64 poemas de ajedrez

64 POEMAS DE AJEDREZ Pedro Prez Vecina Edita: Ayuntamiento de Petrer, Ayuntamiento de Elda, Caixapetrer Portada: Ezequiel Prez Rdenas ISBN.: 84-95254-19-0 Depsito Legal: A-1044-2005 Imprime: Grficas Arenal, si. - Petrer AYUNTAMIENTO DE PETRER CONCEIALIA DE CULTURA Y PATRIMONIO Caixa p ijm EXCMO. AYUNTAMIENTO DE ELDA CONCEJALJA DE CULTURA PEDRO PREZ VECINA 64 POEMAS DE AJEDREZ Al Club de Ajedrez Ruy Lpez Elda-Petrer en su 64 aniversario. Yen especial a su presidente y amigo Antonio Juan Valls que gracias a su fusta (por mi pereza) este libro consigui completar sus saltos de caballo PRLOGO Ajedrez - Vida - Poesa La lectura del libro en torno al ajedrez 64 poemas de ajedrez es estimulante. El autor, Pedro Prez Vecina, un buen aficionado al ajedrez de Elda, ha decantado su experiencia en una coleccin de poemas, precisamente 64, igual al nmero de casillas de un tablero de ajedrez actual. El recorrido por las casillas no es aleatorio, sino que sigue uno de los posibles, que un caballo puede hacer saltando en un tablero vaco hasta haber recorrido las 64 casillas. Para los que no juegan al ajedrez, conviene advertirles que el movimiento del caballo, con su facultad de saltar sobre las dems piezas, propias o enemigas, sigue una trayectoria quebrada que Lucenas, en 1497, defina as: Los caballos juegan de tercera en tercera casa, no jugando por esquina ni por barra. Ms corto, imposible. Pues bien, Pedro nos conduce por este tortuoso camino iluminado por su inspiracin potica, donde los contenidos se complementan con lo visual y nos ofrece un riqusimo repertorio de figuras y dibujos con los textos que invitan a la reflexin. En primer lugar, el autor centra el mbito en que se va a expresar con dos aforismos que ligan la trada ajedrez -vida -poesa, el primero del que fuera campen mundial Bobby Fischer y el segundo de cosecha propia. Los captulos se titulan con el nombre de las casillas del recorrido en llamada notacin algebraica, seguido del ttulo que anuncia el contenido del poema. La riqueza visual conseguida con la utilizacin de la tipografa es de una gran belleza, de tal forma que en una primera ojeada al libro 11 se impone por s misma como un sistema de expresin. En el primer poema -H/8 EL NOMBRE- se expone el mbito universal donde se va a mover, que el autor sintetiza en las letras A y Z, primera y ltima del nombre del juego y del abecedario, equivalente al que se acostumbra a utilizar en otros campos, el alfa -omega del alfabeto griego. A continuacin siguen los captulos restantes, casi todos titulados con nombres que provienen del lenguaje ajedrecstico o de las actitudes y detalles que tienen lugar durante el desarrollo de las partidas en los torneos, por ejemplo: Jaque, Alfil, Caja de Piezas o bien El Paseo, La Mente en Blanco, La Respiracin, etctera. En el segundo captulo -G/6 ELTABLERO- nos encontramos con un poema que consta de 64 palabras, como si estuviesen escritas cada una de ellas en una casilla de un tablero 8x8, ocupando un cuadrado que llena toda la superficie de la pgina. En -H/4 AGRESIVIDAD...- el poema nos muestra una escritura con las palabras en diagonal que a lo largo de sus catorce pginas nos deja una sensacin de lluvia tormentosa con su mezcla de direcciones desordenadas, que expresa con gran eficacia esa agresividad que a veces se percibe en el ambiente en torno al tablero. El captulo titulado -C/2 ALFIL/ALFIL- nos muestra cmo las palabras formando cuadrados, a modo de casillas, son el origen y fi n de lneas de palabras diagonales, a derecha e izquierda, que logran expresar con toda claridad el fi n propuesto, la sesgada agresividad del alfil. Captulos como ste parecen reclamar una introduccin con las reglas del juego para que los lectores que no sean jugadores puedan apreciar cul es la clave que el autor desea mostrar. Otro ejemplo es -D/8 LA ESFERA- donde apoyadas en sus respectivas lneas de casillas blancas y negras, cada bando, con sus dos lneas de descripcin de su tensin y un vaco abismal que las separa, esperan expectantes el primer movimiento del rival. Suele ser el momento de las glidas miradas tratando de amedrentar al contrario. La imagen visual lo dice todo. 12 Basta con esta pequea muestra del recorrido por un libro para atesorar, para darse cuenta que estamos ante un esfuerzo de su autor, que sin duda ha contado con el apoyo y entusiasmo de sus compaeros del Club de Ajedrez Ruy Lpez para llevar a buen trmino una obra de tal magnitud. Slo queda felicitar al autor ya todos los que le han alentado a lo largo de los aos para escribir una obra de tanto inters y desearles el xito que merecen. Joaqun Prez de Arriaga 13 INTRODUCCIN 64 poemas de ajedrez, de Pedro Prez, no es slo un libro para ajedrecistas ms o menos iniciados en el juego o la culminacin de un prolongado pasatiempo con que el autor ha llenado sus ratos de ocio. A mi modo de ver se trata de un libro sorprendente y atrevido, fruto de una profunda y sostenida meditacin de alguien que se reconoce y reconoce en ambos -el ajedrez y la poesa- un mismo impulso vivificador. Me explicar. Sorprende en primer lugar un libro de poemas dedicado exclusivamente al ajedrez (sus piezas, sus movimientos, sus medios, sus jugadores, su entorno, etc.). Creo que no hay antecedentes similares. El cine, con pelculas como La diagonal de/loco o La defensa Luzhin, escasamente ha tenido al ajedrez como eje argumental. Tambin pintores como Daumier, Cezanne, Duchamp o Vieira da Silva -entre otros se interesaron por reflejar en alguno de sus lienzos el mundo del ajedrez. Del mismo modo Nabokov, Prez Reverte o Unamuno son algunos novelistas que encontraron en el ajedrez argumento para alguna de sus novelas. Entre los poetas, no son muchos los que han dedicado poemas ms o menos trascendentes a este juego, destacando a Pessoa, G. Diego o los dos sonetos que, con el ttulo Ajedrez, Jorge Luis Borges le dedica. Pero, en todo caso, no existe libro alguno de poemas cuya fuente de composicin y temtica ntegra tenga como base argumental el juego del ajedrez. 