Entorno (paseo poético)

entorno (paseo potico) triquiuela, Primera edicin: abril de 2006. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada o trasmitida en manera alguna ni por ningn medio sin permiso previo del editor. Ttulo: entorno (paseo potico) Coleccin: Quadernas po{}ticas Diseo interior y portada: Jairo Arrez y David SorElena Fotografa: Jairo Arrez Vicente Llorente, Damin Varea, Leticia Leal, Alicia G. Nez, Vicente Beltr, Ana Verd, David Bellot, Ma Asuncin Verd, Jairo Arrez, ngel Macia, Joaqun Grima. La publicacin de este libro ha sido subvencionada por la Concejala de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de Elda. Triquiuela de Artes y Letras, 2006 C/ Nueva, 2. 03600 Elda www.triquinuela.com ISBN -13: 978-84-609-9590-6 ISBN -10: 84-609-9590-9 Depsito Legal: A-156-2006 Impreso en Espaa Damin Varea 8 Leticia Leal 12 lex Bohe 16 Ana D. Verd 26 David Bellot 28 Ir Abril se duerme en su nido rbol herido de espuma derramada en mil silencios raz que busca la brisa de un mar de mil cementerios. Y aqu; qu puede hacer uno si no invocar la ternura para inventar mil caminos y al margen, mil enemigos los que estn comprometidos con la paz y con joderme hacen pasillo en mi sueo para intentar detenerme. Pero yo ya estoy servido de ese celoso desprecio de ese ocuparse de alguien por el hecho de estar vivo por ser yo, sin ms atajos que el amor en su reposo y el sabor de algn fracaso. Con los ojos por semillas, para levantar el vuelo uno apenas necesita aliento libre del viento borrando las mil envidias que invaden los corazones y el amor, roco en rama de un rbol preando espumas races como gaviotas. para un mar de mil canciones. MIL Vicente Llorente GEOGRAFAS Poema hallado en la corteza sur del corazn, donde algn da tendr su sitio el infarto. De amarte sta ser otra herida otro hueco, bocado del mundo que se apresura a dejarme hurfano de amarte me siento vivo pese a todo como aquellos sueos pospuestos que esperan el gran sueo eterno para echar a volar de amarte mi arritmia es un Son . con nombre de mujer que bailo con mi razn mi corazn que baila herido de amarte congelo mis venas en el instante en que estallan por ver si el amor escapa por ver si atrapo la vida de amarte morir algn da aunque tenga venas aunque limpie heridas de amarte vivo todava. Poema hallado en la zona norte del atlas, de camino a la indiferencia del letargo. Si algo sucede esta noche tendr que ser ahora cuando contemplo el movimiento de tu sueo. Tendr que ser ahora que resbala tu aliento entre las sbanas y una blanca bandera parece anunciar la batalla de tu cuerpo. Si algo sucede esta noche tendr que ser ahora qu todava respeto el velo luto de tu pelo. 4-141411ci* -, Damin Varea de Lamo BAILARA CON GUEVARA A desaprender y a olvidar no ensean las universidades. No se elige, aprende uno solo a rodearse de calamidades. En las ensoaciones de la luna, el mundo camina sobre cristales rotos. Llorando en alguna perdida cuna, pide teta y caga un paal el prximo rey de los chivatos. Peor an es no poder contar los lunares de una desnudez, y los hay que andan cabizbajos arrojando a las bocas de alcantarilla sus alianzas, mustios, se rodean de alacranes, visitan cada da el sepelio de las decepciones. La desidia est matando an ms que el dinero, el don divino, se pierde en la infancia, entre llanto y llanto, entre telediarios de sobremesa y castigos sin recreo, con las golosinas sabor a fresa, al aprender soplando las velas a pedir de un deseo. Quin va a cerrar los ojos y a encontrar la calma. Yo, como ajeno a todo esto, furtivo a la orilla de la lumbre, bailara desnudo con Guevara, sonmbulo en la guerra de los mundos. Hay noches que despierto sin saber dnde estoy. Me siento confuso. En mi sueo, igual que humo blanco, flotaba sobre las lgrimas del mundo. EL VIENTO ATRAVESAND En mi sueo, estuve en la escena del crimen. Fui noticia en los diarios, palabras sin importancia En la prensa rosa, uno ms, enredado con el gento de la cola del cine. La verdad ocupa el interior de una hermosa cueva de hielo y cristal. La muerte surge como el sueo al dormir. Silencio dentro de m.. Soy una marioneta dentro de un atad forrado de terciopelo y raso, pero me muevo y respiro, pues vivir por lo pronto, es lo nico que aspiro. La ciudad, es mi ensoacin ms real. Marginados, vagabundos, proxenetas o