n M oros y Cristianos En Honor a San Antonío Abad Del 1 al 5 de Junio E 1 d a 4 0 0 0 Fiestas Declaradas de Interés Turístico Poblacíón Integrada en la V.N.D.E.F 3 Moros y Cristianos Revista Oficíal Moros y Cristianos de Elda Número 56 EDITA JVNTA CENTRAL DE COMPARSAS Comisión de Revísta: CELIA ONCINA, REMEDIOS PEREZ, JOSE BLANES, ANCiEL VERA Díseño: COMISIÓN DE REVISTA Fotomecáníca e impresíón: GRAFICAS DÍAZ, S.L. San Vicente del Raspeig/Alicante Encuademación: ENCUADERNACIONES MOSCU, S.L. Alicante Portada: Comisión de Revista Collages Comparsas: Cristianos, Contrabandistas Estudiantes, Piratas Angel Vera Zíngaros y Huestes del Cadí Moros Marroquíes Moros Musulmanes Vicente Albero Mauro Moros Realistas Fotógrafos: Angel Vera, Vicente Albero Mauro, Vicente Esteban, Pedro Cruces, Carlson, Javíer Vera Máestre, Ramón Hurtado López, Vicente Albero Martón, José Alberto Cerdá C^il, Francísco M. C^onzález Azorín, Ernesto Navarro Alba, Vicente Juan Pina, Juan Míguel Martínez Lázaro, Francisco Javier Pérez Avilés, Pascual Rico Vizcaíno, José Mallebrera Alfonso, José Navarro Vrbano, Rosa Romero Liébana, Pedro Vidal Payá, Cristina Esteve Maciá, José Joaquín Pérez Soriano, Luis Joaquín Pérez Alberola, Manuel Herrera Castaño, Manuel C^onzález Llamas y Archivo Junta Central. Ejemplares: 1.600 Depósíto Legal: A.361-Q000 Direccíón Intemet: http://vvvvw.alc.es/moroseld. Los artículos y colaboraciones publicados en la Revísta de Fiestas de Q000 reflejan la opinión de sus autores y no presuponen la opinión de la Entidad Editora. La Junta Central de Comparsas se reserva el derecho de publicar las colaboraciones no solicitadas, así como de resu mirlas o extractarlas cuando lo considere oportuno. No se devolverán los oríginales no solicitados, ni se facilitará información posterior o telefónica sobre ellos. 4 Página A SAN ANTON, por losé Montcsinos Pérez año 1795 6 EDITORIAL, porlosé ólanes Pcinado 9 SALVDA DEL ALCALDE, por luan Pascual Azorin Soriano 11 SALVDA DEL PRESIDENTE DE LA UNDEF, por Antonio Torrcblanca Algarra 13 SALVDA MAYORDOMIA, por Miguel Angel Escribá Martínez 15 SALVDA PARROCO DE SANTA ANA, por losé Navarro Navarro 17 q CRONICAS Y CONCVRSOS CRONICA DEL AÑO 1999, por losé A. Sirvcnt Mullor 18 CRONICA DE LAS FIESTAS DE 1999, por losé A. Sirvcnt Mullor 4a PRECiON MOROS Y CRISTIANOS99, por Miguel AnBcl Escribá Martínez 48 PRO Ĉ LAMACION DE AGANDERADAS Y CAPITANES INFANTILES 1999, por Miguel Garcala Vizcaino 34 XfV CERTAMEN DE MVSICA FESTERA, ELDA 1999 40 XXX CONCVRSO DE FOTOCGRAFIAS ^4 VII CONCl^RSO DE CARTELES DE MOROS Y CRISTIANOS DE ELDA ^7 II) TEMAS HISTORICOS LA FIESTA DENTRO DEL CONTEXTO NACIONAL, porlosé Luis Bazán Lópcz -t8 HISTORIA DE LA TORRE MEDIEVAL DE LA SIERRA DE LA TORRETA, por Antonio M. Poveda Navarro 50 LA DENOMINACION COMPARSA REALISTA, por)osé Luis Mansanct Ribes 54 VNA HERMANDAD ENTRE ELDA Y SAX EN EL SIC^LO XV, por Vicente Vázquez Hernández 54 LAS DIMENSIONES FESTERAS DVRANTE EL SIGLO XV, porJosé Luis Gazán López 60 LOS ALCAIDES DEL CASTILLO DE ELDA: HOMGRES Y NOMBRES PARA LA HISTORIA DE NVESTRO PVEBLO Y NVESTRA FIESTA, por Gabriel Scgura Herrero 64 III) TEMAS RELIGIOSOS AÑO DE SAN ANTON, EXPERIENCIA INOLVIDABLE, por Miguel Angel Escribá Martíncz 70 EL AÑO DE SAN ANTON, por lorge Gellod López 73 LA RVTA DE SAN ANTON III, por Ramón Candclas Orf;ilés 76 ABANDERADAS, porluan Madrona 83 iTIENE FVTVRO NVESTRA FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS?, por C^inés Pardo C^arcía 84 I^ COLABORACIONES FESTERAS EL CASTILLO DE EMBAIADAS, porlosé ólanes Peinado 88 CASTELAR Y NVESTRAS FIESTAS, por luan Madrona 90 MEMORIA-HOMENAIE A FRANCISCO TETILLA RVGIO, por Vicentc Valero 94 III CONGRESO NACIONAL DE LA FIESTA: VNA EXIC^ENCIA Y VNA NECESIDAD, por luan losé Capel Sánchcz 94 LA NECESIDAD DE LA MVSICA, por Lourdes C^onzález Arrácz 97 SIMPLEMENTE....... TVDMIR, por Rubén Alfaro Bemabé 98 A MI ESCVADRA, por Nieves Rico Carrión ^`) EL SACERDOTE LOCD, Clemente 1.1uan González 100 ANTONIO 6ARCELO: VN HEMPLO DE AMOR A LA FIESTA, por losé Blanes Peinado 10d DESAC^RADECIOS, por luan Madrona 105 EL COLOR DE LA FIESTA, por Rafael A. C^andía Vidal 106 VNA NOCHE DE PRIMAVERA SIN SVEÑO, por Alfredo Rojas 108 ^ COLABORACIONES COMPARSAS 25 AÑOS DE MVSICA Y FIESTA, Cronísta Oficial de la Comparsa de Musulmanes 110 RECORDANDO LA HISTORIA, por Antonio losé Sirvent luan 111 VNA FOTO MAS, por Pedro Vidal Payá 113 OVEREMOS LA FIESTA, por La Comisión luvenil 114 PROLOGO A VNA FVNCION ILVSIONADA, por Andrés C)arcía Monzó 115 A VN MARROQVI, por Luis Carrasco 11G Vq COMPARSAS YJVNTA DE GOBIERNO COMPARSA DE MOROS MVSVLMANES 118 COMPARSA DE LAS HVESTES DEL CADI 14^1 COMPARSA DE MOROS MARROQVIES 130 COMPARSA DE MOROS REALISTAS 136 COMPARSA DE ZINC^AROS 142 COMPARSA DE CONTRAGANDISTAS 148 COMPARSA DE CRISTIANOS 15d COMPARSA DE PIRATAS 1G0 COMPARSA DE ESTI/DIANTES 166 1VNTA DE CzOGIERNO 174 VU RECORDANDO HACE 50 AÑOS CARTEL ANVNCIMOR 174 ALMA DE DIOS 175 LOS MARP.OOVIES A SV AGANDERADA , Angelita Díaz 176 Vlq IN MEMORIAM 179 VIIU GVION DE ACTOS 4000 1 so 5 t ^ , ^ a, r^ ► nt b n i^ ^^ ^ 1T ^1lIl1T: ► I :^;1 l:il^z ^^ii`1T1TiI^lI;l1:rl. 1^1 il`:111^. il:^ ^^ií^ l^°1:r1 ,^ ^, ^ `^ ^^^^^ !la ,^^ ^^^^I9 ;^ill f1i1i^ ^^:IT l^ l ^All^OI^^11^^1 I1T11i [11I1^1^li:il.^ ( ^1.11 [„i ^^ ĵ )^i1 ^ iI ^^^ [^:[I111` Ĉ :iI ;^1^ ^ ^, ^ ^ Q1^^ ^:^^CT^.p1;., `^) 1^;Ci^I ,^1;^l^^ii^:^ ;^1^ñ11i Cl l`;p1^^1 111 [l`ll1:I` Ĉ II, ^ Ĉ ^`^JIT ^^I i^:iT .^ 1! ^1^ñI . . ^, r i1 ° Ĉ fT iZ ^ 1T 1I ^1 ^^-^ i1 l`i`^I :111^` ^ lá1 i^ l ^. ^^ ^ 11^ 1 f Ĉ [I l1T!l1T ^^- ^1:^1^ 9 fk;, ^? ; l1 il;^z^:illn`1`^iT l` i1;^1:i1^ , llI1111^I i ^ñlll I^^^^^^vT ^ó^^u^^^T1m9 ^^ ls^^^^n l^^m^^^ :^il^ ^^r^l^^r^11^ 1^^^ ,,. .^ !E.^.^1^1^` ,^`,^I,^.t1 ^i „^:il°[T.U1^UI^ ^I I Ĉ 1T,l:rI1^Rái :^iI ^ 1lT il:G^;l 111 a ^ iP^ ^;i^i ^1i^101 ^^ 1Ú1 iY^ 1^ ^^ 1ii^ Ĉ^C1 Ti II 1Q19 ^^ llI 1Z ^1 ^11kí^^l^ iUT,;^;^ ^ iI l^íTiIl1I ^?iE ^T ^^l^[ 11I1^C^?:II ^1l^iiCl:[.1^i9 .lTi „?1T :^1i1 1l!^ ,^1[ ^l^lll^^[Q ^! ŝ 1^1^ll1^^^1^i3I ^111I1^IIl^;i1 ^I^j^l^`á^^^ l:mi!lI ^^;;1 ^I ^ ^le^^^^m19 ñ^ ^^^^mí^^ ^^^1 ^^:[^T 11u1., ^^l^m^T ^^ ^^^ ^tt^ ^ ^^^^a^c ^^ l^^ ^^ ^^,11 ^I. ^^^D^^^111^1^^^ ^mm ^;/^^lT^ ^^`^:il ^ ñ^11Ó^^D11,^;^ Í1:iIí^1 ,`UiC1^T:iI^ Ĉ ^9 í^iT ,i^íCrlTi:^ l ^: ĉ T^^lT^^,j.^r i^^ m^^^^^r^^^ ^^mTf^^^ ^I^zT :^^le ^^^i1r^11`:rt^^ [^^l l^ ^ ^I n11^ n^ ^ lT ^I ^^^ , ^1°^ j ^^ ^I,, . r ^; ^ [^m l^ ^^^ ^^^ ^1 ^1 ^ ^ ^ ► ^ n ^^;,^^^ ^I , ^^ ^ 11I1Ti^IIáI1TI:^I 111Q11^^:P I^IQm ^^lI1tll;11^111iZ9 Ŝ I ^^1[^1lTli^ Ĉ ^IillliM9 ^.. l^illi^^ ŝ I 1^^^ ^J1I ú^;^l^ID1 A^ 11i1111,^1]Ii4^,II^ ,1u^,e ?Ciontr^,inn5 ^,1i^rr,. 1^^9_^. 6 VICENTE ESTEI Ŝ AN % F .-` Rr6p E^í^^r Y^^ n año más la Fíesta está con nosotros. Volverán de nuevo a las calles eldenses las luces de los arcos multicolores; sona rá la músíca en todos y cada uno de los rincones del Valle; cambiará la fisonomía propia de un pueblo que labora, cuyo trabajo dia rio se ha de trocar, en los días grandes de Fíestas, en esa algarabía de gentes, en ese ronco sonar de arcabu ces, en la alegría sin par que representan los Moros yCrístianos de nuestra ciudad. Atrás han quedado días de esfuerzo y de tesón, de problemas y trabajos, de tan tos sueños de fiesta como caben en Abanderadas y Capítanes, en festeros de a pie y dirigentes del evento. La Fiesta ya es ínminente: ya podemos vestir nuestros típicos ropajes de moro o de cristiano, ya hemos de empuñar las armas de la concordia y elevar nuestras preces al Santo protector y patrono. El mítico año Q000, tan esperado y temido a un tiempo, ya nos trae, renovada y a la vez tradicíonal, la festera representa ción de nuestros Moros y Cristíanos. Desde estas columnas, ávidas de llegar a todos y cada uno de los festeros eldenses, os quiero felicitar de antemano a todos los que, bajo el patronazgo indeleble de San Antón, vaís a celebrar esa Fiesta con mayúsculas que supone encender cada año la hoguera de la solí daridad y de la convivencia en esta Elda nuestra, feliz mente querida, durante esas fechas mágicas de las Calendas de Junio. Que estas sentidas palabras lleguen a todos voso tros, eldenses y festeros, es mi anhelo más ferviente, con el deseo de que la Fíesta os colme de la paz y feli cidad a las que sois verdaderamente acreedores. Por San Antón y la Fiesta de Moros y Cristianos. )OSE 6LANE5 PEIN/^DO Presidente 9 ^ ^^luólo ^el t^icaide ice el calendario occídental que estamos en el año Q000, en el Tercer Milenio de una Era vibrante de acontecimientos. A las puertas del Siglo XXI, todo se ha vuelto efímero, todo pasa ante nuestros ojos a velocidad de vértigo sin que nos dé tiempo a digerir los acontecimientos. Vivimos en un mundo de sucesos y avances trepidantes, donde todos los días se suceden hechos históricos. Desde nuestra Ciudad, nos aprestamos a cele brar este Tercer Milenio con recuerdos de hechos que sucedieron en el Primero. Ante la impaciente actuali dad que todo lo devora, por unos días cedemos el paso a las Fiestas de Moros y Cristianos. Es un reposo a nuestras vidas aceleradas, un homenaje a nuestra his toria y el tríbuto que una Ciudad antigua y joven brin da a todos los que quieran conocer lo mejor de esta tie rra. En este mítico año Q000 sonará aún más vibrante la música festera, las calles se engalanarán con desfiles imborrables, por la Ciudad correrá la savia de los Moros y Cristianos como víno afrutado y nadie recordará días mejores que estos. Año Q000, año maravilloso para cumplir con nuestros más íntimos deseos. Elda es una fiesta, la más grande y hermosa que pudimos soñar. JUAN PASCUAL AZORÍN SORIANO Alcalde de Elda 11 stimados festeros de Elda: Ya estáis otra vez en fiestas, en vuestras queridas fiestas de moros y cristianos en honor a San Antón, que anualmente celebráis en fechas tan próximas al verano. Precisamente esas fechas de primeros de junio hacen posible que díscurran con unas temperatu ras envidiables que favorecen el esplendor de vuestras Entradas, la cristiana del sábado y la mora del domingo, y el ambiente festivo que se respira en la calle y en los famosos cuartelillos, que hacen tan inolvidables las noches festeras. Pero vuestras fiestas no sólo son eso. Son mucho más, son también otros muchos actos encantado res como las dos embajadas, la procesión en honor a San Antón, etc., que no debéis olvidar. Pero las fíestas de Elda son entrañables para mí no sólo por eso. Tambíén por el elemento humano que normalmente las acompaña, y en este caso más. Son entrañables tambíén, en pri mer lugar, por los buenos amigos que he hecho en vuestra querida ciudad y que me han hecho sentir en ella como en la mía propia. Son entra ñables por la buena acogida que síempre me han dispensado como presidente de la V.N.D.E.F., habiéndome recibido siempre con extrema cor díalídad. Y son entrañables por la labor, magnífí ca, que ha realizado vuestra )unta Central de Comparsas, mejorando y dignificando, más si cabe, vuestras fiestas. Y mejorando y dígnífican do también sus aspectos organizativos, de los que se encarga la mencíonada Junta Central. Festeros y dírigentes de Elda; que no os quepa ninguna duda de que, si acabo mi manda to como presidente en el presente año, guardaré un inmejorable recuerdo de vosotros y de los bue nos momentos que he pasado en vuestra compa ñía. Que paséís unas fiestas muy felices y que os sigáis superando como ya lo hacéis año tras año. ANTONIO TORRE(;LANCA ALC^ARRA Presidente de la V.N.D.E.F. 13 Ma^^^^;l^mía de S^n .^r^i , ^n stimados festeros y festeras: un año más nos disponemos a disfrutar con nuestras inigualables fiestas de Moros y Cris tianos. Vn año, en que sus cifras, Q000, parece que son mágicas, que envuelven en cíerto halo de místerio todos los aconteceres. Epoca en que la tecnología, en su avance rápido, intrépido, rabioso si se quiere, da a entender que no queda tíempo para nuestra realización perso nal y colectiva, para que los problemas cotidianos queden al margen, para que en definitiva, el con vivir, sea de lo más importante en nuestra vida. Pero he aquí que con motivo de nuestras Fiestas, lo tradicional que desde niños hemos vis to y muchos de nosotros, experimentado, y que tanto nos ha entusiasmado, vuelve a cobrar vída, aparece con todo su esplendor. Vna vez más, inundaremos la calle de colorido sin fin, acudire mos a la Ermita a recoger a nuestro Santo, sonará la campana anunciando nuestra alegría por la Fiesta, ondearán las banderas de nuestras Comparsas, escucharemos los sones de música festera hasta saciarnos, daremos un abrazo cálido a nuestro amigo, que fuera de su ciudad, retorna en estos días dispuesto a no perder ni un ápice de aquello que tanto le entusiasma. El olor de la pólvora, el aplauso a las Escuadras, a las Capitanías, el recogimiento en la Procesíón, el bravo rugir de los arcabuces, la arenga de los Embajadores, el bullicio en la calle, es algo que mágicamente apa recerá tras el pasodoble Idella, que cantado entre todos, con una sola voz, nos dice: ^ Estamos de Fiesta! Esta metamorfosis que se produce en nosotros, y que es el producto de un trabajo serio, callado, de muchos meses de preparativos, sea, amable lector, para que en definitiva nuestras mejores cualidades humanas afloren, para que todos, seamos moro, cristiano, o sencillamente, espectador, disfrutemos de estos inigualables días en que lo que se respíre por doquier sea humanidad, convivencia, amistad. Desde la Mayordomía de San Antón os deseamos, en esfas primeras de los años Q000, unas muy felices Fiestas de Moros y Cristianos. MIGVEL ANC^EL ESCRIBA MARTINEZ Presidente 15 Pa ^•r oquia de Santa A^la e nuevo nos encontramos ante los días grandes de nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Atrás quedó la media fiesta y el recuerdo entre nosotros de los cuatrocíentos años con San Antón. La Fiesta en Elda, como un río que devuelve la espontaneidad y la frescura de sus aguas, nos ofrece cada año el rostro humano y trascendente de la vida. Ya estamos en pleno año 2000. Año )ubilar, para agradecer y celebrar el aconteci miento que marca nuestra historia con Jesús de Nazaret. Es año y tiempo para el encuentro, el perdón, la fiesta y la alegría, para empezar a hacer realidad nuestros sueños. Brindemos, pues, con San Antón por nuestro pueblo, y, con traje y aire de fiesta, alce mos juntos la copa de la Cruz y de la media Luna por la paz y la libertad de todo ser humano, Felices fiestas de Moros y Crístianos. )OSE NAVARRO NAVARRO Pán^oco de Santa Ana ^7 18 C R O N I C A D l año 1999 ha sido especial para los festeros eldenses por haber estado dedicado a San Antón, Patrón de la Fiesta de Moros y Cristianos. 8 de Enero: Inauguración de la exposición del VI Concurso de Carteles de Fiestas de Moros y G-istianos resultando ganador Vicente Amat Llamas, obtenien do Reme Pérez Maestre el segundo premío. Debemos destacar que ambos son de Elda. También se inauguró el XXIX Concurso Exposi ción de Fotografías premiándose a Ernesto Navan^o Alba, Rafael García Richart y Francisco Manuel Escri bá Sáez en el tema Elda. En el tema Moros y Cristia nos los premios fueron para Bernardo Egido López en categoría infantíl; Francisco Miguel Caonzález Azorín en el tema ambiente; )osé Enrique Almarcha Fuente por el Bando Cristiano y)osé Alberto Cerdá Gil por el Bando Moro. Por su parte, las comparsas declararon desiertos los premíos relativos a Cristianos y Realistas, concediendo los demás a)osé A. Cerdá Gil, Francisco M. C^onzá lez Azorín, dos a Vicente Albero Mauro, José M. Alonso Azorín y a Ramón Hurtado López. 15 de Enero: Presentación por el profesor )osé Luis Bazán de la reedición del libro Recuerdos de Elda de don Emilio Castelar. Edición patrocinada por Conchi y Pedro Poveda que así se despiden de su capitanía en los Moros Realistas. 16 de Enero: En El Alminar exposición de trajes festeros entre los que cabe destacar los de las desapare cidas comparsas de Navarros y Caballeros del Cid, así como los de las primeras abanderadas de los Estudian tes y los Zíngaros. La comparsa de Contrabandistas procedió a la ben dición de sus nuevas banderas en la iglesia de Santa Ana, siendo las madrinas h-ene Caurín y Ana Hurtado. E L A Ñ O 1 9 9 9 17 de Enero: DIA DE SAN ANTON. Disparo de tracas y cohetes y pasacalles de la Mayordomía con dulzaina y tamboril. A las 1 Q, cuca ► ias, porrate y dan_ zas típicas. A las 6, pasacalles con la banda de mú;ica, misa en la ermita en honor al Santo, lectura de la pro clamación del Año de San Antón; imposición de medallas a los nuevos mayordomos, bendición de ani males, bendición y reparto de pan, encendido de hogueras y danzas típicas finalizando con el dispar,^ de una traca. 22 de Enero: Clausura de las exposiciones de foto ^rafías y de carteles y cena de hermandad en la que se entregaron los premios a las mejores escuadras del año anterior, así como a los mejores cabos, Nieves P^ico Carrión de los Confi-abandistas y Antonio f^^^ira Valiente de los Moros Realistas. Radio Vivir entrcoó el II Premio El Alminar a las comparsas de Mtl;ul manes y de Piratas. 43 de Enero: Inauguración de la nueva plaza dcdi cada a las Huestes del Cadí. Por la tarde desfile de comparsas hasta la ermita de San Antón para su tras lado a la Iglesia de Santa Ana, el cual estuvo muy con currido a pesar de la lluvia. Por la noche, cena de her mandad de la comparsa de Zíngaros que premió a varias escuadras y entregó al gerente de Benetton el premio correspondiente al concurso de escapar^^tes convocado con motivo del cincuentenario de dicha comparsa. Los Estudiantes celebran en Sax su cena anual en la que fueron homenajeados la A.M.C.E. Santa Cecilia, la escuadra PI PI II, el cabo María )osé C^onzález )over así como los car^os festeros entrantes y salíentes, entre^ándose la Insignia de Oro a Doña Hortensía Vidal Maestre. 44 de Enero: A las 10 de la mañana, pasacalles desde la Plaza del Ayuntamiento hasta la Iglesía de Santa Ana, donde se celebra una misa en honor de San Antón, a continuación traslado del Santo hasta su ermita con salvas de los arcabuceros que este año, vie ron mermados sus efectivos por las trabas impuestas por la vigente ley de armas. A las 14,30 desfile de la Medía Fiesta por el itine rario oficial que congregó a más de diez míl espectado VICENTE ESTEG/^N res que aplaudieron y arroparon el paso de las Aban deradas y Capitanes y de las cuatro escuadras que representaban a cada una de las nueve comparsas cldcmcs. 30 de Enero: Se hace público que el pregonero de la Ficsta será este año el presidente de la Mayordomía de San Antón MiQuel Angel Escribá Martínez. La escuadra °Esponjas convoca el III Premio de diseño gráfico de camisetas. 10 de Febrero: Comienza en E1 Alminar el I Curso sobre la Fiesta de Moros y Cristianos que impar tido por el profesor José Luis Bazán, duró hasta el día 1^ con los temas: Evolución y Configuración de la Fiesta; Orígenes y etapas del ñto eldense yEmba jadas y Cauerrillas, bases fundamentales de la Fiesta. Las Huestes del Cadí convocan el XX Certamen de Minicuadros. 44 de Febrero: La Comparsa de Cristianos presen ta su nuevo traje diseñado por Francis López Verdú. Este traje es de inspiración medieval renacentista. 47 de Febrero: La Comparsa de Moros Realistas presenta a sus nuevos cargos en un acto que condujo brillantemente la cronista de la comparsa Rosana Escandell. En este mismo acto se entregaron trofeos a las escuadras que cumplían sus Bodas de Plata a saber: Los Quintos; Los Chunguitos y Jóvenes Veteranas; imponiéndose la Insignia de Oro a Eloy RoiQ, entregándose una placa de homenaje a Manuel Segura por la labor realizada a lo lar^o de muchos años en la sede de la comparsa. 5 de Marzo: La Comparsa de Moros Marroquíes celebra su cena anual en la que fueron presentados los nuevos car^os festeros, imponiéndose el Marroquí de Plata a luan Deltell )over que habitualmente presenta esta gala con gran amenidad y acierto. 6 de Marzo: Se designan mediante sorteo las cua tro bandas que participarán en el XIV Certamen de Música Festera, siendo las mismas Vnión Musícal Genovense, La Lira Fontiguerense; Vnión Musi cal de Petrer y Vnión Artístico Musical San Fran cisco de Borja, 1 Q de Marzo: Comienza el ciclo Festero-Cultural de los Moros Musulmanes con una mesa redonda sobre Relaciones y Convivencia entre escuadras y comparsa. 13 de Marzo: La comparsa de Piratas celebra su cena anual en la que fueron presentados los nuevos cargos festeros, entregándose la hlsignia de Plata a)osé Payá Beltrán y la Insignia de Oro a)osé Sánchez Payá. 17 de Marzo: Bajo la coordinación de Rubén Alfa ro, nace la Comisión Juvenil de la Junta Central que pretende a^lutinar a todos los festeros entre 15 y Q5 años para hacerles más participativos en la Fiesta. Cul mina la construcción del nuevo Castillo de Fiestas que será inaugurado el 46 de Mayo. 18 de Marzo: La Comparsa de Zíngaros hace pública una nota convocando a participar en una agru pación musical que se formará con el nombre de Fan farria Zíngara. Se inaugura la exposición de las obras presentadas al II concurso de pintura de los Moros Realístas. 47 de Marzo: Se emite el fallo de VI Concurso de Dibujo infantil organizado por los Moros Musulmanes. 8 de Abril: Tuvo lugar un acto de confraternizacíón entre los Musulmanes de Elda y los Moros Fronterizos de Petrer que entregaron un gong a la colla de la comparsa eldense. 10 de Abril: Los Moros Musulmanes presentan en la Casa de Cultura a los car^os festeros para el presente año. Las Huestes del Cadí celebran el Día de Herman dad Cadí con sus tradicionales concursos de gachami ga y alioli, y presentación de los cargos infantiles. La comparsa de Zíngaros celebra su día de her mandad en el parque de Rabosa con misa de campaña y actuación de una banda de música. 16 de Abríl: La pintora eldense Yolanda Pérez gana la I Bíenal de pintura Caabriel Poveda convoca da por la comparsa de Contrabandistas. Se celebró una misa para los jóvenes festeros en la ermita dedícada al mísmo, fue oficiada por D. C^inés Pardo, asesor religioso de la Junta Central. La asísten cia a este acto desbordó todas las previsiones. 17 de Abríl: En la Casa de Cultura presentación de los cargos infantiles de la comparsa de Moros Realistas. 19 de Abríl: En la ermita de San Antón, bendición de la nueva bandera infantil de la comparsa de Zínga ros regalada por la escuadra Tecles iniciándose un recorrido hasta el cuartelillo de esta escuadra al finali zar dicho acto. 19 20 22 de Abril: Se inaugura en la Casa C^rande del )ardín de la Música el XX Concurso de Minicuadros de las Huestes del Cadí. 23 de Abril: Presentación de la revista de fiestas en El Alminar a cargo de Antonio Poveda Navarro, Asesor Histórico de la )unta Central y eminente cono- cedor de la arqueología, tema sobre el cual ha partici pado en varios congresos nacionales e internacionales. Cena del Incienso de las Huestes del Cadí en la que se entregaron los premios del concurso de mini cuadros a Víctor Moncho Ortuño, Fernando Cano Vidal y Antonio Taboada, realizando Jorge Bellod la presentación en verso de los cargos festeros para el año en curso. 44 de Abril: En el Z Club, merienda infantil y pre sentación de los cargos infantiles 1999 de la comparsa de Zúlgaros. En la Capitanía de los Moros Musulmanes merienda infantil y presentación de los cargos festeros de esta categoría para el presente año. La Comparsa de Piratas presenta a sus cargos infantiles en la Casa de Cultura con la representación de la obra Te pillé Caperucita a cargo del cuadro artístíco de la misma comparsa, al finalizar se celebró una merienda infantil en la Casa de Juventud. En el Teatro Castelar, II Concierto de Música Festera organizado por la comparsa de Moros Realistas a cargo de la Sociedad Musical Vir^en del Remedio de Petrer, entregándose en el entreacto los premios del concurso de pintura a Candy López y Lucía Moreno. 30 de Abril: En la discoteca Vaya Vaya, gran fiesta organizada por la Comisión Juvenil de la Junta Central. En el Ayuntamiento presentación de las cuatro maquetas para el monumento a los Moros y Cristia nos realizadas por alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Valencia. Se hacen públicas las normas para apertura de cuar telillos de las distintas escuadras. En la Capitanía de los Moros Musulmanes mesa redonda sobre Arcabuceros, alardos y pólvora. 7 de Mayo: En la Casa de Cultura, representación del sainete festero original de José Blanes Peinado Evangelina o el honor restablecido por el cuadro artístico de los Moros Musulmanes. 8 de Mayo: En el Teatro Castelar, Certamen de Música Festera que fue ganado por la Vnión Musical de Petrer con la obra obligada Tudmir ySuspiros del Serpis de interpretación voluntaria. La Comparsa de Estudiantes presentó en la Casa de Cultura a sus car^os festeros infantiles celebrando a continuación en su sede social una merienda en honor de los mismos y todos los comparsistas infantiles. 14 de Mayo: Celebración de la cena Zíngara con presentación de sus cargos 1999 e imposición de las Z de Oro a Magdalena Maestre Amat y a Manuel Peñataro Pérez, actuando de mantenedores Joaquín Vidal y José A. Sirvent. 15 de Mayo: En el Teatro Castelar, proclamación de cargos festeros y pre^ón de fiestas a car^o de Miguel A. Escribá Martínez, presidente de la Mayor domía de San Antón que deleitó a todos los asistentes con un emotivo discurso. En este acto se entregó el Cristiano de Plata a Ángel Vera Cauarinos y el Moro de Plata a Vicente )uan Esteve. 16 de Mayo: También en el Teatro Castelar pro clamación de cargos festeros infantiles desarrollándose una obra de teatro escríta por Antonio Poveda en la que una abuela, interpretada magistralmente por Milagros Maestre, va contando a su níeta, Mar Fer nández, sus recuerdos y vivencias de la Fiesta y de San Antón. 41 de Mayo: Entradica Cristiana por las calles Antonino Vera, )osé María Pemán, Dahellos, )ardi nes, Plaza Sagasta y)uan Carlos I. 22 de Mayo: Entradica Mora por el mismo itine rario del día anterior. Encuentro de los niños con San Antón realizándo se un desfile desde El Alminar acompañando al Estan darte del Santo hasta su ermita en la que tuvo lugar la Santa Misa, siguiendo una fiesta infantil en los jardi nes de El Alminar. 23 de Mayo: En el Concierto de Música Festera ofrecido por la A.M.C.E. Santa Cecilia se estrenó la marcha procesional Marcha del Milénario de San Antón original del compositor villenense D. Alberto Pardo Caturla, padre del Asesor Religioso de la Junta Central, que ha colaborado así, desinteresadamente, a la celebración del Año de San Antón. Se hace público que por votación popular ha sido elegida la maqueta Monumento a la tolerancia para representar a las fiestas de Elda. Esta escultura se tiene el proyecto de ínaugurarla en las celebraciones festeras del año Q.000. 6 de Junío: La Mayordomía de San Antón realíza una visita a los ancianos acogidos en la Residencia de la Tercera Edad de Elda. 20 de Junío: La Comparsa de Moros Musulmanes organiza un concierto de músíca festera a cargo de la Vnión Artística Musical de Onteniente en el que se estrena la marcha mora Pepe Blanes del compositor paníel Ferrero Silvaje. 6 de Julio: E1 presidente de la Junta Central, José Blanes Peinado es designado pregonero de las Fiestas Mayores de Elda. 9 de Julio: La Comparsa de Contrabandistas pre senta en la Casa de Cultura un video sobre la compar sa en las fiestas del año 1.999. Se convoca el concurso de Carteles de Moros y Cristianos para el año 2000. 1 de Octubre: La Sociedad gastronómica-festera El Mabre galardona al restaurador Lucio Blázquez de Madrid, con El Mabre de Oro. 4 de Octubre: La Junta Central de Comparsas esta blece el calendarío festero para el año Q000. 47 de Octubre: Ana Hurtado es elegida presidenta de la comparsa de Contrabandistas, siendo así la segunda mujer que ostenta este cargo en las fiestas eldenses. 5 de Novíembre: En la Casa de Cultura, conferencia del historiador Antonio M. Poveda Navarro sobre Los orígenes del Cristianismo en Elda. EI culto a San Antón charla muy documentada que captó la aten ción del público asistente. 6 de Noviembre: En EI Alminar, exposición ico nográfica sobre San Antón. En Orihuela simposium sobre Reli^ión y Fiesta con presentación de dos comunicaciones por parte del presidente de la Mayor domía y del Cronista de la Junta Central. 7 de Novíembre: En el Teatro Castelar, encuentro folklórico en honor a San Antón con participación de los grupos de Coros y Danzas de Monóvar, Biar y el de Estación 4 Zonas de Elda, así como la participación no anunciada de un grupo de dulzainas y tamboriles de la comparsa de Moros Musulmanes. Se convoca el XXX Concurso Fotográfico sobre los temas Moros y Cristianos y Elda, por parte de la Junta Central. Y en Diciembre tuvimos una gran actividad por parte de las distintas comparsas que procedieron a publicar los nombres de sus Abanderadas y Capitanes para el año Q000 así como el de las escuadras premiadas y acompañantes para la Media Fiesta a celebrar en Enero, amén de la participación en Expofiesta. En resumen podemos afirmar que ha sido un año intenso que nos permite afrontar el inicio del siglo XXI con las mejores perspectivas para nuestra Fiesta de Moros y Cristianos. JOSÉ A. SIRVENT Gonista Junta Central Q1 CRONICA DE LA FIESTA DE 1 99^ ste año la Fiesta comenzó un día antes de lo habitual, no por el ambiente de la calle, que lo hubo, sino porque el día 26 de Mayo se inauguró el nuevo castillo. Este acto que revistió una gran importancía dado el número de festeros que acudieron al mismo, se inició con un desfile desde EI Almí nar hasta la plaza del ayuntamiento en el que junto a las autoridades y presidentes participaron los Capitanes y Abanderadas. Ya en la plaza y tras unas pala bras introductoras del acto a cargo de Miguel Barcala, se procedió a descubrir el castillo, que hasta ese momento estuvo cubierto por una tela roja y los embajadores procedie ron a izar en el mismo la bandera de la cruz. Acto seguído el Alcalde D. Juan Pascual Azorín pronunció unas palabras ofreciéndolo a la Fiesta, interviniendo a continuación el pre sidente de la lunta Central, que agradeció la colaboración del consis torio para alcanzar este logro y su ^,^:L^t.:^,^i^.^,. apoyo general a los Moros y Cristianos. E1 Cronista de la Junta Central invitó a las Abanderadas y Capitanes a que su bíeran a las almenas para tomar posesión simbólica del castillo en representación de todas las comparsas, finalizando el acto con la inter retación p ^ del himno Idella a cargo de la A.M.C.E. Santa Ce cilia, siendo coreado por los miles de asistentes al acto. 7 de Mayo: A las 8 de la tarde y desde la plaza de los Trabajadores del Calzado, se inició la Entrada de Bandas bando cristiano seguido del bando moro con el siguiente orden y porta estandartes: Estudiantes, Esperanza C^arcía; Zíngaros, Isabel Rubio; Contrabandistas, José Romero; Cris tianos, Javier Quíntanilla; Piratas, Nuria Cauill; Realistas, )osé A. Bai lén; Huestes del Cadí, Verónica Beltrán; Musulmanes, Santos Muñoz; Marroquíes, Carlos Pastor. Vna vez ante el castillo y tras haberse impuesto corbatines a las bandas participantes, el Alcalde de la ciudad pronunció unas palabras a las que puso punto final con un iViva San Antón! que enardeció a todos, cantándose a continuación Idella, interpretada por todas las bandas bajo la dirección del profesor D. Gerardo Pérez Busquier. Este acto terminó con el disparo de una potente mascletá. A las 12 de la noche tuvo lugar la retreta iniciada por el bando moro, siendo abierta por las escua dras portadoras de farolicos dispa rándose un hermoso castillo de fue gos artificiales al finalizar este desfile, que recorrió el itinerario ofi por la A.M.C.E. Santa Cecilia que a los sones de Aitana acompañó a las autoridades portando la bandera de la Junta Central el vicepresiden te de la misma Francisco Díaz Chico. A continuación comenzó cl ,^ `;^_^:.. ^,i^r.. ..11 ,....... 44 cial arropado por una gran cantidad de público. 28 de Mayo: A las 10,15 de la mañana y acompañado por los mayordomos y arcabuceros, que dis pararían las salvas de honor al Santo, el estandarte de San Antón fué trasladado desde El Alminar hasta la plaza de Los Trabajadores del Calzado, donde se habían con centrado ya todas las comparsas eldenses que comenzaron a desfilar tras el mismo, hasta la eimita del Santo Anacoreta para proceder al traslado de su imagen hasta la I^le sia de Santa Ana, donde permane ció en lugar preferente durante todos los días de fiestas, siendo portado este año por la escuadra de honor de los Estudiantes. A las 5 de la tarde tuvo lu^ar el desfile infantil que encandiló a todos los espectadores por el buen hacer de los niños, por la cantidad de bandas de música que les acompañaron en su recorrido, y por la majestuosidad y simpatía de las Abanderadas y Capitanes. 9 de Mayo: A las 10 de la mañana se inició el Alardo en el que hay que destacar el homenaje que los arcabuceros rindieron a la memoria del que fue su secretario Regino Pérez Rico, trágicamente fallecido en accidente de circulación, alternándose los disparos uno a uno con las salvas cerradas. En la plaza de la Constitución tuvo lugar la Embajada Mora que una vez más declamaron, con total propiedad, Carlos Amo y Jorge Bellod. A las b de la tarde se inició la Entrada Cristiana que abría el embajador de este bando Carlos Amo con su boato y en la que el colorido de los trajes y la alegría de los pasodobles y las marchas cristia nas pusieron en el público un alto ^rado de admiración que continuó con el bando moro. 30 de Mayo: A las 8 de la mañana comenzó la cada vez más concurrida Diana Festera, en la que hay que señalar una vez más yue conforme llegan al fínal de su recorrido, cada comparsa espera a las siguientes para aplaudir su llegada, en un espontáneo acto de herman dad festera. A las 11 de la mañana tuvo lugar el desfíle ofrenda desde la plaza de Castelar hasta la Iglesia de Santa Ana, donde tuvo lugar la misa festera, cantando el coro San tos Patronos la compuesta para este acto por D. Jesús Mula. Presidió la celebración el obispo auxiliar de Valencia D. Rafael Sanus Abad, con el que concelebraron vicarios episcopales y los sacerdotes de Elda. Al finalizar la misa se disparó una mascletá y se realizó un desfile de todas las comparsas hasta sus respec tivas sedes. A las 6 de la tarde tuvo lu^ar la Entrada Mora que inició el embaja dor Jorge Bellod con un boato en el que figuraba un caballo articulado que levantó la admiración de un público cifrado, al ígual que el día anterior, en unos cincuenta mil espectadores. La cadencia majestuosa de las marchas moras no restó entusíasmo a la presencia de las comparsas cris- tianas poniendo todos un nuevo hito en la historia de nuestra Fiesta. 31 de Mayo: De nuevo se des pertó Elda con la música como de percusión de la arcabucería al ini ciarse el Alardo a las 10 de la maña na, dando así paso a la Embajada Cristiana en la que de nuevo brilla ron las intervenciones de Jorge y Carlos, arríándose en el castillo la bandera de la media luna para izar de nuevo la bandera de la cruz. Ya a las 6,30 de la tarde y sien do portado San Antón por la Com parsa de Estudiantes, se inició la pro cesión y el traslado del mismo hasta su ermita, recorriendo algunas de las principales calles de la población abarrotadas de público. A1 llegar a la ermita y como despedida se dis paró un castillo de fuegos artificiales mientras sobre las andas Ilovían los ramos de flores que arrojaban los festeros, pudiendo asegurar que la alta participación en este acto puso un broche de oro a unas fiestas que cada año se superan a sí mismas. iViva San Antón! JOSÉ ANTONIO SIRVENT MVLLOR Gonista Junta Central 25 PREC.^bN MOROS Y CRISTIANOS99 eñor Alcal de, señores Concejales, señor Presidente de la Junta Central, señores Presídentes de Compar sas, Capitanes y Abanderadas entrantes y salientes, festeros, amigos todos. 