Casino Eldense. Gaceta del centenario

CASINO ELDENSE ELDA GACETA DEL CENTENARIO CASINO ELDENSE Autores: Manuel Serrano Gonzlez Roberto Valero Serrano ELDA IMPRENTA AZORN 2004 CASINO ELDENSE ELDA Durante 2004 nuestr a Ciudad asiste a muchas y v ariadas conmemor aciones que coinciden en el tiempo y que nos permiten hacer un r ecorrido por la historia ms r eciente de nuestr a querida Elda. Entr e ellas se encuentr a el Centenario del Casino Eldense , institucin que nace , al igual que otr as a lo largo y ancho de la geogr afa espaola, ampar ada en el surgimiento de una nuev a burguesa industrial que busca los espacios donde reconocerse , puntos de encuentr o que sern, despus , germen de muchas iniciativ as empresariales, mer cantiles y financieras. De aquellos orgenes bien podra haber se derivado en la hist oria de nuestr o Casino un br ote de emprendedores que mantuviesen en auge , con dinamismo, la actividad f abril eldense. Pero las terribles consecuencias de la Guerr a Civil acallaron t odas las iniciativas. Recuper ado el ritmo de la hist oria, nuestro Casino ha sufrido distint os procesos, t odos encaminados de buena fe a su r enovacin. Ahor a, la nueva Directiva tiene un ambi cioso plan para revitaliz ar ese espacio ciudadano y darle el sentido que debe tener en una sociedad moderna. Y , sin lugar a dudas, el Casino, con la a yuda de todos nosotros, hallar ese lugar comn de encuentr o cvico, de foro cotidiano donde bullan las ideas, donde , lejos de cerrar se a la sociedad, se abr a en abanico para dar cabida a cuantos tienen ideas , sugerencias y proyect os para esta nuev a sociedad. Mi deseo de que , preservando los saludables motiv os que inspiraron la creacin del Casino a los fundadores , este renueve en su Centenario los objetiv os y se convierta en un futur o prximo en refer ente de nuestra cultura. Juan Pascual Az orn Soriano Alcalde-Pr esidente del Excmo. Ayuntamient o de Elda 5 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO SALUDA DEL ALCALDE Este libro es un sencillo homenaje a aquellos per sonajes que con su esfuerzo cr ear on una sociedad digna de los momentos y ev entos que la vida de su tiempo r equera tr as cien aos de e xistencia. Consider amos que este bien social, entr e otros muchos , es digno de los cuidados necesarios par a su permanencia como ejemplo de un bienhacer artstico recreativ o y cultural como definen sus estatut os desde su fundacin. Un or ganismo centenario del que ha y que despertar de su letargo y para ello proporcionarle un cuerpo jov en que albergue las actividades que hoy e xije nuestro modo de vida, respet ando su original fisonoma asistida por las comodidades que la tecnologa actual nos propor ciona y revitalizndolo con las actividades que la sociedad demanda apoy ando a la f ormacin humanstica de nuestr a juventud abriendo puert as y ventanas al air e fresco del futuro. Es una r esponsabilidad que r ecae sobre nosotros, no ex enta de muchas dificult ades y compensada por el privilegio que conllev a la confianza depositada por el rest o de nuestr a sociedad de la que siempr e seremos deudor es del xito de este renacimiento. Nuestr o agradeciment o a todas las per sonas y entidades que nos han apoy ado en est a labor al Exmo.A yuntamient o por la concesin de la titularidad de edificio de r elevancia local. Y a los autor es de este libro: D. Manuel Serr ano y D. Roberto Valero, por su gener osidad y entrega. Un 1904 mar cado por acontecimient os importantes y que desde aqu a cien aos de dist ancia nos sentimos or gullosos de esa Elda siempr e despierta al futuro y de la que somos hijos y fervientes admiradores. Por la Directiv a actual, Joaqun Planelles Guarinos Presidente del Casino Eldense SALUDA DEL PRESIDENTE DEL CASINO 7 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO Presidente D. Joaqun Planelles Guarinos Vicepr esidente 1. D. Pedr o Garca Vidal Vicepr esidente 2. D. Julin Snchez Fernndez Tesorero D. Julin Snchez Snchez Vocal Da. Gr acia Barragn Fernndez MIEMBROS DE LA ACTUAL JUNTA DIRECTIVA DEL CASINO ELDENSE 9 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO AGRADECIMIENTOS 11 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO Queremos agr adecer pblicamente su colabor acin a las siguientes per sonas que detallamos: Del mismo modo queremos expr esar nuestro pblico agradecimient o por haber colabor ado en la edicin de este libr o a la Jefatura de Zona de Elda de la C.A.M y a la Obr a Social de la C.A.M. Miguel Sierras V . Ber enguer (hijo) ngel Romero Fr ancisco Francs Jose Mara Mart Concepcin Gar ca Deltell Emilia Calpena Car men Montesinos Eli Maestre Miguel Gonzlez Aguado Isr ael Montesinos Manuel Ortn Visit acin Serrano Eliseo Garrigs Jos Manuel Martnez Patr ocinio Navarr o (Pintor) Jos Navarro Fr ancisco Vidal Esperanz a Alonso 5 ................. Saluda del Alcalde-Presidente del Excmo. Ayuntamiento de Elda 7 ................. Saluda del Presidente del Casino Eldense 9 ................. Junta Directiva actual del Casino Eldense 11................ Agradecimientos 15 ............... Editorial 17 ............... El Casino Eldense 21 ............... Socios Fundadores del Casino 25 ............... Apndice Documental 41 ............... La Dcada de los 60 en Elda 59 ............... El Cambio Social que gozamos y sufrimos 71 ............... El Casino Eldense (Poema) SUMARIO 13 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO EDITORIAL 15 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO EL CASINO ELDENSE Este ao como es notorio y conocido nuestr o Casino Eldense , cumple cien aos desde su fundacin y ubicacin en la calle Nuev a (38 y 40) que como conocemos antes se llam: Alf onso XIII (desde 1 9 17-193 1), Fermn Galn (desde 193 1-1939) Gener alsimo Franco (1939-1979) y calle Nuev a en la actualidad. Si bien interinamente y hast a que la Sociedad compr su actual emplazamient o en el ao 190 1 a 1903 el Casino tuv o su ubicacin en una casa alquilada en la Calle Coln n 2. T enemos abundantes noticias de la vida y mar cha de la Sociedad Casino Eldense en casi t oda la pr ensa local, a lo lar go del siglo veinte, siendo especialmente abundante en los peridicos locales Liber al de Elda, A dalid, El ref ormista, varios nmer os de Idella, Elda grfica, El Pantano, Amanecer, La Semana, Revista de Fies tas de varios aos , as como en la Hist oria de Elda de Alberto Nav arro. T ambin hemos consult ado las fuentes orales y los archiv os propios. No obst ante mi inv estigacin y artculo se basa en el estudio de las escritur as y document os pblicos originales estudiados en el ar chivo de la p ropia Sociedad Casino Eldense. 17 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO El Casino nace como siempre sucede en la vida a principios de 1901 por iniciativ a de Norberto R osas Sabater, Fr ancisco Beltrn Olcina y Antonio Vera Vidal, que fuer on visionarios como t odos los pioner os y se dier on cuenta que este hecho sociolgico de las Sociedades Cultur ales y Recreativ as de nuevo cuo, er a un hecho gener alizado en Espaa, ya que aflor aban; casi en par alelo con el movimient o y hecho Modernis ta, es decir la ev olucin a la moderniz acin cultural e industrial de t odo el pais, que ya Eur opa cir culaba por la r ecin aparecida, de lo que se ha dado en llamar rev olucin cientfico-tcnica (descubrimient os de la electricidad, mot or de explosin, calder as de v apor, fot ografa, nuev os medicamentos , nu evas mquinas domsticas , tren, telf ono, cine entr e otros) que hiz o que Sociedades decimonnicas y agrcolas, poco a poco p rog resiv amente se van a conv ertir en Sociedades Industriales; de hecho un poco antes , pero por esas fechas apar ecen los que son a nuest ro juicio las dos fbricas pioner as de la industria del calz ado en Elda, esto es la de D. Silvestr e Hernndez y Pov eda y la de D. Raf ael Romer o Utrilles . Cambiando los mt odos clsicos de pr oduccin artesanal a pr oducciones masiv as e industriales. 18 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO La clase media emergente que tena como modo y economa el campo de la frtil huert a del Valle de Elda, fue evolucionando a pequea industria y luego gr an industria, sobre t odo a partir de la Primer a Gran Guerr a o Primer a Guerra Mundial del ao 1914. Los tr es pioner os del Casino pensar on en el Casino como cent ro de reunin y recr eo, cosa que car eca Elda en aquel momen to. Conectar on con otros f amilia res y amigos y le transmitieron su inicial entusiasmo. Al inicio inscribier on en la Sociedad a quince socios , que el 17 de Febrer o de 190 1, se reunier on y levantar on act a fundacional de la Sociedad, en el piso alt o de su sede pro visional alquilado de la calle Coln n 2. Y a en esta r eunin se lev ant el acta cuyo t exto reproducimos , digamos constitucional y que ya firmaron y se comprometieron con su firma y rbrica, setent a y un socios , emitindose una especie de participacin o accin econmica de la Sociedad, ya que par alelamente se haban compr ado unos solar es para el Jar dn y una casa gr ande y centr al que reproducimos en la fot o del Casino de 1904, compr ando despus dos casas ms de la parte superior e interior del edificio inicial, que se aadi al nuev o Casino Eldense. L eer e inv estigar el documento Constitucional denominado Act a de autoriz acin 17 de F ebrero 1901 es una pasada con las mismas sensaciones que cuando leemos e inv estigamos un antiguo legajo o libr o incunable o un mapa de la antigua Cart ografa espaola, es para nosotr os algo muy especial y los que entiendan la bibliogr afa como el ms noble de las dedicaciones as lo compr endern. Dice el Act a en el inicio del texto, que se reunier on en una casa propiedad de D. Juan Maestr e de la calle Coln n 2 de esta Villa por invit acin de D. Hilario Amat. Conviniendo autoriz ar a D. Hilario Amat, D. Joaqun Cor onel, D. Jos Maestre , D. Alfr edo Sapena, D. R oque Gonzlez, D. Jos Joaqun Gonzlez Amat (luego alcalde en 1904 y mi alcalde ejemplar) D. Alfr edo Gar ca y D. Fr ancisco Maestre, la r edaccin de los Est atutos y Reglament o de la r ecin nacida Sociedad Cultural y Recreativ a Casino Eldense. Par a que atendindose al Artculo 4 de la Le y de Asociaciones , lo presenten a la apr obacin del Gobierno Civil de Alicante y as lo hacen const ar textualmente asi como autoriz ando y facult ando a esa comisin o junt a gestor a del Casino Eldense el poder realiz ar gestiones , para recaudar los fondos par a la Sociedad, as como par a cobr ar los recibos , para poder contrat ar un nuev o local social, para adquirir peridicos y re vistas par a uso de