15 Sorprendente es, en segundo lugar, su mbito temtico. Ya en el proemio su autor equipara ajedrez, vida y poesa, partiendo de unas palabras del genial ajedrecista Bobby Fischer, para quien el ajedrez es la vida ya las que Pedro Prez aade que no hay vida sin poesa, cerrando as un crculo que ser una, si no la mxima, de las constantes de esta obra. As, el propio nombre AJEDREZ, empezando por A y terminando por Z contiene ya el misterio de un todo. Misterio, pues, alfabtico que, como para el cabalista, encuentra en las letras y en sus infinitas combinaciones la creacin siempre mltiple y diversa del mundo desde esa materia oscura que son las palabras.Ya a Borges le sedujo la concepcin cabalstica del mundo y su interpretacin laberntica de los lmites y lo ilimitado. No en vano, es el propio Borges quien en el poema antes citado seala que Dios mueve al jugador, y ste, la pieza y cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra, con palabras trascendentes que remiten a la idea de Gran Teatro del Mundo que los dramaturgos barrocos tenan de la Comedia. As, el tablero de ajedrez se nos aparece como microcosmos regido por las mismas leyes que el cosmos -universo al que refleja. Cosmos ilimitado (la partida), donde hay que elegir entre mltiples opciones (variantes), no sin angustia por lo que de incierto hay en toda decisin y con la limitacin que impone el tiempo (reloj en ajedrez) o la muerte (jaque mate). Pero a diferencia del argentino universal, para Pedro Prez son la conciencia, el pensamiento o la intuicin -y no un Dios preexistente- quienes nos orientan por el mar proceloso del tablero (la vida), y nos permiten afrontar el destino con zozobra pero tambin con dignidad: la dignidad que nos confiere el que, aun sabindonos limitados, nuestro libre albedro sea siempre el referente. Bien conoce el ajedrecista la desazn que supone elegir una jugada entre tantas posibles y cmo, de pronto, tal relmpago irrefrenable, una sola se le impone sin saber a ciencia cierta el porqu. Bien conoce el poeta la sensacin de angustia porque un verso se le resiste cuando, inesperadamente, como dictado por otro, el poema est hecho. Todos nos hemos sentido abrumados alguna vez ante qu decisin tomar en un momento importante de nuestra vida y, sin embargo, cuando menos lo esperamos irrumpe con 2.6 meridiana claridad el camino a seguir. De esto habla, por ejemplo, el poema La jugada admirable.Y slo as el ajedrecista o el poeta -todos nosotros en definitiva- podemos enfrentar sin miedo el devenir. Mas t no temas ajedrecista./ No temas ser poeta! / Uevas el antdoto/ de muchas muelles en tus venas nos dice en el poema titulado El poeta. Y no menos sorprendente que esta visin del ajedrez y de la vida como mbito claroscuro -en blanco y negro- de lo infinito y lo posible, es el arsenal de recursos que, como buen ajedrecista, Pedro Prez despliega para expresada. Desde la ms absoluta libertad tipogrfica, sobre todo en los primeros textos -que nos remiten al Mallarm de Una jugada de dados jams abolir el azar o a los caligramas de Apollinaire y los uttrastas hasta el rigor de las formas mtricas clsicas (soneto, lira, haiku japons, etc.), el dominio formal es admirable.Y en absoluto gratuito. La secuencia que va del texto AGRESIVIDAD al titulado CONCENTRACIN describe con gran eficacia visual -como pone de relieve Prez de Arriaga en el jugoso prlogo del libro- dos momentos lmite que envuelven toda partida de ajedrez, todo acontecimiento relevante en la vida. Vemos y leemos la corona del rey, el reloj de ajedrez, el alfil por sus diagonales, la tensa espera previa a la partida, el humo del cigarro del jugador, el salto de la torre para enrocarse, etc. Ms graves y meditativos son en general los textos escritos siguiendo formas mtricas preestablecidas. Yo encuentro esta ambivalencia compositiva -textos ligeros y abiertos frente a otros ms graves y encorsetados- como fi el reflejo de esa visin claroscura, infinita y limitada a un tiempo, anteriormente descrita. Ambivalencia puesta de manifiesto en la utilizacin constante de recursos estilsticos como la paradoja, la enumeracin catica, la concatenacin que resulta tan eficaz para describir el rbol de las variantes en ajedrez, la creacin de neologismos (Diosovario, blanco -nada, negro -miedo, etc.), imgenes y metforas de un gran lirismo como cuando denomina nufragos de la verticalidad a los peones doblados o describe a las manos del ajedrecista como Manos / mudas en / movimiento / Se despliegan / y / repliegan / Como lenguas / de insectos / obedeciendo / a voces / 17 de / adentro. O las referencias literarias que se acoplan con total naturalidad en el texto (Hamlet, Don Quijote y Sancho,Tucdides, el Poderoso Caballero de Quevedo, la flor de Gnido de Garcilaso, etc.), o cuando siguiendo la estela del ilustre msico y ajedrecista Andr Philidor que dijo que los peones son el alma del ajedrez, el poeta no duda en sealar que en todo hombre habita un duende... con alma de pen: excepcional sentencia, genial definicin. Y tantos otros recursos que Pedro Prez utiliza con acierto e incluso desenfado como cuando llama asesino en serie al Maestro de Ajedrez que imparte una sesin de partidas simultneas o nos dice de la torre que es De caminar arrastrado, pesado, / macilento, sin levantar el vuelo, / como la nmina de asalariado. En fi n, un libro lricamente intenso, ingenioso, grave y ligero a un tiempo, ameno, estimulante y que desde luego disfrutarn los amantes del ajedrez, los amantes de la poesa y quienes -desde ambos territorios o en ninguno de ellos- sospechen que no todo est dicho, que an queda mucho por decir y sean capaces de aventurarse en el poderoso debate que la imaginacin y la razn son capaces de mantener ante un tablero de ajedrez, ante una pgina en blanco o ante los avatares ms cotidianos de nuestra vida. Porque el ciclo de la vida, como el del ajedrez, es inagotable. Lean si no el sencillo y bellsimo poema Piezas Muertas: Cree el velero que all donde termina el mar empieza el cielo Pero las piezas fuera del tablero slo esperan que un rey muera para empezar de nuevo 18 Bello e impecable texto que firmaran sin reparos poetas como Omar Khayam, Matsuo Basho o, entre nosotros, Jorge Guilln. Podramos detenernos en todos y cada uno de los poemas, comentando algunos matices que actan como claves para interpretar el conjunto. Pero supondra un exceso de acotacin a un vuelo que ya le corresponde emprender al lector. Acabo simplemente sealando que, sin duda, la hasta aqu expuesta es una de las mltiples lecturas que puede tener este libro. sa es mi limitacin, inversamente proporcional a su riqueza. Rafael Carceln Garca 19 El ajedrez es vida BOBBY FISCHER Entonces no hay vida sin poesa 21 H8 EL NOMBRE 22 Porque empieza con A y Z termina Como denso poema de un solo verso UNIVERSO En su nombre encierra el misterio de un todo 23 G6 EL TABLERO 24 Eres tablero de ajedrez cuadrado De cuadros negros y blancos sembrado Donde doblando doblando a saltitos Un grano de trigo se hizo infinitos En tu relevo de luces Y sombras Toda alma es el testigo con sus obras Infinito es tanto lo que pensamos Porque una sola respuesta buscamos Cuanto ms se sabe es cuanto se ignora Ve cmo entre noches los das moran 25 MATE DE LA INMORTAL 26 H4 AGRESIVIDAD. . . 