17 de enero, domingo. San Antón. Son las 9 de la noche, y en mi casa nos reunímos, tras la satisfacción del día vivido, que se había iniciado muy pronto, los míembros de la Mayordomía y de la Junta Central, con la idea de compartir el pan bendito, ante unas sencillas viandas: algo de embutido, un poquíto de queso,... Acabada la cena, el lógico departír, la tertulia amena, el comentarío que analíza, con gra cia en ocasiones, con crítica constructiva, en otras, los sucesos aca ecidos. Es inevitable. Llega el comentarío sobre la proclamación del Año de San Antón, en la Ermita, al finalízar la Misa. Dícen que há gustado, que tenía sentimiento, que tenía visos de pregón. Vn cíerto escalofrío se produce en mí interior, empieza a tomar cuerpo la idea, pues en el Año de San Antón, el pregón, verdaderamente, ha de casar con el lema del año. Por ello, ia quién buscar? Yo callo. Observo atento, no me doy por enterado. De repente, alguien jfelíz idea! me señala, gritando ipregonero! A mis com pañeros mayordomos les hace feliz la ídea, los miembros de la Junta asienten, y como tocados por un mismo resorte mágico, sin saber por qué, al unísono, grítan ^pregonero! La confusíón se apo dera de mí, creo que es de broma, y nuestro Presidente, viendo el criterio unánime de la concurren cia, me díce ^Miguel Angel, ya está, pregonero! iCaramba! Feliz idea la mía, de juntar a la gente en mi casa, a compartir el pan de San Antón. Al día siguiente, lunes, había reunión del equipo de trabajo de la Junta y pído se posponga la decisión, al menos, hasta ese momento. Lo que antes era un escalofrío de sospecha, sin nadie saber porqué, se había convertido en realídad. Cansado por la intensidad del día vivído, y las nuevas emociones inesperadas, voy en busca del reparador sueño. lEs que pude dormir? Mil y una ideas afloran en mi mente. Decir que sí, contestar que no, pero ^acaso la vida no representa pequeños retos que hay que ir superando? ^No es acaso un honor para un festero el pregonar, el anunciar, las Fiestas de su pue blo? Al final, con el temor de cómo afrontar tan alta responsa bilidad, me ínclino por aceptar la idea. Pero... te han precedido prego neros ilustres, incluso primeras figuras de la Líteratura, del Perio dismo, del cine, teatro o televi sión. Es un reto muy fuerte, ldónde inspírarme? ^A quién pedir consejo? 1Cómo encontrar las palabras, para transmitir esos sentimientos, esas ideas que como festero Ilevas dentro, esa admiracíón que experímentas por las Fiestas de tu pueblo? Acaba la Medía Fiesta. La cuenta atrás, hacia la Fiesta gran de, inexorable, ha empezado. En mi ínterior, cobra cuerpo, cada vez con mayor intensidad, la idea de pedir inspiración y consejo ^cómo no! a nuestro patrono, nuestro San Antón, creo que nadie mejor que a É1, tantos años unido a la Fiesta, testigo mudo de mil y una anécdotas, y puesto que soy mayordomo, y tengo acceso a la Ermita,... ^por qué no consultarle allí, en el silencio de su casa? Es febrero. Anochece. A la Ennita me dirijo. Las gentes de mi pueblo, trabajadoras, que 48 pasan, con sus cientos ^^e ocupa ciones, rápidas, ínquietas, apenas sí son perceptíbles para mí. El aire gélido de este invíerno, no lo siento. Mi preocupación es otra. Cuando a pie de las ruinas de nuestro Alcázar me encuentro, mil recuerdos de la niñez, afloran en mi mente. Los chiquillos, que salíamos en estampida, felices, del Colegio Santa C^ema Caalga ni, oca D. Luis, como cariñosa mente llamábamos al Colegio, situado casi enfrente de la Ermita, correteando por los aledaños del Castillo, por las calles angostas, serpenteantes del casco antíguo; busco con la mirada, las paradas de feria en la plaza del Ayunta miento, las de tun-ones en la de Arríba, pero no, sólo son imáge nes en mí mente; tal vez busco por estos rincones tan castizos, tan nuestros, el motívo de inspi ración de una Fíesta casi en sus orígenes de reanudacíón: la Embajada, junto a la Fuente de los burros, la Tribuna de Autoridades, en el Casino, los festeros, mucho públíco en las aceras, las bandas que paran de tocar, en medio del desfile, para reponer fuerzas, la Mahoma que se des truye, al fínal de Fiestas, en EI Parque; marroquíes, que lloran con desconsuelo... imágenes leja nas, como en blanco y negro, de escuadras de Navarros, de Marí neros,... Ya en esos momentos, la admiración por la Fiesta crece, va en aumento, empieza a consoli darse mi sentimiento festero. Por fin, ante la Ermita me encuentro. Ya dentro, enciendo las luces. Me siento. La Imagen de nuestro Santo, siempre con la mirada puesta en su libro, parece que, como adivinando el motivo de mí visita, desvía un poco su mirada, hasta encontrar la mía. Seguramente es mi imaginación, es mí deseo. Casi... no me atrevo a pregun tar. No sé por dónde empezar. Porque... jcuánta contradicción en tu vida, querído Ermitaño! Tú, que te retiras al desierto, y te siguen seis míl, que pasas de des conocído a la posterídad, de extraño a admirado, que eras el consejero, el guía, de las gentes de tu tiempo, lpodrías ayudarme a encontrar sobre todo, al San Antón festero? En esos pensamientos estoy, cuando de repente, sin esperarlo, como un susurro, una vieja voz quebradiza y tranquilizadora a la vez, parece que suena en mi ínte rior, que habla conmigo y me allana el camíno: No te preocupes. Sé a qué has venido. Tan sólo has de saber observar. Repasa en tu mente, cual si película festera fuere, y abre bien los ojos. Mira. Atien de. - lAcaso no ves el trabajo, el desvelo, las largas sesiones de reunión inacabables, las horas robadas al sueño, de las personas que organizan la Fiesta? ^De dónde crees que pueden sacar la motivación y las fuerzas? Sín duda, San Antón, estás allí, entre ellos, en sus avenencias, en sus discrepancias, ayudándoles a sacar conclusiones, como ese amigo que nunca te falla, con el que siempre cuentas. -Los Capitanes, las Abandera das, magnífíca ilusión por representar a sus Comparsas, de servir a la Fiesta, de guiar a sus tropas hacia incruenta batalla, iquién, si no, Tú, para dar la moral necesa ria, la imagínación en los trajes de épocas pasadas, de lucir con gallardía sin que se note el can sancio en la mirada? Cuando las Escuadras prepa ran sus vestimentas, arreglan sus cuartelillos, cuando se acícalan en ellos para la lucha de la amis tad sin trabas, sin fronteras, lno estarás Ermitaño, bajo atenta mirada, propiciando tamañas gestas? Si alguien desde su puer ta, al pasar te ve, y desde dentro te grita j pasa, corre, no te quedes fuera!, y te tíende una mano afa ble, afectuosa, lno serás Tú quien con su aliento, propícia tan entra ñable e inesperado encuentro? En la Entrada de Bandas, pri meros sones de música festera que se desparraman, que lo impregnan todo, que contagían y llenan el espíritu, invitando a conquistar la ciudad de alegría, a llenar la calle de convivencia, ^No lo ves? 1No vislumbras su silueta? La Retreta, gran toma de la plaza en la noche festera, explo sión de la guen-a del júbilo, lno ves la preparación de la gesta que se avecína, la lucha de los dos bandos rivalizando en el buen humor, preparando un campo de batalla que se asienta en la frater nidad más encendida? Los niños, en la Entrada Infantil, imitando y superando, en ocasíones, la majestuosídad, la arrogancia de sus mayores, con quistando el corazón festero de las gentes, lno observas ahí mi deseo de perpetuar, de continuar la Fiesta en las generacíones futu 49 ras, de seguir apostando por esgri mir las armas de la amistad y la convivencia? En los Alardos, C^uerríllas y Embajadas, raíz profunda de la Fiesta, razón de ser de heroicas evocacíones guerreras, cuando los guerrilleros límpían y preparan sus armas, cuando a pies del Castillo, a tomarlo se preparan, cuando los Embajadores, no representan, viven su papel, con el más sincero espíritu cristíano o moro, y arengan a sus huestes a la lucha, lno ves sintetizada la misma contradíccíón que a Ti te ocurríó, que yo, en mis vacila ciones expresaba? Ahí está lo extraño, lo misterioso de la Fies ta, que trasciende y sobrevive por encima de tríunfos, de derro tas, esa guerra en la que todos ganan, pues la lucha se transfor ma en entendimiento, la violen cia en fraternidad, el fragor de la pólvora en el paseo triunfal de unos festeros en pacífica conví vencia. La mujer en nuestra Fíesta, que tal vez en ningún sitio ha alcanzado la madurez festera como aquí, que ha traspasado la frontera de ser un adorno festivo, que sí, engalana como nadie la Fiesta, pero que junto a su compañero varón, dispara en la gue rrilla, es costalera de su Patrono, se implica en la directiva de su Comparsa, participa en las decí siones de la Fiesta, enarbola con orgullo las banderas guerreras, y es madre, esposa, novia, o senci llamente, compañera, lno serás Tú, San Antón, quíen al ponerla en igualdad con el hombre, el que consigue que nosotros feste ros, la admiremos y respetemos por la alta dignidad que alcanza? Las Entradas, máximo esplendor de nuestra gesta, en que los dos bandos son rivales... en lucir sus mejores galas, donde en perfecta armonía se combinan la marcialidad, lo exótico, el sabor guerrero de las gentes, con la alegría y desenfado de sus opo nentes, ino será acaso nuestro Patrón, el que nos utíliza, para que sea una ínvitación continua, permanente, a guerrear en la con vivencia, en la amistad, entre nosotros, y con los de fuera, y por ello, como en su casa se sienten? - lY en los traslados de nues tro Santo? Es evidente, la alegría, al son de pasodoble, el aplauso más entusiasta que se produce al elevar a nuestro Patrón a lo más alto, hasta casi sólo rozarlo con las punta de los dedos, esa emo ción que produce en los festeros, que arranca el fviva! más encen dido, en contraposición con el recogimiento de la Procesión, la emoción contenida que produce cuando San Antón, a hombros de sus comparsistas, se va abrien do camino entre la gente, cuando el respetuoso sílencio sólo se des garra por algún viva a Él dirígído y coreado al instante, y cuando, ya dejado en su Ermita hasta la celebración siguiente, las lágri mas de algún festero o festera valiente, denotan el caríño que por Ti y la Fiesta, Elda siente. Nuestras Comparsas, ino son 9 versiones distintas de una mísma idea, mágica contradic ción que se produce entre dos bandos antagonistas, siempre rivales... y siempre amigos, en continuo diálogo para establecer la lucha de la convivencia, de preparar el campo de batalla para pasear triunfantes sus señeras? CONTRABANDISTAS, fa serranía, tu ílusíón; el patriotis mo, tu bandera, y bajo el cielo azul de Elda, es por donde galar te, paseas. HVESTES DEL CADÍ, finura de nuestro jardín, verde del valle que te vio nacer; bodas de plata, tu reto; lo arabesco, tu frenesí. CRISTIANOS, tu nuevo tra je, arrogancia guerrera; orgullo de mil conquistas, tu señera; al des fílar, no hay duda, iya pasan los cristianos de Elda! MARROQV Í ES, solera mo runa en la gesta; rojo, pasión por la Fiesta; tu himno, tradición musical festera; tu casa, emirato que a todos espera. ESTVDIANTES, tu traje, má xima tradición; caracoleos, ilusíones de fantasía; el lápiz, la cucha ra, tu misión; tus cintas, Arco Iris de la Fiesta. MVSVLMANES, t oro en tu vestimenta?, jriqueza para la Fies ta!; tu desfile no es poesía, es can ción; tu solidaridad, a toda Com parsa alímenta. PIRATAS, imaginación, de allende los mares; tu abordaje, conquistar de nuevo la Fiesta; tTesoro escondido en tu barco?, fEs tu traje, fantasía marinera! REALISTAS, corrección y seriedad, tu forma de ser; tu orga nízación, savia azul que impreg na a Elda; lo exótico y oriental, para ti, no es una quimera. ZÍNGAROS, siempre erran tes; al festero, música, profecía y buenaventura sugieres; tu carreta, 30 mil fantasías vívídas; tu desfile, fragancia nueva. En el sílencio de la Ermita estoy, cuando una paz interior, inunda mi espíritu, porque... jcreo que ya tengo argumentos para el Pregón! j Gracias, Ana coreta! Salgo. Cierro. A casa me voy, raudo, veloz, para escribir todo esto. Absorto en mis pensamien tos, camíno de regreso, me detengo unos ínstantes en la Plaza del Ayuntamiento. Imagi no el nuevo y flamante Castíllo, me parece ver el océano de la gente, cantando Idella, con el corazón encogido. j Cuánto amor escondido! j Cuánta ilusíón al oír el chupinazo, invítando a la Fies ta! En casa me encuentro, escri bíendo estoy, y así, con la senci llez de este festero, con el orgullo de ser de Elda, con la admiración que por nuestras fiestas siento y el cariño que a San Antón le tengo, jtengo el honor de anun ciar, de pregonar a los cuatro vientos, que la Fíesta, ya inmi nente, va a comenzar! j Prepare mos nuestros trajes, luzcamos las armas de la convívencia! Todos juntos, gritemos: j j Vivan las Fíestas de Moros y Cristíanos de Elda!! ijViva San Antón!! MIC^VEL ÁNC^EL ESCRI^Á MARTÍNEZ. VICENTE ESTEGAN 31 VICENTE AL6ER0 MAVRO PROCLAMACIÓN DE ABANDERADAS Y CAPITANES INFANTILES 1999 l Teatro Cas telar, recién reinaugurado tras diez años de inactivídad, fué el escena rio de este ímportantísimo acto fes tero, que ante una gran expecta cíón se desarrolló con total perfección por parte de los peque ños protagonístas que se movieron con gran soltura en los momentos que el ritual del relevo lo requería. Fue en la tarde del domingo 16 de mayo cuando todo estaba dispues to para disfrutar del momento y empezar con los saludos y bíenve nida: --La Fiesta nos reúne de nuevo en tomo a uno de los actos más ímporiantes y deliciosos del calen dario festero, como es este acto de proclamacíón de Abanderadas y Capitanes /nfantíles y despedida a los salientes. Es, podríamos decir, el eslabón que se establece y que asegura la continuidad de nuestra Fiesta, que ayer tenía su máxima expresíón en el relevo de cargos de los mayores, y hoy va todavía mucho más lejos porque con los más jóvenes ade más de la contínuidad, el futuro queda garantizado. Es un poco, lo que solemos decir cada año cuan do se produce este evento festero, pero efectivamente, es la maraví llosa realidad que se vive en nues tra Fiesta. Y a mí, permitídme ex presarlo, me emociona, al igual que a muchos de vosotros el desa rrollo de este acto festero. EI porte, la seriedad, la naturalidad con que se mueven los pequeños protago nistas, lo vamos a comprobar den tro de unos momentos. Recuerdo mucho el año pasado las circuns tancias que concurríeron en el acto festero que ahora comenzamos, con la Iluvia que obligó precipita damente a cambiar de marco. Y en la /glesia de Santa /^na prácti camente se improvísó lo que se había ensayado en otro medio. Y lo magnífícamente bien que salió todo y de qué manera tan fenome nal se portaron. Pues atención por que vamos ya a recibir en el esce nario a ^1banderadas y Capitanes h^fantiles 1998. Los cargos salientes del Bando Moro fueron los primeros en entrar por el pasíllo del patío de butacas, ante grandes aplausos. REALISTAS: Abanderada: LUCIA POVEDA ESCANDELL Capitán: ALEJANDRO POVEDA SANCHEZ HVESTES DEL CADI: Abanderada: CARLA SALA COLOMA Capitán: PEDRO TORTOSA CiARCIA MVSVLMANES: Abanderada: PILAR PRADAS ASENCIO (en su representación ANA6EL FRANCES C^ARCIA) Capítán: JORC^E BLANES MARTINEZ MARROQV I ES: Abanderada: ANDREA MARTINEZ PAYA Capitán. MANUEL ALEJANDRO CANTO )OVER Siguieron los cargos salieni del Bando Cristiano. ESTVDIANTES Abanderada: NURIA SALUD C^IL BLEDA Capitán: ADRIAN C^IL RVIZ ZINC.iAROS Abanderada: TERESA FORT ESPUICi Capitán: CAMILO VALOR MVÑOZ CONTRABANDISTAS: Abanderada: ALBA RAMIREZ C^RAN Capitán. ALHANDRO ABAD CiRAN CRISTIANOS: Abanderada: YOLANDA RODRIC^VEZ SALAS Capítán: ALFREDO PEREZ JIMENEZ PIRATAS: Abanderada: PALOMA C^RACIA MARTINEZ Capitán. DAVID MICO SEGVRA. -Tenemos ya en escena a Abanderadas y Capitanes de nuestra Fiesta 1998 dispuestos ya a recibir con todos los honores a los nuevos cargos de las fíestas de este año, que están ya preparados para hacer su entrada y ocupar sus respectivos lugares aquí. Que bonito luce el marco de este precioso Teatro Castelar. Reestrenamos escenario y vamos a estrenar también cargos festeros. 34 Momento importante y siempre emocionante que se va a producír dentro de unos ínstantes. Seguro que nunca se os olvída rá, y me refiero a todos vosotros, ^banderadas y Capitanes salien tes, lo que pasó el año pasado. Así.. un poco a primera vísta... Iqué desastre!...no?... 10s acor dáis, verdad?... Todo estaba prepa rado para celebrar el acto de vuestra proclamación en la Plaz^ Castelar... y lque pasó?... Pues que el peor enemigo de la Fiesta, la llu via, hizo su aparición en los momentos más inoportunos. Y hubo que improvisar otro lugar para que pudíera llevarse a cabo el cambio de poderes y la imposicíón de bandas. Y fue como sabéis, h Iglesia de Santa /ina la que se convirtió en escenario de este importante acto festero que estoy seguro jamás olvidaréis. Porque... /que bien resultó todol... Allí cerca del altar, a pie llano, siR ensayo previo sobre el lugar, todo discurrió con orden y concierto.... Os portasteis de maravilla... Demostrasteis que a vosotras y a vosotros no hay quien os pare, y que fuisteis los mejores.., y sacásteis vuestro genio festero, del que no todo el mundo puede presu mir.. lAhí quedó eso!... INi Iluvia, ni nadal Sí, síempre recordareis aquel día histórico en que vuestra proclama ción se celebró aquel año 98, en la Iglesia de Santa ^na, nada más y nada menos que arropados por nuestros Santos Patronos, la Vir gen de la Salud y el Cristo del 13uen Suceso, y muy cerca de la ermita donde se encontraba el Santo Patrón de nuestra Fiesta, el bueno de San /^ntón. Todo esto ocurrió, seguro que síempre lo recordaréis, una tarde lluviosa de un 24 de mayo de 1998. Vn aplauso para estos buenos festeros. Víno después la recepción de los nuevos cargos que a medída que íban entrando en el escenario, se despedía antes a los salientes por los presidentes de sus respecti vas comparsas, y a los entrantes se les ímponía la banda, la entrega de bandera y unos obsequios de parte de la lunta Central. Así fueron entrando y tomando posesíón de los nuevos cargos, Abanderadas y Capítanes 1999. ESTVDIANTES: Abanderada: SARA ARTESEROS BAÑON Capítán: )OSÉ L. NAVARRO CARRION REALISTAS: Abanderada: MARIA PAYA ALMENDROS Capitán: CARLOS SAYACiO BERNAL ZINGAROS: Abanderada: MARTA AMAT NAVARRO Capitán: MICiUEL A. RUBIO SANCHEZ HVESTES DEL CADI: Abanderada: LETICIA MARTINEZ PAYA Capitán: JOSE A. RODRICaUEZ RIBERA CONTRABANDISTAS: Abanderada. ARANZAZV MORANTE RIQUELME Capitán: ALBERTO VERDU IBAÑEZ 35 36 MVSVLMANES Abanderada: CARLA AMANTE LLEDO Capitán: JOSE J. TORTOSA HERNANDEZ CRISTIANOS: Abanderada: CARMEN MAESTRE RVBIO Capitán: KEVIN C^VERRERO BROTONS MARROQV I ES: Abanderada: JESSICA MARTINEZ GOMEZ Capitán: ERNESTO CaRAS C^OMEZ. PIRATAS: Abanderada ALBA MARTINEZ CaARCIA Capitán. ALVARO MACIA SIL^/ESTRE Vna vez consumado el relevo, vinieron las palabras para los nue vos cargos: -Bien, pues ya tenemos nuevos Abanderadas y Capitanes para las fiestas de este año que tenemos tan cerca. Si antes hablábamos del dato hístórico-anecdótico del marco que circunstancíalmente acogió la pro clamación del año pasado en la /glesia de Santa Ana, no menos hístóríco resulta el de este año, que tiene lugar tras diez años de cierto peregrinaje, en este maravilloso marco del Teatro Castelar. Que yo recuerde, este acto, durante esos años se ha Ilevado a cabo en la desaparecida sala Las Vegas; en la Casa de Cultura, y en los últí mos años en la Plaza Castelar. Y hoy, aquí, en este escenario nuevo y remozado, pero que tantos eventos y actos festeros realízados en la historía del teatro resuenan en sus cimientos y en sus paredes. íQue bonito todo! lno?... los gusta?... Seguro que sí.. Como tam bíén, seguro, estarán también felices vuestros padres y familiares en estos gratos momentos en que habéis empezado a formar parie de la hís toria de vuestras respectivas com parsas, con vuestro protagonísmo como Abanderadas y Capitanes. Pero hoy más que nunca, tene mos que tener todos un recuerdo muy especial hacía un personaje que debemos tener siempre presen- te en nuestro caminar por la Fíesta. Ayer precisamente en el pregón pronuncíado por Míguel Ángel Escribá, iba fundamentalmente dedicado a la figura de nuestro Santo Patrón San Antón. Veréís... escuchad. Vosotros habéis visto en las películas del Oeste, cuando en los ranchos a la hora de anuncíar que está la comi da puesta, o que algún hecho espe cial se ha producído, sale alguien con una barra o un martíllo y gol pea un hierro para que todo el mundo lo oiga y sepa que la comi da está lista o que hay una alarma que llama a la concentración. O en los partidos de fútbol, baloncesto 0 balonmano... Siempre hay una señal, un pito, un sonido que llama la atencíón de todos anunciando algo (que comíenza el partido, una falta, el fínal, etc.)... o en el cole, siempre hay una sirena o un tim bre que anuncia la hora del recreo o el final de la clase. Pues en la Fiesta, tenemos tam bién una señal que nos llama, que nos reúne y que nos conduce a dís frutar de los días de fiesta... Es la campana de San Antón. Ese clan, clan que suena anunciando que hay Fiesta y que allí se encuentra el Santo Patrón por quien se hace la Fiesta. Yallí, en la ermita tenemos que estar todos cerca de él, porque es el que bajo su protección, nos abre el camino de la Fiesta. Y es que todo rezuma ce^ebra ción y alegría en torno a San f^ntón. Siempre, vigílante, i^ater nal, con su bastón (pues ya ttene muchos años), con su pelo r^no, como díce la letra del pasodoble dedícado a él. Con la mirada fija en su líbro, rogando siempre por todos, para que todo sea leve en la vída cotidíana y por el bic;, de nuestra Fiesta. Por eso, desde tiempo imr: ^o ñal, los festeros bailamos y juga ^!^os en su honor. Y le encendemc la hoguera puñficadora. Y a hom -r-os y con mucho caríño, lo pasea^;^os en tomo a ella. Y en su honor se bailan danzas. É! siempre generoso nos regala su pan bendecido. Y como los juegos son dívertide ^ y denotan felícídad, se celebran c^: ^^a ñas, carreras de sacos, concursos y otros juegos que no os debéis !^er der, pues van dedicados especial mente a vosotros. Por tanto, tened síempre en vuestro recuerdo cuando penséís especialmente en la Fiesta, al Santo Patrón San Antón... !S^^n Antón!... lSan Antón!... En ese momento comenzó t;na deliciosa escenificación bajo el tít^^lo SAN ANTON Y SVS FIEST^^, oñginal del asesor histórico de mics tra Fiesta, Antonio Poveda Na , a rro, interpretada magníficame:^te por Milagros Maestre y Mar Fer nández Marco y el grupo de nii^os pertenecientes al Colegio Nu^ ^a Almafrá, bajo la dirección de M.^ri Carmen Roig, con la intervenc^ ^n del grupo de danza Estacíón 4 Zonas, que hicieron las delicias el público que Ilenaba el teatro. Con un lvíva San Antón! t r minó el acto de proclamación ie Abanderadas y Capitanes Infa^ !i les 1999. MIC^VEL BARCALA VIZCAINO XIV CERTAMEN DE MVSICA FESTERA ELDA 1999 B IOGRAFÍA JOSÉ RAFAEL PASCVAL-VILAPLANA DIRECTOR-COMPOSITOR ace en 1971 en Muro (Ali cante) donde inicia sus estudios musícales con el bombardino en la Vnión Musical de dicha locali dad. En 1983 comienza sus estudíos de Píano con la profesora M. Ángeles Palacios para continuar los profesionalmente en el Conservatorio Munici pal de Alcoi (Cj. Casasempere, Xavier Darias) y el Conservatorio Superior de Valencia U. ). Poveda, C^. Jiménez ... ) En 1988 asíste como alumno actí vo al Curso de Dirección del Ateneo Musical de Cullera, con los profesores Jan Cober (Brabants Conservatorium de Tilburg) y Cjerardo Pérez Busquier. Continúa asistíendo a estos cursos en las ediciones de 1989, 1991 y 199Q, año en el que viaja hasta Holanda para seguir estudios con Jan Cober. Ha realizado diversos cursos de perfeccío namiento en Holanda (Tilburg, Thorn y Ierkra de) estudiando con maestros como Eugene Corpo ron (Vniversity of Morth Texas). En 1993 es seleccionado para el Wiener Musiksernina de Viena estudiando con Iarl 0sterreicher y Yují Yuhasa. En 1995 obtiene el Diploma en Direc cíón de Orquesta del Wiener Meisterkurse fiir Musik de la Escuela Superior de Música d Víena, con el maestro Hans Graf. Ha trabajado como dírector titular de las bar: das de música: V. M. de Castell de Castells, V. M. de Muro, V. M. de Yátova, Banda Comarcal de la Vall dAlbaída y la V. M. de Bocairent. Ha sído director ínvitado con la Banda Nacional de Cuba (1991 y 1994), Banda del Conservatorio de Tilburg (Holanda, 1994). Orquesta Sinfónica juveníl de Tokyo (Viena, 1995), Banda del Con servatorio de Maastricht (Holanda, 1996), Banda Munícipal de Castellón (1996), Orquesta Sinfó nica de Matanzas (Cuba, 1996), Banda Munici pal de Matanzas (Cuba, 1996), Banda Real de Opdorp (Bélgica, 1996), Fanfareorkest del Sur de Holanda (1997), Banda de la Marina Real Holandesa (Rotterdam, 1997), Orquesta Sinfóni ca de Bucarest (Rumanía, 1997), Orquesta Manuel de Falla de Cádiz y Coro de la Vníver sídad (Cádiz, 1998). Ha sido invitado también a dirigir diversas bandas valencianas (Bañeres, Cocentaína, V. M. de Agost, Albaida...) En la actualidad es dírector de la Banda de la Agrupación Artístíco-Musical El Trabajo de Xixona así como director ínvítado de la Vnión Musical de Muro. Es profesor de Dirección de Banda de la Escola Comarcal de Música de la Vall dAlbaida. Es dírector invitado de la Orquesta Sínfónica de Bucarest, de la Orquesta Manuel de Falla de Cádiz y de la Wind Ensemble del Conservatorío de Berna (Suiza). Es compositor de diversas obras para banda y conjunto instrumen tal. Tíene registrados como director tres C.D. con músíca para banda. Está en posesión de la Batuta del Mtro. C^uillermo Tomás, condeco ración de la Banda Nacional de Cuba. En 1997 gana el Primer Pre mio Batuta de Oro del 8th Con ductors Competítíon de Ierkrade (Holanda) 40 Vnión Musical de Petrer Primer Premio en el XIV Certamen de Música Festera En la tarde del pasado sábado, día 8, se cele bró en el Teatro Castelar el XIV Certamen de Música Festera, convocado como siempre por la )unta Central de Comparsas de Moros y Cristia nos de nuestra ciudad y que gracias a su buena organízacíón y participación se ha confirmado como una de las competiciones musicales más populares y estimadas entre las bandas de nuestra Comunídad y aún de fuera de ella. En esta ocasión las cuatro agrupaciones musi cales que tomaban parte en el Certamen, y que hubieron de ser elegidas al azar entre las ocho que solicitaron participar, eran la Cultural Instructiva Vnión Musical C^enovense, de C^enovés (Valencia); la Sociedad Musical Lira Fontigue rense, de Fuente la Higuera; la Vnión Musical de Petrer y la Vnión Artístico-Musícal San Fran cisco de Borja, de C^andía. Todas ellas se concentraron en la plaza de la Constitución, tomando parte en la recepción ofi cial ofrecida en el Ayuntamiento, tras la cual se trasladaron en pasacalles hasta el Teatro. Cada banda interpretó la pieza obligada Tudmir y otra de libre elección. Finalizadas las inter venciones de las cuatro bandas, el jurado se retiró a deliberar y mientras tanto la A.C.M.E. Santa Cecilia interpretó varias composiciones festeras. Por último, se dio a conocer la decisión de los miembros del jurado calificador, que proclamó vencedor del certamen a la Vnión Musical de Petrer, agrupación que año tras año va confir mando su alto nivel artístico. El Teatro se vio totalmente repleto de público, que aplaudió las distíntas interpretacíones y siguió con el máximo interés el desarrollo de este Certa men en su decimocuarta edición. CRÓNICA VALLE DE ELD/ i aiosi^^^^ 41 XXX CONCVRSO DE FOTOGRAFIAS T e m a E l d a PRIMER PREMIO. Título LOS CABALLITOS II Autor: ERNESTO NAVARRO ALBA 44 SEGVNDO PREMIO Título °SE FIIE Autor: MANVEL GONZALEZ LLAMAS TERCER PREMIO Título: °NOCTURNO° Autor: VICENTEJVAN PINA 43 Tema Moros y Cristianos PREMIO BANDO CRIS4 ANO Autor: FRANCISCO MIC; .IEL GONZALEZ AZC ;IN PREMIO BANDO MORO Autor: PnscvAL RICO VIZCAINO 44 PREMIO INFANTIL Autor: FRANCISCO JAVIER PEREZ AVI LES PREMIO AMBIENTE Autor: JOSE JOAQVIN PEREZ SORIANO 45 ^ ACCESIT: OBRA: NOSTALGIA Autor: JVAN MIGVEL MARTINEZ LORENZO ACCESIT: OBRA: °PROCESION° Autor: VICENTE ALBERO MAVRO 46 ^II CONCVRSO DE CARTELES DE MOROS Y CRISTIANOS DE ELDA 1 ° Premio E l da 2000 Autor: Francisco lavíer Quíntanílla Rodríguez 47 LA FIESTA DENTRO DEL CONTEXTO NACIONAL ctualmente en nuestro país se están celebrando infinidad de fiestas, algunas que se han mantenido desde siempre, y otras que han resucítado. Muchos ritos festivos, iguales en el fondo, se repiten en infinidad de poblaciones, y generalmente con distintas características. Fueron expresiones sociales de una época determinada, con una sensibilidad relígiosa o lúdíca, muy por encima del propio individualismo. En la Fiesta de Moros y Cristianos ha ocurrido lo mismo, el estímulo festero ha desembocado en numerosas celebraciones, en casi todo el territorio español, por eso los distintos modos de representar la han ido paralelos a la idiosincrasia de cada núcleo, o a las posibles transformaciones que ha experimentado la sociedad. Antes de analizar las distintas zonas festeras es conveniente conocer las pro vincias que celebran la Fies- ta: Castellón, Valencia y Ali cante. (Comunidad Valencia na). Murcia. Albacete, Cuenca y Tole do. (Comunidad Castilla La Mancha). Baleares. Almería, Cádiz, Jaén, C^ra nada y Málaga. (Comunidad Andaluza). Cáceres. (Comunidad Extremeña). i i : a 0 0 n^ TURCOS Y CRISTIANOS elementos comunes, vamos a estudiar las dif^ Il cias básicas entre estos focos festeros. En la zona andaluza el ritual no se centra er la posesión del castíllo, sino en un asalto realizado or los enemigos de la Cruz, en el momento de la i o cesión para secuestrar al Santo Patrono y pedir c^ s pués un fabuloso rescate. Vna vez que tienen ^, la imagen, se van a un lugar un poco alejado a espe^^ar a los cristianos. Al día siguiente los cristianos ^e apoderan del Santo con la colaboración de sc^ ^s celestes, para terminar con la conversión de : Ts moros al Cristianismo. Esta tradición se caracterf ^a por una ingenuidad encantadora y por conservar _,u pureza tradicíonal. Dicha conmemoración la reali °a un reducido número de particípantes, por la escasez demográfica de estas poblaciones, además al ser una minoría, los problemas económícos crean muchas dificultades. José María Espí nos acerca más a este problema: Sus habitantes usan vestimentas más modestas, llegando a símplífícar una vestimenta mora con un simple turbante hecho con un pedazo ^ , MOROS Y CRISTIANOS de tela blanca. Los cristia nos usan prendas de guerre ro, tales como cartucheras, cananas y armas de la época. En esta zona los texto^ MOROS Y CRISTIANOS I INTERIOR DE POBLACIONES VICTORIA DEL RAPTO DE LA I^AAGEN (ONOUISTA DEL ^ CRISTIANISMO Y DEL PATRON HUMILLA(ION AL MORO ^d 0 D ESTAS MODESTAS FASTUOSAS ESTILO RIISTICO Y FRAGMENTOS DE EMBAJADAS ILENAS DE BELLEZA LITERARIA COMEDIAARDOR Y ARROGANCIA DANZA DE PALOS Y ASALTO DE LOS MOROS LUIOSOS DESFILES ESPADAS REDUCIDA REDUCIDA MASIVA Zaragoza, Huesca y Teruel. (Comunidad Aragone sa). Navarra. C^uipúzcoa. (Comunídad Vasca). Pontevedra y Orense. (Comunidad C^allega). (Aproximadamente son 2Q0 las poblacíones que celebran esta Fiesta) Aunque existe mucha diversidad de rituales se pueden concentrar en tres sectores: andaluz, arago nés y levantino. Aunque en las tres zonas existen de las Embajadas son unas obras literanas con gran valor artístíco y tradicional. En Aragón determinan con sus numerosas celebra cíones el desarrollo de unos ritos que enriquecen sus poblacíones manteniendo sus estructuras y sín añadir elementos complementa rios que las desvirtúen. Sus Fiestas coínciden con las otras dos zonas en el doble carácter sacro y guerrero, pero las aderezan con un baile, denominado dance, que es una representación típica llena de historia y que sirve para rendir un cariñoso homenaje al Santo Patrón. Aparte concu rren otros elementos, como es el de simbolízar la lucha entre el Bien y el Mal a través de un parla mento que declaman fi^uras vestidas de pastores. Otro aspecto destacable es la danza de palos y estacas que recuerda la infatigable lucha de sus antepasados contra el invasor. El acto que mayor similítud tiene con Levante y Andalucía es el combate entre 48 los turcos y los cristianos, que en Aragón se deno mina morísma. En estas tíerras no existe la masificación de las levantinas, el número de participantes es muy redu cido, cada bando tiene un general y pocas personas más, y en el caso de los turcos, éstos representan una danza Ilamada el degollao, que indica su comple ta derrota.. Los encargados de realizar las Embaja das son personas con gran dominío de la declama cíón, lo cual permite que sean unas buenas actuacíones teatrales. El embajador turco es el per sonaje que le corresponde representar el papel más desagradable del festejo, porque no tiene ninguna posibilidad de triunfar, y al final es humillado sin difícultad por unas razones síngulares, impropias de una buena convivencia. La provincia de Alicante concentra el núcleo más importante de la Fiesta en la zona levantina, aunque últimamente está apareciendo este festejo por algunas poblaciones de Valencia, Murcia y Albacete. Las características más destacadas que las diferencia de las otras zonas son: acción, pólvora, música y color. Efectivamente, la música y el color lo ponen en los desfiles las comparsas, donde visto sos trajes de inspiración medieval y oriental fo ► man un hermoso acto. EI bando cristiano marcha con arrogancia y marcialidad, muy distinto al moro que lo hace con un ritmo suave y acompasado. Ambos crean un magnífico espectáculo lleno de fantasía y artes plásticas. Vnos y otros son acompañados por un sinfín de bandas de música con instrumentos de percusión que enriquecen el culto a la tradición. La acción y la pólvora aparecen cuando el embajador moro llega al castillo y pretende que el cristiano se lo entregue. En la Embajada, los dos contendientes, con una arrogancia sin igual presu men de su Dios, de su valentía y de su fuerza; el cris tiano rechaza el deseo del moro y se inicia la guerra. Es el momento que el estruendo de los arcabuces lle nan por completo todo el recinto. Circunstancial mente el castillo pasa a poder de los moros en el mismo instante que la bandera de la media luna se sitúa en la almena más alta. Al día siguiente o el mismo día por la tarde -según poblaciones- se repite el parlamento, lógica mente en sentido inverso. El embajador cristiano llega a las puertas del castillo y pide la rendición, y como el moro no acepta se inicia la batalla que ganarán los cristianos. Podemos apreciar que la trama del área levanti na está centrada en la posesíón del castíllo, hecho que se desarrollaba con mucha frecuencia durante la Edad Media. En algunas poblaciones realizan lo que llaman el despojo, que consiste en convertir a los moros al cristianismo. José María Espí nos lo relata: Es un monólogo breve y en verso, en el que el capitán Provincias donde se celebran las fiestas de moros y cristianos. (Y número de peblaciones que las celebran en cada ura de ellasJ 16 ^ CON DESFILES DAN(EARAGONÉS SIN DESFILES Lcn:aido de( (ibro pubdicado con nrorivo del II Cángreso i%nciovrn( dc ln Fie^ra de A4nro p Crisrrnnos (^97hi. moro duda de su religión al ver la milagrosa victo ria conseguida por los cristianos. Oportunamente se le aparece un ángel exaltando las excelencia de la doctrina cristiana y renunciando el moro a su religión pide públicamente el bautismo. Otra variante que existe es el desembarco, que se practica en algunas poblaciones costeras, como Villajoyosa y El Campello. Es obvío que no podemos olvidar los desfiles levantinos. Destacan por el derroche multitudinario de unas comparsas que buscan su grandeza dentro de la espectacularidad del momento, buscan el ritmo que la banda de música les va marcando y buscan, ante todo, seriedad. E1 conjunto de todos estos aspectos son los culpables de que la Fiesta brille a una altura considerable. Si comparamos las Embajadas andaluzas con las levantinas veremos una cierta diferencia, ya que los textos andaluces son más antiguos y más teatra les, en nuestra provincia sus aspectos históricos dejan mucho que desear, porque en algunas ocasío nes se ha alterado la historia y en la mayoría de los casos se han plagiado, casi por completo, de otras ciudades. Después de este análisis comparativo hay que preguntar 1Cuál es la Fiesta ideal? }Cuál es la más adecuada?. Estamos convencidos que cada pobla ción tiene su valor tradicional y debe de mantener lo, aunque no hay que olvidar que la líbertad huma na marca siempre una pluralidad de conductas. JOSÉ LVIS B/^Zl^N LÓPEZ 49 H ISTORIA DE LA TORRE M ED I EVA^ DE LA SIERRA DE LA TORRETA A la Comparsa Huestes del Cadí. ste breve artículo está dedicado a esta comparsa del bando moro de Elda, en reconocimiento a su acertada idea de pro mover la recuperación de la fortificación conocida como La Torreta, situada en la cima de la montaria que por ello recibe esa misma denominación. Desde el año1998 una comisión de dicha comparsa ha estado realizando gestiones para que se pueda reconstruir parcial mente la citada torre. En primer lugar me consultaron como arqueólogo municipal sobre la posibilidad de realízar dicho proyecto, a continuación solicitaron del alcalde de la ciudad, Juan Pascual Azorín Soriano, su intervención para que el servicio municipal de arqueo logía excavase y preparase dicha construcción. En los primeros meses del ario 1999 obtuvieron del Sr. Alcal de el compromiso público de cubrir esa necesaria inter vención, para que a continuación fuese esa comparsa quien obtuvíese fondos para realizar la segunda fase del proyecto, es decir, reconstruir una parte de sus muros y de su altura, para recuperar esa antigua obra arquitectónica para el patrimonio cultural e histórico de Elda. Por tanto, en este año de Q000, se espera que el alcalde asuma la parte inicial del proyecto, de modo que no se pierda la loable iniciativa de la Comparsa Huestes del Cadí. Esta es la razón de que haya decidi do presentar aquí buena parte de la memoria histórica confeccionada para documentar la actuación. La estribación montañosa que cierra el Valle de Elda por el norte no siempre fue llamada sierra de La Torreta; en un principio, hasta mediados del siglo XIV, era denominada en las fuentes escritas medievales de la Corona Catalano-Aragonesa con el término Portitxol, es decir, puertecito, que como veremos hacía alusión a la existencia de un paso de montaña consti tuido por un pequeño puerto de escasa altitud, a casi 550 m. de altura sobre el nível del mar. La sierra se localiza junto a la falla geológica que forma el río Vinalopó, su composición es de materia les calizos y arcillosos de origen Terciarío a partir de los cuales se han ido depositando aluviones del Cuaterna rio. En su parte central se abría desde antiQuo un paso que permitía el acceso desde el Valle de Elda a la pla nicie de Sax, que actualmente está aprovechado por la carretera comarcal que une ambas poblaciones. Es en una pequeña elevación junto a ese punto montañoso donde se levantó la torre que nos ocupa. Los restos que todavía se conservan tienen apcnas 2 m. de altura. Aunque no sabemos cuál sería cn el momento de su construcción y uso, la existencia de fotografías de los años 40 y 50 (1) nos permite saber yue entonces alcanzaba entre G y 7 m. (2), sin embar go, debió ser todavía más alta y superar los 10 m., pues torres semejantes conservadas en la provincia de Valencia así lo demuestran. La planta de la torre sería de forma cuadrada y volumen cúbico, de aproxima^ia mente 5 m. de lado. La técnica constructiva empleada es el tapi^rl, fabricado con encofrado de tierra y gravas, que ha sido levantado mediante sobreposición de tongadas sujetas con listones de madera, que han dejado como huellas en la pared externa una superposición de bandas y los característicos orificios llamados mechinales, donde se incrustaban las maderas con las que anclar los listones. Normalmente este tipo de torre vigía suele acom pañarse de algunas estructuras o construcciones ane xas, que quizá esto es lo que son ciertos restos de muros localizados en sus proximidades, aurlque otros parecen pertenecer a una muralla fabricada posterior mente (3). ORIC^EN Y FECHA DE CONSTRVCCIÓN DE LA TORRE Varios estudiosos de la historia de Elda, como A. Navarro Pastor y J.A. Martí, han supuesto que pudo existir ya en época musulmana almohade, entre los siglos XII y XIII (4). Sin embargo, en opinión de R. Azuar se trata de una torre atalaya de cronología imprecisa, pues también se construyeron algunas en época posteríor, bajo soberanía cristiana (5), por ello piensa que su datación solamente se podrá obtener des pués de estudiar las cerámicas medievales que se l^ayan localizado junto a su estructura. Este autor ha identificado cerámicas del tipo azul patema y otras de reflejo metálico, que le penniten suponer una fecha dc fines del siglo XIV y principios del XV para la edifi cación de la torre. Otros eruditos locales han destaca do la presencía de cerámicas romanas y han creído ver cerámicas de época califal o de otras épocas íslámicas (6). En realidad las cerámícas romanas no se pueden relacionar con la torre pues su técnica constructiva no es romana y las otras cerámicas medievales son ya de la fase cristiana. Para conocer la fecha más aproximada de su cons trucción hay que acudir a los documentos escritos con temporáneos de la época de su origen, que además nos informan de la causa que hizo necesaria su existencia. 