110 retazos de la historia eldense

1 1 0 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE BAZN LPEZ, Jos Luis 110 retazos de la historia eldense/ Jos Luis Bazn Lpez; [prlogo Jos Mara Rubio Cerdido] Elda: Ayuntamiento, D.L. 2001 . 400 p.: il.; 21 cm ISBN: 84-607-2604-5 1.Elda-Historia Cerdido, Jos Maria, pr. II.Elda. Ayuntamiento, ed. III.Titulo 946.031 Elda o EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ELDA Concejala de Cultura CURTIDOS JUAN HERNNDEZ E HIJAS. S.L. CURTIDOS LAJARA S.L. MARTNEZ INGRUP. S.L. 110 retazos de la historia eldense Jos Luis Bazn Lpez A todos los medios de comunicacin escritos. Prlogo La historia la hacen las mujeres y los hombres de cada pueblo, de cada comu nidad, de cada nacin o de todas las naciones, y la escriben los cronistas segn se va produciendo, y los historiadores desde la perspectiva del tiempo ms o menos distante. El cronista capta la cotidianeidad con todos sus matices, echando, en ocasiones, una mirada al pasado prximo. El historiador recoge planos generales pretritos con ampl ia perspectiva de distancia. La crnica tie ne la frescura, toda la naturalidad, de las semillas que germinan con el roco de la noche, de las florecillas que se abren al amanecer; la crnica tiene aro ma de vida. La historia tiene toda la robustez leosa, toda la rigidez del tron co vertical ornado de ramas de distribucin geomtrica. La crnica se hace con el acontecer diario; la historia con la pieza arqueolgica desenterrada, con las versiones transmitidas de padres a hijos, los documentos y las crnicas. La cr nica es una de las fuentes de la historia, especialmente cuando trasciende de las pginas del peridico o de la revista, a las del libro. La comunidad humana que carece de crnica y de historia es un fantasma que se agita en el espacio y en el tiempo. La que carece de crnicas, de versiones cotidianas, tiene una historia en conserva. La comunidad eldense de final del siglo XX tiene la dicha de disponer de una crnica porque uno de sus miembros, Jos Luis Bazn Lpez, amante del pue blo, tiene la capacidad de tomar el pulso cotidianamente a la vida de sus paisa nos, y transmitir sus impresiones donosamente. Jos Luis Bazn Lpez naci en Tordesi l las (Val ladol id) en 1940, trasladndose a Elda siendo muy joven. De su currculo nada tenemos que decir, pues es bien conocido por todos los eldenses, aunque siempre es bueno recordar que es maestro de Enseanza Primaria jubi lado, que es escritor, investigador, conferenciante, que ha presentado y dirigido programas de radio y televisin y es autor de cinco libros sobre temas eldenses. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA TWENSE El l ibro de Jos Luis Bazn recoge ms de un cumpl ido centenar de artculos publ icados en prensa peridica diaria y conmemorativa entre los primeros aos ochenta y el dos mi l . Su temario es ampl io: Personajes naturales de Elda o en el la integrados de alguna manera (el eminente jurisconsulto y poltico eldense Rico y Amat; el eminente parlamentario Emi l io Castelar; el industrial y poltico local, eldense de cuna, Maximi l iano Aguado; el eldense, alcalde de Elda, Francisco Alonso; el poeta de la misma ciudad Francisco Ganga Ager (a) El Serfico; el boticario y poeta yeclano Garca Soriano; el poltico madri le o Vera Coronel; la cantante al icantina Mi lagrito Gorg, y as hasta diecisis); aspectos rel igiosos abarcando amplia gama de temas (Castelar escritor de ser mones; historia de la iglesia de Santa Ana; desfiles procesionales; advocacio nes rel igiosas locales); temas culturales (centros educativos, poltica educativa local, publicaciones peridicas eldenses, centros deportivos, poltica cultural, culturismo); el curioso cajn de sastre de materias variadas, en el cual se encuentran relatos que comparten el inters con la gil redaccin; el obligado en nuestra ciudad dedicado a industria y economa, recogiendo temas tan importantes y curiosos como El amanecer del calzado, nacimiento de FICIA, evolucin de la industria del calzado en Elda, discriminacin laboral femenina; otro atendiendo a deportes y espectculos (Orfen Sinfnico Eldense, Banda de Msica Santa Cecilia, Centro Excursionista Eldense, cines, ftbol); el apar tado de instituciones y sociedades (Comunidad de Aguas de Riego de la Huer ta de Elda de 1932, Sociedad Mutual ista, Deportivas, Cruz Roja, Casino, Banco de Elda, Sociedad Masnica Eldense); y, cmo no, el estupendo cap tulo dedicado a rituales festeros (Moros y Cristianos, San Antn, Fal las, que se cierra con su Pregn de Fallas, pronunciado por Jos Luis Bazn Lpez, tan i lustre e ilustrado eldense. Todo una gozada para quienes, naturales de Elda, o integrados en el la, sentimos sus goces y sus sombras. Me siento obl igado a destacar el apoyo bibl ia y hemerogrfico, y a veces docu mental de la labor de Bazn Lpez, resultado de su investigacin en distintos archivos, principalmente en el municipal de Elda, lo que reviste algunos de sus artculos del carcter de aportaciones historiogrficas. Y agradezco muy cor dialmente al autor la distincin de haberme permitido ser el primer lector entusiasmado de su l ibro y prologuista del mismo, al cual le auguro muy feliz acogida entre los eldenses. Enhorabuena, Jos Luis. JOS MARA RUBIO CERDIDO Doctor en Medicina Diputado Provincial de Medio Ambiente Introduccin Desde hace algunos aos estoy convencido de la importancia que tienen los medios de comunicacin escritos. La explicacin de tal fenmeno exigira una serie de conocimientos que no poseo, pero quiz la prueba contundente sea la relacin existente entre los trabajos publicados y su lectura por las minoras culturales. Adems, normalmente, los ensayistas y los articul istas producen una serie de escritos que van dirigidos, no a los intelectuales, sino a unos ciu dadanos de cultura intermedia que no se sienten parte de determinadas cate goras sociales, econmicas, familiares y religiosas. Esto ocurre en la actual idad, pero anteriormente, durante la dcada de los vein te, grandes fi lsofos se hicieron clebres gracias a determinados ensayos perio dsticos. Ortega y Gasset ya aseguraba por aquel la poca que los espaoles empezaban a l lenarlo todo: teatros, cafs, tiendas, aceras y playas, y todo ello derivado de aquel paso tan enorme que se dio en Espaa, cuando pasamos de una economa de produccin a otra, que se practica mucho: la de consumo. Creo, y no soy el nico, que el primer escritor espaol que entendi perfecta mente el cambio que se haba realizado fue Ortega, el cual en varias ocasio nes coment lo que nos resume Juan Cueto: Haba que exclaustrar el pen samiento, sacar la cultura de los claustros acadmicos, airearla en las colum nas de la prensa, exponerla a las mayoras, traducirla al lenguaje de la cal le, divulgarla a los vientos populares y conectarla con la sociedad. Ya no bastaba escribir slo para intelectuales. Fue el primer fi lsofo espaol de masas, aun que su fi losofa iba contra el gusto de las masas. La base de toda esta situacin tan positiva consisti en uti l izar, entre otros, la prensa para dar a los espaoles aquel lo que estaban demandando: solucin a III) RE rAzos DE: I A HISTORIA ELDENSI determinados problemas y reflexionar los artculos para que el gran pbl ico pudiera estar al corriente de todo suceso cotidiano. Pues bien, mi idea ha sido muy simi lar. En este caso mi pretensin consiste en poder l levar a determinados hogares eldenses algunos aspectos histricos de nuestra ciudad que se han publ icado a travs de la prensa diaria, semanarios, revistas y boletines. El trabajo que aqu presento constituye, una vez ms, la labor de investigacin necesaria para que los lectores aprecien, como se merece nuestra ciudad, algunas de las dimensiones ms destacadas de su historia. La realizacin de una obra de carcter local siempre plantea algunos proble mas a la hora de armonizar los periodos, como puede ser el sacrificar la uni dad de conjuntos. Sin embargo he intentado distribuir las materias con una ordenacin lgica para que pueda proporcionar al l ibro la suficiente diversidad sin ocultamientos ni el iminaciones. La planificacin que me trac desde un principio fue introducir aquel los traba jos en los cuales se analizaran las parcelas eldenses ms destacadas de varias pocas, y mi trabajo ha estado encaminado a intentar conocer con cierta pro fundidad todo aquello que pueda ser atractivo para los lectores eldenses. MI deseo es dar a conocer, con una visin de conjunto, las circunstancias inter nas y externas de las personal idades ms destacadas, para terminar anal izan do nuestra Fiesta de Moros y Cristianos, pasando por temas culturales, depor tivos, econmicos y rel igiosos. Afortunadamente la ciudad de Elda presenta un conjunto de dimensiones tan pecul iares y tan importantes que, una vez anal izadas, nos proporciona unas buenas fuentes de investigacin, y un futuro panorama mucho ms ampl io de lo que se poda esperar. En la bsqueda de conexiones que otorguen la categora necesaria a nuestra ciudad me he encontrado con vistosos testimonios grficos, con documentos tan suficientemente vl idos como para tener un acceso directo a las nuevas lneas de investigacin sobre los hechos ms expresivos de la historia de una poblacin. A travs de este l ibro es posible conocer y penetrar en el ambien te que presentaba Elda durante distintos periodos de su andadura. Desde hace un cierto tiempo nuestra ciudad est imbuida dentro de un con texto cultural, y este compromiso se va ampl iando a determinadas personas y entidades privadas que buscan, como la mayora de nosotros, las races hist ricas de una poblacin que puede presumir de una riqueza mucho ms que otros ncleos de la provincia. Un aspecto bsico en este trascendental momento viene de la implicacin que la Elda industrial est desarrol lando a nivel cultural . En muchas ocasiones he comentado que la cultura y la industria estaban completamente alejadas. Ahora no es as porque existen personas con gran experiencia humana y labo ral que desean vivir directamente con la felicidad que nace de una buena cul tura eldense. Este l ibro es un claro ejemplo de la coherencia entre ambas par tes. La mayora de colaboradores incondicionales son personas que quieren contribuir al desarrol lo cultural desde el mismsimo ncleo, no desde un si l ln como meros espectadores. Estn convencidos que la cultura es un nexo entre los distintos estamentos sociales, y ellos no pueden ni quieren estar ausentes del proceso cultural que estamos viviendo. Es positivo que se haya iniciado este punto de arranque porque puede ser el principio de una cooperacin tan importante que todas aquellas personas que nos dedicamos a la investigacin histrica de temas eldenses estemos ante unas posibi l idades eminentemente bsicas, y podamos desarrollar nuestro tra bajo con unas garantas econmicas a la hora de sacar a la luz unas publica ciones, que caminen por la conducta cultural que todos deseamos. A todas aquel las personas que han colaborado incondicionalmente deseo dar les las ms expresivas gracias por varias razones: Por incrementar el patrimo nio cultural eldense, por dar la posibi l idad de conocer algunos aspectos hist ricos a los lectores y por la amistad que me vienen demostrando a lo largo de muchos aos. Para terminar, deseo recordar lo que aparece al inicio de uno de los trabajos que conforman este l ibro: Si el pasado se olvida y el presente es ambiguo, la cultura desaparece. Afortunadamente esta situacin no se dar nunca en Elda porque existen cada vez ms personas que estn luchando continuamente para que la cultura eldense bri l le con luz propia y est dentro de un contexto tan positivo que va a ser difci l superar. JOS LUIS BAZN LPEZ 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 16 Captulo 1 Personajes Maximiiiano Garca Soriano Maximiliano Garca Soriano: El poeta de lo cotidiano (Asociacin de Estudios Monoveros. 1985) Exaltar a los poetas nunca ha sido mi especialidad, aunque lo sea en este caso. Tampoco me he dedicado exclusivamente a la difcil tarea de desempolvar a quienes han sido injustamente olvidados, por la sencilla razn que se han encargado otros. Sin embargo, en ciertas ocasiones, el legajo de la Historia es ilgico y no reparte con equidad la titulacin que cada uno se merece. 17 I 10 1111A/OS 11. LA HISTORIA FI DUNSI Este trabajo pretende compensar simbl icamente una marginacin, que exis te actualmente, del que fuera un autor de notable xito durante los primeros aos del siglo XX. Naci, Maximi l iano Garca Soriano, en Yecla durante el ao 1874 y muri tr gicamente en Elda en 1936. Lleg a esta ciudad zapatera en 1901 acompa ando a D. Luis Juan Amat, que iba a regentar la nica farmacia que exista en aquel entonces, por ese motivo se le conoci por el boticario de Elda. Rpidamente se convirti en una persona muy conocida a nivel social, profe sional y cultural . Populariz un producto que l mismo elaboraba, conocido por la tarayina del boticario de Elda, que al iviaba determinadas molestias de estmago, porque protega el aparato digestivo. Lo extraa del taray, una plan ta casi desaparecida que abundaba en las ori l las del pantano de Elda. Los habitantes de la comarca pronto conocieron sus escritos y poemas coti dianos, distinguiendo lo verdadero de la falso, lo real de lo imaginario, sin ausencias ni distorsiones, en los cuales el autor firmaba en algunas ocasio nes bajo los seudnimos de Pepito Tafalera, Magaso o Graciano Soria. Todos los peridicos y revistas que existan en la comarca, en el pri mer tercio de este siglo, tuvieron la suerte de tener en sus pginas sus ver sos cotidianos. Maximi l iano Garca Soriano populariz la forma potica de la vida cotidiana, sin ambigedades, haciendo una cultura popular que no se opona a esta otra cultura de el ite, reservada para unos pocos elegidos. En algunos momentos se replegaba hacia grandes teorizaciones, pretendiendo expl icar el curso de las historias locales a travs de grandes entidades, pero lo suyo fue el individuo, el que se enfrenta a la sociedad y a la cultura cada da, el que valora en cual quier momento los sucesos ms importantes. Don Maxi consigui explicar el presente que le toc vivir en funcin de una proyeccin futurista, centrn dose en el reconocimiento de lo cotidiano que es una cultura que reconoce la primaca de la existencia sobre determinados valores que soportan al ienacio nes negativas. No debemos de olvidar que lo cotidiano tiene su parte de automatismo y repe titividad, pero el personaje que nos ocupa rechaz estos defectos renovndo se continuamente, y ah es donde est su verdadero mrito y sacrificio. Su tra bajo se centr en la persona, en todo aquel lo que le rodeaba directamente: fami l iares, vecinos, amigos y, por supuesto, los acontecimientos. 1150NAll S Una relacin de sus obras, aun a costa de la fluidez expositiva, ayudar a reco nocer con toda honestidad y sin apasionamiento una cultura caracterizada por su gran cal idad y cantidad. Zarandajas.- Prosa y verso con su coautor P. Ban Serrano. Yeclaneras.- Composiciones en verso, prlogo de Pascual Amat Esteve. Realidades.- Ensayo dramtico en un acto y en prosa, con prtico de Fausto Ibez Maestre. Mis ltimos versos. Rosala.- Zarzuela de costumbres en un acto y en verso con msica de Ramn Gorg. La Novicia.- Boceto de comedia en un acto y tres cuadros (editada en Elda en 1907). Yeclaneras.- Segunda edicin. Las onzas.- Juguete cmico. Yeclaneras.- Tercera edicin. Casos de conciencia.- Comedia relmpago. Entre dos afanes.- Boceto de comedia. A la fiesta de Petrel!.- Juguete cmico. Acertijos eldenses.- Pasatiempo en un acto. Yo quiero ser cmical.- Monlogo en verso. Pedrote.- Zarzuela de costumbres en un acto y tres cuadros con msica de Natal io Garrido. Yeclaneras.- Cuarta edicin. Yeclaneras.- Quinta edicin (Tip. Moderna. Elda. 1924) Un seor estrambtico.- (Tip. Moderna. Elda. 1929) Anica de la Salud.- Zarzuela de costumbres del Val le de Elda a principios de siglo, con msica de Salvador Codiesa. Estrenada en el Teatro Principal de Al icante. Su labor potica le l lev a conseguir numerosos premios l iterarios corno en la Fiesta de la Poesa de Novelda y el de Al icante Atraccin (en agosto de 1929) con el poema humorista citado en la relacin, Un seor estrambtico, que un grupo de eldenses, poco tiempo despus le publ ic. Creo que sera interesan te citar textualmente la Introduccin que aparece en esta publ icacin: Un grupo de entusiastas eldenses que gozan con el triunfo de sus paisanos, porque Maximi l lano es paisano nuestro, edita por su cuenta este fol leto que contiene los bel los trabajos que han obtenido el premio en los temas noveno 110 RETA/OS DI A HISIOR1A ELDINS1 y diez y siete, en el Certamen Literario celebrado en Al icante el 24 de agosto ltimo. En prueba de satisfaccin; para recordar este triunfo de los buenos amigos, y para que les sirva de estmulo, les ofrece este humi lde homenaje. Un Grupo de Eldenses. Esta edicin se complementa con otro trabajo de D. Antonio Gonzlvez, titu lado Elogio a Elda. Sera injusto terminar este trabajo sin reconocer la ayuda, nada despreciable, que nos ha prestado Garca Soriano a todos aquellos que nos dedicamos a estudiar la historia de los pueblos. Su fluidez expositiva nos ha servido para clarificar unos datos y situar en su lugar unas referencias que siempre se opo nen al supuesto. Gracias, Maximi l iano. PERSONAJES ngel Vera Coronel D. ngel Vera Coronel: Un poltico eldense desconocido (Revista Adellum. 1987) Hace unos aos que me vengo dedicando a la estril tarea de desempolvar a todas aquellas glorias locales que han sido injustamente olvidadas, y tengo que culpar a la Historia porque nunca ha repartido con equidad los ttulos hacia la eternidad. El deber de un historiador es reparar ese error sin hacer nin gn descubrimiento original, pero s difundir las verdades para convertirlas en acciones vitales llenas de conceptos claros y alejarlas de los tpicos conflictos morales. En este trabajo sobre ngel Vera no pretendo rescatarlo simblica mente de la marginacin a la que est expuesto, sino realizar un estudio sobre su labor, porque entiendo que puede ser una salvacin efectiva de un perso naje ilustre de nuestra ciudad. El Sr. Vera fue uno de esos polticos de notable xito, aunque sorprendente mente, en fechas recientes, dominan juicios de algunas personas que quieren dar, sin apenas suavizar, a su persona la imagen de un poltico desequilibrado que estuvo dispuesto, en unin de otros polticos, a dinamitar los fundamen tos cristianos de la sociedad espaola. 21 1 10 1111/VOS OL LA liSFORIA 1 1)F NS1 Que estas cosas ocurran cuando todo el mundo que le conoca no dudaba de su moderacin, la que imprima en cada uno de sus actos! Es increble! Lo lamentable es que slo puede servir para destruir la imagen de una persona que no se lo merece. Creo que es necesario aclarar por qu estos aconteci mientos obl igan a concretar unas acciones en las que no podemos estar como meros espectadores. Visto desde mi contexto, tengo la conviccin de que fue un personaje nada despreciable, con una esplndida floracin cultural, poltica y social , que le haca destacar sobre todos aquel los que le rodeaban. La Repbl ica se encon tr con el regalo de un hombre que sustitua siempre su juicio sobre los senti mientos al anl isis de las cuestiones polticas y fue un exponente del ideario poltico, sealndose unos objetivos que normalmente consegua por medio de una amalgama de anhelos e i lusiones. Naci ngel Vera en el barrio de Lavapis de Madrid, cal le Doctor Forquet, el 10 de noviembre de 1897 y muri el 20 de jul io de 1937, siendo sus padres Gabriel Vera Garca y Salud Coronel Rico. Era muy pequeo cuando fue tras ladado a Elda, donde se cri en un ambiente de trabajo digno de una ciudad industrial . En sus estudios fue un alumno muy activo y di l igente, aunque no pudo terminar el bachi l lerato. No perteneca su fami l ia a esa burguesa de finales del siglo XIX, de la cual saldran adal ides de la revolucin industrial . Era de una fami l ia tradicional, muy cercana al pueblo trabajador, consagrada a una obra ti l con proyeccin cada vez ms elevada, e integrada en las real i dades preponderantes de la ciudad. Vera Coronel trabaj como oficial de Correos (profesin un tanto distinta de su pretensin, pues quiso, desde muy nio, hacer la carrera de Derecho) y l le v la contabi l idad de la fbrica de zapatos Vera Hermanos. Desde su puesto de administrativo conoci toda la problemtica existente en la industria del calzado, demostrando unas dotes de iniciativa y moderacin que le acompa aran en el proceso, creado por l mismo, de creciente identificacin con las dificultades de difci l solucin. El 28 de mayo de 1922 contrajo matrimonio con Da. Ana Mara Romero, hija del conocido industrial eldense de aquel la poca, D. Rafael Romero. Fue gobernador civi l de Cceres (noviembre de 1932), donde pudo desarrol lar una labor digna y reconocida por muchas personas de mbito nacional . Esta primera aportacin de ngel Vera a su pas que era tambin el primer paso I I RM)NAIES de lo que ms tarde sera su progresiva identificacin con su nuevo trabajo fue dar su pensamiento y elaborar para su tarea una estrategia que le iba a servir durante su corta vida poltica. En ciertos momentos del icados haba aumentado notablemente la incerti dumbre, conmocionando algunos grupos laborales, y entrando en juego inte reses con poca legitimidad, respetados por autoridades anteriores que cons cientemente daban muchas ventajas a estas minoras. Los caciques queran sacar provecho de esta situacin buscando el poder absoluto que tenan habi tualmente y participando regularmente en encuentros donde la voluntad de engao presida estas reuniones. Vera Coronel, consciente de este problema, consider el poder que tena para luchar, concentr su atencin en descifrar las reacciones personales e instrument unas medidas psicolgicas l lenas de profundidad, logrando unos efectos que a travs de los cuales aparecieron ciertas debi lidades de las que sac provecho. Los imperativos de tiempo le impidieron real izar otros objetivos que tena pre vistos porque fue enviado urgentemente a Cdiz (septiembre de 1933) para dar solucin a una movi l izacin que hubo en los asti l leros. En esta ciudad jug un papel extremadamente fecundo, reanimando unas iniciativas que fueron base de un periodo de confianza. Jams empresa de este gnero y de tal envergadura tuvo xito mayor, ni fue llevada a cabo con tanta rapidez. La cuestin ms relevante era la falta de equi l ibrio, relacionado con la crisis eco nmica donde las ventajas de la clase obrera bri l laban por su ausencia. La cri sis de las viejas formas de compromiso y la modificacin de las medidas de fuerza no eran un modelo de estabi l izacin, ni ningn modelo comparable al de otras pocas. Las relaciones entre las organizaciones obreras y el sistema poltico estaban deshumanizadas, nadie se beneficiaba de las pocas ventajas derivadas de los fondos salariales, y a corto plazo los efectos de esta crisis se dirigieron hacia el sector ms dbi l, segmentando unas tendencias que pudie ron proporcionar una cobertura ms positiva. Y lo que hizo nuestro paisano fue crear un compromiso innovador entre la clase obrera y el capital, que sir vi para precisar unos contenidos reales sin desgastar las formas tradicionales de las partes en l itigio, dando mayor elasticidad. En marzo de 1936 fue nombrado gobernador civi l de Zaragoza, donde demostr una tica y unos gestos donde los hombres son capaces de modifi car la naturaleza, donde confieren respeto y veneracin slo con su presencia. Consigui transmitir una leccin continua de mtodo y de pensamiento abier 110 RETAZOS DEI A 1115TCHUA 1 I DENSE to. La ltima frase que dijo un conocido romano fue: Lo que me queda es aquel lo que he dado. Bien pudo decir Vera Coronel esta frase. No qued de l ningn monumento, slo ese espritu de eremita del trabajo que vio ascen der por momentos su alma, que todo amaba y senta, que penetraba en sus habi l idades y procedimientos como si fuera su propio arte. Y lo era. Haba un aspecto en su actividad por el cual se le poda considerar como una figura paradigmtica, modl ica, o al menos piedra de toque para muchos compae ros que, sucesivamente, reciban sus ideas para que pudieran apl icarlas con un control l leno de una competencia absoluta. ngel Vera, en su ir y venir incesante al que le conden su posicin, difundi su espritu leal muy lejos de la corrupcin de costumbres, mantenindose fir me, y no es vergonzoso pensar que lo hizo solamente por vocacin, sino por que lo necesitaba para vivir. Nunca cedi a presiones porque actuaba con infa l ibi l idad, sin consecuencias enojosas y por supuesto sin alborotos, dando un carcter que produca el efecto general, y sin arriesgar en conjeturas quimri cas donde poda exponerse a dejar que se perdieran algunas muy tiles. Y para terminar podra aplicar a este i lustre eldense lo que dijo con su habi tual sarcasmo el famoso Diderot: Los hombres que se han esforzado en hacer creer que ramos fel ices han sido mucho ms alabados que cuantos se han esforzado para hacernos verdaderamente fel ices. ji PERSONAJES MaxlmIllano Aguado D. Maximiliano Aguado: El entusiasmo personificado (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1991) Es increble hasta qu punto, todava en fechas recientes, cmo personas mayores repiten en sus corrillos las satisfacciones que les dieron personajes eldenses ya fallecidos. En algunas tertulias se recuerda con cario a D. Maxi miliano Aguado como una persona que dedic muchas horas a su pueblo, dentro de una poltica tradicional llena de coherencia y cario. Nuestro personaje naci en Elda en el ao 1908 dentro de una familia traba jadora, acomodada y dedicada a la fabricacin de hormas, y muri en 1969. Nos hallamos ante un eldense que no ha desaparecido. Ocurre en muchos casos que la figura se olvida, que el parntesis de la perspectiva del tiempo parece necesario para volver a brillar con luz propia. En este caso no ha exis tido ningn lapsus, se mantiene porque su dedicacin familiar, laboral y social sigue funcionando y porque es una autntica proyeccin basada en su espri tu inquieto dirigido hacia una ampl itud de horizontes. 25 10 R IA7OS DE LA I Si ORIA FLDENSI A la edad de doce aos se march a Onteniente para cursar estudios de bachi l lerato y fue en Matar donde termin la carrera de Comercio. sta y la expe riencia recibida debi ser la piedra angular sobre la que Maxi construy su posicin empresarial . Como otros muchos, tuvo sus altibajos, buenos momen tos y otros para olvidar, pero nunca se desanim. Su ptica renovadora y su capacidad le permitieron l levar una fbrica de hormas y regentar varios cines y teatros de la provincia. Era un organizador nato, sealaba objetivos y elabo raba las estrategias. La guerra civil fue para el Sr. Aguado, como para muchos espaoles, nefasta. Las tragedias y las desesperaciones que nacan del caos dificultaban el entu siasmo y torpedeaban la moral . Nuestro empresario emergi con ms vigor que nunca, procedi a recuperar lo perdido, y por si fuera poco a conseguir un prestigio industrial reconocido. Sus hormas, tacones, cuas y topol inos se pasearon por toda la geografa nacional, material izando un proceso comercial que l se mereca. Ante amplios sectores provinciales su buen hacer empez a destacar y como consecuencia le ofrecen cargos que l rechaz sistemticamente. Era un hom bre de Elda y trabajaba para Elda; no fue un poltico ni un hombre de Estado, no deseaba el poder y su juicio por los sentimientos estaba por encima de posibles acciones polticas. Su amplsima aportacin estaba dirigida al mbito local . Nadie olvida la labor que real iz como concejal encargado del cemen terio, mejorando en todo lo posible un lugar que estaba bastante abandona do. Y cmo no, la fel iz idea de colocar en la entrada dos lpidas con poemas de El Serfico. Desde mi punto de vista el servicio ms val ioso que aport D. Maximi l iano a Elda, a nivel cultural, fue cuando, siendo alcalde D. Jos Martnez Gonzlez, l se hizo cargo, a travs de su . Concejala, de la Presidencia del Patronato de la Bibl ioteca Pbl ica Municipal . Una de las prioridades de dicho Patronato fue la de recopi lar obras de escritores eldenses de distintas pocas, para poder ini ciar una difusin, y que de esta manera los eldenses tuvieran la oportunidad de leer algo, casi desconocido, de D. Juan Sempere y Guarinos, D. Juan Rico y Amat y de D. Emi l io Castelar y Ripol l . El Sr. Aguado, como presidente del Patronato, no dud ni un solo instante, se desplaz a Madrid en viaje particular y tras una intensa gestin con los anti cuarios de l ibros (siempre acompaado por su hijo Isidro que estaba cursando estudios en dicha capital) se trajo para Elda casi cien volmenes de los tres PERSONAJES autores antes citados. Del primer autor adquiri Historia del Derecho Espaol, Historia de las Constituciones Espaolas, La Renta de la Poblacin del Reino de Granada, Biblioteca espaola de autores del reinado de Carlos III, Historia de los vnculos y mayorazgos y Alegacin de la Jurisdiccin, l ibros todos el los de gran valor. De Rico y Amat figuraban, entre otros, El libro de los diputados y senadores, Diccionario de los polticos, Historia poltica y parlamentaria de Espaa, Lgrimas de Espaa y La Unidad Catlica. De D. Emi l io Castelar, nuestro amigo Alberto Navarro escribi lo siguiente en un artculo en el Valle de Elda, recordando este val ioso servicio a la cultura eldense: . . .se consigui la mayor parte de su ingente obra que comprende discursos polticos, obras histricas y biogrficas, l iteratura, novela histrica, etc., y entre las que destacan por su valor o rareza la Historia de Europa en el siglo XIX, en seis volmenes, Historia del Descubrimiento de Amrica (1892), La civilizacin en sus cinco primeros siglos (1858), Fray Filippo Lipi (1877) de la que se dice que est ambientada en el antiguo Convento de Franciscanos de Nuestra Seora de los ngeles, que haba en Elda hasta mediados del pasado siglo. Recuerdos de Italia en la que figura la bel lsima comparacin entre el val le de Ass en Ital ia y el val le de Elda y La Revolucin religiosa en cinco volmenes. Como pieza nica en este val ioso lote castelarino se encuentra un original manuscrito de Castelar, titulado ltimos aspectos de la Repblica Francesa, fir mado el 26 de diciembre de 1877 y compuesto por 128 cuarti l las escritas con letra ancha y grande del i lustre orador que tanto quiso a Elda. Este val ioso manuscrito, joya apreciada en la Bibl ioteca, pudo ser trado a Elda por el empeo personal del Sr. Aguado Bernab, venciendo las resistencias del l ibre ro a desprenderse de un original de tan gran valor. Est demostrado el servicio que real iz nuestro eldense al conseguir ese teso ro bibl iogrfico para esa institucin cultural . Me imagino que entre otras razo nes sera que las distintas generaciones conocieran la vida y obras de estos personajes. Maximi l iano era una persona que daba una imagen distinta a la que era en s. Pareca serio, introvertido, pero en esas particularidades esconda su enorme sensibi l idad y hasta su sentimental idad. Era persona entraable y tena una gran virtud, se daba rpidamente a todos y si no, ah est su currculum: en la Directiva del Casino Eldense; en la Junta Central de Moros y Cristianos; fun 110 1111/1/05 DE LA HIS1 0111A 1 1 DI IT:,1 dador, con otros amigos de la Comparsa de Estudiantes; intervino en la de los Zngaros; edific en su poca el edificio mayor del pueblo (Casa Grande); pio nero de la Playa de San Juan; consejero de la Caja de Ahorros; en la poca de restricciones de luz, nuestro Maxi, a travs de dos grandes motores diesel que tena, dio energa a cines, al Casino, a la iglesia, etc. Quiero dejar para el final una iniciativa absolutamente propia, que fue la orga nizacin de una corrida de toros, con el mejor cartel que ha tenido Elda has ta la fecha, los hermanos Domingun y el famoso rejoneador Duque de Pino hermoso. Me imagino que le costara mucho dinero de su bolsillo, como muchas de las cosas que desarrol l a travs de su vida. Creo que no se puede pedir ms de un eldense que siempre estaba con la mirada puesta en su ciudad, que su voluntad y entusiasmo iban cabalgando con la fuerza que le daba sentir entre su persona y su pueblo esa efusin, que iba de los corazones eldenses al suyo propio. Fue una lstima. Muri muy pronto. PERSONAJES Francisco Alonso Una entrevista a D. Francisco Alonso que pudo ser verdad (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1991) Esta entrevista se pudo llevar a cabo en cuatro ocasiones, las mismas en que nuestro personaje desarroll su gran labor como alcalde de Elda. Muy pocos hombres como D. Francisco Alonso han llenado con su talento y prestigio una poca en la historia de Elda. Desde muy joven, hasta su muerte, demostr tener un conjunto de virtudes que iban desde su gran humildad has ta su gran capacidad, pasando por su espritu de concordia, su amor a la jus ticia y su olvido al egosmo materialista. Como introduccin a esta hipottica entrevista voy a resear dos opiniones publicadas con cincuenta aos de diferencia para demostrar que desde un principio Paco Alonso tena una caracterstica muy importante en su come tido: dedicarse exclusivamente a la ciudad de Elda. En uno de los folletos que el peridico El Da public en marzo de 1919, apa rece un pequeo artculo de un periodista que firma D. M., y que deca de nuestro personaje: 25 1 10 RETA7OS DI 1 IIISI 01,1A En ocasin difci l ha ido a ocupar la Alcalda de Elda don Francisco Alonso y muy difci l ha de serle encauzar la administracin municipal desquiciada y mal trecha como la encontr al tomar posesin de dicho cargo, aunque para el lo se tenga una gran voluntad y un acendrado cario a su tierra como el Sr. Alon so tiene a la suya. Guiado de los ms plausibles anhelos, animado de los ms nobi lsimos prop sitos, real iza el Sr. Alonso una labor honrada y beneficiosa, l levando a la prc tica mejoras y reformas en la ciudad sin recurrir a los fondos del erario, ya que esto es poco menos que imposible por cuanto dispone de un presupuesto anmico con un dficit de ms de cuatro mi l duros. Sin embargo, no le faltan al Sr. Alonso recursos para l levar a la prctica sus plausibles iniciativas y para pagar con puntualidad las atenciones municipales, siendo su administracin tan cristal ina y difana, que no titubea en dar de el la pblica cuenta por medio del Boletn Municipal que se imprime en Elda, para que sus administrados sepan cmo se emplea su dinero. En la pgina 104 del tomo II de la Historia de Elda de D. Alberto Navarro, se hace el siguiente comentario: Los tres aos de alcalda del seor Alonso estuvieron jalonados de importan tes obras y mejoras, unas concluidas y otras dejadas casi terminadas cuando ces su mandato, y aunque durante la Repbl ica fue duramente criticado, cre emos que el periodo de alcalde de don Francisco Alonso, de 1927 a 1930, fue uno de los ms fructferos y beneficiosos para la ciudad en la etapa anterior a 1939. La entrevista pudo haberse real izado de la siguiente manera: - Sr Alonso, toda Elda espera del nuevo alcalde una labor eminentemente diri gida a las necesidades ms apremiantes. Qu poltica va a aplicar - Dentro de las actuales normas administrativas espero hacer, con toda mi voluntad, lo necesario para el engrandecimiento general de nuestro pueblo en todos los aspectos, para convertir Elda en una ciudad moderna, l lena de vida y que destaque de otras poblaciones de nuestra provincia. - Y los problemas que afectan a nuestra industria zapatera - Intento cooperar con todo entusiasmo a la mejor solucin de los problemas que existen dentro de la industria eldense. En este aspecto y para que se PFRSONAl ES logren xitos tienen que contribuir tanto los caseros como los detal l istas y fabricantes, para que no decaiga la importancia fabri l de Elda. - D. Francisco, nos consta que los ciudadanos han recibido con mucho agra do su nombramiento, saben el enorme trabajo que tiene que desarrollar y estn convencidos que lo va a superar Qu siente ante esta actitud de los eldenses en general - Es para m una gran satisfaccin que mi pueblo piense as. El los saben que soy capaz de sacrificar lo que haga falta por mi Elda, por nuestra Elda. La tenemos que hacer prosperar y colocarla a la altura de cualquier ciudad. Pero que tengan un poco de paciencia, que sepan que los ingresos que tiene nues tro Ayuntamiento son muy bajos, pero procurar con toda mi fuerza acrecen tar el rendimiento con la til apl icacin de los mismos. Poco importa la cifra si hay una acertada apl icacin. - Qu opina de la prensa eldense Se porta bien con usted - En algunas pocas he aguantado con cierto estoicismo unas crticas destruc tivas por parte de algunos medios. En estos momentos estoy muy contento porque me estn juzgando con una franca imparcialidad. Entiendo el inelu dible deber y a la vez derecho que tiene la prensa para fiscal izar toda la fun cin pbl ica, pero tambin entiendo que la prensa debe apoyar y colaborar con el Ayuntamiento en la medida necesaria porque todo va en beneficio del ciudadano eldense. - Las fiestas septembrinas que usted organiza siempre son las ms atractivas, las ms vistosas; cabe destacar las verbenas, las grandes tracas, la inmensa iluminacin y sobre todo las famosas despenas. Por qu todo esto - La ciudad de Elda se merece esto y mucho ms. Todo pueblo trabajador y laborioso tiene derecho a disfrutar dentro de un buen ambiente, hay que dar al ciudadano unas buenas fiestas, con distintas alternativas en el disfrute, e intentar mejorar ao tras ao. Me gusta ver a mis paisanos alegres, l lenos de vital idad, participando en sus fiestas. Ya tendrn tiempo de trabajar todo el ao. - Se dice que usted tiene muy buenas amistades dentro de las altas esferas provinciales y nacionales - S, es tan verdad como lgico. Mire usted, estas personas que me dan su amistad ayudan a nuestro pueblo constantemente. Si quieres dirigir una pol 110 RETAZOS 1)1 IA11151()RIA I !DENSI: tica activa, una poltica de progreso, tienes que buscar unos pi lares que sus tenten continuamente los objetivos que has programado. El los son esos pi la res. - Y por ltimo, Sr alcalde, le gusta soar - A quin no! Duermo poco, pero sueo mucho. Cantidad de veces veo las obras terminadas antes de empezar, casi continuamente veo las arcas munici pales a rebosar, veo una ciudad distinta l lena de escuelas, de fbricas, de jar dines y cmo no a los eldenses sanos y eficaces, construyendo un imperio zapatero de imposible repeticin. As pues, nobleza obliga a mostrar nuestro mayor agradecimiento al nuevo alcalde por esta entrevista que nos ha concedido y a ofrecerle nuestro perma nente apoyo y colaboracin a toda la labor que el Sr. Alonso y el Ayunta miento de su presidencia emprenda en beneficio de Elda y, por lo tanto, de sus ciudadanos. PERSONAJES Niceto Alcal Zamora Alcal Zamora y el momminento a Castelar (Semanario Valle de Elda. 24 de enero de 1992) El pasado da 16 se cumplieron sesenta aos de un acontecimiento, muchas veces recordado, que marc un hito histrico en nuestra ciudad: la visita del presidente de la Repblica, D. Niceto Alcal Zamora. Es fcil imaginar la alegra de muchos eldenses al enterarse de esta visita, por ese motivo no hubo problemas en los preparativos previos a este da memo rable. Elda se engalan, principalmente los lugares que iba a recorrer el presi dente. En la esquina de la calle Maura, Avenida de Chap, para la de Casto Pelez, se levantaba un precioso arco con una sentida dedicatoria al presidente; otra igual a la entrada de los solares de las sociedades El Progreso y La Frater nidad. Las calles por donde tena que pasar la comitiva estaban engalanadas, igual que las fachadas y balcones de las casas.) Desde las nueve de la maana casi todo el pueblo estuvo esperando en la Avenida de Chap la l legada del presidente, que lo hizo a las diez y media. Una 3 3 I I([ RETAZOS DI. [A HISTORIA 11.1[I NSF gran caravana de coches, oficiales y particulares, l legaron ante una clamorosa ovacin, siempre bajo los acordes del Himno Nacional . Despus, ya se sabe, saludos, abrazos, ovaciones, hasta que la comitiva se dirigi hacia el Ayunta miento. Quiz lo ms destacable en ese momento fuera una conversacin, poco conocida, entre el presidente y algunos fabricantes de calzado sobre la exportacin eldense. No tard el presidente y todo su squito en dirigirse hacia el lugar donde se iba a ubicar el monumento a D. Emi l io Castelar. Despus de echar la primera paletada de cemento dirigi unas palabras a los asistentes dedicadas al gran tribuno: Elogia con las floridas palabras que son gala de su ingenio la memoria de Don Emil io y relata con fortuna emotiva el momento que al posesionarse de la Jefatura del primer Gobierno de esta Repbl ica hubo de buscar las gacetas del ao 73 en las que quera encontrar la huel la de aquel insigne Castelar, que encontr, efectivamente enseguida. Habla de su elocuencia y de su lealtad para la fe republicana diciendo que no se le puede tachar en momento alguno de deslealtad. Tambin afirma que l, aun en su modestia que no tiene nadie porque recor darle, tiene el concepto exacto de la responsabi l idad que le incumbe por encarnar la primera magistratura de la Nacin y sabr dignamente, como aquel republ icano eminente que se l lam Castelar y que en todo momento puso la dignidad por encima de toda pasin poltica. Cmo se logr honrar de esta manera a Castelar Quines fueron los art fices de ese grandioso homenaje Todo esto surgi en una Sesin General celebrada por la sociedad de casas El Progreso durante el mes de mayo de 1926. En dicha reunin y entre un ambiente de entusiasmo se acord en eri gir un monumento a Castelar, nombrndose en la misma sesin una Comisin Ejecutiva que estaba compuesta por los siguientes seores: Presidente, D. Sebastin Rosas del Bosque; vocales, don Manuel Maestre Gras, don Antonio Gonzlvez Vera, don Jos Capi l la Beltrn, don Jos Mara Prez Gras, don Jos Mara Gi l Esteve, don Manuel Juan Pez y tesorero, don Tefi lo Romero Juan, actuando como secretario, don Jos Pay Esta Comisin empez a funcionar rpidamente; su primera actuacin fue la de colocar una artstica placa de bronce en rel ieve, el 7 de septiembre de 1926, en la fachada de la casa donde vivi Castelar. Dicha placa fue obra del PERSONAJES artista al icantino seor Bals. Estas mismas personas se encargaron de invi tar al presidente de la Repbl ica a visitar Elda y que, al mismo tiempo, colo case la primera piedra del monumento. Se dedicaron con verdadero entusias mo a adquirir recursos econmicos de muchas maneras, por medio de sus cripciones, rifas, espectculos pbl icos, etc. En la primera suscripcin pbl ica que realizaron sacaron 1 .339 pesetas. Esta relacin de donativos fue muy ampl ia, destacando las CIEN pesetas del Ayun tamiento, de la sociedad El Progreso, de la sociedad La Fraternidad, del Casino Eldense y adems una larga l ista de personas muy conocidas en la ciu dad que aportaron lo necesario para iniciar un objetivo que algunos aos des pus lograron.) Sesenta aos despus les felicitamos por la iniciativa, por la idea y por su rea l izacin. Enhorabuena. Bibliografa Peridico El Luchador. 16 de enero de 1932. Alicante. ( 2 Peridico Diario de Alicante. 16 de enero de 1932. Alicante. Revista Elda Extraordinario. Septiembre de 1932. Elda. 4 Peridico Mella. 26 de agosto de 1926. Elda. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 36 PERSONAJES Mi lagrito Gorg Milagrito Gorg: Una voz alicantina que debe perdurar (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1993) Muchos artistas sufren tras su muerte el sacrificio del silencio y del olvido. El personaje que nos ocupa no es ninguna excepcin, parece como si Milagrito Gorg estuviera en un purgatorio musical esperando la llamada del cielo, y esto no es justo, porque fue, al menos en lo que corresponde a su trayecto ria, una cantante con notable xito a finales del siglo XIX. Sus interpretaciones del clebre rond de Campanone o de su Margarita en el Anillo de Hierro demostraron que fue un exponente claro de esa floracin valenciana que se inici a mediados del siglo pasado. Naci Milagrito Gorg y Borrs en Alican te, el 17 de abril de 1878, en la calle Virgen de Beln y muri en Elda en 1959. Desde muy niam empez a cantar y no es nada extrao ante el ambiente familiar que respiraba. Su abuelo, D. Ramn Gorg, (dicen que pas de tim balero a empresario teatral) form una compaa lrica llamada Compaa Lri ca Familia Gorg, que la componan, aparte del abuelo, Pablo( 2 ), Ramn, Rafael, Francisco, Jos Miguel, Ramona y Milagrito. Nuestra protagonista, en sus primeros aos, altern el canto con el aprendizaje musical, . . .consi 37 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE guiendo dominarlo en el breve espacio de dos aos, hacindose al mismo tiempo una notable profesora de piano y arpa. . Fueron aos muy difci les, aos de mucho trabajo y sacrificio, pero el la supo vencer todos estos incon venientes gracias a su tesn y entrega. Empez a levantar un gran revuelo en las tertul ias musicales que existan en Al icante, donde algunas personas empezaron a descubrir a esta figura que estaba emergiendo como un surtidor de emociones. Su corta carrera empe zaba a ser un eco, l leno de ternura, que transmita su carcter levantino, ade rezado por el cielo l impio y azul de los das. Mi lagrito rubric su futuro en pre sencia de sus incondicionales el da 2 de febrero de 1890. El Teatro Principal de Al icante fue el escenario donde logr una victoria plena y redonda. Cuan do la nia termin, arranc con su canto absolutos comentarios y sonoras muestras de entusiasmo de los concurrentes. La preciosa nia Mi lagrito Gorg recibi anoche las aguas bautismales de su carrera artstica, con las lgrimas de su padre y las del viejo msico Gorg, que miraba encantado a su nietecita, cada vez que el pblico prorrumpa en bra vos entre atronadoras, prolongadas y repetidas salvas de aplausos. Mi lagrito electriz anoche al pbl ico cantando con afinacin y buen gusto el aria de sal ida, los recitales y el clebre rond, difici lsima pieza musical de la que no falt ni una nota, ejecutando con gran l impieza, increble a su edad, la bel lsi ma fermata con sus notas picadas y sus trinos y sus cadencias sin que en toda la noche pudiera observarse el ms l igero roce, ni el ms leve descuido, ni el ms insignificante tropiezo. Si de la msica pasamos a la declamacin han de ser ms vehementes y ms apasionados nuestros elogios, porque es preciso haber pisado la escena para apreciar los detal les y las cosas admirables que hizo anoche Mi lagrito. ( 4) Los primeros meses del ao 1891 fueron claves para culminar el reconoci miento de esta pequea gran cantante en todo el pas. Sus trece aos se pase aron por las cal les de Madrid y debutaron en el Teatro de la Zarzuela ante unos rigurosos crticos que entendieron su actuacin. El Madrid que hal l Mi lagrito era una ciudad opulenta, inmensa, aparte del aspecto poltico, en la vida inte lectual y absolutamente dispuesta para absorber y hacer suya toda la cultura l legada del resto de Espaa. Fue un fro sbado 24 de enero de 1891 cuando nuestra paisana revolucio n con su voz a los madri leos justificando la fama que la preceda. La fuerza moral con lo que se lanz al escenario ya hizo pensar a los asistentes que era PERS MAIH una cantante a la que no se poda ignorar. Logr que su sensibi l idad penetra ra con perplejidad en la mente de los crticos. Las esperanzas del pbl ico no fueron defraudadas, pues la nia en cuestin alcanz un gran triunfo en la difci l parte de Corl ia. El aria de sal ida y el do con el Sr. Berger la val ieron muchos aplausos, pero donde el pbl ico la hizo una gran ovacin fue en el rond del acto tercero, pieza l lena de dificultades, que salv con exquisito gusto y como una verdadera artista. El entusiasmo del pbl ico no la permiti terminar la fermata final . Es asombroso verdaderamente. Comienza por admirar el pbl ico la seguri dad y el aplomo con que la nia actriz habla y se mueve en escena. Cuando empez a cantar la admiracin subi de tono. La voz sorprende por pura; la vocalizacin es segura, producto de un sabio estudio, y en trinos, stacattos, fermatas y grupettos no tiene la diminuta diva nada que envidiar a las ms clebres cantantes.( 6) La expresin con que matiza los diversos pasajes de la obra de Mazza; la dulzura con que emite la voz, el sentimiento con que revela el estado pasio nal, son asombrosos, y el pblico entusiasmado ante tal precocidad, no ces un punto de aplaudir en toda la noche. La pequea artista lleg sin dar muestra alguna de cansancio hasta el tercer acto, y en ste repiti el aria dando pruebas de notable frescura, y haciendo juegos reveladores de una garganta realmente privilegiada. En resumen, la nia Mi lagro Gorg posee envidiables dotes artsticas para el gnero lrico, y como siga por ese cami no es indudable que l legar a ser una gran cantante. As empez Adel ina Patti .( 7) A partir de ese momento la empezaron a comparar con Adel ina Patti( 8) que fue un valioso testimonio de su genial idad musical, aunque su inspiracin artsti ca, sin lmites, l levaba continuamente su sel lo personal. Poco tiempo despus se la conoca como la Pequea Patti. Pasaron pocos das desde el impacto increble que caus en Madrid esta joven al icantina hasta un acontecimiento, que debemos destacar por el poderoso xito social y profesional que representaba Por iniciativa del gran maestro Napolen Berger nuestra pequea diva fue recibida en Palacio acompaada de su padre por S. M. la Reina Mara Cristina y la Infanta Isabel, las cuales estaban muy interesadas en conocer y or a ese fenmeno que haba con quistado, con su voz, la capital del Reino. 1 ;0 REFALOS I.DFNSI. La Reina Madre y su hija pudieron comprobar la plasticidad, armona y la sensi bi l idad de una artista que tena sus sentidos despiertos y perfectamente contro lados. SS. AA. tuvieron la fortuna de or cantar a una Mi lagrito que lanzaba ole adas de aciertos con perfecto equi l ibrio, con su trepidante ternura y senci l lez, y prolongando esa sensacin de bienestar que saba dar en cada momento. J. Guijarro Esclpez envi desde Madrid una carta al director del peridico El Liberal de Al icante que sal i publ icada el 4 de febrero de 1891 donde se comentaba esta visita. Entre otras muchas cosas hay que destacar los siguiente: S. A. la Infanta Isabel, demostrando una vez ms sus profundos conocimien tos y su decidida aficin al arte de la msica, le pregunt si conoca el solfeo o si lo que cantaba lo haca de odo. Contesto Mi lagrito afirmando lo prime ro y la infanta le dijo si conoca todas las claves. Respondi nuevamente en sentido afirmativo la nia y Su Alteza, para cerciorarse, le dijo: Vamos a ver si conoces la clave de Do. Psose en el atri l del piano la partitura de Luca y acompaada por el maestro Berger cant Mi lagrito el aria de la citada obra, demostrando con esto sus conocimientos musicales y logrando entusiasmar a la fami l ia real cue la bes repetidas veces y la regal un preciossimo bouquet. S. M. la reina ofrecila tambin para cuando regresase a sta un precioso bebe (este regalo estuvo expuesto en un escaparate de la cal le Mayor de Al icante) y lo que val iese ms que esto, pagarle una carrera artstica si como era su real deseo quera estudiar pera. (Segn el peridico de Al icante El Luchador, con fecha del 6 de septiembre, la pensin de la Reina Mara Cristi na dur tres aos). Mi lagrito empez a vencer a la eternidad. Enseguida fueron reconocidas sus dimensiones musicales en Espaa y Europa, desde Madrid a Barcelona y des de Lisboa a Pars, desde un esplndido teatro hasta el saln de un palacete ducal . Llev su creatividad con orgul lo, supo infundir a su canto la fascinacin y molde unas aspiraciones derivadas de sus races al icantinas que fortific con sus actuaciones. En los camerinos del Teatro Caldern de Val ladol id, despus de interpretar la nia Gorg el rond de Sonmbula, para luego cantar con Berger el do de // Barbiere y el de Lelixir con Baldel l i , el maestro Berger hizo unas declaraciones a una pregunta de los periodistas, si Mi lagrito era su discpula, a esto respon di: Mi lagrito no es discpula ms que de Dios. Lo que yo tengo que hacer es muy poco.(H PERS( INAll Das antes de estas declaraciones del maestro, uno de los crticos ms conoci do en los crculos musicales madri leos, J. Guijarro dedic unas estrofas a La eminente diva nia Mi lagro Gorg en sus das: Tengo, l inda Mi lagrito, un ji lguero en mi casa al que sirven de prisin los alambres de una jaula, en la cual pasa la vida saltando de caa en caa, picando los caamones y bandose en el agua, sin que haya dicho en su vida aqu estoy yo. Nunca canta. Por eso me extra mucho encontrarle esta maana haciendo mi l gorgoritos, trinos, cadencias, fermatas. Y aqu me tienes Milagros que humi lde llego a tus plantas dispuesto a fel icitarte como mi ji lguero manda, aunque sintiendo no hacerlo con sus trinos y fermatas. Toma un beso, dame dos, y que el cielo nia amada como el mayor de los bienes te conserve la garganta. En su primera visita a Barcelona debut en el Teatro Gayarre ante un aforo l le no de oyentes, vidos de curiosidad, y de unos crticos que posean unos ante cedentes no muy exactos de Mi lagrito. No conocan sus grandes condiciones artsticas, su gran desenvoltura en el escenario y su claro modular. No tarda ron mucho. Despus de su actuacin uno de los crticos ms exigentes escri bi: Tal vez no sea sta la obra de las ms a propsito para el debut de una artista, pero Mi lagrito ha conseguido dominar los escol los que pudiera pre sentar, triunfando en toda la lnea en el difci l rond final del tercer acto, que 110 Rl IAZOS A I IIS I 0111A LI 1)ENS1 tuvo que repetir anoche dos veces a instancias del pbl ico. Su voz est an formndose, pero sus tonos, producto de un arduo trabajo de educacin arts tica, son tan puros como claros. Su toque del icado de sensibi l idad, su inquietud adolescente como misterio que hay que desvelar y ese duende al icantino que fascinaba a todos, con vertan a nuestra Mi lagrito en una mediadora para el dilogo de culturas, en una embajadora que l lev a Oporto y Lisboa el hechizo del levante espaol, con orgul lo y con el nico objetivo de transmitir su inspiracin artstica. Nues tra diva penetr admirablemente en la pecul iar psicologa de los portugueses, incluso, no me extraara nada que l legase a conocer el pas luso con mucha intensidad, aunque podemos especular con la aoranza de su sol levantino, adelantndose a lo que deca Azorn: Todo lo bueno y lo mejor de todas las partes, aqu, en la tierra alicantina. En Oporto triunf. Cmo no! As lo hemos comprobado en peridicos como A Provincia, Portuguesa, Jornal de Porto, A Primeiro de Janeiro y algunos ms. Quiz el que mejor defini esta actuacin fue sin lugar a dudas el Joumal de Noticias que, entre otras alabanzas, public: Gorg a pequena diva e realmente una creana una vocacao lyrica phenome nal, que as licoes de Verger devem levar longe, muito longo. A physionoma insi nuante e intelligente da pequenina cantora que e ja hojo una artista ten as lin has dos prenestidanes, daquel les que vao marchando gloriosamente para el triumpho da arte, surdos as louvamihias da vaidade e estudando sempre. . . Continu sus xitos por Val ladol id, Santander, Al icante, Valencia y en el ao 1895 triunf en Pars. El da 3 de junio la Ilustracin Artstica de Barcelona, publ ic en Arte de Pars, firmada por Juan B. Ensenat, en la que se hablaba de las artistas espaolas que durante aquel los das actuaban en la capital france sa, y por supuesto de Mi lagrito, que ya haba actuado en el Fol ies Berger, en El Dorado y en La Escala, donde haba justificado el sobrenombre de la Pequea Patti. El peridico Informacin dio una relacin, en diciembre de 1948, donde citaba la actuacin de Mi lagrito con Lola y Mara Bernal, inter pretando La Morena y La Bel la Otero. Ms tarde recorri las ciudades de San Petersburgo, Lisboa, Marsel la, Londres, Berln y Mosc. Fue durante el ao 1897 cuando se retir de sus giras por todo el continente y se fue a vivir a Elda donde sigui actuando durante muchos aos. PERSONAIES En 1897 se retir de su gloriosa carrera y se estableci en Elda, para que de vez en cuando pudiramos extasiarnos oyendo y solazndonos con sus habi l idosos juegos de canto, mirando cmo juguetea con su privi legiada gargan ta. Un punto de egosmo nos hace alegrar por esta retirada que nos propor ciona tan preciados instantes de fel icidad y si a la par lo deploramos, es por el la que no teje ms laureles para su corona y por el arte nacional, que pierde una de sus ms clebres divas. (14) El nico contrapunto oscuro de esta bril lante cantante ha venido despus; es el inexplicable olvido en que ha cado la obra de Milagrito en Alicante y por supuesto en Elda. La ausencia de personas dedicadas a estudiar su trayecto ria, sus logros y sus actuaciones hacen que el tiempo vaya pasando y su este la se vaya alejando. Queremos, pues, que Milagrito siga viva a pesar de los olvidos y exageracio nes de adoraciones e ignorantes desprecios. Visto desde mi perspectiva esta mujer, de tan corta carrera, sigue siendo lo mejor que dio esta provincia a Espaa y Europa a finales del siglo pasado. Con este trabajo no he pretendido magnificar a la Pequea Patti, sino colo carla en su sitio, en el que le corresponde, e iniciar un reconocimiento que debe partir de todos aquel los que usamos la pluma como instrumento encar gado de quitar el polvo a nuestras glorias internacionales, para que unidos a las altas esferas econmico -culturales logremos que nuestro entorno conozca a una mujer que vivi y am su tierra con mucha perseverancia y respeto. Bibliografa (1) El 17 de mayo de 1886 debut en el Teatro Principal de Alicante. En la segunda parte del concierto, D. Ramn Gorg Soler present a su hija Milagrito que cant la romanza de tiple del Anillo de Hierro, para ms tarde terminar con una preciosa habanera. (2) Al disolverse el grupo familiar, Pablo Gorg pas al teatro Tvoli de Barcelona donde triun f como bajo bartono al tener que sustituir a un compaero enfermo en Marina. Debe mos destacar las interpretaciones que realiz en Rigoletto, lOsca, Ada. . . (3) Peridico El Mediterrneo. Cartagena. 17 de enero de 1894. (4) Peridico Lo T,dc. Alkante. 3 de febrero de 1890. (5) Peridico La Correspondencia de la Manalia. Madrid. 25 de enero de 1891 . 110 III IA/0% I A lllSI liIAI [ DENSE (6) Peridico El Globo. Madrid. 25 de enero de 1891 . (7) Peridico El Imparcial. Madrid. 25 de enero de 1891 . (8) Cantante italiana. Estudi canto en Nueva York, debut en 1859 con Lucia de Lainnicr inoor y continuo su carrera en el Convent Garden. Durante cincuenta y seis aos triunfo en Europa y Amrica, interpretando un repertorio adecuado a su voz de soprano ligera. (9) Peridico El Eco de Castilla. Valladolid. 24 de abril de 1891 . (10) La Revista. Alicante. 3 de mayo de 1891. (11) Peridico El Noticiero Universal. Barcelona. 15 de mayo de 1891. (12) Peridico Jornal de Noticias. Oporto. 8 de julio de 1892. (13) Peridico Vinalap. Elda. 1 de marzo de 1903. (14) Peridico Vinalap. Elda. 1 de marzo de 1903. PERSONAJES El Serfico. Juan Ferris Monllo El Serfico: Un improvisador genial (Agenda Escolar. C. P. El Serfico. Curso 1994-95) Elda es lugar de origen de nombres eminentes que han desempeado dentro de la cultura local, provincial y nacional un papel que debemos destacar. Tene mos a Sempere y Guarinos, prolfero escritor de temas de jurisprudencia; al escritor Juan Rico y Amat, autor del famoso Diccionario de los Polticos y de la no menos famosa poesa titulada Arrepentimiento, falsamente atribuida a Espronceda. Pero esta ciudad necesitaba tener un artista genial y lo encontr en un vate apodado El Serfico. Este poeta humilde, poeta del pueblo, sin estudios, espontneo, francisca no como le llam Azorn, vino al mundo en Elda como Francisco Ganga Ager. Era feo, de elevada estatura y vesta con desaliada vestimenta. Lo mismo tra bajaba en el ferrocarril que se dedicaba a hacer cofines para las almazaras, generalmente cuando quera o por necesidad econmica. Tena una brillante imaginacin y una vena inagotable, paseaba su humanidad y su picaresca por toda la comarca, principalmente por Elda y Monvar. El Serfico era un gran improvisador que entusiasm a las jvenes generaciones, que recitaban sus 45 110 RETAZOS DE LA HISTORIA FILINSE poesas, y a varios eminentes polticos de la poca que quisieron conquistarlo para determinados peridicos. Era un ferviente devoto del vino, su vida pintoresca fue un semi l lero de anc dotas rimadas. D. Emi l io Castelar, amigo suyo, lamentaba esta aficin del poe ta con la siguiente frase: Si no hubiera vias, conocera el mundo el mrito del Serfico. Quiz la etapa ms interesante de su vida fue cuando sent plaza en el ejr cito, al l en La Habana. Permaneci alrededor de 12 aos, los suficientes para adquirir unos conocimientos que le iban a servir durante toda su vida. Las tediosas horas del servicio mi l itar las ameniz con diversas e interesantes lec turas. Las alusiones mitolgicas, bbl icas e histricas que tiempo despus cau saran asombro las aprendi con la lectura. Su bigrafo Emi l io Vicedo asegu ra que la lectura favorita del Serfico eran las obras de Quevedo. Podemos imaginar que estara motivada por la semejanza de esti lo en algunos versos de nuestro popular vate. La formacin cultural del joven Ganga fue, sin duda alguna, complementada con la buena msica. El Serfico cambiaba gustosamente a sus compaeros la guardia que tenan que hacer en el Teatro para poder or la msica y los can tantes que intervenan en las comedias musicales, zarzuelas, e incluso peras. Cambi los sones de la dulzaina y el tamboril de las fiestas eldenses por la armona de las bandas y orquestas que interpretaban conciertos muy de moda en aquel la poca. Francisco Ganga jams escribi sus poesas, nuestro personaje lanz por toda la comarca su obra como si lanzara una simiente. Todas aquel las personas que nos dedicamos al estudio del Serfico tenemos que agradecer profundamen te la labor que real izaron el comerciante D. Gaspar Santos, el presbtero D. Francisco Maestre Prez, el maestro de primera enseanza D. Antonio Molera y el abogado noveldense D. Emi l io Vicedo, por dedicarse a recoger toda su versificacin y publ icar un l ibro en 1902. Fue perseguido por unos versos publ icados en El Ltigo de Madrid y tuvo que huir de Espaa. En la bibl ioteca de D. Emi l io Castelar se conservaba un ejem plar del peridico con los versos aludidos. Estuvo mezclado en el movimiento revolucionario de 1866 con Castelar, Garrido, Sagasta y otras figuras de la poca y tambin condenado a muerte. Para conocer la obra de este improvisador genial es necesario conocer algu nas de sus poesas ms significativas. PIRSONAJES A SU PUEBLO NATAL Elda fel iz y dichosa eternamente sern pues cada paso que das toda la prole reposa sin la menor inquietud. La senda de la virtud no abandones, Patria ma. Ya que por el la te gua la Virgen de la Salud. El Serfico l leg a una finca de la comarca y se sent debajo de una higuera y a alguien que le debi preguntar qu haca al l, le contest: Pobre de m sin ventura, que por ser un calavera, me encuentro bajo una higuera envuelto entre basura. Como Dios desde su altura no me enva hacia aqu abajo otro ms l impio trabajo y el que tengo se me pierda; siempre estar entre la m. . . como el escarabajo. Fue a fel icitar a un amigo suyo, que era sacerdote, el da de su santo. El padre Jos Mara le pidi que hiciera una poesa que nombrase a todas las imgenes que haba en la habitacin. El poeta exclam dirigindose a la Virgen: Quin del Verbo te hizo Madre El Padre. Tu casto esposo quin fue Jos. Y tu nombre, Virgen Mara Mara hasta que la losa fra te cubra en -el cementerio, defender este misterio el Padre Jos Mara. 4 i 110 RETAZOS DF LA HISTORIA LIDENSL El clera morbo hizo acto de presencia en la comarca y la mujer del sacristn de Petrel arroj un cubo de agua a la cal le en el preciso momento en que pasa ba el poeta. El Serfico, muy indignado, exclam: Clera brbaro y cruel ! Si te falta alguna cosa, ven y l lvate a la esposa del sacristn de Petrel. Nuestro vate se encontr a un hermano suyo tras muchos aos de ausencia, ambos iban desal iados, rotos como dos mendigos. Se abrazaron en plena cal le y el poeta advirti a los que por al l pasaban: El que vea a los dos Gangas ha de morirse de risa al notar que en la camisa no tienen cuel lo ni mangas. Un seor de carrera se extraaba que un msero hombre pudiera componer tan bri l lantes poemas y lo ti ld de plagiario. Ganga le contest: Piensan los del don postizo que los dems nada son. Adn fue Adn sin Don y a sus descendientes hizo. Todo ser nace castizo, toda sangre es encarnada; y en la Historia Sagrada los Santos no tienen Don. Slo Dios es verdadero y los dems nada son. Unos meses antes de su muerte, sucedida el 31 de mayo de 1871, fue ingre sado en el Hospital de Elda. El mdico Cavero fue el encargado de cuidarle aunque su enfermedad era mortal . En cierta ocasin, al administrarle la Sagra da Forma, el poeta improvis lo siguiente: Mi l gracias os doy Seor porque dejando el altar me vens a visitar. De haber sido pecador PERSONAJES mucho en el alma lo siento y ya que en este momento me separo del pecado creo estar purificado por el arrepentimiento. En los ltimos momentos de lucidez, El Serfico pronunci su cuarteta ms conocida: El Serfico se muere, cavadle la sepultura y l lamar al seor cura que le cante el Miserere. Para terminar, nada mejor que citar a D. Jos Alfonso, quien dijo del Serfico: Naci poeta y muri hablando en verso. Fue, pues, un poeta integral. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 50 PERSONAJES Ptbk, nme Pablo Gorg: Otro triunfador de la familia (Semanario Valle de Elda. 10 de marzo de 1995) Este personaje es de los pocos alicantinos que gozaron de mucha fama y jus to prestigio, en el gnero lrico, durante el primer tercio del siglo XX. Siempre constituy una garanta en el buen hacer; al pblico no le importaba la obra que iba a interpretar, su inters se centraba en Gorg. Nunca defraud, ni como bajo, de voz hermosa, ni como actor, que lo fue en todo momento. Hizo de todo: pera, zarzuela, opereta y hasta obras que se desarrollaban en ambientes policiacos. Pablo Gorg naci en Alicante en 1881. El da y el mes lo desconocemos, al igual que a su maestro. Podemos deducir que pudo serio su hermano, ms joven que l. D. Pablo, su padre, aos ms tarde cre la Compaa Lrica Familia Gorg que, como bien sabemos, la componan: Pablo, Ramn, Rafael, Francisco, Jos Miguel, Ramona y Milagrito, unos como msicos y otros como cantantes. En Europa, a finales del siglo pasado, triunfaban las operetas vienesas y este joven cantante hall en este gnero un ancho campo para mostrar su talento 51 1 10 RF.AZQ, DI. 1A HISTORIA 1.0 1)I.N 1, 1 y sus facultades de cantante. Cuando se disolvi la compaa fami l iar pas al teatro Tvol i de la ciudad condal como bajo bartono y su consagracin l leg con la parte de Pascual en Marina, al tener que sustituir a un compaero enfermo. El triunfo que obtuvo fue grande y prometedor, y durante aquel la y la siguiente temporada cant en tan prestigioso escenario zarzuelas corno La cancin del nufrago y El lego de San Pablo (obra pstuma del maestro Caba l lero que complet Amadeo Vives). Durante los primeros aos de este siglo, Pablo Gorg cre su propia compa a con la que recorri casi toda Espaa. Es lgico mencionar que fue un espectculo que comparta con Lorenzo Simonetti el que inaugur el Tea tro -Circo Castelar el 11 de septiembre de 1904, con la zarzuela titulada El milagro de la Virgen, de Ruperto Chap. No dur mucho su aventura empresarial porque enseguida fue fichado por otra compaa dentro de la cual recorri triunfalmente los escenarios de Espa a y una buena parte de Sudamrica. En 1916 interpret en el Teatro Reina Victoria de Madrid una de las operetas ms conocidas, La casta Susana. El xi to que alcanz fue notable porque habl, cant y hasta bai l con la soltura de un profesional. Tambin algunos peridicos de la poca mencionaban las cre aciones que haca en El maestro Campanone, El anillo de hierro o en Don Gil de Alcal. Esta ltima obra la grab en disco con Maruja Val lojera, Marcos Redondo y Antonio Palacios, despus de estrenarse en el Teatro Novedades de Barcelona. Tambin, aunque no con la asiduidad que l hubiera deseado, cultiv la pe ra, siendo muy destacadas sus actuaciones en Rigoletto, Tosca y Ada. Esta faceta no nos debe de extraar porque se haca dueo de la escena con su buena voz, su presencia y sus dotes de actor. Esto ltimo lo demostr cuando D. Enrique Rambal, conocido director de muchos espectculos, le pidi que sustituyera a un actor, Salvador Sierra, que se haba puesto enfermo. Acept esta invitacin, actuando en muchas ciudades espaolas y portuguesas, don de cosech grandes xitos, al igual que le sucedi en Madrid, en el Teatro Apolo, con la obra Trianeras de Muoz Seca y Prez Fernndez, con msica de Vives. Su trabajo en esta representacin fue la creacin de un tipo alemn, l leno de matices, que se reflej en distintos peridicos de la capital y fue muy recordado. Muy poco antes de iniciarse la guerra civi l espaola se retir de los escenarios hasta que muri en Barcelona, a finales de la dcada de los cuarenta. PERSONAJES Emilio Maestre D. Emilio Maestre: El hombre que conoc (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1995) No debe de pasar inadvertida para muchos de nosotros la fecha luctuosa del fallecimiento, en Elda, de aquel gran hombre que se llam D. Emilio Maestre Guarinos. El calendario sealaba la fecha del 24 de abril de 1994 cuando, al fallarle el corazn, cerraba los ojos para siempre. La ciudad de Elda, a la que tanto am, ha podido vislumbrar la importancia de su desaparicin. Estbamos acostumbrados a verle recorrer las calles con parsimonia y con son risas, con su alma sentimental y su clara inteligencia. Uno de los muchos alum nos que tuvo me contaba que era un ngel de bondad y que nunca habl mal de nadie, cosa muy singular y asombrosa. Bien quisiera poseer una sabia pluma para poder trazar una semblanza, por breve que sea, de nuestro gran hombre, profesor y amigo, D. Emilio. Era una gran persona y las grandes personas, como tales, estn fuera de duda. l simbolizaba la amistad y la generosidad, era un hombre que se acercaba con mucho cario y respeto al santuario de la enseanza, y nos ha legado una 53 1 I 0 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE herencia que es su leccin, la cual permanecer viva entre nosotros durante muchas dcadas. Naci en Elda el 3 de agosto de 1919, dentro de una famil ia acomodada, don de la influencia del carcter de sus padres debi de ser decisiva durante la infancia de D. Emi lio. La amistad, el trabajo, el orden y la capacidad de obser vacin incidieron de forma primordial y, enseguida, destac entre sus muchos amigos como un nio sociable, extrovertido y agradable. Los primeros aos de la vida de D. Emil io transcurrieron en su Elda natal y en la escuela de D. Eliseo Verd, donde empez a estudiar. En 1940 recin cum plidos los veintin aos obtuvo el ttulo de bachi l ler y durante este tiempo no existi ningn tipo de desatencin hacia los estudios, y s interrupciones por un problema de cadera y despus por la guerra civi l. En este catastrfico periodo ya haba prendido vivamente en l una acusada vocacin de docente cuando cre con D. Pedro Conca un colegio llamado Los Amigos de Mxi co con el nico fin de intentar alfabetizar al mayor nmero posible de per sonas que, por su rpida integracin al mundo laboral, no haban tenido tiem po de aprender a leer y a escribir. Inici sus estudios de Qumica en la Universidad de Murcia, obteniendo la l icenciatura el ao 1945, para ms tarde irse a Barcelona donde aprendi la tcnica del teido de pieles hay que recordar el negocio famil iar de pieles que regentaba en Elda su to Emil io Maestre, aunque no le sirvi de mucho por que este sistema no se pudo apl icar en Elda por la dureza del agua. La labor incipiente de nuestro amigo, como profesor, la fue simultaneando con el trabajo en el almacn. En ambas facetas se poda percibir la presencia de un hombre atento a cualquier novedad, riguroso, independiente y sincero. Este era D. Emilio, un joven profesor local dio clases con D. Norberto Vera muy vinculado a su hogar, preocupado por los problemas nacionales y consa grado, da a da, a su trabajo. En 1950 se cas con Da. Mara Jess Vera, y a partir de ese momento empe z a preparar alumnos l ibres para la Escuela de Comercio de Al icante y de bachi l ler para el Instituto de Alcoy. No s quien dijo que los hombres se pueden dividir en dos clases: aquel los que han real izado sus sueos y la de aquel los otros para los cuales los sueos fue ron eso. . ., sueos. D. Emi l io pertenece a los primeros. PERSONAJES Jos Luis me dijo un da en el despacho de su academia, aunque me per judique econmicamente, sueo con que funcione un instituto de enseanza media en Elda. Pues bien, ese sueo se convirti en una realidad que supe r todas las previsiones porque Da. Mara Teresa Soler, primera directora del Instituto Azorn, pidi a D. Emi l io su colaboracin para poner en marcha dicho centro educativo. Uno de los profesores que formaba parte del primer claus tro, en octubre de 1967, fue D. Emi l io Maestre. Suelo estudiar biografas de grandes personajes y siempre he comprobado cmo casi todos han tenido, en grado superlativo, el don de la amistad y la inmensa mayora han dejado tras de s una centuria de amigos. En el caso que nos ocupa se debe ampl iar esta apreciacin hacia los discpulos, que es en rea lidad una forma ms pura de amistad. Si ser amigo es saber injertar la vida de un extrao en el viejo tronco por donde corre la savia de la propia fami l ia; si ser amigo es saber dar sin recibir y, lo que es ms difcil, saber recibir sin dar; si ser amigo es saber sacrificar diariamente trozos de nuestro tiempo al culti vo intel igente y generoso de la amistad, D. Emil io fue un amigo. Estoy convencido que tuvo, ms que otros, ese instinto de la amistad que deri va hacia una autntica paternidad. La labor de D. Emilio cubre intensamente un periodo activo de casi cuarenta aos, en los cuales su vocacin no sufri desmayos y se entreg al cultivo autntico y desinteresado de la amistad. Esperamos que su herencia senti mental, fina y pul idora de nuestra cultura y educacin, corra por nuestras venas, que su influencia contine de generacin en generacin, sin modifica ciones ni trucos, y que sepamos colorear el arco iris de su recuerdo perma nentemente. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 56 PERSONAJES Andrs Lloren Andrs Lloret: Poeta de la vida (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1995) Naci en Yecla en 1910, como dice el prlogo de su libro Rama de laurel, publi cado por el Club de Campo de Elda en 1986. Era tiempos aquellos en que el trienio Canalejas se estaba iniciando y se haba superado la crisis que origin la Semana Trgica de Barcelona, en la que una protesta contra el envo de tropas a Marruecos desencaden algunos aspectos, muy olvidados, de luchas sociales. Canalejas implant una poltica de equilibrio tanto en cuestiones internas (a favor de concesiones de descentralizacin a Catalua), como exter nas (Conferencia de Algeciras para preparar un hbi l acuerdo con las potencias europeas interesadas en la cuestin marroqu). Aunque la vuelta al equilibrio partidista con el eje Canalejas-Maura pareca restaurado de una vez por todas, exista una lnea divisoria, mucho ms profunda que la habitual, entre conser vadores y liberales y esto dificultaba superar los problemas del pas. Antonio Machado viva aquel ao los momentos ms felices de su vida con su esposa Leonor y continuaba escribiendo sus Campos de Castilla; Galds fue elegido diputado en la misma candidatura que Pablo Iglesias (Conjuncin 57 110 RETAZOS DE A IIISIORIA ELDENSE republ icano -social ista). Este mismo ao se cre la Residencia de Estudiantes, dirigida por Jimnez Frau. Ramn Gmez de la Serna publ ic sus primeras Gregueras y naci en Orihuela Miguel Hernndez. Tena nuestro poeta muy pocos aos cuando inici su andadura escolar en el colegio municipal El Reloj, para pasar ms tarde a los Escolapios y terminar en los Salesianos de Campel lo. Si queremos situar el tardo despertar a la vida intelectual de Andrs, podemos partir, quiz, de la recepcin de las primeras aportaciones espirituales que recibi, sin ignorar ese entramado de ideas y valores que le transmitieron un elenco de profesores con una pedagoga dis tinta a la de otros centros. Andrs Lloret aprendi, sin duda alguna, el senti do de la tolerancia, el respeto al criterio ajeno, la estimacin del trabajo en la escala de valores. . . Andrs se enfrent al mundo con un bagaje de ideas y de valores que le ayudara a abrirse paso en los ambientes de aquel los tiempos y a tener un sentido crtico capaz de orientarle a travs de prejuicios y falsas tra diciones. As le l leg la adolescencia a Andrs, y ya mozo abandon fami l ia, amigos y empleo para irse a Madrid. Estaba convencido que su inconformismo desapa recera y el ambiente que soaba encontrar desempeara una considerable funcin en la formacin de su personal idad. Madre. . . cuando yo sea hombre tendr voces de guitarra, luces en el pensamiento y de oro la palabra, y andar por los caminos que abre el lucero del alba sembrando buena semi l la sobre las tierras amargas! Madrid estaba an a la mitad de camino entre la modernidad y las viejas tra diciones. Sus barrios eran srdidos, la mayora de sus cal les mal alumbradas y peor adoquinadas. Era una poca en que de madrugada, todava, pasaban rebaos de ovejas por la Puerta el Sol, pero era tambin el Madrid del des contento estaban superando muy despacio la crisis de 1917, de las verbe nas y de los merenderos en la Dehesa de la Vi l la. La vida se le puso muy dura, los ingresos eran bajos, pasaba los meses ocu pado en trabajos de pura circunstancia --albai l, publ icista, oficinista-- que le PERSONAJES robaron mucho tiempo y no le permitan desarrol lar ninguna otra actividad. Su temperamento rebelde le prohiba volver a su Yecla natal . No le dio tiempo a saborear la endeble atmsfera cultural madri lea y sus inquietudes polticas no le dejaban insensible ante los acontecimientos que se avecinaban. Es pro bable que nuestro personaje perdiera ciertos aspectos de su humor irnico aunque fueran compatibles con su bondad y sencil lez rebelndose contra el estado actual de las cosas. Con el estal lido dramtico de la guerra civi l se iniciaron una serie de aconteci mientos que le iban a marcar para siempre. Andrs vivi los sangrientos suce sos desde la zona republicana siendo escolta del ministro de Obras Pblicas o como comisario de Investigacin con un concepto humano permanente mente en crisis, una crisis que no era global, era ms bien circunstancial por la deformacin del entramado ideolgico de unos y otros. La guerra, no. . . ! que la guerra. . . trae la muerte y la pena y con la pena. . . la sangre que se hace negra, y se marchitan las flores y se olvidan las promesas. Esta situacin emocional se prolong ms de la cuenta al tener que atravesar los lmites de la Patria para exi l iarse en Francia, donde estuvo internado en el campo de concentracin de Saint Ciprien. Comiendo pan negro y poca cosa ms fue enviado a construir parapetos en las Ardenas, acompaado por una angustia que merece nuestra reflexin. Deseaba vivir ms deprisa para devo rar el tiempo, esperando que su situacin se resolviera rpidamente para olvi dar ese consuelo de rebelda, cuya valoracin tica es innegable. Sobrevivi a huidas, prisiones y duros trabajos en Burdeos y Pars, hasta que decidi volver a Espaa (casado y con una hija) sin proyectos, ni futuro, por que no ignoraba que le esperaba de nuevo la crcel . En el Batal ln de Casti go n. 75 de Palencia y en los campos mineros marroques no pudo superar el pesimismo, la abula y la falta de fe en las personas. La sensibi l idad de Andrs 11 () RL IAZOS DE LA I IIS I ORIA FI DENSI fue machacada por la problemtica que le rodeaba y por los momentos tan pel igrosos vividos en un corto espacio de tiempo. En 1943, una vez l iberado, volvi a Elda donde empezara a al iviar sus penas y retomar el gusto a la vida. Cabe sealar la influencia en Andrs de la atms fera laboral dura, pero grata, de nuestra ciudad, donde trabaj de adminis trativo. Un constante recobrarme se produjo en el espritu del poeta y cuan do lo consigui empez a descubrir la poesa. Todo es nuevo en esta hora y es nuevo este cielo alto con nubes blancas que imitan el pasear de los barcos. Es nueva la luz del da y el revuelo de los pjaros y los mundos de los nios hacen de ensueo y de barro. La obra de Lloret, tanto en verso como en prosa, es el sueo y el ensueo del sol itario que rememora su infancia y su juventud. Su pensamiento se fue tallando con las experiencias histricas que vivi y que reflej en muchas de sus obras. En sus poesas no slo notamos su amor y respeto por la gente sen cil la sino por las cosas humi ldes de la vida, y pienso que pecara de superficial si negara el plano intimista en que se movi su poesa durante los ltimos aos de su vida. Su obra se ha convertido, sobre todo despus de su muerte, en un patrimo nio de los hombres que vivimos en un mundo mejor, por tanto no podemos ni debemos borrar del mapa de la poesa a nuestro inolvidable amigo Andrs Lloret. PERSONAJES Hortensia Guill Da. Hortensia Guill: Una luchadora tenaz desaparecida (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1997) Cuando desde la perspectiva de la dcada de los noventa volvamos la mirada hacia el primer tercio del siglo XX, nos damos cuenta de lo avanzado de algu nas figuras que han penetrado en nuestras vivencias y han demostrado con sus actividades (familiares, sociales. . .) una escala de valores que nos dejan perple jos porque consiguen que sus ideales estn vigentes cada da con ms intensi dad. Cuando existe una solera, un amor al trabajo y una perfecta responsabili dad, estamos obligados a escribir sobre Da. Hortensia Guill Bernabeu. Se trata de uno de esos casos donde se proyecta una perfecta compenetra cin con la fami l ia, con la amistad, con el trabajo y con el tiempo. Son muchas las realidades que no me atrevo a comentar por temor a olvidar determinadas dimensiones. Sin embargo intento abarcar en el mismo esfuerzo sus amplias resonancias en las fronteras que conozco y situar a Hortensia en el lugar que le corresponde, aunque el recorrido que voy a emprender est a muchos kil metros de sus pensamientos y actitudes. Pretendo (y que conste mi derecho al impulso irrefrenable de mi adhesin emocional) recordar a quienes la han St 1 10 RETAZOS DE IA 111SIORIA I LIII NSE conocido y ensear a esas pocas personas que no se imaginan lo que signifi caba una mujer como nuestra Hortensia. Su personal idad activa, su vehemencia y su tenacidad fueron unas virtudes que debo destacar, aparte de su agudo humor y l inda cordialidad. Posea unos ampl ios conocimientos pero sobre todo la escuela fue y ha sido su razn de ser. Hortensia vivi su niez en la Elda de sus amores pero pronto encauz sus inquietudes y ser march a Valencia a estudiar Magisterio (1929), carrera que termin cinco aos ms tarde. Su talante inquieto y su condicin de mujer (recordemos cmo imperaba el machismo en los aos treinta) queda reflejado en una entrevista que le hicieron en la revista Horizonte, publ icada durante las Fiestas de septiembre del ao 1931 y donde demostr su avanzada forma de pensar: La seorita Hortensia Gui l l Bernabeu contesta a nuestro cuestionario con una faci l idad que demuestra, en ella, una cultura extensa y una visin clarividente del momento transcendental de nuestro pas. 1 0 .- Qu impresiones por experiencia propia produce en la mujer el trabajo en las oficinas - El orgul lo de no depender de nadie y la sensacin de ser igual al hombre en inteligencia y trabajo. 2 0 .- Qu reforma cree necesaria en la legislacin social espaola sobre el tra bajo femenino - Aumentar el salario a la mujer, ya que hoy la emplean como economa. Sien do capaz de desempear el mismo cargo que el hombre, no hay razn para que cobre menos. - Y con respecto a la mujer casada, en los meses en que la maternidad hace de el la un ser de escasa energa personal, abonarle en proporcin para que no tenga que acudir al trabajo. 3A.- Cul es la visin de la mujer moderna en la vida actual - Tener gran cultura, pero seguir siendo muy femenina, muy mujer y, ante todo, poder ser como el los, imprescindible; educar la intel igencia del nio para que l leguen a ser grandes hombres. Su talante profesional ha sido muy di latado. El 18 de junio de 1932 tom posesin interinamente de la escuela de prvulos del colegio 18 de Jul io, PERSONAJES ubicado donde se encuentra actualmente la Casa de Cultura y ces el 30 de junio de 1934. Durante este mismo ao estuvo desarrol lando su eficaz labor en Castal la para ser nombrada propietaria definitiva de una escuela rural de la partida de Algoda (Ayuntamiento de Elche), al l permaneci unos dieciocho aos. Por concurso se traslad al C. P. Padre Manjn donde permaneci has ta su jubi lacin. Ms de una vez me la he imaginado en esa pedana i l icitana, sobre una tari ma gastada, l lena de tactos humanos, endulzando su cansancio y buscando un remanso de amor en los numerosos alumnos que enseaba. Siempre ha tenido unos sentimientos muy genricos a este tipo de concepciones y valores universales. Hortensia vivi una de las pocas doradas del colegio Padre Manjn y com parti vivencias con amigas como Da. Virtudes, Da. Josefina, Da. Anto nia. . . con las que luch incansablemente para que la enseanza pblica tuvie ra el lugar que le corresponda. Me resulta impresionante, al cabo de algunos aos, recordar su labor y su visin educativa que diriga perfectamente hacia el porvenir de sus alumnos. La efectividad de su trabajo y la virtud de esta noble maestra se manifiesta en esos aspectos fundamentales que siempre ha transmitido a sus alumnos/as y que pretendo citar con otras palabras: Siem pre os aconsejar que intentis superar lo que sois, trabajar con el apoyo de vuestras virtudes, ser muy severos con vosotros mismos e indulgentes al valo rar a vuestros amigos. Este pensamiento, que sugiere tantas cosas, realza sus contenidos es un eco constante y privativo de una labor que real iz esta gran seora. Recuerden, fue Da. Hortensia Gui l l . 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 64 PERSONAJES Jos Martnez Ruiz Azorin Azorn e Idella (Peridico Informacin. 4 de abril de 1998) Se haba rebasado la mitad de la dcada de los veinte (1926) cuando Elda se estaba convirtiendo en una ciudad con destacada actividad laboral. A parte de los clsicos problemas locales hubo dos acontecimientos de inters general: El Decreto del Ministerio de la Gobernacin por el cual se daba al Ayuntamien to el ttulo de Excelentsimo y el nacimiento de un semanario denominado de/la. Esta aparicin periodstica fue la consecuencia de una unin de buenos propsitos por parte de un reducido grupo de personas (Jos Capilla, Antonio Gonzlez Vera, Maximiliano Garca Soriano, scar Porta, Cndido Amat y ngel Vera Coronel) y el mecenazgo de Manuel Maestre Gras. Las caractersticas de esta publicacin se basaron en una enorme independen cia informativa los problemas con la censura fueron frecuentes y quiz moti varon el cierre definitivo, as se demuestra en un prrafo de una editorial: Hemos huido de la informacin baja y rastrera, en sentido de censura des carnada o de lacayona adulacin, que nada dice del alto concepto del peno 65 110 RL IALUS DE. LA I I1S TORIA ELDENS! dismo ni beneficia al ambiente de que se nutre, del l ibelo que tantos confun den con la digna y santa funcin periodstica. Hay gentes para las cuales nada dice un peridico si no emplea el esti lo tabernario, la censura acre y soez. Mentes rudimentarias no alcanzan a comprender que unas veces el si lencio y otras la observacin seria y razonada tienen ms fuerza combativa que la dbi l y cobarde forma l iberal ista. El lector que guste de platos fuertes, mejor dicho, bazofias, har bien en no leer ldella. Otra parcela que le dio mucha categora fue la l iteraria. Su calidad tan pecu liar se origin por las firmas de unos colaboradores con enormes facultades como fueron: Po Baroja, Rafael Altamira, Gabriel Mir y Jos Martnez Ruiz Azorn. Nuestro monovero universal particip con una serie de estudios (Castelar y su europesmo, Castelar y su poltica) muy profundos, provocando una uniformidad en las opiniones, tambin publ ic en este semanario unos relatos muy originales (Elda y Petrel . . .) que desencadenaron un enorme aluvin de fel icitaciones, porque sus testimonios estaban basados en las inquietudes de un escritor contemporneo. No es necesario leer todos sus trabajos apareci dos en de/la para comprobar su esttica, l lena de expresividad y marcada por la sensibi l idad de un hombre comprometido, en algunas ocasiones anticon formista y a veces excesivamente rebelde. En algunos artculos se nota el reflejo de su forma de ser con el mundo que le rodeaba. En todo esto nada era casual todo era real, hasta los detal les ms insignificantes de aquel lo que mostraba a sus fanticos lectores. La trayecto ria de este semanario fue corta pero intensa y uno de sus baluartes ms insig nes, que le proporcion i lusin y categora, fue un conocido monovero apel l i dado Martnez Ruiz y conocido por Azorn. PERSONAJES Emilio Castelar Ripoll Elda con Castelar (Revista Alborada. Ario 1999) Cuando Mara Antonia Ripoll lleg a Elda con sus hijos Concha y Emi l io (alre dedor de 1836), en Espaa estaban ocurriendo determinados sucesos muy significativos, entre los cuales podemos destacar: 1 0 .- Durante la guerra carlista, Gmez inici los preparativos de una expedi cin que, aunque un cierto tiempo despus consigui una cadena de xitos, se pudo demostrar que exista una incapacidad tan aparente que era difcil que ganara la guerra. 2.- Reinando Isabel II haba un convenio permanente entre el ejrcito y la bur guesa para crear movimientos revolucionarios. Esta alianza estaba funcionan do con resultados muy positivos. 3.- El Consejo de la Mesta, que era una asociacin que vena desarrollando sus funciones, unas veces bien y otras menos bien, perdi la mayora de atri buciones por medio de una orden dictada el 31 de enero de 1836. A partir de ese momento se llam Asociacin General de Ganaderos. 67 110 IIDA/DS [II 1A IIiS11RIA [DENSE 4.- Los empresarios espaoles se incorporaron a determinadas asociaciones para defender sus propios intereses. Esto motiv que se organizaran por gre mios y, como no fue del agrado del Gobierno, en diciembre de 1836 fueron derogadas todas las posibi l idades. Con fuerte nostalgia, nuestro tribuno recordara durante toda su vida el perio do que vivi en Elda, lugar donde acumul una serie de experiencias que ms tarde le iban a servir para diferenciar distintos ambientes. Todo esto se puede comprobar en muchas de sus epstolas dirigidas a personas de variados luga res, pero ante todo en su l ibrito titulado Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo. En l nos da su verdadera imagen de sinceridad, real ismo y persona l idad. Para demostrar sus vivencias nos l imitaremos a comentar un pequeo prrafo: Fel ices, muy fel ices los que nunca sal isteis de ese nido, ni atravesasteis las tempestades del mundo. Fel ices, muy fel ices los que consagrasteis todos los das a Dios vuestras plegarias en la misma iglesia, a la famil ia vuestro amor en el mismo hogar, al cielo vuestra mirada en el mismo horizonte, y casi supisteis desde la infancia el santo lugar donde haban de reposar vuestros huesos. Nosotros cambiamos de hogares como de camisas, dejndonos sin escrpulos abandonados como los avestruces dejan sus cras con el desierto, y a lo mejor nos quedamos en un abrir y cerrar de ojos, hasta sin patria, desdichados nu fragos. Y nos creeris fel ices porque os resonar por ah nombres oscuros, cuando los fel ices sois vosotros! Cierto que no habis visto las obras maestras de arte, pero tampoco las profanaciones de la inspiracin y la servidumbre del genio; cierto que no habis probado el l icor embriagante de la gloria, pero tampoco la amargura de la calumnia; cierto que no habis subido a las cimas vertiginosas del poder, pero tampoco habis rodado por los eriales donde se elevan las espinas de la envidia. Castelar en este texto nos da una visin muy especial de un pueblo que vive apartado de las grandes ciudades, pero que l aoraba con cierta envidia debi do a su vida primitiva y a una tranqui l idad muy lejana de los ncleos urba nos que visit a lo largo de su di latada vida. Nos imaginamos al jovencsimo Castelar correteando por las cal les eldenses, principalmente por la de San Roque, en la Escuela Municipal donde ejercan como maestros D. Jos Casiano Lpez y D. Antonio Garca de Juan y marcan do unas diferencias con otros condiscpulos, los cuales le l lamaban el Sabidi l las por la trayectoria vital que demostraba. Pero pas pronto su niez, y para PURSONAJES prepararle hacia su destino tuvo que sufrir muchas horas de trabajo. El propio Castelar en una de sus autobiografas, que escribi en tercera persona, nos dice: Su madre le haca leer horas y horas seguidas, habindole infundado tal aficin a la lectura, que ha sido necesaria la edad que hoy tiene, la posicin que hoy goza, para quitarle la mana de leer por las cal les. (. . .) En Elda apren di las primeras letras y la lengua latina. Sus traducciones l lamaban la aten cin de los maestros, no slo por la exactitud, sino por la elegancia y la pro piedad del lenguaje. A los trece o catorce aos haba escrito multitud de nove las, fol letos polticos, discursos histricos, meditaciones religiosas. Ninguna de estas obras de la niez se ha salvado, Emi l io Castelar las escriba, las lea l solo, y luego las rasgaba, temeroso de que los dems las leyeran, pues era muy grande su timidez. Algn amigo de la infancia, que sorprendi pginas olvidadas o descuidadas, dice que se distingua ya por la novedad de las ide as y la extraordinaria elocuencia. Despus de pasar largas temporadas en Sax, donde tuvo la suerte de recibir enseanzas de ampl io nivel de la mano de D. Pedro Valera, se fue a Al icante a estudiar bachi l lerato, y en 1848, con diecisis aos, se instal en Madrid. Muy pocas veces vino Castelar a Elda, la ltima y ms significativa fue un ao antes de su muerte cuando ya estaba retirado de la poltica activa. Una tarde del mes de mayo fue recibido por las autoridades y pueblo en general . Alber to Navarro nos ampla esta visita: Rodeado de una gran multitud visit algu nas casas de amigos y desde la situada junto adonde antes estaba situado Correos, en la cal le Nueva frente a la de Coln, en la casa que fue almacn de la viuda de Norberto Rosas, se dirigi a la iglesia parroquial, donde or ante el altar de los Dolores. Celebrndose entonces las Flores de mayo, y en el tem plo cant la clebre diva Mi lagritos Gorg, entonces en la plenitud de su arte. Elda se ha portado muy bien con D. Emi l io y una prueba magnfica fueron los esfuerzos de unas eldenses que, a mediados de la dcada de los aos veinte, tuvieron la idea de erigir un monumento al gran tribuno en unos terrenos que la sociedad El Progreso posea. Se organiz una Comisin para que se encar gara de dar ideas con vistas al tema econmico, aunque hasta el ao 1932 no se inaugur el monumento. Estas personas no dieron tregua a todos los elden ses que, gracias a sus aportaciones, consiguieron levantar una bel la estatua, encima de un pedestal, que continua presidiendo nuestra Plaza Castelar. La primera piedra la coloc, el 16 de enero de 1932, el presidente de la Rep bl ica, D. Niceto Alcal Zamora, y a partir de esa fecha los esfuerzos y los sacri 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE ficios de la Comisin se incrementaron hasta el 7 de septiembre del mismo ao. Fue un da grande. Aquel mircoles, Elda tena un aspecto de fiesta, todos los edificios pbl icos y las viviendas lucan unas colgaduras con los colo res nacionales. Una entidad tan carismtica como el casino haba real izado un verdadero alarde de i luminacin adornando con cientos de bombi l las la facha da y el jardn, debido a que las fiestas estaban dedicadas a Castelar por cum pl irse el centenario de su nacimiento. La Comisin organizadora, previamen te, haba cursado invitaciones a distintos personajes como D. Marcel ino Domingo, que por cierto, la noche anterior al acontecimiento comunic que problemas parlamentarios le impedan asistir, por lo que enviara en represen tacin del Gobierno a D. Fernando Valera, director general del Ministerio de Agricultura. Marcel ino Domingo fue profesor de Primera Enseanza y adems periodista. Durante las elecciones de 1914 fue elegido diputado y quince aos despus fund el partido radical -social ista. Se convirti en uno de los ms grandes conspiradores durante la dictadura de Primo de Rivera. Fue ministro de Ins truccin Pbl ica y, cierto tiempo despus, se encarg de la cartera de Agricul tura, Comercio e Industria. En nuestra ciudad contaba con grandes simpatas por lo cual tena numerosos seguidores de su partido. El peridico El Luchador de Al icante (6 de septiembre de 1932) public el pro grama de actos que estaba previsto para el da siguiente: - A las 8 y 30 de la maana, la inauguracin del monumento a D. Emi l io Cas telar. - A las 2 de la tarde, banquete en el Teatro Cervantes. - Por la tarde, a las 4, la inauguracin del grupo escolar. - A las 10 de la noche el certamen Literario. Para que asistiera el director general Sr. Valera y sus acompaantes tuvieron que modificar el horario de actos. El nico personaje que l leg el da anterior fue D. Miguel de Unamuno, que sera el mantenedor del certamen l iterario. De tal manera que lo primero a celebrar fue la comida en el Teatro Cervantes, donde asistieron los representantes del Gobierno, autoridades municipales, periodistas y todos los componentes de la Comisin organizadora. A los pos tres hicieron uso de la palabra: Jos Capi l la, y el director general de Prisiones, D. Vicente Sol, persona muy querida en Elda. PHSONAIS Despus del banquete todos los asistentes se dirigieron a la Plaza donde esta ba ubicado el monumento a Castelar. Una vez al l, acompaados de numero sos eldenses, se dio lectura al acta de entrega del monumento al Ayunta miento. El alcalde, D. Aqui l ino Ban, descubri la estatua mientras la banda de msica interpretaba el Himno Nacional. Una fuerte ovacin estuvo dirigida a la esplndida obra del escultor D. Florentino del Pi lar y a continuacin D. ngel Vera present a D. Fernando Valera, el cual pronunci un discurso que vers completamente sobre la figura del i lustre tribuno. Para finalizar este trabajo es necesario que valoremos la iniciativa de nuestra Mancomunidad, por la programacin de actos y publ icaciones que se van a desarrol lar con motivo del centenario de la muerte de Castelar, sucedida el 25 de mayo de 1899. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 72 PERSONAJES Miguel de Unarnuno Miguel de Unamuno y Jos Capilla (Diario Informacin. 18 de abril de 2000) Pretender presentar a los lectores a D. Miguel de Unamuno me parece algo innecesario, porque su vida y obra es bien conocida dentro y fuera de nuestro pas. Tampoco es menester hacer historia de su literatura, ni tenemos que situar la obra en relacin de las corrientes literarias anteriores o posteriores. Este catedrtico de la Universidad de Salamanca emergi en aquellos aos como una voz nueva, autntica y original en la que se puede combinar el sar casmo, la irona y la denuncia. Su produccin literaria es muy amplia, y adems de sus quehaceres pedag gicos daba conferencias y acuda, cuando poda, a cualquier acto, en cualquier poblacin espaola que tuviera relacin con la cultura, la Repblica o algn eminente republicano. Desde la lejana de los aos he visto a D. Jos Capilla como un personaje que viva intensamente los momentos histricos ms cruciales de su pas y de su ciudad, con una capacidad extraordinaria para buscar la realidad de los acon 73 I lo RETAZOS DE LA l!NO /OIA 1 0 NSI tecimientos y de las causas, y actuar con una seriedad digna de los persona jes excepcionales. El vivir de Capi l la se desarrol l en torno al eje central del periodismo, princi palmente cuando se hizo cargo de la direccin del semanario Idella, desde donde dio prueba de su envidiable cal idad como escritor ya la vez como trans misor de la problemtica eldense de la poca. Este amigo de Azorn y Mir era capaz de dar tal cal idad a su prosa que el lec tor reciba una prolongacin reveladora de lo ms importante que ocurra en Elda, todo esto como consecuencia de que Capi l la era un estupendo observa dor y meditador. Fue un periodista sagaz, con una reconocida maestra que destacaba en el ambiente poltico, social y cultural que le rodeaba. Cuntas veces tuvo que sufrir el inconveniente de la censura! Estos dos personajes coincidieron en Elda el da 7 de septiembre de 1932, con motivo de la celebracin del centenario del nacimiento de D. Emi l io Castelar. Este encuentro fue debido al tesn de Capi l la, como se demuestra en una car ta que se encuentra en la Casa Museo de Unamuno en Salamanca y que su hijo Jul io me hizo llegar hace unos das: Muy seor mo; en el pasado mes de marzo me tom la l ibertad de dirigirme a usted invitndole a dar una conferencia en sta aprovechando su excursin por las tierras del l lorado Gabriel Mir. Aun cuando le mand la carta certifi cada, as como mi fol letito El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Mir, no tuve noticia alguna suya. Supongo se hal lara usted ausente de Madrid. Hoy, al dirigirme a usted nuevamente, espero tener mejor fortuna. Como ver, mi querido D. Miguel, por la correspondencia adjunta, la Comisin Ejecutiva del Monumento a Castelar en Elda le invita a actuar de mantenedor en el Cer tamen Literario que se est organizando para la celebracin del nacimiento de Castelar. Como vocal de la citada Comisin y secretario del Certamen, me per mit indicar se invitase a usted y mi proposicin fue con gran entusiasmo acep tada por unanimidad. Me imagino a Capi l la atendiendo con todo su entusiasmo a cualquier peticin o deseo del insigne catedrtico y viviendo instantes importantes, porque entre el los existi una sintona intelectual muy fuerte que se mantuvo durante mucho tiempo. Aquel 7 de septiembre fue una fecha inolvidable para los eldenses de la po ca y sobre todo para D. Jos Capi l la Beltrn. PERSONAJES Juan Rico y Amat Aspectos biogrficos y literarios de Rico y Amat (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 2000) Aunque se ha hablado y escrito mucho sobre nuestro paisano, pretendemos descubrir algunas dimensiones poco conocidas, motivo suficiente para recor darle, porque se cumple este ao el 130 aniversario de su fallecimiento. El lector actual no debe realizar ningn esfuerzo para situarse en las perspec tivas histricas adecuadas de mediados del siglo XIX, debido a una justa valo racin de los abundantes atractivos que los escritos de Rico y Amat le depara. Nuestro personaje fue original y profundamente innovador en su tiempo, y es injusto el olvido que ha ido adentrndose en torno a este escritor, que produ jo una gran revolucin periodstica durante el siglo pasado, que contribuy decisivamente en configurar la jurisprudencia espaola, de la cual, posible mente, continen nutrindose con sus trabajos determinados profesionales de la abogaca, y que durante muchos aos fue lectura obligada para muchos intelectuales sus obras sobre la historia poltica espaola. 75 110 RETAZOS DE LA HISTORIA E LDENSE Nuestro escritor fue uno de los cuatro hijos que tuvo el matrimonio formado por Pedro Rico y Josefa Amat; naci en Elda el 28 de agosto de 1821, entre las siete y las ocho de la tarde. En esta vi l la transcurri su infancia hasta que se desplaz a Aspe para estudiar Latinidad y Humanidades. No tard mucho tiempo en irse a Madrid para estudiar en la Universidad Central de Fi losofa y Derecho Civi l y Cannico la carrera de abogado, que termin en 1844. En la capital del Reino se integr rpidamente en ambientes selectos donde su presencia era casi imprescindible por ser un joven que intent dirigirse hacia un horizonte de progreso indefinido. Sin embargo, su sensibi l idad vital le obl i g a modificar una actuacin pasada, que afectaba a su madre, y reaccion por alguna relacin confl ictiva con resultados catastrficos. Esta crisis que le marc una lnea que separaba el antes y el despus, la recons truye en unos poemas, titulados Arrepentimiento, que los public cuando contaba con veintin aos, e iban dirigidos a su madre. Vamos a transcribir los ms significativos para comprender el distanciamiento de su madre y el cmu lo de factores que venan encadenndose, para despus repudiar cualquier acercamiento con el sexo opuesto. Pero yo te abandon por seguir la juventud; en el mundo me intern, y al primer paso se fue de la infancia la quietud. (. . .) As viv sin temor disfrutando los placeres del mundo tan seductor; en l encontr el amor encontrando a las mujeres. (. . .) Por estar durmiendo ayer de este mundo la maldad no pude ni quise ver ni del amigo y mujer conoc la falsedad. (. . .) Por el sueo fui perjuro con las mujeres al l PI:RSONAJES y en lugar de tu amor puro, amor, frentico, impuro, de impuros labios beb. (. . .) Tus mujeres me engaaron; que al brindarme su cario en engaarme pensaron, y sin compasin jugaron con mi corazn de nio. (. . .) Heme a tus pies l lorando arrepentido fra la frente y seco el corazn. Ah, si supieses cuanto he padecido me tuvieras, oh madre compasin! (. . .) Fue veneno el amor de las mujeres que gozos en el mundo yo beb; pero a pesar de todos los placeres nunca te puse en el olvido a ti . (. . .) Yo pagar tu amor con exceso con que pagan las flores de Abri l mil besos te dar por slo un beso, por un abrazo yo te dar mi l . Su situacin con las mujeres le l len de hasto por la mezquindad que exista. El desengao que padeci fue una amarga confirmacin de lo que le haban advertido sus amigos, y principalmente su hermano Pedro, un sacerdote muy querido y respetado en Madrid. Todo lo ocurrido le cristal iz en un profundo sentimiento de insatisfaccin, menos mal que su conocida lealtad a la Corona le sirvi para que le trasladaran a Al icante como vocal del Consejo Provincial . Durante esta poca escribi y publ ic una obra tcnica denominada Jurispru dencia administrativa, donde demostr un ampl io conocimiento del tema, sor prendiendo a la mayora de abogados por la aparicin de nuevas conclusiones y por el tratamiento tan progresista que dio a su trabajo. Fue en 1847 cuan do sal i a la luz este l ibro, coincidiendo con el nombramiento de jefe poltico del distrito de Alcoy. Debemos de reconocer que fue capaz de real izar verda deros cambios en esta ciudad, y ensear su autntica personal idad partici pando en todos los acontecimientos que estuvieran marcados por la tradicin, como por ejemplo en la Fiesta de Moros y Cristianos. i 10 RETA7OS IA 111SluRIA I I DI NSI Respecto a este festejo que tanto prol ifera por toda nuestra provincia, debe mos sealar que existan ciertas dudas, y en alguna documentacin nos apa rece que Rico y Amat no es el autor de las Embajadas alcoyanas. Durante muchos aos los investigadores de la poblacin dieron la paternidad de los textos a nuestro paisano, pensando que pudo ser la nica persona con la pre paracin suficiente para escribir una obra de esta categora. D. Rafael Coloma, autor alcoyano de algunos l ibros sobre la Fiesta, despus de realizar un ampl io estudio, asegur que el poeta eldense fue el que confeccion las Embajadas, y el sacerdote Gadea tambin mantuvo esa teora. D. Salvador Domnech Llorens, en la Revista de Moros y Cristianos de Elda (1980) nos dice textualmente: Pero hace siete aos se vino abajo todo el castillo de naipes, merced al hal lazgo fortuito, en una librera de Valencia, del ejemplar ms antiguo que hoy se conoce de las Embajadas, descubrimiento que dio cumplida informa cin su actual poseedor, el biblifilo alcoyano Antonio Castel l Candela, en el artculo Juan Rico y Amat no fue el autor de nuestra Embajada, publicado en la Revista de Moros y Cristianos de Alcoy, 1973, pginas 68 y 69. La joya bibl iogrfica, en perfecto estado de conservacin, dice as en su portada y uti l izando tipos de letras diferentes en cada lnea: Embajada/ de / Moros y Cristianos/ sobre/ la reconquista de Espaa/ que en obsequio de su Patrn San Jorge! celebra la vil la de Alcoy/ el / da 23 de abril de cada ao/ Alcoy:/ Impreso por Francisco Cabrera./ Ao 1838. Como dice Castel l: Quien escribi los versos fue un poeta culto y elegante y con muchos vuelos por letras y l ibros, y en aquel la fecha Juan Rico y Amat contaba slo 17 aos y deba de ser un estudiante que entrenaba su pluma en los primeros escarce os l iterarios. No podemos olvidarnos de la teora originaria, ya que Rico y Amat empez muy joven a practicar poesa. El que tuviera 17 aos no es bice para poder escribir las Embajadas, ya que tena preparacin y buen gusto para haberlas creado, como lo hemos demostrado en su clebre Arrepentimiento. Nuestro escritor toc todos los gneros l iterarios, pero donde rompi moldes fue en los de clara vertiente poltica. En las tres obras que escribi, con su carcter eminentemente combativo, anal iz el proceso gubernamental dirigi do a las clases medias. Bien es verdad que Espaa disfrut de ciertos bienes materiales, pero el caos era una constante. PERSONA11:5 En el l ibro titulado La Historia Parlamentaria de Espaa, que se publ ic entre 1860 y 1861, y se lo dedic a la reina Isabel I I, podemos apreciar una hones ta pero apasionada actitud ante lo que estaba viviendo nuestro pas en aque l la poca, a muchos niveles, principalmente al parlamentario. Desde el princi pio tuvo las ideas claras como lo demuestra el siguiente prrafo: Nosotras escribimos esta Historia sin encono y sin lisonja, sin otro objeto que el de presentar un cuadro fiel y exacto de nuestras modernas revolu ciones para que sirva de escarmiento en lo presente y de enseanza en lo f utu ro. En este trabajo Rico y Amat realiz un examen al pasado cercano convencido que sera la sal ida ms equi l ibrada a la negativa situacin. Exista confusin de ideas polticas; haba una fuerte lucha por opuestos intereses; faltaba un buen sistema de armonizacin y, ante todo, que los principios bsicos bril laban por su ausencia. Lgicamente estaba obl igado a criticar, con un conocimiento de causa supe rior al normal, a los integrantes del Congreso de los Diputados, porque esta ba convencido, como la mayora de los conocedores de la Cmara, que esta institucin no practicaba su misin primordial : confeccionar leyes tiles y aprobar algunas reformas provechosas. Incluso Rico y Amat ech de menos la oratoria y el entusiasmo de los polticos. Por eso no resuenan ya bajo las bvedas del Congreso espaol arengas patriticas como las de Lpez, discursos fi losficos y profundos como los de Donoso Corts; porque hoy falta en nuestros diputados el entusiasmo polti co, la fe, la conviccin, el espritu de partido de sus antecesores. Lo que pretenda nuestro personaje al real izar este tipo de trabajos era, senci l lamente, averiguar el por qu de lo que haba ocurrido para intentar solu cionar el futuro inmediato. l que estaba muy cerca de la Monarqua, critic a Fernando VI I por ciertos planteamientos que no le gustaron por su constante incorreccin. Este aspecto se puede comprobar cuando acudi a la l lamada de la reina Isabel, a la que como hemos citado anteriormente le dedic su Histo ria Parlamentaria de Espaa, y conocemos este hecho a travs de la biografa que escribi su primo Lamberto Amat: La Reina tuvo a bien l lamar al autor, a quien dirigi las ms l isonjeras palabras; y sabemos por l mismo lo que ocu rri en esta audiencia. S. M. le dijo: He notado, Rico, que ests bastante seve ro con mi padre. Seora le contest no soy yo, es la historia. Bien, bien 110 RETAZOS DE LA I IISTORIA El DENSE repiti la reina me place la imparcial idad con que en toda el la te has con ducido y as debes hacerlo siempre. Creemos que esta actitud de Juan Rica no iba dirigida a Isabel, sino a la debi l idad monrquica existente que trajo muchas consecuencias nefastas, como convertir el trono en un instrumento de intereses partidistas, desprestigiando a la persona que estaba al frente del mismo, en contraposicin de una creen cia enorme de un grupo, ms o menos numeroso, que se dedicaba a dignifi car la figura del monarca. Si anal izamos el pensamiento de nuestro paisano nos podra l levar a unos aspectos insospechados, ya que desde nuestro punto de vista pertenece a una escuela doctrinaria, l lena de intel igencia y de una originalidad evidente con ciertas conexiones notorias, muy difci l de encontrar como se puede apreciar en su Diccionario de los polticos. En esta obra, tan conocida como admirada, Rico y Amat quiso describir a sus lectores la vida parlamentaria espaola con un fin determinado: . . .no puede ser otro que designar el globo de vicios, errores y desaciertos de nuestra poltica, para que los encargados de dirigirla se corrijan por su parte, corrigiendo al mismo tiempo a los dems. (. . .) cuantas personas han vivido, viven y tratan de vivir de la poltica, tomndola como medio de medrar en la sociedad. Adems, en el Diccionario comenta el fracaso de los partidos que estaban representados en las Cortes: los l iberales y los moderados. Lo hace de una manera muy singular, dice que el l iberal tiene ms corazn que cabeza, y el moderado ms cabeza que corazn, para matizar que estos ltimos destruyen sin crear y los l iberales crean sin destruir. Si anal izamos estas curiosas definiciones podemos comprender el fracaso de ambos partidos en la Cmara. El progresista estaba en un proceso de luchas internas motivadas por su alejamiento del poder y los moderados pendientes de una posible revolucin, como ocurri en febrero de 1848. Las afirmaciones de Rico y Amat sobre este tema fueron en ocasiones tan duras como necesarias, debido a las rupturas del sistema econmico -adminis trativo, as como en otras instituciones bsicas para el pas. Segn nuestro autor, los trastornos se deban a un desequi l ibrio de los partidos o por la circunstancia de que stos por el egosmo de las mayoras o por la impacien cia de las oposiciones, no se turnen legal o pacficamente en el poder. Con tina diciendo que la voluntad nacional : PERSONAJES . . .no es sino la voluntad electoral y no de todos los electores, sino de los elec tores del partido que manda; y muchas veces tampoco ha sido la voluntad de los electores que han votado, sino de los escrutadores que han entendido la votacin. Para resumir, debemos de aceptar que Rico y Amat se enfrent doctrinalmen te con el deseo de solucionar los problemas desde la tradicin y el progreso, porque para l los pueblos sin tradiciones eran clanes salvajes y aquellos que no mantenan una sociedad de progreso eran entes muertos. Otra de las facetas en la que destac fue dentro del mbito periodstico, algo que no debe extraar porque tena razones ticas y morales para poder mani festar su pensamiento e intentar cambiar situaciones y mentes obtusas. Cree mos que fue su fuerza irresistible la que le llev a fundar unos peridicos, sin caer en los brazos de la incongruencia y el intento de rectificar el orden social y poltico. Una vez ms puso de manifiesto su aire combativo y rompi ciertos moldes, los cuales seran funestos y decisivos en la vida y obra de nuestro autor. En 1867 cre La Farsa, un peridico semanal que tuvo una corta existencia (de mayo a diciembre), desde donde contemplaba y transmita el extrao espec tculo de la sociedad espaola principalmente la madri lea con una cierta benevolencia y una fina irona. Esta fue su actitud durante y despus de la revolucin de septiembre de 1868, unas veces nos encontramos con un falso tmido que da rienda suelta a su sensibi l idad, y otras se convierte en un ser agresivo dialcticamente para pasar a un firme fi lsofo. Cuando fracas el proyecto de La Farsa, cre otro peridico denominado Don Quijote, donde demostr una gran capacidad nacida de su inevitable con frontacin con sus enemigos de siempre, aquel los que pensaban, con una pasiva compl icidad, que el pas caminaba hacia un futuro prometedor, cuan do todos sabemos que Rico y Amat estaba convencido del derrumbamiento espaol . Desde el inicio de este nuevo peridico se acerc ms, si cabe, a la problemtica espaola, sin hacer lo que algunos directores: falsear la real idad histrica engaando a sus lectores. El mantener su arraigado monarquismo, luchas desde las pginas de su peri dico y criticar a los principales revolucionarios fueron motivos para que una de las muchas partidas de la porra le destrozaran la redaccin. Tuvo que huir desesperadamente hacia Elda, donde permaneci un cierto tiempo, el sufi 110 11,ITAZOS DI LA 1 11510111A 1.1111 NSI ciente para que se olvidaran de l en la capital del Reino. Poco tiempo des pus, el 19 de noviembre de 1870 mora de un colapso despus de haber asis tido, como era su costumbre, a una tertul ia con sus amigos ms al legados. A partir de esos momentos a nuestro personaje se le reconoci su labor perio dstica, que fue bri l lante, l lena de inspiracin, y sin olvidar los grandes conoci mientos que tena de muchos polticos y de muchas situaciones, que le l leva ron a real izar un proceso muy rico en noticias muy estimables por sus lectores. Siempre intent ser imparcial y apreciar las noticias con la justicia convenien te, aunque su orientacin ideolgica fuera un continuo testimonio de sus deseos y preocupaciones. Nunca cambi de actitud poltica ni se le conoci ninguna actuacin mezquina, porque siempre aparecan los mismos perfi les fundamentales sin ninguna metamorfosis. Sus convicciones se resquebrajaron cuando muri, mientras tanto iba madurando y cristal izando sus propios ide ales y manteniendo siempre su propia personal idad. Es obvio que nuestro paisano constituye una real idad que ha traspasado con creces el paraje local, inund con su cultura espacios ms importantes, y lti mamente existe una cierta preocupacin por su vida y obra. Seremos capa ces de convencernos de la importancia que tuvo y que tiene Juan Rico y Amat Valoremos su trabajo, sin fisuras y con la sensibi l idad suficiente para presumir de un hombre que consol id su propia ideologa y siempre se mantuvo al ser vicio de los dems. Captulo ll Aspectos religiosos Virgen de la Salud Castelar y la Virgen de la Salud (Revista mensual Vivir en Elda. 15 de diciembre de 1983) De todos es conocido el amor que senta D. Emilio Castelar por Elda, por su pueblo. Era un amor intenso, puro e infinito, como lo ha demostrado a travs de muchos de sus escritos, aunque hay una frase que lo dice todo: tierra pre dilecta de mi corazn. Palabras llenas de intensidad como la imagen que l mantena tan vivamente de su tierra. 83 1 10 RUTAZO, HL I A HISTORIA FI ITFNSE Cuando describi los recuerdos de las fiestas septembrinas de sus aos de adolescente, se vio perfectamente que su larga ausencia y su deseo de visitar ms frecuentemente Elda se apoyaba continuamente en sus vivencias ante riores, basada en aquel la frase tan conocida recordar es volver. D. Emi l io escribi: Dios mo! Cmo guardo grabada en mi memoria cada una de aquel las festividades, que constituan todo el esparcimiento y el recreo de una existencia compartida entre la rel igin y la naturaleza No es la nica vez que este l iberal habla de rel igin. En el fondo era un devo to. MI peregrinar por el camino castelariano me ha l levado a tener noticias de que escribi unos cuantos sermones magnficos, que por ser tan buenos, tan sinceros y tan religiosos no se leyeron en ningn plpito. Un da le dijo a Castelar un muchacho amigo suyo: Mi madre quiere que escribas un sermn para un sacerdote. Es un grave compromiso. A esto aa di el amigo que el clrigo le abonara una onza por el trabajo, cantidad nada despreciable para los dieciocho aos de entonces. . . y de siempre. Total, que Castelar escribi un sermn pasable. Danzaban en l las tpicas citas bbl icas y los pasajes de los santos padres. Y tanto gust al pronunciarse, que antes de un mes se haba visto obl igado a escribir varios sermones ms y casi a ser un proveedor colegiado del clero. Por supuesto que tales trabajos no fueron firmados por Castelar, porque aque l los que se los encargaron se los hicieron suyos. El primero de dichos sermo nes se pronunci en Getafe y lo que es ms importante, se supo tambin que de los sermones escritos por Castelar se aprovech cierto capel ln de honor que por aquel los tiempos cortaba lo que se pudiera cortar en Palacio. Y una tarde. . ., tarde de sermn de Soledad, como entre el amigo que encar g a Castelar los sermones y Canalejas le dijeran al precoz sermoneador que tenan indicios de que en San Antonio de los Portugueses un predicador iba a recitar los bel los prrafos del estudiante, al l se fueron los tres, tan curiosos como emocionados por lo que pudiese haber de cierto en la denuncia. El predicador representaba treinta y ocho aos, y tan malo deba ser como ora dor y como hombre de memoria que, no bien haba empezado la primera par te del sermn, se le trab la lengua y dio en trabucarlo todo con menos gra cia que desconcierto. Y Castelar, que naturalmente se saba al dedi l lo sus ser mones, estuvo a punto de arrojar del plpito al cura y reproducir l el trabajo, que no porque le val iera una onza haba de ser desdeado por su autor. ASPEC I DS REI.1 ,IOSOS No olvid nunca Castelar el bien que pudo hacerles a las beatonas, algunas de las cuales rezaban quiz con sus comentarios del iciosos de Imitacin a Cristo. Este hombre regordete, de ojos vivarachos y de hermoso bigote, senta devo cin especial por su Virgen, lamentaba que sus ocupaciones le mantuvieran en Madrid y su espritu rel igioso se fue desarrol lando hasta lmites insospechados. En este tema Castelar no se invent nada como haca en algunas ocasiones que pona en marcha su inventiva para entusiasmar al pbl ico, que le aplau da con verdadero apasionamiento. Cuando iba hacia las masas buscando el ambiente necesario para que sus ide as polticas pudieran prosperar, llevaba como compaera a la Virgen de la Salud, y l len tantos y tantos momentos de soledad que D. Emi l io ms de una vez lo coment con sus ntimos. Desde la ventana de la finca de los Servet, en San Pedro del Pinatar, Castelar puso en orden su vida espiritual. Todos los das, vestido con su modesto traje, acuda al oficio cristiano, despus daba largos paseos, contemplando el paisa je con sus aos baados de tristeza, con su bigote muy cado y sin ganas de hablar. El jueves 25 de mayo de 1899 y confortado con los catl icos leos, este gran hombre muri y l len de si lencio la cultura espaola. Estoy seguro que si pudiera hablar con aquel las personas bondadosas que le atendieron en los ltimos momentos, podran decirnos que no falt un recuer do emocionado para su Virgen. O quiz nadie le oy. Lo que est claro es la frase que dice a su amigo Genaro: Yo deseo ver a la Virgen. Bibliografa. Peridico El Liberal. Alicante. 7 de septiembre de 1932. E. Llorens y Vila, Revista Elda Extraordinario. Septiembre de 1932. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 86 ASPECTOS RELIGIOSOS Alborada en las Fiestas de septiembre en Elda Ario 1904: Buenas Fiestas de septiembre (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de febrero de 1984) El da 15 de agosto de 1904, el alcalde D. Jos J. Gonzlez, asistido por el cura, D. Jos Navarro y el secretario del Ayuntamiento, D. Jos A. Garca, expusie ron al pueblo de Elda los festejos que se iban a celebrar en honor a sus excel sos Patronos, el Santsimo Cristo del Buen Suceso y Nuestra Seora la Virgen de la Salud, en el Tercer Centenario de su llegada a la villa. La Mayordoma de los patronos, el Ayuntamiento, los gremios zapateros, comercio en general, arrendadores de la huerta y la empresa arrendataria de consumo eran los encargados de la programacin de los actos. Estas entida des tenan la misin de cubrir las necesidades festeras de los eldenses, cam biaron algunos marchitos planteamientos e iniciaron una renovacin que iba paralela a los naturales cambios de los tiempos. En esta ocasin tuvieron que hacer verdaderos sacrificios econmicos para lle var a cabo los festejos, encontraron grandes obstculos, pero de alguna manera el alma eldense apareci en escena capitaneada por una autntica 87 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE personal idad l lena de pasin, y lograron real izar una vez ms ese mi lagro tan apasionante al que nos tiene acostumbrado el pueblo eldense. El vehemente deseo de conseguir lo proyectado desemboc en la celebracin de unos actos que se iniciaron el 6 de septiembre con la entrada de la Banda de Msica Pri mitiva de Alcoy, ms tarde los Dulzaineros de Tales y el Batal ln Infanti l n. 4. Por la tarde, la Gran Cabalgata Histrica en que los gigantes y cabezudos acompaaban a las artsticas carrozas. (Ese ao desfi laron cinco: la del gremio de los zapateros, la del Comercio, la de la redaccin de la revista Centenario y Mayordoma, una carreta con las dos cajas que se usaron para traer a Elda a los Patronos y por ltimo una nave carroza l lamada San Eduardo). Por la noche, el Te Deum y la tradicional Alborada. El da 7, aparte del volteo de campanas al amanecer y los correspondientes ofi cios rel igiosos, lleg a Elda la Banda de Msica del Regimiento de Infantera de la Princesa. Hay que destacar los bai les populares con un concurso de Man tones de Mani la y, cmo no, la gran Retreta por la noche. El da siguiente estaba dedicado exclusivamente a la Virgen de la Salud con una solemne procesin. Cuando final iz este acto y la Virgen entr en la igle sia, se pudo apreciar con gran satisfaccin una iluminacin artstica que D. Vicente Coronel Rico haba compuesto con 7.000 luces, y sobre las once de la noche se dispar un casti l lo de fuegos de artificio que hizo las del icias del pbl ico asistente. Con disparos de morteros se inici el da 9, y a continuacin el Ayuntamiento y la Mayordoma l legaron a la iglesia para asistir a los actos rel igiosos. El encar gado de dirigir la palabra a los eldenses que acudieron al templo fue D. Agus tn Cavero Casez, persona muy conocida en la vi lla. Por la tarde la procesin en honor al Santsimo Cristo del Buen Suceso, y para terminar esta jornada se dispar un casti l lo de fuegos artificiales. La batal la de Confeti se celebraba al da siguiente por la tarde en la cal le Nue va, con la participacin de todas las carrozas. Por la noche se haca ascender el Globo Aerosttico construido por D. Manuel Martnez. Los actos rel igiosos duraron hasta el da 20 de septiembre, teniendo ms importancia la procesin que se celebr el da 19, donde sal ieron los Patronos y recorrieron las cal les de costumbre. Durante estas Fiestas Patronales fue inaugurado el Teatro Circo Castelar (exac tamente el da 11), actuando la compaa de zarzuela que diriga D. Pablo 88 ASPECTOS RELIGIOSOS Gorg. Tambin hay que destacar la presencia de Mi lagrito Gorg que dio una gran categora a todos los actos real izados y tom parte en todos los festejos del Tercer Centenario como obsequio a sus Patronos. Habr algunas personas que recuerden vagamente aquel los das tan especia les, quiz tengan en la mente el enorme calor que tuvieron que soportar en el templo fue un verano muy caluroso el da 8 mientras cantaban la Salve de D. Agapito Snchez, antes de iniciarse la procesin. No s si por la celebracin del Tercer Centenario o por la sensibi l idad, entusiasmo y respeto del pueblo, pero ese ao hubo un contacto ms directo, ms ntimo, entre las imgenes de los venerados Patronos y los eldenses. La asistencia a la procesin fue masi va y constituy un acto entraablemente popular, complementado con los adornos de los balcones que pusieron una nota de color fuera de lo habitual . 89 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 90 ASPECTOS RELIGIOSOS Vista de la antigua iglesia de Santa Ana Iglesia de Santa Ana. Introduccin histrica (1) (Semanario Valle de Elda. 3 de junio de 1994) La iglesia de Santa Ana, situada en la plaza del viejo Elda, cerca del Ayunta miento y algo ms alejada del castillo, atrae la atencin de muchos viandantes que, lgicamente, no tienen por qu adivinar su historia, sus tribulaciones y sus distintas etapas. Esta tarea es la que nos toca analizar. Con esta iglesia se demuestra una vez ms que la obra arquitectnica no slo puede ser la con secuencia de las decisiones o voluntades de un determinado arquitecto, sino una serie de factores muy complejos que tienen que ver con la historia, con los usos, con las costumbres y con las necesidades para lo que debe servir. ste es el caso del edificio de la iglesia de Santa Ana que despus de correr el tiempo ha variado tanto en su forma como en su destino. Vamos a situarnos en la poca de la dominacin musulmana, cuando existe el predominio de la ciudad sobre el campo, cuando se impone el hecho de la Espaa islmica en la civilizacin de las ciudades. La villa cristiana medieval se caracterizaba por el sentido de la solidaridad y orgullo municipal que la his 9 110 RETAZOS DE LA HISTORIA LI DENSI panomusulmana careca. Para el musulmn su casa era un buen refugio fren te al mundo exterior, la vida fami l iar se desarrol laba alrededor del patio cen tral, o en algunas terrazas ajenas a las curiosidades de los dems. Para una sociedad que desconoca la colectividad y preconizaba la defensa individual era lgico que las casas se apiaran en cal les estrechas y tortuosas, interrum pidas por los clsicos muros y puertas que buscaban el aislamiento. Un conjunto de cal les habitadas por gentes pertenecientes a un mismo gru po rel igioso o tnico o una misma actividad econmica constitua un arrabal o barrio extenso, casi siempre amural lado, que vena a ser una pequea ciu dad independiente con todos sus servicios. l es realmente y no la ciudad en su conjunto, la unidad de doblamiento urbano. La serie de arrabales, relativa mente autnomos, se distribuyen en torno a un ncleo central, igualmente rodeado de muros, la madina que incluye la mezquita mayor, la alcaicera y el comercio principal, en especial los depsitos de mercancas. Durante la Reconquista, Elda deba de estar poblada por una mayora rabe con todos los privilegios que da la dominacin, aunque resulta muy difci l conocer si hubieron tensiones y enfrentamientos entre los distintos grupos sociales, que siempre producan unas crisis econmicas que costaba mucho esfuerzo superar. Lamberto Amat nos describe Elda en plena dominacin rabe, apoyndose en libros del Archivo Municipal, y que nos da un alto ndice de credibi l idad: Creemos que en la primera poca lo formaran las cal les del casti l lo y las dos plazas, nombradas de Arriba y de Abajo, las cal les de Pistola, Estralazo, de la Comadre, del Horno de San Antonio, de la Pursima, de la Iglesia (donde estu vo la mezquita mayor) y del Horno de Santa Ana, la estructura de las casas vie jas que se conservan en estas cal les, lo angosto de las mismas, el cal lejn que todava l imita la de la Iglesia desde la cal le de Dueas, el cal lejn l lamado del Curro, que haba hasta principios de siglo, dando paso desde la ltima cal le al Horno de Santa Ana, y por el cual no caba un hombre a cabal lo, y el otro cal lejn que mediaba haciendo esquina desde el ngulo oeste de la iglesia, con otra esquina de las casas exteriores de la plaza de Arriba a su parte sur, que desapareci por el ao 1830; indica bien a las claras que a las expresadas cal les de notoria construccin rabe estuvo reducido entonces el recinto de la poblacin y debemos de suponer que la ermita de San Antonio Abad tambin exista, pero aislada y sirviendo de mezquita. l2) ASPCC ros RELIGIOSOS A partir del siglo XIII, al mismo tiempo de la Reconquista y repoblacin del Rei no de Valencia, cuando Jaime I concedi a la capital, Valencia, un fuero que deba de extenderse a todo el territorio del reino: . . .en que ya habitaban bastantes fami l ias cristianas entre moros y ocupaban constantemente el Alczar sus respectivos seores debieron edificarse dichas cal les de las Virtudes y Pi lares y desde sta, formando una lnea recta en direc cin Sur, las de las Morenas, Plazuela de San Pascual, cal les de Linares, del Aire (sta fue embebida en la nueva construccin de la iglesia) y la de Sanz y Trini dad. . . (. . .) Las muchas casas de tres pisos con balcones antiguos y habitacio nes grandes y cmodas, muy bien repartidas, que existen en las cal les agre gadas, dan a conocer que los cristianos, nuevos pobladores, las construyeron, si bien no se desprendieron completamente de las costumbres moriscas en hacer las calles estrechas, aunque ya las dieron algo de mayor ensanche como se nota en el las. Hasta podemos confirmar todos esto, con que las casas de las nuevas cal les pertenecan a distinguidas fami l ias cristianas que ocuparon esta vi l la. . . ..( 3, Bibliografa J. A. Garca de Cortazar. La Epoca Medieval. Pg. 73. Lamberto Amat Sampere. Elda. Tomo II. Pginas 1 y 2. Lamben() Amat Sampere. Elda. Tomo II. Pginas 3 y 4. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 94 ASPECTOS RELIGIOSOS Puerta principal de la iglesia de Santa An, Iglesia de Santa Ana. Su fundacin (II) (Semanario Valle de Elda. 10 de junio de 1994) A mediados del siglo XV la aristocracia seorial se vio obligada a atender cier tas necesidades de sus vasallos para fortalecer unas relaciones que estaban muy deterioradas por las antiguas tensiones derivadas de unas dictaduras pol ticas, econmicas y morales. Durante esta poca la Iglesia era como un ins trumento nacionalizado al servicio del poder poltico, por eso se inici un pro ceso rpido para la creacin de iglesias y sedes episcopales. En Elda, la duea del derecho seorial, Doa Violante, fund una capellana en la iglesia que exista, como consta en una documentacin sobre Novelda: La frase iglesia o capilla se presta a producir una confusin respecto a la categora de la iglesia en la que se construy la capellana, pues estamos segu ros que el alczar no dejara de tener su capilla u oratorio privado, lo que podra inducir a la suposicin de la no existencia de la tal iglesia, con ms razn que nos consta que la iglesia de Santa Ana se fund muchos aos ms tarde, en 1528. 