martes, 26 de noviembre de 2024

La zarzuela toca fondo

Elías Bernabé Pérez
1 septiembre 2017
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La zarzuela toca fondo

El abandono y/u olvido que viene sufriendo la zarzuela en los últimos tiempos por parte de las administraciones, gerentes o programadores de teatros, auditorios, festivales y medios audiovisuales públicos, se está acentuando cada vez más.

Así se constata viendo la ausencia total de Género Lírico Español en los programas de los principales festivales españoles del verano y lo que se atisba para la temporada próxima 2017-2018, si exceptuamos al Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Este género músico teatral que lleva muchos años enfriándose poco a poco,  está a punto de congelarse.

En la actualidad hay millones de ciudadanos españoles, sobre todo jóvenes y niños, que desconocen qué es una zarzuela. En muchas poblaciones donde tiempo atrás había una representación al menos cada año, ha desaparecido de sus programaciones culturales. Y lo peor del caso es que la perspectiva  no predice tiempos mejores. Aquella frase tan popular de "Malos tiempos para la lírica" es una verdad como un templo aquí en España.

Creo no equivocarme al decir que la mayoría de consejeros, diputados y concejales de Cultura de nuestro país, así como sus alcaldes y coordinadores culturales, nunca han visto zarzuela sobre un escenario. Y con esos antecedentes difícil es que la promocionen. Por el contrario, sí leemos en la prensa con frecuencia actividades operísticas nacidas desde diputaciones provinciales o gobiernos autónomos, destinadas a promocionar la ópera entre los escolares y jóvenes.

La zarzuela moderna nacida mediado el siglo XIX, que en sus orígenes siempre estuvo en desventaja con la ópera italiana, muy favorecida por el gobierno nacional, sigue siendo relegada a un segundo plano dentro del mundo lírico español. 

Y si digo que nuestro género  está a punto de congelarse, es porque todavía aparecen algunos brotes verdes que la mantienen viva. Oviedo y Salamanca han visto en fechas recientes los estrenos de dos zarzuelas de nueva creación. ¡Sí, dos estrenos, algo casi increible en el siglo XXI!, y en Madrid hay anunciado otro para la próxima temporada.

Entrando en detalle, los Veranos de la Villa, programa amplísimo de actividades escénicas, artísticas y culturales que se desarrolla en Madrid desde finales de junio a primeros de septiembre, ya desterró nuestro género lírico en su edición de 2016. Ahora en 2017 ha seguido la misma línea. Los criterios políticos, que suelen primar sobre los culturales, tienen bastante que ver en ello. Para los zarzuelistas madrileños que ideológicamente sean de izquierdas, que los hay y muchos, no les ha sido favorable en este sentido que la derecha haya sido desbancada de las tareas de gobierno municipal.

Mandase el PP o el PSOE en su Ayuntamiento,  la zarzuela tuvo hasta hace muy poco una presencia fija en Los Veranos de la Villa,  y con un número de representaciones considerable, contando siempre con el favor del público. En años recientes solía ofrecerse en el escenario al aire libre de los Jardines de Sabatini del Palacio Real.  Antes de las representaciones de Sabatini, el Centro Cultural de la Villa, actual Teatro Fernán Gómez, ofrecía zarzuela durante  los meses de julio y agosto, con cambio de programa semanal.

Hasta no hace mucho se llegó a programar zarzuela de forma simultánea en más de un teatro. Incluso el Español dedicó varios veranos a recuperar  una serie de títulos infrecuentes de Pablo Sorozábal, como La eterna canción, Black el payaso, Adiós a la bohemia y Las de Caín.

Algo que se ha ido reduciendo pulatinamente, como ya comenté aquí con ocasión de "Zarzuela en la villa". Es poco entendible que el Ayuntamiento de Madrid la haya  eliminado, casi, de un plumazo. Su presencia en "Los veranos 2017" no ha llegado ni a simbólica. Se ha programado solamente una sesión de la película muda La revoltosa, de 1924, con cantantes, orquesta de cámara y piano en directo.