50 Ea aparición de la torre tiene que ver con la estra té^ica situación que ocupa la sierra donde se levantó, pues se trata de una estribación rocosa que funcionaba como auténtico hito fronterizo, especialmente entre las tferras de las Coronas de Aragón y de Castilla, princi palmente durante la denominada Cauerra de los Dos Pedros (1356-1370). Entre los años 135G y 1357 el Valle de Elda se había convertido en la base estratégi ca para la defensa de la frontera con el Reino de Valencia. Elda pertenecía a un reciente señorío forma do por el infante don Fernando con la mayor parte de las poblaciones del sur de Alicante, su capital estaba en Orihuela y estaba apoyado por el rey castellano Pedro I el Cruel. Sin embargo, la jurisdicción de esas poblaciones y sus tien-as le correspondía a la Corona de Aragón, por lo que se esperaba su ataque al señorío de Orihuela, para ello debían las tropas aragonesas pasar por la ruta del Vinalopó, donde Elda era la avanzada defensiva que tenía como puesto fronterizo la sien-a del Portitxol, también conocida como de la Força dElda. El lugar resultaba peligroso por estar deshabitado, solítario y con la llegada frecuente de bandidos granadinos y maleantes del Reino de Murcia, que solían raptar a personas, Qanado y mercancías. Por esta razón el 15 de diciembre de 1386, el rey ^ragonés Pedro el Ceremo nioso a solicitud de su esposa, la reina Síbila, señora feudal de Elda, disponía que en la atalaya vigía recien temente construida en la serra del Portitxol se coloca sen permanentemente dos hombres, para asegurar la vigilancia de la zona y sus habitantes (7). Este servicio era pagado mediante un peaje de un dinero real valen ciano que se cobraba a los viandantes y al paso de los animales de silla, tiro o carga, de modo que la torre se convírtió también en puesto de aduana. Desde esta posición de guardia se vigilaba el camino de Elda a Sax y también otro conocido como de la Noguera, que desde la sierra se dirigía por el este hacia Petrer. Estas son las circunstancias y razones que explican que poco antes del año 138G se construyese la atalaya vigía cuyos restos todavía se aprecian en la sierra de La Torreta, que debe su nombre precisamente a la exis tencia del torreón. La primera mención que hasta ahora conocemos donde ya aparece con esa denomi nación es un asiento del 13 de enero de 1706, del libro /^NTONIO M. POVED/ NAV/^RRO Asesor Histórico de la Junta Cential de Comparsas de Moros y Gfst[anos de Elda. NOTf^S (^) Ccntro Excursionista Eldcnsc: Carta /^rqucoló^,ica dc Elda, /^rchivo dc Prchistoria Lcvantina, XIII, 197L, lí3m. Il,c M.W.: Elda cn fm5,n,cncs, Alboradn, 3G, 1988, p. íf9. J. Sampcr /^Icíizac Nda a travís dc la Historia. Comunfdad humana y tcrritorio, Elda, 1995, p. G7. (2) J. Rodrigucz Campillo: /^portacioncs para la historia dc los montcs. La TorrMa-Monastil, /^Iborada, Y8, 1984, ,/p. R. Azuar Ruiz Panorama dc la aryucología mcdieval dc los Valle, /^Ito y Mcdio del Vinalopó (/^licante), Lucentum, II, ^9A5, p. 3GG. J./^. Martí Cebri^ín: La Torreta de Elda, Castclls, J, 1991, p. YA. (3) 1. Rodrinucz Campíllo: op. cit. foto^iafia 3 y a. J./^. Maiií CcbriSn: op. cit. p. 29. U) /^. Navarro Pastor. Historia dc Elda. I. De la Prchistoria al siglo XIX, /^licantc, ^981, p. 83.1•/^• Martí Ccbriím: op. dt pp. Y8-29. (5) R, /^zuar Ruiz: op. cit. p. 3GG. (G) Ccnho Excurionista Eldensc op. cif. p. 408, láin. XIV, 1-8. /^. Navarro fastor: op. cit p. 58. J. I:odrínucz Campillo: op. cit. J./^. Marfí Ccbri^m: op. cit. p. 28. (7) /^rchivo dc la Corona dc /^ragón, C, reg. 918, ff. 1 dd r.-1a5 r. M.° Tcresa rcrrcr I Mallol: L.i frontcra amb II,lam cn cl scglc XIV. Gftians i sarrains al País Valcnci5. 13arcelona, p. 19Y, doc 1.1Q. Idcm: Or^anizació i dcfcna dun tcrritori frontcrcr. La ^rovcrnació dOriola cn cl c,lc XIV. I3arcclona, ^990, p. 327, doc 115. J.V. Cabczuclo Plic^o: Donnnenbs para la Hitoria dcl Valle de Elda, ^35G-^370. Elda, 199^, p. 5^. Idcm: EI sistcma dcfcnsivo del Medio Vinalopó cn el si^;lo XIV: castillos, casas fortifi cadas y torreones, en Fortificaciones y Castillos de /Alicante. Valles del Vinalopó. Petrcr, 199d, pp. 47Y-479. (H) A. Navarro Pastor: op. ciL p. 43A. J.A. Martí Ccbrií^n: op. cit. p. 49. ^ ^ ^ . 1` ^ ^ 44 ^ : +i.. ^ s ^.^^ 3. Fotos;rafía quc rr^uestra cómo se conservaba la atalaya de La Torreta hasta 19G0. de Clavarias de 1705 a 1710, donde se informa del pago del sí^uiente servicio de vigilancia: Ittem dit dia a Blay Torralba y Thomas Plaza per deset nits estigue ren de sentinela axi en la torre de la Iglesia com en la Torreta a rahó de 6 r/ la nit (8). En esta ocasíón la torre había sewido para la defensa de Elda en la Guerra de Sucesión a la Corona de España entre Borbones y Austrias. Posiblemente poco después de la Cjuen-a de la hldependencia, ya en el siglo XIX, la atalaya sería abandonada iniciándose el proceso de deterioro que nos ha dejado los escasos restos que actualmente se conseivan. 51 L A D E N O M C O M P A R S i N A C I O N A R E A L I S T A a Fiesta de Moros y Cristianos es un fenómeno popular, por eso las denominaciones y trajes que tienen los núcleos festeros (filáes, com parsas, etc...) escapan al rigor histórico de un análisis erudito, de un análisís histórico. Podríamos decír que generalmente son poco ortodoxos, y más aún en una fiesta multicentenaria y popular como la nuestra, donde las filáes surgieron hace más de doscientos años en un ambiente iletrado. El pueblo celebra la Fiesta como conmemoración histórica -aunque sea atávicamente y en forma de díversión (fiesta)-, pero cuando surgió la Fiesta (a medíados del siglo XVII en nuestra área) y también ahora, aunque menos, el pueblo veía la historia festi vamente, con los ojos del corazón y de su fantasía, y no con los textos de los eruditos, por eso no se atiene a ninguna lógica o rigor histórico, y en su fantasía va adoptando denominaciones e indumentaria al mar gen de la realidad histórica. Así se explican todos los anacronismos festeros, aunque siempre hay una moti vación para lo realízado, un lpor qué? En su origen los festeros eran pocos -la soldades ca-. Luego se agruparon en dos bandos, o eran moros o cristianos, había por tanto una sola denominacíón y un solo traje por bando. Al reanudarse la Fiesta en 1785, después de 15 años de suspensión de la arcabucería, lo hace con mayores bríos, estructuras y mayor participación, y esa masificación (1?) hace que los dos bandos se diver sifiquen en grupos que van surgiendo autónomamen te -filáes, comparsas, etc...- dentro de cada bando. Algo parecido a lo que ocurre hoy día en algunas poblaciones -Villena, Elda, Pefi^er,- etc.., donde las comparsas con varios cientos de individuos conservan su nombre para el conjunto, pero en ellas van sur giendo grupos con autonomía económica, fi-aje especial y nombre propio que Ilaman filas o escuadras. Centrándonos en Alcoy, lo que se puede extra polar a otras poblaciones, la realidad social de cada momento, lo que entonces podía estar en boga -de moda- era lo que impulsaba la inspiración popular para las denominaciones y trajes, que luego por diver sas razones fueron pasando de unos pueblos a otros. En el bando cristiano, sobre todo en las filáes des parecidas, esos impulsos populares procedían: a) de lo regional (Andaluces, Vascos, Navarros, Asturia nos, etc... que continúan vigentes; b) de lo reli^iosos (fil^í Capellanes, Monescillos, Angeles, etc...); c) de lo político: Somatenes, Cjaribaldinos, etc...; d) de de^1o minaciones históricas: Cides, C^uzmanes, Cruzados, Romanos, etc. ... Hasta Cowboys hubo en alguna población por aquello de la moda de las películas del Oeste. En el bando moro las denominaciones tienen otro desarrollo. Se ínspiraron. a) En el nombre o apodo de sus creadores, reformadores o festeros desta cados; así filá de Domingo Miques, de Chano, de Antonio Cordón, de Cuan, de Bacora, etc., b) También sirvió de inspiración el color predominante del traje: Verdes, Magenta, y en otras poblaciones: Grocs, Blaus, etc.., que tienen vigencia. Cuando las clases cultas se van incorporando a la Fiesta, se va pensando en poner coto a las extrava gancias, por lo que el Reglamento de 188Q, el de 1888 art. 8Q, y los posteriores, matizan y exigen, que tanto moros como cristianos respondan a tipos que hayan existido en la Península durante las épocas de la dominación árabe o de la Reconquista, lo que no siempre se ha cumplido escrupulosamente. Natural mente que las filáes que ya estaban, aunque no fueran hístóricas, continuaron, y ahí están. Sobre 18Q4 surgieron unos grupos festeros espcciales denominados caballerías que desaparecieron en 19Q6 o se transformaron en filáes. Empezaron tam bién llamándose por un número de orden, el de antígiiedad, seguido del nombre de su jefe que se llama ba general y no Primer tró. Así se lee en un acta de 1857: Moros. Caballería 1, la de Rafael Miró. El libro C^uía del forastero en Alcoy de 1865, al contabilizar los integrantes festeros las enumera des pués de las filáes de la siguiente forma: 9 . Octava de Lana (vulgo moros de la Foya o de Bacora, QQ indivi duos, Caballerías, 10. Arabes, 18 festeros, 11 Pales tinos,8; Marruecos, 16; - 13. Africanos, 11.- Total número indivíduos bando moro, Q98. La Caballería Realiste, transformada en filá a partir de 19Q6, empezó Ilamándose de Rafael Miró y algunas veces Árabes. En las actas de 188Q, y lo mismo en las de 1886, al establecer el orden de antí g ŭ edad y de fo^mación, se dice sencillamente Moros. Caballerías.-1 °, La de Rafael Miró La denominación popular (vulgar dicen las actas) de Realiste (sic), aunque debe ser muy antigua la encontramos en el semanario de la época Los Domingos de Abril del 45 de Abril de 1886, donde al hacer relación de las bandas de música que habían tomado parte en la Fiesta, dice: Prímera caballería 5Q mora o del Realiste ( sic) música de X(por lo visto irlnoraba el nombre de la banda). A fínales del siglo queda sólo la denominación Caballería Realiste, que en lo sucesivo ya es la denominación oficíal de este grupo festero. lPor qué Realiste y no Realista? Porque en valenciano los sustantivos castellanos que acaban en ista hacen el masculíno en iste y el femenino en ista (artiste-artista; pianiste-pianista,etc...) lo que no ocurre en catalán ni en español donde la terminacíón a sirve para los dos géneros, precedidos de el o la. Pero lo que nos importa en este momento, 1De dónde se deriva el término REALISTE? Son varias las hipótesis lanzadas, pero ninguna con seguridad sufi ciente. El término se ha resistido a ser explicado con vincentemente: A) Lo más corriente en Alcoy era hacerlo derivar de Realets topónimo de una partida rural, y supo niendo que vendría de que el general Rafael Miró, o Miguel Moltó, tenía allí una heredad. Pero Realet es diminutivo de real, moneda, y se hubiera dicho Caballería del Realet o del Realer, y no del realiste, que tiene otro sentido, porque el sufijo iste indica más bien pertenencia a una agrupación, o a un con junto, v.g. anarquiste. B) Lo mismo podríamos decir de los que lo deri van de real en sentido de campamento, y suponien do que en ese lugar lo tendrían los á rabes en tiempos de la Reconquista. Y lo mismo si se le quiere derivar de alguien apodado real, por ser dado al jue8o. C) Francisco Vañó Silvestre, en el extra del periódico Ciudad de la Fiesta de 1973 entiende que el término realíste alude a los moros del rey que eran soldados a caballo del ejército regular del impe rio marroquí. Como alusión vale, pero como causa originaria del término no es muy convincente, habi da cuenta la época en que aparece la Caballería Rea liste y su contexto. Añade Vañó Silvestre Sólo si figurasen en el bando cristiano cabría pensar en la milicia de Voluntarios Realistas de Fernando VII... Y después de haberlo insinuado hace marcha atrás, quizás porque como boicarentino, y pensando más en el origen de las denominaciones de su pueblo, desco nocía en profundidad la razón originaria de las deno minaciones moras alcoyanas, que no es otra que los nombres o apodos populares con los que se conocía a sus fundadores o prohombres, y cree en cambio que lo de voluntarios realistas sólo podría referirse al bando cristiano como ocurría en Bocairente con las denomi naciones de granaderos, zuavos, mosqueteros, etc.... entroncados con otras milícias de signo cristiano de su época. Pero hay que tener en cuenta que en Alcoy, como en toda España, después de la restauración de Fernando VII, tras la invasión francesa, se vió afecta do por las luchas entre liberales y absolutistas. Y que en 18Q3 la reacción absolutista creó en todas las poblaciones el cuerpo de Voluntarios Realistas, for mación paramilitar similar a las Milicias Nacionales liberales (constitucionalistas), instituido para, según decían, sostener el Altar y el Trono. En 18Q3 su número en Alcoy era de 170 individuos. Tras la muerte de Fernando VII en 1833 los realistas engro saron las filas carlistas. Si tenemos en cuenta que la Caballería realista, como núcleo festero aparece casi con seguridad en 1844, época en la que estaba aún fresca la controversía absolutista (realista) y liberal (constitucionalista), que los nombres o apodos en casi todas las filáes era el nombre con que se les conocía, y que andando el tiempo se convertiría en el oficial; y que el semanario Los DominBos de Abril escribe en 1866, en la rea lación que hace de los grupos festeros Primera Caba llería mora o del Realiste, eso indica pertenencia a, apodo en suma, de alguien que era conocido por haber pertenecido a la brigada de Voluntarios Realistas, brigada que tenía su sede en Alcoy y mandaba un coronel. La hípótesis es verosímil, la creo plausible, y se confirmará plenamente cuando se conozca si Rafael Miró o Miguel Moltó, sus primeros generales hasta 1888, habían sido miembros significados de los Voluntarios Realistas, o así se les conocía y llamaba popularmente. )OSE LVIS M/^NSANET RIPES 53 VNA H ERMAN DAD E NTRE E LDA Y SA;--; EN EL SIC^LO Xv as modernas mancomunida des de municipios, creadas para gestionar más efi caz y económicamente los servicios que prestan a sus vecinos, al aunar personas, esfuerzos y voluntades, y solucionar problemas comunes, tienen un lejano antecedente en las hermandades medieva les, con tres tipos fundamentales: asociaciones por intereses comunes, mercantiles y ganaderos, con federaciones de municipios en épocas de turbulen cias y anarquías para defender la seguridad de sus comarcas, y unión de propietarios para la guarda de sus bienes. De todas ellas hubo ejemplos en el tercio final del siglo XIII y principios del XIV. A1 repro ducirse la inseguridad ciudadana a consecuencia de las guerras civiles y advenir al trono la dinastía de los Trastamara, y tras el desastre de Aljubarro ta de 1385, )uan I de Castilla, en las Cortes de Segovia de 138G, resucitó el nombre de Herman dad al promulgar una ley, extendida a todo el reino, para mantener el orden y castigar los deli tos que, cada vez con mayor frecuencia, se come tían en descampado. En esa ley se basó don Alfonso de Aragón para organizar una de aque llas Hermandades en el Marquesado de Villena. Frente a los convenios en los que predominan los intereses económicos, las Hermandades nacen ante la necesidad de defenderse frente a las agre siones de los malhechores, tanto cristianos como musulmanes, que al socaire de la frontera, la baja densidad demográfica, con enormes espacios va cíos, y la proximidad del reino moro de C^ranada, fomentaron en el marquesado de Villena y en la gobernación de Orihuela un clima de intranquili dad. La etapa más inestable fue la que se extendió entre el final de la guerra de los dos Pedros (1356 1369) y la guerra con Castilla en 1429, y la Hermandad entre las villas del Marquesado de Ville na en 1386, a instancias del marqués don Alfonso de Aragón, nació con esta finalidad defensiva. Las capturas de moros y cristianos de la gober nacíón de Orihuela, auténtica plaga en el territo rio según Hinojosa Montalvo (1), hizo que en 1399 se creara una hermandad de los moros y las villas de la gobernación, de la que fonnaron parte Alicante, Elche, Crevillente, Elda, Aspe, Novel da, Orihuela y sus aldeas, Chinosa, Mor^óvar, Petrel y Asprilla, no pudiendo ser admitidos Villena y Sax por faltar el permiso de su rey, pero sí lo hicieron, a súplica de Orihuela en 1402. Los capítulos hacen referencia a la captura de cristia nos o moros en los municipios integrantes, y su rescate por todos los componentes, así como Ias indemnizaciones por muertes de cristiano o moro. Hubo una segunda renovación en mayo de 1-104 a mayo de 1406, y una tercera entre los mesc^ de mayo de 1406 a 1408. Su eficacía quedó reflej^rda en el interés de los municipios por su renovacíón, aunque no pudo acabar con el problema de los salteamientos. La gestación de la idea de la hermandad no fue cosa de un día, camo explica mucho nlás extensamente Ferrer Mallol (Q). La ordenación de 1315, renovada en 1375, preveía que los moros del lugar en el término del cual se hubiese hecho algún asalto, debían responder de los muertos o del rescate del los cautivos que hubiesen resultado. La ordenación de 1315 había establecido la responsabilidad civil colectiva de los moros para subsanar los delitos cometidos contra cristianos en términos habítados por ellos, pero no había pre visto el caso contrario, la reciprocidad por parte de los cristianos. No era todavía una hermandad, pero afirmaba uno de los elementos decisivos de la hermandad cristiano-sarracena posterior: la responsabilidad colectiva en los asaltos. La hermandad de Villena no preveía la re^ ponsabilidad colectiva de las comunidades cristiana y mora, una hacia la otra, a la hora de pagar los rescates o de buscar las víctimas de los asaltos, y esta fue, precisamente, la piedra angular de la her mandad de Orihuela, ya que privaba a los saltea dores granadinos del soporte de las aljamas moras, y también a los almogávares cristianos de las complicidades que encontraban en los municipios cris tianos, obligados a pagar sus fechorías. Alberto Navarro (3) recoge el comienzo de la hermandad y la participación de Elda cuando explica que bajo del señorío de la reina viuda Doña Violante de Var... tuvo lugar la convención de moros y cristíanos para prevenir los desmanes que bandoleros sin control, fills de perdició ape llats almugávers, los quals no tements deu ne la 54 senyoria del dít senyor Rey ^uerrejants se cativen unas a altres axi xpians (cristíanos) com a moros a axi presos a cati vats duhíen e aportaveri a vendre en les pa^s daquells que volen la reprovada secta de Mahomat serrasins apellats, cometían en todo el revul armente111a (... hijos de perdición, ^ mados almo^ávares, los cuales no temiendo a Dios ni ^ la señoría del dicho señor Rey, guerreando se cautivan los unos a los otros, así cristianos como moros y así presos y c^utivados los lle van a vender en las p^rtes aquellas que quieren la reprobable secta de Mahoma llamados sarracenos). Esta reunión se celebró el 3 de diciembre de 1399 en la iglesia de San tiago de Orihuela, bajo la presidencia de C^uillém de Martorell, legado especial del rey de Aragón don Martín. En la convención se acordó que las aljamas de moros seríai1 responsables de cualquier secuestro de cristianos realizado en el reíno de Valencia y aunque fuese Ilevado a C^ranada como esclavo, debería ser rescatado por la aportación de dinero de todas las aljamas del reino. También se incluían en el documei1to otros capítulos que sua vizaban la tensíón existente en la coexistencia de moros y cristíanos. Por parte de Elda Y en representación de la reina doña Violante fir ► naron la concordia Vidal de Blanes, procurador de la señora de Elda y Aspe, y Muza Alazarch, síndico de la aljama de Elda. Por parte de Petrel lo hicieron igualmente Sanxo de Camargo escuder e procurador del dit noble En C^arcia Joffré de Loaysa, senyor de Petrer y por Mahomat A1beZeyte, sindich de la aljama del dit lloch de Petrer. Los capítulos fueron confinnados solamente por dos años, y los mUnicipios de la gobernación hubieran querido que, al menos los lugares del marquesado de Villena, hubiesen entrado en la hermandad, ya que ellos habían de pagar a menu do los daños infligidos a los moros valencianos por los habítantes del marquesado y hasta hubie sen querido que fuesen incluídos los municipios del adelantamiento de Murcia, pero solamente entró Abanilla, la plaza fronteriza que había sido tan discutida entre los dos reinos. Los vecinos de Víllena también tenían interés para entrar, y pidieron autorización para eso al rey de Castilla Enrique III (1390-140b), pero no consiguieron la licencia a tíempo y, de momento, no entraron. A mediados de agosto de 1400, almogávares , ^ ^ ^ ^ ^^^ ^`=a.•^, ^„w 4::^. .;: _ .e5 ^^- !É^±^y de Elche asaltaron en el ténnino de Alicante a un moro de Aspe, Amet Arrany, y se lo llevaron, con la carga que portaba, a Castilla. Los rastrea dores de Alicante siguieron el rastro de los mal hechores hasta el término de la villa castellana de Sax, dentro del marquesado de Villena. Como no pudieron continuar la persecución al reíno de Cas tilla, enviaron un mensajero a Elche y a Orihuela para ponerse de acuerdo las tres grandes villas e instar al gobernador para que hiciera un escar miento. A1 mísmo tiempo, por si los procedi mientos de justicia que esperaban que tomaría el gobernador no daban resultado, enviaron dos per sonas a Sax que parlamentaron con los salteado res, los cuales fijaron un rescate de 100 florines por su víctíma. A1 principio, las víllas se inclínaron por el procedimíento de justicia, pero no se consiguió la extradición de los culpables ni se consiguió tam poco la devolución de la víctima ni el casti^o de los salteadores en Sax. Finalmente fue necesario que las comunida des crístianas, de acuerdo con lo que se había esta blecido en la hermandad de Orihuela, pagasen el rescate pedido que, con los gastos, subía a 119 flo rines y tres sueldos, que no fueron pagados hasta el mes de junio de 1401, lo cual quiere decír que el cautiverio del moro y las negociaciones se alar garon casi un año. El térmíno de vigencia del acuerdo interno entre las comunidades cristianas y sarracenas de la gobernación de Orihuela, fírmada para dos años, en 1399, había expirado a fínales de 1401. Los procuradores de las aljamas sarracenas pidieron en sendas cartas de 11 y 47 de diciembre, dirigidas al Consejo de Orihuela, la prórroga de la herman dad (4). 55 Las cosas habían cambiado, sin duda, y si antes, cuando los asaltos de los sarracenos contra los cristianos eran tan frecuentes, los munícipios crístianos habían promovido la concordia con las aljamas sarracenas, que se habían resistido, ahora, como eran principalmente los moros los que ha bían de sufrir los asaltos de almogávares castellanos y oriolanos, eran ellos los que se mostraban más interesados en la continuación de la concor dia, mientras que los crístianos, que tenían que pa^ar los rescates de los moros, según el tenor de la concordia, ya no mostraban mucho interés. Para tratar de la renovación de la hermandad fue convocada, para el 8 de enero de 140Q (5), una reunión de los representantes de las villas de la gobernación de Oríhuela, con los representan tes de la reina Violante por los valles de Elda y Novelda, los de Barcelona por Elche y Crevillen te y los de Pere Maza por Monóvar y Chinosa. Los procuradores de los lugares moros de señorío habrían querido promover la hermandad rápida mente, en una negociación interna entre sus míembros, por tal de evitar los numerosos gastos que provocaba la venída de un comisario enviado por el rey, como el que había estado nombrado en 1399 para hacer firmar el acuerdo; pero los síndi cos de las villas cristianas rechazaron estas presio nes, escudándose en los privilegios de sus villas y alegando también que no tenían obligación de fir mar la concordia. Estos mismos síndicos querían, además, introducir modificaciones en los capítulos de las ordínaciones de 1399; la enmienda más ímportante era que querían fijar la indemnización por la muerte de un crístiano en 4.000 sueldos y la de un moro en Q.000, en cuenta de los Q.000 y 1.Q00, respectivamente, establecidos en las ordi naciones anteriores, acentuando, pues, todavía más la díferencia de valoración, por fijar en la mitad de valor del moro respecto del cristiano. Los representantes de las aljamas sarracenas no aceptaron estas modificaciones y se negaron a firmar nada que no fuera el texto de 1399. Los municípíos crístianos amenazaron entonces con dejar que la hermandad se deshíciese. Es muy probable que en el cambio de actitud de las villas cristianas (6), que finalmente renun cíaron a algunas de las modificaciones más signí fícativas, ínfluyese, además de la presión real, la entrada a la hermandad de las villas castellanas de Villena y Sax, de donde solían partir almogávares que atacaban a los moros de los valles de Elda y Novelda. Era lógico suponer que, si pasaban a for mar parte de la concordia, se esforzarían en evitar que se hiciese daño a los moros, daños que des pués les tocaría pagar, y que eso repercutiría en beneficio de las villas cristíanas de la gobernación oriolana, a las cuales habría correspondido, dc otra manera, pagar estos daños. También fue novedad la introducción de otro capítulo prohibíendo que ningún cristiano, dc la gobernación de Orihuela o de Villena y tiax, pudíera comprar moros de C^ranada, y que nf el gobernador ni su lugarteniente, ni los procur^,io res ni los concejos de las villas pudiesen dar lic^^n cias para hacer incursiones por tierra contra ^;ra nada ni para vender granadinos. Vnicamcnte, para rescatar a los cristianos cautivos antes de la firma de la prórroga de la hermandad, los conce jos de las villas podrían dar licencia para h^^cer incursiones, a C^ranada, a los parientes o amit^os del cautívo que no tuviesen granadinos para poder hacer el cambio. Se intentaba así, sin perjudicar derechos anteriores, cerrar el círculo vicioso de las represalias y contrarrepresalias con Caranada, a las cuales debían ser debidas una gran cantidad de las incursiones. De otra manera, se tuvo que modificar tam bién, a causa de la entrada de Villena y Sax a la hermandad, el repartimiento de las indemnizacio nes entre los cristianos; este repartimiento fue, pues: la mitad de la índemnízación a cargo de Orihuela y sus aldeas, 11% a Villena y Sax, 19% a Elche y fueros cristianos del valle de Elda y 19^,ó a Alicante y sus aldeas. Entre la renovación de la hermandad de 140^ y la prórroga de 1404 no hay muchas noticías de incidencias; así y todo no dejó de haber al^unos problemas, según Ferrero Mallol (7). En los primeros meses de 1404, Martín el Humano (rey de Aragón entre 1396 y 1410) escribió al procurador, justicia, los jurados y prohombres de Elche y también al justicia y jurados de Alicante recomendándoles prorrogar la her mandad, que proporcionaba a toda la comarca más seguridad y defensa. El 16 de marzo de 1404 (8), el monarca sc dirige a luan Rodríguez de Salamanca, doctor en leyes y corregidor de Murcia, para que la villa de Villena y el lugar de Sax negociasen con las villas y los lugares de la gobernación de Orihuela la renovación de la hermandad, que estaba a punto de caducar y había sido muy útil para la seguridacj de todos. Esta carta la recoge )osé María Soler (9), cuando habla de ...una carta en la que Juan Rodríguez de Salamanca, Justicia Mayor en el reino de Murcía, a petición del rey de Aragón Martín I y de la reina doña Violante de Var, 56 i viuda de Juan I, ruega a los concejos de Villena y Sax prorroguen por el tiempo que consideren necesario la Hermandad que durante dos años tuvieron firmada con los lugares fronterizos del reino de Ara^ón (...) por razón de algunos malos omes almogavars que salteavan e furtavan los omes, así cristianos como moros. La renovación debió ser firmada por todas las partes antes del mes de junio, ya que el 1 Q de junio de 1404, después de un asalto hecho por almogávares contra dos moros de Monóvar, uno de los cuales pudo huir y el otro fue muerto, las villas cristianas fueron requeridas para que indem nizasen la muerte, tal como lo estipulaban los capítulos de la hermandad. Ferrer Mallol (10) considera que la herman dad debíó ser renovada en 1406, porque existe constancia de que en 1407 la hermandad estaba vigente. Por mayo de 1407, en efecto, hubo un conflicto entre los miembros de la hermandad sobre la interpretación que podía darse a algunos capítulos referentes a la indemnización de los muertos en asaltos. El conflicto había surgido a raíz de la muerte de un hombre cristiano de Sax, que los moros habían indemnizado, tal como toca ba, con Q.000 sueldas. Los capítulos de la her mandad de 140Q preveían que, de esta cantidad, 1.000 sueldos eran para los parientes de la víctima y los otros 1.000 para la villa de donde era natu ral el muerto, pero la villa de Orihuela cxigía l^i mitad de esta última cantidad. Las villas dc Villena y Sax no estaban de acuerdo con esta interpretación y, finalmente, el lugarteniente del ^oberna dor de Orihuela consultó el parecer de la corte catalana sobre esta cuestión. Los capítulos de la hermandad fueron examinados por el rey y por su Consell y dieron la razón a Orihuela, ya yue ^.^ije ron que debían interpretarse los capítulos na uno por uno, por separado, sino los unos ligados con los otros y que, si Orihuela debía de pI^;ar la mitad de la indemnización cuando un moro era muerto, también era justo que cobrase la mitad de los 1.000 sueldos de la indemnización de Ic) muer te de un cristiano, pagados a la familia los otros mil que le pertenecían. El lugarteniente del ^;ober nador había asegurado que era esta la práctica que había sido seguida hasta entonces y, por este moti vo, el rey pidió a los prohombres de Villena y Sax que no pusíesen impedimentos a esta interpFeta ción. Según Ferrer Mallol (11), la hermandad debió ser renovada en 1408, hasta finales de 1410. Después, tal vez a raíz de las convulsiones políticas por la muerte sin descendencia de Mar tín I en 1410 y la elección de Fernando de Antequera como rey de Aragón en 1412, mediante el compromiso de Caspe, dejó de renovarse la hcr mandad. Noticias semejantes a estas fueron cosa habi tual en la frontera todavía durante muchos a)ios, hasta mediados del siglo XV, a pesar de las tre guas entre Castilla y C^ranada a partir de 1408 con )uan II (1406-1454). Después, tal vez por la progresiva debílitación del Reino de C^ranada, hay una mayor tranquilidad en la frontera, al menos en la frontera valenciana. VICENTE Ví^ZQVEZ HERNí^ND NOTAS (1) I tINOJOSn MONTALVO, )osí.- EI MaryucsaJo Jc Villcna frontcra con cl Rcino dc Valcncia°, pp. YY7-Y3Y. Cons;reso dc Historia del Señorío dc Villena. /^Ibacctc, Instituto Jc Estudius /^Ibacctcnscs, 1987. .133 VV• (Y) FERRER I M/^LLOL, María Tcresa.