27 A G E S Iv I D A D d el t e x t o q u d e el s 0 1 C o os m ue m os o s t r a d e o s a s s i g n q u e Pa I o s S o r a b o rt n a s l a o g r ro a t er l a o s u r a i c o 28 A G A R E G R S I d e E S V I I Sa D A S V q a I d e D o u e n D l i C A D l a e v o P q u f i l a D an z e o s s a o n a o f C C Q u. o n g r l a O M I ; de 0 e n M O o te o d e a l a I I l a e v l a q u n o a g u e c h q u y o e rr n o e e c a a s h a d e A c. s ue G m 1 . o n L e R b re a E P a S I a n to V I D Y A C er d el D v a q n te u cl e l a s C h. m e s e O p n M o t t q u O e e e d, d el c a o a m an i gr a a m c o q u n. e i z e a nt a l o ju n c o n o P a r t e 29 A A G G R R E E S I S i d V I d V I e D T A e l D A u D c. G D i d. q q, e u i d U n . e i e e s t l . e o t o CO d ay C n O e M M q O l a U O d e e e d e y l a s cri l a r q u g b e u e err e a q u l e s a gr im e e l e C a g u u a l a e r d e s tr os a l o d ulc de A A l a G e G R R h u E P e E S I m a S I r f n. V I o r V I d ad a d e D A d el D A 1 D D a c u erd q u P r q u e e e o s e gu nta n o h C C z 0 ve i . O M M O o O s us d e h o d e c u m l a e r l a b r d q u r e e q u P u as e p e rt e si f u g n e a r e a cl c. . I d e s I (in s u P e r a l i n z e a a y 30 A A G G E E S S v V I D D A d A d n e - e l q 01 y. q a I U u u e m e u o s u c v 0 a C P C O e r O a d M a M O o n d d O a I d e e e l m a a l a v e in P u 1 s tr q u e o e u n e t e y a a o n o r n n o S I d A G a S d A i n RE u elt G R E s P i S I a S I r a V I Y V I D A n os , D A d D u e D e r e l a c o l a q s u e ca g e P o q u e s. t ra n as e C O e s la M C e O e 1 O p d e i n M r O q l a v ier d e `i t u n o l a Y e u m. e i r q s a u m i e d a l e nii a s e l a n z e P r e x b a o o e c a e s a d P ri o l a m av P u e r a d re 31 A E S d V 1 A e D d e D DA clu la qu o st D e m e e y d C m e C i c O u v s O e m M n k M n a d O l I d e o p v e d I o r e l s q u l a . c ti e o e c o a o e I n, ve n s c f i d m a v i 1 0 c o u e r d 0 r A e s r id l a m a G a a n e d e s 1 c . R a 1 - E A i in o n S i P ri G a R 1 V I s E u o a c e d A D d e S k i z n o . e 1 I l b O A e l D m s D at r. i 1 cli e q u m e n C e o O n. d a c t 1 e i M a o t e r do C o o q e u i m i O d o M o e e a a bi l d O e s r } e l e n e e c e S S o s m y l a q h l e i s d u e Ir a r o me d e s n o 1 b e. e p am l a J 6 e a r a t r a d I a e n o P o t i c r a o 32 A A A G G G R R R E E E S I S I S I V I V I V I D d e D AD A D A D io d e d e l a q i a q ue s ci u N e at u e c i P n e v e u r a c. 0 C o I s C o r a l a l hia U C e a O 1 e m a d e O c o ivi e a z d e e y n n a 0 a c 1 z a I o s d e a b a q v a. r q u n a , l a u i e v- r etr l e e e. a b n o s ce u e t je u s A e Id o P a . C e Si rr a d e t e s n a c e n a l a d l t. e l A A n R l a c i . a s u H u G r. I E a n m o G D. m a SIV I s a s e R E o s ni d i s S I o a y d A e V I d el D A m G . m b a D R u , D ism E r a A a e i D S I q o s q P a u e P e n V ID u e a d C 5 r O e d el A D C n o n d O e O m d M x q s a O 0 a m u e b io d e l o d I g a e n s cl o a % ry i e s a s u a a a dr a l r. e ro l a e d b qu n e c m e v i r e e O e e s. i g n n tr d U ert e l a o r e n o a q 1 u e u z a nte n o d ti en si n c i c o e m s g a P a e a b n r t e e 33 A A G G G A R R R E s Es E S 1 y I y I II d 1 D 1 I e d e A d A A D D el D q u D l a e l D u e e s e n q u f i x d a q e s c e d e u 0 Pr o e li d e C O ga r P r m r C O y o a d O a c pii C c O m o cr e d e u er de 0 a cia de O a l a P o l a u str cl u n l a e Ya a da d e q u a l cl o f u o m e % e p a d r o b. u e s t a d r a, 1 l a l e e p a a d o a I go e se c, a A e l G A R o G S o e m A R 1 E sl G E y S a P o R i a D b r E S y y d A e c i h o. e d D D e d e I D e A l a i D J a 1 A a P a D cl q o,. q r u y e e r u , u e, e i t. e l c s e d a, i e c a a b g 15 s O c u u n M r e C c O 0 C s a O e M d e M m O d s O P e q l a o l a d t i d O e 1 a U f e i e e 1 b sur e a fl or n s n rr u P r e d o a nca e ro ei o g a l e q I u o n te e e l o a m b I. a nt ig a e 34 A A A G G G R R R E E E S I S I S V 1 V I V I d e D A D D d e A D d el A D l a D l a a t m q e qu e a rn q u e o u e d i e t s u st a no C a C ro ri C a d 0 b d C O s O b e M , a ivi r e n d M d el del () a z o d 0 q u 1 ta s e r u a h e l q u i a r s il a e d o m. r , a o ga AG 1 5 , u d q u e n D s e e o R e sa c o os h ac s e E A S I b e d e A e G h ie V I G R d e e nc. R P a E n de D E s ar S d e A D I m S I s u 1 V e n I a V I I D q u e c P o m D r A e l e u o A e d e O A h d e D r it m m a r t o l a a z d e. o l a q P o n Ja d u n u e a z a q i e t e n s. o s c o O n o I C M I n l a C g e O d e O - su m s e n c M O 1 O d e. q u d O a l a d e j a e e c I u e m l a n s e o gu e l a e nt e n q u a l q s. a e r ma le p az e te . u a l a a l e b o z t n a de a d e O n a e s e a a s u m P o v v e l a oz n t, f i I l a o r 35 A A A G G G R R R E E E S I I S S I V I V I V I D D D d A d A d A e l D e D e l D l a P P e q o i n u e, 9 u q n e , a s u e s e P. a c r s e Ir a v a m l . e C ee O a C s o c i do c a n t O s o M g O st . M u O M I O m d el ta da de O e e n d ar e m en l a S, c o l a e l o cr n q u en s q e u d. P o l o e l g e s- q u a te s e t ie g u xo . o e pi d l a s c o a P n e r e d o A a A e g u s P 1 G G R O IL R n t A u r. E E a e S l S I G l e 1 n l o R m V I t o V I E S P i D d o D cl u e o I A A e V I d el e D l e d D a sb D e A h. s o b r Pu e l a D li q s ol d e a s a u e q u l a b e d a e C e C v i d O m O e n o m u e M n rt M C s dei O s d O e s. O r e q u e I n M e de o c u erd e l a v i e s s u 9u el d ud P e. l a a e o P a e 9 u l o a u m d r a e u er q u s e e s e e n c. c s e l a i g ie o r ta s ie o r a nte te 36 A G A G A G E S E S E S I I V ID V ID