m ». i ^a ». •.;•• p .*• * -.•...’.’ páfa m iMi ÍÑ * 5^BÍ^ *• .V, .t^KB^B FIESTASMAYORES ELDA ELDA, septiembre de 1997 Dirección: Ernesto GarcíaLlohregai Comité de Redacción: Pedro Maestre Guarirlos, losé Miguel BañónAlonso. Ramón Candelas Orgile Luis Maestre Amat, Emilio Maestre4 Vera. losé Joaquín Romero Amat, Ramón Rico Vidal Edita: Cofradía de los Santos Patronos Imprimí-:: Gráficas Díaz. S.L. San Vicente/Alicante i(opósito Legal: A. 131i-1997 30 36 37 40 43 46 50 53 56 59 66 68 70 SUMARIO 6 8 10 13 14 22 25 29 ALBORADA-97 (E) VIRGEN DE LA SALUD RG/97 CRISTO DEL BUEN SUCESO RG/97 FIESTAS MAYORES José Navarro Navarro SANTOS PATRONOS... José Luis Bazán López ICONOGRAFÍA POPULARDE LA VIRGEN DE LA SALUD. Andrés de Sales Ferri LA ALBORADA DE MI INFANCIA Conchita Juan Vera LAS PERILL1CAS DE LA TORRE Juan Deltell Jover ¡VINALOPÓ... VINALOPÓ! Pedro Gras Chinchilla EUCALIPTO Vicente Alarcón LA CASA TIENDAY EL FIN DE UNA PLAZA Gabriel Segura yJuan Marimonda UNRECUERDO PARA EL FALLECIDO JOVER GONZÁLEZ DE LA HORTETA. Alberto Navarro Pastor ¡AQUELLOS VILLANCICOS A LA VIRGEN! Jover González de la Horteta HOMENAJEA DON JUAN MADRONA Ana María Esteve López LAPROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LA SALUD EL AÑO 1610. Juan Madrona Ibáñez PANELES CERÁMICOSDEVOCIONALES JoaquínSamper Alcázar UN ÍDOLO natural de piedra Daniel Valls González INDUSTRIAS ARTESANALES PRETÉRITAS JuanRodríguez delCampillo ELDA EN LOS VIAJES BRITÁNICOS DE LA ILUSTRACIÓN Juan Antonio Martí Cebrián DIVAGACIONES EN TORNO A UN CENTENARIO... Ernesto García Llobregat CITAS YREFERENCIAS SOBRE LA LABOR LITERARIA DE JOSÉCAPILLA BELTRAN. Julio A. Capilla Bellol MARTILLITO DE ELDA José Capilla Beltrán AZORIN. ELDA YEL ARTE SUTORIO José Paya Bernabeu %... Portada:Ángel vera Guarinos yroGRAFíAs: José Miguel Bañón, Carlson, ÁngelVera, Francisco Santos, ELDA Color, Ernes-Cruces, Manuel Serrano, Fotos Archivo Fotos Patronos: Ramón Candelas Orgilés Foto del Cristo: Berenguer Dibujos: Joaquín Planelles, Alejandro Torres, Manuel Serrano, Arsenio, J. Pascual Casáñez Larevista «Fiestas Mayores» -dentro de esa normativa tradicional en es te tipo de publicaciones-, laconforman variopintosescritos emanados de lagente de nuestro pueblo,uno más de los infinitos puebloshispa nos que alborozadamente (y«alboradamente») celebransus fiestas pa tronales. Precisamente por estavariedad, y como ya decimos en otro apartado, no deben confundirse, ni ser necesariamente compartidos, cri terios y formas que son privativosy de laúnica responsabilidad del au tor firmante. Y ya dicho esto, cabría tambiénmostrar, y que así quede constatado, elmayor agradecimiento atodos aquellos colaboradores -también envariopintos sentidos ydirecciones- por laayuda prestada para larealización de este número 14 de la revista eidense «Fiestas Mayores», que llega a tus manos, lector amigo. 111 112 114 116 117 118 119 122 124 126 127 128 129 132 DON JOSÉ ESTRUCH, E Juan Ferris Monllor ARTE NUESTRO: JUAN MARTÍNEZ LÁZARO Ernesto EL JARDÍN DESHABITADO RG/97 ACAROLA GONZALVEZ Manuel Serrano González DOS POEMAS Carola Gonzálvez SOLILOQUIO Pedro Maestre Herrero EL RINCÓN DE LOS POETAS (José Mira Tbrregrosá, Lyclia Sanchiz Pérez, Manuel Verdú Juan. Joaquín Verclú. Carmen Pérez Díaz, Lola Gómez) CANTO AELDA Tenes CUENTA ATRÁS (FALTAN SIETE AÑOS) Esperanza Alonso y Pedro Maestre Guarinos MARÍA. MADRE DE DIOS José Rives Mirete NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN José Ochoa Gil NOTICIAS PARROQUIAS DE SANTA ANA José Navarro Navarro yVicente Valero «FIESTAS MAYORES». REPERTORIO BIBLIOGRÁFICO Luis Maestre Amaty Emilio Maestre Vera PROGRAMA DE ACTOS RELIGIOSOS MILAGRO r-jr. MAXIMILIANO, MI PADRINO /¿ Julios A. Capilla Bello! qr ’OSE JOAQUÍN GONZÁLEZ PAYA. UN ALCALDE POETA í J DE ELDA. Alberto Navarro Pasior 7q EL MANUSCRITO: APUNTES SOBRE LA VIDA LOE MI TÍA /O MONJA... Femando Matallana hiervas LAS ERMITAS DE ELDA EN MONTESINOS Ramón Candelas Orgilés EL PROYECTO DE VENTURA RODRÍGUEZ Gabriel Segura Herrero DESDE LA PLAZA CASTELAR MiguelBarcala Vizcaíno EL TEMPLETE DE LA PLAZA CASTELAR Consuelo Poveda ZAPATEROS EN CASTILLA José María Amat Amel p. i DOÑA HORTENSIA GUILL... (J1 José Luis Bazán López p,Q LA CASITA ANAYA Uu Josefa Anaya Anaya ip. i LA ESTRELLA AZUL 1U4 José Miguel Bañón Alonso MAS QUE UN SUEÑO Carmen Guarinos LAS PLANTAS Juan Carlos García Torres )E LA MÚSICA 85 88 93 96 98 107 108 IMKSTASMAYOKIvS fb % :in(TQ( oy MUiü 7 El anuncio o pregón de una fiesta en la pluma o la voz que lo expande, podrá ser más o menos apasionado, nunca indiferente. La voz pregonera en la noche de la Alborada, la pluma que reseña ylo avanza en la revista precursora. Hay en ellas un poso, una reserva de sentimientos que condiciona la forma, el modo de llegar, de transmitir un legado de ancestros, de anales, de fastos, que condiciona una fiesta honda perdida allá en los confines de la memoria. Y es que, la cultura testera de los pueblos pasa necesariamente por su Historia; traída y presente por momentos encadenados, por sucesivos gestos y actitudes, en hitos que marcaron tiempos que fueron; y los que han de venir, con campos ambientales de rito y circunstancia aflorados de recuerdos.... k -k -k-k k Presente el pasado, y el futuro a la vuelta de la esquina; de tres esquinas doradas por un sol septembrino. Y, casi, enseguida, en un tris-tras, las tres esquinas, los tres ángulos de ese triángulo con incógnitas a desvanecer por una ecuación de tres Alboradas, nos traerá el otro siglo, el otro milenio, en un designio astral a ese futuro con el que soñamos y confiamos. Y nosotros, ó los que nos sucedan, estaremos aquí, en este mismo rincón planetario, esperando -también en un tris-tras- el paso de las cuatro Alboradas del nuevo siglo que nos conduzca a la cita estelar x¿ I fj ^ N4 II que para los más afortunados eldenses sólo puede darse cada cien años; portadores de antiguas tradiciones, de sentimientos, de formas de ser o de estar que definen idiosincrasia; contemplando cuatrocientos años de este segundo milenio en nuestra Historia; y ocupados, preocupados, por este monumento histórico que, quizá, por ser espiritual -tras la pérdida de los hitos materiales- es el único que nos queda de un rico pasado. •k -k -k-k-k Y así, llegamos al anuncio o pregón de una fiesta. En este caso a la revista FIESTAS MAYORES; como avance en las manos, como añorada ALBORADA o amanecida del gran evento; como anuncio mantenido al más sentimental compromiso eidense a esa devoción que traspasa siglos i’ I -pronto milenios-, plasmado en las imágenes de nuestros SANTOS PATRONOS. Y, desde la cual, desde estas mismas páginas -donde han colaborado un puñado de eldenses sensibles evocadores de nuestras cosas-, que quede lanzado un ardiente deseo, siempre dicho con palabras ya esculpidas, en bajorrelieve, allí donde se depositan sahumerios, ofrendas y rosas. No se pueden encontrar mejores palabras, ni entender que las haya más valoradas en profundidad, intención y oportunidad como: SALUD Y BUEN SUCESO para todos los eldenses de buena voluntad. •tufe, c¿vt€v- ’celtpáxfctó LA MAYORDOMIA (E.) ^•-•-•-al.:jiLu VIRGEN DE LA SALUD Me enamora tu palidez de luna, el oro que se enreda en tu cabello, la fina arquitectura de tu cuello, tu mirada de azahar y de aceituna. No habrillado en elcielo luzalguna que alcance de tus ojos el destello ni que alumbre un amor más puro ybello que ese amor que tu lierno pecho acuna. Son tus manos dos lirios paralelos, palmeras del jardín, claustro sagrado, que forma el territorio de los cielos. Y entre azules sin nieblas y sin velos, contemplas el gracioso y asombrado transitar de los ángeles en vuelos. RG/97. Foto: RAMÓN CANDELAS w Slf^ CRISTODELBUEN SUCESO Tu muerte por el hombre parricida sobre esta cruz atroz llena de muerte, se te cambia por vida, de tal suerte que es tan solo a la muerte parecida. Con tu muerte, Señor, no está perdida tu palabra en un vano gritoinerte, que tu muerte en la cruz la hace más fuerte, que tu muerte, Señor, le da más vida. Dame tiempo, Señor, para entenderte y volver a tu luz desvanecida, esa luz esperada y presentida que ha encendido mis miedos de perderte. Que lu muerte, Señor, solo es herida, pasajera experiencia consentida. RG/97. Foto: RAMÓN CANDELAS 4V H ,*-» s- .^ I ** SALUDOFIESTAS PATRONALES onel gozo de siempre, la Iglesia de Elda deseavivir unosdíasespecialmente dedicadosasus Santos Patronos. Todo lo que de búsquedayexperiencia hay en las cuatrocomunidades parroquialesse unen, un año más, como ofrecimiento agradecidoalPadre y servicio fraternoa los hombres y mujeres de nuestro pueblo. Esimportante que todos nos sintamos protagonistasen nuestras Fiestas patronales, cuidandoyparticipando en todo lo quenuestra tradición, en torno a la Virgen de la Salud y al Cristodel Buen Suceso,tiene de patrimonio común. Dios se hace música paralos hijos de Elda en los nombres de sus Santos Patronos. «Saluid» y «Buen Suceso», no sólo resumen en sí mismos la profundidaddenuestra salvación, sino que también, al mismo tiempo,son para nosotros hoy motivo de gozo en el encuentro,en lacelebración yen el com promiso. Pero, además, Dios se hace músico y canción, en estos días y siempre, en la vida de los que buscan seriamente, trabajan con responsabilidad y comparten con honradez la vida con los demás. Desde aquí, hermanosyhermanas, a todos, una vez más, FELICES FIESTAS PATRONALES. JOSÉ NAVARRO NAVARRO Párroco de Santa Ana C» C6 CU ce C/3 0^ ce Oí o Oí ce c^ Por JOSÉ LUIS BAZÁN LÓPEZ Entre las faldas del Cid y de Bolón, junto a unríocasi inmóvil y en el cascoantiguo de Elda, se levanta la iglesia de Santa Ana. unhábitaivertical, fijo yalargado colmado de imágenes llenas de amor, pero destacan dos, antiquísimas yrecientísimas, las de nuestros Santos Patronos. Una vez al año salen de su her moso «encierro» para iluminar unas calles llenas de corazones deseosos de perseguir sus mira das. Por donde pasan nos dejan el oro, el res plandor,arrasanconbenevolencia losodios y desencantos, dormidos odespiertos, nosapro ximan más a los que sufren y nos hacen más humanos. Por eso salimos ganando. Unsilencio caliginoso, sedimento de muchas peticiones, brota suavísimo para amortiguarlas desdichas y endulzar el cansancio.Nos entra por las fosas nasales hasta el alma el aroma santo de nuestros Patronos, elaromaselecto de los que aman, no es un aroma a sacristía ni a misterio, es a unespacio deamor yráfagas sin sufrimiento. Las llores elegantemente vestidas prestan sus adornos con sentimiento. Eltemblor de sus péta los penetra en elsilencio porque este pequeño universo vegetal susurra una música celestial. Por eso no hacen falta esas mariposas noctur nas que danzan y saludan alrededor de unas imágenes que alumbran como radiante arco iris los corazones de los pocos que no conocen su claridad. Laspalabras sin ruido son las que cantan, suben ybajan ysaludan a losPatronos como exquisi tos vocablos amados. Si pudiéramos perseguí esas palabras cogeríamos su limpieza y su calor. ¿Este idioma escondido en elcorazón, tendrá nombre?Laangustia humana se detiene como unfantasma en los recorridos procesionales y el camino de una persona se junta con el camino de todos, desde el sur individual se va al norte colectivo, el espacio se hace más grande, más perfumado y más permanente porque es la ciu dad de Elda quien lo recibe. La VIRGEN DE LA SALUD y el SANTÍSIMOCRIS TO DEL BUEN SUCESO,lianpoblado esta tierra, han tocado con amor sus orillas misteriosas. Itai recorrido el corazón de todos los eldenses yhan atravesado oscuridades para vencer a esos relámpagos recargados de olvidos. GOZOS A LA VIRGEN SANTÍSIMA DE LA SALUD DE ELDA. Aria, divina Aurora, Madre del eterno Dia; dadnos salud y alegría, pues sois la salud,Señora. Desde Cerdeña áesta villa os conduxo elmar salado, y nuestro afectoinflamado os dedicó esta capilla: de Elda sois laProtectora, que la ampara noche y dia; dadnos, &c. A nuestra feliz región de Peregrinos vinieron dos Angeles que os trugeron, según piatradición: quán dichosa fue la hora, que tal joya nos envía! dadnos , &c. En varias constelaciones á vos hemos recurrido, y al punto el ayre ha perdido sus malignas infecciones: W S* DE LA SALUD. al que vuestro auxilio implora, libráis de toda agonía; dadnos , &c. El contagio lastimoso del año sesenta y seis cariñosa deshacéis con milagro portentoso: del abismo vencedora, ahuyentáis su furia impía* dadnos , &c. Tu diestra amable ydivina es refugio del doliente, pues da á qualquier accidente la oportuna medicina: ó dulce consoladora ! quién en tu amor no confía ? dadnos , &c. Si la cruel sequedad amedrentaalLabrador, le dispensa su favor vuestra materna piedad: la cosecha se mejora con la lluvia que pedia; dadnos,&c. Con amargo sentimiento todo este Reyno clamaba, pues la langosta talaba en los campos susustento: mas Elda que ante vos llora, de la plaga se eximia; dadnos , &c. Quando horrible tempestad arroja rayos furiosos, nos acogemos ansiosos a vuestra innata bondad: de la llama destructora libráis á quien en vos fia; dadnos , &c. Vos enqualquiera desgracia nos cubrís con vuestromanto, vos del Hijo sacrosanto nos lográis la eterna gracia: Elda os ama , Elda os adora, y os llama suluz y guia; dadnos salud y alegría, pues sois la salud , Señora. f. Ora pro nobis Sancta Dti Génitrix. y.Ut digni efficiamur promissiónibus Christi. OREMUS. COncede nos fámulos tuos ,quasumus Dómine Deus ,perpetua mentís & eérporis sani- tate gaudere ,ér gloriosa Beata Mari* semper Vírginis íntercessione apr asentí libe ran’ tristitia , ér ¿eterna perfrui latitia. OMnipotens sempiterne Deus ,salus aterna credentium ,exaudí nos pro fámulo tuo ISf- infirmo ,pro quo misericordia tuce imploramus auxilium , ut réddita sibi sanitate, gratiarum tibí in Ecclesia tua réferat actiones. Per Christum Dómínum nostrum. y. Amen ^RA. SICA. DE LA SAXTJD irera^TTO?’;.-r.:::.v.’.v.’i^^ ICONOGRAFÍA de la virgen de la SALUD, PATRONA DE ELDA Por el Rvdo. Don ANDRÉS DE SALES FERRI CHULI Director del Archivo deReligiosidad Populardel Arzobispado de Valencia. El relato oral afirma que esta devota ima gen fue traída desde la isla de Cerdeña. junto con la del Stmo. Cristo del Buen Suceso, el año 1604 por don Antonio Colonia, conde de Elda. al regresar a la península concluido su virreinato en aquella isla. Antes de su partida fue visitado por dos jóvenes peregrinos que le hicieron entregacíe dos cajasquetenían escrito en su parte superior: Para Elda. Desembarcadas en Alicante las dos cajas, la tripulación constató que los dos peregrinos habían desaparecido, encontran do en el interior de dichos bultos las mencio nadas imágenes que fueron entronizadas en el templo parroquial de Santa Ana de Elda. El año 1648 la imagen de Nuestra Señora fue proecsionada en rogativa por las calles de la población pidiéndole los devotos que cesa ra la funesta peste cine había invadido el reino de Valencia, concediéndole el título advoca- cional do Virgen de la Salud al haber obteni do el remedio solicitado. En 1754 quedó con cluida la nueva capilla erigida en la iglesia parroquial en honor de la Patrona de Pida. La antigua y devota escultura de la Excelsa Patrona fue destruida en el verano de 1936. siendo asolada totalmente la iglesia de Santa Ana. La imagen actual fue bendecida el año 1940, habiendo sido labrada por el escultor Pío Mollar. Otros relatos tradicionales conservan me moria de que fueron también dos peregrinos los que dejaron la imagen patronal en la población, así se refiere en San Juan respec to al Cristo de la Paz: Mondón de las Nieves y la Virgen de las Nieves; Villena y Nuestra Señora María de las Virtudes; Biary laMare de Déu de Gracia y la Purísima Xiqucta de Benissa. Respecto allegar a la localidad en el interior de un embalaje solamente se localiza en Picho respecto a la Mare de Déu de l’Assumpció y la no menos célebre Consueta del Misteri d’Elx. Un aspecto interesante en la iconografía mariana alicantina está relacionado con el «extranjerismo» de algunas imágenes de Nuestra Señora veneradas como Patronas. que fueron traídas de Constantinopla-Roma, Cocentaina y la Mare de Déu del Miracle; Ñapóles. Penáguila y la Mare de Déu del Patrocini; y. finalmente. Cerdeña, Elda, Nues tra Señora de la Salud y Cristo del Buen Su ceso. Finalmente, debo dejar constancia que con motivo de la peste del año 1648 se pro dujeron tres patronazgos marianos por acla mación popular al haber obtenido el cese en dicha epidemia invocando en Alicante a Nuestra Señora del Remedio, en Elda a Nuestra Señora de la Salud y en Onil a la Mare de Déu de la Salut, dicho título se le otorgó a cada una de las imágenes como consecuencia del milagro. Ninguna de estas tres advocaciones patronales cuenta con el Patronazgo Canónico y solo la Patrona de Onil ha sido Coronada Canónicamente (1948). La iconografía popular de Nuestra Señora de la Salud de Elda no es demasiado prolífi- ca, y fue a partir del siglo XVIII cuando co menzó a ser cligiada en estampas. Por lo menos los grabados que han llegado hasta nosotros no son anteriores de mediados del setecientos, perteneciendo esta singularidad a la hermosa xilografía de autor anónimo que encabeza el relato de los Gozos a la San tísima Virgen de la Salud de Elda. estampa dos en una imprenta valenciana que podría mos identificar con la de Agustín Laborda. La imagen de la Patrona de Elda se halla revesti da con manto real unido por sus extremos a los pies de la Madre de Dios mediante un lazo, una originalidad en el conjunto icono gráfico mariano valentino. La Virgen sostiene al Niño Jesús en su brazo izquierdo mientras que en su mano derecha lleva un ramo de azucenas o lirios. Por su parte, el Divino Infante bendice con su mano izquierda, mientras que con la derecha sostiene la esfera del mundo. De su mano derecha pende un original cx-voto. Tanto la Madre como el Hijo están coronados con corona real. Completa este hermoso conjunto dieciochesco, diversas cabezas aladas, y sobre la imagen, una paloma con las alas extendidas, símbolo del Espíritu Santo. Mide 72 x lio mm. (i). El año 1819 don Pedro Xavier de Vera, natural de Elda. Agente general de Indias y secretario de Su Majestad, encargó al pintor Antonio Guerrero, un hermosísimo dibujo de laVirgen de la Salud de Elda que pasó a la estampa al grabador madrileño Francisco Suria y Lozano. Pl pintor Guerrero se espe cializó en dibujos que fueron grabados por diversos artistas contemporáneos: José Asensio (1779), Manuel Albuerne (1814), Ma riano Brandi, Juan Carrafa, Luis Fernández... Esta hermosa composición introdujo las siguientes novedades: la Virgen lleva en su mano derecha un manojo de rosas, no de lirios o azucenas; el ex-voto colgante del brazo izquierdo del divino infame no aparece; a los pies de Nuestra Señora, a derecha e izquierda, sendos ángeles alados sotienen: el uno, un escudo ovalado con una flor de lis. símbolo heráldico desde 1713 de la ciudad de Elda, y el otro, una cinta o lilacteria. en cuyo interior se halla la inscripción INFIRMO- RUM, Salud de los Enfermos, advocación de la Patrona de Elda. Mide 346 x219 mm. Al pie de la lámina, en el interior de la plancha, se puede leer: Antonio Guerrero la dibuixó / Francisco Suriá la grabó /NRA. SRA. DE LA SALUD. /Se venera en la Parroquial de la Villa de Elda. No he podido localizar un ejem plar de esta hermosísima estampa, de la que no existe ejemplar alguno en la Calcografía Nacional. minos mnwmimumwm o QUE OFRECE EN UtSCLEMNE OCTAVARIO LA FIDELÍSIMA VILLA DE ELDA Á SU FATRONA LASMÁ. VIRGEN DE LASALUD ¿X.TVTO iserer. Uosdc i’i;fio HiOl. oni[iio por unsucoso providencial osi; enposesión laFidelísima Villa deElda, dela peregrina imagen doMARÍA SANTÍSIMA, invocada de la SALUD, el dia 8 de ¡elembre ospara sushabitantes el diamas grande solemne; di.i dejúlitio ssmla aliaría jiorestar consagrado asu amada Patnia. Nuestros inavores csperiinenlaron los li.Wlfcos iaflujosdc osla poderosísima medianera para con su divino Hijo Jesús: v I generación presente llene sobrados testimonios de propia os- pericncu. pura reconocer yaclamar áMAMA SANTÍSIMA ll’K.A SALID, como suúnico refugio yconsuelo enludas las ne cesidades yaflicciones, admirando docontinuo suvisible protciion, por laque esmuy justo rendirla los mas solemnes cultoí. AI.AS DOCE |l!lanoclie que media cutre el dia Gy 7 de SeticmbrQ.il vuelo gañirá! decampanas, lamúsica y otras dmostraciones de ilogria,anuncian laprocsimidad deaquel, en que los Ijnsde Klda iiiamliestau á su amada Madre la mas cordial devoción jgratitud: lo mismo se repite al loquedelalba y al mliodiadel’. Alástresele lalarde se cantarán solemnes Vísperas .i Ulda orquesta, yconcluidas Completas, una solemne Sae: seguirá á ésta el Santo llósaiioy la Novena, ywi ’todos los dias de la octava. En lodos ellos, por la mañana, secantar Tercia yMu-a, y por la larde. Vísperas, Completas, y.Salve. I.os diasII y 9 con música, los otros dias con árgano.ti.ElM.I.Ayuntamiento, ennombre deesta r’idclisini Villa.«consagra sus votos á su amada Patrona yserá panegirista do sus glorias elMr It.Rafael Jover y Amat, Canónig 1’mseijLido de la Santa Iglesia Catedral deCartagena, Examinador Sinodal dedicha lliócesis, y de las de Oribuela )Sejrbe^- Catedrático deSagrada fitología en el Seminario de Sai». Fulgencio. Knla larde habrá solemne ymuy lucida l’icesion, á cuya entrada se admirará una vistosa íiuhicacion. !».l.n solemnidad de este dia, igual al anterior, se oltrlennómbrele laIuslie Mayordoinin de nuestra Señora, queron elmayor celo y entusiasmo recoje duranteel año lai Imosnas. ajifndo orador el Ur.’ IIIndalecio Feriando, Canónigo Ma gistral ’lela Santa Iglesia Catedral deOribuela. ySeCilario dalMni.ua delExcmo. élimo. Si. Obispo de esta lliócesis En la tarde se liará una derotaProcesión alSino. Cristoíbf Buen Suceso, l’alroude esta Villa, C’ lamisma solemnidad que eldía anterior. , 10. Ilindc á.Maiia Santísima los mas obsequiosos culie l.Luis Bernabé yScmperc, ypredio áII.José Amat. Beneficiado de esta Parroquia 11. Obsequian áMaría Santísima, loa hijosdel riifnntn ). 12. Tributa sus masconstantes obsequios áMi zalcs. Coadjutor de esta Parroquia. alSino. Cristo del Buen Suceso, seiáorador D.Joié lirio Sempere, Benelkiado de esta Parroqu 15. Ilecucrdan afectos aHaria Santísima, loshijos del difamo Ü.Pedro Rico yBernabé, ypredicara U.Máximo lúas. Presbítero. 17.Secorona esta Octava cantando en este dia un Snliniie Aniversario para los Cofrades difuntos, con oración fúnebre que dirá II.Eraucisco Vera, Presbítero, cantándose por úlBiio. tres responsos en el túmulo que habrá enmedio de la Iglesia. SANADO.. NOMINCO... UNES MABTESMIEIICOI.ES JUEVESVIERNES SÁBADOLUNES Hay concedida indulgencia ¡.¡enana por S.S. Pió V], átodo* ’*#? a’e confesados ycomulgados, visiten laIglesia Parroquial Aee¡la Villa, desde lasprimeras Vísperas delaIalindad de/VBC&awa, hasta puesto elsoldedicho dia, rayando aDios por las necesidades delalylesia, y á loscofrades, durante laOclaca, la*im*4¿kdulgencia. Además elmismo Sumo Pontífice, yotros Ilustrí- síwkm Sres. ÜBupos, han-concedido muchas indulgencias átod^tM^m con suasistencia óconSUS limosnas contribuyan ásottmni- mr estos cultos áUnía Santisima delaSalud; como lamhtfpwwMcir con devoción cualquiera delasoraciones delaIotena.l Esta nueva iconografía mariana quedará consagrada en la devoción popular eidense, pues los dos grabados conocidos posterio res a éste repiten íntegramente el mismo grupo escultórico. Tal es el caso de la estam pa abierta a mediados del siglo XIX por Tomás Rocafort López, sin duda alguna, el mejor calcógrafo valentino de su tiempo, catedrático de Grabado en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, fallecido el año 1857. El encargo recibido en 1854 por el grabador Rocafort para mejorar y perfeccionar la magnífica estampa abierta por Francisco Surta logró su objetivo. Como podemos comprobar, este espléndido gra bado fue mejorado con una orla de estilo clásico, decorada con mascarones, que embellecía aún más el logrado conjunto de los artistas madrileños (2). Más no solo eso. La Mayordomía de los Santos Patronos de Elda solicitó al grabador valenciano que abriese una nueva lámina, de menor forma to, para repartir a los devotos en las fiestas más importantes. Como así fue. Fiel al gra bado de los artistas madrileños que él mismo retocó y perfeccionó, la estampa de Tomás Rocafort solamente introdujo la licencia de modelar las nubes situadas a los pies de la imagen, agrupándolas en logrados nimbos que encuadran mejor a la Santísima Virgen de la Salud. Al pie se lee: N.S. de la Salud, que se venera en la Parroquial de Elda. Rocafort f(e)c(i)t. (130 x 91 cm.) (3). El año 1866 en que según cantan los anónimos versos de los entrañables Gozos se celebraba el centenario de una maternal intercesión de María Santísima de la Salud en favor de sus devotos eldenses: El contagio lastimoso /del año sesenta yseis /cariñosa deshacéis / con milagro portentoso:... la Mayordomía y autoridades organizaron unos Festivos obsequios de Reconocimiento /que ofrece en un solemne Octavario /la Fide lísima Villa de Elda / a su Patrona /la Si na. Virgen de la Salud. Profusamente repartida una hoja volante por toda la población fue encabezado este pasquín con una xilografía de la Patrona de Elda, inspirada, o por mejor decir, copia o trasunto fiel de la bellísima xilo grafía que preside los Gozos a laVirgen Santísima de la Salud de Elda. Aunque apare ce en 1866 firmada por DAVO. nada he podi do conocer del mencionado grabador deci monónico. Aunque esta xilografía debe ser anterior al grabado abierto en Madrid el año 1819 por cuanto aún pende del brazo del niño Jesús el original ex-voto. (4). En el último tercio del siglo XIX el nuevo arte de laLitografía eligió también aMaría Santísima de la Salud de Elda, esta vez de la mano del artista alcoyano afincado en Valencia. Antonio Pascual y Abad, que trazó una pequeña estampa en la que podemos leer: N.a S.a DE LA SALUD. Venerada en la Parroquial de la Villa de Elda. Esta litografía debió estamparse probablemente entre 1770 y 1880 ymide 102 x74 mm. (5). BIBLIOGRAFÍA: Lamberto Amat Sempere. Historia de. Elda, 2vol. Isidro Albert Berenguer. Grabadores de. Alicante y su Provincia. Alicante. 1958. Isidro Albert Berenguer. Grabado religioso popular en ¡a provincia de Alicante. 1972. Elena Páez. Repertorio de Grabados Españoles. Madrid, 1981. Estampas. Cinco siglos de imagen impresa. Ma drid. 1981. Catálogo de la Exposición. Alberto Navarro Pastor. Historia de Elda. Tomo II. Alicante, 1981. Rvdo. Andrés de Sales Ferri Ciiulio. Iconografía mariana valentina. 198(5. Rvdo. Andrés de Sales Ferri Ciiulio. iconografía po pular alicantina. 1989. N* S! DELA SALUD, Veweraia eak Parroquial delaYiüa «Le Elda. La Alborada de mi infancia De nuevo Septiembre llama a nuestra puerta; viene una vez más con las ilusio nes de pasar unas entrañables Fiestas Mayores y venerar a nuestros Excelsos Patronos: la Virgen, a la que trajeron, según pía tradición, dos ángeles desde Cerdeña envuelta en manto azul y el Buen Suceso, que para ELDA fue la llegada del Cristo bajo dicha advocación. El pórtico de dichas Fiestas es la noche mágica de la Alborada. Se agolpan en mi mente recuerdos de mi infancia, en que a principios de septiembre todo eran prepa rativos para las Fiestas. Las calles se engalanaban con arcos de taray, farolillos, guir naldas y bandericas... por doquier se respiraba ambiente festivo. Pero para mí lo más emotivo era la llegada del día de la Alborada. ¡Los nervios se apoderaban de mí! A las 11 de la noche ya estábamos mis padres, mi hermana y yo dispuestos para ir a la Plaza de Abajo, al balcón de mis tíos Enrique y Amelia. Cuando llegábamos a dicha casa junto al Ayuntamiento, ya había otros familiares y amigos, era como el inicio del curso después del verano. Todos nos alegrábamos mucho de vernos, subíamos al primer piso, un balcón enorme que abarcaba toda la fachada y en el que estábamos apiñados ¡no cabía un alfiler! ¡Qué emoción! iba a empezar la Alborada... Yo miraba a la plaza, que estaba a rebosar de gente de todas edades y condi ciones. Y de pronto ¡Ya son las 12!Al dar el reloj de la torre de Santa Ana la primera cam panada, se encendían todas las luces, en todo el pueblo las luces de iluminación especial para fiestas no se encendían antes. El cohete prendía la traca, que zigza gueaba la Plaza con su detonar profundo y luminoso, que a su vez prendía el tronco de la palmera en formación. Altiva esta, desgranaba desde la torre de la iglesia toda su luminaria hacia elcielo para llenar en la negrura de la noche todo lo que mis ató nitos ojos que se salían de sus órbitas, podían abarcar de estelas luminosas ymulti colores que llenaban el firmamento. El olor a pólvora característico era profundo y penetrante. Al mismo tiempo las campanas lanzaban al vuelo su alborotado volteo y la banda de música (nuestra Santa Cecilia) desgranaba las notas de la marcha real. Los aplausos estallaban incesantes y los ojos se llenaban de lágrimas. ¡Habían empezado las fiestas! Después la banda de música formaba delante del Ayuntamiento, desfilaba mar cialy airosa a los sones de una marcha y detrás las autoridades enfilaban la calle de la Purísima hasta perderse de nuestra vista. Entonces ¡todos a ver el castillico al Prao! Era un solar existente en lo que actual mente está ubicado el Mercado. Desde él se lanzaban los fuegos artificiales, que fomentaban nuestra imaginación infantil como ilusorios castillos en el aire, luminosos y multicolores, que nos hacían mirar hacia el Cielo. CONCHITA JUAN VERA Foto: CARLSON Las perillicas de la torre Recuerdo las noches de la Alborada de cuando era muy niño. Con apenas diez años, esa noche ya resultaba esencial para mí en las Fiestas de Septiembre, tantocinc aquellos recuerdos han quedado grabados en mi memoria profundamente. Las doce de la noche del día seis. La plaza del Ayuntamiento, yyo presenciando el inicio de la Fiesia con la interpretación del himno nacional primero, al tiempo que se encienden las luces ycomienza aprender la mecha de la atronadora traca tradicional... La banda de música, que en aquellos años eran dos pues Foto: ÁNGEL VERA GUARINOS acudían sin falta para este primer acto señala do de nuestras fiestas, interpretaban entonces sus pasodoblcs escogidos y después, todos elevábamos la mirada hacia las torres de la Iglesia de Santa Ana. Era el momento culminante. En un instan te, las dos torres, amparadas por latradicional palmera de fuegos artificiales, se iluminaban dando inicio esplendorosamente alas Fiestas Mayores. En aquellos años, las fechas de la fiesta, al igual que ahora, eran del seis al diez de sep liembre, pero tamo el día siele, víspera de la Virgen, como el día diez, se hacía medio día fiesta! En esos días, se daban conciertos a cargo de prestigiosas bandas de música en la Plaza de Castelar, en el Casino Eidense, e incluso en alguna ocasión en la Plaza Sagasta y en la Prosperidad. Pero la noche de la Alborada era donde, cada año, (y esio continúa vigente) nos reuníamos casi siem pre las mismas personas en la Plaza del Ayuntamiento situándonos alrededor de la banda de música una vez se había disparado la traca, y tras escuchar el pasodoble aplau díamos su paso solemne para la ocasión mientras abandonaban, no sin dificultades por la estrechez que entonces tenían las calles que daban acceso a la plaza, entre la alegría y eljolgorio de los que ya estábamos en fiestas. Levantar la cabeza y ver las torres de la Iglesia iluminadas con aquellas bombillas de colores, era una auténtica gozada, üesde toda la ciudad (escaseaban los edificios ele gran altura) se podían contemplar majestuo sas para orgullo nuestro, como si fuesen el santo yseña de nuestras Fiestas Mayores. Me estoy refiriendo a los años que corrían amediados los cincuenta, aquellos en los que se adornaba la Plaza del Ayuntamiento, ytam bién otros lugares, con guirnaldas de perillas de colores. Cieno que entonces no habían arcos de perillasen lascalles, en realidad sólo existía una bombilla por fachada, pero las «bandericas». gallardetes, y el olor atarai y ramas de palmera, le daban un calor muy especial... todavía se me pone elvello de punta al recordarlo. Por eso cuando años después se dejó de adornar las torres de Santa Ana con las «peri llicas», me apresuré apedir, bien lo sabe mi buen amigo Pedro Maestre, que se volviera a iluminar. Reconozco que fui muy pesado, pero al fin pude gozar de nuevo de aquello, de algo que para mí había resultado emble mático en nuestras fiestas: Las torres ilumi nando nuestra dudad bajo el amparo del manto de laVirgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Ahora los liempos han cambiado. Las calles, desde hace bastante tiempo, se encuentran perfectamente iluminadas, incluso no se espera en muchos casos en loda la ciu dad, aque desde el Ayuntamiento se encien dan las luces para iniciar la fiesta. Los arcos de ahora le dan luz y esplendor a las Fiestas Mayores, pero aquellos días con sabor afies- la, con olor a fiesta, contemplando las calles engalanadas son ahora un recuerdo que no puedo olvidar. Me extraña mucho, y lo he comentado con mucha gente, no ver ahora engalanados los balcones y ventanas de nuestra ciudad, al menos en la zona centro por donde discurren la mayor parte de los actos de la fiesta dedi cada anuestros Santos Patrones, y hasta me da pena. Hay pueblos que valoran sus costumbres y tradiciones. Tal vez son más pueblo y menos ciudad si se quiere, pero aman más lo propio,endefinitiva parecen más humanos. Me gustaría ver las calles eldenses ador nadas en las Fiestas. ¿Por qué no se ponen los cobertores de laVirgen y elCristo? No lo sé. Mientras tanto, me conformo viendo ilumi nadas las torres de laIglesia, la de mi barrio, del que me sentíaorgulloso y donde vivía feliz. Siendo un niño, era un acontecimiento muyimportante. A veces parece que el tiem po no pasa ycontinúas siendo un niño. A mí por lo menos me sucede. En fin, Felices Fiestas Mayores con «perillicas» en las torres de Santa Ana. JUAN DELTELL JO VER It Curiosa fotografía, que constituye todo unhallazgo, que nos muestra el anti guopuente de maderaconocido como «Puente de la Estación», el cualsufría los embravecidos y destructivos ataques con que periódicamente se manifestaba el habitualmente tímido y pacífico río Vinalopó. Todo quedó resuelto con el nuevo puente, mas alto y de piedra que ahora gozamos en sustitución del ante rior, éste que mostramos en la foto, de madera, cuyaimagen nos ronda perdi daallá por los confines de la memoria acurrucado y ya inservible junto al nuevo yflamante puente actual, (E.) Por VICENTE VALERO -^•^*Mfc#i* Nuestro apacible -en otros años- y querido vinalopó,que en tiempos pasados,cuando no existían las lavadoras y friegaplatos mecánicosreunía en las primeras horas de la tarde a un buennúmero de amas de casa en ambas orillas, con sus coladas, aveces de todala semana, unas yotras con grandes capazos, portadores del servicio doméstico ya usado, del día anterior, ocupando decenas de metros a lo largo de su plácida corriente, lo hacían porque la ciudad carecía de agua corriente en los hogaresy no existía lugar apro piado para dedicarseaestas labores culinarias más que en el río, cuandosu caudal permitía realizarlas con toda tranquilidad, al propio tiempo que, cual en el lava dero, años antes,podían dedicarse atodos los comen tarios de los hechos acaecidos en laciudad. Aunas les bastaba arrodillarse ante una gran piedra que lepermi tiera golpear sobre ella las prendas lavadassolamente con jabón -no existía entonces otro detergente- mien trasotras ocupaban supuesto en unremanso de la modesta corriente que les permitiera llevarse los restos de lascazuelas, platos y demás utensilios, relucientes y brillantes, realizado a base de puño, arenas del pro pio río. estropajo yjabón. Pero estas contemporáneas nuestras no habían conocido un Vinalopó encrestado y furioso, con una crecida en su cauce tanimportante que lesimpedía realizar estas labores tanpropias de su sexo pero fuera del hogar,hasta que sus aguas no recobrasen elcaudal normal que lespermitiera ocuparse sin peli gro alguno de las citadas labores, ya que laprimera vez que aquellas personas conocieran, no por vivir las, sino por lo que de sus progenitores hubieran escuchado, que aquel pacíficorío. algunos años atrás delcorrer deltiempo había dado su alertay desper tado de su dulce tranquilidad, y esta pequeña historia es laque me ha hecho removerlibros y papeles .para ofrecera los eldenses un pasado, no muy lejano, en el que el Vinalopó despertó de su letargoparadecir nos ¡AQUÍ ESTOY!, llevando la desolación y la muer te a una humilde villa, más tarde ciudad, que vivía con una felicidad ytranquilidad dignas de envidia. He aquí, cronológicamente, para quienes no lo conocen en su totalidad, que somos la mayor parte de los eldenses ymoradores de hoy. las veces que en losúltimos casi 100 años, nuestro Vinalopó lanzó ese grito de atención ysembró la desolación y. en algunos casos, la muerte. Los datos que expongo, parcialmente están tomados de la «Historia de Elda» de Alberto Navarro, los más lejanos,y los más próxi mos por haberlos vivido a lo largo de mivida. 18 SEPTIEMBRE. 1884- Unas torrenciales llu vias en la comarca, desde la misma cabecera del río y las ramblas de Caprala yCatí, que desembocan en Santa Bárbara y las proximidades del cementerio, res pectivamente, destruyódiversosmolinos, puentes y hogares, con un cuace de más de 100 metros de anchura,y lo más lamentable. 4víctimas arrastradas por la corriente. 13 y 14, NOVIEMBRE, 1902- La impetuosidad de las aguas destruyeron los dos puentes existentes en el camino a la Estación del í.c.y el de la carretera de Monóvar. además de lainvasión de las aguas de todos los terrenos próximos al cauce. Afortuna damente en esta ocasión sin víctimas. 26 SEPTIEMBRE, 1900- No lardó mucho en repe tir su hazaña el tranquilo Vinalopó, algo menos de 4 años y la riada causó grandes destrozos en la agricul tura y hogares; dos niñosfueron arrastrados por la corriente y providencialmente, graciasalesfuerzo y sacrificio de unos números de la Guardia Civil, que comandaba el sargento DonAntonio Girona,pudieron ser rescatados de un seguro peligro de muerte. 1911.- No hemos podido conocer con exactitud la fecha en que ocurrió esta riada y sus consecuen cias, pero síque laimportancia de la lluvia fue menor que en los casos anteriores. 8SEPTIEMBRE, 1913- En plenas fiestas mayo res, en el día dedicado a la Virgen de la Salud, una gran tormenta se desencadenó a lo largo de todo el cauce del río, arrastrando totalmente el puente de madera existente hacia la carretera de Monóvar y la mitad del que libraba el río en el camino de la Estación del í.c. 6OCTUBRE, 1949- Otra gran tormenta en la parte alta del nacimiento del río y un fabulosocreci miento delas ramblas de Capraía. Catí y el Cid. La primera, comohe citado anteriormente, se unía al río a espaldasdelcementerio, la del Cid en las proximida des del puente «El Sambo», junto a laEstación de Monóvar y la de Catí a espaldas delcementerio. Ya en eltérmino municipal de Elda las aguas Invadieron la carretera generala Madrid, cubriendo totalmente la altura del puente casi junto al camposanto. Nohubie ron víctimas afortunadamente perolasaguas destru yeron en granparte elmuro de contención que encau zaba las aguas einvadieron totalmentelosterrenos y viviendas existentes aambos lados del cauce. 20 OCTUBRE, 1982- Quizáslacatástrofe de mayores consecuencias que hemos sufrido los elden ses. Fue en la noche del día 19 cuando comenzó una tormenta de proporciones no conocidas en casi todo el litoral levantino, particularmente en las partes media y baja del Vinalopó, con granaparato eléctrico que iluminaba la zona como de día. En la mañana del día 20 continuó con alguna menor intensidad, pero la catástrofe ya se había iniciado. Prontolas aguas inva dieron en su totalidad el cauce del río. elevando de un modo alarmante laaltura de sus aguas, derribando árboles, destrozando huertos, penetrando violenta mente en las casitas ychabolas existentes en ambas márgenes, inundando las barriadas de las zonas de La Taíalera, Caliu,Molinos de Félix y sus alrededores, alcanzando lasaguas a su paso por elpuente que conduce a laEstación del f.c, una altura que distaba solamente mediometroparacubrir sus ojos. Varios vehículos fueron arrastradospor la corriente y en cuanto a la ciudad fueron innumerables las inunda ciones de viviendas, siendo digno de destacarlos tra bajos de bomberos, Policía Municipal, Cruz Roja y Cuerpos de la Seguridad delEstado. Las comunica ciones con Alicante y numerosos pueblos de la comarca quedaron suspendidas. El edificio de la F1CIA resultó con importantes desperíeelos debidoa la inundación de sus salones. Así mismo el nuevo encauzamiento del río quedó destruido. Se calcularon las alturas del cauce en mil metros cúbicos porsegundo y laspérdidas seconsideró habían superado los mil millones de pesetas.Se dio lacircunstancia de que futuras madres dieron a luz en el Hospital de Elda a otros tantos niños alno poder ser trasladadas aAlicante las mujeres que esperaban este próximo alumbramienio. Ante estos hechos ysiendo próximalafecha de la representación de la obra de Don Emilio Rico. «EL SEÑOR DON JUAN TENORIO O DOS TUBOS UN REAL», en Diciembre de 1975, el autor de las nuevas renovaciones de laobra, como si presintiera que más omenos próximo ocurriría este desastre, en el fin de fiesta que como colofón se nos ofrece,ungrupo de «jóvenes ylindas muchachitas». aplicandolamúsica de «LA ESTUDIANTINA PORTUGUESA» nos obse quió con elsiguiente cuplé: Vedette: Somos cantores de la tierra alicantina aficionados del teatro ydel amor, traemos okales, inyecciones yaspirinas por si el cantable les produce algúndolor. Vamos buscando el trazado de ese río que anuestro pueblo hace años que bañó. y no encontramos por más que hemos (recorrido nadie que sepa dónde está elvinalopó. Coro: Vinalopó porqué te temo tanto y no te teme el que no te vio crecer, cuando en el puente dabas un gran salto ysus pilares arrastrabas sin querer. Yo no quisiera ver otra riada como hace años nos solías obsequiar. porque tus aguas no leharían nada alos que el cauce transformaron en solar. Años después de loacaecido, elAyuntamiento realizó un gran proyecto urbanístico para los márge nes del querido Vinalopó, obra que los eldenses aco gimoscon gran satisfacción y pudo admirarselas maquetas presentadas en lasfiestas de Septiembre y que sin duda alguna,haconvertido esa parte de la ciudad enun hermoso jardín de varios cientos de metros de longitud, con instalaciones deportivas,cul turales,deexpansión, etc. Pero ¿se pensó si el Vinalopó. pasados algunos años, más omenos, el aprendiz de río vuelve a tomar las cosasen serio y se lleva por delanteuna obra pensada yconstruida con cariño, con la finalidad de que fueseuna de las más bellas yatrayentcs de la provincia? Dios nuestro Señor nos libre de unarepetición. wwm Pí m JMjÉ m Lamisma fotografíaanterior, restaurada por Francisco Santos, en un intento derecuperación ante eldeterioro que elpaso delos años dejó impreso en ella. El punto de referencia por PEDRO GRAS CHINCHILLA Cuando se abandona unlugar en el que se ha vivido muchos años, o poco tiempo pero intensamente, muchasimágenes, coloreso sensaciones se quedan grabados en los más pro fundos rincones de la consciencia. Con el paso del tiempo, y la invasión de nuevas experiencias, se vandisolviendo los recuerdos quedando reducidos apuntos de referencia, frecuentemenie difusoseidealizados y siempre congelados en el tiempo. Cuando un ausente recuerda la casa que dejó,la recuerda talcual. No piensa que los nue vos propietarios han cambiado laestructura, lahan pintado o, simplemente, la han demolido y construido otra en su solar. El ausente conserva una idea fiel de cómo eran las cosas en su tiempo. Los que se que dan no tienen esa suerte.Los que se quedan son cómplices delcambio ycontribuyen a él más o menos conscientemente. Todo cambia. Nada es inmutable. El progreso es imparable. La sociedad se transforma y con ella lo que le rodea. Pero unindividuo, una colectividad, un pueblo, necesita su punto de referencia. No se puede cambiar todo aquello que forma parte desuacerbo cultural pues le privaría de los cimientos que otorgan una mínima estabilidad emocional aledificio permanentemente cam biante del tiempo. No obstante, es muy difícil definir lo que cada individuo puede considerar la base de sus recuerdos.En primer lugar seríanecesario definirdistintas categorías: familia,colegios, amigos, lugares de esparcimiento, paisaje urbano en general... La familia, los amigos,la escuela y elambienie laboral son variables por su propia esencia y loscambios puedenserdrásticos de un día para otro, aunquelo normal es unasucesión de pequeñas modificaciones inapreciables en eltiempo sin sensación de cambio aparente y, nor malmente, deseadas yacuciadas por nuestra propiaprisa.Prisapor crecer para optar a privile gios que los mayores tienen. Prisapor que llegue elviernes, oNavidades, olas vacaciones de verano, o el final de los estudios. Prisa por ser admitido en la nueva pandilla aunque se dejen los amiguetes de siempre por unos desconocidos entre los que se encuentra la chica que «hace gracia». Chica que después se querrá que pase a lacategoría de novia con laconsi guiente prisa por asumir otros placeres ylas nuevas responsabilidades inherentes aellos como puede ser el nacimiento de hijos, a los que se tendrá prisa por ver crecer, para que sean auto- suficientes lo antes posible einicien pronto su propia existencia independiente y el ciclo se complete yse eternice. Dado que lo humano cambia, sólo queda lo material. Y dado que los individuos son mani fiestamente incapaces de refrenar,a veces asu pesar, su evolución, solamente se puede inten tar atrapar el tiempo, que irremediablemente se escapa, pretendiendo que no cambien los esce narios donde han ocurrido los acontecimientos que han ido marcando los jalones de la vida. Y el hombre se siente comento de pisar su vieja escuela donde hace sesenta ytantos años apren dió a leer, o se le saltan las lágrimas al sentarse en elviejo banco de gastados azulejos en el que pronunció las primeras palabras de amor a la chica que fue su compañera durante toda su vida, esas lágrimas que arrastran arrasadoras los sedimentos petrificados que el tiempo y la monotonía habían depositado en los conductos de las emociones permitiendo que fluyan éstas libremente. Y lamujer recuerda, contemplando el dique de manipostería del Pantano, aquellas excursiones del día de San Vicente con losamigos, con otras parejas de novios, con otros matrimonios, con los hijos pequeñitos...; yrevive aquellos momentos que no tienen otra base real salvo viejas fotografías o el desnudo paredón en el que incluso se pueden encontrar aque llasiniciales grabadas en lapiedra, que desde hace treinta y tantos años aguantan incólumes el paso de la vida. Dado todo loanterior se podría afirmar que el ser humano necesita que su entorno físico y cultural cambie poco para compensar el inevitable y rápido paso deltiempo, individualmente cada uno puede esforzarse por conservar intacto lo que le es propioy suyo pero no puede retener lo que es de todos,paratomar decisiones sensiblesconlas necesidades de sus repre sentados. Políticos, directivos de fiestas, cofrades... deben estar dotados de la suficiente sen sibilidad paraanteponer laresponsabilidad delmantenimiento de lo que se les ha dejado en depósito frente a la fuerte tentación,muyhumana, de pretender dejar su impronta personal en lo que pasa por sus manos de administrador temporal. Es necesario, por supuesto, adecuar la ciudad ylas costumbres alas nuevas necesidades. Pero se puede hacer de un modo no traumático. Se debe arreglar lo que se deteriora, se deben procurar nue vos ambientes que den servicio y cabida alas nue vas generaciones que pronto los harán suyos ylos apreciarán como propios. Se deben adaptar las tra diciones si es imprescindible. Pero también se ha de ser generoso con loantiguo y no romper por romper, ni cambiar por cambiar. El pueblo que con serva su historiay sus costumbres refuerza su espí ritu común ycamina unidohaciael futuro. El pueblo que camina unido tiene más fuerzaylucha más por lo que le corresponde, tiene orgullo. El pueblo que tiene espíritu común se olvida de sus rencillas inter nas yde sus diferencias ideológicas cuando se trata de defender su bien general. El pueblo que liene orgullo es un gran pueblo. No he podido encontrar en ningún archivo municipal, porque seguramente no tendría gran trascendencia anivel local, en qué año se inau guró un colegio para educación escolar, que por el mismo motivo en un principio tampoco he lle gado aesclarecer, qué tipo de enseñanza daba. Sí puedo decir, por lo que a mí concierne, que en los finales de los cuarenta ymediados de los cin cuenta de este siglo que estamos apunto de fina lizar, yo cursé mis estudios de bachillerato: este suceso siendo muy importante en mi vida no es lo que me interesa reseñar en estos momentos. Quiero hacer referencia a un hecho que me llamó la atención yque aún, después de tantos años transcurridos, vive en mi recuerdo. En muchas ocasiones paso por las calles que todavía hoy rodean al edificio, que en la actualidad permane ce casi como cuando se construyó yque hace por lo menos cuarenta años que, tras pasar ante riormente por él varios maestros yprofesores con sus respectivas generaciones de estudiantes, per manece mudo, callado y bastante más viejo y deteriorado sin impartir, para desgracia de la enseñanza, clases para los niños yadolescentes. ¡Qué pena me da! y qué dolor me produciría si tuviese ocasión de ver sus aulas vacías yquizás sin los enseres y mobiliario sencillos en los que recibíamos las lecciones. Lo mismo pero ahondando más en el sufri miento, ya que regularmente tengo ocasiones de verlo, puedo decir con respecto a ese resto de árbol esquelético que en la esquina izquierda ele su entrada principal, casi pegado a la verja que rodea el estrecho terreno ajardinado que circunda asu vez mi querida escuela, me produce cuando en mis paseos yandaduras paso por la calle y lo Por VICENTE ALARCON veo allícasi totalmente destruido.Hoy, aunque reducido a untronco descortezado, seco ymuer to de casi un metro o más de diámetro, de una altura de tres metros y luego bifurcado asu vez en dos ramas muy gruesas truncadas de un metro ymedio de las cuales asoman en su final una odos ramitas casi secas, como diciendo aquí estoy yo, aún me quedan fuerzas para sobrevivir: parece un tirachinas gigante al que solo lefaltan las gomas atadas asus extremos para lanzar chi nas que no serían piedras pequeñas sino pedrus- cos que atravesando por los aires parte de la ciu dad, podrían dar sobre los restos del Castillo o caer en el río. Para mí fue un símbolo de poderío, fuerza, grandiosidad yesbeltez. Lo veo unido a mi juventud ypocos años: fue testigo de mis idas y salidas del colegio, también de los juegos y recreos con mis compañeros que protagonizába mos en su entorno, con los adjetivos citados antes en todo su esplendor, si cabe todavía más grueso ypor supuesto altísimo con sus abundan tes ramas, abarrotadas de sus típicas hojas verde claro lanceoladas, no muy extendidas porque por su propia naturaleza no es un árbol que expande sus ramas muy a lo ancho pero sí en altura y mucho había que levantar la cabeza estando cerca de él para contemplarlo en su totalidad. ¡Cuánto te recuerdo querido árbol! Tienes un nombre precioso de tal manera que al pronun ciarlo la boca se llena de una voluptuosidad sono ra muy agradable: EUCAL1PTUS GLOBULUS;lo notaréis si al mismo tiempo que lo leéis mental mente lo hacéis también en voz alta, perteneces a la familia de las Mirtáceas, eres originario de Australia pero emigraste a mi pueblo hace muchas décadas allá por los años treinta, en él viviste orgulloso yaltivo. Todavía en tu decaden cia actual eres capaz de llamar la atención a los transeúntes que pasan por tu lado, pero seguro estoy que en la actualidad pasas completamente desapercibido ynadie se fija en ti, no dándote la importancia que tu presencia tuvo hace mucho, mucho tiempo. Es posible que al leer este relato algunas personas, picadas de una sana curiosi dad, cuando otra vez transiten por el chaflán donde estás situado echen hacia tiuna mirada de admiración ydetengan un instante el paso para saludarte como un símbolo más, que sin duda, eres de nuestra ciudad. LA CASA TIENDA Y EL FINAL DE UNA PLAZA por GABRIEL SEGURA, Arqueólogo y JUAN MARHUENDA SOLER, presidente de «Mosaico» «...aconteció en un pequeño pueblo de provincias; dos plazas, la de Arriba y la de Abajo, unidas por un angosto callejón, yflanqueadas por típicos comercios. Allí discurría la vida cotidiana de sus buenas y humildes gentes, sucediéndose los hechos más relevantes de la vida sociaL, económica, política religiosa de una villa que aspiraba aires de grandeza, recreados en un ambiente mágico donde semezclaba lo medieval y feudal con la industria y el desarrollo. Ambas plazas se constituían en el corazónlatente y vertebradar de la ya ciudad. Centro neurálgico del quehacer diario y también delextraordinario...» IRVA este texto, de autor anónimo que no desea revelar su identidad por miedo aser «perseguido» por los poderes mediáticos por añorar lo antiguo, no lo viejo; por sus pirar por una Elda con raíces históricas yculturales propias, no por una cultura homogeneizadora ysin diferencias; por luchar para rescatar del olvido lo mucho que en Elda queda de nuestro pasado, que no todo fue destruido con ydespués elelaGuerra Civil; por salvar el recuerdo de lugares ypersonas que a lo largo de los siglos han contribuido a la his toria de nuestro pueblo; por no resignarse, en defini tiva, a contemplar cómo en Elda se persigue con saña cualquier indicio de patrimonio histórico; ...de introducción, de tintes antiguos ysabor vetusto, a lo que hemos pretendido que sea una aproximación a unaconstrucción, inmueble, casa o edificio que la mentablemente ha desaparecido. Resultatriste observar cómo el pretendido por algunos «progreso de una ciudad» va destruyendo, de modo sistemático ysin detenerse ante nada ni nadie, todo el vestigio de memoria histórica, todo legado del pasado de nuestro pueblo. Elúltimo epi sodio de este proceso, en Elda, fue el derribo, los pasados 19 y 20 de mayo, de la conocida como Casa Tienda, casa de la esposa de Don Genaro, conocido médico eidense. o. simplemente, casa de la plaza de la Constitución. Edificio que. junto con otros dos, de menor valía, albergaba indudables valo reshistóricos, artísticosyarquitectónicos de los que tan escasos estamos en nuestra ciudad. Ycuyo derri bo no ha supuesto sólo lapérdida de una casa donde se reunían los mencionados valores, sino que junto con otros dos inmuebles, a derecha e izquierda -como Jesucristo en la Cruz-, liemos sacrificado una de las plazas más antiguas de Elda. La Casa Tienda era el último vestigio de lo que fue durante los siglos XVI al XVill. la Plaza del Ángel oPlaza de Abajo, tam bién llamada en algunas ocasiones como Plaza Mayor y.posteriormente, denominada como plaza de laConstitución, de la República, de José Antonio y, nuevamente, de la Constitución. Espacio urbano de indudable raízmedieval, puesto que su origen cabe remontarlo a los siglos XIII yXIV, si no aanteriores, cuando se crea la llamada Plaza de Abajo, donde se sitúala casa delConsell municipal (Ayuntamiento); donde se encontraba la Cárcel, las tiendas de lavilla, la carnicería; donde se ha celebrado la feria de Elda desde su fundación en 1466 hasta la década de los años 70 del presente siglo; y donde se celebrara la reunión delConsell General de la Villa; siendo por tanto, centro neurálgico en los órdenes político, social, judicial y económico de la villa y ciudad de Elda desde elsiglo xm hasta elsiglo XX. El espacio que ahora queda perfectamente alineado, según los principios exacerbados del urba nismo aplicado en Elda. ya no es una plaza. Pues como tal una plaza se define como un espacio urba no perimetrado por todos sus lados por edificaciones que permite el acceso por algunos puntos. Ahora tenemos una calle Colón cuyo tramo final se ensan cha hasta proporciones inauditas para estar ubicada en un casco antiguo. Meta urbanística iniciada allá por la primera mitad de la década de los años 60, cuando como consecuencia de laaplicación del Plan General de Alineaciones de Elda (1956), se inició la ampliación de lacalle Colón, con el consiguiente derribo de todas las casas de su lateral izquierdo, en sentido haciaelAyuntamiento. Proceso que a lo largo de tres décadas ha transformado radicalmente el Familia Pedro José -Micaela Paya aspecto de la zona, haciéndola irreconocible para aquellos eldenses que sorteando la estrecha calle Colón, llegaba a laplaza paravender ycomprar en el mercado y feria que en ella se celebraba. Dejando laplaza yrecuperando eltema central de este artículo, decir que en toda la polémica susci tada sobre el derribo o conservación de la Casa Tienda, algunos ciudadanos han llegado adudar, como producto de la mezcla de sincera ignorancia y. en ocasiones, voluntad mal intencionada, de la vera cidad de laatribución eidentificación, por parte de la asociación «Mosaico», de la casa situada en la con fluencia de la calle de la Purísima con la plaza de la Constitución con la conocida en la documentación histórica guardada en el Archivo Histórico Municipal de Elda como «Casa Tienda». Edificio de indudable raigambre medieval ylleno de connotaciones y mati ces históricos. íntimamente ligado al devenir del pue blo de Elda a lo largo de 500 años, apesar de su fiso nomía arquitectónica propia de los gustos artísticos de. principios delsiglo XX. Aunque el origen de la Casa Tienda debe de ir ligado a la consolidación yestabilización del sistema feudal durante elsiglo XV. la primera referencia histó rica que encontramos sobre la Casa Tienda, denomi nada como tal, nos remonta a la segunda mitad del sigloxvm, bajo el reinado de Carlos III, cuando las autoridades municipales establecen los «Capítulos con los quales se arrienda la Regalía de la Caza Tienda hechos yformados por el Alcalde yRegidores ySíndico Proc.Gn.l. de este año de 1768parael vi niente de 1769» (Navarro Pastor. 