- La frontcra amb IIslam en cl sct;lc XIV. Cristian; i sarrains aI País Valcnci^i. 13arcclona, Conxll tiuperior dinvcstigacions cicntífiyucs, Instituciti Mi15 i Funtanals, 19A8. 533 pp. pp. 19G-197. (3) N/^V/f:RO P/^STO^, lVbcrto.- Histoña dc Elda. 3 voL nlicantc, Caja dc /^horros Provincial, 19tf1. Toino I, pp. 1Y6-130. (1) FEI:RER I M/^LLOL, Maiía Tcresa.- Op. Cit. pp. 212-Y1 S. (5) FE^RER I MALLOL, María Tcresa.- Op. CiL pp. Y13. (G) FE^REI: I M/^LLOL, María Tcresa.- Op. CiL pp. Y1a. (7) FERREI: I M/^LLOL, María Tcrcia.- Op. Cit. pp. Y15. (ti) FERRER I M/^LLOL, Maria Tcresa.- Op. Cit. pp. Y16-Y17. (9) SOLE^ C^/^RCI/^ losé María.- Historia dc Villcna. Rcvista Villcna. Abril 19tiJ, pP. 1Y3-1Yd. (10) FERRER I M/^LLOL, María Tcresa Op. Cit. pp. Y19. (^ 1) FERRER I MnLLOL, María Tcresa Op. Cit. pp. Y2Y. 58 LAS DIMENSIONES FESTERAS DVRANTE EL SIC^LO Xv uando en España se realizó la última batalla entre la nobleza y la monarquía (1489), a través de la C^uerra de Sucesión de Casti lla, ya se estaba consolidando una transformación en distintos campos de actividades humanas. Los resultados se conocieron mucho tiempo después, La ostentación y aparatosidad que acompana_ ban al noble se iniciaba desde su nacimiento y ter minaba con su muerte. Bautizo, boda o primera misa y la defunción siempre estaban complemcnta dos con un gran espectáculo. Pero siempre fue a imi tación de lo que hacían los monarcas, incluso a-ea ron sus propías cortes que albergaban en sus propios castillos o en grandiosas residencias urbanas, todo esto trajo consigo que se desplazaran sus actividades JVEC^O DE C/^Ñ/^ti, EN V/LL/^DOLID, f?/^I:TICIIO FELII?E EL HERMOSQ ES CVRIO50 VE^ n PERSON/^S SITV/^D/^5 EN LOS TEJnD05 60 quizá, cuando aparecieron diversas opciones como la religiosa, la artística, e incluso, la especulativa. El fondo de esta cuestión pudo ser la progresíva valo ración del individuo, que buscaba un destino muy personal, a la vez que estaba ansioso por realizarse en todos sus aspectos. Este cambio supuso una gran díversidad de sen timientos, donde prevalecía, entre otros, el indivi dualismo, la desmesura en la religiosidad y el pen samiento. Estos avances humanísticos modificaron todas las estructuras sociales tradicionales, en contra de algunos sectores muy privilegiados que fueron afectados por estos cambios, entre otros podemos destacar la nobleza. hacia nuevas formas de ocio: el torneo, el amor, la caza o los juegos. Introduciéndonos en el tema de la Fiesta pode mos decir que los nobles fueron los que, posible mente, representaron estos ritos, -opinión muy generalizada entre la mayoría de los investigadores de la Fiesta- desarrollándose en numerosas pobla ciones peninsulares. Otro aspecto que debemos de destacar es cono cer el momento en que se inició el rito del combate entre los dos bandos. Es muy complícado determi nar la época, así como el esquema básico que prac ticaban, sin embargo conocemos un documento, fechado en 1463, en el cual podemos apreciar unas dimensiones festeras muy similares a las que cono ccmos. D. )ulío Caro Baroja, en su libro titulado EI estío festivo. Fíestas populares del verano. Escribió lo siguícnte: ,... para una época tardía de la Reconquista, cuando la frontera quedaba entre Jaén y C^rana da, sabemos que los caballeros cristianos de Jaén que por los años de 1463 estaban a las órdenes del Condestable Miguel Lucas de Iranzo, personaje muy dado a fiestas y mascaradas, hacían verdaderas representaciones de Moros y Crístianos, como la que tuvo lugar con motivo de las fiestas de Navidad del año indicado, y yue está descrita con mucho lujo de detalles en la preciosa crónica. Resultó así que el domingo segundo, día de Pascua, doscientos caballeros, lo más granado y bien alhajado de )aén, se divi dieron en dos bandos la meytad de los cuales fueron en ábito morisco, de baruas postizas e los otros cristíanos. Fingieron los moros Ile^ar, con su rey, de Marruecos, e trayan delante al su profeta Mahomad, de la casa de la Meca, con el Alcorán e libros de su ley con grant cirimo nía en una mula muy emparamentada: y en somo, un paño ríco en cuatro varas, que trayan cuatro alfaquies. Los guerreros con su rey iban a caballo. El rey mandaba una carta bermeja al Condestable. Recibía éste a los emisarios con compañía de escuderos, dueñas y doncellas, y aquellos le entregaron una carta en la que le proponía un juego de cañas, o torneo, que sir viera como juicío de Dios, es decir que si aqyuesto como en la guerra vuestro Dios vos ayuda a levar lo mejor, luego el nuestro profeta Mohamad e los libros de nuestra ley que conmigo mande traer seran de mi e de mis moros renegados. El Condestable aceptó el fingido reto. Se jugo a las cañas en la plaza de Santa María, por más de tres horas. Los moros fueron naturalmente, vencídos y el rey de Marruecos hizo un razonamiento en que abjuraba de su fe: Y diciendo e faciendo, dieron con el (la efigie de Mahoma) e con los libros que trayan en tie rra. E con muy grandes alegrías e gritas e con muchas tronpetas e atabales, fueron con el dicho señor Condestable por toda la cibdad fasta la Madalena. Y en la fuente della lança ron al su profeta Mahomad, y a su rey derra maron un cantaro de agua por somo de cabeça en señal de bautismo; e el e todos sus moros le besaron la mano. E de alli toda la cavalleria e grant gente de pie de onbres e niños vinieron a la posada del digno señor Condestable, con mucho placer y alegria, dando gritos e boces; do a todos generalmente dieron colaçion de mucl^as frutas e vinos. Si analizamos con detenimiento algunas frases llegamos a las siguientes conclusiones: a) Es una fiesta eminentemente caballeresca. (....doscientos caballeros, lo más granado y bien alhajado de Jaén ) b) Existen dos bandos y curiosamente se dife rencian porque ....la meytad de los cuales fueron en ábito morisco, de baruas posti zas.... c) Había también Embajada. (El rey mandaba una carta bermeja al Condestable). d) Los moros fueron vencidos. e) Nos aparece un personaje de cierta relevan cia en algunas poblaciones festeras: La Mahoma. f) La participación femenina es evidente. (Reci bía éste a los emisarios con compañía de escu deros, dueñas y doncellas...) En este documento el ritual bélico consiste en un juego de cañas, diversión que llegó a convertirse en la faceta lúdica más destacada en las cortes y en las principales ciudades españolas. Esta diversión derivó años más tarde hacia un ambiente más popu- lar, generalmente rural, donde se íncrustó en fiestas religiosas y civiles. No podemos hablar de este tipo de fiesta sin remitirnos a una poesía de Luis de Góngora sobre el juego de cañas: ...y en la caña larga / pondré una bandera / con dos bordas blancas / en sus trenzade ras / y en mi caballito / pondré una cabeza / dos hilos por riendas,/ y entraré en la calle / haciendo corvetas; / yo, y otros del barrio, / que son más de treinta, / jugaremos cañas / junto a la plazuela. Finalízando el siglo XV, el juego de cañas fue sufriendo una cierta transformación por la deriva ción hacia otros espectáculos con parlamentos reci tados y elementos teatrales. Estamos convencidos que esta evolución hizo que la Fiesta de Moros y Cristianos se fuera consolidando en muchos lugares de nuestro país, porque a partir de esos momentos hasta los grandes de la literatura universal, como Cervantes, escribieron sobre nuestro querido festejo. JOSE LVIS B/^Z/^N LOPEZ 61 LOS ALCAIDES DEL CASTI LLO DE ELDA: HOMBRES Y NOMBRES PARA LA HISTORIA DE NVESTR^.^ PVEBLO Y DE NVESTRA FIESTA n la revista de las Fiestas de Moros y Cristianos de 1997 deteníamos nuestra atención sobre la figura del cadí ( qadí) en las poblaciones musulmanas, haciendo un repaso por las características de esta magistratura islámica, sus fun ciones, responsabilidades, atribuciones, competen cia, etc. Aprovechábamos, entonces, la ocasión para poner ante los ojos de todos los festeros los nombres y algunas notas biográficas de aquellos eldenses de los siglos XIV, XV y XVI que desempeñaron este importante cargo municipal y que con el transcurrír de los siglos y la recreación festera de los aconteci mientos históricos dieron su nombre a la comparsa de las Huestes del Cadí. En aquella colaboración hacíamos referencia a la similítud de términos entre los términos árabes qadi y qaid, manifestando su signifícado civil y militar, respectivamente; así como la distinta etimo logía de los vocablos castellanos originados por ambas ( al-qadi ® alcalde ; al-qaid ® alcaide). Vna vez solventada cualquíer tipo de confusión que se pudiera dar entre ambos términos, le toca el turno a la figura del alcaide. Término con el que se defínía al responsable de la tenencia y defensa de un castillo o fortaleza. De indudable origen islámico, el car^o de alcaide perduró en los territorios cristianos desde los momentos de la Conquista hasta los siglos XIX y XX, llegando a ser exportado fuera de la Península Ibérica, en las posesiones españolas de las Indias y Filipínas o en los dominios españoles de Flandes e Italia. La institución de la alcaidía estuvo regulada por la Consuetudo Hispanie, también llamada Costum dEspanya. Norma de origen musulmán por la que el señor feudal o el rey conservaba siempre el domi nío directo sobre el castillo, pudiendo nombrar y destituir al alcaide a su voluntad, sin otorgarle com petencias jurísdiccionales. El alcaide recibía por la custodia del castillo una retribución económica donde quedaba comprendida su propio salarío, el de todos los miembros de la guarnicíón y los gastos de los víveres y armas con los que debía contar el cas Para Rcbcca /^bandcrada Infantil Marroquícs 2000 Hija yue sin ^crlo, cs mas que siínJolo tillo para su defensa y para resistir un asedio cierto tiempo. El nombramiento para el cargo de alcaide era un acto personal, donde el señor o el rey recibía el homenaje y el juramento de fidelidad como tal, mientras que con el cese y la devolución del castillo, mediante otra ceremonía al alcaide se le absolvía de sus compromisos adquíridos. En caso de muerte del alcaide durante el ejercicio de su cargo, su cadáver no podía ser enterrado hasta que el señor del casti llo lo librara del juramento y lo declarara exento de sus obligaciones de custodia del castillo, ya que si el señor o el rey lo consideraba un traídor a su causa, podía vetar su inhumación en terreno sagrado y arrojar su cuerpo a los perros para ser devorado. Las obligaciones consustanciales al cargo del alcaide eran: residir en el castíllo con su familia y una guarnición suficiente para atender las necesida des de defensa del mismo; tenerlo aprovísionado de víveres, agua y armamento; así como atender las necesidades de la fábríca del castíllo, realizando todas las obras y reparaciones necesarias para evitar su deterioro. Obligacíones que no implicaban que hubiera alcaides que no atendían sus obligaciones con el celo debido, embolsándose las cantidades asignadas. Los sueldos o retribucíones de los alcaides eran fijadas según la importancia del castíllo y de la can tidad de hombres que componían la guarnición. En caso del castillo de Elda, sabemos que Jaime II de Aragón fijó la retribucíón en Q.500 sueldos. Canti dad que fue mantenida durante toda la prímera mitad del siglo XIV, siendo aumentada, a 3.000 sueldos, durante la guerra de los Dos Pedros (13561366). Momento en el cual la guarnición del casti llo estaba formada por 11 0 1 Q hombres. Acabado el conflícto bélico con Castilla, la retribución vuelve a sítuarse en los Q.500 sueldos, para ser reducida, poco después, a Q.000. Cantidad que se mantendrá hasta finales del siglo y que viene a demostrar la importancia del castillo de Elda durante la Edad Media. Retribución que, en el caso de los castíllos bajo jurisdicción real, era pagada cada cuatro meses. En el caso de éstos últimos, y como práctíca habitual durante la Edad Media, la Corona prefería 62 yue los alcaides fueran perso nas con cierta fortuna y posi ción social, con el fin de que, en caso de necesidad, pudie ran disponer de dinero propio p,^ra hacerse cargo del mante nimiento del castillo y de su avituallamiento. En estos casos, era fi-ecuente que ciertos personajes de la administra ción real disfrutaran de varios car^os, entre los que se encon traba alQuna alcaidía. Entonces, se recurría a la figura del tenente (actual teniente) en el que el alcaide, previamente eximido de la obligación de residencia en el castillo, dele gaba poderes, confiando ple namente en él. Después de estas breves e introductoras pinceladas infor matívas sobre la alcaidía, per mítanos el lector resucitar del anonimato, al que quedaron relegados, por el paso de lar gos siglos de historia, a un ^,^; ; , ^: _ _ ` ^Z^ _ .^ ^^ ŝ ;:, ^ .___ ^/^/r. ^ I` r^ ^ ;/ ^ ,^I ^!i ^í /^ ir ^^( ^ /^^^ Ĉ av ^^l ( ^ . / , i ^ sr,av .: r!, ^ ^ i i^^, ^ ^ ^ `.^ . ^ n^y^°°^^/99y ^ ^ ^^ ^ ^- ^--^^.7 (/ `^ ^. RECONtiTRVCCION IDE/^LIZ/^I)n DEL CASTILLO IE EL^/^ /^ FIN/^LEti pEL tiI^^LO XIV serie de hombres que, con mas o menos prota^onís mo personal o histórico, desempeñaron el cargo de alcaides del castillo de Elda. En el estado actual de la investigación, todavía no conocemos al completo la lista de todos los alcai des que tuvo nuestro castillo. Haciendo un repaso por las páginas de la historia de nuestro pueblo, encontramos los nombres de dieciocho alcaides. Eldenses algunos de ellos, los más recientes; catala nes o valencianos, la mayoría; y, extranjeros, oriun dos de diversas tierras europeas, los menos. Hom bres y nombres que, sin lugar a duda, han pasado a la historia de Elda por haber defendido con su vida y fortuna el castíllo ante peligros, ataques y revuel tas, preservándole para su señor, a quien habían prestado juramento de homenaje y fidelidad. Sus nombres y algunas pínceladas biográficas aparecen reflejados en la documentación histórica depositada en diversos archívos y publicada en variada biblio grafía, que por cuestión de espacio eludimos citar. luan García de Loaysa ( 1 Y96-1305) Nieto de Jofré de Loaysa, a quién Alfonso X el Sabio había concedido el señorío de Petrel (1458) r -^.-^/^ ./^ , = ^; ^^_ =^ ^ ^ -_-:^--= ^ ,^,, i^!:f II ^ ^i : ^^I „^ ^^i^1. 1^ l 1 ^ : ^ I . , ^ I^, , ^ ! en pago a la ayuda prestada en la conquista del reino musulmán de Murcia, donde se encontraban por entonces Elda y Petrer. Sucedió a su padre, C^ar cía Jofré de Loaysa (= 149G), en el dominio de Petrel y como caballero de linajuda estirpe castella na, actuó como procurador de Violante Manuel, hermana del infante Juan Manuel, señor de Ville na, esposa del infante Alfonso de Portugal y seño ra, por herencia paterna, de Elda y Novelda (1 Q94 1305). Como representante de su señora, ostentó al mismo tiempo la doble alcaidía de los castillos de Elda y La Mola (Novelda) en un difícil momento: la invasión y conquísta del reino de Murcia por las tropas aragonesas de Jaime II. Tras la firma de los acuerdos de Torrellas-Elche (1304-1305), y la renuncia de Violante Manuel a su posesiones de Elda y Novelda a favor de )aime I I, Juan Caarcía de Loaysa cesará en su cargo de alcaide de los castillos de Elda y La Mola, siendo sustituido por Pere de Montagut, pero conservará su señorío de Petrel. Pere de Montagut (1305-1310) Perteneciente a una familia noble de origen ara gonés establecida en el reino de Valencia durante la 63 conquista de Jaime I, Alfonso I II de Aragón le con cedió el señorío de Ibi (1 Q86). A1 servicío de Jaime I I de AraBón, desde cuando éste solo era rey de Sici lía, participó en la conquista aragonesa del reino de Murcia (1496), siendo embajador del monarca ara gonés ante la corte castellana de la regente María de Molina (1301) y último procurador aragonés del reino de Murcia (1303-1305), y primer procurador de las tierras dellá Xixona. En calidad de tal, participó en la divísión del reíno murciano enfi-e Castí lla y Aragón llevada a cabo en el Pacto de Elche (1305). Tras la renuncia de Violante Manuel al señorío de Elda y Novelda a favor del monarca ara gónes, fue nombrado alcaide del castillo de Elda (1305-1310). En abril de 1310, pocos meses antes de la muerte de la reina Blanca, esposa de Jaime II, ésta, como señora de la villa y castillo de Elda se dirigió a Pere de Montagut para que procediera con suma diligencia a la custodia y pertrechamiento del castillo de Elda, almacenando soldados, armas y víveres, dada la situación de inestabilidad fronteriza entre Castilla y Aragón y el peli8ro de íncursio nes granadinas. Tras el fallecimiento de la reína, cesó en el cargo; muríendo poco tiempo después (131 Q). Miquel Vídal de Llíbíá (1312) Poco sabemos de este alcaide, de origen cata lán, nombrado por )aime I I de Aragón. Berenguer de Togores (1358-1363) Capitán encar8ado de la vigilancia de la fronte ra con el reino de Castilla. Este caballero de origen oriolano fue nombrado alcaide del castillo de Elda por el infante Fernando de Aragón, marqués de Tortosa y señor de Elda (13Q8-1363). Cargo que desempeñó entre 1358 y 1363, durante la llamada C^uerra de los Dos Pedros. Conflicto en el cual man tuvo al castillo de Elda en las filas del infante Fer nando. Tras el asesinato de éste, por orden de su hermanastro el rey Pedro IV de Aragón, en el mes de agosto, y junto a los alcaides de los castillos de Orihuela, La Mola, C^uardamar y Callosa, es Ila mado a la Corte para prestar juramento de homena je y fidelidad al rey, como nuevo señor de la villa de Elda. Allí es relevado del cargo, siendo sustituido por Pere Sala. Pere Sala (1363) La alcaidía de éste se inscribe en los episodios bélicos de la Cauerra de los Dos Pedros (1356-1366), que enfrentó a Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, siendo el valle de Elda y la cuenca del Vinalopó habitual campo de batalla de las tropas contendientes. El desempeño de su cargo se rel^^cSo_ na con el hecho luctuoso más célebre de los aco^ ^te cidos en el castillo de Elda durante la contier da, puesto que tanto Pere Sala como los 11 0 1 Q hom bres que componían la guarnicíón del castillo fue:^ on asesinados por un tal Roberto C^anga, con la complicidad de los musulmanes eldenses. Crimen ^^ue facilitó la conquista del castillo por las huestes ca;te llanas del rey Pedro I. Sanxo de Sparça (1366) Tras la retirada castellana de las tierras valen cianas del valle del Vinalopó, Pedro IV de Ara^ón nombró a Sanxo de Sparça, alcaide del castillo cje Elda. Poco más sabemos de este alcaide. Martí de Morera ( 1367-1368) Tras el breve señorío de Bertrand Du C^uesclíil, jefe de las mercenarias Compañías Blancas galas, sobre las villas de Elda y Novelda y sus respectivos castillos, el castillo de Elda tornó, por escaso tíempo, a manos reales, ejerciendo la alcaidía del mismo Martí de Morera, actuando como tenente suyo Jo^^n de Salazar. John Bríghton ( 1368-1370) Procurador del noble inglés Hugh de Calviley, capitán tambíén de las Compañías Blancas que habían decantado la pasada guerra a favor de la corona aragonesa, desempeñó el car8o de alcaide durante el señorío de éste noble anglosajón sobre las villas de Elda y Aspe y los castíllos de Elda, Aspe y La Mola. ^oan de Salazar (1383) Tras los sucesivos señoríos de Bertrand D^_^ Guesclín (1366-1367) y Hugh de Calviley (1367 1383), la Corona compró a éste último y por el pre cio de Q0.000 florines, los castillos y lugares de Elda y Aspe. Señoríos que Pedro IV concederá a su cuar ta y última esposa, doña Sibila de Forcia. Será esta reina de Aragón, como señora de Elda, quíén nom brará alcaide del castillo a Joan de Salazar, que había ejercido el cargo de tenente bajo la alcaídía de Marií de Morera. Lope Xímenis de Perencísa (1386) Hijo de Joan Ximenis de Perencisa, baile ge neral de los dominios del infante Fernando de Aragón, el QQ de marzo de 1386 la reina Sibila lo 64 nombra procurador general para todas sus posesio nes en el reíno de Valencia, nombrándole también alcaide del castillo de Elda y baile de Elda, La Mola, Novelda y Aspe. Tal profusión de funciones debieron llevarle a nombrar un tenente en el castillo, del cua! desconocemos el nombre. Como alcaide titular, será el encargado de Ile var a cabo las obras de reparacíón y refuerzo que la reina Sibilia ordenó realizar en el castillo como con secuencia de la concordia o acuerdo pactado con el cadí y la aljama de Elda el 16 de octubre de 1386. Jaume Escrivá (1387) Poco tiempo tuvo Ximenis de Perencísa para desempeñar la alcaidía de Elda, puesto que la muer- te de Pedro IV conllevó la confiscación de todos los bienes de su esposa, la reina Sibila, por parte de su hijastro Juan I, que le profesaba un profundo odio. Los bienes confiscados fueron donados a la reina Violante de Bar, esposa del nuevo monarca. Como señora de Elda, Novelda, La Mola y Aspe, nombró a su procurador general para el reino de Valencia, mosén Jaume Escrivá, alcaide del castillo de Elda, quién confió la guarda y custodia del castillo a su tenente, Ramón de Morera, hijo de Martí de Morera, alcaide del castillo entre 1367 y 1368. Pedro Masán (1403) Estando en la villa de Co centaina, la reina Violante, ya viuda de Juan I, el día 9 de julio de 1403 nombra, mediante una real provisión, a Pedro Masán, alcaide del castillo de Elda. De quién desconocemos más datos. Hieroní Artés (1580) Alcaide del castillo-palacio de Elda bajo el señorío de Juan Coloma Pérez Calvillo, I conde de Elda. lusepe de los Santos (1590) Alcaide del castillo-palacio de Elda bajo el señorío de Anto nio Coloma y Saa, II conde de Elda. Andrés Sempere (1749) Vecino de la villa de Elda, fue nombrado alcaide del castillo de Elda el día Q5 de julio de c _^^-^ ^ , ^ ^^ ^`^/ ^J ,^: ri^ ^^ ^ // ^/+^ ^ ti_ ^ I l Jt+ ^^^-L RECONSTRVCCION IDE/^LIZ/^D/^ DEL C/ASTILLO DE ELD/^ /^ FINnLES DEL SIC^LO XVI 1729 por Luis Arias Dávila y Croy, quién había acudido en representación de su padre, Gonzalo Joseph Arias Dávila Coloma, conde de Puñonrostro y VII conde de Elda, a tomar posesión del condado de Elda y víllas de Elda y Petrel, tras el fallecimiento de Francisco Coloma y Leyva, VI conde de Elda. Por considerarla de sumo interés transcribimos la escrítura de toma de posesión del castillo. °En la villa de Elda a los veínte y cinco días del mes de )ulio de mil Setecíentos veinte y nueve años: EI ExmO• Sr• Dn• Luís Coloma, en nombre y como poder (...) del exmo. Sor. Dn. ^onzalo Joseph Colo ma Pujades y Borja, conde de Elda y Anna y Puñonrostro: contínuando en la dha Possn• salió de la presente villa, acompañado de todos los Ofíciales del C^obíerno que la componen y// diferentes Per sonas vecínos de ella y asistido de mi el presente essno. accedió al castillo y fortaleza de esta Villa y aviendo encontrado en el amig (...) Colector de las Rentas y drechos desimales y domínicales de esta referida Villa pertenecientes a la Señoría nombrado por dho exmO• Señor Dn• Franco. Coloma, ya difunto a cargo de quien estavan las llaves de dho Castillo, y que en el se állavan algunos moradores tomó La llave prínsipal y mando salir del, dhos moradores, y serro y abrio Las puertas prínsipales Lo que yso en señal de la verdadera, real, actual y Cor ^ 65 ^^ VIST/^ (^ENERf^L DEL CASTILLO DE ELDf^ poral posesion del expresado Castillo y Fortaleza la qual tomo sin perjuicio de tercero, y sin contradic ción de persona alguna= Y en continenti dho. Sor. Dn• Luis Coloma en dho nombre dixo que nom brava y nombro por Alcayde de dho Castillo y for taleza a Andrés Sanpere vesino de esta dha villa que esta presente y aviendole // entre^ado dhas llaves, )uró por dhos (...) Sr• Ya una señal de cruz, en forma de (...), y prestó sacramento, y ómenage en mano, y poder del dho. Señor Dn. Luis Coloma, en dho nombre, y prometió que cuidara de óy en adelante, de guardar el dho Castillo, y Fortaleza, y que no lo entregara ^ persona alguna sin que preseda, órden espesial de dho exmo. Señor Dn. C^onsalo Joseph Pujades, Coloma, Conde de Elda y Anna y Puñon rostro, y que ^ su exa• Cauardara toda Fidelidad, Cuya posesión tomó (...) dho nombramiento interi no, sin perjuicio de tersero, y sín La menor contra dicción, _ (A.M.E., Archivo Condal de Elda, doc. 786) Pedro Bemabé menor (1751) Vecino de la vílla de Elda, el día 15 de enero de 1751 fue encargado de guardar el castillo y custo diar las llaves del mismo por Indalecío López de Sagredo, apoderado del Francisco Javier Arias y Centurión, conde de Puñonrostro y IX conde de Elda, quién había acudido en representación del conde a tomar posesión del condado de Elda y víllas de Elda y Petrel, tras el fallecimiento de Diego Lucas Arías-Dávila, VIII conde de Elda. Al igual que en el anterior caso transcribimos parte de la escritura de toma de posesión de la fortaleza eldense, por su curiosidad e interés. ...salió acompañado del señor Gabriel Amat y Nav^^rro alcalde ordinario de la misma, el reverendo cura, sacerdotes, Consejo y Regimiento deella, y diferentes republicos, con cuio acompañamiento accedio con assistencia de nosotros Ios infraescritos escribanos al P^ila cio, Castillo, y Fortaleza decsta mencionada villa, avitación propia de los excelentisimos condes dueños deella, y havicn do entrado en el, encontró a Pedro Bernabe menor, vesfno de dicha villa, acuio cargo estcín las llaves de las puertas y Forta leza del mencionado Palacio 0 Castillo en cuia avitacíon, avítan diferentes familias // en la plaza, y quartos deeL Y enseguida se le mandó al dicho Bemabe puciese de manifiesto todas las llaves que en su poder tenía de las puertas de dicho Palacio o Castíllo, y aviendolo executado assi, el dicho señor don Indalecio López de Sagredo las aprindio y mandó assí a dicho Ber nabe como a todas las demas familias que en dicho Pala cio avitaban saliesen fuera deel, acuio mandato obedecie ron, y lo executaron como se les prevenía. Y estando todas a la parte de afuera de la puerta del mencionado Castíllo, tomó la llave prinsipal de aquella y serró y abrio diclla puerta, lo que executó en señal de la verdadera, real, actual, pasifica corporal, possesion que tomava del expre sado Palacio Castillo, y Fortaleza, la que tomó quieta y pasificamente sin contradiccion de persona alguna y en seguida usando de su facultad el mencionado don Indale cio Lopez de Sagredo en el referido nombre restituio las llaves al expresado Pedro // Bernabe mandandole avise y halas referidas familias queban relacionadas que desde oy en hadelante reconociesen adicho excelentísimo señor marques de Noguera, y actual conde de Puñonrostro mi señor por el verdadero dueño del mencionado Castillo y Fortaleza Palacio, y que dichas llaves las tubiese a orden, y disposicion de su Excelencia, y que avitasen en dicha plaza y quartos hasta que ottra cosa fuere mandado por dicho excelentisimo señor.... (A.M.E., Archivo Condal de Elda, doc. 499) Sílvestre Verdú (1783) Tras el fallecimiento de Francisco )avier Arias y Centurión, IX conde de Elda, le sucedió Juan Bau tista Centurión y Velasco, marqués de Estepa y X conde de Elda, quién envía a)oseph Ayela, su pro curador, a tomar posesión del condado de Elda y de las villas que lo componían. Será éste quien, el día 66 Q3 de septiembre de 1783, encargue la custodia de las Ilaves del castillo a Silvestre Verdú, alcalde mayor del condado. ...Los señores Alcalde mayor y ordinario de ella con mi asistencia y la de don Joseph Ayela, procurador del exce Ientisimo señor marques de Estepa, se constítuieron en esta poblacíón y en el propío Palacio, eo Castillo del señorio de esta villa que sus muros miran hacia el río de la Alfaguara; varrío de San Antonio Abad; calles del Castíllo; de las Vír- tudes y de los Pilares, y siendo en dicho Palacio sus merce des, le tomaron de las manos al mísmo apoderado, y le introdujeron en el, y en señal de la real, corporal, natural, seu ó quasi posesion, que de dicho Palacio, ó Castillo le die ron, ^+brio y serró sus puertas, y varias de sus ventanas sin contradícion de persona alguna, en cuia posesion el ampa raron sus // mercedes por haverseles dado quieta y pacificamente, en cuia virtud recogio dicho apoderado en represen tación de dicho excelentísimo señor marques de Estepa las Ilaves de dicho Palacio, y las entregó por ahora y con parti cular encargó en su merced dicho señor alcalde mayor. Sien do a todo presentes por testigos Rafael Amat y Vidal y Vicente Bernabé y Cauarinos, de esta vecindad, y lo firma ron sus mercedes con dicho apoderado.... (A.M.E., Archivo Condal de Elda, doc. -37G) Será ésta la última vez que aparezca referencia alguna a la existencia de alcaide del castillo o encar gado de la guarda y custodia de las llaves de la for taleza eldense, pues a partir de 1783 ya no se vuel ve a registrar referencia alguna a las llaves de la for taleza o a la persona responsable del castíllo. Ten dremos que esperar mas de cien años para encontrar ya no la figura del alcaide al frente de la custodia y vigilancia de la fortaleza eldense, sino al conserje del castillo, tal y como nos ínforman las págínas de El Bien C^eneral -primer periódico eldense (1886-1887), cuando ante un incendio en un horno de pan, el conserje del castillo dio la voz de alarma. Con la presente colaboración esperamos haber sabido responder a la invitación cursada por el equi po redactor de la revista. Con ella hemos pretendi do, por un lado, acercar al lector a aspectos poco conocidos de la alcaidía de los castillos y de los hombres que tuvieron la responsabilidad, durante siglos, de custodiar y velar por la seguridad del cas tillo de Elda; y, por otro, aportar nuestro granito de arena al engrandecímiento de la FIESTA, dotándo la de un trasfondo histórico verídico basado en acontecimientos reales estrechamente relacionados con la historia de Elda. GABRIEL SEC^VRA HERRERO (Arqueólogo) RE^EC/^, /^^/^NDER/^D/^ INF/^NTIL Y.ooo 67 urauiv:: AÑO DE SAN ANTON, EXPERIENCIA INOLVIDABLE a celebracíón del Año de San Antón ha sido muy especial en varios aspectos. Vnos, de carácter personal; otros, institucional. Me explico. En el ámbito personal, desde la promulgación en la Ermita, hasta su brillante clausura, qué poco podía imaginar todas las emociones que esta cele bración me iba a deparar: hablar con instituciones, búsqueda de recursos económicos, presentaciones en público de actividades, ... Pero hay una que guardaré con especial afecto: el Pregón de Fiestas. La preocupación, el no defraudar a la Fiesta en general, a mí ^rupo de trabajo en la Junta y la Mayordomía, y muy en partícular a nuestro Presi dente, Pepe Blanes, por la gran confianza depositada en mí, con los grandes antecesores que para pre gonar la Fiesta ha habido; el sentir el calor de tu pueblo conti^o... Pero he tenido una gran suerte: el apoyo que de todos he tenido, de las Autoridades locales, de la Iglesia, de las Comparsas y sus Presi dentes, de la Junta, con un recuerdo muy especial hacia mis compañeros de Mayordomía, sujetos a múltiples reuniones y actívidades para que todo saliera bien. En el ámbíto institucional, el innegable prota gonismo de La Mayordomía, que me honro de pre sidir, que ha pasado paulatinamente, desde el año 1994, de ser la gran desconocída de la Fíesta a ir ocupando el lugar que por tradición le pertenece, y que tal vez este año ha alcanzado su cénit. Por eso fué especialmente emotivo cuando Jorge Bellod y yo hablamos con Pedro Amat, único superviviente de aquella heroica Mayordomía de los años 40, que con esfuerzo y tesón, se pusieron manos a la obra, trajeron desde Valencia la actual Imagen de San Antón, y casi sín quererlo, desencadenaron una res tauración de nuestra Fiesta, hasta alcanzar el esplen-dor con que hoy la conocemos. Por ello, amable lec tor, me vas a permitir que me detenga unos instantes para que conozcas un poco más a Pedro Amat y con él a esa legendaria Mayordomía. Pedro Amat, hijo de Perico el Sajeño, nace en Elda, en la calle de la Purísima. A los Q2 meses se va con su familia a Valverde del Camino, después a Elche, a Ciudad Real y finalmente a Elda, de donde ya no ha salido. tMotívo? Su padre, gran conocedor de la fabricación del calzado. Es él quien, a los 16 años, lo íntroduce en la Mayordomía. Pregunta. Pedro, ícómo tan joven en la Mayo^^ domía? Respuesta. Mi padre me introdujo en este grupo, yo tenía 17 años en la foto histórica del año 41. Los solía acompañar cuando hacían sus reunio nes y tertulias al salir de trabajar, en el bar de la tía María, en la Copa de Plata,... Allí se hacían tratos de todo tipo, de caballerías, de relojes, se bebía un trago de vino acompañado de frutos secos. Les oía comentar la necesidad de traer una Imagen de San Antón, que no exístía, o estaba perdida, en paradero desconocido, para recuperar los festejos típicos que en Elda, desde hacía mucho tiempo, se habían celebrado; de encargar una Imagen de San Antón en Valencia, de los problemas, en plena pos guerra, para poder sufragar los gastos. llmaginaos! Se tocaba de puerta en puerta, se iba a los comercios, se hacían rifas, y teníamos que aguantar de todo, pues algunas personas dudaban de los fínes a los que se podían destinar todos esos donativos que íbamos recaudando. Los donativos eran de 10 céntimos, de un real, ... P. El nombre de Mayordomía lera heredado 0 se pensó a pa^^tír de esos momentos? R. Creo que sería consecuencia de que en el grupo había mucha influencia de gentes vinculadas a Sax, y allí ya se sabe, la Mayordomía de San Blas es la responsable de los festejos de Moros y Cristía nos. Yo, al menos, no recuerdo, antes del 39, otro grupo de personas que actuaran bajo el nombre de Mayordomía de San Antón, aunque cabe pensar que si antiguamente existía una Ermita, una Imagen 70 y unos festejos, personas responsables de todo esto habría, pero no recuerdo si se denominaban Mayor domía o no. p, Pedro, coméntanos las celebracíones típícas que rccuerdes. R. Las carreras de caballos, que se celebraban en el solar que actualmente ocupa el edificio de la Hídroeléctrica, las cucañas que hacíamos en la plaza def Ayuntamiento: mi tío Pepe, mayordomo, se situaba en la farmacia de Vallés, que estaba en la esquina de la Plaza subiendo a la Iglesia, con una cuerda que atravesaba la Plaza, con un pollo col gando, y a una señal convenida se dejaba caer, o el palo enjabonado, con un pollo en lo alto, como pre mio para lo más hábiles y osados, los bailes alrede dor de la hoguera, los concursos de mantones de Manila, la Misa, la vuelta al Santo alrededor de la hoguera, la bendición de los anímales y el reparto del pan, que se le daba a los animales, sobre todo a la caballerías, ... Recuerda como algún burro lo comía en su mano, y había que dárselo con el cui dado lógico de no ser mordido. P. Por lo que díces, parece deducirse que se hacían dos hogueras, la de la Ermíta y la de la Plaza del Ayuntamíento, y además, el transporte de la leña, con los medios de entonces, sería cosfoso, Íver dad? R. Salíamos los mayordomos, por la mañana temprano, con dos carros, uno que se iba a Camara y otro a las Cañadas, cargábamos de todo tipo de leña que se podía recoger, nos daban de comer en las casas de labranza, lo que por entonces era típico, un arroz y pata o con caracoles, en fin, lo que se podía, y luego se descargaba un carro en la puerta del Ayuntamiento y otro en la Ermita; al descargar, se tenía que poner un municipal para que la gente no la co^iera, pensemos lo mal que en esos momen tos se pasaba, y luego al consumírse, había personas que recogían brasas para llevárselas a casa para calentarse. Las dos hogueras se prendían en la noche de San Antón, y recuerdo que del Frente de Juventudes o de la Sección Femenina, había un grupo encargado de bailar las danzas típicas. P. /^unque los gastos no fuesen mucltos, había necesídades que cubrir, jSe contaba con alguna sub vención, algún típo de ayuda? R. No, no teníamos ayuda para esto. Todo sur gió entre gente sencilla, trabajadora, y nos teníamos que valer de nuestros medios e imaginación para lle varlo hacia adelante. Sorteábamos un borrego, que se rifaba, en combinación con los ciegos, el día de San Antón, que a veces no alcanzaba para cubrir todos los gastos. En muchas ocasiones, nos tocaba poner algo de nuestros bolsillos. P. Pedro, una vez la lmagen en E/da, que como sabemos llegó en Enero del 41, y recuperadas las tradicíones típícas, el paso siguíente, hacía / a restau ración de las Fiestas de Moros y Cristíanos, perdí das a fina/es del síg/o X/X, 1Cómo se fue dando? l0 fue casualídad? R. Desde un primer momento, además de los festejos típicos de San Antón, se acariciaba la idea de poder celebrar Fiestas de Moros y Cristianos, por la admiración de la Fiesta en nuestros pueblos vecinos y porque entre los miembros de la Mayordomía había familiares que fueron festeros en Elda, o eran festeros en activo de Sax, como mi tío Cucala, que era de los C^aribaldinos de toda la vída. Si ves foto grafías de la Mayordomía del año 41 con el Santo, observarás mayordomos con arcabuces, una chíca joven por delante de la Imagen, que era la hija de la 71 curandera del C^uirney, que iba vestida de Marino, portando una bandera mora. No recuerdo que de antemano se tuviera la idea del resurgír de la Fiesta, pero sí que era una idea con la que soñaban los com ponentes de la Mayordomía. P.