borrachos, tambin ellos, alguna vez han amado. Hay al menos un nio destrozando - su futuro, por cada padre encarcelado tras los,muros de la avaricia. Estas aceras sufren golpes rtmicos. Las calles rezan y lloran. Las legiones supervivientes, permanecen guarecidas tras los lirios negros. Acurrucados en las esquinas, ebrios de maltrato, les vi. Y vi sus vidas habitadas por la locura. Locura hambrienta, furiosa, desarropada. Retorcindose sobre el alquitrn en penumbras de oscuros amaneceres. En mi sueo, se persiguen alientos de brutalidad. Caras de ngeles suaves, ocultan el odio de la noche. ,En mi sueo mentimos todo el tiempo, pero la mentira se hace agona, agona y trampa. Mentimos, pero a cada paso aparece la verdad. Sit Tengo alas de algodn y bano, y desde arriba observo que al odio y al amor los riega la misma sangre. fbricas de monstruos engordan sus arcas. Las iglesias ofrecen menos esperanza que el sonido del viento atravesando el parque. Los perros hablan desde las azoteas. Quin eres t Que entre fro silencio sorprendes de este modo mi sueo. Me cubre el manto de la oscura noche haciendo el amor con mi sueo, como el poeta lo hace con las palabras. Despertar es un dolor tan dulce, que lo prolongara durante das. Hay noches que despierto sin saber dnde estoy. Damin Varea de Lamo SE ME VA DE LAS MANOS Se me va de las manos escribir versos hoy en da, porque el cielo est encapotado, porque amenaza lluvia el horizonte encorsetado de negras nubes. Se me va de las manos sentir vacos los bolsillos, porque el nene est con hambre porque en su pas solo el hasto es alimento paradjico de los pudientes. Se me va de las manos saludar al fulano de al lado, porque le huele el aliento a ajo y a tabaco, porque me mira deseoso de robarme el alma y el cuerpo. Se me va de las manos tu imagen de hombre santo, porque no comulgas con lo que digo, porque me crucificas cuando menos lo espero. Se me va de las manos todo o nada, el papel arrugado sobre la mesa, el pantaln mojado, las estras sonrientes entre mis nalgas, el aguacero de mayo que evoco cuando te pienso, amor, en este frgil septiembre. Todo se me va de las manos, hoy no ha nacido nadie que me aliente. Leticia Leal HIJOS DE NARCISO En la soledad de sus oscuras pretensiones, en esos instantes que nos regala la noche, los hijos de Narciso, asesinan el clamor de los miedos ajenos con la revolucin de sus aduladoras caricias. Son prostitutas en rebajas, gigols de poca monta, ncubos maltrechos en las aceras de barrios obreros. De sus entrepiernas florecen densos abriles lluviosos, a la espera de un prncipe que les ampare el fro enero que ya se les viene ocupando los latidos en sus ajados corazones. Nadie sabe dnde abandonaron la inocencia, dnde enterraron a los nios de dudosas maneras, dnde escondieron los golpes en los das de escuela. Son los hijos de Narciso, nufragos de charcas inadvertidas, hados que alumbran la negra noche con luces fantsticas de nen. Enfermos de desdichas, recolectores de semen perdido, folclricas sin sexo aparente, tan machos, tan atemporales, tan llenos de desidia. Y cuando uno menos lo espera, la premura los llama a la muerte, se nos van delgaditos como alfileres, blanquitos como sbanas recin lavadas, y con una copla pendiente en los labios. Cuentan, que despus se convierten eni hermosos querubines, transvestidos de santas vrgenes do con frescos narcisos colgndoles de las nes. zir Leticia Leal 15 Hago acopio de fuerzas y refuerzos en el vrtice de mis labios. Cojo y retomo experiencias que antao se libraron. Busco un planeta sin estela que dejar sobre mis pasos. Slo vivir, y pernoctar donde el reposo me encuentre ya, en otros brazos. Y no son los autnticos del reclamo, me engaaron. Y me dej las pastillas en el bolso para paliar esta tristeza. Vivir slo, y trasnochar en tu cama una vez ms, todo impureza. Si nos viese el dios al que venero se rompera las alas intentando batir vuelo. Slo vivir, e imaginar lo que queda cerca de los dedos que me muerdo con rabia y hostilidad. Prohibido el tacto y el olvido a esta historia sin final. Me queda un grito y un dolor en el fondo de tu poso. Cmo los quito Cmo me coso la boca, el vrtice del todo, para no gritar La quietud de las maanas laborales en un parque cualquiera... Los mismos ayes que podras prodigarme en posicin horizontal - u otra cualquiera... Resuenan