decir Valencia a Sevilla: si t tienes la honra de haber producido el primer pintor de la Inmaculada, yo tengo la honra igual de haber visto nacer bajo mi cielo al primer cantor de la Pursima Virgen. Tambin es de estos arios la composicin A Nuestra Seora de los Desampara dos, oda que envi al certamen potico convocado en 1.873 por la Juventud 42 Catlica de Valencia y que no lleg a celebrarse por causa de los movimientos cantonales ocurridos en ese ario. Pero el acontecimiento que acab de darle un amplio reconocimiento popular fue el triunfo conseguido en el certamen potico celebrado en 1.876. La idea de la creacin de unos Juegos Florales surgi en las conversaciones mantenidas en la Diputacin entre don Miguel y Carmelo Calvo Rodrguez, presidente y secreta rio a la sazn de la Comisin Permanente. La idea fue aceptada inmediatamente por los poetas de la tertulia de Vila Blanco. La finalidad era facilitar la creacin de los Juegos Florales a la manera que vienen celebrndose en otras provincias, pero ante el entusiasmo del Barn de Mayals, quien reuna a sus condiciones de escritor la de ser diputado provincial y que fue gobernador civil y senador, el pro yecto fue apadrinado por la Diputacin, que corri con todos los gastos y decidi organizar el certamen siguiendo en casi todo las bases de los Juegos Florales va lencianos, aunque se insista en que solo nos proponemos preparar el terreno pa ra que otros, con ms medios y ms fuerzas que nosotros, prohijen la idea y ha gan, con sus trabajos, fecundo el suelo donde hoy sembramos la semilla. Se gest la comisin organizadora del certamen, formada por Vila Blanco como presidente y Alejandro Harmsen como vicepresidente, Carmelo Calvo y Antonio Snchez Alcaraz como secretario y vicesecretario respectivamente. El jurado, ade ms de los dichos, lo formaron don Francisco Penalva, abad de la Colegiata y ca tedrtico del Instituto; don Manuel Senante, director del mismo Centro; don Eleu terio Maisonnave y los poetas Luis Gonzaga Llorente y Nicasio Camilo Joven Las bases fueron publicadas el 14 de Febrero de 1.876 y se presentaron 162 composiciones a los seis premios establecidos: 1.- Corona de Laurel a la mejor Oda a la Patria. 2.- Rosa de oro y plata a la mejor composicin potica a la Virgen. 3.- Pluma de oro y plata al mejor romance basado en un asunto histrico del Reino de Valencia. 4.- Lira de plata a la mejor composicin a Alicante. 5.- Pensamiento de oro a la mejor leyenda en prosa sobre un episodio de la guerra civil. 6.- Pluma de oro al mejor canto a la libertad. El brillantsimo acto organizado el domingo 8 de Mayo en el Teatro Principal tuvo como triunfador a don Miguel, no solamente por su premio al mejor roman ce histrico sino tambin por su discurso de cierre del acto. En l, a pesar de su brevedad, Amat expres rotundamente su concepto del arte. Este es ntegro el discurso de don Miguel. Seores: Un deber de gratitud y de cortesa y una antigua costumbre, jams interrumpida, exigen en estas solemnidades literarias que los escritores premiados manifiesten su reconocimiento a cuantos a ellas han contribudo; y encargado yo por algunos de mis compaeros, yo, el ltimo de todos, de cumplir con este deber, voy a llenarle con brevedad, porque esta escogida, ilustrada y brillante concurrencia, estar impaciente por escuchar otras voces ms autorizadas y 43 ms elocuentes que la ma, voces que, por nuestra fortuna, pronto resonarn en este magnfico y hoy encantador y hasta mgico recinto. Ante todo debo dirigir una palabra de agradecimiento y otra de felicitacin a los entusiastas escritores que han iniciado este certamen, y a las Corporacio nes y particulares que bien ofreciendo premios o de cualquier otro modo han contribuido a darle mayor extensin o solemnidad, impulsados todos por el pro fundo conocimiento de que no existe verdadera civilizacin en un pueblo, si los progresos materiales no van acompaados de los intelectuales y morales, por que la sociedad, lo mismo que el individuo, no vive slo de pan, ni se satisface con el oro, ni siquiera con la ciencia, sino que exige, necesita tambin el amor, y como expresin del amor, de las bellas artes; las cuales, bien expresan las ideas en armoniosos versos, o en hermosos colores, o en acabados relieves, o en suavsimos cantos, siempre son el sentimiento, el amor, la poesa; siempre son el anhelo, la aspiracin de la humanidad al infinito; siempre son las miste riosas y pursimas alas del alma para volar a Dios. Una palabra de gratitud y otra de felicitacin para el ilustre y respetabilsimo jurado, que despus de aceptar complacido tan dificil y espinossima misin, la ha llenado de una manera tan digna, aunque juzgando con tanta benevolen cia las humildes producciones de nuestro ingenio. Una palabra de gratitud y de felicitacin tambin a la primera autoridad de la provincia que se ha dignado honrar con su presencia este certamen literario. D. Miguel Amat Maestre, en sus anos alicantinos Dona Luisa Maestre Rico, en una fotografa de 1.876 44 Y en fin, otra palabra de agradecimiento y de ardiente y entusiasta felicita cin a las bellas, graciosas, discretas y elegantes damas alicantinas, que han venido a abrillantar este acto con la radiante luz de sus ojos, con sus galas y sus encantos; y para todo el pueblo alicantino que tantas pruebas tiene dadas de su sensatez e ilustracin, y que hoy ha dado una ms, acudiendo presuroso y complacido, como acudan los antiguos pueblos griego y romano, y el pueblo aragons, en sus pocas de mayor libertad y gloria, a estas pacficas luchas de las letras, a estos magnficos torneos de la inteligencia; pues certamen significa reto, desafo, combate: pero reto, desafo y combate en que la espada es la lira, en que el escudo es la fe, en que la divisa es hacer bien; y en que el mejor ttulo de gloria es hacer pensar y hacer sentir al pueblo ante los gran des recuerdos de su historia, ante los generosos y nobles sentimientos y levanta das ideas que inspiran y evocan estas sublimes y dulcsimas palabras: Dios, amor, libertad y patria. He dicho. El romance de don Jaime, que lleva por lema Dios ama a los reyes que aman a sus pueblos (Codicilo de don Jaime) obtuvo, entre las cinco composiciones que optaban al mismo premio, la Pluma de oro y plata. Don Miguel alarg el poema con una sexta parte en la que narraba la muerte del Rey, y tras completarlo con notas y citas, lo public a finales de 1.876. Es, probablemente, su mejor libro, especialmente vlido en su momento porque, si literariamente consegua cotas de alto valor potico, reuna en un solo volumen abundante material sobre el rey conquistador, tomndolo de Muntaner, Zurita, Boix, poemas trovadorescos, y un largo etctera. El libro lleva un prlogo de Juan Vila Blanco en el que explica la disposicin del poema en seis partes, incluyendo notas, tablas cronolgicas de fechas y acon tecimientos que se relacionan con el reinado de don Jaime y diversos juicios apo logticos del monarca. Como bien dice Vila, este romance tiene como punto de partida la Oda a la conquista de Valencia, con la que Amat fue premiado en los Juegos Florales valencianos de 1.859; de hecho, este poema, adaptado a la m trica del romance, ocupa las pginas centrales de la composicin. Sorprende el prurito de Amat por la exactitud histrica, circunstancia que le lleva con relativa frecuencia a un evidente prosasmo. Sigue, especialmente, la crnica de Muntaner, y se detiene con profusin en las conquistas de Mallorca y Valen cia. Desconcierta, a veces, el intento de aggiornamento del poema, cuando, in terrumpiendo el desarrollo de la historia, introduce fragmentos corno ste: Esto, caro lector, prueba que la poltica ingrata, lo mismo que hoy no la tiene, no ha tenido nunca entraas. o como ste: Que en aquellos tiempos, todos al Pontfice miraban como a un tribunal supremo, que imparcial escucha y calla. 45 En la ltima parte, sin duda la menos prosaica, y escrita con posterioridad al certamen, narra la enfermedad, el testamento y la muerte del rey, pero la obser vacin hecha por Vila Blanco en el prlogo de que la tabla cronolgica del monar ca era insuficiente, le movi constantemente a lo largo de su vida a publicar una segunda edicin en la que suplira esas deficiencias y ampliara, en esa sexta par te, lo referente a la muerte de don Jaime. Envanecido por su triunfo en el certamen pens que haba llegado el momento de emprender ms altos vuelos y, con lo que cree suficiente bagaje, marcha en Julio de ese mismo ario de 1.876 a Madrid. Para entonces se considera un verda dero enciclopedista; con amplios conocimientos en Teologa, capaz de superar los argumentos de los ms afamados doctores en la materia; gran recitador de versos, tanto que no siente empacho de poner en boca de su amigo, el escritor Jos Selgas, lo siguiente: yo ha odo V. recitar versos a Amat Pues imagnese a Calvo y Vico unidos en uno y no llega de cien leguas al encanto que produce oir leer a este hombre. Y no hay que olvidar que Rafael Calvo y Antonio Vico estaban considerados como los mejores actores dramticos del momento. Igualmente se consideraba tal orador que, como dice en la biografa, consegua que sus enemi gos le aplaudieran aunque disintieran de l; pero, sobre todo, de lo que ms se vanagloria es de su obra literaria, llegando, como hemos visto anteriormente, a considerarse el mejor cantor de la Virgen. Cuando marcha a Madrid lleva la frustracin de no haber sido elegido diputado a Cortes en las elecciones generales de 1.876. Cree que el haber sido presidente de la Comisin Permanente de la Diputacin, el haber colaborado en revistas y peridicos provinciales, el tener un despacho jurdico de prestigio o el haber triun fado en un certamen literario le facilitarn el camino para el Congreso, algo por lo que luch y para lo que se senta capacitado por haber ejercido la abogaca con tanto lucimiento que, adems de propietario, abogado y literato, tena esa gran facilidad de palabra. Si el Sr. Amat no hubiese tenido que abandonar su patria, Valencia, por enfermedades y circunstancias de familia, ya hubiera estado cansado, cuando lleg la revolucin de Septiembre, de ser diputado a Cortes en representacin de la ciudad del Cid. No haber sido diputado del Congreso por Alicante lo atribuye a su excesiva mo destia, que le impidi darse a conocer ampliamente, a la accin de los caciques y, sobre todo, a su oposicin a las componendas: los sentimientos de justicia que abrigaba el Sr. Amat eran incompatibles con la tendencia a la arbitrariedad y al despo tismo que dominaban en aquella poca y que tantos perjuicios causaron a Espaa. Y termina su justificacin con unas palabras que traducen su honda frustracin: Pero de todas maneras es verdaderamente de lamentar que un hombre de las condi ciones del Sr. Amat no mereciera sentarse en los escaos del Congreso, cuando tanto bien podra haber hecho a la patria desde ellos. Lo cierto es que el tiempo poltico que viva Espaa estaba lejos de aqul en el que por su ideario y posicin econmica hubiera deseado. El sistema de oligar qua y caciquismo imperante en la Restauracin, si no le fue favorable durante su estancia en Alicante, donde tantos amigos tena, menos iba a serle propicio en su estancia en la capital de la nacin. Tal vez escogi el peor momento, tal vez de haber permanecido en la provincia, donde los caciques locales pactaron 46 con los lderes polticos de la capital quines deban ser elegidos en cada convo catoria, pudiera haber conseguido su sueo. Este fracaso lo llev siempre en el alma. Se sentir perseguido por los prepoten tes, siendo, al mismo tiempo, objeto de envidia y, como consecuencia, relegado al silencio y al olvido. Sus referencias a Capdepn, a Castelar (de Elda se marcha a la corte, yo de Valencia baj a Petrel) y a otros coprovincianos estn teidas de amarga insatisfaccin personal. A principios de 1.875, segn referencias de un testamento hecho por los dos consortes en Febrero de ese ario, don Miguel casa con doa Luisa Maestre Rico, nacida en Petrel en 1.829. Era hija de Jos Maestre Prez y de Luisa Rico Mar qus. Josefa, una de las hermanas de doa Luisa Maestre, fue la abuela materna de Azorn. As comenz la relacin estrecha de Amat con la familia del escritor de Monvar. Luisa haba enviudado de Ramn de Montengn. No haba tenido hijos. Su matrimonio con Montengn no puede ser considerado como feliz y su boda con don Miguel, que ya tena un hijo de ocho arios, fue propiciada por las respec tivas familias como la solucin ms adecuada para ambos viudos. Excepto en la carta del 27 de Junio de 1.881, en la que Amat cuenta al padre de Martnez Ruiz las circunstancias de la muerte de doa Luisa, no hay ningn otro documento o poema en la que Amat hable de su esposa. El matrimonio vive en Madrid, en la calle Duque de Alba, nmero 13, y pasa los veranos en Petrel. De esta poca, de alguno de esos veranos, son, probable mente, los primeros recuerdos que el nio Pepito tiene de su to, tal como lo describir bastantes arios despus en su novela Antonio Azorn: En el sof est sentada una seora que se abanica lentamente; en uno de los sillones laterales est un seor vestido con un traje blanquecino, con un cuello a listitas azules, con un sombrero de jipijapa que tiene una estrecha cinta ne gra. Este seor -recuerda Azorn- se yergue, entorna los ojos, extiende los bra zos y comienza a declamar unos versos con modulacin rtmica, con inflexio nes dulces que ondulan en arpegios extraos, mezcla de imprecacin y de ple garia. Despus saca un fi no pauelo de batista, se limpia la frente y sonre. (.. .) Y de pronto suena otra vez la voz de este seor del traje claro. Ya no es dulce la voz ni los gestos son blandos; ahora la palabra parece un rumor lejano que crece, se ensancha, estalla en una explosin formidable. Y yo veo a este seor de pie, con los ojos alzados, con los brazos extendidos, con la cabeza en hiesta. En este momento el sombrero de jipijapa rueda por el suelo; yo me acer co pasito, lo cojo y lo tengo con las dos manos en tanto que oigo los versos con la boca abierta. ( . ..) Y se marcha rpido, voluble, ondulante, hablando sin vol ver la cabeza, ponindose al revs el sombrero, que despus torna a ponerse a derechas, volviendo por el bastn que se haba dejado olvidado en la sala... Probablemente, a travs de este texto de M. Ruiz, que es sin duda una ventana abierta al recuerdo de un verano entre 1.877 y 1.880, nos sea ms fcil compren der el elogio desmesurado que el escritor Jos Selgas hizo por esos arios de las dotes declamatorias de Amat. 47 En la Casa Museo de Azorn, en Monvar se conservan dos cartas de doa Lui sa a su prima, la madre del escritor, que pueden leerse en el captulo 3 de este libro, lo mismo que la carta de Amat a don Isidro, por la que sabemos el rpido y fatal desenlace de lo que en principio no fue ms que un ligero resfriado de verano que afect a doa Luisa a mediados de Junio de 1.881 y que acab con su vida una semana despus. La estancia de Miguel Amat en Madrid, 1.876-1.882, no fue ms que una suce sin de metas inalcanzadas. Humildemente confiesa que ese tiempo lo dedic ex clusivamente a sus trabajos de abogado y a la prctica de la caridad como compo nente de las sociedades de San Vicente de Paul y de la Asociacin de Catlicos. Lo ms sobresaliente, desde el punto de vista literario, fue su intervencin en las conferencias que la seccin de Literatura y Bellas Artes que el Ateneo organi z durante el mes de Junio de 1.877 sobre la poesa religiosa. En el debate intervi 1 MNOCIA TOA LUISA MAESTRE Y RICO dm .114111. ihNi h lee de, de In munnne r Seernmental de San Jue, nieron Manuel de la Rivilla Moreno, catedrtico de la Universidad Central, cono cido por su talante krausista y polmico, del que Martnez Ruiz dir que era un crtico de cuerpo entero, su sagacidad era muy grande, y su erudicin, mucho ms; Luis Simarro Lacabra, famoso mdico valenciano, exiliado en Madrid por su participacin en el movimiento cantonal de 1.873; Emilio Reus, conocido ju rista, traductor de Spinoza y autor de importantes estudios de jurisprudencia; Ra fael Montoro, nacido en Cuba pero venido a Espaa en 1.867, fue diputado en las Cortes y vicepresidente del Ateneo en la seccin de Ciencias Morales y Polti cas. Estos cuatro personajes hablaron en contra del espiritualismo de la poesa espaola. A favor de una esttica cristiana y en contra del materialismo defendieron 48 sus tesis: Jos Moreno Nieto, catedrtico de la Universidad de Madrid, diputado del partido conservador a las Cortes Constituyentes y frecuente orador en los de bates del Ateneo; Eduardo Hinojosa Naveros, tambin catedrtico de la Universi dad y acadmico de la Historia y de la Lengua e igualmente afiliado al partido conservador. Y don Miguel Amat. Los debates, celebrados durante los das 9, 15 y 19 de Junio, estn recogidos en el Boletn del Ateneo, 1.877, pgs. 498-585. All estn las palabras de Amat, su concepto de la poesa y la fe ya expuesto en el discurso del certamen potico de Alicante. Sin duda unas ideas ya caducas, menospreciadas por los contendien tes, ideas radicalmente conservadoras e intransigentes que chocaban con la nue va visin que desde haca unos aos se haba extendido en la literatura espaola, aunque el resumen de la controversia, hecho por Francisco de Paula Canalejas, catedrtico de Literatura en la Universidad de Madrid, acadmico de la Lengua y presidente de la seccin de Literatura del Ateneo, alabara el apasionamiento y la disposicin cristiana del poeta de Petrel. Don Miguel, orgulloso de su participacin en los debates, quiso con frecuencia colocarlos como apndice de su obra en prosa, y as lo pidi en varias ocasiones a su sobrino, a quien envi copia de las sesiones, pero ya se ha dicho que la dis plicencia de Martnez Ruiz no hizo posible aquel deseo. No obstante, en el primer captulo de la segunda parte de Antonio Azorn, J. Martnez Ruiz parafrasea las ideas bsicas expuestas por Amat en el Ateneo, conceptos que, por otra parte, sern una constante en sus libros y artculos y que quedan perfectamente refleja dos en los prlogos de El Amor Cristiano y Mis ltimos cantos. Poco ms se puede destacar de su estancia en la capital. De vez en cuando pu blica poemas y algn que otro artculo en la prensa catlica, especialmente en los rganos de la Juventud Catlica, en La Defensa de la Sociedad y en su apn dice La hoja popular; conoce y se relaciona con escritores y polticos del partido de Cnovas, con Gaspar Nez de Arce, de quien se confiesa admirador e imita dor, con el poeta lorquiano Jos Selgas Carrasco, al que le unir buena amistad hasta su muerte ocurrida en 1.882. Tambin parece que se relacion con fray Ce ferino Gonzlez, obispo de Crdoba y animador de los Crculos Catlicos de Obre ros; con el cardenal italiano Mariano Rampolla del Tndaro, Nuncio del Papa en Madrid en esos aos. Pero l mismo confiesa que fue muy poco lo conseguido para tantas esperanzas puestas. Cuando en 1.881 muere su esposa y ve definitivamente truncadas sus aspira ciones al Congreso tras el triunfo de los fusionistas en las elecciones de Agosto, decide dejar su despacho y trasladarse a Valencia para morir all. Cansado, hastiado y hundido por lo que cree una trama contra su vala, marcha a Valencia a principios de 1.883 con la intencin de abandonar la poltica y el foro para vivir exclusivamente dedicado a la literatura, merced a un rico patrimo nio que ha incrementado con su labor de abogado en la capital de Espaa. Confiado especialmente en su amistad con Teodoro Llorente, ya para entonces considerado el patriarca de la renaixenca valenciana, llega a la ciudad a finales de Enero y, efectivamente, es acogido calurosamente por los crculos literarios, y as puede comprobarse por las notas y artculos elogiosos aparecidos en la prensa 49 valenciana durante esos meses. Es elegido presidente de la Juventud Catlica y vicepresidente de Lo Rat Penat. Su estancia en Valencia hasta Septiembre de 1.883 pudo marcar un posible cam bio de rumbo en su trayectoria potica, aun a pesar de que las relaciones que Amat mantuvo con los movimientos literarios de la renaixenqa fueron bastante mar ginales. Su vicepresidencia en Lo Rat Penat parece ser la de una de las comisio nes de la entidad y, con toda seguridad, Amat no lleg a hacer efectivo su cargo a causa de su traslado a Petrel, para pasar el verano, y de su posterior enferme dad. Son definitivos los datos aportados por las cartas que, ya en 1.892 y 1.893, enviar, a travs de su sobrino, a los presidentes de la Juventud Catlica y de Lo Rat Penat, en las que pide un reconocimiento pblico de su labor. Evidente mente las cartas no llegaron a su destino, puesto que se encuentran con los mismos escritos que enviaba a su sobrino y conservados hoy en la Casa Museo de Monvar. Su actuacin en una entidad como Lo Rat Penat, ya para entonces dividida en tre los partidarios de Llorente y los de Constantino Llombart, no pasa de la com posicin de un nmero muy reducido de poemas en valenciano, de los que sin duda el ms importante es el titulado Als meus germans de Lo Rat Penat. Es un canto de amor a la patria y de jbilo por el reencuentro, pero tambin una muestra de gratitud a aquellos que lo haban nombrado su vicepresidente: (trans cribo literalmente) Hui sois os parla el meu plor; altre jorn vindre a contar lo que he sentit al tornar a la patria del meu cor. .. Jo s molt que la ameu, y que es la vostra ilusi; pero amarla ms que jo. . . me pareix que no podeu. Per aix, al vorem as, foll me torne dalegra, Jo que Ilunt das em mora! Y per aix, quant pa m sobriga la eternitat, vullch que ma tomba poseu baix els brwos de la Creu y la ombra del Rat Penat. Hoy slo mi llanto os habla; otro da os contar lo que he sentido al volver a la patria de mi corazn... Yo s lo mucho que la quereis y que es vuestro sueo; pero amarla ms que yo... me parece que no podreis. Por eso, al verme aqu, loco me vuelvo de alegra, Yo que lejos de aqu me mora! Y por eso, cuando para mi se abra la eternidad, quiero que mi tumba pongais bajo los brazos de la cruz y la sombra del Rat Penat. Las disensiones internas, la lnea poltica seguida por Llombart le desagrada, pero no tiene argumentos para combatirla, y sus relaciones con los dems renai xentistes: Labaila, Ferrer Bign -presidente de la entidad durante esos arios- o con los poetas Flix Pizcueta o Vctor Iranzo son muy superficiales. Su Breve resea histrica del actual renacimiento lemosn en Valencia, escrita en 1.892 e includa en Rimas, es un intento de reanudar las relaciones perdidas con la entidad, ahora a travs de su sobrino M. Ruiz, que est estudiando Derecho en Valencia y a quien hace emisario y valedor ante la sociedad. Su resea, que denota 50 la mano de M. Ruiz en la elaboracin de una larga lista de autores y obras de dificil acceso para un hombre como Amat, anclado en una poca y viviendo en un pueblo alejado de la capital, su resea, digo, es sobre todo una exaltacin de Llombart: Sin Llombart, el renacimiento en Valencia no hubiera existido.. . Qu se ra del renacimiento en Valencia si Llombart no se hubiese cuidado de la formacin de nuevos poetas lemosines.. . En esos seis o siete meses en Valencia desarroll tambin una intensa labor en los crculos de la Juventud Catlica y public algunos artculos y poemas en la prensa valenciana. El camino estaba abierto para poder conseguir lo que tanto haba soado. Sin embargo, una vez ms un destino trgico trunc definitivamente su futuro. A principios de Septiembre va, como era su costumbre, a pasar con su hijo una corta temporada en Petrel. Lo que al principio no era ms, segn l dice, que una ligera indisposicin se convirti en una grave dolencia que le mantuvo como un muerto en vida durante ms de ocho aos. Su esposa haba fallecido haca dos aos, y careca tambin de madre, hija o her mana que pudiesen atender al cuidado de su salud... pero aparte de esa circunstancia, forzoso es reconocer que contribuyeron a la desgracia del Sr. Amat otras y otras, enla zadas de manera misteriosa... dice en sus apuntes biogrficos. Y as fue porque, aunque por sus propias cartas sabemos que a finales de 1.883 ya estaba en Petrel, debi ser muy grave su enfermedad puesto que su nombre no aparece en el censo hasta 1.887 donde, junto al de su hermano Enrique, apare cen numerosos datos de don Miguel, de quien se afirma que tiene 50 arios, reside en Petrel desde hace cinco, es viudo, propietario y abogado, que vive con su hijo Miguel Amat Broqus, de 19 aos, nacido en Petrel, estudiante; que vive en la calle Cuatro Esquinas, nmero 2. Con l, en la misma casa, viven atendindoles: Bartolome Beltrn Reig, casero, de 53 aos; Luisa Mez Brotns, casera de 31 arios, su esposa; la hija de ambos, Luisa; Vicente Beltrn Montesinos, criado, de 19 arios, soltero y jornalero; todos ellos de Petrel, y Mara Forner Pastor, criada, de 57 arios, nacida en Muchamiel, residente en Petrel desde haca cinco arios, y que ser propiamente su enfermera o cuidadora y la que, a pesar de todas las dificultades, le acompaar hasta su muerte, aunque en el ltimo ario tambin una tal Atanasia Poveda Garca, de Petrel, le ayudara en esos menesteres. Por todas estas personas a su servicio, sin olvidar tampoco que muy cerca de l viva su hermano Enrique, parece exagerado afirmar que se encontraba slo. Es casi seguro que unas fiebres tifoideas, mal diagnosticadas por unos facultativos ineficaces, reavivaron el desequilibrio nervioso que anteriormente haba padecido don Miguel. Recludo en el gran casern de la calle Cuatro Esquinas, hoy bautizada con su nombre, Miguel Amat pasa ocho terribles arios en los que la inconsciencia alter na con breves perodos de lucidez, en los que el patrimonio familiar sufre una inevitable e importante merma, en los que bastantes de sus poemas y escritos en prosa se pierden para siempre. Hacia 1.891 se inicia una lenta recuperacin. Un da de Junio de 1.892 le visita Benedicto Moll Bonet, director de el diario El Alicantino. Moll inserta en el peridico del da 12 un largo artculo sobre el estado de Amat. Habla de su 51 ya largusima y al par casi irresistible enfermedad, tremenda hasta lo increble, y despus de hacer un elogio de sus xitos anteriores, revela su obsesin literaria: dedica, hace ya bastante tiempo, sus eternas noches de insomnio y dolor al cultivo de las letras)) ordena y clasifica sus producciones en el decidido pro psito de darlos a la prensa. ., escribiendo horas y horas, unas veces versos, otras copias de borradores, y hasta evocando su poderosa memoria para recordar y trasladar al papel muchas composiciones que ya reunidas se le extraviaron.. . Cmo un hombre de esta talla, de esta ilustracin, de esas ideas, y sobre todo dotado de una voluntad tan recta y tan grave, cmo ha llegado a constituirse en el estado en que se encuentra. . . Y pone en boca de Amat estas palabras: Seor! un poquito de tiempo; Seor! una poquita salud para que yo pueda decir cuanto tengo aqu dentro -sealaba aquella hermosa)) ancha frente don de an parece brillar la llama del genio. Moll le invita a colaborar en el peridico, y a partir del da 14 de Junio es fre cuente ver la firma de Amat primero en poemas cortos y luego en artculos crti cos y polticos, cartas literarias, etc. En Septiembre sus escritos aparecen en casi toda la prensa de la capital: La Monarqua, El Graduador, el Liberal, La Correspondencia Alicantina. ., y en alguna de la provincia. Don Miguel ha vuel to a la vida. A principios de Octubre sale a la luz su libro Rimas, libro de poemas en el que recoge casi todos los escritos hasta la fecha. Siguiendo el poemario podra mos reconstruir tambin la vida del autor, slo quedaran en la sombra las refe rencias a sus dos matrimonios. Ah est, repetido hasta la saciedad, su credo po tico, su concepto trascendental hasta en las cosas ms pequeas, sus pocos y rei terativos temas. Es sobre todo la radiografa de un hombre fondeado en un pasa do imposible de recobrar, anclado a una mstica proftica, a una visin de la so ciedad espaola que era la de 1.860, ario en el que se haba detenido una parte de su cerebro. Ese libro hubiera aparecido con xito treinta arios antes, o quiz mejor hacia 1.830. En 1.892 no era ms que los restos de un naufragio, restos que podran ser aprovechados por hombres como Nez de Arce o Campoamor, tal vez igual de enfticos que Amat, pero menos sinceros, menos iluminados que el desdichado poeta de Petrel. Rimas lleva un prlogo de Carmelo Calvo Rodrguez, poeta, abogado, secre tario de la Diputacin en los arios en los que don Miguel fue presidente de la Co misin Permanente. Calvo, amigo de Amat en las tertulias literarias del Barn de Mayals y de Vila Blanco, hace una presentacin que responde al dicho de to do tiempo pasado fue mejor. Es la visin escptica, desilusionada, del hombre que est fuera de su tiempo: el antes esplndido y glorioso cuando en todas partes se hacan versos y los grandes poetas publicaban tomos y tomos de poesas y nunca cansaban frente a un presente en el que fiamos ms en las dichas que nos ofrece el becerro de oro que en las promesas de un ms all; tenemos en ms las letras de cambio que el cambio de las letras que el libro difunde. A ese mun do, sigue Calvo Rodrguez, viene un hombre como Amat que ha sido siempre un 52 gran corazn y una clarsima inteligencia. De temperamento nervioso, de espritu rec to, de firmes creencias y convicciones profundas, de afecciones dulces e imaginacin brillante, amante de lo bello, impresionable, fogoso; cuando expresa sus ideas no duda ni vacila: dice lo que quiere y sabe a dnde va. Es creyente fervoroso y defiende con valenta sus principios; es catlico convencido y rinde culto a sus ideas. Calvo divide en tres los temas del libro: los recuerdos de juventud, los familia res y los dedicados a la exposicin de sus ideales religiosos y sociales, pero desta cando en todos ellos la voz de la fe, el eco de la religin. No hay crtica alguna a los poemas, aunque verdaderamente deje intuir que la musa de don Miguel ha quedado detenida en un tiempo ya desaparecido y que, por lo tanto, sus poemas no lleguen al pblico de 1.892. Rimas lleva una dedicatoria de Amat a su hijo, quien para entonces ha cum plido 25 aos y sigue la carrera de Derecho en Valencia. En esta dedicatoria don Miguel agradece a su hijo el que haya podido publicarse el libro, puesto que ha sido el recopilador de esos escritos dos veces coleccionados y dos veces perdidos a causa de los grandes contratiempos y vicisitudes que hemos experimentado. Miguel Amat Broqus fue rpidamente distancindose de su padre y fue bastante reacio a la pasin por publicar que obsesion a Amat en esos dos ltimos aos de su vida. En las cartas que Amat escribe a M. Ruiz y que comienzan, como ve remos, por estas fechas, el hijo aparece distante, huyendo con frecuencia del lado paterno, siendo sustituido en el corazn de Amat por la figura del sobrino a quien pronto llamar hijo en una de las cartas: T, hijo mo, has sido el nico que me ha comprendido. El libro no tiene una ordenacin cronolgica ni temtica, sino que es, de hecho, una recopilacin bastante catica de todo lo conservado, a veces tan solo unos pocos versos de largos poemas perdidos. Ah est desde su profesin de fe literaria y vital en el poema que abre el libro hasta aquellos en los que refleja su punto de vista sobre la guerra de Marruecos, pasando por los recuerdos maternos, las letrillas de stira poltica, la rememoranza del primer amor y, sobre todo, sus poe mas religiosos y didcticos, que llenan gran parte del libro. Es significativo el poema -introito, Dios y mi lira, para ver hasta qu punto don Miguel escribi el libro desde los mismos supuestos con los que pronunci el discurso del certamen potico de Alicante, en 1.876: . .. yo, trovador cristiano, que no aspiro a subir de la fama al alto templo, sino llevar un rayo de esperanza, de luz y amor al corazn opreso, y a ver rodar, del alma, desprendida, una lgrima pura entre mis versos... ... Que es tiempo de combate, y necesario que diga, el que habla, al pblico su credo. Paz para todos los que, al menos, crean que hay un alma y un Dios, castigo y premio. Pero guerra implacable al ciego y fro materialismo, prfido y ateo... 53 A lo largo del poemario nos da, en las citas que acompaan a algunas poesas, datos interesantes sobre libros perdidos por las circunstancias de su enfermedad. As, cuando incluye fragmentos del titulado Toledo y su Virgen del Sagrario, dice que era parte de un poema histrico dividido en seis cantos que tenan como eje la conquista de Toledo por Alfonso VI; al introducir los Pensamientos, breves mximas de carcter religioso, escribe que estaban destinados a formar parte de un libro titulado La verdadera felicidad y la verdadera sabidura, libro en el que, como veremos ms adelante, estuvo trabajando hasta su ataque de apopleja. Rimas recoge tambin poemas de los realizados en las tertulias de la casa de don Juan Vila Blanco y, por supuesto, todos aquellos que le valieron premios en distintos certmenes: El amor maternal, premiada por la Sociedad de Amigos del Pas de Valencia; A la conquista de Valencia, premiada en los Juegos Flora les valencianos de 1.859... y los que le dieron gran renombre en Alicante: A la Pursima, En la ereccin de un templo, Canto a la Virgen Mara... El libro incluye las rimas valencianas, siete poemas compuestos en valencia no y acompaados de la traduccin en prosa al castellano. Entre ellos hay que destacar los escritos con motivo del Centenario del Santsimo Cristo del Monte Calvario, de Petrel, de 1.874; el del centenario de la Pursima, para Moncada, en 1.882, y, sobre todos, el ya comentado Als meus germans de Lo Rat Penat, escrito en 1.883 con ocasin de su regreso a Valencia y su nombramiento como vicepresidente de la entidad. Cierra el libro la Breve resea histrica del actual renacimiento lemosn en Valencia, interesante tanto por los datos referentes a su vida como por su visin de la labor potica de Llombart y sus compaeros. Y eso es Rimas: un poemario cvico -religioso, incrustado en un tiempo en el que ya Rubn Daro haba publicado Azul... Por eso es desoladora la carta en la que pregunta a su sobrino: ,no se ha vendido ni un ejemplar de Rimas en Va lencia Qu desengao me han dado mis compatriotas! ni un artculo crtico, ni com prar un ejemplar. . .! (8-10-93) Y as es. Los 2.000 ejemplares publicados de Rimas, excepto los que se regalaron a los crticos de los peridicos y a determinados amigos personales, se amontonaron junto a los otros libros y folletos que sucesivamente fue publicando don Miguel. Con la edicin de Rimas comienza la ltima etapa de su vida, caracterizada por una obsesiva ansiedad de publicar todo cuanto escribe y escribir todo cuanto piensa. La pasin por la literatura es su fermento de vida pero tambin ser su condicionante, de tal modo que cuando se amontonen en las habitaciones de su casa los ejemplares impresos sin posibilidad de venta, cuando su hijo rechace la publicacin de otros escritos que se multiplican como hongos, poniendo en peli gro el patrimonio familiar, cuando ya tampoco los diarios o revistas ms incondi cionales recojan sus artculos, se ir empequeeciendo y regresando a la locura. Por carta del 14 de Octubre de 1.893 sabemos que Amat tiene en su casa ms de 10.000 ejemplares de las obras publicadas hasta entonces; teniendo en cuenta que Rimas es un libro de ms de 300 pginas en 8 mayor y que tena precio de venta de 3 pesetas -precio elevado para la poca- hay que pensar en el importante detrimento que supuso la publicacin del libro en el patrimonio de don Miguel. Aparecieron reseas del libro en toda la prensa alicantina y tambin en algunos 54 otros peridicos y revistas nacionales, pero una de las ms lcidas fue sin duda la que Martnez Ruiz, bajo el seudnimo de Fray Jos, incluy en el nmero 5 de La Educacin Catlica, la revista de Amat, el 6 de Noviembre de 1.892. Todo lo referente a la colaboracin de M. Ruiz en la revista de su to y, concreta mente, a la crtica de Rimas puede leerse, en el cap. 2 de este libro, en las notas a la carta de Amat del 3 de Noviembre de 1.892. Tambin en el prximo captulo trato profusamente la labor de Amat en la re vista pedaggica que dirigi desde Octubre de 1.892 a Enero de 1.893. Tan solo sealar aqu que los 13 nmeros aparecidos de La Educacin Catlica manifies tan la obsesin de don Miguel por una enseanza basada en los principios cristia nos. Su vocacin docente es afirmada constantemente en esos ltimos arios de su vida y, de hecho, sus libros, especialmente El Amor Cristiano, tienen como finalidad la formacin cristiana de los jvenes. La Educacin Catlica fue una revista surgida a imitacin de otras muchas que trataban el problema de la instruccin que, tras los avatares de la Repblica, estaba en manos de los Ayuntamientos y de las Diputaciones, convirtiendo a los docentes de la primera enseanza, sobre todo, en verdaderos mendigos que cobraban o no sus estipendios segn la riqueza de los municipios, o incluso de pendiendo de los pagos en especies que les hacan los alumnos. Don Miguel, desde los tiempos lejanos de su actuacin como diputado en la Comisin Perma nente, haba defendido una clase docente bien formada y retribuda directamen te por el Estado, que impidiera as las diferencias econmicas y las situaciones de autntica penuria, y que fuera el mismo Estado quien preconizara una ense anza basada en principios cristianos. En el verano de 1.892, tras la visita de Benedicto Moll, comienza a colaborar en la prensa alicantina con artculos que tratan, cada vez con ms frecuencia, el problema de la educacin. En Agosto ya tiene el proyecto de la revista, que apa rece por primera vez el 9 de Octubre. En total, 13 nmeros de 16 a 18 abigarradas pginas en las que se entremezclan artculos suyos, ya publicados en los peridi cos, con otros especialmente escritos para la revista, poemas, aforismos rurales, mximas relacionadas con la educacin, reseas de libros... Tuvo xito la revista Amat dice en sus cartas que tiene suscripciones de toda Espaa, incluso del N. de Africa y de Amrica Central. Se deba referir, en estos dos ltimos casos, a las peticiones que le hacan familiares suyos, sacerdotes mi sioneros en el actual Tnez y en Per. De cada nmero se editaban de 800 a 1.000 ejemplares, excepto del dedicado a la Pursima, del que se tiraron 2.000 ejempla res. Incluso lleg un momento en que Amat, impulsado por su sobrino, lleg a pensar en una refundicin con el diario de Moll, El Alicantino, pero a media dos de Diciembre la recada en la enfermedad de don Miguel dej la revista en manos de Martnez Ruiz y del vicario de Petrel, el joven sacerdote Eliseo Amat; aquel, en Valencia, poco dado a las directrices sealadas por su to y volcado en sus propios proyectos que pronto se harn realidad; el vicario, incapaz de llevar adelante l solo la revista. Por ello, los ltimos cuatro nmeros son muy distintos del propsito inicial; son, en realidad, folletos con poemas de Amat y alguna es pordica colaboracin de algn maestro. A principios de Enero de 1.893 sale el ltimo nmero. Un sueo ms de don Miguel, quiz el ms hermoso, se haba 55 venido abajo por el cruel destino al que lo haba sometido su trgica enfermedad. Pero con ocasin de la revista, un joven de 19 arios, deficiente estudiante de Derecho, infatigable lector de libros raros y curiosos, ya conocido por sus frecuen tes y vehementes artculos en las gacetas de Monvar e incluso de la capital ali cantina, entra en contacto con el poeta fracasado. La influencia mtua es positiva para ambos. En el hombre que va hacia un pattico final le estimula a seguir es cribiendo, se siente comprendido y apreciado, confa en que su obra no perecer. El joven crtico encuentra una publicacin para sus artculos, una amplia y selec ta biblioteca, unas cartas de recomendacin que le abren muchas puertas, un mo delo de hombre por el que se sentir atrado y, al mismo tiempo, tendr que re chazar para huir del fracaso que rodea a los hombres que son como Amat. La descripcin de Pascual Verd, en el captulo primero de la segunda parte de Antonio Azorn, responde al estado fsico y espiritual de Amat tal como po dra serlo en Octubre de 1.892, y que tanto difiere de la visin que nos haba da do unas pginas antes cuando recordaba al poeta triunfante en la poca del certa men potico de Alicante: Verd pasea por la estancia. Es alto; su cabellera es larga; la barba la tiene intonsa; su cara plida est ligeramente abotagada. Camina despacio, detenin dose, apoyndose en los muebles. A veces hace una larga inspiracin, echa la cabeza hacia atrs y la mueve a un lado y a otro. No puede dormir; casi no come. Sobre la mesa hay un vaso con leche y unos bizcochos; de tarde en tarde Ver d se detiene ante la mesa, coge un bizcocho y lo sume en el vaso; luego se lo lleva a la boca, poniendo la mueca casi a la altura de la frente, con el meta carpo diagonal y los dedos cados, en un gesto de supremo cansancio. Verd viste con traje obscuro, holgado; la camisa es de batista, blanda, sin corbata; calza unos zapatos suizos; lleva los tres ltimos botones del chaleco sin abrochar. - Ay, Antonio! -exclama Verd-. Yo no puedo soportar ms este dolor que me abruma y no me deja reposar un momento. Pero a pesar de ese sufrimiento agobiante, o precisamente por ello, Amat escri be y publica incesantemente. Entre Noviembre y Diciembre de 1.892 publica los llamados Folletos Catlicos, que son largos poemas doctrinales. Son cuatro los editados: La Cruz, Canto a la Virgen Mara, Vida de Santa Mara Magdalena y Las oraciones del cristiano. Todos estn impresos por los hermanos Manuel y Vicente Guijarro, en Alicante. Los dos primeros haban sido publicados en Madrid diez arios antes. La Cruz, romance religioso -filosfico histrico, es parte de un amplio plan para una obra que no lleg a publicar, pero que al morir don Miguel estaba casi acabada. En ese libro tratara de las fiestas religiosas celebradas en todo el mundo en honor de la Cruz, de las instituciones de la Cruz Roja y de la Cruz Blanca, de las cruzadas, de las rdenes militares y religiosas, de refranes y frases familiares a que ha dado lugar la palabra cruz; uso de sta en blasones; santos, escritores y pueblos que llevan este nombre; uso que de esta palabra se hace en diferentes ciencias y artes y, en fin, todo cuanto se ha credo necesario para formar una especie de enciclopedia de la cruz. Y no 56 acabara ah esa monumental obra, puesto que el propsito de Amat era aadirle unos apndices en los que resumira la vida de Jesucristo, la historia de la Iglesia y la doctrina cristiana. De todo ese magno proyecto, el romance de la Cruz ocu para el captulo segundo y, de hecho, el resumen de la vida de Jess y el tratado de la doctrina cristiana los incluy en posteriores libros. Por otra parte, en sus cartas hay contnuas referencias a la seleccin de mximas que estaba reuniendo en torno a la cruz. El libro llevaba un extenso prlogo del que Amat estaba muy satisfecho, pero lo envi a su sobrino para que lo corrigiera y lo pusiera como apndice de El Amor Cristiano. El prlogo se perdi. El Canto a la Virgen es una de las tres versiones en que nos ha llegado el poe ma compuesto inicialmente para la sesin litrgico -literaria celebrada en la igle sia de Santa Mara de Alicante, el 8 de Diciembre de 1.872, y de la que he habla do en su momento. Esta del folleto, juntamente con la incluida en el nmero 9 de La Educacin Catlica -precisamente por esas fechas del 8 de Diciembre de 1.892- es la versin ms extensa, 230 versos en los que la Virgen aparece como refugio y ensea contra el materialismo que recorre Espaa. La diferencia con el poema ledo en 1.872 es justamente esa visin pesimista intercalada entre de terminadas estrofas. El tercer folleto, Vida de Santa Mara Magdalena, es un largo romance dividi do en ocho cantos en los que reune las leyendas que la devocin popular ha ido creando en torno a la santa. El poema, segn carta del 24-10-92, ya lo tena termi nado y dado a la imprenta en esas fechas, pero quiso aadirle notas y apndices extractados de las obras de Maln de Chaide, Lacordaire y otros autores. Para ello, pide ayuda a Martnez Ruiz, pero finalmente el romance se public sin nin gn aadido, tan solo unas brevsimas citas de los Evangelios o de los Salmos tras los encabezamientos de cada Canto. Las oraciones del cristiano y Mximas y consejos para los jvenes que hacen su entrada por primera vez en el mundo, para llevar una vida ajustada a la virtud y alcanzar una buena muerte es el largo ttulo que encabeza el cuarto folleto. Como el nombre indica, lo constituyen dos grandes apartados: en el primero, pa rafrasea en verso el Padre Nuestro, Avemara, Credo, Salve, Mandamientos... de la misma manera que aparecer en El Amor Cristiano, all acompaados por una explanacin en prosa. La segunda parte es una serie de Pensamientos ex trados de la Biblia, de los santos y hasta de Virgilio, Sfocles o Sneca, que Amat pone en cuartetas o pareados. Esta seleccin de mximas era parte de un libro en el que vena trabajando desde haca varios aos y al que haba puesto por ttu lo Libro de la verdadera felicidad y de la verdadera sabidura, dedicado a su hijo; luego, a medida que lo iba incrementando, le llam Mximas y consejos, pero no lleg a publicarse. Tena la intencin de publicar 9 folletos ms, de los que nos da el plan y el ttu lo en la carta del 16 de Octubre de 1.893. En realidad no seran ms que una edi cin extractada de fragmentos escogidos de sus libros, especialmente de El Amor Cristiano. En esa fase de intensa actividad intelectual, don Miguel edita tambin el folleto que lleva por ttulo La Libertad, cuyo origen est en un artculo que el 27 de Septiembre de 1.892 publicaba un joven alcoyano, Francisco Pascual, en el diario 57 alicantino El Liberal, artculo en el que, tomando prestado el ttulo de Echegaray. O locura o santidad, elucubra sobre el binomio dominio de la voluntad -dominio de la pasin, sacando la consecuencia de que el hombre dominado por una pa sin superior a su voluntad no es dueo de sus actos. Pocos das despus (4 de Octubre) el peridico publica una carta al director firmada por Amat. Entre otras cosas, dice: Yo amo con todo mi corazn al autor del artculo. Si con sangre de mis ve nas pudiera quitarle las ideas que en su bien organizada cabeza dominan, la derramara.. . No trate de herir al hombre, s al sistema fi losfico que profesa. A la carta sigue un extenso y jocoso artculo en el que, tras su opinin contraria al teatro de Echegaray, del que afirma que est tan lejos de los dramaturgos que acabamos de nombrar (Sfocles, Shakespeare, Caldern, Lpez de Ayala, Tama yo) como est la estrella Sirio de la Tierra, va desmenuzando los prrafos del artculo de Pascual, rechazando sus argumentos con citas de Padres de la Iglesia. La respuesta de don Miguel se extiende en dos artculos ms, publicados el 7 y 8 de Octubre. El da 14 el diario inserta una carta de Francisco Pascual dirigida a Amat. En ella dice: Escribo esta carta no para rebatir las que V. ha dado a luz, pues las acepto y hasta, es ms, le quiero a V. como a mi mayor maestro, ya que es el autor de lo mucho que me ha enseado. Das despus, Amat responda con una ltima carta en la que zanjaba la cues tin y le ofreca al joven su casa y su amistad. Mientras tanto, despus de la terce ra carta de Amat, el diario haba publicado un artculo firmado por Jos Mara Mengual titulado La Libertad, en el que siguiendo los postulados krausistas re chaza las afirmaciones de Amat. La polmica se agra en los artculos de rplica y contrarrplica que se suceden durante todo el mes de Octubre. Don Miguel expone con rigor, con profundidad, con abundancia de citas, su con cepto de la libertad. Ideas de Platn y de Aristteles se mezclan con las de Bal mes, Santa Teresa, San Agustn, Santo Toms... para persuadir a Mengual de que relegue al olvido las doctrinas que le ensearon quiz en las ctedras de metafsica de alguna de las universidades del reino, y acepte las de la Iglesia Catlica, donde guardase el depsito de la verdad y el bien trados por Jesucristo al mundo. La polmica queda interrumpida sin acuerdo. Poco despus, a finales de ario, la imprenta de El Liberal publica un folleto con los artculos de Amat y los de Francisco Pascual, pero no los de Mengual, con la expresa observacin de que ste no ha dado su permiso para la publicacin. El folleto lleva un prlogo del cannigo de la Colegiata de Alicante, don Miguel M. a Gil, en el que califica a Amat de hombre de profundas convicciones catli 58 cas; hombre que ha consagrado los das al estudio, dedicndose al trabajo perio dstico defendiendo la verdad del dogma catlico en el terreno filosfico. Sin duda lo que ms siente el lector de hoy es que, como leemos en las cartas de Amat a su sobrino, el folleto iba a ser publicado con unos apndices de Mart nez Ruiz sobre el teatro de Echegaray, pero no hubo un entendimiento. Las notas del futuro Azorn no fueron, en principio, aceptadas por Amat y aquel no volvi a rehacerlas a pesar de la insistencia posterior de don Miguel. Tras los artculos extrados de El Liberal, Amat incluye el apndice titulado Los caminos de la luz, que es el eplogo de un libro de Monseor Bougaud, obis po de Laval, quien influy notablemente sobre Amat. Su dilogo entre el maes tro y el discpulo, ste que pregunta, y aqul que responde con citas bblicas y palabras de Jesucristo, fue utilizado en varias ocasiones por don Miguel, y el prlogo de Mis ltimos cantos no es ms que una parfrasis de este dilogo. A mediados de Diciembre el poeta sufre una grave recada en su enfermedad, de la cual emerger paulatinamente a partir de la siguiente primavera, pero con sucesivos aletargamientos hasta que parece haberse recuperado medianamente a finales del verano de 1.893. Cuando se reanuda la febril correspondencia con el sobrino, este es ya relativa mente conocido en los ambientes literarios de Valencia. Amat tena en su biblio teca, dedicado por Martnez Ruiz, el folleto titulado La crtica literaria en Espa a, que recoga el discurso que pronunci en el Ateneo de la ciudad el 4 de Fe brero de 1.893, discurso que tanto tiene de las ideas de Amat, especialmente so bre el teatro, y tambin incluso del mismo estilo literario: los latiguillos, los lar gos prrafos, la preocupacin tica..., pero Martnez Ruiz es ya el lector asduo de Kropotkin, de Bakunin y de Hamon, y, sobre todo, de Pi y Margall. Sus espo rdicas, al principio, colaboraciones en la prensa valenciana se van tiendo pro gresivamente de un anarquismo impetuoso y su estilo literario va oscilando des de la ms deslavazada forma hasta el ms rebuscado de los trucos estilsticos. Mien tras Martnez Ruiz pasa de Cndido, seudnimo con el que firma su breve folle to sobre la crtica literaria y su no ms extenso esbozo biogrfico de Moratn, a Ahrimn, seudnimo que utiliza en sus polmicos artculos de El Mercantil va lenciano, Miguel Amat se tortura queriendo dejar su nombre para la posteridad. En el verano de 1.893, cuando la enfermedad remite un poco, sigue escribien do y termina varios proyectos pendientes: un libro sobre Querol y la Renaixerwa; la Vida de Jess en verso; un libro con el ttulo Aforismos rurales, que inclui ra los que bajo este mismo epgrafe haba ido publicando en La Educacin Catlica... En Noviembre la prensa alicantina anuncia que estn en fase de impresin sus libros: Los sucesos de Melilla, El Amor Cristiano, La paz y la felicidad de las naciones y La verdadera felicidad y la verdadera sabidura. Slo los dos pri meros han llegado hasta nosotros. Los sucesos de Melilla es una obra inacabada porque, adems de los artculos escritos para El Graduador, don Miguel pretenda hacer una historia de las rela ciones de Espaa con el norte de Africa hasta los hechos que motivaron la revuelta de las kbilas del Riff en Octubre de 1.893. El libro se titulara Misin de 59 Espaa en Africa y comienzos de la guerra de 1.893 y reflejara las tesis africa nistas, segn las cuales la poltica tradicional de Castilla (reconquista y expansin hacia el norte de Africa) sufri una desviacin como consecuencia de la poltica americana y europea llevada a cabo por la Monarqua espaola desde Carlos I. Costa, Gavinet, el padre Lerchundi... son los pilares del africanismo espaol con los que coincide Amat en su exposicin, pero el escritor de Petrel pone especial nfasis en el sentimiento del honor y del prestigio espaol mancillados por los ataques rifeos. El tema no es nuevo en la obra de don Miguel, quien ya en 1.860 haba escrito el largo poema La guerra de Africa, conmemorando la toma de Tetun por ODonnell. Ahora, despus del ataque de las kbilas contra el fuerte Sidi Guariach, a principios de Octubre, que ocasion la muerte del general Mar gallo, casi toda la prensa espaola exigi de Marruecos una satisfaccin poltica y econmica. Amat escribi unos violentos artculos en El Graduador, diario de Alicante, en los que, tras resear los esfuerzos hechos por Espaa para dominar y civilizar las tribus del Norte de Africa, deriva hacia cuestiones geogrficas, filosficas y de derecho internacional. Los artculos, aparecidos en Octubre y Noviembre de ese ario, son enviados por Amat a su sobrino para que ste los prepare y los orde ne con el resto de los manuscritos que integrarn el libro. Las ltimas cartas de 1.893, antes de una nueva y larga recada en la enfermedad, muestran como don Miguel segua trabajando en su proyecto y tena el libro casi acabado, incluyendo tambin una apasionada Proclama al ejrcito espaol. Respecto a su segundo libro citado, El Amor Cristiano, sabemos que a finales de 1.892 ya estaba en imprenta y que Martnez Ruiz haba terminado en Noviembre el prlogo que su to le haba pedido para el libro. Sin embargo, en la carta del 10 de Enero del 93 de don Eliseo Amat, vicario de Petrel y albacea del poeta, lee mos que tal prlogo parece que se perdi o no se lleg a recibir en la imprenta de los hermanos Guijarro, en Alicante, donde se estaba editando el libro. Cuando en Octubre del 93 comienza de nuevo la correspondencia con su sobrino, Amat ha aceptado que Martnez Ruiz no rehaga el prlogo sino que se dedique a escri bir una extensa biografa del poeta que, acompaada de una antologa de su obra, se publique como un homenaje pstumo a su memoria. Para ello le enva toda clase de datos y documentos que, desgraciadamente, Martnez Ruiz, perdi. Hoy slo conservamos las largas cartas biogrficas. Mientras tanto, el prlogo de El Amor Cristiano, olvidado ya Amat de que pudiera hacerlo el cardenal Monescillo, el Marqus de Pidal o el Arzobispo de Valencia, monseor Sancha, lo har Jos Mara Martnez Tortosa, amigo de Ye da de Martnez Ruiz y estudiante como l en Valencia. El libro, aunque lleva fecha de 1.893, apareci en los primeros das de Abril de 1.894. Escrito en prosa y en verso, est dedicado a los nios, a los jvenes y a todos los hombres de buena voluntad. El prlogo de Martnez Tortosa es pe dante, fro, mal escrito; realmente no es ms que una seleccin mal hilvanada de textos de Amat. Indudablemente no es el prlogo que don Miguel hubiera que rido, aunque sabe estar a la altura de las circunstancias. Por eso le escribe a su sobrino: Ni arzobispos, ni condes, ni sabios han querido escribir el prlogo, c mo no tengo que estar agradecido a don Jos M. Martnez y Tortosa. 60 El informe de censura, firmado por D. Jos Pons, abad de la Colegiata de Ali cante, es sin duda, a pesar de su brevedad, mucho ms explcito con las virtudes del libro y altamente laudatorio de la persona del autor. Con El Amor Cristiano quera Amat seguir las directrices del P. Antonio Vi cent, jesuita nacido en Castelln en 1.837, creador de los Cculos de Obreros Ca tlicos como rplica a las asociaciones anarquistas y socialistas. El P. Vicent ha ba fundado el primer Crculo en Manresa en 1.864 pero desde 1.885 desarroll su labor en Valencia, donde el obrerismo catlico tuvo mucha importancia tanto por el nmero de asociados como por su efectividad en la sociedad. Don Miguel estuvo, desde los tiempos de Madrid, muy relacionado con este movimiento y, como se recordar, fue presidente de la Juventud Catlica. Cuando en 1.883 llega a Valencia tambin all participa de lleno en las asociaciones catlicas y comparte plenamente la idea del P. Vicent, quien sostena que la causa principal de los pro blemas sociales era la apostasa general. Para remediarla figuraban los Ejercicios Espirituales y las asociaciones voluntarias para la enseanza del Catecismo. Esta funcin didctica impregna todos los libros de Amat quien, como dijo Carmelo Calvo en un artculo necrolgico sobre el poeta, dej todo, honores, grandeza, renombre bien merecido en la ciencia del foro.., para ostentar solamente el ttulo que ms le lisonjeaba, el de poeta mstico, con exaltaciones de apstol clarividente. En ese sentido, El Amor Cristiano es una explanacin del Catecismo. Don Mi guel divide su libro en 52 Lecciones en las que va explicando los fundamentos de la fe catlica. Introduce muchos de sus poemas ya conocidos: Las oraciones del cristiano, la Cruz, las letrillas polticas, fragmentos del romance de D. Jaime... Desde ese punto de vista, el libro es una seleccin de lo que Amat considera su mejor poesa, que sirve como condensacin de las ideas desarrolladas en las pgi nas en prosa. El libro debera haber incluido 8 grabados a los que frecuentemente el autor alude en el texto pero ante el reiterado retraso del grabador, y temiendo un de senlace fatal y rpido de la enfermedad de don Miguel, Manuel Guijarro decidi la impresin sin los grabados, que se enviaran directamente, cuando se publica ran, a los compradores del libro. Tampoco debieron ser muchos los ejemplares publicados, no ya por lo difcil que hoy pueda resultar su localizacin sino por los escasos libros que Amat enva a su sobrino y a Martnez Tortosa para que los distribuyan en Valencia. Fueron muy pocas las reseas del libro en la prensa. Co mo libro absolutamente fuera de su tiempo, apenas se vendi. En una dolorida carta a su sobrino, Amat le dice que nadie hace aprecio del tomo, rechazndolo y desprecindolo por considerarlo la obra de un loco. Del libro Estudios sobre la paz y la felicidad de las naciones, enviado a Mart nez Ruiz para que lo corrigiera, tampoco tenemos ms noticias que las recibidas a travs de las cartas y, por supuesto, sus artculos publicados en diversos diarios de la capital alicantina. Estos Estudios son su visin sobre los movimientos obre ros. Desde la insurreccin anarquista de Jerez en 1.892, Amat, que haba estado relacionado con el famoso obispo de Crdoba, fray Ceferino Gonzlez, verdadero conductor del obrerismo catlico andaluz, comienza a publicar algunos artculos en los que repite su conocida postura: la descristianizacin de las clases trabaja doras es consecuencia de las falaces teoras que defienden un materialismo sin 61 fronteras; es la clase dirigente poltica cuyo catolicismo oficial no coincide con la tica que exige su religin, la culpable de arrojar a las masas obreras en manos de agitadores violentos y ateos. Amat desconoce las teoras de Marx o Bakunin pero cita a Proudhom y defiende el compaerismo y la solidaridad que represen tan las asociaciones obreras siempre que se organicen dentro de las directrices dadas por la encclica Rerum Novarum, de Len XIII. Una vez ms, por desidia del sobrino y negligencia del hijo, un nuevo libro de Amat qued sin publicar. Tambin los dems libros quedan en el DEBE de Martnez Ruiz, puesto que a l le enviaba Amat los manuscritos para su correccin. Hijo y sobrino, preocu pados por la pasin enfermiza de Amat, lo fueron engaando y retrasando el en vo de los originales a la imprenta, editando a cuentagotas algo de toda esa marea de escritos que, de haberlos publicado todos, hubieran acabado con los bienes de la familia. Uno de los libros perdidos que podra resultar hoy interesante es el que escribi sobre Querol y la RenaixenQa valenciana, libro que Amat consi deraba como un manual de esttica. Un resumen de l lo encontramos en la carta del 13 de Julio de 1.894: El poeta, el pintor, los hombres de ciencia no deben traspasar los lmites de la moral. Yo no creo que el artista y el poeta cumplan la misin de dmine, pero no quiero tampoco que sean ministros de la irreligin y la obscenidad. Se puede no dar una leccin moral, eso es legtimo, pero no se debe con el arte corromper a nadie. A finales de Noviembre cesan las cartas. La enfermedad ha vuelto a dejarle en la inconsciencia, de la que de nuevo emerger en la primavera de 1.894. En sus ltimas cartas, desde Abril a Septiembre, se manifiesta en todo su estremecimiento el descenso a los infiernos de la locura. La nica va de evasin de esa angustia -en algunos aspectos tan ficticia como real, tan provocada por las obsesiones co mo fruto de sus insomnios- esa nica va de escape es escribir, escribir lo que sea pero escribir para sentirse vivo y con dominio de la mente: slo tomo caldo y leche, pero sigo escribiendo. Estoy 26 das sin salir de ca sa; ha habido noche que he hecho 400 versos (24 de Junio) No lo puedo remediar, es el delirio: escribo, escribo y escribo (.1 de Julio) Apenas puedo llevar la pluma, pero sigo escribiendo. (.12 de Julio) Slo le queda una esperanza: que Martnez Ruiz recopile en dos gruesos tomos toda su obra, uno para la prosa y otro con los poemas. Y que lleven una extensa introduccin biogrfica hecha por el sobrino. Ese prlogo se lo vena pidiendo insistentemente desde el comienzo de su relacin all poy Octubre de 1.892, pero Martnez Ruiz, displicente y evasivo, haba estado dndole esperanzas sin llegar a terminarlo. Pocos arios despus de estos hechos, probablemente slo dos o tres arios des 62 pus de la muerte de Amat, Martnez Ruiz empez a dar vida a la figura de Pas cual Verd, traspasando a ella toda la bondad, esperanza y angustia de su to, utilizando bastantes cartas, sin apenas retocarlas, y condensando en tres grandes temas las ideas de Amat. Fue para el sobrino, ya famoso escritor, el exorcismo de sus demonios familiares, la justa () reparacin a la memoria de un hombre que tanto confi en l. Si del cap. XV al XVIII de la primera parte de Antonio Azorn, Martnez Ruiz no hace ms que transcribir, uniendo sin apenas variaciones, varias cartas del epistolario de Amat, en los captulos de la segunda parte en los que se rememora al desventurado escritor, pone en sus labios tres largos parlamentos de los que, excepto el primero, el que tiene su base en los discursos del Ateneo y que fue comentado en su momento, no aparece de ellos ningn reflejo en las cartas o en los textos conservados de Amat. Ni el discurso sobre la naturaleza, con su par bola del agua y la sal, ni mucho menos aquel en el que defiende a los jvenes de la acusacin de seguir las modas literarias y no imitar a los clsicos, tienen equivalente en los libros publicados por Amat, y dudo que pudieran estar entre los dispuestos para publicarse cuando muri. Pudiera ser, sobre todo esa apasio nada defensa de la modernidad que Azorn pone en boca de Pascual Verd, el homenaje postrero del sobrino al poeta fondeado en un tiempo y en una esttica imposibles de recobrar. Porque sera demasiado terrible suponer que Martnez Ruiz estuviera exponiendo solo su dialctica de joven rebelde frente a las teoras altamente conservadoras del escritor derrotado. Creo, no obstante, que el ttulo de maestro con el que continuamente se dirige a su to nos libera de esa interpretacin. En el verano de 1.894 un nuevo proyecto da vida a sus ltimos das de cons ciencia: comienza traduciendo los Proverbios y contina con el Libro de la Sa bidura, Eclesiasts, Eclesistico y Cantar de los Cantares. Sus escritos los manda una vez ms a su sobrino para que los corrija y los enve a la imprenta. Es plenamente sabedor de su locura: Como tengo este delirio, no sirvo ms que pa ra componer vertiginosamente, y no para corregir. Corrgelos t, pnle los signos orto grficos. (15 Julio 94) Del Eclesiasts ya tena 1.600 versos en Agosto y, como se ha dicho, haba noche que escriba ms de 400 versos. Tambin esta obra qued en imprenta cuando le sobrevino su decaimiento definitivo. Es igualmente consciente de que su fin est cercano. Las llamadas ltimas car tas se suceden, y el temor a un funestsimo final se acrecienta da a da. Poe mas como Misericordia o Lgrimas! son un conmovido grito de splica al Crea dor del que, en el lmite del dolor, llega a dudar: Cmo habiendo obrado yo con gran prudencia me ha ocurrido tan espanto sa catstrofe, ser un misterio ser el destino una divinidad como crean los gentiles. Habr espritus del bien y del mal O no ser todo ms que el Acaso, mi fatalidad Yo venc mi ambicin de saber y trabajaba con orden y mtodo exagerados. Cmo, pues, he venido a este estado (Agosto 1.894) 63 Quiz uno de sus ltimos consuelos frente a tanto dolor -sufro muchsimo, los calambres a los tobillos y pantorrillas son insufribles, qu misterio ser ste, Pepe sea el recibir de su sobrino la primera parte de una amplia biografa que habra de ir como prlogo a sus Romances, libro que se empieza a imprimir en Julio, pero que al recrudecerse sus padecimientos ser acabado bajo la direccin del sobrino y del hijo. Mis ltimos cantos, definitivo ttulo del proyectado Romances, no llevar la biografa hecha por Martnez Ruiz, quien nunca la acab, sino el prlogo hecho por el propio don Miguel, y la obra distar mucho de ser la ideada por el poeta. El libro lleva en la portada una cita de san Anselmo clarificadora de la inten cin de los poemas: Creo, pero deseo entender lo que creo. Aquellos buscan la razn para creer, esto es, la razn del misterio, porque no creen; nosotros la bus camos porque creemos. En la larga introduccin, sustitutoria de la que haba pe dido a su sobrino, don Miguel hace una valoracin de la situacin del momento. Las obsesivas ideas de siempre sobre la descristianizacin de las costumbres, causa del incremento de la maldad en el mundo, y su solucin slo a travs de una for macin religiosa en las escuelas, se repiten insistentemente. Amat es aqu el pa triarca solemne que aconseja y anatematiza, pero no el patriarca que dogmatiza con argumentos de fe, sino que quiere apoyarse en testimonios de autoridad cien tfica. Por eso cita a Montesquieu, a Bossuet junto a Csar Cant, a Descartes junto a Buffon, Cuvier y Newton, a Platn junto a Ovidio. Ante la desercin de los catlicos, a los que acusa de temerosos para enfrentar se al materialismo, Amat se levanta como adalid de una religin de la que est convencido que slo ella puede dar la felicidad al hombre. Como en una especie de catecismo, siguiendo la lnea de monseor Bougaud, obispo de Laval, en el apndice de El Amor Cristiano va formulando las preguntas y respuestas fun damentales sobre la existencia de Dios, la libertad del hombre, la divinidad de Jess, el premio o castigo eternos..., pero haciendo hincapi en que la fe no debe nunca detener la investigacin cientfica. La religin no exige la fe ms que en aque llas materias que miran a la santificacin de nuestra alma y a su salvacin. Satisfe cho de este prlogo, y dudando que Martnez Ruiz terminara alguna vez el traba jo prometido, quiere que sea ste el que se coloque al frente de sus obras completas. La mayor parte de las composiciones que integran Mis ltimos cantos estn tomadas de la obra indita Mximas y consejos para el buen gobierno de la vida humana, que es el ltimo ttulo que se cita, en sus cartas de Septiembre, como el de una obra que se est escribiendo y de la que lleva 200 captulos, algunos de ellos en fase de impresin. Probablemente sus albaceas decidieron completar la obra refundiendo en un solo libro poemas de Mximas y de los que forma ran el Libro de los Proverbios, dejando los romances para otra ocasin. Pero es una obra mal construda, donde se mezclan sin orden temtico ni cronolgico poemas, en general, bastante malos, de los que habra que salvar, sin duda, los referidos a su situacin fsica: Misericordia, La Plegaria a la Virgen, Lgri mas!, A don Alejandro Harmsen... Alguna de las poesas se remonta a 1.866 (Al centenario de la Virgen de los Desamparados de Valencia), o a los tiempos de Madrid (las dedicadas al matri 64 monio Aparici Guijarro), pero la mayora son las ya conocidas y repetidas hasta la saciedad en sus folletos y libros anteriores. Quiz valga la pena sealar los cin co breves poemas escritos en valenciano, que son bastante mejores que los in cludos en Rimas, las letrillas populares... Y pocas cosas ms. El libro se cierra con un resumen de la vida de Jess, parte de un plan largamente trabajado por don Miguel, puesto que tanto en los Folletos Catlicos como en El Amor Cristiano incluye fragmentos de una vasta empresa que tena su co mienzo en la creacin del mundo y terminaba con unas consideraciones filosfico teolgicas sobre la obra de la Redencin. Las cartas se interrumpen en Septiembre pero siguen apareciendo artculos de Amat en la prensa alicantina hasta mediados de Noviembre. Y, de pronto, el silencio. A finales de 1.894 entra en un proceso irreversible de la enfermedad que le con vierte en un demente. En ese grado de inconsciencia, sin apenas comer, cami nando por las calles de Petrel sumido profundamente en la locura, se cumplir, con trgica exactitud, lo que haba descrito unos meses antes en su poema Lgrimas!: Me espanta mi propia sombra! Corro calles y senderos, y al volver a mi morada, como hoja en el rbol, tiemblo. Que la casa de mis padres como una tumba contemplo, y de todos mis criados, maldicindolos, me alejo. Y a recorrer, jadeante, calles y caminos vuelvo, y al ay! horrible que exhalo con otro contesta al pueblo. . . .Pero el dolor intenssimo del destrozado cerebro no me permite tener la resignacin que anhelo... Apagse mi mirada, qued mi serena frente como entre tinieblas envuelta y ni sombra soy !Dios mo! de lo que h poco era. La narracin que Azorn hace de los ltimos momentos de Pascual Verd debi diferir muy poco de los hechos reales. Azorn destaca los ojos intranquilos, su mirada esttica, espantada, y su ltimo grito de angustia: Mi espritu!... Mi espritu!... Don Miguel Amat muri el 26 de Mayo de 1.896. Su certificado de defuncin especifica que don Joaqun Gil, natural de Sax, domiciliado en la calle Abada, de Petrel, de profesin escribiente, de 28 arios de edad, manifest que don Miguel Amat Maestre, natural de Valencia, de 61 aos de edad, (realmente acababa de cumplir 59), abogado, domiciliado en la calle Cuatro Esquinas, falleci el da 26 de Mayo a las seis de la tarde en su domicilio, a consecuencia de apopleja cerebral fulminante, de lo cual da parte como encargado por la familia. 65 , INSCRIPCION DE DEFUNCIONES Ell de mil ochoeiento3 uovel y ez-e.----/ ooh D. 1044.(y . , ...; t o eU--1U , ea/ -5.0 t J uez D., S crelario naiural ..or provincia de domiciliado en dr,,L .., P wro f 7 0 1 6 n 0104 do Med aegn la cdula de recio dod que atc4e con el nmero expedida en 7A.fr0h 1 por 4-4 manifestando Que :101 3 /3 0 4 , 1. , -1 ( ~r-2- m . dueol de provincia de do ao.: de edad (,-4-,z.bk, domi,iliod o en4 60.6 (L /( jr df , 447, , ,L-falleci6 ci las del dia en CM/U . 11ff II/ de 41-m7t e.Gra.-it i, /say / lo enol ci d parle como 712-4 _En cuto de arda umogem.ati, ,n, la CCP fi enVi /ccc cc/l.c/iccc sentado, el Se. .luez amiotro que se ortMoliere lo tenme Orla d. III , COndigillndOtle CJ1 CM, lodo lo erpMrtto por el devlo, cccl Que J referido linad emidni 4: 2 ,4, - . 0.441 - --1u 1 /.;;---(; ;- Que eQa hl o 4 66 j L Q ... .4. 3 - - - _ .1 que t su raddver se habr de dar sepulluro ea el e, o., ole, e. ./. Fueran tesligos presencialre D. / - 9 Leda tlegrasnente esta acta invitadas las personas que deber, sus eribirki 4 que la leyeran por si mismos si as lo crean eourenieute. eslanip6 en ella el sello del Juzgado y lo fi rnaar . on el Sr. fue: 4 1, 4 1 /Z Fotocopia del certificado de defuncin de don Miguel . Archivo Municipal de Petrel . 67 - ( `- X:74 y . . e.. 4 . 4 5 ; t 12 - _ tY, stt: f. fr --, .: -: , 7. = , -- 1 -, .-;--_, 12 .: 7 42- .2.^ 4 -; -/ ...2. - . 1 - - /, . - 1 r- 6 : Testamento de don Miguel y su esposa, fechado el mismo da de la muerte de doa Luisa Ms abajo se dice que se ignora que haya otorgado testamento, cuando sabemos por sus cartas que hizo y rehizo su testamento varias veces, de jando a su sobrino como destinatario y albacea de todos sus libros y a su hijo co mo heredero de las dems posesiones. Este, a los 29 aos, sempiterno estudiante de Derecho, se encuentra soltero, solo, desgajado de toda raiz que le una a Petrel. Por eso, poco despus de la muerte de su padre, reparte con su primo la extensa biblioteca paterna, -en la Casa Museo de Monvar se encuentra buena parte de 68 ella-, vende a peso el resto de libros, fichas y manuscritos de don Miguel, mal vende las tierras que le quedaban, reservndose tan solo la casa paterna, y se mar cha a Valencia, donde se casa y tiene un hijo. Luego, en Barcelona, ser redactor de La Vanguardia, y all muri poco antes de la guerra civil espaola sin dejar el ms mnimo recuerdo de la memoria de su padre. El sobrino, que ya desde un ario antes se ha zambullido en las aguas tormentosas del anarquismo, ha escrito -anidando la enajenacin en el cerebro del poeta mltiples artculos de crtica literaria que le han ganado buena fama de enfat terrible; ha publicado, despus de las stiras y crticas de Buscapis, y ya sin seudnimos, las notas sobre los escritores anarquistas espaoles y el confuso fo lleto titulado Notas sociales, que puede considerarse, en la primera mitad, un discurso de Amat sobre la juventud, mientras que la segunda parte es una apolo ga del ideal anrquico. El mismo ao de la muerte de don Miguel, y parece bro ma del destino por lo que supone la variacin tica y esttica en el ambiguo y desconcertado entendimiento del joven crtico, Martnez Ruiz publica el folleto titulado Literatura, dedicado a Rafael Maestre Vera, tan relacionado con Amat desde los tiempos del despacho jurdico en Alicante, y edita tambin las traduc ciones de La intrusa, drama de Maeterlinck, y del discurso de A. Hamon De la patria. Unos meses despus de la muerte de Amat, Martnez Ruiz, fracasados sus ex menes en Salamanca, viaja a Madrid. All comenzar, en la calle del Carmen, un libro de memorias, un librito escrito sin darle importancia, guardado durante mucho tiempo en un cajn de la cmoda, metido entre ropas como si necesitado de calor estuviere. Cendal de la memoria, exorcismo del recuerdo. Eso es Anto nio Azorn. (Pequeo libro en que se habla de la vida de este peregrino seor). All, en el fondo de una pgina, el emocionado y sincero homenaje al maes tro, al desventurado poeta de Petrel: Azorn mira pensativo a Verd, como antao miraba a Yuste. Un mundo de ideas le separa de Verd; pero qu importan las ideas rojas o blancas Lo que importan son los bellos movimientos del alma; lo que importa es la espon taneidad, la grandeza, la tolerancia, el mpetu generoso, el arrebato lrico. Y Verd es un bello ejemplar de esos hombres -fuerza que cantan, ren, se apasio nan, luchan, caen en desesperaciones hondas, se exaltan en alegras sbitas; de uno de esos hombres que accionan fciles, que caminan rpidos, que hablan tumultuosos, que dicen jovialmente a los necesitados: Ah, s, s, desde luego, que tienden los brazos para abrazar desde la segunda entrevista, que piensan sinceramente al recibir la ofensa: Soy yo, soy yo el que tiene la culpa, que suben sesenta escalones, y otros sesenta, y otros cincuenta para hacer a correo vuelto, que lanzan largos telegramas entusiastas por nimias felicitaciones, que son buenos, que son sencillos, que son grandes. Ese fue, as fue Miguel Amat Maestre. 69 70 CAPITULO II MIGUEL AMAT Y LOS ORIGENES LITERARIOS DE AZORIN 71 El 9 de Octubre de 1.892 comienza a publicarse en Petrel uno ms de los mu chos peridicos y revistas que proliferaron en Espaa a finales de siglo. Esta nueva publicacin, que aparece con el ttulo de La Educacin Catlica y que se subtitula no menos enfticamente Revista Semanal Religiosa, Cientfica y Literaria est dirigida por don Miguel Amat y Maestre, y tuvo, como la mayo ra inmensa de sus semejantes, una corta vida, pues slo aparecieron trece nme ros en un espacio de tres meses. Sin embargo es bsica para determinar ciertas claves humanas y literarias de Azorn, ya que el joven Jos Martnez Ruiz parti cipa como colaborador y es el corrector de gran parte de los artculos publicados en la revista. La segunda carta que recibe Pepe de su to lleva fecha del 10 de Octubre de 1.892. Acaba de publicarse el primer nmero de La Educacin Catlica. Don Miguel, director y nico redactor de la revista, le manda varios ejemplares para que Martnez Ruiz los distribuya entre sus conocidos y en las revistas en las que colabora. Don Miguel se presenta como un hombre en plena actividad literaria: abrumado por los cuatro libros que llevo a la vez, pero al mismo tiempo imposibi litado para dedicarse ms plenamente a su pasin potica debido a que mis ocu paciones del foro me han impedido realizar mis planes. Sobre todo, la carta es una peticin al joven escritor para que colabore con al gn artculo relativo todo a asuntos catlicos, para que venga bien con el ttulo Educacin Catlica. Y lo ms interesante para el conocimiento del futuro Azo rn es lo que viene a continuacin: Supuesto que eres aficionado a la poesa dramtica, podrs enviarme algu nos articulitos sobre Caldern, bien sobre sus Autos Sacramentales o de sus Dramas y Comedias. .. Mi plan es combatir el moderno teatro. Echegaray, con su Mar sin orillas, por ejemplo, es ms funesto que La mascota. Podas, pues, mandarme un articulito para el segundo nmero de la revista haciendo algunas consideraciones sobre la misin de la poesa dramtica. Para combatir el teatro de Echegaray tengo numerosas notas que reuna para escribir sobre este asunto. . . Don Miguel da por supuesto que el joven Martnez Ruiz es aficionado a la poe sa dramtica. Conoce los artculos que su sobrino ha ido escribiendo en las revis tas de Monvar, especialmente en El Eco de Monvar, pero ha ledo sobre to do, las colaboraciones de ste en el diario La Monarqua, de Alicante, desde Mar zo de ese ario. La Monarqua. Diario Liberal -conservador, como se titula, es el rgano provincial del partido fusionista. Su propietario es don Jos Rojas Galia no, marqus del bosch y lder provincial del partido. Fue diputado a Cortes y uno de los hombres ms ricos de la provincia, poseedor de numerosas fincas urbanas y rsticas, entre ellas los famosos barios de Aguas de Busot, balneario al que a fines de siglo acuda la flor y nata de la poltica alicantina. La Monarqua, que en Septiembre de 1.892 defendi la candidatura como diputado por Monvar por el partido Liberal -conservador de don Isidro Martnez Soriano, haba acogido en sus pginas la colaboracin literaria del hijo de ste. Posiblemente no fuera 72 ajena la influencia de don Miguel que, ya en algunas ocasiones, haba enviado al diario algunos de sus poemas. Desde el da 22 de Marzo y hasta el 4 de Mayo de 1.892, La Monarqua publi ca 13 artculos firmados por Juan de Lis, uno de los seudnimos utilizados por Jos Martnez Ruiz. Tal seudnimo lo citan varios crticos: Valverde, Inman Fox, Rico Verd..., pero se dice que no se conoce ningn escrito firmado as, ya que el prlogo que Martnez Ruiz haba escrito para una de las obras de Amat, y que debera haber llevado tal seudnimo, nunca lleg a publicarse. Las trece entregas de La Monarqua responden, en realidad, a tres artculos de crtica literaria que el joven estudiante de Derecho manda al diario de Alican te. Recurdese que a finales de 1.891 haba trasladado su expediente acadmico desde Valencia a Granada: ...me asista para ello una razn poderosa, cual es la de que en Valencia no hubiera aprobado nunca el Derecho Romano por cuestiones que tuve con el profesor de dicha asignatura. (Carta a su padre el 12 de Enero de 1.892) Jos Martnez Ruiz, AZORIN, a los 16 aos. Su estancia en Granada es una lucha constante entre la promesa hecha al padre de terminar en dos aos la carrera de Derecho, haciendo de los veranos cursos si es menester y el sacrificio, que lo es para m, de echar a un lado mis aficiones litera rias. (Carta del 30 de Mayo de 1.892) Martnez Ruiz, que no ha cumplido todava los 19 aos, ha escrito ya muchos artculos en los peridicos de Monvar; en Valencia ha intentado colaborar en 73 alguno de ellos; ha hablado en el Ateneo; est orgulloso de mantener correspon dencia con Emilia Pardo Bazn, (carta a su madre, 14 de Diciembre de 1.891) y es, sobre todo, un voraz lector. Que era conocido y que l mismo se tena en alta consideracin lo prueba la siguiente carta, inserta en el diario El Alicantino, el 27 de Octubre de 1.892: Sr. Director y estimado amigo: fi ando en su benevolencia le ruego la inser cin de las siguientes lneas en su ilustrado peridico. Le da las gracias antici padas: S. S. y amigo Jos Martnez Ruiz. Deseo que conste ante las opiniones de las personas honradas que me he se parado de la redaccin de El Eco de Monvar a causa del maquiavelismo torpe y grosero que desde el ltimo nmero y aprovechando mi ausencia han iniciado gentes sin dignidad poltica, gentes para las cuales se formaron los re franes, sabios como todos ellos, de que la cabra tira al monte y la mona, aunque se vista de seda, mona se queda. Y apostilla el peridico conservador: Jos Martnez Ruiz. Esto se llama en buen castellano rectificacin categrica y sincera. Al seor Martnez Ruiz le pesa haber escrito en El Eco de Monvar, peridico noticie ro, y le felicitamos. Pues bien, durante esos siete meses escasos de su estancia en Granada, el apren diz de periodista enva los referidos artculos al diario alicantino La Monarqua, que defiende ese ario la candidatura de don Isidro Martnez Soriano como diputa do provincial por el partido liberal. Por qu con seudnimo y por qu el de Juan de Lis Se ha repetido la hipte sis del temor de M. Ruiz a su padre, como condicionante del uso de un seudni mo para ocultar la aficin que trastocaba sus estudios, pero lo cierto es que era muy fcil la identificacin de un escritor que fecha su trabajo en Monvar y Marzo de 1.892. Hay que buscar la raiz en la costumbre de la poca, en la frecuencia con la que los creadores de los periodiquillos de Monvar, concretamente, firma ban con diversos seudnimos sus escritos para dar la impresin de un mayor n mero de colaboradores. Basta con ver los ejemplares de El Eco de Monvar, Los pueblos, La Chchara.., e intentar adivinar los nombres que se esconden bajo esos sugerentes seudnimos. Tiene alguna relacin el de Juan de Lis con Juan de la Sal, el chusco bufn de Carlos V al que menciona, con evidente bsqueda de paralelismo, en el comienzo de sus artculos Es tan slo una posibilidad. El primer artculo, expuesto en cuatro entregas publicadas los das 22 y 29 de Marzo, y 2 y 6 de Abril tiene como ttulo Curiosidades Literarias -ttulo que lle vaba uno de los tomos de la famosa Biblioteca Rivadeneyra-, est fechado en Mo nvar, Marzo de 1.892 y firmado por Juan de Lis. En l no hace ms que expo ner el fruto de sus lecturas, el hallazgo de uno de esos libros raros o curiosos de los que entresaca lo que le parece ms ocurrente o chusco. No hay una labor cr tica, tan slo una introduccin mnima que se reduce a la ficha bibliogrfica del 74 libro en cuestin, para pasar de inmediato a la transcripcin del fragmento selec cionado. Pero son estas mnimas introducciones las que nos ofrecen datos intere santes de ese joven con vocacin y mala estrella de biblifilo, aficionado a de sempolvar trastos viejos sacados del stano de la literatura. Ese estilo zumbn, irnico, que busca el juego de palabras, el chiste fcil y bur ln, demuestra ya un oficio, una prctica constante del ejercicio periodstico, pe ro sobre todo una lectura reflexiva en la que busca los modelos de una correcta expresin. Ya estn ah, en estos primeros textos, las citas y referencias de los clsicos, las ntimas ancdotas en torno a las obras, sus personajes o sus creado res: Ruiz Alarcn, Moreto, Bretn de los Herreros, Espronceda, Menndez Pela yo... son citados juntamente con opiniones corrosivas sobre la Literatura espa ola en el siglo XIX del P. Blanco Garca, al que llama eximio rebuscador de todas las baratijas y sartenes de nuestra literatura. Tres son los trastos viejos que desempolva: un romancillo de las Aventuras en verso y prosa del insigne poeta y su indiscreto compaero, de Antonio Mu oz, Madrid, 1.789; algunos brevsimos fragmentos del folleto annimo Condi ciones y semblanzas de los diputados a Cortes para la legislatura de 1.820 y 1.821. Madrid, 1.821; y otros no menos reducidos recortes biogrficos seleccionados del folleto Galera en miniatura de los ms clebres periodistas, folletistas y articu listas de Madrid. Por dos Bachilleres y un Dmine. Madrid, 1.822. No cabe duda que la seleccin de estos fragmentos se ha hecho en funcin de la rareza y curiosidad de cada uno de ellos. Para Martnez Ruiz, lo curioso se superpone a cualquier otro valor: lo curioso es lo que importa, afirma. Real mente, ninguna de las tres reliquias tiene el mnimo valor literario, si exceptua mos, en cierto modo, el libro de don Antonio Muoz. Por otra parte, todas estas lecturas responden muy bien a aquella escena que el mismo Azorn recordar arios ms tarde: En Granada, desde Puerta Real, en un piso alto, atalayaba, maana y tar de, la lejana y elevada montaa. Llevronme a un desvn en donde haba en el suelo lotes de libros antiguos; haban pertenecido a un literato: Jos Salvador de Salvador. Compr un alto rimero de comedias clsicas, en cuadernos anti guos, y comenc a leer a todo pasto teatro de/siglo XVII. Con el teatro ensam bl lecturas antiguas: lecturas de novelas, de poesa, de historia, en el Siglo de Oro... Galds, Pereda, P. Valds, Clarn, ledos de muchacho, no lograban equilibrar y menos, mucho menos, destruir esta sensacin que me producan los clsicos. El libro de don Antonio Muoz, seudnimo de Enrique Ramos, escritor y mili tar, que fue acadmico desde 1.783 a 1.797, ario de su muerte, est entre los vol menes de la Casa -Museo, aunque es probable que fuera uno de los comprados en Granada, pues no tiene ningn otro dato familiar. Muoz, cuyo libro parece en muchos momentos una imitacin de El viaje entretenido, de Rojas Villan drando, narra las aventuras de dos poetas en viaje por Espaa. Muoz intercala mltiples poemas en todos los metros y estilos, unas veces imitando a Lope, otras a Gngora, a Quevedo, o al mismo Rojas. 