d V ID A D A A D d el D el d e C t C q ue e r q u le m e r i st b r e P o q u o es o n o e C 0 t i no s C M e s Per 0 M O e n e h C O m i O ma to O z o d el z o. d el P e n. d el a id e e i t o h er n f o r o d ei I n. d os q u e P e c qu e ma n U ni it o l o q u e s o v er c o u i e m e a Po ne Pa bl l e e n C o so d e A G e n e s o n r A G s i S I l a R E l a A G e A G R E V gr im 1 m ent S I e d e D A D e VI D a s Si III D t od A D a o l o l a A q u s d e f i d el l) e d i l a o r a r f u n os t e e f e C a q u q u 0 a e O prime: io s c 0 m u n e a. C a M O D. e d el a s M O o s 1 d e d e t ut e a q u e h om m a i l d e l a s e br e e n str q v a so a P e u ac u e Ye r q u rf c re 6 e cc e 1 n o e n e s s u d e s e l e t n ge s l a v a e r t a T c n a l a l e r r o n a 37 A A A G G G R E R E R E S i S i S i V I V I V I , D D A A A D , d D u D D e u e e l l a i n t o h e q u o u v. e ni e I d q u r n a b m a e e r t e 5 e s h e C 0 O M c i a C e 1 O m m O b O d e s u M S, O r e O d i d l a m d e e s e a a o la q a l a u ri l m Y o t r e m r e A e q u e s d e d t u e a q a s t e P e , u. e a A t a m u r a i. G n V. 1 R o i s e r n za E s A v i , G a B a S % A e I . r o R E q u G a a nte b, d vi D b a s i e r R E e A o s l a V I s L s t o D D A e Y v i d d v o D q a z P o A D u e d el D n ac a n e d e a s Ib a a e r 9 u P a. l a P i d e C e o r a Ja n f O e s e 1 t e e M m u 1. e 1 c. d O a a C o 1 0 a a m i d e s e r r i M p c b i a q o O ri d O m i c. d u e y i i o I d el m e 0 l o e v i a e r e I n a n d o u a o e u n v er q u q u s e b b el le s o e e v e r r e I s e u z s s a q u. b c r a a o ere e s e Pr e si n n d e nr d o e I u o n ar s ca m a 38 A A A G G G R R R E E E S S 1 y S i V y I I d 1 d e i d e D A e D q co u l a A 1 a A 4 u i D D D e a e c q u e d r 1.1 V i i, e l I t e e u , c u n v e c a u C e a O e n t 0 m r a O s e M p d 0 a M o la lo d o d g u n n e l d e q u e l l a e q s 1 e u e u s a a i n q u e S u i, A G c a e ,... D b a1 r P. n % e P u t er e s I d - E e z e o a S a a ir A I P r a e s A u I G e e G n V I b a. e R s s a R d D i a E P u S s d A E e e ny S ei i a e D e l ni ly ID 0 e d V g r l a n , i11 b r . a e e n A e A d e s o a z a I t r l a D c c O a d 1 q i e D l u is li d u e el , q b e 0 e d a r U t._ e l a O t a U r C o -- d d pii v. b e t a 0 . l o qu e la 0 I v e l o 1 C n d d q e, o bo so 0 0 u e h e r d M 0 , e d o s a c a s u e t. t. l i 1 e 1-1 p u ha h e, le s a qu e e l g a e r m P m P o i n s a P e a m a o d r d d e P r a e y i d P a c so d o % y o n t e n e l l a e f r e n u t a m d u r a l b os a o qu . s o q u i n n e a 39 A A A G G G R R R E E E S kr S I 11 Si l! I I) d li .., l b d A e A u A e D 1 D e D l a d cil l a cl u i e m q ue ne ro e p d r i n o a dr d e m C C i C s e a O c e O v, O I y ivi o r M d pii e e d O rt a r a O t a l o O e d e T l a e l o d qu a e m 9 o s c li r c or q O m o r o a, u u e i d, e z c o c av h d n d o t a e V A r m b u m h a e G b 1. n ar s o R E I. 1, e n b l a l o 1 I A P Y A d f 1 rrio ) G o R s E e c R a G e E l a d e A D D qa S 11 e k i i d l a b c h I D l d e 11 ,4 n a cl u e d A e n e ue O a 1 D d a se e a D l er M s n u f e t i C c on cl u9 n C p O o a a O e e b u s t O im o c d e l o O a s u ert C c s a de O e g o e l a cl e M m u O P r cb i d , a S e d e d e gb t ci e el m e s e e l m a d ese u n ai r 0 d i e d l o a r d e a o e s a e a n e 9 st q ia c s e ch e e s b r s o I t a 1 i el m e c u a d ) a r e r a P a s o 40 A G R E V I D A d e t a n to qu e . . . e n d e e i e i t a R e y e s ri to Q u B p e i l a n Jo h a d ei a c ce ie ta s d. b c I c e i e ro 0 n a i m is R e o Y Jo s N 41 G2 CONCENTRACIN 42 PHILIDOR A la ms temprana edad ANDERSEN donde el almacn de las ilusiones MORPHY est repleto y slo el tiempo STEINTZ dejar el vaco para los recuerdos LASKER desde lo ms remoto del ser CAPABLANCA donde la luz est vedada y el destino EUWE tiene ubicado su cuadro de mandos BUIVINIK el ajedrez TAL comienza a enligarte SMYSLOV con un clido y sedoso hilo y PETROSIAN creyendo que emana SPASSKY de un bello GUSANO de seda que toma a tu corazn KARPOV por su morada le ayudas KASPAROV a enmaraarte en su red aterciopelada para luego KRAMNIK cuando ya es imposible liberarte KHALIFMAN compruebas ANAND aterrorizado cmo se acerca a devorarte PONOMARIOV una MONSTRUOSA ARANA disfrazada de REY NEGRO o BLANCO con armadura, corona ceida y espada en mano dispuesto a cortaros la cabeza. Por ello PhilidorAndersen Morphy Steintz Lasker Capablanca Euwe Botvinik Tal Smyslov Petrosian Spassky Karpov Kasparov Kramnik Khalifman Anand y Ponomariov PROMESAS del AJEDREZ ESTUDIAD y APRENDED y a la SIEMPRE MUERTE SORPRENDED! 43 El JAQUE 44 JAQUE Canta el ruiseor alado por los parajes perdidos del INFIERNO JAQUE Lo oyes No lo ves Entonces no ests en el PARASO del tablero 45 MATE DEL LOCO 46 C2 ALFIL/ALFIL 47 SIN NORTE D e SIN OESTE A l f 1 I SIN ESTE d e 31 a r SIN SUR o bl cam I i c u a ci d m ir o r a d a POR T e TUS p CASILLAS r e g u BLANCAS n t POR a s T e c o TUS CASILLAS P r e e S ol NEGRAS n t a Si existe la noche C on l a n oc h e q u Si existe el da e e n t u c a m in o Sin saber de dnde ni por qu 48 Aparecen y desaparecen figuras Como espectros de otras dimensiones A lf. A lf il cl u cl u e e n o sil nt c e r e e e s s d e TEMOR TEMBLOR ANGUSTIA u e n g o s ol o c ol o r e l PORQUE VRTIGO t a b I PERCIBES e r COMO o COMO T ISLA La inmensidad del MAR Pero tambin la del CIELO A A A A I f. I f. I f. I I I f. 1 1 1 1 I e s e s e s e s e l e l e l e 1 m P o l o g e s t. e t c o a n io i c o Que saben de aquello que se empapa de adentros por el naufragio de afuera 49 Al LA CORONA 50 LA EMPUADURA DE una cruz por su cabeza asoma Si la perpendicular invisible del madero busca su raz en la sarmentosa mano que siempre le mueva desde arriba Ser de espinas la corona Pero el pensamiento es laaaaargo como la lanza de Don Quijote batindose con sus contrarios Restallando eternas cruces de esgrima que slo sus ASTILLAS a a o van enraizando 51 MATE PASTOR 52 B3 EL RELOJ 53 Juez de MUERTE suplente El RELOJ con dos tiempos separados CD CD 0 C = cp 3 0 o aR , C3 _n cdC3 cut D= 0 CD CD C 14 o O Cil co cn 11 2 a 0= = 3 a) = er c,CD 0 _ - a a u) (,) ,--,. 0 , a) C) = m, a = a a co 3 = -s p 2 . ,rD v5 j) a O Bo =, .._. SE cn g 0 C:1- CL o Cr = v) CA O O CJI; C3 C O B 1 0 (2 . cu 1G c) Cu O 093 u) .. 