los asociados , anunciando que el cobr o de los recibos ser por adelant ado y el Domingo ltimo de cada mes . Se aclara que v endrn firmados por el Presidente y Secret ario de la Junt a Directiva pro visional. Se establece que la cuot a por socio y mes ser de cinco pese tas par a los socios fundador es y una peseta cincuenta cntimos par a los nuevos socios. Finalmente en el prraf o final se aclar a que este cr culo carece de todo matiz poltico y como t al no podrn discutir se en l cuestiones polticas o religiosas . La Junta provisional y fundacional qued constituida as: Presidente: D. V entura Ver a Garca, Tesorer o: D. Joaqun Cor onel Rico, Secret ario: D. Jos Maestr e Prez, como suplentes, Pr esidente D. R oque Gonzlez, T esorero D. Alfr edo Sapena, y Secret ario suplente D. Alfredo Gar ca Vidal. Finalmente firman y rubrican el Act a Constitucional del Casino Eldense t odos los socios iniciales , pudindose leer los nombr es y apellidos de t odos que repr oducimos aqu. 19 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO La clase media emergente que tena como modo y economa el campo de la frtil huert a del Valle de Elda, fue evolucionando a pequea industria y luego gr an industria, sobre t odo a partir de la Primer a Gran Guerr a o Primer a Guerra Mundial del ao 1914. Los tr es pioner os del Casino pensar on en el Casino como cent ro de reunin y recr eo, cosa que car eca Elda en aquel momen to. Conectar on con otros f amilia res y amigos y le transmitieron su inicial entusiasmo. Al inicio inscribier on en la Sociedad a quince socios , que el 17 de Febrer o de 190 1, se reunier on y levantar on act a fundacional de la Sociedad, en el piso alt o de su sede pro visional alquilado de la calle Coln n 2. Y a en esta r eunin se lev ant el acta cuyo t exto reproducimos , digamos constitucional y que ya firmaron y se comprometieron con su firma y rbrica, setent a y un socios , emitindose una especie de participacin o accin econmica de la Sociedad, ya que par alelamente se haban compr ado unos solar es para el Jar dn y una casa gr ande y centr al que reproducimos en la fot o del Casino de 1904, compr ando despus dos casas ms de la parte superior e interior del edificio inicial, que se aadi al nuev o Casino Eldense. L eer e inv estigar el documento Constitucional denominado Act a de autoriz acin 17 de F ebrero 1901 es una pasada con las mismas sensaciones que cuando leemos e inv estigamos un antiguo legajo o libr o incunable o un mapa de la antigua Cart ografa espaola, es para nosotr os algo muy especial y los que entiendan la bibliogr afa como el ms noble de las dedicaciones as lo compr endern. Dice el Act a en el inicio del texto, que se reunier on en una casa propiedad de D. Juan Maestr e de la calle Coln n 2 de esta Villa por invit acin de D. Hilario Amat. Conviniendo autoriz ar a D. Hilario Amat, D. Joaqun Cor onel, D. Jos Maestre , D. Alfr edo Sapena, D. R oque Gonzlez, D. Jos Joaqun Gonzlez Amat (luego alcalde en 1904 y mi alcalde ejemplar) D. Alfr edo Gar ca y D. Fr ancisco Maestre, la r edaccin de los Est atutos y Reglament o de la r ecin nacida Sociedad Cultural y Recreativ a Casino Eldense. Par a que atendindose al Artculo 4 de la Le y de Asociaciones , lo presenten a la apr obacin del Gobierno Civil de Alicante y as lo hacen const ar textualmente asi como autoriz ando y facult ando a esa comisin o junt a gestor a del Casino Eldense el poder realiz ar gestiones , para recaudar los fondos par a la Sociedad, as como par a cobr ar los recibos , para poder contrat ar un nuev o local social, par a adquirir peridicos y revis tas par a uso de los asociados , anunciando que el cobr o de los recibos ser por adelant ado y el Domingo ltimo de cada mes . Se aclara que v endrn firmados por el Presidente y Secret ario de la Junt a Directiva pro visional. Se establece que la cuot a por socio y mes ser de cinco pese tas par a los socios fundador es y una peseta cincuenta cntimos par a los nuevos socios. Finalmente en el prraf o final se aclar a que este cr culo carece de todo matiz poltico y como t al no podrn discutir se en l cuestiones polticas o religiosas . La Junta provisional y fundacional qued constituida as: Presidente: D. V entura Ver a Garca, Tesorer o: D. Joaqun Cor onel Rico, Secret ario: D. Jos Maestr e Prez, como suplentes, Pr esidente D. R oque Gonzlez, T esorero D. Alfr edo Sapena, y Secret ario suplente D. Alfredo Gar ca Vidal. Finalmente firman y rubrican el Act a Constitucional del Casino Eldense t odos los socios iniciales , pudindose leer los nombr es y apellidos de t odos que repr oducimos aqu. NOMBRES Y APELLIDOS DE LOS SOCIOS FUNDADORES DEL CASINO Ventura Vera Vicente Nogueroles Hilario Amat Alfr edo Sapena Jos Joaqun Gonzlez Fr ancisco Maestre Fr ancisco Beltrn Antonio Vera Const antino Amat P onciano Maestre Jos Sempere Fr ancisco Guarinos Juan Verd Matas Amat Vicente Coronel Jos Mara Gras Jos Castao Julio Benidron Anicet o Amat Fr ancisco Sant os Amat Arturo Rosas Jos Mara Prez Julio Mazegosa Manuel Esteve 2 1 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO Pablo Guarinos Francisco Ferrando Roque Amat Jos Joaqun Amat Luis Serrano Manuel Beltrn Jos Beltrn Joaqun Coronel Jos Maestre R oque Gonzlez Alfr edo Garca Cipriano Corb Ventura Pastor Norbert o Alonso L uis Coronel Manuel Guarinos Juan Fr ancisco Sant os Guarinos Jos Gonzlez Sebastin Rosas Luis Porta Juan Merino Jos Beltrn Fr ancisco Navarro Juan Hernndez 22 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Antonio Salas Pedr o Albujer Jos Narbona Manuel Vera Jos Amat Emilio Rosas Ant onio Vidal Navarro Juan Sempere Rafael Romero Juan Vidal Fr ancisco Botella Gabriel Vera Joaqun Vera P ascual Prez Ant onio Pujol Norbert o Rico Jos Pay L uis Amat Santos Vera F elipe Sirvent Artur o Vidal Eliodor o Prez Quedando por tant o con este acta de Aut orizacin Constituida por la primer a Junt a del Casino Eldense y escritur adas sus acuer dos el da 17 de F ebrero de 190 1. Posteriormente e xisten numerosos document os pblicos importantes, tanto en los primeros aos de funcionamiento como a lo lar go de todo el siglo e hist oria, r esumimos los ms antiguos y que colaborar on a que el patrimonio del Casino Eldense fuese lo que ho y conocemos, ya que el nmer o de actos sociales, reuniones, v erbenas , actos oficiales , bodas, fiest as de fin de ao, event os deportivos, campeonat os de billar, rat os de ocio, r euniones empr esariales, reuniones de pr ofesionales , hara interminable mi artculo y redaccin. He seleccionado alguno de los ms import antes, as como la compr a con escritur a pblica del terr eno y jardn, par a los jar dines del Casino, que tanto xit o y actividad tuvier on, se realiz el 1 0 de Febrer o de 1904. La inaugur acin del nuev o edificio del Casino se r ealiz el da 30 de Abril de 1904. La inscripcin oficial y est atutos de la Sociedad se inscribier on en el Gobierno Civil de la Pro vincia el da 18 de Marz o de 190 1. El primer Presidente proclamado por mayora de votos con primer Pr esidente de la Sociedad una v ez se constituy definitiv amente fue D. Eduar do Gras Lpez en 1904 y sucesivos. En el ao 1922, se celebr una pequea e xposicin de calz ado de varios fabricantes. 23 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO En la sesin General Extraordinaria del 16 de Ener o de 1932, acor d y as const a document almente nombr ar Socio Honor ario del Casino a D. Nicet o Alcal Z amor a, aprov echando que el Pr esidente de la R epblica vino a Elda par a colocar la primer a piedra del Monument o a Castelar . Abajo del document o se puede leer el agradecimient o escrito del Presidente por este gest o del Casino Eldense. Dur ante la Guerr a Civil fu transformado en Hospit al de Sangre. En otro or den de cosas y sociologicamente ha sido un lugar de encuentro y recr eacin, as dur ante muchos aos, muchas madr es de Elda, llevar on a jugar y desarrollar se sus hijos pequeos a los jardines del Casino, que era casi el nico jar dn de ent onces para ese fin. T ambin muchas per sonas adultas hoy, r ecuerdan en su juv entud cuando no e xistian las discotecas , las inolvidables v erbenas del Casino en las Fiest as de Septiembre. Personalmente tengo tr es moment os imborr ables sucedidos en el Casino, uno la Confer encia La evolucin de los ecosistemas del Catedrtico de Botnica y Di rect or del Jar dn Botnico de la Univer sidad de V alencia, D. Manuel Costa T alens , otra el haber o rganizado como Concejal de Cultura Las primeras jornadas gastr onmicas de Elda en el Casino y finalmente , que tras la toma de pose- sin, como miembr os de la primera Corpor acin Democrtica del A yuntamient o de Elda en el ao 1979, celebramos con el resto de las autoridades locales y pro vinciales el vino de honor en el Casino Eldense , como era lo tradicional y obligado. No cit o a todos los Pr esidentes habidos , por no ser ms extensivo, pero a t odos ellos la Sociedad est tot almente agr adecida por el servicio altruista pr estado a la misma. Slo he cit ado al primer Pr esidente D. Eduar do Gras y acabo cit ando la obr a meritoria del actual Pr esidente D. Joaqun Planelles que remoz ar con el nuevo proy ecto arquitectnico al edificio, dando a la Sociedad R ecreativ a Casino Eldense un nuev o aire de esperanz a y progreso. Manuel Serrano Gonzlez 25 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO APNDICE DOCUMENTAL 26 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO 27 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Acuarela de Patrocinio Navarro de los Jardines del Casino, aos 70 y 80. Reproduccin M.S.G. l:d,a.ci 6n d, ;l C:astno Elcl.11nss ....e;. en i! ro ero fio1 -E-- .~:::;~:.:;: .~:r;;:;,::t:~,~~::,:,;,::~c:,:,~:: ~;, ;; =:;; ;::~;;,;;,:;, ,,. :::W p,ia).)f ,1,1~i ,i)). ,di) ci r.r;;ra 4ul411, r!J~ l1iej J111 .f P f if!.4lJ Of i4 PI Y,Oio_s )0 ,.., ~4.i~stdciti d.-L~ ~.ici:rl.ad l!),.Jll.~n Vicl,:i.1, Veri . __ _ o. ,u~C..-...t;i. Ver.i. S-TC 11,,, -~ Vtc1ntt I{ci,e.u:.c..cg _g, f, , ~.,. lt/,/ N --ZJ .Joa~u,b1, Ooi-on.il fuco. ;,,,,,., ,:1,,,. ,; , ,;,, ___ ;c,El.d:onio R.ic:o Ltca..l. _;o.Je~~ f-.4.i. v:a~., ---c,Hil.arLQ .... ,.flma.k Vu1t. --~--HiF.litoJ- an ~1n cha. ---!.:l-t:1.lib R~l.5 Co.--,ii,.,, _. __ ,o.Ml~ll.4.$ 0.i,.1.L~ .R u~ ,/ -..io.itn-lni:a. p~C.,,; :v1. , i. ,C C. ~ ChC ntl!vtC l.tlAv t:/r~Jw/sin:.;, /~~~ lr. mM lI d; r:Jfl ,_4 .,;;ou ,Y . 11~h _ tir, / rl r.k r/,1, .-M,,/ , rw /e df .J,1/ J,1.rr d i ./!l.r ~ /1/,,; ,,o p,,, ,:z.,,,. , ,,.-~ ;.,J ~,r ,,7 P /.1(..f/r.,. , ,// /.-1 7:0,,.:.