en mi cabeza. Aunque no lo creas el pulso se acelera, slo con imaginarte... Rubia cualquiera. Si supieras la falta que me haces y no tienes ni idea... Es lo que tiene... Amarte tanto y no atreverme a confesarlo. lex Bohe Capto las coordenadas que irradia tu radar iridiscente en la oscuridad. Como el pendiente de mi msculo blando que asesinara por saborear tus sinsabores. Incluso los emitidos al despertar, reina desposeda por un instante de su trono. Diosa de la profundidad de un mar tan en celo como mis mismos deseos de poseerte sin denuedo. La gente hace su vida ms all de todos los peros y yo sin embargo me enredo entre tus dedos pagados a dbito de mi cuenta bancaria, palmaria porque la palmar de forma clara - del alma. Y, ya ves t, qu sortilegio ste el de los enredos de tu cabello. Y, ya ves t, qu tontera sta la de quererte as en silencio. Que s, que s, que me duele y no puedo evitarlo ni por lo que parece quiero. Que no, que no, que no puedo calmarlo... El dolor que siento aqu en el centro. Que s, que s, que te regalo un cielo si me dices: yo lo quiero. Que s, que s, que te hago diosa de mis versos aunque no respondas... Aunque... Muero... Que s, que s, que te hago un hueco entre mis cosas, y mira que las quiero. Que no, que no, que me hago a un lado si te sobra todo el amor que te profeso. Amor se le puede llamar a esto Tal vez fervor o un burdo incesto entre las mismas sobras de un estpido intelecto. Pedirle que venga. A gritos pedirle que venga de una puetera vez, y cuando ella viene notar que no est conmigo. Que est sb camisa por encima de su pecho helado. Su colonia por delante de su olor. Sus zapatos sombros veinte o treinta palmos por encima de m. Gritarle entonces que se vaya, y cuando se vaya sentir un hondo dolor porque ya lo haya hecho. Beltr Deberan ensearnos desde pequeos a escuchar esas voces que todos llevamos dentro. Ensearnos a aceptarlas, a llevarlas con dignidad dndose trompicones dentro de nuestras cabezas bien peinadas. En lugar de tantos ros y cadenas montaosas, del nmero de costillas que tenemos o los puntos cardinales de Espaa. Ayudarnos a reconocer nuestras propias voces por dentro. Para que cuando con el tiempo afloren en forma de gritos o cuchillos no nos asustemos. Esas voces que todos llevamos dentro. 21 Tiene algo de raro el fulgor de los que caminan por la calle sin saber qu hacer. Desde la ventana de mi habitacin los veo subir y bajar por la misma avenida de siempre, pararse de vez en cuando ante los escaparates caducados, pulsar una y otra vez el botn de los semforos para cruzar en verde la carretera. Hay das que el cielo se pone gris y entonces llueve, y hay faros de coches que vienen y van y desaparecen mojando con algn charco olvidado a los transentes mas despistados. Algunos van tan ensimismados en el vaco de sus pies, que ni tan siquiera se vuelven para insultar a quien les moj. Tan slo siguen su camino como s las gotas de barro no fueran con ellos. Como si en verdad tuvieran algo ms importante que hacer, en otro lugar. Pero todo es mentira porque slo van al mismo sitio de siempre. Donde no hay nadie esperndoles. Atravesar las calles desrticas y notar el estallido estril de la soledad bajo tus pies. Subirte a los autobuses urbanos sin ningn destino previo y bajarte unas cuantas paradas ms tarde, cuando empieza a picarte la piel bajo el jersey. Esperar en una casa vaca a que los gritos de otros llenen desde la calle los huecos melanclicos de tus muebles. Salir de las habitaciones y al rato volver a entrar y salir sin nada en las manos. Y an as seguir esperando. Beltr azotea (donde se tienden al aire ms versos) Yo meciendo a un ngel, t combatiendo dragones, extendiendo altivo tu hermoso plumaje. Olvido quien soy y te abrazo, olvidas quien no eres y lloras, te quieres querindome a tus espaldas. Ahora diosa, ahora sombra, ahora Ulises, ahora llanto de recin nacido. Yo pareciendo pequea, limando garras de madre felina, t besndome fiera. Ahora brasa, ahora Aurora, ahora techo de los altares. Ana Dolores Verd Delgado Ayer eras todo. Hoy espejismo amenazas con desaparecer, hoy omnipotencia de una nada independiente, yo oveja negra que sufre tu no existir, que existe contra todo el vaco. Ayer retorcas mis miembros de trapo, hoy duermes fuera de m, hoy cambio de canal, pero todo son muertos. Tus palabras