95 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE Si anal izamos algunas real idades histricas, como, por ejemplo, la significacin imperante de la rel igin y su vehculo la Iglesia, observaremos que son ins trumentos que reforzaban la sol idaridad del grupo mediante muchos ritos y ceremonias, y en esa poca era lgico que hubiera en Elda una iglesia, como nos comenta Lamberto Amat: . . .y la tradicin constante de que la actual ermita de San Antonio Abad fuera en remotos tiempos la Iglesia de los cris tianos apoyada en que el nico Altar que siempre tuvo hasta el ao 1737, que fue sustituido por otro, y pintada en tabla y en lugar preferente la Imagen de Nuestra Seora de Santa Ana, con las de San Joaqun y la Virgen Nia habien do sido siempre la primera Patrona de esta villa, nos persuade de un modo indudable: primero, de que es muy posible que los cristianos que habitaron entre los moros tuvieran la indicada ermita por iglesia hasta que se estable ciera la que hay hoy; y segundo, de que si esto no hubiera sucedido, cuando menos debe ser cierto que, as como los cristianos reconquistaron a Elda de los moros, inmediatamente practicaron el culto de su rel igin en la propia ermita. ( 2 ) La nobleza, duramente castigada por la fuerte cada de sus rentas seoriales, se hace ms agresiva intentando equilibrar sus antiguos ingresos con la obten cin de seoros y rentas. El estado l lano campesino, sostn de la nobleza, paga en sus propias carnes la consecuencia de la crisis, que se acenta con el largo proceso de catstrofes cl imatolgicas y la Peste Negra. El rasgo ms caracterstico, el ms dominante, era el ver crecer ciertas fortu nas y no precisamente de burgueses de personas que rodeaban a determi nados reyes, como es el caso de Alfonso Prez de Corella, copero mayor del Rey Alfonso V, que compr la heredad de Elda y Aspe a Doa Violante del Bar (1424). Cuando el Papa Nicols V real iz la aprobacin de dicha compra, obl i ga al copero mayor a que construyera una iglesia en Elda, . . .pero sin duda no cumpl i el de Cocentaina, como nos dice Lamberto Amat. Pasaron ms de setenta aos y por fin: . . . en 6 de Diciembre de 1 582 otorg D. Juan Francisco Prez Calvi l lo, Seor de las vi l las de Elda, Petrel y Sal inas, ante el Notario de la primera Pedro Jos Olcina en la que considerando estar mandado por S. M. el Emperador, que las cosas que en tiempos de los moros eran mezquitas se hicieran iglesias y se bendijeran, Abtemperndose este mandamiento por el servicio de Dios, Nuestro Seor, dispuso formar y bendecir esta iglesia en la Mezquita Mayor de la presente Vi l la de Elda, bajo la advocacin de la bienaventurada Santa Cata ASPECTOS RELIGIOSOS l ina; orden formar inventario de los bienes de dicha mezquita tena y que con el los se estableciera un Beneficio, Capel lana, Rectora para porcin y estipen dio del Capel ln o Cura que tuviera a su cargo la iglesia; nombr para este cargo al reverendo Pere Cel les, Pare de la Orde de Sent Agost de la vila de Alcoy.( 3) La nueva iglesia inici su andadura bajo el nombre de Santa Catalina Mrtir, aunque Lamberto Amat manifiesta que este nombre se us muy poco, y el de la Gloriosa Santa Ana ha sido siempre el titular de nuestra iglesia, desde que tom posesin el sacerdote D. Toms Crespo, ignorando la causa que motiv este cambio de invocacin. Bibliografa (1) Alberto Navarro Pastor. Historia de Elda. Tomo I. Pg. 128. (2) Lamberto Amat Sampere. Elda. Tomo I. Captulo VII. Pg. 45. (3) Lamberto Amat Sampere. Elda. Tomo I. Captulo VII. Pg. 47. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE 98 ASPECTOS RELIGIOSOS Puerta de la Virgen en la iglesia de Santa Ana Iglesia de Santa Ana. Su trazado original (III) (Semanario Valle de Elda. 16 de junio de 1994) Las hostilidades mantenidas entre seores laicos y eclesisticos durante el siglo XVI debieron resultar muy superficiales en la villa de Elda, porque se pudieron enfrentar a la inseguridad reinante y construir la iglesia. El da 6 de diciembre de 1528 es la fecha desde donde arrancan las celebra ciones religiosas en la iglesia, segn copia de la escritura de Constitucin en cuyo documento: .. .indica que los moros que solan ser en la present vila dElda se foren conver tits a tornata cristiana por lo que el seor de Elda D. Juan Francisco Prez Colo ma Valvillo, feu formar a benehir la mesquita mejor de la dita present vila dElda en una esglesia sots invocasi de la bona ventura Santa catalina lo mrtir.( 1 Ya hemos comentado que esta iglesia fue fundada en la mezquita que usaban los moros, por eso el espacio que poda ocupar en sus comienzos debi ser un cuadrado, que comprenda desde la puerta mayor hasta las pilastras de los cruceros, como nos dice Lamberto Amat. 99 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE La primera persona que se encarg de regentar fue el reverendo Pedro Cel les, frai le de la Orden de San Agustn del Monasterio de Alcoy, que estuvo hasta el ao 1532. Le sustituy el doctor Toms Crespo en la misma poca que des apareci el nombre de Santa Catal ina, para l lamarse de la Gloriosa Santa Ana. Desconocemos los motivos de este cambio de advocacin. La Iglesia participaba en la sociedad a travs de sus miembros que eran inves tidos sacerdotes, y sus privilegios propiedad territorial y jurisdiccin hacan que se aprovecharan de los diezmos (entregados a las dicesis) y las primicias (concedidas a las parroquias) aunque siempre eran insuficientes para la cons truccin de una iglesia. Quitados los signos del Alcorn de la Mezquita mayor de los moros en el ao 1528 y puestos en su lugar los de Nuestro Divino Redentor, opinamos que slo se fabricara el Altar mayor en pequeas pro porciones; que a seguida se procedera la de las torres y puerta mayor y al ltimo, pero pocos aos despus, se labrara el respetuoso y grande Altar mayor, de que luego nos ocuparemos, el primitivo sera pequeo y cada cos tado debi tener otro sin que en el resto de la iglesia hubieran ms altares, hasta que ltimos de dicho siglo XVI se estableci la Capilla del Rosario. Como en los libros parroquiales se reflejaban las visitas de los distintos obis pos se ha podido sacar la estructura interna de la iglesia: . . .precioso Altar mayor que aun tuvimos el gusto de ver hasta el ao 1836; era de madera talla da de tres cuerpos del Orden completo, con columnas redondas y capiteles cuadrados, profundamente serpenteadas aquellas de vides y todo con mucho dorado; en el primer cuerpo estaba un bonito reservado de Stmo. Sacramen to; en el segundo, N.a S.a Ana en escultura de madera y sobre cada uno de los capiteles de las dos columnas principales las estatuas de San Pedro y San Pablo, y en el ltimo, un lienzo al leo de la escuela sevi l lana que representa la misma y San Joaqun cuyo cuadro ha sido y es reputado de extraordi nario mrito artstico. 3 Es el momento de hablar una vez ms de la l legada de los Santos Patronos a Elda. Es inevitable mencionar este suceso por razones rel igiosas e histricas, y para que dentro de la tradicin popular ocupe el lugar que le corresponde. Nuestra ciudad a principios del siglo XVI I tena una poblacin morisca que se encargaba de cuidar las frti les huertas y dar a Elda una cierta categora eco nmica. Estaba el Alczar (nico casti l lo -palacio de la parte oeste de nuestra provincia) que era residencia de: . . .personajes i lustres, a los cuales protega emocionalmente, como al Excmo. Sr. D. Antonio Coloma y Saa, conde de 100 ASPEC TOS REL I inSOS Elda, que haba nacido en la cabecera del Condado y bautizado en la iglesia de Santa Ana. Dicho conde fue gobernador de Sassari (Cerdea) de 1578 a 1580 y tambin de Cagl iari . Aos ms tarde fue virrey de Cerdea, cargo que haba tenido su padre Juan Coloma. Nuestro virrey demostr gran capacidad durante el tiempo que estuvo en esta isla mediterrnea y su trabajo fructific en distintos ambientes, principalmente en el cultural . Fue este ilustre eldense el fundador la Universidad de Cagl iari, el mismo ao de su regreso a Espaa. El conde y su squito sal ieron para Elda el ao 1604.( 4) Antes de sal ir el conde recibi el homenaje de todos los habitantes de la isla con grandes fiestas y una misa celebrada en la catedral . . . .y la pa tradicin cuenta que concluido el tiempo del Virreinato de S. C. al regresar a Espaa se le presentaron dos gal lardos jvenes con traje de pere grino, rogando trajesen en la nave dos arcones lo que accedi; y aquel los desaparecieron, pero habiendo fel izmente l legado S. C. Al icante, al desem barcar not que las cajas tenan en su cubierta el sobre de PARA ELDA, man d abrirlas y qued gratsimamente sorprendido al ver las dos admirables im genes. Creo que esta tradicin no se la puede condenar al olvido porque seramos ingratos con nuestra propia historia. Bibliografa .) lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana. 1954. L. Amat. Elda. Pginas. 52 y 53. L. Amai. Elda. Pginas 57 y 58. 4 Jos Luis Bazn Lpez. ngeles o peregrinos. Revista Fiestas Mayores. 1985. E. Amat. Elda. Pg. 110. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 102 ASPECTOS RELIGIOSOS Altar de la ant,gua iglesia Iglesia de Santa Ana. Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso (IV) (Semanario Valle de Elda. 23 de junio de 1994) La importancia histrica que tiene el bautizo de nuestros Santos Patronos me obliga a dedicar un captulo, y de esta manera el lector conocer el cun do y el por qu de sus venerables nombres. A mediados del siglo XVII hubieron muchsimas epidemias que diezmaron pueblos, sequas capaces de destruir cosechas, y como no exista un medio para combatir tales desgracias la nica salvacin que tenan era buscar la pro teccin de Dios, haciendo de todo: penitencias, rogativas, procesiones. . . Alre dedor del ao 1648 hubo una epidemia en la comarca que no afect a Elda, y los vecinos se convencieron que su Virgen les haba salvado. Que seguida de la llegada esta villa, se coloc la imagen de la Virgen en esta iglesia inmediata al Altar mayor, con el hermoso ttulo de Madre de Dios. Que en el ao 1648 se padeci en este pas una peste devastadora, que los hijos de Elda se encomendaron fervorosamente la Virgen para que les libra ra del contagio, y lo consiguieron; por lo que agradecidos la proclamaron 103 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE entonces con el dulce ttulo invocacin de la Salud y la construyeron una pequea Capi l la con su altar, que coste Diego Daroca para tributarles todos su particular culto. Para distinguir a nuestro Cristo del de otras ciudades, el rector de la parroquia de Santa Ana, Sr. D. Jos Maestre, real iz un solemne y curioso acto: En la vi lla de Elda, da 27 de junio de mi l setecientos catorce, Domingo de la Sant sima Trinidad, el Dr. D. Jos Maestre, Cura de esta Parroquia movido de su san to celo y pa devocin a la Santa Imagen de Jess Crucificado que se venera en esta iglesia, convocados al Templo el Clero y el Ayuntamiento y personas notables, manifest que para dar un ttulo al Santsimo Cristo que excitase ms la devocin, le pareca sera lo ms acepto a dicho Seor el que se for masen cien clulas en las que se inscribieran cien ttulos de los que con ms propiedad pudiera ser invocado, cuyas clulas se colocaron en una vasija y despus de ser bien removidas, se extrajesen tres, una detrs de otra, y sien do inuti l izadas las noventa y siete, se volviesen a introducir las tres extradas y sacada una, fuera en adelante la advocacin de dicha imagen. Aceptado el pensamiento de todos, subi al plpito dicho Cura desde donde ley al pue blo en alta voz las cien advocaciones, que sera largo de referir, todas dignas de veneracin; a continuacin se colocaron dichas clulas en una vasija que estaba preparada sobre una mesa colocada en el presbiterio, rodeada por todos los Eclesisticos, individuos del Ayuntamiento y personas de graduacin; y un nio de cuatro aos, vestido de ngel, l lamado Francisco Carrin, hijo de Francisco y de ngela Ruiz, consortes; hecha la seal de la Cruz, sac una de aquel las cien clulas y le entreg al seor Cura quien la ley en voz alta, dn dole a leer tambin a todos los circunstantes, y deca: El Santo Cristo del Buen Suceso; del mismo modo sac la segunda y deca: El Santo Cristo de la Piedad, y la tercera deca: El Santo Cristo de las Dominaciones. Acto continuo, sepa radas las noventa y siete clulas restantes, se colocaron en la misma vasija las tres extradas y publ icadas y el mismo nio, volviendo a hacer la seal de la Cruz, removidas las tres clulas, sac una que dio, como las anteriores, al Sr. Cura, quien ley en alta voz: El Santo Cristo del Buen Suceso y conociendo ser sta la disposicin Divina, en accin de gracias cantaron un solemne Te Deum, en medio de las lgrimas y aclamaciones, con el vuelo de campanas. Existe un pequeo matiz en la forma en que se real iz este acto. Lamberto Amat nos lo describe de la siguiente manera: Que la imagen del Santsimo Chisto se le dio el ttulo de Buen Suceso en el ao 1714 y consta por escritu 10.1 ASPEC OS RELIGIOSOS ra pbl ica que este ttulo fue sorteado formndose cien clulas, cada una con diferente advocacin, y la primera que sal i contena dicho ttulo: entonces con dos ms que se extrajeron despus, se volvieron a plegar, se procedi nuevo sorteo entre las tres y ocurri el prodigio de sal ir tambin la primera, la del Buen Suceso.) Lo importante es que, final izando el siglo XX, los eldenses continan fieles a sus tradiciones religiosas y estn demostrando su sentimiento de gratitud a sus venerados Patronos. Bibliografa (1) Lamberto Amat. Elda. Tomo I. Pgina 111. (2) Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo I. Pginas 244 y 245. (3) Lamberto Amat. Elda. Tomo I. Pginas 113 y 114. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 106 ASPECTOS RELIGIOSOS ozepu2 neu8 leb otzilD leb 161IA Iglesia de Santa Ana. Reinauguracin y destruccin (V) (Semanario Valle de Elda. 30 de junio de 1994) Hacia mediados del siglo XIX se fueron sentando unas bases para la formacin de una nueva sociedad, donde el mayor protagonista fue la nobleza, que se supo integrar en la burguesa con muy pocas dificultades. Sin embargo, la Igle sia espaola tuvo que sufrir un autntico desmantelamiento, principalmente patrimonial, para conseguir instalarse sobre nuevas bases. La Iglesia disfruta ba de ciertas atribuciones como, por ejemplo, un sistema fiscal propio con unos ingresos de diezmos y primicias, y aparte unos derechos de estola y pie de altar que nunca se ponan en prctica. No sabemos si D. Gonzalo Sempere y Juan, cura ecnomo de la iglesia de San ta Ana durante el ltimo tercio del siglo XIX, us esa prerrogativa para reali zar una obra de muchsima importancia en su iglesia. Las mejoras abarca ron un sinfn de detalles nuevas vestiduras para las imgenes que precisa mente haban sido retocadas, los adornos, altares, nuevo tabernculo. . . y el reverendo D. Gonzalo logr deslumbrar a propios y a extraos. 107 110 111:10105 111 I A IIISTORIA I I /1 Ntil Tuvo lugar esta solemnidad el da 16 de mayo de 1869 y fue una verdadera fecha histrica para la iglesia eldense, pues nunca se haba oficiado en el la de Pontifical, teniendo tambin D. Gonzalo la satisfaccin de que todo cuanto se necesit para dicha misa se sac de la iglesia de Elda, sin necesidad de pedir nada a otras. Presidieron la ceremonia el gobernador civi l y el comandante general de la provincia, juez de Primera Instancia, el promotor fiscal del partido, las autori dades locales, varios cannigos y otras personal idades eclesisticas y civi les de la local idad. Ameniz el acto la Banda de Msica de Elda, haciendo una mag nfica interpretacin de msicas adecuadas a la solemnidad. Es lgico pensar en la satisfaccin de este prroco, que busc los recursos necesarios para esta gran obra y por supuesto la del pueblo en general . Las Autoridades eclesisticas y seglares y tantas y tan distinguidas personas como haba se sorprendieron gratamente de la magnificencia del templo y del orden y buen gusto con que todo estaba dispuesto, manifestando que ningn otro de su categora, y aun otros que la tenan superior, podan competir con l, por lo que general y particularmente se apresuraron a felicitar y tributar mil plcemes y enhorabuenas al Sr. Cura, admirados de cmo haba podido real i zar tanto; este seor las acept enternecido y con lgrimas en los ojos, aumentando su legtima y pura emocin de alegra, las generales y sinceras ovaciones que al mismo tiempo reciba de sus agradecidos feligreses; y aun disfrut tambin de la satisfaccin, de que cuanto se necesit para celebrar el Pontifical lo tuvo en su sacrista sin necesidad de traer nada de fuera. Sobre todos qued altamente satisfecho y complacido el Excmo. Iltmo. Sr. Obispo, el cual lo signific as el Sr. Cura, manifestndole al mismo tiempo su deseo de que se hiciera constar extensamente esta fiesta en el Libro Maestro de la iglesia, lo cual se cumpl i. Una vez que fue proclamada la Segunda Repbl ica, las manifestaciones de ani madversin contra la Iglesia catl ica no se hicieron esperar. En casi todo el terri torio espaol hubo violentas persecuciones contra todo aquel lo que tuviera tin tes de rel igiosidad. En Elda tambin ocurrieron sucesos bastante desagradables, y actos faltos de tolerancia que muchos de nuestros lectores recordarn. En algunas sesiones municipales hubo determinados concejales que propusie ron la retirada de una capi l la para otros usos; separar a los enfermos creyen tes de los no creyentes; prohibir a los sacerdotes asistir a los entierros. . . 108 ASPI:C FOS RELIGIOSOS El 11 de mayo de 1931 se produce en toda Espaa un asalto a las iglesias y conventos, ante la pasividad de las fuerzas del orden. Elda no se sustrajo a esta ola de violencia y una turba incontrolada asalt e incendi la iglesia de Santa Ana, destrozando altares e imgenes, daando gravemente pinturas y reta blos y produciendo destrozos en las imgenes tricentenarias de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Como muchos de los detal les ms o menos pintorescos no tienen la impor tancia histrica necesaria, nos l imitamos a introducir la efemrides de la des truccin del templo, aparecida en el lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana: - 12 de mayo de 1931. Primera profanacin e incendio. 21 de julio de 1936. Segunda profanacin e incendio. - 10 de noviembre de 1936. El Ayuntamiento de la Repbl ica decreta la total demol icin del templo, l levndose a cabo hasta dejar convertido el recinto en una plaza. Bibliografa Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo I. Pginas 322 y 323. Lamberto Amat. Elda. Tomo 1. Pginas 216 y 217. Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo II. Pgina 200. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 110 ASPECTOS RELIGIOSOS Vista exterior de la iglesia Iglesia de Santa Ana. Proyecto y obras de la actual iglesia (VI) (Semanario Valle de Elda. 7 de julio de 1994) D. Vicente Juan Ferrando fue el sacerdote que estaba encargado de la parro quia de Santa Ana en el ao 1939. Durante las Fiestas de septiembre fue colo cada la primera piedra de lo que ms tarde sera la nueva iglesia. Monseor Joaqun Espinosa fue el encargado de bendecir dicha piedra y depositar el acta una vez firmada por las autoridades para pedir, momentos despus, a todos los presentes que usaran el entusiasmo para que la reconstruccin del templo fuera lo ms rpida posible. Transcurrieron algunos meses desde el acto de colocacin de la primera pie dra hasta que los obreros hicieran las primeras zanjas para la cimentacin. Pre viamente se haba constituido un Consejo Parroquial para buscar los cauces necesarios para la financiacin de la obra. Del Estado se recibieron quinientas mil pesetas, como templo que haba sido destruido totalmente. Hay que des tacar que la industria eldense, despus de una reunin, se oblig a dar un uno por ciento de toda su facturacin, que iba a realizar mensualmente. 110 RETAZOS (11 LA IIISTORIA El DESSI El da 1 de agosto de 1941, se hizo cargo del Curato de nuestra Ciudad nues tro paisano, el presbtero D. Jos Mara Amat Martnez, siendo sus primeras gestiones a favor de la reconstruccin de nuestro Templo, reorganizar la Jun ta Local de Reconstruccin, de conformidad con O.M. de junio de 1940, que dando constituida de la forma siguiente: Presidente Tesorero, Sr. Cura Prro co; Vicepresidente, Sr. Alcalde; Secretario, D. Jos Romero Rdenas; Vocales, D. Juan de Dios Garca Vera, D. Rafael Gras Anaya, D. Jos Vera Mi l ln, D. Francisco Vera Santos, D. Luis Amat Amors, D. Vicente Juan Monl lor,; D. Jos Sirvent Sempere y D. Vicente Maestre Maestre. En la primera reunin celebrada por esta Junta, acordse invitar a todos los industriales y comerciantes, al objeto de estudiar la forma y manera de recau dar fondos para seguir con ritmo acelerado las obras iniciadas del templo de Santa Ana, organizndose una suscripcin popular que dio como resultado aproximadamente unas 400.000 pesetas, pagaderas en doceavas partes. Tambin se autoriz a una Comisin para trasladarse a Madrid y gestionar cer ca del Gobierno una subvencin para ayuda de las obras emprendidas. Parece ser que la primera piedra fue colocada donde pensaban que sera la fachada del nuevo templo, pero despus tuvieron que modificar el emplaza miento, quizs por problemas de cimentacin, con arreglo al proyecto que, casi dos aos despus, realiz el arquitecto diocesano D. Antonio Serrano Peral. Dicho proyecto se inicia con una pequea introduccin histrica y la necesidad de la construccin. La ciudad de Elda, poblacin con unos 25.000 habitantes, carece en la actua l idad de iglesia, estando el Culto Divino establecido en una nave que estaba dedicada al bai le pbl ico y situada junto a un cine. El sentido catl ico del actual movimiento l ibertador de Espaa y la fe inquebrantable de aquel la industriosa poblacin, requieren la inmediata construccin de este Templo. El Obispado de Orihuela dio el visto bueno al proyecto en junio de 1941. Se especifica el trazado, forma de construccin y estilo. En el trazado destaca que la planta tiene forma de cruz latina, con nave central y nave baja con capi l las laterales. . . Existen unas l igeras diferencias entre el proyecto y lo que se cons truy sin que sean dignas de mencin. La suscripcin popular Pro Templo de Santa Ana empez a dar unos resulta dos muy positivos, y a primeros de enero de 1942 se empezaron a levantar las paredes, que fueron construidas con piedra de las canteras de Boln, propie ASPECTOS RELIGIOSOS dad del eldense D. Francisco Beltrn Olcina, quien generosamente las regal para el futuro templo. El da 8 de septiembre de este mismo ao, y cuando las paredes tenan dos metros de altura, se organiz un acto simbl ico de dar posesin a ese lugar sagrado, con una procesin muy emotiva y la colocacin de la Virgen de la Salud en el altar preparado para dicho acto. Las obras l levaron un buen ritmo durante el ao 1943 gracias a los envos de dinero que iban recibiendo de la subvencin estatal. Tambin contribuy al desarrol lo de estas obras una simptica suscripcin que realizaron las mujeres catlicas eldenses, encabezadas por Mara Vera Vidal y Salud Maestre Amat, que demostraron la devocin que sentan por su Virgen. Bibliografa ( lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana. 1954. ( 1 lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana. 1954. 113 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 114 ASPECTOS RELIGIOSOS Maqueta de la iglesia actual Iglesia de Santa Ana. Bendicin e inauguracin (VII) (Semanario Valle de Elda. 14 de julio de 1994) Al iniciarse el ao 1944, las columnas centrales ya tenan la altura necesaria para empezar a cubrir las naves y la cpula. Exista el deseo por parte de la Junta de inaugurar la iglesia en las Fiestas de septiembre, pero las dificultades econmicas iban apareciendo. Es entonces cuando el Ayuntamiento suscribe dos plizas, de cien mil pesetas cada una, con los bancos Espaol de Crdito y Popular Espaol, y cuando uniendo la ayuda del Banco de Elda se logra que las obras aceleren su ritmo, y el da 25 de agosto quedan cubiertas las naves centrales y la cpula terminada. El ltimo domingo del citado mes fueron bendecidas las campanas por el obispo de Badajoz, el reverendo Sr. D. Jos Mara Alcaraz Alenda, acto al que asisti mucho pblico. Actuando de padrinos en la ceremonia, de la campa na mayor, Santsimo Sacramento, el Sr. Alcalde D. Jos Martnez Gonzlez y Da. Mara Amat, Viuda de Rosas; el Presidente de la Cofrada de los San tos Patronos, de la segunda, Santo Cristo del Buen Suceso; el Primer Tenien te de Alcalde, D. Miguel Lpez Mora y Da. Paquita Andreu de Martnez 115 1 10 REIAzOS DE [A i 1151001A ElDi NS (q.e.p.d.), Presidenta de las Camareras del Santsimo; de la tercera, Virgen de la Salud, el Jefe de Falange, D. Roberto Botel la Pay y Da. Mara Segu de Vera, Presidenta de las Mujeres de Accin Catl ica; de la cuarta, Santa Ana, D. Rafael Gras Anaya y la seorita Pepita Pastor Bas, Presidenta de las Hijas de Mara, y de la quinta, Sagrado Corazn de Jess, el Hermano Mayor del Santo Sepulcro, D. Francisco Vera Santos y la seorita Mara Vera Vidal, Presi denta de la Comisin Organizadora de la Suscripcin de la Mujer Catl ica Eldense.) A las cinco de la tarde del da 6 de septiembre, se real iz de una forma priva da el traslado del Santsimo Sacramento desde la iglesia provisional (Col iseo) al nuevo templo, y por la noche, las imgenes de nuestros Santos Patronos. A las doce en punto y al empezar la tradicional Alborada, entraban en el grandioso templo parroquial las imgenes de nuestros Santos Patronos; esta ba completamente l leno de fieles, vidos todos de manifestar su regocijo y satisfaccin al ver cumpl idos sus deseos; el Sr. Cura D. Jos Mara Amat, diri gi la palabra, l leno de emocin, dando la bienvenida a nuestras Joyas queri das y fel icitando a todos los fel igreses por la ayuda y cooperacin prestada a la real izacin de nuestra grande obra TEMPLO PARROQUIAL DE SANTA ANA, ao 1944. (2) La construccin de la iglesia de Santa Ana, una vez finalizada, cost unas ochocientas mi l pesetas. Tambin figuraba en la financiacin de esta obra, basada en la donacin de 500.000 pesetas por el Estado, el producto de la suscripcin pbl ica y de empresas que ascendi a 270.000 pesetas; la sus cripcin de la Mujer Eldense, que dio 32.000 pesetas; la de productores con 25.000 y otros donativos particulares.) Como hicimos en el captulo V, vamos a terminar con la efemrides: - 10 de septiembre. Colocacin de la primera piedra y apertura de cimientos. - 1 de enero de 1942. Se reanudaron las obras con todo rigor. - 8 de septiembre de 1942 Con dos metros de pared, visitan el recinto los Patronos de la ciudad. 23 de agosto de 1944. Bendicin de las nuevas cinco campanas por el Exc mo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Badajoz 6 de septiembre de 1944. Son trasladados procesionalmente, desde la iglesia provisional, el Santsimo Sacramento y los Santos Patronos de nuestra ciudad. N,11,. ros Ri:t iolosos - 7 de septiembre de 1944. Bendicin e inauguracin del nuevo templo por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Len. - 6 de septiembre de 1945. Queda terminada la segunda torre del templo. - 1 de enero de 1947. Da comienzo la Campaa de la Loseta y Estuco. - 6 de septiembre de 1947. Termina la primera etapa de la Campaa Girola y bside del Altar Mayor. - 6 de septiembre de 1951 . Termina la segunda etapa de la Campaa Cru cero Central . - 6 de septiembre de 1953. Termina la tercera y ltima etapa de la Campaa Nave Central y Capi l las laterales. Quedando totalmente pavimentada y estu cada la parte interior de la iglesia. - 27 de mayo de 1954. Consagracin del Altar Mayor por el Ilmo. Seor Vica rio General de la Dicesis de Orihuela. Bibliografa lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana 1954. ( 2 lbum Histrico de la Reconstruccin del Templo de Santa Ana. 1954. Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo III. Pgina. 24. (4 Album Histrico de la Reconstruccin del Templ de Santa Ana 1954. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 118 ASPECTOS RELIGIOSOS Los costaleros y la Virgen La Procesin de la Virgen de la Salud. (Los costaleros, una penitente y una poesa) (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1994) En muchas ocasiones confundimos aquellas cosas autnticas, llenas de dimen siones inteligentes y sentimientos duraderos, con esos mundos superficiales que nos muestra la vida continuamente y que sirven para arrastrar a esas per sonas inmaduras, que caminan por este mundo sin gua y en la oscuridad. Una procesin no es un acto sumamente blandengue que entusiasme los sen tidos, ni es aquella escena cambiante que produce un simbolismo insatisfecho. Una procesin est ms all de determinadas culturas ancladas en una tradi cin, en costumbres heredadas, en usos adquiridos y en signos de identidad. Se nos muestra como una criatura transcendental, recatada y profunda, capaz de lograr un equilibrio entre tantas incoherencias. Es una directa consecuen cia del desarrol lo histrico que es en s la vida misma, convirtindose en un perfecto acto de belleza espiritual, elevado al mximo grado de emocin. Es un acto de excepcin. 119 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Quisiera ponerme ante una real idad que no es ajena a ningn eldense, la Pro cesin de la Santsima Virgen de la Salud del ao pasado. Al ver este aconte cimiento l leno de vida, al observar este efusivo encuentro entre los eldenses y su Virgen, uno l lega a pensar que actos as son capaces de desnudar la esen cia de las cosas, dejando claros testimonios de conciencias l impias con unos modelos de inspiracin que identifican el ensueo de los ideales y el soporte para la nobleza, que es la base donde se apoya el corazn humano. Los costaleros no hacen su del icada labor por entretenimiento, ni por alarde social, son humanos que no se encogen de hombros ante su Virgen. Se cal lan y olvidan los lamentos fsicos como grandes seores. Con vibrante emocin los costaleros estn labrando una verdad ms real con la modestia por bandera, llenando algunos vacos con cariosos testimonios, y han sabido proyectar en la conciencia de los eldenses una serie de imgenes que definen muy bien nuestro contexto. Han sido capaces de crear un ambiente apasionado, muy hermoso, cimentado en una conducta digna de los elegidos. Su cara reflejaba alegra, dignidad y agradecimiento, portaba varios cirios y su andar transcurra entre unos recuerdos y una huella marcada en su cara. Tuvo que ser la Virgen la que cargara de emociones y l lenara el corazn de esta penitente. Uno se poda imaginar lo que la Virgen le pudo haber dicho des pus de la correspondiente peticin Busca en mi amor y borra de tu mente todas las tristezas. Nunca sabremos si ardan los cirios o se expulsaban penas. Cuando Salutn levant su voz, en ese preciso instante, las pisadas se cal laron, se amortiguaron, la Virgen se par y una poesa inici su amoroso recorrido. A ti mi querida Virgen de la Salud. Dos palabras solamente, voy a decirte desde el fondo de mi corazn. Porque los que a tu querida imagen a hombros l levan. Con ese amor y desvelo poco tiempo pararte pueden. Por eso estas pequeas palabras son: protgenos y con ese nio que en tus brazos l levas danos la bendicin. 120 ASPO OS RELIGIOSOS No busquemos unos buenos ngulos mtricos, ni unas figuras literarias, bus quemos sobre todo amor, y en estos pocos versos la esperanza del soador que siempre busca un final fel iz. Por fortuna el tiempo se encarga de ir arreglando las cosas y de establecer las fuerzas de la realidad. La Procesin de nuestra Virgen se convirti en una uni dad invisible sujeta a esa fuerza interior que da la coherencia, por ese motivo celebremos su perpetuidad y relatemos su caminar. 110 RETAZOS DE LA 14ISTORIA ELDENSE 122 ASPECTOS RELIGIOSOS imgenes de los Santos Patronos Santos Patronos: Quien no conoce vuestras procesiones no conoce el alma de Elda (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1997) Entre las faldas del Cid y de Boln, junto a un ro casi inmvil y en el casco antiguo de Elda, se levanta la iglesia de Santa Ana, un hbitat vertical, fijo y alargado colmado de imgenes llenas de amor, pero destacan dos, antiqusi mas y recientsimas, las de nuestros Santos Patronos. Una vez al ao salen de su hermoso encierro para iluminar las calles llenas de corazones deseosos de perseguir sus miradas. Por donde pasan nos dejan el oro, el resplandor, arrasan con benevolencia los odios y desencantos, dormidos o despiertos, nos aproximan ms a los que sufren y nos hacen ms humanos. Por eso salimos ganando. Un si lencio caliginoso, sedimento de muchas peticiones, brota sua vsimo para amortiguar las desdichas y endulzar el cansancio. Nos entra por las fosas nasales hasta el alma el aroma santo de nuestros Patronos, el aroma selecto de los que aman, no es un aroma a sacrista ni a misterio, es a un espa cio de amor y rfagas sin sufrimiento. 123 110 RETAZOS DE I A HISTORIA FI DENSE Las flores elegantemente vestidas prestan sus adornos con sentimiento. El temblor de sus ptalos penetra en el si lencio porque este pequeo universo vegetal susurra una msica celestial. Por eso no hacen falta esas mariposas nocturnas que danzan y saludan alrededor de unas imgenes, que alumbran como radiante arco iris los corazones de los pocos que no conocen su claridad. Las palabras sin ruido son las que cantan, suben, bajan y saludan a los Patro nos como exquisitos vocablos amados. Si pudiramos perseguir esas palabras cogeramos su l impieza y su calor. Este idioma escondido en el corazn ten dr nombre La angustia humana se detiene como un fantasma en los reco rridos procesionales y el camino de una persona se junta con el camino de todos. Desde el sur individual se va al norte colectivo, el espacio se hace ms grande, ms perfumado y ms permanente porque es la ciudad de Elda quien lo recibe. La Virgen de la Salud y el Santsimo Cristo del Buen Suceso han poblado esta tierra, han tocado con amor sus ori l las misteriosas, han recorrido el corazn de todos los eldenses y han atravesado oscuridades para vencer a esos relm pagos recargados de olvidos. 14 ASPECTOS RELIGIOSOS Ermita de San Antn. Dibujo de D. Alberto Navarro En Elda, hace 90 arios... se certific el estado de ruina de la ermita de San Antn (junio de 1907) (Semanario Valle de Elda. 31 de octubre de 1997) Espaa en aquella poca estaba viviendo una guerra en Marruecos, la cual fue esencial para el Partido Socialista, porque su oposicin le hizo aumentar su popularidad y como consecuencia conocieron al ao siguiente una consoli dacin muy fuerte, tan importante que enseguida se alistaron una serie de catedrticos como Julin Besteiro, Fernando de los Ros. . ., aparte de personas conocidas y relevantes como Francisco Largo Caballero, Daniel Anguiano y Andrs Saborit. Dos aos ms tarde (1910) Pablo Iglesias era elegido diputa do en Cortes cuando los socios activistas eran ms de ochenta mil. La situacin laboral eldense estaba inmersa en un desarrollo espectacular de real izaciones industriales, lo que produjo una serie de acontecimientos como la creacin de un nuevo cementerio, la magnfica obra del Teatro -Circo Cas telar, la inauguracin del Casino Eldense y otros eventos importantes. Sin embargo, la capilla de San Antn estaba en un lamentable estado ruinoso. 125 I I Ii1.1A/JS 1)1 A II:S . 101(1A I I 1)1 NSi San Antonio Abad es capaz de cubrir una cadena de pginas en nuestra his toria, porque durante muchsimos aos ha estado y est en el corazn de los eldenses. Una vez ms se dispone la bul l iciosa y alegre ciudad de Elda a cele brar con toda suntuosidad las ya casi tradicionales fiestas primaverales en honor a San Antonio Abad, a quien nuestro pueblo profesa gran devocin desde los ms remotos tiempos de su historia. (. . .) sigue (Elda) demostrando siempre su devocin al Santo Anacoreta, hasta el extremo que se le venera y festeja dos veces al ao, en la fecha del aniversario de su muerte, el 17 de ene ro de 356 de nuestra era cristiana, y en los ltimos das del mes de mayo en los que un grupo de entusiastas han hecho resurgir las antiguas y extinguidas fiestas de Moros y Cristianos. Por un motivo u otro este Santo (nacido en Queman, Alto Egipto), l lamado tambin el ermitao, fue uno de los fundadores de la vida monstica. Labra dor hacendado de Beni-Suef, hacia la edad de veinte aos, distribuy sus bie nes entre los pobres y se retir a los desiertos de Tebaida. Siempre ha recibi do el homenaje de los eldenses y se ha manifestado una relacin imborrable desde la Edad Media, debido a que tuvieron que someterse a determinados acontecimientos histricos y desear las intervenciones salvadoras de su santo, generalmente cuando las plagas y las epidemias asolaban todo el municipio. Creemos que as apareci el patronazgo en Elda, y en la mayora de pueblos y ciudades de la geografa espaola. No debemos olvidar que la devocin popular a San Antn est muy arraigada en nuestra poblacin, y si se ha man tenido ha sido por la cantidad de situaciones adversas que ha sufrido a lo lar go de los aos. Uno de los aspectos que nacen al amparo de esta temtica es la incidencia que tuvo la primera ermita, el patrn festero, en la evolucin del fervor rel igioso y la genrica influencia positiva que en este nivel ejerci. D. Lamberto Amat nos ha aportado unos datos sobre esta ermita. La nacional y fundada consideracin de que existan cristianos en Elda al tiempo en que el Rey Jaime I tom esta vi l la a los moros en el ao 1253, hace creer que tendran aquel los una iglesia o capi l la al menos, donde aten deran a sus necesidades rel igiosas, y la tradicin constante de que la actual ermita de San Antonio Abad fue en remotos tiempos la iglesia de los cris tianos. Ya conocemos que este historiador eldense desarrol l toda su actividad investigadora en las ltimas dcadas del siglo pasado, donde nos da mucha documentacin sobre numerosos temas; sobre la ermita de San Antn nos dice en 1874: Hay una dedicada a San Antn en la plazuela de su nombre; es de media na capacidad, con un Altar en la testera con el Santo Anacoreta y uno pequeo en cada pared lateral con la Virgen del Buen Parto y la del Rosario; est corriente para la celebracin y tambin est declarada ayuda de Parro quia. Ramn Candelas, despus de real izar distintas investigaciones sita esta ermi ta en el siglo VII En Elda (Elota) pudo existir una dicesis, por lo tanto pode mos considerar que la de San Antn es la ms antigua de Elda. Este edificio rel igioso puede ser tenido como un antecedente de nuestra ermi ta de San Antn. Efectivamente, consideramos dentro de la tradicin la devo cin al santo ermitao transmitida de generacin en generacin; si se ha man tenido, como se ha visto, desde hace cinco o ms siglos hasta nuestros das, tampoco es descabel lado retrotraerla otro periodo anlogo o ms largo si cabe y l legar a la conclusin de que los eldenses de El lo, nombre de la Elda visig tica, ya veneraban a San Antn en la ermita de su nombre.( 5) Cuando en 1907 certificaron su estado ruinoso y que sera necesaria su des truccin, las autoridades correspondientes no hicieron ningn caso porque diez aos ms tarde: . . .el caso de la ermita se haba agravado, pues hundida la techumbre y sola mente en pie algunas paredes, el venerable recinto se haba convertido en foco de inmundicias por las muchas basuras que en l se arrojaban, precisa mente en el lugar que entonces era la entrada principal de la poblacin. Es de suponer que la imagen de San Antn fuera trasladada a la iglesia de Santa Ana, aunque ms tarde alrededor del ao 1926 termin en la ermita ubicada en el antiguo cementerio lo que hoy es el Parque de la Concordia. Una vez terminada la guerra civi l, el da 1 de noviembre de 1939, una serie de eldenses empezaron a real izar gestiones con el fin de volver a celebrar la fes tividad de San Antn y comprar una nueva imagen. Once aos despus (1950) se inaugur la nueva ermita de nuestro patrn festero, lugar donde actual mente se concentran muchos eldenses en determinadas fechas, y lo ms importante es que estn sal iendo valores del pasado, se disfruta del presente y se siembra para el futuro. 110 RE IAZOS DI LA HISTORIA EI.DENSE Bibliografa Amat Martnez, Jos Mara. Elda y San Antonio Abad. Revista de Moros y Cristianos. Elda. 1948. Nueva Enciclopedia Larousse. Editorial Planeta. 1980. Tomo II. Pginas 541 y 542. ( Amat y Sempere, Lamberto. Elda. Universidad de Alicante y Ayuntamiento de Elda. 1983. Tomo I. Pginas 44 y 45. (4 Amat y Sempere. Lamberto. Op. cit. Pgina 42. ) Candelas Orgils, Ramn. La ermita de San Antn fue sede episcopal. Revista de Moros y Cristianos. Elda. 1992. Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Caja de Ahorros Provincial. 1981. Tomo II. Pgi na 63. ASPECTOS RELIGIOSOS Imgenes de la Virgen y el Cristo Epstola a los Santos Patronos: Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso (Revista Fiestas Mayores. Septiembre 1998) Al igual que una nota infinitamente suave se traslada por la atmsfera, los adolescentes eldenses entran a formar parte de vuestro todo con una rebo sante delicia. Observ en los das grandes de septiembre cmo en las proce siones avanzaban, retrocedan o se paraban muchos jvenes que, portando velas con olor a cera, poblaban unas calles con orillas misteriosas y transmitan una corriente de acercamiento. Gracias a vosotros este espacio de amor se hace grande, profundo y perma nente. Es un espacio que los jvenes quieren recorrer y construir, sin sombras y con transparencias, es una buena costumbre, bien heredada o bien con quistada, que camina entre tu manto, Virgen de la Salud y entre tu cruz, Cris to del Buen Suceso. Este recorrido lo habis preparado despus de explorar la cavidad amorosa de nuestros jvenes, y dirigido por unas tarimas suavsimas al tacto llenas de coji 129 110 RETAZOS DE LA 1151001, IIDENSI nes bordados sin ningn indicio de riqueza. Los pies juveni les se hunden sobre la alfombra del amor secreto que les habis tendido, para que sus cortas zan cadas vayan cubiertas de sentimientos hermosos y vocablos amados. Sin embargo el los l imitan su movi l idad segn los sonidos que reciben y los pun tos de claridad que les enviis. No existe un debi l itamiento armnico y s una responsable actitud de nuestros adolescentes que, ao tras ao, con decoro y austeridad, se mueven hacia espacios rel igioso -patronales portando unos maletines l lenos de crepsculos nuevos y vacos de desal iento y crueldad. Gracias, Virgen de la Salud. Gracias, Cristo del Buen Suceso, porque ya han pasado los aos oscuros de jvenes y sol itarios de plegarias, ahora el camino individual se ha convertido en el camino de todos, debido a que aquel los seres adormecidos que no hacan ni movimiento ni ruido estn empezando a dar testimonios resplandecientes, porque nuestros jvenes han sal ido a con tar a toda Elda, sin mscaras ni misterios, lo que sienten cuando ven a sus Patronos. Gracias a ambos porque as ganamos todos. Captulo III Temas culturales Primer claustro del colegio Padre Manjn El primer curso de Padre Manjn (Revista mensual Vivir en Elda. 16 de febrero de 1983) La puesta en funcionamiento del C. P. Padre Manjn durante el curso 1932-33, es de tanta importancia para Elda, que no es necesario hacer comentario algu no porque de todos es muy conocido. Lo que s puede ser interesante es comen tar, de una forma muy comprimida, los inicios de este colegio, sus primeros pasos, que a la vez me sirven para rendir un modesto homenaje a todas aque 131 I I fi 121 lAJOS i)1: LA IIISFORIA ELIMINV I las personas que tuvieron la dicha de iniciar ese caminar cultural, l leno de real i dades, que de alguna forma hemos recogido los que continuamos su misin. Unos das despus de la inauguracin (7 de septiembre de 1932) se inicia la actividad escolar, las aulas empiezan a l lenarse, los nios y las nias van colo cndose en los puestos que les asignan. No, no se lo creen, recuerdan sus anti guos colegios l lenos de humedad, sin casi i luminacin, en unas condiciones higinicas deplorables. Ahora es distinto, pueden gozar de sus ampl ios zagua nes, de sus clases l lenas de luz, con una venti lacin increble y unos servicios como en los mejores colegios del mundo. As lo cal ificaba D. Jos Toms en una revista de aquel la poca, que se l lamaba El Cronista. El claustro de profesores, formado por personas muy conocidas, se entreg con i lusin y mucho entusiasmo a real izar la tarea de intentar solucionar el problema cultural que tena Elda. Estos profesionales con capacidad, nobleza y dedicacin, estaban dirigidos por Da. Consuelo Olaso y D. Jos Orts. Se les recuerda por su labor ejemplar, y su prestigio ha sido reconocido de una manera total . Quin no recuerda a D. Jos Toms; a Da. Estefana Castroviejo; a Da. Jose fina Ferrndiz; a Da. Encarnacin Patio; a D. Segundo Salvador y a otros maestros y maestras en quienes los eldenses depositaron grandes esperanzas porque aportaron todos sus conocimientos. Estos profesores podan trabajar en mejores condiciones que aos atrs, el material iba a ser ms abundante, el rendimiento sera mayor. Crearon una nueva situacin, para que la productividad escolar alcanzase un bagaje tcni co por encima de las cotas previstas, superando en lo posible la crisis cultural. Tambin queran terminar con esa lucha incesante, para que las escuelas pbl i cas no volviesen a ser las escuelas de los pobres, pues todos aquel los que de alguna manera podan pagar ms por la educacin de sus hijos les enviaban a las escuelas privadas. Los l ibros de matrcula se empezaron a nutrir de nios y nias de todas las cla ses sociales. Empezaba esta elevacin de categora social porque real izaron una programacin adecuada, de mucha cal idad y lo amenizaron con actos de verdadero inters. Obras de teatro para costear los gastos del pasatiempo infanti l titulado Estampas Eldenses de Maximi l iano Garca Soriano. Excursiones a Petrel y Santa Eulal ia donde la alegra converta el recorrido en una fiesta popular continua. I I Fv L F iRALI Los alumnos y alumnas, a travs de su participacin, consiguieron iniciar dis tintas actividades, identificndose con las condiciones culturales y aproximn dose con mucha i lusin al resto de la comunidad. Un ejemplo fue el lanza miento del peridico El Pensamiento Escolar, publ icado en una imprenta y con una organizacin digna de verdaderos profesionales. El rendimiento del Grupo escolar fue ms al l de lo previsto. Enseguida empe zaron a funcionar clases nocturnas para adultos (que continuaron durante algunos aos), que dejaron una huel la indeleble a todos aquel los alumnos y alumnas que se beneficiaron durante cierto tiempo de unos conocimientos que ms tarde les seran de enorme trascendencia. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 134 En 1906, los fondos para la enseanza eran de 100 pesetas mensuales (Diario La Verdad. 8 de octubre de 1983) A principios de siglo, los nicos capaces de comprender que el cl ima general educativo estaba fracasando eran los medios de comunicacin y las pocas per sonas que vivan diariamente esta situacin. Hacan observaciones bastante detal ladas que tenan por objeto prevenir a las autoridades locales del proble ma que exista y las consecuencias que se podan derivar. Naturalmente, la situacin educativa estaba en funcin de algunos factores: el primero era la falta de medios econmicos y uno de los ms importantes, pero otra dificultad pel igrosa que exista en Elda era que la clase social menos privi legiada tena un conformismo basado en su dbi l economa que obl iga ba al padre a tener a sus hijos en la escuela hasta que fueran capaces de com plementar con sus pequeos sueldos los ingresos fami l iares. (Hemos de tener en cuenta que la enseanza elemental era obl igatoria y gratuita para todos los nios). 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Como este problema se extenda por todos los pueblos y ciudades, con las mismas caractersticas que en el nuestro, el Gobierno puso los medios para que se cumpl iera esta obl igatoriedad, y prohibi a los menores de diez aos su admisin en cualquier empresa. Otro factor que se deba haber considerado prioritario era solucionar el com pleto abandono en que estaban inmersos los maestros. Su labor era merito ria, constante e incansable, y su recompensa era un sueldo anual que no l le gaba a cuatrocientas pesetas. Por si esto fuera poco, por lo general tenan unas matrculas de noventa o cien alumnos, como ocurri en las dos nicas escuelas que haba en Elda durante el curso 1910-11 . Estas escuelas estaban ubicadas en locales de alqui ler, donde las ms elemen tales normas de higiene bri l laban por su ausencia, a la vez que, en muchas ocasiones, el Ayuntamiento tardaba bastante tiempo en hacer efectivo el pago correspondiente al alqui ler, y nadie quera alqui lar sus locales para uso escolar porque generalmente resultaban perjudicados. Por esta razn, casi siempre, las escuelas pblicas eran las peores casas que haba en el pueblo. La participacin econmica del Ayuntamiento no daba suficientes garantas para desarrol lar directamente las actividades escolares. Los objetivos centrales eran otros captulos; el correspondiente a Instruccin Pblica era siempre de los ms bajos, con unas cantidades irrisorias que estas autoridades deban de considerar normales. Esta gran diferencia presupuestaria no acepta ningn tipo de matizaciones y estas circunstancias no las debemos de olvidar a la hora de interpretar las caractersticas ambientales. De todo esto se pueden deducir sus evidentes desventajas por la falta de inters hacia la empresa educativa, como lo prueba la siguiente relacin de la distribucin de fondos para los gas tos del mes de febrero de 1906. Ayuntamiento 1 550 ptas. Pol ica de seguridad 200 ptas. Pol ica urbana 500 ptas. Instruccin pbl ica 100 ptas. Beneficencia 300 ptas. Obras pbl icas 1 500 ptas. Cargos 8 000 ptas. Construccin 8 888 ptas. Imprevistos 200 ptas. rIMAS CULTURA ES No hace falta real izar un profundo anl isis de las causas apuntadas para per catarse de las circunstancias que atravesaba nuestro pueblo, en aquel los pri meros aos del siglo actual, en materia de Primera Enseanza. Adems, los presupuestos nacionales destinados a Primera Enseanza tenan muchos recortes, y no se convertan en la preocupacin dominante del Minis terio, e incluso es curioso observar cmo, hasta hace algunos aos, las parti das destinadas a los presupuestos estatales para Instruccin Pbl ica venan consignadas bajo el epgrafe de gastos en educacin. Hoy da se habla de inversiones en educacin y se considera el capital huma no como infraestructura condicionante del propio desarrollo econmico. El Ministerio de Instruccin Pblica no trabajaba pensando en las necesidades urgentes. As lo demuestra cuando el Ministerio tuvo de director general de Primera Enseanza a D. Rafael Altamira y Crevea, nombrado en enero de 1911 . Este al icantino que tena muy buenas condiciones para la planificacin y un sentido reformista muy arraigado, presupuest, para hacer frente a las necesidades, unos 20 mi l lones de pesetas, y se encontr con una reduccin de ms de 19 mi l lones (le concedieron exactamente ochocientas mi l pesetas). Es fci l entender la preocupacin que le produjo esta cuestin econmica porque las innovaciones estaban supeditadas a las bajsimas cantidades que figuraban en las partidas correspondientes a esa Direccin General . 117 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE 130 TEMAS CULTURALES Alumnos del colegio privad Escuelas de paga. En 1903, Alfredo Garca cobraba un real a la semana (Diario La Verdad. 16 de octubre de 1983) La devaluacin de la enseanza pblica en Espaa, a finales del siglo pasado, abri unas posibilidades a otro sector educativo que, por su importancia, debemos de comentar aisladamente. La enseanza privada cre un ambiente propicio centrado en el intento de cubrir las necesidades ms urgentes, tomando las medidas oportunas ante la gran laguna que dejaban las escuelas del Estado. En muchos pueblos de Espaa exista una clase social con una buena econo ma que deseaba dar a sus hijos una formacin cultural mucho ms elevada. Fue la fuerza real la que logr imponer la creacin de escuelas privadas, pero no como una moda, sino como una necesidad, aunque sus privilegios econ micos fueran los causantes de esta nueva posibilidad que se les brindaba a estos hijos de acomodadas familias. La importancia y transcendencia de esta demanda cultural favoreci a muchas regiones y cre unos sectores relevantes 139 1 10 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE que, en la actual idad, permanecen muy potenciados dentro de la estructura educativa. En Elda, por sus condiciones socio -econmicas de principio de siglo, ocurra lo mismo que en otros lugares; estas fami l ias comprendieron la importancia de la educacin como pieza necesaria para el engranaje de las sociedades indus trial izadas, e hicieron posible la prol iferacin de colegios privados. Uno que destac fue el regentado por D. Juan Vidal Vera, figura venerable, hombre entero e intachable, abnegado e importante, que form una plyade de hombres que supieron dignificar a Elda. Su labor fue tan importante que la antigua cal le de Linares -donde desarrol l su labor docente- fue rotulada con su nombre, a la vez que sus antiguos alumnos colocaron una lpida dos aos despus de su muerte. Tambin hubo un matrimonio formado por D. Alfredo Garca Vidal y Da. Mara Jess Romero Juan -abuelos de Da. Mara Jess Vera, profesora del C. P. Padre Manjn- que tuvieron su colegio en la cal le Lope de Vega. Ense aron las materias bsicas a un grupo reducido de alumnos, a los cuales les cobraba un real semanal, que entregaban todos los sbados. Esto ocurra en el ao 1903. Da. El isa Romero tena su colegio en la cal le San Roque, donde imparta sus clases con un carcter tradicional l leno de programas que proporcionaban a sus alumnos una buena asistencia cultural . Su esfuerzo estaba encaminado a dar unas enseanzas dentro de las posibi l idades lgicas de la poca. (Esta maestra era abuela de nuestro amigo, Jos Joaqun Romero, que tambin desarrol la actualmente su labor dentro de la enseanza privada). Hacia los aos veinte, unos 50 padres concibieron la idea de crear una socie dad l lamada La Caridad, situada en la cal le Canalejas, para que sus hijos recibieran enseanza. Poco tiempo despus este colegio desapareci y su maestro D. Jos Verd se instal en la cal le de San Roque, junto a su padre D. El iseo Verd. Todava existen muchas personas que fueron alumnos de D. El iseo, durante su primera etapa docente. Su recuerdo es imborrable por varias caractersticas de este educador: Tena un gran inters por todo lo nuevo y una tendencia a la innovacin, que me ha hecho caer en la tentacin de citar esa conocida frase: Adis a lo antiguo, bien venido lo nuevo. 141) I EMAS C ULTURAI ES Tambin existan otros colegios: las Hermanas Carmel itas en la cal le Antonio Maura; D. Pascual Burruel en la cal le Legionarios; el Colegio Francs, dirigido por D. Antonio, en la cal le General Aranda; D. Damin Requena en la calle Independencia; Da. Antonia Maim en la cal le Menndez y Pelayo, y otros muchos que, aos ms tarde, siguieron esta labor. Todos el los trabajaron con eficacia, como lo demostraron en muchas ocasio nes, cuando el inspector de zona haca los correspondientes exmenes y la mayora de los alumnos superaban las pruebas con un buen grado de sufi ciencia. Para terminar, quiero decir que, durante algn tiempo, se fue incrementando el nmero de nios y nias que no podan tener acceso a la escuela de paga, y masificaron ms todava las escuelas pbl icas con el correspondien te aumento de los problemas educativos. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 142 TEMAS ( . 111 URAI FE CULTURA Y PROGRESO QUINCENAL . 110 chis . Lema: Educacin, Instruccin y Enseanza It II A I 1$ N A Elda I (IC Agosto dc t 9 15 9 2 Cabecera del peridico Cultura y Progreso Cultura y Progreso. Un peridico eldense (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de enero de 1984) Durante los primeros das del mes de jul io de 1915 vio la luz un peridico quincenal titulado Cultura y Progreso, distinto a otras publ icaciones como El Tijeretazo o Heraldo de Elda. Su lema, como dice su cabecera, era Educacin, Instruccin y Enseanza. Su misin era dar a conocer que la educacin es la encargada de dirigir las facultades fsicas, intelectuales y morales del hombre; la instrucci es formar la intel igencia adquiriendo unos conocimientos que siempre han dado innu merables beneficios y la enseanza es la que representa un tema para poder estudiarlo. Fue un peridico cultural entregado totalmente a que sus lectores se dieran cuenta de lo necesario que era enriquecer las intel igencias con el saber. Des echaba las palabras incultura e ignorancia, para sustituirlas por cultura y pro greso. En cada nmero aparecan unas frases que destacaban por su impor tancia y contenido: 110 RE IAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE En qu consiste el proceso de un pueblo En la apertura de muchas escue las, pero buenas. Pueblo. . . ! Por cada escuela que se abre se cierra una crcel . Bien es verdad que sal ieron muy pocos nmeros, pero fueron suficientes para que se describieran punto por punto las verdaderas plagas sociales que exist an en Elda. Comentaba siempre esta publ icacin los beneficios que aportaba el saber leer y escribir; daba consejos al pueblo para que despertara del letargo en que estaba; animaba a los jvenes amantes de la cultura para que ayudaran a engrandecer, instruir y educar a todos los ciudadanos que lo necesitasen. En todos los nmeros que conocemos aparecen muy buenos artculos luchan do contra el alcohol ismo, como en el caso del peridico que apareci el 18 de jul io de 1915, que contiene un trabajo firmado por D. Jos Verd y que titul Los vicios, donde va anal izando detenidamente las causas principales por las cuales las personas han llegado a convertirse en alcohlicos. Desconozco quin era su director. Colaboraban D. Joaqun Juan Busquier, que en ese momento diriga un peridico quincenal l lamado Amanecer; D. Jos Verd, D. Norberto Vera y, cmo no, D. Maximi l iano Garca Soriano con sus poesas l lenas de real idades. Miradle. . . por su arrogancia parece todo un Marqus; y viste con elegancia de la cabeza a los pies. Y l leva con gal larda un sombrero blanco -plata, chaleco de fantasa y caprichosa corbata. Americana elegante de un irreprochable corte que por detrs y por delante an realzan ms su porte. La cadena de oro toda; los pantalones, doblados; zapatos de ltima moda y calcetines calados. TEMAS CULTURALES Fjense bien en el tipo que es lo bueno que hay que ver; ese que va dando hipo, ese. . . no sabe leer! En la ltima pgina siempre apareca una relacin de palabras ordenadas alfa bticamente, con su correspondiente significado, y se titulaba Nuestro Dic cionario. No quiero terminar sin antes destacar el empeo tan entusiasta de estos eldenses de principios de siglo que se unieron en esta publicacin para poder extender la cultura a toda la ciudad pregonando su verdadera necesidad. 5 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 146 TEMAS CULfURALES Resucitemos a Castelar! (Diario Informacin. 12 de febrero de 1984) Las discriminaciones de algunos personajes dentro del mundo cultural y pol tico es un hecho que est generalmente admitido por algunos sectores de la opinin pbl ica que mayoritariamente se apoyan en la falta de documentos histricos o en el olvido. En algunos casos ignoran los condicionamientos polticos impuestos por la propia discriminacin y adoptan decisiones pocp expl icativas. Creo que este fenmeno es arbitrario porque no se vincula a nin guna regla haciendo y deshaciendo a su antojo y rompiendo unas posibil ida des que nos privan de hacer unos estudios ms completos sobre una figura determinada. La reaparicin del archivo personal de D. Manuel Azaa, presidente de la ll Repbl ica, ha producido un impacto excelente no slo para los azalogos, sino tambin para todos los historiadores. Se conoca un poco el aspecto l ite rario de este personaje, y estos documentos han venido como ani l lo al dedo para que los investigadores cotejen este archivo, para comparar lo que se haya publ icado e identificar las posibles diferencias. 141 RETA/U , 1)1 A ii i ORIA LL.1)!Ntil El personaje que nos ocupa, D. Emi l io Castelar, no necesita este tipo de des cubrimientos para mejor describir su figura de poltico y de intelectual, tene mos un buen archivo personal del gran tribuno y ms que esperamos recibir de nuestros amigos de Al icante, Sax, Monvar, Cdiz y Elda, porque estas per sonas estn muy interesadas en el resurgimiento de Castelar y estn colabo rando incondicionalmente aportando datos de mucha importancia, suma mente interesantes porque nos dice el da exacto que D. Emi l io sal i de Elda para dirigirse a Madrid. En dicha epstola recuerda a su amigo, diez aos ms tarde, . . .el da de las nimas despus del noyenario de la Virgen del ao 1848. . De Sax hemos conseguido unas fotografas. Algunas inditas, de los ltimos aos de su vida, y en esta ciudad se nos abre un ampl io horizonte para ir ampl iando nuestras posibi l idades y poder recabar datos del lder republ icano. Castelar fue un buen escritor y un historiador que nunca renunci a tentativas sociales para desarrol lar todo lo que le interes; lo apl ic con xito, con una prudencia que siempre supo manifestar; su narrativa estaba centrada en los hombres y en muchas ocasiones en las circunstancias que le rodeaban. Vamos a imitarle, luchemos del iberadamente por conseguir nuestro propsito demos trando la prudencia y el inters. Que las estatuas, las fotografas y manuscri tos no nos hagan ruborizarnos a los hombres, debemos evitar ese color rosa do en nuestros rostros, demostrativo de que les tenemos en el olvido. Nuestro pas y nuestra ciudad estn en la obl igacin de cuidar y valorar a esos personajes ocultos que se sacrificaron toda la vida por defender unos ideales concretos; es necesario mantenerles en plena actual idad para establecer una diferencia entre su actuacin y la nuestra, y poder adquirir todo lo positivo que tenan. Por eso el resurgimiento de Castelar es necesario, nos lo tenemos que plante ar de antemano desde una planificacin a corto plazo, dedicando una actua cin que nos l leve a acrecentar su figura. Tiene derecho a que manifestemos esta necesidad con el optimismo que nos embarga, y luchemos hasta la saciedad para conseguir lo que l merece. 11.MAS i 1112AI ES Colegio Gines de los Rios Escuelas pblicas eldenses durante el primer tercio del siglo XX (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de julio de 1984) En esta poca Elda tena un verdadero problema escolar, principalmente en cuanto se refiere a escuelas pbl icas. Slo existan dos escuelas con una matr cula de ciento cuarenta nios por local. Especfico local porque era donde los maestros trataban de ensear a sus alumnos en unas condiciones higini cas lamentables, estaban desprovistos de las ms elementales normas de higiene, sin venti lacin y un mobi l iario muy deteriorado. Eran locales que el Ayuntamiento alqui laba, y como normalmente tardaba bastante tiempo en pagar, en muchas ocasiones los propietarios que podan alqui lar un local en perfectas condiciones, no lo hacan por temor a no cobrar dichos alqui leres. Por esta razn las escuelas pbl icas estaban ubicadas en los peores locales del pueblo, como hemos comentado en otras ocasiones. Siempre haba personas que se preocupaban de este problema, como es el caso de dos concejales del Ayuntamiento, durante el ao 1910, D. Manuel Beltrn Oncina y D. Manuel Beltrn Aravid, que despus de hacer un estudio l legaron a !a siguiente conclusin, reflejada en un acta del Ayuntamiento: 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE . . .Triste es decirlo, pero dado el lamentable estado en que se encuentra la enseanza en esta localidad y la carencia de recursos que cuenta este Ayun tamiento, si los poderes pblicos, prescindiendo de las disposiciones que hoy rigen sobre la materia, no acuden pronto en auxilio de este vecindario, crean do nuevos centros escolares, es seguro que dentro de pocos aos esta pobla cin estar compuesta slo por analfabetos. Un medio tradicional que puso de manifiesto su verdadera uti l idad al servicio de la educacin fue la Junta Local de Instruccin Pblica, que se dedic a ges tionar a travs de la Junta Provincial las posibilidades de ampliar el nmero de escuelas. Cuando empez verdaderamente el ataque contra la escasez de escuelas en Elda fue siendo alcalde D. Jos Joaqun Gonzlez Pay que, en unin de varios concejales, analizaron la situacin y empezaron a desarrollar unos objetivos que haban previsto con anterioridad. Desgraciadamente los problemas que se les presentaron fueron tan enormes que se hizo muy difcil la creacin de nue vas escuelas y pasaron varios aos para que estas ilusiones se convirtieran en realidad. Durante el ao 1931, el contratista D. Segismundo Falc Pic entreg al Ayun tamiento la escuela que ltimamente se l lamaba Monte Calvario, y que esta ba enclavada en una zona eldense que estaba habitada por familias econmi camente dbiles. Se llam Giner de los Ros y le cost al Ayuntamiento unas dieciocho mil pesetas. Durante este mismo ao se inaugur la escuela del barrio de la Estacin de Monvar. La sociedad El Progreso arrend al Ayuntamiento dos casas que tenan en construccin para crear escuelas. Estuvieron funcionando hasta que las derri baron para construir la Casa de Cultura. Algo parecido hizo la sociedad La Fraternidad: cedi dos locales, unidos por un patio, para recreo escolar. El acuerdo se real iz cuando el Ayuntamiento compr tres acciones que seran como un alquiler. Las Escuelas Graduadas (hoy colegio Padre Manjn) tuvieron muchos proble mas para su construccin, pues en varias ocasiones estuvieron las obras para l izadas. El acto de colocacin de la primera piedra tuvo lugar el da 9 de febre ro de 1930, y el da de su inauguracin fue el 7 de septiembre de 1932, coin cidiendo con la celebracin del centenario del nacimiento de Emi l io Castelar. 