--...;.,~.11,Jr ,1, l d~ ,H PA. ~ ~ ::C: ld.a. 1, i:l,i;a Milo :m.z -..,f Reproduccin del documento de 1 de Mayo de 1922, donde se detallan los nombres y apellidos de los diez Socios Miembros de la Junta Directiva Primera en 1901. Reproduccin M.S.G. 28 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Fachada del edificio del Casino Eldense en la calle Nueva en 1904. Reproduccin M.S.G. Retrato del pionero de la industria y exportacin D. Rafael Romero Utrilles o Elda, Paris, Londres. Reproduccin M.S.G. 29 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO ALICANTE) ur. lRANCO ..:SP4,.,0LL AN(.,ELfS 8. liARCHONA Propaganda de Rafael Romero Utrilles, ganador de las medallas de Oro en Paris y Londres, as como la marca el Ancla de sus zapatos. Reproduccin M.S.G, El pionero de la industria del calzado D. Rafael Romero Utrilles, fotografiado por Ramn Lpez de Monvar. Reproduccin M.S.G. 30 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Es . ~ cr1Jf tilc. ,-,_ lc,,,1,aa; e9 ~1rn~ il NirtS l .}rmp1iaciotLe S . l~tprpo:u.ccion.e5 y~traros al o1eo. cil L .,, u~e ,,...~.,.,, , :i. th co, o~ .M -~ --- ~~--- -- Reverso del retrato de D. Rafael Romero Utrilles, fotografiado en el estudio de Juan Ibez de Yecla. Reproduccin M.S.G. D. Rafael Romero con su mujer y cinco de sus hijos. Reproduccin M.S.G. 31 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO Los Jar dines del Casino Eldense en 1945. Repr oduccin y Archivo. M.S.G. Fachada de la fbrica de D. Rafael Romero, situada en la calle Dahellos. Reproduccin M.S.G. 32 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Escalera original del Casino, Estilo Modernista. Reproduccin M.S.G. 1 1 1 1 1 Corriendo la Traca ante el Casino Eldense. Fiestas de Septiembre de 2003. Foto M.S.G. Toller de calzado de D. Silvestre Hernndez y Poveda. Fotografa de toda la plantilla. Ao 1883. Reproduccin R.V.S. 33 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO . . : . , ri.n:i~c= ~ &-1 Pi del cuadro de El Serfico que se halla en el Casino y que regal el pintor Gabriel Poveda a la Sociedad en 1927. Reproduccin M.S.G. Primer Mapa de Elda y Monvar conocido de principios del siglo XVII. Cuyo original se encuentra en el Archivo Histrico de los Condes de Elda en la Seccin Nobleza del Archivo Histrico Nacional Hospital de Tolavera de Toledo. Reproduccin M.S.G. 34 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Comida homenaje en el Casino a ngel Vera Carbone! al ser nombrado Gobernador Civil de Zaragoza. Reproduccin M.S.G. Fotografa de Berenguer de un grupo de jvenes en los Jardines del Casino en las Fiestas de Septiembre. Ao 20. Reproduccin M.S.G. 35 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Fotografa de Berenguer de una Noche Vieja en el Casino. Grupo de socios en la escalera principal. Reproduccin M.S.G. Fotografa de Berenguer de una Noche Vieja en el Casino, en la foto el personaje central es Emilio Rico autor de D. Juan Tenorio o dos tubos un real. Reproduccin M.S.G. 36 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Camarero, socios y nios en los Jardines del Casino Eldense. Aos 20. Reproduccin M.S.G. El hospital de la Salud y la antigua parroquia de Santa Ana. Reproduccin M.S.G. 37 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO R_ODOL . A . ES ECIA LA O Cartel de propaganda de la fbrica de calzado Rodolfo Guarinos, buque insignia de las fbricas de su poca; anuncia la produccin diaria de 1600 pares. Ubicada en calle la Pursima de Elda. Reproduccin M.S.G. Antigua estacin del Ferrocarril de Elda, aos 20. El ferrocarril nos trajo el ttulo de ciudad en 1904. Reproduccin M.S.G. 38 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO / /1 -# r.:;,- -~ ~-=:~ 1.L-_,/--~ ,L.-/~--~ ~ A ~ .L ~$,:.,_ ~- ~-;J /~- 7:__, r-~/4~ =-~.Ye-~~ -: ,/4_ ~~ h~!, -7 ~ ~~ -/ ::.L.,L..__ ~ ~ ~1.L-_,/4__ f~ , ,,#~ ~ --4~ __,: Carta del Gobernador de Alicante D. Juan Tejn al Alcalde D. Jos Joaqun Gonzlez Amat en 1904, donde le comunica el otorgamiento del Ttulo de Ciudad para Elda. Otorgado por S. M. el Rey D. Alfonso XIII en S. Sebastin. Reproduccin y Archivo M.S.G. 39 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Retrato de D. Emilio Castelar (joven). Repr oduccin y Archivo. M.S.G. La Santa Cecilia dirigida por D. Ramn Gorg tocando en los Jardines del Casino. Reproduccin M.S.G. 40 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Los caballitos , aos 30. Archiv o M.S.G. Invit acin de 1903 par a el acto de inaugur acin del edificio del Casino en la Calle Nueva. Firmada por el Primer Presidente , D. Eduardo Gras Lpez. 41 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO LA DCADA DE LOS 60 EN ELDA LA CIUDAD CREC A primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir EL DESPEGUE INDUSTRIAL, SOCIAL Y ECONMICO RECUERDOS Y VIVENCIAS DE UN ADOLESCENTE la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaza preferida. All pas mis mejores ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido p avimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanis ta y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecuerdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilust r ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, er a muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas por , los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: L os P ekenikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obreros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de O ro pa r a el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l ev an tino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROLLO. Todo el desarr ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comer cial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de e xpansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Ex cmo. A yun tamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y s to jun to a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y pa ra la Feria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Na var r o Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 42 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaza preferida. All pas mis mejores ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido p avimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestre y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanis ta y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecuerdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, e ra muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas por , los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El r es to del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obreros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y nume rosos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROLLO. Todo el desarr ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer t odo s to, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a emp resarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y pa ra la Feria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 43 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestre y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanis ta y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecuerdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, e ra muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tando de las terribles peleas prot agonizadas por , los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y otr os muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientr as dbam o s cuent a de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obreros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... M uy propio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy pues tos de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROLLO. Todo el desarr ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comer cial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertu r a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y pa ra la Feria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 44 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanista y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, e ra muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tando de las terribles peleas prot agonizadas por , los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y otr os muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientr as dbam o s cuent a de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obreros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobr e t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARR OLLO. T odo el desar r ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDA CIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 196 1 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que llevar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y s to jun to a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y pa ra la Feria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 45 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanis ta y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de es ta dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, er a muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas po r, los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obreros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobr e t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios, ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy pues tos de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROLLO. Todo el desarr ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que p rovoc a su vez una g ran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implan t adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 196 1 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que llevar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad . No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y para la F eria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 46 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanis ta y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de es ta dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, er a muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas po r, los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obr eros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios, ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy pues tos de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROLLO. Todo el desarr ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que p rovoc a su vez una g