1981 I: 220). Disposición enmarcada en elcontexto históricodel régimenseñorial, donde todas las actividades eco nómicas, entre ellas el comercio, se encontraban con troladasy gravadas por el señor jurisdiccional, que obtenía de ellas sustanciosos beneficios. En ella, se regulaba lascondiciones de venta yse estipulaba la ganada de toda una serie de productos alimenticios como son el aceite, el atún, el bacalao fresco yen salazón, sardinas, queso, garbanzos, habichuelas guisantes ylentejas, azúcar, arroz, especias ycondi mentos culinarios como la pimienta, azafrán,clavo, canela yjengibre. Productos que sólo podían ser ven didos en el establecimiento municipal conocido como Casa Tienda, y que junto con lacarnicería, hor nos de pan y la taberna, como lugar de venta de vino, constituían los puntos de venta de alimentos en la villa. Perteneciente alos llamados Bienes de Propios, como éstos, era de propiedad municipal ysu arren damiento servía para recabar ingresos, en metálico con los que financiar los gastos de la comunidad. Arriendo que encontramos documentado en diversos momentos, como en 1795 (Navarro Pastor. 1981 I: 222). o en 1836. cuando el19 ele agosto de ese año. elAyuntamiento dispone que se arriende yhabilite una habitación odependencia en la planta baja de la Casa Tienda, como parte de los Bienes de Propios, con entrada por la calle de la Purísima ymostrador a la plaza del Ayuntamiento, para poder vender carne, ya que la carnicería, también situada en la ya enton ces plaza de la Constitución, no podía satisfacer toda la demanda. Decisión que pudo llevarse a efecto como consecuencia de la pérdida de su papel como punto exclusivo para laventa de alimentos por la apli cación del decreto gubernativo (1834), que liberaliza ba las actividades económicas ycomerciales. De propiedad municipal, arrendada aparticulares ydestinada aservir de carnicería con un mostrador a la plaza de la Constitución, la Casa Tienda sirvió a tal fin hasta el proceso desamortizador de 1855 y 1858. más conocido como «Desamortización de Madoz», que supuso la venta de la mayor parte de los bienes de Propios ycomunales de los Ayuntamientos. Así en Elda, junto a los bienes comunales correspon dientes a la sierra de la Umbría o Barrancadas, la Lobera y Marín, cuyo aprovechamiento era libre y gratuito para todos los vecinos, se procedió a la venta pública de los bienes de Propios como la car nicería, la casa-escuela, tandas de agua,algunas tie rras, etc. (Navarro Pastor. 1981,1: 21). Entre estos bie nes enajenados se encontraba la Casa Tienda vendi da, en pública subasta, el día 13 de enero de 1860, por elJuzgado de Primera Instancia de Alicante, sien do juez instructor don Antonio Alix. Propiedad adqui rida por VicenteMaestre yCarreras, vecino de Elda. por el precio de 16.200 reales.Cantidad a pagar, según elcontrato de compra-venta, en 10 plazos anuales (1860-1869). Tras el fallecimiento sin testar de Vicente Maestre el día 23 de febrero de 1875, fueron declarados here deros, por auto judicial de 31 de octubre del mismo año, su viuda, Francisca María Molla y Vera, a la que Vista de lacasa-tienda correspondieron dos quintas partes de la casa (40%), y sus hijos Andrés, José María, Juan, Joaquín y Francisco Maestre yMolla, a quienes correspondió tres veinticinco avas partes (12%)a cada uno, estan do valorada cada parte en 750 pesetas. Durante 58 años (1860-1918) vivirán los miem bros de lafamilia Maestre yMolla en la Casa Tienda. Tiempo durante el cual se sucedieron numerosos acontecimientos familiares y económicos que tuvie ron importantes repercusiones sobre la casa. Entre éstos últimos destaca la hipoteca realizada afavor del Ayuntamiento de Elda, sobre las dos quintas par tes de la Casa Tienda pertenecientes a Francisca Molla. Condición establecida como fianza del arrien do municipal de los puestos de la feria de diciembre que, desde la Edad Media (1466), se venía celebran do en la plaza. Arriendo concedido en subasta públi ca, celebrada eli de junio de 1879, a Joaquín Maestre yMolla, durante un período de 6años (1879- 1884), por la cantidad de 3.250 pesetas. Cuando el 2 de septiembre de 1885 es cancela da la anterior hipoteca, habiéndose cumplido todas las condiciones estipuladas, la propiedad ysituación jurídica de la Casa Tienda ha variado considerable mente puesto que, el día 20 de octubre de 1880, Francisco Maestre y Molla vendió su parte a José MaestreyGonzález, panadero yvecino de Elda. por el precio de 500 pesetas. Quien, a su vez, la venderá en 1882.a Joaquín Maestre y Molla, horchatero de profesión. También en este último año, otro hermano, Juan Maestre y Molla, panadero de oficio yconocido fami liarmente como Diego, vende sus tres veinticinco avas partes asu hermano Joaquín, por el precio de 750 pesetas. Reuniendo Joaquín, de este modo, en Un motivo ornamental de lafachada Matrimonio Zaragoza Vicent-Cayetana Bellod sus manos un total de nueve veinticinco avas partes, que equivalíanal 36% de la propiedad de la Casa Tienda. Sin embargo, en 1885.y tras el levantamiento de lahipoteca comentado, problemas familiares, de distin to orden, entre los propietarios -Francisca Molla (40%), Andrés Maestre y Molla (12%). José M.aMaestre y Molla (12%) yJoaquín Maestre y Molla(36%)- condujeron a la segregación de una parte de la Casa Tienda. Constituyéndose una fincaurbanadiferenciada con las tres partes correspondientes de Francisca Molla y sus hijos Andrés yJosé M.a MaestreMolla.Fincao casa que hasta su reciente derribo se encontraba adosada a la Casa Tienda, conservando en su planta baja los mos tradores para laventa, que ilustraban significativamen tesu origen. Tras esta segregación urbanística yfamiliar en la propiedad de la Casa Tienda, ésta, propiamente dicha, queda en manos exclusivas de Joaquín Maestre y Molla, que ya previamente (1882). y de ahí las disensiones familiares origen de la segregación, había hipotecado sus nueve veinticinco avas partes a favor de un tal Juan Bonichón yRobí, prestamista, como garantía de un préstamos de i.000 pesetas, a dos años ycon un interés anual del 10% pagadero por semestres anticipados. Empréstito realizado, ya no sobre latotalidad de la Casa Tienda, sino sobre la parte perteneciente a Joaquín Maestre, que en definitiva es la que hasta mayo de este año hemos conocido en la confluencia de la calle de la Purísima con la plaza de la Cons titución. Una vez cancelada la anterior hipoteca, el día 2 de mayo de 1918 Gaspar Rico Rico, influyente abo gado, comprará la casa de Joaquín Maestre y Molla a sus hijos y herederos: José Joaquín yLeonor, por el precio de 1.500 pesetas, correspondiendo l.000 pesetas al primero y500 pesetas a la segunda. Sin embargo, poco tiempo pudo disfrutar de su adquisición en el centro neurálgico de la villa, pues fallecido en 1920. su viuda, Esperanza Sarrio Amat. es declarada propietaria proindivisa de la antigua Casa Tienda, quien notardó en venderla. Así el 10 de diciembre del mismo año, Norberto Rosas Sabater adquiere por compra la casa, que aligual que el anterior propietario poco pudo disfrutar de ella, puesto que, por cuestiones de fortuna, y al igual que Gaspar Rico, murió alos dos años de rea lizada la compra. Fallecido el 12 de junio de 1922 sin haber realizado testamento, Norberto Rosas tenía descendencia de dos matrimonios. El primero con Enriqueta VivesAzorín, de cuya unión nacieron Laura yNorberto Rosas Vives, la primera de los cua les falleció antes que su padre. Y el segundo, con María Dolores Amat Vidal, hijos del cual fueron Celia yLaura Rosas Amat. Tras el reparto de los bienes del fallecido entre los herederos, la casa en la plaza de la Constitución correspondió a su viuda María Dolores Amat, como parte correspondiente de los bienes gananciales. Con posterioridad, ésta venderá, con fecha5 de mayo de 1927. laantigua Casa Tienda a don Jaime Zaragoza Vicent. por el precio estipulado de 14.000 pesetas. Propiedad que,inexplicablemente, no será inscrita en elRegistro de la Propiedad hasta 12 años después, cuando a los pocos meses de finalizada la Guerra Civil Española, su viuda doña Cayetana BellodPaya, proceda asu inscripción yregistro, pri mero anombre del difunto y. posteriormente, asu nombre. Durante 9años disfrutó don Jaime Zaragoza de su compra. Tiempo durante elcual imprimió, no cabe duda, su sello personal ala casa. Pues será en el período comprendido entre 1927 y su fallecimiento el día 17 de agosto de 1936, cuando se proceda a la reforma total de laantigua Casa Tienda, conformando el inmueble que hemos conocido casi todas las gene raciones vivas de eldenses hasta su lamentable derri bo, hace unos meses. En ningún momento, el cuerpo principal de ésta fue demolido, pues siempre estuvo compuesta de planta baja ydos pisos. Acometiéndose, afinales de la década de los años 20 ypor iniciativa de su pro pietario, la reforma interiory exterior del inmueble, que cambió por completo su fisonomía, haciendo olvidara las futuras generaciones el recuerdo de la Casa Tienda. Así, manteniendo su estructura en 3 alturas, se debió transformar las antiguas cambras en un segundo piso, que junto con el primero constituyó lavivienda delmatrimonio Zaragoza Bellod, quedan- Vista Salón con losetas formando mosaico do desuñada la planta baja, carente de elementos ornamentales, auso comercial, como única reminis cencia de suprimigenia función. Siendo laDroguería y Perfumería «Verclú» el último comercio heredero de laCasa Tienda. Quedando tantoel acceso alas plan tas superiores como a lainferior situado en lacalle de la Purísima. La casa presentaba dos fachadas realizadas con los mismos criterios artísticos. La fachada de la calle de laPurísima, al ser la de mayores dimensiones, permitió la alternancia de vanos con espacios maci zos. Éstos, revestidos con estucado o mortero imi tando sillería superaban las grandes ventanas, que dispuestas en serie de cuatro en cada planta, pre sentaban como elementos diferenciadores del primer piso ydel segundo el cerramiento exterior de las mis mas. Mientras en la segunda planta se daba la solu ción de una pequeña balaustrada labrada para todas las ventanas, en la primera planta se optó por la reje ría de hierroforjado, distinguiéndose los dos venta nales centrales que quedaron unidos por un balcón de reducidas dimensiones con una rejería de las mis mas características que las restantes, pero con el detalle de la presencia de las iniciales «J» y «Z». correspondiente a clon Jaime Zaragoza, propietario y «alma mater» de la nueva casa. Las molduras verticales, situadas en las jambas, enmarcaban los ventanales con solución de continui dad entre ambas plantas, acabando rematadas en una moldura en arco de medio punto, decorado en su interior con guirnaldas florales, aligual que lo fue ron los dinteles del primer piso. Respecto a la lachada recayente a la plaza de la Constitución, de menores dimensiones que la ante rior, repetía sustancialmente las mismas característi cas decorativas y arquitectónicas, pero matizadas por su estrecho tamaño y por la presencia, en el segundo piso, de un balcón cerrado omirador, que se transformaba en balcón abalaustrado ydecorado con remates en forma de pina en el piso superior, cuyo único ventanal quedaba flanqueado siméirica- mcnie por dos motivos ovales con volutas, rosna y molduras. La casa quedó coronada por unacornisa de pie dra labrada con diversas molduras yménsulas rec tangulares. Encima de la cual colocó una balaustra da,también labrada en piedra, alternándose zonas macizas con los huecos propios de ésta, donde se situaban series de 5balaustres. Todos losmotivos ornamentales ymodos arqui tectónicos presentes en ella, caracterizan la obra reali zada como propia de la década de los años 20 y 30. cuando es importante lainfluencia en arquitectura de los gustos casticistas oneobarrocos que surgieron en España acomienzos del siglo XX yque. como res puesta a los últimos coletazos delModernismo, per durarán hasta los momentos previos a la Guerra Civil. Ejemplos de los cuales lodavía podemos observar, no sabemos por cuanto tiempo, en algunas calles de nuestra ciudad yen la vecina Petrer (Ferrer Garete, 1993). Pocos datos poseemos sobre Jaime Zaragoza Vicent. Únicamente sabemos que procedía de Onil. poseíaunaconsiderable fortuna, que le permitió cos tear la reforma de la Casa Tienda, participar con sus cuñados en la próspera industriadel calzado ydesa rrollar las labores de Juez de Paz hasta su muerte. Por su parte, de Cayetana Bellod Paya sabemos que también era procedente de Onil, de donde fueronlle gando a finales del siglo XIX. todos los hermanos Bellod. que hasta entonces se dedicaban a la pro ducción ycomercialización de la aceituna yaceite. Hijos de Pedro-José BellodyMicaela Paya,el prime ro en llegar aElda fueMiguel, el menor de los her manos, que pronto se introdujo en el mundo de la fabricación de calzado, sirviendo de cabeza de puen te para que el resto de los hermanos se vinieran a Elcia. incluida Cayetana. Rápidamente, hicieron fortu na constituyendo lafábrica de «Bellod Hermanos y Zaragoza», sita en la calle Jardines. n.° 20. que llegó aser una de las mayores, junto con la de Rodolfo Guarinos. Con posterioridad a la Guerra Civil pasó a denominarse «Pedro Bellod.S.A.», y hasta la década de los años 50 pudimos ver las naves de lafábrica, las cocheras y la residencia familiar rodeada de un frondoso jardín con valla de hierro forjado, en ellugar que hoy ocupa la calle Dahellos (Amat Amer, 1992: 190). Fallecido clon Jaime Zaragoza Vicent sin descen dencia,el17 de agosto de 1936, sus propiedades y bienes pasaron íntegramente a manos de su viuda Cayetana, quien en 1955.19 años después de la muerte de su marido, vendió la casa a su sobrina Concepción BellodEsleve, casada con don Genaro Jover Cerda, conocido médico eidense. ****** Con la visión yplanteamiento positivos yprogre sistas que debe caracterizar la lucha en defensa del patrimonio histórico de Elda, una vez perdida laCasa Tienda ya no sirve de nada lanzar acusaciones o andar buscando culpables, puesto que. en definitiva, culpables somos todos: gestores políticos, técnicos municipales y ciudadanos. Pero,sin embargo, no se debe renunciar aseguir luchando para que sucesos similares vuelvana tener lugar, para que no se repita un hecho tan lamentable, que apesar de lo que inten ten hacernos creer, siempre supone la pérdida de un trozo de identidad como comunidad, que no se puede hipotecar su futuro destruyendo su ¡jasado y memoria histórica como pueblo. Aeste respecto, ypara finalizar, a los autores de este artículo nos gustaría aportar como punto de par tida que sirvaparael inicio de una reflexión personal y colectivacomoeldenses, lodispuesto en la máxi ma norma jurídica que rige la convivencia entre; todos losespañoles. El artículo 46 de nuestraConstitución establece que: «Lospoderes públicos garantizarán ¡aconser vación ypromoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural yartístico de los pueblos deasinina yde los bienes que lo inte gran,cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad». PcUvimonio entendido, no como un obstáculo o inconveniente permanente para otras actividades urbanísticas, si no como nos dice la Ley 16/1985. de Vista pasillo con azulejos ylosetas de mosaico 25 de junio,delPatrimonio ilisiórico Español, en su preámbulo: «...en un Estado democrático estos bienes deben estar adecuadamente puestos al servicio de la colectividad en el convencimiento de que con su disfrute se facilita el acceso ala cultura, y que ésta, en definitiva, es camino seguro hacia ¡a ¡Hurtad de¡os pueblos». Quisiéramos finalizar definitivamente agradecien do a todas aquellas personas que han prestado su colaboración desinteresada, eincluso en algún caso anónima, para que esie trabajollegara a buen fin. En primer lugar, agradecer sucolaboración aI). José Jover Bellod. hijo de D. Genaro y D.a Concepción Be llod. quien sinconocernos personalmente, nosprestó parte del materialfotográfico familiar preseniado. así como por su buenapredisposición para el entendi miento. Del mismo modo agradecer a D.Juan Blanes y D. Aurelio Soler las facilidades dadas paralaconsul ta de la documentación requeridaparalaconfección del présenle trabajo. BIBLIOGRAFÍA: Amat Amer, J.M.’ (1992): «Los edificios fabriles». Hela.1832-1980. Industrias delcalzadoy transformación social, pp. 189-198. Elda. amvi vSempere. i-.(1983): E/da,Su antigüedad, su historia. Elda. Ferrer García, t. (1992): «Breve reseñaarquitectónica del Petreranti guo». Revista Festa-92. Petrer.(1993): «1880-1930. 50 añosde arquitectura en Petrer». Revista Festa-93. Petrer. Navarro Pastor,A.(1981): Historia de tilda. 3vol. Elda. UNRECUERDO PARAEL FALLECIDO JOVER GONZÁLEZ DE LA HORTETA ALBERTO NAVARRO PASTOR artículo«Losvillancicos a la Virgen», que nuestros leciores pueden leer en este número de FIESTAS MAYORES fue el primero que llegó a laRevistay el último que figurará en la colección de la misma, pues su autor. José Jover González, conocido como «JoverGonzález de la 1loríela», con cuyo nombre firmaba sus bien humorados artícu los, nos dejó para siempre un lunes. 24 de marzo del presente año, cuando aún acari ciaba la idea de volver en el presente sep tiembre, como hacía siempre que le era posi ble, a impregnarse en su alma de eidero -como a él le gustaba decir- con los aromas de lafiesta y con el ambiente sereno de la Iglesia de Santa Ana, enjoyada con eltrono que mostraba a los Pairónos de Elda, el Cristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud, paralos cuales guardaba el más puro de losfervores de su alma de viejo eidense amante de sus tradiciones piadosas. Residente en Alicante desde hacía años, y a pesar del grave deterioro que su enferme dad ysu edad causaban en sus yadebilitadas fuerzas, acudía cada septiembre, en los días grandes del 8 y del 9,aestar en su querida Elda. con sus apreciados eldenses ycon sus amados Pairónos, para asistir a los solemnes cultos y procesiones yvolver después a su hogar alicantino con la emoción de las lloras vividas y con latristeza del que se despide de José Jover González seres muy queridos pensando en que tal vez ya no los volverá aver. Y así. en este septiembre de 1997 no esta rá su figura amable, apoyada en sus bastones, en los fastos y ceremonias con que Eldahonra a sus Patronos, pero probablemente su alma inmortal, su esencia ele indomable eidero, sí que volverá a los lugares queridos que el cuer po ya no podrá visitar más. La colaboración de Jover en FIESTAS MAYORES se inició en 1990.y desde enton ces no hafaltado ningún año su trabajo sobre algún tema tradicional o costumbrista eiden se, lleno de curiosos sucedidos o gentes de nuestro pueblo, irabajos que eran acogidos con gran agrado por muchos de los lectores, especialmente por los que por su edad revi vían los tiempos, personas o hechos que narraba «el Señor de la Iloneta». Ya.al reproducir este su último artículo para FIESTAS MAYORES, le clamos nuestro postrer adiós, pensando con tristeza en el gran eidense fallecido y que en elpróximo número de 1998, huérfano de su firma, echa remos en falta ese curioso friso de costum- bres ytradiciones eldenses que nos relataba Jover González de laHorteta con su inagota ble gracejo y que consumían el amor de su vida y el tema querido de su inspiración cau dalosa vamena. ¡AQUELLOS VILLANCICOS A LA VIRGEN! Sonata en tiempo de larquetto con la firme intención de que llegue ala consideración de loé buenoseideros amantes delas tradiciones seculares de nuestro pueblo yse vuelvan a oír por sus calles aquellos villancicos en honor a nuestra Patrona la Virgen de la Salud. Se incluyen como es natural en la sonata los que también se dedicaban a nuestro Cristo del Buen Suceso. Vaya por ellos este recuerdo de mis años infantiles que dejaron en las calles de Elda durantetantos años, las melodías dedicadasanuestros Santos Patronos. Un año más aparecen en las páginas de «FIESTAS MAYORES» mis modestas historie tas y recuerdos llenos de amor a mi querido pueblo, con el estilo desenfadado que me caracteriza según me dijo en cierta ocasión mi amigo elhistoriador y cronista de Elda. Todos los años, a la salida y entrada de la Virgen el día 8 de septiembre, las campanas ele Santa Ana repicaban gozosas en los aires del valle anunciando a los eideros que nuestra Señora iba a recorrer las calles de su pueblo derramando su gracia divina,y en el recorrido de ellas descansaran y al mismo tiempo la obsequiaran con sus cantos ymelodías unos eideros amantes de las tradiciones de sus mayores. ¡Los villancicos a la Virgen! La prime ra parada se establecía en el cruce de las calles Purísima yPrim. Allí acudían las gentes de los alrededores pararendir pleitesía a laimagen y oir los primeros villancicos a la Virgen. Acomodada esta en el centro de las calles citadas, se componía la orquesta ycoro delan le de ellay comenzaba la audición. Entre los músicos y cantores recuerdo, de ésios. al Sr. Poveda (barítono) a D. José Amat Sanchis (bajo), a un señor familiar del lío Carlicos, antiguo guardador de la ermita de San Anión cuando ésta estaba en la placeta (tenor)y a mi vecino Ferminico (tiple), y de los oíros, o sea de los músicos, siento no recordar más que a un talSr. Gras, tocando la viola y un contrabajo que tocaba el señor Olmos. Había, como es natural, muchos músicos más y cantores pero mis recuerdos aquí se pierden en el tiempo. Gloria bendita era oir los villancicos que lededi caban a «la Salulica» querida, que desde su trono parecíabendecirles con su amorosa mirada. Mientras esto ocurría, el airoso velero ber gantín que construyera el versal iI don Eduardo Pastor Juan para conmemorar el ter cer centenario de la llegada de nuestros Santos Patronos a Elda, se mantenía al pairo en las tranquilas aguas de la calle de la Palmera. Allí los vecinos obsequiaban a la marinería y a su intrépidocapitán, que lo era don Antonio González Pastor, nieto del cons tructor ele la nave. A propósito de esto debo hacer nolar las excelentes cualidades de eidero eficaz del Sr. Pastor Juan, pues lo mismo se apañaba de carpintero de ribera construyendo barcos que fabricando zapatos. Hasta de capilán de la Cruz Rojalo he visto con su espada alcinto en una vieja fotografía. No perdía el tiempo el también abuelo de mi citado amigo Alberto Navarro Pastor. Iloy veo en mis antiguas fotografías el«San Eduardo» que construyó, que significaba el que desde la isla deCerdeña trajo a la Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso para ser los Patronos de nuestro pueblo, y me admiro de su talento. Algún día, con permiso de sus descendientes, haré un trabajito especial sobre esie eidero ejemplar que dejó impronta del bien hacer las cosas yde amor asu pueblo. Escuché en una ocasión, siendo muy pequeño, que en las distintas paradas que hacía la imagen y después de la lluvia de villancicos con que era obsequiada siempre, había en aquel sector de lapoblación un ele mento distinguido que animaba a los asisien- les con sus vivas ymuestras de gozo con que despedía a laVirgen de la Salud. Este detalle, que es de «radio oreja», no puedo dar fe de ello, pues nunca lovi; aun que aseguraba el que contaba esto que en cierta ocasión vio algo muy gracioso al pasar la procesión delante de la calle de la Balsa. Allí se encontraba al frente de los vecinos el señor Yuste. de la dinastía de los «Carasos» y padre de mi particular amigo Rafael Yuste Vera («El Filo») fabricante de calzado de señora, fino por más señas. Pues bien, este señor, padre de mi citado amigo, al ver aquel día que pasaba nuestra Patrona y no le daban las «salvas de orde nanza» gritó: «¡Mecachis en las manzanas de mala! ¡Viva la Virgen de la Salud!», siendo coreado en el inte por todos los vecinos, pues la influencia que parecía tener en dicha calle el Tío Caraso era bien notoria. Aún resonaban en el aire los ecos de la pri mera parada con villancicos y música ele orquesia y ya había levado anclas el «San Eduardo», el cual dando bandadas para eludir el temporal de poniente se acercaba al nuevo fondeadero situado en la unión de las calles Nueva Abajo y Nueva Arriba, donde caía otra lluvia de villancicos, como en la parada ante rior, sobre ladivina imagen. En esta segunda parada había que llevar mucho cuidado, pues aquel año había llovido mucho y el líoMachuca no puso plantarlos palos para elcastillico de la noche por estar anegada la calle Nueva Abajo hasta encima de las baldosas. El «San Eduardo» se las vio y se las deseó para enrumbar calle arriba pese a la destreza ele su capitán. Finalmente pudo fondear frentea la esquina de Ignacio (entrada a la calle de Colón). EsteIgnacio tenía fama de grancomilón. Encierta ocasión hizo una apuesta con los amigos de que se comía medio cordero pas cual de «una sema» (Borrego casolano llama ban aeslo los antiguos eideros). Los amigos acordaron, para hacerle más difícil laingestión delborrego, preparárselo de distintas maneras de cocinar y con muchas salsas. Dispuesto que estuvo el ágape se sentó Ignaciofreniea los platieos y cuando hubo dado buena cuenta de ellos se quedó miran do a sus amigos diciendo: «Bueno, ya está bien de aperilivos. ¿Cuándo me servís el bo rrego? La tercera tanda de villancicos esperaba arriba, frente a la casona del médico Beltrán, donde ya sus simpáticas nietas habían ador nado los balcones con bonitos cobertores dig nos de tal mansión. Volaban al aire de la noche los deliciosos villancicosdel maestro Gorgéy el poeta Laliga. Pura ambrosía de lasfiestas septem brinas;, que se perdieron comotantas otras cosas en nuestro pueblo. Pero el «San Eduardo», impávido ante los embates de la galerna surcaba las aguas arbo ladas rumbo a la esquina ele«María los Platos», lugar de la cuesia yúltima ronda de villancicos a la Virgen antes de entrar en Santa Ana. donde ya las juguetonas campanas esperaban para dar la bienvenida a nuestra querida «Salutica». En esta última parada echaban el resto los .cantores ymúsicos, yaquellas «cuatro esqui nas» (que eran tres y un chaflán) se quedaba impregnadas del santo amor de la Virgen de la Salud al ver una vez más a su pueblo acla mando asu Virgen. El «San Eduardo» ya enrumbaba hacia sotavento en busca de su refugio y lugar de atraque cumplida ya su anual singladura en honor de la Patrona de los eideros que trajo de lejanas tierras. Últimamente he notado un simpálico movimiento de esforzados eideros sacando a la luz cosas antiguas de nuestro pueblo enterradas unas y semidestruidas otras. Aquí el cidecentamicnto del viejo panta no. Allá cisternas para aprovechamiento de aguas yacullá viejos hornos de fabricar tejas, y otras muchas ruinas escondidas del valle. Sin contar la ruina visible del Alcázar de los Condes de Elda,y con mención especial al poblado ibérico del Monasül, cuna, alparecer, de los primeros eideros del valle. En alguna ocasión dije algo sobre la entra da-subida aeste poblado que arrancaba de la misma orilla del viejo camino del Monastil unos metros antes de terminar en el acequión y el Vinalopó. Cité el corte que se distinguía en la dura peña de unos cuatro o cinco metros, inicio de una calle que seguramente fue la entrada al poblado. Detalle importante que nunca he vistoreflejado en ningún medio de información, salvo cuando personalmente lo citaba en un trabajo que apareció en «Valle de Elda» titulado «El Camino del Monastil», ¿Qué no tiene importancia lal detalle cuando se habla del citado poblado? Comprenderán fácilmenteloslectores, que cuando menciono en la narración de estas cosas que parecen romper la armonía entre ellas ylos deliciosos villancicos objeto y fin de este irabajo, lo hago con la sana intención de estimular a mis queridos paisanos para que también arranquen del fondo de nuestra his toria, además de las piedras, viejas tradicio nes que fueron de nuestros padres ytambién están enterradas en el olvido. No creo que en este aspecto haya grandes problemas linancieros ni de presupuestos en ninguna entidad, pues con un par de docenas de eideros amantes de su pueblo entre músi cos y cantores, la cosa estaría en marcha. Animo, queridos coterráneos. Un eidero viejo os lo pide con toda la fuerza de sus firmezas tradicionales yporque además me consta que en mi pueblo hay de sobra músicos ycanto res con amor sin límites al sitio que les vio nacer para sacar de lahistoria viejas reliquias que perfumaron las calles de Elda en sus tra dicionales días de sus Fiestas Mayores. Envío: A Don Pedro Maestre Guarinos. Presidente de la Cofradía de los Santos Pa tronos. Empuja, querido amigo, en esta di rección, pues me consta tu inagotable amor a esias tradiciones. Recuerdo con alegría cuando hace dos años me dijiste a la entra da a la sacristía de Santa Ana, en el Día de la Virgen: «¡Ya verás esla tarde el nuevo barco!». Y el «San Eduardo» volvió a surcar las calles de nuestra querida Elda. Así espe ro que el próximo año, Diosmediante,’ que de nuevo puedan acompañar como antaño los anhelos fervientes de los eideros a sus Patronos en estos señalados días con sus esperados ¡Villancicos a la Virgen! JOVER GONZÁLEZ DE LA IIORTETA (t) (Fallecido el 24 de marzo de 1997) Alicante, casi altérmino de 1996, pora «Fiestas Mayores» dei 997. HOMENAJE A DON JUAN MADRONA El día 23 de abril, día del libro,elinstituto de Ba chillerato «Monastil» de Elda.homenajeaba alpoeta don JuanMadrona, en agradecimiento a su enorme laborcul tural y docente desarrollada a lo largo de más de cin cuentaañosen la villa de Elda. Al homenaje se unió el Excelentísimo Ayuntamiento con la represeniaciónofi cial del Sr..Alcaldeyel Concejal de Cultura. Manuel Serrano. El acto fue sencillo pero muy emotivo. No sólo por la timidez y modestiacon la que elprofesor don Juan acogió la muestra de reconocimiento, sino también por elcalor ygran afecto que los alumnos demostraron a este profesional de la enseñanza: el cual recibióla sor presa de la incorporación al homenajede unos antiguos alumnos suyos quetambién quisieron colaborar real zando el acto con la entrega de obsequios y placas al maestro, que se añadieron a losentregados por la Asociación de Alumnos, la Dirección del Ceniroy el Ayuntamiento. El homenaje que tan merecidamente recibió don Juan Madrona, aunque él opinara locontrario, fue con cebido como un acto de agradecimiento porparte de las innumerables generacionesde alumnos que han pasado por elmagisterio delprofesor, bien desde su academia, bien através de tertulias, actos culturales y sus abundantes colaboraciones en las revistas locales, en las que, sin duda alguna, ha contribuido acrear la idiosincrasia de las ciudades de Elda y Petrel: sus pai sajes,su industria, sus personajes, sus mujeres, sus cosas... De ahí que -además de lapresencia de las autori dades oficiales y docentes que pusieron broche al acto, confiriéndole el carácterinstitucional necesario-elpeso del acto recayera sobre laactuación de los alumnos del Instituto que. con el recital poético,quisieron devolverle a don Juan una mínima partedellegado recibido. Siete poemas de laproducción poética de don Juan fueron seleccionados por el Seminario de Literatura del institutoencomplicidad con los gusios ypreferencias del autor. La selección,en laquetambién participaron losalumnos aportando sus propioscriterios, resultó ser muyvariada yrepresentativa de lasdiferentes líneas temáticas que se encuentran en su obra poética: el amor,la mujer, la visión transcendental de lavida, el humor ylos poemas circunstanciales en torno a lavisión de Elda. Alumnos ele2.°. 3.° de BUP y COU fueron los encargados de poner su voz y de acompañar musical mente el recital con el asesoramienio de Sagrario Candelas, responsable ele la adaptación musical. El recital se inició con un poema de fino humorismo ululado Una lección de amor,en el que haciendo gala de un pariicular sentidodelhumor, sin llegar nuncaa la gra cia socarrona, don Juan juega con las palabras para explicar losdiferentestipos de amor: amorpino, amor platónico, amor-tajada, amor-tiguado. amor-atado,etc. Los tres poemas siguientes tratabantambiénel tema del amor, uno de los más fecundos en la obra macironiana; aunque esta vez con un enfoquemás serio. Así la melancolía es la nota dominante en el poema tituladoPudorosa: poema de finasensibilidad. en el que don Juan hace una excepción a la métrica de corte clásico quesuele moldear sus poemas, para dejar que fluya libremente el ritmo interior. Por ti responde mejor alformato de corle tradicio nal, en el que se identifica la llegada del amor con la venida de laprimavera. Poema de ecos juanrramonianos. cuyo ambiente triste y melancólico, de rutina y abu rrimiento nos recuerda estas lardes amarillas y soño lientas de los poemas de Juan Ramón Jiménez cu su época modernista. Merche estrena zapatos altos es uno de los poe mas más personales delamor, en el que con una gracia ysensibilidad exquisitas auna su proverbial admiración por la figura femeninajunto al otro temacapital en su obra: los poemas de tono laudatorio hacia laciudad de Elda.representada en este caso por esa diminuía joya de dudosa estabilidad, pero de líneagrácil y sensual, que es el zapato femenino. Merche-lamujer-, se alza metafóricamente hacia elcielo subida cu sus zapatos de tacón alto, dejando atrás su ser material, espiritualizán dose, estilizándose: como elenhiesto siirtidor de sombro ysueño con el que Gerardo Diego simboliza «l-J ciprés de Silos» o comoel dolor del poeta de la generacióndel 27. Manuel Altolaguirre. que era¡analto que miraba u¡ otro munúo por encima delocaso. Lasensación que nos produce este poema es parecidaa la que despiertan en nosotros las figuras de El Greco que con esa estéticadel alargamiento, de laverticalidad-que las almas prosaicas atribuyena unadeformación de la vista del pintor-, nos llenan deespiritualidad y de lirismo. El siguiente poema. Más allá, es un fiel reflejo de la constante preocupación filosófico-religiosa en la obra de don JuanMadrona. Sus poemas amenudo transmiten una sensación de transcendencia, unas profundas cre encias en quenuestras ataduras materiales y corpóreas pueden sobrepasar los límites terrenales y proyectarse hacia otro tipo de existencia«más allá de las nubes, más allá del dolor». Elromance de la reina doña Violante es unejemplo más de los gustos de don Juan en materia de poesía. Atraído por las formas clásicas,el género popular de los romances no podía faltar en su repertorio. No sólo por lo que el poema tiene de histórico (parece ser que la reina doña Viólamevivió en elcastillo de Elda). sino por el dra matismo de este tipodecomposiciones, que jumo a la sencillez de lamétrica, hace de esie género uno de los más difundidos en la lírica popular española. Elpoema de don Juan no desmerece en absoluio alos más bellos romances históricos que la lírica medieval nos ha dejado como herencia. El últimopoemaque se recitó,ululado Poemamuy eidense, en el que se hace unaexaltación a laindustria delzapato, como lageneradora de lisavia que alimen ta a nuestra ciudad, sirviópara que losasistentes se identificaran con su entorno,del que tanorgullosos se sienten, através de las exclamaciones de alabanza del poema. Pero lomejor del homenaje fueron las palabras que el propio don Juan nos regaló. Cansado físicamente pol los años, pero con unaclaridad de mente yuna capaci dad comunicadora que sorprendió aiodos los asisien- ics.elvenerable yanciano poeta supo llegar al corazón del público al que le habló nada más y nada menosque de laPoesía. Lamusa poética, según don Juan, está en la calle, en la conversación con un amigo, en elhabla cotidiana: aunque en la mayoría de las ocasiones nos pase desapercibida: sólohay que prestar atención, agu zar un poco eloído y detenerse areflexionar por u momento en el lenguaje, ese instrumento de comunica ción que, además de ser muy útil, posee una virtual capaetda estética que no debemos desdeñar. A las palabras de don Juan yo añadiría que. sibien es cieno que la musa poética se cobija en los rincones más insospechados de larealidad, debe añadirse el tra bajo. Y adivino que laconstancia en lalabor de creación ha sido uno de los motores en la vida de don Juan Madrona. Entre el trabajo y el divertimenio. está la lectu ra. Los libros, laliteratura,a menudo, nos sirven de guía en unoscuro sendero donde lainspiración nosiempre está dispuesta amostrar su luz. Así que lasreferencias literarias son. para el que ama la literatura, no sóloun remanso trente a su ocupacióndiaria,sinoque. con fre cuencia, se convierten en una fuente de inspiración, en la que lodos leñemos nuestros lugares comunes. Los libros son nuestros amigos, unos más que otros, yes por ello que leyendolos poemas de don JuanMadrona, no he podido evitar queaparezcan misfantasmas favo nios,mis compañeros de viaje, como yo los llamo. Permítaseme referir algunas de lasafinidades lectivas surgidas de lalectura del poemario de don Juan Madrona, «Aleteando». El primer emparejamiento nace a partir del poema de don Juan ululado«Palmera», palmera queme llevó inmediatamente arecordar otro del mismo título del orio- lano Miguel l lemández. No sólo coinciden los dos poe mas en el referente aludido,la palmera, ese árbol tan significativo de nuestratierra;sinotambién en elalambi cado lenguaje metafórico queutilizan ambos autores, de un extremado virtuosismo verbal parecido alacertijo (no olvidemos que Miguel Ilemández en su primera edición de «Perito en lunas» suprimiólos títulos de esias octa vas),en el que las imágenes son tan osadas que a menudo dificultan la comprensión. No obstante, labelle za de las figuras retóricas empleadas consigue superar suapáreme distanciamiento de larealidad yprovoca, si cabe, una mayor saiisíaccié-n en el lector,que,una vez ha conseguido desentrañar elsignificado, siente lacom pensación del éxito,comosi de la resolución del enigma se tratara. He aquí los poemas: Palmera Sacerdotisa egregiadelpaisaje, suspiro virginal que alcielo sube con laelegante gracia de un querube musicaclor en aliovarillaje. Primaverancio un lírico mensaje, por tu tallogentil se encrespa ysube -codiciosa del beso de la nube- mi ansiedad en ingrávido oleaje. Doctora en elegancias vegetales, tienespor gala un bífido destino: liturgizarte en grímpolas pascuales, o cobijar,gentil,las galanuras de tus zarcillos de oro coralino. ¡Siempre mujer en ferias de ternuras! (Juan Madrona) Palmera Anda, columna: len un desenlace de surtidor. Principia por espuela. Pon a la luna un tirabuzón. Hace elcamello más alto de canela. Resuelta en claustro viento esbelto pace, oasis de beldad atoda vela con gargantillas de oro en lagarganta: fundada en lise iza la sierpe, ycanta. (Miguel Hernández) La lengua poéiica de esios dos poemas es muy diferente, pues las imágenes de Miguel Ilemández son más herméticas, aunque la sencillez del léxico y la esca sa complejidad sintácticasugieranlocontrario. Aún así encomiamos coincidencias notables como la evidente insistencia en la verticalidad, la eleganciay la pose seño rial del árbol, destacadas con metáforas tales como «columna» y «desenlace de surtidor»en los versos hcr- nandianos y conequiparables sinónimos de alunay espiritualidad (recordemos de nuevo el fantasma de los versos de «El ciprés de Silos»,en los que Juan Madrona, alidentificar a la palmera con un «suspiro virginal que al cielosube» o alresaltar suproximidad a las nubes a las que en sentido figurado les roba un beso. Llamala aten ciónlacoincidencia en sendas asociaciones con térmi nos náuticos, como «beldad a toda vela» en Miguel Hernández e «ingrávido oleaje» en el poema madroniano. El refinamiento y la exquisitez es otro de los rasgos señalados en losversos finales de ambos poemas, al referirse a los racimos de dátiles comojoyas que ador nan ese tallo demujer: «gargantillas de oro en la gar ganta» según elde Orihuela y «zarcillos de oro coralino» en los versos de nuestro don Juan. Ira otra afinidad lectiva -y ésta también elecliva- surgecon Azorín. En esta ocasión, más queun caso de intertexiualidad, se trata de una proximidad ética y esté- tica, lo que descubrimos entre los dos autores. Juan Madrona, al igual que José ManínezRulzha dedicado granparte de su obra a reflejar el paisajelevantino, su medio natural, así como asus gentes ysus cosas.Sin embargo, no es esta evidente realidad física lo que yo quería constatar, sino el recurrente gusto por resaltar las pequeñas cosas de lavida. Esa estética de lo minúscu lo, de lo irrelevame, que tanto se ha destacado en el autor monovero y que configura todosu universo estéti co, hace aparición también en algunos de lostextos madronianos, simbolizandoal igual que en Azorín. la eternidad. El lcnio devenir del tiempo se transforma en una sucesión deinstantes, de pequeñas anécdotas dia rias, sin mayor transcendencia, que son las que dan una idea de continuidad yperdurabilidad. Así pues, lo que paradójicamente podríaresultar sinónimo de efímero y pasajero se transforma en la esencia de laatemporali- dad. Así se aprecia en el texto en prosa que Juan Madrona le dedica a«Petrel», en el que con la misma actitud interrógame, repetida hasta la saciedad en las obras de Azorín. el amor pregunta: ¿En qué siglo estoy? ¿Qué extrañas reminiscencias helénicas, moriscas, medievales, hay en estos ancia nos, que bajan con su andar cansino yíatslista por la calledel 1 lomo de la Virgen, por la del Horno delCastillo, por laevocadora calle del Arco? Es la tradición secular loque Madrona encuentra en lasviejas calles del pueblo dePetrel y Azorín rememora en sus libros como Lasconfesiones de un pequeño filó sofo, Antonio Azorín, Los pueblos,ytantos otros. No sólo es la vetusta arquitectura de esas callejuelas angos tas yesos caserones semidormidos lo que inspirala sensación de atemporalidad, como si el viejo reloj de la iglesia se hubiera parado en una hora que marcaun siglo pasado, sino que también los habitantes de esos pueblos,generación irasgeneración, con su profesión heredadayaprendida de sus padres yabuelos simboli zan la tradición. El «alfarero que modela el barro con amorosas suavidades», citado por Madrona en ese texto nos recuerda aesa enorme lista de seres sin nombre, anónimos personajes elelainirahistoria de antiguos ofi cios hoy desconocidos que desfilanpor las obras de Azorín: melcocheros. curtidores, fundidores, íragüeros, aperadores, tejedores,etc. La revalorización de los pequeños detalles de la cotidianidad es toda una filosofía de la vida que com parlo con Azoríny con JuanMadrona. Para acabar cita ré unos versos del poeíaeidense. del poema titulado Mi amiga celia, que constituyen todauna defensa de las cosas pequeñas frente a las grandes, con elenjundioso sustento del sabio Arcipreste de Hita: «Es muy pocoelvolumen de un grano de pimienta, pero más quediez nueces estimula y calienta; una florpequeñila es beldadprodigiosa, y lamujer pequeña es tal como una rosa; un rubí pequeñito tiene mucha hermosura, y así en la mujer chica la gracia brota y dura; eloro en poco bulto tiene mucho valor, y la mujer pequeña es oro del mejor; muy pequeña esiatura presenta el ruiseñor, y no hay ave en el campo que nos canie mejor; así la mujer chicacon doñez y dulzor cantando en su tarea da el más grato sabor». llagamos que esios versos se vuelvan hacia su autor, quien detrásde su discreción y de su modestia encierra «un grande hombre», ANA MARÍA ESTEVE LÓPEZ Profesor;) deLiteratura Españolainstituto «Monastil» (Biela) (J»I „. 1- c ’• f y *m*$ ( ’ rr-t’ --l Pl fA. ? ^-Üu W LA PROCESIÓN DE LA VIRGEN DE LA SALUD DEL AÑO 1610 Por vale la pena recordarlo. Porque ese año la JUAN MADRONA devoción eidense luvo características espe- IBAÑEZ cialísimas. Recordemos que entonces la villa de Elda era un pequeñísimo núcleo de población, desde laiglesia de Santa Ana, que ya estaba en las afueras de la villa, hasta el rumboso alcázardel que dijoelMarqués de Molíns. tes tigo visual, que era el mejor palacio que había en el levante español desde Barcelona hasia Cartagena.La CalleNuevatodavía no existía. La población, que yahabía llegado a los 2.200 habitantes, acababa de sufrirun bajón espeluznante, quedándose reducida a tan solo 480 pobladores. * * * * * * Horafresca del véspero septembrino. El sol se va de muy mala gana tras la oscura mancha de Bolón. Con toda la urgencia posi ble y al brazo ellargo chuzo de su oficio, el encargado del alumbrado público va pren diendo sonrisas luminosas en las regocijadas farolas prismáticas que cada noche suelen ilu minar las callecicas penumbrosas, las esqui neras farolas pretenciosas, que esa larde res piran, engolosinadas, el franciscano aroma del espliego y del lomillo que alfombran el suelo, produciendo una atmósfera angelical en la tarde vencida. Como un incesante revuelo de palomas invisibles, están saliendo al aire emocionado las notas de la campana mayor, echada al vuelo en latorre de laiglesia: «tan-tan, tañ ían...». Al roce de las campanadas se van encendiendo todas las ventanas de los tres pisos del alcázar. De pronto se abren las puertas grandes, dejando ver el interior, todaunagloria de luces titilantes, y aparece solemne, radiante en su brillo de oro yde celestial hermosura, la Virgen. Un grito agudo como unrayo rasga el encanto del véspero hipnotizado: «Viva la Virgen de laSalud». Y un«viva» rotundo y uní voco, hinchado de las tres virtudes teologales y subrayado ele lágrimas dulcísimas, estreme ce los cimientos del pueblo creyenie y feliz. La organización de la procesión es como en los años anteriores, pero ese año de i(i io hay una grandiosa novedad: es la primera vez que la Virgencica linda, venida a Elda desde las lejanas playas de Cerdeña, va acompaña da por todo su pueblo. En los años anteriores Elda eraunarica y bulliciosa población de moros ycristianos; pero ahora, en este jovial año de 1610. Elda es unpueblecico insignifi cante; no llegaa los 500 habitantes; pero son todos cristianos, cristianos viejos. A los moros se los había llevado para siempre el año anteriorel huracán implacable de un muy discutido decreto real. ¡Quétranquila y qué gozosa va la proce sión de la Virgen de la Salud este feliz año de 1610 por las callecicas estrechas, con tantas puertas y ventanas cerradas por la ausencia definitiva de los mahometanos! Alore paso a la procesión un grupo de ;tñafiles integrado por servidores del castillo. Tras de ellos, el estandarte de laVirgen portado por un monaguillo juguetón y una doble y larga filaele mujeres yniños mayores con sen das velas encendidas y rezando el rosario bajo la dirección de un sacerdote de la parro quia. Y tras esa doble fila de luces, en su doble acepción de iluminación material y de fervor religioso, la Santísima Virgen, esplen dente de oros yde bendiciones. A continuación el clero parroquial presidido por el Sr. Obispo de Orihuela, gran amigo del Conde de Elda, e integrado por una docena de sacerdotes de la parroquia, más los cléri gos ele Petrer y de Salinas. Tampoco podían faltar media docena de frailecicos del Con vento de NuestraSeñora de los Ángeles, situada entre EldayPetrer. (Hablando de ese convento, don Emilio Castelar sufre un ligero lapsus calami cuando dice en su obriía «Las fiestas de mi pueblo» que «el 2 de Agosto de cada año los alrededores del convento pare cían un jubileo». No, don Emilio;Aquello ERA un auténtico jubileo concedido a Elda por varios Papas). Detrásdel clero iba la presidencia oficial prestigiada por el Sr. Conde don Antonio Coloma. alto,erguido, nievepura su cabello y su barba, cargado de bandas ydistinciones militares, pero todavía soñando yesperando nuevos éxitos personales. El lector puede imaginarse perfectamente aeste pesonaje ei dense viendo su esbelta figura en elfamosísi mo cuadro de Velázquez, «LaRendición de Breda». llamado también «Cuadro de las Lan zas». En ese cuadro el Conde de Elda es el primero de los que hay detrás delMarqués de Espinóla, que está recibiendo las llaves de la ciudad rendida. En la procesión acompañan al Sr. Conde lostres bailes (alcaldes) de sus pueblos: Elda. Pelrer y Salinas; también los tres ancianos que ostentan el cargo de Justicia Mayory otros relevantes oficiales de cada una de esas poblaciones. Y cerrando la religiosa manifestación, tocios los hombres de Elda en respetuoso y emocionado silencio.Sí. todos loseideros, y además lasquince familias que han quedado bien anchas en Petrer iras laexpulsión de los moriscos. No olvidemos que estamos evo cando el recuerdo del año 1610. En el cielo plúmbeo de la Historia ha apre- cido una constelación de fechas gozosamen te memorables: 1604- Llegan aElda los Santos Patronos: Virgen de la Salud yCristo del Buen Suceso. 