De todos modos sería vergonzoso que en la  capital mundial de la zarzuela no haya título alguno en cartel en época veraniega. Abandonada por las administraciones públicas tiene que ser la iniciativa privada quien la programe, siendo cada año las obras más célebres de ambiente madrileño popular. A veces coincidiendo un mismo título en dos escenarios, como es el caso de La verbena de la Paloma, que durante algunos días del mes de agosto se ha visto en el Teatro de la Luz Philips Gran Vía y en el Victoria. El de la Luz también programó una adaptación de La gran vía y Agua,azucarillos y aguardiente. Para completar la tretralogía del sainete lírico madrileño el Teatro Quevedo , algo apartado del epicentro madrileño del espectáculo, ha puesto en escena La revoltosa.

Los festivales de verano españoles de mayor prestigio decidieron, hace algún tiempo, eliminar la zarzuela de sus programas. Hallar una representación de lírica española en el de Granada, Perelada (1), Santander, o la Quincena Musical Donostiarra,  así como en el más joven de San Lorenzo del Escorial es una utopía en los tiempos que corren.

Al margen de su festival, en Cantabria, al menos, se ha montado un concierto lírico con tenor, soprano y trío musical formado por violín, chelo y piano, que visitará varias localidades. Inició la gira el 22 de julio en Santoña, para continuar en Suances, Comillas, Solares, Los corrales de Buelna, etc.

Malos vientos para la temporada entrante

No se vislumbra un  panorama mucho mejor para la temporada  próxima en los teatros donde no ha faltado al menos una producción zarzuelística de calidad hasta hace bien poco.

Así, por ejemplo, vemos como por segunda temporada consecutiva el Teatro de la Maestranza de Sevilla no lleva a su apartado lírico ninguna de las producciones de envergadura del Teatro de la Zarzuela de Madrid, como sí venia haciendo regularmente. La única zarzuela que se programaba, junto a las cinco o seis óperas anuales, solía contar con llenos en cada una de sus representaciones.

El Palau de les Arts de Valencia donde en octubre último se representó El gato montés, en producción igualmente del Teatro de la Zarzuela, comentada aquí en su día, no tiene nada anunciado para la campaña próxima. Era de esperar que viajase a Valencia la zarzuela La malquerida, de cuya recuperación nos hicimos eco también, recuperada con honores de estreno hace escasos meses por los Teatros del Canal de Madrid, al estar coproducida con el Palau de les Arts, pero al parecer lo han dejado para más adelante.

Y los propios Teatros del Canal, donde no ha faltado la zarzuela desde su inauguración, tampoco la incluye en la temporada 2017-2018. Al menos así se desprende de la  programación que fue presentada semanas atrás.

El cambio en su dirección artística, tras un periodo dilatado y fructífero de Albert Boadella, ha sido fundamental. Quizá su nuevo programador es de aquellos que detestan la zarzuela sin conocerla, que los hay, y si tiene carta blanca la elimina y a otra cosa mariposa. O igual considera que  es misión exlusiva del Teatro de la Zarzuela. De ser así tendría que dejar de lado algunos subgéneros teatrales que en Madrid gozan de salas exclusivas.

Es elogiable, no obstante, la apuesta que El Canal sigue manteniendo en favor de la danza. Género cuya presencia en los coliseos operísticos españoles es mínima o nula, al contrario de lo que ocurre en otros países europeos.

Entre Sevilla y Triana (2) recuperada hace 5 años en el Arriaga de Bilbao, y que se anunció en su día que viajaría a El Canal, sigue esperando su turno.

Siguiendo esta misma línea, la nueva gerencia artística del coliseo bilbaíno tampoco anuncia zarzuela alguna para los meses próximos. Este es otro de los teatros donde no ha faltado el género en los últimos años, viéndose ahora afectado por el cambio en su dirección.