75 Pero en nada de esto se detiene Juan de Lis, quien nicamente moderniza la ortografa -aunque no somos partidarios de estos retoques dice a pie de pgina de un romance puesto en boca de uno de los personajes al llegar a la Puerta del Sol madrilea. Ni el aspecto misgino, ni las abundantes sentencias, algunas de , las cuales est sealada en rojo en el libro por el lpiz del joven Martnez Ruiz, son objeto de la atencin de ste, aunque es bien claro que la mayor influencia es la semejanza de estilo y el lenguaje socarrn utilizado por Juan de Lis en su artculo. De Condiciones y semblanzas... entresaca los dos que le parecen ms impor tantes, la del Conde de Toreno y la de Martnez de la Rosa, si bien es claro perci bir el regodeo del joven Martnez Ruiz ante la defenestracin que el annimo autor hace de dichos personajes clebres. Tal sensacin es ms clara en la seleccin de biografiados del segundo folleto: Galera en miniatura de los ms clebres periodistas, folletistas y articulistas de Madrid.... Bartolom J. Gallardo, Manuel E. de Gorostiza, Pascual Arrieta, Eugenio de Tapia, Javier Burgos, Sebastin Miano, Alberto Lista y Antonio Alcal Galia no son los escogidos, por la desmitificacin y jocosa mordacidad crtica con que son descritos por los annimos autores, aunque de alguno de ellos Martnez Ruiz inserte una visin ms apreciativa. As, por ejemplo, de Alcal Galiano, al que llama correcto poeta, pulqurrimo y elegantsimo prosista. Sin duda, el ms interesante de estos tres artculos es el que lleva por ttulo Los Galicismos. El peridico lo ofrece en dos entregas, los das 9 y 12 de Abril. Estn firmados por Juan de Lis, sin referencia de lugar o fecha. El tono humorstico, aliado tal vez con excesivo uso del lenguaje popular, se mantiene al igual que en el anterior, pero M. Ruiz ya no llama a su trabajo articulejo, ya se atreve a arbitrar, a dogmatizar: el estilo debe cuidarse tanto como el fondo; el escritor debe procurar que la frase sea limpia, correcta y armoniosa, si es que quiere sentar plaza de estilista. M. Ruiz parte de su hiptesis de que todo extremismo lingstico es malo. Hay en l, es evidente, una fobia a lo francs: hasta el idioma nos lo traen arregladito de la tierra de los petardos, Pars, quiero decir. Tan malo es -escribe- el abuso indiscriminado de los galivocablos como el rechazo absoluto de ellos. Frente a los que usan los galicismos para engalanar el lenguaje, afirma M. Ruiz, nosotros opinamos que maldita la falta que hacen tales atavos. Acaso la len gua castellana es tan pobre que necesite mendigar Mendigaron Rueda, Que vedo, Cervantes, Larra. . . No, porque nuestra lengua no es pobre, ni dura, si no por el contrario de cera abundante para los que la saben tratar, como deca Fray Luis de Len. Frente a los que usan los galicismos por necesidad, por falta de palabras caste llanas adecuadas, dice que es la Academia Espaola de la Lengua la que debe inventar los vocablos propios. Pero su visin de la labor de la Academia es sumamente crtica y nos recuerda posteriores opiniones vertidas en Buscapis, 76 VARIEDADES CURIOSIDADES LITERARIAS poR. JUAN DE LIS No debiera llamarse mal este articulejo, pi no ms bien Ti autos viejos sacados del stano de /a literatura y desempolvados por un aficionado, ti tulo que aunque un peor 071186e40, cuadrarle noo al objeto de estas lineas. Los trastos de que voy a ocuparme no Ion muy rancios, ni tan extraos CO1TIO El agradecido y otras obras esta terror, pero son curiosos, que es lo goa importa, y por eso yo hoy echo mano de ellos, los presmuto la vio ta del lector corno quien eaca nuon muebles pblica salo -ata. No creas casto, pie y discreto lector 6 beotia fi era conforme te llama Ruiz Alarcn, Do creas, repito, que Ajungar por el titulo de estas Huesa el mismo que, 81 mal no recuerdo, lleva un tomo da la Biblioteca Rivaleueyrate voy a dar en gracia de tu bella cara algunas nuevas cartas de Juan de la SsId alguna nueva coro nica (pase la epittesis) del chusco hurn de Carlon V. Nada de tos tendrs primero porque ovo terigo tales corsas; segundo porque al las tu - Viera te baria pagar por ellas diez 6 doce pese tas lo ms caro pcsible--eorno es USO y CDS tambre, ea toda tierra de garbanzos Asi me, pon mal tiem po buena caray contntate con O8t48 malos muebles que te ofrezco: eco cotos dos humildes tabaretillos, ya que por mi mala estrella de biblilogo no puedo regalarte dos ricos sillonee de cuero cordobils. Es el primero en romancillo que se halla en les Aventuras en rt,S0 y prosa slet insigne poeta (roe) y su indiscreto compaey o, escritas por den Antonio Muoz (Madrid 1789). En dicho librejo, como ver la portada, le cuentan las aventuras que correa un poeta sin blanca y un su compaero no menos pobre que l. Despus de pasearse por norias ciudades y lugares de Espaa gaiianlo el pan con el soler de su mafia, llegan por ltimo . la patria de la beata Clara, cuyos diversos sitios da l a -a tria, DO los de 1. beata) describe el porta en varas y con mucho ingeuio y verdad. En el siguieute roinance pinta el porto mal VO 1,11a ripios la famosa Puerta del de la coronada villa. Esta en de aquel dios Apolo la 1118.8 celebrada Puerta cuyos umbrales habitan geste de todas esferas. Esta es la Pecera del Sol ej se rue,le llamar Puerta, einesta ere en a egn casa ni se entorna vi se cierra, arta es de todo Madrid la ms celebrada mezcla, y la botica mayor A donde todo es ericuantra, Aqui predicac de Dices VARIEDADES. CRTICA VIEJA ZAMORA POR TC-.7 . 1k7 DEX Es D. Antonio de Zamora u no de loa lti timo* -sustentadores, del gennico teatro espa to, del gran teatro de Lope y Tieso, de Mo rena y Rojaa. El y Catinotea aun loe dos lti mo. campean% que hacen exfuezori para vol ver i se pristino estado la desliar/ira espao la. Despue.e de ellos vienen Zavala, vallada res, Comalia y tantas Crispines de Andorra que ganan el Pan cuntidiano, zuroiendo dra mas Maoportables Di traduciendo del Galanes obrase tan disparatadas COO1 1 11 E: imperio de las cosIenabres... y dispense M. Le librero, autor dril atentado si van mal trato su comedieja. Deep:Dia da estos dos liltizatis campeones del arte, repito, Talio, se eclipsa de Espaa y la encana patria cae am una absoluta decadencia que no termina hasta que el romanticismo apatceboa en el tealco. Pero el romanticismo modiarno, bien mirado, no es ms que una so laciOn de ciontinuidad que interrumpe por breves momantos la decadencia dramtica: no Lar, pues, en nuestro sentir, Ivrdadero reaari raireato de: prifitinA como el seor Cazos -as opina en Marte lierinoao prlogo Casi Si mismo tiempo club la era romntica aparece tambiem la de las traducciones, Salis traduce liotrebna; Bretim y Ventura de la Vega a Scribe, con muy poco canta en la aleo ci5o de obras: y basta D. Eugenio de Ochoa, felIcisinto traductor, vierte al castellano los brirripilantes dramas de Bucliardy. Todos, en fi n, traducen en paz yen gracia cm Dice. y el que no lo Lace, se inspira, cennoLarra, en au tores extranjeros para esuribir obras propias. Felices tiempos aquellos en que con ido onzas de lengua galaica se sabia lo suficien te para poner el puchero rodea los dial; y con quistar de pasado un sitio en el Parnaso! Fe lices tiempos aquellos so que Scribe y Goldo ni eran el salpicn obligado de nuestra escena. Dospue la comedia espaola de costum bres se abri paso travs f, tan indigesto frrago, y Ayaia y Tarnayo tuvieron asunto suficiente para escribir algunas inmortales obras. V despues--preguntora el lector. - Despus otra vez el caos, la cada, las traduce cienes otra vez. Sardou, liornas. Angier otros, Len traducidos por Gaspar, Pina Dei nolinenez, Marie y Palencia... Franceses liarlo las tachos es nuestro lema V vive Diosl que lo curar :irnos cual si fuese ri goroso cnon de honor. Las comedin9 las trae rnos de Francia, las novelas de all vienen, la esttica que osamos CP galaica, nne.rtroa cri ticos LO saben hablar Inas o un de Zola, Zola y Zola y basta lae modas. la; lryes y la politica non franseeeao. Ellos, nuestros vecinos, en tambio, nos tratan como a esolavea despre : Artculos aparecidos en el diario La Monarqua, de Alicante. los dias 22 de Marzo y 22 de Abri l de 1.892. 77 Anarquistas literarios, o los artculos de la seccin Avisos de Este en El Progreso: La Academia ya hace bastante tiempo que arranca, ensucia y da tinieblas; y una corporacin que hace todo esto y mucho ms, no puede inventar nada bueno: inventar tonteras. Un da va Catalina o Balaguer el de las trilogas y ve que en el Viaje al pas de las monas, del supuesto Wanton, se usa harmo na con h, y enseguida, ctate a Perico hecho fraile, o lo que es lo mismo, cta te a la pobre harmona cargada con la dichosa h per in saecula saeculorum. Y por este estilo son todos los explendores acadmicos. Pero, por m ya pue den armonizar hasta a las habas verdes! El artculo evidencia una preocupacin por la forma, por la bsqueda de un estilo personal, por la creacin de una normativa propia que en aqul momento choca con la moda reinante, aunque esa moda la impongan autores encopetados (entre los modernos, Clarn y Pereda), pero eso no prueba nada. Martnez Ruiz busca un estilo que debe cuidarse, es cierto, pero no de modo excesivo, porque el limar y repasar mucho la frase hace que sta redunde en amanerada y lamida, y que el estilo todo adolezca de monotona y languidez. En este artculo, tan fundamental por tantas cosas para conocer el ideario est tico que, en lneas generales, acompaar la futura obra azoriniana, el joven M. Ruiz expresa toda una Potica: No todos los asuntos requieren igual esmero en la forma. La historia requie re un lenguaje atildado. . ., en los asuntos fantsticos ya no se requiere tanta pulcritud de estilo, nos damos por satisfechos si se guardan las leyes elementa les de la gramtica. . ., en la poesa se dispensan los pequeos defectos gramati cales porque nos hacemos cargo de que la fuerza del consonante nos obliga a mucho. . . Y cuando el gnero de que se trata es muy elevado, entonces hay que alzar ms la mano, como sucede con el misticismo. Santa Teresa, por ejemplo, descuida mucho el estilo y comete yerros retricos que asustaran al ms tole rante; pero es lgico si se tiene en cuenta que mientras su cuerpo estaba en este mundo, su alma vagaba por la regin del inmortal seguro. Y, curiosamente, seala como graves errores la aliteracin y la doble sinalefa en un mismo verso. Cul es la frmula eficaz para la perfeccin del estilo: Ya lo dijo Horacio: guardar lo escrito cierto tiempo y luego corregirlo, pero no es partidario de rete nerlo demasiado tiempo, ni, como dije antes, corregirlo excesivamente. Bien es t, dice, que un poema est encerrado un ario en el arca, pero no veinte arios, como hizo Flaubert con su libro, esto no se lo aconsejaramos a nadie, porque no pasa de ser una monomana. Y termina su artculo con una relacin de galicismos usados por autores del teatro clsico espaol, que demuestran, una vez ms, la lectura extensa e intensa del teatro del Siglo de Oro: Lope, en sus obras Las flores de don Juan, Los milagros del desprecio, Lo que ha de ser; Tirso de Molina, en El amor y la 78 amistad, Amar por razn de estado y La ms constante mujer; Caldern y su Mejor est que estaba, y citas de Timoneda, Ramn de la Cruz, el P. Isla, Moratn, Enrique Gaspar, Garca de la Huerta. . . Su conclusin es tajante: Los galicismos no son tan modernos como se cree. Es lcito el uso de los galicismos No; y no se nos arguya que autores encopetados (entre los moder nos, Clarn y Pereda) los usan, eso no prueba nada (. . . ) As, pues, ya que no admitir, debemos tolerar al menos aquellos que sean necesarios y evitar los que no sean necesarios para nada; porque si damos carta de naturaleza en nuestro idioma a esos parsitos, lo que se conseguir es viciarlo y hacerlo ininteligi ble. .. Pero afortunadamente an no hemos llegado a ese extremo, y si hay en nuestra patria literatos que no aciertan a escribir el castellano, existen, en cam bio, Peredas y Va/eras, que saben esgrimir muy diestramente la pola que de j Cervantes colgada de una espetera. No ha debido de pasar desapercibido al lector la doble alusin a Pereda, como escritor de galicismos y como diestro literato, as como su valoracin negativa de Clarn. Creo, pues, sorprendente esta meditacin sobre los galicismos del que arios despus se denomin pequeo filsofo y que, por ello, tal vez se ha bra de revisar algunas afirmaciones de ciertos trabajos sobre la tendencia de Azo rn a los prstamos franceses. El tercer artculo, que aparece, al igual que los anteriores, en una seccin fija del peridico, denominada Variedades, lleva por ttulo Crtica Vieja: Zamora, por Juan de Lis. Est fechado en Abril de 1.892, y La Monarqua lo publica los das 22, 24, 26 y 30 de Abril, y 1, 3 y 4 de Mayo. El artculo analiza la decadencia del teatro clsico y las consecuencias de las infames y mltiples traducciones de las comedias francesas realizadas en los si glos XVIII y XIX: Las comedias las traemos de Francia, las novelas de all vienen, la esttica que usamos es galaica, nuestros crticos no saben hablar ms que de Zola, Zola y Zola; y hasta las modas, las leyes y la poltica son francesas. Ellos, nuestros vecinos, en cambio, nos tratan como a esclavos despreciables; hacen bien: ser vilismo tan degradante como el nuestro slo merece bofetones. Entre las obras de Zamora se detiene en No hay mal que por bien no venga, o don Domingo de don Blas, llegando a considerar el segundo acto como de lo mejor que existe en la dramtica nacional. Entre bromas y veras, con chistes f ciles como aqul: Excusamos decir que al final de la obra se suicidan dos perso najes, quiero decir que se casan don Beltrn con Menca, y el atrabiliario don Domingo con Constanza, nos da un catlogo de sus lecturas y preferencias dramticas: Zamora y Caizares son los dos ltimos campeones que hacen esfuerzos para volver a su prstino estado la dramaturgia espaola. Despus de ellos vienen 79 Zavala, Valladares, Comella y tantos Crespines de Andorra que ganan el pan cuotidiano zurciendo dramas insoportables o traduciendo del francs obras tan disparatadas como El imperio de las costumbres.. . Despus de Zamora y Caizares, Tala se eclipsa de Espaa y la escena pa tria cae en una absoluta decadencia, que no termina hasta que el Romanticis mo aparece en el teatro. Pero el Romanticismo moderno, bien mirado, no es ms que una solucin de continuidad que interrumpe por breves momentos la decadencia dramtica; no hay, pues, en nuestro sentir, verdadero renacimiento del genuino teatro espaol, como el seor Cnovas opina. . . Sols, Bretn, Ventura de la Vega, Eugenio de Ochoa. . . todos, en fi n, traducen en paz y en gracia de Dios, y el que no lo hace, se inspira, como Larra, en autores extranjeros para escribir obras propias. .. Ayala y Tamayo tuvieron asunto suficiente para escribir algunas inmortales obras. .. Despus otra vez la nada, el caos, las traduc ciones otra vez. . . Comentando las obras de Zamora No hay mal..., Mazarinos y Monsalves y El hechizado por fuerza, observamos que para M. Ruiz son valores teatrales: una exposicin clara y sencilla, la evolucin natural de los caracteres, la fantasa e imaginacin de situaciones nuevas, lenguaje adecuado y exento de toda pedantera; lo contrario, dice, es propio de la Academia, puerto seguro de pedantes, el humor, un desenlace natural, sin violencias ni esfuerzos de ningn gnero, verosimilutud, hasta cierto punto, que si bien le hace desestimar Mazarinos y Monsalves por las escenas inverosmiles de todo punto, tampoco la acepta como absolutamente necesaria, y est contra aquellos crticos que exigen lo ve rosmil, lo natural, lo lgico, etc. Por fortuna nuestra ya van quedando pocos cr ticos de esta ndole, y los que quedan no pasan de ser unos seres ridculos, des cendientes en lnea recta de don Hermgenes. Son, pues, sus modelos constantes: Lope, Caldern, Cervantes... con referen cias laudatorias a Timoneda, Ramn de la Cruz, Moratn... De Zamora llega a afir mar que sus doctores son muy superiores a los que saca Molire a plaza; hay ms gracia, ms ingenio y sobre todo ms fidelidad en la pintura de los caracteres en las creaciones del ilustre autor de El convidado de piedra. Lo cual no es obs tculo para que en otros aspectos critique duramente dicha obra de Zamora: slo acierta cuando crea personajes ridculos, caricaturas, entes sumamente idealistas. Pero cuando pretende pintar la vida real tal como se nos muestra, yerra e idealiza a su sabor ni ms ni menos que si se tratara de una comedia de figurn. Zamora no conoca el corazn humano; de conocerlo, hubiera es crito con la misma perfeccin unas y otras comedias. Y un dato a tener en cuenta: en los tres artculos, Clarn es citado en cuatro ocasiones, en ninguna de ellas apreciativamente, incluso con claro rechazo; sin 80 embargo, de todos los autores dramticos de su tiempo slo exalta a Tamayo y a Echegaray. Desconozco la importancia y difusin que tales artculos pudieran haber tenido en los crculos literarios de la provincia, pero no es extrao que Pepito reciba una carta cariosa de su to de Petrel. Amat est slo; su hijo, que tiene 26 arios, es, como Martnez Ruiz, estudiante de Derecho en Valencia, pero est muy lejos de sentir los gustos literarios de su padre; a lo ms, acepta a regaadientes el des pilfarro econmico que supone la pasin paterna de publicar y, aunque, curiosa mente, acabe su vida muchos aos despus como redactor del diario La Van guardia de Barcelona, no har ahora lo ms mnimo por ayudar a su padre en La Educacin Catlica. Don Miguel Amat tiene ya en Agosto de 1.892, segn carta al padre de Azorn, el proyecto de una revista pedaggico -religiosa. Desde finales del 91 ha comenza do una recuperacin fsica. En Junio del 92 le visita Benedicto Moll, de ascen dencia petrelense, que dirige en Alicante el diario de tendencia conservadora El Alicantino. Moll le ofrece las pginas del peridico y a partir de ese momento resurge en Amat su aficin literaria. Sin embargo, de vez en vez, las recadas en su enfermedad le impiden la publicacin de sus obras ya proyectadas. Son muy frecuentes en las cartas a su sobrino las alusiones a su degradacin fsica y, consi guientemente, su derrumbamiento psquico. La literatura, la pasin por escribir y publicar es en esos momentos la nica medicina, la principal huda de ese mun do de morfina y opio al que vive atado: Pero lo peor es que como no puedo estar quieto, y el pensamiento es tan listo, para distraerme estoy siempre escribiendo, no cual quier cosa sino componiendo versos. Hace cinco o seis das que no he parado en las 24 horas del da ms que algunos minutos que a intervalos duermo por las noches... La colaboracin de Amat en la prensa alicantina se reinicia en Junio del 92. Muy pronto aparecen tambien poemas y articulitos suyos en las distintas publicacio nes de la provincia. Mantiene correspondencia con escritores de toda Espaa y dirige sus creaciones poticas a casi todos los diarios. Es entonces cuando proyec ta una revista semanal dirigida al Magisterio especialmente, puesto que ha recibi do mltiples felicitaciones de ese Cuerpo por sus artculos en El Alicantino a favor de una enseanza remunerada y potenciada por el Estado y no por los Ayun tamientos, idea que prevalece sobre todo en su trabajo Justicia para los maestros y luz para los ignorantes. Cuenta con un patrimonio familiar importante, a pesar de que por su enfermedad ha tenido que malvender algunas tierras y emplear mucho del dinero ganado en sus aos de esplendor en el ejercicio de la abogaca. El 9 de Octubre de 1.892 aparece el primer nmero de La Educacin Catlica. Las 16 pginas de la revista estn ocupadas ntegramente por trabajos de Amat publicados en El Alicantino: el citado Justicia para los maestros... y La ense anza popular y el Congreso Hispano -Portugus -Americano. En la presentacin de la revista est la confesin de propsitos: Venimos al estadio de la prensa a de fender las soluciones catlicas en las gravsimas y trascendentales cuestiones de la 81 enseanza pblica, venimos a proclamar una educacin slidamente catlica de la niez y de la juventud. Le respalda en esa tarea el que cuando hemos estado al frente de los intereses de la provincia, creemos haber cumplido leal y firmemente nuestros deberes sin distinciones de colores polticos. Es la clara alusin a los tiempos, ya lejanos, de 1.871 a 1.876, en los que fue Vicepresidente de la Diputacin y Presi dente de la Comisin Permanente de la misma. Busca sobre todo una buena difusin de la revista. Por eso acude a Isidro Mar tnez, quien ha sido alcalde y diputado provincial, hombre que tiene buenas rela ciones con el mundo poltico y cultural de varias ciudades: Yecla, Jumilla, Ville na y Valencia, adems, claro, de Monvar, donde l y alguno de sus hijos colabo ran en los papeles peridicos de la villa. No importa si es don Isidro quien ofrece a Amat la colaboracin de Pepito o si es ste mismo quien se brinda. Lo cierto es que al da siguiente de aparecer la revista, el joven recibe la primera carta de Amat con ejemplares de La Educa cin Catlica para que los difunda. J. Martnez Ruiz. a los 17 aos J Martnez Ruiz, a los 18 aos. Por estas fechas, Martnez Ruiz, que ha regresado de Granada sin el xito previsto en sus exmenes, sigue en sus pesquisas de libros raros y curiosos y sabemos por carta de Amat (14-10-92), que en esos momentos estaba trabajando en los msti cos. Tena acabado para La Monarqua un artculo sobre un libro del sacerdote franciscano Antonio Arbiol, que, convenientemente adaptado para la nueva pu blicacin, lo enva a su to el da 13 de Octubre. El entusiasmo de Amat es evidente: He ledo y reledo con mucho gusto tu artculo... Abriremos una seccin en La Educacin Catlica titulada Biografas y Bibliografas y el P. Arbiol se r el primer artculo. Te parece bien o quieres que vaya como artculo inde pendiente Lo que t quieras. (15-10-92) 82 El trabajo deba salir en el tercer nmero de la revista, pero segn Amat no lle gan a tiempo las pruebas corregidas por el propio Martnez Ruiz. No obstante, parece que se debi, como sugiere la carta de Amat del 21 de Octubre, a que ste haba escrito un artculo sobre la reciente muerte de Renn y otro en el que pide a Cnovas del Castillo que procese a los criminales del Congreso de librepensa dores. Tales artculos llenaban ya las 16 pginas de la revista. Es, pues, en el nmero 4, de fecha 30 de Octubre, donde aparece la nueva Seccin Bio bibliogrfica y en ella el artculo: El Padre Arbiol (notas ligeras), dedicado al sabio y virtuoso Abad de la Colegiata de Alicante, don Jos Pons. Est firmado por Fray Jos y fechado en Monvar y Octubre, 1.892. Por qu Fray Jos El de Juan de Lis parece derivarse de la estimacin que Martnez Ruiz hace, en uno de los artculos de La Monarqua, del cronista de Carlos V, Juan de la Sal, a quien imita en el lenguaje castizo y desenfadado. Tal vez ahora no le pareciera desmerecedor al joven y entusiasta defensor de la msti ca cubrir su propio nombre con la capa de fraile. No obstante, tal decisin no era del agrado de Amat: Me parece muy bien tu dedicatoria al Sr. Abad. Lo que no me gusta es que no te firmes con tu nombre. Medtalo, pero yo quisiera que fuera tu nombre al pie de un escrito de mrito; sin embargo se har lo que t quieras. (16-10-92) No ser la nica vez que Martnez Ruiz hable de Antonio Arbiol y Dez (1.651-1.726), inquisidor y Provincial de la V.O.T. de San Francisco, quien escri bi Desengaos msticos y La religiosa instruida, ambos libros en la Casa -Museo y con subrayados del propio M. Ruiz. Tambin aparecen referencias al P. Arbiol en el cap. El misticismo, de El alma castellana y en el cap. 17 de La Volun tad, al que pertenece lo que sigue: Yo no creo que entre los novelistas contemporneos haya observadores ms penetrantes que estos buenos casuistas (Arbiol, Diego Murillo, Flix de Ala mn). Arbiol, sobre todo, es de una fi neza y de una sagacidad estupendas, y su libro La religiosa instruida, en que va examinando menudamente la men talidad de las novicias y profesas, es un admirable estudio de psicologa femeni na, tan grato de leer como una novela de Bourget o de Prvost. En el artculo de Fray Jos sorprenden afirmaciones como: La Inquisicin no puso trabas al libre vuelo de la ciencia y las letras; antes al contrario, pec, en nuestro sentir, de cierta tolerancia simptica... no se opuso a que apareciesen obras como el Cancionero de burlas, La Celestina, Los Dilogos de Castillejo y otras, ni a que se pusiesen en escena producciones tales como los Pasos de Lope de Rueda; El convidado de piedra, de Tirso; El hechizado por fuerza, de Zamora, etc. Su tesis es que cuanto ms intenso y robusto es el espritu religioso en el hom bre, menos se preocupa de hueros formalismos y detalles vanos, mientras que cuando es tibio, sucede todo lo contrario. Por ello, dice, el momento de mayor 83 esplendor cultural de un pueblo coincide con el de mayor espritu religioso. Para Fray Jos, la literatura mstica de fray Luis de Granada, San Juan de la Cruz, Santa Teresa, Maln de Chaide, etc., es tambin, y sobre todo, la mejor sabidu ra, la ms alta filosofa. Expuesta la tesis en esta primera parte del artculo, Fray Jos no oculta que existen determinadas sombras, almas descarriadas que falsearon la doctrina de Jess dando lugar a ciertas proposiciones herticas que trastornaron muchas in teligencias. Tales fueron las doctrinas de los alumbrados y quietistas. Y cita a Juan de Valds, Alvarez Chamizo, la Monja de Portugal, el P. Mndez... como vctimas de tan absurdas ideas. Precisamente para contrarrestar tales desrde nes -dice- surge la figura y obra del P. Arbiol, quien pone todos sus esfuerzos en desengaar a aquellas almas. Despus de analizar muy someramente las partes del libro Desengaos msti cos, termina con esta sorprendente oracin: ...pedimos al cielo de todo corazn que depare a la Iglesia muchos campeo nes que, como el P. Arbiol, repriman con mano fuerte y segura las impiedades con que muchos prevaricadores atacan hoy da al catolicismo; muchos cam peones que, ganando almas para el rebao de Cristo, hagan que el imperio de la Cruz se dilate por doquier la vista tendamos. Dudo de la sinceridad de Fray Jos; me cuesta creer que no sea ste un impo sitivo debido a la revista en la que va a publicarse el artculo. Es demasiada la diferencia de estilo y de intenciones que lo separan de los artculos de La Monar qua o del que 20 meses despus escribi, ya con el seudnimo de Ahrimn en Buscapis: Me rio yo de ese Dios del Sina apareciendo entre nubes de teatro y atemori zando a unos mseros gusanos con relmpagos de pez griega. .. La misma distancia inmensa que hay de ese ser iracundo, colrico, al Cristo que muere en la cruz, vigorizando con sus predicaciones una aeja religin, hay de ese Cristo misterioso que condena a eternos martirios a los que no creen en l, al ardiente Buda, al apstol entusiasta que crea una religin de caridad y amor en la que todos se salvan... Es, sin duda, demasiada la distancia que separa a Fray Jos del dios del mal persa. Uno de los dos no es sincero. Pero, ahora, en octubre de 1.892, es Fray Jos, en su arrebato mstico, tan contundente, tan apasionado, tan coincidente con el espritu y la letra de Amat. Con el artculo, M. Ruiz gan la absoluta confianza de su to, quien pas a consul tarle desde la simple correccin ortogrfica hasta el tipo de papel que haba de utilizarse en una publicacin. Sin embargo, no es esto lo primero que de Pepito aparece en la Revista. En la carta del 27 de Octubre, Amat le escribe: Ya que desde un principio has aadi do algunos prrafos a los artculos de El Criterio titulados La Enseanza Cat lica, te envo el tercero para que hagas lo mismo. 84 Pues bien, en el n. 2 de la Revista, 16-10-92, se insertan, sin firma, dichos co mentarios al artculo del peridico valenciano. La seleccin de los fragmentos y la parfrasis que se hace de ellos muestran a un joven Martnez Ruiz inflexible debelador del materialismo: Las ctedras de metafsica son sobre todo focos ya de doctrina materialista o ya de ridculas teoras espiritistas, como sucede con la de Valencia. Es preci so, pues, que se ponga coto a tales escndalos y que los catlicos en general se preocupen de tan grave problema. Es el nico modo de acabar de una vez con la impiedad de que hacen alarde muchos jvenes contaminados por las lec turas herticas y por las enseanzas de profesores imbudos de falsas fi losofas. Es necesario poner orden en el maremgnum fi losfico -religioso que reina en nuestras universidades. Aboga por el restablecimiento de las clases de religin y moral en las universi dades y por la creacin de una Academia o Escuela de Filosofa Catlica Espao la que contrarreste los estragos de la filosofa importada de Alemania. Es eviden te, pues, que estas ideas son las mismas del autor del artculo sobre el P. Arbiol. Una vez ms hay que preguntarse por la sinceridad de Martnez Ruiz en estas pginas. No han pasado apenas ms de cinco meses entre los artculos de crtica literaria para La Monarqua en los que, con un estilo castizo, chusco, mostraba un espritu nada intransigente y estas afirmaciones radicales y extremas, dichas en un lenguaje casi legislativo. Este acomodo a las circunstancias parece algo ca racterstico del futuro Azorn, aunque el sentir interno sea otro. Las visitas a la casa de Petrel se suceden, aunque no con la frecuencia que Amat deseara. All discuten los temas, se corrigen las pruebas, se mandan ejemplares a directores de peridicos y a personas que puedan ayudar a la difusin y presti gio de la revista. Cada vez ms, Martnez Ruiz se ve atado a las necesidades crea das por su to. En las cartas de Amat predomina la preocupacin por dos temas o asuntos lite rarios en los que est trabajando: el teatro de Echegaray y los poemas de Querol. Amat quiere transmitirle a su sobrino ese inters y le pide su opinin en tales temas. Especialmente interesante resulta lo referente a Echegaray, pues conoci do es el desprecio que Azorn sinti por la dramaturgia del premio Nobel. Ya en una de las primeras cartas, Amat le dice que est a punto de publicar un folleto sobre La Libertad en la que va includo un estudio de Locura o Santidad, y le suplica que tenga: ...la bondad de hacer una nota resumiendo los defectos que la crtica de ve ras encuentra en la obra de Echegaray..., en los papeles mos que te llevaste sobre l y, sobre todo, en tu sana crtica tienes bastante para hacer una extensa nota. 19-10-92 Martnez Ruiz no duda un momento. El artculo que enva a Petrel no es, sin embargo, el que espera Amat: Respecto al artculo sobre Echegaray, no has comprendido mis ideas. Sin 85 perjuicio de publicar en La Educacin Catlica tu estudio sobre el arte dra mtico espaol, de lo que me alegrar mucho, ahora slo quiero que recojas unas notas sobre Echegaray. El trabajo citado por Amat nunca sali en la revista pero en el libro La Liber tad, publicado por don Miguel a finales de ese ario, se recoge un artculo firmado por Amat en el que las citas contrarias al modelo echegariano se insertan en un contexto del teatro espaol ajeno al conocimiento que de l demuestra tener Amat. Tal vez el trabajo de Martnez Ruiz, no publicado ahora en la revista, le sirviera como armazn para su discurso del Ateneo de Valencia o, incluso, para el ataque destructivo de Anarquistas literarios. El otro tema es el referente a Vicente W. Querol. Recordemos que en los pri meros Juegos Florales valencianos, de 1.859, Amat haba sido galardonado junta mente con Teodoro Llorente, Vctor Balaguer y Querol. El aprecio de Amat por la poesa de este ltimo es patente en las cartas a Pepito. En una de ellas le dice que ha escrito un artculo para La Correspondencia Alicantina en el que llega a afirmar que Querol es uno de los primeros poetas de Espaa; en nuestro hu milde concepto, el primero del siglo XIX. (19-11-92) Amat, consciente de su exageracin, teme ser refutado pblicamente y pide ayu da a quien sabe ms conocedor de las nuevas corrientes literarias. La respuesta de Martnez Ruiz la adivinamos por lo que Amat escribe en su carta del 21 de Noviembre: Efectivamente, me entusiasm demasiado.., pero reconoce que es un buen clsico; de que los pensamientos, de frase sobria, y que en particular sus poe sas a la familia y a la patria y a Nez de Arce, sobre todo Patria, Fe y Amor, en lemosn, son obras acabadas. Amat, con las notas aportadas por su sobrino, matizar y completar sus quin ce artculos sobre Querol publicados por La Correspondencia Alicantina a lo largo de 1.893. En ellos es claro ver las correcciones introducidas a partir del art culo nmero cinco, correcciones que con frecuencia son contrarias a las opinio nes vertidas anteriormente. Todos estos artculos iban a ser publicados en libro, juntamente con los dems escritos en prosa de Amat, y llevaran un prlogo firmado por Juan de Lis, pero tal libro no lleg, aunque anunciado repetidas veces, a ser publicado, debido al empeoramiento que el poeta de Petrel sufri a finales del 93. Es conocida la postura que Azorn mantuvo siempre hacia Querol, desde Bus capis: En Valencia, muerto Querol, no hay ningn poeta lemosn que levante dos dedos del suelo, hasta el delicado retrato que de l hace en el libro Valen cia, donde curiosamente, al hablar de un poema de Querol, dice tajantemente: Afirmo que esa poesa es una de las ms hermosas del Parnaso espaol. La salud quebradiza de Amat es ya un arma esgrimida en muchas ocasiones para sujetar al sobrino que quiere atender a otras llamadas. A finales de Octubre sufre una recada: Me recelo que la gravedad de mi estado echar por tierra todos nuestros hermosos planes. El nmero 5 de la revista -6 de Noviembre- lleva tan 86 slo un trabajo de Amat sobre el Congreso Pedaggico Hispano -Portugus Americano aparecido el da anterior en El Alicantino, y la continuacin del lar go romance sobre la Vida de Santa Mara Magdalena, que est editando tam bin en folleto aparte. Junto ,a colaboraciones de maestros de Benisa y Alcoy apa rece tambin el segundo escrito firmado por Fray Jos, en el que hace una rese a del nuevo libro de Amat: Rimas. A primeros de Octubre, en los mismos talleres donde se editaba el diario El Graduador, en el que colabora asiduamente, Amat publicaba Rimas, un exten so libro de poemas en el que recoge lo escrito hasta la fecha. Su sobrino lo ha definido perfectamente en la resea que del libro hace en la Revista: Amat es un poeta de altos vuelos..., el cantor del ideal cristiano; la fe lo inspira y hace que broten de su pluma versos inspirados de elocuencia, de su blime amor divino..., es uno de los pocos poetas que se inspiran en los misterios de la religin..., es uno de los pocos poetas que no dudan. Campen decidido de la verdad, quisiera que todos pensaran como l, quisiera convencerles a to dos e inculcarles sus ideas. . ., tal vez por esto algunos opinen que el libro resul ta algo atrasado. Fray Jos hace una resea muy inteligente de Rimas. Es cauto y al mismo tiempo sincero. No hay una exaltacin de la obra de Amat, no hay un elogio evi dente. La mitad de su comentario es para afirmar que es un libro fuera de su tiem po; la otra mitad, para sealar que hay dos lneas poticas en Amat: la de autor grandilocuente a la manera de Tassara o Bernardo Lpez, y otra ms reflexiva, si vale hablar as, en cuyos poemas se encierra una profunda leccin moral. Cul preferir Dadas las tendencias de la poca, no titubeamos en contestar que las segun das. Despus que ha pasado la era romntica, el poeta no debe limitarse a in vocar al sol, a la luna, al cfiro.., debe hacer algo ms; debe hacer pensar. Y ah acaba toda su resea. No es, evidentemente, el elogio que un hombre co mo Amat poda esperar de su sobrino y en su propia revista. Las reseas que de Rimas aparecen en los diarios de la provincia (El Alicantino, La Monarqua, El Graduador, La Tarde...) fueron mucho ms extensas y laudatorias. Fray Jos dedica casi ms atencin al prlogo de Carmelo Calvo Rodrguez, secretario de la Diputacin de Alicante, compaero y amigo de Amat en la Comisin Per manente. Sin duda, el prlogo de Calvo es modelo del gnero: no vivimos en tiem pos fciles para la poesa, publicar un libro de poemas es una tarea para la que se necesita tremendo valor, Miguel Amat se ha atrevido, su labor es el reflejo de un gran corazn, de una poca pasada resplandeciente; su libro trae de nuevo la fe y la esperanza en la poesa. Martnez Ruiz aprovecha este prlogo para mostrar sus dotes de lector. Da la impresin de conocer con intensidad la obra de Nez de Arce, Campoamor, Ba lart, Verdaguer... y estar al da en las corrientes naturalistas que sigue la prosa. Quiere mostrarse como un crtico al uso, crtico del crtico, apoyado en la lectura contnua de las ltimas novedades, incluso de lo que todava est en vas de 87 publicacin, (referencia laudatoria a la obra de Balart, Dolores, que an tardar dos arios en ser publicada, aunque ya el autor la haba anunciado y dado a cono cer algunos poemas en revistas). Por eso, frente a Calvo, opina que todo tiempo es bueno para la poesa, si se hace una poesa acorde con ese tiempo. En 1.897, cuando ya Balart ha publicado Dolores, Martnez Ruiz volver a asombrarnos en Charivari con un juicio tan contrario como el que sigue: Ba lart es un poeta sin inspiracin, prosaico, horriblemente dificil... e insincero.., es todo eso y ms si cabe. Como crtico es un ser bilioso, malvolo, de inteligencia limitada, de saber anticuado y de segunda mano. Y no menos duro resulta el juicio a Nuez de Arce, tan apreciado e imitado por Amat: Es uno de los ms limitados literatos espaoles; como poeta no se encuentra en toda su obra una sola idea grande, algo de original, de vigoroso, de revolucionario... Sus poemas son tontos como sus discursos del Senado, y sus discursos son tan anodinos, de una platitude tan inmensa como sus Gritos. No puede, una vez ms, encontrarse una contraposicin ms explcita de lo que supuso esa liquidacin por derribo de una poca tan decisiva en la per sonalidad de Martnez Ruiz. La resea firmada por Fray Jos agrad a Amat y, aunque no le pasa desaper cibido que no hiciera mayores alabanzas, sabe estar a la altura de las circunstan cias. Por eso, cuando recibe el original, antes de mandarlo a imprenta le escribe: Veo que eres un gran crtico, y me alegro que respecto al juicio de mis Ri mas te hayas contenido en los elogios de ella, los cuales aparte de no ser mere cidos, hubiesen parecido muy mal dentro de una revista dirigida por m. An as, me parece que dices demasiado. (3-11-92 ) En la carta del da siguiente, 4 de Noviembre, le hace dos observaciones. Una, sobre lo escrito acerca del prlogo de Calvo: Amat piensa, al igual que el secreta rio de la Diputacin, que no son tiempos fciles para la poesa, que el materialis mo invade las conciencias, que no tiene razn, en definitiva, Martnez Ruiz al afirmar que se estima y espera la creacin potica. La segunda observacin se refiere a una interpretacin errnea de su sobrino con respecto a la lnea temti ca de un poema determinado. Por eso le insta a que vaya a Petrel para discutir diversos aspectos de la resea y, en general, de toda la revista. La respuesta de Martnez Ruiz es fulminante: su opinin a lo dicho sobre Carmelo Calvo es into cable; la otra observacin no tiene importancia, puede ser reformada. Ante ello, a Amat no le queda otro remedio: el artculo ir conforme t lo has escrito. Me alegro que tengas firmes convicciones y que sepas defenderlas. (7-11-92) Sin embargo, parece que en la conversacin en Petrel a que se refiere Amat en su carta del 4 de Noviembre se lleg a una solucin satisfactoria para la vani dad del poeta. Martnez Ruiz qued encargado de resear los comentarios que aparecieran en la prensa, incluso que fuera l mismo quien enviara Rimas a los directores o crticos de los peridicos. De ah que en los siguientes nmeros de la revista se incluyeran las reseas de La Correspondencia de Espaa, El Graduador, de Alicante, El Clamor, de Madrid, La Correspondencia Alicanti na... Martnez Ruiz se limita a seleccionar los elogios sin hacer ninguna aporta cin personal. Incluso alguna de esas reseas viene en la Revista de libros sin la firma de Fray Jos. 88 Fueron muy pocos los que contestaron al envo de Rimas. En la carta de 22 de Noviembre, Amat cree imposible que su libro no gustara, pero el jbilo de los primeros momentos cede paso al desnimo, a la psicosis de una conspiracin de silencio urdida a su alrededor. Los dos mil ejemplares de Rimas se apilan en una habitacin, y junto a ellos se van amontonando los de la Educacin Catli ca. La enfermedad se acenta en el rostro, cada vez ms cercano a la paranoia, del poeta mstico. Las cartas se harn ms extensas, ms suplicantes; la mscara de triunfador con la que se present Amat en la primera carta del 10 de Octubre ha cado; ahora es ya el hombre enfermo que pide, exige, unas veces grita y otras se humilla y busca siempre la aquiescencia condescendiente del sobrino. Es cu rioso observar como, tan slo en un mes, Martnez Ruiz pas de ser el ocasional colaborador a ser realmente el diccionario de obligada consulta, nico enlace con el mundo circundante. Las otras reseas firmadas por Fray Jos en el nmero cinco de la revista se refieren al libro de versos de Andrs Codoer: El amante de los maestros y a la novela Layeta, firmada con el seudnimo Raquel, y cuya autora es Matilde Troncoso de Oiz. El primer libro, despachado con una breve nota laudatoria, re coge poemas publicados por el autor en sendas revistas: Cervantes y El Rub. No parece que Martnez Ruiz leyera con detenimiento el libro, pues no est escri to principalmente para nios, -como afirma en la resea- ya que slo una quin ta parte del libro va dirigida a llos. Es ms interesante, an en su brevedad, lo dicho con respecto a la novela de Matilde Troncoso. Estamos muy lejos de la cr tica mordaz que dos arios despus hara de la misma novela. No oculta que no le ha gustado: estilo prolijo, caracteres mal diseados, situaciones y personajes gratuitos, accin precipitada, no hay verdad, no hay lgica. Pero su dureza ter mina ah. Incluso, sin sealar ninguna, afirma que tiene tambin muchas belle zas. En 1.894, ya en el Mercantil Valenciano, A hrimn no dudar en tratar a la autora de Layeta de Zascandil literario que es como si un escarabajo (par don, madame) se pusiese a imitar a Benlliure. El libro lleva las licencias del Ordinario, que debe ser un ordinario cuando permite que se publiquen estas cosas. A partir de esa fecha, Amat pide ms y ms colaboraciones a su sobrino. Ya no se contenta con las reseas para la revista. En la carta del 11 de Noviembre, Amat le comunica que est imprimiendo un nuevo libro, El Amor Cristiano, libro de versos que, al estilo del de Andrs Codoer, tiene como fin la enseanza religiosa a la niez y juventud: Ojal que pudiera ofrecer a mis queridos nios y jvenes, en verso de oro y diamantes, el nctar pursimo de la doctrina de Je ss. Todava no tiene don Miguel una visin de conjunto de la obra, pero insiste a su sobrino para que le escriba el prlogo: La cosa es seria para ti, pues vas a formular tu opinin no slo examinando la obra como literato sino como filso fo y telogo. Ten presente que ms que como obra literaria la vas a examinar como til a la niez y a la juventud. El da 26 de Noviembre ya obra en poder de Amat un breve prlogo de Mart nez Ruiz, quien quiere que salga firmado con el seudnimo de Juan de Lis y no con el de Fray Jos. El prlogo no acaba de convencer a don Miguel, lo qui siera ms largo, ms laudatorio. Por una carta del vicario de Petrel, don Eliseo Amat, sabemos que dicho prlogo se haba perdido durante la agravacin de la 89 enfermedad de Amat. El sacerdote, albacea del poeta, pide a Martnez Ruiz que haga un nuevo prlogo, pero ni ste ni el que posteriormente le encarga su to para Prosas, lo har. Ser Jos Mara Martnez Tortosa, su amigo y pariente de Yecla, tambin estudiante de Derecho en Valencia, quien definitivamente escri ba el prlogo para El Amor Cristiano, an cuando est muy lejos de ser lo de seado por Amat. Hay que tener en cuenta que, segn una carta de Amat (28-11-92), a ste no le haba gustado el prlogo que su sobrino le haba hecho para El Amor Cristiano y pensaba sustituirlo por un encendido elogio que del poeta de Petrel haba hecho El Semanario Catlico, en Noviembre de 1.892, con ocasin de la publicacin de Rimas. A Martnez Ruiz no le pareci buena idea y le prometi que un buen amigo y afamado escritor hara el prlogo. En el nmero siete de la revista, 20 de Noviembre de 1.892, Fray Jos firma la resea de tres libros recibidos. El primero de ellos es una coleccin de cuentos de Adolfo Clavarana Garriga, abogado de Orihuela, que alcanz fama de apolo gista catlico con su revista La Lectura Popular. Cre una imprenta en la que public varias obras de gran xito. No siempre fueron buenas las relaciones de Amat con Clavarana. Este rechaz, por sus muchas ocupaciones, le dice en una carta, (27-6-1.894) la redaccin de un prlogo que Amat le peda para su traduc cin de los Proverbios de Salomn. No obstante, en Noviembre de 1.892 todava esas relaciones no son tirantes, y Martnez Ruiz hace una resea en la que destaca las dotes de observacin y el ingenio narrativo de los cuentos de Cla varana y, sobre todo, el fin moral de su obra: el Sr. Clavarana es un gran pintor de costumbres; en sus cuadros campea la ms delicada observacin y se nota visible mente el ingenio narrativo que tan poco abunda en los modernos novelistas. Desde luego, no se puede decir que Fray Jos sea muy explcito. Se le nota demasiado cuando existe un compromiso. La siguiente resea, la de la Historia de la extincin y restablecimiento de la Compaa de Jess, del P. Antonio Zarandona, anotada y aumentada por el P. Ricardo Cappa, tambin la despacha en unas pocas lneas. Son elogios tpicos, que suenan a falso y, lo que es peor, demuestran una lectura muy rpida y super ficial del libro: El padre Zarandona narra los hechos con suma imparcialidad y en estilo correcto; es un consumado historiador que hace honor a la compaa..., las no tas son discretas y sobre todo oportunas. Otra historia tiene la breve nota que da del libro de Pedro Mara Orts Apuntes para la historia de Benidorm. Martnez Ruiz haba escrito una resea que envi a Amat y que ste perdi antes de ser enviada a la imprenta, segn carta del 10 de Noviembre. Dado el inters de Amat por que se hiciera dicha resea, su sobri no escribi unas lneas apresuradas en las que acumula todos los tpicos al uso para acabar no diciendo nada del libro: El Sr. Orts se muestra como genial histori grafo y elegante estilista. Hay trozos en su libro verdaderamente elocuentes y de indu dable valor. Hacia el 12 de Diciembre Martnez Ruiz llega a Valencia para, entre otras co sas, visitar a don Manuel Polo y Peyroln, catedrtico de Psicologa, Lgica y Eti ca en el Instituto de Segunda Enseanza. Polo es un novelista muy popular, autor de numerosas novelas de corte sentimental y de libros que l llama de temas cientficos. Sus escritos aparecen en varios diarios y revistas de la Regin Valen 90 ciana. Fueron muy conocidos en su momento: Supuesto parentesco entre el hom bre y el mono (contra Darwin); Apologa cientfica de la fe cristiana; Solita (novela); Sacramento y concubinato (novela); Costumbres populares de la sie rra de Albarracn (cuentos); Viaje a Tierra Santa... Martnez Ruiz, que haba escrito en Noviembre un articulito sobre Polo, lleva una carta de recomendacin de su to en la que le presenta como ventajosamente conocido en la repblica de las letras con el seudnimo de Fray Jos y Juan de Lis. Apasionado de sus obras de V., desea tratarle personalmente y yo me tomo la libertad de recomen darle. (10-12-1.892) No sabemos cmo se desarroll la entrevista, pero poco despus, en la seccin Revista de Libros correspondiente al nmero 1 de La Educacin Catlica se inserta un artculo, el ms extenso de todos los firmados por Fray Jos, a excep cin del que trata del P. Arbiol, dedicado, ms que a resear el libro Pepinillos en Vinagre de Polo, a hacer diversas consideraciones sobre el autor y su obra en general: El Sr. Polo, no slo es un novelista que escribe novelas de oro, como alguien ha dicho, sino que adems es un satrico de los que entre burlas y veras, dicen verdades que casi no se atrevera a decir el mismsimo Jovellanos con todo su desenfado. Su stira no es personalista ni rida; es general, abstracta, y en gran manera amena y divertida..., tiene gracejo..., fi na observacin y mucho arte en la exposicin de lo ridculo... La stira del Sr. Polo, ms que a la incon gruente de Quevedo o de don Francs de Ziga, se acerca a la de Selgas; as como la fi liacin de sus novelas est ms en Trueba que en Pereda. Nos sorprende Fray Jos por el tono altamente elogioso, no tanto porque lo compare con Jovellanos como por llamar incongruente a la stira de Quevedo. Para Martnez Ruiz, Polo sera un novelista popularsimo si no fuera por su ten dencia marcadamente apologtica, de no ser as ganara como literato lo que per dera como propagandista. No obstante, se atreve con algunas indicaciones: Se pueden escribir novelas en que hablen slo los hechos y componer hermo sos discursos sociales y acadmicos. Lo importante es no confundir los gneros. Creemos que el autor habr comprendido lo que queremos decir, por eso no insistimos ms sobre el asunto. El estilo es correcto y atildado, aunque hemos encontrado algunos defectos que creemos corregir el autor en ediciones sucesivas. Ya sabemos que casi todos los artculos han sido escritos a vuela pluma con destino a peridicos y por eso no nos extraan estas pequeas faltas, dicho sea en francs para mayor claridad. No creo que haya en la crtica de Fray Jos motivos para una respuesta airada de Polo. Pero no parece que sta fuera bien aceptada. Algo debi suceder entre el popular y orgulloso novelista y el principiante aprendiz de crtico. Algo debi ocurrir en muy poco espacio de tiempo para que de esta nota laudatoria se pasara a ese sarcasmo en la referencia que sobre Polo hizo en el discurso del Ateneo, dos meses despus, hablando de la Historia de la Literatura Espaola en el siglo 91 XIX del P. Blanco Garca: Es cierto que hay muchos juicios apasionados, que se dan en ella patentes de literatos a nulidades tan grandes como Polo y Peyro ln... y sobre todo en el cap.de Anarquistas literarios titulado Palografa: Digo en primer lugar que es un mamarracho literario en toda la expresin que ustedes quieran dar a la palabra. Sus novelas parecen escritas por un fiscal jubilado en colaboracin con un sacristn. All no hay rastro de arte, pero en cambio es tan confortable para las almas piadosas, para los espritus beatfi cos, ver como se premia al justo y se castiga con mano dura al delincuente! ...si como novelista est a la altura de una babucha, en cambio, como satri co (porque tambin la stira le tira), no vale una resma de Valbuena vendida en almoneda..., es el antpoda del buen sentido o del sentido comn..., lugares comunes, chistes insustanciales y manoseados que corren de sacrista en sa crista. .., clown catlico.. . Es demasiado sangrante este juicio para no ver intercalado en l alguna reac cin personal. No hay solamente aqu el deseo de asombrar, hay un rechazo vis ceral que pudo surgir de aquella entrevista. J. Martnez Ruiz en torno a los 24 aos Adems de esos artculos dispersos en los trece nmeros de La Educacin Ca tlica firmados por Fray Jos, no cabe duda que es mayor la intervencin de Martnez Ruiz en la organizacin, correccin e incluso direccin de la revista. Ya he dicho que los tres primeros nmeros son, ntegramente, un recital de Miguel Amat. Estn confeccionados con los artculos sobre el Magisterio aparecidos en las pginas de El Alicantino y con poemas entresacados de Rimas y del nuevo folleto que est preparando sobre la Vida de Santa Mara Magdalena puesta en romance. 92 El nmero cuatro se abre con el artculo titulado Concepto de la libertad, que recoge un trabajo de Amat publicado en El Liberal, de Alicante, pero que est glosado, sin duda, por Martnez Ruiz. Es clara la referencia en la carta de Amat de 21 de Octubre. Tambin son de Martnez Ruiz las introducciones a los prra fos que El Semanario Catlico dedica al Congreso Catlico de Sevilla, y a los que entresaca de El Criterio con respecto a La Enseanza Catlica, como dije arriba. Es muy probable que tambin fuera l quien seleccionara el texto de Vc tor Hugo que se incluye en el nmero ocho de la revista, dado que en ninguna de las cartas de Amat aparece entre sus lecturas referencia al autor francs. An ms, es escaso o nulo el conocimiento de don Miguel acerca de la literatura he cha fuera de nuestras fronteras, (carta del 21 de Noviembre). En el nmero once -18 de Diciembre de 1.892- la revista se cierra con una cita de Fray Cristbal de Fonseca, uno de los autores preferidos por Martnez Ruiz, sobre la Hermosura de la Virgen, aunque creo que este texto estaba destinado al nmero extraordinario dedicado a la Pursima, segn se desprende de la carta del 19 de Noviembre; a no ser que la frase envame lo que sabes para el nmero de la Pursima se refiera a las consideraciones sobre la enseanza religiosa que aparecen sin firma en dicho nmero. En los correspondientes al 25 de Diciembre de 1.892 y al 1 de Enero de 1.893, nmeros 12 y 13 respectivamente, slo hay tres poemas de Amat. El resto son colaboraciones que desde haca unas semanas enviaban determinados maestros a la revista. No es difcil imaginar, dado el agravamiento de la enfermedad de don Miguel, que sea su sobrino el encargado de coordinar tales trabajos y dirigir la publicacin, juntamente con don Eliseo Amat, el cura de Petrel del que hice referencia anteriormente. Ya en la carta del da 8 de Diciembre, Amat le dice que el mal del celebro sic) ha apretado y todo se pierde... Sucumbo sin paz ni sosiego... con mi agravacin todo va mal. Todo se pierde. A partir de esa fecha ya no hay ms cartas de Amat en ese ario. La revista lan guidece prontamente: el 1 de enero de 1.893 sale por ltima vez. Martnez Ruiz marcha a mediados de ese mes a Valencia llevando en su maleta todos los nme ros de la Educacin Catlica y varios artculos de crtica li teraria en los que analiza la evolucin del teatro espaol; especialmente est orgulloso del mordaz ataque al teatro de Echegaray. Lleva tambin pequeos artculos sobre Larra, Clarn y Pardo Bazn. Algunos de esos ensayos iban a publicarse en la revista. Pero lleva sobre todo una idea fija: ha visto hundirse en la frustracin y en la locura a un hombre bueno, visionario, incapaz de hacer dao con sus escritos a nadie. Mas ese hombre ha quedado en total anonimato. Nadie le ha visitado en su enferme dad, nadie ha llorado con su dolor, nadie le ha recordado, aunque fuera en un brevsimo apunte en los diarios. Martnez Ruiz tiene 20 aos y el firme propsito de cambiar en muchas cosas. Pocos das despus de llegar a Valencia despliega unas cuartillas ante un pblico vido de novedades. Algunas de esas cuartillas llevan la letra temblorosa y la firma reconocible de Miguel Amat, y el joven Martnez Ruiz comienza su disertacin en el Ateneo sobre la crtica literaria en Espaa. Pero eso es otra historia. 93 94 CAPITULO III ANTOLOGIA 95 OBRA DE DON MIGUEL AMAT PUBLICADA. Don Jaime el Conquistador. Romance histrico. Alicante. Imprenta Carratal. 1.876. La Cruz. Madrid. Imprenta de A. Prez Dubrull. 1882. A la Santsima Virgen en el augusto misterio de su Pursima e Inmaculada Concepcin. Oda. Madrid. Impta. de A. Prez Dubrull. 1882. Canto a la Cruz. 2. a edicin. Alicante. Imp. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.892. Canto a la Virgen Mara con motivo del augusto misterio de su Pursima e Inmaculada Concepcin. 2. Edicin. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.892. Canto a la Virgen Mara con motivo de su augusta Natividad. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.892. Las oraciones del cristiano y Mximas y consejos, todo en verso, para los jvenes que hacen su entrada por primera vez en el mundo, para llevar una vida ajustada a la virtud y alcanzar una buena muerte. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.892. Vida de Santa Mara Magdalena, puesta en verso. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.892. Rimas. Alicante. Impta. El Graduador. 1.892. La libertad. Alicante. Impta. El Liberal. 1.892. La Educacin Catlica. Revista semanal Religiosa, Cientfica y Literaria. 13 nmeros publicados desde Octubre de 1.892 a Enero de 1.893. Impresa en Alicante pero fechada en Petrel. El Amor Cristiano. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.893. Los sucesos de Melilla. Alicante. Impta. de El Graduador. 1.893. Mis ltimos cantos. Alicante. Impta. de Manuel y Vicente Guijarro. 1.894. OBRAS QUE QUEDARON EN IMPRENTA A FINALES DE 1.893 Y YA NO SE PUBLICARON. El Congreso de la Paz. Justicia para los maestros y luz para los ignorantes. Causas de la despoblacin de los montes de Espaa. Sus fatales consecuencias para la agricultura y salubridad y seguridad pblica. Sus remedios. Misin de Espaa en Africa y comienzos de la guerra de 1.893. Obras de Echegaray o el teatro realista. Memoria de Al-Azarel. 96 OBRAS QUE ESTABA PREPARANDO DON MIGUEL, ALGUNAS YA EN IMPRENTA, CUANDO LE SOBREVINO EL ULTIMO PERIODO DE INCONS CIENCIA A FINALES DE 1.894. Estudios sobre la paz y la felicidad de las naciones. La verdadera felicidad y la verdadera sabidura. Cartas a Querol. Sobre esttica y potica. Verdades eternas o Libro de la vida o Mximas y consejos para el orden gobierno de la vida humana. Libro de los Proverbios. Libro de la Sabidura. Eclesistico. Eclesiasts. Vida de Jess. Educacin de mi hijo. Obra dedicada a los padres y maestros. Prontuario del literato. Trozos escogidos de los mejores autores en forma de diccionario. El catecismo y la cuestin social. Folletos catlicos: nmeros del 5 al 13. Estudios agrcola -forestales. De estas obras no publicadas hay que hacer la siguiente observacin: casi todas ellas proceden de artculos periodsticos y, por haber aparecido en cualquier r gano de la prensa, conocemos total o parcialmente el contenido de esos libros; en otras ocasiones lo que quiere publicar son verdaderas antologas de poemas insertos en otros libros o en la prensa y hay tambin algunos casos en los que se trata de autnticos nuevos libros. Es posible encontrar a veces un libro en pro yecto que recibe ttulos distintos, as ocurre, por ejemplo, con Verdades eternas. Los artculos periodsticos de Amat, muy numerosos, se publicaron en multi tud de revistas y peridicos de toda Espaa. He podido reunir artculos de las si guientes publicaciones: (las fechas indican el ario en que aparece el artculo). Album literario. Alicante 1.862. El Alicantino. Alicante 1.892-93-94. El Centenario. Madrid 1.892. El Constitucional. Alicante 1.871-76. La Correspondencia de Espaa. Alicante 1.877. La Correspondencia de Valencia. 1.892. La Correspondencia Alicantina. 1.892-93-94. El Criterio. Valencia 1.893. La Cruz. Madrid 1.877. El Eco de Alicante 1.869-71. El Eco de Monvar 1.892. Y 97 El Eco de la Provincia. Alicante 1.878. La Defensa de la Sociedad. Madrid 1.876-77-78. El Graduador. Alicante 1.892-93-94. La Monarqua. Alicante 1.892-93-94. El Mercantil Valenciano 1.893-94. Las Provincias. Valencia 1.866-67-68-1.883-1.892-93-94. Revista Calasancia. Madrid 1.892-93. Revista de Instruccin Pblica. Alicante 1.892-93-94. La Redencin. Monvar 1.892. El Semanario Catlico. Alicante 1.875. La Tarde. Alicante 1.892-93. De toda esta ingente produccin, escrita la mayor parte entre 1.892-94, he hecho una, necesariamente, breve seleccin de textos, aquellos que o bien son citados en la biografa o bien son los ms representativos de las preocupaciones ticas y estticas de don Miguel. Los he ordenado, tal como quera el poeta, en dos apartados. En el de Prosas he recogido cronolgicamente textos publicados en su revista La Educacin Ca tlica y artculos publicados en la prensa alicantina que luego reuni para los folletos sobre la libertad y sobre la guerra de Marruecos. Dentro de este mismo apartado me ha parecido interesante incluir un fragmento de la introduccin que hizo para Mis ltimos cantos, estimando el deseo que tena de que se pusiera como prlogo general a sus obras completas, y una leccin de El Amor Cristia no, la que habla del materialismo, por ser ste un tema capital en su obra. De la poesa he seleccionado fragmentos de su primer libro, Don Jaime el Con quistador, y varios poemas de Rimas y Mis ltimos cantos, probablemente no los mejores, puesto que una antologa siempre pecar de insuficiente y alta mente subjetiva; mucho ms esta brevsima seleccin, pero tan solo pretendo acer car a los lectores una obra que, ya lo dije, no es muy importante ni en su aspecto potico ni en el del ensayo poltico o filosfico. Quiz se podran recordar medio centenar de versos, pero lo que no cabe es dudar de su entrega a una causa, de su fidelidad a unos principios religiosos y sociales, de la eterna lucha del hombre por permanecer ms all de la muerte. 98 AO 1. Petrel Octubre de 1892. NM. 1. LA EDUCACION CATOLICA Revista semanal Religiosa, Cientfica y Literaria DIRIGIDA POR DON MIGUEL AMAT Y MAESTRE CON APROBACION DE LA AUTORIDAD ECLESIASTICA PRECIOS DE SUSCRIPCION. UNA PESETA trimestre en toda Espaa, dirigindose a la Adminis tracin del peridico, Petrel, provincia de Alicante SUMARIO. A nuestros lectores. A Coln, soneto. Justicia para los maestros y luz para los ignorantes. La enseanza popular y el Congreso Hispano -Portugus -Americano Jess y los nios. La ambicin El pastor y el mar. Noticias. Anuncios. A NUESTROS LECTORES El ttulo de esta Revista es tan significativo, tan difano, que basta por s solo para expresar nuestra idea al emprender la publicacin de la misma. Venimos al estadio de la prensa a defender las soluciones catlicas en las grav simas y trascendentales cuestiones de la enseanza pblica, base de todo orden, de toda justicia y de toda libertad. Que la sociedad moderna est atravesando por una crisis religiosa social pro fundsima, lo reconocen todos los hombres que discurren de buena fe. Que esa crisis no terminar, sobre todo en Espaa, hasta que la religin catli ca vuelva a dominar en las almas, lo consideramos tambin evidentsimo. Y que esa religin no dominar en las almas, hasta que la educacin de la niez y de la juventud sea slidamente catlica, eso es precisamente lo que venimos a proclamar y a sostener en el honroso y pacfico palenque de la prensa. 99 Abiertas estn las columnas de nuestra REVISTA a todos cuantos quieran hon rarlas con sus escritos, siempre y cuando no se falte a las leyes establecidas. No mueve nuestra pluma otro mvil ms que el deseo del bien, sobre todo el de los tiernos e inocentes nios, acerca de los cuales dijo Jesucrito: Cualquiera que recibiere en mi nombre a uno de estos pequeuelos, a mi me recibe. Hombres de ley, hemos sacrificado nuestros intereses y nuestra salud en de fensa de los sagrados derechos de la verdad y la justicia. Cuando hemos estado al frente de los intereses de la provincia, creemos haber cumplido leal y fielmente nuestros deberes, sin distinciones de colores polticos. Podemos habernos equivocado, pero siempre ha sido recta y noble nuestra in tencin, lo mismo en las difciles y arduas tareas del foro, como en la administra cin de los intereses pblicos, que muchos quieren hacer y hacen esclavos de la poltica. Aceptamos, y no solo aceptamos, aplaudimos, y deseamos que sigan aumen tando los adelantos de todas las ciencias y de todas las artes, siempre y cuando se encierren dentro del anchuroso crculo del dogma y la moral catlica: porque creemos con Chateaubriant, que la religin del crucificado, que salv el mundo antiguo y salvar el mundo moderno, es cual un inmenso anillo de oro que abar cando todas las manifestaciones de la actividad humana, va ensanchndose a me dida que crecen los progresos materiales, intelectuales y morales de todo el gne ro humano. Con esto no hacemos otra cosa ms que cumplir lo consignado en la mxima del gran Santo Toms; in necesaris unitas; et dubis libertas, esto es: En lo necesa rio unidad; y en lo dudoso libertad. Catlicos, apostlicos, romanos, defendemos con toda la energa de nuestro es pritu y con todo el entusiasmo de nuestro corazn, a la Iglesia de Jesucristo, a la cual Este confi la altsima misin de ensear a los hombres, cuanto se refiere a la salvacin de las almas, y por lo tanto sern para nosotros prescripciones ine ludibles, las ms ligeras indicaciones de nuestro sapientsimo y virtuossimo Prelado. Hemos concluido; pues estamos por el antiguo refrn espaol, obras son amo res y no buenas razones. El gran poeta Sfocles dijo: El tiempo es la mejor prueba de la justicia, y al tiempo recurrimos para que nuestros lectores juzguen la bondad de nuestras ideas y de la rectitud de nuestras intenciones. No pondremos, sin embargo, punto final a estas mal trazadas lneas, sin dirigir un corts y cordialsimo saludo, a nuestros queridos colegas de la capital y su pro vincia, y a los de toda Espaa, advirtindoles que aqu nos tienen dispuestos a prestar todo nuestro leal apoyo a cuantos pensamientos enuncien que puedan con tribuir al bien de nuestra querida Patria en general, y al fomento de la enseanza pblica y bienestar del sufrido y noble Profesorado espaol, effparticular.Porque a nosotros nos es completamente indiferente, cuando se trata de que haga cami no una idea justa, que quien la enuncie pertenezca a este o al otro campo filosfi co o poltico. La verdad y el bien, no son patrimonio de nadie, y all donde 100 aparezcan y brillen, all estaremos dispuestos a rendirles ferviente culto y a pres tarles nuestra ayuda en cuanto nuestras dbiles fuerzas lo permitan. LA REDACCION. (Portada y presentacin del primer nmero de La Educacin Catlica, 9-10-1.892) JUSTICIA PARA LOS MAESTROS Y LUZ PARA LOS IGNORANTES Con este hermoso ttulo acaba de publicar una hoja suelta nuestro estimado y catlico colega El Alicantino, haciendo un llamamiento a toda la prensa de Es paa para que coopere a poner trmino a las aflictivas situaciones econmicas en que se encuentra el ilustrado, probo y sufridsimo profesorado de primera en seanza. Al mismo tiempo propone El Alicantino que se eleve una exposicin a las Cortes por los dignos profesores de primera enseanza en solicitud como es muy justo, de que se cubran por el Estado todas las atenciones de dicho ramo, como se cubren las de la enseanza superior, pues nicamente as podrn cesar los inconvenientes y perjuicios que se irrogan a aquellas respetables clases de co brar como en la actualidad cobran de los Ayuntamientos. Como consideramos justo y conveniente cuanto propone nuestro estimado co lega, nos adherimos a sus pretensiones, y por ello tenemos el gusto de reproducir a continuacin la hoja a que antes hemos hecho referencia, aconsejando a los pro fesores dirijan a las Cortes del Reino la exposicin expresada, a fin de que de una vez se resuelva un asunto de tanta importancia. A LA PRENSA Cualquiera que recibiere a uno de estos nios en mi nombre a mi me recibe: y todo el que a mi recibiese no recibe a mi sino a aquel que me envi. Compadece al ignorante y procura con mucha caridad disipar las tinieblas que envuelve en su espritu, porque la ignorancia es la principal causa de los males que afligen al hombre. (San Marcos, IX, 36.) 101 Se ha dicho con razn, que la prensa es el cuarto poder del Estado, y nosotros creemos que, si estuviese unida, todava sera mayor su poder, por lo que a la prensa espaola acudimos nosotros, los ltimos representantes de ella, para que nos ayude a pedir a quien puede hacerla: Justicia para los maestros, y luz para los ignorantes. Esa justicia consiste en que todas las obligaciones relativas al personal y mate rial de los establecimientos de primera enseanza, formen parte del presupuesto general del Estado, como la forman las relativas a la enseanza superior. Tal resolucin cortar de raiz, sin duda alguna, todos los males que origina el estar a cargo de los Ayuntamientos, el pago de las obligaciones antes dichas; y pondr fin a lo que, con mucha razn, ha calificado uno de nuestros compaeros de Calvario de los maestros, frase que lo dice todo, pues el que sube por la calle de amargura con la cruz a cuestas, hasta llegar al calvario, est muy cerca de ser crucificado; y eso es lo que ha de evitar la ilustrada y digna prensa de Espaa. En la cuestin del pago a los maestros hay un aspecto histrico, generalmente olvidado. El motivo de venir cubriendo los Ayuntamientos las obligaciones de 1.a enseanza naci de la situacin poltico -social de Espaa en los siglos medios. El seor feudal, o mejor dicho, el seor, pues en nuestra patria no existi verdadero feudalismo, o el municipio, absorban todas las funciones sociales, hasta el derecho de administrar justicia; y por lo mismo, de esos poderes dependa lo relativo a la enseanza pblica; si bien imparcialmente debemos reconocer que en aquellos tiempos se atenda principalmente a esta necesidad por la Iglesia, pues todos hemos visto las numerosas fundaciones que existan para el sostenimiento de las escuelas, aparte de la accin .directa que tenan sobre este punto las Igle sias, las Catedrales y los Conventos. Habiendo cesado las circunstancias poltico -sociales, en virtud de las que los Ayuntamientos ejercan ese protectorado o tutela sobre la enseanza, y centrali zado ya el poder pblico, al que corresponde, por ser de inters general, el aten der al cumplimiento de aquellas obligaciones por qu siguen estas a cargo de los Ayuntamientos Pues siguen por la rutina, porque lo establecido desde anti guo, ech raices y es difcil de arrancar, y porque los Gobiernos abrumados por los gastos extraordinarios que pesan sobre el tesoro pblico, han creido que no podran con el peso de esta nueva obligacin, a cuyo equivocado concepto ya con testaremos cumplidamente en otro lugar. Hay tambin una razn poltica y de orden pblico, para que sea el Estado quien sustituya el pago que hoy est a cargo de los Ayuntamientos. Mientras este pago, o mejor dicho, mientras que el deber de procurar el fomento de la Instruccin pblica, no se considere una funcin del Estado y siga corriendo a cargo de los Ayuntamientos el pagar a los maestros no cesarn las disidencias entre la autori dad administrativa y el profesor, disidencia tan perjudicial no solo a este en parti cular, como a la nacin en general. Si hay una razn adems de la de decoro na cional, de orden pblico por qu no se toma una medida pronta y radical Y sobre todo, el encargarse el Estado de cubrir todas las obligaciones expresa das considerando a todos los profesores como funcionarios pblicos, tendra la ventaja de poner trmino para siempre a todas esas enojosas cuestiones de 102 centralizar o no centralizar los fondos de 1.a enseanza, reclamaciones, quejas, apremios y procesos, y podran dedicarse todas las fuerzas sociales a esos asuntos consagrados al fomento de la instruccin pblica, sin la cual sern ineficaces todas las medidas que se adopten para resolver la complicada y pavorosa cuestin social que tanto preocupa a todos, y que ms bien debiera llamarse el gran problema humano. Todos sabemos que el nmero de escuelas en Espaa, comparado con el de otras naciones, es reducidsimo y sabemos tambin que el nmero de estos establecimientos es la medida de la civilizacin de un pueblo. Tanto es as que sabido tienen todos los que de esta materia se ocupan, que en el mapa pedaggi co estadstico de Europa, donde se sealan gradualmente con tintas claras y oscuras, la mayor o menor altura a que se halla cada pas en materia de instruccin, Espaa est marcada, lo mismo que Rusia y Turqua, con tinta negra. Es necesario trabajar mucho para que este baldn desaparezca; y la prensa es quin ms puede hacer en esta materia. Digamos algo sobre la cuestin econmica. Cada vez que se trata en las Cortes de que se encargue el Estado de cumplir las obligaciones de 1.a enseanza se con testa por los Gobiernos: No tenemos dinero. Igual contestacin se le dio en el parlamento ingls a Lord Macaulay, a lo que este contest: Por cada libra esterli na que ahorreis en materia de instruccin, tendreis que gastar diez en persecu ciones, crceles, presidios y verdugos. Y efectivamente, la estadstica criminal nos demuestra que el nmero de crmenes aumenta donde hay menos instruc cin y educacin, y disminuye donde el hombre est ms educado. Al pedir, pues, justicia para los maestros, pedimos al mismo tiempo el bienes tar de la Patria, porque donde no hay educacin no hay honradez; donde no hay honradez no hay justicia, y donde no hay justicia no hay orden, ni libertad ni ver dadero progreso. Se trata, pues, de una medida de altsima importancia, porque los Ayuntamientos no pondrn nunca trmino a esa angustiossima y ya irresisti ble situacin de los maestros, entre otras razones porque la mayor parte de los pueblos miran con cierta indiferencia la enseanza de la niez y de la juventud, por efecto de su misma falta de instruccin que no les deja comprender la grande importancia de la enseanza popular. El remedio a este mal no puede venir ms que de la poderosa fuerza de la opi nin pblica, manifestada por medio de la prensa, cuyo dictamen aceptar por fin el Gobierno, si reflexiona que el ms legtimo es aquel que mejor y ms pron to satisface las necesidades pblicas. Dos proverbios rabes dicen que: los verdaderos hurfanos son aquellos que no tienen educacin y que la educacin es una segunda naturaleza, Por eso el gran Portalis dijo: Sin educacin no tendreis ni orden ni libertad. Tratando de reformar el mundo, Descartes peda materia y movimiento; Leib nitz, una generacin; y cierto ministro, un maestro de escuela en cada pueblo. Solo nos parece que le faltaba aadir que fuese discpulo de Jess. Todo lo que nosotros acabamos de decir, lo sabais todos los compaeros. No somos ms que un eco de la ilustrada prensa de Espaa; no hacemos ms que formular sus aspiraciones, las del profesorado y las de la inmensa mayora de los espaoles. 