0 m = U = ,-.0 0 11) CicD co . 0 u a, del ajedrez presente desliza por los CUADROS el NUDO mortal que pende ambos lados La MARCA de su dueo graba en la res el HIERRO enrojecido Y despierta a su SUEO todo recin NACIDO El GOLPE anuncia a lo PERTENECIDO Que el JUGADOR presiente PARANDO el reloj con su movimiento un TIEMPO independiente que empez con LAMENTO y su SEGUNDERO es el PENSAMIENTO U) O = O O O 4.= = = V) O U) =2 E (owt::, .1 =..., o O NJ Ol f5 . (1.) CCS (1:5 CI3 CL) Cri= .--, , a) cD, o cu c c O_ - O = CL) = re -C) a) - o = = ro c u = cncu uP c cuco o 23D o ,c s il:3E crs ca C crs UD CL) u) O = mal, _ u) o o -0 u) ma o C6 0:5 ccs QO ci ,t, to co 0 = ce accp 0,- .... a O o a co. Or a coro a _c a (/) c.) o gns EL) c ..c E D O) 0 0:5 2 212 O Que no cuenta El tiempo se va y viene en meditaciones de NEGRO y BLANCO Y otro no se detiene de ANDAR DERECHO y franco por el encargo de pulsarlo un MANCO El CONTROL previsible la MANO del jugador manotea y de ARENA invisible el que dentro voltea Reloj que a NOCHES y DAS mantea La mano LANZA DARDOS de pensamientos HUNDIENDO el botn Y los pasos andados de pies en TIERRA son buscar AZAR su umbilical CORDN 14) u MATE DE LEGAL 56 A5 SILENCIO, POR FAVOR 57 CD (/) CD un a 3 U CD CD CTO. 3 o . 3 (T ) . o CD a) o Las miradas se tornan fijas Y lento su pestaear Para no herir al aire Que de paz se siente prear La madre educa al nio Llevndose el dedo al carmn contrito Para que no perturbe a los que juegan Y aprenda a contener su capricho La botella de la acera Ritual de otra reunin Avergonzada busca su tapn Por abandonar su reino la mesa 3 1 3 CD o CD 5:1) 11) o 11 U, s CD CT.3 3 o CT, o (7 CD CD c7 ) . CD gnu ale e zaipafx 1 1 1 1 obedeciendo a) o Labios y orejas dibujan cruces Por fin el hombre Presta su odo A la lengua del amigo Como dos caracolas pegadas Los enamorados aprovechan la coartada De hablarse en el lenguaje Que se hace escuchar el alma Y vuelven las golondrinas de Bcquer Aquellas que no iban a volver Para aprenderse el nombre De abajo su acontecer Y hasta el poeta en la ventana Limpiando de sangre sus armas En el rezo secreto de los jugadores Comprende el crimen de las palabras 1 1 1 1 B7 LA CAJA 60 Bajo la luz que proyecta una lmpara sobre el paritorio amplio del tablero. Del vientre embarazado de la caja salen las piezas buscando su puesto. Unas, melladas tienen la figura. Otras, bastante sobado el color. Que ahora la mano de otro jugador se dispone a incrementarles suma. Erupcin, saben, siempre de lo mismo. Parecido recuerdo al comenzar que placer y dolor hasta el fi nal imitarn de la vida su ritmo. Y por sentirse vivas y pensadas, como ser que de conciencia palpita, slo un gran miedo las atemoriza: Las metan de nuevo en la oscura caja. 61 D8 LA ESPERA 62 CON OCHO PEONES POR BANDO,TORRES ESQUINADAS, PRESTOS CABALLOS Y ALFILES escoltando a reyes y damas. Como Dios irrumpi la nada creando estrellas tiempo y espacio, el ajedrez espera, como teclas blancas y negras de un PIANO O COMO EL LAGO A LA PIEDRA, QUE UNA ATREVIDA MANO ROMPA SU QUIETUD 63 F7 LOS PEONES 64 S; son los peones racimos de fruta exquisita. Viandas que enseguida degustan los jugadores. Manto de mar que cobija a las piezas mayores. Collar de perlas que sin cuello de alma palpita. Rocas fi rmes que sostienen las acometidas. Llaves y pomos de puertas que se abren y cierran. Avalancha de embriones que una oracin encierran: Protgeme jugador en todas las partidas. Muralla, calzones, pirmide, tenedor... Mil formas que unidos les da la imaginacin en el spero andar hasta la coronacin. Semilla de esperanza... de una vida mejor. Angustia de la libertad..., de superacin..., si en todo hombre habita un duende... con alma de pen. 65 H6 LOS CABALLOS 66 Por un caballo Uno slo! Troya fue vencida Por un caballo Uno slo! Un rey su reino ofreca Caballo de la guerra Qu grande Babieca! Caballo de la fantasa Qu grande Rocinante! Ms grande es el ajedrecista que con una sola rienda los cabalga a pares! 67 G4 LAS TORRES 68 Oh torres: Garitas de Alejandra. Como columnas de hormign y acero anclis la ingravidez del tablero por la violencia de la fantasa. Y por la excesiva imaginera levan manos a modo de sombrero, pues cual faros alertis primero de puntas de iceberg con su entropa. De caminar arrastrado, pesado, macilento, sin levantar el vuelo, como la nmina de asalariado. Qu misterios tus mazmorras encierran... Pues tanto mirar tu pereza al cielo siembra la espera sueos en la Tierra. 69 H2 LA DAMA 70 En la selva de los cuadros..., luchando. Dama elegante. Madre poderosa. Del ajedrez: La pieza ms hermosa. Dejas a tu pareja resguardando las tareas domsticas de palacio. Mujer que si en la historia maltratada, mentira del tablero emancipada aunque irradies, cual sol, todo el espacio! Que envainada por la misma tristeza, como fruta baada por su jugo, tallaron tu injusta realidad cruda. Pues, por envidia de vientre y belleza, el celoso inventor te puso el yugo de dos muertes: La propia y la de viuda. 71 F1 EL REY 72 De qu me ha de servir tensar el arco desde mi grave rincn esquinado de oscuridad y abismo circundado si a la pregunta le ocultan el blanco y como velas caen en un barranco Si existo por pensamiento prestado de oscuridad igual a mi cuadrado Lanzar, quiz, los dardos un manco Por qu me aparta para que medite si slo el girasol no tiene dudas y su movimiento siempre repite Que s soy actor, mas nunca de Judas, y ahora en la mano transportado soy de un fi lsofo y no s donde voy. 73 D2 LA LEYENDA 74 Cuenta la leyenda... que un escultor, slo amartelado de la belleza, del mrmol ms blanco -diosa pureza sac, araando luz en su honor, fi guras simbolizando su amor. Mas la belleza, terrible tristeza!, fue princesa y slo con su realeza se cas. Y fue tanto aquel dolor sin consuelo que, para izarlo al viento y fuera humo el fuego del sentimiento, de negro mrmol copi esta vez pieza por pieza.Y llamado ajedrez, arrastra su teatro representando al sueo del hombre a solas peleando. 75 B 1 LA MESA 76 Un caballo, una torre y varios peones por muchas hormigas eran trepados. Porciones de ajedrez abandonados de alguna partida sus jugadores. Al no ser semilla para el granero dejan de adorar al no hincar bocado. Y el poeta se pregunta, ya cansado, si la Tierra es mesa de otro tablero: Si las grandes pirmides de Egipto; si el esqueleto de los dinosaurios; si por todas partes el monolito; si a todo lo que el hombre est rezando son las piezas muertas de un dios o varios que de su partida las van sacando. 