150 TEMAS CUIJUMIS Este Grupo escolar en aquel los aos destacaba por su grandiosidad. Dijo Maxi miliano Garca Soriano: Con severo y sano juicio con las fuerzas bien probadas se ergui un soberbio edificio Las Escuelas Graduadas! La construccin de este Grupo solucion parte del problema escolar. Hay que pensar que todos los nios y nias que estaban en locales alquilados fueron enviados a las Escuelas Nuevas, pero otros continuaron colaborando eco nmicamente con sus familias, trabajando en distintas fbricas de calzado. Merece la pena sealar la actuacin de distintos ayuntamientos que no slo fueron capaces de terminar proyectos sino que crearon nuevos centros escola res, y todo eso pasando por momentos muy difciles, eminentemente polticos. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 152 TEMAS CULTURALES Fachada del colegio Padre Morrin La aventura escolar eldense durante la Guerra Civil (Revista Alborada. Otoo -invierno. 1986) Es evidente que el inters por la guerra civil espaola va aumentando consi derablemente en todos sus aspectos, lo cual induce a pensar que continuar su investigacin durante mucho tiempo, y este hecho nos ayudar a juzgar con claridad y mayor serenidad aquellos acontecimientos que tuvieron lugar en la geografa espaola. La guerra del 36 no fue simplemente un conflicto militar, sino que tambin posey como parte importante una serie de proble mas polticos, religiosos, sociales y econmicos cuyas complejidades fueron asombrosas, y por las que Espaa pag un fuerte precio. Al igual que las cuestiones econmicas, la enseanza sigue siendo uno de los aspectos que menos se ha tocado por los actuales estudiosos. Esperemos que los nuevos investigadores a los que les queda mucho que hacer exa minen con detenimiento las crecientes dificultades que encontraron todas aquellas personas inmersas en el problema escolar durante el trienio blico. Para que sus esfuerzos tengan ms posibilidades de xito debern evitar una supeditacin excesiva a ciertos enfoques que vienen predominando del 153 110 RETAZOS DF LA HISTORIA FIDENSE pasado; tendrn que superar, sobre todo, la dicotoma entre guerra y revo lucin social . Elda, al igual que otras ciudades espaolas, no tuvo ms remedio que adap tarse a las circunstancias que estaba viviendo, intentando tapar aquellas fisu ras que continuamente se estaban modificando. El grado de profundidad del problema escolar, como parte de un confl icto, pudo tener tal desequi l ibrio que hubiera negado la puesta en marcha de un sistema cultural a distintos niveles educativos, alejndose de una perspectiva de reforma de la poltica escolar y, desembocando en un retraso incapaz de solucionar uno de los aspectos ms necesarios para la ciudad. Todas aquellas personas que estaban condicionadas a buscar una solucin a este problema comprendieron que la cuestin ms relevante era la puesta en marcha de unos modelos de equilibrio que nunca se haban practicado. Con sistan en la consolidacin de unos procesos de adaptacin que convirtieran en un terreno fecundo el campo cultural . Los maestros pblicos y privados no podan asistir impasibles ante esta situacin tan comprometida, no podan ser meros espectadores, fueron actores desde dentro mismo de este proceso vivo, demostraron su vocacin potenciando unas actividades extraescolares con el fin de eliminar de las mentes infantiles la tremenda tensin que les proporcio naban los acontecimientos diarios. Proliferaron las representaciones de obras teatrales o pasajes de temas musicales muy conocidos, como Goyescas, inter pretado por Carmen Ban y un coro de nias del colegio Emilio Castelar (hoy Padre Manjn). Tambin representaron, bajo la direccin de Olga Peir, La del soto del parral, El Pichi de las Leandras, Horchatera valenciana y Danubio azul. Por esa exigencia de conocimiento toda nueva prctica reclama reflexiones adecuadas la Comisin de Instruccin Pbl ica fue ampl iando su rea como consecuencia de la aparicin de problemas usando unos instrumentos que dieran ms posibi lidades operativas para alejarse de esa zona opaca que les inundaba. Por este motivo prepar una proteccin cultural para todas aque llas personas que lo necesitasen, especialmente nios, con la habi l itacin de locales para escuelas, poniendo al frente maestros de reconocida solvencia y capacidad pedaggica. Hicieron un estudio para crear una Bibl ioteca Popular Municipal como complemento a esta proteccin y proporcionar mayores posi bi l idades con el objetivo fundamental que se haban planteado. La situacin de Elda, por la forma en que se iban desarrol lando los aconteci mientos, hizo que nuestra ciudad fuera un lugar idneo para la recepcin de 154 TEMAS CULTURALES nios evacuados. Lleg una seccin del Grupo escolar Prez Galds, de Madrid que estaba a cargo de Da. Luisa Camarero, y otra del Grupo escolar Bartolome Cosso, que diriga Da. Emilia Otero. Tambin llegaron de otras poblaciones como lo demuestra el Bando que public la Comisin de Instruc cin Pblica: Hacan saber a las familias que tienen en sus casas nios evacuados de los grupos escolares de Madrid, la necesidad de que los manden al colegio, ya que de lo contrario perdern la plaza que tienen en los referidos grupos esco lares para ser ocupadas por nios evacuados de otras poblaciones. En una ciudad con 18.030 habitantes y 4.001 familias haba unos 500 refu giados aproximadamente. Es significativa la labor humanitaria de los elden ses ante la recepcin de nios evacuados (suceso que no hay que ignorar). El solidarismo demostrado no cre, aparentemente, ningn desequilibrio por la crisis reinante y la gran escasez de bienes para distribuir, todo ello relacionado con el ambiente laboral que se mova entre grandes dificultades, aunque ms tarde se empez a reactivar, muy lentamente, la industria y muchos de estos nios se quedaron a vivir en nuestro pueblo. Lgicamente la salud infantil se vea afectada por la escasez de alimentos y era necesario ayudar, dentro de lo posible, a todo el contingente escolar, por eso se reparta un panecillo de 100 gramos a todos los nios de las escuelas pbli cas para la merienda, gracias a la mediacin de la Cruz Roja Americana, cuya distribucin la realizaba la Delegacin del Servicio Internacional de los Amigos Cuqueros. El Consejo Municipal vio la posibilidad de ampliar estas raciones de pan a todos los nios de la poblacin que estuvieran en edad escolar en Almansa lo haban logrado. El consejero, D. ngel Maestre, que era el encar gado de la al imentacin escolar, hizo, a ltimos del ao 1938, un amplio estu dio informando a sus compaeros de Consejo. Entre esta minuciosa exposi cin por parte del Sr. Maestre podemos destacar la necesidad imperiosa de viajar a la Delegacin de Murcia e intentar solucionar el problema econmico de elaboracin y transporte. D. ngel Maestre, acompaado por D. Jos Toms (maestro del colegio Emilio Castelar) fueron a Murcia despus de hacer un censo especial por barrios y distritos, aparte que las inscripciones previas que se estaban real izando tenan que ser presentadas por los propios padres o tutores. Este viaje fue un fracaso; no pudieron ver al delegado porque se encontraba enfermo. Con quien s hablaron fue con el jefe de almacn, que les anticip: 155 110 RETAZOS DE LA I IISTORIA ELDENSE . . .que si se cumplen en esta ciudad las instrucciones dadas para el reparto de la merienda, que se viene dando a los nios de las escuelas, y hay celo y buena administracin, se vera la posibil idad de atender esta ayuda a todos los nios de Elda que se encontrasen en edad escolar.(2) El reparto se hizo segn las instrucciones de la delegacin murciana pero la ampl iacin de meriendas nunca l leg. Los factores de dificultad escolar actuaron por igual en muchos lugares. Evi dentemente, haba que mantener unos niveles tolerables dentro de una estrategia l lena de circunstancias geogrficas con sus correspondientes modi ficaciones determinadas por el momento. A principios del ao 1937 slo haba en Elda un Hospital de Sangre del S.R. I. que estaba ubicado en el Casi no Eldense. Ante la necesidad de ampl iar el nmero de camas por la cre ciente avalancha de enfermos y heridos, el jefe de Sanidad Mi l itar de Alican te, a travs de una carta, le pidi el presidente del Consejo Municipal que cediera provisionalmente el colegio de la barriada de la Estacin de Monvar que perteneca a Elda. El representante del Consejo Municipal le respondi que no slo le ofreca el colegio que haba pedido sino cualquier otro. Por eso las Escuelas Graduadas Emilio Castelar, tuvieron durante algn tiempo un hospital situado en las aulas de la parte alta, ya que en los bajos estaban ins taladas las oficinas de la Subsecretara del Ejrcito de Tierra y unas depen dencias ministeriales. Por cierto, al personal de estas dependencias lo instala ron en distintas viviendas previo desalojo de las familias que las habitaban, lo que tuvieron que real izar en seis horas. Dado la carencia de viviendas y un plazo tan corto, algunas fami l ias tuvieron que alojarse donde buenamente pudieron e incluso algunas personas tuvieron que pasar la noche en la cal le (segn fuentes orales). El colegio Emi l io Castelar era uno de los pocos centros que al final de la gue rra estaba sin actividad docente, algunos consejeros reciban quejas de las fami lias afectadas. El consejero D. Diego Inguez hizo un ruego al presidente del Consejo Local para que real izara las gestiones oportunas y necesarias con el fin de que volviera a funciona dicho centro para no prolongar por ms tiem po esta carencia escolar , Por las circunstancias acaecidas pronto se volvi a l lenar de alumnos. Y para terminar quisiera lamentar las consecuencias manifiestas de muchos pueblos de Espaa que, por el inmovi l ismo al que estaban sometidos, no los TEMAS CULTURALES pudieron tener xitos reales dentro de la estratificacin cultural . Sus deman das escolares, muy complejas y de difci l solucin, les arrinconaron por no ser figuras productivas dentro de los intereses de la racional idad econmica. Afortunadamente, Elda estuvo, como siempre, a la altura que se mereca. Bibliografa. ) Datos sacados de un encuesta mandada realizar por el Ministerio de Sanidad. Archivo Municipal. 2 ) Acta del 9 de enero de 1939. Archivo Municipal () Acta del 13 de marzo de 1939. Archivo Municipal. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 158 TEMAS CULTURALES Anagrama del Club de Campo Club de Campo: Otra alternativa cultural (Diario Informacin. 21 de diciembre de 1987) No cabe duda que Elda va abriendo sus ojos y su mente hacia un verdadero compromiso cultural, hacia una realidad autntica que hasta hace poco tiem po estaba divorciada del pueblo laboral. Actualmente los acontecimientos nos obligan a concretar nuestra accin, a la vez que exigen ms que nunca una unin profunda entre todas las organizaciones que aspiran al redescubrimien to de una cultura de raz eldense, todo el lo con un sincero esfuerzo para hal lar el mejor camino. Es preciso que pongamos todo nuestro deseo y voluntad en conseguir que en este ambiente disperso, que late dentro de algunas entidades y sobre todo en intelectuales eldenses, sea obl igatoriamente necesario coger la misma direc cin y la misma final idad, una cultura real ista, que parta de la real idad y ter mine en la real idad. Como no se trata de contemplar la cultura, sino de mejorarla (concentrando an ms la atencin en los problemas que puede ocasionar para no hundirse 159 11O RETAZOS DE LA HISTORIA El DENSE en la incultura) es por lo que algunas personas cargadas de un espritu emi nentemente humano tratan de cumplir la parte cultural que les toca. Me estoy refiriendo a la labor que viene desarrol lando el Club de Campo en pro de la cultura. En un principio pretenden aglutinar esfuerzos para salvar nuestra mejor heren cia cultural e imprimir un intenso movimiento que nos lleve hacia unas nuevas formas de expresin y contenido. Hace algn tiempo me deca textualmente Jos Joaqun Romero, vocal de Cultura de dicha entidad: Nos uniremos con todas aquel las fuerzas culturales que aspiren sinceramente a dar vida a la autntica cultura popular eldense. Estoy convencido que el Club de Campo no busca crear una nueva cultura sino contribuir a la misin especfica de sentar las bases reales para una bue na poltica cultural . Es evidente que dicha contribucin conl leva el fomento de actividades de creacin, incorporando a personas con gran bagaje cultural para que participen en esa emocin como elementos activos de la gran aven tura Esta entidad es consciente de las limitaciones de su aportacin, por eso pre fieren ser actores que meros espectadores, participando en las cosas desde dentro del mismo proceso vivo. Se identifican con la necesidad que tiene el hombre (piedra angular de la sociedad) de tomar posiciones culturales, dentro del contexto que tengan a su alcance, y con una fuerza que est ntimamente vinculada al deseo de ampl iar y fortalecer su patrimonio personal. Esperamos con avidez que el Club de Campo mantenga su energa, sus conceptos claros y que su realidad sea viva, colectiva y colaboradora. 160 TEMAS CULTURALES Economa y cultura (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Noviembre de 1991) La ciudad de Elda atraves un periodo eminentemente trascendental dentro del trnsito histrico -cultural muy decisivo. Las profundas transformaciones y los intensos despliegues industriales, acaecidos por los cambios estructurales, hicieron imprescindible el nacimiento de un movimiento cultural durante la dcada de los 50. Quiz fuera insuficiente, todo en cultura lo es. Sus oscila ciones llenaron pocas parcelas y encontraron muchas dificultades para su ampl iacin y difusin. Una de ellas fue la economa, porque fue muy injusta con la cultura. Es necesario precisar que todo movimiento requiere el establecimiento de unos puntos de arranque para poder comprender todo el proceso. Es impor tante caracterizar el escenario industrial en el que vivan para conocer las difi cultades, ante el elevado nivel econmico que produca el sector del calzado, porque a la hora de dar un carcter cultural a la ciudad siempre apareca el deseo inconsciente de la estructura econmica para poner en crisis lo cultu ral . Estas personas que tomaron dicho movimiento marcaron un hito en un 161 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE periodo muy corto, aproximadamente una dcada y media, donde subraya ron sus ilusiones, su experiencia y rescataron del olvido a personajes y hechos de pocas pasadas. Hacan sus estudios, realizaban sus buenas tertul ias, pole mizaban amigablemente determinados tonos de un cuadro que estaba naciendo, y a todo esto, la Elda industrial les vea pasar; la economa y la cul tura vivan separadas en un mismo lugar, se hablaban poco, nada. Este gru po cultural intent buscar una estrategia que les pudiera unir y a la vez fomentar usemos la imaginacin unos contactos muy necesarios para la sociedad de aquel tiempo. El espacio incomparable de un hipottico campo lleno de movimientos cultos explica por s solo la gran diferencia que existe con la parcela econmica, por eso el objetivo primordial de todos los movimientos es alcanzar ciertas bases para despus ampliarlas sin ningn tipo de limitacin y con una sincronizacin perfecta que pueda crear una actividad como seal prometedora de no ser aplastada por el aspecto consumista de los eldenses. El resultado inmediato sera la falta de esperanza y la ruptura entre los grupos que se mantienen uni dos por pequeos vnculos elementales. Actualmente estn apareciendo distintos grupos culturales que alargan sus manos hacia cualquier sugerencia que pueda ser una salida para no perder la fuerza que poco a poco se ha ido ganando. 162 TEMAS CULTURALES Colonia escolar de Santa Pola Sol, mar y cultura. (Colonia escolar de los arios 30) (Semanario Valle de Elda. 15 de abril de 1992) Manuel Azaa y su partido estaban convencidos que la mdula del problema que haba en Espaa era la organizacin del Estado, y que la accin estaba encaminada a solucionar el clebre problema agrario, el fomento de las obras pblicas, la revolucin sanitaria, las mejoras de las viviendas urbanas y rura les, etc. La gestin sanitaria tuvo en Elda una incidencia que hay que destacar, no es que fuera dirigida a todos los eldenses, slo a unos nios/as que acudan a la colonia escolar, ubicada en la playa, con el nico propsito de: . . .arrancarlos de las garras de la tuberculosis, la anemia, clorosis, escrofulis mo y otras enfermedades que se ceban en los nios dbiles. Para ello les l le van a la colonia escolar para saturarse de sol, aire, yodo, etc. . . a las playas. Para notar la influencia que esta vida en la colonia escolar ejerce sobre los nios hay que estar conviviendo con ellos. La tristeza habitual de los nios enfermizos se troca en alegra detonadora de esa regeneracin que se va 163 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSF obrando en su cuerpo depauperado por la herencia, por la mala alimentacin o por la insalubre vivienda. No fue un intento de mitigar los efectos de la pobreza, sino que fue un siste ma encaminado a modificar el marco de la desigualdad social . Este objetivo se cumpli en esta parcela. Elda no poda ser menos que otras ciudades espao las y aprovech esta poltica distributiva impidiendo la prdida de un servicio, que aunque no dur muchos aos, fue prctico y positivo. En el verano de 1931 se puso en prctica una iniciativa digna del mayor elo gio, se trataba de la creacin de una Colonia Escolar, propuesta por el conce jal D. Luis Nieto, el 30 de junio de 1931 y aprobada por el Ayuntamiento. En virtud del acuerdo, 25 nios y 25 nias, acompaados por un profesor y una profesora, pasaron 15 das en la playa de Guardamar del Segura, siendo obsequiados por el Ayuntamiento de aquella localidad a quien se le agradeci oficialmente su atencin. En el verano de 1932 (acudieron a Santa Pola un total de 84 nios/as en dos turnos de quince das) con la experiencia de dos aos; surgieron los clsicos problemas: el sistema de eleccin y el financiero. Ambos problemas preocu paban a los maestros/as que acompaaban a los nios. Es de fci l comprensin la dificultad de elegir en nmero con un tipo de nios con igualdad de condiciones, y por esto precisamente no se debe emple ar el mismo mtodo para todos. Lo menos que en este sentido se puede hacer es conocer al nio y tratarlo como se merece. No basta el deseo de los padres de que sus hijos participen en estos beneficios que el Estado y el Municipio les proporcionan. Tampoco es suficiente la eleccin por la Comisin (mdico y delegado del Ayuntamiento). Ni admito como los mejores los indicados por los maestros. Es preciso la intervencin de estos tres elementos, para que aduz can cada uno sus observaciones y con tiempo suficiente le sea entregado al encargado el total de los elegidos para prepararlos y ajustarse a un plan que fal lar menos. Las aportaciones del Estado y del Ayuntamiento no eran suficientes, haba que cubrir y mejorar unos servicios que eran necesarios. D. Juan Guill, conocido maestro y persona preocupada por el tema, dio la solucin: Medios para que el proyecto fuera una real idad; beneficios en los teatros de la localidad: aumento de cinco cntimos para el pbl ico y dos cntimos que 164 TEMAS CULTURALES pudieran recabarse de las empresas de los cines, durante uno, dos, tres meses, hasta un ao. Otras clases de festejos organizados por los nios, donativos del Estado, donativo del Municipio, donativos de particulares. Una Junta integrada por elementos de todas clases sociales que no puedan infun dir recelos y mil cosas ms. . . El total recaudado durante todo un ao sera de 14.560 pesetas. Este proyecto no se l leg a realizar, adems este tipo de colonias veraniegas tuvo una vida muy corta debido a los problemas polticos y sociales en nues tro pas: El da 12 de abri l de 1934 el Ayuntamiento solicit al Ministerio la subven cin de cinco mi l pesetas para ayudar al sostenimiento de la Colonia. . . Poco tiempo despus comunicaron al Ayuntamiento que el presupuesto ministerial no permita conceder ningn tipo de subvencin para las Colonias.( 5 ) En definitiva, la colonia escolar slo estuvo funcionando tres aos (de 1931 a 1933) y muchos nios/as eldenses se quedaron sin poder disfrutar de este ser vicio que, mientras dur, hizo feliz a muchos escolares de la poca. Bibliografa ) Segundo Salvador. La Colonia Escolar. Revista Elda Extraordinario. 1932. ( 2 Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo II. ( Juan Guill. Consideraciones acerca de la Colonia Escolar. Revista Elda Extraordinario. 1932. ( 4 Juan Guill. Op. cit. ) Jos Luis Bazn. Historia del C. P. Padre Manjn. Club de Campo. Elda. 1989. 165 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 166 TEMAS CULTURALES Fachada interior del colegio Padre Manjn Unamuno en el C. P. Padre Manjn (Semanario Valle de Elda. 8 de octubre de 1992) Uno de los mejores valores surgidos a la vida espaola como consecuencia de su intenso trabajo literario fue, sin duda alguna, D. Miguel de Unamuno. Un genio consagrado casi exclusivamente a que la juventud adquiriera una predi leccin por la literatura clsica, y as hoy tenemos el estudio magnfico que hizo de la obra cervantina. Otra de sus facetas representativas fue su republi canismo, unido a su actividad poltica. D. Miguel poda haber imitado el ges to de otros intelectuales, inhibindose de los problemas que padeca Espaa a principios de este siglo. Unamuno conoca la grandeza de Castelar y no poda faltar a la invitacin que le hicieron los organizadores eldenses para homenajear a este carismtico tri buno. El da 6 de septiembre de 1932 sali de Madrid D. Miguel con direccin a Elda, en un tren nocturno, como viajero de tercera (vaya ejemplo!) y el filsofo no pudo dormir. Lleg a Elda sobre las siete de la maana. Fue recibido por bas 167 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE tantes personas, accin que valor muchsimo, aunque su cansancio le hizo pedir una cama, que le ofreci D. ngel Vera, en su domicilio. La fatiga era tan grande que las dos o tres horas que durmi lo hizo calzado de sus botas, manchando de barro la ropa de la cama. Asisti al banquete que organiz la Comisin del monumento a Castelar, para despus pasar al acto en el cual se descubri la estatua. Una vez finalizado, se dirigi con todas las autoridades a la calle Pablo Iglesias, donde estaba situado el magnfico Grupo escolar denominado Emilio Castelar. El saln de actos (donde est actualmente ubicada la Biblioteca Municipal) estaba lleno de gente, que recibi con muchos aplausos a todas las persona lidades asistentes. A continuacin se inici un turno de intervenciones, abrien do el acto D. Jos Toms Snchez, maestro del colegio, que empez elogian do la preocupacin de la Repblica en poltica escolar: . . .que ha permitido dotar de un ideal a la escuela y encauzar en un sentido prctico el deseo de mejorar el pas, creando escuelas como la que se inaugura. Continu enu merando los colegios que se haban creado en Elda durante el rgimen repu blicano. Aprovech la ocasin para dirigirse a los nios y a las nias que esta ban en las primeras filas para hablarles de Unamuno como un ejemplo de que la Repblica buscaba el apoyo de los intelectuales. Seguidamente habl el Sr. Ballestear que entre otras cosas dijo: Una de las cosas a que debe acostumbrarse la Repbl ica es a la seriedad. Hemos venido a inaugurar una escuela. Pero de el la slo hay el ansia de un pueblo por tener la y el edificio en que ha de albergarse. Cosas ambas esenciales, pero que no son el todo. Ms nos hubiera gustado ver la escuela viva, verla trabajando, ver la en plena actividad educadora, que slo as es verdadera la escuela. Cierta mente sta ha de ser pronto. El acto de hoy nos asegura que lo ser. D. Miguel de Unamuno, que estaba situado en la mesa presidencial, no tena que tomar parte en este acto, pero, agradeciendo las muestras de cario que le estaban ofreciendo los nios y nias, se levant, se hizo un si lencio, y empe z a hablar con voz suave y segura: No pensaba decir nada antes del acto de esta noche. Pero he visto aqu en vanguardia un grupo de nios. Yo soy padre y abuelo. Pero tambin fui nio, y como vosotros jugu. Lstima que no pueda seguir jugando, En mis tiempos de nio haba dos clases de escuela. Las escuelas de balde, donde iban los nios pobres. Y despus los colegios, donde asistan los nios de los ricos. Hoy loo TEMAS CULTURALES la Repbl ica levanta escuelas en todas las partes. En ellas se juntarn los nios pobres y los ricos que antes no podan juntarse. Y estas escuelas nuevas aca barn con los casinos, acabarn con los seoritos. El seorito, que no llegar nunca a ser seor. Porque llega a serio el hombre del pueblo que no tiene nada. El seorito, no. En esta escuela de pueblo, vendrn, convivirn todos los hijos de los pobres y de los ricos. Y sta ser la verdadera Casa del Pueblo. No hay ms Casa del Pueblo que sta. El nio es el padre del hombre. Yo he aprendido mucho de mis hijos y sigo aprendiendo constantemente de mi nieto. Y as los padres de los nios pobres y de los nios ricos que convivan en esta escuela aprendern de sus hijos la convivencia. Ms que en los casinos, ms que en las llamadas Casas del Pueblo. Una gran ovacin puso fin a este improvisado discurso, que hizo las delicias de todos los presentes. Al bajar del estrado D. Miguel, rpidamente fue rode ado por todos los nios asistentes y, visiblemente emocionado, empez a repartir caricias y apretones de manos. Creo que debemos de valorar esta donacin tan generosa que ofreci a Elda y al colegio este ilustre filsofo. No encontr inconveniente alguno en divul gar sus deseos de l ibertad, en llamar a los eldenses hermanos mos y en derramar su vastsima cultura con la sobriedad que le caracterizaba. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE I/O TEMAS CULTURALES La educacin vial, una asignatura pendiente (Diario La Verdad. 22 de noviembre de 1992) Realmente son varios los sectores que estn implicados en la educacin vial de nuestros escolares. Desde los padres los ms perjudicados por ser los ms directamente afectados en caso de accidente hasta los profesores/as, res ponsables de su preparacin escolar, pasando por la Administracin central, autonmica, provincial y local . Cada cual responde en la medida que pue de y no cabe la menor duda que para solucionar el problema del trfico es necesaria la conexin entre estos estamentos. Prcticamente es muy difcil una unificacin, por eso muchos ayuntamientos estn concienciados de su impor tancia y estn tomando cartas en el asunto, llegando a considerar dentro de sus programaciones de trabajo a la educacin vial como una funcin priorita ria a la cual hay que dedicar mucho tiempo, dinero y esfuerzo. Hay que adoptar medidas tendentes a fomentar en el escolar, de una forma global, su mente vial. Por eso estoy convencido que es una inversin renta ble a largo plazo, sin olvidar la importancia de conseguir otros objetivos. 171 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE. Nuestro Ayuntamiento debe meditar esta reflexin y poner en marcha cuan tos medios tenga a su alcance para intentar solucionar un problema tan acu ciante. Qu tiene su dificultad Es obvio. Tambin es absolutamente necesa rio pensando en un futuro. Muchas veces se escribe sobre un problema y casi nunca se dan soluciones. ste no es el caso porque a continuacin voy a relacionar lo que debe de ser prioritario para resolver esta preocupacin constante. Es bsica una campaa de concienciacin ciudadana, al igual que se hace con la l impieza, mediante por ejemplo una informacin regular a travs de los medios de comunicacin, charlas, conferencias dirigidas a padres, jvenes, nios y gente mayor, fomentar el uso del Parque Infantil de Trfico, acercar los agentes de la Polica Municipal a los colegios y, finalmente, crear cursos, expo siciones, concursos, excursiones. . . Espero que recojan el testigo aquel las personas que estn impl icadas en el tema, porque estoy seguro que harn el esfuerzo necesario para l levar a buen trmino todo aquel lo en lo que creemos firmemente. Elda se lo merece. 177 TEMAS CULTURALES Hablemos de Cultura (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Marzo de 1993) Hay que hablar sin parar. Una vez ms tenemos la ocasin de pedir la prcti ca de la Cultura. Pero qu es la Cultura Podramos plagiar a los que dicen: subl imes creaciones del intelecto o el producto areo de una clase selec cionada para ser expresado en tono teolgico, acadmico o universitario. Nos parece que no es para tanto, la Cultura la sentimos como una forma de vida dentro de las relaciones entre personas y como una labor eminentemen te humana. Eldenses como el zapatero, el albai l, el hombre de oficina o el ama de casa son tambin personas cargadas de experiencia humana que viven el ritmo his trico de la Cultura. Por eso no deben estar divorciadas del ambiente cultural, estn obl igadas a saltarse el grupo secular que les oprime y entrar a formar parte de las entraas vivas de la Cultura. Debemos seguir las huel las de aquel los grandes hombres y mujeres que prac ticaron una conducta cultural . No olvidemos que la incultura intenta raptarnos 173 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE para romper nuestro ritmo y convertirnos en servidores de unas circunstancias l lenas de fanatismo y represin. Tenemos que asistir al desarrollo cultural des de el escenario, no como simples espectadores. Hay que sentir el proceso vivo intentando dominar, sin complejos, la coherencia cultural. Estamos obligados a gritar, pidiendo todo lo que necesitamos para dar a la Cultura el movimien to vital y humano que ayude a crear nuevas formas de expresin. No hay que olvidar la cultura tradicional, debemos aceptarla simplemente por que es nuestra, adems es lcito que hagamos de ella una misin por aquellos adalides culturales (Cervantes, Quevedo, Velzquez, Goya. . .) que nos dejaron un legado con vala para nuestro placer individual. Esta Cultura nos da una felicidad colectiva, por ese motivo es una necesidad imperiosa que nadie pue de ignorar. Sera interesante que nos uniramos todos para luchar en contra de ese ene migo comn que intenta minar nuestros esfuerzos, salvar nuestra herencia cultural y, a partir de ah, continuar hacia delante intentado adquirir nuevas formas de independencia y contenido. 174 TEMAS CULTURALES Claustro de profesores del colegio Padre Manjn Colegio pblico Padre Manjn: Solidez y utilidad (Semanario Valle de Elda. 3 de septiembre de 1993) Si el pasado se olvida y el presente es ambiguo, la cultura desaparece. SOLIDEZ No s dnde he ledo lo que Vitruvio deca sobre el patrimonio pblico: Las obras culturales tienen que construirse con solidez y uti l idad. Este pensa miento fue determinante para todas aquellas personas implicadas en el pro yecto de las Escuelas Graduadas que despus hicieron real idad. Hay que reco nocer su cierta antigedad ahora se han cumplido los sesenta aos para recordar que est hecho con dignidad, soltura y una bel leza muy progresista para aquella poca. Quisiera recordar, al hablar de belleza, que las obras del patrimonio tenan un proceso arquitectnico muy distinto al que empleaban en la construccin de viviendas pblicas, sufriendo una valoracin muy pobre ante el desarrol lo de una sociedad industrial que vena arrasando con unos medios que en aquel la poca eran inalcanzables, ignorando el sentido cultural, y cmo no, de una histrica obra, profundamente bsica para la evolucin eldense. 175 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE No hace mucho tiempo conoc a un elderico, bastante maduro, que viva fuera de nuestra ciudad y me comentaba lo siguiente: Siempre he doblado viejas esquinas con mucho miedo. Y si la casa donde nac ya no est all Y las casas de mis amigos de juventud Son tantas las calles que he visto vacas de recuerdos o l lenas de edificios que me dan temor. Y mi escuela, qu ha ocurrido Le acompa, deseaba que l mismo viera la solidez. Cuando llegamos, se qued asombrado; le expl iqu que unos inquilinos y unos vigilantes organizados lo haban preservado, y su propietario actual pare ce tener inters en mantenerlo antes de derrumbarlo. Creo que experiment un sentimiento de alivio metafsico. UTILIDAD Desde el principio, los profesores se consagraron para que fuera una obra til, en una poblacin industrial donde proliferaban los colegios privados y exista mucha competencia. El colegio Padre Manjn se alz entre una interseccin que haba entre una economa favorecida por la burguesa zapatera y un semiemergente movimiento cultural del obrero. La trayectoria del colegio fue una continua modernizacin, basada en una coherencia que no tuvo ningn tipo de variacin; lgicamente ha tenido un cierto nmero de dificultades en una poca de guerra civil, pero en cualquier caso las actividades que desarrol la las debemos evaluar positivamente. Se alte raron unas coordenadas que no fueron bsicas porque el deseo cultural domi n perfectamente la situacin y el perjuicio del alumnado fue mnimo. Durante los aos cuarenta los profesores, al igual que muchas familias, esta ban abiertos al cambio en sus aspectos personales, sociales y culturales. Se exigieron al mximo, sin pensar en el cansancio; se marcaron una meta y la alcanzaron; miraban hacia delante, aceleraron ms que el contrario. Sus ecos resuenan actualmente de manera inequvoca. Este proceso de expansin ha continuado hasta nuestros das. Afortunada mente se abren nuevos e i l imitados horizontes, el bri l lo de la Cultura anterior sigue vivo y renovador. La configuracin borrosa no existe, al contrario, abun da el deseo de alcanzar mayor altura idea puntual que prevalece como una etiqueta buscando una genuina cultura eldense de ampl ia plural idad que pueda buscar insaciablemente lo nuevo, dominar el futuro y ser uno de los ejes bsicos para nuestro desarrol lo. 1/U TEMAS CULTURALES Homenaje a D. Emilio Disculpen la tristeza: Ha muerto D. Emilio (Semanario Valle de Elda. 29 de abril de 1994) Queriendo o sin querer ha entrado en la eternidad. Disculpen la tristeza. Ha llegado al cielo con su traje de maestro no faltara ms, cubierto con una boina que resbalaba con mucha frecuencia y firmando el contrato con el infi nito. No ha tenido que esperar un tren de madrugada porque su ltimo ges to fue el de un gran seor que sabe purificarse con las aguas limpias y crista linas. No pensar nunca en la muerte y dejar irse las tardes mirando cmo atardece . . .y morirme de repente el da menos pensado se en que pienso siempre. Manuel Alcntara 171 110 RETAZOS DE IA HISTORIA El DENSE Estoy seguro de la valoracin celestial que le habrn dado. Le observaron con curiosidad, l paseando su timidez y cierto deslumbramiento, desempeando con acierto su papel y repartiendo esas dosis de humor que echaremos de menos y que nunca se desvanecen. Penetr con integridad y mritos propios en el crculo de los elegidos. Uno se pregunta lo de siempre De dnde venimos Dnde vamos Pue de ser que Dios tenga la necesidad de hombres como D. Emi lio. l sabe a quin ha llamado. l le cre y le conoce, por eso nos lo ha robado, por que quiere disfrutar de su alegra, de su sonrisa y, cmo no, de sus gracio sas salidas. Averigua quin te dio esas ganas de morirte. Ha tenido que ser Dios. Ha tenido que ser Dios un da que estaba triste. No tiene otra explicacin. Manuel Alcntara D. Emi l io fue tantas cosas que es difcil encontrar una que le definiera por completo. Tena unos rasgos que nos descubran la ntima condicin de una excelente persona. Consigui cambiar el sistema de estimaciones por ser una institucin social; sobre cuyas bisagras se desplegaban las puertas que abran las cosas que tanto am: famil ia, amigos, profesin y su Elda. Podra haber sido zapatero no lo s pero result una de las vocaciones ms fuertes y absorbentes que he conocido. Logr la maduracin de la conviven cia entre docente y alumno con una rapidez endiablada, porque se mova ms en la ternura del corazn que en el si lencio. Llevaba una ventaja inicial a los dems, tena mucho adelantado porque gozaba de la infinita simpata que previamente haba sembrado. D. Emi l io es el fruto de una largusima experiencia vivida en su ciudad que le haba querido y le quiere. Es el resultado de unos sentimientos que pueden l la marse amor porque ha elevado a arte natural su condicin de maestro, y es ahora cuando nos permite alcanzar su ltimo y emocionado mensaje. Que desde el cielo haga pasar su real idad a todos aquel los que le queremos y le recordaremos. 178 TEMAS CULTURALES Reforcemos nuestra historia (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Junio de 1994) Todos aquellos que vivimos en Elda no somos una excepcin ante el flujo de expresiones tursticas, deportivas. . . Diariamente estamos inmersos en aconte cimientos y conmemoraciones, recibimos el bombardeo informativo desde cualquier punto de Espaa o del extranjero para que nos sol idaricemos y flo temos en las aguas de los salvajes de estos eventos. Entiendo que sean nece sarios para no ir en contra de un volver al pasado, y en contra de un avance al futuro. Mi devocin particular no es contraria al espritu de las conmemo raciones, que tienen su mrito, lo que no deseo es que todo este espectcu lo, generalmente importado, borre las huellas dejadas en el suelo por la his toria eldense, El pueblo de Elda siempre ha sido muy sensible a la aproximacin histrica y al distanciamiento emotivo que se deriva de las celebraciones. No pretendo pedir pbl icamente que conmemoremos acontecimientos importantes --recurdese la visita del presidente de la Repblica, D. Niceto Alcal Zamora , a Elda, el 16 de enero de 1932, o aquel 7 de septiembre, de ese mismo ao, 179 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE cuando se inaugur el colegio Padre Manjn, la estatua de Castelar con la asistencia de D. Miguel de Unamuno slo pretendo servir, a unos, de recor datorio para que tambin recuerden su historia personal, y a otros, para que conozcan la riqueza de acontecimientos que poseemos en esta ciudad. Tenemos que luchar por reforzar nuestra historia, pensando en que las futu ras generaciones encuentren su patrimonio intacto y bien administrado, que la grave penuria de conciencia histrica que ahora vivimos se convierta en pasado y se pueda recobrar una realidad que nuestros jvenes necesitan para resaltar la expresin cultural que el los se merecen. 180 EEMAS CULTURALES Ha muerto nuestro amigo Andrs (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Septiembre de 1994) Nuestro tiempo tiene una cultura social un poco atpica porque pone en ven ta unas formas que parecen fruto de sociedades en descomposicin y pro ductos del creciente fracaso de las normas. Me expl icar: cuando alguien falle ce y esta persona tiene un prestigio sobradamente conocido es cuando tiene ms amigos que nunca. Increblemente le salen por todos los sitios y en todas las direcciones. Estos amigos presumen de haberle conocido, de haber com partido mesa y vino, de pertenecer a su tertulia, tener sus obras dedicadas. . . En la mayora de los casos es mentira, es ms bien un oportunismo barato para quedar bien con uno mismo o con la fami l ia. En mi caso tengo que decir que conozco mejor dicho, conoca a Andrs Llo ret desde los primeros aos de la dcada de los ochenta, cuando Manolo Serrano me dijo que era yeclano y un poeta como la copa de un pino. No tard mucho en tener su amistad y comenc a leer su poesa. Pasado el tiem po le hice una entrevista que apareci en un programa de una televisin local . 1151 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE En numerosas ocasiones le visit en su casa, juntos pasbamos largas jornadas en aquel la sala de estar con un hermoso reloj, algunos cuadros y unas corti nas elegantes. Para l todo era recordar: su Yecla natal, niez, adolescencia, juventud, estancia en Madrid y las tribulaciones en el extranjero, todo lo deca con calma y mucho sosiego. Como estas visitas eran frecuentes le empec a conocer mucho mejor. Me gustaba me gusta su poesa y me encanta su pro sa, porque Andrs ha hecho una prosa muy suya, muy personal, as era la for ma de evocar a la mujer siempre a la mujer, a sus ancestros, al peregrinar por esos caminos de Dios y obviamente a su familia. Algunos amigos le pedimos que acudiera a nuestras aulas para que transmi tiera todo lo bueno que tena a los alumnos/as. Andrs jams puso ningn tipo de resistencia, su idea era encontrarse con los estudiantes eldenses de varias edades y contactar con las nuevas generaciones y estudiar su forma de ser y de pensar. Daba gusto verle deambular por los pasillos del instituto Azo rn o del colegio Padre Manjn, rodeado de chicos y chicas deseosos de cono cer al personaje y a su obra. Era un hombre humilde y sencillo, franciscano y poeta, distinguido, de formas refinadas y exquisitas. Su voz suave y calmada estaba llena de ternura. Era un hombre excepcional que tuvo que luchar hasta lo indecible para poder publi car su libro Rama de laurel. Cuando leo algunos de sus versos, el recuerdo cobra visos de grandeza clsi ca. Leo un acto de consagracin donde se humaniza el sentimiento, son algu nos poemas en los que el alma de Andrs se refleja en un autorretrato poti co. Su lucha en contra de todo lo negativo era diaria, sus guerras las llevaba dentro de l, porque el hombre es la medida del mundo y de s mismo tam bin; todas las batallas que en las almas se disputan son claramente las luchas que se libran en el exterior. Podemos decir que se nos ha ido un amigo, un trabajador de la palabra, un transmisor de la sensibi l idad y una persona que estar con los buenos maes tros de la literatura, porque l se lo mereci. Ha muerto un poeta querido y un escritor del mundo. Ha muerto nuestro amigo Andrs. 182 TEMAS CULTURALES Portada del libro Los Crticos Los Crticos (Diario Informacin. 26 de octubre de 1994) Delimitar conceptos siempre es un arduo quehacer, pero necesario. Mas si se trata de algo tan amplio y deslizante como decir qu es nuestra Tertulia, resul ta ms complicado. Con gran inters me enfrento al compromiso, aunque el tema sea difcil, con unos escarceos literarios con los que quiero remansar mis austeridades lingsticas y sentirme a gusto. Abro mi mente y me enfrento con la cuestin cardinal. Qu es una tertulia Puede ser un clula dentro de un ambiente cultural donde se puede elegir o amontonar saberes y observaciones, que muchas veces quedan con un aire de incierta seguridad. Puede ser hasta la broma de lentes negras capaz de des nudar la esencia de las cosas. Puede ser una aleacin de muy diversos aspec tos, que insiste, sobre todo en uno slo, y que por ello crea un horizonte muy preciso hacia lo cultural, con poderes para intercambiarse con otros tiempos, con otros mundos. . . 183 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENISE Las tertul ias, aparte que se han puesto otra vez de moda, estn ejerciendo una gran fascinacin. Hay ocasiones en que las personas deseamos l levar conti nuamente esa lmpara, que poseemos, para lograr una racha de luz en la pri vacin total de sta, porque muchas veces estamos ocultos en un mundo hos ti l en el que se siente la agresiva falta de luz cultural. No se trata de un viaje en cuyo final aguarda la revelacin del sentido de la vida, la maduracin del propio individuo o la feliz integracin del hroe en la sociedad. Sin embargo aparecen suti les testimonios de las inquietudes del hombre, incluida la bs queda de una nueva esttica cultural capaz de dar plena expresin a la sensi bilidad vital. Mucha gente se preguntar Es eficaz Sirve para algo Nuestra Tertulia s cumple estos requisitos. La Tertulia de Los Crticos inici su andadura con lento aprendizaje y algo ms que tentativas primerizas, procurando no tomar prestadas ideas de los dems. Cada uno de nosotros posee la andadura en la que vive, pero se entrevera con otras realidades cuando se crean ambientes apasionados. La grandeza de nuestra Tertulia est basada en que poseemos, en primer pla no, la amistad y despus la vida que se siente correr por ella, sin huecos ni vacos, como es la que normalmente rodea a cada uno de nosotros, el mun do propio de cada cual. Que quede claro que no estoy hablando sobre una postura romntica de la vida porque sera falsificar la realidad, sino de todo aquello que cristal iza con un profundo sentimiento de satisfaccin. No creemos que nuestra Tertulia sea una escuela de costumbres culturales donde rechazamos la participacin de temas decisivos. Hay personas que se atreven a decir que no nos interesamos por algunos temas candentes. No es que dejen de interesarnos, es que resulta difci l su tratamiento y el laberinto es demasiado intrincado para que valga la pena la aventura. Reunirnos todos los sbados es un enriquecimiento para nuestros saberes, hacerlo bien es un regalo, por eso nuestro presente y futuro ni exige ms ni permite menos. 184 TEMAS CULTURALES En busca de la educacin integral (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Septiembre de 1995) No hace mucho tiempo que se ha iniciado en Elda un nuevo curso escolar, los profesores y los alumnos ya estamos inmersos en nuestras respectivas tareas y todos esperamos unos resultados finales acordes con los deseos iniciales. Este aspecto necesita una reflexin dada la importancia que tiene, principalmente para el docente. La escuela tiene que lograr por encima de todo y de todos una educacin inte gral de los escolares, para encontrar la cal idad necesaria que les llevar a con seguir una formacin adecuada, y para que esto ocurra debemos programar unos objetivos fci les de desarrollar por profesores y alumnos. Los equipos de profesores tenemos que planificar unos objetivos formativos o educativos centrados en la bsqueda de la creatividad, memorizacin y traba jo intelectual, entre otros, sin olvidar que tenemos todo un curso para conse guirlo. Es indispensable apl icar el currculum escolar (actividades y objetivos a real izar durante todo el curso) para intentar dar a nuestros alumnos una edu 185 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE cacin integral . Es bsico que los profesores tengamos un alto nivel de prepa racin en la manera que nos toca impartir, adems de dominar la metodolo ga general e intentar convertirnos en algo tan elemental como profesores educadores, sin olvidar la necesaria participacin de los padres. Los alumnos intentarn anal izar los resultados de cada actividad, sern capa ces de tener una autocrtica para ver con buena objetividad cualquier aspecto del tema que se est estudiando. Si a esto unimos el conjunto de hbitos necesarios para un buen aprendizaje habremos dado un paso de gigante hacia la meta deseada. Si sumamos las competencias de profesores y alumnos, si buscamos un mni mo de aplicacin en los objetivos citados y si ponemos en marcha la expe riencia individual, estaremos en las puertas de encontrar la tan deseada edu cacin integral. 186 TEMAS CULTURALES Caricatura de Azorn hecha por Bagara Luis Bagara, caricaturista, visit Elda (Semanario Valle de Elda. 13 de octubre de 1995) En los aos veinte, Elda se haba convertido en una ciudad que calzaba a una Espaa sin turismo, y los problemas polticos imperaban como por inercia. Su demografa se increment hasta tal punto que se transform en una gran urbe donde exista un fenomenal ambiente laboral, complementado con un aparato cultural digno de tener en cuenta. Capilla, Garca Soriano, etc., fue ron los encargados de generar un proceso que se reflej en un peridico, conocidos por todos, l lamado Idella, medio de comunicacin que marc un hito en la historia eldense: En 1926 aparece el semanario Idella, que resista impvidamente los contra tiempos de la censura, incluida una suspensin; durante cinco aos, desde febrero de 1926 hasta marzo de 1930. Es por tanto el peridico de ms larga vida de los anteriores al Valle de Elda, y para quien esto escribe el ms presti gioso y de mayor cal idad l iteraria de la poca.) 187 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE sta es la Elda que se encontr Luis Bagara. Este cataln perpetu con sus lpices y carbonci l los, escenas y personajes de aquel la poca, dndoles unos matices irnicos y pintorescos. Azorn describi sus dibujos con pluma sensa ta y comentario real: En el arte de Bagara hay un sntesis de elementos diversos. A veces descu brimos en esas caricaturas vislumbres de un Bosco; a veces atisbamos reflejos de Goya; los modernos tienen tambin su representacin en esos dibujos tan sencillos en apariencia y tan complicados en realidad. Cuatro lneas le bastan a Bagara para representar una personal idad; pero estas cuatro lneas expre san la ciencia del espritu. Jos Capilla, director de Idella, hombre prctico e inquieto, al enterarse que Bagara estaba en Altea, pasando unos das de descanso, se dirigi, en com paa de Oscar Porta, para invitarle a visitar Elda y proponerle su participacin en un acto benfico. El artista acept y el da 10 de mayo de 1928, a las diez y media de la noche, se inici una velada eminentemente positiva. En el saln de conferencias del Casino Eldense, completamente lleno de pbli co, ocuparon la presidencia, D. Jos Toms, presidente del Casino; D. Rosali no Tordera, presidente de la Junta Administrativa; D. Jos Pay, secretario; D. Jos Capilla, director de ldella y los seores D. Antonio Porpetta y D. Jos Alonso Martnez, vicepresidente y secretario, respectivamente de la Asamblea de la Cruz Roja. Bagara disert sobre la tcnica de la caricatura, demostran do su ingenio, alegra y sutileza. Una vez que termin su magnfica conferen cia hizo alrededor de cuarenta caricaturas a todas aquellas personas que las solicitaron, lgicamente abonando una cantidad. El beneficio fue entregado (322,85 pesetas) a los representantes de la Cruz Roja, incluso el administrador de los peridicos madri leos El Sol y La Voz aport como donativo veinticinco pesetas. Una vez terminado el acto, Luis Bagara y sus anfitriones visitaron el Crculo Republ icano para terminar a primeras horas de la madrugada en la redaccin del peridico ldella. Los seores Bagara y Otaduy, con palabras que jams olvidaremos, elogiaron el esfuerzo que significa Idella. Y a los ojos de Bagara tambin los humoris tas asomaron unas lgrimas al or la lectura de una glosa de sus dibujos hecha por Amadis en Idella, en el ao 26, al emprender Bagara su ltimo viaje a Amrica. Nuestro director y Bagara se abrazaron con toda cordial idad. 188 TEMAS CULTURALES No sera lgico terminar este trabajo sin resear lo que dej escrito este cari caturista a peticin de los redactores: Elda, eres tan bel la y l iberal que no tie nes caricatura. Bagara. Bibliografa ) Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo II. Pgina 166. ( 2 Peridico Idella. 10 de mayo de 1928. Peridico Mella. 10 de mayo de 1928. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 190 TEMAS CULTURALES El Carrico La historia de un Carrico (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1996) La raz de todas las deficiencias emanadas de la guerra civil espaola radi caba en determinados racionamientos de alimentos y otros bienes de pri mera necesidad, en heroico contraste de cierta abundancia con otros aos no muy lejanos. Nuestro pas inici la postguerra con una serie de proble mas a los que tuvo que enfrentarse, pero la capacidad de reaccin de los espaoles estuvo presente y en algunos aos se super una crisis que pare ca interminable. Dentro de la sociedad nacen impulsos de autogeneracin para buscar salidas reales, la sociedad no se transforma. Esta teora se puso en prctica porque a la hora de realizar proyectos econmicos los efectivos del estrato medio fue ron creciendo gracias a la ambicin de las personas con unos ciertos recursos. Este proceso econmico se reflej en Elda donde las clases trabajadoras ini ciaron un proyecto viable, el cual desemboc en una industria zapatera muy significativa. 191 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE A mediados de los cuarenta no todas las personas tuvieron la oportunidad de mantener su tal lerico e introducirse en el mundo del calzado. Jul in Rico, apodado el matagal l inas ya conocemos el inters que tenan los eldenses de la poca para poner sobrenombres despectivos, tuvo que abandonar su oficio de carretero por una incmoda enfermedad y pensar en buscar una acti vidad que fuera factible con su situacin fsica y posibi l itar el mantenimiento econmico de su hogar. Estaba casado con Rosario Navarro, alma mater de la fami l ia, mujer preo cupada, como otras muchas, en colaborar con apasionamiento y honestidad para lograr una estabilidad tan necesaria en aquel los tiempos. Esta forma de ser y de sentir la llev a instalarse en la calle General Mola (hoy se denomi na Ortega y Gasset) para vender piedras de mechero, exactamente en la puer ta del local social que tena Falange, y lo hizo sin ningn tipo de habitculo. No tardaron mucho tiempo, Julin y Rosario, en convertirse en propietarios de un verdadero Carrico, instalado enfrente del Cine Col iseo. Fue una poca donde la oferta de gnero era muy escasa generalmente frutos secos aun que la ampl iaban en invierno con la venta de castaas y habas. En los aos cincuenta muchos eldenses tenan la costumbre como haban hecho sus antepasados de pasear por la calle Jardines, buscando una cultu ra social que estaba fundada en una primaca de valores cotidianos. La fami lia Rico -Navarro opt por instalar otro Carrico en la ampl ia acera del Teatro Castelar para dar mayor servicio a los ciudadanos y evidenciar su compromiso con la sociedad eldense. En esa poca existan en nuestra ciudad un nmero muy reducido si lo com paramos con los que hay actualmente. Eran siete los carricos ms emble mticos que funcionaban en Elda: tres en el Teatro Castelar, tres en la puerta del Cine Coliseo y otro en la antigua sede que tenan los autobuses de lnea regular, principalmente a Alicante. Es lgico pensar que estos pequeos nego cios mantenan la necesidad -demanda y eran elementos esenciales dentro del contexto eldense. Como cualquier otra dinasta eldense hubo un momento en que los hijos del matrimonio Rico -Navarro se hicieron cargo del negocio fami l iar. Rafael y Dolo res conocan perfectamente la estructura comercial del Carrico, como lo vienen demostrando a travs de los aos. No podemos obviar la buena idea que tuvieron estos hermanos cuando las empresas de frutos secos empezaron 192 TEMAS CULTURALES a comercial izar sus productos en bolsas de plstico. El los les hicieron la com petencia envasando pipas de girasol con una denominacin muy curiosa y altamente impactante El rey de las pipas. En la actualidad existen personas que lo recuerdan, adems de nuestros protagonistas, con agrado y simpata. Pasados algunos aos, ambos hermanos se consol idaron con su Carrico en el vrtice que forman la calle jardines con la Plaza Sagasta, donde estuvieron hasta el 25 de enero de 1994, en que se trasladaron justamente enfrente, como consecuencia de una modificacin vial de la ciudad. En la actualidad est ubicado este Carrico en el vrtice originario. La palabra carrico puede continuar acompaando a distintas generaciones, porque ha superado algn barbarismo, como kiosco, y quiz lo ms impor tante, ha vencido a la prisa, a la fatiga y a la dispersin social. Creemos que es una de las aportaciones a la cultura social por ser punto de encuentro de distintas parcelas estamentales, porque est cerca de la escuela, de la fbrica y de la oficina. Adems es base de cotidianidad de muchos de nosotros, y se nos presenta como algo esencial en la sociedad global y no como algo trivial o alternativo. 193 110 RETAZOS DE LA HISIOMA ELDENSE TEMAS CULTURALES Colegio Cardenal Cisneros El colegio Cardenal Cisneros y sus 25 aos (Semanario Valle de Elda. 28 de febrero de 1997) Son ya innumerables, sin lugar a duda, las sensaciones y muchos sentimientos a la hora de escribir en un corto artculo, lo que ha significado para muchos eldenses los ms de veinticinco aos del colegio pblico Cardenal Cisneros. Este centro escolar se inaugur en junio de 1970 y se construy en el patio del colegio Padre Manjn. Esta ubicacin suscit muchas polmicas por las con secuencias derivadas de la masificacin. (Tres aos despus exista una matr cula de mil trescientos cincuenta alumnos/as y el comedor escolar, con una capacidad para doscientos veinte comensales, en la misma fecha, casi se dupli caron las solicitudes). Lgicamente el Ayuntamiento evit un gasto considerable al no tener que adquirir un solar cercano. Es obligado valorar positivamente la actuacin de las personas implicadas por que gestionaron con rapidez su construccin y la crisis existente en Elda, por aquellas fechas, de puestos escolares, momentneamente se solucion. 195 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE El Grupo nuevo de Padre Manjn, como se le conoca entonces, tuvo que absorber el excedente de Padre Manjn y todos los alumnos/as matriculados en barrios de San Francisco de Sales y de la Fraternidad. Lo ms importante del colegio Cardenal Cisneros es que muchos hombres y mujeres de nuestra ciudad han tenido sus ilusiones juveniles y profesionales, han dado lo mejor de su vida a nivel pedaggico y deportivo. Hoy algunos han pasado el testigo de mano en mano y de aula en aula, y otros continan luchando con legtimo orgul lo, empeados en mantener ese hermoso esfuer zo de cada da para que la aventura educativa contine con latente fecundi dad hasta dentro de infinitos aos. Larga vida a este colegio! TEMAS CULTURALES SEMANARIO DE INFORMACIN LOCAL, DEPORTES Y ESPECTCULOS Cabecera del Valle de Elda El Valle de Elda, algo especial (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Marzo de 1997) El da 1 de septiembre de 1956 iniciaba su andadura un semanario local, como consecuencia de una necesidad para la ciudad y de la ilusin de unas perso nas que lo han l levado a superar el nmero 2.040 con dignidad, y estable ciendo una especie de corriente emotiva que se mantiene en la actualidad. No deseo mirar al pasado para encontrar ejemplos, no los necesito. Hace trein ta aos que lo conozco y entonces not un entusiasmo de los ciudadanos hacia el peridico. Este deseo condicion mi Val lemana para incorporarme a la real idad de los dems, porque a veces se plagia a otros cuando algo te impacta, y cuando ves que sus temas navegan por aguas eminentemente loca les. Es impresionante que su uso le enriquece ms que le desgasta, despl iega unos cuadros de costumbres y unas continuas estampas de pocas pasadas, e incorpora una ampl ia gama de informacin. El lector forneo queda sorprendido por la variedad y heterogeneidad de sus pocas pginas, en las cuales han aparecido unas personas capaces de dar una 197 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE leccin magistral en sus artculos. Elude el toque cmico y evita el toque tr gico, y sorprende sus muestras breves pero ejemplarizantes. Es curioso comprobar, semana tras semana, cmo muchos eldenses acuden al carrico a comprar el Valle. Lo entiendo. Su carcter proyectivo le da perso nal idad porque los que lo elaboran son capaces de distinguir, estimar y ejecu tar una coherencia comprensible y se puede ver hasta qu punto es as; el rigor se mantiene por la madurez y la experiencia, y el espritu siempre es el mismo. El Valle es un broche que todos conocemos por el brillo de su cerradura, por eso la cuestin es que este semanario sobrevivir porque no busca actitudes enfrentadas, ni fanatismo, slo pretende, y lo consigue, comunicar objetiva mente los sucesos acaecidos en nuestra ciudad. Es fruto de una larga trayec toria vivida sobre tierra eldense y el resultado de unos sentimientos que cum plen perfectamente con su oficio. Larga vida para el Valle. TEMAS CULTURALES Portada de la Revista de Fiestas Comentarios a una Revista de Fiestas (Ario 1955) (Semanario Valle de Elda. 6 de septiembre de 2000) Durante la dcada de los cincuenta, nuestra ciudad inici un desarrollo eco nmico y social muy espectacular, de tal manera que se convirti en un ncleo industrial y moderno. El crecimiento urbano fue muy significativo, y adems de las ampliaciones de los barrios de Huerta Nueva y de la Estacin, fueron apareciendo, ya en los sesenta, otros como la Feria, San Francisco de Sales y las Trescientas. Elda, ya en los cincuenta, se va modernizando en beneficio de los ciudadanos, el progreso se fue notando a lo largo y a lo ancho de la ciudad, gracias al impulso econmico basado en la buena evolucin de la industria del calzado, y por supuesto del movimiento demogrfico debido a la gran corriente inmi gratoria. Vamos a transcribir unas mejoras que escribi Francisco Martnez Navarro en su trabajo titulado Desarrollo econmico y cambio social: la industria del calzado en Elda (1950-1980) y publicado en el l ibro compartido Elda, 1832-1980. Industria del calzado y transformacin social, donde especi fica cuatro aspectos que demuestran este progreso: 199 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE - En 1952 tiene lugar el comienzo de la renovacin total de la conduccin de aguas potables, obras que se vern concluidas en el siguiente ao. - En 1954 se pone en servicio la primera red de alcantaril lado, as como la esta cin depuradora de aguas residuales. - Se procede, en el mismo ao, a la tarea de ir pavimentando, poco a poco, las diferentes cal les urbanas. - A partir de 1957 se inicia l instalacin del alumbrado elctrico fluorescente, que ir sustituyendo con el tiempo al tradicional y hasta entonces existente alumbrado de bombil las de luz amari l la. Vamos a adentrarnos en el ao 1955 para comentar algunos aspectos muy significativos, basndonos en la Historia de Elda de Alberto Navarro: - El 6 de febrero se constituye el nuevo Ayuntamiento con la incorporacin de los concejales elegidos en las elecciones de noviembre pasado. - El 14 de marzo se acord construir una va de enlace entre el Camino de la Estacin y la carretera de Monvar, abriendo lo que hoy es Avenida de Novo Hamburgo, con lo cual se evita la entrada de gran nmero de vehculos por el centro de la ciudad. El importe de las obras fue de 44.195 pesetas. - El gremio de la madera celebr su fiesta por primera vez en honor a San Jos en el da 19, sacando en procesin la imagen del santo, donada a la iglesia de la Inmaculada. - En este tiempo los eldenses ven con sentimiento la demol icin del chalet, fbrica y jardn de Los Bel lot, en el centro de la calle Jardines, en cuyo solar se abrira ms tarde la cal le Dahel los. - El 16 de mayo se sol icit al Estado la creacin de dos escuelas unitarias, una para nios y otra para nias en el edificio escolar construido por el Estado, sobre los terrenos adquiridos por el Ayuntamiento en la prolongacin de la cal le San Roque. sta es la escuela l lamada Ramn Nocedal . - En las Fiestas de Moros y Cristianos de este ao sale por primera vez en los desfi les y actos la Comparsa de los Marinos, que slo durara cuatro aos. Con el la eran diez las comparsas que formaban la fiesta. En septiembre de este ao se elabor una revista que, con el ttulo de Fies tas Mayores, tena el siguiente contenido: Aparte del correspondiente suma 200 TEMAS CULTURALES rio, la clsica foto del general Franco y el saludo de la Comisin, nos apare ce un trabajo de F. Bonmat de Codecido titulado Elda, ciudad hermana, donde nos comenta que cada vez que haca un viaje a Monvar, suba a la ermita de Santa Brbara, desde donde divisaba nuestra ciudad con verda dero entusiasmo: . . .cmo Elda iba derramando su grandeza por la sinfona de verdes de su valle. Centinela de las bellezas de estas tierras por el amor infinito que les profeso, contempl orgulloso cmo iba conquistando los prestigios que le caracterizan como una de las ms hermosas ciudades ali cantinas. El cannigo T. Rocamora en su artculo Religin y sacrificio califica el egos mo como elemento desintegrador de los elementos bsicos de la verdadera religin, contemplando a las imgenes de la Virgen de la Salud y del Cristo del Buen Suceso. Durante este ao, como en otras ocasiones, se celebraron unos Juegos Flora les, de los cuales fue Reina, Maribel Aguado Snchez, a la que Francisco Rico Botel la le dedic una poesa titulada: Paso a Su Majestad! Paso a Su Alte za!. Dicha reina tuvo su Corte de Honor que estaba compuesta por las siguientes damas: Carmelina Maestre Caldern, Vicenta Mira Verd, Lolita Aguado Vera, Inmaculada Jover Bel lot, Margarita Pay Aguado, Carmencita Esteve Jernimo, Sara Snchez Beltrn y Maruja Vera Vi llar, y se complemen taba con los pajes Esperancn y Mara del Pi lar Belmar Alonso. No poda faltar una magnfica poesa sobre la Alborada escrita por Jos Joa qun Gonzlez Pay. Alberto Navarro escribi dos trabajos muy interesantes: El Casti l lo de Elda y Los hal lazgos Prehistricos del pantano, en ambos nos acerca a unos aspec tos poco conocidos en aquel la poca, adems de darnos una completa leccin histrica. Se publ ic, tambin, una poesa de Rodolfo Salazar, titulada Can to a Elda industrial, que haba sido primer premio en la Fiesta de la Poesa el 10 de septiembre de 1920. Ricardo Mora en su trabajo Elda, ante el problema de la vivienda, nos hace un recorrido muy detallado de los barrios de la Fraternidad, Prosperidad y Pro greso, i lustrado con tres fotografas muy significativas. Los redactores incluyeron una poesa de Francisco Lal iga, que fue premiada con la corona de laurel en el Certamen de Al icante de 1884. 201 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDINSE Un aspecto determinante en todas las revistas que se publ ican durante las fies tas patronales son las poesas a nuestros Santos Patronos. Lgicamente en la que estamos comentando nos aparecen dos bel las poesas, dedicadas a la Vir gen y al Cristo, escritas por Rodolfo Guarinos Amat. Para que el recuerdo vuelva a numerosas mentes, y para comprobar todo aquel lo que se mantiene, al igual que lo desaparecido, vamos a transcribir completo el Programa Oficial de aquel ao: Da 6. A las ocho de la tarde, entrada de la Banda de Msica de Beniajn. A las doce, Alborada, traca y Palmeras. Finalizando con un CASTILLO DE FUE GOS ARTIFICIALES. Da 7. A las nueve y media, pasacal les por la Banda de Msica. A las once, actuacin de las marionetas de Talio. A las doce y media, concierto por la Banda de Msica. A la una y media, tracas. A las tres de la tarde, actuacin de una orquesta en el Casino. A las cinco y media, Partido de Ftbol . A las seis, actuacin de las Marionetas. A la siete, Solemnes Vsperas. A las ocho, Salve. Terminado este acto, disparo de una traca. A las once, Conciertos y Verbenas. Da 8. A las ocho, pasacal les por la Banda de Msica. A las diez, Solemne Misa Cantada. A las once y media, actuacin de las Marionetas. A las doce y media, Conciertos Musicales. A las dos, Tracas. A las tres y media, actuacin de una Banda en el Casino. A las cinco, NOVILLADA. A las seis, actuacin de las Marionetas. A las ocho, SOLEMNE SALVE Y PROCESIN DE LA SANTSIMA VIRGEN DE LA SALUD. A las once y media, Conciertos Musicales y Globos. A la una, Grandes Verbenas. A la una y media, Traca de Lujo. 2112 TEMAS CULTURALES Da 9. A las ocho, pasacalles por las Bandas de Msica. A las diez, Solemne Misa cantada. A las once y media, actuacin de las Marionetas. A las doce y media, Conciertos Musicales. A las dos de la tarde, Tracas. A las tres, actuacin de una Orquesta en el Casino. A las cuatro y media, Partido de Pelota. A las cinco, Partido de Ftbol. A las seis, actuacin de las Marionetas. A las ocho, SOLEMNE SALVE Y PROCESIN DEL SANTSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO. A las once y media, Conciertos Musicales. A la una y media, Castillo de Fuegos Artificiales. Terminado el mismo, Gran des Verbenas. Da 10. A las nueve, pasacalles por la Banda de Msica. A las doce y media, Conciertos. A la una y media, Tracas. A las cuatro, Concurso de palomas. A las cuatro y media, Partido de Pelota. A las siete, Conciertos de Orquestinas. A las once, JUEGOS FLORALES, actuando de Mantenedor el Excmo. Sr. D. Eduardo Auns. Terminados los mismos, Verbena de Gala en el Casino en la que se disparar un Castillo de Fuegos Artificiales. A las doce, Verbenas y Globos. A la una, Tracas. Para terminar no podemos olvidar la publ icidad que aparece en esta revista. No cabe la menor duda que este aspecto nos acerca al panorama comercial eldense y nos lleva al espacio social cotidiano, nos identifica con el soporte econmico y nos obliga a comparar lo que exista en aquel la poca y lo que tenemos en la actual idad. 110 RETAZOS 01 LA HISTORIA ELOENSL 204 rEMAS CULTURALES Sobre la educacin (Diario Informacin. 