1605- Cervantes, el gran amigo de los Condes de Elda, publica la primera parte de «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha». 1006/1607- Milagrosas apariciones de Vírgenes en pueblos próximos: Montealegre, Caudeie, etc. l(509- Despiadada expulsión de los moris cos levantinos. 1610- Aparece la segunda parte de El Quijote. Elda celebra por primera vez la pro cesión de su virgencica sin la odiosa presen cia de los moros. Enormes acontecimientos sociales habían transformado profundamente la vida en Elda. De sus 2.200 habitantes ya sólo queda un pequeño grupo que no llega a los quinientos; pero son todos cristianos viejos, por lo que muy orgullosos de sus creencias, van todos tras el encanto de su Virgen. Lenta, muy lentamente, presidido por el Sr. Obispo y por el Sr. Conde,vaavanzando el desfile procesional por las estrechas callejue las acurrucadas en devota ysincera emoción. La mayor parte de las casas tienen bien cerr- das sus puertas yventanas. Ya no espían en la oscuridad, curiosos yburlones, los indesea- dos musulmanes. ¿En qué va pensando elilustre militar Conde de Elda don Amonio Coloma? Tal vez va recordando la protección de laVirgen en sus largas ygloriosas campañas en Portugal, en Flandes yen Italia. Tal vez recuerda, agra decido, la excelente educación religiosa reci bida de su padre don Juan, primer Conde de Elda, a quien Cervantes dedicara aquella tan sincera loa: «¡Oh. lú.Don Juan Coloma en cuyo seno tanta gloria del cielo se ha encerrado!...». o acaso va recordando algunas estrofas de los dos libros de poesía religiosa escritos por su padre: «Década de la pasión de Cristo» y «Cántico a lagloriosa resurrección de Crislo». O con sus pies en el suelo le viene a la imagi nación la urgente ruina de su casa, de sus tie rras abandonadas, sin los pingües derechos de enfiteusis que tan fielmente le pagaban los expulsados moriscos. Las estrechas callecicas se ensanchan de gozo alllegar a ellas laVirgen de la Salud y el buenísimo Sr. Conde. Y cuando la procesión llega a la Plaza del Concejo (Ayuntamiento), ante cuyas puertas espera, muy devota, la Señora Condesa, acompañada por sus princi pales damas yazafatas, el desfile se detiene, la Sra. Condesa y sus damas se arrodillan devotamente, y un pequeño coro de mucha chas del pueblo entona desde un balcón del edificio municipal una sentida plegaria, cuyo texto no sé si era el siguiente: «Sagrada Virgen María laVirgen de la Salud. Elda sólo en ticonfía pidiendo amparo yvirtud. Acoge nuestra alegría con tu amable excelsilud. * * * * ** La procesión ha regresado a su templo, esa extraordinaria procesión del año 1610. Se quedan silenciosas las calles: cerradas las puertas de las casas; todo lo invade unsilen cio profundo con íntimo sabor de religiosidad. Los escasos 500 habitantes de Elda duer men todos, todos, un sueño angelical, segu ros de que ya nadie se burlará ele su hermo sísima Virgen. Porque ya no hay moros en Elda.¡Bendita sea laVirgen de la Salud! Un silencio de celestiales armonías invade las callecicas solitarias. Sólo podrán oirse los pasos del encargado del alumbrado público que. con su farolillo y su largo chuzo va apa gando algunas de las farolascallejeras. Y luego, bastante más tarde, larecia voz del sereno que, despertando yasustando con su vozarrón amuchos niños que plácidamen te dormían, anuncia su presencia canturrean do calmosamente: «Aaaa-ve. Ma-ri-a pu-ri-si-maaa, las dooos-y-meee-dia... Sereee-no». J.M.I. 3»¡ OMM r Wa C/ m mtimɮ isUfefes) por JOAQUÍN SAMPER ALCÁZAR Los azulejos con imágenes religiosas, paneles cerámicos, retablos o taulells, for man una especial manifestación de devoción popular típica del País Valenciano unido a una de las artesanías ele más arraigo: la cerámica y la azulejería que alcanza su mayor pujanza a partir del sigloXVHl debido ala influencia del clero (iglesias, ermitas, conventos) en las poblaciones. Su ubicación al aire libre, en las fachadas de las casas o en plazas públicas, permite las manifestaciones espontáneas y callejeras. Las imágenes que se representan corresponden a diversas motivaciones: nombre de la calle, patrón o patrona, santos vinculados a las actividades agrarias o gremios artesanos, abogados contra alguna epidemia o peste, santos de gran devoción popu lar o particular, etc. Es imposible determinar si esta tradición estaba muy arraigada en Elda. No quedan apenas rastros y el callejero antiguo no recoge muchos nombres de santos, pero la intención ele este trabajo es dar a conocer lo poco que queda en Elda de una mani festación que en otro tiempo debió estar muy extendida, ajuzgar por lo que queda en otras localidades (Petrer, Monforte, Novélela, comarca de l’Alcoiá, etc.). Episodios anti clericales, rápidas transformaciones urbanísticas y desidia en la conservación del patrimonio artísticoehistórico han acabado reduciendo aseis los retablos que hemos podido localizar. De los seis, tres pertenecen a este siglo y otros tres podemos datarlos entre los siglos XVIII y XIX. Todos los manises son de cerámica vidriada a una sola cara. Todos miden 20x20 cm. excepto los del núm. ique son de 21x21. En el iiúm. 4 se utilizan medias piezas de 20x10 cm. y en el núm. 5 cuartos de piezaparaloslaterales y medias piezas adaptadas a lacurvatura del semicírculo superior. Ambos casos corresponden a paneles de fábrica actual. Desde estas pctginas hago unllamamiento para que cuantas personas conozcan la existencia de algún otro retablo lo pongan en conocimiento del colectivo «Mosaico» o del Museo Arqueológico para proceder a su fotografía, estudio yclasificación. (*) Agradezco la ayuda prestada por J.M.a Segura, director del museo arqueológicode Alcoiy experto en cerámica devocional. BIBLIOGRAFÍA: SEGURA MARTI, J.M.: Catálogo de paneles cerámicos devocionales de L’Alcoiá-EI Comtat(Alicante). Alicante 1990. NAVARRO POVEDA, C: «Aproximación al catálogoderetablos cerámicos de Novelda», en Betania, Novelda1984;«Aproximación al catálogoderetablos cerámicos devo cionales de Petrer», en Festa, Petrer 1988. GONZÁLEZ HERNÁNDEZ, M.A.: Azulejeríacerámica religiosa de Monfode del Cid. Siglos XVIII-XX. Monforte del Cid 1992. Retablo núm. i SANTÍSIMA trinidad Calle la Purísima, 12. Actualmente la sede de la Asociación de Vecinos del barrio. Retablo de 72x83cm.eleformato rectan gular vertical compuesto por doce mantees de21x21 cm.dispuestos en cuatro filas ele tres. Falta el azulejo central de la fila infe rior. No está firmado y su eslaclode con servación es bueno. Por la ingenuidad del perfilado de las figuras y el empleo delos colores puros, cabría datarlas en los momentos finales delsiglo XVIII (hacia 1790-95); además, presenta lascenefas lineales naranjas sobre fondo amarillo que imitan el marco deuncuadro típicasdelas producciones de esiesiglo. Se aparta del barroquismo delmomento anterior dado que en ella no aparecenrocallas ni otros acliiarnentos barrocos tan característicos de la cerámica valenciana. Retablo núm. 2 SANTÍSIMO CRISTO DEL VALL Plaza delSagradoCorazón(de Arriba). En la fachada del Café La Mudiassu. Retablo de 61x61 cm. de for matocuadrangular compuesto por nueve piezas de 20x20 cm. No está firmado y su esta do deconservación es acepta ble. En el dibujoya no se observa elperfilado, aparece el verde oscuro de la vegeta ción clel suelo y un marrón que no se observa en las pro ducciones del XVIII. Su fábrica puede fecharse aprincipios del siglo XIX Retablo núm. 4 SAN ANTONIO DE PADUA Esquina Campoamor con MaestroGranados. Barrio de San Antonio. Formato rectangular vertical.Retablo de 59x40 cm. compuesto por una hileracentral vertical ele tresazulejos de 20x20 cm. y dos hileras vertica les aambos lados de 10x20 cm. Se encuentra en una hornacina, en realidad un hueco rectan gular, que dispone de voladizo superior o tejadi llo de tejaárabe. Data de los años 50 de este siglocuando se construyó el barrio y su origen pudiera ser Onda oManises. Retablo núm. 3 SANTÍSIMA TRINIDAD Calle la Iglesia. 14. Elfórmalo actual es cuadrángu la!’, aunque en su origen era rectangular vertical.Actualmen te mide 60x60 cm. y estácom puesto pornueve piezas de 20x20 cm. Fuentes orales con firman la suposición de que le falla la hilera inferior de tres pie zas donde supuestamente se vería la bola del mundo. Está enmarcado con molduras de tipoindustrial de coloramarilloque, según las mismas fuentes, fueron añadidashace25 años. La casa donde se encuentra perlenecía a la parroquia, que sepamosdesdeel siglo XIX. yen ella vivían el sacristán y el organista. Dichos testimonios llevan laantigüedad al siglo XIX, perolaausencia de cenefa original, lo cuidadodel dibu jo y el estilo, el color rosa, que aparece en los momentos finales del XIX, concretamente hacia1880. hacen dudar de laantigüedad asignadapor las fuentes. No está firmado y su estado de conservación es perfec to. Lapropuesta dedatación es de postguerra. . San /vntoniodepm)u Retablo núm. 5 SANTA ANA Calle El Recreo.Fachada de lasEscuelas Parroquiales delbarrio de LaEstación. Fórmalo rectangular verticalterminado ensemi círculo. Retablo compuesto por seis azulejos completos de 20x20 cm. dispuestos en tres lilas horizontales, una hilera a cada laclo con enanos depieza de20x5 cm. El marcomide70x50 cm. Lahornacina exteriormide 81x105 cm. Está perfilado con un filete negro yempollado en una hornacina decorada con relieves que presentan rastros de color rojo. Es interesante elconjunto de azulejos de 15x15 cm. que sirve pararotular «MARZO 1954 ESCUE LAS PARROQUIALES», en dos hileras, la supe rior consieieazulejos y la inferior con veinte, cuyas letrasestán en negro sobrefondo azul claro y enmarcadas con molduras sobrepuestas al muro. No está firmado. Lahornacina estábastante dañada en su parte superior. El retablo presentaabundantes impac tos de pedradas y de lo que parecenbalines. Por susituación en una zona poco habitada y sobreel muro de la antigua escuelaparroquial en estado ruinoso es el que corre mayor riesgo eledelerioro odesaparición. Retablo núm. o VIRGEN DE LA SALUD (Interior de una vivienda particular). Su formato es rectangular vertical. Está formadopor doce azulejos dispuestos en cuatro filas de ires con unas medidas de 20x20cm. con un total de 80x60 yenmar cadoconmolduras negras de cerámica vidriada de tipo industrial que no forma panedel motivo ele la composición.Su estado deconservación es perfecto. No se aprecia firma, aunque puede que esté tapadapor la moldura. Présenlaunbuen dibujo. Parece unaproducción de los años sesenia. Dado que es elepropiedad privada se suponeobjeto de devoción particular de la familia que loencargó. J.S.A. UN ÍDOLO natural de piedra en el MUSEO ARQUEOLÓGICO MUNICIPAL DE ELDA por DANIEL VALLS GONZÁLEZ 14 mm 55 mm 10 Idolillo de dos nodulos del poblado ¡berorromanode «El Monastil». Elda (Alicante) l-lace ya algunas décadas que se depositaron en el museo arqueológico unos idolillos naturales de piedra, surgidos en una prospección, por anti guos miembros de la sección de arqueología del Centro Excursionista Eidense. en el poblado ¡bero rromano de «El Monastil». Llevada a cabo en la parte más alta delyacimiento, según comunica ción personal del Sr. Antonio Martínez Mendiola. antiguo miembro de este grupo yque estuvo pre sente en el momento del hallazgo de estas forma ciones. En la actualidad, de los cuatro idolillos. tres están ilocalizablcs y uno está expuesio en una de nuestro museo arqueológico, junioaotros mate riales del Bronce encontrados en este yacimiento. Posee una morfología binodular, con estrangulamiento en una zona apartada del centro que pro duce unnodulo más pequeño yotro más grande, dando apariencia antropomorfa con cabeza ycuer po. Su color es grisáceo con manchas marrones. Su peso es de 47.3 g. y sus medidas son: altu ra. 55 mm.; ancho nodulo pequeño. 23 mm.; ancho zona estrangulamiento. 14 mm.; ancho no dulo grande, 31 mm. Aunque aparentemente parezca un capricho geológico sin mayor importancia, no es así. Han sido utilizados desde el neolítico, como lo demuestra su aparición en niveles de esta época en la Cova de l’Or (Beniarrés, Alicante), hasta perí odos indeterminados como la romanización, hace que su disposición se extienda por un espacio de ocho milenios. Este tipo de ídolos arcaicos que deben su forma a caprichos naturales, debieron llamar laatención de nuestros antepasados por su apariencia antropomorfa, aunque su utilidadvaria ría a su paso por las distintas culturas del Neolítico. Eneolítico. Bronce.IbéricoeIberorromano. Es precisamentc desde el Eneolítico Pleno-Final, en el que esiá atestiguada la presencia humana en nuestro yacimiento de ElMonastil. y donde la exis tencia de estos idolillos está constatada. En su origen, estas formaciones debieron su uso a conceptos mágico-religiosos, como dan a entender M.a Asunción MolinaGrande yJerónimo Molina García en su artículo «Ídolos naturales de piedra. Ampliación de su estudio», aparecido en la revista Albasit n.° 26. Sin embargo en el transcur so de esos ocho milenios su practicidad varía dependiendo de la época. Desde elneolítico y hasta el bronce, estos elementos son considera dos como formas pertenecientes adiversos tipos de ritualesreligiosos, con un amplío contenido mágico que los hace ser partícipes del submundo de divinidades y ofrendas, que controlaban las situaciones inexplicables de lasantiguas tribus y sus miembros. Con un poder colectivo, como grupo ya organizado o de forma individual como propiedad de un miembro único perteneciente al grupo. Esta influencia ancestral hace que sea en el Eneolítico donde encuentre su máximoesplendor. Dentro del mundo ibérico es donde varía su utili dad desembocando en fines más de tipo lúdicos. Es interesante tener constancia de la pertenen cia de nuestro ídolo a latipología aportada por M.a Asunción Molina Grande yJerónimo Molina García, respecto aestas formas pétreas, perteneciendo la nuestra al tipo I-B. Consideramos su entroncamienio al tipo I-B puesto que su estrangulamiento produce dos lóbu los, uno pequeño (cabeza) yotro mayor (cuerpo). Con esta apariencia entra a formar parte del por centaje más alto de los distintos tipos de forméis aquí presentados. Esie tipo de caprichos naturales tienen su ori gen geológico en una zona de abastecimiento o producción al que podríamos considerar como santuario oárea de diseminación yque en unprin cipio se localizó en las confluencias del río Mundo y el río Segura, en el límite de las provincias de Murcia y Albacete. Concretamente en zonas pun tuales de Camarillas (Hellín-Albacete) y de Salmerón (Moratalla-Murcia). sin embargo Avala y Jordán en su «Aportación al estudio de los ídolos naturales de roca», amplían la zona de difusión a las proximidades del yacimiento minero del Cenajo. Por lo lanío, desde e:amarillas hasta el embalse delCenajo, siguiendo el curso del río Mundo hasta confluir con el Segura, sería el área de abastecimiento de estos idolillos tan singulares. Las áreas de dispersión ele estas formas desde su punto de origc^n hacia el norte hasta el yaci miento de El Amarejo debió transcurrir por la zona norte del altiplano Jumilla-Yecla por el paso natural Idolillos de idénticas características alde ElMonastil. 1.ídolo de Cova d’En Pardo, Planes (Alicante).- 2.ídolo de Murviedro, Lorca (Murcia).- 3.ídolo de ElPrado, Jumilla (Murcia).- 4.ídolo de Coimbra del Barranco Ancho, Jumilla (Murcia).- 5.ídolo de Can Butinya, Badalona (Barcelona).- 6.ídolo de Biblos, antigua Fenicia. 0Idolillosde pirara en cINeolítico 1 Idollllot depiedra enelEnrollllco O Idolillos depiedra en el ílronce Idolillosde piedra en el Ibérico riy.3.-Mapa conlaszonas dondo se han dotectado Idolillosdo dos núdulos,pertenecientesa los periodosdel Neolítico, Eneolítico, Broncee Ibérico. I.-Covade IOr. BenUrres (Alicante). 2.-Terrera Ventura.Tabernas (Almería). 3.- ElArteal. Cuevas de Alnuiuori (Almería). 4.-Uano de Alicun, Allrfin (Cranada), 5.- De Cova d’En Pardo. Planes (Alicante). 6.-Murviedro, Lorca (Murda), 7.-LaAtalaya. Carrocha (Almería). 8.-ElPrado. Jumilla (Murcia), 9.-Cueva de las Monedas, Totana (Murcia). 10.-Bajil. MorataUa (Murcia). II.-Fuentede Uso. Hellín (Albacete). 12.-LasMarlriaz, Cleía (Murcia), 13.-Ajra, Hellín (Albacete). 14.-CanButinya, Badalona (Barcelona). 15.-ElAmarejo. Bonete (Albacete). 16.-ElMonastil. Elda(Alicante). 17.-Coimbradel Barranco Ancho.Jumilla (Albacete).18.- El Amarejo.Bonete (Albacete). del e:erro de los Santos, Moniealcgre del Castillo. Bonete. Ilacia el levante, con los ejemplares de Cova de l’Or. Cova d’En Pardo y de El Monastil pudieron realizarse por las vías de penetración propuesta por algunos historiadores para la cultu ra argarica, heredera de un substrato territorial y poblacional de la cultura de los Millares.1770- 1400 a.e;.A través del espacio Scgura-Vinalopó ^ Mapa conubicacióndel poblado iberorromano de «El Monastil» y lugardelhallazgo dentro del poblado. (Molina-García. J.. 198(5). pudo realizarse laincur sión desde Camarillas-Salmerón por el mismo alti plano por donde iranscure la línea de ferrocarril de vía estrecha que desde Cieza, juntoalSegura, y pasando por Jumilla y Yoda, entra en el Alto Vinalopó por Villenallegando hasta Muro de Alcoy. En esta misma dirección marca el extremo norie peninsular los encontrados en Can Butinya, en Cataluña. Por último, existe un idolillo no mencionado hasta ahora en este artículo, encontrado en el extremo oriental del Mediterráneo, concretamente en Biblos, antigua Fenicia y cuya aparición posi blemente se deba aese orientalismo ycaminos de expansión desde el Egeo hacia elMediterráneo occidental, que tantos prehistoriadores ilustres han rellenado en sus publicaciones. De esta forma pudo llegar, en sentido inverso, este idolillo penin sular como intercambio cultural o iconoclasta hasta aquella zona. BIBLIOGRAFÍA: Me)LlNA GRANDE. María Asunción - MOLINA GARCÍA, Jerónimo: «ídolos naturales ele piedra en el Bronce del SEpeninsular». Murgelana n.° 59. Murcia 1980. broncano RODRÍGUEZ, Santiago: «El poblado ibérico de ElAmarejo. (Bonete-Albacete)» Rev. Al-Basit,n.° 15. Albacete 1984. MOLINA GRANDE. María Asunción - MOLINA GARCÍA. Jerónimo: «ídolos naturales de piedra. Ampliación de su estudio». Rev. Al-Basit. n.° 26. -,?..’.’luí.- *..^-^ MURCIAI r^HMCARTAGEIMAl Mapa con lazona de extracción de los idolillos. POVEDA NAVARRO. Amonio M.: «El poblado iberroma- no de El Monastil». Elda 1988. DirecciónGeneraldelinstituto Geográfico yEstadístico. «Reseña geográfica y estadísiica de España». Tomo l.Madrid 1912. Historia de España, lomo 2. «Colonizaciones yforma ción de los pueblosprerromanos (1200-218 a.C.)». Ed. Oredos. Madrid 1989. INDUSTRIAS ARTESANALES PRETÉRITAS DE ELDA (Productores de seda) Por JUAN RODRÍGUEZ CAMPILLO —’:::;.. i. Morera situada detrás del Ayuntamiento. Esbeltos símbolos de una industria pretérita. Para dar arranque aeste trabajo divulgaiivo de nuestra ELDAtrabajadora, podría ponerse como pie forzado «Elda polifacética», también en cuanto se refiere asu laboriosidad emprendedora. Aunque desde inmemorial, el desarrollo de sus quehaceres, estaba centrado en los trabajos del campo y huerta, éste que damos a conocer, en esta ocasión para los lectores modernos, porque aunque fuera de dominio público en su momento, lo cierto es que quedó sumido en ellotal olvido, con el tiempo pretérito. Por lo tanto es bueno rememorarlo como una faceta más. en el haber de nuestro desarrollo laboral. Los «Criadores-productores» del gusano de seda. Aunque no se puede considerar como una industria, propiamente dicha, bajo el punto de vista de artesanía popular, pero sí que puede y debe figurar como una fuente de trabajo yrecur sos económicos de ELDA, en una época determi nada, porque a la larga lista de cosecheros-criado res, sí que quedó de una entidad productora importante, con toda seguridad formando parte regional de cierta importancia, en las producciones del momento. En la ELI). del siglo XV11-XV11I -y quizás mucho antes- estuvo en auge, como complemento de la agricultura, la sondo-industria de criadores del gusano de seda y sus derivados de lafibra de seda, muy valorados y apreciados desde muy remotos tiempos, pero que en estos siglos gozó de un aprecio espectacular, en las vestimentas acaudaladas del romanticismo. Demanda que fue aprovechada por muchos hacendados y terrate nientes, como criadores-productores. Y elda no quedó al margen de esta oportunidad, como pode mos ver por documentos que hacen referencia a esia industria. Como prueba de la importancia yaceptación que tenía en estos tiempos, lo demuestra el hecho de que estaban las producciones ele seda contro ladas por el Estado, ele forma obligatoria, todos los productores tienen que entregar iodos los años, las «producciones», que quedaban centralizadas por medio de los Alcaldes, que las remitían a la K^ttiXrivxmi í_ft«v !:f’ :£/a;^K:UH^CÓL..eh-Xc//ntet,Vl ’’ ¡¡fe/ 0 ’’’;’;;W^a.’4?;mÓ¿Z- ^ Vrfi i’......| , -loff.’ ?’ !5 tJli-C¡rr*%J’we%m. — ’¿/¿/¿/?n--coz.dtx.a •’,ÜOJLW) Ábxanj.J .—. _ ’’-.’’ ;-’.; :CJ0Jtfíh:Jua7V: CLu-Yine/ *fr .¿5ftt*».’ i»íV- ..’•’’i.’, SZseibtl;, .&¿lnria.l¿y ’’¡•••a£©aJ«JÍ**C{á’’t«ífl^l. (WOCÍaúp OÚuq’.&utaJleM Jz7tízru!o, Juco (JlTttaVIVMn tví*, tytSAUtur _____ «A? «^H-o-fe*. 8*° fe 4’7?2ZÍ cf ,0,o 7¿t!2o:! - Il^ S ? ¡|í.. ’tZj^&JTfiñiár^ *,• ’,•35 ,’w7’ . *i’ ’ ^- ^¿icíiifj.JÍrru’X’-r ’•’ ’’’ • —^ * t/tnzvn¿)~ (JUtw-- ;»- •i^OJtpn’^wA^^0---_ ’’ ’’ rJÍ/ceh-^íiy’’’’-’—-f¿Mm^iJuá¿i¿.»yCu¿U!. -3«’:.. O -u oU/,. e...¿¿as;.. ’’.’laíF’....í«rí••7?Z.’’..?&’. -41?.’ . . íc’-.’ ...-3¿zr ..tó?’.,. .ízzt ..&ar .tiu: ’ ,.iüf’ .,.-?%: x.3¿rr ’ .i4KT ..’*» tfW. Alfondo, estado actual de la antigua calle Las Moreras, actual Ricardo León, desde lamoderna placeta San Pascual (la antigua placeta estaba en el solar intermedio). Gobernación de Oribuela. como centro de recogi da, como se ve documentalmente. Como lo prueban gráficamente las fotos del informe de «criadores-productores’ de gusano de seda y sus producciones, declaradas por provi dencia de Alcalde Ordinario de ELDA. clon Juan Mathias Amat en el año 1742. Con un total de 54 criadores-productores de seda, en una población que aún no llegaba a los 2.700 habitantes. Como consecuencia de un «Despacho de Ve redas» que recibió del Marqués de León,Go bernador Militar y Político de la Plaza yPartido de laciudad de Orihuela de ese año. Dimanada del Sr. Francisco Driget, Intendente General del Reyno de Valencia. En apoyo de la importancia de que gozó, en su tiempo, la producción de seda en Elda. Lo avalan el que figure, como arrastre costumbrista, en el mismo acervo popular ytoponímico. El que la Villa tuviese una calle reconocida, como homónima del ambiente que les rodeaba, yseguramente en un sitio bastante identificado, con la producción de seda, que caracterizaba y predominaba en el ambiente popular, como fue la e:alle de las Moreras -que como sabemos, dichos árboles constituyen yconstituían, el alimento básico por excelencia, de los gusanos productores ele tan valioso elemento textil-.Y muy cerca, y quizás como elemento simbólico-miiológico predominan te,y haciendo alarde ytestigo mudo de un tiempo pretérito, que él se empeña en mantener vivo y emulativo, y en mantener también presente el pasado esplendoroso de los productores de seda eldenses. La espléndida morera, que se yergue detrás del Ayuntamiento, y que probablemente formó parte de un huerto de moreras que hubo en este sector, y que debemos respetar como monumento viviente que se aferra con sus garras subterráneas, (Dará eternizar el pasado en el pre sente. Apoyando el que hubiera aquí huertos, lo con firmarían el que aparecieran muy cerca de donde está elárbol, elos pozos, uno de ellos todavía mananelo agua, descubiertos en unas excavacio nes, preceptivas del estudio del solar, que se hicie ron (’II 1084. La calle que hacemos referencia, que se llamó de las Moreras, es la actual «Ricardo León», que hasta 1910 se llamaba todavía de las Moreras,y entonces se cambió por calle «Francos Rodrí guez», hasta que en 1939 se le puso el actual. Como los nombres de calles en las épocas anteriores a 1870, se popularizaban, por las con diciones físicas que en ellas predominaban, razo nablemente, la calle Las Moreras seguiría el cos tumbrismo reinante de su tiempo, y al ir formán dose allí, la tal calle tomó el nombre del eniorno que le rodeaba. Los huertos de moreras que pre dominaban, cornea consecuencia de los «criado res-productores» de seda eldenses. JOSEPH TOWNSEND HENRYSWINBURNE Elda en los viajeros británicos de la Ilustración (s. XVIII) y del Romanticismo (s, XIX) Continuando con el estudio de los Viajeros de laIlustración que, durante elsiglo xvm pasan por Elda (hace dos años ya tratamos a Alexandre Laborde en esia misma revista) vamos, en esta ocasión a comentar los viajeros británicos que mencionan nuestra población en sus libros de viaje. Estos ingleses se aventuran por un país que por entonces era casi desconocido y un tanto peli groso (Voliaire ya decía que «España era un país del que sabemos tan poco como de las regiones más salvajes de África, pero no vale la pena cono cerlo»). Este comentario, sin duda algo exagerado, no les amilana: su afán de curiosidad yaventura puede mucho más. Hay que decir sobre estos visi tantes que no son personajes muy conocidos en su país. Se trataba de comerciantes, militares, diplomáticos, clérigos. Aparecen por la España de Carlos lll para observarnos con interés. Son cons cientes de las reformas que intentan sacar el país adelante. Quedan sorprendidos por eléxito de algunos sectores textiles. Criticana la nobleza, que vive felizmente en las grandes ciudades dejando descuidadas sus tierras. Ven un campesinado empobrecido, con la tierra muy dividida. Rechazan lasuperstición, la devoción a lasreliquias y las exageradas procesiones de Semana Santa (a pesar de que algunos de estos viajeros son católi cos). Les asusta la poca cultura y el escaso desa rrolloele la prensa, como dice Juan Bta. Codina Mas. Por oirá pane, son muy observadores, pocas cosas se les escapaba. Se interesan tanto por los castillos ruinosos como por plantas y minerales. Les encantan las tradiciones, el folklore. Son los «Curiosos impertinentes del siglo XVIII». como los define IAN ROBERTSON. Varios de estos visitantes atraviesan nuestra Villa en dirección aAlicante yMurcia o bien désele Alicante hacia Valencia oMadrid: ya que Elda se encontraba en el Camino Real de Madrid ypor lo tanto, era paso obligado. Tenemos constancia de que RICHARD TWISS (1747-1821), miembro de la Sociedad Real de Londres visita ypernocta en Villenael 27 de abril de 1772 y al díasiguiente panepara Alicante. Al pasar por Sax se siente impresionado por «su cas tillo en la cumbre de una roca muy alta yescalpa da, formando una perspectiva muy romántica y extraordinaria». En cambio, a pesar de que esa misma mañana atraviesa Elda no dice nada de ella,lo que nos hace suponer que llevaba mucha prisa ya que come en Monforte. y ya de noche, liega aAlicante. JOHN TALBOT D1LLON. diputado del parlamen toirlandés, católico, pero gran defensor de la liber tad religiosa, visita Alicante en 1778 pero para ir a Valencia se desplaza aIbi, Biar yVillena. Otros viajeros, más minuciosos, sí describen su paso por Elda, y por lo menos dejan unas cortas impresiones en sus diarios. Son IIENRY SVV1N- BURNE yJOSEPH TOWNSEND. Veamos siis ))scr- vaciones. HENRY swiNBURNE (1746-1803). Escritor y aventurero que recorre la Francia Revolucionaria, la Austria de María Teresa, el Reino de las Dos Sicilias y España. De este último país publica en I779 su obra «TRAVELS THROUGH SPAIN, INTI IE YEARS 1775 AND 1776» (VIA)ES A TRAVÉS DE ESPAÑA EN 1775 Y1776), y en lacarta XIV de este libro, dice, camino de Alicante, el 8ele diciembre de 1775 asu paso por Elda: «Jamás había visto una zona tan llena de torres en ruinas como estos aledaños de Valencia y Castilla: no hay un pueblo sin su torreón colocado en algún precipicio casi inaccesible yninguno tan singular como el de Sax. Aquí las colinas están rotas, el paisaje es inhóspito: pero cerca eleElda la llanura mejora para nuestro bien. Pasamos por una serie de estanques ycuevas donde los habi m t T R A V E LS THROUOH v ’ . . ; S P A I N, -• ’ IN- THE YEARS 1775 AND 1776. IHv.-;iICU ICVIIAL ? MONUMENTS OFROMAN AND MOORISH A R C-H I T E’ C T UR E..ACCURATE DRAWINGS TA-KEK o’Ñ THE SPOT. -•’’• Bv HENRT SlflNBURNE, E.u AUN H’liT ilAV «JII . LO N D O Ni fKfHTIs ron 1.ilmilv, im’tiii ITH Portada de laobra de Henry Swinburne «Viajes através de España en 1775 y1776»,publicada en Londres en 1779. tantes ele esa ciudad guardan sus provisiones de hielo para su consumo de verano. Como había una delgada capa de hielo en la superficie del agua, estaban muy ocupados llevándosela con la mayor celeridad por si un repentino deshielo la hiciera desaparecer. Antes que llegáramos a la lla nura de Moníon tuvimos un trecho de camino malo a través de una discontinua sierra de mar ga...». Curiosamente podemos observar que aquí SWINBURNE cita algo que ninguno de sus con temporáneos menciona: el comercio de la nieve en Elda. No sólo nombra cuevas (lo que en reali dad podría tratarse de nieve o neveros), sino que se utilizaban los estanques para recoger el hielo. Todo esto viene aconfirmar lo que comentábamos el pasado año en esta misma Revista: que Elda tuvo una importante industria en el comercio de la nieve, hoy en día prácticamente ignorada. El otro viajero inglés que atraviesa nuestra población camino de Valencia es JOSEPH TOWN SEND (1739-1816), médico yclérigo anglicano. Su obra publicada en 1791«AJOURNEY THROUGH SPAIN IN Ti IE YEARS 1786 AND 1787» fue tradu cida al castellano posierórmente con el título «VIAJE POR ESPAÑA EN LA ÉPOCA DE CARLOS III (1786-1787)». yes, a juicio de IAN ROBERTSON «una fuente documental imprescindible para anali zar yestudiar la España de Carlos lll». Su lectura es apasióname ya que TOWNSEND es un verda dero polifacético que mantiene el interés a lo largo ,, ; ;J::::J:---3 J O U R N -E %’ s P ai n;;.;;;; INTHE YEARS «786 AND I787J’.. •. - ’’’ U-ITH rAATICULA* ATTIXTIOB ;-.;. .-:’’ AGRICULTURE, MANUFACTURES, COMMERCE,, POPULATION, TAXES. AND REVENUE ’’& OF THAT COUNTRYi RS.MARKS A PART OF FRANCE. BvJOSEI’H TOWNSEND, A.M. mC’i’i vi’Ewirv, witrtj .»!•’. Mil uCLAKI.-IIALL. CAMMIBOZ. IN TVO V01.UMES.—VOL. J. TJII Tilmo IDITIO», WITH ADOITIOXt AND COSMCTIOX». —D U D L I N:—.’;--1111.T111 roí ’.:•’.: MOORE, 45, COLLECZ-GREEH. 179a. Portada de laobra de Joseph Townsend «Un viaje por España en los años 1786 y1787», en dos volúmenes, publicada en Dublín en 1792. Ejtam «Mapadel Reyno deValencia tomado de Atlante Español de Bernardo Espinal y García, 1786. (Biblioteca Bas Carbonell). capítulos de su obra suele detallar losdife rentes tipos de arados empleados, los que suele dibujar detalladamente. Por la breve dad de su relato, tampoco parece que se detiene en Elda. Aunque ya lucra de la época de la Ilustración, y avanzado el siglo XIX, no podemos dejar de hablar de otro gran via jero británico: RICHARD FORD (l796-1858). hombre de gran cultura y lamoso dibujante, considerado el «primer hispanófilo» por Brennan. visita esta parte del país posible mente en 1831ó1832, dejando una nota muy curiosa sobre nuestro Valle, que pasa mos aincluirla seguidamente: «Saliendo de Monforte. el camino silvestre va serpenteando por las Salinetas. entre roeras de mármol rojizo, por el rico Valle de Elda y Petrel: aunque separados un poco menos de dos millas, los habiíanics de estos dos lugares mantienen vivoel antiguo odio entre cristianos y moros. Los Petreleños (sic), aunque hablan valenciano, aborrecen a los de Elda, que hablan castellano yse con sideran solamente descendientes de con quistadores ycristianos viejos...». de su libro. Veamos lo que dice sobre Elda en aquella mañana del 6de junio de 1787: «Después de comer continuamos nuestro viaje durante cinco leguas más hasta llegara Villena. El camino discurría principalmente por un terreno áridoe incluso encajado entre yermas ydesiertas moniañas de yeso, en las que sólo podrían crecer cruces conmemorativas. En un barranco observé un pequeño arroyo que fluía sobre un lecho de selenita ytenía los bordes cubiertos de sal marina. Después de atravesar las montañas entramos en el fértil valle de Elda. completamente cubierto de vides, almendros, higueras, olivos,trigo,maíz, cebada yalfalfa. En los viñedos araban con dos muías, mientras que en los campos lo hacían con un solo burro. A la izquierda del camino, entre Elda yVillena. se encuentra Sax...». Para este visitante no pasa desapercibido el polémico manantial de Salinetas. ni la extremada aridez ysoledad del estrecho del mismo nombre, conocido actualmente por el «Reventón», que en aquella época era un nido de bandoleros. Cuando penetra en nuestro valle le llama la atención la fer tilidad de éste, yrealiza una relación de aquellos frutos más importantes que. hace dos siglos era nuestra principal fuente de riqueza. Es curioso ver cómo observa los animales utilizados. En otros Este antagonismo entre ambas Villas, que viene de siglos anteriores, esiá posible- mente extraído ele «Las Observaciones sobre el Reyno de Valencia», de ANTONIO JOSÉ CAVANI- LLES. publicado en 1797. y que sin duda había estudiado FORD. La similitud entre ambos textos es sorprendente. A lo largo de ese siglo, nuevos viajeros conti nuaron pasando por aquí, pero dejaron ya de lado lascaballerías y los polvorientos caminos para dejarse llevar por un revolucionario invento: el ferrocarril. Con todo lo expuesto elamos por concluido este pequeño trabajo dedicado aaquellos «curio sos impertinenies» que vinieron aconocernos, y que puede decirse que fueron los precursores del turismo actual. Lo lamentable es que, 200 años después, quede muy poco de lo que tanto les interesó. En el caso concreto de esta Ciudad no queda prácticamente edificio alguno del siglo XVIII. La poca sensibilidad de unos y la indiferen cia de otros, ha contribuido aello. Es triste pen sarlo, pero ¡faltan tantos «curiosos impertinentes» hoy en día! JUAN ANTONIO MARTI CEBRIAN (Vocal eleMOSAICO. Asociación de Amigos del Patrimonio Ilisiórieo-Ariístico Eidense) ; n° por ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT 1 Las bicicletas son para el verano». Esta es una frase que circula últimamente gracias a una película del mismo título cuya autoría no viene al caso recordar. Estadedicación velocipédica a laestación estival, tanto en el tiemporeferido en el filme, como al momen to en que transcurren estas reflexiones, se ceñirán en periodos y situaciones cercanasentre sí aunque ya lejanasa la cosa actual.Era, cuando los veranos caían parsimoniosos, sin desasosiegos viajeros,con silen ciosdeluz cenital, con rinconesysombras familiares mitigadores de calores. Cuando el turismo y las vaca ciones generalizadas querían dejar ele ser utopías. Cuando Bcnidorm eraunsueño, un lugar de paso en polvorienta carretera.Cuandoelveraneo consistía en lacercana casitadecampo en lasumbrosas huertas de Elda yPetrel,y en bajar aAlicante en un intempes tivo tren correo, los domingos,para completar un novenario de baños en aquellos pudorosos balnearios que como trasatlánticos varados se recostaban en la playa. Retroceder en el tiempo y pensaren aquella Elda dehace medio siglo. Todavía perdurabanlosefeelos de aquella guerra civil, incivil; sus secuelas gravitaban aún en carencias de todo tipo y en elánimo de algunas • ^t^á^ÉMMlÉil ...aquellos pudorosos balnearios que como trasatlánticos varados serecostaban en la playa. personasencontradas en ambos lacios por malha dadas circunstancias devorágines asotedoras y pasiones desatadas. Si bien -simal- se carecíaele artículos para satisfacer necesidadesprimarias -las canillas de racionamiento alimenticiodesaparecie ron en el año 1952-,estetipo de prioridades podí anmitigarse comprando -por ejemplo- una barra de- pan de las que ofrecía el estraperlo en «las Cuatro Esquinas»; perolos libros, ese oirotipo de necesi dad más omenos básica, también sufría su corres pondiente merma; la falta de materias primas gene ralizada, y la censura,incidían en laspocas publica ciones y en el deseo vertical de encauzarelpensa miento tal como había sido -y seguía siendo- en algunos países europeos de entonces. Así es que, si por entoncesestrenabas juven tud, y tenías naturales deseos deevasión -en la que se ha dado por denominar a aquella:alnimdu etapa- porrecurso de la lectura, el medio para con seguiro disfrutar de los libros era empresa harto dificultosa aunqueentretenida y amenudo apasio nante. Estando las librerías un tanto desabasteci das, era unplacer rebuscar enellas con la ilusión de encuentros inesperados. De este modo, los ani llos de la«Librería Vidal», fueron alterados en su sueño de años y olvido por el paciente Aurelio; que extraía de aquelsedimento literario,libros con que alimentar otras necesidadesmenosprosaicas que las habituales de comer y vestir. (Libros ele la «Co lección Universal», de laEspasa Calpe,S.A., en rús- lica, de tapasamarillas y pequeño fórmalo,en edi ciones de los años 1919 a 1928 y del más variado elenco de aulores, fueron a pararanuestras manos colmando ycalmando la mente en momentos tan menesterosos). En una de estas rebuscas,y desde los altillos referidos, cayórevoloteando -como bien pudiera parecer ave con las alas/tapas desplegadas portadora de emblemático mensaje-un libro hechi zante,crucial, el cual marcaríacaminoaseguir -de asombro en asombro- a una definida admiración literaria. Este libro, en una edición de 1913, con sóli da encuademación en cartoné tenía por título La Voluntad, y lofirmaba «Azorín», seudónimo emple ado por primera vez por José Martínez Ruiz. 2 J uan Ardal es un personaje de «Azorín» que habita en su libro Memorias Inmemoriales. Este Juan Ardal anda inmerso en una biografía de Rodrigo Díaz de Vivar, y«Azorín». trasuntode su personaje, nos transmite laidea de que las biogra fías suelen pecar de laxas; que prefiere un momento determinado en la vidadelbiografiado que toda su largura. Y. acontinuación, se presen tan las interrogantes tanoportunas, tan azorinianas: ¿Qué es lo que haelegido JuanArdal en la La ermita de Santa Bárbara -«tras arcos; en las fotografías, como una iglesia de Florencia oPadua»-... vida del Cid, su juventud osu madurez? ¿El Cid de las mocedades o el Cid de laconquista de Valen cia? Esla elección escapa ya a nuestro interés, aunque elplanteamiento biográficocoincideexac tamente con elprevisto. Y siguen lasinterrogan tes, las duelas: ¿Se retirará JuanArdal para llevar a cabo esie trabajo aBurgos o a Valencia?: «En Bur gosestaría enpleno ambienie cidiano.y en Valencia también. Lo malo es que tengomuy en cuenta misalud; estoysiempre muy sobre mí. Burgos está muy alto y Valencia está muy baja: no meconviene niBurgos niValencia para mi salud; si he de trabajar en mi libro con eficacia, no de un modo frustráneo, necesitaré que no se produzca en mí desasosiego ninguno». Y es ahora,cuando llegado a este punto, a esta encrucijada de vacila ciones: «Y si no voy a Burgos,ni voy a Valencia ¿a dondemeencaminaré?» «¿Es que hay enEspaña algún otro paraje cidiano?», cuandoelproblema queda resuelto alrevelar Juan Ardal su deslino: «Voy a Elda; lorepetiré,voy aElda...»; «¿Y dónde está ese lugarcidiano? Elda se asienta en un valle, un pintoresco valle; lo domina uningente monte; ese monte no acabaenpuma, comolosdemás, sino que su cumbre es una terraza que avanza sobre la hondura de la depresión.Sé todoesto porquemiamigo, alicantino castizo,me lo ha con tado. Y no le digo a ustedes las ponderaciones que me ha hecho del Valle de Elda», ...desde laque se adivina, en un espacio vacío, loque fuera cas tillo con su única einquietante ventana asomada aese mismo vacío. Pero,¿quétiene que verlodo esto con el señor de Vivar?, se ha preguntado Juan Ardal, incluso nosotros mismos. «Tiene que ver porque a ese monte, de mil ciento once metros sobre el nivel del Mediterráneo, se le aplica el cognomento del Cid», y en una casita de campo, en la laderas de ese monte,piensasimar «Azorín» asu personaje traba jando en su biografía; quien nos dice: «El ambiente es apropiado; digo elambiente espiritual; en cuanto al físico, no podrá ser más placiente; la amenidad del valle y la temperatura delclima, darán más fuer za a mi ímpetu en su labor». «Todo esto es precio so; mi vicia se desliza en el Valle de Elda, bajo laalia Peñadel Cid, con una suavidadindecible...», sigue diciéndonosJuan Ardal descubriendo poco apoco, nuevos aspectos de lanaturaleza, una vez instala do en el lugar deseado; dáñelo grandes paseos, sin haber desembalado todavía sus libros: olvidánelo- se, de momento -abrumado de clima y paisaje- del caballero burgalés, al que atribuye bondadosacom prensión por tanta pereza en comenzar su trabajo biográfico. 3Inspiran comedido arrobo, natural afecto, los escritos de «Azorín» cuando se refieren anuestro valle. El valle que élconoció, definales/principios de siglo, cuando en su juventud loatravesaba desde Monóvar a lomos de caballeríao aposentado , enutilitario cabriolé -o quizá, alguna vez, andando- en visita al pueblo natal de su madre, allá en la otra orilla, donde el sol se recrea más tiempo: el lumi nosoPetrel. ¿Qué pensaríaahorael insigne escritor contemplando tan profunda transformación? ¿Sus dudaseinterrogantes le harían vacilar con aprecia ciones de tiempo y circunstancia? Indudablemente seguiríapensando en el destino inexorable de las cosas yhaciendo lo que ya hizo en su madurez cuando se decidióa evocar nuestro paisaje: recrear instantes vividos, de juventud, consentimientos de nostalgia; como sueleocurrir, mayormente, al per sonal en el transcurso de los años; como nos ocu rre anosotros ahora, que aúnllegamos a tiempo de transitar -a veces también anclando- con nuestras juveniles bicicletas veraniegaspor aquella maraña de senderos entre la plétora vegetal deañorados huertos. Nuestro valle,recién de aquella guerrafratrici da,conservaba aún muchos puntosencomún con las frases literarias de «Azorín». Elda aún tenida en cuenta pasadas yrománticas convulsiones expansionistas basadas en laprosperidad, el progresoyla fraternidad de los hombres, seguíasiendo un pue blo limitado, esto es, vecinal, de rostros conocidos, de casas unifamiliares, sin el agobíametráfico rodado actual, sin la espantosa contaminación pertinen te, y por supuesto, sin amenazas de un futuro macro escorial en tanmini predio. Era por esto reco mendado por los doctores de Madrid ante elsalu dable clima de su protegido, privilegiado y arcaico valle. Recuérdese sino,aquel viejoeslogan, de ignorado origen, pero siempre asociado a la bonan za de nuestros aires: «Elda y los pinos» que nos traereferencias de lugar para una cura de reposo; demales físicos, como pudiera ser la tisis de enton ces; o como lugar sedante y puro tal como es el que buscaba Juan Ardal por necesidades intelec tuales. Aquellas casitas campestres -trasuntas de aquella mítica y granCasa de Regalo-, hoy engulli das por elcemento vertical y alumínico. salpicando elglauco paisaje; aquellos fruíalesexhalando sus dulcesaromas; aquelrumor del agua de «Carbo neras» en las acequias con sus tandas de riego; aquellas inolvidables tardes de estío..., componen elescenario por el cual nos dejamos llevar evocan do oníricos paraísosperdidos. Las.bicicletas preparadas. Habíallegado ya el verano aquél.Habíaleído,también, La Voluntad, aquel libro de «Azorín» que mecayó sobre la cabe za por la fuerza de la gravedad desde los ignotos altillos ele la vieja librería y que me hizo pronunciar: «¡Eureka!». A éste siguieronotrosdelmismo autor; prestados algunos, como era costumbre por aquel liempo («Si este libro se perdiera, como suele suce der, quien loencuentrea su dueño devuelva, que lo ha de menester») o buscados y aveces hallados sobre todo en la incipiente«Colección Austral», ele laEspasa Calpe,que por entonces se imprimía en la República Argentina.Leídos ya Las Confesiones de un Pequeño Filósofo, Sintiendo aEspaña yDoña Inés, esta definida predilección literaria y elpaisaje que rodeara la juvenlud del gran maestro de Monóvar abarcaba toda mi alención. El paisaje esta ba cerca, en nuestro valle. También la estación esti val hacía rutilante acto depresencia.Tenía la bici cleta, así, como lista. Ysobre todo, el amigo acom pañante igualmente deslumhrado por laprosade «Azorín», aunque por motivos más directos, éstos por tradición familiar. 4 j[si empezó aquel pedaleo por las rutas azo- rinianas de nuestropaisaje. El acompáñame amigo era, sigue siendo, Julio Capilla Bellot -hijo de José Capilla Beltrán- apetecible relación para estos temas. Sabía, de su padre, de la profunda entrega y admiración por la obra del maestro;de su vincula ción como director de pueblicaciones como «ldella» y «Albor» en Elda, yanteriormente, en «Los Pue blos» de Monóvar; ycomo autor ele un librito -opús culo le denomina él- que todavía conservo, publi cado en el año 1928,por la Tipografía Moderna, de Elda, titulado El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Miró, éste, su segunda devoción literaria. Julio mehablaba, duranteelpedaleo, con filial admi racióndela obra que su padre estaba preparando: «Azorín», paso a paso; obra malograda, no se llevó afeliz términonunca,por motivos diversos,y que hubieseculminado su reconocida trayectoria como primer biógrafo y bibliógrafo ele «Azorín». José Capilla Beltrán llegó a Elda en el año 1923,proce dente de Monóvar, donderesidió algún liempoy donde contrajo matrimonio. Había nacido en Jáliva, en el año 1897, ahora hace cien años, moiivo éste aprovechado pararecordar lejanosveranos con bicicletas y ofrecer, además,y en primer lugar, y con meditada intención, un recuerdo aun hombre amantede los libros y que apostópor la cultura eidense atrayendo laatención ele «Azorín». Miró y Unamuno hacia nuestro pueblo. Losrecuerdos quedanallí en la lejanía, esca pados ydesdibujados en elpensamiento. Traerlos ahora a la memoria cincuentaañosdespués, y evo car aquellasjornadas tras lashuellas de «Azorín» es, ante lodo, rescatar de una nube a unpueblo: Monóvar. Con su entorno de entonces: sus tranqui las calles yplacitas, su tiempo dormido, su silencio subrayado por artesanales sonidos, su torre inclina da, la ermita de Santa Bárbara -«tres arcos; en las fotografías, como una iglesia eleFlorencia o As Y lafigura de «Marcolán», que salvada de labruma del tiempo, se nos queda grabada para siempre, dentro de esa misma bruma, en unamago fotográfico... Padua»- desde la que se adivina, en un espacio vacío, lo que fuera castillo con su única e inquie tante ventana asomada a ese mismo vacío. Y saliendo de esa nube,JulioCapilla, con sus raíces monoveras, naturalconocedor delambiente que meayuda en lainmersión a ese mundo azoriniano; conociendo a personas que iraiaron -algunos seguíantratando- con «Azorín», y visitando lugares yestancias con notables palpitaciones literariasen sus ámbitos. Todo quedó olvidado, o difuso, perso nas y sitios,lamentando ahora nohaber tenido mejor previsión por anotarlodo lo que se me iba ofreciendo. Lo que sí se quedó grabada en misretinas -las dos, la de los ojos que comunica con el pensa miento y la de la cámarafotográfica- fue la visita realizada a «Marcolán». amigo dejuventudde «Azorín» y partícipe con él de aventuras literarias. Dice José Alfonso, al que lambiénconocí,otro fino escritor monovero de los muchos que ha dado esa tierra, en su «Azorín» íntimo, publicado por la «Colección La Nave»:«Dosescritores en el pueblo: Silvestre Verdú y José MartínezRute.Ilusiones y esperanzas. Comienzan aborrajear sus cosas en un semanario local y cursan ambos la carrera ele leyes.Hermético yconcentrado uno; abismado en su vida interior el otro. Pocas palabras. Espec tactores de lapropia fiesta de sus pensamientos. Dos vidas paralelas (...) Los dos amigos siguen con la afición ele escribir y estrenan dos flamantes seu dónimos-«Marcolán» y «Azorín»-agudosy eufóni cos. El primero sacado de una obra del Duque de Rivas; el segundo extraído del padrónmunicipal de Yecla. pueblo que frecuentaba Martínez Ruiz». Y la figura de«Marcolán», que salvada de la bruma del tiempo, se nos queda grabada parasiempre, dentro de esa mismabruma, en unamago fotográfico -al sobreponer dos placas en una sola por olvidoele hacercorrer lapelícula-, tomadacon una de aque llas cámaras con fuelle.Estafoto, elevalor nulo, adquiere interés por ser tal vez la última fotografía de «Marcolán». que aparece en el jardín desu casa entre Julio Capilla y un servidor. «Marcolán»estu pendo yelegante escritor, gran devorador de libros (recuerdode su biblioteca el enorme deseo desper tado por permanecer en ella una eternielaei). no quisoo no pudo seguir alamigo perseverantemente triunfador, quedando abúlicamente anclado, como literario personaje azoriniano en la no menos literaria Monóvar. 