ÍHasta cuándo, Pedro, crees que esa Mayor domía estuvo func^ot^at^do? R. Hasta mediados de los años 50, pues algu nos se habían hecho mayores, otros que si querían mandar o ser protagonistas, trajeron como conse cuencia el que esa Mayordomía fuese decayendo. Según los datos que poseemos, en el año 1958, concretamente el 47 de diciembre, hay una reorga nización de la Mayordomía, apareciendo los cargos de presidente, vicepresidente, secretario, tesorero y vocales, con un total de 9 miembros, algunos de los cuales ya estaban en la anterior. Pero esa decaden cia, lógica por otro lado, no empaña para nada, a mi entender, la gran labor realizada. iSe podría imagí nar una Fiesta en Elda sin nuestro San Antón? Pedro /^mat es e( tercero por la izquicrda, de pic. Desde los diversos Simposios, Congresos, etc., que sobre la Fiesta se han celebrado, ha quedado muy claro que la Fiesta de Moros y Cristianos se sustenta sobre fi^es pilares básicos: el aspecto lúdico, la conmemoración histórica y la vinculación religio sa. Tal vez el éxito de la restauración de nuestra Fiesta resida en esto: la casa no se ha hecho por el tejado, se ha comenzado desde la figura del Patrón, y desde aquí se ha ido, paso a paso, ennobleciendo y agrandando, de acuerdo con las bases expuestas, como marco para la convivencia, para pasarlo bien, para que el festero se sienta paife de un todo que tiene pleno sentido. Y para seguir trabajando en mejorarla y engrandecerla, si cabe, aún más. Año de San Antón, pues, éxito de los festeros y de Elda, ya que todos debemos sentir el sano orgullo de haber sído capaces de realizarlo y de disfrutarlo. Y a seguir trabajando. MICtVEL ÁNGEL ESCRIB/^ MARTÍNEZ 74 A Ñ O D E S A N A N T O N OMOS VN GRUPO DE AMICiOS SE ANUNCIO AL PUEBLO ENTERO LA ESCALERICA AL COMPLETO, QUE EN HONOR A SAN ANTON, Y EN ESPECIAL AL FESTERO, FUE UN EXITO TREMENDO CELEBRAMOS UNA FIESTA EN UN SENTIDO PREC^ON CONSIGAMOS QUE ESTE ACTO SE QUE ES DE C^RAN TRADICION. ALCaO QUE EN NUESTRA HISTORIA INCORPORE, SIENDO DE NO HA TENIDO PARANGON, [CUMPLIMIENTO. ES VERDAD, Y ME AVERCiUENZA CUAL REC^UERO DE ILUSION TAN SOLO EL RECORDARLO, SE C^LOSO LA NOVEDAD, LOS JOVENES, EMPU)ADOS LOS CINCUENTA AÑOS DE VIDA FUE EL PRIMER MAYORDOMO POR LA JUNTA AL ACECHO DE TOD/^S NUESTR^S COMPARSAS, QUIEN ANUNCIO A LA CIUDAD, NACEN CUAL COMISION, TANTA FIESTA Y CUANTO FASTO QUE. EL AÑO DE SAN ANTON ORCiANIZAN SUS EVENTOS, Y A SAN ANTON NI MENTARLO. NO HABIA HECHO MAS QUE NOCHES DE BRU)AS Y FASTOS [EMPEZAR, CUAL CORRESPONDE A SUS VIENTOS, Y DESDE ESTE MOMENTO Y UNA )ORNADA CAMPESTRE AQUELLA MAYORDOMIA )USTO A UN AÑO DESPUES, DEPORTIVO-MUSICAL QUE POSA PARA EL RECUERDO CIENTO Y UNA NOVEDADES , LUDICA Y CiASTRONOMICA EN UN MURO DE LA ERMIT/, HABRIAN DE SUCEDER, QUE NO SE PUEDE ACaVANTAR TRA)O A NUESTRO SANTO ALC^UNAS SE PLANEARON , MUCHOS ESTAMOS PENDIENTES EN EL MIL NOVECIENTOS COMO RELATARE DESPUES, DE CUANDO VUELVE A EMPEZAR CUARENTA Y UNO, PERO UNA MUY ESPECIAL , LOS QUE FUIMOS POR REPETIR SEGUN EL SALVOCONDUCTO SE C^ESTO ESA MISMA NOCHE Y OTROS PARA ESTRENAR QUE EL ALCALDE LES FIRMO, SIN ACABAR DE CENAR, . CINCUENTA AÑOS HIZO, SUPIMOS QUIEN IBAAANUNCIAR , DESPUES DE LA FIESTA GRANDE EN EL NOVENTA Y UNO AL PUEBLO EL C^RAN FESTEJO, AL CiERIATRICO LLECiARON Y A TODOS SE NOS PASO. FUE NUESTRO PRESIDENTE FLECOS DEL CENTENARIO Y ACEPTO CON ESMERO , , TRAS DIGNA CELEBRACION PRESTOS /^ PONER REMEDIO SER PARA ESTE AÑO , ALLI NOS EMOCIONAMOS LA ACTUAL MAYORDOMIA DE LA FIESTA EL PREGONERO. CON LA MUSICA Y LA DANZA, SE PUSO A CAVILAR, DE TODOS ES OBLIC ACION íPORQUE EL CINCUENTENARIO EL ESPIRITU DE SAN ANTON a VAMOS A CELEBRAR? SE PLASMO EN EL CASTELAR, QVE ESTA FIESTA A LOS MAYORES, , SU ESTANDARTE.... SE CONVIERTA EN TRADICION. DE BLUSONES ESCOLTADO EN UN AÑO MAS O MENOS , LAS DANZAS Y DULZAINEROS CON EL OTOÑO SE HACE TENDREMOS NUEVO MILENIO , LA INOCENCIA EN LAS CUCAÑAS SENCILLA PRESENTACION DEDIQUEMOSLE EL TIEMPO , LA FIESTA VIBRO DE NUEVO DEL CARTEL QUE ANUNCIA, DEL NOVENTA Y NUEVE AL DOS MIL Y EN MEDIO DE ESTA BATAHOLA LA SEMANA CULTURAL DANDOLE LA INTENCION FLORECIO MI PREGONERO, DEL AÑO DE SAN ANTON, DE UN BONITO CENTENARIO NO HACE FALTA CONTINUAR LA EXPOSICION DE RECUERDOS PUES CON ESTE, SERAN CUATRO LA OVACION, UN ESTRUENDO EL PRESENTE Y LOS PROYECTOS LOS SIGLOS QUE SAN ANTON ABRAZO DEL PRESIDENTE, Y EL ENCUENTRO FOLCLORICO, ESTA EN NUESTRA CIUDAD. DE SU ESPOSA PROFUNDO BESO. DESDE AQUí SE PASARA AL FINAL, EL COLOFON, RAUDOS, SIN MEDIAR MAS CON ESTE BACiA)E DE AMOR LO CEP.RARA SU ILUSTRISIMA EL DIECISIETE DE ENERO ARRANCO EL TIEMPO FESTERO, EL PROXIMO 17 DE ENERO DE ESTE AÑO QUE SE VA ...,. DIO SU FRUTO CON LOS NIÑOS EL DIA DE NUESTRO PATRON. ERA EL DIA DE SU SANTO QUE HACEN EN LA ERMITA Y EN SV CASA CELEBRANDO, CON SAN ANTON SU ENCUENTRO, ANTES DE REPARTIR EL PAN, SE OFICIO EN LA CALLE )ORCiE BELLOD LOPEZ 73 LA RVTA DE SAN ANTON (I II) uiero recordar a los posibles lectores que esta ruta en busca de las ermitas de San Antón en la provincia de Alicante, se inicíó hace dos años y aunque hemos recorrido más de media provincia, nos queda un buen trecho. Subamos a la diligencia de nuestra imaginación, alcémonos el cuello del abrigo, que la mañana está fresca y sin más equipaje que nuestros ojos bien abiertos y nues tro espíritu receptivo, iniciemos el viaje. En Alicante, de tiempo inmemorial, existía una ermita dedícada al santo anacoreta. Pascual Madoz nos dice que la iglesia de la Misericordia, estaba situada a extramuros en el arrabal de San Antonio y Francisco Figueras, incide en el origen del toponí mico: La calle de San Vicente ó de los árboles, según la llama el pueblo, recorrida en toda su longi tud por el tranvía de San Antón, es la principal y más amplia de este barrio y una de las más transita das de la ciudad. Esta hermosa barriada debe su nombre a la antigua ermita de San Antonio Abad, que estuvo en el lugar donde hoy comienza la calle de la Parroquía. Más recientemente, un castizo artículo de Raúl Alvarez Antón en Información, precisa que la ermita estaba sítuada en la llamada calle de La Pan-oquia, hoy calle de la Concepción, ángulo a la calle de Díaz Moreu, y relata la pervivencia en nuestros días de la fiesta yporrate de San Antonío del porquet, a cuya procesión acudieron en el año pasado más de cuatro mil personas. Del, entonces, arrabal de San Antonio, vamos a Villafranqueza, donde Joseph Montesinos registra en su libro: Otra hermita se ha construído a expensas del Común del Pueblo, dedicada al Gloríoso Sn. Antonío Abad, con una alameda de cipreses, dis tante de la villa, como un tiro de piedra, es muy her mosa y la bendixo, con las debidas licencias, el Dr. D. Josef Caarcía, Cura, en 16 de Enero del año 1803. Hoy la ermita, de notables dimensiones y bien 76 conservada, se encuentra dentro de la ciudad y afor tunadamente, rodeada por un espacioso jardín, por lo que no se le quita nada de su buena presencia, La fachada tiene requiebros barrocos, con frontón mix tilíneo que engloba la espadaña y estucada en bl^^i1 co y con recercos de color arena. La nave, con capillas laterales entre contrafuertes y crucero con ^^fta cúpula. Proseguimos viaje a Muchamiel, donde nueva mente Montesinos, nos pone al tanto de la ermita dedicada a San José y San Antonio Abad: Al salir de la villa por la parte de Poniente estó la primoro sa hermita de San Joseph y de Sn. Antonio Abad, la q. se edifícó en el año 1748 a solicitud del Iltre. Ayuntamiento y vecinos de esta villa. La ermita sirvió como iglesía de la villa mien tras se reparaba la parroquial. En la actualidad se encuentra rodeada por un moderno barrio y ubícada en un jardincillo. Ha sido renovada recíentemente, en nuestra opinión no muy afortunadamente, habiendo perdido la fisonomía y características pro pias de su antig ŭ edad. En Muchamiel se inicia el camino de la mon taña en dirección a Alcoy. Apenas pasada Jijona, la carretera se empina y retuerce en cerradas curvas, pronto encontramos la ermita y la venta de San Antonio, como otras veces inseparables, para repuesto y reposo de caballerías y viajeros. La ermita, recién restaurada, encalada en blan co, destaca sobre el cielo y, junto con el perfil de su origínal frontón, nos habla de la sencillez y belleza de la arquitectura popular. Desde su explanada se divisa una hermosa vista de Jijona. A la vera de la ermita, persiste la antigua Venta de San Antonio, hoy modernizada y con pinta de servir buen yantar. Sí en lugar de dirigirnos hacia la montaña tomamos el camino de la costa, pronto llegamos a Villajoyosa, donde encontramos la ermita de San Antonio, en el barrio del mismo nombre. El templo ocupa parte de una amplia plaza. Precede a la ermita un pórtico, situado en la base del campanario y su planta es de nave única con . %^ ^^,^`^^ ŭ s^^^l`l^^ ^ !. r.^_^ c^`^~` ^.^ (c^t^ ^ ` .,^ ` : . ^ ^ ^^^^ ^; l alli^ . a , ^ ^^tf^r^á -^ ^ , 1 ^:., N^:^? ! ^ ^.# ^ ^ ^ hamid ^ ^7 _ a . ^. M . a q y 1^ f j ^] ^( ` ^ `^Iy jt ,^^}^/Q^^^,^ ^ 1`.oluhk.iiu^cwn 4^! f {J 4%^ g ^^nn,I M 1^ ^^^^ . 7C^qF^^ ^ k^ :f:rmiudr^anlnión, ^ :` -+^ ^ 4 i^C°a• ^.=F ,,,.,,,^h 7nhr^rrr^ c^illfi^ic^ ^ La Ruta de San Antón III capillas, abíertas entre los contrafuertes, crucero y cúpula. Es un templo muy espacioso, que quizás al ampliarlo perdió parte de su carácter. San Antón se aviene a todo. Continuamos viaje para hacer nueva parada y fonda en Benídorm. Raro se le puede hacer a muchos la existencia de esta ermita, pues siendo ^ ,a, .:, ^ i ,^+ y^^1 ^ ^^J ^ L ^ ^ •^ ^^^l^ ^f ^^ ^ .^ ^.e^^`;^, . .-;^ ^ Benidorm uno de los lugares de preferencia para nuestras excursiones y la ermita bastante antigua, no es muy conocida, no se la encuentra con facili dad. Se ubica tierra adentro, a la vera de la antigua carretera que llevaba de Benidorm a Altea, poco antes de la salída del camino del Rincón de Loix; 77 pasado un antiguo restaurante llamado E1 Cisne, hoy convertido en tienda de antig ŭ edades, y rastri llo los domingos, nace un corto camino que nos lleva a la ermita. Edificio también amplio, con cam panario, en una extensa explanada en la que, por una parte, bajo una arboleda, hay mesas para yan tar las viandas de sobaquillo, y por la otra, se adosa a la ermita un bar-restaurante donde se pueden degustar un buen bocadillo de calamares y otras delicias del mar. De Benidorm nos vamos a Jávea, donde inicia mos la subida en las estribaciones del Montgó, al cabo de San Antonio. Llegados a la planície del mismo es necesario descansar, por lo que cogemos la carreterita que lleva al faro. Bellas son las vistas a cada lado del mismo, las bahías de Jávea y de Denia, y vale disfrutar de las mismas. Poco antes de Ilegar al faro, a la derecha, tras unas puertas de hie rro, se ínicia un camino que nos lleva, entre pinos y cipreses, al lugar donde estuvo asentada la ermita de San Antonio, casi al borde del acantilado. Figueras nos cuenta una preciosa historia: Ya en el siglo XIV, llamábase a este sitio Cap de la Ermita, por razón de la que había en uno de los parajes más abruptos del promontorio, y casi al borde de uno de sus acantilados. A la sazón la cueva de la Basota, abierta en uno de los sitios más peligrosos del cabo, era la vivienda de una penitente híja de Jávea, lla mada Catalina Bas, la cual en 1373, alcanzó del Cardenal Obispo de Valencia Don Jaime de Aragón, un privílegio para erigir una capilla a San Antonio Abad en la ermita mencionada. La erec ción de tal capilla, explica, en opínión de algunos escrítores, el origen del nombre de San Antonio con que es conocido el cabo. De la ermita solo quedan unas piedras sillares, algunas finamente labradas, esparcidas en un b^^en trecho, pero las vistas de la bahía, los perfiles lcj^^ nos del cabo de San Martin, la mole del Mont^^ó, el arrullo suave del mar, el olor de los pinos y p1^^^1 tas aromáticas, y, sobre todo, el misterio de aquelios restos, nos comunican un hálito de sosiego y encan to, propenso a la ensoñación. Vn momento mágico. Repuestos en cuerpo y espíritu, iniciamos la bajada hacia la bahía de Denia, y aunque ésta ticlle mucho que ver y disfrutar, pasaremos de lejos pucs tenemos que rendir viaje en Pego. La ermita de S^^n Antonio, una perla medíeval, se encuentra al S. de la población, como a dos km. de distancia, en medio de un feraz campo de naranjos. La ermita presenta todas la características del estilo gótico tardío, de las Ilamadas Ermitas de Reconquista, por lo que su antigiiedad se puede cifrar entre los siglos XIV y XVI. Antecede a la ermita un pórtico con arcos de medio punto, asiento de obra corrido, y tejado a dos a^uas con vigas y asnas de madera que sostienen la techumbre. En la fachada un retablo cerámico con la imagen de San Antonio Abad, nos indica la indu dable dedicacíón de la ermita. E1 interior nos mues tra una nave única con un arco diafragma apuntado, que, de modo análogo al pórtico, sostienen una techo de madera; un asiento de obra, corrida por todo el perímetro, completan su carácter. En el fondo, en el lienzo frontal del presbiterio, un retablo de madera alberga al Santo y su ínseparable cochi nico. Visitada esta ermita, en los confines de la pro vincia de Alicante, el paso a la de Valencia era casi obligado a los insignes viajeros que nos visitaban en los siglos XVIII y XIX, pero nosotros regresamos a Elda. Mientras volvemos, nuestro pensamiento rueda veloz por el recuerdo, y por él desfilan las QO ermitas que hemos encontrado en nuestra provincia dedicadas a de San Antón. íHabrá santo más vene rado?. RAMÓN CANDELAS ORGILÉS FCO. IAVIER PEREZ nVILES 78 A B A N D E R A D A S ADIOS, SIC^LO XX El año de los tres nueves, año de gozo festero, nueve muchachas hermosas, nueve regalos del cíelo, nueve musas reidoras, nueve banderas lucieron a cual más encantadora por su empaque y su gracejo. (Con éste son nueve versos) Prímero los ESTVDIANTES, siempre finos y galantes con BECaOÑA a la cabeza. IQué bien mi saludo empieza con esa flor tan fragante! Con MARI CARMEN IC^VAL los ZINCaAROS en tropel llevan un lindo joyel de alegría fantasmal y de dulcísima miel. Muy despierta y pícarílla PATRICIA presume y brilla entre los CONTRABANDISTAS. 1Cuántas serán las conquístasde esta graciosa chiquilla? A1 frente de los CRISTIANOS aparece SANDRA PINA. IY con qué fuerza ilumina con la bandera en su mano esta fiesta peregrina! Con MARI ANC^ELES RIBERA Iqué bien luce la bandera de los terribles PIRATAS! Sí no me miras, me matas, abanderada hechícera. A los MOROS REALISTAS los electriza ALMVDENA. Yo le he seguido la písta y pertimidme que insista: su nombre es moro ly qué buena! BEATRIZ, tan elegante con la bandera flamante de las HVESTES DEL CADI. Sólo para verte a tí resucitaría el Dante. A MARIA ESPERANZA AMANTE, abanderada tronante de los MOROS MVSVLMANES, la siguen dosmil galanes en su carrera triunfante. Abanderada preciosa de los MOROS MARROQVIES, MARINA, si tú me ríes, como en leyendas famosas, las espinas se hacen rosas. Y este coro tan gentil da entrada al año dosmil. JVAN M/DRONA 83 ^TIENE FVTVRO NVESTRA FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS^ CRONICA/SINTESIS DEL SIMPO510 RELIGIbN Y FIESTA DE ORIHVELA Y, como un dato muy actual os suoicro, yuc rn Ia Ficsta dcl próximo año se viva cl Jubilco Pensaba en la Fiesta me venía al pcns^u^^, to, cl mensaje yuc ofrece el /^ño Jubilar. /^ño de liberación, año de reconcifiacfón; año de seivicio ^ratuito, año de exaltación de Li i^,^ ^ na humana, porquc cs año dc la cxaltación y del sciiorío bencficioso de Dios ^ Victorio Oliver, Obispo de Orihucla-Alicante 84 e titulado este artículo con ese interrogante porque el Símposío Religión y Fiesta que tuvimos en Orihuela me lo provocó. Tengo que aclarar que cuando lo planteo no es porque los hechos vayan en contra de la fiesta, no, el número de festeros, la fuerza cada vez mayor de las comparsas, las estructuras organizativas, el pres tigío de ser festero, la multiplicación de cuartelillos y capitanías, la intensidad de la actividad cultural que sustenta y genera la fiesta, y la pujanza de las manifestaciones relígiosas, todo, hacen mirar el futuro con cierto optímismo. Me atrevo a decir, desde Elda, que quizá como nunca la hemos visto de bien. Lo que me hace plantear el interrogante no es el futuro de la fiesta en general, sino el de esta mane ra concreta de hacer fiesta de Moros y Cristianos, en Elda y en el ámbito VNDEF. Yo quiero hablar del futuro de esta nuestra fies ta porque después del Simposio de Orihuela hay que mirar hacia delante, es oblígado, y el panorama tiene sus nubes. Mirar hacia delante era un objeti vo del Simposio. Y no todo lo que allí se dijo iba en esa dirección. No. Allí también se habló del tema de la Religión y la Fiesta en clave de pasado, pero si en Caravaca se pecó de hacerlo rememorando tradi cíones relígiosas, en Orihuela se quiso ir más lejos hacia atrás para rememorar cuando supuestamente ni siquiera lo religioso y la fiesta estaban unidos. No fue la tónica de las intervenciones porque si esa hubiera sido, más, si los que así opinan logran imponer sus criterios al^ún día y parece que se esfuerzan por ello, ya podemos ir entonando un res ponso por nuestras fiestas. No digo por la Fiesta, la de Moros y Crístianos, en general, que sí se podrá seguir haciendo. Seguro que se inventarán formas nuevas. Digo por esta forma de hacer fiesta que, a juzgar por la participación es la que la gente hoy quiere, queremos. Para los que seguimos queriendo, allí se dije ron muchas palabras que pueden aportar luces para hacer que esta fiesta siga teniendo futuro. Yo desta co de entre todas las del ponente, el Obispo Oliver, de nuestra diócesis de Orihuela. Me voy a permitir extractar párrafos de su intervención y dejar con ellos al lector. Creo que dicho lo anterior, la lectura de estos párrafos es suficiente cróníca. Eso sí, que fuimos pocos los asistentes, aunque los lugares representados fuéramos más de treinta, que de Elda fuimos cuatro de la )unta Central, y yo me acorda ba de la gracia de un prohombre eldense que al verme en un acto festero se preguntaba en voz alta si es que ahora la fiesta se estaba haciendo relígiosa. Se conoce que aún no se había enterado que en Elda la fiesta se hace en honor a San Antón. O es que quizá estaba profetízando un futuro. Sin duda alguna y dada su riqueza la Fiesta es mucho más que una expresión meramente religiosa. Es el recuerdo vivo y apasionado de la identidad de un pueblo, que revíve su fecha de nacimiento y sus rasgos, peculiares. Es un clima de solidaridad, de abnegación, de sacrificio de disciplina, valoración de lo gratuito. La Fiesta es una explosión de sonido y de luz. Música. Disparos. Fuegos de artifício. Ves tidos luminosos. Banderas y estandartes. Pasos rít mícos. Estétíca. Hasta a la guerra se le ha quítado agresividad. Alegría. Pero los que hacéis y vivís esta Fiesta ofrecéis un extraordinario testímonio de la dimensión tras cendente de la vida. 1Por qué lo digo?. Los que vivís la Fiesta habláis de vívencias humanas difícilmente clasificables. Vivencías con una rica gama de expresíones. He leído un largo artículo en el que se habla de los valores espirituales de la Fiesta. Valores de la persona y valores del grupo o de la comunidad. En el fondo de estos valo res y en su manifestación existe un germen cristía no, que los sustenta. La Fiesta genera cada año acti tudes y reafirma espontáneamente valores, que a lo lar^o del año se ven absorbidos por la prisa, la efí cacia y la competítivídad. No me es grato consig narlo y sé que los mejores festeros desecháís con rotundez sombras y trampas que afean la Fiesta. La Fíesta, por ser algo bueno y bello, padece el zarpazo zafio de la tentacíón, que no tolera que sea así. Os he oído hablar con dolor y con profunda desaprobación ae quienes inician a los adolescentes y a los jóvenes en la droga y el alcohol. El cuartel de la comparsa se ocupa y se degrada por algunos que incitan a estas esclavitudes de jóvenes especialmente. Sentís con dolor que, al falso amparo de la Fies ta, otros confunden el libertinaje, -perdonad la expresión- con la libertad que nace de la responsa bílidad. Inquieta que exísta en algunos una seria despreocupación de la familia, o que resistáis hasta el a^otamiento físico, que atenta contra la propia salud. En más de una ocasión he preguntado al bando moro, que vela junto al altar: IQué hacéis aquí, en Mísa, los moros?. Porque en ella están también los moros. Fue en un pueblo. Un niño de unos b años vestido de moro, traía la ofrenda de la Misa. Al recogerla, le pre^unté en voz baja si era moro. Y él con seriedad y con precisión, me contestó: Yo soy cristiano, pero me visten de moro. La Fíesta es cristiana. Muchos festeros como este niño, son crístianos. Es decir, aquí, somos hom bres que hemos encontrado el sentido trascendente de nuestra vida. La vida se teje aquí, pero perfora lo caduco. Algo así dicen los trabucos, cuando disparan en honor de la Virgen María, del Patrono de la Fiesta, o del Señor. Disparamos en honor de ellos que viven. Y a esa trascendencia apunta también el sen timiento y la emoción que experimentamos presenciando el desfile o procesión de las imágenes, o puede ser el escuchar la música y el himno de la Fiesta. Son formas claras de que la vída trascíende la rutina, supera lo rastrero. La vída plena tira del hombre hacía arriba. Esta es la voz honda y clara de la fe y de la Reli gión, que, en nuestro caso se expresa en la Fiesta y le da sentido pleno. De vez en cuando, todo hombre debe mirar las estrellas como los cohetes que nos obligan a mirar hacia arriba. Os felicito, porque en la Fiesta, a poco que os dejéis llevar por ella en vuestro propio ser encontra réis la voz que os marca un camino seguro y más alto. Nosotros le llamamos la voz de la fe. Para nosotros lo reli^ioso se mete en nuestra propia his toria y la dinamiza y le indica la meta clara. Sé que no queréis perder este horizonte que otros vemos con sólo asomarnos a la Fiesta. Por eso me permito deciros con suficiente clari dad, que, cuidéis el sentido religioso de la Fiesta para que ofrezca en cada acto el sentido real de la trascendencia de la vida humana. A veces, creédmelo, nos resulta estridente e ínjustíficable el gasto por el gasto, el lujo por el lujo, el orgullo del aparentar falso. Y permitidme una llamada solidaria y humana en la Fiesta para los feriantes, que quíeren alegrar vuestros días de fíesta, o para otros hermanos, muchos de ellos de color, que caminan junto a voso tros con paso vacilante, cargados de múltíples obje tos y de pesadas alfombras. No me parecía honesto omitir estas breves manchas negras que, a vosotros mismos, los prime ros, os molestan. Y sé que contra ellas lucháis y ponéis vuestra mirada atenta y vuestra mano que las borra. Además, los creyentes, que participáis en la Fiesta, si expresáis vuestro rechazo claro a estas actitudes y deformaciones a la vez y sobre todo, ofrecéis vuestra colaboración con todos los de vuestro pue blo, hombres y mujeres de buena voluntad, para superar estas sítuaciones. Y la razón es sencilla. En la Fiesta importa mucho la persona. Cuando se cele 85 bra y es vuestra Fiesta, la persona sale de ella enri quecida, en nada esclava o dañada, sino reforzada en su dignidad humana. Al lado de la ludla seria contra estas deforma ciones de la Fiesta no hace falta que os recuerde los valores altamente positivos y humanos que la Fies ta hace aflorar unos días. Cuidar estas actitudes supondrá para vosotros crear espacios medios para que los valores de la Fiesta se vivan a lo largo del año. Al acabar mi larga conversación os pido dis culpas por mi atrevimíento, como os decía al prin cípio. Amo mi fe. He de amarla y agradecerla. San Pablo dice que la carídad es la mano derecha de la fe. La Religión hoy es necesaria a la Fíesta. Es ele mento esencial. Y lo es no sólo para que la fiesta sea religiosa, sino para que sea humana. La Fiesta no es un entretenimiento. La Religión de la Fiesta se expresa en que es escuela de genero sidad, de convívencia, de esfuerzo, de sacrificio per sonal, de oferta de lo gratuito. Se supera el egoísmo en la Fiesta. Es un acontecímiento popular hondamente sig nificativo y proclamador, a la vez, de la fe y de un pueblo concreto. La Fiesta de Moros y Cristianos, en todas sus modalidades, la misma Fiesta tan diversa nacida y crecida en las riberas y en la cercanía de nuestro Mediterráneo, renueva siempre la fe en Cristo sal vador, recuerda con agradecimiento los bienes que rios trajo y que nos llegan por medio de Santa María o de algún Santo. Revivimos acontecimien tos pasados, ocurridos en un momento histórico de nuestro pueblo. La Fiesta nos permite disfrutar hoy este bien poseído por nuestro pueblo durante siglos, y que perfila su personalidad. Con estas características ahora esa historia la hace viva el pueblo. En el fondo, cada año la Fiesta nos hace vivir la Encarnación: Dios con nosotros. Es año jubilar, por que revivimos que a Dios le importa nuestro pueblo y que Él camína con nosotros. Esta mañana, con vuestra presencia, con vues tras conversaciones, comunicacíones y debates que réís acoger cuanto la Fiesta ha sido para todos los que os han precedido y queréis legar a vuestros hijos y nietos. Queréis encontraros juntos para caminar a la vez, dando futuro a algo que es tan importante para vosotros. C^INES PARDO GARCI/i 86 EL CASTI LLO DE EMBAJADAS i hay un elemento esencial e insustítuible dentro del tinglado de la Fiesta de Moros y Cristianos, éste es sín duda el castillo -fin gida e ingenua fortaleza- donde a modo de sutil decorado se desarrolla toda la farsa de esta tradicio nal Fiesta. Ya en las fiestas Ilamadas reales -llevadas a cabo con motivo de acontecimientos que muchas de las veces tenían que ver con visitas, bodas... de los reyes o su familia- aparece desde el síglo XIV, más o menos, este castillo o fortaleza; así por ejemplo en Ceuta, en 1309, con motivo de la celebración del cumpleaños de )aime I I; en Valencia, en 1373, para agasajar en su visita al Duque de C^erona, se cita la defensa del castillo hecho por carpinteros, en una representación de Moros y Cristianos. En Murcia, en 1488, también aparece mencionada la construc ción por el Concejo de un castillo de madera levantado para celebrar festejos de este tipo con motivo de la visita a la ciudad de los Reyes Católi cos. Tortosa, en 1585, al agasajar al Rey Felipe I I en su visita a la población, ofrece una cita en donde se dice que estaba hecha una torre de tablados de madera en la ribera del Ebro, en cuyas almenas se celebró la fiesta. También, entre otros lugares y fechas, en Alhaurín el C^rande -1760-, con motívo de la subi da al trono de Carlos III, se celebra la fiesta alrede dor de un castillo que representaba la Alhambra de C^ranada (1). Ciñéndonos a la Fiesta en su versión valencia na, la que nace de la soldadesca de nuestros pueblos en las fiestas patronales, con influencias más o menos notorias de las ídeas románticas de finales del siglo XVIII y principios del XIX, igualmente y por encima de cualquier otra característica- el cas- tillo representativo, alrededor del cual gíra la acción festera, aparece en todas la poblaciones que comienzan a celebrar sus moros y cristianos a nuestra usan za tradicional. Ya en el siglo XVIII, la fiesta alcoyana -por citar la más representativa de todas ellas- presenta el castillo y la vílla formados con tela y maderas, que simulaban una fortaleza y un pequeño pueblo de contadas casas, necesarios ambos elementos para el acto de la aparición de San Jorge y la subsiguiente derrota de las huestes moras. Posteriormente se produjeron algunas reform^^s que hicieron que en 1799 se erigiese un peque^lo castillo de madera, de dos plantas almenadas, teniendo la superíor dos torres cuadradas unidas por una especie de muralla al mismo nivel que las torres. Es en 1894 cuando el píntor local Fernando Cabrera Cantó diseñó un nuevo castillo que, con las reconstrucciones necesarias a lo largo de los años, llega hasta la actualidad y es todavía el símbolo prc ciado de la Fiesta alcoyana. (Q). Es en la Elda decimonónica, en las noticias qu sobre las fíestas de Moros y Cristianos y su celebra ción nos han llegado, donde se cita el castillo de embajadas y su ubicación en el núcleo urbano. Así Castelar, en la ya tan citada obrita dedicada a Elda y a sus fiestas, habla de... El castillo de cartón pin tado parecíanos real y efectiva fortaleza, en cuyos muros los enemigos de nuestra religión oprimían y vejaban a la patria. (3). Lamberto Amat, hablandode la fiesta de Elda de 1877 -o años anteriores- cita el altíco de San Miguel como lugar en que estaba instalado el castillo de embajadas, donde...por la tarde simulan en el alto de San Miguel la función de guerra en que quedan vencedores los moros. Sin embar^o, V. Coronel en un artículo publi cado en la Revísta de fiestas de 1949, al comentar ese famoso incidente del disparo sobre el Embajador cristiano, nos habla de una casita de planta baja... situados entonces en la Plaza de Abajo. Y desde la porchada de su casa, que dominaba dicha plaza un sacerdote de mente extraviada... disparó sobre el Embajador Cristiano... Como podemos ver, y si no es invencíón del autor, unos años más tarde, en la década de los ochenta, la embajada parece ser que se celebraba en la Plaza del Ayuntamíento. (4) Desde 1944 -con la restauración de la fiesta en nuestra ciudad- y durante los primeros años, las embajadas se celebraban en el llamado prao que era un extenso solar situado en el actual barrio El Progreso. De allí pasarían a la Cjran Avenida, que entonces se hallaba sin urbanizar y ofrecía, por tanto, un espacio adecuado para la celebración de un acto de las características de éste. Finalmente, 88 durante muchos años, el castillo -endeble y viejo armatoste- se colocó en la popularmente Ilamada Fuente de los bun-os, situada en la confluencia de la Avenida de Chapí y la calle de la Cruz, antigua puerta de entrada a nuestra ciudad. En cuanto al castillo utilizado en aquellos años, en la Revista de 1962 vemos uno de madera, muy rudimentario y sin pintar de manera detallada. Este castillo aparece en años posteriores bien pintado con dos torreones, un balcón y una torre en medio con puerta simulada. En 1964 vemos uno nuevo pero más modelado y sin pintar, el cual aparece pintado en 1966. Desde 1963 las embajadas se venían celebran do en el campo de deportes EI Parque, por decisión de la )unta Central de entonces, a consecuencia de la amplitud del recinto y a una pretendida mayor comodidad para los espectadores. Y de allí, cuando el antiguo campo de fútbol fue derribado para edífi car sobre él el palacio ferial que albergara a la FICIA, en 1965 pasaron a tener lugar en el estadio Municipal, y en los últimos años en el campo anexo a dicho estadio. En 1969, debido a lo deteriorado del castillo de años anteriores, se alquila el de Castalla, pequeño pero muy bien conseguido en cuanto a estilo y pin tura. Este castillo fue utilizado en los años síguientes hasta que, buscando uno más grande, a partir de 1978 se alquila el de Bañeres, el cual por sus carac terísticas especiales -ya que se colocaba adosado a la pared de la Iglesia de aquella población- se tenía que tapar con tablas en la parte de detrás. En 1981 y 198Q, debido a las dificultades de instalacíón del de Bañeres, se recurre al de Fuente lahiguera, pequeño y metálico, formado por un solo cuerpo con pequeños torreones redondos en sus cua tro esquinas y una torre enmedio. En 1983 se vuelve a alquilar el de Castalla que a punto estuvo de ser adquirido, ya que la lunta de aquella población nos ofreció su compra, pero se desechó ésta debido a su pequeño tamaño. En el año 1984, llevando a cabo la Embajada en el campo anexo, se estrenó un nuevo castillo pro pio -realizado por Segundo Garcia- de gran tama ño, con tres plantas y dos torres redondas a ambos lados de la fachada principal. VICENTE ESTFh^^^^ Es entonces cuando -con muy buen criterio- se decíde trasladar la celebración a la Plaza del Ayun tamiento, centro neurálgico de la ciudad, lo cual era la asignatura pendiente de los festeros que componían la comisión correspondiente, y que resultó un completo éxito de público y organización. Allí se colocó el nuevo castillo que, pintado de nuevo simu lando los típicos sillares de piedra a raiz de la Fiesta de 1994, ha llegado hasta nuestros dias. (5) Y, como es ya notoriamente conocido, el pasa do año fué inaugurado con todos los honores en medio de una espectacular puesta en escena, que tuvo lugar el míércoles anterior a fiestas, el novísi mo castillo de embajadas que levanta en la plaza del Ayuntamiento una fingida fortaleza, que es una preciosa obra de arte cuyo artífíce es Francisco Navarro, para ser a partir de ahora, símbolo peren ne de nuestra Fiesta y digno decorado donde cele brar los bríllantes actos de la Embajadas entre Moros y Cristianos. 105E B. BLl^NES (1) C^onzálcz Hcrnándcz, Minucl A.: La Ficsta de Moros y Cristianos. Orincncs (siglos XIII-XVIq. Monfortc dcl Cid, 1996. (4) Coloma, Rafacl: Libro dc las ficstas dc Moros y Cristianos dc /^Icuy. Alcoy, 1962. (3) Castclar, Emilio: Rccucrdos dc Elda o la fiestas dc mi pueblo. Elda, 1998 (rced.). (4) [ ŝ azin López, )os ĉ Luis: Las ficstas dc Moros y Cristianos dc Elda. M^disis histórico, cultural y social. Elda, 1997. (5) Embajadas de las ficstas de Moros y Gistianos de EIJa. Elda, ^ 998. 