ran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 196 1 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe p retender fama s, ser monumen to a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y s to jun to a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y pa ra la Feria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 47 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanista y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de es ta dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, er a muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas po r, los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obr eros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROL LO. T odo el desar r ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUNDACIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los est ilo s de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Pr estigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y para la F eria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 48 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanista y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, e ra muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas po r, los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obr eros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROL LO. T odo el desar r ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUND A CIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los est ilo s de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Prestigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y para la F eria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano LA CIUDAD CRECA primer os de los aos 60, se conf orma el tejido urbano que nos ha llegado hast a hoy . R ecuer do que Elda, permaneci muy est able y con la misma fisionoma que tena antes de la guerr a civil. Fue a finales de los 50 y principios de los 60 cuando ocurr e la gran expansin hacia los cuat ro punt os cardinale s. As pas por ejemplo con el barrio de la Fr aternidad en el que nac que permaneci casi igual a su construccin en 193 1 hasta que cruz lo que ahor a es la Gran Avenida, en 1956. L o hizo siguiendo los patr ones que ya tena, es decir , en casas de una sola plan ta pe ro con una impor tantsima nov edad, la p resencia de nume rosas fbri cas de calz ado de nue va plant a, mezcladas con las casas del v ecindario, y que podramos situar ent re el actual Bar Campico y la z ona de la Far ola, y entre la Gran Av enida y la calle Magallanes , conformando lo que nos atrev eramos a definir como primer polgono industrial y que a su v ez dio personalidad a un barrio mer amente obrer o y con un gran ambiente fabril: la Nuev a Fraternidad. Una vez cruz ado lo que ent onces se le conoca como el Pr ao , es decir 49 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO la zona que v a de Gran Av enida hacia la Ciudad Vergel que ya e xista desde los aos 30, se empez a construir hacia el Lavadero y el Manicomio, cruzando la carreter a de Petr el o Jaime Balmes hasta llegar al alt o del Pino con los nuevos barrios de L uis Batlls y Vir gen de la Cabez a en 1960 y siguiendo hacia P etrel, urbanizndose hast a la actual Avenida de Madrid. P or la zona Sur , se sigue hast a la z ona de la F eria, en los alrededor es del Par que Municipal y hacia abajo, construyndose Las Trescientas en 1960 y San Fr ancisco (1960-1968). P or la zona del ro, se cruz a ste y apar ece Huerta Nueva. Como podemos observar , son todos barrios obrer os de casas muy econmicas r ealiz adas con mucha r apidez para poder absorber el aluvin de inmigr antes que llegar on en esos aos , para t rabajar en la industria, pues Elda pas de 28.751 habit antes en 1960 a 41.51 1 en 1970. El patrn de construccin que se sigui, fue el de casas bajas , como mucho de tr es o cuatr o alturas y ha y que esperar hast a 1965 par a encontrarnos con la primer a gran construccin: el edificio Elda, de 16 pisos que fue el ms alt o y gr ande hast a, que a principios de los 70 se construy e el edificio San Cristbal de 14 pisos per o con muchas ms viviendas. Observ amos que se cr ece en superficie y no en altura. Era una ciudad muy tranquila y pasear por sus calles y plaz as era un placer . Las calles er an lugar de reunin de los vecinos , las puertas de las casas, rara v ez se cerr aban, se coma, se jugaba, se tr abaja en ellas . Las manzanas de casas er an gigantescos patios de v ecinos. Existe un eje de trnsit o principal que va desde la Plaz a Castelar y el mercado de abast os has ta el Casino Eldense con un r amal que v a hacia la Iglesia de Sant a Ana y la calle Nuev a. La calle ms concurrida y popular es por supues to la llamada calle del P aseo conocida como Martnez Anido ent onces y que ahor a conocemos como Juan Carlos I. A la Plaz a Castelar se le cambia su fisionoma, pues desapar ece el Templete par a poder acoger bailes y verbenas, apar eciendo el bar cafetera en el mismo lugar que el actual, servido en un principio por Andrs Na varro y donde acudamos a t omar un caf y a jugar al rabino o al domin, los jv enes de la Fraternidad y del Pr ogreso. A un se encont raba el len de br once pr esidiendo el estanque , lleno de peces de colores , en donde nos refrescbamos en las calur osas tardes de ver ano. Si bajbamos por la ent onces calle Martnez Anido nos encontrbamos t ambin uno de los gr andes edificios de aquella poca, el Edificio Ernes que daba paso enseguida a la Plaz a Sagasta o como pona en el rtulo Plaz a de los MRNS o Plaz a de los Mrtires , aunque no conozco a nadie que le hay a llamado nunca as. st a era nuestr a Plaz a p referida. All pas mis mejo res ratos, y a que debido a la p roximidad de la A cademia de D. Emilio, en la calle Capitn Aguilar , estuve ms tiempo all que en mi Fr aternidad nat al. Ent onces me par eca ms grande y ms bella que ahor a. Estaba en alt o con un par de escalones , con una fuente muy bonit a y lleno de rboles que c reamos A cacias y que mi buen amigo Manuel Serr ano me coment que er an AILANTHUS. Pues bien desde est a preciosa At alaya, v eamos pasar las cosas y las gentes de Elda, observ ando a Miguelico el del terminao, tir ando del carrito lleno de z apatos a medio hacer , oliendo a cemen, a las mujer es con bolsas llena de faena, al afilador , al Barrilico el municipal, al que arr eglaba las sillas de anea , al paper o, al estaador, a Juanito el carbone ro, siempr e tirando de su bur ra Cario, al de arrope y calabaz ate, a Daniel el del helao, al Z afraner o, al Magua, muchas bicis, algunas velosolex y muy pocos coches y ... el autobs amarillo: El Colilla. L os rboles de la plaza, nos daban sombr a y en poca de floracin nos comamos sus dulces flores blancas que llambamos z apaticos y con sus hojas mltiples , nos hacamos impro visadas espadas par a emular piratas o espadachines como v eamos en el cine. T ambin jugbamos al ftbol con chapas en impro visados campos que nos ofr eca el curioso y y a desaparecido pavimento de la calle Z orrilla, hasta que apareca de impro viso el dur o y severo D. Raf ael Maestr e y de un capn nos v olva a la r ealidad y a los dur os pupitres de la A cademia. De sus aulas salier on muchsimos profesionales , empresarios, artistas e incluso polticos de Elda y Petr el. All mezclados estbamos hijos de obrer os y de empr esarios con el fin de formarnos en una educacin integ ral y humanista y de paso prepar arnos para la Revlida del Bachillerat o Elemental cuyo examen se r ealiz aba en Alcoy . El dueo de la A cademia er a D. Emilio Maestr e (q.e.p.d.) per sona carismtica, cuy a sola presencia emanaba respet o y al que todos le debemos est ar agradecidos por pr epararnos par a la vida de adultos . Como reconocimient o a su gr an labor y al gr an cario que le tenamos a mediados de los 80, muchos de sus alumnos , le rendimos un mer ecido homenaje en el r estaur ante P aulino. Tambin nos daba clase un ent raable Jos Joaqun R omero, r eciente mente f allecido y del que llegu a ser su amigo y contertulio con el grupo de los Crticos . Durante ms o menos tiempo tuvimos como pr ofesores al cura P arreo de mal r ecue rdo para t odos, Paco Aguado, Toms y... Raf ael Maestr e un v erdader o ogro, per o un hombr e que saba mucho de literatur a, lengua, teatro y cultur a pero que no supo trasmitirlo, salv o a algunos pocos alumnos que le acompaar on en su aventur a del grupo de teatr o COTURNO unos aos ms tarde. P oca gente en est a poca se preocupaba por la cultur a, al menos no se perci- ba sensacin alguna de m ovimiento cultur al, ni nada que se le par ezca, slo destellos individuales o de pequeos grupos inter esados por la pintur a alrededor de Gabriel Pov eda, o de la msica en la Agrupacin Musical del C.E.E, t ambin fundado en aquellos aos. T ambin tenamos a Andrs Llor et, Juan Madrona, el jov en P orpett a y algunos ms . El fenmeno de la falt a de inters por foment ar la cultur a, no fue ex clusivo de Elda, sino de muchos pueblos que sufrier on un crecimient o demogrfico y econmico descomunal, debido al desarr ollismo industrial de est a dcada, que lle v aparejado un cambio de valor es y costumbr es y que en Elda prov oc la aparicin de un element o o bre ro que est aba bien pagado y de una bur guesa industrial, no ilustr ada, pero con diner o para acometer proy ectos muy dispares , aunque no expr esamente culturales , como la creacin del Club de Campo, del Mot oclub o del C.E.E, o el r elanzamient o de las Fiest as de Mor os y Cristianos y sobre t odo la cr eacin de la FICIA. OCIO. La ofert a de ocio, en cambio, e ra muy import ante y variada. Haba muchsimos cines de invierno y de ver ano, mucha competencia, muchas pelculas y a un p recio muy asequible . As el Cine Cant, T eatro Cerv antes, Re x, Teatr o Castelar , Coliseo y Alczar , Ideal, Goya, Ro xi, Lis , Gloria, Aguado, Capri, Idella que luego se llam Rio. Est aban los cines de estr eno que hacan dos pelculas y los cines de barrio que hacan tr es pelculas en sesiones de tar de y noche , as funcionaba por ejemplo el Goy a, el Aguado, el Capri, el Rio, el Ro xi. Tambin la Plaz a de Toros, cuando llegaba el ver ano, se utilizaba como cine , pasando las mismas pelculas que en el Cant, per o de all tengo sin embar go el grat o recuer do de las muchas v eladas de lucha lib re, por supuest o trucadas , que pas all con mi pandilla: Amador , Pedr o, Sebas , Ramn, Juanit o, Carlos , Hermelando, Delicado..., disfru tan do de las terribles peleas prot agonizadas po r, los Hermanos Piz arro, Aledo, Br aulio, los Hermanos Git anos, Marcos y ot ros muchos . Cuando llegaban las Fiest as de Mor os y Cristianos o de Septiembre , los cines al air e libre, se conv ertan en locales de bailes y v erbenas. Recue rdo ver por ejemplo a los Hermanos Calatrav a en la terraz a del T eatro Cerv antes. O en el Cine Ro de la Huert a Nueva, quitaban las butacas y hacan baile en invierno y en ver ano en la cer cana Terraz a Florida muy concurrida por la juv entud obrera de Elda y a donde acudan sobr e todo grupos de Elda como: L os Boxers, Los Sonmbulos , L os Blue Star , Los Pr ehistricos , etc. Tambin por motiv os especiales como campaas de Na vidad y otros , el Teatro Castelar lleg a ofr ecer festiv ales matinales musicales y cr eo recor dar haber asistido a uno en el que actu el Do Dinmico en el cenit de su carrer a. Locales muy fr ecuent ados fuer on La Play a y Las Vegas, donde acuda lo mejor de la juv entud eldense a pr esenciar lo ms de la msica moderna de aquel ent onces: Los Pek enikes , L one Star , Mdulos , Sirex, Frmula V , Pop T op y muchos ms. El resto del ao y de la semana, poco ms haba que hacer que trabajar o estudiar , o como en mi caso y el de otr os muchos , trabajar par a poder estudiar , compatibiliz ando las dos cosas . En 1962 se emiti por primera v ez en Elda Tele visin Espaola como cadena nica, as pudimos v er los telediarios de Fr anco y series como el Santo, Viaje al fondo del mar, Hist orias para no dormir, Bonanz a, o concur sos como Reina por un da, st a es su vida o Cest a y puntos, que se v ea los Sbados por la tarde , cada vez en casa de un amigo, mientras dbamos cuen ta de la merienda que nos pr epar aba la madr e de turno de: Alfr edo, Emrit o, Felipe , Antonio, Santos, o Ja vier y al final terminbamos haciendo dos equipos y emulando lo que acabbamos de ver , con la ilusin de que si aprendamos mucho, alguna v ez acudiramos a la tele , esa cosa t an maravillosa. Conf orme fuimos cr eciendo cambiamos la tar de de tele por las pandillas y los guateques . Eran tiempos de cine-frum, de charlas sociales y r eligiosas . De los primer os grmenes de mo vimient os obrer os alrededor de la parr oquia de San Fr ancisco con D. Fr ancisco Coello como aglutinador y que poco a poco se r ode de un grupo de jv enes obr eros y estudiantes , a los que fue inculcando la idea de conciencia y justicia social, algunos de ellos er an alumnos de D. Emilio y amigos mos como Joaqun Laguna, Jos V al (q.e .p.d.), Pedr o Rios (q.e .p.d.), y alumnas del Colegio Carmelit as como Manoli Martnez, Sar a Ban, iniciando un mo vimient o religioso, obrer o e intelectual que aunque result minorit ario, fue bastante inter esante . El resto de la pandilla, entr e los que me encontr aba, sigui el devenir del pueblo, que est aba ms por divertirse, las pocas hor as que le quedaban a la semana, por que no est de ms r ecordar, que en los 60, la m ayora de fbricas funcionaban a dest ajo por ello cuantas ms hor as trabajar as ms diner o ganabas, as no er a rar o tr abajar hast a los Domingos por la maana. P or eso a mi edad las pandillas , o hacan un guateque particular , o se iban al cine a ver t res pelculas y luego a dar una vuelta por la calle del P aseo desde el Casino a la Plaz a Castelar y vuelt a, y all se haca vida social saludando y charlando con t odo el mundo. R ecuer do con cario, la casa donde hacamos los guateques , que estaba en la calle Coln, er a de M Salud Cant P eataro y est aba enfrente de la f armacia de D. Ramn Rico, poco antes de que t odas est as casas fuer an derribadas para conf ormar lo que es ahor a la calle Coln. EL CASINO. Los aos 60 supusier on una nueva edad de Or o para el Casino siendo, refer encia de la vida cultur al, ldica y social de Elda, celebrndose en sus salones numer osas exposiciones de pintur a, fotogr afa, confer encias y numer osos bailes par a los socios en Fiest as de Moros, de Septiembr e y Navidad. En 1965 se aprobar on nue vos reglament os siendo presidente D. Eust aquio Cant y y a en su primer artculo la Sociedad, pasa a denominar se Sociedad artstico-cultural Casino Eldense diciendo que L os fines son pr opagar la cultur a y el arte en todas sus manifest aciones y al mismo tiempo pr opor cionar a sus componentes las distr acciones y recr eos que autoriz an las buenas costumbr es y sean propias de per sonas cultas .... Muy p ropio de la buena sociedad eldense, de la burguesa de aquellos aos , nutrida en su mayora por empr esarios industriales y profesiones liber ales, desapar eciendo en gran medida el v ariado sustrat o social de sus primer os aos. T ambin en cuant o a la juv entud, el r eglamento cr ea una llamada Seccin de Asociados jvenes formada por los hijos de los socios , que fue muy activ a en aquellos aos , organiz ando bailes y v erbenas y una pequea discoteca muy fr ecuentada los fines de semana. Fuer on aos de un nuev o florecimiento del casino, sobre t odo debido a estos bailes y v erbenas que se realiz aban con mucha fr ecuencia. Mi pandilla, que est aba mezclada de hijos de socios del Casino y de no socios , ramos asiduos del baile de disfr aces en Carnav al, los chicos todos muy puest os de traje y corbat a y las chicas como Filo, Any , Ana Blanca, M Salud, Anabel, Ant oita, Eli, M R osa, muy guapas con sus r opas de poca. P asamos muy buenos rat os en los jardines y salones del Casino. Er a un recinto muy animado de nios , jvenes, adultos y ancianos como la entr aable Pea del Agua entr e los que est aba mi to Vicente, que pasaba all t odas las tardes del ao. En est os aos, y a se empez aba a hablar de Elda a niv el nacional de forma elogiosa. As lo hace Jos M P emn en 1960 cuando dice: no ha y moros en la costa . Elda pelea con la vida, con la pr osperidad, con el goz o. O estalla la plvora de su vit alidad en arcabucer os y pirotecnias o se contiene en disciplina laboriosa y p rogr esiv a. Otro f amoso periodist a y nov elist a madrileo Csar Gonzlez R uano en su libr o Nuevo descubrimiento del mediterrneo, nos dice: Elda es ciudad hospit alaria, cordial, vital, y sobret odo ur gentemente simptica. En los itiner arios l evantino s, no debe fal tar la luminosa y tr epidante Elda, a la que me pr opongo visit ar con la calma y atencin que se merece , pisando sus calles con suela de sus zapatos. ANTECEDENTES DEL DESPEGUE INDUSTRIAL. Antes de los 60, el mer cado de nuestros z apatos e ra ex clusiv amente nacional, muy est acional y de bajo consumo y apenas nada de diseo y moda, debido a la autar qua de la etapa franquist a ms aislacionist a. El tamao de las empr esas, son las tpicas del t allerico entr e 5 y 50 pe rsonas , con p roduccin artesana manual, destinada a pedidos nacionales de muy pocos pares . Las grandes empr esas del primer ter cio de siglo, prcticamente han desapar ecido, y las empr esas de 50 1 00 trabajadores slo super an el 10 % del tot al. Esto trae consigo un est ancamiento tecnolgico y de pr oduccin Par a qu se iba a producir ms si luego no haba nadie que lo comprar a. P ocas empr esas se preocupaba de e xport ar y t ampoco se pr eocupaban mucho de contr olar la calidad del pr oduct o acabado, import aba mucho ms el pr ecio final y par a ahorrar costos no se er a muy e xigente con la cualificacin del per sonal, sin pr eocuparse apenas de cr ear una marca, ni mucho menos de la red comercial. DESPEGUE Y DESARROL LO. T odo el desar r ollo de la ciudad, se debe a la bonanz a econmica que supuso el desarr ollo de la industria del calzado, que prov oc a su v ez una gran demanda de mano de obra, no absorbida por la poblacin existente y que supuso una corriente inmigrat oria hacia nuestra poblacin que en 1960 tena 28.750 habit antes y en 1970, 4 1.511. Para apreciar bien est a cifra de aument o, 8.635 son inmigr antes y de st os la mayora manchegos y andaluces. P or ltimo aadir que en est os aos el 77% de la poblacin activ a estaba dedicada a la industria del calz ado o conexas. En los primer os aos 60, se pr oduce a ni vel nacional un cambio en la dir eccin poltica y sobr e todo en la econmica, apar eciendo en escena los ministr os tecncratas , casi todos pertenecientes al Opus Dei con Lpez Rod a la cabez a y Ullastr es en comer cio, suponiendo el fin de la autar qua y una may or apertur a y liberalizacin de la economa y el comercio, con menos tr abas par a la import acin de nuev as tecnologas y m ayores facilidades par a viajar fuer a y para la r ealizacin de certmenes nacionales e internacionales . Es la poca de los Planes de Desarr ollo. Par ece lgico que los empr esarios de los 60 se hagan este planteamient o: Par a obtener buen pr ecio, es necesario pr oducir en cantidad, par a ello es necesaria nuev a tecnologa con personal especializ ado, en fbricas ms gr andes y con pr oduccin en cadena. Par a hacer todo st o, se necesit a mucho diner o y para poder recuper ar esta inver sin y hacerlo r ent able ha y que buscar mer cados fuera de Espaa, que puedan absorber la superior pr oduccin. Slo unos pocos se atrevier on a salir al e xterior a vender su mar ca y cr eando una rudiment aria red comer cial. Pero la ma yora de empr esas tenan toda la pr oduccin destinada a su Socio Americano, ahorrndose as el alt o cos to de una inf raestructu ra comercial, sin prev eer como luego ocurri, que la pr oduccin a un solo cliente , ha sido la causa de la desaparicin de muchsimas empr esas surgidas en aquellos aos 60 de gr an bonanz a econmica. Per o en un principio apar ece una gran fiebre e xport adora haciendo bueno el eslogan de Elda, P aris, Londr es con la consiguiente bsqueda de nuev os mercados. De tal forma que los par es export ados en est a dcada supusier on en 1970, 7.600 millones de peset as con un crecimient o anual medio desde el 60 al 7 0 del 50% anual, e xportndose sobr e todo a Est ados Unidos y en menor cantidad a la C.E.E. LA FICIA: ANTECEDENTES Y SU FUND A CIN. En Elda y a hay una gr an cantidad de industrias a finales de la dcada de los 50 con capacidad de pr oducir y que curiosamente estn implant adas en las z onas de expansin urbansticas , en la parte de la Nueva Fr aternidad, as: Noguern, Octa vn, Paco Herrer o, el Mau, Chimo, Gmez Rivas , Elas Poveda, Kurhapies , Ma rcial Sarri, Santiago Aldarias, Styl , Vicente Antn, Raf ael Sirvent y muchos ms. La FICIA cr eada en 1960 tena como finalidad r eunir y concentr ar la ofert a del calz ado anualmente en Elda, par a su p romocin, comer cializacin y v ent a, adems de difundir nuev as tcnicas de p roduccin, nov edades en moda y maquinaria, t odo ello con ofert as de inters y calidad. En 1959 se celebr a la primera e xposicin de calz ado en las Escuelas Nacionales . En 1960 se constituy e FICIA r