77 A3 LA SALA 78 En el centro de la sala triangulada un crculo de miradas, cual corona, circundaba sobre una mesa cuadrada. De ajedrez el espectculo, y no miento, con sus diagonales, ngulos y rectas, geometra del pensamiento perfecta de espacio-tiempo por siempre en movimiento que de infinito silencio se alimenta. 79 B5 LAS PLANILLAS 80 Mis planillas de anotadas partidas, en prietas carpetas amontonadas, surcadas y sembradas de jugadas: Cuntas horas entre gomas perdidas! Despilfarro de luz en ojo tuerto, igual que viciado tiempo en la espera esperando el olmo ver caer su pera: Cunto existir sin vivir por el muerto! Si la mariposa antes fue gusano que cre su fretro de hilos de adentro, y no jugu al ajedrez en vano: Sean mis jugadas salidas de adentro la mortaja que quiero como llave para que, en mi ltimo duelo, me salven. 81 A7 EL JUEGO INCOMPLETO 82 Como si del tesoro de un pirata robado del cielo S V L P P E J E O A I A L U L S E R E C Z A G A A O R S O N Y puestas en su orden se ech en falta al rey negro y al rey blanco y a sus dos peones preados de damas Y como era de noche mir el F I R M A M E N T O Y como si D U P Y E E N A A M A R P T E I Z D A A D A cre que la estrella ms luminosa era el rey blanco suspendido en el vaco por el magnetismo oculto del rey negro A los peones de la esperanza no V E A Quizs murieron sin nacer por la cobarda de perder su sitio en la eternidad 83 C8 LA PROFECA 84 En el bosque frondoso un cuchillo sediento deja un hueco sangriento al rbol ms hermoso. Y su labio de acero ya del botn que apresa en la madera besa un rey para el tablero. Mas el goteo dejado en la oquedad inerme su profeca vierte: De multitud soado sers muchos... por verte, como el Sol cuando duerme. 85 E7 EL JUGADOR 86 Al jugador le envuelve la profundidad de un mar invertido. Y con las piezas mueve, de mezcla confundido, el bien y el mal de la mano escondido. La hondura de otro mar es la emocin que asoma incontenible trmula de soar la luz incognoscible en su prieta oscuridad impasible. Por instinto vital, como el nio que por primera vez se observa en el cristal, mira el hombre la tez de su ocelada alma en el ajedrez. 87 G8 POR QU... 88 Por qu slo una nariz Por qu slo un corazn Por qu slo un cerebro Por qu slo una boca Por qu slo un sexo Y Por qu dos reyes sobre el tablero T E M B L O R ME E S T R E M E Z C O ! Otro conmigo anda Que me respira Que me late Que me piensa Que a mi sexo inventa Y de ajedrez slo se alimenta 89 F6 BOBBY FISCHER Y H5 ALEKHINE 90 T6 BOBBY F I SCHER Genio en la locura donde dos reyes se enfrentan trabando sus pensamientos, Bobby Fischer tambale los cimientos -desafiando la cordura y sus leyes de la escrupulosa escuela de acero. Rebelde, libertario por bandera, momific su conciencia en madera al ser coronado rey del tablero. Y anda ciego, de invisible arlequn, buscndose un hueco en el corazn por malvender su alma al ajedrez -diablo en muertes de espejo que no ven fi n. Ser -no ser. Verdad -mentira. S dos. Nunca tres. Uno sobra.Y no hablo. DE DIOS VSIIINOS Vi epuoon 91 913 jai U9 e9S epuw sou sopo l e anb oualsw a wed `oluage us a . ap sooJ sop SOl e anb waiqw i0p ewseluel oaopsulle wadsa opnusap -asod ua- opaw us oluoisaid apou n ap manas 13 opunqwpaw a eosnq anb onanbe saepow soi e .19.11SOW Jpadwi wed saieynd sns gimo o zaipafe a anb opunjwd onokeo n opqnosap n elslJe lO elsnl aw owoo olpeiAl! epalew e ap odns upsod eleu0p ap ene welo . wspaipal:e ap Jesuad n an4 9 1 1 V 3N I H51 31V G3 DELIRIOS DE GRANDEZA 92 Delirio de grandeza del ajedrecista porque de dos reyes participa de su fiesta Delirio de grandeza de pies a cabeza porque con el aura de sus dedos les llena de muerte y vida 93 Hl ARTE 94 Sobre el lienzo del tablero, como araas hilvanando, dos manos se van turnando pincelando en blanco y negro. Inteligencias que mezclan el mismo sueo inventado que en el telar atrapado los dos artistas ya trenzan. No hay Penlope esta vez -de su arte habla el ajedrez que desteje lo empezado. Hilos que la muerte corta y el pensamiento transporta relmpago reflejado. 95 F2 LAS VARIANTES 96 En la nada la no-nada En la no-nada Dios En Dios el Universo En el Universo la galaxia En la galaxia la estrella En la estrella la Tierra En la Tierra el hombre En el hombre el poema En el poema el verso En el verso el alma En el alma el tablero En el tablero la via En la via la parra En la parra el racimo En el racimo la jugada Si verde madura o pasada No es naturaleza de la uva Sino de la mano experimentada 97 Dl LAS JUGADAS DESECHADAS 98 A una partida ya empezada Nacemos Dice la hollada piedra la evolucin del arte la historia desgastada Que antes hubo movimiento De Scrates De Shakespeare De Einstein Sabemos Que no es flor la flor Por ajarse en la rama Es flor porque un amante la escogi para su amada Mas Quiz slo siendo Como la inmensa mayora Invisibles ptalos al viento Moriremos En el trbol de un pensamiento 99 B2 HAMLET 100 SER O NO SER El prncipe Hamlet juega al ajedrez Yen su ocelado teatro el espectro del ltimo rey a su odo advierte: Entre cuadros negros y blancos hay ms cosas, ajedrecista, que soar pueda tu teora Y exiliado en la locura, su pensamiento salta, planea, bucea en el blanconada, en el negromiedo, y nada teme porque si quiere a ms alto de Dios se eleva. Pero la mano, que es la que mueve, sangre lleva... sangre lleva. 