103 Esta no es una cuestin poltica. El que estas lneas escribe, retirado del mundo hace aos, por motivos de salud; apartado de toda clase de luchas y pasiones, sin ms objetivo que procurar hacer bien, escribe o canta lo que concibe o lo que sien te, procurando que en sus escritos resplandezca la verdad imparcialmente dicha. Con motivo de la celebreacin del CONGRESO PEDAGOGICO HISPANO PORTUGUES-AMERICANO, que ha de celebrarse en Madrid dentro de breves das, hemos escrito algunos artculos y seguiremos escribiendo, Dios mediante, acerca de los principales asuntos que hacen referencia a la enseanza popular; y de esa coleccin de artculos deban formar parte los dos que insertamos a continuacin, pero que, por su oportunidad y alta importancia del asunto que en ellos se trata, hemos resuelto publicar en hoja suelta. Para unir en uno todos los esfuerzos que la prensa y el profesorado est hacien do, para poner un trmino a la aflictiva situacin de los maestros de 1.a ensean za, proponemos que se eleve a los cuerpos colegisladores la oportuna exposicin en solicitud de lo manifestado al principio de estas lneas; a cuyo efecto todos los que estn conformes con el espritu que anima a estos artculos, lo pueden mani festar de palabra o por escrito en la administracin de El Alicantino, a cuyo obje to abriremos una seccin en dicho peridico. Los peridicos de Madrid y provincias vienen llenos de relaciones y protestas relativas al estado angustiossimo en que se encuentra una gran parte de los maes tros de escuela. La Educacin, importante publicacin profesional que se publica en Madrid, ha comenzado a insertar con el ttulo de Martirologio del Magisterio, un extracto de los punibles e increbles escndalos de que tienen noticia, y en verdad, causa pena, indignacin y verguenza, el estado a que ha llegado en Espaa, el noble, sufrido y dignsimo profesorado de primera enseanza. De manera, que en este siglo que se llama de las luces, del progreso y del bienestar, nos empeamos los espaoles, en hacer buenas las frases, con que se nos denigra en el extranjero, co mo que somos unos ignorantes, que el Africa principia en los Pirineos y que Espaa es un pas en donde los maestros de escuela se mueren de hambre. Tal estado de cosas, repetimos, pide remedio herico; porque en poltica, como en medicina, a grandes males grandes remedios. Y cul es este remedio La ante dicha revista La Educacin, da todas las culpas al gobierno del Sr. Sagasta, di ciendo: Herencia de lgrimas dej al Magisterio el fatal gobierno del Sr. Sagasta. Otro peridico da la culpa a los gobernadores del Sr. Cnovas y a los alcaldes de algunos pueblos, y aade: Hay un medio infalible, la destitucin de los goberna dores que no cumplan con su deber, y la formacin de causa criminal a los alcal des que no paguen a los maestros y desatienden sus justas reclamaciones. Se equivocan los que tales remedios proponen para el mal que nos ocupa. A la formacin de este han contribudo y contribuyen un sinnmero de causas que son de muy difcil remocin. Pero, para que desaparezca ese gravsimo mal, hay un remedio eficacsimo. Que se encargue el Estado de proveer a las obligaciones de primera enseanza, abriendo 104 los oportunos crditos, as como provee a las de enseanza superior, como las de las Universidades y las de las escuelas especiales. Somos prcticos en la materia, y aunque no sea ms que por el conocimiento que tenemos de estas cosas, nuestras palabras no deben ser desatendidas. Hemos estado al frente de ayuntamientos y de provincias, y declaramos que nos hemos llenado de vergenza y de dolor cada vez que se nos presentaban esos h roes, esos mrtires, en solicitud de que se les pagase lo que haban ganado con el honrado sudor de su frente; y slo Dios sabe nuestro sentimiento, cuando, com pletamente vaca la caja provincial o municipal, nos era absolutamente imposible satisfacer en el momento sus legtimas reclamaciones. No: no hay otro empleado pblico ms digno de compasin que el desgraciado maestro de escuela, tal como hoy se ve obligado a vivir en nuestra patria. No son bastantes los sufrimientos que le causan las psimas condiciones de la mayor parte de los locales donde experi mentan los rigores de la Siberia en el invierno y del Ecuador en el verano: no son tampoco bastantes los apuros y escaseces que sufren a consecuencia de los mez quinos sueldos que algunos disfrutan, sino que aun estos no se les satisfacen, vin dose en la necesidad de emplearse en trabajos muchas veces impropios de su ca rrera y altsima misin social, o de acudir hasta el extremo de pedir una limosna para dar de comer a su esposa o a sus hijos. Y no toman una resolucin los que pueden y deben hacerlo Parece imposible. Y eso es gobernar Eso es adminis trar Cmo se conoce que los que pueden poner remedio a una vergenza y un escndalo semejantes cobran pinges sueldos del Estado, o disfrutan por otras causas de posiciones desahogadas, que les alejan de las privaciones y de la miseria, quizs de la muerte y de la desesperacin. (De La Educacin Catlica N. 1 9-10-1.892) LOS SUCESOS DE PARIS O LA LIBERTAD DE LA FIERA La ciencia libre, moral libre, arte libre, y enseanza libre, son los cuatro cao nes que el libre pensamiento asesta a la voz contra el corazn de Jess y el de la patria. Una ctedra ocupada por un libre pensador, es ms funesta para un pueblo que una invasin de peste o de un ejrcito enemigo. El Alicantino de 30 de Octubre ltimo.) Ya tienen noticia nuestros lectores del escandaloso atentado cometido en la ciu dad de Pars, de la terrible explosin de la bomba encontrada en la Avenida de la Opera, que tantas vctimas ha causado y tanta alarma ha esparcido por todas partes. 105 Y quien es el culpable, quin es el verdadero autor de esos criminales atentados que amenazan destruir en su fundamento a la sociedad entera y sealar el grado de barbarie a que ha ll egado el pueblo Precisamente lo decamos hace poco en las columnas de El Alicantino al escri bir las siguientes palabras El hombre independiente de Dios es una fiera. El espritu de insubordinacin y de salvajismo, que hoy se descubre amenazador en todas partes, y que llena el mundo de ruinas, no desaparecer mientras no se le haga comprender al hombre que no tiene derecho al mal y que su voluntad, o llmese libertad si se quiere, no es la facultad de hacer lo que se quiera, sino la facultad de hacer nicamente aquello que se conforme con la ley divina. Y aadamos; el dilema del da es ste O libres con la verdad y amor de Jesu cristo, o esclavos de nuestra ignorancia y de nuestras malas pasiones. Y concluamos diciendo: Si rompeis el freno de la religin que lo dirije todo, por qu os quejais luego de las funestas consecuencias Despus de haber declara do al hombre independiente de Dios, pues a eso equivale el declarar libre a la cien cia, a la moral, al arte y a la enseanza, proclamando por lo tanto la autonoma de la razn que equivale a proclamar al hombre libre como a la fiera del desierto. Por qu os quejais luego de que robe, hiera, incendie y mate Y aadimos: Y hace bien Por qu no En nombre de qu principio quereis detener a la fiera En nombre de la autoridad Y qu tiene que ver la autoridad con un hombre libre, de la manera que vosotros le habeis enseado a ser libre Invocareis el pac to tcito de Rouseau Esas teoras filosficas que nunca tuvieron eficacia, pasaron en la historia de la filosofa cubiertas por el ms soberano ridculo. Y al desheredado de la fortuna qu le importa las utopas de los filsofos ni qu autoridad tiene sobre l Adems, si no hay otra vida por qu unos han de ser ricos y felices, y otros no por qu sufrir mientras que otros gozan Y sobre todo donde encontrar com pensacin a los desprecios y a las injusticias de los poderosos No llama la atencin de todos que precisamente en el teatro de la Opera de Pa rs, hace cerca de un siglo se arroj la semilla que an est produciendo frutos amar gos, no slo en la capital mal llamada del mundo civilizado, sino tambin, y por desgracia, en la catlica Espaa. Mirabeau en su peridico El Pueblo Libre escriba bajo este ttulo las siguien tes palabras: Los grandes (se refera a los reyes, al clero y a la nobleza) slo nos parecen grandes porque estamos de rodillas, levantmonos...! Y el pueblo libre de Pars se levant y asesin en las mismas barricadas al ino cente, al justo, al santo Arzobispo de Pars; y guillotin a sus Reyes e invadiendo los templos, arranc a Dios de su altar, y sentndose en l, representado por una prostituta, grit: No hay ms Dios que mi razn. Yo soy Dios. Y tena razn, y tiene hoy tambin razn el pueblo de Pars. Si no hay Dios, el hombre es Dios. Y aunque haya Dios, si el hombre es independiente de l, quin puede disputarle a este de su derecho al mal Y aunque la justicia pudiera existir sin la religin, que no puede existir, quin va a ser el juez 106 Slo el ms fuerte. Huyendo de la amorosa y equitativa autoridad de Dios, no hay ms remedio que caer bajo la espada del tirano. En resumen: con la proclamacin de la absoluta libertad del hombre, la libertad independiente de Dios no se funda en otra cosa que en la ms espantosa tirana. Marchando por ese camino quiz llegar un da en que exclame el hombre: Dichosa edad de piedra en la que no se conoca la dinamita. Por eso nosotros hemos procurado como escritores catlicos fijar el verdadero concepto de la libertad humana, tan contraria a la que hoy est de moda y redu cindose a manifestar que la libertad no es otra cosa que la facultad de hacer todo lo que es conforme con la ley de Dios. Entendida de esta manera la libertad humana, produce la felicidad del indivi duo, de la familia y de la sociedad, o en otros trminos: los pueblos disfrutan de los beneficios de la paz y de una verdadera y santa libertad. Esta la trajo al mundo el amor infinito de Jesucristo. Antes de su venida, esta libertad santa no se conoca; y despus de su venida donde su doctrina es desconocida u olvidada, permanecen en la barbarie o vuel ven a ella los que fueron salvados por la cruz, y quieren por su culpa volver a la esclavitud y a la miseria. Y estos principios no deben sorprender a nadie, pues no son propios de los escri tores catlicos que los proclamemos, sino de la Iglesia catlica, nuestra santa ma dre, que siempre los ha sostenido y que est continuamente dando voces de alerta y de alarma, con la prudencia que ella sabe hacerlo, especialmente por el que ocu pa la ctedra de Jesucristo. Y prueba de conformidad de todos los escritores catlicos sobre un asunto de tantsima importancia, son los siguientes prrafos, idnticos en el fondo a cuantos hemos escrito sobre este particular, copiados de nuestro ilustrado colega El Movi miento Catlico, fundado por el primer Congreso Catlico de Espaa y que van encabezados con el significativo ttulo de Los coletazos del monstruo: O la ley de Dios impera o todos los adelantos que se hagan sern medios espan tosos de ruina y desolacin. El maquinista de un tren lleva en su mano centenares de existencias: sino tiene una ley moral que regule sus actos, quin se atrevera a encomendarse a su cuidado Pues ya puede asegurarse que con el fcil empleo de la dinamita y de otras sus tancias que se estn inventando diariamente, todos son maquinistas de un tren. Estamos a merced del primero que pase por la calle, y lo que es ms horrible, sin responsabilidad ninguna, porque todo puede hacerse con el mayor disimulo y sin dejar rastro del crimen cometido. Las mquinas explotan solas. La destruccin se verifica por si misma, como si cayera del cielo una lluvia de rayos que pulverizase el mundo. Pues bien, volvamos a nuestra pregunta: qu defensa hay contra esto Hemos suprimido a Cristo de la sociedad; hemos arrinconado a Dios, privndole de su in tervencin en el gobierno de la tierra, no queremos conciencias ligadas por los 107 lazos de la fe y de la sumisin a las leyes reveladas; somos libres, totalmente libres, como las fieras en el desierto, como los huracanes en la atmsfera, como los to rrentes desbordados en las llanuras, como los mares tempestuosos... Y es esa la libertad que nos ha de salvar del monstruo cuyos terribles coletazos estremecen de vez en cuando hasta los cimientos de la sociedad humana Es ese el nico remedio que nos ofrecen los filsofos y los estadistas de nuestro tiempo Ah! Pues entonces estamos perdidos. Satans triunfa en toda la lnea, y la dina mita es su vicario. Oh, Dios Santo! As sera, en efecto, si T no nos hubieses dado con tu iglesia la nueva arca de salvacin en este diluvio de abominaciones. Para que se vea ahora cun equivocado va el mundo cuando trata de descubrir la raiz del mal social que nos ocupa, transcribimos a continuacin de los telegra mas recibidos de Pars. De Carmaux hay uno que es una protesta de los mineros de dicha regin, en la que declinan toda su responsabilidad en el crimen de Pars. Y los peridicos del da 9 y 10 de dicha ciudad, despus de decir que condenan duramente (pues podran aprobarlo) el atentado cometido con la dinamita difieren la manera de apreciar la responsabilidad de tan escandaloso suceso. El Diario de los Debates y otros acusan a los radicales y socialistas; los diarios conservadores lo achacan todo a la debilidad del Gobierno y la mayor parte a los engaados e infelices huelguistas de Carmaux, los cuales han declarado que ellos podrn resistir a las injustas exigencias del capital, que quizs hayan sido engaa dos, pero que nada tienen que ver ellos, pobres trabajadores, en sucesos como los de la explosin de Pars, que rechazan con todas sus fuerzas. Ya sabemos que ha de haber de todo y por lo mismo habr engaados por los cuales levantamos en justicia nuestra voz. De manera que la prensa de Pars en cuentra el fundamento de la causa de los males que deplora en lo accidental, en lo que se ve, pero no en el verdadero motivo, no en el fondo de las cosas. Claro; como excepcin hecha de la prensa catlica, todo est daado del mismo mal, no puede ver ni sealar el remedio. Ya lo hemos dicho tambin en las columnas de El Alicantino al investigar la causa del atentado que produjo hace pocos das en Valencia la desgracia de dos infelices jvenes telegrafistas vctimas del petardo que estall en la Plaza de la Pelota. El espritu de insubordinacin, decamos hace quince das, forma, si atentamente se considera, el carcter peculiar de nuestro siglo y en l tiene su origen esos bru tales atentados que encierran ms odio y malicia que los que puedan cometer las ignorantes kbilas del Riff. En efecto, todo yugo por suave y llevadero que sea, es rechazado: el hijo, el sbdito, el dependiente, an los que ms directamente vienen obligados a reco nocer el principio de autoridad en las relaciones privadas o pblicas, domsticas o sociales, muestran aspiraciones a la independencia, se dan variados arranques de insubordinacin y se juzga con ttulos y derechos para la autonoma propia. 108 Este hecho, repetimos, es cierto, evidente a todas luces, y por ello pregunta mos: Cmo ha llegado la sociedad a una situacin tan contraria a lo que debe ser y de consecuencias tan funestas De dnde dimana esa insubordinacin, esa independencia del hijo, del sbdito, del dependiente, en menosprecio del sagra do principio de autoridad (De La Educacin Catlica, N. 6. 13 Noviembre 1.892). LA ADULTERACION DE LOS ALIMENTOS Y LA FALTA DE PESO EN EL PAN Muchos son los peridicos de Espaa que se ocupan de los gravsimos perjui cios que est causando a todos los ciudadanos, y en particular a los pobres, la adulteracin de las sustancias alimenticias y la falta de peso en el pan. Respecto a lo primero, titulaba un peridico a su artculo Cuestin Grave, al dar cuenta de las expresadas escandalosas adulteraciones; y en efecto, el asunto de que vamos a ocuparnos es gravsimo, y aunque en esto estamos conformes con nuestros apreciables colegas, no as en la designacin de la principal causa del mal que con tanta razn lamentamos todos. En efecto, la adulteracin de casi todos los artculos de primera necesidad, es cada da ms frecuente, y est produciendo funestsimos resultados en la salud pblica; y sabido es que la salud pblica es la primera ley de todo pueblo civiliza do. Salus populi suprema ley est, deca el pueblo Romano, y bien sabido es que al derecho Romano se le ha llamado: La razn escrita. Para adulterar el chocolate, dndole hermoso color, se utiliza el minio, que puede causar la muerte a familias enteras, y se mezclan con el cacao, secos y asquerosos mendrugos de pan, que no se sabe las sustancias, tal vez perjudiciales, con que pueden haber estado en contacto. La adulteracin de las harinas por la sal y la cal, ocasiona multitud de fluxio nes, lceras, e inflamaciones en la boca, y estas afecciones pueden adquirir un carcter peligroso, porque puede llegar el caso de determinar un gran nmero de enfermedades de la garganta y del aparato gastro-intestinal que tantas vcti mas han ocasionado y pueden ocasionar. Para blanquear las harinas se llega hasta utilizar tambin la cal, de manera que no se deja puro ni siquiera el miserable pedazo de pan que tantos sudores cuesta al pobre de ganar para s y para sus hijos; prescindiendo de que con las harinas de trigo, se mezclan la de maiz y otras, (y hasta tierra), que, siendo de menor pre cio que las de trigo, y vendindose (la harina) como si fuese toda de esta ltima semilla, viene a realizarse un verdadero robo. 109 Adems, se adultera el vino con la fuschina, el azafrn con las flores del alazor y otros granos, la leche con el agua y otras sustancias, y hasta el turrn, tambin con cortezas de pan bien secas, tostadas y molidas. Esta explotacin incua afecta lo mismo a las clases ms ricas que a las pobres, pero en particular perjudica a las ms necesitadas, cuya miseria les pone en el caso de ir a comprar los artculos menos costosos, que son precisamente los ms bastardeados. Este es el hecho, esta es por cierto la verdadera cuestin grave, sobre la cual llamamos la atencin de las autoridades y de todos nuestros dignos compaeros de la prensa; esta es la cuestin grave, repetimos, en la cual palpita la gran cues tin social, a cuyo estudio venimos consagrando todos nuestros esfuerzos desde el da en que apareci nuestra Revista. Hora es ya de que los peridicos de todos los colores polticos aparten con fre cuencia los ojos de las luchas polticas, y los fijen en este gnero de hechos de tantsima importancia, puesto que son hijos de un mal que todo lo invade, y que a odos nos puede perjudicar, y cuyo origen y nico remedio nos estn contnua mente sealando la verdadera filosofa, la experiencia, y, sobre todo, la autorizada y previsora voz de la Iglesia catlica, que es donde reside la verdad absoluta y el bien supremo. S: y no nos cansaremos de insistir sobre ello; los hechos que acabamos de rese ar y otros que omitimos, por no ser ms prolijos, hechos que pueden llegar a tomar, y han tomado en algunos casos las proporciones de un verdadero conflic to pblico, se estn repitiendo desde la ms pequea aldea hasta las ms grandes capitales y el mismo Madrid. En estos mismos centros donde abundan ms tanto el bien como el mal, es donde los adelantos de la qumica y de la industria hacen ms fciles de cometer y ms difciles de descubrir, esas infames adulteraciones, por lo que son ms frecuentes que en ninguna parte. Recordamos que hace algunos arios, varios malvados, por robar tal vez una do cena de relojes, no vacilaron en dar la voz de fuego!! fuego!! en un teatro de Barcelona, sin detenerse ante la idea de que, en medio del espanto y confusin que tan alarmante grito pudiera producir, y produjo, pereciesen centenares de personas. Pues bien, nosotros no vacilamos en poner en primer lugar en la escala del cri men a los que atacan a la salud pblica por los antes dichos medios, y en segundo a los malvados de los teatros de Barcelona. En los autores de este ltimo atentado exista al menos el valor de estar decidi dos a arrastrar el peligro inminente de ser ellos mismos vctimas en el general trastorno o, si de l se libraban, de ser fcilmente descubiertos y castigados. Pero en aquellos que, amparados en el sagrado del hogar domstico y escondi dos en la soledad y el silencio de los almacenes subterrneos y la obscuridad de las trastiendas, envenenan los alimentos, el pan de cada da de sus propios her manos, a los que quizs llaman sus amigos, no existe el valor de los criminales de Barcelona, porque el peligro de ser descubiertos y castigados es mucho ms remoto; y son ms verdaderos asesinos y de los ms infames, puesto que obran a traicin y sobre seguro. 110 Por lo que hace relacin a la falta de peso en el pan, es abuso de que se quejan todos nuestros colegas, lo mismo los que se publican en las grandes ciudades que en los pueblos de cierta importancia relativa, pues para bien del progreso general se ha facilitado tanto la imprenta, que el nmero de peridicos que se imprimen en los pueblos de una provincia son a veces en mayor nmero que los que se publican en la misma capital. Pero en particular, nos ha llamado la atencin el artculo que con el ttulo de El Pan, public hace pocos das El Correo Espaol, en el cual se manifiesta que mientras el pan se paga en Madrid a cincuenta y cinco cntimos de peseta por kilogramo, suponiendo que estuviere bien pesado, en Pamplona, que no tie ne motivos para comprar el grano en mejores condiciones que en Madrid, se ven de el pan fino, de las clases ms selectas, a cuarenta y cinco cntimos de peseta. Y aade nuestro querido compaero: Como all los alcaldes y los Ayuntamien tos administran para el vecindario, no para los panaderos y para los matuteros, ni para otras asociaciones que se conocen por ac, se puede tener por seguro que el peso es en Pamplona exacto, lo cual aumenta la diferencia. Y concluye El Correo Espaol: Por qu un artculo que es de primera nece sidad para todos y que constituye el alimento nico de la clase ms numerosa y ms digna de atencin, porque es la ms necesitada, ha de costar en Madrid escandalosamente ms caro que en otras poblaciones de Espaa Pues el mismo Correo Espaol ha contestado a su interrogacin, cuando ha consignado un poco ms arriba y con gran valor cvico, que el Ayuntamiento de Madrid no administra para el vecindario, sino para los panaderos, los matuteros y otras asociaciones que se conocen en la real villa y Corte de Madrid. Y el caso es que, como dice El Correo Espaol, aunque el hombre no vive de slo pan, no puede vivir sin pan; por lo que sera una gran obra la de poner este necesario pan al alcance de todos, especialmente de los pobres, reduciendo su precio en trminos que se pueda comprar tres panes con el dinero que hoy pagan por dos. Y cul es el remedio, exclamamos nosotros, de tantas iniquidades, de males tan profundos que producen tan funestas consecuencias Muchos creen que la principal causa del dicho mal que se lamenta es el olvido en que las autoridades tienen las leyes relativas a la persecucin y castigo de los que adulteran los artculos de primera necesidad. No negaremos que la falta de fiscalizacin y de castigo contribuyen en gran manera a la existencia del mal que lamentamos; pero esa fiscalizacin y ese castigo no conseguirn jams extirpar de raiz un mal tan profundo; en primer lugar, porque la precaucin y la justicia humana no llegarn nunca a remediar lo que tiene su origen en los ms recndi tos senos de la conciencia humana, y en segundo lugar, porque hoy todo est da ado del mismo mal, y los mismos polticos, caciques de los pueblos, son causa, con sus exigencias y sus recomendaciones, de que nada se evite y se castigue. La principal causa de este mal, como la de todos los que afligen a esta desgra ciada sociedad, desde las ms pequeas faltas hasta el horrible atentado cometi do hace poco tiempo en la Avenida de la Opera de Pars, consiste en la irreligin que va invadiendo a manera de gangrena todo el cuerpo social. 111 Quien no cree en la existencia de un Ser Supremo, el cual, en una vida poste rior a sta, que es slo una prueba, le ha de premiar por sus buenas acciones o le ha de castigar por sus acciones incuas, o quien, si cree en todo esto, cree con tibieza que es como si no creyese, no obrar con justicia, no ser virtuoso, porque la virtud sin la fe viva, no existe. Por eso, quien no ama a Dios no ama al prjimo y slo se ama a s mismo, aunque con un falso amor o mal entendido, puesto que no le ha de dar un instante de verdadera paz, y al fin ha de ser su perdicin tem poral y eterna. Y en esto, y no nos cansaremos de repetirlo, en este olvido de las verdades eter nas est la raz, est la causa ganadora, no slo del mal que lamentan nuestros apreciables colegas, sino tambin de todos los males que afligen a toda Espaa y a Europa entera, la cual, sino pone pronto y oportuno remedio, volver a la barbarie, a pesar de todo su progreso material, y si se quiere intelectual, pues estos progresos, sin el moral, no la salvarn como no salvaron a Babilonia, ni a Grecia, ni a la antigua Roma. Y qu es lo que debemos hacer para salvar a la patria Pues con facilidad se comprende que no debemos hacer otra cosa sino procurar todos, y por todos los medios que estn a nuestro alcance, que vuelvan a encarnar en la Sociedad (per mtasenos la frase) aquellas ideas y aquellos sentimientos religiosos, cuya ausen cia la han reducido al estado en que se halla. Esas ideas y esos sentimientos no han sido ni pueden ser fruto en Espaa ms que de la fe catlica; luego nuestro deber no es otro que ayudar con todas nuestras fuerzas a la que es nica deposita ria de aquella fe, esto es, a la Iglesia catlica y principalmente a su cabeza visible en la tierra, pues quien no ama ni obedece al Vicario de Jesucristo, no ama a ste ni es catlico. Defendamos con valor y hasta dar la vida, si fuese necesario, lo que la Iglesia defienda; combatamos con igual denuedo lo que la Iglesia combata, y como ella es lo mismo que su Maestro, luz, camino y vida, siguindola nos salvaremos, sal varemos a nuestros hijos, amenazados de mayores males todava de los que noso tros contemplamos, y salvaremos a nuestra hermosa y queridsima patria. Esta es la nica solucin del pavoroso problema social. Quien no lo comprende as, tiene ojos y no ve, tiene oidos y no oye. Y si oye y ve, pero obra como si no oyese ni viese, desgraciado de l. (De La Educacin Catlica, n. 7, 20-10-1.892) LA CAMPAA DE MELILLA CAPITULO I RESUMEN: La guerra considerada en s misma es un gran mal, pero a veces ine vitable. Ideas sobre la patria. No queremos la guerra con Marruecos, sino la 112 paz con honra. Si se nos obliga, la declararemos; pero sacando de ella todas las ventajas posibles. Que si el justo dolor mueve a venganza, Alguna vez el espaol coraje, Despedazado con aguda lanza, Compensar, muriendo, el hecho ultraje. (Por la prdida del rey D. Sebastin. HERRERA) La guerra, considerada en si misma, es un gran mal. Quin lo duda, si es el polo opuesto a la paz, y la paz es el ms codiciado bien de la tierra S, la paz del hombre consigo mismo, la paz del hogar, en la familia, la paz de los pueblos, ya en el interior, ya en el exterior, es lo que constituye principalmen te la felicidad del indivduo, de la familia y de la sociedad. Y por el contrario, la lucha del hombre con sus pasiones, la discordia en el seno de la familia y la guerra civil y la nacional, es el mayor contratiempo de la vida, es el ms espantoso mal que puede sobrevenir en el mundo. Con la guerra entran en un pas todas las desdichas y todos los males imagina bles. Interrumpe el labrador su sencillo trabajo, cierran su taller y su tienda el artesano y el comerciante, cesa el sabio en sus profundas investigaciones filosfi cas, quedan abandonados el pincel, el escoplo y el comps, y enmudece el poeta, o empua con fiebre abrasadora la trompa de Tirteo para inflamar a sus compa triotas en el fuego que se abrasa y arrastrarles con su entusiasmo y frenes a la desolacin y la muerte. Fro y triste el lugar domstico, en vez de resonar en su interior las alegres can tinelas con que su dueo acompaaba su trabajo, slo se oyen los suspiros y los gemidos de la anciana madre, de la afligida esposa y de la infortunada hurfana. Esto entre los que se quedan; esto lejos del horrible campo de batalla; en ste, en el teatro de la guerra, ay, cunta agitacin, cunta ira, cunta sangre, cuntos ayes de dolor y de angustia, cuntos lvidos y horrendos semblantes, cunta larga agona, cunta espantosa muerte! Si los que mirando tan slo una faz de las cosas, los que impulsados nicamen te por la justa indignacin producida por el recibido ultraje, volviesen la hoja, y considerasen por un momento el abismo a que nos impulsa la desgracia trada a Espaa por el brbaro africano, el fro correra por sus entraas y se ahogara la voz en su garganta. Y sin embargo atraviesan a veces las naciones por tales circunstancias, se enla zan los acontecimientos de tal manera, que la guerra se hace absolutamente indispensable. Cuando peligran el honor, la seguridad o la tranquilidad de la patria, es necesa rio defender a todo trance tan sagrados intereses, porque, defendemos todo cuan to ms amamos en el mundo. 113 CAPTULO I. RESUMEN: La guerra considerada en si misma es un gran mal, pero veces inevitablo.Ideas sobre la patria No queremos la guerra con Marruecos, sino la paz coi, honra Si se nos obliga, la declararemos; pero sacando do ella todas las ventajas posibles. ,s 1 jumto do , or innovo A V1.11g11.11 4;111, I X 01 1 , ,,Ii111.1 1),..9.1,11117.1140 C611 itgods Insra, Compensara, Iserionolo, el ho , So slirego, ),r pr , hda eh , r, y P. 111:MI1111A. La guerra, considerada en si misma, es un ..!171.11 mal. Quito lo duda, si es el polo opuesto la paz, y la paz es el ms codiciado hien de la ti, a Si, la paz del 1101;ibre colimgo mismo, la paz del llegar, en la familia, la paz de les pueblos, ya en el interior, ya en el exteriu; . , es, lo que con,ritny , principalmente la felicidad del individuo, liv a familia y de la sociedad. Y por el contraria la. m illa del liontlici can sus pasiones, la discordia en el beno de la familia y la glirva civil y la BaCiOnal; ea i i ilavon G011tratiellIp0 IR Vid:1 1 VS el In 11a espantoso mal que puede sobrev,nii . en el inundo. Fotocopia de la primera pgina de Los sucesos de Menda. No lleg a ser ms que un proyecto del que se imprimieron algunos captulos. La letra es de Amat. 114 Qu es la Patria La patria es la tierra en que nacimos, el templo donde oramos, el rbol a cuyo pie pronunciamos la primera palabra de amor, el santo hogar donde abrazamos a nuestros padres y hermanos o a nuestras esposas o nuestros hijos, la escuela o el taller donde recibimos nuestras primeras enseanzas, los campos que labra mos o donde plantamos los hoy robustos rboles, que an conservan grabados en sus troncos los nombres que en ellos escribimos en la juventud, el viejo casti llo, la pintoresca ermita.., todo eso, y mucho ms... es la patria. Por consiguiente, cuando defendemos a esta de todos sus enemigos, defende mos todas estas cosas; y aqu est la explicacin del doble secreto de la indigna cin y del dolor que sentimos al ver amenazadas su honra, su tranquilidad o su independencia, que hemos visto que son las nuestras, y del entusiasmo, y hasta delirio, que despierta en todo el pueblo el anuncio y la proximidad de una guerra; entusiasmo y delirio, que inflamndonos a todos en el sagrado fuego del amor a la patria, hace que sacrifiquemos, complacidos, nuestros intereses, nuestros hi jos, nuestra sangre y nuestra propia vida. Y as se explica esta estimacin extraordinaria que todos los pueblos han profe sado a los valientes soldados y voluntarios que parten a la guerra o vuelven de ella. Y as se comprende la brillante aureola de gloria que rodea a los caudillos mili tares, a los que se recibe, cuando regresan cubiertas sus frentes con el laurel de la victoria, con ms aparato, pompa y majestad que a los prncipes, y con mues tras de regocijo, amor y reconocimiento imposible de describir. Dganlo, sino, las relaciones que los peridicos hacen del entusiasmo y los ex tremos que ha causado en Andaluca la despedida de las tropas que enviamos a Melilla. Somos, pues, en teora, contrarios a la guerra, como diremos extensamente ms adelante; es nuestro ms hermoso ideal la paz entre todos los pueblos, la paz universal. No queremos, por lo tanto, la guerra con Marruecos, por lo que ella es en s, y porque corre gran peligro que esa guerra sea la chispa que haga estallar la euro pea, que sera tal vez, y como en otra parte hemos dicho, la ms grande y san grienta que habran presenciado los siglos. No queremos, repetimos, la guerra con Marruecos; pero si este imperio caduco y miserable no nos concede pronto todo cuanto el gobierno debe pedirle (y ms adelante detallaremos) para que en lo sucesivo sea imposible otro asedio a nues tras plazas, entonces seremos los primeros que pidan la declaracin de guerra con tra el Sultn; y con nosotros se levantar toda Espaa, como un slo hombre, a pedir al Gobierno tan justa resolucin, para poder arrojar para siempre de sus guaridas a esas fieras humanas, que se llaman kbilas del Riff, que se han mofa do de nuestras banderas y nuestras armas, que han hecho fuego sobre nuestros buques, que han destrozado nuestras obras, que han asesinado y mutilado cobar de y miserablemente a nuestros soldados y a decrpitos ancianos y candorosos nios, y que han profanado barbaramente sus cadveres. Y despus de castigar cual merecen tan villanas ofensas, atravesarn nuestros 115 intrpidos y sufridos soldados los valles y los ros, y las cordilleras del imperio de Marruecos, que representa el salvajismo a las mismas puertas de Europa, y cla varn nuestras invictas banderas sobre los pardos muros de las ciudades marro ques, para no arrancarlas jams. Que si en la gloriossima guerra de 1.859 a 1.860, despus de derrotar a los mo ros cuantas veces luchamos con ellos, despus de apoderarnos de la ciudad de Tetun, despus de vencer en Wad -Ras, abandonamos la dicha plaza de Tetun y no ocupamos la de Tnger, a causa (s, es necesario decirlo en alta voz) a causa de bastarda influencia del gobierno de Londres, aleccionados con el pasado, sere mos ms cautos en el presente y en el porvenir, y por nada, ni por nadie, cedere mos de nuestros derechos, ni dejaremos de cumplir nuestra misin en el mundo, ni nos perjudicaremos en nuestros intereses. Y sepan los gobiernos de Fez, de Inglaterra y todos los de Europa, que si por desgracia y contratiempos inevitables, y otras muchas causas que no es ahora oportuno repetir, no figura Espaa entre las naciones de primer orden, no esta mos ni tan pobres ni tan desprevenidos, como se ha supuesto en algunos peridi cos extranjeros. Y sepa tambin Europa toda que siempre seremos dignos descendientes de los hroes de Sagunto, de Numancia, de las Navas, de Lepanto y de Otumba: de los hroes que, despus de una lucha de siete siglos, arrojaron de Espaa a los que hoy nos provocan y nos ofenden. De los que en la batalla de Pava hicieron pri sionero al rey caballero D. Francisco I, de los que humillaron las guilas del colo so del siglo, a las que hicieron retornar el vuelo al patrio suelo, cubiertas de ver genza; de los que pasearon vencedores sus pendones por Grecia, Italia, Flandes, y los Pases Bajos, y, en fin; de los que, encontrando estrecho para su gloria el mundo antiguo, descubrieron y conquistaron con tres pobres carabelas uno nue vo, y clavaron, triunfantes, en sus arenosas playas, en la cumbre de sus montes y en lo alto de sus templos, la redentora cruz de Mrtir del Glgota, y la bandera de las rojas barras y los rampantes leones. Las palabras que la reina regente pronunci, a raiz de los sucesos que nos ocu pan, no pueden ser ms dignas de elogio: Las monarquas constitucionales -dijo- deben guiarse por las palpitaciones de la opinin, que en estos momentos vibran poderosamente, pidiendo la represin y el castigo de las tribus rifeas. Yo estoy dispuesta a seguir las indicaciones del Gobierno; pero me sera muy grato que ste, respondiendo al sentimiento gene ral, procediese en la cuestin de Melilla con la energa y rapidez que el hecho vandlico y repugnante de las kbilas marroques reclama. No cabe formular, ni con ms prudencia, ni con ms exactitud, ni con ms pre cisin, el deseo de todos los espaoles. La reina Cristina, al pronunciar tan elo cuentsimas palabras, nos di una prueba ms de lo identificada que est con las aspiraciones del pas, y de su clarsimo talento. De esperar es que ejercer decisiva influencia en los Consejos de ministros que por otra parte se hallan, como todos los espaoles, llenos de los ms laudables propsitos, para que Espaa salga victoriosa del gran conflicto en que se encuentra. 116 Concluiremos reproduciendo la ltima estrofa de la oda que escribimos para presentarla en los Juegos fl orales celebrados en Valencia durante la primera gue rra de Africa. Dice as: Tambin, Africa, en ti sus ojos fi jos Tuvo un tiempo feliz la patria ma: A tu arena llevaban sus guerreros Veleras naves por la mar brava, Y all en cien muros, do llegaron fi eros, La ensea de la Cruz resplandeca. Tristes an vagan, mas de gloria llenas, De Pedro y de Isabel las grandes sombras, De Tnez y de Orn en las almenas. Hoy que de nuevo, Patria, te levantas Tal como un tiempo fuste, Tras duelo tanto y amarguras tantas; Hoy que contemplan rotas sus cadenas Los nobles hijos que humillados viste, En torpe mengua de sus leyes santas, Otra vez en redor los ojos gira Y en la tierra comprende tu destino Africa entera y sin poder suspira. All te gua tu brillante Historia; Africa slo, Espaa, es tu camino, En ella est tu porvenir, tu gloria. (Artculo publicado en El Graduador, de Alicante, el da 8 de Octubre de 1.893, y luego recogido en el folleto Los Sucesos de Melilla, Alicante, 1.893.) SR. DIRECTOR DE EL LIBERAL Muy seor mo y estimado amigo: En el nmero de su apreciable peridico, correspondiente al martes ltimo, se inserta un artculo titulado O locura o san tidad, firmado por un seor X, a cuyo seor no tenemos el gusto de conocer, bien que si algo significa esa letra es como cosa incgnita y que est por saber. Pero, si no estamos en Carnaval! para qu careta Principia el seor X, manifestando al lector que no se extrae del ttulo del art culo igual al de un precioso drama de D. Jos Echegaray, a cuyo escritor califica de uno de los primeros dramaturgos espaoles, o acaso el primero. Pero seor X, quin ha hecho la clasificacin, quin le ha dado la alternativa, pues noso tros hace treinta arios que estamos estudiando la poesa dramtica y que hemos ledo desde el griego Sfocles hasta el ingls Shakespeare y desde ste a Caldern, 117 Lpez Ayala, Tamayo, y opinamos de muy diferente manera que el incgnito ar ticulista de El Liberal. Creemos que D. Jos Echegaray, est tan lejos de los dra maturgos que acabamos de nombrar, como est la estrella Sirio de la tierra. Que se le ha aplaudido mucho Ms se ha aplaudido a la La Mascota, La Gran Du quesa y Bocaccio. En estos casos el aplauso no es serial de mrito; y a tal punto hemos llegado sobre este particular, que el escritor casi puede decir con el poeta, por lo que hace referencia a cierta clase de pblico: La crtica majadera De los dramas que escrib, Pedancio, nada me altera Ms pesadumbre tuviera Si te gustaran a ti. Si el seor X tiene gusto en ello, ya entraremos formalmente en el examen y discusin de los dramas de D. Jos Echegaray, y ver su apasionado seor X que no es oro todo lo que reluce. Hecha la salvedad indicada, manifiesta el articulista que va a tratar de un asun to original. Bien se conoce que el seor X no es del parecer del autor de los pro verbios, el cual dijo que no hay nada nuevo bajo del sol. Asunto original, cuan do en el fondo no se plantea otra cuestin mas que la de la libertad humana: es decir, suponemos esto, pues el seor X no lo dice, y es tal la confusin de ideas y de palabras que emplea para expresar su pensamiento, que es dificilillo pene trar en l. Cuyo asunto original, contina el dicho articulista procurar expresar en sn tesis, si Dios le ayuda, y del que quedaremos enterados los lectores, si tenemos paciencia de seguir sus disquisiciones filosfico -morales. Bueno sera que antes de pasar adelante nos dijese el seor incgnito qu en tiende por Dios y qu por filosofa. Contina el seor X: hecha esta salvedad, entrar de lleno en el asunto O locu ra o santidad: es locura o est sancionado por las leyes de Dios el acto que reali zamos Pero qu acto, amigo mo quiere usted decir cualquier acto del hom bre, o se refiere usted al acto o hecho de que despus se ocupa La claridad de las palabras revela claridad de conceptos, o como se dice en literatura quien bien concibe, bien se expresa: de lo que deducimos que el amigo desconocido a quien contestamos, y al que aunque no tenemos el gusto de conocer, le queremos con todo nuestro corazn, no tiene ni ideas claras, ni convicciones profundas, razn por lo que se contradice con bastante frecuencia. Y sin duda, el mismo autor lo conoce, pues a las palabras antes dichas, aade: Concretaremos el asunto para explicrnoslo mejor, tomando como base de nues tras disquisiciones el amor, pues en ste encontraremos hechos de la vida real que en el terreno humano puedan quizs dar solucin al enredado enigma. La pasin es virtud o es pecado. Francamente, amigo nuestro, no entendemos este prrafo; y para procurar entenderlo bueno sera que nos dijera su autor qu entiende por pasin, qu por 118 iji LIBERTO Artionlos publicados en EL LIEZZAI, do Alicante acerca del concepto de la libortad, por 1 1 1 :111 D! 1) Tniatn] MIGUEL 1MIT Y M1E8TRE; insertndcze los l,e1 otro articulista O. Jos Mara %wat por to haber dado cte su consent ento para ello ALICANTE: -1892 Imp. de L. Lri3 Portada del folleto ,, La Libertad 119 virtud y qu por pecado; pues los filsofos no definen lo mismo todas estas pala bras, sobre todo, la pasin. Supongamos (contina) un amante contrariado; un hombre enloquecido por una mujer que paga con creces la deuda de gratitud de su compaero. Efecto del mtuo querer, la pasin echa races muy hondas en ambos corazones y llegan al delirio, a la desesperacin. Muy dulce es amar, amigo mo, pero no tanto, no tan calvo que se le vean los sesos. Se aman tanto que a ser preciso moriran el uno por el otro. Llegan al colmo del frenes. Los amantes de Teruel, en la vida y en la muerte siempre se quisieron bien, pero no llegaron, a pesar de que se citan como amantes modelos, a ese frenes colmado de que nos habla nuestro amigo. Y la prudencia Una mano ignota, un ser desconocido, un espritu maligno hace tenaz resis tencia a tanto amor... pero quin es ese espritu maligno, seor X Porque los espritus malignos, lo mismo que los buenos espritus, aparecen en las religiones de la India, en las de Persia y la Arabia, en la cristiana y hasta en el espiritismo tiene sus mdiums o sea sus espritus benvolos y sus espritus perturbadores. Preciso es por ello que el seor X nos diga a qu religin pertenece para saber el carcter, condiciones y fuerza de ese espritu maligno que tanta resistencia ha ce al amor, sin que ste, que sepamos, le haya jugado ninguna mala partida, pues por lo regular, el enamorado no piensa ms que en s mismo y en la prenda de su amor, sin ocuparse para nada de esa mano ignota de un desconocido ser. Sigue un largo prrafo que no podemos entender, ni nuestros lectores tampoco lo entenderan, por lo que no les molestamos transcribindole, hasta que su autor lo traduzca a buen castellano, que es clara y hermosa lengua, y contina as: Si el ser humano fuera dueo de s mismo y pudiera por ende obrar con arreglo a sus omnmodas atribuciones, entonces, no hay para qu decir que todo quedara ultimado prontamente y sin dificultad de ninguna clase; pero por desgracia, y co mo ensea la psicologa (qu psicologa) ese ser negativo, el no yo (usted ha odo campanas alemanas) que en el caso a que nos referimos, puede muy bien susti tuirse por la pasin, segn el sistema imaginativo (s, imaginativo) que me he for mado, puede ms que el positivo yo y como consecuencia lgica, se sobrepone a ste, y obra con arreglo a su voluntad, martirizando, y no encuentro palabra ms apropiada. Enrevesado es tambin el prrafo, pero se comprende que en el se niega la libertad humana, lo cual tira por tierra toda moral, lo mismo la que tiene su raz en Dios, que la moral independiente, pues si el hombre no es dueo de s mismo, claro es que no es responsable, y no siendo responsable, es tambin evidente que sus acciones no merecen ni premio ni castigo, y entonces se cae de lleno en el materialismo, el cual considera al hombre como un ser sin alma, como una simple mquina, que obra bajo el fatal influjo de las leyes fsicas y qumicas, o en otros trminos, bajo el funesto imperio de la fatalidad csmica. Acepta es tas consecuencias nuestro buen amigo, es materialista, es simple racionalista Y siendo simple racionalista es Deista, o admite la revelacin y si admite la revelacin qu revelacin admite Y dentro de la revelacin es ortodoxo, o 120 sectario Todo esto necesitamos saber porque segn las ideas religiosas o filosfi cas de nuestro apreciable compaero ser necesario para combatirlo una u otra serie de argumentos. Basta por hoy, que el artculo es largo y ahora principia lo ms sustancioso de l. Lstima grande que un alma investigadora y amante de la verdad, como se conoce que la posee el autor de dicho artculo, se halle confundida en un mare magnum, o como vulgarmente se dice: cajn de sastre, en el cual hay retazos alemanes, espiritistas y cristianos, pero todos sin coherencia ni enlace, como aqul que ha leido mucho, pero sin mtodo, y sobre todo, sin una autoridad que mar que el punto de partida, el punto de llegada, y el camino que ha de seguirse para no torcer ni a la derecha ni a la izquierda. Cundo ha visto nuestro estimado amigo un buque sin timn y un nauta sin brjula Dganos para qu fin le pare ce a nuestro amigo que fue criado el hombre Nosotros creemos que Dios nos ha criado para que, viviendo, le sirvamos en la tierra con una vida ajustada a la virtud; y muriendo, lo gocemos en el cielo con una eterna felicidad. Creemos que para conocer, amar y servir a Dios y merecer la vida eterna, se necesita estudiar la doctrina de Jesucristo y practicarla con convencimiento y con amor. Creemos que la doctrina de Cristo Jess es la que l mismo ense a sus aps toles, y contina ensendonos por medio de la Iglesia: Creemos que las verda des que debemos creer estn contenidas en compendio en el Credo o smbolo de los apstoles: Que los deberes que necesitamos practicar estn consignados en los mandamientos de la ley de Dios y de la santa madre Iglesia: y que los medios que nuestro seor ha establecido para alcanzar la vida eterna, son la oracin y los sacramentos, en virtud de los cuales Dios nos da su santa gracia. Creemos, en fin, que esa verdad y ese bien, a pesar de haber sido buscados con afn por los ms grandes filsofos del mundo antiguo, nunca pudieron encontrar los; y si Zoroastro y Pitgoras, Scrates, Platn y Aristteles, Cicern y Epicteto nos ofrecen algunos resplandores de las primitivas verdades oscurecidas por el pecado original, esos resplandores se desvanecen a la venida del Mesas, cual se desvanecen los fugaces resplandores de las plidas estrellas a la llegada del es plendoroso astro del da, del cual aquellos reciben toda la luz, calor y vida. Convencidas todas aquellas superiores inteligencias, y en particular Platn y Cicern, de la impotencia de la razn humana para encontrar por s sola la ver dad y el bien, dijeron que era necesario que viniese del cielo quien manifestase dnde estaban, y cuando vino Jesucristo y dijo: yo soy la verdad, el camino y la vida todos los sabios del mundo enmudecieron, sin volver a pedir que viniese el libertador del mundo; prueba que ste ya haba venido; y ste es Jesucristo. Este es nuestro credo filosfico y religioso, Tiene inconveniente el seor X en decirnos cul es el suyo Porque en estos tiempos de confusin de ideas, es nece sario que el escritor pblico nos diga de dnde viene, a dnde va, qu quiere y cmo lo quiere. (Publicado en el nmero 1963 de EL LIBERAL, correspondiente al da 4 de Oc tubre de 1.892 y recogido luego en el folleto La Libertad, Alicante 1.892) 121 EL CREDO O EL SIMBOLO DE LOS APOSTOLES En qu consiste el materialismo; Sus consecuencias en el indivduo, en la fami lia y en la sociedad. La libertad cristiana. Su definicin. Por qu el hombre conoce el bien y lo aprueba y sin embargo ejecuta el mal La ciencia que se llama materialista consiste, amigos mos, en afirmar que el hombre no es ms que una simple organizacin, o una mquina material, privada de todo espritu vivificador. Por consiguiente, el materialismo es incompatible con nuestra fe y destructor de la parte ms noble de nuestro ser; y como sta es una doctrina que basta anun ciarla para comprender su falsedad y falta de slido fundamento, no insistimos ms sobre ella, en cuanto se refiere a demostrar lo absurdo de tal filosofa. Pero como la principal consecuencia que produce el materialismo, es constituir una sociedad sin Dios, necesario es que os digamos las fatales consecuencias que produce en el indivduo, en la familia y en la sociedad doctrina tan funesta. Respecto al indivduo, ya os hemos demostrado en la leccin anterior, que don de no hay fe en Dios no puede existir la virtud. Esta palabra virtud tiene varias acepciones. En su origen gramatical significa fuerza y valor: Virtud es fuerza y valor, Por eso el bueno es el fuerte; Como es su apoyo el Seor, Nunca conoce el temor Ni en la vida, ni en la muerte. De manera que cuando los necios tratan y miran con cierto desdn o indiferen cia a los hombres que, practicando la religin, son buenos y virtuosos, no saben lo que se dicen ni lo que se hacen, pues aun bajo el punto de vista del valor hu mano, el creyente y bueno es el verdaderamente fuerte, porque sabe que la razn y la justicia son invencibles, y que la vida del espritu nadie se la puede quitar: Quien teme a Dios nada teme: Ese es el fuerte, hijo mo, Y es ms cobarde y ms debil Quien ms se ama a si mismo. Y qu valor moral existe que pueda compararse al herosmo del verdadero cris tiano, que dice la verdad al mismo tirano sin temor ni al martirio ni a la muerte Todos los santos, para ceir la corona de tales, han tenido que llevar hasta el sacrificio su constancia en la defensa de la verdad, la justicia y la ley de Dios. Slo citaremos a San Esteban, el primero de los mrtires, que muri apedreado en defensa de las doctrinas de Jesucristo; y a San Juan Bautista que, presentndose 122 delante del trono donde se hallaban sentados el infame herodes, (el que llev a cabo la degollacin de los santos inocentes), y Herodas, conden sus crueldades y torpezas, a consecuencia de lo cual fue decapitado, cuya muerte sufri con El valor de los mrtires, que el bueno Es slo el sabio y fuerte. Quien triunf de si mismo, ve sereno El tirano y la muerte. Por eso la virtud, adems de significar fuerza y valor, significa tambin: Dis posicin del alma para practicar las acciones conforme a la ley de Dios, y que necesariamente estn ordenadas a la bienaventuranza, esto es, a la consecucin de la felicidad. Aqu es donde debemos hablar de la libertad humana, para que conozcais bien una materia a primera vista confusa, pero que explicada con claridad y bien com prendida, ser una luz que os gue en el camino de la vida. Dios dio al hombre la facultad de obrar bien o mal, pero no le dio el derecho de obrar mal. Dentro del ancho crculo del bien, el hombre tiene la facultad de hacer aquello que le parezca o elija, y por eso definimos la libertad la facultad de hacer todo lo que es conforme con la ley de Dios. Fijaos bien, hijos mos, pues el concepto es difcil de comprender: Todos los hombres tenemos la aptitud, facultad o poder de caminar por la senda de la vir tud o del vicio, pero no tenemos el derecho, y por tanto la libertad de ir por las malas sendas. Ni nos conviene tampoco ir por el camino del mal, ni del vicio, pues en l no podemos encontrar ms que perjuicios y contratiempos. Dos nios van a la escuela, y pasan por un huerto donde ven brillar sobre los rboles sabrosas y doradas manzanas. El espritu del mal, tienta a los dos nios para que entren en el campo ajeno a coger de los hermosos frutos. Uno de ellos tiene fuerza y valor para resistir a la tentacin y sigue a la escuela; mas el otro, ms cobarde o ms dbil, entra en el ajeno huerto. El primero disfrut de la com paa del sabio profesor y de sus queridos compaeritos, estudiando al mismo tiempo; mas el segundo, habiendo sido sorprendido por el dueo del huerto, y echando a correr, cay en una profunda acequia, donde de seguro hubiera su cumbido si el mismo dueo del objeto robado no le hubiera salvado la existencia. Esos dos nios tenan el poder, la facultad, de cometer o no aquella mala accin, pero no tenan el derecho ni la libertad de ejecutarla. Por consiguiente, la verdadera libertad consiste como antes os dije, en la facul tad de hacer todo lo que es conforme con la ley de Dios. Esto en cuanto al hombre como hombre; esto es, cuanto hace relacin a sus deberes para con Dios. Por lo que hace al hombre en sus relaciones con la sociedad, esto es, en cuanto hace al hombre como ciudadano, sucede lo mismo. Hoy da se habla mucho de libertad. El ciudadano, se dice, es libre. Pero es libre para practicar el mal Tiene, por ejemplo, el derecho de manifestar sus ideas 123 EL AMOR CRISTIANO LIBRO EN PROSA Y EN VERSO DEDICADO LOS EINOS, LOS JVENES TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD POR p . pIGUEL ILMA. I 71/1ESTRE DOCTOR EN DERECHO CIVIL Y CANNICO CON UN DIU6LOG3 D2 t. J (Ds Mari a rfierrlinez 5 Forfoseu MacMro Luego estamos obligados ft saber y entender todo esto Disciputo Si seilor, porque no podemos cum plirlo Sil) entenderlo. Las Obligaciones del Cristiana , . Catecismo del P. Ripaldal. ALICANTE IMPRENTA DE MANUEL Y VICENTE GUIJARRO Plaza del Progreso, 1893 124 por medio de la imprenta, pero tiene la libertad, esto es, el derecho de publicar escritos en desdoro del dogma, de la moral, de los Ministros del Seor y de las autoridades constitudas Claro que no. Tiene el derecho de asociacin, pero tiene el derecho y la libertad de exponer en tales reuniones cuanto se le ocurra contra la religin y el Estado Claro es que no. Y, sin embargo, tiene la facultad de obrar bien o mal en los citados casos, pero no el derecho, no la libertad. (1) Vamos a otro punto en el que os suplicamos tambin que os fijeis mucho. To dos los hombres, como ya os hemos indicado antes, conocemos lo que es bueno y lo que es malo, lo primero lo aceptamos: y lo malo lo rechazamos; pero sin em bargo lo hacemos. En que consiste esto Consiste, hijos mos, en lo que ya os dijimos cuando os explicamos las consecuencias del pecado original. Este, no so lamente obscureci la inteligencia, sino que pervirti la voluntad, inclin al mal el corazn humano. Por eso vino Jesucristo a redimirnos, esto es, a darnos fuerza con su gracia, pa ra practicar el bien, aunque nos halague ms el mal, venciendo las malas inclina ciones de nuestra corrompida naturaleza. Aqu teneis las ventajas de la fe cristiana, o lo que es lo mismo, de creer en la palabra infalible de Jesucristo. Creyendo en El, el individuo, la familia y la so ciedad, disfrutan de orden, libertad y paz completa; pero negando a Jesucristo crucificado, el individuo y la familia y los pueblos todos, viven sumidos en las tinieblas de la ignorancia y la barbarie. Esto lo veremos mejor, hijos mos, al ex plicaros el artculo segundo del Credo. (1) Hay quien reduce la contienda a una cuestin de palabra. Hay quien dice: A esa facultad de obrar bien o mal le llamo yo libertad. Est bien, contestemos: pero al decir Libertad quereis decir derecho a poder practicar el bien o el mal Si contestais que s, no admitimos tal concepto de la libertad. Si contestais que no, no tenemos inconvenientes en llamar a la facultad, libertad. Otros dicen: A lo que t llamas, facultad, llamamos libertad, pero negamos que sta se extienda a la esfera del mal. Conformes. (De El Amor Cristiano, Alicante 1.894) DON JAIME EL CONQUISTADOR Romance Histrico - Alicante 1.876 (Fragmentos). Mientras en Monzn Don Jaime Creca en alma y en cuerpo, Sus reinos los ricos-homes Llevaban a sangre y fuego. Mandndoles Don Fernando, Hermano del rey Don Pedro; El cual, si no aspira al trono, S a la regencia del reino; 125 Alto cargo que al infante Don Sancho, las Cortes dieron. Para cortar males tantos Existe solo un remedio.. . Sacar al rey del castillo, Y que l gobierne a su pueblo. As Cornel y Moncada Y otros bravos caballeros Lo resuelven, mas Don Sancho Se opone, y el maestre mismo Vacila.. ., pero Don Jaime Que, cual guila que estrecho Halla ya el nido, impaciente Se agita, y arde en deseos De dar paz a sus vasallos, Dice a Cornel que resuelto Est a partir; y en el da Convenido, antes que el cerro De Monzn las luces tian De la aurora, l en secreto Deja el castillo, y se junta En breve a los caballeros Que le aguardan y de Huesca Toma el camino con ellos. Bizarro a su frente marcha, Y al decirle que a su encuentro Peligra salga Don Sancho, Para volverle a su encierro. Ligera cota de malla Reviste, y con firme acento Exclama que nada teme, Pues se halla a todo resuelto. No osa salir el infante, Y a los tres das el pueblo De Zaragoza le aclama, De noble entusiasmo lleno. Esto hace un rey de diez aos.. . Y es que con l va el derecho. Y este es ms fuerte y temible Que el valor de los ejrcitos.[. ..] . ..Duro deber la pelea Es para el rey, no deseo; Mas ya en el combate es bravo Como el len del desierto. Luchando con Pedro Ahones, Fuerte adalid, cuerpo a cuerpo, Le sujeta, como a un nio, Entre sus brazos de hierro. Y en los campos de batalla, En el motn de los pueblos, En el cerco y el asalto Es como un rayo su acero. Pero ms que con su espada Vence a todos con su genio, Que al fi n atrae o se impone A los grandes y pequeos. Y otorgando a los rebeldes El perdn que de sus yerros Y sus ofensas le piden, Devuelve la paz al reino. Y en las ciudades y campos, Palacios, chozas y templos, Tan solo resuena un grito: Viva Don Jaime primero. Pues la dbil navecilla, Que de Monzn dej el puerto Desafiando la furia De los bravos elementos. . . Se ostenta ya gran navo. En medio de un mar sereno, Dominando majestuoso Escollos, olas y vientos[.. .1. ...El momento del asalto Tremendo trance! se acerca: Formados en largas fi las Los combatientes se encuentran. Y con voz vibrante y fi rme El monarca les alienta. Mas cuando grita adelante! La hueste dos veces queda Como absorta.. . y permanece Inmvil. ..! D. Jaime eleva Su vista al cielo y exclama Aydanos, Madre nuestra! Conmovindose a este grito, El ejrcito contesta: Santa Mara! y se arroja Entusiasmado a la brecha. Traspuesto el muro, en las calles Y fuertes casas se encuentra, Preparada a resistirle, Una muchedumbre inmensa: Y horrible lucha se traba. .. Por do quier el emir vuela 126 DO J 1 takl ) ROMANCE HISTRICO, MPLIAMENTE ANOTADO Y SEGUIDO DE CITAS CRONOLGICAS Y UN JUICIO APOLOGITICO SOBRE DICHO . MONARCA Y SU REINADO, POR DON MIGUEL AMAT Y MAESTRE, CON UN PRLOGO POR DON JUAN VIL,A Y BLANCO, Crnnista de la provincia de Alicante. ALICANTE: -I876. Imprenta de Carratal y Oradea. Portada de O Jaime el Conquistador 127 Fogosamente exhortando Desde el corcel a su secta: Y desde los minaretes Con grandes voces le alientan Los mezzines: de las casas Mueblaje encendido y piedras Sobre los hroes cristianos Hacen rodar, y halagea Sonre un instante al moro La victoria... No.. . que atleta Incontrastable, el monarca Viene del muro a la brecha, Y se lanza en lo ms recio De la sangrienta pelea. Ante su terrible empuje Huye el moro, muere o tiembla, Que es su acero como el rayo Que al caer mata o aterra. Hasta el emir desaparece, Mas no es su desgracia extrema. . . Le hall el rey, salv su vida, Condolindole su afrenta. Y rendida la Almudaina, Imponente fortaleza! Que ofreci slo a D. Jaime Abrir sus ferradas puertas. Sube el rey a su alta torre Y fi ja sobre una almena El victorioso estandarte Do barras y cruz ondean. El prncipe que tal gloria Alcanza y tan gran empresa Termina, asombrando al mundo, Slo cuatro lustros cuenta[...I. . . .Valencia, hermosa sultana De encantadora sonrisa, Que del Turia en la ribera Dulcemente te reclinas Como en un lecho de flores Que orean fragantes brisas, Retratndote los cielos Y las ondas cristalinas.. ,! Valencia, noble Valencia, La bella, la fuerte y rica, De los cristianos llorada, De los rabes querida. Como Stambul y Damasco, La Meca y Alejandra... Cmo has sido codiciada De Aragn y de Castilla! An por tus muros parece Que del Cid la sombra gira.. .! Y en tus campos an las huellas Del Batallador se pisan.. .! Hoy, ms dichoso Don Jaime, Con sus guerreros te sitia; Pero no temas, Valencia, Valencia hermosa, no gimas; Quien va a poseerte es digno De ti, como t de l digna.. . Y har que brillen ms flgidas Vuestras dos glorias unidas![. .] . . .En trance tal D. Alfonso, Poniendo a querellas plazo, Auxilio pide a D. Jaime, Terror de los africanos. Pero Jaime ha recibido De Alfonso tantos agravios, Que todos dudan que quiera Prestar a su yerno amparo. Mas el rey de Aragn tiene Un corazn tan magnnimo, Que las ofensas olvida Del prncipe castellano. A socorrerle se apresta Con su nombre y con su brazo, Viniendo a tierras de Murcia Desde el reino valenciano. Con sus fuertes a Villena Cobra, pero antes jurando No entregarla a aquel monarca Si no se ajusta a los pactos. De Petrel gana el castillo Que libre pendn ha alzado Contra Don Jofr Loaisa, Favorito del rey Sabio. Con Elda trata y la toma, Mas la vuelve al infantazgo De Don Manuel, que es su dueo, Con alta justicia obrando. En Alicante le dejan Los infieles libre el paso, Cual se deja el campo libre Al len temido y bravo. 128 Y de Elche la fuerte torre Que fue codicia de tantos, Consigue que se le rinda, Con su gran prudencia y tacto. As los castillos todos Somete, que el grito alzaron Desde las gigantes cumbres De Biar, hasta los llanos De la feraz Orihuela, Que riega el Segura manso, Y asombra cmo su fama De conquistador hidalgo, Y de noble y generoso, Le basta para ir ganando Sobre treinta fortalezas A los fieros mahometanos[. . .1. . ..Al punto el hbito visten De San Bernardo, a Don Jaime, Que aunque pasajero, encuentra Algn alivio a sus males. Y al mismo tiempo que el bravo Don Pedro resuelto parte A vencer, o dar su vida Por la patria en los altares, De Poblet al monasterio Va el gran monarca, ms grande Convertido en religioso, En el claustro a sepultarse. Pero al llegar a Valencia, Sbito el mal agravndose, Decreta el Seor su muerte Para mejor vida darle. Rauda la triste noticia Va por los montes y valles, Sembrando el dolor y el luto Entre sus pueblos leales. Con delirio le adoraban, Como a rey y como a padre. Por eso sus corazones Lloran, u oprimidos laten. Ah! dichoso el soberano Que logra que el pueblo le ame, Como se hizo amar del suyo El cristiano rey Don Jaime. POEMAS EXTRAIDOS DEL LIBRO RIMAS Alicante 1.892 A DELIA (MI PRIMER AMOR) Huid!, sueos mentidos De gloria; impa guerra! No cantar tu estruendo pavoroso, Que hoy, cual nunca, me aterra. La musa del amor templa mi lira; Ardiente el corazn palpitar siento, Y Dios mi mente inspira Para que cante, con divino acento, A mi Delia, mi afn, mi pensamiento. Mirad! La reina del vergel parece; Ni la gentil palmera Que el blando arrullo de las auras mece, 129 Con su elegancia competir pudiera. La tez, de nieve; negros, cual la noche, Sus sedosos cabellos; Entreabierto capullo Sus dulces labios rojos, Donde el amor anida; Y sus divinos ojos. . . No temas, Delia, no, que yo, al cantarlos, Busque del sol los vvidos destellos.. . El adora al nacer tus ojos bellos. Yo le escucho exclamar, cuando su lumbre En el cnit fulgura: Si yo uniera ese fuego y mansedumbre Que su pupila encierra, Oh, cul me adorara, Llena de admiracin, muda la tierra! Por eso al contemplarla Dar el puro carmn de sus mejillas Tinte rojo a las flores, Su aliento aroma, y de sus cantos suaves Los dulces trinos aprender las aves. .. De mi ctara al son quiero cantarla Reina de la belleza y los amores. Que slo en ella mi esperanza fundo! Ella es todo mi afn, todo mi encanto, Mi ser, mi mundo entero... Ah! dejad que tranquilo La flor aspire del amor primero; Dejadme: yo tan slo Pensando en ella embebecerme quiero. Siempre, siempre ante mi se alza riente Su imagen seductora. Si cual nuncio del sol, luce en Oriente Su oro esparcido en el azul la Aurora, Mi corazn, latiendo, All la imagen de su Delia adora; Si levanto mis ojos cuando baria Con tibia luz de luna el firmamento, Pensando en Delia estremecerme siento; Si airado el mar sonante Sus olas a mis pies bate rugiente, Delia all, Delia all, siempre triunfante; Delia all, Delia all, siempre presente. Cun inmenso es mi amor! Si ella algn da Aqu en mi corazn leer pudiera, Oh! cual la adoro yo, me adorara; 130 Cual me inflamo, inflamada En el fuego de amor se abrasara. Y entonces ah! entonces No fuera mundo ya, fuera ya un cielo. Y quin, hermosa ma, Tanta ventura arrebatar podra Oh, Delia! si escucharas De un corazn, tal vez: nia inocente, Esa pasin ardiente Es humo nada ms que el viento lleva; Dile a ese infame corazn que miente. S, Delia, s; primero Del pecho maternal huir el cario; Primero por doblez y por mentira Su inocente candor trocar el nio; Primero cesar tu santo anhelo Cuando elevas tus ojos hasta el cielo, Y tu llama fi lial ser extinguida. .. Que dejarte de amar, Delia querida! ENCONTRE EL ANGEL Ah, s, lo encontr! Es ella, Es el sueo feliz de mi esperanza, El ngel de mi amor, la visin bella Que ansiaba el corazn; es el deseo Que a realizarse alcanza, Y el mundo llam loco devaneo,. Astro que brilla con fulgor divino Y Dios en medio de mi vida lanza Para servir de Norte en mi camino. Feliz, dulce momento... Mis ojos con tus ojos se encontraron, Y con su mudo celestial acento, Eterno amor las almas se juraron. Ah, s! T eres el ngel Que tanto tiempo contempl mi mente, Que el candor en tus labios sonrea, Brillando la virtud sobre tu frente. Y al ver mi afn cumplido, De mis sueos, al fi n, la imagen pura, Estaba en tu belleza embebecido, Lgrimas derramando de ventura. 131 RIMAS NI( 0 . 1 MIGUEL ASSIAT YMAESTIK CON UN 1ItI.O00 DON CARMELO CALVO Y RODRIGUEZ A LOO A Do Y SECRETA RIU DE LA E XCELF NT (sINI A DIPUTACI . ,N PROVINCIA L DE A LICA NT b. .EI Arte es un enviado de Dios. l)eho, pues, cen sar:Irme al Arte, para servir 1ioi.. (1, ALTCANTE.-1892 Establecimiento tipogrfico do EL GRADUADOR CA ROO DE RA EL BERNA DEL: Portada de Rimas 132 Mi GUERIDO HIJO 1GUEL Al Y Y :731-1UQUS SE quien sino ti, hijo no, fic) Gc) 6 Jedicar este) /to 6. c) vemos yo 1 1 , T o t, pesar del ci1esdn, last et %rucio, con 9 110 oto 5i (o inatettalista miza ta poesa., u 1 tieciut, tj consetvats fas mias como un tic.) tC3010, 110 por JU tn41t0 littO pottpw en etias viven t patpitan todas mis ideas 11 Jentimiettlo5; pues sato liie) nunca le) ociito nuis fo sentido, ire) todo to T u) (ic Jellii(lo ,JLtitliltb, 5i estos vasos ven la tu 5 ptitfica o por, ti. )os ve co coreccionados, dos veces pedidos causa G h) tos T undes coii tiutteuijio t icisitudes pe lentos expetimentado , Ji40 tu citando amor tId ti tu incriettatilatft) fuei o Maldad, fui podido te, unir otta ve fa malo pazto els, linmundo el i nuente: elu i dti ro cono ji ucuG(W caiio ittU iellItiZt ) Itte: dia.) 4 t,11..i ! indio la mutad: peto en estas iiujinas an vire., t t an1110 laGfa tni r i-7/e)-(aL.f/ Dedicatoria de Rimas 133 Gracias, Dios mo, que mi amor alientas! Hoy, cual nunca, en t creo y ms te amo, Y ms grande a mis ojos te presentas; Y si en la sombra de la duda el mundo Me hubiera sepultado, a t hoy tornara, Y tu bendito nombre, Tu eterna gloria y tu poder cantara. Que t esta llama enciendes Cuando, benigno, desde el alto cielo, Tu mirada de amor al mundo tiendes; Y esta llama inmortal revela al hombre Que no es mentira su perpetuo anhelo; Que no es la nada su futura herencia; Que hay otra vida do tender el vuelo. Oh, santo, eterno amor, Carmen querida! En vano el mundo impo, De los placeres, hasta el borde llena, La engaadora copa me mostraba: Siempre en mi corazn hall un vaco Que ese goce del mundo no llenaba; Y es que en torno vagar tu imagen va Mi ardiente fantasa, Y por tu amor inmenso suspiraba. Y lo alcanc por fi n; siempre mis ojos Han de mirar tus ojos, y mi aliento Aspirar el suspiro Que leve escapa de tus labios rojos. Siempre tuyo ser mi pensamiento, Ir a la tuya mi existencia unida, Con tu alma mi alma confundida, Y mientras Dios bendice nuestros lazos, Ver cual sueo resbalar la vida Suspirando de amor entre tus brazos. Ah! Vosotros que ansiais pasar las noches En las orgas, de zozobras llenas, Cuando libres pensais tender el vuelo, Ms sujetos del vicio en las cadenas; Que siempre en pos del mundo y sus placeres Frenticos correis, con torpe anhelo, Sin paz en el alma y sin ventura... Quereis trmino hallar en la amargura Que por doquier os sigue, Y el blsamo encontrar que vuestro hasto Y vuestro afn mitigue Amad, seguid el entusiasmo mo, Buscad un ngel bello que os adore Con este afecto santo, 134 Una mujer que enjuague vuestro llanto, Que en vuestras dichas goce la primera, Siempre sus ojos en vosotros fijos, Que sea vuestra eterna compaera Y la madre feliz de vuestros hijos. Yo encontr a esa mujer; desde el momento En que escuch su acento, Es ms santo el afn que el pecho siente Y es ms puro tambin mi pensamiento. Oh! Que nunca tender las negras alas A la duda cruel en torno vea, Que implacable llegando hasta mi seno En medio del placer verdugo sea, Que vierta hasta las heces su veneno. Que es terrible dudar; mas ay! perdona Yo nunca dudar que prometiste, Con el candor de un nio, Guardar este cario, Cuando temblando mi pasin oste; Lejos, duda, de m; Carmen me adora, Y contemplo brillar ya en lontananza De nuestro cielo la adorada aurora. Y quin a detener el vuelo alcanza de nuestra dicha inmensa, Ni esta llama voraz ver extinguida Quin a arrancar se atreve en su locura De m tu corazn, Carmen querida Si elegiste mi amor, yo har que nunca Falte laurel para ceir tu frente; Que arder mi pecho el entusiasmo siente, Y se levanta el nimo gigante. S, tu sers el ngel que me aliente Para tender el vuelo a la victoria, Con arduo empeo y con la fe constante Siempre tu imagen fija en la memoria. AY DEL QUE NO AMA! Cun triste el mundo ante los ojos gira Y suena indiferente su ruido Cuando desierto el corazn y herido Sin esperanza y sin amor suspira! 135 OBRAS DE DON MIGUEL AMAT Y MAEgT4E. PESETAS RIMAS. Un tonto en 8. 0 mayor, do ms do 300 pginas, enneradamente impreso, con buen papel y elegantes tipos, el retrato di autor y un prlogo de D. Car melo Calvo y Rodrguez, Abogado y Secretario do la Diputacin provincial do Alicante DON JAIME EL CONQUISTADOR Romance Histrico ampliamente anotado y seguido do citas cronolgi cas y un juicio apolegetico sobre dicho monarca y su reinado, con na prlogo por D. Juan Vila y Blan co, Cronista do la provincia do Alicante. . . . . FOLLETOS CATLICOS CANTO A LA CRUZ.Folieto primero. ---(2.a cilici o) O `.2. 5 CANTO A LA PUBISIMA.Foileto srgundo.C2. edi cin) 0 25 VIDA DE SANTA MARA MAGDALENA. puesta en verso. ---Forhtn tercero . . . . . . . . . . LA LIDERTADOptIsculo, can un prlogo d D. Miguel Maria Gil, Cannigo Do -toral do la Colegiata (I I Alicante; en cuyo folleto va ins:u.to el celebre dialo go titulado: Los senderos de la tez, obra del apoogista cristiano Monsonor Bongaud, Obispo do Laval . LA EDUCACIN CATLICA. Revista semanal religio so-cienttico-literaria, con aprobacin do la Autori dad Eclesistica, al nfimo precio de una peseta tri mestre en toda Espaa. EN PRENSA EL AMOR CRISTIANO en verso y prosa, con hermosos grabados; libro para todo ,4 o partici ara los nios y las jvenes, con un prlogo ,)1- Juan do Lis. PROSAS. Escritos vat ido Politica, De recho, Historia, Literatura, i Agricultura Dasonorna, con un prlogo or Fray Jos. LAS ORACIONES DEL CRISTIA Mxima consejos, to do en verso para los jvenes quo hacen por primera voz su entrada en la sociedad, y para llevar una vida ajustada la virtud, y alcanzar una buena muerte. Folleto cuarto. VICENTE V. QUEROL.Apuntes para su biografta y juicio cr tico do sus Rimas. ebrao se venden en ca , a .lel Autor, Petrel (provincia de A! can en Madrid en las libreras de lb Fernando Fe. Carrera de San (jer nimo ; 2; A. te S. Martn. Puerta del Sol, fi ; Enrique fl emuda, calle de la Paz, O y Sr. Surelor de Aguado, calle de Peritajes, 8, y en las principales libra rlas de provincias. Contraportada del Canto a la Cruz. Obsrvese el anuncio de dos libros de Amat que llevaran prlogos de Martnez Ruiz firmados con seudnimos. 136 FOLLETOS CATLICOS PRIMBIZO ..... ........... CANTO LA CRUZ POR G I UEL MAT Y MAESTRE 4 J .................... Segunda edicin. ALICANTE IMP. DE MANUEL Y VICENTE GUIJARRO 1892. Portada del Canto a la Cruz. 137 Pramo seco de infecunda arena Es al mortal la vida sin amores, Pramo sin perfumes y sin fl ores Do arrastra como esclavo su cadena. Que es del alma, el amor, perpetuo anhelo, Si en ella la virtud est escondida, Dulce verdad que hallamos en la vida, Rayo de luz que nos conduce al cielo. Quien el encanto oculto no ha sentido De confundir con otra su mirada; Quien una mano nunca entrelazada Con otra mano trmula ha tenido; Quien de un amante en anhelada cita El presuroso paso no ha esperado, Y en su dulce ilusin no ha adivinado Un corazn, que amndonos palpita; Quien no fi ngi de amor leves enojos, Que una sonrisa a destruir alcanza; Quien no contempla un cielo en lontananza A do la luz le gua de unos ojos; Y quien estas palabras: yo te amo, Mientras baa una lgrima el semblante, No ha pronunciado nunca palpitante Con este santo fuego en que me inflamo, Nunca ha sido feliz, Carmen querida; En vano el mundo su placer le ofrece Si all en su corazn la fl or no crece Cuyo perfume endulza nuestra vida. Qu importar que infatigable luche Con el arcano de la ciencia el sabio, Y el mundo al fin de su inspirado labio La santa voz de la verdad escuche De su existencia amargar los das La envidia, oculta siempre tras su gloria: Yo prefiero tu amor a su victoria, Angel, que a mi alma ventura envas. Mientras que lleno de congoja el pecho Contar suea el avaro su tesoro... Oculta mano arrncale su oro, Tal vez la vida en el angosto lecho! Seor de Europa un hombre alzase un da... Doquier su gloria los espacios llena... Le hieren. . . cae... es nada! En Santa Elena Contempla reyes los que esclavos va! 138 Revuelto giro de la infiel fortuna, T no penetras en el dulce asilo Donde alegre el amor vive tranquilo, Dos almas puras confundiendo en una. De esas dos almas el eterno anhelo El infortunio a destruir no alcanza: Su dicha es el amarse, y su esperanza, Juntas un da remontarse al cielo. UN RECUERDO Bella corona de flores, Que envidiando su hermosura, Ceiste la frente pura Del ngel de mis amores; Negra trenza de cabellos, Que ondulando en sueltos rizos, Ocultaste los hechizos De sus dulces ojos bellos; Rosas, que el tiempo fatal Cual rudo aquiln consume, Ya que dio aroma el perfume De sus labios de coral; Hoy que triste y lejos de ella, doliente el alma, no aspiro Su dulcsimo suspiro, Ni contemplo su faz bella.. . Qu gratos recuerdos son Los que por mi mente giran Cuando mis ojos os miran! Cul late mi corazn! Corona, rizos y flores, Cuando llegue el feliz da En que pueda llamar ma La reina de mis amores; Y a mi unida en santos lazos La contemple embebecido Cual querube descendido De los cielos a mis brazos; Cuando nada ya en el mundo Impida nuestra ventura, Prueba sed de mi ternura Y mi cario profundo. Al veros, prendas de amores, Su imagen brota en mi mente: Yo os guardar eternamente Corona, rizos y flores. A LA SANTISIMA VIRGEN EN EL AUGUSTO MISTERIO DE SU PURISIMA E INMACULADA CONCEPCION ODA T que diste, Seor, ser de la nada A cuanto el orbe encierra; T, que amoroso tiendes la mirada Desde el cielo a la tierra; 139 T, el slo grande y sabio, Que haces del barro vil vaso de oro; Abre, Seor, mi labio, Pues hoy, cual nunca, tu favor imploro, Para cantar en tan glorioso da, De fe mi alma y de entusiasmo llena, La pureza sin mancha de Mara, La venturosa Virgen nazarena, Que es tu Madre inmortal y Madre ma. La veis. . . All.., en la cumbre, En la regin esplndida y serena, En la ciudad de Dios! Del sol la lumbre Es slo niebla oscura Ante la luz que de su faz fulgura; Luz a la par suave Que ni turba ni hiere. La alborada Tom todo su encanto De su dulce sonrisa y su mirada. Su boca al contemplar, nido de amores, La tez divina y ntidos cabellos, Cierran su cliz con rubor las flores, Y toda luz apaga sus destellos. Cuanto anhelamos posa en su alba frente, Verdad, bien y belleza; Que es la misma virtud resplandeciente, Es la misma pureza. Las gradas de su trono los queru bes Suben, llevando nuestras pobres preces, De incienso envueltas entre blancas nubes. Dulces sonidos brotan a raudales En mgico suavsimo concierto, De las ebrneas arpas celestiales Que el zafir abrillanta, Y el coro de las vrgenes su gloria Inmarcesible canta. Feliz! Hermosa! Sin igual victoria! No era la luz, ni el tiempo; ni los astros All en el fi rmamento Giraban todava. .. Y ya, en el pensamiento De Dios, era Mara. En la mansin primera nuestros padres, Tras su cada msera, cual signo De amor y redencin la contemplaron; Y los Profetas, con uncin divina, A los futuros tiempos la anunciaron; Y Paz del mundo, Estrella matutina, 140 Huerto cerrado, Fuente cristalina, Y Puerta de los cielos, la llamaron. Y entre las turbias aguas al fi n brota El manantial sereno y transparente; Entre zarzas el lirio, y tras la oscura Noche, la blanca luz en el Oriente; Sonando all en la altura: Naci la Virgen, del Seor morada, Sin sombra de pecado, Inmaculada! Los siglos a los siglos sucedieron, Y razas y naciones El anglico canto repitieron: Inmaculadal... Y fueron Vanos los gritos de ira De la impiedad y de Luzbel la saa, Porque eco fi el de tantos corazones, Y nuncio de verdad, que el mundo admira, Tambin all, en el alto Capitolio, El Vicario de Dios, que Dios inspira, Inmaculada! la aclam en su solio. Que nos bastaba fueses La Hija adorada del Eterno Padre, Del Espritu Santo tierna esposa, Y de Jess la Madre cariosa; No te bastaba ser Virgen y Madre, Cual Isaas lo anunci en su vuelo; Ni Reina del Empreo, ni del hombre Norte y amparo, sin igual consuelo!; Ni trono del saber, Sol de justicia Y arca de nueva perdurable alianza; Ni de bondad prodigio y de hermosura, De viva fe y fi rmsima esperanza. . . La ms humilde y alta criatura! No te bastaba, no; que era preciso Al mundo, al cielo, a tu inmortal decoro, que inmaculada fueses; Cual ampo de la nieve, limpia y pura; Alba paloma, cndida azucena, Cristal nunca empaado, alczar de oro, Digno templo de Dios.. . de gracia llena! Y quin, al contemplarte, Dechado augusto, celestial Mara, Quin dejar de amarte Quin dejar en el mundo de invocarte Con este dulce nombre: Madre ma! Madre ma! es el grito que se escucha 141 Junto a la cuna, al maternal cario, El que repite el candoroso nio, La pdica doncella, el noble anciano, El pecador contrito en los altares Y el nufrago que lucha De la existencia en los revueltos mares; Madre ma! sin tregua suspiramos, Cuando, en el llanto y el dolor sumidos, Tristes y solos en el mundo estamos; Madre ma! es el grito de consuelo Que el corazn exhala, cuando heridos De la calumnia o la injusticia, el cielo Nuestra inocencia mira y nuestro duelo; Madre ma! clamamos Cuando, en horrible guerra, A lo infinito el alma nos levanta, Y la materia vil ata a la tierra; Madre ma! murmura el que escondido Pesar lleva en el pecho, Del mundo no sabido; Y Madre ma! en el cruel momento, Ante la oscura eternidad, el hombre Es el bendito nombre Que al aire da con su postrer aliento. Oh, Virgen inmortal! Oh Virgen pura! T has sido siempre del cristiano escudo, Y tembl la impiedad; mas hoy, cual nunca, Alzase poderosa Y por doquiera amenazar parece Catstrofe espantosa. Que el viento del orgullo avanza y crece, Y a la razn Dios llama; el orbe todo No basta a la ambicin, y la impureza Su trono tiene entre el infecto lodo, Pero del mundo impo triunfaremos Si T nos tiendes la benigna diestra; Bajo Tu dulce amparo nos ponemos; Hblanos, te escuchamos, Madre nuestra. Al ambicioso dile: Soy Templanza: Qu te dan oro y cetros en tu mano, Si eres slo un puado de ceniza Que esparcir maana el viento vano Al que ciega el orgullo: Soy humilde: Con slo tu razn vives inquieto; No pretendas, sin Dios, saberlo todo; Que es el mundo sin El hondo secreto! Al que mora en el vicio: soy pureza: 142 FOLLETOS CATLICOS SEGUNDO CANTO LA IffV,K2 con motivo del augusto misterio de so ll LsIqt . * linoculada POR locin ten Miguel 71mal zr Maestre. Neter Orti pro nobis. Segunda edicin. ALICANTE IMP. DE MANUEL Y VICENTE GUIJARRO 1S92. 