5 llegado a este punto, retomar la figura ele Juan Ardal.Decíamosque,Juan Ardal, ame la cir cunstancia de que ningún biógrafo puedezafarse deldesmadejamienio, del desmayo, fallas éstas de escritor que pasan inadvertidasa losprofanos, pero que él tiene en cuenta, y le hacen pensar que es preferible un momento coyuntura! del biografiado,a iodos sus momentos vividos. Servidor participa mismamente de igualparecer. Desde que se fraguó -primero en elpensamiento, luego sobre lasenani llas- la oportuna idea derecordar la figura eleJosé Capilla Beltrán en el centenario de su nacimiento, siempre tuve en cuenta elmomento personal,aquel encuentro que. aunque balaelí.apartado de toda estructura biográfica, quedó grabadoen mi pensa miento sirviendo de motivo a este trabajo. Ocurrió en aquel verano, mediadoslos años cuarenta.Julio y yo regresábamos ele algún sitio azoriniano. concretamente, en este caso, ele «El Collado de Salinas»,tan empapado de las esencias observadoras deljoven Martínez Ruiz que, silencio so yapartado, trabajaba, sobre iodoconvoluntad, en ese sugerente lugar. Veníamos repletos de imá genes yacercamientos materialesapaisajes, y a cosas: estancias, enseres, libros... que unapacien te sobrina del escritor con atenta amabilidad nos iba facilitando. La sensación de haber eslaclo tan cerca, aese mismomundo en el que se desenvolvía el insignemaestro y de haberrespirado aquelambien te que a él le inspiró, era tan increíble,que necesi tábamos contarlo cuanto antes. Así, es cine, reple Y tos de emoción, ycomo digo, al regreso, dejamos lasbicicletas al pie de laescalera, en la casa de Julio, y subimos a su vivienda. Me presentóa su familia, ycreo recordar, en actodecortesía, una taza de café -entonces llamado también sucedá neo- en mis manos. Y allí todo fue hablar ele «Azorín» y ele Monóvar. Su madre, con lasencilla distinción que caracteriza a las señoras monove- renses. creo recordar, fue dueña de la situación en todomomento; interpretando, tal vez en mi honor, unapieza alpiano, que bien pudo ser un nocturno de Chopin. conversando, con tal motivo, demúsica y ele lo afortunada que se habíasentido en su juven tud por haberpresenciado losBaillés Rusosele Diaghileff, coincidentes entiempo y espíritu -por ese acercamiento a lascorrientes europeas tan necesariamente renovadoras del gusto y del pensa miento- con la famosa Generación del 98 de la cual «Azorín» era destacado mentor. Su padre. José Capilla Beltrán, lacónico, pensa tivo (más bien triste, pudo parecerme), era la segun da vez que hablabacon él. La primera, fue durante aquellaguerra, siendo yo un muchacho, coinciden tes en una de aquellas bibliotecas libertarias adon deacudíamos a la olor de los libros, mayormente requisados,y yaalgunos pintarrajeados sobre todo los que ofrecían láminas con desnudos clásicos. (Todos los ángeles,tanto losarcangélicos como los caídos de «El Paraíso Perdido», de Millón, luciendo insospechados atributos,dilucidando, sin querer, sobre el sexo de eslos seres). Mi recuerdo de enton ces es bastanteborroso,en mimente aparece la figura de Capilla como el típico intelectual con su carpeta de escriiosbajoelbrazo, con sus amables respuestas a preguntas pertinentes y haciendo sonaren mis oídospor primera vez, el nombre de Gabriel Miró. Pasadosdiezaños seguía teniendo la misma amabilidad aunque su figura de intelectual desprendía ciertoestado de amargura. Personade gransensibilidad y adecir de Vicente Ramos («Alborada», año 1963): «Soñador del más exquisito sueño, habiíame de áureosilencio por él amorosa mentecincelado. Capilla moraba en dulceseierni- elaeles estéticas, inmerso en acabado mundo de ter nura; su ámbito era el de los escogidosy egregios: luminoso y jovial, riquísimo, por dentro; dolorido por fuera, por la vertiente dondesangran las heri das...», había sufrido la represión deun ejército triunfador. Condenado por un delito de auxilio a¡a rebelión y propaganda «ala pena de seis años y un día», de los que sólo cumplió veinticinco meses de prisión, es más tarde, en 1943, por el Itlbunal Especial para ¡a Represión de la Masonería y el Comunismo, condenado a la inhabilitación absoluta yperpetua para el ejercicio de cualquier cargopúbli co. Capilla fue masón desde el año 1927 hasta 1934, ysería necesario hacer constarque.enton ces en Elda, esta condición se daba en personas altamente distinguidas sobretodo entre intelectua les y de probada formación moral. (La Masonería eidense, un misterio durante cuarenta años de susurros ymedias palabras desvanecido sensible mente en otromisterio de silencio y olvido). 6Insiste Juan Ardal -el personaje ele «Azorín» que nos guía-, saliéndonos al paso otra vez para advertirnos de lospeligros laxos y desmadejados delos escritos biográficos, tamo más. cuandopre cisamente se tiene un proyecto másbien mínimo, anecdótico. Pero eranprecisasciertas referencias para situar en su lugar a la figura tratada; es por esto, elquerer destacar, enaquel tiempo de vera nos con bicicletas, los escenarios conducentes a la revelación de aquelmomento en aquella visita al padre de mi amigo. Como ya dijimos, la melancolía y uniris de amargura cortésmente disimulada, des prendía la figura de Capilla Beltrán. Lascausas, ya descritas, contribuyeron a ello, pero,sobretodo, de esa sensación desoledad yabandono que parecía experimentar cuandoprovenían de personasen las que él confió o reverenció; tal es el caso del propio «Azorín», que con un pasado seudo anarquista, no quisocomprometerse públicamentecon su amigo Capilla -entonces,lo que se decía,desafecto al régi men-,avalando lo que sobreel propio «Azorín esta ba preparando. Su hijo Julio, mi compañeroen aque llaslejanas rutasazoriniaznas, lodice en un escrito publicado en la revista «Adellum» (Noviembre de 1978): «A Capilla le faltó la fuerza moral necesaria pararealizar su proyecto. Hombre hipersensible no suposuperar ladesiniegración de suánimo, minado por la quiebra de sus ideales y el pesimismo. No encontró la mano amiga dispuestaa ayudarle, a salir del bache moral en que estaba sumido. Las necesi dades materiales leagobiaban y, en su conjunto, éstas fueron las circunsiancias que le alejaron del proyecto de escribir su «Azorín», paso a paso. Por estos uotros avalares, la obra creativa de Capilla no quedó muyextensa; se limitaba a escri bir, cuando podía, en publicaciones de ámbito local y alguna vez lo hizo en el nacional,casisiempre, sobre temas de «Azorín». de los que era gran exper to,acreditándole fama de reconocidoazorinista muy tenido en cuenta en el dilatado mundo de amigos del genial escritor de Monóvar. (Periódicamente, la Universidad de Pan(Francia), celebraEncuentros internacionales sobre la obra de «Azorín». Resulla impresionante comprobarque, porgenlesvenidas de tocio el mundo, nuestrahermosa lengua no es solamente la deCervantes, sino también la de «Azorín»). Uno de los textos más impactantes de Capilla cloloro- samente lo enconiramos en la extensa cartaque, en , humana confesión, dirige a su amigo ÁngelCruz Rueda, catedrático del instituto«Lope de Vega» de Madrid y autor de lacelebrada Semblanza ypoliantea de las Obras Selectas de «Azorín». He aquí un frag mento:«¿Causas? ¿Motivos? No voy a disculparme. Educado en un ambiente liberal,no voy a negarmis ideas liberales, lo que, dicho sea depaso, jamás enti biaron mi amor a mi Patria y a mi Dios. En mi con ducta no hubo extremismosnibajos intereses. Mis ideas y buena fe me impidieron conocerla maldad humana; sumido en el dolor, vi el negro abismo de odios, venganzas yrencores ybastardos apelilos. Desalentado y con lágrimas de sangre, alcé los ojos alCielo ypedí aDios misericordia. Él me ha dado resi- lencia física yconfortación espiritual, y en Él, sola mente en Él, espero y confío para rehacer mi trunca davida y mi hogar deshecho...». Impresionante docu mento que nos muestra al hombre acosadoque rompe su habitual mansedumbrepara gritar su intor- tunio. su granfrustración de hombre marcadopor el repudio. 7 l^i Juan Ardal, ni «Azorín», ni servidor de ustedes,lendremos yaporqué preocuparnos ante el temor de unescrito que, aunque pudiera parecer biográfico -nuncahubotal intención-, resultara tam bién, por azoriniana teoría,plúmbeo, abrumado, macabeo. Así es que,ysaliendo ya alencuentro del necesariodesenlace habría que decir:En aquel tiempo eleveranoscon bicicletas, de productos sucedáneos, del mercado negro,ele laremora del gasógeno en los escasos automóviles, ele la radio y de sus interminables listas de discos dedicados, del plexiglás, del escándalo «C3ilda», ele la inteligente «Codorniz», ele las chicas «Topolino», de las bom bas atómicas sobre ¡ loroshima yNagasaki, del final de laSegunda Guerra Mundial; conmúsicas de fondo frivolamente ambientales,talescomo pudie ran ser: el«Lamben Waltz», «El Tiroliro», «La Pa- rrala», «Mirando al mar»; o las canciones de Riña Celi. Concha Piquer. Antonio Machín.Bernard l-lilda. «Los Vieneses».... etc., ocurrió aquello que hemos venidomanteniendo en suspenso paraque. pasa domedio siglo,fuese oportuno el presente relato centrado en ese acto completamente intrascenden- laly ya anunciado; inscrito en losdetalles anodinos de las relaciones personales y del cual no escapa unevocador toque de «Practique usted¡aek-gancia social del regalo», según aquellos primeros mensa jes comerciales en losperiódicos de aquellos pri merosgrandes almacenes de lapostguerra. Pocos o muchos, algún regalo habré recibido a lo largo de mi vida; algunos quizá recuerde, oíros desaparecieron ele mi memoria ya largo tiempo. Pero aquél, el que ha motivado todoelesfuerzo desarrollado en estas páginas,por eldeslumbra miento producido en su momento, y por el uso que hayapodido hacer de éldurante muchos años, ha perdurado intacto en mi memoriay en mi librería. Y es que, en aquella visita. Capilla Beltrán, en la cor tés despedida delmomento, coge,va, y me hace unobsequio. Erantiempos aquellos ya dichos de carencias, deestúpidas hambrunas; ésias no sólo se anulaban con la vulgar materia orgánica,estaban también los libros como remedio aotras necesida des,las que subían alpensamiento. Y así fue como Capilla, tannecesitado él, en sus propias penurias, saciómihambre espiritual regalándome el más bello libro que pudieraescribirse para siempre jamás(es un decir): Superrealismo, de «Azorín». naturalmente: un perfecto manual de estética;una magistral lección plásticaendonde abundan nues tros únicos y levantinoscolores;undevocionario ele culto a la palabra castellana -tan perfecta, emplea da enandamiajes clásicosredivivos por «Azorín»-; yun canto orquestado interiormente de inefables sensaciones liberadorascuandoleíamos aquello ele: «Laautonomía de laspalabras; la libertad delas palabras cansadas de la prisión en que las ha teni do la retórica antigua. Vida profunday bella de las palabrassolas,independientes. Una sola palabra siiuaeiaen suambiente natural,expresa más vida, ella sola, que engarzada en largo y prolijo período. No lener miedo a libertar palabras. Conceder valien tementela libertad a las pobrespalabras engarza das,incrustadas, fosilizadas en la prolijidad de un estilo anacrónico...». Demasiado...; en aqueltiempo; en aquellos veranos con biciclelas; enaquella blanca casieta en El Campet -de «regalo»- y en aquelvallerodeado de montes de porcelana ybajo uncielo increíble mente azul. E.G.LL. EL PAISAJE ALICANTINO EN LA OBRA DE GABRIEL MIRÓ GLOSA POR José lapilla lielfrán Ano 1930 Tlpoororin ModeELDA Portada de laGlosa leída por Capilla en una fiestadePoesía, la cual luce una preciosa viñeta modernista de Osear Porta. CITAS Y REFERENCIAS SOBRE LA LABOR LITERARIA DE JOSÉ CAPILLA BELTRÁN AZORIN(OBRAS SELECTAS)Biblioteca Nueva. 1943. Madrid. Semblanza de Azorín por ÁngelCruz Rueda. Página 29: Se cita a José Capilla al hacerreferencia de un escri to de Azorín a D. José Pérez Bernabeu (21-9-1873): «Tenemos copia de la cartaante nosotros, gracias al querido compañero Sr. Capilla Beltrán; pero no la transcribimos ínte gra, para que pueda hacerlo en su «Azorín, paso a paso», el paisanode Calixto lll, de Alejandro VI, de «El Españoleto». En la carta hacepública adhesión a los principios que sus tenta el gran repúblico Pi y Margall». Página 1.507: Bibliografía Capilla Beltrán, José:Suplemento literario de Idella, sema nario de Elda, 1.a de Febrero de 1930. Página 1.509: Coleccionistas de libros y artículos de Azorín y sobrela obra de Azorín: D. JOsé Capilla Beltrán, residenteen Monóvar (Alicante);D. Ángel Cruz Rueda, en Madrid, y D.José García Mercadal, también en la capital de España. Página 1.504: Bibliografía Labibliografía de Azorín más completa que conocemoses ladebida a su fervoroso lector don JoséCapilla Beltrán, resi dente en Monóvar (Alicante), en el suplementoliterario que,conabundancia deartículos, retratosycaricaturas del maes tro, le dedicó en el semanarioIdella (Elda 1.-de febrero de1930, año V, núm. 189). Comprende casi toda la labor de Azorín, desde 1893hasta Superrealismo (1929)inclusive. La divide en Sub-Azorín (1893-1903), Azorín (1904-1925) y Supra-Azorín (desdeDoña Inés, 1925). Públicamente reiteramos al querido literato y amigo -autor de un futuro y sin duda admirable ensayo bio-bibliográfico de «Azorín, paso a paso»-, nuestra gratitud por los datos facili tadosacerca de la vida y de las obras de nuestro escritor pre dilecto; en especialde las señaladas ennuestra lista anterior con los números 1,4, 5, 8,10, 11 y 15. AZORIN (OBRAS COMPLETAS) Tomo IIntroducción, notas preliminares, bibliografía y ordenación por Ángel CruzRueda. M. Aguilar, Editor - Madrid, 1947(dedicatoria de D. Ángel Cruz Rueda) Introducción: Nuevo retrato literario de «Azorín», por Ángel Cruz Rueda. Página XIX: Se cita aJoséCapilla al hacer referencia al home naje, el primero que se le tributa en Monóvar, nombrando al Maestro hijo predilecto de la ciudad:«...Más en 1917,un grupo de jóvenes funda el 11 de febrero elhebdomadario LOS PUEBLOS, con ese fin casi exclusivo: son los periodistas el estudiante José Capilla Beltrán, direc tor; el abogado donJoséPina y el industrialdon Silvino Navarro. José Capilla, admirador del maestro, conocedorde su vida y obra como pocos y escritor de raro mérito que nos ha proporcionado alguno de estosdatos y libros primerizos, consiguió sin esfuerzoque la Corporación municipal desig nara a Azorín hijo predilecto de Monóvar y, siempre con el auxilio del secretariodel Ayuntamiento, don Queremón Al fonso, que el 19 de Marzo, día de San José, elseudónimo de José Martínez Ruiz se colocara en dos rótulos de mármol en la calle donde nació el 8 de junio de 1873,no en la casa gran de número 4 de la calle de José de Salamanca, segundade las tres viviendas de Azorín en el pueblo nativo, (del capítulo «El Valle de Elda y Monóvar). Página CVI: Números extraordinarios de periódicos y revistas se lehan consagrado almaestro, entre loscualesha dedesta carse el delsemanario IDELLA (Elda 1 de febrero de 1930), dirección y notas por José Capilla, con profusión de ilustra ciones,(del capítulo «De la eutrapeliaa la posteridad»). Página CVIII: Al hacer laenumeración de los críticos de Azorín se cita a José Capilla Beltrán. AZORIN (JoséMartínez Ruiz)Contribución al estudio de la Literatura Españolaa fines del sigloXIX por el doctor WernerMulertt, profesor de la Universidad de Halle, Saale(Alemania). Versión directa, adiciones y corrección de los catedráticos espa ñolesJuanCarandell PericayyÁngel CruzRueda.Biblioteca Nueva -Madrid, 1930. Página 240 - Apéndice1.9 -Ángel Cruz Rueda. A continuación de referirse al homenajeal ilustre Azorín, con motivo de la publicación de SUPERREALISMO, que le rindió el pueblo nativo, escribeCruz Rueda: Idella,semanario independiente de laciudad de Elda, en elvallecico del alto Alicante, publicó con este motivo un primo roso suplemento literario bajo la certeradirección de don JoséCapilla, periodista de los que mejor conocen la obratotal de Azorín. DEL LIBRO ¿COMO ES AZORIN? de AntonioMontoro.Prólogo de José Capilla(Datos y opiniones para su biografía). Biblioteca Nueva -Madrid, 1953. Página 106 - LA ODISEA DE LA MANCHA - Capítulo XXXI. Alhacer mención elautor de los semanarios de Monóvar en loscuales recuerda que colaboró algunas veces elmaestro Azorín, cita «por los Pueblos, don José Capilla». Página 152 - EL TEMA DEL PAISAJE - Capítulo XLVII. Dice Montoro que Azorín olvidó citar a Gabriel Miró en su libro «El Paisaje de España visto por los españoles». Hace mención de José Capilla enestospárrafos: ¿Cómo se olvidó de citarle? El amigo José Capilla -descar nado admirador de Azorín-compuso unrazonado bosquejo literario sobre este tema del inexplicable olvido; fue leído este trabajo de Capilla en unos JuegosFlorales de Elda. Página157- LA CALLE DE AZORIN YMONÓVAR - Capítulo XLIX.Elgrupo de aficionados al arte y a la literatura que nos jun tábamosen Monóvar, de cuyo nombre no quiero olvidarme,loformaban: SilvestreVerdú«Marcolán», Vicente Peñataro, José Capilla(sigue la relación de nombres). Página 160- LA CALLE DE AZORIN EN MONÓVAR - Capítulo XLIX. «Uno denosotros, Peñataro, Capilla, yo mismo, escribió alliterato famoso enterándole del proyecto. La contestación no se hizo esperar. La respuestafue al tenor siguiente: Mis queridos amigos: No es necesarioque quiten ustedeslacalle de San Andrés para poner mi nombre. Bien está SanPedro en Roma. Cordialmente, Azorín». Página 238 - TERCERA MUESTRA DE LOSHOMENAJES MONOVEROS - Capítulo LXXV. «Llegó Azorín a Monóvar, anticipadamente,con la idea dedirigir losensayos de’Angelita’. O acaso para disfrutar de más tiempo de permanenciaen la ’ciudad apacible’. Se aco modaba en el patio de butacas;allí resistía hastala termina ción de los ensayos. Se sentabanen su torno algunos ami gos del escritor: el doctor Alfonso, el alcalde don Saturnino Cerda, José Capilla, José María Sogorb, quizá también Vicente Peñataro, Pepe Alfonso, el industrial Francisco Navarro...». Página 290 - EL ESCRITOR SIEMPRE DISCUTIDO - Capítulo XC. En elbello tomo de laEditorial Biblioteca Nueva, titulado «OBRAS SELECTAS DE AZORIN», publicadoen 1943, acomoda suorganizador y prologuista don ÁngelCruz Rueda, gran cantidad de noticias bibliográficas. La mayoría de los datos de tal carácter que figuran en este capítulo han salido de allí. En estas notas del señorCruz Rueda, hay un huequecito destinado a realzar el nombre de mi antiguo camarada don José Capilla. Es el admirador número uno de Azorín. Dice elseñor Cruz Rueda: «La bibliografía de Azorín más completa que conocemoses debida a su fervoroso lector, don José Capilla, residente en Monóvar (Alicante), en elsuplemento que, conabundancia deartículos, retratosycaricaturas delmaestro, lededicó en el semanario ’Idella’, en 1930. Comprendecasi toda la labor de AzorínhastaSuperrealismo. La divide en’Sub-Azorín’,’Azorín’ y’Supra-Azorín’. Termina el ’supra’ de Capilla en ’Doña Inés’; hay necesidadde añadirnuevasdenominaciones, en griego o en latín, ya que se han prodigado los plurales Azorines desde entonces. En otro rinconcito, dice también el prologuista: ’Coleccionistas de libros y artículos de Azorín, y sobrela obra deAzorín, donJosé Capilla Beltrán; donÁngel Cruz Rueda, en Madrid, y donJoséGarcía Mercadal, también en la capital de España.Aestos tres azorinistas ardorosos, llenos de conciencia críti ca,hasta donde la pasión permite ser equitativos, deseopre sentarles mispequeñas cavilaciones: ¿Quién de los cuatro más importantes personajesde lageneración del 98-Unamuno,Rubén Darío, Benaventey Azorín-, ha sido más discutido, ha promovido más comentarios? Claro es suponerque no el señorGarcía Mercadal, ni el señor Capilla, ni el señorCruz Rueda perderánel tiempo paracontestar a mipregunta. Estostresazorinistas, reunidosenpequeño cónclave, podrían indicar el volumen aproximadorespecto a su ídolo». Página 296 - YA EN LA CUMBRE - Capítulo XCII. En la «Addenda», editadapor la Dirección de la Hemeroteca Municipal, de hace poco tiempo, encuentrootrasalabanzas recientes:JoséCapilla. Artículo publicado en ’El Español’ en 1944.Se titula ’AZORIN YMONÓVAR’ (Este Capilla escribiendode nuevo en los periódicos, tan constanteen su fervorosa devo ción por Azorín).Númeroextraordinario del semanario eidense ’IDELLA’, ordenado porCapilla,conselectas colaboraciones, retratos ycaricaturas inéditas. AZORIN (De su vida y de su obra) Por José Alfonso. «Cuadernos deCultura» -1931, Valencia. Página 4 -JOSÉ AUGUSTO TRINIDAD MARTÍNEZ RUIZ. Hará una docena de años que el joven y culto periodistalevantino don José Capilla -uno de los azorinistas más fer vientes y documentados- siendoa lasazón y en Monóvar,director de un semanario titulado «Los Pueblos», uno de esos modestos hebdomadarios pueblerinos, no por humildes menos estimados; hará una docena deaños, repetimos, que el señor Capilla hizo una campañaintensa desde su sema nario para que Monóvar rotulase con el nombre de su hijo ilustre una calle. Yobtuvo un éxito inmediato su iniciativa rotulándose con el nombre de Azorín la antiquísimacalle dela Prisión y luego San Andrés, por haber nacido el insigneescritor monovero en una de sus casas. Página 15- COMIENZA SU LABOR PERIODÍSTICA EN MA DRID. ...Idella,semanario de Elda, dirigido por el periodista varias veces citado, don José Capilla, se honró muchas veces con laprosa inédita de Azorín. Página 15 - LABOR LITERARIA DE AZORIN. Con este título publicó Idella -semanario republicano eiden se, dirigido por el citado periodista señor Capilla, en número extraordinario dedicado a Azorín, de fecha 1 defebrero de 1930,la división más completa que se ha hecho de toda la obraazorinesca. Elseñor Capilla divide la obra de Azorín en tres épocas: Sub-Azorín, Azorín y Supra-Azorín. AZORIN (Biografía ilustrada) J.García Mercadal «Ediciones Destino» -Barcelona, 1967 Página 146- ÍNDICE CRONOLÓGICO. 1917... Nombramiento de Hijo predilecto de Monóvar. 11 de febrero. Se funda en Monóvar un semanario titulado «Los Pueblos», por don José Capilla (Navarro), con la colabora ción del abogado don José Pina y del industrial don Silvino Navarro, de donde partió la iniciativa de honrar a Azorín dando su nombre a la calle en que nació. 19 de marzo. Descubrimiento en Monóvar, solemnemente, de dos placasde mármol, en las que se lleva a cabola iniciativa del semanario monovero «Los Pueblos». BIBLIOGRAFÍAS DE LA OBRA DE AZORIN EN LAS QUE SE CITAN ESCRITOS DE «JOSÉ CAPILLA». Hacia una bibliografía cronológicaentorno a la letra y el espíritu de Azorín. Dirección General de Archivos y Bibliotecas, 1956.Dionisio Gamallo Fierros. Páginas 23-24:1917 (etapa en que Azorín desempeñael cargo (1917-1918) deSubsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes)11 de febrero: Un grupo de jóvenesde Monóvar funda el semanario «LosPueblos», que en gran parte será dedicado aexaltar aAzorín. 1.a de marzo: Se rotulala calle de Monóvar donde nació Azorín, con su nombre. Página34:1930. José CapillaBeltrán; Bibliografía de Azorín, en elsuplemento literario que, con abundanciade artículos,retratosycaricaturas del escritor, se publicó en el n.9 189 (año V) delsemanario«Idella», de Elda, correspondientealdía- Página 45:1944. J. Capilla: Azorín y Monóvar, en el núm. 63 de «ElEspañol» de Madrid. Página61:1953. José Capilla Beltrán. La tierra nativa de Azorín. 5 de agosto. Apareceel n.9 68 de Revista, de Barcelonade homenaje a Azorín. CASTILLA EN AZORIN. MargueriteC.Rand, de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Maryland. Rev. de Occidente, Madrid. Página 742:Capilla Beltrán, José: «Azorín yMonóvar». El Español. Madrid, 8 enero,1944. RETRATO DE AZORIN Luis S. Granjel - EdicionesGuadarrama - Madrid, 1958. Página 311: Capilla Beltrán, José. «La tierra nativa de Azorín». RevistaII, 68; Barcelona, 1953. AZORIN1873-1947 Homenaje de la HemerotecaMunicipal de Madrid, 1947. Página 62:Capilla,J. «Azorín yMonóvar» El Español - Madrid, 1944, n.9 63. AWEMTO ME1LIDA por JOSÉ CAPILLA BELTRÁN Celebramos el centenario del nacimiento ele José Capilla Beltrán (1897-1963) con este trabajo suyo aparecido en la revista de «Moros yCristianos» del año ¡946. Lo acompañamos con lo misma foto grafía que lo ilustraba: una vista de laElda de los primeros años treinta, en la que se aprecia la antigua iglesia de Santa Ana y el núcleo urbano de entonces cobijado a su alrededor; con aquellas casitas con desván osobrado (porche, se decía en Elda), de los cua les partía la salmodia de tantos tac-tac producidos por aquellos martilUtos artesanos que, agolpes sobre las hormas zapateras, iban for jando nuestro destino. Como decía Azorín. en un delicioso juego de palabras (en un texto que también reproducimos, la prosa de este «Martillito de Elda» es de «plata labrada», por lo que elmartillito (y también Capilla) tienen de orfebres sobre las maleables palabras y los maleables metales preciosos. «¿Y qué prosa será superior ala maleable, puesto que el oro lo es también, yen alto grado?». (E.) Una madrugada, junto al balcón, nues tra mesa de trabajo, sobre la que reposa nuestra máquina de escribir; junto a ella unos libros, unas papeletas con unas ñolas estadísticas. Nuestro aposento se halla sumido en el silencio, tan fecundo para la medilaeión. La luz, aunque tenue, del amanecer hace que destaquen en la penumbra de la habitación la blanca hoja de papel, dispuesta en el rodillo ele la máquina, ylos albos circulitos de las te clas que esperan nuestras pulsaciones digitales. De la estancia contigua llega hasta nosotros el tic-toe de un reloj de péndulo. El persistente tíc-fae nos trae la imagen de la oscilación pendular, el vaivén de lalen teja. El tiempo, procesión de días, de años, de siglos, que percibe el ser huma no por la sucesión de hechos vulgares o extraordinarios, tristes, alegres, fracasos o triunfos, que fija en la Historia su gran ojo a vizor, la Cronología. Con el clarear del día, otro ruicliio,rít mica y monótono, viene a conjugarse con eltic-toe del reloj: del desván de la casa frontera sale el toc-toc del martillo sobre la horma que ha emprendido el obrero veci no su diaria tarea. Por el tac-tac vemos en nuestra imaginación al obrero, hábil yafa noso, sentado ante su mesita, los pares de hormas a un lado, los cortes yplanti llas aotro; sobre la mesita, un potecito con tachuelas que. a puñaditos -como anises en manos de niño goloso-, llevará a su boca, de donde, con destreza yrapi dez, las irá sacando una a una para embastar el corte, acoplado a la horma, con su plantilla. Contribuyen a esta opera ción del montado del zapato, la boca, las manos y el martillito cuyas percusiones producen el característico fac-rac -tarea, trabajo-, simultáneo con eltic-toe -tiempo, tesón-. Cual si fuera efecto de resonancias, se levantan los martillitos de mi máquina de escribir, obedientes al tecleo de mis dedos, yes el picotear de los tipos un tac- toc discursivo, en cifra de Morse, estimu lado por el péndulo y el martillo, el tiempo y el trabajo, en la vida de Elda. Tiempo (t), trabajo (t), triunfo (t)... ¿No ves, lector, el martillito, el martillito del zapatero que salta yse incrusta en el tiem po, en el trabajo y en eltriunfo de un pue blo que supo hacer de una modesta villa de ayer, la ciudad industrial, inquieta y populosa que es hoy Elda. El toc-toc del martillito es el aliento de Elda,«la industriosa». Elmartillito de zapa tero, talismán en manos del infatigable obrero eidense, me dice en su toc-toc más, muchos más que estos datos que tengo a mano: 150 fábricas, 6.500 obre ros, 20.000 pares de producción diaria. Sin el afán, voluntad y trabajo que expre sa el toc-toc del martillito no sería Elda la ciudad pujante y triunfal. ¡Martillito de Elda, este humilde cronista te eleva al escudo de la ciudad! Madrid, 27 diciembre Ií’45. ’Veridonamigo Capilla^ anchas gracias por todo, i* pr08a del marti llito es como prosa de martillo, en el sentido desplata de martillólo sea7~ plata labrada; osi usted lo prefiere, maleable, puesto qne en maleable, esta ínsito el martillo.¿Y q„e prosa sera s^erior ala maleable, pnesto que el oro lo es también, y en alto grado? opnde enriarle lo que usted deseaba; estoy en un periodo de reomdeol- wlento de mis aohaqnes; apenas si puedo cumplir con los compromisos lnelndi- bbs; veo qne usted no se ha molestado^y eso «me prueba que es buen amigo. Primorosas las ¿Ipias de mis antlguaa caricaturas; se las agradezco mu- ;on un cordiallsimo saludo, ydeseándole muchas prosperidades en el próximo año, ia relt ro mi amiatad. Azorin .Af )4/n^ M Jada Capilla en el homenaje aJuan Sansano (lSS7-1955), periodista, director del periódico «El Día» de Alteante, ycelebrado poda; autor, entre otros, de libros como «Por lasrutas floridas» (1921), «Canciones de amor» (1951), «La torre deSanta Justa» (1945), etc.. Azorín, Elda y el arte sutorio El nexo más significativo de Azorín con Elda se llama,sin lugar a dudas, José Capilla Beltrán. Capilla vino a vivir a Elda en 1923 y. apartir del8 de febrero de 1926, colaboró en el semanario klcllu. llegando a dirigirlo años más tarde. Publicó decenas elearlículos (mi Los Pueblos, Renovación, Aibor(que dirigió en 1933), Alborada yen programas de Moros y Cris tianos eleElda. Su pasión era pergeñar páginas docu mentales sobre aquellos escritores por quienes sentía auténiiea veneración ycon los que llegó a mantener amistad y correspondencia: Azorín, Gabriel Miró y Miguel de Unamuno. En palabras de Ángel CruzRueda, biógrafo de Azorín. la bibliografía más completa delautor de «Castilla» es debida «a su fervoroso lector D. José Capilla (...) en el suplemento literario ciue. con abun dancia de arlículos, retratosy caricaturas del maestro, le dedicó en el semanario Idella. Esto fue. nada menos, que en 1930, siendo considerada en laactua lidad la primera bibliografía que, sobre Azorín, se hizo. Tamo agradó a Azorín que leremitió una epísto la en eslos términos: «Admirable ese número de idella, algunos datos me han sorprendido. ¿Quién dice que fuera de lacapi tal de España no hay curiosidad intelectual y primor para hacer las cosas delespíritu? Ese número de Idella es una contestación triunfante a lapregunta. Agraelccidísimo a todos ustedes yun abrazo cordial ele su amigo». Capilla Beltrán -después eJe haber pasado por duras pruebas por ser republicanoymiembro elela Logia Amor de la Masonería local- animó, en 1945.a Azorín a que escribiera algo dedicado exclusivamen te a Elda del mismo modo que había confeccionado «El enfermo» para Petrer. Para Capilla que Azorín correspondiera a supetición sería«honor para Elcla y colmaría mi satisfacción de azorinista». Azorín, en ABC del 1 ele septiembre de 1961. con eltítulo de «La próspera Elda» ensalza lalaborio sidad eidense con unas palabras que no dejan lugar a equívocos: «Elda nos da el ejemplo de laevolución rápida de unpueblo; hace cincuenta años Elda era un pueblo agrícola; su vino clarete era famoso. No sabíamosde Eldasino porque allí se había recriado Castelar, el cual tiene ahora, ante una bella fuenie, una gallarda estatua. Nos está dirigiendo lapalabra. El caso de una transformación tanrápida y completa será acaso único en España». Así pues, si Azorín inmortalizó a esta población con el calificativo de «la industriosa Elda» fue debido a lacallada labor de José Capilla, uno de los azorinis tas más fervientes y documentados, enopinión de su biógrafo, José Alfonso. Azorín dedicó bellos párrafos yalgún capítulo de su obra aElda. Desde 1903 en «Antonio Azorín» hasta 1963 en «Los Recuadros» pasando por «Memorias Inmemoriales» (1943y1946) y «El Enfermo» (1944),sin contar múltiples alusiones a la peña del Cid o al Valle, Eldaestápresente en sus escritos.Situviéramos que seleccionar alguna frase significativa tal vez escogería mos «El camino de Elda» donde revela que «caminan do de Monóvara Elda . ya en elfondo del valle, ya en plena huerta, he recogido sensaciones utilizadas des pués en loslibros». Puede asegurarse que algunos pasajes de obras como «Antonio Azorín», «Las confesiones de un pequeño filósofo» o «Los Pueblos», han sido conce bidose ideados en este ir y venir de Azorín de Mo nóvar aPetrer -ciudad natal de su madre- pasando, naturalmente, por Elda. Afirma Azorín que «elrecorrer lascalles de Elda tenía paramí cierta emoción». Unsentimiento que hoy nos invade al releer fragmentos suyos sobre esta ciudad.A lo largo de laproducción azoriniana -seis milartículos yciento cuarenta volúmenes-, rezuma un mismo pensamiento en el escritor: (Elcla) «es un pueblo activo.Laagricultura no bastaba para su vida; ha ncícidola industria. Y es una sola industria, que hace trabajara todos los obreros en lomismo, que los conforma con iguales aptitudes, que mueve toda laactividad delpueblo en una orientación idéntica». Esta industrialización monográficadelcalzado y afines fue evolucionando en la mente de Azorín al mismotiempo que se consolidaba a nivelnacional. Por este motivo, en 1959, en Agencia, relata que «en Elda se cultivaba el arte sutorio; cuenta ahora ese arte con grandes yprestigiosas fábricas, en las que, a más cantidad, se hacen primores». En1963, alhablar de «La próspera Elcla», Azorín sintetiza su concepto de esta ciudad en una frase lacónica, llena de intuición y sabiduría:Elda vivepara elarte sutorio. Un slogan que debería aprovecharse en cualquier publicidad que, a nivelinstitucional, del Museo del Calzado odel Museo de Kurhapies. se rea lizase. Estamospróximos a lacelebración del primer cen tenario de laGeneración del 98. Es un evento que invi ta a recapitular, areflexionar y avolver aanalizar los acontecimientos con perspectiva. Tambiénlo es para recordarlavigencia de la obra azoriniana y laimpor tancia que para Elda supuso que uno de los mejores prosistas españoles, uno de los más leídos en i lispanoamérica, divulgara sus cualidades laborales. Aprovechemos esta efemérides -si os place-, para corresponder un poco al amor que Azorín demostró tener por Elcla. José PayaBernabé /oí/MarA’’’ Rwrt, .- MIMAS), mi padrino por JULIO A. CAPILLA BELLOT Y los grandes, como en sueños, recordarán su pasado... ¡Que siempre es de nuestro agrado cuanto hicimos de pequeños...! Pepito Tafalera1 Nací en Elda, frente a la antigua y desa parecida iglesia de Santa Ana, en una peque ña casa de fachada bermeja que, milagrosa mente, no hace mucho, aún se mantenía en pie. Acristianado en la pila bautismal de Santa Ana, tuve por padrino a Maximiliano García Soriano, jovial persona de cultivado espíritu ysobrado ingenio. Los serenos días de mi infancia, dormi dos en el recuerdo, están ungidos por el afecto y la bondad de aquel ser extraordina rio al que todos conocían, familiarmente, por Maxi. La presencia de Maxi, con su afabili dad ysimpatía, era obligada en todas las efe mérides de nuestra familia dada la relación con mi padre y el parentesco de mi madre con Lola, su esposa. Mi progenitor era casi un cuarto de siglo más joven que Maximiliano: este nació en Yecla en 1874 y, mi padre, en 1897 en Játiva. El desnivel generacional no fue óbice a tan entrañable relación basada en afinidades estéticas y literarias. Los dos eran lectores asiduos de Azorín y Gabriel Miró, de Rafael Altamira. unamuno y Baroja. En el colegio de los Escolapios ele Yecla. Maximiliano y Azorín, fueron condiscípulos ycompartieron aulas y profesores. Un amanecer en Yecla, Maximiliano acompañó aJosé Martínez Ruiz a esperar al escritor Pío Baroja que llegaba en diligencia. Baroja. en su novela Camino de Perfección, reflejaría sus impresiones Seudónimo de Maximiliano García Soriano. Julio A. Capilla Bellot en 1935, a la edad de nueve años. Fotografía hecha en las Escuelas Nacionales. sobre su estancia en la ciudad adusta. Maxi y Azorín a través de los años, conservaron su vieja amistad yeclana. Cuando Maximiliano se casó, después de diez años de relaciones, tenía treinta ysiete años, dos más que Lola. No tuvieron hijos y, aMaxi, le encantaban los niños. Tal vez por esta circunstancia, fuese yo objeto de su dilección. El tiempo, corrosivo de la memoria, no borra las sensaciones percibidas en la niñez. Asombrosamente nítida, recuerdo la imagen de mi padrino, su sonriente rostro y la mira da fija de su ojo de cristal, sus ademanes y su sosegado caminar. Maxi, siempre ocu rrente y siempre divertido, exclamaba al verme: «¡Julio Antonio, o el mismísimo de monio!» y, acto seguido, sacaba una mone da de cobre de diez céntimos -una perra gorda- y la depositaba en la palma de mi mano. En la etapa precedente a la caída de la Monarquía, Maxi me condicionaba la entrega de la moneda a que lanzase, con toda la fuerza de mis pequeños pulmones, un ¡Viva la República! y este grito, subversivo en aquellos días, aMaxi le divertía enormemen te. A mi abuelo materno, el farmacéutico Ramón Bellot, alcalde de Monóvar al término de la Dictadura del general Primo de Rivera, casi le da un soponcio al lanzar yo, inocen ycual rayo de luz esplendoroso, brilla un nimbo de luz sobre su frente. Una joven, radiante de ventura, le ofrece el agua, que tranquila mana de su cántaro limpio en lafrescura; y al mirar su belleza soberana... ¡Bebió el viajero, absorto en la hermosura de la bella ygentil Samaritana. «Idella» también publicó su poema «Al poeta Miguel R. Seisdedos». que motivó una amistosa «Carta abierta» del popular poela a González, inserta en el número 134, del semanario (13-X- 28),el soneto «Elda» y oíros como «El odio al periodista» rotundo ydemoledor: «Le odia el necio, y elruin y el rencoroso le persiguen con saña en sus furores, ysus luchas, su afán ysus amores sirven de pasto al vil y al envidioso...» También publicó «Idella» varios trabajos ele González en prosa, de gran altura literaria, como su ensayo «Castelar religioso», que se fue publi cando en varios números del semanario debido asu extensión. En 1930 el alcalde Joaquín Coronel Rico con vocó unos Juegos Florales oFiesta de la Poesía que revistieron gran brillantez. Entre los temas propuestos figuraba el titulado «Breve reseña delcastillo de Elda» que fue ganado por José Joaquín González Paya con su romance «Ruinas de Grandeza», que creemos no ha sido publica do todavía. A este certamen -o aotro de pareci das fechas tal vez de alguna cercana localidad- debe pertenecer el tríptico de poesías «Fe. Patria yAmor», tema muy frecuente en estas jus tas poéticas. Y también a esta fechapertenece el espléndido soneto a Federico García Sanchiz, motivado por la charla de este en el Castelar «Del minué alcharlesión. Unsiglo de baile» que causó gran sensación por la amenidad que el famoso charlista daba asus intervenciones. Las revistas intermitentes «El Cronista» y «Albor» recogen poemas de GonzálezPaya, como «Los hierros de tureja», «Bandera Repu blicana» y «En la muerte de Blasco Ibáñez». Esta última, probablemente escrita en 1928, cuando murió el gran novelista, aunque publica da en 1933, conslituye un inspirado canto de admiración alautor de tantas novelas que lo hicieron famoso en el mundo entero, al que de dica estas hermosas estrofas: No os aflija la muerte de Blasco... ¡Si Blasco no ha muerto! Su alma grande, inmortal ha cruzado en glorioso vuelo este mundo de auroras brillantes, de cumbres tan blancas yabismos tan (negros... este mundo, montón de pasiones, de lagos tranquilos, de mares revueltos... Parecido sentimiento ycon semejanzas nota bles de versos en uno yotro, inspiró al poeta años después, en 1956, su poema «No afligiros. (En la muerte de mi querida nieta Ascensión)» tal vez el de sentimiento más hondo ypuro de toda su producción: «No os aflija el dolor por su ausencia: La vida es un sueño; Ascensión ha subido a la gloria; [Está ya en el cielo! Aún su espíritu vive dichoso siempre en lomo nueslro, yde modo invisible nos cuida, nos presta su aliento... Ascensión aún está con nosotros aún sigue viviendo en un mundo de amor ycariño que está en nueslro pecho... Muchas fueron las poesías publicadas por José Joaquín González Paya en periódicos que ya solo pueden encontrarse en las hemerote cas, pero son muchas más las poesías inti- mistas, las familiares, las que dedicó a sus hijos, asus hijas políticas, asus nietos, asus familiares queridos, y que van formando un precioso álbum familiar solo para los ojos de éstos. Hasta su muerte, en abril de 1960, otras muchas, de temas diversos, pero siempre tra tados con elegancia, inspiración y belleza de expresión pasaron a formar parte de este cua dro íntimo, como la serie de «ironías y con trastes», dedicados a los nombres de mujer, las «Rosas de pasión» y«Rosas de misterio...» y muchas otras que sus familiares guardan con cariño yque merecían gozar de una difu sión de la que hoy carecen, recogidas en un volumen impreso, por los méritos genuinos de su poesía yde la personalidad de su autor,el único alcalde-poeta de Elda, con méritos sobrados, sobre todo por esta última faceta, para figurar entre los eldenses que han dignifi cado a su pueblo con la expresión de su ins piración poética. El manuscrito «Apuntes sobre la vida de mi Tía Monja» de Lamberto Amat y Sempere: unaobra preterida por FERNANDO MATALLANA IIERVÁS A Carmen, en el año de su nacimiento. Lamúltiple yversátil actividad hisioriográfica, memorística yde defensa de los intereses locales desarrollada por D. Lamberto Amat ySempere (1820- 1893), tiene en la faceta biográfica uno de sus aspec tos más significativos, relevantes y trascendentes, rasgos que confieren personalidad específica a los esbozos biográficos que realizara de notorios perso najes eldenses (Sempere yGuarinos, RicoAmat, El Seráfico yoíros) ybrillan con luz propia en los Apuntes so¡)iclauida de mi Tía Monja, manuscrito que lamentablemente permaneceinédito y casi olvida do. LosApitutes... se dividen en tres partes perfecta mente diferenciadas: una introducción justiíicatoria del trabajo, labiografía propiamente dicha de sor Joaquina Amat y Amat (1788-1853) que constituyeel núcleo central de la obra, subdividida en seis capítu los,y un apéndice documental donde el polígrafo eidense da cuenta de tóelas las gestiones llevadas a cabo, aportando los documentos oficiales expedidos fruto de su insistencia ytenacidad. Mientras los dos primeros apartados fueron escritos con gran celeri dad, ya que los redactó en tan solo cuatro jornadas -al menos aparecen fechados entre el 2 y el 5 de febrero de 1871-, laúltima parte resultó mucho más dilatada en el tiempo, puesto que se confeccionó entre febrero de 1871 y julio de 1877, a medida que las diligencias puestas en marcha por nuestro autor iban surtiendo efecto. La base documental y la claridad expositiva cer cana al naturalismo de las que hace gala en todos sus escritos D. Lamberto confluyen, por un lado, en Retrato al óleo de Lamberto Amaty Sempere este trabajo con la incorporación de testimonios ora les ycon la circunstancia de ser la persona biografia da familiar próxima -tía carnal paterna- del autor, por otro. Estos dos últimos elementos trata de conciliar- Ios de la forma más armoniosa posible con su meto dología de trabajo. En cuanto alprimero, nuestro bió grafo no tiene inconveniente en entrevistar adetermi nadas personas que conocieron ytrataron a la reli giosa -como se hubiese hecho en la actualidad en cualquier proyecto de historia oral- para incorporar sus puntos de vista yconocimientos sobre la figura de lahermana Joaquina. Por otra parte, se podría afir mar que larelación familiartía-sobrino le hace perder. en ocasiones, a Lamberto Amat laimprescindible objetividad ydistancia respecto a la persona objeto de estudio; esto no nos debe extrañar puesto que nos encontramos ante un texto de carácter enco miástico que el hacendado escritor elaboró para lec tura de sus familiares y conocimiento de lajerarquía eclesiástica yque, seguramenie, jamás pensaría ver publicado. No obstante, en previsióneleulteriores en miendas que se le pudieran formular, don Lambeno se cura en salud ydice que escribe labiografía de su tía monja capuchina por cuatro razones: el buen con cepto que de ella tenían personas sabias (i); para que sirva de ejemplo asus hijos; por sialgún día la Iglesia se digna reconocer los méritos yvirtudes de sor Joaquina y.finalmente, por gratitud hacia ella. Bajo estas retóricas justificaciones, lo que en rea lidad pretendía no era sino poner en marcha el pro ceso informativo diocesano que. asu vez. desembo cara en la apertura ele la causa de beatificación de quienviuióymurió en olores de santidad (2). dada la pasividad mostrada por las autoridades eclesiásiicas, las cuales, transcurridos dieciocho años de su muer te no habían adoptado medida alguna para significar la trayectoria de la madre Joaquina. Por ello, a veces trata de disimular sus verdaderas intenciones con constantes protestas de altruismo yausencia de inte rés personal, protestas que. a fuer de sinceras, enca jan perfectamente con la magnificación de cienos actos atribuidos a sor Joaquina, así como con la supuesta protección que lareligiosa ejerciera desde su convento en Alicante sobre D. Lamberlo ysu fami lia, hechos que solamente se pueden entender a la luz de la fe cristiana y que resultaban muy útiles para lafinalidad perseguida. Circunstancia que no deja de ser llamativa en un historiador como Lamberlo Amat ySempere que. ame iodo, destaca por el rigor y exactitud de sus afirmaciones, casi siempre respal dadas documentalmente. Nuestro autor comienza aredactar la vida de su tía en febrero de 1871. pero había iniciado larecopi lación de datos muchos años atrás. Además del trato continuo que mantuvo con ella a lo largo de veinti cinco años, durante la última etapa de la vida de la religiosa parece que empezó a recoger opiniones sobre la misma, como es el caso de las elogiosas palabras que le dedicara el obispo de Orihuela, D. Félix Herrero Valverde. en el transcurso de una visita realizada a la casa paierna de D. Lamberto, alas que hace referencia alprincipio del capítulo IV del manus crito; en parecidos términos se debieron expresar sobre 1850-1855, los padres Vicente Amat yCcrdán, capuchino del convenio de Monóvar, y José Navarro, perteneciente a la Orden de San Pascual Bailón,reli giosos que habían conocido ytratado con cierta fre cuencia a la monja de Elda. Además, lavida ejemplar que observó la hermana Joaquina en el clausiro parece ser que impactó ele tal modo asu confesor D. José Ripoll, canónigo de la colegiata de San Nicolás -bajo cuya feligresía se encontraba el monasterio- que. según D. Lamberto. aquel se supone escribió una biografía de sor Joa quina, extremo que no he mos podido confirmar en nuestros días. Cuatro años después del fallecimiento de su tía, nuestro biógrafo comienza a dirigirse por carta a las sucesivas abadesas del convento de capuchinas de Alicante al objeto de recabar información sobre la vida de sor Joaquina con sus hermanas de reli gión yes aquí donde em pieza anagualSC, en ClClia Antiguo convento de capuchinas de Alicante, donde transcurrió lavida religiosa de sor Joaquina Amat y manera, laleyenda de Joa- Amat. quina Amat yAmat. Las madres le remiten tres car tas; en la primera de ellas le hablan de la conducta modélica observada por la monja en la comunidad, de la corrección en cuanto al cumplimiento de las reglas de silencio, pobreza, humildad, mortificación y recogimiento, de su carácter paciente ymodesto y de que su mayor deseo era estar siempre en presen cia de Dios. Hasta aquí lo que podríamos considerar más omenos convencional, pero la madre abadesa Juana MaríaMico añade tres datos que. viniendo de una prelada, merecen ser destacados: Joaquina Amat fue recibida por la comunidad como un ángel -el Ángelde Cuaquinita, escribiría otra monja (3)- y el día que comulgaba su rostroresplandecía, según contemplaba el resto de las hermanas; seis meses antes de morir decía la monja de Elda que por la noche ¡adespertaban con tanta suavidad ydulzura que no la daba miedo (4) y. por fin. cuando le queda ban pocos días de vida, dijo que se le habían apare cido Santa Úrsula y las Oncemil Vírgenes comoanun cio del inexorable desenlace. Paralelamente D. Lamberto continuó sus pesqui sas, dirigiéndose apersonas de la enlonces villa que habían mantenido contacto con ella durante su infan cia yadolescencia hasta que alos dieciseis años vis tió el hábito de la orden capuchina. A este fin con versó con Joaquina Amat yCerdán, Francisca María Sempere yAmat yMargarita Amat. El testimonio más significativo es, sin efuda, el de la primera interlocuto- ra; ésta le informa de la amistad ydel trato constante que mantuvo con Joaquina desde los cuatro ocinco años hasta su (Mitrada en el clausiro, aportando algu nos dalos de la vida cotidiana: nunca riñó con las amigas, ni participó en las pequeñas disputas propias elela edad yrechazaba las expresiones malsonantes como instigación al pecado. La comunicante hace mucho hincapié en que apesar de pertenecer auna ?zsz ..i.., 2flg^y-¿¿..^..^^- _— Antiguo convento Je las Madres Qipuchinns. Grabado. /.. ..’.../ • ¡ ...-—’ . --: t. ,-... ...... :;. ’ /.•,-,.;.,/..... ,,..,..,.,... „•..- r. 1. ,/. ,//,:,.../.. f’r., ¿ ....•.’//.,... ./., j.:.../.„, , .:,;/.-, ,^ *- , /...... ,*.,/„./, ./... /...,/. .: O’ ... ’-’• „...;. /../../„,:...., ,,.’./’./....’.*. ./. ’/• ’•’, „.., ....•../..» ’... .•••- •••’ /tv«¿.rAti— ,.,,• ,../ t /..._ ..„ ., ,../.../. «/,,//,*; ...../.’. ../..Z •’’. - ’ .’.:’.-’• /./.-....’’. /.’, /,...,. ..,:,.. ti,./* .;•;. :;..,. ,///.,/.- .-V/i-.’ ,-.,//„,,/. ».¿««¡ .;.../.,.//.,./.’..;..•.;.. ... .,,/,.:;../...,..’. ,’/,.:..’,.,,.,-/....•.’’’; /,..,’.... ./’ i’,’,. .,/..-/.