101 A4 DE NOCHE Y DE DA 102 Envuelto en cuadros blancos Con el rey negro me acuesto Y me parece que no duermo Como si un bho entre dos das persiguiera a mi sueo Envainado en cuadros negros Con el rey blanco me levanto Y me parece que me han robado Porque un azor entre dos noches quiere ms de lo observado 103 B6 LA RESPIRACIN 104 En el riguroso orden deapretadasfilas que una mano rompe y otra responde espa c i a ndo l neas Son dos movimientos Aspirar Esp i r a r Ejercicio Su p r emo Que blancas Y neg r as Completan E l r esp i r a r Deunpensa m i en to Teora del caos semeja del cielo si el que observa no sabe de su msica el baile 105 A8 EL CIGARRO 106 Dos reyes en lucha manej0 Uno blanco. El otro de negro Con dos mecheros en la manO Un cigarro en mi labio pongo La piedra no le queda a unO El gas ha terminado el otrO Ninguno, solo, me da fuegO Juntos, s, consigo encendrme10 Cenizas ya sobre el tabler0 Quin la partida ha ganad0... El muerto, que supo contar10 107 C7 EL PASEO 108 dejando su corazn repartido entre las piezas Y se pone detrs del otro b usc a n d o extrao al no mentir o t r a un SE Y E U E el jugador de su postura recogida P e r s P e c t a como se aleja el pintor para ver mejor su retrato como de Mas espejo se aparta contrariado Y vuelve a la gravedad de hurgarse los sobacos sobre la mesa 109 E8 SIMULTNEAS 110 Gran revuelo en el PUEBLO carteles anunciando la llegada INMINENTE de un asesino en SERIE En escaparates almacenes y BARES el remolino de hojas muertas sobre los CRISTALES parecen buitres planeando sobre un CADVER Con las armas del ESTUDIO todos refuerzan sus DEFENSAS y preparan el linchamiento de SIEMPRE muchos contra UNO En la organizada orga SANGRIENTA cual concentracin de vacas nubes que el Sol las ATRAVIESA van cayendo los granos del RACIMO dejando el tallo al DESNUDO Y el antropfago se relame de GUSTO Del collar que formaron VEINTE de la guadaa del Gran MAESTRO slo salva el pellejo UNO Se consum el asesinato MLTIPLE de un psicpata del TABLERO 111 G7 EL SARCFAGO 112 Ante el sarcfago Siempre cuadrado Perfecto cuadro Del propio fretro De ajedrez slo Previsto duelo De prieto negro Cercano entierro Mirada y mano Perpetuo abrazo Que traga el tiempo Reo del pasado De eterno luto Es nuestro juego Siempre hay sepelio De algo que ha muerto 113 E6 RUY LPEZ DE SEGURA 114 Oh Ruy Lpez de Segura: Cual venido de lo eterno no conoces el invierno ni dnde tu sepultura. Nacido en Extremadura para el teatro del tablero, de los cuadros: t su Homero; pues conserva tu apertura en la Odisea de los siglos, semejante a flor de Gnido, tu memoria y su frescura. Porque el sabio no se extraa que tu genio es el que augura un siglo de oro en Espaa. 115 F8 EL PREMIO 116 Lo de Caballero Poderoso Don Dinero Me lo reservo Porque me cierras el libro Porque me suspendes al pen Porque me bajas del caballo Porque me ciegas al alfil Porque me sellas la torre Porque me apartas de la dama Porque me callas al rey Porque me impides dar mate al otro De ti slo quiero No ms No menos Que todo lo que me robas Poder comprarte! 117 H7 LA JUGADA ADMIRABLE 118 Dcl mgr sj lhpw shrcm x shrcm fi cdstkIlt dj mr djsdrgz Dcl mgr sj Ihpw shrcm x shrcm fi cdstkIlt dj mr djsdrgz Dcl mgr sj Ihpw shrcm x shrcm fi cdstkIlt dj mr djsdrgz Del mar su lupa surco a surco el castillo de mi ajedrez Dcl mgr sj lhpw shrcm x shrcm fi cdstkIlt dj mr djsdrgz 119 MATE DE LA COZ O DE LUCENA 120 G5 CADENA DE PEONES 121 Peones enlazados Eslabones de una cadena Teora de la evolucin que Darwin de vosotros la inspiracin As como sents en el vientre una Dama En la conciencia tintinea el secreto del mono Slo al fi nal est Dios 122 Entonces llegar esa Era en que habr tantos dioses como habitantes sobre la Tierra Triste andar de la humanidad que las generaciones pasean en aos en dcadas en siglos Manecillas de otro su reloj para no perderse en la eternidad 123 H3 LA MENTE EN BLANCO 124 El reloj de la cocina En la pared colgado Lleva varios das En la misma hora parado Aunque su segundero palpita En la cuesta de menos cuarto As les sucede a muchos hombres Ya muchas mujeres Y al jugador de ajedrez De vez en cuando Que Como tejado cubierto de nieve Con su chimenea humeando Se le para el cerebro Aunque su corazn sigue andando 125 G 1 EL POETA 126 Qu jvenes mueren mis poetas...! Qu fi ccin mortal es esa que les envenena... Mas t no temas, ajedrecista. No temas ser poeta. Llevas el antdoto de muchas muertes en tus venas! 127 E2 NECESITO UN PEN 128 NECESITO un pen pero no caminero que de sus pasos puedo ser preso NECESITO un pen pero no electricista que ciego tambin veo NECESITO un pen pero no pintor que mi color no tiene arreglo NECESITO un pen pero no escayo I ista que mi palacio no tiene techo NECESITO un pen pero no fontanero que no es de agua la sed que tengo NECESITO un pen pero no albail que mi casa es un tablero NECESITO un pen pero no zapatero que por pies llevo una alfombra NECESITO un pen pero no peluquero que mi cabello es una corona NECESITO un pen pero no mecnico que mi vehculo es una mano NECESITO un pen pero no cocinero que de pensamiento me alimento NECESITO un pen pero no carpintero que no quiero tablas en mi juego Slo quiero a ese PEN PRNCIPE DEL CUENTO que resucite a mi Dama para que el mal que me persigue se d por muerto 129 Cl EL ENROQUE 130 No envidio Rey tu jerarqua Ni siquiera de tus arcas el oro Tampoco tus honores Envidio la magia de tu huida r e con la pirueta de tu t o r ACORAZNDOTE DE PEONES Por piedad! Acgeme en tu enroque! Te queda un cuadro libre Tengo que poner a salvo a mi pensamiento Abel de sus hermanos Canes 131 A2 LA MIRADA 132 Si del trabado ajedrez Ves mi mirada ausente Sabe que Como dos cazas han salido El rey blanco y El rey negro (La vida y La muerte) Tras un poema sin identificar Que pas por mi frente 133 B4 OH REINA 134 Oh, Reina...! Comprometida Fiel , a r e E t e Mi imposible...!! Abdica y s plebeya 135 A6 ABANDONAR LA PRCTICA 136 Al rey blanco subo al tico y me abre un armario de disfraces. El rey negro me baja al stano y desempolva una imagen. El ajedrecista se cansa de tanto viaje. 137 B8 TABLAS 138 Por el amplio despacho del Seor; de libros revestidas sus paredes, su techo atrapaba nubes en redes de humo, que, para escoger el color, dos pintores esperaban del cliente la decisin por la tonalidad de cambiar la enredada oscuridad: Si blanco Luna, azul mar o Sol riente. Mientras, al ajedrez de piezas moras y cristianas que de pies a cabeza subliman un cielo por recompensa, los pintores juegan por la demora. Y por descuido resbalan las piezas al mismo cubo.Y todas igual pesan. 139 D7 DOMINGO POR LA TARDE 140 No seas vctima del reloj para que el tiempo te apuale. Juega una partida tranquila porque es domingo por la tarde. Observa cmo el cielo repica sus tic -tac contra los cristales. No seas cmplice del reloj porque al tiempo de-sen-mas-ca-re. Juega una partida tranquila porque es domingo por la tarde. Maana te esperan las prisas cuando la vida se desangre. 