Así las cosas, las posibilidades de ver zarzuela a la orilla del Nervión se ciñen al Teatro Campos Elíseos, al de  Barakaldo o al Palacio Euskalduna. Este último que acoge la temporada operística de la ABAO (Asociación Bilbaina de Amigos de la Ópera) suele ofrecer algún título de zarzuela de un nivel artístico muy inferior al que solía presentar el Arriaga.

La segunda cita zarzuelística en importancia desde 1994 en nuestro país la ofrece el anual Festival de Teatro Lírico Español de Asturias, con sede en el Teatro Campoamor de Oviedo.  Con el cambio de gobierno municipal  ha visto descender el número de sesiones. Este año se han programado cuatro títulos a razón de dos funciones y un recital. Nueve  en total, cuando en algunas ediciones se llegó a los cinco títulos y quince sesiones.

Puede decirse que el Campoamor ha sido una sucursal del Teatro de la Zarzuela. Todas las obras aquí estrenadas han viajado hasta Oviedo.

En 2018 el festival llega a sus bodas de plata. Desconocemos si con tal motivo recuperará el nivel alcanzado años atrás. La programación no se ha dado a conocer todavía.

Desaparecen las Jornadas de la Fundación Guerrero

Ya entrados en el verano nos llegaba la noticia, esperada y no deseada, de la desaparición de las Jornadas de Zarzuela de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero. Estas jornadas que en sus cuatro ediciones se han desarrollado en Cuenca, han supuesto un sacrificio económico y de trabajo enorme para quienes integran la fundación. El público no ha respondido  en la medida necesaria. Ni el local ni el foráneo. Las causas de esta supresión, según nuestras informaciones, no radican solamente en el aspecto económico, pues a pesar de todo entre patrocinadores y el encaje de bolillos de sus organizadores para ajustar los gastos, el déficit, de haberlo, era mínimo. Pero el esfuerzo que supone poner en pie cada edición de estas "Jornadas" no ha obtenido la rentabilidad social deseada. 

La obra representada en Cuenca el año pasado, El sobre verde, ha sido editada en DVD y se puede adquirir en la tienda online de la fundación o en los comercios especializados. Prima la calidad del producto, en consonancia con las producciones de las jornadas anteriores, igualmente editadas en DVD. 

La Fundación Guerrero que venía organizando un concurso internacional de canto bianual desde 1984, decidió suprimirlo en 2015, en favor de las jornadas. Sin embargo, ello no ha sido suficiente para poder mantenerlas.

Su mismo director, Alberto González Lapuente, lo ha comunicado personalmente por escrito a quienes han contribuido como "mecenas", con sus aportaciones voluntarias.

La solana mantiene el tipo

Donde siguen manteniendo el tipo, y ya va por la edición número 34, es en la población ciudadrrealeña de La Solana.

Su anual Semana de la Zarzuela se celebrará del viernes 20 al domingo 29 de octubre próximos. El éxito y seguimiento que reciben los solareños es tal que de cada producción zarzuelística se ofrecen dos sesiones. Tarde y noche. Algo que ya está olvidado en el mundo del teatro español.

Hay programadas cuatro producciones, dos de ellas con programa doble de género chico, galas líricas, teatro, además de las jornadas protagonizadas por los escolares de la localidad y el espectáculo para los más pequeños Zarzuguiñol.

Es elogiable la labor que viene desarrollando la ACAZ (Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela) que ha sabido generar los recursos suficientes para mantener durante 34 años consecutivos este festival, involucrando a las administraciones públicas. Incluso en los tiempos de crisis se salvó la situación, aun cuando en los cuatro años de gobierno regional del PP les fue disminuida de forma considerable la subvención autonómica.

Desde 2015 la Semana de la Zarzuela solanera tiene el rango de Interés Turístico Nacional.

Sin poderlo asegurar, es muy posible que esta sea la única inciativa zarzuelística con presencia en FITUR, la Feria Internacional de Turismo de Madrid.