dibujan un mar embravecido en mi interior. Mi pecho se expande, entonces, surco hasta mis recuerdos, en donde tus palabras me hacen compaa. conocen mi alma, y se hacen amigas. Ahora, ya no me siento solo, percibo tu alma, y dejo que el eco de tu voz fluya entre mis venas. A veces la niebla lo cubre todo, y las siluetas son inconfundibles. La niebla hacer ver el alma de la gente. Me pregunto donde irn todos cuando la niebla se vaya y venga la luz castigadora. El clido atad de uno, no siempre es el mejor escondrijo. Mverich Tu recuerdo es humo. Humo que viene y se va. Que inhalo, contengo, y aspiro. Que me transporta, pero no retengo, al que sigo pero no encuentro. Quizs sea por eso, porque es tan solo humo. Te vas, pero jams te marchas. Tu recuerdo anclado en mis adentros que la noche repite y repite y no me llamas. Tu imagen es una realidad inalcanzable que el da repite y repite y no me buscas. Tus sentimientos camuflados con desplantes que las semanas repiten y repiten y dices que no me amas. Te veo a diario, y es duro ver que el da rechaza la oscuridad en la que vivo, la sombra en la que me cobijo. Te vas, pero jams te marchas.. 31 Torpemente mis manos sobre tu piel de nicotina silban desafinadas, tonas, la meloda entrecortada de papel de fumar que consume arada aspiracin suave, lentamente, un deseo no nacido. Exhala tu boca, etrea, - una invgfrita fundida en el estucado del techo donde se pierden las miras. Ls, hebras al aider. , deian, ver, tibiamente, .,temblando. l dudas . de mis dedos en tu forma cbica, pendular. No basta con el aire para respirar; y nos empeamos con el humo que abrasa el pecho desnudo, abierto para olvidar cenizas que son soledades encendidas. Sueo con un da de sol plateado, de prados iluminados, de arcoiris dibujados. Sueo con una noche plateada, estrellas fundidas, de oscuridad encendida. Sueo con una mirada, de universo en pupilas, de parajsos en visiones. a rel Sueo con unos labios, de brillo intenso, de colores sonrosados. 7 . on Sueo con tus sueos, de amores en el recuerdo, de luces en los suspiros. Blanca paz, blanca nieve, fra nieve, fra paz. Mar Rojo, rojo mar, rojo caliente, calient mar. Sal blanca, blanca sal; sal marina salina mar. Sal blanca, blanca mar, rojo caliente, caliente sal. Sal caliente, caliente paz, paz marin4, roja paz. Paz caliente, blanca mar, ce: E roja nieve y fra sal. ger ,* (dond tienen salida algunos aspectos de quienes escxibie Vicente Liorente camina por el proceloso barrio del arte, buscando historias que lle- varse a la boca o al tintero, desde que decidi aprender a perder, cuando das lo mejor y no lo que esperan. Ha publicado varios de sus poemas en dife- rentes recopilaciones. En 1999 edita su primer disco, Contradiccio- nes, (sello K.R.B.), donde queda patente su vocacin de sorprender con la curiosa mirada de un nio que observa y juega. El recorrido potico de Damin Varea de Lamo se surte de momentos, muchos y variados momentos, donde el poeta adquiere una posicin reivindicativa para con las ideas que desliza en sus versos. No calla ante lo que trastoca sus sentidos y lo traduce, en ocasiones ensalzando sus vivencias reales o imaginarias, dejando entrever siempre resonancias revolucionarias; en otras, con una crtica desesperanzada, un grito ahogado, mantiene constante su incesante bsqueda donde lo que importa no son las respuestas sino la necesidad de plantear interrogantes. Los versos de Leticia Leal son retazos de vivencias y deseos, de recuerdos de un pasado adquirido y esperanzas de un futuro todava por vivir. Versos que cuentan por lo tanto ms all el tiempo. Versos enmarcados en una atmsfera densa, viciada de sentimiento de sangre y hueso. lex Bohe: es un nombre que se apropi de m y que habla con tinta cuando callo. Es sa otra que no me atrevera a ser si no fuera porque est fuera de toda realidad, de todo concepto inventado. Es en s una invencin. Es atemporal, y, por supuesto, no est registrada en la Seguridad Social, como yo. Realmente no existe, as que puede decir lo que ella quiera. Tiene vida propia y es mujer. Ese otro yo real que va todos los das a trabajar mientras que Alexandra (lex) se queda en casa es Alicia G. Nez. Vicente Beltr, es un creador multidisciplinar que encuentra en la poesa un campo donde se siente plenamente integrado, cmodo, a pesar de la confrontacin que