„/’,. /,..;./..,/.. y... .a-... Primera página de los Apuntes sobrela vida de mi Tía Monja, de LA. y S. de las familias más distinguidas de lapoblación, su natural modestia yhumildad, así como su carácier sencillo y bondadoso, lellevaron avestir ropas infe riores alas que le correspondían por su nivel social, aun sin rehusar por ello las decentes galascon que su Madre la adornaba y destaca, en cualquier caso, el trato afable y cariñoso con personas de todos los órdenes socioeconómicos. Joaquina Amat y Cerdán refiere a D. Lamberto como, tras la muerte de sus padres en el plazo de pocos días, víctimas de calen turasmalignas, sobrevino la vocación religiosa de su amiga, a la edad de doce años. La abuela materna, erigida en tutora, curadora y legítima administradora (5) de la persona ybienes de Joaquina Amat y Amat, se opuso, en principio, a este deseo, pero finalmente cedió ante la firmedecisión de su nieta y previa con sulta con personas timoratas y de reconocida virtud y ciencia (6). A partir de este momento la niña Joaquina vistió con ropas aún más modestas yse enclaustró en su casa, de la que salía únicamente para ir a la iglesia, donde se le administraba la comunión cada dos días.En este lapso de tiempo que va de 1800a 1805, aproximadamenie, en que Joaquina adopta un retiro voluntario, se sitúa el primer hecho de su vida que se puede calificar de insólito: se cuenta que una de las muchas veces que recibió el sacramento de la Eucaristía de manos del presbítero D.Vicente Tormo, su confesor, la sagrada forma se le escapó de los dedos yse alojó por sí sola en la boca de Joaquina. Este episodio, cincuenta años más tarde, según nuestro biógrafo, era conocidoyrecordado por mu chas personas. La misma comunicante informó también a D. Lamberto de otro suceso de cierta notoriedad que tuvo lugar en el convento de capuchinas de Alicante hacia el año 1823, cuando se personaron en él repre sentantes del gobierno cumpliendo una orden de confiscación de la plata yalhajas existentes en cen tros religiosos, medida que hemos de ubicar en el contexto de la política nacionalizadora que caracteri za la primera mitad del s. XIX español. Los delegados gubernamentales decidieron llevarse la figura de un Niño Jesús de marfil y al acercarse a cogerlo sor Joaquina les dijo que les pesaría mucho; aquellos al considerar amenazantes el tono olas palabras de la monja, lepidieron explicaciones yésta se limitó a repetir con toda suavidad los mismos términos. Una vez en la calle con la escultura en su poder, parece ser que se vieron obligados arestituirla al convento porque no eran capaces de aguantar su peso. La segunda testigo localfue Francisca María Sempere yAmat, prima hermana de la religiosa bio grafiada. Insiste en el comportamiento siempre humil de ymodesto, apuntando que Joaquina dedicaba la mayor parte de su tiempo, en los años previos asu entrada en el claustro, alas labores de su Sexo (7) y, sobre todo a la educación de sus hermanos yalgu nos primos hermanos, en especial en lo que atañía a su formación religiosa. Por su parte, Margarita Amat, con domicilio al igual que las dos anteriores, en la misma calle en que vivía la tía de Lamberto Amat, se limitó acorroborar las afirmciciones de las precitadas comunicantes. DATOS BIOGRÁFICOS Joaquina Amat yAmat nació en la villa de Elda el 18 de mayo de 1788 (8) en el seno de una acomoda da familia de propietarios (9). Hija primogénita del matrimonio formado por Juan Amat yAmat y Joaquina Amat yJuan, fue bautizada en laiglesia de Santa Ana al día siguiente de su nacimiento por el vicarioJuan Tomás Sempere. quien le impuso los nombres de Joaquina. María,Trinitaria, actuando co mo padrinos Pedro Amat, abuelo paterno, yAntonia Juan, abuela materna. Sus hermanos menores fueron Juan yJosé, nacido el 28 de julio de 1790 y el16 de noviembre de 1792 (10)respectivamente, siendo éste último padre de Lamberto Amat. Su infancia transcurrió dentro de las pautas de normalidad propias de su status social, hasta que al quedar huérfana, a los doce años, manifestó su deseo de ser religiosa, vocación que no se concreta ría hasta que, muy cerca de los diecisiete años, for malizó su ingreso en el Convento de RR.MM. Ca puchinas de los Triunfos del Santísimo Sacramento de Alicante, de observancia clarisa (ii). Antes de ofi cializar su entrada en la vida conventual Joaquina tuvo que reunir la dote que desde el monasterio se le exigíay, además, hacer testamento en el que renun ciaba atodos sus bienes. Se supone que al conocer la noticia de su admisión en el convento se le debió comunicar también los muchos eindispensables gas tos que se ofrecen para dho ingreso en la religión (...) se necesitan como unos mil pesos (12), cantidad de la que. evidentemente, no disponía en efectivo la inte resada, pero sí en propiedades rústicasy bienes semovientes que había heredado de sus padres, y a la que debía hacer frente ¡mes de. ¡ocontrario no se podría verificar el ingresoendhu religión (13). Para esta finalidad y contando con la preceptiva autoriza ción de su tutora. procedió avender el día 11 de febrero de 1805 tres tahúllasy1668 palmos de tie rra plantados de olivos yparras, sitos en la partida de Los Corrales, por un valor de 769 libras y 9 dine ros, fincas que fueron adquiridas por su tíoGabriel Amat yJuan, hermano de su difunta madre. Dado que esta cifra no cubría el importe requerido tuvo que desprenderse, asimismo, del ganado que le cui daban los hermanos José y Tomás Rico, cuyo importe supuso 200 pesos yque tuvo idéntico com prador. De ambas transacciones se extendió escri tura pública al día siguiente por elnotario Pedro León Vidal(14). Ese mismo día Joaquina Amat otor gó testamento ante el mencionado notario: en su preámbulo explica su deseo de entregarse a una vida de religión: Por cuanto ha muchos dias que he considerado ¡a inestabilidad de. las cosas de este mundo yque por frágiles naturalmente padecenmiseria;que los traba jos ocalamidades ono logran ¡nemio osi alguno se adquiere se desvanece fácilmente, permaneciendo solo el de la virtud del que dejando elamor de los bie nes temporales se emplea todoenservicio de Dios nuestro Señor, y que este camino seguro tiene mani fiesto paso en qualquiera religión que privada de su propia voluntad, yresignada en sus Preladosy Abadesas solo de su Salvación donde el premio de los trabajos es eterno.I¡aliándome pues con ánimo de seguir este, medio para escusarme de los peligros que me amenasan, he tratado de entrarreligiosa de coro en elCómbenlo de las Madres Capuchasde la ciudad de Alicante:y por no fiarme de miparecer, ¡o he con sultadodiferentes vecesconpersonas espirituales, y confomes desengañándome de todas¡as dudas que se me ofrecían han me alentadoenmi propósito; y tomando entera resolución, me ¡tan admitido en el dho Cómbenlo haviendo precedido ¡aUsencia corres pondiente, y según de¡aMadre Abadesa esta próximo mi deseo: ydisponiéndome aello, quiero ordenar mi testamento para morir (15). Después de encomendar su alma aDios y expre sar su deseo de ser enterrada con el hábito de las capuchinas en la sepultura de dicho convento, en la clausula tercera de su última y ¡)ostrimera voluntad se reserva el usufructo de todos los bienes que en aquel momento poseía yde los que pudiera tener en ade Tejuelo de los Apuntes..., de D.Lamberto. lante, nombrando como única y universal heredera de todos ellos asu abuela materna, Antonia Juan, para que de ellos dispusiera también de forma usu fructuaria,y al fallecimiento de ésta todos los bienes de aquella pasasen por partes iguales asus herma nos, con capacidad para poder enajenarlos si fuera necesario. De igual modo, a la muerte de sus herma nos quedarían como herederos absolutos de los bie nes de Joaquina los hijos de éstos. La toma de hábito tuvo lugarel16 de febrero de 1805 (16). siendo la monja número ciento veintiocho desde lafundación del monasterio en 1672 por la mare Úrsula Micaela ¡viorata(17).D.Lamberto, basán dose en los datos que le proporciona la superiora Francisca Antonia Samper. yerra la fecha de entrada en el convento, que fija en el 20 de abril de dicho año. Joaquina Amat y Amat ingresó en calidad de monja corista,lo cual indica que ya sabía leer yescri bir -aunque no tenemos constancia de que hubiera seguido estudios académicos- yque, por tanto, una de sus funciones sería la lectura del Oficio divino. Tras superar un año de noviciado, realizó los votos perpetuos el17 de febrero de 1806. Seis años más tarde regresaría, momentánea mente, aElda. El cerco que las tropas francesas, al mando del general Louis-Pierre Montbrun, trataban de imponer en torno a la ciudad de Alicante a princi pios de 1812(18), aconsejó la salida de las monjas capuchinas de su convento, aligual que había suce dido en 1691 con ocasión del bombardeo de la escuadra gala yen el verano de 1706 cuando la ciu dad fue tomada por el ejército aliado. Sor Joaquina se dirigió a su lugar de origen, hospedándose en casa de su tíoGabriel Amat yJuan durante una tempora da, en unas condiciones similares alas del claustro: únicamente salía de su habitación para ir a diario a la iglesia de Santa Ana y tanto en la casa como, en la calle jamás se levantó el velo (19). Pasado elpeligro, se reintegró asu comunidad, donde permanecería el resto de su vida religiosa, cifrada en cuarenta yocho años, a lo largo de los cua les fue desempeñando, uno tras otro, lapráctica tota lidad de los cargos conventuales. Falleció de pulmo nía el día 15 de febrero de 1853. Sor Joaquina y la familia de Lamberto Amat Sibien D. Lamberto se preocupó de indagar y ampliar los conocimientos sobre la vida de sus lías por cuantos medios tuvo asu alcance (archivos, visi tas, correspondencia, entrevistas...), no es menos cier to que la fuente principal de información se lapro porciona su propia familia medíanle una relación cor dial, afectuosa yprolongada en el tiempo con la reli giosa,primero a través de su tío y de su padre,y, posteriormente, por medio de su propio núcleo fami liar.Al menos una odos veces al año la visitaban en el convento ymantenían con ella una viva y frecuen te relación epistolar, aderezada siempre con el apre cio y cariño que mutuamente se profesaban, lo cual llevó aconvertir aSor Joaquina en una especie de guíaespiritual, sabia consejera yprotectora benéfica de estas familias eldenses, donde sus recomenda ciones convencían yeran seguidas de buen grado. Juan Amat yAmat, el segundo de los tres hijos de Juan Amat yJoaquina Amat, dos años más joven que sor Joaquina, permaneció soltero toda su vida yesto le permitió pasar algunas temporadas junto a ella, alojándose en la hospedería del monasterio. Precisamente fue al regreso de una estancia en Alicante, el último día del año 1841, cuando encontró la muerte -presagiada por su hermana- amanos de unos beodos. El padre de nuestro biógrafo, José AmatyAmat, experimentó, ajuicio de D. Lamberlo, los beneficios ylos favores de las oraciones de su hermana, tanto en su permanencia en la cárcel de Almansa donde estuvo detenido por motivos políticos hacia1831- 1832, en el marco del problema dinástico-sucesorio que preludia elinicio elela primera guerra carlista, como durante elejercicio de la alcaldía de Elda a mediados del siglo pasado, cuando, a la sazón, se produjo en Alicante el pronunciamiento del coronel de carabineros Pantaleón Boné, por el deseo del gobierno moderado de poner en vigor la ley munici pal de 1840; uno de los episodios más imporianies de esta rebelión fue la escaramuza bélica que tuvo lugar en las inmediaciones de la rambla de Caprala y pedanía de Santa Bárbara en la mañana del día 5 de febrero de 1844 (20). Nuestro autor recoge una pecu liar versión acerca de la amenaza de muerte proferi da por Boné hacia el alcalde de Elda, de la cual sal dría indemne D. José gracias a laintercesión de la Virgen de laSalud, profetizada por sor Joaquina. Por último, en lo que se refiere al ámbito fami liar, D. Lamberto nos relata los benéficos efectos sentidos por él mismo ysus hijos de la vida con templativa de su tía. El primero de ellos fue la asom brosa recuperación de su hijo Cándido, alos cinco años de edad, después de ser atropellado por un carro -una de cuyas ruedas le atravesó el tórax- y al que los médicos habían pronosticado su inminente fallecimiento. Otro de sus vastagos, Plácido fue con tagiado de cólera morbo asiático durante la epide mia de 1855 (21), cuando contaba diez años de edad; la enfermedad evolucionó hacia un estado de cierta gravedad ysólo remitió gracias al escapulario de la madre Joaquina que D. Lamberto tuvo la pre vención de colocar debajo de su almohada. Nuestro autor, por fin, confiesa que combatía el cólera por tando el rosario de su tía. A la muerte de Joaquina Amat yAmat, la abade sa del convento de capuchinas envió asu sobrino los efectos personales que había dejado lareligiosa, modesto legado que resume de una manera liarlo elocuente lo que había sido una vida de austeridad yrecogimiento: un rosario de cuentas de madera unidas por una cadenilla de alambre dorado, en el que iban ensartadas una crucecita ydos medallas, una de mayor tamaño con la Purísima Concepción en una cara yen la otra un cáliz, y una segunda medalla en la que estaba representada la Santa Cruz, ambas de metal dorado, el escapulario de la Orden, un dedal de hierro yun cañuto de madera con agujas yalfileres, una jicara para lomar choco late, una cuchara yun tenedor de madera, un mon- loncito de estampas de santos, dos cabos de vela, dos libros {Sacro Septenario a MaríaSantísima. Madre de Pecadores y Patrocinio del Glorioso Patriarca San Joaquín)y un Cristo de metal dorado sobre cruz de madera. Además de estos bienes de lafinada, nuestro biógrafo recibió la figura de una monjita realizada por las compañeras de claustro que traiaba de representar a la madre Joaquina. Este conjunto de objetos era considerado por D. Lamberto ysu familia como un verdadero tesoro, por lo que fue colocado en el interior de una urna de cristal yésta se ubicó en el oratorio de que dis ponían en su domicilio, si bien dadas las propieda des protectoras que atribuían a esta herencia, en años de epidemias fue trasladada a la habitación donde dormían iodos los miembros de la familia. Los documentos Una vez redactada la vida de su tía, D. Lamberto, lejos de dar por agotado el asunto, prosigue su inves tigación y sus principales preocupaciones se centran en conseguir una copia de lace/ría deedificaciói i de sor Joaquina yencontrar labiografía de ella que su puestamente había escrito su director espiritual, el canónigo Ripoll. La primera la resolvería, no sin es fuerzo, de formafavorable, en tanto que la segunda quedaría convertida en una incógnita que ha llegado hasta la actualidad. La carta de edificación es un documento que las monjas elaboran cuando muere una hermana en el que glosan las virtudes yponderan aquellos aspec tos, concernientes a la observancia de la Regla y Constituciones, en los que haya destacado ladifunta; generalmente se conserva en el archivo de la comu nidad. Cinco años anduvo nuestro autor solicitando este escrito. Después de pedirlo en varias ocasiones, la superiora sor María Remedios Picó le envió un documento sin fecha, ni firma que contenía una rela ción de lo que había sido su vida en la Orden; obvia mente no era el texto que se le demandaba, pero su interés humano hizo que D. Lamberto perdonase las fallas de ortografía y la caótica redacción y lo incor porara de formaliteral a su cuaderno. Lareligiosa desconocida que está detrás de esta relación, aun que D. Lamberto supone que podría tratarse de una monja llamada Teresa, coetánea de la madre Joa quina, describe la ceremonia de su vestición como novicia, ensalza sus cualidades personales yel cum plimiento un tanto exagerado de laRegla; detalla cos tumbres de su vida diaria en el monasterio (asistencia al coro, visitas alas enfermas, atenciones alas novi cias...) y su preparación para entregar el alma aDios (avisos deSanta Úrsula, los dulcesabrazos que reci bía en sueños, su deseo de rezar mientras le asistie sen las fuerzas...). En septiembre de 1876. Lamberlo Amat. por indicación del secretario del obispo de la diócesis, se dirige mediante instancia altitular de la misma, D. Pedro María Cubero López de Padilla, en la que le informa ele quién había sido su tía. destacando el concepto de que entre las personas que la cono cieron ytrataron durante su vida (...) se generalizó la ideade que vivió ymurió en olores de santidad (22). Por ello, solicita su intervención ante la abadesa de las capuchinas de Alicante, para recabar del archi vo del convento cuantos documentos existieran relativos a la vida de sor Joaquina, en especial los textos ya reseñados, la biografía atri buida asu confesor y la carta de edifi cación. Este escrito de D. Lamberlo tuvo su respuesta en el mismo día através de un decreto de su ilustrísima. expedido en los Baños de Salinetas, median te el cual el obispo venía a ordenar a la Superiora del Convento de los Triunfos del Santísimo Sacramento que facilite al suplicante o en su representación aD. Ramón Samper. Cura Ecmo. deSta,, María de la misma Ciudad, cuantos documentos y anteceden tes existan en dicho Con ventoreferentes al asunto (¡ue motiva esta solicitud para que de ellos pueda tomarse por elinteresado los apuntes yaun copias que juz gue convenientes (23). A raíz de esta disposición se pusieron en marcha una serie de diligencias. En octubre de 1876 una comisión secular, integrada por el ya mencionado Ramón Samper, en repre sentación de Lamberto Amat. y los presbíteros D.José Carratalá y D. An- ’amb0’t0 Amat ySemPGre (~8?CM íi93¡ tonio Llofrín. se presentó en el locu torio del convenio, donde fue recibida por la abade sa, sor María Teresa García, asistida por las hermanas María Remedios Pavía yFrancisca Antonia Samper. La madre superiora comunicó que. en cumplimiento del citado decreto, había procedido a la búsqueda de los documentos que hicieran alusión a lareligiosa eidense ysolo había encontrado la carta de edifica ción, redactada pocos días después de su falleci miento. Esta constituye, como puede entreverse, uno de los documentos oficiales más importantes refe rentes a la vida de religiosa de la madre Joaquina, en tanto que desde el punto de vista de su contenido hemos de significar el gran paralelismo que se apre cia respecto a la relación anónima ya conocida. Enla carta se destaca la irrepochable observancia yse examinan sus virtudes de humildad, pobreza, silen cio, penitencia, obediencia, pureza... así como su an helo de estar siempre en presencia de Dios; otros rasgos que se destacan son su laboriosidad ymorti ficación. Los escasos datos que conocemos acerca de su aspecto físico aparecen en la carta: cuerpo encorvado y finura cíe culis. Se menciona el hecho ya citado anteriormente de la sagrada forma que se le escapó de los dedos al sacerdote yse introdujo en su boca, yse cuenta, asimismo, algunos hechos de la convivencia de sor Joaquina con sus hermanas ele religión que ponen de manifiesto su carácter abstraí do y la vivencia de cienos momentos de turbación; así por ejemplo, cuando en una determinada época las monjas le preguntaban ¿Madre, por donde estarán Belén, el Monte Olívete y demás?, su Caridad respondía indicando sobre la alma de la mano por ahí ypor aquí (24). lo que naiuralmente provo caba la hilaridad de las presen- es. Otra vez. sor Joaquina anduvo como suspendida en una nube durante tres días, llorando por todos los rin cones de la casa; cuando le preguntaron que le ocu rría ella contestó dicien do: Es que me he subido yno puedo bajar. Cuan do pasaron las tres jor nadas le volvieron apre guntar quién le había bajado y respondió: el ¡’adre (25). Durante el período que desempeñó el cargo de sacristana sufrió una ’ílamorosa mutación’, dicen que un día que se encontraba pre- )arando las sagradas tor nas para la misa le vieron el ostro como un sol, con la cara tan encendida que desprendía lumo por la cabeza. Su capacidad de trabajo y su espíritu de servicio unidos al gran senticlo de disciplina yobediencia evangélicas (Fotografía propiedad desus herederas), le llevaron aejercer con agrado una amplia variedad de oficios conven tuales: refectolera, despensera, enfermera, tornera, sacristana, correctora del coro, maestra de novicias y abadesa. Finalmente, la carta de edificación describe las circunstancias de su muerte, acausa de una pul monía, ante la cual decía no sentir mas que un des- mayito (26) y su empeño en rezar, apesar de la fati ga, el Oficio divino hasta la hora de vísperas de la tarde que falleció. Cuando D. Lamberlo tuvo en su poder este docu mento elevó, con lecha 25 de mayo de 1877. una nueva instancia al obispo de e^rihuela acompañada de una copia de las memorias que sobre su tía él mismo había compuesto, junio con las cartas origi nales remitidas desde Alicante -tanto de las superio- ras como del sacerdote que le representaba- y,claro está, lacarta de edificación que era el documento más valioso y que más podía pesar ante la corte dio cesana. En su escrito, nuestro autor no se conforma ya con el mero estudio yanálisis de los textos que aporta, los cuales somete humildemente y con la mayor veneraciónala Superior Autoridad de V.E.Y. (27). sino que solicita,llevando un paso más lejosel desarrollo de las indagaciones, el nombramiento de una delegación episcopal formada por dos eclesiásti cos, uno en calidad de juez yotro como secretario, encargados de interrogar a las monjas capuchinas del convento de Alicante que coincidieron en la vida clausiral con la madre Joaquina (habían pasado ya veinticuatro años de su muerte), al objeto de contras tar sus declaraciones con el contenido de la informa ciónrecopilada por él. La segunda petición, mucho más sorprendente yde mayor calado, consistía en cargar aesta comisión la tarea de identificar el cadá ver de ladifunta, que por entonces descansaba en el osario del convento después de haber sido traslada do desde su lugar de enterramiento en mayo de I876. Al igual que ocurrió la vez anterior, a una exposi ción de Lamberto Amatsiguió elcorrespondeinte decreto diocesano. Prueba reveladora de laimpor tancia que el obispo concedía aeste asunto constitu ye el hecho de que responsabilizara al abad de la iglesia colegial de S.Nicolás, máxima dignidad ecle siástica de Alicante, secundado por uno de los curas otenientes de la misma ciudad, de las tareas explici- tadas en el escrito de D. Lamberlo, otorgando alos sacerdotes designados la autorización reglamentaria para entrar en la clausura. El último documento que insertanuestro biógra fo en sus Apuntes... es el acta de las gestiones prac- ticadas por los representantes episcopales D. Francisco Penal va. dominico exclaustrado abad ele la colegiata de S.Nicolás y persona de gran relieve social, y D. José Carralala, teniente cura de la misma iglesia, en el monasterio de capuchinas el día 23 de julio de 1877.Lostestimonios que reco gieron de las hermanas interrogadas vinieron acon firmar los datos ya conocidos acerca del estrecho cumplimiento tanto de la Regla yConstituciones de la Orden, como de los usos ytradiciones del con vento por parte de la madre Joaquina, así como en lo que se refiere alos rasgos ele su personalidad. En cambio, ninguna puelo confirmar de primera mano los hechos extraordinarios (como echar humo por la cabeza, premonición de la muerte de su hermano Juan, etc.) que se atribuían a sor Joaquina, si bien todas los habían oído contar. Por lo que respecta al segundo cometido de los eclesiásticos, referente a la identificación de sus resios mortales, no se pudo llevara cabo debido a la gran humedad del lugar de enterramiento que había consumido elataúd (...) con todo ¡oque. contenía (28). Una vez cumplimentadas estas diligencias, el obispo orceliíano se sirvió ordenar el archivo del expediente alos fines que en los sucesivo se dignase Dios disponer (29). (i)AMAT Y SEMPERE. Lamberlo. Apuntes sobre lavida de mi Tía Monja. 1871-1877 p.p. i.Ms. conservado en laBiblioieca PúblicaMunicipal de laCasa de Cultura de Elda. (12) Ibid.. p.57. (3)Ibid.. p.47. (4)Ibid.. p.8. (5) Archivo Notarial de Monóvar. Proio-colos de Pedro León Vidal. Venia Antonia Juan yotra (Joaquina Amat y Amat) a Gabriel Amat yJuan. Elda yl-’bro. 12 de lxor. Auto del alcalde mavor de 11delebrero dé1805. (() AMAI’ YSEMPERE. I... Apuntes... Eltestimonio de Joaquina Amat y Cerdán se encuentraen las p.13-21.Poroiro lado, enel(estamento deJoaquina Amat y Amat. como se verá más adelante, también se alude a las dudas que padeció en estos años críticosy la necesidad deconsultar con personas ispiri- tuales para que se las disiparan. (7) Ibid.. p.22. (8) Archivo Parroquialde santa Ana. Libro de Bautismos de la Parroquial Yglesia de-la Gloriosa Sia. Ana de la Villa de Elda. Principia en el año 1780 y acaba en el del Señor de 1891. f. 328. (9)Archivo Municipal de Elda. Libro copatrón de haciendas, 1777. En la p. 249 figura el padre de Joaquina como propietario de un conjunto de lincas valoradas en 24(5libras y10 sueldos, patrimonio que no era de los más importantes ele la villa en ese momento, pero debió incrementarse sustancialmenie en los años posteriores a la vista de laherencia que recibe la bio grafiada. (10)A.P.S.A. Juan aparece en elLibro de bautismos citado en nota 8, f.439, número de inscripción 92. José figura en el libro de bautismos 1792-179(5,I.29. número de inscripción 154. (11) Sobre este convento veáse: -LÓPEZ SEGURA, L. (S.I.). El Convento de los Triunfos del Santísimo Sacramento de MM. Capuchinas. Alicante,1972. -VIDAL TUR, G.. Un obispado español elde Orihuela-Alicante. Historia documentada aconsiderar por todas las Iglesias Cris tianas, i ed. Alicante. 19(51. Tomo II.p.327-329. -VIRAVENS PASTOR, R.. Crónicade lamuy ilustrey siempre fiel ciudad de Alicante. Ed. íacs. Alicante. 1989. (12)A.N.M. Veáse nota 5. (13) Ibid. (14) Ibid. (15) A.N.M. Protocolos dePedro León Vidal. Testamento deJoaqui na Amat yAmat. Doncella. Elda yl’bro. 12de 1805. (16) Archivo del Convento de MM. Capuchinas de los Triunfos del Santísimo Sacramento, de Alicante. Libro de asientos de las tomas de hábito: profesiones ydefunciones de las religiosas: nombramiento de los confesores, s.p. (17) SÁEZ VIDAL, J.. Sor Úrsula Micaela Morola (¡628-1703). ¡ixpe- rienciareligiosa yactividad personal. Alicante.1987. (18) En enero de 1812 los franceses intentaron tomar laciudad de Allcaniey no en 1810 como apunta D. Lamberto, véase: -Historia deluprovincia de Alicante.Director, A. Mestre San- chis.Murcia. 1985. Tomo V.pp. 19y ss. -Historia de Alicante. Director. EMoreno Sáez. Alicante. 1990. lomo II.pp. 452-456. (19) AMAT Y SEMPERE, L., A/Hl/)1(’S.... p. 24. (20) Sobre este episodio véase: - NAVARRO PASTOR, A.. «El atarme de Bonet». DaheilOS. Letras eldenses. diciembre 1950. -NAVARRO PASTOR. A.. «Tesiimonios eldenses sobre lalla mada ’Batalla de Boné’ en 1844».Alborada, n.°34, 1987, pp. 12-19.-Re/ación de los sucesos ocurridos en Alicante desde el28 de enero de 1844,en(¡ue tuco lugar la rebelión del coronel Boné,hasta laentrega de la plaza. Ed.facsímil. Valencia, 1980,pp.14-15. (21)EONS GOSÁLBEZ. S.,«Breve reseña sobre elcólera morbo asiático de 1854 en laciudad de Alicante», Alborada, XXVII. 1981. (22) AMAT Y SEMPERE. L.. Apuntes.... p.57. (23) Ibíd.. p. 59. (24)Ibid.. p. 63. (25) Ibid.. p. 63. (26) Ibid.. p. 65. (27) Ibid.. p. 67. (28)Ibid.. p. 73. (29) RICO GARCÍA.M. V MONTERO PÉREZ.A.. linsago biogrdfico bibliográfico deescritores de Alicante g su provincia. Alicante, imp. de A.Reus. 1888-1889. lomo II. p. 41. é ’«y/a f-.uHaztinezy .latinidad sttí&fo ’.’ *» _r j -..?iicic aiá j, (M.-. ñ/^-%. € wm ffíW pr «é LAS ERMITAS DE ELDA EN EL ’MONTESINOS’ Por RAMÓN CANDELAS ORGILÉS Se denomina ’Montesinos’ a una Historia de Orihuela. escrita en 1815 .por D. Josef Montesinos Pérez yMartínez (Orihuela 1745-1828), Catedrático de Humanidades en su ciudad natal. lis un manuscri to, con un total de 20 tomos, en el que se narran detalladamente las efemérides del Obispado de Orihuela ypueblos de su gobernación, estableci mientos religiosos, biografías de sus Obispos yrela ción de sus hijos ilustres. Tan pródigo yvariado texto, salpicado de sonetos ydibujos, a la vez que informa ydeleita, nos habla de la extraordinaria per sonalidad de este clérigo. A continuación expongo una traducción del texto en lo concerniente al lema ele las ermiías ele Elda. La copia es literal, pues con sidero que, una vez superados algunas diferencias onográficas yde puntuación, ypenetrado en el senti do ele algunas palabras, el texto es perfectamente comprensible para todos, nos permite conocer el original y nos lleva de la mano agozarnos con una redacción de hace dos siglos. HERMITAS DE ELDA YSU TÉRMINO 1.Hermita de Sta. Catalina Mártiry San Antonio Abad. En una de las principales calles de esta villa de Elda, se halla ele tiempo inmemorial (pues fue la mez quita de los Moros) una aseada primorosa hermita, titulada de S’°. Catalina Manir; yde S’. Antonio Abad, es bastante capaz, con su bello retablo, en cuyo cen tro se veneran los expresados Patronos Titulares; La imagen del Sanio Abad Antonio, es muy hermosa a quien se le tiene mucha Devoción, en su día 17 de Enero se celebra lucida Fiesta con Misa,y Sermón, a cargo del Rev Clero de laParroq1. q. va a dcha Her mita con Cruz alza; además hay porrate, ygrande concur’so de gentes; -Entre año se celebran en ella muchas Misas. Tiene aseada Sacrislía, mediana Torre con campana yhermiiaño. q. cuida de su asco ylimpieza1’’2. Hermita de la Purísima Concepción Esta hermosa, capaz, yaseada Hermita. dedica da a la Purísima Concepción de María Smi. es de tiempo inmemorial, está en una de las principales Calles de la Villa, con una buena Fuente de agua dulce con tres Caños de bronce, es muy preciosa, y antigua: tiene grande aseado Retablo. Sacristía y Torre mediana con campana, hermiiaño. yde lo necesario. Se celebra en ella diariam’. el incruento Sacrificio de laMisa: y en muchos dias del año (por devoción ele los fieles) muchas, cantadas, yrezadas; junto aella se halla de tiempo inmemorial el santo, y piadoso’* 3. Hospital Esta casa acargo, ybaxo la protección del Muy llf. Ayuntamiento de la Villa; aunq. es mediano, está decente, curioso, yaseado con algunas Camas, q. regularm’ •son doce para la curación de los pobres enfermos naturales del Pueblo, ysu término; con sala muy capaz para recogerse en ella los peregri nos, ytranseúntes. Cuida de él un piadoso Eclesiásti co, yel Excel’1’. Sr. Conde, dueño de laVilla tiene obligación de dar cada un año de limosna para los alimentos de los pobres enfermos 160 libras de moneda, en lo q. no hay falta. De tiempo inmemorial (como ya dcho) había una sala para la recepción de algún enfermo, pero en el año de 15(50 (?). los Exce- Ient’’,s. S’-. Condes de Elda D’. Juan e;oloma ySu esposa D|V’. Isabel de Saas fundaron el S’’. Hospital q. hay al presente con la dcha Dotación, la q. con alguna otra q. se le añadió asciende a200 Libras anuales, q. se pagan del Mayorazgo. No habiendo enfermos de la villa, se admiten forasteros. Separa damente hay una decente sala adornada con cama, yenseres para un Religioso Francisco observante, para q. auxilie piadosamente alos moribundos. 4. Hermita de N’ Sra. del Rosario Esta Hermita, q. es propiamenie oratorio públi co, dedicado a María Smu. del Rosario, lo estableció, yfundó en el Castillo del Magnifico Palacio de los S’s. Condes de Elda. que está en el centro de la villa, el ll1’’. s. D’. Alonso de Coloma; su hijo Obispo de las SUIS Iglesias de Barcelona yCartagena (cuya vida se referirá luego) como lo indican en el día sus armas, puestas desde el año de su fundación q. se verificó en el de 1599: fue suntuoso, yhermoso, pero al presente por el poco cuidado, eslá algo derruido, desde que los S’s. Condes dexaron de habitar en dcho Palacio, q. está clamando por por su restauración, yes lastima dexar perder una obra lan sólida, yfuerte: en la q. nacieron ll’03. Persona- ges en santidad. Letras, yarmas, como se refiere mas adelante.6 5. Hermita del Principe S’. Miguel. Josef Meseguer de Gracia Maesiro Cerero yconfi tero, muy rico, yacaudalado, natural de la Ciud. de Orih’. en los años tálales de la Guerra, llamada de Sucesión, aprincipios del siglo XVIII. apasionado, y alecto, como otros muchos siguió el partido ele Carlos lllde Austria, después Emperador de Alemania: en el de 1706. dia 10 de Octubre, el S. D’. Felipe Vde- Bor- 1)(’)n, como Dueño ySeñor de la Monarquía de Espa ña, tomó pacifica posesión de la Ciud. de Orih*1. en la que habiendo hecho algunas travesuras el dcho Mese guer contra los Franceses, se ausentó de ella; lloró sus Culpas, yvestido ele hermiiaño. para no ser conocido, se retiró a la Villa de Elda. donde cx- tam.uros, cerca del Cómbente de los Padres Francis canos, funde’) con su dinero la mediana ciscada Hermi ta del Principe S’. Miguel en el de 1713: en ella vivió excmplarm’. con varias limosnas q. recogía de los fie les, celebraba la Fiesta de su Protector Arcángel S’. Miguel, hasta que falleció muy anciano en 19 de Julio de 1741; la Hermita está sobre un monte q. domina tocia la huerta; aunq. pequeña, es aseada ycuriosa, con mediana torre ycampana yhermiiaño q. cuida de su aseo; bien es verdad, q. al présenle está algo dete riorada.’ (. I termita de Nro. Sm. de los Dolores Extramuros de laVilla, puco más ele un qtarto de legua, en el partido llamado de las Cañadas, se halla la mediana Hermita. rural sin dotación, titulada de N’’. S’. de los Dolores, q. aunq. mediana es. curio sa, yaseada. Tiene Torre ycampana: se suele cele brar Misa en los días Calendas del Verano, aexpen sas de los Labradores vecinos; se fundó) en el de 1786.7 7.1 termita del Salvador Esta mediana Hermita. titulada del Salvador, es rural, sin dotación, se fundó) en el de 1728. en e! Par tido llamado el Chorrillo; aexpensas de sus vecinos los Labradores, aun quano de legua de la Villa, está bastante deteriorada.’ «. 1termita de Sania Bárbara Esla aseada Ilermila de la Gloriosa Virgen yMár tir Santa Barbara, está extramuros de Elda cerca de media legua en (-1 partidop llamado el Marquesado de Noguera, se fundo con las debidas licencias en el de 1649; es capaz, hermosa yaseada, con mediana (orre ycampana, por un terremoto se deterioró mucho, pero aexpensas de sus vecinos, los labrado res se ha reedificado con primor; en su propio dia 4 de Diciembre, alas siele de la mañana va aella el Rev’’, Clero de la Parroquia acelebrar su fiesta con Misa cantada, ysermón, con sus Mayordomos, los S’’s. Eclesiásticos, y a la larde, celebradas las Víspe ras, se vuelven ala villa.’ 9. Hermita de S’. Blas. Obispo A la emirada de la Villa, junio asus muros, donde al presente está la Cruz de piedra, resplande ció desde el año 1683. q. so fundó la aseada Ilermi la del Glorioso S’. Blas, obispo, yManir, con torre, campana, yhermiiaño; en su dia propio 3de Febre ro, acudía aella el Rv’’. Clero de la Parroq/’ con Cruz, acelebrar Misa cantada ysermón con vísperas todo aexpensas del Excel’1’. Se Conde, cuyo era el Patro nato: había pan bendito, yporrate general de comes tibies con asistencia de innumerables gentes. La iter mita se deterioró mucho, yconsiderándola indecen te, el II’’’. S’. D’. Josef Cóximo de Julia, obispo ele Orih’., enemigo declarado de vilezas (?) en las hermi- tas. la mandó demoler en 18 de Mayo de 1776; Y aunq. se ha pensado en sureedificación no se ha podido verificar por variasdificultades q. se movie ron. La expresada Fiesta de Vísperas, Misay sermón se celebra en laParroq.’ a expensas delExc’’. s’ Conde, donde se edificó Capilla al Santo Obispo: Con obligación, y concordia baxa laSeráfica comuni dad del Cómbenlo aasistir aloda la Función, cuyo sermón corre asu cuidado.1’ lo. Ilermita de NM. S’’. de laSalud Junto al camino principal de Elda. acia Poniente, como auna media tegua, había desde el año 1653: una mediana, aseada i-termita rural, consagrada a la devotísima imagen de Maria Santísima ele la Piedad en lo antiguo, ydespués cíesete el año 1678. q. fue el de la severísima general pe;sie. llamada de Salud, por los muchos einnumerables Milagros q. obró asu favor de quantos llenos de fe la imploraron, visitaron y y se acogieron baxo su protección yamparo: Toda su obra se deterioró en gran manera por goteras, y por poco cuidado q. se tenía, por lo q. considerando- la inútil, eindecente, el II’’’.S1. Josef Florez e)ssorio, dignísimo Obispo de esta Diócesis por su decreto de 23 de Agosto de 1733. mandó demolerla, yllevar el lienzo q. era hermoso, yde buena pintura a la Parroq. Iglesia’. ll.l lermita de Santa Eulalia Mártir Muy cerca del traidor sitio, llamado las salinetas de lilda abástanle distancia de la Villa, sobre un mediano montee -¡lio, circuido de pinos silvestres, contiguo al Camino Real se hallaba desde el año 1698 en q. se verifico la fundación con las licencias del ll’’’. S’. Don Antonio Sánchez del Castellar. Obispo de esta Diócesis de Orih’., una mediana, aseada rural ilermita. con lorrecica ycampana, dedicada a la Glo riosa Virgen yManir Santa Eulalia, española de Méri- da. cuya imagen de delicado pincel, se dice que era muy milagrosa, yvisitada ele innumerables gentes, q. acudían con sus presentallas; Esia Hermita por estar en el campo en parage muy solitario, y iraycior. (como llevamos dicho más arriba) para en asilo de, y abrigo de ladrones ysalteadores de caminos, desde donde salían arobar, ymalar alas gentes: por lo q. indignado, ylleno de celo, el II’’’. Señor D’. Juan Elias Gom1-’ ez de Tetan, dignísimo Obispo de esia Dióce sis, por su Decreto ele31 de Octubre de 1739. y a sus expensas, por q. no se retardase, la mandó demoler’ Aquí termina la parte del capítulo de Elda dedi cada alas ermitas. El ’Montesinos’ ha sido tenido por algunos como texto de poco rigor histórico, mientras que, para otros, ofrece una gran caudal de daios ydebe ser tenido en cuenta. Navarro Villaplana le da un voto de confianza en lo que se refiere; al capítulo dedicado a Petrel. Por nuestra pane, hemos visto como este documento excepcional, aporta datos hasta ahora inéditos, como son la fecha ele construcción de algu nas de las ermitcis eldenses; más precavidos debe mos ser ante la posible existencia de oirás ele las (lite hasia ahora no habían salido a la luz en los tex tos hasta ahora manejados. De lóelas las formas, considero que tanto los eldenses. como iodos aque llos pueblos de los que se ocupa en su libro, te debemos agradecimiento yeste trabajo quiere ser una forma de manifestarlo. NOTASIl.n descripción esalgo mas pródiga que las conocidashasta ahora pues señala laexistencia desacristía, medianatorre (espadaña) ycampana, ydescribe la fiesta con la participa ciónpopular.JBaste laposibilidad de que antiguamente la ermita tuviera la doble advocación, hasta que construido eltemplo parroquial, en 1528. la imagen de Santa Catalina fuerallevada al misino. quecomo sabemos tuvo esta primera advocación antesde la de Santa Ana que no empieza a figurar hasta 1534. pero resul tararo cinc dicha denominación perdurara dos siglos mas tarde-.’ En esta ocasión Montesinos describe muy bien lasituación de laermita. Aunque Montesinos lasepara del Hospital . otros autores laincluyen en el mismo edificio, junto auna plaza en la que existía una fuente. Nuestra generación ha llamado Siempre a esta plaza ’Placeta de las Monjas’ pues, desdi- prin cipios de siglo, se estableció en eledificio del hospital i- colegio regido por mojas Carmelitas; sin embargo, también hay memoria de que dicha plaza era denominada ’Placeta del Ilospital’.1Quizá sea esta una de las mejores aportaciones al conoci miento de nuestro patrimonio histórico. Se suponía, con lógi ca, que nuestro castillo oalcázar tenía su capilla, pero hasta la techa no conocía documento alguno que así lo atestiguara Lamberto Amat, que hace una descripción muy pormenoriza da del castillo, no nombra lacapilla. Gabriel Segura Ilerrero, en lapublicación ’El Castillo de Elda’, dice que entre las estan cias mas señoriales del palacio se encontraba ’/o que parece ser lacapilla religiosa mencionado en los documentos’. Lam berto Amat. sin embargo dedica una página a la descripción de la’Virgen del Pópulo’, que situaba en una hornacina en el interior del castillo. ¿Anunciaba esta hornacina lasituación de la citada capilla o era un resto de la misma?. ¿Sedenominó’Virgen del Pópulo’ por desconocimiento de su verdadera advocación, que Montesinos puntualiza con elnombre de Na Sadel Rosario? Esta peregrina historia, que pudiera parecer pura fantasía del autor, tiene fundamento en loque se refiere alconstructor de lamisma, el llamado Joseph Messeguer. pues existen dos documentos del Archivo Municipal de TJda que cisí lo atesti guan. Ambos me han sido proporcional los por Juan Rodríguez Campillo, rastreador infatigable de lahistoria de nuestro pueblo. En el primero. Antonio Mesegucr. reclama laposesión de la ermita, casa aneja ydotación de algunos jornales de tierra en la cercanía, como herencia de su abuelo Joseph Messeguer ínu laconstruyó, alionando eltestamento del dicho Joseph en el que expresa haber construido asus expensas lareferida hermi ta.til otro documento, se refiere a la toma de posesión de la referida ermita por elsusodicho Antonio Messeguer. ’• En esta ocasión. Montesinos nos aporta eldalo valioso de la lecha de construcción de laErmita de las Cañadas (178(¿), la única que pervive en su edificio original. 7Confrontando elcscrilo de Montesinos con las otras fuentes se encuentran ciertas contradicciones ya que para laermita Situada en elparaje de ’El chorrillo’. Montesinos leaplica la advocación de KlSalvador, pero Lamberto Amat y elLibro de Visita leadjudican laadvocación de Santa Teresa. Caben dos posibilidades: que se trate de diferentes ermitas oque. como era muy frecuente, se lecambiara de nombre. ’Añade Montesinos, a lo que ya sabíamos y.está escrito, sobre laermita de Santa Bárbara, eldato de su fundación, que dice fue en elaño 1649. Por otra parte, no entra en elpleito de si estaba situada en eltérmino de Elda ode Petrel:-sencillamen teadopta una solución casi salomónica: ladescribe, por parti da doble, en laparte de su libro dedicada acada uno de ellos. ’Una vez más. Montesinos nos proporciona lafecha de su construcción, año de 1083. ’Aquí, Montesinos nos sorprende citando esta ermita. Por una parte nos habla de una ermita de laque no existe memoria histórica alguna y.por otra, proporciona los años referentes a su fundación. 1653, yde su derribo. 1733. Apesar de esta puntualización. podría interpretarse que, conocedor de los hechos de que con ocasión de laplaga de langosta de 1708 y se llevaba a la Virgen di-la Salud desde laiglesia de Santa Ana a la ermita de San P.las. donde permanecía durante nueve días de rogativas, que diera pie auna confusión, cre yendo que había una ermita con esta advocación, IINos encontramos ante otra aportación de Montesinos que da lugar a la controversia: una ermita dedicada aSanta Eulalia. En toda lacomarca solo se conoce lade laColonia de Santa Eulalia, zona otérmino que sepamos nunca lia pertenecido a Elda; tampoco está situada en un montículo, sibien lo hay cercano eigualmente una zona de pinos yla carretera, oanti guo Camino Peal. Por Salinetas de Elda se puede entender el paraje próximo alas llamadas Salinetas de Novelda, donde sí existen todavía los restos de un ermita, pero dedicada a la Vir gen de los Dolores yque pertenecía alBalneario allí situado. /.Si- edificó todo este complejo en el paraje donde anterior mente estuvo laermita que cita Montesinos yque mandó derruir el )blspo Dn. Juan Elias de Terán, en i?3ü. poique era refugio de ladrones ysalteadores. Elsitio quizá era adecuado por laproximidad alparaje denominado ’El Estrecho’, donde lacarretera se angostaba entre altos paredones, yde antiguo se ha dicho que por estos andurriales campeaba elbandolero Jaime elBarbudo. El proyecto de Ventura Rodríguez para la antigua Iglesia de Santa Ana Por GABRIEL SEGURA HERRERO Arqueólogo INTRODUCCIÓN Elsiglo xvtll supuso para la villa de Elda la recupera ción definitiva de la grancrisis demográfica yeconómica que provocó laexpulsión total, en 1609,de los moriscos eldenses. Población, que oficialmente, era considerada como cristiana -los llamados «cristianos nuevos»-, pero que en la intimidad y en el ámbito familiar mantenían los usos ycostumbres islámicas propias de Al-Andalus, per maneciendo fieles alas enseñanzas del Profeta. Ya en las últimas décadas delsiglo XVII se vislumbran señales evidentes de una notoria mejoría en la situación eco nómica del Condado de Elda, así como es evidente un creci miento de la población, ahora ya toda católica o de «cristia nos viejos», con derechoa ser enterrados en las criptas de la iglesia y con el deberespiritual de contribuir al mantenimien to de lamisma. Crecimiento vegetativonatural de lapobla ción, aportes demográficos de oíros lugares, rompimientos o puesta en explotación de nuevastierras hasta entoncesincul tas, intensificación de cultivos, expansióndel regadío, etc.. sonelemenlos que apuntan en esa dirección (Samper Alcá zar, 1995). Recuperación generalizada en todoslosórdenes que tuvo un reflejo directo en la vida,actividad y fábrica de la iglesiaparroquial de Santa Ana. Erigida sobre lamezquita musulmana de la villa de Elda. tras su consagración como lugar de cultocristiano en 1528. laantigua iglesia de SaniaAna sufrió a lo largo del siglo XVI unaintensa transformación ediiiciadestinada a borrartodahuella de su pasado islámico paradarle forma yaspecto de templo cristiano. Proceso que conformó a ini ciosdel siglo XVII untemplo deplanta basilical con ábside poligonal encabecera,dispuestaen tresnaves,siendo la cenlral laúnica con solución de continuidad yquedando precedida de un pórtico o nártex, formadopor lapresencia FIG. 5 adelantada del cuerpo de dos torres cuadradas elesillería. en una de las cuales se situabaelcampanario. Hallándose entre ambas la puerta principal de gustos renaceniistas (Segura y Navarro, 1996)(Figura l.Plano del siglo XVI). La iglesia de Santa Ana en elsiglo xvm Lahomogeneidad cultural y religiosa de la población de Elda y el aumento paulatino de las rentas económicas se tradujodurante la segunda mitad del siglo XVII en un incremento de ladevoción popularhacialas imágenes del Crucificado y la Madre de Dios, traídas en 1604 desde el reino deCerdeña, tal y como se dejaentrever en elcambio de advocación de ambas, por el de Virgen de la Salud (1648) y Cristo del Buen Suceso (1714). Este cambio de advocación ysu declaración como patronos celestiales de la villa de Elda conllevó la necesi dad dedotar a la iglesia ele Santa Ana decapillas destina das aalbergar a tan dignos protectores; y almismo tiem po, de contribuir al engrandecimiento de la iglesia parroquial para asegurarseunabuena posición en la otra vida.Construcciones yreformas arquitectónicas que por su magnitud e importancia material y espiritual llegaron a transformar radicalmente elaspecto del templo. El primer pasoeneste proceso será la construcción entre1747y1751 de la Capilla dela Virgen de la Salud, situada en el lado noroeste de la iglesia. Obra dirigida por elmaestro de arquitectura VicenteMingot, cuyo coste eco nómico total ascendió a160.469 reales de vellón, inclui dos adornos, esculturas y demás aderezos artísticosy reli giosos.Quedando incluida en este montantelaapertura y construcción de lallamada Puerta de la Virgen, en el lateral sureste, adosada a la pane irasera de la torre campanario yrealizada en piedra de Bateig. dondeparticiparon diver sos artistas como los escullóles Antonio Perales, que labró laestatua delaVirgen, e Ignacio Eslevan,lasestatuas de San Joaquín y SantaAna (Figura 2). Construcciones de clara influencia barroca, corres pondientes al estilo artístico predominanteen estas tierras durante gran pane del siglo. Ambas supusieronuncambio en la concepción dela iglesia de Elcla, pues además de dolarlo de una puerta lateral,encompetencia artística con la principal, se leadosó elcuerpo de la capilla dela Virgen. Iniciándose el procesode ampliación y transformaciónde la iglesia de Santa Ana (Figura 3). La segunda mitad ciel siglo XVlll. superadas las secuelas de lacontienda civil, que conllevóla Guerra de Sucesión a laCorona de España, y en un clima generalde recuperación demográfica yeconómica, supuso latransfor mación lotal de la iglesia de Santa Ana. La plañíabasilical heredada de siglos anteriores quedó desfigurada por la construcción de nuevos espacios anexos, necesarios para los servicios de untemplo cada vez más importante y con una parroquia en crecimiento demográfico yeconómico. Así laconstrucción de la capilla de la Virgen de la Salud fueseguida dela capilla del Cristo del Buen Suceso. Obra ejecutada entre1770y1773 dirigida por el también maes tro dearquitectura. Miguel Francia Guillen,de origen crevillentino. Capilla que se encontraba en el costado oriental de laiglesia, junto a la Puerta de la Virgen. Tal y como nos informa la precisa ydetallada obra de Lamberlo Amat. la financiación de las obras de construc ción de ambas capillas fue sensiblemente distinta.Puesto que. mientras la erección de lacapilla de la Virgen fue sufragada de modo exclusivo medíame las limosnas. donativos y aportaciones voluntarias de losfieles elden ses;la capilla del Cristo, empezada aejecutar con posterio ridad a la concordia oacuerdo legal entre FranciscoJavier Arias Dávila Centurión, conde Puñonrostro y conde de Elda, y José Tormo, obispo deOrihuela. firmada en Madrid a27 de octubre de 1769. debió contar con una financia ción mixia de donativos voluntarios yaportación señorial. Tal y como se desprende del sustancial aporte económico del conde dePuñonrosiro estipulado en laconcordia de 23 de mayo de 1771 con el obispo Tormo, por la que el señor de Elda se obligaba adar. en varios años (1772-1781) la cantidad deli.ooo libras (= 165.000 reales) para las obras de ampliación de la iglesia de Santa Ana (Amat y Sempere, 1983). Participación a la que eslabasujeto, al igual que sucedía en elrestode villas e iglesiasdel condado de Elda. desde que los señores jurisdiccionales fuerondecla rados los únicos llevaderosde losdiezmos y primicias -impuestos religiosos por excelencia-, porconcesión, el 5 de febrero de 1449,del rey Alfonso v de Aragón a Ximén Pérez de Corella,condedeCoceniaina, y, porentonces, señorde la baronía de Elda. Privilegio confirmadoel12 de mayo de 1451 por el Papa Nicolás V a cambio decontri buir económicamente al mantenimiento ydotación presu puestaria de lasiglesias de Elda. PetrerySalinas. Será esta vía de financiación la que. en gran medida, y junto a la yamencionada,y no menos impórtame,permi tió acometer lagran reforma de la iglesia de Santa Ana lle vada a cabo entre los años1778y1799. Actuación que consistió en la ampliaciónen más de un lercio la superficie total de laiglesia, mediante la construcción de toda una serie de dependencias anexas como lasacristía, ropero, archivo, etc. Crecimiento realizado sobre el terreno del lla mado cementerio olosar «de lucra», donde descansaban todas lasgeneraciones de eldenses moriscos o cristianos nuevos del siglo XVI, y sobre el solar producto del derribo de 8casas anexas: siendo necesario cambiar laubicación de lallamada Fuenie de la Iglesia (Amat y Sempere, 1983). Punto de abastecimiento de agua potabletanto para los moradores de la villa como para losviajeros delCamino Real que discurría a espaldas de la iglesia. Sin embargo, la aplicación de la Real Orden de Carlos lll sobre las obras de cierta envergadura en edificios religio sos (23-Xl-l 777)condicionó laejecución de laobra a la rea lización del correspondiente proyectoarquitectónico, visa do por la RealAcademia de BellasArtes de San Fernando, al igual que sucedió con laconstrucción de la iglesia de San Bartolomé en Petrer.edificada entre 1779 y1863. Ambas iglesias presentanmultitudde puntos de similitud ycoincidencia en cuanto a la gestión delproyecto y a su eje cución posterior, ya puestosde manifiesto (Bérchez, 1988). Pero con la gran salvedad de que mientras en Petrer se proce dió a la edificación «ex-novo» deltemplo, demoliendo lodala consirucción existente previamente: en Elda. el proyecto se limitó a la reforma parcial de un edificio ya existente, de caraa su ampliación ycaracterización según el modelo artístico imperante en los círculos académicosde la Corle. El encargo de los dos proyectos partió de lacolabora ción entre el obispode Orihuela y el conde dePuñonros iro. quienes ante la real orden acuden directamente a la Academia de San Fernandopara la realización de los pla nos, evitando de esie modo problemas administrativos y técnicosposteriores. Así, será el afamado VeniuraRodrí guez, direcior de arquitecturade la citadaacademia,quien se encargue de larealización del proyecto de la iglesia de Santa Ana. como iglesiaprincipal del condado: mientras que Francisco Sánchez,discípuloaventajado deVentura, se hizo cargo del proyecto de Petrer. La solicitud simultánea nos asegura que ambos pro véelos debieron recorrer los mismos pasos para suelabo ración y aprobación definitiva.Circunsiancias y trayectoria que debemos suponer idéntica para el caso de Elda. al carecerdefechas uotros indicadores cronológicos lospla- Igtesia de Santa Ana de Elda (s.s. XVI y mi) FIGURA N.B1 Iglesia de Santa Ana de Elda (V mitaddels. 0111) FIGURA N.e 2 nos encontrados delproyecto de Veniura Rodríguez para la iglesia de Santa Ana. Así. todo el proceso de elabora ción de los planos de la iglesia de Petrer. visto bueno de los promotores, apremios yaprobación por pane de la Academia y demás detalles ha quedado recogido magnífi camente por J.Bérchez (1988).Destacando aquí,única- menie. como fechas significativas, yaplicables con total seguridad al caso de Elda, el 1 de enero de 1778 como fecha de firma de los planos por los arquilecios correspon dientes: el16 de marzo, la aprobación por [jarte de Fran cisco Javier Arias Dávila Centurión, conde Puñonrostro y conde deElda. como señor jurisdiccional de lavilla: el 5 de julio, como fecha de aprobación de losmismos por parte de Antonio Ponz, secretario de laAcademia de San Fernando: y, finalmente, el 13de octubre, en Monóvar, son aprobados por elobispo deOrihuela. JoséTormo. Semblanza de Ventura Rodríguez (1117-1785). arquitecto Ventura Rodríguez es considerado uno de los mejo resrepresentantes de lastendencias clasicistasyacadémi cas que se impusieron en la arquitectura españolaa partir de mediados del sigloxvill. Su primera obra importante fue la iglesia de San Marcos, en Madrid (1749). Construc ción exponenie de las influencias italianasdelmomento, recibidas através de los arquitectos italianos que trabaja ban en la Corte. Junto con Sachetti.participóen la cons trucción del PalacioReal de Madrid (1738-1764). según pla nos delitaliano Juvara, de quien fue nombrado delineante en 1735. Ese fuerte contacto con las tendencias italianas hizo que adoptara como propia la escuela del barroco romano tardío, qe le ligaron alas obras de arquitectos como Borromini. Bernini. San Gallo el Joven. Domenico Fontana, Giancomo dellaPorta. CarioMaderno, CarioRainaldi, Cario Fontana, Bernardo Vittone yoíros. Aparejador segundo de la obra del Palacio Real en 1741, fue reconocido, en 1747, como Individuo de Mérito de laprestigiosa Academiade SanLucasde Roma. Nom brado arquitecto de laCorle (1749-1759) en liempos de Fernando VI. desarrolló proyectos comola Capilla del Pilar en la catedral de Zaragoza(1751)ydiseñó, en su faceta como urbanista, elPaseo del Prado, en Madrid. Con lallegada al trono de Carlos lll fue sustituido en el favor real por Sabatini, arquitecto italiano venido con el rey desde Ñapóles, dedicándose entonces a la enseñanza de la arquitectura.Circunstancia que se correspondecon un cambiodeestilo en su obra, que derivó haciaelclasicismo romano. Producto de esta nueva etapa, en la que gozóde laconfianza delConsejo deCastilla, con ungran número deobras repartidas porloda la geografía hispana,comola iglesia de los Agustinos en Valladolid (1760);el Real Cole gio de Cirugía de Barcelona (1761);el ayuntamiento de Haro(1769): elPalacio de Liria, en Madrid (1773): elayunta- miento de Toro (1776): lareconstruccié-n de la iglesia de Santa Victoria en Córdoba (1778);la fachada de lacatedral de Pamplona (1783);y el ayuntamiento de Burgos (1783). enire otras. La Academia de Bellas Aries de San Fernando leluvo siempre entre sus individuos de mérito, y en dos períodos fue Director General de lamisma (Chueca Goilia, 19851. Elproyecto de Ventura RodríguezparaElda(1778) Publicados con motivo de la conmemoración del segundo centenario de lamuerte de Ventura Rodríguez (1717-1785) (TovarMariín. 