Cabe recordar que en una hacienda rural de La Solana ubicaron sus autores el desarrollo de la zarzuela La rosa del azafrán. El compositor Jacinto Guerrero y los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw pasaron unos días en esta villa manchega bebiendo de sus costumbres, cantes y bailes populares, antes de ponerse "manos a la obra".

Se estrenan zarzuelas nuevas

Salvo alguna obrita de ambiente estrictamente localista que se haya podido estrenar en otros lugares, Salamanca y Oviedo han sido escenarios durante el mes de junio último del estreno de sendas zarzuelas (así las califican sus autores, ¡como debe ser!, sin disfrazarlas de "musical", "comedia lírica", "revista del siglo XXI" u "ópera con diálogos") algo a lo que nos tienen acostumbrados aquellos a quienes la palabra "zarzuela" les repele.  Y me estoy acordando de la que vimos en Elda en enero último El método Górritz, en aquel homenaje descafeinado al dramaturgo alicantino Carlos Arniches.

Salamanca o la singular verbena del Paseo de la Estación es el título de la que se estrenó en el Teatro Liceo salmantino el 9 de junio. Con libreto y partitura de Francisco José Álvarez García, compositor e investigador de la Universidad Pontificia de Salamanca, la producción estuvo a cargo en su totalidad de artistas locales. El argumento de la obra se centra en hechos y costumbres de la Salamanca de principios del siglo XX, especialmente en los producidos por el retorno del templete de la Plaza Mayor, ocho años después de haber sido trasladado a otro emplazamiento.

Para su puesta en escena se contó con el apoyo de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes.

La zarzuela estrenada en el Teatro Campoamor de Oviedo toma el nombre de su protagonista masculino, Maharajá. Un empresario hindú del acero que enamora a una joven asturiana. De esta forma la obra se desarrolla tanto en Jaipur como en Asturias. Aquí también impera el localismo, con claras referencias a la fabada y a la industria siderúrgica avilesina.

Es esta una obra centrada en la época actual, de ahí que no falte una manifestación ciudadana, ni la crítica a la crisis económica.

Maharajá, con música de Guillermo Martínez y textos de Maxi Rodríguez,  se estrenó el 15 de junio en el Teatro Campoamor de Oviedo, en el marco del anual Festival de Teatro Lírico Español de Asturias.

El elenco de protagonistas fue de primera fila, con la soprano Beatriz Díaz, la mezzo María José Suárez, el barítono David Menéndez y el actor-cantante Francisco Sánchez, como intérpretes principales.

Como no hay dos sin tres, el Teatro de la Zarzuela acogerá en abril próximo el estreno de Policías y ladrones, con libreto de Alvaro del Amo y música de Tomás Marco, compositor madrileño que está de enhorabuena. El Festival del Escorial ha estrenado en concierto este verano su ópera Tenorio y el de Santander su cantata La isla desolada.

Desde 1981 no se ha estrenado zarzuela alguna en el teatro que le da nombre. Cuando se estrene  habrán pasado más de 37 años desde que Fuenteovejuna (2) viera la luz. Aún cuando el éxito alcanzado "tuvo en muchos momentos signos de apoteosis", según reflejó la prensa, no ha merecido ser repuesta. Ninguno de los directores artísticos que han pasado por el teatro lo ha considerado conveniente. 

José Luis García del Busto, en el diario El País del 18 de enero de 1981, decía "Largas ovaciones y sonoros ¡bravos! recogieron desde el  escenario los creadores de Fuenteovejuna... El éxito se extendió también a todos los intérpretes...".

Estrenos aparte, celebramos la exhumación anunciada de uno de esos títulos olvidados que puede considerarse un estreno. Será el 11 de noviembre próximo en el Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera (3). Se trata de la zarzuela El tío Caniyitas o el mundo nuevo de Cádiz, con música de Mariano Soriano Fuertes (Murcia 1817-Madrid 1880) estrenada en 1849 en Sevilla.  Obra de costumbres andaluzas, en dos actos, que constituyó un éxito resonante que ayudó al renacimiento de la zarzuela.