141 C5 PEN DOBLADO 142 Si la recta del crculo nada ambiciona Al saberse principio y fi nal El rengln desertado es el vaco que amenaza As Juntos Nufragos en la verticalidad El seuelo Del espejo A la muerte retarda 143 D3 PIEZAS MUERTAS 144 Cree el velero donde termina el mar empieza el cielo Pero las piezas slo esperan que un rey muera para empezar de nuevo que all fuera del tablero 145 F4 LA CLAVADA 146 COMO A PALOMA QUE LIANAS ENCOLADAS REPRIMEN LAS GANAS DE SUS ALAS ESTATUA PRESA ES LA PIEZA A UNA REAL CLAVADA Lo que se oculta vale ms Entonces a quin o a quines y por qu el alma protege que hasta la tumba se lleva sus palabras clavadas 147 D5 PROPONER TABLAS 148 ELEVADO PELDAO Si de los peones la coronacin Y no hay lucha sin dao Del rey su salvacin De las dems LA PAZ como ambicin 149 C3 PEN PASADO 150 Vuela a solas conmigo Pen aislado Eslabn de mi pena Ay Cuntos otros buscando el poema ms puro derramaron sangre en el surco 151 E4 APUROS DE TIEMPO 152 No fui ayer PEN parado Ni ser maana coronado DAMA Soy segundo en un CABALLO que le cabalgan las entraas Amante ALFIL que separa a dos lesbianas La eternidad Y la nada Torre REY TORRE Dama 153 D6 PIEZA TOCADA 2.54 e n a Para b o para m Pieza que se a no vuelve a r e s Como no vuelve el p que pasado es ya Ay! Si sobre la e s se pudiera rectificar n te e lugar SU Dicen que slo las o vuelven a su mar Y que el principio es el final si su curva no hace m a una u espiral de la estela u P a la eternidad tendra o Y penar a mi partida libre de a d a la s 155 C4 EL ERROR 156 Antes de la jugada equivocada un leve rumor de playa cre arribar dentro de m. Y como se embebe la oreja en la pared amordac la respiracin. Y entre carne y huesos, como extendiendo una red, me pareci adivinar que discuta una ola con su mar. Cuando a mi rey mate le dieron el susurro se esfum y en ese instante comprend que yo fui mi dios y mis plegarias no entend. 157 E3 REYES ENFRENTADOS 158 Un Rey dijo a su squito: -Tradme la verdad De esta nada que amenaza De este vaco tan denso De esta angustia desbrozada De este vrtigo sin puente De esta duda tan cierta De este muro que no veo Pero nadie regresaba presas de emboscadas Hasta que una Dama que an le colgaban harapos de pen le dijo al odo: -Seor verdad eres t de mudado color 159 F5 JAQUE MATE a Ezequiel Prez Rdenas 160 Por la oblicua pupila de Ezequiel; en sus charcas cristalinas, cual trono: desnudo y solo se baa mi rey. Socorro...! Se moviliza mi reino; pues le acechan tres peones pescadores con hambre de piraas en sus redes. Al pronto brinca y relincha mi indmito corcel, antes perseguido y no dado, ahora manso caballito de feria en ofrenda que sus ojos desprecian; pues mejor y ms altiva es la pieza que entre rejas sus prpados encierran. Torre pesada con prisas despierta por caminos a oscuras y por sendas abiertas ofertando sus almenas con mis vistas que sus ojos desprecian; pues mejor y ms altiva es la pieza que entre rejas sus prpados encierran. Qu importa el pudor si todo es nada! Oblacin de mi reina perfumada engalanndose en una casilla acolchada que sus ojos desprecian; pues mejor y ms altiva es la pieza que entre rejas sus prpados encierran. Cual mosca atrapada en cristal de miel, cuanto ms hua ms se hunda en l. Y por sus ojos tragado, en su boca Ezequiel ha dibujado una gndola, que mece y mece en muda carcajada la sombra de mi rey amortajada. 161 D4 LA DERROTA 162 Un rey blanco siempre rodeado por una jaura de reyes negros Pacientes en su espera sabedores que a la llama se le acabar su cera Slo hay muerte a mi alrededor S YA S QUE CUANDO ELLA SEA YO NO SE RE Pero no me digas rey como la deshojada flor que detrs de ti otro vendr cuando sus ptalos cados tan voltiles al suspiro son ya marmreas losas del palacio del olvido 163 C6 LOS INTERMEDIARIOS 164 A un rey que su jugador le prolongaba la agona de pensamientos atemorizados le o rebelarse en su letana: Basta ya de poetas, de fi lsofos, de dioses...! Basta ya de intermediarios entre mi muerte y mi yo! 165 E5 EPITAFIO DE UN REY 166 No viv S pens Exist... An no s 167 F3 EL OLVIDO a Antonio Juan Valls 168 Si del recreo sales solo y ninguno te acompaa, no llores pequeo pen, que detrs est Valles como buen ngel de tu guarda. Si por el centro un caballo enemigo todo amenaza y por l eres cambiado, no te ofusques triste alfil, que detrs est Valls con tu sombrilla o tu candil. Si con tus graves pecados de combinacin fatal te inmolan, torre, no temas!, que detrs est Valls confesando a tu sacerdote. Y si porque la partida sus avatares termina, a rey y reina separan, pensad que nada se acaba, que detrs est Valls con la nota de vuestra fe. Porque si, antes del tablero, de algn rbol fuisteis ramas de sonidos impregnadas y pjaros se posaban como tronos de sus trinos... Si hechas de madera noble, pero no puertas, ni mesas, ni ventanas, ni barandas, ni muebles que decoren salas... Ese sentimiento de algo, que nada tiene que ver con la batalla de los cuadros, y que nunca se recuerda, pues la savia est reseca de soada inteligencia... Ya busca Valls el vinilo... Ya gira el tocadisco. Danza ya, naturaleza, con tu memoria durmiente! La msica de Vivaldi las cuatro estaciones suenan! Del olvido os brota el alma. 169 NDICE Prlogo 11 Introduccin 15 H/8 El nombre 22 G/6 El tablero 24 H/4 Agresividad 27 G/2 Concentracin 42 E/1 Jaque 44 C/2 Alfil/Alfil 47 A/1 La corona 50 B/3 El reloj 53 A/5 Silencio, por favor 57 B/7 La caja 60 D/8 La espera 62 F/7 Los peones 64 H/6 Los caballos 66 G/4 Las torres 68 H/2 La dama 70 F/1 El rey 72 D/2 La leyenda 74 B/1 La mesa 76 A/3 La sala 78 B/5 Las planillas 80 A/7 El juego incompleto 82 C/8 La profeca 84 E/7 El jugador 86 G/8 Porqu 88 F/6 Bobby Fischer 90 y H/5 Alekhine 90 G/3 Delirios de grandeza 92 H/1 Arte 94 F/2 Las variantes 96 170 D/1 Las jugadas desechadas 98 B/2 Hamlet 100 A/4 De noche y de da 102 B/6 La respiracin 104 A/8 El cigarro 106 C/7 El paseo 108 E/8 Simultneas 110 G/7 El sarcfago 112 E/6 Ruy Lpez de Segura 114 F/8 El premio 116 H/7 La jugada admirable 118 G/5 Cadena de peones 121 H/3 La mente en blanco 124 G/1 El poeta 126 E/2 Necesito un pen 128 C/1 El enroque 130 A/2 La mirada 132 B/4 Oh reina 134 A/6 Abandonar la prctica 136 B/8 Tablas 138 D/7 Domingo por la tarde 140 C/5 Pen doblado 142 D/3 Piezas muertas 144 F/4 La clavada 146 D/5 Proponer tablas 148 C/3 Pen pasado 150 E/4 Apuros de tiempo 152 D/6 Pieza tocada 154 C/4 El error 156 E/3 Reyes enfrentados 158 F/5 Jaque mate 160 D/4 La derrota 162 C/6 Los intermediarios 164 E/5 Epitafio de un rey 166 F/3 El olvido 168 171

64 poemas de ajedrez

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