8 de diciembre de 2000) ltimamente se han ido resolviendo algunos problemas que tena pendiente la sociedad espaola en determinados mbitos, pero una cuestin prioritaria es la educativa. Creo que todos le damos la importancia que se merece, aun que siempre es difci l acertar en la orientacin necesaria, y esta situacin en la que nos encontramos, obl igatoriamente tiene que encontrar una solucin por ser uno de los pi lares bsicos del estado del bienestar. Uno de los aspectos ms significativos es la cada en picado de la natal idad. He ledo en algn peridico que presentamos la tasa de fecundidad ms baja del mundo: slo 1,07 hijos por pareja, cuando la tasa de reposicin sera de 2,2 hijos. Lo cual de continuar con las mismas caractersticas nos veremos abocados hacia un sobrante de alumnos y profesores, que se podra mitigar ampl iando algunos aos la educacin obl igatoria, aunque esta solucin podra producir algunos problemas inesperados. Sin embargo no podemos olvidar que puede 205 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE ser previsible que, dentro de algunos aos, se recurra a la inmigracin para cubrir los efectivos de la mano de obra, que estoy convencido que van a ser necesarios. Lgicamente se puede ampl iar el nmero de escolares, pero no olvidemos que esta situacin puede ser un nuevo reto para nuestro sistema educativo, que estar obligado a formar a los hijos de los emigrantes dentro de unas perspectivas bsicas (culturales, tnicas y religiosas) que nos hagan olvidar los problemas que estn viviendo en algunas poblaciones espaolas. Otro aspecto que debo destacar es el referente al obstculo que tiene la madre joven en nuestra ciudad si pretende incorporarse al mundo del trabajo. Estoy convencido que las autoridades educativas son conscientes de este problema y estn buscando determinadas soluciones. Desde mi punto de vista las posi bles soluciones podran ser: a) Promover la creacin de guarderas privadas mediante una financiacin en la que participara el Estado o nuestra Comunidad Autonmica de una forma ms directa. b) Crear una red pbl ica de guarderas, o sea, aplicar el mismo sistema que tenemos en la actual idad en Primaria y Secundaria. Existe una frase que omos constantemente y que aumenta sin cesar: Cada vez va habiendo ms fracaso escolar. Por los datos que vengo observando en determinados peridicos profesionales he podido comprobar que cada vez es ms elevado el porcentaje de jvenes que no superan los cursos de Ensean za Secundaria. Una consecuencia inevitable es el alargamiento de este nivel educativo, complementado por la obstruccin legal de no acceder al mercado de trabajo, lo contrario a lo que pasaba en aos anteriores. Espero y deseo que las autoridades educativas busquen una solucin para evi tar esta tasa de fracaso escolar y la evidente insatisfaccin que se produce en las fami lias ante tal situacin. Con el riesgo correspondiente se podra cons truir un modelo de educacin que estuviera basado en formar alumnos/as en los instrumentos imprescindibles para su futuro profesional, algo que sera un poco ms racional y prctico. 206 Captulo IV Materias variadas Visita del presidente de la Repblica a una fbrica Alcal Zamora visit Elda (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de noviembre de 1983) El 16 de enero de 1932 el presidente de la Repblica, D. Niceto Alcal Zamo ra, sali de Alicante, hacia las nueve y media de la maana, con direccin a Elda, acompaado por el ministro de Marina, subsecretario de Gobernacin, los generales Queipo de LLano y Riquelme, directores generales de Agricultu ra y Seguridad, diputados por Alicante, seores Cmara y Oarrichena, alcalde 207 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE y concejales del Ayuntamiento de Al icante, presidente de la Diputacin, perio distas y fotgrafos. Ms de veinte coches acompaaban al Hispano presidencial a lo largo de la carretera de Ocaa que estaba inundada de tricornios, campesinos, mujeres y nios, que aclamaban con vivas a la Repblica y a su presidente. Desde que se conoci en Elda la fecha de la l legada del presidente de la Rep blica, la ciudad empez a rebosar alegra y unos das antes empezaron a enga lanar la ciudad, como en el caso del arco que prepararon en la esquina de Antonio Maura, Avenida de Chap, por la cal le de Casto Pelez, con una sen tida dedicatoria al Sr. Alcal Zamora. Desde las nueve de la maana del da 16 todo el pueblo esperaba en la Ave nida de Chap la llegada de la comitiva y sobre las diez y media se divis el pri mer coche. Unos minutos antes, la Guardia Civil de Caballera sali a recibir al presidente y le dio escolta hasta la poblacin. Frente al Parque de Deportes estaba el Ayuntamiento en pleno y al frente su alcalde, D. Aquil ino Ban; otras autoridades, la Banda de Msica de Santa Cecilia, Juntas Directivas de centros polticos y del Casino Eldense. Su entrada a la poblacin fue un acto muy agradable y simptico. Mientras la banda interpretaba el Himno Nacional, el presidente se dirigi hacia donde estaban las autoridades municipales, en medio de unas cl idas ovaciones y recibiendo infinidad de abrazos y saludos. Es fci l imaginar el paso por las cal les en direccin al Ayuntamiento, todas engalanadas con banderas tricolo res; la multitud l lenaba las aceras y balcones a rebosar, todos dando vivas al presidente y a la Repbl ica. Cuando l legaron al Ayuntamiento, obligaron al presidente a que sal iera al bal cn, lo que hizo acompaado por el alcalde (momentos antes haban sal ido unas seoritas vestidas con lazos y bandas tricolores ondeando la Bandera Nacional). D. Aqui l ino Ban, en nombre del presidente, salud a todos los ciudadanos, pero estaba tan emocionado que no pudo terminar su saludo. Se hizo un si lencio y el Sr. Alcal Zamora se dirigi a la multitud con estas simples pala bras: Pueblo al l. Terminado este acto se desplazaron hacia la fbrica de Rodolfo Guar nos y ms tarde a la de Francisco Rivas Rubio, donde fueron obsequiados con un lunch. 208 MATERIAS VARIADAS Despus se dirigieron hacia los solares del Progreso y Fraternidad, donde esta ban instaladas las tribunas, acomodndose despus de que el presidente pusiera el cemento en la primera piedra de lo que meses ms tarde sera el monumento a D. Emi l io Castelar. D. Jess Gi l realiz un breve discurso. A continuacin se levant el Sr. Alcal Zamora y empez su alocucin elo giando con floridas palabras la memoria de D. Emi l io. Habl de la elocuencia y de la lealtad a la Repblica que posea el gran tribu no, diciendo que no se le puede tachar en momento alguno de deslealtad. Tambin habl de su modestia, del concepto que tena de su responsabilidad por incumbirle en su misin de encarnar la primera magistratura de la Nacin. El presidente continu diciendo que l sabr cumplir con esa misin igual que Castelar porque: . . .en todo momento puso la dignidad por encima de toda la pasin poltica. Concluy el acto con una salva de aplausos y vtores a la Repblica y la comi tiva se dirigi seguidamente al Casino Eldense. En este centro social, despus de tomar un vino de honor, el presidente pro nunci un breve discurso en el que agradeci todos los agasajos que le hab an ofrecido durante el da. Ms tarde, y seguido siempre por una gran multi tud, visit algunas fbricas y cuando le fue posible l ibrarse del cerco continuo a que le tenan sometido todos los ciudadanos, se introdujo en el coche con direccin a Al icante. Lo que no se esperaba el presidente fue el recibimiento que le hicieron al pasar por Novelda: vtores sin cesar y vivas continuos, obl igndole a bajar del coche y repartir apretones de manos con frases muy afectuosas. Bibliografa. Peridico El Luchador. 16 de enero de 1932. Peridico Diario de Alicante. 16 de enero de 1932. Alberto Navarro. Historia de Elda. 209 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 210 MATERIAS VARIADAS Elda, aos veinte Elda: Sus arios veinte (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1989) Hablar de una ciudad como la de Elda de hace sesenta y cinco aos nos obli ga a pensar si los sueos obsesivos de aquellos eldenses se han realizado o, por el contrario, hemos sucumbido ante un modelo distinto, por el cual habremos perdido nuestra propia identidad y la sensibilidad cultural necesaria. La adopcin de esos posibles criterios de nuestros antepasados pueden cons tituir un pequeo o gran giro respecto a la situacin actual, teniendo como elemento caracterstico una relacin laboral producida por la realidad indus trial y el modelo de ahora. Debo insistir en el carcter indito actual para poder introducir al lector en este pasado no muy lejano. Esta aventura consiste en dotar de nuevos ojos para comprender la forma de sentir, vivir y soar que configuraba la esencia de los eldenses de aquella poca. La dcada de los veinte convirti a Elda en una ciudad fsica, en una ciudad con alma, en un pequeo rincn que calzaba a muchos espaoles. Se trans 211 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE form en un pueblo que nunca se perda en el abismo de la desi lusin, que estaba completamente entregado a no perder el rumbo, que siempre era cus todiado por el esfuerzo y el sacrificio, y en un lugar donde el valor tena su asiento. Hay que considerar como aspecto importante el proceso de ciudadana, que era el nexo deseado entre ambientes sociales opuestos, y que en algunas ocasiones haca el papel de encargado de la distribucin vlida de los recur sos. Este proceso cultural que se desarroll durante aquellos aos, en el cual estaban inmersos todos los eldenses, bien como actores o bien como obser vadores. El movimiento demogrfico dio un salto de gigante, hizo que un ncleo de casas, a finales del siglo XIX, se convirtiera en una ciudad de gran categora. Muchos pueblos l imtrofes (Petrer, Sax, Monvar, Novelda) hicieron aumentar la poblacin con mucha rapidez. Este xodo diario reduca el de estos pueblos y converta a Elda en un efervescente lugar donde prevaleca el ambiente labo ral complementado por el ocioso. Bai les, teatros, Casino, agrupaciones artsti cas y culturales, crculos polticos. . . y ante todo fbricas; pocas ciudades de la provincia podan presumir de tantas y tantas fbricas de calzado. Y todo esto por qu Qu mejor explicacin que la de un articulista de la poca para comentarlo El hecho tiene una expl icacin harta sencilla. Elda es faro luminoso que atrae a cuantos sienten una rebelda material, a cuantos aspiran a dignificar en algo, en lo que sea, la indigencia de su hogar. Porque no hay duda: Elda, con sus pocas de intermitencia en el trabajo, con el amargo y efectividad de sus cri sis, es un paraje feraz en el pramo inhospitable que constituye gran parte del territorio espaol. Y Elda no cesa de asimi lar Estupenda potencia digestiva la suya! Cuantos l le gan a su seno se confunden al momento con los dems. Y superndose de continuo en lozana, en salubridad, adquiere para s y brinda a todos el bene ficio de su vivificadora expansin. Todo lo que actualmente nos impide vivir el sentido de cada momento de nuestra existencia la prisa, la prdida de relaciones humanas y la fatiga, en la poca que nos ocupa, los eldenses vivan una existencia cotidiana con un carcter contable, saban con mayor precisin la manera de ocupar una jor nada, aunque es obvio que diversas fracciones de la poblacin tenan distin 212 MAT ERIAS VARIADAS tos sistemas de actividad, aunque no eran muy significativas en este aspecto. Este tipo de iniciativa slo se poda l levar a cabo por ir precedida de una volun tad de conservar lo que constituye una perfecta programacin, herencia que no hemos sido capaces de asimi lar, ni de sacar lo esencial : la tradicin. Ms de un paseante ocioso profetiz en el si lencio de su alma lo que hara el modernismo al quitar paso a paso todo el vestigio de antigedad, aunque esta Elda de los aos veinte que vio nacer a nuestros mayores de hoy lo intent por todos los medios, apoyndose en las conductas de los mayores del maana. 213 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 214 MATERIAS VARIADAS Escudo de Elda en la esttua de Castelar Modificacin del escudo de Elda en los arios treinta (Semanario Valle de Elda. 27 de noviembre de 1992) En el proceso de la evolucin cultural de los pueblos, no podramos olvidar el decisivo influjo de la industria como una expresin econmica, y tambin como el vehculo ms directo para poner al alcance del ciudadano el acentua do consumismo. Lo ms grave es que el deseo se refleja casi exclusivamente en acaparar bienes y olvidarse de la cultura. Lo he comentado en alguna oca sin: El pueblo industrial est divorciado con el intelectual. Para m es mucho ms preocupante desconocer la historia de la ciudad que nos vio nacer. Es un fenmeno que se ha dado en todas las pocas y en casi todas las ciudades. La Historia de Espaa es el pasado de todos los espao les, y como tal pasado, nosotros somos el resultante de aquella historia. En algn sitio he ledo lo que dijo una personalidad sobre este tema: Uno de los defectos que tenemos los espaoles es el no leer ni estudiar la historia patria. 215 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE En Elda, a principios de la dcada de los treinta, hubo un problema relacio nado con su escudo, generado por el cambio de la Monarqua a la Repbl i ca. Fue a ltimos de agosto de 1932; el Monumento a Castelar estaba ter minado y, como bien sabemos, en el pedestal est el escudo de Elda, don de apareca la flor de l is que por derecho propio se haba merecido: El 23 de mayo se otorga a Elda la gracia del ttulo de Fidelsima y la merced de que, para eterna memoria de su lealtad al Rey, pudiera colocar una flor de lis en el punto de honor de su escudo de armas, lo que desde entonces se viene haciendo. . .) Se levantaron bastantes voces republicanas diciendo que dicha flor deba de desaparecer por ser un smbolo de una monarqua desaparecida. Este proble ma se plante en el despacho del alcalde, Aquil ino Ban, en el cual un repre sentante de la Comisin Ejecutiva del Monumento a D. Emilio Castelar demos tr documentalmente que el escultor se haba l imitado a esculpir el escudo de Elda con todos sus privilegios ) Esta reunin no sirvi para nada, la flor de lis desapareci del escudo en el pedestal y as contina en nuestros das. La sensacin de impotencia que sufrieron muchos eldenses la describe Pay Lira de la siguiente manera: . . .y cuyo mismo emblema ostentan multitud de poblaciones de Espaa en sus escudos, sin que nadie signifique la desaparicin de este adorno como adi tamiento, haciendo tabla rasa con las prerrogativas y facultades de nuestros antepasados y en que suponen ms patritico a ciertos espritus mezquinos, anular lo respetado en muchos siglos y no obteniendo los protestantes la sancin de la autoridad, recurriendo en forma inadecuada al presidente de la Comisin Ejecutiva, profiriendo anatemas en contra del Monumento por la gravsima falta de ostentar la tan discutida Flor de Lis. Concienzudo respe to y tolerancia a la Constitucin que exige la igualdad y respeto para todos! Queremos creer que no es mal iciosa, sino falta de criterio documentado, la aseveracin de los que opinan lo contrario. Pensemos en la historia de nuestro pueblo, y no en las impl icaciones polticas que comportan extraas circunstancias. Demos a los mritos contrados por los eldenses de otras pocas todo el valor que se merecen. Por cierto, podra el Ayuntamiento colocar la famosa flor de l is en el escu do de Elda que hay en el pedestal de la estatua de D. Emi l io Castelar Z16 MATERIAS VARIADAS Bibliografa. Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo I. Pgina 241. Escudo de Elda aparecido en la revista El Liberal de 1915. Pay Lira. Escudo de Elda. Revista Albor. 1934. 217 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 218 MATERIAS VARIADAS 4 1 11 - .111- . ,r ; 41, , - lar e l, .=.1.1mpoy, Castillo de Elda Rafael Romero fue dueo del Castillo (I) (Semanario Valle de Elda. 1 de junio de 1995) A finales del siglo pasado la industria zapatera de Elda experiment un cre cimiento muy significativo como consecuencia de las posibilidades existen tes en la fabricacin de calzado. El conocimiento de la tcnica y de la comer cializacin hizo que se establecieran fbricas a pequea escala para conver tirse, ms tarde, en empresas que daran trabajo a ms de cuatrocientos operarios. Silvestre Hernndez, Vera Hermanos y Bellot Hermanos eran, entre otras, las industrias ms destacadas en aquella poca. La de mayor capacidad de pro duccin, sin ninguna duda, fue la de D. Rafael Romero Utrilles. En sus talleres no existen otras mquinas que las de aparar y la dedicada al corte de suelas. Los cosidos se hacen todos a mano, que es el sistema positivo. El cosido mecnico y el clavado a mquina no responden a la duracin como cuando dichas operaciones son ejecutadas por la mano del obrero. 219 110 RETAZOS DE 1A HISTORIA ELDENSE sta era la organizacin de esta fbrica que produca diariamente ms de 800 pares de todas las clases, exportaba anualmente unos 297.000 pares y daba trabajo a 450 operarios entre hombres y mujeres. Este mismo industrial debi ser el primero que consiguiera un premio interna cional para Elda. En 1902, el industrial eldense Rafael Romero Utri lles acude con sus calzados a las Exposiciones Internacionales de Pars y Londres. Creemos que sta es la primera vez que el calzado eldense se exhibe en importantes certmenes fue ra de nuestras fronteras. Y el xito es rotundo. Los zapatos presentados por el activo industrial eldense consiguen medallas de oro y diploma de honor por la calidad de su fabrica cin y la bel leza de su lnea. ( 3) Por estas mismas fechas el castillo de nuestra ciudad estaba en muy mal esta do, con la amenaza permanente de un posible derrumbamiento que pudiera originar alguna desgracia como la ocurrida en 1932. A las siete de la tarde del 14 de febrero de 1932 se vino abajo sbitamente un muro del casti l lo. Sus gruesas piedras cayeron sobre la casa nmero 25 de la cal le de las Virtudes, destrozando el tejado y los muebles y ocasionando la muerte por aplastamiento del trax al anciano Salvador Pic Bald, de 74 aos de edad. Fue una constante lucha entre el Ayuntamiento y el desconocido propietario. En una sesin municipal (1913) los ediles demostraron su preocupacin y pidieron una solucin. Como de costumbre, esta peticin prosper. En 1915, un grupo de peritos dictamin la grave situacin en que se encontraba el Alc zar de los Condes y el Ayuntamiento acord: . . .que se requiera a los dueos de dicho inmueble para que procedan a su derribo de la parte pel igrosa, a cuyo efecto se l ibrar certificacin de ami l lara miento a nombre de quien aparezca, y caso de no aparecer a nombre de per sona alguna, se haga este requerimiento por medio de edictos en el B. O. de la provincia y sitios de costumbre, l lamando a los que se crean dueos o con derecho a la propiedad del referido casti l lo para que en el plazo de 15 das procedan al derribo y aseguramiento de los paredones y si pasado este plazo no comparecieran, proceda el Ayuntamiento al derribo a costa de aquel los hasta la indemnizacin de los gastos que ocasione.) 720 MAI FRIAS VARIADAS Bibliografa. La Regeneracin. Diario independiente de Alicante. 8 de septiembre de 1900. Alberto Navarro Pastor. Historia de Elda. Pgina 184. Alberto Navarro Pastor. Oh. cit. Pgina 149. ( 4 Sesin Municipal. 7 de abril de 1932. Alberto Navarro Pastor. Ob. cit. Pgina 241. 771 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 222 MATERLAS VARIADAS Castillo de Elda Rafael Romero fue dueo del Castillo (II) (Semanario Valle de Elda. 8 de junio de 1995) Una vez ms no sirvi de nada este requerimiento. Durante dos aos se publi c en el Boletn Oficial de la Provincia, e inmediatamente apareci el dueo. En octubre del mismo ao 1917 (sesin del da 7) ocurre una cosa inslita: el concejal D. Rafael Romero Utrilles manifest, sin ms, que, enterado de que el Ayuntamiento tena en tramitacin un expediente sobre el derribo del cas tillo, haca constar en la presenta acta que tal antiguo inmueble era de su pro piedad. Efectivamente, el concejal D. Rafael Romero era propietario del Castillo, como consta en la copia de la escritura, n. 14 del distrito notarial de Novelda. Segn la citada escritura, el Castillo de Elda fue adquirido en 1884 por D. Pedro Len Navarro Vidal y su viuda, Da. Francisca Maestre y Moll, se lo vendi, dos aos ms tarde, a D. Jos Navarro Abad, de Novelda. Que es dueo de un castil lo palacio, hoy solar, situado en la vi lla de Elda, del que no consta su rea, lindante por Poniente y Norte con el ro Vinalop, ace 223 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE quia denominada de siete caminos en medio, y por Levante y Medioda con las casas de las calles de las Virtudes, Pi lares y Plazuela del Casti l lo, cuya finca se haya libre de toda responsabi l idad y la adquiri por ttulo de compra de Da. Francisca Maestre y Molla con escritura autorizada por el Notario de Monvar, D. Jos Amo y Ban, el veintids de marzo de mi l ochocientos ochenta y seis, la cual se halla pendiente de inscripcin respecto a dicha pro piedad. Y teniendo convenida su enajenacin, Otorga: Que vende a D. Rafael Rome ro Utrilles el solar anteriormente descrito con todos los derechos y servidum bres que le corresponden por el convenido precio de cuatrocientas pesetas. , Despus de anal izar estos acontecimientos hay que pensar en la falta de visin por parte de algunos miembros de distintas Corporaciones, cuyo ni co inters era derribar lo poco que se conservaba. En febrero de 1919, el alcalde lo quiso destruir totalmente; menos mal que una Comisin nombra da al efecto se neg rotundamente y logr que se hicieran unas pequeas obras de remodelacin. Exactamente un ao despus, un grupo de concejales present un proyecto para cubrir una serie de necesidades urgentes que Elda demandaba, entre otras importantes propuestas haba una que consista en la construccin de un depsito de aguas en la parte alta del Casti llo, derribando los torreones y pare des para crear una magnfica arboleda que diera un buen aspecto a la entra da de la ciudad por la estacin. Quiz el desmesurado inters de los polticos locales en conseguir un puesto en el Ayuntamiento, para ms tarde mantenerlo, pudo ser la causa de que no hayamos recibido como un buen legado histrico y monumental nuestro Alczar. Bibliografa. Alberto Navarro. Historia de Elda. Tomo 11. Pgina 70. Escritura de venta a favor de D. Rafael Romero Utrilles ante el notario, D. Antonio Snchez y Vegerano. Novelda, 17 de enero de 1889. 274 MATERIAS VARIADAS :44*Yfft .. ..,.hi ..,..._.4......,...,.,z.... ..1..,.L...., _.,w..,d;,,-... ... 4. 1 1 ,..o.. -.1h4,_,-Z;. ..,,,, , , Z.,4, 1 -Z aert,.1.... er.... - 4 ser ...Z5 41 - .. 4 g.11, i , ..,,. :,4....,......1.....14.,......, 1.1:,.7,;1. 1 - `14Kfrj .1.41,5-50;..44.... 1 , . W.: 4 1 : ,,, . x , - - . )7 , . , . . arZor: tZi4, _ .ffa l I .1.4010 , fa. 4.5 : 6 4 44017 i,.2.,:- e, , Relacin de muerto La crisis demogrfica del siglo XIX (Clera morbo) (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1996) Normalmente cuando queremos analizar una epidemia de clera morbo en un punto geogrfico determinado, suele ser una aventura preocupante por la cantidad de inconvenientes que nos encontramos en el camino. En este caso resulta ms fcil porque tenemos en nuestro poder una relacin de la mayor parte de los fallecidos con nombre, apellidos, edad y, en algunos casos, la pro fesin, confeccionada por el entonces alcalde de Elda, D. Federico Maestre Linares, que nos ayuda a realizar una visin fidedigna de la epidemia ms gra ve que ha sufrido la ciudad de Elda. El clera es una enfermedad endmica en la India y epidmica en Europa en 1832, desde marzo a octubre, Pars enterr a 18.400 personas que nos ha invadido en distintas ocasiones. El agente productor es el vibrio, descubierto por R. Koch en 1883, que evoluciona de forma aguda inva diendo el intestino a travs de las aguas, que siempre estn contaminadas, o con el simple contacto directo con enfermos. Esta epidemia hizo aumen tar la mortalidad en Espaa, durante el siglo XIX, a unos niveles muy ele 225 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE vados, principalmente en 1885 donde el coeficiente por cada mil habitan tes fue de 37,9%. En el siglo XIX la tasa de crecimiento espaola estaba por debajo del equi l ibrio natural, y no se pudo iniciar la revolucin demogrfica que ofrecieron los pa ses occidentales europeos debido a la simultaneidad de altas tasas de natali dad y mortalidad, efecto que nunca permite un verdadero lanzamiento demo grfico. A partir de 1859 en que disponemos de datos del movimiento de poblacin es patente que ambas curvas se mantienen separadas con la sola excepcin de 1885 en que la epidemia de clera produjo una mortal idad superior a la natal idad. Elda sufri a lo largo del siglo pasado una serie de epidemias colricas que fre naron la tasa anual del 40%, lgicamente estos factores determinaron el corres pondiente dficit de crecimiento. Nuestra villa sinti los efectos de esta grave enfermedad en 1834, aunque parece que hubo menos vctimas que en otras poblaciones de la provincia. . . .aparecida en Orihuela el 16 de jul io yen Alicante el 22 de agosto, siendo la primera vez segn D. Gonzalo Sempere que esta enfermedad contagiosa haca su aparicin en Elda. La epidemia caus muchos estragos y en nuestro pueblo tambin hubo vctimas, aunque comparada con otras poblaciones fue ms bien un rasgo de la divina misericordia. En agosto de 1854 un barco procedente de Marsel la contagi a la ciudad de Barcelona, se propag por la ribera del Ter, toda la regin levantina y por el resto de Espaa. La epidemia comenz en el Indostn en 1842, alcanz Constantinopla en 1847 y a Vigo en noviembre de 1853. El foco de Gal icia pudo ser dominado. Pero, en jul io de 1854, la enfermedad se distribuy desde Barcelona a todo el litoral levantino. La epidemia acab en el mes de noviembre de 1856, regis trndose las ltimas vctimas en Huelva. Segn el Ministerio de la Goberna cin, los invadidos haban ascendido a 829.189 y los muertos a 236.744, lo que nos dara una letal idad del 28 por 100.( 4) Este suceso produjo, por ejemplo, en Al icante 1 .809 muertos, siendo la mayo ra nios/as de corta edad que, al no tener defensas, fue el grupo que ms sin ti la epidemia. Elda tuvo suerte porque apenas la not, sin embargo al ao siguiente, un 5 de agosto, hizo su aparicin. Pocas casas eldenses escaparon del sbito ataque. En la tarde del da 5 eran ya numerosos los casos de enfermedad, aumentando en todo el da 6 y la MAI LRIAS VARIADAS maana del 7 en que leemos amanecieron ms de ochocientos gravsima mente enfermos, muriendo en cortos intervalos muchos. Este crecido nmero de contagiados, en una poblacin de unos cuatro mi l habitantes, da fiel idea de la extensin e intensidad de la epidemia, y lo terrible de la situacin para los eldenses.( 5 ) Este suceso debi ser muy complicado por el empeoramiento de las condicio nes econmicas y por la disminucin demogrfica. Si buscamos el paralelismo entre Elda y Alicante en estas circunstancias, y relacionamos los estudios rea l izados en la capital, llegaremos a la conclusin de que el despegue demogr fico tard algunos aos. El tanto por ciento de las hembras sobre varones es de un 158,92%. Esto trae como consecuencia lgica la disminucin de la natalidad en los aos pos teriores, hasta que el equilibrio vuelve a establecerse. A todo esto coadyuva el que la mayora de las hembras fallecidas estn dentro de las edades que se consideran frtiles.) La economa eldense durante mediados del siglo pasado estaba consolidando una gran transformacin, la industria del esparto daba paso a la del calzado y sta, en 1885, se haba convertido en la primera actividad laboral de la villa. . . .durante la segunda mitad del siglo pasado, la industria del calzado fue aumentando aceleradamente su capacidad de empleo. Pero algo vino a determinar unas circunstancias negativas para esta floracin industrial que i lusionaba a casi 4.500 personas que habitaban en Elda. El cle ra morbo hizo su aparicin en el verano de 1885, convirtindose, posible mente, en la ms contundente epidemia que se haya conocido jams. Sabe mos que la Constitucin de 1812 cedi y confi a los Concejos los aspectos asistenciales, y la Ley de Beneficencia de 1822 apl ic las nuevas ordenanzas de esta funcin. En el la se obl igaba a mantener tres tipos de establecimientos: Casas de Socorro, Maternidad y Hospitales. Elda cuando sufri esta catstro fe contaba con el Hospital Provincial de San Francisco que cubra todo lo nece sario. Como se ve un pueblo en lo sanitario afortunado, tanto para los pobres, que encontraban asistencia mdica gratuita, como para los pudientes que tenan donde elegir en las consultas particulares. . . .. s Pero la vi l la eldense no estaba preparada como muchas otras para solucionar este tipo de problemas, ni otros muchos a los que actualmente no damos gran importancia. El 30 de junio de 1885, segn D. Federico Maestre Linares, alcal 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE de de la poblacin, se inici esta epidemia que afect mortalmente a 465 eldenses, aunque en su relacin slo aparecen 333. La primera vctima fue Dolores Lpez Vera, con 29 aos, casada, que muri y siempre manejando datos oficiales el 6 de julio; despus le siguieron otras personas de todas las edades, aunque los ms destacados fueron los nios/as con un nmero de 84. Podemos comprobar que el Sr. Maestre Linares no complet su ttrica l ista y tiene su expl icacin. Debemos reconocer que ambas relaciones coinciden en lo esencial, si bien en el registro Civil no se comienza a dar causa de la muerte hasta que no existe duda de la enfermedad (as, el da 5 de jul io hay un muerto inscrito a causa de enfermedad sospechosa), dadas las connotaciones y obligaciones que el reconocimiento del clera supona.) Este tipo de catstrofes desbordaba a los mdicos y a todas aquel las personas que colaboraban voluntariamente para evitar el contagio; adems las familias afectadas participaban en lo que podan. . . .cada vez que mora algn enfer mo se quitaba la silla que se acostumbraba a poner en la puerta de la calle, para que los mdicos entrasen. As con la si lla quitada, se aguardaba el tiem po suficiente para comprobar que la muerte se haba producido efectivamen te, y entonces se volva a poner la silla para que se llevaran el cadver. Una vez anal izadas estas circunstancias, l legamos a la conclusin de que las medidas preventivas en estos casos eran nulas, y algo que resultaba difci l conocer: el nmero exacto de fallecimientos. Hay que tener en cuenta a las vctimas de esta enfermedad, porque no todas lo fueron, y ah interviene el aspecto social, econmico y religioso. Bibliografa. Martnez Cuadrado, Miguel. La burguesa conservadora. (1874-1932). Cuadro de la evolucin de la poblacin espaola. Alianza Editorial. 1973. Pgina 101. 121 Artola, Miguel. La burguesa revolucionaria. (1808-1874). Alianza Editorial. 1971 Pgina 64. ( Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Caja de Ahorros Provincial de Alicante. Tomo I. 1981. Pgina 255. Nadal, Jordi. La poblacin espaola (siglos XVI a XX). Ediciones Ariel. 1973. Pgina 154. 228 MATERIAS VARIADAS Navarro Pastor, Alberto. Op. cit. Pgina 317. Pons Gosalbes, Salvador. Breve resea sobre el clera morbo asitico de 1854 en la ciudad de Alicante. Revista Alborada. Elda. 1981. ( 7 Valero Escandel, Jos Ramn. Elda, 1832-1980. Industria del calzado y transformacin social. Instituto Juan Gil-Albert. Ayuntamiento de Elda. 1992. Pgina 22 Fillol Martnez, Vicente. Elda hace cien arios. 1884. Club de Campo de Elda. Pginas 123 y 124. Valero Escandel, Jos Ramn. Elda 1885-1918: las ltimas epidemias. Revista Alborada. 1982. Navarro Pastor, Alberto. Op. cit. Pgina 346. 229 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 230 MATERIAS VARIADAS Grupo de jvenes Los inolvidables das de Pascua de los arios cuarenta (Revista Alborada. Diciembre de 1997) A partir de 1939, una vez finalizada la guerra civil espaola, se inici en nues tro pas una etapa de industrializacin cuyo objetivo principal era conseguir un exponente alto de autarqua econmica. De lo que verdaderamente se trata ba era de desarrollar los recursos necesarios para alcanzar una autosuficiencia econmica frente a otros pases. Este sistema econmico deriv en el fortale cimiento de las industrias de guerra y las de sus materias primas. Elda tambin sufri el retroceso industrial padecido en toda Espaa. Sobre todo por la falta de materias primas necesarias para la industria del calzado, aunque es verdad que aparecieron un nmero elevado de pequeas empresas con unos altos porcentajes de trabajo clandestino, principalmente aquellos que siempre hemos conocido como tallericos. La vuelta al trabajo de ciertas empresas no se demor un tiempo prolonga do, este proceso hubiera sido ms rpido si las restricciones energticas no hubieran descontrolado la puesta en marcha. Aun as el ritmo cotidiano 231 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE eldense se inici a principios de la dcada de los cuarenta con sucesos como la l legada de los Santos Patronos, la reorganizacin de la Comisin Gestora Municipal, la inauguracin del nuevo campo de deportes, varias obras en determinadas calles. . . Nuestra ciudad, como ncleo industrial, siempre ha tenido una inclinacin innata a las fiestas y al divertimento. Nos imaginamos por unos momentos la vida de los eldenses dedicados al trabajo excesivo y agotador, con pocos des cansos domingueros y deseosos de la llegada de cualquier fiesta tradicional . Recordemos un prrafo de Eloy Cataln en una revista de los aos treinta. As, podemos contestar a cuantos quieren torcidamente hallar un vicio de estas costumbres nuestras: Elda se divierte porque trabaja y trabaja porque se divierte. Y en esta cadena sin fin de efectos y causas, est la razn de la vida y la laboriosidad de este nuestro pueblo tan discutido y tan envidiado. Una de las fiestas ms emblemtica de Elda, en la poca de los cuarenta, era la que se celebraba con motivo de la festividad de la Pascua de Resurreccin que se prolongaba desde el domingo hasta el mircoles, aunque este ltimo da fuese laboral . Los escenarios era el Arenal, Santo Negro, Ta Gervasia y el Pantano, donde las familias y las pandillas pasaban la jornada jugando a la comba, culebra, prendas y a los pilares. Durante estos das los eldenses salan al campo a celebrar la reciente llegada de la primavera, aparte que esta alegra pona fin a la seriedad tpica de una larga cuaresma en la poca franquista. Atrs quedaba el Domingo de Ramos con aquel dicho tan popular en toda la geografa espaola: Domingo de Ramos el que no se estrena no tiene manos. Las palmeras bendecidas, colgadas de los balcones y la visita en la tarde -noche del Jueves Santo a los pocos monumentos existentes. El Domingo de Pascua era distinto, el ritmo acelerado por los preparativos des tacaba por encima de todo. En las cocinas se preparaba la fritada de conejo y las tortil l icas, las cestas se llenaban de frutas, algo de companaje y de las queridas gaseosas, con esas chapas que ms tarde serviran para jugar sobre el bordi l lo de la acera, y no se olvidaba la tpica bota repleta de buen vino, aparte de las monas que el da anterior haban visto amasar en los lugares ms significativos de la ciudad. 232 MATERIAS VARIADAS Algo que se convirti en un acontecimiento eran los vestidos de Pascua. Las chicas con sus batas, algunas con delantal, zapatil las blancas y la gran mayo ra con el pauelo a la cabeza, era el vestuario femenino de estas fiestas, sin embargo los chicos no tenan un modelo determinado, aunque prevaleca la camisa blanca, pantaln ms bien corto y un chaleco o un jersey fino de lana. El lugar de encuentro el lunes era el paraje del conocido Santo Negro y el mar tes se reunan en la Ta Gervasia, al da siguiente se dirigan a comer el atn de zorra al Pantano y, a partir de ese momento esperar a que llegara el da de San Vicente, momento trascendental ya que los chicos se encargaban de invi tar a sus parejas o amigas a comer, en correspondencia por las invitaciones realizadas por las chicas durante los anteriores das festivos. Quiz lo ms destacable de estas fiestas era cuando llegaba el momento en que el huevo de la mona era aplastado en la frente de un ser querido. En muchas ocasiones este acto era casi como una declaracin de amor, pues era normal la conexin entre parejas, por lo menos hasta el da de San Vicente. Estas fiestas desaparecidas tuvieron unos buenos momentos, eran una tradi cin con fuertes races y llevaban la ilusin a toda la poblacin eldense. Un escritor annimo (Revista Horizonte, de septiembre de 1931) describi per fectamente estas fiestas populares de la siguiente manera: Tarde de mona, corros, alegra. . . La vida que re en esas mocitas sencillas y bonitas, tpicamente ataviadas con bordaditos pauelos de seda, con sus caprichosos delantales, con sus alpargatitas menudas y dibujadas. . . En alegre, en educada camaradera con los mozos que las admiran y las elogian y que, a veces, influenciados por el inspirador medio ambiente, vierten en sus odos galanas, tremulantes frases que ellas, entre alborozadas y complacientes escu chan con un dejo de emocin. . . Idilios inolvidables de estos das que se suce den para aunar lo amable, lo excesivo y lo bel lo! 733 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDF.NSE 234 MATERIAS VARIADAS Maximiliano Garca Soriano y la Feria de diciembre (Semanario Valle de Elda. 5 de diciembre de 1997) Escribir un artculo sobre Maximiliano es siempre una agradable vivencia, por que este yeclano de nacimiento, pero eldense de corazn, penetraba en la vida cotidiana dando a conocer todas las situaciones positivas y negativas que viva Elda. Cualquier lector que se adentre en sus poesas, en sus prosas rima das o en sus zarzuelas, va a conocer el apasionado mundo eldense durante el primer tercio de este siglo. Su obra est repleta de temas eldenses que supo elaborar con sensibi lidad y ternura. Retrataba con una visin muy intimista cualquier suceso como, en este caso, la Feria de diciembre. Siempre es bueno recordar que en 1466, Juan II, Rey de Aragn, concedi a nuestra entonces vi l la la posibi lidad de que se realizase una feria anual . En un principio se celebraba a primeros de octubre, sin embargo Doa Juana, Reina de Castil la, el da 30 de jul io de 1510 cambi, por decreto, la fecha de cele bracin, pasndola a los primeros das de diciembre. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Fue en la dcada de los veinte cuando Maximi l iano con su seudnimo de Pepito Tafalera, en un trabajo para el peridico ldella, fechado el 10 de diciembre de 1927, escribi la siguiente prosa rimada: La feria est en su apogeo; ya lo veo!; y hasta las diez de la noche hace gen te su derroche de. . . paseo dulce y grato y as resulta barato el recreo hasta el abrazo de Morfeo. Ciertamente que la gente tan discreta, no teniendo una peseta por la escasez de trabajo, no se inquieta y se pasea a destajo gastando. . . slo sal iva por nuestra Plaza de Arriba y por la Plaza de Abajo. No perdamos, no seor, ni un solo momento de buen humor; y no nos impor ta un pito el latente sinsabor. . , porque teniendo apetito, re. . . re. . . rozagan te, que siempre habr un comerciante o tendero que nos fe con agrado, y. . . que espere, ay!, su dinero en pie si quiere, o. . . sentado. A la feria. . . ! A pasear. . . ! Hay que rer y gozar, hay que gozar y rer, que un ro es nuestro vivir que nos conduce a la mar, que es. . . morir! Entre otras cosas, Maximiliano nos dice que esta feria se ubicaba en la Plaza de Topete o de Arriba y la de Abajo, sumndose las cal les col indantes. Esta animacin que nos describe nuestro poeta no deba de ser la misma que unos aos anteriores, porque en 1922 los miembros que ocupaban el Ayuntamien to intentaron suprimir esta feria. Tambin en ldella y con el seudnimo de Graciano Soria escribi con moti vo de esta celebracin unas poesas muy curiosas que a continuacin vamos a transcribir: DE ACTUALIDAD Chica por la feria sola sin l levar al lado al novio Tengo en el pecho un agobio yen la garganta una bola. . . Es qu tu novio est malo Ms que eso. Hemos reido! mejor dira que ha huido para evitarse el regalo. 236 MATERIAS VARIADAS A dnde va, doa Ins Con mis hijas; con las tres, por si tengo fortuna de que en la feria, un ingls se me encapriche de alguna. Qu te ferias Un sombrero; y t, qu Una cachiporra Yo, nada; de enero a enero mi costumbre es ir de gorra. Dime; qu turrn prefieres El de esa chica mona que es reina de las mujeres de Jijona. Te seduce su palique. . . Yo lo que s te aseguro es que me gusta el de Enrique y. . . del duro! En ambos trabajos se nota una admirable unidad aparte de la espontaneidad y optimismo que Maximi l iano practicaba con mucha frecuencia. No sera jus to asomarse al pasado lejano (este ao cumpl ir la Feria, quinientos treinta y un aos) o ahora, casi final izado el siglo XX, sin recordar la atencin especial que dedic Garca Soriano a Elda cuando se celebraba o suceda algn hecho importante. 7 37 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 238 MAIERIAS VARIADAS Miguel Hernndez maldijo a Elda (Diario La Verdad. 2 de mayo de 1998) A l con toda mi admiracin. Una vez que termin la guerra civil espaola se erigi en Elda, como en otras tantas ciudades, un Monumento a los Cados donde se especificaba una rela cin de nombres y apellidos de aquel las personas que haban sido aniquiladas durante esta confrontacin fratricida. En nuestra ciudad fueron treinta y tres los que formaron esta ttrica nmina, entre el los personas que destacaron en el ambiente cotidiano, y algunos guardias civiles que haca relativamente poco tiempo que haban sido trasladados a esta Comandancia. Uno de el los fue Manuel Manresa, padre de Josefina, novia del insigne poeta Miguel Hernndez. A finales de abri l, antes de que Miguel volviera a Madrid, la fami l ia Manresa se traslad a Elda. Josefina escribi a su novio comentndole que el pueblo no le gustaba porque se hablaba valenciano, y el la no lo entenda. El autor del Rayo que no cesa, le contest animndola, l lamando a Elda Ese maldito pue blo, aunque no lo conoce. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Tenemos que matizar que el poeta oriolano era un hombre mal hablado como persona rural y como esplndido seguidor de Quevedo. Tenemos que aceptar su sinceridad, su expresin y sus rotundas palabras como si presagiara el tr gico final de Manuel Manresa. Era un autntico poeta. Por eso tena mucho de profeta y as lo demostr en una carta que envi a su novia Josefina: Maldigo siempre la hora en que le ocurri a tu padre pedir fuera (. . .) donde a lo mejor se organiza cualquier revolucin y pasa algo malo. En Orihuela todo el mundo conoca a tu padre y saban que era el mejor hombre del cuartel. Pero all nadie sabe nada, no se fijarn mucho en l. Adems ah, ni encuen tra trabajo tu hermana, si tu coses. . . El levantamiento mil itar de Melilla y un da despus en la Pennsula, no hizo pensar a los enamorados que ms tarde se iniciara una guerra civil que trae ra como consecuencia la muerte de Manuel . El 13 de agosto de 1936 nos lo comenta Mara de Gracia Ifach . . .se encuentran en Cox, paseando por el campo. La enamorada muchacha le hace una foto sentado en el suelo, junto a unas piteras, en medio de un paisaje mitad levantino, mitad africano. Se sienten fel ices, ajenos por completo a cuanto sucede en Elda. La familia de Josefina se dispone a trasladarse a Cox, donde se supone que estar ms segura. El da mismo, el guardia civil Manuel Manresa ha resultado muerto durante un tiroteo en el centro de la ciudad y junto a tres compaeros ms. Nuestro poeta sinti una profunda desolacin al enterarse, debido no slo a que la vctima fuera el padre de su novia, sino un hombre bueno y respetado por todos. ste era Miguel Hernndez. 240 MATERIAS VARIADAS D EMIi10 Castelar En torno a un centenario (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1998) Resulta penoso comprobar en 1998 (a menos de un ao del centenario de la muerte de D. Emi lio Castelar en San Pedro del Pinatar) cmo todava existen algunos sectores de opinin cada vez menos que desconocen la realidad documentada y arremeten contra la figura y obra de una de las personalida des ms destacadas del siglo XIX. Para algunos la idea poltica de Castelar es rechazada; sin embargo, muchos estudiosos estamos convencidos que es una idea actualizada aunque nos situemos en las circunstancias de su tiempo, don de sobresale su empeo pacifista e integrador. La imagen de Castelar fue objeto preferente de crticas injustas en los momen tos de crisis durante el siglo pasado, es algo que se entiende porque siempre se han buscado responsables de cualquier situacin negativa, sin embargo lo que no tiene sentido es que en la actualidad existan sesudos historiadores que denuncien una farsa castelariana o la implantacin de un sistema dicta torial cuando D. Emi l io dio muchas lecciones de democracia pura. 241 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Las visiones deformadas suponen un traslado de real idades en las mentes de nuestros adolescentes, siempre perjudiciales, y lo nico que pretendemos es real izar un esfuerzo objetivo para poner a D. Emil io Castelar donde se merece. Se puede simpatizar, o no, con un personaje determinado, pero creemos que no es lcito desvirtuar una labor poltica por la interpretacin de una frase ir nica, sin ms alcance que una simple evasin en un momento de tensin, siempre y cuando que dicha frase hubiera sal ido de los labios de Castelar, algo que no est demostrado. Son espaoles los que no. . . pueden hacer otra cosa. Estamos seguros que nuestro personaje nunca pudo real izar ese tipo de comentario. Despus de una ardua investigacin tuvimos la posibi l idad de encontrar al supuesto autor, y no era otro que un ntimo amigo de D. Emil io, el gran estadista D. Antonio Cnovas del Castillo. Castelar fue un liberal por encima de todo, yen el sentido ms ampl io de la palabra, muy cercano a la sntesis que dio Maran en slo dos puntos: Aceptar que la razn puede estar en el adversario, y no creer nunca que el fin justifica los medios. Sino que pueden ser los medios los que justifican el fin. Creemos que es necesario matizar que el l iberal ismo de D. Emi lio parta de la materia prima de una sociedad como la espaola en aquella poca, en la que apenas exista un mnimo pice de convivencia ciudadana, y dentro de las escasas relaciones socio -econmicas, porque todava quedaba un lastre deri vado de las viejas herencias neofeudales. Mantuvo una pugna difcil con cier tos representantes catl icos por el famoso artculo de la Constitucin que tra taba de tolerancia de cultos. Quiz estos seguidores del Papa romano desco nocan que nuestro personaje siempre responda a un criterio de convivencia, como bien lo demuestra en la fraternal amistad con su oponente poltico, Cnovas del Casti l lo, y con las posibi l idades que dio a otras personas con ide as muy alejadas de su forma de pensar. Cuando Benito Prez Galds publ ic su ltimo l ibro de la serie Episodios Nacionales los lectores pudieron comprobar una frase que dice uno de los per sonajes de la obra: Liberal y catl ico. Curiosamente el Papa Po IX haba dicho que el l iberal ismo era pecado y el mayor xito de Castelar fue demos trar que esta opcin era viable, incluso dentro de la monarqua borbnica, aunque en este caso era lgico que la Corona necesitara hacer el papel de integradora y, de rebote, conci l iadora. Entender el criterio castelariano ante esta situacin nos ha resultado fci l a travs de algunos textos de su extensa 242 MATERIAS VARIADAS correspondencia, donde se demuestra su general arraigo hacia lo rel igioso y en particular a la Virgen de la Salud, Patrona de Elda. Dentro de sus principios polticos, Castelar fue incapaz de caer en brazos de algn lder que le pudiera brindar los placeres pasajeros y los eternos dolores de la presidencia republicana. l era fuerte en sus decisiones y mantena una planificacin hasta que apareciera alguna perturbacin. Hemos ledo en algu na de sus biografas que en cierta ocasin coment: Hay que tomarme o dejarme como soy. Algunos personajes conocidos contemporneos de Castelar, pero de ideas dis tintas, se oponan a sus programas polticos y sin embargo le admiraban. Como el ilustre tribuno tuvo la aspiracin de hacer una Europa mejor y una sociedad espaola ms afn al continente tuvo sus detractores, y todo porque le falt una labor continuada debido a los golpes militares y asaltos revolucio narios, que convertan el proyecto en negros horizontes desprovistos de futu ro y abocado a la falta de porvenir. El nico aliado que no tuvo Castelar fue el tiempo; de haberse prolongado su mandato durante algunos aos ms algo difcil de suceder Espaa se habra convertido en una nacin poderosa y reconocida en el resto de Europa. La herencia castelariana es un patrimonio comn de todos los espaoles, los de ayer y los de hoy, no debe de ser un seuelo que perjudique creando dis cordia entre unos pocos. Por eso muchos polticos de nuestro tiempo debe ran asumir los tratados que pregonaba Castelar durante el siglo pasado, y seguro que se notaran los avances con transacciones coherentes, justas y lcitas. 243 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 244 MATERIAS VARIADAS 40 MORTALIDADELDENSEEN1918 20 0 --------- , / O N MUERTES N MUERTES POR GRIPE MORTALIDAD ELDENSE 5 4 POR GRIPE EN 1918 4 3 2 I I 111 ID MUHOMBRES JERES 0 ,. , 0 1, fi g ,S0 JP ,t P t p ,. , 1 1 Grficos realizados por: SONIA BAZAR Fuente: Histona de Ekla, de Alberto Navarro Grfico de la epidemia de gripe en el ao 1918 Hace 80 arios... La epidemia de gripe en Elda (1918) (Semanario Valle de Elda. 31 de diciembre de 1998) D. Antonio Maura, presidente del Gobierno nacional, estaba involucrado en ciertos procesos econmicos, as como en determinadas innovaciones. (Hay que recordar el plan de recuperacin naval, entindase, de la Escuadra y de la Marina Mercante). El ministro de Fomento, Sr. Gamb, estimulaba a todas aquellas empresas individuales con iniciativa propia para que ampliaran sus posibilidades de formar un futuro productivo. Elda viva unos momentos un pocos delicados, ya que en el ao anterior (1917) haba sufrido una huelga revolucionaria en la que tuvieron que inter venir las tropas del Regimiento de la Princesa de Alicante. Estaba finalizando el verano de 1918 cuando se produjeron las primeras muer tes causadas por una epidemia gripal que tuvo cierta importancia si la com paramos con la ocurrida en nuestra ciudad en 1885, en la que debido al cle ra murieron ms de trescientas personas. 245 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE La epidemia de gripe fue una consecuencia ms de la Gran Guerra europea, por la crisis de productos al imenticios que haba generado desde el principio 14.114 muertos, elevando la tasa de mortal idad en casi 12 puntos. Sus efec tos residuales se dejaron sentir en 1919 y 1920, aunque de modo muy secun dario. En relacin con el ao negro del dieciocho: 21.235 y 17.825 muertos respectivamente. Los primeros efectos en Elda se dejaron notar despus del verano; inmediata mente, la alarma produjo que por parte del Ayuntamiento se tomaran las medidas necesarias para evitar una mortal idad fuera de lo normal . Durante el mes de septiembre el concejal D. Francisco Alonso pidi con urgencia que se limpiara la poblacin, se extrajeran las basuras y se desinfectaran los locales. Alberto Navarro en su Historia de Elda, nos especifica las medidas de higiene que tomaron para erradicar la epidemia: 1) Extraccin del barro o cieno de la cal le General Castaos. 2) Hacer una pequea acequia para que las aguas del lavadero vayan a parar al ro y no a las acequias de riego, para evitar malos olores y la formacin de focos infecciosos. 3) Convocar urgentemente la Junta de Sanidad para adoptar las medidas necesarias. 4) Solicitar del Sindicato de Riegos la inhabil itacin de la acequia que pasa a espaldas de las casas de la cal le Alfonso XIII con objeto de evitar el peligro que para la salud pbl ica supone el estancamiento de las aguas que discurren por dicha acequia. En las grficas que acompaan a este trabajo podemos apreciar cmo se des arrol l el ritmo de defunciones mensuales, incluso los sexos, aunque en muchas ocasiones es difcil calibrar si las muertes ocurridas en este periodo de tiempo fueron como consecuencia de la epidemia gripal . Estos fenmenos causantes de una mortalidad suplementaria fueron cesando casi por comple to en Elda porque, a partir de esas fechas, no aparecieron epidemias tan fuer tes que derivaran en efectos catastrficos. 240 MATERIAS VARIADAS Los peridicos y la escuela (Diario La Verdad. 7 de noviembre de 1999) Cualquier proyecto educativo debe de tener en cuenta la cantidad de infor macin que el alumno/a recibe a diario fuera del mbito escolar. Segn una ltima encuesta que hemos realizado en un colegio pblico de Elda, los nios/as ven la televisin durante los das lectivos unas tres o cuatro horas, y los fines de semana de cinco a seis horas. Los estudiantes reciben dentro de la escuela una informacin que est per fectamente estructurada en tiempos y contenidos, sin embargo existe una informacin muy desorganizada que les l lega a travs de los medios de comu nicacin, por eso deseo destacar la importancia que tiene trabajar los peridi cos en el aula y util izarlos como instrumentos de aprendizaje. Esta experiencia la han real izado en algunos colegios madri leos con un xito muy significativo. Los maestros uti l izaron la prensa para que los alumnos/as obtuvieran conocimientos de Lengua Castel lana, Ingls, Conocimiento del Medio y Ciencias Sociales. El primer paso que dieron fue hacer una encuesta 7 110 RE IAZOS DE LA IISTORIA ELDENSE para conocer cunto tiempo empleaban en ver la televisin, escuchar la radio, or msica, leer la prensa diaria, tebeos o l ibros. Los profesores aprovecharon la motivacin que tenan los alumnos/as ante este experimento y result fantstico. Todo era cuestin de buscar en el peri dico del da la imagen o un texto que se pudiera relacionar con los temas que previamente haban elegido. La prensa es muy motivadora, quiz por lo que aproxima a la real idad. Dicha motivacin es precisamente el elemento clave para captar la atencin de los alumnos/as hacia el aprendizaje, adems me atrevera a decir que puede ayu dar a superar el fracaso escolar. Me imagino que en este experimento lo que se pretende es ensear a los alumnos/as a usar los medios de comunicacin, para que aprendan a verlos desde un aspecto eminentemente crtico. Me estoy refiriendo a la prensa, que es el medio ms cmodo para la escuela, adems el peridico se puede con vertir en un elemento esencial en prcticamente todas las reas del currculum escolar, porque por un lado le permite al maestro/a elaborar un material adap tado al mbito socio -cultural de los nios/as, y por otro lado puede aparecer una relacin ms creativa entre todos aquel los que colaboran en este tipo de aprendizaje. Otro aspecto donde parece estar demostrada su eficacia es que la prensa, como material de alcance, puede ser perfectamente una alternativa a determinados l ibros, incluso los alumnos/as pueden comprobar que sus conocimientos no estn slo en sus l ibros sino tambin en su relacin con la real idad. Puede ser una enorme posibi l idad para el aprendizaje el l levar los peridicos a la escuela. MATERIAS VARIADAS Teatro Castelar Elda, hace 100 arios (Diario La Verdad. 20 de abril de 2000) Las crisis econmicas de finales del siglo XIX, nacidas como consecuencia del problema colonial, afectaron, como siempre, a los campesinos y a la produc cin agrcola. Estos momentos tan negativos tuvieron como respuesta que el contingente agrcola no tuviera ms remedio que emigrar en busca de un tra bajo ms estable. En Elda, estas crisis no tenan cabida porque estaba viviendo una transforma cin bsica en los niveles ms destacados, basada en su aceleracin industrial, nacida de la conversin de fbricas mecanizadas de aquellos negocios, la mayora familiares, que conocemos como tallericos. Debemos de reconocer que los nuevos fabricantes de zapatos implantaron unos sistemas muy pecu liares de organizacin para poder desarrollar su actividad hasta unos parme tros muy significativos, y que sirvieron para marcar el camino de la industria actual, naturalmente mucho ms modernizada. 249 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Tambin en 1900 la ciudad vivi un cambio radical que la mayora de las per sonas no se lo podan imaginar. Nos referimos a la instalacin del alumbrado elctrico. No es difcil pensar el impacto que les supuso esta modernidad, que se inaugur el da 6 de septiembre, coincidiendo con la Alborada. Y como todo avanzaba, por estas mismas fechas fue cuando un grupo de eldenses pensaron en la necesidad de construir un teatro que tuviera las con diciones idneas para albergar cualquier espectculo de primersima catego ra. Efectivamente, enseguida se nombr una Comisin Gestora con el firme propsito de efectuar las primeras planificaciones de tan importante obra. Dicha Comisin estuvo presidida por Joaqun Amat Amat, Jos Pay Vidal y Lorenzo Juan Poveda, quienes tras conseguir colocar ochenta y dos acciones con un abono de inscripcin o entrada de 25 pesetas y una cuota semanal de 1,50. Fue tal el xito que el Teatro Castelar pudo ser inaugurado en 1904. La poca estaba para iniciativas, y por el lo, segn relata Alberto Navarro en su Historia de Elda, se decidi tambin acoger la iniciativa de construir un Casi no que a travs de cien acciones de 100 pesetas cada una, y una cuota simi lar de 1,50 mensual, lleg a abrir sus puertas en 1904. Es el actual Casino Eldense. 250 Captulo V Industria y economa 4 le.--~~elea*Itelelelele9egoelele~c~91 FABRICA DE CHOCOLATE I CONFITERIA Y PASTAS ENRIQUE GONZALEZ ns 4 41 w es Topete, 4 i ELDA 1 -1 , 3.....~9 , 4ele****e*eaea.eaeeeaelElalee.....110 w, Especialidad ell la fabricaciall de chocolete de esmerada elaboraciia DI EA : en, 11114 !Da Publicidad de la revista Llberal de Elda. Ao 1915 La publicidad eldense de los arios 20 (Revista mensual Vivir en Elda. 15 de febrero de 1984) Es obvio que los orgenes de la publ icidad comercial estuvieron basados en el enfoque de una buena direccin econmica, determinada por unas esperan zas (despus se convirtieron en real idades) de que los futuros consumidores conocieran los productos que se anunciaban con unos precios muy competi tivos, y que cubrieran las necesidades para las que haban sido adquiridos. El 251 110 RETAZOS DE LA HIS ORIA EI.DENSE espritu emprendedor de los industriales les haba obl igado a considerar muchas inversiones, agotando todas las posibilidades, y jugando un papel determinante en el desarrol lo de las sociedades econmicas, y por supuesto en pueblos y ciudades. Por eso, para realizar un estudio socio -econmico de nuestra ciudad sera sufi ciente con hojear algunas publicaciones de la poca, e ir analizando los dis tintos anuncios que constituyen un verdadero proceso econmico, y descri biendo una situacin muy caracterstica basada en una temtica que eviden ciaba los ndices de crecimiento demogrfico y econmico. La poblacin iba en aumento, lgicamente se consuma mucho ms, los productos eldenses estaban traspasando fronteras y acentuando unas condiciones de conjunto muy altas, el status general mejoraba progresivamente y era posible la inte gracin entre consumidores y los comercios, porque la pequea produccin famil iar era y es la unidad econmica bsica de todos los pueblos. La conexin entre el bienestar econmico de la poblacin y la publicidad era enorme. El valor real de los recursos estaba reflejado en el buen funciona miento de las ventas, aunque bien es verdad que en determinados momentos lo mismo exista un periodo de prosperidad como de depresin, aunque afor tunadamente abundaban ms los primeros. Siendo Elda un ncleo urbano relativamente pequeo, era lgico que ofrecie ra alguna resistencia ante el reclamo comercial, pero result lo contrario, fue oprimida con ms facil idad por la actuacin publ icista. Los comerciantes ejercieron suficiente atraccin sobre las personas, apoyndose probablemente en las oportunidades y ventajas que dieron en un principio. En el proceso de la aceleracin profunda de la industria zapatera es cuando se empieza a desarrol lar el cambio tecnolgico, y se produce una alteracin que se nota en la capacidad de la publ icidad desbordando los objetivos que se haban marcado. Con este crecimiento industrial se despert, en cierta mane ra, el inters y la preocupacin de los que tenan que vender sus productos. Su objetivo era evidente, aprovecharse de esta publ icidad para que el benefi cio apareciese claramente. Los gastos de las cuotas que abonaban era un dine ro que reportaba buenos beneficios, ya fuera en un diario local o en una revis ta septembrina. Es lgico destacar aquel las propagandas comerciales que seguan la poltica de impacto, l lenas de gracia, o las otras mucho ms serias, ms escuetas, que 2 INDUSTRIA Y ECONOMA tambin uti lizaron en numerosas ocasiones, aunque esta significacin ofreca unas lneas atractivas encontrando una revalorizacin para sus productos fue ra de lo normal. Eran notables las indicaciones que ofrecan, no eran simples notas aclaratorias, demostraban sus ansias de vender y hacan anuncios donde prol iferaban los productos mejores del mundo. La aplicacin de modelos en peridicos y revistas constitua una gama muy variada en cuestin de tamaos, desde un diminuto espacio hasta una pgina entera. Los dibujos destacaban por su ori ginal idad y atractivo, y eran dignos de trasladarlos a la actualidad. Aunque sera difcil, porque ahora se ha desbordado la publ icidad debido a la gran cantidad de medios propagandsticos que continuamente nos van obl i gando a consumir ms all de nuestras posibil idades. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 254 INDUSTRIA Y ECONOMIA El amanecer del calzado (Revista mensual Vivir en Elda. 16 de mayo de 1984) A principios del siglo pasado, Elda, que contaba con muy pocos habitantes, tena basada su economa en la agricultura. No existan grandes propiedades consolidadas, no se preocupaban de buscar una verdadera revolucin agrco la, les costaba mucho hacer una agricultura convertible y por supuesto no tenan una buena administracin agraria (difci l de detectar en aquel los tiem pos). La configuracin econmica tena en un principio una inclinacin hacia la industria. Esta aproximacin estaba basada en unas fbricas de papel comn para envolver y en la industria del esparto (que no era tan considerable como algunos piensan) que daban un determinado nmero de puestos de trabajo. Este tipo de industrias fueron progresando para no perder el tren del perfec cionamiento de sus medios de fabricacin. Sin embargo, este intento de con tribuir a formar un determinado modelo econmico fue perdiendo importan cia porque otras regiones superaron las nuevas estructuras con cambios ms 255 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE favorables y absorbieron toda esta industria, quedndose Elda en unas condi ciones que provocaron cierto estancamiento econmico. El decir cierto estancamiento implica el pensar que no fue total, y esto era debido al carcter de los eldenses, emprendedores, entusiastas y laboriosos, que demostraron una vez por todas que en determinados momentos u oca siones saben reaccionar con gran habi l idad ante cualquier crisis. Aquel los zapateros que se dedicaron exclusivamente a confeccionar los zapa tos de cuero para el poco uso que se haca de este artculo en el pueblo, se fueron convirtiendo en pequeos tal leres que hacan un corto nmero de botas y zapatos (el aparado, hasta que empezaron a funcionar mquinas para hacer costuras y pespuntes, lo hacan a mano). Las ventas de estos pares se efectuaba en las ferias y mercados de muchas regiones espaolas. Esos hombres arriesgados, dedicados completamente a desarrol lar sus indus trias, como Luis Castel l, Jos Pay y Gaspar Prez, que agruparon a sus res pectivos obreros en ampl ias casas y empezaron a real izar ventas al por mayor. Esta empresa que acometieron fue compleja, ardua y muy apasionante. Al empezar a progresar las industrias en Elda se not rpidamente una pro funda transformacin en sus estructuras econmicas. Este auge industrial hizo que se elevara vertiginosamente la demografa. Este proceso fue un poco lento porque no se produjeron evoluciones muy destacadas. Hay que pensar que eran muchos los elementos que intervenan y muchos los cambios tecnolgicos. Un alto porcentaje trabajaba en sus propios domici l ios. La expansin hacia las fbricas fue el resultado de la necesidad que tenan las industrias de estable cer una discipl ina regular en el trabajo, que normalmente no exista en los tal leres. La creacin en 1884 de los tal leres de Si lvestre Hernndez y Rafael Romero es, probablemente, uno de los grandes ejemplos de la poca preindustrial de Elda. Estos fabricantes emplearon un elevado nmero de obreros y, aunque tenan estudiado un buen plan de trabajo, en muchos momentos no podan cumpl imentar la cantidad de demandas que tenan. Pronto estos tal leres se convirtieron en verdaderas fbricas. En septiembre del ao 1895 tuvo lugar la inauguracin del primer edificio construido por cuenta de Si lvestre Hernndez y dos aos ms tarde fue Rafael Vi INDUSTRIA Y ECONOMIA Romero el que construy una bonita fbrica, donde ya tena algunos cente nares de operarios. Las verdaderas fuentes de riqueza aparecieron, ocasio nando un engrandecimiento fuera de lo normal. En un periodo de tiempo relativamente corto, Elda adquiri un nombre y una fama. Nunca esta ciudad ha visto surgir una estructura econmica tan importante, aun estando conti nuamente amenazada desde lugares internos y externos. La crisis econmica mundial afect en gran manera a la industria eldense. Los fabricantes se obl igaron a defenderse de los perjuicios que ocasionaba ese malestar general . Con mucho entusiasmo se dedicaron a la creacin de nue vos modelos con una lnea elegante y muy acertada. Es lgico que con tanta variedad de modelos tuvieran posibi l idades en distintas provincias espaolas, y durante determinadas pocas del ao, con esta escasa demanda trabajaban intermitentemente. No se dejaron l levar por el pesimismo, superaron con intel igencia todos los avatares, no perdieron las esperanzas y se esforzaron continuamente para hallar la solucin a la grave situacin econmica. Esto ocurra hacia el ao 1929. La industria del calzado ha atravesado momentos difci les durante algunas etapas de reestructuracin dentro de un marco de poltica econmica, situa ciones financieras embarazosas, y cmo no, participando en todas las crisis generales. Las voluntades de todos aquel los que estn impl icados en esta industria continan derechos al triunfo porque siempre han sabido resolver situaciones caticas y siempre estn preparados para cualquier eventual idad. Es un buen ejemplo! 