Otro estreno destacable, que se ha ido retrasando en el tiempo, y que esta vez parece ser llegará a término feliz, se anuncia para el 12 de noviembre próximo. Se trata de la partitura íntegra de la ópera El mozo de mulas, del compositor burgalés Antonio José Martínez Palacios (4). Será en versión de concierto. La obra quedó inacaba al ser fusilado Antonio José el 9 de octubre de 1936 por las tropas franquistas. Otro compositor burgalés, Alejandro Yagüe, (Palacios de la Sierra, Burgos 1947) la concluyó y orquestó en 1986. Es de lamentar que el profesor Yagüe, valedor firme en la recuperación de toda la obra musical y literaria de Antonio José, no la podrá ver interpretada al haber fallecido en Burgos el pasado 24 de agosto.

Y aunque no se trata de un brote verde propiamente dicho, lo dejamos en semilla para sembrar, el propio Teatro de la Zarzuela ha convocado un concurso de composición. Quienes a él concurran deben presentar libreto y partitura completa de una zarzuela.

Deseamos que esta iniciativa resulte más afortunada que la de la Fundación Guerrero, cuyo concurso de composición zarzuelística se convoca desde hace muchos años y queda desierto, por no presentarse obra alguna. 

Radio clásica sin zarzuela en verano

Fuera de la escena, Radio Clásica de Radiotelevisión Española ha vuelto  a eliminar la zarzuela  como ya ocurrió en el verano de 2016. Esta emisora tiene por norma publicar en su página web, el último día de cada mes,  la programación del siguiente, insertando el contenido de algunos de sus programas. Pero este año no se ha publicado la programación del mes de agosto. De ahí que los habituales de esta emisora hayamos ido un poco despistados pues hasta los propios realizadores han ido variando su horario por semanas. Presumiblemente ocurrirá lo mismo en septiembre, pues se mantienen los mismos programas de julio y agosto.

Y el problema, de serlo, no afecta solo a la zarzuela, se extiende a toda la música clásica española.

La zarzuela y la música clásica española en general han quedado, por tanto, supeditadas al criterio del realizador de cada programa, o a las peticiones formuladas por los oyentes, en aquellos donde se nos invitaba a hacerlo. Y la verdad es que a falta de programa específico de zarzuela o música española ha habido algunos comportamientos reseñables.

El espacio de los sábados por la mañana "En otros lugares", de Alberto González Lapuente  ha prestado una atención estimable a la música española. El del 1 de julio estuvo dedicado a la ópera Las golondrinas, de José María Usandizaga y María Lejárraga, y el del 8 a La verbena de la Paloma, de Tomás Bretón y Ricardo de la Vega. El 12 de agosto se ocupó del proceso de la detencion y fusilamiento de Antonio José Martínez Palacios (4). El del día 19  a Julián Bautista (Madrid 1901-Buenos Aires 1961) compositor español  exiliado en 1939.

Asimismo, dejo constancia de que en cada uno de los programas matinales Vistas al mar realizados por Fernando Blázquez, sí ha habido presencia de música española y zarzuela, tanto la por él programada como la solicitada por los oyentes.

Sorpresa mayúscula y agradable la que me llevé la tarde del miércoles 16 de agosto, en el programa Reflejos en el agua, presentado por el propio Fernando Blázquez, al escuchar la cantata escénica La nochebuena del diablo, (1924-1926) de Óscar Esplá (Alicante 1886-Madrid 1976). Esta obra sinfónica, magnífica, que bebe en las aguas de canciones infantiles alicantinas,  debería ser de programación obligada en los conciertos de Navidad que se interpretan en España, y por descontado en la emisora pública. Sin embargo, está olvidada del todo, incluso aquí en tierras alicantinas. Yo mismo la solicité en diciembre de 2016, al programa matinal de peticiones, Música a la carta, pero solo emitieron una de sus escenas.