supone adentrarse en los espacios de la duda, la huida y la problemtica existencial lejos del mero reflejo figurativo; explora la dificultad de relacionarse con el mundo ms all de uno mismo y tambin la no menos difcil tarea de conciliarse con su propia voz en la cotidianidad de los das. Durante su etapa acadmica Ana Dolores Verd Delgado descubre en la poesa el nico lenguaje capaz de expresar razonamientos tericos sin -el consecuente distanciamiento y prdida de humanidad que caracteriza al lenguaje cientfico. En La Maldicin de Kuna la poeta analiza diferentes aspectos histrico -psicolgicos que han podido llevar a las mujeres a la situacin de vulnerabilidad en la que actualmente se encuentran. Tras su enfrentamiento potico con espejismos demonacos en Delirios del otro mundo, David Bellot recorre ahora un nuevo camino vitalista; explora con una nueva voz, fortalecida despus de la batalla, nuevos versos en los que asoma su cara ms amable. e Todas las cosas pasaron. Aunque yo slo recuerde una parte, mi parte. Estn tambin todas las cosas qu me dijiste, las que los otros dijeron. Y como no, todas las cosas que yo te dije, al menos, las pens decirte... Hay tantas verdades en las mentiras que creamos. Mis silencios son hoy lo que lees. Todo el amor, la amistad, el llanto, la alegra, el placer, la desesperacin, las,citas, los plantones, las velas, las siestas, las miradas, los rechazos ... Y todos los puntos suspensivos que forman parte del infinito que uno silencia y se reserva. Mverich Az, bajo este acrnimo perpetra sus fechoras aracnez en cada uno de los campos en los que acta, ya sea tejiendo hilos en la red como trapicheando con las letras; muy a menudo con alevosa y nocturnidad, casi siempre coincidiendo con das pares, lo podis encontrar a la vuelta de cualquier esquina o dejndose ver a travs de los cristales. o escn o me siento feliz. Las letras son prolonga o invisibles de mi alma, llaves de las puertas de la libertad. Lo sueos son la esperanza de llegar a vuestros ojos por eso quiero compartir con vosotros la caja de mis secretos: Versos de una ilusin, es un conjunto de poesas donde amor, magia y realidad se entremezclan. Espero llegar un da a algn rincn de vuestra mesita. Soy ngel Luis Macia Daz. - Grima, t escribes lo que sientes - Yo escribo siempre lo que siento, lo malo es que muchas veces siento haberlo escrito. Escribir me sirve de catarsis; es decir, me desahogo, suelto todo lo que llevo dentro por medio de la poesa. Eso quiere decir que seguir escribiendo. Este, esperamos que lisonjero, paseo potico que recorre el entorno de Triquiuela de Artes y Letras no hubiese sido posible sin la ayuda y el apoyo de personas e instituciones a las que queremos expresar nuestro agradecimiento con estas lneas. Confiaron en nuestro proyecto desde la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Elda, Carlos Ortuo y Consuelo Poveda. Mostraron su ayuda desinteresada Jess Fernndez, Pablo Llorens y Leticia Arrez. Alentaron con su apoyo anmico Luis Guil, Joaqun Sarabia, Mara Jess Arrez y Sandra Trigueros. Una especial consideracin merece Evangelina Lorenzo, hada madrina de esta aventura. Sin su consentimiento hubiese sido muy difcil dar cualquier paso. A quienes escribieron y compartieron con Triquiuela sus versos para recrear este paseo queremos expresarles no slo nuestro agradecimiento sino nuestro ms sincero reconocimiento a su labor. No podemos callar la admiracin que nos despiertan todos ellos y no slo por sus palabras sino ante todo por su actitud. Autnticos hroes en estos tiempos en los que la comunicacin inventa expresiones para ocultar, engaar y dividir surgen los poetas con una voz clara que muestran sin tapujos su identidad y nos la ofrecen para hacernos ver que desnudos de materialidad a todos nos mueven y conmueven las mismas inquietudes, ilusiones y penalidades; es decir, el poeta no hace otra cosa que hablar con una voz que es la de nosotros mismos. Una voz que identifica individualmente y que a la vez, aqu est la genialidad, nos une al resto invitndonos a comprender, compartir, tolerar. No queremos dejar de darte las gracias a ti, amable lector porque con tu colaboracin, mediante la adquisicin de esta Quaderna po{}tica, nos permites juguetear con artes y letras. triquniusia o s r s

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