143 Rompe esos torpes lazos; No importa tu flaqueza; Dios es fuerte, y te espera entre sus brazos. Y al que vive en la fe... sostnle, Madre! Al que niega, su espritu ilumina; Al que duda, dispale las nubes Por las que triste y sin timn camina: Y a todo el que sin paz, con loco anhelo, Tras la felicidad corre en la tierra, Dile que slo en la virtud se encierra, Pero que el Sumo bien. .. slo en el cielo. A LA CONQUISTA DE VALENCIA No al blando son de enamorada lira Vengo a poblar los vientos De fl biles acentos; No desmayado aspira Mi corazn; que los espacios rompa El grito agudo de guerrera trompa; Y a par suyo el loor, el himno santo, Yo elevar, para ensalzar la gloria Del que al hijo de Muza puso espanto, A su patria cantando su victoria. T que humillaste el encumbrado trono Del coloso que vino, Ciendo lauros de Austerlitz y Jena, Alegre a uncirnos con feroz encono Al eje de su carro diamantino, Santo amor de la patria! en viva lumbre Baa mi frente, y que alentar no vea Torpe desmayo, que a mi voz se encumbre Para que digna de su gloria sea. Era un da de horror; infausto da! Como presagio fnebre avanzaba Triste nube sombra. Que el bello azul manchaba Del puro cielo de la patria ma. Y es que olvidado de su trono, duerme Rodrigo en brazos del amor, y en tanto Los hijos del desierto con espanto, Huellan el suelo de su pueblo inerme! Ceidos de furor, grito de guerra 144 Rugientes lanzan sobre el trono godo, Y el cetro aquel que domin la tierra, El Guadalete lo escondi en su lodo. Y esclavos siempre, sin poder, sin gloria De Recaredo gemirn los hijos No, que sus ojos, en los cielos fi jos, Ellos tendrn y alcanzarn victoria. Ya de hroes mil la vencedora espada Del agareno la cerviz humilla; Ya est la Luna tras la Cruz nublada; Grito de muerte por los aires suene, Que de Aragn las armas y Castilla A los frtiles campos de Granada Vuelan desde las cumbres del Pirene. Y uno entre tantos, de laurel ceida, Logr a los cielos levantar la frente; El genio de la guerra, ved, se anida En su mirada ardiente. El nuevo trono derribar desea Del brbaro africano, Y en su potente mano El estandarte de la Cruz ondea. Y as su voz, que el entusiasmo inflama, La gloria y la virtud al par inspiran: Teida en sangre vuestra patria os llama, La edad pasada y la futura os miran. Volemos al combate; en faustas horas A los revueltos mares nos lanzamos, Y al agareno su preciado trono De enmedio de las ondas le arrancamos; Hoy con igual encono, Hoy con la misma saa, Volemos a clavar nuestra bandera En la feraz ribera Que el manso Turia murmurando baria. Tal dijo, y anhelante Entre la inmensa multitud que escucha, Revolva los ojos el gigante. Vsteis la furia de aquiln saudo Cuando en las selvas muge Y todo cede a su potente lucha, Todo se dobla ante su inmenso empuje Tal, creciendo en furor, el pueblo avanza Tras la gloriosa lid; de fuerte acero Se viste el caballero, 145 Embraza airado la fornida lanza El almogvar fiero, Y entre la muchedumbre Alza Jaime su frente, cual domina Entre maleza humilde alla en la cumbre La gigantesca encina. Ya parten; ved: bajo la frrea malla Los bravos corazones Se mueven al furor de la batalla; Van, do Castilla un tiempo sus leones Arroj en vano a la sangrienta arena; Van a los campos do de Alfonso el Grande An el grito de muerte alto resuena,. Do la sombra del Cid su espada blande. Y habr quien logre resistir su empuje No, que es Jaime el seero de su gloria, Y el monstruo del Islam airado ruge Y se humilla a su paso, Mientras que l sigue su triunfal carrera, Como el Sol cruza por el alta esfera Del oriente al ocaso. Ved a Valencia: cual visin divina Coronada de flores se levanta Del Turia junto a la onda cristalina. De empaar el azul de tu albo cielo Tuerce el ave, medrosa, el vago vuelo; Y el mar rizado, que a besar tu planta Humilde rueda sus movibles olas, Un himno eterno a tus grandezas canta, Reina de las ciudades espaolas. Al contemplarte el adalid valiente, Siente baar el llanto su mejilla, Latir el pecho apresurado siente. De sus padres aqu fue la alta cuna; Mas hoy triunfante brilla Do se alzaba la Cruz la media luna: As, de altivez lleno, El noble corazn vuela al combate. Mas, ay!, tambin osado el agareno Siente que el suyo por su patria late. Cual dos leones que en la ardiente arena Chocan, y en sangre tintan su melena, Redoblan su furor, y su rugido Por el desierto el viento estremecido En los extensos lmites resuena, Chocan, cercando el pecho ardiente saa, 146 Los hijos del Profeta y de la Espaa. De polvo denso la confusa nube Del sol el disco enrojecido oculta Cuando a los cielos sube, Y entre su sombra el campo se sepulta. A un tiempo mismo en mpetu saudo Embravecidos cierran; se oye slo El chocar del acero en el escudo; Serena y fuerte o con artero dolo Doquier la muerte su guadaa esconde; Vuelan en pos la rabia y la venganza, Y al grito de furor que el infiel lanza, San Jorge y Aragn! slo responde. T, Dios de las batallas, t, Dios mo, Que el cetro empuas de los anchos mundos, El slo en podero! T que en da de gloria alzar hiciste La gigantesca sombra de Pelayo Y con tu aliento vengador le diste La voz del trueno y el poder del rayo, Haz que el lauro feliz de la victoria Cia de Jaime la serena frente Y guarde eterna el mundo su memoria. Ya con plido miedo al fuerte muro Huyen las lunas a esconder su saa, Como herido milano en la montaa Vuela al nido seguro. Qu importa el muro a tu valor Tu mano Pones sobre l, y con fragor retumba Cayendo estremecido; Y el hijo del Profeta la honda tumba Mira bajo tu espada que azul brilla, Y dobla al fi n vencido Ante Jaime la frente y la rodilla. Oh, momento feliz! La vista al cielo Levant el rey, que oscureca el llanto; En torno suyo resonar se escucha Con dulces ecos religioso canto; Y el sol naciente con sus rayos dora Sobre tus pardos muros, patria ma, De nuestro Dios la insignia triunfadora. Feliz la historia que te abri aquel da! Tu genio audaz a los revueltos mares Impvido se lanza, Y en Marsella, en Italia, en la alta Grecia, Fundando nuevos lares, 147 La paz cobarde y sin honor desprecia. Ejemplo de nobleza eran tus reyes, Imitaba el Petrarca a tus poetas, Copiaba el sabio tus antiguas leyes; Sobre las ondas de la mar inquietas Terror del pueblo infiel eran tus naves, Y al soplo de los cfiros suaves Volaban orgullosos los blasones De tus sangrientas barras Por la Libia, guarida de leones, Que an conserva la huella de tus garras. Si hoy otra vez en su desierta arena Aquel clamor de tus batallas suena; Si otra vez corre con la sangre mora La sangre de tus hijos confundida, Del Cid la sombra invoca, que en ti mora, Y de Jaime la espada no enmohecida Blande otra vez con mano triunfadora. LA GUERRA DE AFRICA (En el Aniversario de la toma de Tetun) Que si el justo dolor mueve a venganza Alguna vez el espaol coraje, Despedazado con aguda lanza, Compensars, muriendo, el hecho ultraje. (Por la prdida del rey D. Sebastin. HERRERA.) Tras largos siglos de letal desmayo, Fro de muerte siente La patria de Pelayo; torpe baldn lancemos a su frente; Esos que veis no son ya los leones Que los monarcas trmulos miraron Siempre llevar triunfantes sus pendones: Ya su grandeza y su valor pasaron; Luchemos, pues, con saa, Y humillado contemplen las naciones Ante nosotros el poder de Espaa. Tal con desprecio el brbaro deca, Y a los nuncios de paz, siempre arrogante, Con el grito de guerra responda; Guerra! pues, guerra! pues, alto levante La Iberia toda el nombre sacrosanto; 148 Sobre el altar resuene Del sacerdote el canto; Blico estruendo los espacios llene; Por el confn del Africa el espanto Lleve el blasn de las sangrientas barras, Y otra vez deje en su abrasada arena Fiero el len la huella de sus garras. Yo los vi, yo los vi cuando partan; Yo los vi luego coronar sus frentes; Los pechos todos de placer latan! Volad, volad, valientes, en torno suyo oan: A ese pueblo mostrad si indiferentes La afrenta vemos que nos lanza fiero, Con nimo cobarde, En la vaina guardando nuestro acero; Tras siete siglos de afanosa guerra, Mal apagado en nuestro pecho, an arde El odio aquel que estremeci la tierra; Hoy que de nuevo provocarnos osa, La Luna, ante la Cruz, mire humillada Que an existen los hroes de Granada Y las sangrientas Navas de Tolosa. Y ellos sus ojos en el cielo fijos, La frente alzaban con orgullo santo; Vana es la voz de los dolientes hijos, Y vano de la esposa el triste llanto: Cuando la patria nuestro auxilio implora En su honor ofendida, Qu importa nuestra vida Ni el temor pusilnime que llora Volar ansiaban arrogantes donde En su spera guarida El brbaro se esconde, Y en desprecio de Europa y de sus reyes, A nuestras santas leyes Con sarcasmo salvaje nos responde. Y parten, cruzan el hercleo estrecho; Y en vano embravecido entonces muge El huracn deshecho, Y la tormenta amenazante ruge; Qu importar que a contrastar su saa Los elementos fieros se levanten Doquiera lleve su pendn Espaa, Voces sern que su victoria cante. 149 Y una vez y otras mil, cual blanca nube, Puebla el rabe osado la ancha sierra; truena el ronco can, y a su estampido El humo denso hasta los cielos sube, Mientras de sangre cbrese la tierra; De rabia y de dolor se une un gemido Al grito inmenso de venganza y guerra; Vano ser que luche embravecido El africano en la pelea ardiente; Doquier que llega el espaol, triunfante Hace que humille la soberbia frente, Cobarde huyendo ante el blasn divino, En tanto por la Libia amenazante Sigue el len de Espaa su camino. Dnde vais Dnde vais A nuestro paso Los altos montes ponen ruda valla Do el enemigo infiel se oculta acaso Y se apresta de nuevo a la batalla. Dnde vais Dnde vais Cuando l ostenta Las arrogantes huestes extendidas Bajo su planta, el suelo desaparece; Si una vez y otra vez fueron vencidas, Su negro encono y entusiasmo crece. Mas qu importa la saa Del que cobarde a mancillamos vino Adelante, adelante, hijos de Espaa, Noble misin os depar el destino; De vuestra espada tras el golpe rudo, De la verdad y el bien se abre el camino; tal otros siglos por el Asia pudo Llevar su genio creador la Grecia, Y Roma sabia de laurel ceida Mir a la tierra respetar sus leyes, Ante su gloria y su poder vencida. Ved la ciudad, para el infiel sagrada, La rica joya, gloria de sus reyes, De todos codiciada; Tras de sus pardos muros A morir o vencer, ardiendo en ira, Ansan volar altivos corazones que el fuego santo de la patria inspira; Ya por el viento ondean sus pendones, Rasga el espacio blico sonido, Y en derredor de la ciudad se ostentan, Cual su guarida ruedan los leones, Y a defenderla fieros se presentan. 150 Y en tanto el espaol contempla osado En sus almenas la nublada luna Que vacilante brilla, Y contempla la inmensa muchedumbre Que, al ver partir las armas de Castilla, El llano ocupa y la lejana cumbre. Oh, cun hermosa entonces por su mente La imagen cruza de la patria amada, En su honor ultrajada! Y cmo el pecho presuroso late Anhelando vengar la torpe afrenta En el mortal combate! De gloria y de valor sereno da! Su frente de oro el Sol alza radiante Iluminando la extensin vaca, Testigo a ser de la titnea lucha. Llega por fi n el suspirado instante! Vago silencio envuelve el campamento; Slo en torno se escucha Del pesado can el rodar lento. Las aguerridas huestes Mira avanzar el espaol caudillo, el duque insigne, y a las suyas dice: al fi n hoy vemos sobre el ancho muro De la batida luna los reflejos Y en derredor altivo al africano; Podrn, al verle, combatir en vano Los valientes de Anghera y Castillejos Volad, blandid en la potente mano, teida en sangre, la fulmnea espada; Al combate volad, la patria os mira; Que vuestras frentes cia la victoria Y pueda el mundo contemplar la gloria Que en letras de oro dejar grabada Al porvenir la historia. Tal dice: en torno gira Los irritados ojos, donde ardiente El dios de las batallas centellea, Y al fuego oculto que en su pecho siente, Cual nuevo Aquiles combatir desea. Vsteis tal vez sobre encumbrado monte La tempestad que fi era se levanta De pardas nubes llena el horizonte, Y con rugido de furor que espanta, Volando en alas de aquiln saudo, El fuerte roble y la gigante encina 151 Abate al fi n tras de su empuje rudo, Slo ya en derredor viendo los ojos, De la talada sierra Los mseros despojos; Tal el bando espaol avanza y cierra Sobre el infiel altivo, Que ante su fiero batallar se aterra, Huyendo al fi n cobarde, Mientras la rabia el corazn encierra Y oculto el rostro de vergenza arde: Huyen los que llegaron A mancillar nuestro preclaro nombre Y sin poder ni gloria nos juzgaron! Huyen! Tras su cada, De terror a la Libia estremecida Los monarcas de Europa contemplaron. Y lleno de entusiasmo el pecho, avanza El espaol triunfante: Su vuelo, quin a detener alcanza De la ciudad abiertas Plido el miedo ofrcele las puertas: No la luna arrogante En sus almenas brilla, Tan slo por el viento amenazante Vaga el pendn altivo de Castilla. Gloria, gloria a mi patria, Gloria eterna a sus hijos, que vertieron Su noble sangre en la gigante lucha Fecundando de Libia las arenas; Las naciones que dbiles creyeron A los que un tiempo vieran con espanto Doquier dictar sus leyes, tornarn a mirar, de miedo llenas, Al pueblo altivo que humill cien reyes, al que encendi la hoguera de Numancia, Al que triunf en las aguas de Lepanto, Y audaz, cruzando los revueltos mares; A otro mundo llev sus dulces lares, Eternizando en l su influjo santo. Tambin, Africa, en t sus ojos fijos Tuvo un tiempo feliz la patria ma: A tu arena llevaban sus guerreros Veleras naves por la mar brava, Y all en cien muros, do llegaron fi eros, La ensea de la Cruz resplandeca. Tristes an vagan, mas de gloria llenas, 152 De Pedro y de Isabel las grandes sombras, De Tnez y de Orn en las almenas. Hoy que de nuevo, patria, te levantas Tal como un tiempo fuiste, Tras duelo tanto y amarguras tantas; Hoy que contemplan rotas sus cadenas Los nobles hijos que humillados viste, En torpe mengua de sus leyes santas, Otra vez en redor los ojos gira Y en la tierra comprende tu destino: Africa esclava y sin poder suspira, All te gua tu brillante Historia, Africa slo, Espaa, es tu camino, En ella est tu porvenir, tu gloria. COSAS DEL MUNDO LETRILLA Ese del coche, quin es El banquero D. Len. Qu lujo! Qu ostentacin! No tiene un ochavo, Andrs. Mas, t su lujo no ves En fuertes pruebas me fundo. .. Pero, chico... me confundo! Si en teatros y en reuniones Gasta a cientos los doblones. .. Ah vers... cosas del mundo! Ya es ministro Juan Antn, Aquel audaz corrompido. Hasta ministro ha subido Pero habla muy bien Antn, Y es largo... y tiene intencin... Es imposible, Raimundo En la Gaceta me fundo. Pero hombre, cmo ha de ser, Sin honradez, ni saber... Ah vers... cosas del mundo! Yes honrado... Al ministerio Va y vuelve y nada consigue. La desgracia le persigue. Y es largo, y tiene criterio. Y el jefe, que es hombre serio, Al verle meditabundo, Dice: maana. Facundo, En esta tierra de Espaa Maana es nunca; le engaa. Qu infamia... cosas del mundo! Es muy fi no... muy buen mozo... Tanto tienes cuanto vales. Siempre con lo mismo sales. Porque te hablo sin rebozo. Y ms y ms me confundo. Es chistoso y es fecundo... Es un quidam, un danzante... Tiene dinero. Adelante... Oh, Espaa! Cosas del mundo! Sin piernas y pobre y ciego... En la guerra se qued. Y qu pensin alcanz Pues despus de mucho ruego, Dos realitos de D. Diego. 153 FOLLETOS CATLICOS TERCERO VIDA DE litMII1 MAGIIN3A niEsmA. EN VERSO PUR Don Misuel limai y rficiesire. ALICANTE IMP. DE MANUEL Y VICENTE GUIJARRO 1892. 154 Para morirse errabundo... Y el Hipdromo, Raimundo, Nos cuesta algunos millones! Mas hubo muchas razones... Ninguna.Cosas del mundo! Y qu es eso... el Imperial Se llena, chico. Un torero. Desesperarme no quiero: No he visto una cosa igual. Es que no tiene rival La gente rica, Facundo, Le tiene un amor fecundo Y le ampara. . ., l se jalea.. . Y el gran SelgasY el gran Cea Mrtires!Cosas del mundo! Observa cun cambiado Est Fernando, el poeta. No tena una peseta; De lo bueno enamorado, Ojeroso y desgreado Andaba meditabundo. . . Chico, es verdad. Me confundo. Ser cierto que hoy su pluma Busca el negocio y la suma Puede ser. Cosas del mundo! Y en medio de tanta gente Que cobra y goza y no es lerda, Quin en Espaa se acuerda Del pobre contribuyente Ese es humilde y paciente. . . Y a veces pide iracundo... Mas se le da un no rotundo En cualquier oficinilla, Donde se cobra y se brilla. .. Es verdad. Cosas del mundo! UN PROGRAMA POLITICO CARTA A UN AMIGO Tu insistencia, amigo mo, Llena de asombro mi alma. Quieres que a la mar me lance De la poltica ingrata, Luego no quieres mi bien, Que la paz sencilla y santa No vive en la agitacin De la lid parlamentaria. Pero t quieres saber, Si tal ocasin llegara, Entre tantas opiniones Cual sera mi programa. Pues que tanto empeo tienes Lo sabrs sobre la marcha. Antes de las elecciones As al nuevo pueblo hablara, Con franqueza y lealtad: Pronto estoy a la batalla, Pero escucho condiciones Antes de tomar las armas. Yo defiendo la justicia Que a la libertad ampara, Pues la libertad perece Donde la justicia acaba. Yo quiero la libertad Con el orden hermanada. Al pueblo le quiero dar Instruccin slida y vasta, Y educacin religiosa: El pan del cuerpo y el alma! Que sin Dios, es imposible La felicidad humana: La felicidad por todos Tan querida y codiciada; Dichoso el pueblo creyente Que espera en Dios y a Dios ama, Infeliz del que le olvida Sin ver tras la tumba nada! Paz para todos, mas guerra Implacable y sin tardanza, Al fro materialismo, Que todo lo grande mata; 155 Reformas y economas Proclamo, mas bien pensadas. La propiedad que an existe En manos acumuladas, Sin justicia, del Estado, A manos del pueblo vaya, Bajo justas condiciones, Que pueda sobrellevarlas. El ejrcito reformas Muy radicales reclama: Y que sirva el ciudadano A la nacin con las armas, Sin distinciones injustas, En rico y pobre, que espantan. Sufrir una ley tan dura En esta tierra de Espaa. El que trabaje, que cobre; El que no trabaje, nada. Aunque algo le ha de quedar Al que entr con la esperanza; Con la mitad de empleados Sobran, mas con buena paga, Para que puedan vivir; Que la vida es hoy muy cara. Quien quiera un cargo, lo gane En noble lid, que no hay nada Ms triste que ver al sabio Muriendo de hambre en su casa Mientras sube el ignorante A la posicin ms alta, Porque no le da la mano Un cacique, que en Espaa La ley es hoy letra muerta; El cacique es el que manda. Y el origen de este mal Que tantos estragos causa, Est en el sistema absurdo De elecciones que est en prctica. Decid qu es un diputado Que el pueblo al Congreso manda Un procurador en Cortes, Como antes se le llamaba, Cuando ramos respetados Por dentro y fuera de Espaa, Y quines procuran bien Los negocios de la Patria Aquellos que bien procuran Los negocios de su casa. Aquellos que tienen ciencia, Ciencia grande y ciencia honrada: Que la ciencia sin virtud, Ni es ciencia, ni arte, ni nada. Pues bsquense diputados En los centros de enseanza, En las cultas sociedades A todo bien consagradas, O que representan grandes Intereses de la Patria, Y en los gremios, que es muy til Volver a ellos, con varias Reformas que hacen las ciencias Y el progreso necesarias: Con los gremios que pudieran, Dndoseles ancha vara, Pesar mucho en la contienda Que cuestin social se llama. En cuanto a mi, ya sabis Mis ideas; compendiadas Las dir y punto redondo Con estas cuatro palabras: Hacer bien es mi divisa, Mi escudo la fe cristiana La verdad el sol que busco, La recta razn mi espada. Ese soy; y cual soy, mundo, He de entrar en la batalla: Dime si cual soy me aceptas Antes de tomar las armas. 156 MISERICORDIA Mis lgrimas fueron mi aliento de da y de noche; mientras que se me pregunta sin cesar: dnde est tu Dios - Salmo XLI, 40. Seor, inmenso es mi mal!. . . Es incesante y cruel, Nada puedo contra l, Sal a mi defensa, sal. Cul es mi delito, cul Mi Cruz tom y te segu. . . No hall dicha sino en t... Hoy te busco y t te escondes... Y te llamo.., y no respondes. .. Seor, ten piedad de m! De m nunca me acord; Riquezas, placeres, gloria De esta vida transitoria. . . Yo todo lo despreci. Slo una cosa anhel: Ser justo y honrarte as; Hoy mi voluntad perd, An quiero honrarte... y no puedo.. . Tuve valor.., tengo miedo. .. Seor, ten piedad de m! Cual en brazos de su madre Se duerme el cndido nio, Con la misma fe y cario, En t confiaba, Padre. Hoy, aunque al mundo no cuadre Leer lo que escribo aqu, La envidiable paz perd... Y olvidando mi oracin... No, Padre mo.. . perdn. . . Seor, ten piedad de m! Tengo un hijo... Lo primero que yo le ense fue a amarte, Y por cierto supo honrarte Cual cristiano verdadero... Sufrido, humilde, sincero, Fue un santo, un mrtir. . . Le v Triste alejarse de m. . . Y me ama. . . suerte cruel! Y le amo... y vivo sin l. .. Seor, ten piedad de m! Yo no te pido en verdad La vida ni la salud: Slo una poca quietud, Y una poca voluntad. Nada... Seor! pues mirad Que si yo sucumbo as... Sin paz.. . dirn mal de T. Todos. .. todos me han dejado! Por qu me has desamparado! Seor, ten piedad de m! PENSAMIENTOS (Fragmento de un libro indito dedicado a mi hijo) (I) (1) Estaban estas composiciones cortas destinadas a formar parte de un libro que ha quedado sin terminar, y titulado La verdadera felicidad y la verdadera sabidura. A cada regla de vida a cada consejo en verso, hubiera seguido la consiguiente explicacin en prosa. Fe cristiana!, luz divina! Slo en ti est la verdad: Quien te abandona, camina Tras la duda a la impiedad. II Qu soledad en el templo.. .! Los que sabios os llamais... Dnde dais al mundo ejemplo De vuestra fe Dnde orais 157 III No existe dicha en la tierra Que no traiga el llanto en pos. . .! Tan slo estable se encierra En el santo amor de Dios. IV Gloria. ., riqueza... poder. .. Humo, lodo, vanidad! Amar. ., esperar. . . creer. . . La paz! La felicidad! V Cumple tu fin, hijo mo; Ama y sirve al Hacedor. . . Lo dems es desvaro de este mundo engaador. VI Virtud y patria, sin fe, Son tan slo nombres vanos. . . Quien a Dios no ama ni ve. . . Cmo amar a sus hermanos VII Hijo mo, te aconsejo No temas la ancianidad, Pero s el hacerte viejo Sin aprender la verdad. VIII No desconfes jams Si atribulado te vieres, Ten fe y haz lo que pudieres Ya har el Seor lo dems! IX Cunto afn! Cunta ansiedad! D vas, mortal Ay de m! Busco la felicidad.. . La tienes dentro de t. X Ah, Seor! Nunca te am Hasta que sent ofenderte. .. Entonces triunf mi fe Del pecado y de la muerte. XI Entre el llanto y el dolor El hombre a aprender empieza Su pequeez y fl aqueza. .. Benditos sean, Seor! XII Fe, paz, y camino, y luz, Y heroismo, y humanidad, Y amor, y felicidad. . . Todo est al pie de la Cruz! XIII Cuando contemplo, Seor, De mi prjimo la ira... Y pienso en tu ley de amor, Cunta compasin me inspira! XIV Cuanto ms altos se hallan Los hombres. . . ms amarguras! Pues las tormentas estallan Casi siempre en las alturas. XV Seor, ten piedad de m! No me abandones jams. . . Pues mi corazn sin t Cambia en infierno su paz. XVI Desprecio el oro. . , y la fama Del genio. .. y el podero. .. Slo envidio a quien te ama Como mereces, Dios mo! XVII Seor, cambia mi inquietud Y mi anhelo de saber En el afn de obtener Mi corazn la virtud. XVIII Dios mo, Cun engaado Lejos de tus sendas voy!... Huyo de tu Cruz. . . y estoy Al mundo crucificado. 158 EN LO CENTENARI DEL SANTISIM CRISTO DEL MONTE CALVARI venerat en lo poble de Petrer, celebrat en 1874 (Transcribo el poema con la ortografa original) 1 Seor, cunt han desijat Quaplegara el Centenari! En quin plaer them baixat, Per lo poble them portat, Y et durem al Santuari! 2 Cuant els nostres ulls alsem Cap a la teua ermiteta, Del mon no sen recordem. . . Ni pa que ms mon volem Que eixa blanca palometa 3 Tena la Mare de Deu En lo dols nom del Remey. . . Bonifasi y Bertomeu Y el Cristo. . . que es el gran Rey! Petrolanchs, qu mes voleu 4 Pasant as y sigles van, Cristo del Monte Calvari, Mes lamor y cult quet dan Els teus fills, no pasarn; teu diu este Santuari. 5 Infelis del que privat, Oh, Sol! de ta llum se ven. . . Pero mes infortunat Qui no viu iluminat Per ta llum divina, oh, Creu! 6 Oh, hermossim Santuari! Quants que et veren ya no estn, Y quants dels que a voret van Uvert tindrn el osan. . . Y en aix no pensarn! 7 Els que may partir voleu, Per qu vostres ulls no alseu Al que nos vingu ensenyar Que al cel no se pot pujar Sense portar una Creu 8 Cristo del Monte Calvari, Primer tots volem morir, Que deixar de recibir La Ilum del teu Santuari. 9 Altres festes diferents Dins cent as Petrer far; Mes la fe que aquelles gents Y estes mga, igual ser. 10 Tot cuant desijar podeu: Fe, pau, cam, veritat, Amor y felicitat, Tot est al peu deixa Creu. 11 Vosatros teniu talent Y gran saber pera honrarla; Deixeu al menys quen amarla Os guanye y en sentiment. 12 Per aix que la vullch tant, He volat als vostres brapos, Que son molt dolpos los Hopos Que forma un afecte sant. 13 Per aix porte en lo pit, Gojs, desde que he naixcut, Fe, Patria y Amor escrit, Com vosatros en lescut. 159 14 Per aix, al vorem as, Foll me torne dalegra, jo que llunt das em mora! Y per aix, quant pa m 15 Sobriga la eternitat, Vullch que ma tomba poseu Baix los bracos de la Creu, Y la ombra del Rat-Penat. POEMAS EXTRAIDOS DEL LIBRO MIS ULTIMOS CANTOS ALICANTE 1.894 A DON ALEJANDRO HARMSEN BARON DE MAYALS EPISTOLA Antes que muera, Alejandro, Entre mis brazos el tiempo, Como dijo el gran Rioja, A quien sigo, admiro y quiero; Cual nosotros desgraciado, Y como nosotros bueno; Y al que te encargo que leas, Una vez y veinte y ciento, Pues comprendo que un deleite Sern para t sus versos, Una viva luz y un blsamo Que calme tus sufrimientos; Por lo que al partir te encargo Que te acompae ese cielo.. . Antes que muera, Alejandro, Entre mis brazos el tiempo, Deja que mi alma a la tuya Diga sus hondos secretos. Es la historia de mi vida, Cuanto ms lo considero, De tal modo extraordinaria, Que ya raya en el misterio. Obrar siempre con prudencia, Seguir el camino recto, Sembrando buenas semillas En buena tierra y no vientos, Y recoger tempestades, Sin ver un da sereno, Brillar el sol, Alejandro, Francamente lo confieso Que aunque no tembl jams, Hoy pienso, medito y tiemblo. T eres un sabio marino, Que al cruzar el mar inmenso De la existencia, tambin Sufriste mil contratiempos. Fueron grandes las tormentas Y grandes los sufrimientos... Pero el sol de la esperanza, Aunque se cubri de espesos Nubarrones, nunca, amigo, Nunca contemplaste muerto. Poco falt, me dijistes, Ese poco, segn creo, Es el punto que separa Dos infinitos... Ay! quiero Seguir, amigo del alma, Quiero seguir. . . y no puedo. 160 Rugientes lanzan sobre el trono godo, Y el cetro aquel que domin la tierra, El Guadalete lo escondi en su lodo. Y esclavos siempre, sin poder, sin gloria De Recaredo gemirn los hijos No, que sus ojos, en los cielos fi jos, Ellos tendrn y alcanzarn victoria. Ya de hroes mil la vencedora espada Del agareno la cerviz humilla; Ya est la Luna tras la Cruz nublada; Grito de muerte por los aires suene, Que de Aragn las armas y Castilla A los frtiles campos de Granada Vuelan desde las cumbres del Pirene. Y uno entre tantos, de laurel ceida, Logr a los cielos levantar la frente; El genio de la guerra, ved, se anida En su mirada ardiente. El nuevo trono derribar desea Del brbaro africano, Y en su potente mano El estandarte de la Cruz ondea. Y as su voz, que el entusiasmo inflama, La gloria y la virtud al par inspiran: Teida en sangre vuestra patria os llama, La edad pasada y la futura os miran. Volemos al combate; en faustas horas A los revueltos mares nos lanzamos, Y al agareno su preciado trono De enmedio de las ondas le arrancamos; Hoy con igual encono, Hoy con la misma saa, Volemos a clavar nuestra bandera En la feraz ribera Que el manso Turia murmurando baria. Tal dijo, y anhelante Entre la inmensa multitud que escucha, Revolva los ojos el gigante. Vsteis la furia de aquiln saudo Cuando en las selvas muge Y todo cede a su potente lucha, Todo se dobla ante su inmenso empuje Tal, creciendo en furor, el pueblo avanza Tras la gloriosa lid; de fuerte acero Se viste el caballero, 145 Embraza airado la fornida lanza El almogvar fiero, Y entre la muchedumbre Alza Jaime su frente, cual domina Entre maleza humilde alla en la cumbre La gigantesca encina. Ya parten; ved: bajo la frrea malla Los bravos corazones Se mueven al furor de la batalla; Van, do Castilla un tiempo sus leones Arroj en vano a la sangrienta arena; Van a los campos do de Alfonso el Grande An el grito de muerte alto resuena; Do la sombra del Cid su espada blande. Y habr quien logre resistir su empuje No, que es Jaime el seero de su gloria, Y el monstruo del Islam airado ruge Y se humilla a su paso, Mientras que l sigue su triunfal carrera, Como el Sol cruza por el alta esfera Del oriente al ocaso. Ved a Valencia: cual visin divina Coronada de flores se levanta Del Turia junto a la onda cristalina. De empaar el azul de tu albo cielo Tuerce el ave, medrosa, el vago vuelo; Y el mar rizado, que a besar tu planta Humilde rueda sus movibles olas, Un himno eterno a tus grandezas canta, Reina de las ciudades espaolas. Al contemplarte el adalid valiente, Siente baar el llanto su mejilla, Latir el pecho apresurado siente. De sus padres aqu fue la alta cuna; Mas hoy triunfante brilla Do se alzaba la Cruz la media luna: As, de altivez lleno, El noble corazn vuela al combate. Mas, ay!, tambin osado el agareno Siente que el suyo por su patria late. Cual dos leones que en la ardiente arena Chocan, y en sangre tintan su melena, Redoblan su furor, y su rugido Por el desierto el viento estremecido En los extensos lmites resuena, Chocan, cercando el pecho ardiente saa, 146 Los hijos del Profeta y de la Espaa. De polvo denso la confusa nube Del sol el disco enrojecido oculta Cuando a los cielos sube, Y entre su sombra el campo se sepulta. A un tiempo mismo en mpetu saudo Embravecidos cierran; se oye slo El chocar del acero en el escudo; Serena y fuerte o con artero dolo Doquier la muerte su guadaa esconde; Vuelan en pos la rabia y la venganza, Y al grito de furor que el infiel lanza, San Jorge y Aragn! slo responde. T, Dios de las batallas, t, Dios mo, Que el cetro empuas de los anchos mundos, El slo en podero! T que en da de gloria alzar hiciste La gigantesca sombra de Pelayo Y con tu aliento vengador le diste La voz del trueno y el poder del rayo, Haz que el lauro feliz de la victoria Cia de Jaime la serena frente Y guarde eterna el mundo su memoria. Ya con plido miedo al fuerte muro Huyen las lunas a esconder su saa, Como herido milano en la montaa Vuela al nido seguro. Qu importa el muro a tu valor Tu mano Pones sobre l, y con fragor retumba Cayendo estremecido; Y el hijo del Profeta la honda tumba Mira bajo tu espada que azul brilla, Y dobla al fi n vencido Ante Jaime la frente y la rodilla. Oh, momento feliz! La vista al cielo Levant el rey, que oscureca el llanto; En torno suyo resonar se escucha Con dulces ecos religioso canto; Y el sol naciente con sus rayos dora Sobre tus pardos muros, patria ma, De nuestro Dios la insignia triunfadora. Feliz la historia que te abri aquel da! Tu genio audaz a los revueltos mares Impvido se lanza, Y en Marsella, en Italia, en la alta Grecia, Fundando nuevos lares, 147 La paz cobarde y sin honor desprecia. Ejemplo de nobleza eran tus reyes, Imitaba el Petrarca a tus poetas, Copiaba el sabio tus antiguas leyes; Sobre las ondas de la mar inquietas Terror del pueblo infiel eran tus naves, Y al soplo de los cfiros suaves Volaban orgullosos los blasones De tus sangrientas barras Por la Libia, guarida de leones, Que an conserva la huella de tus garras. Si hoy otra vez en su desierta arena Aquel clamor de tus batallas suena; Si otra vez corre con la sangre mora La sangre de tus hijos confundida, Del Cid la sombra invoca, que en ti mora, Y de Jaime la espada no enmohecida Blande otra vez con mano triunfadora. LA GUERRA DE AFRICA (En el Aniversario de la toma de Tetun) Que si el justo dolor mueve a venganza Alguna vez el espaol coraje, Despedazado con aguda lanza, Compensars, muriendo, el hecho ultraje. (Por la prdida del rey D. Sebastin. HERRERA.) Tras largos siglos de letal desmayo, Fro de muerte siente La patria de Pelayo; torpe baldn lancemos a su frente; Esos que veis no son ya los leones Que los monarcas trmulos miraron Siempre llevar triunfantes sus pendones: Ya su grandeza y su valor pasaron; Luchemos, pues, con saa, Y humillado contemplen las naciones Ante nosotros el poder de Espaa. Tal con desprecio el brbaro deca, Y a los nuncios de paz, siempre arrogante, Con el grito de guerra responda; Guerra! pues, guerra! pues, alto levante La Iberia toda el nombre sacrosanto; 148 Sobre el altar resuene Del sacerdote el canto; Blico estruendo los espacios llene; Por el confn del Africa el espanto Lleve el blasn de las sangrientas barras, Y otra vez deje en su abrasada arena Fiero el len la huella de sus garras. Yo los vi, yo los vi cuando partan; Yo los vi luego coronar sus frentes; Los pechos todos de placer latan! Volad, volad, valientes, en torno suyo oan: A ese pueblo mostrad si indiferentes La afrenta vemos que nos lanza fi ero, Con nimo cobarde, En la vaina guardando nuestro acero; Tras siete siglos de afanosa guerra, Mal apagado en nuestro pecho, an arde El odio aquel que estremeci la tierra; Hoy que de nuevo provocarnos osa, La Luna, ante la Cruz, mire humillada Que an existen los hroes de Granada Y las sangrientas Navas de Tolosa. Y ellos sus ojos en el cielo fijos, La frente alzaban con orgullo santo; Vana es la voz de los dolientes hijos, Y vano de la esposa el triste llanto: Cuando la patria nuestro auxilio implora En su honor ofendida, Qu importa nuestra vida Ni el temor pusilnime que llora Volar ansiaban arrogantes donde En su spera guarida El brbaro se esconde, Y en desprecio de Europa y de sus reyes, A nuestras santas leyes Con sarcasmo salvaje nos responde. Y parten, cruzan el hercleo estrecho; Y en vano embravecido entonces muge El huracn deshecho, Y la tormenta amenazante ruge; Qu importar que a contrastar su saa Los elementos fieros se levanten Doquiera lleve su pendn Espaa, Voces sern que su victoria cante. 149 Y una vez y otras mil, cual blanca nube, Puebla el rabe osado la ancha sierra; truena el ronco can, y a su estampido El humo denso hasta los cielos sube, Mientras de sangre cbrese la tierra; De rabia y de dolor se une un gemido Al grito inmenso de venganza y guerra; Vano ser que luche embravecido El africano en la pelea ardiente; Doquier que llega el espaol, triunfante Hace que humille la soberbia frente, Cobarde huyendo ante el blasn divino, En tanto por la Libia amenazante Sigue el len de Espaa su camino. Dnde vais Dnde vais A nuestro paso Los altos montes ponen ruda valla Do el enemigo infiel se oculta acaso Y se apresta de nuevo a la batalla. Dnde vais Dnde vais Cuando l ostenta Las arrogantes huestes extendidas Bajo su planta, el suelo desaparece; Si una vez y otra vez fueron vencidas, Su negro encono y entusiasmo crece. Mas qu importa la saa Del que cobarde a mancillamos vino Adelante, adelante, hijos de Espaa, Noble misin os depar el destino; De vuestra espada tras el golpe rudo, De la verdad y el bien se abre el camino; tal otros siglos por el Asia pudo Llevar su genio creador la Grecia, Y Roma sabia de laurel ceida Mir a la tierra respetar sus leyes, Ante su gloria y su poder vencida. Ved la ciudad, para el infiel sagrada, La rica joya, glora de sus reyes, De todos codiciada; Tras de sus pardos muros A morir o vencer, ardiendo en ira, Ansan volar altivos corazones que el fuego santo de la patria inspira; Ya por el viento ondean sus pendones, Rasga el espacio blico sonido, Y en derredor de la ciudad se ostentan, Cual su guarida ruedan los leones, Y a defenderla fieros se presentan. 150 Y en tanto el espaol contempla osado En sus almenas la nublada luna Que vacilante brilla, Y contempla la inmensa muchedumbre Que, al ver partir las armas de Castilla, El llano ocupa y la lejana cumbre. Oh, cun hermosa entonces por su mente La imagen cruza de la patria amada, En su honor ultrajada! Y cmo el pecho presuroso late Anhelando vengar la torpe afrenta En el mortal combate! De gloria y de valor sereno da! Su frente de oro el Sol alza radiante Iluminando la extensin vaca, Testigo a ser de la titnea lucha. Llega por fi n el suspirado instante! Vago silencio envuelve el campamento; Slo en torno se escucha Del pesado can el rodar lento. Las aguerridas huestes Mira avanzar el espaol caudillo, el duque insigne, y a las suyas dice: al fi n hoy vemos sobre el ancho muro De la batida luna los reflejos Y en derredor altivo al africano; Podrn, al verle, combatir en vano Los valientes de Anghera y Castillejos Volad, blandid en la potente mano, teida en sangre, la fulmnea espada; Al combate volad, la patria os mira; Que vuestras frentes cia la victoria Y pueda el mundo contemplar la gloria Que en letras de oro dejar grabada Al porvenir la historia. Tal dice: en torno gira Los irritados ojos, donde ardiente El dios de las batallas centellea, Y al fuego oculto que en su pecho siente, Cual nuevo Aquiles combatir desea. Visteis tal vez sobre encumbrado monte La tempestad que fi era se levanta De pardas nubes llena el horizonte, Y con rugido de furor que espanta, Volando en alas de aquiln saudo, El fuerte roble y la gigante encina 151 Abate al fin tras de su empuje rudo, Slo ya en derredor viendo los ojos, De la talada sierra Los mseros despojos,. Tal el bando espaol avanza y cierra Sobre el infiel altivo, Que ante su fiero batallar se aterra, Huyendo al fi n cobarde, Mientras la rabia el corazn encierra Y oculto el rostro de vergenza arde: Huyen los que llegaron A mancillar nuestro preclaro nombre Y sin poder ni gloria nos juzgaron! Huyen! Tras su cada, De terror a la Libia estremecida Los monarcas de Europa contemplaron. Y lleno de entusiasmo el pecho, avanza El espaol triunfante: Su vuelo, quin a detener alcanza De la ciudad abiertas Plido el miedo ofrcele las puertas: No la luna arrogante En sus almenas brilla, Tan slo por el viento amenazante Vaga el pendn altivo de Castilla. Gloria, gloria a mi patria, Gloria eterna a sus hijos, que vertieron Su noble sangre en la gigante lucha Fecundando de Libia las arenas; Las naciones que dbiles creyeron A los que un tiempo vieran con espanto Doquier dictar sus leyes, tornarn a mirar, de miedo llenas, Al pueblo altivo que humill cien reyes, al que encendi la hoguera de Numancia, Al que triunf en las aguas de Lepanto, Y audaz, cruzando los revueltos mares; A otro mundo llev sus dulces lares, Eternizando en l su influjo santo. Tambin, Africa, en t sus ojos fijos Tuvo un tiempo feliz la patria ma: A tu arena llevaban sus guerreros Veleras naves por la mar brava, Y all en cien muros, do llegaron fi eros, La ensea de la Cruz resplandeca. Tristes an vagan, mas de gloria llenas, 152 De Pedro y de Isabel las grandes sombras, De Tnez y de Orn en las almenas. Hoy que de nuevo, patria, te levantas Tal como un tiempo fuiste, Tras duelo tanto y amarguras tantas; Hoy que contemplan rotas sus cadenas Los nobles hijos que humillados viste, En torpe mengua de sus leyes santas, Otra vez en redor los ojos gira Y en la tierra comprende tu destino: Africa esclava y sin poder suspira, All te gua tu brillante Historia, Africa slo, Espaa, es tu camino, En ella est tu porvenir, tu gloria. COSAS DEL MUNDO LETRILLA Ese del coche, quin es El banquero D. Len. Qu lujo! Qu ostentacin! No tiene un ochavo, Andrs. Mas, t su lujo no ves En fuertes pruebas me fundo... Pero, chico... me confundo! Si en teatros y en reuniones Gasta a cientos los doblones... Ah vers.. . cosas del mundo! Ya es ministro Juan Antn, Aquel audaz corrompido. Hasta ministro ha subido Pero habla muy bien Antn, Y es largo... y tiene intencin... Es imposible, Raimundo En la Gaceta me fundo. Pero hombre, cmo ha de ser, Sin honradez, ni saber... Ah vers.. . cosas del mundo! Y es honrado... Al ministerio Va y vuelve y nada consigue. La desgracia le persigue. Y es largo, y tiene criterio. Y el jefe, que es hombre serio, Al verle meditabundo, Dice: maana. Facundo, En esta tierra de Espaa Maana es nunca; le engaa. Qu infamia... cosas del mundo! Es muy fi no... muy buen mozo... Tanto tienes cuanto vales. Siempre con lo mismo sales. Porque te hablo sin rebozo. Y ms y ms me confundo. Es chistoso y es fecundo... Es un quidam, un danzante... Tiene dinero. Adelante... Oh, Espaa! Cosas del mundo! Sin piernas y pobre y ciego... En la guerra se qued. Y qu pensin alcanz Pues despus de mucho ruego, Dos realitos de D. Diego. 153 FOLLETOS CATLICOS TERCERO VIDA ID E SAVrik 1/111E MAGNEEMI PUESTA. EN VERSO Don rfii 9 ue1 iirnof y Maestre. ALICANTE IMP. DE MANUEL Y VICENTE GUIJARRO 1892. 154 Para morirse errabundo... Y el Hipdromo, Raimundo, Nos cuesta algunos millones! Mas hubo muchas razones... Ninguna.Cosas del mundo! Y qu es eso... el Imperial Se llena, chico. Un torero. Desesperarme no quiero: No he visto una cosa igual. Es que no tiene rival La gente rica, Facundo, Le tiene un amor fecundo Y le ampara..., l se jalea.. . Y el gran Selgas Y el gran Ceo Mrtires!Cosas del mundo! Observa cun cambiado Est Fernando, el poeta. No tena una peseta; De lo bueno enamorado, Ojeroso y desgreado Andaba meditabundo... Chico, es verdad. Me confundo. Ser cierto que hoy su pluma Busca el negocio y la suma Puede ser. Cosas del mundo! Y en medio de tanta gente Que cobra y goza y no es lerda, Quin en Espaa se acuerda Del pobre contribuyente Ese es humilde y paciente. . . Y a veces pide iracundo. . . Mas se le da un no rotundo En cualquier oficinilla, Donde se cobra y se brilla. . . Es verdad. Cosas del mundo! UN PROGRAMA POLITICO CARTA A UN AMIGO Tu insistencia, amigo mo, Llena de asombro mi alma. Quieres que a la mar me lance De la poltica ingrata, Luego no quieres mi bien, Que la paz sencilla y santa No vive en la agitacin De la lid parlamentaria. Pero t quieres saber, Si tal ocasin llegara, Entre tantas opiniones Cual sera mi programa. Pues que tanto empeo tienes Lo sabrs sobre la marcha. Antes de las elecciones As al nuevo pueblo hablara, Con franqueza y lealtad: Pronto estoy a la batalla, Pero escucho condiciones Antes de tomar las armas. Yo defiendo la justicia Que a la libertad ampara, Pues la libertad perece Donde la justicia acaba. Yo quiero la libertad Con el orden hermanada. Al pueblo le quiero dar Instruccin slida y vasta, Y educacin religiosa: El pan del cuerpo y el alma! Que sin Dios, es imposible La felicidad humana: La felicidad por todos Tan querida y codiciada; Dichoso el pueblo creyente Que espera en Dios y a Dios ama, Infeliz del que le olvida Sin ver tras la tumba nada! Paz para todos, mas guerra Implacable y sin tardanza, Al fro materialismo, Que todo lo grande mata; 155 Reformas y economas Proclamo, mas bien pensadas. La propiedad que an existe En manos acumuladas, Sin justicia, del Estado, A manos del pueblo vaya, Bajo justas condiciones, Que pueda sobrellevarlas. El ejrcito reformas Muy radicales reclama: Y que sirva el ciudadano A la nacin con las armas, Sin distinciones injustas, En rico y pobre, que espantan. Sufrir una ley tan dura En esta tierra de Espaa. El que trabaje, que cobre; El que no trabaje, nada. Aunque algo le ha de quedar Al que entr con la esperanza; Con la mitad de empleados Sobran, mas con buena paga, Para que puedan vivir; Que la vida es hoy muy cara. Quien quiera un cargo, lo gane En noble lid, que no hay nada Ms triste que ver al sabio Muriendo de hambre en su casa Mientras sube el ignorante A la posicin ms alta, Porque no le da la mano Un cacique, que en Espaa La ley es hoy letra muerta; El cacique es el que manda. Y el origen de este mal Que tantos estragos causa, Est en el sistema absurdo De elecciones que est en prctica. Decid qu es un diputado Que el pueblo al Congreso manda Un procurador en Cortes, Como antes se le llamaba, Cuando ramos respetados Por dentro y fuera de Espaa, Y quines procuran bien Los negocios de la Patria Aquellos que bien procuran Los negocios de su casa. Aquellos que tienen ciencia, Ciencia grande y ciencia honrada: Que la ciencia sin virtud, Ni es ciencia, ni arte, ni nada. Pues bsquense diputados En los centros de enseanza, En las cultas sociedades A todo bien consagradas, O que representan grandes Intereses de la Patria, Y en los gremios, que es muy til Volver a ellos, con varias Reformas que hacen las ciencias Y el progreso necesarias: Con los gremios que pudieran, Dndoseles ancha vara, Pesar mucho en la contienda Que cuestin social se llama. En cuanto a mi, ya sabis Mis ideas; compendiadas Las dir y punto redondo Con estas cuatro palabras: Hacer bien es mi divisa, Mi escudo la fe cristiana La verdad el sol que busco, La recta razn mi espada. Ese soy; y cual soy, mundo, He de entrar en la batalla: Dime si cual soy me aceptas Antes de tomar las armas. 156 MISERICORDIA Mis lgrimas fueron mi aliento de da y de noche; mientras que se me pregunta sin cesar: dnde est tu Dios - Salmo XLI, 40. Seor, inmenso es mi mal!... Es incesante y cruel, Nada puedo contra l, Sal a mi defensa, sal. Cul es mi delito, cul Mi Cruz tom y te segu. . . No hall dicha sino en t.. . Hoy te busco y t te escondes... Y te llamo.., y no respondes. .. Seor, ten piedad de m! De m nunca me acord; Riquezas, placeres, gloria De esta vida transitoria. . . Yo todo lo despreci. Slo una cosa anhel: Ser justo y honrarte as; Hoy mi voluntad perd, An quiero honrarte... y no puedo. .. Tuve valor.., tengo miedo. . . Seor, ten piedad de m! Cual en brazos de su madre Se duerme el cndido nio, Con la misma fe y cario, En t confiaba, Padre. Hoy, aunque al mundo no cuadre Leer lo que escribo aqu, La envidiable paz perd... Y olvidando mi oracin... No, Padre mo. . . perdn.. . Seor, ten piedad de m! Tengo un hijo... Lo primero que yo le ense fue a amarte, Y por cierto supo honrarte Cual cristiano verdadero... Sufrido, humilde, sincero, Fue un santo, un mrtir.. . Le v Triste alejarse de m.. . Y me ama... suerte cruel! Y le amo.. . y vivo sin l... Seor, ten piedad de m! Yo no te pido en verdad La vida ni la salud: Slo una poca quietud, Y una poca voluntad. Nada. . . Seor! pues mirad Que si yo sucumbo as... Sin paz... dirn mal de T. Todos... todos me han dejado! Por qu me has desamparado! Seor, ten piedad de m! PENSAMIENTOS (Fragmento de un libro indito dedicado a mi hijo) (I) (1) Estaban estas composiciones cortas destinadas a formar parte de un libro que ha quedado sin terminar, y titulado La verdadera felicidad y la verdadera sabidura. A cada regla de vida a cada consejo en verso, hubiera seguido la consiguiente explicacin en prosa. Fe cristiana!, luz divina! Slo en ti est la verdad: Quien te abandona, camina Tras la duda a la impiedad. II Qu soledad en el templo...! Los que sabios os llamais. . . Dnde dais al mundo ejemplo De vuestra fe Dnde orais 157 III No existe dicha en la tierra Que no traiga el llanto en pos. . .! Tan slo estable se encierra En el santo amor de Dios. IV Gloria. . . riqueza. . . poder. . . Humo, lodo, vanidad! Amar. . , esperar. . . creer. . . La paz! La felicidad! V Cumple tu fin, hijo mo; Ama y sirve al Hacedor. .. Lo dems es desvaro de este mundo engaador. VI Virtud y patria, sin fe, Son tan slo nombres vanos. . . Quien a Dios no ama ni ve. .. Cmo amar a sus hermanos VII Hijo mo, te aconsejo No temas la ancianidad, Pero s el hacerte viejo Sin aprender la verdad. VIII No desconfes jams Si atribulado te vieres, Ten fe y haz lo que pudieres Ya har el Seor lo dems! IX Cunto afn! Cunta ansiedad! D vas, mortal Ay de m! Busco la felicidad. . . La tienes dentro de t. X Ah, Seor! Nunca te am Hasta que sent ofenderte. .. Entonces triunf mi fe Del pecado y de la muerte. XI Entre el llanto y el dolor El hombre a aprender empieza Su pequeez y fl aqueza. . . Benditos sean, Seor! XII Fe, paz, y camino, y luz, Y heroismo, y humanidad, Y amor, y felicidad.. . Todo est al pie de la Cruz! XIII Cuando contemplo, Seor, De mi prjimo la ira. . . Y pienso en tu ley de amor, Cunta compasin me inspira! XIV Cuanto ms altos se hallan Los hombres. . . ms amarguras! Pues las tormentas estallan Casi siempre en las alturas. XV Seor, ten piedad de m! No me abandones jams.. . Pues mi corazn sin t Cambia en infierno su paz. XVI Desprecio el oro. .. y la fama Del genio. . . y el podero. . . Slo envidio a quien te ama Como mereces, Dios mo! XVII Seor, cambia mi inquietud Y mi anhelo de saber En el afn de obtener Mi corazn la virtud. XVIII Dios mo, Cun engaado Lejos de tus sendas voy!... Huyo de tu Cruz. ., y estoy Al mundo crucificado. 158 EN LO CENTENARI DEL SANTISIM CRISTO DEL MONTE CALVARI venerat en lo poble de Petrer, celebrat en 1874 (Transcribo el poema con 1 Seor, cunt han desijat Quaplegara el Centenari! En qun plaer them baixat, Per lo poble them portat, Y et durem al Santuari! 2 Cuant els nostres ulls alsem Cap a la teua ermiteta, Del mon no sen recordem. . . Ni pa que ms mon volem Que eixa blanca palometa 3 Tena la Mare de Deu En lo dols nom del Remey. . . Bonifasi y Bertomeu Y el Cristo. . . que es el gran Rey! Petrolanchs, qu mes voleu 4 Pasant as y sigles van, Cristo del Monte Calvari, Mes lamor y cult quet dan Els teus fills, no pasarn; teu diu este Santuari. 5 Infelis del que privat, Oh, Sol! de tu llum se ven. . . Pero mes infortunat Qui no viu iluminat Per ta llum divina, oh, Creu! 6 Oh, hermossim Santuari! Quants que et veren ya no estn, Y quants deis que a voret van Uvert tindrn el osan. . . Y en aix no pensarn! la ortografa original) 7 Els que muy partir voleu, Per qu vostres ulls no alseu Al que nos vingu ensenyar Que al cel no se pot pujar Sense portar una Creu 8 Cristo del Monte Calvari, Primer tots volem morir, Que deixar de recibir La llum del teu Santuari. 9 Altres festes diferents Dins cent as Petrer far; Mes la fe que aquel/es gents Y estes mga, igual ser. 10 Tot cuant desijar podeu: Fe, pau, cam, veritat, Amor y felicitat, Tot est al peu deixa Creu. 11 Vosatros teniu talent Y gran saber pera honrarla; Deixeu al menys quen amarla Os guanye y en sentiment. 12 Per aix que la vullch tant, He volat als vostres bracos, Que son molt dolcos los Hopos Que forma un afecte sant. 13 Per aix porte en lo pit, Gojs, desde que he naixcut, Fe, Patria y Amor . escrit, Com vosatros en lescut. 159 14 Per aix, al vorem as, Foll me torne dalegra, Jo que llunt das em mora! Y per aix, quant pa m 15 Sobriga la eternitat, Vullch que ma tomba poseu Baix los brapos de la Creu, Y la ombra del Rat-Penat. POEMAS EXTRAIDOS DEL LIBRO MIS ULTIMOS CANTOS ALICANTE 1.894 A DON ALEJANDRO HARMSEN BARON DE MAYALS EPISTOLA Antes que muera, Alejandro, Entre mis brazos el tiempo, Como dijo el gran Rioja, A quien sigo, admiro y quiero; Cual nosotros desgraciado, Y como nosotros bueno; Y al que te encargo que leas, Una vez y veinte y ciento, Pues comprendo que un deleite Sern para t sus versos, Una viva luz y un blsamo Que calme tus sufrimientos; Por lo que al partir te encargo Que te acompae ese cielo.. . Antes que muera, Alejandro, Entre mis brazos el tiempo, Deja que mi alma a la tuya Diga sus hondos secretos. Es la historia de mi vida, Cuanto ms lo considero, De tal modo extraordinaria, Que ya raya en el misterio. Obrar siempre con prudencia, Seguir el camino recto, Sembrando buenas semillas En buena tierra y no vientos, Y recoger tempestades, Sin ver un da sereno, Brillar el sol, Alejandro, Francamente lo confieso Que aunque no tembl jams, Hoy pienso, medito y tiemblo. T eres un sabio marino, Que al cruzar el mar inmenso De la existencia, tambin Sufriste mil contratiempos. Fueron grandes las tormentas Y grandes los sufrimientos... Pero el sol de la esperanza, Aunque se cubri de espesos Nubarrones, nunca, amigo, Nunca contemplaste muerto. Poco falt, me dijistes, Ese poco, segn creo, Es el punto que separa Dos infinitos. . . Ay! quiero Seguir, amigo del alma, Quiero seguir. . . y no puedo. 160 /:;;.: /C--- 1( e e -e -f-2 9 e9 7 , G /)/ G.. .Oye_ ePe 1 2 0-~ te -e-, e 71.7 tos 4.01 0-y. .4egee-00 1/ 4 177 Madrid, 27 Junio 1.881 Querido Isidro: no estoy ni para escribir ni para nada, pues el golpe ha sido terrible por lo que es y por lo inesperado; pero debo contar a V. lo ocurrido. Luisa se acost el domingo penltimo por la tarde porque le entr un fuerte fro. El mdico calific de calentura biliosa con dolor reumtico al costado. Pero habiendo me jorado en los dos das siguientes, el jueves se levant y tambin el viernes, pero en este da se present un notable aplastamiento con debilidad en la voz y las facciones desfi guradas, y el mdico, por ello y por mi alarma, acordamos consulta, dicindome que el estado de Luisa era grave por el peligro que observaba de que hubiese un derrame seroso. Entonces fue cuando escriba V. Inmediatamente celebraron la consulta el m dico de cabecera, que es muy bueno, y uno de los facultativos ms eminentes de Ma drid, quien, separndose de la opinin del primero, calific de pulmona la enfermedad y como tal se trat en la noche del viernes al sbado. En la maana de este da los mdicos la encontraron muy mejorada, hasta el punto de que me dijeron que escribiera a V. tranquilizndoles, como lo hice. Pero este alivio fue muy transitorio, pues a la media hora de marcharse los mdicos comenz a agravarse de nuevo, ponindose en peor estado que el da anterior, hasta el punto de que me fui a buscar a los mdicos que haban quedado en volver a la noche, y no encontrndoles en sus casas, dispuse por m solo que se le administrasen los Sacramentos. Pudo confesarse perfectamente, y cuando enviaba por la comunin (aunque el confesor me dijo que no lo crea urgente) llegaron los mdicos, esto es, el de la cabecera, y se asombr del cambio operado de la maana a la tarde, cambio que confirm la opinin de dicho mdico, esto es, que padeca un derrame seroso. Ello es que, a las once de la noche del sbado, dej de existir mi querida e inolvidable Luisa. Dios nos ha enviado esta inmensa desgracia cuan do ms felices ramos. Cmplase su santa voluntad. No puedo ms. El to Gabriel, Jos Mara y Emeterio que tengan sta por propia. Miguelito se puede decir que ha sabido ahora lo que es perder una madre, tanto ha sido su sentimiento que por l me dominaba yo lo que poda. Comprendo la pena de Luisa. No puedo ms. Les abraza. Miguel. Mientras mand por el vitico entr en la agona y estando en las oraciones del viti co, expir. . . NOTA: En esta estremecedora carta, la primera que se conserva de Amat en la Casa Museo Azorn, don Miguel relata la breve enfermedad de doa Luisa y su inespe rada muerte, ocurrida en la noche del sbado, 25 de Junio. Fue enterrada en el cementerio de la Iglesia Sacramental de San Justo a las diez de la maana del lunes, 27, el mismo da en que est fechada la carta. Se conservan dos fotos de doa Luisa, hija de Jos Maestre Prez y de Luisa Rico Marqus, naturales y veci nos de Petrel, y muertos ambos en 1.869. Luisa, segunda de los cuatro hijos que tuvo el matrimonio, naci en 1.829, en Petrel. Su hermana Josefa sera la abuela 178 Doa Luisa Maestre Rico, viuda de Ramn de Montengn, casada en segundas nupcias con don Miguel Amat Maestre. Foto de 1.880. materna de Azorn. Luisa enviud pronto de su matrimonio con Ramn Mon tengn, del que no tuvo hijos. Su boda con don Miguel fue un matrimonio de con veniencia para ambos, auspiciado y preparado por sus respectivas familias. Pro bablemente se efectu en 1.874 o principios de 1.875. Vivan en Madrid, excepto durante los meses de Julio y Agosto, que pasaban en Petrel. Ver cap. 1. Muy pocas son las referencias de don Miguel a su esposa; sin duda esta carta representa el testimonio directo ms extenso. 179 Fue muy intensa y afectuosa la relacin entre doa Luisa Maestre y la madre del futuro Azorn, a la que se cita en esta carta en la frase Comprendo la pena de Luisa. En la Casa Museo de Monvar se conservan dos cartas de la esposa de Amat a doa Luisa Ruiz. En la primera, fechada el 20 de Abril de 1.879, le dice a Luisa, entre otras cosas: ...Creo que batallars mucho arreglando tanta familia, trnalo con paciencia y si no tienes bastante con tres criadas puedes tomar cuatro... ...Fut a ver al oculista y me aconsej que no leyera ni escribiera ni hiciera cosa que tuviere que fijar la vista; fortuna que ahora, los das de fi esta, tengo a Miguelito a mi disposicin, pues Miguel est muy ocupado. ...No sabemos cundo ser nuestro viaje, pero regularmente ser a ltimos de Junio, as que se examine Miguelito. Los encargos que desees, dmelos con tiempo. La letra es de Miguel Amat Broqus, que ha cumplido 12 arios. La otra carta, del 6 de Junio de ese mismo ario, s lleva letra de doa Luisa Maes tre. Le da noticias a su sobrina de los regalos que ha comprado, de las caracters ticas de la moda de ese verano y, entre otras cosas, dice: Nosotros este ario no sabemos con seguridad cundo iremos, pues depende de los M. Luisa Ruiz Maestre, mdre de Azorn 180 Don Isidro Martnez Soriano, padre del futuro Azorin. asuntos de Miguel, pero lo regular ser a ltimos de mes, poco ms o menos. Deseo que nos veamos, y ms tenindonos que contar muchas cosas, como dices. . . En el testamento de doa Luisa Maestre, hecho el 15 de Junio de 1.881, la espo sa de Amat deja a su sobrina ropa, joyas y tierras. Petrel, 31 Agosto 1.892 Amigo Isidro: no me qued copia del Canto a la Virgen, que remit a su hija de V., Mara, y ahora resulta que los de Elda me han enviado esta tarde a Pelegrin para que les d una poesa a la Virgen, a fin de imprimirla en Alicante y repartirla el da 8. Tenga V., pues, la bondad de hacer sacar una copia y que me la traiga el criado, que es el dador. Caso de que est ya impreso el Eco de Monvar, mndeme dos o tres nmeros. (1) Y con afectuosos recuerdos a Luisa M. a y dems familia, sabe le quiere su amigo y pariente. Miguel. Despus de escrita la presente, he arreglado una poesa para Elda. Sin embargo, cuan do ya est impreso El Eco de Monvar, que publique las que le remit, enveme tres o cuatro ejemplares. No espere a remitirme ese nmero. Amat. Miguelito march a Valencia hace ya 10 o 12 das con el objeto de preparar la im presin de un librito para las escuelas titulado Versos para los nios (2). De religin y moral hay mucho y bueno en prosa; pero en verso, que tanto gusta a los nios, hay poco y malsimo. Tambin pienso en publicar mis escritos en prosa, que forman dos tomos, y se dividi rn en 4 partes: Religioso -filosficos. Literario -bblicos, Poltico -administrativos. Y agrcola -forestales. Pero, amigo Isidro, creo que todo quedar en proyectos, pues mi anemia cerebral, mejor dicho, mi envenenamiento con tanta morfina y opio, me ha matado. (3) Suyo. Miguel. NOTAS: 1.- La carta muestra la colaboracin literaria de Amat con las distintas publica ciones de ambas poblaciones. El Canto a la Virgen citado es el que aparecer en el n. 9 de La Educacin Catlica dedicado a la Inmaculada Concepcin. No he hallado ejemplares del Eco de Monvar ni de La Redencin, peridicos de Monvar que se citan frecuentemente en las cartas. 2.- Es la primera vez que habla del libro que, con el ttulo El Amor Cristiano, publicar en la primavera de 1.894, y de su proyecto de publicar Prosas, libro que quedar indito. 181 ... i . e- e er-t L-4---1--. .--Z---,c.._,;___ , _... 41ze. o 2 2 4L,7 P rimera carta enviada por don Miguel a su sobrino J. Martnez Ruiz y conservada en el Museo Azorin de Monvar, es del 6 de Octubre de 1.892. 182 - est_ c 4 I c:9 1 a 1-gss. c 183 A e_ c9 184 97.9, - p L-. 185 3.- Probablemente la terrible enfermedad de don Miguel, sus largos perodos de inconsciencia, que le arrojarn definitivamente a la locura, est sintetizada en esta pattica confesin. Petrel, 6 Octubre 1.892 Mi querido sobrino Pepe: he recibido y ledo con mucho gusto la tuya, y la mam me ha entregado las obras de su abuelito. (1) Delante de tu familia he ledo varios p rrafos que me han hecho comprender que son escritos de mrito. As que pueda, Dios mediante, dir algo sobre ellos en la Revista cientfico -literaria que voy a publicar. Si quieres mandarme alguna cosita para insertarla puedes hacerlo, pero que sea cor ta, pues no saldr ms que una vez cada semana. Te remito por el correo algunos ejemplares de la hoja Justicia para los maestros. (2) Lela y me alegrar que entre los maestros de Monvar hagas propaganda. Tambin quisiera que remitieses una a Granada (3) y a la persona que t conozcas que pueda hacer algo en la prensa. Quisiera suscribirme a un peridico de dicha ciudad de Granada Puedes arreglrmelo t S que ests muy metido en los libros. No estudies tanto, pues la mejor prueba que puede dar un hombre de su discrecin y saber es cuidar su salud. Tu to que te quiere. Miguel. NOTAS: 1.- Quizs se refiera a la obra Mara en el Evangelio, de Jos Maestre Prez, abuelo materno de la madre de Azorn. La vuelve a citar en varias cartas, espe cialmente en la del 27 de Noviembre. Finalmente, no publicar nada de dicha obra en la revista. 2.- Justicia para los maestros y luz para los ignorantes fue un artculo de Amat publicado por el peridico El Alicantino el 2 de Octubre de 1.892. En l, don Miguel pide que todas las obligaciones relativas al personal y material de los es tablecimientos de primera enseanza formen parte del presupusto general del Es tado en vez de estar, como estaba, al cargo de los Ayuntamientos, hecho que motivaba profundas anomalas en la labor docente. El artculo tuvo enorme xito en las escuelas y convirti a don Miguel en adalid del profesorado catlico. 3.- J. Martnez Ruiz haba estado un ario en Granada, a donde haba ido a pa sar alguna asignatura de su carrera de Derecho pero, infructuosa su estancia, haba vuelto a matricularse en Valencia. Indudablemente, el consejo que aqu le da su to respecto a los estudios no es necesario, pues como se sabe, Azorn estu vo durante 11 arios estudiando la carrera de Derecho sin llegar a acabarla, sin embargo ya por entonces su firma haba aparecido con frecuencia en los peridicos. Petrel, 10 Octubre 1.892 Querido Pepe: ayer entregu al pap algunos ejemplares del primer nmero de la 186 revista, (1) pero olvid entregarle unas cuantas Hojas sueltas, para que las acompae a las revistas en sus cartas de recomendacin. Te las mando en plica aparte. No me quedan ms, y de Alicante an me piden. Hoy le dije al pap que lo que me vayas mandando, escrito por ti, que sea relativo todo a asuntos catlicos, para que venga bien con el ttulo Educacin Catlica.(2) Supuesto que eres aficionado a la poesa dramtica, podas enviarme algunos artcu litos sobre Caldern, bien sobre sus Autos sacramentales o sus Dramas y comedias.(3) Si no tienes sus obras, yo las tengo casi todas, pues tengo un tomo completo de la bi blioteca de Rivadeneyra. Vente y te lo llevars, si te gusta escribir sobre el tema que te propongo. Mi plan es combatir el moderno teatro. Echegaray, con su Mar sin ori llas, por ejemplo, es ms funesto que La mascota. Podas, pues, mndame un articulito para el segundo nmero de la Revista, hacien do algunas consideraciones sobre la misin de la poesa dramtica. Para combatir el teatro de Echegaray tengo numerosas notas que reuna para escribir sobre este asunto; pero mis ocupaciones del foro me han impedido realizar mis planes. Estoy abrumado con cuatro libros que llevo a la vez.(4) Miguelito, que me ayudaba mucho, ha marchado anoche a Valencia por 10 o 12 das a traerse libros para estudiar privadamente las materias que le faltan para licenciarse.(5) Por ello, estoy muy solo. Por qu no te vienes unos das, y vers mi biblioteca y archivo (6) y me ayudars Si vienes, te agradecera que fuese desde luego, pues esto se ha convertido en una redaccin de peridico y no pequea. Expresiones a todos los familiares, y te abraza tu to. Miguel. NOTAS: 1.- La Educacin Catlica. Revista semanal Religiosa, Cientfica y Literaria, cuyo primer nmero apareci el 9 de Octubre. Aunque lleva la direccin de Pe trel, se imprima en la imprenta de Manuel y Vicente Guijarro, en Alicante, calle Progreso, 5. 2.- Con respecto a la colaboracin de Martnez Ruiz con la revista de Amat, vase lo referido en el cap. 2. 3.- Es de destacar esta referencia de Amat al teatro espaol, especialmente al de Echegaray. Don Miguel escribi bastante sobre este asunto y es conocida tam bin la postura de Azorn sobre el premio Nobel. Como se recordar por lo dicho en el cap. 2, Martnez Ruiz haba publicado varios artculos sobre el teatro clsico espaol en un peridico de Alicante, pero, como se ver en las prximas cartas, no llegaron a coincidir las ideas de don Miguel con las del joven escritor. La Mas cota fue una pera bufa de tremendo xito popular. 4.- Estos cuatro libros en proyecto son: Rimas, El Amor Cristiano, Prosas y Ro mances. Slo los dos primeros se publicarn. 5.- Miguelito, o sea, Miguel Amat Broqus, tambin eterno estudiante de Derecho como su primo de Monvar, haba comenzado a estudiar la carrera en 1.885, y toda va en un documento del censo de 1.900, conservado en el Ayuntamiento de Petrel, 187 aparece con el calificativo de estudiante. No he hallado su expediente acadmico. 6.- Esta primera referencia a su biblioteca es importante. A lo largo de las prximas cartas veremos el orgullo por sus libros y su preocupacin al no hallar los que ha prestado a su sobrino. Muchos de los libros citados en las cartas y otros no citados, pero que llevan su nombre, se encuentran hoy en la Casa Museo de Monvar. El resto de su amplia biblioteca y archivo lo vendi su hijo cuando don Miguel muri. Petrel, 13 Octubre 1.892 Querido Pepito: He recibido la tuya con El Liberal.(1) El to Ramn (2) s que tena La merienda. Veo que trabajas en los msticos. No olvides el estudio sobre el teatro ni el sentido que te dije. Tambin deseo que te encargues las obras del Obispo de Laval.(3) Habis repartido la Revista Catlica Si no envas t ejemplares a los peridicos de Denia, Pego, etc., dmelo y yo los enviar; si bien, es menester que me digas sus ttulos, pues no encuentro la nota que tom. Lo mismo te digo respecto a Yecla: si no recomiendas t la suscripcin a dicha revis ta, dime los nombres de los maestros, sacerdotes y abogados de dicha poblacin y yo los enviar. Trabaja con orden, come y duerme bien y, sobre todo, distrete mucho y pasea, si guiendo los consejos de los ingleses y alemanes. Mi recuerdo a toda la familia, y sabes que te quiere tu to. Miguel Amat. El tg Ramn, que est presente, me encarga digas al pap que habr de once a doce botas de vino; que venga o determine lo que se ha de hacer. NOTAS: 1.- El Liberal, peridico de Alicante, que en esos das ha publicado un artcu lo de Amat en el que critica duramente la obra de Echegaray O locura o santi dad y los sucesivos artculos de respuesta de dos jvenes, don Francisco Pascual y don Jos M. Mengual. Toda sta polmica en torno a la predestinacin y la libertad humana fue publicada por don Miguel en un folleto titulado La liber tad. Ver cap. 1. 2.- El to Ramn es Ramn Maestre Rico, hermano de Luisa, la segunda mu jer de Amat. La merienda es una breve narracin, en algunos momentos dra matizada, de Jos Maestre Prez, el padre de Ramn, al cual tambin pertenece, como hemos visto anteriormente, el ensayo Mara en el Evangelio. Ramn apa rece aqu como encargado de las tierras de viedos que el padre de Martnez Ruiz posea en Petrel, al casarse con doa Mara Luisa Ruiz. 188 3.- Monseor Bougaud, Obispo de Laval, municipio francs, capital del depar tamento de Mayenne, es uno de los apologistas cristianos que ms influye en la ideologa de don Miguel. Lo cita con frecuencia en sus escritos y cartas, e incluy como apndice de su folleto La libertad, el ensayo de monseor Bougaud titula do Los caminos de la luz. Petrel, 15 Octubre 1.892 (1) Querido Pepe: he ledo y reledo con mucho gusto tu artculo sobre el P. Arbiol, por dos razones. La 1.a, porque es hermossimo en el fondo y en la forma. Y la 2. a , porque responde a mi modo de ver la misin del escritor en estos tiempos. Yo creo que hoy, ms que escribir de nuevo, hay que dar a conocer lo mucho y bueno que se ha escrito; con artculos como el que me has enviado. Son muchos los que conocen El criterio, de Balmes, Las cartas de Lacordaire y de Silvio Pellico a la juventud, La felicidad del cielo, de autor annimo, El hombre feliz, del P. Almeida y la misma Imitacin de Kempis Son muy pocos. Pues bien, hay que dar a conocer y hasta popularizar estas obras de tanto mrito y utilidad. Te veo en ese camino y me alegro. Abriremos una seccin en La Educacin Catli ca titulada Biografas y bibliografas, y El P. Arbiol ser el primer artculo. Te parece bien, o quieres que vaya como artculo independiente Lo que t quieras. Preprate a hacerme otras visitas, pues conviene a nuestros planes, (que no s si Dios, por mi parte, me dejar realizar, pues ya sabes que estoy muy delicado.) Habrs visto despejada la incgnita X. Este vale, porque es humilde.(2) Pienso o es cribirle privadamente o dirigindome al Liberal. Qu te parece mejor Dime tu opi nin lo ms pronto que puedas. Ya ves que se firma Francisco Pascual. Le conoces Ser hombre de carrera Me parece muy bien tu dedicatoria al Sr. Abad. Lo que no me gusta es que no te fi rmes con tu nombre. Medtalo; pero yo quisiera que fuera tu nombre al pie de un escrito de mrito. Sin embargo, se har lo que t quieras. He recibido trescientos ejemplares de la revista. Si quieres ms para hacer propa ganda, te los enviar. Conviene que pap escriba a sus amigos de Murcia y dems pro vincias en que tiene relaciones, y a Yecla, Jumilla, etc., etc., pues ya te digo que esa revista, si Dios quiere, (que creo que no querr) se ha de convertir en un peridico de importancia.(3) Conviene que nos veamos pronto. Tu to. Miguel. NOTAS: 1.- Esta carta es fundamental para conocer al primer Azorn, o mejor dicho, los primeros escritos y la evolucin sicolgica de J. Martnez Ruiz. Porque el que se presenta como un apologista en ciernes ser el mismo que poco despus firmar con el seudnimo de Ahrimn las encendidas crticas en El Mercantil Valen ciano. La lectura de los msticos fue, como se sabe, una constante en la vida de Azorn. Vase a este respecto el cap. 2. 189 2.- Se refiere a Francisco Pascual, joven estudiante de Derecho, nacido en Al coy, el cual polemiz con Amat a propsito del artculo sobre Echegaray. Luego hubo entre ellos una relacin amistosa; Pascual visit varias veces a don Miguel y public sobre l algunos artculos en la prensa alicantina. La Educacin Catli ca, n. 7, incluye un cuento suyo. 3.- Normalmente, de cada nmero de la Revista se llegaron a publicar 1.000 ejemplares, y ms de 2.000 del nmero dedicado a la Pursima. El artculo sobre el Padre Arbiol se publicar en el n. 4 de la revista, en la sec cin bio-bibliogrfica. Lleva la dedicatoria: Al sabio y virtuoso Abad de la Cole giata de Alicante, Don Jos Pons, amigo de don Miguel, intermediario ante el Obispado para conseguir la licencia eclesistica para los libros de Amat. De l se conserva una carta en la Casa Museo. El artculo va firmado con el seudnimo Fray Jos, aspecto ste que, como vemos, no agrada a Amat. El artculo, nte gro, dice as: Grande era en verdad la libertad de costumbres de los primeros siglos de la Edad Moderna, segn se deduce de los viajes de la condesa DAulnoy, Borghese y otros; del estudio del Sr. Cnovas del Castillo sobre la dramtica, -que segn el dicho de un agu do crtico, ms parece Informe fiscal que juicio sobre el teatro, y de otros varios do cumentos que no hay por qu enumerar. Pero si las costumbres eran un tanto sacudidas -efecto del espritu esencialmente mi litar de la poca, de las equivocadas ideas sobre el honor, etc.,- hay que confesar que las letras adquirieron gran desarrollo y lozana. Y no slo y exclusivamente floreci la literatura, como algunos equivocadamente creen, achacando el fenmeno al Santo Oficio, sino que las ciencias brillaron de la misma esplendorosa manera, como facil mente se puede comprobar repasando el notable aunque deficiente catlogo bibliogr fi co del Sr. Menndez Pelayo. La Inquisicin no puso trabas al libre vuelo de la ciencia y las letras; antes al contra rio pec, en nuestro sentir, de cierta tolerancia simptica, baste saber que permiti a escritores ilustres mantener la legalidad del tiranicidio y de las revoluciones, y que no se opuso a que apareciesen obras como El cancionero de burlas, La Celestina, Los Dilogos de Castillejo, y otras, ni a que se pusiesen en escena producciones tales como Los pasos, de Lope de Rueda; El convidado de piedra, de Tirso; El hechiza do por fuerza, de Zamora, etc., etc. Yes que cuanto ms intenso y robusto es el espri tu religioso en el hombre, menos se preocupa de hueros formalismos y detalles vanos, mientras que cuando es tibio, sucede todo lo contrario. Es un fenmeno ste parecido al que acontece en la poesa y que ha sido observado por el Sr. Cnovas, en su estudio sobre un poeta indito y desconocido; los poetas que habitan en lugares ridos, tien den a las descripciones pomposas de la naturaleza; en cambio los nacidos en sitios pin torescos, propenden al subjetivismo o a la poesa fi losfica, desprovista de filigranas descriptivas. Ninguna ciencia brill tanto como la fi losofa, que tuvo sabios cultivadores, y ningu na rama de la filosofa ray tan alto como la mstica, que no es otra cosa, segn un escritor moderno, que la fi losofa ms sublime. Con qu fruicin se recuerdan los nom 190 bres de Fr. Luis de Granada, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jess, Maln de Chaide y tantos otros ilustres msticos! Causa admiracin leer las vidas de tan esclare cidos pensadores, vidas consagradas por completo al ms puro y acendrado amor de Dios por Dios mismo, amor que, segn Fray Cristbal de Fonseca, es una ave fnix, un cuervo blanco, un milagro en el mundo, y aade para ponderarlo ms, An para con Dios, con deberle todo nuestro amor, por quien Dios es, son poqusimos los que le aman sin respeto a sus intereses, y si no fueran por los bienes que manan cada da de aquella fuente de bien, se quedara Dios casi solo, retrado en la inmensidad de su bienaventuranza, y casi no hubiera quien le amara. Cmo ponderar, pues, ese subli me amor que con tanta fi delidad, con hermosura tanta, se transparenta en las estrofas del Serafn del Carmelo o en la pura y tersa prosa del mstico granadino Ah! Las obras que nos han legado esos sabios valen por todo un siglo de literatura... Cun dulce, cun consoladora aparece la fi losofa de los msticos, y qu inmensa la distancia que existe entre ella y las ttricas negruras de Hartman y Schopenhauer! En vano buscar consuelo el hombre abatido por las tempestades de la vida en esa fi lo sofa catica, en vano porque ella implacable le dir que no hay nada ms all de los linderos de la muerte, que la suprema dicha consiste en el no ser, que Dios, en fi n, es un mito creado por la fantasa de fi lsofos especuladores. Qu horizonte tan negro! Acudid en cambio en demanda de consuelo a la Iglesia de Cristo; tomad en vuestras manos la Gua de pecadores o las Meditaciones del amor de Dios, y vereis como luego a luego desciende del Cielo un dulce y suave roco que conforta vuestra alma y vivifica vuestro espritu. Como no faltan sombras aun en los cuadros ms luminosos, del mismo modo no fal taron en aquella poca de enrgico espritu catlico, almas descarriadas que falsearon la doctrina de Jess dando lugar a ciertas proposiciones herticas que trastornaron mu chas inteligencias. Tales fueron las doctrinas de los Alumbrados y quietistas. Gran nmero de perso nas, aun de tanto ingenio como Juan de Valds, fueron vctimas de tan absurdas ideas. Conocidos son los famosos iluminados -verdaderos casos de psiquiatra- Alvarez Cha mizo, la monja de Portugal, el P. Mndez, cuyos chistosos desafueros tan castiza mente nos refiere Juan de la Sal, y otros muchos que fueron piedra de escndalo y blan co de ruidosos procesos. A enmendar y abrir los ojos de los devotos contaminados de tales y parecidos absur dos, se encaminan los Desengaos msticos de Fr. Antonio Arbiol, calificador del Santo Oficio y Provincial de la V.O.T. de San Francisco. El autor, como declara en el prlogo con sin igual modestia, no escribe de oracin porque como se han escrito sobre lo mis mo tantos y tan hermosos libros, teme que no ha de decir nada que iguale a lo dicho; limtase, pues, a exponer en su libro lo que parece mal a Dios y al mundo en las perso nas espirituales y lo que regularmente las detiene para que no lleguen a ser perfectas. Hay que convenir en que son laudabilsimos los propsitos del R. P. Arbiol, su misin es prevenir, misin santa y noble si las hay, pues en religin, como en medicina, ms vale precaver que remediar. As pues, el autor pone todos sus esfuerzos en desengaar a aquellas almas que se creen en el camino de la perfeccin, cuando lo que les acontece es estar miseramente engaadas por falsas apariencias; o a aquellas otras que creen basta con la intencin para llegar al pinculo de la mstica, o ya en fi n, a tales otros que, a imitacin de los antiguos agnsticos, estn en el error funestsimo de que en 191 llegando a cierto estado de perfeccin, es indiferente que pequen, puesto que el pecado, siendo todo puro para los puros, no les ha de manchar.(1) El sabio y humilde franciscano divide su obra en cinco partes. En la primera trata de los desengaos concernientes a las almas detenidas en el camino de la perfeccin, por falta de energa y voluntad; en la segunda, de los defectos que tienen las personas espirituales en las oraciones, confesiones, comuniones, etc.; en la tercera, de las astu cias de que se vale el demonio para apartar al penitente del camino de la perfeccin; la cuarta, es una especie de eptome de teologa mstica, -para uso de prrocos, confe sores y novicios- en el que explica los tres estados o vas espirituales, (purgativa, ilumi nativa y unitiva) al igual que lo hace el P. Jernimo Gracin en su Itinerario de los caminos de la perfeccin; y fi nalmente, trata en la quinta y ltima, de los muchos errores msticos que el demonio y la malicia de los hombres prevaricadores han introducido. En esta ltima parte, escrita en latn, se examinan especialmente los errores de Moli nos, (condenados por Inocencio XI, en 28 de Agosto de 1.687) y los de los alumbrados espaoles (condenados por la Inquisicin en 1.623). Este es, en resumen, el libro del P. Arbiol, libro cuya importancia es a todas luces notoria y cuyo influjo debi ser grande en los primeros arios del siglo XVIII, que es cuando parece que se public. Nos es imposible detenernos todo lo que quisiramos en su anlisis; ni la extensin de esta Revista, ni la ndole de estas notas escritas a vuela pluma, lo permiten. Termi namos, pues, pidiendo al Cielo de todo corazn que depare a la Iglesia muchos cam peones que, como el P. Arbiol, repriman con mano fuerte y segura las impiedades con que muchos prevaricadores atacan hoy da al catolicismo: muchos campeones que ga nando almas para el rebao de Cristo, hagan que el imperio de la Cruz se dilate por doquier la vista tendamos. Monvar y Octubre, 1.892. Fray Jos. I. (Nota del mismo Fray Jos) En la obra del P. Arbiol, se inspir principalmente D. Juan Valera para escribir su Pepita Jimnez. El protagonista, D. Luis de Vargas, es un frustrado mstico que no pasa del estado espiritual llamado Purgativo. Petrel, 17 Octubre (1.892) Querido Pepe: por este correo te remito algunos ejemplares del 2. nmero de la Re vista, por si hay alguna suscripcin en ese pueblo. Dime cuntos nmeros quieres, tanto para ese pueblo como para fuera, como Yecla. Ve preparando una lista de los que te contesten que quieran ser suscriptores. Ya me han dicho que la quieren ochenta y tantos. Adems, slo de Moncada (Valencia) dice mi primo, el cura de dicho pueblo, que ha hecho 20 suscripciones y que le piden ms. Y esto es nada. Te incluyo el 2. articulito del Criterio(1) para que hagas como hiciste en el 1. Adele un breve pero buen comentario. Sobre todo di que es necesario ver de restablecer 192 en la 2. a enseanza una ctedra de Religin y Moral; y en las Academias especiales, a fin de ampliar lo poco aprendido en 1. enseanza. Debe ensearse no slo la Doctrina cristiana, sino sus slidos fundamentos. En los arios 1.847 a 1.853(2) estudi yo la 2. enseanza y tuve 2 o 3 cursos de Religin y Moral; y por cierto, que fue mi catedrtico el cardenal Pay. Hay que volver al antiguo sistema en esta materia. Ya tengo arreglado el n. 3; va tu artculo sobre el P. Arbiol.(3) Tu to Miguel. Tengo escritos los discursos que pronunci en el Ateneo de Madrid y en la Juventud Catlica de Valencia(4) hace diez o doce arios, pero para darlos a la imprenta necesi tan leerse con detencin para corregir algunas faltas gramaticales, algunas repeticio nes ligeras, etc., y quisiera que este trbajito lo hicieras t; en primer lugar, porque ten go poco tiempo, y en 2. lugar, porque el que no ha escrito la cosa ve mejor sus lunares. Cuando vengas, que conviene sea pronto, te los llevars. Amat. NOTAS: 1.- Con respecto a estos comentarios a los artculos de El Criterio, vase lo dicho en el cap. 2. En el n. 2 de La Educacin Catlica, 16-10-92, con el ttulo La Enseanza Catlica, se incluye el artculo del diario valenciano en el que se comenta la actitud de un sacerdote ante la supresin de la enseanza religiosa en los centros educativos. A continuacin vienen las siguientes lneas sin firmar, pero que tras la ratificacin de la carta de Amat, no hay duda de que su autor fue M. Ruiz: Ignoramos el plan que se propone seguir el citado sacerdote, pero cualquiera que sea, estamos dispuestos a secundarlo de una manera incondicional por creer firmemente que as como la enseanza elemental es catlica, de la misma manera las doctrinas que la juventud recibe en las Academias, en los Colegios especiales, Institutos de Se gunda Enseanza y en las Aulas de las Universidades deben ser tambin esencialmente catlicas. Da lstima ver los estragos que causan en la juventud espaola las impas ensean zas de algunos Institutos y Universidades. Las ctedras de metafsica son, sobre todo, focos, ya de doctrinas materialistas o ya de ridculas teoras espiritistas, como sucede con la de Valencia. Es preciso, pues, que se ponga coto a tales escndalos y que los catlicos en general se preocupen de tan grave problema. Es el nico modo de acabar de una vez con la impiedad de que hacen alarde muchos jvenes contaminados por las lecturas herticas y por las enseanzas de profesores imbudos de falsas filosofas. En el n. 3 de la Revista, 23 de Octubre, tras el artculo de El Criterio, escribe: Repetimos por nuestra parte que ante todo es necesario, necesarsimo, poner orden en el maremgnum fi losfico -religioso que reina en nuestras Universidades. Acontece que cada profesor tiene su credo religioso y el alumno se ve obligado por ende a recibir las ms antitticas doctrinas en punto a fi losofa y religin; doctrinas que tarde o 193 temprano llevan la duda y tras la duda el escepticismo, aun a los cerebros mejor organizados. Para evitar, en parte, este mal, abogamos porque se restablezcan las ctedras de re ligin y moral que antes existan. En ellas aprender el alumno doctrina sana y abun dante y de ellas saldr con su credo religioso formado, y sabr, por tanto, a qu atener se en materia tan delicada. Tambin abundamos en la idea expuesta arios ha por el incansable defensor de la Iglesia, D. Gumersindo Laverde Ruiz, es a saber: la formacin de una Academia o llmese escuela de fi losofa espaola. Desde hace algunos aos que la fi losofa impor tada de Alemania est causando grandes estragos en la juventud, siendo por tanto de gran necesidad la formacin de una Academia en la que se ensee fi losofa catlica espaola. Es la nica manera de que se ensee buena doctrina, al mismo tiempo que se dan a conocer los grandes fi lsofos espaoles de otras pocas, hoy desgraciada e injustamente olvidados. En el n. 4 de La Educacin Catlica, 30 de Octubre, se incluye el artculo de El Criterio en el que se expone una normativa sobre la enseanza del dogma catlico. Martnez Ruiz escribe a continuacin: Las anteriores lneas valen por s solas por todo un curso de fi losofa moral. En ellas se expone y seala la triaca que ha de contrarrestar el veneno de tantos libros, folletos y artculos impos como diariamente aparecen. Por regla general casi todos los heterodoxos que escriben sobre la religin sacrosanta de Cristo, desconocen los fundamentos de sta, de la misma manera que no falta quien juzga de los libros sagrados sin haberlos hojeado, tan slo por las impas burlas que de ellos ha hecho Voltaire. Para evitar que de esta ignorancia nazcan sofismas que a las veces suelen engalanarse con el rodaje de la verdad, o falsas interpretaciones, conviene, como dice muy atinadamente el articulista, exponer , sencillamente el dog ma, tal y como es para que de este modo sea conocido e interpretado rectamente por todos aquellos que lo desconoce. Conociendo el dogma claramente, no tendran razn de ser muchos errores y herejas que hoy corren seduciendo incautos e ignorantes. Pongamos, pues, manos a la obra cuanto antes, y cuente el annimo escritor con nuestro modesto apoyo. 