Y otro sorpresón la noche del jueves 17 de agosto cuando escuché a Pedro Antonio de Tomás presentar la zarzuela Cançó d´amor i de guerra, de Rafael Martínez Valls (Ontinyent 1895-Barcelona 1946). Este mismo realizador dedicó parte de su programa Reflejos en el agua, del viernes 25 de agosto, a pasacalles y jotas zarzuelísticas, entremezclados con anuncios publicitarios radiofónicos de los años 30, 40 y 50 que eran canciones líricas auténticas. Estas emisiones aisladas, y no anunciadas en la programación, me hacen pensar que quizá nuestra música haya tenido presencia mayor de lo que parece. Mucha más que la anunciada en las revistas de programación de los meses de julio y septiembre, donde solo se anuncian cuatro o cinco  composiciones por mes, excepto el programa de las 00 horas de cada viernes Patrimonio y música. Una miseria si consideramos las 558 horas mensuales de programación propia de Radio Clásica.

Paradógico resulta que mientras en la "Clásica" no hay programa específico de zarzuela durante el verano,  sí lo haya en Radio Exterior de RNE, los domingos por la mañana. Cuanto menos me resulta curioso que aquí sí y allí no, aunque hayan sido reemisiones de temporadas pasadas.

Relacionado con todo lo comentado, decir que la soprano María Bayo  (Fitero, Navarra, 1961) efectuaba unas declaraciones días pasados a la prensa, en las cuales lamentaba que la música española no reciba la cobertura necesaria en la radio. No se refería a emisora alguna en concreto, pero es evidente que la pública tiene mayor obligación de hacerlo que las privadas-comerciales. La Bayo ha intervenido en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en el curso "La música española: ópera, zarzuela y canción de concierto". Me gustaría equivocarme pero posiblemente habrá predicado en el desierto.

Vuelven la guitarra y las bandas a Radio Clásica

Abundando en la programación de Radio Clásica saludamos con satisfacción la recuperación de dos programas semanales, históricos en su programación, y que desaparecieron con la temporada 2016-2017, como ya dijimos aquí en nuestro artículo publicado el 5 de abril último.

La guitarra y las bandas de música han vuelto, tras nueve meses de ausencia. No sabemos si temporalmente o para quedarse. Ambos se emiten los domingos. El dedicado a la guitarra a las 5 de la tarde, dirigido y presentado por quien lo venía haciendo de forma habitual: Angel Sánchez Manglanos.  Las bandas de música suenan a  las 12 horas.  Esta vez desde los estudios de Radio Nacional en Valencia, estando a cargo de Onofre Valldecabres, locutor presentador habitual del Certamen Internacional de Valencia y persona con experiencia dilatada en el movimiento bandístico actual. 

(1)

El Festival de Castell de Peralada, Girona, llegó a programar en una misma edición dos zarzuelas. Hasta los críticos se sorprendieron de tal hecho, como queda demostrado solo citando como ejemplo  lo firmado por Pablo Meléndez-Haddad, en el diario ABC.es edición de Cataluña:

17-7-2005:

"La verdad que el sólo hecho de que sea una zarzuela -La verbena de la Paloma de Tomás Bretón y Ricardo de la Vega- la que inauguró el pasado Festival de Granada y que la misma producción levantara el viernes el telón del XIX Festival de Peralada, el más importante del verano catalán, es un magnífico síntoma... Esta herencia cultural debe revalorizarse aunque parece que continúa siendo blanco de discursos que la censuran, basándose en una tradición escénica lamentable."

9-8-2005:

Sobre La eterna canción, zarzuela de Pablo Sorozábal y Luis Fernández de Sevilla.

"La segunda zarzuela de esta XIX edición del Festival Internacional Castell de Peralada -sí, la segunda, aunque parezca increíble-, se saldó con un éxito de proporciones...

Lo mejor un montaje zarzuelístico lleno de calidad y firmado por un director veinteañero."