151 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 258 INDUSTRIA Y ECONOMIA Ulikfr are- 90 FICIA Postal de FICIA Qu difcil es ser FICIA! (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1987) Resulta muy complicado encontrar un espritu en nuestro tiempo que sea capaz de alentar las ms diversas empresas dentro de un sector determinado. Quiz sea una visin sombra que no se abra paso ante una teora socioeco nmica contempornea, pues aunque existan matizaciones en la interpreta cin, todos coincidimos en que vivimos en un mundo hurfano de valores transcendentales, de empresarios cautos en sus proyectos, y de los tericos que generalmente producen cierto malestar con sus apreciaciones. Paralelamente existen unas personas imbuidas en unos sistemas morales muy voluminosos que se exigan llevar el estandarte del altruismo y del incondicio nalismo por obediencia al amor natural del lugar de nacimiento, y por la nece sidad de mitigar la difcil situacin econmica. Estoy seguro que estas perso nas no estn en la nmina de los salvadores de patrias, pero s en la de los triunfadores de grandes desafos. El proyecto de mejora en el sector del cal zado obsesionaba sus mentes, no se resignaban a buscar un remedio tempo ral, sus objetivos era a largo plazo, por eso el inters especfico lo construa el 259 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE criterio de elaborar da a da un movimiento positivo con mucha creatividad y con un espritu aventurero. As naci FICIA. Qu difcil fue! Lo primero que hay que decir es que la Feria es una realidad muy joven, y que hay que identificarla como una entidad dirigida a desarrol lar la misin de potenciar y proteger a todas las industrias que se desenvuelven alrededor del calzado. Fue creada para aglutinar individualidades que estaban al margen de la moderna sociedad industrial y defenderles de enemigos potenciales inter nos y externos, que l levaban consigo un proceso de creciente empobreci miento y, cmo no, el aumento de la indignacin general. Su funcin primaria la cumpl i con exclusividad desarrol lando un nuevo con cepto de poltica econmica que sirvi para real izar unos elementos bsicos y para adquirir una madurez que sera indispensable en el futuro. Su destino no le permita un cambio muy radical, pero s unas modificaciones sustanciales consideradas como unos medios de accin redentora. El espacio que llenaba (ms amplio de lo que se pensaba) era afortunadamente preocupante por la evolucin tan vertiginosa que estaba real izando, aunque era un espacio dema siado oscuro para los inmovilistas que injustamente luchaban para lograr su desaparicin. FICIA iba aumentando sus servicios, haba muchas industrias necesitadas de ayuda en una sociedad cada vez ms insol idaria con un smbolo de actitudes no participativas, que demuestra la firme inhibicin de un arcasmo social e industrial disfrazado de nuevo y progresista. Lo curioso es que esta institucin ferial reaccion con bastante rapidez, estableciendo unas directrices que con tina manteniendo: la bsqueda de nuevas formas de promocionar el calzado e industrias afines. Empez con mucho dinamismo el proceso de la exportacin, aprovechando el trampoln que le brindaron unas medidas gubernamentales que provoca ron: la suspensin de las reservas de divisas a la exportacin, la desaparicin del tipo de cambio mltiple, el ajuste de aranceles y la devaluacin de nues tra moneda. Tambin ha tenido la necesidad imperiosa de no vararse ante una crisis que sus sntomas surgan en un principio por una prdida de fe en el futuro y, de una forma especfica, en el resultado de una parlisis econ mica. Todo esto se originaba por el descenso de la demanda, por la dismi nucin del poder adquisitivo del mercado y por la falta de competitividad 260 INDUSTRIA Y ECONOMIA ante otros pases. Siempre ha procurado superar el continuo bamboleo eco nmico, olvidndose del desencanto de conductas individuales sumidas en la ineficacia. Su prevencin no ha sido una cuestin extraa ante las modi ficaciones acaecidas en las nuevas tecnologas, ni en las fuerzas productivas, y siempre ha logrado un incremento excepcional en desarrollar el futuro inmediato. Qu difcil ha sido! La complejidad de su tarea, no slo le ha llevado a privilegiar su formacin, sino que su figura tradicional le ha dado un herosmo y una unidad donde se pueden captar unas dimensiones histricas, econmicas y organizativas den tro de una realidad intensamente solicitada por los profesionales del sector. Continuando su trayectoria positiva ha real izado algunas alternativas con resultados inmediatos y transcendentes: la creacin del CEPEX (Centro Pro motor de Exportaciones) como un buen puntal para la exportacin y, un ao ms tarde, la exposicin de Oferta Permanente; necesidades fundamentales que han producido beneficios ante situaciones anormales por todos conoci das. Pero faltaba algo, una opcin obligada que permitiera profundizar den tro de la investigacin, anlisis e informacin de cualquier problema de la industria zapatera: la solucin fue INESCOP (Instituto Espaol de las Industrias del Calzado y Conexas). Cualquier proyecto resulta difci l ponerlo en marcha, porque los recursos eco nmicos estn en manos de la Administracin. En muchas ocasiones es prc ticamente imposible desarrollar un programa, pero cuando el dinamismo es una realidad los obstculos son menos y la resultante es una fe en la trascen dencia y una creencia fel iz en el progreso, abandonando la dimensin de infe rioridad y ese poder malfico que impide unas iniciativas permanentes. An as se ha convertido en la tercera feria mundial, con cincuenta y cuatro cert menes y ms de treinta mi l firmas expositoras, con unas expectativas ante la integracin de Espaa en el Mercado Comn muy interesantes, y dispuestos a continuar buscando nuevas promociones. Ya es una real idad histrica y una estela mvi l l levada a cabo por hombres que tenan ante el los un abanico de posibil idades, que continan planeando crear futuro, que desde cada punto de su recorrido han ido haciendo balance del camino real izado y no han seguido ms que un nico trayecto, el mismo de su meta primitiva. Suele ocurrir con cierta frecuencia que un movimiento his 161 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE trico se convierta en su propio enemigo, y que pasado el tiempo se inviertan los propios ideales que en un principio animaban el proceso. En este caso con creto el problema no se ha planteado, no han existido esos cambios que la voluntad pueda apartarles del curso de su ruta. Aun as. Qu difcil es ser FICIA! 2 INDUSTRIA Y ECONOMIA Fbrica de la poca La revolucin industrial eldense (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1990) Parece ser que la revolucin industrial, como disciplina histrica, naci en el siglo pasado en un contexto cultural anglosajn. Es lgico que la pionera de este estudio haya sido Gran Bretaa, a la que podemos considerar como la sede privilegiada de la revolucin industrial y, adems, extremadamente rica en elementos como edificios, maquinaria e infraestructura durante la poca de la primera industria. Este trabajo sobre la revolucin industrial eldense no tiene como punto de par tida una fecha simblica. Sera muy difcil y absurdo datar el inicio de dicha revolucin, porque son muchos los elementos que intervienen, ya que se tra ta de una lenta evolucin, en conjunto, de cambios socioeconmicos. Cuando el historiador Cabanilles vino a Elda en el ltimo cuarto del siglo XVIII, se encontr con un ambiente agrcola e industrial que estaba en un claro pro ceso empobrecedor. Los eldenses de aquella poca estaban buscando un des arrollo industrial y comercial en otros campos, porque el esparto estaba des 263 110 RL IA7OS DE LA HISTORIA El DENSE apareciendo de nuestros montes. Las 10.000 arrobas que se majaban para la creacin de diversos objetos, principalmente para hacer alpargatas, progresi vamente fueron desapareciendo. Creemos que el proceso zapatero se inici como consecuencia del dominio en la elaboracin de alpargatas (muy conocidas en toda la provincia), aunque dicho proceso de industrial izacin fue algo lento y ocup un largo periodo de aos, no producindose el espaldarazo industrial hasta finales del siglo XIX. Ao 1868 32 zapateros Ao 1875 71 zapateros Ao 1885 187 zapateros (1) A principios de siglo los fabricantes tuvieron las ideas claras y concretas res pecto al desarrol lo de la industria zapatera. Elda fue la sede de aquel mbito industrial progresivo para todos aquellos que con sus teoras y trabajos busca ban un significativo empuje a los zapatos. Por estas fechas se inici la mecanizacin de algunas empresas, una de ellas fue la de D. Rafael Romero Utri l les, que desde el principio instal la maquina ria necesaria para su gran desarrol lo y produccin, incluso parece ser que fue el primer industrial zapatero que dot a su fbrica de un aparato para que ficharan los obreros a la entrada y a la salida. La fbrica del Sr. Romero daba trabajo a unos cuatrocientos cincuenta emple ados, produciendo unos ochocientos pares diarios. 2, En 1902 este fabricante se march con sus muestrarios a unos certmenes que se celebraron en Pars y Londres, donde logr, en ambos, el primer pre mio que consista en unas medal las de oro con sus correspondientes diplomas. (Estoy convencido que este triunfo conseguido por el industrial eldense dio pie a la creacin de ese dicho Elda, Pars y Londres y no a lo que algunos pre tenden demostrar dando un significado jocoso, que a la mayor parte de los eldenses no les agrada). En los aos quince algunos eldenses deseaban potenciar la ruinosa economa agrcola haciendo manifestaciones, en las cuales pedan cuantos sacrificios sean necesarios, apoyndose en que la agricultura era . . . la riqueza madre, la riqueza por esencia, conservadora de todos los principios y de todas las ins tituciones sociales, sin detrimento o relajacin de los cuales jams se logra el progreso industrial . INDUSTRIA Y ECONOMA Sin embargo la industria zapatera, con los correspondientes problemas de la Primera Guerra Mundial, super dentro de lo que cabe la crisis, como lo demuestra la fabricacin de calzados para mi l itares. La empresa Eugenio H. Browne cont con la fbrica del Sr. Tobar, con otra que estaba ubicada en el saln Espaa, y la del Sr. Tudela, aparte de otras dos fbricas de Petrer y otra de Monvar. Estas seis fbricas producan alrededor de 2.000 pares diarios con un nmero de obreros que superaba los 1.500. Es obvio que la ciudad recibi unos buenos beneficios que paliaron los incon venientes que la primera guerra trajo a esa industria eldense que demostr estar en su mayora de edad. A mediados de la dcada de los diez, Elda contaba con ms de cuatro mil obreros en la industria zapatera, que consuman en materias primas ms de seis mi llones y producan por valor de diez mil lones de pesetas. La empresas ms destacadas en 1915 fueron: FBRICAS DE CALZADO Sres. Antonio Pujol y Compaa D. Antonio Maestre D. Casto Pelez Sres. de la Maza y Rosas D. Francisco Villar D. Francisco Garca D. Jos Mara Snchez D. Jos Mara Prez D. Jos Mara Busquier D. Jos Romero D. Juan Jos Pay Sres. Maestre y Paya Sres. Escandel l y Compaa D. Manuel Maestre Ferrando D. Marino Sempere D. Manuel Vera Prez D. Pedro Ortn D. Santos Vera Sres. Sirvent Beltrn y Rosas D. Tefi lo Romero 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Sra. Viuda de V. Vera Sres. Vera Hermanos D. Vicente Aguado D. Pablo Guarinos Juan Vda. de Juan J. Guarinos D. Antonio Botel la Vda. de Blas Amat Bel lod Hermanos y Zaragoza Mondjar y Navarro. Prez y Amat FBRICAS DE HORMAS D. Constantino Ban D. Marino Aguado y Hermanos FBRICAS DE CAJAS DE CARTN Sres. Maestre y Hermano Sra. Vda. de Juan Sempere D. Francisco Santos D. Pascual Ortiz ALMACENES DE CURTIDOS Sra. Vda. de Alfonso Rosas D. Higinio Maestre D. Francisco Antonio Vera D. Jos Pay (4) Bibliografa. } Valero Escandell, Jos Ramn. Las transformaciones econmicas en la Elda del siglo XIX. Revista Alborada. 1980. ( 2 Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Canals, Salvador. Revista Liberal de Elda. Nmero extraordinario dedicado a la industria y comercio. 1915. Peridico Liberal de Elda. Nmero extraordinario dedicado a la industria y comercio, 1915. 266 INDUSTRIA Y ECONOMA La economa sumergida (Diario Informacin. 5 de noviembre de 1992) Esta economa, no registrada oficialmente, es una forma de trabajo no regu lada e informal que ofrece una produccin de bienes y servicios a cambio de una compensacin en los mercados oficiales y no oficiales. En muchas ocasio nes esta produccin es muy consistente y est vinculada en muchas zonas de desarrollo monoindustrial, basado en una pequea empresa donde el carcter es muy diferente a la gran empresa oficial. Subrayar la importancia de esta economa significa aceptar por un lado una concepcin tan sustancial que su nico fin es resolver el problema de la sub sistencia como hecho prioritario, y por otro una concepcin formal del meca nismo de la oferta, demanda y precio. Nuestra provincia y nuestra ciudad hace tiempo que han acogido con genero-. sidad esta situacin tan desconcertante, unas veces muy cmoda y otras muy pel igrosa, defendida y condenada. A nivel poltico no se ponen de acuerdo. Hace aos, para la izquierda era un trabajo negro, una superexplotacin, y 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE para la derecha, una forma viable para que el libre mercado pudiera renacer. Ahora que el poder lo tiene la izquierda y la derecha es oposicin, cambian sus posturas anteriores. Eso quiere decir que sobre la economa sumergida las opiniones varan segn se est en el poder o en la oposicin. Lo que est claro es que, para el poder, la economa sumergida siempre ser un ngel custodio y para la oposicin un diablo advenedizo. Para algunos pol ticos del PSOE, en lo relativo a los puestos de trabajo, aseguran que estn cumpliendo, pero dentro de esta economa. Estos mismos polticos dicen que el paro est aumentando, porque muchos trabajadores de submarino se han dado una vuelta por alguna de las muchas oficinas del INEM. Esta actividad tan elemental en la base, se encuentra muy extendida y tiene una infraestructura evidentemente fantstica. Constituye una actividad eco nmica que poco a poco va adquiriendo su propia entidad y afianzando su raz hasta profundidades insospechadas. Nos est advirtiendo con dejar de ser una moda para convertirse en algo cotidiano, y todo esto dentro de una sociedad econmica que no se sabe si mejora o se ahoga. 768 INDUSTRIA Y ECONOMA Calzado de la poca Hace setenta arios... Se celebr un Concurso de Modelos de Calzado (Semanario Valle de Elda. 28 de agosto de 1998) A lo largo de la dcada de los aos veinte se vino realizando una serie de expo siciones y concursos en Elda sobre el calzado que tenan como finalidad esti mular a los industriales zapateros e incluso a los obreros. Los datos sobre el primer certamen nos los cuenta Alberto Navarro: . . .se celebr una interesante Exposicin Local de Calzados en el Teatro Cas telar, en el que participaron los principales industriales de entonces, conce dindose varias copas, diplomas y distinciones a los concursantes que mejor trabajo realizaron. El primer premio dotado con una artstica copa de plata fue concedido al industrial D. Francisco Martnez Orgils, quien desde entonces ostent el ttulo para sus fabricados la copa de plata, como marca de fbri ca. Inaugurada el da 6 y clausurada con todo xito el da 11. 769 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Aos despus (septiembre de 1928) nuestro amigo, ya desaparecido, Gabriel Poveda, con quince aos de edad, expona en el vestbulo del Casino Eldense tres cuadros al leo, reproducciones de los famosos l ienzos Luz y claridad, de Piola y El juicio de Paris y Ceres y Pomona, de Rubens. Al mismo tiempo se reunan bajo la presidencia de D. Francisco Alonso Rico, alcalde -presidente del Ayuntamiento eldense, D. Juan Guarinos Vidal, teniente alcalde; Trinidad Vera Garca, presidenta de la Federacin de Fabricantes de Calzado de Elda y Petrer; D. Francisco Martnez Orgi ls, fabricante de calzado (ganador de la copa de plata citado recientemente) y D. Joaqun Lara, modelista-patronista. Todas estas personas formaron el Jurado y tuvieron que dar, lgicamente, el vere dicto de este Concurso de Modelos de Calzado y otorgar el primer premio entre los zapatos presentados. Slo participaron tres concursantes: D. Carlos Vera Romero que present los modelos numerados del uno al once; D. J. Carpena acudi a este concurso con cinco modelos y D. Vicente Maestre present tres modelos, numerados del uno al tres. Despus de largas deliberaciones, los miembros del Jurado concedieron el primer premio a D. Vicente Maestre por la originalidad de sus modelos, especialmente el n. 1, que consista en un zapato saln copete Luis XV, con unos adornos de fantasa y algunas flores. El Jurado consider que algunos modelos tenan mritos suficientes para ser premiados. El peridico eldense ldella nos ampla esta situacin de la siguien te manera: . . . los presentados por D. Carlos Vera Romero, especialmente su modelo n. 4, que consiste en un zapato de saln charol azul y adornos fantasa barqui llo; por lo cual proponen al Sr. alcalde -presidente sea premiado este concur sante en la forma que estime ms conveniente para estmulo del mismo. El Sr. alcalde, de conformidad con la presidenta de la Federacin, acord: otorgar la copa de plata y un diploma que ser adjudicado al Sr. Vera Romero en premio a sus aptitudes y para que sirva de estmulo. Fueron muy importantes estas acciones y sirvieron para conocer la evolucin del calzado eldense, y como antesala de la ya desaparecida, Feria Internacio nal del Calzado. 270 INDUSTRIA Y ECONOMIA Discriminacin laboral de la mujer (Diario Informacin. 29 de diciembre de 1998) El tema que vamos a tratar viene siendo objeto de estudio desde mediados del siglo pasado, y se puede comprobar que las primeras aproximaciones no se l imitaban tan slo a constatar las diferencias tanto salariales como ocupacio nales, entre hombres y mujeres, sino que se daban ya intentos de expl icacin que posteriormente seran tomados como puntos de referencia. Bebel, defensor acrrimo del acceso de la mujer a todo tipo de ocupaciones, en 1897 ya haca alusin a las diferencias salariales entre hombres y mujeres y subrayaba: . . .que estas diferencias no slo disminuan el beneficio del empresario, sino que eran perfectamente compatibles con su objetivo de maximizacin. Este mismo personaje hizo un estudio sobre la distribucin de las personas asalariadas en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos a finales del siglo XIX y principios del XX, observndose a las mujeres concentradas en los sectores tales como: agricultura, industria, texti l, confeccin, l impieza, restau rantes y tabernas, servicio domstico e higiene y cuidado de enfermos. 271 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE En 1891, Sidney Weebb recab informacin sobre los salarios de los hombres y mujeres empleados en 110 establecimientos britnicos y 210 en Masachu setts, correspondientes a 24 industrias manufactureras, concluyendo que en general las mujeres ganaban menos que los hombres, no tanto por percibir salarios diferentes por el mismo trabajo como por desempear ocupaciones inferiores. Esta autor, tambin, anal iz las verdaderas causas de la desigualdad y lleg a las siguientes conclusiones: la menor fuerza de la mujer, su nivel de vida inferior, su dependencia con respecto a los miembros masculinos de su familia y su mayor tasa de absentismo. Considerando injusta esta situacin propuso como vas de cambio una mejora en la educacin de las mujeres y la modificacin progresiva de las costumbres de la opinin pbl ica, as como la afi l iacin de stas a los sindicatos. La reivindicacin a igual trabajo, igual salario apareci formalmente una vez comenzada la Primera Guerra Mundial, y sus defensores que se preguntaban sobre las causas de las menores percepciones salariales de las mujeres en rela cin con los hombres, sealaban que las mujeres real izaban trabajos menos valorados socialmente y adems reciban un pago menor en proporcin al tra bajo que efectuaban. Aunque en nuestro pas ha habido un escaso anlisis sobre este tema, sobre todo en el periodo histrico que estamos tratando ltimo tercio del siglo XIX y primera mitad del XX no podemos obviar las aportaciones de dos conocidas intelectuales de la poca: Emilia Pardo Bazn y Concepcin Arenal. La primera escribi en Nuevo Teatro Crtico en 1893, un artculo sobre la exposicin de los Trabajos de la Mujer, recin celebrada en Chicago, en el que describa la partici pacin de las mujeres gal legas en las faenas agrcolas que afirmaba . . .exigen una gran dosis de resistencia y fuerza fsica, lamentndose de que esta clase de trabajos realizados por mujeres hubiera sido silenciado en dicha exposicin. Concepcin Arenal hizo un trabajo sobre la mujer que apareci en el Boletn de la Institucin Libre de Enseanza, en 1891, donde subrayaba el desigual sala rio entre hombres y mujeres por un trabajo igual, y reivindicaba la supresin de cualquier obstculo y libre acceso de la mujer a todos los puestos de trabajo. Y para terminar, podemos observar la inferioridad salarial que en la actual idad existe en nuestra ciudad, aunque poco a poco la igualdad se va consiguiendo. Creo que todas estas constantes histricas han constituido un interesante punto de partida para cualquier tipo de discriminacin de la mujer en el mer cado de trabajo, principalmente en nuestros das. 777 INDUSTRIA Y ECONOMA Natalidad y economa (Diario La Verdad. 21 de enero de 1999) Los ltimos indicadores de natalidad en Espaa parece que estn por debajo de la cifra mgica de 2,1 nacimientos por mujer y alcanzaron la fatdica media de 1,2. Este porcentaje nos l leva a pensar que la poblacin tiende a disminuir y no tardar mucho tiempo en que se contabilice ms gente mayor de sesen ta aos que menores de veinte. Esta alarma se ha visto ms lejana al comprobar que despus de veinte aos ha aumentado la natalidad en nuestro pas, lo que nos hace concebir una cier ta esperanza, aunque no podemos ser optimistas y es necesario esperar algu nos aos ms para confirmar esta teora. Determinados estudiosos estn angustiados por la demografa decl inante que existe en Espaa, aunque los optimistas estn convencidos que la fecundidad se dirige hacia la recuperacin, basndose en el nmero de nacimientos regis trados en nuestro pas, quiz debido a ese gran grupo de matrimonios que han retrasado mucho la maternidad. 273 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSF En Elda desconozco los datos estadsticos, pero he real izado un pequeo son deo entre algunos matrimonios jvenes y la mayora ha coincidido en lo mis mo: la situacin econmica. Existe en nuestra ciudad un elevado nmero de mujeres, entre veinte y treinta aos, que todava viven en el seno paterno y no se deciden a formar su propia familia hasta que no se estabilice la situacin econmica y el aumento de empleo. Un matrimonio con una pequea industria nos confesaba que, ahora, estn decididos porque se han l iberado de los gastos de la boda y el piso, y que su situacin econmica va mejorando. Sin embargo existen futuras madres que piensan en la edad como factor importante, que su generacin ha esperado mucho a buscar la parejita. Otra situacin que prevalece es cuando en el matrimonio uno de los cnyuges ha sido parte de una familia numerosa y ha visto en su casa todos los proble mas que haba para educarlos. Incluso hay parejas con unos ciertos ideales que les condiciona mucho ser padres y dicen a ms hijos, ms responsabilidad. Si generalizamos, llegaremos a la conclusin que los jvenes tienen algn pro blema con la sociedad, porque si se les pregunta su opinin sobre los hijos y la pareja, casi siempre responden desde lo positivo. Pero me parece que todo est muy claro, que el verdadero problema est en la economa, aunque si matizamos y somos real istas, para que una pareja pueda vivir con un cierto desahogo econmico, es necesario que los dos estn obl igados a trabajar, y de esto se derivan los problemas para organizarse cuando aparecen los nios. 2/4 INDUSTRIA Y ECONOMIA Algunos aspectos socioeconmicos de los arios veinte (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 2000) Las primeras y acaso las ms destacadas tensiones conflictivas que existieron en Espaa, dentro de una sociedad industrial, se iniciaron precisamente en el ao 1917, donde aparecieron, no slo los focos habituales o tradicionales de la clsica inquietud obrera y campesina, sino una verdadera accin del prole tariado que, como fuerza, casi organizada, fue capaz de enfrentarse al poder. La huelga general de 1917 y sus consecuencias corresponden a un hecho his trico muy relevante en la moderna sociedad industrial espaola. Pensamos que esta situacin motiv una aceleracin del proceso industrial porque las demandas sociales al sistema econmico requeran mejoras y nece sitaban bienes y servicios. No ocurri tan deprisa como pensaban aquellos que buscaban soluciones a esta coyuntura, quiz porque la revisin fue muy lenta y existan algunas deficiencias claves dentro del sistema poltico. Durante esta dcada Elda estaba cubriendo poco a poco sus necesidades ms apremiantes, de las que podemos destacar las siguientes: 2/5 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 1921 .- El nuevo edificio del matadero ya estaba terminado, aunque pasaron algunos aos para poderlo usar. 1923.- Se inaugur el nuevo edificio municipal . 1924.- Fue creada la Sociedad de Fabricantes de Calzado de Elda y Petrer. 1926.- El Ministerio de la Gobernacin concedi el tratamiento de Excelent simo al Ayuntamiento. 1927.- Despus de sufrir muchos inconvenientes, el puente de la Estacin fue inaugurado. Nuestra ciudad estaba viviendo la lgica transformacin derivada de la indus trial izacin: nacieron nuevas fbricas; fue muy elevado el crecimiento del ncleo urbano y surgieron nuevas diversiones (equipos de ftbol, salas de fiestas, cines. . .) pero las diferencias insalvables entre empresarios y obreros continuaban marcando grandes diferencias. Un ejemplo muy claro lo tenemos en una peti cin que elev la Federacin Obrera de Elda a la Federacin de Fabricantes (mar zo de 1928) que consista en suspender el trabajo que denominaban mixto en los calzados Luis XV y la elevacin de los precios de la mano de obra en las cla ses manuales de dicho tipo de zapato. Unos y otros debieron de poner mucho por su parte porque no tuvo mucha transcendencia en semanas sucesivas. Quien exterioriz este problema y aconsej a ambas partes fue el peridico local Idella, que haciendo un alarde para armonizar la situacin, escribi lo siguiente: La industria del calzado pasa actualmente por honda crisis, aun cuando en la hora actual sean otras las apariencias por encontrarnos precisamente en la nica etapa del ao en que el mercado parece animarse. Un confl icto plante ado en estos momentos alejara a Elda de su cl ientela, de la cual depende tan to el elemento patronal como el obrero; tal vez fuera herida mortal, dado que existen muchos centros productores que emulan y quieren arrebatar para s (cosas lgicas) la produccin y el consumo. Piensen los obreros y mediten los patronos y no se dejen arrebatar unos y otros por impulsos irreflexivos que pudieran trocar la prosperidad de Elda en adversidad. Piensen los obreros que para pedir hay que pensar, no slo en Elda, sino en lo que los fabricantes de Elda puedan conceder ya que frente a el los estn los 276 INDUSTRIA Y ECONOMA fabricantes de otras plazas fabri les; y mediten tambin los patronos eldenses en lo mismo, con miras a que dentro de las posibi l idades el personal halle jus ta retribucin a su trabajo. Y ambas entidades, tanto la patronal como la obrera, reflexionen, al tomar sus acuerdos, en la responsabilidad moral en que pueden incurrir si obran l leva dos por la pasin, de ese odio latente que muy frecuentemente suele exterio rizarse entre elementos que, creyndose de diferentes clases, no son sino una en esencia puesto que en Elda no hay ms esclavos del trabajo. Sabemos que existan muchas oscilaciones industriales y momentos ms o menos interesantes. Lo que est claro es que la produccin del calzado del ao anterior (1927) no fue tan negativa. Las fbricas eldenses ganaron alrededor de treinta millones de pesetas. De esta cantidad podemos calcular que siete mil lones quinientas mil pesetas correspondieron a los beneficios de los obre ros y personal administrativo de los talleres (hemos calculado la cuarta parte de la produccin), y el beneficio industrial neto pudo ser del 5% sobre la pro duccin, es decir, un milln y medio de pesetas, que, sumado al anterior, nos da una cantidad aproximada de nueve mi l lones que fueron ntegramente al vecindario eldense. Fue una cifra que podemos considerar muy destacada debido al esfuerzo, constancia y trabajo de muchos eldenses, que levantaron poco a poco una industria que en la actualidad hemos recibido. El 17 de marzo de 1928, el Gobierno reconoci que la industria del calzado en Espaa haba logrado un puesto muy importante, por lo cual public en la Gaceta unas disposiciones que tuvieron especial transcendencia para nuestra ciudad, ya que era, quiz, la poblacin espaola con mayor coeficiente de pro duccin. A continuacin vamos a transcribir los puntos ms destacados de dicha Orden, para despus analizarlos: 1a A los efectos de la presente disposicin y en cuanto afecte a la proteccin de la industria nacional del calzado, de cualquier clase que sea y siempre que entre la piel como uno de sus componentes y en cualquiera de sus partes, se establece la federacin obl igatoria de todos los productores. El calzado de cualquier clase de fabricacin nacional, que, enviado a las Islas Canarias o posesiones del Norte de frica, sea devuelto a la Pennsula, podr reimportarse l ibre de derechos de Aduanas, siempre que se acredite su fabricacin nacional y la exportacin del territorio peninsular o balear. La con 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE dicin de ser productor nacional se justificar mediante certificado expedido por la Unin Nacional de Fabricantes de Calzado Espaol, bajo su ms estric ta responsabilidad, y la de haberse exportado a la Pennsula e islas Baleares, mediante la factura de embarque, expedida por la respectiva Aduana, y de la cual, en la reimportacin de que se trata, podr cancelarse su totalidad o la parte que sea devuelta. Para el comercio de pieles en general ser obligatoria la apl icacin del Sis tema Mtrico Decimal; pero en el caso que las compraventas, por tratarse de artculos extranjeros, se pactaran con arreglo al pie cuadrado ingls, se enten der que ste equivale a la superficie de un cuadrado de 0,3048 metros de lado. La circulacin de las pieles destinadas a la fabricacin del calzado reque rir, para ser autorizada y poderse realizar, el requisito de llevar impreso en for ma indeleble las dimensiones de cada una de las piezas. 4a.- Para la medicin de pieles en general se instalarn las correspondientes mquinas en las ciudades apropiadas al caso, a cuya adquisicin y sosteni miento queda obligada la Unin Nacional de Fabricantes de Calzado, que dando autorizada para cobrar un canon lo ms reducido posible para su explo tacin. 5 a . - Se otorga carcter oficial a la Escuela de Zapatera Artstica de Valencia, la cual actuar con los elementos necesarios para el cumpl imiento de su misin, quedando obl igada igualmente la Unin de Fabricantes de Calzado a dotarla y sostenerla en la forma ms adecuada. 6 0 . - La Unin Nacional de Fabricantes de Calzado tendr derecho para hacer contribuir a todos los fabricantes establecidos en Espaa, manuales o mecni cos, con las cuotas necesarias al cumplimiento de los fines antes indicados, y en proporcin a los elementos de trabajo o cifra de produccin de cada uno de el los. A los efectos de recaudacin de las mismas, quedan asimi ladas tales cuotas a las establecidas por las Cmaras de Comercio. 7 a . - Queda comprendida dentro de las industrias sometidas al rgimen de pre via autorizacin, de la competencia del Comit regulador de la produccin industrial, la fabricacin de zapati l las, siempre que figure la piel como uno de sus componentes en cualquiera de sus partes. 8 0 . - El calzado de fabricacin que se exporte al extranjero, Islas Canarias y posesiones del Norte de frica, podrn beneficiarse del rgimen de admisio nes temporales para las pieles en l empleadas que no sean de produccin 278 INDUSTRIA Y (()NOMIA nacional . La regulacin de este rgimen, las devoluciones de los derechos correspondientes y proporcional idades entre las clases y dimensiones del cal zado exportado y de las pieles empleadas en l, ser objeto de una disposicin especial . 9a.- En el caso en que no l legara a soluciones armnicas entre entidades pro pietarias de determinadas mquinas de alquiler y los fabricantes de calzado que las emplean, el Gobierno dictar las medidas que mejor correspondan a la defensa de la economa nacional en la produccin de que se trata. Una vez ledas estas ordenanzas podemos sacar las siguientes conclusiones: El Gobierno reconoci que la industria zapatera constitua uno de los secto res ms importantes dentro de la produccin nacional y que, por conse cuencia, era digna de la proteccin oficial necesaria para su adecuado sos tenimiento. El Poder crey necesario determinar unas medidas encaminadas a regular tan importante produccin que, habiendo sido exportadora hasta 1926, le fue res tringida esta libertad para procurar el abastecimiento del pas, pero estim la vigencia de dichas disposiciones restrictivas de la exportacin, porque exista una verdadera superproduccin del artculo, causando una crisis considerable, crisis que desencaden en una competencia ruinosa y algunos conflictos muy serios en determinados centros de produccin, que, como Elda, tanto en su aspecto social, como en las economas privadas, estaban supeditadas a este tipo de fabricacin, a sus similares y complementarias, que dependen de ella directamente. Estas disposiciones solucionaron el problema de la reimportacin de los zapa tos que se enviaban a Canarias o al Marruecos espaol, en el sentido de que podan ser devueltos a la Pennsula, cuando por cualquier causa hubieran sido rechazados por sus destinatarios, sin pagar derechos de Aduanas, facil itando as en aquel las poblaciones la competencia de los artculos extranjeros. Esta era una de las mayores aspiraciones de los fabricantes de calzado espaoles, y sobre todo por los de Elda, porque era el rgimen de la legislacin anterior una verdadera dificultad para el intercambio comercial de los zapateros nacio nales con sus cl ientes de aquellas ciudades. Es lgico pensar que esta nueva ley favorecera a todos aquel los fabricantes que venan trabajando durante algunos aos y tenan una cl ientela asegurada, sin olvidar que entonces era un mercado muy estimable. J79 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Otro aspecto bsico fue la obl igacin de federarse a todos los fabricantes de calzado y dar carcter oficial a la Escuela de Zapatera Artstica de Valen cia, obligando a la Unin Nacional de Fabricantes de Calzado a su mante nimiento. Dentro de este rgimen productivo se dio luz verde a la fabricacin de zapati l las, pero con la condicin de que uno de sus componentes fuera el cuero. Se estableci obligatoriamente el Sistema Mtrico Decimal para la medicin de pieles, obligando a la Unin de Fabricantes a instalar, a sus expensas, unas mquinas de medir en aquel las poblaciones con gran nivel de productividad. No podemos olvidar la obligatoriedad de abonar el canon reducido para el mantenimiento de dichas mquinas, ni la equivalencia en el Sistema del pie ingls, que pudo servir como unidad de medida en las operaciones de com praventa de artculos extranjeros. En consecuencia, esta Real Orden vino encaminada a proteger la industria nacional del calzado, puesto que la prosperidad que haba alcanzado l leg a constituir un motivo favorable para que el Gobierno le prestara ms atencin. Anteriormente a esta Ley, los fabricantes eldenses estaban acostumbrados a las intermitencias en el trabajo, ocasionando perjuicios irreparables a los obre ros, y a la bancarrota de los industriales que no tenan muchos medios a su alcance y no podan afrontar esa lucha tan encarnizada ocasionada por el exceso de produccin con respecto a la demanda. Estas disposiciones fueron eminentemente positivas para la industria del cal zado de nuestra ciudad. 280 Captulo VI Deportes y espectculos Orfen Sinfnico Eldense: Una realidad que engrandeci a Elda (Revista mensual Vivir en Elda. 16 de abril de 1984) Su fundacin provoc un cierto fervor popular porque era soado por algunas personas amantes de la msica. Algunas de stas ayudaron a D. Ignacio Juan Barcel a crear el Orfen. No fue fcil iniciar esta empresa porque en una ciudad industrial como era Elda, la mayora de los jvenes estaban acostumbrados a frecuentar los bares 281 110 RETAZOS DE LA IIISTORIA ELDENSE despus del trabajo. Juntar a estos jvenes con ganas de participar en esta actividad musical debi ser muy compl icado. Poco a poco fue aumentando el nmero de cantores y esta labor fue exclusivamente del director, D. Ignacio Juan. La sede social se instal en un principio en los altos del Bar Soler, que estaba situado en la plaza de Niceto Alcal Zamora. Unos meses ms tarde se trasla daron a la cal le Zorrilla, 2, a un local que tena la Compaa de Teatro de D. Ramn Gorg y que constaba de dos salones muy ampl ios, uno dedicado a los ensayos y en el otro, un barman muy conocido en esa poca llamado Vidal, tena un bar. Siempre lo he dicho, nuestro pueblo, creador de tantas real idades, estuvo a la altura de las circunstancias en ese aspecto cultural, y al ao de su fundacin, en este breve espacio de tiempo, aquel la idea en embrin se convirti en una bri llante realidad, l legando a alcanzar el centenar de orfeonistas que se reun an todas las noches a ensayar. La mayora eran jvenes que desconocan las notas musicales y nunca haban cantado ese tipo de msica, pero a fuerza de sacrificio y desvelos lograron una maestra y seguridad tal que l legaron a inter pretar obras muy difciles. Entre las personas adultas haba un grupo al que se le l lamaba El Alma del Orfen porque siempre estaban dispuestas a cola borar moral o econmicamente en cualquier proyecto o mejora. Este conjunto de hombres y mujeres, aparte de poner todos los medios que tenan a su alcance para promocionar el Orfen, se marcaron una base de autenticidad que les acompa a lo largo de su andadura musical . Pusieron todo lo necesario para aprovechar todas las posibi l idades y sembrar dentro del terreno musical una simiente que aos ms tarde continu dando sus frutos. Actuaron en muchas ocasiones, pero quiz uno de los xitos ms importantes fue cuando tomaron parte en un festival que se celebr el 1 de septiembre de 1933 en el Teatro Castelar. Interpretaron entre otras obras el Himno de Elda, dirigidos por el propio autor, D. Francisco Santos. Aqu demostraron el domi nio musical que tenan y las val iosas dotes que posean. D. Francisco Santos, persona enamorada de la msica (quien haya estado en su casa lo comprender rpidamente. Los pisos son baldosas blancas con dis tintas notas musicales, en la parte alta de la fachada principal tambin existen alegoras musicales), abierto a cualquier innovacin, l leno de grandes i lusiones musicales y con unas ideas tan claras que transmitan humanidad, luchaba con 282 DEPORTES Y ESPECTCULOS verdadero entusiasmo para conseguir que la parcela musical eldense lograra unas metas ms al l de las previstas. Celebraron el primer aniversario de su fundacin con una velada musical y potica. D. Jos Pascual Reig, que era tenor solista del Orfen, demostr sus dotes de poeta cuando dio lectura a un trabajo dedicado a su fundador que deca as: Elda, la ciudad adornada de balsmicas violetas, donde inspiran los poetas su trova ms delicada. La linda, la productora, en donde encontr armona y recibi meloda la msica soadora. Donde, un artista trovando form, de un canto, una flor, pas el tiempo y, con amor, le fue gustoso cuidando. Con gran esmero la riega, cuida su ptalo fino, y cuando ms le convino el pueblo de Elda la entrega. Y nuestra Elda querida, hoy luce en su corazn, esa flor hecha Orfen que tanto el artista cuida. Una curiosidad, en los estatutos del Orfen se prohiba, dentro del local social, todas aquellas discusiones sobre cuestiones polticas, sociales o religiosas. Dentro de una lnea renovadora planificaron una serie de proyectos, como ins talar una bibl ioteca donde tuviera cabida, adems de otros temas: libros bio grficos de buenos msicos y ante todo queran lograr un buen archivo musi cal . Tambin pensaron en organizar concursos literarios y dar unas veladas artstico -musicales con la colaboracin de personajes de mbito nacional . En 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Para terminar quiero citar un pequeo comentario que public la revista El Cronista el ao 1933 sobre esta entidad musical: Como sociedad artstica, necesita el apoyo de todos los que sienten el arte, y como eldenses, proteger a una entidad que tiende a alejar a la juventud de ocios perniciosos. 20,1 DEPORTES Y ESPECTCULOS Sensibilidad por el deporte (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Septiembre de 1991) Cuando uno anal iza la situacin deportiva de Elda, en estos ltimos aos, se siente verdaderamente optimista obviamente con algunas reservas por la cantidad de real izaciones que se han conseguido. Quiz la base de esta din mica est en la sensibil idad por el deporte, que es un hecho que podemos cal i ficar de gozoso. Es cierto que existe esta sensibi l idad en nuestro Ayuntamien to, quiz, no como colectivo, pero s entre aquel los responsables del rea deportiva. Y cmo no, ese colectivo deportivo que es el Centro Excursionista Eldense, donde los responsables encargados de las distintas reas son la sen sibi l idad personificada. Tienen por estandarte la conservacin de lo alcanzado y la proyeccin hacia un futuro deportivo que es una de las soluciones ms importantes a muchos problemas que nos rodean. Estas personas, una vez conseguida esta sensibi l izacin, se dirigen hacia un nivel de actuacin que pasa inevitablemente por unas medidas proteccionis tas para que tengan un margen de desenvolvimiento y los vectores del creci miento encuentren nuevas posibi l idades de expresin. 285 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENS E Esta tarea no termina ah y estas personas lo saben, por eso evitan la nostal gia y el pesimismo sntomas de desfal lecimiento y no desean volver a una situacin deportiva que ya ha conocido nuestra historia. Sirva este pequeo artculo para desearles todo lo bueno que se merecen, por que estn luchando por dar un servicio a un gran nmero de personas sin nin guna compensacin econmica. 286 DEPORTES Y ESPECTCULOS Banda de mslca Santa Cecilia La banda Santa Cecilia a principios de siglo (Semanario Valle de Elda. 27 de marzo de 1992) La msica de nuestra Comunidad es una de las manifestaciones culturales ms importantes que existen en toda la zona mediterrnea, que es cuna de famosos msicos y compositores, conocidos en el mundo entero, y en la actualidad la msica levantina est recibiendo un importante apoyo de dis tintas instituciones que sirve para elevar cada da ms una categora muy conocida y reconocida. Las bandas de msica son un fenmeno porque es ms bien un hecho inter pretativo que de composicin, marca el gran nivel de base musical del pue blo como dice Gonzalo Badenes Mas, crtico musical de El Pas, que ha diri gido la obra titulada Historia de la Msica de la Comunidad Valenciana. Este crtico asegura que el nacimiento de las bandas de msica se debe a los agri cultores del siglo XIX, que despus de realizar su trabajo se reunan a tocar algunos instrumentos de viento, y esta aficin desemboc en las sociedades musicales. 287 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE La banda de msica de Elda empez su andadura durante el siglo XIX, l le nando ao tras ao un vaco que el aficionado eldense estaba reclamando. Nuestra banda no pudo empezar mejor el siglo. El 10 de agosto de 1900 se celebr en Al icante un certamen musical donde compitieron las bandas de Novelda, Muchamiel, Cehegn, Bocairente y Elda. Nuestra banda iba dirigida por el maestro D. Ramn Gorg Soler, alcanzando un triunfo apotesico. Marcialmente formada entr en la Plaza de Toros, ejecutando el pasodoble de la zarzuela La Alegra de la Huerta, del maestro Chueca, estrenada en Madrid, solamente cinco das antes, y siendo recibida con atronadores aplau sos por el pblico que l lenaba el ampl io coso al icantino. Para interpretar la pieza obligada del concurso, Segunda Fantasa de la pera de Verdi, D. Ramn puso a sus pies la partitura, gesto al que correspondi el seor Predel l, presidente del Jurado y miembros de ste, cerrando las suyas. Antes de que los ltimos compases fueran interpretados, estal l una atrona dora ovacin del enfervorizado pblico, arrebatado por la magistral interpre tacin hecha por la banda de Elda. La obra de l ibre eleccin fue Guillermo Tell de Rossini, ejecutada con absoluta perfeccin y pureza. El Jurado, puesto en pie, manifest con sus aplausos su aprobacin a la labor real izada. El fallo del jurado fue fiel al reflejo del transcurso del certamen. El primer pre mio fue concedido a la banda de Elda, dejando desierto el segundo para mejor destacar la diferencia de cal idad entre sta y sus competidores. El tercer pre mio fue concedido a la banda de Muchamiel. Es fci l imaginar el recibimiento que tuvo la banda cuando lleg a Elda. Como consecuencia de este triunfo siguieron aos de intensa fiebre musical; bien es verdad que hubo alguna crisis, pero la aficin jams abandon su puesto. A partir de 1925 tuvo la banda Santa Ceci l ia este nombre lo man tiene desde el ao 1908 otra poca de esplendor. Toda Elda era en real idad una academia de msica. Bajo la mgica batuta del nunca bastante l lorado D. Ramn se agrupaba una nutrida banda; obede ciendo a mandatos y bajo el dominio de su vasta cultura musical que ya pose a en aquel entonces el joven e intel igente profesor D. Natal io Garrido, for mbase una no menos numerosa banda que, cual la anterior, sus ejecuciones eran sealados triunfos. Y por ltimo, bajo el conjuro de nuestro paisano D. 200 DF POR II.S Y ISPEC rAcutos Francisco Santos constituyse una numerosa orquesta que, como las dos enti dades anteriores, poda concurrir y equipararse, no con las principales de la provincia, sino con las mejores de la regin.( 2) D. Enrique Almiana se hizo cargo de la banda en un momento no muy posi tivo, pero poco a poco consigui duplicar el nmero de msicos, dar ms cali dad a base de ensayos y celebrar muchos conciertos. (Daban dos al mes en los salones del Casino y casi siempre con obras nuevas muy ensayadas). En la actual idad, nos consta que diariamente concurren a clase bien cerca de 50 nios, todos conducidos por el espejuelo de figurar un da en las fi las de D. Enrique; y como final, antes de un mes seguramente ampl iar su banda con los diez o doce alumnos ms sobresalientes. La banda Santa Cecilia continu trabajando para intentar conseguir otros galardones que recordaran a los eldenses los triunfos antes mencionados. Bibliografa. ) Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Tomo II. ( 2 Peridico della. 21 de agosto de 1926. Peridico Idella. Ibidem. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE 290 DEPORTES Y ESPECTCULOS Grupo de nias del C. P. Padre Manjn El deporte en la escuela (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Enero de 1993) Hay misiones en esta vida que destacan por su necesidad, por su sacrificio. Algunas interesantes, otras inditas, unas ms susceptibles de verse cumplidas (generalmente cuando hay buenos medios) y otras realizando alardes incon gruentes que desembocan en el fracaso. De vez en cuando aparecen algunas ms sugestivas, con innumerables ilusiones, llenas de esperanza, que consi guen un ambiente equilibrado durante los primeros aos de la vida de muchas personas. Me estoy refiriendo al deporte escolar. La poltica deportiva escolar est canalizando unos proyectos que, a medio plazo, pueden dar resultados importantes, siempre y cuando se mantengan dentro de unas directrices que sean capaces de vencer dificultades lgicas que aparecen en estos casos. Sera interesante que se pudiera instalar el futuro en el presente, aprovechando la buena predisposicin que existe entre escolares, para conseguir ese deseable progreso deportivo que tanta falta hace a nues tra ciudad. 291 110 RETAZOS DE 1A HISTORIA ELDENSE Los colegios eldenses tienen medios para que nuestros jvenes puedan prac ticar el deporte que ms les guste, aparte de la dimensin primordial que sig nifica: canal izar las energas, fabricar i lusiones y disciplinar un formato de vida que, sin lugar a dudas, es el ms saludable. Pero todo esto puede fracasar si no potenciamos la ayuda a muchos profeso res que estn real izando muchas y muy buenas actividades solamente con su entusiasmo y poco ms. No sirve agradecer profundamente su labor, no sirve hacer promesas que despus no se cumplen, estas instituciones vivientes necesitan una mxima atencin para que puedan dar ms sol idez a los cimien tos deportivos que estn colocando da a da. Mantienen el listn a una bue na altura, trabajando para el futuro, pero necesitan aportaciones interesantes para que la realizacin planificadora tenga el total apoyo que algo de esta envergadura necesita. Por ltimo lancemos una pregunta con triste realidad. Existe continuacin deportiva despus de la EGB El deporte en los Institutos de Medias y de For macin Profesional es otro tema que tendremos que tratar en otra ocasin. 292 DEPORTES Y ESPECTCULOS Carta a Santa Cecilia (Semanario Valle de Elda. 26 de noviembre de 1993) Querida Santa: Creo que sta es la mejor ocasin para valorar la labor de unas personas que se sienten hijos tuyos y que saben vivir la realidad musical del momento. Siem pre he dicho que llegar a esta realidad no es nada fci l, hay que buscarla. Es comparable al rayo de luz que rasga las tinieblas, haciendo desaparecer com pletamente la oscuridad. Tus hijos son personas que hacen saltar la chispa cultural, sin desbarajustes ni extravagancias, sin asustarse ante las dificultades que surgen cotidianamente. Estn predestinados a innovarse constantemente porque el arte musical es as, creo que no hay duda. Esto les obl iga a elevar el nivel de sus objetivos, ampl iando nuevos horizontes y aspirando a proyectos de mayor envergadura porque su empuje emprendedor les da derecho a ser ms ambiciosos, olvi dndose de esas crticas atpicas, siempre inti les, que nacen de aquel las per sonas que tienen muchas l imitaciones. 293 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Por este motivo, y con la abundante dosis de su optimismo prctico, me atre vo a decirte que tus hijos van a evolucionar positivamente hasta lograr una mayora de edad, con una rapidez vertiginosa, como si de un nio precoz se tratara. Tus hijos viven esta realidad cultural sin dificultades, asimilan todo lo que les ensean, con naturalidad, con sencillez, con esas aptitudes que surgen precisamente para lograr el xito, xito que todos desean desde lo ms ntimo de sus corazones. Con voluntad e ilusin, a travs de un camino bien cons truido, se l lega al final, se alcanza la meta. Bien sabes, querida Santa, que existen gentes sin criterio, sin dones ni ins truccin, que se consideran msicos. A estos hay que apearles del camino por donde andan tus hijos, porque son gente vulgar y negativa. Los tuyos luchan para que la msica se adose a nuestra alma, convirtindose en una parte ms de nuestro cuerpo. Los tuyos piensan tambin en esta sociedad que tanto les necesita y que est deseando recibir el arte que tus hijos l levan dentro. Somos innumerables los interesados que con emocin esperamos nos comuniquen, con sensibilidad e inteligencia, su sentir musical. Hace unos das lea a nuestro querido escritor Antonio Gala algo que me inte res bastante, deca: . . .razonar la obra de arte es difci l, razonar su sentido, imposible. Esta frase me hizo pensar que la msica no se expresa, se siente ella misma en su propia expresin. No s lo que piensas de esto, querida San ta, porque sus efectos varan segn quien la perciba, aunque la intencin del msico es, sin lugar a dudas, la transmisin de sentimientos y emociones que invaden las almas, sin dificultades ni falsedades. Esperando que contines cuidando a tus msicos -hijos con el cario de siem pre, te saluda. 294 DEPORTES Y ESPECTCULOS 7 CINE GLORIA - ELDA (Alicante) 1 BUTACA /7 1 161 Costa --G. Goded, S -Alicante Homenaje a los cines desaparecidos (Semanario Valle de Elda. 28 de octubre de 1994) Entrada del cine Gloria Para muchos eldenses que nos gusta el cine, aunque no lleguemos a cinfilos, la desaparicin de las salas de proyeccin siempre nos produce cierto mal humor, y al contrario, cuando se abren otras nuevas, la alegra es radiante y la satisfaccin continua. Por eso saludo con esperanza las que van a inaugurar en la futura Plaza Mayor. Este suceso demuestra que las televisiones no han vencido al cine todava, algo verdaderamente positivo. En Elda, desde los aos sesenta hasta los actuales, hemos visto nacer nuevos cines y desaparecer otros muchos. Un edifico repleto de viviendas es mucho ms rentable que un cine. Parece como si todo esto estuviera en un proceso de l iquidacin, como si los cines fueran materiales de derribo. Las tentaciones son difciles de rechazar y de superar. Eran cines hermosos, grandes, con una capacidad desorbitada donde, por ejemplo, los domingos empezaban aquel los programas dobles a las cuatro de la tarde, donde se vendan entradas con antelacin y numeradas, y muchas veces con rcord de asistencia. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE A otros cines les l leg tambin su ltima sesin, como el Alczar, aos ms tarde el Gloria, y no digamos el Cant o el Ideal cuyo deterioro fue tan gran de que a este ltimo se le derrib el techo. Esperemos que el Teatro Castelar, despus de la esperada remodelacin, nos contine dando ese toque especial que tanto necesita la ciudad de Elda. Los cines de verano tambin empezaron a desaparecer cuando comenz la especulacin del suelo y, lamentablemente, ya forman parte de la historia eldense. Es fci l imaginar que la instalacin lenta de algn local con aire acon dicionado les perjudicara, aunque quiz nuestras exigencias buscaban la comodidad y fuera uno de los motivos por los cuales desaparecieron. No es necesario irnos muchos aos atrs para recordar a estos cines de vera no: el Col iseo Espaa, en pleno centro de Elda, donde por una peseta se ve an tres pelculas; el Roxy, hoy debajo de un edificio cerca de la Telefnica. Uno de los grandes era el Gloria, situado en la calle Padre Manjn, donde se celebraban numerosas actividades deportivas, principalmente balonma no. El Cervantes y el Ideal eran ms pequeos pero sus sesiones resultaban del iciosas al igual que ocurra en los anteriores. Las torti l las de patatas, las pipas y los refrescos eran nuestros compaeros de sesin, aunque no vira mos un estreno. Fueron lugares entraables donde varias generaciones aprendimos a amar el cine, a participar en la aventura con las historias que veamos a travs de esas mquinas tan antiguas y, al final, nos bamos a la cama a soar con nuestro hroe favorito. DEPORTES Y ESPECTCULOS El ftbol y los periodistas de los arios 20 (Semanario Valle de Elda. 19 de noviembre de 1999) Salvo raras excepciones, la mayora de los espaoles disfrutan, sufren o pade cen ante un fenmeno social llamado ftbol . Es muy difci l encontrar a algn adolescente o persona con cierto grado de madurez que no sea seguidor de un determinado equipo de ftbol; incluso el fanatismo ha llegado a tal extre mo que muchos de nuestros pequeos duermen entre unas sbanas con los colores de sus respectivos equipos. Este deporte tan popular se empez a consol idar en nuestra ciudad a princi pio de los aos veinte, cuando se fund una sociedad deportiva llamada Club Deportivo Eldense. Alberto Navarro nos dice en su Historia de Elda: El campo de juego era de los ms rudimentarios. Se jugaba en los solares sin val lar de El Progreso y en ese lugar est anunciado el Gran partido de footbal l que figura como uno de los nmeros de fiesta del programa de sep tiembre de 1929. (. . .) Pero al siguiente ao el ftbol eldense ya tiene campo propio: el Parque de Atracciones, en el que muchas generaciones de apasio 797 110 RETAZOS DE 1A HISTORIA ELDENSE nados hinchas eldenses habran de pasar tardes de emocin, de disgusto, e incluso de indignacin, hasta 1964 (29 de marzo) en que fue cerrado y demolido para levantar sobre su solar el edificio de la Feria Internacional del Calzado. Para comentar y comparar un partido de ftbol entre el Imperial murciano y nuestro Deportivo Eldense, hemos elegido el que se celebr a mediados de jul io de 1928 y que fue reflejado en el peridico de/la. Este encuentro se des arroll en el campo de Zarandona de Murcia y el periodista inici su crni ca resaltando los primeros treinta minutos en los cuales los nuestros han tenido embotel lados a los imperialistas. Inmediatamente despus empez a criticar al rbitro Sr. Barriga: . . .ya que los balones rematados y cuyo final de trayectoria es el gol son despedidos por los puos del primer medio o defensa que sale al paso, mientras el Sr. Barriga, que ignoramos a qu clase de colegio corresponde, asiste con la mayor indiferen cia al encuentro que dirige. Se imaginan lo que podra ocurrir en la actual idad si sucediera algo simi lar a lo que vamos a referir a continuacin Orts, Paquito y Gorduras fueron en diferentes veces zancandi lleados cuando el momento haca temblar de emocin a los imperial istas, precisamente por la proximidad del esfrico a su marco y como cada vez las interrupciones se hacan con mayor descaro, vise obl igado el del pito a castigar con penalty un puo de Indio, defensor de la puerta del Imperial F. C. Macla, poniendo de manifiesto una vez ms la noble za que anida en los pechos eldenses, lanz el esfrico al mismo crner (para que no hubiera duda) y sonaron las palmas haciendo justicia, lanzando en nuestro honor una formidable ovacin. No podemos obviar la al ineacin de nuestro equipo, porque siempre es impor tante recordar a todos aquel los luchadores que dieron gloria al ftbol elden se. Fueron los siguientes: Gi l, Ruiz, Manolo, Vera, Macla, Garrigs, Albertos, Gorduras, Alcaraz, Orts y Germn. Para completar este trabajo no sera lgico olvidar al periodista que lo escri bi, se trata de Porvotide. Hemos intentado averiguar quin se esconde detrs de este seudnimo, pero la investigacin ha sido infructuosa. El partido termin empatado a cero goles. 298 DEPORTES Y ESPECTCULOS El Lido: Un balneario carismtico (Semanario Valle de Elda. 17 de marzo de 2000) En la dcada de los treinta, Elda ya contaba con una estructura deportiva muy significativa, ya tenan cabida un elevado nmero de instalaciones donde los eldenses podan practicar una amplia gama de deportes. El equipo local de ftbol era el Elda C. E, que fue fundado en 1920 y empe z a jugar en un campo de psimas condiciones, en los solares de El Progre so, para continuar hacindolo en uno propio: El Parque de Atracciones. En junio de 1929 se inaugur el Trinquete Eldense que estaba situado al final de la cal le de San Roque, donde se real izaron partidos con los ms afamados jugadores de las tres provincias valencianas. Aos ms tarde (12 de marzo de 1931) naci una sociedad deportiva l lamada Gimnasio Boxing Club, donde se podan practicar la mayora de los deportes gimnsticos. Por aquel la poca existan en Elda dos balnearios, nos lo cuenta Alberto Navarro: 299 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EL DENSE . . . los denominados La Alfaguara (o Alfahuara), junto al puente de la esta cin, y el Sapo, en la rambla de este nombre, cerca de la estacin de ferroca rril . En el verano de 1927 se l levaron a cabo grandes mejoras, instalndose varios pi lares de mrmol para baos calientes y arreglndose las grandes pi las de bao general existentes, aislando completamente las de cada sexo, mejo ras que fueron muy bien acogidas por los baistas segn la prensa de la po ca. (Esta cita aparece en la Historia de Elda. Tomo II, pg. 130). El 16 de junio de 1931 se inaugur el famoso balneario Lido y fue muy bien acogido por la mayora de los eldenses que tuvieron la posibi l idad de practi car el deporte de la natacin. Por cierto, durante los actos que se celebraron el mismo da de la inauguracin hizo una demostracin de saltos de palanca y trampoln el campen de Espaa, Paco Ortiz, el mismo que haba consegui do que sus discpulos Santiago Bellod y Miguel Justamante estuvieran a una buena altura en este deporte. Contaba con una excelente piscina cuyas dimensiones eran de 50 metros de largo por 18 de ancho, tena de profundidad 1,60 metros y la capacidad era de 1.500 metros cbicos. Adems contaba con 50 casetas, en las cuales cab an unas cuatro personas y estaban provistas de unos bancos, espejos y posa pis correspondientes. Hay que destacar la palanca de 5 metros de altura para los saltos y un trampoln para los iniciados. La empresa organizaba en los meses de verano, generalmente los sbados y los domingos, grandes bai les en una rotonda que adornaba el balneario. Tam bin organizaban festivales acuticos; por ejemplo, el 21 de agosto de 1932 se celebraron las siguientes pruebas: 1.- Carrera Infantil, 40 metros de esti lo libre, que gan Ernesto Gil Morn, que con 14 aos de edad hizo el recorrido en 39 segundos. 2.- Carrera de relevos, 80 metros de estilo l ibre (equipos de dos corredores), y los vencedores fueron Santiago y Miguel Justamante, que cubrieron la dis tancia en 58 segundos. 3.- Carrera de 120 metros, estilo l ibre, en la que result vencedor Santiago Justamante, real izando el recorrido en 75 segundos. 4.- Concurso de saltos, el ganador fue Miguel Justamante. Este balneario tan recordado por muchas personas de nuestra ciudad fue demol ido en noviembre del ao 1967. 3,10 DEPORTES Y ESPEC rculos El Gimnasio Boxing Club (Semanario Valle de Elda. 12 de mayo de 2000) Durante los primeros aos de la dcada de los treinta, Elda estaba situada en buen lugar dentro del contexto zapatero nacional, eso s, sorteando determi nadas crisis por parte de las fbricas, las cuales iban prosperando; se monta ban nuevas industrias de calzado de tal manera que se increment el nmero de empresarios y el de obreros que, por cierto, cada vez estaban ms distan ciados en muchos aspectos, y casi se estaba olvidando la camaradera exis tente de finales del siglo pasado y principios del XX. Por parte de la Corporacin municipal, presidida por D. Francisco Alonso, tambin valoraban a todas aquel las personas que haban luchado por levan tar la industria eldense, como D. Rafael Romero Utri l les al que le hicieron un merecido homenaje. stos eran los aspectos ms significativos de una poblacin, como otras muchas, donde los problemas polticos frenaron muchas iniciativas, y lo que es peor, la prosperidad, la i lusin y el buen hacer. 401 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Dentro de estas circunstancias se organiz el Gimnasio Boxing Club el da 12 de mayo de 1931. Era una sociedad que en un principio debi de tener algu nos problemas, ya que no eran muchos los deportistas que acudan a sus ins talaciones. Parece ser que la pasividad existente se abandon poco tiempo despus; hicieron una buena propaganda y consiguieron que se elevara el nmero de socios, a la vez que despertaron la aficin a ciertas personas que eran un poco reacias a practicar alguno de los deportes que all se podan des arrollar. Porque no slo se dedic exclusivamente al boxeo, como lo demues tra la revista eldense Elda Extraordinario, publ icada en septiembre de 1932: La final idad del G.B.C. no es practicar solamente el boxeo, sino toda clase de deportes, hoy no se practica ms que excursionismo y gimnasia educativa, principio fundamental para la construccin del cuerpo humano, con la gim nasia el cuerpo entero se fortifica, se hace gi l, suelto y apto para el trabajo. La gimnasia la deben practicar no slo los hombres, sino las mujeres. La mujer debe de ir desechando esos prejuicios que an existen en la sociedad y debe dedicar, aunque sea ms de unos momentos, someter a un movimiento enr gico cada rgano de su cuerpo. Los socios de este gimnasio, una vez convencidos de la necesidad de la prc tica de algunos ejercicios fsicos, transmitieron a sus familiares y amigos sus vivencias deportivas y les animaron a que se incorporaran a este centro depor tivo. Tambin los responsables desearon que los eldenses se documentaran sobre la importancia de la gimnasia y realizaron un ciclo de conferencias, don de impl icaron a determinados mdicos de la ciudad. Durante el tiempo que estuvo funcionando el Gimnasio Boxing Club no debie ron de asistir muchos nios, por lo ledo en la revista antes citada, que nos dice: Algunos padres, desconocedores del fin de nuestra obra, prohben a sus hijos afil iarse a nuestra sociedad y creemos un deber advertir que hoy hay algunos nios dentro del gimnasio, y no hacen ms que los ejercicios propios de su edad, y no se les deja hacer ningn ejercicio violento como son: Boxeo, ani l las, saco, extensores, etc. Al ingresar en nuestro gimnasio se entrega al afi l iado una ficha mdica y el joven e inteligente doctor Jenaro Jover Cerd, mdico hono rario de esta sociedad, reconoce al afi l iado y le ordena los ejercicios que le con viene practicar para desarrol lar todos los msculos del cuerpo por igual. De todas las maneras este gimnasio dio un servicio a una buena parte de eldenses que, amantes de la educacin fsica, pudieron practicar sus ejercicios preferidos. 