2.- Vase el expediente acadmico en el primer cap. de este libro. 3.- Ya se ha dicho que el artculo de Martnez Ruiz sobre el Padre Arbiol no sali sino en el n. 4 de la Revista. Petrel, 18 Octubre 1.892 Querido Pepe: he recibido tu articulito con su comentariodl ) el cual est perfecta mente bien. Hoy he recibido 100 ejemplares, y crea haberte mandado, pero veo que no es as. Maana recibir 300 400 ms. Si te vinieses maana mircoles por la tarde veras el artculo 1. de la revista nmero 3, titulado Justicia, Sr. Cnovas,(2I en el cual pido que se procese y castigue a los criminales del Congreso libre pensador, recordando 194 al Sr. Cnovas las palabras que dijo en un discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid el ario 1.877 sobre Concepto del Estado y en un artculo: La moral indepen diente, de los que conservo algunas notas en mis Trozos escogidos de escritores ilustres. Sin ms por hoy, queda tuyo tu to. Miguel Amat. NOTAS: 1.- Se refiere al comentario sobre el artculo de El Criterio citado en la carta anterior. Sorprende la rapidez de Martnez Ruiz al enviar su escrito. 2.- Desde mediados de Septiembre, Amat iba publicando varios artculos en El Alicantino sobre la enseanza popular y sobre el Congreso de Librepensadores celebrado en Madrid a principios de Octubre, que fue suspendido por la autori dad gubernativa. Amat traslada ahora su pensamiento a las pginas de su Revis ta. Los Trozos escogidos de escritores ilustres, citados en otras ocasiones, no son ms que un archivo de notas entresacadas de sus lecturas. Petrel, 19 Octubre 1.892 Querido Pepe: El folleto sobre La libertad(1) ir seguido de Notas aclaratorias. La primera se refiere a Echegaray. Ten la bondad de hacer esa nota, resumiendo los defec tos que la crtica de veras encuentra en las obras de Echegaray. Quien ms se ha ocu pado de esto es D. Manuel Caete. En los papeles que te llevaste sobre Echegaray y en tu buena biblioteca, y sobre todo en tu sana crtica, tienes bastante para hacer una nota extensa que ser la 1. del folleto, no te descuides en esto, pues el folleto se impri mir esta prxima semana. Espero esta noche la prueba del n. 3 de La Educacin Catlica. Entre ellas ven dr tu estudio sobre el P. Albioli (sic). Vente, si te parece, esta tarde y corregirs las pruebas, pues yo no he escrito que te lo enviaran a Monvar, porque quisiera que vi nieses para ayudarme a arreglar las notas del folleto sobre La Libertad. Tengo mu chas en mis Trozos escogidos, pero no tengo tiempo para ordenar nada, ni menos para elegir lo mejor. La 2. a nota se referir a Locura o santidad, y como creo que tambin tengo notas o estudios sobre este drama puedes hacerme otro pequeo estudio sobre esta clebre produccin. Creo que en el fondo se plantea la cuestin de la libertad humana, como tambien lo plante Lope de Vega o Caldern en el soneto que termina Loco debo de ser pues no soy santo. Y tambin Proudhom ha dicho: O Jesucristo es Dios o no hay Dios. Esos dos trminos de la libertad expresan la gravedad de la cuestin, pero esos asuntos, como tambin el del nudo gordiano, no se llevan a las tablas. Si te puedes venir esta tarde se alegrar tu to. Miguel. NOTA: 1.- El folleto La Libertad, publicado en Alicante, en Noviembre de 1.892, por la imprenta de El Liberal, sali sin las notas que aqu Amat pide a su sobrino, por las divergencias que veremos en la prxima carta. 195 Petrel, 21 Octubre 1.892 Querido Pepe: te envo las pruebas del P. Arbiol. Ya sabes que la Revista sale pasa do maana domingo, con que no dejes de remitrmelas o entregrselas sin prdida de tiempo. Tal vez se arregle que con las 16 pginas se coloque todo el material; y si no, se tira rn 24 pginas. Es que el primer artculo: Ms sobre Len XII y Renn(1) me ha salido muy largo; y tanto se como el de Justicia Sr. Cnovas son de actualidad y han de salir sin falta. Respecto al artculo sobre Echegaray, no has comprendido mi idea. Sin perjuicio de publicar en La Educacin Catlica tu estudio sobre el arte dramtico espaol, de lo que me alegrara mucho, para el folleto no quiero ms que dos notas: La 1.a, que tendr por objeto copiar algo de lo que Caete y algn otro crtico haya dicho en contra del teatro de Echegaray, porque yo afirmo que de Echegaray a Lope, Caldern, Lpez de Ayala, Tamayo, etc. etc., haba ms distancia que de la Sirio a la tierra(2 ); de ma nera que deseo algunos prrafos de crticos eminentes que hayan opinado contra la dramaturgia de Echegaray. Y 2.: algunas consideraciones sobre el O locura o santi dad, aunque esta nota pienso que se puede suprimir, pues he ledo mi artculo (que te incluyo para que formes mejor concepto de la naturaleza del asunto y redactes mejor las notas) y creo que basta que me mandes una nota sobre la errada y fatal tendencia del teatro de Echegaray, pero aduciendo la autoridad de Caete y algn otro crtico eminente. Basta con una nota en ese sentido. Si en esa nota quieres decir algo de cuen ta, mejor. Sospecho que me sustraen cartas y paquetes de revistas. Qu ser Ya hablaremos. Como hacindote el ignorante, si tienes algn amigo sacerdote en Orihuela, pregun ta si han visto mi Revista y qu concepto les merece. Tu to. Miguel. NOTAS: 1.- Con ocasin de la muerte de Renn -Octubre de 1.892- Amat haba escrito un artculo comentando las supuestas palabras del Papa sobre la salvacin del escritor. Ante determinadas objecciones de algunos lectores, Amat escribi un se gundo artculo, al que hace referencia en la siguiente carta del da 24. 2.- Lo dice en un artculo publicado en El Liberal de Alicante, el 4 de Octubre de 1.892. Petrel, 24 Octubre 1.892 Querido Pepe: he recibido la tuya con el artculo sobre el teatro, que me ha gustado mucho y que se insertar en La Educacin Catlica(1) En el nmero 3, que ha salido hoy, no pudo insertarse tu articulo sobre el P. Albiolo (sic), pero saldr el domingo prximo. Para insertar lo que escribimos debemos tener un peridico diario. Si Dios quiere, 196 ya lo fundaremos a principios de ao.(2) Pero para eso es necesario que nos aplique mos a dar importancia a La Educacin Catlica, procurando reunir numerosa suscripcin. Todava no ha resultado ninguno de los puntos donde t puedes influir, como Yecla, Monvar y las provincias que tu pap me indic. Ya tena yo noticia de lo comentado que era por el clero mi artculo sobre Renn inserto en el nmero 2 de la Revista, por lo que, y tomando pie de una carta particular que he recibido, he escrito otro artculo largo sobre el mismo asunto diciendo que la ley de amor de Jesucristo est todava muy poco conocida y muy poco practicada, cuyo artculo lo vers en el nmero 3. La tartana de la Estacin llega a Petrel de noche, y es una locura volverte con el correo. Y por qu despus que me haces las visitas tan de largo en largo quieres vol verte a las dos horas Pero no esperes al domingo, vente esta tarde en el correo. Tengo concluda la historia de Santa Mara Magdalena puesta en verso,(3) y quisie ra en las notas y apndices decir todo lo que la historia, la literatura y el arte se han inspirado en tan hermosa y santa herona. He visto citada la obra de Maln de Chaide y quisiera saber cmo se titula su obra, y si ser fcil verla. Tienes noticia de ella Tambin he visto que el Padre Lacordaire ha escrito sobre la misma santa. Habr alguna obra de dicho escritor en tu biblioteca o en la del Casino. El Sr. Roca y Carnet cita tambin Las noches de M. Magdalena y los sentimientos de un alma convertida a Dios, pero tampoco dice ni siquiera el nombre del autor. En la biblioteca del Casino tal vez est la obra de Autores espaoles, de Rivade neyra. En caso afirmativo, da una mirada a los poetas del siglo 16 y siguientes, o sea, a los ndices, y veas si hay algo sobre esto. Lo mismo te digo de la historia de la literatura de Amador de los Ros, Tihnor, y si se ha publicado alguna otra durante mi enfermedad.(4) Decdete y vente, y echaremos un prrafo, y sabes que te quiere tu to. Miguel. Tal vez Menndez Pelayo diga algo de los autores que han escrito sobre la Magdale na en su tratado bibliogrfico. NOTAS: 1.- No apareci este tal artculo. 2.- Amat ve posible la idea de fundar un diario. Ser Martnez Ruiz el ms inte resado en gestionar con Benedicto Moll la compra de El Alicantino. 3.- La Vida de Santa Mara Magdalena, puesta en verso ser el tercero de los llamados Folletos Catlicos, publicado a finales de 1.892, pero sin notas ni apn dices. Vase el apartado sobre las obras de Amat. 4.- El que Amat cite las obras de estos autores supone un estar al da en los estudios crticos sobre la literatura espaola, sin embargo no fue esa la realidad, como vemos claramente en la carta del 19 de Noviembre de 1.892. 197 Fray Pedro Maln de Chaide, agustino, public en 1.588, un ario antes de su muerte, el Libro de la Conversin de la Magdalena, obra fundamental de la elocuencia sagrada. Henri Lacordaire, dominico francs (1.802-1.861) form parte con Lamennais y Montalembert de la redaccin de Lavenir, peridico que propugnaba la li bertad y renovacin de la Iglesia, pero condenado el peridico por el Papa Grego rio XVI, Lacordaire se separ de sus compaeros. Uno de sus temas preferidos en sus famosos sermones cuaresmales fue el de Mara Magdalena. Manuel Rivadeneyra (1.805-1.872), famoso impresor cataln que proyect la Bi blioteca de autores espaoles, que contaba ya con 63 tomos cuando el impresor muri. Don Miguel tena alguno de esos tomos, que hoy estn en la Casa Museo de Azorn, en Monvar. Jos Amador de los Ros (1.818-1.878) public en 1.865 su Historia crtica de la literatura espaola, obra clave para los estudios literarios en el siglo XIX. Tam bin es fundamental su Historia poltica, social y religiosa de los judos de Espa a y Portugal. George Ticknor (1.791-1.871) hispanista y profesor de literatura espaola en la universidad de Harward, escribi una Historia de la literatura espaola que fue traducida al espaol por J. Gayangos en 1.857. Marcelino Menndez Pelayo (1.856-1.912) acababa de publicar su primera entrega de la Antologa de poetas lricos castellanos en 1.890. Petrel, 26 de Octubre de 1.892 Querido Pepe: he recibido la tuya con los textos de Caete y de Blanco (1), los cua les, aunque no he tenido tiempo an de leerlos, desde luego confo que cuando me los mandas es porque son oportunos para el folleto sobre la libertad. No puedo moverme de tanto trabajo, y lo peor es que no puedo parar. Te abraza tu to. Miguel. NOTA: 1.- Los textos de D. Manuel Caete y del P. Blanco Garca son los que le pide en la carta del 19 de Octubre para el folleto La Libertad y que no llegan a in cluirse en l por su repentina recada en la enfermedad a principios de Diciem bre, cuando ya el folleto est en imprenta. Ambos libros, con sustanciosos subra yados con lapiz rojo, se encuentran en la Biblioteca de la Casa Museo de Azorn en Monvar: La literatura espaola del siglo XIX, de Blanco Garca y el Teatro Espaol del siglo XVI de M. Caete. Petrel, 27 de Octubre de 1.892 Querido Pepe: ya que desde un principio has aadido algunos prrafos a los articuli tos de El Criterio titulados La enseanza catlica,(1) te envo el tercero para que 198 hagas lo mismo. Y en el tren correo de maana viernes lo remites a la imprenta de Guijarro para que salgan en el n. del domingo. Ya se lo digo. Os espero dicho domingo para hablar de la refundicin de El Alicantino y la Revista,(2) a pesar de que me recelo de que la gravedad de mi estado echar por tierra todos nuestros hermosos planes. Tu to que te quiere. Miguel Amat. Ya sabes que estoy identificado con el modo de ver del articulista del Criterio. Se conoce que el que suscribe esos articulitos es un sabio; quien as condensa sus ideas, sabe mucho. He visto tu comunicado a La Tarde. Poco, pero bien dicho.(3) Amat. NOTAS: 1.- Martnez Ruiz coment estos breves artculos del peridico valenciano en los nmeros 2, 3 y 4 de La Educacin Catlica. Vase el cap. 2. 2.- No parece que don Miguel estuviera muy animado a hacer efectiva la refun dicin de El Alicantino y su Revista. Las cartas posteriores al domingo 30 de Octubre no revelan nada sobre dicha conversacin ni si sta lleg a realizarse. 3.- No me ha sido posible encontrar este comunicado; en la hemeroteca provin cial no estn los ejemplares de esa poca. El Director de LA EDUCACION CATOLICA(1) B. S. M A D. Jos Martnez y le manifiesta que ha recibido el artculo y su comentario de la Enseanza Catlica, y todo est muy bien. El Padre Albioli (sic) saldr revista pr xima. Estoy muy delicado y no me ha alegrado el tomo de Rimas que he recibido. Cuando vengas el sbado te llevars los que te dedico... D. MIGUEL AMAT Y MAESTRE aprovecha gustoso esta ocasin para ofrecerle las seguridades de su consideracin y sincero aprecio. Tuyo. Miguel. El Director de LA EDUCACION CATOLICA B.S.M. A D. Jos M. Martnez y le participa que queda enterado de todo y que lo espera el domingo en el tren correo con el Sr. Moll. Conforme gran diario, pero tengo poca salud. D. MIGUEL AMAT Y MAESTRE aprovecha gustoso... 199 EL Director de la EDUCACION CATOLICA B.S.M. Querido Pepe: He recibido la tuya y estoy contigo en lo que dices respecto al Catecis mo. Respecto al ttulo de los discursos ya hablaremos cuando nos veamos. Hoy a las diez recibir el nmero 5 de la revista. D. MIGUEL AMAT Y MAESTRE aprovecha gustoso esta ocasin... Petrel, 1 de Noviembre de 1.892 NOTAS: 1.- Son varias las notificaciones que Amat enva a su sobrino en hojas impresas con el membrete de Director de la Educacin Catlica. Algunas, como las 2 an teriores, no llevan fecha. En la primera, como vemos, da cuenta de la aparicin de su libro Rimas, ocu rrida a finales de Octubre. En la segunda, la referencia a su poca salud demuestra el relativo inters de Amat por el proyecto del diario, que tanto debi entusiasmar a Martnez Ruiz. En la nota del 1 de Noviembre, don Miguel hace referencia a la acotacin de su sobrino al artculo de El Criterio, en la que se aboga por la enseanza del Catecismo en las escuelas. Los discursos a los que se alude son los de Amat en el Ateneo de Madrid y en la sede de la Juventud Catlica que, como se ha dicho, tena proyectado publicar. Ver cap. 1. Petrel, 3 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: veo que eres un gran crtico, y me alegro que respecto al juicio de mis Rimas te hayas contenido en los elogios de ellas, los cuales, aparte de no ser me recidos, hubiesen parecido muy mal dentro de una Revista dirigida por m. An as, me parece que dices demasiado (1). Escribo a la imprenta para que te manden a ti las pruebas. No olvides de repasar mis discursos del Ateneo. Dnde te parece que podemos publicarlos porque en La Educacin Catlica no hay sitio. Debiera salir en una expresamente literaria. Dime francamente el juicio que has formado de ellos. Sabes que te quiere tu to. Miguel. NOTA: 1.- En el nmero 5 de la Revista (6-11-92) aparece la siguiente resea firmada por Fray Jos: El que D. Miguel Amat sea el dueo de la casa, como quien dice, no es obstculo para que dediquemos unas lneas al ltimo fruto de su gallardo ingenio. Lb contrario sera un acto de mal entendida modestia, que nosotros no estamos dispuestos a realizar. En un elegante volumen ha coleccionado el autor sus rimas, tanto castellanas como lemosinas. 200 Apenas se leen las primeras pginas de Rimas, ntase que el Sr. Amat es un poeta de altos vuelos, de musa fcil y correcta. Es el cantor del ideal cristiano; la fe le inspira y hace que broten de su pluma versos impregnados de elocuencia y de sublime amor divino; l mismo lo ha dicho: La musa del amor templa mi lira... S, es uno de los pocos poetas que se inspiran en los misterios de la religin.., es uno de los pocos poetas que no dudan. Campen decidido de la verdad, quisiera que todos pensaran como l, quisiera convencerlos a todos e inculcarles sus ideas. Tal es en resumen el espritu que anima las pginas de Rimas. Tal vez por esto algunos opinen que el Sr. Amat no pertenece a la nueva escuela de poesa o por decirlo mejor, que el libro resulta algo atrasado. Es verdad, para los que se pagan de modas literarias, fcilmente mudables como todas las modas, la manera del autor podr parecer anticuada dado los grandes cambios que en el campo de la literatura se han efectuado; pero para los que aman la belleza sin distingos de escuela, el libro del Sr. Amat ser un acontecimiento literario. Hay en l poesas lricas de gran imaginacin, como Amor y fe, A Delia, A la belleza, etc. en las que el autor mustrase poeta grandilocuente a la manera de Tassa ra o Bernardo Lpez; y existen otras ms reflexivas, si cabe hablar as, en las que en cierra una profunda leccin moral, como La bendicin de los nios, La oveja perdi da, El hijo prdigo y Pensamientos. Generalmente las primeras pertenecen a la juventud del autor, mientras que las segundas son producto de la edad madura. Cu les preferir Dadas las tendencias de la poca, no titubeamos en contestar que las se gundas. Despus que ha pasado la era romntica con su turbin de lirismo y sus leyen das y poemas melosos, hemos cado en la cuenta de que el poeta no debe limitarse a invocar al sol, a la luna, al cfiro, etc., ni a pintar las gracias de Laura o Blanca o Elisa, el poeta debe hacer algo ms; debe hacer pensar. Por eso ahora ya no nos paga mos de lirismos huecos..., queremos ideas. Por eso ya no se lee, por ejemplo, a Zorrilla y en cambio leemos a otro poeta cualquiera inferior a l, pero hermanado con las mo dernas tendencias. Zorrilla ha enterrado a su tiempo, como ha dicho un agudo crti co, y es un caso anormal y raro en la historia de la literatura. El libro del Sr. Amat lleva un hermoso prlogo de D. Carmelo Calvo Rodrguez, se cretario de la Diputacin de Alicante. Segn el prologuista, la publicacin de un libro de versos hoy da supone un acto de valor, porque no se lee ms, dice, que los peridicos y las novelas naturalistas. An tiguamente, contina, se lean muchos versos, hoy al contrario, hacemos poco caso de ellos. Nosotros sentimos que el Sr. Calvo, sin ser pesimista, haya escrito un prlogo en el que se muestra como tal, aunque con pesimismo cndido, como quien no cree en lo que dice. Porque es la verdad que hoy, aunque la prosa predomina por razones enteramente lgicas, sin embargo la poesa no est en decadencia ni mucho menos. Un pueblo que cuenta con Nez, Campoamor, Balart, Verdaguer, etc..., no tiene derecho a hablar de decadencia.. . Se lee ms de prosa, sobre todo la novela, porque es ley, deducida de la fi losofa de la historia literaria, que cuando un gnero est en su esplendor, se oscurezca o decaiga otro; s, en el siglo de Caldern brilla la poesa dramtica mientras 201 que se halla en segundo trmino la novela a pesar de las producciones de Quevedo, Mendoza y otros. Verdad es que entonces la novela se reduca a stiras o burlas sociales ms que a desarrollar una accin determinada tal como en el da se entiende. Hoy, por el contrario, despus del alud potico del romanticismo, predomina la prosa, est en alza la novela, aunque tambin se leen las obras poticas; prueba de ello son las con tnuas ediciones de los libros de Campoamor, Nez y otros. Es ms, contra lo que supone el prologuista, nos conmueve la aparicin de un buen libro de versos Ejemplo, Gritos de combate y... Dolores de Balart, que aunque an no se ha publi cado, ya nos interesa vvamente. Respecto a lo que el Sr. Calvo dice de que estos tiempos estn muy materializados y que se aprecian en ms las letras de cambio que el cambio de las letras, etc. etc., slo he de decir una cosa. Hace algunos das lea yo una lamentacin idntica en un libro -Tratado del amor de Dios, de Fr. Cristbal de Fonseca (1.591) publicado en el siglo XVI, en el siglo de los ideales! Razn tena Jorge Manrique al decir que cualquier tiempo pasado fue mejor, que es cabalmente lo que en suma viene a decir el Sr. Calvo. Salvo estas dos ideas, de las cuales disentimos, nos parece muy atinado lo que el ins pirado y cultsimo poeta dice en el prlogo de Rimas, prlogo correcto y genial que no desdice de la bien merecida fama de su autor. El artculo contina con la resea del libro El amante de los maestros, de D. Andrs Codoer, y de la novela Layeta que doa Matilde Troncoso de Oiz pu blic con el seudnimo de Raquel. Ver cap. 2 de este libro. He aqu los artculos integramente: D. Andrs Codoer ha publicado un libro titulado El Amante de los maestros (f bulas en verso castellano), libro que recomendamos a los profesores de instruccin primaria. El Sr. Codoer da patentes muestras de ser un poeta fludo y correcto. Su libro de fbulas le da derecho a fi gurar entre los ms distinguidos fabulistas modernos. El autor escribe principalmente para los nios y por eso en sus aplogos brilla la sencillez y la naturalidad, condiciones indispensables si se quiere que la leccin moral que de ellos se deduce quede fuertemente grabada en la mente del nio. Es, pues, notable bajo todos conceptos el libro del Sr. Codoer. La conocida escritora que se oculta bajo el nombre de Raquel ha publicado una novela titulada Layeta, que viene a servir de contrapeso a otra (Pepita Jimnez) publicada arios ha. Ha logrado su intento la autora Dificil nos parece la contesta cin..., por lo cual la dejaremos en suspenso. La trama de la novela de Raquel es sencilla y el estilo correcto, aunque en nuestro sentir adolece de cierta prolijidad. El carcter de Fermn, el protagonista, es altamente inconsecuente; cambia siempre que se le antoja a la autora; aparte de que Fermn, ms pareca una mujer con faldas que no un hombre. Defecto facilmente explicable si se tiene en cuenta que quien escribe es una seora. 202 Sobran tambin, en nuestro entender, muchas situaciones y algunos personajes y, adems, la accin se desarrolla muy precipitadamente. Lo repetimos, no hay verdad, no hay lgica en los cambios bruscos de Fermn. Tal es Layeta, que a pesar de estos defectos, tiene tambin muchas bellezas. Nosotros esperamos que la autora los subsane en las novelas siguientes, pues no le falta ingenio y abnegacin, que es lo principal. Petrel, 4 de Noviembre de 1.892 Querido Pepito: despus de enviado a la imprenta tu artculo biogrfico, olvid decir te que han tomado en m cuerpo dos observaciones que desde el principio me ocurrieron. Es la primera, que yo creo con Calvo que hoy est el mundo ms por las letras de cambio que por el cambio de las letras. Estamos en tiempos materialistas, y el materia lismo desprecia los versos. Quin espera con afn la ltima obra de Balart Algn crtico de talento como t. La otra observacin se refiere a que colocas la oda a la Virgen de los Desamparados entre las poesas de mi primera poca de amores, brisas y flores, cuando es poesa fi losfico -religiosa. Debe ser equivocacin de pluma. Lo mejor ser que te vengas en el tren correo de hoy viernes y arreglaremos el artcu lo o lo dejaremos como est, segn a ti te parezca. Pero vente determinado a quedarte aqu esta noche, pues pudiera suceder que las pruebas no vinieran hasta el tren mixto. Te espero sin falta, pues quisiera que tu artculo saliera todo lo mejor posible, y aun que yo no soy crtico puedo hacerte algunas consideraciones oportunas. Hasta la tarde. Tu to que te quiere Miguel El Director de LA EDUCACION CATOLICA B. S. M . Al Sr. D. Jos Ma Martnez, y en vista de su contenido, ir el artculo conforme t lo has escrito, reformando unicamente lo de la Virgen de los Desamparados, y en lugar de ella pondr o Encontr el ngel o Un recuerdo. Me alegro que tengas fi rmes convicciones y que sepas defenderlas. D. Miguel Amat Maestre aprovecha gustoso esta ocasin para... las seguridades de su consideracin y sincero aprecio. Petrel, 4 de Noviembre de 1.892 NOTA: Se refiere Amat, en ambas cartas, al artculo de M. Ruiz sobre Rimas, del que he hablado en las notas de la carta anterior. 203 El liii cCIO; 1) E La Educacin Catlica - p . 71IGUEL fr u )51AESTRE aprovecha 9u s loso esta OcersiOn para las 5e9ur1e10e1e5 ele su consielerocien aprecia. Petrel. ele 214 -, 7 Je 1:59 204 El Director... Al Sr. D. Jos M. Martnez y le encarga escriba un artculo biogrfico sobre la ad junta obra de Fray Canelles, para publicarla en El Alicantino, y despus en La Edu cacin Catlica, n. 6, y se ofrece de V. su amigo D. Miguel Amat y Maestre aprovecha gustoso. .. Petrel, 4 de Noviembre de 1.892 NOTA: No lleg a publicarse ningn artculo en la Revista sobre Fray Canelles, ni tam poco lo he encontrado en las pginas de El Alicantino, peridico donde apare cen habitualmente escritos firmados por Fray Canelles. El Director... Querido Pepe: he recibido la tuya de ayer en la que me hablas de las bondades de D. Francisco Navarro y de los pasos que das por las suscripciones. No te canses ms. Don Francisco Pascual recibi ya las Rimas. D. Miguel Amat y Maestre aprovecha gustoso.. . Petrel, 9 de Noviembre de 1.892 NOTA: No he identificado a D. Francisco Navarro. Don Francisco Pascual, el estudian te de Alcoy que polemiz con Amat con motivo del artculo sobre Echegaray, co mienza por estas fechas a colaborar en la Revista de don Miguel y, como vere mos, le visita con frecuencia. El Director. . . Al crtico de nuestra Revista, nico en su clase, y le ruega tenga a bien examinar el libro que va en paquete aparte, y si sale algn juicio de Rimas en peridico que no se reciba en esta administracin, tenga la bondad de participrnoslo. D. Miguel Amat Maestre aprovecha gustoso.. . Petrel, 9 de Noviembre de 1.892 NOTAS: Martnez Ruiz insert en La Educacin Catlica las reseas que de Rimas hicieron los siguientes peridicos: La Correspondencia de Valencia del 31 de Octubre y El Graduador de Ali cante, de fecha 5 de Noviembre, en el n. 6 de la Revista, 13-11-92. El Clamor, de Madrid, del 12 de Noviembre, en el n. 7, 20-11-92. La Correspondencia Alicantina, del 15 de Noviembre, en el n. 10, 11-12-92. 205 Petrel, 7 de Noviembre de 1.892 Sr. Presidente de la Juventud Catlica de Valencia. Muy Sr. mo y de mi mayor consideracin y respeto: aunque gravsimamente enfer mo del sistema nervioso y de una gran debilidad de estmago, me tomo la libertad de escribir a V. para rogarle que disponga se entregue al dador, mi sobrino D. Jos M. a Martnez, una certificacin en que conste que esa ilustrada y nobilsima Juventud Ca tlica me hizo el honor de nombrarme su presidente para el curso de 1.883 a 84, de cuyo honradsimo cargo, aunque por m no merecido, no llegu a tomar posesin a causa de mi repentina enfermedad. No puedo menos de dar a la Juventud Catlica de Valencia las ms expresivas y cordiales gracias por tan grande distincin, que considero el ms preciado de mis ttulos. Inclinado siempre a los nios y a los jvenes, he consagrado el fruto de mis estudios y de mi triste experiencia a escribir obritas que pudieran ser tiles a los mismos; por que estoy persuadido que depende la felicidad del hombre de la educacin que ha reci bido en sus primeros arios. Adems, amigo mo, la gran crisis religiosa, econmica y social que est atravesando el mundo, y que es ms grande de lo que a primera vista aparece, no desaparecer hasta que la sociedad vuelva a ser verdaderamente catlica, y no lo ser hasta que la niez y la juventud reciban una enseanza slida y completamente religiosa. Nacido en esa hermosa tierra de Valencia, y qu poco que he gozado de la frtil, de la rica, de la sabia, de la artstica, de la noble y de la religiosa patria ma. Despus de veinticinco aos de ausencia me restablec nuevamente en ella a princi pios de 1.883 con el nico objeto, ya desprendido de las arduas tareas de mi despacho de abogado, de dedicarme a mi aficin favorita: el estudio de las ciencias y las letras, y de hacer por la tierra en que nac cuanto mis dbiles fuerzas me permitiesen, pero Dios no quiso que realizase los sueos de toda mi vida, y una, en su principio, ligera enfermedad que desgraciadamente se hizo grande por una cadena de equivocaciones, me oblig a retirarme otra vez a este rincn del mundo donde, a pesar de mis poqusi mas fuerzas, escribo lo que puedo en defensa de nuestra santa religin y queridsima patria, como puede ver por el prospecto de mis obras que le incluyo. Ya creo que remit a la biblioteca de la Academia, que V. tan dignamente preside, varios ejemplares de algunas de las obras que tengo publicadas. Si estoy equivocado, las que le entregar el expresado Sr. Martnez, me hace V. el obsequio de entregarlas a la dicha biblioteca; y si sta ya las tiene, ruego a V. que las guarde como un recuerdo de estimacin y compaerismo. Ruego a V. que lea esta carta en el seno de la Junta Directiva y, si no fuere demasia do atrevimiento, que se publique en la revista de esa Juventud, con lo cual no me pro pongo otra cosa que hacer constar para siempre mi profundo cario hacia esa brillante y gloriosa juventud, y mi eterno reconocimiento a la misma por haberme elegido su presidente, a pesar de mis escasos o ningunos mritos. Tambin apreciara que en una sesin pblica se leyese mi poesa a Valencia, que forma parte de mi tomo de Rimas, y los adjuntos versos tambin dedicados a Valen cia y entresacados de una carta fi losfica dirigida al Sr. Barn de Mayals. 206 D. Jos M. a Martnez, antes nombrado, que aunque es muy joven es ya un ilustrado literato, est encargado de dirigir la impresin de mis obras inditas, y cuando est terminada aquella tiene el encargo mo de regalar un ejemplar para la biblioteca de la Juventud Catlica. Salude V. en mi nombre a todos nuestros queridos compaeros a quienes nunca olvi do, a pesar de que tuve la pena de estar tan pocos meses con ellos, y V. disponga con gusto de quien con esta ocasin se ofrece suyo y s.s.q.s.m.b. Miguel Amat. NOTA: Siempre estuvo muy orgulloso don Miguel de haber sido elegido presidente de la Juventud Catlica de Valencia. Tal designacin es mencionada en varias cartas y le da mucha importancia en su escrito Mi Biografa. En esta carta pide al pre sidente de la entidad una certificacin de aquel nombramiento. El que la carta aparezca entre los manuscritos de Amat en la Casa Museo de Azorn, en Mon var, evidencia que ste no cumpli el encargo. La Carta -Poesa al barn de Mayals puede leerse en la Antologa, lo mismo que la Oda a Valencia, premiada en los Juegos Florales de 1.859. Petrel, 10 Noviembre 1.892 Querido Pepe: recibida la tuya con la poesa de Balart, que es muy sentida y muy bella. No s como se han perdido Algunos apuntes sobre el pueblo de Benidorm, de mi amigo D. Pedro M. a Orts. Por este mismo correo te remitimos el ltimo n. de la Revista, pues dices que no lo has recibido. Las Rimas fueron a los ocho crticos que me indicaste. A ver cundo te vienes NOTA: La carta aunque parece acabada, carece de despedida. Todo lo referente al libro de D. Pedro M. Orts puede leerse en las notas de la carta siguiente. Petrel, 11 Noviembre 1.892 Querido Pepe: estoy bastante mal y quiero que hagas lo que voy a encargarte. Quiero un prlogo tuyo para mi obrita El Amor Cristiano, a la cual dedica Calvo algunos prrafos al fi n del prlogo de Rimas.( 1) Para que vayas formando juicio (pues me interesa tener pronto el prlogo para tirar el primer pliego en nmeros romanos y darle circulacin) te envo los seis pliegos que van impresos, y los manuscritos de los Mandamientos, los Sacramentos y los Pecados 207 Capitales, la Amistad etc., etc.; pero ten entendido que a todas esas partes an le falta aadir algo. Las nicas partes que tengo terminadas son: La oracin del Padre Nuestro, que est impreso, y El Credo, que tiene quince lecciones, pues he puesto en l los cuatro senti dos, puesto que ya sabes que es, juntamente con los Mandamientos y los Sacramentos, el corazn de la doctrina de Jess. No escribas, pues, unas palabras del prlogo hasta que veas mis artculos del Credo y, sobre todo, la ligera introduccin que he escrito para la obra. La cosa es seria para ti, pues vas a formular tu opinin no slo examinando la obra como literato, sino como filsofo y telogo. He escrito a Conga-Arguelles para ver si puedo conseguir cuatro lneas del cardenal Monescillo, pero no lo conseguir, pues esos seores estn muy altos, y adems no pue de juzgar toda la obra, porque no la ver toda, como la vers t. Ten presente que, ms que a examinar Amor Cristiano como obra literaria, la vas a examinar como til a la niez y a la juventud. Ojal que a la bondad y a la verdad y utilidad que quiero que encierre uniese la correccin y el estilo excelentes! Ojal que pudiera ofrecer a mis queridos nios y jvenes, en verso de oro y diamantes, el nctar pursimo de la doctrina de Jess!. Recib tu Revista de libros, pero se me han traspapelado las cuartillas que se refie ren a la obrita de D. Pedro M. a Orts sobre Benidorm. Refndelas esas tres cuartillas y envamelas o tremelas, que sera lo mejor.(2) Expresiones a los familiares, y sabes que te quiere tu to Miguel Amat Cosa extraa: Francisco Pascual, el X de Akoy, jven como t, est escribiendo mi biografa y creo que tiene ya 10 o 12 artculos y quiere imprimirlos, y t, otro jven, escribir el prlogo a la obra de toda mi vida. No parece providencial 3) NOTAS: 1.- En esta carta aparece la primera referencia al prlogo que habra de tener El Amor Cristiano, libro que llevaba en principio el ttulo El amigo de los ni os y del que, efectivamente, ya hizo mencin Calvo en el prlogo de Rimas presentndolo como culminacin de la obra de Amat. Vase todo este asunto en el cap. 1. Como se recordar, Martnez Ruiz hizo un prlogo que, si en un princi pio gust a Amat, luego ste pidi otros prlogos a varios personajes: al cardenal Monescillo, al arzobispo de Toledo, al de Valencia, al marqus de Pidal. No res pondindole ninguno, volvi a pedirselo a su sobrino, quien de nuevo lo rehizo pero se perdi en la imprenta de Guijarro, en Alicante (ver carta de D. Eliseo Amat, 10-1-93). Ante la nueva peticin de Amat, no quiso hacerlo otra vez y remiti el encargo a su amigo y pariente de Yecla, Jos M. Martnez Tortosa, de quien fi nalmente se incluye un prlogo pedante y fro en la edicin de El Amor Cristia no. Por contra, y como tendremos ocasin de leer, muchos manuscritos envia dos por don Miguel al Sr. Tortosa se perdieron para siempre. El temor de Amat ante el prlogo de su sobrino es que ste juzgue duramente 208 la forma literaria sin tener en cuenta su valor filosfico y teolgico y su utilidad para los nios. 2.- En el n. 7 de La Educacin Catlica, 20-11-92, se inserta una brevsima resea del libro Apuntes para la historia de Benidorm, cuyo autor es D. Pedro M. a Orts, abogado y amigo de Amat. Martnez Ruiz haba hecho una amplia rese a que se perdi en la casa de Petrel, y en la que definitivamente aparece dice lo siguiente: El distinguido escritor D. Pedro M. a Orts ha publicado recientemente un libro que titula con excesiva modestia Apuntes y que es en realidad una erudita historia de Benidorm. El Sr. Orts se muestra como genial historigrafo y elegante estilista. Hay trozos en su libro verdaderamente elocuentes y de indudable valor. Ha dicho, no recordamos quien, que los autores de monografas o historias parciales son los verdaderos autores de la historia nacional, porque sobre sus trabajos se funda el que comprende la meritoria y penosa tarea de escribirla. En tal concepto, el Sr. Orts es digno de alabanzas, porque con sus investigaciones ha aportado nuevos y valiosos conocimientos al campo de la historia patria. Vase el cap. 2 de este libro. Pedro M. Orts (1.839-1.902) fue magistrado de la Territorial de Valencia. Entre sus obras, destacan: Resea histrica de los pue blos de la Marina y La mujer: su historia, su influencia, su educacin. Del Cardenal Monescillo dice Azorn en un libro de recuerdos, Valencia: Es te hombre, todo actividad, lucha ardiente, franqueza noble, generosidad siempre despierta... 3.- Desconozco la biografa citada, a no ser que fuera el artculo escrito por D. Francisco Pascual en El Alicantino el 4 de Diciembre de 1.892. Sin fecha. (Fecha probable: 13 de Noviembre de 1.892) Querido Pepe: recibida la tuya. Es natural que te prepares para el prlogo, y me ale gro que hayas aceptado mi encargo. Ya s yo que saldr una cosa buena. Lo primero que has de leer es Los Mandamientos, pues se han de imprimir, desde luego, tras El Credo. Te abraza tu to Miguel Amat Tambin te envo el discurso de Calatayud (1) en el Congreso Catlico sobre Necesi dad de que la juventud escolar espaola se inspire en los principios catlicos... Ya ves que es nuestro pensamiento catlico, aunque en algo difiramos, como en atribuir el aumento de crmenes al aumento de instruccin. Aumentan los delitos porque crece la irreligin y el materialismo; no por la instruccin sino a pesar de la instruccin. Pero bueno ser que lo leas. NOTA: 1.- D. Vicente Calatayud Bonmat (Aspe, 1.846-1.908) Famoso latinista y reco 209 nocido profesor, escribi mltiples artculos periodsticos en defensa de una ver dadera educacin en libertad. Adems de sus libros sobre gramtica castellana y latina, hay que destacar: Principios morales, polticos y sociales que han de servir de base al ejercicio de la libertad e Influencia de la prensa peridica en la cultura e ilustracin de los pueblos. Fue jefe del partido carlista de Alicante y dirigi varios peridicos tradicionalistas. Petrel, 16 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: ten la bondad de decirme la direccin del peridico La Epoca, pues tengo arreglado un ejemplar de Rimas para el Director de la misma, y como quiero certificarlo, ser necesario saber la calle y nmero. Aumenta el cambio de peridicos. Ayer escrib a tu primo Jos M. Martnez, Secretario del Ayuntamiento de Yecla; a Livardo Pipa y a Basilio Safrilla, a quien tu pap me recomend en cierto negocio, cuando Safrilla viva en Elda. Voy a publicar un nmero extraordinario el da de la Pursima, (1 ) adicionado: de las lecciones del Amor Cristiano que tratan del Ave Mara y de la Salve; y de los versos que hice al Centenar de la fundacin de la cofrada de las doncellas de la Pursi ma Concepcin en la villa de Moncada, texto lemosn y traduccin castellana. Pienso tirar 2.000 nmeros, 200 de papel de lujo, para remitirlos a todos los Prelados de Espa a, Roma y Madrid. Sabes que uno de los grabados para la obrita del Amor Cristia no es la Pursima. Ver si puedo conseguir que la grabe desde luego y pueda ir al fren te del nmero extraordinario. Este n. ser el noveno de la Revista y, por consiguiente, del mismo tamao de los otros, y slo se diferenciar en que no se ocupar ms que de la Virgen. T, que tienes mucho ingenio, veas qu podramos aadir a mi pensamiento. Con vendra insertar la encclica o Bula de Po IX sobre la declaracin de la Inmaculada. Tengo la coleccin Cnones espaoles y concilios nacionales, veremos si encuentro la declaracin de Patrona de las Espaas. Eliseo (2) sale hoy para Orihuela y ver si en el archivo del Colegio de Santo Domin go est la declaracin de Patrona de Espaa. Tuyo, tu to. Miguel. NOTAS: 1.- El nmero extraordinario de la Revista, que aqu se cita, saldr con ligeras modificaciones: en vez de las lecciones de El Amor Cristiano aparecen ocho con sideraciones sobre la enseanza religiosa que estn en la introduccin de dicho libro. Tampoco aparece el grabado citado ni la Bula de Po IX. 2.- Eliseo Amat es el vicario de Petrel. Ser su albacea. Petrel, 17 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: est muy bien la Revista de libros y la envo a la C.C. para que te enven las pruebas. 210 El Canto Religioso de Jos Molero (1) es bueno, pero un poco largo y difuso. Sin em bargo, publicar la mayor parte, corrigiendo algo si tengo tiempo. Creo que te has comido ya a los Jesuitas. (2) Los del Clamor an no han contestado. Creo que habrs querido decir misticismo. D. Eliseo en Orihuela, Severiano en Valencia, (3) estoy muy slo; y por ello, si te vi nieses esta noche me haras un gran favor; aunque no fuera ms que dar un vistazo a los peridicos de ayer y hoy. Me aumenta la inflamacin de la cabeza y, por lo tanto, los sufrimientos. Vente. As escribirs t las cartas para que te enven la obra de Altamira, y yo las firmar, y t buscars el artculo que quieres en la Espaa Artstica. Hoy envo certificadas las Rimas a La Epoca. Escribe t, o el Director del Casino o cualquiera del Casino, al Director de La Epoca, rogando emitan su juicio sobre el tomo de Rimas, que es de un amigo.(4) Miguel. NOTAS: 1.- Probablemente es un escrito que le manda Martnez Ruiz atendiendo a la peticin de la carta anterior. No lo public en la Revista. 2.- Es una referencia directa a lo que le dijo en la carta del 21 de Octubre res pecto a la opinin que pudieran merecer en Orihuela sus escritos sobre Renn. 3.- No he logrado identificar a Severiano. Lo sorprendente es que no cita a su hijo. 4.- Empieza a hacerse ostensible el fracaso de Rimas. A pesar de haber envia do el libro a muchos escritores y crticos literarios de los peridicos, slo fue rese ado por muy pocos. La mayor parte de esas reseas fueron includas en La Edu cacin Catlica. Ver nota de la carta del 9 de Noviembre. Sin fecha. (Fecha probable: segunda decena de Noviembre) Querido Pepe: ya sabes que si quieres mandarme algo tuyo para el n. de la Pursi ma, me alegrar mucho, pues primero eres t que nadie. Esta maana te envi un nuevo pliego de El Amor Cristiano. El tamao, cree Indalecio y el to Ramn (1) que debe ser igual que los otros nmeros de la Revista, para poder encuadernarlo y conservarlo. Tu to. Miguel. Estoy muy enfermo; si puedes, vente esta tarde. NOTA: 1.- Desconozco quin pudiera ser Indalecio a no ser que se refiera al cannigo doctoral de Orihuela citado en la carta del 27-11-92, Indalecio Ferrando, secretario 211 del Obispo. El to Ramn es Ramn Maestre Rico, hermano de la que fue su segunda mujer, Luisa. En el n. de la Revista dedicado a la Pursima no se incluye, como dije, ningn escrito de Martnez Ruiz, aunque ste, como denotan las cartas, le enviara algu nos artculos. Curiosamente, cerrando el n. 11 de la Revista, 18-12-92, y fuera de todo contexto, se incluyen unas lneas con el ttulo La hermosura de la Vir gen, que estn tomadas del libro del fraile agustino Cristbal de Fonseca Trata do del amor de Dios, y que no cabe duda fueron extractadas por Martnez Ruiz. Acababa de citar este libro en el n. 5 de la Revista, con ocasin de su crtica al libro Rimas. Petrel, 19 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: mndame lo ms pronto que puedas lo que me prometiste de tu abue lito (1) para el nmero de la Pursima. Despus que te marchaste anoche, vino D. Antonio Gmez, Juez nombrado de Re quena, y nos trajo varias suscripciones de Novelda. D. Jos Corona tambin nos ha mandado cuatro o seis; de manera que esto va bien. Quien va muy mal soy yo. Siempre tuyo. Miguel. NOTA: 1.- Se refiere al ensayo Mara en el Evangelio, de Jos Maestre Prez, quien en realidad es abuelo de la madre de Martnez Ruiz. Petrel, 19 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: mis estudios sobre Querol se formalizan. He ledo detenidamente sus ltimas, poesas que no conoca, y he visto que son todava superiores a las ltimas que escribi estando yo con l en Madrid. Todos los que se han ocupado de los versos de Querol han tenido un secreto motivo para no hacerle completa justicia. As es que en el artculo 4. 0 , que acabo de remitir a la Correspondencia Alicanti na, quiz se me ha ido la pluma y he escrito el siguiente prrafo: Querol es uno de los primeros poetas lricos de Espaa, en nuestro humilde concepto, el primero del si glo 19. Cuando menos, habr tratados de la historia de la literatura contempornea. Yo lo que quisiera es una resea de los principales lricos espaoles hasta hoy da y, sobre todo, quisiera saber los defectos que a cada uno de ellos se encuentra.(1) Sobre este particular, sobre los lunares de los lricos del siglo . 19, quisiera que me enviases una nota bastante para que yo pudiera decir: Querol no tiene este vicio o este defecto. Quin es Isart Lo pregunto porque hizo gran elogio de Querol. 212 Sin perjuicio de que te ocupes ms detenidamente sobre el asunto que te consulto, dime desde luego algo sobre el particular, y si te parece que podr sostenerme en mi atrevida proposicin. Envame pronto lo que sabes para el n. de la Pursima. Fjate mucho en los primeros estudios que deben ir en mi tomo de Prosas. Los de Len XIII y Renn los le anoche a Gmez, el Juez de Requena, y le gustaron muchsi mo. Si te parece, y no hay otros mejores, pueden ir detrs de La caridad. Y los de la libertad estarn bien colocados en el tratado de religin No podamos aadir a la palabra religin otra que nos diese campo para incluir en la primera parte de Prosas algo ms que lo exclusivamente religioso Ve reuniendo, si te es posible, los artculos sobre Querol que publico en la Corres pondencia Alicantina. Tu to. Miguel Amat. NOTA: Es significativa esta carta en la que se muestra el desconocimiento de Amat de los poetas del momento. Sus 15 artculos sobre Querol, publicados en la prensa alicantina y preparados para ser parte esencial de su libro Prosas, muestran al escritor anclado en las tendencias literarias y vitales de mitad del siglo XIX. En este sentido, Martnez Ruiz significa el acercamiento, la aportacin de las nuevas corrientes al ingenio anquilosado y enfermo del poeta. De ah las contnuas lla madas, las peticiones constantes de correccin. Amat, que en sus primeras cartas se presenta como un triunfador capaz de abrirle a su sobrino las puertas del xito, ser, poco despus, el aprendiz suplicante que consulta al joven escritor los ms mnimos detalles. Por otra parte, vale la pena recordar que en la obra de Azorn, Valencia, al hablar de Querol, Azorn escribe lo siguiente: ...Querol lejano, Querol entrevis to vagamente, es como el recuerdo querido que, a pesar de nuestros esfuerzos, est a punto de disiparse. [...] El poeta est en Btera, y al relatar sus impresiones se dirige, en bella epstola, a sus hermanas. Afirmo que esa poesa es una de las ms hermosas del Parnaso espaol. Petrel, 20 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: acabo de recibir la tuya con la hoja de F, y me parece bien.(1) Espero pronto Mara en el Evangelio. Ya le digo a Guijarro(21 que se d prisa en la impresin del Amor Cristiano. Me alegro que vayas revisando las prosas. Aqu nadie tiene el Mercantil Valenciano, conque mndame o cpiame el suelto o noticia a que te refieres.(3) 213 Contstame a lo que te pregunt ayer sobre la poesa lrica. Y, sin ms, dispn de tu to. Miguel Amat. NOTAS: 1.- Fernando F es el impresor y librero de Madrid al que Martnez Ruiz le ha consultado precios para publicar Prosas de su to, y en cuya librera de la Carre ra de San Jernimo, de Madrid, se vendan tambin las obras de Amat. 2.- Guijarro es la imprenta que los hermanos Manuel y Vicente Guijarro tie nen en Alicante, en la que Amat public la mayor parte de sus obras. Tambin public en la imprenta de Adolfo Clavarana, en Orihuela, y en las imprentas de los diarios El Liberal y El Graduador, de Alicante. 3.- Primera referencia al diario valenciano en el que comenz a colaborar Mar tnez Ruiz y donde se publicaron varios artculos de don Miguel. Petrel, 21 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: he recibido las tuyas con el suelto del Mercantil Valenciano.( 1) Efectivamente, me entusiasm demasiado al leer los versos de Querol que todava no conoca, pero reconoce que es un buen clsico de altos pensamientos, de frase so bria y que, en particular, sus poesas a la familia y a la patria y a Nuez de Arce, sobre todo Patria, F y Amor en lemosn, son obras acabadas. Por supuesto que yo me refera a los poetas lricos espaoles de este siglo. Tassara me parece a veces muy difuso, o ms bien largo y prosaico, pues veo en Que rol ms concisin, ms energa y ms elocuencia. Andrade no lo conozco. Quintana es muy ampuloso; del duque de Rivas apenas conozco ms que los roman ces; Espronceda es a veces muy incorrecto; Nez peca por exageracin en la forma y, en resumen, hay tantos buenos en este siglo que tienes razn al indicar que no se puede decir: este es el mejor.(2) Comprendo que en Valencia hay algo contra m, pues ya ves cun lacnico es el suel to del Mercantil. Conforme en que me enves el trabajo de D. Justo Amo.(3) Doy orden para que se remita a dicho D. Justo la coleccin completa de las Revistas. Te abraza tu to. Miguel. Adjunto la carta que vers de Rafael Altamira.(4) No le contesto hasta que no man de la obra. Si hay alguna obra que juzgue el mrito de los poetas lricos de este siglo, y la tienes, dmelo. Y lo mejor ser que me digas quines son los 10 o 12 primeros, y una indica cin de sus cualidades brillantes o sus defectos. Estoy escribiendo un buen artculo so bre la verdad y el bien, de donde irradia la belleza. 214 NOTAS: 1.- El Mercantil Valenciano del 17 de Noviembre trae una escueta nota sobre la publicacin de Rimas. 2.- Sorprende, hasta cierto punto, no encontrar referencia de Zorrilla o de Bcquer. 3.- Justo Amo fund y dirigi varios peridicos de Monvar: La Redencin, El Eco de Monvar... El trabajo a que se refiere estaba previsto para ser publicado en el nmero extraordinario de la Pursima y que, como ya he dicho, no lleg a publicarse. Escribi muchos artculos de tema religioso en El Alicantino. 4.- No est esta carta entre los papeles de la Casa Museo de Monvar. Vase las notas de la carta siguiente. Petrel, 21 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: obra en mi poder la obra de Altamira y no me atrevo a mandrtela por el correo. Te la enviar as que haya ocasin, si t no vienes antes por ella. Es un elegante volumen, y trae una nota de las publicaciones hechas por el museo, las cuales comprara yo muchas si tuviera salud.(1) Escribi el Presidente del Casino al Director de La Epoca. Insiste sobre esto, pues tendra gusto de saber el juicio crtico de tan acreditado peridico. Cuando vengas, hazme memoria y te dar para que la leas la carta que me ha escrito D. Manuel Prez Villamil, gran escritor catlico, que escribe para los Estados Unidos y Mjico, y que fund la Ilustracin Catlica. Habla muy bien de mi tomo de Ri mas. Tambin habla bien la Revista Popular, de Barcelona. Te abraza tu to. Miguel. Me escribe D. Jos Gil Ua, que ha puesto a la venta el tomo de Rimas en las libreras de F, San Martn, Hernndez y Sucesor de Aguado. No sabes en la ciudad de Murcia si hay algn librero de confianza a quien remitir para que lo ponga a la venta el tomo de Rimas. NOTA: 1.- El li bro de Altamira se llama Enseanza de la historia. Est en la Casa Mu seo de Monvar, pero no parece ser el que aqu se cita, pues el de la Biblioteca de Azorn est en rstica, sin grabados, y no tiene ninguna dedicatoria. En cam bio, el libro de R. Altamira, Cuentos de Levante, 1.895, lleva la siguiente dedi catoria: A su amigo y paisano Don Jos Martnez Ruiz. Este citar la Ensean za de la historia en el discurso del Ateneo valenciano, pronunciado el 4 de Fe brero de 1.893. Petrel, 22 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: recib la tuya con los nombres de los primeros poetas lricos de Espa a en este siglo. 215 Veo que ya tienes concludo el prlogo,(1 ) y haces bien de no envirmelo por el co rreo. Yo te enviar un da de estos el libro de Altamira y t me enviars con el mismo dador el prlogo. Pediremos el libro de La Cruz. De los ocho crticos a quienes enviamos las Rimas, ni uno slo, que yo sepa, ha publicado el juicio crtico de las mismas; La Epoca tampoco respira y El Liberal, tampoco. Y el mismo silencio guardan los peridicos de Valencia y los catlicos de Ma drid. Parece imposible. En un tomo que tengo, titulado Boletn del Ateneo de Madrid,(2) me he encontrado en la seccin de literatura las sesiones en que se discuti el tema de la poesa lrica en Espaa, de manera que me ha venido como pedrada en ojo de boticario. No lo he ledo, pero debe ser una gran cosa, pues hablaron D. Francisco de Paula Canalejas, Revilla, Nez de Arce, Moreno Nieto, Valera, Bravo y Tudela, Montoro, Vidart y otros. Tambin he tenido el gusto de ver extractados los discursos que pronunci sobre la poesa religiosa, que vers cuando vengas, las observaciones que me hicieron los prin cipales oradores del Ateneo y el resumen de Canalejas, pero suprimieron el elogio ex traordinario que ste hizo de m. Sin tiempo para ms, dispn de tu to que te quiere. Miguel. NOTAS: 1.- Dicho prlogo es el que hizo Martnez Ruiz para El Amor Cristiano y del que ya hemos hablado en las notas de la carta del 11 de Noviembre. 2.- El Boletn del Ateneo de Madrid, 1.877, entre las pginas 498-585, recoge los resmenes de los discursos que tuvieron lugar en la Seccin de Literatura y Bellas Artes del Ateneo durante los das 9, 15 y 19 de Junio de ese ario. Vase a este respecto el cap. 1 y las notas del escrito de Amat titulado Mi biografa. Petrel, 23 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: pasando Miguelito y Eliseo a sa, te mando el tomo de la Enseanza de la historia,(1) y t entrgales el prlogo del Amor Cristiano. S que es cosa grande: de 8 o 10 tomos enviados a los crticos, no llegar uno a su destino; pero el de La Epoca fue certificado. Tengo las poesas jocosas de Quevedo y no las puedo encontrar, y parte de sus obras en prosa. Tuyo siempre. Miguel. Despus de escrito lo anterior he encontrado el magnfico tomo de obras eseogidas de Quevedo, con notas y una noticia de su vida y escritos, por D. Eugenio de Ochoa: Obras serias, jocosas y poticas, obra impresa en Pars. Despus de determinado el viaje, no van; por lo que te envo un propio con los libros. 216 Manda lo que hayas de mandar para la Pursima. Si puedes reunir las cartas que sobre Querol escribo en la Correspondencia Alican tina, gurdalas. NOTA: 1.- Es el ttulo del libro de Rafael Altamira. Finalmente, como veremos en la prxima carta, no ser ni su hijo Miguel ni el sacerdote don Eliseo Amat quienes le lleven el libro a Martnez Ruiz, sino Visentet, el criado de don Miguel, llama do Vicente Beltrn Montesinos. Petrel, 24 de Noviembre de 1.892 Amigo y sobrino Pepe: Te envo la obra de Altamira y la de Quevedo. Entrega a Vi sentet el prlogo del Amor Cristiano. Y no olvides el del tomo de Prosas. En dicho tomo de Prosas que pongan en la cubierta el anuncio de mis obras, que te remito adjunto. Ah vers que anuncio Folletos Catlicos 1, 2, 3 y 4, y que estoy reimprimiendo los tres primeros.(1) Si hay necesidad de mandar algn dinero a F, dmelo. Antes de marcharte a Valencia, dmelo con dos o tres das de anticipacin. Tu to. Miguel. NOTA: 1.- Como he dicho en anteriores ocasiones, Martnez Ruiz estaba preparando la publicacin de la obra en prosa de su to, que publicara Fernando Fe en Ma drid si el recaimiento en la enfermedad de Amat, a finales de ario, no lo hubiera impedido. El anuncio de la reimpresin de los Folletos Catlicos no es exacto, ya que slo los dos primeros: Canto a la Cruz y Canto a la Virgen Mara se reimprimieron. Ver cap. 1. Por otra parte, en ese anuncio de sus obras, se habla de Prosas, escritos varios sobre Religin, Filosofa, Politica, Derecho, Historia, Literatura, Economa poltica, Agricultura y Economa, con un prlogo por Fray Jos. Parece, pues, que ha variado su idea, expuesta en la carta del 31 de Agosto, de publicar dos tomos de prosa. Sin fecha. Querido Pepe: me ha gustado mucho el prlogo y te doy las gracias. El de Prosas me parece que debe ser ms largo. Te ha contestado F Y La Epoca Envame pronto el artculo de D. Justo Amo para el nmero de la Inmaculada, pues se va acercando el da 4 en que ha de salir. Tu to. Miguel. 217 NOTA: La carta es de finales de Noviembre de 1.892, posiblemente del da 25. El da anterior, Martnez Ruiz le haba enviado el prlogo para El Amor Cristiano. Petrel, 25 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: Hoy el correo ha trado muchas cosas buenas, y las principales han sido las cartas adjuntas de Teodoro Llorente y el Conde de Guaqui. La primera borra los olvidos de Llorente( 1) para conmigo, y al reproducir mis nume rosos artculos (ya tengo 11 escritos) en los que trato a grandes rasgos la cuestin est tica, sobre todo del arte por el arte, habr de renacer otra vez mi nombre en Valencia. La segunda me hace concebir esperanzas de que alcanzaremos cuatro lneas del Car denal Monescillo para que vayan al frente del Amor Cristiano. Esto no quitar el que vaya tambin tu prlogo. Me parece muy bien que le hayas vuelto a escribir a F. Ya me tendrs al corriente de lo que ocurra. Ya he devuelto corregidas a Guijarro las poesas sobre la Pursima. Mndame pronto el artculo de D. Justo Amo. Puedo disponer de tres a cuatro pginas de la revista, pues segn me dice Guijarro slo hay materiales para doce. Se pondr Juan de Lis en el prlogo del Amor Cristiano.(2) Devulveme las adjuntas cartas de Guaqui y Llorente, y t dispn de tu to. Miguel. Ledo otra vez y con detencin tu prlogo el Amor Cristiano, lo encuentro muy bien, pues suple lo que yo no digo. Yo de ti no hara otra cosa ms que, al fi nal, al decir que he escrito El Amor cristiano, aadir un par de prrafos, indicando que entre los muchos aspectos bajo los cuales se puede examinar o tratar la cuestin o materia de la educacin, ha elegido el Sr. Amat el ms importante de todos: el aspecto religioso, comprendiendo sin duda que el alma de una buena educacin es la enseanza religio sa, que va directamente a revelar al alma las verdades que contestan a todas las inte rrogaciones que se hace la humanidad respecto a su origen, presente y porvenir, y a dar a la voluntad aquellas reglas de moral que hacen llevar al hombre una vida ajusta da a la virtud. Y nada ms. Si te parece bien este prrafo, lo arreglas a tu modo y me lo envas. Tu to. Amat. Adjunto los cuatro pensamientos que public Moll (3) y faltaban en la coleccin que tienes en tu poder. Supongo que hablaremos sobre el orden de las materias en las Prosas. NOTAS: 1.- Vase a este respecto el cap. 1, en el que relato la amistad entre D. Miguel y Teodoro Llorente. Concretamente, con referencia a esta carta, parece ser que el director de Las Provincias le ofrece las pginas del diario para que colabore. 218 Prontamente, como veremos, tal colaboracin se interrumpe, al no aceptar Llo rente los largos artculos de Don Miguel. O al menos es esa la excusa que le dar. No estn en la Casa Museo las cartas de Llorente ni del Conde de Guaqui, in termediario, ste ltimo, ante el cardenal Monescillo a quien Amat ha pedido un prlogo para El Amor Cristiano, que finalmente no recibir. 2.- Y as, efectivamente, aparece en la contraportada de los libros y folletos de Amat en los que anuncia las obras que tiene en preparacin o ya en impresin. 3.- Se refiere, probablemente, a unos breves poemas de mximas publicados por Amat en el peridico El Alicantino, dirigido por Benedicto Moll. Aparecie ron en dicho peridico en Septiembre de 1.892. Petrel, 27 de Noviembre (1.892) Querido Pepe: recibida la tuya. Conforme. Saldr el prlogo como lo has escrito, y me admira la fi rmeza de tus convicciones. Me abruman las cartas y los elogios. No s por qu tanto. Tu to. Miguel. Como sabes que quiero enviar a Roma nmeros de la Pursima, y primero han de ir a Madrid, es menester que est impreso el mircoles, y por lo tanto envame el art culo del Sr. Amo esta tarde. Lo dems ya est todo compuesto. Quedan 4 pginas. Si el Sr. Amo no puede remitirme el dicho artculo, envame con un propio lo de Mara en el Evangelio, de tu abuelo, y aqu se copiar. No puedo esperar ms. Tu to. Miguel. He tenido carta de D. Indalecio, el cannigo doctoral de Orihuela, dicindome que la censura no ser slo censura. Veremos.(1) NOTA: 1.- Efectivamente, el informe de censura de El Amor Cristiano es un largo elogio de Amat, eximio literato y reputado jurisconsulto, y del libro, llamado a producir incalculables resultados en el gran trabajo de regeneracin catlica. El in forme est firmado por el Doctor Jos Pons, Abad de la Colegiata de Alicante, ami go personal de Amat, y no por Indalecio Ferrando, que fue el censor de Rimas. Petrel, 28 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: aunque est muy bien escrito el estudio que te devuelvo, no me acaba de satisfacer.(1 ) Veremos si encontramos algo a propsito, y si no pondr un trozo publicado en El Seminario Catlico hace aos. 219 Guarda los estudios sobre Echegaray y el teatro, y si no los publicas antes en otras revistas, los publicaremos en la nuestra. Tu to que te quiere. Miguel. He recibido la tuya. Estoy por el pliego de 16 pginas, en papel como el de la muestra y satinado, y precio de 38 pesetas, y si puede quedar en 30, mejor. Dices: Conviene que me diga V. lo que quiere gastar en cada pliego. Pues ya lo sabes, de 38 a 30 pesetas. Tu to. Miguel. NOTA: 1.- Amat rechaza en esta carta el escrito Mara en el Evangelio, de Jos Maes tre Prez, abuelo de la madre de Azorn. Petrel, 29 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: te haba escrito contestando lo de Prosas y se me ha extraviado la carta. Veremos si aparece y te la envo maana. Te participo que lleg anoche D. Francisco Pascual. Tuyo, tu to. Miguel Amat. Petrel, 30 de Noviembre de 1.892 Querido Pepe: me parece muy bien la carta que has escrito al Sr. Director de la Re vista Calasancia. Y hoy mismo se le remitir el tomo de Rimas. Me gusta mucho lo que has escrito sobre mi amigo el Sr. Polo.(1) Tuyo siempre. Miguel. NOTAS: 1.- En el n. 11 de La Educacin Catlica, 18-12-92, en la seccin Revista de libros se inserta el siguiente trabajo firmado por Fray Jos: El infatigable escritor catlico D. Manuel Polo y Peyroln ha dado a la estampa un nuevo libro, notabilsimo como todos los suyos. Se titula Pepinillos en vinagre, y en verdad que a vinagre les sabrn los artculos del volumen a ms de cuatro arbitris tas o arregladores fi losficos de los que tanto abundan hoy da. El Sr. Polo no es slo un novelista que escribe novelas de oro, como alguien ha dicho, sino que adems es un satrico de los que, entre burlas y veras, dicen verdades que no se atrevera a decir el mismsimo Jovellanos con todo su desenfado. 220 Su stira no es personalista ni rida, es general, abstracta, y en gran manera amena y divertida. As, en un tipo petulante y hueco representa toda una tendencia fi losfica, ridcula de puro sofstica y oscura, y en otro sensato y grave encarna otras ideas, o mejor dicho, todo un mundo fi losfico y claro y verdadero a ms no poder. No estriba tampoco el gracejo que destilan sus cuadros, en contrastes enormes ni en desplantes chocarreros En Pepinillos no hay nada de eso; hay fi na observacin y mucho arte en la exposicin de lo ridculo... La stira del Sr. Polo, ms que a la in congruente de Quevedo o de D. Francs de Ziga, se acerca a la de Selgas; as como la filiacin de sus novelas est ms en Trueba, como creo que ha dicho Pardo Bazn, que en Pereda. Con todas estas buenas cualidades, el autor de Solita sera pupularsimo en Espa a, a no dar un tan marcado sabor tendencioso a sus producciones. Nada padecera con ello su ortodoxia, como nada padece, v.gr. la de Pereda o Coloma. Bien es verdad que entonces ganara como literato lo que perdera como propagandista. Y por sabido se calla que el Sr. Polo tiene en ms la propaganda que las letras. Sin embargo, se pueden hacer las dos cosas a la vez; se pueden escribir novelas en que hablan slo los hechos y componer hermosos discursos sociales y acadmicos. Lo importante es no confundir los trminos. Creemos que el autor habr comprendido lo que queremos decir, por eso no insisti mos ms sobre el asunto. Dificil es decir cul de los artculos de Pepinillos es el mejor; para nosotros todos son buenos. Los hay filosficos y eruditos, como El dios del siglo, La mujer y la flor, y narrati vos o de costumbre, como Pedregales de mi vida!, La comedia de los exmenes, Serenata.. no de Schubert, etc. etc. En todos ellos brilla el ingenio neto y castizo del autor y la gracia natural y espontnea que tanto los avaloran. El estilo es correcto y atildado, aunque hemos encontrado algunos defectos que cree mos corregir el autor en ediciones sucesivas. Ya sabemos que casi todos los artculos han sido escritos a vuela pluma con destino a peridicos y por eso no nos extraa estas pequeas faltas, dicho sea en francs para mayor claridad. La edicin es hermosa y el precio del volumen, insignificante. Vase ms datos sobre la relacin de Martnez Ruiz y Polo en el cap. 2. Petrel, I de Diciembre de 1.892 Querido Pepe: adjunto el artculo 15 y ltimo sobre Querol.(1) Como ese artculo es el ms importante de todos porque en l doy mis opiniones so bre el mrito de Querol, comparndole con los otros poetas lricos espaoles del pre sente siglo, y hago algunas afirmaciones nuevas y atrevidas, no lo quiero enviar a la imprenta sin que t lo corrijas, pues ya sabes que yo no estoy del todo al corriente de los poetas lricos que han fi gurado en Espaa desde diez arios a esta parte. Por lo dems, creo que te gustar el giro que le he dado al artculo. Sin decir si 221 Querol ese! 1. 0 o el 2.0, digo las buenas cualidades que tiene, y le coloco en el elevado lugar que yo creo que le corresponde si se le estudia bien, como yo lo he estudiado. Lee, pues, despacio el artculo adjunto, y haz en l las variaciones que te parezca, sobre todo al establecer comparaciones con los otros poetas. Estoy muy mal, Pepe, y siento que mi vida es corta. Hubiera tenido mucho gusto de haber visto terminado Prosas, pero lo veo dificil. Adjunto la carta de Clavarana,(2) por lo que vers que nuestro halago a los jesuitas va produciendo buen resultado. Tu to que te quiere mucho. Miguel. NOTAS: 1.- Los 15 artculos sobre Querol, que representan mejor que ningn otro escri to las ideas estticas y filosficas de Amat, se publicaron en La Correspondencia Alicantina en los meses de Noviembre y Diciembre de 1.892. Los tena prepara dos para que formaran parte esencial de su libro Prosas, pero ya se ha dicho que su recada a principios de 1.893 impidi la publicacin de dicho libro. 2.- Se conservan dos cartas de Clavarana a Amat, pero no est la que aqu se cita. Por aquellas sabemos que hubo larga y verdadera amistad entre ellos. Don Adolfo Clavarana naci en Orihuela en 1.844. Polifactico y fogoso escritor, diri gi la publicacin La Lectura Popular, desde la que combati las ideas liberales de la poca. Escribi multitud de artculos cientficos. Destaca el humor satrico de sus fbulas y cuentos. En el n. 7 de La Educacin Catlica, 20-11-92, M. Ruiz, con la firma de Fray Jos, public el siguiente artculo en la seccin Re vista de libros: El distinguido Director de La Lectura Popular y reputado jurisconsulto D. Adolfo Clavarana, acaba de publicar una nueva edicin elegantemente impresa de su Colec cin segunda de cuentos, artculos y dilogos de buen humor. El Sr. Clavarana es un gran pintor de costumbres; en sus cuadros campea la ms delicada observacin y se nota visiblemente el ingenio narrativo que tan poco abunda en los modernos novelistas. El estilo es correcto y ligero, propio para hacer amena la narracin. Nada ms genial que los artculos titulados Correspondencia del to Matraca, Di logos de vecindad y Los dogos de la seri Carmela, ni nada ms intencionado que Los futuros imperfectos y La gaita masnica. Pero el Director de La Lectura Popular, adems de prosista es, a juzgar por las escasas muestras que nos da, correcto poeta. Vase la siguiente composicin: (aqu in serta el poema El minero de California). Pero adems de los muchos mritos literarios que tiene la obra del seor Clavarana, posee otro que la avalora mucho ms; es a saber, el fi n moral que persigue. En todos los artculos de la coleccin se adivina al propagandista incansable, al campen decidi do de la Iglesia. 222 Todos los artculos encierran, pues, una leccin moral y de todos se desprende prove chosa enseanza. Instruyen a la vez que deleitan. Por eso recomendamos eficazmente la obra del Sr. Clavarana a la juventud estudiosa y a las familias que hayan de adquirir libros de amena lectura. Sin fecha. (Fecha probable: primera decena de Diciembre de 1.892) Querido Pepe: he recibido la tuya. D. Francisco Pascual te agradece en el alma tus recuerdos y me hace te los devuelva muy cariosos de su parte. Hoy escribo a Aparisi para que salga fi ador con Rivadeneyra para la impresin de Prosasq 1 ). Est bien lo que me dices, con respecto al prlogo, de que saldr con numeracin distinta. No solamente estoy conforme, sino que te ruego y encargo el que pongas como aclaracin del texto todas las notas que el mismo exija. Tambin te ruego que corrijas la parte de forma de todos mis escritos; en particular, los artculos sobre La Educacin Popular y Congreso pedaggico, que escrib muy deprisa.(2) Tambin deseo que en el tomo de Rimas se publiquen los artculos que estoy escri biendo acerca de Querol y, a continuacin de ellos, los discursos que pronunci en el Ateneo de Madrid sobre la cuestin del arte por el arte y la poesa religiosa, y El rea lismo en el arte en la Juventud Catlica de Valencia. Me alegro que le hayas dicho a Rivadeneyra que me vaya enviando los pliegos que vaya publicando, pero no uno ni dos, sino seis u ocho. Te mando La Educacin Catlica. Espero la Revista Calasancia, y te abraza tu amigo. Miguel. NOTAS: 1.- Parece inminente la publicacin de Prosas, y por lo que aqu se dice, ya no iba a ser Fernando Fe el impresor, sino la imprenta de los sucesores de M. Rivadeneyra. 2.- Estos artculos, 15 en total, se publicaron en el diario El Alicantino duran te los meses de Septiembre y Octubre de ese ao. Alguno de esos escritos, resu midos, los public tambin en La Educacin Catlica. Es, probablemente, lo me jor de la labor ensaystica de D. Miguel y donde est patente su profunda voca cin docente. Ver cap. 1. Petrel, 8 de Diciembre de 1.892 Querido Pepe: no he contestado a tu anterior porque estoy muy malo, hijo mo. El mal del cerebro ha apretado y todo se pierde. Sin embargo, t lleva adelante mis Prosas, pues es lstima que quede sin publicarse. Recib el artculo XV de Querol, y acepto todas tus observaciones. 223 Creo que ha quedado un estudio esttico de importancia, pero para qu si yo su cumbo sin paz ni sosiego. Ya le dir a Guijarro que en Prosas, donde pone prlogo por Fray Jos, ponga por Juan de Lis, y como estoy tan enfermo, bueno ser que se lo digas t tambin. Veas en Valencia como va la venta de Rimas, y si puedes hacer algo por ellas, lo haces. Adjunto la carta para Polo. La Libertad y El Amor Cristiano, con mi agravacin, todo va mal. Todo se pierde. Tu desgraciado to. Miguel. NOTA: 1.- Es la ltima carta de Amat hasta el 6 de Octubre del ao siguiente. Como se dijo en su lugar, Amat cae en un estado de postracin inconsciente del que se recuperar lentamente en el verano del 93. Prosas y la segunda edicin de Rimas no se publicarn. La Educacin Catlica acaba su corta vida a finales de Diciembre, y eso porque ya estaban preparados para la imprenta los nmeros 11, 12 y 13. La Libertad se public a principios de 1.893 con fecha del ario ante rior, pero sin ninguna de las notas que don Miguel tena previsto incluir y, final mente, El Amor Cristiano se public en Abril de 1.894, pero adems de reunir todas las especiales caractersticas propias de lo que llamamos un libro maldi to, difiere profundamente del proyecto primitivo. Por todo ello, sobrecoge ms que en otra, si cabe, esa conmovedora despedida: tu desgraciado to. Ntese, tambin, el inters de M. Ruiz por cambiar de seudnimo y volver al utilizado en los artculos de crtica literaria y publicados en La Monarqua. Petrel, 8 de Diciembre de 1.892 Sr. D. Manuel Polo Peyrolon: Mi muy querido amigo: el dador de la presente lo ser mi sobrino D. Jos M. a Mart nez y Ruiz, ventajosamente conocido en la repblica de las letras con el seudnimo de Fray Jos y Juan de Lis. Apasionado de sus obras de V., desea tratarle personalmente, y yo me tomo la liber tad de recomendarle. Mi salud, muy resentida, amigo Polo, y yo no s que va a ser de m. Cudese V. tambin y disponga de su amigo y s.s.q.s.m.b. Miguel Amat. NOTA: Como se dijo en el cap. 2, don Miguel ayud mucho a Martnez Ruiz en los comienzos de su carrera literaria sirvindole de algo as como de introductor de 224 embajadores, relacionndole con Altamira, Llorente, Constantino Llombart... En la biblioteca de la Casa Museo de Monvar pueden leerse las dedicatorias que de sus libros hicieron estos escritores a Juan de Lis. De la tormentosa relacin entre Martnez Ruiz y el novelista don Manuel Polo, ya he hablado en el cap. 2. Recurdese que M. Ruiz public una crtica del libro de Polo, Pepinillos en vinagre, en el n. 11 de La Educacin Catlica, diez das despus de la fecha de esta carta. Petrel, 31 de Diciembre de 1.892 (1) Sr. D. Jos Martnez: Muy queridsimo amigo: gracias en nombre de D. Miguel y propio por su atenta feli citacin en las pasadas Pascuas. Con fecha 29 escrib a nombre de su Sr. to para que en Madrid se presentase a la librera Rivadeneyra para que respondiese, por no haberlo hecho otro seor que en el mes anterior le escribi su Sr. to con dicho objeto.(2) La carta diez sobre Querol se ha extraviado y no hay en la redaccin de La Corres pondencia Alicantina. Vea si en esa villa se puede encontrar, sobre todo en el Casino, para formar coleccin. No olvide la revista, y desde esa puede mandar a la imprenta lo que sea bueno para la Revista, que nadie mejor que V. puede darle la importancia que ha perdido con la enfermedad de su Sr. to. Haga un trabajito protestando de la apertura de la capilla de la calle Beneficencia, en Madrid, pues todos los peridicos catlicos han protestado y la Revista todava no lo ha hecho. Si acaso lo escribe, lo manda directo a la imprenta. Tengo, pues, el placer de repetirme por sta suyo afectsimo amigo y capelln. Eliseo Amat. NOTAS: 1.- Transcribo esta carta y la siguiente que, aunque no son de don Miguel, sino del vicario de Petrel, don Eliseo Amat, aportan luz sobre el final de la Revista, puesto que M. Ruiz se abstuvo de escribir nada de lo que aqu le pide el sacerdote. 2.- Es bastante confuso este prrafo, que transcribo al pie de la letra. Hace refe rencia a una carta de Amat, de principios de Diciembre, en la que Ricardo Apari si salga como fiador de Amat ante la imprenta de los sucesores de Rivadeneyra. 225 1.893 Petrel, 10 de Enero de 1.892 (sic)(1) Sr. D. Jos Martnez: Mi queridsimo amigo: recib las dos de V. y, por la ltima, veo que el prlogo de V. para El Amor Cristiano no se haba recibido en Alicante, siendo as que en su debido tiempo se remiti a la imprenta y hace algunos das lo ped para reformar su to de V. la introduccin y, tal vez por la circunstancia de no haberlo recibido, no lo habrn mandado. No hay duda que se habr extraviado en correos, como me temo que haya sufrido igual suerte el informe y aprobacin de dicha obra, hecho por el Sr. Abad y el Obispo. Sin embargo, si no lo encuentran en Alicante, y en sta no est (pues lo he buscado) podra de los borradores y con su feliz memoria reemplazarlo, pues no se imprimir la obra hasta que V. mande el prlogo.(2) En paquete aparte remito los nmeros que le faltan de la Revista. Sin ms, de V. afectsimo s.s. y amigo. Eliseo Amat. P. D. Su Sr. to D. Miguel indica y manda en su testamento que todas sus obras se impri man, que se contine la impresin de Prosas y que se tire una segunda edicin de Rimas, a la cual se unan los romances y las rimas escritas luego de haber impreso las ya publicadas. As me lo ha indicado hoy que me ha llamado con ese objeto, y tam bin consigna que al frente de todas sus obras aparezca, y de hecho lo sea V., el correc tor y organizador. Esto es lo que puedo decir respecto a las obras de su Sr. to, por habrmelo indicado l mismo. Amat. NOTAS: 1.- La carta, evidentemente, es del 10 de Enero de 1.893. 2.- A pesar de la dificultad expresiva de don Eliseo, podemos adivinar lo que pas con el prlogo de M. Ruiz para El Amor Cristiano. Ya no volvi a rehacer lo, probablemente pensando en un cercano fin de su to. El libro lleva el informe eclesistico firmado por el Abad de la Colegiata de Ali cante, D. Jos Pons, (al que M. Ruiz haba dedicado su estudio sobre el P. Arbiol) y la aprobacin del Obispo de Orihuela, D. Juan Maura Gelabert, Obispo de la dicesis desde 1.866 hasta 1.910, ario de su muerte. De l habla Azorn en los cap. 13 y 14 de la segunda parte de su novela Antonio Azorn. En l se fij Ga briel Mir para el personaje de su novela El Obispo leproso. La firma de D. Juan Maura aparece con frecuencia en el diario El Alicantino en artculos de temas tico -sociales. 226 Petrel, 4 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: te participo que, an cuando estoy delicadsimo, hemos resuelto aca bar la impresin de El Amor Cristiano. Inmediatamente se tirarn los primeros pliegos en sucesivos cuadernos, conteniendo: 1. Portada; en la que ir este lema: Luego estamos obligados a comprender todo eso S, porque sin comprenderlo, no podemos practicarlo. Catecismo del Padre Ripalda. 2. La censura eclesistica. 3. Tu prlogo. 4. Mi introduccin. Mientras tanto, espero que el Sr. Arzobispo de Toledo conteste a la carta que le he escrito, acompaada de los primeros pliegos que van publicados del Amor Cristiano, y rogndole me remita cuatro letras sobre esta obrita, indicndole que el Sr. conde de Guaqui (Q.E.D. ) fue quien me aconsej este pensamiento.(1) Mientras se tiran las pruebas y corrigen, contesta o no contesta dicho seor. Si no contesta, o contesta que no puede, bien estn las pruebas,. y si contesta y remite las cuatro lneas, se insertarn, pero dnde. Yo creo que deben ir despus de la censura eclesistica y antes que tu prlogo. Dime tu opinin. Como hemos tenido y tenemos tantos gastos, Prosas duermen, pero pronto las publicaris t y mi albacea, pues tengo muy tristes pensamientos respecto a mi fi n y el de mi hijo, y al tiempo por testigo. Y quizs cites t estas palabras en mi Biografa. Yo soy mal profeta. Conservas las biografas que escribieron de m Francisco Pascual, el de Alcoy, y Aparisi y Guijarro Y tambin Llombart(2) Te envo los 14 pliegos publicados del Amor Cristiano. Restan publicar: Los Man damientos de la Iglesia, Los Sacramentos, Los pecados capitales y Las virtudes teologales y cardinales. Con esto y los pliegos en nmeros romanos, calculo que ten dr el tomo 400 pginas, que es regular, o demasiado. Por eso he suprimido mis escritos sobre La amistad, Verdad, Bondad y Belleza, y te los incluyo para que los guardes y formen parte del tomo de Rimas,(3) pero es necesario que antes los corrijas. Tambin quiero que formen parte del tomo de Rimas los cuatro artculos que he escrito sobre: Males de Espaa y su remedio, los cuales obran hoy, el I. en poder del Director de la Correspondencia Alicantina; el 2. y 3. en poder de Calvo; y el 4. en poder de la maestra de cortina de este pueblo, para pasarlo en limpio. Regularmente los publicar la Correspondencia Alicantina, y como te considero inscrito, t los recogers. Si no, Eliseo recoger los originales. Digo en mi testamento que, si mi hijo me precediere, quiero que mis albaceas publi quen mis obras en verso y prosa en cuatro tomos, aadiendo que te ruego seas t el que escriba mi Biografa. Ayer remit una carta al Criterio, que creo saldr maana jueves. Si te parece, gurdala, y todas las que le seguirn, que sern muy pocas. Y Mengual(4) Est en 227 Valencia Saldale en mi nombre y pregntale si recibi mi libreto sobre La libertad y Folletos Catlicos. Te adora tu desgraciado to. Miguel Amat. NOTAS: 1.- Renacido Amat de su dolencia, pero habindo pasado casi un ario en la pos tracin, parecen estar sus obras en el mismo punto en que las dej. Su renovada ilusin por la publicacin de El Amor Cristiano se centra ahora en la consecu cin de un prlogo. 2.- Desconozco los escritos biogrficos que sobre Amat pudieran haber escrito Aparisi y Llombart. Tal vez fueran unos artculos periodsticos al estilo del de Fran cisco Pascual. Son bastantes los libros que de Aparisi y Guijarro y de Constantino Llombart se conservan en la Casa Museo de Monvar y que pertenecieron a Amat, como as lo demuestran las dedicatorias. 3.- Sigue pensando en una segunda edicin de Rimas en la que se incluiran escritos en prosa, pero no hubo tal edicin. La obsesin de Amat es su pronta y trgica muerte. 4.