El "director veinteañero" al que se refiere Meléndez-Haddad es Ignacio García, que entonces contaba 28 años. Su carrera ha sido ascendente y exitosa, en el terreno de la ópera, el teatro y el cine. La Marina  que  cerró en junio la temporada del Teatro de la Zarzuela estuvo dirigida por él.

(2)

Fuenteovejuna zarzuela se estrenó el 18 de enero de 1981 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Con música del director y compositor Manuel Moreno-Buendía (Murcia 1932) y libreto del sacerdote, periodista y escritor José Luis Martín Descalzo (Madridejos 1930-Madrid 1991) basado en la obra teatral homónima de Félix Lope de Vega y Carpio (Madrid 1562-1635, publicada en 1618.

(3)

La rehabilitación del Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, inaugurado el 21 de noviembre de 1996 con la presencia de Alfredo Kraus en concierto, supuso la creación de un festival zarzuelístico denominado Otoño Lírico Jerezano. Cuatro producciones distintas,  con dos funciones cada una de ellas, que contaron con el respaldo del público. Hecho destacado la recuperación de títulos que llevaban muchísimos años sin verse sobre un escenario. Claro ejemplo la obra que abrió el primer festival: Los amantes de Teruel, de Tomás Bretón.

La supresión de ayudas oficiales trajo consigo que en 2011 ya no hubiese programación lírica en el Villamarta.

Tras no pocas dificultades, parece ser que llega ahora una fase de recuperación, tímida pero recuperación, habiéndose programado dos óperas y una zarzuela para la temporada 2017-2018.

(4)

Antonio José Martínez Palacios, Burgos 1902-Monte Estepar Burgos 1936.

Compositor comprometido en la tarea de dignificar la música y danzas populares burgalesas y castellanas. Desarrolló una carrera muy destacada, interrumpida por el estallido de la guerra. Fue fusilado por las tropas franquistas el 9 de octubre de 1936. Aunque no participó en política activamente, se le acusó de espionaje. Un artículo por él firmado en marzo de 1936 en la revista Burgos Gráfico donde establecía similitudes de la música popular burgalesa con la sefardí, se consideró por los sublevados que estaba escrito en clave incitando a la rebelión.

Premio Nacional de Música Folklórica en 1932, es autor de la  Sinfonía Castellana y del Himno a Castilla. Su música y nombre estuvieron marginados y ocultados durante más de 40 años. Sus partituras se salvaron gracias a que un familiar las escondió. Su fusilamiento, junto a otros 23 hombres,  fue silenciado. Cuatro días después caía fusilado su hermano Julio, maestro de escuela y cuatro años mayor que él. La primera noticia de la muerte de Antonio José la publicó un periódico de Bilbao el 25 de octubre.

Hasta 1971 la prensa nacional no se hizo eco de esta pérdida irreparable para la música española. El periodista Santiago Rodríguez Santerbás publicó un amplio artículo en la revista Triunfo con el título de En busca de un músico perdido.

Antonio José recibió un primer homenaje póstumo en 1977, iniciándose a  partir de aquí la recuperación de su obra que comprende música sinfónica, coral, pianística y de guitarra. En 1980 se colocó una placa labrada en piedra ante la fachada de la casa burgalesa donde vivió.

Algunas de sus composiciones sinfónicas y corales han sido editadas en disco.

El programa de Radio Clásica En otros lugares del sábado 12 de agosto actual estuvo dedicado al capítulo que sobre la detención y asesinato del compositor relata Antonio Ruiz Vilaplana en su libro Doy fe.

Ruiz Vilaplana fue secretario judicial de Burgos durante los meses iniciales de la guerra y asistió en la certificación de decenas de cadáveres republicanos.

Sus gestiones, incluso entrevistándose personalmente con la máxima autoridad militar en Burgos para que Antonio José fuera liberado, resultaron infructuosas. A partir de entonces comenzó a pensar en abandonar España.

En junio de 1937 no pudo resistir más las atrocidades y se exilió a París, donde publicó Doy fe.

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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