302 Captulo VII Instituciones y sociedades Elda, ciudad de intensa vida social y cultural Antiguas sociedades eldenses (Revista mensual Vivir en Elda. 15 de octubre de 1983) A nuestro pueblo le podemos considerar como un amplio ncleo de coopera cin, como un lugar lleno de colectividad y confraternidad, como un conoce dor de la necesaria accin social, y adems, como una ciudad que ha demos trado una gran eficacia en diversas agrupaciones. Todo esto lo ha demostra do a travs de su historia, y de ello debemos enorgullecernos los eldenses de nacimiento y de adopcin. 303 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Remontndonos a tiempos pasados encontramos una de las sociedades ms antiguas de la historia de Elda: La Comunidad de Aguas de Riego de la Huer ta de Elda, que est fechada (cien aos antes del descubrimiento de Amri ca) en 1392, cuando Elda estaba bajo la dominacin rabe. Los derechos de las aguas de riego estaban acreditados por ttulos, las aguas eran propiedad particular, con expresin del tiempo en horas, que cada propietario posea con pleno dominio, y los ttulos estaban inscritos en el Registro de la Pro piedad. Haba 92 titulares que disponan de un caudal de 672 horas, distribuidas en 52 cabeceras y catorce tandas de cuatro cabeceras cada una. El resultado de todo esto fue la creacin de un conjunto de riqueza con un rendimiento muy positivo. Dando un enorme salto, nos trasladamos al ao 1883 para encontrarnos con la primera sociedad cooperativa de Elda. Tuvo 500 asociados, con una cuota semanal de cincuenta cntimos, pero parece ser que las personas que forma ron su directiva eran incompetentes y no supieron l levarla hacia lograr el obje tivo previsto, y a los dos aos desapareci. Es fcil imaginar la cantidad de pro blemas que aquella disolucin cre y la preocupacin de los pobres asociados que vieron cmo sus sueos se desvanecan. Siguiendo la relacin correlativa, en el ao 1900 se fund una Sociedad de Socorro Mutuo, llamada La Caridad. Esta asociacin tena 325 socios que disfrutaban de ayudas en metl ico en los casos de enfermedad o invalidez. Con el mismo sentir y con esas especiales condiciones para la asociacin que hubo en el ao 1898 para fundar la primera sociedad de casas baratas La Prosperidad, ms tarde El Progreso; en el ao 1922, La Fraternidad; y en octubre de 1926 un grupo de entusiastas eldenses crearon una sociedad de casas de lujo llamadas La Ciudad Vergel, con 100 acciones de las que haban amortizado en el ao 1934 unas 17. En ese mismo ao quedaron terminados 25 chalets de una construccin muy moderna y rodeados todos con un espacioso jardn. En el orden sanitario y de montepo existan las sociedades La Constancia y El Amparo del Obrero, que con edificio propio y fundadas en abri l de 1923, rebasaban en el ao 1935 el nmero de 600 asociados que perciban las ayudas mdico -farmacuticas, rayos X, anl isis y toda clase de operacio nes quirrgicas. 104 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES En las mismas condiciones exista una mutual idad, llamada La Eldense, que fue creada en el ao 1924, y por los aos treinta tena un nmero de socios que superaba los mi l . Otra sociedad muy potente, eminentemente agrcola, era el Sindicato Agrco la y Caja Rural que empez a trabajar en septiembre de 1929 con unos esta tutos aprobados por el Ministerio de Economa Nacional y constaba de 157 afiliados. Una sociedad patronal l lamada La Gran Pea fue tambin fundada en el mes de agosto de 1930 y tena, en el momento de su creacin, 128 socios. Para terminar, pasemos al orden deportivo. Se contaba con el Club Deportivo Eldense y el Mery Hokey Club que en el campeonato de la Copa de Mayo, durante el ao 1934, obtuvo el primer premio. Tambin haba una asociacin deportiva llamada Elda T. C. que se dedicaba exclusivamente al tenis, y tena una pista de juego en el parque de atracciones. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 306 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Brigada de la Cruz Roja Orgenes de la Cruz Roja en Elda (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de diciembre de 1983) El filntropo y escritor suizo Juan Enrique Durant despert un gran humanita rismo cuando vio el espectculo de los heridos en la batalla de Solferino (24 de julio de 1859), a los que l mismo haba ayudado a sobrevivir. Concibi la idea de crear una institucin que atendiese a los moribundos en los campos de batalla. En 1862 escribi un trabajo breve titulado: Un recuerdo de So/fe rino que conmovi a la opinin pblica e hizo que se reunieran los delegados de catorce gobiernos en Ginebra (1864) de donde surgi la Cruz Roja. En Espaa fue autorizada por Real Orden de 1864, gracias al trabajo incesan te de un coronel de Sanidad, llamado D. Nicasio de Landa, que fue el inicia dor y fundador de esta institucin que, da tras da, se fue extendiendo de una manera prodigiosa por todo el territorio nacional. En el ao 1902, Elda se uni a este movimiento humanitario internacional rea lizando una labor que, en un principio, era lo ms imprescindible. Fue su pri mer presidente -delegado, D. Jos Tobar, sucedindole ms tarde el Sr. Pujalte, y cuando muri ste, se hizo cargo de la presidencia D. Salustiano Villa. 307 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE El tiempo iba pasando y el radio de accin de la Cruz Roja Local se iba ensan chando de una manera importante, gracias a aquel los hombres que ofrecie ron a la sociedad de entonces una colaboracin desinteresada en beneficio de todos aquel los que la necesitaban. Esta institucin sufri una poca de monotona, de falta de imaginacin, pero afortunadamente dur muy poco, porque lleg la etapa del Sr. Cataln. Aquel los medios de comunicacin eldenses de los ltimos aos de la dcada de los veinte, coinciden en que desde su fundacin no haba tenido la Cruz Roja eldense una etapa de tanto esplendor como cuando fue presidente -dele gado el presbtero D. Narciso Cataln Romero, hombre de grandes proyectos para la ampliacin de servicios, ya que la brigada contaba con una seccin ciclista, banda de cornetas y tambores y los clsicos camilleros. Enseguida abrieron un Dispensario en la calle Pablo Iglesias (hoy Padre Man jn) con todo el material necesario para atender a los enfermos. De eso se encargaba el mdico -director, D. Antonio Porpetta y los practicantes D. Enri que Romn y D. Jos Mara Vera. D. Narciso estuvo muy bien secundado por la presidenta de honor, Da. Ins Mi l ln de Ban, Junta de Damas y Caballeros, y por el secretario, D. Juan Alonso Martnez, para la construccin de un nuevo edificio (donde actual mente tiene la sede) en un solar que era propiedad de la Cruz Roja. Se dedi c a Dispensario, cubriendo muchas necesidades e incluso algunas eventual i dades como en el caso de las operaciones que realizaron en algunas ocasio nes los doctores D. Antonio Rico Jara y D. Andrs Salgado. Esto dio pie a que algunos articul istas de la poca pidieran una sala de operaciones a la vez que hicieron una campaa para ampl iar el nmero de socios (entonces eran sola mente 48) confiando tambin en las autoridades, comercios e industrias para la consecucin de los rayos X y material mdico -quirrgico, y lograr ponerlo a la altura de los mejores. Muchos han sido los actos protagonizados por la Cruz Roja eldense en los pri meros treinta aos de su historia, sus xitos son innumerables, su presencia estaba presente en todos los actos de rel ieve. Por eso he podido elegir una de las muchas Fiestas de la Banderita que se celebr a principios de septiembre de 1927, apareciendo en la primera pgina del peridico al icantino La Voz de Levante con el siguiente texto: 308 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Con gran entusiasmo y extraordinaria bril lantez, se ha celebrado en la ciudad de Elda la Fiesta de la Banderita, a beneficio de la Cruz Roja espaola. Lo recaudado se destina para el sostenimiento de un Dispensario que est fun cionando con el aplauso de todos por los innumerables servicios que presta en beneficio del vecindario. Postulando en tan humanitaria fiesta bellsimas y encantadoras seoritas de nuestras sociedad. Del domicilio de la presidenta de la Junta de Damas de la Cruz Roja, Da. Ins Milln de Ban, sal ieron, y todas ellas rivalizaron con entusiasmo para obte ner un buen resultado en la cuestacin, esparcindose por las calles, plazas y jardines del Casino Eldense, cual bandadas de blancas palomas y colocando a todos las banderitas nacionales y de la Cruz Roja. En el jardn del Casino se coloc una mesa petitoria, adornada con las bande ras espaolas y de la Cruz Roja, que formaban hermoso dosel. Presida la mesa la bella y distinguida seora Da. Ins Mi lln y le acompaaba Da. Valeria de Crdenas. De corazn felicitamos a la Junta organizadora y a las distinguidas y bel las jvenes que han tomado parte en esta simptica fiesta por el brillante resul tado obtenido. Pero pese a este estado de incansable actividad, mucho se hizo, mucho se hace ahora, an queda ms que hacer porque esta labor directa de unos pocos tiene que ser completada por cada uno de los que vivimos en esta ciudad. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 310 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Fachada del Casino Eldense El Casino Eldense cumple 80 arios (Revista mensual Vivir en Elda. 1 de abril de 1984) A finales del siglo pasado nuestra ciudad estaba dejando patente que el pro greso industrial era cada vez mayor y su desarrollo era imparable. La voluntad de los eldenses, su espritu emprendedor y laborioso hizo que empezaran a imponer nuestros zapatos en lugares destacados del mercado espaol. Se ins talaron diferentes industrias anexas a las fbricas de calzado y Elda estaba dando seales de convertirse en un pueblo prspero. No contaba con ninguna sociedad recreativa donde pudieran encontrar un descanso merecido aquellos hombres que trabajaban muchas horas diarias y que estaban un poco hartos de tener la tertulia en los cafs, donde brillaba por su ausencia la intimidad, que en muchos momentos era absolutamente necesaria por los posibles negocios que tan frecuentemente se hacan. Por este motivo se reunieron un grupo de amigos, de contertulios de la pea Caf Pbl ico, y decidieron crear una sociedad. As fue cmo en la tarde del 1 de febrero de 1901 acordaron arrendar un piso principal en el nmero 6 de 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE la cal le Coln. Al l mismo se cre la Junta de Gobierno, que sera la encarga da de regir los destinos de esta nueva sociedad que se iba a l lamar Casino Eldense. En este mismo acto ya se inscribieron unos treinta socios con una cuota semanal de una peseta con cincuenta cntimos. La primera Junta de Gobierno la formaron los siguientes seores: presidente, D. Juan Vidal Vera; secretario, D. Ventura Pastor Martnez y vocales, D. Vicen te Nogueroles, D. Joaqun Coronel Rico, D. Jos Pay Vidal, D. Antonio Rico Lloret, D. Hilario Amat Vera, D. Hiplito Juan Snchez, D. Emilio Rosas Coro nel y D. Roque Gonzlez. En este local de la calle Coln estuvieron hasta 1904, ao en que acordaron adquirir un nuevo local, mucho ms amplio, que pudiera cubrir las necesida des de los 200 socios que formaban dicha sociedad. Compraron dos casas de planta baja en la calle Alfonso XIII (hoy calle Nueva) que derribaron para construir lo que tenan proyectado, que fue inaugurado das antes de las Fiestas de septiembre de aquel ao, y que coincidi con el III Centenario de la venida de los Santos Patronos a Elda. En el ao 1928 el nmero de socios era de 1 .150 y fue el momento en el que el presidente, D. Jos Toms Snchez y su Junta de Gobierno proyectaron una reforma impresionante, basada en la buena marcha econmica de la sociedad, que administraba el secretario D. Jos Pay Vidal. La gran colaboracin de los socios, unida al entusiasmo de los rectores, lograron tener un edificio digno de cualquier ciudad importante. Para terminar, quiero destacar la labor que ha real izado y est real izando esta sociedad en beneficio de la ciudad. Sus actos culturales, sus bai les en los jar dines, en los salones interiores y dems actividades, estn l lenos de recuerdos para unos y de vivencias para otros. Solamente deseamos que no cese esta contribucin que nos brinda constantemente y que contine en esa lnea de bsqueda de nuevas aportaciones para el pueblo de Elda. 317 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Inauguracin de La Gota de Leche 9 de febrero de 1930: Respuesta a un esfuerzo (Semanario Valle de Elda. 7 de febrero de 1992) Durante la primera mitad de los aos treinta se produjo en Elda una peque a transformacin social y cultural que fue evidente en sus distintas formas. Si estudiamos con detenimiento esa parcela de la historia eldense, com prenderemos la evolucin desarrollada, y si queremos investigar a quin se debe este xito, llegaremos al convencimiento de que fueron personas con una cultura reformista que consiguieron vencer al debilitamiento que exista con anterioridad. Una prueba tangible de este comentario nos lleva a una fecha, claramente positiva, el 9 de febrero de 1930, y a unas realidades: La Gota de Leche, el Par que de Bomberos, el Dispensario de la Cruz Roja y la colocacin de la prime ra piedra del colegio pblico Padre Manjn. D. Francisco Alonso, alcalde de la ciudad, empez a preparar las distintas inau guraciones con el esmero que le caracterizaba y con mucha antelacin. 313 110 RE rAzos DE LA HISTORIA El DENSE En noviembre de 1929 hal lbanse terminadas las obras del edificio especial mente construido para atencin humanitaria a los nios, denominada La Gota de Leche, as como el Parque de Bomberos, dotado con moderno material, considerado suficiente para la Elda de entonces y las posibi l idades tcnicas de aquel tiempo. En un principio tenan previsto fijar el da 29 de noviembre de 1929, como fecha de inauguracin, invitando al ministro de la Gobernacin, al obispo de la Dicesis, al gobernador provincial, a otras autoridades provinciales, e inclu so, al conde de Elda, que haba demostrado mucho inters cuando el Sr. Alon so y otros concejales le haban visitado en su casa de Madrid. Pero la inesta bilidad poltica de finales del ao 1929 hizo que el ministro de la Gobernacin declinara la invitacin para esa fecha. Se cambi al 19 de enero de 1930 para intentar que asistieran personas relevantes dentro del contexto nacional y pro vincial.( 2) Surgieron importantes problemas polticos la dimisin de D. Miguel Primo de Rivera presentada al Rey que hicieron cambiar otra vez la fecha; adems exis ta mucho inters por parte del Sr. Alonso, ya que iba a final izar su mandato de alcalde en muy pocos das. Despus de muchos contactos, se fij como fecha definitiva el 9 de febrero. Das antes, como es obvio, ya se encargaron desde el Ayuntamiento de hacer saber a los distintos medios de comunicacin, provinciales y locales, los actos que se iban a celebrar. As consta en el peridico Las Noticias, donde hicieron un perfecto recorrido de todas las inauguraciones previstas, al mismo tiempo que destacaba la labor del alcalde por los logros que haba conseguido. Hay que reconocer que fue un da muy completo. A las siete de la maana, la Banda de Cornetas y Tambores de la Cruz Roja salud a todo el vecindario con una Diana. Sobre las ocho de la maana, la Banda de Santa Ceci l ia fue hacia el Ayuntamiento al encuentro de las autori dades, para acompaarles hasta la iglesia de Santa Ana, donde celebr la misa el obispo de la Dicesis, doctor Francisco Javier de Irastorza y Loinaz, que en su homi la resalt el ofrecimiento del pueblo eldense a su Virgen en un da tan memorable. Despus de terminada la misa, la notable Schola Cantorum de los PP. Salesianos de Campel lo cant la Salve a tres voces del maestro Vi l lan, dedi cada a la Patrona, la Virgen de la Salud. 314 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES La comitiva, que estaba formada, aparte del obispo, por el delegado del Gobierno, Sr. Forquer; el presidente de la Cruz Roja Al icantina, D. Antonio Martnez Torrejn, autoridades locales y otras muchas personal idades, se diri gieron al edificio donde estaba ubicada La Gota de Leche. En este nuevo establecimiento benfico esperaban en la puerta la llegada de las autoridades e invitados el Cuerpo de Damas que anteriormente haban enriquecido el ropero con bellsimos vestidos para recin nacidos, que ellas mismas haban confeccionado. (Estas prendas estuvieron expuestas en el saln de actos del Ayuntamiento durante unos das, para que el pblico pudiera apreciar estos preciosos equipos). 0, Estas seoritas fueron con todo el merecimiento las madrinas de La Gota de Leche y pusieron una nota de alegra y colorido cuando formaron en dos filas para recibir a las autoridades y personas invitadas. El periodista de La Voz de Levante que vino a cubrir la noticia, denomin a estas seoritas un ramillete de bellsimas rosas blancas. Este conjunto de rosas blancas fueron: Pepita Bellot Acacia Guarinos Rosita Rosas Salud Maestre Encarnacin Mellado Lolita Porta Mara Luisa Tamayo Amalita Bellot Mara Jover Encarnacin Amat Amal ia Maestre Bienvenida Olmos Adelia Bel lot Amparito Prez Pi lar Rodrguez Esperancita Amat Amalia Vera Ampa rito Beltrn Clotilde Guarinos Mara Jess Vidal 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Rafael ita Amat Isabel ita Brazal Aurora Maestre Rosita Botel la Mara Rosas Gloria Rodrguez Mara Ta m ayo Antonia Martnez Filo Maestre Conchita Guarinos Conchita Vera Manolita Carbonell Amal ia Martnez Conchita Botel la. No podan faltar las estrofas de Maximi l iano Garca Soriano dedicadas a este nuevo establecimiento pbl ico. Vamos a recordar algunas redondillas: Ni un detalle falta all donde la vista se eche, y nos decimos as: Esto s es Gota de Leche! Y no he de decir en balde que yo el mi lagro me explico siendo ese alma de alcalde D. Francisco Alonso Rico.( 5) La Junta Local de Proteccin de la Infancia estaba compuesta por D. Francis co Botel la, D. Luis Abad, la seorita Mara Jess Vidal, Da. Ana Navarro, D. Juan Vidal, D. Jos Gonzlez, D. Jos Orts y el doctor D. Juan Rico Prez reci bi dentro del edificio al obispo y a sus acompaantes. Despus de la bendi cin, el alcalde pronunci un discurso al cual respondi el obispo y, una vez terminado, pasaron a recorrer las distintas dependencias y observar el funcio namiento de los aparatos. Cuando terminaron el acto se dirigieron al nuevo edificio de la Cruz Roja, aun que antes visitaron el Hospital La Gota de Leche estaba anexa al Hospital por expreso deseo del Sr. obispo, ya que no estaba prevista esta visita. Pasa ron al saln de actos de la Cruz Roja, donde el presidente, Sr. Cataln, hizo un 3W, INSTITUCIONES Y SOCIEDADES recorrido histrico de esta entidad y signific la importancia de lo que se iba a inaugurar. Inmediatamente, bendiciones, discursos y la declaracin de su inauguracin. Al llegar al Parque de Bomberos, el retraso sobre el horario previsto estaba en la mente de los organizadores, aunque esto no preocup a los asistentes por que todos estaban muy contentos de estos servicios tan necesarios para la ciudad. Slo quedaba la colocacin de la primera piedra del Grupo escolar. Ms de alguna autoridad no se poda creer la cantidad de personas que esta ban esperando para asistir a este acto. Era lgica esta expectacin, por un lado, por la insuficiencia de locales grandes y soleados para los escolares, y por otro, porque muchos eldenses miraban hacia el futuro l leno de posibi l i dades culturales. El primer discurso fue el del Sr. Alonso, que entre otras vino a decir el esfuer zo que haban hecho para conseguir esta real idad, y termin manifestando que deseaba que aquellos que le sustituyesen en el Ayuntamiento continua ran este tipo de obras. (ste fue el ltimo acto que real iz el Sr. Alonso como alcalde). El Sr. obispo, que haba prestado una gran colaboracin para conse guir estas Escuelas graduadas, en primer lugar fel icit a todos los eldenses por lo que haban logrado, para terminar aconsejando la creacin de una Escuela industrial . Este acto termin con la colocacin de una arqueta, conteniendo un pliego de firmas de las autoridades asistentes, unas monedas y peridicos de la fecha, entre los acordes del Himno Nacional. Una vez terminados estos actos, el Sr. Alonso invit a una comida a las autoridades que honraron con su presencia estos actos, y por la tarde se celebr una velada musical a cargo de la Banda Santa Ceci l ia en los prticos del Ayuntamiento. Para hacer un resumen de este da nos vamos a servir de lo que coment el periodista de La Voz de Levante: No queremos dar fin a esta informacin sin dar las ms expresivas gracias por todas las atenciones y facil idades que nos prodigaron en todos los rdenes. Y con nuestra gratitud, la ms sincera fel icitacin, puesto que los industriosos eldenses, dando una prueba del alto sentimiento de patriotismo que inspiran sus actos, supieron elevar el nombre de su amada tierra y agregar un jaln en el engrandecimiento de la provincia al icantina. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Bibliografa. Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Tomo II. Pgina 118. Peridico Mella. 11 de enero de 1930. Bazn Lpez, Jos Luis. Historia del C. E Padre Manjn. Pginas 64 y 65. ( 4 Peridico La Voz de Levante. 11 de febrero de 1930. Peridico della. 22 de diciembre de 1929. (6 ) Peridico La Voz de Levante. 11 de febrero de 1930. 318 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Desfile delarte U I efido de la C r, Rola Hace setenta arios... Colocacin de la primera piedra de la sede de la Cruz Roja (Semanario Valle de Elda. 9 de abril de 1998) El da 24 de septiembre de 1928 dieron comienzo las obras del nuevo edificio que la Asamblea Local de la Cruz Roja eldense haba planificado unos aos antes y que estaba situado en la confluencia de las calles Maestro Ramn Gor g y Jos Mara Pemn. Unos das antes durante las Fiestas de septiembre tuvo lugar la colocacin de la primera piedra del nuevo edificio. A dicho acto asistieron autoridades provinciales y locales, civiles y eclesisticas. Por cierto las obras de albailera fueron adjudicadas a los contratistas D. Jos Busquier y D. Jos Lpez por la cantidad de 6.360 pesetas. Esta institucin, a nivel internacional, saturada de amor al prjimo, inici su andadura pocos aos antes que en Elda. En un artculo publicado en el peri dico Idella (1 de septiembre del 928) y firmado por Nacaro (nos imaginamos que se trata del presbtero D. Narciso Cataln Romero, que en esos momen tos era presidente) nos relata cmo fue su fundacin en nuestra ciudad: 319 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE En nuestro pueblo se fund por iniciativa de D. Miguel Tato y Amat, director del semanario El Vinalop, en el ao 1902. La reunin para su constitucin se celebr en la casa del profesor de Primera Enseanza D. Juan Vidal, con asis tencia de varias personal idades de Alicante, Novelda y Elda. Hicieron uso de la palabra en aquel la reunin el abogado D. Emilio Vicedo y el presbtero D. Fran cisco Maestre Prez, paisano nuestro, siendo elegido presidente D. Jos Tobar, y quedando constituida la Comisin de la Cruz Roja en nuestra ciudad. Poste riormente han ocupado la presidencia D. Jos Pujalte, notario; D. Salustiano Vil la, mdico; D. Ramn Clemente, abogado y actualmente ocupa el cargo el presbtero D. Narciso Cataln Romero. Nos imaginamos las complicaciones que debieron de sufrir para implantar esta institucin en Elda, aunque en la dcada de los veinte funcionaba a pleno ren dimiento. Exista un Dispensario que lo diriga D. Antonio Porpetta en colabo racin con D. Enrique Romn Vera que realizaban sus menesteres como prac ticantes. Tenan una brigada muy bien organizada con sus correspondientes jefes, oficiales y camilleros, la seccin de los cicl istas y una esplndida banda de cornetas y tambores. Durante esos momentos el inters de todos sus incondicionales estaba dirigi do a ver realizado el proyecto del nuevo edificio y, para ello, estaban comple tamente seguros que la ciudad de Elda iba a prestarles la colaboracin nece saria, como as ocurri, al celebrarse distintos actos en el Teatro Castelar y en la Plaza de Toros, que dieron un apoyo econmico muy significativo. 320 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Manicomio Provincial El Manicomio Provincial en 1928 (Semanario Valle de Elda. 4 de junio de 1998) Casi finalizando la dcada de los aos veinte, Elda se encontraba inmersa en un buen desarrollo industrial, el cual desembocaba en mejoras y creaciones impactantes. En 1928 se instalaron dos fuentes pblicas en los barrios del Pro greso y de la Prosperidad, y se inaugur el alumbrado elctrico en la calle Jai me Balmes. Apareci Elda Grfico, la primera revista grfica de carcter litera rio que dio pie a la creacin de otras revistas (El Cronista, Albor, Elda Extraor dinario. . .). Durante las Fiestas de septiembre de este mismo ao se celebr una jornada de hermandad entre nuestra ciudad, Villena y Almansa, debido a la cantidad de personas originarias de estas poblaciones que estaban afinca das en Elda por razones laborales. En medio de estas realidades, en Elda funcionaba un Manicomio Provincial. La construccin del edificio donde estaba ubicado el Manicomio se puede fechar poco tiempo despus del ao 1562, como consecuencia de que el conde de Elda, D. Juan Coloma Prez Calvillo, y su esposa Isabel de Saa, soli 321 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELD11 , 19 citaron del Provincial de Cocentaina que se fundase en Elda un convento de rel igiosos de la Orden de San Francisco. Los encargados de esta concesin agilizaron los trmites y el da 24 de agosto del citado ao enviaron a dos rel i giosos para iniciar la fundacin del convento, tomando posesin de una ermita que estaba situada en el mismo lugar que haban elegido para situar el convento. Narciso Cataln nos ampla el tema en un trabajo publicado en el peridico de/la, el 1 de septiembre de 1928: Dispuesto que estuvo todo, y congregado el pueblo, coloc el conde la pri mera piedra y su esposa la segunda, poniendo sobre el la una valiosa joya de diamantes y piedras preciosas. Terminada la obra se le dio el ttulo de Nuestra Seora de los ngeles, a peticin de sus i lustres fundadores, cuya l iberal idad no slo se redujo a construir a sus expensas el convento y sostener la comu nidad durante su vida, sino que tambin dispusieron que despus de su muer te sus herederos venan obligados al sustento y vestido de catorce religiosos. La fundacin del convento respondi a las necesidades espirituales y morales de los pueblos de Elda y Petrer, pues, situado entre ambos, se construy en la misma divisin de trminos. Tambin serva a Salinas, a pesar de la distancia, por ser pueblo del Condado de Elda. En dicho convento vivieron 273 aos aquel los religiosos de la Orden de San Francisco hasta que, por motivos eminentemente polticos, los expulsaron, quedando el edificio en fase de destruccin. Menos mal que en 1864 se con virti en Hospital Provincial del distrito, donde encontraron albergue y reme dio para muchas enfermedades un buen nmero de personas econmica mente dbi les de Vi l lena, Monvar, Novelda y Elda. En muy poco tiempo, y con poca inversin, este hospital pudo acoger en sus salas a ms de doscien tos enfermos, incluso en sus instalaciones exista una sala de parturientas, de maternidad y lactancia, esta ltima dirigida a los nios abandonados, Como Hospital Provincial tuvo una corta vida (dieciocho aos) pues en 1882 se convirti en Manicomio Provincial, dando unos buenos servicios a los pue blos de la comarca. Parece ser que la etapa ms dorada se inici en 1932, sien do presidente de la Diputacin Provincial de Al icante D. Pascual Mas, persona que demostr un especial cario por este establecimiento benfico. En la publ icacin de ldella, N. Cataln nos da ciertas caractersticas que por su inters vamos a reflejar: Aquel las salas deslustradas por el tiempo se han con 122 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES vertido en salas bien ornamentadas y equipadas de todo lo necesario; aque l los viejos catres con jergones de paja han sido sustituidos por bonitas camas metl icas con somier. . . Durante el ao del cual nos estamos ocupando haba ciento cuarenta enfer mos (sesenta y dos mujeres y sesenta y ocho hombres) que eran atendidos principalmente por el director del centro, D. Miguel Lpez Mora, hombre muy cual ificado en esta tarea tan complicada. A partir del mes de septiembre de 1939 dej de funcionar al ser trasladado a Alicante. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 324 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES BANCO DE ELDA, S. A. ACCIN SERIE A, N. 6;9419 , Capilal Social:5.000.000 de Pesetas ACCIN SERIE A,N9 Al, rw, , Anx, DE ECO PESETAS, i.L.MIE , 111AADA Amen del Banco de Elda Orgenes y evolucin del Banco de Elda (Revista Fiestas Mayores. Septiembre de 1999) A finales del siglo XIX nuestro pas no lleg a alcanzar una tasa de capitaliza cin suficiente para poder situarse en una posicin razonable dentro del con cierto econmico de las naciones europeas. Sin embargo esta situacin fue cambiando y, a partir de los primeros aos del siglo XX, se inici un despegue que trajo como consecuencia la fundacin de dos grandes bancos. Este devenir capitalista de la economa espaola fue una derivacin del insu ficiente crecimiento de la produccin agrcola y desemboc en unas bases industriales con soportes eminentemente econmicos. La balanza de pagos inici una destacada regeneracin econmica, gracias a las inyecciones de capital que enviaban los millones de annimos espaoles de uno y otro lado del Atlntico, y a las nuevas industrias y empresas que generaron la conocida expansin del capital. El Banco de Espaa y los bancos privados (Hispano -Americano, Espaol de Crdito, Bilbao y Vizcaya) tuvieron unos beneficios globales muy considera bles. Tun de Lara nos dice: 325 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE La gigantesca acumulacin de capital que se produjo en aqul los contena en potencia el germen de profundas transformaciones de la economa espaola, el aumento de beneficios (tanto bajo este nombre, como el de los de aumento de capital y reservas) era infinitamente superior al aumento de precios. Las cuentas corrientes aumentan en mucha mayor proporcin que la circulacin fiduciaria, lo que prueba que, adems de los beneficios de los bancos, haba otros menos pinges de numerosos capitalistas, negociantes, especuladores, etc. Un ejemplo claro lo tenemos cuando la banca privada aument su poder y unas ventajosas posiciones dentro de la economa del pas. Los cuatro grandes bancos incrementaron considerablemente sus ganancias que pasaron de 25,7 mil lones de pesetas, en 1920, a 57,5 en 1930, y sobre todo, real izaron una enorme ampliacin de sucursales, e incluso tuvieron unos sustanciales benefi cios a travs de la pignoracin de la Deuda Pblica en el Banco de Espaa. La industria eldense, basada completamente en el calzado, se estaba desarro llando con una cierta lentitud, aunque con fuerte solidez. Las fbricas venan trabajando, desde haca algunos aos, a un ritmo, lo suficientemente prctico como para que las transformaciones y estructuras laborales fueran destacan do en relacin a otras poblaciones zapateras. Bien es verdad que los confl ictos laborales distanciaban a los empresarios de los obreros, y se modific el ambiente social que anteriormente estaba muy igualado. Las consecuencias no fueron determinantes porque entre todos impulsaron la produccin y la ciudad de Elda continuaba su andadura positi va. Por esta poca (1933) ya contaba con Las Escuelas Nuevas, con el monumento a Castelar, erigido en la plaza que lleva su nombre y con el Orfe n Sinfnico Eldense. A partir de ese ao se empezara a construir el Cuartel de la Guardia Civi l, se iniciaron las Fallas (1935), a D. ngel Vera le nombra ron gobernador civi l de Zaragoza y otros muchos acontecimientos que dieron a Elda una categora muy significativa, Alberto Navarro nos sita las sucursales de la banca privada que existan en nuestra ciudad: En esta poca que narramos existan en Elda tres bancos: el Banco Espaol de Crdito, con sus oficinas en la cal le Fermn Galn, 23 (hoy Generalsimo); el Banco Hispano Americano, tambin situado en la misma cal le, nmero 20 y el Banco Popular de los Previsores del Porvenir, despus Banco Popular Espa ol, en la cal le Mdico Beban, 2 esquina a Jardines. 120 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Los empresarios de aquel la poca recibieron con satisfaccin el anuncio de la creacin de un banco eldense, capaz de colaborar econmicamente con aque l los industriales zapateros que durante algunos momentos de crisis no estaban amparados por los bancos nacionales: Fue a principios del ao 1933 cuando empez su andadura el Banco de Elda, con el siguiente Consejo de Administracin: D. ngel Vera Coronel. Presidente D. Francisco Vera Santos. Vicepresidente D. Rodolfo Guarinos Vera. Consejero D. Jos Martnez Gonzlez. Consejero D. Emrito Maestre Prez. Consejero D. Juan Jos Aguado Aravid. Consejero D. Francisco Rivas Rubio. Consejero D. Manuel Gonzlez Vera. Consejero D. Jos Antonio Crdenas Valera. Consejero D. Santiago Garca Bernabeu. Consejero D. Toms Guarinos Maestre. Consejero -Secretario D. Juan Sanmartn Cervantes. Director( 3) Nos imaginamos que fue ngel Vera, en unin de algunos amigos, el respon sable de aglutinar a todos estos eldenses, los cuales colaboraron en la forma cin de esta entidad. La revista local El Cronista publ ic, en 1935, unos datos muy interesantes en cuanto a la constitucin del Banco de Elda y las cifras con las cuales inici su andadura por el camino de la economa: Constituido con un capital de tres mi l lones de pesetas, de los que slo haba suscrito un milln y desembolsadas unas setecientas mi l pesetas en fin de dicho ejercicio, suscripcin y desembolso efectuado casi en su totalidad por la economa eldense, ha servido de cauce y garanta para que en sus funciones, en la actual idad primordiales y nicas, de descuento de papel y caja de aho rro, suministrara a la industria y el comercio local durante el pasado ao unos diez mi l lones de pesetas, faci l itndole el descuento de unos catorce mi l lones en letras de cambio, y aumentara el fondo que da a da se engrosa con los casi hoy inexistentes, por imposibles, estmulos de ahorro local en unas cien to treinta mi l pesetas.) En este mismo artculo nos aparece un pequeo comentario sobre la perso nal idad del director del banco, D. Juan Sannnartn Cervantes, como impulsor 110 RE fAIOS DE LA HIS 1 0111A fi DENSE de dicha entidad; sin embargo, parece ser que tuvo problemas. Vera Esteve escribe: Hemos de decir, en honor a la verdad y fruto de nuestras entrevistas perso nales, que la ejecutoria como primer director del banco no fue del todo muy honrosa y ejemplar, por lo que tuvo que ser cesado fulminantemente por el propio presidente del banco. Lgicamente, los medios de comunicacin escritos existentes en Elda en aque l la poca resaltaron con gran satisfaccin los inicios del banco eldense, dn dole el carcter de salvador para la dbi l economa que prevaleca en la industria zapatera. G. Busquier, en su trabajo de El Cronista, nos ampla el tema: Otra sera la situacin de Elda en las estadsticas del paro, a no haber media do la creacin salvadora de esta entidad en das que, sin diferir de los de hoy sino para considerar stos an ms graves y complicados, pudieron hundir con caracteres trgicos gran parte de la industria eldense. Todo ello nos lleva a comentar, con satisfaccin y vehemencia que es duea de nuestros mejores propsitos y realizaciones, lo que viene a ser, por lo ago biante de la hora que vivimos, recurso supremo que mantiene an en tensin el nervio creador de nuestras actividades locales. A el la debemos prestar lo mejor de nuestros desvelos, dndole cada vez mayor consistencia, que le permita ensanchar el radio de su accin pecul iar, y defen derla de las asechanzas de ambiciones y medros particulares. (6) Era normal que las directrices bsicas de la entidad eldense estuvieran condi cionadas a los intereses de los grandes bancos nacionales, los cuales eran una verdadera competencia por sus capacidades econmicas. Bien es verdad que el Banco de Elda desembolsaba un pequeo capital porque las acciones esta ban muy repartidas y se podan adquirir en cmodos plazos. Una ver terminada la Guerra Civil espaola el ncleo del poder econmico resi di completamente en la banca privada, y esto lo demuestra el hecho de que los siete mayores bancos disponan de casi el 70% de los recursos ajenos depo sitados por los ahorradores, concedan casi el 80% del total de crditos y dis ponan de una cartera de valores privados que representaba en torno al 90% del total del sistema. La concesin de medios financieros a corto y a largo plazo a las empresas, en general muy dbi les econmicamente, confiri a este grupo de bancos un poder sobre los restantes sectores de la economa espaola. INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Iniciada la dcada de los cincuenta, es presidente del Banco de Elda, D. ngel Luis de la Herrn de las Pozas y el encargado de vender, muy barato, el pague te mayoritario de acciones a la muy conocida fami l ia beda. Esta familia beda proceda de Elche de la Sierra y se encontraba muy intro ducida en la pequea banca. . . (. . .) Es a partir de este momento cuando el Banco de Elda ha firmado su sen tencia de muerte, como banco autctono, pues nadie poda imaginarse, salvo los ms allegados al apel l ido beda, que la entidad del banco estaba ofre cindose al mejor postor. Es en el ao 1959 con la implantacin del Plan de Estabilizacin Econmica y la apertura de la economa espaola al exterior cuando se realiza la venta del Banco de Elda al Banco Central. , Fue una pena que esta entidad bancaria, como grupo financiero, no pudiera mantenerse, ya que la interconexin de banco privado con industrias de base fue muy positiva durante algunos aos. Debi ser inevitable al no poder estar dentro del equilibrio de los grandes bancos que siempre se ponan de acuer do sobre una serie de temas cruciales para el los en el seno de un organismo corporativo. Tales acuerdos se traducan con frecuencia en disposiciones de cumplimiento obl igado, por medio de los cuales se fijaban tipos comunes de inters para las operaciones activas y pasivas, y tambin se ponan de acuerdo en las limitaciones de creacin de nuevos bancos. Nos imaginamos que era completamente imposible evitar esta desaparicin, ya que la competencia era muy desorbitada. Bibliografa. Turin de Lara. Nota en el libro de Miguel Martnez Cuadrado, La Burguesa Conservadora (1874-1931). Alianza Editorial Alfaguara. 1973. Navarro Pastor, Alberto. Historia de Elda. Tomo 11. Caja de Ahorros Provincial. 1981. Vera, Vicente Banco de Elda: una historia turbulenta 1983 Busquier, G. Banco de Elda Revista El Cronista. 1935. Vera, Vicente, Op. cit. Busquier, G. Op. Vera, Vicente. Op. cit. (1933-1959). Revista Alborada. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 330 INSTITUCIONES Y SOCIEDADES Grupo de eldenses pertenecientes a la logia Amor Aproximacin a la historia de la masonera eldense (Revista Alborada. Diciembre de 2000) El periodo de la II Repblica en la historia de la masonera espaola es uno de los menos conocidos por la desaparicin de una parte muy importante de documentos originales durante la Guerra Civil. Aun as, la mayora de autores que han estudiado este periodo coinciden en afirmar que el nmero de maso nes activos giraba alrededor de cinco mil miembros. Bien es verdad que esta cifra es muy baja si la comparamos con la de otros pases. En la Comunidad Valenciana el mayor esplendor masnico fue en el periodo correspondiente desde la dcada de los veinte hasta el golpe de Estado del general Franco. Aunque la abundante documentacin de los organismos masones valencianos fue destruida casi totalmente, D. Vicente Sampedro Ramo, en su libro titulado La Masonera Valenciana nos da el registro oficial de las logias que dependan del Gran Oriente Espaol y de la Gran Logia regio nal de Levante, y el nmero de miembros: 331 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Constante Alona de Al icante 34 obreros Federacin Valenciana de Valencia 36 obreros Numancia de Alicante 46 obreros Patria Nueva de Valencia 12 obreros Diana de Denla 13 obreros Las Germanas de Valencia 10 obreros Ilice Constante de Elche 10 obreros En Alicante las logias masnicas eran muy activas y desarrollaban su progra macin con el mximo inters, perteneciendo a ellas personas muy conoci das dentro de los distintos ambientes, siendo la mayora de Izquierda Repu blicana. La logia Constante Alona N. 1 estuvo activa desde 1878 a 1939, y la logia Numancia N. 3, que era el tal ler de la capital, naci en 1882. Aunque tuvo distintos altibajos, estuvo funcionando hasta poco tiempo antes de la Guerra Civil espaola. Elda fue una de las primeras poblaciones al icantinas que cont con una logia en el ltimo tercio del siglo XIX, se denominaba Fidelsima y se cre en 1886. No tenemos muchos datos de este ncleo masnico, lo que s sabemos es que tena muy pocos miembros y escaso inters. Sin embargo a finales de la dca da de los veinte (septiembre de 1927) se cre la logia Amor N. 9, previa auto rizacin de la logia Numancia N. 3 de Alicante. Los siete miembros fundado res fueron los siguientes: Venerable Maestro: Jos Toms Snchez - Pestalozzi Primer Vigi lante: Cndido Amat Casez - Progreso Segundo Vigi lante: Joaqun Porta Rausa - Actividad Orador: Jos Verd Cuenca - Pascal Secretario: ngel Vera Coronel - Plutarco Experto: Jos Capi l la Beltrn - Platn Tesorero: Jenaro Vera Coronel - Estrel la Entre los aos 1930 y 1936 la logia eldense tuvo una notable actividad, des tacando sobre otras de la provincia, y teniendo una estrecha relacin con logias de distintos puntos de Espaa. Lleg a superar los cuarenta compo nentes, entre los cuales se encontraban algunos vecinos de la ciudad man chega de Almansa. 132 INSTI ruc IONES Y SOCIEDADES Gracias al Fondo del Archivo Histrico Nacional de Salamanca (Seccin Gue rra Civil. Masonera) hemos podido conocer a la mayora de los miembros que formaban esta logia. Son los siguientes: Elas Jover Snchez: Senci l lo Jess Sez Cuenca: C. Marx Lorenzo Navarro Richarte Gernimo Gal ipienso Ruesca: Andrenio Vicente Gil Navarro: Cafiero Marcelo Li l lo Cataln: Zorril la Miguel Caturla Garca: Pi y Margal l Antonio Juan Busquier: V. Hugo ngel Jimnez Garca: Prez Galds Francisco Amat Busquier: J. Costa Segismundo Falc Pic: R Iglesias Delfn Coloma Garijo: Tolstoy Viriato Coloma Gandel: Cabal lero Fernando Sampere Garca: Pitgoras Rodolfo Coloma Gandel : Tom Luis Nieto Garca: Hipcrates Manuel Gonzlez Gonzlez: Rousseau Emrito Maestre Maestre: Castelar Jos Deltell Andreu: Jaures Aurel io Vil laescusa Bueno: Washington Martn Llopis Taltabull: Cervantes Sebastin Rosas del Bosque: Elda Pedro Garca Martnez Emi l iano Vera Gonzlez: Scrates Toms Guarinos Maestre: Newton y Abrahan Luis Harrez Martnez: Bebel Jos Mara Prez Gras: Linares Rivas Joaqun Ferrer Prez: Blasco Ibez Juan Garca Berenguer: Franklin Pedro Santos Amores: M. Gorki Jos Mara Gi l Esteve: Unamuno 333 110 RETAZOS D LA HISTORIA ELDENSE En estas relaciones nos aparecen personas muy destacadas de la vida cultural eldense, como Jos Toms, maestro del colegio pbl ico Padre Manjn, donde desarrol l una esplndida labor como profesor diurno y nocturno. l cre unas clases para adultos que tuvieron mucho xito, adems era un gran colabora dor de peridicos y revistas de la poca. Otro personaje muy conocido y carismtico fue Jos Capi l la, un hombre apa sionado por la cultura, amigo de Azorn, Mir y otros muchos, fue el alma mater del semanario eldense ldella, en el cual realiz un trabajo que en la actualidad valoramos plenamente. Los dems componentes fueron personas muy conocidas en determinados ambientes econmicos y sociales. La principal figura de la logia Amor de Elda, desde nuestro punto de vista, fue ngel Vera Coronel, fundador del Comit Republicano, presidente del Conse jo de Administracin del Banco de Elda y gobernador civil de Cceres, Cdiz y Zaragoza. En esta ltima ciudad tuvo que sufrir las consecuencias del golpe de Estado franquista. Lgicamente fueron momentos muy delicados para Vera Coronel, aunque demostr unas dimensiones humanas muy destacables. A pesar de sus anteriores relaciones con el general Cabanellas Ferrer, republica no y masn, fue detenido, y tal vez no le mataron enseguida por indicacin del general. Estuvo preso alrededor de un ao y fue fusilado el 20 de julio de 1937. La actuacin de este personaje result muy atpica ya que no estableci ningn contacto con los tal leres de Zaragoza, incluso en la documentacin requisada a los masones de todo Aragn no aparece ninguna referencia a su persona. La poltica represiva en contra de los masones continu durante los aos de la Guerra Civi l, y culmin el 11 de marzo de 1940 con la promulgacin de una Ley que reprima a la masonera y al comunismo. Fue como consecuencia de otra Ley de Responsabi l idad Pbl ica, del 9 de febrero de 1939, en la cual fue ron declaradas legales todas las organizaciones masnicas, adems de la con fiscacin de sus bienes y dursimas penas. Los masones quedaron automtica mente separados de cualquier trabajo pbl ico, incluso los parientes con un segundo grado de consanguinidad. Las crceles y los destierros fueron los lugares donde se asentaron los elden ses que configuraban la logia Amor. 334 Captulo VIII Rituales festeros Parte de un destile Epstola a unas Fiestas (Diario La Verdad. 5 de junio de 1991) Amigas Fiestas: Ante todo permitidme que sea concreto y desde luego neutral, porque no creo necesario endosaros una carta sumamente aduladora. Simplemente de amigo. Hace mucho tiempo que os vengo observando. Mi satisfaccin va en aumen to cuando compruebo el significado real y estruendoso que, durante unos 335 110 RE rAzcis DE LA HISTORIA LLDENSE das, concedis a las multitudes que inconscientemente os veneran como si fuerais el Olimpo. Sabis perfectamente que vuestro corazn no es una marioneta y que os enorgullece pensar que podis convertir la tristeza en alegra de mi les de per sonas, seres que viven todos los das del ao gravitando alrededor de voso- tras, que disfrutan y danzan al comps que les marcis de una manera lgi ca y razonada. Quienes no os conocen, piensan que tenis una apariencia banal y mutable, que puede menoscabar la dignidad humana prctica que vosotras sois capa ces de repudiar, siempre desde una ptica personal que hace perder la acti vidad vital . Pero cuando se integran en vuestro ambiente, la pasividad se con vierte en una mquina dorada de vivencias prolongadas que sobrevaloran lo que los hombres han hecho de vosotras. Reconocedlo, han sido esas personas que dedicadas en cuerpo y alma os han ido modelando, perdiendo y ganando batallas dialcticas y espirituales, que siempre estn demostrando que os aman demasiado, acariciando prolonga damente y sembrando en vuestro corazn unas perspectivas muy slidas y abundantemente humanas. An sabiendo que la persona es muy frgi l, algo indecisa y ciertamente con tradictoria cuando se trata de vosotras alcanzan una elevada dimensin por que el amor es recproco y muchas veces el corazn realiza acciones que la razn no entiende. Gracias a estas personas, las luchas las tenis ganadas. Es un camino donde bril la por su ausencia la insolidaridad y la incultura. Aunis a las personas que por su carcter se iban distanciando y en la actual idad se encargan de mos traros y disfrutaros con imaginacin y fantasa. Siempre estis dispuestas a cumplir con el cometido prefijado, acatando las programaciones establecidas, habis sido capaces de recordar los distintos colores, la msica que despierta las emociones, las plenas energas, los impul sos naturales, y esa exuberancia sonora y visual que contribuye al fruto de un mecanismo racional . Amigas, tambin estis ganando la batal la al espritu, motivo suficiente para que vuestra existencia no tenga final . Creedlo, vuestra forma de actuar est hecha a la medida de todos los sentimientos, por muy confusos que sean, 335 REMA FS FESII ROS ennoblecis las condiciones humanas ofreciendo esas emociones desconoci das, y quiz, lo ms curioso es que retrocediendo en el tiempo estis hacien do historia. Amigas Fiestas, dejad que los hombres cumplan sus deseos para que se pue dan acercar a sus races vitales. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA EIDENSE 338 RITUALES TESTEROS Abanierdd. captanes infantiles Proclamacin de abanderadas y capitanes infantiles 1990 (Revista Moros y Cristianos. Mayo de 1991) Queridos nios y nias, seoras y seores. Cuando la Junta Central me pidi que diera este Pregn, no lo dud ni un momento, ni un solo momento. Dije automticamente que s, porque para m es un gran honor poderme dirigir a todos vosotros, capitanes y abanderadas entrantes y salientes, estar aqu en vuestra compaa y poner un minsculo grano de arena en vuestras queridas Fiestas de Moros y Cristianos. Durante algunos aos vengo observando desde la ptica de un mirn la evolucin de vuestra Fiesta, y mi satisfaccin va en aumento cuando com pruebo el importante papel que desempeis en todos y cada uno de los actos que se celebran durante todo el ao. Sois el verdadero sabor de la Fiesta, la cspide de ese pequeo teatro donde el comportamiento es el espejo que muchas veces ver retratada la dignidad del pueblo eldense. Sabemos que ponis todo vuestro sentimiento para salir garbosos, limpios, y no defraudar nunca a vuestro fiel y constante pblico, al que dejis con la 339 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE boca abierta y con suspiros entrecortados, el mismo que va a vuestro encuen tro y os agradece vuestra alegre presencia. Siempre estis dispuestos a cumplir cariosamente lo que os mandan sin poner malas caras, sin aspavientos, sin la preocupacin de un estudiante ante una examen inoportuno. Aceptis lo que os dicen sin desconfiar de vuestra propia capacidad, por eso podis regalar, con mucha confianza, aquellos conocimientos que dominis, que os han trasmitido. Rompiendo la lente que refleja las distancias en las diferencias existentes, no sois unas caricaturas, como algunos piensan, porque os atrae invariablemen te el esfuerzo y el sacrificio. De tal manera que desfi lando por las mismas calles, las mismas plazas, sois capaces de alterar el paisaje, de hipotecar la luminosidad de vuestros colores y apagar el ritmo que os acompaa. Estis demostrando que el traje festero no es un ridculo disfraz, porque hon ra a quienes lo visten, da una categora y un respeto a la tradicin. Y por qu no decirlo, prestigio, mucho prestigio a nuestra Fiesta. Parecis mquinas de aprender, desde la cuna a la adolescencia miris curio sos el mundo festero que os rodea, estis continuamente animados de un gran inters por lo que sucede a vuestro alrededor y aprendiendo permanen temente. La mayor parte de vuestras actividades van encaminadas a explorar la realidad con los instrumentos que cada uno tiene, pero siempre con el ins tinto de descubrir cmo funcionan las parcelas de la realidad festera. Y es lgico que sea as, porque el conocer las Fiestas es el principal arma para dominarlas, y es la clave del xito, como lo demuestran los triunfos constan tes que nos sirve vuestro entusiasmo. Por lo tanto la Fiesta os necesita. La Fiesta necesita bel leza, derroche y juven tud, sobre todo juventud, esperanzadora semi l la para que la Fiesta contine, para que la l lama de la tradicin se mantenga viva y para que el contagio toni fique a todos los que con vosotros viven esos das testeros. Abanderadas y capitanes entrantes, estoy seguro que habis soado durante mucho tiempo con este vistoso acto, acto que es un maravi l loso regalo de color en un marco incomparable. Aunque tiene una duracin muy justa os va a parecer el vuelo de una luz suave. Si vosotros tuvierais poder en el deseo y pudierais medir la i lusin, a este acto le veramos anochecer y tocaramos la penumbra de la noche con la luz de vuestros deseos. 340 RI RJAI.E5 FESTEROS Capitanes y abanderadas sal ientes, este momento ya lo habis vivido, que no florezca el desnimo en vuestros dulces rostros, porque todava tenis muchas posibi l idades de repetir cuando seis mayores, luchad por el lo y para ello. Mientras tanto volad del mar al monte, del cielo al mar, cantad, red, silbad, y ante todo esperad, porque tenis la eterna primavera en vuestro lugar. Pensad todos que en estos momentos estis haciendo bril lar la Fiesta, nuestra ciudad despierta est recibiendo el mi lagroso encanto de los ritmos perfuma dos que emanan de vuestros corazones, nobles pensamientos, tesoros vivos, aurora de infanti l alegra, sois como esos pjaros que cantan los colores y tie nen por morada la primavera. Este querido teatro est ahora mismo repleto de cuerpos l impios, buenos, tranqui los, igual que las estrel las, las estrellas puras. Dulces, altivamente dul ces como estrel las rojas, con un volar anglico y una palidez de gloria. El pueblo entero est encendido, dispuesto a gritar, saltar y brillar para que vuestros corazones, l lenos de infinita inocencia, reciban la imagen completa de la gloria que os merecis, como tesoro supremo de las Fiestas. No debemos olvidarnos de la vital tarea fami l iar, la aportacin de los mayores a la Fiesta. Ellos se dedican a vosotros en cuerpo y alma, en todo momento os estn transmitiendo su amor y todo el lo para que logris el objetivo de con vertir la fantasa en realidad. Os alimentan con valores festeros y os han tra zado el camino que debis de seguir para conocer en profundidad los episo dios que caracterizan nuestras Fiestas. Sabed que sois una prolongacin de sus sentimientos festeros, una herencia esplendorosa que os hace olvidar esas pequeas tensiones a las que estis sometidos. No lo dudis, el los saben hacerlo. Dadles las gracias porque os han ido enseando, modelando, algunas veces perdiendo y otras ganando, pero siempre demostrando que os quieren dema siado, sembrando en lo ms ntimo de vuestro corazn unas races festeras muy sl idas que harn de vosotros, en un futuro inmediato, unos comparsis tas con un deseo colectivo, l leno de educacin, sin envidias ni renci l las, siem pre dentro de un mutuo respeto, y cmo no, dentro de un gran entusiasmo. El respeto y el entusiasmo son los pi lares donde se han instalado la continui dad de nuestras Fiestas, tambin fue lo que tuvieron aquel los hombres en ene 110 RETAZOS DF 1A HISTORIA CIDENSE ro de 1944 para instaurar de nuevo unas Fiestas que nacieron con un verda dero xito y que ao tras ao se han ido sucediendo con una bri l lantez, esplendor y superacin que han ido dejando perplejos a propios y extraos. Amigos mos, capitanes y abanderadas, vosotros sois la frescura de la tarde melancl ica, la guirnalda cotidiana de la vida, no desperdiciis el autntico valor de las Fiestas porque sera contraproducente para el meritorio esfuerzo de muchas personas, de vuestros mayores. Colmad con ampl itud fresca vues tras entraas y meteos en ese molde inmenso del que saldris l lenos de gloria festera. Pero sin correr, muy despacio, con suavidad. Con el corazn abierto os digo que procuris no perder la curiosidad ni el inte rs, llevar con satisfaccin la cabeza bien erguida y cuando la Fiesta haya pasa do, cuando estis llenos de cansancio, con caras demacradas, ojos de sueo y los pelos revueltos, en el instante de acostaros, para recibir el descanso mere cido, cuando encendis el faro de vuestra alma, no digis a las Fiestas adis, decidles hasta luego. RITUAI ES FESTFROS Epstola a unos festeros (Diario La Verdad. 29 de mayo de 1993) Queridos festeros y festeras: Despus de ver muchos atardeceres desde las estribaciones de Boln, cuando las mentes estn recibiendo el sopor festero con la clsica nostalgia de unos das aprovechados, es el momento para anal izar unas Fiestas, aparentemente banales, que son capaces de hacer gravitar durante todo el ao a mi les de fes teros. Es el momento de recordar a todos aquel los que han iniciado una pac fica expedicin, que han ennoblecido con infinita paciencia unos avatares his tricos de slida reputacin y que han retrocedido en el tiempo, aunque sea muy confuso, buscando unas races que son las que tenis que conservar. Mi osada me permite haceros el inventario, por supuesto con neutral idad, para daros a entender que la gente que os visita y ste que os escribe, hemos valorado vuestra gestin muy positivamente y hemos l legado a la conclusin de que habis alcanzado el doctorado festero. Reconocedlo, os habis dedi cado en cuerpo y alma, de una manera lgica y razonada, a preparar vuestros 343 110 FIFTAJOS DI LA 111IORIA I I DF NSI. cuartel i l los, a vuestras fami l ias, a olvidar aquel los rostros hosti les que os per judicaban y a mantener vuestra confianza por encima del abandono y de la tristeza. Habis conseguido dominar la msica, los colores, nunca las emociones, la pasividad, y cmo no, habis atrado a todos aquel los distanciados, faltos de imaginacin y fantasa. Habis elevado vuestra Fiesta ms al l de esos mundos superficiales; jugando limpiamente, sois capaces de defender vuestra cultura para que nadie la rompa, y sois como aquel las personas que durante toda su vida van dejando un camino de luces donde se refleja una conducta festera l lena de ejemplaridad. Afortunadamente todo esto que os cuento lo he vivido. He tenido la suerte de experimentar, no una sensacin de extraeza, ni de enemistad absurda, sino un murmul lo vibrante con pinceladas alegres y jocosas de unos festeros y fes teras que habis sido capaces de que sintiera el atardecer con esmero, sin ave riguar el secreto de la intensa amistad. Cuando me integr en vuestro ambiente me encontr con vuestra dignidad y me convertisteis en una mquina dorada, l lena de vivencias y elevndome a una dimensin a la que el corazn humano no est muy acostumbrado. Y para final izar, deseo haceros una reflexin: Habis pensado alguna vez que en muchas ocasiones el corazn real iza actos que la razn no entiende Gracias por ser festeros y festeras, gracias por amar a la Fiesta y gracias por amar a Elda. RITUALES FEST EKOS Cultura festera (Boletn del Centro Excursionista Eldense. Mayo 1993) En el proceso de la evolucin cultural de Elda no podramos olvidar, sin come ter una falta grave, el decisivo influjo que la Fiesta de Moros y Cristianos impri me en el desarrol lo concreto y real de la cultura eldense. 1.a representacin de este hecho tan complejo, que se agita durante muchos meses en nuestro entorno, puede ser un buen vehculo para poner al alcance de muchas perso nas esta tradicin histrica que se remonta al siglo pasado. Es una cultura real porque parte y concluye en la real idad. Estamos ante una cultura humana o lo que es lo mismo ante la valoracin de un trabajo del hombre, dirigido hacia la tumultuosa tempestad de unas Fiestas casi i l imita das. La cultura festera es una manera que tenemos las personas de relacio narnos los unos con los otros, de sacar a la luz unos instintos, sentimientos, incl inaciones y, por qu no decirlo, sus tentaciones. Podra ser algo para los elegidos, pero no, la participacin no es discriminatoria y permite un abanico de posibi l idades creadoras del hombre. 1 10 RE rAzos DE I A HISTORIA LI III NSE Algo que no tiene sentido es cuando una ciudad se vanagloria de tener las mejores Fiestas, muy por encima de las dems. Lo primero que hay que con siderar son las circunstancias que han favorecido su real izacin, para ms tar de saber la intencin de sus fundadores, si iba dirigida hacia unos fines prc ticos o por el contrario se busca la fel icidad colectiva, con la sola l imitacin de que el placer individual deje de ser una necesidad imperiosa de unos pocos. El deber de todos es el de cooperar (cada uno desde sus posibi l idades) al triun fo de nuestra cultura y tradicin, para que por lo menos, durante unos das de Fiesta, podamos contribuir a remachar los fundamentos bsicos que nos sir ven de gua para dirigirnos hacia lo autntico. La infinita variedad de voces unidas en un solo y fantstico respeto hacia nues tra Fiesta es un sentimiento capaz de vencer cualquier tipo de empobreci miento, imprimiendo la actividad necesaria para mantener con tesn el perfil noble del camino hacia la cultura festera. OIL RI11.1/11 FS FESTFRU, Son un problema los anacronismos festeros (Semanario El Peridico Comarcal. 24 de mayo de 1995) Todos sabemos que la Fiesta de Moros y Cristianos tiene un carcter eminen temente popular, y como tal necesita un conjunto de requisitos para que se pueda realizar. Algunas veces hay aspectos difci lmente recomendables, los cuales interfieren en el largo camino, haciendo que dificulten la pureza y ter mine en un problema de cierta gravedad. Me estoy refiriendo a los anacronis mos existentes en pocas pasadas y que en la actual idad se siguen mante niendo. Es un problema completamente general izado y muy difci l de resolver porque se ha incrustado en la estructura de tal manera que la Fiesta de nue vo cuo nace con demasiadas incongruencias. En Alcoy se mantiene cierta impureza y Domnech Llorens justifica este defecto diciendo: El anacronismo es por naturaleza una cuestin de ignorancia y desinters por la real idad histrica, y se expl ica por diversas razones. Las Fiestas son neta mente populares, y el pueblo que las ha creado y las mantiene durante los lti 47 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSI mos tres siglos, en que se formaron y desarrol laron, tena un nivel cultural baj simo y muchos de nuestros antepasados eran poco menos que analfabetos. En Elda, durante la primera poca testera, se not la influencia de la poltica que determinaba la vida cotidiana y cedieron a unos hechos que les eran com pletamente ajenos. Ah tenemos a los Garibaldinos vestidos de levita y fal dones, cubiertos de un bicornio de tendencia ital iana, y a la mayora de las comparsas cristianas les ocurre lo mismo. Pero quiz lo ms destacable es que el pasado haya influido dramticamente en una poca ms reciente y de estos motivos, que originaron los anacronismos, nacieron los dems. El tema anacrnico no tiene mayora unnime en su concepcin. La sensibil i dad de algunos estudiosos, que desean engrandecer la Fiesta, luchan por demostrar unas justificaciones correctas que defienden con una vehemencia suficientemente impulsiva como para pensar en real izar un anl isis ms deter minante. Fernando Domen y Antonio Sempere piensan que: Estos anacronismos no slo se pueden justificar, sino que adems son per fectamente coherentes con el sentido real de las comparsas. El lo es debido a que, en realidad, las comparsas no representan a guerreros, sino a gru pos sociales que no tenan que participar necesariamente en las contiendas blicas. Los usos y costumbres han tenido que recorrer un largo camino con subidas y bajadas. Algunos prstamos de otras poblaciones no han modificado el pro ceso festero eldense y sin embargo nos han obligado a meditar sobre los con tactos que se han producido. Hay casos de injertos muy frecuentes en el siglo XIX como consecuencia de la fecundidad de otros ncleos testeros. Mi crtica constructiva se dirige a la dcada de los cuarenta, momento crucial para haber buscado una pureza que hubiera determinado un planteamiento ms acorde con la real idad eldense, y capaz de crear unos elementos propios por encima de tendencias y actitudes postizas. Pudo ocurrir algo distinto, estoy convencido que aquel las personas buscaron con sentimientos festeros lo mejor, por eso estoy obl igado decir lo contrario sera una injusticia a valorar su trabajo entraable en funcin de sus rasgos temperamentales y destacar su gran dedicacin a la Fiesta de la cual hoy nos sentimos orgul losos. RITUALES FESTEROS La mujer en la Fiesta La mujer: Piedra angular de la Fiesta (Revista de Moros y Cristianos. Mayo de 1996) La participacin femenina en la Fiesta de Moros y Cristianos es un permanen te tema de discusin en algunas ciudades de nuestra Comunidad. Ocurre don de existen unas conductas reglamentadas, basadas en el mantenimiento de costumbres y tradiciones, que son incapaces de ofrecer unas oportunidades participativas a la mujer. Las hay ms tolerantes, porque aceptan la presencia femenina como una parte imprescindible en muchos actos para suavizar la seriedad de la gesta blica. En Elda la mujer es parte activa, responsable y protagonista, est identificada con la Fiesta, participa con orgullo festero en todos los actos que se celebran, posee un estilo especial de alegra, conoce la tradicin eldense y reafirma espontneamente su personal idad ao tras ao. La mujer eldense del siglo XIX no estaba integrada en el placer festero, aun que contribua a su celebracin porque una fiesta tan compleja nunca podra existir si no estuviera sustentada por el trabajo, sacrificio y generosidad de 34a 110 RETAZOS DE LA HISTORIA FL OtNSL muchas eldericas. D. Emil io Castelar, en su obra titulada Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo, describe con todo detal le lo que fue la Fiesta de Moros y Cristianos, a mediados del siglo pasado, y no hace referencia alguna a la presencia femenina, la cual se l imitaba a la asistencia a los actos rel igio sos que se celebraban en la iglesia de Santa Ana. Nuestras antepasadas fueron bastante reticentes a la hora de integrarse en la Fiesta, bien por propia iniciativa, o por el contrario, su presencia estaba prohi bida por una sociedad egosta y eminentemente machista. Esta ltima refle xin es sin duda la que ms se acerca a la realidad, aunque en esta poca la mujer desempe un papel que le pudo servir para su posterior integracin. Me estoy refiriendo a las cantineras, que aunque no hay referencias escritas nos consta su existencia. Era jvenes entre quince y veinte aos que iban acompaando a los capitanes cuando stos tomaban parte en las guerri llas. Mientras el largo estruendo resonaba en toda la vil la, las cantineras se mez claban entre los guerreros con una cesta apoyada en la cadera, repartiendo toda la clase de frutos secos, pastas y licores a todos los participantes. Tam bin, junto a los capitanes, iban las rodelas, un personaje femenino de edad muy temprana que en algunos pueblos solan ser las futuras abanderadas. Pocos aos despus de terminar la Guerra Civil hubo una confluencia de inte reses y aficiones que proporcionaron unas condiciones idneas para reiniciar este festejo, y como el cl ima de aceptacin estaba superado, nacieron las pri meras abanderadas. Efectivamente, las abanderadas aparecieron oficialmente en Elda en 1945, a partir de esa fecha empezaron a sumergirse en una viva experiencia religiosa, en exhibiciones guerreras y en desfi les espectaculares. Si buscamos una dimensin antropolgica en la festera eldense nos encontra remos con unos valores ticos y estticos que justifican su participacin. Su voluntad y su conducta le dan una capacidad para distinguir el presente y el futuro, lo transcendente y lo innecesario. Tiene capacidad para aprender, revi sar e incluso enmendar lo real izado, percibe y reconoce sus propios senti mientos, y sabe gozar de todos aquel los acontecimientos que se desarrol lan a lo largo de todo el ao festero. RITUALES FES1EROS Imagen de San Anton San Antn: Una gran pgina de la historia festera eldense (Semanario El Peridico Comarcal. 