- Don Jos M. Mengual es, como se recordar, el que polemiz con Amat con ocasin de su artculo sobre Echegaray en el diario El Liberal, en Octubre de 1.892. Cuando public don Miguel el folleto que recoga aquellos escritos, Men gual no consinti que se publicaran sus artculos. Confesiones. Notas para la Biografa y para toda la Ontologa. Petrel, 6 de Octubre de 1.893(1) Querido Pepe: despus de acostarme y levantarme 20 veces, da la una y ya no puedo estar en la cama ni fuera de ella; y no tengo ms remedio, para luchar con el mal, que escribir; pero ay! que no puedo ya.(2) Lee todos los das la Correspondencia de Espaa pues le he escrito el da 4 y 6 y hoy debe traer o la Proclama, o La Cruz Roja o alguna carta a Sagasta. Si yo pudiera alegrarme me alegrara de que me escribas la Ontologa, pues me da tristeza ver tanto escrito mo (los voy repasando en mi memoria) y que sirvan quizs un da para tacos de arcabuces.(3) T puedes decir: Cuando este hombre, abandonando las tareas del despacho, para dedicarse a lo que era su amor, las Ciencias y las Artes, y no slo escribir obras nue vas, sino ir publicando, desde luego, las que tena hilvanadas, (tena 43 aos) y gran salud, (como si tuviera 30) le sobrevino una cadena de infortunios etc. etc. Ya enfermo, pero con toda su poderosa ingeligencia, vimos su archivo, sus notas, sus copias, sus borradores, sus proyectos, y comprendimos toda la desgracia que haba sufrido la patria. Era un verdadero enciclopedista. Cuando d.on Jos Mara Mengual y don Francisco Pascual escribieron los artculos sobre La libertad en el Liberal de Alicante, se encontraba su hijo en dicha ciudad y fue a visitar al Abad de la Colegia ta, y ste le dijo al hijo, dndole el primer nmero de El Liberal: Tome Vd. hijo 228 p 1 41 c - 6 ,c9z4 ck 1 je Afrf---: t 1 -1%-7/ it---c,(-7 a ,e , , /,/.. y z / 1 i -(, t..k_ 1 t -c A - / 1 74 7 1 C- /7 t ct Lo _ , i .4 t ( 1 f t t tl- 7 /,- t 1 A c-f ,-t2_ 1 ,Y y ,/ 1 y ,, 7 tp d, , / Y . - -k,1_,.. 1 L , e t. - 1/ i a ,,... P.- .....g it, ..,..: i ,,,,., ( -:.,,,,,,yr.,.{ LI--)1*-- ti 0 / 1 k_. --e ij--12 111 L 7 1---ez-i A Irl-t L17/1 r--.4 V14_, --e.,, ,--Z / (--If , - ji , r I.L.-(.. A / i; r C4 ; V 4 r 1/ay a -r 4 - - : = 4 -.., ..Sii o jt , --t-- 01 -; e --1-e- L i /t c -a -C..- L. ti (..,t.-, ,,;....-. 7 / , a , il`.1 14- - r li ( . L c -t t. c4 e.. 7,/,-i , .%(---z- 7 1, /itz.- , -t, t--/Gt cl G 1 C11-- t.:- r e 4. _ , - - / --t Y . ... ...--(,*...-K.,...._2/ aei,------...--Ifi...-r-,-1- c .... ; L-1-71.- , ,._ . /t., A tf j . a,4, -1 7 1 (--tA. , , C. , -- .--/ /1 . 1-, / Z -4 tn Fotocopia de la carta del 6 de Octubre de 1.893. Los trazos verticales, en lpiz azul y rojo, son de M. Ruiz. 229 / .1 --i...1,-, )517-44651:4--- d/ 1: 7 ..,, ,,,, /7 ,_,..;-, / I 1 C-. u -- K L ,.-^ 1f./17 . .: ,/./ i a- ic /2 7 ,,,, t. ,.,, .. _ ..._ /7, 2 -yi , . ,. / fi :: 4 L A / 9 / fe - - - - , :__ 9/) .-.. /L7 1 , /.. ._z_ f ,,.., e.,.. --..-- ,,, . t y- ..,,, ,/ e. e.... t , t . i t :-.e. ,--, , --e -,E e, ,..._ -, ..., _ ., //,. 7 ,, ,, ( t ,. (1,, ,/,- 7 .tti z r , U b i 1 %I., 4 ,,, ( I -- ti 1/ f l;/-(----1 / 7 ( e L- y 1- /-,`: (-2 / , - -1---7` e-4 l , --e Jis; / z ,.., , i.. 31 Ge- , / l e. e , r._ i /r. 1 3---. g . , C (,...4., ,, zk --, ...1: z ____ , ., i i _. , ( A/ f / C ... , i .,...,, y c4t -2 1-4.-t( er- ( 7_ 1,,,... 7 , / .1 1.....,... , rA_ 4.--t - /y /II , t 1, tjes- 1..- 1 L__i f 1 1 , / / L. / c. .:, / .t.f.2 I) 1.- - y c. t z .....-e_ z... , t/ k 7 f/ ,. (-C . : -t Z __ (Ce C15:r._ 1 -% 1. PC t CS -1 / .b.----(1 , , d LZ1 i - *-1. - G 230 mo, y su pap, que sabe ms Teologa que todos nosotros juntos, que conteste a este desquiciado (o equivocado) joven.(4) Cuando lea en la Juventud Catlica (rodendome la envidia de Menndez Pelayo, Grilo y otros) Selgas (1.876) dijo a Monasterio (el violinista) delante de mi: Vd. ha odo recitar versos a Amat No, contest Monasterio. -Pues imagnese Vd. a Calvo y Vico, unidos en uno, y no llega de 100 leguas al encanto que produce oir leer a este hombre. (5) Cuando hablaba en el Tribunal Supremo y el Consejo de Estado, a las primeras pala bras, quedaban como suspensos los magistrados, y don Carlos Bonet, Secretario del Supremo, me deca: Qu demonio tienes, que esta gente, que ya les dan asco los infor mes, cuando t hablas parecen unos memos oyndote. An vive Carlos Bonet. Cuando habl en el Ateneo tres noches, ya sabes lo que dijo de m Canalejas. (Calvo lo indica en el prlogo de Rimas). Cuando era Diputado Provincial, y de la Comisin, y hablaba, el triunfo era seguro y todos decan: Este hombre no es para una Diputacin de Provincia; este hombre deba estar en las Cortes desde los 24 arios (tena 31). El magistrado don Antonio Ma ra Puche, de Aspe, Diputado Provincial, me dijo: Pero, hombre, por qu no ha sali do Vd. Diputado a Cortes.. . Con quin va Vd. a medir sus armas.(6) En Madrid habl pocas veces, una porque en los aos que estuve (1.876 a 83) el tra bajo de abogado me ahogaba, porque nunca crea estudiar bastante el negocio (cita mi ponencia El Foro) y otra porque los que llevaban el manejo de la sociedad (a quie nes yo entonces consideraba como mis superiores) formaban a mi lado la conspiracin del silencio. Me envidiaban! ahora lo conozco!; y no haca pblicas mis condiciones de orador y poeta y de hombre de bien, que segn Cicern, (7) es la principal condicin del orador (que lo define un hombre de bien que habla bien) Por eso yo he convertido la frase qu es un Poeta Un hombre de bien que al mismo tiempo ha nacido poeta, esto es, que versifica bien; Qu es un Poltico Un hombre de bien que sabe la Ciencia y el Arte de la Poltica, que gobierna y administra con arreglo al derecho poltico y administrativo. Y as de todas las profesiones y artes. Qu es un Pintor Un hombre de bien que posee a la perfeccin el arte de pintar; que conoce todas las ciencias auxi liares de la pintura, y combina acertadamente los colores, etc. etc. que tiene y practica a la perfeccin los conocimientos tcnicos de la pintura. De los labios de varios Prelados, que de paso en Madrid, me oan en la J. Catlica, o lo que nadie ha odo; y lo mismo de los nuncios, y dems sacerdotes ilustrados. El padre Ce ferino Gonzlez, (8) me dijo: Sevilla tiene la gloria de ser la patria del mejor pintor de la Virgen; Valencia la de serlo del mejor poeta de la misma. El Cardenal Pay,(9) maestro mo en la Universidad de Valencia durante tres aos: Yo no saba, paisanet, que vost cavaba tan fondo, es V. un gran telogo y un gran moralista (le el artculo La Caridad) Monseor Simeoni, que creo que es Presidente de la Congregacin de Propaganda Fide: V. hace, a mi vera, como las guilas reales, que se suben a las nubes y no bajan ya, ni el oyente, los dos se quedan en el cielo. Rampolla,(10) el da que le: Justa a un martirio: Es necesario que venga V. a Roma. Quiero que su Santidad le oiga leer a V. esa poesa, la Pursima y otras. Por qu no funda V. un peridico 231 Manterola,(11) cuando le A la Pursima y otro da el Amor maternal: el primer da: No he pasado un rato como ste en toda mi vida. Eso es, le contest, que como el asunto (la Pursima) es tan grande, y hoy todos estamos impresionados por esa idea y yo he formulado lo que todos sentimos, y no recuerdo lo que me interrumpi. Etc. etc. Y dir el lector Y este hombre no ha sido conocido como el primer poeta y orador de los tiempos modernos, cmo es eso. 1. Por mi mala suerte, que a los 22 aos me sac de mi patria (Valencia) y me trajo a Petrel. Capdepn(12), mi condiscpulo, se march al despacho de Alonso Martnez en Madrid..., yo a Petrel: ah est el primer [ilegible] -Castelar,(13) de Elda se marcha a la Corte a los 26 aos o menos, yo de Valencia baj a Petrel. 2. En Petrel y la provincia estuve rodeado.. . (Santonja, etc. etc.) ya lo sabes.(14) 3. En Madrid estaba rodeado de envidiosos en la Juventud Catlica.., y en el Ate neo (donde de seguro hubiera alcanzado un nombre glorioso) lo impidieron..., la Abo gaca, que no me dej ir ms que tres veces, y la envidia hasta de mis compaeros de la Juventud Catlica. 4. Y cuando a los 43 aos me fui a Valencia... vino la nueva desgracia. 5. La soledad de familia con un nio solo. 6. De lo que hice en las Sociedades piadosas de San Vicente de Paul, Asociacin de Catlicos, de Viticos, de Escuelas, etc., no debo decirte una palabra. Mi gran ami go don Ricardo Aparisi y Guijarro(15) me deca T eres San Pablo. Vive en Madrid, calle de la Magdalena n. 1, principal. Cuando yo muera dentro de poco tiempo, escr bele diciendo: estoy encargado de escribir su biografa; s que es V. su condiscpulo y compaero de san Vicente de Paul, y que sabe V. lo que haca y como hablaba a los pobres en las visitas que les haca. Hgame V. el favor de darme alguna noticia sobre nuestro amigo, o escrbele en los trminos que te parezca. Por todas esas razones no debes imprimir tu biografa -prlogo hasta despus de im presa la obra. Esta la imprimes en nmeros rabes, y despus trazas la biografa -prlogo en romanos, creme. 7. Y la Modestia... La modestia y humildad de mi padre han con tribudo a que no subiera donde deba, ha dicho mi hijo varias veces.; pobre hijo!, dedcale algunos prrafos a ese ngel, el mejor de los hijos... Si supieses qu palabras y qu cosas me deca para ver si poda ponerme bueno, y qu esfuerzos haca...! pero ay! adems de esos remedios morales, necesitaba los teraputicos, yodo, bromo, azufre Vil mate ria - Vil materia!!! Para conocer al hombre, vanse sus obras. Don Miguel Amat no conoci ni su mri to ni su desgracia. Esta la tomaba como una desgracia, como una prueba que Dios le enviaba y como la desgracia le sucediese sin interrupcin, cada da se acercaba ms a Dios. Veamos su alma y su corazn en sus Pensamientos. (16) Copia del tomo de Ri mas, pgina 199, los pensamientos siguientes 1, 2, 3... Chico, pnlos todos, todos re velan mi modo de sentir y de pensar, y de los de asonante, elige algunos. Estos son los pensamientos en consonante; de los pensamientos en asonante no pue do decirte los que debes copiar porque te he enviado esta tarde el tomo donde estn todos mis Romances. En los artculos crticos de Rimas, hay uno que dice que lo 232 mejor que tengo son Los Pensamientos, bscalo en los Juicios Crticos y ctalo en la Ontologa. Ya tenemos que para que el lector conozca quin es, no el poeta, el hombre: 1. Copiar mis pensamientos. 2. Mi poesa El Foro, puedes citar algunos trozos de ella: Mi hijo lloraba cuando la lea y acababa: Es un mrtir en la vida. Y el mundo no sabe nada. V. ha sido ese mrtir, pap, y.... . 3. Mi Programa poltico(17), explica por qu no he sido Diputado en una poca como la de 1.869 a 76... Yo, humilde, y los dems astutos y malos. Copia la poesa Programa poltico en el prlogo o Biografa. 4. En la carta al Pan de Amor es donde ms hablo de m, porque la escrib ya conociendo el mundo... desengaado. Cpiala ntegra. Si te parece mal, y tienes razn, en el prlogo, cpialas ntegras las que dan a conocer al hombre, haz slo una indi cacin y di: hoja en que encontrar el lector esta poesa; porque has de saber que hemos pensado en publicar en tu obra todos los Romances. Cmo Cmo apndice. Mi opinin es que la obra se titule Romances, por don Miguel A. y M., con su biografa prlogo u Ontologa o como quieras llamar a tu trabajo. Y como t me dijiste que al publicar una nueva obra se pone el Juicio Crtico de otra del mismo autor, destina una parte de la obra y donde deba ser, creo que es al fi nal, para insertar ntegros los juicios de la prensa cuando publiqu D. Jaime y Rimas, de esa manera puede salir muy bonita la obra. 1. 0 parte: Biografa -prlogo por ti. Como irn todos mis Romances, despus tu trabajo se simplifica. Otra observacin: Ontologa es parte de la Metafsica que trata, como sabes, de los entes en general; y Biografa, historia de la vida de una persona notable, y ciencia y mitos relativos a este gnero de obras; de manera que ape nas hay distincin entre Ontologa y Biografa, la prctica las confunde. Lo que po dras decir en Ontologa lo puedes decir en Biografa. Veas la biografa de Aparisi y Guijarro escrita por D. Len Galindo y de Vera (18) y vers qu larga y qu hermosa. Est en el primer tomo de las Obras de Aparisi y Guijarro, que encontrars en cual quier biblioteca. En vista, pues, de la nueva idea o giro que daremos a la obra, esta no debe titularse Ontologa de D. Miguel Amat y Maestre. Esto es darme demasiada importancia, y so bre todo, que hemos variado de pensamiento y a ti te debemos la buena obra que va a salir. Yo la titulara como te he dicho: Romances, por don M. A. y M., con una Biografa -prlogo por D. Jos M. Martnez Ruiz. Yen ese prlogo dices todo lo que quieras. Luego insertas los Romances, todos: D. Jaime, La Cruz, Santa M. Magdale na, en fi n, todos, y luego al fi nal todos los Juicios crticos de Rimas. Dime qu te parece este plan. Si el papel no lo has encargado an, es tiempo de que lo encargues de la marca que te convenga para el nuevo plan. Me ocurre pensar: y los trozos de prosa que son muy largos. Esto puede ir como Apndices,( 19) como el discurso que pronun ci al recibir la Investidura de Licenciado, el que pronunci en los Juegos Florales de Valencia y Alicante, los del Ateneo y uno en la Juventud Catlica, las cartas del viaje a Avila por Sta. Teresa, etc. etc. De modo que, conforme con la Biografa, te vas 233 ocupando de mi vida, dices Vase el Apndice n. 1, 2, 3 etc. etc. Del Amor Cristia no dices acababa de suprimir a l sus referencias; pero copia las tres lecciones prime ras y el resumen de todos los captulos de la obra. Qu alegra me ha dado mi hijo cuando me ha dicho: Pap, V. disponga todo lo que quiera.! 5. El calvario del poeta es una bella composicin y que te servir mucho para darme a conocer como hombre. 6. 0 Las Tres cartas a un joven sobre la felicidad, es lo que ms te servir, porque all trazo el ideal de un joven perfecto. Como se publican, basta que en la Biografa prlogo las cites y te refieras a ellas. Cuando publiques tu obra envala a los mismos peridicos que juzgan la de Rimas y, adems, a los grandes crticos que t quieras. Y en un ejemplar de la obra, al encuadernarlo, pones 100 hojas de papel blanco, y all vas pegando los juicios que salgan de tu Ontologa... Cunto quehacer te doy, hijo mo, pero sabes que te quiero como a un hijo. Por ti tendr Miguelito la historia de su padre y sus principales escritos en un libro. El no hubiera hecho nada, porque se muere de pena de ver algo mo. Y el corazn me dice que morir antes de acabar t el libro, o se transformar, porque viene una catstrofe muy grande a esta casa. Pero en mi testamento olgrafo todo lo tengo previsto, y t quedas encargado de la impre sin de todas mis obras, pero es que es menester que mi hijo pueda resistir tan gran desgracia, que no lo espero. Olvid decirte que un rector de los Escolapios de la calle de Hortaleza de Madrid, dijo: Es el heredero de Aparisi y Guijarro. 6. En el prlogo y otros artculos de La Educacin Catlica encontrars mucho para decir quin era yo. En el n. 9 de dicha revista hay algn Pensamiento sobre la educacin, que debes insertar en la Biografa o Apndice o donde quieras. Haba 40 y Eliseo me las pidi cuando me puse enfermo. 7. El Amor Cristiano Qu ms retrato de mi mismo Ah te puedes lucir. 8. El prlogo de Calvo, todo puede servirte para la Biografa. Si tienes a la vista estas cartas mas, encontrars ms fcil tu trabajo. Pero es demasiado y sentira que esto te perjudicara para tus estudios, hijo mo. Con reserva te dir que, para el caso que mi hijo muera antes que yo, o aunque muera despus, muera sin hacer testamento, como yo en ese caso puedo disponer del tercio de mis bienes, te dejo toda mi biblioteca y archivo. 9. La carta que D. Jos M. Mengual escribi cuando reca el ao pasado, tambin debes publicarla ntegra. Hoy le vuelvo a escribir para que te la enve, y para estimu larle le digo que se publicar en mi tomo de Ontologa que t escribes. Mi libro sobre La libertad y la historia de ese libro puede servirte mucho para la Biografa, que vuelvo a encargarte que no imprimas hasta despus de impresa la obra. Cuntas cosas pasarn que tendrs que indicarlas en la Biografal. Al ocuparte de dicha obra, La Libertad, di que los artculos se escribieron, el 1. por consejo (pa ra m, mandato) de D. Jos Pons, Abad de la Colegiata. Luego sigues la historia de D. Francisco Pascual: Conversin de ste. Existencia e insultos de Jos M. Mengual. Carta ma perdonando estos insultos y siguiendo la discusin razonada. Conversin de Mengual, no tan clara como la de D. Francisco Pascual, pero se trasluce. No puedo encontrar sus cartas particulares. Pero te envo las que public en El Liberal y que, como sabes, no permiti que se insertasen en opsculo o folleto. Yo, usando de mi de recho, poda haberlas publicado contra su voluntad, pero me dio... pena el contrariar le. Ahora me escribe como si se dirigiera a su padre. Me abre su corazn. Pobre chico. 234 Est muy enfermo y me dice: V. sabe qu triste es, D. Miguel, morir antes de cumplir los 20 arios! De esas cartas o folleto, La Libertad, puedes sacar mucho partido, pues en ellas se prueba mi amor a la juventud y que haba nacido para ensear. 11. 0 Tambin pueden servirte mis letrinas, Cosas del mundo, y Parece imposible,(20) de las que hace extraordinario elogio la Revista Calasancio, cuyo p rrafo al juzgarme como poeta crtico puedes copiar. 12. De las cartas de D. Francisco Pascual, sobre todo cuando se dio por vencido, que estn en el folleto, puedes sacar partido. Quiz dirn: Amat venci a esos dos articulistas porque eran unos chicos jvenes, a esto contesto que Mengual fue induda blemente ayudado por su profesor krausista, como l, pues sus ltimas cartas no son como las primeras, como puedes verlo en las que te incluyo. 13. Mi composicin El Credo revela, tambin, no slo al poeta sino al hombre, aunque esto se puede decir de todas mis composiciones. Y a propsito del Credo, te advierto que entre los Romances hay cuatro o cinco dcimas en consonante. Medita en qu parte de la obra has de colocar dichas Rimas y el Credo, puesto que la obra se titula Romances. Cada momento me alegro ms de haber pensado en darle ese ttulo a la obra, en vez de la de Ontologa, pues de la manera que lo haremos es ms modesto y puedes t decir todo lo que quieras en la Biografa prlogo. Tambin debes dedicar algn prrafo a mis artculos Los sucesos de Melilla o el conflicto hispano -marroqu, publicados en los peridicos de Alicante. Para ver si animo a Miguelito a publicar dicha obra he remitido a la Corresponden cia de Espaa, con el ttulo Misin de Espaa en Marruecos y principio de la guerra de 1.893, un resumen de los captulos, rogndole al Director que lo publique. Quiz de este modo, que es un engaito a medias, pues sabes que principi la impresin del folleto y resist de ella, se anime Miguelito a publicarlo. Te remit lo publicado por Gald pero de aquello no hagas uso ninguno. Sabes que publiqu una hoja titulada Justicia para los maestros y luz para los ignorantes. De esa hoja, por su noble objeto, sin duda se ocuparn mucho los peridicos, pero se me han perdido los artculos, nicamente conservo el publicado por El Liberal de Ali cante el 8 de Octubre de 1.892, el cual te incluyo. Poco ms o menos decan todos lo mismo. En particular, los peridicos del ramo se ocuparon mucho de mi hoja, pero todo se ha perdido. Si no entiendes mi letra de los primeros pliegos, devulvemelos y los pondremos en limpio. Cuando fui Presidente de la Comisin Provincial defend los derechos de la provincia de una manera que no est bien que se diga. Cuando estuvieron los reyes Amadeo y Victoria en Alicante, en 1.871, Bossio present una cuenta de diecisiete mil duros. Mis compaeros todos estaban pagados. Yo me opuse y cuando el Presidente dijo: A vo tar, dije: Ustedes votarn lo que quieran, pero yo me marcho a casa, tomo mi pluma y digo al pblico lo que debo decir. Resultado, que la cuenta qued reducida a poco ms de la mitad.(21 Maisonnave quera que la Diputacin le subvencionase un ferrocarril de Alicante a Alcoy con varios millones. Todos estaban pagados. A m nadie se acerc, pero el ex pediente nunca se despachaba. Maisonnave lo tom como una ofensa personal y me 235 desafi a m que como el D. Diego el de Flor de un da (22) mataba las golondrinas con bala y era digno rival en la esgrima de mi maestro valenciano D. Francisco Rives, pero mis creencias religiosas no me permitan batirme. As se lo dije a Maison nave en una carta, pero aadindole que aquellas creencias no me impedan defenderme. Pero luego entraba en reflexiones que, t comprenders, respecto a esa brbara costumbre; le hice considerar que l tena una buena esposa y dos nias como dos ngeles y yo un pobre nio de pocos aos que quedara sin padre ni madre si la suerte me fuera contraria. Estas cosas, cuando yo muera, querido Pepe, se pueden decir sin citar nombres, y t las dirs porque primero acabar yo mi vida que publicars t el prlogo. Finalmente, Orihuela quera un hospital provincial, toda la Diputacin estaba con forme y los que se oponan, lo hacan framente. Mi conciencia como Vicepresidente de la Comisin me obligaba a oponerme. En primer lugar, porque la Diputacin deba muchos miles de duros por obligaciones de beneficencia, carreteras, etc. y en 2. lugar, porque con el hospital de Elda saba lo que suceda en los hospitales de distrito. Me llam el gobernador dicindome que el Ministro deseaba complacer a sus amigos de Orihuela. Me habl Santonja y D. Toma. Capdepn, Diputado por Orihuela. Me es cribi D. Andrs Rebagliato,(23) gran cacique moderado, que fue gran amigo de mi padre, pues se queran como hermanos, halagndome, brindndome con pasar 15 das en su casa. A todos contest: mi conciencia me lo impide. Vino la discusin en la Diputacin, habl, se empat en primera vez, volv a hablar, volvi a votarse. Tuve mayora. No se concedi el hospital a Orihuela. Por qu, pues, Pepe, muero sabiendo Estoy confuso. Tu to Miguel. NOTAS: 1.- Esta larga carta tiene como fin facilitarle a M. Ruiz la composicin de un folleto con la vida y obra de D. Miguel. Esta carta, necesariamente, hay que po nerla en relacin con el escrito titulado por Amat Mi biografa. Martnez Ruiz utiliz ambos muy ampliamente en la redaccin de varios captulos de Antonio Azorn. Y, concretamente esta, la transcribe casi ntegra en el cap. 18 de Anto nio Azorn. 2.- Todo este primer prrafo est subrayado al margen por un grueso trazo rojo hecho por M. Ruiz. 3.- Todo el prrafo lleva una raya roja en el margen. 4.- Esto ocurri en Octubre de 1.892. El Abad de la Colegiata era D. Francisco Penalva. 5.- Jos Selgas y Carrasco (1.822-1.882) poeta, novelista y periodista. Amigo de don Miguel, con quien coincidi en la poca en la que ste vivi en Madrid. Ra fael Calvo (1.842-1.888) y Antonio Vico (1.840-1.902) fueron los actores dramti cos ms populares de la segunda mitad del XIX. 6.- Desde Cuando hablaba en el Tribunal Supremo... hasta este final de prra fo est sealado al margen por un trazo rojo de Martnez Ruiz. 7.- No es de Cicern, sino de Catn esta cita. 236 8.- Ceferino Gonzlez y Daz Tun (1.831-1.894) Dominico, obispo de Crdo ba, luego de Sevilla. Cardenal en 1.884, fue arzobispo y primado de Toledo. 9.- Miguel Pay Rico (1.811-1.891). Curs Teologa y Cnones en la Universi dad de Valencia. Desde 1.845 ocup la ctedra de Teologa en la Universidad. Obispo de Cuenca desde 1.858 y predicador de la reina Isabel II. Senador por Gui pzcoa en 1.871-72. Arzobispo de Santiago de Compostela desde 1.875, es nom brado cardenal en 1.877 y Primado de Toledo en 1.886. 10.- Mariano Rampolla del Tndaro (1.843-1.913) Cardenal italiano, nuncio en Espaa en 1.875. 11.- Vicente Manterola Prez (1.843-1.891) sacerdote que fue diputado en las Cortes, donde sus frecuentes discursos le dieron fama de gran orador. 12.- Toms Capdepn Martnez (1.820-1.877) Poltico y periodista. Abandon la carrera militar. Copropietario y redactor de El Correo, peridico defensor de la Unin liberal. Diputado por Orihuela en 1.858. Por haber sido uno de los firmantes de la exposicin contra Isabel II, en 1.866 tuvo que emigrar. Despus de la Revolucin de Septiembre de 1.868 fue varias veces diputado, siendo subse cretario de Hacienda y Director general de Propiedades y Derechos del Estado. 13.- Emilio Castelar (1.832-1.899) vive en Elda entre 1.834 y 1.848 aproximada mente. En 1.851, siendo an estudiante en Madrid, gana la oposicin al puesto de profesor auxiliar de la Escuela Normal de Filosofa y en 1.857 la ctedra de Historia Crtica y Filosfica de Espaa en la Universidad de Madrid. Su vida pol tica y su extensa obra es suficientemente conocida para no extenderme en ella, pero esos arios de 1.857 a 1.860 son claves en el destino de uno y otro hombre. Amat tena cinco aos menos que Castelar. 14.- La referencia de Amat a la envidia de sus compaeros polticos o profesio nales no es exagerada. Mientras actu como abogado y juez municipal de Petrel ya tuvo algn problema que deja entrever a lo largo de posteriores cartas. Como diputado provincial tuvo realmente enemigos polticos declarados (ver cap. 1) y es claro que las corrientes polticas que se respiraban en el Madrid de 1.876-80 estaban muy lejos de ser favorables a un espritu como el de don Miguel. Luis Santonja Crespo (1.823-1.897) fue diputado provincial y diputado a Cortes por Villena. Senador por la provincia de Alicante hasta la Revolucin de 1.868, abandon luego la poltica activa aunque trabaj mucho privadamente en favor de la Restauracin. Alfonso XII lo nombr senador vitalicio y le entreg el ttulo de Marqus de Villagracia. 15.- Aparisi y Guijarro. Ricardo es el hijo del gran orador y poltico Antonio Aparisi y Guijarro (Nota 18). 16.- Bastantes de estos Pensamientos fueron publicados en el libro Rimas (ver la Antologa) los dems quedaron en imprenta para la impresin de los ro mances y para el libro de Mximas y consejos. 17.- Ver la Antologa. Las cartas que cita a continuacin se han perdido. 18.- Antonio Aparisi y Guijarro (1.815-1.872) Abogado y poltico. Dirigi varias revistas tradicionalistas. Se exili en Pars despus de la Revolucin de 1.868. Es 237 cribi varias obras de carcter poltico y tambin poemas de tema ertico, filos fico, religioso o patritico. Su obra apareci en cinco volmenes entre 1.873 y 1.877. 19.- De estos apndices slo he encontrado el discurso de los Juegos Florales de Alicante, en 1.876. El poema El calvario del poeta est en Rimas, pero tam bin se perdieron, ya en imprenta, las Tres cartas a un joven sobre la felicidad. 20.- Ver la Antologa. Incluyo estos poemas, parte de La Libertad, una parte de El Credo, el 2. captulo de Los sucesos de Melilla y el artculo Justicia para los maestros. Desconozco a qu otros artculos publicados por A. Gald Ch puli, director de El Graduador, se refiere don Miguel. 21.- Este prrafo y el anterior van sealados en la carta con dos rayas, azul y roja, hechas al margen por M. Ruiz. Todo lo referente a la actuacin de don Mi guel como diputado est explicado en el cap. 1. La referencia a D. Eleuterio Mai sonnave Cutayar se la hizo por su actitud como alcalde de Alicante. 22.- Drama de Francisco Camprodn, estrenado en 1.851. 23.- Andrs Rebagliato, alcalde de Orihuela y diputado a Cortes. Su hermano Mariano fue un famoso general moderado. MI BIOGRAFIA Estos pliegos se entregarn a mi sobrino D. Jos M. a Martnez Ruiz despus de mi muerte.(1) Miguel Amat. Ultimas apuntes para la biografa y bibliografa de D. Miguel amat. En el acto de recibir la investidura de abogado en el Paraninfo de la Universidad de Valencia, en el mes de Julio de 1.859, fue encargado de pronunciar el discurso de gracias el indicado Sr. Amat, cuyo discurso publicamos en el apndice nmero primero,(2) para que se vea que siempre han sido los mismos las ideas y sentimientos de nuestro amigo. (Apndice nmero primero). De all a cuatro meses, en el mes de Noviembre de 1.859, en el mismo sitio, reciba el Sr. Amat una flor de oro y plata como premio a su Oda a la conquista de Valencia en los Juegos Florales celebrados en dicha ciudad bajo el patrocinio del Excmo. Ayun tamiento; y tambin, en nombre de sus compaeros igualmente premiados (D. Vctor Balaguer, D. Teodoro Llorente, D. Vicente Querol y D. Fernando Len y de Vera) y en nombre propio, pronunci otro discurso del que damos una breve idea en el apndi ce nmero 2. En esos mismos Juegos Florales se ofreci una pluma de oro a la mejor memoria histrico -filosfica acerca de la expulsin de los moriscos y sus consecuencias en el Reino de Valencia, a cuyo premio tambin opt el Sr. Amat presentando una Memoria con el lema El tiempo es la mejor prueba de la justicia. El trabajo del Sr. Amat, que est dispuesto a publicarlo, concluda que sea la impresin de sus versos, suscit en el seno del Jurado una discusin importantsima, de lo cual se ocupa muy por extenso su her mano D. Enrique en la carta que dirigi al Sr. Barn de Mayals.(3) El Sr. Amat atac valientemente la medida de la expulsin, demostrando hasta la evidencia que fue injusta y cruel, aparte de antieconmica y antisocial. Con la venida 238 de la Casa de Austria a Espaa, deca el Sr. Amat, se inaugur un sistema de intole rancia contrario a las doctrinas de paz y caridad y verdadera libertad proclamadas por Jesucristo. Se deba haber empleado la persuasin, la dulzura, la caridad, y se emple el rigor y la dureza por casi todos los encargados de la instruccin de los moriscos. Se deba haber continuado el sistema de conciliacin inaugurado por D. Jaime el Conquistador, y se tomaron medidas humillantes y vejatorias que dieron por resultado la exaspera cin de los nimos, las situaciones violentas y por fi n la expulsin, que se realiz de la manera ms cruel, pues muchos murieron de hambre y de sufrimientos en los desier tos de Africa, los que no eran robados y muertos en el camino. Sin duda, la exposicin de estas verdades tan dolorosamente crueles perjudic algn tanto al Sr. Amat y el premio no se le concedi, habindose entregado la pluma de oro, faltando a las condiciones del certamen, a una composicin potica. En aquel mismo ario 1.859 fue nombrado el Sr. Amat Secretario General de la Academia de Legislacin y Jurisprudencia de Valencia; y en el siguiente, 1.860, gan las asignaturas del Doctorado en la Universidad de Madrid, habiendo estudiado privadamente en Valencia, por conceder la ley en aquellos tiempos este privilegio a los que hubiesen obtenido todas o casi todas las notas de sobresaliente durante la carrera de Leyes, en cuyo caso se encontraba el Sr. Amat. Tambin hizo oposi ciones, aunque no tena la edad reglamentaria, y slo por complacer a su familia, pues no era esa su vocacin, a una relatora vacante en la Audiencia de Valencia, habiendo sido colocado en segundo lugar; pero segn se ha dicho, como no eran esas sus inclinaciones, no hizo gestin ninguna en la Corte para que se le eligiese dispensndole la edad. Esta era la situacin de D. Miguel Amat a principios de 1.860, cuando apenas haba cumplido veintids aos. A la consideracin que se mereca por sus triunfos cientficos y literarios, se una un aprecio general por su caracter humilde y afectuossimo. Sus compaeros y amigos adoraban con l.(4) Gozando de una naturaleza privilegiada y de unas facultades mentales superiores; amante de su Patria hasta el sacrificio, y poeta de corazn y de palabra fcil, atractiva y elocuentsima; con unas ideas sinceras y ge nerosas sin exageracin ninguna; amante de la verdadera libertad, pero de unos senti mientos cristianos a toda prueba, esto es: religioso ilustrado, se le presentaba un porvenir brillantsimo. Pero el clera morbo asitico, que ya en 1.834 atac a la madre del Sr. Amat y la dej enfermiza para toda su vida, volvi a herir a su familia en 1.860, arrebatndole en pocas horas al hermano de D. Miguel, Letrado de primera fuerza, y atacando tam bin al mismo D. Miguel, que habiendo quedado smamente dbil, tuvo que trasladar se a la provincia de Alicante, donde tenan sus padres unos cortos intereses; al poco tiempo muri tambin su padre; habindose enlazado con una Sra. de altas prendas, natural como l de Valencia, dolorosas enfermedades de dicha Sra. y por fi n su muerte, todo reunido, fue causa de que nuestro amigo tuviera que continuar apartado de su Patria, de su hermosa Valencia, como le deca l siempre, ausencia que dur ms de veinte aos. (5) En la hermosa epstola que dedica a su amigo el Sr. Barn de Mayals,(6) expresa 239 perfectamente su sentimiento, porque su desgraciada suerte le alej siempre de su que ridsima Valencia, y son dignos de trasladarse a este sitio sus inspirados versos: Nac en la hermosa Valencia,(7) que equivale a luz del cielo, segn unos, segn otros a Ciudad del Sol. Recreo fue del rabe, y crea que, el Edn all fue puesto. Para jardines, Valencia se escucha cantar al pueblo, y es verdad lo que ste canta, pues su canto es sentimiento. Su cielo, como el de Grecia, siempre lmpido y benfico; el mar, que besa sus plantas, le ofrece camino recto para cruzar todo el mundo, cual lo cruz en otro tiempo. Sus mujeres sin rival en la ancha tierra contemplo, pues el rabe les dio sus ojos grandes y negros, el godo sus trenzas de oro y el romano su denuedo. Sus hijos.. . cual los de Atenas: valientes, de claro ingenio, a las cumbres del Parnaso suben con paso ligero. Y las ciencias y las artes cultivan con tanto acierto que a Espaa llenan de gloria y de arrobo al mundo entero. En otra parte de la misma carta dirigida al Sr. Barn de Mayals se lamentaba de la forzosa ausencia de su Patria, que le tena disgustadsimo y sin nimo de intervenir en los asuntos pblicos. Contestando a dicho Barn, que le animaba a influir en las contiendas polticas, deca: Bien pudiera. . ., mas yo entonces de mi amada Patria lejos, donde estaban mis amigos, mis amados compaeros, mis doradas ilusiones, esperanzas y recuerdos. Por familia, un ngel slo; libre de ambicin mi pecho... Yo esto al cielo peda y nunca pude obtenerlo: un angelito en mis lares, en l cuatro libros viejos, el hijo de mis entraas, mi huertecito, mis versos, y el sosiego de mi alma... Bienes que no tienen precio. En ese largo perodo de diez aos, de 1.860 a 1.870, el Sr. Amat se dedic en Petrel, provincia de Alicante, al ejercicio de la abogaca y a mejorar las pocas tierras que ha ba heredado de sus padres. Al mismo tiempo, remita a su compaero y amigo Don Teodoro Llorente, Director de Las Provincias,(81 correspondencia y artculos sobre el fomento de la agricultura, en general, y del arbolado en particular, tan eruditos y bien escritos, que las Sociedades de Amigos del Pas y de Agricultura, y los peridicos de la capital le felicitaron por sus trabajos de tanta utilidad social; y aquellas Socieda des, adems, le honraron nombrndole socio corresponsal. Entre los escritos del Sr. Amat apareci uno titulado: Causas de la despoblacin de los montes de Espaa. Sus fatales consecuencias para la agricultura y salubridad y seguridad pblica. Sus remedios. Y entre los que propona el Sr. Amat, para evitar la destruccin de los montes pblicos y conseguir su repoblacin, fue la completa y ab soluta desamortizacin de la propiedad forestal.(9) 240 Sus escritos, como redactados por quien, como Jovella nos, reuna el doble carcter de eminente jurisconsulto e ilustre literato, no podan menos de llamar la atencin del pblico por la correccin de la forma y la argumentacin vigorosa e irresistible de sus demostraciones; as es que muchos peridicos de Madrid y de provincias, pero en parti cular La Gaceta Econmica de la Corte, que era el rgano ms autorizado de la es cuela economista, reprodujeron los artculos que diriga a Las Provincias el Sr. Amat, colmndolo de elogios por la manera magistral y extensa con que haba tratado una cuestin de tanta importancia. El cuerpo de Ingenieros de Montes comprendi que tena delante un enemigo formi dable, y aparte de fundar la Revista Forestal, sin duda (aunque otra cosa quisiera dar a entender) con el principal objeto de contrariar las doctrinas desamortizadoras sostenidas por el Sr. Amat y toda la escuela economista, deleg en el ilustrado, estudio so y elocuente escritor y orador D. Juan Navarro Reverter la dificil tarea de contestar al Sr. Amat. Lanzse el Sr. Navarro y Reverter al combate remitiendo a (Las Provincias una se rie de artculos en que intentaba demostrar que la medida desamortizadora propuesta por el Sr. Amat bastaba por s sola para, si se realizaba, acabar con lo poco que queda ba en Espaa de arbolado en los montes pblicos. Contest el Sr. Amat; replic el Sr. representante del Cuerpo Oficial; pero los escritos del Sr. Amat eran de tal fuerza que las contestaciones del Sr. Navarro y Reverter, a pesar de la brillantez en conceptos, a pesar de su estilo unas veces jocoso, otras veces enrgico, no hacan mella en la pode rosa demostracin del letrado, economista, historiador y literato Sr. Amat. Y la prueba es clara: La Revista Forestal la dio incontestable, pues public todos los artculos y cartas del Sr. Navarro Reverter, pero ni uno de nuestro co-provinciano. Si hubieran sido de escaso mrito, si hubieran quedado contestados por los escritos del elegante y afortunado ingeniero, buen cuidado hubieran tenido en sacarlos a la verguenza pblica. Hemos insistido sobre este particular por dos razones: 1.a.- Para procurar influir en el nimo del Sr. Amat, si su salud se lo permite, y si no en el de su familia, para no dejar perdidos trabajos de tal importancia, mayormente cuando nos consta que el Sr. Amat tiene sin ver la luz pblica nuevos escritos sobre la misma materia, en los que demuestra que la cuestin social tiene su solucin, en parte, en la venta de esa inmensa propiedad que no est en la zona forestal, en su ma yor parte, sino en la agrcola, siendo as que, bien repartida, puede mejorar la condi cin social de gran parte de los trabajadores del campo. La prueba es que en muchas partes, entre ellas los trminos de Sax, Villena, Yecla y Jumilla, en que los propietarios que han comprado montes los han cedido luego a las gentes del campo, la condicin de los trabajadores ha mejorado. Pues bien, hagan lo mismo en toda Espaa y la medi da aconsejada por el Sr. Amat nos proporcionar un beneficio social de generales consecuencias. Y en segundo lugar, porque alguna recompensa merece el ciudadano ilustrado que como el Sr. Amat pone su talento, sus estudios, su vida, pues hasta su vida peligr en aquellos azarosos tiempos de la revolucin en que por gentes ignorantes se le lleg a llamar, por algunos rojos, enemigo de los pobres; cuando l estaba defendiendo sus in tereses y tambin hubiera dado hasta su existencia por el bienestar de los desgraciados. Fuera de estos trabajos agrcola -econmicos, la literatura poco tuvo que agradecer 241 al Sr. Amat en los once (10/ mortales aos de 1.860 a 1.871, en que fue elegido nuestro amigo Diputado Provincial de Alicante y, al poco tiempo, Indivduo de la Comisin y, por fi n, Vicepresidente de la misma. Permaneci el Sr. Amat en la Diputacin de Alicante desde el ao 1.871 a 1.876, en que se traslad a Madrid. Durante esos cinco arios se encontraba el Sr. Amat en lo mejor de la vida, de los treinta a los treinta y cuatro aos, y se asombraban cuantos le conocan de ver cmo atenda a tantas clases de trabajos tan difciles y variados. Por una parte, los trabajos de la Diputacin, cuyo peso llevaba casi l slo, tomando parte en todas las discusio nes en que se trataba de los sagrados intereses de la provincia o del Estado o del indiv duo, redactando las exposiciones que se dirigan al Cuerpo colegislador o a los Minis tros, y contestando a los peridicos que criticaban los acuerdos de la Diputacin o la Comisin Provincial. Por otra parte, continuaba al frente de su despacho de abogado que tena abierto en Petrel, primero, y en Alicante( 11) despus, cuyo despacho lleg a adquirir tanta fa ma que le fue necesario tener dos compaeros que le ayudasen, entre ellos D. Jos Maes tre y Vera, actual Indivduo de la Comisin Provincial y Presidente que ha sido de la Diputacin, habiendo tenido tanto xito en sus negocios que se asegura no haber perdi do ni uno slo; y a pesar de tanto trabajo, an le quedaba tiempo para asistir a las veladas literarias del Byron alicantino, el literato y buen amigo suyo D. Juan Vila y Blanco, y del ilustrado, entendido e inspiradsimo poeta, tantas veces laureado, Sr. D. Alejandro Harsem, Barn de Mayals. En ese perodo de cinco arios, pues, escribi el Sr. Amat la mayor parte de las compo siciones que forman este tomo,( 12) a lo cual contribuy sobre manera el nimo que le infundi el Sr. Vila y el Sr. Harsseni (sic), tan buenos como ilustrados, y tan entendi dos y tan buenos tambin como desgraciados. De esta poca es su Composicin a la Pursima, que ley por primera vez en una sesin celebrada el 8 de Diciembre de 1.872 en el altar mayor de Santa Mara de Ali cante, presidida por el Sr. Obispo de Orihuela, D. Pedro M. a Cubero, la cual despert un entusiasmo extraordinario. Tom el Sr. Amat, todos los arios, la costumbre, el da 8 de Diciembre, de corregir o adicionar su dicha Oda a la Pursima y en tal estado la dej que ms bien que una Oda es un Canto pico a la Inmaculada. No es extrao, pues, que el Sr. Amat oyera de los labios del hoy Secretario de Estado de Su Santidad, Monseor Rampolla, estas palabras que nunca jams han salido de los labios del Sr. Amat: De tal manera va V. engrandeciendo y abrillantando su composicin favorita a la Pursima que yo no dudo que llegar un da, si no ha llegado ya, en que pueda decir Valencia a Sevilla: Si t tienes la honra de haber producido al primer pintor de la Inmaculada, yo tengo la honra igual de haber visto nacer bajo mi cielo al primer cantor de la Pursima virgen, y el Sr. Manterola le dijo, alabndole: me ha hecho V. pasar el rato ms feliz de toda mi vida.(13) Tambin escribi el Sr. Amat en Alicante, con motivo de la restauracin de la Iglesia de San Roque, su bella y elocuentsima poesa En la ereccin ele un templo. Tambin escribi el Sr. Amat en Alicante los romances: Primavera, A la muerte de una ni a, Tu hijo no ha muerto, dedicado al Sr. Barn de Mayals, y Las Musas y el foro. Son dignos de leerse los versos que con el ttulo de Carta a un joven sobre la poesa 242 y el Foro escribi en Alicante, como antes dijimos. Despus de manifestar su grande amor a las musas, pero la necesidad de acudir a otro trabajo ms lucrativo, por lo mal recompensadas que estn aquellas en Espaa, dice: Terrible ley de la vida el trabajo! mas si agrada el que te ocupa, lo amargo en dulce nctar se cambia. Yo bien s que la del Foro es profesin elevada que a un tiempo da al que lo ejerce con amor, provecho y fama, mas aqul que no ha sentido la sed del oro, ni busca tampoco la gloria humana, y defiende la justicia sin ver si el que la demanda vive en soberbio palacio o en miserable cabaa; aqul que ve un desgraciado en el que llega a su casa a pedirle que defienda o su hacienda amenazada, o un bien o su vida, o su honor, o su paz santa; y en vez de ver un negocio en aquel asunto, trata de que recobre su prjimo la paz bienhechora y santa, aun a costa de su vida... Quien de ese modo trabaja es un mrtir en el mundo... y el mundo no sabe nada. Pero el principal trabajo literario que hizo en Alicante fue el Romance histrico de D. Jaime el Conquistador, que obtuvo el primer premio, consistente en una elegante pluma de oro y plata, en el Certamen potico celebrado en dicha ciudad en el mes de Mayo de 1.876. Cuyo romance fue despus ampliado y anotado por su autor hasta con vertirse en una obra histrica de reconocida importancia. Como siempre suceda en casos semejantes, en el acto de la distribucin de premios, el Sr. Amat, en nombre de sus compaeros y en nombre propio, pronunci un breve pero elocuentsimo discurso que entusiasm al pueblo alicantino como pocas veces se haba visto en aquella capital. En el apndice nmero 3 tenemos el gusto de publicarlo. Al poco tiempo de celebrado ese certamen, el Sr. Amat traslad su domicilio desde Alicante a Madrid, renunciando a su cargo de Vicepresidente de la Comisin Provin cial de aquella ciudad, con el objeto de dedicarse exclusivamente a la prctica del Foro. Esto ocurra por el mes de Julio de 1.876, y al reunirse la Diputacin Provincial de Alicante, en Noviembre de dicho ao, dedic al Sr. Amat, en su memoria semestral, el siguiente prrafo: No cumplira con un deber que a la vez imponen los fueros y el homenaje que las rectas conciencias rinden a la verdad, si al comenzar este trabajo la Comisin no hiciese pblico el sentimiento de consideracin (14) que debe al que fue su dignsimo Vicepresidente D. Miguel Amat y Maestre, el cual renunci su cargo en Julio ltimo, no por disentimiento con sus compaeros, sino por tener que trasladar su residencia a Madrid. Al consignar estas breves palabras en honor al celoso funcionario que ha prestado el concurso de su palabra, siempre elocuente, y de su voluntad, siempre inquebranta ble en pro de los intereses de la provincia, la Comisin cree que se hace intrprete de los sentimientos de la Diputacin al dejar estampado en este documento el tributo de 243 respetuosa consideracin que se merece el inteligente diputado y vicepresidente que fue de la Comisin Provincial. Al llegar a este punto no podemos menos de exclamar: Y cmo el Sr. Amat, que permaneci en la provincia de Alicante, donde tena intereses y parientes, desde la raiz de la revolucin de Septiembre de 1.868 a mitad del ao de 1.876; cmo el Sr. Amat, que ejerci la abogaca con tanto lucimiento y que tantas veces fue admirado por su elocuentsima palabra en muchos de los juzgados de la provincia y en la misma capital; cmo el Sr. Amat, que adems de propietario y abogado y literato, tena esa gran facili dad de la palabra, como antes he dicho, no fue elegido diputado a Cortes en aquella poca revolucionaria. Si el Sr. Amat no hubiese tenido que abandonar su Patria, Valencia, en el ao 1.860, cuando acab su carrera, por enfermedades y circunstancias de familia, ya hubiese es tado cansado, cuando lleg la revolucin de Septiembre, de ser diputado a Cortes en representacin de la ciudad del Cid. Y por qu no en la provincia de Alicante Por dos razones: 1. a.- Porque el Sr. Amat, con una modestia excesiva, no ambicionaba nada, lo cual vena perfectamente a los caciques de la provincia, que deseaban la Diputacin para ellos o para sus parientes y paniaguados, y. 2. .- Porque los sentimientos de justicia que abrigaba el Sr. Amat eran incompati bles con la tendencia a la arbitrariedad y al despotismo que dominaban en aquella po ca y que tantos perjuicios causaron a Espaa. Pero de todas maneras, es verdaderamente de lamentar que un hombre de las condi ciones del Sr. Amat no mereciese sentarse en los escaos del Congreso, cuando tanto bien poda haber hecho a la Patria desde ellos.(15) En Madrid permaneci el Sr. Amat desde Julio de 1.876 a Diciembre de 1.882, en que se traslad a Valencia, su patria. El tiempo que estuvo en la Corte lo dedic exclu sivamente a sus trabajos de abogado (16) y a la prctica de la caridad, como socio de San Vicente de Paul y Asociacin de Catlicos. En esta ltima sociedad estaba encar gado de la visita a la escuela sostenida por la misma, cargo que desempe con una exactitud y entusiasmo extraordinarios; y respecto a la Sociedad de San Vicente de Paul, ya se puede comprender lo que nuestro buen amigo hara, dado su carcter bondadoso y su caridad sin lmites. A pesar de ello, fue socio de la Academia de la Juventud Catlica y de la Unin Catlica, donde ley algunas poesas y artculos; y, a instancia de personas de alta ciencia, para l adems muy dignos de respeto, ingres en el Ateneo y tom parte en la discusin que se sostuvo en la seccin de literatura acerca de La Poesa religiosa y de El arte por el arte. Pronunci hermossimos discursos en sentido del espiritualis mo cristiano, sosteniendo elevada discusin con los Sres. Revilla, Simarro y Vidarte.(17) Cuando el Presidente de la seccin, D. Francisco de Paula Canalejas, catedrtico de la facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Madrid y pontfice de la escuela racionalista en Espaa, hizo el resumen de las discusiones sostenidas durante el ao, al llegar a ocuparse del Sr. Amat pronunci estas palabras, dignas de consignarse por la persona que las pronunciaba: Y en cuanto al Sr. Amat, Qu tiene el Sr. Amat que, cuando l habla, los que piensan y sienten como l y los que no sentimos ni 244 pensamos como l, fi jos nuestros ojos en los suyos, tendamos hacia l los brazos, como arrastrados por una fuerza irresistible Esto en el Ateneo, donde las corrientes que existan eran ms bien contrarias que favorables a las ideas del Sr. Amat. Respecto al xito que obtuvo en las Academias cientficas y literarias catlicas dejemos a la consideracin de todos en calcular los triun fos que alcanzara. A pesar de su resistencia, se consigui hacerle aceptar primero el cargo de Presidente de la Seccin de Derecho, y despus el de Vicepresidente de la Ju ventud Catlica, (18) adems el de Presidente de la Comisin nombrada por dicha Aca demia para la defensa del clero, en cuya comisin pronunci un discurso que inserta mos en el apndice 3. , pero al poco tiempo de ser vicepresidente se traslad a Valen cia, donde, todava joven, pensaba dedicarse exclusivamente al cultivo de las ciencias y las letras, apartndose de los trabajos del Foro, en los que tantos triunfos consigui, aunque pesaban esos trabajos sobre su alma potica como una gran losa de plomo. Durante los seis aos que permaneci en Madrid, el Sr. Amat apenas tom la pluma para hacer versos, pues cuando los haca era para ser coronado corno siempre. En los ltimos certmenes celebrados en Lrida y Santiago de Galicia fueron premiadas sus obras Toledo y su Virgen del Sagrario y Amor y Fe, que fueron aplaudidas por todas partes. Tambin para la celebracin del Certamen de Sevilla, que tuvo lugar en la gran cate dral de la ciudad, fue invitado nuestro amigo para asistir como representante de la Ju ventud Catlica de Madrid, a cuyo efecto compuso su hermossima oda A la belle za. No tuvo el gusto de ir a ver la catedral de Sevilla, pues asuntos forenses se lo impi dieron. Siempre la mano de la casualidad o del destino, llmese como se quiera, inter ponindose entre las aficiones del poeta y el poeta mismo.(19) Finalmente, cuando el Centenario de Santa Teresa, compuso unas quintillas que, aun cuando pocas en nmero, pueden, lo mismo que las dos composiciones ltimamente citadas: Amor y Fe y La Belleza citarse como una prueba de que el poeta haba llegado a la cumbre; esto es, a una perfeccin que alcanzan muy pocos. La forma es elegante sobre manera... Identificado el Sr. Amat con la sublime doctrina del Mrtir del Glgota, se respira en todas sus composiciones un perfume celestial y parece, sobre todo cuando su autor las lee, como que se abre el cielo y se escucha un cntico d gloria. Estas palabras salieron de los labios del Sr. cardenal Pay cuando le oy reci tar sus poesas En la ereccin de un templo y Toledo y su Virgen del Sagrario.(20) Cunta fe! Cunta esperanza! Cunto amor! Y nos dice el corazn que el Sr. Amat es el ltimo poeta que ha cultivado en Espaa la poesa religiosa. En otra parte dijimos que por entonces, principios de 1.883,(21) el Sr. Amat se tras lad a Valencia con su hijo de catorce arios. No le ha sucedido al Sr. Amat aquello de nadie es profeta en su Patria. Al contra rio, desde que frecuentaba los claustros universitarios hasta el mismo da en que por su desgracia tuvo que abandonar su Patria, fue siempre tenido en mucho por su talen to, por su ciencia vasta (ms de lo que se cree) y por su amabilsimo corazn. Por lo tanto, as que lleg a Valencia, Lo Rat-Penat, el Ateneo, La Juventud Cat lica, la Sociedad Amigos del Pas y Agricultura, que lo consideraban como socio haca un cuarto de siglo, todos celebraron sesiones dedicadas a tan querido patricio, 245 que, despus de ms de veinte arios de ausencia, volva a su Patria todava joven (cua renta y cuatro aos) a gozar de esta tierra prodigiossima por tantos motivos. Tanto es as que a los muy pocos meses de su llegada fue nombrado Presidente de la Juventud Catlica y vicepresidente de Lo Rat-Penat, pero nuestro querido amigo estaba destinado, sin duda, a no gozar nunca de la paz por l ansiada. Entre las muy pocas composiciones que escribi por este tiempo, es sin disputa la principal El Centenario de Moncada, la cual insertamos al fi nal de las rimas valen cianas, acompaadas de su traduccin en prosa. En las sesiones de Lo Rat-Penat se le hizo repetir tres veces su sentida poesa Als meus germans de Lo Rat-Penat, en la que cada palabra, cada concepto es un diaman te, sobre todo cuando despus de decir a sus hermanos de Lo Rat-Penat que al verlos no poda ms que abrazarles y apretar sus manos llorando, porque la alegra era in mensa, y conclua diciendo: Yo s lo molt que lameu y que es la vostra ilusi; pero amarla mes que yo me pareix que no podeu. Vosatres teniu talent y gran saber pera honrarla, deseu al meris que en amarla os guae y en sentiment. No acabaramos si hubisemos de copiar los artculos que los peridicos de Valencia dedicaron en Febrero y Marzo de 1.883 a ensalzar los discursos y versos ledos por nuestro biografiado. Llega el seis de Septiembre y todas las familias acomodadas emprenden sus excursio nes a los pueblos, barios, etc. etc. y pasados un par de meses regresan a los primeros fros a los cuarteles de invierno. Pero cul no sera la sorpresa de todos al ver que no regresaba D. Miguel Amat, tan esperado por todos, especialmente por Lo Rat-Penat y la Juventud Catlica, cuyas sociedades le haban nombrado, como ya dijimos, la primera su vicepresidente y la segunda su presidente. (22) Ya hemos dicho en otra parte cmo la ligera indisposicin que sufri en un prin cipio el Sr. Amat, desatendido por estar solo, y las equivocaciones facultativas y las circunstancias de familia, convirtieron en una enfermedad gravsima lo que no tena ninguna importancia. As he pasado mucho tiempo hasta que en el mes de Junio del corriente ario public El Alicantino el siguiente artculo: DON MIGUEL AMAT Sentimos una gran complacencia en poder participar a nuestros lectores, (aunque al mismo tiempo lamentamos que la noticia no pueda ser.por completo satisfactoria) que nuestro querido amigo D. Miguel Amat, a pesar de los sufrimientos que le produce su ya largusima y al par casi irresistible enfermedad, dedica, hace ya bastante tiempo, sus eternas noches de insomnio y dolor, al cultivo de las letras, su pasin favorita, y ordena y clasifica sus producciones en el decidido propsito de darlas a la prensa. 246 Misterio impenetrable! altos juicios de Dios! El Sr. Amat, a pesar de su gran afi cin a las ciencias y a la literatura y sobre todo a la dulce poesa, en la que tantos triunfos ha conseguido, a pesar de todo casi nunca ha podido dedicarse a esas materias con el tiempo y la calma que esos trabajos requieren. Recordamos que durante nuestra peregrinacin a Alba de Tormes, partiendo de Ma drid, con motivo de la celebracin del segundo centenario de Santa Teresa de Jess, y habindole preguntado si haba escrito algo para los certmenes que se haban anun ciado, nos diriga estas palabras que nunca olvidaremos...: Ay, querido Benedicto! (nos tratamos desde nios como hermanos). En el mundo muchos hombres no hacemos lo que queremos, no hacemos lo que ms agradable se nos presenta sino aquello que nuestras circunstancias particulares nos obligan a ejercitar; usted sabe que por Calde rn, el inmortal autor de los Autos Sacramentales, siento un entusiasmo sin lmites. Ya propsito, (y pase esto como una ligera digresin) nos refiri el Sr. Amat que, cuan do el seor D. Marcelino Menndez Pelayo, gloria de Espaa, en las conferencias que dio en La Unin Catlica de Madrid, acerca de aquel gran dramaturgo, coloc a ste debajo de Sfocles y de Shakespeare, cuando en su pobre opinin est muy por encima de estos dos, sinti una profunda pena al considerare! efecto que causara fue ra de nuestra patria la opinin de un literato, y sobre todo de un crtico tan eminente como el Sr. Menndez Pelayo, cuando sabios crticos, sobre todo en Alemania, dan la preferencia a D. Pedro Caldern de la Barca; pues bien, dijo el Sr. Amat, reanudan do su idea, nada pude escribir en honor de un genio tan ilustre. Pues bien, lo mismo me ha sucedido en el centenario de Santa Teresa. Reun, eso s, muchas notas, para ver si poda hacer alguna cosa, pero nada he podido hacer salvo unas quintillas liger simas, que el Director de La Unin Catlica me pidi para que formara parte del nmero del peridico que se imprimi en honor de la Santa. No puedo, amigo mo, no puedo. Pues ya es hora, le dijimos, de que V. se decida a dejar sus trabajos de abo gado para poderse dedicar, libre de ellos, a los que tanta aficin tiene. No tardar, concluy. Y en efecto, a los pocos meses levant el Sr. Amat su casa de Madrid y se traslad con su hijo a Valencia, donde pensaba dedicarse a poner en orden todos sus papeles y notas, y poder escribir y publicar algunos libros, sobre todo su libro de poesas. Pues bien, repetimos, altos juicios de Dios! Mientras que el Sr. Amat estuvo en com pleta salud no encontr camino para dedicarse al cultivo de la amena literatura, y so bre todo de publicar lo poco que tena escrito. Y ahora, en medio de una enfermedad tremenda hasta lo increble, cuando todos considerbamos perdido para el mundo de las letras cuanto escribi, nos sorprende la noticia que nos dieron, primero alguno de los amigos que le rodean y despus l mismo, de que estaba escribiendo horas y horas, unas veces versos, otras copias de borradores, y hasta evocando su poderosa memoria para recordar y trasladar al papel muchas composiciones que ya reunidas se le extraviaron. Nuestro compaero y decano de la prensa alicantina D. Antonio Gald, tambin n timo amigo del Sr. Amat desde la ms tierna infancia, public, no hace mucho, en El Graduador unas dcimas tan inspiradas como perfectamente escritas. Con posterioridad, hemos tenido el gusto, y al propio tiempo el sentimiento, de verle, pues ambas cosas se experimentan cuando se habla con tan buen amigo, y nos ha ledo 247 otros versos, compuestos estos das, y que no desmerecen de los que public el Sr. Gal d; adems nos admir cmo estaba corrigiendo, clasificando y preparando para la imprenta sus trabajos en prosa; y por cierto que, al leernos algunos trozos, quedamos sorprendidos, pues si bien conocamos al poeta de altsima inspiracin, no sabamos que como prosista no tena nada que envidiar a nuestros primeros escritores. Adems de su forma irreprochable, qu fondo tan bello! qu sentimiento tan elevado! qu fe tan sincera y tan viva y, al propio tiempo, tan ilustradal. Cmo (nos preguntbamos a nosotros mismos), cmo un hombre de esta talla, de esta ilustracin, de esas ideas, tan sanas, y sobre todo dotado de una voluntad tan recta y tan fi rme, cmo ha llegado a constituirse en el estado en que se encuentra Su vida era, como no poda menos de ser, modesta y tranquila. En su casa moraba la paz; la paz!, nica cosa que peda a todas horas al Ser supremo; la paz! que ha perdido quiz para siempre. Sin ambiciones de ninguna clase, sin pasiones violentas, viviendo como un verdadero cristiano pero sin fanatismo, pues conocidas son sus ideas polticas, nico punto en que no hemos podido convenir del todo el Sr. Amat y nosotros; y lo que es ms de no tar, sin haberle sorprendido ninguno de esos acontecimientos extraordinarios que a ve ces trastornan al hombre por sabio y virtuoso que sea, por ms que nuestro amigo ha ba dado muchas y repetidas pruebas de saber resistir con herica resignacin cristiana las ms grandes contrariedades del mundo. Cmo este hombre, repetimos por ltimo, cuando ya haba cumplido cuarenta aos, edad completamente libre de ilusiones, con tanta luz en el alma y tanta fortaleza en el corazn; cuando ya haba llegado a esa edad en que el hombre ha conquistado una fortuna con el trabajo ms asduo, una fortuna modesta pero suficiente, dadas las limitadas aspiraciones, cmo ha llegado a una situacin tan dolorosa, tan irresistible Ah! (nos deca la ltima vez que le hablamos) si Dios me concediera por algn tiempo, poquito, que ya estoy cansado de vivir, algo de paz para que medio pudiera conllevar la existencia, qu cosas tan grandes dira a todos, lo mismo a los de arriba que a los de abajo, sobre todo a los de abajo, que son los que he querido ms; no, no, a los de arriba, s! todos somos hermanos! S, todos necesitamos luz que nos gue y fuerza que nos sostenga! Seor, un poquito de tiempo! Seor, una poquita salud para que yo pueda decir cuanto tengo aqu dentro -y sealaba aquella hermosa y ancha frente, donde an parece brillar la llama del genio. Pero dejando ya estas largas consideraciones que brotaron naturalmente al ver al Sr. Amat, leamos entre otras estas mismas pginas que publicaremos en sucesivos nme ros. Sea cual sea la causa de que el Sr. Amat escriba tantas y tan buenas cosas, y su puesto que a la insercin de aquellos trabajos seguirn la de otros no menos agradables ni de menos mrito, slo nos resta en primer lugar felicitarnos y felicitar a nuestros lectores porque seremos los primeros que saborearemos muchas de sus composiciones. Bien examinado todo lo ocurrido, puede asegurarse que ha llegado el Sr. Amat al estado que se halla porque, al sufrir la ligera indisposicin que sufri en el verano de 1.883, se encontraba tan escaso de familia que slo la constituan l y su hijo menor de catorce arios. Su esposa haba fallecido haca dos arios, y careca tambin de madre, hija, hermana, que pudiesen atender al cuidado de su salud. Ah! cun cierto es como dicen los Sagrados Libros que no es bueno que el hombre est solo. Pero, aparte de 248 esa circunstancia, forzoso es reconocer que contribuyeron a la desgracia del Sr. Amat otras y otras, enlazadas de una manera misteriosa; y sobre todo el haberse ausentado de Valencia, trasladndose al campo, en la provincia de Alicante; pues, si hubiera con tinuado en Valencia, su curacin hubiese sido segura y rpida. Dios conceda al menos a nuestro querido amigo la resignacin suficiente para resis tir sufrimientos tan grandes como los que le aquejan. Las obras que tena en proyecto desde hace aos son: 1.a.- Concepto de la Sabidura, de la Libertad, de la Civilizacin y de la felicidad, segn la fe y la razn. 2. .- Educacin de mi hijo. Obra dedicada a los padres y maestros. 3. a . - Prontuario del literato. Trozos escogidos de los mejores autores en forma de diccionario; donde hubiese aprovechado por orden alfabtico las miles de notas y tro zos escogidos que tiene recogidos. 4..- El Catecismo y la cuestin social, para cuya obra estaba reuniendo materia les desde el ao 1.880 en que, siendo presidente de la seccin de derecho de la Juven tud Catlica de Madrid, se puso a discusin tan importante tema. Asombra de ver la multitud de carpetas que tiene con estudios sobre este importantsimo asunto, pues pensaba haber examinado la cuestin bajo los siguientes aspectos: 1. 0 : Filosfico religioso -moral; 2.: Pedaggico. 3.:Jurdico-penitenciario. 4. : Literario -artstico. 5. : Histrico. 6. : Jurdico -penitenciario. y 7. : Agrcola -forestal. Qu triste es considerar que por una levsima imprevisin se ha perdido tanto para la religin, las ciencias y las letras. Salvemos al menos los insignificantes restos de tan grandes materiales acumulados para una obra grande e inmortal. NOTAS: 1.- Hay tres cartas de Don Miguel dirigidas especialmente a que su sobrino ter minara su biografa. Las tres van encabezadas con palabras referentes a esa On tologa de la que con frecuencia se habla desde Octubre de 1.893. La primera carta lleva fecha del 6 de Octubre. Esta, obsrvese, lleva la indicacin de lti mos apuntes. Azorn la transcribe, en parte, en el cap. 18 de Antonio Azorn. 2.- Se han perdido tanto ste como los dems apndices a los que hace referencia. 3.- Desconozco tal carta de don Enrique Amat a don Alejandro Harmsen Garca. 4.- Transcribo literalmente. 5.- Todo este prrafo est en la carta sealado al margen con un trazo rojo he cho por M. Ruiz. 6.- Inserta en Rimas. El orgullo de Amat por haber nacido en Valencia es cons tante a lo largo de toda su obra. Valencia simbolizaba el triunfo conseguido por Llorente, por Querol, por Polo... Su mayor amargura es no ser reconocido por sus paisanos, que no hablen de l los diarios de Valencia. 249 7.- Al comienzo del poema, y en las hojas siguientes que lo contienen, M. Ruiz ha escrito con letra azul: NO. 8.- Desde el comienzo del prrafo hasta aqu, hay una raya roja al margen. 9.- Desde ...para evitar la destruccin... hasta aqu est subrayado en rojo por M. Ruiz. 10.- Desde aqu hasta ...se traslad a Madrid. hay una raya roja al margen. 11.- El despacho lo tena en la calle de Altamira, n. 2. 12.- Probablemente se refiera a Rimas 13.- Todo el prrafo, que ocupa una cuartilla de la carta, est enmarcado por una raya roja. Sobre la cuartilla, Martnez Ruiz ha escrito en letra color verde: esto luego de la parte de Madrid. 14.- Desde el prrafo: Como siempre suceda... hasta aqu, toda la cuartilla de la carta de Amat va enmarcada por una raya roja de M. Ruiz, y dentro de estos prrafos ha subrayado en rojo: traslad su domicilio de Alicante a Madrid, es to ocurra por el mes de Julio de 1.876. 15.- El no haber sido diputado a Cortes fue una de las grandes frustraciones de Amat. Su marcha a Madrid en 1.876 no tuvo otro objeto, pero, tras el triunfo del fusionismo, comprendi que nunca podra obtener el acta de diputado. De ah su marcha a Valencia con el propsito de abandonar su vocacin poltica y dedicarse slo a la literatura. 16.- Desde el comienzo del prrafo hasta aqu, sealado al margen por una raya roja de M. Ruiz. 17.- Martnez Ruiz subraya estos tres nombres con lpiz rojo, y aade, con l piz, al margen: Hinojosa, Moreno Nieto. Cuando en el captulo XV de la prime ra parte de Antonio Azorn haga referencia a estos hechos del Ateneo, cita a Revilla, Simarro, Reus, Montoro, Moreno Nieto, a Educardo Hinojosa y a Fran cisco de Paula Canalejas. Diversas frases de esta prrafo estn sealadas en rojo por M. Ruiz: escuela sostenida por la misma, ingres en el Ateneo y tom parte en la discusin que se sostuvo en la seccin de Literatura. 18.- Subrayado en rojo lo siguiente:.. .Cargo de Presidente, seccin de Dere cho, despus el de Vicepresidente de la Juventud. 19.- Todo el prrafo est enmarcado al margen por una raya roja. 20.- Martnez Ruiz subraya en rojo la frase: cuando le oy recitar... hasta el final del prrafo. Lo referente al Centenario de Santa Teresa est deficientemente expresado por don Miguel. 21.- Subrayado en rojo este comienzo del prrafo. 22.- Desde aqu hasta el comienzo del artculo de El Alicantino hay una raya roja al margen. El artculo viene recortado de la pgina del peridico, publicado el domingo 12 de Junio de 1.892 y firmado por Benedicto Molla. Los dos ltimos 250 prrafos del artculo, que aqu transcribo entero, no estn recogidos por Amat en este escrito. Obsrvese tambin en Amat el cambio de la narracin en tercera persona a primera. Ontologa. Observaciones.(1) Querido Pepe: Fjate en la poesa al Barn de Mayals, que creo que es la que ms te ha de gustar. Insrtala toda. Hemos pensado Miguelito y yo, si el tamao del papel lo permite, insertar los roman ces ms bonitos, aunque sea como Apndice. Pues tanto verso en la Ontologa no parece bien. Pero como apndice se pueden insertar muchos, y si el tomo resulta grueso se pone el Apndice en letra ms pequea. Como para cada gnero quieres poner sus poesas, puedes tomarlas de los Romances(2) y puedes aadir de las Rimas, citando de este gnero la tal y la cual, que no la copia mos porque est en el tomo de Rimas. Como ejemplo de poesa pica quisiera que copiaseis en la Ontologa La salida de la escuadra de D. Jaime de la playa de Salou (Pg. 34) y La Tempestad (p. 34). Tam bin debes copiar los 24 versos de la Introduccin (17). Y sobre todo la entrevista de D. Jaime con su hijo D. Pedro, que es muy buena: En el centro de ancho claustro(66) hasta y por su gloria combaten (69).(3) Fjate en el aire caballeresco y legendario del romance de D. Jaime. Me dijo Nez de Arce que le gustaba ms el andante de mi romance que el de Zorrilla y el del Duque de Rivas. Yo no me acuerdo ya, pero me parece que fue Pidal (Alejandro)(4) quien me dijo: Esas son las grandes obras, las que en pocas pginas extractan archivos comple tos, y hacen creer, esperar y amar. Pidal me dijo (en 1.877) que escribira un largo artculo, pero no pudo, sin duda, por sus muchas ocupaciones. He pensado enviarte el tomo en que tengo encuadernado D. Jaime y ms de 100 p ginas en blanco. Al principio de esas pginas, o bien despus de D. Jaime, estn los impresos del juicio que formaron los peridicos. (Se me extraviaron el del Debate y el de La Epoca, que era muy erudito y deca que si, como yo proyectaba, le aada mos... (faltan unos renglones) ... lstima Pepe, qu lstima! Qu sera de m y de mi hijo a estas horas Y padecemos tanto. Habr algn misterio en mi historia Diez aos de infierno. Dime si entiendes mi letra. El ltimo de los Juicios crticos de D. Jaime, que creo que redact Milego, es muy largo, y compendia los Juicios de todos aadiendo algo de cosecha propia. Todos estos Juicios debes publicarlos ntegros en la Antologa. Creo que dividirs la obra en varios captulos, dedicando uno a cada obra. El orden en que las he publica do es el que debes seguir; es este: 1. : D. Jaime (copia todos los Juicios crticos) 2. o : Memoria de la expulsin de los moriscos del Reino de Valencia.( 5) Copia el captulo ltimo. No est publicada. La conservo indita y varias veces me he propuesto publi carla y nunca ha llegado la hora. 3. o: Tambin debes dedicar un captulo a mi Memo ria sobre Al-Azarel(6) (Alay), copiando el prlogo si te parece. 4. o: Mis escritos Agrcola-Forestales.(7) 251 5. : Los literarios (Ateneo y Juventud Catlica)(8) 6. : Santa Teresa. (Viajes)(9) 7. : Rimas (Inserte V. todos los Juicios crticos)(10) 8. : Concepto de la Libertad. Hace V. la historia de la discusin con Mengual y Francisco Pascual, que me ha escrito que ha enviado a V. el artculo que escribi cuan do reca yo el ario pasado. 9. : Fundacin de la Revista La Educacin Catlica. Ya sabe V. la aceptacin que tuvo. 10. : Mis artculos sobre Querol. Copie en el Apndice el 6. y 7. , que tratan de la Verdad, Bondad y Belleza. 11. : Folletos Catlicos. Ya vera V. los que hay hechos. 12.: Santa M. Magdalena. El captulo 1. y el ltimo me parecen los mejores. Insrtelos. Me ocurre que las copias de mis poesas, aunque sea en el texto del libro, pueden ir en letra menuda; los Juicios de Rimas y D. Jaime, tambin. Y en letra natural, lo que t redactes. 13. : La Cruz. 14.0 : Amor Cristiano. Puedes copiar el prlogo y la introduccin ma.(11) Ya s que no era esa tu idea, pero una vez puesta ha quedado bien. Al fi n eso no es ms que coleccionar todo lo que tenemos escrito y que se haba de perder. Aparisi y Guijarro tiene un juicio de Trabajos forenses que debes verlo. Pues bien, si yo hubiera publicado mis trabajos forenses, ni en 4 tomos cabran. No ha sido posi ble por mi enfermedad, pero en la biografa debes decir algo de esto, sobre todo en Derecho Administrativo tena tratados completos sobre Aguas subterrneas, Minas,(12) etc. etc. Se va el correo. Miguel. Tengo la idea que no entiendes mi carta. Dmelo. NOTAS: 1.- Aunque no lleva fecha, esta carta es como una continuacin de la anterior y podra fecharse uno o dos das despus. 2.- Como ya se ha dicho, Romances era un libro que estaba preparando desde haca tiempo y que inclua los ya publicados en los Folletos Catlicos: La Cruz y Vida de Santa Mara Magdalena. 3.- Las referencias de las pginas son de su li bro Don Jaime el Conquistador. Ro mance histrico. Alicante, 1.876. Ver en esa Antologa algunas de las partes citadas. 4.- Alejandro Pidal y Mn. (1.846-1.913) Fund el partido La Unin Catlica, en cuyo rgano periodstico colabor Amat. Fue ministro de Fomento con Cno vas (1.884). Tras la muerte de Cnovas fund la Unin Conservadora. 252 5.- Ya se ha dicho en otras ocasiones que esta obra, escrita en 1.860, se perdi durante el ltimo perodo de la enfermedad de Amat. 6.- Es la nica ocasin en que don Miguel cita esta obra. No he encontrado nin gn otro dato de ella. 7.- Eran muy abundantes. Adems de los publicados en La Educacin Catli ca, Amat public muchos aforismos en toda la prensa alicantina del momento: La Monarqua, El Graduador, El Alicantino, La Correspondencia. .., pero no lleg a ver publicado su libro Mximas y consejos, en el que haba puesto su ltima ilusin. 8.- Discurso del Ateneo de Madrid, 1.877, y discurso en la Juventud Catlica, 1.878. Ver cap. 1. 9.- Eran unos artculos escritos con ocasin del viaje desde Madrid a Alba de Tormes en el centenario de Santa Teresa, 1.882, y fueron publicados en el rgano literario de la Juventud Catlica de Madrid ese mismo ario. 10.- Los juicios crticos de Rimas, al menos los ms importantes, fueron reco gidos por M. Ruiz en las pginas de La Educacin Catlica. Obsrvese el cam bio en el tratamiento a su sobrino. 11.- Como de todas estas obras y proyectos hablo extensamente en el cap. 1, remito al lector a aquellas pginas. 12.- No he encontrado nada de estos trabajos legislativos. Sin fecha. (Fecha probable: primera decena de Octubre de 1.8931 Querido Pepe: entre mis artculos hay tres que pueden formar, que forman artculos independientes de Los sucesos de Melilla, como Maravillas de la fe religiosa y Los congresos de la paz.(1) Esos artculos, si no los encuentras entre mis papeles, es que los remit a La Cruz Roja, Presidente, General Polavieja, Infantas, 5. Madrid. Esos tres artculos y otros de Los sucesos de Melilla pueden formar parte de mi tomo de Prosas. Si yo estuviese regular, todo se publicara, y as todo se perder. Pero para que puedas dar una idea de mi obra Los sucesos de Melilla, te pondr adjunto el resumen de algunas de sus lecciones. El resumen de La Cruz lo tienes en el mismo Canto a la Cruz. Notas.(2) Me sale algo voluminoso El Amor Cristiano, pero no hay remedio. Impreso en otra letra y otro papel, y con los grabados, formar quiz el mejor libro escrito para los nios y la juventud.(3) Son las 12 y ya no puedo ni dormir ni estar en la cama, ni sentado ni derecho. Qu tormento! El prlogo lo hace el Sr. Arnal(4) buenamente mndamelo lo ms pronto que puedas. Tu to. Miguel Amat. 253 NOTAS: 1.- Estos artculos se publicaron en El Alicantino, Octubre 1.893. 2.- As es. El amplio proyecto que tena don Miguel de un libro que llevara por ttulo La Cruz, est recogido en las notas del primero de los llamados Folle tos Catlicos. Vase el cp. 1 de este libro. 3.- El Amor Cristiano tiene 375 pginas y no lleva los grabados previstos. 4.- Romualdo Arnal, catedrtico de la Universidad de Valencia. Desconozco si fue una estratagema de M. Ruiz o si realmente Arnal lleg a iniciar un prlogo para El Amor Cristiano. Arnal escribi varias obras, entre las que destaca: Ensayo de esttica cristiana. 8 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: recibo la tuya en gravsimo estado, aunque nadie se apercibe. Me alegro del prlogo del Sr. Arnal, pero siento no insertar el tuyo, puesto que me gusta muchsimo. Tenemos las pruebas del primer pliego, pero todo quedar sobre la mesa hasta que venga el prlogo del Sr. Arnal. Procura venga lo ms pronto posible. Por este correo te envo los folletos y un tomo de Rimas para el Sr. Arnal. Temo que no venga ya nada del Arzobispo. No s qu misterio hay en El Criterio. An no ha publicado mi 1. a carta. Ya tengo cuatro sobre el conflicto hispano -marroqu, que ya te dije publicar El Liberal de Madrid. Y no se ha vendido ni un ejemplar de mis Rimas Qu desengao me han dado mis compatriotas! Ni un artculo crtico ni comprar un ejemplar. Ni El Criterio ni Las Provincias. Inquiere algo y dmelo. Si no es largo, copia lo que dice Canalejas (1) y envamelo. Mi humildad desapareci. Tu to. Miguel. NOTA: 1.- Francisco de Paula Canalejas. Su opinin sobre Amat est recogida en el Bo letn del Ateneo de Madrid, 1.877. Ver el escrito Mi biografa. Petrel, 10 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: tu pap me ha remitido Prosas(1) y he encontrado lo que buscaba. Ya lo tengo preparado para devolvrtelo con otra carpeta d varias cosas; entre otras, las cartas sobre Querol. Cmo va el prlogo de Arnal 254 Qu revistas y peridicos catlicos hay en Valencia Tengo un delirio espantoso y apenas puedo escribir. Tuyo. Miguel. He ledo tu carta en La Correspondencia Alicantina(2) de hoy. Muy bien. NOTAS: 1.- Se trata de la carpeta que contiene los escritos de Amat preparados para publicar. 2.- En la hemeroteca de la Casa de Cultura de Alicante no se conservan los ejem plares de ese ao. Petrel, 11 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: esta noche he escrito el adjunto artculo. Ten la bondad de entregr selo a D. Teodoro Llorente, con la adjunta carta.(1) Pero primero lelo y corrgelo, pues lo he escrito deprisa, tendr muchas equivocaciones, repeticiones y faltas ortogrficas. Ayer remit otro artculo a Llorente sobre Indemnizacin de perjuicios a las fami lias de los muertos y heridos y a los imposibilitados. Si no lo ha publicado todava, que publique primero el adjunto. Si no le viniera bien publicar ninguno, publcalos en el Criterio o en el peridico o revista que quieras, si puede ser en Valencia, y si no, en Madrid. Arroyo no me contesta, pero me dice que no est en Madrid. Te quiere tu to. Miguel. NOTA: 1.- Ya se ha escrito sobre la relacin de M. Ruiz con Teodoro Llorente; quiz valga la pena recordar lo que en el libro Valencia escribe, recordando aquella primera entrevista, el ya sexagenario Azorn: La puerta se ha abierto y tras un segundo -despus del aviso de la visita-, ante Llorente est un joven que le tiende una carta. La emocin le sobrecoge [...] y la impresin que este joven, primerizo en las letras, ha tenido al encontrarse frente al hombre que estaba escribiendo bajo la verde pantalla es la de un respeto pro fundo. La carta est en la mano de Llorente, que la va leyendo con lentitud. Todo calla en la noche. Todo es ansiedad en este mozo que espera inmvil. Petrel, 13 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: Teodoro me ha devuelto el artculo y me he alegrado mucho porque, con posterioridad al da en que te lo remit, lo reform en trminos que no parece el 255 mismo, como lo vers en El Graduador de maana sbado. Hoy leers el que escrib para que sirviera de captulo preliminar. Escribiendo estaba el 3. cuando he recibido la carta de Teodoro,( 1) de la que te incluyo copia. Ya ves, dice que el artculo es muy bueno pero que el pblico de hoy no consiente explanar de ese modo los pensamientos, hay que concretarlos y resumirlos. Por ello voy a escribir un tercer artculo y basta, y adems que estoy muy enfermo y voy a morir de una manera horrible, sobrino mo. Si mi hijo sobrevive a la gran catstrofe l heredar mi gloria, si la consigo, aunque lo dudo, pues que los tiempos son contrarios a mis ideas. Qu diez arios para mi hijo y para m! Tu afligidsimo to. Miguel Amat. El Criterio no ha publicado mi 2. carta. Qu ser eso He escrito una carta al Graduador sobre lo poco que gustan los artculos que antes se llamaban de fondo, y lo mucho que gustan las gacetillas, la noticia corta y los tele gramas. Me ocupo tambin de la decadencia de la poesa, y dejo para otra carta el explicar la causa de ello, pero que te gustar. Guarda los dos artculos sobre Marruecos y estas cartas literarias para que formen parte de mi tomo de Prosas. NOTA: 1.- No est la citada carta. Petrel, 14 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: recibo en este momento la tuya y me alegrar ests ya bueno. Respecto al prlogo ocurre lo siguiente: ayer recib carta del seor D. Salvador Cas tellote, Secretario de Cmara del Arzobispo, la cual te incluyo. (.1 ) Como yo sospechaba que Arnal tardara en hacer el prlogo, le escrib ayer a dicho Sr. Castellote suplicndole que lo ms pronto posible me hiciera un prologuito para mi Amor Cristiano, cuyos 15 pliegos le remit. Por lo tanto, debemos esperar lo que me conteste. Este Sr. Castellote es muy buena persona y puede servirnos de mucho. Por ello, le escribo hoy otra vez la adjunta carta para que le hagas una visita en mi nombre (y procurando hacerte simptico, a ver si conseguimos su amistad). Tal vez te presente al Arzobispo, de lo que me alegrara. Tu dile a Castellote que el Sr. Sancha era Obispo auxiliar de Madrid cuando yo era Presidente de la Juventud Catlica y que, con este motivo, iba algunas veces a su pala cio para rogarle que presidiera nuestras jornadas literarias, y varias veces he tenido el gusto de oir su elocuente palabra en la expresada Academia. Si vieras al Arzobispo, veas si puedes indicarle si me hara el obsequio de hacerme el prlogo para el Amor Cristiano, aunque esto quiz te parezca que no est bien, habirtdolo encargado ya a Castellote. 256 Accediendo a tus deseos van adjuntos los folletos para la Espaa cristiana. Veas si consigues que escriba algn suelto sobre La Cruz, Vida de Santa Mara Magdale na, La Libertad y Las oraciones del cristiano. Respecto al folleto con mis artculos sobre Melilla tenemos miedo, pues hay en casa ms de diez mil ejemplares de las diferentes obras impresas y no me han pedido un ejemplar. Estamos descorazonados, sin embargo veremos, porque recomendndolas Llo rente y t y los peridicos de Alicante y los de Madrid, donde tenemos ahora un buen amigo, tal vez se vendieran. En su caso, ya le dir a Guijarro que te enve las pruebas de tu prlogo, y dispn como quieras de tu to. Miguel. He pensado enviarle directamente la carta a Castellote. Adjunto algunas composiciones del tomo Rimas para que me hagas el obsequio de entregarlas a la Espaa Catlica para que vaya insertando algunas. Le digo a Cas tellote que me alegrara vieses al Sr. Arzobispo para hacerle una visita en mi nombre. Cuanto ms pronto vayas, mejor. NOTA: 1.