ecibiendo el ttulo oficial de F eria Nacional del Cal zado. En 19 61 con fecha 13 de Octubr e se le reconoce carcter de Cert amen Internacional. En 1964 inaugur acin del nuevo r ecinto ferial, ho y desapar ecido y se cr ea el CEPEX (Centro Promot or de la Export acin). En 1968 se desdobla en dos certmenes anuales . En 1972 Ficia cr e el INESCOP. El principal pr omotor y alma mater de la FERIA, fue sin lugar a dudas R oque Calpena Gimnez, por ent onces concejal de Fiest as del Excmo. Ayuntamient o de Elda, pr esidido entonces y dur ante muchos aos por D. Ant onio P orta Vera; R oque supo conv encer a empr esarios y a polticos de la conv eniencia de c rear un ente pa ra favorecer la venta y exportacin de nuestros zapatos. A unque antes de est as fechas, ya nos encont ramos con industrias que e xporta- ban gr an parte de su pr oduccin como son, Elda Export adora, Jos Amat Sanchs o Ar raez Verd, su idea era r elanzar la industria eldense , aprovechando la tmida apertur a nacional y la bonanz a econmica y los pr ecios ms barat os de nuestros zapatos , y todo ello a contr acorriente y luchando contr a tirios y troyanos y r odendose de un grupo de personas con ideas avan zadas y emp rendedo ras que ll evar on a buen puer to ese enorme desa fo, la may or parte de las v eces improvisando sobr e la marcha. En el librillo que se edit a con el comit or ganizador y los e xpositores que concurr en a la 1 F eria Nacional en las Escuelas Nacionales de Padr e Manjn, R oque Calpena, nos e xpone algunos de los objetiv os de la feria y comienz a a modo de pr embulo diciendo que no es quimer a de ilusos ni ut opa de visionarios. Es y a una plena r ealidad. No debe pretender famas , ser monumento a las virtudes de un pueblo, satisf accin a la disculpable vanidad de sus or ganizadores... . Y despus se plantea tr es objetivos. 1) Cr ear y est ablecer la Moda Espaola del Calz ado, pues all confluirn los estilos de hormas y t acones, pieles y colores , lneas y de all saldr la orientacin de la moda par a cada temporada. 2) Un gigantesco escaparate , nico en Espaa, pa ra el me rcado nacional y sobre t odo par a los mercados extranjeros. 3) Prestigiar la calidad, r eal o potencial de nuestr os artculos cont ando para ello con una artesana mano de nuestros ob rer os y st o junto a nuev as tecnologas y a un Contr ol de Garanta Nacional R oque Calpena (q.e .p.d.) fue un visionario muy inteligent e, vivi por y para la F eria. P odra haber sido una per sona discutida y controv ertida per o nadie debe quit arle el mrit o de situar a Elda y a su industria en la modernidad. BIBLIOGRAFA Alborada XX : Manuel Gr an Guill. Ev olucin Urbanstica. Catlogo de Expositores 1 Feria Nacional del Calz ado e Industrias Afines (cedido por Miguel Gonzlez Aguado). Eldenses Not ables de Albert o Navarro Past or ao 2000. Roberto Valer o Serrano 50 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Acabado y puesto en cajas de zapatos de chicarro en la fbrica de Vicente Albero en 1960. Jardines del Casino Eldense ao 1959. Archivo R.V.S. 51 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO Calle Vzquez de Mella en la Fraternidad, donde naci el autor del artculo. Archivo R.V.S FERIA NACIONAL DEL CALZADO E INDUSTRIAS AFINES Portada del librito con la relacin de expositores de la 1 Feria del Calzado. Archivo R.V.S. 52 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Plaza de Sagast a 1963. Archiv o R.V.S. Interior de una casa del Progreso en los primeros aos 60. Observar la cocina econmica con los hogariles y la chimenea extractora. Archivo R.V.S. 53 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Pascuas de 1968. Grupo de amigos con atuendo manero en las estribaciones del Monastil, en la antigua fbrica de cartn de D. Emrito Maestre. Archivo R.V.S Paseo inaugural por los stands en Padre Manjn del Ministro de Comercio Ullastres y Roque Calpena. Archivo R.V.S. 54 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO 1 rcri11 N11ciu1111l ~,:! Culzu~o e l111hmtri11s Afms PR ESIDEN CIA DE H ONO R D. MIGUEL MOSCAHDO GUZMAN -Gobern ador Civil de la Provincia de Alic ant e D. MANUE L QU IN TERO NUEZ -Oireotor General de Expansi n Comercia l O. ALBERTO AHAMB UHU LAGAHTE -Pre siden te de la Diput acin Provincial de Alicante O. MA NUE L FU ERTES IHUHO SQU I - Comisario General de Ferias D . VICTOR ARROYO Y Allfl.OYO -Je fe N acional del Sindi cato Vertic al de la Pie l D. MA NUEL 1- IE HN ANOE Z SANCI-IEZ -Delegado Provi11 cial d e Sindicatos de Alicante PRESIDEN CIA D. ANTON IO POll T A VERA -Alca lde d e l Excmo. Ayuntam iento de Elda V IC E-PRE SIDENTE S D. JO SE iI. G RAN DIEZ -Jefe Provincial del Sindicato Vertical de la Pi el D . JO SE M . NAVARHO PAHHA -Delegado Comarc al do Sindicatos de Elda SEC RET A RIO GE NERAL O. HOQ UE C ALPENA C IME NEZ -Conceja l del Cxemo. Ayuntamiento de Elda O . Vi cente Ma rlnez Pons D . An tonio Belmor Nova rro D . Al varo Corpeno Mar tfnez O . Ferna ndo Obra do r l b ez D . Manuel Navar ro 0a v O . 0am in Cresp i Ramis D. Ped ro Hern ndez lo jo ro D. Joa qu n Pl onelles O. Jos Jua n Al ba D . N orberto Navar ro Bote lla O . Migue l San jun Fra ncs O . Francisco Bo rrs D . Cn dido Muoz Zofri llo O . Fra ncisco Cremodes Go llo no D . Jos Rod rguez Esp inoso D . Er odio Pi Este ban O. Rafael Sirvent Cont O . An tonio Juan Novo rro O. Osea r Santos Gonz lez O. V ice nte Antn Mor lnez O. Jos M. Al arc n Juan O. Ed ua rdo F erre r Pos tor D. Isid o ro Mantec a Li llo En represtn taoh ln ~elBanOll Eepano l de Crllt o D. M igue l B arco la C orbonell En re preaentac ln de Tener ii. Mod arn, Fr1n1JO Espa no ll . S. A D . Jos Maes tre Vi llap lo no En represenlaolbn de la Cmara Oficia! de C. l. y N. de Alloa.nte O, Arm and o Gue rra Ju on -En re ~r&mlt oln de Caja Ahorros del 9-urHte de ESjlan a. Al!oant t Comit organizador al completo de la 1 Feria Nacional del Calzado. Archivo R.V.S. Homenaje a D. Emilio Maestre en el Restaurante Paulino en el ao 1982. 55 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Grupo de jvenes en los jardines del Casino Eldense con motivo de un baile de Carnaval en 1968. Archivo R.V.S. Cartelera de los cines Coliseo y Alczar en 1965 en la valla y 2 chicas vistiendo la moda de esos aos. Archivo R.V.S. 56 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO 2 Feria Nacional de Calzado en las Escuelas Nuevas de Padre Manjn, con el monolito culminado con la figura de Mercurio. Archivo R.V.S. Aparadora pintada por Gabriel Poveda para el Stand de Pfaff Espaola S. L. en la FICIA. Propiedad R.V.S. 57 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO l. ff!E . C. l. A~ . 9oci,JaJ f if M tJ o,a J, e.t ,Jo, f ~- f~f o; !a toJa ceaJe Je cafhJo f; f e Ma, e.c.eee;o y 1fil io 1e r;oJ ucen Ju l in JuJt; i, eeJ aJocia.JoJ. DAHELLOS , 8 !EllDA Publicidad de S.E.C.S.A., una de las empresas pioneras en la exportacin de todo tipo de calzado. Archivo R.V.S. 59 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO EL CAMBIO SOCIAL QUE GOZAMOS Y SUFRIMOS Cuando se celebr an centenarios, en este caso el del Casino Eldense , procede hacer balances de la ev olucin histrica de ese tiempo. Y o me voy a r eferir al cambio social, per o no de los cien aos, sino de los ltimos cincuenta. Estn ms cercanos y , por haberlos vivido, se est ms aut orizado par a coment ar los punt os de vist a sobre l. Algo resalt a de la ev olucin de la sociedad espaola del ltimo medio siglo, t ambin de Elda. Y es que ha sido brut al, e xplosiv a. El cambio sera cuantit ativamente similar al acontecido en siglos enter os anteriores. Ha y como una sensacin de haber vivido v arias vidas por la aceler acin de los acontecimientos , las crisis de v alores sufridas , los cambios tecnolgicos , la incorporacin de la mujer al tr abajo fuer a del hogar, la v ariacin de las f ormas de vivir y , esto es muy importante , en la f orma de convivir. Es gr ande el contr aste de la situacin actual y la de los aos 50, con la poblacin empobr ecida, una economa de subsistencia, sin libert ades, aislada del mundo. Cuando la rev olucin tecnolgica no haba asomado a sus puertas . Sin tele visin, sin coches apenas , con una Medicina que empez aba a despertar, pero lejos todava sus frut os esplndidos . La sociedad est aba inmersa en s misma, no haba casi posibilidad de viajes , las vas de comunicacin er an malsimas. Y, sin embar go, haba una capacidad de tr abajo enorme , una esper anza en un tiempo mejor . Ante la incapacidad de los medios pblicos su rgie ron iniciati vas individuale s. Se funda ron sociedades cultu rales , de ocio, per o de alcance limitado. Hace un siglo, cuando D. V entura Ver a y unos amigos fundar on el Casino, les movier on sus inquietudes culturales. L uego fue adquiriendo un esplendor como lugar de encuentr o social. En los aos 60 y 7 0 del siglo pasado er a el lugar de r eunin de la bur guesa eldense. R esponda a una necesidad social. L uego vino esa aceler acin histrica de que he hablado y empez su decadencia. No slo la su ya. Mltiples sociedades pri vadas de ocio (Club de Campo, P ea Jardn, Motoclub) han seguido un camino similar, igual que agrupaciones de otr o tipo (Sociedad Cultur al el Serfico, Asociacin Mdicoquirr gica). Por qu Habra muchos aspect os a consider ar en la ev olucin que ha tenido lugar. Consider ar algunos: 60 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO AUTOMATIZACIN. Ha sido de carcter e xplosivo el desarr ollo de la industria aut omovilstica, que ha surtido prcticamente a la totalidad de la poblacin. De ello ha derivado: - La inadecuacin de las ciudades a su pa rque de vehculos , con grandes pr oblemas de aparcamiento. - El cambio en las costumbres sociale s. Los fines de semana las calles se quedan vacas , hay una necesidad de viajar. Y a no se precisan los clubs o similar es para distr aer los das de fiesta. - Aument o de la libert ad personal. - Conocimient o de otros lugares, con ms r elaciones interper sonales, actividad pr ofesional en otras z onas distint as a la del domicilio habitual, ms posibilidades de negocios , conocimiento de otr as costumbres , un aumento de la t oler ancia. Ya no nos consider amos el ombligo del mundo. LA DEMOCR AT IZACIN POLTICA. Mucho se podra escribir sobr e ello, pe ro anot ar slo lo fundament al. Para los que vivimos t ambin la poca dictatorial anterior es como si nos hubieran quit ado una losa de encima, que nos agobiaba. Fue un tiempo en que slo se r espir aba est abilidad: no pasaba nada. La libert ad de expr esin no iba ms all de los chistes que se cont aban en privado. El dinamismo social que ha derivado de la