1985) los planos para laiglesia de Santa Ana de Elda constan de una plantadel edificio y dos secciones arquitectónicas en alzado, una longitudinal y otratransversal. Adiferencia de los correspondienies petrerenses para la iglesia de San Bonifacio, mártir, enein tradós de modo fortuito en el hueco de la escalera de un bar, los planos de Santa Ana se conservan en excelente estado deconservación, recogiendolamayor partede los detalles del proyecto. Únicamente, constan de breves leyendas, que acontinuación reproducimos, estandolos tres rubricados por VenturaRodríguez. FIGURA 4 Plano n.°l(plañía) «Planta de ¡aIglesia eleSanta Ana de ¡a Villa de Elda a que acompañan con dos dibujos de la elevación en la forma que se debe construir el Crucero yCapilla mayor, y componer la nave y arcos de sus capillas.Executado uxlo de orden delExcmo.Sr. Conde de Puñonrostro. Es copia o repetición del que se. envió paragovierno de la obra, que debequedar en el Archivo». FIGURA 5 Plano n.° 2 (alzado transversal) «Perfil oCorte por la latitud de dicha iglesiaquemues tra elCrucero. Capilla Mayor y Cúpula». FIGURA 6 Plano n.° 3 (alzadolongitudinal) «Cortepor¡alongitud de dicha Iglesiade Santa Ana de Elda. (¡uemientras el costadode la nave yde la Copulo mayor yfrente del crucero». En eldetalle existente de lapuerta principal: «Puerta de lafachada principal». Como se puede observar en una atenta lectura, los planos carecen de las anotaciones ysucesivas aprobacio nes registrados en los correspondientes de San Bonifacio, no constando tampoco ningún tipo dereferenciacronológi ca. Cuestión yadilucidada previamente al considerarlos coetáneos de los de Petrer, y motivada por su condición de copia de los realizados en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, destinada adar fe de su elabora ción en lacitada institución. Duplicado son, por tanto, de losoriginales enviados con total seguridad a Elda con la finalidad de servirde guía en las obras aejecutar en la igle sia, y que debieron ser guardados en elArchivo Parroquial, tal y como se expresa en una de las leyendas. Eludimos entrar en valoraciones arquitectónicas sobre el proyecto deventura Rodríguez, dado que,en primer lugar, por nuestra formación dehistoriador carecemos de los conocimientos técnicos específicos de esta «Bella Arte», y que, en segundo término, ya se encuentra realiza da una acertada valoración previa que. con elpermiso del lector, citamos textualmente: «...bellísima composición de sección Iingitudinal y transversalyplanta del edificio que correspondena su estilo más personal dentro de su constante investigación por for mas yornamentos barroco... Se traíade una obra muy característica del estilo del arquitecto en dependenciade las formas del barroco romano, forzadosiempreauna extrema delicadeza en los detalles ornamentales. La planta aparente mente es convencional, de una sola nave,crucero, presbite rio, pero se observa la extrema movilidadde. su contorno, ¡a forma quebrada einquieta de perfilar sus muros internos FIGURA 3. Puerta de la Virgen. perimetrales. En el testero mayor formula una acentuada convergencia que subrayo al modo borrominiano, con casetones en el tramo inclinadode. ¡os absidiolos que enmarcan el retablo mayor, a su vez integradoen unpanel ligeramente cóncavo. La nave se perfora en el lado de la epístola para una capilla en cruz griegaprecedida de un tramo transversal de cañóny de una gran abertura a ¡a calle.Laentrada preferente se sitúa a los pies. Sacristía, escalera y otraestancia rectalarquedan integradas en el tes tero de la epístola. Un alzado Iingitudinal nos muestra el orden gigante que recorre el perímetro interno, el tratamiento de la cúpula ligeralmente peraltada sobre el crucero y el testero principal de la capilla adyacentea lanave. El alzado transversal ofre ce el acabado del altar mayor, pechinas, cúpula ycajea- miento de las bóvedas eintercolumnios. La obra en su con junto es una bella muestra de laperviuencia delbarroco clásico en el legado fundamental de Ventura Rodríguez» (Tóvar Martín. 1985:340-341). Planos que, sinlugar a dudas y atenor de loejecutado, debieron ser una mera excusa para laaprobación deltrámite administrativo dispuesto en la orden regia. Puesto que al igual que ocurrió en Petrer la obra planificada difirió en gran medida de laejecutada. Circunstancia que, en el caso de Elda, y dehaberseejecutado, tal ycomo Ventura Rodríguez loconcibió, no sabemos qué futurohubiera deparado a la entonces ya centenaria iglesia parroquial de Sania Ana, pues este arquilecio era partidario, y así lo aconsejó en otros casos, delderribo del monumento antiguo yde la construcción de otro nuevo en su lugar. Sirva de ejemplo el derribo ordenado por Ventura de la iglesia románica de Silos para construir el templo por élproyectado. Con elagravante de que una vez destruida la primera tampoco se llegó a construir la segunda. Espíritu de renovación arquitectónica ’--aHanMMBMMHM| FIGURA 4 radical aplicable, sin irmás lejos,al caso de la iglesia de San Bartolomé, en Petrer, proyectada por uno de sus mejores discípulos (Figura 7. Plano de la 2.a miiad del siglo XVlll). De esta forma, las obras de ampliación del tem plo de Santa Ana de Elcla no fuerondirigidas por ventura Rodríguez sino que. ante la ausencia de ladirección aca démica correspondiente, de nuevo se volvió acontar con laparticipación y dirección tónica apie de obra del maestro de arquitectura MiguelFrancia Guillen(Amai y Sempere. 1983). Hecho que condicionó en gran medida la no ejecución del proyecto original,producién dose lo que se ha definido como «...un típico proceso deadaptación a la realidad de la arquitecturavigente en esos momentosen tierras alicantinas, incorporando sólo algunosaspectos secundarios del proyecto originario» (Bér- chez, 1988). Graciasal documento einestimable trabajo de Lam berto Amat podemos seguir,a grandes líneas eldesarrollo cronológico de las obras, sabiendo que se iniciaron con la acumulación de materiales de construcción el día 15 de febrero de 1778, una vez redaciado elproyecto de Ventura Rodríguez; comenzándose a abrir la cimentación el día 5 de febrero de 1779, cuando ya estaba aprobado elproyec tode laAcademia yratificado sucesivamente por esta insti tución, el obispo de Orihuela y el conde de Puñonrostro; el 20 de noviembre delmismo año se colocó la primera pie dra; finalizando las obras de ampliación en 1799. Conme- FIGURA 6 Iglesia de Santa Ana de Elda (2a mitad del s. mil) FIGURA 7 morando el acontecimiento el día 24 de diciembre de 1799, día de Nochebuena, con el traslado del Santísimo Sacramento alAltar Mayor, y siendo cantada la primera misa por el cura Antonio Vidal y Juan, natural de Elda y párrocode Santa Ana, yposterior canónigo de lacatedral de Orihuela (Amat y Sempere, 1983). En palabras de uno de los máximos especialistas en temas de historia de la arquitectura valenciana, tanto la iglesia eleElda como lade Petrer constituyen «... un claro exponente histórico en donde se materializa la mentalidad ilustrada y, en cierto modo, projansenistaylegalista de diversos prelados de las diócesis valencianas...», que de haberse plasmado los proyectos realizados en laReal Aca demia de San Fernando hubieran podido llegar a ser lo que se hadefinido como «... la primera muestrade una arquitectura académica de corte ciasicista en tierras alicanti nas. Sin embargo, se convirtió, dado elarraigo de la corriente arquitectónica vernácula, en uno de. los últimos exponentes barrocos, ya bastante mitigado, de la arquitectu ra alicantina, demostrando con ello las hondas raíces de la culturabarroca...» (Bérchez. 1988). bibliografía Amaty Sempere, l.(1983):Ekla.Su antigüedad, su historia. Elda. Bérchez, J. (1988): «El templo de San Bartolomé de Peirer.un ejemplo de la fortuna del ReformismoIlustradoy Artístico del reinado deCarlos lll en el Obispado de Orihuela». Reuista Festa 88. s/p. Petrer. Chueca Goitia. f. (1985);«introducción aventura Rodríguez». Estu dios sobre Ventura Rodríguez(¡717-1785), pp. 5-27. Madrid. Navarro Pastor, A.(1981): Historia de Elda.3 volúmenes. Elda. Rodríguez G. deCebaixqs, a. (1988): «Larenovación de laarquitec turareligiosa en elreinado de Carlos lll.El neoclasicismo español ylas ideas jansenistas». Fragmentos, n.°12.pp. I15-127. Samper Alcázar, J. (1995): Eldaatravés de la Historia.Comunidad humana yterritorio. Elda. Segura,G. yNavarro, L.(1996): «Réquiem por nuestra antigua.glesia de Santa Ana (1528-1936)». Reuista Alborada, n.°41. pp. 20-24. Elda. Tovar Martín, V.(1985): «Datos en tornoa Ventura Rodrígm/. y otros arquitectos de su época». Estudios sobre Ventura Rodríguez (1717-1785). pp. 305-343. Madrid. Realizando elprograma. Desde lo Plazo Castelar Por MIGUEL BARCALA VIZCAÍNO Alreleer el artículo que escribí para ésiarevista elaño pasado en el que me refería al papel que desempeñabala radio, Radio Elda, en ladifusión de todo loconcerniente anues tras FiestasMayores,tanto en el plano propiamentereligioso como en el lúdico.heobservado querememoraba también los antecedentes deaquella antigua Radio Elda ubicadaen los ale daños de laIglesia elelaInmaculda. Aquella radio en la que tuve oportuniedad dehacer misprimeros pinitos, cuando con taba yo con apenas diecisiete años. No podría determinar cuandosurgió mi pasión por la radio, aunquecreo que ha sido desde siempre, si bien fue en la ado lescencia cuando empecé a practicarla en casa,con un viejo magnetofón Ingradel 54 de segundamano, y un picú que sumi nistraba la correspondiente música. Allí en casa, amodo dedis tracción, en losraloslibres montaba programas musicales,anuncios,noticiarios leídos del periódicoc incluso radio-nove las que hacia simulando varias voces ocon laayuda de los amigos de la pandilla. Precisamentemienirada enaquella emi sora, que por cierto era de la CadenadeOndas Populares Españolas, vino dadapor que me enteréde que iban a formarun grupo de actorespararealizar obras de teatro parael pro grama ’Teatro en el aire’ con coloquio final. Era entonces director de laemisora (finales de 1.962)el cura párroco de la Inmaculada Don AmonioPoveda. y direciordeprogramación AmonioMancheño, con el quecolaboraba su esposa Ana Pons. Despuésde lascorrespondientes pruebasentré a formar parte del cuadrodeactores que estaba integrado por: Conchita Alcaraz. Isabel Llore». Esperanza Verdú.Ana Pons, José Anto nio González, Joaquín Romero. Paco Sánchez,RecaredoGonzález con los que luvela suerte decompartir reparto auxi liadosen lalabor de control por Pepita Muñoz y Pepa Riquelme. Asírealizamos obras como ’Lasangre de Dios’, ’Llama un ins pector’, ’La herida luminosa’, entreotras, acuyo término tenía lugar un interésame coloquio.Elazar hizo que un sábado, cuando iba a empezar unprograma que se llamaba ’La sema na ha sido así’,informativo de conlenido nacional einternacio nal que recogía titulares de prensade la semana adaptados parala radio, el locutor de turno no llegara a tiempo,propo niéndome el director de programaciónAmonioMancheño que leyese el informativo si es que me atrevía. Y ahí que me lancé sin dudarlo. Al lunessiguiente mepropuso, siempre desintere sadamente, realizar un informativo local semanal de noticias que debería seguirdiariamente. No lodudé, consciente de que lo tenía que hacer en mis horas libres ya que entonces trabaja ba en otros menesteres. Yes en este punto donde quieroreflejar muy por encima los acontecimientos que tuve oportunidad derecoger y vivir de cerca durante aquella etapa que sucedieron en Elda. y que coincide con unos años importantes en la vida de la ciudad. Años de proyecios yrealizaciones, años de modernización pro piciada quizás por la dinámica de la época.Un retazo de la his toria de la ciudad que va desde octubre del 62 a abril del 64. Elnombre elegido para ese espacio informativo fue ’DESDE LA PLAZA CASTELAR’, y en la’careta de entrada’ del programa se decía antes de entrar en materia que... ’Desde la Plaza Castelar, corazón de nuestra ciudad donde recogemos loslatidos que señalan lamarcha de lavida de Elda... En la Plaza Castelar se habla... En laPlaza Castelar se comema... Laactualidad eidense en su aparato receptor... y muchas cosas más en...¡Desdela Plaza CasielarL.’ Despuéscomen zaba elprograma con una introducción a modo deediiorial del lema del momenio,seguidode lasnoiicias que se habían generado durante lasemana a nivel local, para terminar con un apartado dedicado a lahistoria de Elda desde sus oríge nes, cuyos datos debo confesar que no recuerdo de donde medocumentaba. Probablemente de alguna publicación que existía en laemisora. ^£a émhlcia del. Qselvicto cíe oduioáuóeá (¿iianoó de (o¿da ’¿a a/i/ucm Seííor Director de Radio Elda a Dy tiene el honor deinvitarleCs)a laBendición e Inauguración en laParroquia de Santa Ana, el dia 17 de los corrientes, Dios mediante, aIhr 11’30 horas, de los coches que han de prestar servicioen es ta localidad. Aprovechamos laocasión parareiterarle(s) el testimonio de laconsideración más distinguida. Elda, Marzo de 196¡5. Credencial para laobtención de información. El primerprograma salió al aire el 23 de octubrede1962. Un mes en el que según reflejaba llegaron por fin las lluvias, trasuna larga sequíaquehabíamos padecido. Recogía entonces lanoiicia de lapuesta en servicio de la nuevailuminación con focos y luz blanca en el tramo de las calles Avenida de Chapí hasiaSan Francisco de Sales. Padre Manjón. General Várela (hoyAnionino Vera),Sania Bárbara, Virgen de la Cabeza. Don Quijote y Lope eleVega. Anunciándose una próxima insta lación de nuevo alumbrado en las calles José María Pemán e Hilarión Eslava. En aquelociubredel 62 me referíalambién a la inminente finalización ypróxima puestaen servicio de una nueva con ducción de agua procedente deSalinas, através deun túnel excavado en laTórrela, que permitiríasuministrar a la ciudad un caudalde100 litros por segundo. A finales de aquel mes deoctubre daba cuenta de algo que hoy puede parecer curioso. ElAyuntamiento aprobabala colocación de 83 señalesde tráfico luminosas por las calles de la ciudad que permitiríancontar con publicidad en la parte pos terior. Y se anunciaba elproyecto de instalación de los prime rossemáforos. Aquelaño.Televisión Española en un programa llamado ’Plaza de España’ emitió un reportajesobreElda y Petrel en el que se resaltaba la proximidad de los dos pueblos con un denominador común, laindustria del calzado. Por oirá parte,una fábrica eidense. la de Felipe Peñataro Sanchiz y Hermano, recibía la medalla al mérito del trabajo. En noviembre del 62, me llama la atención, ojeando el archivo de aquellosprogramas, que se anunciabalaconstruc ción de ’un gran edificio’ en un solar donde había estado ubi cada la fábrica ’LaindustriaEspañola’, hoy Edificio Ernes. También se daba la noticia de que Elda contaría en un plazo máximo de año y medioconservicio deteléfonos automáticos. Indudablemente que aquellos años,últimos del 62.prime ros del 63.fueron tiempos degraneles proyectos, poiquetam bién se anunciaba la construcción del Ambulatorio de la Seguridad Social, en la calle Padre Manjón. En el ámbito cultural se hablaba con frecuencia de las acti vidades delCentro Cultural Eidense, del Club de laAmistad, Club de Idiomas, entre otros, y de los éxiiosalcanzados por la Sociedad Insiructivo-Musical Sama Cecilia eidense en los con ciertos que ofrecía bajo la batutadelmaestro Estruch. El 4 ele diciembre del 62 en ’Desde laPlaza Castelar’ difun día lanotica de que ’el Campo de Depones ElParque’ sería la base para la construcción del próximo ’Palacio Ferial’ que alber garía la Feria Internacional del Calzado e industrias Afines (FICIA). Por cierlo que aquel año 62, no se representó el 28 de diciembre la tradicional obra de Emilio Rico Albert ’El Señor Don Juan Tenorio o dos tubos un real’, lo que significó un paréntesisrestablecido diez años más larde,hasiael cierre del Teatro Casielar.En el primer programadel 63, a nivel internacionaly a modo de resumen, señalaba tres de los acontecimientos con siderados más impactaniesdel año: larealizacióndelcoik ilio Ecuménico Valicano II;elbloqueo naval a Cuba impuesto por el presidente de los Estados Unidos John F.Kennedy: y la aven turaespacial del Mariner-2 en su viaje a Venus. Enelplano cultural, el Doctor Periejodabauna conferen cia en el salón de aciosdel Casino Eidense para hablar sobre ’la talidomida, el juicio de Lieja a la luz de la medicina’. se aprobabalambién en un pleno del Ayuntamiento la construcción urgente de un nuevo campo municipalde depor tes, debido a la inminente demolición de ’El Parque’donde Iba a instalarse elnuevo edificio ferial. El lugar elegidoera donde actualmente está el ’Estadio Pepico Amat’. El cantante eidense Jorge Miranda (que no era otro que nuesiroquerido poetaAmonio Porpetta) triunfaba en el mundode la canción en un programa de televisión’Canciones de sus recuerdos’, cantandoaquellostemasrecogidos en un singleque contenía: ’Naciste para mí’, ’Kana Kapila’, ’Perro de trapo’ y ’Una rubia de miedo’. Dentro del campo de la moda paraelcalzado, loscolores seleccionados en el VI CongresodeEuromoda-63 para latem porada Oíoño-lnviemo fueron: el Topacio. Dalia y Forestai ara Señora. Y Umbra. Marrón neutro,y Gris para Caballero. En casi lodoslosprogramas de ’Desde la Plaza Castelar’ había lambién un apartadode noticias montañeras. suminis;raclaspor la sección demontaña del centro Excursionista Eidense, y que siempreiban firmadas por Huesearán. El17 de marzo de 1963 se me encomendó cubrir lainfor mación de la inauguración de la primera líneadeautobusesurbanos. Hubo una misa en laIglesia deSama Ana. después en la calle se procedía a la bendición del autobúsytras unas pala bras delalcalde Antonio Porta y del director del Servicio de AutobusesdeElda. Vicente Caíala, se procedióa un trayecto oficial desde la Iglesia hastalaGasolinera Idella.Todo un acon tecimiento. Periódicamente nos llegaban noticias de los éxitos que cosechaba por tierrassudamericanas nuesiropaisano Pedrilo Rico, que durante aquel año triunfaba en Perú. Buenos Aires y Uruguay. En Elda. el grupo lírico eidensedirigido por el maestro Requería en la pane musical,y Francisco candelasen laescé nica, obtenían un clamóloséxito con la representación de la zarzuela de Pablo Sorozábal ’Katiuska’. En junio de aquelaño 63 comentaba en elprograma la noticia del fallecimiento del Papa Juan XXIII, ocurrida el 3 de junio, quecasualmente era en Elcla lunes demoros,provocan do la suspensión de losaciosfesteros en señal de duelo. En aquel mes era colocada la primera piedra del nuevo colegio de las HermanasCarmelitas (las monjas) en su ubica ción actual. Pronto, laíumaiablanca del Vaticano designabaa Juan Bautista Montini como nuevo Papa,adoptando el nombre de Pablo VI. Curiosamente corríantiempos deproyectos deconstruc ción en la ciudad de lo que entonces se dabaen llamar ’gran des edificios’, y que además merecía tratamiento informativo. En el programa del 2 dejulio, en plena sequíainformativa se daba cuenta de la próxima construcciónde un ’flamante edificio’ enfrente del Casino Eidense. en lacalle Jardines, donde estaba entonces el ’Bar la Granja’, esquinaa la calle Cervanti¡s. Y otro proyecto apuntaba a laconstrucción de otro ’gran edifcio’ en el solar quedurante años había ocupado la sala de ties tas ’Las Palmeras’ en la calle General Mola, hoy Ortega y Gassel. Inmueble al quepondrían elnombre de ’Edificio Fleming’. FCMA INTERNAaONAI.OBI. CALZADOBINDUSTRIAS APINBS ELDA - ESPAÑA YA ESTA LA FERIA AWl- 6í. K/IRCHA Kuestra página editorial do eote meo es¡raa notioiable que coiTiontablo. La Feria Internacional del Calzado oIn dustrias Afinos on Elda, tendrá esto año un aliciente po dero3Ísimo: el edificio del Palacio Ferial. Las obras se iniciaron el día 28 de marco ydarán fin el 31de agosto. Será una carrera centra reloj eindiscu tibíemente una obra récord en España. Fragmento nota Informativa de FICIA. Afinales de julio del 63. el comiléejecutivo de Ficia, daba a conocer la puesta en marcha para el próximo certamen ferial de septiembre de la’Campaña de laamabilidad’ cuyo objetivo no era otro que hacer más grata la estancia en Elda a los visitan tes durante los días de feria, premiando la cortesía y buenas manerasacamareros, empleados deoficinas de información, guardias municipales, etc. Se anunciaba lambién comonovedad la implantación en la Feria de un espaciodenominado ’Club del Comprador’ para mayor confort de visiiamcscomerciales, y olro para los medios de comunicación, el ’Club de Prensa’. En agosto del 63, recogía la noticia de que el obispo de la diócesis había dado elvisto bueno a la creación en Elda de una nueva parroquia que se simaríaen el ’barrio de la Estación’, bajo el nombre de ’San JoséObrero’, siendonombrado curapárroco el reverendo José Tormo. En la calle Ramón Gorgé se construíaelnuevo edificio de latelefónica, anunciándose que para el año (¡4 entraría lambién en servicio elsistema automático. Del 2 al 10 deseptiembre se celebrabala FeriaInter nacional del Calzado en las Escuelas Nacionales, más conoci das por Escuelas Nuevas de Padre Manjón. En ese certamen fueexpuesta lamaqueta de lo que sería el nuevo ’Palacio Ferial’ que se iba a construir de inmediato en el antiguo campo dedeportes ’El Parque’. En el programa del 21de enero del 64, a modo de edito rial reivindicaba la urgente necesidad de la edificación de un parque debomberos. El 64 fue el año de las bolas ybolines en cal zado de señoras que se pusieron de moda por todo elmundo. Sax celebraba en lebrero el centenario de sus Fiestasde Moros y Cristianos.Aquel mismo mes. en una primera edición del Telediario de Televisión Española.Pidaera noticia por sus tresambiciosos proyectos: el Palacio Ferial,el nuevo Campo de Deportes, y la nueva Central Telefónica de servicio automático. Eldeplorable oslado de la Gran Avenida, era objeto de etílica en aquellos días: piedras,ba ches, escasa iluminación... Radio Elda, ’la Voz de EldayPetrel’, quiso ampliar su área de audiencia y mejorar la calidad de sus emisiones instalando en las inmediacio nes del Club de Campo, una llamativa antenade30 metros de altura. En marzo de aquel año. la Federación EspañoladeMontañismo concedióalsemanario Valle de Elda y a Radio Elda la medalladebronce por la asidua colaboración y difusión de los lemas relacionados con la montaña. Aquel mismo mes. RADIO ELDA uningeniero detelecomunicaciones se persona ba en Elda para interesarsesobreel lugar dondeiba a ser construido elnuevo edificio de Correos y Telégrafos. Finalmente se decidió su ubicación en la calleDahellos. esquina Menéndez Pelayo. Laescuela de ’El Progreso’ número 2 que dirigía toda una institución. Doña TimiGutiérrez, fue pre miada en elconcurso de redacción anivel nacio nal sobre el tema ’fiestasdenuestros pueblos’ que convocaba una revista madrileñaeditadapor el magisterio español. En abril del 64 era inaugurado el Colegio Sagrada Familia con la presencia del obispo de la diócesis Pablo Borrachína y las autoridadeslocales y provin cialesde entonces. Itubo un vino de honor ybailes reginales a cargo de la Asociación Caiólicade Ibi. El Alcalde Antonio Porta anunciabala próxima pavimentación yadecuación de la Gran Avenida. Con gran emusiasmo yalborozo el comité ejecuti vo de Ficia distribuía en todoel sector zapatero nacional una hoja informativabajo el título ’Ya está la Feria en marcha’ en la que resaltabala nueva e importante etapaque se abría ante el futuro, con el aliciente de la próxima inauguración del nuevo edificio ferial, el ’Palacio Ferial’, cuya construcción había comenzado el 28 de marzo, estando prevista su finaliza ción[jara el31 de agosto. Lo que eraconsiderada comouna obra récord en España,encuanto arealización. Con todas estasilusiones puestasen lo que sería el nuevo ’Palacio Ferial’ y oírosacontecimiemos que se avecinaban, llegó el fin de la historia deaquel informalivo local semanal’Desde la Plaza Casielar’ que realizaba, desinteresadamenie y porafición, en mis horaslibres. El 28 de abril de 1964fue el último progra ma. Un provisional cambio deresidencia a tierras catalanaspor motivos de mi ocupación profesional de entoncesfue la razón de dejar la radio aquí. Lo cienoes que pronto colaborélambién con laemisora deaquella ciudad barcelonesa. Radio Elda, ’la Voz de Elda y Petrel’, de la Cadena de Ondas Populares Españolas dejóeleemitir definitivamente el 18 de julio de 1965,debido a una orden ministerial quelimita ba elnúmero ele emisoras institucionales de Onda Media, auna porprovincia. Que lejos estaba de suponer entoncesque aquella última noticia alusiva al entusiasmo ame lainminente inauguración del nuevo edificioferial, la trataría veintisiete años más larde en sentido totalmente opuesto,cuandoresultó su cierre defintivo. Y que hoy, treinta y tres añosdespués, continuaría el edificio parcialmente en estado de abandono y sin futuro definido. DOJIMIGUEL BAHCALA VIZCAÍNO; pertenece al cuadro de edactores de RADIO POPULAR DE ELDA, como reportero radiotánico. Lo que hago constar para que 3irva de credencial. En Elda, 1de Octubre de 1962 El Geü Credencial para laobtención de información. rogramación El templete de la Plaza Castelar Por CONSUELO POVEDA POVEDA En junio del año próximo, se cumple medio siglo de la terminación del Templete que durante dos décadas lució en laPlaza de Castelar. Hoy queremos hacer un breve recorri do por ladocumentación que sobre su realización queda en laspublicaciones periódicasy en el Archivo Municipal, de- este pequeño monumento que en la memoria de tantos eldenses ha quedado. La idea de construir un templete en los Jardines de Castelar surge en una Sesión Municipal de fecha7 de junio de 1934 en laque el Sr. Alcalde Don Joaquín Vera ’expuso su moción referente a lainstalación de un témplele en la Plaza de Castelar. proponiendo laconstrucción del mismo. Después de amplia discusión en la que intervinieron los señores Salgado, Llopis, Lorenzo Carpena y Ruano’(todos ellos ediles) ’se acordó por unanimidad que se construya un templete provisional conforme al modelo que se cons truye en fiestas, yque elAyuntamiento estudie laforma de sipuede obtenerse alguna utilidad por laconstrucción del mismo, acuyo efecto, quede pendiente de resolución este extremo para lasesión inmediata’. Días más tarde en laSesión de14 de junio de 1934’se trató de nuevo de lamoción del señor Alcalde sobre cons trucción de un templete en los Jardines de Castelar. Intervienen los señores Gil Ponce, Nieto. Llopis, Lorenzo Carpena yMaestre Maesire, quedando acordado por unani midad, por loque respecta autilidades que de laconstruc ción pueda obtener elmunicipio, aulorizar a laAlcaldía cele bre los concursos que estime convenienles entre los indus- Solo de.lo negado canta elhombre, solo de ¡o perdido. Agustín García Calvo iríales de esta población para las explotaciones que pueden (establecerse, en las condiciones que se fijen’. Eltemplete se llevó a cabo de forma provisional, cons- truyendo un tablado de troncos de cañizo desde elque las Bandas Instructivo Musicaly Santa Cecilia pudieran ofrecer sus conciertos.Fue más tarde, en 1947, momento en que laplaza era denominada Plaza de El Sagrado Corazón de Jesús il). cuando el enlonces alcalde Don José Martínez González, muy interesado por la mejora de los Jardines consigue ampliar laPlaza, agregándole el tramo comprendido entre las calles Francisco Alonso yJoaquín Coronel. Es justa- mente con motivo de la ampliación cuando en Sesión de Ayuntamiento Pleno de fecha 10 de diciembre de 1947 ’se acordó por unanimidad aprobar proyecto ypresupuesio redactado por el arquitecto don Miguel López González para laconstrucción de un kiosko templete para lamúsica en los Jardines de laPlaza del Sagrado Corazón de Jesús y que las obras se saquen asubasta pública por eltipo de cuarenta ynueve mil pesetas acuyo efecto se acuerda el gasto correspondiente con cargo alCapí’ 11,art’ 3,Part’ 6o del vigente presupuesto ordinario de 1947, yse designe al Señor don Amonio Porta Rausa para que asista alacto de lasubasta en representación de laCorporación Municipal’. En la Sesión del Ayuniamiento Pleno de 23 de marzo de 1948 ’se dio lectura al expediente de subasta instruido para laadjudicación de las obras de construcción de un kiosco templete para lamúsica en los Jardines de laPlaza del Sagrado Corazón de Jesús, acordándose por unanimidad en su vista adjudicar definitivamente dichas obras alúnico postor don Segismundo Falcó Picó por elprecio de cuarenta ynuevl mil novecientas treinta pesetas yque se lerequiera para que en elplazo de diez días proceda aconstituir la lian za definitiva y a la formalizacióndel comíalo correspondienle’. Parece que las obras empezaron rápidamente, pues con fecha5 de junio de 1948.el aparejador don Recaredo Rico mandó elsiguiente escritoalarquitecto clon Miguel López González: ’Distinguido amigo, le adjunto elpresu- puesio del templete, para la Música en los Jardines de la Plaza del Sagrado Corazón de Jesús, para que loreproduz can y lo firme vd. sin añadirle ninguna peseta más. Al mismo tiempo hace lacertificación de esta obra tal como está el presupuesto y a nombre del contralista Dn. Segismundo Falcó Picó’. Dos días mas tarde, el 7 de junio, don Miguel López remi te a Elcla el certificadofirmado de las obras realizadas bajo su dirección diciendo: ’CERTIFICO: Que el importe de las obras realizadas bajo miDirección por elConiratista D. Segismundo Falcó Picó desde su comienzo hasta su terminación en eldía de lafecha, para la construcción de un templete para la músi ca en los Jardines de laPlaza del Sagrado Corazón de Jesús, de Elda (Alicante), se eleva a lacantidad de cuarenta ynueve mil, novecienias treinta y nueve péselas...’. Y laprimera y única certificación de laobra se aprobó en laSesión de laComisión Municipal Permanente de12de junio de 1948, tal y como podemos apreciar en lalectura de dicha acta: ’se acordó por unanimidad aprobar primera y única certificación expedida por elArquitecto Director de las obras de construcck’n de un templeteparalamúsica, eje- culadas por elcontratista D. Segismundo FalcóPicó, por importe de 46.784 pesetas con 70 céntimos, que figura en resultas del último ejercicioy el resto 3.19430 pesetas, con cargo alcapítulo primero, artículo cuarto del presupuesto vigente, acuyo efecto se lereconoce elcilado crédito’. Siendo la Recepción definitiva de las obras el10 de julio de 1948. pues en laSesión de laComisión Municipal Permanente de esla fecha se acordó por unanimidad la recepción del kiosko para lamúsica constituido en laPlaza del Sagrado Corazón de Jesús por el contralista don Segismundo Falcó Picó y la devolución alcilacio contratista de la fianza que tiene depositada para responder del cum plimiento de dicho conirato’. En esta misma Sesión de to de julio, se adjudicó el concurso para elarrendamiento del kiosko sito debajo del templete, pues dice elacta: ’y visto que solo fue presenta da una proposición suscrita por elindustrial cafetero clon José M.a Amat Canclel que ofrece por dicho arrendamiento lacantidad detres mil pesetas anuales, se acordó por una nimidad adjudicarle laexplotación por elcitado precio anual yduración de cinco años... ’Lo que se comunica al intere sado haciéndole saber que en elplazo de diez días deberá proceder a la firma del contrato’. De todo loexpuesto con anterioridad se deduce que la inauguración del lempleie se iba arealizar en breve, una fecha que nos parecía viable era la del18 de julio (fecha de fastos y celebraciones en esta inmediata posguerra), sin embargo no hemos podido localizarnoticia alguna alusiva aesta inauguración ni en lapublicación periódica local Peregrinación ni tampoco en el Diario Información (ni en este mes. nien todo elaño). En consecuencia deducimos que laampliación del Parque y la puesta en servicio del Templete entraron en funcionamiento sin ningún acto oficial de inauguración, pues ya en las Fiesias CívicoReligiosas que se celebraron del 6 al10 de sepliembre de 1949.el par que estaba en uso como se deduce de las palabras del pro grama de fiestas acerca de la inauguración del nuevo Ayuntamiento: ’a la ampliación de nuestro esplendido par que, sucede la nueva Casa Consistorial’. En el programa aparecen fotografíasde.laampliación del parque y del Témplele. Además de que los conciertos programados tuvieronlugar en elTemplete, pues en elorden de festejos leemos ’a las doce ymedia conciertos musicales en la Plaza del Corazón de Jesús, por laInstructiva Musical’. El templete esiuvo cumpliendo su misión a lolargo de los años, pero parece ser que aprincipios de los años 60 se convirtió en obstáculo visual para laactividades musica les (lite se organizaban en los Jardines pues dificultaba la visibilidad del escenario desde las mesas. Y así, ya en el Semanario Valle de Elda de fecha 10 de mayo de 1969 apa reció el siguiente artículo tituladoEl Templete en capilla:’El témplele que se levanta en la parte superior del jardín de Castelar tiene sus horas contadas... desde que eljardin fue escogido para mayores empresas, para servir de marco a losfestivales que se celebraban en las fiestas de septiem bre, eltemplete sintió elprimer frío de lainminente muerte. Se pusiera el escenario donde se pusiera, allá estaba el témplele enmedio, imposibilitando lavisibilidad a la mayor parle de los posibles espectadores. Ypoco apoco, lasen tencia se fue elaborando hasta llegar aestos días de mayo de 1969 en que lahora fatal ha sonado’. Ya en laSesión del Ayuntamiento Pleno de 12 de mayo de 1969. se habla de la Propuesta de la Comisión de Fo mento sobre Proyectos: ’En la reunión que celebró la Comisión Municipal de Fomento, eldía 30 de abril pasado, en cumplimiento de la resolución tomada por el Ayunta miento Pleno el 18 del mismo mes, se confecciono una relación de obras yservicios arealizar, que se eleva como propuesta de dicha Comisión almismo Ayuntamiento Pleno yque es como sigue, por orden de preferencia’ yen el punto 6.° se habla de. ’Proyecto de reforma de laparte supe rior de laPlaza Castelar’. La semana del 26 de julio comienza lademolición del templete yen el valle de Elda de lecha 2de agosto pode mos leer losiguiente: ’Réquiem por eltemplete de Castelar. El lemplete de laplaza de Casielar era anoche, miércoles. 30 de julio, sólo un montón de escombros. Al cumplir los veintiún años de exisiencia, como quien dice al llegar a la mayoría de edad, ha caído bajo las piquetas demoledoras, aunque con mucha pena yno menos gloria. Porque costó losuyo vencer al viejo coloso: con lóelas sus fuerzas se han resistido las robustas columnas, laobra de cemenio arma do: No pudieron con ellas esas modernas máquinas que se lollevan todo por delante yhubo que pensar incluso en la dinamita. Nos va acostar alos eldenses acostumbrames a su ausencia, pues su silueta era ya algo consustancial con el paiscije casielarino. Y no es que el templete nos parecie ra una obra de arte precisamente, ni una joya arquitectóni ca, pero... atodo se acostumbra uno’. Porel tono crítico del escrito parece que aalgunos no les gustaba el templete, aunque tampoco se escucharon muchas voces en contra de su demolición. Es altranscurrir de los años cuando he podido escuchar en distinias con versaciones alusiones nostálgicas aesta obra. ¿Será que sólo valoramos aquello que hemos perdido? (’Se canta lo que se pierde’ escribía Don Antonio Machado), o¿es que es intrínseco a laidiosincrasia eidense que nuestro patrimonio vaya desapareciendo (en’pro del futuro’? Agradezco lacolaboración en el presente artículo aDon Alberto Nauarro Pastor.Cronista Oficial de la CiudadyaDon VicentMuño/. Carbonell, Técnico Bibliotecario de laBiblioteca Pública de Alicante. (i) En 1939 seacuerda rotular de nuevo un buen número de calles, lle nándose elnomenclátor eidense de generales, nombres religiosos y personajes notables de laEspaña nacional. Por JOSÉ M.a AMAT AMER Me dicen que en Castilla-León todavía pode mos encontrar viejos zapateros que mantienen tra diciones ancestrales, que han pasado de padres a hijos con un notable resultado. Me dicen que allí las pocas gentes que practi can el oficio de zapatero, lo hacen de forma distin ta... Para muchos son una especie ele ’iluminados’ que han recibido un ’clon’y en sus barrios son conocidos yestimados, mantienen una tradición a la que es prácticamente imposible acceder. Me dicen que con esos pocos zapateros se perderá el oficio en la Tierra de Campos, ya que allí no hay medios para mantener la zapatería artesana ylos pocos que la practican, acabarán de hacerlo cuando desaparezcan, porque no hay ’maestros’ que puedan enseñar ygente joven que desee aprender. En busca de viejas huellas de un oficio casi en extinción ycon la esperanza de encontrar algún soporte para restablecer la artesanía, como paso obligado para la ortopedia y el zapato amedida, nos encaminamos hacia ese lugar de nuestra geo grafía ycomprábamos por nosotros mismos lo que nos dicen. Quizás se exagera y lo que amuchos les parece extraordinario, nosotros lo vemos como natural por estar viviendo en una zona donde el zapato lo tenemos asumido casi de todas las for mas posibles, incluido el zapato artesano para el que hemos dedicado los últimos años yen lo que el Museo del Calzado de Elda trata de activar y potenciar. Preguntamos en Tordesillas... nos señalan un barrio próximo a la porticacla Plaza Mayor, nos maravilla el tipo de edificios, casas solariegas con blasones yescudos de armas, se aprecia claramen te que la ciudad fue morada de monarcas castella nos, en un rincón de una estrecha calle ytras una fachada de piedra que haría pensar en una vetusta ynoble residencia, encontramos un pequeño taller abierto al público; en su interior un extraordinario despliegue de modelos, la mayoría botos campe ros, yen medio de lo que llamaríamos una tienda- taller, tres muchachos que rondarían los veinte años, empalmillando amano, con una buena prácti ca ydominando lo que hacen. Esa es mi primera sorpresa, encontrar gente tan joven trabajando en un oficio tan viejo yprácticamente desaparecido en casi iodo el país, junto aellos otro más repujando cuero: sillas de montar, petos camperos... les pre gunto ycon gran amabilidad me informan acerca de lo que hacen, me explican de donde les viene el oficio y las salidas profesionales que allí encuen tran... vienen ademostrarme que no dan abasto para ’fabricar’ lodo lo que se les pide, ellos están convencidos de que pueden llegar aviejos hacien do lo que hacen. En las dos horas que permanezco en ese lugar, puedo comprobar lo que me comen tan... llamadas lelefónicas... entrada de clientes en busca de sus botos... también les llevan algunos zapatos para reparar: no me doy cuenta del paso del tiempo eincluso en algún momento llego aper der la noción del lugar... me encuentro casi como en casa..., pieles, zapatos, suelas, tacones... al salir palpo de nuevo la realidad ycontinuamos admiran do el viejo laclode- una gran ciudad que marcó una fecha en la historia de España, aquí en ’tordesillas casi se repartieron el mundo los Reyes Católicos y el rey Juan IIde Portugal, hace ahora algo más de 500 años, ver un taller a la antigua usanza casi es lo propio del paisaje ydel lugar. Me han hablado de Patencia... ’allí encontrarás auno de los artesanos más importantes de Espa ña’. Me sorprende gratamente la ciudad, es .esplén dida yllena ele actividad en la calle, una preciosa Taller deartesano decalzado de la familia Lozano, de Patencia, año 1945.De izquierda a derecha:Liborlo Lozano, Jesús Lozano, Pedro Lozano yFlorencio Lozano. plaza Mayor con el Ayuntamiento, jalonada de árbo les yunas cafeterías con terrazas llenas de gente a pesar del tiempo frió, una calle; Mayor porticacla pre ciosa yuna extraordinaria Cateciral que sorprende al visitante por su arquitectura, que refleja los cambios del primitivo gótico al renacentista ypor la grandio sidad de sus naves, una visigótica del siglo Vily otra románica del siglo XI y la gran riqueza de reta blos yobras pictóricas, entre las que destaca un San Sebastián de El Greco. En Patencia pregunta mos por Pedro Lozano, un zapatero artesano que lo conoce tocio el mundo, tiene una tienda-taller en una céntrica calle, allí lo encontramos, sentado en un sillón (me pareció nada apropiado para hacer zapatos a mano), estaba tanteando una horma y recreciendo la parte que protegería un juanete. De Lozano teníamos referencias, ya que cuando se habla de artesanos, siempre sale la figura de Loza no de Patencia. La tienda tiene un pequeño escapa rate a la izquierda, en él se pueden apreciar algu nos de sus más sofisticados modelos... zapatos para pies deformes, zapatos de mujer forrados en ricas sedas y naturalmente botos camperos. La tienda es muy pequeña, para atención al público apenas cuatro metros cuadrados, al fondo una tras tienda en la que hay un gran sillón que el maestro dice perteneció asu padre yen él. aunque sea algo inapropiado para hacer zapaios amano, se sienta Lozano trabajando más de diez horas seguidas. En la trastienda una escalera de caracol, ele esas prefa bricadas que apenas ocupan un metro cuadrado de hueco, para acceder a la planta superior: allí encon tramos un pequeño desván con escasa aluna, donde: tenemos que permanecer agachados, una mesa de cortador, una máquina de aparar y una extensísima colección de hormas, zapatos, bolas y diverso material, con las paredes revestidas de recuerdos, fotos... yvarias pieles ytejidos, perfecta mente colocados en una estantería. El maestro Lozano me habla de su padre, de cómo aprendió el oficio yde como él lo está trans mitiendo a su único hijo, el cual ya mantiene asu propia familia haciendo zapatos con sus manos. Me da la impre sión que estoy ante un perso naje único en esos tiempos. un enamorado de su profe sión que además la domina en tocios sus aspectos yfor mas... Es un hombre respeta do por sus colegas en el ofi cio, conocido en toda España yganador de casi todos los Concursos que en las últimas décadas se han convocado en este país para zapateros manuales, incluidos los que organizó el Museo del Calza do de Elda en los últimos años, es un hombre que denota una gran sobriedad, casi un reflejo de esas esplén didas tierras que conforman El Valle del Cerrato y la Montaña. Me habla con tanta vitalidad e ilusión en un hombre ya jubi lado, que se siente uno atraí do por lo que cuenta, lo que hace ycómo lo hace. Me enseña decenas de hormas hechas a mano para pies traumáticos, en todos los casos recuerda al enfermo para el que las realizó... ’Con este par de hormas levanté aun señor de una silla de rue das en la que permanecía diez años’, verdadera mente esas hormas eran lo menos parecidas aun pie humano, me: habla de cómo realizó las primeras pruebas y la satisfacción que sintieron ambos cuan do el enfermo dio sus primeros pasos..., en algu nos momentos se emociona contando anécdotas. muchas veces nos transmite a mi mujer y a mí la emoción yen no pocos momentos casi se nos lle nan los ojos de lágrimas... ¿cómo es posible que ese hombre en ese pequeño lugar haya sido capaz de realizar ese ingenie trabajo?. De pronto alguien entra en la tienda, es una chica joven con una ligera cojera, el maestro saca de un armario una caja con un molde de espuma de látex, la chica se sienta y presiona el molde de látex para obtener la huella de su pie. analiza la huella, inspecciona el pie: y empie za la loma de medidas que anota con precisión en un pequeño cuaderno, como lo haría un sastre que toma medida para un traje, mientras tanto la chica te comenta cual es su dolencia yle enseña un par de zapatos usados que lleva hasta ahora puestos, el maestro le indica cual, asu parecer, es la mejor solución para colocarle un buen calce, después le muestra una serie de revistas de moda de calzados para que elija el modelo, le enseña una serie de pie les de tafilete para que lambién escoja la piel que más le guste y a continuación quedan en un par de semanas para realizar la primera prueba. Son las dos de la tarde, es un día muy frío al que no estoy acostumbrado, el poco viento que sopla es gélido, caminamos por la ribera del rio Cardón, en esos días baja muy caudaloso y me explica que las últimas lluvias yel deshielo ha hecho subir su caudal, pero que normalmente en otras épocas del año las aguas bajan más claras y con un nivel mucho más bajo, pasamos por la plaza de Sao Aniolín y un conjunto de callejuelas estrechas, dejando acada paso lachadas, balcones orejas de los mas diversos estilos, gótico, renacen tista ybarroco, de vez en cuando una lachada románica, ¡es natural!, me comenta, ’estamos en la tierra del románico’. Durante la comida, (un magnífi co lechazo de la tierra), me alecciona de cuales son las características yhabilidades de un buen artesa no, también hablamos del mercado en España para este tipo de calzado.... sin dejar de comentar las bondades de la cocina palentina, sus asados, embutidos, quesos ydulces, le escuchamos con suma atención: cuando retomamos los temas zapa teros yariesanales, mentalmente voy anotando los datos que me facilita para tratar de ’exportar’ esa actividad aesta ciudad, allí casi lo veo muy fácil, me imagino una escuela de: artesanía para zapatos que calzarán pies con deformaciones ycon el tiem po, seriedad yun buen hacer, algo de propaganda, la voz se corre y Elda puede ser un lugar de refe rencia para calzar ese tipo ele zapatos ysolucionar ese lipo ele problemas: por cierto, ni que decir tiene que nuesiro amigo Lozano siente auténtica admira ción por Elda, sus magníficos zapatos de señora y sus prestigiados zapateros; comentamos la gran ventaja para este tipo de calzado artesano yortopé dico que tiene Elda. su trayectoria le acompaña, hay mano ele obra experta yaltamente cualificada. tenemos las materias primas, los talleres auxiliares yahora el Museo del (’alzado con unos talleres dis puestos apotenciar el oficio, hablamos yhablamos, casi lo estamos viviendo..., la verdad es que1 siento deseos de regresar de inmediato para ponerme manos ala obra. Por la larde volvemos a la tienda, me permite fotografiarle aél y a algunos de sus modelos; de nuevo oirás visitas yotros problemas, me comen- la...’ esio es como si yo fuera médico, vienen bus cando una solución ycada problema es totalmente ciisiinto’, se le ve un hombre satisfecho ele su traba jo... yyo también creo que es único, es el mejor, por eso mi admiración va creciendo conforme lo veo trabajar yresolver los problemas diversos de cada cliente. Alguien trae unos zapatos para poner medias suelas, ’esto también hay que hacerlo, es nuestro oficio’, me comenta. Es de noche, se ha pasado el día en un soplo, espero aque cierre la tienda... nos hemos hecho gratules amigos, le acompaño hasta su casa, nos la muestra con una enorme satisfacción, ’esto lo he conseguido con mis manos’.... promete venir avisitarnos, yo tam bién le prometo volver aFalencia ydedicar el dia a visitar esa preciosa ciudad... ocupar una mañana en recorrer la rula del Cerrato, desde Dueñas a Palenzuela yesa joya de la basílica visigótica de San Juan de Baños: una tarde para ver la ruta de los campos góticos, desde Ampudia hasta Cisneros, ¡jasando por Paredes de Nava, residencia del pintor Pedro Berruguete yque inmortalizara Gómez Manri que, como autor teatralyJorge Manrique, con las ’coplas a la muerte de su padre’; habrá que dedicar un día para recorrer la ruta del románico desde ese bellísimo enclave de 1-romista. en el camino de San- tiago, hasta elnorte ele las montañas de Cervera del Pisuerga. lindando con Santander; los bellísimos alrededores con restos del pasado romano; los cerros y¡járamos enmarcados entre ríos formando unos valles longitudinales plantados de trigales y cebada.... nos despedimos con un fuerte abrazo y de regreso a Elda pensando en iodo lo que he aprendido, ese buen zapatero que he dejado atrás, el afán de superación cuando lo natural seria pen sar en su jubilación, el cariño que te pone acada zapato que maneja y la dedicación y el entusiasmo con el que enseña asu hijo una profesión de la que se siente: orgulloso. Sin duda ha sido un viaje muy interesante, vuelvo con ilusión renovada yuna especial satisfac ción al haber conocido aun buen amigo. ^^^ y^ ™7*v(F VKr tJjt- ~¿$w V ^^1 IIP M y^’^dl ^H i ’, ,.4 ,’, ’~~ D.a HORTENSIAGUILL: una luchadora tenaz y desaparecida Por JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ Cuando desde la perspectiva de la década de los nóvenla volvemos la mirada hacia el primer ter cio del siglo XX. nos clamos cuenta de lo avanzado de algunas figuras que: ha penetrado en nuestras vivencias y han demostrado con sus actividades (familiares, sociales...) una escala de valores que nos dejan perplejos, porque consiguen que sus ideales estén vigentes cada día con más intensi dad. Cuando existe una solera, un amor al trabajo yuna perfecta responsabilidad estamos obligados aescribir sobre DOÑA IIORTENS1A GUILL BERNA- BEL. Se trata de uno cte esos casos donde se pro yecta una perfecta compenetración con la familia, con la amistad, con el trabajo ycon el tiempo. Son muchas realidades las que no me atrevo acomen tar por temor aolvidar determinadas dimensiones. Sin embargo intento abarcar en el mismo esfuerzo sus amplias resonancias en las fronteras que conozco ysituar a Hortensia en el lugar que le corresponde, aunque el recorrido que: voy a emprender está amuchos kilómetros de sus pen samientos yactitudes. Pretendo (y que conste mi derecho al impulso irrefrenable de mi adhesión emocional) recordar aquienes la han conocido y enseñar aesas [jocas personas que no se imagi nan lo que significaba una mujer como nuestra Hortensia. Su personalidad activa, su vehemencia ysu tenacidad fueron unas virtudes que debo destacar, aparte cié su agudo humor y linda cordialidad. Poseía unos amplios conocimientos pero sobre lodo la escuela fue yha sido su razón de ser. Hor tensia vivió su niñez en la Elda de sus amores pero pronto encauzó sus inquietudes yse marchó a Valencia aestudiar Magisterio (1929). carrera que lerminó cinco años más larde foxactamenie el 29 de mayo de 1929). Su talante inquieto ysu condi ción de mujer (recordemos cómo imperaba el machismo aprincipios de los años treinta) queda reflejado en una entrevista que le hicieron en la Revista ’Horizonte’ publicada durante las Fiestas de septiembre del año 1931 ydonde demostró su avanzada forma de pensar. «fftn«iaia«BaÉ»»«jwM^ ’La señorita Hortensia Guill Bemabcu contesta a nuestro cuestionario con una facilidad que demuestra, en ella, una cultura extensa y una visión clarividente del momento transcenclenialísi- mo de nuestro país. i.a- ¿Qué impresiones, por experiencia propia, produce en la mujer el trabajo en las oficinas? -El orgullo de: no depender de nadie y la sen sación ele ser igual al hombre en inteligencia y tra bajo. 2.°- ¿Qué reforma cree necesaria en la legisla ción social española sobre el trabajo femenino? -Aumentar el salario a la mujer, ya que hoy la emplean por economía. Siendo capaz de desem peñar el mismo cargo que el hombre, no hay razón para que cobre menos. Con respecto a la mujer casada, en los meses en que la maternidad hace: de ella un ser de escasa energía personal, abonarle en proporción para que no tenga que acudir al trabajo. 3.a- ¿Cuál es la misión de la mujer moderna en la vida actual? -Tener gran cultura, pero seguir siendo muy femenina, muy mujer y, ante todo, poder ser como ellos, imprescindible: educar la inteligencia del niño para que lleguen aser grandes hombres.’ Su talante profesional ha sido muy dilatado, el 18 de junio de 1932 tomó posesión interinamente de la escuela de párvulos del colegio ’18 de julio’ (ubicado donde esiá actualmente la Casa de Cultu ra) ycesó el 30 ele junio de 1934. Durante este mismo año estuvo desarrollando su eficaz labor en Castalia, para ser nombrada propietaria definitiva en una escuela rural cte la partida ele: Algocla (Ayun tamiento de Elche), allí permaneció unos dieciocho años. Por concurso se trasladé) al C.P. ’Padre Man jón’ donde permaneció hasta su jubilación. Mas ele una vez me la he imaginado en esa pedanía ilicitana, sobre una tarima gastada, llena ele tactos humanos, endulzando su cansancio y buscando un remanso de: amor en los numerosos alumnos que enseñaba, siempre: ha tenido unos sentimientos muy genéricos porque está ceñida a todo tipo de concepciones yvalores universales. Hortensia vivió una de las épocas doradas del colegio ’Padre Manjón’ ycompartió vivencias con amigas como Doña Virtudes. Doña Josefina. Doña Antonia.... con las que luche’) incansable mente: para que la enseñanza pública tuviera el lugar que le correspondía. Me resulta impresio nante, al cabo de algunos años, recordar su labor ysu visión educativa que dirigía perfectamente hacia el porvenir ele sus alumnos. La electividad de su trabajo y la virtud de esta noble maestra se manifiesta en esos aspectos fundamentales que siempre ha transmitido a sus alumnos/as yque pretendo citar pero con otras palabras. ’Siempre os aconsejaré que internéis superar lo que sois, trabajar con apoyo ele vuestras virtudes, ser muy severos con vosotros mismos e indulgentes al valorar avuestros amigos’. Este pensamiento que sugiere tantas cosas y realza sus contenidos es un eco constante ypriva tivo de una labor que realizó esta gran señora. Recuerden, fue D.a IIORTENSIA GUILL. La casita de Anaya Por JOSEFA ANAYA ANAYA La Casita de Anaya (conocida así) era una finca rústica propiedaddeJosefa Anaya Guillen. heredera de su padre Carlos Anaya Amat.cuyaextensión era de cinco mil metros cuadrados en la ¡jarte de abajo yde dos mil quinientos en la de detrás de la casa y que fue la parcelaque se edificóen principioen la Avenida de Alfonso XIII, en la cual está el Bar Olímpico. Delante de este barestaba ubicada la Casita Anaya. cuyo término se denominaba Almaírá oAzafranar, y la Her mandad de Labradores lo tenía registrado como Campo Sur.n.°158. que puede verse en una (le las fotos que se acompaña,asícomo el nombrede San Pascual, pues este Santoera de gran devoción en la familia Anaya. celebrandosu fiesta rezando su Novena y colocandoel gran cuadro amodo ele altar, lleno de ramos de flo res,y toda la calle de banderitasdepapel, todo ello quedaba preciosoya que la anchacalle de entrada a la casa, con cañizos cubiertos de rosa les de varias clases ycolores, tras loscuales estaban lasparcelas ajardinadas con flores de todas clases, abundando los rosales. De los lla mados ’trepadores’ había uno blanco yel oiro del ’Borneo’, de rosas pequeñas, peroabundan tes: a la izquierda, en un entramado de cañas semejando ungrandísimo, un rosal de colorrosafuerte, de pocos ¡jétalos, pero abundante floración, que lo hacía precioso,a su laclo un frondoso árbol (un paraíso) que enmayo, su pequeña flor envolvía de aroma la entradade la Ciudad, dada sucercanía. Alotro lado entrando a la derecha, un alio árbol de granado, pero de flor, es decir, que no producía fruto. Su cáliz,mayor que el de losorosgranados, se llenaba de pétalos, tantos ytanapretados, que parecían claveles colocadoscaprichosamente por todo elramajede color verde oscuro brillante que. al contrastarcon el rojo vivo de su floración, era unapreciosidad. A continuación los otros granadoseran de los llamados ’dela casta de Elche’, una clase especial depiñón lierno y muy dulce,pues en la parte de abajo del camino, este de la .laúd,las había igua les, mas otras de la clase de’San Felipe’ de gra nadas muy grandes, pero de piñón durísimo ylambién otro granado ’agrio’ quedecían medici nal. En la parcelaque reseñaba, había una pequeña balsa o ’lavaderico’. pues la acequia de riego de este término, estaba junto a estos granados y el camino que seguía por el ladoSur de esta finca hasta lade Aurelio Maestre Oleína,dondetorcía hacia abajo hastallegar alMonte Bateig que. en la mañana del día de San Juan, era costumbre ir aalmozar y’hacer cho colate’ con el aguade tomillo ycantaueso del’calderón’ pero, continuemos con la parcela del lavadero, en que había una higuera de higosblancos, blancos, grandes ydulces yunas cuantascepasde uva de ’valensfblanca, y otro árbol grandísimo, de albaricoques. también lla mados ’de la casta de Elche’, eran hermosos y riquísimos en su sabor yal madurar tomabanun color rosa,queparecían flores por iodoelfrondoso ramaje de este árbol alque se necesi tabaescalera para coger su fruto. Se hallaba casi junto a la casita, en esa parcela también habíaalgunos rosalesy unciruelo de buena clase,ylirios blancos ymorados. En la¡jatéelade enfrente de esta había un árbol grande demembrillos de buena clase, oiro árbol albarico- quero ’tenpánico’ y dos nispoleros, En plantasolorosas habían: Salvia,yerba-luisa.Homero, yerba-buena, amormío y dalias,gladiolos, ramillete,crisantemos, en fin,loda clase de¡llantas yllores que. como dijo el gran poeta Maximilia no García Soriano: ’...del jardín preciado,delvergel en llor.yo (tucé elsendero...’. En estas parcelas lambiénhabían tres albaricoqucros. dos del’Patriarca’ grandesyalargados y el otro de fruto pequeño, pero muydulce; dos árboles de jínjoles y dos higueras, una era tan grande que maravillaba. Había manzanasde mata y un melocotonero, perosobre lodoalmendros y oli vos por loda lafinca, sí. muchos ygrandes oli vos que daban una frondosidad de bosque ’encantado oencantador’ que para perennidad histórica, ahí están las fotos que loatestiguan: Una está la niña Marida Ruiz Anaya de 2años, María Teresa Anaya Más (sentada) y en pie, Isa bel Anaya Anaya. en el año 1927.La otra foto con la niña María Isabel Ruiz Anaya. de 2 años, delante de tresíntimas amigas de la familia Anaya, en el año 1935.y una tercera muy emo tiva y familiar en que junto a la ’casita’ que se lee bien su nombre de ’San Pascual’ n.’ 158 están: M.a Teresa Anaya Más y su esposo Alfon so Bernal.detrás.LuisitaMaestre González y a su lado MaridaRuiz Anaya, junio a ésta Pepita e Isabel Anaya Anaya, yla niña Lolita Pellín y su madre Lola Mira y cuñada. Sentado, jugando a lascartas, Amador Ruiz Muñoz, padre de las dos niñas reseñadas yesposo de Lola Anaya Anaya a cuyo hombre quiero rendirle mi tributode cariño por su gran valor personal y su presti gio como obrero especializado ytécnico en cal zado deseñora manual. Un hombre que pasó por la vida silenciosamente, pero que. todo el que le conoció... y ’su idolatrada y queridísima familia’ supo que no era un hombrecorriente, sino: ¡Un hombre maravilloso, extraordinario: t’nángel de bondad,que se refleja ahí en esa fotografía...!. En pie están tres amigos de las **, dos hermanas Anaya, en el año1935.en que *?• todo era Paz y Amistad y la ’Casita de Anaya’ un centro dereunión de familiares y amigos.’La Casita de Anaya’ era un ’lujo’ como ahora se dice,era un lugar de apaciblerecreo,muygraio para el visitante y para todo el que pasaba o paseaba por ese camino, pues la ’vuelta’ de cir cunvalación que. entrando por el lado sur y saliendo por elNorte, en una hora de paseo, se volvía al pueblo sin dejar de percibir el aromade sus plantasy flores. Cuento i En la constelación del Gran Sol, de siempre, reinaba lafelici dad. Todas las rutilantes estre llas que: la componían, se mos traban muy felices ysatisfechas por pertenecer aella. Era. sin duda, la constelación más impor tante del cielo yel Gran Sol, ente supremo de la magnificencia uni versal, sabía administrarles sus más cuidados afectos, que pro porcionaban una singular lozanía acuantas estrellas pertenecían a su reinado. Como digo, todo era dulcemente bello y feliz en aquel luminoso Reino. Cuando la noche tendía sus profundas sombras, siempre sor prendía a alguna de aquellas estrelléis en pleno arreglo yaci calamiento. -¡Venga, venga, deprisa!-, decían sus compañeros ala más rezagada, y la aludida con deter minada gracia ycoquetería, res pondía: -No debemos arreglarnos ele cualquier forma ydeprisa, por que el Gran Sol ciñiere que sea mos entre todas las estrellas del cielo, las más brillantes yhermo sas y las que proporcionemos los mejores sueños, acaminan tes, vagabundos ypoetas... lAN€U Así, noche tras noche, a lo largo de los tiempos lodo fue maravillosamente bien en aque lla constelación. Los peciueños problemas, que de vez en cuan do surgían entre ellas, no eran obstáculo para que. en conjunto, estuvieran largamente orgullosas de sentirse parle: importante y principal de aquella familia feliz. El Gran Sol, así lo tenía man dado: -Mis estrellas -había procla mado en muy numerosas oca siones- serán las más luminosas en la noche yno han de tener jamás igual. Serán dulces yafec tuosas en su traio entre ellas y procurarán resplandecer en la noche, igual que brilla un dia mante prendido sobre un negro crespón. Sin embargo, he aquí, cinc; una pequeña yjoven estrella, quizás la más hermosa, destina da aenjoyar la tersura del cielo, habíase vuelto azul. Resulta innecesario que cuen te el asombro que tal prodigio produjo en las demás estrellas amigas ycon qué cuidado qui sieron ocultar tal fenómeno al poderosísimo Gran Sol. -¡No es posible! -le dijeron- tú no puedes haber nacido estrella azul... ¿Qué te ha pasado?. ¿Qué extraña mutación se ha operado en lí?. ¿Porqué te has vuelto azul, cuando todas nosotras somos doradas...?. Todas eslas preguntas y muchísimas más que el narrarlas haría interminable mi relato, le hicieron a nuestra protagonista sus compañeras, pero ella no respondía. Callaba ysu mirada dulce, sumida en una deliciosa melancolía, perdíase aira vés de las densas sombras de la noche. Ninguna de las estrellas consi guió hacerla responder. -Si no nos cuentas qué te lia sucedido no te vamos aproteger más yserá el Gran Sol. en perso na, quien averigüe tu visible des dicha- le conminaron con no cierta energía. Pero iodo resultó inútil. Todas las preguntas ysuti lezas empleadas para conocer aquel fenómeno, fracasaron. La estrella azul callaba yde sus bondadosos ojos se fueron des prendiendo unas cristalinas lágri mas cine, dulcemente, se iban perdiendo en el infinito, movien do la piedad de todas cuanta la contemplaban. -¡Dejadla, por favor! -exclamó irisiemcnte su mejor amiga. ¿No veis cómo sufre?... bastante tiene con haber perdido sus purí simos brillos clorados. Qué cami nante, qué soñador se va afijar ahora en ella... pasará desaperci bida en la noche y niun sólo lucero le hará la corte. ¿Qué mas castigo puede tener?. Aquellas palabras pronuncia das con la voz amiga del cora zón, produjeron lástima y conmi seración en todas las estrellas y comenzaron adecirle’ palabras de afecto yde consuelo. Alllegar, como siempre, el día anunciado por la rosada sonrisa de la aurora, cada estrella llegó presta asu constelación a fin de descansar y hallarse lozana y frese; a la noche siguiente. Sin embargo, la estrella azul no se durmió. Permaneció sobre su lecho, con sus grandes ojos abiertos y. danzando en su fértil mente, un cúmulo de vivencias ygratos recuerdos. Nadie conocía su secreto, es verdad, pero existía. Tocio empe zó cuando la destinaron aser norte yguía de navegantes. La misión que le confió el Gran Sol era estar toda la noche sobre el mar. yaquel mar. profundamen te azul, tan inmenso ymajestuo so, comenzó a ejercer sobre nuestra estrella un poderoso influjo. Cuando se descuidaban sus compañeras, nuestra estrella se acercaba muy peligrosamente a él. Le fascinaba mucho aquel bruñido espejo de plata. Desde muy cerca, le gustaba observar los grupos de alegres pecccillos de múltiples colores que con tama gracia coleteaban yatrevi dos se asomaban a la superficie. para contemplarla. -¡Es una estrella! -exclamaban- Ymuy hermosa -decía oiro pez-. Poco a¡joco a la luz dorada de la estrella se agrupaban los más extraños y singulares peces. Hasta un viejo pulpo, pálido y perezoso, dejó la plácida ypro funda arena del fondo ysubió achacoso hasta la superficie para verla. ¡Era tan hermosa y tan bella!. La estrella, mujer al fin. se complacía muchísimo en despertar tanta admiración y. muy vanidosa, lucía ¡jara sus pequeños amigos, sus más encendidos fulgores. Cada día que pasaba, se iba acercando más y más al mar, hasta el punto cine parecía que se había enamorado de él. ¡Qué tontería!, pensó, una estrella ena morada del mar. Un día llegó a acercarse tanto que regresó a la constelación salpicada por las blancas espumas de las olas. Otro día vio al mar enojado y a sentir su lúgubre: bramido se alejó medrosa hacia las alturas. Luego pasado el susto, volvió a acercarse con precaución y jugueteó otra vez por lalimpia superficie de cristal. -¿Es bonilo nadar? -preguntó a los peces...-, me gustaría apren der, porque yo solo sé volar... y un delfín ceremonioso yjactancio so a la vez, lereplicó ulano: -Si quieres, yo le enseñaré a nadar... y hasta saltar como yo lo hago- Y dicho esto, realizó, ¡jara lucirse, varias piruetas, per diéndose elfin entre las aguas. iQué feliz era nuestra estrella admirando arrobada a los peces!. Era tal la fama que consi guió entre ellos que mía vez Neptuno acudió curioso averla. Noté) como una carroza de nácar ypiala lirada por dos caballos marinos, llegé) hasta las proximi dades ele ella ycomo un ancia no de cabeza cana ycoronada, con un largo tridente en la mano se asomó del agua y la salucl(’): -¿Eres tú. acaso, la estrella que guía alos navegantes?. -Sí. yo soy. -le respondió feliz-, pero también hay otras que hacen en mi constelación este mismo trabajo, por eso me puedo permi tir el placer de visitaros. -¡Qué estrella más simpática y hermosa! -pensó Neptuno-. Me gustaría tenerla para que inunda ra de luz nuestras profundidades ehiciera refulgir con su presen cia mis Palacios. Entretanto, asomaba otra vez el día y nuestra estrella, volvía rauda asu constelación dejando maravillado ypensativo al pode roso Dios de los Mares. ni Así fueron transcurriendo los días entre inocentes juegos y entrañables coloquios. Sus ami gos los peces y Neptuno. acu dían puntuales, todos los días, a estar con la eslrclla. Podría decirse, que sin ella ya no podí an vivir. Habíanse: acostumbra do asu diafanidad, asu dulzura. siempre a la hora convenida, la más extraña launa marina que: persona alguna jamás haya podi do ver, acudía acontemplarla y sentir su luminosa ydorada pre sencia. -¡Estrella!. ¡Esircllita! -le dijere un día- [vente con nosotros...! En nuestro mar te sentirás feliz. Tuyas serán las perlas purísi mas que con mayor amor culti vamos, las llores marinas más bellas yraras cautivarán lodo tu ser. Te asombrarán los grandes mantos ele coral, el canto dulcí simo de las sirenas marinas y cuantos tesoros encierra la inac cesible profundidad del mar. Neptuno, te hará Princesa de su feliz reino ytu luz alegrará la - I* X ’•• hL l y’ Si / tristeza que nos invade en la noche. Aquellas palabras pronuncia das por aquel pez multicolor,ele voz persuasiva y profunda y el amor que había prendido en su corazón por el mar, la hicieron determinarse aseguir aaquella pléyade, afectuosa ysolemne, polícroma y multiforme que la aclamaban sin cesar. Sin pensarlo más nuestra estrella se sumergió en las azu les aguas, yun estremecimiento extraño invadió todo su ser, pero nada dijo de ello al encantador cortejo que alegre ytriunfalmen- te la llevaba en una concha dora da. No quería romper aquel deli cioso encanto tan largamente esperado. Al llegar al maravilloso Palacio de Neptuno, sintió como su vista se nublaba yun largo escalofrío recorrió su cuerpo, cayendo des mayada en brazos de sus acom pañantes. -¡La estrella, nuestra estrellita se nos muere!, -comenzaron a gemir los pececillos. Neptuno. de inmediato requi rió a sus mejores doctores para que volvieran adar vicia anues tra estrella, pero resultaba difícil. Al fin fue el viejo pulpo que resultó muy largo en sabiduría quien aconsejó que con la mayor diligencia la sacaran rápi do a la superficie, pues mientras fuera incandescente jamás podría vivir en el mar. Así lo hicieron yya en la superficie fue poco a poco volviendo de su largo desmayo. La estrella volvió a sonreír, pero cuando se contempló en el gran espejo del mar. vio con asombrosa sorpresa que sus bri llos se habían apagado y su color era totalmente azul. ¿Qué haría en esa situación?. ¿Qué dirían de ella en la conste lación?, ¿cómo iba aexplicar tal fenómeno asus compañeras y. sobre iodo, al Gran Sol. quien tenía con ella una gran compla cencia?. Si complaciente era con las estrellas dóciles, terrible y vengativo resultaba con las que desobedecían sus órdenes y tenía expresamente prohibido a toda la constelación acercarse al mar. Dos dulces lágrimas se des prendieron de sus hermosos ojos yen esta situación tan pro fundamente apenada, voló hacia su constelación. Allí permaneció unos días oculta por sus compa ñeros que se: expresaron alverla en la forma relatada, hasta que otra estrella parlanchína ylocuaz fue refiriendo lo sucedido hasta que llegó a oídos del Gran Sol, la extraña noticia. De inmediato el Gran Sol la llamó asu presencia. Nuestra estrella compareció ante él sere na, mostrando toda su nueva belleza azul. Parecía como si el mar y el cielo, le habían dado todo su purísimo color. Refirió con voz doliente, pero resuella, cuanto le había acontecido, mientras había sido designada pena ser norte yguía de nave gantes ycomo abandoné) su puesto para bajar al mar. del cual se sentía profundamente enamorada. Entre las estrellas que la escu chaban, unas la comprendieron y justificaron, pero (jiras le afea ron con grandes muestras de desagrado su conducta yfue la J.WAWLUfs voz grave yprofunda del Gran Sol. la que pronunció su inapela ble sentencia: -Como ut luz se ha apagado, aoscuras ysin reflejos vagarás solitaria por el Universo, por toda la eternidad yesie. tu casiigo. será ejemplo en mi Reino para la desobediencia. Muy triste ylentamente, des pojada de todas sus galas, la estrella azul fue alejándose de la constelación!, pero como un milagro y al instante todas vieron sorprendidas, como una enorme: bandada de peces voladores se acercaron aella ycubrieron sus hombros con un gran manió de perlas yesmeraldas ysu cabeza con una diadema hecha del más fino coral. La subieron a una enorme carroza yse perdió en dirección hacia el mar. Allí Neptuno y su corle la esperaban con aires de gran fiesta. El soberbio palacio mari no, todo de cristal, se hallaba brillantemente iluminado, una espléndida escalinata daba acceso a la puerta principal, miles de pececillos. estrellas de mar. sirenas, etc. rodeaban el solemne cortejo, que se había formado para recibir a nuestra estrella. Poco apoco, los grandes mur mullos que se escuchaban se fueron haciendo audibles ¡No estés triste estrellita! Le gritaban los peces ¡Serás nuestra Prince sa!, mas ella dolorida les respon día, ¡pero si ya no tengo luz!. Su amigo el delfín se situó delante y le hizo una alegre pirueta para tratar ele hacerla sonreír, cosa que casi llegó aconseguir. Guan do se detuvo la comitiva, Nep tuno se adelantó arecibirla. Lleva ba en sus manos, una valiosísima corona de preciosos zafiros y bri llantes que haría la envidia de la más encopetada Princesa, y a la vez que se la colocaba, le elijo con el mayor afecto: -En nuestro feliz Reino, pe queña estrella, la luz más impor tante y la que más se valora es la que resplandece directamente desde el corazón. Tú nos has amado infinitamente y, nosotros, infinitamente también, en agra decimiento le lendremos siem pre por nuestra Princesa en este Reino marino, durante todos los tiempos... Yfue así, como la estrella azul se quedó para siempre en aquel mar del que un día se sintió feliz mente enamorada... José Miguel Bañón Alonso Por CARMEN GUARINOS Siempre fue para mí unaincógnita,el estudio de laLuna. Sabía,que era un satélite ciéla Tierra y que alumbra cuando es de noche en el hori zonte, ya que recibe la luz del Sol: pero esos tecnicismos, no eran suficientes ¡jaramí. Yo. quería visitarla. Por ello,probablemente,obsesionada con esta idea, soñé una noche con intensidad, esta bella fantasía. La Luna, en mi mente soñadora, no era como nos contaron los que la visitaron ya.¡En mi sueño había más facilidades...! Para conocer ese interesante misterio ya no era necesario especialmente ¡jarallegar a ella: nialimentación ’comprimida’, ni minuciosoentrenamientofísico; menos aún el traje espacial plateado, no era indispensable. Los aviones que trasladaban alos terrestres que lodeseaban, eran casi nor males,pero mucho más impresionantes... El inconveniente de la gravedaden el espa cio,estaba resuelto, así que iba a ser un verdadero placer este desconocido y dese ado viaje. Otras muchas gentes y yo, también entusiasmadas contama facilidad, adquiri mos pasaje (que no se abonaba), yasí me lancé aemprender mi aventura hacia el cielo. Subimos a bordo del cómodoy moder no avión lunar: asientosestupendos, deco radomaravilloso, y unas elegantes azafa tas, que con gran amabilidad nos tranquilizaban, viendo los rostros de asom bro que poníamos alcontemplar tan nue vos y extraordinarios paisajes. Casi llegando, se divisaba unapreciosa llanura, más que grandiosa, original; pues contrastaba con sus casas que se alzaban en un extremo, y sin embargo, eran más bien pequeñas, pero concierto atractivo. Las puertas y ventanas, e incluso las chimeneas de las lindas casitas (de las que salía un bonito humo azul), eran de auténti caplata, sus reflejos me dejaronatónita. Llegamos aun sitio con un encanto -’ACf :,.„, *r (li eu¡ siTniw Cartel de la película«Viaje a la Luna», de Georges Méliés (1902). mágico.Efectivamente, era el lugar donde debíamos ’alunizar’, ya hacía rato que las azafatas nos lohabían anunciado. Bajamos con calma (yo.toda emocionada ynerviosa), a la expectativa de los acontecimientos. Nos llevaron en unos autobuses raros. Llegamos al umbral de una suntuosa puer ta como deunhotel; todos nos precipita mosa entrar en ella. Pertenecía dicha puer ta, a un vestíbulo impresionante. Mis ojos, como es natural, lodo loveían con cierla neblina... Mi sorpresa fueenorme: aunquehabía gentes sonrientes esperándonos, la entrada no era tan rápida como imaginé. Ilivi- mosque esperar. Después, nos pasaron auna sala de reconocimiento... Se necesita ba un ’análisis lunar’ de sentimientos... A estos señores de laLuna, les interesaba más el estado de nuestra alma,que nues tro aspecto físico en sí. Eran precisos pun tos positivos, había que demostrar que éramos limpiasdeconciencia, de cora zón...Y y, me dije interiormente muy pretenciosa: ¡A mí me sobran méritos! Pero no: Mi examendionegativo: me encontra ron deficiencias considerables que me prohibían ¡jasar. Había reflejado mianálisis, ’algo’ que yo ignoraba, adolecía-de una falta (segúnlostécnicos lunares» bas tante grave. Era rencorosa en exceso yno olvidaba las ofensas. Pasémalrato, pues en.la Luna aún no tenía amigos y me sería difícil que me aceplaran. Habría que buscaruna fórmula que resolviera miproblema... ¿Volver a la Tierra ¡jara que enviasen hechos favorables demi vida? -No estaba mal. ¡Algo habría que me ayudase!, pero se perdía tiempo, y lo reco mendable era que fuese rápido...¿Qué hacer?-Aunque las gentes que nos espera ban parecían amables,no seían tan benévolas como ¡jara pasar poralto midefecto. Todas las gentes que se encontraban en igual situación a la mía, que eranbastantes, !¿¿:j estábamos dispuestas aregresar anuestro Pianola. Nuestros rostros reflejaban la grandesilusión. Pero de momento, (como ocurre en los sueños), salió anuesiro encuentro un señor de una agradable presencia, alto,elegante,sonriente, lesas maravillosas personas que hay en todas¡janes), y nos dijo: No hay problema de ningúntipo, señores. Con motivo de que mañana celebramos nues tras Tiestas Mayores’ en honor alPleno de la Luna, les concedoque las disfruten connosotros. Imaginaos nuestraalegría, se nos iluminaron las caras. Todo se resolvió sua vemente. Pasamos al interior; aquel bello lugar se llamaba «El mar de la tranquilidad», y aun que yo no vi mar por ninguna¡jarte (que lo achaqué a mi emoción incontenible), pero meapasionaba iodocuanto contemplaba. Era una ciudad de ensueño, claro; iodo loque nos iba mostrando estaba envuelto en una nube de magia dorada y silencio... Los cristales de losedificios, pequeños, como digo, colores pastel, azul. rosa, naranja, en contraste con elcielo, que no era tan azul claro como elnuestro, pero que atodos los visitantes nos encantó por su ambiente de paz... Cuando almarchar de la Luna nos pre guntaron sus amables habitantes qué nos había parecido «su casa alta» les dije: «He encontrado en este lugar,un fenómeno extraordinario; lodas las gentes que he conocido tienen alma. Ha sido extremada mente feliz mi estancia en este fascinante lugar. Puse elpie en la escalerilla que nos tenía que devolver a origen, y quizás tropecé bruscamente, porqueme desperté del mejor sueño demivida... Confieso que aunquetodo me pareció deslumbrante, no me disgustó volvera nuestra querida Tierra, donde se pueden vivir realidades maravillosas, pisando firme. ipf . Compré doce plantas aromáti cas. «No les haga mucho caso» -me advirtió elvendedor-. Llegué a casa ylas extraje de sus macete ros acomodándolas en otros de mayor tamaño. Coloqué en cada una. ysemienterrado, el correspon diente cartelito en el que se podía leer aqué familias pertenecían, así como los cuidados que precisa ban. Quedaron estupendas. Me acosté. Aeso de las siete de la mañana salté de la cama y fui al patio; era sábado. Deseaba ver mis macetas. Las encontré dis puestas en una posición distinta. Quizá anoche estaba demasiado cansado -pensé. Decidí pasar el fin de semana en la playa, hacía tiempo que me lo estaba mereciendo. Sin embar . í ’ ..’ go, yuna vez allí, no disfruté como solía entre el vaivén de las olas y lacalidez de laarena. Afin de tem plar mis nervios, yciuién sabe si lambién mi espíritu, recolecté miles de caracolillas yrestos de huesos de mar, ycomencé a tra zar desde la orilla una figura en forma de jarrón. Pero cuando el sol se retiró comprendí que a pesar ele la belleza del mosaico, que ya ocupaba toda la playa, seguía en estado de agitación, por lo que deduje que definitivamente algo no funcionaba. Regresé a la ciudad el lunes y fui directamente al trabajo. Cuando volví acasa me crucé en la puerta del ascensor con Lolila, mi vecina, quien omitiendo su habitual saludo me miró de un modo extraño. ¿ Saqué las llaves, abrí y fui a regar las plantas pero un pequeño detalle me indicó que algo sospe choso había sucedido. Los carteli- tos de las macetas estaban todos colocados del revés. Supuse que mi hermano Ludvvig había ocupa do el piso durante la breve ausen cia. Me enfurecí. Ysin embargo, el whisky de: Malta había sobrevivido. A las cuatro de la tarde sonó el timbre. Era D. Ramón, el presiclen- te de la Comunidad. Le invité a ¡jasar. -Vera Plans -comenzó con gran corrección-. Hasta la fecha no había tenido queja alguna de usted. Sabemos que por su origen alemán, puede aún conservar cos tumbres propias de su ¡jais. Nues tra comunidad de vecinos siempre ha destacado por el buen acogi miento dispensado alos extranje ros, máxime tratándose de ciuda danos comunitarios, alos cuales eximimos por cuestiones solida rias de los gastos de ascensor. Sin embargo, ya sabe que nose permi ten determinadas liberalidades... ya me entiende... -La verdad es que no sé de qué me habla -interrumpí. -Bueno -prosiguió corclialmen- te-, algunos vecinos me han comentado que acieñas horas ele la madrugada sienten considera bles alborotos en su casa. No me Interprete mal -se excuse’)-, yo no he oído nada. Pero ya sabe que estas cosas molestan, y si se pue den evitar... -Sigo sin entender don Ramón, he estado ausente durante el fin de semana y... En fin hablaré con mi hermano. Quizá él pueda ofre cer alguna explicación. Telefoneé ami hermano. No estaba. En el contestador automá tico había dejado un mensaje; «Te habla el contestador auto mático de Ludwig Milchfrau. En estos momentos no estoy en casa. Posiblemente no vuelva. La reali dad es que hace tiempo que la vida me parece: un tanto absurda. No comprendo por qué tenemos que seguir trabajando yesforzán donos día tras día si procedemos de la nada yhacia ella irremedia blemente nos dirigimos. Esta con trariedad existencia! me atormenta. Me consume lentamente. En fin, debo recapacitar, y¡jara hacerlo, he decidido irme aMalasia. Mi ins tinto me conduce hacia aquellas tierras, he de descansar. Como he dicho antes, no creo que regrese, pero siquieres DEJA TU MENSAJE DESPUÉS DE LA SEÑAL y me comunicaré contigo telepáticamen te. Gracias».¡Piii! -sonó laseñal. -Querido hermano Ludwig no sé cuánto tiempo llevarás en Mala sia, o si esto no es más que oirá de tus absurdas bromas. Ile esta do ausente este fin de semana y al volver he descubierto anomalías propias de tu desordenada con ducía. Por ello, ycomo eres el único que posee otro juego de lla ves, he supuesto que: quizá pue das concederme algún tipo de* explicación. Si consigues oír el mensaje comunícale conmigo; aunque adecir verdad creo que la telepatía nunca ha sido tu fuerte. Preferiría me llamaras por teléfono. ¡Gracias! Me acosté temprano, estaba muy cansado, pero apesar de ello no lograba conciliar el sueño. Cuando lo hice caí en una tortuosa pesadilla. Recuerdo un pasillo largo ytenebroso. Sobre las pare des colgaban expuestos retratos de mis antepasados. Yo. observán dolos con atención, ¡mentaba des cubrir rasgos familiares. Sus mira das eran pétreas ysiniestras. Al pasar ante cada una de las imáge nes sentía un alíenlo lúgubre que sobre: mi espalda expiraba: ¡liaa- ANSI Me volvía rápidamente pero en su lugar había un espejo que me reflejaba. En mi mente percibía un incesante zumbido que me intranquilizaba aún más. Conforme avanzaba en la pesadilla el zumbi do se hizo más insistente, casi omnipresente. A él se unieron unos sonidos semejantes al «tumba-tumba» de los timbales africanos. Los sonidos se fueron apoderando del sueño convirtién dolo en una oscuridad plena ele escándalo. Desperté. Alguien gol peaba sin cesar lapuerta, acompa ñando el estrépito con insistentes llamadas al timbre. Eran las tres de la mañana. ¿Quién podría ser? ¿Habría sucedi do algo grave? Abrí. Era lavecina de arriba. -¡Milchfrau! -gritó-. ¿Quiere usted dejarnos en paz? ¡Son las ires de la mañana! ¡Yo creo que ya está bien! ¡Están ustedes desper tando atodo el vecindario con esos gritos yesas risas histéricas! ¡si vuelven aalborotar llamaré ala Policial Entre la confusión y e:l sofoco cerré la puena. La vecina, despei nada yfuriosa, acababa de desa parecer en la escalera con su cles- leñido camisón azul sin ciar más explicaciones. ¿Acaso habría chi llado durante aquel horrible sue ño? Intente’: calmarme: yconciliar de nuevo el sueño pero me fue impo sible, así que me levanté yestuve el resto de la noche completando mi árbol geneafogico (Ludwig. Pilar, Manuel. Consuelo, Joseph, Candelarien. Domingen. Teresen. Auroren, Tremendgcn...). Por la mañana ningún vecino me devolvió el saludo. Ya en el tra bajo yvencido por el cansancio no pude evitar echar una cabezadita que duró breves instantes; los sufi cientes para escuchar la voz de mi hermano Ludwig: «Hans. no he sido yo. STOP. Repito. No he sido yo. STOP. Estoy en Malasia hace tres semanas. STOP. Buen clima. STOP. Gran relax. STOP. Chicas estupendas. STOP. Danzas increí bles. STOP, ven conmigo. STOP. Trae galas ele bucear». Desperté atónito. ¿Sería cierto que: mi hermano yyo estábamos comunicándonos telepáticamente? (...). Terminada la jornada, yaún asombrados por la reciente expe riencia extrasenscjrial, regresé a casa caminando. Durante el trayecto mi mirada se fijó en un viandante que me resul tó familiar. No lograba rec:ordar de qué lo conocía odónde lo había viste) antes. Me sonrió, esperaba mi complicidad, yo no le respondí. Cuando ya me había sobrepasado restalle’) sobre mi espalda su tétrica VOZ: «¡IIAAANS!». Me volví. No había nadie. Tan sólo pude obser var mi silueta reflejada sobre el escaparate ele: una pastelería... Llegué al piso, supuse que nadie me saludaría, de modo que no me sorprendió que en ol ascen sor hubieran pegado mi fotografía con un subtitule) donde se leía: «EIANS MILCHFRAU. CIUDADANO COMUNITARIO NON GRATO». Abrí la puerta y a mis pies encontré una ñola que únicamente ordenaba; «¡Vayase!». Me dirigí al patio. Estaba todo revuelto, inclu so había iierra por el suelo. No comprendía; imaginé que los veci nos se las habían ingeniado ¡jara causar aquel desorden. No podía comentárselo anadie, pues lleva ba tiempo sin relacionarme. Debo confesar que me había convenido en un ser autosuficiente pero algo inaguantable:; aveces sentía estar rozando el borde lineal de la locura, ya se’)lo disponía de conocidos, ningún amigo de con fianza. En ocasionen calibré inclu so la posibilidad de recurrir aun psicólogo, ovisitar algún psiquia tra, pero esto suponía un gasto adicional que en modo alguno me podía permitir. Además, nunca me lia seducido la idea de elcsnuelar- me mentalmente.Almorcé y. a fin de practicar algo ele ejercicio, me dirigí al Cen tro Excursionista pero el ordenador de la entrada desveló mi morosi dad, volví al piso. Quedé dormido en el sofá, justo al lado del palio. De las plañías. Olían muy bien. Entonces me dejé caer en forma de gota desde un cielo pleno de cirros. Bajaba desde miles de metros, y a medida que me: pro yectaba iba consiguiendo mayor velocidad. El suelo se acercaba a cada décima de segundo. Mis ojos desorbitados fueron cerrándose esperando el gran impacto. No sabía qué sucedería al chocar... Choqué, penetré en la tierra y me filtré poco apoco. No era cons ciente de lo que buscaba hasta que sentí su atracción. Rodeé en mi humedad tiernamente lasemilla que me esperaba hacía varios meses. Me tundí con ella. La pene tré con suavidad. Su interior, jugo so ycálido, esiaba en el justo grado ele madurez. Luchamos durante días mansamente abraza dos, con el único objetivo de aso marnos, de sentir el espacio exte rior, de alcanzar la eclosión: así sucedió. La semilla se fragmentó y empezamos agerminar. Juntos sentíamos e;l calor del sol desde la profundidad de nuestro suelo. Cre cíamos poco apoco, día adía, extendiendo nuestro único brazo mientras la tierra nos cedía calmo samente su espacio. Una mañana, después del suave rocío, un rayo caliente nos señaló ybrotamos en forma ele talle). Felices nos meci mos al suave ir y venir del aire fresco... Un mielo en el patio hizo que abandonara aquel agradable sue ño. El ruido fue seguido de una breve carcajada, una risita de: niña a la que respondió un siseo más agüelo. No cabía duela, afuera había alguien, quizá más de uno. No me atrevía asejmar lacabeza por enci ma del sillón. Estaba atemorizado. indefenso. El incesante murmullo avanzaba desde afuera. Poco a poco fui alzándome hasta que pude verlas iluminadas por la luz ele la Luna. Formaban un círculo de once en cuyo centro, orgullosamenie. se erguía el sándalo. En su convic ción de- pertenecer auna especie superior por su origen oriental se exhibía ante todas las demás, que asu vez cuchicheaban asu alrecle- (lor. La malva se mantenía al mar gen de cualquier conversación, pues se sentía fuertemente atraída. Estaba tan enamorada que acada mirada furtiva acrecentaba su aroma amoratándose más ymás. Todas disfrutaban la noche exhalando suaves perfumes. Cuando las risas fueron más bulli ciosas intervine rogándoles silen cio. No me hicieron caso. Comen zaron aperseguirse apequeños saltos por lodo el patio, el ruido de los maceteros era muy intenso. Yo las perseguía intentando dominar las, pero enredaban mis piernas haciéndome tropezar una yotra vez. Las luces de los vecinos se encendieron. Cubrí todas las macetas con una manta. Las risas aumentaron. Se movían como si de doce galas juguetonas se tratara. Las introduje en mi cama ysiguieron las carcaja das. Mi corazón latía con fuerza. temía que* me descubrieran, pero casi disfrutaba ante lo insólilo del hecho. Sabía que llamarían a la Poli- efe. Me encerrarían. Sería mi ruina. Incluso las amenacé con trocearlas, macerarlas yconvertirlas en cre mas aniicelulílis, pero ajenas amis advertencias yquizá aún más exci tadas ante la posible transforma ción continuaron su alborozo. Por la mañana recibí una cita- ción judicial. Había sidodenuncia do. Dejé mi trabajo, del que esta ban apunto de despedirme*, y recogí junto con el equipaje las galas de buceo. Me las arreglé ¡jara trasladar todos los esquejes en una sola maceta. Antes de par tir telefoneé ydejé un mensaje en el contestador. Adquirí un billete de avión yvolé hacia Borneo. Una vez en la salida del aeropuerto me senté plácidamente en la terraza de un bar. Mis pequeñas estaban tan felices. Parecían disfrutar tanto del viaje.Al fin mis nervios cedieron. Me relajé. Sabía que en pocos minu tos me reuniría con mi hermano. Sólo tenía que recibir su mensaje’ telepático... Juan Carlos García-Torres Martínez Ilustraciones: ALEJANDRO TORRES . JOSÉ ESTR v* V Y EL MILAGRO DE LA MÚSICA Las particularidades personales de más o menos importancia son las que se consideranmilagrosaspor tal o cual motivo, y si le buscamos esos factores a la música, observaremos que particulari dades y motivos tienen más que suficientes para considerarle ese privilegio alane musical. La música, como otras tantas profesiones destacadas, tienen su fundamento en ios estudios que se hande hacer para llegar a ejer cerla, interpretarla dándole su carácter ysensibilidad para poder alcanzar elgrado de acceder a la inspiración para componerla, y de hecho son una gran legión los que llegaron aconvenirse en músi cos ele más o menos categoría ymuy pocos los que llegaron al supremo objetivo de la composición divina. como ocurre en oirás lamas profesiones, que los hay vulgares y excepcionales, en música también los encontramos mejores y mediocres para Interpretar cuantas melodías que otros han conse guido componer, que llegadas de loprofundo del sentimiento es cuando puede aparecer lasemilla del milagro de que tal ocual músico lleno de sentimiento ysensibilidad humana, pueda atrever se con el milagro de componer una partitura excepcional, convir tiéndose lalal conposición en algo digno de llamarse melodía y se transforme en algo llamado milagro musical. 1lan habido yhay muchos sanios de más o menos relieve, al igual que compositores han existido, existen yexistirán de más o menos mériios; Juan Sebastián Bach: Mozari; Beeihoven; Berlioz; Thavkowsky; Granados; Albéniz; PcterFranz Schubert; Wagncr. Chopin; Gluk: Falla: Turina. etc., etc., iodos ellos con mérilos más que suficientes para considerárseles santos por su obra musical. Todos, absolutamente todoshansido tocados por el milagro musi cal. Han sido músicos de superior categoría, que elevando su espí ritu a lo más aliodesu sentimienio. hacen que todos nosotros, los profanos ypaganos, los incapaces del más mínimo esfuerzo para conseguir enlazar algunas notas musicales con algún valor senti mental, emocional einniiiivamenie algo excepcional, encontremos en su milagroso sentir sensibilidades personales iranscinas oimpri midas en el pentagrama con sensaciones insospechadas, convir tiéndose en|jequcños graneles milagros. No sé, si por elhecho de ser músico corra sobre este folio la máquina de escribir detallando mis impresiones sobre algo que va siendo tan común, la música,que me lleve a exagerar un tanto para considerar lamúsica como algo milagroso. Quizá elindiferente, el músico de a pie oaquel que sintiendo gran pasión por lamúsica no pueda acceder aun mínimo logro milagroso, pueda considerarse un mucho exagerado, pero sirecapacita un tanto así. elcontenido, elconjunto de particularidades quese han de dar para llegar acom poner algo sustancial, quizá entré en razonamiento yconsidere que. llegar atan elevada expresión pueda significar algo inalcanza ble para una inmensa mayoría de mundanos. Digo csio porque, habiendo vivido lamúsica allado de D.José Eslrúch Maní: habiéndole conocido personalmente desde muy cerca musicalmente; sabido sus orígenes; elaprecio que se granjeó entre todos quienes le admiraron,creo modestamente que tuvimos la gran suene de convivir al lado de un privilegiado dela música. Vivimos al lado de quien estaba locado por el milagro musical. Todos cuantos estuvimos a su lado y aprendimos deél algo de sus enseñanzas y sentimientos, somos conscientes de que el milagro lotuvimos anuestro lado. Con unos esludios primarios, musicalmente hablando, se abrió camino hasta llegar a la Orquesta Nacional en 1930. Estuvo al lado de Nicanor Zabaleía; a las órdenes del maestro Arbós.y mantuvo correspondencia artística con el maestro D.Ricardo Dorado. Insatisfecho a sus 20 años, pues nació el 10de noviembre de 1910 enVillanueva de Castellón (Valencia), conansias delomar oíros derroteros para conseguir más alias metas que le pedía su sensibilidad, regresó a su tierra con elpropósito de dirigir alguna gran banda yrealizar los esludios de armonía, contrapunto, compo sición, dirección, etc., eie, con la gran suene para nosotrosque, al frente de unos cuantos músicos (Roque Beltrán. Eduardo, Gaspar. Miguel Díaz, etc.), Pedro Galiana Bañón. «Perico Cecilia», fueron a Villanueva por un músico aventajado para ponerlo alfrenie de otra banda después de la escisión de 1931. aquien prohijó «Perico Cecilia» ¡jara que pudiera desarrollar lodas sus ilusiones, claro esiá. en beneficio de nuestra ciudad con una gran banda, pero elconflic tode laguerra, otras cicunstancias yavalares para olvidar, impide- ron que D.José Estruch Martí, locado por elmilagro musical, consi guiera sus sueños. No obstante su frustración ylaimposibilidad de alcanzar su objetivo, no el de lapopularidad, sino el de expansio narse sentimentalmente yapasionarse con lamúsica, como aquél que encuentra con elcincel larealización de su escultura ocon los pinceles un extraordinario cuadro, él se sentía como pez en el agua punteando en el peniagrama, recreándose en componer sus sensi bilidades, emociones y|jasiones. Su empeño fue vano en que se pudieran oír sus composiciones cuantas salían desus manos, sola- mente algunas de ellas, que yo recuerde «A mi Filomena» llegó ala Sania Cecilia einterpretarla con alguna más que a la distancia del tiempo no llegué acomprender. Hoy, con más entereza yconscien- lede su estado de elevación por su espíritu musical, seguro que interpretándolas élmismo alpiano, se satisfaría emocionalmente. No ledio lugar eltiempo para escuchar su legado que ha dejado. que aunque no suficiente para corresponderlc. ya que los cacos le quemaron su estudio, siio en una casiia de campo, loque se libró de aquel alentado es una muestra suficiente para considerar que de su mano y de su espíritu salía música en forma de milagro. Un mila gro que, además de su familia, unos pocos hemos tenido laúnica suene de escucharla por primera vez en el recital apológico de piano que se realizó en laCasa de Cultura elpasado 8 de lebrero de 1997. ¿Será posible alguna vez escuchar por la A.M.C.E. Sania Cecilia algunas piezassuyas? Juan l-’erris Monllor ARTE NUESTRO A^ ,. - Juan Martínez Lázaro Composición: Acrílico sobre Lienzo (92 x 73). Transitar por la vida es irllenando la mente de emociones e imágenes que van saliendo al ¡jaso, y el poder del arlista es saber plasmar estas en obras creativas. La creación artíslica es. pues, revelaciónyliberación interior ante una sentida ynecesaria comunicación. Pero no todos tienen el mismo prisma curioso ni transitan por los mismos caminos; unos, convencionales, con la realidad convenida en norma de lo que se ve y puede tocarse, y otros, alejados de rigores clásicos, mirando más al mundo inte rior, o sea, a lo que normalmente no se ve ni puede locarse. Desde que en el año 1908,elpintor ruso Kandinsky tuvo la reve lación de lapintura abstracta, diciendoque:«En la pintura, una mancha redonda puede ser más significativa que una figura humana», son muchos los pintores que se han lanzado por estos caminos tras largos y a veces dolejrosos procesos de adaptación por mor de una libertad de expresión voluntariamente aceptada; con plasmaciones sobre ellienzo convenido ahora en campo de fuerzas dinámicas, experimentales y casuales, donde los objetos desaparecen, incluido todo resto de atmósfera, con actuaciones, aveces, arrolladoras. como un grito, como un «crack» intelectual que invariablemente conduce al lenguaje abstracto que hoy nos ocupa. Juan Martínez Lázaro es un paseante que; peripaiea (una forma de pasear un tanto filosófica) por estos viales donde «la realidad exterior es un impedimento para la pura expresión de la realidad interior» -siguiendo con palabras de Kandinsky-. cuando, emo- cionalmcnte se sumerge por estos caminos donde se promocio- nan impulsos ymensajes opuestos alas formas habituales yque durante siglos han sido asimiladas en la pintura. Sus manchéis, jugando siempre con lavariante colorista, abstraen elementos de esa realidad que queda ya superflua. inasible, aunque quizá intui da en argumentos de misterio, con interpretaciones de subcons cíente, derivado,aveces, en determinadas reglas geométricas (sin pen sar por esto en la severidad de esta disciplina matemática de un Mon- drián, por ejemplo) cuando contemplamos esas torres, esos volúme nes, esa cuadrícula camineraquetanto nos hace pensar en una fallida vocación arquitectónica. Pintura esta con expresiones de naturalidad esquematizada, con texturas elaboradas en acertado cromatismo alser vicio y síntesis de esas «fuerzasvitales» que potencian esta nueva dimensión (ya no tan nueva, son ya casi noventa años de osle fenóme no artístico) de plasmacionessubjetivasycasuales, en lenguaje abs tracto,queconforma la íntima y oculta poesíaquesin duda nos quiere transmitir el autor. Este paseante por los campos de laabstracción metafísica, nos salió al paso, en el cruce de caminosde la¡jasada temporada pictórica deElcla. con su última exposición celebrada en la Casa Grande del Jardín de la Música. Enseguida vimosel suceso adestacar ynecesariamente propicio a ser recordado en estas páginas. Donde lambién había que recordar que -y abundando en su fichabiográfica-, aunque nacido en el pueblo hermano de Sax. su trayectoria familiar la ha desarrollado en Elcla; que es licenciado en pintura en la Facultad de Bellas Arte;s de valenciayCatedrático de Dibujo eleBachillerato; que del año 1977 al 1986 residió en Barcelona yes miembro de la F.S.A.P.C. (Federación de Artistas Plásticos de Cataluña); yque:, actualmente, reside en Elda donde trabaja ydesarrolla sus sentimientos pictóricros abrumados de libertad y de«situaciones imprevistas», casuales, que acuden inspira das -aunque de difícil captación precisamente: por esa misma libertad de laque gozan- en los momentos pre:e:isos. Y. por último, comej escri biera Giulio Cario Argan (en una cita que parce-e gustar asaz aMartínez Lázaro, que parece lambién condensar su pensamiento artístico,y que depositamos aquí al final de este paseo por la abstracción en un mundo donde también hay vida, ¡jara muchos desconocida, tal como pudiera ocurrir en el planeta Mane;):«Vivir con lucidez la casualidad ele los acontecimientos». Ernesto Composición: Técnica Acrílicosobre Lienzo. 55x46cm. Composición: Técnica Acrílico sobre Lienzo.73x60 cm. Composición: Técnica Acrílico sobre Lienzo. 100x81 cm. fl - EIL (CLAVEL El clavel es la sangre o es la nieve, el alma del rubí o la inocencia, yse estrella en sus pétalos laciencia tratando de explicar su gracia leve. Es sangre vegetal lo que se mueve a la luz carmesí de su presencia y ofrece la lección con su existencia de una vida triunfante pero breve. De pasión y de amor es su bandera y quisiera volar en pos del viento, sin ley que lo sujete ni barrera. Porque el clavel conoce la manera de transformarlo todo en un momento, haciendo del invierno primavera. *» (En el pequeño jardín se ha declarado el incendio del clavel, la primavera de la rosa, la algarabía de los jazmines... Ya no está deshabitado). .,- i flfl - ILA M3)SA Orgullo del vergel casi divino, etéreo manantial de lafragancia que elevas en el aire tu elegancia, ser reina del jardín es tu destino. La savia que hasta tise abre camino va dejando en tus pétalos constancia que entre el cielo y el barro no hay distancia que no llene tu fuego repentino. Y tienes planta de mujer hermosa que se acuerda de un beso enamorado, y tu nombre es sencillamente rosa. Lástima lo fugaz de tu reinado, que ajada tu belleza esplendorosa, solo en polvo de flor hayas quedado. i nnn- eil jjasmm Pequeña y blanca flor enamorada, amante de la noche en los jardines que llenan de belleza tus jazmines, amable madrigal, luz derramada. Eres quizá la flor más delicada que habita en el vergel con sus afines y tu fragancia es canto de violines bajo la noche tibia y perfumada. No tienes la humildad de la violeta ni el fuego y esplendor que hay en la rosa, mas tienes la belleza recoleta de una estrella escondida y pudorosa, un aroma sutil que nos inquieta, una dulce presencia misteriosa... A José Miguel Bañc’jn, amigo de siempre. *» El corazón, amigos, lo agradece, pero llamarme poeta es herejía; no tiene tanta altura mi poesía ni tanto amable halago se merece. Yo digo al escribir lo que parece que me dicta mi inquieta fantasía y, si no es inmodestia, yo diría que es el alma que me desborda y crece. O mejor, soy de versos fabricante, artesano manual de la palabra, al que nada contenta lo bastante. Ninguna musa mi parcela labra ni creo en la inspiración que en un instante una puerta a la luz me encuentre y abra. Autor: RG/96 «Coronados sus árboles delila y abierta alhorizonte suancha frente». Flores del árbol del amor de laGran Avenida. Foto del autor). Carola Gonzalvez laconocí hace tiem po en uno de esos actosrecitales que organizaba elgrupo de Amigos de la Poesía de Elda. Al queahora se lequiere resucitar ani mado por Santiago Sierras. Por ello me alegré mucho cuando se meavisó por parte de Evangelina ySacra así como por el café cultural ’La Madrassa’. que se le haría un justificado homenaje, dije queiría y allí me encontrélos más gra nadoelela poesía actual de Elda. Fué encantador, sencillo. íntimo, humano y lleno de afecto como suele suceder cuando se reúnen los poelas o laspersonas afines a la poesía, luego los poe mas de Carola, perfectamente leídos, e interpretados porSacra y Evangelina, dieron a la nocheya la Madra- sa, los tintes mágicos con los quela poesía envuelve a la noche y a la vida. Carola se nos emocionó,no era paramenos, el acto y el momento.Luego lasplacas, lasadhesiones, losagasajos merecidamente ganadosy los besos. Allí quedécon Carola, tenemosque hablar, nos vemos... Ya en sucasa,en un fría mañana defebrero, espe to a la poetisa tanmenuda cornohumana y con un enormebagajede vida, de experiencias, de sufrimien tos, como de humanidad raclianie... P- Carola:¿como emana tupesia ¡ntimista dedica da aElda? R- Manolo, lapoesía tú bien sabes que en Elda hay que arrancársela al paisaje,a los montes, al castillo o a las plazas. Escribí los primeros lemas paraelconcurso de poesía que hace tiempo organizaba ’Alborada’ y era un concursoque el tema era obligado, dedicadoa Elda, ya sabeslo duro que nos resulta a los poelas que se nos imponga un lema,peroasisurgieron mis primeros poe mas, luegovinolo demás... Y luego me suelta esto: ’El suírimienio genera pro fundidad en los sentimientos’ (ahí queda eso).Y me lee su poema ’El Mensaje’. Sigo hablándole mientras le interrumpe una iosfas tidiosa y molesta queella me justifica, cariñosamente Ivez Por MANUEL SERRANO GONZÁLEZ me confiesa que de noche es mas fastidiosaydesea que la ’luz apareca’. Me confiesa quele impresionó mucho la lectura y descubrimiento del poeta hispanoamericano Santos Chocano por su sonoridady fuerza, así como que admira la poesía ¡ntimistade Becquer y Antonio Macha do. Luego me ofrece que lea un interminable manus crito de sus peoemas escritos:’Amanecer’, ’Elcla en Pri mavera’, ’La Siesta’, ’Las Nueve’, ’El Recuerdo’, ’Jardín Muerto’. ’Intima’, ’Paisaje’. ’Surrealismo’. ’El Tiempo en el Jardín’, ’Avenida’. ’VerdeOro’,’Monte del Cid’. ’Evo cación’, ’A ti...’, ’El Romance del Castillo’. ’La Campa na’.’Alborada’, ’Primaveral’, ’El Columpio’, ’Otoño’, ’El Nido’, ’Invierno’.’Septiembre’. ’Cerdeña’. ’Domingo y Septiembre’, ’La Paloma’, ’Poema Gris’, y tantos más. Le pregunto por la inspiración,que es para ella la manoseada inspiraciónpoética,me responde sindúdal es una mezcla ’del trabajo yla chispa’. Me refiere que sus amigos delentorno poéticoy cultural de Elda han sido Alberto Navarro. Paco Molla. Guarinos yGras. Luego me deja leery comentar un poema muy entrañable paraellaescrito sobre la Gran Avenida y que ella letitula ’Avenida’. Despuésmecuenta de su gran aprecioa Paco Molla, del poema que lededicó conemoción al fallecer su mujer ’Compartiendo el dolor de hombre-hermano’ y lo que supuso ¡jaraél esa pérdida. ’el poeta mira ya la lejanía con ese mirar de hoy, triste, cansado’. La poesía hay que arrancársela alpaisaje y a los montes». Madre selva en flor de lasilla del Cid. Dibujodel autor. También me comenta lo que supuso para lodos los amigos lapérdida de esteentrañable poetapetrelcnse. Mecuenta que a la Virgen de la Salud no ha escrito, ni al Cristo del Buen Suceso, que para esto ya están escritos los sublimes sonetosde su amigo R/G, pero que sí escribió un poema muy sentido que me lo deja ver titulado ’El Crucifijo’, con este sentimiento y emo ción. Me dice cómo la vida ya le es muy dura y penosa ’ya no me queda apenas tiempo,ya no tengo energías, mi vida sin los libros sería nada’... Lepregunto por la Cultura en el Elda eleahora, me dice que ahora ha mejorado,que cree que se crean mas inquietudes culturales que antes, que piensa que las actividades de laCasa de Cultura han colaborado a ello. EL MENSAJE Cuanto tu vengas aunque de mí no quede nada Se reflejarán en tus pupilas estos montes, estas calles, estas plazas. Tal vez pisarás sobre mis huellas en aceras ya viejas ygastadas Y mirarás, tal vez, hacia los ciclos como yo antaño mirara Futuro caminante si del pasado te llegan mis palabras Ya que no pudimos encontrarnos míralos con los ojos de mi alma. CAROLA GONZALVEZ Y descubro que detrás de esas toses ininterrumpi das hay una gran dosis de esperanza y un alma poética como un camión. Me cuentan cómo los políticos de antes de la guerra eran mas idealistasque ahora. Que los políticos republicanos de Elda se casaban por la igle sia en una especie de ’romanticismo’. Y me confiesa de modo entrañablequeella cree en los Santos. Le pregunto que quienes son lo Santos actuales para ella,meresponde que son toda personaque se entrega por caridad y se da para aliviar un dolor ajeno y curar una enfermedad. ’Los Santos de hoy son las O.N.G.’ concluye. Luego me despido con un beso yuna enorme emoción contenida. AVENIDA Mañana de domingo, la Avenida reposa en su quietud serenamente. Coronados sus árboles de lila yabierta al horizonte su ancha frente. Palpitante de luz brotan heridas de sol en los cristales lentamente. Va despertando la ciudad dormida bajo un cielo azul opalescente. Por el oscuro seto corre un temblor (de vida, una puerta se abre, alguien canta (suavemente, en la rama, una flor se agita estremecida en el aire, el rumor lejano de la gente. Mañana de domingo en la Avenida donde la primavera llegó secretamente. Con destellos de oro en las pupilas ’un aroma de campos renacientes. Dibujo ARSENIO II DIFUNTO VAGOHACIA CALLEJONES SINSALIDA, sin ojos, con un vaso de orina que cerveza fue. conversando agritos con lo que no es mi cuerpo, con lo que no es mi sombra. Solo mis pasos saben que estoy vivo, y, para no parar porque moriría de frío, sordos yciegos dentro cié su pesadilla imaginan voces, ysiguen a alguien que es nadie arañando elrepentino mutismoperfecto. Pese a losjazmines en misvenas,difunto vago hacia callejones sin salida llorando piedras. TRES POEMAS PERTENECIENTES A MI LIBRO DE 1989. INÉDITO: SOLILOQUIO I Senos ycoágulos calle abajo. Peste somnolienta. Griterío infame. Palabras comiendo fetos de quimera. Amantes envenenados. Y yo calle abajo predicando con gestos insólenles. Y yo en la confusión buscando una madre o una hermana o un amigo. Y yo cayendo de cansancio sobre (camastros con rostros troceados en rompecabezas. Y yo calle abajo preguntando DONDE UN SER HUMANO. III En la arena recojo lunas inertes para el banquete de los acantilados, y limpio de légañas mi esqueleto. De mi mano asido de frenie esculpo el horizonte, pájaras las cosas enjauladas. brotando serpentinas de mi obligo. Soy mi caricias. SOY LO QUE NO 1 IE SIDO. Pedro Maestre Herrero Premio «Nadal» de Novela 1996 ¿f EL RINCÓN DE LOS POETAS %, EsfCJ sección acoge los escritos poéticos de. aquellos eldenses que se sienten agusto con esta variante literaria. ES por ello elman tener esta ventana abierta alodos los vates yvulus de laciudad esperando así dar satisfacción alos deseos promocionales o de mero lucimiento, sin que, con esto, necesariamente, se identifiquen oconfundan en todo momento expesiones de las que solamen teelautor pueda ser responsable. Por fortuna, hoy día. en Arte, (recuérdese lafuerte uinculación de éste con laPoesía) cualquier aportación fuera de cánones -abstracto, naif. etc.