30 de mayo de 1997) Una de las dimensiones que debemos considerar como base de la Fiesta de Moros y Cristianos es la advocacin religiosa y su enfoque. No podemos negar esta situacin porque va paralela a otras tradiciones elden ses y nace en una vi l la, ante una fiesta popular, adems de ser la piedra angu lar para la supervivencia. Las creencias y las costumbres rel igiosas-festeras empiezan alrededor del home naje que se rinde al patrn o patrona, como consecuencia de los mi lagros con cedidos y la necesidad de estar bajo la proteccin divina a travs de la Virgen o los santos, aunque dentro de la Fiesta de Moros y Cristianos muchos partici pantes, al ser ateos, han divinizado a sus respectivos patronos/as. La devocin popular hacia San Antn l leva muchos siglos arraigada en Elda, y al iniciarse la aventura festera, se vincul rpidamente con la primera fiesta que abra el calendario. La originaria Fiesta de San Antonio Abad se real izaba el primer domingo despus del da 17 de enero y la celebracin consista en 351 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE carreras populares de hombres y muchachos, las famosas cucaas, y conclua con la danza alrededor de la tradicional hoguera. Una vez que naci la Fiesta de Moros y Cristianos, tomaron como patrn a San Antn y a partir de ese momento cambi el organigrama festero, que se desarro llaba de la siguiente manera, segn hemos podido averiguar: El primer da, por la maana, tena lugar una Diana para dar paso a la misa de Accin de Gracias y, a continuacin, se trasladaba al santo desde la iglesia de Santa Ana a su ermita. Por la tarde se real izaba un simulacro donde los moros ganaban la batal la para pasar al primer desfi le donde participaba toda la comunidad festera. El segun do da, la banda de msica real izaba la popular Diana y por la tarde el ltimo desfi le antes de volver al Altico de San Miguel y celebrar la batalla donde eran ganadores los cristianos. En la actual idad el sentimiento popular de devocin a San Antn se halla en un tmido proceso de disminucin en algunos sectores como consecuencia de la crisis advocatoria que evoluciona con rapidez. Entendemos que las menta l idades estn cambiando por otros derroteros y las circunstancias reciben algo simi lar, pero que no se olvide que es una manifestacin heredada y transmiti da por nuestros mayores y es parte del patrimonio cultural eldense. De lo que se trata es de festejar a San Antn, participando en unos actos don de sobresalen los valores del pasado, se siembra para el futuro y se disfruta el presente. Podemos l legar a valorar an ms la Fiesta si nos percatamos de su esplndida fuerza; es capaz de aglutinar distintos niveles sociales, culturales y econmicos, genera un espectculo donde consciente o inconscientemente lo forman personas de distintas creencias rel igiosas, y lgicamente mantiene una tradicin que est llena de espiritual idad. En Elda una de las vivencias ms caractersticas de la Fiesta es la celebracin del rito rel igioso que, en muchas ocasiones, es dar las gracias al patrn por algn beneficio recibido, adems de posibi l itar una convivencia entre distintos grupos sociales y San Antn. Sin embargo, existen determinadas personas que confunden la Fiesta con la rel igin, es una idea que est algo arraigada en algunos sentimientos populares y que puede l levarnos a un cambio de actitud que perjudique al festejo. La cohesin entre San Antn y los participantes se puede y se debe mantener como si fuera una ideologa capaz de impulsar los valores morales de cada persona y de conseguir, aparte de la cultura comuni taria, una identificacin plena con nuestro patrn, San Antn. RITUALES FESTEROS Moros y Cristianos en Hispanoamrica (Diario Informacin. 19 de febrero de 1998) La idiosincrasia de cada ncleo ciudadano y el estmulo festero, sin duda algu na, justifica la enorme cantidad de representaciones y las distintas formas de representarlas. En nuestro pas, la Fiesta de Moros y Cristianos est material i zada en la mayora de las comunidades autnomas, desde la Valenciana, pasando por Gal icia, Andaluca, Navarra, Aragn, Casti l la -La Mancha, hasta el Pas Vasco. Toda esta gama festera se concentra en tres zonas: la andaluza, aragonesa y levantina, y cada una de el las tiene su propio contexto y, todas, aspectos comunes que en otro momento analizaremos. Sin embargo no podemos olvi dar los festejos que se desarrol lan en Hispanoamrica y principalmente en Mjico. Esta enorme zona continental no se priv de recibir las formas de vida que existan en Espaa, y los encargados de introducirlas fueron los misioneros, que adems de ensearles la rel igin y la lengua, lo complementaron con los 110 RETAZOS DE IA HISTORIA ELDENSE festejos y algunas costumbres destacadas. Estos rel igiosos lucharon con fuer za para iniciar el proceso de evangel izacin en todos los aspectos y paulatina mente fueron sustituyendo las danzas guerreras de los aborgenes por las que se celebraban en nuestro pas, incluidas las de Moros y Cristianos Sabemos que la odisea conquistadora se dirigi desde Castil la, sin embargo podemos reconocer la influencia aragonesa en algunos festejos. Por ejemplo, al sur de los Estados Unidos existe una curiosa danza de moros y cristianos donde un hombre realiza un baile muy pintoresco vestido con unas enagi l las de mujer y en El Salvador hay una danza guerrera con una coreografa espe cial de espadas, donde interviene el Rey Fernando el Catl ico, declamando un parlamento l leno de patriotismo y rel igiosidad. En Ecuador se celebra la fiesta con danzas y embajadas; en Bol ivia usan lti gos en vez de espadas, pero montados a cabal lo; en la zona atlntica brasile a desarrol lan el tpico simulacro naval y en Guatemala realizan el Bai le de la Conquista. D. Jos Mara Soler, persona conocida y admirada por muchos de nosotros, nos dej este comentario: En algunos casos hay ms diferencias que semejanzas. A nuestro modo de ver, se trata ms bien de una adaptacin del dance aragons l levada a cabo por religiosos espaoles en el siglo XVI, como claramente se deduce de los personajes representados o aludidos en el texto, y realizada con el deseo de alejar a los aborgenes de sus mitos y supersticiones en los que no faltaban los bai les rituales e idoltricos. En Mjico sus orgenes son muy antiguos porque, en 1538, ya se representa ba un simulacro para conmemorar el Tratado de Niza entre el emperador Car los y el rey francs Francisco. En este mismo lugar se celebra algo simi lar pero con personajes increblemente anacrnicos: Rodrigo Daz de Vivar y Pi latos. La Fiesta de Moros y Cristianos, en Mjico, tiene tres variantes con diferencias muy destacadas: 1) Los moros y los cristianos se convierten en mejicanos y franceses. 2) La lucha entre la Cruz y la Media Luna. 3) La conquista espaola a travs de Hernn Corts. El primer apartado es la variante ms significativa y la ms moderna, en el la compiten los franceses y los mejicanos. Los primeros como bando cristiano y RIIUAt.ES FESTEROS los segundos como moros; estos ltimos son los que vencen en la contienda y los perdedores, los franceses, lo celebran con un bai le. El segundo no nece sita mucha expl icacin porque es muy simi lar al nuestro, y en el tercero apre ciamos cmo el contexto histrico va dirigido a la figura de Hernn Corts. Este conquistador es el encargado de intentar convencer a Moctezuma para que se convierta al cristianismo, como no lo logra le tiene que apresar en medio de unos bai les muy graciosos. Hemos comprobado cmo esta Fiesta en Hispanoamrica mantiene, en la actualidad, y bsicamente, la misma tradicin histrica espaola: la valoracin religiosa por la advocacin a un patrn o una patrona y la lucha entre los ban dos opuestos. Estos ingredientes son constitutivos a la hora de realizar el ritual, y esperemos que se mantenga esta continua expresin popular. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 356 RITUALES TESTEROS Los inicios de la Fiesta eldense (Diario La Verdad. 4 de junio de 1998) Elda, como otros ncleos testeros, desconoce los momentos en que se inici este rito. En ningn archivo, sea municipal, parroquial o privado, ha sido posi ble encontrar algn documento que fijara la fecha aproximada y nos diese tes timonio de algunas circunstancias que rodearan la Fiesta en pocas ms bien lejanas. Menos mal que hubieron dos personas: Emil io Castelar y Lamberto Amat, que nos dejaron escritos los pormenores ambientales de la Fiesta elden se durante el siglo XIX, pero busquemos otros momentos anteriores que estn l lenos de oscuridad. Cuando estaba final izando el siglo XIV, Elda tena una fuerte cohesin con el reino de Aragn, como consecuencia de que la duea de la vi l la era Da. Sibi la, la misma que mand construir, segn Lamberto Amat, el Alczar Palacio. Esta joya arquitectnica pudo ser testigo de unas fiestas palaciegas importadas de Aragn que Mara Elena de Arizmendi, en su l ibro Danzas cortesanas y juglarescas, nos dice que en el siglo XI I, en Catalua, figur una danza de moros y cristianos con motivo de los esponsales entre Ramn 110 RErAzos DE LA HISTORIA 1.11)ENSF Berenguer IV, conde de Barcelona y Doa Petroni la, Reina de Aragn, y que esta costumbre continu practicndose por parte de los sucesores con mucha frecuencia. Podemos pensar que este tipo de festejos fuera trado a Elda por la vincula cin existente con tierras aragonesas. Pudo ocurrir que los contactos con esta regin fueran espordicos y ocasionales pues, en aquel la poca, los reyes ten an la costumbre de llevar en su squito a danzantes y juglares en los largos desplazamientos, o cuando la estancia se pudiera di latar ms de lo previsto. Muchos investigadores estn convencidos que la soldadesca fue, en muchas poblaciones, el inicio de la Fiesta de Moros y Cristianos, pues en nuestra villa ya en 1609 exista una compaa de armas, que fue la encargada de cumplir la orden de Fel ipe III, expulsando a los moriscos. El primer documento que nos habla de estas compaas lo encontr Hiplito Navarro en el Archivo Munici pal de Petrer y data de 1639. Son pocas las poblaciones de nuestra rea que no tuvieran su propia solda desca. En Elda exista una costumbre muy definida y que se mantuvo durante muchos aos. Cuando la vi l la sufra alguna epidemia o plaga, los eldenses organizaban hasta dos procesiones diarias, bien para hacer rogativas o bien para agradecer a la Santsima Virgen de la Salud las pocas prdidas causadas. Creemos que es interesante conocer las participaciones de la soldadesca, durante el siglo XVIII, en unos destacados actos. En mayo de 1706, hubo disparos de morteretes, por la noche, como conse cuencia del envo de una carta por parte del rey Felipe V, premiando los esfuer zos y sufrimientos derivados de la Guerra de Sucesin. El 8 de septiembre de 1707, una compaa de soldados particip con sus arcabuces en la procesin de la Patrona, la Virgen de la Salud. El 23 de abri l de 1709 se conmemor en Elda la rendicin del casti l lo de Al i cante, con fiestas populares, misa de gracias y un Te Deum, en el que volvie ron a sonar los arcabuces con la intensidad acostumbrada. Durante las fiestas de septiembre de 1709, la soldadesca gast treinta y ocho l ibras de plvora en los das que antes duraban las fiestas. El 7 de agosto de 1756 se efectu una solemne procesin de agradecimiento a la Virgen por los pocos daos causados por la plaga de langosta. RITUALES FESTFROS Muchas veces las poblaciones han actuado con intensidad a la hora de man tener sus ritos y tradiciones, han girado alrededor de ciertas circunstancias para mantener sus deseos y han intentado buscar el equil ibrio necesario para procurar no detener su evolucin histrica. Si durante todo el siglo XVII se vinieron celebrando en Elda fiestas en honor a la Virgen, partimos de una teo ra lgica y podemos admitir la existencia de una continuidad. El servicio de la soldadesca pudo perdurar muchos aos, excepto cuando entr en vigor la Cdula de Carlos III donde se prohiba el uso de las armas. Tambin pudo ocu rrir durante dicha prohibicin que algunos vecinos, por voluntad propia y con el correspondiente permiso, llevados por sus pasiones religiosas, participaran en algn acto destacado. Todo el lo gracias a un Real Decreto de Fel ipe V (12 de julio de 1713) donde se conceda a los vecinos de Elda licencia para tener determinadas armas. Desconocemos el nombre especfico de esta actuacin de la soldadesca en nuestra villa. En algunos lugares de la provincia se denominaba funcin de sol dadesca; soldadesca; funcin de la Vi l la o funcin de alardo, a excepcin de Alcoy donde la evolucin festera fue ms rpida y se titulaba alarde de Moros y Cristianos. Si nos fijamos en la denominacin de otros pueblos de alrededor, en Elda pudo llamarse igual que en Petrer, Biar, Ibi y Onil: funcin de alardo. Es muy difcil trazar una lnea divisoria entre los siglos XVIII y XIX porque en Elda no se manifest ninguna transformacin que desembocara en una pros peridad industrial; la agricultura estaba perdiendo la riqueza que haba gene rado en pocas anteriores por el esparto, aunque la vi l la estaba funcionando gracias a ciertas industrias papeleras que exportaban sus productos a nume rosas puntos de la regin. Al no tener una economa muy saneada, creemos que tard ms tiempo en evolucionar con relacin a otras poblaciones; por ejemplo, pensamos que se integr definitivamente a la Fiesta despus de Petrer y calculamos que fue alrededor de 1838, momento en que Elda, por determinadas causas se convirti en una poblacin tranqui la, con muchos cambios positivos. Si conocemos la estructura de la Fiesta durante el siglo pasado es por un pequeo l ibro que escribi Castelar titulado Recuerdos de Elda o las Fiestas de mi pueblo. Una vez anal izado nos acerca a la teora antes citada de que la Fiesta se inici en 1838, hiptesis que mantenemos con la natural prudencia debida a la escasez de documentacin. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 360 R11 [ROS La Fiesta de Moros y Cristianos (Diario Informacin. 19 de mayo de 1998) Cuando Felipe III decret la expulsin de los moriscos una real idad muy cono cida y muy criticada no saba que a finales del siglo XX, su actuacin, iba a ser motivo de estudio festero. Este hecho ha servido para que algunos inves tigadores vean el punto de unin entre los moros y cristianos y el patrn o la patrona. Curiosamente en el rea levantina fue la soldadesca la encargada de esta expulsin, y la que acompa a los patronos con sus correspondientes disparos de arcabuz. Este tipo de festejos fueron arraigando en el pueblo trabajador, a principios del siglo XVII, con cierta parsimonia, al igual que el lgico acercamiento rel i gioso. Recordemos que la Iglesia siempre ha uti l izado unos sistemas de defen sa comn, que en este caso consisti en colocar a los moros en lo ms mal vado y pecaminoso. A mediados del siglo XVI I se publ ic en Amberes y de autor desconocido la obra titulada La vida y hechos de Estebanillo Gonzlez. En el la nos narra el 110 RETAZOS DE LA HISTORIA El [TENSE protagonista que vio en un pueblo cercano a Zaragoza una representacin de moros y cristianos: Hacase en este tiempo en una aldea cercana a esta ciudad una fiesta a devo cin de un mrtir de aquel reino, a cuya fama acuda mucha gente de toda la comarca; y por no tener que hacer, yo y dos camaradas soldados de Flandes nos fuimos a divertir y entretener a dicha aldea, y en el camino fue cada uno de el los discurriendo sobre sus pretensiones. (. . .) Con estos discursos llegamos a la aldea a la una de la tarde, y hal lamos en su plaza dos compaas de labra dores, la una de moros con bal lestas de bodoques, otra de cristianos con bocas de fuego. Tenan hecho de madera, en la mitad de dicha plaza, un castil lo de mediana capacidad y altura, adonde haban de estar los moros; en el da venidero, cuando la procesin llegase a su vista, la compaa de los cristianos les haba de dar asalto general, y despus de haber ganado a los moros los habra de l levar cautivos y maniatados por todas las calles, dando muchas cargas de arcabuzazos en seal de victoria. Tenan dos danzas, la una de espadas y la otra de cascabel gordo, y cuatro toros que correr, por lo cual estaba el anchu roso distrito todo l leno de andamios y todas las entradas de sus cal les cerra das con talanquetas. Como hemos podido comprobar en este texto aparecen los elementos ms importantes de nuestra Fiesta. No podemos obviar una obra muy conocida y editada en 1672, denominada Clebre centuria que consagr la I lustre y Real Vi lla de Alcoy a honor del Soberano Sacramento del Altar. El autor fue D. Vicente Carbonel l, alcoyano por tradicin y mdico, que nos ha transmitido aquel festejo con todo lujo de detalles. Pero hay algo que estoy obl igado a comentar y que puede tener cierta rele vancia a la hora de buscar unos paralel ismos entre las dos publ icaciones cita das anteriormente. Sanchs Llorens, estudioso de la Fiesta alcoyana, aparte de comentar que el autor de Estebani l lo Gonzlez tena pocos conocimientos de geografa, sugie re que la aldea mencionada podra ser Alcoy, y nos dice: 1 .- En el Estebani l lo se habla de un Santo Patrn Mrtir; Alcoy celebra desde mucho antes Fiestas a San Jorge Mrtir. 367. RI I UALES F ESTEROS 2.- En el citado l ibro se dice que haban dos compaas, una de moros con bal lestas y otra de cristianos con arcabuces; en Alcoy, por slo citar un ejem plo, Clavan i del especunies, Miguel Capdevi l la, segn consta en su l ibro del ao 1552, conservado en el archivo municipal de esta ciudad, anot lo siguiente: 26 Abril 1552.- dona y paga. . . als arcabussers y ballesters per los joies que tiraren en la festa de San Jordi, precehint deliberaci del Consel l a 17 del present mes y any, XII sous, VIII dins. 3.- Se cuenta en el Estebani l lo que en las fiestas tenan lugar dos danzas, una de el las con cascabeles. Pues bien, en la clavera de Gaspar Blasco, otro de los libros de nuestro archivo, consta que: el 22 Maig 1578 dona a Cosma Mira per lo l loguer dels cascavells que porta de Cosentayna per el da de San Jordi, VIII sous. 4.- En cuanto a la procesin, misa mayor y bandera del santo podemos pre sentar abundante documentacin an en plena Edad Media. La ciudad de Alicante, a finales del siglo XVII, tambin estaba dentro de este ritual. Segn fuentes documentales este tipo de fiesta contaba con una gran colaboracin y participacin de los al icantinos. En 1698 y con motivo de la eleccin del eminentsimo Sr. D. Ramn Perells y Rocafull como Gran Maes tre de Malta, se celebr un combate entre moros y cristianos: Consistieron en un simulacro de un combate por la conquista de una forta leza entre personas disfrazadas para la ocasin de moros y cristianos, festejos de gran tradicin en todo el Reino de Valencia hasta el presente. El casti llo, levantado expresamente en la ciudad, era de fbrica efmera y construido de madera (. . .) La Fiesta se inici al alba, cuando los centinelas que vigi laban la fortaleza, al percatarse de la presencia de embarcaciones que se fingieron sarracenas dieron la voz de alarma. Poco despus desembarcaron los moros, entablndose una lucha en la playa de la que fueron testigos numerosos curiosos que a esas horas tan tempranas se haban acercado a contemplar el espectculo. Las tropas cristianas se retiraron de la fortaleza y tras violentos combates la entregaron a los turcos. Los cristianos vencidos, con ejrcito y piezas de campaa, volvieron a restau rar su castillo y a fuerza de caonazos, minas y asaltos lo recuperaron en bre ves horas; representacin qu como acord a los espaoles de su valor anti guo, les administr no slo el gusto de la armona marcial de la pera, sino la complacencia de sus antepasados. 16 7 110 RETAZOS DE LA I-IISTORIA ELDENSE Final izando el siglo XVII las representaciones de moros y cristianos se fueron consol idando, principalmente porque exista una cierta tradicin; sin embargo esta evolucin positiva recibi un autntico frenazo por la Guerra de Sucesin. 364 RIfIlALES FESTEROS Anagrama de la Junta Central de Comparsas Breve resea histrica de la Junta Central (Semanario El Peridico Comarcal. 29 de mayo de 1998) Es evidente la necesidad que tiene la Fiesta de Moros y Cristianos de contar con una entidad capaz de regular todas las dimensiones del rito festero. El deseo de coordinar, por medio de sistemas vlidos y legales, todos los actos colectivos de un tema propio de una institucin y tambin poner en prctica las ideas de todos aquel los festeros que se renen alrededor de un tema de inters, con la nica pretensin de que la Fiesta vaya evolucionando positiva mente. Vamos a real izar este recorrido histrico a partir de mediados del siglo XIX, una poca donde tendran su propia reglamentacin. Si nos acercamos al rgimen foral valenciano las autoridades rel igiosas eran las encargadas de organizar la Fiesta a San Antn; a las civiles les correspondan la parte de los festejos no rel igiosos. Lamentablemente la Fiesta empez a ser popular y el pueblo elev su participacin. La Procesin se mantena, pero los actos popu lares iban evolucionando positivamente, de tal manera que aparecieron los encargados de recaudar fondos para hacer frente a los gastos. Pudo ocurrir 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE que estos recaudadores fueran, pasando algunos aos, los organizadores de la Fiesta en los aos de su celebracin. Despus de una larga etapa sin rito, se reaviv el festejo con una fuerza increble, como consecuencia del inters demostrado por un grupo de elden ses para organizar la Fiesta. Lgicamente apareci la Junta Central de Com parsas a nivel oficial, fechada el 24 de febrero de 1946, segn aparece en la primera acta, aunque anteriormente realizaron espordicas reuniones que no constan en ningn documento. Esta institucin empez a recuperar aquellos elementos de cultura popular que la Fiesta haba creado a lo largo de su dis continua trayectoria, produciendo otros, aunque fueran absorbidos de otras poblaciones festeras. El nico inters que presidi la formacin de la Junta Central de Comparsas fue el estructurar la entidad buscando dar una solu cin viable a la complejidad que configuraba todas las dimensiones festeras. Los componentes de la primera Junta Central tuvieron que tomar una serie de decisiones muy importantes: ingreso de nuevas comparsas y la forma ms viable para sufragar el gasto que supona el casti l lo y el cambio de fecha. En Elda no exista una base econmica relacionada con el calendario festero, fue la climatologa la que obl ig a modificar las fechas y trasladarlas a los ltimos das del mes de mayo. En 1947 los participantes pudieron desfi lar en un ambiente primaveral, sin que hasta el momento haya existido un cambio estacional . Sus primeras reuniones las real izaban en el Casino Eldense, pero ms tarde ubicaron su sede en una casa de la cal le San Roque hasta los aos sesenta. Siendo presidente D. Antonio Tamayo, se trasladaron al lugar de origen. Juan Deltell y El isa Antn nos amplan este tema: Fue en el ao 1970 cuando se celebr, quiz, la ltima reunin en dicho cen tro social; despus, con la l legada de Genaro Vera a la presidencia, y tras per manecer algunos meses en la sede de la popular calle San Roque, se pas a un local de la cal le Lope de Vega, en los bajos del cine Rex. Despus se ubic en la cal le Juan Carlos I, junto a la Plaza Castelar, lugar de inicio de los desfi les. Por ltimo, gracias a una cesin del Ayuntamiento de Elda, desde el ao 1991, se tiene una sede digna, que consta de un saln de actos, secretara, saln de reuniones, despacho para la Presidencia de la Junta y Mayordoma de San Antn. Desde la dcada de los sesenta hasta nuestros das, todas aquel las personas que, desde un puesto u otro, han colaborado para hacer grande la Fiesta 311, RIT(JALF S FESTEKOS eldense, tienen una ampl ia valoracin debido a los numerosos aspectos que han puesto en prctica y que a continuacin vamos a sintetizar: 1).- La gran voluntad de apertura se advierte en los desplazamientos a otros lugares testeros, donde reciben una colaboracin desinteresada, les informan, les orientan y les faci l itan una serie de esquemas complementarios, que en algunas ocasiones han puesto en prctica, consiguiendo un xito mayoritario. 2).- Un factor evolutivo en la estructura festera fue la participacin masiva de la mujer. Se convirti en sujeto activo de la Fiesta y con el tiempo se ha equi parado absolutamente con el hombre. 3).- Una buena poltica festera fue la transformacin de un acto protocolar, la presentacin de capitanes y abanderadas, con el pregn. 4).- En 1971 la Junta quiso ampliar la realidad festera e hizo gestiones para conseguir que nuestra Fiesta fuese de Inters Turstico. 5).- Es significativo el deseo de crear acontecimientos culturales, dndoles tin tes humorsticos que crean un clima de simpata y diversin. 6).- En el Congreso Nacional de la Fiesta de Moros y Cristianos, celebrado en Vi l lena en 1974, la participacin eldense fue muy numerosa. 7).- En 1977 apareci el Desfile Infanti l y a partir de ese momento se convir ti en un rotundo xito. 8).- Finalizando la dcada de los sesenta, la Junta Central cre la Comisin de Guerri l las y Embajadas para impulsar y consol idar estos actos. Creemos que nuestra Junta Central de Comparsas viene actuando en todas las parcelas con resultados positivos y cumplen con el artculo 4.1 de sus estatu tos, que dice: Organizar y coordinar la celebracin de las Fiestas de Moros y Cristianos, as como la Media Fiesta. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 368 RITUALES FESTEROS Carta a la falla del Trinquete (Revista de Fallas. Septiembre de 1998) Querida fal la: No s si cuando naciste tuviste alguna crisis, como ocurre normalmente; si tu comienzo fue alarmante y entrastes en una desconocida agona y en la pri mera soledad. Desconozco si explorastes la crueldad de algunos corazones humanos, l lenos de oscuras y remotas races, y si el sufrimiento te caus gran des dolores. Ahora te veo con gigantesca estatura y, aunque no te elevas mucho, com pruebo cmo te meces sobre la alfombra secreta colmada de rubes. Tu mundo es tan vertical que lanzas radiantes relmpagos en forma de arco iris, ahuyentando las entraas podridas de lo negativo. Con tu presencia el contexto fallero siempre sale ganando, nunca perdiendo; las l lamas se lle varn tu cartn y tu madera pero quedan las cenizas de las que, como el ave Fnix, vuelves a renacer, a vivir y a resplandecer. Claro, tienes personas a tu alrededor que bri l lan como piedras de colores, trabajan como platina 369 110 RETAZOS DE IA HISTORIA 11 DENSE dos peces en busca de su conquista marina y actan con buena armona y confraternidad. Has poblado el mundo festero de Elda con msica, aromas, lgrimas envidia das y de flores, has l lenado de amor muchos corazones silenciosos y has sabi do susurrar claridades y deseos. Veo tu futuro con optimismo, sin sombras y con transparencias. Tu idioma es la claridad y siempre l lenars el hueco que te corresponde en el entorno eldense. Contina sacando el sudor de las frentes que te rodean, y dales las armas necesarias para que continen luchando en ese ambiente tan especial que t te has marcado. Quien no conoce tu mundo, no conoce las fallas! Un fuerte abrazo. 310 RITUALES FESTEROS ANilVERSAPlO r: Podada de 1, 1 I Durante cincuenta arios los Piratas han. . . (Revista de los Piratas. 1999) .. .celebrado siempre las Fiestas con especial suntuosidad, porque la verdade ra felicidad festera no est solamente en tener, sino en ser y dar y no caer en esa melancola que deben olvidar. Todos estos aos han sido profundos y bellos, de una belleza imperturbable. Sus ojos continan mirando el pasado cercano con la conviccin de haber cumplido con su deber. .. .obrado como todos aquellos que emprenden una carrera extensa y compl i cada hacia una meta, que la misma puede ser una glorificacin o la salvacin de un pueblo que ama su tradicin y, por si fuera poco, no han roto, nunca, ninguna norma del cdigo festero. . ..comprobado cmo desde los balcones, azoteas y terrazas han surgido pur simos aplausos aderezados con luces desbordantes de cario. Les ha emocio nado las luces del atardecer festero como la graciosa curva con que se reclina una flor. Has desfilado contagiando su calor y su fraternidad a un entusias mado pueblo. 371 110 RE TAI D A IIISIERIA I I Al NES! . . .amado, bebido y disfrutado, han sentido el reflejo infal ible de San Antn con la confianza tpica de los hombres nacidos para manifestar, l lenos de gra titud, que estn orgul losos de haberse mostrado tal y como son, y que se ha creado entre todos ellos un vnculo de vida y generosidad y de deber. . . .ofrecido y compartido con muchos visitantes cena y posada en los cuartel i llos, con largas parrafadas el significado de cada uno de los actos, y ms de un husped se ha contagiado de su amistad y de su entusiasmo. . . .tenido suerte. La l luvia ha bril lado muchos aos por su ausencia. Viva San Antn! En estos casos siempre hay un amo y un esclavo, pero cuando su deseo es fuerte y su amor subvierte las posiciones de la realidad, todo llega ms deprisa al triunfo, por eso no siempre tiene que l lover, porque cuando docenas de personas han llegado a alcanzar una serenidad de nimo, cuan do les ha resultado tan sencillo mantener su dignidad de festeros, as, no podan perder. . . .observado la inmensidad de nuestra ciudad enjoyada con astros titilantes, han sentido escalofros y a la vez un gran reposo cuando han participado en los impecables desfi les, con abundancia celeste de luces y tonal idades irrepe tibies, ms l lamativos los ocres que, segn el momento del da, tornaban mati ces de oro, de carne, de topacio y de rosa. La Fiesta es en Elda una fami l ia incalculable, todos sus miembros se asemejan y conservan entre s el aire comn que siempre caracteriza a los hermanos bien avenidos. . . .hecho de su vida festera una inapelable partida en la que los jugadores aca ban ganando. Respetan un papel ya inventado, al que nunca suman nada que sorprenda especialmente al resto de los representantes de la Fiesta; lo nico que pueden hacer, si son bastante osados, es aportar su entusiasmo con mucha natural idad, y lo aportan. . . .visto a sus fami l ias, no carentes de imaginacin, cmo se instalaban con cario y respeto en el sendero de la colaboracin y en el trono de la protec cin. Se han prodigado con verdadero inters en las tareas ms singulares, y adems gozan del raro privi legio de saber, sin error, cundo han de desempe ar uno u otro cometido. Por todas estas razones, y por muchas ms, los Piratas cumpl irn otros cin cuenta aos ms. 3/2 RITUALES FESTEROS Falleras en la Plaza Castelar Pregn de Fallas 1998 (Revista de Fallas. Septiembre de 1999) Falleras mayores. Sr. Alcalde. Autoridades. Presidente y miembros de la Junta Central de Fallas. Presidentas, presidentes y miembros de las distintas Comisiones falleras. Representantes de organizaciones alicantinas y murcianas. Falleros, falleras. Eldenses que habis acudido a la proclamacin y exaltacin de las Fal leras Mayores. Buenas noches y bienvenidos. Quiero saludaros y daros las gracias por la deferencia que habis tenido en nombrarme pregonero de nuestras Fallas. Espero y deseo, con todas mis fuer zas que, al final de este acto, tenga vuestro reconocimiento y que sea mere cedor de la confianza que habis depositado en m. 373 110 RFIA/OS DT LA HISTORIA El 111451 Si el Pregn es el comienzo de una fiesta o el inicio de un acontecimiento, tal y como nos dice el Diccionario de la Real Academia Espaola, no cabe la menor duda que estoy aqu como anunciador de las Fal las, las cuales deseo pregonar con todo el entusiasmo que me caracteriza, cuando se trata de hablar de una tradicin eldense. Pues bien, me presento como vuestro humi lde pregonero amparado por los zapateros San Crispn y San Crispiniano, esos hombres que nacieron en Roma y se dedicaron a predicar el evangelio en la ciudad francesa de Soissons, don de fueron martirizados en el ao187 de nuestra era. De ah que esta fiesta de fuego y alegra, con ese rito sublimado por las races populares, l leno de poli croma, plvora y msica, sea un contrapunto a la austeridad de sus patronos. Ellos han sido los que me han ayudado a dar la forma requerida a este Pre gn, y los que en estos momentos, y no me da vergenza confesarlo, me estn sujetando fuertemente al suelo de este escenario. Gracias a ambos por vuestra ayuda, mis queridos Patronos! La mayora de pregoneros que me han precedido han hablado de Elda y sobre Elda, mucho y muy bien. Pues sabis lo que os digo Que no voy a ser menos!, teniendo en cuenta que l levo a esta ciudad en el fondo de mi alma desde hace muchos aos, aunque se me plantea una terrible dificultad al hablar del lugar que tanto am el ms grande de los oradores que ha tenido Espaa: D. Emi l io Castelar. Espero y deseo que al estar de espaldas nuestro ilustre tribuno, no tenga en cuenta mis posibles errores, dada la ausencia declamatoria que existe en mi persona. Sin distorsionar la real idad puedo decir que cuando los moros conquistaron la mayor parte de nuestra pennsula, al l por el siglo octavo, y l legaron a Elda, la l lamaron Idel la, que en su lengua significa Casa de Regalo. Qu ms podemos pedir! El sonido, la armona y por supuesto la bel leza de la palabra regalo le hace a uno pensar en el privilegiado dedo del destino y en la sabidura de aquel los queridos invasores. Desde entonces Elda regala amistad, alegra y afecto. Lo est demostrando, porque es una ciudad bondadosa que vive y convive, dn dolo todo sin pedir nada a cambio. Es un hermoso conjunto que ha crecido dentro del trabajo y la tradicin, siempre ha tenido a los hombres y a las muje res que, en los momentos ms desesperados de su larga trayectoria, han sabi RITUALES FESTEROS do dar las soluciones ms idneas para olvidar sus problemas y colocar a su Elda en el sitio que le corresponde. No recuerdo quin escribi que slo evolucionan y triunfan aquel las ciuda des que se suean a s mismas, y la nuestra es un claro exponente de la vera cidad de esta afirmacin. Elda puede y debe presumir de su pasado, de su presente, y cmo no, de su futuro, porque est llena de fuerza y su corazn late en casi todo el planeta por medio de esos zapatos que calzan a medio mundo. Si furamos capaces de or latir el corazn de este hermoso pueblo, el palpi tar de esta gran ciudad, comprobaramos su autntica historia y los pasos del joven Castelar, los del Serfico con sus eternos poemas, la categora interna cional de Sempere y Guarinos, las obras tan pecul iares de Rico y Amat, el emblemtico trabajo histrico de Lambed Amat, la entraable poesa de [al ga, y de otras muchas personas que han enriquecido a la Elda que tanto que remos. Estoy convencido que todos el los estn embriagados de satisfaccin viendo cmo esta emprendedora ciudad contina por unos derroteros difci les de igualar. Elda, como pueblo eminentemente mediterrneo, es de las ciudades que mejor interpreta su papel dentro de sus Fallas y lo hace consciente, dejando en el fuego: salud, fortuna, vivencias e imaginacin, por eso nuestra Fiesta se ha hecho conocida, fuerte y abierta. Las l lamas de nuestro fuego fallero tienen en la actualidad un autntico pres tigio, emanado de una tradicin y de un progreso. Quin les iba a decir al grupo de falleros que real izaron la primera planta, en la calle Dos de Mayo, al l por el ao 1935, que sera el comienzo de un festejo capaz de hacer pal pitar los corazones de los eldenses seis dcadas despus Estos antepasados han implantado en vuestras almas, sin que os dierais cuenta, todo el amor que se necesita para que continuis cumpliendo vuestro radiante destino fal lero, pero hacerlo con orgullo y lanzndolo con manos l lenas sobre los dems, con esa fuerza especial que tenis los fal leros y fal lera eldenses, para animar y con vocar a todos aquel los que contemplamos el rito y la tradicin, a quienes nos incorporamos a vuestro ambiente y a vuestra real idad. No debemos de olvidar que estos fal leros que os precedieron, quiz, sufrieron tambin las miradas desconfiadas de disconformidad y tambin de algn rechazo que otro. Pensemos que no resulta fci l abrir por primera vez las puer 110 RETAZOS 10 lA IIISIORIA /ACENSE tas de un rito, por eso debemos rendirles un cl ido homenaje desde nuestra poca y reconocer su magnfica osada. Esta tradicin fal lera que con personal idad propia, con una esplndida proyec cin exterior y con un peso especfico programado para el futuro, es la conse cuencia de vuestro buen hacer. Porque amigos fal leros, la Fiesta es vuestra, total mente vuestra. Aunque los dems participemos indirectamente, es un rito que habis amasado mano a mano, poco a poco, sudor a sudor y lgrima a lgrima. Cuando l lega septiembre y levantis el teln de las Fallas, aparecen relum brantes los sacrificios, las i lusiones y los esfuerzos de todo el ao, porque las habis convertido en alegra, amistad, convivencia y comunicacin, pero ante todo, es la hermandad entre falleros y las fal leras, los cuales codo a codo, en un abrazo multitudinario, desbordis vuestros corazones con una emocin que trasladis a todos aquellos que vivimos las Fallas desde otro ngulo. Es como una gran llamada la que propicia la hermandad entre hombres y muje res de buena voluntad. Durante el fin de semana fal lero se rompen muchos moldes rutinarios, se olvi dan preocupaciones y angustias, para cambiar hacia la algaraba. Quemar, reduciendo a cenizas lo caduco y lo viejo, es sin la menor duda una forma de expresar el cambio necesario para que demos nuestro corazn a las descono cidas circunstancias que pueden venir con un nimo fuerte y renovado. Si durante la crem pudiramos sobrevolar nuestra querida Elda, compro baramos una especie de crculo mgico, que le forman los distritos de Huer ta Nueva, Estacin, Cali, Huerto, Jos Antonio, San Francisco de Sales, Trin quete, Gran Avenida y Fraternidad. Todos los que participis en esta gran Fies ta sabis que estamos en vsperas, das de nervios, desasosiego y de cierta incertidumbre, pero no preocuparos, durante muchos aos estis haciendo real idad unas Fal las nuevas, porque siempre existen nuevos alicientes, nuevas novedades y nuevos protagonistas, por eso en cada uno de vosotros renace siempre la i lusin fal lera dentro de una verdadera fiesta. Elena Prez y Andrea Vera, Fal leras Mayores, deseo que vuestro reinado sea inmensamente fel iz, que guardis siempre lo mejor de los recuerdos de todo lo que estis viviendo y sintiendo en vuestra proclamacin, y por supuesto en actos sucesivos. Ir despacio, muy despacio, para que os dure ms, pero eso s vivindolas con la intensidad que os merecis, y sabed que sois las protago nistas de una Fiesta que compartimos todos. RITUALES [ESTEROS Elena y Andrea, estoy convencido que habis soado durante muchas horas con este maravi l loso acto que es un regalo de color en este marco incompa rable. Para vosotras este acontecimiento va a tener una corta duracin, igual que el suave vuelo de una luz infinita, y si pudiramos cal ibrar vuestras i lusio nes tantearamos la sombra de la noche con la luz matinal de vuestros deseos. En estos mismos momentos estis haciendo bri llar las Fal las y Elda. Nuestra querida Elda est recibiendo el mi lagroso olor de los ritmos perfumados que emanan de vuestros corazones. Nuestra ciudad est dispuesta a saltar y bai lar para que recibis la imagen completa de la gloria que os merecis, como el tesoro supremo de las Fallas. Aunque vuestros rostros l lorosos giren hacia la fal la ardiendo, pensad que se vuelven tan luminosos como el amanecer eldense y que rezumis fel icidad, por que el deseo reside en la fel icidad misma, cuando la noche va anidando sua vemente en el pecho de la maana, cuando las cenizas han desaparecido, algo vuelve a nacer, algo se eleva y algo que entusiasma: el nuevo pensar fal lero. El amor, el entusiasmo y el respeto son algunas de las bases, donde se ha cobi jado la continuidad de nuestras Fal las, pero adems hay que decir a Elena que demuestre su fuerza interior, porque tiene que representar a la mujer eldense y ser la mayor embajadora de nuestra ciudad, y para que en tu camino, lleno de brillantez y esplendor, dejes perplejos a propios y extraos. Y para terminar, solamente os deseo que la Fiesta contine, y que las races falleras se respeten profunda y maternalmente desde la tradicin y el recuer do, para que continuis ganando la batal la al desencanto, que es motivo sufi ciente para que las Fal las no tengan final. Queridos falleros y fal leras, pbl ico en general : Vivan San Crispn y San Crispiniano! Vivan las Fal las! Viva Elda! Muchas gracias. 177 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 378 RITUALES FESTEROS Procesion de San Anton San Antn y los Moros y Cristianos (Diario Informacin. 21 de enero de 2000) En el primer tercio del siglo XIX, poca donde las revoluciones y la Guerra de la Independencia maltrataron la economa nacional, Elda se encontraba con dicionada debido a las prdidas tan cuantiosas durante la contienda contra el invasor francs. Tambin la Iglesia y la nobleza sufrieron otro tipo de ataque, consistente en la liquidacin de posibilidades como estamentos privilegiados, de tal manera que en Elda la Fiesta de Moros y Cristianos, la cual se inici algo ms tarde que en otras poblaciones, pudo sufrir las consecuencias de cierto distanciamiento entre el clero y el municipio, motivo suficiente para que se celebrase la Fiesta de los Santos Patronos por un lado y la Fiesta de Moros y Cristianos, bajo la advocacin de San Antn, por otro. Desde un principio los festeros eldenses del siglo XIX ya estaban bajo el man to tutelar de San Antonio Abad, incluso podemos destacar la importancia que dio a este tema Castelar, por lo que le impresion el vnculo existente entre la Fiesta y el patrn. 379 1 10 RETAZOS DE LA HIS I ORIA ELDENSE Una vez que final iz la Guerra Civi l, un grupo de eldenses manifest su com promiso con el santo, pidiendo las l icencias necesarias para poder celebrar la correspondiente festividad. Una vez que consiguieron retomar esta tradicin tan antigua, continuaron uniendo energas, porque necesitaban resucitar unos actos que eran bsicos para el colectivo eldense. Enseguida se fund la Mayor doma de San Antn con el nico fin de planificar y programar todos los actos relativos a nuestro patrn. Creemos que fue un momento crucial cuando resurgi la Fiesta, despus de bastantes aos, y se volvi a desarrol lar en honor a San Antn; en Elda exista una fuerte devocin por este santo, y todos sus habitantes estuvieron muy contentos porque sobresalieron los valores de sus antepasados. Segn han ido pasando los aos, el sentido religioso ha aportado unas parti culares vivencias festeras, y tambin ha proporcionado unas actuaciones capa ces de canalizar y ampl iar el fervor al patrn. Hace unos pocos aos el senti miento popular de devocin al santo estaba disminuyendo en algunos secto res, principalmente dentro de la juventud, pero en la actualidad las circuns tancias han cambiado y las mentalidades van discurriendo por otros derrote ros ms positivos. Estamos convencidos que si queremos que nuestra Fiesta sea autnticamente en honor al patrn, estamos en la obligacin de profun dizar en este tema para mantenernos inmersos dentro del festerismo. A travs de San Antn podemos valorar ms an la Fiesta, porque contiene la fuerza necesaria para poder aglutinar no slo distintos niveles sociales y eco nmicos, sino distintas ideologas rel igiosas; adems, si pretendemos buscar la realidad festera estamos obl igados, aparte de la diversin, el compaerismo y la camaradera, a adoptar las medidas necesarias para no prescindir de la espi ritual idad, que desde nuestro punto de vista es la fuerza del ritual . Una de las vivencias ms noble, enternecedora y sentimental es la que est dirigida al patrn y todas las circunstancias que le rodean, aparte de que nace una cohe sin tan slida que es capaz de impulsar unos valores que potencian la Fiesta. En estos momentos estamos convencidos que los festeros y las festeras estn respondiendo, con creces, a las perspectivas de aquel las personas que reini ciaron la Fiesta en la dcada de los cuarenta. Podemos comprobar que se ha enriquecido con aspectos muy pecul iares, unas ricas variaciones y unas con ductas eminentemente positivas, prueba de el lo es que cualquier observador forneo puede apreciar cmo se ha configurado nuestra idiosincrasia, y cmo se ha dado a la Fiesta un carcter propio y duradero. 385 1211UALLS 1ESIE Pensemos que la Fiesta es un hecho histrico y que necesita una motivacin a San Antn. Para mantener esta bendita tradicin que nuestros antepasados nos legaron y para que todos los eldenses nos identifiquemos con esta real i dad, unamos nuestras fuerzas y mostremos toda la devocin que merece nuestro santo patrn, San Antn. 181 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 382 RITUALES FESTEROS Escuadra de Cristiano Los trajes festeros eldenses (Diario Informacin. 31 de mayo de 2000) La Fiesta de Moros y Cristianos de Elda est asentada sobre una serie de dimensiones muy definidas, y en un nmero de elementos privativos del ritual; quiz uno de los ms destacados sea el traje festero. No cabe la menor duda que esta indumentaria es capaz de hermanar a personas de diferentes esta mentos socioeconmicos, adems las expresiones estticas del vestuario se sumergen en los inicios de la Fiesta, y se puede comprobar una continua evo lucin motivada por lo ldico del ritual. Cuando en Elda fue evolucionando el festejo y se iniciaron ambos bandos, unos vestidos de moros y el otro grupo de cristianos, el traje fue bsico y en algunas poblaciones dio tal entidad a la Fiesta que en muchas ocasiones se han denominado algunas comparsas con el nombre de la prenda. Por ejem plo, la Tomasina en Bocairente y Alcoy. Los antepasados eldenses no debieron tener muchos problemas a la hora de elegir vestuario, ya que se inclinaron a plagiar a festeros de otras ciudades, 383 110 RE IALOS DE LA HISTORIA ELDENSE aunque nuestros participantes eran econmicamente dbi les y no podan enfrentarse a un elevado gasto de los trajes con los que iban a desfi lar. En la actual idad las Comparsas tienen sus trajes oficiales y cada uno con sus propias caractersticas. Los rasgos bsicos de los trajes eldenses son variedad y cal idad. A continuacin, vamos a detal lar los orgenes de los atuendos de las nueve Comparsas que componen nuestra Fiesta: Contrabandistas.- El traje fue prestado por unos cuantos festeros vi l leneros. Cristianos.- El diseo que eligi esta Comparsa era idntico al usado por los Tercios de Flandes de Petrer, que a su vez lo haban copiado de Vi l lena. Estudiantes.- La vestimenta era igual que la mayora de las comparsas de nues tro entorno. Huestes del Cad.- Esta Comparsa inici su andadura en 1977 y cre una Comisin para determinar el diseo del traje. Los bocetos los real iz Juan Guill, y entre el los se el igi por votacin el que actualmente estn usando. Marroques.- Aunque no tenemos datos concretos, pudo ocurrir que los fun dadores de esta Comparsa estuvieran influidos por otras con el mismo nom bre de Bocairente y Vi l lena. Moros Realistas.- La historia se repite una vez ms. El traje fue plagiado por completo de Vi l lena, incluso algn vil lenero particip en 1945 con su propia vestimenta. Musulmanes.- Aunque los fundadores de esta Comparsa encargaron el boce to del traje al desaparecido Valcrcel, no hace muchos aos alguna escuadra desfi l con uno idntico a los Moros Nuevos de Vi llena. Zngaros.- El diseo nuevo lo real iz Toms Valcrcel y los primeros veinticin co trajes los confeccion el sastre al icantino Gregorio Egido. Uno de los problemas que tiene la Fiesta en general es el comercio de alqui ler de trajes, que en muchos momentos es muy difci l evitar, aunque algunas Jun tas rectoras estn intentando que este uso desaparezca. La prol iferacin de participantes con vestuario alqui lado provoca festejos repetitivos y la prdida de las caractersticas de cada poblacin. Creemos que la solucin es flexibi l izar estos intentos permitiendo que los tra jes puedan ser estrenados en los desfi les, si no se han expuesto anteriormen 38,1 RI JUME S I EST EROS te en otras poblaciones, porque es lastimoso observar los mismos trajes desfi lando en el mismo ao en distintas poblaciones. Lo que no podemos ni debemos olvidar es que el traje festero concede unas seas de identidad importantes y que para mantener la esencia de la Fiesta hay que vestir con mucho orgul lo los trajes oficiales de cada Comparsa, pen sando que no son disfraces, sino unas prendas tradicionales que caracterizan a cada uno de los ncleos festeros. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 386 RITUALES FESTEROS Certamen de musica festera Plaza de Castela Reflexiones sobre la msica festera eldense (Semanario Valle de Elda. 9 de junio de 2000) Nuestra ciudad estaba iniciando una verdadera transformacin industrial a mediados del siglo XIX, con unas consecuencias muy positivas en beneficio de nuestros antepasados. Se realizaron ciertas mejoras y nacieron algunas crea ciones, una de ellas fue la fundacin de la Banda de Msica. Este nacimiento encaja perfectamente con algunas teoras que mantienen estas apariciones a partir de la guerra contra el francs. Durante esta poca se produjo un gran movimiento de bandas en todo el territorio nacional que, por regla general, la formaban agricultores, obreros y comerciantes que se reun an en cualquier local para ensayar y convivir. Es lgico pensar que este ncleo musical sera el encargado de amenizar la Fiesta de Moros y Cristianos en aquella poca. A partir del Congreso Nacional celebrado en Villena, empezaron a aparecer los certmenes musicales con el fin de potenciar y dignificar un elemento tan esencial para la Fiesta. Estos conciertos tienen unos aspectos muy positivos 387 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE porque estimulan a los compositores, les obl iga a esmerarse en sus obras y, en determinadas ocasiones, aparecen nuevos valores. Tambin es verdad que, una vez celebrado estos certmenes, las obras premiadas, por regla general, caen en un profundo si lencio. En Elda, como en otras poblaciones festeras, existe un elevado nmero de par tituras que conforman un archivo muy significativo, donde existe un sinfn de piezas olvidadas que no han tenido la publicidad necesaria para su conoci miento. Bien es verdad que se viene trabajando con gran entusiasmo desde el ao 1986, fecha que empezaron a celebrarse los Certmenes de Msica fes tera, donde se exiga dedicar una partitura a la comparsa correspondiente. A continuacin vamos a especificar las Comparsas, autores y aos: COMPARSA AUTOR ANO Cristianos Miguel Vil lar 1987 Realistas Ramiro Ruiz 1988 Estudiantes Rafael Talens 1989 Marroques Bernardo Adam 1990 Contrabandistas Luis Blanes 1991 Musulmanes Prez Vil laplana 1992 Piratas Francisco Albert 1 993 Huestes del Cad Jess Mula 1994 Zngaros Miguel Vil lar 1994 Afortunadamente no podemos argumentar la falta de compositores porque la Fiesta eldense tiene un nmero importante de colaboradores musicales de pri mera categora; adems las piezas de msica festera se estn recopi lando en CD, y nos resulta fci l or estas composiciones en la tranqui l idad de nuestro hogar. El panorama musical festero contina buscando nuevas maneras para que conozcamos todo lo creado, para que la evolucin sea favorable, eso s, equi l ibrando las cal idades y acercando la msica a los festeros, de esa manera la pureza de la Fiesta nos lo agradecer. 3011 RITUALES FEST EROS Por qu desapareci la Fiesta en el siglo XIX (Revista Los Quintos. Ao 2000) Durante la mitad del siglo pasado, Elda estaba viviendo unos momentos de cambios econmicos. La agricultura se extingua y la industria zapatera inicia ba su recorrido. Aun as, nuestros antepasados organizaban una Fiesta de Moros y Cristianos con una cierta categora dentro de la comarca. Iban pasando los aos y la Fiesta eldense, poco a poco, se debi l itaba por momentos y se coloc en una situacin en la que cualquier suceso la podra desequi l ibrar para desembocar en su desaparicin. D. Vicente Coronel escribi en una revista de Moros y Cristianos, publ icada en 1949, un hecho, ocurrido durante el siglo pasado, mientras se estaba cele brando la Embajada: Un sangriento suceso ocurri en una de aquel las embajadas, en las postri meras del siglo pasado. MI seor padre, D. Francisco Coronel, era el embaja dor moro; y el cristiano, D. Francisco Lal iga. Y sucedi, que cuando ste se encontraba enardecido de coraje, contestando al embajador de las huestes 110 RETAZOS DE LA disroRin EIDENSE mahometanas, son un disparo, y un desgarrador ay! se escap del pecho del cristiano embajador. Y fue en la esquina, frente al Ayuntamiento, exista una casita de planta baja que serva de albergue al Alcaide de las crceles del partido, situadas, enton ces, en la Plaza de Abajo y desde la porchada de su casa, que dominaba cier ta plaza, un sacerdote de mente extraviada, conocido por Macanas, dispa r sobre el embajador cristiano, dicindole: Ah va eso colorao!. Y la cara del embajador se vio acribi l lada de perdigones. Nos parece algo difci l que este hecho fuera el causante de la desaparicin de la Fiesta, aunque pudo ocurrir que algunos lderes locales, que no estuvieran inmersos en el ritual, buscaran en este suceso una frmula para privar a Elda de su Fiesta ms carismtica. La industria eldense estaba iniciando un gran desarrol lo, porque el esparto haba dado paso al calzado, y ste en 1885 se convirti en la primera activi dad de la vi l la, aunque una enfermedad epidmica vino a crear unas circuns tancias tristes y lamentables a los casi 4.500 habitantes que vivan en aquel la poca en Elda. El clera morbo apareci durante el verano de 1885 convir tindose, posiblemente, en la ms contundente epidemia que se haya conoci do jams en esta comarca. Cuando Elda sufri esta catstrofe slo contaba con el Hospital Provincial de San Francisco, que aparentemente poda cubrir la mayora de necesidades, pero estaba muy alejado de atender a tantos enfermos. El hecho de que la mayora de fal lecidos fueran jornaleros nos l leva a pensar que unos meses despus, en enero de 1886, la poblacin eldense no estara muy preparada para organizar unos actos y celebrar la Fiesta, ya que estos obreros eran los que ms contribuan al proceso festero y eran los que galva nizaban la tradicin y mantenan esta real idad popular. Las clases econmicamente ms fuertes no participaban en la Fiesta, aunque bien es verdad que en aquel la poca no se oponan, como es el caso de D. Lamberto Amat que escribi un largo artculo en el peridico al icantino El Gra duador, donde nos ha dejado especificado cmo se desarrol laba la Fiesta de Moros y Cristianos en 1877. Estamos convencidos que la Fiesta se pudo celebrar en 1885, pero al ao siguiente, y despus de la epidemia, est muy justificada su posible desapari RITUALES FESTEROS cin. Debemos de imaginar que se perdi fuerza econmica y demogrfica, motivos muy determinantes para pensar en este parn de tan larga duracin. Desde nuestro punto de vista es la explicacin ms coherente, aunque no podemos olvidar que durante muchos aos las tensiones y las crisis polticas prol iferaron en nuestra villa, debido a las continuas luchas por el poder muni cipal, las cuales pudieron ser el complemento a la epidemia de clera morbo para su desaparicin que dur muchos aos. Fueron los das 23 y 24 de enero de 1944 los testigos de una nueva etapa, la cual se est afianzando de tal manera que vemos sumamente difcil que la his toria se repita. 391 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE 392 Indice Prlogo 11 Introduccin 13 Captulo I - Personajes Maximiliano Garca Soriano: El poeta de lo cotidiano 17 D. ngel Vera Coronel: Un poltico eldense desconocido 21 D. Maximi liano Aguado: El entusiasmo personificado 25 Una entrevista a D. Francisco Alonso que pudo ser verdad 29 Alcal Zamora y el monumento a Castelar 33 Milagrito Gorg: Una voz alicantina que debe perdurar 37 El Serfico: Un improvisador genial 45 Pablo Gorg: Otro triunfador de la familia 51 D. Emilio Maestre: El hombre que conoc 53 Andrs Lloret: Poeta de la vida 57 Da. Hortensia Guill: Una luchadora tenaz desaparecida 61 Azorn e de/la 65 Elda con Castelar 67 Miguel de Unamuno y Jos Capilla 73 Aspectos biogrficos y literarios de Rico y Amat 75 Captulo I I - Aspectos religiosos Castelar y la Virgen de la Salud 83 Ao 1904: Buenas Fiestas de septiembre 87 Iglesia de Santa Ana. Introduccin histrica (I) 91 Iglesia de Santa Ana Su fundacin (I I) 95 Iglesia de Santa Ana Su trazado original (II I) 99 Iglesia de Santa Ana Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso (IV) 103 Iglesia de Santa Ana. Reinauguracin y destruccin (V) 107 Iglesia de Santa Ana. Proyecto y obras de la actual iglesia (VI) 111 Iglesia de Santa Ana. Bendicin e inauguracin (VI I) 115 La Procesin de la Virgen de la Salud. (Los costaleros, una penitente y una poesa) 1 19 393 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Santos Patronos: Quien no conoce vuestras procesiones no conoce el alma de Elda 123 En Elda hace 90 aos. . . se certific el estado de ruina de la ermita de San Antn (junio de 1907) 125 Epstola a los Santos Patronos. Virgen de la Salud y Cristo del Buen Suceso 129 Captulo III - Temas culturales El primer curso de Padre Manjn 131 En 1906, los fondos para la enseanza eran de 100 pesetas mensuales 135 Escuelas de paga. En 1903, Alfredo Garca cobraba un real a la semana 139 Cultura y Progreso. Un peridico eldense 143 Resucitemos a Castelar! 147 Escuelas pbl icas eldenses durante el primer tercio del siglo XX 149 La aventura escolar eldense durante la Guerra Civil 153 Club de Campo: Otra alternativa cultural 159 Economa y cultura 161 Sol, mar y cultura. (Colonia escolar de los aos treinta) 163 Unamuno en el C. P. Padre Manjn 167 La educacin vial, una asignatura pendiente 171 Hablemos de Cultura 173 Colegio pblico Padre Manjn: Solidez y cultura 175 Disculpen la tristeza: Ha muerto D. Emi lio 177 Reforcemos nuestra historia 179 Ha muerto nuestro amigo Andrs 181 Los Crticos 183 En busca de la educacin integral 185 Luis Bagara, caricaturista, visit Elda 187 La historia de un Carrico 191 El colegio Cardenal Cisneros y sus 25 aos 195 El Valle de Elda, algo especial 197 Comentarios a una Revista de Fiestas (Ao 1955) 199 Sobre la educacin 205 Captulo IV - Materias variadas Alcal Zamora visit Elda 207 Elda: Sus aos veinte 211 Modificacin del escudo de Elda en los aos treinta 215 Rafael Romero fue dueo del Casti llo (I) 219 Rafael Romero fue dueo del Casti llo (II) 223 La crisis demogrfica del siglo XIX (Clera morbo) 225 Los inolvidables das de Pascua de los aos cuarenta 231 394 Maximiliano Garca Soriano y la Feria de diciembre 235 Miguel Hernndez maldijo a Elda 239 En torno a un centenario 241 Hace 80 aos. . . La epidemia de gripe en Elda (1918) 245 Los peridicos y la escuela 247 Elda, hace 100 aos 249 Captulo V - Industria y economa La publicidad eldense de los aos 20 251 El amanecer del calzado 255 Qu difcil es ser FICIA! 259 La revolucin industrial eldense 263 La economa sumergida 267 Hace setenta aos. . . Se celebr un Concurso de Modelos de Calzado 269 Discriminacin laboral de la mujer 271 Natalidad y economa 273 Algunos aspectos socioeconmicos de los aos veinte 275 Captulo VI - Deportes y espectculos Orfen Sinfnico Eldense: Una realidad que engrandeci a Elda 281 Sensibilidad por el deporte 285 La banda Santa Ceci lia a principios de siglo 287 El deporte en la escuela 291 Carta a Santa Ceci l ia 293 Homenaje a los cines desaparecidos 295 El ftbol y los periodistas de los aos veinte 297 El Lido: Un balneario carismtico 299 El Gimnasio Boxing Club 301 Captulo VII - Instituciones y sociedades Antiguas sociedades eldenses 303 Orgenes de la Cruz Roja en Elda 307 El Casino Eldense cumple 80 aos 311 9 de febrero de 1930: Respuesta a un esfuerzo 313 Hace setenta aos. . . Colocacin de la primera piedra de la sede de la Cruz Roja 319 El Manicomio Provincial en 1928 321 Orgenes y evolucin del Banco de Elda 325 Aproximacin a la historia de la masonera eldense 331 5 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE Captulo VIII - Rituales festeros Epstola a unas Fiestas 335 Proclamacin de capitanes y abanderadas infantiles 1990 339 Epstola a unos festeros 343 Cultura festera 345 Son un problema los anacronismos festeros 347 La mujer: Piedra angular de la Fiesta 349 San Antn: Una gran pgina de la historia festera eldense 351 Moros y Cristianos en Hispanoamrica 353 Los inicios de la Fiesta eldense 357 La Fiesta de Moros y Cristianos 361 Breve resea histrica de la Junta Central 365 Carta a la fal la del Trinquete 369 Durante cincuenta aos los Piratas han 371 Pregn de Fallas 1998 373 San Antn y los Moros y Cristianos 379 Los trajes festeros eldenses 383 Reflexiones sobre la msica festera eldense 387 Por qu desapareci la Fiesta en el siglo XIX 389 39G FUENTES FOTOGRFICAS N. 1.- Maximi liano Garca Soriano. Archivo del autor. N. 2.- ngel Vera Coronel . Archivo del autor. N. 3.- Maximiliano Aguado. Archivo famil iar. N. 4.- Francisco Alonso. Archivo familiar. N. 5.- Niceto Alcal Zamora. Archivo del autor. N. 6.- Mi lagrito Gorg. Archivo fami liar. N. 7.- El Serfico. Juan Ferris Monllor. El pragmatismo de El Serfico y su devocin por nuestra Patrona. Revista Fiestas Mayores. 1999 N. 8.- Pablo Gorg. Archivo familiar. N. 9.- Emilio Maestre. Archivo famil iar. N. 10.- Andrs Lloret. Archivo familiar. N. 11.- Hortensia Guill. Archivo familiar. N. 12.- Jos Martnez Ruiz Azorn. Revista Fiestas Mayores 1993. N. 13.- Emilio Castelar Ripoll. Archivo del autor. N. 14.- Miguel de Unamuno. Jul io Capil la. Devocin por Unamuno. Revista Alborada. Otoo -Invierno 2000. N. 15.- Juan Rico y Amat. Archivo del autor. N. 16.- Virgen de la Salud. Revista Alborada. 1967. N. 17.- Alborada en las Fiestas de septiembre en Elda. Revista Fiestas Mayores. 1994. N. 18.- Vista de la antigua iglesia de Santa Ana. Revista Fiestas Mayores. 1994. N. 19.- Puerta principal de la iglesia de Santa Ana. bid. N. 20.- Puerta de la Virgen en la iglesia de Santa Ana. lbid. N. 21.- Altar de la antigua iglesia. bid. N. 22.- Altar del Cristo del Buen Suceso. [bid. N. 23.- Vista exterior de la iglesia. Ibid. N.24.- Maqueta de la iglesia actual. Jos Amat Jover. Hace 50 aos se bendijo el tem plo de Santa Ana. Revista Fiestas Mayores. 1994. N. 25.- Los costaleros y la Virgen. Revista Fiestas Mayores. 1994. N. 26.- Imgenes de los Santos Patronos. Revista Fiestas Mayores. 1989. N. 27.- Ermita de San Antn. Dibujo de D. Alberto Navarro. Historia de Elda. N. 28.- Imgenes de la Virgen y el Cristo. Revista Fiestas Mayores. 1995. N. 29.- Primer claustro del colegio Padre Manjn. Archivo del autor. N. 30.- Alumnos del colegio privado. Archivo del autor. N. 31.- Cabecera del peridico Cultura y Progreso. Archivo del autor. N. 32.- Colegio Giner de los Ros. Archivo del autor. N. 33.- Fachada del colegio Padre Manjn. Archivo del autor. N. 34.- Anagrama del Club de Campo. N. 35.- Colonia escolar de Santa Pola. Archivo del autor. N. 36.- Fachada interior del colegio Padre Manjn. Archivo del autor. N. 37.- Claustro de profesores del colegio Padre Manjn. Archivo autor. N. 38.- Homenaje a D. Emi l io. Archivo famil iar. N. 39.- Portada del libro Los Crticos. D. Manuel Serrano Gonzlez. 110 RETAZOS DE LA HISTORIA ELDENSE N. 40.- Caricatura de Azorn hecha por Bagara. Peridico ldella. N. 41.- El Carrico. Archivo del autor. N. 42.- Colegio Cardenal Cisneros. Archivo del autor. N. 43.- Cabecera del Valle de Elda. N. 44.- Portada de la Revista de Fiestas. Biblioteca del autor. N. 45.- Visita del presidente de la Repblica a una fbrica. Archivo del autor. N. 46.- Elda, aos veinte. Archivo del autor. N. 47.- Escudo de Elda en la estatua de Castelar. Archivo del autor. N. 48.- Casti llo de Elda. Revista Alborada. N. 49.- Casti llo de Elda. Revista Alborada. N. 50.- Relacin de muertos. Archivo del autor. N. 51.- Grupo de jvenes. Archivo del autor. N. 52.- D. Emil io Castelar. Archivo del autor. N. 53.- Grfico de la epidemia de gripe en el ao 1918. Alberto Navarro. Historia de Elda. N. 54.- Teatro Castelar. Archivo del autor. N. 55.- Publ icidad de la revista Liberal de Elda. Ao 1915. N. 56.- Postal de FICIA. Archivo del autor. N. 57.- Fbrica de la poca. Archivo del autor. N. 58.- Calzado de la poca. Revista Liberal de Elda. N. 59.- D. Francisco Santos. Libro de Alberto Navarro, Eldenses Ejemplares. N. 60.- Banda de msica Santa Cecilia. Archivo del autor. N. 61.- Grupo de nias del C. P. Padre Manjn. Archivo del autor. N. 62.- Entrada del cine Gloria. Archivo del autor. N. 63.- Elda, ciudad de intensa vida social y cultural. I lustracin de S Aguado. Revista Alborada. 1997 N. 64.- Brigada de la Cruz Roja. Revista Alborada. 92/93. N. 65.- Fachada del Casino Eldense. Revista Fiestas Mayores. 1999. N. 66.- Inauguracin de La Gota de Leche. Archivo del autor. N. 67.- Desfi le delante del edificio de la Cruz Roja. Revista Alborada. 92/93. N. 68.- Manicomio Provincial . Revista Fiestas Mayores. 1998. N. 69.- Accin del Banco de Elda. Archivo del autor. N. 70.- Grupo de eldenses pertenecientes a la logia Amor. Archivo del autor. N. 71.- Parte de un desfile. Revista de Moros y Cristianos. 1990. N. 72.- Abanderadas y capitanes infanti les. Revista de Moros y Cristianos. 1991. N. 73.- La mujer en la Fiesta. Revista de Moros y Cristianos. 1991. N. 74.- Imagen de San Antn. Archivo del autor. N. 75.- Anagrama de la Junta Central de Comparsas. N. 76.- Portada de la revista de la comparsa Piratas. Archivo del autor. N. 77.- Fal leras en la Plaza Castelar. Archivo del autor. N. 78.- Procesin de San Antn. Archivo del autor. N. 79.- Escuadra de Cristianos. Revista de Moros y Cristianos. 1991. N. 80.- Certamen de msica festera. Plaza de Castelar. Revista de Moros y Cristianos. 1997. 398 Este libro se termin de imprimir en los talleres de Grficas Arenal, s.l. el da 14 de junio de 2001 coincidiendo con el primer cumpleaos de Candela 1!

110 retazos de la historia eldense

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