nuev a Constitucin ha transformado al P as. Ha habido ex cesos, los hay, per o er a un riesgo necesario. La capacidad de iniciativas, la pr oliferacin de ideologas, la t olerancia mutua, las pr opuestas econmicas se han multiplicado. El ingreso en la Unin Eu ropea supuso una dinamizacin extraor dinaria. Ha sido grande el mejoramient o de las infraestructuras. La consider acin de Espaa a niv el internacional v a en aumento. Pero no t odo son v entajas. L os cambios t ambin se sufr en, se paga un pr ecio por ellos . Suponen un esfuerz o de adaptacin t an grande que algunos individuos y grupos sociales especficos reaccionan en contr a de la ev olucin de la comunidad, a la que pr etenden entorpecer o arruinar. Desde el punt o de vista individual, al aument ar el nmer o de personas no adapt adas, supone un aumento de la delincuencia. No es originada por malas ley es o dispositiv os policiales (que , por supuest o, siempr e se pueden mejor ar). Se trat a, en cambio, que muchas per sonas no estn pr eparadas par a vivir en un mundo que no entienden. El cambio de v alor es que supone t oda rpida evolucin genera desorient acin, falt a de ideales firmes en los que apoyarse , miedo ante 61 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO el futuro. Este miedo es la caracterstica bsica que explica t odas las dems. Desde el punt o de vista de grupos sociales sur gen los movimient os nacionalistas . El miedo es t ambin su caldo de cultivo. A compaado, desde el punto de vis ta psicolgico, de un insuficiente gr ado de integr acin personal que les dificult a el enfr entarse a un futuro a cr ear. T odo lo nuev o es incierto, supone riesgo, per o tiene el atr activo de ser una cr eacin de t odo el grupo social. Ante el miedo la r espuest a es dar la espalda al futur o y encarar se hacia el pasado, hacia pocas que fuer on (el condado de Bar celona Cat alua- de Puchol, el R eino de Aragn de Mar agall), o que no fuer on pero se inv ent an (los nacionalistas v ascos). A todos est os movimient os el tiempo se encarga de agost arlos, pero mientr as pueden hacer mucho dao Se pueden cit ar ejemplos histricos. Dur ante los siglos XVI y XVII hiz o aparicin en Eur opa con fuerz a creciente el despertar de la ciencia, anunciando el siglo de la L uces (el XVIII) y la explosin cientfica de los dos ltimos siglos. Pero esos primer os siglos (XVI y XVII), cuando emer ga un futur o esplendoroso, una parte de la sociedad sinti miedo, mir atrs , atribuy a influencias diablicas las nue vas tendencias, y el dao se pr odujo: las sangrient as guerras de religin y el milln de mujer es que terminaron en la hoguer a acusadas de brujera. LA INNOV ACIN TECNOLGICA DE LA INF ORMTICA Y LAS COMUNICACIONES. Su import ancia es extr aor dinaria. En pocos aos los or denadores son omnipr esentes. Y a no hay actividad que no recurr a a ellos , por la gr an capacidad de manejar datos . Quien no apr ende a manejarlos se queda par ado en su evolucin labor al, e incluso personal. Una de las consecuencias de su intr oduccin ha sido un enorme aumento de la p roductividad, sobre t odo en el sect or Servicios . De ah se ha derivado, como cor olario desaf ortunado, un aument o del paro. Este contratiempo, no obst ante, ser pasajer o, y debido al desajuste entre la r apidez de introduccin de la nuev a tecnologa y la adapt acin del per sonal labor al sobrante a las nuev as dedicaciones pr ofesionales que van surgiendo debido a la misma innovacin tcnica. Per o que requier en un grado de f ormacin especializado. Tan import ante como el manejo de dat os que supone el tener de auxiliar a un o rdenador lo es la mejor a de las comunicaciones y la inf ormacin que supone Internet. P one a disposicin per sonal, en el domicilio priv ado, de t oda la inf ormacin e xistente a niv el mundial. Supondr un efect o multiplicador sobre la ev olucin social ms all de lo que podamos imagina r. Posiblement e, al es tar disponible para t odos por su asequibilidad en todos los pases , har ms para a yudar a los subdesarr ollados que todas las a yudas econmicas que se pr estan actualmente. LA EV OLUCIN PSICOLGICA DE LA SOCIEDAD. Este cambio, con ser quiz el ms importante , es el ms difcil de explicar en unas pocas lneas de un artculo. LA FORMA DE PEN SAR, la ment alidad de una poca es el f actor decisiv o de los cambios. Par a hacerme entender puede ser til explicar la forma de enfermar psquicamente en distint os momentos de este siglo. Hace 30-40 aos er an muy habituales las crisis histricas; bast aba la muerte de algn allegado, un conflicto familiar o labor al, para que alguien sufrier a un at aque de este tipo, con sus convulsiones, su supuest a prdida del conocimient o y su teatr alidad. Este tipo de r espuesta psicolgica es bast ante primitivo; supone un tipo de ment alidad fragmentada, como si el individuo tuvie ra dos alma s. Cuando sur ga un conflict o, su alma ms consciente se inhiba, y ent onces se manifestaba la ocult a a travs de un aparat oso cuadr o en el que simblicamente se expr esaba la angustia del conflicto. Este tipo de mentalidad era muy pr opio de la Eu ropa de hace 4 5 siglos, con tipos de per sonalidad muy poco estructur ada. Su presencia r eciente indicaba que nuestro P as, tras est ar en la cumbr e del pensamient o en el siglo XVI, se est anc su desarr ollo mental durante el tiempo de la decadencia, las guerras civiles del siglo XIX y , finalmente, la del 36-39. st a supuso un r etraso import ante, en un moment o en que nuestr a Universidad est aba alcanz ando cierto grado de brillantez. Cmo se suele enfermar ahora desde el punt o de vista psquico Y a es muy raro v er una crisis histrica, pero mucha gente est depre . La depresin es la enfermedad psquica de moda. No obst ante , supone un adelant o muy import ante r especto a la per sonalidad histrica. La respuest a depresiva est mucho ms integr ada, no apar ece el tipo de disociacin de que he hablado antes . Es el tipo de ser , de respuest a ante las dificultades de la vida que se vio en los comienzos de la Edad Moderna en Eur opa. Entonces la melancola est aba muy bien vista, y no haba intelectual que se preciar a que no p resumier a de melanclico. En 30 aos de ev olucin ment al, pues, hemos recuper ado dos siglos de atraso. La men talidad que viene , que ya est iniciada, que se viv e en Centroeuropa y E.E.U.U., es la de tipo neurtico. La de la per sona un poco desquiciada por el str ess . La v elocidad de los cambios super a la posibilidad de adaptacin de muchas per sonas. No h ay ms que ver las dificul tades que tienen muchas per sonas de edad par a sacar dinero de un cajer o aut omtico, o pagar el p recio de un apar camient o en una mquina. Es tamos agobiados , tenemos tantas cosas que hacer: las hor as de trabajo, muchas, par a poder tener luego un lar go fin de semana; y ha y que dejar tiempo par a el partido de ftbol de los mir coles; y hay que ver se con alguien para trat ar de negocios . El fin de semana queda escaso: ir a la play a o el monte , dar un paseo, jugar una partida de tenis (sino cmo se van a r elajar), echar la partida con los amigos, v er el partidono ha y tiempo para t odo. Se vive , pues, angustiado, super ado. Y ahor a, adems, ha y que aprender Inf ormtica, e Ingls , claro! Es un tipo de personalidad, la neurtica, en que el dficit de integracin apar ece entr e nuestro y o y el mundo que nos r odea. No hemos aprendido todava una relacin armnica con nuestra modernidad. st a nos lleva a rastras, pr ecisando un V alium para tranquilizarnos , otr o par a dormir , y un psiclogo para desahogarnos. Enrique Selva Poveda 62 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO LA INNOVACIN TECNOLGICA DE LA INF ORMTICA Y LAS COMUNICACIONES. Su import ancia es extr aor dinaria. En pocos aos los or denadores son omnipr esentes. Y a no hay actividad que no recurr a a ellos , por la gr an capacidad de manejar datos . Quien no apr ende a manejarlos se queda par ado en su evolucin labor al, e incluso personal. Una de las consecuencias de su intr oduccin ha sido un enorme aumento de la p roductividad, sobre t odo en el sect or Servicios . De ah se ha derivado, como cor olario desaf ortunado, un aument o del paro. Este contratiempo, no obst ante, ser pasajer o, y debido al desajuste entre la r apidez de introduccin de la nuev a tecnologa y la adapt acin del per sonal labor al sobrante a las nuev as dedicaciones pr ofesionales que van surgiendo debido a la misma innovacin tcnica. Per o que requier en un grado de f ormacin especializado. Tan import ante como el manejo de dat os que supone el tener de auxiliar a un o rdenador lo es la mejor a de las comunicaciones y la inf ormacin que supone Internet. P one a disposicin per sonal, en el domicilio priv ado, de toda la inf ormacin e xistente a niv el mundial. Supondr un efect o multiplicador sobre la ev olucin social ms all de lo que podamos imagina r. Posiblement e, al es tar disponible para t odos por su asequibilidad en todos los pases , har ms para a yudar a los subdesarr ollados que todas las a yudas econmicas que se pr estan actualmente. LA EV OLUCIN PSICOLGICA DE LA SOCIEDAD. Este cambio, con ser quiz el ms importante , es el ms difcil de explicar en unas pocas lneas de un artculo. LA FORMA DE PEN SAR, la ment alidad de una poca es el f actor decisiv o de los cambios. Par a hacerme entender puede ser til explicar la forma de enfermar psquicamente en distint os momentos de este siglo. Hace 30-40 aos er an muy habituales las crisis histricas; bast aba la muerte de algn allegado, un conflicto familiar o labor al, para que alguien sufrier a un at aque de este tipo, con sus convulsiones, su supuest a prdida del conocimient o y su teatr alidad. Este tipo de r espuesta psicolgica es bast ante primitivo; supone un tipo de ment alidad fragmentada, como si el individuo tuvie ra dos alma s. Cuando sur ga un conflict o, su alma ms consciente se inhiba, y ent onces se manifestaba la ocult a a travs de un aparat oso cuadr o en el que simblicamente se expr esaba la angustia del conflicto. Este tipo de mentalidad era muy pr opio de la Eu ropa de hace 4 5 siglos, con tipos de per sonalidad muy poco estructur ada. Su presencia r eciente indicaba que nuestro P as, tras est ar en la cumbr e del pensamient o en el siglo XVI, se est anc su desarr ollo mental durante el tiempo de la decadencia, las guerras civiles del siglo XIX y , finalmente, la del 36-39. st a supuso un r etraso import ante, en un moment o en que nuestr a Universidad est aba alcanz ando cierto grado de brillantez. Cmo se suele enfermar ahora desde el punt