- La carta del Secretario de Cmara del Arzobispo de Valencia dice as: Muy seor mo y de todo mi respeto: las muchas ocupaciones que pesan sobre el Excmo. Sr. Arzobispo no le permiten contestar a la atenta carta que con fecha 3 le ha dirigido V., hacindolo yo en su nombre y por encargo suyo. El Sr. Arzobispo ha recibido y agradece la atencin que ha tenido V. en remitir le sus trabajos literarios y de ellos dar cuenta recomendndolos en el Boletn Eclesistico de este Arzobispado. Tendr el gusto de remitir a V. el nmero correspondiente. Su E. Ilma. desea a V. el alivio en su dolencia y le enva su pastoral bendicin. Aprovecha esta ocasin para ofrecerse a V. afmo. amigo y s.s. Salvador Castellote. Como vemos por la carta de Amat, ste volvi a escribir al cannigo, pero no consigui el prlogo que le peda, pues en carta posterior Castellote se excusa en su mucho trabajo. Como era de suponer, tampoco Martnez Ruiz visit al Arzo bispo, monseor Ciraco M. a Sancha, quien poco despus sera elevado al cardenalato. Sin fecha. (,15 de Octubre de 1.893) Querido Pepe: adjunto el artculo 1. que ha publicado el Graduador y que creo que te gustar. Remito, como a ti, hoja suelta a todos los peridicos de Valencia. Veas si puedes conseguir que los reproduzcan, o al menos los extracten y den cuenta de ellos. Hoy escribo a Teodoro (que me ha pasado una circular pidindome 34 pesetas de 257 suscripcin a Las Provincias, que he dado orden al Ag. deudor, Pastor, que las pague). Tambin remito una hoja a Castellote. No dejes de hacerle la visita que te encargu, pero pronto. Tuyo. Miguel. Paso unas noches horribles, y no tengo remedio ms que estar con la pluma en la mano a toda hora. Qu desgracia! No... Qu crimen! La Correspondencia de Valencia es el nico peridico que se porta bien. Petrel, 16 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: mi terrible fi n se aproxima. Mi muerte ser dolorossima. Dispongo en mi testamento que se con tinuen mis Folletos catlicos. Sabes que tengo cuatro. 5. El Padre Nuestro (Sacndolo de las lecciones de El Amor Cristiano que habla de l). 6. Amemos a Jesucristo, sacndolo de las tres primeras lecciones preliminares del Amor Cristiano. En ste folleto se insertan Las conclusiones de la Vida de Jesucris to, del Obispo de Laval, que est en mis carpetas. 7. El Credo del catlico. La sacas del Amor Cristiano 8. Las oraciones de la Virgen (Squese de las lecciones del Amor Cristiano). 9. Los mandamientos de la ley de Dios, (Squese del Amor Cristiano). Mandamientos de la Iglesia, Sacramentos y Pecados capitales. (Squese del Amor Cristiano). 11.0 Verdad, Bondad y Belleza. La amistad. El materialismo o la Sabidura divina. Estas composiciones estaban dedicadas al Amor Cristiano, pero como ste sala muy voluminoso, no se insertan. Existen en la carpeta de mis composiciones inditas de Rimas. 12. Este folleto se formar de mis romances: A un hermano de la Doctrina Cristia na. Piedad Seor. La cuestin social. Consejos que dio un padre a su hijo despus de darle su ltima bendicin. A los seores Barones de Mayals en la muerte de su hijo. El ateo o la ciencia sin Dios. A un ciprs. Y 13. La bendicin de tu madre. Ella quebrantar tu cabeza. A mi hijo. Gozos de Nuestra Sra. del Carmen y Cartas a un joven sobre la Felicidad. Las Fbulas tal y tal (todas). Las fbulas y todas las(1) NOTA: 1.- Falta un hoja de esta carta, enlace con la hoja suelta que viene a continuacin: ...Tengo 5 artculos sobre La cuestin de Melilla. El 1. 0 ya lo habrs recibido en El Graduador del sbado. El 2. saldr en el de maana. 258 Le he escrito a Calvo que escriba el 6. , que yo no puedo ya escribir pues me salta la cabeza, y si quiere aadir l algn otro para embellecer el folleto, publicaremos ste diciendo que est hecho por D. Miguel Amat y D. Carmelo Calvo -pagando yo la impresin-. Creo que aceptar, pero si no lo acepta quisiera que aceptaras t el encar go, y que saliesen unidos nuestros nombres en mi ultimo trabajo. El artculo 6. debe ser siempre el ltimo de la obra, porque trata: Caso que sea inevitable la declaracin de guerra, proponemos, para ver si se puede evitar una desgracia tan grande a la Pa tria y a todos en general, que se lleven nuestras disidencias con Marruecos a un Con greso de la paz presidido por el Papa. Materia sobre la que se puede lucir quien escriba acerca de ello. Recibiste una plica con Verdad, Bien y Belleza Creo que s. No puedo ms. Tu to. Viste al arzobispo, o al menos al Secretario de Cmara Miguel. Petrel, 17 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: Buscando en la carpeta de la obra de La Cruz el prlogo de la obra de dicho nombre, no la he podido encontrar, sabes qu se ha hecho del dicho prlogo. Lo necesito para el artculo que estoy escribiendo sobre el Congreso de la paz. Hoy espero carta tuya dicindome si has ido a ver al Sr. Castellote. Espero que hoy publique El Graduador mi segundo artculo sobre los sucesos de Melilla. Dime cul te gusta ms de los dos. Sin nada de particular, dispn de tu to. Miguel. Petrel, 18 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: Ya estoy resuelto. Publico el folleto ) pero necesito tu ayuda. Los dos ltimos artculos sobre el Congreso de la paz los he escrito sin poder. El fon do es mo, pero la forma ha salido cualquier cosa. Te encargo, pues, que me hagas el favor de refundirlo prrafo por prrafo. Respeta el fondo, pero vara la forma donde te parezca. Adems he pensado publicar el folleto no insertando las cartas largas y pesadas, sino dividiendo la materia de todas ellas en captulos con un ttulo, pues ya sabes que no es lo que gusta hoy da. As que tengas corregidos los dichos artculos, envamelos. Vamos a otra cosa. Tengo tres joyas ganadas en certmenes: una flor de oro, una pluma de plata y oro y una medalla de plata (2); y, con permiso de Miguel, aunque con mucho sentimiento suyo, he pensado destinarlos a un certamen para premiar tres asuntos: 1. 0 La flor de oro, a la mejor oda a los soldados de Africa. 259 2. La pluma, al mejor romance sobre un hecho histrico llevado a cabo por espao les o portugueses. 3. Un soneto al general Margallo(3). He nombrado para el tribunal a D. Teodoro Llorente, al Sr. Barn de Mayals, a D. Eduardo Gmez, a D. Rafael Monares y a D. Carmelo Calvo, y a t como secretario. Maana saldr en la Correspondencia Alicantina, pero para que no se sorprenda Llorente con el nombramiento de mantenedor, hazle inmediatamente una visita en mi nombre y entrale de todo, y que no me venga con excusas, porque la ley de esta clase de torneos dice que no se admiten. Que copie Llorente en Las Provincias el cartel de la Correspondencia Alicanti na, y en un suelto que llame la atencin de sus lectores sobre esta patriotada ma, para ver si nos hacemos clebres de una vez, pero dile que no tengo gusto de nada, pues mi sufrimiento es continuo y cruel, y no s qu discurrir para alejar el pensamien to de semejante desdicha. Veas si se ha publicado algn folleto u opsculo sobre los sucesos de Melilla; cm pralo y mndamelo. Y todo lo ms pronto posible, pues ya sabes que mi enfermedad me quita la pacien cia, y te abraza tu to. Miguel. NOTAS: 1.- Se refiere al folleto Los sucesos de Melilla, publicado en Alicante, impren ta de los hermanos Guijarro, en Diciembre de 1.893. Vase el cap. 1. 2.- Como se dijo en el cap. 1, la flor de oro la gan en Lrida; la pluma de plata y oro, en los Juegos florales de Valencia, y la medalla de plata, en Santiago de Compostela. 3.- Herico militar muerto en las revueltas del norte de Marruecos en 1.893. Petrel, 19 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: he recibido la tuya, por la que creo que se ha extraviado el artculo sobre Verdad, Bien y Belleza. Ayer te envi los dos artculos que formarn uno sobre el Congreso de la Paz, pues Calvo tampoco ha podido hacerlo. Corregir no es tan pesado como componer, por con siguiente, ten la bondad de corregir los mos y devolvrmelos lo ms pronto posible. Hoy recibirs media docena de ejemplares del 2. artculo. Veas si puedes repartir los entre algunos peridicos. El Criterio reprodujo el 1. y lo titul Paz, pero con honra. Veas si del 2. , que le gustar, quiere copiar algunos prrafos. Estoy muy mal, Pepe, y voy a tener un fi n de vida desastroso y no s lo que ser de mi hijo. 260 Ni en la carpeta de La Cruz ni en las otras he encontrado el prlogo o introduccin que escrib para la dicha obra de La Cruz, la tienes t en tu poder. Creo que es lo mejorcito que he escrito en toda mi vida y sentira que se me perdiera. Sin ms, dispn de tu to. Miguel Amat. No s si en la que te escrib ayer te hablaba del certamen que proyecto. Maana saldr el cartel o programa en la Correspondencia Alicantina o Graduador, veas qu te parece el pensamiento y dmelo, aunque no lo ver realizado. Miguel. P.D. No s quin es el actual presidente de Lo Rat-Penat. Haz el favor de hacerle una visita en mi nombre y de entregarle la adjunta carta y la hoja del primer artculo. Petrel, 19 de Octubre de 1.893 (1) Sr. Presidente de Lo Rat Penat. Valencia Muy Sr. mo y de mi mayor consideracin: Sin ms ttulos que el ser hijo de Valen cia, donde segu y conclu mi carrera literaria, el amor que profeso a esa mi querida patria y el agradecimiento que brot de mi pecho hacia Lo Rat Penat por haberme elegido su vicepresidente, aunque no llegu a tomar posesin para el curso de 1.883 a 84, me he tomado la libertad de designar el saln de sus sesiones para la celebracin del certamen de que le hablar a V. mi sobrino y amigo D. Jos M. a Martnez, que ser el dador de la presente. Ruego a V. me dispense la falta que he cometido no habindole a V. escrito con anti cipacin. No fue ma la culpa. Encargu a otra persona que lo verificase en mi nombre por estar yo enfermo, y si lo verific se ha extraviado la carta. Por este mismo correo recibir V. unos cuantos ejemplares de mi segundo artculo sobre los sucesos de Melilla, para que queden sobre la mesa de Lo Rat Penat. Del primero no me queda ms que un ejemplar y es el que le remito adjunto. Aprovecho esta ocasin para ofrecerme a V. amigo y S.S. q.s.m.b. Miguel Amat. NOTA: 1.- Evidentemente, como lo prueba el que esta carta se halle entre las de Amat en la Casa Museo de Monvar, Martnez Ruiz no entreg la carta a D. Honorato Berga Garca, quien, a la sazn, era presidente de Lo Rat-Penat. Petrel, 20 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: no dejes de ver al Sr. Presidente de Lo Rat Penat, pues mi estado me ha hecho cometer una indiscrecin al resolver que el certamen se celebrara en sus salones, sin escribirle con anticipacin.(1) 261 Igual falta he cometido con los mantenedores; pero en estos tengo confianza y as he evitado que me dijesen que no. Le he escrito a Llorente, pero vistale y disclpame. Ayer tuve carta desde esa ciudad del otro mantenedor, D. Eduardo Gmez. No pone las serias de su casa, pero Llorente, y si no su cuado, D. Eduardo Atard, y la viuda de D. Manuel Atard sabrn dnde vive. Vasle y entrgale la adjunta carta lo ms pronto que puedas y entrale de todo; y si no puede aceptar, por razn de su cargo de Magistrado, pondremos en su lugar al catedrtico, seor Arnal, contando t con este seor. Si no encontramos el prlogo de La Cruz tendr un gran disgusto, pues he pensado ponerlo como apndice del Amor Cristiano, y en extracto, como apndice tambin, el folleto sobre Melilla, en un capitulito titulado El militar y la religin. Bscalo, pues t lo debes tener, puesto que estaba en la plica o carpeta de La Cruz y no est ni en ella ni en las otras. Si Castellote no hace en tres o cuatro das el prlogo de El Amor Cristiano, que no lo haga y pondremos el tuyo. Sobre estoy sobre todo, contstame a vuelta de correo. Llevo la mar de trabajo y me estoy muriendo de hambre y fro, (la una de la noche) Qu misterio es ste Clavarana (2) se empea en consolarme, como vers por la ad junta, pero estoy inconsolable por la intensidad del mal, que no permite que muera en mi cama, como si fuera un criminal. Si te parece oportuno, por qu no le dices a Castellote esta situacin a ver qu opina Polo y Peyroln, el Abad y otros amigos tambien me consuelan en las mismas consi deraciones, pero no puedo resignarme. Otro da te enviar sus cartas. Tu to que te quiere mucho, Miguel. Envame lo ms pronto posible, corregidos, los artculos sobre el Congreso de la paz que te envi ayer. En paquete aparte te envo unos cuantos ejemplares del tercer artcu lo del folleto sobre Melilla para que los repartas a quien quieras, sin olvidar a Gmez. Tuyo, Miguel. Lee detenidamente la adjunta carta para Gmez (3) y anmale y aydale para que prin cipie a escribir los artculos sobre el juicio crtico de mis obras (no de mis Rimas slo) desde luego, pues t conoces tambien su carcter dejado en extremo y por ello no debes dejarlo de la mano. Aydale a buscar el peridico que puedas con los consabidos artculos. NOTAS: 1.- El ensamblaje montado por Amat, en una noche de insomnio, para su cer tamen potico se derrumba. Conocedor Martnez Ruiz de la imposibilidad del pro yecto, ser l mismo quien se encargue de desmontarlo. La prxima carta ser la ltima en la que Amat hable del certamen con ilusin. Luego, el silencio absoluto. 2.- No he hallado las cartas de Clavarana, ni del Sr. Polo ni de D. Jos Pons, Abad de la Colegiata de Alicante. 3.- Eduardo Gmez. La carta no est. 262 Petrel, 21 de Octubre de 1.893 Querido Jos: Recibo la tuya y escribir al Sr. Castellote en los trminos que indicas. Ya habrs recibido el cartapacio para Gmez(1). No lo dejes de la mano, porque es muy perezoso, y particpame si publica o no un juicio sobre mis obras, Sin ms de particular, dispn de tu to. Miguel. Recibo la tuya de ayer 20. Me parece muy bien todo lo que me dices y he puesto un tema para la prosa que creo que te gustar, pues lo abarca todo, sealndole la pluma de oro y plata. As que recibas la presente, pnle un telegrama a Calvo dicindole si ser mantene dor Gmez o Arnal. Hoy escribo al Sr. Castellote. A ver si te animas y escribes al tema de prosa. Teniendo a la vista mis artculos, puedes hacer una buena memoria. Tuyo, Miguel. NOTA: 1.- D. Eduardo Gmez era su agente pagador en Valencia. Abogado y colabora dor asduo en las distintas publicaciones de la capital. Como veremos en una car ta posterior, Amat le ha enviado los artculos sobre Querol, los que public sobre la guerra de Melilla y las Rimas, para que Gmez escribiera algunos artculos, pero no lo hace. Amat, enfadado, le pedir que se lo devuelva todo, y rompe las relaciones con l. Petrel, 22 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: estamos esperando los dos artculos sobre el Congreso de la paz. En vamelos sin falta lo ms pronto posible. Tu to. Miguel. No olvides en enviarme, si lo tienes, el prlogo de La Cruz. Dije a Guijarro que te enviara el prlogo del Amor Cristiano. Saldr en la Correspondencia el cartel del Certamen el lunes. Tu to. Miguel Amat. Los artculos sobre el Congreso de la paz envalos directamente a Calvo. Hoy se ha publicado el 4. . Te gusta. Saldrn de 10 a 12 artculos. El pliego de 32 pginas, 1.000 ejemplares, me cuesta (Gald) 30 pesetas, y la encuadernacin 60 pesetas los mil ejemplares. Creo que 263 saldrn seis pliegos, que a 30 pesetas son 1.800, y adems la encuadernacin, con que le tendr que poner de precio una peseta. Se vender en Valencia Petrel, 22 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: Con mucho sentimiento he ledo tu carta, por lo que me dices de ese maleducado. (1 ) Pero no hablemos de esto. Lo que siento es que tu carta se ha cruzado con otra dirigida a l en la que le incluyo un artculo titulado El noticialismo. He recibido los dos artculos sobre el Congreso de la paz, y me parecen bien las co rreccioncitas que has hecho. Consrvate bueno y dispn de tu to. Miguel. NOTA: 1.- Casi con toda seguridad se refiere a D. Eduardo Gmez, pero tambin po dra hacer referencia a Teodoro Llorente, quien le haba rechazado esos das va rios artculos que Amat le haba enviado para publicarlos en Las Provincias. Sin fecha. (Como vemos por la dirigida a E. Gmez, tambin esta carta es del 27 de Octubre) Querido Pepe: no encuentro las serias de Gmez. Haz el favor de remitirle la adjunta. Recibiste la reforma del prlogo( 1) No vendo un ejemplar de ninguna obra. No te ocurre ningn medio de hacer propaganda. No conoces ningn director de colegio o maestro de escuela Te incluyo un pros pecto por si quieres ensearlo a algunos profesores. Escrbeme! No puedo olvidar lo que hizo Llorente.(2) Y que un hombre como l goce de la vida y yo muera sin paz, tan bueno que he sido. No lo entiendo. He perdido la fe, Pepe. (3) Tu to. Miguel. Ten la bondad de remitirme el prlogo lo ms pronto que puedas; ayer escrib al marqus de Pidal remitindole todas las obras, y una poesa dedicada a su sobrina Mara Pidal,(4) que sala el martes con sus padres a profesar en un convento de Santo Domingo, la cual est calcada sobre otra que hice a una sobrina ma, hermana de la Caridad, pero lo que he hecho ahora es muchsimo ms largo. Te envo adjunto la copia, aunque algo borrosa; si la puedes publicar en algn peri dico de Valencia, publcala. 264 Haz el favor de buscar el prlogo de Amor Cristiano, pues no lo encuentro, y me parece que te lo llevaste t. NOTAS: 1.- Se refiere al prlogo que Amat ha rehecho para La Cruz. 2.- Estas palabras son las que me deciden a suponer que el maleducado de la carta anterior se refera al mismo Director de Las Provincias. 3.- Desde Y que un hombre como l... hasta el final del prrafo est marcado en rojo por el lpiz de Martnez Ruiz. 4.- El poema dedicado a la sobrina de D. Alejandro Pidal Mn se public en El Alicantino, pero no lo recogi en Mis ltimos cantos. Su deseo, al hacer tal poema, es que Pidal escribiera un prlogo para El Amor Cristiano. Petrel, 27 de Octubre de 1.893 Querido Eduardo: no esperaba yo de ti un olvido tan grande, y que no me complacie ras en el juicio crtico de mis obras. Ya s (lo adivino) que te pondrs a escribir cuando yo no exista, pero comprende que eso poco placer me causar. Ahora es cuando yo quera vera! mejor de mis amigos sacando mi nombre del olvido en que ha cado. An es tiempo. Escribe algo y dars un pequeo consuelo a tu mejor amigo. Miguel Amat. Si no escribes nada, devulveme los artculos sobre Querol. Sin fecha. (Pero sin duda, por la fecha de la carta anterior, sta es tambin del 28 de Octubre) Querido Eduardo: Ten la bondad de entregar a mi sobrino Martnez los artculos que te envi sobre Querol y el artculo de don Francisco Pascual. Tambin los juicios crticos de varios peridicos sobre mis Rimas. Tu amigo Miguel. Petrel, 28 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: recibo la tuya. Me parece bien, y apruebo lo que me dices de que un amigo tuyo(1) haga el prlogo; con ms motivo cuanto el Marqus de Pidal no me ha contestado. Tienes mucha ra zn! Idolos de barro! Tienes los artculos biogrficos de Francisco Pascual De la obra La Cruz tienes una idea en la nota que est a continuacin del Canto 265 a la Cruz. Lo que no encuentro es el prlogo, y no recuerdo si se lo mand al conde de Conga-Arguelles o a Pida 1, pero les mandara una copia; el original, no. Y se me ha perdido. Cuando reca el ario pasado, D. Jos M. Mengual,(2) que pasa el invierno en Pedre guer, escribi un artculo sobre mi misin en el mundo, que quisiera tuvieras a la vista al escribir la monografa. Hoy le escribo a dicho Sr. para que te la enve, pues aqu se ha perdido en manos de Eliseo. No he visto persona ms inutil. Hoy escribo a D. Antonio Snchez Noguer, redactor, sin duda, de La Ilustracin Espaola y Americana, envindole el tomo de Rimas y encargndole que escriba un juicio critico sobre las mismas en la dicha Ilustracin. Estte a la mira si sale algo en ella, pues aqu no hay ninguna suscripcin. Tambin te envo La Libertad, porque sera bueno que refirieras la discusin con Francisco Pascual y Mengual, hacindose el 1. amigo desde el primer momento; y el 2. recrudeci al principio, y se convirti al ltimo, segn se deduce de su carta al recaer en mi enfermedad. Te remito la coleccin completa de La Educacin Catlica, en la que se llegan a reunir de 700 a 800 suscriptores en los tres meses, alguna de Portugal y el Africa francesa. Cuando te ocupes del olvido en que me tiene Valencia, ve con cuidado en no herir a nadie. Di, s, mi idolatra por mi patria, y mi patria, mientras estuve bueno, se port muy bien conmigo. Cuando tuve la discusin con Navarro Reverter sobre desamortiza cin de la propiedad forestal, las Sociedades de Amigos del Pas y Agricultura me nombraron Socio Corresponsal.(3) Dile a Gmez que te entregue todo lo que le remit, como le digo en la adjunta carta. Quieres los 15 o 16 artculos sobre la Educacin popular y sobre el Congreso hispano -portugus -Americano. Lo que deseo es que imprimas pronto el folleto o monografa, pues s que estoy con forme en pagar los 15 o 20 duros que cueste. Tambien deseo que tu amigo redacte pronto el prlogo para el Amor Cristiano. Quieres el juicio crtico de todos los peridicos Yo quisiera que hicieses notar una cosa que yo he notado. Unos dicen: las poesas religiosas del Sr. Amat son las mejores; otros dicen: no, las hericas (Posibilista de Sevilla). Otros, (Graduador) las erti cas o amorosas. Sale la Revista Calasancia y dice: ca!, las crticas. Eso s que me ale grara que lo hicieses constar. Tambien te incluyo la censura y la introduccin del Amor Cristiano. Pero de mis Romances no te puedo enviar, pues que estn copiados en un tomo gordo encuadernado. Sin embargo, conoces El Canto a la Cruz, Vida de Santa Ma ra Magdalena, algunas que hay en La Ilustracin Catlica, sobre todo las Fbu las; y adems te incluyo las Tres cartas a un joven, que creo son lo mejor que tengo y tambin estn en Romances. He escrito 10 o 12 captulos ms sobre El Amor Cristiano, de manera que, adems de ser una sntesis de nuestra religin, como dice la Censura, ser un tratado didctico en el que se detallan todas y cada una de las verdades y bellezas que encierra nuestro pequeo catecismo. 266 Te envo La Monarqua, que ha principiado a publicar mis artculos sobre el No ticialismo y un romance. Tienes algn resumen de mis escritos agrcolas, administrativos, legales, etc. por que yo tengo aqu las carpetas, como sabes. He pensado remitirte con un cajoncito, por el ferrocarril, todo lo que me traje de Monvar, menos la carpeta de La Cruz. Adjunto el taln. Supuesto que te incluyo todos los Juicios sobre mis Rimas, al hablar de stas yo me limitara a transcribir algo de lo que dijo la prensa y reservara tu juicio para el tomo de Romances y dems obras. Avsame el recibo del cajn. Entiendes mi letra. Se puede saber quin es ese amigo tuyo que hace el prlogo. Adjunta tus proyectos. Te quiere mucho tu desgraciado to. Miguel Amat. Conservas la coleccin de los artculos que ha publicado El Graduador sobre los sucesos de Melilla Te envo el 2, 3, 4 y 6. Fjate en mis artculos Estudios estticos: Verdad, bondad y belleza; estn sacados de mis cartas sobre Querol, pero sin nombrar a ste. Forman un estudio completo, en mi concepto es lo mejor que he escrito, y si algn da publicais mis Romances,(4) sera hermoso que los pusirais como introduccin en la que constaran las ideas y prin cipios estticos que haban engendrado todos mis versos, y que hubieran formado es cuela si no me hubiera ocurrido tan gran desgracia. NOTAS 1.- Por primera vez se habla de J. Martnez Tortosa, aunque sin nombrarlo, co mo prologuista de El Amor Cristiano. Tambin parece que Amat ha accedido a que su sobrino, en lugar del prlogo, escriba y publique una monografa amplia sobre su vida y obra. 2.- Don Jos M. Mengual haba polemizado con Amat en las pginas de El Liberal a propsito del concepto de libertad. En Noviembre de 1.892 public en el mismo peridico un artculo laudatorio sobre don Miguel. 3.- Ver cap. 1. 4.- Como ya se ha dicho, los Romances quedaron en imprenta. Sin fecha. (Fecha probable: finales de Octubre de 1.893) Querido Pepe: he escrito tres artculos sobre los congresos para la paz, o mejor di cho, Cartas a Sagasta.(1) Las dos primeras estarn en poder del director de El Tiem po, pues D. Domingo Algarra las habr recogido, y a la Correspondencia de Espa a, que le habrn parecido muy largas. Adjunto la 3. , que estando en tu poder no 267 se perder, y el borrador, que he dictado en poco ms de una hora. Parece imposible tan enfermo que estoy. Consrvalo para citarlo en el libro. Tuyo. Miguel. Cuando hables de mi obra La Cruz,(2) que sabes que est terminada, di que ha bindose extraviado el grande y erudito y profundo prlogo que escrib para la misma, publicas a manera de introduccin o prlogo la glosa o parfrasis que yo mismo escrib del romance o poemita La Cruz, y en la cual glosa se revela que el que escribi esa poesa tena una erudicin inmensa. Di tambin que forma parte de la obra de La Cruz una breve resea de la vida de Jess, pero completa, y que tiene la ventaja sobre todas las publicadas porque fija con toda exactitud la cita de todos los pasajes de las Sagradas Escrituras, por lo que hubiese sido muy til para los sacerdotes, para los es critores y para los artistas. Tambin te remitir un resumen de los captulos de El Amor Cristiano para que los publiques en el apndice de la Biografa, pues en sta slo pue des ocuparte a grandes rasgos de cada una de mis obras, y en el apndice vienen los discursos, los resmenes de las obras, los nombramientos para ste o el otro cargo, etc. etc. Despus de escrito lo anterior he pensado publicar un folleto titulado El problema de Marruecos y los congresos de la paz.(3) Se compondr de las tres cartas a Sagasta sobre la Paz y un artculo sobre la Cruz. Te quedaste nota suficiente de/prlogo y resumen de Los sucesos de Melilla para hacer mrito de ello en el libro Caso negativo, dmelo y te lo volver a enviar. NOTAS: 1.- Las Cartas a Sagasta fueron publicadas por La Monarqua en Octubre de ese ario. Tambin las sintetiz y reprodujo en La Educacin Catlica. Vase el primer captulo. 2.- La Cruz, tal como don Miguel la tena preparada, no se lleg a publicar. S public en Noviembre de 1.892 un pequeo folleto con el mismo ttulo, al final del cual, como dije en su momento, resuma el proyecto de un gran libro sobre el mismo tema. 3.- No se public. Petrel, 31 de Octubre de 1.893 Querido Pepe: he recibido la tuya de ayer y me extraa sobre manera que no me digas haber recibido el taln del fardo que te mandaba por ferrocarril con todas las carpetas que me traje de tu casa de Monvar. Me parece muy bien tu plan del folleto. Aunque cueste ms de lo que me dijiste no importa, pues bastante trabajo te tomas t por mi; lo que quiero es que seas imparcial. Dime si obra en tu poder todo lo que le mand a Gmez y si le entregaste mi carta, pues el gran pcaro no me ha contestado. Sobre todo recoge de su poder las cartas a Querol; estn sacando en Alicante la 268 copia del artculo diez y te lo mandar. Fjate en los artculos 6. y 7. , que creo que son un gran resumen de la esttica catlica. Te incluyo los dos artculos que La Monarqua ha publicado sobre el noticialismo.( 1) Publicar otros dos que te remitir a su tiempo. Parece una materia insignificante, y sin embargo hay quien asegura que Margallo (2) buscaba la muerte desesperado por los chismes y noticias que llegaban a su poder, y en los que estaba envuelta su mujer. Peral,(3) que era un distinguidsimo oficial de marina, fue muerto tambin moral mente por el noticialismo. La Monarqua vers que publica tambin unos versos mios titulados Vuestros pensamientos. Hoy publicar La Monarqua mi primera carta a Sagasta y maana el artculo de la Cruz Roja. Le he escrito que te enve ambas cosas. Calvo(4) ha cado enfermo o se hace el enfermo, de manera que no pudiendo estar al frente de la impresin del folleto Los sucesos de Melilla o el conflicto hispano marroqu he desistido de publicarlo a pesar de que ya haba pliego y medio tirado que tambin te envio con faja. Tambin te remito por correo un tomo del Boletn del Ate neo, encuadernado, en el que estn los discursos sobre la poesa religiosa de 1.877, en los cuales tom yo parte, y est extractado cuanto dije, pero como ese Boletn lo redactaban mis enemigos religiosos -literarios y polticos, quitaron lo mejor de mis dis cursos, pero del resumen de Canalejas suprimieron por completo los extraordinarios elogios que hizo de m. Y el prlogo del Amor Cristiano, cundo lo mandas No os cansis mucho, pues utilizando los trozos que os mando, pronto se puede hacer. Escrbeme pronto. Te quiere tu to. Miguel. Los artculos sobre Melilla que public El Graduador, los tienes t Yo s que los guardo. Los quieres Dnde vive Gmez Dime si has ledo la Cruz Roja. NOTAS: 1.- Publicados el 28 y 30 de ese mes. 2.- El general Margallo fue muerto en las revueltas de las cbilas riferias contra el fuerte Sidi Aguariach, en Octubre de 1.893. 3.- Isaac Peral Caballero, el inventor del submarino, muri en 1.895. Pero tal vez Amat se refiera a las noticias que surgieron en torno a Peral cuando ste aban don la Marina en 1.891. 4.- Carmelo Calvo iba a colaborar con Amat en los folletos que se citan. Petrel, 1. de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Ayer, o sea, esta tarde olvid la adjunta carta para Pastor 1 ) Hazle una visita y entrgale dicha carta. Dale el artculo de la Cruz Roja que recibirs de 269 Alicante, para ver si consigues que la publique El Criterio. Ya te enviar yo otras hojas. n to. Miguel. Dime si has recibido el fardo y el libro por el ferrocarril. Y tambin si obran en tu poder las cartas de Querol. Si publicas en el folleto, como apndice, las cartas a Que rol, nos costar mucho ms que el folleto. Pero pienso que sera mejor publicar aparte las cartas sobre Querol. Qu costarn 40 ejemplares Y ciento Tuyo. Amat. NOTA: 1.- No est esa carta para Eduardo Pastor, redactor del peridico valenciano El Criterio. Petrel, 2 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Adjunto el resumen de los artculos que he publicado en los peridi cos de Alicante, y de otros que se han quedado sin publicar, sobre los sucesos de Melilla. (1) Estos artculos, ms bien que dirigidos a describir la presente guerra, merecen este ttulo: Misin de Espaa en Africa y principios de la guerra de 1.893. Apuntes para un libro. Por desgracia nuestra, esta guerra no ser la ltima, como no lo fue la de 1.859. La cuestin de Marruecos tomar al fin casi tanta importancia como la guerra de Oriente, y se puede decir que nuestras cuestiones y luchas con las cbilas y con Ma rruecos no terminarn hasta que conquistemos o se le ceda parte del territorio marro qu y formemos una colonia como la de Francia en Argel. Primero mis cartas se limitaban a dar cuenta a los lectores de los peridicos de las causas del conflicto del 2 de Octubre, de los medios que deban emplearse para evitar la repeticin del sangriento choque y a discurrir sobre las reclamaciones que deba ha cer el Gobierno al de Marruecos. Pero como tard tanto tiempo en ocurrir nada importante desde el da 2 al 27 de Octubre, escrib varios artculos ajenos a primera vista a la guerra de Africa, como puedes ver en el extracto de mis artculos que te envo adjunto, acerca de la geografa de Africa y del imperio de Marruecos; de la misin de los pueblos cristianos del Medi terrneo de civilizar el Africa, etc., y el resultado es que no ha salido un folleto del manuscrito sino un bosquejo de un libro importante que est por escribir, y que es ne cesario que se escriba; por eso digo: Apuntes para un libro, pero como estos artculos estn escritos de corrido como para peridicos, creo que estn jncorrectos, yesto unido a mi grave estado me impiden imprimir la obra; lo mismo que me sucede con La Cruz, si bien se me ha quitado todo el gusto de este libro por haber perdido el prlogo. Quiz publiqueis lo de Africa y La Cruz cuando yo no pueda verlo, pero si te das 270 prisa an puedo ver el folleto que estars escribiendo, y en el que debes ocuparte de este proyectado libro: Misin de Espaa en Africa y principios de la guerra de 1.893. Y si lo consideras bien, mi obra se ocupa sobre lo principal, pues el describir los su cesos de la guerra hasta su terminacin lo harn muchos, con tal que tengan a la vista datos suficientes que yo no poseo, mas lo que yo digo sobre la misin de Espaa en Africa y principios de la guerra de 1.893 no todos tienen condiciones para escribirla. Con estas ideas generales y, el resumen de los artculos que te incluyo creo que ten drs bastante para dedicar unas cuantas pginas del folleto al asunto que nos ocupa. Consrvate bueno, y sabes que te quiere tu to. Miguel Amat. Adjunto algunos ejemplares de la Proclama,(2) veas si pueden insertarlo en algn peridico. El 4. : Honrar Padre y Madre. Carta a una joven. Esta carta formar parte de mis Prosas si llegaii a publicarse. Estoy fatalsimo. Muero rabiando. Tu to. Miguel. Pepe: Como ser regular que mis Romances no se publiquen, y no quiero que mue ran en el olvido, te suplico los publiques en algn folletn y se guarden dos o tres ejemplares. NOTAS: 1.- Los artculos sobre los sucesos de Melilla, que llenaron las pginas de todos los peridicos de Espaa, se haban motivado por unos incidentes con las cbilas ri ferias al construir los espaoles un fuerte frontero a la mezquita de Sidi Aguariach. Lo que pareca un leve incidente fronterizo deriv en sucesivos ataques de las cbilas y la muerte del general Margallo. Entonces, en una manifestacin de fuerza, Martnez Campos envi a Melilla un ejrcito de 22.000 hombres. El incidente ter min con un tratado con el sultn Muley Hassn el 5 de Marzo de 1.894. Amat, como dice en la carta, public varios artculos en El Graduador a lo largo del mes de Octubre, en los que expuso una postura de fuerza. Posterior mente los recogi en el folleto titulado Los sucesos de Melilla. ver cap. 1. 2.- Proclama al Ejrcito Espaol, publicado en La Monarqua el 28 de Octubre. Petrel, 3 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Si lo has ledo ya, como supongo, devulveme el prlogo, despus de corregirlo, y el resumen o ndice de los artculos sobre Melilla. Tambin espero el prlogo de El Amor Cristiano. An no me has escrito dicindome que has recibido los dos paquetes por el ferroca 271 rril, verdad es que hoy no han llegado los peridicos de Valencia por haberse declarado en huelga los empleados. Cada da voy perdiendo ms fuerzas, la cabeza me arde como un horno. n to. Miguel. Aguilar, u otro editor, se encargara de imprimir por su cuenta mi tomo Misin de Espaa en Africa y principio de la guerra de 1.893 No ha salido ni un folleto sobre esto. Para que veas lo que son los gustos, te incluyo la carta de un vecino de Calahorra, en la cual me dice: Yo he enseado por aqu los folletos, pero lo que ms les ha gustado es lo tocante a Melilla.( 1) Ya ves cunta diferencia de una obra a otra y lo que es estar la imaginacin en una cosa. Si pudiera arreglar un libro de Africa se sacaran los gastos en exceso. Pero Miguel, como me ve tan enfermo, no tiene ilusin, y como ve que no se vende nada.. . Tuyo. Miguel. Te incluyo prospectos para que me hagas el favor de dejarlos en varias libreras, o si quieres los puedes llevar a La Espaa Catlica y que los metan dentro de los nme ros de la revista. A ver si vendo algo. NOTA: 1.- Efectivamente, hay una carta fechada en Calahorra el 1 de Noviembre y fir mada por un tal Felipe Gutirrez en la que le desea a Amat un pronto restableci miento para que defienda con vigor la religin. Le dice que en Calahorra gustan mucho los poemas de Amat, pero que lo que ms se leen son sus artculos sobre Melilla. De ah que en don Miguel surja la idea de hacer un extenso libro sobre el tema, pero slo saldr publicado un folleto que recoge los artculos publicados en la prensa. Es un folleto inacabado que ms bien parecen las pruebas para una futura impresin. Petrel, 4 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Para que puedas ocuparte de mi tomo de Romances, te dir que en La Educacin Catlica encontrars lo siguiente: La ambicin o el pastor y el mar, n. 1. 0 , pg. 10.- Haz bien y no mires a quien o el len y el ratoncillo, n. 5, pg. 16.- A un ciprs, n. 6, pg. 13.- La casa de Scrates o la amistad, n. 7, pg. 10.- Los mandamientos de la ley de Dios, n. 8, pg. 3. a. Los dos mdicos n. 8, pg. 6.- En la muerte de un nio, n. 10, pg. 3. 0 .- La hospitalidad o el trbol, n. 10, pg. 8.- Consejos de un padre a su hijo, n. 11, pg. 10.- En la muerte de unas nias, n. 12, pg. 5.- Pensamientos traducidos, n. 13, pg. 14 y n. 14, pg. 15.- Vida de Santa Mara Magdalena, n. 1, pg. 14; 2, pg. 14; 4, pg. 14; 5, pg. 13; 6, pg. 22; 7, pg. 21 y 8, pg. 19 y 22. Un programa poltico! n. 11, pg. 13. 272 Adems tienes el folleto de La Cruz y Las oraciones del Cristiano en esta estn de asonante varios pensamientos, pg. 18. Yen fi n, en El Amor Cristiano tienes La Libertad, pg. 95; El ateo o la ciencia sin Dios, pg. 107; La sociedad sin Dios, pg. 123. Tienes tambin: D. Jaime el Conquistador; Romances. Adems de los dichos tengo los siguientes romances que, con los anteriores, deban haber formado la obra Rimas y Romances, pero como sala muy larga no imprim ms que las Rimas, dejando los Romances para luego, con lo cual hice muy mal, pues se han quedado sin imprimir. -Carta al Barn de Mayals. La gula o los dos ratones. Piedad Seor. Vuestros pensa mientos. El poeta y el artista. La cuestin social. La primavera. El foro. El calvario del poeta. Cartas a mi hijo cuando tena ocho arios. Duerme tranquilo, hijo mo. La bendicin de tu madre. Ella quebrantar tu cabeza. Cartas a un joven sobre la felici dad. El Ave Mara. Los pecados capitales. Bienaventurados los que lloran. El tesoro escondido o el labrador y sus hijos. Gozos a Nuestra Seora del Carmen, y a D. a Mara Pidal en su profesin religiosa.(1) Procura tambin decir que a consecuencia de tantas desgracias y tanto viaje, trasla do de casas, he perdido muchas composiciones, y lo ms sensible es el poema Toledo y su Virgen del Sagrario, del que ya sabes se salvaron algunos fragmentos. Adems, la principal que se ha perdido se titulaba La verdadera sabidura y la ver dadera felicidad, obra dedicada a mi hijo y todos los jvenes que hacan su entrada por primera vez en el mundo, y ms an, un drama titulado D. Jaime el Conquistador o la fuerza de voluntad.(2) Ya que te has puesto en el caso, haz una obrita completa. Miguel est muy conforme y agradecido a la prueba de cario que me das tomndote un trabajo tan grande. Aunque cueste doble de lo que me dijiste o ms, no importa. Para que no extraen que en vida ma se escriba un libro bibliogrfico, dedicas un prrafo en el prlogo a decir que lo haces por dos razones: la 1. , porque hace once aos que estoy como muerto y retirado, por un lado; y por otro, los trabajos del foro de los que yo hua y ellos me perseguan, no me permitan dedicarme a escribir trabajos literarios. Puedes decir que a mi obrita D. Jaime el Conquistador, que se compone de seis romances, le hubiera aadido muchos, reimprimindola hasta formar El Romancero de D. Jaime. Tu di que como pariente y gran trato, has tenido ocasin de ver mis notas, extractos, borradores y proyectos. Entre estos ltimos tena el siguiente: Obras de Echegaray o el teatro realista, en la que examinaba todas las obras del clebre dramaturgo, que hubiera sido un tratado de esttica, del cual, o sea, de la esttica, hablo en los artculos de Querol, 6 y 7, que te remit, y si no te los remit puedes verlos en la coleccin de dichos artculos. Otra obra proyectada y sobre la que tambin has visto muchos materiales es La cuestin social, que la examinaba bajo las siguientes fases o aspectos: religioso -filosfico, pedaggico, jurdico -penitenciario, poltico, administrativo, literario, artstico y agrcola forestal. Esta hubiese sido mi obra magna, pues mis estudios eran enciclopdicos y pe netraba mi inteligencia poderosa en cualquiera ciencia. 273 La Teologa, sin tener el grado de licenciado y de doctor, no tendra miedo en discu tir con los que lo son, pues he ledo las obras que ellos dan en el Seminario, como el Perrault, y otras que no dan, como las obras de Augusto Nicols, el Abate Gaume, Almeida, Balmes, Valdegomas, Aparisi, sobre todo el Kempis, cuyo espritu parece que viva ante m. No descuidaba las obras paganas, habiendo ledo las de Scrates, Platn, Pitgoras, Epicteto, Cicern, Sneca, etc. Como el trabajo de abogado me era indispensable para atender a las necesidades de la familia, hasta que ya consegu ms posicin desahogada, era tanta mi aficin a la ciencia y a la literatura que me impona la costumbre de leer todos los das 15 o 20 pginas, as es que el Catecismo de perseverancia de Gaume, que son 8 tomos, lo le en poco ms de un ao y los diez tomos de Cant, 6 de la historia y 4 de documen tos o ramas especiales, como religin, fi losofa, geografa, literatura, guerra, etc., lo le en tres aos, 10 pginas cada da. De los triunfos conseguidos en la abogaca no te digo nada, porque lo sabes. Miraba los negocios con un calor poco comn, y como los estudiaba mucho y no tomaba ms que los justos, el resultado era siempre favorable. Pero el arduo trabajo del despacho impidi que me diese a conocer escribiendo obras, y en las Academias y Sociedades. En el Ateneo de Madrid no habl ms que tres noches, habiendo permanecido en Madrid 8 aos. Mi corazn estaba en el Ateneo, Juventud Catlica, etc., pero mi deber estaba en mi despacho. Y por eso, a pesar de haber sido uno de los fundadores de la Unin Catlica y del peridico del mismo nombre, ni di conferencias en la sociedad ni escrib en el peridico. Unicamente en la peregrinacin al sepulcro de Santa Teresa en Alba de Tormes escrib 8 o 10 cartas a La Unin( 3) en el coche del tren, en la mesa de la estacin, en lpiz, y sin embargo salan al da siguiente en el peridico y las copiaban con grandes elogios algunos de Madrid y provincias. Entonces fue cuando vino a visitarme el conde de Cepeda, el pariente ms prximo a Santa Teresa. Tambin escrib otras cartas en mi viaje a Alicante, Elche, Orihuela, Murcia y Car tagena. En mis carpetas las encontrars, lo mismo que las de Santa Teresa. Mi delirio era comprar libros, a pesar de no tener brillante posicin, y t sabes lo escogido que eran. Durante mi carrera hasta el grado de Doctor en Derecho Civil, que estudi privada mente en Valencia, no dej un da en 14 aos de subir a la biblioteca de la Universi dad, y el bibliotecario me deca que el desgraciado Morn, que haba escrito La civili zacin de Europa, haba tenido la misma costumbre que yo; pero una vez ya abogado, las muertes de personas queridas y las enfermedades mas me obligaron en 1.860 a dejar mi patria y venirme a esta provincia y esa fue mi perdicin. En ella fui vice presidente de la Comisin varias veces, pero ya sabes t que no la Diputacin sino el Congreso era mi sitio, pero miserias humanas y mi carcter que no ambicionaba nada y circunstancias de familia y el trabajo de abogado, todo contribuy a que no resonase mi voz en las Cortes. Y cuando a los 43 aos abandon el despacho para trasladarme a Valencia y dedi carme a asuntos cientficos y literarios, cuando pensaba en poner en orden mis apuntes para escribir varias obras, cuando era adorado por la juventud y la Juventud Catlica hizo el honor de nombrarme su presidente para el curso de 1.883 a 84 y 274 Lo Rat Pena t su Vicepresidente... vino todo lo que t sabes, por no tener familia co mo por equivocaciones de los mdicos y por una serie de fatalidades difciles de describir. Creo que tienes bastante con todo esto para trazar mi biografa como deseas. Ade ms, en las carpetas deben haber extensos apuntes para mi biografa. No est bien que diga yo nada sobre lo que hice en las sociedades de S. Vicente de Paul, Asociacin de Catlicos, etc. etc. Si quieres que te amplie algn dato ms, me lo dices. No olvides ocuparte de mi Memoria sobre la expulsin de los moriscos, que no s por qu no me la premiaron en los Juegos Florales de 1.860. Y basta, tu to que te quiere. Miguel Amat. Despus de escrita la presente, recibo la tuya de hoy. Me asombra que te gusten tanto nuestros pensamientos. Creo que tu buen cario te ciega. No me dices haber recibido ni la Cruz Roja ni la Proclama.(4) Las cartas de Querol las imprimiremos despus de lo tuyo. Miguel. D. Eduardo Pastor vive en la calle Dahellos, 4, de Elda. Est bien todo lo que me dices respecto a las condiciones del folleto. Est bien que le des a F el 30 por 100. Me dices que te diga lo que hay que hacer. Pues lo que t dispongas. Yo lo que quiero es que salga pronto, pues estoy muy mal. Sin ms, dispn de tu to. Miguel. Conoces mi poesa La bendicin de tu madre Ya habrs recibido el sumario o resumen de mi libro Misin de Espaa en Africa.(5) Recibo cartas animndome a publicar un libro. La obra sera oportunsima, pero Mi guel est tan asustado cuando ve los ocho o diez mil de las publicadas, que no se deter mina a que imprimamos esta. A m me parece que se haba de vender mucho. La que rra editar F o Aguilar Adjunto los tres primeros artculos para que F o Aguilar formen concepto de la obra. Se compondr de unos veinticinco artculos como los tres primeros, pero ordenndolos de la manera que a ti te parezca ms metdica, pues mi cabeza se ha vuelto agua. Yo cedo la propiedad de la obra por cien ejemplares. Contstame. Amat. Te envo la poesa Al Barn de Mayals de la que quisiera que copiases en la Onto loga el trozo que principia: 275 Nac en la hermosa Valencia hasta donde dice Y el asombro al mundo entero Tambin te envo La bendicin de tu madre, que ha gustado mucho siempre a todos. Hoy he tenido carta de Pastor en la que me dice que te ha entregado 35 duros, lo cual es buena seal, y me alegro de que tengamos pronto el folleto. Tu to. Amat. NOTAS: 1.- Es esta una carta esencial para conocer toda la obra de Amat y hacer un balance de lo que se conserva y de lo perdido. La publicacin de Romances es ahora su mxima preocupacin. De los poemas citados como no impresos, slo tres: Carta a mi hijo cuando tena ocho aos, Duerme tranquilo, hijo mo y Cartas a un joven sobre la felicidad no fueron publicadas en Mis ltimos can tos. Tampoco fue impresa en el libro la dedicada a la sobrina del marqus de Pidal, pero s se public en la prensa alicantina. Esta carta ha de ponerse en estrecha relacin con la del 6 de Octubre de este mismo ao y con el escrito Mi biografa, dirigidos todos ellos a Martnez Ruiz con el objeto de que ste escribiera un libro biogrfico sobre Amat. En el cap. 2 se trata con detalle este asunto. 2.- La verdadera sabidura y la verdadera felicidad, aunque perdida como obra completa, se recoge en su mayora en El Amor Cristiano y en el folleto n. 4 de los llamados Folletos Catlicos. Constituye una sorpresa la referencia al dra ma sobre la figura del rey d. Jaime, pues es la nica vez que se cita. 3.- La Unin Catlica era el partido fundado por don Alejandro Pidal Mn. En el peridico del mismo nombre hay varias colaboraciones de Amat. No he po dido hallar las cartas citadas, ni las de su peregrinacin a Alba de Tormes ni las de su viaje a Cartagena. 4.- Los artculos sobre la Cruz Roja y el llamado Proclama al ejrcito espaol se publicaron tambin en la prensa alicantina y los tena como parte fundamental de su proyectado libro: Prosas, juntamente con las 15 cartas sobre el poeta Vicente W. Querol. 5.- El libro Misin de Espaa en Africa y comienzos de la guerra de 1.893 no pas de ser un proyecto truncado por la recada en su enfermedad a finales de ario. S public el folleto Los sucesos de Melilla. Sin fecha (Probablemente, del 5 de Noviembre) Querido Pepe: recibo la tuya de ayer cuatro; te contesto desde la cama, muy enfermo. En el folleto inserta, despus de Vuestros pensamientos, las Tres cartas a un joven sobre la felicidad, que, si no las tienes, te las mandar maana. 276 Tambin insertars en el folleto el trozo de mi artculo La caridad, que principia: Oh caridad santsima. . . inflama mi corazn y concluye: por la que inspira nuestro corazn amante. Tu to. Miguel Amat. No ver tu folleto, pero al menos Miguelito tendr ese recuerdo y te est muy reconocido. No tengas miedo a que salga el tomo algo grueso. Si, en vez de folleto, es libro, mejor, porque, regularmente, las composiciones mas que no salgan en ese libro, nadie las ver. Adjunto La bendicin de tu madre, que tambin quiero que salga en el tomo. Y como prosa, inserta la Proclama al ejrcito, y los primeros prrafos de La Cruz Roja. No puedo ms. Amat. P.D. De El Amor Cristiano inserta tambin un trozo, y en mi concepto debe ser las tres lecciones preliminares y, si acaso, alguno del Credo. Por eso te digo que no tengas miedo a que salga algo grueso, pues ya puestos, inserta remos todo lo que nos guste de mis composiciones. De qu tamao es el papel Adjunto te incluyo la poesa dedicada al Barn de Mayals. Copia en el libro los ver sos que dedico a Valencia. No te canses en poner redactado por ti ms que lo preciso, y que el mejor elogio mo sean las mismas composiciones. En lo que puedes estar, desde luego, es en la biografa. De los romances inserta La bendicin, Cartas a un joven, Fbulas, Vuestros pensamientos, A un ciprs, y todas las que quieras; de Rimas, pocas. El folleto que se convierta en libro, y si es necesario, en libro grueso. Mndame mues tras del papel. Amat. Sin fecha (Probablemente, de la primera decena de Noviembre de 1.893) Querido Pepe: cuando colecciones mis Romances incluye el adjunto, que escribo sin sosiego ni nimo para levantarme de la silla. Qu fenmeno! Qu cosa tan rara y terrible! Tu to. Miguel. Quisiera que la publicases en El Mercantil y que me enviases dos o tres nmeros. NOTA: 1.- No est el romance ni el artculo a los que se hace referencia. 277 Sin fecha. (Probablemente, de la primera decena de Noviembre de 1.893) Querido Pepe: adjunto los artculos que vers sobre Valencia. El primero creo que es el que ms te ha de gustar y quisiera que lo publicases en El Mercantil. Si no pue de ser ahora, cuando yo falte. Veas si del artculo 2. puedes completar el 1. En cuanto al 3. , es una nota, es una copia de la nota que forma parte del libro Afo rismos rurales, que t conoces. Estos aforismos quedaron sin terminar, y los he terminado, con lo que tengo una obra ms. Por si no recuerdas el ttulo, te lo pongo a continuacin: Aforismos Rurales Conformes con las reglas dadas por los ms prcticos y agrnomos antiguos y moder nos, nacionales y extranjeros, y con las observaciones prcticas de los mejores cultiva dores, por D. Narciso Fages de Rom, con nuevas aclaraciones, observaciones y notas por D. Miguel Amat y Maestre.( 1) Fjate en los adjuntos artculos, corrgelos y publcalos, y que formen parte del tomo Prosas. Tu to que te quiere. Miguel Amat. NOTA: 1.- Los aforismos rurales los haba empezado a recopilar desde su juventud. En la Revista La Educacin Catlica haba publicado muchos de ellos acompaados de amplias y eruditas notas, pero quedaron incompletos al recaer en su enfermedad. Durante los arios 1.893-94 sigui preparando el libro, pero no lleg a publicarse. Sin fecha. (probablemente, de los primeros das de Noviembre de 1.893) Querido Pepe: La Correspondencia Alicantina de hoy o maana, y en El Criterio o Las Provincias, principiarn a publicarse unas cartas mas con el ttulo Campaa vincola de 1.893 a 94; las cuales deseo que tambin formen parte de mis vias (sic, aunque, sin duda, debe leerse obras). Guarda, pues, los nmeros de dicho peridi co. Yo tambin los guardar, pues en ellas me ocupo extensamente de la historia, culti vo, etc., de la vid, y puedes insertar estas cartas en el tomo de Prosas, como conti nuacin de mis Estudios agrcola -forestales, que principi a publicar en el rz. 6 de La Educacin Catlica, pginas 16 y 18. Tuyo. Miguel. Tambin publicar El Liberal de Madrid, el 9 10 de este mes, unos artculos que estoy escribiendo sobre El conflicto hispano -marroqu. Guarda esos artculos para que formen parte de mi tomo de Rimas. Tuyo. Miguel. 278 Petrel, 7 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: adjunto un taln del ferrocarril para que recojas un cajoncito que con tiene: 1. 0 : Dos cartas o plicas para ti, incluyendo otras para los Presidentes de la Juventud Catlica y Lo Rat Penat, y varios escritos o documentos para la obra que publicaremos. 2. 0 : Mi tomo de Romances manuscritos, que van a continuacin del tomo de Rimas. 3, : Un tomo de D. Jaime el Conquistador, en cuyas pginas en blanco estn pegados los artculos que en aquella poca se publicaron con varios juicios crticos de D. Jaime. Y 4. : Varios ejemplares de mis obras publicadas, para las bibliotecas de la Juventud y Lo Rat Penat, y si los mand ya a las bibliotecas, que no me acuerdo, para los Presidentes de dichas sociedades. La carta de Lo Rat Penat la he dictado a Severiano, de manera que tiene una orto grafa valenciana terrible. Si encontrases un amigo que supiera escribir bien el valen ciano, que la copie, y pones t mi fi rma. La carta al presidente de la Juventud Catlica no he tenido tiempo para leerla. Lela y corrige lo necesario. Tu to. Miguel. P. D. Los prospectos que te envo son la mitad para la Juventud Catlica y la otra mitad para Lo Rat Penat. La copia de los versos Nac en la hermosa Valencia es para la Juventud Catlica, para que se lean cuando se lea mi poesa a Valencia. Recib la tuya de ayer 6 y me gusta mucho el papel, sobre todo porque no es tan gordo como el de Rimas. Yo en Valencia no conoca ni conozco a nadie que tenga una buena biblioteca, y ms despus de los aos de ausencia, pero me parece que Lo Rat Penat o el Ateneo o la Juventud Catlica deben tenerlas buenas. Supuesto que las cartas que te envo pa ra los Presidentes de Lo Rat Penat y de la Juventud Catlica te proporcionar ocasin de conocerles, puedes preguntarles por sus bibliotecas y te haces socio de la que mejor biblioteca tenga y puedes ir a la hora que quieras. Pero que no quiero que te canses haciendo estudios nuevos. Con lo que sabes tienes bastante para desempear perfecta mente lo que te propones. Con seguir el plan y las indicaciones que te hago en la gran carta que recibirs hoy, tienes bastante. Lo que puedes hacer es ver algunas biografas como las de Nez de Arce a Las mujeres del Evangelio, de Larming; la de Len Gallardo y de Vera a la de Aparisi Guijarro; la de Selgas a la de Grilo, las de Valera y Alarcn a la de Querol. T mismo me dijiste que no tenas otra cosa que copiar lo que ha dicho la prensa sobre cada uno de los gneros de mis composiciones y sobre algunas de ellas en particu lar. Con eso y con lo que tu ingenio te sugiera, basta. Si haces otra cosa, me disgustas; pues yo no quiero que faltes en lo ms mnimo a tu estudio. La impresin de mi libro debes mirarla como una distraccin. Y bastante quehacer te dar pensar en la formacin de un buen plan y en las obser vaciones que brotarn naturalmente en tu clarsima inteligencia de la sola lectura de las composiciones y del juicio emitido sobre ellas. 279 En el Boletn del Ateneo que te envi tienes noticias y apreciaciones varias sobre la poesa lrica y la poesa religiosa. Sin duda, no te has fi jado en que, antes de discutir la memoria de Snchez Noguer sobre la poesa religiosa, se discuti otra memoria so bre la poesa lrica, cuya discusin creo que est al principio del tomo, y en ella se ha bla de Tassara, Nez de Arce, Selgas, Grilo y dems poetas modernos. Por eso te mand el tomo. Con esas ideas generales que encontrars en las discusiones de dicho Boletn, y tus conocimientos, creo, repito, que tienes bastante. Dime como te reciben los Presidentes de Lo Rat Penat y de la Juventud Catlica. Repasa mis cartas, pues Severiano no entiende el valenciano. Que no se te olvide entre garle al presidente de Lo Rat Penat la poesa Als meus germans de Lo Rat Penat. La sociedad Agricultura y la del Crculo de Comercio tambin tienen buenas libre ras, y mejor an la sociedad de Amigos del Pas. Tuyo. Miguel. Adjunto el taln. Recgelo todo y avsame del recibo. Me dijiste en una carta: maana ir el prlogo del Amor Cristiano. No ha llegado. Las tres cartas que he escrito sobre la paz, creo que debes ponerlas en el tomo. Petrel, 7 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Adjunto dos cartas en las que cumplo un deber de cortesa que ya deba de haber cumplido hace mucho tiempo, dando las gracias a la Juventud Catlica y Rat Penat; a la primera, por haberme elegido su presidente, y a la 2. , su Vicepresi dente 1.0 para el curso de 1.883-84. Ten la bondad de hacer una visita en mi nombre a los presidentes de dichas socieda des y entregarles las cartas y escritos que mando adjuntos. Adems, en un cargamento, te envo por el ferrocarril un ejemplar de mis Rimas, Libertad y folletos para las bibliotecas de dichas sociedades y, caso que ya las poseye sen las dichas composiciones, que se las queden sus presidentes como recuerdo mo. Como mi fi n se acerca ms aprisa de lo que se piensan, y temo que mi hijo tenga un fin funesto, he adicionado mi testamento diciendo que, en el caso de fallecer mi hijo antes que yo o, aunque muera despus que yo, si fallece sin testamento, que que das t encargado de las publicaciones de todas mis obras en la forma que te tengo en cargada. Para en el caso de que mi triste profeca se cumpla, te encargo se haga una edicin completa de todas mis obras, incluso El Amor Cristiano; cuyas obras pueden ser dos tomos: el I. con la biografa ontolgica, que ser muy larga, con las Rimas y Romances y los documentos citados en la biografa; y el 2. , o sea Prosas, con El Amor Cristiano, la Memoria sobre los moriscos, La libertad, las Cartas a Que rol y los artculos sobre la enseanza popular, viajes a Alba de Tormes y de Alicante a Cartagena, Estudios literarios y agrcola -forestales y otros artculos y cartas sobre el apostolado de la oracin, instruccin pblica, etc. Y ahora me acuerdo que quiero se publique tambin mi ltima obra: Misin de Es paa en Africa y principios de la guerra de 1.893; pero en la impresin de este libro 280 es menester lleves mucho cuidado, pues quiz haya algn artculo duplicado o refor mado. Por ejemplo, los dos que dediqu a la celebracin de un Congreso de la paz se han convertido en dos cartas a Sagasta, que dicen son de lo mejor que he escrito. Creo que la prosa necesitar dos tomos. Eso t lo vers si llega tan triste caso. Si no llega ese caso, limitars la obra a lo que te deca en mi carta de ayer, esto es, a publicar un tomo titulado Romances, pero en el que adems de la biografa y de los juicios crticos de Rimas se insertarn las cartas sobre Querol y las prosas que ayer te deca y que t quieras, aunque salga el tomo algo voluminoso, que es lo que tengo hablado con Miguelito. Por este mismo correo recibirs otra carta en la que te incluyo mi discurso al hacerme abogado, mis discursos en los certmenes de 1.860 y 1.876, los prrafos que me dedic Calvo, la Memoria mensual o bisemestral de 1.876. Mi discurso como presidente de la comisin de letrados para defender el clero y circular sobre la Asociacin de Viticos; la relacin que los peridicos de Valencia hicieron al ingresar en la Juventud Catlica, varios nombramientos de presidente de varias sociedades y otros particulares.(1) No olvides decir en la biografa que las sociedades de Amigos del Pas y de Agricultura, en vista de mis cartas y artculos publicados en los peridicos, me nombraron socio corresponsal de las dos, teniendo presente que yo estaba en Petrel y no influ para nada. Caso que suceda la muerte de mi hijo antes que la ma o de morir dicho mi hijo sin testamento, dejo mi retrato que est en la sala donde duermo a la Juventud Catlica, y el que est en la sala inmediata, a Lo Rat Penat.(2) Entrega tambin a las dichas dos sociedades los dos ejemplares que me quedan de La Cruz Roja y mis versos, sacados de la poesa al Barn de Mayals, a la Juventud Catlica. Nada ms, siento no te dejo estudiar. Te abraza tu to. Miguel Amat. NOTAS: 1.- La mayor parte de estos documentos citados estn perdidos. He podido apor tar en este libro el discurso pronunciado por D. Miguel en los Juegos Florales de Alicante, de 1.876, porque la efemrides se recogi en un folleto editado por la Diputacin. Quiz los prrafos de Calvo se refieren al prlogo que este poeta hizo al libro Rimas. La Memoria bimensual o semestral de 1.876 pudiera ser la de la Comisin Permanente de la Diputacin, de la que, como se recordar, Amat fue vicepresidente. Su discurso en defensa del clero podra ser el que pro nunci en Madrid en 1.878 en el seno de la Juventud Catlica. Finalmente, sus artculos en Las Provincias, entre 1.866-1.868, sobre la repoblacin forestal le valieron el reconocimiento de las sociedades aqu citadas. 2.- La carta a Lo Rat-Penat est en la Casa Museo de Monvar, prueba de que M. Ruiz no la entreg. En cambio, no est la dirigida a la Juventud Catlica. Los nicos retratos de D. Miguel y su familia, padres y hermanos, los tiene hoy D. Enrique Amat, sobrino, nieto de don Miguel, en Petrel. 281 Petrel, 7 de Noviembre de 1.893 Sr. President de Lo Rat Penat, societat damadors de les glories valencianes( 1). Molt Sr. meu y de la megua machor considerasi. Ans de tot h pregue a vost y als seus compaers, o millor dit, nostres, que dispensen les faltes gramaticals que en esta carta encontrar per la ra que vach a dirle. Naixcut en esia hermosa, gentil, rica, sabia, artstica, noble y religiosa Valencia, y despus de seguir y acabar la carrera de abogat molt jovenet, la megua malisima sort me separ de la antigua y gloriosa siutat del Cid y encara que he intentat moltes voltes tornarme a esta blir en ella, sempre la megua malisima fortuna me ha obligat a deixarla otra volta. De manera que no he pogut poseir la megua llengua tan dolsa, tan espresiva, tan noble, en primer lloc perque he residit alguns as en Madrid y la machor part del temps de la megua vida (ventisincs as) en esta provinsia de Alacant, pues es meus pares eran de este poble de Petrer, aon tenien ells y tinc yo hara es meus interesos; y en esta pro vinsia no se parla correctament el valensi, pues fan una mescolansa de esia llengua con la castellana, y la rah es la siguient: Es conquistes realisaes per es Reis de Arag y Castella, se tocaen en els seus limits presisament en estos pobles. De modo que en Villena, Sax, Elda y Monfort se parla el castell y els pobles de Biar, Petrer, Monver y Novelda, que estan tocant a aquelles primeres poblasions, se parla el valensi; y com san fet mols matrimonis entre els naix cut en unos y atres pobles, de aqu, en mon consepte, la ra de la ensal a que ans me refer. Feta esta salvetat, que ya vach tindre el honor de fer en la primera sesi a que vach tindre el gust de asistir el a 1.883, cuant me vach trasladar de Madrid a Valensia, te per ochepte prinsipal la present donar grasias a esia noble Sosietat per haberme no menat, sense merit meu, el seu Visepresident primer para el a de 1.883 a 1.884. A pesar de que no vaig poder prendre posesi de tan honros cargec a causa de la megua enfermetat, he considerat sempre como dels meus principals tituls el nomenament a que ans fet referensia. Una proba del amor extraordinari que sempre he pro fesat a la megua patria es que a ella li he consagrat casi tots es meus pobres versos: D. Jaume el Conquistador, San Visent y la Mare de Deu deis Desamparats han segut com tots per mi no una, moltes voltes, com pot verse en el meu tomo de Rimas. Per axi es no res en comparasi a lo que yo volia fer per esia mare vullgudsima del meu cor, terra privilichadsima com aques de les mes voniques y sivilisaes siutats del mon. Pero ya que la megua desgrasiada sort ha segut esia, servisquen al meris estes curtes lines escrites molt remalalt com una curta proba del meu tendre y grandisim amor a la megua patria, que apenes me ha conegut, al menos la chenerasi present perque fa ya trenta sis as que en vax separar de ella, y encara que he pegat alguna volteta en cuant en cuant, a segut per tan poc temps que no he tingut el gust de conesier a esia chenerasi de chovens que estan causant la admirasi no solament de Espaa sino del mon sanser. Atra proba del gran cario que he pro fesat sempre a la megua patria y de la afisi que he tengut a la segua llengua, mes dolza que la mel, es que li he dedicat en valensi 282 moltes composicions, unes en consonant y altres en asonant. En el meu tomo ya nome nat de Rimas encontrarn vosts set o guit composicions en valensi; y en el que vach a pubicar, titulat Romansos, est al front el meu bon amig y parent Jusep Mara Mar tnez, molt jovenet pero ya molt ilustrat y erudit, se publicarn atres versos en que tam b me ocupe de la megua terreta, y si Deu vol, pronte vor la Ilum pblica, no solament el espresat tom de romansos sino atres. Tinc el gust de enviarli algn esiemplar de algunes de les megues obres. Me pareis que ya vaig enviar les metesies a la biblioteca de esia Sosietat,. pero si ya les vach en viar, vullc que me conserve vost com una proba de estimasi y compaerisme. S demane, per favor, que se Ilisca esta carta y la composici que va dins de la mate sia titulada Als meus germans de Lo Rat Pena t en una sesi pblica que celebre Lo Rat Penat, de manera que no servisca de molestia de ninguna clase. Exios versos els vaig fer el a 1.883, cuan vach tindre la honra de presentarme per primer volta en dita Sosietat, cuant me haba establit en Valensia, abandonat a Ma drid con el animo fet de no dexiarla hasta que sotar prop de la tomba del nostre gran poeta Querol, al que he mirat sempre com un jerm, pues han segut compaeros desde chiquetets. Per axi vach escriure 15 articuls titulats: Apuntes para la biografa de Querol y Juicio Crtico de sus poesas. El meu parent y amig Sr. Martnez , t el encargue de publicar les megues obres o millor dit indites y entonces vorem en aquells articuls dedicats a un des primers poetes de este sigle, la consideraci y amor que me meresia. Pero puc mes: guisa ser esta carta de les ultimes que dictar perque estic much postrat y es mi sufriment nervios tan intens y continuo que no el puc resistir. Li encargue que abrase en el meu nom als meus germans de Lo Rat Penat com se abrasen es che rmans que tenem la matesia sangre y la matesia mare, y aprofitant esta ocasio me oferise de vost, amig y S.S. Q.B.S.M. Miguel Amat. NOTA: 1.- He transcrito la carta tal y exactamente como est en el original, pues si bien la letra es de Amat, no cabe duda, como dice en la carta anterior, que le fue dicta da o escrita originalmente en valenciano por Visentet, su criado. Lo que s mues tra claramente esta carta es una ortografa fonolgica del valenciano que se hablaba en las clases populares de Petrel hace 100 arios. Es evidente que la carta no lleg a su destino. Petrel, 9 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Adjunto un artculo para El Criterio. Hoy no he recibido tampoco el prlogo. Quin lo escribe Cmo ests de salud 283 No te envo el artculo para El Criterio por no molestarte, pero, si puedes, cuando conozcas que lo han ledo, ve a preguntar si lo han recibido. Es sobre los sucesos de Barcelona. Como es corto, lo mando a Llorente para probar a ste. Tuyo. Miguel. Si El Criterio no lo quiere publicar, veas si puedes publicarlo en otro peridico, y caso negativo, gurdalo para la obra o tomo que estamos imprimiendo. Tu to. Miguel Amat. Petrel, 10 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: he recibido la tuya con el prlogo del Sr. D. Jos Martnez Tortosa, he principiado a leerlo y me gusta mucho. Ten la bondad de darle las gracias en mi nombre por un obsequio y por una prueba de simpata tan grande. Ya creo que te dije que haba escrito unos artculos titulados Los sucesos de Barce lona o la libertad de la fiera, aprovechando a un mismo tiempo los artculos que escri b el ao pasado sobre los sucesos de Pars y con todo lo que digo en el folleto de La Libertad; pero como lo digo a propsito de los horribles sucesos de Barcelona, la ma teria parece muy oportuna e interesante; pero como esto no lo comprende la mayor parte, quiz pasarn desapercibidos artculos de tanto fondo. El primero lo remit al Tiempo, a Las Provincias y al Criterio; y estoy esperan do a ver cul de ellos es el que lo publica para remitirle los que siguen, aunque la ver dad es que mi cabeza no est para nada. Para vuestra inteligencia os dir que La Monarqua tiene todos mis artculos sobre los sucesos de Barcelona; el 3. y 4. de las cartas dirigidas a Sagasta con este ttulo: El problema de Marruecos y la paz universal; el 2. lo tiene don Domingo Algarra, to de Severiano, que vive en Madrid, calle San Bernardino n. 7, triplicado, 3. inte rior; el primero lo tiene La Correspondencia de Espaa, que el Sr. Algarra est encargado de recoger. Tam bien tengo en La Monarqua cuatro cartas dirigidas al Sr. Sagasta, tituladas: Cartas al Exmo. Sr. D. Prxedes Mateo Sagasta, Presidente del Consejo de Ministros, sobre los sucesos de Melilla; pero esto ha perdido su oportunidad y slo servir para la obra Misin de Espaa en Marruecos etc. etc., si llega un da en que se publique. Cudate mucho, que ya entra el tiempo fro, y dispn de tu to. Miguel. He acabado de leer el prlogo; tu amigo me ha tratado demasiado bien, pero me parece que conozco muy a fondo a D. Jos M. a Martnez y Tortosa, porque el estilo es el hombre, como t sabes perfectamente. Ni arzobispos, ni condes,ni sabios han querido escribir el prlogo. Cmo no tengo que estar agradecido a D. Jos M. a Martnez y Tortosa Tu to. Amat. 284 Petrel, 12 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: como no puedo parar cada da tengo un pensamiento, pero este ltimo creo que es el mejor. Voy a imprimir en Alicante una obra titulada de una de estas tres maneras para que me digas qu ttulo te parece mejor. Lo mismo le consulto a Calvo. Primer ttulo: Estudios sobre la paz y la felicidad de las Naciones. 2. : Estudios sobre la cuestin social o el problema humano; y 3. : Estudios filosficos-religioso sociales(1). Para que formes concepto de la obra, te envo las cuatro palabras que he puesto co mo introduccin o prlogo. Cmo le llamar prlogo, introduccin o cuatro pala bras al lector La portada dir as: Estudios sobre la cuestin social o como os parezca, y como lema el de la Educacin Catlica: La humanidad: Luz, luz, luz. Jesucristo: Yo soy la luz Joan. VII,12 La humanidad: Amor, amor, amor. Jesucristo: Yo soy el amor Joan. IV, 10 La humanidad: Paz, paz, paz. Jesucristo: Yo soy la paz loan. XIV,27.(2) Y estos tres pensamientos de mi tomo de Rimas: 1.: Virtud y Patria sin fe son tan solo nombres vanos. quien a Dios no ama ni ve, cmo amar a sus hermanos 2.: Fe cristiana, luz divina, slo en ti est la verdad. Quien te abandona camina tras la duda y la impiedad. 3.: Quien a la fe sustituye con la duda y la impiedad, los fundamentos destruye de la misma sociedad. Pondr las tres, dos o una. A m me gusta esta ltima. La obra, como no tengo tiempo para ordenar y clasificar las materias, sigo un mto do extrao, parecido a las Memorias de Ultratumba. Pero ya vers que en medio de la variedad hay unidad. Todo va a demostrar que la sociedad est materializada, y como no tiene fe ni amor al prjimo, la ignorancia y, sobre todo, las pasiones, han de producir estragos como los que estamos viviendo. Resumen de las materias o captulos que compondrn la obra, al menos los que ya estn en la imprenta: 1. : La enseanza popular o el Congreso Hispano etc., slo los dos primeros cap tulos, que hacen una entrada triunfal, planteando grandes problemas sociales, sobre todo el pedaggico. 285 2. : Grito de amor y fe, pgina 161 del tomo de Rimas, que est escrito con el corazn hace cerca de 30 arios, y que no s qu crtica periodstica alab mucho. 3. : El trozo de un artculo de La Educacin Catlica sobre lo poco conocido y prcticado que es el Evangelio, y te incluyo este prrafo. 4. : La Cruz es nuestra esperanza, o la reedificacin de un templo, pgina 195 del tomo de Rimas, la cual compendia el materialismo moderno, sealando nosotros a la Cruz como nica salvacin del torrente que avanza; parece una composicin pro ftica y est escrita hace ms de 25 arios. 5. 0 : El principal fundamento de la educacin de un pueblo es la enseanza religio sa, pensamientos publicados en el nmero 9 de La Educacin Catlica. 6. : El artculo sobre la caridad, ntegro. 7. : El mundo sin Dios, que comprende las dos letrillas de Cosas del mundo y Parece imposible. Ya sabes que compendian todas las maldades modernas. 8. : La glosa o parfrasis de los versos de Moncada, que sabes que retratan tan bien el positivismo del da, ay!, del que he sido yo la ms triste vctima, puedes verlo en la pgina 250 del tomo de Rimas. 9. : Justicia para los maestros y luz para los ignorantes. 10. : La glosa al romance de La Cruz, cuya conclusin te remito adjunta. Qu te parece mejor que inserte, el romance o la glosa 11: Jess y los nios. 12: El Papa y Renn. 13: El Congreso de librepensadores, o Justicia, Sr. Cnovas. 14: La cuestin social o el progreso humano, publicado en La Educacin Catlica. 15: Adulteracin de los alimentos. . . etc. Apuntes para la cuestin social. 16: duplic.: Las 4 dcimas del Credo. 17: El problema agrcola forestal. Apuntes para la cuestin social. 18: La Cruz Roja. 19: Las virtudes teologales y cardinales. 20: Censura, prlogo e introduccin del Amor Cristiano. 21: Tres cartas a un joven. 22: Discurso en la Juventud Catlica sobre la realidad del arte. 23: La verdad, la bondad y la belleza. Esto es lo pensado hasta hoy. Adems insertar un resumen de mis cartas en el folleto de La Libertad. Mis car tas a Sagasta sobre el Congreso de la Paz. Los ltimos artcul sobre los sucesos de Barcelona. Algunas lecciones preliminares del Credo del Amor Cristiano y, entre me dio, alguna que otra poesa, todas de carcter social, como El ateo, La sociedad sin Dios, La libertad, etc... 286 El papel de la impresin ser como el tuyo que me enviaste. Me han dicho que lo pondrn mejor y me piden por cada pliego de 16 pginas, tirando 500 ejemplares, 40 pesetas. Le he contestado que no quiero el papel tan bueno, y que ponindolo igual que el tuyo o algo ms inferior, que me diga lo ltimo. Dime lo que nos cuesta el pliego de la obra que ests escribiendo y dmelo de manera que pueda ensearle la carta al Director de La Monarqua. Me parece caro. Te envi a ti los artculos de Querol 6. y 7. que tratan de la verdad, bondad y belleza No los encuentro. Dime con franqueza qu te parece lo del pensamiento de la nueva obra. Si hubiera tenido tiempo y salud, quin sabe lo que hubiera hecho! As, o tengo que publicarlo todo revuelto, o todo se pierde. Ten presente todos los artculos y versos que han de formar mi nueva obra para in sertarlos en la que t ests escribiendo. En dicha obra que ests escribiendo, yo de ti no hara otra cosa que una biografa -prlogo, todo lo extensa que quieras. Los roman ces, incluso D. Jaime y la Magdalena, y los juicios crticos de los peridicos acerca de D. Jaime y de las Rimas y algunas composiciones especiales.(3) Aquello que me dijiste de ir examinando cada gnero de mis composiciones y copiar alguna ms, me parece que puedes hacerlo en la biografa, aunque con ms sobriedad. Sin embargo, t haz lo que quieras. Dime si ests mejor, y dispn de tu to. Miguel. El prlogo es de 1. 0 intencin. Ya lo corregir. Estara bien el ttulo Estudios sobre la cuestin social o sobre la paz y felicidad de las naciones Me parece muy pretencioso. Y a ti NOTAS: 1.- No se public esta obra que, por otra parte, por lo que dice Amat en esta carta, no hubiera sido ms que un compendio de sus artculos publicados en La Monarqua ese ario y de ciertos poemas publicados ya en Rimas. 2.- Estos tres renglones estn recortados del frontispicio de la revista La Edu cacin Catlica y pegados en la carta, lo mismo que los tres pensamientos que vienen a continuacin han sido recortados de un tomo de Rimas. 3.- La pasin enfermiza de don Miguel por publicar todo lo que escribe, ponien do en peligro el patrimonio familiar, se manifiesta aqu en toda su integridad. Lo cierto es tambin que pocos das despus se habr olvidado del proyecto. Petrel, 14 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: en sobre aparte vers el largo prlogo o introduccin (qu nombre le dar) que he escrito para la obra Estudios sobre la paz y la felicidad de las Nacio nes. Para que formes idea de ella te dir algunos de sus artculos, adems de los que 287 te dije el otro da: Lecciones de El Amor Cristiano, comentando las palabras Padre Nuestro, con el ttulo de La fraternidad universal conduce a la paz y la felicidad del indivduo y de las naciones. Otro captulo: Aspiracin del hombre a la felicidad, comentario a la cuarteta: -Cunto afn, cunta ansiedad! D vas, mortal- -Ay de m! Busco la felicidad. La tienes dentro de t. Otro captulo: Dios es el supremo Bien, comentario a la cuarteta: No existe dicha en la tierra, etc. Otro captulo: comentario a esta obra: Hermanos no vacilemos.., etc., copiando el comentario al Credo Creo en la vida perdurable. Varios captulos titula dos Amando a Dios y al prjimo es como encontraremos el reposo de nuestras almas, es decir, la paz y la felicidad, y es copiar las lecciones 34, 35, 36 y 37 de El Amor Cristiano, que creo que son lo mejor que tiene el libro. Otro ser de La Caridad, un largo artculo que t tienes y conoces.: Obstculos que se oponen a la felicidad del hombre y las naciones o los pecados capitales. Otro captulo, La Providencia, El hado o acaso; otro: Felicidad posible en la tierra; otro: La tristeza. Como tengo tantas notas para escribir un libro titulado La verdadera felicidad y la verdadera sabidura, dedicado a Miguelito y a todos los jvenes venidos durante toda la vida, trato bien el punto de la felicidad. Y aunque no se publique nada de esto, puedes hacer mrito de dicha obra en la Bio grafa diciendo que es una lstima que no haya podido publicarla. 711 to. Miguel Amat. Un redactor de La Ilustracin Espaola y Americana ha escrito un folleto sobre los Sucesos de Melilla. Supongo que se vender en Valencia. Envamelo a vuelta de correo. Amat. Petrel, 15 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: acabo de recibir la tuya, la cual he enviado al encargado de La Mo narqua, para que vea la diferencia que hay de 22 ptas. a 35 que l me pide.(1) Cada da una novedad. La obra que voy a imprimir no ser la de Estudios filosfico sociales sino la de Sucesos de Melilla o Misin de Espaa en Africa y principios de la guerra de 1.893, que tambin me parece que tiene muy buenos captulos. A Miguel le ha parecido que es demasiado la oportunidad. 288 Ayer te escrib pidindote me remitas a vuelta de correo un folleto que sobre lo mis mo se ha publicado en Madrid. No dejes de hacerlo. n to. Miguel. NOTA: 1.- Ver carta del 12 de Noviembre. Se refiere a los gastos que puede ocasionar la publicacin del libro -antologa que Martnez Ruiz est escribiendo sobre Amat. Petrel, 17 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: O ests enfermo o muy ocupado, pues me escribes poco. Adjunto el prlogo para la obra Sucesos de Melilla o misin de Espaa en Africa. Escribo sin poder, pues ya vers cuantas correcciones tiene. Por ello deseo que la leas con mucha detencin y que la corrijas con mucho cuidado, pues hasta creo que hay algn concepto a medio expresar, pues yo me voy quedando intil a la carrera. Cudate y dispn de tu to. Miguel. NOTA: Borrada en parte por las lneas de esta carta, en la 2. a hoja de ella est escrita otra carta que lleva fecha de 16, Noviembre 1.893, y dice: Querido Pepe: recibido la tuya, me alegra que te haya gustado el prlogo de Estu dios sobre la paz de las naciones. Envamelo, pues la copia que remit a Alicante se ha perdido, y casi lo mejor que puedes hacer es publicarla entre los apndices de la biografa y Romances. Consrvate bueno y dispn de tu to. Miguel Amat. Tambin debes publicar entre los apndices el prlogo a Sucesos de Melilla, que habrs recibido hoy. Corrjelo, lo copiar y lo devolver. Petrel, 18 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Qu triste que es estar publicndose tres obras, a cual mejor: el Amor Cristiano, Biografa y Romances y La misin de Espaa en Africa,(1I que ha re sultado una obra mejor que lo que yo pensaba, y no poderlas ver impresas. Ayer te remit el prlogo de esta ltima, por el cual vers que tengo dominada la materia. Y qu materia no domino yo si me son familiares la fi loso ft a, la teologa, la jurispru dencia, la esttica, la historia, la literatura, la ciencia poltica, la pedagoga y la cien cia agrcola forestal 289 Que no se ha publicado ningn folleto sobre Melilla Ser el mo el nico Y mi pobre hijo Si supieras qu triste est ante el porvenir que nos espera.. . Estoy intranquilo porque creo que ests enfermo. No trabajes demasiado en mi biografa. A Teodoro le he Temitido el suelto que public La Monarqua sobre mi obra, vere mos si lo reproduce.(2) Veas si dicen algo el Correo de Valencia, La Correspondencia de Valencia y al gn otro peridico. Cudate te digo otra vez y dispn de tu to que te quiere mucho. Miguel Amat. NOTAS: 1.