- tiene cabida en elcomplejo mundo de laCultura, esa cultura que. gradual, día a ^ día, todos vamos contribuyendo cada cual con su medida, aptitud osentimientos. ? Poemas dt JOSÉ MIRA TORRECROSA LA BELLEZA La belleza siempre se contempla con los ojos del alma. Ll hombre azul camina sobre los contornos del abismo. El pájaro de fuego surcalosrascacielos liñendo de color purpúreo la tonalidad de las sombras del puerto. En el centro del templo la esfingedebronce brilla como un trozo de solpatinado de saliva. Como sabéis: La imaginación simbólica está ornada de asco yde belleza. Todo son símbolos. Realidades ysímbolos noscircundan. Realidades ysímbolos se contornean sobre el delgado alambre de la verdad. Porquelaverdad al fin y al cabo. es un delgado alambre que maniieneen equilibrio lagravedad, la contundencia, el peso y el contraste del (Universo. Ln la gravedad encontraréis el tedio, en latonalidad la lujuria o lo libidinoso, en el peso camuflada la levedad, y en eleontraste la belleza. Ln cuanto a la belleza: Es laprincipal droga del alma. LA SOLEDAD ¡Ah la soledad! prostituido templo de cenizas Las horas son de piedra. Los minutos virutas de mármol. Solemos recrearnos en los suburbios, en los cadáveres, en las tragedias, en el vacío, en los lupanaresdel vicio, en los campos de batalla... Más lejos todavía está lamuerte. Más allá no hay nada. Solo silencio. MARINERO Relámpagos sobre la niebla iluminaban un horizonte hostil. Elmarbramaba comoun Dios asmático y encolerizado. Eldiluvio borraba las huellas en laarena. Elviento arrastraba espantoy terror. Congregaciones demujeres y niños esperaban llorando en el puerto. La lluvia les mojaba laespalda, mientras: losmarinos delescuálido pesquero se debaiían en aguas Iríasyoscuras. Al alba, apareció flotando en la orilla, como uncorcho el primer muerto. Dibujo ARSENIO Tres poemas de LVDIfl SflNCHIZ P€R€Z MURMULLOS Que mi dolor, hecho río. señor. te corra por él... cuello y allí en tu... corazón se vuelva. Dios, amor, se vuelva... nube y llueva... amor, que todo lo... transforma. Déjame, Señor ser tu... cabello Petra que no te duela si... me cortas. PALABRAS Se inventó la palabra para decir tu nombre al viento yo lo lanzo las estrellas me oyen y me guiñan los ojos como los cómplices. ** * Mariposas del aire a veces son las palabras, banderas de la belleza son entonces sus alas. Otras veces son vagas, como un recuerdo. como una huella perdida en un desierto. como un poema sentido que no se ha escrito. Pero otras son duras, cataratas de rocas en las gargantas como un amor que acaba. A veces viajan lejos como las nubes y descargan su esencia quién sabe donde. Pero otras son como plantas, se quedan cerca, como palabras dichas en la almohada. SONETO Ya suenét. susurrante, la cañada ycanta el aguanieve por las fuentes; llega el viento y recoge la tonada silbando, como cientos de serpientes. Tú que vuelas y vives sin morada, tú que emites los tonos más dolientes, quisiera, viento, ser tu alumna amada yescribir en las rocas con los dientes. Subir, con un acento, hasta la cima, bajar, con una coma, hasta las sombras, bailar una sardana con la rima. Pero cantan a miles las alondras, no dejo de pensar sobre su enigma y me escondo en un árbol si me nombras. A ti quiero yo contarte A tí quiero yo contarte lo que me ocurrió una tarde que yo con ánimo triste salí al campo para hablarte. Sentado al atardecer junto a la orilla del río te vi flotar Jesús mío en aguas que iban al Mar. En típuse mi mirada, no encontré mejor camino para fijar mi destino que contarle mi pesar. El campo se hizo silencio los pájaros y las flores, testigos de mis dolores se pusieron a escuchar. Me dijiste, ten paciencia que ya oirás otras canciones, conmigo en otra existencia llena de paz y oraciones. Ya de regreso hacia casa por entre cañaverales junto a los verdes trigales todo me hablaba de Paz. Cuando algo embarga mi mente una desgracia, una suerte me voy a buscarte al campo que es el lugar ideal. Pues sé que te encontraré entre flores y aires puros que no hay nadie como tú para librarnos de apuros. Manuel Verdú Juan JESUCRISTO Jesús, amado, por mí siempre querido. Eres Dios porque así se hizo. Quisiera vene atíantes que a nadie, Porque a tí te debo lo más grande, lo más preciado que tengo, lavida. Yen mi pueblo, de España siempre. esiá el Cristo del buen suceso. Buen suceso de tenerte a mi lado,casi en el hondo del valle, Buen suceso de quererle más que a mi vida entera, Buen suceso de ser nuesiro padre, elmejor padre posible. Elúnico, el salvador, Que aquel día sufrió más que nadie para que triunfara lavida. desgarradora tuvo que ser tu experiencia padre mió, Pero alalba del Domingo de resurrección Dios, dijo: Por fin se cumplió loque tenía queser ¡VIVAN MIS HIJOS! ¡VIVA LA VIDA! Joaquín Verdú Para el Cristo del Buen Suceso Es el Rey de lajusticia soberana, es de todos los padres el más lierno, aunque hay incrédulos que piensan que el Eterno es un Dios en laimaginación humana. Tuvimos la suerte de que nos mandaras a tu hijodivino para nuestra esperanza. Queremos llegar a tíPadrenuestro con las manos llenas de puros sentimientos. Carmen Pérez Díaz Al Cristo del Buen Suceso Ya se aproxima tu Santo Y tu en tu cruz nos esperas para adorarte y amarte en el día de tu fiesta No hay nadie que se le olvide de acercarse a tu altar por que saben que este día no se nos puede olvidar Tú en tu cruz y en silencio nos dices con gran cariño que rezar ante tu cruz es rezar al Dios Divino Lola Gómez Virgen de la Salud Virgen de la Salud altísima, en üme consuelo, lleno de amor hacia li. Eres ilusión de haberle encontrado, gracia de tenerle yesperanza paratodos los que sufren. Quien coligo bajara a sotaventodel monte. oen las sierras de mi valle que es mío pero es más tuyo. Virgen mía. quiero verte y te veo en el alma de todos los que sufren porque eres su consuelo y el de todos. Que más lepodría decir yo a la Virgen de la Salud Salud de tenerte Salud de tener siemprefe enli porque eres paz en mi ser alegría en mi alma y felicidad en mi vida. Joaquín Verdú Para la Virgen de la Salud Virgen de la Salud, que por designio del Padre fuiste la madre de Jesús. Madre de todas las madres. luz de nuestra agonía yesperanza de todos aquellos que esperan de vuestra hidalguía. Protéjenos Madre mia, que eres nuestra salvación, ynosotros le daremos eterna devoción. Mirarla con alegría a la emperatriz del cielo, para que en la tierra nos de paz y a su lado consuelo. Carmen Pérez Díaz A la Virgen de la Salud Bella flor Virgen Divina Nuestra Patrona querida Gran Diosa eres del cielo Virgen de la Salud querida Todo el año soñamos con nuestras fiestas preciosas para poder ensalzarte para ti divina aurora Te pedimos con amor para que nos des salud pero Tú nos das tu vida tu alegría y tu luz. Lola Gómez & N, ace el «Canto aElda» en el corazón de una vida infantil vivida intensa mente desde millegada y asentamiento definitivo. Fueronaños de lucha tenaz y constante por conseguirunestado de bie nestar consecuente, desdelavirtualidad delarraigo, terminando por germi nar enraíces profundas, casiimposible poderlastrasladar, desdeelcaris- ma, desde la esperanza yevidentemente, desde elsentimiento y la fe. Sonconnotaciones que vandeterminando poco apocoel carácter y la vivencia cotidiana, arropadaporese deseo incontenible desuperación, por y para una Elda, cada díamás y mejor. Lapalabra expresa lossentimientos, y éstosconducen tuactitud, nunca por senderos fáciles, sino por el serpenteantecamino de la vida, que te lleva a caer más de una vez, pero te llenas nuevamente de ilusión y reanu das tu andadura sinpararte nipor unmomento asopesar que tal vez la dureza sea superior a los logros, siendoalgo que el ser humano sólo acos tumbra a vercuando vuelve la vistaatrás, porque ya queda menos tiempo por recorrer que lo vividocon elcorazón, muchomás que por el pensa miento y la razón. Para terminar diciendo que busques en el«Canto a Elda», sólovalo res humanos: INQUIETUD, VALOR, TRABAJO, SUDOR, HISTO RIA, y ante todo ysobre todo, UNA GRAN DOSIS DE AMOR. ¡Hablamos de Elda!, y yo os pregunto, ¿PODREMOS ENTREGARLE ALGO MAS? /« Un autillo yuna flor tiene elacudo de Elda, repodada está en un valle entre la tierra y el cielo arropada porsus montaña») que la resguardan del cierzo. Fortaleza que fue, paladín de tantas gestad. Musulmándenacimiento irque así reza la historia, ¡Jecho de yeso ypiedra, valiente sudor humano jirones de alegría mora yamargo sabor cristiano. Sus arcos han visto pasar hermoso alazanes enjaezados con bridas señoriales. Jinetes vestidos de arrayán contrastes del arco iris wi palaciega sobriedad. ¿r Guarda bajo su tierra anales de gran pasado, mirando con altivez franquear su entrada mora, yacabando por ceder en su orgullosa humildad ver ondear en su almena aquella bandera cristiana, que no por enemiga compartían casi... la misma fe. Corazoneshenchidos como eldenses predilectos, sintiendo el abrazo cariñoso de esa madre fecunda ayudando acimentar lo que en eltiempo sería, casta ypatria natal. Ya es historia pasada el sonar de las sirenas, comienzo de una jornada que en convivencia se llenaba de... esfuerzos, alegrías ypenas. Chaira ycuchilla en mano piel sobre la mesa. Impaciente cortador iba preparando con destreza lo que después iba aser inicio de una obra. No escultura por dominio, Sí necesidad por ser. Empezaba asonar la máquina de la diestra aparadora, golpezicos de martillo lanzaba al aire la dobladora. Corazones llenos de ilusiones, pinceladas de color en un panorama severo, dejándose herir la piel añeja de sudores ylamentos, dulce acorde musical ypintoresco, venero de riquezas inefables ...Maná caído del cielo. Yel zapatero en su sillica de semences, su boca fomenta modelando horma ycorte, construyendo poco apoco enfronque, talón ypuntera de lo que para élsignifica Vida, Sudor ySuerte. Por fin llegó a la fábrica elzapato casi hecho. Las máquinas rugen con fuerza desgarrando su impotencia ycompletando su saber elabrigo de los pies, llevando cada par -de la vida zapatera- elorgullo y el tesón, rendidos al ocaso, con Gallardía, Nobleza yHonor. Así rezaennuestra heráldica un castillo sempiterno yuna flor de lis emancipada guardando con tesón lahistoria de una vida escrita al aire limpio con gallarda abdicación cristiana valentía yhumana admiración. TENES 189. V * *’’ i’ i - CUENTA ATRÁS Ha pasado un año desde que vio la luz nuestra Revista número 13. En sus pági nas se insertó un artículo ’Año 2004, El Gran reto’, en el que se hacía un llamamien to para que se comenzara a mentalizar a los eldenses para organizar y festejar el gran acontecimiento del IV Centenario de la llegada de nuestros Santos Patronos, la Santísima virgen de la Salud yel Cristo del Buen Suceso, anuestra Ciudad. Colaboradores de esta Revista: Alberto Navarro, Ernesto García, Vicente Valero, Paco Crespo y otros, desde que salió el número 1, han venido plasmando en sus páginas magníficos yentrañables artículos, resaltando lo que fue yrepresentó enton ces para un pequeño pueblo la celebración del lll Centenario. También nos invitan a empezar a reflexionar sobre lo que puede ser y representar para todos aquellos eldenses que tengan la oportunidad de vivir las inolvidables jornadas del próximo IV Centenario. Tan magno acontecimiento, que se avecina, traerá consigo una gran preparación de actos ysu organización no será solo de un grupo de hombres ymujeres amantes de nuestros Santos Patronos sino de todo un pueblo (Sociedades Culturales, Asocia ciones de Vecinos, Comerciantes, industriales yAutoridades), que apiñados, sabrán trabajar por y para el IV Centenario, siendo nuestra consigna desde ahora hasta el año 2004 el crear Comisiones que, de forma silenciosa y abnegada, vayan prepa -^•S’- L^¿4¿ Foto: RAMÓN CANDELAS (Faltan siete años) rancio la gran conmemoración. Este año se edita, yse inserta en esta Revista, el Fascículo número 2 de las publicaciones que se editaron en el lll Centenario con trabajos que a los eldenses de antaño les recuerdan los relatos que les contaron sus mayores, y para los jóvenes será una novedad lo que aquellos eldenses del año 1904 escribían sobre cosas de su pueblo. En este fascículo figuran poesías de Maximiliano García Soriano, tan amante de las cosas eldenses, de Francisco Maestre, relatos de la llegada de nuestros Santos patronos, noticias, artículos lle nos de nostalgia, lecturas que hoy nos asombran de la ilusión de aquellos hom bres que hicieron posible el extraordinario esplendor de aquel Centenario. Y por último, nos preguntamos ¿Estaremos dispuestos para que el IV Centenario sea tan grandioso como lo fue el III?. Esperemos que lodos unidos, formando una gran pina empecemos arecorrer el corto camino que nos queda, dejando aun lado los obstáculos, la desilusión ylos sinsabores con los que nos podemos encontrar, y con la gran ilusión y la ayuda de nuestros Santos Patronos llegar a la meta final del año 2004, IV Centenario. Esperanza Alonso yPedro Maestre Guarinos 1’residentes de la Mavordomía Seguro que cualquiera de nosotros se disgustaría sise lecuestionara sudevoción a María, bajocualquie ra de sus innumerables títulos; y que se pusiera en duda el que contemos con buenas razones para vene rar, amar ycelebrar a María nos resultaría -y con razón- ofensivo, además de incomprensible. Si el amor auna madre es característico de iodo hijo bien nacido; la devoción a la madre de Dios es característica de todo hijobien nacido de Dios: y nosotros, no sólo tenemos mil motivos para amar a María siempre, es que, ade más, estamos empeñados en lograrlo. María es un mensaje de Diosa los hombres. Dios nos habla aira vés de María y nos quiere comunicar tan- las cosas, que, aveces, nosotros distraídos por lamas otras palabras, no prestamos la debida atención a la que lilla nos dirige. ’Haced lo que l£l os diga’, dice María en las Bodas de Cana. Ella nos señala el camino que debemos seguiry aquién debemos escuchar. Hoy la Iglesia se siente obligada apromover una nueva Evangelización que surge como respuesta alos problemas que se presentan, porque entre los cristianos ’se da un divorcio entre fe y vida’. Solo una Iglesia evan gelizada es capaz de evangelizar, nos dice Juan Pablo ll. El valor ejemplar de María,evangelizadora evangeli zada, está en mostrarnos un uténtico camino de fe, una ’auténticaperegrinación de fe’, por lo que Ella avanzó y puede avanzar cualquier creyente. Por ello, podemos decir que, para nosotros. María es Palabra de Dios. Palabra de Dios Al parecer fueMaría la única, entre los parti- ripanies de aquella boda, que había adveni do lafalla de vino. ¿De qué no nos estaremos privando noso tros en nuestra vida crisiiana. privándonos de María?. El cicierto de aquellos novios no luí1 otro, que el contar con la presencia de María; haberla invitado asu fiesta. ¿Porqué no invitamos a la madre de Jesús aque conviva con nosotros, cuando vivimos los mejores momentos de nuestra vida?. ¿Nos parece justo que deseemos nos acompañe solo cuando las cosas no nos van bien, cuando la vida se nos hace difícial, cuando Rulemos pocas ilusiones yesperanzas de compartir?. ¿No es verdad que acudimos a ella con preferencia cuando tenemos poco que celebrar ymucho de que lamentarnos?. Si nos ayttda hacerle saber nuestras penas, sinos con suela que conozca nuestros sufrimientos -¡a quién no’-. ¿Por qué ho hacerle lambién participe de nuestraale gría y en nuestras fiestas?. ¿O es que se merece solo nuestras quejas?. Nos estamos perdiendo milagros, solo porque esta mos arrinconando a María en nuestra vida de creyentes; se nos está escapando la fe en Cristoy su seguimiento a diario por que permitimos que María quede ausente de nuestra vida diaria; sería unerror pensar que nada tene mos digno de compartir con ella, que nuestra existencia es demasiado normal, como para tenerla por invitada. Recuperemos para estas fiestas ypara nuestra vida dia ria, aMaría, la madre de Jesús, que ella vuleva aestar présenle en nuestros hogares, en nuestras calles yjunio anuestros seres queridos. No nos impone que. alinvitarla, descubra en nues tro eniorno oen nuesiro interior, todo lo que nos falta, nuestras carencias. ¿Qué hay de malo en qué se lo haga conocer aJesús?. ¿Es qué vamos atemer que le pida asu hijo nos proporcione los que nos falla?. Y ¿Cómo va apedirle lo que nos hacer verdaderamente falla, si nos empeñamos en que nos siga fallando María?.Dejémosla que Ella hable por nosotros, porque para su I lijo, es como Palabra de Dios. Con sincero aléelo, José Rives Mirete Cura Párroco de ’Inmaculada Concepción’ de lilda Natividad de la SantísimaVirgen Eldía 8 de septiembre la Iglesia con memora laFestividad delNacimiento de la Santísima Madre de Dios. Esa fecha es para los eldenses el principio delas Fiestas Patro nales; es elcoronamiento de las causas de nuesiro amor a la Virgen cuyo nacimiento da acceso a la Encarnación del Verbo de Dios que se hará I lombre lomando la carne y la sangre de María Santísima en sus purísimas entrañas. Dios se hace Hombre para nuestra salvación y al hombre sele concede la deifi cación en Crisio. quien une en sí la naturale za humana y la divina con la única persona del Verbo de Dios. La solemnidad del naci miento de laMadre de dios viene aser un preludio maravilloso cuyaculminación es laperfecta unión del Verbo conlacarne asu miendo lanaturaleza humana como fruto del vientrede la Virgen María. Si a palmos se pudiera medir la tierra, simediante un cordel se determinara cuál es elcontorno del mar. si la extensión del cielo se evaluara por codos,si se pudiera contar la muliiiud de estrellas e igualmente las goias de la lluvia y los grumos de la tie rra, si se pudiera saberel peso de los vien tos y la cantidad de los granos dearena deundesierto, entonces también quizás podrí amos comprender la importancia que conlle va elnacimienio de la que estaba desuñada a albergar en su vientre al verbode Dios. Está, pues, más que justificada nuestra ale gría y nuesiro regocijo en este bienaventura do comienzo de las l-’iesiasPatronales, que liene como eonienido ymoiivo el natalicio dela Madre de Dios y el principio de la salud de la Humanidad enferma a causadel pecado de Adán y Eva. La Natividad de María esiá llena de gracia divina y ofrece al Univer sotoda unagenual alegría. Nace la Virgen y escuidada, modelada y preparada para ser la madre de Dios,el rey soberano de los siglos. Dios se acerca al hombre primera mente en la persona de María, cuya concep ción es inmaculada, limpia de loda marcha, pues la mujer destinada a ser madre deDios no puede estar sometida ni un solo instante a la esclavitud del pecado.¡Que maravilla! Ella, constituida madre del Creador, es el pueniey la mediadora enirela sublimidaddivina y la baja condición humana: barro ini- cialmenie limpio que fue vivificado por el aliento deDios pero que. sometidoa la prueba de la libre elección de la amistad divina, se profanó a sí mismo eligiendo la leniacióndiabólica neniea laobediencia asu Creador.Alégrense hoy en verdad todaslas cosas y salte de gozo la naiurakv.a. Exulte el cielo cíesele arriba ylas nubes derramen la justicia: los montes destilen dulzura y regocí jense las colinas porque el Señor ha tenidomisericordiade su pueblo habiendo suscita do para todos nosotros una fuerza de salva ción que es csia Virgen purísima que no conoció varón y de la cual nació Cristo, salud y esperanza de los pueblos. Hoy una joven virgen, descendiente de Jucla y de David, nace en un rincón olvidado del Imperio Romano, hija de Joaquín y de Ana. y con su nacimiento comienza la renovación de nuestra naturaleza humana, y el mundoenvenecido, que luvo su origen enAdán yEva, recibe por obra de Dios el pre ámbulodeuna nueva creación. Esinminenteya la loma de carne por la Segunda Personade la Trinidad Beatísima que ha preparado en María, desde la eternidad, a la Madre del Verbo. La primitiva formación del hombre se realizó por Dioscon una tierra pura e inconta minada pero el hombres,despojado de la amistad con Dios a causa de ladesobedien cia,destruyó su propia dignidad y cambió la herencia paterna de felicidad cierna por una vida corruptible de la que se deriva la muer te, y de ésiala corrupción dela carne y la pérdida detoda esperanza de salvación y de felicidad. Ninguna criatura humana,ni angéli ca, fuera de Dios, era capaz de poner reme dio nirestaurar lasalud de lanaturaleza humana devolviéndole su primitiva nobleza. Dios en su infinita Misericordia, por un don gratuito de Amor, decidió detener la irrupción del antiguo pecado de Adány Eva. cuyaconsecuencia fue lamuerte, para ofrecernuevamente alhombre lasalud de una vida y una felicidad eterna en amistad con Él. haciéndonos hijossuyos en Crisio. ¿De qué modo podía llegar anosotros este gran beneficio, a no ser que Dios mismo se hiciese uno de nosotros lomando carne y consintiera en vivir, como lo hizo, de unmodo nuevo y semejante a nuestra condición? La Suprema Perfección divina se puso a la alunadel hombre y no tuvo reparo en rebajarse y lomar también la naturaleza humana en la personade Dios-Hijo. Pero ¿cómo se habrá de llevar a caboiodoestosiuna Virgen pura e intacta no hubiese olor- gado su aceptación al misterio de la Encar nación de Dios y no hubiese llevado en su seno al que estápor encima detoda sustan cia? Ella es la Madre de Dios. María, predesti nada por Dios desde la eternidad para ser su Madre y de cuyo vientre salió el Dios excelso hecho Hombre. En María, cuyo naci miento conmemoramos los eldenses coi no Fiesta mayor de nuestra ciudad,se otorga alaHumanidad laderogación de aquella mal dición que merecieron Adán yEva. viniendo a serprincipio de salvación, Virgen de la Salud. María, la nueva Eva, frenie a la que ameshabía sido principio que había produci do el pecado. Elda lia colocado en laFestividad del 8de septiembre, nacimiento de la Madre del Verbo Dios que asume la naturaleza huma na, el ceniro de su alegría y regocijo anual.La Natividad de la Santísima Virgen, inicio de su maternidad, es no sólo causa de laentra da de Dios en este mundo, sino que. por I* Foto: RAMÓN CANDELAS ello mismo, es además aconiecimienio sal- vífieo, cooperación a la Redención. La bie naventurada Virgen María es predestinada desde toda laeternidad, cual Madre de Dios,junio con la Encarnación del Verbo, por designio de la Divina Provincia (Concilio Vaticano II,Constitución LumenGentium n.° 61).Se trata deuna maternidad en loda laplenitud física yespiritual del concepto que, en sí misma, es ya eminentemente redento ra. La tradición de la Iglesiaha percibido esiocon claridad, y lo ha plasmado hermosamente al llamar aMaría lanueva Eva. consierándola indisolubleyaciivamcnteunida a la misión de Cristo, nuevo Adán, El significado teológicodelparalelismo Eva- María es claro: así comoEvacooperó con Adán en nuestra perdición. María coopera con Cristo anuesira salud osalvación. «Concibiendo a Cristo, engendrándolo, ali mentándolo, presentándolo en el templo al Padre, padeciendo con suI lijo mientras Él moría en la cruz,cooperó deforma del iodo singular, por la obediencia, la le.laesperan za y la encendida caridad,en larestaura ción de la vicia sobrenatural de lasalmas. Por tal motivo es nuestra Madre en elorden de la gracia» (Conc.val. II,Consi. Lumen gentium, n.° 61). María esverdaderamenie la Virgen de la Salud,la fuente de la queemana nuesira salvación. Es Madre de Dios y madre nuesira. Su maternidad divina esobra del Espíritu Sanio y.siendo madre de lodo elcuerpo místico cíe Cristo, esa mater nidad divina se prolonga sobretodoslos hombres al servicio de los designios salvíli- cos del Altísimo.Hoy, una vez más, el pueblo de Elda. sintiéndonos iodoshijosdetan buena madre, estando enteramente dispuestosaescuchar la palabra de Dios y a cumplirla, grita con lóelas sus fuerzasalCrisio del Buen Suceso la alabanza deaquella mujer, ejemplo delas buenas audacias,que levantó su voz en medio del geniíoy exclamó: «iBienaventurado elvientre que le llevóy los (Jechos que leamamantaron!». ¡¡Viva lavir gen de la Salud!! José Ochoa Gil SANTA ANA EN OBRAS Amelas puertas del año 2000, esta comunidad parroquial eslá realizando una obra, necesaria y de gran Importancia, para llevar a cabocon mas eficacia su tarea pasto ral con los niños,jóvenes, adultos, matrimo nios, etc. Se trata de construir el’Centro Parroquial de Sania Ana’, abierto a las necesi dades que los nuevos tiempos exigen. Loca les que favorezcan el encuentro y proceso deformación de los distintos Movimientos, Gru pos. Cofradías y Colectivosde la parroquia. Por otraparte,disponer de esos locales facilitará mantener el TEMPLO de Santa Ana siempre encondiciones y detener así su deterioro interior.Estesoñado proveció esiáya en camino de convenirse en realidad. La primera piedra se puso eldomingo 27 deabril,del pasado año.Iloy leñemos terminada la primera fase: excavación y estructura total del edificio,con un coste de16.867.256 pesetas. Tocio está pagado, graciasalesfuerzo económico de mucha gente. Ahora nos loca seguir. Por mi pane, con gran ilusión y esperanza, es verdad; pero lambién os lo confieso, con cierto miedo y dolor de cabeza,porque las economías familiares no están como en oíros momentos. Por eso. hago desde aquí unllamamiento a TODOS los miembros de laComunidad y a los ’Amigos de Santa Ana’. Pues el milagro determinar lo que es Cosa deTodos, porquees para Todos, se producirá graciasa lagene rosidad y participación de Todos. Creo en la Comunidad. Por eso, estoy convencidoque tododependedel planteamiento que cada uno se haga como cristiano adulto yresponsable. Que la virgendelaSalud y el Cristo leí Buen Suceso nos concedan acierto en nues iro proceder hasta el final. Y no lo olvides,tu ayuda es fundamental, gracias yPELIC :s FIESTAS. José Navarro NavarroPárroco deSania Ana El solemne Novenario a nuestros excelsos Patronos 1996 Uno de los actosreligiosos de más recia tradición es. sin duda, el novena rio que se ofrece a los Sanios Patronos durante los días io al 18, ambos inclu sives. En él. lanío la Mayordomía como el clero parroquial ponen sus más deli cadosyamorosos deseosde que refle jen elcristiano sentirdelaciudad hacia esas dos joyasque son paranosotros la luz y guía de nuestrasvicias. Losires primeros días los actos fue ron ofrecidos por las parroquiasdeSan José Obrero, Inmaculada Concepción y San Francisco de Sales,correspondien do el día 16a la arcipresial eleSanta Ana, en cuyos actos paniciparon los respectivos señores párrocos. Eldía 13presidió la Eucaristía y pro clamó la Palabra el Rvdo. Sr. D. José Verdú Verdú. formaclor del Seminario Diocesano ele Orihuela. El día 14 fue presidida por el Rvdo. Sr. D. Luis López Hernández. Delegado Episcopal ele Caritas Diocesana. Y el día 15 en que los eldenses rinden homenaje de amor yveneración a esas dos joyas que guardamos en nuesiro hermoso templodeSanta Ana.tuvimos el alto honor de recibir la visita de nuesiro Prelado, Rvdmo. Sr. d. victorio oliver Domingo que presidió la solemnecele bración Eucarísiica, concelebrada con 8sacerdotes diocesanos, Ires de ellos eldenses. Coadyuvó aesta solemni dad laparticipación delos orfeones «Alicante» y «Stella Maris», que con la Orquesta Alicante de la CAM. todos bajo la dirección de José M.a Vives Ramiro, interpretaron la «Misa del Hos picio», de Mozart, con un Ave Mar’a, de Schuberi, cantada por la soprano MariCarmen Cristóbal, y finalmente el «Aleluya», de Haendel.Pumoy apañe merece de lacelebración Eucarísiica la hermosa homilía ofrecida por el Sr. Obispo, basada en el perdón de las ofensas, delEvangelio de laMisa,de San Mateo. Finalizando el acto religioso los fie les asistentes, espontáneamente, tribu taron a los orfeones y orquesta y a su director una dilatada ovación, corres pondiendo asu brillante actuación. V.Valero CONSEJO INTERPARROQUIAL Crece nuesira ciudad, y como signo de su vitalidad han ido naciendo también comunidades cristianas en los distintos barrios para hacernos cercanos yfieles, como iglesia, a la vida de la gente concreta ycompartir ahí. en lo con creto, la Buena Noticia de Jesús, el Señor. Así son yacuatro las Parro quias en Elda. Pero elparticipar en lo concreto de una Comunidad parroquial no nos cierra, sino que nos preocupa mos, como Iglesia en Elcla. del con junto de la tarea evangelizados en la ciudad. Por eso,para esa coordi nación yunidad nace el Consejo Interparroquial. Este Consejo ha organizado y animado lossiguientes momentos: • El acto de laNochebuena en la Plaza Mayor y Plaza del Zapatero. •Charla en febrero sobre «El sentido ciéla vida en la Biblia» en laCasa de laCultura. • Hoja Interparroquial en Semana Sania. • Retiro espiritual en mayo «en torno a la Virgen María». • Preside laProcesión de Corpus Christi. Es el máximo órgano de la Igle sia en Elda. aiendiendo atodo lo que es comúna la tarea pastoralen nuestra ciudad. Precisamente estamos ahora envueltos en unas FiestasMayores en honor anuestros Sanios Patro nos, lavirgende la Salud y el Cristo del Buen Suceso, que son un acon tecimiento interparroquial detoda la ciudad. Que nuestros Santos Patro nos concedan aiodos la verdadera alegría en csias ficsias y cada día. 1984 Fimirmii 1987 FIESTAS MAYORES Repertorio bibliográfico l-V (1984-1988) 1986 wíi -w-w~m^ J FIESTAS MAYORES 1988 E, fO el año 1984 cié forma precipitada, con gran preocupación y mayor ilusión la Mayordo mía de la Virgen de la Salud ydel Cristo del Buen Suceso edita esta ’revista de fiestas’. FIES TAS MAYORES, en honor de sus Excelsos Patronos y’para mayor exaltación y memoria de los valores eldenses’. se^gún frase de Ernesto García, que fue encargado asimismo de la eje cución de la misma yautor por lo tanto de los editoriales sin firma. En el transcurso ele los años va acogiendo en sus páginas artículos del más variopinto interés y diferentes autores, ’consagrados’ o noveles, siendo en ocasiones el primer trabajo publicado que tal vez permita la realización de trabajos más amplios yde mayor profundidad científica oliteraria, incluso de tesis doctorales. De igual manera, para muchos artistas plásti cos estas páginas han sido el escaparate donde mostrar su obra. Y todo ello sin olvidar su origen y misión, siempre con un espíritu de superación que cada año permite presentar con ilusión un nuevo número de esta revista. Para todos aquellos interesados en los temas eldenses presentamos este reportorio biblio gráfico de los cinco primeros números de la revista FIESTAS MAYORES, recordando aquel año de 1957 cuando la Comisión Provincial de Monumentos de Alicante, presidida por el Dr. D. Vicente Martínez Morellá. publicó laBibliografía de Elda. obra de Alberto Navarro Pastor. Luis Maestre Amat -Emilio Maestre Vera ’(Editorial sin título)’, Fiestas Ma yores n° 4, S.f.(1987) ’Advocación. (De ’El Centena rio’)’, Fiestas Mavores n° 5, s.f. (i988)’Eldenses.’. Fiestas Mayores n°2, S.f. (1985) ’Peregrinación (Reseña de los actos)’, Fiestas Mayores n°5, s.f. (1988) ’Un año más.’. Fiestas Mayores n°3. s.f. (1986) ASÍS. F de.. ’En 1884 las fiestas se cele-braron en Noviembre.’, Fiestas Mayores n° 4. s.f.(1987) ASÍS, F. de., ’Orígenes de una gloriosa institución.’, Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986) BAÑÓN. J.M.. ’Nuestras Fiestas.’, Fiestas Mayores n°I, s.f. (1984) BAÑÓN. J.M.. ’Vestir a la Virgen.’. Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988» BAZÁN LÓPEZ. J.L.. ’¡¡Qué difícil es ser Fl.C.LA.ü’, Fiestas Mayo res n°4, S.f. (1987) BAZÁN LÓPEZ, J.L., ’¿Angeleso peregri-nos?’, Fiestas Mayores n° 2. s.f. (1985) BAZÁN LÓPEZ, J.L.. ’Así nació y así murió Emilio Castelar.’, Fies tas Mayores n°1. s.f. (1984) BAZÁN LÓPEZ, J.L.. ’Cuento de la estatua de Bronce.’. Fiestas Mayores n° 2,s.f. (1985) BAZÁN LÓPEZ, J.L.. ’Recuerdo de un olvido’. Fiestas Mayores n° 3. S.f. (1986) BAZÁN LÓPEZ. J.L.. ’Sobre la Memoria del Proyecto de laIgle sia de Santa María. (Año 1941)’. Fiestas Mayores n° 5, s.f. (1988) BUSQUIEL VERA, J., ’Francisco Laliga a la Virgen de la Salud. Poema inédito.’, Fiestas Mayores n°2. s.f. (1985) CANDELAS. E.. ’Calle Nueva.’. Fiestas Mayores n° l. s.f. (1984) CANDELAS, E., ’Renuncias.’, Fiestas Mayores n°3, s.f. (1986) CRESPO. P, ’¿Aquellos....? ¡Eran otros tiempos!’, Fiestas Mayores n°3, s.f. (1986) CRESPO. P.. ’El baúl de los recuerdos.’. Fiestas Mayores n° 4. s.f. (1987) CRESPO. R. ’La Filatelia en lahis toria de Elda.’. Fiestas Mayores n°5, s.f. (1988) CRESPO, P, ’Lo que va de ayer a hoy. Las tradiciones deben man tenerse.’, Fieslas Mayores n’ 2, s.f. (1985) CRESPO. P. ’Recordando con nostalgia. Aquellos coros ydan zas dcsapa-recidos...’. Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988) E., ’Poemas de Carolina Gonzál- vez.’, Ficstcts Mayores n°4, s.f. (1987) EFECE.. ’Crónica de otras épo cas. Mirando hacia atrás con nos talgia.’. Fiestas Mayores n° 2. s.f. (1985) -eldense. UN, ’La noche de la Alborada.’, Fiestas Mayores n° 4, S.f. (1987) -GARRIÓOS MIQUEL, E.. ’¿Qué ocurrió en la tarde del 7de Sep tiembre de 1984?’. Fiestas Mayo res n°2, S.f. (1985) -GARRIÓOS. E.. ’¿Dónde está Cristo?’, Fiestas Mayores n° i. S.f. (1984) -GARRIÓOS. E.. ’El Año Mariano Universal en Elda.’, Fiestas Mayo res n° 5. s.f. (1988) -GARR1GÓS. E.. ’La vida en Cris to.’. Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986)- GARRIGÓS, E.,’Peregrinar con la fe de María.’. Fiestas Mayores n° 4. S.f. (1987) -GONZÁLEZ PAYA,J.J.,’A Nuestra Excelsa Patrona, La Santísima Virgen de la Salud.’, Fiestas Mayores n°3, s.f. (1986) - GONZÁLVEZ VERA. A.. ’Elday Castelar. (’Emilico’)’, Fiestas Mayores n°i, s.f. (1984) -GONZÁLVEZ. C., ’A todcjsellos.’, Fieslas Mayores n° 4, s.f. (1987) -GONZÁLVEZ. C, ’Alborada.’. Fiestas Mayores n° 4.s.f. (1987) -GONZÁLVEZ. C ’El sueño.’. Fiestas Mayores n°4. s.f. (1987) - GONZÁLVEZ, C, ’Invierno.’. Fies tas Mayores n° 3, s.f. (1986) - GONZÁLVEZ. C, ’Laplaga.’. Fiestas Mayores n° 4. s.f. (1987) -GONZÁLVEZ. C. ’La promesa.’. Fieslas Mayores n° 4.s.f. (1987) -GONZÁLVEZ. C, ’Otoño.’, Fieslas Mayores n°3. s.f. (1986) -GONZÁLVEZ. C. ’Primaveral.’. Fiestas Mayores n° 4, s.f. (1987) -GONZÁLVEZ, C, ’Septiembre.’. Fiestas Mayores n°3, s.f. (1986) -GONZÁLVEZ. C, ’Verde-Oro.’, Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986) - GUILLEN VERA.A.. ’Caminos de Coturno.’, Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986) -LEAL, s., ’Nana para dormir a una madre.’. Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986) -LUTGARDO. ’identidad.’. Fiestas Mayores n’ 5. s.f. (1988) -LLORET MARTÍ. A.. ’Tesoros de juventud.’. Fiestas Mayores n°i. S.f. (1984) -MADRONA IBÁÑEZ. .1., ’Religión yzapatos.’, Fiestas Mayores n° 2, S.f. (1985) -MADRONA, J.. ’El barco de la Vir gen.’, Fiestas Mayores n° i. s.f. (1984) -MAESTRE AMAT, L, ’La Cofradía de Nuestra Señora de la Salí id.(1796-1893)’, Fiestas Mayo res n° 1,S.f. (1984) -MAESTRE AMAT, L.. ’Las filigra nas del archivo parroquial de Santa Ana. (Siglos XVI y XVII)’. Fiesias Mayores n° 5. s.f.(1988). -MAESTRE AMAT, L.,’Medallas conme-morativas de la Virgen de la Salud ydel Cristo del Buen Suceso.’. Fiestas Mayores n° 2. s.f. (1985) - MAESTRE PÉREZ. F.. ’A mi madre. La Virgen de la Salud.’. Fiestas Mayores n°1. s.f. (1984) -MAESTRE VERA, E. y BUS QUIEL VERA, J., ’La Virgen de la Salud ele Francisco Laliga Gor- gues. Un poema eidense para una devoción cíclense.’. Fiestas Mayores n° 3. s.f.(1986) -MAYORDOMÍA. LA. ’Anuncio.’. Fieslas Mayores n° 5.s.f.(1988) - MAYORDOMÍA. LA, ’Motivoy Saludo’. Fiestas Mayores n’ 1. S.f. (1984) -MOLLA. R, ’¡Ya llévamecontigo!’. Fiestas Mayores n° 2. s.f. (1985) -MOLLA. F, ’A la Santísima Virgen de la Salud.’. Fiestas Mayores n° 2. S.f. (1985) -MOLLA. F. ’A la Santísima Virgen de la Salud.’, Fiestas Mayores n° 4, s.f. (1987) -MOLLA, F, ’A la Santísima Virgen de la Salud.’. Fiestas Mayores n° 3. s.f. (1986) -MOLLA, F, ’A laSantísima Virgen de la Salud. Por Designio de Dios...’, Fiestas Mayores n° i. S.f. (1984) -MOLLA, F. ’A laSantísima Virgen de la Salud. Rosa mística.’. Fies tas Mayores n°i. s.f. (1984) -MOLLA. F. ’Al Crisio del Buen Suceso.’. Fiestas Mayores ir 5, s.f. (1988) -MOLLA, R,’Al Cristo del Buen Suceso.’, Fiestas Mayores n°2. S.f. (1985) - MOLLA, R, ’Al Cristo del Buen Suceso. ¿Qué hemos hecho Señor de lu mensaje?’. Fiestas Mayores n°i. s.f. (1984) -MOLLA, R, ’Al Santísimo Cristo del Buen Suceso.’, Fiestas Mayo res n°3, S.f. (1986) -MOLLA, R, ’Al Santísimo Cnslo del Buen Suceso.’. Fiestas Maso- res n°4, S.f. (1987) -MOLLA. R, ’Canción de cuna.’. Fiestas Mayores n° 3.s.f.(1986) -molla, R, ’Del Cid a los Chapa rrales.’, Fieslas Mayores n°2, S.f. (1985) -MOLLA, f, ’Despedida.’, Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988) -MOLLA, R, ’Diálogo.’. Fiestas Mayores n°5, s.f. (1988) -MOLLA, R, ’Diálogo.’, Fiestas Mayores n° 2, s.f. (1985) -MOLLA. F., ’Dicen...’. Fiestas Mayores n’ 5. s.f. (1988) -MOLLA. F. ’En Catí.’. Fiestas Mayores n° l, s.f. (1984) -MOLLA. F, ’Fluye la poesía.’. Fiestas Mayores n° 5, s.f. (1988) -MOLLA. R, ’Hace falta que el dolor...’. Fiestas Mayores n° 4. S.f. (1987) -MOLLA. R, ’Mi ruegoa laSantísi ma Virgen de la Salud.’. Fiestas Mayores n°5. s.f. (1988) -MOLLA. F. ’No me dejes, Señor, en el desierto.’, Fieslas Mayores n°4. S.f. (1987) -MOLLA. I-.. ’Oyendo auna alon dra.’. Fiestas Mayores n’ 5. s.f. (1988) -molla. R, ’Pinos queplanté de niño.’, Fiestas Mayores n°l, s.f. (1984) -MOLLA, R, ’Réquiem por el Xorreí de la Almadraba.’. Fiestas Mayores n’2. s.f. (1985) -MOLLA. I7.. ’Réquiem por un pino yuna fuente.’, Fiestas Mayores n° 1, S.f. (1984) -MOLLA. R, ’Rosa María.’, Fiestas Mayores n° 4. s.f. (1987) -MOLLA. P., ’En el Calí de mi infancia.’. Fiestas Mayores n° 2. S.f. (1985) - MONTERO, S.. ’Te diré lo que siento.’, Fiestas Mayores n° 3, S.f. (1986) - NAVARRO MARTÍNEZ. R.. ’Revivir de Elda.’. Fiestas Mayores n’ 3. S.f. (198(5) -NAVARRO PASTOR. A.. ’La huella del lllCentenario en labibliografía eidense.’. Fiestas Mayores n° 2, S.f. (1985) -NAVARRO PASTOR. A.. ’Curiosos impresos eldenses del siglo pasa do.’. Fiestas Mayores n’ 3, s.f. (1986) -NAVARRO PASTOR, A.. ’El Archi vo Parroquial de Sania Ana. (Notas para un inventario).’, Fies tas Mayores n°4. s.f. (1987) -NAVARRO PASTOR. A.. ’Los Coronel, una distinguida familia eidense.’. Fieslas Mayores n° l, S.f. (1984) -NAVARRO PASTOR, A,, ’Persona jes eldenses en los ’relíalos’ de Maximiliano G. Soriano en ’Ido- Ha’.’, Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988) -NAVARRO PAYA, J.. ’A la Virgen de lasalud.’. Fiestas Mayores n° I. S.f. (1984) -NAVARRO PAYA..1.. ’Aelilud de Casielar ame los Sanios Patronos de Elda yame ’El Misteri’ de Elche, y. sobre iodo, ame la reli gióny la patria.’, Fiestas Mayores n°2, S.f. (1985) •NAVARRO PAYA, J.. ’La lengua verná-cula.’. Fiestas Max-ores n’ 4. S.f. (1987) NAVARRO PAYA.J.. ’Los moros en España yen Elcla y su expul sión.’, Fiestas Mayores n° 3, s.f. (1986) NAVARRO. J.. ’Por vosotros lo cruci-ficaron.’. Fiestas Mayores n° 2. S.f. (1985) -NEBLEZA, J., ’Estampa septem brina.’. Fiesias Mayores n° 5. s.f. (1988) -porpetta, A.. ’Memoria de Sep tiembre.’, Fieslas Mayores n° 3. S.f. (1986) -PORPETTA, A., ’Vivir es ver vol ver.’, Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988) -POVEDA NAVARRO. A.M.. ’Copón litúr-gico del siglo XVIIL’, Fiestas Mayores n°4. s.f. (1987) -POVEDA NAVARRO, A.M., ’Imáge nes yreligión de los Iberos habi- tantes de Elda hace 2.000 años.’. Fiestas Mayores n’ 2. s.f. (1985) -RIQUELME, .1.. ’Ambigüedad ideo lógica ylectura ’Metadramática’: El teatro social de Miguel Hernán dez.’, Fiestas Mayores n° 3, s.l. (1986) -ROCAMORA, T.. ’La devoción a los Sanios Pairónos, hoy.’, Fies tas Mayores n’ 2. s.f. (1985) -ROCAMORA, T, ’La Santísima Vir gen en nuestra vida de piedad.’. Fiestas Mayores n°4. s.f. (1987) - ROMAY G. ARIAS.L.. ’¡Al vaporo so velo!’, Fiesias Mayores n° 4. S.f. (1987) -ROMAY G. ARIAS, L.. •¡Elda!’, Fieslas Mayores n°2, s.f. (1985) -ROMAY G. ARIAS. I.., ’Floia de I-Ida.’, Fieslas Mayores n°I.s.f. (1984) - ROMAY G. ARIAS.L..’Virgen de laSalud.’. Fieslas Mayores n° 3. S.f. (1986) - SÁNCHEZ. C. ’Lejos’, Fiestas Mayores n’ 3, s.f. (1986) - SERRANO GONZÁLEZ. M., ’El Espliego. Perfume de la ficsia.’, Fiestas Mayores n° 1.s.f. 11984) -SERRANO GONZÁLEZ. M.. ’El taray.’, Fiestas Mayores n° 2,s.f. (1985) - SERRANO GONZÁLEZ, M., ’Perfu mes ele la fiesta: La Salvia.’. Fies tas Mayores n’ 3. s.f. (1986) -serrano González, m.. ’Plan tas tóxicas de la comarca.’. Fies tas Mayores n° 4. s.f. (1987) -SERRANO GONZÁLEZ, M.,’Unos poemas de D. Alonso de Coloma, publicados en 1596.’. Fieslas Mayores n°5. s.f. (1988) -SIRVENT MULLOR. J.A.. ’Conside raciones Marianas.’. Fiesias Mayores n°4. s.l. (1987) -SIRVENT MULLOR. J.A.. ’Primera cana abierta a N..,’, Fiestas Mayo res n° 5, s.f. (1988) -SIRVENT MULLOR, J.A.. ’Refle xión en voz alia.’, Fiestas Mayo res 11’ 3. S.f.(198(5) - VALERO. ’La parroquia de Santa Ana cuenta ya con un pequeño museo,’, Fieslas Mayores n° 4. s.f. (1987) -VALERO, ’Las cosas de mi pue blo. ’Saludo’ y ’un bouquet’ de M.Ga Soriano.’, Fiestas Mayores n°4. S.f. (1987) -VALERO, ’Pensando en el cuarto cente-nario.’. Fiestas Mayores n° 2, S.f. (1985) -VALERO BELLOT. V., ’El manto cié la Virgen.’, Fiestas Mayores n° I. s.f. (1984) -VALERO BELLOT. V., Las cxjsas de mi pueblo. Incluye ’Diálogo callejero’ de Maximiliano García Soriano.’. Fiestas Mayores 11’ 3, S.f. (1986) -VALERO BELLOT. V. ’Las cosas de mi pueglo. Villancicos para el Centenario. (De Maximiliano Gar cía Soriano)’. Fiestas Mayores n° 5. S.f. (1988) -VALERO BELLOT, V.. ’Yo soy de Cristo. Yo de Pablo.Yo de Apolo. Yo ’. Fieslas Mayores n° l, s.f. (1984) -VALERO BELLOT. V.. ’Construc ción de la Capilla del Sagrario.’, Fiestas Mayores n°2, s.l. (1985) -VALERO BELLOT. V, ’En torno al nuevo mamo de la Virgen.’, Fies tas Mayores n’2. s.f. (1985) -VALERO BELLOT. V.. ’Las COSas de mi pueblo. La historia yla tra dición.’. Fiestas Mayores n’ 2. S.f. (1985) -VALERO. V.. ’Gracias ala televi sión nuesira fiesta religiosa pudo llegar a toda España.’. Fiestas Mayores n° 4. s.f. (1987) -VERA NAVARRO. J.. ’¡Madre! de Maximiliano (¡. Soriano.’. Fiestas Mayores n’ 4, s.f. (1987) -VERA NAVARRO, J.. ’La alegría de las fieslas.’, Fiestas Mayores IIo1.S.f. (1984) -VERA NAVARRO. J.. ’Todo por y para Elcla.’, Fiestas Mayores n°2. S.f. (1985) - VERDÚ JUAN, iVL, ’A la Santísima Virgen de la Salud.’. Fiestas Mayores n° 2, s.f. (1985) -verdú juan. l. ’Al Santísimo Cristo del Buen Suceso.’. Fiestas Mayores n°2. s.f. (1985) -verdú JUAN. M., ’Reina del cal zado.’, Fiestas Mayores n° 4, s.f. (1987) -VERDÚ JUAN. M.. ’Soñar despier to.’. Fiestas Mayores n° 5. s.f. (1988) - W., ’Desaparecen 77 años de his- loria.El hospital municipal.’. Fies- las Mayores n° 3.s.f.(1986) -W., ’Gran solemnidad en los actos religiosos de 1987.’. Fiestas Mayores n° 5. s.l. (1988) - vv.. ’Se conmmemora el bimilena- rio del Nacimiento de la Virgen.’. Fiestas Mayores n° 5, s.f. (1988) -vv.. ’Se recupera una tradición perdida: las procesiones de Se mana Sama.’. Fiestas Mayores n° 5. S.l. (1988). Jr 3CDILI1E0M1SS CCOJnMK ®in Dn®nD®LP cíteD , .(M3Q ^)ÜO@(BSaD ím Jim-S «|iick se celebrarán del O al lo do septiembre de IflílT yjdiljvJá^ Caí© £j Celebración comunitaria de iaPenitencia Alas 24’00 h.: Saludo de los eldenses a sus Santos Patronos en el Templo Arciprestal de Santa Ana, Domnvoj É)S@ -j MISAS: 8*30,11*00 y12’30 horas. A las 12’30 h.: Extraordinaria celebración comunitaria deBodas dePlata y Oromatrimoniales. A las20*00 h.: Santa Misa. A las 20’45 h.: Salve Solemne. LL)jNJEoy dícj ’ó Solemnidad de laSantísima Virgen de la Salud MISAS: 800, 9’00, ÍO’OO, 1100y1300 h. Alas ll’OO h.: Solemne concelebración de la Eucaristía, ocupando laSagrada Cátedra elRvdo. Sr.D.GINES PARDO GARCÍA, Vicario Episcopal de la Diócesis yPárroco deSan Francisco deSales deElda. EnelOfertorio se cantará laplegaria del Maestro Gorgé ’Virgen Purísima» por la soprano eidense ANA MARÍA SÁNCHEZ. Esta misa será retransmitida por Radio Elda-Ser. Alas 19’00 h.: Santa Misa. A las20’00 h.: Salve Solemne yvillancico ’Virgen María», acontinuación procesión con laSANTÍSIMA VIRGEN DE LA SALUD. Solemnidad del Santísimo Cristo del Buen Suceso MISAS: 800, 9’00, ÍO’OO, ll’OO y 13’00 horas. Alas 1 TOO h.: Solemne concelebración de la Eucaristía, ocupando laSagra da Cátedra el Rvdo. Sr. D. FERNANDO RODRÍGUEZ TRIVES. Rector del Teologado Diocesano deAlicante. EnelOfertorio secantará elvillan cico del Maestro Gorgé «Al Cristo del Buen Suceso’. Esta misa será tele visada por Tele-Elda yretransmitida por Radio Elda-Ser. siendo ofrecida por lacofradía atodos los enfermos. A las 19’00 h.: Santa Misa. Alas 20’00 h.: Salve Solemne yvillancico «Al Cristo del Buen Suceso», a con tinuación procesión con elSANTÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO. |j2)@U U® S}Q Uii d» ¿ypijyjjjbj’y SOLEMNE NOVENARIO Dedicado a los enfermos. Alas 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía. ÍIW’W^ ¿JÍSJ ÍJJ Homenaje dela Parroquia deSan Francisco deSales alosSantos Patronos Alas 8’00 h.: Misa en recuerdo de los cofrades difuntos. A las 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía. VJ^i’Jd^ süífa’-¿ Entrega de insignias ymedallas a los nuevos miembros de la Cofradía de los Santos Patronos. A las 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía. Alas 2l’OO h.: Gran recital decanto por la mezosoprano Dolores Delgado, acompañada alpiano por D.- Matilde Juan. Especial celebración de las Cofradías de la Semana Santa en honor de los Santos Patronos. A las 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía presidida porD.José Navarro Nava- n_o, Párroco de Santa Ana. Domingo, m® J4 Tradicional homenaje de los eldenses a los Santos Patronos MISAS: 8’30,1 LOO y 1230 horas. A las 12’30 h.: Presentación delos niños yniñas bautizados durante lesdos últimos años a la Virgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso. A las 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía; preside elRvdo. Sr. D. ANDRÉS DE SALES FERRI CHULIO, Director del Archivo deReligio sidad Popular del Arzobispado deValencia. Lapolifonía delaMisa será interpretada por el Coro Capilla Clásica deMurcia, dirigido por D.Ful gencio Hernández Gil. Asufinalización seprocederá alacto deBesa- Escapulario. y»3§0 iiísj m Homenaje de la Parroquia de la Inmaculada a los Santos Pattvnos Alas 20’00 h.:Celebración de la Eucaristía. Homenaje de la Parroquia de San José Obrero a los Santos Patronos A las 20’00 h.:Celebración de la Eucaristía. Día del Apostolado Seglar. Organiza elConsejo Interparroquial A las 20’00 h.:Celebración de la Eucaristía. JU57^y ÉJffel JL5 Homenaje de la Parroquia de Santa Ana a los Santos Patronos Alas 20’00 h.: Celebración de la Eucaristía. ULTIMODIADEL NOVENARIO NOTA: Toda laPolifonía delosactos delosdías 7, 8 y 9 será interpretada per el ORFEÓN POLIFÓNICO DEL CENTRO EXCURSIONISTA ELDENSE, dirigido por D.JOSÉ PARE JAPASTOR; ycomo organista, D.DMARÍA DEL CARMEN SEGURA, acompañados per la ORQUESTA DECÁMARA «CIUDAD DEELDA», dirigida por D.ANTONIO BALLESTER C0RBI. LaPolifonía delaMisa deldía14, Homenaje delosEldenses aiosSantos Patronos, ha sido patrocinada por laCaja deAhorros deMurcia. Por laComisión deFiestas delExcmo. Ayuntamiento, losdias 8 y 9,a la entrada enel Templo Arciprestal deSanta Ana delosSontos Patronos, sedispararán tracas decolcres. rfj » ii!l!J CULÍU Mi n CLIENTES. TODO ESTO ES POSIBLE Gracias a los clientes de la CAM, estamos haciendo posibles muchas obras para el bien de todos. Proyectos medioambientales, programas cullurales, becas de estudio y formación devoluntariado, son algunas de estas obras. En nombre de lodos, gracias. CAM. Más beneficios para todos. cnm OBRAS SOCIALES - CM Caja de Ahorros del Mediterráneo Hormas tecnología de vanguardia C/. Aragón, 18 • Apartado 69 Teléfonos 538 03 10 -538 09 40 • Fax 538 01 98 03600 ELDA (Alicante) • ’-’•¡I» -maBprt TI.-MUil. -a —-^ - MÍ r¡ai u? muí -I il «ItMifal I ü’ » i¿sp «DJfJ m mñttí +a@SLa¿tf/A. l.. IT» $111 I|f ’.i EN LA PLAYA DE SAN JUAN MUCHAVISTA D)E oM O VIVIENDAS DE 2, 3 Y 4 DORMITORIOS JUNTO AL MAR, CON LAS MÁXIMAS PRESTACIONES Y DOTACIONES. CON JARDINES, PISCINA DE INVIERNO, PISTAS DEPORTIVAS, GIMNASIO... Y MUCHO MAS. Tels. 96 565 68 74 / 539 84 63 II t=TT=1 S.L. Muebles • Listas de bodas • Telas • Iluminación Artículos de regalo añade muebles y cosas ♦ ’’’/////y. 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