o de vista psquico Y a es muy raro v er una crisis histrica, pero mucha gente est depre . La depresin es la enfermedad psquica de moda. No obst ante , supone un adelant o muy import ante r especto a la per sonalidad histrica. La respuest a depresiva est mucho ms integr ada, no apar ece el tipo de disociacin de que he hablado antes . Es el tipo de ser , de respuest a ante las dificultades de la vida que se vio en los comienzos de la Edad Moderna en Eur opa. Entonces la melancola est aba muy bien vista, y no haba intelectual que se preciar a que no p resumier a de melanclico. En 30 aos de ev olucin ment al, pues, hemos recuper ado dos siglos de atraso. La men talidad que viene , que ya est iniciada, que se viv e en Centroeuropa y E.E.U.U., es la de tipo neurtico. La de la per sona un poco desquiciada por el str ess . La v elocidad de los cambios super a la posibilidad de adaptacin de muchas per sonas. No h ay ms que ver las dificultades que tienen muchas per sonas de edad par a sacar dinero de un cajer o aut omtico, o pagar el pr ecio de un apar camient o en una mquina. Estamos agobiados , tenemos tantas cosas que hacer: las hor as de trabajo, muchas, par a poder tener luego un lar go fin de semana; y ha y que dejar tiempo par a el partido de ftbol de los mir coles; y hay que ver se con alguien para trat ar de negocios . El fin de semana queda escaso: ir a la play a o el monte , dar un paseo, jugar una partida de tenis (sino cmo se van a r elajar), echar la partida con los amigos, v er el partidono ha y tiempo para t odo. Se vive , pues, angustiado, super ado. Y ahor a, adems, ha y que aprender Inf ormtica, e Ingls , claro! Es un tipo de personalidad, la neurtica, en que el dficit de integracin apar ece entr e nuestro y o y el mundo que nos r odea. No hemos aprendido todava una relacin armnica con nuestra modernidad. st a nos lleva a rastras, pr ecisando un V alium para tranquilizarnos , otr o par a dormir , y un psiclogo para desahogarnos. Enrique Selva Poveda 63 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO LA INNOVACIN TECNOLGICA DE LA INF ORMTICA Y LAS COMUNICACIONES. Su import ancia es extr aor dinaria. En pocos aos los or denadores son omnipr esentes. Y a no hay actividad que no recurr a a ellos , por la gr an capacidad de manejar datos . Quien no apr ende a manejarlos se queda par ado en su evolucin labor al, e incluso personal. Una de las consecuencias de su intr oduccin ha sido un enorme aumento de la p roductividad, sobre t odo en el sect or Servicios . De ah se ha derivado, como cor olario desaf ortunado, un aument o del paro. Este contratiempo, no obst ante, ser pasajer o, y debido al desajuste entre la r apidez de introduccin de la nuev a tecnologa y la adapt acin del per sonal labor al sobrante a las nuev as dedicaciones pr ofesionales que van surgiendo debido a la misma innovacin tcnica. Per o que requier en un grado de f ormacin especializado. Tan import ante como el manejo de dat os que supone el tener de auxiliar a un o rdenador lo es la mejor a de las comunicaciones y la inf ormacin que supone Internet. P one a disposicin per sonal, en el domicilio priv ado, de toda la inf ormacin e xistente a niv el mundial. Supondr un efect o multiplicador sobre la ev olucin social ms all de lo que podamos imagina r. Posiblement e, al es tar disponible para t odos por su asequibilidad en t odos los pases , har ms para a yudar a los subdesarr ollados que todas las a yudas econmicas que se pr estan actualmente. LA EV OLUCIN PSICOLGICA DE LA SOCIEDAD. Este cambio, con ser quiz el ms importante , es el ms difcil de explicar en unas pocas lneas de un artculo. LA FORMA DE PEN SAR, la ment alidad de una poca es el f actor decisiv o de los cambios. Par a hacerme entender puede ser til explicar la forma de enfermar psquicamente en distint os momentos de este siglo. Hace 30-40 aos er an muy habituales las crisis histricas; bast aba la muerte de algn allegado, un conflicto familiar o labor al, para que alguien sufrier a un at aque de este tipo, con sus convulsiones, su supuest a prdida del conocimient o y su teatr alidad. Este tipo de r espuesta psicolgica es bast ante primitivo; supone un tipo de ment alidad fragmentada, como si el individuo tuvie ra dos alma s. Cuando sur ga un conflict o, su alma ms consciente se inhiba, y ent onces se manifestaba la ocult a a travs de un aparat oso cuadr o en el que simblicamente se expr esaba la angustia del conflicto. Este tipo de mentalidad era muy pr opio de la Eu ropa de hace 4 5 siglos, con tipos de per sonalidad muy poco estructur ada. Su presencia r eciente indicaba que nuestro P as, tras est ar en la cumbr e del pensamien t o en el siglo XVI, se es tanc su desar r ollo ment al durante el tiempo de la decadencia, las guerras civiles del siglo XIX y , finalmente, la del 36-39. st a supuso un r etraso import ante, en un moment o en que nuestr a Universidad est aba alcanz ando cierto grado de brillantez. Cmo se suele enfermar ahora desde el punt o de vista psquico Y a es muy raro v er una crisis histrica, pero mucha gente est depre . La depresin es la enfermedad psquica de moda. No obst ante , supone un adelant o muy import ante r especto a la per sonalidad histrica. La respuest a depresiva est mucho ms integr ada, no apar ece el tipo de disociacin de que he hablado antes . Es el tipo de ser , de respuest a ante las dificultades de la vida que se vio en los comienzos de la Edad Moderna en Eur opa. Entonces la melancola est aba muy bien vista, y no haba intelectual que se preciar a que no p resumier a de melanclico. En 30 aos de ev olucin ment al, pues, hemos recuper ado dos siglos de atraso. La men talidad que viene , que ya est iniciada, que se viv e en Centroeuropa y E.E.U.U., es la de tipo neurtico. La de la per sona un poco desquiciada por el str ess . La v elocidad de los cambios super a la posibilidad de adaptacin de muchas per sonas. No h ay ms que ver las dificultades que tienen muchas per sonas de edad par a sacar dinero de un cajer o aut omtico, o pagar el pr ecio de un apar camient o en una mquina. Estamos agobiados , tenemos tantas cosas que hacer: las hor as de trabajo, muchas, par a poder tener luego un lar go fin de semana; y ha y que dejar tiempo par a el partido de ftbol de los mir coles; y hay que ver se con alguien para trat ar de negocios . El fin de semana queda escaso: ir a la play a o el monte , dar un paseo, jugar una partida de tenis (sino cmo se van a r elajar), echar la partida con los amigos, v er el partidono ha y tiempo para t odo. Se vive , pues, angustiado, super ado. Y ahor a, adems, ha y que aprender Inf ormtica, e Ingls , claro! Es un tipo de personalidad, la neurtica, en que el dficit de integracin apar ece entr e nuestro y o y el mundo que nos r odea. No hemos aprendido todava una relacin armnica con nuestra modernidad. st a nos lleva a rastras, pr ecisando un V alium para tranquilizarnos , otr o par a dormir , y un psiclogo para desahogarnos. Enrique Selva Poveda 64 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Vista de los Jar dines de la Plaz a Castelar, aos 50. Archiv o R.V.S. Calle Nueva, tal como era en los aos 50. Acuarela de Patrocinio Navarro. 65 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Fuente de los burros. Acuarela de Patrocinio Navarro Calle Reina Victoria, cruce con Magallanes en 1965, observamos a un guardia en moto de la poca, las calles sin asfaltar y slo un coche circulando. Foto archivo R.V.S. 66 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Callejn lateral del Casino Eldense. Acuar ela de Patrocinio Navarro. Vista de la parte de abajo de la Plaza Castelar, con la Estatua y un banco de mrmol en 1963, observar que apenas hay rboles. Archivo R.V.S 67 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Aparadoras de la fbrica Benjamn Belmonte Garca que fue galardonado con el Cambrilln de Oro en la 1 Feria Nacional del Calzado de 1960. Zapatero de silla de la fbrica de Salvador Sapena en 1960. 68 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Imagen de la calle de la Comadre. Acuarela de Patrocinio Navarro. D. Joaqun Planelles presidente actual del Casino. Archivo R.V.S. 69 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Procesin de las Palmas en 1963 bajando por la calle Martnez Anido, hacia la Plaza Castelar. En primer termino el cura y los monaguillos. Santa Ana (torres de la Iglesia con los Jardines del Casino en primer trmino) Plumilla de Jos Prez Milla. Propiedad del autor. 70 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO La Finca Lacy, aos 20. Archiv o M.S.G. 71 CASINO ELDENSE GACETA DEL CENTENARIO EL CASINO ELDENSE (Poema) Arribo al olor acr e de madera con solera, descubr o en el perfil de un caf. Romntico y cruz ado de artesonados. un ritmo romanticn y desaparecido, un fsil viviente, en plena Calle Nueva. Soporte otror a de mil conver saciones sobre el zapat o y el cuero ofr endados en cristal, 72 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO que me recuerdan Budapest y sus acrist aladas lmparas del Caf NewYork. Con tant a tinta derramada en sus veladores, par edes y techos por ilustr es plumas en otr os tiempos de buen seguro as lo pienso.A qu en Elda con bast ante acierto en ese estrado, mirar on y remiraron hace tiempo Capilla, Maximiliano, Gabriel Mir, Porta, Andrs Llor et y otros. 73 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO Este cuadro-habitacin ahor a decor ado en sepia y artesonados en su pared descubr o lienzos en violeta casi de Claude Monet, donde un saxofonista desinfla sus notas de viento con su fuerza. L uego ms lejos escucho el tin-tineo del rozar de dado y cristal que determina un juego de parchs en manos femeninas. 74 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO En lo alto se descuelgan siete esfer as de luz iluminadas en blanco por los electr ones y la tcnica de Ohm. Con amplias vistas al personal-andante por la Calle Nueva. Aqu y ahora Chimo, Pedr o y Julin con otr a gente transf orman hoy con animacin y ganas Este fsil buque-insigniade la sociologa eldense r eflotndolo a los nuevos tiempos, que impone el nuevo siglo. Y arrastr an los nuev os aires de esperanz a y progreso. 75 CASINO ELDENSEGACETA DEL CENTENARIO La actual fachada del Casino (Fot o y Archivo, M.S.G.) Manuel Serr ano Gonzlez EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ELDA CASINO ELDENSE ~cnm Caja de Ahorros del Mediterrneo elda I CENTENARIO DELACIUDAD COFRADIA DE LOS SANTOS PATRONOS

Casino Eldense. Gaceta del centenario

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