89 CASTE LAR Y N V ESTRAS FI ESTAS 90 racias a la reedición que del libro Recuerdos de Elda hicieron Pedro Poveda y su hija Conchita, son muchos los eldenses que creen sabeY lo que Don Emilio pensaba y sentía sobre nuestro pueblo y nuestras fiestas. Porque en ese hermoso libro de Castelar hay frases tan hala gadoras con éstas: Representábase a mis ojos las mayores de nuestras grandes batallas. Sobre todo las ínciden cias de Las Navas. El día primero de la fiesta, en que ganaban los moros, nos íbamos tristes a casa, como si volviéramos del mismo C^uadalete y encontráramos la iglesia profanada. ^Qué hermosas frases! Pero... Cuando vio nuestros Moros y Cristianos, que le producían tan patéticas emociones, tenía Caste lar menos de diez años; aún no había terminado la Enseñanza primaria. Decidme ahora si a esa temprana edad es posíble sentir esas emociones tan exquisitas y tan cultas, aunque se trate de una inteligencia privile giada. Don Emilio tenía 47 años cuando escribió ese librito. Entonces sí que en la magía de sus recuer dos le era fácil recubrir con oro y pedrerías sus ya lejanas vivencias. ^ Pero fueron realmente así sus nueve años?... Además: casi la mitad de ese hermoso libro nada tiene que ver con Elda; es una larga y bellísima mascletá que deja ver la riqueza poética del autor. Sería interesante saber qué incidencia, qué suceso o qué insinuación hubo para que el ilustre escritor escribiera a sus 47 años Recuerdos de Elda o las fiestas de mi pueblo En la fecha en que Castelar fechó ese librito, Septiembre 1879, andaba muy enredado en la política. Tal vez empezó a escribirlo unos tres años antes. Me hace pensar así una carta de Don Emilio dirigida a un amigo suyo e incluida en el bien documentado libro publicado por el fecundo escritor eldense Don José Luis Bazán. Díce Castelar en la mencionada carta fechada en Octubre de 1875: Se empeñó Concha (su her mana) en ír por los pueblos de la provincia ali cantina; la baraúnda de visitas, de banquetes, de fiestas, creció tanto que nos dejaron maltrechos todos los días. Y así resultó tan excesivamente elogioso y adulador ese libro; no sólo con sus referencias a los Moros y Cristianos, sino también por lo que dice de Elda. Frases como ésta: volveré a pedir mi último hogar en esa tierra sacratísima donde he tenido el primero nos dejan convencidos de su entrañable amor, como nos dicen Don Pedro Poveda y sti hija Conchi. Y más todavía cuando sobre el día de su despedida nos dice: Yo les pedí perdón a los albari coqueros por haberles arrancado sus albaricoques antes de madurar. Yo les dije una palabra a cada cepa, a cada arbusto, a cada retoño. Si piaban (los pájaros del nído) yo seguía con ellos una conversación, diciéndoles cosas tiernas de su madre y de la mía Hermosísima poesía todo eso, si Castelar lo hubiera hecho a sus 47 años; pero dice haberlo hecho antes de sus diez abriles. iNo os parece demasiada precocidad? Recuerdo haber leído una entrevista de Cas telar y un periodista. EI periodista le preguntó: ^Cómo es posible que un hombre tan famoso como usted no haya encontrado una mujer para casarse? Contestación: Porque es tanto lo que yo quiero a España que en mi pecho ya no cabe ofi^o amor Hermosa contestación; muy poética, muy castelariana. Pero... dejadme terminar con las mismas palabras con que el orador poeta empieza el líbro: Recuerdos de Elda: íSerá verdad? 1VAN Ml^DRONl1 MEMORIA-HOMENA)E A FRANCISCO TETILLA RVBIO 92 ace dos años iniciamos lo que en aquellos momentos considerábamos un deber; el recuerdo no sólo de un gran amigo, sino de un hombre que dio cuanto pudo y supo, con las ^armas de su capacidad intelectual y su pluma, por el mantenimiento de unas fiestas que presentaban síntomas de decadencia; transcurría la década de los años 1950 a 1960. Para los muchos festeros más jóvenes, les diremos que Elda, como toda población que tiene en muchos aspectos sus altos y sus bajos, pero tiene la virtud de saberlos comprender y en el momento llegado reaccionar con toda su voluntad y firmeza para mantener algo iniciado que nos prestigiara, con buen deseo y perseverancía. Me váis a permitir que exponga otro aconte cimiento que tiene una relación con el presente, cuya solucíón fue demostrativa de lo que un pue blo es capaz cuando puede y quiere: la situación de la Banda de Música Santa Cecilia hace unos años. La fiesta de Moros y Cristianos, como indi camos al principio, presentaba una decadencia muy importante y las comparsas venían sintiendo un descenso importante en el número de compar sistas durante la década citada, un tanto alarman te hasta el punto de que un año, una de ellas de las de más prestigío y antig ŭ edad, presentó en un desfile un solo hombre, uno que lo había dado todo por la suya y no se resignaba verla agonizar sin realizar un último esfuerzo para salvarla; cogió la bandera y sín más compañía se presentó en el desfile, y la comparsa no murió, sino todo lo contrario, aquel ejemplo sirvió como de acicate para todos sus compañeros y la respuesta casi general fue de TODOS A VNA. Las restantes compar sas pasaban por síntomas parecidos y aquel ejem plo cundió para bien de la fiesta, que resucitó antes de fallecer. La Santa Cecilia presentaba síntomas de desaparición, estaba en coma alarmante, (Libro: Las Bandas de Música de Elda. A. Navarro. Pág. 1 Q1 a 134) y alguien intentó evitarlo, sin conseguirlo; pero Elda, además de ese espíritu de sacrificio que había en príncipio, tenía todavía HOMBRES y un semanario eldense, portavoz de todas las inquietudes de la ciudad, que sentía sus cosas como propias, ya en triunfos como en derro tas, VALLE DE ELDA, en su número Q08 de fecha 20 de Agosto de 1960, dió la voz de alar ma con un trabajo que publicó en primera págína y titulaba: iHAY O NO HAY BANDA DE MVSICA EN ELDA? O ERRAR O QVITAR EL BANCO. De nuestra Santa Cecilia, decía nuestro semanario entre otras cosas: no queda más que el nombre, los uniformes, parte del ins trumental y solo parte también de sus componen tes. Y surgió el hombre y con él diez más, aman tes de la música y de la historia de Elda y la Santa Cecilía resurgió de las cenizas con más ímpetu que antes y volvió a dar gloria y satísfacciones a su pueblo. Permitidme, querídos amigos, que exponga esta comparación que nos demuestra hasta donde llega nuestra Elda cuando se lo pro pone. Y el buen amigo Paco Tetilla empuñó las riendas -permitidme tambíén el símil- y un puñado de colaboradores dispuestos a mantener nuestras fiestas con el prestigio y categoría antes alcanzados y aún superarlas. De los muchos trabajos poéticos y literaríos que publicara, he elegído en esta ocasión uno muy ríco en lo que respecta a nuestras fiestas; es la opi nión que le merecen a un emigrante que desde las tierras salmantinas le envían a Elda, ciudad que no conoce y se encuentra la grata sorpresa de pre senciar las Fiestas de Moros y Cristianos, que no solamente presencia sino que se ve obli8ado a par ticipar en una comparsa de Moros, cosa que jamás había pensado pudiera ocurrir. VICENTE VALERO CARTA DE UN EMIGRANTE A SU ESPOSA Estimá Salmanasara: Te pongo estas cuatro letras pa contarte los jolgorios que nos pasamos en Elda con los Moros y Cristianos, que asín llaman a estas fiestas. Tú sabes que en nuestro pueblo todo es ir a la taberna y jincharte de tintorro pa coger la melopea. Dispués vienen los cantares pa meternos con la Petra porque la dejó el Melecio de forma poco correcta. Y viene las discusiones y vienen las zapatiestas con reparto de mamporros al alcalde si se tercia. Aquí la cosa es distinta y te diviertes de veras, que aunque naide te conoce ya ties las puertas abiertas como si de toa la vida las gentes te conocieran. Aquí los ricos mu ricos con sus obreros alternan y en el vestir y el calzar no hay nenguna diferencia. De los Moros y Cristianos no pués hacerte una idea. En principio la Alborá tremolando las banderas mientras las músicas tocan y la sangre se calienta. En dispués hay un desfile y jacen una mascletá con fuegos, cuetes y bombas que estás con la boca abierta. He visto que se arrejuntan los festeros en la Iglesia en honor de San Antón que es Santo que le veneran. La procesíón que te jacen es mu solemne y mu seria, aunque van los comparsistas con la mesma vestimenta. Los desfiles por la calles son el acabose, nena, de músicas y de lujos y carrozas y sorpresas. Las abanderás son mozas simpáticas y flamencas que con mirarte na más te quitan toas las penas. proclamando su majeza, con caballos de la Arabia con sangre de pura raza. En dispués... los comparsístas moros con la capa negra como a mí me la pusieron cuando me escuidé una miaja. Realistas, Musulmanes, Marroquies de la tierra, camellos y dromedarios, Zíngaros de panderetas. Contrabandistas, Piratas, etcétera y etcétera, porque mestaría escribiendo un mes... y quedaba tela. Aluego están las guerrillas que es la mesmísima guerra con tiros y zambombazos de cañones y escopetas. Hasta llegar al castillo que es allí donde se enfrentan el embajador cristiano y el moro. Se arma la gresca. Y entre voces y entre tiros ganando una vez LOS MOROS, y por fin es la bandera de España, de nuestra Patria la que a los vientos ondea. Te encogen el corazón chica, con estas escenas, pero guelve el alboroto lás músicas y las juergas los fuegos artificiales, los bailes y las verbenas y ésto es vivir en la Gloria como naide se lo sueña. A mí me han sacao de moro con turbante, bigoteras y la cara embetuná, me lo he pasao de primera, sin quitarme la chilaba los cuatro días de fiesta. Me han convencío que en el pueblo vivíamos en la higuera, y con éstas y otras cosas ya tengo interés que vengas. a conocer a estas gentes y a divertirte de veras, porque en el mapa de España hay una ciudad que es Elda, donde te jacen sudar pa que rinda la faena, pero como hay diversiones y te abulta la cartera le pues sacar a la vida to lo que tiene de g ŭ ena. van junto a los capitanes F^nNCisco TETiu^. 93 III CONGRESO NACIONAL DE LA FIESTA: VNA EXIC^ENCIA Y VNA NECESIDAD ucho ha llovido desde la cele bración en 1985 del II Con^reso en Onteniente; mucho ha cambiado la Fiesta, aunque parezca men tira, mucho han cambiado las estructuras socio jerárquicas de la misma; mucho la configuración de la VNDEF como máximo organismo de representa ción supralocal de los Moros y Cristianos y han sucedído acontecimientos de todo tipo (político, eco nómico, social, etc.) que, de una manera u otra, han incidido y si^uen haciéndolo en el aspecto que más nos interesa a nosotros desde cualquíera de las poblaciones: el festero. Y cuando se produce en un período de 15 años, una serie de variantes que determinan el devenir histórico de la Fiesta y que influyen e influirán en su futuro, hay que sentarse a estudiar, a escuchar opi níones, a aprender unos de otros, de los expertos y de los que no presumen de serlo, pero que pueden aportar y de hecho lo hacen, desde su condición de festeros; hay que analizar el por qué de algunas cosas, de algunas modas y modos, de algunas ten dencias y en una época en que la facílidad de las comunicaciones nos unen más a los festeros, las interínfluencias entre poblaciones son incuestiona bles, a veces positivas, y otras demoledoramente castrantes de la personalidad de una fiesta humilde, sencilla, pero auténtica, secular, que ve cómo cam bian sus estructuras y modos por esa influencia, marcada -las más de las veces- por la fama de la población influyente y por la cantídad de espectado res que es capaz de concitar a su alrededor. Cuando hace más de dos años planteamos la necesídad de celebración de un III Congreso desde esta vocalía, surgieron algunas voces con la pre^un ta Ide verdad hace falta un Congreso? Nuestra sorpresa fue doble: como festero, ante todo, y como historiador. Estas voces no pretendían ser descalifi cantes, ni descalificadoras de la idea, -al menos es lo que supongo con buena fe-. Nunca he entendi do, ní entenderé que expresar libremente una opi nión sea descalificante, por eso no entiendo esa pos tura de que si otro no piensa como yo, no lleva razón, cuando precisamente del contraste de opinio nes Ilega la auténtica verdad, si es que la verdad absoluta existe, cosa que dudo. Por ello, como festero, me sentí un tanto sor prendido, cuando he visto en multitud de poblacio nes el ^rado enorme de turístificación de la Fiesta. Y lo que es más grave, no me preocupa mucho el que en determinadas poblaciones Ilamen Fíesta de Moros y Cristianos a un montaje turístico sin más contenido argumental, y sin más valores espirituales que los que puedan emanar del interés de determi nados organismos ofíciales para contar a su pobla ción dentro del grupo que esgrimen su Fiesta como de Interés Turístico, que dicho sea de paso, por defi nición, no son de tal guisa, sino meramente mate riales; lo realmente preocupante es la desnaturaliza ción de algunas Fiestas de sobrada raigambre popular, que sacrifican algunos de sus componentes en pro del espectáculo, del atractívo externo, de la estadística del número de espectadores y de otras consideraciones parecidas. Pongamos unos ejemplos: ^hemos observado que en determinadas pobla ciones se ha invertido el orden nomlal y los trajes denominados especiales son más numerosos en los actos festeros que los trajes oficíales? iNo entende mos que la propia denominación de especial, es sínónimo de extraordinario, de no usual? 1Somos conscientes del tratamiento externo de algunos alardes de arcabucería? lEs que míramos hacia arriba al disparar que necesitarnos gafas de sol para que la pólvora no nos entre en los ojos, según dicen algu nos? iEs que nos importa tan poco la cultura de nues tra población que dejamos vacíos los locales cuando hay un acto cultural, que en la mayoría de los casos lo que hace es prestigiamos como festeros y catapul tarnos como entidades de cara a las instituciones? 1No comprendemos que en las poblaciones centena rias la Fiesta es una parte inseparable y definidora de la Historia de nuestra ciudad? 1Nos ímporta tanto el interés turístico de nuestras fiestas, cuando precisa mente esa masa de espectadores foráneos por la que se sacrifican algunos de nuestros principios festeros, son los que menos comprenden el sentído y signifi cado de los sentimientos que manifestamos como festeros? Estas cuestiones y muchas más se merecen un debate y serán algunos de los puntos claves de desa rrollo de la parte, denominemos, científica del Congreso. Y otras muchas más, qué duda cabe, que 94 sur^ieran del propio foro de discusión. Por tanto, como festero, entiendo que es necesarío el Congreso. Es necesaria una Ilamada de tal calibre nacional que nos lleve a participar sin miedos, sin complejos de inferíoridad alguna, porque aunque este evento necesíta de teóricos, precisa de prácticos, urge el íntercambio de vivencias para Ilegar a conclusiones defínidoras del camino que queremos darle a Nues tra Fiesta. Y no pensemos que los Moros y Cristia nos son un patrimonio del área geográfíca de exten síón de la UNDEF, esto es, del Levante hispano. Estos problemas y otros distintos están Ilegando a fiestas humíldes pero muy enraizadas de la cultura andaluza, gallega o aragonesa, por poner unos ejem plos, y no por humildes, dejan de ser considerables y consideradas dentro del espectro nacional de los Moros y Cristianos. Como historiador, me sorprendía que no se cre yera necesarío un Congreso después de transcurri dos más de doce años de la celebración del último (Eso cuando planteamos la idea). Cualquier científi co sabe que los Congresos son necesarios con una periodicídad establecida, anuales, bianuales, o como mucho cuatrienales, porque de estos foros de discu sión salen caminos que son capaces de cambiar los planteamientos de cualquíer actividad científica o cultural, de ponerla al día, de ir adaptándola a las necesidades que los modos cambiantes de la socie dad requieren. De acuerdo que los Moros y Cristia nos no son una ciencia, pero nadíe pondrá en duda que sí que son Cultura, Nuestra Cultura, la que define unas creencias y unos modos de entender la actividad lúdica del hombre en torno a la Historia como argumento y al Patronazgo local como refe rencia anual y poso de valores espirituales para muchos festeros de la mayoría de las poblaciones que la celebran. La UNDEF ha logrado en su lento caminar como institucíón, un prestígio en los ámbitos de poder político, socíal y religioso, que entre todos los festeros le hemos dado. Ese espíritu festero que sólo esta raza especial de hombres y mujeres que hace mos la fiesta de Moros y Cristianos, es capaz de pro yectar, porque no hay más intereses que nos mue van a trabajar por la Fiesta que ella misma. Por ello este III Congreso Nacional de la Fiesta de Moros yCristianos que se va a celebrar en Murcía, lo orga niza la VNDEF. Hay un cambio de mentalidad y de planteamientos con respecto a los otros dos, sobre todo al de Onteníente, en que ya existía nuestra organización. El hecho de que se haya elegido en la Asamblea de Monforte del Cid a Murcía como sede, no implica que sea un Congreso de Murcia, si bien su Comité Ejecutívo está compuesto principal mente por festeros murcianos con el apoyo total de la Federación de Moros y Cristianos Civitas Murcié de la capital del Segura, algunos de cuyos direc tivos pertenecen a ese Comité. Pero tambíén perte necen y lo tutelan los directivos de la UNDEF en las áreas correspondientes. Con este planteamiento lo que quiere reflejar la UNDEF es que es un Congreso de todos y para todos. Y no ya sólo de los festeros o poblaciones integradas sino de todas las poblaciones del Estado Español que celebren la Fiesta de Moros y Cristia nos, a las cuales se las irá invitando para el evento. Por ello, festero que estés leyendo estas líneas, piensa que el éxito o el fracaso del mismo depende de ti, haz oír tu voz, participa en las deliberaciones y discusiones del mismo. Da tu experiencia como opinión y ponla al servicio de la Fíesta. Y cuando lleguen las conclusiones de las diversas sesiones podrás decir que son tus conclusiones, que has par ticipado en ellas, que no son las mismas cosas que nos dícen los de siempre, porque piensa que para que los de siempre no sean los mismos, uno de ellos tienes que ser tú, que no hay mayor reto per sonal como festero que participar en la proyección futura de Nuestra Fiesta. )VAN JOSÉ CAPEL SÁNCHEZ Asesor Histórico de la VNDEF 95 LA NECESIDAD DE LA MUSICA* a músíca juega un papel indis pensable en el desarrollo de la fiesta, su presencia es constante y necesaria. Todo festero al que se le pregunte responde que sin música no hay fiesta. Esta hace posible la marcialidad de los desfiles, la exhibición de poder, inicia la fiesta y marca las diversas actividades dentro de la misma, ella es la fíesta y si la fiesta es la manífestación plena y auténtica del pueblo, también tiene que serlo su música como demuestran las numerosas poesías y panegíricos escritos para las mismas. Es una necesi dad latente que interviene como elemento de cohe sión para homogeneizar una colectividad, es el hecho de crear un himno que reúna el sentir del pueblo como tal, como una expresión única de una pluralidad. Pero no solamente interviene la música como una forma de expresión hímnica sino que también de ella depende el éxito de la fiesta, actuando inclu so como elemento jerárquico. Dentro de lo que hemos denominado abolición de los estamentos sociales en la fiesta, se establece otro sistema jerárquico: cada comparsa tiene su capitán y su abande rada, puestos rotativos cada año que son realmente codiciados por la posición de protagonismo duran te el desarrollo de la fiesta. Tras éstos, vienen en importancía los cabos de cada escuadra que son las personas que dirigen cada alineación de personas, ellos tienen que marcar el ritmo de su escuadra ayu dados por la música y realizar una serie de movi mientos coreográficos lo más acompasados y espectaculares que se pueda, incluso acrobáticos. En gran parte, la vistosidad de esta coreografia, depende de la música que los acompañe ya que ésta también predispone al público que será el que otorgue el pre mio anual al mejor cabo y a la mejor escuadra. También es esta circunstancia la que implanta la necesidad de un gran número de bandas en cada desfile, en un principio cuando seguíamos las anda duras de la fiesta en el siglo XIX sólo participaban dos bandas (una por bando) y ahora se distribuyen una banda partida en dos cada tres escuadras con un total de cerca de Q00 escuadras. Se han dedicado composiciones a elementos y personajes emblemáticos de la fiesta, tenemos títu los como Jenaro Vera, dedicado al que fue presidente de la Junta Central de fiestas desde 1971 a 1990, Zíngaro Mullor dedicado al cronista de los Zíngaros de nombre José Antonio Sirvent Mullor, Pedro Diaz, Capitán de los Marroquíes, El Almi nar nombre del edificio que funciona como sede de la Junta Central, Abanderadas, dedicada a las señoritas que desempeñan el cargo año tras año y una larga lista que transforma estos nombres en elementos propios de una pseudomitología que está arraigando en la colectividad como espejo de su identidad y constitucíón de su sociedad. Esta es la idiosíncrasia particular con la que Elda está distin guiendo su fiesta de Moros y Cristianos de aque llas que en un príncipio le sirvieron de modelos, sin apartarse de lo que son las raíces culturales de la zona de Levante. La letra de muchas de estas piezas fue un aña dido posterior que contribuyó a marcar las piezas como eldenses. Así, mediante la popularización de diversas letras alusivas a la festividad de Elda se apropiaron diversas composiciones no realizadas específicamente para la ciudad como el pasodoble Churumbelerías al que han titulado Estudiantes. Pero el caso más espectacular es el del pasodoble Idella compuesto por Míguel Villar que se ha con vertido en el himno por excelencia y en el pistole tazo de salida de las fiestas. Se interpreta desde 1989 pero fué en las fiestas de 1991 cuando empe zó a cantarse con letra de Antonio Juan Muñoz en la Entrada de Bandas del programa oficial de actos. Este acto tiene cada vez más expectación y se está convirtiendo ya no sólo en el himno de las fiestas sino también en el de la ciudad, lo interpretan las nueve bandas oficiales (una por comparsa) en la Plaza del Ayuntamíento y suscita los sentímientos más profundos de comunidad como nos muestran diversas poesías y testimonios como el de Octavio J. Peidró, polifácetico artista eldense y compositor de música festera: La música festera y aún más la propia, la nuestra, puede estremecer al más frio de los mortales;(...) recuerda ese momento mágico de la Entrada de Bandas: miles de festeros aglutinados en la calle Colón y en la Plaza del Ayuntamiento, impacientes músicos con diferentes uniformes e 96 ! íntrumentos..., una cosa mágica y maravíllosa se palpa en el ambiente. De pronto, desde lo alto del castíllo, se alza la batuta..., los espíritus quedan ató nítos y un cosquilleo frío recorre la médula de los huesos. Cuando empieza a sonar ldella, los corazo nes laten un poco más deprisa de lo habitual, el vello se pone de punta y los ojos se tornan cristali nos. Sí, el que siente todo eso puede dar fe a que siente, ama e interioriza las fiestas de Moros y Cristianos. Junto a este fenómeno que ha sido Idella hay otros mecanismos para formar un repertorio propio de una tradíción, lógicamente uno de estos meca nismos es el rescatar del olvido, pasodobles que se habían compuesto en un principio para la fiesta pero que por diversas razones no calaron entre los ciudadanos. Este el el caso de Abanderadas compuesto en 1955 por el eldense y entonces director de la banda Santa Cecilia (banda oficial de la ciu dad) Antonio Candel, y letra de Francisco Tetilla. EI mismo caso tenemos en el pasodoble Pedro Diaz personaje ligado a la fundación de la comparsa de los Marroquíes, compuesto por Joaquín Maestre )uan, más conocído en Elda como El Toto. Este personaje compuso la letra y la música del magní fico pasodoble sin tener ninguna fonnación musi cal, por lo que recun-ió a J. Carbonell director de la Banda de Música del Regimiento de Alcoy, el cual le ayudó a plasmarlo en papel pautado. Pero sin lugar a dudas todas aspiran a convertirse en la más conocida, como lo ha sido desde el principio la marcha mora Elda Musulmana. Su génesis tiene varias versiones, una algo anecdótica: una improvisada melodía en un desfile dio pie a Francisco Chico Francis para componer esta mar cha a la que se le añadió letra del fabricante de cal zado Oscar Santos y otra más verosímil que dice haber sido encargada por un festero al compositor. Con estas dobles versiones podemos comprobar cómo se intenta mitificar esta músíca para generar un sentimiento de origen propio e inmanente al pueblo, haciendo circular entre la población ese elemento que se escapa de la lógica y que crea la pseu domitología que se ha apuntado más arriba. Con esto se intenta diluir la presencia del compositor en beneficio del sentimiento de colectividad. Ya con la marcha mora Elda se abre en 1986 la época de los Certámenes de Música Festera que es el último mecanismo activado para la consecu ción de un repertorio propio. También se pueden mencionar los concursos de composición que han organízado algunas escuadras para tener su propio himno por motivo de algún aníversario significati vo de su creación. De esta manera se promueve la composición para las fiestas de Elda pero con una mayor proyección ya que en los certámenes es la obra obligada cada año para todas las bandas parti cipantes con lo que, automáticamente, se difunde la pieza entre díversas agrupaciones de toda la zona levantina. Para cada edición del certamen se encar ga a un compositor eldense o de la zona comarcal una pieza específíca para las fiestas de Moros y Cristianos de Elda. Aquí ya no hay forma de diluír la responsabilidad del compositor en la creación pero se logra a un nivel más efectivo la composi ción y difusión musical de y para Elda. LOVRDES GONZALEZ ARRAEZ (`) Resumcn de la tesis doctoral presen4ida en la Vnivcrisdad Complutense de lvkadrid dc tltulo: Moros y Crisfianos de Elda: reinvenáón y establecimiento de una tradi^ón musia^l 97 SI MPLEMENTE...TVDM IR A nuestra Banda Santa Ce ...Se parece a la C^uerra de las Cjalaxias! Este fue uno de los muchos comentarios que pude escuchar en nuestro Teatro Castelar el día del Certamen de Música Festera, cuando la marcha mora Tudmir entró a fonnar parte del repertorio musical de nuestras fiestas y pasó a ser una de las más importan tes obras compuestas dentro de la música de Moros y Cristianos. Se formó revuelo: como era de esperar, ante el estreno de una pieza musical que se sale de lo habitual, y que junto a otras, están revolucionando el panorama musical de nuestras fiestas. Ahora, eso sí, hubo opi niones y comentarios para todos los ^ustos...jCon eso no se puede desfilar!; iSólo es una marcha de concier to!; jEsto en la calle no se oye^!; 1Qué pintan las cam panas?... Y otros, los que no se equivocaban, dijeron simplemente: j Increible! La verdad sea dicha... es increíble. Tudmir es una marcha que ha dejado huella y ha calado hondo dentro de los festeros y amantes de la música, que como yo, hemos tenido el privilegío de escucharla en varias ocasiones y que cada tres por dos estamos comentando su grandiosidad. El inicio de la marcha con el metal, la percusión y sobre todo con las campanas, a lo que más tarde se le unen las dulzainas, clarinetes..., hacen de éste una entrada majestuosísima, que el final tan marcial y triunfalista, que suena con tanta viveza, pro porciona a la marcha un toque de espectacularid^^^ digno de ella. Además, tampoco hay que dejar de comentar lo__ suaves pianos, que confi^astan con los períodos de rigi dez por los que pasa la obra, a la que se le añade un solo de flautín que le da una pizca de inocencia a la marcha. Es cierto que contemplando el currículum del autor, José Rafael Vilaplana, cabía esperar una com posición de estas características y sobre todo, si se han escuchado piezas como Cavall de Foc (M.M.) o Archaeus (M.C.), por cítar algún ejemplo, en las que José Rafael nos ha enseñado a ver la música de Moros y Cristianos desde un punto de vista díferente al con vencional. Pero también es cierto que todas las sensaciones que hemos tenido con esta marcha no hubiesen sido las mismas, si no hubiera sido por la Banda de la A.M.C.E. Santa Cecilia que con la dirección invita da del maestro-compositor Vilaplana han conseguido que la obra sea, si cabe, todavía más espectacular. Por eso, )osé Rafael, Eugenio, Antonio, Sergio, Miguel, Dani, Esther, Pablo, Nicky, Abel, y un largo etcétera, gracias por convertir Tudmir en un aspecto grande dentro de nuesfi-a ciudad y nuestras fiestas. P.VGEN ALFARO BERNAI3E 98 A M I E S C U A D R A uerida escuadra: me dirijo a ti para felicitarte en tu veinticin co aniversario. Aunque no estuve contigo, como parte ínte^rante, desde el prímer año en que saliste a desfilar por las calles de este nuestro pueblo, desde la prímera vez que te vi desfilar yo siempre te admi ré y cuando te veía pasar con ese porte, me decía que algún día yo tenía que entrar a formar parte de la escuadra Pochas Y llegó ese día. Acuérdate del momento en que entré a formar parte de ti, de cuan to agremán pusimos en el bordado de ese mi primer traje como componente de la escuadra. Otros trajes han salido a la calle menos laboriosos, o tal vez más costosos o más vistosos quizás, dependiendo algu nas veces de la economía, pero ahí hemos estado síempre, año tras año, dando colorido y alegría a la Fiesta. Hace ya dieciocho años que encontré en ti esa unión tan perfecta que nos caracteriza y me sien to muy or^ullosa de poder celebrar contigo las Bodas de Plata. Han pasado tantos años y en su transcurso numerosos avatares que han hecho de ti una escuadra fuerte, con solera. Y ello ha sido posi ble gracias a todas las que han pasado por ti, que han desfilado con sentimiento y casta y alguna incluso ya no está entre nosotros y a quien desde aquí he de recordar entrañablemente. Además de todo esto me siento en la plenitud de ser tu Cabo, cargo que ostento con mucho orgullo porque me res palda un gran escuadra de doce mujeres maravillo sas, por su buen hacer y porte al lucir nuestros trajes y cómo no, por la majestuosidad de su desfilar. Yo nada podría hacer sin vosotras, por eso, desde aquí, muchas felicidades y a seguir celebrando años en esta nuestra Comparsa de Contrabandistas. WESTRO CA[30, NIEVES 99 E L S A C E R D O T E L O C O enía que tomar un barco en el puerto de Alícante con direccíón a Argel, no obs tante yo no buscaba la ensoñación de Oriente, sino la realidad: mi intención era anotar cómo la natu raleza da un carácter al hombre que la civílizacíón modífica; mis escritos, notas, viajes se recopílarían en una obra dada a demostrar epistemológicamen te que según el grado de civilízación aumenta el índice de la esquízofrenía. En Tánger, en Argel o cualquíer otra aldea africana, nunca en mi Francia natal, encontraría al hombre salvaje de Rousseau. No estaba cómodo en la diligencia, pues tuve que coincídir con un quiméríco vendedor, suerte que en Elche él cambiaría de carruaje hacia Oríhuela, de donde era natural. Tomando notas de los paísajes y los colores un tanto pálidos de aque Ilos días de invierno (doce llevábamos de viaje) me desentendía de él, aunque poco le importaba mi atención, hablaba sin cesar. Lamenté no haber tomado el ferrocarril, que tenía el mismo ítinerario, pero el oficio tiene sus costumbres y el viajero debe estar sintíendo cada piedra que pisa o cada río que cruza. Ya había pasado San Martín, pero la ventana nos mostraba cosecha tanto de huerta como frutal, dispuesta en terrazas que se asomaban a un río escondido por cañaverales para entregarle sus ofrendas de ínvierno como sí fuera su dios: Los tesoros de esta tierra veo sembrados, unos nacen de la gleba arada a mano, hoy ofrecen o blanco o verde germen temprano: habas, puerros y nabos en terrenos alfombrados, son brotes que del invierno vienen hermanados, otros surgen del seco árbol erguido en el secano: hojas de verde plata adornan el producto sano de oronda oliva frente a zarzales granados. C^élida estación, desdichada por no gozar de los alegres frutos nacidos de este valle frondoso cuando a él un rubio Helios se empeña en dorar. Y, aunque el Alebus venga breve, hermoso tornará lo antes yermo; albaricoques sin par, prunas e higos crearán un vergel nemoroso Me sacó de mi edén de papel un Dios guar^ie a ustedes de un labriego alzando el sombrero a nuestro paso. Los caballos redujeron su rítmo, no a lo brusco, parecían conocer el momento para hacerlo, era una pendiente muy surcada por las ruedas; al asomar el busto vi unas casas, un campanario junto a una cúpula y un castillo derruído. Mi cole ga viajero pronto cambíó el tema de su charla, pues un antepasado suyo, José Montesinos Pérez había hecho un estudio de la villa con su desarrollo civil y religioso, así que consideraba que tenía autoridad para ello. Nos ínformó que llegábamos a Elda, villa agrícola y condal, aunque ya sin señor desde que en el año cuarenta y uno desaparecieron los derechos territoriales; tal era la causa por la que el castillo se mostraba despojado de sus ropajes de aderezo por mor de su nuevo amo, cuya sangre ya no era azul sino de cobre y explotaba cada sillar como si fuera producto de mina. Habíamos sobrepasado el hospi tal del distrito y abocábamos a la primera calle, Pierrad. Al cambiar el sentido, en el Portal de Vall, el oriolano se agachó hasta arrodillarse, apretaba sus síenes con la almohadilla de las manos, malde cía su suerte diciendo que el Camíno Real estaba mal trazado, no podía discurrir por las espaldas de una i^lesia y que los caballos hollaran la tierra levantando el polvo de un antiguo osario de con versos. Tras persignarse varias veces se alzó y con una normalidad admirable anunció la proxímidad del hostal donde bestías y personas descansaría mos, quedaban síete leguas hasta el puerto. Otra vez el oriolano Montesinos volvió a las tablas de la diligencia, oíamos detonacíones, cientos, él se santíguaba casí al ritmo de los disparos y gritaba que los sacrilegios se debían expiar y algún resto humano quedaría en el fosar de los moros convertidos sin haber sido trasladado al nuevo cementerio. Buscaba y sacaba amuletos de cera de su bolsa. Decía presentír un mai terrible y sólo se calmó cuando pasaron cerca de nosotros unos músi cos: ^Están de fiesta, son los moros y cristianos! Rápidamente me puso al corriente de lo que era aquella celebración, tanto que antes de desembocar en la calle del Mesón me bajé en marcha y pedí al 100 cochero que descargara mi baúl cuando llegara al hostal. Elda era puesto obligatorio de detencíón en el trayecto desde Almansa hasta el día siguíen te. Parada y fonda. No había olvidado mi carpeta de apuntes. A los pocos segundos tenía a Mon tesinos jadeando a mi lado, porque quería ílustrarme en todo lo que viera. Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Antonio Abad, más por tra dicíón que por historia se rememoraba la victoria de las huestes cristianas sobre el moro ínvasor. Los primeros formaban en cinco Com parsas; Catalanes, Aragoneses, Romanos, Marinos y C^aríbaldínos, frente a un solo uniforme moro; para un extranjero como yo, y, aún más, recién for mado en la nutricia universidad, aquella alquimia histórica podría calificarse de chocante, por más que Montesinos quisiera explicarlo por fusión de varias fiestas (representaciones sacramentales de Navidad y Pascua, procesíones patronales y hasta desfiles civiles del siglo anterior) y que sucedía de un modo muy similar en decenas de poblaciones cercanas. Los músicos que habíamos visto pertenecían a la Banda de Música Santa Cecilia, la única de la villa, que acompañaba en todos los eventos a un bando; para el otro se contrataba la de una población cer cana. En el día de ayer, a las diez de la mañana, se había celebrado por las calles principales un desfile al son de las bandas; por la tarde Cristianos y Moros se habían enfrentado en lo que Ilamaban guerrilla, a la que seguía una procesión de traslado de la imagen venerada del santo desde su ermita, en la vera del Vinalopó, hasta el templo de Santa Ana (aquel que viéramos desde las afueras y que habíamos rodeado por atrás con la diligencia). Así transcurría el día del santo y primero de las fiestas. El día de hoy había empezado con una misa en la iglesia de Santa Ana que incluía un panegírico a San Antón (como se le denominaba en Elda). Después, el santo había sido devuelto en procesión a su lar para descansar hasta el año siguiente. Se realizó el segundo desfile y, por la tarde, aquellos disparos que habían llamado nuestra atención per tenecían al alardo anterior a la guerrilla que comen zaba precisamente en aquellos instantes. Dicha reyerta culminaba todos los años en algarabía por la reconquista de la plaza fuerte para las tropas cristia nas. De tal manera debía acabar aquel jueves die cíocho de enero, día de Santa Prisca, aunque mi nuevo ami^o, el agorero Montesinos, tenía empe ño en buscar cábalas siniestras. El tercer día, últímo de la fiesta, tenía lugar en la iglesia una misa de acción de gracias, seguida del cambio de capitanes, portaestandartes, embajadores y demás. Lo que quedaba de día era para una jac tancía sana de los comparsistas por las callejas y plazas sobre sí sus colores eran los más admirados en los desfiles o si su capitán era más bizarro y hasta más generoso en el anís y pastas o cuántas arrobas de pólvora habían gastado en todo tipo de armas y explosívos (arcabuces, cañones, mosquetes, morteretes, tracas) mientras lucían su uniforme con presunción entre trapatiesta, dejándose invitar por los vecinos a sus casas. Volviendo al momento actual, el escenario del litigio era la plaza de la Constitución o Plaza de Abajo, lugar donde se encontraba el ayuntamiento junto a otras sedes civiles de la instrucción pública, aunque alternaban con casas particulares de planta baja. Formaba un recinto cuadriculado, rodeado de soportales, sin estar cerrado, por desembocar a ella 101 varias callejuelas; dentro se había erigido un casti llo de cartón pintado y maderas. Yo intentaba recu perar el aliento tras la carrera, mas mi compañero no me dejaba al tirar de mí para abrirnos paso entre la masa de poblacíón allí concentrada. Aquél, que conocía, parecía ser, todo tipo de fiestas, decía que teníamos que acercarnos a sentir el aliento fogoso de aquellos eventuales actores. Mi amigo Montesinos había encontrado a un conocido Ila mado )osé Payá C^onzález, dueño de un taller de calzado con el que coíncidía en algunas ferias de la región y nos habría de proporcionar los datos que nuestra curiosidad precisara. Empecé a tomar notas y a hacer algunos esbo zos, no era fácil, nos movíamos como una densidad oleosa en la pleamar. Mis sentidos se vieron azota dos por aquellos elementos más elementales del Romanticismo y más aborrecidos por la escuela positivista: el folklore, la historia o los personajes engrandecidos; mis ojos se llenaron de brumas y ecos de antaño. Sobre el castillo estaban los Moros, orgullosos, soberbios. El capitán, C^ermán Caras C^aliano, asen tía a todas las amenazas de su embajador, Francisco Coronel, quien con un pie pisando la grada de la almena mostraba en amplitud su traje: unas cañas de cuero cubrían a modo de bota el tercio inferior de sus piernas y zapatos, el pantalón bombacho, camisa sin cuello y abotonada atrás, cubierta, en parte, por un chaleco corto, abierto y sin mangas. Todas las telas eran de grueso fieltro engalanado con profusos bordados de fantasías vegetales de hilo de seda; en una mano un cigarro puro, en la otra una cimitarra que rasgaba con ardor el cielo plomizo. Al pie del castillo, los Cristianos y los lugareños, los primeros rodeados de los segundos, en un grupo heterogéneo de soldados, unos con tra jes medievales, otros como sacados de la Semana Santa que tanto profesan los españoles y los Marinos y C^aribaldinos a la manera del siglo. Algo me comentaba el señor Payá que me hizo desviar la mirada: una figura que se vislumbraba tras los cristales del ayuntamiento, corpulenta, con el pelo peinado hacia atrás y patillas largas y rectas, de madura edad y una nariz que no llegaba a ser ni excesivamente larga ni del todo a^uileña corres pondía a don Lamberto Amat, es más que un notario de la historia eldense, es su memoria, en palabras del amable Payá Mayor (como le cono cían allí). En caballo enjaezado con la cruz se levantaba sobre los estribos el embajador cristiano, afrentado por las palabras del infiel, queriendo adelantar su parlamento. Se llamaba don Francisco Laliga. Tan se^ura era su voz que el caballo tenía doblada Ia cerviz en pleitesía. Sonó un disparo, un silbido veloz a mi lado y, a la vez, un jay! y un jahí va eso, colorao!. Vimos el movimiento del gentío y un cuerpo dc^ plomarse: es el embajador, le han disparado. Miré los puntos cardinales buscando referencias e indicios y a mi espalda noté un soplo frío, me volví y lo primero que creí ver fue una sombra, era un hombre vestido de sotana y sujetaba un mosquete que varios mozos intentaban arrebatarle. Es Macanas, dijo Payá Mayor, un loco, enfermo hace años. Mostraba los cabellos sucios, como harapientos, ralos, apenas cubrían una cabeza total mente redonda de la que salía un óvalo alargado que formaba su faz y que no se correspondía con la parte superíor, era como si hubieran sido unidos de una forma no natural y desproporcionada el cráneo superior y el inferíor. Desde el fondo de la cuenca surgían los ojos hasta aguijar a quien los miraba, negros, más que la pez, acuosos; la nariz huesuda los hundía, si era posible, aún más; la boca, sinuo sa, babeaba con abundancia y lanzaba estruendosas risas envueltas en el vaho que desprendían los ja deos de su pecho inflamado en aquel anochecer tan frío. C^iré diametralmente mi cuello en busca del embajador, le encontré llevado en volandas hacia los pórticos del ayuntamiento por un grupo de gente que se cruzaban gritos: hay que avisar al médico, jnol, le llevaremos al hospital, debemos pedirle el carro al tío Pepe el de Lássit que está con el hielo en la plaza de Arriba, le ha destrozado la cara, le ha acertado a ocho varas de distancia. En efecto, el desquiciado Macanas había alcanzado el rostro del embajador y lo había sembrado de perdi gones. Con violencia así a Montesinos de las ropas: Macanas escapa. Ya delante de nosotros habían salido disparados los jóvenes a los que se le había escabullido. Cruzamos la Plaza de Arriba, de allí a la Plaza de San Pascual, calle del Horno de San Antonio y la del Barrio Nuevo hasta salir de la villa por el norte, llegamos a una cañada con un plantío de duros almendros desnudos entre el montículo del castillo y el alto de San Mi^uel y que lle 102 Qaba hasta el lecho del río. El sacerdote estaba ten dído en tíerra, a la que le aferraban fuertemente. Yo, por mí parte, cambié la hoja que traía embo rronada por una nueva en la que dejaría constancia de un análisis frenológico que intentaría hacer a la luz de la luna antes que llegaran las autoridades. Como hijo del naturalismo era un convencido de la relacíón que hay entre la conformación anatómica del cerebro humano y su carácter psíquico, así como también que, de ígual manera que se hereda cual quíer rasgo físico, la mente también forma parte de la herencia biológica. A mí lado, Montesinos decía poder calmarle con un rito para sus síntomas propio de la Vega Baja. Le increpé, era ridículo aplicar remedios tales cuando la ciencia los había puesto en evidencia durante ese mismo siglo. No estaba atento a mis palabras, mascullaba sobre si no debía haber tomado la dilígencia, que había visto clara la tragedia al llegar a Elda y, como solía hacer, sin variar de tono, recitó un sortilegio mientras tomaba con su mano el dedo corazón de la mano derecha del religioso y se lo conducía al pecho, para darle fricciones: Levanta el corazóntriste y afligido que en la casa delerusalén está el cuerpo de Dios tendido Aquella escena representaba perfectamente el siglo diecinueve y más aún en España: la ciencia y la superstición popular en la mísma pugna contra la naturaleza. LleBó un joven con cara de niño y se inclinó sobre Macanas, tenía los ojos desorbitados y dos grandes lágrimas empezaban a desbordarlos. Mantuvieron uno sobre otro las miradas fijas, penetrantes hasta las vísceras. A los dos o tres segundos, el joven se llevó los dedos a la frente, presionándolos, dando la sensación de querer miti gar un fuerte dolor de cabeza y se marchó. Payá Mayor me susurró que se trataba de Francisco Laliga C^orgues, hijo del malogrado embajador y hermano del capitán cristíano, Rafael; el joven Francisco era un gran poeta en ciernes. Con prontitud las autoridades se hicieron cargo de la situación y a los demás no nos quedó más remedio que volvernos. Decidimos ir hacia el hos tal a preparar el descanso y porque Montesinos decía que era el mejor lugar para enterarse de todo lo que siguiera. Al Ilegar a la Plaza de Arriba nos despedimos de Payá Mayor, que nos mostró su taller y ofreció su casa. Se lo agradecimos, pero con tinuamos. Durante el recorrido, Montesinos comentaba lo triste de ver aquellos trajes coloristas con la mortecina luz de los faroles, parecían tam bién cargados del pesar de los acontecimientos. El nuevo día ya no tuvo cielo gris, aunque no por ello el frío era menos intenso. Subíamos la cues ta de Batech, pensé que, al tíempo que llegáramos al breve desfiladero, saldríamos de un túnel del tiempo, pues el día anterior no sabía si estaba en la Edad Medía o en un drama romántico. Saqué la cabeza para ver el valle por última vez y exclamé: hermosa vista, aún siendo enero. Lo que me sugirió una sencilla lira: La mañana al albor, con olor a es^liego y romero, me sacará del sopor en que estuve entero una fría tarde-noche de enero Como anuncié, me despedí de Montesinos en Elche. Estoy recordando aquellos sucesos porque hoy he vuelto a saber de él: al Ilegar a mi despacho una carta suya en la que cuenta haber parado en Elda de nuevo y haberse enterado de lo siguiente: .., las fiestas de Moros y Crístianos de Elda ya no se cele bran desde aquel aciago 18 de enero de 1.883 (ya os había indicado los malos augurios). Quizá afec tado por los hechos, a lo largo de aquel año, el joven Laliga escribió un poema dramático titulado La bandera de la Cruz, que dicen que es el parla mento de una embajada cristíana. Pero ha de saber, querido amigo, que actualmente este muchacho está ido de la cabeza y vaga ensimismado; si algo escribe, nadie entiende sus renglones torcidos y sobrescritos eternamente; además, casi toda su obra flota perdida por el éter desde que prendió fuego a su casa. Suyo siempre, José Montesinos. En Orihuela, a 1 Q de noviembre de 1887. CLEMENTE ).1VAN CiONZÁLEZ NOTf^: La impredsión ( si no contradicción) de las noticias quc tencinos sobrc las fiestas en cl siulo pasado me ha Ilevado a tomar deci^iones, que, aunque impropias de la his torio^rafia, son plcnamentc posibles cn cl ^énero novclísfico. 103 ANTO N i O BARC E LO: VN EJEMPLO DE AMOR A LA FIESTA an rápidamente como un reguero de pólvora -val^a bien el símíl-, la noti cia se expandíó por toda la comarca: Antonio Bar celó, nuestro Antonio Barceló, había fallecido en _ un mortal accidente. Pero no sólo se había Ileva do la Parca cruel su apreciada vida, sino que tam bién arrastró con ella a la de Pepita, su mujer, y a esa amiga festera que ambos tenían tan conocida en el mundo de la Fiesta: Conchita Quero. De un plumazo tres vidas se habían truncado, tres vidas de festeros sin par que la Fiesta, lógicamente, ha llo rado larga e íntensamente. Por lo que atañe a nuestra ciudad, Antonio que residía y trabaja ba en Elda desde 1954, Ilegó a la Fiesta en 1968 en el seno de la comparsa de Moros Marroquíes, en la que gozó de la experiencia de ver a sus hijas salir de Abandera das en los años 1974 y 75. En el año 1977 forma parte de la nueva comparsa Huestes del Cadí, de la que fue nombrado primer presiden te, cargo que ocupó hasta hace muy pocos años. Compaginó su cargo desde 1973 con el de presí dente de la Mayordomía de San Antón, donde su labor ha sido intensa, demostrando con creces su amor a la Fiesta y se devoción al Santo. Toda una vída dedicada a trabajar por sus semejantes: en la Fíesta, en la Política, en todas las tareas a la que se ha dedicado, ha destacado su ^randeza de alma, su hombría, su carácter afable y alegre y su bondad, que le era innata, por enci ma de todo. Antonio Barceló era una de aquellas personas de las que egoístamente todos deseamos ser ami- gos, pues siempre recibimos de ellos -como es su caso- amistad y cariño sincero. No era posible discutir con Antonio en ningún momento, pues su comprensíón y buen carácter prevalecían por encima de posibles discusiones y discrepancias. 104 La Fiesta de Moros y Crístianos de E(da -como la de su pueblo natal, Sax- se van a sentir este año huérfanas de su diáfana y grata presencia. Se ha de sentir su vacío en los desfiles y especial mente en su acompañamiento al Santo donde Antonio siempre acudía presuroso y cuidaba al detalle la participación de mayordomos y festerosen la gozosa procesíón de su imagen santa por las calles de Elda, levantando a las gentes de sus asíentos y aclamando la serena figura del Santo anacoreta. Vna parte muy sustanciosa de ese aumento de devoción y cariño a San Antón se le debe, no nos cabe la menor duda, a la labor y al ejemplo de Antonio a lo largo de sus años dedicados a la Mayordomía, de la que debe ser y así queremos atestiguarlo su presidente de honor per petuo. Que San Blas y San Antón, los dos santos de su devoción, le reciban en el seno eterno y enco mienden su alma a Dios para que desde allí, junto a su ínseparable Pepita, díríja nuestras actuacíones y nos infunda la ilusión suficiente para que, imi tando su estilo y fervor, engrandezcamos nuestra Fiesta con la dignídad que le es necesaria; y espe ro que -según sus propias palabras-, la mayor y mejor recompensa sea saber que por ello, Anto nio, pasas a formar parte de la historia festera de un gran pueblo, Elda. JOSE BLANES PEINADO D E S A C^ R A E C I O S on esa palabra creo que nos cali ficaría un moro descendiente de aquellos que durante tanto tiempo fueron la masa principal de nuestra villa. Con esa palabra nos dejaría marcados al conocer la riqueza monumental de la actual ciudad de Elda. En nuestras calles tenemos sólo tres monumentos escultóricos que nos hagan recordar a las personas merecedoras de nuestra eterna gratitud: el soberbio monumento a Castelar, el insignificante busto de un gran alcalde de nuestra ciudad y el avergonzante y escondido monumento a los zapateros, en el que injus tamente quedaron olvidadas tantas centenas de muje res que también entregaron sus vidas a esa industria tan nuestra. Los tres monumentos homenajean a personas de los siglos XIX y XX. 1Nadie de tiempos anteriores ha merecido esos honores? Muy recientemente, en Septíembre de 1999, se inauguró en Crevillente el monumento a un moro, AI-Shafra, que vivió en aquellos tiempos en que la población de Elda eran 1.800 moros y 800 cristianos. No sé si entre las autoridades moras de aquellos tiempos hubo en Elda alguien que mereciera tales honores de la posteridad; pero sí me consta que entre los cristianos que gobernaron nuestra entonces villa, en aquel tiempo de moros y cristianos, hubo algunos más dignos de recordación que Al-Shafra el de Crevillente. Repasando nuestra Hístoria, encuentro un nom bre cuyo brillo eclipsa el fulgor de los tres actua les monumentos escultóricos de Elda: el nombre del segundo Conde de Elda, DON ANTO NIO COLOMA. Todos los eldenses deben conocer los méri tos de aquel hombre extraordinario. No era un político cualquiera; sus méritos fueron algo más trascendentales. Don Antonio Coloma era nieto de Juan Coloma, que había sido nada menos que Secre tario de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. Nuestro segundo Conde Don Antonio Coloma fué uno de aquellos caudillos que organizaron y dirigieron aquellos fabulosos tercios de Flandes, cuyas conquistas dieron lugar a decir que en las tierras de España nunca se ponía el Sol. Fue jefe supremo de las galeras de Portugal, y fue virrey de Cerdeña... Si lo comparamos con Castelar en cuanto a lo que uno y otro tienen de eldenses, encontraremos: Ni Castelar ni sus padres y abuelos eran nacidos en nuestra villa, mientras que el Conde y sus inme diatos antecesores nacíeron en nuestro castillo-alcázar. EI Conde vivió muchos años en Elda y aquí murió piadosamente; Castelar no murió aquí, y vivió con los eldenses sólo unos pocos años de su infancia. El Conde fundó el primer hospital de pobres que hubo en la comarca. IQué hizo Castelar en ese sentido? Ningún familiar de Castelar hizo algo notable, mientras los familiares del Conde, nacidos en Elda, fueron grandes figuras en el ejército, en la marina y en la Iglesia. Por último: el Conde Don Antonio Coloma fué el que trajo a Elda las veneradas imágenes del Cristo del Buen Suceso y de la Virgen de la Salud, que ya llevan cuatro siglos recogiendo las oraciones de los eldenses. Y si dejamos a Castelar y me decís que los traba jadores del calzado tiene méritos como el Conde, no seré yo quien niegue esa patriótica afirmación. Pero los zapateros (aunque no las zapateras) ya tienen su monu mento, y no así Don Antonio Coloma. Nada en Elda demuestra ese amor a la tradición que han mostrado los crevillentinos con su monumen to al moro Al-Shafra. iY es muy lamentable que se nos llame desagrae cíos! Jll/^N MADRONA 105 E L C O L O R D E L A F I E S T A a hermosa expresión esculpida en la piedra a las puertas de la Alhambra de Granada No hay nada ► nás triste en cl mundo que ser ciego en Granada; con su contenido y filosofía podríamos extrapolarla a nuestra fiesta, esa acuarela de fúloidos colores que tiemblan y^ravitan hechizados por la luz, la sonrisa, el perfume... la cruz y la media luna. EI color acompaña nuestros moros y cristianos en el feliz discurso de la tradición iluminando y vistiendo el festejo cuando cientos de miles de pupilas vitorean hasta el postrer ocaso una jornada irrepetible de belleza. La Fiesta en la raíz de la paleta representa los aspectos y matices del hacer de los seres dotados de un especial temperamento y de una extraordinaria gracia que saben crear un atuendo, un remolino de elementos que, perfectamente ordenados y tocados de una per fecta yuxtaposición de tintas, constituyen el sustento gráfico de nuestra fiesta junto a la pólvora, a la músi ca y a la carga relígiosa y espiritual. En la fíesta como expresión artística el criterio subjetivo se sobrepone al objetivo. Hay quien, pu diendo ver, no ve y pudiendo oír y vibrar no siente. Hay que llegar a entender el profundo significado de la fiesta para saborearla. Debe ser mirada y degustada que no vista sin más para sentirse henchido e impreg nado de su esencia, de su calor, de su color,... Si priva en el espectador la visión teafi^al y hasta folklórica en un desfile, no asimilará las dimensiones históricas, estéticas y artísticas que subyacen en ella y que determínan su grandiosidad. Si vemos las formaciones engalanadas, derro chando magnificencia sintiendo en nuestras pupilas la difusión de los rayos luminosos, reflejados en mil deta lles y ornamentos, captando esa reverberación casi caleidoscopica que se descompone y transforma con forme el sol va acabando de descubrir el arco celeste en juegos, destellos y sinfonías armoniosas, jalonando e imprimiendo de azules, blancos, grises, carmines y sie nas los cascos, las armas, los escudos, las capas, los corceles, los guerreros, las doncellas..., sentiremos el color de la Fiesta. cia y las almas mecidas al compás de los brocado:, las túnicas, estandartes, plumajes y banderas a mcrced de la brisa vespertina que, volando, la caricia, los besa y se aleja esparciendo sus esencias..., gozaremo^ del color de la Fiesta. Si constatamos la ilusión que reflejan los ro;tros de los níños, la sin par belleza de la mujer que se a^len tra y vive la fiesta, la majestuosidad de los Capit^^nes y Abanderadas en rivalidad constante y aparente, derrochando di^nidad y gallardía..., configuraremu^ el color de la Fiesta. Si percibimos los efluvios del inconfundible olor acre de la pólvora quemada, del humo de los ciganos, de los vapores de tomillo y de un licor tibio, del sudor en los cuerpos, de los maquillajes mientras se oyc el restriegue incesante de las botas y las babuchas sobre el suelo sembrado de la Iluvia bienhechora de confetis, de serpentinas y de pétalos de rosa que surcaron momentos antes el espacio..., compondremos el color de la Fiesta. Si entendemos el tañido de las trompetas y de las lenguas de bronce de los campanarios, el redoble de las cajas y el zumbido de los timbales en el cielo abier to fundídos en el eco del pasodoble, de la sensual mar- cha mora y de la marcial marcha cristiana en su acom pañar a las mesnadas cristianas y sarracenas, el galopar de los caballos sobre el asfalto mientras los arpegios de los instrumentos de metal y madera expanden el gozo y la algazara de las gentes que viven y protagonizan el auto sacramental..., formaremos parte del color de la Fiesta. Si comprendemos el ansia por vestir el hábito fes tero, otra jornada que, caminando llegará con la ban dera desplegada con cruces y medias lunas pespuntea das de plata, sol y alegrías y la oración silenciosa que las calles con sus plegarias de amor entonan a San Antón mientras con ojos nuevos, y extendiendo los brazos, nuestros corazones laten en tanto una lágrima de nácar se desliza silenciosa en el momento que la fíesta se agota..., nos integraremos en el color de la Fiesta. Cada uno de estos aspectos, y muchos más que no sabría plasmar con palabras en esta elegía cromática a la Fiesta, conforman ese abanico de colores que inte gra nuestra paleta festera que ningún artista concibió y plasmó en una obra de tanta grandeza. Si advertimos con todos nuestros sentidos las este las que dejan tras de sí las armas en su rítmica caden RAFAEL A. CiANDÍn VIDAL 106 VICENTE /^LGERO MnVl:O N UNA NOCHE DE PRIMAVERA SIN SVENO /^ la Peña La Gc con admiracián y afecto. e he despertado demasiado pronto. No suele sucederme, pero hoy, sin embar go, aquí estoy esta noche, desvelado y lúcido. Debe estar empezando a amanecer, pues me pare ce advertir una débil claridad a través de los res quícios de la persiana que cubre por entero los cristales del balcón. Mi mujer duerme a mi lado con una respiración profunda y sosegada. Puede que sean las cinco, las seís o poco menos. Hoy no me levantaré hasta las ocho; aun así me pregun tará el motivo, porque sabe que los domingos suelo quedarme en la cama un buen rato más que de costumbre, grata contrapartida de las madruga das que el trabajo me impone. Olvidé decirle anoche que los que compone mos la escuadra vamos a almorzar, como hacemos de vez en cuando, al campo, a la casa en la que siempre nos reunímos. Tal vez me dirá, como ha hecho otras veces, que si no tenemos suficien te con los días de fiestas, cuando, de viernes a lunes, vestimos el traje de la comparsa y cruzamos Elda, arriba y abajo, al son de la música. He intentado explícarle, más de una ocasión, aunque sé que con ello pierdo miserablemente el tiempo, que esos días son apenas algo más que una justí ficación; como una concesíón a la galería. Porque la Fiesta no es solamente la asístencia a esos ac tos, como muchos creen, pues solo constituyen una pequeña parte de ella, síno que es mucho más, ya que a tales intervenciones hay que unir todo lo que no supone actuacíón públíca, para que, de esta forma, quede completa y alcance su más total y abarcador sentido. La Fiesta, la que ponemos en escena a prime ros de junio, le digo yo cuando intento conven cerla de lo acertado de mis ideas argumentando en balde, ya lo sé, porque tiene la cabeza muy dura, que es la representación ofícial, la cere monia que se ofrece a la comunídad local, bien que a la vez sirva para nuestra satisfacción. i^ne, me parece a mí, cierto tufillo de teatralidad, ,r_ que posee, entre otros significados, el de se _in puro espectáculo vísual. Bueno, visual y audii -o, vale. Incluso creo yo que su vertiente relig 5a tíene más carcasa que enjundia, porque para aq ;él que quíere aproximarse a lo absoluto es mejor ca mino la tentativa de acercamiento en comunica ción íntima y directa que sacar al santo a hombros y llevarlo de acá para allá, o dísparar el arcabuz cn su honor con salvas que tíenen tanto de homena je como de escándalo público. Aunque vete a saber, porque esto tendría que hablarlo con un cura que, a lo mejor, echaba por tierra mis argu mentos al emplear los suyos. Decidídamente, estos asuntos de tejas para arríba no son mi fuer te. Ya sé que esto que pienso no lo entiende en absoluto mi mujer, por mucho que yo porfíe en convencerla, ní lo comparte la mayoría de los fes teros de Elda, íncluso los vecinos que salen a la calle a presenciar los desfíles, porque todos ellos, bueno, casi todos, creen que la Fiesta empíeza la noche del viernes y acaba cuando uno se quita el traje el lunes. Y hasta el año que viene. Muy al contrario, la Fiesta permanece, más o menos encubierta, pero víva y operante, todo el año. Porque sus valores, y todo aquello que la Fiesta genera, está palpitando en todos aquellos que sabemos de sus mejores esencias, o dicho de otra forma, entre todos los que nos reunimos para mantener encendida la llama, aunque sea en menor número de los que figuramos como actuan tes durante los días de junio. La Fíesta tiene muchas connotaciones, pero una de ellas, para mí, es la príncipal; hasta el punto de que si no hubíera otra, con solo ésta ya estaría justificada su existencia. Es la de la solida ridad, la de los elevados vínculos que establece entre quíenes la practicamos y que conducen a desterrar, o por lo menos a reducir, esas tenden cias tan frecuentes entre los humanos al egoísmo, a la agresividad. Cuando menos, a aquello tan 108 frecuente de primero yo y a los demás que los zur zan. La Fiesta acerca y une, y este es el fenómeno s(n^ular, no solo cuando se pone en práctica, sino fuera también de su representación ritual. A noso tros, los que vamos a congregarnos esta mañana, nos ha unído la Fiesta, que ha tenido la vírtud de establecer entre todos los que componemos la escuadra, unos lazos estrechos y afectivos. Quede para otros, como motivo central, la raíz religiosa, el homenaje al Patrón como motivo central o culminante. O la rememoración de las luchas del medievo, la gloriosa tradición de siglos, o esa otra doméstica tradición localista de los directos e inmediatos antecesores que pusieron las bases en las que se asienta la representación de cada población. Y escriban los santones que lle nan las páginas de las revistas festeras, sus teorías, sus minuciosos datos, sus peregrinas ínterpretacio nes, la mitad de las cuales me parece a mí un bla bla bla. O es que no las entiendo, y si no me entran a mí, a muchos como yo, tres cuartos de lo mismo. Desgañítense -íestará bien dicho así?- los pregoneros buscando argumentos nuevos, imáge nes orales poco frecuentes, adjetivos sugeridores que deslumbren a los oyentes. Nada tengo que oponer a todo ello; por mí, sigan todos con sus ideas; cada loco, con su tema, tal vez yo uno más entre tantos. Lo que pienso es que la Fiesta, prin cipalmente, es un canto a la hermandad, la que aproxima a quienes la ponen en práctica, la que los une en gavilla apretada y sólida. Es una aso ciación que no se establece para proteger intereses comunes, ni para defenderse con las ventajas que la unión proporciona ni, menos aún, con la inten ción de reforzarse para combatir a otros; sino, al contrario, para complacerse en el hecho de esta blecer camaradería y compartir amístad, los más nobles sentímientos que unen a las gentes que no están sujetas por otros lazos consanguíneos o familiares. Aunque de esa pretendida armonía entre parientes, habría mucho que hablar. Pienso yo que esta unión, esta tendencía al acercamiento, es la verdadera Fiesta. Si en el resto del año no existiera esta urdimbre, poco habría entre nosotros: desfilar unos días en hermandad ocasional, falsa, artificial al menos. Lo que la Fies ta ha hecho en nosotros es aglutinarnos, y los que así pensamos somos parte, cada uno, de un con junto fuertemente unido que hacemos muchas cosas de índole festera a lo largo del año; y fiesta, cuatro días solamente. Reunirnos dentro de unas horas para almor zar todos los que componemos la escuadra no es más que un pretexto; podríamos comer exacta mente lo mismo en casa sin salir de ella y aún más cómodamente. Buscamos esa uníón amistosa y cordial; y este factor que nos congrega hoy pien so yo que es mucho más sólído que todos aquellos que nos llevan a la representación. Porque aquí no existe el acicate de los trajes lujosos, de los aplau sos, de la vanidad satisfecha, ni otros factores que cabría enumerar y están presentes en el desfile fes tero. Así que puedo proferir hoy, esta madrugada, y como quiera que nadie va disentir de ella en este momento, una afirmación atrevida: la de que en estas reuniones privadas, en esa cena mensual que celebramos unos cuantos de distintas comparsas que componemos una peña y nos reunimos por amor de la Fiesta, para hablar de ella y de cuanto la concierne, o de lo que se tercie, es la más pura expresión de todo aquello que la anima y a ella se refiere. Y que la que sacamos a la calle en junio está mediatizada por otras circunstancias algo menos elevadas, y en ocasíones, por aspectos incluso discutibles y tal vez, en algún caso, no muy edlficantes. Bueno: no sé si detenerme e interrumpir estas especulaciones, porque estoy viendo que, argu mento tras argumento, incurro en el ries^o, si pro si^o razonando de este modo, de cargarme la Fies ta y dejarla reducida a reuniones de puertas para adentro. Y esto sería ya desbarrar. Los pensa mientos que nos asaltan cuando uno está así como ahora yo, en la frontera entre el sueño y la vigília, suelen ser, a veces, engañosos. Pero no; en este caso, estoy seguro de lo que digo, o de lo que pienso. Tan seguro como de que, ahora sí, está amaneciendo. Esta claridad, mayor cada vez, ya es luz del día. Y para estar despierto aquí en la cama, mejor será que me levante; más vale que me sobre tiempo. Arriba, pues. ALFREDO RO)n5 109 I/^VIFR VFR/^ M/^FSTRF 45 AÑOS DE MVSICA Y FIESTA ace ahora 45 años la Banda de la Sociedad Artística y Musical de Onteniente fue requerida por nuestra comparsa para participar en la Fiesta de Moros y Cristianos. Desde entonces no han faltado a la cita con nuestros festeros en las dos Entradas de fiestas, con una constancia que se ha convertido ya en auténtico ritual. Cada año los músicos de la prestigiosa banda onteniense anhelan esa cita con los Musulmanes eldenses que ya es una fecha tradicional en el acontecer artístico y festero de la banda. Desde aquella sabrosa anécdota, tantas veces relatada por sus protagonistas, de la pregunta al pro pio maestro Ferrero de si tenían Chimo en su repertorio, pasando por tantos avatares como nos han unido a lo largo de estos cinco lustros: el com partido dolor por la sentida muerte del propio )osé M. Ferrero, la composición de Musulmán Cincuentenario, emblemático pasodoble de nuestra pasada celebracíón cincuentenaria del actual dircctor Daniel Ferrero, hasta ese broche de oro a tantos años de auténtica camaradería festera -por encima de pro saicos contratos y desdeñadas cuentas- con ese bri- llante concierto conmemorativo que nos ofrecieron sus aventajados profesores en nuestro Teatro Castelar el pasado mes de Junio -con la sorpresa de una nueva marcha mora de Daniel Ferrero, esta vez en homenaje al festero Pepe Blanes- toda una época de dignidad festera y de música que embelesa y enerva los sentidos, ha discurrido y ha evidenciado toda una auténtica amistad y convivencia festera y musical. Cronista Oficial Comparsa dc Musulmanes 110 RECORDANDO LA H ISTORIA eseo aprovechar el espacio que brinda la Junta Central a cada una de las comparsas eldenses de Moros y Cristianos recordando lo que fue para los Contrabandístas la con memoración de nuestro cincuentenario. Lo voy a intentar rindiendo un homenaje a todo el maravi lloso elenco de personas que contribuyeron a com pílar el archivo histórico de nuestra Comparsa, el cual quedó plasmado y reflejado a través de la película que, en honor a tal evento, vio la luz. Tras arduas gestíones, reuniones, cambios de impresiones... comenzó a tomar cuerpo nuestro propósito, aun conscientes de la ínmensa dificul tad que constituía la escasez de datos documenta les. Afortunadamente, contábamos con nuestra mejor hemeroteca en la mente de aquellos hom bres y mujeres que se convirtíeron en la fecunda semilla de lo que hoy es la gran familia contra bandista, estaba grabado todo lo que aconteció en ese comienzo de viaje en el que las maletas esta ban cargadas de una ilusión no exenta de su correspondiente y lógica dosis de incertidumbre, viaje del que voy a intentar extraer lo que consi dero sus etapas más signíficativas. Todo comenzó en Enero de 194Q, ínmerso el pueblo de Elda en sus fiestas de San Antón. La gélida noche no pudo vencer, en imaginaria lucha, al caluroso ambiente que proporcionaba la tradicional hoguera con que en aquellos años se celebraba el evento en la plaza del Ayuntamiento cuando, como surgido de la nada, aparecíó un joven ataviado con el traje típico de los Contra bandistas de Villena y se arrancó a bailar en torno al fuego con una joven del lugar. Pasado un corto espacio de tiempo, algunos de los componentes de un conocido equipo de fút bol local, llamado Olímpico, decidíeron, secun dando las ganas y entusiasmo puestos por Vicen te Vicent, Martín Bel y C^erardo Esteve, formar la Comparsa de Contrabandistas. Puestos al trabajo, pronto pudieron contar con innumerables colaboradores, como )uan Espa ñol, Heriberto Cail, Enrique Chiquillo, Milagros Maestre, Pascual Navarro, José Martínez, Pedro Pérez, Amalia Vera, Alberto Beltrán y otros muchos. Pero los viajes nunca transcurren sin inciden tes ni imprevistos y el nuestro no iba a ser una excepción. Así, la década de los cincuenta comen zó con nuestra primera gran crisis, que se pudo superar gracias al esfuerzo económico y entusiás tico de Heriberto C^il, Martín Bel y Vicente Vícent, esfuerzo que permitió a la Comparsa par ticipar en la fiesta celebrando los actos de aquel gris 1950. Como anécdota, contar que ese año, al carecer la Comparsa de esa imprescindible figura que es la Abanderada, Milagros Maestre se puso en contacto con una joven canaria llamada Pre sentación Machín, convenciéndola para ocupar tan gratificante cargo festero. Para el vestuario y debido a la premura de tíempo, tuvieron que des plazarse a Madrid, consiguiendo un traje que por taba en la película La Pandereta la famosa actriz Antoñita Moreno. Tras largas y laboriosas horas de trabajo, las mujeres de la Comparsa, entre ellas Amalia Vera, Milagros Maestre y otras, consi guieron dar una belleza sín par a ese traje que, con gran gallardía y elegancia, lució en los festejos nuestra Abanderada. En el año 1959, la ciudad se vió envuelta en otra gran crisis económica, afectando de lleno a nuestra Comparsa y poniendo en peligro su parti cipación en los actos festeros programados para ese año. Pero aquí surgió la figura de un gran fes tero, Andrés Sírvent Poveda, asumiendo el gasto económico, ascendiente a 34.000 ptas., permitió que la Comparsa una vez más, superara el com prometido momento por el que atravesaba, evi tando así su desaparicíón. Andrés era un gran cabo Contrabandista y ese año ostentó la capita nía de la Comparsa, posteriormente la aportación voluntaria de todos los festeros, hizo posible la 111 recuperación de la Comparsa en su aspecto eco nómico. Dejando atrás esos delicados momentos que pudieron hacer tambalearse los cimientos de lo que tanto costó levantar hoy la Comparsa, y para las generacíones venideras, disfruta de un consi derable archivo histórico documental compuesto en su inmensa mayoría por fotografías, tanto de aquellos primeros y difíciles años como de tiem pos cronológicamente más próximos, así como de esos datos y recuerdos más valiosos si cabe, que obran en la memoria de personas como los ya mencionados Martín Bel, Vicente Vicent, Cjerar do Esteve, Pedro Pérez, etc... Que el ejemplo de todas estas personas cale en el corazón de nuestros directivos para que hoy y en el futuro sigan trabajando con fuerza y entu siasmo, contribuyendo así al mismo tiempo, al enriquecimiento de ese archivo no ya sólo docu mental, sino también cultural, que se está for mando en la actualidad en sus múltiples vertien tes, como música festera, coro de la Comparsa, concurso de pintura, etc., sin olvidar el importantísimo papel que en este sentido están llamados a desempeñar igualmente todos y cada uno de los comparsistas, que a buen seguro responderán a la Ilamada con la alegría, buen hacer e ilusión que les caracteriza. Vn abrazo a toda la familia Contrabandísta y un gran aplauso y respeto máximo al resto de las comparsas eldenses. ANTONIO JOSÉ SIRVENT JV/N 114 v N A F O T O M A S ay un momento en nuestras Fiestas de Moros y Cristianos, y aficionado a la fotografía como soy, que siempre he deseado plasmar en mi objetivo, pero nunca lo he conseguido debído a la gran cantidad de acontecímientos