- Como se ha dicho ya en anteriores ocasiones, slo la primera se publicar unos meses despus. La duda de Amat entre La misin de Espaa en Africa, Los Sucesos de Melilla y Estudios sobre la paz y felicidad de las naciones, pa rece, en esta carta, resolverse en favor de la primera. Luego, como se ha dicho, se publicar Los sucesos de Melilla, pero de un modo muy distinto a como esta ba planeado slo se publicaron unos pocos captulos y parecen ms bien una prue ba de imprenta que una obra acabada. 2.- No he encontrado tal escrito publicado en Las Provincias. Petrel, 19 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: He recibido la tuya con el prlogo. Las correcciones hechas estn bien. Adjunto la carta que deseas para Polo y Peyroln;(1) no me dices nada de haber visi tado a los presidentes de la Juventud Catlica y Lo Rat Penat y si el primero te dio la certificacin que le ped. Me parece que nos conviene que quede yo bien en estas dos sociedades. He pensado enviar directamente la carta a Polo y Peyroln, pues as puedo hablar de ti con ms libertad; sale por este mismo correo, de manera que puedes ir a visitarle cuando quieras. Tu to. Miguel. P.D. A Polo y Peyroln le digo que ests escribiendo mi biografa para el tomo de mis Romances y que te envi una carta para el Sr. Presidente de la Juventud Catlica con el fi n de que te dieran una certificacin de haber sido nombrado su Presidente en el curso de 1.883 a 1.884. Pero como yo no conoca al dicho Sr. Presidente y es regular que l no me conociera a m, que le hicieras una visita en mi nombre a dicho Sr. Polo por si se presentaba alguna dificultad. 290 Quiz no te vuelva a escribir, tal es la debilidad que tengo y la destruccin de mi cerebro. Si tienes algo escrito en la biografa y tienes gusto en que lo vea, envamelo pronto. Te parece que no estar fuera de lugar que en la obra sobre Melilla inserte entre los apndices el prlogo de mis estudios sobre la paz de las naciones Se repite tuyo. Miguel Amat. NOTA: 1.- Ver todo lo referente a la relacin entre Martnez Ruiz y D. Manuel Polo en el cap. 2 de este libro. Petrel, 22 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: Se me ha perdido por completo el artculo sobre La paz de las nacio nes, digo el prlogo; por consiguiente, conserva el que tienes. He recibido no slo el folleto del Sr. Reparaz sino otro publicado en Barcelona por D. Odn de Buen, Catedrtico de la Universidad.(1) Ya he hecho el examen de este ltimo y me han salido cuatro largos artculos. Ahora estoy examinando el de Reparaz, pero estoy tan enfermo que no s si podr concluir los dos artculos. Tu to que te quiere. Miguel. Dime si has visto a Polo y a los Presidentes. Cmo va la biografa Por qu no has dejado la biografa y prlogo para despus de impresa la obra Ya podas tener algn pliego de los Romances. Los primeros de estos que quiero que se impriman son: Vuestros pensamientos, La bendicin de tu madre, A las nias Consuelito Amat. . . etc. La primera me parece que deba ser El Trbol. Las fbulas velas poniendo despus de cada composicin larga, por ejemplo La primavera. Los tres largos romances, D. Jaime, La Cruz y La Magdalena me parece que deben ser los tres ltimos. Sin embargo, t haz lo que te parezca. Qu no me mandas unos cuantos pliegos de la biografa NOTA: 1.- Se refiere a unas publicaciones sobre los hechos blicos del Norte de Ma rruecos que tuvieron en tensin a la sociedad espaola en aquel ario. Los artcu los en prensa fueron numerossimos, pero no as los libros o folletos sobre el te ma. Amat, que inmediatamente despus del primer ataque rifeo haba publica do un primer artculo en El Graduador de Alicante, el 8 de Octubre, estuvo muy interesado en publicar un amplio libro sobre la guerra y la paz, y para ello estaba reuniendo todo el material posible. 291 Petrel, 22 de Noviembre de 1.893 Querido Pepe: He recibido la tuya, por la que veo que no son das de visitar a los Presidentes, pero as que pasen, vistalos. Adjunto un articulito que he publicado en El Alicantino y el suelto que este le dedic. Con los dos folletos de Reparaz y Odn de Buen, he formado un estudio todava ms completo de la cuestin de Marruecos. Los he examinado prrafo por prrafo y me han salido ocho artculos largusimos. Ahora estoy escribiendo las Conclu siones de mi folleto, de tal manera que saldr un tomo en folio; y es una lstima la precipitacin con que estn escritos los artculos examinando los folletos. Pero no hay remedio. Tu to. Miguel. NOTA: 1.- Es la ltima carta de las escritas por Amat en 1.893 que se conserva en la Casa Museo de Monvar. 1.894 Sin fecha.(1) Amigo Isidro: en la duda de dnde est Pepe, le dirijo a V. la carta y los ejemplares de El Amor Cristiano. Qudese V. un ejemplar. Recibir V. 12 ejemplares de Alicante. Remtalos a Pepe certificados, y en vernos abonar a V. los sellos. Su affmo. Estoy malsimo. NOTA: 1.- La carta, que probablemente est escrita en los primeros das de Abril de 1.894, notifica, como leemos, al padre de Martnez Ruiz la aparicin del libro tan esperado: El Amor Cristiano. Amat no estaba, ni mucho menos, recuperado de su ltimo ataque. Sin embargo, la publicacin de su libro le saca por breves mo mentos de su dolorosa enfermedad. Buena prueba de ello son las pocas cartas escritas en este mes de Abril, una de ellas llamada por don Miguel la ltima, y que supone, como veremos en su momento, su ltima voluntad. M. Amat. 292 Sin fecha. (Probablemente, por la fecha de la siguiente carta, tambin sta es del 10 de Abril de 1.894) Querido Pepe: te envo por este correo varios ejemplares de El Amor Cristiano para ti y el Sr. Martnez Tortosa. No puedo hacer propaganda. Hacedla vosotros. No s si Guijarro os habr enviado otros ejemplares. Si es as, mejor, ms tendreis para hacer propaganda. Adjunto una carta del Marqus de Cerralbo para que, cuando venga el caso, se inser te en mi biografa el primer prrafo; pues ser de excelente efecto para los carlistas. Tu to. Miguel. Por equivocacin inclu en la carta a D. Eduardo Pastor la de Cerralbo. Recgela y gurdala. Los ejemplares que te enviar Guijarro gurdalos para ti, menos 5 que los entrega rs al Sr. Martnez Tortosa. Petrel, 10 de Abril (1.894) Querido Pepe: ve sin prdida de momento a casa de don Eduardo Pastor, pues le escribo que te entere de cosas de mucho inters, y que te d copia de la carta que he recibido del Marqus de Cerralbo. Tuyo, Miguel Amat. Escribo a Polo Peyroln cosas de mucho inters. Podas hacerle una visita en mi nom bre, en virtud de la que te escrib para l a fi nes del ario pasado. Estate a la mira de lo que digan sobre mi y sobre El Amor Cristiano los peridicos de Valencia, sobre todo los carlistas. P.D. He pensado que seas t el portador de la carta del marqus de Cerralbo al Sr. Polo y Peyroln. Ya le digo a Pastor que te la entregue. Mi lima carta y mi ltimo ruego 1) Petrel, 19 Abril 1.894 Querido Pepe: adjunto el taln para que recojas un paquete de 25 ejemplares de El Amor Cristiano. Tengo el convencimiento, querido Pepe, de que la obra puede hacer mucho bien, pero se creen todos que est escrita por un loco, y ni siquiera me contestan dndome las gracias. Unicamente algunos peridicos de Alicante le han dedicado los sueltos que vers adjuntos. 293 Remit media docena de ejemplares a D. Damin Isern, Director de La Unin Ca tlica, para Pidal, Conga-Arguelles y otros, y nadie me ha escrito. Qu obra tan desgraciada! Si yo hubiera estado bueno y afiliado a un partido poltico. . . Dale al Sr. Martnez Tortosa los ejemplares que te parezca, y los dems entrgalos a los Directores de los peridicos a quienes van dirigidos. En tus manos y en las del Sr. Martnez Tortosa, dejo mi obra querida. Acreditadla. Aqu tengo 100 ejemplares ms. Si quieres alguno para los crticos de hoy da, pdemelo. Qu horrible situacin la ma! Qu catstrofe! Despus de escrito lo anterior he pensado aumentar hasta 60 los ejemplares que te envo, para que remitas a la Revista Calasancia, Clarn, Pardo Bazn, El Correo Espaol, y dems crticos y peridicos que te parezca. Si te parece remitir a algunos prelados, remtelos. Yo lo envo al Sr. Obispo de La Habana, Senador y Arzobispo de Compostela, id. de Valencia y a Castellote. No puedo ms. Ay de m! Tu to. Miguel. Recoge los Juicios Crticos que se publiquen. No tengo ilusin de nada. Qu han hecho de m(2) Esta maana, en el Juzgado Municipal, he dictado dos largas sentencias de Juicio Verbal. Y muero loco!! No. Muero destruido, descalabrado y envenenado. Miguel. Van ejemplares dedicados al Mercantil Valenciano, Correo de Valencia y Co rrespondencia de Valencia. A Las Provincias lo mando aparte, certificado. Si hay otro peridico en Valencia, o revista importante, entrgales un ejemplar. Si se reimprime algn da El Amor Cristiano, pondreis en el Apndice: El Trbol, La bendicin de tu madre y En la muerte de un amigo. Adems, pondreis ndice. Los Pecados capitales, cada uno debe ser una leccin. La 2. impresin se har sin dejar blancos, y con letra y renglones ms menudos, para que sea ms a propsito para los nios. Ilusiones! Quin sabe Ya ves: te envo 60 ejemplares. Mucho quehacer te doy, pero s que lo hars con gusto, pues t sabes lo que conviene difundir El Amor Cristiano; y eres quien me ha comprendido mejor en el mundo. Qu tristeza! La carta a Teodoro envala, no la lleves t; y si quieres, no se la des, y enva el ejem plar al Director interino.(3) 294 a a_C a l C -A ee_e,t,--e_ 7 ,I -J 2 ea_ cQ-e 7/ l t C Otfr 41 .e., *((vt__ c) , Fotocopia de la carta del 19 de Abri l de 1.894. Es una carta fundamental; muy subrayado por M. Ruiz, que la utiliz ampl iamente en Antonio Azorin, 295 296 297 86Z /, 299 300 301 302 NOTAS: 1.- Cada vez son ms frecuentes las llamadas Ultima carta, que prueban la sensacin de don Miguel de hallarse ante una prxima y terrible muerte. De he cho, tras la carta del da 20, no volvemos a encontrar otra hasta dos meses despus. 2.- Esta frase y la siguiente estn sealadas al margen por el lpiz rojo de Mart nez Ruiz. 3.- Esta referencia a Teodoro Llorente muestra a las claras el deterioro de las relaciones entre ambos, a pesar de la fra carta que le escribe a continuacin y que, evidentemente,una vez ms Martnez Ruiz no cumpli con el encargo de su to de llevarla al destinatario. Petrel, 19 Abril 94 Querido Teodoro: al mismo tiempo que esta carta, recibirs un ejemplar de mi obra predilecta El Amor Cristiano. Creo que puede ser muy til. Pero, amigo Teodoro, las circunstancias de mi enferme dad, le quitan toda la importancia. Qu desgracia la ma y qu desgracia la de la obra! Quizs seas t una excepcin. Mucho te agradecera le dedicases un rato. Los tiempos son malos y todo lo que se haga por la educacin de la niez y de la juventud me parece poco. Apenas puedo escribir. Mi estado es muy raro. Mi razn no me falta ni ha faltado un momento, pero mis sufrimientos nerviosos cerebrales me tienen tan exasperado que no tengo paz. Y sigo con caldo solo. Tuyo. Miguel. Si el Sr. Director de El Nacional es el Sr. Bquer, haz el favor de saludarle en mi nombres, pues es amigo. Petrel, 20 Abril 94 Querido Pepe: ya que van 60 ejemplares, por qu no dejas media docena en la li brera de Aguilar, y dos o tres ms, para ver si se vende alguno Le escrib a Pastor que lo hiciera as, pero creo que no ha recibido los ejemplares. Por supuesto que convendrs que coincida el ponerlos a la venta con el anuncio en los peridicos. Lleva un ejemplar a D. Pablo Solano, Director de El Magisterio Valenciano, calle de Eixarchr, 6 y 8, 2. , y rugale en mi nombre (cmbiala con La Educacin Catli ca) que anuncie y recomiende la obra en su acertada revista. Llmale la atencin sobre las dcimas del Ave Mara, Salve, Sacramentos, etc., etc., y sobre los Pensamientos, y lo fcil que ser a los nios aprender dichos versos. Si se publica otro peridico de Educacin, reglale otro ejemplar. 303 Las lminas estn concluyndose; cuando se terminen se remitirn a los comprado res, sin abonar ms precio. Se vende en la librera de Guijarro, Alicante, (P. del Progreso, 5) y en casa del autor, Petrel. Publicaste la Ontologa(1) Tuyo, tu to. Miguel. NOTA: 1.- Lo que Martnez Ruiz publica en la primavera de 1.894 es el librito Busca pis, con el seudnimo Ahrimn, en el que recoge artculos y crnicas publica dos la mayora de ellos en la prensa valenciana. Amat permanece totalmente aje no a este profundo cambio de rumbo en la trayectoria literaria de su sobrino, al que cree haciendo una amplia biografa y antologa suya. Con frecuencia, en las cartas de Amat se confunde Ontologa con Antologa, hasta que, finalmente, es esta ltima palabra la nica que aparece. Petrel, 24 Junio 1.894(1) Querido Pepe: acabo de leer en La Redencin que has llegado a Monvar. Supuesto que por ahora no hay que pensar ni en Prosas ni en Romances, por desgracia ma, y que tengo 15 tomos encuadernados entre libros impresos, manuscritos de obras terminadas y de notas, ten la bondad de darle a Visent(2) todos mis libros y manuscritos, y lo arreglaremos todo junto. Lo que me sucede, querido Pepe, es muy extraordinario. Ni tomo ms alimento que gcaras de caldo y leche, y alguna pequea galleta, ni duermo ms que algunos minu tos, y estoy tan dbil que hace 26 das que no he puesto los pies en la calle porque no puedo andar. Pero lo peor es que como no puedo estar quieto, y el pensamiento es tan listo, para distraerme estoy siempre escribiendo, no cualquier cosa sino componiendo versos. Hace cinco o seis das, en particular, que no he parado en las 24 horas del da ms que algunos minutos que a intervalos duermo por las noches.(3) En los 26 das que estoy sin salir de casa, he escrito lo siguiente: 1. : varios opscu los titulados: Los enemigos del alma y las rdenes religiosas; El materialismo y las virtudes cristianas; La sabidura, la libertad, la civilizacin y la felicidad verdade ras. Y otros. 2. : El amigo de los labradores o Aforismos rurales, que principi a insertar en La Educacin Catlica y que ahora he terminado, con muchas y variadas notas y varios apndices. Y van tambin en sta obra los escritos agrcola -forestales, que sabes que tengo. 3. : Los Proverbios de Salomn en verso, con un largo prlogo y muchas e intere santsimas notas. Esta obra la he arreglado en 15 das, y tendr, segn calculo, sobre 3.000 versos. Ha habido noche que he hecho 400,(4) bien que son en romance. Veas 304 si le gustar a Miguelito esta obra que, a pesar de nuestros grandes desembolsos y de sengaos de no vender un ejemplar de ninguna de las obras impresas, vamos a impri mir sta en casa de Clavarana, en Orihuela. Hoy le ha escrito Miguel para que princi pie pronto la impresin. 4. : Muchsimas poesas sueltas, y en prueba de que no son garrafales, como quiz suponga alguno que no conoce la manera de padecer ma, te incluyo la Plegaria a la Virgen, que hice anteayer en tres horas. Miguel me ha hecho poner Improvisada.(5) Otra de las poesas sueltas que he hecho se titula Lgrimas! y les ha gustado tanto a todos que hemos resuelto tirar en casa Guijarro un folleto compuesto de Lgrimas!, El Credo y La Plegaria, que va adjunta. No s qu decirte, que vengas o no vengas. Creo que te dar mucho sentimiento ver me, pero te quiero tanto y tanto.. . Si vienes, ven pronto. Si tienes algn captulito escrito de la Ontologa, tretelo. Quisiera que vieses el ma nuscrito de Proverbios, pues Clavarana no tiene ms que 13 y quedan aqu 18. Veas si entre tus libros trata alguno de los Proverbios y tremelo. Si tienes algn diccionario o enciclopedia. Habr alguna traduccin en verso de dicha obra He recogido algn manuscrito y algunas notas y varios captulos, pero los que estn en limpio estn muy adicionados y corregidos. Lelo todo y dime imparcialmente tu opinin; y si notas alguna incorreccin o error, etc., ntamelo en un pliego. Dime lo que convenga suprimir, refundir o aadir, pues an estamos a tiempo. Expresiones a tus paps y hermanos, sensibles de Miguelito y te abraza tu desespera do to que te quiere mucho. Miguel. No tengas prisa en devolverme los manuscritos de los Proverbios. Cuntos deseos tena de que vinieses. Cre no verte ya ms. Y como no me has contestado a mis cartas lo senta mucho, hasta que vino Miguel y me dijo que estabas muy atareado en el estudio. La Redencin me la envan sin haberla yo pedido. El martes ltimo escrib ajusto Amo mandndole varias poesas, y preguntndole si le convendra imprimir de su cuenta en la imprenta de La Redencin un opusculito para los nios de Fbulas, oraciones, pensamientos, etc., y no me ha contestado, lo cual he sentido muchsimo. Nadie me contesta.(6) Escrib a Moll y a Morea, envindoles dos capitulitos de los Proverbios para que los publicasen en La Ilustracin y El Alicantino, y ni siquiera me han contestado. Escrib a D. Manuel Rico y tampoco me ha contestado. Tu to. Coteja algunos versos de mi traduccin de Los Proverbios y dime tu parecer; pero sin ponerlo en el prlogo. NOTAS: 1.- Esta carta aparece entre los legajos de la Casa Museo de Monvar resguar dada por una vieja hoja amarillenta en la que M. Ruiz escribi a lpiz: 305 La carta que Azorn acaba de recibir de su to Pascual Verd dice as: Las palabras de recibir van subrayadas con lpiz azul y ms abajo, con trazo grueso en azul, est escrito: Primera carta de Amat, y con lpiz de trazo ms dbil: Cada una en un captulo, repasado, escrito. Ver cap. 2. 2.- Visent es su criado. 3.- Desde Lo que me sucede, querido Pepe, es... hasta aqu va subrayado al margen con un gran trazo rojo por el lpiz de M. Ruiz. 4.- Ha habido noche que hecho 400 est subrayado en rojo por M. Ruiz. 5.- Slo una parte muy reducida de estos poemas se imprimi luego en el pos trero libro de don Miguel, Mis ltimos cantos. Ninguno de los opsculos, slo unos pocos aforismos rurales, la mayor parte de ellos ya publicados en La Edu cacin Catlica, y las poesas, es lo que pasa al libro. 6.- Subrayado en rojo por M. Ruiz. Hoja suelta.(1) Como despus de un proyecto realizado acaricio otro, hoy he concebido el de poner en verso la vida de Jess,(2) la cual ya tengo en un manuscrito completo. Ayer maana an hice 20 redondillas octoslabas, que regularmente sern mis ltimos versos. Estn en el cajn del centro de mi mesa de despacho, por si quieres hacer mrito de esa mi ltima composicin en el artculo que me dedicars en los peridicos. Bien puedes de cir que te he querido cuanto he podido. Ver si puedo copiar las dichas redondillas. Miguel. Sabes que tenemos rganos vegetativos y rganos de relacin; pues bien, los prime ros los tengo buenos, pero sin poder alimentarlos. Los segundos, cerebro, nervios, los tengo destruidos. Mndame o treme las obras lo ms pronto que puedas. NOTAS: 1.- Puede ser esta hoja, que no lleva fecha, una continuacin de la carta ante rior, ya que hay que advertir que las cartas de Amat aparecen desordenadas en el legajo de la Casa Museo de Monvar. 2.- En Mis ltimos cantos se inserta como apndice el llamado Compendio de la Vida de Jess, en donde en 472 versos, en cuartetas, se narran los principa les momentos del Evangelio. Petrel, 25 Junio 1.894 Querido Pepe: siento que el criado no te haya encontrado, pues esta noche hubiese tenido carta tuya. 306 Estoy muy mal y voy a acostarme, pero pocos minutos tardar en levantarme. Te abraza tu to. Miguel. 26. La una de la noche. Despus de intentar descansar, no he conseguido ms que dormir ligeros ratos de un cuarto de hora. Mi situacin, Pepe, es horrible. No puedo tomar ni caldo ni leche; y sin embargo mi estmago est bueno, pero no funciona porque no le puedo dar alimento. La tirantez, sequedad, dolor y debilidad de la cabeza son irresistibles. Como mi debilidad es tan grande, apenas puedo tenerme de pie; y sin embargo, el delirio, el desasosiego me obligan a andar. . ., a pasar a la sala a escribir, para ver si puedo apartar de m los tristsimos pensamientos que me acosan. Un mar de moscas no me dejan tener las manos sobre el papel. Me quejo al Criador de mis grandes sufri mientos y de su impasibilidad, y de la tristsima muerte que me espera, sin hijo (qu ser de l), sin amigos, sin mdico, sin sacerdote y sin. . . nadie. Mi profeca de hace 12 aos acerca de mi triste fi n se cumple. Hace ocho das repet mi vaticinio en Lgrimas! En confianza te dir que mis ideas religioso -filosficas son un caos Sin embargo en Lgrimas! hice un esfurzo y acud a Dios demandndole que no permita acabe en tal estadoil ) Ya sabes mis sufrimientos fsicos. En cuanto a los morales: considerando la sincera fe que he tenido, la vida que he llevado, mis escritos, la manera como he educado a mi hijo, etc., etc., comprenders mis penas. Adis, no s si te volver a escribir. Envame mis escritos para que estn todos jun tos. Tu infortunado to. Miguel Amat. NOTA: 1.- Desde 26. La una de la noche... hasta aqu, hay en la carta un grueso trazo rojo en el margen hecho por M. Ruiz. Dentro de este texto subraya la frase: En confianza te dir que mis ideas religioso -filosficas son un caos y escribe a lpiz algunas palabras de Amat que parece no leer bien: insufribles, delirio, mar de moscas, criado. Ver cap. 2. Petrel, 27 Junio 94 Querido Pepe: recib la tuya y te agradezco todo cuanto me dices. Tienes razn, estoy metido en una obra de mucho empeo, (1) y por eso te ruego me ayudes con tu consejo, para m de mucho precio. Adems, Miguelito, que ley ayer tu carta y me dijo lo que yo ya saba, lo mucho que valas,. como estoy tan enfermo, aunque le gusta mucho la obra, duda a veces si meternos en su impresin, por lo que yo me alegrar que t vayas revisando los captu los y me hagas las observaciones que te parezcan oportunas, para corregirlas antes de enviarlas a Clavarana para que las imprima. 307 Los doce primeros captulos ya no puedes verlos, lo que siento mucho, porque estn ya en Orihuela, pero hoy te envo el XIV y XV con sus notas, para que hagas el favor de revisarlos y darme tu parecer, pues maana van de aqu a Orihuela, y quiero que me los devuelvas con el criado. Ten paciencia, y si hay Dios, el te lo pagar. Debo manifestarte una cosa. Como los Proverbios tienen tan poco enlace entre s, apenas se ve claro, para los poco inteligentes, la relacin que hay entre la materia del captulo, resumida en el epgrafe, y el cuerpo de dicho captulo; y para que aparezca mejor la trabazn, digmoslo as, compongo, para ponerlas al principio de cada cap tulo, varias cuartetas que, si bien son inspiradas en el espritu (permteme la redundan cia) del libro que traduzco, no son versin de ningun versculo determinado. En ese caso estn las cuatro primeras del captulo 14 y las dos tambin primeras del 15. Te parece esto aceptable Caso de aprobarlo, te parece bien que lo diga en el prlogo y que se marquen con una seal los versos que no son traducidos porque de vez en cuando hago lo mismo en el centro de los captulos, como puedes ver cotejando algn trozo con los versculos de los Proverbios. Podra ver la traduccin de Fray Luis de Granada La vendern Qu valdr La debo tener es verdad Pondr las notas al fi n de cada captulo. Te suplico pidas lo ms pronto posible a Valencia la coleccin de mis escritos. La necesito mucho para perfeccionar y terminar la traduccin de los Proverbios. Adems, Gald qued en ver si hay editor por cuenta propia para mi obra Aforismos Rurales; y en esa obra han de ir todos mis estudios agrcola -forestales. Escribe, pues, de seguida a Martnez Tortosa. Adis, Pepe, cudate mucho. Expresiones a los paps y familia, y dispn de tu apasionado y desgraciado to. Miguel Amat. Inspirndome en las ideas que aparecen en los 16 primeros versos del captulo 14, acerca de la utilidad del consejo, me afirmo en mi resolucin de consultarte antes de imprimir el libro. Amo me contest dicindome que vera si el que est al frente de la imprenta en que se tira La Redencin editaba por su cuenta mis poesas ligeras. Crees que haremos algo Saldr bien la edicin Creo que no. Mndame tambin el prlogo y captulos sueltos que te remit. Tienes por casualidad algn tomo de poesas de Querol, Grilo, Alarcn y Tassara Todas las tena y no las encuentro. Se me han extraviado la mitad de los libros. El vicario tena las Primicias de la Biblia, de Duclot, y no se encontraba; y yo le dije: pues eso slo V. debe tenerlo; lo busc y lo encontr. Qu catstrofe! y qu consecuencias II Y lo que queda. Si notas algn verso defectuoso, si puedes corregirlo al paso, lo corriges; y si no, ad virtemelo para corregirlo yo. Y si crees en las notas que hay que repasar algo, dmelo tambin. Cunto he deseado que vinieras y t sin contestar a mis cartas, pcaro! 308 Estoy muy entristecido al ver que el mundo juzga equivocadamente acerca de mi es tado. Nadie contesta a mis cartas. Remit al Alicantino y a La Monarqua varios capitulitos de esta traduccin para que dijeran algo en los peridicos y ni siquiera me han contestado. Remit a Calvo Lgrimas! para que la publicase en La Correspon dencia, y ni tan slo me dijo: Lo he recibido. Quisiera dar a ese mundo engaado una prueba de mi verdadero estado. Por qu no escribes un extenso suelto o un articu lito corto para publicarlo en La Correspondencia Alicantina diciendo que has visto algunos captulos de mi traduccin Dame esa pequea alegra. Y si escribieses al Mer cantil, mejor. Qu desengao me han dado mis compatriotas! Di algo en la carta que me contestes que pueda animar a Miguelito. Tu to. NOTAS: 1.- Esta obra, que comenz siendo una traduccin de los Proverbios bblicos y se continu con la traduccin en verso del Eclesiasts, Eclesistico, Salmos, Libro de la Sabidura y otros libros sapienciales, qued en la imprenta de D. Adolfo Clavarana, en Orihuela, sin terminar de imprimir, aunque ya se haban tirado ms de 2.000 versos cuando Amat sufri su definitivo ataque apopljico en Septiembre de 1.894 y por el que ya no recuperara su lucidez. Por otra parte, y basndose en estos mismos temas, haba escrito varios artcu los y poemas que tena dispuestos para un libro en el que vena trabajando desde 1.892 y cuyo ttulo era Mximas y consejos. Public varias de estas mximas en sus libros y en la prensa, pero la mayor parte de su trabajo qued en imprenta sin acabar su impresin. Junio, 29-94 Querido Pepe: Te envo las planas que me ha remitido Clavarana( 1). Qu nmero te parece mejor El cuerpo 10 o el 12. La letra ms pequea (pues no s el cuerpo que es mayor) es ms elegante, pero la otra es ms clara. Cul te parece que elijamos He pensado traducir todos los versculos pues as me parece que debe ser, y fuera de que tachen la traduccin por ese lado. Para que formes idea de que el trabajo as es mucho mayor, te remito otra vez los captulos 14 y 15 y vers que he tenido que aadir ms de la mitad de los versos, que deseo leas para que acabes de formar tu juicio de la obra. Ya vi por tu ltima que te gusta el estilo, pero yo quisiera que fueras un poco ms severo y minucioso y me dijeras tu opinin respecto a lo que encuentres mal, pues aho ra an estamos a tiempo para corregir y enmendar. Por ejemplo, qu te parecen las notas Te envo no solamente las de los captulos 14 y 15, que ya viste, sino las del 16, 17y 19, pues el 18 no tiene. Yo me dejo llevar de la inspiracin del momento y quiz traspase los debidos lmites. Comprendo, como dice Clavarana y como t tambin dices, que hemos de buscar 309 el gran bien moral que han de hacer los textos sapienciales, pero si no se explica el meollo, digmoslo as, que tienen esas sentencias y esas mximas para corregir la so ciedad actual, no se sacar del libro todo el provecho que se debe. Hay que vulgarizar las buenas doctrinas, y la lectura escueta del verso me parece poco para el objeto educativo que nos proponemos. Dime tu opinin. Adems ya te dije que los versos que van al comienzo de los captulos no son traduc cin sino compuestos por m por metodizar ms la cosa. Por ejemplo, los 16 primeros versos del cap. 14, que tratan del consejo. Los ocho primeros del 15, que tratan de la enseanza o educacin, y los 12 primeros del 16, que tratan de la rectitud de los juicios. Miguel no lo encuentra mal, siempre y cuando digamos algo en el prlogo y marque mos con cualquier seal los que no son traducidos. Me tacharn esto Dime tu opinin. He escrito a D. Julio Salv que me enve la traduccin de Fray Luis de Len. El bibliotecario de Valencia no ha tenido la atencin de contestarme. La cuarteta se qued en el borrador. Si notas algn defecto en los versos, si puedes corregirlos de paso, los corriges, y si no, me llamas la atencin. No dejes de la mano a Martnez Tortosa, pues me hacen muchsima falta mis papeles. Qudate los manuscritos adjuntos, que ya mandar yo por ellos regularmente el lu nes; y as podrs leer y meditar despacio. Gracias a Dios que tengo tan cerca de m a una persona como t que puede contri buir en tanta manera a que se arregle bien una obrita que, juzgando naturalmente, puede hacer mucho bien. Ojal que el tiempo que perd en Octubre y Noviembre escri biendo sobre Melilla lo hubiera empleado traduciendo los cuatro libros sapienciales y los Salmos, pues he adquirido tal facilidad que, con el texto y sus comentarios a la vista, dicto de golpe al escribiente como si fuese prosa, y si no tiene la mano ligera me consumo de ver que he de esperar. Expresiones a la familia, recbelas de Miguel, y sabes que te quiere tu to. Miguel Amat. Tambin te envo la traduccin completa del captulo 16. Quisiera ver las poesas bblicas de Carvajal. Envamelas. NOTA: 1.- De fechas 27 y 28 de Junio se conservan dos cartas de Adolfo Clavarana. En ellas le da detalles sobre la impresin del libro y le aconseja el mejor modo de la ordenacin de los temas. Por ellos nos podemos hacer una idea de la desme surada amplitud del proyecto. De la carta del 27 entresaco el prrafo siguiente: Respecto al prlogo, crea V. que con mil amores me honrara en escribir uno para la obra,pero estoy abrumado y enfermo y mi enfermedad, al revs de la de V., en vez de empujarme y alentarme al trabajo me inutiliza y aplana hasta el mayor extremo. Hablando de la enfermedad de V., decame el otro da un Dr. amigo a quien yo se lo pintaba, que lo que V. tiene indudablemente es un verdadero histerismo, como si dij ramos padecer y no morir. 310 Petrel, 1.0 Julio 1.894(1 ) Querido Pepe: he recibido los manuscritos con tu carta. No puedes imaginarte cunto te agradezco las observaciones a la forma del verso. Acepto todas tus correcciones, y deseo que dando hagas lo mismo. Tambien deseo que acabes de ser franco, mirndome como Adivino un pensamiento tuyo. Te pregunt qu te pareca de contestado. Yo me acord de aquellos versos: Si el sabio calla, muy malo. Si el necio aplaude, peor. que me haces respecto en lo que te vaya man a un hermano. las notas, y no me has En este punto lucho entre dos extremos: quiero extenderme para expresar mis ideas sobre todas las cuestiones sociales que se agitan hoy da, dando la solucin cristiana. Y por otra parte, me parece que no deben ir ms que ligeras notas cuando sean nece sarias para la inteligencia del asunto. Podr tomar un trmino medio, como vers que hago en la que concluyo del captulo 22. Ese captulo me parece muy importante y he procurado esmerarme en su traduc cin, aunque he traducido esta noche tres captulos, con un total de ms de trescientos versos. Pero no puedo remediarlo, es el delirio, siempre en aumento desde hace dos aos. Tampoco me has dicho qu letra te gusta ms de las dos planas que te envi de Clavarana. Te envo sin certificar el captulo y notas adjunto, porque si se pierden, tengo los borradores. Lelo, y maana me lo devuelves con la persona que te llevar las meditaciones de Lamartine, que en efecto tengo, pero que a primer golpe no los he podido encontrar. Espero esta noche a Miguel, que est en Alicante, y har que las busque hasta que las encuentre. Tu to. Miguel. Tambin quiero que me digas tu opinin respecto a un punto de muchsima impor tancia. Te digo que intercalo muchos versos completamente originales, unas veces al principio del captulo para darle cierto principio natural, como por ejemplo en el cap tulo 14, que principia hablando del consejo, lo encabezo diciendo: El consejo es una luz de resplandores muy claros, porque l nos dicta y propone aquello ms acertado. Consulta siempre, hijo mo, al hombre de ciencia honrado, aunque si bien se examina, el que es virtuoso es sabio. Medita siempre y consulta todos los negocios arduos, pues de eso depende siempre el bueno o mal resultado. Ay! despus que los proyectos en hechos se han transformado, el mal no tiene remedio en caso de haber errado. 311 Muchos captulos tienen esa especie de introduccin. Adems, al final de algunos tambin pongo versos tratando de la naturaleza del asunto. No he podido contenerme. As, despus del captulo sexto, conclua hablando del marido ultrajado: Quin detendr su venganza Quin su corazn aquieta Y ahora concluyo as: Ya ves de su gran pecado las fatales consecuencias. Es ms sano y es ms dulce fruto de gran cosecha. Ni se vence ante los ruegos ni ante grandes recompensas. Se come con alegra, sin peligros ni contiendas, y se disfruta el gran bien de una tranquila conciencia. La razn literaria me dice que todo eso debe ir fuera. Que una traduccin debe ser eso y nada ms. Me duele suprimir ms de cien versos, pero no te duela rajar ni cortar, pues t quedars despus ms sano y sin imperfecciones, y sabes que Argensola en su Epstola a los Pisones(2) viene a decir lo mismo: y concluye tus versos, despus de tantas admisiones y supresiones, saldrn ms bellos, as como el sol sale ms hermoso de las apuadas y negras nubes. Dime valientemente tu opinin, a ver si arreglamos un buen librito. An me falta consultarte otro punto: en las notas, y cuando viene muy a pelo, copio algunos versos mos, como alguna dcima de Las virtudes teologales, algn pensa miento suelto como un verso, bien de los Salmos. . . , etc. Qu te parece de esto Mi conciencia literaria tambin me desilusiona. Pero estoy decidido a hacer lo que t me digas, primero por la confianza que me inspiras, y segundo porque estoy malo, muy malo y dudo de m mismo. Los versos: Sanidad para tu ombligo, tambin riego a tus huesos. .. vacil si los pondra o no. Pero como quiero que aparezcan de vez en cuando algunas frases que conserven en el libro su sabor especial, digmoslo as, las dejo. Pero en vista de lo que me dices las quitar, suprimiendo los cuatro versos que dicen: Para tu cuerpo y tu alma esto ser un gran consuelo: sanidad para tu ombligo, tambin riego a tus huesos. Y queda muy bien el sentido entre la anterior y la posterior cuarteta. Sustitu la verbosidad de: Caste en poder de su prjimo por este verso: T no sa bes lo que has hecho. Los cuatro versos sobre el fiador los he puesto como t dices. Y donde deca su juicio ha de ser recto, lo he puesto como t me dices: Ha de ser un juicio recto. 312 NOTAS: 1.- Esta carta dictada por Amat lleva la muy deficiente letra de, probablemente, alguno de sus criados. Es especialmente interesante, porque precisa la participacin directa de Mart nez Ruiz en la confeccin de versos de Amat. 2.- La Epstola a los Pisones, de Horacio, es atribuda aqu a Lupercio Leonar do Argensola, quien fue de hecho su traductor. Sin fecha. (Pero, probablemente, del 5 de Julio de 1.894.) Querido Pepe: he recibido la tuya con todos mis manuscritos y el principio de mi biografa.(1) Qu te puedo decir, hijo mo Te doy las gracias porque haces caso de un infeliz, infortunadsimo, que el mundo olvida y quiz desprecia. Si hay Dios, l te lo pagar; y si no lo hay, di como Caldern: Y si al fi n la vida es sueo soemos haciendo bien. Est divinamente escrita, con mucha correccin, estilo ameno, y con gran discrec cin: mucha alegra me daras, lo mismo que a Miguelito, (como vers por su adjunta carta) si acabaras esa antologa antes que yo me inutilice del todo, lo cual est ms prximo de lo que t te fi guras. Nadie como t, que me has tratado y me conoces a fondo y que has ledo todas mis obras, puede hacerme justicia. Te incluyo una notita de mis composiciones en verso y prosa. Tambin te incluyo Lgrimas!, aunque creo la leers en El graduador. Hoy espero las pruebas de un folleto, as titulado, que se compone de Lgrimas! La plegaria a la Virgen, que conoces, Cada y Redencin o la Encarnacin del Ver bo Divino y La gloria.(2) Cmo parece que lo titule: Lgrimas solo, o Lgrimas y esperanzas, porque insertando La Encarnacin del Verbo parece que haya motivo para ello. Tu to que te quiere. Miguel. No encuentro Canalejas.(3) Qu infamial. NOTAS: 1.- Esta biografa de Amat, hecha por Martnez Ruiz, se ha perdido. Por las cartas hemos visto que en ella estuvo trabajando bastante tiempo y para ella le envi Amat muchos escritos. Tena que publicarse como folleto, aunque Amat le instaba para que se convirtiera en un extenso libro que recogiera tambin una antologa de sus obras. 2. -No se public este tal folleto, sino que estos poemas, con este mismo orden, constituyen las primeras pginas de Mis ltimos cantos. 3.- Probablemente se refiera a la Historia de la li teratura espaola de D. Fran cisco de Paula Canalejas. 313 Petrel, 5 Julio 1.894(1) Querido Pepe: he ledo el principio de la biografa que has escrito de mi pap, y te doy las gracias por el trabajo que te tomas y por la benevolencia con que le juzgas. No te dejas ningn detalle y est bien escrita. Supuesto que has puesto la mano en la cosa, que tienes todos los antecedentes y que conoces a mi padre con tal profundidad que me asombra, ya que ahora no tienes ninguna cosa precisa, sin cansarte, me alegrara que concluyeses la biografa para poderla impri mir cuando nos parezca. Comprendo que mi pap tiene mucho gusto en ello. Tu primo que te quiere. Miguel Amat. NOTA: Es la nica carta firmada por Miguel Amat Broqus dirigida a Martnez Ruiz con servada en la casa Museo. Hay adems una carta de doa Luisa Maestre, fechada en 1.879 y dirigida a la madre del futuro Azorn que, como vimos en su momento, fue escrita tambin por Amat Broqus. Hoy 11(1) Querido Pepe: Te envo la conclusin, menos el captulo XXV. Este lo concluir maa na, y es importantsimo, pues describe la gran gloria de Salomn. Si puedes leer todo lo adjunto, se esperar el criado; si no, volver maana. Fjate y corrije lo que te parezca. Dime qu te parece de los captulos XVII, XVIII y XIX, que he rehecho. Tambin rehi ce lo primero de la obra, sobre todo el 1. 0 . Tu to. Miguel. Un hijo de Amparo Villalba viene estos das. Dime dnde vive Martnez Tortosa y pasar a recoger mis papeles.(2) Avisa t a Martnez. El chico de Amparo llevar carta ma. NOTAS: 1.- Aunque slo pone la fecha del da es, sin duda, de Julio de 1.894. 2.- Ya desde cartas anteriores hemos notado la preocupacin de don Miguel por sus manuscritos enviados a Valencia, a Jos M. Martnez Tortosa, para que ste pudiera hacerle el prlogo para El Amor Cristiano con todo conocimiento del autor y de la obra. El tiempo ha ido pasando y los manuscritos no vuelven a don Miguel. Veremos en las prximas cartas la desesperacin del poeta por la prdida de los manuscritos y, por otra parte, lo que parece un abandono de Martnez Ruiz. 314 Petrel, 12 Julio 94 Querido Pepe: apenas puedo llevar la pluma y sin embargo... no puedo estar sin hacer nada, pues he de pensar en lo que no quiero.(1 ) Adjunto la traduccin del captulo XXV, adicionado con un Canto a la gloria. En la nota explico el pensamiento. Creo que aceptars esa especie de Canto al Sabio autor de los Proverbios. Es conciso pero completo. Las numerosas notas acaban de redondear el plan. He visto muchos autores, pero el que ms me ha servido es Cant. Tambin te envo el cap. 1 reformado y adicionado. Como es el 1. he credo que conve na algo til. Corrige las traducciones de los cap. 1 y 25. El folleto que pensaba imprimir en Alicante, y del que ya me van mandando las prue bas, se va conviertiendo en un libro. Hasta ahora se compondr: 1. : Pobres Nios!. 2. : Cada y Redencin o la Encarnacin del Verbo Divino. 3. : La gloria. 4. : Epstola a Harm sen. 5. 0 : Plegaria, y 6. : Lgrimas.(2) Si viene pronto el tomo de mis Romances, elegiremos los mejores, y el folleto se converti r en mi segundo tomo de versos, que haciendo pareja a Rimas, sabes que se titular Romances. Tu to. Miguel. Ayer tuve carta de Clavaranap) en la que me dice que iba a visitar al Obispo y hablar le de mi traduccin. Tampoco desde Madrid me enva Sixto la traduccin de fray Luis de Len. Ah no tie ne nadie la coleccin de Rivadeneyra Qu no te parece oportuno decir nada ni en La Correspondencia Alicantina ni en El Mercantil de que se est imprimiendo mi traduccin de los Proverbios NOTAS: 1.- Todo este primer prrafo est sealado con un trazo rojo por M. Ruiz. 2.- Por primera vez se habla directamente de lo que ser el libro Mis ltimos can tos. Esos seis poemas, y con ese orden, sern los primeros que aparecen en el libro, aunque, como se lee, la idea de Amat es que incluya los romances. 3.- No est la carta de Clavarana. Petrel, 13 Julio 94 Querido Pepe: as que recib la tuya mand mi criado a Yecla con una carta para D. Jos M. Martnez Tortosa, que yo crea era primo tuyo. El criado entreg la carta al que s es primo tuyo, D. Jos M. Martnez, el cual, como es natural, ha dicho que no sabe nada de mis libros. Pero estoy confundido. 315 Cmo t me dices que Martnez Tortosa est en Yecla Scame de esta confusin y, sobre todo, veas cmo arreglrtelo, pues quiero imprimir, desde luego, mis romances. Te envo con el dador la continuacin del Discurso sobre Historia Universal, de Bos suet, por Cuadrado, pues la de Bossuet no la tengo. Para tu inteligencia, te envo la carta de tu primo; y debo decirte en confianza que los ejemplares de la Oda a la Virgen y las tres o cuatro pesetas que dice tu primo que entre g a mi criado, de tu pap, no los he recibido. No lo digo por lo que vale la cosa en s, sino porque los primos conviene que sepan el modo de obrar de sus criados. Le con gusto las observaciones que me hiciste sobre la cuestin del arte por el arte. Eso que t dices de que el poeta est abstrado cuando est en su labor, sin intencin previa docente, lo mismo le sucede al abogado, mdico, arquitecto, etc. Pero as como esos hombres de ciencia no deben traspasar los lmites de la moral al ejercer sus profesio nes, tampoco el poeta, tampoco el pintor. Yo no quiero que el artista y el poeta cumplan la misin de dmine, pero no quiero tampoco que sean ministros de la irreligin y la obscenidad. Velzquez, Quevedo y dems que me citas no daban ninguna leccin moral al ejecutar sus obras. Estas pertenecen a un gnero que podemos llamar indiferente y que es muy legtimo y muy justo, siempre y cuando el artista y el poeta se limiten a contar o pintar sin corromper a nadie. Tu to que te quiere. Miguel. Tu primo no conoce a Martnez Tortosa y nadie ha dado razn a mi criado. Petrel, 14 Julio 1.894 Querido Pepe: no extraes mi impaciencia. T mejor que nadie sabes lo que son los trabajos de inteligencia, y te voy a ser franco de un todo. En vista de lo que me sucede en este asunto, me pregunto ser que se le habrn extra viado a Pepe los papeles y tiene sentimiento de decrmelo Por ello, si no estoy equivocado, haz el favor de decirme lo que ocurre. Te entrego la que he tenido de Clavarana, yo le he contestado dicindole que quiero que se imprima, desde luego, la obra,(1) que conforme vayan examinando los captulos en la censura, que se vayan imprimiendo. Consrvate bueno y dispn de tu to. Miguel Amat. NOTA: 1.- No est la carta de Clavarana, pero la obra a la que se refiere es Los Prover bios, puesto que la impresin de Mis ltimos Cantos fue hecha por los hrmanos 316 Guijarro, en Alicante. La obra de Los Proverbios no lleg a terminarse por las contnuas adiciones que, sobre la marcha, quera hacer Amat. La recada en su enfermedad acab con el proyecto, aunque por la carta del 3 de Agosto de 1.894 parece que tambin iba a ser Guijarro quien imprimiera el libro. Sin fecha. (Probablemente, del 15 o 16 de Julio de 1.894) Querido Pepe: adjunto una carta para Clavarana(1) en la que explico las razones que me han decidido a poner en el libro de los Proverbios el apndice que vers. Qu te parece el pensamiento Entre las notas y el apndice se puede decir que hay un trata do completo de fi losofa y moral cristiana. Te devuelvo las poesas de Carabajal(2) (sic), que no tengo paciencia ni gusto de leer. Hemos revuelto toda la librera y no hemos encontrado el segundo tomo de poesas de Lamartine,(3) lo que he sentido mucho. Aunque no puedas ms que darle un vistazo, dselo al adjunto apndice, pues es preciso que se lo traiga el criado, pues maana va el ordinario a Orihuela. Con que leas el primer cap., que trata de la sabidura, y el ltimo, Conclusiones, tienes bastante para formar concepto. Y Martnez Tortosa Te enva mis libros Por Dios, Pepe! que sentira muchsimo su extravo. Dime francamente lo que hay sobre el particular. No me quieres decir nada sobre la Ontologa As que recibas mis obras, mndamelas. Consrvate bueno, y dispn de tu to. Miguel. Van tambin en el presente cinco captulos, con sus notas. Y como quiero que lo leas todo bien, he pensado no mandarlo maana a Orihuela. El Apndice es un trabajo serio, y quiero que lo leas despacio y corrijas la forma, pues como tengo este delirio, no sirvo ms que para componer vertiginosamente, y no para corregir. Al paso que lees, pues, todo lo que te mando, pnle los signos ortogrficos, y veas si hay alguna repeticin o incorreccin. Si de Monvar saliera algn ordinario, s, otro para Orihuela antes de/lunes, y lo tienes revisado, se lo mandas a Clavarana, que yo ya le he hablado de ti a este seor. Y si no va nadie, el lunes lo mandaremos en el ordinario de este pueblo. Sard y Sabiguy ni me ha mandado la traduccin de Fray Luis de Len ni me ha contestado. Cmo adquirir esa obra Hoy le escribo a un hijo de este pueblo que est en Madrid. Esta noche principiar a publicar El Alicantino unos Estudios sociales mos titu lados: La muerte de Carnot o la libertad de la fi era.(4) Si te hace falta algn libro de los que tengo, pdemelo. Tienes la literatura de D. Francisco de Paula Canalejas Cudate, y dispn de tu infortunado to. Miguel. 317 Recibiste en Valencia una carta ma en que te encargaba me enviases la obra de Trajanes(5) Aforismos rurales NOTAS: 1.- No est la carta a Clavarana ni tampoco el apndice, pues es probable que, como se seala en la carta, Martnez Ruiz lo remitiera a Orihuela. 2.- Tal vez se refiera don Miguel a los poemas de Jos de Carvajal y Lancaster (1.696-1.754) ministro plenipotenciario con Fernando VI y director de la Acade mia Espaola desde 1.751 hasta su muerte. 3.- Alphonse de Lamartine (1.790-1.869) poltico y poeta romntico francs. Autor de obras tales como : Meditaciones poticas, La muerte de Scrates, Armo nas poticas y religiosas... 4.- Efectvamente, El Alicantino public, a partir del 17 de Julio esos artculos de Amat. 5.- No he podido identificar a este autor citado. Julio 17(1.894) Querido Pepe: he tenido carta de Martnez Tortosa con el 2. propio a Yecla, en la que me dice que tiene mis papeles en Valencia, pero que los pedir. Yo crea que t, con arreglo a la carta que te escrib recien venido de Valencia, le habras escrito. Es un chasco, pues me hacen mucha falta, y cuando vengan ser, en parte, tarde. Escrbele a Martnez. Por la adjunta de Sarda vers que no encuentra la traduccin de Los Proverbios por fray Luis de Granada. Ayer le escrib a D. Mariano Aguil, jefe de la Biblioteca Provincial de Valencia, persona sapientsima, y ese me enviar la obra.(1) Tengo ultimada la traduccin de los Proverbios. He refundido varios captulos, sobre todo los dos ltimos, y dice Miguel que han quedado los mejores. Si puedo, sacar co pia y te los enviar. Siempre tuyo, tu to que te quiere. Miguel. Recib las revistas de Madrid. Si tiene alguno de Monvar La Revista Popular, mndame el n. que se ocupa de El Amor Cristiano, o cpiame el suelto en que se hable de l. Justo Amo quiz lo tenga. Dime si estn bien estos cuatro versos: Estas sublimes sentencias son del sabio Salomn, que fue hijo de David. Dignos uno de otro son. 318 Est bien dicho lo del ltimo verso, o debe decir: Digno el uno del otro es Pero esa redaccin no me sirve; y como esos son los cuatro primeros versos de la obra no quiero que noten un defecto. Contstame hoy. NOTA: 1.- Desde algunas cartas anteriores hemos visto el inters de D. Miguel por en contrar la traduccin de los Proverbios hecha por Fray Luis. No he identificado a algunas de las personas a las que pide el libro. En la carta del 29 de Junio deca que tampoco le haba contestado el bibliotecario de Valencia. Aqu, en esta car ta, cita al mallorqun Mariano Aguil, que, como se dijo en el 1. . cap. de este libro, lleg a Valencia en 1.858 y fue el inspirador de los Juegos Florales en los que Amat fue premiado. Sin fecha. (Probablemente del 18 o 19 de Julio de 1.894) Querido Pepe: si esto durase, en pocos meses traducird la Biblia. Esta noche, los dos primeros de la Sabidura. Lelos y devulvemelos, pero no es necesario que sea hoy. Te consulto: el verso 2 del cap. II debe decir que a tristes voces nos llama o como est Pon lo que elijas. El verso 6 del 8 te gusta como est o as: Y escucha un eco perdido porque el verbo se repite en la siguiente cuarteta. Tu to. Miguel. Petrel, 20 Julio 1.894 Querido Pepe: Hoy escribo a Guijarro, dicindole me diga a cmo me costar el plie go, del tamao de Rimas poco ms o menos, papel regular y sin dejar los escandalo sos blancos de Rimas, tirando quinientos ejemplares.(11 Le indico que me conteste a vuelta de correo, y como t ests ms al corriente que yo, dime a cmo se le puede pagar el pliego. Confo que dicho tomo de Romances llevar la Antologa que ests escribiendo, dime para cundo la concluirs, poco ms o menos. Quisiera vender los dos mil ejemplares de El Amor Cristiano; conoces algn libre ro a quien pudiera escribirle 319 Lo mismo te digo de los cinco o seis mil que tengo de los Folletos Catlicos Qu desdicha! Tu to. Miguel. NOTA: 1.- Comienza a gestionar con los hermanos Guijarro la impresin de lo que ser Mis ltimos cantos, aunque todava suee con la impresin de los romances y la Biografa que hara M. Ruiz. Sin fecha. (Tal vez del 21 de Julio del 94) Querido Pepe: como no he tenido carta tuya despus que estuviste aqu, a pesar de haberte escrito, temo si estars enfermo. Yo, perdiendo sin parar, pero arreglando trozos para Verdades eternas y tradu ciendo captulos del Libro de la Sabidura. Este se presta ms que los Proverbios a que el poeta levante el vuelo, pues se ocupa de asuntos muy sublimes y no son, como sabes, mximas aisladas sino que cada captu lo tiene su asunto; ahora, que he hecho una cosa muy grande traduciendo los Proverbios. Tienes ledos muchos pensamientos de mis tomos Tu to que te quiere. Miguel. Cuntos pliegos tienes corregidos del folleto Contstame sobre el precio de ste. Guijarro no me ha contestado. Miguel. Yo tena la novela de Montengn llamada Eudoxia, (1) con muchas mximas ano tadas de los fi lsofos gentiles, la viste por la librera NOTA: 1.- Eudoxia, hija de Belisario. Por D. Pedro Montengn. Con licencia en Ma drid, en casa de Sancha. Ario de 1.793. Novela histrico -filosfica encaminada a disponer el corazn de las jvenes al desprecio del fausto y de la vanidad en medio del lujo y de la ambicin, previnindolas contra los golpes de la fortuna, para que sobrelleven con fortaleza los mayores trabajos y humillaciones. Esta novela se encuentra en la Casa Museo de Monvar, no tiene ningn nombre de propietario y tampoco hay en el interior nada sealado. Pedro Montengn Paret (Alicante 1.745 -Npoles, 1.824). Fue uno de los jesui tas expulsados en 1.767. Se seculariz y contrajo matrimonio en Italia. Regres a Madrid en 1.800 y volvi a salir al destierro por la orden de expulsin de Carlos IV en 1.801. En Npoles sirvi como administrador de los duques de Alcaices. Su obra est muy influida por las ideas enciclopedistas. Destacan: El Eusebio, influida por el Emilio de Rousseau, y que fue condenada por la Inquisicin. 320 Odas, 1.776; Mirtilo o los pastores trashumantes, 1.795; Frioleras eruditas y curiosas para la pblica instruccin, 1.801. De la familia Montengn fue el primer marido de doa Luisa Maestre Rico, casada con Amat en segundas nupcias. Petrel, 22 Julio 1.894 Querido Pepe: Ya ves por la adjunta de Guijarro que me pide 35 ptas. por cada plie go, y le he contestado que no estoy conforme, porque el tomo de Rimas, que es mejor papel que el del folleto, me cost 25 ptas. pliego. Para hacerle ms fuerza le he dicho que bamos a imprimir en Valencia una antolo ga o biografa que t habas escrito ma, y que aunque no lo recordaba bien (mas que te lo preguntaba por el correo) me parece que estaba a 20 ptas. pliego. Dime si me dijiste eso, pues no lo recuerdo bien. Creo que me rebajar algunas pesetas. Dime a vuelta de correo qu te parece que vale cada pliego. He redactado algunos trozos para la obra Verdades eternas, pues yo los dicto en breves momentos, pero no tengo paciencia ni siquiera para leerlos y corregirlos. Corr gelos t por m y dime si pongo mi nombre bajo o qu se hace. Tu to que te quiere. Miguel. Tienes muchos trozos ledos Fjate en el articulito sobre el Funmbulo, y dime si te parece oportuno su insercin en la obra, por ms que lo que en l digo es leal expre sin de mi sentimiento. No me devuelvas por el correo los manuscritos. Cuando te enve el criado, l los trae r; pero antes de guardarlos, corrgelos, pues la forma debe ser muy incorrecta. Ayer estuvo Moli a verme y me dijo gustaban mucho mis artculos en Alicante. ( 1) NOTA: 1.- La firma de don Miguel aparece con frecuencia en El Alicantino durante los meses de Julio y Agosto. Benedicto Moll es el director del diario conservador. Petrel, 23 Julio 94 Querido Pepe: Encontr el primer tomo del Eusebio, donde tena anotadas algunas mximas de Epicteto que he copiado. Ahora estamos con Santa Teresa, pues tena ledas todas sus obas, y anotados, como de costumbre, sus principales pensamientos. He principiado escribiendo dos notas tituladas, la una: La libertad, y la otra: La Iglesia catlica, pero me han salido de tal extensin que las he destinado para 321 El Alicantino, a los estudios sociales. Luego, de esto, extractaremos lo que nos parez ca para la obra Verdades eternas. Tu to que te quiere. Anoche no tuve carta tuya. NOTA: 1.- El Eusebio es otra de las novelas de D. Pedro Montengn Paret. Publicada en 1.786, fue condenada por la Inquisicn pero no lleg a ser incluida en el Indi ce. No est en la Casa Museo de Monvar. Hay que recordar que El Eusebio, publicado en 4 tomos, es uno de los libros fundamentales del siglo XVIII. Montengn tuvo como maestros a Antonio Exi meno y a Hervs y Panduro, con los que fue a Italia al ser expulsada de Espaa la Compaa de Jess. Aunque El Eusebio lo escribi en Ferrara fue publicado en Madrid, por Sancha, en 1.786-1.788, quien edit tambin El Antenor (1.876) y Eudoxia (1.793). Miguel Amat. 26 Julio 94 Querido Pepe: hoy, a las cuatro de la maana, he concludo de poner en verso el ltimo captulo de La Sabidura. Tienes razn, se adapta a la ndole de mi carcter y de mi poesa. Y lo mismo puedes decir de toda la Biblia. No lo dudes. Si hubiera tenido salud, la hubiese traducido toda en el hermoso ro mance octoslabo espaol, en el cual se une a la hermosura, riqueza, donaire y dulzura de la lengua castellana, el encanto, el atractivo y brillantez de la poesa, que nunca puede alcanzar la mejor prosa. Te envo, para que los leas y me los devuelvas, los captulos 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 14. Te faltan, porque los estn poniendo en limpio, el 4, 12, 13, 15, 16, 17, 18y 19. Irn en estar en limpio, pues quiero que la leas toda y que me indiques los versos defectuosos o dbiles. Si puedes, vulveme los adjuntos captulos con el dador, y dime las correcciones que hay que hacer. Entrega al dador el primer tomo de Pensamientos. Tengo ya muchos copiados, ledos por m, con notas de los ms selectos, pero que an no estaban trasladados a los tomos. Podrs copiar o dar a copiar los que te parez ca de las obras que t tengas, y yo pagar luego al escribiente. Cuando estn todos reunidos formarn un grueso y hermoso tomo. 322 Cuntos pliegos saldrn del folleto Porque veo que Martnez Tortosa no me manda mis papeles y no podr imprimir Romances. Pero an confo. Tu to. Miguel. Estoy pasmado. No s como he terminado La Sabidura. De los pensamientos que van como lema deja los 2 o 3 que te parezcan mejores. Los dems, tchalos. Sin fecha. (Probablemente de finales de Julio de 94) Querido Pepe: veas los captulos que te faltan, lelos y dime si hay algo que corregir.(1) Dime qu te parece el prlogo y los 2 Apndices y las Notas. Me faltan las Notas de 11 captulos. Espero el tomo de pensamientos de Moli. Martnez Tortosa no contesta a mis cartas. Dnde te parece que vaya la Ontologa, en el tomo de Romances o en el de La Sabidura Qu lema dejo de los cinco que he puesto Me alegro que te vayas al campo. Quin pudiera estar tal cual e irme contigo! Tu to. Miguel. Qu te gusta ms, los Romances o La Sabidura Te envo unos Liberales(2) que me ha enviado Castellonet con ms biografas que yo no tengo gusto de leer. No los devuelvas. NOTAS: 1.- Se refiere a los captulos del libro de la Sabidura, que est traduciendo, y que le envi en la carta del 26 de Julio. 2.- Hace referencia a unos ejemplares del peridico El Liberal, de Alicante, que por esas fechas inserta breves biografas de personajes literarios del momento. Sin fecha. (Probablemente de finales de Julio o principios de Agosto) Querido Pepe: entrate de lo que dice Guijarro. Creo que es excusa de ste y que ha recibido tu carta y la ma. Me gusta mucho el tomito de Moll.(1) Tu to. Miguel. NOTA: 1.- El libro al que se refiere don Miguel se titula: El hombre prudente o 323 mximas cristianas para conducirse en el mundo. Traducido del francs. Alicante. Impta. de Antonio Reus. 1.882. Es un pequeo libro de 114 pginas, escrito por Gabriel Moll Bonet, hermano de Benedicto, el director de El Alicantino. Am bos, aunque nacidos en San Vicente del Raspeig, son hijos de Gabriel Moll Pay, nacido en Petrel, quien fue catedrtico de latn del Instituto de Alicante. Petrel, 3 Agosto 1.894 Querido Pepe: el librito que me mandaste de mximas de Moll me ha servido para escribir otra obra en cuatro das. Como tiene gran orden y en cada captulo se ponen los versculos del Eclesiasts, por ej.: Fama, Lujo, Consejo, Ira, etc., como yo dentro de esta quebrantada cabeza tengo tantas ideas y tanta experiencia, me han bastado dos temas y dos indicaciones para improvisar sobre cada punto variadas mximas; de manera que slo me queda para acabar la obra ocho o diez captulos de los setenta y cuatro que tiene. De manera que creamos que ese librito nos servira nicamente para la obra Ver dades eternas y me ha resultado una obra nueva. Titulo sta: Traduccin libre en verso del Eclesiasts y del Eclesistico, o mximas para el gobierno de la vida. Hay sobre 1.600 versos, de manera que ya hay un opsculo, que fcilmente se podra hacer de un gran volumen si yo tuviese una poca salud, con ir aadiendo consejos y mximas a cada uno de los captulos. As como en los Proverbios y en la Sabidura he traducido todos los captulos, en esta obra no. He traducido unicamente, versculo por versculo, el primer captulo del Eclesiasts, porque es muy hermoso, porque explica el plan del libro, y porque a m me sirve perfectamente de cabeza y pie para decir que, en vez de traducir todos los captulos, extracto los pensamientos de los dos libros, clasificados en materias. Ya puedes decir en la antologa que, menos el Cantar de los Cantares, he traducido los dems libros sapienciales. Al folleto, que ya tena seis composiciones, he escrito a Guijarro que aada los si guientes: el primer captulo del Eclesiasts; el cap. de la Sabidura que se ocupa de las tinieblas de Egipto, y una composicin titulada La Paz,(1) para la cual me ha servido de base un captulo del Eclesistico. Es de larga como Lgrimas! poco ms o menos, y la idea viene a ser la misma, pero en La paz est expresada con ms sua vidad y hay ms erudicin. La he dedicado a Harmsen y a Galdo y la mando por este mismo correo a este ltimo para que la publique el domingo en El Graduador. Creo que te gustar mucho. Martnez Tortosa ni me escribe ni me manda mis libros, y eso ya pasa de castao oscuro. Escrbele t dicindole que tengo prisa. En efecto, estoy decidido a que el folleto, cuyas pruebas ests t corrigiendo, se con vierta en tomo de Romances; y espero que acabes la Antologa para que vaya al frente de dicho libro. Maana o pasado maana te mandar la traduccin de Eclesiasts y Eclesistico; 324 y de paso que se traiga el criado si has aadido algo a lo que le sobre la Antologa, pues si no me mandas lo que tienes hecho, ya no lo ver, pues estoy delicadsimo, la cabeza muy cargada y voy perdiendo la vista. Dispn de tu to que sabes te quiere. Miguel. NOTA: 1.- No aparece ningn poema con este ttulo en Mis ltimos cantos. Quiz se refiera al poema que titula Misericordia, cuyo tema s viene a coincidir con el de Lgrimas!. No es casual que lo dedique a Alejandro Harmsen, Barn de Mayals, ya que durante ese verano murieron su esposa y uno de sus hijos. Sin fecha. (Probablemente, de la primera decena de Agosto del 94) Querido Pepe: la ltima carta. Vers la obra que he arreglado desde que mandaste el tomo de Moll, creo que hace 8 das. Lee los captulos Gobierno de la casa, Eleccin de estado, Mejora de fortu na, Cesin de bienes.. . Los pecados capitales los ponclfe como apndice o como cuerpo de la obra A Mi guel le parece un estudio demasiado teolgico, pues tiene muchas mximas. Qu te pa rece de/apndice 4, La sociedad sin Dios Y del corto prlogo Y de toda la obra Si tienes aadido algo de la Antologa, dselo al dador. Martnez Tortosa sigue en silencio. Esto es lo que ms me hace sospechar de que ha habido un extravo. Si tienes alguno de mis romances para escribir la Antologa, envamelo y te lo devol ver despus de copiarlo para que forme parte del tomo de versos que se imprime en Alicante. No olvides contestar a todo lo que te pregunto. Las cartas sobre la felicidad que van al fi n de El Amor Cristiano han salido de tres a cinco, tituladas: No est en la ciencia. Ni en la gloria. Ni en el poder, place res y riquezas. Lo poco que hay en el mundo est en una familia virtuosa. La felici dad completa en el cielo. Dnde irn estas cartas, como Apndice, en La Sabidura o en Mximas o en los dos El criado, con llegar a Petrel a las 9 ya est bien, puedes leerlo casi todo. Qu te parece la versificacin de Mximas Y el fondo Qu podra aadirles Tu infortunado to. Miguel. Sin fecha. (Probablemente, de la primera decena de Agosto 1.894) Querido Pepe: Por si quieres citar en la Antologa algunas composiciones de la obra Mximas y 325 consejos, te advierto que en Mis ltimos cantos estn las siguientes:(1) A la juventud. Bases sociales. La familia. La autoridad. El trabajo. La existencia de Dios. La cuestin social. La poltica. El juego. Los hombres pol ticos. La cadena de los seres. El porvenir de Europa y Cntico universal. Tu infortunadsimo to. Mi escribiente te enviar el ndice de Mximas y consejos. NOTA: L- Como hemos visto por las anteriores cartas, don Miguel estaba trabajando en varios libros a la vez: Verdades eternas, Mximas y consejos, Libro de la Sabi dura, que iba ampliando con la sucesiva traduccin de los libros sapienciales de la Biblia..., y segua confiando en que Martnez Tortosa le remitiera sus manus critos para imprimir Romances. Crea, igualmente, que su sobrino haba termi nado una biografa suya y, puesto que todava no la haba publicado, quera que fuera como prembulo de esos romances. Ahora, por primera vez, habla del ttu lo de un nuevo libro: Mis ltimos cantos, que, como ya se ha dicho, fue el nico que se public, aunque algunos de los poemas que en esta carta se citan no estn includos en l. Ni Bases sociales, ni La autoridad ni Cntico universal. Miguel. Sin fecha. (Principios de Agosto de 1.894) Querido Pepe: me extraa mucho no haber tenido carta tuya dicindome haber reci bido los captulos de La historia y Conflictos internacionales, por lo cual sospecho estars enfermo, pues Guijarro me dice que todava no le has enviado aquellas dos composiciones. A la obra creo haberle dado un gran realce con lo siguiente: la he dividido en tres partes. En la I. a me ocupo de las reglas generales para el trato social con toda clase de gentes, y de aquellas materias, de ideas madres o generales que han de dar tono a la obra y descubrir mi modo de ver, como La cuestin social, La educacin, La patria. La libertad. Eleccin de estado. Gobierno de la casa, etc., sin tratar de religin directamente y slo por incidencia, sirvindome de gua, ms que otra cosa, Las virtudes cardinales y los principios fi losficos en general. En la 2. parte ya me ocupo de otras materias, si no trascendentales, importantsimas, como la salud, la me dicina, la agricultura, etc, y de cuando en cuando voy intercalando ya los siete pecados capitales, cuya materia sabes que toco de un modo fi losfico y probando que todo ello est en la raiz de la misma naturaleza. La primera parte concluye con un captulo de la muerte, al cual sigue una nota o ampliacin titulada Pruebas de la existencia del alma. La 2. a parte concluye con el largo captulo sobre La felicidad, y lleva una larga ampliacin titulada Pruebas de la existencia de Dios. Finalmente, en la 3. parte ya me ocupo de la necesidad de la Revelacin, de la ca da y la redencin humana, insertando en dos captulos el Canto de la Cruz, el cual conoces, y que va seguido de una ampliacin titulada Pruebas de la inmortalidad del 326 alma. Y en los ltimos captulos de esta tercera parte me ocupo de la confesin y de la comunin, siguiendo a la Eucarista un largo extracto de las pruebas fi losficas sobre tan augusto sacramento. Despus van los ocho o nueve apndices que conoces. La obra comprende ms de 12 captulos. Estoy terminando dos: A las flores y A la msica. Si recibo el tomo de Romances (que hace ocho das le dijeron al criado, en Yecla, que ya haban recibido el taln y que mandaran en seguida los libros y no han venido) pondremos tres o cuatro captulos sobre El foro, La poesa, Las bellas Artes y la mujer. Miguel dice que debo titular la obra: El libro de la vida. Me parece muy pre tencioso, y pienso titularla Verdades eternas o Mximas y consejos para el orden y gobierno de la vida humana. Qu te parece Tu to que te quiere. Miguel. Sin fecha. (Primera decena de Agosto de 1.894) Querido Pepe: Te envo el prlogo y los captulos(1) para que me hagas el favor de leerlos esta noche y maana por la maana, y el criado ir despus de comer, pues el ordinario marcha maana por la noche a Orihuela. Es menester que vuelvas a leer todos los captulos pues he hecho cuatro o cinco nuevos y no me acuerdo bien los que son, y he modificado varios. Preciso es, pues, que los leas todos. Cuando encuentres una cuarteta que decae algo, tchala sin compasin. Pero lleva una nota de las que taches, por si son de las que encabezan las notas y rehacerlas. T eres el ltimo que lees los manuscritos. Ten la bondad de corregir si hay alguna repeticin o equivocacin ortogrfica. Si te parece que debiera fundirse algn captulo, me lo dices. No te envo las notas porque ocupan mucho sitio, pero te envo el borrador del resumen que, aunque es muy incompleto y est hecho muy deprisa, te dar una idea de la importancia de dichas notas. Aunque la letra es muy mala, t medio la entenders. Tambin te envo el apndice 3. , que ha venido a sustituir al de La Sabidura, Libertad, Civilizacin y Felicidad verdadera. He suprimido ste porque me he encontrado entre mis papeles que aquello no era ms que una introduccin a mi obra, que sera, si se publicase, voluminosa. Dime que te parece del apndice 3. . Regularmente lo adicionar entresacando algunos pensamientos del tomo de Rimas y del de Romances, cuando lo reciba. Vers en el apndice 3. que hago mrito de varias colecciones de mximas desde los tiempos remotos hasta el presente. Si tienes noticias de otro, dmelo, y el juicio que los crticos hayan formado de l. Dime con franqueza qu podamos hacer por mejorar mi libro. 327 Dime cuntos pliegos calculas que podr tener la obra, pues t conoces el tamao del papel y el tipo de la letra. Para que puedas calcular, te dir que el apndice I. y segundo vendrn a tener ma terial los dos juntos como el 3., y que las notas vendrn a tener una quinta parte ms que los captulos. Cudate. Mira que la verdadera sabidura, en materias de higiene y medicina, deca Bacon que se encerraba en esta regla: Observa con cuidado lo que te favorece y lo que te perjudica. Haz lo primero y no lo segundo. Esta es la mejor manera de conservar la salud y la mejor especie de medicina prctica. Cmo, querido Pepe, habiendo obrado yo con gran prudencia, me ha ocurrido tan espantosa catstrofe Ser un misterio Ser el destino una divinidad, como crean los gentiles y, hasta cierto punto, los rabes Habr espritus del bien y del mal O no ser todo ms que el Acaso, mi fatalidad Para que te domines en tu hermoso y noble deseo de saber, te dir que Federico de Prusia, que ya sabes que era discpulo de Voltaire, dijo: El hombre ha nacido ms para postilln de diligencia que para otra cosa. Es verdad, es verdad, es verdad. Pero el caso es que yo venc mi ambicin de saber y trabajaba con orden y mtodo exagerados, cmo, pues, repito, he venido a este estado A comer bien, pues, Pepe, a dormir y, sobre todo, a pasear mucho. No seas tonto y sigue los consejos del que ha aprendido mucho en la escuela de la desgracia y del desengao, y algo ya en la de los arios. Sabes que te quiere mucho, tu to. Miguel Amat. Ya que ahora ests de vacaciones acaba la Antologa, pues me alegrara de verla terminada, y si la dejas para cuando yo me muera, te dir aquel epigrama de Iglesias:(2) Diz que mi retrato, que cosa tan mona, grabar Carmona con su buril grato, de frente a zapato de laurel embutido.. . ... Qu gran bobera despus de yo muerto! NOTAS: 1.- Por esta carta y por la anterior vemos lo adelantado que estaba el libro M ximas y consejos que, como he dicho en repetidas ocasiones, qued en impren ta. Ninguno de los documentos que aqu se citan: artculos, apndices, etc., he encontrado en la Casa Museo de Monvar. Es casi seguro que tal libro incluyera los proyectos primitivos de Verdades Eternas, Aforismos rurales e incluso bas tante de los libros sapienciales que haba traducido. 2.- Jos Iglesias de la Casa, 1.748-1.791, poeta cuyos epigramas fueron muy populares en su momento. 328 Sin fecha. (Probablemente, de la primera decena de Agosto de 1.894) Amigo Pepe: las mximas, como vers, han salido una verdadera Enciclopedia. Han absorbido las Verdades eternas, cuyo prlogo formar un ndice de la obra. Te llamo la atencin sobre sta. Fjate en la edicin al prlogo y en los captulos que llevan una cruz en el ndice, sobre todo las que llevan dos cruces,o sea rayas. Veas si te ocurre algn asunto importante que tratar, o varios, los que te ocurran, y les dedicar un captulo a cada uno, pues hoy he hecho el de la medicina, que tiene ms de 280 versos, dictados en limpio, desde luego, y creo estn correctos. Hay muchas adiciones de los trozos escogidos. Dispn de tu to. Miguel. Faltarn unos 20 captulos aproximadamente que estn ponindome en limpio fuera de casa, pero no son inspiracin propia sino traduccin del Eclesiasts. Miguel. Lee sobre todo La virtud, Eleccin de estado, Gobierno de la casa, La agricul tura, La educacin, Sonambulismo, El baile, Salud, Poltica, La muerte y no recuerdo alguna otra. Sufro muchsimo, pero de nada, los calambres a los tobillos y pantorrillas son horri bles e insufribles. Qu misterio ser este, Pepe En qu orden pondr los captulos Los ordenar por materias (lo que a veces ser difcil) o sin clasificar Lo 1. me parece montono; lo 2. 0 , demasiado desordenado. Qu te parece Caso que vaya sin clasificar pondr 1.a, 2. a, 3. parte, etc. etc. Hay muchas faltas ortogrficas. Pondr alguna poesa de Rimas o algn captulo de D. Jaime; caso afirmativo, cules seran los ms oportunos Hay algunos captulos que estn sin terminar. Estoy haciendo la conclusin. Pienso escribir un artculo titulado: Conflictos del matrimonio, o del nudo gordia no. Otro: La primera falta, y otro: La viuda, que se prestan a proponer sabias y convenientes resoluciones y dar buenos consejos. Petrel, 8 de Agosto 1.894 Querido Pepe: olvid decirte que estando decidido a imprimir todos mis romances en lo que haba de ser folleto, necesito desde luego el folleto que tiene Martnez Tortosa. Haz el favor de escribirle y decirle que vea de mandrmelo desde luego. Al prlogo le he aadido como una tercera parte ms. Adems estoy escribiendo varios artculos que por su ttulo comprendrs su importancia: La crcel; La salud. 329 educacin. La poltica. La corrida de toros. El sonambulismo, etc. pero se me acaban las fuerzas. (1 ) Me alegrara de ver el trabajo que ests haciendo, cuyo asunto no recuerdo. Tu to que te quiere. Miguel. Veas si se te ocurre algn tema para las composiciones: Eleccin de estado y profe sin, Gobierno de la casa y la crcel, Al artculo sobre la salud le he puesto como lema: Salus populi suprema lex; al de la educacin, aquellas palabras que no recuerdo de quien son, creo que de Lora Palmerstol: Es ms dificil educar a un nio que gobernar una gran nacin. NOTA: 1.- Son dos las obras de las que se habla en esta carta y que se estn imprimien do: Los Romances, (Mis ltimos cantos) y Mximas y consejos, a cuyo prlo go se hace referencia. Petrel, 10 Agosto 1.894 Querido Pepe: Guijarro tiene orden de continuar imprimiendo Mis ltimos cantos( 1) y le digo que te enve a ti las pruebas, pues yo no estoy para nada. Tiene ya 27 composiciones, y aunque hay alguna corta, la mayor parte son largas, sobre todo La Cruz y Mara Magdalena. No conoceras la obra de Mximas,pues le he aadido captulos originales muy im portantes, como la poltica, la salud, el trabajo, la educacin, las crceles, la vida del campo, la cruz y otros. Dime si el campo donde ests est muy lejos.(2) Dime cmo se titula la obra o memoria que ests escribiendo. Dispn de tu desgraciadsimo to. Miguel. NOTAS: 1.- El ttulo del libro aparece aqu ya como definitivo, aunque sigue pensando en la impresin de los romances, puesto que las composiciones citadas: La Cruz y Mara Magdalena son los dos largos romances ya publicados en 1.892 en los llamados Folletos Catlicos. No se incluirn en Mis ltimos cantos. 2.- Es el Collado de Salinas, a 5 Km. de Monvar. Sin fecha. (Probablemente, de la primera decena de Septiembre del 94) Querido Pepe: he recibido la tuya, que por cierto me has hecho desear, y aunque estoy delicadsimo procurar darte una idea del plan que seguira yo si tuviese que es cribir sobre el asunto que me indicas.(1) 330 La obra de Mximas ha tomado unas proporciones extraordinarias, y estn asombrados todos de ver la multitud de asuntos que trato. Otro da te hablar de esto si puedo, pues hoy quiero decirte el croquis del asunto sobre el cual me pides mi parecer. Queda tuyo afectsimo. Miguel. Van adjuntas algunas ideas que he dictado a vuela pluma. Maana continuar indi cando el pensamiento que yo desarrollara en la memoria de que se trata. No tengas miedo en afirmar rotundamente ciertas doctrinas, pues el carcter de la poca es esta duda y la vacilacin, y eso me ha perdido. Maana entrar ya en la exposicin de las ideas de la familia, de nacionalidad y de fraternidad universal. Si escribes algo desde luego, y quieres que lo vea, ve mandndome los pliegos. No creo que haya nada escrito directamente sobre ese punto. Puedes lucirte, y si el Jurado es imparcial te llevars el premio. Yo cre que era otro el punto. Si pudieras venirte hoy, aunque fuera por pocas horas, te llevaras libros para escri bir tu memoria, y ojearas los 200 captulos de mi colosal obra. Vente, que no te pesa r, aunque tendrs sentimiento de verme. Miguel ha tenido que ir a Valencia a tomar baos, pero viene pronto. Si vienes, te acabar de explicar de palabra el plan de la Memoria. Necesito que ojees mi obra, que veas lo aadido y que consultemos sobre si se impri me, o parte, etc. Debes leer, sino las has ledo, las Letras apostlicas de Len XIII a todos los prnci pes y naciones. Yo la tengo, pero es del cura, y no te la puedo mandar. Es corta. Ven y la leers. Es preciso que la leas para salir bien en tu empresa. He traducido en verso varios pensamientos de Sneca, Horacio, Ovidio, Cicern, etc., que trata de Sobriedad de palabras, Prudencia, Verdad, Justicia, Amistad, etc., La clera, El bufn, Alianzas pesadas, Dichos picantes, La alabanza y la censura exageradas, Trato con criados y otros puntos, que abrillantan la obra de Mximas. Ven y lo vers todo; si puedes, esta tarde. Para tu tema necesitamos ojear los 10 tomos de Cant y algunas otras obras. En los 15 tomos de La defensa de la sociedad debe haber algo. Estoy empeado en que te lleves el premio y te lo llevars. Por si acaso hubiese alguna novedad, pues estoy muy mal, te incluyo de mi letra el fi nal de la Memoria. Trete esa nota y las otras. En el ndice o catlogo de mis Obras ledas debemos encontrar algo. Necesario que vengas esta tarde. Trete los discursos del Ateneo para ver una cosa, los comentarios que te mand a mis redondillas y todo lo que te he ido enviando, aunque te lo vuelvas a llevar. 331 Quiz encontremos algo en los grandes problemas de (ilegible). Debes escribirme, con esas ideas, un artculo que me sirva de ampliacin al artculo Conflictos internacionales,( 2) el cual he de aadir. Ya ti te servir de mucho conden sar en ese artculo el plan de la Memoria. Ven. Estoy muy mal. NOTAS: 1.- Es interesante esta carta por lo que puede suponer para el conocimiento de las especiales relaciones entre Amat y M. Ruiz. Desconozco a que obra o, como se le llama en la carta, Memoria, estara escribiendo Jos Martnez Ruiz para un concurso literario. Lo cierto es que en 1.895 public Anarquistas literarios y Notas sociales y no creo que para ninguna de ellas le valiera las opiniones de Amat, a pesar de la frase de don Miguel: No tengas miedo en afirmar rotundamente ciertas doctrinas.... Tambin podra jugarse con la hiptesis de que M. Ruiz estuviera haciendo un trabajo sobre el Derecho, como vemos en la carta posterior, o bien que tal trabajo no fuera ms que una excusa para evitar las insistentes y apremiantes peticiones de Amat. Lo que no cabe duda es que ste, inmediatamente, se dispone a ayudarle en lo que necesite y le enva un escrito que, por cierto, no aparece entre los documentos de la Casa Museo. 2.- Se refiere al asunto de la guerra de Marruecos. Sin fecha. (Primera decena de Septiembre de 1.894) Querido Pepe: supongo habrs recibido mi carta en la que, accediendo a tus deseos, te haca algunas observaciones sobre la influencia del cristianismo en el derecho internacional. Supongo estars trabajando en la Memoria, completamente abstrado en este asunto, como nos ha sucedido a todos. Sin embargo, yo quisiera te dominases en lo posible, pues todas las cosas extremas son un perjuicio para el cuerpo y para el alma. Voy a hacerte un encargo que espero me cumplas lo ms pronto posible. No recuerdo cmo se llama el librero que es tu amigo y que tiene su establecimiento en la Carrera de San Jernimo. Pues bien, quiero le escribas diciendo que te enve cualquiera de las siguientes obra, bien escritas en castellano, bien en francs: Colecciones de mximas de La Bruyere, Juan Bautista Sainz, y La Rochefoucauld. Y Fucher. Dime lo que te cueste y te lo remitir en el acto. Di te lo enven de seguida, pues mi estado es delicadsimo, y quiero ver si las aprove cho todava para mejorar algo la colosal obra que tengo entre manos. Ultimamente he escrito los siguientes artculos: La autoridad. Ms sobre el amor de la patria. Ms sobre el amor a la poesa. La Iglesia, el Pontificado. La equita cin, la gimnasia, los velocpedos. Los globos aerostticos. El talento y el estudio. 332 A9,1 944 44- / -1(4 - ../_49b---11---, 27~a -012 -11V -ea -7 -CO F, dZ Ar . /4-1.-COL -ge-.-0_,,: i f &_,,t,e--z.41,2--Icic-c-_r-dr -0, * -t.--(-, .._0114.. ,9,..0_,-,..4.-J--Zt-d-er-/ _ -2 z -z -e .4 ett--9 , .121.(_.(2 .7 7 41_ ` .;,-- / o- -effl-77 . Fotocopia de la ltima carta de M. Amat, conservada en el Museo Azorin de Monvar 333 334 La natacin. La muerte. La Virgen Mara. La oracin de una nia. La salve y el mes de Mara. Resumen de la vida de Jess. Bases fundamentales de la socie dad. La familia. Ms sobre el trabajo y alguna otra. Tu to que te quiere. Miguel Amat. Te necesito con urgencia 24 horas. No tengo a nadie. Ya sabes que por suerte impre visible y desgraciada no puedo estar con mi hijo. Petrel, 11 Septiembre 1.894(1) Querido Pepe: Me extraa que ni ayer ni hoy hayas contestado a la ma en la que te mandaba algunas ideas para la influencia del cristianismo en el derecho internacio nal, y te aconsejaba que vinieses. Ni has venido ni me has contestado. Te necesito un par de das, o al menos 24 horas, para que des una mirada a mi obra de Mximas, al menos a los versos, pues voy a mandarla a Orihuela y no tengo ya la cabeza para leerla otra vez, y esta leda que le falta es la principal. Conozco que estars muy ocupado con la memoria, pero ten un poco de paciencia. Tu to que te quiere. Miguel. NOTA: 1.- Es la ltima carta de Amat conservada en el Museo Azorn, la ms cercana al da en que sufri el ataque apopljico del que ya no se recuper. 335 336 INDICE: Pgina PROLOGO 11 INTRODUCCION 19 CAPITULO I - VIDA Y OBRA DE DON MIGUEL AMAT . 23 CAPITULO II - MIGUEL AMAT Y LOS ORIGENES LITERARIOS DE AZORIN 71 CAPITULO III - ANTOLOGIA 95 CAPITULO IV - EPISTOLARIO 171 337

Don Miguel Amat Maestre (Pascual Verdú) y los orígenes literarios de Azorín

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