que se desarrollan en tan breve espacio de tiempo. Hoy he cambiado la cámara por la pluma para íntentar dar imagen a un momento que, para mí, es uno de los momentos más vibrantes e intensos de nuestras Fiestas. Es el instante en el cual, desde los altavoces que indican las órdenes de salida de las distintas comparsas, se oye con voz firme y segura: ^ ADE LANTE COMPARSA DE ZINGAROS!. Es ahí cuando sube la intensidad de la luz, el sonido ambiente es absorbido por el ronroneo de los cascabeles, la sangre se acelera y una niebla de ner vios y de tensión flota en la calle. En primer plano, la Abanderada a lomos de su caballo agarra con fuerza la bandera color tierra y blanco, el Capitán sitúa sus riendas con gesto marcial, los familiares más allegados junto con el Presi dente los tranquilizan y alientan desde abajo. EI públíco congregado en las cercanías grita sus nom bres esperando a cambio una sonrisa. Las escuadras se sítúan con premura en sus sitios, sus cabos dan los últimos retoques a los miembros buscando la máxima uniformidad, los componentes de la escuadra cuchichean la no pre sencía o tardanza de alguno de sus compañeros. Míentras tanto, los organizadores van de aquí para allá a paso acelerado animando a los compar sistas con el ya conocído: ^salimos ya! ^salimos ya!, a ocupar sus posiciones pues la comparsa comienza el desfile. Las Bandas de Música dejan su lugar de reposo para ocupar el centro de la calzada, los músicos se acomodan sus instrumentos, algunos comparsistas se dirigen a ellos con voz tomada indicándoles las composiciones que les gustaría les acompañaran durante el desfile. Entran a formar parte de este colorido caos las Carrozas, acompañadas del rugido de los tractores y cargadas de revoltosos e inquietos Zíngaríllos bajo las miradas expectantes de sus madres. Al mismo tíempo nuestra querida Caseta crea, un año más, una sensación de duda a su alrededor: lAcabará este año el Desfile?. Los niños van de lado a lado cogidos de las manos de sus padres buscando escuadras donde situarlos, al tiempo que los peques discuten y deli beran entre ellos quién va a ser el Cabo de su Escua dra. Al final, a vista de zoom, una gran pandereta, una carroza, una banda encima que interpreta rit mos extraños, y un grupo de Zíngaros desordenados a su lado, es el Mogollón. El sonido de la música es el toque de Ilamada para la concentración, a pie de la carroza, de ese alegre grupo de Festeros que andan apresurados buscando una ventana o una baldosa donde depositar sus últimas copas para formar parte de esa banda de desarraigados que escriben su historia año tras año con el desgaste de sus botas sobre el asfalto. Todas estas secuencias que ocun-en en esos segundos hacen que uno se síenta plenamente satis fecho al ver materializadas todas las fantasías con las que ha estado soñando durante todo un año, son esas las imágenes que, como he dicho al principio, desearía plasmar en mi objetivo pero que año tras año quedan grabadas en mi corazón. PEDRO VIDAL PAYÁ 113 Q U E R E M O S L A F I E S T A esde que en la Media Fiesta del pasado año, la Junta Central nos dio la oportu nidad de crear un grupo de jóvenes a los que les gus tasen las Fiestas de Moros y Cristianos, y trabajasen para or^anizar activídades acordes a nuestra edad, la comisión juvenil empezó su nueva andadura por la fiestas de nuestra ciudad. No fue un comienzo fácil, ya que no teníamos ningún prcedente donde apoyarnos; e incluso otros pueblos que dieron la idea de montar una comisión para que se preocupara por la gente joven, ni síquie ra la 1labían puesto en marcha. Por lo que no nos quedaba más remedio que empezar a funcionar en algo que, como es lógico, nos gustaba. Primero, fue una Misa en la Ermita de San Antón, con la ayuda de C^inés Pardo; donde cerca de nuestro patrón y de personas que nos arroparon bien en nuestro primer acto, nos dimos cuenta que la Fiesta confíaba en nosotros y esperaba que le dié ramos lo mejor de cada uno. Después, en la fiesta de presentación de Capi tanías en el Vaya-Vaya, en la cual habíamos pues to mucho empeño en que todo saliera lo mejor posi ble; la población festera, y sobre todo los jóvenes de nuestra ciudad no nos defraudaron y dejaron peque ño el local. Fue para todos nosotros una noche especial ya que nin^uno imaginaba que fuera a acudír tanta gente. Por eso fue por lo que se nos quedaron peque ñas al^unas cosas, ya que es complicado organizar un pasacalles con más de quinientas personas y un^^ banda de doce músicos; pero creo que lo hicimos io mejor que sabíamos. En ese mismo fin de semana organizamos, junto a la lunta Central, las actividades del día de convivencia en San Crispín; en donde más que des tacar el funcionamiento de éstas, que fue positivo, lo que más nos llamó la atencíón fue el apoyo de muchos festeros a la idea de esta Comísión, deseán donos lo mejor y esperando que cada vez organizáramos actividades nuevas y acordes con la gente joven que hoy en día está un poco separada de la ídea de Fiestas de Moros y Cristianos. Sin más que comentar, esta Comisión quiere decirles que trabaja y trabajará para que la gente joven de nuestra ciudad se integre lo más posible en las fiestas, ya que sin ellos y sin su ayuda se ve tur bio el futuro de nuestras fiestas. LA COMISION JVVENIL /^N Ŭ EL VEfZ/^ 114 PROLOC^O A VNA F V N C I O N I L V S I O N A D A i de algo puede servir nuestra misíva, no es más que de prólogo a lo que se preci pita en el tiempo y sobre el ánimo de nuestro pue blo festero, tal como lo son nuestras emblemáticas Fíestas de Moros y Cristianos, que como cada año y casi sin darnos cuenta, vuelven con su encanto y esplendor a hacernos cautivos tanto a moros como a cristianos, sín excepción, e independientemente del papel que a cada bando nos corresponda en la fiel y certera ínterpretación histórica. Las Huestes del Cadí han contríbuído con orgullo desde su origen a moldear y encumbrar, más si cabe, la tradición de nuestra fiesta, que se pone de manifiesto en cada una de las múltiples puestas en escena que de tales hechos se vienen representando en nuestro pueblo y que incansablemente repite cartel, seguros del éxito de tan grande funcíón. Apuntado lo anterior, hemos de desnu dar cómo ha madurado el personaje, que nuestra Comparsa representa para la nueva actuación. Con fuerzas renovadas en esta última etapa y con el trabajo del día a día, ha venido de manera incansable ensayando, para la próxima función, así como otras, si cabe aún más comprometídas, como lo son nuestro Q5° Aniversario y la finalízación de nuestra sede. Es evidente y así hemos de valorarlo, que la evolución de nuestro personaje en tan sólo un año, se ha logrado gracias a la confianza manifestada por los socios comparsístas en sus propíos y legítimos intereses y derechos dentro de nuestra asocíación. La función de quienes hace aproximadamente un año accedieron a gestionar la Comparsa, no ha sido otra en suma que la de proporcionar a la misma y a sus componentes, datos, elementos de juicio, pro puestas y soluciones que, en definitiva, conforman la ilusión de todos, de los que después cada cual se ha servido como ha considerado oportuno y, sobre todas las cosas, en claro benefício del grupo al estar el mismo por encima de cualquier interés particular, independientemente de que los objetivos propuestos puedan hacerse realidad durante su mandato. Y así debe ser. A la vista de ello, tales nuevas directrices y cos tumbres en el espíritu de nuestro personaje, hacen que el mismo de manera inimitable ocupe uno de los papeles principales en la representación a la que cada año concurrimos ilusionados todos nosotros dándole su propia vida. El personaje síempre ha acogido las críticas de su actuación, y también se ha esforzado en la medida de sus posíbilidades, en dínamízar el debate social de quienes le dan vida y ello por contribuír a la pluralidad, estudiando alter nativas a sus proyectos, nuestros proyectos y pro puestas lo más concretas y constructivas posíbles. Por la suma de las personas que componen las Huestes del Cadí, socios, organizadores, colabora dores de las comisiones de trabajo, músícos del grupo de dulzaina y percusión, y junta directiva, entendemos que nuestro personaje se encuentra en plena disposición para interpretar y desarrollar el papel que le corresponde en las próximas Fiestas de Moros y Cristianos, siendo motivo de plena satis facción para todos nosotros la consecucíón de pro yectos y objetivos en sintonía con la modernidad de los tiempos y del milenio que víene. ANDRÉS G/^RCÍA MONZÓ 115 A V N M A R R O Q V I 1 pasado año nos dejó Eduar do C^ras Pascual, Presidente de Honor de la Comparsa de Moros Marroquíes. Fue un privilegio para mí estar cerca de Eduardo durante muchos años, pues no es corriente encontrar personas como él, siempre dispuesto a colaborar y ayudar a todos, generoso, ejemplo para todos los que tuvimos la inmensa suerte de compartir con él su dedicación en el ámbito festero, donde síempre quedaron demostrados su amor por la fiesta y su Comparsa. Dejó prendído fuerte mente en su familia ese amor por los Marroquíes y a todos los que estuvimos con él nos contagió su gran espíritu. Fue nuestro timón y guía, y gracias a él se supe ró lo que parecía in-eversi ble, nuestra desaparición. Amigo de todos, en los Actos colaboraba ple namente en la organiza ción y cuidaba de que todo estuviera a plena satísfac ción de lo que se espe raba de nosotros. Siempre se mostraba orgulloso de su Comparsa, y con él, y por su trabajo y experiencía, llegamos a crecer hasta alcanzar la dignidad de que hoy hace mos gala. Sus muchos años al frente de los Marroquíes permítió logros que serán muy difíciles de super,^r, y sobre todo, le deparó el respeto y cariño c ^e siempre sentiremos hacia él. Con todos aquellos que con anterioridad r^s dejaron, espero que desde la celestial atalaya q e ahora ocupan, velen por todos nosotros. ^vis cnRr^sco 116 VICENTE /^LGERO M/^V^O Comparsa M oros M u s u l m a n e s Premío Comparsa de Moros Musulmanes. Autor: Javier Vera Maestre ^vNTA Di^CrivA PRESIDENTE VICEPRESIDENTE 1° VICEPRESIDENTE 4 VICEPRESIDENTE 3° SECRETARIO VICESECRETARIO SECRETARIO ACTAS TESORERO CRON ISTA VOCALES ANTONIO MALLEBRERA COPETE 1AIME BELLOT CHIQUILLO MIC^UEL QVILES RICO 10SE ANC^EL BUENDIA ALBERT HERMELANDO AMAT PEREZ ANTONIO MOLINA C^IMENEZ 10SE MARIA VERDU MATEV CARLOS AMO SIRVENT 10SE BLANES PEINADO ROSARIO BAÑON RODRIC^UEZ, MARIAJOSE BELLOT CHICO ANA ISABEL C^ARCIA LOPEZ, ALICIA TENZA C^ARCIA /^VRELIO CARRILERO ESTEVE,105E CARLOS Ci/RCIA BAY 1VAN LATORRE !LBALADEIO, MANUEL LOPEZ MARTINEZ ULIAN MAESTRE DELTELL,IOAQUIN 1. MARCO FERRIZ 10SE 6. MUÑOZ MIRALLES, SANTOS MUÑOZ OCAÑA MANUEL NAVARRO BELLOT, ENRIQVE POVEDA AZORIN LUIS QUILES RICO, MANVEL SELLES OLIVER 118 119 Ca p í t á n y Ab a nd era d a 1 999 Miguel Angel l^mante Llopis M. Esperanza Amante Llopis CapiYán y Abanderada Infantil 1999 lose Juai,Tortosa Hernández Carla Amante LLedó 120 ROMANCE DE LOS M OROS M VSV LMAN ES Son Musulmanes que ostentan el oro por fina enseña, con sus babuchas bordadas, turbante de pluma y seda, su fina faja esmeralda; con los calzones bombachos y su chaleco de grana. No cabe tanto oro y rojo de la sutil hueste mora en la cúpula del día. Nos traen sueños del Corán estos sultanes de or^ullo que a los cuatro vientos muestran su raza de abencerrajes y bellos himnos entonan de esta Elda Musulmana. 141 Escuadras premíadas 1999 Escuadra Huevos Fritos 142 Capítán y Abanderada 2000 ^ ^ _ ^^ ^ .^ ^ .^ Capitán y Abanderada I nfanri12000 Comparsa Huestes del Cadí ^vt^rrA Di^CrivA PRESIDENTE )OSE MILAN AMAT VICEPRESIDENTE LVIS MIC^VEL LOPEZ DOLS SECRETARIO RAFAEL SEMPERE MIRALLES TESORERO MIC^VEL ANCiEL ERADES LEDESMA VOCALES RAMON BLANQVER CARPENA, )OSE LVIS AMAT VERA, JESVS 1VAN FLORES MEDINA, MIGVEL ANC^EL C^ARCIA HERNANDEZ, EZEQVIEL DELTELL DOMENECH, RAFAEL HERRERA GONZALEZ, LVIS MIC^VEL LOPEZ DOLS, FRANCISCO BELTRAN VERA, ANTONIO PAEZ CARBONELL, IOSE LVIS 6AZAN GARCIA, ANDRES C^ARCIA MONZO 124 125 Ca p í t á n y Ab a nd e r a d a 1 999 Juan Antonio Moreno Vílchez ^ Capitán y Abanderada I nfantil 1999 146 R O M A N C E D E LAS HVESTES DEL CADI ^erde es, pues, su vestimenta, majestuoso su porte, codo con codo desfilan en señoriales escuadras estos moros y estas moras que Huestes del Cadí llaman. Buenos actores de un drama que de Historia y Reli^ión imprimen a nuestra Fiesta en su papel tan señero la más auténtica ^esta de los Moros y Cristianos. Con el filo de sus armas cabos airosos describenarabescos de elegancía en el cielo azul celeste. 147 Escuadras premiadas 1999 ^ ^^;^ ® .. ^-^^ ^ .^ _^ ^ Escuadia Manuseros EscuadraMare Zum 128 Capitán y Abanderada 2000 Ca p ítá n y Ab a nd era d a Inf a nti l 2000 Comparsa M oros M a r r o q u í e s Premío Comparsa de Moros Marroquies: Autor: Angel Vera Guarinos ^vNTA Di^crivA PRESIDENTE LVIS CARRASCO MAESTRE VICEPRESIDENTE MANVEL C^ONZALEZ PAYA VICEPRESIDENTA CELIA ONCINA AMAT SECRETARIO JOSE C^. MAESTRE (^OMEZ TESORERO JOSE C^ONZALEZ MARTIN VOCALES VICENTE JVAN ESTEVE, )VAN ANTONIO GILI REQVENA PEDRO SERRANO C^VTIERREZ, ROBERTO MIRO JVAN VICENTE ESTEVE SANCHEZ, ALFONSO CEREZO REQVENA )OSE M. MERINO GONZALEZ, ASVNCION BAZAN SOBREVIELA M.^ CONSVELO MOYA MAÑEZ VOCALES COMISIÓN DE EMBAJADAS Y ALARDO JOSE MAVRICIO MERINO C^ONZALEZ JOSE CiARRIC^05 PICO 130 131 Ca pi tá n y Ab and e r a d a 1999 Capitán y Abanderada I nfantíl 1999 Ernesto Gras Gómez Jessica Martínez Gómez 132 ROMANCE DE LOS MOROS MARROC^UIES ^/ienen ya los Marroquíes huestes de estirpe a^arena que del desierto nos traen con brillantez y elegancia vestigios de arena y san^re, que en rojo color ostentan estos moros Marroquíes. Ya pasan con fina ^racia, al desfilar, sus huríes y unos guerreros tan fieros vestídos de mil colores y armados con espin^ardas describen en su desfile un poema tan perfecto de belleza muy perenne que a la Fiesta hoy enaltece. 133 Escuadras premíadas 1999 ^ Escuadra Negros Chema 134 Capítán y Abanderada 4000 4 Capítán y Abanderada I nfantil f000 Comparsa M oros Realistas Premío Comparsa de Realístas: Autora: Rosa Romero Liébana PRESIDENTE VICEPRESIDENTE 1° VICEPRESIDENTE Q° VICEPRESIDENTE 3° SECRETARIO GENERAL VICESECRETARIO SECRETARIO DE ACTAS TESORERO CRONISTA ASESOR )URIDICO ASESOR MUSICAL DELEC^ADOS DE C^VERRILLA VOCALES ^vr^rr^ DiRECrivA MANUEL AMAT PIQUERAS. PEDRO SANCHEZ TORRES JOSE MARIA FORTE MUÑOZ JOSE SERRANO PALAO JOSE )OAQUIN PEREZ IÑICiUEZ MANUEL BERENC^VER C^IL HIPOLITOIVAN CANTO. JOSE LVIS LUZON MARTINEZ ROSA ANA ESCANDELL MARTI FRANCISCO CLAROS PEIDRO ROQUE JAVIER AMAT COLLADO PEDRO SANCHEZ TORRES, ELOY ROICi MARTINEZ ELOY ROIC^ MARTINEZ, JOAQUIN LUNA MOLINA, ANTONIO BERENC^VER GIL, ANTONIO MIRA VALIENTE, FRANCISCO SAYAC^O BAYON, 1VAN PANADERO MUÑOZ, MARIA TERESA TORTOSA CORCOLES, DOLORES CAMPOS ABELLAN, ANA MARIA HURTADO PEREZ, JOSE REIC^ OLIVER,IVAN ALMENDROS LOPEZ ASUNCION BARCELO LATORRE. 136 137 Ca pí tá n y Ab a nd erada 1 999 Capitán y Abanderada I nfantíl 1999 ROMANCE DE LOS MOROS REALI STAS Bellos tonos en azules y el blanco también ostentan estos moros en sus trajes, que con caminar pausado ceremoníosos, solemnes, buenos recuerdos y gratos en sus boatos nos traen de reinos hermosos, ricos, de Damasco, Fez o Argel. De suntuosos palacios, como Alhambras, en su harén . bellas odaliscas pasan vestidas de raso y satén. Desfílan en sus escuadras Realistas de hermoso porte, orgullo de raza y Fíesta. 139 Escuadras premíadas 1999 Escuadra Los Qufn Escuadra Moras Azules 140 Capitán y Abanderada 2000 Capítán y Abanderada ^^ ^ n fa ntil 2 00 0 C o m p a r s a Zíngar^os ^vnrrA Di^CrivA CAPATAZ PTE. DE HONOR PRESIDENTE VICEPRESIDENTE 1° VICEPRESIDENTE Q° VICEPRESIDENTE 3° SECRETARIO VICESECRETARIA TESORERO CRONISTA VOCALES DELEGADOS EMBA)ADAS Y ALARDOS D. JENARO VERA NAVARRO D. RECaINO PEREZ MARHVENDA D. VICENTE AMAT NVÑEZ D. JOSE MANVEL C^ARCIA CREMADES D. OLGA BELDA ARACIL D. EDVARDO ANDREV SVCH D. )OSE MARTINEZ TORRENTE D. MARIBEL C^VTIERREZ MOLINES D. MANVEL FERRANDO HERNANDEZ D. JOSE ANTONIO SIRVENT MVLLOR D. )OAQVIN VIDAL LOPEZ, D. )OSE MICiVEL ABELLAN MORENO D.^ NATIVIDAD ROMAN ROMERO, D. MARIA MARTINEZ CERDA D. M.^ CARMEN ROIC^ RICO, D. SALVD ESQVITINO ARACIL D. M.^ CARMEN YAC^O MARTINEZ, D.10SE )OAQVIN RICO ESTEVAN D. JVAN MEMBRIVE NAVARRO, D. PEDRO LAIN MORENO D. RAMON CALLADO C^ONZALEZ, D. JOSE FRANCISCO PEREZ RICO D. ANTONIO ELECiIDO CaONZALEZ, D. SALVADOR CASAÑEZ )VAN D. PEDRO LAIN MORENO, ANTONIO DELECiIDO GONZALEZ 144 143 Ca pítá n y Ab a nd erada 1999 Capítán y Abanderada I nfantil 1999 Miguel An^el Rubio Sánchez Marta Amat Navarro 144 R O M A N C E D E L O S Z I N C.^ A R O S A ritmo de pandereta y cientos de cascabeles alegres huestes desfilan, entusiasmo en el semblante. Son los Zíngaros que pasan, Elda en la Fiesta se crece y estos festeros de raza ostentan sus uniformes de bordado y lentejuela, fina seda en sus camisas y calzón de gruesa pana. Surgen destellos azules y suaves violines cantan, reflejo señero y fiel de los Zíngaros que pasan y en la Fiesta hoy destacan. 145 Escuadras premiadas 1999 Escuadra Ciitanas Escuadra Ni se sabe 146 Capítán y Abanderada 2000 Ca pít á n y Ab and era d a In fa n t íl 4000 Comparsa Contrabandistas .y N ^ ^ L ro ca U PRESIDENTES DE HONOR PRESIDENTA VICEPRESOENTE VICEPRESOENTE SECRETARIO TESORERO SECRETARIO DE ACTAS CRON I STA VICETESORERA DELEGADO DE DESFILES VOCALES DELEC^ADOS DE (^VERRILLA ASESOR 1VRIDICO RELACIONES PV6LICAS ^v^rrA Di^CrivA VICENTE VICENT VIDAL JOAQVIN PVCHE IBAÑEZ ANTONIO SIRVENTIVAN ANA HVRTADO MARTINEZ 1VAN SANCHEZ MIRALLES FRANCISCO VERA BELTRAN JORGE BELTRAN LLORENS FRANCISCO VERA BELTRAN 1VAN C^ARCIA SEMPERE 1VAN DELTELL JOVER NIEVES RICO CARRION HONORIO DOMINC^VEZ CHAMORRO 105E ALONSO ROMERO,IVAN C^IL JIMENEZ, M.^ SALVD SANCHEZ SANCHEZ, FRANCISCO 1. NVÑEZ PAGAN, 1VAN MANVEL DIAZ FERNANDEZ, ANTONIO COLLADO MORENO, PEDRO CORREOSO MINGVEZ, GERARDO SANCHEZ GARCIA-SOTOS, ANTONIO 1. FELIPE C^OMEZ,RAVL BELDA RODRIC^VEZ, FRANCISCO SIMON LOPEZ, RAFAEL PASTOR RICO 1VAi^J SANCHEZ MIRALLES, JORC^E BELTRAN LLORENS FRANCISCO CABRERA TOMAS IRENE SIRVENT CAVRIN 148 149 Ca pitá n y Ab a nd e r a d a 1 999 Carlos Martínez García Patricia Verdú Vicent Capítán y Abanderada Infantil 1999 Alberto Verdú Ibáñez Aranzazu Morante Riquelme 150 ROMANCE DE LOS CONTRABANDISTAS Contrabandistas señeros, trasunto fiel abrileño, romance sutil y bello que se ofrece bien car^ado de anacrónico destello. Calañés y manta al hombro, navaja que corta el viento el buen hacer de sus cabos. Empuñan feroz trabuco sus escuadras tan marciales y a la grupa, muy apuestos, en enjaezados corceles jinetes de fino aspecto cabal^an aires de Fiesta, cuyos fervientes festeros Contrabandistas se llaman. 151 Escuadras premiadas 1999 Escuadra Luís Candelas Escuadra La Campanera 154 Ca pít á n y Ab a nd e r a d a 2 000 p^ 3.^ ^ p ^ Capitán y Abanderada I nfantil 4000 C o m a r s a C r i s t i a n o s ^v^rrA Di^CrivA PRESIDENTE VICEPRESIDENTE SECRETARIO SECRETARIO DE ACT/^5 TESORERO CONTADOI. CRON IST/^ DELEC^/^DOS COMISION DE EMG/J/D/^5 Y !^L/^RDOS VOC/^LESP/1(;LO MAESTRE CAPO 6L/^5 SERR/^NO OLIVER JESUS S/R/1B1/^ C^OMEZ JOSE VER/^1VAN VICENTE QVINT/^NILL/^ RODRIC^UEZ LUIS J/^V/LOYAS SE^ASTI/^ R/^MON RODRIC^UEZ NAV/^RRO JOSE PASCUAL PEREZ N/^V/^RRO, JESUS SARAGIA CiOMEZ MI(^VEL /^NC^EL C^UILL ORTEC^/^, C/RI RU1310 M/^Ñ/^5, VICENTE QUINTANILLA COLOMIN/^, JOSE Pf15CU/L ^EREZ N/V/^RRO, RAMON RODP.IC^UEZ Nl^V/1RR0, CLEMENTE R/^MON RODRI(^VEZ M/RIN, R/^F/^EL PASTOR CORREO50, JOSE C/^RLOS JOVER LEDESMA 154 155 Ca pít á n y Ab a nd e r a d a 1 99 9 Capítán y Abanderada I nfanti11999 Ievin C^uerrero I3rotons Ca rmen Macshc Rubio 156 R O M A N C E D E L O S C R I S T I A N O S Calle de Pemán arriba los Cristíanos desfílando, las armas llevan en rístre, caballos rucios rodados, con sus espadas ceñidas y sus escudos dorados. Sus lanzas al viento ofrecen, portan yelmos y penachos, finas capas en sus hombros lucen con bellos arreos estos festeros Cristianos. Marciales suenan sus marchas, muy señoriales sus cabos que, según dicen las gentes, desfilan ya los Crístianos. 157 Escuadras premíadas 1999 Escuadra )aime I Escuadra luana de Arco 158 Capítán y Abanderada 2000 Ca pít á n y Ab a nd e r a d a In fa n tíl 4000 ^ i ^ ^ ^ , ^, C o m p a r s a Premio Comparsa de Piratas. Autor: Vicente Albero Martón P i r a t a s JVNTA DIRECTIVA PRESIDENTE DE HONOR PRESOENTE VICEPRESIDENTE VICEPRESIDENTE SECRETARIO TESORERO CONTADOR SECRETARI/1S DE ACTAS CRONISTA OFICIAL RELACIONES PVBLICAS VOCALES DELECiADO DE ALARDOS Y EMBAJADAS )VAN MARTINEZ CALVO JOSE ABELLAN NAVARRO ANTONIO VALERO CASCALES ANTONIO C^OMEZ RICO FRANCISCO MARTINEZ PAYA MIC^VEL JOSE CANDEL PAYA MIGVEL C^RAS ASO MARIA POVEDA (^ARCIA )OSE ORTVÑO FALCO ANTONIO C^OMEZ RICO IOSE LVIS ANDREV RICO, M.• TERES/ ORC^ILES RODRIGVEZ PEDP.O C^IMENEZ VERA ANTON101. MAESTRE BAÑON 1VAN )OSE PAYA CARGONELL 160 161 Ca pí tá n y Ab a nd e r a d a 1999 Pedro Rodrí^uez C^il M. AnPeles Ribera C^il Capitán y Abanderada Infantil 1999 Alvaro Maciá Silvestre /Iba Martínez Cia rcía 162 R O M A N C E D E L O S P I R A T A S H ij os del mar los Piratas, raza fiera al abordaje, surcando en barcos de Fiesta bellos mares de colores. Hincha el viento negras velas, blancas son sus calaveras en guiones y banderas. Buscan tesoros ansiados que barcos así pregonan, como heraldos que se prestan a los vientos de la Fiesta.Negro y oro sus colores que anhelan mares de plata y brillan trajes de nácar que lucen con bellas galas Capitán y Abanderada. 163 Escuadras premíadas 1999 Escuadra Chaparros Escuadra Las Rudas 164 Ca p í t á n y Ab a nd e r a d a 2 00 0 Capitán y Abanderada I nfantil 4000 :-^^ ^ ^^a ^^ ^^,.,: , ;^^, , ^^^; Comparsa Estudiantes Premio Comparsa de Estudíantes. Autor: Manuel Herrera Castaño PP.ESIDENTE VICEPRESIDENTE SECRETARIO VICESECRETARIO TESORERO SECRET/^RIO DE ACTAS CRON I STA VOCALES PRESIDENTES DE HONOI. FESTERA DE HONOR DELEGADOS EMBA1!DAS JVNTA DIRECTIVA )U/^N C^IL!ORIN FRANCISCO ROSIQUE AMAT )V/^N FR/^NCISCO PVCHE BERENC^UER f^LFONSO IZQUIERDO Cl1RRILLO MANUEL BAÑON PENALV/^ )U/iN C/^RLOS POVED/^ MIRA RUBEN l^LF/RO BERNABE FR/NCISCO 1. PARR/^DO BERMHO, M/^RIA MARTINEZ ROMER0,1V/^N MUÑOZ 6USQVIER, ROS/^ ROCAMORA ROC/MOR/^, Ml^RC^ARITA FILLOL /^ZORIN, RUBEN l1LF/RO 6ERNABE, M.^ SALVD VERl^ 1V/^N, PILAR TEVAR MERIDA, C^ERMAN PEDRERO RICO, ESPERANZA Ci/^RCIA VERA JOSE VERA IUAN /^NTONIO M. LUC/S DI/^Z VICTORIA E. C^ARCIA CASAÑEZ )UnN MVÑOZ BUSQUIER, PIL/^R TEVAR MERIDf^ 166 167 Ca p í t á n y Ab a nd e r a d a 1 999 ^P^tán y Abanderada I nfanril 1999 R O M A N C E D E L O S E S T V D I A N T E S Ya vienen los Estudíantes,ne^ro jubón su vestido, galas blancas con encajes, cintas de raso en sus capas que hacen ondear, ale^res, al viento ya desplegadas. Bellos recuerdos nos traen de tiempos que ya han pasado, de un alma que bien se siente ^ozosa, digna y jovial. De tono severo el traje en risa y Fiesta se torna cuando pasan estas huestes, portadoras de alegría, al son de los pasodobles los Estudiantes desfilan. 169 Escuadras premiadas 1999 Escuadra Jucr^?t ŭ stas Escuadra T^íbanos 170 Capitán y Abanderada 2000 ^ , í ^^y = ^ ^ ^ ^ I , ^ ^ au° ^Ar 1 ^ ^ . ► . ^°,^ Capítán y Abanderada I nfantil 2000 Junta de Gobierno Presidente de Honor Presidente efectívo Vicepresidente 1.° Viccpresidcnte Q.° Secretaria Tesorero Vicesecretaria Vicetesorero Secretario de Actas Cronista Oficial Asesor artístico Asesor religioso Asesor histórico Asesor jurídico Socio de honor Vocales natos: Vocales Comisiones; 1. Mayordomía de San Antón: Presidente de honor: Antonio Barceló Marco Presidente: Miguel Angel Escribá Martínez Vicepresidente: )oaquín Gracía Tornero Secretario: Manuel Quevedo Cauerra Contador: Jorgc Bellod López Vocales: Alfonso Brotons Romero, Fernando Valera Navarro Juan Carlos Sánchez López,loaquín ). Marco Ferriz 4. Embajadas y Alardo: Presidente: loaquín J. Marco Ferríz Vicepresidentc: Vicente Juan Esteve Secretario: Pedro Vidal Payá Vocales: Eduardo Andreu Such, Joaquín Gracia Tornero, Pedro Serrano C^utiérrez Embajador Moro: Jorgc óellod López Embajador Crístiancz Carlos Amo Sirvent Centinela Mora Carlos Martí Hernández Centinela Cristiano: Francisco C^arcía Serrano 3. Artístíca: Presidente: loaquín Lat;una Blasco Vocales: Celia Oncina Amat, M. Isabel Albert Albcro 4. Pregón y Proclamacíones: Presidcnte: Roberfo Navarro Candelas Vocales: Vícente Mlat Nuñez, Juan Ciil Azorín, Migucl Quiles Rico, Isidro Calvo )uan, Emilio Camacho, Mtonio Martínez Miralles Jenaro Vera Navarro )osé Blanes Pcínado José óasiliso Muñoz Miralles Francisco Díaz Chico. M. Carmen Roíg Rico /^ntonio C^arcía Ortín Nieves Rico Carrión Juan Carlos Martínez Cañabate Luis Carrasco Maestre )osé Antonio Sirvent Mullor Joaquiín Laguna Blasco C^inés Pardo C^arcía Antonio M. Poveda Navarro lesús Puentcs Quiles Juan Martínez Calvo Juan de Dios Falcó Rico (Concejal de Fiestas) Pablo Maestre Capó (Presidente Cristianos) Ana Hurtado Martínez (Presidenta Contrabandistas) Juan Gil Azorín (Presidente Estudiantes) José Abell^ín Navarro (Presidcnte Píratas) Vicente Amat Núñez (Presidente Zíngaros) Luis Carrasco Maestre (Presídente Marroquíes) Manuel Amat Piyueras (Presidente Realistas) Antonio Mallebrera Copetc (Presidente Musulmanes) )osé Milán Amat (Presidente Huestes del Cadí) designados por el Presidente: Viccnte Quintanilla Colomina Antonio Martb^ez Miralles Blas Viccnte Pérez 5. Revista-Programa: Presidente: Angef Vera Guarinos Vocales: Celia Oncina Amat, Remedios Pérez Maestre José Blanes Pcinado 6. Boletín Festero: Presidente: José Antonio Sirvent Mullor Vocales: Migucl óarcala Vizcaíno, Rosa Ana Escandell Martí, )osé Blanes Peinado, José Ortuño Falcó. Juan Deltell Jover, Ramón Rodríguez Navarro, Rubén /^lfaro óernabeu 7. Estatutos. Presidente: losé B. Muñoz Miralles Vocales: Luis Carrasco Maestre, Manuel Amat Píyueras, Vicente Quintanilla Colomina, )uan Gil Azorin 8. Honores: Presidente: José ólanes Peinado Vocales: ) osé B. Muñoz Miralles, Francisco Díaz Chíco, M. Carmcn Roig Rico, Antonio C^arcía Ortín, Luis Carrasco Maestre. )osé Abellán Navarro 9. Local socíal: Presidente: Francísco Díaz Chico VocaL• ólas Vicente Pérez 10. Bandas de Músíca: Presídente: Míguel Quíles Rico Vocales: )osé B. Muñoz Miralles, Antonio Mallebrera Copetc, José Blanes f einado 11. Relaciones con los medios de comunicación: Juan Carlos Martú^ez Cañabate. 1 Q. Protocolo y Relaciones Públícas: Presidente: losé ólanes Pcinado Vocales: ) osé B. Muñoz Míralles, M. Carmen Roig Rico 13. Económíca: Presídente: Mtonio C^arcía Ortín Vocal: luan Carlos Martinez Cañabate 14. Comísión Intemet: Pedro Scrrano Gutiérrez, Alicia Tenza García 15. Cabos de escuadra: Presidenta: Nieves Rico Carrión Vocales: ) oayuín Marco Ferriz, Antonio García Ortín, Francisco Díaz Chico 16. Masíficación: Presídente: Manuel Amat Piqueras Vocales: M.• Carmen Roíg Rico, )osé Milán Amat, Vicente Amat Núñez 17. Coordinador Grupo de Teatro: )osé 6. Muñoz Miralles 18. Alcaldes de Fiesta: M.^ Carmen Roíg Rico, Vicente Quhitanilla Colomina, Blas Vicente Pérez Portavoz y moderador reuníones: losé B. Muñoz Miralles. Comisión Juveníl: Presidentc: Rubén Alfaro Bernabé Secretario: Javíer Quintanilla Rodríguez 174 Nuestra Fiesta hace 50 años 174 175 Los Marroquíes a su Rbanderada ^,^,,,.^,f„ ^^;,,_ l^eroína síngular~ paru ttt graciu / esteru LJO tC (17trC^,O la baTl(íel(1 cic la ^icsta popLllar. Si su /iarnartle ondear tc yer^uc fascinacíora. clurrte la nos(a[gia mora de tu mírucíu cle hurí y ese suefto rttarroquí hccho de verso t^ acu•or•a. Ler•gel cíe ilusión ternpt•clr7a te dió el cielo de tu tierra con una rnsa cíe guerra espai7ola y nlLrsLlllrtarla. Fres nntsa y capíta^nn ctttre^ (u escolla de honnr-, Si España te da e1 valor• Elda te darri su hístoriu, pLtcs tLt bc•lleza y LLt gloría fienen ttu su trot^acíor. l;n tu aíroso carrtpcar cie propícío encantarníer7to bebc lucer-os el r^iento de tu propío lLtr77ínar. Quiebra la 1u27u su ar7dar ai paso de lu arroganciu, }^ ilita CIL11Ce ( O17SO11ai1Ci(7 víbra la guzla clgar-ena cun Luta nota serc•r7a llcna de arrullos dc irtfcu7ciu. Recucrdos del torreón de tu castíllo señero mc trcle tu andar postrcro por la íbéríca mansión, No dc•jes tu corazón cle musulmana, escur7clido, Vuelve, sLll(alla a tu nlvícío dc pendencias seculares. l^u bnndera cíc a^ahares r.ti firl. sirt habcr-lo .tiíclu. MRHOMR Pr, RAEyEI GaECIA GOME: Con ocasión de rememo rar el fin de la dominación árobe en España, o sea el triunfo de la Cruz sobre la media luna, se organizaron estas grandiosas fiestas de Moros y Cristianos-^ y hemos observado sieinpre que nunca se ha dicho nada sobre Mahoma, el profeta musul mán, y creemos interesante dar a conocer, aunque muy someramente, quién fué este hombre que tuvo tanta tras cendencia e influyó de máne ra decisiva en la historia del mundo árabe Este pueblo no era creyen te, era idólatra, y, siendo asi, iquién Influyó de forma tan radical para hacerle religiosamente fanático? Fué Mahoma. Mahoma pertenecía a una tribu de beduínos y a los dos meses de nacer, se quedó sin padres, heredando según las costumbres, cinco camellos y una esclava negro. Siendo joven aún, se dedicó al comercio, y en uno de sus muchos viajes por Siria, comprobó la idolatría de su raza con la religión judía y crisiiano, y esto ejerció un impuiso notable en su espírifu, hasta el punto, d= que se creyó poseido de inspiración divina pora lanzar se a la conquista del mundo proclamando una fe religiosa y política que él maduraba. ?ara ésto, se sirvió diciendo que el ángel Gabriel se le apa reció y que le Ilomó profeta, no de otro modo hubiese tenido motivo de inspiración divina para conquistar adeptos. Como el mundo musulmán estaba corromp;do en todos sus aspectos, no le fué fácil la tarea, pero era hombre tenaz, hábil e intrigante. Luchó con muchas difcultades, pero un primo suyo, Alí, se alió a su causa, pues éste era hombre poderoso e influyente, y esto sirvió de manera notable para que su doctrina se fuese extendiendo. Predicabó la existencia de un solo dios, condenaba el robo,los vicios, etc. Tuvo sus enemigos, conspiraban contra él y tenía que huir constantemente de un sitio a otro, pero al fin fueron reconociendo sus verdades, y cuando ya estaba seguro en su pedestal de profeta, se casa en segundas nupcias con la hijo de un poderoso jefe. Organiza el culto, y al mismo tiempo, lo guerra contra sus enemigos, y va subyugando a todas las tribus, y extendiendo su doctrina fuera de Arabia. Estuvo mucho tiempo en La Meca predi cando su fe en que Alá era un solo dios; van a verle sobe ranos extranjeros, y de pere grinación en peregrinación, aumenta el número de sus creyentes. Murió en el año 632 de la era cristicma. Fué un buen guerrero y dotado de un gran talento natural y político, consiguió organizor el mundo musulinán en una solo fe, lo que dió a este pueblo una gran fuerza para todas sus con quistas. Esta es la breve biografía de este falso profeta, que en estos días se pone de mani fiesto, una vez más, toda la falsedad de su doctrina, que tuvo que sucumbir ante el poder omnipotente de la Santa Cruz... 176 In memoríam na vez más, sentimos la tristeza en esta gran familia festera. Se nos han ido para siempre personas muy queridas y festeras por añadidura: M. ROSA PICAZO MVÑOZ ha dejado un hueco en su escuadra de Tiburones de la comparsa de Piratas, el cual siempre estará lleno de esos momentos vividos con sus compañeras y compañeros. Su alegría y simpatía siempre estarán en la memoria de los que la conocimos. Y desde estas páginas festeras le pedimos a Dios que la tenga en su gloria y que dé fuerzas a su esposo y familia para superar estos tristes momentos. )OSE M.^ ROMAN CREMADES, quien fuera otrora presidente de la comparsa de Zíngaros, padre y abuelo de directivos, capítanes y abanderadas, también ha fallecido este año dejando una estela de sentimíento festero y amor a las tradiciones de su pueblo y a su querida comparsa. ENRIQVE GVIL LOPEZ, de la comparsa de Musulmanes, nos ha dejado para siempre pues la Parca cruel e inflexible ha truncado su vida de persona ejemplar donde las haya: buen esposo, padre y festero por encima de toda otra condición. Su comparsa ha de sentír ese vacío que sin duda se ha de producir entre sus compañeros de escuadra, directivos y amigos del Tenorio que no lo olvidarán nunca. Las Huestes del Cadí han sufrido el múltiple zarpazo de la muerte en sus filas: una joveii festera, ANTONIA BERNABE SALA; un festero directivo y trabajador incansable por la Fiesta, ANGEL BVENDIA ALBERT, el que hasta hace tan sólo dos años ha sido su presidente, ANTONIO BARCELO MARCO -así como su esposa PEPITA RODRIC^VEZ y el que fuera su vicepresidente e incansable festero )OSE MANVEL LOPEZ ALCARAZ han sucumbido ante la ten-ible Moira que inflexible determina el destino. A todos ellos la comparsa entera los ha de tener en su memoria y pide a San Antón que interceda por ellos hasta ser recibidos en el seno eterno. EDVARDO CaRAS PASCVAL, que fuera fundador y presidente durante muchos años de la comparsa de Marroquíes, falleció el pasado año cuando estas páginas habían salido a la luz. Para el que fuera alma mater de la comparsa y auténtico festero expresamos nuestro sentimiento y nuestras condolencias rogando a Dios que le acoja en su seno. Y, finalmente, una vida joven, aleQre, en lo más florido de la edad, ha desaparecido víctima de un absurdo y desgraciado accidente: PEPE ROMERO RVBIO, que fue capítán infantil de los Marroquíes en 1991, ya no volverá a desfilar en su comparsa y su huella índeleble se verá reflejada entre quienes compartieron la Fiesta con él. Al cierre de estas líneas nos ha llegado la notícia del fallecimiento de dos festeros de la Comparsa de Musulmanes que lamentamos profundamente: MANVEL VERA MAESTRE, que ha sido Sultán durante muchos años y)OSE M. GRAN DIEZ, que fuera fundador y gran festero en sus buenos tiempos. En la comparsa de Cristianos ha fallecido también M CARMEN C^ARCIA )IMENEZ, de la escuadra D. Pelayo, víctima de una penosa enfermedad. La comparsa de Contrabandistas ha perdido a dos antiguos festeros, entusiastas y de verdadera raigambre, )VANITA GONZALEZ DE ESPAÑOL y ANDRES SIRVENT POVEDA, y en los últimos dias a M SALVD C^IL ACEVEDO. Que descansen en paz sus almas y la tierra que cubre sus huesos les sea leve. F.E.R.T. 179 A las 8 00 de la tarde: , j^^^r ^^ ^^ `^: ^^-` ^^- ,^ ^^ ^r. ^.,t^ Entrada de Bandas de Músíca. ^^.,^ ^ M Interpretación del pasodoble Idella. C^ran Traca. ^ ^ -^`^ ^ A las 1 Q,00 de la noche : Tradícional Retreta. A las 2,30 de la madrugada: Castillo de fuegos artificiales A las 11,00 de la mañana: Desfile de Comparsas hasta la Ermita de San Antón. 180 ^ 9^t3i^ 1 ^ E iaL T^r A las 10, 00 de la mañana: Alardo que inicia el Bando Cristiano seguido del Moro. A las 11,30 de la mañana: A las 12,00 de la mañana: Traslado del Santo anacoreta desde la Ermita a la Iglesía Arcipestral de Santa Ana. A las 7,00 de la tarde: Desfile Infatil Estafeta y Embajada Mora. Batalla de arcabucería y asalto al Castillo. A las 6,00 de la tarde : Triunfal Entrada Cristíana Díana Festera. A las 11,00 de la mañana: A las 8, 00 de la mañana: ^,,r ^^^ ^^ ^^.^ ^ A las 10,00 de la mañana: Alardo que inicía el Bando Moro Desfile-Ofrenda hasta la I^lesía de Santa Ana. A las 14,30 de la mañana : Mísa Solemne concelebrada. A su término mascletá. A las 6,00 de la tarde: Majestuosa Entrada Mora seguido del Cristiano. ^^^ ^ A las 11,30 de la mañana: Estafeta y Embajada Cristiana. Batalla de arcabucería y asalto al Castillo. A las 6,30 de la tarde: Solemne Procesíón y traslado de la ímagen del Santo a su Ermita; a su entrada se dísparará una Alborada pirotécnica. radecemos ^a afenc^ón ^ á 1a sfir í a y comerc í o que h , an orado en ^a confecc í o ^ ^ ` i a rev^s i ^ . -programa .^ ^^ . ^ ^^ . , .^ z . -... ..^ ^ ^, ^-t^a c a j ^i iá_a ^^J^ ^ l^.^ ^^ s.^.a^-L^^.^1-L^ . ... . ,. ... . ... .. ^ .. ._^sY. .. . ^ ^ r ^ p 1 L ^ • i^ ^A ♦ % ) ^rl^^^ ^^^r^^ír^t! ^^ ^^arnp^r^^s ^^ = ^/i^ro^ y ^C^rl^^^^o^ .^,.